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1 PLAN DE DESARROLLO DE PUEBLAS INDÍGENAS DE LAS HUASTECAS Programa de Asistencia Técnica para el Microfinanciamiento Rural Proyecto de ahorro y crédito popular y microfinanzas rurales IPP577 v7 Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized

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  • 1

    PLAN DE DESARROLLO DE PUEBLAS INDÍGENAS DE LAS HUASTECAS

    Programa de Asistencia Técnica para el Microfinanciamiento Rural

    Proyecto de ahorro y crédito popular y microfinanzas rurales

    IPP577 v7

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  • 2

    PROYECTO DE AHORRO Y CRÉDITO POPULAR Y MICROFINANZAS RURALES

    PLAN DE DESARROLLO DE PUEBLAS INDÍGENAS DE LAS HUASTECAS

    1 INTRODUCCIÓN

    El mundo globalizado del inicios del tercer milenio presenta cada vez mayores contrastes, en México esto se viene arrastrando desde hace más de cuatro décadas, ya González Casanova lo advertía en los años 60 al describir lo que a él le parecía el carácter dual de nuestra sociedad.

    Hoy por hoy nuestra sociedad está más polarizada entre ladinos o mestizos e indígenas: los unos integrados a la modernidad, la ciencia, la alta tecnología y con una mayor y mejor gama de oportunidades, los otros viviendo aún con demasiadas restricciones de todo tipo en medio del abandono, la discriminación y marginados de las oportunidades de progreso: sin educación con muy bajo grado de escolaridad, con el empleo de técnicas en su lucha por la vida tan arcaicas que muchas de ellas son precolombinas, con escasas o nulas posibilidades de acceso a la tenencia de la tierra, al progreso material, al crédito, el financiamiento y al desarrollo en general.

    Lo anterior hace que en México la palabra indígena prácticamente sea sinónimo de marginado, en nuestro ámbito, machista entre otras de sus características, también impera la marginación hacia la mujer: marginadas entre los marginados encontramos a las mujeres indígenas, cuyos derechos más elementales les son escamoteados aún en sus propias comunidades.

    En la primera parte de este estudio se presentan las características y la situación de la población indígena en términos de: tipo de población, condiciones de vida, recursos, carencias, infraestructura, necesidades, disposición, costumbres, formas de organización, acceso y aprovechamiento de servicios financieros. En la segunda parte los resultados de la consulta popular, para terminar con una serie de conclusiones y recomendaciones en materia de lineamientos de acción estratégicos a ser tomados en cuenta para que el Proyecto De Ahorro Y Crédito Popular Y Microfinanzas Rurales pueda convertirse en la punta de lanza no sólo para incidir en las actuales condiciones de marginación y pobreza sino para favorecer su empoderamiento e modo que puedan transformar su condición de subordinados perpetuos en una posibilidad de dignificar sus vidas.

    2 CONTEXTO

    La Huasteca se encuentra en el norte de Mesoamérica, también se le denomina Costa del Golfo del Altiplano Central. Es una llanura con aproximadamente 70 km. de ancho que desemboca en un conjunto de pequeñas cerros.

  • 3

    La delimitación de la Huasteca se ha establecido de acuerdo con diferentes criterios. La mayoría de las definiciones establecen que su territorio abarca el noreste de Hidalgo, el oriente de San Luis Potosí y el norte de Veracruz, de acuerdo con los fines de cada estudio varía el número de municipios que la integran. El número más comúnmente enunciado es de 64 municipios (11 en Hidalgo, 19 en San Luis Potosí y 34 en Veracruz). Tal como los define el INI sus límites son: al norte el río Pánuco, al sur el río Cazones y la región del Totonacán, al occidente las estribaciones de la Sierra Madre Oriental, y al oriente el Golfo de México.

    A pesar de la unidad geográfica e histórica que la conforma, la pertenencia a tres distintas define dinámicas sociales, económicas y políticas diferentes. En San Luis Potosí la Huasteca se considera la región con mayor potencial productivo del estado frente al árido altiplano del resto de su territorio. En Hidalgo se distingue, además de su potencial productivo, por que la caracterizaron en las dos últimas décadas. En Veracruz constituye una de las zonas con mayor grado de marginación, excluida de los grandes corredores económicos del estado.

    Con una unidad de carácter geográfico e histórico, el formar parte de tres entidades federativas da lugar a procesos socioeconómicos y políticos distintos: mientras para el estado de Veracruz la Huasteca es una de las zonas más marginadas; la porción potosina se considera la de mayor potencial productivo en la entidad, en contraste con su altiplano árido; para el estado de Hidalgo representa también el máximo potencia productivo. con las dos últimas décadas de luchas agrarias,

    La región cuenta con una gran diversidad étnica y así mismo productiva; esta última como reflejo de la adaptación de sus poblaciones indígenas a la gran heterogeneidad ambiental y diversidad de recursos naturales.

    En la composición actual de la región coexiste esta forma de aprovechar las riquezas con la forma utilizada por los sectores empresariales modernos ligados a la ganadería y el cultivo de la caña de azúcar, el cafeto y los cítricos. Estas actividades han repercutido en el acaparamiento de la tierra y como consecuencia en el surgimiento y agudización de los conflictos agrarios así como a la degradación de los recursos naturales. La alta homogenización de las formas de aprovechamiento de los recursos ha contribuido a que la zona vaya perdiendo las ventajas ecológicas y aún económicas que tiene el uso diversificado que practicaban los indígenas.

  • 4

    Las políticas de disminución del gasto público en el campo y la desregulación han afectado severamente las condiciones de los pequeños productores, especialmente de los indígenas.

    Este modelo económico y los programas de apoyo gubernamentales han desconocido la necesidad de considerar las formas de organización social y de producción de los habitantes, los problemas agrarios, la sustentabilidad ambiental de los proyectos. Lo anterior ha tenido como consecuencia una caída severa y constante en las condiciones de vida de los pobladores.

    Con respecto a los servicios financieros, son 59 las sucursales bancarias comerciales que operan en las tres subregiones, es decir, una sucursal por cada 32,307 habitantes, pero la densidad bancaria tiene marcadas variaciones en cada una de ellas. Mientras en la huasteca potosina es d euna sucursal por cada 24,020 personas, en la huasteca veracruzana la proporción es de 32,729 a una y en la huasteca hidalguense es 102,821 a una. Sólo en 21 de los 64 municipios que componen las huastecas hay sucursales bancarias; que en general están concentradas en las cabeceras de los municipios más grandes.

    La única banca de desarrollo rural que opera en esta zona es Banrural, que tiene una oficina en cada una de las tres subregiones y que en su conjunto suma un total de 4,208 depositantes.

    Respecto de los intermediarios no bancarios registrados en federaciones y/o ante autoridades, Chiapas cuenta con 2 uniones de crédito, 14 oficinas del PAHNAL, 15 Cajas Solidarias, 2 Cooperativas, 2 ONG y una SAP y un Fondo Comunitario. PAHNAL es la institución captadora de ahorros más importante en la Huasteca.

    Como se puede observar en la tabla y gráfica 2.1, de los 64 municipios que integran el Estado 55 están clasificados entre alta y muy alta marginación, es decir un 86% del total, lo que refleja las condiciones precarias de vida que imperan en la región.

    2.1 TABLA 2.1

  • 5

    Grado de marginación

    Huasteca Hidalguense Huasteca Potosina Huasteca Veracruzana Total Huastecas

    Número de municipios

    % del total Número de municipios

    % del total Número de municipios

    % del total Número de municipios

    % del total

    Muy alto 4 36.36 5 26.32 10 29.41 19 29.69

    Alto 7 63.64 10 52.63 19 55.88 36 56.25

    Medio 0 0.00 3 15.79 2 5.88 5 7.81

    Bajo 0 0.00 1 5.26 3 8.82 4 6.25

    11 19 34 64

    GRÁFICA 2.1

    3 CARACTERÍSTICAS SOCIO ECONÓMICAS Y CULTURALES

    3.1 Datos demográficos básicos

    Para fines de este trabajo se analizarán las condiciones socioeconómicas y culturales de los 47 municipios considerados dentro del Programa PATMIR, agrupados en tres subregiones.

    Los datos que a continuación se especificarán pretenden ser una forma de contribuir a la viabilidad en el aprovechamiento de los apoyos para impulsar servicios financieros del programa para atender de manera pertinente y eficaz las condiciones de pobreza de las regiones.

    P o r c e n t a j e d e M u n i c i p i o s d e l a s H u s t e c a s d e a c u e r d o a l

    g r a d o d e m a r g i n a c i ó n

    3 0 %

    5 6 %

    8 %6 %

    M u y a l t o

    A l t o

    M e d io

    B a jo

  • 6

    De estos 47 municipios, 19 de ellos están clasificados como de muy alta marginación, 23 de alta marginación, 3 de media y 1 de baja marginación. Este último es Cerro Azul.

    Clave de la

    entidad Municipio Grado de

    marginación > 30% pob.

    de habla indígena

    Clave de la entidad

    Municipio Grado de marginación

    > 30% pob. de habla

    indígena

    Huasteca hidalguense

    Atlapexco Alto Sí Huasteca veracruzana

    Benito Juárez Muy alto Sí

    Calnali Alto Sí Cerro Azul Bajo No

    Huautla Alto Sí Citlaltépetl Alto No

    Huazalingo Muy alto Sí Chalma Alto Sí

    Huejutla de Reyes Alto Sí Chiconamel Muy alto Sí

    Jaltocán Alto Sí Chicontepec Alto Sí

    San Felipe Orizatlán Alto Sí Chinampa de Gorostiza Alto No

    Tianguistengo Muy alto Sí Chontla Alto No

    Xochiatipan Muy alto Sí Huayacocotla Alto No

    Yahualica Muy alto Sí Ilamatlán Muy alto Sí

    Huasteca potosina

    Aquismón Muy alto Sí Ixcatepec Muy alto Sí

    Tancanhuitz de Santos Alto Sí Ixhuatlán de Madero Muy alto Sí

    Ciudad Valles Bajo No Tamalín Alto No

    Coxcatlán Alto Sí Tantima Alto No

    Ebano Medio No Tantoyuca Muy alto Sí

    Huehuetlán Alto Sí Texcatepec Muy alto Sí

    San Antonio Muy alto Sí Tlachichilco Muy alto Sí

    San Martín Chalchicuautla Muy alto Sí Zacualpan Muy alto No

    San Vicente Tancuayalab Alto No Zontecomatlán de López y Fuentes Muy alto Sí

    Tamazunchale Alto Sí

    Tampacán Alto Sí

    Tampamolón Corona Muy alto Sí

    Tamuín Medio No

    Tanlajás Muy alto Sí

    Tanquián de Escobedo Medio No

    Axtla de Terrazas Alto Sí

    Xilitla Alto Sí

    Matlapa Alto Sí

    Como se puede observar, el grueso de los municipios considerados dentro de las regiones de atención del Programa PATMIR se encuentra en niveles de marginación entre alta y muy alta (Ver tabla 3.2)

    TABLA 3.2

    Región Población total

    Población > 5 años de

    habla indígena

    % de población >

    de 5 años de habla

    indígena

    Hogares Jefas de hogar

    femeninas

    % de hogares con jefa mujer

    % >de 15 años

    analfabeta

    Índice de marginación

    Huasteca hidalguense 276197 169640 72.10 56118 8766 15.72 35.73 1.00

    Huasteca potosina 621145 220449 52.22 132037 21190 14.14 19.25 0.61

    Huasteca veracruzana 412075 186594 45.14 87062 13373 15.14 28.92 1.12

    Total 1309417 576683 53.59 275217 43329 14.88 26.66 0.90

  • 7

    GRÁFICA 3.2.a

    La población indígena que habita estos municipios representa el 53% respecto a la población total, que en el caso de la subregión hidalguense llega en promedio al 72% y hasta el 97% en algún municipio de esta zona.

    Es importante considerar que los datos censales se refieren al número de hablantes de lengua indígena (HLI) y por tanto no son sino una poco confiable aproximación a la información sobre el monto de total de la población indígena.

    Como se puede observar en la gráfica 3.2.a, en los casos de las huastecas hidalguense y potosina el nivel de marginación está altamente relacionado con la proporción de población indígena; no así en el caso de la huasteca veracruzana, la de menor proporción de hablantes de lengua indígena y que alcanza los mayores niveles de marginación en promedio.

    De los 275,217 hogares que se reportan en los 47 municipios, el 15% lo encabezan las mujeres. Este porcentaje varía poco en las tres subregiones huastecas y estas variaciones coinciden (a diferencia de lo que sucede en Chiapas) con los índices de marginación. Esto puede ser reflejo de la creciente emigración de los hombres para buscar nuevas fuentes de ingreso para sus familias.

    Gráfica 3.2.b

    R e la c ió n e n t r e e l p o r c e n t a je d e p o b la c ió n in d íg e n a y e l

    ín d ic e d e m a r g in a c ió n

    0

    2 0

    4 0

    6 0

    8 0

    1 0 0

    1 2 0

    H u a s t e c a h id a lg u e n s e H u a s t e c a p o t o s in a H u a s t e c a v e r a c r u z a n a

    % d e p o b la c ió n > d e 5 a ñ o s d e h a b la in d í g e n a Í n d ic e d e m a r g in a c ió n x 1 0 0

  • 8

    3.2 MARGINALIDAD Y POBREZA

    Como se apuntó anteriormente, los municipios contemplados dentro del PATMIR en su mayoría están clasificados entre alta y muy alta marginación; el grado de la problemática tiene una marcada acentuación en las subregiones de la huasteca veracruzana e hidalguense; de las cueles, en ésta última la composición d ela población indígena es de las más altas, con un 72% respecto a la población total, además de que los municipios de la subregión son los de mayor densidad de población (138hab./Km2). En segundo sitio se encuentra los de la huasteca potosina, tanto en la población indígena que la constituye como en la densidad poblacional de sus municipios. (ver tabla 3.3 y gráfica 3.3.a)

    TABLA 3.3

    Región Población

    total densidad

    pob % de

    población residente en la cabecera municipal

    % de población >

    de 5 años de habla

    indígena

    Índice de marginación

    Huasteca hidalguense 276197 138.05 15.97 72.10 1.00

    Huasteca potosina 621145 97.54 23.61 52.22 0.61

    Huasteca veracruzana 412075 59.05 16.28 45.14 1.12

    Total 1309417 91.14 19.02 53.59 0.90

    Gráfica 3.3.a

    R e la c ió n e n t r e lo s p o r c e n t a je d e h a b la n t e s d e le n g u a

    in d íg e n a y d e h o g a r e s c o n je f e d e f a m i l ia f e m e n in o

    0

    1 0

    2 0

    3 0

    4 0

    5 0

    6 0

    7 0

    8 0

    H u a s t e c a h i d a l g u e n s e H u a s t e c a p o t o s i n a H u a s t e c a v e r a c r u z a n a

    % d e p o b la c ió n > d e 5 a ñ o s d e h a b la in d í g e n a % d e h o g a r e s c o n je f a m u je r

  • 9

    En cuanto al índice de educación, se puede observar que en las regiones estudiadas la población mayor de 15 años que mayor analfabetismo padece es la de los municipios de la subregión hidalguense con el 35.7%, y en un segundo momento la de la huasteca veracruzana con un 29%.

    R e la c ió n e n t r e d e n s id a d d e p o b la c ió n , m a r g in a c ió n y p o b la c ió n

    in d íg e n a

    0

    2 0

    4 0

    6 0

    8 0

    1 0 0

    1 2 0

    1 4 0

    1 6 0

    H u a s t e c a h i d a l g u e n s e H u a s t e c a p o t o s i n a H u a s t e c a v e r a c r u z a n a

    d e n s id a d p o b % d e p o b la c ió n > d e 5 a ñ o s d e h a b la in d í g e n a

    Í n d ic e d e m a r g in a c ió n X 1 0 0

  • 10

    Por el lado de las relaciones del analfabetismo y la población indígena, se pueden observar contrastes de subregión a subregión: en la huasteca hidalguense la tasa de analfabetismo es la más alta como alta su población de habla indígena, mientras que en la huasteca veracruzana se acortan ambas. (ver gráfica 3.3.b)

    La parte central de Hidalgo tiene la más alta población indígena en la Huasteca, junto con los dos municipios más pobres de Yahulica y Xochiatipan. En Hidalgo, el 18% de la población indígena no habla español.

  • 11

    Gráfica 3.3.b

    Con respecto a los servicios de salud, la cobertura tiene un promedio de 14.6% para las tres subregiones, siendo la huasteca vercruzana la más afectada con un porcentaje de población con derecho a los servicios médicos tan sólo del 12%; mientras que en la huasteca potosina con la mayor población total y con más derechohabientes de salud sólo atiende a un 15% de su población. (ver tabla y gráfica 3.4)

    Tabla 3.4

    Región Población total

    Derechohabiente de salud

    No derechohabiente de salud

    % de población derechohabiente de

    salud

    Huasteca hidalguense 276197 54086 222111 18.04

    Huasteca potosina 621145 144925 476220 15.16

    Huasteca veracruzana 412075 55159 356916 12.27

    Total 1309417 254170 1055247 14.60

    R e la c ió n e n t r e p o r c e n t a je s d e p o b la c ió n in d íg e n a y

    a n a lf a b e t is m o e n la s r e g io n e s d e a t e n c ió n

    0

    1 0

    2 0

    3 0

    4 0

    5 0

    6 0

    7 0

    8 0

    H u a s t e c a h i d a l g u e n s e H u a s t e c a p o t o s i n a H u a s t e c a v e r a c r u z a n a

    % d e p o b la c ió n > d e 5 a ñ o s d e h a b la in d í g e n a % > d e 1 5 a ñ o s a n a l f a b e t a

  • 12

    Gráfica 3.4

    Sobre la migración detectada en la región se puede observar como en las tres subregiones el 89% de los municipios tienden a expulsar población, siendo la huasteca hidalguense la que presenta una situación más problemática en este sentido ya que los 10 municipios que integran la zona de atención en ella se clasifican como municipios de alta expulsión. (ver tabla 3.5). su correspondencia con los índices de marginación clara relación como se observa en la gráfica 3.5.

    Tabla 3.5

    Región Índice de

    marginación Total

    municipios Municipios de alta expulsión

    % de municipios de alta expulsión

    Municipios de expulsión y alta

    expulsión

    % de municipios de

    expulsión y alta expulsión

    Huasteca hidalguense 1.00 10 10 100.00 10 100.00

    Huasteca potosina 0.61 18 10 55.56 15 83.33

    Huasteca veracruzana 1.12 19 10 52.63 16 84.21

    Total 0.91 47 30 69.40 41 89.18

    D e r e c h o h a b i e n t e s d e s e r v i c i o s d e s a l u d

    0

    1 0 0 0 0 0

    2 0 0 0 0 0

    3 0 0 0 0 0

    4 0 0 0 0 0

    5 0 0 0 0 0

    6 0 0 0 0 0

    7 0 0 0 0 0

    H u a s t e c a h i d a l g u e n se H u a s t e c a p o t o s i n a H u a s t e c a v e r a c r u z a n a

    P o b l a c i ó n t o t a l D e r e c h o h a b i e n t e d e s a l u d

  • 13

    Gráfica 3.5

    R e l a c i ó n e n t r e m a r g i n a c i ó n y e m i g r a c i ó n

    0

    2 0

    4 0

    6 0

    8 0

    1 0 0

    1 2 0

    H u a s t e c a h i d a l g u e n se H u a s t e c a p o t o s i n a H u a s t e c a v e r a c r u z a n a

    % d e m u n ic ip io s d e e x p u ls ió n y a l t a e x p u ls ió n ï n d ic e d e m a r g in a c ió n X 1 0 0

  • 14

    Respecto a los ingresos que perciben los habitantes de las tres subregiones, éste sólo impacta al 71.6% de la población ocupada ya que el resto no recibe ninguna remuneración por su trabajo, en relación respecto a la precariedad de los ingresos se tienene subregiones como la huasteca hidalguense donde además de un 34.13% de población ocupada que no percibe ingresos un 41% de ella percibe menos de un salario mínimo.

    Por su parte, en la huasteca veracruzana el 33.29% de la población ocupada no percibe ingresos, que aunado al 34% de ella que percibe menos de un salario mínimo representa la segunda subregión más afectada en este sentido.

    En la huasteca potosina sólo un 20.19% de la población ocupada no percibe ingresos por su trabajo y un 41% de ella percibe menos de un salario mínimo.

    Como se puede observar, a pesar de las variaciones entre subregiones la situación de ingresos económicos en toda la región es un problema severo ya que sólo entre el 9% (hidalguense) y el 15% (potosina) de la población ocupada reciben más de dos salarios mínimos, ingreso hoy no suficiente para la subsistencia de una familia.

    Tabla 3.6

    Región Población

    total Población

    ocupada % No recibe ingresos

    %

    Hasta el 50% de un

    S.M. %

    Más de 50%

    hasta un S.M. %

    Más de 1 hasta 2 S.M.

    %

    Más de 2 S.M.

    %

    No especificado %

    Huasteca hidalguense 276197 28.47 34.13 10.78 30.64 11.04 9.37 4.05

    Huasteca potosina 621145 28.76 20.19 10.84 30.17 20.16 14.79 3.85

    Huasteca veracruzana 412075 28.36 33.29 8.57 25.58 19.30 10.05 3.21

    Total 1309417 28.54 28.45 9.91 28.42 17.87 11.72 3.63

    3.3 ACTIVIDADES PRODUCTIVAS

    Existe una degradación del medio ambiente debida a la creciente deforestación de las serranías y la contaminacíon del agua. El acceso a la tierra es limitado: en promedio los indígenas cuentan con dos hectáreas de escaso rendimiento. La vida social y económica de las étnias de la huasteca potosina se localiza en zonas de baja productividad económica y de difícil acceso.

  • 15

    La carencia de infraestructura, el uso de técnicas rudimentarias y de sistemas de comercialización no adecuados, ocasionan la baja productividad y rentabilidad de sus productos. La alta dispersión de la población, el bajo ingreso y lo accidentado de la topografía de las zonas en que se asientan la mayoría de las comunidades son factores que explican el deterioro de la vida social en los renglones de salud, educación y vivienda. Las precarias condiciones de vida han derivado en una población migrante temporal, que vende su fuerza de trabajo en forma desventajosa, situación. En la región étnica de la Huasteca se ha generado la ganadería extensiva, se ha ampliado la frontera agrícola y se ha introducido la producción comercial del café.

    La economía en esta región, dado su carácter predominantemente rural se encuentra basada en actividades agrícolas y ganaderas. En ella, en la subregión hidalguense es en la que mayor proporción de habitantes trabaja en estas áreas representando un 65% de la población ocupada; en el caso de la subregión veracruzana este porcentaje es del 60% y en la potosina de un 40%.

    De lo que se puede observar en la tabla 3.7, el sector servicios representa la segunda actividad en importancia de manera global en las tres subregiones, destacando la huasteca potosina con un porcentaje de aproximadamente 20% de la población ocupada.

    El sector de la industria representa el tercer rubro de mayor participación económica por parte de la población ocupada en las tres subregiones que conforman la Huasteca.

    Finalmente, como se registra en la gráfica 3.7, la huasteca potosina es la subregión que mayor participación tiene en las actividades económicas de la región de atención en su conjunto.

    Tabla 3.7

  • 16

    Población ocupada

    Agricultura, ganadería,

    aprovechamiento forestal, pesca y

    caza

    Industria Comercio Servicios Actividades del gobierno

    No especificado

    79116 46105 9611 5575 14346 2327 1152

    188750 79395 31070 22757 45457 5795 4276

    120766 70235 16882 9541 19700 2659 1749

    388632 195735 57563 37873 79503 10781 7177

    Gráfica 3.7

    C a t e g o r í a s g e n e r a l e s d e a c t i v i d a d p o r r e g i ó n

    0

    2 0 0 0 0

    4 0 0 0 0

    6 0 0 0 0

    8 0 0 0 0

    1 0 0 0 0 0

    1 2 0 0 0 0

    1 4 0 0 0 0

    1 6 0 0 0 0

    1 8 0 0 0 0

    2 0 0 0 0 0

    H u a s t e c a h i d a l g u e n se H u a s t e c a p o t o s i n a H u a s t e c a v e r a c r u z a n a

    A g r i c u l t u r a , g a n a d e r í a , a p r o v e c h a m i e n t o f o r e s t a l , p e s c a y c a z a In d u s t r i a

    C o m e r c i o S e r v i c i o s

    A c t i v i d a d e s d e l g o b i e r n o N o e s p e c i f i c a d o

  • 17

    4 CARACTERIZACIÓN ETNOGRÁFICA

    4.1 Identidad étnica y sus componentes: diversidad étnica regional

    Los huastecos o tenek, los pames, los tepehuas y los totonacas, del grupo lingüístico maya-totonaco, familia mayense, junto con los nahuas del grupo lingüístico yuto-azteca, y los otomíes del grupo lingüístico otomí-pame habitan en la región Huasteca, la cual está integrada por 18 municipios del estado de Hidalgo, 14 de San Luis Potosí y 18 de Veracruz.1 Esta región abarca una superficie de 1´463,100 hectáreas, que representa el 9.40% de la superficie de los tres estados, que en conjunto suman un total de 16´558,000 hectáreas, y que de acuerdo con el total nacional equivale al 0.74%. La región étnica Huasteca se ubica dentro de la zona templada, en la provincia ecológica Karst Huasteco. Constituye una de las más importantes regiones de la Sierra Madre Oriental, entre alturas que van de los 1000 a los 3000 m.s.n.m, y comprende tres tipos de clima tropical: la sierra, los lomeríos intermedios ente el pie de monte y la costa del Golfo de México, y la franja o planicie costera. Es en este territorio, donde las comunidades indígenas construyen y reconstruyen su identidad étnica con base en una matriz cultural mesoamericana.

    Dentro del mosaico de grupos étnicos que comprende la Huasteca, las comunidades nahuas son las que en mayor número emigran a otras regiones en busca de ingresos y mejores condiciones de trabajo, debido a que son las que usan de un modo más fluido el español. Las étnias que hablan español se encuentran a lo largo de la frontera de la región nor-occidental con San Luis Potosí. La composición étnica es diversa e involucra tres regiones: la Huasteca hidalguense, la Huasteca potosina y la Huasteca veracruzana. En la Huasteca hidalguense predomina la étnia nahua. En la Huasteca potosina -con excepción del sur donde habitan las comunidades nahuas y del municipio de Tamasopo donde se ubican los pames- la mayoría son huastecos. En contraste, la Huasteca Veracruzana es la región étnica más diversa: en la sub-región baja coexisten nahuas, huastecos y otomíes; en tanto, en la sub-región alta conviven nahuas, otomíes, tepehuas y totonacas.

    1 En HIDALGO están los siguientes municipios: Atlapexco, Calnali, Huautla, Huazalingo, Huehuetla, Huejutla de Reyes,

    Jaltocan, Lolotla, Molango de Escamilla, San Felipe Orizatlan, San Bartolo Tutotepec, Tenango de Doria, Tepehuacan de Guerrero, Tianguistengo, Tlanchinol, Xochiatipan, Xochicoatlan y Yahualica. En SAN LUIS POTOSÍ están: Aquismon, Tancanhuitz de Santos, Coxcatlan, Huehuetlan, San Antonio, San Martín Chalchicuautla, San Vicente Tancuayalab, Tamazunchale, Tampacan, Tampomolon Corona, Tanlajas, Tanquian de Escobedo, Axtla de Terrazas y Xilitla. En VERACRUZ son: Benito Juárez, Citlaltepetl, Chalma, Chiconamel, Chicontepec, Chontla, Huayacocotla, Ilamatlan, Ixcatepec, Ixhuatlan de Madero, Platon Sánchez, Tamalin, Tantoyuca, Tempoal, Tepetzintla, Texcatepec, Tlachichilco y Zontecomatlan.

  • 18

    Los grupos étnicos de la Huasteca tienen su propia autodefinición de lo que es ser nahua, huasteco, pame, otomí, tepehua y totonaca. Los otomíes de la Sierra Oriental se autonombran, n´yühü; los huastecos de San Luis Potosí, Tenek que significa “los que viven en el campo con su idioma, sangre y comparten la idea”; los huastecos de Veracruz, teenek que significa “los hombres de aquí”, los nahuas, macehuales o campesinos; los pames, x´úi que significa indígena. Los totonacas relacionan este vocablo con los términos tu´tu o a´ktu´tu, el cual se refiere a los tres corazones de su cultura: Cempoala, Tajín y el Castillo de Teayo.

    Las étnias de la región Huasteca comparten las mismas características: su origen mesoamericano, su carácter de campesinos que se enfrentan con las mismas formas de hacer producir a la naturaleza, y su organización. No obstante, lo que distingue a los huastecos de los otomíes, por ejemplo, es la organización de su cultura en un territorio determinado y una historia específica. Por ejemplo, los teenek de la huasteca veracruzana establecen cierta consideración de igualdad hacia los nahuas, manifiesta en los convenios laborales y en el trato cotidiano, con ellos comparten un patrón cultural, una mezcla de rasgos mesoamericanos e hispanos, como el culto del maíz. No obstante, se diferencían en el diagnóstico de las enfermedades con el uso del fuego, la fabricación de artesanías con zapupe, la expresión dancística, el idioma propio, el uso de la palma real, el páscal como platillo festivo y el acabado de la cerámica.

    El huasteco es la única lengua del grupo maya que se encuentra separada geográficamente del resto de las lenguas de esta familia; no tiene diferencias dialectales. Entre los pames, además de su propio idioma hablan el español; no hay un solo idioma pame sino al menos dos, pame del norte y pame del sur, el pame del norte es el que se habla actualmente en toda la región, se divide en dos variantes: el de las áreas de la Ciudad del maíz y el del área de Santa María Acapulco. Los cuatro dialectos del náhuatl actual son: nahua del oeste, nahua central, nahua septentrional y nahua del este. Así, los distintos municipios y comunidades agrarias con variantes dialectales de una misma lengua son parte de una misma identidad contradictoria. Los nahuas constituyen regiones lingüísticas interestatales; en la Huasteca veracruzana, los nahuas forman parte de diferentes culturas regionales, porque están asentados en tres territorios, en los que configuran sociedades regionales específicas (norte, centro y sur de Veracruz).

    Las étnias predominantes en la región son los teenek o huastecos, los nahuas, otomíes, pames y tepehuas aunque también radican en la zona totonacas y chichimecas jonáz.

    Otros elementos importantes para su identidad son la narrativa oral y la celebración de festividades religiosas y tradicionales en las que honran lo mismo a santos católicos como a ídolos; estos ámbitos han sido asociados en función de la importancia que como sociedad agrícola tienen las tareas relacionadas con la tierra; es el ciclo agrícola el que da pauta para el calendario de celebraciones religiosas.

  • 19

    Para los pobladores de esta región la tierra es un ser vivo que proporciona los bienes necesarios para la producción y reproducción de la familia. Esta forma de concebirla ha tenido importante influencia en los movimientos reivindicativos agrarios.

    La lengua, por su parte, es un elemento de identidad étnica clasificatorio en la región y el rasgo más compartido entre los pobladores en este sentido es el esfuerzo por mantener la vitalidad lingüística de cada grupo. Estas diferencias, sin embargo, permiten la comunicación y comprensión entre grupos cercanos.

    Tabla 4.1

    Región Lengua Municipios en

    que es primera lengua

    Huasteca hidalguense Náhuatl 10

    Huasteca potosina Náhuatl 7

    Huasteco 10

    N. D. 1

    Huasteca veracruzana Náhuatl 11

    Huasteco 4

    Otomí 2

    Tepehua 1

    N. D. 1

  • 20

    Los huastecos de San Luis Potosí hacen canastas de hoja de palma trenzadas con llanas; fabrican ollas, comales, cántaros y vasijas; producen textiles, fibras duras, objetos de palma, sopladores, máscaras y sillas de madera; elaboran productos de talabartería, alfarería, carpintería, ebanistería, florería y cestería; se hacen tejidos de maya, carpetas, colchas, manteles y mantillas de hilo fino, sillas de palma y reatas de lazar; elaboran joyería de fantasía, morrales, abanicos, petates, bolsas de palma y henequén y artesanías domésticas; elaboran enredos y huipiles con coloridos hilos, morrales decorados con flores, y motivos vegetales de manta blanca; elaboran artículos de mimbre. Un trabajo que sólo hacen las mujeres es la alfarería.

    Los huastecos de Veracruz elaboran artesanías de palma, morrales, mecates, fibra limpia, estropajos, coronas para las bestias, pretales, mecapales y redecillas; sopladores, abanicos, sombreros, asientos, petates y palmas tejidas para el domingo de ramos.

    Los hombres pame, elaboran canastos y colotes de carrizo, fabrican implementos de madera para las labores agrícolas, máscaras y el menaje doméstico. La producción artesanal se dedica tanto para el autoconsumo como para el mercado.

    Los nahuas del norte de Veracruz elaboran productos artesanales de alfarería (para uso doméstico y ritual), cerámica, carpintería, cestería, textiles en telar de cintura hacen bordados en punto de cruz, tejen lienzos para mamalí (rebozo bordado), tejen fajas o ceñidores.

    En el tianguis dominical de Tantoyuca se dan cita artesanos comerciantes de varios pueblos. Los artesanos venden a los acaparadores mestizos, los cuales revenden,a un precio mucho más alto, los productos en otras zonas de la Huasteca.

    4.2 Familia, organización comunitaria, autoestima; cohesión y prestigio social.

    Todas las localidades indígenas de la Huasteca son ejidos y la propiedad de la tierra es comunal.

  • 21

    La agrupación básica de los teenek de Veracruz es la familia. Las familias se agrupan por lazos de sangre en solares que ocupan tres o más familias nucleares que se apoyan entre sí.

    Entre los pames, la residencia es de tipo patrilocal: los recién casados viven con los padres del esposo por un año, cuando se mudan viven cerca de la casa del padre del marido. Cada individuo que forma una nueva familia construye su vivienda, ayudado por sus familiares y amigos, la construcción de la vivienda es un asunto exclusivamente masculino. Esto también sucede entre los nahuas.

    En la cultura pame, la familia es el núcleo rector, y está formado por un patriarcado donde se considera la opinión de la mujer para la toma de algunas decisiones. El miembro más viejo de la familia es el jefe de la misma.

    La familia, nahua, se compone de familia nuclear y extensa. Cuando se casan, las mujeres van a vivir con la familia del esposo, entre los teenek, en cuyo solar se les construye una vivienda. En los último 27 años se ha dado una alianza matrimonial entre las étnias tenek de San Luis Potosí y los mestizos de la región, estas alianzas ha ocasionado la pérdida del idioma materno y en otros lo ha fortalecido pues hay niños que hablan tres lenguas, el nahuatl, el tenek y el español.

  • 22

    Entre los totonacas predomina la familia extensa. La herencia de padres e hijos se efectúa hasta la muerte del padre, cuando esto ocurre se forman nuevas unidades domésticas. Los totonacas de la Sierra, heredan al primogénito, en tanto que los totonacas de la costa reparten la herencia en partes iguales entre los hijos varones. Los hombres de una elevada posición económica suelen tener más de una esposa. El matrimonio se lleva a cabo a temprana edad, se practica el rapto y el “pago” por la novia.

    Rasgo importantísimo para conformar su identidad, es el sistema de parentesco, sobre todo entre los otomíes, que les permite el arraigo a una comunidad (más aún que la lengua, que tiene un carácter más extenso y general). Los lazos en este sentido se establecen además de por los factores consanguíneos, por alianzas y compadrazgos.

    Dentro del sistema de cargos políticos, que constituyen puestos comunitarios de prestigio, quienes asumen las instancias de mando principal, entre los tenek, gozan de un prestigio reconocido por la comunidad, son estas personas quienes forman una corriente de opinión y son consultados regularmente.

    Los rezanderos y los cantadores, entre los pame, juegan un papel importante en la organización religiosa y en el entorno simbólico de las comunidades, así como los danzantes, los músicos que los acompañan y el “jefe” de estos últimos.

    La vivienda y el cultivo de maíz y frijol se hace por ayuda mutua entre familiares, vecinos y allegados. La obligación de ayuda mutua incluye a amistades y compadres. Los lazos familiares y de vecindad son la base de los grupos productivos y del trabajo recíproco. En época de siembra de maíz o frijol, la familia y los grupos de trabajo recíproco, entre los teenek, tienen una mayor convivencia y refuerzan los lazos sociales interfamiliares. La familia en cuya parcela toca la ronda de trabajo colectivo ofrece una comida a los participantes en la “mano vuelta” al terminar la jornada laboral. En la cosecha se reparten cantidades variables del producto, de acuerdo con la importancia social de cada trabajador.

    El compadrazgo entre los totonacas, los nahuas, los hustecos de Veracruz crea una red en las red en las relaciones personales y laborales.

  • 23

    Para integrarse como grupo, los problemas más agudos a los que se enfrentan los pames son el de la dispersión de las comunidades y la emigración, incluso de núcleos domésticos completos.

    Para los tenek, el espacio mítico está limitado por el océano al este y por la sierra al oeste, los dos tienen diferentes representaciones. Las cuevs abundantes en la sierra del oeste, representan las puertas de entrada al mundo de la divinidad, son lugares de culto y de comunicación. La sierra está asociada con la selva. El lugar de la vida de lo tenek es la selva, en oposición al de los mestizos que viven en el pueblo.

    Entre los teenek, las creencias, mitos, leyendas y rituales se relacionan con el cultivo del maíz. Los rituales al iniciar la siembra o la cosecha, las ofrendas en las parcelas y en las iglesias o en el hogar, los lugares de culto (la parcela, los cruces del camino, la sierra) se fundamentan en el calendario agrícola, con algunos aspectos católicos o protestantes. El maíz sirve como principio rector, como eje de ordenamiento de la historia, de la cosmogonía y de la vida cotidiana, sin el maíz, no se concibe la historia, la fiesta ni la vida.

    La cosmogonía se manifiesta en la celebración de diferentes rituales que marcan, por ejemplo, el inicio del trabajo agrícola, el estreno de su casa, los funerales, iniciaciones, matrimonio. Las ceremonias agrícolas son dos: la de la siembra y la de “darle de comer a los elotes”.

    La principal actividad económica entre los nahuas es la agricultura, eje de su estructura y organización social, para complementar el ingreso se recurre a la artesanía.

    Los huastecos de San Luis Potosí son comunidades agrarias en una situación dispersa. La mayoría carece agua entubada, drenaje y energía eléctrica, cuentan con caminos de terracería y sus cabeceras municipales tienen acceso a carreteras estatales y federales. La falta de acceso a las comunidades repercute en el ingreso de las familias pues se eleva el costo de los productos comerciales por la falta de transporte. Hay un alto índice de analfabetismo.

  • 24

    Otras fuentes de ingreso son la recolección y la pesca, por ejemplo entre los teenek de Veracruz. La agricultura, las artesanías y el trabajo asalariado son la base económica de la familia teenek.

    Entre los pame, el cultivo de básicos, la cría de dos o tres cabezas de ganado y la venta temporal de trabajo en los centros de agricultura avanzada, han sido la estrategia de sobrevivencia de dicha étnia. La venta de la fuerza de trabajo se da principalmente en el corte de la caña y en el vareo del frijol. Alguno emigran a San Luis Potosí a realizar trabajo asalariado no calificado, y otros a las ciudades de Tampico, Monterrey o a Estados Unidos.

    La migración es una de las consecuencias de las precarias condiciones económicas en las que viven las comunidades indígenas. Los jóvenes nahuas tienen mayor movilidad; las rutas migratorias se dirigen hacia la zona cafeticultora de Huachinango, Puebla, Jalapa y Veracruz, hacia las zonas ganaderas de Tuxpan y Poza Rica, Veracruz, y de Tampico, Tamaulipas, hacia la zona cañera de Ciudad Mante y Xicoténcatl, Tamaulipas, y hacia Estados Unidos.

    4.3 Religión y Gobierno.

    La actual estructura local del gobierno de las étnias de la Huasteca, por ejemplo entre los tenek está basada en el ayuntamiento de origen prehispánico, colonial y el derivado de la reforma agraria, como el municipio, el comisariado ejidal y el consejo de vigilancia.

    En las comunidades indígenas el gobierno es un todo relacionado con normas, valores, concepción del mundo y costumbres. Estas costumbres rigen, a modo de leyes internas: cargos, requisitos, funciones y formas de elección, así como los castigos, son el filtro al cual se someten las decisiones para lograr el bienestar colectivo. Los principales cargos son el de juez o delegado, que atiende todos los asuntos civiles e imparte justicia, y el cargo de comisariado o presidente de bienes comunales para los asuntos agrarios.

    el sistema de cargos cívico religioso ha desaparecido en el norte de Veracruz en las comunidades de los huastecos,: se encargan de los asuntos religiosos locales son grupos de individuos reconocidos por su participación. El cuerpo de rezanderos, los grupos de danzas y de las velaciones en las iglesias son las autoridades paralelas más comunes; quienes ocupan estos cargos

  • 25

    cumplen la función de ser los guardianes de la tradición teenek y se mantienen al margen de las autoridades civiles y religiosas.

    El centro de lass prácticas y creencias religiosas, entre los teenek de la Huasteca potosina, gira alrededor de la planta del maíz, sus condiciones de reproducción y de los trabajos que requiere.

    La organización civil, entre los pames, sigue el régimen de los ayuntamientos y el del sistema ejidal, existen paralelamente los “gobernadores tradicionales” aunque no en toda la región, este cargo cumple funciones tanto religiosas como cívicas y de justicia. Prevalece el sistema de cargos basado en las mayordomías. Las prácticas religiosas de los pame comprenden el ritual del matrimonio, ritos del fallecimiento y fiestas de “días de muertos”.

    Las organizaciones políticas, entre los nahuas, son en su mayoría locales o municipales y se constituyen para resolver problemas inmediatos, económicos o de servicios públicos. Cuando los problemas rebasan a las autoridades locales o no encuentran respuesta en las unidades administrativas estatales o federales, se recurre a organizaciones oficiales e independientes de nivel estatal, regional o nacional. Entre 1974 y 1978 se consolidaron las organizaciones indígenas y surgieron la Organización Independiente de Pueblos Indígenas de las Huastecas, la Organización Campesina Independiente Veracruzana y la Unión Regional de Ejidos y Comunidades de las Huastecas, han participado algunas organizaciones oficiales.

    Las enseñanzas escolares, los partidos políticos y las creencias religiosas católica y protestante han influido en la organización social de las comunidades indígenas.

    Los roles de participación en la familia extensa son trasladados para la participación política, con respecto a la que sobresale la vigencia de las formas de gobierno indígena, conservándose los sistemas escalafonarios y jerárquicos de cargos para la administración pública tanto civil como religiosa. En la región prevalece el carácter de obligatoriedad y prestigio del servicio colectivo.

  • 26

    La religión constituye un elemento de identidad fundamental entre los grupos étnicos de la Huasteca. La religión se expresa en las distintas actividades cotidianas, girando predominantemente alrededor del catolicismo, al que se incorporan prácticas prehispánicas con símbolos generales compartidos por los grupos.

    Coexisten de este modo las creencias católicas con las creencias en nahuales, ritos propiciatorios, nociones sobre salud, enfermedad y muerte, culto a lugares sagrados, deidades del agua, viento, trueno y tierra, ritos adivinatorios sobre el destino, entre otras.

    Sin embargo, se presenta un creciente surgimiento de otras religiones, especialmente iglesias protestantes y sus variantes. Esto ha provocado conflictos temporales que en esta zona no se han convertido en problemas estructurales ya que la tendencia que se mantiene es a la paulatina estabilización en la convivencia comunitaria. Entre las religiones no católicas predominantes en la zona se encuentran los evangélicos.

    Entre los elementos externos que han influido en el proceso de identidad se encuentra el aumento en el acceso a la cultura e información nacional e internacional al que ha contribuido de modo importante la instalación de radios culturales que transmiten en lenguas indígenas.

    Por otra parte, los flujos migratorios también en aumento, han funcionado como portadores de información, ideas y experiencias que han modificado algunos elementos de la identidad, como es el caso cada vez más común del abandono de la indumentaria tradicional en algunas zonas.

    4.4 Gobierno, jurisprudencia y relaciones con la sociedad mestiza.

    Los huastecos comparten el sur de la región Huasteca con los mestizos y los nahuas. En la Huasteca veracruzana, los teenek coexisten con los nahuas, los mestizos y la población. Las relaciones de los tenek con los mestizos es desigual tanto en el comercio como en la educación, en la política y en la jurisprudencia.

    Durante la revolución mexicana, las comunidades indígenas perdieron autonomía al desaparecer el reconocimiento institucional a los gobernadores

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    indígenas y la República de Indios, y por consiguiente, depositarse toda la representación política en los municipios, a partir de la década de los cincuenta.

    Con los ejek (mestizos), las étnias teek de la huasteca veracruzana las relaciones son desiguales, sin importar el ámbito en que se dén, con ellos se enfrentan a la explotación económica, la discriminación social y el dominio político, tanto en la autoridad civil como en la religiosa y en la militar.

    Los pueblos indígenas de la Huasteca, a lo largo de su historia han logrado mantener sus propias formas de gobierno, sin dejar de estar subordinados a las instituciones municipales y agrarias formales, en la que se desenvuelve la dinámica política y administrativa estatal. formas queo resultaron funcionales para las estructuras gubernamentales y administrativas de las regiones, explicando en parte la subsistencia de las mismas y la posibilidad del ejercicio del poder interno a través de ellas.

    Dichas formas de gobierno son parte de las estrategias históricas de resistencia y supervivencia de los mismos pueblos. En la organización social y política de las comunidades se reflejan generalmente tres principios básicos: el respeto o prestigio que se adquiere por la prestación de servicios a la comunidad, el principio de reciprocidad, que equilibra la vida social y la relación con la naturaleza y el trabajo comunal, para la solución de problemas productivos, de servicios y festejos. Destacan la faena, el tequio o trabajo colectivo que se entrega a la comunidad mediante una jornada semanal por unidad familiar, en la que participan hombres y mujeres.

    Una variada gama de funcionarios desempeña los puestos de un sistema de cargos civiles, políticos, religiosos, rotativos, escalafonarios y jerarquizados, para la prestación de servicios de beneficio colectivo sin remuneración económica. La obligatoriedad y la participación en las instituciones políticas y religiosas convalidan la condición de miembro de la comunidad.

    Cumplir con el sistema de cargos conlleva una creciente responsabilidad y prestigio. Los que han cumplido adecuadamente con la totalidad de ellos, ingresan a los consejos de ancianos y son considerados dentro de un estrato social de respeto y de la mayor jerarquía. Poseen autoridad moral, son les consulta para asuntos de importancia comunitaria y arbitran las tensiones locales.

  • 28

    Realizadas regularmente, las asambleas comunitarias, constituyen la instancia máxima de autoridad y el espacio colectivo de toma de decisiones, desde la resolución de aspectos de interés común hasta el nombramiento de autoridades. En su interior se expresan intereses diversos y divergencias con la tendencia a restablecer el orden colectivo mediante el consenso. Por lo regular se dividen en asambleas agrarias y asambleas generales con todos los ciudadanos.

    La estructura de gobierno y organización de las huastecas, se aprecia que está integrada por organismos de:

    Asesoría

    Autoridad y consenso

    Judiciales y ejecutivos

    Operativos y de instrumentación

    Los cuatro tipos de organismos conforman un sistema, cuyas funciones se delimitan por la tradición y la costumbre jurídica, así como por las disposiciones legales del gobierno y sus respectivos ámbitos y niveles. Es un sistema con capacidad de adecuarse a condiciones de cambio interno y externo para responder a los requerimientos de la población y del conjunto institucional.

    Son derechos de todos los ciudadanos: voz y voto en asambleas generales a partir de los 16 o 18 años o de ser casado, ser electo para cualquier cargo de gobierno comunitario o de comisiones o encargos temporales; cuentan con la protección de la comunidad ante cualquier problema (económico, de salud, político o judicial, cuando la persona sea inocente). Tienen derecho a usar el agua, la tierra propia o de sus parientes (según los acuerdos o convenios familiares), el bosque ( de terrenos colectivos o de uso común o de los demás con el debido permiso de los dueños), y a recibir los beneficios que proporcionan los programas del municipio y de los gobiernos estatal y federal, a contar con un predio urbano para vivienda y acceder al Fondo Común en caso de existir éste, cuando se tenga una urgencia por enfermedad, muerte o cualquier problema.

    Sus obligaciones son: participar y respetar las disposiciones de la asamblea general y la investidura de las autoridades y de los que tienen cargo. Asumir las designaciones y elección que les haga la asamblea general, y cumplir con las comisiones, las faenas, los servicios y las cooperaciones que se asignen, desempeñando los cargos con honestidad y responsabilidad e informando a la asamblea de los encargos y sucesos que les atañen.

  • 29

    El incumplimiento de los cargos genera severas sanciones, ya que el principio de obligatoriedad está asociado al de reciprocidad. Es una falta aquello que lesiona moral o físicamente el bien de la comunidad o a un sujeto individual; y delito cuando el o los actos dañan o atentan contra el patrimonio y la integridad física de algún miembro de la comunidad. En general las faltas más comunes son: la destrucción de edificios públicos, el incumplimiento de los trabajos de orden comunitario, la falta de cuidado o los daños a los recursos naturales, la no participación en los programas institucionales y las conductas inadecuadas para el orden y la paz social comunitarios. Los delitos más graves giran en torno a robos, asesinatos y violaciones.

    Dependiendo de su gravedad son los diversos tipos de sanciones, que, en el caso de los más sencillos, van de resolución interna con amonestaciones verbales, privadas y públicas, tratando de resolverlos por la vía de la conciliación, la disculpa, el resarcimiento o sufragando multas, al trabajo obligatorio o con cárcel preventiva por un día y una noche.

    En cuanto a los delitos mayores, se les arresta por conducto del comandante, los topiles o policías del juez auxiliar. Incluso para ciertos casos existe la práctica de la "amarrada" para evitar complicaciones o fuga: se considerada una medida extrema, se practica también con elementos ajenos a la comunidad (funcionarios públicos o religiosos) que intervienen en asuntos o conflictos entre pueblos y comunidades, sin tener la calidad moral para conciliar. Esta práctica consiste en dejar en paños menores –o sin ellos- al supuesto infractor y pasearlo públicamente, en una suerte de versión regional de la picota.

    Dependiendo del caso, se recurre a la cabecera municipal con el juez menor o su personal, o a la cabecera distrital y judicial, y a los ministerios públicos del fuero común o federal.

    Las formas de gobierno local, con sus particularidades, se articulan con los ayuntamientos, a través de delegados municipales nombrados en las localidades y regidos por la Ley Orgánica Municipal. En las comunidades hay autoridades civiles, autoridades agrarias, autoridades tradicionales (gobierno indígena) y diversos comités de obras y servicios encargados de instrumentar los programas del gobierno estatal, federal, de las iglesias y de organizaciones culturales, políticas o de productores.

    El particular modelo de desarrollo impuesto en las regiones del trópico y en especial en la Huasteca2, con un uso del suelo en el que ha predominado la

    2 Los párrafos que siguen hasta la conlusión de este apartado se han tomado textualmente de la página Web del INI, cuya

    autorización está explicitada en la página de inicio.

  • 30

    ganadería, la caña de azúcar, el cafeto, los cítricos y el boom de la explotación petrolera, sobre las áreas de cultivos básicos, ha tenido serias repercusiones en el acaparamiento de la tierra y en los conflictos agrarios derivados de ello, aunados al deterioro y a la degradación de los recursos naturales y a la desarticulación en gran medida de los sistemas productivos tradicionales caracterizados por la diversidad de formas de aprovechamiento de los recursos naturales. Estos problemas se han agravado por las políticas sectoriales emprendidas en los últimos años, que han implicado la desaparición de la protección comercial, el desmantelamiento de los aparatos estatales que intervenían en el sector, la reducción drástica del gasto público destinado al campo y la desaparición de precios de garantía para muchos productos.

    La puesta en marcha de las nuevas políticas agrícolas ha acentuado las condiciones de exclusión y desigualdad que padecen amplios sectores de la población rural indígena en la región, propiciando una caída en la rentablilidad, dependencia alimentaria, marginación y pobreza, además de una fuerte diferenciación socioeconómica entre los productores rurales, pues solamente aquéllos con un mínimo de capacidad de inversión acceden a nuevas tecnologías y recursos.

    En el marco de esta crisis, caracterizada por la reestructuración de la intervención del Estado y un nuevo esquema en la participación internacional, se han generado cambios notables en el plano organizativo, en especial en el sector de los pequeños productores y de las comunidades indígenas. La participación, movilización y construcción de nuevas formas participativas de los campesinos indígenas tiene sus raíces en los movimientos agrarios regionales surgidos en la década de 1970, que adquieren, a partir de los ochenta, una importancia singular en lo que respecta a la prioridad de las luchas campesinas en la apropiación de los procesos productivos.

    A pesar de la difícil situación que enfrentan hoy día las organizaciones de pequeños productores y las comunidades, sujetas a los vaivenes del mercado internacional y dependientes de los cada vez más reducidos subsidios oficiales, han continuado trabajando y organizándose en torno a los procesos de producción y comercialización, además de emprender la búsqueda de estrategias de diversificación productiva y de conservación de sus recursos naturales, como lo ejemplifican el resurgimiento de diversos productos o la reorientación hacia la agricultura orgánica, a fin de planificar el desarrollo de su región con una concepción distinta.

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    Otro aspecto fundamental es la comprensión de las esferas del poder en las huastecas. Este se comparte y pelea entre las comunidades indias, los latifundistas ganaderos, los grandes comerciantes, los rancheros y los gremios de maestros y petroleros.

    4.5 Mujer y comunidad.

    Dentro de la comunidad, de los huastecos de San Luis Potosí y de Veracruz, la partera, como abuela colectiva despierta el respeto con un matiz afectuoso de todos los miembros de la comunidad, mientras el curandero inspira un respeto temeroso.

    Las mujeres teenek se distinguen en la comunidad por guardar y transmitir la cultura (lengua, medicina tradicional, elaboración de artesanías, obtención de alimentos en el medio), por ser activa en materia política y por llevar la mayor carga de trabajo en la unidad doméstica. En ocasiones ella es el pilar y ka figura central del núcleo familiar. Ocasionalmente, las mujeres son elegidas por la comunidad para participar como autoridades civiles en las representaciones agrarias de las comunidades, con los jueces o delegados municipales y en las comisiones para asuntos de interés comunitario.

    Entre los pames, las mujeres, con las fibras de la palma, elaboran chiquihuites, petates y venteadores; piezas de alfarería como son comales, cántaros, y otros enseres de la cocina.

    La agricultura es la actividad preponderante entre los pames de la Husteca potosina, que es realizada por los hombres, tanto los jóvenes como los adultos y rara vez las mujeres.

    Son las mujeres quienes se encargan de elaborar los alimentos para las celebraciones religiosas y las prácticas rituales.

    Según los nahuas de esta región, el cielo está dividido en dos mitades: una es de Dios y otra del Malo. En el cielo Dios les reparte trabajo, los muchachos siembran maíz, las señoras hacen la comida, cuidan a los hijos y lavan la ropa; las viejitas cuidan los pollos, las flores y abrazan a los niños chiquitos. El rezandero y

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    la lavandera (lavar la ropa del difunto, barre la basura con la ropa o la cobija y el petate del difunto) cobran por sus servicios y les pagan con dinero.

    4.6 Formas y momentos tradicionales de ahorro.

    Entre las etnias que conforman nuestro universo podemos detectar dos formas de ahorro: en dinero y en especie; la segunda es una práctica común como forma de defensa ante las fluctuaciones de los precios del mercado de algunos productos, sobre todo aquellos que están sujetos a las variaciones internacionales como son los casos de la pimienta y del café, en otros productos se constituye como una suerte de garantía para la sobrevivencia familiar, como ocurre con el maíz y algunas actividades de traspatio: porcicultura y avicultura. Además son frecuentes entre los tojolabales: el jelanel (préstamo de granos en tiempo de carestía), y el k´otak´in (sacrificio de un vacuno accidentado que se desplaza y vende en la comunidad para ayudar al dueño a resarcir la pérdida).

    Si es en forma monetaria entonces se vincula con dos aspectos, el primero está constituido por el eje religión-poder-prestigio social, en tal sentido se detectan al menos tres momentos a lo largo de la vida en que prácticamente todas las familias presentan prácticas de ahorro :

    i. Mayordomías y otros cargos de índole religiosa (alferecías, aspirantazgos) vinculados con la religión, en esta región tales cargos y fiestas se realizan de forma colectiva: la comunidad suele formar un forndo de ahorro para la fiesta del Santo, el carnaval o la ofrenda de muertos que son las ocasiones de mayor suntuosidad, a este fondo se le conoce como el Fondo del Santo, o la Caja de ahorro del Santo. Pero, a diferencia de otros pueblos, como ocurre con los chiapanecos, estos fondos no permanecen ociosos, sino que, mientras llega la fecha de la fiesta en cuestión, operan como una suerte de fondo comintario para emergencias, del cual restan a la gente con un interés que fluctúa entre el 3.5 y el 5% mensual 3. En el caso de quienes pertenecen a las sectas protestantes el ahorro es permanente y aún más obligado pues las diversas iglesias les cobran el diezmo, práctica a todas luces anticonstitucional, de por vida, éste es pagado de tres maneras: en dinero, en especie o en una combinación de ambas.

    ii. Fiesta de bodas. Aquí también va cayendo en desuso: debido a la creciente precariedad económica muchas parejas prefieren acordar el robo de la novia para evitar este gasto, la mayor parte de las ocasiones con la connivencia de los padres de ambos quienes posteriormente los presentan ante las autoridades religiosas a efecto de sancionar la unión.

    3 Dato preoporcionado por los asistentes al Taller de consulta.

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    iii. Dote de la novia: es la más universal de las costumbres, a menudo involucra a la familia extensa en su conjunto, además de los compadres y amigos, los involucrados suelen ahorrar, por lo menos durante una temporada entre cosechas.

    El segundo aspecto del ahorro en dinero se vincula directamente con las actividades productivas, y se manifiesta como sigue:

    i. Durante el período de la cosecha, por la venta de una parte de la cosecha, aunque en la mayoría de los casos, los productos agrícolas y ganaderos se destinan al autoconsumo.

    ii. En muchas localidades existen fondos comunitarios, muchos de ellos derivados de programas suspendidos en el pasado, estos fondos han sido conservados por más de una década y operan créditos de modo semejante a los de la Caja de ahorro del Santo.

    iii. Varios de los autores consultados dan cuenta de flujos monetarios interregionales cuyo origen es el pago por el trabajo temporal, a estos flujos deben agregarse las remesas de quienes emigran de forma temporal o permanente a los EUA.

    Por último, existe un uso cuyo valor es difícil de discernir, pero que también implica importantes ahorros: el tiempo de trabajo cooperativo, cuyas formas principales ya se comentaron. Entre las mujeres es cada vez más frecuente la búsqueda del ahorro de tiempo de trabajo impago en las labores del hogar, para sustituirlo por tiempo económicamente productivo: así vemos proliferar cooperativas para establecer molinos de nixtamal y tortillerías mecanizadas.

    La migración es frecuente entre los teenek de Veracruz, los hombres adultos salen a trabajar en tareas agrícolas o ganaderas, los jóvenes como obreros y empleadas domésticas que van a trabajar por temporadas en algunas ciudades cercanas como Poza Rica, La migración es frecuente entre los teenek de Veracruz, los hombres adultos salen a trabajar en tareas agrícolas o ganaderas, los jóvenes como obreros y empleadas domésticas que van a trabajar por temporadas en algunas ciudades cercanas como Poza Rica, Tantoyuca, Tampico, Naranjos y Cerro Azul, a la Ciudad de México o a Estados Unidos. Algunos se establecen definitivamente en las ciudades, desde donde envían correspondencia y dinero a su lugar de origen.

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    4.7 Los proyectos, las ONG´s y su relación con la comunidad

    El panorama de la Huasteca4 comprende una amplia tipología de organizaciones con una composición diversificada, pues coexisten pequeños grupos que se desenvuelven en el ámbito comunitario, organizaciones que se articulan con procesos regionales y centrales campesinas de carácter nacional. Los procesos socioeconómicos y productivos, las relaciones sociales y de poder, la historia de los movimientos agrarios y la presencia institucional, con la influencia de variados programas sexenales, son factores que matizan por entidad federativa la existencia de cierto tipo de procesos organizativos.

    La Huasteca veracruzana, especialmente en la zona alta, enfrenta una gran diversidad de problemas, que han sido provocados por lo marcado de su aislamiento, el acaparamiento de la tierra y la lucha por su recuperación, la presencia de los cacicazgos, las formas de mediación, control y subordinación que se ejercen sobre los productores indígenas, la crisis del sector agrícola y los limitados apoyos institucionales para la producción y comercialización, junto a la falta de procesos democráticos en muchos de los ejidos, comunidades y municipios.

    Para la región se han elaborado estudios (Beltrán, 1996) que registran un total de 41 organizaciones que participan de manera diferenciada, en función de su origen y sus demandas: regularizaciones agrarias, producción, abasto, capacitación, asesoría técnica, crédito, comercialización, reivindicaciones de carácter étnico y cultural, respeto a los derechos humanos y las demandas específicas de las mujeres. Estas organizaciones adoptan diversidad de figuras asociativas, con o sin registro legal, del tipo siguiente:

    Número de organizaciones por figura

    en la Huasteca veracruzana

    Núm. Figura asociativa

    8 Sociedades de solidaridad social (SSS)

    7 Fondos regionales

    6 Uniones de ejidos

    6 Grupos de trabajo

    5 Organizaciones campesinas autónomas

    4 Comités de mujeres

    2 Consejos comunitarios de abasto

    4 Esta parte también está tomada directamente de la página Web del INI, se indicará con otra llamada donde termina la cita

    textual.

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    2 Comités y agrupaciones de derechos humanos

    1 Asociaciones civiles

    La búsqueda de estrategias económicas por parte de las familias campesinas ha determinado una participación cada vez más seria de las mujeres en procesos productivos organizados. La oferta institucional del Programa de Mujeres en Solidaridad, a partir de 1989, ha encontrado una amplia respuesta en la región, que se expresa en la formación de diversas sociedades de solidaridad social (SSS) y comités de pequeños grupos en varios municipios y localidades. Se impulsan proyectos de servicios: introducción de agua, molinos, tiendas de abasto; o productivos, como hortalizas, apicultura, ganadería de traspatio, entre otros, trabajados con mucho éxito en la mayoría de los casos.

    Los siete fondos regionales promovidos por el Instituto Nacional Indigenista (INI) funcionan en Chicontepec, Tlachichilco, Zontecomatlán, Ilamatlán, Texcatepec y Amaxac. Operan una diversidad de proyectos agrícolas: productos básicos, café, cítricos, caña de azúcar, ganadería bovina, apicultura y producción de piloncillo (azúcar mascabado en panes cónicos), entre otros.

    Las uniones de ejidos constituyen el tipo de figura más antigua, impulsada entre los años setenta y ochenta. Fueron creadas por las instituciones, en especial el INI y la Reforma Agraria, prácticamente en cada municipio de la región. Su promoción responde al intento de configurar un contrapeso al surgimiento de organizaciones campesinas regionales autónomas vinculadas al movimiento indígena de corte agrarista. Los casos más paradigmáticos en la zona son: la Unión de Ejidos Cocoplas, que aglutina a 26 ejidos del municipio de Chicontepec, Ixcatepec y Tantoyuca, orientados al cultivo de cítricos, productos básicos y ganadería; la Unión de Ejidos Beltrán Vinazco, con 21 ejidos principalmente productores de café de Ixhuatlán de Madero; la Unión de Ejidos Piloncilleros, dedicados al cultivo de caña y producción de piloncillo en los municipios de Benito Juárez e Ixhuatlán de Madero; y la Unión de Ejidos Sureste de Chicontepec y la Unión de Ejidos Nahua-Otomí-Tepehua, fundamentalmente cafetaleros, de Texcatepec, Tlachichilco y Zontecomatlán.

    Otras experiencias regionales significativas por su capacidad de gestión y administración son: la Unidad de Producción Adalberto Tejeda, de la zona de Huayacocotla, con 15 ejidos madereros, un aserradero, y talleres de madera y muebles, además de promover procesos de capacitación, administración y manejo forestal entre los ejidos asociados.

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    En este marco regional se halla el aprovechamiento de las minas de caolín, en la misma zona de Huayacocotla, con la formación de la Unión de Ejidos Caolineros Rafael Hernández Ochoa, que implicó una fuerte inversión en términos de infraestructura y que, con diversas dificultades, siguen manteniendo opciones económicas de otro corte.

    Los grupos de trabajo han sido promovidos por el Fondo Nacional de Empresas en Solidaridad (FONAES), principalmente para colectivizar y mejorar la eficiencia de los proyectos de unidades ganaderas de las comunidades.

    Entre las organizaciones campesinas autónomas se localiza la Organización Campesina Popular Independiente de la Huasteca Veracruzana, vinculada a la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, en 1978, orientando sus acciones hacia la lucha agraria y, posteriormente, a los proyectos productivos en los municipios de Chalma, Chiconamel, Chicontepec, Pánuco, Tantoyuca y Tempoal. Otras organizaciones independientes son la Unión Campesina Zapatista (UCZ) de Texcatepec y el Comité de Defensa Campesino (CDC) de los Bienes Comunales de Amaxac que, junto a proyectos de orden productivo, promueven la regularización agraria y la participación política en contiendas electorales.

    Existen otras agrupaciones, como la Organización Independiente de Pueblos Unidos de las Huastecas (OIPUH) y el Frente Democrático Oriental de México Emiliano Zapata (FEDOMEZ), cuya relación con el Estado ha sido de enfrentamientos. Sus banderas históricas de lucha han sido la cuestión agraria. Con frecuencia se les ha calificado de radicales o peligrosas. Entender su historia, orígenes, formas de lucha y movilizaciones resulta relevante en términos de la presencia intermitente que han tenido en la Huasteca veracruzana y de las raíces que sus luchas han creado, incluso a nivel regional.

    Los consejos comunitarios de abasto, creados dentro de la estructura de DICONSA, se ubican en Huayacocotla y Chicontepec y dan cobertura a una serie de pequeñas tiendas de abasto instaladas en la región.

    Las asociaciones civiles y los comités de derechos humanos, específicamente Fomento Cultural y Educativo A.C., la Agrupación de Derechos Humanos Xochiltépetl y el Comité de Defensa de los Derechos Humanos de la Sierra Norte de Veracruz, con muchos años de permanencia en la región y con un conocimiento detallado y crítico sobre los principales problemas, brindan asesoría y apoyo a las organizaciones y comunidades indígenas en diversos aspectos: derechos humanos, cuestiones agrarias, productivas y culturales, entre otros.

    Aunque en términos de vocación productiva las posibilidades son variadas: maíz, café, cítricos, ganadería, silvicultura, entre otros; esta gama de organizaciones campesinas enfrentan también situaciones adversas para el desarrollo de sus proyectos y para la consolidación de sus procesos organizativos: las condiciones de marginación, fundamentalmente el problema del aislamiento por la ausencia de caminos, los procesos de comercialización gravados por muchos pasos intermedios y lo escaso de los apoyos institucionales limita la

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    participación organizada de los productores. Lo anterior no descarta la existencia de opciones y de organizaciones consolidadas con esfuerzos significativos y experiencias exitosas de proyectos.

    En la Huasteca hidalguense se localizan 16 tipos de organizaciones, que pueden clasificarse, de acuerdo con sus características de agrupación y su ámbito de influencia, en: consejo de organizaciones, centrales campesinas, organizaciones regionales y municipales, junto a numerosos grupos locales: sectores de producción, SSS, sociedades de producción rural y unidades agrícolas industriales de la mujer (UAIMs), entre otras.

    La gravedad del conflicto agrario, agudizado desde la década de 1970, obligó al Estado, a partir de 1982, a instrumentar una política de "pacificación", al legalizar las invasiones y al tener una mayor presencia institucional mediante la inversión en diversas obras de carácter social y económico. En la vertiente política se buscó la recuperación del control, remodelando los actores sociales, creando nuevos interlocutores despojados del carácter radical de la lucha agraria, revitalizando organizaciones campesinas oficialistas, cooptando a líderes y convirtiendo el paternalismo y las prácticas de "clientela" en el eje de la relación entre el Estado y las organizaciones presentes.

    A partir de los años ochenta, la lucha agraria, como bandera principal que sustentaba el trabajo de organización, empieza a agotarse y el mecanismo de legitimación ante las bases campesinas se orienta a la búsqueda de créditos, que constituyen indudablemente una demanda real de los grupos campesinos.

    El peso del protagonismo institucional, la falta de planeación y de consenso para la definición de programas y el trato preferente a las organizaciones oficiales cristalizó en la apresurada creación de una multitud de figuras asociativas sin sustento real y provocó la disputa permanente entre las organizaciones centrales por el control de los recursos y por incorporar a estos numerosos grupos a sus filas como mecanismos de control político.

    Las secuelas que estos procesos han dejado, en el panorama de la región, se manifiestan actualmente en la marcada presencia de organizaciones campesinas de corte nacional, como la Confederación Nacional Campesina (CNC), el Consejo Agrarista Mexicano (CAM) o la CCI, que aglutinan a los grupos locales.

    En forma paralela están las organizaciones regionales que nacieron de manera independiente, pero que actualmente han adquirido un corte oficialista, como la URECHH. Otras más nuevas se han gestado, impulsadas por partidos o corrientes políticas, como la CCC, la OPIC, la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) y la UNTA; otras más pretenden desligarse de posiciones políticas y dedicarse a demandas estrictamente productivas, con bastante éxito y posibilidades, entre ellas la UCAFIHH.

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    Persisten también organizaciones que abanderaron la lucha agraria, como la Organización Independiente de Pueblos Unidos de las Huastecas (OIPUH) o el FDOMEZ, que no han derivado en organizaciones de productores, pero que tampoco han desaparecido del escenario organizativo y político de la zona.

    El INI está presente con su programa de Fondos Regionales en Huejutla, e incluso se dan algunas débiles manifestaciones de organizaciones no gubernamentales (ONGs) que, con dificultades, han logrado consolidar un proceso más autónomo, como la Sociedad Civil Mezehualtzitzi Inincentiliz. Otras que abanderan luchas políticas independientes, como el Frente Democrático Campesino Popular de Orizatlán, pero con muchas limitaciones para la integración de proyectos productivos.

    Se creó también el Consejo Permanente de Organizaciones Campesinas para el Desarrollo de la Huasteca Hidalguense (COPOCADERHH), promovido por organizaciones e instituciones, como la Procuraduría Agraria (PA), la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGAR), el INI y el gobierno del estado, con el objeto de convocar a mesas de concertación agraria y definir planes más rigurosos para la inversión pública en proyectos productivos.

    Aunque la composición de las organizaciones es heterogénea, la mayoría de ellas coinciden en señalar como sus actividades principales la resolución de los problemas agrarios que persisten, la gestión de créditos y la consecución de financiamiento para el desarrollo de proyectos productivos, la búsqueda de asesoría técnica y capacitación, el apoyo a los procesos organizativos mediante la asesoría para la legalización de figuras asociativas y la gestión para satisfacer las demandas de servicios básicos de bienestar social.

    En la Huasteca potosina se registran un total de 74 organizaciones: centrales campesinas nacionales, organizaciones regionales, uniones de ejidos, SSS, sociedades cooperativas, sociedades civiles, grupos de mujeres y grupos culturales.

    Entre las centrales nacionales destaca la presencia de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en la mayoría de los municipios. En segundo lugar aparece la Unión Campesina Democrática (UCD), que se singulariza por impulsar procesos autónomos y ligados a la oposición. Otras organizaciones, tal es el caso de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC), vinculada con organizaciones regionales, han adquirido presencia a partir del apoyo a la producción y comercialización de café, como en el caso de la zona de Xilitla. La Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) y la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), con estilos diferentes, promueven y fortalecen proyectos productivos, pero señalan también la importancia de otras demandas.

    En los municipios de Ebano y Tamuín son frecuentes las centrales campesinas, por la movilidad y reubicación generados a partir de la creación de

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    Pujal Coy, dada la resonancia nacional que este proyecto adquirió, en donde los conflictos, las redefiniciones agrarias y la presencia de instituciones con diversos proyectos, implicó la emergencia de procesos organizativos y convocó de alguna manera a estas centrales campesinas en la búsqueda por abanderar los diferentes movimientos que se originaban.

    Como organizaciones regionales se registran ocho, de las cuales cuatro son fondos regionales: Tancanhuitz de Santos, el de Tamuín en la zona de Pujal Coy, el nahua de Tamapacán y el de la zona pame, que incluye al municipio de Tamasopo. Las otras, también impulsadas por el INI, conforman los grupos regionales de café y la Sociedad Civil Alianza de Productores de la Huasteca, creada en 1993, con el objeto de constituir una opción de apoyo para el abasto, el acopio y la comercialización de diversos productos. En ella participan 22 organizaciones de segundo nivel, ubicadas en 15 municipios de la Huasteca.

    Otra organización, que conforma una de las vertientes más interesantes del proceso organizativo de la región, es la Coordinadora de Organizaciones Campesinas Indígenas de la Huasteca Potosina (COCIHP), creada en 1994, y ligada a la CNOC. Aglutina a 12 organizaciones del municipio de Xilitla, logrando vincular a la mayoría de los cafetaleros del sector social pero también a los fabricantes de piloncillo, a los naranjeros, a organizaciones que trabajan en torno al abasto y a importantes grupos de mujeres que impulsan pequeños proyectos de servicios y productivos. Con un carácter autónomo, ha construido condiciones de mayores ventajas para la producción, el beneficio, el acopio y la comercialización del café de los productores minifundistas que la componen.

    Otras organizaciones más de orden político son el Frente Ciudadano y, de particular importancia, el Movimiento Huasteco Democrático, con presencia en 10 municipios de la región, cuya lucha gira en torno a la demanda agraria. Su poder de convocatoria y movilizaciones demuestran la intensidad con la que se siguen viviendo estos procesos en las bases campesinas, a pesar de que oficialmente el reparto agrario se considera prácticamente terminado.

    Con el esquema de uniones de ejidos, SSS y sociedades cooperativas hay un total de 27 organizaciones de diversas ramas productivas: maiceros, ganaderos, cañeros, cafetaleros, piloncilleros, mieleros, entre otros.

    La participación de las mujeres en diversos grupos organizados es una constante en la Huasteca potosina. Están presentes en casi todos los procesos organizativos, en los fondos regionales, en la COCIHP y en diversas uniones de ejidos. Se conforman como UAIM's o como grupos de trabajo, impulsan proyectos que complementan de manera significativa la economía familiar: ganadería de traspatio, hortalizas, diversos talleres, artesanía, o proyectos considerados tradicionalmente masculinos, como la ganadería, los cítricos o el piloncillo. Son gestoras de proyectos de servicios y de pequeñas agroindustrias, como la conservación de alimentos, la elaboración de mermeladas, las queserías, panaderías, tortillerías y los molinos.

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    Finalmente, se localizan una serie de grupos culturales, en los que se integran médicos tradicionales, danzantes, músicos, artesanos y corresponsales de radios comunitarias, cuyas actividades se ligan a la radio indígena del INI, en Tancanhuitz. Algunos han recibido ayuda internacional y del gobierno estatal. Por lo general, realizan actividades culturales, festivales de danzas, gestiones para la creación de casas de cultura, videos y programas de radio, apoyo a la medicina tradicional, y actividades de promoción y difusión de su cultura.

    Los grupos organizados de la Huasteca potosina, a diferencia de los otros estados, tienen un mayor nivel de cohesión, autonomía y de experiencia en la gestión de proyectos, mejores condiciones de infraestructura y procesos de planeación. Sus procesos organizativos se vinculan sobre todo a la producción de cultivos comerciales, la necesidad de información, la capacitación y la infraestructura para la comercialización, que constituyen el eje central de sus luchas y la demanda prioritaria5.

    5 ENTREVISTAS A ORGANIZACIONES RELACIONADAS CON EL AHORRO, EL CRÉDITO Y LA CAPACITACIÓN

    Por lo amplio de la región en estudio, tanto como por lo variado de sus organizaciones, se diseñaron entrevistas abiertas para complementar la información de la consulta en este segundo Taller, para que los participantes pudieran externar sus opiniones con un formato libre, dando posibilidades de que las respuestas dieran pie a nuevos temas, al mismo tiempo, se buscó hacer preguntas cruzadas para revisar la consistencia interna de la información. Se aplicaron unas antes de iniciar el taller, otras en forma paralela al mismo asistiendo a las comunidades donde están asentadas las sedes de las organizaciones y una más al final del Taller, con la intención de complementar información aportada en el desarrollo del mismo. De ellas daremos cuenta a continuación.

    5.1 Categorías analíticas y participantes

    Las entrevistas abiertas se organizaron en torno a cuatro categorías, cuyos indicadores se añaden:

    a) Acceso a servicios: Crédito, tipo y monto de crédito, gestión, y beneficios.

    b) Conformación y formas de participación: cobertura, toma de decisiones, participación por sexo, forma en que son consideradas las opiniones y necesidades de las mujeres, formas de legitimar decisiones.

    c) Aportaciones: Cantidad de dinero o bienes. d) Gestión: Forma de participación por sexo.

    5 Termina la cita de la página web del INI.

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    Se entrevistaron seis organizaciones de diverso corte y alcance, por lo que se han subdividido para su análisis en:

    De alcance regional: Mazehualzitzi Inicentiliz, Chicomexochitl, Coordinación Para El Desarrollo De Las Comunidades Indígenas De La Huasteca Hidalguense, y UNORCA.

    Locales: Taller maquilador Huitzilin y Vekassiwame.

    5.2 Las organizaciones de tipo regional

    Empezaremos por las de alcance regional, éstas se eligieron gracias a lo hallado en la página web del INI6 y a las muy atentas gestiones realizadas por el CCI de Huejutla con el decidido apoyo de la Dirección Operativa de este Instituto7, en cuanto al acceso a servicios expusieron:

    Mazehualzitzi Inicentiliz es una ONG con varios proyectos de microfinanciamiento en 42 comunidades, de 7 municipios. Funciona como un organismo intermediario para impulsar proyectos productivos en las zonas indígenas marginadas. El año pasado consiguieron $1’300,000.00 de crédito con un programa la Secretaria de Economía, llamado COMURR, el cual otorga créditos a Organismos intermediarios con experiencia en proyectos productivos. La Asociación lo repartió en 1,500 pequeños créditos a las mujeres para diversos proyectos productivos individuales. Cada ocho o quince días las mujeres indígenas pagan, a través de los promotores, a la Asociación Mazehualzitzi, y ellos depositan su pago en Nacional Financiera en donde COMURR tiene su cuenta. La Asociación paga un interés: el CETES más un punto; pero los CETES también van variando. A su vez Mazehualzitzi cobra un interés del 3.5%. Al principio les cobraban el 3.2%.

    Los prestamos se otorgan por ciclos: el primero comienza con $500, el segundo con $1,000, el tercero es de $1,500, y el cuarto de $ 3,000; para el pago del primer ciclo cuentan con cuatro meses y abonan semanalmente., para el segundo el plazo es de seis meses; si entonces solicitan otro préstamo, peden pasar al tercer ciclo con un plazo de ocho meses en abonos cada ocho o quince días. El año pasado , el porcentaje de recuperación del crédito fue de 100% para el COMURR.

    Entre los problemas más frecuentes de sus clientas para pagar los créditos citaron que no inviertan el dinero en el proyecto que se supone lo debían invertir, así explican:

    Entonces cuando alguien no quiere pagar, como la Asociación presta a familiares, y debido a costumbres tradicionales de los indígenas, se ejerce presión sobre otros miembros de la familia que tengan prestamos también, y como no desean perder los apoyos, son las mismas familias quienes van sobre el moroso o la morosa.

    6 Citada anteriormente. 7 Ellos también nos apoyaron en los aspectos logísticos de la consulta, lo cual deseamos agradecer igualmente.

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    Pero también existen periodos en los que la gente puede pagar y otros que no: debido al ciclo agrícola que se divide en dos, venta de frío (otoño - invierno) o venta de calor (primavera – verano). Pero estos ciclos son como un reloj, si se dejan llevar por el calendario que manejan las autoridades institucionales: Enero, Diciembre, no funciona. En este caso se debe prestar pasando las fiestas de muertos, no antes de las fiestas de Noviembre, si se presta antes, es seguro que no se recupere el crédito. Porque todo lo que se celebre antes es ofrenda y ellos están culturalmente obligados a darla, no es que nada más quieran, están obligados para su ahorro... para su fiesta, todo se da como una gran ofrenda. Aquí entran ya cuestiones religiosas y culturales.

    Si por ejemplo se empieza a prestar en Octubre, para Septiembre ya quebró. Por lo que este primer ciclo comienza en Noviembre, pasando muertos, y termina en Mayo, entonces sí hay la seguridad que ese dinero se destine a cuestiones productivas. Entonces ese ciclo termina y comienza otro en Mayo, es cuando se debe empezar a dar los préstamos, Mayo, Junio. El problema es que el calendario institucional y el indígena no coinciden, y las instituciones dan los créditos fuera de esos tiempos y los recursos llegan fuera de esos tiempos, por lo que es un problema estructural.

    Chicomexochitl solicita préstamos al INI, éste les proporcionó un financiamiento anual de $98,000 para gastos, viáticos, papelería etc. El cual debe justificar con facturas que ejercieron en los proyectos. Ta