pozzi escot, 2014. pachacamac conservacion en arquitectura de tierra

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  • PACHACAMAC:Conservacin en arquitectura de tierra

    Denise Pozzi-Escot (Compiladora)

  • PACHACAMAC:Conservacin en arquitectura de tierra

    Denise Pozzi-Escot (Compiladora)

  • Diana Alvarez-Caldern GalloMinistra de Cultura

    Luis Jaime Castillo ButtersViceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales

    Giancarlo Marcone FloresCoordinador General del Proyecto Qhapaq an - Sede Nacional

    Denise Pozzi-EscotDirectora del Museo de Sitio Pachacamac

    Pachacamac: conservacin en arquitectura de tierraMinisterio de CulturaAv. Javier Prado Este 2465, San Borja, Lima, Perwww.cultura.gob.pe

    Primera edicin, Lima, 2014

    Compiladora: Denise Pozzi-Escot Correccin de textos: Daniel Rodrguez BellidoDiseo y diagramacin: Manuel Espinoza Menendez

    Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per N 2014-10206ISBN 978-612-4126-25-3

    Impresin: Xxxxxxx Xxxxxxxx XxxxxxXx Xxxxxxx Xxxxxxxxxxx

    Foto cartula: Taurichumpi / Archivo Ministerio de Cultura

    PACHACAMAC: UNA EXITOSA EXPERIENCIA DE CONSERVACIN Y SU POTENCIAL PARA EL FOMENTO DE LA CONSERVACIN DEL PATRIMONIO PREHISPNICO MONUMENTAL DE LA COSTA SUR DEL PERAlejandro Camino D.C.

    INTRODUCCINDenise Pozzi-Escot

    I. ARQUEOCONSERVACIN DE SUPERFICIES ARQUITECTNICAS DE TIERRA: DESLINDES TERICOS, METODOLOGA Y RESULTADOSRicardo Morales Gamarra

    II. CONSERVACIN DE LA CALLE NORTE-SUR: ACCESO PRINCIPAL AL SANTUARIO DE PACHACAMACKatiusha Bernuy Quiroga

    III. CONSERVACIN DE EMERGENCIA EN TAURICHUMPIJanet Oshiro Rivero

    IV. CONSERVACIN DE EMERGENCIA EN EL SANTUARIO DE PACHACAMACHenry Eduardo Torres / Hernn Chipana

    V. PROGRAMA DE EDUCACIN PARA LA CONSERVACIN DEL PATRIMONIO CULTURAL Y NATURAL DE TCUMEBernarda Delgado Elas

    VI. CONSERVACIN DE LAS ESTRUCTURAS Y MURALES DEL TEMPLO PINTADO DE PACHACAMACGianella Pacheco

    VII. TRABAJOS DE CONSERVACIN EN EL FLANCO ESTE DE LA SEGUNDA MURALLAIsabel Cornejo

    VIII. ARQUEOMETRA Y ARTE MURAL PREHISPNICO EN EL PER (1939-2009)Veronique Wright

    5

    9

    25

    35

    53

    77

    119

    143

    165

    183

    ndice

  • 4 5

    PACHACAMAC: UNA EXITOSA EXPERIENCIA DE CONSERVACIN Y SU POTENCIAL PARA EL FOMENTO DE LA CONSERVACIN

    DEL PATRIMONIO PREHISPNICO MONUMENTAL DE LA COSTA SUR DEL PER

    Alejandro Camino D.C.Director Ejecutivo, Patronato Cultural del Per

    El presente volumen se constituye en un claro reflejo de las ms exitosas expe-riencias recientes en la conservacin y recuperacin en uno de los complejos arqueolgicos monumentales ms significativos del continente, el santuario arqueolgico de Pachacamac.

    Este trabajo, iniciado en 2008, va encontrando en el vasto panorama del san-tuario las evidencias de las afectaciones ssmicas y del intemperismo, sumados al saqueo y vandalismo continuo desde la invasin espaola hasta el inicio de las labores de Julio C. Tello en la dcada de 1930. A partir de esa dcada, bajo la direccin de Tello, se inician labores de restauracin puntuales tales como la recuperacin del Acllawasi, con los criterios de recuperacin predominantes en aquellos aos. A ello siguieron algunas otras tareas de limpieza puntal y espordica.

    A partir del 2008 el equipo asignado por el Ministerio de Cultura da inicio a una labor planificada, secuencial y sistemtica de conservacin bajo las normativas contemporneas, empezndose a redescubrir la vastedad y majestuosidad de un complejo conjunto de monumentos, templos, cementerios y palacios. En

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    este meticuloso proceso de recuperacin se va manifestando la presencia e influencia de sucesivas tradiciones culturales, a lo largo de siglos, con sus res-pectivos aportes arquitectnicos, iconogrficos e ideolgicos y dems expre-siones del desarrollo de la civilizacin andina y de la continua interaccin de las tierras altas con los valles costeros.

    A partir del 2010, a iniciativa del Global Heritage Fund y del Patronato Cultural del Per, se inicia un programa anual de apoyo tcnico al equipo del Ministerio de Cultura, cuyos logros ya se manifestaban en un trabajo profesional de cali-dad y de denodada dedicacin y compromiso con el gran desafo de la recupe-racin de tan magnfico legado de nuestros antepasados.

    A partir del segundo ao se suma la Fundacin Amricas del Deutsche Bank, asumiendo buena parte de los costos de implementacin de estos talleres anuales. Bajo la direccin del experto britnico John Hurd se incorporan pro-fesionales extranjeros y nacionales, los que van consolidando los logros y avances notables que va alcanzando el equipo del Ministerio de Cultura bajo la direccin de Denise Pozzi-Escot.

    El tercer taller (2012) empieza a incorporar la asistencia de colegas asignados al cuidado y conservacin de algunos de los principales sitios arqueolgicos de la zona costera de Lima e Ica. Con ello se busca que las experiencias y logros en la conservacin de Pachacamac puedan servir para ilustrar y capacitar a los funcionarios del Ministerio asignados a aquellos sitios. Buscbamos estimular acciones de conservacin de un invalorable patrimonio edificado, en inminen-te riesgo de deterioro y, en varios casos, de colapso. Esta penosa situacin caracteriza a la casi totalidad de los sitios arqueolgicos del denominado sur chico. Asimismo, en este taller se cont con expositores que mostraron expe-riencias de conservacin en sitios arqueolgicos que enfrentan problemas de conservacin semejantes, tales como los de Egipto.

    El presente volumen est constituido por los aportes y experiencias resultantes del IV Taller de Capacitacin en Conservacin de Estructuras Arquitectnicas Prehispnicas de Tierra y Pintura Sobre Tierra, llevado a cabo del 5 al 9 de junio de 2013 en Pachacamac. En esta oportunidad, por razones de salud del Dr. Hurd, la direccin del taller recay en la Dra. Louise Cooke. Contamos tambin con la participacin del Instituto Francs de Estudios Andinos y, una vez ms, con el apoyo financiero de la Fundacin Amricas del Deutsche Bank.

    Esta vez el taller incluy, a lo largo de tres das, visitas a sitios arqueolgicos de Lima e Ica (Huaca Tres Palos en el Parque de las Leyendas de Lima, el sitio de Huaycn de Cieneguilla ubicado a lo largo de Qhapaq an, Cerro Azul en Caete, Huaca Centinela en Chincha y Tambo Colorado en Humay, Pisco). En

    estos lugares se pudieron identificar los principales riesgos que confrontan los monumentos y las opciones de conservacin posible.

    Una presencia importante a lo largo de este taller fue la del reconocido con-servador Ricardo Morales, cuyos significativos aportes en la conservacin de los importantes sitios de la Huaca del Brujo y la Huaca de la Luna, en Trujillo, se han tornado en hitos que nos ensean cmo acometer acciones para la recu-peracin y preservacin del patrimonio costero del Per.

    A los logros del equipo trujillano liderado por Ricardo Morales y Santiago Uceda se suma la gradual conformacin de una escuela de tcnicos y profe-sionales en conservacin, que hoy vienen desarrollando una notable tarea de recuperacin del patrimonio prehispnico monumental a todo lo largo de la costa norte del Per.

    Es precisamente la experiencia trujillana la que inspira el espritu del empeo-so equipo de Pachacamac, esperando que en los prximos aos se constituyan en el motor que estimule la conservacin del ingente patrimonio de la costa central y sur del Per. De all la importancia de fomentar un dilogo continuo entre los profesionales del norte y esta nueva generacin, que se ha venido formando en el trabajo meritorio que se viene desarrollando en Pachacamac. Esperamos tambin que el nuevo Museo de Sitio de Pachacamac, cuya cons-truccin esperamos se inicie prximamente, cuente con los servicios reque-ridos para apoyar la conservacin del vasto legado que nos dejaron los anti-guos peruanos a lo largo de las zonas costeras y vertientes occidentales de los Andes del sur del Per.

    Cusco, 18 de mayo de 2014

  • 9INTRODUCCIN

    Denise Pozzi-EscoMuseo de Sitio de Pachacamac

    El santuario arqueolgico de Pachacamac fue uno de los centros de peregri-nacin ms importantes de la costa peruana prehispnica, pues albergaba un orculo de gran importancia. Cuando los espaoles llegan a Cajamarca, el mis-mo Atahualpa hace mencin de Pachacamac, de su gran templo y, sobre todo, de las riquezas que posea (Tello 2012: 214).

    En sus 465 hectreas, Pachacamac conserva an gran parte de su monumen-talidad. Sin embargo, ocupaciones sucesivas de diferentes sociedades modi-ficaron el uso de los espacios y las estructuras, abandonando algunas y cons-truyendo otras, de tal manera que los cronistas espaoles que llegaron desde 1533 al santuario ya mencionan la existencia de varios edificios en ruinas. El cronista Miguel de Estete escriba en 1533 que el sitio debe ser cosa muy an-tigua, porque hay muchos edificios cados... y agrega: e ha sido cercado el pueblo en pocas antiguas, aunque al presente lo ms de la cerca est ca-da; clara referencia a un sistema de cuatro murallas que encierran al sitio, las

  • 10 11

    cuales habran servido para controlar el acceso y se encuentran, en gran parte, en mal estado de conservacin. Se trata de construcciones longitudinales que alcanzan una altura de 2.8 metros y un espesor de 3 metros aproximadamen-te, edificadas con adobes paraleleppedos, expuestos en algunos sectores.

    Al abandono de los edificios por opcin ideolgica, se suman las caractersti-cas constructivas y su ubicacin en una zona altamente ssmica.

    Hoy en da existen ms de 50 edificios con arquitectura monumental en Pachacamac que se ordenan en funcin de plazas, calles, cementerios, como

    muestra de un importante planeamiento urbano que debe ser conservado. Los investigadores nos enfrentamos a un gran reto para lograr la conservacin del santuario, pues muchas de las estructuras presentan problemas de estabi-lidad debido a la prdida de algunas secciones producto de la fragilidad de los materiales empleados, las condiciones medioambientales y, por supuesto, la actividad ssmica y antrpica.

    UbicacinEl santuario de Pachacamac se asienta en la margen derecha del ro Lurn, a 31 km aproximadamente al sur de la ciudad de Lima.

    Geolgicamente, gran parte de los tablazos desrticos que se extienden a lo largo del litoral de la regin estn constituidos por antiguos fondos marinos, que fueron progresivamente elevados debido al proceso de subduccin, gene-rado por el desplazamiento de la placa de Nazca contra la placa Sudamericana. De este proceso se derivan precisamente las caractersticas ssmicas del rea de los Andes Ccentrales.

    El sitio arqueolgico se encuentra emplazado, en parte, sobre este tablazo ele-vado, de superficie ondulada y con depsitos de arena elica; mientras que la arquitectura monumental de la zona nuclear del sitio se ubica en el sector sur del rea intangible. Uno de los principales edificios el Templo del Sol se ubi-ca, al parecer, sobre un antiguo edificio de la poca Lima que se asienta sobre un elevado promontorio rocoso. Los principales templos, ubicados cerca al Templo del Sol, como el Templo Pintado y Templo Viejo, que datan de distintas pocas, se encuentran rodeados por la Primera Muralla.

    Al sur se encuentra el ro Lurn, uno de los tres ros de la regin Lima, genern-dose hacia el frente del valle la formacin de acantilados y pendientes escar-padas. Dentro de la zona monumental, hacia el este, se ubica una cantera que fue al parecer explotada para obtener los bloques de piedra utilizados en la mayor parte de las construcciones del sitio hechas con material ltico.

    El programa de conservacinDesde el 2008, el equipo del Museo de Sitio de Pachacamac y el Proyecto Qhapaq an del Ministerio de Cultura, vienen ejecutando una serie de pro-yectos de investigacin y conservacin para asegurar la preservacin del sitio arqueolgico.

    Los estudios que se han hecho nos llevan a sealar que uno de los principales problemas relacionados con la conservacin de las estructuras del santuario de Pachacamac tiene que ver con los movimientos ssmicos (ver cuadro 1).Vista panormica del santuario de Pachacamac.

  • 12 13

    CUADRO 1

    N Muro Edificio

    TipoSistemas

    Cons-tructivos

    FACTORES DE DEGRADACIN

    Actividad Ssmica

    AccinAntrp. Vandalismo

    FactoresClimticos

    Capac.Carga

    Bio-deterio

    1 PCR 3 T-1 X X X

    2 PCR 9 T-1 X X X X

    3 PCR 12 T-1 X X X

    4 PCR 12 T-1 X X

    5 PCR 15 T-1 X X

    6 E-21 T-2 X X X X

    7 E-47 T-2 X X

    8 E-47 T-2 X X

    9 E-47 T-2 X X X

    10 E-47 T-1 X X X

    11 E-47 T-2 X X X

    12 E-47 T-1 X X

    13 E-47 T-2 X X X

    14 E-47 T-1 X X

    15 E-47 T-2 X X

    16 E-47 T-2 X X

    17 C. Q. T-2 X X X X X

    TOTALES 13 17 3 6 6 1 1

    % 76 % 100 % 17.5 % 35 % 35 % 5.8 % 5.8 %

    SegnTipo de

    muro

    T-1 6 8 1 3 3 - -

    % 46 % 47 % 34 % 50 % 50 % - -

    T-2 7 9 2 3 3 1 1

    % 54 % 53 % 66 % 50 % 50 % 100 % 100 %

    Fuente: Chavez 2009 ms.

    Podramos asociar este problema a uno de los atributos de la deidad de Pachacamac: el de originar temblores con el simple movimiento de su cabe-za (vila 1966 [1598], en Rostworowski 2009: 42-43). La frecuencia de estos sismos es una caracterstica de la costa centro sur del pas, y por ello resulta obvio que la deidad tenga esta cualidad en un marco de religiosidad basado en los poderes de la naturaleza y los elementos.

    Otros problemas son el vandalismo y las acciones antrpicas iniciadas con la llegada de los espaoles al sitio. Tello sealaba, en 1938, que los conquistado-res espaoles haban destruido gran parte de este importante sitio: el saqueo y destruccin de estos templos iniciados por Hernando Pizarro en 1533, se han continuado sin interrupcin hasta nuestros das (Tello 1938). En nuestras excavaciones en la calle Norte-Sur hemos podido identificar grandes forados probablemente de poca colonial, producto del saqueo del sitio, as como tam-bin otros en diferentes edificios. Felizmente, estos ltimos aos, gracias a la importante presencia del equipo de investigadores del museo de sitio, se ha podido detener estas acciones que afectaban la arquitectura de Pachacamac.

    De otra parte, muchos de los muros del santuario presentan inestabilidad, ya que sus paredes se han visto afectadas por la remocin de piedras o adobes debido a huaqueos, retiro de materiales originales y derrumbes originados por la actividad ssmica.

    En el ao 2008, en que asumimos la direccin del Museo de Sitio de Pachacamac, se cre un programa de conservacin de emergencia que nos permite intervenir en los edificios que estaban en eminente peligro. Este pro-grama se inici con un estudio detallado de los diferentes edificios, sus mate-riales, su significado y el impacto que experimenta ante cualquier intervencin moderna. Para la correcta implementacin de este programa contamos con dos estaciones meteorolgicas para el registro de las condiciones medioam-bientales. Contamos desde el ao 2010 con el valioso apoyo de John Hurd, ex-perto en conservacin de la Global Heritage Fund, quien asesora al equipo de conservacin del museo de sitio de Pachacamac; y de Julio Vargas Neumann, de la Pontificia Universidad Catlica del Per, quien ha sido igualmente un re-ferente para nuestro trabajo. Adems, hemos buscado complementar los co-nocimientos de ambos expertos en conservacin para tratar de obtener pti-mos resultados en nuestras intervenciones. Julio Vargas nos ha presentado los riesgos ssmicos y sus efectos en los sitios del patrimonio cultural, as mismo nos ha ayudado a integrar un plan preventivo del patrimonio con los nuevos planes de Defensa Civil Nacionales. Ricardo Morales, experto en conservacin y co-director del Proyecto Huacas de Moche, igualmente nos ha asesorado en nuestros trabajos iniciales.

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    Taller de conservacin de arquitectura GHF (2012).

    John Hurd dando recomendaciones para la conservacin del Templo del Sol (2011).

    John Hurd asesorando en la conservacin de capas pictricas en el Templo Pintado (2011).

    Con Anbal Chvez, arquelogo conservador del santuario desde 2008 hasta 2010, se hizo una primera evaluacin que nos permiti levantar un inventario para definir una programacin a largo plazo. Igualmente, se hizo una clasifica-cin de los diferentes tipos de muros existentes en el sitio y se sentaron las ba-ses para los futuros trabajos de conservacin. La presencia de Anbal Chvez los primeros aos de trabajo en el santuario ha sido importante para iniciar los trabajos y lograr nuestro objetivo de conservacin con un mnimo de interven-cin, respetando las caractersticas originales del sitio.

    Entre 2008 y 2009 se intervinieron 35 muros con serios problemas estructura-les que hacan inminente su colapso; estos muros se encontraban en diecisis diferentes edificios. Se trabaj asimismo en el edificio 47 y en la pirmide con rampa 12 (PCR12). Las causas de deterioro de estos edificios ya fueron sea-lados con anterioridad (Pozzi-Escot et al. 2011) y sern detallados tambin en este volumen.

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    En noviembre de 2011, el ingeniero Henry Torres asumi las tareas de conser-vacin del santuario de Pachacamac. Desde 2013 el equipo multidisciplinario que asume la conservacin de los principales edificios del santuario viene com-pletando las tareas de conservacin en campo con una serie de anlisis para mejorar nuestro conocimiento sobre los materiales de conservacin.Calle Norte-Sur Seccin de muro intervenido (2010).

    Registro grfico de la seccin intervenida en la calle Norte-Sur.

    Registro fotogrfico de conservacin realizada en una seccin de la calle Norte-Sur.

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    Estudios complementariosEn el ao 2013, Nicola Massini y su equipo del CNR-IBAM, Potenza-Italia, trabajaron con el equipo del MSPAC utilizando un geo radar GPR, para estudiar de forma no destructiva el subsuelo a travs de la emisin de impulsos electromag-nticos de corta duracin, basndose en el principio de reflexin de las ondas electromagnticas que permiten la identificacin de estructuras del subsuelo y la utilizacin de geoelctrica para definir el estado de la napa fretica en la zona. Estos trabajos se desarrollaron en las reas circundantes al edifico del Acllawasi o Mamaconas, frente a la pirmide con rampa 1 (PCR1), pirmide con rampa 4 (PCR4), Taurichumpi y Cruce de la Virgen (fuera del rea monumental).

    Pirmide con rampa 1 - Inyeccin de arcilla lquida en los adobes afectados por insectos

    (biodeterioro).

    Calle Norte-Sur Conservacin del muro colapsado entre la interfase de adobe y piedra.

    Equipo de Nicola Massini

    prospectando con el georradar GPR en

    Taurichumpi

    Los principales edificios intervenidos actualmente son: el Templo del Sol, el Templo Pintado, Taurichumpi, la calle Norte-Sur, la Segunda Muralla, la pirmi-de con rampa 13 (PCR13), la Plaza de los Peregrinos y la pirmide con rampa 2 (PCR2). Se han establecido muros de prueba en el Templo del Sol y el Templo Pintado para poder tener un control y monitoreo de nuestras propuestas, es decir aplicar algunos materiales como el mucilago de cactus y el almidn de arroz, ver la resistencia de algunos muros, etc. Esta experiencia acumulada nos llev a publicar el Manual de conservacin de Pachacamac (Torres y Camargo 2013), en el cual estn escritos los lineamientos bsicos de nuestra metodolo-ga de conservacin en barro.

    Plano de la Plaza de los Peregrinos - Diagnstico de daos arquitectnico.

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    El programa de formacinComo parte de nuestro programa de conserva-cin, hemos realizado desde el ao 2010 cua-tro talleres anuales de capacitacin en arqui-tectura en barro, bajo la direccin de John Hurd y con presencia de ex-pertos internacionales y nacionales en el tema. El ao 2012, con apoyo del Deutsche Bank, el Patronato Cultural del Per y el Global Heritage Fund, organizamos el III Taller de Conservacin de Arquitectura en Barro y contamos con la presencia de profesionales responsables de los trabajos de conservacin de otros sitios de Lima y de la Direccin Desconcentrada de Cultura de Ica. Las ponencias del taller del 2013, por otro lado, estuvieron orientadas a identificar patologas y mostrar ejemplos de problemticas y soluciones en la arquitectura en barro. La organi-zacin de estos talleres ha estado, estos ltimos dos aos, a cargo de Gianella Pacheco, arqueloga del Museo de Sitio de Pachacamac y responsable de los trabajos de conservacin del Templo Pintado.

    Santiago Giraldo, director del proyecto de Ciudad Perdida en Colombia, form parte del equipo del primer taller; Dan Thompson, experto en mapeo de sitios de patrimonio y Director del Global Heritage Network, nos ha acompaado en los cuatro talleres, lo que nos han permitido capacitar al personal del Museo de Sitio de Pachacamac, que viene aplicando nuevas y exitosas tecnologas para la conservacin de las estructuras de adobe y piedra en el santuario.

    Estos talleres complementaron una parte terica con otra parte prctica, adems de incluir la presentacin y visita a los sectores conservados dentro del santuario de Pachacamac, con la gua de los arquelogos responsables, Katiusha Bernuy, Isabel Cornejo, Jorge Aching, Hernn Chipana, Janet Oshiro, Gianella Pacheco y el ingeniero Henry Torres. En el ao 2013 se incluy la visi-ta, reconocimiento, evaluacin y se presentaron propuestas de intervencin para sitios con arquitectura en barro en la zona costera de Lima e Ica; adems

    Imagen 3D. Cuarto de los Nichos, Taurichumpi.Tomando puntos de control de variaciones estructurales en la calle Norte-Sur.

    Igualmente, se realizaron algunas mediciones de puntos con la finalidad de georeferenciar la distribucin del sitio; y mediante un software con aplicacin satelital tendremos una mayor definicin de variaciones en las estructuras. La geoelctrica es una tcnica de prospeccin geofsica utilizada especialmen-te para localizacin de acuferos, tanto para uso industrial como ganadero o agropecuario.

    Los trabajos de campo son interpretados en gabinete mediante el empleo de modernos programas de control computarizados que aseguran la calidad de los resultados. Los cortes o perfiles del subsuelo permiten visualizar claramen-te la geometra del reservorio de aguas subterrneas y ubicar correctamente las perforaciones.

    En el museo de sitio hemos logrado conformar un equipo multidisciplinario que nos permite aplicar nuevas herramientas para una mejor conservacin. El equipo cuenta hoy con Jorge Abad, topgrafo que realiz el levantamiento de los transectos realizados con el georradar para tener la ubicacin de las estruc-turas que pudieran identificarse en el subsuelo; y realiz el corte de la lnea de exploracin geoelctrica para poder tener la relacin entre la distribucin de la conductividad con la topografa.

    Hemos igualmente iniciado los registros de algunas estructuras utilizando un equipo 3d, y gracias al financiamiento del proyecto Qhapaq an estamos ha-ciendo una serie de anlisis que nos permitan tener mayor precisin en la com-prensin de los materiales.

  • 22 23

    sesiones prcticas nos per-mitieron preparar materia-les para la conservacin, adems de requerir una in-tervencin activa de todos los participantes.

    El ao 2013 mejoramos nuestro registro implemen-tando nuevas tecnologas; tenemos fotos areas de varios edificios utilizando drones gracias a la colabo-racin de Luis Jaime Castillo y Aldo Watanabe; registro en 3D del Templo del Sol, ca-lle Norte-Sur y Taurichumpi; y estamos digitalizando tri-dimensionalmente nuestros trabajos de conservacin.

    Por ltimo, se quiere sealar que lo mostrado hoy en el santuario de Pachacamac, es el resultado del trabajo de un equipo multidiscipli-nario que labora en el sitio y que cuenta con el apoyo de expertos nacionales e internaciones que contribu-yen en la conservacin de este importante monumen-to para las generaciones futuras.

    Registro arqueolgico, fotogrametra del Bao del Inca en la Plaza de los Peregrinos.

    Registro arqueolgico en 3D del Templo del Sol.

    Registro arqueolgico, fotogrametra del acceso hacia la pirmide con rampa 13 en Plaza de los Peregrinos.

    se llev a cabo una visita al Complejo Maranga, extenso sitio constituido por plataformas y recintos de tapia y adobe, ubicado dentro del Parque de las Leyendas, cuyos trabajos estn a cargo de Lucnida Carrin desde hace varios aos, con importantes resultados en la proteccin y conservacin del sitio. Igualmente, se visit el Proyecto Integral de Huaycn de Cieneguilla-Programa Qhapaq an, a cargo de Roxana Gmez, un extenso sitio administrativo de la poca Inca ubicado en el valle medio de Lurn. En ambos casos se vieron ex-periencias de conservacin en monumentos de barro, as como los mtodos utilizados, el monitoreo de los mismos y los problemas que an subsisten; se incluyeron discusiones acerca de la visita a estos sitios y el impacto que puede conllevar su uso masivo.

    Asimismo, se realiz la visita a tres sitios arqueolgicos ubicados al sur del de-partamento de Lima, con el fin de conocer y evaluar su importancia, pero que an no cuentan con programas de conservacin: en primer lugar, Cerro Azul, en Caete, bajo la gua de Rommel Angeles, arquelogo del MSPAC-MC. Este sitio, sede principal del Curacazgo de Guarco, destaca por su entorno natural as como su arquitectura de tapia y estructuras ceremoniales elaboradas en piedra canteada y almohadillada de estilo Inca, que ocupan el faralln frente al mar, convirtindolo adems en un paisaje cultural. Se discutieron las necesida-des de este sitio y cmo se podra gestionar su conservacin. Se apreciaron los daos producidos por el terremoto de 2007 y la mampostera de piedra estilo Inca, que podra permitir una puesta en valor de importancia, generando un foco cultural en este balneario.

    En la regin Ica visitamos dos sitios emblemticos: Huaca La Centinela, en Tambo de Mora, y el centro administrativo Tambo Colorado, ubicado en el va-lle de Pisco, departamento de Ica. Este es un imponente conjunto de adobes decorado con pintura de colores rojo, amarillo, negro y blanco. En el sitio se presentan distintas problemticas en la conservacin de la arquitectura en ba-rro, lo cual nos permiti discutir sobre diversas situaciones, problemticas y propuestas de intervencin. Gracias a la presencia de Veronique Wright, del IFEA, pudimos contar con importantes observaciones acerca de la pintura mu-ral del sitio.

    Con el asesoramiento de Hurd hemos logrado perfeccionar la metodologa empleada e implementar un programa piloto en el Templo Pintado. Para las prcticas se levant una pared de prueba, construida especialmente para el taller, donde aplicamos las tcnicas ms usadas en procesos de conserva-cin, enfatizando procesos de consolidacin de grietas a travs del stitching (remendado) y grouting (rellenado-inyectado). Se utilizaron igualmente ma-teriales orgnicos como consolidantes para evaluar su comportamiento. Las

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    ARQUEOCONSERVACIN DE SUPERFICIES ARQUITECTNICAS DE TIERRA: DESLINDES TERICOS, METODOLOGA Y

    RESULTADOS

    Ricardo Morales GamarraMuseo de Sitio Huaca del Sol y la Luna

    La preservacin y conservacin de un contexto arquitectnico de tierra en condiciones ambientales adversas, como la costa norperuana, debe ser mo-tivo de reflexin para aquellos arquelogos que an mantienen deficientes prcticas de proteccin en sus unidades de excavacin. Si bien es cierto que exigen a sus alumnos una formacin profesional de sacrificio fsico innecesa-rio, como soportar una campaa a sol y viento abiertos, resulta incomprensi-ble que no acepten su responsabilidad deontolgica frente al maltrato que sufren las estructuras y superficies, por ser un contexto frgil por la naturaleza del material, fatigado por la antigedad y vulnerable por los cambios higrotr-micos que genera la investigacin. Al final, la arqueologa afirma su carcter de ciencia social destructiva. Sobran ejemplos y cada uno carga en su conciencia lo que pueda haber destruido.

    Reflexiones preliminares

    Un primer aspecto a desarrollar en la planificacin de un proyecto es la pro-puesta acadmico-profesional, como un enfoque cientfico, tecnolgico, est-tico-iconogrfico y socio-econmico; pero con una perspectiva interdisciplina-ria, intersectorial e inter institucional. Solo bajo esta condicin se conservar la unidad geohistrica que representa el monumento, el paisaje cultural en el cual est insertado y la comunidad nativa. Un argumento adicional en este intento metodolgico es definir el carcter del proyecto arqueolgico: inter-vencin sostenible.

    Ms an, si esta investigacin tiene una proyeccin de uso social del monu-mento, entendido como una palanca econmica para la autogestin adminis-trativa de este recurso, su conservacin sostenida implica mejorar la calidad de vida de la poblacin del entorno, incrementar el desarrollo econmico y optimizar los niveles de ecoeficiencia.

    Otro aspecto decisivo en este planeamiento consiste en definir los niveles de la intervencin conservadora. En este punto se caracterizan: la preservacin, definida como un tratamiento preliminar, indirecto o directo, constituyndose

  • 26 27

    en una fase o etapa cientfica y tcnica; la conservacin, que se orienta a la estabilizacin fsico-mecnica del sistema constructivo (muros, columnas, pi-lastras, paramentos, pavimentos y cubiertas), es una etapa eminentemente cientfica y tcnica; la restauracin, que se orienta a la reposicin o reintegra-cin de las partes perdidas (lagunas) hasta recuperar un subjetivo aspecto original, volumen o unidad, es de grado tcnico y esttico; por otro lado, la controversial reconstruccin, que la Carta de Venecia concepta como un principio: la restauracin termina donde comienza la hiptesis, en otras pa-labras, una mera especulacin o falsificacin: es una fase esttica, escenogr-fica; finalmente, una nueva alternativa que facilita la imaginacin interpretati-va del arquelogo conservador o arquitecto es la restauracin virtual, que da lugar a todo tipo de interpretacin sin tocar el original a travs de programas de cmputo.

    Obviamente, el profesional que maneje estas alternativas con criterio y con-senso de equipo tendr el reconocimiento de la comunidad acadmica. Los excesos son lapidarios y no se debe tomar al turismo como una justificacin para reinventar un contexto.

    Por ello, la restauracin no se realiza basndose en analogas iconogrficas o morfolgicas. Cada obra expresa una singularidad como imagen, tcnica y materiales, an en un mismo contexto. Se debe respetar en absoluto la auten-ticidad del contexto cultural en su estado actual. La autenticidad, tomada en consideracin de esta manera y afirmada en las cartas de Venecia y Nara, apa-rece como un factor de cualificacin esencial en lo que concierne a los valores. La comprensin de la autenticidad desempea un papel fundamental en todos los estudios cientficos del patrimonio cultural, en los planes de restauracin y preservacin del mismo, as como en los procedimientos de inscripcin uti-lizados por la Convencin del Patrimonio Mundial y en otros inventarios de patrimonios culturales

    Por ello, consideramos que la postura de un jefe de proyecto es una cuestin de tica profesional. Es imprescindible planificar la conservacin desde la pro-gramacin inicial arqueolgica, como una actividad de lnea y no opcional o extempornea, vale decir, despus de varios aos de excavacin recin se acu-de a la conservacin. La investigacin de la arquitectura para su conservacin debe integrarse al programa de investigacin.

    El tratamiento conservador y su procesoEn el propsito de ordenar el proceso de intervencin, tratando de darle un sentido lgico, se propone la siguiente secuencia, que no es una cuestin in-flexible, pues debe adecuarse a la patologa del recurso:

    a. Actividades y reconocimiento preliminares: proteccin ambiental de las reas a intervenir (cubiertas, cortavientos y drenajes provisionales); es-tudio, anlisis y diagnstico preliminar (muestreo, laboratorio, registro y documentacin).

    b. Conservacin preventiva: indirecta o ambiental (plan de gestin am-biental); directa (excavacin, liberacin y conservacin preventiva simultnea, reestructuracin y limpieza preliminar). En este punto, la Declaracin de Xian, en su primer artculo, expresamente seala que el entorno de una estructura, un sitio o un rea patrimonial se define como el medio caracterstico, ya sea de naturaleza reducida o extensa, que forma parte de o contribuye a su significado y carcter distintivo. Un conjunto de acciones encaminadas a lograr la mxima racionalidad en el proceso de decisin relativo a la conservacin, defensa, protec-cin y mejora del medio ambiente, basndose en una coordinada infor-macin multidisciplinar y en la activa participacin ciudadana.

    c. Conservacin integral y definitiva, que implica la limpieza de las superfi-cies arquitectnicas, previa a la consolidacin qumica de los materiales arcillosos y a la fijacin de la capa pictrica, y la obligada readherencia de la superficie al muro-soporte. Luego se define la etapa de mayor ries-go por las subjetividades que sugiere el tema de la presentacin final de cabeceras de muro, fisuras y fracturas, lagunas y cubiertas.

    De cualquier manera, se subraya el respeto irrestricto a la autenticidad de un contexto arquitectnico que expresa la conectividad y funcin de los volmenes y espacios, carcter de las texturas y colores insertados en un contexto ceremonial. As mismo, destaca el reconocimiento de las tecnologas y materiales, la secuencia de ocupacin y superposicin constructiva y cmo la ideologa se expresa a travs de la iconografa.

    Por ello, la conservacin debe configurarse como poltica y disciplina, como una intervencin que garantiza la estabilidad fsico-mecnica de un sistema constructivo antiguo y su medio ambiente; es una actividad que se orienta a la consolidacin de las evidencias arqueolgicas, sin alterar su originalidad como documento histrico y como obra de arte no renovable. Es una intervencin que brinda las facilidades espacia-les, para acondicionar un monumento a la visita turstica no erosiva, y buscar por este concepto un ingreso que revierta en la preservacin, conservacin y manejo sustentable del monumento y su entorno. Es un trabajo que debe respetar todas las evidencias estilsticas que grafican una secuencia histrica o la suma de varias pocas. No es limpieza esti-lstica (Morales y Torres 1997: 193).

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    d. Intervenciones excepcionales, como la anastilosis, que se opera en dos alternativas: desmontaje de elementos claudicados y recuperacin de elementos colapsados, para finalmente rehacer la estructura sobre la base de evidencias reales y documentacin; y la transportacin o tras-lado de un monumento de su emplazamiento primigenio a otro que ga-rantiza su pervivencia (caso Abu Simbel).

    e. Intervenciones posconservacin, la etapa ms importante y que ge-neralmente se obvia en la planificacin: monitoreo y control, mante-nimiento sistemtico y registro, documentacin secuencial y archivo.

    Cubiertas arquitectnicas en la proteccin ambiental de los contextos monumentales

    Los edificios monumentales desarrollan una variada propuesta de muros, cubiertas y pavimentos. Las paredes se desarrollan con materiales de arcilla, piedra, madera o caa; y los techos son planos, de uno o varios faldones o cnicos, con losas lticas y paja, entre otros, segn los rangos pluviomtricos. Al final, estos detalles o caracteres definen los estilos arquitectnicos. Estas estructuras presentan por lo general ciertos aadidos o superposiciones arqui-tectnicas completas, lo cual complejiza las condiciones de estabilidad y con-servacin, ms an frente a una realidad meteorolgica fluctuante, siempre agresiva y de efectos acumulativos.

    La necesidad de proteger ambientalmente las frgiles y fatigadas estructuras de un monumento arqueolgico propicia un contraste entre este contexto fragmentado y plstico, con la insercin de un lenguaje arquitectnico mo-derno y rgido que lo cubre y deforma visualmente. En esta propuesta se debe advertir que el volumen y espacio monumental es una unidad arquitectnica vulnerable ante la intemperie; por lo tanto, la nueva cubierta, organizada en varios niveles, espacios y con un cerramiento perimetral, debe generar condi-ciones higrotrmicas estables e independientes de las realidades del entorno, para garantizar su conservacin integral, es decir, construir un microclima controlado y ajustados a las caractersticas fsico-mecnicas del edificio.

    En este estudio se toma como referencia la costa norte del Per, porque es el escenario en donde se ha asumido con responsabilidad y audacia profesional soluciones pioneras sin antecedentes ni modelos concretos a nivel nacional. La responsabilidad de conservar aquellos sectores que se exponen a la visita turstica y las agresivas condiciones meteorolgicas son dos factores determi-nantes en esta decisin interdisciplinaria.

    Experiencias que sin duda son escuelas de campo y permanentes lecciones, con sus aciertos y errores, para aquellos especialistas que an creen que su

    monumento debe exponerse al aire libre, sin volmenes que deformen su sin-gular o caracterstica imagen paisajstica. En este punto de controversias, cabe subrayar, como contraparte, algunas preferencias por la reconstruccin y fal-sificacin del contexto, crendose neoruinas o fundas que tratan de recrear los volmenes y los maltrechos perfiles irregulares del original. Obviamente, es otra prctica que, debidamente monitoreada y evaluada, despejar dudas sobre el comportamiento del original y la pertinencia de la propuesta.

    Condiciones geogrficas y ambientales de la costa norte del Per

    La costa norte del Per es una angosta faja en donde se alternan desiertos y valles, en una zona de vida que Holdridge (1967) clasifica como desierto dese-cado sub Tropical (dd-sT). Es una zona que est permanentemente amenazada por los sismos y lluvias torrenciales de los eventos ENSO.

    En el plano turstico, actualmente se promociona en el mercado como la Ruta Moche, lo cual implica un uso pblico sostenido y sostenible con base en mo-numentos arqueolgicos de tierra policromada, como Tcume, cupe, Cao, Ventarrn, Moche, Chan Chan y Paamarca, entre otros. La geotopografa pla-na y de ligeras pendientes, ubicada entre el borde marino y las estribaciones andinas, la escasa vegetacin arbrea, vientos y la cercana al mar o estar en el borde mismo (caso Chan Chan y El Brujo, entre otros), van configurando un cuadro de deterioro acelerado, permanente e irreversible.

    Esta regin tiene dos estaciones muy marcadas por la temperatura y humedad relativa, una primera de verano (diciembre-mayo) y otra de invierno (junio-no-viembre), cuya magnitud depende del paralelo en que se ubiquen. Entindase por invierno una estacin con una temperatura mnima de 15 C y mxima de 22 C, pero sin lluvias. Como referencia base, en las Huacas de Moche la tem-peratura vara notablemente, en verano durante el alba registra 20C y 32C al medio da, lo cual genera el mencionado proceso de dilatacin-contraccin que agrieta las superficies.

    La insolacin es otro agente de actividad constante y que combinado con el viento, propicia cambios de humedad relativa del aire y que a la vez genera severos procesos fsicos de dilatacin-contraccin, con resultados negativos inmediatos por el impacto directo en las superficies arquitectnicas, ms an cuando presentan frgiles policromas por el aglutinante orgnico y cargas de yeso usados en su ejecucin. La radiacin UV no genera decoloraciones en pig-mentos inorgnicos, solo afecta los aglutinantes orgnicos por su naturaleza celulsica.

    Sin embargo, los vientos alisios procedentes del sur y desde el mar son la principal causa del deterioro de las estructuras de tierra por el material que

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    acarrea desde el litoral: arena, sales y todo tipo de material particulado en suspensin. Las velocidades mximas que desarrolla constituyen una pre-sin constante que debe ser tomada decisivamente en cuenta en el diseo de la estructura de la cubierta pues, por lo general, implica una sobre carga de columnas para una mayor y mejor estabilidad de la cubierta.

    Finalmente, las lluvias presentan un comportamiento singular. En los meses de invierno se observan como garas (precipitacin de finsimas gotas de agua) y en verano lluvias intensas e irregulares que llegan a 16 mm cualquier da de febrero o marzo; sin embargo, los eventos ENSO presentan lluvias intensas propias de las regiones tropicales, que al incrementar el caudal de los ros des-truyen las estructuras de tierra, por la falta de defensas ribereas o inexisten-cia de planes de manejo preventivo de cuencas. Los dos ltimos mega ENSO de 1982-83 y 1997-98 demostraron el alto nivel de vulnerabilidad de este patri-monio arquitectnico de tierra.

    Presin turstica y deslindes ticos preliminaresUna cuestin terica que se propone con claridad y contundencia en la pro-gramacin del acondicionamiento turstico de un contexto arqueo-arquitec-tnico, es el diseo de una cubierta que genere condiciones microclimticas estables para la conservacin monumental, acstica controlada, iluminacin uniforme y natural, es decir, un espacio agradable para la visita. En otros tr-minos, el turismo debe adaptarse a las condiciones y carcter del monumento, y bajo ningn concepto la autenticidad del documento y su entorno debe al-terarse ante las presiones y exigencias de un turismo irresponsable y mercan-tilista, por generar intervenciones contrarias al espritu de la Carta de Nara y a una gestin profesional responsable.

    En este punto es necesario revisar y discutir los postulados de los Lmites de Cambio Aceptable y Capacidad de Carga, una propuesta asociada al uso soste-nible de un patrimonio cultural en sus tres ngulos: ambiente (ecoeficiencia), social (calidad de vida) y econmico (equidad). Un monumento es una fuente primaria de estudio, un recurso no renovable y un documento cuya autenti-cidad debe respetarse en todos sus aspectos, con el propsito de no alterar su contenido: el conocimiento cientfico que expresa como excepcional crea-cin humana. De all que toda cubierta arquitectnica enfrenta un serio reto: cmo integrarse a un contexto arquitectnico incompleto y de confusa lectu-ra sin acentuar este aparente desorden y facilitando su lectura o valoracin contextual.

    Otro aspecto de vital importancia en el clculo estructural debe ser la eva-luacin geolgica y geodinmica del sitio, la estabilidad de la estructura

    arqueolgica en todos sus sectores y la carga que generar la moderna cu-bierta, a fin de establecer un modelo del comportamiento fsico-mecnico de tres niveles: geolgico, monumental y neoarquitectnico, en especial ante un eventual sismo o ENSO. Obviamente, el estudio de la geodinmica resulta im-prescindible por ser el factor clave en cuanto a la unidad geolgica de la cual dependen los otros componentes. En este punto se cuenta con una serie de mtodos avanzados de evaluacin estructural no destructiva, desde la sim-ple observacin del gelogo, hasta los registros fotogramtricos y escaneos lser 3D, ensayos snico y ultrasnico, radar y termografa, entre otros, a fin de identificar las caractersticas internas de los materiales y estructuras, que permita identificar el comportamiento integral y la vulnerabilidad del edificio (Binda et al 2009; Binda et al 2000).

    En realidad se trata de definir con base en los clculos de esfuerzos y deforma-ciones, propios o generados por el sustrato geolgico y, sobre todo, la presin de las pesadas neocubiertas. El mapeo de este comportamiento es sustancial para el anlisis integral, pues define los niveles de vulnerabilidad en cada sec-tor y las prioridades de la consolidacin o refuerzo estructural para precisar la ubicacin de los apoyos de la arquitectura intrusiva, a fin de garantizar su estabilidad.

    Argumentos arquitectnicos y autenticidad de los contextos arqueolgicosLa controversia se inicia cuando el arquitecto contemporneo propone un di-seo con cierta audacia, ante el carcter y calidades espaciales de un contexto arquitectnico incompleto, al cual pretende proteger, y que, desafortunada e inevitablemente impacta en mayor o menor grado. Un punto de conflicto terico reside en el recurrente discurso de mnima intervencin y reversibi-lidad de una cubierta arquitectnica contempornea, desconociendo o ad-mitiendo la elemental diferencia entre la capacidad de remover o desmontar los cimientos de concreto y hierro que se introducen y la irreversibilidad de las profundas excavaciones en los contextos arqueolgicos para la construccin de las mencionadas bases o zapatas. La perforacin de estructuras histricas para los apoyos significa simple destruccin.

    Es decir, las propuestas tericas del intruso diseo versus los resultados tangi-bles y visibles dejan en claro que el conflicto entre el arquitecto prehispnico y el arquitecto de nuestros das reside en que este ltimo es un artista que privilegia su creatividad muy por encima del documento histrico que debe respetar. La supuesta de mnima alteracin de volmenes y espacios origi-nales es una cuestin complicada de alcanzar; la extensin y altura definen un

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    lenguaje rgido en contra de la plasticidad del monumento, ms an cuando la construccin es de tierra y las nuevas estructuras son de metal y vidrio.

    Otro aspecto fundamental al margen de las subjetividades personales y profe-sionales, en la aplicacin de la teora, son las disonancias cromticas y textu-ras en la lectura del contexto y la neoarquitectura intrusiva. En este punto se discute la viabilidad de camuflar o contrastar la lectura de la nueva estructura, que trata de integrarse visualmente al paisaje cultural que intenta proteger y respetar y que inevitablemente impacta.

    Ante esta controversial realidad se debe plantear una investigacin y evalua-cin integral del paisaje cultural, contexto arqueolgico y revisin de antece-dentes, definiendo un planeamiento integral de cubiertas en el marco de un plan de gestin y manejo, con base en un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y de la presin turstica (capacidad de carga).

    Frente a esta compleja situacin se debate la capacidad de obtener un diseo discreto en el manejo de materiales, con una especial preocupacin en el peso especfico de la cubierta y su comportamiento ssmico. Ante estas circunstan-cias, debe tenerse en cuenta que las bases de concreto y hierro incrustados en el suelo arqueolgico pueden funcionar como palancas por la permanente presin elica. Se insiste en que la evaluacin geolgica y geodinmica, as como la caracterizacin del comportamiento hidrodinmico, son fundamen-tales y hasta determinantes, ms an cuando una nueva cubierta puede pesar hasta 50 toneladas mtricas sobre una estructura fatigada y vulnerable.

    En estas condiciones, es necesario cuidar aspectos bsicos como la luminosi-dad natural, el riesgo de incendios, la acstica y el uso social, en el marco de una poltica responsable y ambientalista. Es ms, toda cubierta debe tener la capacidad de ampliarse modularmente en funcin a la programacin arqueo-lgica. Finalmente, es fundamental desarrollar un programa de monitoreo y manejo de las condiciones ambientales y estructurales de la cubierta: corro-sin, biodeterioro y excretas de avifauna, entre otros.

    Un aspecto importante en la planificacin de este tipo de cubierta es el diseo estructural, de tal manera que se logre una visin y lectura del contexto cultu-ral sin interferencias en el espacio cultural, es decir, sin columnas u otro tipo de pie derecho, ms an cuando por las grandes luces a cubrir deben ser estructu-ras metlicas de considerables secciones, que inevitablemente ensucian el contexto arqueolgico. Un reto de difcil solucin.

    Sin embargo, quedan dos puntos por revisar. La supervisin tcnica de per-sonal calificado durante el proceso de construccin, a fin de cumplir con las especificaciones tcnicas del proyecto y el manipuleo de los materiales como

    el ensamblaje de las columnas, vigas y coberturas, las pendientes que permi-tan un aforo controlado del agua pluvial, los arriostres estructurales y bases. Un plan de drenaje es fundamental como parte de un programa integral, pues las cubiertas tienden a concentrar el agua pluvial de varios metros cuadrados en un punto especfico. Otro aspecto complementario es el proyecto electro-mecnico, considerando los riesgos de incendio que implica una deficiente ins-talacin elctrica y adems las posibilidades de implementar una iluminacin tcnica apropiada para las visitas tursticas nocturnas y para la vigilancia de rigor.

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    CONSERVACIN DE LA CALLE NORTE-SUR: ACCESO PRINCIPAL AL SANTUARIO DE PACHACAMAC

    Katiusha Bernuy QuirogaMuseo de Sitio de Pachacamac

    El Proyecto de Investigacin y Conservacin de la calle Norte-Sur es un pro-yecto del Ministerio de Cultura ejecutado a travs del Museo de Sitio de Pachacamac (MSPAC) con financiamiento del Proyecto Qhapaq an. Este pro-yecto es ejecutado desde el 2009, siendo incorporado a partir del 2010 en el subprograma de implementacin del nuevo circuito de visita peatonal esta-blecido en el Plan de Manejo del santuario de Pachacamac, elaborado por un equipo multidisciplinario bajo la direccin del MSPAC.

    Las lneas rojas indican las reas intervenidas para la implementacin del nuevo circuito peatonal y que corresponden, en gran medida, a los caminos utilizados por los peregrinos para acceder a

    la zona ms sagrada del santuario.

    N.M.

    100 3000 400200

    Acllawasi

    Templo del Sol

    Segu

    nda

    Mur

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    Templo Pintado

    Templo

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    PACHACAMAC

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    Calle

    Este

    Oeste

    Calle

    Norte

    -Sur

    PCR13

    PCR4

    PCR7

    PCR6

    PCR1

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    Acceso principal al santuario tras su excavacin y conservacin.

    Adicionalmente, los datos arqueolgicos obtenidos sealan que la calle conti-nu siendo utilizada hasta la poca colonial, cuando fue clausurada por el co-lapso de sus muros ocasionado por un intenso movimiento ssmico que podra datar del ao 16872. Luego ocurrieron otros derrumbes menores producidos por daos estructurales o por otros sismos. El registro arqueolgico de los derrumbes revel que, adems del colapso de las partes altas de los muros, haban colapsado las caras externas.

    Tramos de la calle Norte-Sur antes, durante y despus de ser excavada y conservada.

    2 El cual corresponde a uno de los dos ms intensos movimientos ssmicos ocurri-dos durante la poca colonial, que ocasionaron el colapso de gran parte de Lima y el Callao (Seiner 2009: 344).

    Los objetivos principales del proyecto corresponden a cada uno de sus tres componentes:

    Investigacin: determinar la secuencia ocupacional y constructiva del rea ocupada por la calle Norte-Sur.

    Conservacin: devolver la estabilidad estructural a la arquitectura ex-puesta, respetando los criterios de autenticidad y mnima intervencin.

    Puesta en uso social: implementar un nuevo circuito de visita peatonal, como una alternativa de solucin a la problemtica de conservacin y valoracin patrimonial generada por el actual circuito.

    Las intervenciones del proyecto se centraron en la calle Norte-Sur, conside-rada una de las principales vas de acceso y circulacin interna del santua-rio de Pachacamac (Uhle 2003: 240-241; Jimnez 1985: 50; Bueno 1982: 17; Paredes 1988: 42). Por la calle Norte-Sur ingresaban al santuario los peregri-nos que llegaban por los dos caminos principales que se unen en el acceso a esta calle: el Qhapaq an de la Sierra y el de la Costa. Adems, en enero de 1533 debieron ingresar Hernando Pizarro y un grupo de conquistadores espaoles venidos desde Cajamarca a tomar parte del rescate ofrecido por el Inca Atahualpa.

    Durante la conquista espaola, el santuario fue abandonado y sus estructuras cubiertas por el derrumbe de sus muros, ocasionado por movimientos ssmi-cos y por grandes acumulaciones de arena de origen elico. Durante la dcada de 1950, un equipo liderado por el Dr. Arturo Jimnez Borja1 excav y conserv un tramo de 110 metros de la calle Norte-Sur; desde el ao 2009, el equipo de investigacn del MSPAC ha intervenido un tramo de 220 metros, la parte final de los caminos que conducen al santuario (Qhapaq an de la Sierra y Costa), adems de realizar excavaciones restringidas destinadas a definir la secuencia ocupacional, constructiva y la funcin de las estructuras asociadas a la calle.

    Los trabajos de investigacin arqueolgica realizados en el marco del Proyecto de Investigacin y Conservacin de la calle Norte-Sur revelaron que el tramo norte de la calle fue construido entre los aos 1380 a 1440 d.C., es decir antes de que el santuario fuera conquistado por los incas (1470 d.C). Mientras que la parte sur de la calle fue construida durante la ocupacin Inca, como parte de una serie de remodelaciones hechas por estos para adaptar el sitio a sus propios fines rituales y controlar el acceso a las zonas ms sagradas, como son la Plaza de los Peregrinos, el Templo del Sol y el Templo Pintado.

    1 Fundador y primer director del MSPAC.

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    La investigacin arqueolgica del rea ocupada por la calle Norte-Sur ha per-mitido definir la secuencia constructiva de las estructuras que conforman la calle y aquellas asociadas a la misma. Al mismo tiempo, se han reconocido las tcnicas constructivas empleadas y caracterizado los suelos sobre los que fue-ron construidos los muros que delimitan la calle. Con lo cual, hoy en da, se cuenta con los datos necesarios para definir las caractersticas originales de las estructuras y establecer su diagnstico, el cual incluye las causas del de-terioro y las patologas existentes. Todo ello con miras a definir las acciones necesarias para restituir la estabilidad estructural de los muros, sin afectar sus caractersticas originales y la unidad con el tramo excavado y conservado en la dcada de 1950.

    La premisa ms importante que gui el plan de conservacin fue el respeto a la historia del monumento. Se consider importante brindar a los visitantes evidencias visibles de algunos de los eventos ms significativos que lo han im-pactado, por lo cual se dejaron algunos testigos de los derrumbes ocasionados por el sismo colonial que clausur la calle y el acceso al santuario. Para cumplir con esta premisa tambin fue indispensable respetar las caractersticas actua-les de las estructuras que conforman la calle, por ser evidencias de su historia. Debido a ello no se restaur la altura o volumen de los muros, salvo en el caso en que las partes faltantes cumplieran la funcin de soporte o amarre de las partes an en pie y fueran indispensables para devolver a la estructura la esta-bilidad estructural que tuvo en el pasado.

    Vista de la capa de derrumbe ocasionado por sismo colonial y seccin dejada como testigo.

    Trabajo de conservacin para devolver la estabilidad estructural a los muros.

    Es importante generar un registro grfico y fotogrfico que nos permita cono-cer de forma detallada las caractersticas de la estructura antes de la interven-cin y despus de ella, a fin de utilizarlo en las labores de monitoreo.

    Para establecer el plan de conservacin, tambin se tuvo en cuenta que la calle sera transitada por visitantes, al ser parte del nuevo circuito de visita del sitio. Por ello, cubrimos con un falso piso los apisonados, pisos originales y dems componentes arqueolgicos expuestos durante las excavaciones.

    Trabajos de conservacin en la zona de acceso del santuario de PachacamacUtilizando la metodologa planteada por el rea de conservacin del MSPAC, se denomin Punto de Conservacin a cada muro o segmento de muro inter-venido. El tamao de cada Punto de Conservacin est dado por el rea del muro que fue expuesto en cada rea de excavacin, aunque en algunos casos fue necesario extender la excavacin para abarcar una parte ms amplia del muro o su totalidad.

    En este artculo se presenta, a manera de ejemplo, tres puntos de conservacin intervenidos durante el ao 2011 en el marco del proyecto. Dichos puntos de conservacin comprenden muros excavados ubicados en o cerca del acceso principal a la calle Norte-Sur. Estos ejemplos fueron elegidos por ser algunos

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    de los ms representativos de los trabajos realizados en los cerca de 38 puntos de conservacin que ha intervenido el proyecto en 5 aos de ejecucin.

    Los muros intervenidos se encontraron en distintos estados de conservacin y aunque cada uno presenta patologas y daos especficos, se puede afirmar que el principal agente de deterioro de las estructuras fue un intenso movi-miento ssmico. Por lo cual, adems del colapso parcial, las estructuras pre-sentaban en algunos casos grietas o haban perdido partes fundamentales para mantener su estabilidad estructural. En este sentido, en todos los casos, la conservacin estuvo orientada a devolver la estabilidad estructural, res-petando los criterios de mnima intervencin y sin afectar sus caractersticas originales.

    Los trabajos de conservacin ejecutados en el marco del proyecto constan de tres etapas que se inician al finalizar la excavacin de las capas de arena y derrumbe que generalmente cubren las estructuras. La primera etapa com-prende el registro grfico de la estructura en el estado en que fue hallada tras la excavacin y el registro escrito de las patologas y daos que la afectan, usando la ficha de conservacin. Sobre la base de dicho registro y del estudio especfico de cada caso se determinan las acciones que deben ser realizadas y las tcnicas de intervencin. La segunda etapa consiste en la aplicacin de las tcnicas de conservacin determinadas de acuerdo al registro y la observacin llevados a cado en la primera etapa. La ltima etapa del proceso de conserva-cin consiste en realizar el registro grfico de los segmentos intervenidos. Esta etapa culmin con la supervisin de la Direccin de Arqueologa del Ministerio de Cultura y la presentacin del informe de conservacin del proyecto.

    Para facilitar la descripcin de los procesos realizados en los muros a continua-cin se detalla la nomenclatura usada y la forma en que fueron sealizadas las intervenciones en cada caso:

    PROCEDIMIENTO DESCRIPCIN SEALIZACIN

    EmboquilladoReemplazar el mortero pulverizado por mortero nuevo.

    El mortero se coloca un centmetro de la cara del paramento intervenido.

    Anastilosis

    Codificar, desmontar y volver a colocar en su posicin original los bloques de piedra o adobe de un muro.

    Se coloca el ao de la intervencin.

    ReintegracinVolver a colocar en un muro los bloques de piedra o adobes colapsados.

    Se coloca el ao de la intervencin.

    Reposicin

    Cambiar un bloque de piedra o adobe roto, erosionado, salitrado o faltante* por otro en buen estado de conservacin.

    Se coloca el ao de la intervencin y una geomalla en todo el contorno del rea repuesta.

    * En caso que sean elementos indispensables para la estabilidad estructural.

    a. Punto de Conservacin 03, rea de excavacin 09

    Luego de la excavacin del rea 09, de 30 por 20 metros que abarcaba el ac-ceso a la calle Norte-Sur y la parte final del Qhapaq an de la Sierra (Tramo Xauxa-Pachacamac), se hall un segmento de 1.3 metros del muro oeste que define el tramo final del Qhapaq an de la Costa. El muro estaba compuesto por una seccin de piedra, en la parte inferior del muro, y una seccin de ado-be conformando la parte superior.

    El segmento intervenido se encontraba muy daado a causa de un intenso mo-vimiento ssmico. La seccin de adobe haba colapsado totalmente y aunque parte de la seccin de piedra se encontraba en pie, tambin fueron hallados bloques de piedra colapsados, principalmente aquellos que conformaban el paramento sur y el paramento este. Los adobes colapsados fueron pulveriza-dos debido a las garas y la intensa erosin que debe soportar esta parte del muro al encontrarse de cara al suroeste, es decir contra la direccin del viento. A pesar de la erosin, la densa capa de adobes pulverizados no fue eliminada y acto como una barrera que mantuvo en buen estado de conservacin los blo-ques de piedra que componan la seccin inferior del muro. Luego de retirar la capa de adobes pulverizados, descubrimos que el paramento de la seccin de

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    piedra en pie haba perdido totalmente la argamasa por efecto de la erosin previa al sismo, aunque s se conservaba argamasa intacta en la parte interna de esta seccin.

    En la esquina sureste faltaban bloques de piedra que debieron colapsar al mo-mento del sismo. Esta esquina fue anteriormente excavada por otro equipo de arquelogos, por lo que es probable que retiraran los bloques para seguir profundizando su excavacin, ya que en las fotos del informe s figuraban blo-ques colapsados. Al iniciar la excavacin se hall sobre la capa de arena que cubra la parte ms alta de este segmento, tres grandes bloques de piedra que no deban encontrarse en esa posicin; a partir de lo cual se pens que proba-blemente estos bloques eran los faltantes en el colapso de la esquina sureste. Aunque en este caso se logr identificar la ubicacin de los bloques faltantes, esta mencin sirve para sealar la importancia de codificar y re-enterrar los bloques colapsados de un muro an cuando son hallados durante el proceso de excavacin con fines de investigacin.

    Como se ha descrito, los daos principales que presentaba este muro fueron los ocasionados por un intenso movimiento ssmico y por la erosin. El sismo y la erosin haban ocasionado la prdida total e irreparable de la seccin de adobe. La seccin de piedra s contaba con todos los elementos necesarios para ser conservada y restaurada. Como primer paso se emboquill la seccin de piedra en pie y en algunos casos se devolvi a su posicin original algunas piedras desfasadas por efecto del movimiento ssmico. Luego se reintegraron los bloques de piedra colapsados. Finalmente, se realiz un proceso de repo-sicin de adobes sobre la seccin de piedra, colocando adobes antiguos re-cuperados de la excavacin del tramo norte de la calle Norte-Sur. Los adobes fueron colocados de forma escalonada, ya que no se busc devolver altura o volumen al muro, sino que actuaran como una especie de capping para prote-ger el interior del muro de los efectos de las garas y de la intensa erosin que afecta esta esquina del muro.

    ACCIONES EFECTUADAS

    TIPO DE OPERACIN PORCENTAJE REA VOLUMEN OBSERVACIONES

    Liberacin, limpieza 100 % 10 m

    2 8 m3 Retiro de derrumbe de adobes y piedras

    Consolidacin 23.24 % 2.89 m2 0.867 m3 Emboquillado del segmento de piedra en pie

    Reintegracin 24.49 % 2.4 m2 0.9135 m3 Reintegracin de piedras de paramentos y parte interna

    Reposicin 52.27 % 3.9 m2 1.95 m3 Reposicin de adobes para cumplir funcin de capping

    Materiales Preparacin de mortero

    Monitoreo Monitoreo de secado del mortero

    rea de afectacin 1.14 % 9.19 m

    2 3.7305 m3 Porcentaje con respecto al volumen total del muro (326.7 m3)

    Vista general del rea antes de iniciar el proceso de conservacin.

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    Resultado final del trabajo de conservacin, vista del paramento sur.

    b. Punto de Conservacin 04, rea de excavacin 09

    Otro de los puntos de conservacin intervenidos en el rea de excavacin 09, fue el acceso a la calle Norte-Sur. El Punto de Conservacin 04 abarc un rea de 3.20 metros del flanco oeste de la Segunda Muralla, el total de la portada oeste de la calle, la cual fue adosada a la Segunda Muralla al momento de su construccin, y 1.25 metros del paramento este del muro oeste que define la calle Norte-Sur.

    Tanto el flanco oeste de la Segunda Muralla como la portada oeste de la calle Norte-Sur fueron afectados por un intenso movimiento ssmico que hizo co-lapsar todo el paramento de adobes existente. Una de las reas ms afectadas fue el paramento norte del flanco oeste de la Segunda Muralla, en el cual se perdi casi el 50 % del ancho del muro, quedando expuesta a la humedad y erosin la base del muro. En el caso del muro oeste de la calle Norte-Sur, se determin que aunque la parte alta del muro fue afectada por el sismo, el pa-ramento ya se haba perdido previamente debido a la filtracin de agua, que-dando expuesta la parte interna de forma irregular. Por lo cual, el segmento de adobe fue afectado fuertemente por la erosin elica, conformndose una serie de surcos que aunque eran profundos no afectaban la estabilidad estruc-tural del muro. Otro de los daos registrados fue la prdida de mortero en las

    secciones de piedra halladas en pie, que corresponden a la portada oeste del la Segunda Muralla y una pequea seccin de piedra del muro oeste de la calle Norte-Sur en el punto en que se adosa a la portada.

    Como parte de la excavacin del rea, se procedi a liberar o retirar todo el derrumbe que se concentraba principalmente frente al paramento norte de la Segunda Muralla y la portada oeste. Solo se retir el derrumbe de adobes, dejando en su lugar los bloques de piedra colapsados. Tras la liberacin del de-rrumbe se hall gran parte de la portada de piedra en pie, as como una colum-na de piedras del paramento del muro oeste de la calle Norte-Sur, pero ambos elementos haban perdido totalmente el mortero, por lo que se recomend emboquillar con mortero nuevo todas las secciones de piedra halladas en pie.

    Los bloques de piedra que haban colapsado no presentaban un orden preciso que permitiera definir su ubicacin exacta. Pero en la parte interna y baja del muro era posible apreciar la unin o adosamiento de la portada oeste de la ca-lle Norte-Sur al muro del flanco oeste de la Segunda Muralla, mientras que en la parte alta era posible distinguir cmo ambos elementos se amarraban, por lo cual se decidi reintegrar los bloques de piedra colapsados, a fin de definir mejor la portada y proteger la parte interna, pero teniendo especial cuidado en respetar la disposicin original de los bloques a fin de permitir la lectura del proceso constructivo de ambos elementos.

    En el paramento norte del flanco oeste de la Segunda Muralla, donde se haba perdido casi el 50% del ancho del muro, decidimos que era necesario reponer con adobes antiguos extrados de la excavacin de la calle Norte-Sur, colocn-dolos de forma escalonada y conformando una especie de capping que cumple la funcin de proteger la base del muro de la filtracin de agua por garas o la erosin elica.

    Finalmente, se intervino el muro oeste de la calle Norte-Sur. Este muro pre-sentaba una columna de bloques de piedra ubicada justamente en la unin del muro con la portada oeste. Estas piedras ya haban sido emboquilladas, pero se encontraban en peligro de colapso al haber perdido gran parte del paramento de adobe que las sostena. Por ello, se repuso con adobes nuevos parte del paramento, creando una especie de puntal permanente que permi-tiera sostener la columna de bloques de piedra hallada en pie.

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    ACCIONES EFECTUADAS

    TIPO DE OPERACIN PORCENTAJE REA VOLUMEN OBSERVACIONES

    Liberacin, limpieza 100 % 5 m

    2 6 m3 Retiro de derrumbe de adobes

    Consolidacin 63.14 % 6.20 m2 1.86 m3 Emboquillado de secciones de piedra en pie

    Reintegracin 14.97 % 1.47 m2 0.441 m3 Reintegracin de bloques de piedra colapsados

    Reposicin 21.89 % 2.15 m2 1.185 m3

    Reposicin de adobes que cumple funcin de capping, usando adobes antiguos / Reposicin de adobes que cumple funcin de puntal usando adobes nuevos

    Materiales Preparacin de mortero

    Monitoreo Monitoreo de secado del mortero

    rea de afectacin 9.24 % 9.82 m

    2 2.486 m3 Porcentaje con respecto al volumen total del muro (26.9m3)

    Paramento este de la portada oeste y Segunda Muralla antes de iniciar el trabajo de conservacin.

    Paramento sur de la portada oeste (arriba); y paramento este antes de iniciar los trabajos de conservacin (abajo).

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    c. Punto de Conservacin 07, rea de excavacin 14

    El Punto de Conservacin 07 estaba ubicado en el rea de excavacin 14, que meda 35 por 7 metros y comprenda el tramo final del Qhapaq an de la Costa. La intervencin en este punto abarcaba el muro oeste del tramo externo norte de la calle Norte-Sur; fue parcialmente intervenido al excavar el rea 09.

    Al iniciar la excavacin, el muro se encontraba totalmente cubierto por una densa capa de arena que se haba acumulado frente al paramento este. Tras excavar la capa de arena, se hallaron dos acumulaciones de derrumbe. Al igual que otros muros del rea, este tambin haba sido afectado por un movimiento ssmico, pero a diferencia de los otros, no haba sufrido grandes daos. Por el contrario, el muro haba conservado gran parte de su paramento original, tan-to en la seccin de adobe como en la de piedra. Solo se encontraron dos zonas de derrumbe, una en el extremo norte y otra en el sur. La seccin derrumbada al norte fue afectada, perdindose parte del paramento y ancho del segmento de adobes del muro que posteriormente fue afectado por la erosin elica. En la seccin derrumbada al sur se haba perdido parte de los bloques de piedra del paramento, lo cual debi ocurrir en un primer movimiento ssmico, ya que los bloques no se encontraban en el lugar. Adems de ello, se haba perdido parte del segmento de adobes del paramento y se haba producido una grieta lateral que se encontraba llena de arena. La grieta no era muy profunda, por lo que la seccin afectada no se desprendi ni se desplaz, quedando estable al acumularse arena frente al paramento del muro.

    Otro de los daos registrados fue la ausencia de bloques de piedra en varias partes del segmento de piedra del muro. Los movimientos ssmicos probable-mente tambin fueron la causa del desprendimiento de bloques de piedra que debieron salir expulsados y ser retirados del lugar posteriormente. Por otro lado, aunque la erosin no produjo daos considerables en el paramento del muro, s afect a algunos adobes de la hilera ubicada entre el segmento de piedra y el de adobe, ya que estos haban sido deformados por el peso que debi ejercer el segmento superior durante los movimientos ssmicos y por ello fueron ms afectados por la erosin. Tambin se registraron evidencias de erosin en las partes del paramento que limitaban con los cmulos de arena y derrumbe, sin que este dao repercuta negativamente en la estabilidad y preservacin del muro. Finalmente, registramos prdida total del mortero del segmento de piedra.

    Se recomend reponer los bloques de piedra faltantes debido a que son in-dispensables para devolver la estabilidad estructural al muro, sobre todo considerando que conserva an gran parte de su altura original y por tanto el segmento de piedra debe soportar pesos considerables que al retirar la

    Resultado final del trabajo de conservacin del paramento norte.

    Resultado final del trabajo de conservacin del paramento sur y este.

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    acumulacin de arena y derrumbe solo se apoyan de forma vertical sobre el segmento de piedra. Teniendo en cuenta este hecho, se repusieron los adobes que estaban deformados y erosionados en la hilera ubicada entre el segmento de piedra y el de adobe. Tambin se recomend realizar la limpieza de la grieta lateral y su consolidacin; e igualmente realizar la reposicin de los adobes del paramento en el derrumbe al sur, debido a que constituyen elementos indis-pensables para mantener la estabilidad estructural de las partes an en pie del segmento de adobe en este punto del muro. Adems, al realizar la reposicin de los adobes fue posible realizar la consolidacin o sellado de la grieta, lo que evitar que esta se haga ms profunda y afecte la conservacin del para-mento. La reposicin de los adobes fue hecha con adobes nuevos en los que se grab el ao de la intervencin. En este caso no se usaron adobes antiguos debido a que la intensa erosin de la zona hizo que los adobes recuperados en el derrumbe no sean aptos para su reintegracin. Por otro lado, las piedras usadas en la reposicin fueron canteadas en una cantera ubicada en el lmite noreste del santuario y la intervencin fue sealizada colocando una geomalla de color negro en el contorno de las piedras nuevas. Finalmente, se recomen-d emboquillar toda la seccin de piedra, ya que el mortero se haba perdido totalmente y el segmento soportaba mucho peso por conservar gran parte de su altura original.

    ACCIONES EFECTUADAS

    TIPO DE OPERACIN PORCENTAJE REA VOLUMEN OBSERVACIONES

    Liberacin, limpieza 100 % 40 m

    2 210 m3 Retiro de derrumbe de adobes

    Consolidacin 71.79 % 28 m2 14 m3 Emboquillado del segmento de piedra

    Reposicin 28.21 % 11 m2 5.5 m3 Reposicin de piedra y adobe

    Materiales Preparacin de mortero y adobes nuevos. Canteo de bloques de piedra

    Monitoreo Monitoreo de secado del mortero

    rea de afectacin 4.97 % 39 m

    2 19.5 m3 Porcentaje con respecto al volumen total del segmento de muro (392.04 m3)

    Paramento antes del trabajo de conservacin.

    Resultado final del trabajo de conservacin.

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    CONSERVACIN DE EMERGENCIA EN TAURICHUMPI

    Janet Oshiro RiveroMuseo de Sitio de Pachacamac

    En el 2012 se inici la conservacin de Taurichumpi como parte de las labores del Programa de Conservacin de las Estructuras en Emergencia del santua-rio Arqueolgico de Pachacamac - Programa Qhapaq an del Ministerio de Cultura. Los objetivos principales de estas intervenciones fueron devolverle estabilidad a los muros en peligro de derrumbarse y habilitar un nuevo circuito de visita. A la fecha se han logrado salvaguardar los muros de mayor altura, el frontis sur, el frontis oeste, as como los muros que conforman la calle Este-Oeste del edificio. Para el desarrollo de las labores de conservacin se hace seguimiento del protocolo de conservacin del santuario (Torres et al 2013), respetando las particularidades de esta estructura.

    IntroduccinTaurichumpi se ubica al extremo sureste del santuario arqueolgico de Pachacamac, sobre un promontorio rocoso. La tcnica constructiva, el patrn arquitectnico, as como los materiales empleados en su construccin son de filiacin Inca, similar a otras estructuras del santuario. Se observan muros de adobes paraleleppedos y de rocas canteadas.

    En las crnicas se hace mencin que, a la llegada de la comitiva espaola lide-rada por Hernando Pizarro, el curaca principal del sitio se llamaba Taurichumpi y ocupaba este edificio (Estete 1968 [1535]).

    El lugar fue excavado a fines de los aos sesenta por Alberto Bueno, quien re-cuper materiales del periodo Horizonte Tardo (estilo Inca y afines) as como algunos elementos del momento de la conquista espaola (Bueno Mendoza 1967).

    Para los trabajos de registro y conservacin se dividi esta estructura en dos sectores. El sector A con 5 340.73 m2 comprende el rea excavada y el sector B con 2 212.51 m2 comprende el terreno sin excavar.

    El sector excavado presenta dos patios internos de forma cuadrangular ubi-cados contiguamente. Asimismo, existen varios conjuntos de cuartos agluti-nados que convergen en algunos de estos patios intercomunicados mediante pasadizos. Se ha logrado identificar dos momentos constructivos: el primero se asocia a la creacin de los muros perimetrales del edificio, en cuyo inte-rior existieron ambientes grandes y patios; el segundo momento constructivo

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    se caracteriza por la reduccin de tales espacios, los que fueron subdivididos en ambientes ms pequeos a los cuales se acceda mediante corredores o pasadizos.

    En el 2006, a travs del Plan COPESCO Nacional, se realizaron trabajos de lim-pieza y conservacin en algunos puntos de las estructuras de este edificio. Estas intervenciones se centraron en los muros internos y en una parte del muro norte de la calle Este-Oeste.

    Diagnstico de daos en las estructurasEl sector A de Taurichumpi presenta problemas estructurales de diferente magnitud en casi todos los muros que lo conforman. Estos problemas estn asociados en su mayora al tipo de materiales y tcnicas empleadas para su construccin, as como a la actividad ssmica, a las acciones antrpicas, al fac-tor climtico y al biodeterioro (Pozzi- Escot y Chvez 2008).

    Daos asociados al sistema constructivoSe registraron tres tipos de muros. El primero est conformado por una base de rocas canteadas con adobes paraleleppedos colocados sobre las rocas y unidos con mortero de barro, el ancho promedio de este muro es de 1 m; el segundo tipo comprende muros construidos nicamente con adobes unidos con mortero; y se han registrado muros construidos solo con rocas canteadas medianas unidas con mortero.

    En la seccin de adobes de algunos muros se observaron desprendimien-tos como consecuencia de malos amarres entre los adobes. Tambin se han identificado muros construidos con adobes de mayor peso y volumen en las filas superiores, lo que ha originado agrietamientos y pandeos en las partes inferiores.

    Vista panormica de Taurichumpi.

    Vista area de los principales ambientes del sector A de Taurichumpi.

    Adorno de plumas de filiacin inca.

    Colgantes de plumas en forma de flores de Cantuta.

    Bolsa de tela de filiacin inca.

    Borlas de filiacin inca.

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    Calidad de las rocasEl anlisis realizado mediante la tcnica de microscopa electrnica de barrido (MEB)1 en las rocas de las bases de los muros de Taurichumpi las ha identifica-do como lutitas. La lutita es una roca sedimentaria compuesta por partculas del tamao de la arcilla y del limo. Estas rocas se forman por la acumulacin de sedimentos, partculas finas transportadas por el agua o el aire y sometidas a procesos fsicos y qumicos, que dan lugar a materiales ms o menos conso-lidados. Las lutitas estn conformadas de lminas susceptibles de desprender-

    1 La microscopa electrnica de barrido es utilizada como una de las tcnicas ms verstiles en el estudio y anlisis de las caractersticas microestructurales de ob-jetos slidos.

    Materiales utilizados en la construccin de los muros de Taurichumpi.

    Estado de conservacin de los muros del sector A de Taurichumpi.

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    se gradualmente de la misma forma en que se constituyeron.

    En todos los muros de Taurichumpi se identificaron rocas en mal estado de conservacin, laminadas con prdida de volumen y a punto de desprenderse del muro. Esto provoca inestabilidad a la estructura. No obstante, los muros que presentaron rocas canteadas en la base han evidenciado menos erosin basal y mayor resistencia que aquellos con adobes.

    Inicialmente, se asociaba el acelerado deterioro de las rocas a la presencia de sales producto de la evaporacin marina, pero las pruebas realizadas demos-traron que hay poca presencia de cloruros y sodio. Lo que pareca ser sales corresponde segn los datos obtenidos mediante la tcnica MEB a carbonato de calcio.

    Estudio de una muestra de roca, con ocurrencia de carbonato de calcio intersticial.

    Calidad de los morteros y adobesEl mortero fue el resultado de la mez-cla de tierra limosa o arcillosa con are-na fina de ro (posiblemente del ro Lurn), a la que adicionaron conchas trituradas en poca proporcin, frag-mentos de cermica y gravilla. La mez-cla parece haberse realizado con exce-siva cantidad de arena, lo que provoc una mala compactacin del mortero. Posteriormente, con la abrasin cons-tante del viento, esta se desprendi y desintegr totalmente. Se observa la prdida de casi todo el mortero en las juntas de las rocas, lo que ha provocado pandeos y derrumbes en varios de los muros de Taurichumpi.

    Un estudio realizado por el ingeniero Henry Torres, del Museo de Sitio Pachacamac, asesorado por la doctora Gladys Ocharn, permiti identificar los elementos em-pleados en la fabricacin de los adobes del Templo Viejo y la pirmide con rampa

    Muestra de adobe con evidencia de gran porosidad y poca presencia de arcilla

    Lutita con evidencia de cuarzo, micas, carbn y arcilla.

    Anlisis de una muestra de adobe de Taurichumpi.

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    2 (PCR2) del santuario arqueol-gico de Pachacamac, as como asociar su posible procedencia.

    Se estudiaron tambin sedimen-tos de la laguna de Urpiwachaq, ubicada al noroeste del santua-rio, tierra de chacra de Lurn y arena fina del ro Lurn. Los ado-bes resultaron de una mezcla de material arcilloso y la adicin de arena a manera de carga. Por las dimensiones de los elemen-tos debe de tratarse de arena elica. Se reconoce que los ado-bes no fueron manufacturados regularmente con sedimentos de la laguna, sino que al parecer existi un material especial para ello (ver Torres y Chipana en este volumen).

    El estudio realizado con la tc-nica antes mencionada en los adobes de Taurichumpi ha de-mostrado que el mal estado de conservacin en el que se en-cuentran actualmente es resul-tado de su gran porosidad, de-bido a la falta de tierra arcillosa en la mezcla. Las arcillas cum-plen la funcin de aglutinante, su poca presencia en la mezcla conllev a una dbil consisten-cia y compactacin, permitien-do a la accin elica provocar graves daos en los adobes.

    Daos asociados a la actividad ssmicaPese a estar construido sobre un promontorio rocoso, la frecuente actividad ssmica en la zona, cuyos movimientos alcanzan profundidades mayores a los

    60 km, afecta los muros de esta estructura el ltimo, registrado el 25 de no-viembre de 2013, tuvo una intensidad de 5,8 grados en la escala de Richter. Entre los tipos de daos graves se encuentran los derrumbes, desplomes, pan-deos, agrietamientos y fisuras en varios de los muros.

    Se registraron agrietamientos por corte en forma de X o cruz, lo que signi-fica una falla terminal que podra ocasionar el colapso del muro en cualquier momento (ver Torres y Chipana en este volumen).

    Daos asociados al factor humanoDurante dcadas, luego de la formacin de los asentamientos humanos aledaos a la zona, estas estructuras estuvieron expuestas a las afectaciones antrpicas, ya sea por huaqueos o por actos vandlicos. Se observan grafitis en las paredes, fora-dos en los muros y pisos, ausencia de rocas y adobes extrados intencionalmente.

    Daos asociados al factor climticoUn anlisis realizado entre los meses de mayo y diciembre de 2012 con los datos de la estacin meteorolgica del museo de sitio ha permitido identificar variaciones de temperatura, humedad relativa, vientos y presin baromtrica, adems de la intensidad con que se dieron. Estas variaciones se relacionan a las estaciones y provocan en las estructuras cambios qumicos y fsicos de manera brusca, cuya continuidad a lo largo de los aos ha provocado la destruccin de muchos de los muros de la estructura.

    La temperatura mnima se registr en el mes de agosto y fue de 14.4 C, la mxima de nuestro registro (mayo-diciembre) se evidenci en el mes de di-ciembre y fue de 23.2 C. La humedad, otro factor causante del deterioro de los muros, tuvo una variacin brusca entre los meses de julio y octubre, fluc-tuando entre 70% y 100%.

    CUADRO 1.- REGISTRO DE LA TEMPERATURA ENTRE MAYO Y DICIEMBRE DE 2012

    MesesTemperaturaC

    Promedio Min Fecha Max. Fecha

    Mayo 18.3 16.4 29 21.3 25

    Junio 18.7 16.1 2 22.1 26

    Julio 18.1 15.7 29 20.8 22

    Agosto 15.9 14.4 11 18.2 5

    Septiembre 16.2 14.4 10 18.8 18

    Octubre 16.3 14.7 10 20.1 27

    Noviembre 17.4 16.1 3 20.6 18

    Diciembre 19.2 15.8 1 23.2 15

    Muro con grieta vertical producto de los sismos.

    Muro con agrietamiento en forma de X en la parte superior del muro.

    Muro con prdida de volumen por el desprendimiento y/o extraccin intencional de sus adobes.

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    CUADRO 2.- HUMEDAD RELATIvA REGISTRADA ENTRE MAYO Y DICIEMBRE DE 2012

    Meses

    Humedad %

    Promedio Min Fecha Max. Fecha

    Mayo 89.1 74 28 98.0 25

    Junio 88.9 71 12 97.0 28

    Julio 87.0 70 21 96.0 17

    Agosto 91.4 77 25 97.0 16

    Septiembre 92.4 75 2 98.0 15

    Octubre 92.5 77 16 100.0 15

    Noviembre 91.7 75 12 97.0 22

    Diciembre 92.5 77.0 02/12 98.0 01/09/18/19/20/25

    CUADRO 3.- PRESIN BAROMTRICA ENTRE MAYO Y DICIEMBRE DE 2012

    MesesPresin baromtrica

    Promedio Min Fecha Max. Fecha

    Mayo 1010.9 1008.6 30 1014.3 31

    Junio 1012.2 1106.7 8 1016.8 24

    Julio 1011.0 1007.8 10 1016.0 25

    Agosto 1013.8 1010.4 26 1018.0 22

    Septiembre 1013.2 1008.3 27 1017.2 18

    Octubre 1012.5 1007.3 27 1016.4 12

    Noviembre 1012.0 1008.6 17 1016.4 16

    Diciembre 1010.4 1006.2 28 1012.8 4

    La accin del viento es el agente ms agresivo que ha sido determinado en los anlisis, pues genera un efecto mecnico contra las reas expuestas y transporta elementos de la evaporacin marina. El efecto del viento se puede observar en la erosin y prdida del volumen de los adobes en las partes in-feriores de los muros, al igual que en la prdida de los morteros en las juntas de las rocas. En el mes de diciembre el viento alcanz una velocidad de 51.5 kilmetros por hora afectando a los muros perimtricos de Taurichumpi.

    CUADRO 4.- vELOCIDAD Y DIRECCIN DEL vIENTO ENTRE MAYO Y DICIEMBRE DE 2012

    MesesViento K/h

    Promedio Min Fecha Direccin Max. Fecha Direccin

    Mayo 8.9 0 26 SE 22.5 31 S

    Junio 8.3 0 24 SSE 29.0 24 S

    Julio 10.6 0 31 SSE 30.5 25 S

    Agosto 10.3 0 10 WSW 27.4 22 S

    Septiembre 10.4 0 1 SE 27.4 18 S

    Octubre 10.5 0 10 SSE 29.0 12 S

    Noviembre 10.9 0 4 SE 25.7 16 W

    Diciembre 19.2 0 30 --- 51.5 4 WNW

    Seccin de adobes erosionados por exposicin a los vientos.

    Muro con afectaciones de lquenes en las reas de mayor exposicin al viento.

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    El Biodeterioro

    Se pueden registrar capas de color negro sobre los adobes erosionados y en algunas rocas en las reas de mayor exposicin a la brisa marina. Estas son ocasionadas por la acumulacin de lquenes2. Por otra parte, tambin se regis-traron hoyos producidos por avispas y roedores.

    Trabajos de conservacinLas reas intervenidas durante los trabajos de conservacin de emergencia desde el ao 2012 fueron:

    Frontis sur 1

    Se ubica al sureste de Taurichumpi, posee un largo de 15 metros y compren-de un conjunto de muros (M-64, M-44, M-45 y M-52) construidos con rocas canteadas en la base y adobes. Estos muros haban perdido casi el 50 % de su volumen original.

    Presentaba una gran cantidad de fisuras y grietas, as como pequeos hoyos producidos por el factor humano y el biodeterioro. Se observ adems una seccin con adobes ausentes (cados o sustrados). En cuanto a los agentes naturales del deterioro, el viento y la humedad habran provocado una gran erosin en la superficie de los adobes, daadando las hileras ms bajas del frontis.

    Frontis sur 2

    Se ubica al norte del frontis sur 1, tiene 48 metros de largo y fue la parte del frontis sur que se encontraba en grave estado de conservacin. El frontis sur 2, conformado por los muros M-47 y M-30, se subdividi para su registro y tra-bajo en 24 unidades de 2 metros cada una, que van de oeste a este.

    A nivel estructural presentaba gran cantidad de fisuras y grietas as como pequeas secciones con derrumbes. Las fisuras y grietas eran paralelas a la cara del muro y haban provocado el desplome de casi el 40 % de los adobes del paramento, lo cual provocaba un riesgo latente al colapso de las dems partes.

    El viento y la humedad causaron una gran erosin en la superficie de los adobes en los sectores con mayor exposicin. Las reas ms daadas com-prenden las hileras de adobes o rocas de las bases de los muros. De igual

    2 Los lquenes son organismos que surgen de la simbiosis entre un hongo llamado micobionte y un alga o cianobacteria llamada ficobionte.

    forma, se observ prdida total del mortero en las juntas de las rocas de las bases.

    El factor humano fue el causante de un gran forado de 2 m de alto y 1 m de an-cho en el muro M-47. Se observaron adems sustracciones de adobes y grafitis modernos.

    Frontis oeste

    Comprende dos muros (M-15 y M-18) construidos con base de rocas canteadas y adobes, que suman un largo promedio de 27 metros. En estos muros se pudo observar la presencia de mortero original en las juntas de las rocas en la base hacia el extremo norte del frontis. En cuanto a los agentes de deterioro, la abrasin del viento y la humedad causaron la prdida de casi toda la seccin de adobes del muro y del mortero de las juntas de las rocas.

    La calle Este-Oeste de Taurichumpi

    Se ubica al norte de este edificio, delimitada hacia el norte por el muro M-121 y hacia el sur por los muros M-16, M-119 y M-129. La calle presenta un ancho promedio de 2 metros y comprende un corredor de casi 80 metros de largo. Mediante este corredor se ingresaba a este edificio desde el oeste.

    El muro norte de la Calle Este-Oeste de Taurichumpi

    Comprende el muro M-121 y posee un largo visible de 70 metros. Hacia el extre-mo oeste del muro se pudieron observar los trabajos de conservacin que se realizaron en