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Posada Carriles, 4 Décadas de Terror

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  • Posada CarrilesCuatro dcadas de terror

    Jean-Guy Allard

  • A Gerardo Hernndez, Ren Gonzlez,Antonio Guerrero, Ramn Labaino

    y Fernando Gonzlez, secuestrados en Estados Unidos por haber penetrado

    la mafia terrorista cubanoamericana.

    Posada Carriles, Cuatro dcadas de terrorJean-Guy Allard

    Imprenta Nacional y Gaceta Oficial

    Depsito legal: lf78420083204792ISBN: 978-980-7238-19-9Noviembre, 2008Repblica Bolivariana de Venezuela

  • IYo le preguntaba a mi madrecundo iba a llegar mi pap

    El 6 de octubre de 1976 ocurre uno de los actos te-rroristas ms horrorosos de la historia del conti-nente americano. El DC-8 de Cubana de Aviacin que realiza el vuelo CU-455, con 73 personas a bordo, ex-plota frente a las costas de Barbados. Los terroristas que planearon y ordenaron el crimen son rpidamente ubicados. Se trata de Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, ambos identificados a la CIA.

    Nadie en el mundo puede dar la verdadera dimen-sin de la tragedia de manera tan conmovedora como Camilo Rojo, el abogado de 37 aos que hoy encabeza el Comit de los Familiares de las Vctimas de Barbados.

    Tena 5 aos de edad cuando perdi a su pap, Je-ss Rojo Quintana, quien era uno de los miembros de la tripulacin del avin destruido. Y toda su vida se qued marcada por aquellos acontecimientos, frutos de una siniestra conspiracin.

  • 6Jean-Guy Allard Posada Carriles

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    Ese 6 de octubre fatdico, Posada y Bosch han encar-gado a dos empleados de la firma de investigacin del propio Posada que suba a bordo de un avin de Cubana procedente de Guyana que vuela hacia La Habana... qu sabes de lo que pasa entonces?

    En la dcada del 70, en plena guerra fra, Posada es-taba viviendo en Venezuela, diriga una agencia de in-vestigaciones y tena como subordinados a Freddy Lugo y Hernn Ricardo. Ambos trabajan para l. Los reclut y les pag para que colocaran la bomba en el avin cu-bano, que haca el recorrido Venezuela-Barbados y des-pus Barbados-Habana. En ese vuelo viajara el equipo cubano de esgrima que haba ganado el campeonato centroamericano que se haba realizado en Venezuela. En el avin viajaban 73 personas y de ellas 57 eran cu-banos. Haba tambin guyaneses y coreanos.

    Hernn Ricardo y Freddy Lugo viajaron de Venezue-la a Barbados, en el mismo avin, momento en que co-locan las bombas, una en el bao y la otra la dejan guar-dada en el asiento dentro de una cmara fotogrfica.

    Se plantea incluso que Freddy Lugo se qued traba-do en el bao del avin y que el capitn de la nave lo fue a sacar.

    Camilo, si vamos al principio mismo de este complot que conducir al atentado contra el vuelo donde via-ja tu padre, en qu momento se sitan los primeros ndices de que organizaciones terroristas de Miami deciden destruir un avin de pasajeros?

    La idea de explotar un avin cubano en pleno vue-lo surge en una reunin de la Coordinadora de Orga-nizaciones Revolucionarias Unidas (CORU), despus del atentado al ex canciller chileno Orlando Letelier, donde participaba Orlando Bosch y Posada Carriles. En esta reunin, Posada expresa pblicamente a to-dos los participantes que tenan la idea de volar un avin cubano en pleno vuelo y que los detalles los tena Orlando.

    Esta reunin ocurre en septiembre de 1976, es de-cir, un mes antes del atentado del 6 de octubre de 1976 en las costas de Barbados.

    Debemos tener presente que tanto Bosch como Po-sada eran agentes de la CIA y sta debi conocer el plan a ejecutar: nunca la inteligencia norteamericana infor-m al Estado cubano de tan siniestro acto.

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    los prepara y los programa. La tarea de Freddy y Her-nn era solamente colocarlos.

    Cmo se lleg a Posada y Bosch?

    Cuando Freddy y Hernn son detenidos, rpida-mente ellos explicaron que eran agentes de la CIA y que su jefe era Posada Carriles, que estaba en Vene-zuela. Inmediatamente, las autoridades de Trinidad se comunican con las autoridades de Venezuela y se detiene a Posada Carriles y a Orlando Bosch. A Posada se le realiza un registro en sus oficinas y se encuentra documentacin de los planes para eliminar fsicamen-te al ex canciller chileno Orlando Letelier, as como se ocupan documentos y planos de los explosivos utili-zados en el avin, los horarios y otros documentos de inters, todo relacionado con el atentado.

    No solo existen pruebas suficientes de la accin que cometieron, sino que se demostr que la CIA conoca de antemano todo lo que se iba a materializar.

    Dnde te encontrabas cuando te anuncian la muer-te de tu pap?

    Para ese entonces yo tena 5 aos de edad, me en-contraba en la escuela en el primer ao de enseanza

    Cuando llegan a Barbados, rpidamente, Ricardo y Lugo abandonan el aeropuerto y se hospedan en un hotel. Horas despus, cuando el avin sale con destino a La Habana y explota en pleno vuelo, tra-tan de hacer contacto con la embajada de Estados Unidos y no lo logran. Se comunican entonces con Orlando Bosch, en Caracas, y le informan como haban convenido que el autobs cargado de pe-rros ha explotado.

    Salen de Barbados y se esconden en Trinidad y To-bago donde, unas horas ms tarde, son detenidos por las autoridades de ese pas.

    Posada Carriles y Orlando Bosch son arrestados por las autoridades de Venezuela y los cuatro son en-tonces acusados por la voladura del avin cubano. Es importante sealar que ambos son los que organizan, financian y garantizan el material explosivo. Freddy y Hernn son los que ejecutan la accin.

    Sabes si fue el propio Posada quien fabric las bombas?

    Posada tena amplios conocimientos en la prepara-cin de los explosivos, fue entrenado por la CIA para ejecutar tales fines. Posada garantiza los explosivos,

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    rando, mi hermano estaba muy triste y los compa-eros de mi padre estaban lamentndose constan-temente de lo que haba pasado, pero yo segua sin entender lo que pasaba.

    Siempre la directora, recuerdo, trat de ser lo ms clara posible para darnos la noticia, pero yo nada ms tena 5 aos. En una mano tena un juguete y en la otra un carrito, an y cuando trataban de explicar yo no poda entender. Para mis 5 aos mi padre era inven-cible, era un hombre fuerte, saludable, alto, y para m todas las personas que lamentaban su muerte estaban equivocadas

    Qu ocurre al regresar a tu casa?

    Al llegar a mi casa, todos los vecinos nos estaban esperando para expresarle a mi madre que lamentaban lo sucedido y yo segua diciendo por dentro que todas las personas estaban equivocadas mi padre no po-da haber muerto porque l viajaba en un aparato muy grande que se pareca a un pjaro y que era imposible que lo mataran.

    Esta palabra la comenc a escuchar muy seguido, yo me aferraba a que era imposible. Por las noches no se dorma en mi casa, a m el sueo me venca y me que-

    primaria, haca un mes. Haba empezado la escuela, es-taba en mi aula, contento y feliz, ya que en esos das lle-gaba mi pap del viaje. Como nio al fin, yo estaba loco por que avanzara el reloj y los das, para poder llegar a mi casa y ver a mi padre acostumbrado siempre a ju-gar con l a las cosquillas, donde me diverta mucho cuando, sobre las 2:00 de la tarde, mi hermana mayor, Mara Rojo lvarez, irrumpe en el aula, desesperada, llorando, muy nerviosa y le comunica a la maestra con un peridico en la mano que haban matado a nuestro padre y vena a recogerme.

    Cmo reaccionaste? Cules son tus recuerdos de ese terrible momento?

    Ante la noticia me qued sin sentido de orienta-cin, no saba de lo que estaban hablando, no entenda qu estaba pasando, ni mucho menos qu era lo que se avecinaba. Mi hermana me llev directo a ver a la directora de la escuela. En el lugar estaba mi hermano, Jess Rojo lvarez, un ao mayor que yo; mi madre, Acela lvarez Daz; la directora y varios compaeros de trabajo de mi pap, que acompaaban a mi madre.

    La directora nos habla y nos explica que debamos acompaar a mi mam, miro a mi madre y la veo llo-

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    can a mis soldaditos de plomo, pueden imaginar hasta dnde llegaba mi inocencia

    Al regresar a mi casa haba un silencio total. Yo quera jugar pero en mi casa haba un luto total. Nadie hablaba. Nadie poda decir nada: hoy me imagino cunto dolor ha-ba en mi familia, cunta tristeza exista a mi alrededor

    A qu edad te diste cuenta de lo irremediable de lo ocurrido?

    Los das fueron transcurriendo y una vez ms que otra le volva a preguntar a mi madre cundo regresaba mi pap. Ella trataba de desviar mi pregunta y me en-tretena en otras cosas haciendo un esfuerzo extraor-dinario para que nosotros no pensramos en eso y que la vida continuara.

    As pasaron varios das, meses y aos. Pero yo con-sideraba que mi padre aparecera en cualquier momen-to e iba a sorprender a todos; siempre albergu la espe-ranza de que un da iba a aparecer.

    Cuando yo tena 12 aos empec a comprender que haba pasado mucho tiempo y papi no llegaba. Ya para esa edad, mi madre nos hablaba mucho de l y nos peda que en su honor estudiramos y nos portramos bien.

    daba dormido. Al da siguiente, yo le preguntaba a mi madre cundo iba a llegar mi pap

    Qu recuerdas de tu madre en medio de estas cir-cunstancias?

    Mi madre, para ese entonces, era una mujer joven, sobre los 34 aos. Ella no me responda; al contrario, lloraba, tratando de ser fuerte ante esa noticia que ha-ba destruido su familia, que tena que enfrentar una vida sola con tres nios hurfanos. Como madre muy valiente trataba de darnos todo el calor posible para que pudiramos entender la noticia.

    El adis de Cuba a las vctimas de Barbados fue algo increble, quedan todas esas imgenes de la Plaza de la Revolucin

    A los das, mi madre decide llevarnos a la plaza don-de el pueblo de Cuba les renda tributo a sus 57 hijos que haban sido asesinados en tan monstruoso acto.

    Al llegar a la plaza, como nio al fin, me llam mu-cho la atencin ver a tantas pero tantas personas llo-rando, y a muchos militares haciendo guardia de honor con tanta disciplina y marcialidad que en un momento le comento a mi hermano que esos militares se pare-

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    Posada Carriles se encuentra hoy libre en Miami mientras la administracin Bush mantiene unos procesos judiciales dilatorios que, segn ellos, im-piden jurdicamente su extradicin. Sus cmplices intentan fabricarle una imagen de hroe a travs de distintas actividades pblicas que, incluso, cu-bre la prensa local con total complacencia, como lo hizo en los funerales del artista cubano-americano Cachao. Washington sigue negndose a extraditar-lo a Venezuela mientras en Panam la Corte Supre-ma ha declarado inconstitucional su indulto por la presidenta Moscoso. Qu pensamientos te vienen a la mente al observar esta situacin?

    Ante todo debemos tener tres documentos jurdicos muy importantes, de los cuales los familiares deben exigir al gobierno norteamericano y al mundo entero que se cumplan. El primero es que se respete el tratado de extradicin que existe entre Estados Unidos y Ve-nezuela desde 1922. Este tratado est an vigente. Se-gundo, que se cumpla el convenio de la OACI de Mon-treal de 1971, donde se plantea, en el artculo 7, que toda persona que atente contra la seguridad aeronu-tica, donde quiera que sea detenido, debe ser juzgado por tales hechos. Tercero, que se cumpla la resolucin

    Un da, cog un libro que se nombra El crimen de Barbados y lo le varias veces, entendiendo de una vez y por todas que mi querido padre no regresara nunca ms, que me haba quedado con los deseos inmensos de jugar con l, que ya no lo iba a tener nunca ms en un cumpleaos o en una fiesta de la escuela o en una graduacin Realmente, a los 12 aos tuve que inte-riorizar que el hombre que me representaba, que el hombre invencible, que el padre carioso y juguetn no iba a venir ms, que realmente aquellas personas que lloraban y se lamentaban por su muerte estaban en lo cierto

    Es decir, que a los 12 aos, con el cario inmenso de mi madre, tena que enfrentar la vida, tena que lu-char, tena que sufrir la prdida y que nunca volvera a ver a mi padre.

    Esto no implic que lo olvidara, porque cada gra-duacin en la primaria, en la secundaria o en el preuni-versitario se la dedicaba a mi padre. l me inspir a es-tudiar leyes, a poder entender mejor la vida. El da que me gradu en Derecho le dediqu mi ttulo y le promet que mientras tuviera fuerza y vida, no descansara en pedir justicia por su muerte. Y que los asesinos paga-rn su crimen.

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    hasta dnde llegar la impunidad de estos asesinos, estos torturadores, estos protagonistas de la desapari-cin de miles de ciudadanos venezolanos, argentinos, uruguayos, etc.

    El gobierno norteamericano los podr proteger, pero si esta humanidad que tiene ansias de justicia se levanta contra todas las maniobras de este gobierno de doble moral, lograremos ver florecer esa justicia.

    Voy a retomar unas palabras de Jos Mart cuando dijo: Se pelea mientras hay porqu. Ya que puso la naturaleza la necesidad de justicia en unas almas y en otras la de desconocerla y ofenderla.

    Mientras la justicia no se haya logrado se pelea.

    1373 de la ONU, auspiciada por el propio gobierno norteamericano, cuando el presidente Bush expres: El que albergue, proteja y alimente a un terrorista es tan terrorista como el propio terrorista.

    Es importante que los lectores conozcan que la li-bertad otorgada a Posada Carriles es una patente de corso al terrorismo. Ya estamos viendo las declaracio-nes del propio Posada, en el funeral de Cachao, dijo a la prensa pblicamente: Esprenos en Cuba, vamos para Cuba, y el da 2 de mayo dijo pblicamente: Afilen sus machetes que vamos para Cuba. Hoy nos pregun-tamos qu quiere decir esto: Que van a continuar los actos de terrorismo contra nuestro pas? Que van a seguir enlutando familias? Que otros nios como yo van a perder a sus padres? Que nuevamente familias enteras van a engrosar la larga lista de vctimas del te-rrorismo? Es bueno tener presente que si hoy no nos levantamos sin temor y sin descanso contra el terro-rismo, maana viviremos y seremos testigos de otros actos de terror.

    No podemos seguir esperando. Tenemos que ver qu respuesta le da el gobierno norteamericano al go-bierno de Panam, cuando ste solicite la extradicin, convenio que tiene con Estados Unidos desde el 1904,

  • IIEstas son las huellasde Johnny Bambusio!

    Y eso mata? Pregunt el carretonero de Sani-dad al joven Luis, quien andaba en el medio del camino con su carabina de calibre 22.

    No se deba hacer esa pregunta al muchacho con fama de bravucn.

    Respondiendo afirmativamente, se par frente al mulo que alaba el carretn del hombre y le dispar al animal en la frente, matndolo con ese solo proyectil.

    Al padre de Luis Faustino Posada Carriles le cost 80 pesos esa tontera de un hijo guaposo.

    Una investigacin realizada en Cienfuegos, con testimonios de vecinos y examen de archivos, revela varios aspectos hasta ahora desconocidos de la perso-nalidad de un individuo que, en el marco de sus opera-ciones para destruir la Revolucin Cubana, ser luego seleccionado por la CIA para integrarlo al equipo de sicarios de la siniestra Operacin 40.

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    nicipio de Santa Isabel de las Lajas. Portaba entonces una pistola Colt, calibre 38, con la que asustaba a sus compaeros de trabajo.

    Al terminarse la Segunda Guerra Mundial, un ao ms tarde, los negocios de la empresa se desvanecie-ron, y Posada perdi su primer empleo.

    Desocupado durante casi 5 aos, algo vago y muje-riego, segn varios testimonios, frecuentaba la clien-tela de hijos de pap del exclusivo Cienfuegos Yacht Club, donde se vincular con politiqueros que apoya-ban al dictador Fulgencio Batista.

    Visita las salas de boxeo donde, despus de los combates, provoca a los ganadores; lo que le vale duras lecciones.

    En varias ocasiones, se encuentra envuelto en ri-as de bares. Una de ellas lo lleva ante un tribunal por haber desfigurado a un chofer de mnibus. Sus amista-des batistianas le evitaron el juicio.

    Profundamente racista, odia particularmente a los asiticos. Ciertos das, anda por la calle, distribuyendo bofetadas a los chinos que se encuentra.

    Termina por hallar un puesto de fumigador, a prin-cipios de los aos 50, con una empresa llamada CEFI,

    El incidente del mulo no era el primero con el cual Luis Nicols Posada Gonzlez, hombre honrado, due-o de una pequea librera, constataba las peligrosas manas de su primer vstago.

    Nacido el 15 de febrero de 1928, en la casa fami-liar de Tacn 195, en Cienfuegos al centro-oeste de Cuba, el pequeo Luis, desde la temprana edad de 9 aos, capturaba lagartos que luego mataba con una escopeta.

    Con 15 aos de edad, se dedicaba, desde la azotea de su domicilio, a disparar sobre los gatos de los veci-nos con su fusil de calibre 22.

    En una oportunidad, siempre desde su azotea, mat a la cotorra de un vecino, que se balanceaba en un aro en el pasillo-comedor de su dueo.

    Posada curs la enseanza primaria en colegios re-ligiosos regidos por los jesutas y los maristas. Luego llev estudios de secundaria y un curso de qumico azucarero en una institucin de los religiosos domi-nicos que le permitira ms tarde presentarse como qumico de profesin.

    Con apenas 18 aos, Luis Posada Carriles trabaj en la destilera de la Central San Agustn, en el mu-

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    esbirros batistianos, desaparece apresuradamente de Cienfuegos para trasladarse hacia La Habana, donde trabaja con la empresa transnacional norteamericana Firestone

    En la capital, El Bambi se vincula a los grupos contrarrevolucionarios orientados por David Atlee Phillips, el operativo CIA que bajo cobertura de sus negocios recluta agentes, y David Snchez Morales, el jefe de estacin disfrazado de diplomtico.

    En febrero de 1961, apenas 14 meses despus de la toma del poder por Fidel y sus barbudos, Posada se asila en la embajada de Argentina, alegando ser perse-guido.

    El 25 de ese mes, viaja con salvoconducto a Miami donde se integra desde entonces a la red de grupos te-rroristas que maneja la inteligencia norteamericana.

    Posada se suma a los Halcones Negros, un grupo de sicarios de la organizacin Unidad Revolucionaria, creada por la CIA, donde su puntera le vale el nombre de El Cazador.

    Pronto ser seleccionado, en virtud de sus caracte-rsticas, para ser parte de la Operacin 40, un grupo de sicarios conformado por la Agencia para ejecutar ta-

    propiedad del dueo del hotel La Paloma. Luis Posada Carriles seguir de fumigador durante ms de 5 aos.

    Siempre le encantar portar armas.

    Sus relaciones con el politiquero Bebo Llerendi, es-poso de la sobrina del coronel Manuel Ugalde Carrillo, jefe del Servicio de Inteligencia Militar de la dictadu-ra, le facilitarn la obtencin de una credencial de ese cuerpo represivo.

    Algunos vecinos aseguran que andaba tambin con credencial del BRAC, la Brigada de Represin al Comu-nismo creada por Fulgencio Batista con la ayuda de la inteligencia norteamericana.

    Posada se presenta como El Bambi apodo que llevaba inmerecidamente por no tener nada que ver con el venadito de Walt Disney o, a veces, Johnny Bambusio.

    Testigos cuentan cmo en una oportunidad, en los baos del Cienfuegos Yacht Club, se corta las yemas de los dedos de ambas manos, con una cuchilla de afeitar, para luego manchar la pared, proclamando: Estas son las huellas del Johnny Bambusio.

    Llega 1959 y el Triunfo de la Revolucin. El Bambi, que ya tiene 31 aos de edad y est identificado con los

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    IIIPosada en Dealey Plaza

    Quines tenan, en 1963, los recursos para asesinar a Kennedy? Quines tenan los medios y quines tenan los deseos de matar al Presiden-te norteamericano? Pregunta el general (r) Fabin Escalante, ex jefe de los rganos de la Seguridad de Estado, en entrevista en su oficina de La Habana. Y da la respuesta:

    Los agentes de la CIA, los de la Operacin 40, que eran unos furibundos anti-kennedyanos. Y entre stos estaban Orlando Bosch, Luis Po-sada Carriles, Antonio Veciana y Flix Rodr-guez Mendiguta.

    Quines eran los que tenan el entrena-miento para asesinar a Kennedy? Los que tenan reunidas todas las condiciones para ha-cerlo? Quines eran los expertos tiradores?

    reas sucias en apoyo a la invasin (fracasada) de Playa Girn (Baha de Cochinos).

    El grupo terminar ejecutando tales tareas a travs de todo el continente. Desde Buenos Aires hasta Was-hington.

    Entre los reclutadores de la CIA de la poca se en-cuentra un joven tejano de mucho futuro, hijo de un banquero conocido por sus simpatas hitlerianas: George H. W. Bush, digno padre de George W. Bush.

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    deca se llamaba Operacin 40. Era un grupo especial que no tena que ver nada con la bri-gada y que ira en la retaguardia ocupando pue-blos y ciudades. Su misin principal era ocupar los archivos de los cuerpos de inteligencia, edi-ficios pblicos, bancos, industrias y capturar a los jefes y lderes en todas las ciudades e inte-rrogarlos. Interrogarlos a su manera.

    Los individuos que componan la Operacin 40 haban sido seleccionados por Sangenis en la ciudad de Miami y llevados a una finca cercana, donde tomaron unos cur-sos y fueron sometidos al detector de mentiras.

    Joaqun Sangenis fue jefe de la polica en la poca del presidente Carlos Pro, recuerda Escalante:

    Yo no s si fue jefe de Servicios Secretos de Pa-lacio, pero era un hombre bastante cercano a Carlos Pro. Y en 1973 muere en circunstan-cias muy extraas. Desaparece. En Miami, la gente se entera sorpresivamente sin ningu-na enfermedad previa y sin ningn hecho ho-micida de que Sangenis, que no era tan viejo en el 73, haba muerto inesperadamente. No hubo velatorio. Lo enterraron apurado.

    Esto expresa Escalante al sealar que el caso del te-rrorista internacional Luis Posada Carriles tiene que ser visto con la perspectiva de lo que ha significado histricamente el mecanismo de la mafia cubano-americana.

    Y en el corazn de ese mecanismo, se encuentra la Operacin 40, generada por la CIA en vsperas de la fracasada invasin de Baha de Cochinos, indica Esca-lante, autor del libro El complot (Ocean Press) sobre el asesinato del mandatario estadounidense.

    Cuenta Escalante:

    La primera noticia que nosotros tenemos de la Operacin 40 es una declaracin que hace un mercenario de Playa Girn que era jefe de la inteligencia militar de la brigada invasora y que se llamaba, o se llama, Jos Ral de Varona Gonzlez.

    Este hombre, en su declaracin, dijo lo si-guiente: en el mes de marzo de 1961, alrededor del da 7, lleg a la base, en Guatemala, el seor Vicente Len al frente de unos 53 hombres di-ciendo que l haba sido enviado por la oficina del seor Joaqun Sanjenis con una misin que

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    El primer proyecto de la CIA contra la Revolucin Cubana no era una brigada de desembarco y asalto, se-ala el general Escalante.

    El primer proyecto de la CIA era crear una gue-rra civil dentro de Cuba. Estaban pensando en crear lderes polticos en el exterior, organizar una serie de cuadros militares en el exterior que fueran los que se infiltraran en Cuba y que se colocaran al frente de esa guerra civil que ellos piensan desarrollar. Y parejamente a eso, hacer una red de inteligencia. Todo esto se vie-ne abajo casi al nacer.

    En octubre del 60, se dan cuenta de que este proyecto ha fracasado, y es cuando surge la formacin de la Brigada 2506, a raz del levan-tamiento de Puerto Barrios en Guatemala por un grupo de militares patriotas, en noviembre. Mandan a los mercenarios cubanos de la 2506, que van a aplastar esta operacin.

    Escalante rememora que exista en 1959 un centro de la CIA muy fuerte en Cuba con varios oficiales de casos radicados en La Habana. Entre ellos, dos perso-najes muy importantes: David Snchez Morales, ins-

    (La Operacin 40 tena) en el ao 61, 86 empleados de los cuales 37 haban sido pre-parados como oficiales de caso cuando pro-bablemente nosotros en Cuba no tenamos un solo oficial de caso preparado. Yo no termin el curso hasta julio del 61 y yo fui del primer grupo en prepararse.

    Despus del fracaso de la invasin de Playa Girn, la CIA organiza una Divisin de Asuntos Domsticos.

    Por primera vez, la CIA va a trabajar dentro de EE UU porque hasta ese momento no lo haca. Lo tena prohibido.

    Y al frente de esta divisin coloca a Tracy Barnes, el jefe del grupo operativo de la CIA que planific lo de la Brigada 2506 y la ope-racin contra Cuba. Fue quien oper contra Jacobo Arbenz en Guatemala y trajo al mismo grupo de oficiales, David Atlee Phillips, David Snchez Morales y Howard Hunt, y a dos o tres norteamericanos ms que, seguro, trabajaron en el proyecto de Guatemala.

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    Esta gente, cuando triunfa la Revolucin, son oficiales del Ejrcito Rebelde, muchos de ellos en la fuerza area porque ah est de jefe Pe-dro Luis Daz Lanz, el primer jefe de la fuerza area rebelde que despus va a irse del pas cuando fracasa un atentado contra Fidel. Tambin atender a Howard Hunt que est visitando Cuba en el 59 y el 60 y que escribir un relato rocambolesco sobre La Habana, que es una serie de mentiras. Hunt es un menti-roso profesional.

    Haba informaciones de que al final del 58, cuando vino Lyman Kirkpatrick, inspector general de la CIA, para precisar a Batista que dejara el poder, se entrevista con un grupo de personajes. Y como este Phillips pasaba por ser un respetado hombre de negocios norteame-ricano, Kirkpatrick se entrevista con l. Y Phi-llips le explica que la situacin es muy difcil.

    En ese contexto, ya a mediados del 58, la CIA plani-fica un atentado a Fidel con un ciudadano norteameri-cano, Alan Robert Knight, ex marine reclutado en Fort Lauderdale por elementos del FBI y del servicio de in-teligencia militar cubano, as recuerda Escalante:

    crito como diplomtico en la Embajada estadouniden-se, y David Atlee Phillips, quien desarrollaba negocios desde 1957 en la Isla.

    Phillips tena una agencia de prensa, David Phi-llips Associates, con oficinas en la calle Hum-boldt, detrs del cine la Rampa. Nosotros tu-vimos informacin de una persona que fue su secretario personal en esa poca y l utilizaba la Academia Berlitz, donde citaba a las personas que quera reclutar. La academia Berlitz no era un negocio suyo, sino que tena reclutado a su director y por ello lo utilizaba para el entrena-miento de sus agentes.

    Y en esa poca recluta a Antonio Veciana, Juan Manuel Salvat, Ricardo Morales Nava-rrete, Isidro Borjas, un personaje de origen mexicano, para desarrollar la contrarrevolu-cin interna.

    Phillips formar a cuadros ilegales mientras Mora-les, por su parte, atiende a un grupo de norteamerica-nos infiltrados en el Ejrcito Rebelde: Frank Sturgis, Gerry Hemming, William Morgan.

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    despus se perdi y que fue jefe de la CIA hasta el rom-pimiento de las relaciones, James Noel, y varios ms que estaban trabajando activamente.

    Al crearse la Divisin de Asuntos Domsticos, la gran base operativa de la CIA de Miami estaba subor-dinada a la Divisin central de la CIA, es decir que la estacin de Miami, llamada JM/Wave, que tena 400 oficiales ms 4.000 agentes cubanos, estaba dirigida por el centro principal de Langley.

    A quin van a utilizar? A la Operacin 40. Es decir, a todos estos especialistas que ya estn preparados, han pasado escuela, ya han parti-cipado en operaciones contra Cuba Me re-fiero al grupo de Flix Rodrguez Mendiguta, Luis Posada Carriles, Orlando Bosch, Virgilio Paz, Alvin Ross, Jos Dionisio Surez, Antonio Veciana, Ricardo Morales Navarrete, Felipe Rivero, los hermanos Novo Sampoll, Gaspar Gasparito Jimnez Escobedo, Juan Manuel Salvat, Nazario Sargent, Carlos Bringuier, An-tonio Cuesta, Eladio del Valle, Herminio Daz, Pedro Luis Daz Lanz, Rafael Chichi Quinte-ro, Jos Basulto, Paulino Sierra, Bernard Baker, que con nombre norteamericano era cubano

    Fue recibido en La Habana, lo hospedaron en el hotel Comodoro, afortunadamente pagaron su cuenta y fue como despus se descubri. Lo mandaron en una zona cercana a Bayamo don-de se encontraba Fidel, en una zona que se lla-ma Santa Rita y ah fue detenido por el Ejrcito Rebelde. Tena instrucciones de presentarse a Fidel como simpatizante de la causa cubana y al menor descuido asesinarlo.

    El hombre es detenido el 12 de diciembre de 1958 por las fuerzas rebeldes y sigue detenido hasta los pri-meros das de 1959:

    Un oficial del Ejrcito Rebelde se encarga de la investigacin. Knight dice que estuvo hos-pedado en el hotel Comodoro. Y resulta que quien haba pagado los gastos de este seor era ni ms ni menos que el jefe del bur de investigacin de la polica, coronel Orlando Piedra, y el hijo del jefe del Ejrcito, coronel Tabernilla II.

    Estos son los artistas principales, dice el ex jefe de los rganos de la Seguridad de Estado, David Phi-llips, David Morales, Howard Hunt, un personaje que

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    Us varios nombres. Particip de manera di-recta en el asesinato del Che. All estar tam-bin, en otra posicin, Antonio Veciana, como consultor bancario en La Paz, pero dirige el centro que coordina la bsqueda de informa-cin en la retaguardia, trabajando con los ser-vicios de inteligencia bolivianos.

    A continuacin, Escalante adelanta:

    Esto va ser muy interesante porque vamos a ver luego a todo este grupo en la segunda gran operacin que organizan, que es asesorar a las policas secretas de Amrica Latina. Vamos a ver a Flix Rodrguez en 1980 en Argentina, vamos a ver a Posada en Venezuela.

    Luis Posada Carriles aparece entonces en Venezuela:

    Posada dice que lleg a Caracas en 1969, lo que no es cierto, llega en el 67. Lo que pasa es que es de la CIA y no le conviene hablar de eso, dice que le reclut en Miami un jefe de la Digepol. Es un cuentista tremendo. En realidad, Posada est ya en el 67 ayudando a la Digepol como asesor de la CIA.

    fue custodio de la Embajada norteamerica-na y Eugenio Martnez, alias Musculito.

    Y haba el equipo que reuna a los norteame-ricanos: David Morales, David Phillips, Howard Hunt, William Harvey, Frank Sturgis, Gerry Hemming, John Rosselli, quien fue segundo jefe de la mafia de Chicago en esa poca del 62, Porter Goss, luego jefe de la CIA, que est en la JM/WAVE subordinado a Phillips y Morales.

    La Operacin 40 es la abuela y la bisabuela de to-das las operaciones que despus se van a formar, con-tina Escalante.

    La Divisin de Asuntos Domsticos va a tener sus misiones... Hay que acordarse del escnda-lo de los papeles del Pentgono, mucho des-pus del escndalo del Watergate que son las cosas que se conocieron. Estas gentes eran los plomeros de la Divisin, los ejecutores.

    En 1966 y 67, Flix Rodrguez encabeza la fuerza de tarea que la CIA enva a Bolivia contra Ernesto Che Guevara:

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    Phillips fue jefe de la Operacin 40 desde 1960 has-ta 1973. Se supone que en el 73 la Operacin 40 se descontinu, como dicen los norteamericanos, pero eso no es cierto en lo absoluto.

    Hace falta recordar que en el 73 se produce el es-cndalo del Watergate. Quines fueron los que se metieron en las oficinas del Partido Dem-crata? Este mismo grupo. Estamos hablando de Bernard Baker, Eugenio Martnez, Frank Stur-gis, Ferry Hemming, y esto nosotros lo sabamos por los documentos de la Comisin Church.

    Y despus de que sali de prisin, Eugenio Martnez vino a Cuba. Fue sancionado por el escndalo Watergate y est un tiempo preso. Y despus que sale de prisin es la poca de Carter, la poca del dilogo, en el 78, hay un ambiente internacional distinto Eugenio Martnez pide contacto y un buen da se apa-rece en una embarcacin aqu y por supuesto no hizo grandes declaraciones, no dijo mucho que no supiramos pero habl de estas cosas, del grupo este de Operacin 40, de lo que ha-ban hecho en el Cuartel General del Partido Demcrata

    Posteriormente, en Chile y otros pases latinoame-ricanos:

    Despus vamos a ver al grupo de Orlando Bosch, Virgilio Paz, Alvin Ross, Dionisio Su-rez, en Chile, despus del 73. Vamos a encon-trar al Mono Morales Navarrete en Venezue-la y Felipe Rivero en Chile Es decir, que este grupo va estar diseminado en Amrica Latina con acciones por todas partes.

    Todos ellos se han dedicado, adems de la activi-dad subversiva, al contrabando de droga, lo que em-pez cuando estaban preparando lo de Girn, afirma el general.

    Los aviones venan cargados de Miami para Guatemala con armas, municiones, personal y regresaban hasta con plasma sanguneo. Se contrabande en esa fecha hasta con plasma sanguneo que comercializaba Manuel Artime con la dictadura de Anastasio Somoza. Se em-pez a incluir la droga, la cocana.

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    argentinos y trasladan el Cuartel General de Tegucigalpa a San Salvador. Y la base area de El Aguacate, que era la de los hondureos, deja de ser base principal de abastecimiento areo.

    Todas las operaciones desarrolladas, a partir de un cierto momento, por los integrantes de la Operacin 40 son operaciones llamadas autnomas, donde el oficial de la CIA que atiende el grupo terrorista estamos hablando de grupos terroristas, de accin, como ellos los denominan discute los objetivos de ese grupo, los aprueba, facilita todos los recursos necesarios y despus se entera por el peridico de los resultados.

    Acerca del caso Kennedy, Escalante evoca cmo los servicios cubanos de inteligencia reciban en los aos 60 muchas informaciones de norteamericanos, de cu-banos en el exterior y de centroamericanos, sobre acti-vidades subversivas.

    Precisa Escalante:

    Por correspondencia Llegaban cartas que mu-chas veces, por supuesto, venan sin remitente o con remitente falso. Y empezamos a tener in-formacin de estos personajes por esta va.

    Y quines dirigen la operacin contra Allende? pregunta Escalante:

    David Phillips, primero como jefe del grupo operativo, y despus lleg a ser, hasta el ao 75, jefe de la Divisin del Hemisferio Occiden-tal de la CIA. l va a participar en eso y en la formacin de la operacin Cndor que se for-m en 1974, cuando se da la primera Reunin de Jefes de la Inteligencia del Cono Sur, en Santiago de Chile.

    Participarn tambin los veteranos de la Operacin 40 en la Operacin Hoja de Parra, que organiza la inte-ligencia argentina para espiar a los emigrados polticos en toda Amrica Latina.

    Luego, aparecen en la Operacin Calypso, de la Contra nicaragense:

    Es decir, cuando el ejrcito argentino manda al coronel Osvaldo Rivero, primero a Miami y luego a Honduras, con un grupo de especialis-tas argentinos, fracasan y tienen que venir los cubanos de la Operacin 40, Flix Rodrguez y Luis Posada, que en el ao 85 sustituyen a los

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    Hay una otra fuente de informacin, que es Mara Lorentz, que relata algo parecido a esto, es decir, que estuvo en una reunin en Miami, que vio a esta gente, que fue con ellos hasta Dallas, alrededor del da 20 de noviembre.

    Escalante subraya cmo un cubano, Manuel Ma-

    nolito Rodrguez Orcarberro, llega a Dallas dos meses antes del asesinato de Kennedy y se va despus a toda velocidad.

    l abre all una oficina de Alpha 66, donde Oswald entrar, en algn momento, segn un testimonio del segundo jefe de la polica de Dallas:

    Este cubano se asil en 1960 en la Embajada de Brasil junto con dos connotados agentes de la CIA. Quines eran? Ricardo El Mono Mora-les Navarrete e Isidro Borgas, un personaje de origen mexicano que se parece mucho a uno de los personajes que est con Oswald repartien-do proclamas supuestamente a favor de Cuba en la Nueva Orlens todo aquello que fue un show montado donde va Carlos Bringuier a re-clamarles, que se forma una trifulca y que la polica los detiene a todos.

    Hay una fuente que participa en una reunin en Miami en el ao 63 en una casa de seguridad de la CIA y que, segn recuerdo, estaba relacio-nada con Veciana, muy cerca de Veciana. Esta fuente va a identificar a Luis Posada Carriles, a Pedro Luis Daz Lanz y, creo, a los hermanos Novo Sampol y esa misma fuente va a reco-nocer despus como uno de los participantes a Lee Harvey Oswald.

    La ltima vez que supimos de esta fuente fue en los 70 cuando refiere una reunin de Antonio Veciana y de Phillips en Puerto Rico.

    Acerca del caso Kennedy, Escalante seala:

    Yo estoy persuadido de que a Kennedy lo queran matar en distintos lugares. Probable-mente que Dallas tena mejores condiciones. Pero tengo la impresin por la informacin, tambin muy fragmentada a la que en algn momento tuve acceso, de que lo queran ase-sinar en Miami. Y no puedo excluir, sin afir-marlo, porque esta informacin es muy rela-tiva, que esta gente estuvo reunida ah para ese motivo.

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    Posada, que despus deviene, junto con Or-lando Bosch y toda esta tropa, uno de los lde-res de los grupos terroristas; que luego siempre ha sido un protegido de las autoridades nor-teamericanas, un protegido de la Fundacin Nacional Cubano Americana, un protegido de Jorge Mas Canosa.

    El asesinato de Kennedy no pudo ser una accin improvisada, de ninguna manera, valora Escalante:

    Si a Kennedy lo desviaron de la avenida por donde vena transitando para darle la vuelta a un parque, no fue para otra cosa que para dis-minuir la velocidad del coche y poderle dispa-rar. Porque no tiene sentido este famoso des-vo de Dealey Plaza. Evidentemente esto hace que el vehculo vaya a 20 kilmetros por hora. Y ah se producen los disparos fatales, por de-trs y por delante.

    Ha tenido que ser una operacin compleja donde participaron un grupo grande de perso-nas, porque si lo tiraron desde tres pozos de tiradores que tenan que tener un elemento de comunicacin al lado, tener cmo salir de este

    Ahora nos preguntamos: quin es el jefe de Rodr-guez y de Alpha 66? Escalante responde nuestra inte-rrogante de esta manera:

    Antonio Veciana, de la Operacin 40. Ese mis-mo Veciana cuyo testimonio llevar a Gaeton Fonzi a entrevistar a Luis Posada en Caracas cuando estaba preso por la similitud que te-nan el plan de atentado contra Fidel que l prepar en Chile con el asesinato de Kennedy.

    Ms an: el nombre que utiliz en Chile uno de los camargrafos es Ramn Medina, que es un seudni-mo que Posada va a utilizar en El Salvador.

    Hay varias fuentes que sitan a Luis Posada Carriles en Dallas, el 20 de noviembre de 1963, indica Escalante.

    El ex jefe de los rganos de la Seguridad de Estado seala una investigacin reciente del holands Wim Dankbaar:

    Hay elementos que incluso hablan de que Po-sada fue uno de los tiradores, lo cual no es des-cartable porque es un experto tirador, gradua-do de una escuela militar norteamericana.

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    telier, ocurrido en Washington, el 21 de septiembre, apenas dos semanas antes. Bosch haba coordinado el operativo en Santiago donde se reuni con el general Manuel Contreras, el jefe de la DINA.

    En el 74, Bosch ya haba ido a Chile con Virgilio Paz, Alvin Ross, Jos Dionisio Surez a ofer-tarse a Contreras y a Pinochet como elementos ejecutores de Cndor El mismo Bosch que en 1976 regresa a Dominicana, luego va a Nica-ragua, ve a la dictadura de Somoza, y luego a Venezuela para esta operacin Bosch llega a Venezuela en septiembre y el atentado contra el avin de Cubana fue el 6 de octubre.

    Dnde se dan las instrucciones? Dnde se hace el plan? Se hace en Caracas. Quines estn en Caracas? Bosch, Posada y Morales Navarrete. Esto est perfectamente documen-tado. Por si fuera poco, Morales Navarrete es informante del FBI, ellos mismos le pasaron la cuenta en el 82 por esa causa. El FBI estaba al tanto de todo lo que estaban haciendo. A lo mejor la CIA les fij los objetivos con el con-cepto este de operaciones autnomas. Quin era el jefe de la CIA en el 76? George Bush pa-dre. Entonces ms claro ni el agua!

    lugar y despus para salir de Dallas. Estamos hablando de entre 10 y 15 personas en el me-nor de los casos.

    Retomando el tema de la explosin del avin de Cu-bana, ocurrido en 1976, Escalante subraya que, en las semanas anteriores al atentado, Orlando Bosch est en Dominicana, va a Nicaragua y luego a Caracas con un pasaporte falso dominicano.

    Supuestamente invitado por Orlando Gar-ca Vsquez, que si no era jefe de la Disip, en aquella poca, era jefe de la Seguridad personal de Carlos Andrs Prez. Esto en el mismo mo-mento que ya el Mono Morales Navarrete era Jefe de la Divisin 54 de la Disip.

    Navarrete lleg cuando Posada sali de la Di-sip, en el 74, para organizar la pantalla esa de la Oficina de Investigaciones Industriales y Comer-ciales. Una pantalla de la CIA que probablemen-te estuvo conectada con la Operacin Cndor.

    Segn los informes de la poca, en la oficina de la

    agencia de detectives de Posada en Caracas se encon-traron tambin esquemas del atentado a Orlando Le-

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    IVDos balas para Gary

    Desenmascar, como ningn periodista lo hizo antes, las oscuras maquinaciones de la CIA en el mundo de la droga y revel a los norteamericanos cmo barrios negros del pas fueron inundados de crack, con un increble cinismo, en medio de un trfico destinado a abastecer de dinero y armas a la Contra nicaragense. Denunci al narcoterrorista Luis Posada Carriles y a sus cmplices cubanoamericanos involu-crados en este criminal negocio. Y fue encontrado en su domicilio con dos balas en la cabeza. Un suicidio, dicen las autoridades judiciales.

    La investigacin de Gary Webb, impresionante por su seriedad y su amplitud, caus un revuelo nacional. Hasta tal punto que la gran prensa comercial public largos reportajes atacando sospechosamente varias partes de su investigacin.

    Webb, quien, para muchos, fue un ejemplo de pro-fesionalidad e integridad, fue descubierto muerto el

    Segua Posada entonces con la CIA? Contesta el general:

    En un documento desclasificado de julio de 1976, la CIA dice que rompi con Posada por-que tena sospechas de que estaba en contra-bando de droga. Dice eso cuando David Phi-llips le dio a Veciana cuatro millones de dlares para que fuera a prisin 18 meses por un cargo de trfico de droga.

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    En los medios principales, casi no encontr de-fensores y los que se atrevieron a manifestarse en su favor fueron objeto a su vez de virulen-tos abusos y tergiversaciones.

    Webb renunci al San Jos Mercury News en 1997. Nun-

    ca ms pudo encontrar trabajo en un diario conocido.

    En 1990, Webb fue ganador, con un colectivo de reporteros, de un premio Pulitzer, el galardn ms co-nocido del mundo periodstico norteamericano, por un trabajo sobre el terremoto de Loma Prieta, pero, segn sus familiares, nunca se recuper de la polmica que provoc su serie denunciando a la CIA.

    Siempre defendi su investigacin ms famosa, pu-blic en 1999 un libro titulado Dark Alliance: The CIA, the Contras, and the Crack Cocaine Explosion (Alianza oscura: La CIA, los contras y la explosin de la cocana crack), que tuvo un fuerte impacto.

    Entre las revelaciones ms interesantes, se en-cuentra el caso de Luis Posada Carriles. En Dark Alliance, Webb fue quien revel a partir de documen-tos desclasificados de la CIA que, en enero de 1974, la Agencia rechaz una solicitud de Posada para pro-veer a un socio suyo un pasaporte venezolano por-

    viernes 10 de diciembre de 2004, en su casa de Carmi-chael, California. Tena 49 aos.

    En agosto de 1996, cuando trabajaba para el diario San Jos Mercury News, Webb revel cmo la CIA ven-di toneladas de crack en los barrios de Los ngeles y utiliz ese dinero de comercio criminal para financiar las operaciones de la Contra nicaragense que trataba entonces de derrumbar al Gobierno sandinista en Ni-caragua.

    Sus revelaciones fueron publicadas por todos los diarios de la cadena Knight-Ridder. Todos... salvo el Miami Herald, el diario vinculado a la mafia narcote-rrorista cubanoamericana.

    En su libro Whiteout: the CIA, Drugs and the Press, los periodistas Alexander Cockburn y Jeffrey St.Clair, del conocido sitio web Counterpunch.com, cuentan detalladamente cmo Webb fue vctima de una verda-dera conspiracin:

    El ataque contra Gary Webb y sus artculos del San Jos Mercury News queda como uno de los asaltos ms venenosos y objetivamente ineptos contra la capacidad profesional de un periodista en la memoria viva escriben.

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    la herona en el pas y de 70% a 80% de las ventas de cocana. Pero no mencion el hecho de que varios de los arrestados pertenecan a la pandilla de Juan Res-toy, ex poltico batistiano, alumno destacado de la Operacin 40, vinculado al capo Santos Trafficante.

    Dos de los sicarios de ms confianza de Restoy eran Ignacio y Guillermo

    Novo, militantes del Movimiento Nacionalista Cubano, un grupo terrorista con

    ncleos en Miami y Union City, New Jersey. Estos dos asesinos regresaron a los Estados Unidos, con la bendicin de la CIA y del FBI de Miami, despus de cua-tro aos de detencin en Panam, junto con Posada.

    Guillermo Novo particip, en junio de 1976, tam-bin con Posada, en la creacin de la CORU terrorista, conformando una tropa que se sumara, con Flix Ro-drguez, Orlando Bosch, Frank Castro y dems delin-cuentes, a las operaciones de narcotrfico autorizadas por la administracin de Reagan, en apoyo a la Contra nicaragense, que Gary Webb denunciara.

    Frank Castro ser inculpado por la importacin de 500 toneladas de marihuana hasta que la acusa-cin desapareci por arte de magia cuando estableci

    que escriba sin rerse el autor de la nota no se puede permitir que un agente controlado se involucre en trfico de drogas.

    Ese mismo ao, la CIA fue avisada por la Drug En-forcement Agency (DEA) de que Posada estuvo inter-cambiando armas por cocana con una persona invo-lucrada en asesinatos polticos, una referencia a Flix Rodrguez Mendiguta, el agente de la CIA que orden el asesinato del Che.

    Como un elemento secreto de la invasin de Playa Girn (Baha de Cochinos), la CIA organiz la Opera-cin 40, en la cual participaron Posada y decenas de mercenarios cubanoamericanos junto a sicarios de la mafia taloamericana.

    La red de esta organizacin fue usada en operacio-nes de terrorismo contra Cuba hasta 1970, cuando se cae uno de sus aviones en el sur de California con una enorme cantidad de herona y cocana a bordo. Ese mismo ao, el FBI captur a 150 sospechosos en la operacin antidroga ms grande de la historia de la Po-lica Federal.

    El procurador general, John Mitchell, seal enton-ces que la red controlaba el 30% de todo el comercio de

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    Por supuesto, la investigacin relmpago de Goss descart hasta la investigacin de Gary Webb.

    Goss, un ex agente de la CIA que particip en las operaciones de la estacin JM/WAVE de Miami en 1972, realizando operaciones terroristas contra Cuba, fue nombrado, 12 aos ms tarde, director de la CIA por George W. Bush.

    Ricky Ross, una de las fuentes ms confiables de Gary Webb, habl con l unos das antes de su muer-te. Webb le seal entonces que haba visto a hombres examinando la tubera fuera de su casa y que, de mane-ra evidente, no eran ladrones sino gente del Gobier-no. Aadi que haba recibido amenazas de muerte y que era regularmente seguido.

    Se saba que Gary Webb trabajaba en una nueva investigacin sobre el mismo tema de la CIA y el nar-cotrfico.

    El cadver de Webb fue descubierto en su domicilio de Carmichael. Tena la cara destruida por dos proyec-tiles de revlver calibre 38. El coronel Robert Lyons fue el oficial de justicia que realiz la investigacin. Emiti rpidamente su conclusin: Gary Webb se suicid.

    un campo de entrenamiento de los Contras en 1983. Ms afortunado, Rodrguez terminar en la oficina de George Bush padre, quien celebrar su talento. Los hermanos Novo, despus del asesinato del ex canciller Orlando Letelier, terminaron como relacionistas con la Fundacin Nacional Cubano-Americana, mientras el Chairman vitalicio de esa organizacin, Jorge Mas Canosa, pagaba los 26 mil dlares que compraban la liberacin de Posada, preso en Venezuela despus de la explosin en pleno vuelo de una aeronave de Cubana de Aviacin, con un saldo de 73 muertos.

    La serie de Webb en el San Jos Mercury News expli-c detalladamente cmo la red de la CIA vendi tone-ladas de cocana a pandillas criminales, demostrando cmo el fanatismo anticomunista de la Casa Blanca la llev a involucrarse en la propagacin de la ms infer-nal epidemia de drogas de los tiempos modernos.

    Cuando, por fin, despus de un informe del ins-pector general de la CIA acerca del trfico de drogas realizado por la Agencia, la Cmara de Representantes acepta estudiar el tema, Porter Goss, quien diriga el Comit de Inteligencia desde el ao anterior, determi-na, en una hora de audiencia, que las alegaciones eran falsas.

  • VUn tema demasiado caliente

    Un profesor de la Tufts University, tambin perio-dista e investigador, no temi tampoco exponer-se a las peores represalias al revelar episodios nunca publicados de la vida privada de la pareja CIA-mafia miamense.

    En dos publicaciones alternativas de Internet, el profesor Jerry Meldon hizo la biografa de los narco-traficantes anticubanos ms identificados y, principal-mente, del personaje central del tema: el architerroris-ta Luis Posada Carriles.

    Con tremendo valor y apoyndose sobre una se-rie de documentos secretos desclasificados, Meldon describi la relacin de Posada Carriles con el difun-to Jorge Mas Canosa, fundador y jefe de la Federa-cin Nacional Cubano-Americana y frecuente hus-ped de la Casa Blanca de Reagan, de Bush padre y de Bill Clinton.

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    en Amrica Central. Se encuentra tambin ah Frank Castro, un veterano de Playa Girn, quien dirige el Frente Nacional de Liberacin Cubano (FNLC).

    Segn otras fuentes, adems del cabecilla del FNLC,

    se encuentran tambin ah los dirigentes de Alpha 66 y un ex presidente de los veteranos de Playa Girn, Ro-berto Carballo:

    En esta convencin de 1976 en Santo Domin-go, los elementos de la CORU planifican un mayor derramamiento de sangre y ese mismo otoo se llevan a cabo dos de los ms sensa-cionales actos de terrorismo nunca vistos en el hemisferio occidental.

    El 21 de septiembre de 1976, un carro-bomba es-talla en pleno da en Washington, matando a Orlando Letelier, ex ministro de Relaciones Exteriores de Chile, y su secretaria, la militante de los derechos humanos Ronni Moffit.

    En un artculo titulado Los combatientes de la libertad narcotraficantes de la CIA (The CIAs Dope-Smuggling Freedom Fighters), publicado en diciembre de 1998, Meldon cuenta cmo los lazos de la Central Intelligence Agency con la mafia cubano-americana y sus traficantes nacieron de la invasin fracasada de Cuba en Playa Girn, en 1961, para la cual la agencia norteamericana entren a centenares de emigrados cubanos, adems de buscar la asistencia de los peores elementos del gansterismo habanero de los aos 50, refugiados en EE UU.

    El profesor Meldon recuerda cmo, en junio de 1976, se renen en la Repblica Dominicana los ele-mentos ms extremistas de la contrarrevolucin para conformar la Coordinadora de las Organizaciones Re-volucionarias Unidas, el siniestro CORU mientras George Bush padre dirige la CIA y, lgicamente, orien-ta las actividades de las organizaciones anticubanas en EE UU. Escribe Meldon:

    Varios terroristas vinculados a la droga se encuentran ah Luis Posada Carriles, Gui-llermo Novo y otros que luego asistirn a la Casa Blanca de Reagan para manejar sus operaciones de abastecimiento de la Contra

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    tructor de sabotaje y demolicin de los Contras de Nicaragua.

    Fue arrestado 12 aos ms tarde pero liberado bajo una orden de George W. Bush en el 2001, unas sema-nas antes del 11 de septiembre.

    Inmediatamente despus de su evasin, Posada Carriles reaparece en El Salvador, donde gestiona los vuelos de abastecimiento de la Contra nicaragense bajo el mando de su viejo compaero de armas, F-lix Max Gmez Rodrguez, hasta octubre de 1986, cuando un avin de la CIA es derribado, revelando la operacin Irn-Contra y las maniobras ilegales de la Casa Blanca.

    Cuando estalla el escndalo, Posada Carriles des-aparece en Guatemala, donde es gravemente herido en un tiroteo. Explicar ms tarde que fue la FNCA quien pag los 22 mil dlares de su estancia en el hospital.

    En 1994, el terrorista, hasta entonces nunca inter-ceptado y beneficiado de mltiples protecciones en los medios mafiosos de El Salvador, fracas en un intento de asesinato contra Fidel en el momento de un viaje del Jefe de la Revolucin Cubana a Colombia. Segn un artculo del Miami Herald, publicado el 7 de junio

    Cuenta Meldon:

    Dos de los matones de la CORU que aparecan en el presupuesto terrorista de Pinochet eran los hermanos Novo. A pesar de que el enton-ces director de la CIA, George Bush (padre), deneg patriticamente toda colaboracin a la investigacin, Guillermo fue arrestado en Miami con una libra de cocana; l fue final-mente encontrado culpable del doble homi-cidio terrorista Letelier-Moffit, pero fue ab-suelto en apelacin cuando su confesin fue rechazada.

    Luego, el 6 de octubre de 1976, ocurre el monstruo-so atentado contra el vuelo de Cubana, matando a las 73 personas a bordo.

    Meldon tambin revela cmo Jorge Mas Canosa, el multimillonario dirigente de la FNCA, compr la evasin de Bosch con 26 mil dlares y pag los costos de defensa de Jos Dionisio Surez, acusado con los hermanos Novo del atentado a Letelier. Surez des-apareci cuando, liberado bajo fianza, hizo explotar una aeronave de TWA e incendi la misin comercial sovitica ante la ONU antes de convertirse en ins-

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    se realizaron ms de 50 atentados, fueron financiadas casi exclusivamente con el dinero de la droga.

    Es interesante, por otro lado, ver cmo Orlando Bosch, agente de la CIA y cofundador de la CORU, or-ganizacin terrorista, lleg en 1988 a ser liberado de su crcel venezolana gracias al entonces embajador en Venezuela y actual responsable de Amrica Latina en el Secretariado de Estado, Otto Reich, quien tambin le consigui la libertad sin gran dificultad gracias a un decreto presidencial de George Bush padre, que le otorg una liberacin condicional cuyas condiciones nunca respet.

    de 1998, Posada y cinco cmplices tuvieron que aban-donar sus planes gracias a la eficiencia del sistema de seguridad.

    El profesor y periodista seala que cuando muere Jorge Mas Canosa, vctima de cncer en 1997, Posada Carriles sigue activo y lo demuestra pblicamente al confesar al The New York Times la paternidad de los cri-minales atentados de La Habana.

    Y Meldon concluye sealando cmo, en 1967, el nombre de Posada Carriles apareci en un informe de la CIA como proveedor de explosivos, silenciadores y granadas para los grupos mafiosos del capo Santos Trafficante. Tambin precisa que seis aos ms tarde, un informe de la Agencia advierte que Posada puede estar involucrado en un trfico de cocana desde Co-lombia a travs de Venezuela hacia Miami.

    A travs de todas estas informaciones expuestas por el profesor Meldon, aparece la increble tolerancia del aparato judicial norteamericano, el terrorismo y el trfico de narcticos realizado por los enemigos de Cuba beneficindose de un estatuto bien particular.

    Otros analistas sostienen que las actividades de la CORU, en el curso de varios aos a lo largo de los cuales

  • VIEl Abu Ghraib

    del comisario basilio

    En los stanos de la polica poltica venezolana, donde se haba inventado un Abu Ghraib a su me-dida, Luis Posada Carriles, alias Comisario Basilio, secuestr, tortur, ejecut y desapareci durante ms de siete aos a decenas de presos. Una fuente que pidi el anonimato asegura que Posada y su personal tambin eliminaron a opositores lanzndolos al mar.

    Posada Carriles fue asesor y directivo de la Digepol, y luego jefe de Operaciones de ese mismo rgano re-presivo convertido en Disip, desde 1967 hasta 1974.

    Entrenado en las tcnicas de tortura y represin, fue enviado a Venezuela por la Agencia Central de In-teligencia norteamericana como asesor de la Digepol, luego convertida en Disip.

    En su libro Los caminos del guerrero, publicado en Miami en 1994, el terrorista pretende hacer creer que lleg a Caracas en 1969, lo cual niegan los especialistas.

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    los pormenores de las actividades de Posada Carriles y su tropa.

    El propio Posada confes sus crmenes al hacer re-ferencia a los abusos y maltratos sufridos por los hus-pedes de su stano de interrogatorio, en su libro Los caminos del guerrero:

    Desde mi posicin, combat sin tregua a los enemigos de la democracia venezolana. (...) La polica, cuya fuerza principal estaba en los delatores, detena, allanaba e interrogaba uti-lizando los mtodos ms duros de persuasin. Como dice el dicho: Se estaba jugando al duro y sin careta.

    Escribi cnicamente y aadi: Yo los persegu fuerte, muy fuerte; mucha, mucha gente result ase-sinada.

    Es muy difcil olvidar su cara, afirma Jess Ma-rrero, un economista venezolano quien fue, personal-mente, vctima y testigo de esas atrocidades. Citando nombres en el curso de una conferencia de prensa, Marrero denunci que el terrorista internacional y ex agente de la CIA es culpable directo de la muerte de

    Posada lleg a Venezuela en 1967, segn Fabin Es-calante, ex jefe de la Inteligencia cubana.

    El terrorista miamense Nelsy Castro Matos y el abogado venezolano Joaqun Chaffardet figuran en-tonces entre los colaboradores de Posada de aquella poca. Tambin comparti sus tareas represivas con el esbirro Hermes Rojas, quien luego estuvo junto a l en El Salvador como asesor del gobierno de Jos Napo-len Duarte. Estos individuos nunca han tenido que responder de sus actos ante los tribunales.

    El Mono Morales Navarrete, cmplice de Posada desde la poca de la Operacin 40 de la CIA e infor-mante del FBI, era jefe de la Divisin 54 de la Disip y pas a dirigir esa organizacin cuando la compaa mand a crear una agencia de detectives que sirvi de pantalla a la Operacin Cndor.

    A partir de las oficinas de esa Agencia de Investi-gaciones Industriales y Comerciales, se organiz la vo-ladura del avin de Cubana y el asesinato de Orlando Letelier, ocurridos respectivamente en septiembre y octubre de 1976.

    Varios documentos desclasificados indican que tanto la CIA como el FBI conocieron, en aquella poca,

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    Marrero explic cmo estuvo secuestrado por Po-sada durante los meses de junio y julio del ao 73 en los stanos de la Disip:

    y casi todas las noches nos torturaban con elec-tricidad, nos metan en un tanque metlico y daban golpes para aturdirnos, nos amarraban en una cama metlica sin colchn y nos metan palos por los odos y casi nos los reventaron.

    Pancho Alegra, militante del Partido Revolucionario de Venezuela, y de la desaparicin de Noel Rodrguez, miembro de Bandera Roja.

    Marrero record algunas torturas que sufri en los stanos de la Disip, en Caracas, y en una casa de Macaracuay. Relat que fue detenido en 1973 en la ciudad de Valencia, y trasladado a celdas de interro-gatorio de la Disip en el reparto capitalino de Los Chaguaramos.

    All permaneci dos meses en los tigritos, como se llamaban las celdas ubicadas en el stano, segn confirm la agencia Prensa Latina, que precisa que durante ese tiempo l y otros presos fueron tortu-rados bajo la direccin de Posada casi todas las no-ches en una casa fuera de las instalaciones. Cuenta Marrero:

    El jefe de las operaciones de tortura era Posada Carriles. Era l. l nos interrog. Es muy difcil de olvidar su cara. No slo porque es un hom-bre grande y corpulento y sus ojos verdes, que no es comn entre nosotros... Me acuerdo cla-ro, muy claro, de su fisonoma.

  • VIIAcaba con esa semillaantes de que nazca!

    Acaba con esa semilla antes de que nazca!, lan-z el Comisario Basilio Luis Posada Carriles a uno de sus hombres, que interrogaba a la venezolana Brenda Esquivel, en julio de 1972, en los locales de la Disip de Maracay, Venezuela. Posada acababa de tener conocimiento de que la joven detenida estaba embara-zada de ocho meses.

    El pattico testimonio de esa valiente mujer, gra-bado en video, es parte del importante del dossier que han constituido, en Venezuela, vctimas de torturas y familiares de personas asesinadas por Posada.

    En este testimonio, Brenda Esquivel explica cmo el hecho ocurri en el curso de un interrogatorio que sufri despus de su dramtico arresto, en una casa de La Victoria, a unos 50 kilmetros de Caracas:

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    La operacin policaca, dirigida por Luis Posada Carriles, iba a convertirse en masacre.

    Recuerdo que lleg la polica uniformada, es-taba el ejrcito, la PTJ, la Disip, un helicpte-ro del ejrcito disparando hacia abajo, hacia el patio de la casa. Recuerdo ver cuando cayeron nuestros compaeros... El primero que cay muerto fue un camarada, un muchacho joven-cito, que nosotros le decamos Freddy. Luego, el esposo de mi hermana, que tambin muere all. Dijeron que iban a hacer una pausa para salvar a los nios. Porque haba dos nios de Edmundo, que eran Edmundito y Nen, y mi hermana tena 20 das de haber dado a luz. Ya eran tres nios. Y yo, que estaba embarazada Y l hace una voz de alto, para que paren el fue-go, que van a salir dos mujeres y tres nios. En-tonces, de afuera, dijeron que s y paran Pero en el momento que nosotros vamos saliendo, nos empiezan a disparar y nos tuvimos que tirar en el suelo. La idea era matarnos a no-sotras tambin. De repente, se interrumpe el tiroteo y un oficial de la polica grita: Salgan las mujeres, salgan los nios, no les vamos a hacer nada.

    Yo recuerdo cmo, el da anterior eso fue el 2 de junio de 1972 mataron en El Paraso a Botini Marn junto con Ramn Antonio lva-rez, que para aquel entonces era mi compae-ro. Hicieron un simulacro de que ellos estaban implicados en el secuestro del industrial Do-mnguez. Los haban hecho prisioneros unos das antes. Entonces, ya torturados y sedados, los llevan hasta ese lugar, hacen el simulacro, y los matan.

    Brenda vive entonces en La Victoria en la casa fa-miliar:

    Al da siguiente, mi hermana y yo llegamos y salimos a las afueras a comprar la prensa y vimos mucha movilizacin de personas extra-as Nosotras entramos a la casa y les deci-mos, mira, hay algo raro por ah. Yo recuerdo que llegaron unos funcionarios hacindose pasar por trabajadores de la luz elctrica. En-tonces nosotros nos dimos cuenta de que eran funcionarios policiales. Llegaron otros ms. Tocaron a la puerta y dijeron: Abran esta vai-na!. Inmediatamente, empezaron a disparar por adentro.

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    De ah las dos mujeres y los nios son traslados, en un Jeep, a distintas comisaras de polica hasta ter-minar en las oficinas de la Disip de Maracay: Ah fue, como se dice, el va crucis Fuimos torturadas, tanto fsica como mentalmente, psicolgicamente Y vimos cmo torturaban psicolgicamente a nios, ofrecin-doles comida si decan dnde estaba la mam, dnde estaban los otros amigos del pap.

    Brenda recuerda con emocin a su sobrina de 20 das de nacida: Mi hermana, con el impacto de toda la situacin que haba pasado, no poda producir leche, la nia entonces estaba ah deshidratada por comple-to y a ellos eso no les importaba.

    El relato del momento donde se le anuncia a Luis Posada Carriles, el Comisario Basilio, que una de las dos presas est embarazada da la medida del cinismo del personaje:

    Me subieron a un primer piso, y fue entonces cuando o que le dijeron: Comisario Basilio est embarazada!. Y entonces un funcionario que no era l me pregunt: Cuntos meses tienes de embarazo?. Yo le digo: Ocho. En-tonces l pregunt (a Posada): Qu hacemos

    Contina Brenda Esquivel:

    Cuando vamos saliendo, uno de los mucha-chos, el ms jovencito, un espaol, a quien le decamos Fidel, agarra a mi hermana y me aga-rra a m y nos abraza, en cuestin de salir tam-bin con nosotras y salvar su vida. Pero cuan-do llegamos afuera, lo primero que hicieron fue pararnos contra la pared. Y a l le dieron un tiro en la cabeza Delante de los nios, delante de nosotras! Un funcionario grita en-tonces a Posada: Comisario, qu hacemos con las mujeres y los nios?. El esbirro contesta de inmediato: Mtenlos tambin!. Cuando dice as, toda la gente, la gente que estaba ah alre-dedor empiezan a gritar: Asesinos, no maten a las mujeres, a los nios!. Si no hubiese sido por esas personas y la comunidad, nosotras es-tuviramos muertas.

    A Edmundo Hernndez lo sacan herido. Te-na heridas por todas partes del cuerpo, pero era an vivo. Lo sacan, lo tiran en el piso, y de-lante de sus dos hijos le empiezan a dar pata-das por la cara, le dieron todos.

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    El infierno de Brenda Esquivel, torturada con su hijo muerto en el vientre, fue interminable:

    Yo no s, no recuerdo, cuntos das duramos nosotros all. Yo calculo, aproximadamente como diez, doce das, algo as. Hasta que mi mam se comunic con el Comit de los De-rechos Humanos. Quien luego fuera vicepre-sidente del Gobierno Bolivariano de Hugo Chvez, Jos Vicente Rangel, se consagraba entonces a defender vctimas de violaciones de derechos humanos. Interviene de inmedia-to. Mi mam tuvo una comunicacin con l y una entrevista, y le notific todo lo que esta-ba pasando. Ellos llegaron all a la Disip Mi hermana le dijo a Rangel en qu condicin yo estaba Lo primero que hizo fue dar la orden de que me trasladaran a un puesto policial, y que me hicieran ver a un mdico. Igualmente mand a que viera un mdico a mi hermana, porque mi hermana tambin estaba en malas condiciones.

    T tenas el nio dentro muerto? se le pre-gunta a Brenda en el video.

    con ella, comisario?. Posada le dice: Acaba con esa semilla antes de que nazca!. Entonces el funcionario se voltea y me dio una patada en el vientre Ah fue donde yo sent Esa patada fue la que mat a mi hijo.

    La mujer empieza a sangrar abundantemente:

    Lo que hacan era rerse, ms nada. Yo iba ca-minando, iba sangrando y botando lquido y ellos lo que hacan era rerse Esa orden la dio el Comisario Basilio. Ms adelante, con los aos, s que era Posada Carriles. Para m, era l que diriga toda la operacin.

    Pero la tortura contina:

    Despus que me dieron la patada, entonces me llevaron a un bao. Tenan una baade-ra y trataban de introducirme la cabeza pero no lo terminaban de hacer. Vas a hablar? Y me metan la cabeza ah y volvan otra vez a levantarme.

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    CIA en Venezuela. Tienen tambin en su poder do-cumentos de los archivos policiales que demuestran la responsabilidad criminal de este protegido de la admi-nistracin norteamericana.

    Muerto, s. Yo estaba con fiebre. Yo no coordina-ba muy bien. Estaba, bueno... y era un olor...

    Brenda Esquivel contina su relato:

    En el momento en que a m me sacan de la Di-sip, Jos Vicente Rangel da la orden de que no me saquen esposada. Pero en cuanto estaba en el carro, inmediatamente me esposaron. Y me introducen en la Maternidad Concepcin Palacios esposada. Recuerdo que me pasaron a un consultorio a examinarme y el doctor me dice acustate. No, no, no, no tengo necesi-dad de examinarte, nada ms con el olor ya s qu te afecta. Y entonces, dice: Psala a quirfano.

    Ese terrible testimonio prosigue con otras des-cripciones de situaciones de una increble crueldad, ocurridas durante la detencin que se extendi du-rante ms de cuatro meses. Ms torturas, ejecuciones y chantaje.

    El grupo de las vctimas de Luis Posada Carriles en Venezuela dispone ya de ms de 80 testimonios graba-dos en video que documentan de manera irrefutable las actividades criminales del terrorista y agente de la

  • VIIIEn el centro de la red

    CIA de terror continental

    La CIA desarroll desde Venezuela, en los aos se-senta, una red de inteligencia y de terror mucho ms amplia que el Plan Cndor y que se extenda a todo el continente. En esa red, cubano-americanos de la calaa de Luis Posada Carriles jugaron un papel cen-tral que explica en gran parte la proteccin de la cual se beneficia el terrorista de parte de la Casa Blanca: Todo apunta a que la red Cndor, en realidad, fue una sucursal de una red mucho ms amplia que dirigi la CIA desde Venezuela, que era, para esa agencia norte-americana, el lugar ms tranquilo para trabajar, ex-plic el documentalista venezolano ngel Palacios, en una entrevista realizada en Caracas.

    Palacios ha constituido un amplio inventario flmi-co de todos los testigos que presenciaron actos crimi-nales de parte de la Direccin General de los Servicios de Inteligencia y Prevencin (Disip) en la poca donde

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    al mes de su llegada se produjeron las prime-ras desapariciones masivas de dirigentes de izquierda.

    A su llegada al poder, cuenta Palacios, el presidente

    Betancourt recibi la visita del presidente norteame-ricano John Kennedy y se firm entonces un acuerdo de apoyo militar, la llamada Operacin Martillo y Yun-que, donde Venezuela recibi la mayor misin militar norteamericana de todo el continente.

    De esta poca, hay testigos que vieron a agentes del ejrcito norteamericano en los campos de concen-tracin. Conseguimos seis testimonios de personas que fueron torturadas e interrogadas en presencia de oficiales norteamericanos, hombres y mujeres.

    A finales de los aos sesenta, la guerrilla se encuen-tra muy debilitada, se producen las desmovilizaciones de varios frentes y ocurre un cambio de gobierno de los adecos a los copeyanos:

    Copei se encuentra con un aparato de seguri-dad hecho a la medida de los adecos y recurre a elementos de la CIA. Es entonces que la inte-ligencia norteamericana encabeza descarada-mente los organismos de direccin.

    Posada y varios otros cubano-americanos manejaban todo el aparato de seguridad del Estado venezolano, por cuenta de la CIA.

    Seala el cineasta:

    A la llegada de los adecos al poder, Carlos An-drs Prez recibe entrenamiento de parte de la CIA y se convierte en lo que fue Pedro Estrada, quien era jefe de la Seguridad Nacional durante la dictadura de Prez Jimnez. Prez fue minis-tro del Interior en la dcada de los aos sesenta, con el gobierno de Ral Leoni. Fue l quien im-plement la figura de los desaparecidos en Ve-nezuela, mucho antes de que ocurriera en Gua-temala y en Chile, en Argentina y en Uruguay.

    La operacin comenz en 1962 como fenmeno sistemtico de terrorismo de Estado y existen eviden-cias hasta del inicio:

    John Longan era asesor de la seguridad pbli-ca aqu en Venezuela. Organiz todo el aparato de terrorismo, las desapariciones, los campos de concentracin que llamaron teatros de ope-racin y de aqu se fue para Guatemala donde

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    Judicial (PTJ) y de la Disip que se llama Jos Gabriel Lugo Lugo, indica Palacios:

    Este Lugo Lugo vive hoy en Miami y su hijo es actualmente dueo de una empresa que se llama Seguridad 24. Hoy da, esa agencia, he-redera directa de la creada con Posada, queda puerta con puerta con la agencia de viaje don-de Hernn Ricardo uno de los ejecutores de la destruccin del avin de Cubana en 1976 compr su pasaje rumbo a Barbados, con nom-bre falso.

    En 1976, cuando se arresta a Posada Carriles como

    autor intelectual de la destruccin en pleno vuelo del DC-8 de Cubana de Aviacin, se hace un allanamiento en las oficinas de la ICI y aparecen mapas de varios ae-ropuertos, aparatos de intercepcin telefnica y explo-sivos, recuerda Palacios.

    La oficina de Posada quedaba en la Avenida Li-bertador, en el Edificio Majestic, piso 7. La agencia de viaje queda a 200 metros de este edificio. La em-presa de Lugo Lugo se encuentra a tres metros de esa agencia.

    En la Disip, se otorgaron todos los cargos de direccin a cubanos. Estaban Orlando Garca Vsquez; Rafael Rivas Vzquez, como subdirec-tor; Ricardo Morales Navarrete (el Mono), di-rector de Contrainteligencia del mismo cuerpo; Posada Carriles y muchos otros ms.

    De inmediato, la red de la CIA que se cre en Vene-zuela desarroll contactos con las dictaduras del resto del continente:

    Los chilenos que llegaban de refugiados en Venezuela pasaban por la Direccin de Ex-tranjera para sacar su documentacin. En el propio edificio de Extranjera haba unas cr-celes pequeas en el stano donde se bajaba a los exiliados que haban tenido militancia poltica en Chile. Eran entonces interroga-dos por agentes norteamericanos y militares chilenos en presencia de agentes de la Disip. Varios de esos chilenos nos contaron que las preguntas que se les hacan eran a partir de un cuestionario venido de Chile.

    Cuando Posada crea su propia agencia de inteligen-cia, lo acompaaba un ex director de la Polica Tcnica

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    nunciaron como torturador y fue destituido. Mientras tanto, otros personajes de aquella poca trataron de meterse en los aparatos de seguridad del Ministerio del Interior, ocu-pando cargos de importancia.

    Ello indica, opina Palacios, que los puntos de inteli-gencia de la CIA siguieron operando:

    Uno de los casos ms claros de la permanen-cia de esos agentes que empezaron a operar hace 30 aos es la presencia del ex comisario Disip Henry Lpez Cisco en el estado Zulia, donde el gobernador estuvo comprometido en el Golpe de Estado de 2002, firmando el acta golpista y donde se produjeron varios he-chos de conspiracin.

    Concluye el documentalista: La investigacin que estamos haciendo puede llegar a destapar a algunas redes que an hoy existen de la poca de Posada Ca-rriles, de los terroristas de la mafia cubana y que an perduran.

    Esa zona del barrio La Florida, llamada La Campia, es donde vivan y viven hoy algu-nos elementos que trabajaron en la Disip con Posada Carriles y all se produjeron algunos allanamientos, detenciones y muertes de militantes de izquierda que iban despreve-nidos por all, cuando estaban en territorio donde tenan casas de seguridad individuos tales como Orlando Bosch. Son diez cuadras donde se concentraban varias casas de segu-ridad de ellos.

    En esa misma zona, Carlos Andrs Prez tena va-

    rias propiedades.

    Hoy, la agencia de Lugo Lugo protege a empresas y a ONG que son fachadas de la oposicin y que son financiadas por organismos internacionales, indica el documentalista caraqueo:

    Tienen a hombres armados que tienen ca-pacidad de logstica, capacidad de comu-nicaciones, capacidad de fuego. Hace unos aos, uno de los Disip que perteneci al grupo de Posada trat de ser nombrado jefe de Seguridad del Consejo Supremo Electoral. Las personas mayores que lo conocan lo de-

  • IXEscandalosa liberacin

    Uno de los peores actos de terrorismo de Estado nunca visto en territorio norteamericano. Fue en estos trminos que titulares de la prensa calificaron un espectacular atentado que se haba preparado de antemano en Caracas, en las oficinas de la Agencia de Investigaciones Industriales y Comerciales de Luis Posada Carriles, desde donde el agente de la CIA co-ordinaba las actividades de la CORU que se le haban asignado.

    En pleno da y en el propio corazn del Washington diplomtico, la explosin de una bomba de C-4 provo-c la muerte del ex embajador y ex ministro chileno Orlando Letelier, y de su colaboradora, la activista de los derechos humanos Ronni Moffit.

    Era el 21 de septiembre de 1976. Una potente bomba, colocada bajo el carro de las vctimas, fue de-tonada por control remoto. El vehculo, una Chevelle 1975, explot en medio de Massachusetts Avenue, en

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    Por supuesto, sus agentes fueron de los primeros en aparecer en el sitio del crimen, adems de los del FBI y de los varios cuerpos de polica del Distrito Fede-ral de Columbia.

    Letelier gozaba de un gran prestigio, pues haba ocupado puestos de gran importancia en el Gobierno constitucional de Salvador Allende: embajador en EE UU, ministro del Interior, ministro de Relaciones In-ternacionales y ministro de Defensa al momento del putsch. El mismo da del golpe fue arrestado y enviado a la isla Dawson, cerca de la Antrtida, para su plani-ficada ejecucin. Pero, gracias a numerosas presiones internacionales, fue puesto en libertad y deportado a Venezuela, desde donde lleg a Estados Unidos para emprender, de inmediato, la lucha contra el rgimen fascista de Pinochet.

    Y no eran pocos los individuos y organizaciones que, despus de este horrible asesinato, reclamaban conocer toda la verdad en este caso.

    Mientras las sospechas del pblico y de algunos r-ganos de prensa y de los propios colaboradores de Le-telier apuntaban hacia la dictadura de Pinochet, unas inesperadas teoras, desmintiendo las primeras, fue-ron de repente publicadas por la prensa, bajo las ins-

    el barrio de Embassy Row, uno de los ms prestigio-sos de la capital.

    La investigacin fue extraordinariamente larga y compleja.

    El asesinato tena, por supuesto, un impacto pol-tico considerable.

    En Chile, el general fascista Augusto Pinochet dete-na el poder y la represin policaca alcanzaba niveles sin precedentes. La polica secreta, la siniestra DINA, eliminaba sistemticamente toda oposicin.

    En una sombra conspiracin entre los regmenes de extrema derecha de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia, pero tambin con la CIA y sus mercenarios cubano-americanos de Miami, un plan de exterminacin de activistas de izquierda deno-minado Plan Cndor se desarrollaba por encima de las fronteras latinoamericanas y con la bendicin de la CIA.

    En Langley, George Bush petrolero millonario, ex operativo de la CIA en Miami, hijo de un banquero cas-tigado por sus lazos financieros con la Alemania hitle-riana y luego elegido al Senado diriga la Compaa con un maquiavelismo fuera de lo comn.

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    quienes pertenecan todos a un tristemente famoso grupo terrorista, la CORU.

    Creado bajo la direccin del pediatra asesino Or-lando Bosch, en 1976, en Repblica Dominicana, bajo una iniciativa de la CIA que pretenda reunir en una sola organizacin a varios mercenarios y mato-nes anticubanos de que dispona, el grupo se atribu-y, en el curso de los aos, la paternidad de cientos de crmenes, tanto contra Cuba como contra objeti-vos cubanos o individuos o grupos de izquierda de varios pases.

    Ignacio y Guillermo Novo no eran desconocidos del FBI.

    En 1961, cumpliendo orientaciones del llamado Movimiento Nacionalista Cubano (MNC), se haban incorporado a los preparativos de la invasin merce-naria por Playa Girn, pero su grupo no lleg a desem-barcar.

    Se unieron luego al grupo de Julio Prez Prez, y reconocern pblicamente haber puesto bombas bajo el nombre de Comando Cero. En 1962, atacaron el barco cubano Mara Teresa en el puerto de Montreal, Canad. En 1964 fueron arrestados, acusados del ata-

    trucciones personales del propio George Bush, segn lo que se supo muchos aos ms tarde.

    La muy conocida revista Newsweek, beneficindose de fuentes supuestamente exclusivas, difundi unas revelaciones que sorprendieron a todos. El asesinato de Letelier y Moffit, increblemente, no era el resultado de un complot de los esbirros de Pinochet. Se trataba, afirmaba el semanario, citando un informe secreto de la CIA destinado al FBI, de un golpe montado por extremistas de izquierda, deseosos de matar a Lete-lier para crearse un mrtir.

    Se supo ms tarde que George Bush, no satisfecho con esta campaa de prensa, haba desinformado per-sonalmente a Henry Kissinger, el secretario de Estado encargado de la diplomacia estadounidense, quien se haba reunido con Pinochet en Chile, confirmndole la autenticidad de las teoras publicadas por Newsweek y la inocencia de la DINA.

    Despus de una laboriosa bsqueda, miles de en-trevistas y cientos de falsas pistas sembradas por la propia CIA, cinco sospechosos de origen cubano fue-ron arrestados por el FBI: los hermanos Guillermo e Ignacio Novo, Jos Dionisio Charco de Sangre Su-rez Esquivel, Virgilio Paz Romero y Alvin Ross Daz,

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    Acusados, ambos admitieron su participacin en el doble asesinato y fueron condenados a unos 12 aos de crcel

    La verdad acerca de los responsables del asesina-to Letelier-Moffit iba a estallar por fin!, casi un cuarto de siglo despus de los hechos, cuando, el 18 de septiembre de 2000, un informe de 21 pginas de la CIA dirigido al Congreso confirmaba, por primera vez, que el cabecilla de la conspiracin era Manuel Contre-ras, el jefe de Inteligencia de la DINA, la polica secreta de la dictadura pinochetista.

    El terrorista en jefe de Contreras, Michael Town-ley, un norteamericano que era a la vez agente de la DINA y colaborador activo de la CIA, y Armando Fer-nndez, un oficial del Ejrcito chileno y agente de la DINA, entraron ilegalmente a los Estados Unidos (con pasaportes paraguayos autorizados por el dictador Stroessner, tras un pedido especial de Pinochet) para reunirse con lderes de la CORU.

    Asesorados por Posada desde Caracas en cuya oficina se encontraron luego varios mapas relaciona-dos con el plan de atentado Guillermo Novo y su hermano encargaron a sus matones proveer todo el material y la asistencia necesarios.

    que con una bazooka al edificio de la ONU, cuando el comandante Ernesto Che Guevara hablaba ante la Asamblea General. En 1965, son arrestados nueva-mente por tenencia ilegal de armas y explosivos.

    En 1979, los hermanos Novo fueron finalmente inculpados, condenados a 8 aos de prisin, conde-na que fue revocada en 1980. Sus defensores usaron varios artificios para descartar el elemento clave de la prueba de la Fiscala. Un truco ms, sin duda inspirado por la CIA, para salvar a sus colaboradores.

    Poco despus de su liberacin, Ignacio y Guillermo Novo fueron contratados por la Fundacin Nacional Cubano-Americana y su jefe, Jorge Mas Canosa, para dirigir el Comit de Informacin del grupo mafioso.

    Surez y Paz llegaron a desaparecer durante 12 aos hasta que las autoridades los detuvieron. El FBI les reconoca un nivel de peligrosidad tan elevado que, entretanto, el sealamiento de Paz haba sido difundi-do en el popular programa televisivo Americas Most Wanted, en el cual se publicaban sistemticamente las caractersticas de los individuos ms peligrosos bus-cados por los cuerpos de polica de todo el territorio norteamericano.

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    entonces encargado de expulsar del pas a los extran-jeros en situacin irregular despus de su detencin. Pero gracias a la intervencin de la Fundacin Nacional Cubano Americana, siempre dispuesta a socorrer a sus colaboradores, el propio presidente George W. Bush au-toriz, en el curso del verano de 2001, que los dos peli-grossimos terroristas fueran puestos en libertad.

    Virgilio Paz sali del Bradenton Detention Center, del INS, al sur de Tampa, el 25 de julio, y Dionisio Su-rez tambin regres a la calle el 14 de agosto. A unas pocas semanas del 11 de septiembre!

    El colmo de la desgracia fue, sin embargo, el 20 de mayo siguiente, cuando George W. Bush habl, en Miami, frente a los ms representativos elementos de la mafia anticubana. Los dos terroristas estaban ah presentes, aplaudiendo frenticamente sus palabras.

    Charco de Sangre Surez Esquivel y Virgilio Paz Romero, de nuevo libres de retomar sus actividades te-rroristas, tuvieron la oportunidad no slo de escuchar a su amo hablar de sus sueos de una nueva Cuba, sino, tambin de agradecerle su libertad.

    Ah apareci la justicia norteamericana en todo su esplendor. George Bush (padre) nunca tuvo que

    El 19 de septiembre de 1976, Townley, Charco de Sangre y Paz se dirigieron a la casa de Orlando Lete-lier en Bethesda, Maryland, donde Townley coloc la bomba bajo el auto del ex embajador.

    El 21 ocurra el atentado.

    Townley avis inmediatamente por telfono a los hermanos Novo de que algo haba ocurrido en el dis-trito de Columbia y abandon el pas el 24 para regre-sar a Chile.

    La CIA tambin confes que saba con antelacin de las intenciones de Contreras, quien, adems de es-pa pinochetista, apareca en la contabilidad de la inte-ligencia norteamericana. Al igual que Posada Carriles.

    Entretanto, el estadounidense Michael Townley fue extraditado desde Chile en 1978, y estuvo encarcelado por 5 aos en EE UU, mientras colaboraba con el FBI. Fue finalmente liberado y hoy vive con otra identidad al amparo del programa de proteccin de testigos, a pesar de sus numerosos crmenes.

    Liberados de la crcel federal, Charco de Sangre Surez Esquivel y Virgilio Paz Romero por no ser ciu-dadanos norteamericanos, fueron entregados al Immi-gration and Naturalization Service (INS), organismo

  • XLa FNCA terrorista

    Cuntas cosas vienen a la mente al leer hoy da una declaracin de la Fundacin Nacional Cubano Americana (FNCA), publicada en la prensa de Miami en agosto de 1997, que apoyaba incondicionalmente las acciones terroristas que ocurran en aquel momen-to contra instalaciones tursticas de Cuba.

    A la luz de lo que hoy sabemos, cuntas mentiras se descubren en ese texto firmado por cabecillas de la mafia miamense que conocan de antemano que ms bombas iban a explotar en distintos hoteles, por haber alentado, orientado y financiado al terrorista Luis Po-sada Carriles.

    Ya en noviembre de 1996, como preludio a lo que iba a suceder, el Canal 23 de Miami entrevis-taba en vivo a Posada junto a Orlando Bosch, quie-nes declararon su intencin de ejecutar ms ac-ciones terroristas contra Cuba. Protegido por la inercia del FBI, Posada us los meses siguientes

    explicar su papel, como jefe de la CIA, en esta histo-ria sucia de asesinato y desinformacin. Tampoco su hijo, gran denunciador del terrorismo universal, ha sido cuestionado ni por la prensa supuestamente libre sobre los motivos de la puesta en libertad de tales canallas.

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    al destino de esclavitud y miseria en que lo ha sumido el rgimen castrista. () El pueblo cu-bano le est enviando al mundo, mediante es-tos actos de rebelda, el ms claro e inequvoco mensaje.

    Y el comunicado, perla de desinformacin a la Otto Reich, prosigue descaradamente:

    Aquellos que se preguntan quines podrn ser los autores de los recientes incidentes no tienen ms que analizar las caracters-ticas de stos para concluir que apuntan a elementos altamente organizados dentro del pas, quizs dentro de las propias fuer-zas armadas, hombres y mujeres que () poseen los conocimientos, contactos y dis-ciplina para evadir la deteccin por parte de las, obviamente inefectivas, estructuras de seguridad del rgimen.

    Los autores del documento introducen ms adelan-te un llamamiento a la violencia terrorista: El pueblo cubano () tiene derecho a escoger los instrumentos que se encuentren a su alcance.

    para concretar, desde su refugio de El Salvador, los atentados anunciados, sin interferencia ninguna. El 12 de abril de 1997 ocurre una primera explosin, en el Hotel Meli Cohba, del Vedado habanero. El 30 del mismo mes, una segunda bomba explota en este mismo hotel. Dos meses y medio ms tarde, el 12 de julio, estallan bombas en los hoteles Capri y Nacional. El 4 de agosto se produce una tercera explosin en el hotel Meli Cohba.

    La FNCA, que conoce perfectamente bien el origen de la ola de atentados, decide entonces que lleg el momento de comentar pblicamente los eventos.

    Y hay que ver en qu trminos!

    El 11 de agosto de 1997, en un anuncio pagado pu-blicado en la prensa miamense, titulado A la opinin pblica: mensaje de la junta de directores de la Funda-cin Nacional Cubano Americana, se dice lo siguiente lea y analice, recordando siempre