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EL CULTO Y LA INTERCESIÓN DE MARÍA EN LA VIDA DEL DISCÍPULO DE CRISTO Enseñanza al grupo de Discipulado de Familias Carismáticas de Mar del Plata – 1º de octubre de 2016

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EL CULTO Y LA INTERCESIÓN DE MARÍA

EN LA VIDA DEL DISCÍPULO DE CRISTO

Enseñanza al grupo de Discipulado de Familias Carismáticas de Mar del Plata – 1º de octubre

de 2016

p. Gabriel Mestre - Mar del Plata - Argentina

2Dos palabras: CULTO e INTERCESIÓN

•No vamos analizar el papel de María en la Escritura.•No es un tratado de Mariología.•No vamos a estudiar los dogmas marianos.•No vamos a profundizar el origen y el sentido de las advocaciones.•No vamos a…. VER MUCHOS OTROS TEMAS…

p. Gabriel Mestre - Mar del Plata - Argentina

3TRES PASOS PARA NUESTRA PRESENTACIÓN

I- PARTIENDO DE LA ESCRITURA

II- DOS TEXTOS DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA

III- ALGUNOS OTROS CONCEPTOS Y CONCLUSIONES PRÁCTICAS

p. Gabriel Mestre - Mar del Plata - Argentina

4I- PARTIENDO DE LA ESCRITURA

Tres textos bíblicos del NT

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Jn 2,1-2. 1 Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. 2 Jesús también fue invitado con sus discípulos. 3 Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino». 4 Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía». 5 Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga». 6 Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. 7 Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas». Y las llenaron hasta el borde. 8 «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete». Así lo hicieron. 9 El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su o rigen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo 10 y les dijo: «Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento». 11 Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él. 12 Después de esto, descendió a Cafarnaúm con su madre, sus hermanos y sus discípulos, y permanecieron allí unos pocos días.

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6Al texto se puede entrar en tres claves:

1. Cristológica. Jesucristo es el Vino Nuevo.2. Mariológica. La intercesión de María.3. Sacramental matrimonial. La bendición de la

pareja humana.

NO TENERLE MIEDO A LA PALABRA INTERCESIÓN

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7La maternidad de María

Jn 19,25-27. 25 Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su

madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. 26 Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». 27 Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre».

Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.

8María en oración con los discípulos.María y Pentecostés. María mujer del Espíritu

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Hch 1,1414 Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. Hch 2,1-41 Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. 2 De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. 3 Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. 4 Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse.

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9II- DOS TEXTOS DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA

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101. Constitución Dogmática Lumen Gentium

Del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia 21 de noviembre de 1964

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11Ocho capítulos

I- El misterio de la Iglesia.II- El pueblo de Dios.III- De la constitución jerárquica de la Iglesia y en particular sobre el Episcopado.IV- Los laicos.V- Universal vocación a la santidad en la Iglesia.VI- De los religiosos.VII- Índole escatológica de la Iglesia peregrinante y su unión con la Iglesia celestial.VIII- La bienaventurada Virgen María, Madre de Dios, en el misterio de Cristo y de la Iglesia.

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12Lumen Gentium

LG 60. Uno solo es nuestro Mediador según las palabra del Apóstol: «Porque uno es Dios, y uno también el Mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó a sí mismo para redención de todos» (1 Tm 2, 5-6). Sin embargo, la misión maternal de María para con los hombres no oscurece ni disminuye en modo alguno esta mediación única de Cristo, antes bien sirve para demostrar su poder. Pues todo el influjo salvífico de la Santísima Virgen sobre los hombres no dimana de una necesidad ineludible, sino del divino beneplácito y de la superabundancia de los méritos de Cristo; se apoya en la mediación de éste, depende totalmente de ella y de la misma saca todo su poder. Y, lejos de impedir la unión inmediata de los creyentes con Cristo, la fomenta.

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13Lumen Gentium

LG 62a. Esta maternidad de María en la economía de gracia perdura sin cesar desde el momento del asentimiento que prestó fielmente en la Anunciación, y que mantuvo sin vacilar al pie de la cruz hasta la consumación perpetua de todos los elegidos. Pues, asunta a los cielos, no ha dejado esta misión salvadora, sino que con su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna [186]. Con su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo, que todavía peregrinan y se hallan en peligros y ansiedad hasta que sean conducidos a la patria bienaventurada. Por este motivo, la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora [187]. Lo cual, embargo, ha de entenderse de tal manera que no reste ni añada a la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador [188].

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14Lumen Gentium

LG 62b. Jamás podrá compararse criatura alguna con el Verbo encarnado y Redentor; pero así como el sacerdocio Cristo es participado tanto por los ministros sagrados cuanto por el pueblo fiel de formas diversas, y como la bondad de Dios se difunde de distintas maneras sobre las criaturas, así también la mediación única del Redentor no excluye, sino que suscita en las criaturas diversas clases de cooperación, participada de la única fuente.La Iglesia no duda en confesar esta función SUBORDINADA de María, la experimenta continuamente y la recomienda a la piedad de los fieles, para que, apoyados en esta protección maternal, se unan con mayor intimidad al Mediador y Salvador.

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15LG 66. María, ensalzada, por gracia de Dios, después de su Hijo, por encima de todos los ángeles y de todos los hombres, por ser Madre santísima de Dios, que tomó parte en los misterios de Cristo, es justamente honrada por la Iglesia con un culto especial. Y, ciertamente, desde los tiempos más antiguos, la Santísima Virgen es venerada con el título de «Madre de Dios», a cuyo amparo los fieles suplicantes se acogen en todos sus peligros y necesidades [192]. Por este motivo, principalmente a partir del Concilio de Éfeso, ha crecido maravillosamente el culto del Pueblo de Dios hacia María en veneración y en amor, en la invocación e imitación, de acuerdo con sus proféticas palabras: «Todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi maravillas el Poderoso» (Lc 1,48-49). Este culto, tal como existió siempre en la Iglesia, a pesar de ser enteramente singular, SE DISTINGUE ESENCIALMENTE del culto de adoración tributado al Verbo encarnado, lo mismo que al Padre y al Espíritu Santo, y lo favorece eficazmente, ya que las diversas formas de piedad hacia la Madre de Dios que la Iglesia ha venido aprobando dentro de los límites de la doctrina sana y ortodoxa, de acuerdo con las condiciones de tiempos y lugares y teniendo en cuenta el temperamento y manera de ser de los fieles, hacen que, al ser honrada la Madre, el Hijo, por razón del cual son todas las cosas (cf. Col 1, 15-16) y en el que plugo al Padre eterno «que habitase toda la plenitud» (Col 1,19), sea mejor conocido, amado, glorificado, y que, a la vez, sean mejor cumplidos sus mandamientos.

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16LG 67. El santo Concilio enseña de propósito esta doctrina católica y amonesta a la vez a todos los hijos de la Iglesia que fomenten con generosidad el culto a la Santísima Virgen, particularmente el litúrgico; que estimen en mucho las prácticas y los ejercicios de piedad hacia ella recomendados por el Magisterio en el curso de los siglos y que observen escrupulosamente cuanto en los tiempos pasados fue decretado acerca del culto a las imágenes de Cristo, de la Santísima Virgen y de los santos[193]. Y exhorta encarecidamente a los teólogos y a los predicadores de la palabra divina a que se abstengan con cuidado tanto de toda falsa exageración cuanto de una excesiva mezquindad de alma al tratar de la singular dignidad de la Madre de Dios [194]. Cultivando el estudio de la Sagrada Escritura, de los Santos Padres y Doctores y de las liturgias de la Iglesia bajo la dirección del Magisterio, expliquen rectamente los oficios y los privilegios de la Santísima Virgen, que SIEMPRE TIENEN POR FIN A CRISTO, ORIGEN DE TODA VERDAD, SANTIDAD Y PIEDAD. En las expresiones o en las palabras eviten cuidadosamente todo aquello que pueda inducir a error a los hermanos separados o a cualesquiera otras personas acerca de la verdadera doctrina de la Iglesia. Recuerden, finalmente, los fieles que la verdadera devoción no consiste ni en un sentimentalismo estéril y transitorio ni en una vana credulidad, sino que procede de la fe auténtica, que nos induce a reconocer la excelencia de la Madre de Dios, que nos impulsa a un amor filial hacia nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes.

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172. Exhortación Apostólica Marialis cultus

Del Papa Pablo VI para la recta ordenación y desarrollo del culto a la Santísima Virgen María del 2 de febrero de 1974

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18Marialis cultus: Tres grandes partes

INTRODUCCIÓN: Ocasión, finalidad y división del documentoPARTE I: EL CULTO A LA VIRGEN EN LA LITURGIA

Sección primera: La virgen en la liturgia romana restauradaSección segunda: La Virgen modelo de la Iglesia en el ejercicio del culto

PARTE II: POR UNA RENOVACIÓN DE LA PIEDAD MARIANASección primera: Nota trinitaria, cristológica y eclesial en el culto de la VirgenSección segunda: Cuatro orientaciones para el culto a la Virgen: bíblica, litúrgica, ecuménica, antropológica 

PARTE III: INDICACIONES SOBRE DOS EJERCICIOS DE PIEDAD: EL ANGELUS Y EL SANTO ROSARIO

El AngelusEl Rosario

CONCLUSIÓN: VALOR TEOLÓGICO Y PASTORAL DEL CULTO A LA VIRGEN

19Marialis Cultus

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PARTE II: POR UNA RENOVACIÓN DE LA PIEDAD MARIANAMC 24. Pero el mismo Concilio Vaticano II exhorta a promover, junto al culto litúrgico, otras formas de piedad, sobre todo las recomendadas por el Magisterio (67). Sin embargo, como es bien sabido, la veneración de los fieles hacia la Madre de Dios ha tomado formas diversas según las circunstancias de lugar y tiempo, la distinta sensibilidad de los pueblos y su diferente tradición cultural. Así resulta que las formas en que se manifiesta dicha piedad, sujetas al desgaste del tiempo, parecen necesitar una renovación que permita sustituir en ellas los elementos caducos, dar valor a los perennes e incorporar los nuevos datos doctrinales adquiridos por la reflexión teológica y propuestos por el magisterio eclesiástico. Esto muestra la necesidad de que las Conferencias Episcopales, las Iglesias locales, las familias religiosas y las comunidades de fieles favorezcan una genuina actividad creadora y, al mismo tiempo, procedan a una diligente revisión de los ejercicios de piedad a la Virgen; revisión que queríamos fuese respetuosa para con la sana tradición y estuviera abierta a recoger las legítimas aspiraciones de los hombres de nuestro tiempo. Por tanto nos parece oportuno, venerables hermanos, indicaros algunos principios que sirvan de base al trabajo en este campo.

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SECCIÓN PRIMERA: Nota trinitaria, cristológica y eclesial en el culto de la VirgenMV 25. Ante todo, es sumamente conveniente que los ejercicios de piedad a la Virgen María EXPRESEN CLARAMENTE LA NOTA TRINITARIA Y CRISTOLÓGICA QUE LES ES INTRÍNSECA Y ESENCIAL. En efecto, el culto cristiano es por su naturaleza culto al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo o, como se dice en la Liturgia, AL PADRE POR CRISTO EN EL ESPÍRITU. En esta perspectiva se extiende legítimamente, aunque de modo esencialmente diverso, en primer lugar y de modo singular a la Madre del Señor y después a los Santos, en quienes, la Iglesia proclama el Misterio Pascual, porque ellos han sufrido con Cristo y con Él han sido glorificados (68). EN LA VIRGEN MARÍA TODO ES REFERIDO A CRISTO Y TODO DEPENDE DE ÉL: EN VISTAS A ÉL, DIOS PADRE LA ELIGIÓ DESDE TODA LA ETERNIDAD como Madre toda santa y la adornó con dones del Espíritu Santo que no fueron concedidos a ningún otro. Ciertamente, la genuina piedad cristiana no ha dejado nunca de poner de relieve el vínculo indisoluble y la esencial referencia de la Virgen al Salvador Divino (69). Sin embargo, nos parece particularmente conforme con las tendencias espirituales de nuestra época, dominada y marcada por la "cuestión de Cristo" (70), que en las expresiones de culto a la Virgen se ponga en particular relieve el aspecto cristológico y se haga de manera que éstas reflejen el plan de Dios, el cual preestableció "con un único y mismo decreto el origen de María y la encarnación de la divina Sabiduría" (71). Esto contribuirá indudablemente a hacer más sólida la piedad hacia la Madre de Jesús y a que esa misma piedad sea un instrumento eficaz para llegar al "pleno conocimiento del Hijo de Dios, hasta alcanzar la medida de la plenitud de Cristo" (Ef 4,13); por otra parte, contribuirá a incrementar el culto debido a Cristo mismo porque, según el perenne sentir de la Iglesia, confirmado de manera autorizada en nuestros días (72), "se atribuye al Señor, lo que se ofrece como servicio a la Esclava; de este modo redunda en favor del Hijo lo que es debido a la Madre; y así recae igualmente sobre el Rey el honor rendido como humilde tributo a la Reina" (73).

21Otros tres documentos para tener presente

Redemtoris Mater de Juan Pablo II

Catecismo de la Iglesia

Católica

Compendio del

Catecismo

p. Gabriel Mestre - Mar del Plata - Argentina

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22Textos para seguir profundizando…

Juan Pablo II, Carta Encíclica Redemptoris Mater. La bienaventurada Virgen María en la vida de la Iglesia Peregrina, 25 de marzo de 1987. Todo el documento.

Catecismo de la Iglesia Católica, 11 de octubre de 1992. Especialmente números: 148ss., 165, 273, 411, 437, 466ss., 484, 490ss., 529, 721, 726, 829, 963ss., 972ss., 1014, 1171-1172, 1370, 1477, 1655, 1717, 2097, 2146, 2617-2618, 2674, 2676ss.

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, 28 de junio de 2005. Especialmente números: 26,85, 88, 94-100, 104, 142, 196-199, 234, 240, 429, 546-547, 562-563.

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23III- ALGUNOS OTROS CONCEPTOS Y CONCLUSIONES PRÁCTICAS

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24El cuidado de las palabras nos ayuda…

DIOS Redentor

Ascensión

Mediador

Único Dios

Salvador

Creador

MARÍA Corredentora Asunción Medianera

Nunca “diosa”. Siempre

“ser humano”.

Nunca “salvadora”.

Siempre “salvada”.

Nunca “creadora”.

Siempre “creada”.

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25EVITAR TODA MARIOLATRÍA!!!

Hay tres tipos de “cultos”:1. DULÍA: es la veneración u honor que se da a los santos y ángeles. Del

latín dulia y del griego douleia significa literalmente “servidumbre”.2. HIPERDULÍA: veneración más alta que se tributa solo a la Virgen

María. 3. LATRÍA: es la adoración que sólo corresponde a Dios. Del latín latria y

del griego latreia significa literalmente “adoración”. Se usa como sufijo de idolatría: adoración a los ídolos.

26La Iglesia Católica hace claro

énfasis en las distinciones de culto

Algunos números del Catecismo de la Iglesia nos pueden ayudar:

• Desviaciones de culto: 2111, 2113, 2581.• Adoración a Dios: 347, 1121, 1123, 2083, 2135.• Culto a María: 971.• Culto a los santos: 61, 956, 957, 2683.• Culto a las imágenes: 2131, 2132, 2141.

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27Algunos autores católicos sostienen

que hay cinco tipos de culto en la Iglesia

1. LATRIA ABSOLUTA: Es el culto dado solamente a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

2. LATRÍA RELATIVA: Es el culto dado a imágenes y/o reliquias de Dios (Padre, Hijo, Espíritu Santo, Santísima Trinidad y Especies de la Eucaristía).

3. HIPERDULÍA: Es el culto a la Santísima Virgen María.4. DULÍA ABSOLUTA: Es el culto reservado a los ángeles y

a los santos.5. DULÍA RELATIVA: Es el culto a las imágenes y a las

reliquias de santos.p. Gabriel Mestre - Mar del Plata - Argentina

28Concluimos con la Palabra: Lc 1,46-55

46 María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, 47 y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador, 48 porque el miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, 49 porque el Todopoderoso he hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! 50 Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen.p. Gabriel Mestre - Mar del Plata - Argentina

29Magnificat: Lc 1,46-55

51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. 52 Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. 53 Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. 54 Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, 55 como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre».p. Gabriel Mestre - Mar del Plata - Argentina

facebook.com/COBIDI.mdpcobidimdp.wordpress.com

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