poemas jocosos - altervista
TRANSCRIPT
Poemas jocosos Carlos Domingo
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© Carlos Domingo
Barcelona, España, 2021
3
Contenido
Brindis ............................................................................. 5
Colisión hípica apañada. ................................................. 7
El vil gerundio ................................................................. 8
Fábulas ............................................................................ 9
Inconvenientes .............................................................. 15
El robo del banco ........................................................... 16
Los puchos ..................................................................... 24
Soliloquio del alma en su noche .................................... 26
Soneto en No sostenido mayor ...................................... 27
Tres actores y sus ecos .................................................. 28
Torta Pascualina ........................................................... 37
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5
Brindis
“jamais in vain, toujours in vin”
(Del escudo de la Sociedad Francesa
de Bebedores de Vino)
Mendoza 1955
Este canto
soberano
con su encanto
tan genuino
lo desgrano
nunca en vano
pues lo afino
siempre en vino.
Y en mi seso,
claro y sano
todo expreso
con gran tino
lo devano
nunca en vano,
6
me imagino
siempre en vino.
Y en el trato
cotidiano
es sensato
mi camino
y me afano
nunca en vano
pues termino
siempre en vino.
Y en anhelo
sobrehumano
hacia el cielo
cristalino
va mi mano
nunca en vano
pues la empino
siempre en vino.
7
Colisión hípica apañada.
Cien corceles veloces, más sin crines,
Con su presteza pública seducen;
Paralelos asombros se producen
Y espanto divergente de mastines.
Diversidad de intentos – no de fines-
A encuentro doloroso los conducen.
Metálicos relinchos reproducen
Deformidad en rígidos confines.
En voces de total desarmonía
Se expone una recíproca inocencia
A un orden de amenazas apremiantes.
Más a piezas de fina y gran valía
Se aferra que, medida su indulgencia,
Promueve derroteros circulantes.
Explicación: los 100 HP (caballos) de un coche, cautivan
por su pública velocidad. La gente de ambas aceras se
asombra y los perros asustados huyen en todas direcciones.
La intención de correr distintamente, pero llegando al mismo
punto, llevan a un choque en que las quejas de los “caballos”
que chocan expresan las abolladuras de las carrocerías
metálicas.
Los chocantes exponen cada uno a la no culpabilidad propia
a un representante del orden que amenaza un proceder
inmediato. Pero al aceptar unos billetes por dejar pasar la
infracción el soborno se limita a dispersar a los curiosos.
8
El vil gerundio 2011
¿Por qué no puedo más estar amando,
o quedar en mi casa si lloviendo,
oír el ruido de un tren que está partiendo
o escuchar una voz me susurrando?
No puedo porque no, que queda feo;
y todos del gerundio han abusado
tanto pero tanto en el pasado,
que no convence a nadie, yo lo creo
"Estoy providenciando", prometieron,
y ni siquiera eso lo cumplieron;
"call center", mentirosos argumentos.
Entrenados en rápidos momentos
asesinaron la sagrada lengua
y mi amor al gerundio no se mengua.
9
Fábulas
A María Rosa, para su formación ética
1
Siempre defendió Juan la no violencia
Y lo mató un señor de otra creencia,
El cual, después de muchos incidentes
También llegó a morir, viejo y sin dientes.
Mueren al fin los malos y los buenos
Pero estos, casi siempre, duran menos.
2
A un niñito su hermano más grandote
Le arrojo una pelota en el cogote,
Más esta rebotó en modo no flojo
Y al incauto agresor le dio en un ojo.
Si le arrojas a alguno algo al cogote
Que sea de un material que no rebote.
3
Había un señor que estaba muy doliente
Pues todo le dolía menos un diente
Y temiendo que el diente le doliera
A un dentista ordenó que lo extrajera.
Llevada a sus extremos es nociva
Hasta la medicina preventiva.
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4
Un boxeador, veloz, hábil y duro
Para boxear aleccionó a un canguro,
Y este se hizo tan hábil en la liza
Que le dio a su maestro una paliza.
Si debes enseñar, nunca alecciones
A alumnos de brillantes condiciones.
5
Un doctor de tendencia igualitaria
Trataba a unos enfermos de malaria
Y al no poder curar mal tan inmundo
Contagió de malaria a todo el mundo.
La igualdad, que se piensa que es lo justo,
Puede a veces causar mucho disgusto.
6
Pusieron en prisión a Juan Cerradas
Que hirió a un hombre de 15 puñaladas
Pero ascendieron al teniente Erazo
Que mató a más de 100 de un cañonazo.
Si te vas a poner a matar gente
Recuerda que se premia al eficiente.
7
Cierto señor, por lo demás muy bueno,
Exterminaba perros con veneno,
Y al fin se envenenó con un chorizo
Que con los perros muertos alguien hizo.
No te fíes, que en este mundo incierto
Hasta puede vengarse un perro muerto.
11
8
Un señor, muy benigno por su trato
Le tenía que cortar la cola a un gato.
Y como ser violento no quería
Le cortaba un poquito cada día.
El bien hazlo de a poco y suavemente
Pero el mal todo junto y de repente.
9
Un chofer chocador y atropellante
Se llevó un carpintero por delante
El cual cargaba clavos y fue un chasco
Pues los cauchos dejóle hechos un asco.
Haz bien sin ver a quien, sabia sentencia,
Pero el mal hazlo siempre con prudencia.
10
Un sabio al que asediaban cobradores
Fue a un establo a aliviar sus sinsabores
Más cuando allí dormía un asno arisco
Otro asno lo creyó y le dio un mordisco.
Cuando está pobre, al sabio más brillante
Cualquier asno lo cree su semejante.
11
Se alababa al banquero Carlos Fuentes
Por prestar el haber de sus clientes
Y de avaro a Juan Pérez se tildaba
Pues su haber en el banco atesoraba
Si quieres ser tenido como bueno
Algo tienes que dar, aunque sea ajeno.
12
12
Recuerdo que quejábase mi tía
Debido a que una muela le dolía,
Mientras tanto alegrábase mi abuela
A quien todo dolía más no una muela.
Para sentirse alegre o desdichado
Jamás los argumentos han faltado.
13
Un jefe policial de alta eficiencia
Consiguió erradicar la delincuencia
Y la comunidad al otro día
Decidió eliminar la policía.
Si vives de un problema no es prudente
Resolverlo de forma permanente.
14
Dos centavos robó Inocencio Hurtado
Se salvó por lo leve del pecado.
Cien millones robó Tomás Rotundo
Se salvó sobornando a medio mundo.
Para evitar tragedias
No robes cantidades intermedias.
15
Afirma un idealista de alto vuelo
Que la amargura hace caer el pelo,
Y hay un materialista que asegura
Que la calvicie causa la amargura.
Materialismo o espiritualismo
Si uno está triste y calvo dan lo mismo.
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16
Un sabio de didáctica notoria
Para un burro instruir se ató a una noria
Y en tan arduo trabajo finalmente
Se quedó allí de forma permanente.
Aquél que burros con afán instruye
A menudo también burro concluye.
17
Un líder a los ricos enfrentado
cuando hizo a todos pobres, fue expulsado,
Y a otro que al pueblo pobre enriquecía
Lo echaron cuando pobres ya no había.
Debe, en un liderazgo permanente,
Haber ricos y pobres juntamente.
18
El cura de la aldea de Aguarriba
A orinar al arroyo siempre iba
Y con la misma agua hacía el trabajo
De bautizar, el cura de Aguabajo.
Ser de arriba o de abajo da lo mismo
Para Dios, pero no para el bautismo.
19
Un señor que vivía con cierta holgura
Botaba su alimento a la basura
Mientras otro por falta de sustento
Buscaba en la basura su alimento.
Por procesos cual este, tan notable,
El sistema económico es estable.
14
20
Un señor que tenía mucho dinero
Contrató a trabajar a un pueblo entero
Y de todos tomando un poquitico
Eran todos felices y él más rico.
El trabajo hace el vivir más bueno
Sobre todo cuando es trabajo ajeno.
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(Escrita en colaboración con Esopo):
De una parra al abrigo y sombra amiga
Vivían una cigarra y una hormiga.
Sin cuidado alternaba la cigarra
El canto con el ocio y con la farra.
Entretanto la hormiga con esmero
De alimento llenaba su hormiguero.
Así cortó la parra noche y día
Y en tal forma alteró la ecología
Que se secó la parra
Y murieron la hormiga y la cigarra.
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Inconvenientes
Un fraile cuyo nombre no recuerdo
tenía mucho mayor el huevo izquierdo
y otro era conocido por el hecho
de tener más tamaño en el izquierdo.
Aún dentro de la secta más arrecha
hay tendencias de izquierda y de derecha.
Ni el joven en su edad moza
ni el viejo en su climaterio
gozan tanto como goza
el adulto en su adulterio.
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El robo del banco (poema leguleyo)
I La trama
Don Jamiato Revuelta,
El de aquí a la vuelta,
Dijo de repente
Poniéndose un dedo en la frente:
“Es patente
Que los de la peluquería
Mi Manía
De doña Ananía
Se mudarán enfrente
Por el desalojo pertinente.
Hay que estar preparado
Y proceder rápidamente”
Y se fue a ver a su abogado
Que era también su pariente.
El abogado
Mirando para un costado
Y simulando estar complacido
Dijo: “Pase, Don Jamiato, pase, pase
¿Cómo le ha ido?
¿Qué le parece el tiempo que hace?”
Pero don Jamiato ya desde el rellano
Dijo: “¡Vamos al grano!
Ni tiempo hay de dar la mano
Que si vamos muy piano, piano,
No llegaremos muy lontano
Como dice mi hermano
Giuliano
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Que es italiano”.
Y don Jamiato
en menos rato
en el que pasa corriendo un gato
Le hizo todo el relato.
“Hay que andar con mucho cuidado”
Dijo el abogado
Mirando para un costado.
“Doña Ananía
es suegra por parte de tía
de Maldoror
el procurador
Y a lo peor….
Puede llamar al comisario Osorno
que buscara un soborno…”
“¡Qué corno!!!”
Exclamó don Jamiato
Golpeando la mesa con tal arrebato
Que saltó volando un plato
E hizo salir corriendo al gato.
Pero no continuó su alegato.
II La mudanza
Doña Ananía
Dándoselas de urgente
Mudaba su peluquería
En presencia de mucha gente
Maldoror, el procurador
Que acarreaba trastos
y otros canastos
de deplorable color,
El agente
18
Josefino Carente
Que se hacía el inteligente,
Mirando todo minuciosamente,
desde la vereda de enfrente,
Don Jamiato Revuelta
Que se ocultaba con la cabeza envuelta,
El abogado, que miraba para un costado,
Y gente de la vecindad
Que fingía colaborar con la mobilidad
En busca de alguna oportunidad
Del hecho
Para sacar algún provecho.
En eso salió Maldoror, el procurador,
Llevando un banco
Pintado de blanco
Con una mancha negra en un flanco.
“¡Esta es la vuelta!
Dijo el abogado “pruebe a ver si lo suelta”.
Don Jamiato Revuelta
Con actitud resuelta
Y mostrando valor
se acercó al procurador
Y con gesto indeleble
Gritó “¡Venga ese mueble
Que es mío
me lo había regalado mi tío
que se llamaba Elío
y mejor que no arme ahora ningún lío!”
“Suelte don Jamiato o lo retrato”
Dijo el procurador, exhibiendo mal humor
Pero el asunto se puso peor.
19
Entonces el comisario Ascensio Osorno Vallejos
Que miraba desde lejos
Se acercó gritando: “¡Llegó la autoridad!
¡Todos a la seccional
de la calle tal y tal!
Allí mi amigo el doctor Saturno
juez de turno
dirá con ecuanimidad
quienes quedan en libertad
y quienes pasan a la oscuridad
por falta de urbanidad
y de respeto a la autoridad
¡si es una barbaridad, en plena ciudad!”
“Es verdad, es verdad”-decían muchas de las gentes
con los gestos correspondientes-“¡si es una incivilidad!
¡Hay demasiada libertad!”
Entretanto de modo ufano
Aparentando desgano
se llevaban cualquier objeto sano
al que podían echarle mano.
III El juicio
El doctor Saturno
Juez de turno (diurno y nocturno)
era un hombre taciturno.
“Cada uno hablará a su turno
y yo lo haré en primer lugar
para dictaminar.
Luego pueden apelar,
aunque se lo pueden ahorrar
porque no les va a resultar.”
y continuó al rato:
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“El ciudadano Revuelta Jamiato
por intento de arrebato
y por desacato
a la autoridad
(constituida y libremente elegida),
quedará enseguida
privado de su libertad
por una época indefinida.
El procurador, bachiller Maldoror
Pagará una multa menor
Que se fijará en lo posterior.
en cuanto al banquito en cuestión
Hasta nueva noticia
quedará en ese rincón
a disposición
de la Justicia”
Agregó con ojos de codicia.
Y antes que nadie dijera “mus”
apagó la luz
y ordenó al agente Josefino Monasterio Carente
que desalojara a la gente.
El comisario A. Osorno
recibió un soborno
y con sospechosa celeridad
dejó a todos en libertad.
IV La conspiración
Don Jamiato Revuelta
dormía a pierna suelta
con la cabeza envuelta
lleno de cerveza Celta
y se despertó al darse vuelta
21
“como que me llamo Jamiato
no me darán ese trato”
Y tomando una tabla de nogal
en menos que canta un turpial
construyó un banco tal
que era bastante igual
al que quedó en la seccional.
Lo pintó de blanco
le hizo una marca en el flanco
alquiló un coche
y en la oscuridad de la noche
desde una calle lateral
llegó al edificio policial,
Maldoror el procurador
estaba de mal humor.
“ese doctor
es un abusador
se quedo el banco sin ningún pudor
suponiendo que tenía mucho valor.
Pero yo haré algo mejor”
Y se fue a la carpintería
de su amigo Obadía
y le encargó para ese día
que hiciera un banco de color blanco
le pintó una marca en un flanco
y se dirigió a la seccional
mostrando un aire imparcial
en un transporte municipal.
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El abogado
harto de pan y pescado
se dijo mirando para un costado:
“He pensado
Que sin duda alguna
En el banco secuestrado
Debe haber haber una fortuna”
Pensando lo cual
Se fue al mercado
Municipal
Compró un banco casi igual
Le hizo en el flanco una señal
Y cuando el día llegó a su final
y se hizo de noche
Tomando el coche
De su primo Rabanal
Se dirigió a la seccional.
El comisario Osorno
Al ir a su casa de retorno
Contó el dinero del soborno
Y dijo ¡que bochorno!
No me alcanza para comprar el horno.
Tal
V La rebatiña.
El agente Josefino Monasterio de la Natividad Carente
Dormía plácidamente
Junto a su botella de aguardiente
Durante su guardia correspondiente.
Pero de repente
Se puso a soñar rápidamente
23
Que lo nombraban presidente
Y se sentaba en un banco
Como el que vió en el juicio precedente.
24
Los puchos
En 1954 durante la huelga de cigarreros todos
buscaban puchos, colillas de cigarrillos. En una
fiesta, Beatriz vio que muchos fumaban, nadie
decía tener, todos pedían y nadie daba. En un
ataque de histeria se puso a bailar al compás de
estos dos versos:
Todos fuman, nadie tiene
¡Todos piden, nadie da!
De aquí salió esto:
¿Qué sucede con los puchos?
Había muchos,
Hoy no hay ya
Todos fuman, nadie tiene
¡Todos piden, nadie da!
Lucha lucho
formidable
Por un pucho
Miserable
Que ninguno
Me dará
¿Es que alguno
Los retiene?
¿todos fuman? ¿nadie tiene?
¿todos piden? ¿nadie da?
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Y si digo:
¡Quiero un pucho!
“Vea amigo,
Siento mucho
No hay ni un pucho
Por acá.
Pedir puchos
No conviene
Todos fuman, nadie tiene
Todos piden, nadie da”
¡yo no siento!
¡yo no escucho!
Me lamento
Por un pucho
¡si no es mucho!
¡venga ya!
Es inútil
¡nada viene!
Todos fuman, nadie tiene
¡Todos piden, nadie da!
26
Soliloquio del alma en su noche Jorge y Carlos Domingo 1953
Los muchos agrupados mienten pocos
y bastantes los pocos dispersados
las manzanas marrones mienten cocos
y manzanas los cocos colorados.
Las tinieblas brillantes mienten focos
y tinieblas los focos apagados
los cuerdos encerrados mienten locos
y cuerdos los dementes escapados.
Un señor –que se llama Badaraco
natural de la puebla de Río Seco
grita tan fuerte que parece loco.
y entretanto más grita: ¡Este sobaco!
tanto también más ¡baco! dice el eco
reflejado en la casa de Grogloco.
Nota explicativa: Se intenta una aproximación espiral
a lo absoluto mediante ridiculización indirecta del
raciocinio evolutivo darwiniano.
27
Soneto en No sostenido mayor
(De una respuesta a Alfonso Pereyra
cuando le preguntaron cómo le había ido
con su joven profesora de música, dijo:
“do re mi fa sol la NO”.
De allí sacamos este soneto 1954)
Ese no en que se afirma tu arrogancia
Cuando esperaba un sí de melodía,
Ese no que a la escala desafía
Como séptima nota en disonancia,
Ese no que me tiene en la distancia
Ese no que perdura noche y día,
Ese no que se alarga y que se amplía
Sediento de tamaño y de constancia,
Es un no permanente y formidable
Es un no consistente y repetido
Es un no que es inmenso y es durable,
El no más negativo que he sentido.
Y en el espacio y tiempo interminable
Es un no que es mayor y es sostenido.
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Tres actores y sus ecos (duración 7 minutos)
(Miguel, curtidor; Tomás , su socio; Ana, su mujer,
Eco de cada uno)
MIGUEL
Me habrán dicho un desatino
En aquella historia extraña
De que vino a esta montaña
A vivir un adivino
Vino
¡esto si que es caso raro!
¡Contesta por Belcebú!
¿el adivino eres tú?
Dilo así mi duda aclaro
Claro
¿Y será cierto el aserto
Que para tu ojo vidente
En el futuro o presente
Nada hay oscuro o incierto?
Cierto
Pues entonces si es así
Y si es que tu no te opones
Te he de decir las razones
Por las cuales acudí
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Di
Sabrás que de cueros surto
Curtidos al pueblo entero
¿Más por qué es que no prospero
Por más que curto y que curto?
Hurto
¡Ya lo sospechaba! Das
Respuesta de buen sentido
¿Y quién es el atrevido?
¡Dime que no aguanto más!
Tomás
¡Tomás mi socio! De él viene
Mi situación tan funesta
¿Tiene cómplices? Contesta
Si es que nada te detiene
Tiene
¡Y todo sin dejar huella
Lo han hecho! Mas dime quien
Lo ayuda, porque también
Contra él será mi querella
Ella
¿Ella dices? ¡tan villana
Acción es de una mujer!
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Dime que quiero saber
El nombre de esa fulana
Ana
¡Ana! ¡Dios mío! ¡mi esposa!
Que me engaña con mi socio
¿Y es tan sólo en mi negocio
U osa hacerlo en otra cosa?
Osa
¡Y yo en esa lucha terca
Con mi negocio tan pobre
Para poder darle un cobre
Y ella así mi honor empuerca!
¡puerca!
De mi indignación no salgo
Dime que les puedo hacer
A mi socio y mi mujer
Para sentirme que valgo
Algo
¡Pero alguien viene! y se intuye
Por su andar que es mi señora.
Yo creo que por ahora
nuestro diálogo concluye
¡Huye!
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(se esconde, entra Ana)
ANA
Una adivina hay aquí
Dicen, que todo lo sabe
¿Podré, mi desdicha grave
contar y aclararla así?
Sí.
Respuesta clara y notable
Es la que acabas de dar
Y me incita a declarar
Mi situación deplorable
Hable!
He aquí el mal que me desgarra
Mi esposo gana sin tasa
y a mí plata no me pasa.
¿En que se la despilfarra?
Farra.
¡Lo pensaba! y mi demanda
Es, si entre tantos placeres
anda con otras mujeres
en tanta farra y parranda
Anda.
Y hay alguien como sabrás
Que distrae siempre algún cuero
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y yo lo vendo y…. prefiero
que no se hable de esto más
Tomás.
Sí, él alivio me trajo
¡Tan noble y tan compasivo!
¿Cómo aprecias el motivo
De su riesgoso trabajo?
Bajo.
¿Qué? ¿Que a otros fines se atiene
Y tras sus buenas acciones
Tiene turbias intenciones
Y de mostrarlas se abstiene?
Tiene.
Pensarlo me causa histeria
dime pues sin dilación
si es seria la acusación
que le haces de esa miseria
seria.
Indignación y sorpresa
Es la que turba mi mente
¿Es esa el ansia indecente
De su alma sucia y aviesa?
Esa.
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Ya ves, es triste mostrarte
Que nadie, nadie me estima…..
Pero…. ¡ alguno se aproxima
Mejor que de aquí me aparte!
¡Parte!
(Se esconde, entra Tomás)
TOMÁS
Pues se ha corrido esa bola,
que un adivino famoso
hay por aquí, ¡bien curioso,
en zona tan triste y sola!
¡Hola!
Me sorprendo y desconcierto
con saludo tan genuino
¿por cierto es del adivino?
Corrígeme si no acierto
Cierto.
Un gran problema me oprime
Te digo mi situación
A ver si tu solución
De tanto mal me redime
Dime
Soy el socio de Miguel
Ni un real para el propio hogar
34
A su mujer deja él
¿Cómo la puedo ayudar?
Dar
Lo hago, sustrayendo cueros
que ella vende en el suburbio
y saca algunos dineros
sin causar mucho disturbio
¡Turbio!
Ana lo acepta al presente
Más pregunto esta cuestión
¿Siente en mí mala intención
Aunque no sea muy consciente?
Siente.
En cuanto Miguel acecha
Y me trata de mal modo
¿Me echa a mi culpa de todo
Aunque no sabe o sospecha?
¡Echa!
Mi mujer que todo sabe
De toda la situación
Dice que hay gran confusión
Y cabe que mal acabe
¡Cabe!
35
Todo contra mi conspira
Y así por ser servicial
con todos me llevo mal
lo cual me duele y me admira
¡Mira!
(Salen Miguel y Ana corriendo de sus escondites)
MIGUEL
Por fin se aclaró el suceso
y ahora a comprender se alcanza
que la mutua desconfianza
nos abrumó con su peso
eso.
Mi angustia en alivio trueco
Pero mi pregunta es esta
¿Quién es ese que contesta
desde un escondite o hueco?
Eco
Como todos bien lo ven
Ese adivino insolente
Él se enreda porque miente
Y nos enredó también
Bien
36
Y tú, Eco, que en el proceso
Causaste tal confusión
Cesa en tus repetición
Que nos llevó a tal exceso
Ceso.
¡Y este sí que nunca falla!
No deja de responder
Y no sé qué puedo, qué he de hacer
A ver si tu voz se acalla
¡Calla!
(Se van los tres sin decir palabra ni hacer el menor
ruido)
FIN
37
Torta Pascualina (Fragmento)
Cómo la torta Pascualina crece
Mezclando ingredientes a ella aspira
Cómo luego se agita y se menea
Cómo la torta se llevaal horno y se retira
Y cómo si la torta sale fea
Por lugares incógnitos se tira
He de cantar sin omisión alguna
Si me ayudan mi musa y mi fortuna