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Porfiriato Bandera mexicana con el Águila Porfiriana, usada entre ca. 1880 y 1910. El presidente Díaz en 1902, ataviado con ropa civil. El porfiriato o porfirismo [1] es el periodo histórico du- rante el cual el ejercicio del poder en México estuvo bajo control de Porfirio Díaz. El porfiriato es un periodo de la historia de México que comprende de 1876 a 1910, donde se llevaron a cabo varias transformaciones económicas que posibilitaron la conformación de un estado nacional fuerte y con estabili- dad política durante cerca de 35 años. Dichas transforma- ciones, sin embargo, no beneficiaron al grueso de los ha- bitantes de dicho país, sino estuvieron dirigidas a permitir grandes negocios y fortunas a los capitalistas extranjeros. La alta concentración de la tierra, la construcción de los ferrocarriles, el nuevo impulso minero, la industria textil y la explotación petrolera fueron algunas de las caracte- rísticas que tuvo el desarrollo de la economía porfirista. Los latifundios explican la dimensión del estallido revo- lucionario de 1910; los ferrocarriles, la nueva dinámica demográfica que se pondrá en marcha; la minería y el pe- tróleo, la entrega de nuestras culturas riquezas naturales a cambio de la producción artesanal por la manufacturera y, por tanto, el inicio de las luchas del movimiento obrero en México. 1 Antecedentes históricos Al reelegirse el presidente Lerdo de Tejada, Porfirio Díaz decidió rebelarse militarmente contra aquél. Formado en la guerra de Reforma y durante la intervención francesa, Díaz gozaba de gran prestigio entre los militares y de re- nombre en los círculos políticos del país. El triunfo del Plan de Tuxtepec, lo llevó a la presidencia de México para gobernar desde 1876 hasta 1911, con un breve in- termedio generado por el gobierno de su amigo Manuel González. En los 31 años de Porfiriato se construyeron en México más de 19,000 kilómetros de vías férreas gracias a la in- versión extranjera; el país quedó comunicado por la red telegráfica; se realizaron inversiones de capital extranjero en minería, agricultura, petróleo, entre otros rubros y se impulsó la industria nacional. Con la entrada de José Ives Limantour en Hacienda en 1893 surgió un auge de las compañías enajenadoras de terrenos comunes baldíos, se modificó la Constitución de 1857 para permitir las reelecciones y se aprobó la ley que otorgaba la gran explotación minera a los capitales de Estados Unidos y Gran Bretaña. Limantour, tras la cri- sis de 1892, abrió el país a la inversión extranjera y pro- movió la creación de nuevas industrias. La corrupción, el fraude electoral y la represión fueron las propuestas de la administración Díaz a las tensiones sociales, nacidas del contraste entre una oligarquía poderosa, controladora de los resortes económicos y políticos y una población de casi 13 millones de personas ligadas mayoritariamente a la tierra. La crisis de 1907 y las luchas de sucesión en el seno del gobierno favorecieron el inicio de la revolución mexicana, dirigida por Madero. [2] 1

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Porfiriato

Bandera mexicana con el Águila Porfiriana, usada entre ca.1880 y 1910.

El presidente Díaz en 1902, ataviado con ropa civil.

El porfiriato o porfirismo[1] es el periodo histórico du-rante el cual el ejercicio del poder en México estuvo bajocontrol de Porfirio Díaz.El porfiriato es un periodo de la historia de México quecomprende de 1876 a 1910, donde se llevaron a cabovarias transformaciones económicas que posibilitaron laconformación de un estado nacional fuerte y con estabili-dad política durante cerca de 35 años. Dichas transforma-ciones, sin embargo, no beneficiaron al grueso de los ha-

bitantes de dicho país, sino estuvieron dirigidas a permitirgrandes negocios y fortunas a los capitalistas extranjeros.La alta concentración de la tierra, la construcción de losferrocarriles, el nuevo impulso minero, la industria textily la explotación petrolera fueron algunas de las caracte-rísticas que tuvo el desarrollo de la economía porfirista.Los latifundios explican la dimensión del estallido revo-lucionario de 1910; los ferrocarriles, la nueva dinámicademográfica que se pondrá en marcha; la minería y el pe-tróleo, la entrega de nuestras culturas riquezas naturalesa cambio de la producción artesanal por la manufactureray, por tanto, el inicio de las luchas del movimiento obreroen México.

1 Antecedentes históricos

Al reelegirse el presidente Lerdo de Tejada, Porfirio Díazdecidió rebelarse militarmente contra aquél. Formado enla guerra de Reforma y durante la intervención francesa,Díaz gozaba de gran prestigio entre los militares y de re-nombre en los círculos políticos del país. El triunfo delPlan de Tuxtepec, lo llevó a la presidencia de Méxicopara gobernar desde 1876 hasta 1911, con un breve in-termedio generado por el gobierno de su amigo ManuelGonzález.En los 31 años de Porfiriato se construyeron en Méxicomás de 19,000 kilómetros de vías férreas gracias a la in-versión extranjera; el país quedó comunicado por la redtelegráfica; se realizaron inversiones de capital extranjeroen minería, agricultura, petróleo, entre otros rubros y seimpulsó la industria nacional.Con la entrada de José Ives Limantour en Hacienda en1893 surgió un auge de las compañías enajenadoras deterrenos comunes baldíos, se modificó la Constitución de1857 para permitir las reelecciones y se aprobó la ley queotorgaba la gran explotación minera a los capitales deEstados Unidos y Gran Bretaña. Limantour, tras la cri-sis de 1892, abrió el país a la inversión extranjera y pro-movió la creación de nuevas industrias. La corrupción, elfraude electoral y la represión fueron las propuestas de laadministración Díaz a las tensiones sociales, nacidas delcontraste entre una oligarquía poderosa, controladora delos resortes económicos y políticos y una población decasi 13 millones de personas ligadas mayoritariamente ala tierra. La crisis de 1907 y las luchas de sucesión en elseno del gobierno favorecieron el inicio de la revoluciónmexicana, dirigida por Madero.[2]

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2 3 OBRAS DE LA SECRETARÍA DE COMUNICACIONES Y OBRAS PÚBLICAS

En este periodo se continuó el esfuerzo iniciado conManuel González por superar la educación en todos susniveles; hombres de la talla de Joaquín Baranda, EzequielChávez, Enrique C. Rébsamen, Ignacio Manuel Altami-rano y Justo Sierra Méndez le dieron lustre a este procesoque incluyó desde los jardines de niños hasta la educaciónsuperior, pasando por la formación de maestros.Aunque Porfirio Díaz reiteraba que ya el país se encontra-ba listo para la democracia, realmente nunca quiso dejarel poder y en 1910, a la edad de 80 años, presentó sucandidatura para una nueva reelección, la cual fue recha-zada por el público obrero. Ante estos hechos, FranciscoI. Madero convocó a la rebelión, la cual surgió el 20 denoviembre de ese año, y terminó con la entrada triunfal ala ciudad, derrotando al dictador.Chihuahua fue el principal escenario de las derrotas porfi-ristas ya que Pancho Villa y Pascual Orozco conquistaronCiudad Guerrero, Mal Paso, venció en la batalla de CasasGrandes, Chihuahua y la toma de Ciudad Juárez, por elSur, Emiliano Zapata al frente de sus tropas campesinas,amagaban la capital y derrotaron en Cuautla el 5.º. Re-gimiento de Oro (el mejor batallón del ejército federal)aunque irrelevantes en el plano militar, fueron las bata-llas que facilitaron el camino de los revolucionarios ha-cia la victoria contra la dictadura. Habiendo tenido esosfracasos en el terreno militar y otros en el plano de lasnegociaciones, Díaz prefirió renunciar a la presidencia yabandonó el país en mayo de 1911.

2 Actividad marítima y portuaria

Durante esta época la marina mercante nacional recibióun impulso inusitado. Se legisló mediante códigos de fe-chas 1884 y 1889, se reconoció que la marina se encon-traba en un estado deplorable.El jefe del Departamento de Marina, de la Secretaría deGuerra yMarina, opina que laMarinaMercante Nacionales una idea tan noble como levantada y por lo mismo, ha-bía que fomentar la construcción de astilleros y de barcospara ella.En 1897 fue inaugurada la Escuela NavalMilitar en la quese preparaban oficiales para la marina de guerra. Tam-bién se crearon las compañías Transatlántica Mexicana,la Mexicana de Navegación y la Naviera del Pacífico, queperduraron por varias décadas.Al final del Porfiriato se intensificó el tráfico marítimo enel Golfo de México, toda vez que llegaban periódicamen-te buques de diez compañías navieras, entre europeas,estadounidenses y mexicanas. Por lo que toca al Pacífico,solo una línea inglesa y dos mexicanas daban servicio.Con el crecimiento del tráfico marítimo hubo necesidadde acondicionar varios puertos, como los de Veracruz,Manzanillo, Salina Cruz y especialmente el de Tampico.Motivo de preocupación del gobierno, fue el enlace de los

puertos con el interior del país y para ese fin se constru-yeron las vías férreas que comunicaron a Veracruz con lacapital, Salina Cruz y Coatzacoalcos; no se concluyó la deMéxico a Acapulco y solamente una parte de la Méxicoa Tampico.Los trabajos se realizaron de manera continua durante elgobierno del general Díaz, y hacia fines del siglo se indicaque se firmaba un contrato para mejorar y sanear el puer-to de Manzanillo; se reconocían la costa e islas orientalesde Yucatán para el establecimiento de su señalización; seinstalaban las oficinas del servicio de faros en los puertosde Progreso, Puerto Ángel y Mazatlán, dándose principioa las obras de instalación del faro en punta de Zapotitlán yse encontraba ya en servicio el de Isla Mujeres; se hacíantrabajos de reconocimiento en la costa de Campeche pa-ra estudiar la mejor localización del puerto; se llevaba atérmino el proyecto del nuevo puerto de Altata; continua-ban las obras del puerto y saneamiento deManzanillo. EnTampico se comenzaban los trabajos para la reconstruc-ción del muelle fiscal; se inauguraban varios faros en lacosta oriental de Yucatán y en Puerto Ángel, Oaxaca, asícomo algunas balizas luminosas en Antón Lizardo, Vera-cruz y en el Puerto de La Paz, Baja California. Los puer-tos de Veracruz, Tampico y Salina Cruz, siempre mere-cieron la más alta atención del gobierno del general Díaz.

3 Obras de la Secretaría de Comu-nicaciones y Obras Públicas

El 13 de mayo de 1891 se promulgó una Ley expedidapor el Congreso, virtud a la cual se establecía la distri-bución de los quehaceres públicos del Poder Ejecutivo ensiete Secretarías de Estado, entre las que figuraba por pri-mera vez la de Comunicaciones y Obras Públicas, lo queviene a significar un cambio en la política de construc-ción de caminos, considerándose que las carreteras y sudesarrollo eran indispensables para impulsar la economíadel país.

Tienda de Pulque en Tacubaya.

A fin de organizar las instancias administrativas disper-sas que atendían los servicios de comunicación nacional,quedaron incorporados a este nuevo Ministerio 12 secto-

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res: Correos Internos, Vías Marítimas de Comunicacióno Vapores, Faros, Unión Postal Universal, Telégrafos yTeléfonos, Ferrocarriles, Monumentos, Carreteras, Cal-zadas y Puentes, Lagos y Canales, Consejería y Obras conel Palacio Nacional y Chapultepec, y Desagüe del Vallede México.Esta Secretaría (llamada por muchos autores Ministerio)de Comunicaciones y Obras Públicas conservó su estruc-tura institucional durante el período revolucionario.[3]

4 Cultura y sociedad

La literatura fue el campo cultural que más avances tuvoen el Porfiriato. En 1849, Francisco Zarco fundó el LiceoMiguel Hidalgo, que formó a poetas y escritores duranteel resto del siglo XIX en México. Los egresados de estainstitución se vieron influenciados por el Romanticismo.Al restaurarse la república, en 1867 el escritor IgnacioManuel Altamirano fundó las llamadas “Veladas Litera-rias”, grupos de escritores mexicanos con la misma visiónliteraria. Entre este grupo se contaban Guillermo Prieto,Manuel Payno, Ignacio Ramírez, Vicente Riva Palacio,Luis G. Urbina, Juan de Dios Peza y Justo Sierra. Ha-cia fines de 1869 los miembros de las Veladas Literariasfundaron la revista “El Renacimiento” , que publicó textosliterarios de diferentes grupos del país, con ideología po-lítica distinta. Trató temas relacionados con doctrinas yaportes culturales, las diferentes tendencias de la culturanacional en cuanto a aspectos literarios, artísticos, histó-ricos y arqueológicos.[4] Arte y cultura en el Porfiriato Elescritor guerrerense Ignacio Manuel Altamirano y Costi-lla creó grupos de estudio relacionados a la investigaciónde la Historia de México, las Lenguas de México, peroasimismo fue impulsor del estudio de la cultura universal.Fue también diplomático, y en estos cargos desempeñóla labor de promover culturalmente al país en las poten-cias extranjeras. Fue cónsul de México en Barcelona yMarsella y a fines de 1892 se le comisionó como embaja-dor en Italia. Murió el 13 de febrero de 1893 en San Re-mo, Italia. La influencia de Altamirano se evidenció en elnacionalismo, cuya principal expresión fueron las nove-las de corte campirano. Escritores de esta escuela fueronManuel M. Flores, José Cuéllar y José López Portillo yRojas.[5]

Poco después surgió enMéxico el modernismo, que aban-donó el orgullo nacionalista para recibir la influencia fran-cesa. Esta teoría fue fundada por el poeta nicaragüenseRubén Darío y proponía una reacción contra lo estable-cido por las costumbres literarias, y declaraba la libertaddel artista sobre la base de ciertas reglas, inclinándose asíhacia el sentimentalismo. La corriente modernista cam-bió ciertas reglas en el verso y la narrativa, haciendo usode metáforas. Los escritores modernistas de México fue-ron Luis G, Urbina y Amado Nervo.[6]

Como consecuencia de la filosofía positivista en México,

se dio gran importancia al estudio de la historia. El go-bierno de Díaz necesitaba lograr la unión nacional, debi-do a que aún existían grupos conservadores en la sociedadmexicana. Por ello, el Ministerio de Instrucción Pública,dirigido por Justo Sierra usó la historia patria como unmedio para lograr la unidad nacional. Se dio importanciaespecial a la Segunda Intervención Francesa en México,a la vez que se abandonó el antihispanismo presente enMéxico desde la Independencia.[7]

En 1887, Díaz inauguró la exhibición de monolitosprehispánicos en el Museo Nacional, donde también fuemostrada al público una réplica de la Piedra del Solo Calendario Azteca. En 1908 el museo fue divididoen dos secciones: Museo de Historia Natural y Museode Arqueología. Hacia principios de 1901, Justo Sierracreó los departamentos de etnografía y arqueología. Tresaños después, en 1904 durante la Exposición Universalde San Luis —1904— se presentó la Escuela Mexica-na de Arqueología, Historia y Etnografía, que presen-tó ante el mundo las principales muestras de la culturaprehispánica.[8]

El valle de México, pintado en 1885 por Velasco. El paisajismomexicano tuvo gran auge durante la época en que Porfirio Díazgobernó al país. En general, la cultura mexicana se vio afectadapor los cambios económicos y políticos, y se desarrolló un arte endos etapas. La primera, que comprende de 1876 a 1888 repre-sentó el auge del nacionalismo. La segunda y última fase del arteporfiriano empezó en 1888 y finalizó con el gobierno de Díaz, en1911 y se caracterizó por una preferencia cultural hacia Franciay su cultura.

José María Velasco fue un paisajista mexicano que na-ció en 1840, y se graduó como pintor en 1861, de laAcademia de Bellas Artes de San Carlos. Estudió asi-mismo zoología, botánica, física y anatomía. Sus obrasprincipales consistieron en retratar el Valle de Méxicoy también pintó a personajes de la sociedad mexicana,haciendas, volcanes, y sembradíos. Una serie de sus tra-bajos fue dedicado a plasmar los paisajes provinciales deOaxaca, como la catedral y los templos prehispánicos, co-mo Monte Albán y Mitla. Otras pinturas de Velasco fue-ron dedicadas a Teotihuacan y a la Villa de Guadalupe.[9]

El avance de la instrucción pública fue favorecido por el

4 5 LA POLÍTICA EXTERIOR

positivismo, y por su representante mexicano Gabino Ba-rreda. Durante el Porfiriato se sentaron las bases de laeducación pública, que siempre fue respaldada por losintelectuales de índole liberal. En 1868, todavía duran-te el gobierno de Juárez, se promulgó la Ley de Instruc-ción Pública, que no fue aceptada por la Iglesia Católica.Joaquín Baranda, ministro de Instrucción Pública, desa-rrolló una campaña de conciliación con la Iglesia, y aplicóa la educación el aspecto positivista, sin dejar de lado elhumanismo. Se buscaba que todos los alumnos tuvieranacceso a la educación básica, pero para ello se tuvo queenfrentar a caciques y hacendados, además de la falta devías de comunicación en las zonas rurales. La instrucciónprimaria superior se estableció en 1889 y tuvo por objetocrear un vínculo entre la enseñanza elemental y la prepa-ratoria.En 1891 fue promulgada la Ley Reglamentaria de Edu-cación, que estableció la educación como laica, gratuitay obligatoria. Asimismo fueron instituidos los llamadosComités de Vigilancia. Para que los padres y tutores cum-plieran con la obligación constitucional de mandar a sushijos o pupilos a la escuela. Baranda fundó más de dos-cientas escuelas para maestros, que una vez egresados sedirigieron a enseñar a las ciudades del país. Sin embargo,en las zonas rurales la falta de desarrollo social provocóun rezago educativo.[10]

Durante las fiestas del Centenario de la Independenciade México, Justo Sierra presentó ante el Congreso de laUnión, una iniciativa para crear la Universidad Nacionalde México, como dependencia agregada al Ministerio deInstrucción Pública y Bellas Artes. La ley fue promulgadael 26 de mayo, y el primer rector universitario fue JoaquínEguía Lis, durante los años de 1910 a 1913. Las escuelasde Medicina, Ingeniería y Jurisprudencia habían funcio-nado separadas durante más de cuarenta años, pero conesta ley se reunían todas, junto con la Escuela NacionalPreparatoria, en la Universidad Nacional de México. Po-cos años después de culminar la Independencia, fue supri-mida la Real y Pontificia Universidad de México, ya quehabía sido considerada un símbolo del Virreinato de Nue-va España, como una muestra de desprecio ante la culturaespañola. Años después se intentó restaurar la institución,pero las guerras civiles y las confrontaciones políticas loimpidieron.Hubo varios grupos sociales contra su gobierno pero elquemás destaca es el de los "magonistas" un pequeño gru-po de “bandidos” guiados supuestamente por los interesespersonales de los hermanos Flores Magón, sin embargoellos se llamaban a sí mismos “liberales” y después “anar-quistas”. Tiempo después historiadores usaron el término“magonismo” para identificar el movimiento influido porel pensamiento de los FloresMagón y otros colaboradoresdel periódico Regeneración como Librado Rivera, Ansel-mo L. Figueroa y Práxedis G. Guerrero. A principios delsiglo XXI, organizaciones sociales e indígenas en Méxicoreivindican la tradición de lucha magonista.[11]

5 La política exterior

A la par de la búsqueda por la estabilidad políticamedian-te la reorganización y control del ejército y la pacifica-ción del país, el Presidente Díaz encaminó sus esfuerzosa obtener el reconocimiento internacional. De las nacio-nes europeas que había firmado la convención de Londres– por la cual se originó la guerra de intervención- y conla que México había roto relaciones diplomáticas-, GranBretaña fue la última en reconocer al gobierno de Díaz(1884). España lo otorgó el mismo año en que el generaloaxaqueño asumió la presidencia, 1877, y Francia lo hizoen 1880.Para el logro de sus objetivos en política exterior, el Pre-sidente Porfirio Díaz contó con la colaboración de ex-pertos que se habían forjado en las últimas décadas. Lasdos figuras más importantes, fueron sin duda, Matías Ro-mero e Ignacio Mariscal. El primero, quien se desempe-ñó como Ministro de México en Washington de 1882 a1898, logró generar una política bilateral con los EstadosUnidos aprovechando las oportunidades comerciales quese abrían. Mariscal, quien se desempeñó por casi treintaaños como Secretario de Relaciones de 1880 a 1910, Suexperiencia como ministro en Washington y Londres lepermitió gestar una política exterior que mirara lo mis-mo allende al Bravo que allende al Atlántico.En abril de 1878, Estados Unidos reconoció el gobiernodel presidente Díaz. Con la modificación de una serie deleyes México abrió sus puertas a la inversión extranjera.La respuesta del exterior no se hizo esperar: un gran flujode capital y tecnología surgió de las concesiones que elgobierno mexicano otorgó a inversionistas extranjeros enforma de tasas de ganancias garantizadas, exenciones deimpuestos y reformas fiscales benéficas para los inversio-nistas.Las principales fuentes de capital extranjero invertido enMéxico durante el Porfiriato venían de Estados Unidos yGran Bretaña. Estados Unidos compartía con México elinterés por desarrollar sistemas de comunicación que fa-cilitaran el comercio e hicieran más estrechos los vínculoseconómicos entre ambos países; por tal motivo, gran par-te del capital invertido en México estuvo dirigido hacia laconstrucción de una amplia red ferroviaria que uniera alas principales ciudades del país y –mediante conexiones–se extendiera más allá de la frontera norte hasta alcanzarimportantes ciudades norteamericanas.Con las grandes propiedades, la agricultura se orientó a laexportación y creció espectacularmente, sobre todo en laproducción de henequén, café, cacao, hule y chicle.No obstante, la importancia de los capitales norteameri-canos para el proyecto modernizador del gobierno me-xicano –Estados Unidos siempre fue el primer inversio-nista y socio comercial de México–, Díaz nunca dejó demostrarse receloso de su participación en las áreas estra-tégicas de la economía nacional. La política expansionis-

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ta sostenida años atrás por Estados Unidos –y de la cualMéxico había sido víctima– seguía presente en la memo-ria colectiva de la nación, y su nueva variante, la inva-sión pacífica –que suponía un expansionismo de ordeneconómico–, no podía ser halagüeña.Por ello desde los albores de su régimen, Díaz fomentola participación de capitales europeos para contrarrestarla influencia que pudieran tener los norteamericanos enlos asuntos internos de México. Un factor que favorecióen gran medida las inversiones británicas fue la partici-pación que los miembros del gobierno mexicano tuvieronen las empresas extranjeras –mineras, petroleras, ferro-carrileras, y de servicios principalmente–. La relación dealtos funcionarios porfiristas con inversionistas ingleses–particularmente con Weetman Dikinson Pearson, presi-dente de S. Pearson and Son– fue muy estrecha, y en lamayor parte de los casos las concesiones –supuestamentesometidas a concurso– se otorgaba favoreciendo los in-tereses británicos.El marcado favoritismo del gobierno de Díaz hacia el ca-pital británico no fue suficiente para detener la expansióneconómica norteamericana en México. La inmejorableposición geográfica de Estados Unidos y las presiones quepor momentos ejercía el gobierno norteamericano sobrela administración porfirista fueron las condiciones queobligaron a Gran Bretaña a asumir el papel de segundosocio comercial de México. A pesar de la abierta sim-patía que Díaz siempre mostró por el capital europeo, larelación con Estados Unidos era estrecha.Pero los capitales extranjeros no lo eran todo. Para impul-sar el desarrollo económico y el progresomaterial, la polí-tica exterior del Porfiriato fue la piedra angular. Durantelos 34 años de dictadura el gobierno mexicano se com-portó con independencia y valentía frente a las presionesque por momentos ejercía Washington sobre la adminis-tración de Díaz. El cumplimiento de los compromisos dela deuda definió desde 1878, la estabilidad y cordialidadde la relación bilateral.El gobierno mexicano desarrolló una intensa actividad di-plomática basada, desde luego en la estrecha cooperacióncon Estados Unidos. Con Washington se firmaron variosacuerdos. Se creó la comisión mixta de reclamaciones pa-ra cuidar los intereses de ambos países, se constituyó tam-bién la comisión internacional de límites. Como equili-brio político y económico resultaba imprescindible paraMéxico, el gobierno porfirista amplió sus horizontes hastaEuropa. Las relaciones comerciales con Francia, Españay Alemania alcanzaron un nivel sin precedentes. Inglate-rra, por su parte, se convirtió en el contrapeso ideal enáreas estratégicas como la minería, los ferrocarriles y elpetróleo. Porfirio Díaz mandó de embajador al Japón asu propio hijo porque ambos pueblos veían el auge delmonstruo del norte como peligroso. (Argumentando cer-canía de raza al ser la cultura mexicana y japonesa des-cendientes de la mongoloide que una rama cruzaría porel estrecho de Bering y serían los antepasados de los az-

tecas, y diversas etnias amerindias). Incluso en Centroa-mérica, la diplomacia mexicana actuó con independenciay se opuso a los intentos de Guatemala, auspiciados porWashington, de crear una sola nación con el resto de lospaíses centroamericanos.La política exterior de aquellos años, conducida por Por-firio Díaz y por sus Ministros de Relaciones Exteriores,Ignacio Luis Vallarta e IgnacioMariscal fue radicalmenteopuesta a la que se siguió en la primera mitad del siglo.Lejos de ser vaga e idealista con posiciones tajantes queno admitían negociación (como se demostró en el casode Texas), esta diplomacia tuvo objetivos muy concretos-como lo fue el lograr el reconocimiento norteamericano-que iban a ser alcanzados con acciones pragmáticas y aco-modaticias. Después de todo, si la finalidad era el desa-rrollo económico y esto requería de estabilidad y orden,¿no era mejor acaso tener a los norteamericanos comosocios y no como enemigos? De hecho, el gobierno deDíaz mataba así dos pájaros de un tiro, ya que era obvioque no solo necesitaba evitar el conflicto, sino que tam-bién requería del capital y de la tecnología del vecino delnorte para el ansiado desarrollo económico. Ambas cosaslas consiguió al mismo tiempo.Además fue una política exterior mucho más sofisticadaque la de antaño.Se reconocía que Estados Unidos no era una sola entidadmonolítica, sino que estaba compuesto de diversos gruposcon distintos intereses, así que de lo que se trataba erade atraer a los intereses adecuados para neutralizar a losotros.A pesar de todo la relación con Estados Unidos marchócomo en ningún otro momento del siglo XIX: en un am-biente de amistad, paz y apoyo. Con las fronteras abier-tas a las inversiones extranjeras y la estabilidad políticagarantizada por don Porfirio, el gobierno estadouniden-se respiró tranquilo en Washington durante más de tresdecenios. Tan estable se presentaba la administración deDíaz, que los políticos de Estados Unidos se convirtieronen accionistas de las principales compañías petroleras yferrocarrileras. Es de Díaz, la frase “Tan Lejos de Dios ytan cerca de los Estados Unidos”.Francisco Bulnes escribió: “Existía una convicción uni-versal de que mientras el general Díaz disfrutase del apo-yo ultraamistoso que le había concedido Estados Unidos,nada debía temer a las revoluciones. La diplomacia me-xicana debió dedicarse a mantener intactas tan valiosassimpatías, básicas para nuestra orden social”. Durante losgobiernos de Porfirio Díaz se registraron dos hechos im-portantes para la administración pública. El primero, alexpedirse el 11 de febrero de 1883 el quinto ReglamentoInterior del Ministerio de Relaciones Exteriores, y el se-gundo, al decretarse la existencia de siete secretarías parael despacho de los asuntos de orden administrativo del go-bierno federal, el 13 de mayo de 1891, estableciéndose laSecretaría de Relaciones Exteriores.De esta manera, también se integró un Reglamento para

6 10 BIBLIOGRAFÍA

el cuerpo diplomático, el cual fue la Ley reglamentariadel cuerpo diplomático mexicano de 1888. Es de desta-car que don Porfirio Díaz mantuvo una posición firme enasuntos de la política exterior, ya que también desarrollóuna postura de acercamiento industrial, comercial, cultu-ral y financiero hacia los países europeos.

6 Consecuencias sociales

Si bien durante el porfiriato se lograron avances en la pa-cificación del país, el coste social de este progreso fueenorme; la desigualdad aumentó a niveles pocas veces vis-tos, se crearon zonas de explotación sistemática de indí-genas a los cuales casi se les trataba como esclavos, comoValle Nacional y buena parte de Yucatán. Además una re-presión a la prensa libre, que era silenciada ya fuese pormedio de sobornos o bien por torturas y desapariciones.Las represiones que Díaz ejercía sobre las personas queexigían una mejor calidad de vida fueron justificadas conuna doctrina filosófica: el Positivismo, la cual proponía“Orden y progreso”. Así, el “Orden” lo mantenía con re-presiones a los manifestantes, y con ese factor, tener el“progreso”, que era el crecimiento económico que en esaépoca se logró.

7 El clero

El clero recobró gran parte del poder perdido con lasLeyes de Reforma y la Guerra de los Tres Años. Bajo elrégimen de Porfirio Díaz pudo seguir obteniendo diezmoscon toda regularidad, afectando así a los sectores despo-seídos tanto en el campo como en las ciudades. En el cam-po también afectaba a los pequeños propietarios, ya que elclero concentraba altas cantidades de semillas, productodel diezmo de los indios y de los pequeños propietarios,ya concentrada la producción la vendía a precios más ba-jos. logrando obtener jugosas ganancias dado que no lecostaba nada esa producción, así, los compradores prefe-rían los precios del clero y no el de los productores.[12]

8 Véase también

• Antecedentes del Porfiriato

• El hijo del Ahuizote

• Huelga de Cananea

• Huelga de Río Blanco

• John Kenneth Turner

• Plan de Tuxtepec

• Porfirio Díaz

• Rebelión de Acayucan

• Tecnología en el Porfiriato

• Tienda de raya

9 Referencias[1] Benítez, Fernando (1977). Lázaro Cárdenas y la Revolu-

ción Mexicana (el porfirismo) (1 edición). México: Fon-do de Cultura Económica. Cosío Villegas, Daniel (1972).Historia Moderna de México. El porfiriato, vida social.México: Hermes.

[2] García, Tomás (2010). El Pequeño Larousse Ilustrado2010 (Decimosexta edición). México: Larousse. p. 1824.ISBN 978-607-4-00139-6. Consultado el 20 de octubrede 2011. «Porfiriato».

[3] «Decreto del 13 de mayo de 1891 respecto de la adminis-tración pública federal del gobierno Porfirista».

[4] «Historia de la Academia Mexicana de Literatura». www.vozpublica.com.mx. Consultado el 25 de noviembre de2007.

[5] «Biografía de Ignacio Manuel Altamirano». /www.mexicodesconocido.com.mx. Consultado el 25 de noviem-bre de 2007.

[6] Graciela Montalvo y Nelson Osorio Tejeda.«Modernismo en Hispanoamérica». www.stanford.edu.Consultado el 25 de noviembre de 2007.

[7] Enrique Florescano. «“En la época de Porfirio Díaz”».www.jornada.unam.mx. Consultado el 25 de noviembrede 2007.

[8] «Historia del Museo Nacional de Antropología e Histo-ria».www.mna.inah.gob.mx. Consultado el 25 de noviem-bre de 2007.

[9] «Biografía de José María Velasco». redesco-lar.ilce.edu.mx. Consultado el 25 de noviembre de2007.

[10] Manuel Flores. «La educación en el Porfiriato». cec-te.ilce.edu.mx. Consultado el 25 de noviembre de 2007.

[11] «Historia de la UNAM».www.fundacion.unam.mx. Con-sultado el 25 de noviembre de 2007.

[12] Cisneros Estrada, Hermilo; Ceballos de la Rosa, María delos Ángeles; Castillo Reyna, Erasmo (2007). Ciencias So-ciales 2: Historia de México Contemporáneros. Monterrey,Nuevo León, México: LA&go Ediciones. p. 140. ISBN970-694-304-8.

10 Bibliografía

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7

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• Krauze, Enrique; Zerón Medina, Fausto: Porfirio LaAmbición México:Ed Clio (1993) ISBN 968-6932-15-1.

• Krauze, Enrique; Zerón-Medina, Fausto: Porfirio ElPoder México:Ed Clio (1993) ISBN 968-6932-16-X.

• Monod, Émile: L'Exposition Universelle de 1889 Pa-rís: E. Dentu (1890).

• Roeder, Ralph: Hacia el México moderno: PorfirioDíaz México:Fondo de Cultura Económica (1973)ISBN 968-16-0764-3 (obra completa).

• Torre Villar, Ernesto de la: Historia de México IIMéxico: McGRAW-HILL (1992) ISBN 968-451-971-0.

• Valadés, José C:El porfirismo: historia de un régimenMéxico: UNAM (1999).

• Valadés, José C: Breve historia del porfirismo 1876-1911México: Eds mexicanos unidos (1971).

• Zavala, Silvio: Apuntes de historia nacional 1808-1974 México:Fondo de Cultura Económica (1995)ISBN 968-16-3442-X).

8 11 ORIGEN DEL TEXTO Y LAS IMÁGENES, COLABORADORES Y LICENCIAS

11 Origen del texto y las imágenes, colaboradores y licencias

11.1 Texto• Porfiriato Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Porfiriato?oldid=86170463 Colaboradores: Youssefsan, JorgeGG, Tony Rotondas, Ro-sarino, Dodo, Cookie, Tano4595, Cinabrium, Boticario, Peejayem, Pencho15, Airunp, Yrithinnd, Rembiapo pohyiete (bot), MagisterMathematicae, Mixcoatl, RobotQuistnix, Yrbot, Oscar ., Vitamine, ALVHEIM, Ferbr1, Banfield, Er Komandante, EOZyo, Yavidaxiu,Axxgreazz, Aleator, BOTpolicia, CEM-bot, Laura Fiorucci, Alexav8, Ignacio Icke, Betoqa, Retama, Mexicano~eswiki, Baiji, GendarmeCarrusier, Antur, LuisCarlos, Alvaro qc, Tortillovsky, Mahadeva, Roberto Fiadone, Gilberto IV, Mario modesto, Isha, Gusgus, Mpeina-dopa, Candomas, Poc-oban, Tatehuari, Kved, EGFerreiro, R2D2!, Zed Ahroun, Humberto, Netito777, Rrosash, Fixertool, Amanuense,Pólux, Joaquín Martínez Rosado, Iose, Alonsoquijano, VolkovBot, Snakeyes, Technopat, Matdrodes, BlackBeast, Lucien leGrey, MuroBot, Sealight, Cobalttempest, El Ágora, Drinibot, Bigsus-bot, Marcelo, Pascow, Correogsk, Tirithel, Jarisleif, Pcelis, Jaontiveros, Samsar,Kikobot, Amorde2, Petrelli, Eduardosalg, Botellín, Leonpolanco, Botito777, Pitheas, Petruss, EmpJonathanIII, BetoCG, Rαge, Fidelbot-quegua, Açipni-Lovrij, Poposita, Ravave, UA31, Armando-Martin, AVBOT, David0811, A ver, Diegusjaimes, Pokas 20, Arjuno3, Po-waqqatsi~eswiki, Saloca, Andreasmperu, Luckas-bot, Adonais, Sessho-akat, Dangelin5, Yodigo, Eduardomh, Diogeneselcinico42, Super-Braulio13, Manuelt15, Jkbw, Dreitmen, Irbian, FrescoBot, Metronomo, Botarel, Cesarth15, TiriBOT, Hprmedina, Tatianadms, Halfdrag,Xatanga, Jerowiki, HUBOT, PatruBOT, Danieltoledo, Angelito7, Hpav7, Tarawa1943, Foundling, Ivanpares, Germán E. Macías, Edslov,EmausBot, Savh, Casg12, Grillitus, Estaurofila, Cal Jac02, Emiduronte, Metrox~eswiki, KLBot2, Alexander von Duderstad, Laencilclope-dialibre, Travelour, Invadibot, Lord8busy, Allan Aguilar, Bibliofilotranstornado, Aine Takarai, LlamaAl, Creosota, Santga, Helmy oved,Nena linda ermosa, Negroeloso, Profemariohistoria, Azucena Gallegos, Lautaro 97, Addbot, Balles2601, Cerebrooz, ConnieGB, Juanc-quintero, Alejandra Villamil, Hefziba1, JUser, Prolactino, XimiToffy, JuggerWicho, Jarould, Matiia, Elreysintrono, Klounsiniy, Fosilucas,Manoloninja, Patatasforeveralone, Yo damaris, Aleb94, Jlcobix, Manuel simon villa y Anónimos: 452

11.2 Imágenes• Archivo:Bandera_de_México_(1880-1914).svg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/8/87/Bandera_de_M%C3%A9xico_%281880-1914%29.svg Licencia: CC BY-SA 3.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Sarumo74

• Archivo:Commons-emblem-scales.svg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/c6/Commons-emblem-scales.svgLicencia: GPL Colaboradores: File:Commons-emblem-issue.svg and File:Emblem-scales.svg Artista original: Derived work: User:SrhatSource files:

• Archivo:Porfirio_Diaz_civilian.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/2f/Porfirio_Diaz_civilian.jpg Licen-cia: Public domain Colaboradores: ? Artista original: ?

• Archivo:Pulque_shop_in_Tacubaya.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/14/Pulque_shop_in_Tacubaya.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: ? Artista original: ?

• Archivo:Valle_de_México_José_Maria_Velazco_3.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/7c/Valle_de_M%C3%A9xico_Jos%C3%A9_Maria_Velazco_3.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: Fotografía propia Maurice MarcellinArtista original: José María Velasco Gómezo

11.3 Licencia del contenido• Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0