presentación de ipep
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Cuando decidí seguir formándome
Hace cinco años creí conveniente seguir formándome, así que fui a informarme a la Diputación de Educación y Ciencia (el antiguo matadero).
Debido a mis circunstancias personales y a mi visión de futuro, allí me aconsejaron que estudiara en modalidad a distancia o semipresencial, y me derivaron a Torre Triana, que es donde está o estaba la unidad encargada de dicha modalidad académica.
Fue allí donde me hablaron del IFPA, actual IPEP.
La pre inscripción
Me pareció una gran coincidencia, pues yo me saqué la E.S.O. en la “extensión de los Viveros”, que físicamente estaba situado aquí, en el antiguo colegio José María Izquierdo, y actual IPEP, ¿quién me iba a mi a decir que al cabo de más una década iba a volver a pasearme por sus pasillos? Me agradó el reencuentro porque me fue muy bien mientras cursé la E.S.O., deseé con todas mis fuerzas que me dieran plaza y que me fuera igual de bien que en la ocasión anterior.
Una segunda oportunidad
Afortunadamente sí tuve plaza, me puse muy
contenta, me ilusioné y me sentí bien conmigo misma, “por fin iba a atreverme con el bachillerato”, y además, con el de ciencias, con el respeto que me han dado
toda mi vida las matemáticas, la física y la
química...
Personas estupendas
Afortunadamente me encontré con profesores que han demostrado ser grandes
profesionales y mejores personas. Así mismo, he cursado con compañeros que
Me hicieron volver a creer que aún quedan personas que no sólo van a lo suyo.
Bachillerato, un título para muchos, y una gran ilusión para mi
Cuando van pasando los años, se modifica tu perspectiva ante la vida. Puedes contemplar tu pasado, cada vez más amplio y rememorar situaciones agradables ya que recordar es volver a vivir, aunque también revives aquellas oportunidades que tuviste de hacer algo, y que dejaste escapar..., ese, es un sentimiento de culpabilidad que te irá persiguiendo durante tu existencia. Jamás me arrepiento de lo que hago, ya que procuro no hacerle daño a nadie, aunque sí me arrepiento enormemente de lo que no hice, incluso me lamento de haber intentado conseguir algo y quedarme ahí, en el intento.
Este sentimiento ha sido el motivo real que me hizo volver a estudiar y seguir firme en mi empeño de aprender, para mi, obtener el título de Bachillerato es una gran ilusión.
Una cabeza bien amueblada, más vale tarde que nunca.
La vida te enseña, te da cultura
popular.
Pero siempre es mejor si la
acompañas de la cultura que te
regala el estudio.