su intimidad más secreta y es difícil adivinar el mundo eró-tico de cada cual. Sin embargo, cada persona expresa su temperamento y su personalidad en los distintos ámbitos en los que se desenvuelve. Cabría esperar que la mayoría de la gente se comportase en el sexo de una forma similar a como lo hace en otras situaciones. Sin embargo, sabe-mos que éste no es siempre el caso”, comenta el sexólogo Juan Carlos Acosta de la Torre

Vamos por partesRecientemente se ha encontrado una relación entre las par-tes del cuerpo que más nos atraen de nuestra pareja y el tipo de personalidad que proyectamos o viceversa.

Regularmente las personas que dicen, yo me enamoro de la mirada, yo me fijo en como habla, no nada más en la boca, sino cómo tiene los labios, la den-tadura, la voz, las palabras que utiliza, lo educado que se pueda presentar.

“Este tipo de personas que se sienten atraídos hacia eso, son personas con una personalidad más recatada, más conserva-dora, tradicionalista, con cier-to miedo a tomar la iniciativa. Como que esperan a que el otro pueda iniciar”, manifiesta Acos-ta de la Torre.

Por otro lado, personas que les atraen de primera instancia las manos de su pareja, son aquellas que “asumen actitu-des bastante pasivas y suelen esperar a que sea el otro quien tome la iniciativa en la relación ya sea para proponer, cambiar o mejorar una situación; siendo por lo regular monótono en su vida diaria y a quienes les cuesta mucho trabajo cambiar sus hábi-tos, sus rutinas, sus planes, sus posibilidades”, comentó el sexólogo.

Son personas que suelen manifestar que disfrutan cómo son acariciados, el gusto por como son tomados de la mano, cómo los tocan. Y que suele relacionar un abrazo con la sensación de protección, la seguridad que se les otorgue, en el caso de la mujer. En lo que se refiere a los hombres, “el hecho de decir las manos de mi esposa son bonitas y me acaricia así, sus uñas de tal forma, la personalidad que refleja es que son personas que son más independientes y que pueden darle mayores satisfacciones a la persona que puede ser más pasivo”.

El sentir atracción hacia los pies de la pareja “nos habla de aquellos con una personalidad que siente el impulso (e incluso la necesidad) de tomar la iniciativa que les permite adaptarse mejor a determinadas situaciones y sacarles más partido; siendo muy espontáneos, interesados en huir de la monotonía y atraídos por la novedad”, precisó Acosta de la Torre.

Por último aquellas personas que llegan a sentir su máxi-ma atracción por glúteos o senos, proyectan una personali-dad transgresora y rebelde, con una necesidad de cuestio-nar las tradiciones y de implementar aspectos nuevos a su experiencia.

“Es muy frecuente que los varones se sientan atraídos por senos o nalgas, o cuando la mayoría de las mujeres la atrac-ción que ellos refieren es los mismo, son personas con ciertas características que los hacen ser más atrevidas, más fuera de lo normal”, indicó el sexólogo.

A veces este tipo de características que vemos en la in-timidad, con relación a la personalidad de los individuos, se relaciona con la forma como se desenvuelve en otras áreas de su vida.

“No es como un patrón rígido en una realidad absoluta, pero sí vemos eso. Lo que las

personas muestran en la inti-midad, a veces se relaciona en cómo se desempeñan con sus amigos, en sus actividades laborales o en la convivencia cotidiana”

En esto también influye en el engrane que se tenga con la otra pareja. Por ejemplo, si ac-tualmente se tiene una pareja que me atrae sus ojos y por al-guna razón dicha relación ter-mina e inicio una nueva, el en-grane o la influencia que pueda tener la otra persona en mi va ir cambiando con otros patrones de conducta que se tenían per-fectamente establecidos, pero que se van modificando según con quien se vayan encontran-do y la personalidad de la otra persona.

“Desafortunadamente, en aspectos generales de pareja,

las leyes de la atracción sexual no han cambiado desde la época del Neanderthal, un estudio señala que los hombres siguen buscando mujeres atractivas y éstas son atraídas cada vez más por hombres que pueden asegurarles un buen sustento”, estableció el profesionista.

Juan Carlos Acosta señala que el aspecto físico es lo pri-mero que entra por los ojos y lo que nos hace sentirnos atraí-dos inicialmente por otra persona, sin embargo, diversos as-pectos de nuestra personalidad juegan un papel importante para unirnos o separarnos de quien está a nuestro lado.

“Pudiéramos concluir con que una buena dinámica de pareja se basa en lograr un equilibrio erótico-afectivo, con-siderando que una relación no sobrevive a base de puros orgasmos, ni tampoco a base de puros afectos; además de poder entender que hombres y mujeres somos diferentes pero complementarios, y así mientras la mujer va en la bús-queda de sentirse protegida, amada y valorada; el hombre se conforma con un erotismo presuroso y una satisfacción sexual inmediata”.

DOCTOR EN CASA | 48 | enero 2009