policy paper escenarios prospectivos de la seguridad en colombia frente al proceso de paz

20
POLICY PAPER Escenarios Prospectivos de La Seguridad en Colombia Frente al Proceso de Paz Aproximaciones

Upload: john-anzola

Post on 10-Jul-2015

967 views

Category:

Government & Nonprofit


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

POLICY PAPER

Escenarios Prospectivos de La Seguridad en Colombia Frente al Proceso de Paz Aproximaciones

Page 2: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

Obra auspiciada por la Fundación Konrad Adenauer

Hernán Beltz Peralta

Presidente Honorario

Rodrigo Pombo Cajiao

Presidente

Giovanni Alberto Rocha Mahecha

Director Ejecutivo

Escenarios Prospectivos de la Seguridad en Colombia Frente al

Proceso de Paz - Aproximaciones -

Jhon Anzola Morales

Camilo Parada Ruiz

German Sahid Garnica

Autores

ISBN: 978-958-57361-8-4

© CORPORACIÓN PENSAMIENTO SIGLO XXI

Avenida 82 No. 7 – 22, Oficina 104. Bogotá, D.C. – Colombia

Teléfono 6216963. Fax 2369122

[email protected]

www.pensamientosigloxxi.com

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser

reproducida ni en su todo ni en sus partes, ni registrada en, o

transmitida por, sistemas de recuperación de información, en

ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquí-

mico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o

cualquier otro medio, sin el permiso previo por escrito de los

editores.

Page 3: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

Como parte de la serie de “Policy Papers” que ha ve-

nido produciendo la Corporación Pensamiento Si-

glo XXI, éste, intitulado Escenarios Prospectivos de la Seguridad en Colombia frente al Proceso de Paz, tie-

ne un mérito que de entrada vale la pena resaltar:

no se inscribe ni en un “voluntarismo de paz” ni

en un “voluntarismo de guerra” sino en el cam-

po de la estrategia. Alguien podrá anotar que no

podía ser “voluntarista” puesto que se enfoca en “la

seguridad”, lo cual es válido; pero también es cierto

que durante la última década considerables secto-

res de la opinión colombiana equivocadamente se

acostumbraron a considerar que la seguridad na-

cional está estrechamente ligada a la prevalencia

de operaciones militares ofensivas, aquellas que le

imprimen el sello más distintivo a la guerra.

En fin, el punto a destacar es que este “Policy Pa-

per” bien puede inscribirse en el ámbito de la Es-trategia de Seguridad por cuanto contiene insumos

que mirados con el detenimiento que ameritan

servirán a los correspondientes tomadores de deci-

sión en el Estado para ir elaborando una “Estrategia

Nacional para el Post-conflicto”. Y esto en un país

que en buena parte se ha acostumbrado a no tener

visión de mediano y largo plazo, sería un impor-

tante avance para rediseñar de manera estratégica

la seguridad como requisito indispensable para el

progresivo asentamiento de la paz.

Son tres los autores, Camilo Parada Ruiz, Jhon An-

zola Morales y German Sahid Garnica, y tres los

ejes (o apartados) sobre los que se articula el docu-

mento: “De los Escenarios Internos en un eventual

Post-conflicto”, “Seguridad Ciudadana en Colom-

bia: Retos y Perspectivas en un escenario de Post-

conflicto” y “Escenarios Estratégicos de las FARC

desde sus Documentos Rectores”. De estos a conti-

nuación me referiré a los aportes relacionados con

los tópicos que más han tendido a estar presentes

en la agenda pública desde que se iniciaron oficial-

mente las negociaciones para terminar el conflicto

con las FARC.

Del primero es destacable el aporte respecto a la

inserción dentro del sistema político colombiano

de las estructuras políticas de las FARC. En él se

muestra cómo la política territorial, en la periferia

que no en el centro, tomaría un sentido especial en

un escenario de postconflicto si se sabe articular lo

hasta ahora ilegal con lo legal, que a decir verdad

ha estado más escrito en las leyes que vivido en la

realidad en esas áreas por mucho tiempo margi-

nales al sistema político. Por esto el autor sostiene

que “la dicotomía legal-ilegal del ejercicio político

de las estructuras (de las FARC) también podría ser

vista desde la visión normativo-real-práctica”. En

este orden de ideas, argumenta que gran parte del

problema consistirá en “incorporar en la legalidad y

a los procedimientos del mismo orden, un ejercicio

que en la práctica ya vienen haciendo en algunas

zonas del país hace décadas”. En esa incorporación

en lo legal se incluye el control territorial, la red de

milicias, la construcción y promulgación de leyes

y sanciones, el control de la violencia y el efectivo

control del “negocio del narcotráfico”.

En lo atinente a la Seguridad Ciudadana, por una

parte el autor hace un adecuado análisis de la evo-

lución de las políticas públicas de este campo pues-

tas en marcha durante las administraciones Uribe

y Santos, mostrando sus aciertos y algunos vacíos

que se hace aún más imperativo llenar en un esce-

nario post-conflicto. Por otra parte, es de destacar

lo relativo a la reintegración de los excombatientes:

entre estos – sostiene el autor- algunos requerirán

educación, capacitación y en general formación

para vincularse al mercado laboral o para idear una

actividad económica independiente. Con otros se

podría “contemplar la posibilidad de involucrarlos

en actividades de seguridad ciudadana como se-

rían una policía cívica, comunitaria o una guardia

rural”. A lo que el suscrito agrega la necesidad de

un previo examen sicométrico elaborado con los

más altos estándares de calidad y confiabilidad,

enfocado en detectar la propensión a la violencia

de cada candidato, para así evitar que aquellas per-

sonas moral y sicológicamente descompuestas por

la guerra integren esas posibles organizaciones y

más bien se incluyan en tratamientos que les per-

mitan rehacer sus proyectos de vida en otro tipo

de actividad.

PRESENTACIÓN

Page 4: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

En el último apartado su autor plantea unos posi-

bles escenarios que tendrían lugar antes de llegar

al post-conflicto, con sus respectivos elementos de

favorabilidad o no para el Estado y para las FARC,

sin arriesgarse en la valoración de los más proba-

bles quizás por insuficiencia de elementos de juicio

fácticos. De todas maneras, los escenarios se cons-

truyen acertadamente teniendo en mente una

variable de análisis realista que corre transversal a

todos: el poder político que pretende la guerrilla.

En efecto, las FARC no han desistido de “luchar” por

alcanzar la meta trazada sin ambages desde la sép-

tima conferencia. Esto es la obtención del poder

político incluyendo para ello el uso de la violencia

muy al estilo marxista-leninista. Lo anterior se co-

rrobora en la respuesta a la pregunta de si espera-

ban poder participar en elecciones en busca de di-

cho poder, formulada recientemente (29-04-2013)

por Vicky Dávila de la FM a Rodrigo Granda, uno

de los negociadores en La Habana, pues el entre-

vistado afirmó sin titubeos “sin poder no se puede

lograr nada”. Es más, también de manera acertada

el autor sostiene que desde dicha conferencia las

FARC han venido implementando y reajustando

una estrategia en la que el esfuerzo militar es del

30% frente al 70% correspondiente a las líneas de

acción política.

Sin embargo es criticable la siguiente afirmación

hecha hacia el final del escrito en la que se niega

que las FARC tengan voluntad de paz: “… se pue-

de establecer que los diálogos de paz son solo una

estrategia de guerra de las FARC tal como lo de-

muestra el Pleno del Estado Mayor Central de 2000

donde se plasma lo siguiente: ‘…Adelantamos los

diálogos con el Gobierno como parte del Plan Es-tratégico. Debemos analizar hasta donde podre-

mos avanzar en el logro del objetivo de acuerdo

a las circunstancias políticas y de confrontación

existentes, buscando que ante la opinión siempre quede clara nuestra voluntad por encontrar salidas políticas dejando en el estado terrorista la respon-

sabilidad del agotamiento de esa opción’ “ (subra-

yados del autor, negrillas mías). En este argumento

no se tuvo en cuenta que dicho Pleno tuvo lugar

hace más de doce años cuando, debido a los éxitos

militares que cosecharon en el lapso 1996 – 98 (La

Delicias, Patascoy, El Billar, Mitú etc..), las FARC se

percibían a sí mismos como una especie de “estado

naciente” que negociaba con uno “convaleciente”

que además les había otorgado todo lo que exi-

gieron para sentarse a conversar (despeje de cinco

municipios etc…). Es decir, escribieron lo que cita

el autor en circunstancias político-militares muy di-

ferentes a las del presente. Es más, se soslayó de la

cita de las FARC la parte en negrillas. Esto no quiere

decir que durante las negociaciones esa guerrilla

no vaya a seguir jugando ajedrez buscando el po-

der político y que el Gobierno no deba pasar del

póker al juego ciencia so pena de verse sorprendi-

do; pero sí hay que poner en duda el argumento

del autor quien, repito, sostiene que las FARC aún

no tienen voluntad de ponerle fin al conflicto ar-

mado.

¿Son conscientes de todo lo anterior los tomadores

de decisión en el Estado? ¿Cuál de los escenarios

de vislumbra como el más probable? ¿Partiendo de

dichas premisas se están diseñando al menos bo-

rradores de las estrategias para llegar al post-con-

flicto? ¿Con que cuota de poder se conformarían

las FARC? ¿Cuál cuota está dispuesto a permitir el

Estado? ¿los colombianos? Estas y otras preguntas

quedan pendientes de respuesta para un futuro

análisis del naciente Centro de Análisis Estratégico

(CAE) de la Corporación Pensamiento Siglo XXI.

Bogotá D.C. 1 de mayo de 2013.

Coronel (R) Carlos Alfonso Velásquez R.

Corporación Pensamiento Siglo XXI

Centro de Análisis Estratégico.

4

Page 5: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

INTRODUCCIÓN

La seguridad es un elemento decisivo para el buen

funcionamiento del Estado de Derecho. Colombia

presenta unos problemas en diversos aspectos que

disminuyen la calidad de vida y deteriora el clima

de negocios, haciendo a su vez que la informalidad

sea una gran aliada de las diversas manifestaciones

de violencia y terror que se presentan en nuestra

sociedad.

El presente Paper, que se construye a partir de una

iniciativa de la Corporación Pensamiento Siglo XXI

y su Centro de Análisis Estratégico – CAE, el cual

preguntó que pasa con la FARC y los diálogos con

el gobierno desde una perspectiva de futuro.

Es por ello que hemos estructurado en este peque-

ño documento tres escenarios o si lo prefieren, tres

marcos de análisis en los cuales se abordan temas

y escenarios en los cuales los exguerrileros y la so-

ciedad colombiana pueden asumir, como parte de

un proceso integrador, que es mucho más amplio

y de mayores alcances que los propuestos en este

documento, sin desconocer que se ha pretendido

lograr una análisis estructural de temas claves

para los estudios en seguridad.

En sintesis es documento consta de tres partes, una

en la cual se aprecia posibles escenarios de pos-

conflicto, (bajo el entendido de un acuerdo de Paz

del Gobierno de Santos y las FARC), un segundo

capitulo que hace una mirada a la seguridad ciuda-

dana y sus implicaciones en una eventual paz. Y Por

último se presenta posibles rutas de acción de las

FARC, dentro de sus estrategias políticas y militares

que permitan dilusidar hechos y efectos a partir

de sus lineas estratégicas, en ralación con el actual

proceso de paz.

Esperamos que el lector encuntre una mirada di-

fernte, precisa, pero propositiva de lo que puede

ser la seguridad en Colombia en un escenario de

posconflicto.

I. DE LOS ESCENARIOS INTERNOS EN UN

EVENTUAL POST-CONFLICTO

1. Terminación del conflicto y bacrimización

de estructuras armadas de las FARC

Parte del temor gubernamental de la academia y

de la población en general se remite a la posibilidad

inminente de que algunas estructuras del grupo ar-

mado ilegal, tras la terminación oficial del conflicto,

presenten una mutación hacia el fenómeno cono-

cido como Bandas Criminales o BACRIM.

ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE

AL PROCESO DE PAZ- Aproximaciones -

Autores:

Camilo Parada Ruiz

@cparadaruizInvestigador Centro de Investigación en Guerra Asimétrica

Jhon Anzola Morales

@metropolisDCInvestigador Fundación Ideas para la Paz

German Sahid Garnica

@GermanSahidProfesor Universidad del Rosario

5

Page 6: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

6

El desarrollo del narcotráfico como dinámica eco-

nómica y la instauración de todo el proceso pro-

ductivo y de distribución que se presentó en el

país a partir de los años 70, más la inoperancia por

parte del Estado para controlar dicho negocio, hizo

de este un caldo de cultivo ideal en la construcción

de riquezas inimaginables sostenidas en un pivote

basado en la infiltración de la política y la construc-

ción de estructuras armadas.

La constitución de carteles organizados a la luz

de este negocio, construyó una mutante manera

de delinquir, donde factores sociales propios del

tercer mundo (pobreza, marginalidad política, ex-

clusión social) alimentaban los índices de crimina-

lidad y la tendencia a enriquecerse por fuera de la

legalidad.

Con la destrucción de los visibles y anacrónicos

carteles, el fenómeno del narcotráfico tomó dos

caminos distintos. Por un lado, antiguos narcotra-

ficantes menores, herederos de los carteles, com-

prendieron que el negocio podía ser más rentable

y menos peligroso si adquirían una visibilidad me-

nor y una capacidad mayor de infiltración de au-

toridades e instituciones locales, que les permitiría

un control del micro-tráfico y la consolidación de

las redes económicas provenientes del negocio.

Por el otro, ciertos frentes de las FARC estaban ubi-

cados geográficamente en zonas donde era posi-

ble realizar todo el proceso productivo del alcaloi-

de (Frentes 1, 6, 7 y 27) y tomar el negocio como

parte de financiación de la máquina militar que

requerían para combatir a los sistemas de defensa

del Estado.

Vale la pena aclarar que estas dinámicas no son ex-

cluyentes, ya que en algunas zonas del país existen

Bandas Criminales que conviven y cohabitan con

estructuras de las FARC, como sucede en el noroc-

cidente antioqueño con el Frente 58 o en la fron-

tera con Panamá donde el 57 convive con redes

criminales de Los urabeños.

La inserción de las nuevas dinámicas en el esce-

nario del crimen organizado internacional es otro

elemento a analizar. Redes criminales provenien-

tes de Brasil o México serían auspiciadoras de esta

nueva mutación de las estructuras guerrilleras; es

más, en algunas regiones del país (Catatumbo) ya

hay indicios de dicha transformación: estructuras

armadas de las FARC, el ELN y del antiguo Bloque

Catatumbo de las Autodefensas, se han organizado

como red de producción y distribución de la droga.

Viendo el panorama con estas luces de aproximación,

se puede proyectar la constante y latente posibilidad

de la construcción de Bandas Criminales financiadas

por quienes controlan la producción y distribución

de alcaloides, de donde surge la enorme preocupa-

ción por la legalización de la droga en el país.

2. Estructuras Políticas de las FARC e inserción

dentro del Sistema político

Dentro del proceso de paz vigente en La Habana,

un punto de discusión central es la posibilidad de

que los militantes de las FARC ingresen al sistema

político según la dinámica de la elegibilidad. Frente

a esta coyuntura, es necesario hacer un paréntesis

sobre la organización política insurgente.

Las FARC son concebidas por ellas mismas como

una organización político-militar que mediante la

combinación de todas las formas de lucha y la gue-

rra popular prolongada, puedan alcanzar el poder

político y desmontar el régimen oligárquico.

Para ello, tienen toda una organización política que

pretenden legitimar sus acciones armadas deriva-

das de la causa insurgente. Dicha organización tie-

ne un alcance tanto externo (Cominter, Comisión

Internacional) que busca el apoyo internacional a

la causa subversiva, como interno (PC3, Partido Co-

munista Colombiano Clandestino) que pretende

en teoría, acompañar las prácticas militares y actos

terroristas desde la lógica de la causa insurgente.

En su estructura piramidal, se deriva hacia la pobla-

ción el alcance de las compañías políticas de cada

estructura o Frente a partir de una jefatura zonal,

que termina llegando a la sociedad civil en su juris-

Page 7: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

7

dicción delictiva por medio de las milicias que jue-

gan un papel legitimador de la misma estructura y

en ocasiones, de administrador de justicia en dichas

zonas.

Bajo esta lógica, se vislumbra en algunas regiones

del país, cómo funcionaría la cuestión política. Hay

diversos cuestionamientos de la opinión pública y

de los opositores del proceso, ante la posibilidad

que los miembros de la guerrilla pudieran ser ele-

gidos a corporaciones de nivel municipal, regional

o nacional. El dilema se enmarca en la inserción de

los guerrilleros en el sistema político democrático

como salida a su ejercicio militar y terrorista, legiti-

mando la acción subversiva como mecanismo de

acceso a este.

Pero observando las dinámicas históricas respecto

a la cuestión territorial y el acceso del Estado como

institución reguladora de la vida social de ciudada-

nos por medio del uso de la fuerza legítima, se evi-

dencia que dicho ejercicio se ha quedado corto. Es

por esto que la cuestión política territorial toma un

particular sentido en un escenario de postconflic-

to. Es allí donde el ejercicio político realizado por

las estructuras descritas anteriormente toma parti-

cular importancia.

La dicotomía legal-ilegal del ejercicio político de las

estructuras también podría ser vista desde la visión

normativo-real-práctica. Es decir, gran parte del

problema en sí, es incorporar en la legalidad y a los

procedimientos del mismo orden, un ejercicio que

en la práctica ya vienen haciendo en algunas zonas

del país hace décadas. La legitimación del proceso y

la inserción de dicho ejercicio, se hacen imperativas

como resultado esperado del proceso. Esta inclusión

normativa, además del acompañamiento político

nacional de movimientos como Marcha Patriótica

(cuya bandera es de reivindicación social de campe-

sinos, trabajadores y movimientos regionales) deno-

ta una estrategia municipal, regional y nacional.

Se espera también, como parte del proceso de in-

clusión a las dinámicas de la legalidad de los proce-

dimientos prácticos que hace la insurgencia en zo-

nas controladas por ellos, que sean acompañados

por las Organizaciones No Gubernamentales que

han sido parte de la estrategia de guerra política

frente a los organismos de seguridad del Estado.

Así, dichas ONGs actuarían como articuladoras en-

tre la nueva condición de las compañías políticas

antes ilegales, el sistema internacional y la pobla-

ción civil.

3. Institucionalidad e Imaginarios políticos

El gran reto que conllevaría el proceso de paz y la

posible dejación de armas por parte de la guerri-

lla de las FARC es la deconstrucción del imaginario

colectivo sobre este grupo armado y la transforma-

ción del ejercicio constructor de institucionalidad.

Cuando se describe el proceso histórico de cons-

trucción de institucionalidad republicana, se apela

casi que de manera sistemática a un centralismo

político, unos partidos políticos que sean fuertes

canalizadores de las demandas poblacionales y

una institucionalidad débil en su ejercicio práctico

en regiones apartadas.

Fue así como se construyó técnicamente una ten-

sión respecto a dicha institucionalidad; por un lado,

un centro creyente de la legalidad, de los procedi-

mientos normativos derivados de una modernidad

occidental; y por otro lado, una periferia lejana de

dichos procedimientos donde la institucionalidad

se construía a partir de interacciones sociales ba-

sadas en el uso de la fuerza y de la justicia según

intereses privados constituidos en dicho espacio

topográfico. Entonces, lo normativo se excluye en

sí mismo dando paso a un control territorial basa-

do en procedimientos lejanos de la racionalidad

instrumental de la norma.

Estos dos países, herederos de una dinámica colo-

nial sin una transición clara a la institucionalidad

republicana, acrecentaron la tensión centro-perife-

ria, sociedad rural-sociedad urbana que desvinculó

la idea de un Estado-Nacional con una relación en-

tre el constituyente primario y la toma de decisio-

nes públicas.

Page 8: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

8

La pregunta central derivada de esta descripción

es cómo construir institucionalidad con las ten-

siones planteadas. Todo parecería indicar que una

respuesta federalizada a la cuestión de la tierra y el

control político-institucional de ella, daría aparen-

temente una solución a la tensión planteada, sin

otorgar a esta alternativa un juicio valorativo.

La petición de las FARC para renovar el catastro

rural, el planteamiento de la necesidad de una

autonomía territorial campesina, el ambiente po-

lítico de la legalización de la droga y el salto a un

estado federado regional, como contemplan los

académicos, otorgaría luces a este escenario post-

negociaciones.

La autonomía territorial derivada de los diálogos

permitiría en unas regiones del país articular para

las FARC una institucionalidad tácita en un marco

de legalidad, generando nuevas construcciones

imaginarias sobre la causa política de su lucha por

más de 60 años, olvidando de tajo, las víctimas de

este proceso subversivo.

El movimiento Marcha Patriótica sirve como punta

de lanza de la construcción de los nuevos imagi-

narios. El elemento discursivo basado en la cate-

goría de la reivindicación de derechos colectivos,

es inherente a la misión de la democracia liberal;

la inclusión de eticidades (en términos de Rawls)

antes excluidas, genera mayor legitimidad y ampli-

tud a un sistema político antes cerrado y estático.

Como se observa, en este escenario “todos ganan”:

el sistema democrático, el Gobierno, las FARC, “los

excluidos” y la aparente institucionalidad construi-

da como resultado de un proceso de paz.

4. Construcción de nuevos paradigmas de

subversión en áreas determinadas.

Uno de los elementos problémicos que presenta el

escenario de post-conflicto es la consolidación del

ejercicio de la fuerza en un territorio determinado.

Por décadas, la lógica de defensa del Estado colom-

biano ha estado direccionada hacia su interior. Las

amenazas de este se han configurado como facto-

res subversivos o de inestabilidad al statu-quo.

En un posible escenario de post-conflicto, se pre-

sentaría una translocalización de la amenaza y por

ende, de los esfuerzos de los organismos de segu-

ridad del Estado a un blanco externo y a la Inteli-

gencia estratégica.

La consolidación del proceso de paz no se presen-

ta como un asunto netamente legal. Las dinámicas

de violencia que históricamente ha presentado

el país, reversarían inmediatamente un proceso

de inclusión real de la subversión en la vida legal,

ya que en la cultura de muchos de sus miembros,

existe una construcción valorativa de principios

éticos por fuera de la misma legalidad, lo que en

un caso provocaría la construcción de reductos

guerrilleros en un espacio controlado por sus an-

tiguos camaradas. En otros términos, estructuras

que han sacado provecho de la ilegalidad, podrían

construir movimientos subversivos en zonas de

control (ahora legal) de estructuras otrora ilegales.

Por esto se hace importante el acompañamiento

y la consolidación del proceso a partir de la inte-

gralidad de procesos estatales inexistentes hasta

ahora.

5. Estratagema política dentro de la combi-

nación de las formas de lucha

Una de las hipótesis más consensuadas en el ámbi-

to de los analistas de las FARC como organización

político-militar, es analizar el proceso de paz como

medio y no como fin de su lucha subversiva.

El proceso histórico de las FARC llevaría a pensar

dentro de este escenario, en la posibilidad de en-

caminar los procesos de diálogo como una estrate-

gia que conlleva tres puntos esenciales:

La visibilidad y legitimación en el escenario

internacional como grupo subversivo que

encarna la voluntad de un pueblo sometido y

explotado.

La reconfiguración en el teatro de operacio-

nes que le permite reconstituirse y reorgani-

zar sus estructuras militares y políticas.

Page 9: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

9

La posibilidad de establecer sus demandas en

una Asamblea Nacional Constituyente como

parte de la guerra popular prolongada sin de-

jación de armas, disminuyendo la voluntad de

lucha de los miembros de los organismos de

seguridad del Estado.

Estas posibilidades se enmarcan dentro de los pla-

nes estratégicos que las FARC han ido modificando

y adaptando a cada uno de los momentos del con-

flicto que se les han presentado.

Narcotráfico y Post-conflicto

Capítulo aparte merece este tema dentro del análi-

sis de un escenario real de Post-conflicto. Cabe re-

cordar que el fenómeno del narcotráfico es multi-

causal y que involucra enormes capas poblaciona-

les que, en algunos casos, hacen parte de su modus vivendi como práctica legitimada en su entorno

social, lo que cataloga este negocio como un pro-

blema que va más allá de lo netamente económico

en un marco de legalidad.

En algunas zonas del país (la mayoría remotas, con

población indígena y sin presencia real del Estado)

el narcotráfico ha encontrado el caldo de cultivo

propicio para establecer redes completas de pro-

ducción y distribución del alcaloide.

Las FARC entendieron la rentabilidad que genera el

negocio del narcotráfico y la ventaja comparativa

en términos de legitimidad al usar este mecanismo

(clandestino y alejado) y no otros mecanismos de

financiación como el secuestro o la extorsión para

financiar su lucha armada.

La consolidación territorial de algunas estructuras

armadas (Frente 7 en la ribera del Río Guayabero

–Guaviare- y el Frente 6 en el Cauca, por citar dos

ejemplos específicos) puede evidenciar la proble-

mática citada anteriormente. Estas dos estructuras

poseen características similares: Control territorial,

sofisticada y eficiente red de milicias, construcción

y promulgación de leyes y sanciones, control de la

violencia y efectivo control del negocio del narco-

tráfico.

En estas dos zonas, la siembra y recolección de la

hoja de coca y la producción química de la misma

establecen relaciones económicas entre sus habi-

tantes, siendo reguladas por la estructura subver-

siva, lo que determina el accionar de la región y su

movilidad con base en un negocio ilícito.

Viendo esta lógica, el panorama prospectivo res-

pecto al narcotráfico, se visualiza desde la posibili-

dad del control legal-territorial por parte de las es-

tructuras desmovilizadas legalmente constituidas,

con autonomía total administrativa y excluyendo

la posibilidad del ingreso a estas zonas de la fuer-

za pública o de cualquier organismo de control del

Estado. El otro escenario se vislumbra dentro de la

posibilidad de la legalización de la droga, lo que

generaría una lógica distinta respecto al negocio.

II. SEGURIDAD CIUDADANA EN COLOMBIA:

RETOS Y PERSPECTIVAS EN UN ESCENARIO

DE POST-CONFLICTO

En el año 2002 el país se enfrentaba a una de las peo-

res crisis políticas, económicas e institucionales de

su historia. El fracaso del proceso de diálogo lleva-

do a cabo en el Caguán (Caquetá) por el presidente

Andrés Pastrana (1998-2002) con las Fuerzas Arma-

das Revolucionarias de Colombia (FARC) –el grupo

guerrillero más antiguo y fuerte del país-, minó la

confianza de la ciudadanía, no solo en el gobierno

nacional sino también en sus Fuerzas Militares. Adi-

cionalmente, los grupos de autodefensas se habían

fortalecido y estaban en un proceso de expansión

territorial y política que tuvo el beneplácito de im-

portantes círculos de poder nacional y local.

Para este año, la tasa de homicidios en Colom-

bia era de 69 por cada 100 mil habitantes (28.837

casos)1 y según el Ministerio de Defensa Nacional

1 Fuente: Ministerio de Defensa Nacional (2010).

Page 10: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

10

se cometieron 680 masacres,2 se reportaron 1.708

secuestros extorsivos (698 de ellos en retenes ilega-

les o ‘pescas milagrosas’) y 1.645 actos de terroris-

mo.3 La Fuerza Pública tenía un total 313.406 efec-

tivos, las FARC sumaban 18 mil hombres alzados en

armas, se presentaron 209 ataques a municipios y

se estimaba que en el territorio nacional se encon-

traban sembradas 102.071 hectáreas de coca.4

Las condiciones anteriormente descritas conduje-

ron a que incluso el país llegara a ser catalogado

como un Estado fallido, sensación que compartían

los colombianos, decepcionados por el malogra-

do proceso de paz, por la crisis económica y por

la intensificación de un conflicto armado interno

cada vez más degradado, que cobraba más vidas y

afectaba a millones de personas, tanto en el cam-

po como en la ciudades. No obstante, al final de la

administración Pastrana, el Estado colombiano por

medio del Plan Colombia había sentado las bases

para el fortalecimiento y la modernización de sus

Fuerzas Armadas y de Policía.

En lo referente a los delitos contra la vida, la inte-

gridad personal y el patrimonio, las cifras daban

2 Son aquellos hechos en los cuales resultan muertos cuatro (4) o más personas; no se contabilizan aque-llos casos en donde por acción de la Fuerza Pública, en cumplimiento de su deber constitucional, resultan muertos cuatro (4) o más delincuentes; tampoco se tie-nen en cuenta las víctimas pertenecientes a la Fuerza Pública cuando exceden de cuatro (4). Para que sea catalogado como homicidio colectivo, se requiere que el ilícito sea cometido en el mismo lugar, a la misma hora, por los mismos autores y en personas en esta-do de indefensión. Estos hechos no son contabilizados como actos terroristas. Ministerio de Defensa Nacional (2010).

3 -ción de provocar o mantener en estado de zozobra o terror a la población o a un sector de ella, mediante actos que pongan en peligro la vida, la integridad físi-

medios de comunicación, transporte, procesamiento o

de medios capaces de causar estragos. Ídem.4 Fuente: Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos

Ilícitos – SIMCI.

cuenta que para 2002 -además de la tasa de ho-

micidio ya mencionada-, en el país se presenta-

ron 107.387 casos de lesiones personales, 33.431

hurtos a personas, 16.093 hurtos a hogares, 11.984

hurtos a establecimientos comerciales, 17.303 ca-

sos de hurto de automotores (vehículos) y 12.974

hurtos de motos.5

1. Álvaro Uribe y la Política de Defensa y Segu-

ridad Democrática (2003 – 2010)

Este escenario propició las condiciones para que

Álvaro Uribe Vélez alcanzara la victoria en la prime-

ra vuelta de las elecciones presidenciales de 2002,

cimentando su campaña principalmente en la

promesa de derrotar militarmente a los grupos ar-

mados ilegales (especialmente a las FARC). Para tal

fin, a partir del año 2003 el gobierno de Uribe Vé-

lez implementó la Política de Defensa y Seguridad

Democrática, cuyo objetivo principal era “reforzar

y garantizar el Estado de Derecho en todo el terri-

torio, mediante el fortalecimiento de la autoridad

democrática: del libre ejercicio de la autoridad de

las instituciones, del imperio de la ley y de la par-

ticipación activa de los ciudadanos en los asuntos

de interés común”.6 Según este documento, la se-

guridad fue definida como “(…) el bien común por

excelencia de toda la sociedad (…), la protección

del ciudadano y de la democracia por parte del Es-

tado, con la cooperación solidaria y el compromiso

de toda la sociedad”.

La política de seguridad democrática estableció

como sus pilares fundamentales: (i.) la protección

de los derechos de todos los ciudadanos, (ii.) la

protección de los valores, la pluralidad y las institu-

ciones democráticas y (iii.) la solidaridad y la coo-

peración de toda la ciudadanía en defensa de los

valores democráticos. De igual forma, se identifi-

caron como principales amenazas para el país y la

5 Fuente: Observatorio del Delito de la DIJIN - Policía Nacional

6 Presidencia de la República - Ministerio de Defensa Nacional (2003). Política de Defensa y Seguridad De-mocrática. Bogotá D.C.

Page 11: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

11

ciudadanía en general: (i.) el terrorismo, (ii.) el ne-

gocio de las drogas ilícitas, (iii.) las finanzas ilícitas,

(iv.) el tráfico de armas, municiones y explosivos,

(v.) el secuestro y la extorsión, y (vi.) el homicidio.7

Su implementación durante los ocho años de go-

bierno de Uribe (2002-2010) presentó resultados

exitosos, particularmente frente a la lucha contra

los grupos armados ilegales. De esta manera, para

2010 el país evidenció un descenso en la tasa de

homicidios, ubicándose en 34.9 por cada 100 mil

habitantes (15.459 casos). También se registraron

184 masacres (reducción del 73%), 188 secuestros

extorsivos (solo uno de ellos en retenes ilegales; re-

ducción del 89%) y 471 actos de terrorismo (reduc-

ción del 71%). En cuanto al pie de fuerza, se pasó

a contar con 435.367 efectivos (Fuerzas Militares

y Policía Nacional), las FARC pasaron a tener cerca

de 8 mil hombres, se redujeron a tan solo cinco los

ataques a municipios, y las hectáreas sembradas

con coca disminuyeron a 68.025. 8

A pesar de lo anterior, la política de seguridad de-

mocrática se formuló y ejecutó, principalmente,

para darle respuesta a los desafíos que suponían

para el gobierno las acciones de los grupos arma-

dos ilegales en el marco del conflicto armado. En

Colombia, tradicionalmente la política de segu-

ridad ciudadana estuvo ligada a la política de se-

guridad nacional. Aunque esta situación cambió

luego de la Constitución Política de 1991, cuando

los mandatarios locales asumieron el rol de prime-

ra autoridad de policía de sus territorios, hasta el

momento no se implementaron estrategias que

permitan establecer el impacto real que el conflic-

to armado tiene sobre la situación de seguridad de

las ciudades.

Es el caso de los desmovilizados y de los despla-

zados, sobre quienes existe una estigmatización

social como fuentes de violencia en las ciudades,

aunque nunca se han desarrollado estudios serios

que permitan determinar cuántos de ellos y de

7 Ibíd. P. 248 Fuente: Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos

Ilícitos – SIMCI.

qué manera terminan involucrados en la comisión

de delitos en las áreas urbanas.

Durante el gobierno Uribe, las políticas de seguri-

dad ciudadana en los centros urbanos estuvieron

definidas esencialmente, por la Policía Nacional y

los gobiernos locales, quienes obtuvieron resulta-

dos importantes –como en el caso de Bogotá- en la

reducción de los principales indicadores de delitos

contra la vida y el patrimonio, los cuales no estaban

necesariamente relacionados con las dinámicas del

conflicto armado interno.

Al final del segundo periodo presidencial de Uribe,

en los delitos contra la vida y el patrimonio solo se

apreciaron reducciones en la tasa de homicidios

–que pasó de 69 a 34.9 por cada 100 mil habitan-

tes, debido en buena parte a la desmovilización y

neutralización de miembros de los grupos armados

ilegales- y en el hurto de automotores (8.049 casos,

reducción del 53.5%); en los demás indicadores se

registró una tendencia al alza. Para el año 2010, en

Colombia se presentaron 145.184 casos de lesiones

personales (incremento del 35.2% con respecto a

2002), 61.069 hurtos a personas (+82.7%), 17.242

hurtos a residencias (+7.1%), 12.918 hurtos a esta-

blecimientos comerciales (+7.8%) y 13.177 hurtos

de motos (+1.6%).

Es importante señalar el impacto que tuvo sobre

las cifras de seguridad ciudadana el proceso de

desmovilización de las Autodefensas Unidas de

Colombia (AUC) en el año 2005. La Agencia Co-

lombiana para la Reintegración (ACR) estima que

para 2010, el total de integrantes de este grupo pa-

ramilitar que dejaron las armas alcanzó la cifra de

33.542 personas.9 No obstante, este proceso gene-

ró nuevos desafíos para la seguridad en Colombia,

debido a que muchos de ellos reincidieron en actos

delictivos –por lo general asociados al narcotráfico-

y otros no completaron el proceso de reinserción y

terminaron enlistándose en la nueva expresión del

9 http://www.eltiempo.com/Multimedia/especiales/des-movilizados/ARCHIVO/ARCHIVO-12224321-0.pdf

Page 12: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

12

paramilitarismo, como lo son las Bandas Crimina-

les (BACRIM).

El caso de los desmovilizados de las AUC eviden-

cia cómo la política de seguridad democrática

enfatizó su accionar en el combate de los grupos

armados ilegales pero no contempló medidas de

carácter nacional relacionadas con la seguridad en

las ciudades y tampoco los efectos que sobre ellas

podrían tener las dinámicas asociadas al conflicto

armado interno (desmovilizaciones, nuevos gru-

pos criminales, ‘Know How’).

2. El gobierno Santos y la Política Nacional de

Seguridad y Convivencia Ciudadana (2010)

Pocos meses después de su elección, la adminis-

tración del presidente Juan Manuel Santos creó la

Alta Consejería Presidencial para la Convivencia y

la Seguridad Ciudadana, cuyo principal objetivo es

“definir una estrategia integral para combatir los

delitos que más afectan a los colombianos en las

principales ciudades, y que atentan contra su vida

y su patrimonio”.10

De esta manera, los temas que involucran la vio-

lencia y los delitos en las áreas urbanas del país,

empezaron a tener un manejo independiente de

las dinámicas del conflicto armado –sin perjuicio

de las relaciones que pueden generarse en estos

ámbitos, -por ejemplo en el caso del narcotráfico-,

que los analiza y enfrenta desde la perspectiva de

la Política Nacional de Seguridad y Convivencia

Ciudadana (PNSCC), herramienta de política públi-

ca formulada para tramitar estas clases de conflic-

tos sociales.

Mediante esta política, el gobierno de Santos

busca intervenir en la seguridad ciudadana des-

de cinco ejes estratégicos: (i.) prevención social y

situacional, (ii.) presencia y control policial, y justi-

10 http://wsp.presidencia.gov.co/seguridad-ciudadana/consejeria/paginas/consejeria.aspx

cia; (iii.) víctimas y resocialización, (iv.) cultura de la

legalidad y convivencia, y (v.) ciudadanía activa y

responsable. Adicionalmente, se establecieron dos

ejes transversales, el primero de los cuales se de-

nomina Sistemas de información y estudio de las

políticas públicas, y el segundo, Desarrollos nor-

mativos.11

La prevención social se establece desde la pers-

pectiva que resulta menos costoso para la socie-

dad colombiana prevenir que rehabilitar. En el as-

pecto situacional, se contempla la importancia de

tener espacios físicos adecuados que incidan en la

reducción de las probabilidades de ocurrencia de

un crimen –inspirada en la teoría de las ventanas

rotas-. En lo relacionado con la presencia y control

policial, la política se centra en la necesidad de me-

jorar la comunicación entre la Policía Nacional y la

ciudadanía, focalizando su actividad en las zonas

más críticas de ocurrencia de delitos, en articula-

ción con los objetivos del Plan Nacional de Vigilan-

cia Comunitaria por Cuadrantes (PNVCC).

El eje de justicia, víctimas y resocialización busca

el fortalecimiento de los sistemas penales para

adultos y para adolescentes, enfatizando en la

importancia de diferenciar el trato que tienen los

adolescentes que cometen delitos, en función de

su edad, gravedad, reincidencia y conducta. Por úl-

timo, el eje de cultura de la legalidad y ciudadanía

activa y responsable, promueve el respeto de las

normas, la autorregulación de los ciudadanos y su

participación activa en la prevención del delito, así

como el mejoramiento de los niveles de denuncia

e intercambio de información, con el objetivo de

generar óptimas condiciones de convivencia y se-

guridad ciudadana.

En noviembre de 2012, el gobierno de Juan Ma-

nuel Santos inició un proceso de diálogo con las

FARC en La Habana (Cuba), con el objetivo de

ponerle fin a casi cincuenta años de conflicto. La

agenda que se pactó contiene cinco temas funda-

mentales –que se dividen, a su vez, en subtemas-,

11 Fuente: Departamento Nacional de Planeación (DNP).

Page 13: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

13

los cuales son: (i.) Política de desarrollo agrario in-

tegral, (ii.) Participación política, (iii.) Fin del conflic-

to, (iv.) Solución al problema de las drogas ilícitas y

(v.) Víctimas y verdad.

Aunque los aspectos de seguridad ciudadana no

se contemplen –de hecho, no es el escenario para

tratarlos-, es indiscutible que, en una etapa de

postconflicto, muchos de los acuerdos que se lo-

gren en la mesa deben encontrar soporte en políti-

cas públicas que los consoliden. Tal es el caso de la

política de seguridad ciudadana, un tema invisible

hasta el momento, pero que al ser observada con

detalle, se relaciona directamente con cada uno de

los puntos de la agenda.

Una adecuada y equilibrada política de seguridad

se convertirá en una herramienta fundamental

para la consolidación de un hipotético escenario

de postconflicto. Por tal motivo, a continuación se

examinan algunos aspectos que pueden conside-

rarse como los desafíos que la política deberá sor-

tear en su formulación e implementación.

3. Retos y perspectivas de la seguridad ciuda-

dana en un escenario de postconflicto

Ante el escenario planteado por el incipiente pro-

ceso de paz que se lleva a cabo con las FARC, es

preponderante que en una situación de postcon-

flicto se integren las lecciones aprendidas de an-

teriores procesos de desmovilización –como es el

caso de las AUC- con los avances y planteamien-

tos de la PNSCC. De esta forma, será posible que

el Estado tenga las herramientas para prevenir un

aumento en los niveles de delincuencia en el país,

particularmente en las ciudades, y no repetir expe-

riencias como las acontecidas en algunos países

centroamericanos después de los procesos de paz

que allí tuvieron lugar.

Por tal motivo, los retos y perspectivas en materia

de seguridad ciudadana que subyacen a una hipo-

tética solución del conflicto armado en Colombia,

deben involucrar componentes de desmoviliza-

ción y reinserción articulados con las estrategias

de la PNSCC, la cual debe ser reformulada, de ser

necesario.

En el componente de desmovilización y reinser-ción12 se deben tener elementos generales como

el apoyo político en la planeación, ejecución y eva-

luación del proceso, y la flexibilidad para contem-

plar diferentes variables que ocurran durante el

proceso y puedan afectarlo.

El fracaso de una política de desmovilización y

reinserción se reflejará en nuevas y graves moda-

lidades de violencia política, social y criminal de

mayor impacto social a mediano plazo y con más

elevados costos para el conjunto de la sociedad

colombiana. Para evitarlo, se debe dar un carácter

estratégico a la reintegración de los excombatien-

tes. Por ello, debe promoverse la aceptación de la

sociedad, principalmente a través del equilibrio

entre la reconciliación y los derechos a la verdad,

justicia y reparación.

Algunos desmovilizados que desean salir de la

guerra requieren educación y capacitación para

vincularse al mercado laboral o para crear una acti-

vidad económica independiente. También debería

contemplarse la posibilidad de involucrarlos en ac-

tividades de seguridad ciudadana como serían una

policía cívica, comunitaria o una guardia rural.

Sin minimizar la responsabilidad del Estado, es

preciso darle un papel importante a la familia en el

proceso de reinserción porque en algunos casos el

núcleo familiar también se enfrenta a un proceso

de reinserción (por seguridad o por rechazo de la

comunidad receptora). La seguridad es pieza clave

de cualquier proceso de desmovilización y reinser-

ción, debe comprometer todos los organismos del

Estado e incluir sistemas de inteligencia, alerta y

reacción que les garantice la vida.

12 Este apartado se fundamenta en el Documento de Polí-

escrito por Alejo Vargas y Rocío Rubio. Editado por la Fundación Social y FESCOL, febrero de 2004.

Page 14: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

14

Por último, para una ejecución exitosa de este com-

ponente es fundamental el diseño de un sistema

de monitoreo de la política –probablemente con

actores internacionales- para identificar los obstá-

culos y formular recomendaciones puntuales para

superarlos. En los anteriores puntos se encuentran

algunos elementos que pueden articularse con los

planteamientos de la PNSCC.

En el componente de seguridad y convivencia ciudadana, es menester partir de un enfoque di-

ferencial que facilite la reintegración de los excom-

batientes y fortalezca las instancias nacionales y

locales involucradas en la materia, la participación

de la comunidad y la capacidad operativa de la

fuerza pública. En vista de lo anterior, es pertinente

que el gobierno nacional tenga en cuenta algunas

experiencias adquiridas en la implementación de

políticas con este enfoque.

En este sentido, los nuevos programas y proyectos

en materia de seguridad deben propender por de-

finir un “perímetro” con problemáticas puntuales a

intervenir, evitando que sea un ámbito de injeren-

cia demasiado amplio, pues esto dispersa los recur-

sos (humanos, técnicos y financieros) y minimiza la

efectividad de las políticas públicas. De igual for-

ma, estos deben contener, desde su formulación,

herramientas metodológicas (indicadores, metas)

que permitan establecer con certeza su alcance y

el cumplimiento de los objetivos que se plantean.

También deben diseñarse las herramientas meto-

dológicas para determinar la incidencia de los pro-

gramas de tipo social sobre la seguridad ciudada-

na. Téngase en cuenta que no hay investigaciones

ni líneas de base que permitan establecer esta cla-

se de relaciones. Por este motivo, debe recopilar-

se información que permita establecer -mediante

criterios metodológicos consistentes-, la real in-

cidencia de la reintegración en el deterioro de la

seguridad.

De igual manera, es fundamental promover que

los ciudadanos denuncien los delitos de los que

son víctimas. En la actualidad, los niveles de de-

nuncia son muy bajos, lo cual repercute en que las

cifras de delitos que se llevan por parte de las au-

toridades y las entidades distritales, presenten un

alto subregistro.

El escenario de postconflicto en Colombia exige

del gobierno nacional y de los gobiernos locales,

adecuar una estructura institucional que permita

acoger a los excombatientes en la sociedad, prove-

yéndoles de las herramientas necesarias para una

adecuada reintegración. Pero estas deben comple-

mentarse con políticas que permitan mitigar los

posibles impactos que este proceso tenga sobre la

seguridad y la convivencia ciudadana. Son muchas

las experiencias a nivel nacional e internacional de

las cuales se puede aprender. La cuestión primor-

dial es articular y encontrar un equilibrio entre las

políticas de desmovilización y las de seguridad,

que permitan consolidar la paz, más allá de la fina-

lización del conflicto.

III. ESCENARIOS ESTRATÉGICOS DE LAS FARC

DESDE SUS DOCUMENTOS RECTORES

El grupo insurgente Farc-Ep construye su estrate-

gia político-militar con base en la séptima confe-

rencia nacional guerrillera realizada en Cubaral,

Meta en Mayo de 1982. En dicho evento el grupo

define su estrategia militar en la implementación

de la guerra popular prolongada de Mao Tse Tung.

Dicho planteamiento militar no busca la imple-

mentación de una guerrilla sino el largo proceso

de construcción de un ejército revolucionario que

eventualmente remplace las Fueras Militares legal-

mente constituidas.

En dicha conferencia, el Estado Mayor de las Farc

decide que el propósito de la organización es la

toma del poder mediante el esfuerzo militar pero

sobre todo político otorgándole valores del 30% y

70% respectivamente. De la misma manera se de-

cide que el esfuerzo militar debe ser contundente

con el fin de obligar a negociar al gobierno para

la consecución de una paralización de operaciones

de las Fuerzas Militares, crear un falso ambiente de

paz y buscar el co-gobierno.

Page 15: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

15

En abril de 1993 se realiza la octava conferencia

nacional guerrillera donde la organización

guerrillera decide priorizar al trabajo político

y clandestinizar el 70% mencionado con ante-

rioridad. En ese orden de ideas, las Farc deter-

mina la institucionalización hacia adentro de:

Las milicias bolivarianas (rurales) y las milicias

populares (urbanas) encargadas de realizar la

inteligencia y planear las estratagemas para

volver más eficiente el esfuerzo militar.

El Partido Comunista Colombiano Clandesti-

no con la función de: realizar la Inteligencia

estratégica, la penetración e infiltración en el

Estado, la dirección del Movimiento Boliva-

riano, el diseño de propuestas políticas y la

búsqueda de la conformación de un consejo

patriótico.

Movimiento Bolivariano que es el encargado

de conformar el movimiento de masas para el

partido una vez este salga de la clandestini-

dad.

Cabe mencionar que durante los ocho años del

gobierno de Álvaro Uribe Vélez tanto el esfuerzo

militar como el político fueron diezmados. Sin em-

bargo, las Farc como organización no tienen pre-

mura en el tiempo en virtud de la guerra popular

prolongada. Una vez el cabecilla “Alfonso Cano”

toma el control de la organización en comunica-

ción con los otros miembros del secretariado de

las Farc realiza un diagnostico e identifica varias

vulnerabilidades en la organización por:

Por primera vez los encuadrillados pierden la

perspectiva de la victoria por la desmoraliza-

ción creciente y la presión militar sostenida.

La pérdida de capacidad ofensiva, el bloqueo

del apoyo logístico y la precaria subsistencia.

Pérdida del control del centro de despliegue

estratégico (cordillera oriental) y Pérdida de

territorialidad.

Ruptura del sistema de comando y control; la

línea media de mando se encuentra fractura-

da por el incremento de capturas y desercio-

nes, haciendo difícil la comunicación entre

miembros del Secretariado.

Debilitamiento del acumulado estratégico por

la obtención por parte del Estado de informa-

ción privilegiada de las relaciones con actores,

elite política y gobiernos extranjeros.

De acuerdo a lo anterior el cabecilla Cano imple-

mente un nuevo plan denominado “Renacer Revo-

lucionario de las Masas”, vigente a 2013, que puede

definirse como una estrategia basada en la aplica-

ción continua de la guerra de guerrillas y el trabajo

organizativo de masas para neutralizar el plan de

campaña del ejército y afectar la institucionalidad

del Estado. En ese sentido se plantean dos líneas

de acción: una en el plano estratégico y otra en el

táctico y cada uno con una serie de elementos que

la configuran.

En el plano estratégico se pretende adquirir armas

estratégicas (misiles anti aéreos), ganarse el apoyo

político de personalidades públicas, mejorar las

relaciones con el ELN (inclusive buscando fusio-

narse), y fortalecer el Movimiento Bolivariano y el

Partido Comunista Colombiano Clandestino. En el

plano táctico se busca el incremento de campos

minados, uno de francotiradores, guerra de guerri-

llas, acciones tipo comando y de resonancia mediá-

tica, el fortalecimiento de las milicias, el aumento

de los cursos para explosivistas, la retoma de Cun-

dinamarca y el incremento de las infiltraciones en

las Fuerzas Militares y de Policía.

El fin último de esta estrategia político – militar es

el de realizar una pausa en la guerra, con lo que

se evita el desgaste de los combates conservando

efectivos, acumulados y movilidad. La pausa les es

de utilidad en la medida que permite en lo táctico

evitar el aniquilamiento de frentes, fortalecer los

frentes debilitados y evitar las desmovilizaciones

colectivas. En lo estratégico la pausa ayuda a un re-

planteamiento de la estrategia armada, el aumento

Page 16: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

16

del reclutamiento, nuevas medidas para evitar fu-

gas y sobre todo, aumento en los golpes selecti-

vos. Todo lo anterior para incrementar la moral re-

volucionaria al interior de la organización y buscar

nublar la opinión que se tiene sobre su capacidad

armada.

Además de lo anterior, el plan renacer pretende

proyectar una falsa intención de paz, ofrecieron un

proceso de diálogo bajo sus condiciones e incre-

mentaron el activismo social - estudiantil a través

del Movimiento Bolivariano y el Partido Comunista

colombiano Clandestino. De la misma manera el

secretariado decidió que dentro de su estrategia

comunicativa iba a minimizar los ataques por los

cuales son catalogados como terroristas. Es decir,

minimizar las bajas civiles y maximizar los a las

Fuerzas Militares y de Policía. Más importante aún

es buscar la forma de insertarse en formas legales

de la economía con el fin de dejar de ser llamados

narcotraficantes, y el negocio de las drogas ilícitas

es manejado en alianza con las Bacrin mediante

el intercambio de armas por cocaína. Además del

plan renacer, el Bloque Oriental de las Farc ha es-

tructurado el plan 2010-2012 para la retoma de

Cundinamarca con la reactivación de los siguien-

tes frentes: Frente 22 desdoblado del Frente 1, de-

linque en la Serranía de la Macarena. El 42 Frente

comparte área de injerencia del Frente 40 (Mese-

tas), el Frente 52 en el área de Brisas del Guayabero,

el Frente 54, el Frente Esteban Ramírez desdoblado

del Frente 1, el Frente Manuela Beltrán desdoblado

del F-44, el Frente Policarpa Salavarrieta ubicado al

sur del municipio de La Uribe, el Frente Vladimir Es-

tiven y el Frente Reinaldo Cuellar, ubicado en elá-

rea de Tomachipán (Guaviare).

De manera que el análisis prospectivos del grupo

armado Farc no debe basarse solo en el desarrollo

de los diálogos de paz iniciados en La Habana sino

en los planes desarrollados por el Secretariado y el

Estado Mayor de la Organización. Existen algunos

posibles “Escenarios Estratégicos” que pueden be-

neficiar o afectar a cada una de las partes involu-

cradas. Se trata de seis espacios, cada uno de los

cuales cuenta con sus respectivos elementos:

1. Replanteamiento político, proceso de nego-

ciación serio y desmovilización

2. Negociaciones de paz bajo viejos paráme-

tros

3. Continuación de la “lucha armada”, repliegue

estratégico y espera de las elecciones

4. Reinvención armada y fortalecimiento del

trabajo político

5. Sorpresa estratégica

Desintegración, pérdida de control y desmovi-

lizaciones regionales

El análisis debe partir sobre las unas consideracio-

nes iniciales que a través de la contextualización

resultan ser la estrategia del péndulo y el replie-

gue estratégico. Por tal motivo, los tres principales

retos de las FARC serían: Consolidar la dirección

político-militar, Mantener el consenso interno y

Evaluar y ajustar la estrategia política y armada. Lo

anterior evidencia que la principal preocupación

de las FARC es mantener su viabilidad como orga-

nización política en armas.

Existe un primer escenario que buscaría replan-

teamiento político, proceso de negociación serio

y desmovilización. En pocas palabras, significaría

una situación favorable para el Gobierno y para

las FARC, debido a que en ambas partes habría un

cambio de percepciones, lo cual tendría algunas

implicaciones. En este caso, las dificultades serían:

desconfianza histórica en el “Establecimiento”, cul-

tura política heredada de las lógicas de guerra fría,

formación marxista dogmática y antidemocrática

de sus cabecillas, auto-protagonismo, predominio

de tendencias “militaristas”, autismo político y falta

de opción y credibilidad política.

El posible segundo escenario sería el de negocia-

ciones bajo viejos parámetros, que resultaría des-

favorable para el Estado, debido a que sería un mo-

delo similar al del Caguán. En suma, estaríamos en

presencia de una serie de elementos contradicto-

rios con el Estado, como unas condiciones previas,

reposicionamiento político y armado, etc.

Page 17: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

17

En un tercer escenario se observaría la continua-

ción de la lucha armada bajo un repliegue estra-

tégico, lo cual sería desfavorable para el Estado

debido a la constante presión y alerta a que estaría

sometida la Fuerza Pública. Este escenario tendría

elementos como la defensa del Estado y la conser-

vación del pie de fuerza por un lado, y por el otro,

se acentuaría la guerra de guerrillas dentro de la

estrategia de Guerra popular prolongada, dificul-

tándole al Estado allanar un punto de inflexión

para la derrota.

En el cuarto escenario se obtendría la reinven-

ción armada y el fortalecimiento del trabajo po-

lítico, que sería desfavorable para el Estado si no

se logra el punto de inflexión decisivo. Para que el

asunto resulte efectivo y se fortalezca el trabajo de

masas y organizaciones, las FARC en sus diferentes

componentes (cuadrillas, milicias populares, mi-

licias bolivarianas, PC3 y MB) deben llevar a cabo

un proceso de reingeniería donde se haga énfasis

en mayor autonomía de los mandos medios, for-

talecimiento de la imagen política, minimización

de riesgos de desórdenes y excesos, recuperación

del control sobre estructuras, regionalización del

poder, mejoramiento de las alianzas con las Bacrin

y control de las deserciones de los cabecillas de fi-

nanzas.

En un posible quinto escenario, el factor de sor-

presa estratégica es desfavorable para el Estado,

sustentado en que el componente característico

es el ataque sorpresivo. Entre sus elementos tene-

mos: la utilización masiva de misiles tierra – aire y

de cohetería artesanal, los riesgos de desórdenes y

excesos, los vehículos blindados improvisados y el

aumento del terrorismo selectivo (mandos, minis-

tros, personalidades).

Por último, existe un sexto posible escenario que

se basa en la desintegración, pérdida de control

y desmovilizaciones masivas, que sería favorable

para el Estado. En la actualidad se puede afirmar

que el proceso se adecúa a la situación real, y que

los elementos que configuran este escenario son:

la rigidez y la fragilidad del consenso interno, la in-

capacidad de replanteamiento, la desmoralización

creciente, la pérdida de mando y control, la pérdi-

da de territorios claves, el declive en la experiencia

“militar” y el rechazo social.

La transformación estratégica de las FARC debe

ser manejada en dos ámbitos: el militar y el políti-

co. Al hablar del ámbito militar se hace referencia

a la defensa estratégica y en tal sentido, a la ofen-

siva táctica. Este ámbito se compone de algunos

elementos significativos que son: la contracción

del dispositivo en áreas de retaguardia, que busca

evitar confrontación y negar resultados y al mismo

tiempo maximizar la movilidad, volver mas eficien-

te la guerra de guerrillas, en donde cabe destacar

el uso de campos minados y francotiradores así

como el uso de engaños y estratagemas.

En la parte política se hace referencia a los dos mo-

dos tradicionales de trabajo en las Farc, el abierto

y el clandestino. En el abierto, realizado a través del

Movimiento Bolivariano se pretende influir la agen-

da electoral a través de acciones como: presionar la

firma de un acuerdo de paz y crear un falso ambiente

de paz

En el trabajo político clandestino y operacionaliza-

do por el Partido Comunista Colombiano Clandesti-

no se propenderá por infiltrar y buscar la presencia

en diferentes sectores de la sociedad utilizando las

siguientes herramientas: creación de un bloque de

estudiantes opositores, desencadenamiento mani-

festaciones sociales, buscar el fortalecimiento po-

lítico interno, mejorar la capacitación de cuadros,

fortalecimiento de milicias y urbanizar el conflicto.

De acuerdo a lo anterior, se puede establecer que

los diálogos de paz son solo una estrategia de gue-

rra de las Farc tal como lo demuestra el Pleno del

Estado Mayor Central de 2000 donde se plasma lo

siguiente: “… Adelantamos los diálogos con el Go-

bierno como parte del Plan Estratégico. Debemos

analizar hasta dónde podremos avanzar en el logro

del objetivo de acuerdo a las circunstancias políti-

cas y de confrontación existentes, buscando que

ante la opinión siempre quede clara nuestra voluntad

Page 18: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

18

por encontrar salidas políticas, dejando en el estado terrorista la responsabilidad del agotamiento de esa

opción”.

En ese orden de ideas, cabe mencionar que el gru-

po armado ilegal Farc regresa a lo básico, es decir

a la implementación de la guerra de guerrillas con

una directriz estratégica clara de recuperar lo per-

dido en lo político y militar.

A modo de conclusión se debe mencionar la im-

periosa necesidad de las Farc para sentarse a dia-

logar con el gobierno nacional por las siguientes

razones:

Rehacer el sistema de dirección y control que

hasta inicios del año 2013 se encontraba afec-

tado.

Generar acciones de resonancia política para

recuperar espacios y volver a salir de sus áreas

de retaguardia.

Generar espacios territoriales a través de las

eventuales zonas de reserva campesina para

entrenar y adiestrar a los nuevos cuadros y

mandos.

Recuperar la presencia internacional y rehacer

contactos con diferentes organizaciones lega-

les e ilegales.

Fortalecer el financiamiento por vías legales e

ilegales que no generen extradición como lo

es la minería ilegal y el robo de tierras y gana-

do; y de esta forma reconstruir el sistema logís-

tico.

Búsqueda de armas estratégicas para sostener

el crecimiento y asegurar la recuperación del

centro de despliegue estratégico (cordillera

oriental) que es el eje fundamental del plan

estratégico.

Y, construir el movimiento de masas como

requisito indispensable de la guerra popular

prolongada.

Page 19: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

19

Page 20: Policy Paper ESCENARIOS PROSPECTIVOS DE LA SEGURIDAD EN COLOMBIA FRENTE AL PROCESO DE PAZ

La Corporación Pensamiento Siglo XXI es una entidad sin ánimo de lucro estable-

cida en 2004 con el propósito de divulgar, enseñar y fortalecer las ideas de centro

derecha en Colombia y Latinoamérica. La Corporación ha establecido alianzas es-

tratégicas con fundaciones y centros de pensamiento nacionales e internacionales,

y se ha consolidado como un puente para el desarrollo de proyectos académicos,

editoriales y de seguimiento legislativo, enfocados a influir positivamente en el dise-

ño de políticas públicas en Colombia. La Corporación es un centro de pensamiento

autónomo e independiente de cualquier empresa, gobierno, universidad, persona

natural o partido político, sin que ello sea óbice para que pueda ubicarse y estable-

cer alianzas con cualquiera de dichas organizaciones.

Por su parte la KAS orienta su trabajo bajo los principios de libertad, justicia y soli-

daridad, y es una fundación política allegada a la Unión Demócrata Cristiana (CDU),

partido político de la cual fue cofundador Konrad Adenauer(1876-1967). Como pri-

mer canciller de la República Federal de Alemania, cargo que ejerció durante 14

años, Adenauer estuvo al frente de las opciones a favor de la reconstrucción de la

RFA, después de la segunda guerra mundial, de la superación de las cargas que que-

daron como consecuencia de la guerra y la decisión a favor de una economía social

de mercado. En lo que toca la política exterior, Adenauer no solo fomentó la alianza

con Estados Unidos y el acercamiento a Francia, sino que fue uno de los padres de

la Unión Europea.

Las actividades de la KAS se rigen por los principios trazados por la obra de Konrad

Adenauer, por eso, a través de más de 70 oficinas y proyectos en 120 países del

mundo, la KAS se ocupa por iniciativa propia de fomentar la democracia, el esta-

do de derecho y la economía social de mercado. La KAS trabaja en cooperación

con instituciones estatales, partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil, así

como élites seleccionadas, para consolidar la paz y la libertad. La KAS apoya el conti-

nuo dialogo sobre política exterior y seguridad, al igual que el intercambio entre las

distintas culturas y religiones.