políticas de colaboración y prácticas cutlurales_inmersiones2010

8/20/2019 Políticas de Colaboración y Prácticas Cutlurales_inmersiones2010

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Políticas de colaboración y prácticas culturales: redimensionar el

trabajo del arte colaborativo y las pedagogías.Javier Rodrigo Montero (Transductores!

!. "ntroducción: desde dónde situar el trabajo de prácticas culturales en el marco

de la intervención educativa y el trabajo con redes

Actualmente el trabajo cultural en diversas disciplinas ha cobrado nueva significación atenor de una serie de prácticas artísticas y grupos que sitúan sus prácticas en relación acontextos específicos de intervención y bajo parámetros que beben tanto desde las

prácticas culturales contemporáneas de arte en contexto, como del trabajo de educación popular y o los movimientos sociales y el activismo. ajo este escenario t!rminos comoarte comunitario, desarrollo cultural comunitario, estética social o dialógica, o arte

socialmente comprometido2 han tenido su protagonismo e importancia, tanto enexposiciones, como en eventos y otros campos profesionales donde cada ve" se tienenmás en cuenta la práctica artística como un factor de cambio social o intervenciónsocioeducativa. #ste es un campo demarcado bajo $el giro social% &ishop ,'(()* queno resulta exento de problemáticas o controversias. +imultáneamente hemosexperimentado cómo este $giro social% ha sido concatenado por el $giro educativo% delas prácticas culturales. n este nuevo giro, se busca de nuevo identificar elementosinnovadores y transgresores en las prácticas artísticas que lo demarquen como prácticade vanguardia o diferente- es decir otra $nueva ola%. ajo este paradigma nosencontramos entonces una serie de propuestas culturales bajo un conjunto muyvariopinto de iniciativas en las que se trabajan a partir de herramientas y formatos

propios del mundo educativo, se replantean las nuevas formas de producir conocimientoante el marco de los programas de educación superior o se generan proyectos

alternativos de educación que recuperan el espíritu de la ueva scuela o delcooperativismo y la educación popular. n este giro tambi!n afecta de lleno a lainstitución del arte por antonomasia, el museo. #ste parece situarse como otra academia,que desde el conocimiento producido por los artistas y el trabajo de los productoresculturas puede suponer una alternativa a otros modelos de escuelas. ste giro, noobstante, como hemos se/alado en otros textos no está exento de contradicciones ydiscursos entrecru"ados0. +in embargo bien supone una nueva redimensión de las

prácticas culturales entendiendo que las políticas culturales y las políticas educativasestán más cercanas y relacionadas que nunca. ste factor educativo supone unacondición nueva para producir y construir críticamente cultura.

1on este complejo escenario en mente, este texto pretende partir de un posicionamientomarcado por las prácticas de arte colaborativas, y en concreto por intentar discernir qu!supone el trabajo de prácticas colaborativas en relación a políticas culturales yeducativas. 2ara ello intentaremos no tanto fijarnos en modas o tendencias en el campode arte, sino en las relaciones políticas que se generan entre las diversas instituciones yagentes que se relacionan por medio de los proyectos. A partir de esta perspectivanarraremos dos tipos ejemplos dentro del proyecto cultural de 34A+561374+,8ste texto apareció originalmente en-4odrigo, 9avier &'(88*:2olíticas de colaboración y prácticas culturales- redimensionar el trabajo del artecolaborativo y las pedagogías: Inmersiones 2010. 2royecto Amari;a y 5iputación itoria?@astei". 2p- '0(?'B. Accesible on?line-http-CCDDD.inmersiones8(.netC' ntre otras publicaciones resaltamos @oldbard &'(()*, Eester &'((* o en contexto catalán 4icart y+aura &'((B*.0 Al respecto se puede profundi"ar en el texto- 4odrigo, 9avier &'(8(b*.


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partiendo de esta dimensión colaborativa y sus consecuencias dentro del marco de una pedagogía colectiva.

#. $e la participación a la colaboración %&u' son las prácticas colaborativas

1omo hemos se/alado antes existe una gran cantidad de textos, producción de pensamiento y prácticas dentro de diversos parámetros acu/ados para definir prácticasculturales que se implican con contextos y redes sociales específicas. 5ichas tendenciastambi!n han tenido sus rifirrafes, discusiones y teóricos más reconocidos, y en muchoscasos han respondido a exposiciones o proyectos específicos. n nuestro casoactualmente este discurso viene fomentado por la noción de la participación. stediscurso, si bien parte de las bases de la sociedad civil para poder generar procesos másdemocráticos, ha devenido en nuestros días en un t!rmino de moda, y excusa para todotipo de prácticas y proyectos de arte donde la participación se esgrime como respuesta atodo &ishop, '((F*. n los marcos de lo ayuntamientos existen servicios para la

participación ciudadana, hasta el caso extremo de que el ultimo gobierno laborista de

5avid 1ameron ha acu/ado el t!rmino $the ig +ociety%. Al mismo tiempo t!rminoscomo e?ciudadanía o e?democracia son más notorios en nuestros días tanto en losdiscursos de la ciudadanía, como en los centros culturales o relacionados con las 3ics, ytambi!n por supuesto, por los programas políticos.G

ajo esta avalancha del discurso sobre la participación hacemos una distinciónfundamental articulada por Aida +ánche" de +erdio en el trascurso de unas jornadas enel '(8(). l problema del trabajo colaborativo se sitúa en el sentido de la colaboración oel trabajo con la diferencia, mientras que la participación supone forma parte en unaestructura ya dada. Así cualquier política de participación, supone mecanismos deinclusión y exclusión, es decir procesos por los que ciertos agentes pueden participar, endeterminados momentos y dentro de determinadas redes de relación &Hartí I>illasante, '(()*. n estas perspectivas participativas no se produce una reflexión delos intereses y capitales de las personas que participan. +iempre se ensal"a el $forma

parte de% y no tanto las relaciones de poder y dispositivos en que se participa. 2or elcontrario, colaborar, tal como nos recuerda Eester &'((G*, viene del latín, de $co?laborare%, es decir trabajar conjuntamente, o con el otro. I es esta dimensión de la

práctica colaborativa, este $con% , la parte que nos interesa profundi"ar. Ja dimensiónde esta $labore% conjunta remite al trabajo invertido. s decir a los capitales depositadoslos y beneficiosCfricciones gestados en los proyectos por parte de todos los agentessociales involucrados. s por ello que con este movimiento nos alejamos de una

6n programa que en teoría deja espacio de actuación y autoorgani"ación a la nueva sociedad civil paraimplicarse en temas de agendas políticas en pos de poder ayudar y solidari"arse en estos tiempos de crisis.n la práctica supone la precari"ación y desestructuración de la sociedad estatal mediante medias$neoliberalmente% populistas que eliminan derechos adquiridos en las sociedades del ienestar. Algunasconsideraciones sobre el impacto de este tipo de políticas en el gobierno actual o su implicación en ungobierno de corte más neoliberal pueden verse en - http-CCDDD.anticapitalistas.orgCnodeC)(G8.

Gn este sentido es interesante resaltar proyectos como la capitalidad cultural europea de 5onosti, con eltema de oleadas de ciudadanía, o el macro evento espectacular de Hadrid, denominado $Ja noche en

blanco% que en su última edición incluía colectivos que animaban a la participación y dinami"aciónsocial. 3ambi!n en la arquitectura y el urbanismo este tipo de discursos tiene mucho calado en nuestrosdías.

) +ánche" de +erdio, Aida &'(8(* $2rácticas artísticas y pedagogías colaborativas- paradojas productivasdel trabajo desde la diferencia% en I Jornadas de Producción Cultural Crítica en la Práctica Artística y

Educatia! 8K de 9unio, H6+A1, Jeón.

http://www.anticapitalistas.org/node/6051http://www.anticapitalistas.org/node/6051http://www.anticapitalistas.org/node/6051


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concepción mono?dimensional de la intervención artística, situada y narrada ya seaatendiendo a la parte de lo que aporta el arte a la comunidad o el contexto, a lo que laest!tica desarrolla en los sujetos o a las complejidades entre est!tica y política. ste tipode narraciones además suelen estar protegidas y descritas por agentes del mundo delarte &los críticos o los mismos artistas* de forma heroica y apolog!tica. 2or el contrario

bajo la colaboración nos encontramos en el terrero de la negociación de los agentes, delo que cada uno aporta y cede, de cómo se reali"an estos procesos, y qu! diversosimpactos existen, tanto a nivel cultural, como social, educativo, o en las redes sociales,

por ejemplo.

Ja colaboración supone pues un trabajo con la diferencia. sto es- cuando un artista ogrupo de trabajadores culturalesF trabaja en un contexto, bajo la perspectiva de las

prácticas colaborativas nos preguntamos por el tipo de imaginarios, relaciones,discursos que se establecen , y con qu! personas se trabaja y se gestiona el proyecto.1on ello observamos su trabajo no tanto como algo innovador por el medio que usen&ya sea este una pintura mural comunitario, un vídeo o un proceso de trabajo de

arquitectura efímera*, sino que más bien nos preguntamos sobre cómo se plantea estetrabajo, con qu! medios, qu! contenidos tiene la obra o el artefacto creado, qui!ninterviene y cómo se sostiene. ste último punto intenta centrar la atención sobretodosobre cómo se desarrolla el trabajo y qu! grado de sostenibilidad tiene a largo t!rmino.#stas son preguntas que ata/en pues en primer lugar a las condiciones concretas de

producción y circulación del conocimientoL en segundo lugar al trabajo reali"ado y eldise/o de los mecanismos para este trabajo conjunto &vamos para la colaboración*L y, entercer lugar, a la propia ecología del proyecto, en cuanto a su relación sostenible con elmedio. ste aspecto nos obliga a en entender el trabajo de relaciones entre las personase instituciones que crecen y se desarrollan posteriormente, más allá de una fase de

producción de un proyecto. 1omo vemos en muchas ocasiones estas preguntasconllevan no sólo mirar desde el arte a la educación o el trabajo comunitarioC social.3ambi!n conllevan entender ambas relaciones como $des"ordes reersios#, en cuantotransgreden en otros campos, pero revierten en los mismos campos de trabajo desdedonde se plantean y por ello suponen aprendi"ajes complejos a nivel institucional&4odrigo, '(8(a*. ste tipo de relaciones es eminentemente pedagógico, comodescribiremos en el siguiente capítulo.

2ara finali"ar esta parte, en resumen, cabe subrayar pues que las prácticas de artecolaborativo o gen!ricamente prácticas colaborativas, no son tanto un conjunto de

prácticas o paradigmas, sino una forma de aproximarnos al trabajo de diversos agentes e

instituciones. stas prácticas usan medios artísticos, me"clados con prácticas culturales,y trabajo de movimientos ciudadanos, que estructuran un trabajo de imaginarios,discursos, tiempos, ritmos que se van negociando. l punto clave pues es entender lasformas en que se gestionan las relaciones entre diversas redes sociales, agentes einstituciones. I esta pregunta es una pregunta sobre las políticas de los proyectos.

). Políticas colaborativas y prácticas culturales: escenarios complejos del trabajo

pedagógico

A partir de esta complejidad de la dimensión colaborativa, podemos en este puntofijarnos en su dimensión política y sus repercusiones dentro del campo de la pedagogía.

F sta noción puede abarcar tambi!n a educadores, urbanistas u otros agentes que utilicen la cultura.


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+obre la dimensión política de la colaboración, debemos se/alar a modo de síntesis tresaspectos que configuran nuestra perspectiva-

n primer lugar, como hemos subrayado es importante entender la repoliti"ación de la práctica colaborativa, en cuanto entendemos que las políticas colaborativas suponen

entender las capacidad crítica de estos por su trabajo colaborativo entre los agentes yredes que interactúan, y las formas de compleji"ar y construir redes y espacios decolaboracion productivos y críticos. 2or ello una política de colaboración entiende lacomplejidad de estas colaboraciones más allá de una determinación discursiva queniegue la capacidad de acción o transformación de la práctica cultural &a veces seentiende que si la obra se contamina de la acción social o educativa pierde su a/orada$autonomía artística%*.

n segundo lugar, debemos subrayar tambi!n que este trabajo de redes, supone un profundo cambio no sólo de conocimientos sino sobretodo de modos de gestión deespacios, tiempos y ritmos institucionales. n consecuencia la colaboración conlleva

una reinvención de las políticas de trabajo, y con ello un trabajo político de aprendi"ajeentre instituciones, y no una simple transferencia de conocimientos o mediación. stecomplejo trabajo de aprendi"aje se situaría en entender qu! aprenden las institucionesimplicadas en los proyectos, y qu! desbordes institucionales y nuevos escenarios decolaboración se abren. 5e este modo nos alejamos de un tipo de aproximación marcada

por el taller de acción social mediante una práctica cultural, determinada por políticas deservicio externo o taller de artista con colectivo? algo muy común en nuestros días?.Aquí, por el contrario, nos centramos en entender la estructuración de programas

políticos de colaboración, donde la negociación y planificación entre institucionessupone el trabajo de pedagogía y política como un medio para establecer políticassostenibles y en red.

n tercer lugar estas políticas colaborativas entienden los proyectos como un organismovivo, en crecimiento y polidimensional. sta polidimensionalidad supone entender quelos proyectos responden a múltiples objetivos y complejidades, que se abren inclusonuevos objetivos y contextos en el proceso, y sobretodo que multiplican y circulanmúltiples capitales que deben de ser tenidos en cuenta como recursos. +imultáneamenteel trabajo con contextos y diversas instituciones nos fuer"a a entender los conflictos ynegociaciones como oportunidades de trabajar en la complejidad y de posibilitar larique"a y singularidad que cada agente o institución aporta. ste paso nos lleva aromper ciertas tendencias políticas que ven en las distancias o fricciones simplemente

obstáculos que superar, escollos que ocultar de cada a un resultado o debilidades ovacíos sociales que rellenar con la práctica cultural a partir de la intervención est!tica.

2artiendo de estos tres aspectos, podemos plantearnos ahora las consecuencias de cara ala práctica pedagógica de esta dimensión colaborativa. Aquí cabe recordar de nuevo quela pedagogía se establece en las políticas colaborativas, donde los procesos deaprendi"aje son múltiples. #stos incluyen tanto a los participantes y colaboradores entalleres, como los agentes culturales y las diversas instituciones implicadas. 2or ello decara a una pedagogía situada en la dimensión colaborativa, es necesario subrayardiversos aspectos-

2rimero- supone entender los proyectos como comunidades de aprendi"aje, es decircomo grupos o colectivos donde las personas intercambian conocimientos y habilidades


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gracias a procesos de aprendi"aje dialógico. Ja educación se convierte en una complejaconversación cultural. o es sólo el artista quien ense/a y el colectivo quien aprende,sino más bien se construyen oportunidades complejas de negociación e intercambio deexperiencias y conocimientos.

+egundo- consecuentemente, aquí entendemos las prácticas culturales como procesos deinvestigación colaborativa o participativa. l trabajo de educación no es trasmitirconocimientos o meramente desarrollar cierto tipo de habilidades, sino, sobre todo, esun trabajo de investigación sobre lo local y en contexto, con el consecuente análisisinterpretación y puesta en circulación de los conocimientos producidos. ste procesoconlleva desentendernos de la figura del experto externo &el artista o trabajadorcultural*. s por ello que muchos proyectos se configuran por grupos de trabajo queinvestigan y activan diversas redes.

3ercero- si atendemos a esta dimensión indagativa, no podemos caer en una narraciónsimple o dominante de los procesos, sino que es importante trabajar otras narrativasC

representaciones posibles de estos proyectos, con diversos lenguajes, autores y formatosen que circula la información. 2or lo tanto, estas narraciones entran como parte integraldel proceso de producción del conocimiento y la práctica cultural. Así los dispositivosque ponen en circulación el conocimiento son producidos tambi!n colaborativamente.


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escuela donde los alumnos investigaron sobre el pasado, presente y futuro del río, con elresultado de una serie de eventos, un programa de 3> sobre el río y una caseta?esculturaque emitía dicho programa a partir de la electricidad generada por la microturbina.

A partir de esta primera descripción, de este proyecto resaltaremos dos momentos o

elementos de trabajo que nos hablan del potencial de la práctica colaborativa y el trabajode pedagogías colectivas como red.

5estacamos un primer momento centrado en el modus operanti del grupo en el contextoen su inicio- el trabajo de 2latform en $elta se reali"ó a partir de investigaciones decampo, caminatas con diversos participares para locali"ar el lugar de la turbina, asícomo diversas presentaciones a las redes locales de su proyecto. 3odas estasherramientas indagativas tenían como objetivo crear una conciencia colectiva sobre elrío y la efectividad de una intervención sobre el territorio mediante la micro?turbina.3odo este trabajo se concentró finalmente en una exposición y un encuentro? discusiónen un centro comunitario de las inmediaciones. Allí se presentó el proyecto a la

ciudadanía, el ayuntamiento, Ja ational 4ivers Authority, y en colaboración con elNtermediate 3echnology 5evelopemnt @roup, pionero en el uso de dise/o ecológico yenergías renovables. 2or ello, el trabajo de construcción de un proyecto colaborativocon el ingeniero y la participación de diversos colectivos, se potencia y se nutre con laexposición y el debate producido. stos actúan como una herramienta que permite la

presentación de la investigación grupal y una discusión abierta del proyecto con suscomplejidades. ste momento de presentación como una circulación en las redes locales

permitió en este caso poder llevar a cabo el proyecto gracias a las coaliciones formadas.

6n segundo momento del proyecto tiene que ver con el trabajo en red y sumultiplicación a largo pla"o- @racias a la construcción de la micro?turbina, al trabajocon las diversas redes locales y el proyecto educativo con la escuela, se pudo consolidarun grupo estable de trabajo que se denominó Mandle 5elta etDor; &4ed del 5eltaMandle* para proteger y recuperar el patrimonio cultural, social y ecológico de la "ona.sta primera red se convirtió en una organi"ación de energía renovable bajo el nombrede 46 & 4enovable nergy in the 6rban nviorment*, destinada al usos de energíasostenible y al dise/o de eco?edificios y entornos ecológicos tanto en la "ona, como enotras partes de 6E. sta organi"ación finalmente se mutó en 1arbondescent&DDD.carbondescent.org.u; * una plataforma nacional que aboga por la reducción delconsumo de hidrocarburos en la producción de alimentos. 2ara tal propósito reali"acampa/as para el consumo local y el comercio justo, anali"ó el impacto energ!tico de la

producción de diversos alimentos y productores.

http://www.carbondescent.org.uk/http://www.carbondescent.org.uk/


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Poster desarrollado por &ransductores a partir del tra"a'o aportadas por Plat(orm para el proyecto!

Algunos derec)os reserados por &ransductores

http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.0/http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.0/http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.0/http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.0/http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.0/http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.0/


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1omo vemos con este ejemplo el trabajo de 2JA3


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en escuelas de Nnfantil, 2rimaria, +ecundaria y tambi!n la scuelas de Artes y 7ficios, a partir de la colaboración que se estableció entre profesores de estos centros educativos yotros participantes. 5urante el curso, debido a las diversas dinámicas de trabajo la

profesora 3eresa terminó trabajando con diversas personas repensando las formas deacción en el espacio público, con el reto de poder trabajar con sus alumnos en entornos

abiertos. 1on esta colaboración, este grupo experimental dise/ó un proyecto educativoque conllevó un trabajo de intervención de trabajo colaborativo en el pueblo donde semultiplicaban su saberes y recursos para trabajar sobre uan problemática específica.88

6n segundo momento del proyecto, se sitúa en la acción?performance en la pla"a pública de 9un. ajo las premisas de un trabajo basada en el juego de la rayuela, sereali"ó un trabajo de performance y proceso experimental de trabajo entre los diversosgrupos de escolares. Jo incesante de este proceso, es que gracias su visibilidad y trabajocon las redes en el espacio público, llamó la atención de la alcaldía, como estrategia detrabajo para iniciar procesos participativos en torno a la pla"a. n esta línea el grupocoordinador formado por la profesora Hercedes , la asociación trasChallA43 y el

arquitecto 9avier Horeno continua trabajando actualmente con otras redes sociales del pueblo, para poder reali"ar otras acciones en la pla"a y generar un debate democrático para una posible regeneración del espacio de forma participativa. specíficamente sehan reali"ado unas jornadas denominadas -pen .pace / sobre participación urbana,internet 0.( y proceso de trabajo en el espacio público8'.

Ilustración perteneciente a la memoria de *ayuela de Colorines! *epresentación tridimensional del

o"'eto con el cual se identi(ican 2010%! &écnica mita!

88 Jos materiales de dise/o y de documentación se pueden consultar en la Meb de 3ransductores, en elapartado de Hultiplicadores en la columna derecha.

8' l blog del alcalde, 9os! Antonio +alas, describe la propuesta-http-CCDDD.granadablogs.comCjoseantoniorodrigue"salasCQpR('0

http://www.granadablogs.com/joseantoniorodriguezsalas/?p=4023http://www.granadablogs.com/joseantoniorodriguezsalas/?p=4023


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A la lu" de estos dos momentos en el proyecto de *ayuela de Colorines podemos darcuenta de que el proceso de trabajo colaborativo, conlleva la generación de redes y elaprendi"aje de cómo dise/ar y construir conocimientos en red desde situacionesespecíficas. stos procesos además multiplican la consolidación de políticas decolaboración reales, no sólo de talleres. Además conllevan la incorporación de saberes

pedagógicos sobre le trabajo colectivo. 6n ;noD hoD que se representa en todo tipo dedispositivos- en 9un se rodaron dos vídeos, y tambi!n hay diversos materiales gráficosdel proceso que formaron parte tambi!n de la exposición de 34A+561374+ y sonaccesibles en la Meb del proyecto.

2. /onclusión: redimensionar el trabajo del arte colaborativo y las pedagogías

como tarea política

A partir de los ejemplos aquí mencionados, teniendo en cuenta las complejidades de las prácticas colaborativas y el trabajo pedagógico, creemos que es importante apostar poruna repoliti"ación de estas prácticas. sta aproximación conllevaría entender las

prácticas de arte en contexto o con colectivos más allá de simples intervenciones,talleres o experiencias est!tico?educativas. 3ambi!n supondría alejarnos de la necesariaratio de $arte social% que las agendas culturales de museos o grandes eventos debencumplir. sta redimensión que defendemos aquí nos ense/a sobretodo entender las

políticas que constituyen este tipo de iniciativas, y las redes que generan y activan endiversas esferas, como un valor real de transformación y cambio a largo pla"o. 2or ellosi nos alejamos de la idea de participación en arte o del ideal innovativo del artista o

productor en contexto, podemos entender cómo estas colaboraciones se transforman en políticas de colaboración reales, y realistas, esto es políticamente efectivas.

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