poemas migrantes

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para ejercicio sobre la migración

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  • No hallan mis ojos mi patria,humo han sido mis amores.

    ESPRONCEDA.

    A IJA SALIDA DEL VAPOR "GOLD-HUNT~Ro"

    ---_._0---

    Se v el vapor para la patria ma,Se v y mi pecho de pesar se llena;Se va el vapor, y mi fortuna impaSlo verlo partir cruel me condena ..

    Se v el vapor: escucho la campanaQue con su son navegar com-ida;Es su aviso final, porque maanaNo estar aqu del sol la salida.

    Se v el vapor: el ltimo silbidoDe despedida con el pito da:Tercera vez repite su sonido,A bordo! bordo! que el vapor se v!

    Se v el vapor: ya lento se retiraDel grande muelle d le v posar,y su presencia al corazn inspira'I'ristes recuerdos de s.u ptrio hogar.

    Se v el vapor: las ruedas en su giroBaten las olas en confuso afan;Se vr se val y en mi dolor suspiroSolo por t, mi bella Cuscatln! (*)

    Se v el vapor: el hnmo se deslizaPor el gran tubo que lo deja huir,y al disiparse al soplo de la brisa~Ii esperanza COl1l0 l veo morir.

    (') Noiubrc udgcua tle la HeptlJliea del Salvador;

  • -184-Se v el vapor: veloz como zata

    Las anclas surca, y deja en su cristalLa espumosa parodia de un cometaQue all lejos se pierde en espiral.

    Se v el vapor: [adis ligera navelLos desiertos marinos ve. cruzar,Como los cruza con quietud el aveQue prefiere en las aguas habitar.

    Se v el vapor: sublime panoramaTriste contemplo al declinar el sol;Su tbia luz sobre la mar derramay embellece el bajel con su arrebol.

    Se v el vapor: desplega su banderay truena bordo intrpido el can;Saluda al puerto por la vez postrera,Mas destroza tambin mi corazn.

    Se fu el vapor! all en el horizonteA mi dbil mirada se ocult,Al penetrar en el espeso monteQue de nubes monstruosas se form.

    Se fu el vapor! i cuntos. mano en manoCon envidia mir decirse adis,Al lanzarse talvez en el ocenoDe esperanzas quimricas en pos! ....

    Es muy triste suspirarEn un lugar extranjeroPor la tierra Ll-primeroLa luz del sol se mir;Tener que sufrir las penasCon que se oprimo.lamente,Al comparar el presentoCon el tiempo que pas.

    Estristsimo vagarCuando una mujer se adora,Si cobarde siempre lloraLejos de ella el corazn.y tener dentro del alma

    -185-Sil bella imagen grabada,y la razn agobiadaPor imperiosa pasin.y en fin, entre tormentos,

    Dudas, amor Y esperanza,Semejante una balanzaPerpetuamente oscilar;No hay vida, no, ms ingrataQue la del pobre que vaga,PUflS si un recuerdo le halagaTal vez le impele llorar.

    San Francisco California. 1850.

    -'

  • cuentadela

    . .,peregrmacion

  • anduvimos errantesaos aos aos anduvimos errantesla ventisca el granito los violentos vendavaleslas grandes bestias devoradorasnada pudo detener nuestros pasoscruzamos rosmontesabismos de terrorcumbres a las que nadie se atreviera antespavorosos desiertosnada pudo detener nuestros pasosen tierra arena roca dejamos hondas huellasjunto al mar caminamossobre las altas sierras

    13

  • de da caminamosde nochesin detenemoscaminamos naciendo y caminandosoando y caminandopariendo y caminandocaminamos cantando y caminandonada pudo detener nuestros pasoscon nuestra casa a cuestasenterrando fechasestableciendo muertoscaminandocon el sol en los ojoscon el sol a la espaldasudorososhambrientoscaminandonegros de sueoheridos por la sedsin luna tropezandoduros de frocaminandode grito en grito estableciendo el rumbocaminandosobre navajas brbarascaminandoprietos de arcillacaminandodolor afuera

    14

    caminandodirectos al destinocaminandocreciendo en esperanzacaminandoaos aos aos caminando caminando caminando

    VIVImos en una islaen el centro de un lagopero no era el sitionadie vio la sealsolamente descansaremos aqusolamente estaremos el tiempo necesarioestuvimos cien aosnoche a nochemiles de noches escrutamos el cieloel gran gua contaba el paso de las luminariasel mercado el alacrn el venado el guerrerocinco mil veces la luna se hizo naday volvi de perfily luego mostr toda la cara con su gran risa negrados veces apagamos los fuegosy subimos al monte a esperar el designiodos veces el sumo tlamacaqui cant las alabanzasdel seor de lo cerca y de lo juntocuyo nombre no se pronunciados veces las guardadoras de la simiente

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  • se inclinaron esperando al que no debe versedos veces el fuego regres a las hoguerasdos veces anudamos .Ios aos y comenz otra cuentaentonces empezaron a llegar los mensajesun pjaro de fuego vino de la casa del vientoy se perdi en el reino del murcilagose alz el agua del lago y se llev a los pecescambi de sitio el cerrose apag la luna cuando no era tiempoel gran gua alz entonces la varay otra vez seguimosaos aos aos caminando caminando caminando

    los cuatro sacerdotesuno por cada estirpe ~se convirtieron en conejosy tornaron a la cueva del origenya se haba perdido la senda del regresopero elloslos conejoscorrieron preguntando a los otros animales del

    [montey pudieron llegar hasta la casadonde qued la piedra que no quiso moverselos teopixques recobraron su formay hablaron al diospreguntaron al dios

    16

    debemos de seguirno habremos ignorado la seal y extraviado la rutano se ha llevado el viento la palabra esperadaacaso se perdi en el agua el gesto inconfundiblese qued la plegaria en la cenizay no subi el canto en el azul del humose conmovi entonces la montaay el dador de la vida entreg la respuestacaminad caminad caminadvolvieron los teopixquesrecogimos las pobres pertenenciaslas mujeres repartieron el maz y los chilesllenamos los tecomates en el ltimo roy otra vez seguimosaos aos aos caminando caminando caminando

    casi nada tenamosnuestros vestidos eran yerbashojas de palmatule

    slo el gran sacerdote se cubra con pieles de

    [venadoostentaba un penacho de plumas de guilallevaba sobre el pecho un pectoral de jadey en la mano el gran bculo de conacaste blancoCon el espeso cuero del tapir hacamos sandaliascorreas para llevar la carga

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  • amarres para el icpali de los niossobre la dura tierra dormamossobre piedras a vecesen el frobajo la lluviahundidos en terroren la tremenda noche del coyoteantes de la luz suenan los caracoleslevantamos el campoy otra vez seguimos .aos aos aos caminando caminando caminando

    llegamos a un pueblo de grandes casashechas de barro y varaslas mujeres hilaban hilos multicolorestejan iridiscentes filigranas de plumaricas mantas que jams vimos antescriaban pjaros blancos y perros que no ladranlos hombres dibujaban encajes en las piedrasun gran templo se alzaba sobre el cerroy un dios era serpientey el otro dios un monstruo fabulosotodo lleno de ojosmanos cortadascorazonesfuimos sus servidorestrabajamos para ellos

    18

    aprendimos todo lo que sabanhicimos grandes cntarasrojos vasos ceremoniales adornados de negroarmoniosas flautasy largas pipas para la fiesta del tabacoles enseamos en cambio nuestra lenguanuestros cantos y danzasa labrar delgadas flechas de obsidianalanzas de pedernaldardos voladores y redondos escudos de maderapocos aos estuvimos allhicimos la ataduraencendimos un fuegoy otra vez seguimosaos aos aos caminando caminando caminando

    tambin anduvimos entre pueblos hostilesluchamosnos abrimos paso a golpes de macanaa piedra y puosa mordiscoa ua

    batallamos contra grandes ejrcitosarenas enemigas nos cortaron el pasosiniestras aguas quisieron detenemosvencimospero siempre vencimos

    19

  • el seor del espejo reluciente fue nuestro amparola celeste paridora de dioses multiplic nuestras

    [fuerzasno comimos en dasno dormimosluchar fue nuestro descansoy otra vez seguimosaos aos aos caminando caminando caminando

    oh seor de los dardoshabitante de la oscura mansin del mediodadueo de los espejost que caminas de nocheentre hielos y amenazante lavat que guas los pasos de los muertoshasta la casa de la transformacindanos el alimento de que somos merecedorest el vestido de plumasbebedor de los vientosel de la alta tiara de papel pintadoel que se cubre con una piel amarilladecorada con cien lunas de sombramustranos el caminoguardador de la llave de la celeste puertadepositario de los cofres de jadednos la palabra que esperamosrecurdanos el olvidado signo

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    entrganos el agua del reposouna negra pirmide levantaremos para ticantaremos en ella para honrarteharemos reverencia ofrendndote arenadanzaremos ante la estatua que te representeapidateoh bebedor de la nocheselanos el sitio donde asentar nuestra casarespndenos quemador del aguahemos dicho la plegaria del alvay otra vez seguimosaos aos aos caminando caminando caminando

    no buscbamos orojade preciosograneros ajenosslo un poco de tierraslo un pedazo de monte para alimentamosslo unas cuantas piedrasslo un pequeo ro

    aos aos aos esperamos la seal del dador de la

    [vidapero el tiempo no era llegadoperdido el recuerdo de la prstina cuevano nos reconoCamosramos slo mscarasrostros ajenos

    21

  • mscarasgente sin apellidosin espejo donde reconocernosnacimos vivimos morimos caminandoperseguidoscombatidosolvidadosodiadossin infanciasin risadueos del aire apenassondonos razpero cuanta riqueza trajimos en las manosacostumbradas a no temblaren el pecho habitado por tanto y tanto sueoen los ojos que supieron mirar lo que an, no

    [sucedecuanta promesa en los vientres cargados de futurocuanta leche de asombroen los pequeos senos erguidos detrs de los

    [huipilesfue preciso anudar horizontesensartar ristras de aosolvidar viejas vidasir pronunciando nombres de bestias ancestralesinventar nuevos nmeros para sumar edadeshuesos acumuladospasoshijos que no crecieron

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    camosnos alzamosno preguntamos naday otra vez seguimosaos aos aos caminando caminando caminando

    cuatro veces trece aos nos gui el viejo ms viejocuando los pies se le volvieron piedrasalz el sagrado bculo y entreg la sealms all del ms alto montejunto al espejo de agua os hablar el volcnescucharis sus vocescuando la luna ostente crculos de lluviaall ser el sitioverde y negro pas de agua quemantetierra de joyasen ella levantaris vuestros rostrosaprenderis el salto y el asaltoel colmillo y la garraseris dureza elsticagrito sin ecorugido que no retrocedeseris el pueblo del jaguarencarnaris en la bestia manchadaen su rostro hallaris vuestro espejotambin vosotros seris grandescon caudal de rodeles

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  • pueblos os sern sometidosla gentes se postrar ante vosotrosseguir vuestros pasosestas son las cargas que se os danvuestra riquezavuestra majestadlo sembramos entre cactos salvajesy otra vez seguimosaos aos aos caminando caminando caminando

    se cumplieron todas las profesasencontramos el sitionos habl el volcnlevantamos una alta pirmidecantamos y danzamos alabando a los dioseslos cuatro formadores sealaron las esquinas del

    [mundotuvimos oro piedras telas preciosas plumasseoreamos la tierrados mil aos seoreamos la tierradoblegamos pueblosconquistamos pasesciudades dioses grandes cacaguatalesdeleitosas mujeresel nocturno jaguar presidi nuestra fiesta

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    pero debi cumplirse la otra profesahombres de claros ojos llegarn por el mardel oriente vendrnde donde reina el murcilagohablando lengua extraavestidos de metalcabalgando sobre monstruos horrendosvomitando lumbreprecedidos por un trueno terribleocho veces leyeron los augures los fatales presagiosen el oscuro espejo del seor de los dardosocho veces dijeron el destino de la raza escozidaodespusun viento de locura dispers a los danzanteshuracanes colricos derribaron la casa de la

    [sabiduraentre lucir de lanzas y tronar de arcabucesmuertos los sacerdotesvioladas las vrgenes vestalesdesgarrado el tonalamatl de los vaticiniosextinguida la hoguera que arda sobre el araun incomprensible signo de maderase alz sobre el teocali del dos veces divinoel centro de todas las esferasrodaron las estatuas de los diosespor los flancos de las altas pirmidesy la muerte perdi su profundo sentido de glorifi-

    [cacinbajo el polvo iracundo

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  • las piedras volvieron a quedarse solasotra vez en la vasta desolada brbara soledadlejos de la reverencia y de la sangredestrozados los smbolosrota la majestad del homenajeescarnecido el significadoderruido el imperio del designiootra vez slo piedrasoscuro basalto o transparente obsidianaocultas a la luz verdaderafuera de la profunda realidad de los diosesregresados los tigres a la garra asesinay las sagradas serpientesreducidas de nuevo a su rastrera condicin de

    [reptilesvuelto vulgar metal el oro luciente de las joyascerrada la puerta de turquezaroto el cofre de jadeagobiado el hombreperdida para siempre su antigua grandeza

    pero los nietos del jaguaran estamos aqu