politica publica: futbol para todos

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Políticas Públicas: Fútbol para todos Introducción: Políticas Públicas Para comenzar el desarrollo del análisis cabe aclarar que las políticas públicas se pueden entender como un proceso que se inicia cuando un gobierno o un directivo público detecta la existencia de un problema que, por su importancia, merece su atención y termina con la evaluación de los resultados que han tenido las acciones emprendidas para eliminar, mitigar o variar ese problema. El proceso o ciclo de construcción de las políticas públicas comprende las siguientes fases: 1. Identificación y definición del problema. 2. Formulación de las alternativas de solución. 3. Adopción de una alternativa. 4. Implantación de la alternativa seleccionada. 5. Evaluación de los resultados obtenidos La toma de decisiones supone la selección entre varias opciones, lo cual conlleva procesos de negociación y consenso entre instituciones y actores. Tanto la formulación como la toma de decisiones deben estar basadas en la racionalidad técnica, sin embargo, en la realidad puede no haber relación entre la racionalidad técnica y la racionalidad política y predominar esta última. Con frecuencia en los sistemas políticos dominados por una élite la racionalidad política y el clientelismo son dominantes, y las políticas públicas se formulan obedeciendo a los intereses de los grupos en el poder. La implementación implica una red compleja de acciones y actores interrelacionados para poner en marcha una 1

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Trabajo Practico sobre políticas publicas y explicacion de la política publica Futbol para todos.

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Políticas Públicas: Fútbol para todos

Introducción: Políticas Públicas

Para comenzar el desarrollo del análisis cabe aclarar que las políticas públicas se pueden entender como un proceso que se inicia cuando un gobierno o un directivo público detecta la existencia de un problema que, por su importancia, merece su atención y termina con la evaluación de los resultados que han tenido las acciones emprendidas para eliminar, mitigar o variar ese problema. El proceso o ciclo de construcción de las políticas públicas comprende las siguientes fases:

1. Identificación y definición del problema.

2. Formulación de las alternativas de solución.

3. Adopción de una alternativa.

4. Implantación de la alternativa seleccionada.

5. Evaluación de los resultados obtenidos

La toma de decisiones supone la selección entre varias opciones, lo cual conlleva procesos de negociación y consenso entre instituciones y actores. Tanto la formulación como la toma de decisiones deben estar basadas en la racionalidad técnica, sin embargo, en la realidad puede no haber relación entre la racionalidad técnica y la racionalidad política y predominar esta última. Con frecuencia en los sistemas políticos dominados por una élite la racionalidad política y el clientelismo son dominantes, y las políticas públicas se formulan obedeciendo a los intereses de los grupos en el poder. La implementación implica una red compleja de acciones y actores interrelacionados para poner en marcha una política. Este proceso puede generar conflictos entre actores que se benefician y aquellos que son afectados y cada uno busca ejercer poder sobre el Estado y las instituciones con el fin de influir las decisiones y asegurar la obtención de resultados a su favor. La evaluación permite el análisis de los resultados e impacto de las políticas, lo cual es también una actividad política. Es inocente creer que la evaluación está siempre orientada a revelar los efectos de la política en un sentido puro, más bien hay que admitir que la evaluación también es utilizada en un sentido político para favorecer o criticar el gobierno o el grupo político en el poder. La evaluación de políticas públicas incluye los resultados, los medios dispuestos para el objetivo logrado y la solución del problema público, la efectividad en el logro del valor final propuesto, la eficiencia para alcanzar ese logro, la equidad en la distribución de los beneficios y los costos, y la satisfacción de los beneficiarios. Esta permite la elaboración de reflexiones

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sobre lo deseable o lo posible de las políticas públicas, permitiendo valorar lo que se encuentra detrás de sus objetivos, es decir, la solución de problemáticas sociales relevantes para una comunidad determinada. Además, permite establecer prioridades en la atención de los problemas y facilita la formulación de acciones para resolverlos. A continuación se presentan las tres grandes fases con sus principales características, las cuales deben ser tenidas en cuenta para cualquier análisis de políticas.

Formulación

La formulación de una política está encaminada a la solución de problemas que afectan la comunidad, lo cual implica la toma de decisiones en las que un conjunto de actores están involucrados. Los actores políticos, administrativos, sociales, económicos y científicos van a influir sobre el proceso de decisión a partir de sus intereses y recursos, tanto materiales como ideológicos. La intervención de los múltiples actores puede llevar a decisiones no suficientemente racionales y coherentes dada la confrontación de intereses. Entendido así, la decisión es el fruto de un largo y complejo proceso que poco tiene que ver con el esquema clásico de la decisión concebida como un acto lineal, basado en los postulados de libertad y racionalidad de quien decide. En el proceso de decisión se dan dos etapas: la formulación de soluciones y la legitimación de la solución. Cuando se reconoce la existencia de un problema que debe ser resuelto políticamente las propuestas de solución van a entrar a competir entre ellas, incluyendo la propuesta del statu quo, es decir, la decisión de mantener las cosas como están. En medio de las luchas entre actores políticos por defender sus intereses materiales e ideológicos, surgen soluciones y se perfila una que predomina sobre las demás. Esta etapa debe estar nutrida por el análisis del problema tomando argumentos en pro y en contra, así como de la indagación de las consecuencias posibles de cada solución (estudios de factibilidad y viabilidad). Los diferentes actores involucrados y afectados positiva o negativamente, entran en competencia y movilizan todos sus recursos políticos, sociales, económicos e institucionales e incluso los medios de comunicación. Así mismo, hacen presión política buscando aliados y soporte en las diferentes esferas del gobierno y grupos de poder, con el fin de lograr sus objetivos. Como producto de esta lucha de actores, finalmente una autoridad gubernamental del ámbito nacional, regional o local toma la decisión y la legítima por medio de un acto administrativo, un ritual o una firma, que le da a la decisión una fuerza particular. Esta decisión se convierte en una norma oficial, revestida de autoridad y fuerza reales y simbólicas de Estado. Con ello, las autoridades legítimas, las administraciones, los diferentes actores involucrados y la comunidad podrán valerse de esta decisión expresada en política pública, para exigir a las entidades encargadas hacerla efectiva. En el proceso de toma de decisiones también

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se puede dar el caso de la no-decisión, aplazamiento, estancamiento o entierro de proyectos, lo cual tendría un significado político igual o hasta más importante que el de tomar una decisión. En este sentido, decidir no decidir, es también una decisión. La no decisión es un medio por el cual las demandas de cambio, a la forma como los recursos y los privilegios son asignados en una comunidad, son bloqueadas antes de que sean escuchadas y ganen acceso en la agenda pública y en la toma de decisiones. El proceso de formulación de una política pública también involucra la planificación, la definición de objetivos y metas que se pretenden lograr, así como los mecanismos para medir los logros y la puesta en marcha de la decisión tomada.

Implementación

La implementación es la puesta en marcha de programas para llevar a cabo políticas públicas, es a través de estos que se logra concretar y generar las transformaciones deseadas. El análisis de la implementación requiere entender que una secuencia simple de eventos depende de una cadena compleja de interacciones, donde cualquier aspecto interno o externo al ámbito de la política que está siendo desarrollada puede afectarla. Con la implementación de la política se pueden generar verdaderas transformaciones en el campo social, político y económico en una sociedad o comunidad específica. Esto supone que el poder es utilizado dentro de procesos políticos y técnicos, junto con la promulgación y fortalecimiento de valores específicos y distribución de recursos. Como proceso complejo, la implementación implica poner en marcha múltiples acciones políticas y administrativas que se soporten mutuamente; a mayor número de acciones y actores involucrados más compleja es la implementación. También la asumen como un proceso interactivo de toma de decisiones de una élite política y de administradores, como respuesta a iniciativas de reforma; para lo cual son indispensables recursos políticos, administrativos y financieros. Existen varias condiciones necesarias para implementar una política y lograr su sostenibilidad:

— Conocimiento de los objetivos.

— Ausencia de restricciones provenientes del entorno.

— Disponibilidad de tiempo y recursos políticos, administrativos y financieros.

— Una buena teoría de causa efecto que soporte la política.

— Comprensión y consenso en los objetivos, así como dependencia mínima entre las instituciones involucradas en la implementación de la política.

— Definición clara de tareas en la secuencia correcta.

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— Comunicación clara y coordinación de acciones. — Acuerdo entre los subordinados y aquellos en posición de autoridad.

La movilización de dichos recursos es parte del desafío de quienes formulan y gestionan las políticas públicas. Además, es importante evaluar el potencial real de los seguidores y de los opositores con su capacidad para movilizar recursos; así mismo, quienes formulan la política deben estar involucrados en ponerla en marcha para asegurar mayor éxito. Cuando la implementación se deja en manos de quienes no participaron en la formulación, los resultados son más bajos y pueden ser muy diferentes a los esperados. La implementación de las políticas públicas enfrenta diversos tipos de problemas, tales como:

— Limitaciones tecnológicas.

— Diversidad y cantidad de problemas a resolver simultáneamente.

— Tamaño inapropiado de la población objeto de la política pública.

— Falta de recurso humano apropiado.

— Falta de soporte político, económico y social.

— Conflictos interinstitucionales.

Cuando hay varias instituciones involucradas en la implementación de una política pública y no se ha logrado el consenso en los objetivos y metas, cada una intenta lograr sus propios intereses, lo cual obstaculiza el proceso y condiciona los resultados e impacto de la política.

Si bien es cierto que en la etapa de formulación surge una decisión que, una vez legitimada, es la base para la definición de programas y proyectos para ponerla en práctica, esta etapa se entremezcla o sobrepone con la implementación; toda vez que en esta segunda fase se requerirán nuevos consensos y ajustes a la política inicial. En algún sentido, la implementación se constituye en una reformulación complementaria de la política.

Evaluación

El Consejo Científico de Evaluación francés definía, en 1991, la evaluación como la actividad de recolección, análisis e interpretación de información relacionada a la implementación y el impacto de medidas que apuntan a actuar sobre una situación social así como en la preparación de medidas nuevas.

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Sin embargo, es importante destacar que la evaluación es un proceso que va más allá de contrastar los objetivos y finalidades de una política pública con los resultados obtenidos y la realidad en la cual se desarrolla la misma. Esta implica, también, la determinación sistemática de la pertinencia, eficiencia, eficacia e impacto de todas las actividades desarrolladas, los recursos asignados, así como el fundamento teórico y metodológico de la política pública objeto de evaluación. En el análisis de las políticas, la evaluación es considerada como la fase final del proceso de una política pública. Sin embargo, en la práctica este proceso no presenta un comportamiento lineal, dado que la evaluación está implícita en las diferentes fases de la política. Así, cuando se considera etapa final se busca determinar si fue exitosa o no en la solución del problema para el cual fue creada, y si se lograron los objetivos planteados. También se analizan los aspectos que influyeron positiva o negativamente en la política en cuestión, sus consecuencias, costos, actores involucrados, los beneficiarios reales y afectados. La evaluación, basada en información pertinente, permite generar juicios más acertados, con menos subjetividad, acerca de los efectos de las acciones públicas. Su importancia es aún mayor cuando las instituciones y los gobiernos contemporáneos tienden a fundamentar su legitimidad no sólo en la legalidad de sus decisiones, sino en lo que hacen y en sus resultados. La evaluación es entendida, también, como una actividad administrativa habitual, surge y toma mayor relevancia en el contexto de las reformas del Estado, tanto en países desarrollados como en vía de desarrollo. Por este medio se busca mejorar la eficiencia y eficacia del Estado en sus acciones para el desarrollo social, económico y político de la sociedad. Estos cambios en la gestión pública tocan con las bases de la legitimidad de la acción del Estado, la cual estaba centrada en la legitimidad sustentada en las normas, haciendo un giro hacia una legitimidad basada en los resultados. Es importante tomar en cuenta que la evaluación de políticas públicas no apunta a evaluar las capacidades individuales de la gente, sino los recursos y las capacidades sociales aprendidas, organizadas, coordinadas y adquiridas por el conjunto de los actores para la realización de un proyecto colectivo. Las prácticas de evaluación pueden desarrollarse tanto en la gestión institucional, en programas y proyectos, como para favorecer procesos sociales de democratización. Su utilidad social no depende sólo del rigor metodológico empleado, sino de la credibilidad y legitimidad del enfoque utilizado por los actores sociales involucrados.

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Desarrollo: Futbol Para Todos política pública

Había transcurrido un año exacto del título en el Mundial ’78. A modo de celebración por el primer aniversario de la victoria, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) organizó ese 25 de junio de 1979 un amistoso entre la Selección nacional de César Luis Menotti y un combinado de estrellas queintegró el equipo denominado “Resto del Mundo”. El partido se jugó en River y Argentina perdió 2-1, aunque un gol antológico de un juvenil Diego Maradona transformó el resultado en una anécdota.

Cuentan los periodistas que estuvieron aquella noche en el Monumental que el encuentro sirvió de excusa perfecta para que Julio Humberto Grondona, el presidente de la AFA que dos meses antes había designado el Proceso de Reorganización Nacional, se presentara en sociedad y pusiera en marcha lo que él consideraba una reestructuración total del fútbol argentino. Como entidad madre del vigente campeón del mundo, entendía elrecién llegado, la AFA precisaba disponer de una infraestructura acorde a la de un seleccionado primermundista. Para avanzar en ese sentido se necesitaba dinero, y para conseguirlo, creía Grondona, era vital estrechar vínculos con el gobierno militar y con los medios de comunicación dominantes de finales de la década del setenta.

La primera consigna estaba al alcance de su mano. De origen ferretero y con exitosos antecedentes como presidente de Arsenal de Sarandí e Independiente, Grondona había sido elegido para el cargo por el vicealmirante Carlos Alberto Lacoste, y contaba con la venia de los militares. Lasegunda meta, convertirse en aliado del diario Clarín , se concretó a partir de ese amistoso. Aquel partido fue el nexo para iniciar relaciones que se fueron afianzando con el tiempo, al punto de perdurar por treinta años.

El amistoso fue organizado por el grupo mediático, que acordó que la recaudación se destinaría a la tesorería de la AFA. La gente agotó las entradas y la ganancia fue de 998.123.994 pesos de la época —unos 700.000 dólares de entonces—, según reseñó el diario en su edición matutina del día posterior al partido. El dinero sirvió para que la AFA iniciara las obras de un complejodeportivo que albergara a todos los seleccionados nacionales y del que, entonces, se desconocía su ubicación.

Ese predio, que finalmente se inauguró en Ezeiza en 1989 y que la AFA conserva en comodato hasta 2030, fue escenario del instante que marcó el quiebre en las relaciones entre esos dos viejos socios. El 20 de agosto de 2009, treinta años después de que Clarín aportara el primer ladrillo a su causa, Grondona rompió un millonario contrato con el multimedios y, con el aval económico garantizado por la presidenta Cristina Fernández

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de Kirchner, dio lugar a una nueva etapa en las transmisionestelevisivas del fútbol argentino: el programa Fútbol Para Todos.

Eran las seis de la tarde y unas trescientas personas instaladas en una carpa preparada para la ocasión aguardaban sentadas el comienzo del acto de la Presidenta en Ezeiza. El helicóptero que trasladó a Cristina aterrizó poco después de las seis al costado deuna de las siete canchas profesionales del fastuoso predio. La Presidenta bajó, se acomodó el pelo, desordenado por el viento, y les sonrió a sus anfitriones. La recibía Julio Grondona junto a Diego Maradona, el ídolo máximo de los argentinos, entrenador del seleccionado en ese momento. Maradona era aliado ideológico del Gobierno desde el 25 de mayo de 2003, cuando el ex presidente Néstor Kirchner inició su único mandato. Sí, el mismo que había marcado un gol memorable treinta años antes en un amistoso organizado por Clarín para que la AFA recaudara dinero y comprara ese predio, también era partícipe indirecto esa tarde en laque Grondona rompía relaciones con la corporación mediática a la que el Gobierno le había comenzado a marcar el terreno pocos meses antes, anunciando el lanzamiento de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Esa tarde en Ezeiza, con untrajecito salmón y una blusa a tono, Cristina empezó recordando el anteproyecto de la futura Ley de Medios que el Congreso sancionaría en octubre de 2009 y que buscaba herir los intereses del monopólico Grupo Clarín. “Un capítulo muy importante de esa ley es precisamente lograr el acceso al deporte predilecto de los argentinos, para que lo vean todos los argentinos”, dijo Cristina que, cuidadosa, aclaró que “la intención del Gobierno nacional siempre fue clara, y antes de conocerse cualquier tipo de inconvenientes que pudiera tener la AFA con quien era su otro cocontratante”.

La Presidenta prosiguió y, en respuesta aciertas versiones surgidas en los medios en esos días, dijo que “el fútbol es un negocio extraordinario, que no necesita ser subsidiado sino, simplemente, tener la oportunidad de participar en las ganancias que produce como espectáculo cultural”. Cerró su discurso asegurando que “el Gobierno no quiere hacer negocio con el fútbol, sino promoverlo” y que el nuevo programa pretendía avanzar en la democratización de la sociedad porque “no es posible que sólo el que pueda pagar tenga derecho a mirar un partido de fútbol y que además te secuestren los goles hasta el domingo a la noche, como te secuestran la palabra, o te secuestran las imágenes, comoantes secuestraron y desaparecieron a 30.000 argentinos”. Minutos antes de que hablara la Presidenta, y de que ambos sellaran el contrato por diez años, Grondona recordó que cuando él asumió en la AFA, en el ’79, los

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partidos los transmitía Canal 7, y se emocionó porque “ahora cerramos la parábola de la misma vida y volvemos al lugar de origen”.

Formulación

Las negociaciones entre el presidente de la AFA y el Gobierno fueron tan vertiginosas como la ruptura del contrato con TelevisiónSatelital Codificada, dueña de los derechos de televisación del fútbol argentino desde 1991. Comenzaron entre finales de julio y principios de agosto de 2009, con el Torneo Apertura en riesgo por las múltiples deudas que los clubes mantenían con los futbolistas, con la AFIP e incluso con la AFA.

Muchos jugadores se presentaron en Futbolistas Argentinos Agremiados a reclamar el pago de sus sueldos y fue en ése ámbito donde se empezó a pergeñar el plan para garantizar que los clubes saldaran las deudas y se evitara una huelga del gremio por tiempo indeterminado. La situación era crítica, porque en plena crisis económicaglobal, los ingresos habían caído sustancialmente y los contratos en dólares eran cada vez más difíciles de sustentar en el marco de la lógica exportadora del campeonato local. Para esa temporada, según datos oficiales de FIFA, la primera división del fútbol argentino había transferido jugadores por 96 millones de euros, muy por debajo de las cifras de años anteriores.

“Necesitamos la plata ya, hay que solucionar esto porque si no, no empezamos”, fue el pedido que el titular de Agremiados, Sergio Marchi, le hizo a Grondona, según cuentan fuentes vinculadas a las partes. Incluso aseguran que fue Marchiquien le sugirió al presidente de la AFA que renegociara el contrato de televisión y que exigiera un cachet más alto de los 241 millones de pesos que Televisión Satelital Codificada (TSC) y Tele Red Imagen (Trisa) pagaban anualmente. Las empresas eran desprendimientos de Torneos y Competencias (TyC), creada en 1982 por el empresario paraguayo Carlos Ávila y que desde 1991 estaba a cargo de la televisación codificada de los campeonatos argentinos. A partir de 1996, cuando se firmó el nuevo contrato con la AFA por los derechos para trasmitir por televisión, TyC y el Grupo Clarín fueron socios en partes iguales.

Fue así que Grondona se presentó en la tarde del 3 de agosto en el edificio de TyC, acompañado por sus dos alfiles más importantes: José María Aguilar, el presidente de River, y José Beraldi, vicepresidente de Boca Juniors. La visita no sorprendió a los directivos de la empresa, que imaginaban un intento del titular de la AFA para

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renegociar el contrato que expiraba en 2014. Pero jamás sospecharon que Don Julio iba a pedir más del doble de la tarifa vigente.

“Queremos 500 millones de pesos”, advirtió, antes de recibir la negativa de Carlos Fridman, Ricardo Anglada y Alejandro Burzaco, directivos de Torneos.

A cambio, TyC le ofreció al presidente de la AFA trabajar en la búsqueda de nuevos recursos para sumar ingresos, como instalar un nuevo sistema de Pronósticos Deportivos (PRODE) o renegociar las publicidades. Hasta le ofrecieron un adelanto de 40 millones de pesos, que rechazó aduciendo que si se lo daban no lo iba a devolver. “Quinientos millones o nada”, les dijo Grondona. Y antes de dejar la oficina, visiblemente molesto, se despidió con una advertencia: “El que avisa no traiciona”.

Apenas cuatro días pasaron entre la visita de Don Julio al edificio de San Juan y 9 de Julio y la que realizó a la Quinta de Olivos con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a instancias de una gestión realizada conjuntamente por el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y el entonces jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Ese sábado 8 de agosto en el que se llevó a cabo el encuentro, la ruptura unilateral con Torneos y Competencias ya era cosa juzgada. — ¿Cuánto necesitás? —le preguntó Cristina. —Quinientos millones —respondió el titular de la AFA.—Perfecto, te vamos a ofrecer seiscientos, pero no nos uses para renegociar con Clarín —cerró CFK.

El diálogo, breve pero definitivo, motivó una reflexión de Grondona que aún se recuerda en su círculo íntimo: “Menos mal que apareció esta mujer, porque si estaba el boludo del marido no hubiéramos llegado a un acuerdo”. Desde TyC aseguran que, con la oferta en la mano y sin hacer caso al pedido presidencial, Grondona volvió a las oficinas de la empresa y les dio a sus principales hombres 48 horas para mejorar los 600 millones de pesos que le había garantizado CFK. “Se fue sabiendo que era imposible”,dicen.

Durante el mandato del ex presidente, la relación de Grondona con Néstor Kirchner no había sido buena. Quizá producto del recelo y la desconfianza que despertaba en Kirchner la figura del titular de la AFA, designado como mandamás del fútbol argentino por el mismo proceso militar contra el que tanto apuntó desde su asunción en 2003. Hay quienes incluso, mezcla de broma y realidad, creen que la falta de piel entre Kirchner y Grondona surgía de unhecho básico: Néstor era fanático de Racing, clásico rival de Independiente, el equipo de los amores de Don Julio. Así, para evitar roces, de acordar con la AFA se ocupó Cristina, y Kirchner, omnipresente en otras negociaciones de esos años, se mantuvo al margen, al punto de no asistir al acto de presentación en Ezeiza.

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Que el ex presidente saliera de escena obedecía puntualmente a una decisión propia, que en parte tenía que ver con ese resquemor que sentía hacia Grondona. Pero eso no significaba que no estuviera al tanto de cada detalle que pudiera resultar clave para encarar la negociación con su nuevo aliado,el menos pensado. Kirchner se encargaría del detrás de escena.

El primer encuentro formal entre el santacruceño y el influyente dirigente de la FIFA se produjo en Casa Rosada, el 26 de agosto de 2003.

Como tercer protagonista de esa reunión estuvo Carlos Ávila, todavía a cargo de Torneos y Competencias, que también era dueña de los derechos de los partidos de la Selección. Tras negociar con Ávila, Kirchner logró que los encuentros de las Eliminatorias para el Mundial 2006 se televisaran en vivo por Canal 7. Ello motivó el acto en el que por primera vez coincidieron los tres. El segundo encuentro se produjo en el Salón Sur de la Casa Rosada, dos meses después, horas antes de que Grondona comenzara su sexto ciclo en la AFA, y en el marco del lanzamiento del programa “Cuando leés, ganás siempre”, impulsado por el Gobierno. Participaron del acto Kirchner, Grondona, Ávila, los escritores Alejandro Dolina y Roberto Fontanarrosa, y el entonces secretario de Deportes, Roberto Perfumo.

Ávila recuerda que en ambas reuniones, el trato entre Kirchner y Grondona fue normal.“No se notaba ningún problema entre ellos”, advierte, aunque reconoce que seis años después, cuando empezaron las gestiones por Fútbol Para Todos, el contexto no era el mismo que en aquellos primeros días de la “década ganada”. El conflicto del campo, la crisis económica global y la incipiente Ley de Medios impulsada por el kirchnerismo representaron de algún modo la génesis de un largo enfrentamiento con el Grupo Clarín, todavía vigente. Para Ávila, esa pelea con el multimedios resultó decisiva para que el Gobierno acudiera a Grondona.

“El Gobierno necesitaba a Grondona para quitarle los derechos a Clarín y Grondona necesitaba al Gobierno para solucionar los problemas económicos de los clubes”, simplifica Ávila al recordar ese invierno de 2009 en el que se gestaron los primeros encuentros. El empresario, candidato a presidente de River en las últimas elecciones, es uno de los muchos consultados que respalda la teoría de que fue una reunión entre Grondona y Ricardo Echegaray, el titular de la AFIP, la que allanó el camino para el Gobierno.

La cumbre se realizó el martes 4 de agosto, en medio de la huelga de Futbolistas Argentinos Agremiados que impedía el inicio del torneo, con el presidente de la

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AFAmostrando su preocupación por no contar con los fondos suficientes para arrancar la temporada. Por eso, además de Grondona, Echegaray y otros cuatro funcionarios de la AFIP, participó de la reunión Sergio Marchi, el titular del sindicato de jugadores.

Lo que se hizo público fue la recomendación del responsable del ente recaudador a Don Julio para que los clubes ingresen a una moratoria de 120 cuotas, pagando una tasa de 0,75 por ciento de interés, y subsanando así una deuda de 300 millones de pesos que había con los futbolistas y que reclamaba Agremiados. Lo que quedó en el imaginario popular, y que muchos aseguran que sucedió, fue un mano a mano de dirigentes en el que Echegaray le planteó a Grondona una solución para el asunto: romper el contrato con Trisa, aceptar un acuerdo con el Gobierno y saldar así no sólo las deudas de los clubes, sino también algún descuido impositivo del propio Don Julio que la AFIP había detectado. Marchi, presente en aquella cita en la sede del ente recaudador, dice saber “toda la verdad, que morirá conmigo”, aunque advierte que en aquellos días el periodismo “usó demasiado la imaginación”.

“A la AFA no hay que intervenirla, hay que investigarla”, le había dicho RaúlGámez, ex presidente de Vélez, a Kirchner en 2007, en una charla en la Casa Rosada en la que le resumió la gestión de Grondona como “un monumento a la corrupción” y definió el sistema que utilizaba como “perverso, antidemocrático y dictatorial”. El tiempo demostró que Kirchner, que estaba al tanto de todas las decisiones de gobierno, investigó a Grondona en detalle, y fue quien advirtió a Echegaray para que lo citara y le mostrara una carpeta pesada, repleta de expedientes que comprometían a los clubes, a la AFA y, por consiguiente, al presidente del fútbol. El consejo de Gámez había tenido efecto. Kirchner se informó sobre el longevo dirigente que no le caía en gracia. Sin embargo, en vez de instarlo a dejar la presidencia de la AFA, lo eligió como socio. El lunes 10 de agosto de 2009, ya consciente de que la negociación con el Gobierno estaba sellada, Grondona volvió a concurrir a la sede de TyC, pero no se habló de nada trascendente. En la empresa ya estaban resignados a esperar la noticia que se concretó un día después, tras una reunión de Comité Ejecutivo en la AFA, y que se encargó de comunicar el periodista vocero de la AFA, Ernesto CherquisBialo. “El vínculo entre la AFA y la empresa que televisa el fútbol argentino acaba de finalizar.”

Bajo la Decisión Administrativa 221/2009 las Partes acuerdan:

Primera. Objeto. Gratuidad.

Con la finalidad de permitir el acceso libre y gratuito por televisión abierta en todo el territorio de la República, y bajo los términos y condiciones de este Contrato, AFA en su

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carácter de único titular, cede en forma exclusiva a JGM —con la única limitación de las normas de orden público— y con la facultad de cesión a terceros, los derechos de explotación primarios y secundarios, por sí o por terceros, por cualquier sistema o procedimiento audiovisual en distintos formatos, de las imágenes y/o sonidos obtenidos en ocasión y desarrollo de cada uno de los encuentros de los torneos de fútbol de primera categoría organizados por AFA durante la vigencia de este acuerdo. Los derechos cedidos incluyen los de transmisión para la explotación comercial de los encuentros de fútbol correspondientes a los campeonatos que AFA realiza en la actualidad u organice en el futuro, en cualquiera de sus divisiones, para su transmisión en vivo y en directo y/o en diferido, en Capital Federal, el interior y exterior del país, ya sea por medio de la señal LS 82 TV CANAL y su red de repetidoras de televisión abierta terrestre, sistema de televisión por cable, satelital y cualquier otra forma o sistema de comunicación electrónica o de transmisión creado o a crearse, incluyendo pero no limitado a televisión cerrada, televisión abierta terrestre, televisión interactiva, Internet —tanto para imágenes televisivas o señal de audio—, telefonía fija, celular y satelital, video stream, medios interactivos, u otros. Se encuentran expresamente incluidos los derechos sobre las imágenes correspondientes a todos los partidos que se disputen por los torneos, incluyendo —pero sin que importe limitación— los que definan descensos, promoción, ganadores del torneo, campeón, desempate, liguillas, partidos clasificatorios para otros torneos, incluidos los de las categorías profesionales Primera B Nacional y Primera B Metropolitana, cuya vigencia comenzará cuando se encuentren extinguidos por cualquier causa el o los convenios vigentes.

Segunda. Vigencia.

La presente cesión de derechos de transmisión televisiva, tendrá una duración de DIEZ (10) AÑOS, contados a partir del 20 de agosto de 2009 venciendo en consecuencia el día 19 de agosto de 2019. Si por el motivo o causa que fuere —incluyendo una eventual modificación de la estructura de los TORNEOS AFA— al 19 de agosto de 2019 no hubiere concluido el TORNEO AFA, por entonces en curso, la vigencia de este acuerdo se extenderá hasta la conclusión del mismo.

Tercera. Carácter Asociativo. Prestaciones de las Partes.

Este acuerdo tiene carácter asociativo, aportando AFA sus derechos originarios y JGM, a través de SNMP SE, su estructura organizacional para transmitir los eventos y comercializar por sí o por terceros los derechos de explotación primarios y secundarios.

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La JGM deberá abonar a AFA el 50% de las sumas totales netas percibidas por JGM resultantes de la comercialización. Dichas sumas se entienden como netas de impuestos, tasas, contribuciones y cualquier otro tributo o gasto. Por lo tanto, dichos impuestos, tasas, contribuciones y cualquier otro tributo o gasto —en su caso— estarán a cargo de quien corresponda, siendo el único responsable de su cumplimiento, debiendo entregar los comprobantes respaldatorios del ingreso a la AFA.

Sin perjuicio de ello, las partes fijan en la suma de PESOS SEISCIENTOS MILLONES ($ 600.000.000) el ingreso mínimo anual garantizado, más el ajuste previsto en la Cláusula Octava en caso de corresponder, el que será abonado íntegramente por JGM a AFA de la siguiente forma:

Para el primer año de vigencia del contrato, a fines de asegurar el inicio del Torneo Apertura 2009 y atento a la situación económica que atraviesan las entidades deportivas entre las que se distribuyen las sumas generadas por la televisación de los encuentros, JGM adelantará a AFA el mínimo anual garantizado, de la siguiente forma: a) PESOS CIEN MILLONES ($ 100.000.000), mediante transferencia en el día al BANCO CREDICOOP COOPERATIVO LIMITADO, Sucursal 218, Cuenta Corriente 1/6, ASOCIACION FUTBOL ARGENTINO, CBU 19102182-55021800000164, sirviendo el presente de suficiente recibo; b) PESOS QUINIENTOS MILLONES ($ 500.000.000), en once cuotas iguales, mensuales y consecutivas, con vencimiento cada cuota los días quince (15) de cada mes, operando la primera el día 15 de septiembre de 2009.

Para los siguientes años de vigencia del contrato: JGM abonará a AFA el importe previsto en el tercer párrafo de esta cláusula en doce cuotas iguales, mensuales y consecutivas de PESOS CINCUENTA MILLONES ($ 50.000.000) cada una, con vencimiento los días quince (15) de cada mes.

Una vez que JGM obtenga otra suma igual al ingreso mínimo anual que se garantiza a AFA, el excedente será distribuido por mitades, acordando las partes que la AFA destinará su 50% excedente a los clubes afiliados a la misma, y JGM destinará su 50% excedente al fomento de los deportes olímpicos.

Sexta. Comercialización.

JGM estará facultada para comercializar por sí y/o por terceros la totalidad de los productos AFA a terceros, incluyendo —pero sin limitarse a— operadores de cable, DTH, aéreo, televisión abierta, Internet, empresas de telefonía fija y/o celular, así como cualquier otra plataforma creada o a crearse que pudiera difundir los productos AFA, contando para ello con las más amplias facultades para decidir las condiciones, el modo

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y la forma de comercialización que considere más conveniente para potenciar los beneficios. Sin que implique enumeración taxativa, se encuentran incluidos los derechos de comercialización al interior y exterior del país, con las reservas que para goles y/o jugadas relevantes decida JGM, transmisión de partidos e imágenes por telefonía celular, contenidos exclusivos para programas deportivos, contenidos en Internet mediante sistema "a demanda" y diario digital, derechos de explotación y comercialización de publicidad durante la transmisión, comercialización de publicidad asociada a imágenes y contenidos exclusivos y derechos de explotación y comercialización de contenidos asociados.

CONSIDERANDO:

I. Que ningún convenio asociativo puede subsistir sobre la base del enriquecimiento de uno y el empobrecimiento de otro;

II. Que resulta imprescindible fortalecer a los clubes —asociaciones civiles sin fines de lucro— que se agrupan en AFA, con alternativas que les permitan mejorar sus ingresos, posibilitando que el fútbol argentino progrese de formador de jugadores de nivel mundial a generador de espectáculos deportivos, a partir del mejor nivel de sus torneos.

III. Que ello requiere también un fuerte compromiso para instalar un sistema de administración que otorgue transparencia y facilite los controles institucionales. En tal sentido, AFA se compromete a hacer cumplir las reglamentaciones vigentes, especialmente lo previsto en el artículo 6º del Estatuto de AFA.

IV. Que es necesario implantar un modelo que permita que el fútbol televisado llegue a la población en forma gratuita por televisión abierta.

V. Que AFA, es una Asociación Civil sin fines de lucro, a la que directa o indirectamente se encuentran afiliadas unas cuatro mil doscientas entidades deportivas, algunas de ellas centenarias, distribuidas en toda la República Argentina;

VI. Que como tal, es la titular originaria de los derechos de transmisión televisiva de los encuentros de fútbol que se disputan en los diferentes torneos oficiales que se organizan bajo su órbita;

VII. Que AFA manifiesta haber rescindido con fecha 11-08-09 el contrato de licencia de derechos de transmisión que oportunamente celebrara con Televisión Satelital Codificada S.A.;

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VIII. Que en el ámbito de la JGM actúa la Secretaría de Medios de Comunicación y el Sistema Nacional de Medios Públicos S.E. (SNMP SE).

IX. Que SNMP SE, a través de LS 82 TV CANAL 7 y su red de repetidoras, posee la más amplia cobertura de transmisión por televisión abierta existente en el territorio de la República Argentina;

X. Que ello ha quedado demostrado por la experiencia recogida a partir de la vigencia de la Ley Nº 25.342, ya que el cumplimiento de las obligaciones que esta norma impone a los titulares de derechos de transmisión televisiva para que en todo el territorio nacional se vean en directo los partidos de la Selección Nacional Argentina, sólo pudo concretarse desde el año 2001 a la fecha, utilizando los servicios y la estructura organizacional de SNMP SE, a través de LS 82 TV CANAL 7 y su red de repetidoras;

XI. Que a partir de esa experiencia, coincidiendo las Partes que el fútbol es el deporte que despierta masivamente la atención de los argentinos, resulta fundamental procurar que todos los habitantes del territorio nacional, accedan sin restricciones gratuitamente a los partidos de los diferentes torneos oficiales organizados por AFA;

XII. Que en esa inteligencia, las Partes han decidido asociarse en este emprendimiento, aportando la primera los derechos de transmisión televisiva cuya titularidad originaria posee y aportando el segundo su estructura organizacional para que el fútbol pueda ser visto en forma gratuita por todos los ciudadanos de la República Argentina sin restricción alguna y a través de la televisión abierta;

XIII. Que esta asociación implica compartir el producido de la comercialización de los Productos AFA, en los términos y condiciones establecidos en este contrato.

XIV. Que todo ello no será posible si en el marco de crecimiento del negocio televisivo, la ganancia de los tenedores de los derechos televisivos continúa creciendo en detrimento de clubes cada vez más empobrecidos.

Implementación

La Jefatura de Gabinete de Ministros le asignó una partida de $ 1.410 millones al programa Fútbol para Todos para 2014. Así, televisar los torneos de Primera División y el Nacional B costará $ 3,86 millones por día el año próximo, en tanto que la inversión total en el área desde que en 2009 la AFA le entregó los derechos al Gobierno alcanzaron los $ 6.127,9 millones.

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De aquél primer envío de fondos que el Ejecutivo le giró a la AFA hace cuatro años el incremento de las partidas fue exponencial, hasta llegar a un 135%. Teniendo en cuenta que en el año 2013 se pactó destinar $ 1.201 millones, el alza para 2014 será de 17%, por encima del 10,4% de inflación anual que presume el Ministerio de Economía y por debajo del 23% de privados.

Para conocer el inicio de la historia hay que remontarse al 11 de agosto de 2009, cuando la presidenta, en el predio de Ezeiza de la AFA, rubricó el vínculo entre el Gobierno y la entidad que preside Julio Grondona, que venía de rescindir de manera unilateral su contrato con las compañías TSC y Trisa, propiedad del Grupo Clarín y de Torneos y Competencias. Pocos días después del anuncio, el 2 de septiembre, ingresó el primer pago mensual del Estado por $ 50 millones. Esa fue la primera cuota de todas las que desembolsaría la Casa Rosada ese año hasta alcanzar los $ 600 millones para solventar el programa.

En 2010, según lo presupuestado, la AFA recibiría otros $ 648 millones por los campeonatos de Primera. Pero en el transcurso de ese año, Gabinete le habilitó a la AFA otros $ 206,7 millones. La tendencia siguió en 2011, cuando se previeron $ 690 millones, a los que luego se agregaron $ 189 millones. En 2012, el aumento de partidas fuera de presupuesto fue sideral. En el inicio del año se había previsto destinar fondos por $ 698,7 millones. Esa cifra casi se duplicó por los envíos de $ 205 millones y $ 279 millones, sumando un global de $ 1.182,7 millones. En el 2013, sin asignaciones fuera del presupuesto, se destinaron $ 1.201,5 millones.

La suma deja afuera los costos logísticos y de transmisión con productoras como La Corte, el Farolito International, VTS; empresas entre las que se reparte la producción y post producción de los encuentros. Según un pedido de informes realizado recientemente, en concepto de producción, sólo en 2012 se gastaron $ 147,7 millones, que se agregan a los $ 678 millones que costó producir el Fútbol para Todos entre 2009 y 2011.

A todos esos gastos se podría sumar el costo de los spots de propaganda oficial que transmite el Gobierno nacional cada fin de semana, desde que en 2010 el ex presidente Néstor Kirchner frenó el ingreso de publicidad privada.

Para la partida del año 2015 la negociación comenzó días después de aprobado el torneo de 30 equipos, en noviembre de 2014. La AFA pretendía una contraprestación de parte del Gobierno, al que le había dado el campeonato anual que tanto quería. El favor cotizaba en millones de pesos: casi $ 2000 millones por los derechos televisivos de 2015

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y la comercialización de los partidos al extranjero, un negocio valuado por la AFA en $ 30 millones.

Hubo buena predisposición y las partes se reunieron, pero la fumata blanca se demoró. La rúbrica recién llegó el 25 de febrero, cuando la AFA aceptó la contraoferta de la Casa Rosada: $1440 millones por los derechos de TV. Son $245 millones más que en 2014, o un incremento del 20,5%. Según el nuevo contrato, el Mínimo Anual Garantizado para la AFA es de $ 1480 millones por 2015. La diferencia de $ 40 millones es en especias: es el valor de la comercialización de los partidos del fútbol argentino en el extranjero, que ahora vuelve a la AFA. El nuevo convenio fue una de las últimas decisiones administrativas que llevó la firma de Jorge Milton Capitanich como jefe de Gabinete. Por la AFA, el contrato tiene la aprobación de Luis Segura (presidente) y Miguel Silva (secretario general).

El dinero que la Jefatura de Gabinete destinará para el pago de derechos televisivos supera en $ 162.514.276, un 12,7% lo adjudicado por el presupuesto 2015 para ese ítem: $ 1.277.485.724. El compromiso de pago tomado por los dueños del Fútbol Para Todos con la AFA implica que la Jefatura de Gabinete necesitará una reasignación de recursos durante el año. Esta modalidad es habitual: en 2011, el crédito inicial para gastos en derechos de transmisión era de $618.184.332 y trepó a $723.089.756. En 2012 se pasó de $608.135.487 a $1.087.135.487. Y en 2013, de $998.900.000 a $1.231.488.910.

El nuevo convenio, al que pudo acceder la nación, establece que en septiembre de 2014 la AFA le reclamó a su socio comercial un aumento en el canon anual debido "a una pérdida de significación en los valores del contrato". Es decir: el dinero que recibía el fútbol quedaba retrasado frente a la inflación. Aquel pedido redundó en una decisión gubernamental del 28 de noviembre de 2014 que dejó sin efecto la devolución de $ 220 millones en anticipos recibidos por la AFA en 2014. Así, el Mínimo Anual Garantizado para el año pasado se fijó en $ 1195 millones. Y quedó claro que las partes se tomarían hasta el último día de 2014 para negociar el precio de los derechos para todo 2015.

Las charlas demoraron más de lo previsto, porque en el medio la AFA debió convalidar el torneo de los 30 equipos y las 30 fechas, a pedido del Gobierno. El aumento en el canon anual del Fútbol Para Todos era la llave maestra que tenían en Balcarce 50 para destrabar el campeonato anual y multitudinario. Esa idea que Julio Humberto Grondona les había prometido y que el comité ejecutivo de la AFA había aprobado, pero se negaba a refrendar. Como todos (o casi) los clubes son rehenes del dinero, el campeonato se firmó. Días después, el tesorero de la AFA, Eduardo Spinosa, comenzó a hablar de

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aumentos con Pablo Paladino, el coordinador del Fútbol Para Todos. A las reuniones también se sumaron el presidente de la AFA, Luis Segura, y el secretario general, Miguel Silva.

La incertidumbre en la cantidad de equipos que conformarían el torneo del año 2015, su formato representó una limitación en la oferta del producto que impidió avanzar comercialmente

La AFA formalizó su pedido: desde el edificio de la calle Viamonte reclamaron más de $2000 millones por todo 2015. La cifra exacta era de $1.991.178.536, más la comercialización de los derechos televisivos para el extranjero. Las razones eran las mismas que había esgrimido en septiembre de 2014: inflación y atraso en los valores. En realidad, la AFA no exigía más que lo que el propio convenio madre con su socio, firmado en agosto de 2009, la autorizaba a reclamar: el Mínimo Anual Garantizado se rige por el aumento del Valor Básico de Referencia (VBR) del abono de cable, un promedio ponderado entre los valores del servicio y la cantidad de clientes que tiene cada operadora de TV codificada. A noviembre de 2014, ese índice había crecido casi un 210%, por lo que la AFA debía recibir alrededor de $1850 millones cada doce meses. La cifra que exigieron desde el edificio de la calle Viamonte guarda relación con el contrato asociativo firmado en 2009.

La respuesta de la Jefatura de Gabinete se demoró al compás de las dilaciones sobre el torneo de 30 equipos. "La incertidumbre en la cantidad de equipos que conformarían el torneo del año 2015, su formato (...) representó una limitación en la oferta del producto que impidió avanzar comercialmente (...)", reza el texto del nuevo convenio, rubricado el 25 de febrero de este año. Las cinco cláusulas que integran el acuerdo detallan cómo se pagarán los $1440 millones durante este año: $78,125 millones en enero, $161,875 millones en febrero y diez cuotas iguales de $120 millones.

Además, se conviene que la AFA se hará cargo de la explotación comercial de los partidos del fútbol argentino en el extranjero, una actividad comercial que el Gobierno estima en $ 40 millones.

A contramano de lo que se había anunciado en el comité ejecutivo de la AFA, los $ 28 millones del contrato con Iveco de 2015 quedarán para la Jefatura de Gabinete de Ministros. En un principio, el dinero iba a ingresar en la tesorería del edificio de la calle Viamonte. Eran $17 millones en efectivo y $11 millones en camiones que, según pudo reconstruir la nacion, serían entregados a la AFA en comodato a un precio conveniente y ubicados en las cuatro concesionarias de la marca que más venden. Lo obtenido por

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su venta quedaría para la AFA. Sin embargo, desde la Jefatura de Gabinete resolvieron volver al esquema que regía hasta 2014: la AFA aprueba al sponsor, pero no recibe dinero.

Resultado

Sin dudas la primer gran crítica que surge es la cifra descomunal que se destina para este espectáculo deportivo y lo que ello significa para el presupuesto de un estado. Dinero que bien podría ser destinado a otras necesidades del pueblo aún insatisfechas. Teniendo en cuenta además que no comercializa la venta de privados, es decir que la publicidad es simple política estatal para propagandear las políticas públicas. Por lo que a esto debe sumarse el costo de los spots de propaganda oficial que transmite el Gobierno nacional cada fin de semana.

Cifra descomunal ésta, que continua incrementándose año tras año, mientras casi el 49% de los clubes aumentan sus pasivos. Y cabe entonces la pregunta de ¿en qué invierten ese dinero los dirigentes?

Mientras tanto el mundillo del futbol continúa oliendo a corrupción. Continúan los negocios entre los barras, la policía, los dirigentes y los funcionarios. Y por si fuera poco, dentro y fuera de las canchas la vida vale menos que un choripán. La ONG “Salvemos al fútbol” da cuenta de 274 muertos desde los orígenes del profesionalismo, casi 180 crímenes desde la dictadura en adelante. Y contando. Es que al parecer, la violencia en el fútbol se acentuó cuando el espectáculo deportivo pasó de ser una fiesta popular a un negocio. El negocio de unos pocos a costa de la pasión de unos miles.

Ciertamente, es atinado celebrar la democratización del patrimonio del futbol, y es que nadie discute aquí el qué, pues a nadie se le ocurriría discutir que el futbol es del pueblo. Pero lo que aquí sí se discute es el cómo. Ya nadie se chupa el dedo, y lo que algunos quieren disfrazar como “una batalla cultural ganada”, bien se sabe que es propaganda bien usada.

Cuando la presidenta Cristina presentó en Ezeiza el nuevo Fútbol Para Todos, vaticinó que el programa iba a generar ingresos propios.

De aquel pomposo discurso sobresale un extracto: '“He escuchado y he leído que el fútbol iba a ser subsidiado por el Estado, los que escriben esto saben que el fútbol es un negocio extraordinario que no necesita ser subsidiado, sino simplemente tener la oportunidad de participar en las ganancias que él mismo produce como evento deportivo, como espectáculo cultural de todos los argentinos. La misma

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comercialización del producto va a exceder el contrato; por eso, hemos planteado que en lo que exceda, el 50% será destinado a la AFA y el 50% a la promoción de nuestro deporte olímpico”'.

Sin embargo, en muy poco tiempo el Fútbol Para Todos pasó de ser una promesa de un negocio lucrativo que iba a financiar los deportes olímpicos, a una simple herramienta de propaganda política.

Así fue que en tan sólo siete meses el ex presidente Néstor Kirchner decidió de manera unilateral bajar la persiana del negocio publicitario -la única forma de financiar el programa con recursos propios- y abrir la ventanilla para una catarata de spots de campaña del Gobierno nacional.

Desde el 2 de septiembre de 2009, cuando ingresó a las arcas de la AFA el primer centavo proveniente del Fútbol Para Todos, el Estado invirtió $ 6.127 millones.

De aquellos $ 600 millones iniciales se pasaron, con escalas intermedias y reasignaciones de partidas, a $ 1.410 millones en 2014. Esa cifra, equivale a $ 3,86 millones diarios que Jefatura de Gabinete gira para tener los derechos del fútbol argentino.

La suma deja afuera los costos logísticos y de transmisión con empresas entre las que se reparten la producción y post producción de los encuentros. Según un pedido de informes realizado recientemente, en concepto de producción, sólo en 2012 se gastaron $ 147,7 millones extras.

Conclusión

El fútbol y la política son temas estelares de cualquier charla en la Argentina. Ya sea en reuniones familiares o en encuentros de trabajo, apenas mencionar uno de esos puntos genera un debate extenso, pasional, sesudo o banal, que incluso puede convertirse en disparador de diferencias irreconciliables entre dos o más personas. Siempre en agenda, los dos influyen en los estados de ánimo de muchos ciudadanos. Aunque con diferencias. Una mala resolución del delantero del club favorito modifica un resultado deportivo; una decisión equivocada de un dirigente altera el rumbo económico y social de un país entero.

No resulta novedoso que los gobiernos utilicen el deporte como área estratégica de gestión y los medios como puente necesario para difundir el mensaje que pretenden

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instalar en la ciudadanía. Los ejemplos son muchos. En el siglo XX, este fenómeno se vio tanto en la Rusia comunista como en la Alemania nazi, en ambos casos sin discreción y con resultados trágicos; el castrismo en Cuba, el franquismo en España y el liberalismo estadounidense produjeron otros ejemplos. Argentina no escapó a estas prácticas, y el Mundial ’78, llevado a cabo en el país durante una sangrienta dictadura militar, fue el más claro ejemplo de cómo un éxito deportivo puede ser utilizado para conservar o profundizar un proyecto político económico.

El bautizado “Fútbol Para Todos” se encargó de la televisación de los siguientes diez campeonatos de Primera División, de las últimas tres temporadas del Nacional B, la segunda categoría del país, y de la Copa Argentina. Concebido con la intención de convertirse en un producto redituable, según las palabras de la Presidenta en el acto de lanzamiento, se transformó con el tiempo en una plataforma propagandística a través de la cual el Gobierno comunicó todos los logros de su gestión e hizo campaña política.

Los millonarios fondos del presupuesto nacional que fueron utilizados para asegurar la continuidad del programa generaron fuertes cuestionamientos e instalaron el tema en el centro de la agenda de los medios en repetidas ocasiones. El reparto de ese dinero y la asignación de prioridades del Estado fueron los ejes centrales de esas críticas, que resaltaron, por ejemplo, que el Gobierno destinó en 2014 cinco veces más a Fútbol Para Todos que a combatir el narcotráfico en el país; o que con los más de 7.000 millones de pesos que se llevan gastados en el programa se podría haber dejado en perfectas condiciones el ferrocarril Sarmiento, uno de los más deteriorados del país y en el que se produjo la recordada tragedia de Once, que causó 51 muertos y 789 heridos en 2012. O bien haberse utilizado para implementar políticas en materia de Seguridad, con el objetivo de frenar las peleas entre barrabravas, que se han cobrado 73 muertes en la última década.

Pero Fútbol Para Todos también tiene defensores, que destacan entre sus bondades el hecho de que los aficionados puedan acceder gratuitamente a los partidos de sus equipos, a diferencia de lo que sucedía en tiempos en los que se transmitía por cable y a través de señales codificadas. Ese sentido de universalidad ha afianzado todavía más el sentimiento del hincha argentino por el fútbol. Las mediciones de rating lo ratifican: en más de una oportunidad, en los partidos más convocantes, superan los 20 o 30 puntos, y promedian unos 5 puntos en los que menos interés despiertan.

“Fútbol Para Todos no se hizo para hacer plata; está hecho para hacer política.” Esta frase, adjudicada a Néstor Kirchner según la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y pronunciada cuando se esperaba el desembarco de privados en el sector,

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resume como ninguna otra los motivos por los que fue concebido el polémico programa. Una democratización de las trasmisiones deportivas como estrategia de comunicación política. Políticamente, fue un éxito innegable. Financieramente, un gasto irrecuperable.

Para los gobiernos, hoy en día, la comunicación resulta incluso más importante que la concreta y correcta aplicación de ciertas políticas públicas. La comunicación permite establecer vínculos entre las instituciones mismas, definir identidades, justificar acciones, tejer consenso, legitimar proyectos, explicar planes, mostrar objetivos, convocar el apoyo y el reconocimiento de los ciudadanos. El Kirchnerismo supo entender esta coyuntura, y encamino su comunicación para poder sumar adeptos, que se traduce en respaldo. No es de extrañar pues, que los jóvenes sean hoy en día el principal motor del movimiento, pues ellos ven en la política Kircnerista posibilidad de participación, la juventud empezó nuevamente a interesarse en la política y verla como algo que afecta sus vidas, y donde pueden representar interese que le son propios.

Luego que un candidato ingresa a la presidencia se suceden por lo menos 4 cambios importantes:

1- La gente se vuelve más pragmática en lo que demanda.

2- El público al que debe satisfacer se mucho más amplio que su original segmento de votantes.

3- Los líderes ya no tienen que volver atractivas ciertas promesas o ideas sino programas o políticas concretas.

4- Al inverso de lo que sucede durante la campaña, no es que el líder ajusta sus propuestas a lo que los ciudadanos esperan, sino que debe articular y proyectar una clara visión de largo plazo para convencerá los ciudadanos y "venderles" esas ideas y políticas para que lo apoyen y lo sigan.

Es por estos cambios que entendemos como estrategia comunicacional política lo realizado por este gobierno, contaba hace 2 años con menos del 25% de imagen positiva y hoy en día el porcentaje supera el 65% el resultado es asombroso.

La decisión política del Kirchnerismo de hacer pública la televisación de los partidos de fútbol a través del programa “Fútbol para todos” es una medida que rompe con la lógica de pagar para ver y que permite acceder de forma gratuita a fenómenos culturales deportivos como el Mundial de fútbol.

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En estos años del Programa hay por lo menos tres cuestiones que han quedado demostradas. La primera es que el Estado puede generar un producto televisivo – mediático de calidad con el valor agregado que es gratuito. Esto rompe con el intento de imposición discursiva de la exclusividad eficiencia - técnica y tecnológica del Mercado, o sea de los canales privados.

La segunda es la legitimidad de la medida de gobierno. Más allá de las expresiones desde el sentido común depolitizante como por ejemplo “cuantas viviendas se podrían hacer con el dinero que se utiliza para la televisación” como si los fondos estatales o de cualquier empresa no se utilizaran de manera diversificada, Fútbol para todos es aceptado por las mayorías debido a que el fútbol es una práctica cultural central y popular en nuestra sociedad.

La tercera es que el Gobierno utiliza las televisaciones como espacio de comunicación de políticas públicas. Queda claro que toda comunicación es política. Las publicidades/propagandas tienen una tónica institucional en el marco de programas de Gobierno. En el marco de la popularidad de este deporte, Fútbol para todos expresa una política contra hegemónica, o por lo menos busca generar una alternativa a ciertos valores dominantes. Esta hipótesis pone en tensión la simplificación de que el Gobierno utiliza el fútbol para dominar las mentes o algo similar..

El Programa es inviable porque no da un rédito económico. ¿Debería ser esta una variable excluyente de análisis para el Estado? Lo que prevalece es la posibilidad de que todo el público pueda acceder de forma gratuita a una práctica social central en nuestra cultura: ver partidos de fútbol por televisión; y que la comunicación cumpla el rol social que los medios privados no le entregan. La televisación del mundial en la TV Pública demostró la centralidad social del fútbol.

Al momento de tomar la mencionada decisión, el Gobierno también eligió que un negocio rentable y que podía vivir de la pauta publicitaria dejará de serlo para financiarlo con fondos públicos y llenarlo de propaganda. Y esta decisión también es discutible. Porque el fútbol podría ser para todos, "estatal" y capaz de autofinanciarse; pero no, eligieron que no lo sea. Imagino, entonces, que el espacio propagandístico vale mucho más que el costo político de financiar dichas emisiones con fondos públicos. Nadie puede ignorarlo: el dinero que va al fútbol no va a otras obras. Eso es una decisión del gobierno.

No me parece mal que se cobre un servicio como el fútbol. De hecho, creo que así debería ser para que esos fondos puedan destinarse a cubrir necesidades básicas y

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elementales. Aunque a veces en este país lo parezca, el fútbol está lejos de serlo. O en su defecto, si deseamos que sea gratuito podría ser autosustentable y no financiado por fondos públicos.

El problema real es el gris. O es para todos o no es para nadie. Se llenaron la boca sobre el rescate de los goles secuestrados y ahora los limitan en calidad y sobre todo, al cableoperador más importante del país en otra batalla contra "la corpo". El espíritu del fútbol para todos era otro. O eso presentaron. Y si pretenden recaudar con el mismo para que sea sustentable, podrían resignar propaganda por publicidad. Sería más lógico y fácil de aceptar.

Pero claro, de esa manera quizá dejaría de cumplir su objetivo principal que parece no ser la trasmisión de fútbol sino de mensajes.

Biblografia

CAPÍTULO 11. EL ANÁLISIS DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS. MANUEL TAMAYO SÁEZ.

LIBRO FÚTBOL PARA TODOS. BERNARDO VÁZQUEZ - DAVID CAYÓN, SUDAMERICANA, 2014.

http://infoleg.mecon.gov.ar/infolegInternet/anexos/155000-159999/157297/norma.htm

http://www.cronista.com/economiapolitica/El-Futbol-Para-Todos-costara-casi--4-millones-por-dia-durante-2014-20130930-0051.html

http://canchallena.lanacion.com.ar/1790073-fuera-de-presupuesto-el-gobierno-le-pagara-mas-a-la-afa-por-el-futbol-para-todos

http://apaprensa.com.ar/que-el-futbol-para-todos-no-manche-la-pelota/

http://www.monografias.com/trabajos89/futbol-todos-o-propaganda-todos/futbol-todos-o-propaganda-todos2.shtml

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