“predica la siste a tiem- palabra, in- el expositor po y … · completo significado. aprendemos...
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diarlos por toda una vida y
nunca comprender su
completo significado.
Aprendemos mucho y nos
regocijamos en lo que
aprendemos, pero con el
caso con Dios mismo, hay
siempre más en los Salmos
esperando que lo descu-
bramos. Los Salmos nos
hacen un bien que nunca
logramos ir al fondo.
Somos atraídos a los
Salmos debido a su natura-
leza personal. Contrario a
los profetas donde escu-
chamos hablar a Dios di-
rectamente a su pueblo, en
los Salmos escuchamos al
pueblo de Dios hablarle a
Él por medio de la oración
y la alabanza. Estas son
personas reales, y pode-
mos sentirnos relacionados
a ellas porque escuchamos
una amplio rango de emo-
ciones que experimenta-
mos hoy: Adoración a Dios,
amor y gratitud, temor y
frustración, dolor por cau-
sa de nuestros pecados,
caminar con Dios a pesar
“En la Ley de Jehová está su delicia” (Salmo 1) — Gary Henry
Marzo-Abril 2016 Vol. 16, Número 2
El Expositor
“Predica la
Palabra, in-
siste a tiem-
po y fuera
de tiem-
po” (2 Tim.
4:2—LBLA)
“En la Ley de
Jehová está su
delicia” (Salmo
1)
Gary Henry
1
Tomando Bue-
nas Decisiones
Kenneth
Chapman
5
La Crueldad de
Satanás
Tom Roberts
7
de que el camino sea difí-
cil, ponerse en contacto
Dios en nuestras horas
más oscuras, devoción a la
Palabra de Dios y confian-
za en que al final, los pro-
pósitos de Dios serán vic-
toriosos, Los Salmistas
fueron personas semejan-
tes a nosotros, y eso es
motivante, pero es más
motivante saber que el
Dios de estas personas no
ha cambiado. Él es el mis-
mo Dios hoy.
No es sorpresa que los
Salmos sean una parte
favorita de las Escrituras
para muchos de nosotros.
Seguramente disfrutare-
mos nuestros estudios es-
ta semana, pero debiéra-
mos establecernos como
tema en entendimiento de
los Salmos más que nunca,
y especialmente entender
lo que Dios está diciéndo-
nos en estos canticos so-
bre la clase de Dios que Él
es y a clase de relación
que Él quiere que sosten-
gamos con Él.
L os Salmos son delei-
tosos y difíciles. Sin
embargo, una gran canti-
dad de ellos fácilmente
accesibles nos proveen de
un gran gozo ― por natu-
raleza vamos a ellos en
búsqueda de fortaleza y
sustento. Pero los Salmos
también nos desafían. En
ciertos lugares, ellos son
muy difíciles de entender,
y aun cuando los entende-
mos, los encontramos se-
mejantes a “los dichos difí-
ciles” de Jesús en el Nuevo
Testamento: Los Salmos
reclaman una respuesta
que por ningún medio es
fácil.
La profundidad espiri-
tual de los Salmos es in-
sondable. Podemos estu-
Los Salmos son poesía
Hebrea. Ciertamente no
suenan como nuestra
poesía contemporánea,
pero los Salmos son poe-
mas y debieran ser escu-
chados como poesía. En
contraste con la narrativa
de los libros históricos,
los mandamientos de la
Ley, y la predicación de
los profetas, los Salmos
expresan su grande in-
fluencia en un estilo poé-
tico. Como poesía, los
Salmos están diseñados
para llegar a las emocio-
nes como también al inte-
lecto.
Aunque los Salmos es
un libro muy diverso en el
Antiguo Testamento, su
diversidad tiene un claro
enfoque, y se enfoca so-
bre Dios mismo. Muchos
diferentes temas son tra-
tados por los Salmistas y
sus pensamientos nota-
blemente variados, pero
la pieza central de toda la
historia es Dios. Él es el
Gran Rey, El Único quien
es Soberano sobre toda
cosa que jamás haya exis-
tido ― y Él, Dios, es de lo
que tratan los Salmos.
Como J. A. Motyer dijo,
“Uno de los rasgos más
notables de los Salmos es
que aunque el testimonio
personal abunda, la im-
presión más clara dejada
no es sobre el pueblo,
sino sobre Dios” [1]
Lo que aprendemos
sobre Dios en los Salmos
no es simplemente que
Página 2 Vol. 16, Número 2
Libro de los Salmos El libro de los Salmo es
una colección de 150 can-
ticos Hebreos localizados
en el Antiguo Testamen-
to. Es comprendido de
cinco más pequeñas co-
lecciones (o “libros”) de
canticos. Estos canticos
fueron escritos sobre un
periodo de cerca de 1,
000 años, desde el tiempo
de Moisés hasta el regre-
so de los Judíos de su
exilio Babilónico. Cerca
de la mitad de estas com-
posiciones son atribuidas
a David, el Segundo rey
de Israel y “el dulce can-
tor de Israel” (2
Sam.23:1).
Los Salmos Davídicos,
como también otros en el
libro, fueron usados en la
adoración que David or-
ganizó para el templo
que más tarde sería cons-
truido por su hijo Salo-
món. Aprendemos una
gran cantidad sobre reli-
gión al mirar en estos
himnos, y esto es espe-
cialmente verdadero de la
religión de Israel. Es una
religión rebosada con
cánticos.
Los Salmos es el libro
más grande en el Antiguo
Testamento, y es el más a
menudo citado, hoy y en
el pasado. Ciertamente,
los escritores del Nuevo
Testamento frecuente-
mente se refieren a los
Salmos, como Jesús mis-
mo lo hizo.
bras ― Creador, Rey,
Redimidor y Refugio ―
está resumida la teolo-
gía de los Salmos (y de
hecho, toda la historia
de la salvación).
Finalmente, por su-
puesto, los Salmos nos
señalan a Jesús, el Me-
sías (Lucas 24:44), en
quien fue revelada
“toda la plenitud de
Dios” (Col.2:9), Es en
Cristo que finalmente
aprendemos lo que los
Salmos siempre han
estado señalándonos:
un deleite sin limites en
Dios junto a un profun-
do respeto por Él. Es en
Cristo que vemos, aun
más plenamente de lo
que los Salmistas vieron
que Dios realmente
cumple Sus promesas,
él realmente lleva a un
glorioso futuro, y entre
tanto, Él realmente
quiere un pueblo que
efectué la adoración a
Él cuando se reúnen
junto para adorarle
(Salmos 100:2; Efe.5:19;
Col.3:16).
Pero ver algo cer-
cano a la verdad sobre
Dios es una experiencia
demoledora (Solo pre-
gunte a Isaías o Eze-
quiel o el apóstol Juan).
En cualquier medida los
Salmos nos muestran a
Dios, encontramos un
libro inquietante ― in-
quietante en el sentido
más pleno de esa buena
palabra. Y ¿Necesitamos
Su creación es compleja,
sino, más importante,
todavía, que Su carácter
es complejo. El carácter
multidimensional de
Dios es lo que explica la
gran diversidad que ve-
mos que vemos en estos
cánticos, y es únicamen-
te al meditar en todos
estos aspectos de los
Salmos que podemos ver
el retrato de Dios que
necesitamos ver. Dios no
es únicamente nuestro
Salvador; es nuestro Go-
bernante. Él no es única-
mente sabio; es podero-
so. Él no solamente ama
lo que es bueno; odia lo
que es malo. Él no sola-
mente es paciente; Él
puede airarse. Él no sola-
mente es nuestro Padre;
es nuestro Juez. El libro
de Salmos es la correc-
ción final de todos los
conceptos torcidos y li-
mitados y sobre Dios.
Pero, repito, es única-
mente al leer todos los
Salmos que logramos ver
esta corrección.
Pero puesto todo jun-
to, ¿Qué aprendemos
sobre Dios en los Sal-
mos? Aprendemos que Él
es nuestro Creador y
nuestro Rey. Y dado el
hecho que nuestros pe-
cados alejado de Dios,
¿Qué aprendemos de los
Salmos sobre nuestra
relación con Él? Apren-
demos que Él es nuestro
Redimidor y nuestro Re-
dentor. En cuatro pala-
ser inquietados? El libro
de los Salmos es “La
preinscripción de Dios
para una Iglesia
complaciente” [2] Para
nuestro gran beneficio,
los Salmos puede
sacudirnos del auto
e n t r e t e n i m i e n t o
centrado que a menudo
llamamos “adoración”, y
llevarnos de regreso al
lugar del trono del
eterno “YO SOY” donde
los que verdaderamente
le aman son los que le
temen. De manera que
con estos pensamientos
generales en mente,
volvamos nuestra
atención al mismo
primer cántico en la
colección de los Salmos:
El Salmo 1:
Un Resumen del
Salmo 1
Si como parece
probable, Salmos 1 fue
puesto primeramente
para introducir los otros
Salmos, necesitamos ver
q u e c l a s e d e
introducción es esta.
(Ciertamente, los
Salmos 1 y 2 pueden ser
v i s t o c o m o
introductorios, pero
escucharemos sobre el
Salmo 2 en la lectura de
mañana por la tarde.
Los “dos caminos”. En
Salmos 1, el Salmista
quiere que veamos que
hay únicamente dos
básicas “sendas” o
Página 3 Vol. 16, Número 2
recuerda de la realidad
del juicio de Dios. El Sal-
mo 1 puede ser visto co-
mo un comentario sobre
Proverbios 1:7: “El princi-
pio de la sabiduría es el
temor de Jehová; Los in-
sensatos desprecian la
sabiduría y la enseñan-
za” (Prov.1:7). Como en
los libros de la sabiduría,
el asunto de la justicia es
muy practico en Salmo 1.
La persona justa es uno
cuya reverencia “afecta su
diario vivir; él evita el mal
y aprende a como vivir de
la Torá de Dios, y ahí des-
cansa su sabiduría” [3].
Un Salmo “Torá”. Con
su exaltación de la ley de
Dios (Del Hebreo Torá), El
Salmo 1 es llamado un
Salmo de la torah, junto
con los Salmos 19 y 119,
y su prioridad de posición
en el salterio es signifi-
cante. Brueggemann ar-
gumenta, “Puesto de pie
en el principio del Salte-
rio, este Salmo propone
que todos los Salmos de-
bieran ser leídos a través
de la prisma de la obe-
diencia a la Torá” [4]
En el Antiguo Testa-
mento, la Torá puede sig-
nificar varias cosas. El sig-
nificado básico es “ley”
de modo que puede refe-
rirse a lo que llamamos el
Pentateuco; la primera
división del Canon He-
breo, que contiene la Ley
de Moisés. Pero Torá
puede también tener el
el significado de
“enseñanza. Instrucción,
o dirección” y en este
sentido puede referirse a
cualquier (o todo) de lo
que ha sido revelado por
Dios. En los Salmos 1, 19
y 119, no necesitamos
discutir sobre si Torá de-
be ser tomada como “ley”
o “dirección”. Los Salmis-
tas seguramente se delei-
taron en las leyes y man-
damientos de Dios (esto
fue visto como bendicio-
nes maravillosas), pero su
alabanza se extendió a
cualquier enseñanza de
Dios revelada. El hecho
que los Salmos fueron
incorporados a las Escri-
turas Hebreas indica que
al principio ellas fueron
reconocidas como siendo
la divina Torá.
No debiéramos perder
de vita el significado del
hecho que el salterio co-
mienza y finaliza donde
l o h a c e . L o s
“separadores” de libros
son Salmos 1 (sabiduría y
Torá) y salmo 50
(alabanza). Hoy, los que
enfatizan la alabanza a
menudo rehuimos de
cualquier mención de la
ley o el mandamiento o
deber, como si esto fuera
“legalismo”. Pero los Sal-
mos toman a la torah co-
mo su punto inicial. Los
que quieren adorar a
Dios deben primero
aceptar Su ley y encon-
trar gozo en llevar a cabo
sus requerimientos.
o “caminos” abiertos para
nosotros en la vida. El
camino del justo y el ca-
mino del impío. No hay
ninguna otra senda. Las
dos sendas representan
dos fundamentales for-
mas diferentes de vivir, y
una elección debe reali-
zarse entre las dos (cf.
Deut.30:15-20). En el
Nuevo Testamento, escu-
chamos a Jesús en el Ser-
món del Monte
(Mat.7:13, 14) hablar muy
claramente a donde lle-
van los dos caminos y es
muy interesante que los
primeros Cristianos se
refirieron a su nueva vida
c o m o “ e l c a -
mino” (Hechos 9:2; 19:9,
23; etc.). De manera que
en el Salmo 1, el escritor
nos esta exhortando a
leer el resto de los Salmos
con nuestros ojos bien
abiertos a lo que sucede-
rá si fallamos en tomar la
senda que el Salmista
recomendó.
El Salmo “sabiduría”. El
Salmo 1 es generalmente
clasificado como un sal-
mo de “sabiduría” debido
a que este tiene algo de
las mismas características
como los libros de la sa-
biduría en el Antiguo Tes-
tamento: Este Salmo en-
fatiza la importancia de la
elección humana, subra-
ya las consecuencias del
bueno y mal consejo, en-
fatiza las bendiciones de
la obediencia y las dificul-
tades del pecado, y nos
L a lectura impresa
número 42 ha sido
presentada en el Colegio
Florida bajo el tema
general “You Are my
God” (“Tú eres mi Dios”).
Lecciones de los Salmos
sobre nuestra relación con
Dios. (Febrero 1-4, 2016).
He seleccionado la
exposición del Salmo 1
desarrollada por el hno.
Gary Henry. Aunque todos
los restantes 14 temas son
muy provechosos, ésta es la
primera de dos partes
titulada: “En la Ley de
Jehová está su delicia”. El
trasfondo de los Salmos y
sus observaciones a cada
versículo es muy
edificante. En el artículo
“Tomando Buenas
Decisiones” Kenneth
Chapman señala el
fundamento sobre el cual
se construyen las buenas
decisiones. Usando
fragmentos de la vida de
Daniel el autor presenta
resalta la importancia de la
confianza y la comunión
con Dios. Hace unos años
el hno. Tom Roberts
escribió este meditativo
tema basado sobre (Lucas
22:31-32) titulado: “La
Crueldad de Satanás” Si al
menos estuviéramos
consientes de su capacidad
maliciosa para atacar,
estuviéramos al menos más
preparados para
enfrentarlo y resistir a
cualquiera de artimañas. La
fórmula de Santiago de
“...resistid al diablo, y huirá
de vosotros” (4:7) es
confirmada por Pedro (1
Ped.5:9) y Pablo (Efe.6:13-
El Expositor Marzo-Abril 2016 COLUMNA EDITORIAL
Página 4
derada cuidadosamente e
incorporada al mismo teji-
do de nuestras vidas. Los
Salmos son textos en los
que nuestro Creador está
impartiendo Su sabiduría a
nosotros.
Análisis Textual
Dos Elecciones (vv.1, 2).
Estos versículos contrastan
dos opuestas decisiones ―
una sigue la senda de la
reverencia y la otra des-
ciende al camino de la re-
belión. Este Salmo cierta-
mente señala al camino de
la bendición de Dios (vv.1,
2), pero también advierte
sobre el juicio divino sobre
los que rechazan el camino
de la justicia (vv, 5, 6).
Vers í cu lo 1 ―
“Bienaventurado el varón
que…” La palabra
“bienaventurado” es la tra-
ducción de una expresión
Hebrea que significa “Oh
cuanta felicidad” Los Sal-
mos consistentemente en-
señan que la vida
“bienaventurada” es el
subproducto de la piedad
(cf. Sal.128:1). La vida pia-
dosa no esta exenta de las
dificultades, o aun del su-
frimiento. Es verdadera-
mente “la buena vida” (1
Tim.4:8), y podemos difícil-
mente pensar sobre su bie-
naventuranza sin recordar
la enseñanza de Jesus en
las Bienaventuranzas
(Mat.5:3-11).
Pero si la piedad debe
ser aceptada, la senda
No hay peor blasfemador
que la persona que cree
que puede adorar a Dios y
todavía vivir desobedien-
temente mientras él se
aparta del lugar de adora-
ción (Isa.1:13).
Pero si estamos en lo
correcto en considerar a
los Salmos como torah,
pensemos en lo que esta
dice sobre la colocación
del Salmo 1. Primero en
esta línea, este salmo mo-
tiva al lector a considerar
todos aquellos que la si-
guen como “dirección”
divina (torah) que no ser
seguramente ignorados.
Somos llamados a escu-
char los Salmos, a meditar
profundamente en su sig-
nificado, y sobre todo, a
responderles obediente-
mente. Oír la torah de Dios
es una cosa seria, porque
conforme respondamos a
ella, esta determinará
nuestro destino. Como
Jesús lo enseño, oír y no
obedecer es el desastre
final: “ Pero cualquiera que
oye estas palabras y no las
hace, le compararé a un
hombre insensato, que
edificó su casa sobre la
arena” (Mat.7:26).
De manera que el Sal-
mo 1 nos invita a l resto de
los Salmos, y nos dice lo
que son los Salmos. Ellos
no únicamente son cánti-
cos para disfrutar cantarlos
― son parte de la Torá de
Dios, y contienen instruc-
ción que debiera ser consi-
opuesta debe ser recha-
zada. Debido a que na-
die puede servir a dos
señores, una elección
fundamental tiene que
ser hecha. De acuerdo al
Salmo 1, la verdadera
f e l i c i d a d /
bienaventuranza no vie-
ne automáticamente a
cualquiera en el mundo
― esta viene a los que
han dicho “no” a toda
senda excepto la que
conduce a Dios. El Salmo
1, por lo tanto, dibuja al
hombre piadoso que
rechaza ir tras el mundo
en su desafío de DIOS.
S a l m o 1 1 9 : 1 0 4 ;
Prov.4:14, 15.
(a) “...que no anduvo
en consejo de malos” En
consideración a su pen-
samiento, el hombre
piadoso no “toma al im-
pío como su guía” (NEB).
“Consejo” es dirección, y
“andar” en el consejo de
alguien sería permitir
que esa persona influya
en nuestro pensamiento
e impacte nuestros prin-
cipios. Seguramente,
podemos evitar el andar
en el consejo de los im-
píos. Lo que forma nues-
tro pensamiento forma
nuestras vidas, y de esta
manera, cuando elegi-
mos nuestros conseje-
ros, realizamos una elec-
ción importante. Seamos
cuidadosos a quienes
escuchamos.
— (Continuará, Parte 1 de
2)
El Expositor Mar-Abril 2016 Pág. 5
enfrentar algo tremenda-
mente pavoroso. Daniel
demostró esta clase de
valor.
Nuestro Señor no es-
condió el hecho que una
vida de servicio a Él po-
dría en ocasiones volverse
dificultosa (Mat.7:13-14).
Él también declaró que
requeriría suficiente valor
para vivir la vida que
agrada a Dios (Luc.14:25-
33). Quizás el primer paso
para tomar buenas deci-
siones es estar plenamen-
te consientes del grande
desafío. Así que ármese
de valor y prepárese para
enfrentar la dificultad que
a menudo viene con la
toma de las buenas deci-
siones., sabiendo que la
corona de la vida es muy
digna de la cruz que de-
bemos llevar.
Tomar Buenas Decisio-
nes Comienza con el
Valor de Tomarlas
La vida de Daniel estu-
vo llena de buenas deci-
siones. Cada una le pre-
paró para la siguiente.
Cuando consideramos a
Daniel en el Capitulo 6 y
su monumental elección,
debemos recordar que él
había estado preparándo-
se para ese día toda su
vida. Un hombre sabio se
prepara para ese decisivo
día aun cuando ese día no
sabe cuando ocurrirá.
Veamos en Daniel su pre-
paración para ese día. La
elección hecha mucho
antes de no contaminarse
con la comida del Rey
Las Buenas Decisiones
Son a Menudo Difíciles
de Hacer
Sería algo muy agra-
dable si las buenas deci-
siones fueran algo siem-
pre fácil de hacer. Si nun-
ca hubiese un alto precio
que pagar por hacer lo
correcto, si la senda co-
rrecta fuese una amplia y
fácil que cualquiera la
pudiera elegir. Pero la
realidad es que no es así.
Daniel es una prueba de
ello. Recuerde esta histo-
ria en la vida de Daniel.
Él era un hombre joven
(Dan.1:4), quien fue he-
cho cautivo en un país
extranjero (1:1-3), cuyo
nombre fue cambiado
(1:7). Él fue forzado para
servir bajo cuatro dife-
r e n t e s r e y e s
( N a b u c o d o n o s o r ,
Beltsasar, Darío, y Ciro).
El fue hecho cautivo y
más tarde sus captores
fueron derrotados por
sus rivales. En estas con-
diciones Daniel enfrentó
verdaderas amenazas de
muerte. (1) Cuando rechazó
comer la comida del Rey
(Dan.1), (2) Cuando los
hombres sabios fueron
muertos por la ira del Rey a
causa de ser incapaces de
interpretar sus sueños
(Cap.2). (3) Cuando vino a
interpretar el segundo sue-
ño de Nabucodonosor
(Cap.4) y (4) el peligro que
paso en el foso de los leo-
nes (Cap.6). Cada vez para
Daniel hubo otra elección
más difícil para tomar.
Considere lo que es pro-
bablemente el incidente
mas conocido en la vida de
Daniel; la historia de él
siendo lanzado al foso de
los leones. La elección de
Daniel de estar correcto
con Dios no fue una senci-
lla. El fue lanzado a una
muerte violenta y sangrien-
ta. Muchas veces las bue-
nas decisiones requieren de
un verdadero valor. El valor
el una falta de temor, es
hacer lo que es correcto
aun a pesar de tener que
C reo que algunos
tienen la facili-
dad de hacer
tomar buenas decisiones
más que otros. José eli-
gió la mejor decisión
precautoria antes que
rendirse al tentación cau-
tivadora de la mujer de
Potifar (Gen.39:7-12).
Moisés decidió soportar
el maltrato junto al pue-
blo de Dios antes que
“gozar de los placeres
temporales del peca-
do” (Heb.11:24-25).
Ejemplos como estos
dos reproducidos en los
buenos hombres y muje-
res de Dios antes como
ahora. Mientras que al-
gunos luchan por lograr
tomar buenas decisiones,
al menos sobre una base
consistente, otros parece
tomarlas mas como un
hecho de su vida diaria.
¿Por qué esto es así?
¿Cómo puedo convertir-
me en uno cuyas buenas
decisiones es tan sólo
una forma de vida?
Miremos en la vida
de Daniel y aprendamos
de él el tomar buenas
decisiones. Él fue uno los
que tomo buenas deci-
siones aun cuando era
muy difícil hacer, aun al
costo de un gran sacrifi-
cio de si mismo. ¿Cómo
lo hizo? ¿Cómo podemos
aprender de él?
Tomando Buenas Decisiones Kenneth Chapman
Página 6 El Expositor Mar-Abril 2016
le preparó (Dan.1:3-13).
La buena decisión de Da-
niel es vista cuando él
buscó las oraciones eleva-
das a Dios buscando su
ayuda (Dan.2:17-18). Da-
niel agradeció y alabó a
Dios por las respuesta que
Él le dio (Dan.2:19-33). Él
dio a Dios toda la gloria
(Dan.2:27-28, 37). Daniel
además se preparó al ro-
dearse de muy buenas
compañías (Dan.3:12).
La vida es un campo de
entrenamiento y tomar
buenas decisiones requie-
re la practica constante.
El escritor a los Hebreos
nos dice que una parte de
la madurez espiritual es
que tengamos los senti-
dos ejercitados para dis-
cernir el bien de entre el
mal por medio del uso de
la razón (Heb.5:14).
Tomar buenas decisio-
nes crea momentos que
conducen a otras buenas
decisiones. Desafortuna-
damente, tomare malas
decisiones a menudo con-
duce a otras malas deci-
siones. Los pecados de
David que siguieron a su
pecado con Betsabé ilus-
tra este principio (Vea 2
Sam.11 al 19).
Las Buenas Decisiones
son Encontradas del
Lado de Dios
Daniel hizo buenas de-
cisiones porque él prime-
ro eligió a Dios. Aun sus
enemigos reconocieron
esto “No hallaremos con-
tra este Daniel ocasión
alguna para acusarle, si
no la hallamos contra él
en relación con la ley de
sui Dios” (Dan.6:5). Ellos
observaron en Daniel un
compromiso muy fuerte
para seguir a Dios por
encima de todo lo de-
más, Daniel sabía que
cuando él eligió primero
a Dios, él eligió permitirle
en hacer Sus decisiones.
Podría parecer una
simplificación, pero resis-
tir a la tentación se re-
monta a una elección:
Dios sobre el pecado.
Santiago hace esta cone-
xión: “Bienaventurado el
varón que soporta la ten-
tación; porque cuando
haya resistido la prueba,
recibirá la corona de vi-
da, que Dios ha prometi-
do a los que le
aman” (Stg.1:12). ¿Dice
Santiago que la corona
de vida fue prometida a
dos diferentes grupos de
personas: Un grupo que
soporta la tentación y
otro que ama la Señor?
No, seguramente, él es-
taba enseñándonos una
correlación. Los que le
aman son los que sopor-
tan la tentación. Por su-
puesto que esto es algo
mas fácilmente dicho
que hecho, pero resistir
la tentación es elegir a
Dios por encima del pe-
cado.
¿Por qué parece para
algunos más fácil tomar
buenas decisiones que
otros? ¡Porque ellos han
elegido a Dios primero!.
Las Buenas Decisiones
serán Recompensadas
por Dios
Los tres amigos de
Daniel fueron recompen-
sados al ser protegidos
del horno de fuego. Da-
niel fue salvo de la segu-
ra muerte en la boca de
los leones salvajes. Si
nosotros, como ellos,
tomamos buenas deci-
siones, recibiremos la
corona de la vida
(Stg.1:12) Al igual que a
Daniel y a sus amigos,
nosotros también se nos
ha prometido la protec-
ción de Dios. Aunque no
una protección del daño
corporal, sino de una
mejor protección del
destino de nuestra alma
“Mas el Dios de toda gra-
cia, que nos llamó a su
gloria eterna en Jesucris-
to, después que hayáis
padecido un poco de
tiempo, él mismo os per-
feccione, afirme, fortale-
za y establezca” (1
Ped.5:10).
— Fuente: Focus Maga-
zine (Publicación Elec-
trónica) Enero de 2016.
“La Biblia es como
un Poderoso
Océano, cuyas vastas
profundidades
ningún hombre
puede absolutamente
explorar, pero cuyas
aguas poco
profundas hasta el
niño puede con
seguridad pisar”
— Homer Haliey
(1966)
“No hay nada malo
que pienses por ti
mismo, pero hay
algo equivocado en
suponer que eres el
único que piensas”
—Frank Jamerson
(2011)
“Servir al Señor y a
otras personas en
esto consiste la
Predicación.
Recuerde que Dios
es primero, los
demás el segundo, y
Usted el Tercero
(Fil.2:3-8) De esta
manera, Usted no se
eleva sobre los
Demás”
—-Melvin Curry
(2011)
A muchos no nos
gusta observar “los
shows sobre la naturale-
za” en la televisión don-
de los depredadores
asechan, capturan y des-
tripan a su presa aun
mientras ellas patalean
luchan y gritan. La cade-
na alimenticia tiene mu-
chas conexiones, pero
desde la parte más alta
hasta abajo, cada espe-
cie animal devora a la
otra. Como alguien lo
dijo: “No hay ni vengan-
za ni remordimiento en
la vida salvaje”. Devorar
es simplemente un
asunto de sobrevivencia
y las especies de arriba
en la cadena alimenticia
no están simplemente
enojados o amargados
hacia las especies que se
comen. El hambre moti-
va a la cadena, los pa-
dres deben alimentar a
sus descendencias para
sobrevivir, y de esta ma-
nera, la batalla por la
vida y la muerte conti-
núan día tras día, mile-
nio tras milenio, desde
el jardín de Edén hasta
hoy.
Sin embargo, aunque
algunos pueden dolor
en el proceso, hay una
fascinación en observar
a un León solitario des-
Vol. 16, Número 2
prenderse de una enor-
me manada, para venir a
asechar a su presa hasta
que queda dentro de su
rápido alcance, y sin nin-
guna conciencia o culpa,
se lanza despiadada-
mente. Una vez que su
presa es elegida, ni la
piedad del devorador ni
el terror de la presa que
va a ser devorada cam-
bia nada. Sin ninguna
clase de remordimiento,
sin piedad e implacable-
mente el cazador efec-
túa el juego.
Hay una lección sobre
esto referente al trabajo
de Satanás que a menu-
do fallamos en recono-
cer.
El Diablo Es un León
Rugiente
Entre las muchas des-
cripciones sobre Sata-
nás, Pedro habló de él
Página 7
za “Por lo cual alegraos,
cielos, y los que moráis
en ellos. ¡Ay de los mo-
radores de la tierra y del
mar! Porque el diablo ha
descendido a vosotros
con gran ira, sabiendo
que tiene poco tiem-
po” (Apoc.12:12). Cono-
ciendo su destino, Sata-
nás busca para arrastra-
ron al tormento eterno
junto con él. El es un
depredador, buscando
su presa.
Una de las cosas mas
escalofriantes reveladas
en las Escrituras es la
declaración que Jesús
hizo a pedro solo antes
del arresto de Jesús.
Durante la ultima cena,
mientras los discípulos
argumentaban sobre
quien sería el mayor,
poco antes que Pedro
negará a Jesús, Él le dijo,
“Simón, Simón, he aquí
Satanás os ha pedido
para zarandearos como
a trigo” (Luc.22:31) ¡Que
terrible pensamiento!
Satanás conocía el nom-
bre de Pedro, su debili-
dad, su cercanía con Je-
sus y él quería
“zarandear” a Pedro pa-
ra ver si él podía resistir
la prueba. Esta es una
declaración que me es-
tremece.
¿Satanás conoce mi
nombre? ¿El desea za-
r a n d e a r m e ?
¿Zarandearlo a usted?
¿Está Satanás en espera
como un león. Somos la
presa, y somos adverti-
dos “Sed sobrios, y ve-
lad; porque vuestro ad-
versario el diablo, como
león rugiente, anda alre-
dedor buscando a quien
devorar” (1 Pedro 5:8).
Cuando Pedro usa una
analogía para describir a
nuestro enemigo, es por
la misma razón que Sa-
tanás tiene característi-
cas las similares a un
león. Pero la analogía se
rompe en que un verda-
dero león come única-
mente para vivir, mien-
tras que Satanás destru-
ye motivado por la ira, la
venganza, el resenti-
miento y la amargura. El
diablo destruye por cau-
sa de la destrucción.
La razón para esto,
las Escrituras enseñan, es
porque Satanás ha sido
lanzado y busca vengan-
La Crueldad de Satanás Tom Roberts
de Cristo, Satanás, puede
ser y ha sido derrotado.
Todos en nuestras vidas
hemos temido al Diablo
debido al pecado y la
muerte. Jesús cambió todo
eso al venir en carne,
soportar la tentación,
vencer al pecado y a la
muerte, y concedernos
libertad. “Así que, por
c u a n t o l o s h i j o s
participaron de carne y
sangre, él también
participó de lo mismo, para
destruir por medio de la
muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto
es, al diablo, y librar a
todos los que por el temor
de la muerte estaban
durante toda la vida
s u j e t o s a
servidumbre” (Heb.2:14-
15).
La desafortunada
gacela tiene pocas
posibilidades contra el
león rodeando, pero
tenemos a Jesús de
nuestro lado. Cuando él
advirtió a Pedro sobre
Satanás deseándole, él
también le dijo, “pero he
rogado por ti, que tu fe
no falte; y tú, una vez
vuelto, confirma a tus
hermanos” (v.32).
— Fuente: Truth
Magazine Vol. XLII, No.
7; Abril 2, 1998; (Págs.18-19)
y al asecho de nosotros como
un depredador? ¿Quién lo
puede negar? Semejante a un
león, Satanás no tiene remor-
dimiento ni conciencia. No
hay ninguna lástima, ni mise-
ricordia, ningunas reglas co-
rrectas de conducta. Él es un
“adversario” que absoluta-
m e n t e e s r u d o .
¿Necesitamos ser convenci-
dos de la Crueldad de Sata-
nás? Solo mire en su historia
entre los hombres.
Podemos únicamente
imaginar la belleza del Jardín
de Edén y la comunión que
existió entre Dios y el hom-
bre. El pecado arruinó el Edén
y la vida del hombre desde
entonces nunca ha sido la
misma. Nuestras vidas han
sido corrompidas, el pecado
vergonzosamente nos ha
plagado y la muerte es nues-
tro destino. Satanás, cono-
ciendo todo esto, mintió sin
compasión y dijo, “No mori-
réis” (Gen.3:4). ¿Le importó a
Satanás que pudiéramos per-
der la comunión con Dios, ser
expulsados del Edén, y morir
física y espiritualmente? No,
él planeó hacer exactamente
eso que hizo, producir mise-
ria y destrucción en las vidas
de toda la humanidad.
La senda rota del error
humano puede ser trazado
(debido a la influencia de
Satanás) a través de la muer-
te de Abel por manos de su
hermano, el incremento del
pecado hasta que Dios envió
el diluvio sobre toda la tierra,
el engaño de Esaú por Jacob,
la venta de José por sus her-
manos, el trato duro de Israel
en Egipto por medio de los
Faraones, el círculo de peca-
do entre los Jueces, los peca-
dos de los reyes de Israel a
El Expositor Marzo-Abril 2016 Página 8
Causa de Cristo convertida
en un “silbido y un sinóni-
mo” y el Diablo feliz! Las
Denominaciones están en el
control del error y el pecado
abunda. Mientras el tiempo
siga, la obra del Diablo con-
tinuará. La presa siendo
tomada por el depredador
es el resultado de la perdida
en el Edén. Nunca veremos
nuevamente el Edén y Sata-
nás está perdido entre no-
sotros. Las peores películas
de Hollywood no pueden
igualar la realidad del De-
monio del Infierno asechan-
do en espera de cada uno
de nosotros.
El Modernismo dice que
el temor de Satanás descrito
arriba es una paranoia, una
enfermedad mental o esqui-
zofrenia. Eso estimado ami-
go, sería un gran alivio. Pero
Satanás es real, al igual que
toda su obra maligna sobre
el planeta tierra.
Es únicamente en Cristo
donde tenemos alguna es-
peranza de ganar esta bata-
lla. Cada uno de nosotros ha
sentido el poder de Satanás
cada vez que pecamos. To-
dos nos hemos sentido
“miserables” como Pablo se
sintió bajo la maldición del
pecado (Rom.7:24) pregun-
tándonos “¿Quién me libra-
rá de este cuerpo de muer-
te?”. Este “león rugiente” ha
reclamado a todos nosotros
como víctimas (Rom.3:23).
Pero Pablo se regocijó en la
victoria “Gracias doy a Dios,
por Jesucristo Señor nues-
tro” (v.25).
Por la gracia de Dios y la
obediencia de fe del hom-
bre (Efe.2:8-9), por el poder
remedial de la sangre de
a través de la idolatría, los
cautiverios de Israel entre
las naciones, el muerte de
los infantes en Belén, la
muerte de Jesús sobre la
cruz, el martirio de los san-
tos, y aun hasta este pre-
sente tiempo, el tumulto del
pecado en la sociedad y en
nuestras vidas personales.
Nunca una sola vez Sa-
tanás ha dicho, “Basta, no
más, estoy satisfecho” Nun-
ca una sola vez el Diablo ha
deseado la salvación de una
sola persona. Nunca una
sola vez Satanás ah permiti-
do a un pecador quedar
libre de su compasión. El
tormento del hombre rico
en el Hades (Luc.16) no cal-
ma su apetito por más victi-
mas. Ocho millones de Ju-
díos enviados a sus muertes
por Hitler no le sacia.
Pero hagamos esto
personal. Satanás no tiene
misericordia, él es suma-
mente cruel. ¿Ha usted perdido a un amado fami-
liar en una muerte para la
que él o ella no estaba pre-
parada para la eternidad?
¿Un hijo? ¿Una hija?
¿Conoce a alguien bajo la
influencia del alcohol u otra
droga más fuerte?. El Diablo
devora la perdido, aun si es
un ser amado suyo. ¿Tiene
nietos que están siendo
llevados a la ruina? El Diablo
solamente se regocija. Él
“los ha pedido”. Él “ha pre-
guntado por ellos”. Su odio
no conoce limites.
Ahora miremos la des-
trucción entre las Iglesias
por la mala acción de Sata-
nás. La comunión destruida,
las amistades arruinadas, La
EL EXPOSITOR es una
publicación de artículos
sanos, edificantes y relevan-
tes al desempeño del fiel
expositor de la Palabra de
Dios. Cualquier comentario
diríjalo a su editor responsa-
ble: Armando Ramírez 1 de
Mayo # 214 Valle Hermoso,
Tamps. 87501 México. E-
Mail: Armandokat-