polÍtica financiera comÚn de la uniÓn europea · en el cual la segunda parte, que es el...

101

Upload: duongdien

Post on 02-Nov-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

POLÍTICA FINANCIERA COMÚN DE LA UNIÓN EUROPEA

Movimiento europeo

Publica: CFEMEGran vía, 43, 2º B, 28013, [email protected]

Edición y diseño: Miguel Fernández González Cubierta: Clarice UbaMFG Proyectos [email protected]

POLÍTICA FINANCIERA COMÚN DE LA UNIÓN EUROPEA

CONSEJO FEDERAL ESPAÑOL DEL MOVIMIENTO EUROPEO

Madrid, 26, 27 y 28 de enero de 2009

Movimiento europeo

ÍNDICE

Presentación

Carlos María Bru Purón, 11 Presidente del CFEME

La Unión eUroPea y La Prevención de Las crisis económicas

José Luís González Vallvé (moderador) 19 Director de la Representación de la Comisión Europea en EspañaJosé Manuel González Páramo, 20 Miembro del Comité Ejecutivo y del Consejo de Gobierno del BCEJuan Iranzo, 31Director General del IEEManuel Balmaseda, 37Director de Estudios Económicos de CEMEXEnrique Brancós, 43NotarioJosé Carlos Díez, 48

Director de Análisis de Intermoney

Movimiento europeo

eL PaPeL de La Unión eUroPea en La soLUción de La crisis

Juan José Álvarez, 61Catedrático de Derecho Internacional Privado, Director de la UNED de BergaraJosé Luís Leal, 69Ex Ministro de Economía, ex presidente AEBJuan Torres López, 75Catedrático de Economía de la Universidad de SevillaAntonio Cortina, 87Director del Servicio de Estudios de Banco de Santander

Una regULación comUnitaria de Los mercados financieros

Luís López Sanz Aránguez, 95Fiscal del Tribunal Supremo, Presidente del Comité de Vigilancia de la OLAFAntolín Sánchez Presedo, 108Eurodiputado, miembro de la Comisión de Asuntos Económicos y MonetariosBlanca Vilá Costa, 129Catedrática de Derecho Internacional Privado de la Universidad Autónoma de Barcelona

cLaUsUra

Diego López Garrido, 141Secretario de Estado para la Unión Europea

rePertorio (informaL) sobre crisis financiera 155

PRESENTACIÓN

Movimiento europeo

11

carLos maría brU PUrón

Buenos días. Mis saludos y, ante todo, mi agradecimiento a la Oficina de la Comisión Europea, en la persona de Don José Luís González Vallvé, aquí presente. También a la Delegación del Parlamento Europeo en España, en la persona de su Director Ignacio Samper, a quien tendremos mañana aquí. Hemos de agradecerles por su apoyo institucional, porque estas Representa-ciones de las Instituciones Europeas aportan ideas al Movimiento Europeo, nos dan infraestructura, nos dan enfoque. Esto se ha hecho ya común entre estas oficinas y nosotros, representantes de la sociedad civil. Por ejemplo, ese programa speak up Europe ―hablamos de Europa― se debe al impulso, al en-tusiasmo, de estas dos representaciones de instituciones aquí en España. Serio mensaje en dibujos animados que acaban de ver en pantalla. Un apoyo, ade-más, diríamos, de generosidad, porque son anfitriones ―ustedes después lo notarán― de lo que podríamos llamar “un activo no tóxico”, que es un agasa-jo que vamos a tener, una copa de vino español, que nunca será tóxico, y con el que además tenemos un “rescate” ―ya que hoy también se habla mucho de los rescates―, que naturalmente no es subprime, si no que es de verdad.

Mis saludos, por supuesto, al público, sobre todo a estos jóvenes de la Universidad Europea que han demostrado ―yo he ido algunas veces a hablar a su Universidad ― su profundo conocimiento de lo que son las instituciones y de lo que es la construcción europea. A ese Foro Juvenil de Debate, que no están todavía en la Universidad, pero que es una organización con la que el

Carlos María Bru Purón es presidente del CFEME

Movimiento europeo Presentación

12 13

Movimiento europeo Presentación

Movimiento Europeo tiene un íntimo contacto. Son ocho colegios, cuatro públicos y cuatro privados, y la verdad es que se preparan ―y les preparan sus profesores― para saber y para trabajar en lo que es y lo que va a ser Europa.

He hablado de las subprime, he hablado ya del activo tóxico. Bueno, pues ya nos hemos metido en la jerga, esa jerga de la que siempre se habló, la jerga comunitaria. Siempre se criticaba todo aquello, cosas consabidas e imprescin-dibles como el “efecto directo”, como la “codecisión”, como las “medidas de efecto equivalente”… como todo eso que constituía un velo ―lo dijo Rawls: “ese velo de la ignorancia”― que Rawls quiso destapar pero que muchos otros no quieren levantar.

Quieren que se mantenga, como se viene a demostrar, inclusive, en algo que tenemos inmediato y para lo que luchamos, que es el Tratado de Lisboa, en el cual la segunda parte, que es el “Tratado de la Comunidad Europea”, se ha convertido en un meramente burocrático “Tratado del Funcionamiento de la Unión Europea”, con lo cual parece que quiere eludirse el contenido de auténticas políticas, libertades y obligaciones; esa voluntad de decisión que atañe a la Unión Europea. Pero bueno, esa jerga ahí esta, y otra jerga ahora nos invade.

Desde un cansino adjetivo, “sistémico” ―que, si bien es cierto que está en la RAE, la verdad es que podría haberse sustituido por palabras más ase-quibles, como “sistemático”, como “generalizado”, como “multilateral” y, si se quiere enfatizar, como “exponencial” o “pandémico”―; hasta una, para mí, nefasta palabra como es “apalancamiento”, en la que, si nos fijamos en sus orígenes, desde la RAE a mis muy admirados Casares, María Moliner, Manuel Seco, etcétera, se le da un significado rigurosamente contrario al de estos días, porque “apalancamiento” es “atornillar”, y ahora “apalancamiento” se usa como “dar el pase”. También figura otra acepción, la de “levantar una cosa con palanca”, pero nunca pretendió el filólogo, el gramático o el simple his-panohablante utilizar el “palabro” como una onda expansiva o similar. Yo no me explico esta paradoja, pero en ella estamos.

Se habla, asimismo, de una “toxicidad”, que no deja de ser una metáfora que puede confundir un tanto, y para la cual existen expresiones como, por ejemplo, la “depreciación de los créditos” o esa “desmejora del crédito” de la que con muy buen castellano nuestro Código Civil, en su artículo 1897, nos habla: la “desmejora del activo”. ¡Y qué decir de esos famosos “empaquetados

crediticios”, cuando tenemos las palabras “cesiones”, “transmisiones” y más técnicamente en Derecho, “subrogaciones”!

Son expresiones que la verdad, en castellano, nos dejan out, y perdonen el anglicismo. En fin, que hablando coloquialmente, puede decirse que la falta de parné nos ha llevado a tener demasiada parla.

Quizá eso también pueda responder a una calculada táctica, y eso sería más peligroso: que ese velo de la ignorancia sea calculado, y que se impida con ello que los de a pie tengan que ceder el campo a los que vienen ―y siempre seguirán― cabalgando. Esto es peligroso.

Pero comprenderán ustedes que esta institución, el Movimiento Europeo, no se va a meter en polémicas. Habrá aquí, estoy seguro, una cierta polémica, porque lo exige la situación. La van a dar los ponentes, los ponentes entre sí, y el público, del que espero ―de este sabio y comprometido público― que hará sus preguntas tras las intervenciones de la mesa. Creo que es obligado por parte del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo decir el por qué y el para qué de esta convocatoria.

En primer lugar, para aprender, y no poco. Sabemos que entre la bara-húnda de propuestas y decisiones de todo tipo y origen, también el político y concretamente el político comunitario europeo, despuntan soluciones respec-to de las cuales quedamos todos un poco perplejos. Porque se ofrecen a ban-cos rescates masivos por parte de los gobiernos y ― ¡quién lo diría!― se está discutiendo si esos rescates o inyecciones son solamente donde hay activos sanos, mientras que otros dicen que son donde hay activos tóxicos. Se llega a esta contradicción básica: donde algunos hablan de nacionalizaciones tempo-rales, con otros, como ha ocurrido con la Northern y creo que con Fortis, se va al fondo perdido. Pasando por algo muy conocido, un neokeynesianismo de inversión en obra pública, sin mengua de tentaciones nacionalistas, que por ahí también pululan, de “compre lo made in x o en y” ―no voy a decir en qué países―, hasta la escenificación, que surge por todas partes, de un bad bank ―otros dicen el black bank, otros el banco basurero, o “agregador” lo llaman otros (una palabra que acaba de surgir, seguimos con la labia)― el cual, bajo distintas condiciones y compromisos, se haría cargo de todo lo tóxico, de todo lo sucio, durante una temporada que, en fin, supongo que sería un poquito más larga que la de fashion invierno – primavera.

14

Movimiento europeo

En fin, esto es algo que tenemos que aprender y vamos a aprender de las personas que están en esta mesa. Pero, como segunda parte, y segunda obligación del Movimiento Europeo, estaría también el “sugerir”. Y “suge-rir”, porque para ello está legitimada esta vieja institución, (vieja pero que se renueva constantemente desde 1948 en que nació, que ha hecho Europa y que sigue haciéndola en cuanto lobby europeísta), desde el Movimiento Europeo, depositario reflexivo y volitivo de cuanto en Europa cuenta.

Sabemos que hay cosas que son patrimonio común de esa Europa, y el Movimiento Europeo las defiende y argumentará para que se mantengan y para que pervivan: desde el Welfare State, hasta unas libertades económicas que, desde tiempos ―recordémoslo― del Tratado del Carbón y el Acero, fue-ron libertades reguladas y, si quieren ustedes, sujetas a una cierta planificación indicativa. O la responsabilidad social corporativa, no reñida a su vez con sistemas jurídicos de coparticipación empresarial interna. Y quiero aquí recor-dar lo que se habría ganado si, para esa participación o cogestión, la Sociedad Anónima Europea hubiese mantenido el Consejo de Vigilancia a la alemana, cuya carencia ha hecho algo inane e inútil de una figura jurídica tantos años esperada.

Una transparencia que está en los Convenios de Basilea que tenemos que hacer efectivos. Una sinceridad y un arrojo de verdad para luchar contra el dumping fiscal y para acabar con el escándalo de unos denominados paraísos ―a ver cuándo nos atreveremos a llamarles vertederos tóxicos― cuyos nom-bres están en la mente de todos.

Para que igual que la en otros tiempos quimérica autoridad monetaria europea, ya una realidad para dieciséis países, lleguemos a tener también algo hasta ahora quimérico: una organización superior, entidad jurídica de vigilancia de los mercados financieros, tal cual existe en países a nivel estatal. Etcétera, etcétera.

Con todo eso está comprometido el Movimiento Europeo; con la Euro-pa que se construye; con la Europa que se constituye, con la Europa que no se prostituye o no debe hacerlo.

Una última razón para estos coloquios: no todo es voluntad, sino que hace falta que ésta esté apuntalada por unas dosis de razón y de sentido, y esto es lo que nos van a aportar nuestros ponentes.

La crisis mundial con sus repercusiones en nuestra Unión es un desafío ineludible para que el paso ―aquel “paso a paso” de Schuman― se convierta en un salto, un salto a una auténtica, no ficticia ni remolona, Unión Política. Lo cual no es ―se lo aseguro― por parte de los europeístas, una obsesión ideológica, ni una coartada para evitar algo más importante, la gobernanza mundial por la que también abogamos. Ocurre que sin una Europa unida proyectada al mundo, poca paz, poca justicia, poca sostenibilidad medioam-biental, poco progreso humano cabe esperar entre las gentes.

Con la mucha ciencia y mucha experiencia que los ponentes nos van a ofrecer, saldremos de estos coloquios cargados de razón, de esa razón que la buena voluntad sí conoce. Muchas gracias.

Presentación

15

LA UNIÓN EUROPEA Y LA PREVENCIÓN DE LAS CRISIS

ECONÓMICAS

Movimiento europeo

19

José LUís gonzáLez vaLLvé (moderador)

Muchas gracias, Carlos. Gracias por organizar esta estupenda jornada sobre la Unión Europea y gracias también por esa colaboración permanente que tienes tanto con la Oficina del Parlamento Europeo como con nosotros. Yo voy a dar paso a presentar a los ponentes, ilustres economistas que nos acompañan.

El primero está a mi derecha y es Don José Manuel González Páramo, uno de los seis miembros del Consejo Ejecutivo del Banco Central Europeo. Su presentación yo la ligaría a una palabra que ha estado en la mente de to-dos, y sigue estando, durante estos días: la palabra “confianza”. Las encuestas del Eurobarómetro, que nosotros seguimos con cierta asiduidad, muestran que el ciudadano europeo, cuando hay una respuesta unitaria europea, a esa respuesta unitaria le da diez puntos más, grosso modo, de confianza que si fueran respuestas desagregadas nacionales. Los que ya tenemos algunos años recordamos la anterior crisis, la del 92, cuando en septiembre de aquel año la peseta se depreció tres veces y cuando quien luchaba contra eso era una cosa que se llamaba Banco de España, donde también estuvo el señor González Páramo, y donde todos teníamos la sensación ―sensación, por otra parte, que confirmaron después las tesis― de que el Banco de España era poca cosa ―con todo el respeto para el Banco de España― para luchar contra lo que luego ocurrió, que fue, efectivamente, esa depreciación de la peseta. Yo creo que ahora, en cambio, tenemos todos la sensación de que el Banco Central

La UE y la prevención de las crisis económicas

José Luís González Vallvé es Director de la Representación de la Comisión Europea en España

Movimiento europeo

Movimiento europeo

20 21

Europeo es bastante más cosa para luchar contra esta crisis. Bueno, pues te-nemos hoy aquí, y gracias por haber venido, al español miembro ―no todas las naciones tienen un representante, porque nada más hay seis― del Consejo Ejecutivo del Banco Central Europeo. Cuando quieras tienes la palabra.

José manUeL gonzáLez Páramo

Muchas gracias por estas palabras tan amables. Muchas gracias al Consejo Federal Español del Movimiento Europeo y a la Comisión Europea por per-mitir este acto, en compañía además de tan cualificados compañeros de mesa. Bueno, tenemos muy poco tiempo, así que voy a tratar de ir muy directamente al punto. Yo creo que huelga recordar que llevamos prácticamente un año y medio de lo que los primeros meses llamábamos turbulencias financieras y ahora abiertamente llamamos crisis. Seguramente desde Bear Stearns y con mayor claridad desde Lehman Brothers estamos hablando de crisis financiera y no sólo financiera. El sistema financiero internacional todavía, después de dieciocho meses, sigue sufriendo un ajuste severo que ha atravesado fases muy claramente diferenciadas. Lo que en un principio fue un problema de liquidez, que se limitaba a un mercado muy específico y alejado geográficamente de Europa, con el paso del tiempo fue dando lugar a: (I) espirales de iliquidez de mercados y entidades financieras, (II) a riesgos de solvencia, como se vio por primera vez en el caso de Bear Stearns, que tuvo que ser rescatada, y (III) a casos de insolvencia abierta, como se vio en el caso de Lehman Brothers, una institución que ya, digamos, ha desaparecido.

Todo esto provocó la respuesta coordinada a nivel global de los gobier-nos que quizás es uno de los elementos más positivos de todo este periodo; una respuesta unitaria que va más allá de Europa, que afecta al conjunto de naciones del mundo. Primero fue el G7 de octubre de 2008, después, inme-diatamente, fue el ECOFIN y el Consejo Europeo, y el G20 en noviembre, y ahora siguen en marcha una serie de iniciativas que tratarán de atajar algunos de los factores que hay detrás de esta crisis y de estas convulsiones financieras.

Las respuestas por parte de las autoridades monetarias a la crisis también han seguido una cierta secuencia. Los bancos centrales estuvieron ahí desde el primer instante y seguramente, de entre los bancos centrales, el que con más claridad intervino e inicialmente con más volumen de fondos y con más disposición a hacer lo que fuese necesario fue el Banco Central Europeo. Recordarán el 9 de agosto de 2007 lo que supuso un shock para los mercados, incluso para analistas especializados: una intervención a un día para inyectar liquidez de 95 000 millones de euros, seguida de otras cuantas para tratar de calmar los mercados monetarios a los que había llegado ya el impacto de la llamada crisis subprime. Otros bancos centrales respondieron también a lo lar-go del tiempo y no sólo con medidas de liquidez, sino también con decisiones de política monetaria. A esto me referiré después. La respuesta inicial de los gobiernos fue una respuesta, si se quiere, aislada. Allí donde surgía el proble-ma, el gobierno afectado, por tratarse de una institución financiera residente en ese territorio, actuaba. Recordemos el problema de IKB, el banco alemán que tiene problemas a fines de julio de 2007. Y después, en secuencia, vemos que la mayoría de los incidentes financieros serios y las intervenciones se producen en los Estados Unidos y también en el Reino Unido de manera muy destacada.

Con el paso del tiempo la intervención de los bancos centrales se inten-sifica. Se intensifica hasta límites que hubieran sido impensables pocos meses antes, no tanto por salirse de la ortodoxia, lo que no ha ocurrido en muchos casos, sino por los volúmenes de intervención, por la frecuencia de las in-tervenciones, por la amplísima gama de instrumentos utilizados para estar presente en el mercado. Y finalmente la respuesta coordinada ―a la que me refería hace un momento― que empezamos a ver cuajar, se produce después de la caída de Lehman Brothers en septiembre de 2008. Tenemos dos o tres semanas que con posterioridad a esta fecha agitan los mercados en oleadas donde se teme que muchas instituciones más, algunas de ellas de carácter sistémico por su tamaño y sus ramificaciones, pudieran afectar al sistema fi-nanciero mundial hasta el punto de cerrar los principales mercados, y esto es lo que produjo, por una parte, una declaración de los ministros de finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G7 muy importante ―yo les reco-mendaría su lectura― a finales de septiembre, y una respuesta rápida también a primeros de octubre por parte del ECOFIN, y primero hubo una reunión

La UE y la prevención de las crisis económicas

José Manuel González Páramo es Miembro del Comité Ejecutivo y del Consejo de Gobierno del BCE

Movimiento europeo

22 23

especial del Eurogrupo en París a nivel de jefes de Estado y de Gobierno, lo cual viene a señalar cuál era el carácter y la emergencia de la situación. Son respuestas que han sido adecuadas a la situación. Pero todo esto que hemos visto durante dieciocho meses ha ido dejando muchas lecciones que de cara al futuro, dado que esta sesión se llama “La Unión Europea y la prevención de las crisis económicas”, yo creo que es interesante entresacar, aunque sean todavía provisionales, porque no podemos ser tan pretenciosos de decir “es-tas lecciones hemos sacado”. Es posible que todavía extraigamos algunas lec-ciones más, pero lo que provisionalmente creo que se puede decir, al menos desde el punto de vista del Banco Central Europeo, es lo siguiente. Voy a hacer cuatro puntos distintos para, de alguna forma, empezar a estructurar la discusión, si mis colegas de mesa están de acuerdo. En primer lugar quisiera hablar de la política monetaria, la política monetaria como parte de la solución y no como parte del problema. Segundo, la gestión de la liquidez y la separa-ción entre gestión de liquidez y política monetaria, algo muy cercano a la for-ma de pensar del Banco Central Europeo. En tercer lugar, hemos aprendido mucho de la cooperación entre autoridades, tanto entre autoridades dentro del perímetro de una Nación ―bancos centrales, supervisores, reguladores― como también cooperación a nivel internacional. Porque lo que tenemos ante nuestros ojos es una crisis auténticamente global, seguramente la más global de las crisis a las que la Historia ha tenido ocasión de enfrentarse, y la respues-ta ha sido, lógicamente, global. Yo me referiré a algunas de estas respuestas. Finalmente, hay algunos asuntos específicos en relación con la regulación y la gobernanza de las entidades financieras, que tenemos ante nosotros, a los que los reguladores de todo el mundo deben tratar de responder, y no sólo los reguladores, porque lo que vemos también requiere cambios voluntarios, en la medida en la que sea posible, en la gobernanza de las entidades financieras, y yo creo que las entidades financieras también han aprendido, con bastante dureza, las consecuencias de todo esto.

Empiezo por la política monetaria. La política monetaria es una más de las herramientas de la política económica. La política monetaria de la zona Euro es una política monetaria que tiene un mandato muy claro: garantizar la estabilidad de precios, definida como un nivel de inflación inferior pero cercano al 2 %, a medio plazo. Esta orientación a medio plazo de la política monetaria, una orientación que es creíble a tenor de todos los indicadores

de expectativas de inflación, es, desde nuestro punto de vista, uno de los ele-mentos que de manera continua ha producido más confianza en el entorno actual. Y cuando hay convulsión financiera anclar la confianza y las expec-tativas del público es esencial. Yo creo que los agentes económicos no han dudado en ningún momento ―y cuando hablo de agentes no hablo solo de los ciudadanos, hablo también de los agentes del sector financiero, de las em-presas― acerca de la resolución del Banco Central Europeo para garantizar la estabilidad de precios como un medio para la preservación del poder de com-pra y el nivel de vida de los ciudadanos. Pues bien, este objetivo, como hemos visto muy recientemente, es un objetivo simétrico. Perseguir la estabilidad de precios no siempre implica subir los tipos de interés, también, en ocasiones, implica reducirlos. ¿Cómo de rápido? Pues, sujeto a la discusión posterior, lo que al Banco Central Europeo le llevó recorrer treinta meses ―subir del 2 % al 4,25 %― le ha costado solamente tres meses deshacer ―bajar del 4,25 % al 2%―, esto supone que la velocidad de ajuste de la política monetaria ha sido diez veces la que fue la de subida. Y ha sido una respuesta simétrica e intensa por las circunstancias que ha tenido detrás: un brusquísimo cambio en las expectativas económicas, un trasvase cada vez mayor de la crisis financiera al sector real y, desde luego, un debilitamiento de las presiones inflacionistas, que al final son la guía básica de nuestra actuación.

Una política monetaria separada de la gestión de liquidez. Fíjense hasta qué punto esto es importante: seguimos en el Banco Central Europeo un principio llamado principio de separación, según el cual la política moneta-ria la decide el Consejo de Gobierno en función de la situación del entorno económico y del mandato que el Banco Central Europeo tiene, y a continua-ción hay una política de gestión de liquidez que en tiempos normales es una política bastante técnica; es una política de intervención en los mercados mo-netarios para tratar de que el objetivo operativo, es decir, los tipos de interés a más corto plazo, oscile entorno al tipo de referencia que decide el Consejo de Gobierno, y hay una separación completa entre las dos políticas. Eso es lo que nos ha permitido durante muchos meses responder con inyecciones de liquidez muy importantes sin que nadie pensase que la política monetaria se estaba relajando. Para eso es para lo que sirve seguir principios de manera consistente, para que las señales no se confundan allí donde las señales son más necesarias, que es precisamente en tiempos de crisis. En tiempos norma-

La UE y la prevención de las crisis económicas

Movimiento europeo

24 25

les, la política de gestión de liquidez es, como les decía, técnica; les diría, entre comillas, aburrida; no es para explicar en foros como éste. Pero en tiempos anormales la política de gestión de liquidez debe responder a demandas muy superiores, porque si los mercados dejan de funcionar con normalidad, el objetivo de mantener los tipos de interés a corto plazo cercanos al tipo que decide el Consejo de Gobierno requiere intervenciones para normalizar el funcionamiento de los mercados, como hemos venido haciendo en estos me-ses ―y son intervenciones atípicas: inyecciones fuertes a principios de mes, menos fuertes a final de mes, inyecciones en distintos plazos, a un mes, a tres meses, a seis meses, cuando lo habitual en el pasado eran las inyecciones a una semana y solamente, excepcionalmente, a tres meses― requiere que se utilicen al máximo los instrumentos disponibles de su arsenal, que hacen posible, por ejemplo, llegar a acuerdos de cooperación con otras autoridades o con otros bancos centrales de manera muy rápida de acuerdo con las necesidades del mercado.

Ahora me referiré brevemente al tema de la cooperación. Hay un asunto en relación con la política monetaria que suscita gran interés, que tiene que ver con un episodio que se produjo el 8 de octubre de 2008. Recordarán que en esa fecha seis bancos centrales del mundo decidieron, de manera coordinada, mover sus tipos de interés en la misma cuantía. Los seis bancos centrales fueron el Banco Central Europeo, la Reserva Federal de los Estados Unidos, el Banco de Suecia, el Banco de Suiza, el Banco de Inglaterra y el Banco de Canadá. Bajaron sus tipos de referencia al mismo tiempo y en la misma cuantía, anunciándolo con un comunicado conjunto. Este movimiento, no me cabe la menor duda, pese a que coincidiese con cierta volatilidad en los mercados bursátiles, trajo consigo una inyección de confianza, en la medida en que señalizaba que los bancos centrales estaban allí, y no sólo cada uno por su lado, sino de manera coordinada. Esto suscita la cuestión de hasta qué punto no estamos entrando ya en una época en la que la política monetaria va a estar coordinada a nivel internacional, y ante esta cuestión yo les respondería de manera muy breve que, en general, la coordinación de la política monetaria no está justificada ―y digo en general porque el episodio del 8 de octubre fue un episodio muy especial, donde una serie de bancos centrales responden a un shock común y a un desplome de la confianza a nivel global, y esto reque-ría este tipo de respuesta tan excepcional― porque por lo general un banco

central tiene que responder a los shocks en función de variables que tienden a ser diferentes por países y según su mandato. No todos los bancos centrales tenemos el mismo mandato, por la constitución o, en nuestro caso, por el Tratado de la Unión, y esto determina una respuesta distinta. El BCE tiene un mandato muy claro: preservar la estabilidad de precios a medio plazo, y este es el Norte magnético de nuestra brújula. En segundo lugar, la respuesta de-pende también de la estructura de la Economía. No es igual el nivel de indicia-ción, por ejemplo, en la Economía europea ―hablo del nivel de indiciación de precios y salarios― que el que existe en otras economías del mundo. Depende también el tipo de intervención de política monetaria, por supuesto, de cuál es la valoración que los bancos centrales hacen de los riesgos para la estabilidad de precios y muy en particular, recientemente, de los riesgos de deflación, y este riesgo no está actualmente en el radar del Banco Central Europeo, no forma parte de su escenario central. También la respuesta depende de los ins-trumentos de intervención que tiene cada banco central, que son distintos en el mundo, y por supuesto el tipo de intervención depende del sistema finan-ciero sobre el que el banco central opera, y una diferencia fundamental entre el sistema financiero llamémosle anglosajón y el sistema financiero continen-tal es el predominio del sistema bancario. Los bancos son muy importantes en la Europa continental, lo siguen siendo, mientras que el sistema bancario tiene menos importancia como instrumento de financiación del ahorro y de la inversión en países como Estados Unidos y el Reino Unido. No cabe duda de que la política monetaria del banco central, que filtra sus efectos directos a través del sistema bancario, tiene que responder ante esta diferencia. Así que, en conclusión, no hay razones de peso que justifiquen, salvo excepciones, que las políticas de los bancos centrales estén coordinadas.

En cuanto a la gestión de liquidez que antes les comentaba, hemos sa-cado una lección muy importante ―y yo creo que esta no tiene sólo carácter provisional y está sentando un estándar―: la importancia de que los mecanis-mos que tiene un banco central para intervenir en los mercados sean de unas determinadas características. ¿Qué es lo que creemos ―y hablo del Banco Central Europeo― que nos puso en ventaja respecto a otros bancos centrales en el mundo para, muy inmediatamente, atajar los problemas de liquidez en el sistema financiero? Creemos que aquí hubo básicamente dos factores:

En primer lugar, que el Banco Central Europeo, o el eurosistema por ser

La UE y la prevención de las crisis económicas

Movimiento europeo

26 27

más estrictos ―el equipo que forman el Banco Central Europeo y los bancos centrales nacionales incluido el Banco de España― puede proporcionar liqui-dez directamente, a través de sus subastas, a un volumen de contrapartidas, es decir de bancos, de unos 1700. Es decir, que cuando un mercado como el mercado de dinero se cierra es crítico poder garantizar a los bancos que puedan acudir directamente a las subastas para conseguir dinero directamente del Banco Central. En el caso de otros bancos centrales había un conjunto muy pequeño, apenas dos decenas, de grandes primary dealers, por así decir, que a su vez distribuían la liquidez, pero cuando hubo tensiones de liquidez que hicieron a esos primary dealers sentarse encima de su liquidez, ésta empezó a escasear en el sistema bancario. Así que un rasgo importante de los sistemas de intervención de los bancos centrales es tener acceso directo a un número grande de contrapartidas. Cada vez más otros bancos centrales se han ido acercando a este estándar.

Segundo rasgo importante es que los bancos puedan utilizar una amplia gama de activos, que puedan usarse como colateral en sus relaciones con el banco central. Tradicionalmente los bancos centrales han protegido mucho su balance, exigiendo títulos de la mayor calidad. Muchos de ellos prácticamente solo permitían el uso de deuda pública, de bonos públicos, como garantía a las operaciones de préstamo. Cuando hay una crisis de confianza los bonos públicos son precisamente el activo que mejor se acepta, a veces casi el único que se acepta, en las operaciones de repo en el sector privado. Si el banco cen-tral se sienta encima de este colateral tan apreciado en las transacciones privadas corremos el riesgo de que el mercado repo privado se cierre. El Banco Central Europeo tenía una lista muy amplia de colateral. Aceptaba y acepta activos ba-sados en hipotecas, acepta créditos bancarios, acepta bonos privados, acepta bonos bancarios cubiertos y no cubiertos, acepta toda clase de activos, por su-puesto aplicando los controles de riesgo oportunos, pero esto es lo que hace que cuando un mercado determinado sufre problemas serios de confianza, como por ejemplo los mercados de productos estructurados o los mercados de títulos basados en hipotecas, mientras estos sean aceptados en las opera-ciones con el banco central, esos mercados no se cierran. Yo creo que hoy se puede decir a posteriori que si el mercado europeo de activos basados en hipotecas no se ha cerrado ha sido en gran medida porque estos activos se han podido utilizar como colateral en las operaciones con el Eurosistema. De

esta manera, aparte de contribuir a su gestión de liquidez, el Banco Central Europeo ha contribuido a la estabilidad financiera, que también es parte de su mandato.

La tercera observación de tipo general es la cooperación entre autorida-des, que siempre es algo bueno, y en crisis como la que hemos visto es absolu-tamente instrumental. Aunque hay mucho todavía que ganar y que progresar en materia de cooperación, es mucho lo que ha pasado desde septiembre y oc-tubre de 2008. Son numerosas las agrupaciones que se han puesto en marcha y que han adoptado compromisos públicos con calendario para producir nue-vas iniciativas y nueva regulación. Esta cooperación es cada vez más necesaria en la medida en que si tenemos un componente realmente global en el sistema económico mundial, ese componente es el financiero, y en buena medida la crisis ha sido agravada por las oportunidades de arbitraje regulatorio. De ma-nera que pensar en fijar suelos normativos y pensar en acercar las regulaciones financieras en el mundo y no solamente dentro de Europa es un imperativo que solamente puede ser atendido en virtud de una cooperación mucho más estrecha. Este principio se acepta con generalidad. Estamos todos esperando a que el Foro de Estabilidad Financiera produzca nuevos informes; a que el G20 se reúna en abril con nuevas iniciativas; a que el ECOFIN siga desarro-llando su programa de medidas. Porque todo esto significa que el mensaje de la necesidad de la coordinación más estrecha se ha entendido bien.

Coordinación entre países pero también entre autoridades a nivel de cada país o de cada gran área económica, como sería Europa, la Unión Europea o el área del euro. Y aquí me estoy refiriendo ya más específicamente a la cooperación entre bancos centrales, supervisores y reguladores. Creo que el nivel de cooperación alcanzado en Europa, con las restricciones de las nor-mativas nacionales, ha sido relativamente bueno, pero nadie discute que se puede mejorar mucho. El Banco Central Europeo siempre ha mantenido, desde principios de esta década, que es necesario un nivel de cercanía grande entre el banco central y el supervisor, dondequiera que esté situado el super-visor desde un punto de vista institucional. Esta afirmación por tanto es com-patible con el hecho de que hoy los supervisores pueden ser independientes y estar en otra institución diferente del banco central, pero lo que es clave es la cercanía en cuanto a flujos de información. Es decir, no es posible que un banco central sea el garante de liquidez de última instancia y no tenga acceso

La UE y la prevención de las crisis económicas

Movimiento europeo

28 29

directo a la información de solvencia de una entidad, porque la lógica del prestamista de última instancia es asistir en liquidez a una entidad que es solvente.

Tampoco tiene mucho sentido que un banco central que tiene una tarea especial en materia de estabilidad financiera no pueda hacer sus recomenda-ciones a partir de los factores que tiene en cuenta un supervisor a la hora de actuar. En muchos países se consigue muy bien esta cercanía. En otros no tanto. Pero en Europa tenemos además un reto especial, que es hacer eficiente la regulación y la supervisión de los grupos bancarios transfronterizos. Tene-mos iniciativas de cooperación, tenemos el Comité Europeo de Supervisores Bancarios, tenemos también un nivel de cooperación muy grande entre los bancos centrales del área del Euro, formamos todos nosotros parte del Con-sejo de Gobierno del Banco Central Europeo, pero todavía no existe un nivel razonable de armonización en la normativa que regula el comportamiento de estos bancos. No hay, tampoco, una armonización suficiente en prácticas de supervisión y no existen conceptos como el de mediación en el caso de disputa o de conflicto entre supervisores nacionales. Y en este sentido se está discutiendo últimamente. Saben que hay un grupo de alto nivel que está encabezado por el ex gobernador del Banco de Francia, Larosière, que pro-ducirá su informe a finales de febrero sobre distintas iniciativas para mejorar la situación, incluida la posibilidad de que el Eurosistema y el Banco Central Europeo adopten competencias en materia de regulación y de supervisión. Existe una posibilidad que el Tratado de la Unión permite para que el Banco Central Europeo sea investido de esta competencia adicional en materia de regulación y supervisión tanto del sector bancario como de otras instituciones financieras, exclusión hecha del sector asegurador. A este respecto, nosotros estamos evaluando las posibilidades desde nuestro lado también. Creemos que podemos contribuir pero, en todo caso, es un asunto que está abierto y que es de crucial importancia que sea bien resuelto por parte de las entidades europeas dada la importancia que tiene y las mejoras potenciales que pode-mos todavía conseguir.

Finalmente, les decía, unos comentarios muy breves sobre materia de regulación y supervisión. En materia de regulación y supervisión hay una lar-ga lista de asuntos de los que han hablado tanto la prensa como los medios especializados. Yo quisiera referirme a tres. En primer lugar, a la llamada pro-

ciclicidad ―perdón por esta palabra, yo no sé si tenemos en castellano algo mejor― que pueden tener algunas normas financieras. Con esto quiero decir lo siguiente: hay normas que tenemos en nuestro sistema financiero que en si-tuaciones buenas del ciclo económico y del crédito tienden a dar todavía más holgura a las entidades financieras, pero en momentos recesivos del ciclo, en los momentos de restricción del crédito, tienden a hacer la vida de las entida-des más difícil, tienden a hacer el capital más escaso cuando más necesario es el capital para la concesión de crédito. Se han identificado ya algunos elemen-tos en la regulación que pueden estar exagerando esta prociclicidad, como por ejemplo los pesos que tienen algunas medidas de riesgo a la hora de realizar aportaciones adicionales de capital, o el régimen de provisiones que tiene que seguir la banca, y aquí ha sido señalado, yo creo que con carácter universal, el sistema español de provisiones llamadas dinámicas o provisiones anticíclicas que el Banco de España puso en vigor a principios de esta década y que afor-tunadamente está ofreciendo un margen de actuación mucho mayor que en otros lares. Como sabrán ―o si no lo saben se lo digo en un momento― en el momento bueno del ciclo que hubo al principio de esta década las entidades financieras españolas tuvieron que aportar contribuciones a una provisión lla-mada dinámica que lo que hacía, de hecho, era reservar recursos por el riesgo latente que por definición una entidad está asumiendo cuando concede un volumen de crédito que crece por encima de la media. Esta hucha estaba llena en el momento de desatarse la crisis financiera y esto ha ofrecido un margen adicional. Hay muchas propuestas circulando, pero provisiones dinámicas como las que existen en España son un buen ejemplo de cómo combatir la prociclicidad si tenemos una normativa procíclica en capital.

Segundo problema, y este lo es seguramente más para las entidades que para el regulador: el llamado cortoplacismo. Si un factor ha sido comentado en la prensa con asiduidad y lo tenemos hoy también en los medios es el cortoplacismo de muchos de los incentivos que existen en el sector finan-ciero, y que es el que seguramente ha llevado a asumir riesgos excesivos por la ignorancia de los llamados “acontecimientos de cola”. El problema de los eventos en las colas es que son muy improbables, pero cuando ocurren son absolutamente destructivos. Ahora mismo estamos viviendo eventos cola casi en sucesión, se están convirtiendo en una moda de manera progresiva. Este cortoplacismo, que tiene que ver con la política de remuneraciones, pero que

La UE y la prevención de las crisis económicas

Movimiento europeo

30 31

también tiene que ver con la capacidad que tienen las entidades de controlar sus riesgos, de hacer due diligence, de hacer buena gestión de riesgos de liquidez y de riesgos de exposición, lo tenemos como problema encima de la mesa para resolver. Insisto en que no es necesariamente un problema de regulación. Yo no me imagino en qué consistiría una regulación que limitase el cortopla-cismo, por ejemplo en las remuneraciones. En fin, la inventiva humana da mu-cho de sí, pero yo creo que esto es un problema que compete a la gobernanza de las entidades y a los estándares y códigos de mejores prácticas.

Y finalmente, información. En una situación como la actual todavía son muchas las preguntas que se hacen los potenciales inversores, los superviso-res y reguladores. Hay muchos productos, muchos instrumentos, de los que sabemos muy poco, especialmente los derivados o los productos que son muy complejos. Hay muchos mercados que son casi desconocidos. Hay mercados que son “sobre el mostrador”; son bilaterales; son over the counter, nadie salvo las dos partes que intervienen sabe mucho más del mercado, de forma que cuando se desata una crisis podemos tener efectos en cadena que terminan por contaminar cuentas o instituciones que tienen muy poco que ver con operaciones de riesgo. Así que necesitamos mejor información sobre institu-ciones, instrumentos y mercados, lo cual en parte compete al regulador pero debería competer también, y de manera muy especial, a la propia industria y a los distintos segmentos del sector financiero, porque está en su interés que esa información esté ahí. De no ser así, muchos mercados seguirán completa-mente secos. Es un reto que tenemos por delante. Es mucho lo que nos juga-mos tratando de hacer frente a cuestiones como las que he enunciado aquí. Es cierto que los mercados han fallado, sabemos que los mercados financieros son proclives a fallos, pero también hemos visto el efecto demoledor de algu-nos fallos regulatorios. La solución pasa por aprender de estas lecciones que todavía son provisionales y que no aseguran la eliminación de las crisis en el futuro ―ojalá― pero al menos esperemos que nos ayuden a mitigar tanto su frecuencia como su impacto. Gracias.

gonzáLez vaLLvé: Muchas gracias a José Manuel González Páramo, ahora vamos a pasarle la palabra a Juan Iranzo, ilustre profesor, ilustre econo-mista, director del Instituto de Estudios Económicos. Él me decía que yo lo

presentara en esta mesa como sufridor, pero yo me voy a permitir presentarle como comunicador. Yo creo que lo conocemos todos porque es capaz de co-municar estas cosas complicadas de una manera más o menos clara y sencilla. Cuando quieras.

JUan iranzo

Muchas gracias, buenos días. Para mí también es un honor y una satis-facción estar en esta mesa, por muchas razones: por haber sido convocado por el Movimiento Europeo, por mi gran amigo Carlos María Bru; por ser coordinado por el director de esta Representación, que siempre se ha volcado con el Instituto de Estudios Económicos, y también por compartir mesa con compañeros tan ilustres. Y además volvemos a la crisis. En el año 87, una noche, estábamos el profesor González Páramo y yo escribiendo el enésimo artículo sobre la crisis y yo le decía “¿por qué no decidimos quitar la pala-bra “crisis”?” porque empezamos a estudiar en crisis y seguíamos en crisis. Bueno, pues desgraciadamente hemos vuelto. ¿Eso qué quiere decir? Que la diferencia entre muchos de nosotros y ustedes es que muchos de ustedes no han vivido una crisis y por tanto sus actitudes pueden ser muy distintas. Por eso decía que me podían poner el calificativo de sufridor.

Pero, por otro lado, la gran pregunta que se nos hace en el título es si eran previsibles o si se pueden prever las crisis económicas y las crisis financieras. Evidentemente toda crisis ―y por eso decíamos que algunos hemos vivido permanentemente en crisis salvo en el último decenio glorioso― tiene com-ponentes distintos pero también tiene componentes que se pueden repetir y que, por tanto, en gran medida pueden predecirse. Realmente es cierto que estamos ante la primera crisis global, porque la primera característica estruc-tural es que por vez primera el mundo está completamente interconectado en tiempo real a través de las tecnologías de información y comunicación. Por tanto estamos interconectados para lo bueno, porque siempre defendemos la Economía abierta; para las ventajas que eso representa de un crecimiento más

La UE y la prevención de las crisis económicas

Juan Iranzo es director del Instituto de Estudios Económicos

Movimiento europeo

32 33

importante que no es un ejercicio de suma cero, se abren nuevas oportunida-des, hay más competencia y por tanto hay que ser más competitivo, aunque todos pueden seguir ganando. Pero es verdad también que las perturbaciones se trasladan mucho más rápidamente, y sobre todo en un mundo financiero, como también se ha puesto de manifiesto, que está íntimamente interconec-tado, y además no olvidemos que el mundo financiero sólo funciona por una palabra: confianza, porque es un intangible; porque no hay nada que se pueda materializar en una concreción específica sino que, fundamentalmente, el sis-tema funciona por confianza, porque no es verdad que ya nada esté avalado como en el pasado por emisiones de oro, etcétera, etcétera. Asimismo, hay que poner de manifiesto que esta crisis, ya se ha dicho, tiene una serie de com-ponentes únicos, que podríamos llamar inéditos, pero también es verdad que algunas instituciones, algunas personas, venían o veníamos tratando de poner de manifiesto ciertas alertas, porque algunos de los problemas que en este mo-mento estamos sufriendo con enorme intensidad ya se sufrieron en el año 2001 como consecuencia de la crisis de Enron, WorldCom, Parmalat, etcétera.

Por tanto ¿qué características o que procesos se han ido registrando a lo largo de este tiempo que algunos de nosotros tratábamos con precaución, nos alertaban, decíamos “no es sostenible”? Pues en primer lugar, y yo creo que esa es una enseñanza que tenemos que aprender ahora, que no podemos operar con precios negativos en materias primas, en bienes, servicios, etcéte-ra, y por eso el problema de la deflación. Ya ha dejado muy claro ―y yo estoy completamente de acuerdo― el profesor González Páramo que no estamos, afortunadamente, en un proceso de deflación sino de desinflación; de caída de la inflación, afortunadamente. Pero ―ojo― tampoco podemos operar con tipos de interés reales negativos durante mucho tiempo, que es lo que se ha producido con algunas políticas monetarias que a mi juicio han sido alocadas, puesto que con tipos de interés reales negativos durante mucho tiempo favo-reces el apalancamiento y el endeudamiento de las familias y de las empresas, porque es lo racional pedir dinero si prácticamente te lo están regalando ―en-tre comillas―.

En segundo lugar, si quieres obtener algo más de rentabilidad tienes que tomar muchísimo más riesgo que el diferencial de rentabilidad que vas a ob-tener. Por tanto, ahí había factores de alarma que algunos decíamos que había que tener mucho cuidado con esa política que se estaba desarrollando en

muchos bancos centrales desde la desaceleración del año 2001, especialmente en la Reserva Federal, que creo que se ha vuelto a meter de hoz y coz en el mismo error. Sin embargo, hemos sido pocos los que hemos defendido ―y no porque esté delante el profesor González Páramo― que la política mone-taria del último año y medio del Banco Central Europeo ha sido mucho más racional. Salvo esa subida de tipos del 0.25 %, que a lo mejor no era necesaria ―yo creo que no―, el resto creo que ha sido mucho más prudente. En este sentido, no entremos en tipos de interés negativos. Por tanto, evidentemente, tiene margen todavía una posible bajada de los tipos de interés el Banco Cen-tral Europeo. No lo puede decir el profesor González Páramo pero sería un gravísimo error volver a entrar en tipos de interés reales negativos.

En segundo lugar, como muy bien se ha dicho, el mercado funciona porque la información sea simétrica y sea adecuada, y han fallado estrepitosa-mente los sistemas fundamentales de información, sobre todo las compañías de rating o calificación. En el año 2002, en la comisión Aldama, de la que tuve el honor de formar parte, ya decíamos que habían cometido gravísimos erro-res en la calificación de Enron, WorldCom, Parmalat, etcétera, y que tenían que ser responsables de sus calificaciones. Las agencias de rating siguen siendo irresponsables, es decir, que no tienen responsabilidad ni civil ni penal de sus actuaciones. Sí, en cambio, las compañías de auditoría. Por tanto no es ver-dad que porque el cliente los pague siempre van a valorar bien al cliente, no, depende de la responsabilidad que tengan. Por tanto esto ya se podía haber resuelto.

¿Qué hemos aprendido en tercer lugar? Que no se puede ir en contra de las leyes. Ni las físicas ni las económicas. Lo que sucede es que las leyes físicas se manifiestan inmediatamente ―la ley de la gravedad― pero no así las económicas, que tienen un desfase, por tanto también era previsible pensar que no podía desaparecer el riesgo y que además todos teníamos riesgos muy bajos. No señor, el riesgo es diferente y existe, y es tozudo y se manifiesta, y a pesar de todos los procesos estructurados, los famosos fondos estructura-dos, el riesgo seguía existiendo. Ojo, los economistas tenemos mucha culpa de muchas cosas, pero como no sabemos muchas matemáticas ―algunos de los aquí presentes sí, yo no― no hemos sido capaces, gracias a Dios, de crear los fondos estructurados, eso lo habrán hecho matemáticos y físicos funda-mentalmente, o sea, que tenemos la culpa de casi todo menos de esto. De

La UE y la prevención de las crisis económicas

Movimiento europeo

34 35

tal manera que, por mucho fondo estructurado que hicieras si había riesgo existía, como se ha puesto de manifiesto en el momento en que ha habido impagados, morosidad, claro.

Y el problema fundamental con respecto a crisis anteriores, ese es un ca-rácter diferencial, es que el riesgo existe pero no sabemos donde está, porque lo que han hecho esos fondos estructurados es centrifugarlo. Por tanto, en de-finitiva, habían convertido el hierro en oro, viejísima aspiración del alquimista. Ha empezado a llover y se ha empezado a oxidar lo que no era oro. Y la gran pregunta de todos nosotros es ¿y cuánto queda por oxidarse? ¿Y de lo que yo tengo? ¿Y de lo que tienen los de enfrente? ¿Cuánto se va a oxidar? Y ese es el problema fundamental de confianza que existe, simplificando el asunto sobre todo para los alumnos que están iniciando su andadura en estos difíciles mundos. Asimismo ¿qué hay que poner de manifiesto? Hombre, eso es algo más técnico, pero así lo denunciamos en el 2002, que los bancos de inversión, que fundamentalmente hacen dos actividades, una gestionar patrimonios y otra emisiones de activos de empresas ―emisiones de capital, ampliaciones de capital, emisión de bonos, etcétera― en teoría tienen que mantener una muralla china que separe ambas actividades, pero fíjense ustedes qué gran tentación para saltarla, para colocar en la cartera de tus clientes las emisiones que no consigues colocar y sobre todo las que son bienes peores, como ya ocurrió en el año 2001–2002 con Enron, WorldCom, por tanto es que se han repetido y amplificado algunos de los problemas no resueltos que entonces se denunciaron.

Asimismo, como anticipaba el profesor González Páramo, no comprar, no vender, no invertir en aquello que no entiendes. Se ha producido el dilema del rey desnudo, incluso en la regulación. No hemos entendido la mayor parte de los productos, ni quien lo comercializaba ni quien lo compraba, ni incluso quien lo regulaba. Y asimismo, fíjense ustedes que hemos oído hablar perma-nentemente de la subprime, pero la subprime, la sostenibilidad de ese modelo, era conceder créditos a personas que no tienen solvencia y sólo tienen una garantía, el activo. Por tanto fíjense ustedes ¿la sostenibilidad de ese modelo cuál es? Que siempre suba el activo. Claro, si no salta por los aires. ¿Eso es razonable? Algunos, mucha gente, lo estábamos anticipando, que no parecía lógico pensar que el valor de los activos, que esas casas ―porque general-mente en Estados Unidos no viven en edificios, viven en casas― no podían

revalorizarse permanentemente y, por tanto, el modelo no era sostenible. Por tanto sí que parecía lógico pensar que, a pesar de que estemos ante una nueva crisis, algo indicaba que el modelo en sí no era sostenible, aparte de otros problemas que se han planteado.

Y claro, volvemos al siguiente dilema, la disquisición entre riesgo moral y riesgo sistémico. ¿Hay que intervenir el sistema para evitar que quiebre? Evidentemente, en un sistema que se mantiene por la confianza, sí, pero pue-des estar incurriendo permanentemente, como creo que hemos incurrido, en riesgo moral, es decir, si tú intervienes ante problemas que generan otros estás incentivando el problema, y ahora yo creo que estamos ―es verdad que la situación es muy especial― favoreciendo el riesgo moral significativamente. Pero es que además, en Europa, creo que a pesar de los grandes avances que se han hecho no teníamos constituido un auténtico sistema financiero único, un auténtico Mercado Único, a pesar de tener una propia moneda, porque sobre todo la supervisión y la regulación es nacional, y ahí había diferencias.

Y efectivamente, afortunadamente la nuestra, la española, era de las más eficientes, porque habíamos aprendido de los errores pasados de una profun-da crisis. Y es que la mayoría de vosotros no habíais nacido, pero en España entraron en el Fondo de Garantía de Depósitos cincuenta y un bancos entre el año 79 y el 83, por lo tanto aprendimos bastante de los errores propios.

Asimismo hay que poner de manifiesto que, efectivamente, se ha empe-zado a coordinar las actuaciones, pero también hay actuaciones descoordina-das hasta hace relativamente poco, y luego que a mí no me gustan ―lo puedo decir yo― muchas de las actuaciones que se están llevando a cabo, porque no discriminan entre bancos viables y bancos que no lo son; porque resulta que ahora se penaliza a bancos que no han tenido que ser intervenidos ―lo que es abracadabrante― como los españoles, que han salido a los mercados a ampliar capital y resulta que están más penalizados que los intervenidos, los intervenidos en situación de extrema necesidad, es decir, de estar en quiebra, tenían que haber desarrollado procesos de efecto acordeón, etcétera, en sus capitales, pero sobre todo aquellos que no estaban en situación límite, si se les ha inyectado capital se está generando una competencia desleal a nivel euro-peo. ¿Alguien ha dicho algo? El Comisario representante está perdido desde hace tres o cuatro meses. Creo que además está, y voy acabando, prevalecien-

La UE y la prevención de las crisis económicasLa UE y la prevención de las crisis económicas

Movimiento europeo

36 37

do nuevamente el neonacionalismo. Queremos un mercado único y yo creo que se está fragmentando. Esas apelaciones al neonacionalismo, a los produc-tos de producción nacional, etcétera, van en contra del espíritu y la idea de Europa. Yo creo que estamos retrocediendo en la idea del Mercado Único. Asimismo, estamos retrocediendo en la idea de que sea la iniciativa privada y el mercado quien prevalezca, porque la financiación, sólo para Europa, de un billón de dólares en deuda pública y dos billones en Estados Unidos, por ejemplo, significa un efecto clouding out espectacular. ¿Qué quiere decir? Que se están encareciendo las financiaciones y se está expulsando la financiación privada para bastante tiempo. Ya lo estamos viendo en España. La propia co-locación de la deuda pública española cuesta 130 puntos básicos respecto al bono alemán ¿Eso qué quiere decir? Que se encarece la financiación de toda la Economía española y además se resta capacidad.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que dentro de Europa, además, hay enormes asimetrías vinculadas a las nuevas ampliaciones que se han pro-ducido con enormes asimetrías en regulación, etcétera, y mercados que según todos los analistas tienen menos capacidad de respuesta que Estados Unidos. Por eso para este año se prevé una recesión de la Unión Monetaria del -1.9 pero con grandes dudas de recuperación para el año 2010, frente a la visión norteamericana que tiene mayor capacidad de respuesta. ¿Por qué? Porque su potencial de crecimiento es muy importante. Aquí en Europa ―y ya concluyo― se ha puesto de manifiesto una enorme rigidez en los mercados de bienes, servi-cios y mano de obra. ¿Hay de verdad movilidad de mano de obra dentro de Europa que sería el mecanismo de ajuste necesario ahora? No, ni siquiera en España por nuestras diferencias según comunidades autónomas. Por tanto te-nemos algunas asimetrías respecto a otros mercados europeos. A mí me gus-taría que, aparte de esas políticas de intervención o saneamiento, hablásemos ahora, porque es imprescindible, de políticas de oferta tendentes a mejorar la eficiencia de nuestros mercados. Porque ese será el único mecanismo, no para evitar la crisis pero sí para acortarla, para que los efectos sean menos destruc-tivos, para que nuestra capacidad de recuperación europea sea mayor. Si no hacemos lo adecuado podemos encontrarnos nuevamente en una situación asimétrica respecto a otros mercados mucho más consolidados.

En definitiva, todos tenemos mucho que hacer. Estamos ante una situa-ción grave. No podemos resolverla pero sí que podemos buscar soluciones a corto plazo para amortiguar los efectos y a medio y largo plazo para poder

salir. Siempre, en definitiva, una crisis abre oportunidades. Aprendamos de errores pasados, no los repitamos, aunque yo me temo que en algunos casos algunos se están repitiendo. Muchas gracias.

gonzáLez vaLLvé: Muchas gracias al profesor Iranzo y gracias tam-bién por esa reflexión de separar el conocimiento matemático del económico que me ha traído a colación que la sublimación de la matemática es la lógica. Hubo un lógico matemático que se llamó Kurt Gödel, que era muy amigo de Einstein, que formuló un teorema que se llamaba el Teorema de la incomple-titud, que viene a decir que ningún sistema es capaz de conocerse a sí mismo. Es una fórmula lógico – matemática de decir que los árboles no nos dejan ver el bosque. Yo le pediría al profesor Balmaseda, Director de Estudios Econó-micos de CEMEX, la gran empresa mexicana, que nos echara una mano en ese aclarar el bosque y el sistema. Gracias.

manUeL baLmaseda

Antes que nada muchísimas gracias por la invitación, porque es un honor estar aquí ante todos ustedes y compartir mesa con tan ilustres colegas. Me ha gustado esto de Juan de que la culpa no es de los economistas sino de los matemáticos. Yo tengo un problema, y es que soy economista y matemático, y diré que el problema también es de los demás, que se han creído lo que los matemáticos vendían, ¿no? Es decir, para eso están los expertos. Al final, el problema no sabemos de quién es. Es de todos y no es de ninguno.

Queríamos hablar sobre la prevención de las crisis económicas, la actual crisis económica en Europa y qué se había hecho. Cuando pregunté qué espe-raban de mi intervención y me dijeron “¡nada! hablar entre diez y quince mi-nutos” mi primera impresión fue “¿diez – quince minutos sobre prevención de crisis en Europa? Me sobran diez”. Porque, por desgracia, previsión es anticipación y yo creo que lo que ha faltado fundamentalmente en esta crisis es anticipar. Y no me refiero ya sólo a esta crisis, que yo creo que de verdad era

La UE y la prevención de las crisis económicas

Manuel Balmaseda es director de Estudios Económicos de CEMEX

Movimiento europeo

38 39

no anticipable, sobre todo en un gran componente, en la parte financiera no ha sido anticipable ―hablaré de ello más tarde― pero al final hay que entender que en Economía la crisis es simplemente el resultado de una expansión. Es decir, existe la destrucción creativa. Las crisis son buenas; son aquel momento en que la Economía depura los excesos y todas aquellas empresas y trabajos ineficientes tienen que recolocarse en cosas y en trabajos más eficientes. Y por tanto crisis las ha habido, las estamos viviendo, las va a haber y por des-gracia ―yo diría por gracia― las vamos a seguir teniendo. Después de esta vendrá otra. Por lo tanto ¿es previsible que vaya a haber crisis? Sí, el problema es decir cuándo y qué podemos hacer para que el coste sea menor. Y ahí es donde creo que Europa no ha hecho su trabajo porque, a pesar de que hemos avanzado mucho, tenemos temas que yo creo que al final es justo lo que ha mencionado el profesor Iranzo: el marco institucional, el marco de la Unión Europea y el marco de los países que la componen, todavía deja mucho que desear, y me refiero al mercado laboral, la Directiva de servicios… ¡Qué sé yo! Es un pasito, pero hay que dar muchos más, porque obviamente nos deja muy expuestos a que cuando tengamos crisis la capacidad de reacción ante esa crisis sea mucho menor que en otras economías, en otros sistemas mucho más flexibles, mucho más capaces. Y ese es un problema en Europa que lo seguimos teniendo. Lo tenemos a nivel general de la Unión Europea pero, particularmente, a nivel individual.

Déjenme que ponga un ejemplo de crisis, fácil, previsible a treinta años: la crisis de las pensiones en gran parte de los países europeos. Si la vamos a solucionar más vale que las soluciones las pongamos ahora. Tenemos dos opciones, o aumentar los impuestos de seguridad social que vayan de alguna manera a financiar el gasto en pensiones o decir, “no, no, vamos a ver, el gasto en pensiones va a salir de las cuentas del Estado” y ya está, no pasa nada, pero tendremos que hacer algo porque sabemos que, a menos que haya cambios normativos, regulatorios, etcétera en las pensiones, vamos a tener un proble-ma. En Europa, en España, seguimos mareando la perdiz, y los cambios se están produciendo, pero muy lentamente, y a la velocidad que ocurren las co-sas, a la velocidad que estamos haciendo cambios, seguramente nos pillemos los dedos.

Por lo tanto es poco lo que puedo decir de previsión de crisis. Si habla-mos más de crisis financiera yo creo que el tema ha sido mucho más de super-

visión que de regulación. Antes que nada, sólamente comentar un ejemplo, y es que el Banco Central Europeo, es verdad, fue el único de alguna manera de los bancos centrales que se dio cuenta de que algo pasaba en el sistema finan-ciero y empezó a inyectar liquidez de una forma bastante agresiva, pero ob-viamente eso no era suficiente. La crisis empezó, si queremos, en verano del 2007, y de verdad estalló en octubre del 2008, es decir, nos pasamos un año con inyecciones crecientes, programas crecientes, pero al final la banca era como alguien que ha tenido un accidente y tiene una hemorragia. Obviamente el accidente sabemos por qué ha sido, ha sido por exceso de velocidad, está clarísimo, ¿y por qué ha habido ese accidente por exceso de velocidad? Uno, obviamente la banca ―el coche, el conductor― iba conduciendo a exceso de velocidad, pero también es verdad que ocurrieron varias cosas. Primero, que esa autopista se convirtió en una carretera normalucha, es decir, aparecieron todos estos problemas residenciales, inicialmente en Estados Unidos, es cier-to, pero en España iba a ocurrir, en Irlanda, Reino Unido y Australia, también, es decir, era una cosa global y por lo tanto la velocidad, digamos, a la que se estaba trabajando en banca, a la que se estaban haciendo productos en banca, no era sostenible, y también porque el marco regulatorio no era quizá el apro-piado, pero lo que claramente ha sido defectuoso ha sido el marco supervisor, es decir, no solamente iba a exceso de velocidad, pero no había ningún policía en la carretera y además se sabía que no iban a aparecer, y eso ocurrió casi más en Estados Unidos incluso que ha ocurrido en Europa. Yo creo que en ese sentido siempre estamos en Europa dándonos latigazos y mirando a Estados Unidos como que tenemos que aprender de ellos, y yo creo que hay cosas ―y en esta crisis lo vamos a ver― en las cuales son ellos, Estados Unidos, las instituciones americanas, las que tienen que aprender de las instituciones eu-ropeas. Yo creo que en el caso de la supervisión bancaria en muchos casos es obvio, en el caso de la Reserva Federal, que siempre, digamos, mira por enci-ma del hombro a todos, porque es verdad que tiene una historia de éxitos, me atrevo a decir que tiene que aprender cosas de cómo ha funcionado el Banco Central Europeo y en ese sentido yo creo que los europeos tenemos mucho que participar y que dar en esta resolución de la crisis, porque hay cosas que se hacían bastante mejor aquí que al otro lado del Atlántico. Al mismo tiempo que había cosas que se hacían mucho mejor allí, como son sus marcos mucho más flexibles que los nuestros.

La UE y la prevención de las crisis económicas

Movimiento europeo

40 41

Yendo un poquito más a los paquetes, yo no sé si los paquetes fiscales que se han introducido son buenos o malos, pero lo que está claro es que cuando los comparamos con China, 9 % del PIB al año, Estados Unidos es muy superior al 5 % del PIB en dos años, los europeos, como mucho, pecan de ser pequeños, y en muchos casos no está claro a qué se dirigen. En ese sen-tido, Europa vuelve un poco por sus fueros, y es verdad que cuando hablamos de Europa es difícil distinguir los países de la Unión Europea en su conjunto, pero el paquete de la Unión Europea es verdad que su capacidad financiera es pequeña, el paquete es pequeño para afrontar los problemas que pueden surgir a nivel europeo en su conjunto. En cualquier caso yo creo que parte de estos paquetes han sido precipitados, y a mí lo que más me preocupa es algo que de hecho ha mencionado el profesor González Páramo, y es el cortopla-cismo. Igual que se habla del cortoplacismo en la banca, y del cortoplacismo en la toma de decisiones, yo no sé hasta qué punto estos paquetes fiscales van a pecar o están pecando de ser cortoplacistas. Hay que solucionar el proble-ma ahora, hay que solucionar el problema de 2009 y de 2010 como mucho y luego, bueno, ya le tocará a otro. Y en ese sentido yo creo que el error es muy grave. Volviendo al símil del accidente, el problema es que, obviamente, vol-viendo a la banca, este accidentado tuvo una hemorragia, en principio no sa-bíamos cómo de profunda era, cuál era el problema, y se empezaron a tomar medidas, pero al final nos dimos cuenta de que la hemorragia era muy grave y ahora las medidas que se han tomado han sido drásticas. Primero hay que solucionar el problema de la hemorragia, hay que parar la hemorragia como sea, por las medidas que sea, y luego, a posteriori, curemos al paciente. Eso es lo que se está haciendo en términos económicos. De alguna manera cortar la hemorragia por cualquier método para posteriormente curar al paciente. Pero hay que tener en cuenta que es posible que algunas de las cosas que estemos haciendo para curar al paciente, para cortar la hemorragia, al final supongan un problema.

Por lo tanto tenemos que ser conscientes de que va a haber que darle la vuelta a algunas de las medidas que se tomen, y que va a haber que ser muy activo y que tenemos mucho que mirar en ese sentido. Entonces, yo creo que las lecciones a futuro sobre qué es lo que se debe hacer y qué no se debe hacer, intentando no expandirme demasiado, yo creo que el riesgo que se corre ahora mismo es el riesgo de pasarnos. Estamos en la mitad de una crisis

y siempre se ha dicho que el peor momento para tomar decisiones es en el momento en donde uno está más agobiado, y eso es lo que estamos haciendo. El riesgo de sobrerreaccionar en términos regulatorios es muy importante. Hay que ver de la regulación cuál ha fracasado, cuál hay que cambiar y, sobre todo, había regulación que estaba pero que no se aplicó. No se aplicó por problemas de supervisión o por problemas de implementación. Entonces lo que hay que ver es cómo implementar esta regulación para que sea óptima, y sobre todo buscar mecanismos para que no haga falta una mayor mano del Estado en la Economía, es decir, buscar un marco de incentivos que permita, de alguna manera, que las instituciones se autorregulen.

Yo diría que de alguna manera, en este sentido, hay que tener mucho cuidado, porque las medidas que se tomen en muchos casos son un cajón de sastre donde se meten cosas que en realidad van dirigidas a solucionar la cri-sis y otras que simplemente son políticamente correctas, o simplemente hay una oportunidad política de implementar casi cualquier medida, porque ahora mismo ni la oposición de casi ningún país ni los ciudadanos van a cuestionar mucho de lo que hagan las autoridades, y eso es un riesgo del que obviamente la sociedad civil debe estar al tanto. Las medidas que se deben llevar a cabo son aquellas que sean pro crecimiento. De la crisis se saldrá, y esperemos que mejor antes que después, pero el tipo de medidas que se deben tomar son aquellas que, además de ayudar en el corto plazo, sobre todo tengan un impacto en el largo plazo, porque al final, si somos capaces de aumentar esa tendencia de crecimiento de la economía, la crisis, dentro de unos años, habrá parecido una mera anécdota, sin embargo, si con estas medidas reducimos el potencial de crecimiento de la economía, al final, es verdad, saldremos de la crisis, pero dentro de unos años estaremos bastante peor de lo que hubiéramos estado. Y en ese sentido el tipo de medidas que vayan dirigidas, obviamente, a la acumulación de capital en la Economía, a la acumulación de desarrollo, a permitir que haya mayor acumulación de capital humano y movilidad de los trabajadores, etcétera, todo eso va a ayudar, y en algunos casos la inversión en infraestructuras está siendo uno de los planes estrella, y tiene su sentido, pues ayuda en el corto plazo ―en muchos países tienen déficit en infraestructuras y por lo tanto ayuda a paliar ese déficit― pero al mismo tiempo supone un sustento de crecimiento a más medio plazo.

La UE y la prevención de las crisis económicas

Movimiento europeo

42 43

Finalmente yo quiero ya terminar con sólamente dos comentarios. Uno es que, cuando hablamos del modelo de crecimiento, que es uno de los temas que más se ha comentado, si el modelo de crecimiento de libertad de mercado está muerto, yo creo que no se puede confundir libertad con libertinaje. Lo que hemos vivido en los últimos años quizá haya rozado el libertinaje, y una de las pocas cosas que sabemos los economistas es que el marco institucio-nal, las instituciones, son muy importantes para que la economía de mercado se desarrolle y pueda avanzar. De hecho, una de las quejas que ponemos a muchos países en desarrollo es que sus instituciones no están a la altura de la libertad de mercado, y quizá lo que nos ha fallado en los países desarro-llados es, precisamente, que igual nuestras instituciones han fallado. No ha sido el sistema sino, seguramente, nuestras instituciones, que hemos creído que todo valía y que hemos creído que ya nunca íbamos a poder caernos, y resulta que sí, que obviamente las crisis o las recesiones existen, y de hecho yo diría que son buenas. Querría terminar con una cosa que yo creo que es obvia, y es que, al final, ¿qué aprenderemos de esta crisis? Habrá lecciones para los economistas, yo diría que incluso para los economistas del mundo académico. Nos vamos, se van a tener que replantear muchos de los dogmas que hemos mirado en el pasado, o por lo menos ponerles condicionantes adicionales, también para las personas de las instituciones, de gobiernos, ban-cos centrales, etcétera, habrá mucho que aprender. Esto va a revitalizar la economía de alguna manera, por lo menos el análisis, lo cual es bueno para los economistas jóvenes como vosotros, porque habrá más trabajo, pero so-bre todo yo creo que la velocidad con la que salgamos de aquí, lo bien que nos irá, va a depender mucho no solamente de la velocidad con la que se han implementado todas estas medidas sino de la velocidad con la que seamos capaces de deshacer gran parte de estas medidas. Es decir, la nacionalización de la banca ya sé que no es nacionalización, pero cuando una entidad privada tiene un porcentaje de capital superior en algunos casos, vamos a decir, al 20 % ―pero ya sabemos que los hay muy superiores―, obviamente sabemos que eso va en detrimento del crecimiento a largo plazo y en detrimento de la competitividad y de la competencia en el sector ―lo mismo se puede decir de la industria automotriz― y sobre todo va en detrimento de la globalización y va en detrimento de los intercambios transfronterizos, porque se va a tender, como está ocurriendo en la crisis ―los países se han vuelto todos mucho más

proteccionistas―, a proteger los bancos propios, las fábricas de automotriz propias. Poco se habla en esta resolución de crisis de eso que José Manuel González Páramo ha mencionado antes, que es la coordinación. Ha habido mucha coordinación pero, a pesar de todo, las medidas han sido muy locales. Hasta que esas medidas no se deshagan difícilmente vamos a poder volver a un crecimiento fuerte a medio – largo plazo. Muchas gracias.

gonzáLez vaLLvé: Se ha mencionado ya en la mesa que una de las razones del origen de esta crisis fue la baja calidad de los préstamos hipoteca-rios, incluso saben ustedes que se ha puesto de moda un acrónimo, NINJA, que es un acrónimo ingles, non income, non job, non assets y que hay por ahí un libro que lo explica bastante bien. Yo creo que ha estado muy acertado el Mo-vimiento Europeo y su Consejo Federal en incluir en la mesa a una persona como Enrique Brancós, que además de notario es economista también y que sabe de estas cosas y de préstamos hipotecarios. Cuando quieras.

enriqUe brancós

Muchas gracias. Muchas gracias al Movimiento Europeo y especialmente a Carlos Bru por la invitación y a todos ustedes por su presencia aquí. Bien, ante estos insignes economistas uno tiene dos problemas claramente. Por una parte, que ya muchos temas los han expuesto con mayor brillantez, y segundo, que yo no podría hablar de Economía ante ellos con la solvencia requerida. Pero sí que querría hablar sobre ciertos comportamientos humanos con tras-cendencia económica que creo que han redundado o que han potenciado la actual crisis.

No obstante, previamente, sí quisiera hacer una breve referencia a una duda que me plantea la metodología empleada en la predicción económica. Normalmente se utilizan datos estadísticos obtenidos en el pasado que se trasladan a un modelo económico y cronométrico, y desde este modelo se

La UE y la prevención de las crisis económicas

Enrique Brancós es notario

Movimiento europeo

44 45

elaboran predicciones para el futuro. Esto es tanto como pensar que en una partida de ajedrez, como el tablero siempre es el mismo, las fichas las que corresponden y los movimientos están reglados, la partida siempre va a re-petirse. Y eso no es así. Siempre entra un nuevo factor que desencadena una partida completamente diferente y novedosa. ¿Qué quiero decir con ello? Se ha hablado ya aquí: que las matemáticas no son suficientes. El economista responsable y regulador debe estar muy atento a la realidad y pisar la calle, y a través de esto anticiparse y utilizar la previsión, y diría la prevención, antes de que los fenómenos se desarrollen hasta una magnitud incontrolable. El caso de la crisis subprime yo creo que es un ejemplo paradigmático en este proble-ma. Es decir, se inicia un mercado, diríamos innovador, que consiste en que unos vendedores freelance colocan unas hipotecas para unas entidades, estos vendedores freelance, además, ya están empezando por tarar, por lesionar esta mercancía, puesto que en muchos casos falsifican ―y ahí están los informes del FBI― las declaraciones de bienes y las declaraciones de ingresos, en algu-nos casos llegan a falsificarse incluso los títulos de propiedad, y con ello se accede a unos préstamos concedidos de una forma muy informal, a través de Internet, con una gran flexibilidad. Son igualmente responsables del problema los diseñadores de estos préstamos para un público NINJA, es decir, con una escasa capacidad de devolución, y además con algún truco ya malicioso, como es el de establecer carencias de dos años, que permitía titulizar los préstamos y presentarlos impecables desde el punto de vista de los impagos. Puesto que no se producían, no había que hacer frente a los compromisos hasta el plazo de dos años, cuando aquello ya estaba circulando en el mercado. Qué decir de las empresas de calificación, o de rating, que no se enteraron. No valoraron adecuadamente los riesgos, no vieron las falsificaciones, en fin, dejémoslo ya casi de lado. También los colocadores de los títulos, que hacían esto que se llama el homerun, que es una jugada de béisbol en que el jugador batea la pelo-ta, la manda a la grada y recorre tranquilamente las bases. Colocar un paquete de títulos tarados venía a llamarse el homerun, que producía sustanciosas co-misiones. Y finalmente los asesores, los colocadores de estos títulos. Asesores de patrimonios y gestores de patrimonios que, ocultando su doble interés como comisionistas de uno y asesores, a veces también a comisión, de otro iban colocando estos títulos en parte defectuosos, y ya se sabe que a cuanto peor emisión, mayor es la comisión. Todo eso ha sido tratado en una obra, la

Subprime solution, de Shiller, de la cual yo extraería dos conclusiones, casi tres: la anticipación es importante, es importante la información del cliente, que falló en muchos casos, incluso el propio presidente Bush llegó a decir en un discurso que se firmaban contratos o préstamos sin entender por parte de los firmantes su contenido. El otro aspecto, aparte de la información, es la au-tenticidad en todo el proceso, autenticidad que no sólo debe ser formal ―de control de firmas, identidades― sino también material, es decir, de la legalidad del fondo de lo que se está autorizando. A estas alturas, pues, resulta difícil creer en casualidades en este mercado. Hubo trampas a todos los niveles y al final este fue el resultado, y no precisamente por casualidad. Hoy estamos discutiendo entre monetarismo o keynesianismo; entre Keynes por un lado y Friedman por otro, en una discusión que tal vez sea casi una cortina de humo. En esta crisis concreta el problema no estuvo tanto en una regulación más o menos extensa sino que fue, simplemente, un problema de control. Yo creo que actuando honestamente y con los controles que se tenían en aquel mo-mento esta crisis podría haber sido perfectamente evitable.

Por otra parte, hay ejemplos como el caso de Madoff, que ya había sido advertido reiteradamente a la SEC o, incluso, el supuesto del mismo señor Paulson que, en 2006, deja la iniciativa a la empresa privada para pasar al sector público, y se pasa dos años sin decir palabra de cosas que seguramente sabía por su anterior experiencia. Todo esto no deja de plantear dudas en cuanto a la eficacia y la profundidad de los controles. Quisiera también lanzar unas ideas que tal vez sean dudas personales, algunas de las cuales ya han sido esbozadas por los anteriores compañeros de mesa. Una en relación al corto-placismo, que creo que se ha dado, además, peligrosamente a varios niveles. Se ha dado cortoplacismo a nivel de inversor. Es difícil pensar, por ejemplo, el beneficio económico que han reportado algunas apuestas a la baja, como es el caso de Volkswagen, o algunas operaciones casi de “pelotazo” que hemos visto en los últimos tiempos de la economía. No sé cuál pueda ser la solución, pero tal vez unos incentivos fiscales al mantenimiento de las inversiones a largo plazo, es decir, unas reducciones fiscales a las plusvalías de estas inver-siones en función de la duración de las mismas pudiera ser una medida. Se observa también el cortoplacismo en el bonus anual de los gestores de algunas empresas. El problema es grave porque ―ya se ha apuntado― es difícil ver cómo se regula. Hay quien ha propuesto diferir estos bonus en el tiempo tras

La UE y la prevención de las crisis económicas

Movimiento europeo

46 47

haber juzgado la gestión del beneficiario de los mismos. Eso es muy difícil de aplicar al gestor de una empresa, por consiguiente creo que la única medida está en procurar que los inversores no tengan tanto interés en el corto plazo. También podríamos decir que algunos políticos reciben sus bonus. El bonus del político vendrían a ser las elecciones. Aquí en España tenemos elecciones generales, autonómicas, municipales… tenemos diferentes elecciones que casi suponen una especie de bonus anual que hace que muchas veces no se tomen medidas que son amargas a corto plazo pero que son absolutamente necesa-rias a medio y largo plazo. Incluso las tribus primitivas tienen un consejo de ancianos que vela por este medio – largo plazo, y es posible que tengamos que arbitrar soluciones en este sentido.

Otro punto problemático, sobre el que solamente lanzo la idea para re-flexionar sobre él, serían los supuestos de conflicto de intereses o de abuso de confianza en los intermediarios, comisionistas y apoderados. Estas situa-ciones de abuso de confianza han sido más frecuentes de lo deseable y llevan asociados otros efectos perversos: asimetrías informativas, falta de control, escasa responsabilidad, a veces opacidad fiscal, opacidad en los costes y, en definitiva, inflación inducida. A mi modo de ver, el hecho de que en este mercado, y concretamente en las titulizaciones de subprime, no se revelara cla-ramente la doble posición de comisionistas en la colocación y de asesores o gestores de los patrimonios ha inducido a muchos inversores o ahorradores a una confianza de la que no eran merecedores algunos de estos intermediarios.

También otro punto que merecería reflexión, del que aquí se ha habla-do, es el tema de la autofinanciación y del apalancamiento. Yo creo que son los economistas los que deben hablar de la posología, es decir, de las dosis adecuadas entre una y otra, pero solo lanzaría una pregunta: ¿creen ustedes que se tiene la misma percepción del riesgo con el capital propio que cuando se opera con el capital ajeno? De esta respuesta creo que se pueden derivar algunas consecuencias. Ya digo que son reflexiones que no sólo afectan al mundo financiero, sino que afectan en general a toda la economía y creo que merecen medidas correctoras en el futuro que introduzcan algo que, en un término genérico, se ha definido como una mayor honestidad en el mundo de los negocios. Honestidad que a veces no es espontánea, que los mercados no autorregulan, sino que debe ser, en cierto modo, inducida.

Queda aquí, pues, el tema de qué debe o qué puede hacer Europa y de la solidaridad europea. La gran pregunta es si somos solidarios o insolidarios. Yo he visto en estos últimos tiempos que se ha criticado, por ejemplo, a la señora Merkel como insolidaria. Yo no acabo de participar de esta crítica y creo que la señora Merkel, a falta de medidas comunitarias más intensas, lo que ha procurado es apuntalar su sector bancario. La señora Merkel no ha creído en esas teorías que yo considero un tanto alocadas de que en supuestos de crisis hasta sería explicable lo del helicóptero arrojando billetes. Creo que la señora Merkel más bien ha participado de la parábola del sembrador, que sabe que cuando se lanza la semilla en campo abonado ésta germina y cuan-do se lanza a las piedras como máximo puede ser comida por algún pájaro o por algún roedor. No creo que esta postura sea insolidaria. Está en términos de crear unos bancos con un core capital apreciable y que lamentablemente ―también se ha apuntado aquí― van a ser una competencia probablemente desleal pero en todo caso dura de los bancos que se han comportado mejor y que tenían mejor hechos sus deberes. Pero la verdad es que todos unidos legislando, sea en Bruselas o en Estrasburgo, aunque el pacto sea laborioso y difícil, conseguimos unos magníficos resultados, y en este terreno yo entiendo que es evidente que hay que procurar evitar pabellones de conveniencia para que algunas entidades operen desde países con regulaciones laxas que son el germen de peligros o riesgos sistémicos importantes. Creo también que es necesario, y tal vez sea un detalle menor, pero importante, que Europa tenga sus propias empresas de rating.

Hemos hablado también aquí en algún momento de las burbujas tec-nológicas. Yo diría también: “cuidado con el dólar”. Nosotros hemos visto y hemos sufrido primero la burbuja tecnológica del área dólar, de la que se ha hablado, después el supuesto Enron, del que también se ha hablado, y ahora vivimos las subprime. Si pensamos que cuando se dan estas burbujas toda la riqueza generada queda en el país mientras que los perjuicios ―cuando se habla del dólar y por tanto de moneda refugio repartida por todo el mundo― se reparten en todo el mundo, igual es que no es tan mal negocio para el país crear estas burbujas, es decir, el beneficio, el incremento de PIB es todo para mí, y el riesgo lo reparto entre todos. Ahí me está apuntando también otro peligro, que es el peligro de la pendiente inflacionista a través de la creación,

La UE y la prevención de las crisis económicas

Movimiento europeo

48 49

de la impresión, de dólares. Es una forma también de repartir el riesgo o el perjuicio de esta crisis entre todos.

No puedo terminar sin hacer un llamamiento a la relación, que creo ne-cesaria, entre Derecho y Economía. La Economía representa la musculatura y, muy probablemente, los órganos vitales. Pero el Derecho es el esqueleto sin el cual no se puede caminar. En la Europa continental se ha desarrollado un importante concepto, el de seguridad jurídica preventiva, que va en esta línea de prevención de riesgos antes de que se conviertan en una bola imparable, antes de que sean demasiado grandes. Esta seguridad jurídica preventiva se basa no sólo en el control de la autenticidad formal de los actos y contratos a través de la identificación o del juicio de capacidad o de la calificación de los poderes o autorizaciones, sino también a través del control previo de legali-dad o conformidad con el ordenamiento y, muy especialmente ―destaco muy especialmente― con la información del consentimiento de los contratantes. Dos referencias daría en este sentido. Uno, la obra de Shiller, que recoge esta idea como medio para evitar futuras crisis como la de las subprime. Dos, el re-ciente Informe Medina, aprobado por el Parlamento Europeo para regular la circulación, es decir el reconocimiento y la ejecución, de documentos autén-ticos en el seno de la Unión Europea, amparados siempre en este control de autenticidad material y formal y además en la información del consentimiento de los contratantes. Muchas gracias.

gonzáLez vaLLvé: Dice el refrán castellano que bien está lo que bien termina, de modo que a José Carlos Díaz, director de análisis de Inter-money, le vamos a adjudicar el papel de optimista. Tienes la palabra.

José carLos díez

Muchas gracias por la invitación. Creo que es un momento bueno para sentirse europeo. Yo me siento muy a gusto aquí al lado de esta bandera. El

consejero González Páramo lo cuenta muy sencillo, dice: “bueno, sí, estába-mos atendiendo a la liquidez independientemente de la política monetaria”. Eso sólo se puede hacer si estamos en el euro. Si España estuviese fuera del euro, cada subasta de liquidez del Banco de España estaría mirada con lupa por los inversores internacionales, y un intento del Banco de España de in-crementar la base monetaria y el dinero de inyección de liquidez en el sistema llevaría inmediatamente a una depreciación en la misma proporción de la di-visa y estaríamos con casos a la islandesa y cosas así. En el año 92 teníamos el margen de maniobra de devaluar, pero no lo podías usar porque las conse-cuencias eran mucho peores de las que tendría la devaluación, por lo tanto yo me siento muy a gusto aquí, y si hoy no estuviéramos en el euro el debate sería para ver qué posibilidades tendría España de entrar, como está pasando en la Europa del Este y en los países que están fuera del euro. No tendríamos los tipos de interés al 2 %, nuestras familias no podrían refinanciar sus hipotecas al Euribor, estaríamos hablando no de una crisis de una caída del 1,5 % o 2 %, estaríamos hablando de recesiones, con este nivel de deuda que hemos adqui-rido estaríamos hablando de grandes depresiones económicas.

Dicho esto, hay gente joven aquí que no podréis vivir esto, porque ya habéis nacido en la Europa del euro y vuestra actividad se desarrolla en ella. Yo nací en la Europa precomunitaria, aunque también he desarrollado toda mi vida dentro de la Comisión Europea. Creo que hay que leer y ver las ex-periencias para entender que, para España, Europa siempre es la solución y nunca es el problema. Cuando en los años 50 Evita Perón vino a España traía leche en polvo para dar a los niños que sufrían hambruna. Evita Perón y su país, Argentina, siguieron por la autarquía, mientras que España se salió de la autarquía y se dirigió a la Unión Europea y a la libertad económica y política. Bueno, “busca, compara y si encuentras algo mejor, cómpralo”. Yo creo que hay que ser conscientes de dónde estamos.

Dicho esto, yo venía pensando en hablar de prevención y de la Unión Europea, pero viendo la discusión voy a hablar de esta crisis, porque todos ya tenemos ganas de que acabe y de saber qué va a pasar en el futuro y si seremos capaces de prevenir la próxima. Voy a ser un poco crítico con las instituciones europeas, pero con el fin de mejorar, no con el fin de criticar el sistema. Yo creo que el sistema ha actuado bien, mejor de lo que yo esperaba, por lo tanto ha mejorado mis expectativas, pero siempre es mejorable. Algunos ejemplos

La UE y la prevención de las crisis económicas

José Carlos Díez es Director de Análisis de Intermoney

Movimiento europeo

50 51

de prevención económica: Irving Fisher, que todo el mundo reconoce como uno de los grandes economistas de los Estados Unidos, tres días antes del crack de Wall Street, en el año 29, defendía que la Bolsa americana estaba bien valorada por sus fundamentales. El Standard Purse y el Dow Jones cayeron un 80 % en los tres años siguientes. Unos meses antes de que estallase el defall de México en el año 82 y la crisis de la deuda, que supuso una década perdida para América Latina, y la quiebra de los grandes bancos estadounidenses en los años 80, ya se hablaba de How to deal with the Big One, y el Big One era City Group ―que es el mismo que ahora, sólo que ahora es un poco más Big― y el señor Milton Friedman, que es otro icono de las ideas, estaba defendien-do que eso era un problema privado, y que a él no le preocupaba ―ésa es la capacidad de prevención―. Un hecho que González Páramo y Juan Iranzo recordarán es que, en el año 94, se produjo en España la reunión bianual del Fondo Monetario Internacional. El señor Michel Camdessus defendió a México como icono, como ejemplo para el resto de países emergentes, de cómo se debía acudir a la estabilidad macroeconómica. Tres meses después ese país colapsó, entró en defall y provocó la primera gran crisis financiera de los tiempos modernos y una gran depresión económica.

Prevenciones y capacidad de prevención en esta crisis: en el año 2007, en octubre, José Carlos Díez escribió una notita en un medio de comunicación titulada Historia de una crisis. Yo es verdad que me asusté mucho en julio, es ver-dad que, como dijo el profesor González Páramo, en agosto vimos el colapso del mercado monetario, que nos desbordó, pero, de repente, en septiembre, los mercados de capitales se abren y los inversores huyen hacia la calidad comprando activos de países emergentes, comprando petróleo y apostando por el decoupling. Yo me dije “bueno, dentro de que hay una situación grave, puede ser transitoria y el comportamiento inversor cambiar”, pero cuando en noviembre vi eso del mercado bancario a la sombra ya me asusté, empecé a ver la pérdida de City Group, empezaron a aflorar conduits y pensé que esto ya no estaba en el guión, o por lo menos no lo sabíamos. Ya a partir de marzo me asusté mucho y, en fin, cambié mi visión. En julio o en agosto de ese año, como está aquí hoy Manuel Balmaseda, tuvimos una comida privada él y yo y otras personas. Él forma parte de un consejo de sabios en Estados Unidos, en Washington, y la conclusión de estos sabios es que esto era transitorio, que no era una crisis de las dimensiones que ha ido adquiriendo. En julio del pa-

sado año el Banco Central Europeo decidió subir los tipos de interés, y en su comunicado defendía que el crecimiento europeo era sólido y que temían por las expectativas de inflación y efectos de segunda ronda. La economía europea ya estaba en recesión en ese momento, y el PIB trimestral confirmó que el crecimiento no era sólido. El Comisario Almunia, que ahora saca un cuadro macroeconómico que parecen los cuentos asombrosos de Edgar Allan Poe, defendía que el crecimiento era sólido y acababa de actualizar sus previsiones en julio, cuando todo estaba en recesión. En septiembre, el señor Paulson, que sabía un poco de esto porque había sido presidente de Goldman Sachs y había estado en toda la harina y la tostada, defendía una nacionalización encubierta de Fanny May y Freddy Mack, dos instituciones que, entre ambas, “sólo” tenían el mismo stock de deuda que toda la deuda de los Estados Uni-dos. Toda la deuda pública de Estados Unidos la replicaban estos señores. Paulson dijo que esa intervención era necesaria porque la economía ameri-cana estaba fuerte e iba a salir más fuerte después de esa intervención. Dos semanas después dijo que iban a hacer un TAR para comprar activos, y que el Estado americano iba a ganar dinero en la intervención, y estaban a punto de comprar todos los activos tóxicos que se habían perdido. El señor Sarkozy, que ha tenido un efecto muy positivo en la gestión de esta crisis, saltándose muchos procedimientos y muchas limitaciones legales que tenía el propio es-tatuto de la Unión, convocó en París una reunión, y la señora Merkel entró en la reunión diciendo que iba a demandar a Irlanda por haber asegurado todos los depósitos de sus ciudadanos, y al día siguiente la señora Merkel aseguró todos los depósitos de sus ciudadanos.

Voy a hacer una pequeña defensa de los modelos matemáticos. Los mo-delos matemáticos son nefastos si comparamos con el resto de sistemas y de métodos de análisis que hemos analizado con anterioridad, que por supuesto que tienen problemas pero son una bendición comparados con la metodo-logía alemana, el hegelismo y todas estas cosas. ¿Para qué te vas a poner a discutir si lo puedes explicar en una ecuación? Los modelos matemáticos que usamos los economistas para analizar el comportamiento de los inversores en crisis financieras son similares a los que utiliza la física en la meteorología, tienen componentes positivos pero están sometidos a dinámicas caóticas. De repente hay un evento, como decía el consejero González Páramo, altamente improbable que sucede, y eso desborda el modelo y entra en escenarios difí-

La UE y la prevención de las crisis económicas

Movimiento europeo

52 53

cilmente predecibles. ¿Cuál es el problema? Que no se puede anticipar cuál es el evento que va a provocar el caos, y una vez que entras en la dinámica del caos, la dinámica también es impredecible. Por lo tanto, os aconsejo que des-confiéis de todo aquel que diga “yo ya lo dije” y de todo aquel que hable con seguridad de cómo vamos a salir de esta, porque la realidad es que la dinámica es altamente impredecible.

Dicho esto, ¿a qué fenómeno nos estamos enfrentando? Nos estamos enfrentando a un fenómeno altamente improbable. Voy a citar otra vez a Irving Fisher, porque el hombre por lo menos fue honesto. Después del pri-mer crack de Wall Street metió todo su dinero en Bolsa, comprando con un descuento del 30 %, y se arruinó, volvió a perder el 70 u 80 %. En el año 1933, Fisher escribió una cosa realmente fantástica en la revista econométrica donde decía “me equivoqué”. A los economistas nos enseñan que los ciclos siguen una función aristotélica donde función seno y coseno hacen unas co-sas regulares y de repente, como decía Balmaseda, tocan un punto, rebotan como las pelotas de tenis, y la economía vuelve a salir y vuelve a tener otro ciclo expansivo, que Irving Fisher dijo que “si, y solo si las crisis no afectan a las instituciones”, y especialmente al sistema bancario, que es una institución básica y un pilar esencial para que la economía de mercado funcione, porque hace eso de transformar ahorro en inversión. Es como el sistema solar, nadie sabe muy bien por qué el sol transforma masa en energía, pero gracias al sol podemos vivir en la Tierra. El sistema bancario hace una cosa parecida, trans-forma ahorro en inversión y permite que haya proyectos de emprendedores, actividad económica, que asumamos riesgos, que la gente se apalanque, que es una cosa fantástica porque si no estaríamos todavía como los pastores, viviendo de la edad de la agricultura, porque no habría economía capitalista, estaríamos en otro escenario. Irving Fisher dijo que una crisis como la gran depresión ―que es en la que estamos metidos― supone un problema de so-breendeudamiento, hay un stock de deuda nominal que se tiene que pagar, que se ha invertido en riqueza, y la riqueza, como estamos viendo desde verano de 2007, se está volatilizando a una velocidad tremenda. Cada vez que vemos bajar la Bolsa estamos viendo cómo los pilares del sistema que sujetan la deu-da se están deflagrando. Por lo tanto, la deuda empieza a ser inestable y, por lo tanto, estamos ante un problema de sobreendeudamiento relativo sobre el nivel de riqueza. Un problema ―aquí entra la confianza― porque la riqueza

se basa en las expectativas de los precios de los activos. Por lo tanto, mientras haya expectativas deflacionistas en los mercados la crisis no se habrá resuelto.

¿Cuáles han sido las consecuencias del sobreendeudamiento? Deflación de activos ―inmediatamente hemos visto caer el precio de los activos― y cri-sis bancaria. ¿Por qué? porque había dos tipos de banca, la banca de crédito tradicional, que es la que hemos hecho en España, y la banca de activos. Los bancos habían estado sacando fuera de balance fuertes cantidades de inver-sión, con bajo nivel de capital para el riesgo que se estaba asumiendo, por lo tanto hay dos fenómenos en la crisis bancaria. Uno es una crisis de crédito. Ya ha habido crisis de crédito antes, como la japonesa o como la propia Gran Depresión, pero es la primera crisis de crédito donde el crédito está formali-zado en activos, básicamente titulizaciones, lo que es una novedad.

Hay otra novedad, y es que estamos en un mundo donde la informa-ción fluye en tiempo real, y la mitad de los internautas están en los países emergentes, si no sería inexplicable el contagio que hubo en septiembre. La información es incontrolable, y los inversores y los ciudadanos tienen infor-mación perfecta de lo que está pasando en tiempo real. Tú entras en la página de cualquier periódico español y sabes qué banco ha tenido problemas en tiempo real, cómo se está interviniendo y cuáles son los planes de interven-ción, etcétera. Eso es algo novedoso también. Tiene su componente positivo, que obliga a los políticos a tomar decisiones rápidas, y tiene su lado negativo, que exacerba el problema del efecto rebaño y la deflación de activos. Por lo tanto, sin defender al Consejero González Páramo, esto es una crisis difícil-mente gestionable, porque las medidas de política económica, en este caso de política monetaria, están sujetas a cuál es la interpretación y la reacción de los inversores y de los ciudadanos inmediatamente después de que se toma la medida. Por lo tanto, tomas decisiones a priori sin saber muy bien cuál va a ser el comportamiento posterior. Yo aquí también voy a discrepar un poquito del Consejero González Páramo. Creo que, según Fisher ―y yo coincido con él― estamos en el camino de la deflación generalizada de precios y de la gran depresión económica ―y eso que me han presentado como el optimista―. Creo que la diagnosis ahora es la acertada. Yo estaba muy preocupado en verano porque veía que había una diagnosis un poco errónea, especialmente de los responsables de la política económica mundial. Creo que ahora la diag-nosis es acertada, y creo que las políticas económicas que estamos aplicando

La UE y la prevención de las crisis económicas

Movimiento europeo

55 54

son acertadas y, si se siguen aplicando bien, creo que el escenario de deflación generalizada de precios y de depresión económica es un escenario altamente improbable. Pero, por coherencia ―el Consejero González Páramo ha critica-do a la banca de inversión por despreciar efectos altamente improbables― el Banco Central no debería despreciar eventos altamente improbables cuando sus costes y el valor esperado del evento tienen un impacto tan fuerte sobre la sociedad, la economía y los ciudadanos. Yo creo que es un evento altamente improbable pero que el análisis de riesgo, en este caso, debe tener implicacio-nes en la gestión y en la toma de decisiones.

¿Qué políticas económicas se están tomando? Primero una aclaración: estoy tomando medicación porque tengo una úlcera en el duodeno por las hipotecas NINJA. En primer lugar, la tasa de morosidad en las hipotecas subprime es del 18 %. Si le das la vuelta, eso quiere decir que el 82 % de los que contrataron una hipoteca subprime pagan su casa y viven en una vivienda digna donde pueden desarrollar su vida familiar.

Segundo, la hipoteca NINJA, que es una especificación explícita de las subprime, que supone una muy poca parte de las hipotecas subprime, está sujeta sobre una garantía de una vivienda que tiene de colateral, por lo tanto puede haber fallos en la estimación de la garantía y en cuánto crédito se ha dado sobre la garantía, pero en ningún caso se puede criticar el sistema.

En tercer lugar, el proceso de titulización es una de las grandes innova-ciones financieras que ha hecho el ser humano desde los tiempos de la letra de cambio en el Siglo XIII. Por supuesto que en el Siglo XIII la letra de cambio generaría un nivel de apalancamiento enorme, después crisis financieras enor-mes y los ciudadanos criticarían la letra de cambio. Hoy cambiamos pagarés bancarios, letras de las empresas como si fuesen churros, por lo tanto cuidado con ir contra la innovación. La innovación no es el problema, el problema es el uso que se ha hecho de ella. ¿Qué uso se ha hecho de ella? Se ha permitido, especialmente al sistema bancario, asumir demasiado riesgo con poco capital. Si quieres controlar el apalancamiento, controla cuánto capital exiges a los bancos por cada riesgo que asumen, y entonces tendrás un sistema bien orde-nado. Porque si esto fuese una crisis de subprime yo coincidiría con Balmaseda en que sería una crisis ridícula, porque estamos hablando de muy poco dinero en términos del PIB mundial o de la generación de riquezas mundial. Esto es una crisis de hipotecas prime. Yo tengo una hipoteca con mi banco español, y

si mi banco decidió titulizar esa hipoteca en el año 2002 lo titulizó a Euribor +20. Eso, hoy, cotiza en el mercado a Euribor +500 ó +600. Sigue siendo un activo triple A. Lo que calculan las agencias de rating es la probabilidad de que esa hipoteca incumpla sus compromisos de pago, y la probabilidad de que incumpla sus compromisos de pago está entre 4 ó 5 entre 10 000. ¿Qué pasa? Que es un activo ilíquido y que si algún inversor ha intentado deshacer ese activo en el mercado no hay compradores para ese tipo de activos porque ahora mismo los inversores repudian la titulización. Hay un exceso de oferta de papel por debajo de la demanda deseada de inversores de titulizaciones, por lo tanto un inversor ―normalmente suelen ser alemanes― que compró mi titulización para un fondo de pensiones seguramente habrá perdido el empleo porque ese activo ha perdido un 30 % del valor, y cuando llega a su casa y pone la televisión en el telediario, encima, le dicen que era un activo tóxico, y yo digo “hombre, pero si yo pago mi hipoteca ¿cómo que tóxico?”. Si destitulizas eso y lo vuelves a convertir en crédito y lo valoras a vencimien-to sólo tendrías que hacer una estimación de la morosidad y el precio que le darías a esa cartera valdría mucho más de lo que está cotizando el mercado. ¿Cuál es el problema? Que se ha obligado a muchos bancos a valorar a precio de mercado sus titulizaciones. Cuando perdían minusvalías tenían que salir al mercado a deshacer posiciones. Han tenido que presionar a la baja sobre los precios de los activos y estamos haciendo un efecto de bola de nieve. Por lo tanto hay que destitulizar.

Yo creo que, entendiendo esto, hay dos problemas que tenemos que re-solver y que compete al Consejero González Páramo, a los presidentes y a la política económica ―yo estoy en el lado de contarlo― y es que hay un stock de deuda bancaria en las carteras de negociación que no se puede deshacer porque no hay mercado. Lo bueno es que vence. Las titulizaciones tienen una vida media de seis o siete años, por lo tanto van decreciendo, pero necesitan ser financiadas, y si limitamos el acceso, por ejemplo, a las subastas del Banco Central Europeo en cantidad y en plazo estamos acrecentando el credit crunch y la contracción de crédito, porque las entidades tendrán que retirar liquidez de otro tipo de actividades para atender a esa cartera de crédito. Luego los sistemas que no compramos y que no hicimos banca de activos tenemos otro problema, que es un desfase importante en nuestro activo y pasivo de balance bancario. Prestamos a muy largo plazo con financiación ajena ―porque el

La UE y la prevención de las crisis económicas

crédito crecía muy por encima de los depósitos tradicionales― confiando en que los vencimientos de la deuda se iban a hacer en un mercado de capitales normalizado. El mercado de capitales no está normalizado, por lo tanto o ayudas a que el proceso de financiación y refinanciación de ese tipo de liqui-dez se haga de manera desordenada o la probabilidad de que vayamos al esce-nario propuesto por Irving Fisher va aumentando. Yo confío ―y veo ciertas señales, por ejemplo las subastas de liquidez del Tesoro español o el propio Banco Central Europeo― en que se van a tomar las decisiones adecuadas pero ¿podremos ver la luz al final del túnel este año? Yo creo que la economía norteamericana va a salir, pero cuando salgamos del túnel la economía no va a ser tan boyante como la de 2006. Hay cuestiones que habrá que atender y estaremos unos años reestructurando nuestra deuda mundial hasta que vuelva a ser sostenible otra vez. Muchas gracias.

gonzáLez vaLLvé: Ya les decía yo que era el optimista. Ahora sí, pasamos al coloquio.

marcos ezqUerra (CinCo días)

Tenía dos preguntas para el señor González Páramo. Una, muy concre-ta, sobre el Banco Central Europeo y su política monetaria: si cree que una agudización de la recesión puede llevar los tipos más cerca del entorno en el que están en Estados Unidos. Otra, sobre las reflexiones que han estado haciendo acerca del origen de la crisis, tanto para el señor González Páramo como para los demás ponentes: si no se ha pasado un poco por alto el papel de las agencias de calificación y si no se sigue dando demasiada importancia a lo que dicen o parece que van a decir, o lo que ha pasado ahora con la deuda española. Si, dado que son tan pocas, tan específicas, y aparentemente han sido tan responsables en lo que ha pasado, no deberíamos empezar a dudar un poco, a poner en cuestión sus predicamentos. Gracias.

gonzáLez Páramo: Con brevedad, porque yo creo que la respuesta a la pregunta está implícita en lo que dije antes, nuestra política monetaria es simétrica con respecto de su horizonte de mantenimiento de la estabilidad

de precios a medio plazo. Lo que eso implique lo dejo a su juicio, pero no olvide una cosa, y es que, en los momentos actuales, sobre las condiciones de financiación de la economía está teniendo efecto el canal tradicional de la política monetaria ―el canal de los tipos de interés y el de las expectativas asociadas― como también estas medidas no convencionales, que se habla de ellas como si fueran novedad porque tal o cual país las ha adoptado, pero son medidas que viene adoptando el conjunto de bancos centrales de otra forma desde hace tiempo. ¿Y qué es sino expansión cuantitativa lo que hace un banco central cuando acepta como colateral activos que no tienen mercado en absoluto? Está actuando sobre condiciones de financiación en el mercado, sobre mercados de crédito, sobre el nivel de los spreads. Una cifra nada más: en tres meses los tipos de interés han bajado 2.25 puntos porcentuales, el Euribor a doce años ―que es el más importante en este país― ha bajado 3.1 puntos porcentuales. Algo tiene esto que ver. Ahora mismo, el escenario que nos planteamos es el que he referido antes. Ha habido una desaceleración in-tensa, la decisión que se tomó hace un par de semanas se tomó en el contexto de encuestas y datos recientes que hacían ver un agravamiento de la situación respecto de la expectativa, pero, desde nuestro punto de vista ―y aquí esto es muy importante, porque encuentro que debemos insistir mucho en esto cuando se compara nuestra política monetaria con otras― los riesgos para la estabilidad de precios a medio plazo están equilibrados en este momento, y eso quiere decir que el riesgo al alza existe todavía. Por ejemplo, imagínese que las materias primas, que han caído entre un tercio y un cuarto desde el mes de julio, rebotasen por algún motivo, que no tiene que ser económico, puede ser geopolítico. O imagínese que los esquemas de indiciación de pre-cios y salarios, que en Europa son mucho más prominentes que en países anglosajones, todavía contengan efectos indirectos de segunda ronda. Asimis-mo, hay riesgos a la baja, pero, en conjunto, creemos que el balance de riesgos está equilibrado con la información de la que disponemos hoy.

Respecto a la agencias de calificación, con mucha brevedad, yo creo que una cosa es identificar los fallos y los errores que han tenido las agencias de calificación y el conflicto de interés que existe en el funcionamiento de las agencias de calificación, y otra cosa es, como dicen los anglosajones, tirar el agua con el niño dentro de la bañera, quedarnos sin ninguna referencia en el mercado. ¿Entonces qué hacemos? ¿Due diligence para todos y cada uno de

56 57

Movimiento europeo La UE y la prevención de las crisis económicas

los activos en los cuales intervenimos? ¿Quién está en condiciones de hacer esto? Yo creo que es mucho más interesante desde el punto de vista de la co-munidad, de los inversores finales y, por supuesto, de los ciudadanos, mejorar el funcionamiento de las agencias de calificación, hacer más competitivo el mundo de las agencias de calificación, forzarles a una mayor transparencia en las metodologías que utilizan, exigirles que nos permitan distinguir cuando usen el mismo sistema de rating para productos enteramente distintos, que po-damos hacer esa distinción y no creamos que triple A es a toda prueba incluso para activos estructurados complejos. Pero no olvidemos que las agencias de calificación, por mucho que hayan tenido errores, son uno de los instrumen-tos que nos permiten abaratar costes a la hora de hacer nuestra due diligence. Si no existieran, posiblemente el volumen que se invertiría, incluso en activos muy simples, sería mucho menor, y de esto yo creo que resultaríamos negati-vamente afectados todos los ciudadanos. EL PAPEL DE LA UNIÓN EUROPEA

EN LA SOLUCIÓN DE LA CRISIS

58

Movimiento europeo

61

JUan José áLvarez rUbio

Hacia una necesaria actuación coordinada de la UE: la obligada comunitarización de la respuesta a la crisis financiera

I. El tiempo de la política comunitaria: ante la crisis, más Europa

Junto a mi agradecimiento al Consejo Federal Español del Movimiento Europeo, así como a la representación en España de la Comisión y del Par-lamento Europeo por su invitación a participar en esta mesa redonda, cuyas reflexiones y debates ven ahora la luz a través de esta publicación, quisiera comenzar mis observaciones felicitando a organizadores y colaboradores por el acierto y la oportunidad de la convocatoria de estos tres días de reflexión en torno a la Política Financiera Común de la UE en el contexto de la crisis financiera y económica mundial.

Con frecuencia se acusa a los europeístas de ingenuos perpetuadores de utopías irrealizables. Creo que el contexto europeo y mundial catártico actual, con una crisis sin precedentes y sin guión preestablecido, aporta argumentos adicionales importantes a favor de una necesaria profundización y avance en nuestro proyecto europeo común, como solución frente al errático devenir que podría derivarse de una atomización nacional de respuestas territorializa-das ante la crisis.

El papel de la UE en la solución de la crisis

Juan José Álvarez Rubio es catedrático de Derecho Internacional Privado, director de la UNED de Vergara

Movimiento europeo

Movimiento europeo

62 63

Vivimos acontecimientos sin precedentes que han de concluir en la obli-gada reconfiguración del sistema financiero internacional y que pone en cues-tión la ortodoxia económica liberal. Y creo, en primer lugar, que es el tiempo de la política, y en particular de la política europeo - comunitaria.

Deseo constatar en primer lugar la compleja articulación entre los tiem-pos de toma de decisión de la política frente a la economía. El filósofo Daniel Innerarity ha reflexionado recientemente sobre la falta de sincronía entre los sistemas sociales (y particularmente entre el tiempo de la economía y el tiem-po de la política).

La política exige reflexión, discusión, debate… y las innovaciones en otros ámbitos discurren a un ritmo vertiginoso. Ese desajuste entre las esferas económica y financiera, que trascurren a ritmo de alta velocidad, y la política no debe servir para “demonizar” la respuesta política. Al contrario: una so-ciedad sin debate político será siempre una sociedad menos libre y menos jus-ta… ¡y en este año 2009 todos los europeos afrontamos el reto democrático de las elecciones al Parlamento Europeo!

La complejidad inherente al proceso de toma decisiones en el seno de las instituciones europeas requiere de un nuevo andamiaje institucional, repre-sentado por el imperfecto pero sin duda necesario (imprescindible) Tratado de Lisboa.

Ha de cobrar protagonismo el ritmo político, el liderazgo político, pero ha de ser una política que supere la mera improvisación inteligente del “ir tirando”, una política que supere la simple agitación en superficie, esa falsa movilidad como señuelo para que en realidad no cambie nada, un pseudomo-vimiento que en realidad disfraza la ausencia de toma de decisiones.

El Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, nos recordaba hace pocas fechas que la política ha de ocupar el pri-mer plano de las decisiones económicas, más aún en un contexto de ruptura del sistema financiero como consecuencia de un gran movimiento macroeco-nómico de proporciones tectónicas, en el tortuoso “iter” o camino recorrido desde la crisis financiera hacia la crisis económica.

II. Las medidas adoptadas a nivel europeo - comunitario

En el décimo aniversario del euro, Europa debe apostar por sí misma. La autarquía supondría una absurda e ineficaz receta para salir de la crisis o minimizar sus efectos. Más Europa no significa en modo alguno encerrarse en sí misma. Y en el balance de medidas adoptadas por el momento para hacer frente a esta crisis económica sin precedentes debe aludirse en primer lugar al Consejo Europeo celebrado en la parte final del pasado semestre de presi-dencia francesa, celebrado los días 11 y 12 de diciembre, en el que se aprobó, con retoques, el Plan Europeo de Recuperación Económica, con el principal objetivo o idea-motor de relanzar de forma coordinada la economía de la UE.

La fórmula (o fórmulas) propuestas no se alejaron demasiado de lo espe-rable: atendiendo a la singular situación de cada Estado, favorecer e implantar un incremento del gasto público y/o un descenso de la presión impositiva, con el objetivo compartido de estimular la demanda, y con ello la actividad económica.

Asistimos a la primera (y potente) recesión económica en la zona euro desde que ésta existe, y el evidenciado desencuentro entre los gobiernos fran-cés y alemán en torno a las pautas que han de regir el gobierno económico de la UE no hacen albergar grandes expectativas. Y sin embargo, tanto ad intra como ad extra, el papel de la UE ha de ser clave para superar momentos tan críticos.

El monto total del plan inicialmente aprobado en el seno de la UE ascen-dió a 200 000 euros (un 1,5 % del PIB comunitario) provenientes, en cuanto a sus fuentes, de los estados (170 000 euros) y del Banco Europeo de Inversio-nes (30 000 euros), y con un destino orientado hacia la inversión en infraes-tructuras, eficiencia energética e innovación tecnológica.

Junto a ello, y recientemente hemos podido comprobarlo, el Consejo adoptó la decisión de permitir una generosa flexibilización temporal en la aplicación de los criterios o parámetros macroeconómicos de Maastricht, y en particular los referidos a déficit presupuestario y a deuda pública estatal.

Asistimos a acontecimientos sin precedentes, que reconfigurarán sin duda el sistema financiero internacional. De hecho, los propios estados están o han redefinido ya su papel de prestamistas de última instancia. Y aprecia-mos, como solución de urgencia, el recurso a la concesión y aprobación de

El papel de la UE en la solución de la crisis

Movimiento europeo

64 65

paquetes de rescate a ambos lados del Atlántico. En EEUU, y junto a la re-ciente aprobación del plan propuesto por la administración Obama, se validó un primer plan de rescate por importe de 700 000 millones de dólares, de los que casi 250 000 millones tuvieron como objetivo final inyectar fondos para recapitalizar y nacionalizar parcialmente la banca de EEUU, alternativa que cobra cada vez mayor número de adeptos entre los analistas financieros y los propios operadores del sector bancario.

En el Reino Unido, la inicial decisión del Primer Ministro Gordon Brown supuso también de facto la nacionalización parcial del sistema bancario, así como el aseguramiento de los créditos interbancarios. Y la solución generali-zada en el seno de los Estados integrantes del Eurogrupo viene marcada por esta orientación, si bien se ha materializado hasta el momento a través de una serie de atomizadas soluciones estatales.

La falta de liquidez y de confianza viene en parte motivada por la elevada integración del sistema financiero internacional, con un efecto contagio de las respectivas economías nacionales, como piezas de un dominó que van cayen-do en la inercia de crisis global.

Todo ello plantea la exigencia y el reto del liderazgo político, y permite reivindicar el momento de Europa y de sus instituciones: es el momento de reconquistar el futuro, alejado de una mera suma de expectativas individuales, desligadas de realizaciones colectivas. La solución a este largo y oscuro túnel no puede venir de la mano de soluciones de rescate ad hoc y unilaterales. Es una oportunidad y un reto para la UE, y en especial para el euro porque, a mi juicio, la nueva arquitectura institucional y financiera internacional debe basarse en el modelo europeo, y para ello es preciso un liderazgo global, una sola voz que sea capaz de fortalecer la gobernanza económica europea ad intra y ad extra.

III. ¿Por qué más Europa ante la crisis?

La respuesta a esta cuestión debe comenzar por una evidencia: la impo-tencia de los estados-nación frente a las consecuencias de la globalización. Es la hora de apostar más por la UE, porque el diseño institucional y las herra-mientas de que disponen los estados por sí solos devienen insuficientes para hacer frente a las dinámicas desencadenadas por los mercados globales.

La complejidad y la magnitud de la crisis pone de manifiesto estas ca-rencias, y realza la importancia de la dimensión europea, que deriva en un factor clave al resultar más apropiada y eficaz que la suma atomizada de ám-bitos estatales tradicionales. El desafío que supone para nuestra clase política y nuestra sociedad la dimensión de esta crisis aporta argumentos adicionales para apostar por Europa, una Europa abierta, no cerrada sobre sí misma.

En segundo lugar, estimo imprescindible que los mecanismos de regu-lación y de intervención económica así como de protección social de la UE sean mantenidos y reforzados, y ello sólo es posible si se profundiza en la comunitarización de la gestión de esta grave crisis sin precedentes. Ante la espiral de desconfianza, que coloca el sistema financiero al borde del colapso, sólo mediante la solidez de un proyecto común y coordinado entre los esta-dos en el seno de la UE podrá rescatarse la tranquilidad necesaria para acertar en el diagnóstico y en las soluciones más eficaces. La clase política dirigente tiene problemas para atender en tiempo real a cada una de las consecuencias derivadas en serie de esta crisis, debido probablemente a que hasta el momen-to han buscado las causas de la misma exclusivamente en el sistema financie-ro. Creo que junto a esta vía de análisis debe profundizarse en los criterios o factores de naturaleza macroeconómica, y debe tenerse presente que no será posible salir de la crisis, o atemperar sus efectos sólo con una sólida y coor-dinada política monetaria. Es importante, clave, pero debe complementarse con medidas de pura política financiera. Ése es el reto para Europa en estos momentos tan catárticos.

En el seno del ECOFIN, en el marco de la acción coordinada de los ministros de economía y finanzas de la UE, es preciso profundizar en la fija-ción de un sistema basado en normas, y en particular en la redefinición de las reglas de solvencia, de gestión de riesgos, en las reglas de transparencia y en las normas contables sobre productos financieros. Una respuesta coordinada, como la que cabe esperar de la UE, no puede ser una mera yuxtaposición de los respectivos planes nacionales.

La crisis, como antes he señalado, ha de tener también consecuencias en el plano político, en el sentido de redefinir la responsabilidad de los estados en la gobernanza económica. Y ante este reto, el Movimiento Europeo, al que pertenezco, debe apostar por superar y desbordar la inercia estatalista en que se desenvuelve el proyecto de construcción europea. No hay ni habrá, en

El papel de la UE en la solución de la crisis

Movimiento europeo

66 67

una Europa a veintisiete ―y en el futuro próximo, más― estados una realidad europea homogénea. Y simplificando el discurso, diría que la forma en que la crisis ha sacudido a cada Estado responde en parte a esa heterogénea realidad estatal. El caso de España o del Reino Unido, por ejemplo, difiere mucho del supuesto alemán: en el primer caso, tanto España como Reino Unido basa-ron sus espectaculares cifras en un modelo, salvadas las distancias, similar al de EEUU: una economía fagocitada por las finanzas, debido a que el creci-miento se fundamentó en el endeudamiento familiar masivo y, con demasiada frecuencia, por encima de las posibilidades reales de endeudamiento a través de préstamos hipotecarios.

Frente a este modelo, el modelo alemán de crecimiento económico se sustentó no tanto en el consumo interno como en sus exportaciones y en su capacidad para conseguir excedentes comerciales.

Y ante dispares puntos de partida se aprecian también heterogéneas res-puestas a la crisis, porque Alemania no acepta una “mutualización” de riesgos ―lo que de facto se produciría si se llegase al acuerdo de gestionar de forma común y conjunta deuda pública europea.

IV. El marco temporal comunitario de medidas de ayuda estatales

La Comunicación de la Comisión Europea publicada en el DOCE el 22 de enero de este año 2009 analiza como premisa de partida la crisis financiera, su impacto en la economía real, y la necesidad de impulsar un plan de recu-peración de la economía europea que trate de impulsar la demanda, salvar el empleo y recuperar la confianza perdida. La comunicación asume como inevitablemente lógica la inercia hacia el plano nacional o estatal, pero subraya la necesidad de profundizar en la coordinación y en los principios comunes Comunitarios, y en la obligada y estrecha coordinación europea de las medi-das de ayudas estatales: ante la tentación de actuar de forma individual, en una ineficiente carrera de subsidios nacionales de apoyo a las empresas y actores u operadores nacionales, y frente a la suma inconexa e ineficaz de acciones individuales, autárquicas, perjudiciales además para la plena implantación del mercado interior, propone profundizar en clave europea.

Y para ello es clave tener presente que el euro no es un simple instru-mento monetario o económico, sino una realización política que muestra la

senda, el camino a seguir. Creo que no debe aspirar a devenir una moneda mundial de reserva, sino que debe jugar un papel activo en la cohesión ahora inexistente, debido a que la zona euro es la única área monetaria del mundo que no dispone de un gobierno central que coordine desde arriba la toma de decisiones, premisa clave para superar y hacer frente a momentos de crisis como el actual.

En particular, el BCE debe asumir la responsabilidad de definir las nuevas normas monetarias y financieras europeas, que a su vez sirvan como modelo de referencia a nivel mundial, sin prepotencia ni falsos elitismos, sino bajo la auctoritas derivada del saber hacer y de la prudencia y eficiencia en la gestión de políticas macroeconómicas.

El lógico corolario a la plena implantación de la libertad de circulación de capitales ha de ser la plena integración de los mercados financieros a nivel europeo, un sistema único de servicios financieros que ofrezca como resulta-do un mercado integrado de servicios financieros, a modo de parámetro clave a su vez en la consolidación del mercado único europeo.

Las más recientes previsiones económicas señalan (tal y como apuntó la propia Comisión Europea el 19 de enero en su documento Las previsiones intermedias de la economía Comunitaria para 2009-2010) que la economía comuni-taria sufrirá las consecuencias de la crisis a lo largo de este año 2009, y que la esperada y ansiada recuperación no llegará hasta 2010.

En 2008, cinco estados miembro entraron ya en recesión técnica, y du-rante 2009 lo harán otros trece. Y en sus previsiones señala que en 2010 cua-tro estados (España entre ellos, junto a Letonia, Lituania y Portugal) seguirán en números negativos. Los parámetros derivados de la cuestión del empleo, las finanzas públicas y el PIB reiteran esa prospección, y todo ello aderezado de altísimos niveles de incertidumbre.

V. Conclusiones

La globalización, lejos de reducir los riesgos y de reforzar la estabilidad financiera, ha amplificado la crisis financiera originada en EEUU que ha des-embocado en una crisis de dimensión mundial. Las acciones encaminadas a reforzar la estabilidad de las instituciones financieras y a combatir los riesgos globales deben ser coordinadas a nivel comunitario - europeo y también a nivel mundial.

El papel de la UE en la solución de la crisis

Movimiento europeo

68 69

La crisis financiera no sólo es debida a una defectuosa (o inexistente) re-gulación, o a la falta de verdadera supervisión sobre la voracidad lucrativa de los operadores. Es también el resultado de una crisis de valores. Y junto al ne-cesario rearme moral y ético de los mercados es preciso articular un andamia-je, un mecanismo normativo sólido, estructural y no meramente coyuntural.

El pacto de estabilidad debe venir acompañado, en la zona euro, de un pacto de coordinación de las respectivas políticas económicas. Y no debe olvidarse que el Euro ha supuesto y está suponiendo una coraza protectora frente a economías nacionales que, caso de haber mantenido en circulación sus débiles monedas nacionales, habrían sucumbido a la crisis de forma es-truendosa. Una devaluación sumada a todos los indicadores negativos antes señalados habría supuesto un daño irreversible y difícilmente reparable para las maltrechas economías domésticas europeas.

Hay que confiar en una estrategia de salida a la crisis en clave europea, cambiar y reforzar las reglas, y vigilar los comportamientos de todos los ope-radores de los mercados financieros. ¿A quién confiar la supervisión del sis-tema bancario a nivel europeo? El BCE debería asumir tal competencia de superior supervisión y control, sin duda, como germen u origen de un futuro, necesario e imprescindible sistema europeo de supervisión sobre el que existe importante consenso a nivel comunitario.

La petición o propuesta de más Europa no ha de ser hueca, sino que debe traducirse en generar un clima de confianza recíproca interestatal que culmine en una mayor atribución competencial a las instituciones europeas, necesaria para liderar una nueva y auténtica política financiera comunitaria, como base para evitar caer en el futuro en los mismo errores del pasado.

José LUís LeaL

Un conocido autor explicó que la crisis, al final, era el resultado de un fracaso colectivo. Yo creo que esto explica mejor la realidad que el achacarlo todo al sistema financiero o a la banca, entre otras cosas porque, con que vayamos a la construcción, hay muchos otros sectores que han contribuido: promotores, ayuntamientos, el propio Estado. Recuerden que ya en la primera legislatura socialista se habló de algo ―ya lo habían hecho en Dinamarca en una situación parecida― que fue reducir las ayudas a la construcción ―si hay una especulación, no ponga usted gasolina. Lo que pasa es que esta voluntad en España duró unas semanas e inmediatamente se abandonó ¿por qué? Pues porque era impopular, simplemente. Es comprensible o no es comprensible, según la idea que se tenga de lo que es o debe hacer un gobierno. En fin, quiero decir que hay una responsabilidad compartida, y lo mismo sucede en Estados Unidos, donde hay responsabilidades de todo tipo y de todo el mundo. Entonces creo que es bueno recordar lo que ha pasado, la secuencia, digamos, de la crisis.

La crisis empieza en el mercado subprime. Vamos a dar una cifra, porque si no estamos siempre en un mundo de opiniones, de juicios de valor: el mercado de las subprime en Estados Unidos representaba 600 000 millones de dólares sobre un mercado hipotecario de veintitantos billones de dólares. Las pérdidas actuales, es decir la suma de lo que se ha perdido, y lo que se piensa que pueden ser las pérdidas generales debidas a esta crisis, ahora mismo se está hablando de un billón y medio de dólares, hay gente que habla incluso de más, de dos billones de dólares, es decir, hay desfases. Esos 600.000 millones de dólares pueden admitir una tasa de morosidad que llegue al 50 %, pero entonces las pérdidas serían como de 300 000, es decir, que hay algo que ha pasado en el intermedio.

Pero ¿por qué surge el problema con este mercado de hipotecas basura? Surge en parte alentado por razones de buena voluntad. Clinton en su día empujó este mercado, pensando e insistiendo en que había que financiar tam-bién las viviendas para gente que estaba en el límite de poder comprárselas

El papel de la UE en la solución de la crisis

José Luís Leal es ex Ministro de Economía

Movimiento europeo

70 71

o no. “Entonces”, dijo, “aunque sea más riesgo, vamos a facilitar que se den hipotecas a esas personas”. También hizo otra cosa, y es que había una ley norteamericana muy antigua, la Ley Stiegel Glass, por la cual se separaba lo que es Banca de lo que es Seguros. Esta se abolió. Esto es lo que ha llevado, por ejemplo, al problema de AIG, la gran compañía de seguros, primera del mundo, que está quebrada, en parte porque, precisamente, se metió a hacer banca.

Entonces ¿qué pasa en ese mercado subprime? En ese mercado subprime, que es un mercado en el que se dan hipotecas a personas de alto riesgo que es posible que no las devuelvan, aparece un tipo de entidad al amparo de la desregulación ―eso hay que decirlo― donde hay unos señores que dan la hipoteca e inmediatamente titulizan ese crédito y lo venden, haciendo que desaparezca. Es decir, se separa el origen del crédito de la administración del crédito. Esto es un paso adelante, dicen algunos, en la sofisticación del sistema financiero. Yo creo que hay innovaciones que sería mejor no considerarlas tan positivamente. Pero en cualquier caso aparecen estos intermediarios, los cua-les dicen “a mí me da igual. Yo, aunque tenga más riesgo, cobro más interés. Esa hipoteca o ese título que se ha hecho sobre la hipoteca yo lo coloco en el mercado y habrá gente que me lo compre”.

Entonces viene la segunda parte. La segunda parte es que estos títulos subprime los compran normalmente bancos de inversión y los mezclan con otras cosas, y hacen lo que se llama productos estructurados. Los productos estructurados no son productos destinados a engañar y a timar al cliente, porque en realidad son productos bastante sofisticados que responden a una demanda. Por ejemplo, la compañía de seguros que dice “yo quiero tener un instrumento que tenga un poco más de rentabilidad, un poco más de plazo”, pues ahí se mezclan un Bono del Tesoro, un crédito subprime… una serie de títulos para crear ese producto estructurado que obedece, que refleja o que responde mejor a lo que son las demandas legítimas de un mercado sofistica-do. Y esto se distribuye por el mundo.

Hay una primera reflexión: el hecho de que se distribuya por el mundo, en el fondo, es una buena cosa. Es como la compañía de seguros, mejor que el riesgo esté muy distribuido, de tal manera que si pasa algo en algún sitio muchos tengan que pagar poco, y eso, para hacer frente, es mejor que se centre en un mercado. Esto es discutible, pero en principio parece que es una

buena idea. Lo que ya empieza a ser una idea un poco menos buena es que el mercado se confíe y diga “bueno, como está todo tan distribuido, no pasa nada, podemos ir a más riesgo” ―esto plantea obviamente un problema de regulación del que ahora diré dos palabras.

Entonces, se crean estos productos estructurados y se distribuyen por el mundo. Viene la quiebra del mercado subprime y entonces los bancos dicen “bueno, ¿qué valen los productos que yo tengo?, ¿qué vale eso?” porque no se sabía muy bien cuánto iba a ser la pérdida del mercado subprime y qué iba a pasar con esos activos que se habían mezclado. Entonces hay un problema que no es en absoluto un problema de opacidad deliberada, es un problema de no saber valorar esos activos. Se puede decir “ustedes deberían saber lo que tenían en sus créditos”. Sí y no. Hay unas agencias de rating que son las que se encargan de eso precisamente. Estas agencias de rating, en algunos aspectos ―no en todos― han fallado. Entonces se distribuye por todo el mundo, y llega un momento en el cual nadie sabe lo que vale eso, lo que valen los activos que tiene. Al no saberlo, inmediatamente hay un reflejo por parte de los bancos de decir “si a mí me cuesta trabajo saber lo que yo tengo en mi cartera, qué le pasará al de enfrente. En consecuencia, no le presto” y se bloquea el mercado interbancario, que es un mercado absolutamente fundamental que sirve para que los bancos vayan captando fondos a un día, una semana, un mes… enton-ces se bloquea ese sistema, y a partir de ahí viene una crisis de liquidez a la cual de momento yo creo que las autoridades no han sido capaces de responder.

¿Dónde se origina esto? Esto se origina, básicamente, en los bancos de inversión, no en el corazón del sistema financiero, que es el sistema de pagos. Del sistema de pagos forman parte el Banco Central y las instituciones de depósito, y éstas están reguladas en todo el mundo. Los depositantes están cubiertos por los llamados Fondos de Garantías de Depósitos, que son los que asumen el problema, los que reembolsan hasta una cantidad determinada, la que fija la legislación. El sistema de garantía de depósitos en España tiene muchos años, data del año 80, lo conozco bien porque lo puse en marcha, pero copiando, por cierto, el sistema norteamericano, que era el mejor, el que mejor funcionaba, porque venía funcionando desde el año 29 ―en Europa se hicieron algunos inventos pero que fueron un fracaso―. La lógica de este sistema es que los bancos pagan x, lo que sea, y cuando hay un banco que quiebra, interviene el Estado, coge a ese banco, le da un cheque a los gestores

El papel de la UE en la solución de la crisis

Movimiento europeo

72 73

―o nada, si no vale nada― o a los accionistas, lo sanea y lo vuelve a meter en el mercado. Esto por ejemplo es lo que han hecho no hace mucho los suecos. Los suecos tuvieron una crisis financiera muy importante. A priori esa crisis costó, la intervinieron, por valor del 4 % del PIB; a posteriori el Estado ganó dinero, porque se incautó de los bancos, los saneó, los reflotó y los revendió. Es decir, que hay que tener cuidado con lo que se dice. La historia hay que considerarla en toda su extensión, no contando los que están poniendo dine-ro, que como decía, aquí en España, prácticamente nada. Entonces esto no nace ahí, en el corazón del sistema financiero, porque ese corazón, el sistema de pagos, son bancos de préstamo. El Banco Central y los estados intervienen universalmente en esto cuando hay un problema y esto no le causa a nadie el menor problema ideológico.

El problema es cuando surge ―y es lo que ha pasado― con los bancos de inversión. Los bancos de inversión son unos bancos que no tienen depósitos. Son unos bancos que se financian en el mercado de mayoristas y que hacen operaciones de fusiones, adquisiciones y cosas de este tipo. Estos bancos en Estados Unidos no estaban regulados. Estaban regulados no por la Reserva Federal Americana, sino por el SEC, el equivalente allí a la Comisión Nacio-nal del Mercado de Valores, que no mira la solvencia, mira la protección de los inversores. Prácticamente no estaban regulados. Han caído todos. Se han metido en operaciones absolutamente disparatadas y son estos los que prin-cipalmente han padecido y se los ha llevado la crisis, los que tenían los pro-ductos estructurados, etc., etc. No solamente ellos, también ha habido bancos de depósito que tenían productos estructurados ¿Por qué? Porque inventaron una cosa que se llamaban los conduits: yo saco fuera del balance una parte de las operaciones pero las saco no para estafar a los clientes, las saco por que así me ahorro el consumo de capital ―porque los bancos, con cada crédito que dan, tienen que poner un 8 % en generales aparte, justamente para prevenir cuando aumenta la morosidad―, entonces se inventó esta cosa de los conduits, pensando que así separaban completamente el riesgo de su funcionamiento normal. Pero no es así, porque al final eran ellos los últimos garantes, enton-ces esto ha afectado también en parte a la banca de depósito, y también por las relaciones entre la banca de depósito y la banca de inversión, pero básica-mente es un problema que surge en la banca de inversión. La banca de inver-sión está también sujeta a todo tipo de exageraciones: exagerados los salarios

que se pagaban, exagerados los bonus que se pagaban, exagerado el sistema de bonus basado en el beneficio a corto plazo. Ahí ha habido abusos todos los que queramos, pero en fin, está limitado y no obedece en absoluto a la generalidad de la Banca. Esto es lo que ha pasado, y se bloquea el sistema interbancario. El sistema interbancario dice a los estados “desbloquéelo usted”.

Entonces los estados han empezado a intervenir según el problema que tenían. Los que tenían problemas mayores de solvencia han hecho como con los bancos suecos: yo le compro el banco o parte del banco, ya lo sanearé y cuando lo sanee lo volveré a vender y recuperaré el dinero, y seguro que recu-perará su dinero si han hecho las cosas con sentido común. Es decir, que esto no tiene por qué costarle nada al contribuyente, es más, si las cosas van razo-nablemente bien incluso pueden tener un beneficio, no mañana, estoy hablando de cinco años… en fin, un periodo largo. Bueno, eso es lo que ha pasado.

En España las cosas han ido mejor. ¿Por qué? Porque aquí hay un sistema de provisiones anticíclicas que estaba bien pensado, que lo discutimos mucho con el Banco de España en su día, en el cual el problema que tiene el banco con las provisiones es que cuando más las necesitan es justamente cuando menos pueden hacerlas, es decir ahora cuando hay una crisis, pero ahora no pueden provisionar, entre otras cosas, porque tampoco dan crédito. Este ha sido de siempre el problema del ciclo en las provisiones de los bancos. Aquí se inventó la provisión de ciclicidad que ha funcionado bastante bien. Un in-vento financiero español ―no español porque algunos bancos lo hacían, pero básicamente donde se ha aplicado de manera consistente y coherente ha sido en España― que ha sido una experiencia muy útil para tener en cuenta en el futuro. También hay otra cosa que se ha dicho que es muy importante que es que a estos conduits España, el Banco de España, les dijo a los bancos “si que-réis podéis hacer operaciones de fuera del balance, es decir, podéis llevaros créditos fuera del balance, pero van a consumir exactamente igual de capital que si las tuvierais dentro, así que vosotros veréis”. Evidentemente, en estas condiciones, a los bancos no les interesaba y por eso en buena medida se han salvado los bancos españoles de la contaminación de todos estos activos que andan circulando por el mundo.

Esto tiene una lección fundamental para el futuro: que es muy peligroso separar el origen del crédito de su administración, que es lo que ha pasado con la innovación financiera. En parte, hay que recordar, esto obedecía a una toma

El papel de la UE en la solución de la crisis

Movimiento europeo

74 75

de postura ideológica, en este caso de la administración de Bush, diciendo “los bancos de inversión que se autorregulen”. Yo en eso no creo, creo que eso hay que regularlo razonablemente. No puedes meter una regulación muy fuerte porque entonces se bloquea el sistema y quien paga las consecuencias son las empresas, porque la sofisticación del sistema financiero, de la que yo hablo, en parte, positiva, es que las empresas puedan financiarse en unas con-diciones ―cuando todo funcionaba razonablemente― mucho más cercanas a lo que ellas querían, a lo que ellas demandaban, que antes de esa sofisticación. Lo que me parece muy importante para el futuro es “deje usted siempre una parte del riesgo en quien lo origina”, para que vigile bien a quién ha prestado el dinero. Porque si no, el riesgo es que pase como hacían estas empresas en el mercado subprime, que cogían el crédito, lo daban, lo titulizaban y desapare-cían. Mire usted, eso lleva al desastre.

Yo creo que en las propuestas que se hagan para el futuro debe dar-se efectivamente esta consideración básica del riesgo, es decir “guarde usted siempre una parte del riesgo”, yo creo que la regulación irá por ahí. Por otra parte, que el riesgo se valorara poco es típico de todas las fases de expansión, pero tampoco es malo para todos. Los países subdesarrollados han podido financiarse en condiciones mucho mejores de las que se hubieran financiado, es decir, los expret en créditos a países cuyo riesgo ―desde luego visto desde fuera― era más que dudoso han sido muy bajos, pero eso les ha permitido financiarse. Los que están bien administrados ha sido para beneficio del pue-blo y los que están mal administrados para beneficio de sus gobernantes, pero eso es otra historia. Es decir que todo esto es una historia compleja pero que tiene unas líneas relativamente claras en lo que se refiere puramente al sistema financiero.

Por eso yo creo que es muy exagerado decir que el sistema financiero está quebrado, que hay falta de ética, que en él todo es opacidad y fraude. Yo creo que eso no es así. No hay opacidad. El sistema financiero es el más regulado de todos y en ese aspecto es el más transparente. Otra cosa es que por la na-turaleza misma de los activos haya sido muy difícil valorarlos. Si es muy difícil valorarlos tomen ustedes nota de eso y en el futuro tengan más cuidado, pero no hay ni opacidad deliberada ni fraude deliberado. Ha habido casos de fraude pero a los que hicieron el fraude a la cárcel con ellos, hay leyes para meterles en la cárcel, a nadie le plantea el más remoto problema, por lo menos a mí no

me lo plantea. Ése es un poco el hilo conductor, y ese hilo conductor enlaza con lo que también es la economía real: no debemos separar los aspectos financieros de la crisis de lo que son sus aspectos reales, aspectos reales cuya raíz última, en parte, es la globalización, que ha llevado el bienestar a cente-nares de millones de personas, aunque a nosotros en España nos afecte más que al promedio, pero en conjunto para la humanidad es bueno. Esa bajada de aranceles, esa apertura yo creo que es buena para todos.

JUan torres LóPez

Europa frente a la crisis

Cuando el desarrollo del capital en un país se convierte en subproducto de las actividades pro-pias de un casino, es probable que aquél se realice mal

J.M. Keynes

Quiero agradecer antes que nada al Consejo Federal Español del Movi-miento Europeo la convocatoria de esta jornada, tan necesaria y oportuna no sólo por el tema que trata sino por la pluralidad y el rigor con que ha querido que sean tratados los temas financieros candentes que tanto afectan a Europa y, por tanto, a nuestro destino personal y colectivo. Es para mí un honor, se-guramente inmerecido, participar en ella compartiendo mesa con expertos y personas tan reconocidos y relevantes.

I. La crisis

Lo que está ocurriendo en las finanzas y en las economías de todo el mundo es muy grave, está produciendo daños incalculables y no se sabe bien hasta qué punto irreversibles.

El papel de la UE en la solución de la crisis

Juan Torres López es catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla

Movimiento europeo

76 77

Docenas de bancos han quebrado. Según el antiguo gobernador de la Reserva Federal, Paul Volcker, que no creo que pueda ser tachado de radical o sospechoso, el sistema bancario de Estados Unidos y el del Reino Unido están en bancarrota y vivimos “la madre de todas las crisis financieras”.

Nada más empezar a manifestarse, el financiero George Soros que co-noce bien los mercados financieros, afirmaba que “la situación es mucho más seria que cualquier otra crisis financiera desde finales de la Segunda Gue-rra Mundial”.

Sólo en Europa se han registrado ya casi dos billones de euros de pér-didas bancarias, prácticamente la misma cantidad que en Estados Unidos, en donde industrias al completo están al borde del colapso. En la Europa del este están a punto de quebrar varios países y algunas estimaciones calculan que sólo en el territorio de la Unión Europea pueden perderse entre cuatro y cinco millones de empleos.

Aunque se quiera disimular para echar un velo protector sobre los que la han provocado, lo cierto es que la crisis que estamos viviendo es de una gravedad, extensión y profundidad extraordinarias. Y como vamos a analizar enseguida, no puede ser para menos puesto que lo que en realidad ha suce-dido es que la deriva del sistema bancario mundial hacia la especulación ha terminado por dejar a las economías productivas, a los empresarios y consu-midores, prácticamente sin fuentes de financiación, algo que necesariamente lleva a la paralización de su actividad, al desempleo generalizado y a la depre-sión económica.

Cuando la crisis financiera se ha extendido por todo el planeta no hay ya posibilidad de disimular su origen inmediato: la permisividad de la adminis-tración Bush y de la Reserva Federal que facilitó que los bancos hipotecarios norteamericanos generasen millones de títulos muy arriesgados y que los distribuyeran más o menos disimuladamente por todo el sistema fi-nanciero mundial.

Pero aunque la crisis económica se inició en Estados Unidos, en Europa está produciendo efectos especialmente graves y que a la larga incluso serán más dolorosos que los que dejará al otro lado del Atlántico, porque la Unión Europea se muestra incapaz de hacerle frente proporcionando remedios que estén a la altura de los problemas que hay planteados sobre la mesa.

II. La naturaleza de la crisis

Lo que hoy día estamos viviendo es la bancarrota de los principales nú-cleos del sistema bancario internacional que se está manifestando en las quie-bras sucesivas de las principales entidades financieras del mundo. Se trata de una bancarrota producida por la masiva y continuada acumulación de riesgo en los balances bancarios y como consecuencia de que, desde hace años, la actividad bancaria se ha venido desnaturalizando.

Tradicionalmente, los bancos han cumplido la función de intermediar entre el ahorro y la inversión productiva proporcionando crédito a las em-presas y consumidores. Pero el gran desarrollo de los mercados financieros ha ido creando en los últimos decenios nuevas oportunidades de inversión especulativa, con rentabilidad más alta y rápida que la inversión productiva. En aras de incrementar continuamente sus beneficios, los bancos han ido redirigiendo su actividad hacia esos mercados y así se han convertido en la principal fuente de alimentación de la especulación financiera, en detrimento, lógicamente, de la financiación productiva.

Para disponer de recursos crecientes que pudieran proporcionarle más rentabilidad en los mercados financieros, los bancos han “titulizado” práctica-mente sin límite sus activos (los contratos de los créditos que conceden a sus clientes), es decir, han convertido papel en dinero líquido, generando así una especie de gigantesca pirámide invertida que ha terminado por derrumbarse.

Siguiendo esa práctica, docenas de bancos de inversión adquirieron los títulos hipotecarios que salían de la banca estadounidense, primero con altas dosis de solvencia pero, poco a poco, convertidos en “basura”, cuando esta-ban suscritos por individuos sin suficiente capacidad financiera como para hacer frente a las obligaciones que conllevaban si su situación laboral o finan-ciera empeoraba.

Cuando estas hipotecas quedaron en el aire porque sus titulares dejaron de pagar perdieron su valor, y así los bancos que las habían emitido primero, y luego quienes las habían ido adquiriendo sucesivamente en las operaciones de titulización, tuvieron que ir registrando en sus balances las correspondientes pérdidas patrimoniales.

Grandes bancos empezaron a quebrar o a mostrar pérdidas muy elevadas y estalló entonces una crisis hipotecaria en Estados Unidos. Pero esta crisis,

El papel de la UE en la solución de la crisis

Movimiento europeo

78 79

inicialmente localizada, estaba condenada a ser algo más que una simple crisis hipotecaria en aquel país, porque las hipotecas subprime y sus derivados, o, como los llamaron luego, los “productos tóxicos”, circulaban ya por todo el mundo y, para colmo, lo hacían en “paquetes” en donde había hipotecas buenas y otras malas que la Reserva Federal había autorizado justamente para disimular el riesgo y así hacer más fácil su circulación.

Los bancos y entidades financieras de todas clases que habían comprado todo ese tipo de paquetes y títulos comenzaron a registrar una descapitaliza-ción galopante: lo que antes habían contabilizado como activos rentables de alto valor pasaban a ser papeles sin valor alguno. Y cuando se descapitaliza-ban, disminuía lógicamente su capacidad para ofrecer liquidez a los demás.

Y además, o al mismo tiempo, cuando los bancos internacionales empe-zaron a ser conscientes de que tal riesgo estaba extendido entre la inmensa mayoría de las entidades bancarias, comenzaron a desconfiar una de otras, a cerrar el grifo de los préstamos que constantemente se dan entre ellos para disponer de liquidez creciente y así seguir prestando y creando más y más dinero, que es lo que les proporciona rentabilidad y poder. Y así fue cómo la inicial crisis hipotecaria de EEUU se convirtió en una crisis financiera global que tampoco podía quedarse sólo en eso.

En cuanto los mercados financieros comenzaron a dar muestras de per-turbación y de falta de liquidez se produjeron como consecuencia dos fenó-menos inevitables.

Por un lado, la desviación de los fondos especulativos desde los mercados financieros e inmobiliarios en crisis a otros en donde también hay tendencias más o menos constantes al alza de precios, el del petróleo y los alimentarios. Produciéndose de esa forma la terrible subida de precios que afectó a la eco-nomía real encareciendo toda la actividad que utiliza esta fuente energética y a los productos alimentarios de la población más pobre del planeta. Por otro, cuando se cerró el grifo de la financiación se produjo una progresiva parálisis de la actividad económica productiva que, como es bien sabido, puede aguan-tar muy poco tiempo sin financiación. Finalmente, pues, la crisis hipotecaria local se había convertido en una crisis real y global.

III. Lo que la crisis ha puesto al descubierto

La crisis que estamos viviendo no es exactamente nueva. Se han dado otras en años anteriores originadas también por burbujas que disparaban la especulación hasta que reventaban llevándose por delante primero a bancos e inversores y luego, con más fuerza, a la actividad económica y al empleo.

Pero lo que en esta ocasión resulta distintivo es su intensidad, por el volumen de capitales afectados, y su amplitud, porque es verdaderamente global. Y es la combinación de esas dos características lo que le da una magnitud y virulencia extraordinarias. Se trata, por decirlo de una forma gráfica, de un cambio de calidad provocado por un incremento extraordi-nario de la cantidad.

Y va a ser una crisis de tanta magnitud y peligrosidad que hará que se-guramente sea irremediable que el propio capital busque alternativas radicales al actual orden financiero internacional. Eso es así porque, aunque traten de disimularlo, la actual crisis ha puesto sobre la mesa fallos que afectan a meca-nismos básicos de los que depende el funcionamiento actual de las finanzas internacionales. Los que me parecen principales son los siguientes:

a) La libertad de movimientos de capital, un principio que se da como inexcusable a pesar de que no hay fundamento científico alguno que lo justifi-que como positivo, provoca un desorden generalizado porque está principal-mente al servicio de las operaciones especulativas que resultan letales no sólo para la economía productiva sino para el equilibrio financiero.

Tanto es así que hasta organismos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han tenido que reconocer sus peligros. Y aunque es cierto que la revisión de este principio no está hoy día en la agenda de quienes tienen poder para tomar decisiones sobre el futuro de la economía mundial, no me cabe la menor duda de que antes o después habrá que introducirla pues, por mucho que se quiera ocultar o disimular, la libertad plena de movi-mientos del capital (que en realidad implica también la existencia de secreto bancario, de paraísos fiscales, de ausencia de trabas fiscales, etc.) está en la base de los problemas que estamos viviendo.

b) La desnaturalización progresiva del negocio bancario que, como he señalado, ha provocado que los bancos, en lugar de seguir sirviendo para

El papel de la UE en la solución de la crisis

Movimiento europeo

80 81

trasladar los recursos financieros desde los ahorradores a los inversores pro-ductivos, que son los que crean empleo y riqueza, y a los consumidores, se dediquen más bien a trasladar ese ahorro hacia la especulación financiera. Un proceso que se ha ido agigantando con el paso del tiempo hasta llegar al pa-roxismo actual que ha hecho estallar todo el sistema bancario mundial.

Por eso será prácticamente imposible dar pasos efectivos hacia la resolu-ción de la crisis sin establecer una nueva regulación de la actividad bancaria en todo el mundo que evite que los bancos se dediquen a alimentar el monstruo de la especulación en lugar de proporcionar la financiación que necesita la economía real.

c) La desregulación cada vez mayor de los mercados financieros. Una estrategia basada en la falsa idea de que los mercados tienen capacidad para regularse a sí mismos y para enjugar por sí solos el riesgo y la inestabilidad sistémica que genera la búsqueda compulsiva de beneficio que en ellos tien-de a predominar, sobre todo en el ámbito de las finanzas. En realidad, con esta excusa lo que se hizo no fue desregular de verdad sino establecer otras normas, una regulación que yo creo que a la vista de sus resultados evidentes se puede calificar ya como claramente tramposa, orientada a proporcionar opacidad a los negocios turbios e ilegales, a la corrupción, y a la inversión muy arriesgada, y a facilitar los “chanchullos” ―en palabras que enseguida citaré de Samuelson― y la creación de chiringuitos financieros.

Durante muchos años se quiso creer que la innovación financiera con-tinuada era la base de la productividad y del progreso económico y a partir de esa falsa creencia se permitieron e impulsaron todo tipo de prácticas de ingeniería financiera orientadas a generar nuevos recursos a partir solo del papel. Prácticas muy exitosas desde el punto de vista de la rentabilidad (como ha quedado demostrado en los enormes beneficios obtenidos por los bancos en los últimos años) pero de una peligrosidad y riesgo extraordinarios, como igualmente ha quedado ratificado por la situación que estamos viviendo.

Hoy día hasta personas tan ilustres como Paul Volcker se mofan de ello. Al menos, esa fue la expresión que recientemente usaban los medios de co-municación para relatar sus opiniones: “Volcker, ex presidente de la Reserva Federal, se mofó del argumento de que la innovación financiera, una clave para valores de riesgo, traerá beneficios a la sociedad. Para la mayoría de la gente, dijo, la llegada de los cajeros automáticos fue mucho más importante que los

valores respaldados por activos” (http://www.econegociosrd.com/2009/02/crisis-actual-podria-ser-peor-que-gran.html).

En consecuencia, la crisis tampoco podrá tener arreglo firme y definitivo mientras no se logre acabar con ese mundo de privilegios, con las entidades que las utilizan para llevar a cabo sus negocios y con los trucos de ingeniería financiera que sirven para ocultar el riesgo y la inestabilidad que llevan consi-go los negocios financieros meramente especulativos. Es decir, estableciendo lo que en puridad se denomina un marco de represión financiera frente a la liberalización, que permite que los más ricos y poderosos del mundo puedan hacer lo que les venga en gana con los recursos de todos.

d) Por otro lado, ahora estamos comprobando que a pesar de que el universo financiero (en donde se concentra el mayor volumen de medios de pago y fuentes de financiación) responde principalmente a una lógica espe-culativa ajena a la actividad productiva real, ésta es en realidad esclava de la especulación y de lo que ocurre en ese universo. Por eso, cuando se producen perturbaciones en los mercados financieros dedicados a la especulación, la economía productiva enseguida se ve afectada y entra en crisis. Una veces, porque la propia especulación afecta a mercados reales (como ha ocurrido con el petróleo o los alimentos), otras, como en estos momentos, simplemen-te porque carece de la financiación básica que necesita para funcionar.

e) Esta crisis se ha desatado también porque los custodios de las finanzas internacionales han traicionado gravemente sus responsabilidades de super-visión y control. Lo dijo muy claramente otra persona nada sospechosa, el premio Nobel de Economía Paul A. Samuelson: “las bancarrotas y las ciéna-gas macroeconómicas que sufre hoy el mundo tienen relación directa con los chanchullos de ingeniería financiera que el aparato oficial aprobó e incluso estimuló durante la era de Bush”. (Bush y las actuales tormentas financieras, El País, 28 de enero de 2008).

Así ha sido posible, por ejemplo, que las agencias de rating hayan genera-lizado sus procedimientos de ocultación del riesgo, en manifiesta complicidad con los bancos, como se ha podido comprobar una vez que la crisis ha puesto los problemas sobre la mesa: de todas las emisiones calificadas en EEUU a lo largo de 2007, el 62 % obtuvieron una nota de AAA, es decir, la máxima calificación posible (European Forum Securitisation: http://www.european-

El papel de la UE en la solución de la crisis

Movimiento europeo

82 83

securitisation.com/), algo increíble a tenor de cómo se han desarrollado los acontecimientos financieros que todos conocemos.

Y por eso fue posible también que se estuviera nueve años denunciando ante las autoridades norteamericanas el fraude de Madoff ―del que se bene-ficiaban cientos de millonarios de todo el mundo― sin que le hicieran caso alguno (www.eleconomista.es, 4 de febrero de 2008).

Y ello por no hablar de la pasividad y carencia total de previsión de la inmensa mayoría de los bancos centrales que, a pesar de disponer de las máxi-mas capacidades, no fueron capaces de actuar para prevenir y evitar una crisis anunciada de estas características.

Por tanto, es impensable también que se pueda salir de la crisis sin una revisión muy profunda del modo de funcionamiento de estas instituciones y, por supuesto, de los protocolos y objetivos de supervisión y control necesarios.

f) Finalmente, no se puede olvidar un factor fundamental a la hora de entender por qué se producen la inestabilidad financiera y crisis tan graves como la actual en nuestra época. El que fue Secretario de Trabajo con Clin-ton, Robert Reich, señalaba recientemente que en 1976, el 1 % más rico de la población de Estados Unidos poseía el 9 % de la riqueza y ahora, después de estos años de políticas neoliberales, ya acumula el 20 %. Y subraya Reich la coincidencia significativa de que este 20 % es justamente el que el 1 % más rico de la población de entonces poseía en 1928, justo antes de que se des-encadenase la Gran Depresión. Con toda seguridad, no se trata sólo de una simple coincidencia.

Lo que ha ocurrido en los últimos años es que las políticas neolibera-les han impuesto un régimen de salarios reducidos y de trabajo precario que efectivamente ha permitido recuperar las rentas del capital. Con salarios bajos como los que se han impuesto se generan beneficios pero creando escasez y, por tanto, limitando el rendimiento ―la capacidad de crecimiento potencial de la economía― es decir, el que se podría obtener si hubiera mayor demanda y se utilizaran todos los recursos disponibles. Es por eso que las economías capitalistas bajo estas políticas neoliberales han tenido tasas de crecimiento mucho más reducidas que las de épocas anteriores, o que, por el con-trario, las economías que no han estado sujetas a estas políticas restric-tivas de salarios y en consecuencia de la actividad, como las de algunas asiáticas y en algunos momentos la de Estados Unidos, hayan registrado siempre mejores resultados en tasas de crecimiento.

En suma, si las políticas neoliberales contraen la actividad como conse-cuencia de que imponen la moderación salarial y de que prefieren disminuir la resistencia laboral a expandir la demanda y la rentabilidad, lo que ocurre es que la tasa de ganancia que se obtiene es elevada por intensa pero no por extensa y, en cualquier caso, inferior a la que potencialmente se podría obtener si se pusieran en movimiento todos los recursos potenciales de la economía.

Y es por eso que la rentabilidad relativa en los ámbitos financieros es mayor, lo que atrae hasta allí sin remedio a los capitales. Esta es una cuestión fundamental no sólo para entender por qué se ha producido la financieriza-ción y las crisis que ésta lleva consigo sino, también, para entender que si se quiere salir de estas crisis es preciso romper esta deriva de los capitales hacia el ámbito especulativo haciendo más atractiva su colocación en el ámbito real. Y precisamente por eso resulta evidente que no se podrá limitar la deriva es-peculativa si no se expande la demanda en la economía real.

IV. Europa

La situación que acabo de exponer afecta o va a afectar a todo el planeta prácticamente sin excepción, y todos los gobiernos se aprestan a hacerle fren-te. Pero en este contexto me parece que la Unión Europea es particularmente impotente frente a la crisis, porque ha sido especialmente insistente a la hora de impulsar las políticas y las normas que han permitido que se desatara. Está enferma de su propia medicina y ahora se enfrenta a rémoras singulares a la hora de tomar medidas para salir de la crisis, sobre todo, porque no tiene más remedio que hacer depender su solución de lo que hagan sus miembros y no la Unión como un todo.

La Unión Europea quiso limitarse a ser un mero espacio financiero, una especie de territorio neutro, sin gobierno ni normas capaces de supervisar y controlar las finanzas europeas. Así dejaba hacer a los poderosos, pero así es como ahora resulta incapaz de hacer frente como tal a la tormenta que han desatado.

La Unión Europea, a pesar de ser el espacio natural en el que se desa-rrolla la actividad bancaria y financiera en Europa, no tiene competencias sobre problemas de solvencia, de modo que las soluciones que se puedan dar tendrán que ser nacionales y por definición incapaces de proporcionar solu-ciones globales a un problema que sí lo es.

El papel de la UE en la solución de la crisis

Movimiento europeo

84 85

Ni siquiera la política monetaria del Banco Central resultará efectiva, por-que no puede serlo sin disponer de políticas y medios de coordinación fiscal y sin instrumentos de supervisión financiera. Es por eso que la Unión Europea no puede estar poniendo en marcha soluciones frente a la crisis y que en la práctica se esté limitando a conceder vía libre a los gobiernos a la hora de apli-car medidas paliativas a través del gasto o, por otra parte, a establecer normas (como las que permiten valorar los activos bancarios a precio de adquisición y no de mercado) que faciliten la labor de los bancos centrales nacionales a la hora de permitir que los bancos no muestren del modo más traumá-tico sus auténticas miserias.

En este clima, se recurre a menudo a reclamar “más Europa” para poder hacer frente a la crisis. Pero se trata de una demanda confusa y peligrosa. La Europa que hemos vivido, las políticas europeas liberales de los últimos años, han sido causantes de la crisis y, por tanto, sería suicida recurrir a ellas con más fuerza para tratar de solucionarla.

Lo que necesitamos no es más Europa, sino otra Europa diferente. Y la necesitamos urgentemente, a la vista del deterioro económico y del grado de desafección que se ha producido ya y del que seguramente se produzca a medida que la crisis vaya dejando notar sus peores consecuencias.

Las políticas deflacionistas europeas que se han promovido en los úl-timos años están en el origen de las burbujas inmobiliarias y de la deriva de los capitales hacia la especulación financiera. Por eso, en contra de los men-sajes de moderación que se vienen dando, la mejor respuesta frente a la crisis consiste en recuperar la fortaleza de la actividad productiva real, y eso sólo se puede conseguir mejorando la capacidad de compra de los asalariados y ampliando la demanda. La moderación salarial y la contención del gasto que se predica por quienes, con lamentable ceguera, solo buscan ahorrar costes y evitar pagar impuestos, es letal porque deprimirá aún más la capacidad pro-ductiva. Para salir de la crisis, la apuesta de Europa ha de consistir en dar un gran salto hacia adelante tomando como fuerza de propulsión, por un lado, la innovación social y el desarrollo tecnológico y, por otro, la creación de un es-tado de bienestar de nuevo tipo orientado al disfrute efectivo de los derechos sociales. Y el eje de esas dos estrategias combinadas no puede ser otro que la reconsideración del papel de Europa y de sus políticas en el planeta, poniendo recursos a disposición del desarrollo integral de los espacios empobrecidos

por nuestras políticas neoliberales en lugar de limitarse a proteger los intere-ses de las grandes empresas europeas.

Eso requiere no sólo más recursos sino, sobre todo, una nueva geografía del gobierno europeo, instituciones más sólidas y democráticas y, sobre todo, la voluntad efectiva de hacer que Europa sea gobernada por la voluntad de sus ciudadanos y no por los poderes económicos que se aprovechan del actual estado de democracia difusa que se ha impuesto a escala supranacional.

Por otro lado, Europa necesita mirarse con sinceridad a sí misma y re-nunciar para siempre al doble lenguaje y al cinismo político. Digámoslo claro. La Unión Europea ampara y sostiene los paraísos fiscales cuya existencia ga-rantiza la corrupción y las prácticas bancarias que socavan las finanzas y que provocan las crisis. La Unión Europea se niega a regular las operaciones con activos de alto riesgo que producen la inestabilidad sistémica de la que pre-tendemos salir. La Unión Europea concede plena libertad de movimientos a los capitales intra y extracomunitarios que no tienen otro objetivo que la espe-culación financiera. La Unión Europea promulga las normas que permiten la opacidad bancaria y la ocultación del riesgo y las pérdidas. La Unión Europea concede al Banco Central Europeo la capacidad para limitar unilateralmente su capacidad de crecimiento potencial y, al mismo tiempo, renuncia a pedirle cuentas cuando, como en los últimos tiempos, ha dado alas a la crisis en lugar de prevenirla y evitarla.

Por lo tanto, si de verdad se quisiera atajar la crisis y los efectos demole-dores que como estamos viendo produce la especulación generalizada incluso a muy corto plazo, Europa tendría que convertir el sistema financiero en una fortaleza al servicio del capital productivo que evite la especulación y que esté bajo el directo control de la sociedad a través de mecanismos transparentes y democráticos.

Para ello, en primer lugar, hay que reformar el sector bancario y someter-lo a mucho mayor control para garantizar que funcione únicamente supedita-do a las necesidades de la economía real, garantizando la presencia de amplios espacios financieros públicos con la adecuada coordinación internacional.

En segundo lugar, hay que regular concienzudamente los mercados fi-nancieros, haciendo absolutamente transparentes las transferencias y prohi-biendo la especulación irracional.

Y por supuesto también son imprescindibles otras medidas con carácter

El papel de la UE en la solución de la crisis

Movimiento europeo

87 86

estructural y global. Sobre todo nuevas normas que regulen y disciplinen las actividades financieras y garanticen la financiación para la actividad producti-va. Entre ellas, control de los movimientos de capital, eliminación total de los paraísos fiscales, establecimiento de impuestos internacionales y creación de instituciones internacionales democráticas.

Incluso gobernantes conservadores han tenido que hacer oír su voz, en ocasiones puntuales eso sí, frente a un Banco Central con orejeras que hoy día es un obstáculo crucial para salir de la crisis y poder adoptar medidas que pudieran relanzar la estabilidad y el crecimiento.

En tercer lugar, Europa tendría que reafirmar el papel del euro en las finanzas internacionales, entre otras cosas, porque la economía mundial no puede seguir funcionando sobre una divisa y un orden que no responde a otra lógica que la del imperio y que, por tanto, es intrínsecamente contradictoria con cualquier propósito de coordinación internacional, de democratización de las instituciones y, por supuesto, de desarrollo efectivo de los pueblos y naciones empobrecidos.

Y en cuarto lugar Europa debería optar por forjar un auténtico gobierno mundial plenamente democrático, alejado de los lobbies y los grupos de poder actuales, que sea el encargado de tomar las medidas acordadas.

Finalmente, hay que subrayar siempre que lo que hay detrás de la crisis es la especulación financiera que ha llegado a ser gigantesca y peligrosísima. Pero los capitales se han ido yendo a la esfera financiera especulativa porque allí tienen más rentabilidad relativa. Hay que evitar que la especulación sea más rentable que la actividad que crea riqueza. Para eso hay que penalizar la especulación y sus beneficios, extraordinarios pero letales para el resto de la economía, y hacer que los mercados reales sean más dinámicos y rentables. Y para que esto último sea posible es necesario que haya mucha más demanda y mucha mayor capacidad de compra: hay que subir los salarios reales. De hecho, fue su caída en los últimos años lo que disminuyó la demanda, y con ella las ventas, la producción y la rentabilidad. En contra de la timidez con la que actúa como fruto de los falsos prejuicios liberales dominantes, Euro-pa debería aumentar urgentemente la cuantía de los planes de gasto, no ya para salir convenientemente de la crisis sino para no provocar incluso una depresión que sería larga y dolorosa. Aunque, lógicamente, sería necesario que esos planes se dedicaran a transformar un modelo de crecimiento cuya

insostenibilidad es ya mucho más que evidente y fortaleciendo para ello, parti-cularmente, la innovación social, la formación, el cuidado del medio ambiente y la igualdad. Los fondos, además, deben estar a disposición preferente de las empresas que creen empleo y procurar que no sea inversión despilfarrada, y para financiarlos deben establecerse impuestos extraordinarios en todos los países sobre las grandes fortunas, sobre los movimientos especulativos y los beneficios extraordinarios.

Ahora hablamos de crisis financiera, pero ¿qué otra crisis no se está lar-vando cuando, por citar el caso español, el 40 % de nuestros jóvenes no tiene formación profesional ni bachillerato y cuando casi el 50 % de los que traba-jan no tienen contrato fijo?

Por eso creo que no podemos limitarnos a reclamar más de esta Europa sino otra Europa comprometida con el desarrollo productivo y con la crea-ción de riqueza. Dispuesta a poner freno a los capitales especulativos, a disci-plinar a las finanzas y a favorecer la creación de un nuevo espacio financiero orientado obligada y exclusivamente a satisfacer las demandas de las empresas que crean empleo y de los consumidores.

antonio cortina

Para ver cómo ha sido la política del Gobierno hay que saber qué pro-blemas teníamos. Uno de los problemas es que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. El déficit por cuenta corriente, el déficit exterior... lo que significa que hemos gastado más que los ingresos que teníamos familias y empresas en el país. Teníamos un déficit exterior por cuenta corriente del 10%, lo que significa que estábamos gastando un 10% más de lo que ingre-sábamos. Por tanto estábamos endeudándonos.

¿Qué hay que hacer? Lo primero, reducir ese gasto. Tenemos que con-solidar la deuda, reducir nuestro nivel de endeudamiento y ajustar el gasto a

El papel de la UE en la solución de la crisis

Antonio Cortina es director del Servicio de Estudios de Banco Santander

Movimiento europeo

nuestro ritmo de ingresos. ¿Se está consiguiendo esto? en el sector privado, que era el que principalmente tenía problemas, sí ¿por qué? gracias, en pri-mer lugar, a que estamos consumiendo menos e invirtiendo menos, gastamos menos; gracias también a que han bajado los precios de las materias primas que también importamos y gracias a que el sector público ha hecho una trans-ferencia brutal de recursos hacia el sector privado, en parte porque algunas medidas han entrado en vigor justamente en la crisis, aunque se habían to-mado previamente ―hemos tenido esa suerte porque normalmente la política fiscal actúa con retraso― había un descenso del impuesto de sociedades, una mejora en la gestión del IVA… los 400 euros quizá no ha sido la medida más adecuada, pero al fin y al cabo supone una transferencia de recursos a familias que también ayuda a mejorar su balance, en fin, yo creo que en eso el Gobier-no ha sido muy activo.

Además ha ido mucho más deprisa de lo que cabía esperar hace unos meses y hace que a lo largo del año que viene eso habrá dejado de ser un impedimento para el crecimiento. Desde ese punto de vista yo creo que el Gobierno ha actuado en una dirección buena.

El segundo elemento es que, aunque estemos en disposición de gastar, tenemos que producir, y ahí el ajuste del sector inmobiliario se va a pro-longar todavía un buen tiempo, porque sigue habiendo un stock de vivienda muy grande y todavía ese stock no está reduciéndose, porque el tiempo de construcción de una vivienda en España es de entre un año y medio y dos, porque son bloques y no casas unifamiliares, y aunque ya se están empezando a construir muchas menos viviendas que entonces todavía hay en proceso de construcción un volumen muy importante, algo superior al de la demanda, y por tanto no se está absorbiendo ese exceso de oferta, de vivienda no vendida. Eso va a tardar tiempo y va a hacer que el sector de la construcción tarde en volver a tener una aportación positiva al crecimiento.

Otro factor importante es el de las exportaciones, y ahí parece que he-mos ido perdiendo en los últimos diez o doce años competitividad exterior, al menos eso es lo que dicen los diferenciales de precios. El diferencial de salarios y de inflación en los últimos años frente a la Unión Europea se ha ido acumulando, siempre tenemos un punto más de inflación. Claro, un punto no es nada, pero en diez años ya es un 10 % de inflación, que ya empieza a ser sig-nificativo. No podemos devaluar dentro del euro, que era el medio habitual de

recomponer esa competitividad en el exterior ―este es uno de los problemas que tenemos a cambio de otras virtudes― y entonces hay otras alternativas. Una es reducir los salarios, lo cual es muy costoso y tiene efectos sobre el cre-cimiento, en fin, no es muy deseable, aunque sí sería deseable una moderación en el crecimiento de los salarios y atender un poco a las tendencias de toda la Unión Europea, que para eso tenemos una moneda común. La otra es reducir algunos impuestos que permitan mejorar la competitividad.

Una alternativa es reducir el Impuesto de Sociedades y reducir cotizacio-nes sociales, porque eso sí que reduce el coste para los empresarios españoles. Claro, como el déficit público es muy alto y está creciendo mucho lo de redu-cir impuestos es complicado, de modo que la alternativa sería subir impuestos especiales y tal vez el IVA ―esto podría ser una propuesta a considerar―. En ese sentido de reformas fiscales, de reforma de algunos aspectos del mercado laboral, hay menos actividad, y eso unido al ajuste del mercado inmobiliario hace pensar que hay todavía cosas en las que se puede avanzar a pesar de que hay otras que se han hecho bien.

El tercer elemento necesario para que la economía empiece a crecer ya no está en manos del Gobierno, y es que la situación del mercado financiero mejore. Ahí es donde tenemos que confiar en Obama, y digo confiar porque tiene un margen de maniobra limitado. Los aspectos positivos son, uno, que Bernanke, que está al mando de la Reserva Federal, es el mayor experto en crisis financieras y en depresiones, y yo creo que en ese sentido estamos en buenas manos, aunque eso no es suficiente. Y creo que el equipo de Obama es sensiblemente más potente que el que teníamos antes, aunque algunos de los que están al mando en parte son responsables de la situación actual porque contribuyeron a desregular en exceso algunos de los segmentos del sistema financiero. Veremos si son capaces de deshacerlos ahora también.

Veremos si el sistema financiero funciona, si el mundo crece.Yo creo que si el mundo crece conseguiremos nosotros ir detrás, tal vez a ritmos más moderados que los de los dos últimos años, pero la cosa volverá a ir para arriba.

El papel de la UE en la solución de la crisis

88 89

UNA REGULACIÓN COMUNITARIA DE LOS MERCADOS FINANCIEROS

Movimiento europeo

93

carLos maría brU PUrón (moderador)

Buenas tardes, amigas y amigos. En primer lugar excusar la presencia de quien estaba previsto que moderase esta mesa, el diputado a Cortes y vice-presidente del CFEME, Eugenio Nasarre. Por razón de un luto familiar, le es imposible estar entre nosotros. Con la expresión de mi condolencia paso yo a moderar esta mesa y al efecto creo conveniente, dada mi asistencia a las sesiones anteriores, hacer un pequeño recordatorio de las mismas.

Las dos sesiones anteriores han estado, salvo alguna excepción, prota-gonizadas por economistas y representantes del mundo financiero, amén de reunir a la primera cualidad la del ejercicio, al menos compartido, de una autoridad puramente comunitaria: es el caso del Sr. González Páramo, cuya pertenencia al Consejo Directivo del BCE no cabe ser calificada de meramen-te técnica.

Hoy quisiéramos entrar en la política, y política en su más alto sentido, cual es el de hacer frente a los desafíos de todo tipo, y por tanto los económi-cos y financieros, desde las instituciones democráticas. En nuestro caso, de las de orden supranacional.

Esto comporta una regulación que, en primer lugar, garantice unas liber-tades fructificantes de la estabilidad y la prosperidad, y en segundo lugar una armonización jurídica inevitable si no queremos que tales libertades creen un caos. Todo ello a partir de la consigna de que “unidos, mejor”.

¿Y qué pasa con los mercados financieros, “mercados de capital” según la terminología del tratado, tan libres entre los estados miembro como son la circu-lación de las personas, de las mercancías, de las profesiones y de las empresas?

Una regulación comunitaria de los mercados financierosMovimiento europeo

Movimiento europeo

94 95

¿Al establecer tal armonización regulatoria no se han tenido en cuenta factores distorsionantes que evitar? Sí. Para las personas tenemos una regula-ción sobre el Espacio de Seguridad y Justicia; para las mercancías tenemos una exigencia de salubridad y calidad; para las profesiones un pedigrí académico, para los trabajadores la extensión de un welfare positivo en sí y excluyente del dumping social.

¿Nada que afrontar cuando se trate de mercados financieros?, ¿nada que regular? ¿Nada de transparencia?, ¿pasividad ante los paraísos fiscales, algunos de los cuales están dentro de Europa y, peor aún, dentro de la Unión Euro-pea?

Todas estas son cuestiones que creo que llega el momento de plantearnos y, en lo posible, atender. Y atender jurídicamente. De ahí el título “Una regu-lación comunitaria de los mercados financieros”.

¿Cómo? En primer lugar si para ello hay que tocar o no los tratados vigentes. Inmediatamente surge la pregunta sobre el Tratado de Lisboa. Uno, que es naturalmente optimista, cree que entrará en vigor, pero ha de entrar tal cual. A estas alturas, y aunque la crisis dé ocasión de pensar sobre la conveniencia de retoques, más vale no meneallo.

Digo esto porque anteayer el señor González Páramo, consejero del BCE, nos decía que a esta institución no le parecería mal ampliar sus com-petencias y convertirse también en un órgano de vigilancia financiera, algo similar a nuestra CNMV.

Pero eso comportaría cambiar los tratados, inclusive Lisboa, y repito que lo urgente es tener éste aprobado, a ser posible antes de la presidencia espa-ñola de 2010, tan ambiciosa en sus propósitos. Si por un estado de necesidad hubiese que afrontar ese desafío, vías como las cooperaciones reforzadas nos permitirían superar el bache.

Dicho esto, con mis excusas si me he propasado en el tiempo, paso a presentarles al primero de nuestros intervinientes.

D. Luís López Sanz Aránguez, licenciado en Derecho, fiscal desde 1982, en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y de Madrid, teniente fiscal de la Fiscalía Especial de Anticorrupción, y hoy del Tribunal Supremo, compatibili-za esta actividad con su pertenencia al Comité de Vigilancia de la OLAF, del cual es presidente. Pido al auditorio retenga esta palabra, “fraude”, porque está de actualidad, no es ajena a la actual crisis financiera o al menos a su origen.

LUís LóPez sanz arángUez

Muchas gracias. Quiero agradecerte tus palabras, Carlos, y agradecerte a ti y al Consejo Federal Español del Movimiento Europeo el haberme invitado a participar en estas jornadas. Yo voy a hacer una intervención centrada en esta doble posición, primero como fiscal ―que ésa no se me puede quitar nunca― y desde el cargo y el puesto que ocupo ahora en la Comisión como miembro presidente del comité de vigilancia de la Oficina Antifraude. Desde esta doble perspectiva y desde esta doble experiencia voy a centrar mi inter-vención, y dentro del marco de esta mesa que ha descrito Carlos María Bru de política financiera común de la Unión Europea yo voy a abordar el tema específico, pero creo que también importante, de trascendental importancia diría yo, que es la protección de los intereses financieros de la Unión Europea, que no es otra cosa que la protección y la defensa del propio presupuesto de la Unión Europea, y dentro de ello la lucha contra el fraude y la corrupción. Lucha desde la fase de investigación, de intentar descubrir esos comporta-mientos de fraude y corrupción; una investigación en principio administra-tiva, que es la que hacen las instituciones de la Comisión Europea, la OLAF, y también, cuando ese fraude y esa corrupción pueden revestir caracteres de delito, el enjuiciamiento de esos delitos que se hace ya ante los tribunales de justicia de cada Estado Miembro. Voy a intentar abordar esas cuestiones des-de la situación actual, pero sobre todo ―y creo que es lo que más nos interesa a todos― desde las perspectivas de futuro que se nos pueden abrir a partir del nuevo tratado de funcionamiento de la Unión Europea que se deriva de la modificación que establece el Tratado de Lisboa, que no está unánimemente aprobado. Esperemos que nuestros amigos irlandeses den un paso adelante y el Tratado de Lisboa pueda entrar en vigor porque sería un paso esencial en la marcha de todas las instituciones y en definitiva en este camino de construir Europa.

Para comenzar, y de un modo breve, les diré que mi formación es esen-cialmente jurídica. Yo no tengo una formación económica, aunque al final uno

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Luís López Sanz Aránguez es fiscal del Tribunal Supremo y miembro del Comité de Vigilancia de la OLAF

Movimiento europeo

96 97

acaba aprendiendo muchas cosas por el oficio que tiene. Yo les voy a hablar desde el punto de vista jurídico, y muy especialmente desde el punto de vista del Derecho de investigación, del Derecho sancionador y del Derecho Penal.

Creo que para centrar la cuestión y para tener en cuenta la importancia de proteger los intereses financieros de la Unión Europea a través de una po-lítica común es bueno al menos recordar algunas nociones generales que nos pueden servir para ir centrando más las cuestiones. Por tanto hay que hacer una breve referencia a cuál es esa política financiera. Desde los inicios de las Comunidades Europeas, allá por el año 57 ―que por cierto es el año de mi nacimiento, yo he nacido a la vez que la Unión Europea y tengo los mismos años― hasta la década de los 80, esta política de la entonces Comunidad Eu-ropea, en cuanto a sus fondos, en cuanto a sus presupuestos, se regulaba a través de un presupuesto comunitario que se venía elaborando y aprobando en cada ejercicio. Eso sigue siendo así, pero lo cierto es que a partir de finales de los años 80, en el año 88, ante una serie de pugnas ―aquí está presente el señor Sánchez Presedo― que existen siempre entre las diversas instituciones europeas, Consejo, Parlamento y Comisión, unas constantes pugnas entre el Consejo y el Parlamento a la hora de aprobar el presupuesto, las instituciones europeas acordaron elaborar un método para mejorar y asegurar la continui-dad y la homogeneidad de la política presupuestaria. Éste método consistió en fijar una perspectivas financieras en periodos plurianuales y elaborar a par-tir de ellas unos marcos financieros pactados que sirvieran para determinar la política financiera de la Unión en periodos más largos que lo que es estricta-mente el periodo presupuestario de un año.

A partir de esos marcos plurianuales lo que se pretendía ―y así se ha ido haciendo durante estos años― era fijar y regular las prioridades en las políticas de la Unión a partir de la planificación de sus procesos presupuestarios para cada anualidad. Las peculiaridades de la Unión Europea en materia financiera exigen necesariamente que en su política presupuestaria se asegure una evolu-ción controlada de los gastos y de los ingresos que vaya más allá de una visión a un solo año, estableciendo una visión más larga. Se establecieron estos mar-cos plurianuales y en función de ellos se han ido elaborando los presupuestos anuales de la Unión Europea. Estos marcos plurianuales se aprueban también por un acuerdo interinstitucional entre el Consejo y el Parlamento ―y hay que tener en cuenta que, especialmente cuando interviene el Consejo, que es

representación de los estados, representación de los gobiernos en muchos casos― pesa en las decisiones del Consejo los intereses particulares de cada Estado y por tanto hay que estar siempre en ese juego, en esos equilibrios, para poder encarrilar bien lo que son los intereses generales europeos con los intereses que va a defender también legítimamente cada Estado Miembro.

A partir de ahí, una vez que tenemos claro que existen esos marcos plu-rianuales, la Unión Europea funciona con un presupuesto anual que, para el año 2008, era de 129 100 millones de euros. Los ingresos de ese presupuesto comunitario se dividen en dos grandes apartados, las aportaciones de los esta-dos miembros en proporción su Producto Interior Bruto y luego una serie de recursos propios. La parte fundamental de los ingresos proviene de las apor-taciones de los estados miembro, que se fijan en función del PIB de cada Es-tado, y los recursos propios proceden en una parte pequeña de los impuestos sobre importaciones agrícolas, lo que se llama exenciones agrícolas, y de dere-chos de aduana sobre productos importados de terceros países, y a través del IVA, una aportación que los estados hacen del IVA que recaudan a las arcas de la Unión Europea. Esos son los ingresos en este presupuesto. Luego, los gastos. Aparte de los gastos de funcionamiento de la administración, que en el año 2008 venían a suponer aproximadamente un 7 % del presupuesto, están los gastos para las operaciones propias de la Unión Europea, que son muy diversos: aquellos que van destinados a agricultura, alimentación, desarrollo rural, pesca, los fondos de la Política Agraria Común, el FEOGA (Fondo Eu-ropeo de Orientación y Garantía) etcétera, etcétera. Luego, otros fondos que van a favorecer las políticas de cohesión, de crecimiento sostenible, de cohe-sión interterritorial, que son los fondos FEDER, del Fondo Social Europeo, etcétera, etcétera. Esos son los gastos. La defensa de ese presupuesto, que se realiza a través de esa política común de protección del interés financiero de la Unión Europea, va tanto a proteger los ingresos ―a que los ingresos se produzcan de la manera que tienen que producirse y que está normativamente establecida― como a que los gastos se produzcan también de la manera que está fijada en esos presupuestos.

A partir de ahí, partiendo de estas nociones elementales, en el marco de la Unión Europea la defensa de esos intereses financieros comunitarios, la defensa de su presupuesto y, en definitiva, la lucha contra el fraude y la corrupción, es una responsabilidad de todas las instituciones comunitarias

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

98 99

y también, porque así se deriva del propio tratado, de los estados miembros. No obstante, y aparte de esta responsabilidad genérica de las instituciones y de los estados miembros, existen una serie de servicios creados ex profeso en la Unión Europea cuya misión específica es la lucha contra el fraude comu-nitario. En la actualidad, dentro de la Comisión, este organismo es la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude.

La OLAF ―esas son sus siglas― tiene como mandato la protección de los intereses financieros de la Unión mediante la investigación del fraude, de la corrupción y de cualquier otra conducta ilegal que perjudique a esos inte-reses. Como les decía antes, este mandato incluye vigilar que no se produzcan irregularidades en los ingresos y en los gastos. La necesidad de establecer un servicio propio y especializado en la Unión Europea para hacer frente a las cada vez más numerosas conductas de fraude que producían un grave detri-mento al interés financiero de la Unión Europea surge, se manifiesta y se plas-ma en el año 1988 con la creación entonces de la Unidad de Coordinación de Lucha contra el Fraude, UCLAF, el antecesor de la actual OLAF, organismo que dependía de la Secretaría General de la Comisión Europea.

Los avatares políticos que tuvieron lugar en la Comisión Europea en el año 99, que acabaron prematuramente con esta Comisión, produjeron la necesidad de sustituir esa UCLAF, que era un organismo excesivamente de-pendiente de la Secretaría General de la Comisión, por otro organismo, la actual OLAF, la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude. La idea de crear la OLAF surgió para otorgar a este organismo esencial ―que tiene como fun-ción investigar los comportamientos de fraude y de corrupción que afectan al presupuesto de la Unión Europea― de una autonomía y de una indepen-dencia en sus actuaciones, en el desarrollo de sus investigaciones, autonomía e independencia que realmente no estaba prevista en la regulación anterior en los tiempos de la UCLAF. En el año 1999 se crea esta oficina y su marco normativo actual se recoge en el vigente artículo 280 del Tratado de la Unión Europea y se concreta en el Reglamento 1073 de 1999 de la Comunidad Eu-ropea, que tiene su paralelo, es un Reglamento idéntico, en el 1074 del 99 de EURATOM en función de los tratados que existían en aquel momento.

En definitiva, el reglamento propio es el 1073/99, que parte de un acuer-do interinstitucional entre el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión relativo a las investigaciones para la lucha contra el fraude y la creación de la

OLAF. En esa normativa, tanto en el propio artículo 280 del Tratado como en este reglamento, se establecen, como vamos a ver ahora, cuáles son las funciones y competencias de esta oficina y sobre todo ―y es muy importan-te― los principios sobre los que tiene que desarrollar su actuación, haciendo también un especial hincapié, porque es esencial, en la necesidad imperiosa de la cooperación de los estados miembros con la OLAF a la hora de perseguir esas conductas de fraude y de corrupción que perjudican directamente a los intereses financieros de la Unión, que perjudican a su presupuesto.

Decía hace un momento que una de las razones de la sustitución de la antigua UCLAF por la actual OLAF era dotar a este nuevo organismo de una mayor independencia, para ello lo primero que se hizo fue establecer en su normativa un estricto y escrupuloso sistema para la designación de su Director General. La OLAF es un organismo muy jerarquizado, pero lo que sí se ha querido es que en el procedimiento para la designación de la figura del Director General, que tiene unas amplísimas competencias, intervengan todas las instituciones. Ya no es una persona designada directamente por la Comisión, sino que es designado por un acuerdo interinstitucional entre la Comisión, el Consejo y el Parlamento y además requiere para su designación un informe previo, no vinculante pero sí un informe, del comité de vigilancia de la propia OLAF.

La normativa que regula la OLAF es también muy exigente en cuanto al régimen de incompatibilidades y a las garantías de independencia y de im-parcialidad para el Director General de esta oficina. Así el artículo 3 de este Reglamento que les he dicho señala expresamente que “el Director General no solicitará ni aceptará instrucciones de ningún gobierno, institución, órgano u organismo en el cumplimiento de sus deberes y en el inicio y realización de las investigaciones internas o externas. Si el Director General considera que una medida adoptada puede cuestionar su independencia puede acudir contra la institución que haya producido esa injerencia ante el Tribunal de Justicia”. Con el fin de apoyar y consolidar esta independencia, porque la independen-cia es un elemento esencial en cualquier organismo que tiene encargada una investigación. Si alguien tiene que investigar, y máxime la OLAF como vamos a ver, no sólo comportamientos externos sino comportamientos internos de fraude, es decir, de personas que trabajan en el seno de las instituciones eu-ropeas, si no es independiente, si no tiene autonomía, si no goza de impar-

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

100 101

cialidad, realmente será un instrumento no sólo puramente inútil sino, pro-bablemente también, peligroso. Por lo tanto es imprescindible garantizar esa independencia. Para garantizar esa independencia, el Reglamento 1073 que les he mencionado antes crea este Comité de Vigilancia, que tiene como función garantizar la independencia de la oficina y realizar un control regular de las investigaciones que hace OLAF. El Comité no puede interferir en las investi-gaciones pero sí tiene que controlar el desarrollo de esas investigaciones. Así, por ejemplo, OLAF tiene que dar cuenta al Comité cuando una investigación lleva más de nueve meses en trámite; tiene que dar cuenta al Comité cuando una investigación de OLAF va a ser trasladada a un Estado Miembro para ser enjuiciada en vía penal, etcétera, etcétera. El Comité controla las investigacio-nes de OLAF para que sean imparciales, independientes y sobre todo para que se realicen en un plazo de tiempo razonable. En definitiva, OLAF tiene que actuar con independencia y, derivados de esta independencia, con otros tres principios de actuación que ya les he anticipado.

En primer lugar, con imparcialidad, es decir, cualquier miembro de la OLAF, cualquier persona que desempeñe un trabajo en la OLAF, cualquier funcionario que trabaje en esta oficina tiene que abstenerse de intervenir en aquellos asuntos en los que tenga cualquier interés directo o indirecto. Esta oficina tiene que actuar también con un principio de proporcionalidad, es decir, los medios siempre son escasos y los asuntos son muchos y por tanto a veces no hay más remedio que seleccionar, por tanto habrá que atender al montante económico de la defraudación, a la repercusión que haya tenido, para poder dedicarse a un asunto, con lo que probablemente otros asuntos no van a poder ser investigados por OLAF. Es lo que se denomina una po-lítica de mínimis. Lo deseable sería que se pudiera investigar todo, pero hay que tener en cuenta que OLAF es una oficina que cuenta hoy en día con 370 investigadores, aunque realmente el trabajo que tiene requeriría mucho más personal y por lo tanto hay que establecer ese principio de proporcionalidad. Luego tiene que actuar, también siempre porque eso es esencial en cualquier investigación, en un plazo razonable y evitar que las investigaciones tengan dilaciones indebidas. Lo que sí es cierto es que OLAF tiene que comunicar a este comité aquellos asuntos que llevan más de nueve meses en tramitación en esta oficina, que superan el 84 %, es decir prácticamente todos. Hay que tener en cuenta que son investigaciones complejas, porque afectan a una normativa

comunitaria que es difícil, muy dispersa, que tienen repercusiones económicas importantes y por tanto a veces son difíciles.

OLAF realiza dos tipos de investigaciones. Por un lado, investigaciones externas que se dividen por sectores y que son las que abarcan los posibles fraudes en todos y cada uno de los sectores en los que se diversifican las operaciones de toda la Unión Europea, agricultura, gastos directos, ayuda exterior, etcétera, etcétera. Por otro, las investigaciones internas, quizás no las más importantes cuantitativamente, pero sí cualitativamente, porque son las que afectan a comportamientos de fraude y especialmente corrupción para todo el personal de las instituciones europeas. En estas investigaciones inter-nas OLAF tiene un amplísimo margen de actuación, es decir, los agentes de OLAF pueden presentarse en el despacho o la oficina de cualquier trabajador de la Unión Europea y registrar su despacho, sus papeles, sus ordenadores y todo lo que consideren necesario para investigar esa actuación.

En las investigaciones externas, como muchas tienen lugar en estados miembro y a veces en terceros países, los agentes de OLAF tienen que tener cuidado de actuar siempre con respeto a normas que respeten los derechos y las garantías fundamentales de las personas y siempre de conformidad con el ordenamiento jurídico del país donde se esté actuando, porque de no ha-cerlo así esa investigación puede dar sus frutos, se pueden descubrir cosas, pero pueden estar viciadas sus formas y al final puede no dar ningún fruto por haberse realizado prácticas contrarias a las normas de investigación y de respeto de los derechos de cada uno de los estados. En muchas investigacio-nes de la OLAF se va viendo antes o después que pueden revestir caracteres de infracción penal, que pueden ser delictivas, en ese caso OLAF tiene que remitir esas investigaciones a las autoridades judiciales o al Ministerio Fiscal de cada uno de los estados miembro que van a ser los encargados de finalizar esa instrucción penal y de llevar a cabo el enjuiciamiento.

Aquí entramos ya en lo que es la protección penal de los intereses fi-nancieros. No voy a extenderme más en esta cuestión, que excede mucho del marco de estas jornadas y de esta mesa, pero el camino hasta un Espacio Europeo de Libertad, Seguridad y Justicia ha pasado por muchas fases, se ha venido sustentando en unos principios de asimilación de las legislaciones, de cooperación mutua, de armonización, más recientemente con instrumentos ya más específicos como son la Orden Europea de Detención y los procedi-

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

102 103

mientos de Reconocimiento Mutuo de Resoluciones Judiciales. A partir de es-tos principios es desde donde se ha intentado asentar y construir este Espacio Europeo de Libertad, Seguridad y Justicia. Lo importante es que si el Tratado de Lisboa es finalmente ratificado y entra en vigor el camino para un Espacio Europeo de Libertad, Seguridad y Justicia tiene unas amplias posibilidades y realmente podemos llegar a metas prácticamente imposibles de pensar hace unos años. En materia penal los estados son siempre muy celosos de ceder la soberanía. Es una cuestión que la llevan muy dentro y les cuesta ceder sobera-nía en la persecución penal, tanto en las normas de Derecho Penal sustantivo como, muy especialmente, en lo que son las normas de procedimiento y de enjuiciamiento penal.

Encontramos una gran diversidad de sistemas penales, no tanto en el Derecho Penal sustantivo, porque en ese sí se va logrando una cierta armo-nización de todas las legislaciones. No podemos decir que haya veintisiete sistemas distintos de enjuiciamiento penal, pero casi. Ahí está la gran dificul-tad que hay que intentar superar. Insisto que creo que el Tratado de Lisboa ofrece caminos para seguir avanzando en llegar a ese Derecho Penal y De-recho Procesal europeo. El título cuarto del Tratado de Lisboa ya se refiere expresamente al Espacio de Seguridad, Libertad y Justicia, lo que supone una constitucionalización de este principio que antes estaba más disperso. Ahora ya lo está expresamente, como lo estaba en la fallida Constitución Europea, pero el Tratado de Lisboa, con modificaciones a la malograda Constitución Europea, lo cierto es que sigue avanzando en este camino.

El Tratado de Lisboa crea también unos procedimientos legislativos que intentan superar ese complicadísimo procedimiento de codecisión, que trae de cabeza a los parlamentarios y al Consejo, que establece procedimientos realmente inacabables ―se acaban porque al final hay normas, pero tardan― sustituyéndolos por un proceso legislativo ordinario que pretende llegar a un sistema de colegislación entre el Parlamento y el Consejo aparentemente más sencillo.

Y luego establece algo que es esencial en este camino que es el Procedi-miento de Cooperación Reforzada, es decir, hasta ahora todas las cuestiones que afectaban a materias de seguridad o justicia requerían unanimidad, con lo cual eso no se podía alcanzar prácticamente nunca. Ahora, a través del Procedimiento de Cooperación Reforzada, se pueden ir adoptando medidas,

adoptando acuerdos, con un grupo de al menos nueve estados. Por lo tanto eso va a significar y puede significar que en determinados aspectos haya esta-dos que entren en algún camino, en alguna medida y otros no, pero yo creo que esta es la forma de avanzar en la Unión, es decir, tenemos una Europa que está con el euro y otros que no quieren estar con el euro; unos tendrán unas instituciones jurídicas y otros no y ya veremos como confluyen, pero es que llegar a criterios unánimes es complicado. Yo creo que este camino de la cooperación reforzada puede ser un paso para ir avanzando y ya veremos si los que se apunten a esa cooperación reforzada, aunque no sean mayoría, van convenciendo a los demás de que ése es el camino mejor.

Y en esta tarea es también importantísima la función del Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea. Hay determinadas sentencias del Tribunal de Justicia que van forzando a los estados a entrar por este camino de crear un espacio único, de caminar hacia esas normas de protección penal única en el seno de la Unión Europea, especialmente en aquellas cuestiones que afectan a la protección de los intereses financieros.

Porque, realmente, el único avance efectivo ―volvemos a retomar el mar-co propio de esta ponencia― y el único avance no solo esencial sino realista en este momento son aquellas medidas de protección penal que van encami-nadas a la protección de los intereses financieros de la Unión. En ese camino sí podemos encontrar algún acuerdo y podemos avanzar. Va a ser mucho más difícil avanzar en otras cuestiones de otros ámbitos delictivos, pero sí hay un mínimo acuerdo en que la persecución penal de las conductas que afectan a los intereses financieros de la Unión Europea, el fraude al presupuesto de la Unión Europea, sí pueden tener una regulación unitaria tanto desde el punto de vista del Derecho Penal sustantivo como desde el punto de vista del pro-cedimiento.

Y en este camino se inserta ―y con esto voy a terminar― la posibilidad de crear una Fiscalía Europea. El Tratado de Lisboa, como lo hacía el antiguo y malogrado proyecto de Constitución, prevé, como he dicho ya, la posibilidad de crear una Fiscalía Europea expresa y únicamente para, como he dicho an-tes, proteger los intereses financieros de la Unión. Eso sí que sería una política común. Esta idea de una Fiscalía Europea para la protección de los intereses financieros no es nueva, no surge en la Constitución, no es una idea del Tra-tado de Lisboa, es una idea antigua, hay que remontarse a hace diez, quince o

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

104 105

más años, cuando el Tratado de Maastricht ya va planteando esta situación, el Tratado de Ámsterdam, las conclusiones de Tempere van avanzando en este tema y, paralelamente, hay otra serie de estudios. Existe el denominado Corpus iuris, que fue un estudio elaborado por eminentes juristas conocedores del Derecho Comunitario, del Derecho Penal y del Derecho Procesal Penal de los diversos estados que elaboraron este código de Derecho Penal y de normas de procedimiento para la protección de los intereses financieros de la Unión. Luego existió un interesantísimo trabajo de la Comisión, el Libro verde sobre la protección de los intereses financieros de la Unión y la creación de un fiscal europeo, que se elaboró en el año 2001, que dio lugar a una audición pública en todos los entonces estados miembro de la Unión Europea con importantísimas apor-taciones de todos los especialistas y personas entendidas en esta materia para ver las posibilidades, las ventajas o los inconvenientes de crear esta figura de un Fiscal Europeo para la protección de los intereses financieros de la Unión. En esta misma sede, y yo creo que en esta misma sala, en el año 2002, se ce-lebró la audición pública para España de este Libro verde para la protección de los intereses financieros de la Unión.

La previsión de estos estudios previos era la creación de un Fiscal Euro-peo centralizado en Bruselas y de una serie de fiscalías europeas delegadas en cada Estado Miembro. Con eso se salvaban las dificultades en las normas de procedimiento, es decir, el Fiscal Europeo Central coordinaría a los fiscales europeos de cada uno de los estados miembros que actuarían ya en cada uno de los estados conforme a sus normas de procedimiento diferentes en cada uno de los casos, ya que, por ejemplo, en España el fiscal es distinto que en Portugal, en Portugal el fiscal lleva la dirección de la investigación y en España todavía no ―yo creo que al final la vamos a acabar llevando la dirección de la investigación, pero la cuestión es que ahora existen los jueces de instruc-ción―.

En cualquier caso sí les quiero decir, para ir terminando, que esta figura del Fiscal Europeo está prevista, en principio, para la protección de los inte-reses financieros de la Unión. No obstante, el Tratado de Lisboa deja abierta la posibilidad de que esta fiscalía se amplíe a la lucha contra otra delincuencia grave que tenga una dimensión transfronteriza. Ese paso todavía está lejos.

Yo creo que está lejos todavía un Fiscal Europeo exclusivamente para la protección de los intereses financieros de la Unión. Ahora, si queremos

establecer una política común y unitaria en la protección de esos intereses fi-nancieros en la lucha contra el presupuesto lo que no podemos estar ―porque las dificultades las vemos todos los días― es a la dispersión en la persecución penal con legislaciones distintas en veintisiete estados miembros, con interés distinto en la persecución en veintisiete estados miembro. Si queremos que esa persecución sea efectiva y cumpla los fines que tiene el Derecho Penal ―y que, entre otras cosas, al final es un fin de prevención, de prevención especial y de prevención general, pero también de prevención y luego, evidentemente, de sanción―, lo que hay que establecer son unas pautas y unos criterios uni-ficados, y eso, o se logra con esta figura o realmente vamos a estar sumidos todavía en una gran dispersión.

Yo he estado, cuando estaba en la fiscalía anticorrupción, conociendo asuntos que llegaban de OLAF, que llegaban de UCLAF, y todavía, en la Fiscalía Anticorrupción, que éramos un órgano privilegiado del Ministerio Fiscal, con grupos de expertos adscritos a la fiscalía, inspectores de hacienda, interventores del Estado, grupos de Policía especializados, éramos capaces de investigar ese tipo de cuestiones, pero investigábamos únicamente los fraudes que se habían producido en España de gran trascendencia. Pero no todos son de gran trascendencia, hay fraudes a los presupuestos o a los intereses finan-cieros de la Unión ―fraudes de subvenciones, ayudas agrícolas o cualquier otra cuestión― que son relativamente pequeños y que se tienen que enjuiciar en el Juzgado de Instrucción de Montilla, o de Dos Hermanas, por ejemplo. El juez que está allí o el Fiscal que está allí bastante tienen con atender a su Juzgado como para que encima les llegue un asunto donde les van a marear con directivas y decisiones. Es muy complejo, por lo tanto, si queremos que esa persecución sea efectiva y cumpla sus finalidades, es necesario que exista un organismo central que lo coordine y lo dirija y que pueda dirigir esas inves-tigaciones a un fin certero.

Evidentemente hay reticencia. Nosotros organizamos aquí en Madrid, justo hace un año, un seminario internacional sobre la Fiscalía Europea al que vinieron participantes de todos los estados miembros y ahí, positivamente, tanto a título particular como a título institucional, hay estados que no son parti-darios de esta figura. Los anglosajones no quieren saber nada de esto ―como no quieren saber nada de muchas otras cosas, pero esto no les gusta― ellos tienen un sistema de enjuiciamiento muy distinto y no quieren este tipo de sistema.

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

106 107

En cualquier caso, creo que es imprescindible caminar en esta vía e in-sisto en que la protección de estos intereses financieros requiere una visión única. Por otra parte, si esto fuera así, es decir, si se creara un Fiscal Europeo Central con sede en Bruselas, OLAF ―que aunque goza de imparcialidad y de independencia no deja de ser un organismo de la Comisión― EUROPOL y otros organismos que existen también en la Unión Europea podrían con-vertirse en los instrumentos, en las fuerzas de policía al servicio de ese Fiscal Europeo, y OLAF podría ser perfectamente la policía financiera, porque es una institución, un organismo especializado, donde hay 370 personas que son investigadores especializados de todos los estados miembro, que conocen el funcionamiento de cada una de sus legislaciones, tanto desde el punto de vista administrativo como desde el punto de vista penal, y realmente la indepen-dencia de OLAF de un Fiscal Europeo, que por supuesto tendría que ser tam-bién designado con unos criterios que garanticen su imparcialidad ―hablar de la independencia del fiscal es meternos en una metafísica inacabable, pero sí podemos hablar de imparcialidad― requeriría también un sistema que garanti-zase esa imparcialidad. En la Unión Europea hay mecanismos con decisiones conjuntas de las tres instituciones que pueden garantizar que una persona que va a desempeñar un puesto actúe con imparcialidad. Está el Defensor del Pueblo, el Protector de Datos Europeo, en fin, hay muchas instituciones ya que gozan de esa forma de actuar y que son designadas de esa manera. Bien, yo con esto voy a terminar. Tenía más cosas, pero he apurado mi tiempo, creo que ya ha pasado tiempo suficiente.

Espero que les haya interesado, quizá sea una intervención un poco dis-tinta de lo que vamos a oír después y probablemente de lo que hayamos es-cuchado en días anteriores, pero yo creo que también es un tema importante saber proteger los propios intereses financieros, saber proteger el presupuesto de la Unión. Evidentemente, antes de la investigación y antes de la represión es precisa la prevención y por tanto tiene que haber mecanismos de informa-ción, de control, que prevengan el fraude. Cuando ya hay que empezar a investigar y sobre todo a sancionar, malo, porque el fraude ya se ha producido, y cuando el fraude ya se ha producido el perjuicio ya se ha producido y, lo peor, cuando el per-juicio ya se ha producido es muy difícil recuperar el montante de ese fraude o de ese perjuicio que ya se ha ocasionado al presupuesto. Lo mejor es prevenir, y lue-go, si no es suficiente, habrá que utilizar otro tipo de medidas. Muchas gracias.

carLos brU: Tiene la palabra Don Antolín Sánchez Presedo, dipu-tado del Parlamento Europeo y vocal de la Comisión de Asuntos Monetarios y Económicos del mismo. Asimismo forma parte de la Delegación del Parla-mento Europeo en sus relaciones con el de Japón. Ese gran ágora que es el Parlamento Europeo, que de verdad responde a las necesidades de todos los europeos, no es un Parlamento de solo “parlar”, sino que es y será –cada vez más― decidente. Se acabará por llegar, algún día, al 100 % de los temas por codecisión, procedimiento que aunque es muy complejo es imprescindible para que tengamos una auténtica democracia en Europa. En esa Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios ―valga la redundancia― hoy en día están al día. Tienen que estar al día y yo sé que lo están. Y dentro de esa comisión yo conozco el papel relevante de Antolín Sánchez Presedo, que mediante ponen-cias, informes, etcétera es constante, y no le auguro una etapa próxima muy cómoda porque yo sé que cada vez le van a requerir más, y él va a responder a esa exigencia y a ese desafío porque ya tiene, a pesar de su juventud, una larga trayectoria de compromiso jurídico y político.

Diré además ―lo sé por vía directa― que Antolín es un gran experto en Derecho Comunitario. Claro que no hay quien se sepa todo el Derecho Co-munitario, porque el Derecho Comunitario ―lo sabrá bien Blanca Vila― es y será inagotable, y es bueno que así sea, porque el Derecho, no por un afán extensivo y panorámico sino por atender a los desafíos de la realidad ―a las contradicciones de la sociedad política, económica y de la vida cotidiana― cada vez, por la cotidianidad europea de todos nosotros, se plantea mayores desafíos exigentes de regulación, de que el Derecho ―el Ius― responda.

Cada día hay sorpresas y yo estoy seguro de que algo de esa manera de atender a las sorpresas se la va a explicar aquí hoy Antolín Sánchez Presedo, y en el diálogo que tendrá lugar con otros ponentes por parte del público in-tentaremos que esta tarde, de aquí, salgan soluciones. Tiene la palabra Antolín Sánchez Presedo.

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

108 109

antoLín sánchez Presedo

Una regulación comunitaria de los mercados financierosUnión Monetaria: ¿política monetaria y financiera en común?

Allí donde crece el peligro crece también lo que nos salva.Holderlin

Quisiera agradecer la amables palabras de introducción de Carlos Bru, a quien admiro por su impecable trayectoria europeísta de la que es muestra su excelente trabajo como presidente del Movimiento Europeo, por la buena reputación de que goza por la labor realizada durante su etapa como eurodi-putado y por ser el autor de un libro clave para entender la génesis de una de las aportaciones mayores de España al proyecto comunitario, la ciudadanía europea. Felicito al Consejo Federal Español del Movimiento Europeo por organizar este ciclo y agradezco su invitación para hablar junto a tan ilustres participantes en este coloquio, gracias a todos ustedes por su presencia.

¿Qué ocurre en los mercados financieros? Alguien aludió antes a la ima-gen que ilustró la teoría del caos en el mundo físico, el aleteo de la mariposa que desencadena grandes catástrofes en otra parte. El actual fenómeno de interdependencia en el ámbito económico yo lo denominaría globalización, la cuestión es si puede seguir discurriendo de forma caótica o va a hacerlo de modo más pautado.

La regulación de los mercados financieros es un debate fundamental por su importancia estratégica en la economía, por la condición de la UE como principal actor financiero mundial y por la necesidad de reflexionar en la pre-sente encrucijada, cuando celebramos la primera década del euro, nos encon-tramos a las puertas de la ratificación del Tratado de Lisboa y atravesamos una crisis financiera sin precedentes.

Las finanzas son un sector clave para el futuro, trabajan con expectativas y riesgos, la base de la economía del conocimiento. La misión de los mercados financieros, servir de puente entre ahorro e inversión y proporcionar una asig-

nación del capital más eficiente, servicios más variados e innovadores y una mejor diversificación del riesgo, es vital para la sociedad. Alguien las definió como el cerebro de la economía, el problema actual es que una parte está afec-tada por productos financieros tóxicos de diseño y otra funciona de modo irregular porque depende de operadores que se han salido de las carreteras convencionales y circulan, sin mapas ni GPS, siguiendo la aguja de una vieja brújula que se ha detenido sobre una leyenda que dice “maximizar beneficios” que no apunta a ninguna parte. Con todo, no caigamos en el error de tirar el niño con el agua sucia de la bañera.

Si durante las últimas décadas la economía mundial ha experimentado grandes cambios, las transformaciones más profundas y vertiginosas se han producido en las finanzas. Nuevos actores, productos y mercados han irrum-pido en unas finanzas cada vez más complejas que funcionan ininterrumpida-mente (veinticuatro horas, siete días a la semana) a la velocidad de la luz y con numerosas áreas en la sombra o desreguladas a escala planetaria. Es el ámbito donde los nuevos factores ―globalización, nuevas tecnologías, innovación y cambios regulatorios― han interactuado con mayor intensidad acelerando su movilidad y produciendo una enorme expansión (1). En este proceso se ha acrecentado su inestabilidad y fragilidad. Un reciente estudio del Fondo Monetario Internacional (2) ha identificado ciento veinticuatro crisis sistémi-cas bancarias, doscientas ocho crisis monetarias y sesenta y tres episodios de incumplimiento de compromisos de deuda soberana en el mundo durante el período 1970-2007. En un reciente artículo, Michel Rocard (3) constataba que “durante veinticinco años, el mundo ha experimentado una enorme crisis financiera cada cinco años, cada una de ellas con su propia causa, aparente-mente”. ¿Son diferentes crisis o es una crisis que tiende a hacerse crónica?

Los servicios financieros de la Unión Europea tienen una importancia cuantitativa y cualitativa sobresaliente en la economía europea y mundial. Se-gún el Informe sobre Integración Financiera Europea presentado por la Comisión a finales de 2007, la intermediación financiera generó 663 000 millones de euros, lo que supone un 5,8% del PIB europeo, con unas tasas de crecimiento entre 2001 y 2006 sustancialmente más altas que la media del crecimiento eu-ropeo (hasta tres veces más en las finanzas mayoristas). La Unión Europea es un gran actor financiero mundial. Posee una cuota del 60 % en los mercados de intercambio de moneda extranjera, el 52 % de todos los activos bancarios

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Antolín Sánchez Presedo es Eurodiputado, miembro de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios

Movimiento europeo

110 111

pertenecen a los grupos bancarios europeos, el 38 % de las primas globales a nues-tras compañías de seguros y el 26 % de los mercados de valores mundiales.

La regulación financiera europea, esencial para el funcionamiento del mercado interior, es una referencia mundial. Plantearse ahora su futuro es particularmente oportuno y necesario. La entrada en vigor del Tratado de Lisboa, prevista para fines de este año, exige trazar nuevas perspectivas y la crisis financiera global ―cuya magnitud, profundidad y complejidad suponen un enorme desafío― reclama respuestas.

El Parlamento Europeo, la institución de la que formo parte y que más ha acrecentado su poder a lo largo de los más de cincuenta años de vida co-munitaria, tiene un gran protagonismo en este proceso prosiguiendo su ini-ciativa política y desempeñando el papel de colegislador que, desde la entrada en vigor del Tratado de Maastricht de 1992, le corresponde en el ámbito de los servicios financieros en pie de igualdad con el Consejo.

I. Nuevas tendencias del proceso de regulación europea

La articulación del proceso de regulación y aplicación de la normativa en el ámbito de los servicios financieros de la Unión Europea tiene una gran complejidad por tres razones: la distribución de poderes (los reguladores na-cionales conviven con el regulador comunitario y, pese a la Unión Económica y Monetaria, las funciones de supervisión siguen siendo desempeñadas exclu-sivamente por los supervisores nacionales, incluso en el ámbito bancario tras el establecimiento del Banco Central Europeo(4), la exigencia de calidad (hay que incorporar la experiencia y conocimientos técnicos en el sector, conectar con las preocupaciones de los ciudadanos y conseguir los máximos estándares de transparencia y control) y la rapidez y eficacia que demanda un mercado complejo y en evolución acelerada.

Las pautas singulares para su desarrollo se conocen como “el proce-dimiento Lamfalussy”, por tener su origen en el informe realizado por un grupo de expertos dirigido por el primer presidente del Instituto Monetario Europeo. El informe señaló que el éxito en la regulación financiera iba a de-pender más de crear un marco apropiado para adoptar una legislación eficaz que de aumentar la velocidad en el establecimiento de las disposiciones, ya que un én-fasis excesivo en la velocidad podría crear problemas significativos en la calidad.

Con el objetivo de facilitar el proceso de decisión y conseguir una ade-cuada aplicación, el proceso de adopción y verificación de cumplimiento de reglas se estructura en cuatro niveles. Los dos primeros parten de la distinción entre normas marco y medidas de implementación: el nivel 1 establece un marco normativo de principios, establecido por el Consejo Europeo y por el Parlamento y el nivel 2 contiene las reglas detalladas de desarrollo cuya ela-boración, para que sean adoptadas de manera más rápida y flexible, se delega en un proceso de comitología (la Comisión interviene con los Comités que representan los Estados miembros, contando con el asesoramiento del Co-mité del siguiente nivel). El nivel 3 consiste en la aplicación coherente de las normas nacionales, mediante la coordinación de los supervisores nacionales a través de la elaboración de líneas directrices y la aplicación de recomendacio-nes y el nivel 4 revisa la aplicación de las normas comunitarias en cada país y es responsabilidad de la Comisión Europea, guardiana de los tratados

El Parlamento Europeo, después de negociar con el Consejo y obtener una declaración solemne del presidente de la Comisión en sesión plenaria, aceptó esta arquitectura en 2002 por un período de cuatro años. Durante la presente legislatura, bajo presidencia austriaca en 2006, el Parlamento Euro-peo ha conseguido un acuerdo interinstitucional que reequilibra sus poderes en el nivel 2 mediante un procedimiento de regulación con escrutinio que le reconoce su derecho de oposición durante un plazo de tres meses desde que se transmite la proposición por la Comisión en todas las lenguas oficiales.

El Libro Blanco de la Comisión Política de los servicios financieros 2005-2010, publicado el 1 de diciembre de 2005, contemplaba perfeccionar este proce-so con iniciativas en dos áreas: legislar mejor (asegurando consultas abiertas, análisis de impacto, evaluación posterior, coherencia y unicidad, contribución de los usuarios mediante el foro FIN-USE) y progresar en las estructuras comunitarias en materia de regulación y control (reforma de la comitología, responsabilidad y transparencia, cooperación internacional en materia de re-gulación y contribución a la convergencia mundial de normas).

Aunque el procedimiento Lamfalussy ha funcionado razonablemente durante los últimos años, la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y los cambios en los mercados financieros plantean innovaciones de mayor al-cance dirigidas a fortalecer su estructura y su dimensión multinivel en los diferentes ámbitos de la Unión Europea y en la escena internacional.

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

112 113

El Tratado de Lisboa, a diferencia del Tratado Constitucional que esta-blecía una tabla de reparto de competencias y consideraba el mercado interior y la protección de los consumidores como ámbitos de competencia compar-tida, mantiene el principio de competencias atribuidas y dispone que “el ejer-cicio de las competencias de la Unión Europea se rige por los principios de subsidiariedad y proporcionalidad”, aplicándose el primero a los ámbitos de competencia no exclusiva y el segundo a toda acción de la Unión Europea.

El protocolo sobre la aplicación de los principios de subsidiariedad y proporcionalidad establece que los proyectos de actos legislativos (que in-cluyen las propuestas de la Comisión, las iniciativas de un grupo de estados miembro, las iniciativas del Parlamento Europeo, las peticiones del Tribunal de Justicia, las recomendaciones del BCE y las peticiones del Banco Euro-peo de Inversiones (BEI), destinadas a la adopción de un acto legislativo) así como sus proyectos modificados, deben remitirse a los parlamentos na-cionales al mismo tiempo que al legislador de la Unión. Estos proyectos se motivarán en relación con los principios de subsidiariedad y proporcionali-dad y deberán ir acompañados de una ficha que contenga los elementos que permitan evaluar el impacto financiero y los efectos en la normativa que han de desarrollar los estados miembro, incluyendo explícitamente la legislación regional. Todo parlamento nacional, que incluye las cámaras legislativas regio-nales, podrá, en un plazo de ocho semanas a partir de la fecha de transmisión, dirigir un dictamen motivado exponiendo las razones por las que considera que el proyecto no se ajusta al principio de subsidiariedad. Este dictamen motivado deberá tenerse en cuenta y cuando represente un tercio (un cuarto cuando se refiere al espacio de libertad, seguridad y justicia) del total de vo-tos atribuidos a los parlamentos nacionales (dos votos, que en los sistemas bicamerales corresponderán uno a cada cámara) el proyecto deberá volverse a estudiar. Cuando se promueva el procedimiento legislativo ordinario, si se presentan dictámenes que representen la mayoría simple, deberá volverse a estudiar el texto modificado. El Tribunal de Justicia será competente para los recursos por violación del principio de subsidiariedad, que podrá también ser interpuesto por el Comité de las Regiones contra los actos legislativos que requieran su consulta.

Este protocolo va a tener una gran importancia para los parlamentos na-cionales y para las cámaras de las setenta y tres regiones con poder legislativo

que existen en la Unión Europea, entre ellas las comunidades autónomas españolas (con competencias en el ámbito de protección de consumidores e instituciones de crédito). Será precisa una adecuada preparación para su puesta en marcha (incluyendo la organización de redes institucionales y la participación de la sociedad civil).

El Parlamento Europeo, en un reciente informe de iniciativa adoptado el 9 de octubre de 2008 que contiene recomendaciones destinadas a la comisión de seguimiento del procedimiento Lamfalussy, plantea una evolución ambi-ciosa en el ámbito de la supervisión de los mercados financieros. En un con-siderando que incorpora una de mis enmiendas, sostiene que “la supervisión financiera no ha seguido el ritmo de integración de los mercados” y que “la evolución global de los mercados financieros requiere una actualización de la regulación y los sistemas de supervisión actuales con objeto de afrontar mejor los riesgos sistémicos, generar estabilidad financiera, alcanzar los objetivos de la Unión Europea y contribuir a la gobernanza financiera mundial”. Entre las recomendaciones del informe aprobado, se pide el establecimiento de cole-gios de supervisores para los mayores grupos financieros internacionales y, en un compromiso que ha tomado como inspiración mis propuestas, se aboga por el refuerzo y elevación de los poderes de los Comités de Supervisores de nivel 3 del proceso mediante la concesión de un estatuto jurídico que contem-ple un Presidium que, entre otras, disponga de facultades para resolver con-flictos y coopere con el Comité de Supervisión Bancaria y el BCE con vistas a la coordinación de las cuestiones de estabilidad financiera. La supervisión europea debe evolucionar más allá de un modelo fragmentado y cooperativo a otro integrado que represente el interés del conjunto de la zona y sea audible en el concierto mundial.

En las conclusiones del Consejo Europeo celebrado en Bruselas los pa-sados 15 y 16 de octubre se acoge favorablemente la creación por parte de la Comisión de un grupo de alto nivel dirigido por Jacques de Larosière, ex gobernador del Banco de Francia, ex director gerente del FMI y ex presiden-te del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), con miras a mejorar la supervisión a escala comunitaria. La primera reunión del grupo se ha celebrado el pasado 12 de noviembre y se espera que la Comisión pueda presentar los frutos de su trabajo al Consejo Europeo que se celebra-rá la próxima primavera.

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

114 115

La regulación y supervisión financiera cambiarán en el ámbito de la Unión Europea. El Tratado de Lisboa posibilitará un marco regulatorio más capilar al asociar los parlamentos de los estados miembros al procedimiento legislativo comunitario. En sentido ascendente, será preciso promover un sis-tema europeo de supervisión que complete el nivel puramente nacional y co-rrija la asimetría entre globalización financiera y fragmentación supervisora. El liderazgo europeo en el ámbito financiero reclama que este proceso tenga una perspectiva global. Para la UE es esencial la apertura de los mercados mundiales de servicios financieros y desarrollar un papel principal en los tra-bajos de normalización a escala mundial.

II. Orientaciones regulatorias

La expansión y globalización de las finanzas no ha discurrido en paralelo con el establecimiento de un sistema financiero mundial que asegure la esta-bilidad y la existencia de unos mercados financieros abiertos, competitivos y fiables, ni con el desarrollo de una gobernanza económica más ambiciosa. Existen tres grandes orientaciones regulatorias posibles:

1. Básica: Tiene un carácter inercial, pone el énfasis en la integración financiera de los mercados y propicia soluciones cooperativas.

2. Reforzada: Supone una reacción más profunda frente a la crisis, se cen-tra en la solidez financiera con un papel destacado de la regulación y patrocina un sistema financiero internacional.

3. Óptima: Parte de un enfoque más comprensivo de los problemas y plantea la necesidad de articular una gobernanza económica mundial desde una perspectiva de desarrollo sostenible global.

La orientación predominante va a depender de la voluntad política. En la actualidad existe un consenso en que el statu quo de la regulación financiera es insostenible. Si no queremos regresar a la senda que conduce a los actuales problemas tendrá que ser diferente. La Declaración Final de la Cumbre de Washington de 15 de noviembre de 2008 no zanja, sino que abre el debate. Las finanzas son un sector económico extraordinariamente sensible y será difícil restablecer la confianza si no se adoptan medidas a la altura de los de-safíos planteados.

Los mercados financieros no pueden abandonarse a la autorregulación. Los operadores financieros no funcionan en circuito cerrado, de modo indivi-dual o agregado producen efectos externos. Las entidades financieras no sólo responden ante sus accionistas o propietarios, su obligación primaria es con los depositantes y clientes que les confían los recursos con que promueven la mayor parte de sus negocios; tienen además la obligación de comportarse lealmente en el mercado (hasta en la escuela de Chicago piden “proteger el capitalismo de los capitalistas”) y ser responsables ante la sociedad.

Es previsible que la acción pública sea más intensa en el futuro. Cuando surgen los problemas, las entidades financieras acuden a las autoridades pú-blicas en busca de recursos y soluciones, que financiarán los contribuyentes y reducirán los niveles de gasto disponible para atender otras necesidades. El afán neoconservador de erosionar la autoridad y el ámbito de lo público ha concluido en este desastre. Los mercados no tienen un funcionamiento óp-timo ni tienen un carácter autocurativo, el rescate es señal de la necesidad de regulación. La acción preventiva es mejor y más barata que la reparadora, de ahí la importancia de la regulación y supervisión.

La demanda de acción pública abre una ventana de oportunidad. No se trata de una demanda indiscriminada e intervencionista, sino de acción medida e inteligente. Es tiempo para la buena política. Como buen gallego, si tuviera que elegir entre las tres orientaciones no lo haría y apostaría por unos mercados financieros más integrados, robustos y sostenibles a escala interna-cional. No son orientaciones incompatibles.

III. Hacia una mayor integración financiera

El Informe de la Comisión sobre Integración Financiera Europea de 2007 (Docu-mento de trabajo de 10 de diciembre de 2007) define un mercado integrado como aquel donde existe una convergencia de productos y servicios en su interior y en que tanto la oferta como la demanda pueden reaccionar inme-diatamente a diferencias de precios transfronterizas; en caso contrario se encuentra fragmentado.

Los avances en esta área se producen con la consecución y perfeccio-namiento del mercado interior (porque el mercado se construye y no nace espontáneamente, tal y como acredita la experiencia europea), la participación

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

116 117

de los servicios financieros al desarrollo de la Estrategia de Lisboa y la protec-ción de los consumidores.

Los esfuerzos a favor de un mercado financiero integrado comenzaron de manera poco sistemática en los setenta en el ámbito de la banca y los se-guros para impulsar el libre establecimiento y la libre prestación de servicios mediante la aplicación del principio del mutuo reconocimiento y la fijación de estándares mínimos para los prestadores. A mediados de los ochenta, a partir de la publicación por la Comisión del Libro Blanco para la realización del mercado interior, se inicia la armonización de productos y servicios bien con el establecimiento de instrumentos comunitarios (5), bien mediante la armo-nización mínima (6). La consecución del mercado interior se consigue una vez aprobado el Tratado de Maastricht, que consagra la libre circulación de capi-tales y da un impulso al proceso de liberalización de los servicios financieros (los servicios bancarios en su conjunto fueron liberalizados en 1993, el merca-do de servicios de seguros empezó a ser operativo en 1994 y la liberalización de los servicios de inversiones se produjo a principios de 1996).

A partir de entonces, el objetivo por parte de las autoridades comunita-rias ha sido que los ciudadanos europeos consigan todos los beneficios del mercado interior. Esta fue la preocupación que, en vísperas de la puesta en marcha del euro, llevó al Consejo Europeo de Viena de diciembre de 1998 a pedir a la Comisión la elaboración de un programa de trabajo urgente y que culminó con la presentación en mayo de 1999 por parte de la Comisión del Plan de Acción en Servicios Financieros (PASF) con tres objetivos estratégicos: instaurar un mercado único de los servicios financieros al por mayor, hacer ac-cesibles y seguros los mercados minoristas y reforzar las normas de supervisión cautelar.

El Consejo Europeo de Lisboa de marzo de 2000 destacó el papel cen-tral de unos mercados financieros eficientes para la competitividad europea a largo plazo y para el desarrollo de la nueva economía, por lo que pidió a la Co-misión un calendario apretado a fin de que el PASF se aplicase antes de 2005 y el Plan de Acción del Capital de Riesgo antes de 2003. En esta nueva fase de regulación, la seguridad de los inversores y la protección de consumidores en el mercado único han demandado para un limitado conjunto de aspectos un más elevado nivel de armonización, llegando a la armonización plena del objetivo fijado (7) e incluso a la máxima armonización (8). El resto sigue some-tiéndose al principio de mutuo reconocimiento.

A finales de 2005, la Comisión presentó el Libro Blanco sobre Política de los servicios financieros 2005-2010, de carácter continuista con el PASF y a fin de rea-lizar todo el potencial aún inexplotado de crecimiento económico y empleo que ofrece el sector de los servicios financieros de la Unión Europea. Los ejes principales son consolidar los progresos realizados, finalizar las acciones en curso, reforzar la cooperación y la convergencia en materia de control y eliminar los últimos obstáculos a la integración. Las prioridades son seguir mejorando la eficiencia de los mercados paneuropeos de productos de aho-rro a largo plazo (el número de fondos de inversión europeos es cuatro veces el de Estados Unidos pero su talla media es un quinto inferior, la Comisión presentó un Libro Blanco sobre Fondos de Inversión en 2006), realizar el mercado interior de los servicios al por menor y lograr que el mercado de capital riesgo sea más eficaz. Se anunciaba un refuerzo de la cooperación entre la política de los servicios financieros y las políticas llevadas a cabo en otros ámbitos, en particular la competencia, la política de los consumidores y la fiscalidad.

En el ámbito de la integración financiera en mi opinión es crítico avanzar en tres direcciones:

1. El perfeccionamiento del mercado interior. Además de simplificar las concentraciones transfronterizas, hay que eliminar las barreras injustificadas que impiden a los grupos europeos captar todos los beneficios del mercado interior. Avanzar en el grado de integración financiera es indispensable para que los grupos financieros transfronterizos estén en condiciones de optimizar sus recursos y procesos (todavía hoy no pueden utilizar sistemas informáti-cos comunes o sufren cargas burocráticas innecesarias al tener que presentar formatos de informes distintos a las autoridades supervisoras). Como en los productos que circulan en el mercado interior, son precisos estándares co-munes de seguridad y trazabilidad para los productos ligados a los servicios financieros. El modelo europeo de competencia entre empresas, cooperación entre estados y solidaridad entre ciudadanos es incompatible con disparidades en la fiscalidad del ahorro entre los estados miembro que induzcan una mo-vilidad insana del capital.

2. La protección de los consumidores. Existe un consenso en incremen-tar la comparabilidad de los productos y la educación financiera, también para que se establezca una SEPA (Single Euro Payments Area, Zona única de pa-gos en Europa) y se eliminen obstáculos a la movilidad de las cuentas. Facilitar

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

118 119

el ejercicio de acciones colectivas de reclamación en el ámbito de los servicios financieros es igualmente un paso en la dirección adecuada. Además deberían generalizarse las buenas prácticas que existen en los estados miembro: exis-tencia de un Registro de Seguros de Vida (España), Comunicación Anual de Gastos Bancarios (Francia) o Informe Anual de Quejas de los Consumidores Financieros (Reino Unido). La experiencia indica que algunas diferencias en la protección a los consumidores (caso reciente de las decisiones unilaterales de protección de depósitos) pueden generar inestabilidad financiera y afectar a las reglas de la competencia.

3. La mejora institucional. Hay dos líneas evidentes, la supervisión finan-ciera y la política monetaria. Si se quiere avanzar en los objetivos anteriores será indispensable avanzar desde una filosofía de convergencia y cooperación de supervisores nacionales hacia fórmulas de integración supervisora euro-pea. Al tiempo que la supervisión financiera alcanza dimensión europea, es preciso mejorar la acción del BCE en sus responsabilidades de “mantener la estabilidad de precios” y “definir y ejecutar la política monetaria de la co-munidad”. Se ha señalado que el reducido nivel de los tipos de interés, en un entorno de baja inflación, ha generado una expansión del crédito incontrolada que ha motivado los elevados niveles de endeudamiento o apalancamiento que están en el origen de las burbujas de determinados activos. El informe parlamentario sobre los diez años del euro ha acogido una de mis propuestas para que el BCE, además del pilar económico y monetario, utilice el análisis fi-nanciero para definir su política. Es preciso profundizar en las interrelaciones entre política monetaria, financiera y economía real. Estudiar las conexiones entre tipos de interés, evolución del crédito, productos financieros y precios (burbujas e inflación) es esencial para la estabilidad económica general. La estabilidad de precios en el futuro exige ir más allá de los precios al consumo e incluir los de los principales activos financieros, como los inmobiliarios, destino del ahorro e inversión.

IV. Hacia unas finanzas más sólidas

Algunos consideran que las crisis son inevitables porque tienen su origen en la avaricia y la deshonestidad, que nunca podrán separarse de la condi-ción humana. Otros argumentan que en tiempos de euforia se ignoran las

advertencias (9), existe una tendencia al exceso y nadie quiere dejar de bailar (We´re still dancing decía el jefe de Citygroup semanas antes del comienzo de las turbulencias financieras en agosto de 2007). Olvidan que este tipo de comportamientos humanos voluntarios son previsibles y, por lo tanto, pre-venibles y evitables. En todo caso, más allá de apreciaciones interesadas, la crisis financiera actual tiene sus raíces en debilidades objetivas del ámbito financiero: opacidad y creciente complejidad, conflictos de intereses e incen-tivos perversos (10), comportamiento procíclico y cortoplacista, inadecuada evaluación e imprudente gestión del riesgo. A todo ello podría añadirse la ceguera de las agencias de calificación, los problemas relacionados con las normas contables y la existencia de déficits regulatorios y de supervisión, etc. En definitiva, fallos de mercado, problemas de agencia, prácticas inadecuadas y déficits regulatorios.

El mundo de las finanzas se había vuelto más oscuro y falible. Prolifera-ban operadores al margen de toda regulación, entidades reguladas que utiliza-ban instrumentos y vehículos fuera de balance, créditos ninja (11) y productos difícilmente inteligibles. Sobre este último punto alguien comentaba con hu-mor que hace años las entidades financieras sabían lo que vendían y el clien-te lo que compraba; después las entidades financieras sabían lo que vendían pero el cliente no sabía lo que compraba, ahora ni unas saben lo que venden ni otros lo que compran. Nadie podía explicar los productos titulizados, con los que se creaba una especie de crédito privado, ni remontarse a su origen. La confianza ciega en el uso de modelos matemáticos y la sofisticación hizo subestimar los riesgos e incrementó el riesgo sistémico.

La crisis financiera ha situado en el primer plano un importante paquete de cuestiones que van a ocupar la agenda interna e internacional durante los próximos años. Algunas habían sido objeto de advertencia por organizaciones internacionales y de tratamiento por el Parlamento Europeo (12)

La respuesta a la crisis ha permitido observar el despliegue de un ca-tálogo desconocido de iniciativas por parte de los bancos centrales y de los gobiernos para asegurar liquidez en el sistema y el funcionamiento de los mer-cados interbancarios. Cuando se agudizó, tras la caída de Lehman Brothers el pasado 15 de septiembre, entramos en una nueva fase con la presentación de planes de rescate de desconocida envergadura.

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

120 121

El ECOFIN de 7 de octubre de 2008 ―que tuvo lugar después de que diversos países hubieran adoptado iniciativas unilaterales que no hacían más que acrecentar las incertidumbres en los mercados y de la celebración por primera vez, la víspera, a instancias del Presidente Zapatero, de una cumbre de los jefes de Estado y presidentes de Gobierno de la eurozona en la que se consideró como prioridad restablecer la confianza y el funcionamiento del sector financiero y apoyar las instituciones financieras de carácter sistémico― acordó actuar en un marco coordinado “para proteger los intereses de los depositantes, la estabilidad del sistema y subrayar lo adecuado de un enfoque que incluya, entre otros medios, la recapitalización de las instituciones finan-cieras sistemáticamente relevantes en situación vulnerable” así como “pro-porcionar una garantía de protección para los depósitos de los individuos por una cuantía mínima de 50 000 euros, reconociendo que muchos Estados Miembros la elevarán hasta un mínimo de 100 000 euros”. Las ayudas debían ser en tiempo y temporales, velándose por el interés de los contribuyentes y de los competidores, debiendo los gobiernos estar en posición de impulsar un cambio de gestores y de impedir que obtengan beneficios indebidos, evitando externalidades negativas.

Según las conclusiones del Consejo Europeo celebrado el 15 y 16 de octubre “la Unión Europea debe proceder con sus socios internacionales a una reforma real y completa del sistema financiero internacional fundada en los principios de transparencia, solidez bancaria, responsabilidad, integridad y gobernanza mundial”. La reunión informal celebrada el pasado 7 de noviem-bre, además de establecer previsiones para proporcionar ayuda financiera a estados en dificultades, estableció una serie de principios al respecto:

Ninguna entidad financiera, segmento de mercado o jurisdicción debe quedar al margen de una adecuada regulación o, al menos, supervisión.

El nuevo sistema financiero debe basarse en los principios de responsa-bilidad y transparencia.

El nuevo sistema financiero internacional debe permitir que los riesgos sean evaluados así como prevenir la crisis.

El FMI debe tener un papel central en una más eficiente arquitectura financiera.

Estos principios han quedado reflejados en la cumbre celebrada en Washington el pasado 15 de noviembre y serán objeto de desarrollo en los próximos meses.

En este momento se encuentran en trámite parlamentario importantes iniciativas. Con anterioridad a la crisis, la Comisión había presentado la pro-puesta de Directiva Solvencia 2 en el ámbito asegurador y, con posterioridad, ha remitido al Parlamento la propuesta de reforma de la Directiva sobre Re-querimientos de Capital, la propuesta de Directiva reformando los Sistemas de Garantía de Depósitos y la propuesta de Directiva sobre Agencias de Ca-lificación Crediticia.

El Parlamento Europeo pretende que en los organismos internacionales la UE tenga una representación bien visible y que se pronuncie con una sola voz sobre asuntos complejos como el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo y el fraude fiscal. En los foros internacionales (el Comité de Basilea, la Asociación Internacional de Supervisores de Seguros-IAIS, la Or-ganización Internacional de Comisiones de Valores (OICV), o el Instituto Internacional para la Unificación del Derecho Privado (UNIDROIT) la coor-dinación europea debe intensificarse.

Para construir finanzas más sólidas es crítico:Proseguir con la Agenda de Washington, tratando de alcanzar los es-

tándares más elevados a nivel internacional sin renunciar a una regulación apropiada por parte de la UE que tenga en cuenta la coyuntura (las nuevas exigencias no pueden drenar liquidez o generar dificultades adicionales).

Restablecer la confianza en el sistema financiero. A fin de facilitar la li-quidez, el BCE podría ensanchar su balance con depósitos a medio plazo que a su vez puedan posibilitar la ampliación de los períodos de sus préstamos (en la actualidad con un máximo de seis meses, cuando la Reserva Federal estadounidense llega a los tres años); podría establecerse un sistema de com-pensación interbancario a escala europea y redefinir las entidades bancarias que sirven como referencia para el cálculo del Euríbor. Además puede ser necesario evaluar otros mecanismos más radicales de intervención pública, como nacionalizaciones temporales o concentración de activos tóxicos, para recapitalizar las entidades financieras y restablecer el crédito. La Comisión debería presentar un completo Plan de Servicios Financieros para esta nueva etapa en cuyo diseño definitivo y desarrollo el Parlamento debería tener un papel fundamental.

Evitar que las medidas de emergencia produzcan “daños colaterales” (de-rechos de los contribuyentes, protección de consumidores, ventajas indebidas

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

122 123

a costa de los competidores, mantenimiento de incentivos perversos, etc.). Papel más intenso de la Unión Europea en el proceso de recuperación

económica. La coordinación debe intensificarse y elaborar marcos sectoriales para la adopción de medidas de ayuda por los estados miembro en activida-des vitales. La emisión de eurobonos forma parte de un posible repertorio de instrumentos para relanzar programas europeos y para modular los efectos de una política monetaria de “talla única”; mutualizar la deuda en torno a un porcentaje del PIB debería acompañarse de un sistema más eficaz y proactivo de supervisión multilateral, un FMI europeo.

Conseguir un reparto equitativo del coste de la crisis. En el futuro debe ponerse fin a la redistribución inversa (13) que priva de ganancias a familias y empresas de la economía real e incrementa su esfuerzo fiscal. Es preciso un marco internacional que asegure la contribución del capital y los servicios financieros a las finanzas públicas.

V. Hacia unas finanzas sostenibles

La crisis financiera se produce en un mundo en el que el aumento de las desigualdades sociales y de la degradación ambiental está llevando a la huma-nidad a una situación límite. No es un problema de recursos. Estadísticamente el PIB per capita de los 6 600 millones de personas que viven en el mundo es de 10 000 dólares (14), sin embargo un sexto de la población mundial vive en situación de extrema pobreza (menos de un dólar al día) y 963 millones (15) pasan hambre. El modelo energético actual, basado en el consumo de recursos fósiles no renovables, no proporciona suministro de electricidad a un tercio de la humanidad y está provocando un peligroso cambio climático. La huella ecológica es tan grande que cerca de tres cuartas partes de la pobla-ción vive en regiones en que el consumo de los recursos excede la capacidad de regeneración biológica (16), si las condiciones de vida norteamericanas se generalizaran, necesitaríamos los recursos de cinco planetas. Las tendencias actuales son insostenibles.

La crisis financiera está en el origen de una crisis económica que es tam-bién la primera crisis ecuménica porque afecta a todo el orbe habitado. Por primera vez desde 1991 el PIB per capita está cayendo en el mundo, que se en-frenta al riesgo de una depresión económica. La depresión de los años treinta

(17) en Europa significó el auge del fascismo, el antisemitismo, el racismo y el nacionalismo que desembocó en la Segunda Guerra Mundial, mientras que en los Estados Unidos emergió un espíritu de cooperación y cambio, personi-ficado en el New Deal, que contrarrestó la desesperación de la depresión. No podemos olvidar que nuestro continente no encontró el camino de la paz y la prosperidad hasta que hizo de la integración europea su contrato social, hace más de cincuenta años.

La crisis financiera puede ser el catalizador de un nuevo pacto, esta vez a escala mundial. Las finanzas son uno de los motores fundamentales para el futuro común, un elemento clave para una estrategia de desarrollo económico mundial que proporcione las funciones esenciales de estabilidad, crecimien-to, equidad y sostenibilidad. La estrategia post-Lisboa debe avanzar en esta dirección e integrar en un marco único el pacto de estabilidad y crecimiento, los programas de recuperación, la actual agenda de Lisboa, la estrategia de desarrollo sostenible y la lucha por el cambio climático.

La crisis financiera ha puesto de manifiesto profundos desequilibrios en la economía internacional (18) que no pueden mantenerse indefinidamente. Llevará tiempo corregirlos, la mejor vía para hacerlo y para recuperar una senda de crecimiento duradero es mediante una robusta cooperación ma-croeconómica entre las principales economías del mundo. Sólo mediante la política será posible identificar objetivos, prioridades y reglas del juego comu-nes, armonizar los intereses de los principales actores mundiales, evitar el antagonismo y la competencia salvaje.

Hay que poner coto al desacoplamiento de finanzas y economía pro-ductiva, la prosperidad no consiste en transformar fórmulas matemáticas en apuntes contables sino en convertir recursos en riqueza; poner fin a la sepa-ración entre servicios financieros y asuntos económicos en la estructura de la Comisión Europea parece razonable. Durante las últimos décadas el valor del sistema financiero y el de la economía productiva se han distanciado ex-traordinariamente (si en 1980 el valor de los activos financieros se encontraba muy próximo al del PIB mundial, en 2006 era ya 3,5 veces superior (19)). La formación de burbujas y la volatilidad de productos básicos son síntomas de un mercado enfermo y desequilibrado que envía señales extremas y con-tradictorias a los agentes económicos. Cuando la economía va bien existe una tendencia al endeudamiento; sin embargo establecer límites al desarro-

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

124 125

Movimiento europeo

llo del crédito y adoptar medidas que eviten la especulación y proporcionen márgenes de predecibilidad a los precios en los mercados de alimentos o de productos energéticos son cuestiones clave para que las finanzas se asocien al desarrollo de la economía real.

Bretton Woods es una buena referencia. El nuevo orden internacional se integró por los acuerdos allí alcanzados en el ámbito monetario y financiero así como por el GATT de carácter comercial. Desde principios de los setenta, el patrón de estabilidad monetaria quebró sin que haya sido sustituido por ningún otro. El nuevo proceso de negociación debería incorporar algún tipo de acuerdo que contribuya a la estabilidad monetaria a nivel internacional y a unos intercambios comerciales sin distorsiones.

El marco multilateral de comercio mundial no es un simple repertorio de reglas sino un elemento de un sistema de resultados en beneficio de todos. La experiencia europea es que si se quiere libre comercio hay que promo-ver la cohesión que evita el antagonismo y la vieja dialéctica de ganadores y perdedores. En Bretton Woods, los Estados Unidos, que entonces represen-taban el 80 % de las reservas mundiales de oro y contaban con un enorme superávit comercial, no apoyaron el plan Keynes de creación de un órgano internacional de compensación (ICU, en inglés) capaz de emitir una moneda internacional (Bancor) vinculada a las divisas fuertes y canjeable en moneda local por medio de un cambio fijo. Keynes preveía que a través de la ICU los países con excedentes comerciales financiarían a los países deficitarios, vía una transferencia de sus excedentes, haciendo crecer así la demanda y el co-mercio mundial, lo que finalmente sería beneficioso para todos. Pero también es cierto que el mismo año que se aprobó el GATT, Estados Unidos puso en marcha el Plan Marshall que posibilitó la reconstrucción de los países demo-cráticos europeos.

El terrible impacto de la crisis financiera en la lucha contra la pobreza y los países menos desarrollados, víctimas inocentes de sus consecuencias, de-muestran que es necesaria una revisión de las finanzas internacionales en una perspectiva de compromiso con los Objetivos del Milenio y con la estrategia de desarrollo. Si en la independencia norteamericana se aplicó el principio No taxation without representation, ¡cómo dejar sin voz y participación a quienes padecen más severamente las cargas y sufren las debilidades de las finanzas y la economía global.! Los trabajos del G-20 deben desembocar en un marco

multilateral mundial para la gobernanza económica mundial. La reforma de las Naciones Unidas podría considerar la propuesta de Jacques Delors de crear un Consejo de Seguridad Económica.

La presente crisis demanda un nuevo paradigma económico: democrati-zar la economía. Necesitamos mercados sostenibles que funcionen con trans-parencia y reglas que optimicen su funcionamiento condensando memoria y nuevos conocimientos, operadores económicos responsables que actúen sometiéndose a límites, controles e impuestos apropiados, y ciudadanos que puedan acceder a los recursos y condiciones disponibles para desarrollar su existencia. Es hora de remontar la perspectiva. Si queremos avanzar la receta es mejor mercado, excelente regulación y superior política.

NOTAS:

1. Mapping Global Capital Markets. Fourth Annual Report. McKinsey Global Institute. January 2008: La suma de los activos financieros globales ha pasado de doce billones de dólares en 1980 a ciento sesenta y siete en 2006.

2. IMF Working Paper Systemic Banking Crises: A New Database. Luc Laeven and Fabián Valencia. WP/08/224. Según The Economist (Greed and fearm, A special report on the future of finance, January 24th 2009, página 3 y siguientes): “Barry Eichengreen of the University of California at Berkeley and Michel Bordo of Rutgers University identify 139 financial crises between 1973 and 1997 (of which 44 took place in high-income countries), compared with a total of only 38 between 1945 and 1971. Crises are twice as common as they were before 1914, the authors conclude”.

3. Michel Rocard. Una nueva concepción del capitalismo. Noviembre 2008. Publicado en http://www.project-syndicate.org/commentary/rocard23/Spanish.

4. El artículo 105.5 TCE establece: “El SEBC contribuirá a la buena gestión de las po-líticas que lleven a cabo las autoridades competentes con respecto a la supervisión prudencial de las entidades de crédito y a la estabilidad del sistema financiero”. El apartado 6 del mismo precepto dispone “El Consejo, por unanimidad, a propuesta de la Comisión, previa consulta al BCE y previo dictamen conforme del Parlamento Europeo, podrá encomendar al BCE tareas específicas respecto de políticas relacionadas con la supervisión prudencial de las entidades de crédito y otras entidades financieras, con excepción de las empresas de seguros”.

5. Directiva 85/611/CEE del Consejo, de 20 de diciembre de 1985, por la que se coordinan las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas sobre determinados organismos de in-versión colectiva en valores mobiliarios (OICVM), última modificación Directiva 2008/18/CE

6. Directiva 94/19/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de mayo de 1994 relativa a los sistemas de garantía de depósitos, última modificación Directiva 2005/1/CE

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

126 127

7. Directiva 2004/39/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de abril de 2004, relativa a los mercados de instrumentos financieros, por la que se modifican las Directivas 85/611/CEE y 93/6/CEE del Consejo y la Directiva 2000/12/CE del Parlamento Europeo y del Consejo y se deroga la Directiva 93/22/CEE del Consejo [Diario Oficial L 145 de 30.4.2004, Directiva MIFID, última modificación Directiva 2008/10/CE. Enmiendas a la Directiva 87/102/CEE del Consejo, de 22 de diciembre de 1986, relativa a la aproximación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados miembros en materia de crédito al consumo, última modifica-ción Directiva 98/7/CE

8. Directiva 2003/71/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 4 de noviembre de 2003, sobre el folleto que debe publicarse en caso de oferta pública o admisión a cotización de valo-res mobiliarios y por la que se modifica la Directiva 2001/34/CE, última modificación Directiva 2008/11/CE

9. John Kenneth Galbraith en Breve historia de la euforia financiera (Ariel, 1991, página 9). decía: “Lo que aquí se cuenta es una invitación a la cautela, una llamada de atención contra el atractivo y contra la posibilidad de convertirse en víctima de la más ineludiblemente cierta de las aberraciones del capitalismo: la emoción generada por los, en apariencia, nuevos ins-trumentos financieros y por el presunto genio de sus artificios. Unos y otros desencadenan la seductora dinámica de la especulación, dinámica que hasta el día del inevitable desencanto, parece venir justificada por la perspectiva del enriquecimiento personal”.

10. Jacques ATTALI en La crise, et après? (Fayard 2008, página 69) dice: “Les rémunérations des dirigeants de ces enterprises financières et des créateurs de ces produits son pour l´essentiel des bonus liés aux bénéfices annuels. À la différence des salariés, ils sont associés aux profits; mais, à la différence des actionnaires, ils ne sont pas asocies aux pertes”. El afán de obtener beneficios a corto plazo ha estimulado el endeudamiento y una gestión miope del riesgo.

11. Créditos ofrecidos a personas sin ingresos, sin trabajo y sin propiedades (no income, no jobs, no assets).

12. Existen resoluciones parlamentarias que datan de 2002 -el informe Van den Burg so-bre esquemas de compensación de ejecutivos en instituciones financieras, impacto de los hedge funds en la estabilidad sistémica, en particular aspectos relativos al endeudamiento y las ventas a corto, las prácticas contables y la necesidad de políticas macroprudenciales-; 2003 -el informe Ghilardotti en cooperación con Berès sobre necesidad de más transparencia y cooperación entre supervisores para controlar las relaciones entre bancos y compañías-; 2004 - el informe Katiforis plantea un esquema de registro para las agencias de calificación crediticia bajo los auspicios del Comité de Reguladores en los Mercados de Valores, CESR, que debería incluir procedimientos para tratar con conflictos de interés y transparencia en las operaciones-; y 2006 -el informe Muscat aborda el tema de la estabilidad financiera y el riesgo sistémico y urge a la Comisión y a las autoridades nacionales a remitir propuestas conjuntas para un efectivo manejo de riesgos al Parlamento-. Otras cuestiones han venido tratándose durante el pasado año en que la acción del Parlamento se ha redoblado: el informe Radwan sobre la necesidad de consi-derar que las exigencias de requerimiento de capital se basen en la actividad de riesgo y no en el tipo de entidad o de que los originadores retengan una porción de sus productos en sus balan-

ces; el informe Rasmusen sobre el tratamiento de los Hedge Funds: el informe Lehne que trata la transparencia para los hedge funds y el capital riesgo o el completo paquete de propuestas del informe Van den Burg-Daianu sobre el seguimiento del Procedimiento Lamfalussy. Estos informes están siendo considerados en los parlamentos de los países más avanzados, además la diplomacia parlamentaria ha funcionado y existe un diálogo en el ámbito de las organizaciones políticas (el Foro para el Progreso Global, la Internacional Socialista, etc.).

13. Un ejemplo evidente es el estadounidense; según el gráfico 9 de la página 11 del libro A New Era of Responsibility: Renewing America’s Promise. The President’s Budget and Fiscal Preview (Go-vernment Printing Office, 141 pages) que incorpora datos atribuidos a “Piketty and Saez”, en 1980 la riqueza del 1% más rico de EEUU correspondía al 10% de la renta nacional, mientras que a finales del 2004 había alcanzado el 22%. En la misma publicación se señala que el 10% de los hogares posee el 70% de la riqueza. Piketti y Saez en su obra The Evolution of Top Incomes destacan que los ingresos de los altos ejecutivos han subido espectacularmente en los países de habla inglesa a partir de 1945, convirtiendo a los “top executives” en “working rich” y re-emplazando a los grandes propietarios de capital (“top capitalists”) en la cúspide de la jerarquía de ingresos durante el siglo XX.

14. Página web IndexMundi: http://www.indexmundi.com/world/gdp_per_capita_(ppp).html15. Informe The State of Food Insecurity in the World 2008. Organización de las Naciones

Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO. Publicado en http://www.fao.org/news/story/es/item/8836/

16. Informe Por un planeta vivo 2008 WWF, Zoological Society of London y Red de la Huella Global . Publicado en http://assets.wwf.es/downloads/informe_planeta_vivo_2008.pdf

17. Benjamin Friedman. The Moral Consequences of Economic Growth. New York: Alfred A. Knopf, 2005.

18. Según The Economist (Greed and fearm, A special report on the future of finance, January 24th 2009, págs 4): “ In 2006 America´s current-account déficit peaked at 6% of its GDP. Between 2000 and 2008 the country received over $5.7 trillon from abroad to investm equivalent to over 40% ot its 2007 GDP. Over the same period Britain and Ireland absorbed around a fifth of their 2007 GDPS and Spain a vast 50%. The financial system had the job of recycling the money to borrowers. Inevitably, credit became cheaper and savings declined. In America savings fell from around 10% of disposable income in the 1970s to 1% after 2005”.

19. McKinsey Global Institute. Mapping Global Capital Markets. Fourth Annual Report. Ene-ro 2008. La suma de los activos financieros globales ha pasado de 12 billones de dólares en 1980 a ciento sesenta y siete en 2006 mientras que el PIB mundial era de 10,7 billones de dó-lares en 1980 y de 48 en 2006. Según The Economist (Fixing Finance, A special report on the future of finance, January 24th 2009, página 21): “In America the industry´s share of total corporate profits climbed from 10% in the early 1980 to 40% at its peak in 2007. Its share pf the stockmarket´s value grew from 6% to 23%, according to Mr. Barnes. It is hard to believe that financial services create enough value to command such pre-eminence in the economy. At the peak, the industry accounted for only 15% of America´s GDP and a mere 5% of private-sector jobs”.

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

128 129

carLos brU: Tus últimas palabras nos han animado a todos. En eso estaremos: política no politiquera. Nunca A war as the solution como se ha di-cho a veces que el 39 resolvió, no fue así, era previo. Fue el New Deal; fueron tantas iniciativas que se tomaron en el mundo democrático y ahí estaremos. Vamos un poquito justos de tiempo, y por lo tanto, Blanca Vilá, vas a tener veinticinco minutos nada más. La presentación no puedo hacerla, porque la presentación a Blanca Vila sería tan larga que agotaría el tiempo, pero algo tengo que decir. Yo no sé si Blanca Vilá son uno o son dos o son tres, porque es un currículum tan completo el de esta mujer, que empezó como Licenciada en Derecho por la Universidad de Barcelona, después Doctora en Derecho con una tesis, que fue premio cum laude, Abuso de la posición dominante en el De-recho Comunitario y la competencia mercantil ―que no es lejano de lo que ahora tra-tamos, porque entonces, en aquella tesis tuya de Derecho Mercantil, supongo que hablabas de tangibles e intangibles, quizá mercaderías, y hoy ya todos sa-bemos, como ha recalcado Antolín, que ese mundo intangible es cuatro veces mayor que el tangible―. Luego esta mujer se ha formado, en universidades extracomunitarias pero sobre todo dentro de la Unión Europea: en el Colegio de Brujas, en Toulouse, en Estrasburgo, en Aix en Provence ―qué ciudad más bella, ¿eh?― en Perugia ―yo creo que has aprovechado para ir a los sitios más bellos de Europa―, en Atenas… Es experta legal de la Comisión Europea; Agente de la Comisión en veintidós asuntos contenciosos; obtuvo una beca Jean Monet ―¡hay que ver lo que han hecho las Jean Monet en la historia de la formación del Derecho Comunitario!―, miembro de la Junta del Círculo de Economía (muy importante para nosotros, Movimiento Europeo, Círculo de Economía porque ―dejémoslo sentado― en tiempos difíciles de autarquía dictatorial, el Círculo de Economía, junto a organizaciones como la que dio lugar al Movimiento Europeo, eran punteras en luchar contra el régimen dic-tatorial, sobre todo en el ámbito económico).

Ha dirigido tesis doctorales en cantidad y tiene muchísimos libros, pero las Lecciones de Derecho Comunitario Europeo y el Derecho del Mercado Interior son libros que hemos estudiado todos. Luego, artículos, todos los que queráis, y por tanto yo sigo preguntándome si son una o son varias. No, es una sola persona, es el resultado del trabajo, de la inteligencia y del esfuerzo. Tiene la palabra Blanca Vilá.

bLanca viLá

Muchas gracias Carlos, muchas gracias presidente. Yo creo que lo que pasa es que hace muchos años que estamos bregando y que somos ya muy viejos. En el caso mío son ya treinta años en la brecha. Ante todo soy pro-fesora y si algo me caracteriza es precisamente ésto; lo he sido siempre y lo seré hasta el final aunque haya estado ―eso es verdad― en distintos luga-res desde distintos ámbitos de la Administración. Gracias por organizar este acto, estando como estamos en un año de elecciones europeas, seguramente muy banalizadas en los medios de comunicación, demasiado interpretadas tantas veces en clave doméstica. Y éste es, en torno a las preocupaciones del momento, preocupaciones globales y preocupaciones locales, un acto muy puntual: abierto y con gran rigor, tal y como se vio en el programa desde el principio. Llego al final y tengo poco tiempo, por lo tanto voy a abreviar ya que no quiero aburrir.

El planteamiento que tenía, debido al hecho de actuar en el último mo-mento, engarza perfectamente con lo que aquí ha sido dicho en torno al tema del posible abuso de las libertades comunitarias, tema de reflexión actualmen-te de una cierta urgencia. El abuso de las libertades comunitarias engarza con una institución como es la OLAF, con sus funciones, con el control de los abusos de los fraudes, en este caso en los mercados financieros. Siempre em-piezo una reflexión con unos interrogantes provocadores, en este caso acerca de los problemas de los organismos de inversión colectiva en valores mobi-liarios y sobre los efectos de la existencia de distintas regulaciones en esta materia. Como soy profesora de Derecho Internacional Privado, en el que la disparidad o la diversidad jurídica es el sustrato, puedo preguntarme cómo resolver las disfunciones existentes entre las distintas piezas de las figuras jurídicas que regulan un mismo fenómeno, aquí los fondos de inversión, los famosos OICVM. El problema va a ser, entre muchos otros, el del alcance del poder de los depositarios, figura central y determinante tras la armonización alcanzada desde una primera época ―diciembre de 1985― la de la adopción

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Blanca Vilá es catedrática de Derecho Internacional Privado de la UAB

Movimiento europeo

130 131

de la Directiva sobre OICVM. Veamos qué regulación hay en la materia: La Unión Europea está en la cuarta revisión de estas normas. Hay además sobre los fondos en sí ―ya no sólo sobre todos los organismos de inversión colecti-va en valores mobiliarios― muchos problemas que han ido siendo matizados en las distintas revisiones, pero las grandes cuestiones están aún abiertas.

Me voy a ceñir, si les parece, al tema de la técnica legislativa utilizada tan-to en este punto como en otros sectores como mercado interior o derecho de la competencia, como derecho de sociedades u otros sectores contiguos ― y no tanto quizá en la fiscalidad― para interpretar los interrogantes anunciados, que serían los siguientes.

El primero se refiere al planteamiento de la armonización de los mer-cados financieros. Siempre se ha dado una tensión entre la dimensión de la integración del mercado, la dimensión de la transnacionalización de un determinado ámbito material, enfocada hacia la práctica de unas economías de escala, y la defensa de unos determinados valores o ―llamémoslo como quieran―el mantenimiento o la consecución de determinados resultados sus-tanciales. Por ejemplo, la solidez del sistema financiero o la protección de los inversores en este sector. Siempre ha existido esta tensión, por ejemplo, en el Derecho de la Competencia. Pensemos, por ejemplo, en el Reglamento de Control de Concentraciones, que nace como proposición de la Comisión en 1973 y no se adoptará hasta finales de los años 80. ¿Cuántos años “duerme” supuestamente ante el Consejo? Un montón de años, concretamente diecisés, ¿por qué?, porque había que construir operadores a escala europea ―no diré global todavía― pero al mismo tiempo había que proteger a los competidores antes los abusos de poder económico en operaciones de alta concentración, tantas veces extracomunitaria. Había que proteger la competencia y había de hacerse con criterios de protección sustanciales importantes que, por lo tanto, fueran netamente antimonopolísticos. Había que crear posibles futuros mo-nopolios, y luchar contra los monopolios en el mismo instrumento. Ésta es la primera contradicción, pero tenemos muchos ejemplos de esta tensión. En la construcción del Mercado Interior lógicamente se planteaba, en los primeros años, la posibilidad de fabricar un “europroducto” altamente armonizado, con directivas sobre cosméticos, o sobre determinados productos como ve-hículos automóviles, de larguísimas páginas de texto. Imposible: tuvimos que “darle la vuelta” a una armonización impracticable, y nos vino muy bien al

paso una clara jurisprudencia del Tribunal de Justicia, la jurisprudencia Cassis de Dijon, para marcar la pauta: había que reenfocar el elemento común en la armonización técnica. Le dimos la vuelta al tema y generamos un Mercado Único gracias a dar un nuevo enfoque en materia de armonización que creo que podría ser muy útil, como después señalaré, en materia de mercados fi-nancieros.

¿Y en Derecho de sociedades? ¿Qué pasó con las trece primeras direc-tivas? ¿Cuál era el problema? El problema básico volvía a ser el problema de los denominados “núcleos duros” inspiradores de un paradigma determina-do en la materia, y sobre los cuáles debía de haber una previa concertación entre todos los estados miembro. La contradicción básica en el Derecho de sociedades era el del monismo o dualismo del modelo, como se hizo patente en el proyecto de 5ª Directiva sobre los órganos de las sociedades anónimas. ¿Qué pasaba? Que para unir en un instrumento único un modelo de sociedad armonizada dábamos distintas opciones, muchas de ellas contradictorias, con lo cual no solucionábamos el problema. Armonizando de esta manera está claro que la contradicción vuelve a salir más tarde porque, evidentemente, no nos hemos puesto de acuerdo en un determinado modelo. En estos tres ám-bitos, derecho de la competencia, derecho del Mercado Interior y derecho de sociedades hemos tenido una muy buena escuela para salvar determinadas con-tradicciones que vuelven a aparecer en el ámbito de los mercados financieros.

Se trata ahora, pues, de dotarnos de un buen sistema y de un modelo que proteja los intereses que queremos proteger con más rigor ―solvencia, protección e inversores― o con un rigor reforzado. Pero pretender al mismo tiempo y con el mismo alcance seguir transnacionalizando los OICVM es labor muy delicada y extremadamente difícil de conseguir. Es el resultado de muchísimos equilibrios.

Desde 1985 las finanzas han cambiado de cara: se han hecho mucho más complejas en su arquitectura y mucho más opacas en cuanto a la visibi-lidad de todos sus elementos: dada tal complejidad y opacidad, el resultado es que no sabes efectivamente con quién contratas un determinado producto financiero, dada la cantidad de elementos aleatorios no siempre conocidos de antemano. ¿Cómo en la Directiva sobre OICVM y cómo en los instrumen-tos jurídicos relativos a los mercados financieros se vive esta contradicción general mencionada antes? Por un lado, la tensión sigue. La seguridad del

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

132 133

servicio financiero está ahí, pero la adopción de un pasaporte europeo para los servicios financieros es la necesidad y es el objetivo de esas mejoras. Nece-sitamos encajar el esquema de licencia única, de reglamentación de origen, de transnacionalidad… aunque al mismo tiempo sigue aumentando la disparidad jurídica, y parece que debemos ser mucho más cautelosos y más rigurosos con los elementos de seguridad del servicio financiero, y en particular los relativos a la protección del inversor. Transnacionalidad y protección del inversor cons-tituyen el alma de la armonización en este sector.

El segundo interrogante se refiere a un tema conexo: al riesgo del abu-so de las libertades. Estamos en una época en que hemos creado espacios jurídicos europeos para el uso y desarrollo de nuestras libertades de circu-lación, y concretamente de la libre circulación de capitales. Hemos creado, por ejemplo, un espacio jurídico común, un espacio de seguridad y libertad en el que el poder judicial, tanto civil ―más consolidado― como penal está consolidándose sobre la base del principio de confianza mutua y el de mutuo reconocimiento de decisiones judiciales extranjeras incluso con algún instru-mento común como la mencionada orden judicial de reconocimiento. Pero en esta época de construcción de espacios comunes , de alguna manera se está también, por parte de los particulares, dándole la vuelta, buscándose sus re-sortes y sus agujeros negros. El límite entre fraude y ejercicio de las libertades es muy dudoso, incluso para el Tribunal de Justicia ―y cito aquí por ejemplo la jurisprudencia del Tribunal de Justicia Europeo en el asunto Centros, en el derecho de sociedades―. En mercados financieros, uso y abuso se hallan ex-tremadamente próximos: la libre circulación de capitales puede significar un movimiento hacia las jurisdicciones más atractivas en términos fiscales, o en otros aspectos de su diseño, algo que cabe de por sí dentro de los límites de un modelo comunitario naturalmente diverso. ¿Cuáles son los límites entre lo natural y lo artificialmente provocado, que lleve a un resultado de ilegitimidad e ilegalidad comunitaria? Necesitamos intervenir normativamente ahí, justo para garantizar una gestión eficiente de un grado de diversidad jurídica acep-table en la armonización de los mercados financieros.

La tercera interrogante se refiere a la técnica jurídica a seguir. ¿Debe-mos seguir simplemente clarificando conceptos jurídicamente imprecisos de los ámbitos ya armonizados, o debemos adoptar realmente un modelo mí-nimamente común? Y si armonizamos ¿con qué óptica armonizamos? La

Comisión aprobó en 2007 una directiva dirigida exclusivamente a clarificar lo que entiende que se halla comprendido dentro del ámbito de aplicación de la directiva de 1985, porque se ha demostrado imposible recoger una tipifica-ción más o menos general. En efecto, si armonizamos, ¿qué armonizamos? Veamos: el día 26 de febrero el presidente de la Comisión presentó deter-minadas medidas para la clarificación de la responsabilidad de los deposita-rios de los fondos de inversión, en particular de los organismos de inversión colectiva. Esta mejora ya no es una mejora del marco jurídico de los fondos de inversión ―que ya han tenido su Libro verde y su Libro blanco― sino que, como dice en este caso Europa Press, la declaración de Durao Barroso se halla estrechamente conectada con la configuración de la trama europea del asunto Madoff: “Bruselas revisará las reglas de protección de los inversores alcanzados por el escándalo Madoff ”. Esta declaración nace de una preocu-pación de la Ministra francesa de asuntos económicos Cristine Lagarde, que fue planteada en el Consejo de Ministros a mitad de diciembre y que ahora ha reformulado ―cuando ya no está en la presidencia francesa de la Unión― al comisario McGreevy.

¿Qué pasa con los depositarios? Figura importante de los fondos de in-versión, los depositarios han de ser garantes, han de ser independientes, y no han de figurar en la misma sociedad de gestión. Figuran domiciliados en el domicilio del organismo del fondo y actúan bajo la supervisión de las auto-ridades de origen; pero resulta que unas legislaciones (más flexibles o menos rígidas, lo que aquí ha podido suponer una fuente de contaminación de pro-ductos tóxicos) prevén que se pueda delegar su obligación de control y de supervisión de los fondos que ellos representan, en los que ellos aparecen, y otras legislaciones se oponen rígidamente a cualquier modulación de su responsabilidad. La responsabilidad es en este último caso estrictamente del depositario. Si uno puede delegar ―que es lo que bajo determinadas legisla-ciones ha ocurrido― sus funciones propias, de policía económica, a operado-res menos rigurosos en distintos países, tenemos un caso claro de disparidad jurídica y de necesidad de armonización de la responsabilidad de los deposi-tarios, para evitar un resultado perverso y de falta de control y supervisión de estos activos, con alto riesgo de contaminación. Lo que decía la señora La-garde apuntando con el dedo es que en los países en los que está domiciliado el fondo, en los que la legislación que les es aplicable permita delegar, el nivel

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

Movimiento europeo

134

de toxicidad aumenta. Cuando los límites son más estrictos y no es posible delegar las funciones propias, evidentemente los límites son más precisos y la gobernanza es mayor. He aquí un ámbito ya mucho más perfilado para ser armonizado: el de la responsabilidad de los depositarios, y el del carácter es-trictamente indelegable de las funciones que le son propias.

Por ello, si tenemos una buena memoria de los antiguos problemas de armonización del Derecho de sociedades, tenemos además la experiencia de la larga vida del proyecto primero de Reglamento de control de concentracio-nes, y viendo cómo las reuniones del 1 de diciembre ―bajo la presidencia de Jüncker― del Eurogrupo; y el 2 de diciembre la reunión del Consejo ECO-FIN han ido funcionado bien, proponiendo una mayor coordinación racio-nal del sector financiero, podemos sintetizar la situación actual en materia e armonización de servicios financieros en cinco principios, a partir de los dos objetivos mencionados antes (el objetivo de la protección de los inversores y el objetivo de la transnacionalización del capital):

1º) el principio de autorización por el Estado de origen, Principio de autorización única, lo que significa un necesario pasaporte europeo y un au-téntico mercado único de servicios financieros que todavía, como se ha dicho aquí, no existe propiamente, y que significa una mayor coordinación de auto-ridades, porque hay un deber, evidentemente, de informar al de origen y al del país de acogida en el que los fondos actúan.

2º) Un segundo principio estructural: el Principio de independencia y de garantía de los depositarios, pieza clave para el buen funcionamiento en común de los servicios financieros.

3º) En tercer lugar, los distintos principios que podemos considerar prin-cipios de funcionamiento: el Principio de diversificación de riesgos, el Princi-pio de precisión de la evaluación de las operaciones de todo tipo y el Principio de agilidad en el reembolso de las participaciones.

4º) En cuarto lugar, el Principio de transparencia apreciado en todos los sentidos y en todas las direcciones; del contratante inversor, pero al mismo tiempo y de manera particular del organismo colectivo frente a la autoridad de origen, tanto en la autorización inicial como en el funcionamiento; y frente a la del país de destino donde realiza sus actividades.

5º) Y quinto, el Principio de agilidad y transparencia en la gestión en lo que llamamos “Derecho de los folletos” dirigido a una buena gestión, re-

querido en particular a las sociedades de gestión en mayor medida que a las sociedades de inversión propiamente dichas.

Llegados aquí, ¿qué falta por hacer? ¿cómo podemos mejorar? Pues intentando dar una nueva mirada a la armonización útil y eficaz del régimen común previsto para los depositarios y del alcance de la responsabilidad de los depositarios: ¿Por qué no intentar para los mercados financieros un nuevo enfoque específico para este ámbito, recordando la experiencia útil del nuevo enfoque en materia de normas técnicas en el Mercado Único desarrollado a partir de 1985 para un auténtico mercado interior de productos ―mucho más sencillo que el de servicios ―, al que antes he hecho referencia?: el principio del país de origen servía a tal fin a través de la regla de reconocimiento mutuo, y gracias a este engranaje pudieron ver la luz decenas de directivas breves y eficaces, armonizando solamente las condiciones esenciales de los productos, los núcleos duros más difíciles (seguridad de los productos, interoperabili-dad).

¿Por qué no aprender de las buenas experiencias? ¿Por qué no pensar en un nuevo enfoque en materia de armonización financiera que se base en algunas de las premisas que aquí han sido dichas y que hacen referencia al Principio de confianza mutua? Por ello, y para acabar, sumándome a las con-clusiones anteriores lo que propondría es un nuevo enfoque que aprovecha-ra, primero, las multi-medidas planteadas en determinadas orientaciones tan bien resumidas por el ponente anterior. Si contemplamos los resultados del último Consejo ECOFIN del día 2 de diciembre último veremos que han ido adoptándose medidas previstas para varios ámbitos, incluido el fiscal - la lucha contra los paraísos fiscales es actualmente un tema central. Pero no bastará sólo con la clarificación del régimen jurídico de los OICVM o de los fondos de inversión, o con aclarar la situación de los depositarios, y reforzar la coope-ración de autoridades, sobre todo de las autoridades supervisoras (reforzando la información, la gestión de la Europa de los buenos folletos y formularios) o sobre todo el pasaporte único para productos financieros como encarnación del principio de origen. Aunque ya se intentó implantar en principio con la Directiva de OICVM de 1985 y sus sucesivas revisiones, hace falta consoli-dar la tarea de una buena armonización ―este va a ser trabajo del Parlamento Europeo― no del conjunto de los aspectos relativos a los fondos de inversión, sino de los problemas, de los “núcleos duros” de esas figuras, es decir de aqué-

Una regulación comunitaria de los mercados financieros

135

136

Movimiento europeo

llos que son los generadores de los conflictos que hemos examinado. Se trata de la seguridad de los servicios financieros, manteniéndose y respetándose un buen grado de disparidad jurídica interna, y aplicando el reconocimiento mutuo, debería darse una nueva mirada al tema precisamente ahora que han ocurrido las mencionadas disfunciones, nueva mirada que podría redundar en la eficiencia de la regulación común. Porque si reducimos el objeto a regular, mejoramos la legislación, y entiendo que de esta manera sí podría funcionar, al menos para el ámbito europeo, el principio de confianza y de cooperación entre autoridades. Esta sería mi conclusión un poco al hilo de lo que ya ha sido dicho aquí. Muchas gracias.

CLAUSURA

carLos maría brU

Muchas gracias señor Secretario de Estado, gran amigo y colega en el estudio del Derecho Comunitario, Diego López Garrido. Antes de la inter-vención del Secretario de Estado, a quien agradecemos su presencia y su pun-tualidad, quisiera dar las gracias también a Blanca Vilá por su intervención, así como a las dos anteriores que han tocado un sinnúmero de temas, todos percutantes, todos incisivos y todos al día. Antes nos hablaba Luís López Sanz de la nueva OLAF, de lo que fue la OLAF, de lo que va a ser la OLAF y el campo al que puede extenderse, y verdaderamente todos nos quedábamos más confiados. Cuando antes Antolín Sánchez Presedo, en su resumen, nos hablaba primero de lo que es el Institucionalismo ―eso que parece despre-ciarse― de la Unión Europea y lo que ha significado la extensión de la codeci-sión y lo que se quiere conseguir, p.ej. luchar por que el Parlamento Europeo tenga campos de actuación en la comitología y que ese famoso contrafile ya no se repita. Que el Parlamento Europeo intervenga en esa fase, porque si no la codecisión sería una trampa, sería ―digámoslo coloquialmente― un ca-melo. En todo ello, como buen jurista en el campo del Derecho de la Unión, Antolín nos ha hecho ver. Y en esa llamada que nos ha hecho a un sentido de la responsabilidad total, el de que la autorregulación no es tal regulación muchas veces porque es un libre albedrío. Es ese abuso de la libertad de que nos hablaba Blanca Vilá.

Muchas veces es una coartada para que el Derecho no esté donde tiene que estar, y es un Derecho, lógicamente ―como desde Kelsen acá nadie dis-cute― acompañado de posibilidades de coacción.

ClausuraMovimiento europeo

139

140 141

Todo ello nos hace recobrar la confianza de que el Parlamento Europeo no va a tirar la antorcha, va a luchar para que, en estos momentos de crisis con injusticia, por lo menos se convierta en justicia como medio para combatir ésta y futuras crisis.

Y cuando Blanca Vilá nos hablaba de temas de seguridad, y de seguridad en los juguetes ¿por qué no? En juguetes, en alimentación, etc. etc. Toda esa regulación se ha hecho para que en la vida cotidiana del ciudadano y la ciu-dadana europea la seguridad sea auténtica, que no exista ese riesgo cotidiano donde no debe estar,porque para eso existe el control, el control con un ori-gen democrático.

¿Por qué no en los llamados productos financieros de diseño? De los cuales Blanca nos ha recordado ―que muchos de sus importantes causantes o coadyuvantes o por lo menos seguidores de la crisis― reconocen no enten-derlos.

Cuando nos ha hecho ver la trampa que puede suponer esa ley de origen frente a lo que es una mínima armonización. Cuando ha hecho alusión a algo ―yo lo sufrí mucho porque lo he vivido, porque he trabajado en los orígenes en el Parlamento Europeo cuando las Directivas y la oposición radical a la Quinta, sobre Sociedades Anónimas― la imposibilidad de que esa democracia interior en el sistema dualista germánico se lo tumbaron. Y recordemos que ha habido también, para esa llamada societas europea ―que a mí me parece una cursilería llamar así a lo que es la Sociedad Anónima Europea― que ya está en vigor mediante un reglamento y una directiva y que también está en vigor en España. Ocurre que hubo un intento, allá por el año 2000 en la ciudad de Niza, en el que lo que era la clave consistente en la participación de empleados después de recortes y recortes, hubo un Jefe de Gobierno que se negó radical-mente a que se pudiese extender a los países donde iba a haber una Sociedad Europea, el que pudiese extenderse ese principio no solamente de justicia y de democracia interna sino, hoy se ha visto de eficacia. Pensemos en las grandes entidades financieras, lo que puede suponer la coparticipación, es decir, “no hagan ustedes locuras, no se metan en aventuras, que nosotros que somos los fijos, que no somos los freelance, ni somos los grandes ejecutivos con los millones de dólares de premio, sino que somos los que estamos en el día a día, sabemos que esto no se puede llevar a cabo”. Felizmente, parece ser que el reglamento y la directiva en España permiten que esa extensión del sistema dualista y de la coparticipación tendrá lugar.

Aquí, como verás querido Secretario de Estado, se ha tratado de muchos temas, se han tratado con mucha valentía, no ha habido valores entendidos ni ha habido tampoco reservas mentales y llega el momento en el que cerramos este cursillo en el cual el Movimiento Europeo ha querido comprometerse. Primero, en la primera jornada, La Unión Europea y la prevención de las crisis econó-micas, qué se hacía en Europa, cómo se estaba preparando esto, cómo podían no comernos los acontecimientos.

En el segundo, que fue ayer, El papel de la Unión Europea, evidentemente no se ha eludido lo mucho que hay hacer, y yo sé que tú, Secretario de Estado, vas a trabajar mucho en ello para que en el Londres de Abril la Unión Europea funcione más unida, más organizada y con más sentido de la responsabilidad. Y este último día de hoy, en el que se ha dado un gran giro hacia lo que debe ser la regulación, el poner negro sobre blanco normativizar. Ese negro sobre blanco de que no todo se puede dejar a la sedicente autorregulación, sino que hay una regulación de calidad y de origen democrático imprescindible para Europa. Y ahí es donde nosotros queremos oírte, querido Secretario de Estado, lo que va a hacer España y cuáles son los planteamientos al efecto de la Secretaría de Estado para la Unión Europea que tú tan dignamente diriges. Muchas gracias.

diego LóPez garrido

Muy buenas tardes a todas y a todos, y muy agradecido de nuevo al Con-sejo Federal del Movimiento Europeo, presidido por mi amigo Carlos Bru, que me invita casi siempre a estas cosas, y yo vengo también casi siempre. Debe de ser que no lo hago tan mal, porque si no no me invitaríais. Intentaré no defraudar en esta clausura de estas jornadas del Movimiento Europeo al que tanto quiero y que tiene ya sesenta años. Recuerdo que fue el año pasado cuando estuvimos en La Haya celebrando, en un acto muy hermoso, el sesen-ta aniversario del Movimiento Europeo organizado por mi colega holandés Franz Timmermans, quien presentó pruebas gráficas admirables, porque hubo

Clausura

Diego López Garrido es Secretario de Estado para la Unión Europea

Movimiento europeo

Movimiento europeo

142 143

un cortometraje muy emotivo sobre el nacimiento del Movimiento Europeo y unas palabras de Churchill, las más europeístas que yo haya escuchado nunca a un presidente de gobierno británico.

Creo que este Movimiento Europeo es el más veterano de todos los impulsos al europeísmo, a la idea de Europa, a la Europa no solamente en un sentido racional sino en un sentido emocional. Yo digo siempre que Europa se consolidará e irá avanzando en la medida en que no sólo haya europeos de cabeza, sino también europeos y europeas de corazón. Y el Movimiento Europeo es europeo de cabeza y de corazón. Por eso siempre me agrada estar con vosotros, en este caso para hablar de un asunto que va a poner sin duda a prueba a la Unión Europea. No cabe duda de que la va a poner a prueba.

Aunque estamos ante una Unión Europea muy consolidada, con más de cincuenta años de vida, estamos metidos en una crisis financiera–económica tan enorme que creo que es una gran oportunidad para que la Unión Europea manifieste que sirve; que es en estos momentos el instrumento más poderoso que tenemos los europeos para combatir la crisis económica.

Creo que éste es ahora el gran objetivo de los europeístas. Hay otros momentos para otras cosas, pero en este momento creo que el objetivo de los europeístas es demostrar que nuestra mayor arma, nuestro mayor tesoro para poder combatir y superar la crisis, es la existencia de la Unión Europea.

Cuando en los años 30 se produjo la Gran Depresión en los Estados Unidos no existía la Unión Europea, y ésa es una gran diferencia con lo que está pasando ahora. Y desde hace algún tiempo, también hay otra diferen-cia que hay que reconocer: hemos venido conociendo crisis en los Estados Unidos y en otras partes del mundo, pero hasta este momento no habíamos vivido nunca una crisis en todo el mundo al mismo tiempo. Hemos conocido crisis diversas, pero una crisis sistémica mundial como la que vemos ahora no la ha hemos conocido ninguno de los que estamos en esta sala.

Por eso es por lo que la Unión Europea, un instrumento global, una construcción que va más allá de las fronteras nacionales, es un instrumento del que deben salir soluciones políticas globales. “Entre todos”. Creo que esa es la clave de la salida de la crisis, poder abordar estas cuestiones desde la coordinación y la solidaridad.

La crisis se está examinando hoy en Davos, Suiza. El objetivo de la re-unión de Davos es la crisis mundial.

He estado escuchando esta mañana las declaraciones de algunas de las personalidades que están en Davos y que hoy, mañana y pasado van a trabajar y van a pronunciarse sobre el asunto. Lógicamente, he oído más diagnósticos que salidas. No hay claridad sobre el pronóstico de cuándo vamos a salir de aquí, tal como le preguntaban el otro día los espectadores al presidente del Gobierno en Tengo una pregunta para usted.

Creo que ésa parte de la situación, es una crisis tan abrupta, tan sistémica, tan inesperada en sí en su intensidad y que diríamos que no ha dado tiempo para poder elaborar, no ya una fórmula, ni siquiera un diagnóstico.

Y en eso es precisamente en lo que estamos ahora mismo. Eso es de lo que van a hablar en Davos y eso es de lo que van a hablar en Londres el 2 de abril los países del G20, entre ellos España. Ayer, un lunes negro, vimos que se perdían en un solo día 72 500 puestos de trabajo en multinacionales. Hoy las cifras hablan de 51 millones de trabajadores que pueden perder su empleo en el mundo en los próximos meses como consecuencia de una crisis que golpea especialmente a los más vulnerables y que golpea sobre todo a los países en desarrollo. Uno de los problemas que plantea la crisis es que ésta se va a cebar sobre todo en la inversión directa en los países en desarrollo. Según datos del Banco Mundial, se van a perder 180 000 millones de dólares, es decir, una caída del 31% respecto de 2008 en inversión extranjera directa en países en desarrollo, lo que dará lugar en esos países a un mayor desempleo y a una intensificación y profundización de sus males endémicos, tales como mortalidad infantil, las enfermedades y la privación de elementales derechos sociales.

Es por tanto una crisis que debe verse no solamente en una perspectiva macroeconómica sino también en una perspectiva social; los efectos sociales van a ser tremendos en términos de desempleo y de pobreza.

Precisamente de cara a un año, el año que viene, que es el Año contra la pobreza y la exclusión social. Todas estas cosas debemos tenerlas en cuenta a la hora de evaluar una crisis que no respeta a ningún tipo de país, por supues-to. Las cifras que conocemos en Estados Unidos son espectaculares, tenemos allí una situación que está exigiendo un planteamiento muy agresivo ―en sen-tido positivo― y que, felizmente, ha admitido el flamante presidente Barak Obama, que cada día nos está presentando una iniciativa, yo creo que en la buena dirección, de combate a la crisis; y de salida de la crisis, no solamente

Clausura

Movimiento europeo

144 145

con un gasto público, en este caso, de 875.000 millones de dólares, sino que además está hablando de la Economía de la energía y de la lucha contra el cambio climático y no de cualquier manera.

Creo que esto hace que tengamos esperanzas de que la economía estadounidense, que es normalmente la locomotora del mundo, vuelva a serlo y salga del hoyo en que está metida. Por dar algunos datos últimos que tengo a la vista, la producción industrial ha descendido un 2% en diciembre. Las viviendas iniciadas en diciembre en Estados Unidos ofrecen un descenso del 15%. No extraña nada, pues, que el objetivo de la nueva administración de Barak Obama sea precisamente el estímulo de la economía a través de esas cifras extraordinarias de inversiones, algunos recortes de impuestos, pero esencialmente cifras de estímulo a la inversión y que además estén como digo en esa buena dirección de la lucha contra el cambio climático, del tema de la energía, del tema de la salud. Barak Obama quiere cambiar también el sistema de salud norteamericano, que es un sistema de salud en el que hay decenas de millones de personas que no tienen ni poco ni nada de seguridad social en el país, se supone, más poderoso del mundo. Todo esto establece un cuadro desalentador, aunque no tenemos que admitir el desaliento. Los últimos cuadros del Banco Mundial plantean una previsión de crecimiento inferior a la que se pensaba hace muy poco. El crecimiento global del próximo año se supone que va a estar en el 0,5% cuando hace muy pocas semanas se hablaba de un crecimiento de entre el 1 y el 2 % , es decir, que cada vez que hay una evaluación las previsiones son peores. La crisis, naturalmente, se extiende a la Unión Europea una crisis que no puede decirse que sea propia de un solo país, y las previsiones de Bruselas en cuanto a crecimiento del PIB son del 0,4-0,5 % para el año próximo.

Según el EUROSTAT de 22 de enero, las operaciones corrientes de los veintisiete países de la Unión Europea con países terceros arrojaron un déficit de 39,5 millones de Euros de euros durante el tercer trimestre de 2008.

Los pedidos a la industria han caído en la Unión Europea; en noviembre del año pasado hubo hay una caída en picado. Tengamos además en cuenta que las intervenciones de los Gobiernos les van a llevar inevitablemente a cifras de déficit público que van a rebasar, se quiera o no se quiera ―y en ese sentido hay una cierta flexibilidad― el famoso 3% de déficit del Tratado de Maastricht. En concreto parece que en estos momentos, de los dieciséis países de la zona euro

diez de ellos lo rebasarán. Desde luego, España va a rebasarlo. Ni que decir tiene que España, estando en la zona euro, estando en Europa y estando en el mundo, tiene una situación de crisis como la de otros países europeos, con la desventaja de tener una economía con una gran precariedad en el empleo en algunos sectores y con una gran dependencia en el sector de la construcción, lo que hace que el hundimiento de la construcción haya provocado que en poco tiempo la tasa de paro sea elevada. Es verdad, todo hay que decirlo, que ha subido muchísimo la población activa, es decir, la gente que quiere encontrar empleo ha subido mucho porque España creció muchísimo, sobre todo en el caso de las mujeres que tenían una tasa de población activa baja, y entonces todavía se mantienen fuertes cifras de gente que busca empleo, y como hay mucho paro, el porcentaje de parados representa mucho en relación al porcentaje de población activa. Hay sectores especialmente golpeados. No sólo la industria, sabemos lo que pasa con el sector del automóvil. Han bajado las ventas un 31% en Francia, que tiene una dependencia enorme de este sector. Precisamente por esa razón, España y Francia han propuesto que haya un Plan Europeo del Automóvil y no solamente planes nacionales del automóvil, que ya lo hay por ejemplo en España.

Por cierto, y dado lo novedoso e inesperado de la crisis, veo al fondo gente de veinte años aunque, curiosamente, también los hay de más de sesenta, que tampoco la han conocido. No sé si la Gran Depresión fue así, no vivíamos entonces, pero parece que ésta no quiere quedar a la zaga.

La cuestión, pues, es la respuesta a dar. ¿Cabe laissez passer? ¿Cabe responder? Si es así, ¿cómo y a través de qué políticas? La respuesta tendría una orientación correcta si partiese del reconocimiento de que la crisis es sistémica o, si se quiere, global. En donde los sujetos lo son en cuanto sujetos de una Economía también global.

De ahí fue como a iniciativa de la Unión Europea se produjese la reunión en Washington de noviembre pasado a la que acudió el anterior presidente de los Estados Unidos, al mismo nivel que la presidencia de la Unión Europea ostentada por Francia, y donde no faltó España.

Allí se entendió la necesidad de dar una respuesta conjunta a esa crisis, y que la misma no puede ser pretexto para un nuevo proteccionismo. Así, hoy mismo he oído directamente a Pascal Lamy, presidente de la Organización Mundial del Comercio, en sus declaraciones desde Davos: alertaba contra

Clausura

Movimiento europeo

146 147

la tentación del proteccionismo, ya que eso sería la puntilla para países en vías de desarrollo. Algunas ideas aparecen en Washington ya un tanto como embrión de un Gobierno Económico Mundial. Porque en Washington estaba representado, a través del G20, nada menos que el 95% del PIB del mundo.

No poca, por tanto, representatividad la allí actuante. Y allí surge la necesidad de una reforma que el Consejo Europeo ya definió en diciembre como “una reforma real y completa” del sistema financiero internacional que comportase mecanismos de control y supervisión del mismo.

Realmente increíble el que una crisis tan impresionantemente fuerte no hubiese sido detectada por nadie, ningún adivino la predijo, ha sido como un tsunami cuyo origen es otro tsunami en sí, el desastre de la contratación hipotecaria subprime y apalancamiento subsiguiente en Estados Unidos, de efecto exponencial dada la potencia contaminadora de Estados Unidos a través de todas las arterias financieras del planeta Tierra.

Porque, no nos duelen prendas, hay que decir que la Banca de inversión americana no tenía ni un solo control. Banca de inversión americana que, por cierto, ahora mismo, como si fuera la Unión Soviética, es de propiedad del Gobierno norteamericano porque está nacionalizada entera.

Y si le preguntas a Greenspan que por qué no se controlaba, argüía a base de la necesaria libertad y flexibilidad del mercado; efectivamente, se facilitó la ley de la selva, la más flexible del mundo. Hemos sufrido todos la contaminación, causante de una desconfianza estructural en el sistema financiero: los bancos no se acaban de fiar en cuanto a la liquidez, todavía muy pequeña, y es que no saben los activos que tienen los demás, cuya consecuencia es no solamente sequedad de préstamos a las familias, también hay sequedad en los préstamos en el sistema interbancario.

Los bancos europeos están sacando dinero de los préstamos que les da el Banco Central Europeo en Frankfurt y no se los están llevando a sus países para prestar a su vez a sus clientes, los están dejando en Frankfurt a un 0,5 por debajo, pagando interés y perdiendo, están pagando más interés al Banco Central que lo que les da de interés el Banco en los depósitos, y por eso hay una diferencia, para ver qué pasa en el futuro, por si acaso viene otro tsunami y tienen que afrontar a sus acreedores.

Pero no hemos de negar que se ha iniciado una respuesta adecuada, la respuesta de una coordinación global, adecuada pero claramente insuficiente en este momento.

Ahí está la Unión Europea. Surgen las preguntas: ¿Qué hace la Unión Europea? ¿La Unión Europea sirve para algo? ¿Sirve para afrontar la crisis? ¿Es mejor estar en la Unión Europea que no estar? ¿Qué hubiera pasado si no hubiéramos estado en la zona euro? Creo sinceramente que la Unión Europea está siendo un instrumento muy importante para frenar la caída libre del sistema financiero y para poner las bases de una recuperación económica a medio plazo.

La Unión Europea ha detectado bien la situación, ha reaccionado unitariamente y está siendo un instrumento importante de trabajo en el campo de la política financiera. La Unión Europea es la que, en un momento en que Estados Unidos está bajo el síndrome del pato cojo ―le pilla la crisis con un presidente a término y en su peor momento de popularidad― toma el relevo con habilidad, a lo que no es ajena la Presidencia Francesa y gracias a la reunión del 12 de octubre en París del Eurogrupo ―porque unos días antes la reunión de los cuatro grandes sin España y sin Polonia no había servido para nada― por los Dieciséis de la Eurozona se frenan la caída y el colapso absoluto del sistema financiero.

La UE desarrolla una política estructurada en torno a un plan de choque inmediato de inversiones públicas, por tanto políticas neokeynesianas, como las que están haciendo en estos momentos en Estados Unidos, un plan de choque de un 1,5% del PIB, 1,2% por los Estados y 0,3% por las Instituciones, es decir, por la Comisión, esfuerzo seguido con más o menos rapidez. Sabido es que Alemania arrastra más los pies, pero que termina por hacer la inversión más fuerte conocida en aquel país desde la Segunda Guerra Mundial.

El Gobierno español también ha hecho una política de inversiones, de estímulo tanto a la demanda como a la oferta; pero sobre todo una política de inversiones en infraestructuras públicas, como la reciente de 11.000 millones de euros, más de un punto del PIB español y que, al ser ejecutada por los Ayuntamientos, no será la solución mágica pero tendrá una influencia en la recuperación de la Economía y como freno a la constante pérdida de puestos de trabajo.

La Unión Europea es capaz de desarrollar una política con vertiente planetaria, en el sentido de que es ella quien toma la iniciativa y la que dirige a los países que se reunieron en el G20 en Washington y que se van a reunir en Londres el 2 de abril. Hay un liderazgo de la UE. Veremos qué hace Obama

Clausura

Movimiento europeo

148 149

en esa cumbre y esperemos que Estados Unidos la colidere junto a otros países emergentes, como China, que estaba creciendo al 10% del PIB y hoy sufre también una desaceleración fortísima.

Porque no puede decirse que sea del mundo occidental o del mundo oriental, del Norte o del Sur, es toda una crisis planetaria que como tal siempre duele más al que menos tiene.

Si les parece conocer mejor la política estructural prevista por la Unión Europea, les expongo brevemente las acciones estratégicas, conformes con las previstas en el Tratado de Lisboa:

1) Apoyo al empleo y reprogramación del Fondo Social Europeo, 2) Reducción del impuesto sobre el trabajo y las rentas bajas, 3) Financiación a PYMES, 4) Reducción de cargas administrativas para favorecer el espíritu empresarial, 5) Inversiones para la modernización de las infraestructuras ―siendo ésta es la más importante de todas.

Ha sido esta última, sin duda, la medida estrella entre las adoptadas por España y Portugal en la cumbre de Zamora: fundamental ha resultado la interconexión global entre ambos países para gas y electricidad, es decir, la creación de un mercado ibérico de la electricidad y un mercado ibérico del gas. Y si de infraestructuras de comunicación se habla, recordemos el impulso al AVE, y no menos las medidas ayer discutidas en el Consejo de Asuntos Generales al que tuve el honor de asistir en Bruselas. Hubo allí un punto del Orden del Día dedicado a seguridad energética y lo que España expuso es que las inversiones en infraestructuras gasísticas, en mantillas hoy en Europa, hay que lanzarlas en todo caso y más en coyunturas como la de la crisis Ucrania – Rusia.

¿Por qué se produce la crisis Ucrania–Rusia y golpea de lleno a Rumanía, a Bulgaria, que dependen en el 80% del gas ruso? Porque no está la Unión Europea, por falta de Europa. Si echamos una ojeada al mapa europeo, vemos que está dividido en dos por las estructuras del gas, de una parte la Europa del Este, antiguamente dividida por el Telón de Acero, cuyas infraestructuras de gas proceden de Rusia, y de otra quienes, como nosotros, que dependemos 0% de Rusia.

Es, pues, un problema de neta Política Energética Común, carente en Europa. La que exige mejoras de todo tipo, también en cuanto a eficiencia energética en los edificios, promoción de productos ecológicos, aumentos de

inversión en I+D+I, tecnologías limpias y acceso universal a la banda ancha… he ahí algunas de las líneas de la estrategia de Lisboa.

Estrategia que, a su vez, descansa en 4 áreas prioritarias: protección del empleo, la 1ª; promoción de las empresas, la 2ª; inversión en infraestructuras y energías, la 3ª; investigación e innovación, la 4ª. Cuatro importantes áreas de una estrategia de Lisboa más urgente que nunca y necesariamente a renovar durante la presidencia española.

Una Unión Europea unida, que en los problemas del medio ambiente resulta capaz de abordar el desafío (así con la Presidencia francesa y su ambicioso programa del 20-20-20), capaz de ser interlocutora única respecto de Rusia en materia energética (no una Rusia interlocutora bilateral de Rumanía, Bulgaria o Ucrania, que es la estrategia que naturalmente más le interesa a su suministrador).

Y cuando estamos hablando de los efectos sociales, pensemos en una Europa social todavía no del todo existente, porque no ha desarrollado aún políticas sociales de suficiente enjundia. Y cuando hablamos de crisis económica, pensemos en una más que nunca necesaria acción de la Unión Europea a través de los instrumentos más a mano, por ejemplo, el Eurogrupo.

Es este un momento grave, y tenemos que explicarlo, reflexionarlo, responderlo desde la Unión Europea. La era del enfoque bilateral de las políticas económicas ha finiquitado, también las pocas que iban quedando, como la política de energía. Se acabó el enfoque bilateral en las políticas económicas y financieras, no hay otro enfoque más que el europeo, y no podremos salir de esta crisis si no asumimos decididamente esa condición. Yo espero que así lo hagamos en los próximos tiempos.

Tenemos ahora en la Unión una Presidencia checa, ciertamente no demasiado entusiasmada con la Unión Europea, pero que a las primeras de cambio no ha tenido más remedio que enfrentarse con este asunto. Ante la primera crisis, la del gas, Topolanek ha tenido que hablar con Putin en nombre de la Unión Europea, porque el instrumento fundamental no es otro que la Unión Europea.

Cuando fui el otro día, 8 de enero, a Praga, a un Consejo Informal de Asuntos Generales convocado por el vicepresidente del Gobierno checo acerca del tema de la energía ―justo en esos días estaban tiritando de frío en

Clausura

Movimiento europeo

150

Rumanía y en Bulgaria― dispénseme les diga que me puse las botas: “miren ustedes, España depende 0% de Rusia, ustedes. dependen el 80%, pero soy solidario, lo siento como ustedes. porque soy europeo”.

Eso es la lección de la Unión Europea. Así que Chequia, por mucho que remolonee sobre este asunto, no tiene más remedio que caer en la realidad que se impone, que los desafíos existentes solo pueden abordarse desde la Unión Europea, desde cada país como es lógico, pero con una estrategia europea.

Esto es lo que se desprende de los momentos que estamos viviendo. Es algo paradójico, pero a mí me parece que justamente ahora, cuando se viven situaciones tan difíciles después de tantos años de crecimiento ininterrumpido, una situación de recesión que no sabemos cuándo acabará exactamente, es cuando la Unión Europea adquiere una nueva legitimidad.

Se ha visto lo importante que es estar en Europa, en la zona euro, y eso lo han vivido todos los países europeos, los más europeístas y los más euroescépticos, lo han vivido en Irlanda, lo que espero condicione favorablemente el referéndum del Tratado de Lisboa; lo han vivido en Islandia -un país en bancarrota, lo que ha dado lugar, ayer, a la dimisión de su presidente del Gobierno- cuya ciudadanía se lamenta ahora de no estar en el euro.

Hay una relegitimación de la UE, porque la Unión Europea, a diferencia de los Estados ―y con esto termino ya― lo tiene más difícil para su legitimación. Porque cuando eliges a un presidente de Gobierno, lo hayas votado o no, te guste más o menos lo que haga, es tu presidente, tiene una legitimidad natural que se impone y nadie discute la legitimidad de ese presidente, sean los momentos mejores o peores, para eso al llegar las elecciones la gente votará a quien le dé la gana y pondrá el gobierno que apetezca, eso es la alternancia, eso es la democracia.

Pero a la Unión Europea no le cabe legitimarse sino por los hechos, no hay un Gobierno Europeo del que tu digas “ese es mi gobierno legítimo”, no hay una cara, todavía, la Unión Europea tiene que legitimarse cada día, demostrando que es útil, que vale, que sirve, y creo yo que en este momento, con la crisis, lo está haciendo. Lo está haciendo, lo digo en gerundio, pero estamos metidos en la crisis, en el ojo del huracán, y va a ser una gran prueba para la Unión Europea, sometida a una importante crisis económica, expuesta a superar la asignatura pendiente institucional que es el Tratado de Lisboa,

que no sabemos lo que pasará, pero que es imprescindible para poder abordar este tipo de desafíos que tenemos en este momento.

Por eso yo felicito al Movimiento Europeo al haber planteado estos días este debate, porque este es el gran debate de hoy en Europa, el gran debate de la legitimidad de la Unión Europea que no puede rehuir al enfrentarse a la crisis y tener que ayudar a otros en la recuperación de la misma.

Por cierto que en España nos va a tocar lidiar con este asunto dentro de muy poco, desde luego vamos a tener una presidencia en el 2010 muy importante, así se espera que sea, lo decía el Director de Gabinete del presidente de la Comisión, Durao Barroso.

De España se espera una gran presidencia en un momento clave para Europa. ¡Ojalá pueda ser esa Presidencia la de la salida y recuperación de la crisis!, desde luego España tendrá que intentar, e intentará, que eso sea así al frente de la Unión.

Esto es uno de los desafíos más importantes que vamos a tener como Estado miembro en un momento especialmente crítico de la vida europea. Muchas gracias.

carLos brU: Muchísimas gracias, señor Secretario de Estado. De entre los amigas y amigos presentes, con probabilidad más de uno pensaba plantear alguna cuestión, pero no va a ser posible, porque esta sede de las Instituciones Europeas no obstante su amabilidad y su generosidad, está sujeta a unos horarios fijos y eso nos obliga a dejar esta sala. Lo que cabe es que a nuestra oficina del CFEME nos mandéis por escrito las preguntas que se os ocurran y las nosotros las transmitimos a las Instituciones europeas y a la Secretaría de Estado. Lamento que no pueda darse el diálogo, se han dado intervenciones tan densas cómo extensas por parte de los ponentes, lo que es de agradecer pero nos restó tiempo. Repetir de nuevo nuestro reconocimiento al Secretario de Estado por el sacrificio que en su agenda supone su presencia e intervención aquí. A diferencia de ese horrible frío en Rumania y Bulgaria de estos días que era auténtico por falta de la energía básica e imprescindible, yo estoy seguro de que puede contar con el calor y el entusiasmo con que el Movimiento Europeo, desde la sociedad civil, aporta a su labor. Labor no inocua la cotidiana y la del

Clausura

151

Movimiento europeo

reto de una Presidencia para el primer semestre de 2010, en la que por cierto se inaugura por iniciativa española, una acción común con las otras dos siguientes presidencias, si no me equivoco, las de Hungría y Bélgica. Creo que el calor, el interés y el entusiasmo por Europa que ha demostrado ―no un entusiasmo caprichoso sino racional― el Secretario de Estado, nos ha de contagiar: prometo que el Movimiento Europeo seguirá trabajando en firme entre otras cosas, para que el frío no se manifieste en las elecciones europeas de junio; para que no se congele el Tratado de Lisboa y para –repito- que la próxima Presidencia española “se ponga a cien” y ello no por vanagloria patriotera sino para, también en beneficio de España, impulsar la construcción europea y que la Unión de ella nacida se proyecte hacia una imprescindible y urgente gobernanza mundial que, con crisis y sin crisis, es lo que nos reclaman los ciudadanos. Muchas gracias, Secretario de Estado, muchas gracias, ponentes, muchas gracias amigas y amigos.

CRISIS ECONÓMICA Y FINANCIERA

Repertorio (informal) de opiniones de expertos (y de otros no tanto)

Por el equipo del CFEME

152

attac: - No inyectar liquidez a los causantes de la crisis.

PaUL KrUgman, premio Nobel de Economía, (El País ,03/03/08): - Hay 7,5 billones de dólares en hipotecas estadounidenses pendientes de pago.- Procede una terapia de la “bofetada”: imponer un tiempo muerto a la fiebre bancaria por empaquetar activos y estrangular a los deudores remanentes. Pero la pregunta es: ¿cómo?

J. L. LeaL, ex Ministro de Economía, ex presidente AEB, (El País 24/09/08): - La desregulación, historia finita.

José manUeL dUrão barroso, presidente de la Comisión Europea, (El País 02/10/08):

- Hacer una normativa europea.

vidaL-beneyto, sociólogo y politólogo, (El País, 04/10/08): - No a la compra de tóxicos (a lo Paulson). Riesgo futuro de Credit defaut spread (en adelante: CDS).

Jordi seviLLa, diputado, (El Mundo ,05/10/08):- ¿Sólo las subprime?

PaUL KrUgman, (IHT, 05/10/08): - Hacer lo que Suecia en los 90: nacionalizar la Banca.

JoaqUín estefanía, periodista, (El País 06/10/08): - “paracaídas de oro”/ Rescate = 16% PIB/USA.

gUiLLermo de La dehesa, presidente Centre for economic policy research, (El País ,06/10/08):

- Que la UE no trate banco a banco ni Estado Miembro a Estado Miembro. - No al balcanizamiento del sector bancario en la UE.

155

Opiniones sobre la crisisMovimiento europeo

157

attac con stigLitz, (08/10/08) : - Nunca inyectar sangre a un hemorrágico. - Tengamos Banca Pública. Los bancos españoles tienen filiales en paraísos fiscales.

vidaL-beneyto, (11/10/08): - Las prácticas generales de patrocinio hacen sospechar de las decisiones político-económicas.- Lo virtual –la economía financiera– se ha erigido en amo.- Mercados a término- CDS resurgirán así o parecidos- ¿Por qué no “Autoridad mundial de control”?- ¿Por qué no “Public currency service”?- ¿Por qué paraísos fiscales?- ¿Por qué no Tasa Tobin?

PaUL KrUgman, (El País Negocios, 12/10/08):- El apalancamiento obliga a “desapalancar”. La pregunta es: ¿comprar tóxicos o inyectar a los bancos?

rafaeL PamPiLLón, Consejo Consultivo de Privatizaciones del Gobierno de España, (El Mundo, 12/10/08):

- Fondo para recapitalizar (bancos, cajas) ¿Una “nacionalización temporal”?- ¿Comprar activos sanos o “tóxicos”?- Lo mejor: Reino Unido con Gordon Brown.

eL País, (12/10/08): - Los managers (chief executive, office, C10) en EEUU ganan 275 veces más que sus empleados a sueldo.- Votron (Fortis), Killinger (Washington Mutual), Fuld (Lehman Brothers), Mozillo (Cointre Vide), O’Neal (Merrill-Lynch), Kayne (Bear Stearns), Prince (Citigroup), Sullivan (AIG), etc.:

- Remuneración a CIO’s en bonus inversión: 50% del beneficio.- Hinchazón de cuentas.

- Comercio Piramidal- Founds- Stocks Options- Indemnizaciones despido blindado- Etc, etc.

P. goodman, (El País, 12/10/08):- Greenspan en 2003 era contrario a regular “derivados” (390 billones de dólares)- Los derivados, según Soros, son “incomprensibles”.- Derivados para “suavizar las pérdidas en las inversiones”, p.ej.: Mortgages.- Otras acciones de Greenspan:

- promovió las Subprime como “cortesía del acreedor”.- Achacó desastre a avaricia.- Se cargaron a Born, quien quiso regular los mercados de futuro de las Commodities.- Revocaron la separación entre bancos comerciales y de inversión.

- Private equity (capital riesgo): compre usted empresas con dinero prestado; hoy todo eso está en dique seco; sólo cabría apalancarlo, pero ya no es el caso.

PaUL Kennedy, director International Security Studies Centre, (El País Negocios, 12/10/08):

- Hubo hipotecas al 105% (valor de la finca + 5% de regalo para caprichos).- Mentalidad del “compre ahora, pague después”.- Los legisladores ignoran que “transacciones cortas contrapesan las largas”.- La chumpeteriana “destrucción creativa capitalista”, hoy por hoy, es destrucción simple: buitres para cadáveres flacos. Vamos hacia el hipoconsumo. La China prestamista se lame las heridas. El petróleo baja. China propone un orden no dependiente del Dólar americano (ya no es una moneda refugio).

Opiniones sobre la crisis

156

Movimiento europeo

Movimiento europeo

158 159

- Ocho años de Bush rematados por la crisis.- The John Donne’s bells ya no tañen por tí: doblan por todos nosotros.

Jordi seviLLa, (El Mundo, 12/10/08): - Deberíamos exportar a la UE el modelo español de cajas de ahorro.

Jeremy rifKin, presidente Foundation on Economic Trends, (El Mundo, 12/10/08):

- Lo de la segunda línea de crédito artificial, la refinanciación de hipotecas dos y hasta tres veces, ha llevado a muchos ciudadanos norteamericanos a la quiebra.

J. hernandez vigUeras, aTTaC, (Público, 13/10/08): - Los tóxicos han entrado en UE por no existir barreras.- Liberalización debería acompañarse de normatización.- Competencia fiscal: ¡a ver dónde pago menos!- No se creó el equivalente EU a las derogadas normatizaciones estatales.- Contradicción: BCE fija tipos, mientras que los EEMM regulan la solvencia (?) de su sistema crediticio.- Paraísos fiscales: toda la Banca en UE tiene filiales en ellos.

PaUL KrUgman: - Hay que nacionalizar a lo Gordon Brown. La compra debe ser de activos sanos, no de tóxicos a lo H. Paulson.

J.bradford deLong, profesor de Economía Universidad California (El País, enero 09):

- El problema no es iliquidez sino de insolvencia.- Bancos resultan insolventes frente a movimientos interbancarios.- Bancos, muy poco en depósitos versus los movimientos de cuentas.- Prefiero inflación a depresión: ¡a acuñar dinero!

vicenç navarro, politólogo, (Temas, octubre 08): - Chicago boys y neocons redujeron la fiscalidad: según OCDE, en los 80 era del 67% del PIB; en 2000 del 43% PIB.- Toda burbuja o paraíso artificial acumulando para vender en algún momento estalla.- Hay que re-regular el servicio bancario.- Los ricos ahorran más que consumen; los pobres, al revés.

JoaqUín gonzáLez, OLAF, (El País, 17/10/08): - Es una globalización irresponsable.- Dinero predomina sobre el trabajo.- La UE no se define: estamos en una simple “coordinación con y entre Estados Miembro”- Los “rescates” premian a los especuladores, al menos a los “distraídos”.- Ha habido un crimen a escala planetaria: patio de Monipodio.- Han hecho fraude, ¿dónde está el dinero desaparecido?

c. h. mccreevy, Comisario UE, (IHT, 19/10/08):- “I Would like to have, by the end of this year, concrete proposals as to how the risks from credit derivates can be mitigated”.

oit, (El Mundo, 19/10/08):- En veinte años la brecha entre los salarios de los ejecutivos y de los empleados ha aumentado un 70%. Es injusto y económicamente negativo.- Además, el Income Tax de los ricos ha bajado, mientras que el de los empleados se mantiene.

PaUL KrUgman, (IHT, El País, 19/10/08):- If Obama becomes President (…), his task is to give the economy the help it needs. Now is not the time to worry about the deficit.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

160 161

John monKs, secretario Sindicatos Europeos, (Europe´s World, otoño 08):- Admiro el éxito de Alemania occidental y Suecia por sus sistemas de participación interna empresarial.- El pago a los ejecutivos en retirada mediante opciones de acciones perjudica a los accionistas y a los empleados.- Los Hedge funds son auténtica especulación. - De acuerdo con el Presidente Koehler, los mercados financieros actuales son un monstruo.- Esos monstruos financieros se destruyen a sí mismos y a nosotros en una orgía de especulación; salvemos el capitalismo de sí mismo.

george soros, director Soros Fund Management, (El País, 19/10/08):- Las autoridadades norteamericanas adoptaron una economía de merca-do fundamentalista; ignoraron que el mercado no se corrige a sí mismo.- Posibles vías de solución: 1) Que el Estado compre acciones de los bancos; 2) Reanudar el préstamo interbancario situando el Libor (un es-pontáneo: “suponemos que también el Euribor”) en línea con los fondos de la Reserva Federal; 3) Reformar el sistema hipotecario norteameri-cano, minimizando las ejecuciones y negociando los préstamos; 4) Crear una red de seguridad europea a sus bancos; 5) Que el FMI también pro-porcione una red para los países en la periferia del sistema.

Jordi seviLLa, (El Mundo, 19/10/08) - Practiquemos la vieja máxima socialdemócrata: “tanto Mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario”. - En contra de la asimetría según la que el Mercado está para ganar dinero y el Estado para sufragar pérdidas.

LUís de gUindos, periodista,(El Mundo, 19/10/08):- “Los enemigos de la economía de mercado, que se vieron esquina-dos tras la caída del muro de Berlín, se animarán por la crisis. Pero hay que distinguir el origen de ésta. Está más en la política monetaria de los bancos centrales, sobre todo de la RF, al distorsionar el margen de las decisiones de los agentes –familias, empresas y bancos– y llevar a una asunción incorrecta del riesgo, a un exceso de crédito y a la aparición de

burbujas en los activos”; habiendo “olvidado el impacto que la política monetaria tiene en el ciclo del crédito (un espontáneo: “y el de éste en la actividad económica”)”. .

aLLan greensPan, ex presidente Reserva Federal EEUU,(El País, 24/10/08):

- Me equivoqué parcialmente. Mi error estuvo en presuponer que las instituciones financieras se vigilarían entre ellas para preservar sus intereses y el de los accionistas. Pero no fue así y aún no puedo entender cómo pasó para que se derrumbase el edificio.

Jordi soLer, periodista, (El País, 24/10/08):- El poder mundial es de esa pandilla de financieros repeinados, vestidos a medida por Hugo Boss, descritos magistralmente por Tom Wolf en “La hoguera de las vanidades”.

Peer steinbrücK, Ministro de Finanzas RFA, (Público, 26/10/08)- Marx tenía un punto de razón: un capitalismo como el que hemos vivido acaba devorándose a si mismo.

raLf dahrendorf, premio Príncipe de Asturias (Público,.26/10/08):- En parte me equivoqué con mi visión liberal del mercado: hay que ir a otro New Deal.

JosePh stigLitz, premio Nobel de Economía 2001, (Público, 26/10/09):- Esto (los rescates) es a la libertad sin límite de mercado lo que la caída del muro fue al comunismo.

siLvio berLUsconi, presidente italiano, (Público, 26/10/08):- Basta llevar la ética al mundo de las finanzas.

a. Lagardere, empresario, (Público, 26/10/08):- Viendo salvar bancos al Estado dan ganas de pedir a Marx que vuelva porque se han vuelto locos.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

162 163

neLson schwarz, (New York Times, 30/10/08):- La actual crisis llevará a que RF imite regulaciones a la europea, ejemplo: la aportación de liquidez para sostener los fondos mutuos.

Jordi seviLLa, (El Mundo, 02/11/08):- Ensayemos una coordinación mundial de medidas económicas reactivadotas, incluida Ronda Doha, ya que en los 20’ el proteccionismo llevó a más crisis y a la guerra. - Si globalización de productos financieros, autoridad global supervisora.- Cumplamos los Objetivos del Milenio.- Cumplamos el Protocolo de Kyoto.

amParo estrada, periodista, (Público ,03/11/08):- Si refundamos el capitalismo, refundemos pobreza.- 2.6 billones de dólares en ayudas a las entidades financieras de los países ricos y 16.000 millones de dólares para AOD (es decir el 0,006 % de la cifra anterior).

JaLed aL faqih, economista de las instituciones financieras islámicas,(El Mundo, 03/11/08):

- Esquivamos el riesgo estructural del capitalismo, porque nuestros bancos no dan intereses, funcionan como un contacto de inversión: “me das dinero y yo lo invierto, compartimos ganancia o pérdida”. Ningún banco islámico ha quebrado, porque no se trabaja con derivados de crédito ni con hipotecas basura, solo trabajamos con activos tangibles.

Kenneth rogoff, economista FmI, (El País, 09/11/05):- El FMI carece de recursos suficientes para dar préstamos a países emergentes. Pero aumentar el tamaño del FMI no basta.- Reduzcamos la representación occidental y aumentemos la de Asia.- Hagamos una severa supervisión y vigilancia de todas las operaciones nacionales de rescate.- Acuñemos moneda, partiendo de los DEG (derechos especiales de giro), pero con poderes políticos.

roLando astarita, economista,(Revista Transversales, otoño 08):- Cuanto más sistema de crédito inmobiliario, más tierra conver-tida en bien financiero: esto da lugar a especulación; pero a la larga es fuente de destrucción para el propio capital cuando la burbuja estalla.

Xavier vives, (El País, 14/11/08):- Hay que evitar que los bancos en proceso de deterioro irreversible zom-bis sobrevivan con las ayudas estatales y distorsionen la competencia; con un seguro total nadie cuida su comportamiento.- Medidas inmediatas: entidades similares a bancos, deben ser reguladas como tales (acerca de capital mínimo y transparencia); agencias rating a controlar; ejecutivos, se terminó lo de los incentivos para operaciones cortoplacistas.- Más a fondo, pensemos en una reforma coherente de la arquitectura financiera internacional, con más poderes por el FMI.- A nivel de la UE, el BCE tiene que asumir poderes de supervisión, hasta hoy reservadas a los bancos centrales estatales.

J. f. martín seco, (Público, 15/11/08):- Querido Sarkozy, ¿de verdad quiere usted refundar el capitalismo? No se va a hacer otra cosa que taponar los agujeros del sector privado con dinero de los contribuyentes y al día siguiente recomenzará la especu-lación.- Por lo menos, dos cositas: hagan públicas las agencias de rating y evite-mos los paraísos fiscales, pero para ello hay que tocar la libérrima circu-lación de capitales.

PaUL KrUgman, (El País, 23/11/08):- Evitemos ese perjuicio del miedo a los números rojos: el intento prema-turo de F.D.Roosevelt de equilibrar el presupuesto en 1937 casi se carga el New Deal. - Obama tiene un plan de estímulo cifrable por lo menos en medio billón de Euros.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

164 165

t. L. friedman, economista, (El País, 23/11/08):- Obama no puede esperar al 20 de Enero para intervenir. Estamos al borde de la catástrofe ¿causas? Sintéticamente, cuatro:

- Apalancamiento generalizado, y no exceptuemos a los consumidores que compraron casas por nada ni a los fondos de cobertura que apos-taban 24 Euros por cada 80 centímos que tenían en metálico;- Una economía mundial interconectada a tope. Acuérdense de los inversores británicos, que metieron por Internet sus ahorros en ban-cos islandeses hoy quebrados;- Instrumentos financieros no inteligibles ni para sus autores; - El peso de EEUU, cuyos activos tóxicos han arrasado la economía mundial (una crisis nacida en México o Tailandia sería incapaz de tal irradiación).

aLfredo saenz, consejero delegado Banco Santander, (El País, 19/11/08):- El BCE es único, pero los supervisores, reguladores y sistemas de garantía de depósitos distintos de país a país de la UE: hay que coordinar.

henry PaULson, secretario Tesoro EEUU, (El País, 23/11/08)- Causa, la caída del mercado inmobiliario.- Adquirir activos “tóxicos” costaría muchísimo.- Cabe permitir el acceso a préstamos hipotecarios menos gravosos para reducir al mínimo los embargos.- Estabilizaremos, reforzaremos, FAnnie Mae, Freddie Mae- Nuevo Gobierno Obama encontrará sistema bancario más estable, programas de liquidez a Bancos.- Habrá recuperación.

Xavier adsera, Ieae, (El País, 23/11/08):- Con crédito más escaso y caro, las empresas deben acudir a Bolsa y al capital riesgo.- España se olvide del inmobiliario e invertir en sectores de ámbito más internacional.

Jordi seviLLa, (El Mundo, 23/11/08):- El New Deal no fue una “refundación del capitalismo” a lo Sarkozy, sino una reforma profunda desde una lógica social y política que trascendió el mero mercado.- Hoy hay que hacer otro tanto: hacer prevalecer la lógica colectiva de lo público a través de prácticas democráticas.

José a. herce, UCm, (El País, 23/11/08):- España: cabe añadir 5 puntos porcentuales, incluso 7, al déficit si se destina a infraestructuras productivas.- Tampoco es una tragedia una deuda exterior del 60%.

noUrieL roobini, economista EEUU, (El País Negocios, 23/1/08):- Para recomponer las cosas hace falta un cortocircuito, un cierre temporal de los mercados (que no reaccionan, siguen cayendo, el pánico se ha apoderado de ellos).

J.L. LeaL, (El País, 26/11/08):- España: recordemos que los déficit por cuenta corriente llevan años a más del 10% del PIB.- Cierto que ha servido para invertir incluso más que otros,pero no somos competitivos.- Circulo vicioso: falta de liquidez bancaria ahoga empresas. Empresas pierden ocasión de acudir a crédito.- Financiación pública a Bancos, imprescindible.- Hay que sacrificar el tope 3% de déficit según Maastrich.

t. L. friedman, (El País, 30/11/08):- Ahora, con cuatro euros se puede comprar una acción de Citigroup, y con lo que sobra, merendar en McDonalds: esto es depresión, no simple recesión.- Bush que no lo toque: esperemos a Obama.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

166 167

danieL innerarity, filósofo, (El País, 20/11/08):- Los dirigentes económicos cometieron el error de confiar en la capaci-dad autorreguladora de los mercados financieros; lo malo es que las in-evitables operaciones de rescate estatales no van a servir para promover conductas responsables. Se han beneficiado los culpables amparados por un temor común a la catástrofe.- Esto nos lleva a construir una nueva responsabilidad financiera, sobre todo a través del control y la supervisión. Hay que limitar la titulización, es decir, la opacidad. Que las deudas no sean instrumentos de especu-lación. - Responsabilidad de los accionistas, reservando el derecho de voto a quienes se unan establemente a la empresa. Responsabilidad de los es-tados, impidiendo las oscilaciones violentas de divisas. Responsabilidad de los bancos centrales, sometiendo su gestión a la aprobación de los estados democráticos, habida cuenta de todos los grandes parámetros económicos (producción, empleo, etc) - Hay que identificar las responsabilidades mutuas y transformar las dinámicas ciegas en procesos gobernables; casar mi comportamiento in-dividual (como prestamista, consumidor, accionista, votante o cliente) y los resultados globales. En vez de la “irresponsabilidad organizada” de la que habla U. Beck, la globalización exige hoy una responsabilidad atenta a la complejidad social y a la gobernanza mundial.

eL País, crónica, (noviembre 08):- Cuidado con la flexiguridad: cierto que Dinamarca despide sin indem-nización, pero hay un preaviso de tres meses y además el parado recibe un subsidio del 90% del salario durante cuatro años, eso sí, con obligación de seguir formándose y buscar otro empleo. Eso da como resultado un 2,7% de paro.

vidaL-beneyto, (El País, 22/11/08): - Private Equities: comprar sociedades con dinero ajeno y revenderlas.- Hedge Funds: alto riesgo, llevan tóxico.- Venture Funds: públicos pero peligrosos.- El G-20+1 de Washington este noviembre: ha servido de poco ya que

olvida la regulación, los paraísos fiscales, sepulta los Objetivos del Milenio (MDGs), no ataca al FMI, BM -en parte causantes-, etc. - Con O. Lafontaine, “estamos en la dictadura del monetariado”.

damián neven, jefe Competencia UE, (El Pais, 30/11/08):- No se van a relajar las normas de competencia en la UE.; la crisis de 1929 duró porque se relajaron esas normas.

PaUL KrUgman, (El País, 30/11/08):

- Burbuja inmobiliaria: el prestamista gana concediendo hipoteca a cualquiera sobre propiedad poco valor; el banco inversión gana recon-virtiendo esas hipotecas en valores; los gestores de capital ganan al com-prar esos valores con fondos prestados por otros: negocio piramidal.- Alan Greenspan se opuso a toda regulación.- No es solo salvar momentáneamente la crisis, hay que regular un “Sis-tema bancario en la sombra” causante del caos, agazapado para volver a las andadas una vez que las autoridades con cargo a los contribuyente les resuelvan la papeleta.

PaUL KrUgman, (El País, 07/12/08):

- Obama no debe dejarse impresionar por los “halcones del déficit”.- Errores pasados: en 1937, EEUU redujo el gasto y recortó un 50% la inversión, recaída en la recesión; en 1997, Japón recortó el gasto y subió impuestos, cayó la inversión.- En EEUU, si gastamos en infraestructuras y en I+D+i, seremos más ricos. - ¿Qué hacemos con la deuda pública? Es dinero que nos debemos a nosotros mismos, que algún día tendremos que compensar; pero hoy no hay más remedio que aumentarla porque los consumidores están descu-briendo el ahorro, y las empresas desinvierten. De dónde el Gobierno es el único capaz de superar la situación.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

168 169

mario soares, ex presidente de Portugal, (El País, 03/12/08):- UE incapaz de acabar con el “trapicheo” de los paraísos fiscales, no obstante que en el G20, Washington, se aludiese a ellos.- Tanto como el universo comunista a partir de Gorbachov, hoy el uni-verso euroliberal ha perdido su credibilidad.- De inmediato:

- clausurar los paraísos fiscales- Castigar a los “white collars” de la especulación financiera.- Reglamentar la globalización y democratizar la ONU.

- O la UE cambia, o sucumbe; imprescindible entendimiento entre SPD’s, DC’s sin rechazar a los verdes y los izquierdistas no radicales. Fuera neo-liberalismo de mercado.

PaUL KrUgman, (El País, 21/12/08):- Si New Jersey rebajase impuestos sin un programa a nivel USA, el estí-mulo revertiría a favor de p.j, Ohio o Maine, y New Jersey cargaría con la deuda pero sin aumento de puestos de trabajo.- Congruentemente, si a nivel UE, A.Merkel se niega a participar en política expansiva (disminuir impuestos y aumentar gastos) común, se le fugarán las inversiones a Francia, UK etc…- Hoy, PIB/UE similar a PIB/USA. Pero UE se autoalimenta: 2/3 de las importaciones de cada EM vienen de otro EM.- Merkel, ¡anímate!

J.m. andres torreciLLas: Ernst & Young, (El País, 14/12/08): - Es necesario impulsar la gestión financiera; es necesario facilitar la refinanciación de deudas familiares/empresariales con los bancos; Los bancos desconfían de los bancos; hay que armonizar las reglas del juego y hay que regular los hedge founds, los Credit Default spreads (CDS) y los paraísos fiscales.

X.c. arias, catedrático, (El País, 14/12/08): - Conveniente un BC en aglomeraciones regionales, tal el BCE para Eurozona.

- Conveniente Pacto Estabilidad, pero ¿control político?- Omnisciencia de mercados: quimera.

carmen aLcaide, economista, ex presidenta del INE, (El País, 08/12/08): - Medidas como la financiación a empresas por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), la promoción de la Sociedad Anónima Europea (SE) y el rescate económico por la Comisión… todas positivas; pero, ¿dónde está la regulación armonizada?- OK a la ayuda española directa a Ayuntamientos.

J. hernández vigUeras, aTTaC: - Transparencia, supervisión y regulación de los mercados financieros, OK.- Peligrosa la prohibición del TCE en cuanto a las restricciones na-cionales de movimientos de capitales. - Sarkozy reconoce que ‘después’ hay que estructurar el sector financiero en la UE: veamos.- Regulemos las Agencias de rating.- USA: el sector financiero, supone el 30% de las ganancias empresariales.- Cuidado con los hedge funds.

J.L. LeaL, (El País, 10/12/08):- Probablemente la mejor medida sería avalar el endeudamiento de los Bancos.

r. rogoff, (El País, 14/12/08):- Llegar al 6% al año de inflación no es preocupante.- OK a reducir impuestos y a gastar en infraestructuras.- Hay que recapitalizar y regularizar el sistema financiero.- Los CDS’s suponen varios millones de dólares.

federico Prades, asesor AEB, (El País, 21/12/08):- Distingamos liquidez y solvencia en los bancos.- Iliquidez: los Bancos Centrales han acudido a inyectar liquidez, eso viene a sustituir las exánimes operaciones interbancarias. Pero esto no comporta traducirlas en incremento de la actividad prestamista del banco

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

170 171

porque –reconozcámoslo– hay un spread entre los tipos oficiales y el in-terbancario. - Insolvencia: se daría si heredásemos los activos “tóxicos” porque los clientes han “apalancado” sus deudas. Ergo, ahí sí deben estar los Gobi-ernos. Deben adquirir activos “tóxicos”, deben tomar parte en las recapi-talizaciones (a lo Gordon Brown), etc.- Nosotros no estamos por “embalsar la liquidez”, ni por cerrarnos a las pymes y las familias, pero no podemos lanzarnos a prestar indiscrimin-adamente.

herce & Lisson, Escuela de Finanzas Aplicadas, (El País, 21/12/08):- Tenemos un mess-coupling, un desbarajuste.- Se apalancó rápido y en cantidad, y eso infectó, pero el desapalancami-ento puede provocar parada respiratoria (de-laveraging)- Estamos en contracción comercio - deflación de las commodities. Ergo, los países emergentes no crecerán más del 3%, los desarrollados estarán en un -2% y quedará estancado el PIB global.

m.a. noceda, (El País, 14/12/08): - ¿Quién califica a las firmas de calificación?, cobran un dineral a las enti-dades-clientes, financieras y no financieras. En España, cerca de 300.000 €/año. Hasta ahora no han rebajado el rating más que a dos cajas, las Valencianas.El Gobierno español se ha fiado de tales agencias para los rescates.

cLaUdio boada, presidente del Círculo de Empresarios, (El País 21/12/08):- No tengo duda de reconocer nuestra parte de responsabilidad en la crisis- Reduzcan impuestos a las PYMES.- Flexibilicen el mercado de trabajo.- Que las administraciones autonómicas sean más austeras.- Dada la crisis, admitimos ayudas al sistema financiero, pero que pasen a las empresas.- Participaciones públicas en banca, como en el Reino Unido, que sean temporales.- Eso de los bonus a ciertos managers… eso es cuestión de ética.

r.J. samUeLson, (El País, 21/12/08):- El sector público en EEUU, concretamente la Reserva Federal, hace un esfuerzo, pero el sector privado (los bancos), sigue renuente porque está aterrorizado: se ven en el espejo de Lehman Brothers.- FED, al comprar hipotecas, facilita refinanciación y reducción de deu-das antiguas a cargo de las familias.- Los 335.000 millones de dólares, más los 700.000 millones de apoyo a “entidades sin liquidez” se quedan cortos. Se habla de 6 billones de dólares que deberá insuflar la Reserva Federal. Eso pro-duciría una larga inflación. Pero, hoy por hoy, vale la pena.

sanchís i marco, profesor de Economía, Universidad de Valencia, (El País, 21/12/08):

- Hay implosión crediticia (credit crunch)- Hay desplome de demanda.- Los bancos no prestan ni a los solventes. Ergo, ¿para qué adelantarles liquidez? - Que el BCE se olvide del “rigor”. Hoy es “rigor mortis”.- Que el BCE baje los tipos, y quizá eso no baste, recordemos el tipo 0% en EEUU, que no permite bajar más.- El BCE sí debería prometer mantener los tipos bajos por un largo periodo.- Gobierno español: gaste Vd. en infraestructuras, AVE, nucleares, etc… y aligere los requisitos en la contratación pública.- Comisión Europea: Flexibilicen Vds. las reglas de los mercados públicos, aumenten provisionalmente el presupuesto de la UE.- Olvídense Vds. del Pacto de Estabilidad.

Jeffrey sachs, presidente Earth Institut, (El País, 04/01/09):- Responsables los bancos.- Responsable Alan Greenspan, por incentivar los endeudamientos especulativos.- No llegaremos a una depresión como la del 29.- No debió dejarse caer a Lehman Brothers.- Los planes de rescate han evitado el colapso total.- Los 700.000 millones de dólares inyectados han recapitalizado la banca, pero no han favorecido a las PYMES y familias.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

172 173

J.m. naredo, catedrático, (Público, 04/01/09):- ¿Pirámides fortuitas?- El coeficiente de caja en bancos era miserable, y el resto fue convertido en ‘dinero bancario’ para operar a su libre albedrío.- Además, nuevo “dinero financiero” de las empresas a las empresas, pasivo y activo que los bancos empaquetan mediante “titulaciones” sucesivas que han parido los “valores virtuales”.- Medidas factibles:

- Elevar el coeficiente de caja.- Limitar las emisiones oscuras.

e. ontiveros, economista, (El País, 04/01/09):- La fragilidad es intrínseca a la actividad financiera.- Se dice que “a las finanzas no se las puede dejar a su aire” pero ya es tarde.- Con H.Minsky creo que hay una inestabilidad permanente, que salta con una acumulación excesiva de deuda.- Una especie a reconsiderar: la “Banca de Inversión”.- Se han pasado en innovación, sofisticación e intermediación financieras. Pero tampoco hoy hay que estigmatizar.- Hay que evitar las tentaciones tanto nacionalizadoras como autorreguladoras.- Hay que:

- Supervisar- “Democratizar la innovación financiera” (Shiller, Minsky, etc…) a partir de la cual toda “gestión de riesgo sirva a los intereses de los ciudadanos.”

efe/the times, (Público, 04/01/09):- El Ministro de Economía del Reino Unido, A. Darling, inyectará más, aunque reconoce no será la solución definitiva.- Hay un ambiente de que los bancos siguen reticentes.- Ambiente británico a favor de un Black Bank que cargue con todos los “tóxicos”. Los bancos cedentes comprarían bonos del tesoro británico.

fernándo fernández, (ABC, 06/01/09):- Los activos con riesgo estaban fuera del balance de los bancos. Las autoridades obligaron a incorporarlos. Son tan ingentes que no caben en los balances.- Para la recapitalización privada, los petrodólares y las reservas asiáticas también se están evaporando.- El Reino Unido se está pensando crear un Great Rubbish Bank que se hiciese cargo de todos los tóxicos. Su carácter sería:

- No intermediario.- No prestamista. - No captaría depósitos; - Sí entregaría a la banca privada letras del tesoro y títulos públicos con rentabilidad. La ecuación del canje traduciría la cuantía de la ayuda pública (…) eso sería mucho más transparente y comportaría mucha menos ficción.

Jean cLaUde trichet, presidente Banco Central Europeo, en el coloquio Nuevo mundo, nuevo capitalismo, (ABC, 10/01/09):

- Nuevo paradigma sobre tres ejes:- Sostenibilidad a medio y largo plazo- Resistencia ante las turbulencias.- Enfoque sistémico.

- Deben controlarse prudencialmente: - Las reglas contables.- La gestión de liquidez.- La gestión de riesgos.- La evaluación de los créditos.

- Todo eso hay que hacerlo a nivel coordinado mundial.- Los bancos deben aumentar el coeficiente de caja.- Los ejecutivos, sean remunerados de forma “más equilibrada”.- Hay que suprimir los “incentivos a managers por la adopción de riesgos excesivos”.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

174 175

J. moscoso deL Prado, diputado, (ABC, 11/01/09):- Fue un error dejar caer Lehman Brothers.- La UE actúa bien, pero los veintisiete en conjunto no están coordinados.- Los 200.000 millones de euros de diciembre de 2008 deben incrementarse.- Hay que reformar el FMI y el BM.- Hay que concluir la Ronda de Doha.

Jordi seviLLa, (El Mundo, 11/01/09):- Es la primera crisis global.- Causas:

- Ciclos, inevitables en el capitalismo.- Especulación galopante.- Arrinconamiento de lo público.

- Consecuencia:- Portazo a los créditos. Hay una patología bipolar

- Remedios:- Políticas expansivas.- Tipos de interés hasta cero.- Rescates bancarios- Renacionalización si es necesaria, etc…

- La heterodoxia mercadista por cuya virtud los gobiernos intervienen, puede salvar el mercado mismo.

baraK hUsein obama, presIdenTe eeUU, entrevista New York Times (El País, 11/01/09):

- Quizá se llegue a 1’2 billones de dólares de inyección, pero deben gastarse bien, con transparencia.- Creación de 3 millones de empleos.- Multiplicar por dos las energías alternativas.- Favorecer la creación de escuelas y el acceso a la sanidad.- Que el crédito vuelva a funcionar, reformando el marco regulador.- Chequeo del presupuesto federal.

- Existe un déficit preocupante, pero hoy por hoy lo necesario es estimular.- Cuando el sector privado resurja, la Administración Pública se retirará.- Recortes fiscales selectivos para ayudar a los trabajadores. Recortes fiscales que no favorecerán a los ricos.- La vivienda es la raíz de los problemas actuales.- Se quieren evitar nuevas ejecuciones hipotecarias en masa. Se rebajarán al tal efecto los tipos y en su caso la refinanciación.- Se financiará la rehabilitación residencial domótica.- Los rescates financieros forman parte de la estrategia multifrontal.- Wall Street no ha funcionado.- Se luchará por la vigilancia, la transparencia y el cumplir de las normas.- No se puede tratar al capital de formas distintas: el riesgo es el mismo en el mercado de derivados, en el mercado de seguros, en los depósitos, etc.- La Administración debe conocer la “psicología” del mercado: Hay una crisis de confianza.

m.a. fernández ordóñez, gobernador Banco de España, (todos los medios, 01/09):

- Las empresas no invierten, los bancos no prestan, y los consumidores no consumen.

PaUL KrUgman, (El País, 11/01/09):- Las empresas no invierten, los bancos no prestan, los consumidores no consumen” (como M.A.F.O)- Estamos al borde de la segunda Gran Depresión; evitémosla.- Keynes llamó “regalo” a las inyecciones bancarias; llamó “empresa” a los planes públicos. No nos limitemos a inyectar liquidez a los bancos. Hay que asumir un gasto deficitario a cargo de los poderes públicos.

K.rogoff, (El País, 11/01/09):- Una caída del 1’5% del PIB no es depresión. Depresión sería un -10%, lo que no parece que ocurra, o que dure más de dos años.- Obama debe traer coherencia. Elementos de la misma:- Ajustar el precio de los activos al valor de mercado.- Reestructurar y capitalizar los bancos.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

176 177

- Regular el sistema financiero.- Ayuda a la vivienda.- Estímulo macroeconómico, con moderada inflación.- Quizá a partir de 2010 empezarán a crecer tanto la UE como EEUU y Japón, y más aún los países emergentes.

J.e.stigLitz, (El País, 11/01/09):- Ahora todos, hasta la Derecha, somos keynesianos.- No es nuestro triunfo, es razón y desideologización.- Los fundamentalistas del mercado se encontraban sobre todo en el sector financiero.- Infringieron enormes costos a los PVD: hoy caemos del burro al sufrirlo en la propia USA.- Para Keynes, en situación de crisis no bastaba, la política monetaria, se precisaba una política fiscal.- Si con la que está cayendo recortamos los impuestos, no incentivamos el consumo, sino el ahorro.- Hay que conjugar el corto y el largo plazo, hay que invertir en verde, hay que recortar la brecha entre ricos y pobres.- En concreto, bajar el Income Tax a los pobres y subírselo a los ricos:

- Aumentar el subsidio por desempleo.- Más gasto en educación.- Reducción del gasto que supone la guerra en Irak.

- Salvar el sector financiero no es un fin sino un medio.- En los años 30, los bancos entraron en un negocio “en movimiento” (compra de activos, reempaquetado y “pase” al siguiente), con estructuras perversas de incentivos a ejecutivos, etc… no velaron ni por los propios accionistas. Hoy, los bancos prestan poco y la Administración “rescata”, aumentando el déficit público.- Hacerse cargo de los tóxicos en beneficio inmediato de los bancos, es algo de efecto boomerang.- No dejemos que los listos se aprovechen del neokeynesianismo. - Hay que reformar el sistema financiero global.

fz. marUgán, diputado, (Temas, enero 2009):- Los intereses cero en EEUU no han reanimado: no solo basta con política monetaria.- Últimamente parece que la FED se inclina más a prestar directamente a las empresas y las familias: préstamos de actividad, hipotecarios y al consumo.- Subyace la idea de que el Tesoro venda bonos creando liquidez a costa del Estado.- Una combinación más sofisticada: - La FED compra deuda que el Tesoro emite: la Administración recorta impuestos: se compensa la pérdida a través de la “monetización”.- Existe un innegable riesgo de inflación, pero el dinero no sirve si lo guardamos en el calcetín de lana.- Todo lo anterior parece la novísima posición de EEUU pero tampoco está del todo contrastada.

J. torres LóPez, catedrático, (Temas, enero 2009):- El clima Bretón Woods en 1944 fue muy distinto al de hoy: estaban todavía en guerra, el PIB de EEUU era el 50% del PIB mundial y disponía del 80% de las reservas en oro.- Hoy EEUU no puede imponer fácilmente su voluntad.- En los 40 había enfrente un bloque alternativo, hoy no hay referencias. Aquel imaginario alternativo East propició el Welfare State europeo-occidental.

L. sUmmers, (Público, 14/01/09):- El gobierno de EEUU limitará la retribución de ejecutivos y el pago de dividendos de las instituciones financieras que reciban asistencia excepcional.- Hoy, criticamos el fundamentalismo del mercado pero nadie lo desmonta.- Si el sistema financiero ha explotado, el remedio no puede ser sino político:- Regulación, control de los mercados financieros.- Gobernanza mundial.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

178 179

UbUntU forUm (Mayor Zaragoza, Susan George, Díez Hochleitner, Roberto Papini, R.Falk, etc...):

- Salvar los Objetivos del Milenio (EMDGs en siglas inglesas).- Reformar y reforzar la ONU. - Que en Doha se incluya la CTT for FfD (siglas en inglés de la “Tasa global en transacciones financieras para financiar el desarrolllo”).- Importe de la CTT for FfD = 0,005% de las transacciones financieras en total.- Creación de un Multilateral Fund sostenido por la ONU.- El CTT for FfD más la ayuda al desarrollo (ODA siglas en inglés) del 0’7% del PIB de los países desarrollados llegaría a financiar a los sub y en vía de desarrollo.- Hay muchos flujos especulativos, el CTT for FfD los mitigaría y constituiría el primer experimento de redistribución de riqueza a nivel global.

agUstín madrid, catedrático en el Colegio Notarial de Madrid (15/01/09):- En EEUU, una note del banco promete pago; una mortgage grava la finca, pero no hay documento público ni inscripción y el deudor responde sólo con el bien, no hay responsabilidad universal.- Después, se transmite la note a Fannie Mae, entidad privada, quien la compra y la securitariza mediante un pass through, pagando al banco mes a mes.- En otra línea, Fredie Mac, entidad semipública, compra créditos hipote-caros a los bancos, los empaqueta y los manda a Wall Street - Ginnie Mac emite CMO’s (obligaciones hipotecarias en base a notes).- Resumen: las tres agencias son government sponsored entreprises y, por tanto, semipúblicas.- Después desapareció Ginnie.- Como se ve, los vericuetos de la ingeniería financiera de EEUU son un arcano.

Pedro soLbes, Ministro de Economía de España, (El País, 18/01/09):- Todo banco debería tener por lo menos un 7% de recursos propios respecto de sus actividades.- Las recapitalizaciones a banca privada no se han hecho con criterios

definidos y homogéneos a nivel europeo; (llámelo usted si quiere competencia desleal).

g. neUgebaUer, CdU, (NYT, 18/01/09):- Social market economy: This meant encouraging competition, preventing monopolies and ending price controls, but with the state in the back ground.

a. gonzáLez, (El País, 18/01/09):- La deuda de EEUU superará en 2010 el 50% del PIB, lo más alto desde las Guerras Mundial y de Corea.- España, Holanda e Irlanda serán las que sufran mayor incremento de deuda dentro de la UE. Pero un déficit de cuenta corriente equivalente al 10% /PIB, el español empeora las cosas.

g. brown, Primer Ministro del Reino Unido, (Público, 18/01/09):- La confianza en los mercados sólo regresará si los bancos hacen público el verdadero nivel de activos tóxicos que tienen y evitan la tentación de refugiarse en loss mercados domésticos.

PaUL KrUgman, (El País, 18/01/09):- Mi consejo al equipo de Obama es que se olviden de rebajar los impuestos (…) y contemplen con más amplitud de miras las posibilidades para la inversión pública.

a. baKas y r. PevereLLi, editorial Infinite Ideas, (LTD, www.vodw.com):- Los ahorradores antes se movían por la codicia, hoy les atenaza el miedo, pero cuando se les pase éste volverán a aquella.- Cabe, sí, que se corrijan y se dediquen a la gestión del talento, la innovación responsable y la simplicidad en los productos. La competencia de los emergentes pueden entrenarles.

f. Kofman, (El País, 18/01/09):- En las empresas hay un etnocentrismo departamental, este tipo de rela-ciones es una farsa, no hay contacto ni conexión y se generan problemas brutales e, individualmente, el victimismo. Hay que transformar la cul-tura de la empresa (…) a través de valores, convirtiendo el conocimiento en actitudes y conductas conscientes.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

180 181

J. e. stigLitz, (El País, 18/01/09):- El apetito interminable de petróleo (…) transfirió dinero a países productores,y más inundación de liquidez; olvidando lo que preocupó a Keynes. No otra cosa que una insuficiente demanda agregada global y la búsqueda de retorno con-tribuyó al apalancamiento y a la aceptación imprudente de riesgos.- Hacemos poco respecto de los verdaderos problema subyacentes que dieron lugar a la crisis.- Soluciones 1) Corregir la desigualdad, mediante Income Tax más progre-sivo en los países ricos y la atención de éstos al 0.7%/PIB para ayuda al desarrollo; 2) Luchar contra el calentamiento global, cambiando sistemas de transporte y patrones de vida; 3) Crear un sistema de reservas global. Modelo de emisiones anuales de una moneda similar a la que Keynes llamó Bancor y el FMI llama DEG.

e. ontiveros, (CNN+, 18/01/09):- Se está hablando de un órgano supervisor de mercados a nivel europeo.

J. seviLLa, (El Mundo, 18/01/09):- Sector público y sector privado se necesitan mutuamente; la RSC debe reflejarse en códigos de buen gobierno exigibles desde fuera. - La configuración y contabilización de los productos derivados debe regularse, y castigarse la sobrevaloración de activos consecuencia de con-nivencias sospechosas entre empresas y agencias de rating.- Mala cosa cuando el capital acumulado de productos financieros espe-culativos equivale a tres o cuatro veces la riqueza real.- En impuestos, es inadmisible que las rentas de trabajo paguen en con-junto más que las revalorizaciones de patrimonio.- Falta gobernanza internacional; vamos a ella.

ben bernanKe, presidente Reserva Federal EEUU,(El País 17/01/09):

- El gobierno de EEUU prodría hacerse con una parte de los bancos si el capital no fluye.

(IHT, 18/01/09):- Put a bank’s toxic assets into a separate new bad bank; esa diversificación has the virtue of protecting the bank`s common stock holders from being wiped out by the government.

gordon brown, (El País, 27/01/09): - Cerrar nuestros mercados es condenar a millones a la pobreza global.- La crisis del sistema bancario mundial exige una respuesta mundial.- Que los reguladores financieros nacionales estén en contacto con sus homólogos en otros países.- Establecer estándares en materia de transparencia y supervisión cor-porativa de todas las instituciones financieras del mundo; y reformar el sistema de remuneración de los banqueros para incentivar decisiones de riesgo a largo y no a corto plazo.

sr. martínez, presidente del ICO, (El País, 28/01/09):- Hemos colgado en la web la disposición sobre moratorias hipotecarias y los bancos necesitan un tiempo para ajustar sus programas informáticos a la propuesta.

braULio médeL, (El Mundo, 02/02/09):- La situación actual exige algún tipo de intervención pública.- El verano del pasado año la preocupación básica era lograr estabilidad y solvencia bancarias. Hoy la reclamación esencial es mayor financiación a la economía. Las medidas han sido muy eficaces en el primero de los dos objetivos. Pero si la sociedad entiende que la financiación es insu-ficiente ¿qué tenor de medidas complementarias serían más efectivas? aquellas que impliquen una asunción pública, total o compartida, del crédito y/o el riesgo, (…) en este sentido, en determinados programas financieros del ICO –moratoria de hipotecas, Pymes- y en un tramo de las subastas de liquidez. En fin, animaría el desarrollo de programas de inversiones públicas o avaladas públicamente –vivienda, infraestructuras sujetas a peaje, etc.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

182 183

inmanUeL waLLerstein, Universidad de Nueva York, (Público, 01/02/09):- A día de hoy, se ven las cosas mucho más claras en Porto Alegre que en Davos. Es la fase final de un ciclo que se ha repetido (…) en los 500 años de historia del capitalismo. Ahora (…) fase final de un ciclo de Kon-dratieff. (…) endeudamiento masivo de las economías (…) explosión de burbujas (…) sucesión de quiebras (…) estamos viendo el colapso del periodo especulativo que arrancó en los años 70.- El ciclo de coyuntura se agrava al enmarcarse en otra crisis (…) me refiero al fin del actual sistema del mundo capitalista. (…) las posibili-dades de acumulación del sistema han tocado techo. (…) en 30 años ya no viviremos bajo el sistema-mundo capitalista. Todas las posibilidades están abiertas (…) si no se afronta políticamente (…) es posible que el que surja sea aún más extremo que el sistema actual en mi opinión tre-mendamente injusto.

vincent navarro, (Público , 05/02/09):- El salario por hora de los trabajadores españoles es uno de los más bajos del la UE-15 y de la OCDE.- La productividad es baja porque los salarios son bajos Recortar más conllevaría un descenso de la productividad y dificultaría la recuperación económica al disminuir la demanda doméstica. En España, la renta in-ferior es el 61% de la renta familiar promedio en la UE (…) la superior ingresa el 214% del nivel de renta familiar promedio en la UE.- El Estado español, uno de los menos redistributivos de la UE-15.

carLos berzosa, rector Universidad complutense de Madrid, (El País, 10/02/09):

- La crisis es el claro resultado de un modelo inadecuado de crecimiento. Externamente altera el equilibrio; intrínsicamente, cabe aludir a las crisis de superproducción de las que hablaba Marx.- Hay que ir a otros modelos de crecer y consumir.

J.m. naredo, (Público, 13/02/09):- La Banca pública en España fue importante: en la década de los 80 otorgaba el 20% y en los 90’s el 15%.- La función del ICO ha disminuido, en la actual crisis vemos bancos

que exigen comisiones y garantías mayores para conceder los créditos avalados por el ICO.- Saca tajada para tramitar los del ICO.- Estado delgado, negocios obesos: importe del crédito QUINTUPLICA a los ingresos fiscales del Estado.- Si se van a dar ayudas millonarias, reestablezcamos un control e incluso una propiedad estatal en el sistema.

PaUL KrUgman, (El País, 15/02/09):- El acuerdo en el Congreso de EEUU la última semana ¿es victoria o derrota de Obama? Es derrota:- Se ha cedido ante los republicanos en la reducción de impuestos a los ricos.- El rescate no es suficientemente eficaz a pesar de su volumen.- Avala a los banqueros a costa de los contribuyentes.- Elude afrontar la medida de nacionalizar temporalmente los bancos, siendo esta solución la preferible.

Jordi seviLLa, (El Mundo, 15/02/09):- La semana pasada, por primera vez, los ocho grandes de la Banca de EEUU han pedio perdón en el Senado por sus errores y excesos: renunciarán a sus bonus y demás prebendas.- Y es que los incentivos al ligar las remuneraciones a la cotización bolsista tiene efectos perversos.- La “refundación del capitalismo” (Sarkozy) exigiría RSC obligatoria; nuestras cajas de ahorro –al no tener accionistas- pueden ser el modelo.- Bad Bank: aceptable si, como en Suecia en los 90 (entidad SECORUM), se acompaña de una nacionalización de los bancos afectados: se socializaba la pérdida, pero también la propiedad. Si sólo es “basurero” estamos en el INI franquista (socializar pérdidas).- Good Bank: es sugerido por algunos economistas. Consistiría en, a base de dinero público, comprar los activos sanos y dejar pudrirse a los bancos privados que fueran pecadores.- Hay que pensar e imaginar sin frenos ideológicos.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

184 185

mUndo mercados, (15/02/09):- Indemnizaciones pro blindajes que percibieron en su día altos ejecu-tivos españoles:

- A. Corcóstegui (Santander): 106 millones de euros- F. González (BBVA): 93,7 mill € + 68,8 millones de euros-Amusátegui (Santander): 44 millones de euros- A. Saenz (Santander): 35 millones de euros- M. Pizarro (Endesa): 14 millones de euros

emiLio ontiveros, (El País,15/02/09):- El sistema financiero EEUU –que consiste más en operar transacciones que a la clientela estable– se ha extendido mucho a los países de la UE. Consiguientemente, las infecciones se han propagado.-Se consideró que lo “moderno” era canalizar el ahorro hacia un decisionismo inversor en las empresas.- Algunos hedge funds (ej.: Long Term Capital Management) mostraron flaquezas de modelo. También ENRON, Wal Mart, etc.- Están desapareciendo los bancos de inversión como consecuencia de la crisis.- España es un modelo “bancarizado”, si bien con altas participaciones accionariales en empresas: también canaliza mucho ahorro mediante emisiones cuantiosas.- Veremos si los bancarizados, más controlables, alejan las amenazas persistentes actuales.

J. e. martín seco, (17/02/09):- Medidas de Obama: un batiburrillo.- Su keynesianismo se ha devaluado (ej.: recortes en los programas sociales y dedicación de un 35% para compensar las rebajas fiscales a los ricos).- Los treinta años neoliberales han explosionado la desigualdad de rentas en USA: traslado de fondos desde las clases medias –consumistas– a los millonarios –ahorradores.- ¡Basta de pagar peaje a los ricos!

eL País, Editorial (20/02/09):- Proceso de fusión de Cajas, pas mal- Hay 45 (demasiadas) con 43 000 oficinas abiertas- También procede una reestructuración bancaria.

J.L. LeaL, (El País 20/02/09):- Indefinición del precio al que la Administración de EEUU comprará los activos dañados.- Gran distancia entre oferta y demanda, ergo, difícil fijar precio, precio que, por cierto, van a pagar a la larga los contribuyentes.- El FMI calcula 2,2 billones de euros, de los cuales sólo una parte está en los balances.- Consecuencia previsible: quiebra del sistema.- Probable nacionalización parcial del sistema, para salir del apuro y devolver al sector privado. Mientras tanto, la gestión sería pública y se iría al Congreso –no a la Reserva Federal- lo cual podría presentar problemas políticos.- Esos problemas de EEUU nos conciernen a todos.

aUreLio martínez, presidente ICo, (El País, 23/02/09):- En fin, hemos descubierto a Keynes ¿qué le vamos a hacer? - La Banca pública jugó su papel desde el siglo XIX, sin embargo quedó muy tocada en la reconversión de los años 80, por lo que se privatizó. Ahora se está diseñando una Banca pública distinta.- El Bad Bank, que funcionó en Suecia -que es una economía pequeña- tiene muchos problemas, como la valoración de activos y la distribución de pérdidas.

m. de La rocha vázqUez y J.m. aLbares, (Público 23/02/09):- Convirtamos el FMI en un fondo monetario global, que integre el Fondo de Estabilidad Financiera, con auténtica legitimidad dotada de más recursos y auténtica capacidad de supervisión de las política de todos los países.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

186 187

Peter singer, (El País, 23/02/09):- Es asombroso lo fácilmente que los políticos –inclusive los ultraliberales- aceptan los rescates de bancos y compañías de seguros por el Estado. Nadie corre el riesgo de dejar desplomarse a bancos importantes: desempleo a gran escala, maremotos de quiebras, millones de familias desahuciadas, seguridad social desbaratada, disturbios etc.- Ya, felizmente, está dejada la creencia en la idoneidad máxima del Mercado pero ¿habrá un cambio profundo en los valores de los consumidores?- Con Obama dejemos de lado las puerilidades (del consumo); dejemos de comprar lujo más por obtener rango social que por su valor.- También con Obama seamos conscientes de la pobreza real y los que viven en condiciones pésimas con o sin crisis.- El peligro es que de esa voluntad de cambio de valores se apropien, como tantas veces, los apandadotes.

P. soLbes, Ministro de Economía, (El País 24/02/09):- Hay que estar preparados para una intervención del Estado en la Banca.- Nuestra preferencia es utilizar los avales y garantías del ICO, la compra de activos de calidad y las líneas de liquidez, pero cabe poner en marcha recapitalizaciones a través del Fondo de Garantía de Depósitos. - Tanto EEUU como la UE están bordeando el proteccionismo financiero. Hay que buscar fórmulas de intervención que no alteren las reglas del Mercado.

J.L. rodrígUez zaPatero, presidente del Gobierno de España, (Berlín, 22/02/09):

- “El Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió er-radicar los paraísos fiscales, limitar los incentivos que llevan a los di-rectivos de los bancos a adoptar riesgos excesivos, crear un sistema de supervisión global transparente y evitar las medidas proteccionistas.”

J.i.c. de hedgeword, Thomson Reuters, (febrero 09):- Los hedge Funds han reducido su volumen en un 40% dada su mala fama.Sigue considerándose la necesidad de regularlos, estableciendo ratios de

liquidez y solvencia.- Se habla de unas líneas generales que los EEUU deberían convertir en normas (también Trichet); vigilar las agencias de rating, y los mercados OTC (over the counter), transacciones privadas bilaterales.

PaUL KrUgman, (El País 01/03/09): - Budget Obama: plausible.- 645 000 millones de dólares para sanidad. Ingresará otro tanto en venta de emisiones de CO2 según Kyoto.- Se prevé una deuda exterior del 60% del PIB, que no es escandalosa.- Son previsiones para diez años, lo malo es que la crisis puede durar más.- Será inevitable, a la larga, gravar no sólo rentas de ricos (tal como hace Obama) sino rentas medias.

P. rodrígUez sUances, (El Mundo, 01/03/09):- Hay paraísos fiscales “no cooperadores” en Europa: Andorra, Liech-tenstein, Mónaco, ¿Suiza?- En OCDE hay otros 35 no del todo cooperadores, y según la ONU hay 80 en todo el mundo.- Retienen 6 billones de dólares, de ellos 1,5 en Islas Caimán.

J.m. naredo, (Público, 01/03/09):- Las inyecciones de liquidez a Banca son cada día más ineficientes.

simon tisdaLL, periodista, (El Mundo 01/03/09):- La UE ralentiza la ayuda a diez nuevos Estados Miembro: la Comisión retiene 5 000 millones de euros en energía y otros proyectos.- Un solo banco austriaco tiene concedidos créditos a países del Este por un montante equivalente al 80% del PIB de Austria.- Diez nuevos estados miembro deben devolver este año 312 000 millones de euros. a bancos occidentales.

george soros::- Aplauso a la moneda común Euro.- Necesidad de crear un mercado de bonos públicos de la Eurozona para rescates bancarios.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

188 189

LUis de gUindos, (El Mundo 01/03/09):- Los activos tóxicos han creado partidas de 2,2 billones de dólares, casi el doble que hace un año (BM dixit).- EEUU se ha sacudido la mitad de los tóxicos empaquetándolos al resto del mundo, también a países emergentes.- El Mercado norteamericano reacciona en negativo al nuevo Secretario del Tesoro, T. Geithner, que sigue a Paulson en adquirir titulaciones de préstamos y en dar más facilidades crediticias de RF, pero (según obser-vadores) no aclara cómo y desde dónde se adquirirán activos tóxicos.

J.i. cresPo, (El País 01/03/09):- Too much Money chasing too few assets (demasiado dinero para tan pocos activos que comprar): eso fue el origen de la burbuja.- Karl Marx habló de la incapacidad del sistema capitalista para acumular indefinidamente; D. Ricardo preveía una caída en estacionamiento dura-dero.- Habrá ocho o diez años de sequía, la única salida de una Banca recapi-talizada será financiando innovación tecnológica y productividad.

feLiX bornstein, (El Mundo, 8/03/09):- Una economía constitucional facilitaría programas a largo plazo, por encima de los periodos electorales habituales de cuatro o cinco años.

tim gethner, secretario del Tesoro eeUU, (El Mundo, 08/03/09):- El sistema financiero es un freno para la recuperación y la recesión está poniendo presión sobre los bancos. Es una dinámica peligrosa que tenemos que cambiar.

Jordi seviLLa, (El Mundo 08/03/09):- Cuando el problema es mundial, buscar culpa en los gobiernos nacionales es una tontería. Todos los gobiernos están haciendo más o menos lo mismo: inyectar. Pero con aplicaciones concretas distintas según los datos sociales: la “flexiseguridad” laboral a la sueca exige un alto sistema impositivo inexistente en otros países.

rafaeL PamPiLLón, (El Mundo, 08/03/09):- Los bancos deben ser transparentes. No vale ocultar pérdidas aduciendo que hay activos dudosos. No son dudosos. Las entidades no quieren reconocer la minusvalía.- La profundidad de la crisis va a exigir, también en España, una reestructuración del sistema financiero que pasa por la nacionalización total o parcial de algunas entidades.

carLos ocaña, secretario de Estado Hacienda español, (El Mundo, 08/03/09):- El ajuste del Gobierno español debe ser seguido por las demás administraciones públicas. Frente a la tesis del PP, es más importante ahora estabilizar el déficit que reducir impuestos.

Jaime carUana, director FMI, (Público, 07/03/09):- Que los gobiernos programen ya planes de estímulos para 2010 porque la crisis sobrepasará esa fecha. - Las entidades que operen en mercados de derivados de crédito (tanto si son seguros como AIG o si son fondos de riesgo) deben mantener reservas de capital.- Los grandes bancos deben subir sus niveles de solvencia.- Bien que los Estados invierten capital a las entidades con problemas, pero en el futuro establecer un sistema bancario de provisiones contra la morosidad según el modelo español, muy factible en tiempos de bonanza.- Lo mas importe: una normativa homogénea para el sector financiero en todo el mundo y unas prácticas comunes de supervisión, de manera que se puedan hacer inspecciones en los bancos entre las autoridades de varios países.

J. hernández vigUeras, aTTaC, (Público, 10/03/09):- No nieguen ustedes. la cobertura delictiva por parte de los paraísos fiscales, caso patente: los hedge funds del Bear Stearns inscritos ficticiamente (Letterbox Companies) en Islas Caimán, operantes en préstamos apalancados, es decir, con endeudamiento superior a la base real. - (Citando a Bill Gross, financiero): La ingeniería financiera titulizó

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

190 191

créditos y deudas en activos en una caterva de conductos de tres letras que únicamente podían explicar los magos de Wall Street. - Al desvincular el banco matriz de los activos resituados en los paraísos, los sacaban de la contabilidad oficial controlable.- Al diseminar riesgos se da el caso extremo de que el impago de una hipoteca en Michigan suponga pérdida para un ahorrador español titular de un porcentaje en un fund.- Al determinar la diferencia entre legislaciones de los países de origen de la emisión se practica un arbitraje o cálculo de media aritmética, optando por atribuirlos a la más favorable.- Al ser “banco en la sombra” la burbuja, que en el verano de 2007 alcanzó el pico de los 1.2 billones de dólares, hoy, por pánico, se desmantela. Es en parte operativa bancaria offshore, pero queda.- Solución: que la UE exija a todos los bancos de su territorio que supriman sus filiales y sociedades instrumentales en tales paraísos.

n. waLter y b. sPeyer, (Europe’s World Spring, 2009):- Necesitamos construir un sistema de supervisión financiera paneuropea, siguiendo el modelo de los bancos centrales de los veintisiete..- Tanta autoridad como la monetaria por parte del BCE.- La UE es el segundo más amplio mercado financiero del mundo. Ergo, en cooperación con EEUU y los países emergentes hay capacidad para una supervisión seria.- Hay que actuar. El WG de Jaques de Larosière, designado por Barroso tiene una tarea urgente.

d. gross y s. micossi, (Europe’s World Spring, 2009):- Imprescindible el European Financial Stability Fund (EFSF) que ahorraría el coste de los rescates nacionales y estabilizaría los mercados financieros europeos.- El EFSF podría encardinarse en el Banco Europeo de Inversiones (BEI), sólida institución hasta ahora inutilizada.- La UE debe unificar un mercado de bonos nominado en euros respaldado conjuntamente por los Estados Miembro: sería un inestimable foco de atracción para inversores de todas partes que busquen seguridad.

PaUL KrUgman, (El País, 08/03/09):- Los activos tóxicos (créditos problemáticos) valen más de lo que cualquiera está dispuesto a pagar por ellos. El Secretario del Tesoro, T. Geithener, considera que hay “un precio artificialmente devaluado” (ej.: valores hipotecarios categoría “AA” se han vendido a 0,40 centavos por cada dolar). Geithener cree obligado proporcionar financiación para que los mercados funcionen, revaluando esos activos. Sugiere préstamos estables a inversores privados que comprasen “tóxicos” a su beneficio.- Dudo que esto sirva para recuperar el Mercado, entre otras razones porque esos beneficios serían para gente que no los necesita ni merece ser rescatada, y sería gastar billones de dólares, números rojos a tope y probables protestas populares.- Hay que enfrentarse al desafío, y parece que no hay otra salida que rescatar bancos insolventes (“zombis”) pero haciéndose con su control, al menos temporal.

a. cabraLes y m. ceLentani, (El País, 08/03/09):- Innovaciones financieras imperfectas que hay que corregir:

- A) Titularizaciones de deuda: Los bancos, siempre expuestos a la desincronización entre activos (corto plazo) y pasivos (largo plazo), encontraron el bálsamo de fierabrás en los inversores profesionales (fondos alternativos soberanos y otros bancos dedicados a inver-sión). Les vendieron paquetes de activos y traspasaban los riesgos. Los compradores tenían clientes pacientes a cambio de más rentabi-lidad, y semiabiertos por la amplitud de la fama de cada paquete.

La titulización es dañina en cuanto el prestamista pierde in-terés en distinguir entre bancos y malos deudores; cuando cuanto más “pase” a través de titulización más comisiones haya de por medio: una para el transmitente, otra para el emisor de la cédula y otra para la agencia de rating.- B) Las agencias de rating: en EEUU (las tres más importantes mo-nopolizan el 95% del mercado) han cobrado por ambos lados, han asesorado para que el cliente obtenga evaluaciones más favorables y todo con la máxima impunidad.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

192 193

Remedio posible: que las agencias de rating puedan vender servicios accesorios y se sometería a régimen de multa en cuanto la evaluación crease un riesgo de confianza.- C) Bancos de Inversión: Suelen ser “universales” en cuanto com-prenden ambas facetas: comercial e inversión (ej. Citigroup y UBS).La rama inversión se dedica a operaciones sobre “derivados” y “al-ternativos” (opacos, dan pie a casos como el de Madoff). Si fallan es-tas operaciones, está el “comercial” para salvar, y de ahí insolvencia.

Remedio posible: que cada “derivado” tenga una contraparte fuerte que garantice el pago y reduzca el riesgo de contagio (sistema clearing house).

- Resumen: ¡más prudencia! (equipo CFEME: ¡faltaría más!)- (Cabrales y Celentani reconocen beneficios a la innovaciones financieras durante la últimas décadas.)

J.m. noceda, (El País, 08/03/09)- Está descartado resucitar los antiguos Bancos públicos españoles (de Crédito Industrial, de Crédito Local, de Crédito Agrícola e Hipotecar-io).- Queda ICO como residuo, puede y debe reforzarse: sería Banco Estatal de Inversión complemento de la Banca privada; o Banco “de segundo escalón”, porque diseña un producto, lo publicita y distribuye entre enti-dades, poniéndose a disposición de las mismas.- Otros complementos: Consorcios de Seguros, ICEX, Cia Reafianzami-ento, etc.- Coordinación por vasos comunicantes garantizada por una Comisión interministerial.- En la UE, Islandia y EEUU, el Tesoro ha recapitalizado Bancos a porrillo; el riesgo (ex Presidente de Argentaria F. Luzón dixit) está en el deterioro de la competencia y en las asimetrías regulatorias con los accionistas privados.

c. areniLLas, ex. vicepresidente CNMV, (El País, 08/03/09):- Todo préstamo de acciones debería estar en función de:

1) el tipo de interés libre de riesgo REPO.2) el valor de la acción y 3) el riesgo de que valores no sean devueltos.

- Recordar que hoy el tipo de interés del REPO es casi cero.- ¿Cómo funciona en realidad?: Los inversores minoristas o institucion-ales depositan sus acciones en una entidad (e j. Lehman Brothers antes de la quiebra pactan precio para el préstamo; el depositante permite al depositario prestar a su vez, éste gestiona a su arbitrio. El depositante suele ignorar los réditos a obtener por su mandatario/depositario y cuanto le tocará a él, depositanate.- Hay una cadena con eslabones interpuestos de subdepositarios que en-turbian al máximo, exponiendo al titular originario a perderlo todo.- Posible solución. Armonizar los regimenes de préstamo de valores en-tre los países desarrollados y establecer unos supervisores financieros veraces y diligentes, so pena de supresión del título. No haberlo hecho así ha sido un factor determinante de la crisis.

L. PagrotsKy, (Europe’s World, Spring, 2009):- Europa está en decadencia. En 1994 suponía el 19.5% del PIB del mundo, hoy el 14%. Remedios:

- Agenda de Lisboa, invertir en I+D+i diez veces el ridículo 1.7% del budget, frente al actual 40% para agricultura- Prioridad: reglas comunes para evitar la evasión de impuestos dentro de UE.- Advertencia a Liechtenstein y Mónaco para que acaben con la cobertura de la evasión fiscal.- Concentración de empresas, mediante una más enérgica Directiva sobre OPA’s y –sicut equipo CFEME- sobre SAE’s.- Protección social según el modelo escandinavo.

i. soteLo, (El País, 10/03/09):- Las pérdidas del sector financiero ascienden a 3.6 billones de dólares (la mitad en EEUU y gran parte de la otra mitad en la UE); catastrófico si pensamos que el capital oficial total de la banca norteamericana no pasa

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

194 195

de 1.4 billones de dólares.- Los activos tóxicos eran y siguen siendo ilocalizables, entremezclados con los sanos. Ergo: desconfianza mutua en el sector bancario.- Menos mal que se ha roto el tabú de nacionalizar bancos, vigente en los últimos cuarenta años.- RFA reaccionaría bien mediante el Bad Bank sufragado con fondos públicos dónde naufragarían los tóxicos, o bien inyectando liquidez banco a banco, pero haciéndose dueño el Estado de parte de las ac-ciones. La privatización ya se vería cuando, y cabe que inclusive con ganancias una vez saneado el sistema.- Esta nacionalización temporal parece la mejor solución.

PaUL KrUgman, (El País 14/03/09): - La respuesta de EEUU es inadecuada (por demasiado prudente) pero la de Europa es sólo una tercera parte de la que ha dado EEUU.

Portavoz ocde, (14/03/09):- Hemos entregado al gobierno británico, organizador del G-2, un listado de los países y territorios que no suministran información fiscal (35 jurisdicciones). Algunas (ej.: Luxemburgo, Suiza, Gibraltar) han prometido colaborar en breve.

dirigentes PoLíticos sUizos, LUXembUrgUeses y aUstriacos, (14/03/09):- Se mantiene (en esos países) el secreto bancario, pero se dará información, caso por caso, cuando haya sospechas fundadas de fraude fiscal.

asociación de bancos andorranos, (El País, 14/03/09):- Se levantará el secreto bancario en casos excepcionales.

michaeL Lewitt, (El Mundo, 15/03/09):- El mito de los mercados libres murió con el rescate de Fannie Mae y Freddie Mac. De hecho, murió cuando se crearon.- General Motors debería declararse en quiebra de manera inmediata. La Administración, al tratar de salvar a todo el mundo, está poniendo en

peligro a la economía en sus conjunto”.- La demanda económica habrá de sustentarse en último término en el ahorro o volverá a hundirse.- La burbuja inmobiliaria (en EEUU, Reino Unido y España) no se resolverá gastando billones de dólares en revalorizarla, porque no existe demanda real”.

Jordi seviLLa, (El Mundo, 15/03/09):- Los bancos no están para ganar dinero propio, sino que son un servicio público esencial para gestionar de manera eficiente el dinero ajeno.

r. shiLLer, citado por García Montalvo, (El Mundo, 15/03/09):- Es necesaria una mayor cultura económica y financiera de los ciudadanos para evitar ser arrastrados a una nueva burbuja.

t.L. friedman, (El País, 15/03/09):- EEUU: un atracón crediticio de veinte años.- Dejamos de fabricar cosas y nos pusimos a ganar dinero con el dinero.Compradores y consumidores a base de tarjeta; banqueros creando valores complejos, y de ahí el apalancamiento ulterior.- Hay bancos en cuyos libros de cuentas figuran créditos hipotecarios cuyo valor es el 20% del contabilizado.- O que el Gobierno cree Bad Bank que compre y conserve esa basura; o que compre un primer lote y cree un mercado.- Es plausible la nacionalización del Citigroup, pero podría darse un efecto dominó, como tras Lehman Brothers.

J. sachs, (El País 15/03/09):- Caerá vertiginosamente el consumo en los países desarrollados.- Cada dólar de disminución de riqueza lleva a que cada hogar deje de gastar 0,05: la disminución del consumo supone el 5% del PIB de EEUU y el 3,5% del PIB de la UE.- Tal desaceleración lleva al desempleo masivo.

Opiniones sobre la crisis

Movimiento europeo

196

- Remedios posibles: - Obra pública masiva: infraestructuras, transporte, energía sostenible, captura de CO, mejora de agua, etc.- Si, vía BM y FMI, se dan préstamos directos a empresas del Primer Mundo para invertir en los países del Tercer Mundo y que los devuelvan en 40 años a bajo interés.- Mínimo 100.000 millones de dólares al año.- Bueno para todos.

antonio bUfraU, presidente Repsol, (El País, 15/03/09):- El sistema financiero es un eslabón esencial, pero no más que otros, como los sistemas educativos y de innovación, la dotación de infraestructuras o el esquema fiscal.- Objetivos para la UE: Agenda Lisboa, no proteccionismo, sostenibilidad.- En el mercado laboral los trabajadores son parte de la solución y no del problema: no se trata de estatalizar ni de desregular, sino de inordinar lo públicoy lo privado.

PaUL KrUgman, (El País Negocios, 15/03/09):- ¿Por qué no tirar para adelante y nacionalizar? Cuanto más vivamos con bancos zombis más difícil será salir de la crisis.

P. de gravwe, (El País Negocios, 15/03/09):- La Banca no funciona, no presta a familias y a empresas en la Unión Europea. - Ve riesgos por todas partes (tras años de no verlos por ningún lado).- Eso ahonda la recesión, y la recesión destruye los balances de la Banca.- La única salida, la menos mala, es tomar los bancos temporalmente.

K. rogoff, (El País, 15/03/09):- Es absurdo verter dinero torrencialmente en bancos quebrados sólo por proteger a depositantes y accionistas. Solución: nacionalización par-cial y transitoria, y ajena a la gestión interna diaria.

santiago carbó, consultor Reserva Federal, (El País, 15/03/09):- No habrá más remedio que poner a funcionarios en los bancos y car-garse a los presidentes y a los primeros ejecutivos.- La gente no entiende que los pirómanos que nos han metido en esto pueden ser ahora los bomberos.

b. e. JacqUiLLat, profesor Instituto Estudios Políticos Paris, (Le Monde, 16/03/09):- Uno se endeuda si cree puede mañana reembolsar, si teme por su em-pleo y su porvenir, ni consume ni invierte; es la reacción general de los agentes económicos y durará tanto como las estadísticas del paro sean malas”. He ahí el circulo vicioso de la recesión.

J. Pisani-ferry, Think Tank Bruegel, (Financial Times, 16/03/09):- Tenemos un sistema (europeo) edificado para el buen tiempo, no para las tormentas; sus aparentes virtudes (predicibilidad, descentralización y un poco de prevención) han perdido su atractivo porque en una crisis necesitamos lo contrario, una dosis de centralización y una dosis de dis-crecionalidad in policy making.

editoriaL the economist, version equipo CFEME, (14 - 20/03/09):- El núcleo duro del federalismo anhela que la Comisión Europea haga uso de la crisis para arrancar poder a los gobiernos nacionales. Se pro-pone un regulador financiero a escala europea, también se alude a una armonización de la política fiscal y social en la Unión.

197

Opiniones sobre la crisis