pikimachay

Upload: cindicontreras1

Post on 28-Feb-2018

219 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/25/2019 PikimacHay

    1/28

    REVISIN DE LAS EVIDENCIAS DE PIKIMACHAY, AYACUCHO...

    ISSN 1029-2004

    247BOLEN DE ARQUEOLOGA PUCP / N. 15 / 2011, 247-274 / ISSN 1029-2004

    R P, A,

    P F A C

    Juan Jos Yataco a

    Resumen

    Los estratos denominados complejos Pacaicasa y Ayacucho de la cueva de Pikimachay constituyen las ocupaciones ms contro-versiales del Pleistoceno Final por contener, supuestamente, los restos de actividad humana ms antiguos de los Andes Centrales.

    Debido a la pobre presentacin de las evidencias en las escasas publicaciones que trataron del hallazgo, se puso en tela de juicio laspresuntas herramientas lticas y seas reportadas. Por consiguiente, se impuso una revisin de los restos con el objeto de evaluarlosen detalle. De manera especfica, se pudieron examinar los restos guardados en el Museo de Arqueologa y Antropologa de laUniversidad Nacional Mayor de San Marcos y los resultados preliminares documentaron tecnologas lticas e, incluso, huesos conprobables huellas de corte antropognico. La correccin radiocarbnica del fechado procedente del complejo Ayacucho arroj unlapso entre 15.781 y 14.886 cal AC.

    Palabras clave: cueva de Pikimachay, tecnologa ltica, complejo Ayacucho, complejo Pacaicasa, Pleistoceno Final

    Abstract

    A REVISION OF THE PIKIMACHAY, AYACUCHO EVIDENCES, A TERMINAL PLEISTOCENE OCCUPATION

    IN THE CENTRAL ANDES

    Te earliest strata from Pikimachay Cave, the Pacaicasa and Ayacucho complexes has been one of the more controversial occu-pations of erminal Pleistocene in the Central Andes. Due to the inconsistent presentation of findings, assumptions regarding thelithic and bone assemblages have been questioned. Terefore, a new review of these remains is required to assess the evidence indetail, because it is probably the earliest in the Central Andes. Preliminary results of these assemblages document lithic technologiesand bones of the Ayacucho Complex, with probable anthropogenic cut marks, dated by radiocarbon correction between 15,781to 14,886 cal BC.

    Keywords: Pikimachay cave, lithic technology, Ayacucho Complex, Pacaicasa Complex, erminal Pleistocene

    1. Introduccin

    El Ayacucho Archaeological-Botanical Project, dirigido por el arquelogo norteamericano RichardMacNeish, fue uno de los ms controvertidos trabajos de investigacin en la historia de la arqueologadel Perodo Arcaico debido a los hallazgos que, presuntamente, databan del Pleistoceno Final en la cuevade Pikimachay. Dicho estudioso defini un conjunto de zonas (zones), conformadas por reas de acti-vidad que contenan, a su vez, una serie de artefactos y fogones en los complejos Pacaicasa y Ayacucho(MacNeish 1979: 21-47; MacNeish et al.1983: 133-153). MacNeish calcul que la zona ms antigua delcomplejo Pacaicasa tena una profundidad temporal que oscilaba entre 20.200 y 19.600 AC sobre la base

    a Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Museo de Arqueologa y Antropologa.Direccin postal: av. Nicols de Pirola 1222, Lima 1, Per.Correo electrnico: [email protected]

  • 7/25/2019 PikimacHay

    2/28

    JUAN JOS YAACO

    ISSN 1029-2004

    248

    de una serie de mediciones radiocarbnicas no calibradas tomadas de huesos de animales pleistocnicosque provenan de los estratos superiores de dichos complejos (MacNeish 1979: 18-19, 21-23). Luego delas publicaciones de los datos e interpretaciones (MacNeish 1979; MacNeish, Vierra, Nelken-erner yPhagan 1980; MacNeish, Garca, Lumbreras, Vierra y Nelken-erner 1981; MacNeish, Vierra, Nelken-erner, Lurie y Garca 1983) se generaron fuertes crticas por parte de los estudiosos de la poca debido a

    los reportes poco precisos acerca de las piezas lticas y seas de la llamada Habitacin Sur (South Room) dedicho abrigo.Por tanto, qued en duda el estado original de estos hallazgos y de los complejos Pacaicasa y Ayacucho;

    asimismo, se pusieron en tela de juicio las mediciones radiocarbnicas obtenidas por el proyecto en cuestin(v.g., Lynch 1983; Dillehay 1985; Rick 1988). El Museo de Arqueologa y Antropologa de la UniversidadNacional Mayor de San Marcos (MAA-UNMSM), en calidad de custodio de esa coleccin, ha realizado,por ms de cuatro aos, un minucioso registro de los restos arqueolgicos procedentes de la HabitacinSur y de los complejos Pacaicasa y Ayacucho de la cueva de Pikimachay. Dichas labores han estado a micargo y actualmente se trabaja en una serie de manuscritos dejados por MacNeish, los que proporcionannuevos datos acerca de los restos de fauna y tiles en piedra recuperados. En el presente artculo se hace unapresentacin general de los artefactos lticos y restos seos de animales que corresponderan al Pleistoceno

    Final y que estn guardados en el MAA-UNMSM.

    1.1. Metodologa de investigacin

    Los registros lticos efectuados por MacNeish fueron orientados a la reconstruccin cronolgica y tipol-gica por medio del anlisis factorial y seriacin (Lynch 1990: 25). Estos datos, sumados a la medicin delos artefactos, fueron vertidos en una base de datos de tipo estadstico, la cual fue publicada (MacNeishet al. 1980). Su lectura, sin embargo, resulta difcil ya que carece de detalladas definiciones de los tipos demateria prima y artefactos. Se plasmaron diversas crticas sobre este aspecto en varias publicaciones (Lynch1983; Dillehay 1985; Rick 1988).

    Ante estos problemas, siguiendo los enfoques de la etnoarqueologa y del anlisis de la tecnologa ltica(Leroi-Gourhan y Brzillon 1972; Inizan et al.1995; Pelegrin 1995), se efectu un estudio morfotecno-lgico de los vestigios lticos, lo que comprendi los registros de masa, volumen, materia prima y medidasangulares. Adems, se hicieron anlisis a escalas micro y macro de las superficies y bordes de las piezas paradeterminar su carcter antrpico y descartar posibles variaciones de tipo natural. Asimismo, debido al es-tado deficiente de conservacin al que fue expuesta la coleccin, se le dio prioridad a un detallado examende las superficies de las rocas. Se realiz una minuciosa clasificacin de las materias primas, lo que permitidefinir y discernir, de manera clara, los tipos de artefactos lticos con modificacin humana y entender, apriori, parte de la cadena operatoria que expongo en el presente artculo.

    2. Descripcin y ubicacin del yacimiento

    La cueva de Pikimachay se localiza a unos 2 kilmetros al noroeste del poblado de Pacaicasa, distrito deHuamanguilla, provincia de Huanta, en el departamento de Ayacucho. Sus coordenadas geogrficas son741341,27 de longitud oeste y 130218,93 de latitud sur y est situada a una altura de 2925 metrossobre el nivel del mar (ver Fig. 1). Segn las referencias de MacNeish, la boca de la cueva est orientadade Norte a Sur y tiene una longitud entre 52 a 60 metros; su ancho, que corresponde a su profundidad,oscila entre 18 a 25 metros. Internamente, la cueva se compone de tres zonasocupadas o habitaciones(rooms; ver Fig. 2), las que fueron aprovechadas para definir tres unidades de excavacin: las habitacionesNorte, Central y Sur (MacNeish 1979: 4; MacNeish, Garca, Lumbreras, Vierra y Nelken-erner 1981:19; MacNeish, Vierra, Nelken-erner, Lurie y Garca 1983: 136).

    Pikimachay se asienta en una zona con un clima templado, moderado y lluvioso, con temperaturas que

    oscilan entre 13 C a 15 C. El principal colector de agua en el rea es el ro Cachi, el que, a su vez, es unafluente del Maran, cuyos torrentes pasan por los ros Ene y Ucayali hasta desembocar en el Amazonasy, luego, alcanzan el Atlntico. Adems, las aguas del ro Cachi, al suroeste de Pacaicasa, unen su caudal a

  • 7/25/2019 PikimacHay

    3/28

    REVISIN DE LAS EVIDENCIAS DE PIKIMACHAY, AYACUCHO...

    ISSN 1029-2004

    249

    los de los ros Huarpa y Pongor, con lo que se forman diversas quebradas y valles encaonados, con ladosabruptos y de gran altura (Morche et al.1995: 8; 11-12: figs. 3a, 3b).

    3. Entorno geolgico

    La cueva de Pikimachay es parte de la formacin Molinoyoc (Nm-mo), la que consiste de una secuenciade lavas oscuras que derivaron de un conjunto de volcanes adyacentes a la seal de Molinoyoc ( cf. Fig. 3).Estos constituyen un rea de conos volcnicos comformados por derrames de lava, escoria y cenizas. En los

    alrededores de Pacaicasa se pueden hallar evidencias de brechas blanquecinas y tobas, corrientes de lava decolores que oscilan entre gris a gris oscuro, con plagioclasas y estratos de lapilli (Morche et al.1995: 35).Una franja irregular conformada por depsitos aluviales de amplia distribucin (Qh-al), y que se compone

    Fig. 1. Mapa de ubicacin de la cueva de Pikimachay realizado sobre la base de la Carta Nacional 27-, escala 1: 100.000(elaboracin del dibujo: Juan Yataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    4/28

    JUAN JOS YAACO

    ISSN 1029-2004

    250

    Fig.2.R

    edibujadodelaplantadelacuevade

    Pikimachay.ObsrveselashabitacionesNorte,CentralySur(tomadodeM

    acNeish1981:28;modificadoporJuanYataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    5/28

    REVISIN DE LAS EVIDENCIAS DE PIKIMACHAY, AYACUCHO...

    ISSN 1029-2004

    251

    de un conjunto de guijas, guijarros y bloques medianos, subangulosos a subredondeados en una matrizde grava fina y matriz limoarenosa (Morche et al.1995: 35), cubre y rodea la formacin Molinoyoc por ellado sur (ver Fig. 3).

    Hacia el este, y frente a la cueva de Pikimachay, se extiende la formacin Ayacucho (Nm-Ay1), cuyaunidad corresponde a una fase volcnica explosiva originada durante el Mioceno (ver Fig. 3). Se componede tobas lapillticas (roca gnea y depsito volcnico con grado de cristalizacin) que se intercalan con

    tobas retrabajadas, clastos lticos (andesita, granito), as como pmez y sedimentos lagunares, entre elloslimoarcillitas verdosas, diatomitas y limolitas rosceas (Morche et al.1995: 37-38).Dos pequeos afloramientos conforman la formacin Huari (Np-hu) (cf. Fig. 3, al centro). Esta se su-

    perpone a la formacin Ayacucho y se ubica en los alrededores de la zona arqueolgica de Huari. En estoslugares afloran derrames de lavas oscuras y lapilli que alternan con depsitos de cadas de ceniza y bombasvolcnicas. En algunos casos hay toba excepcional constituida por pmez negro y lticos lvicos. Datospetrogrficos expuestos por el INGEMME indican la presencia de rocas de composicin traquiandes-tica con magnesio y olivino, as como glomeroblastos, dentro de una matriz de grano fino constituida porvidrio y plagioclasas. Los anlisis qumicos expusieron bajos contenidos de slice y elevados valores de po-tasio. Este tipo de vulcanismo es coetneo con la actividad Barroso del sur del pas, cuya edad correspondeal Plioceno Superior (Morche et al.1995: 50-54).

    Con respecto a estos datos geolgicos, MacNeish refiri la concentracin de tufo volcnico y hasta debasalto en el complejo Pacaicasa (MacNeish et al.1970: 13-14), los que bien pueden relacionarse con lasreferencias de lavas oscuras y tobas grises de la misma formacin Molinoyoq que aflora al interior y techo

    Fig. 3. Formaciones geolgicas del entorno de la cueva de Pikimachay (tomado de Morche et al. 1995, Carta Nacional:Ayacucho N.o27-, escala 1: 100.000).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    6/28

    JUAN JOS YAACO

    ISSN 1029-2004

    252

    de la cueva. Por otro lado, en el complejo Ayacucho se documentaron artefactos sobre basalto, slex, cuar-cita y tufo (MacNeish et al.1970: 14). Estos reportes de materia prima expuestos por MacNeish puedenser localizados, al menos, en las formaciones Molinoyoc y Ayacucho y, segn los estudios geolgicos, pue-den extenderse hasta la formacin Huari.

    4. AntecedentesSobre este yacimiento se publicaron dos reportes anuales acerca de los trabajos de exploracin, excavacin,estratigrafa, clasificacin incipiente de los hallazgos arqueolgicos y fechados radiocarbnicos (MacNeish1969: 17-24, 31-33; MacNeish et al.1970: 5-16, 31-34). Seguidamente, se expusieron los fechados radio-carbnicos en asociacin con artefactos de piedra y huesos de animales pleistocnicos hallados en los estra-tos ms tempranos de la cueva de Pikimachay (MacNeish et al.1970: 975-977; MacNeish 1971: 36-46).Lynch (1974: 365-366) public una primera crtica al considerar que los supuestos artefactos lticos sobretufo volcnico que procedan del complejo Pacaicasa no eran artefactos. ambin cuestion los datos delcomplejo Ayacucho, y puso en duda el carcter cultural de dichos materiales.

    Luego, un informe elaborado a partir de las evidencias documentadas nicamente en la Habitacin Sur

    proporcion mayores detalles acerca de la estratigrafa, el registro de los restos arqueolgicos, y se determi-naron y discutieron 13 ocupaciones y 26 reas de actividad procedentes del complejo Pacaicasa, confor-mado por los estratos (zones) k, j, i, i1, y las capas superpuestas h1 y h, que definan al complejo Ayacucho.Sobre la base de dichos hallazgos, MacNeish sostena que estas ocupaciones se remontaban al final delPleistoceno (MacNeish 1979: 1-47). Solo tres de los seis volmenes que trataban acerca de las investiga-ciones del Ayacucho Archaeological-Botanical Project fueron publicados y en estos pueden encontrarsemayores detalles no solo concernientes a la cueva de Pikimachay, sino tambin acerca de otros yacimien-tos de la cuenca de Ayacucho (MacNeish, Vierra, Nelken-erner y Phagan 1980; MacNeish, Garca,Lumbreras, Vierra y Nelken-erner 1981: 19-56; MacNeish, Vierra, Nelken-erner, Lurie y Garca 1983:133-171). Estas publicaciones fueron criticadas debido a una serie de incongruencias en relacin con losfechados radiocarbnicos, la carencia de organizacin en las ilustraciones del material ltico y la ausencia deevidencias de fogones (Lynch 1983: 93-94; Rick 1988: 12-17; Bonavia 1991: 89). Por otro lado, surgi undebate terico como consecuencia de una rplica detallada por parte de MacNeish respecto a las opinionesvertidas por Lynch en relacin con la interpretacin de los descubrimientos de huesos de animales pleis-tocnicos, supuestamente modificados, procedentes de los complejos Pacaicasa y Ayacucho (Lynch 1990:24-25; 1992: 249, 255; 256-259; MacNeish 1992: 241-247).

    Dillehay (1985: 196-199), quien realiz una evaluacin de los tres volmenes finales, plante que losartefactos lticos carecan de definiciones tipo y seal la ausencia de asociaciones tecnolgicas con otrosyacimientos. No solo llam la atencin sobre la dificultad que exista al no haberse considerado las recons-trucciones geolgicas, climatolgicas y medioambientales en relacin con la estratigrafa y fases culturalesde los sitios estudiados, sino que, adems, evalu la forma de cmo las evidencias arqueolgicas en espe-

    cial, los restos seos y lticos tempranos fueron publicados e ilustrados, motivo al que se debe que no sepueda diferenciar ni saber si se trataba de piezas naturales o modificadas por accin humana.Bryant (2003) hizo algunos comentarios acerca de la recoleccin de muestras de polen fsil efectuados

    en la cueva de Pikimachay a inicios del presente siglo. Las muestras tomadas junto a los restos seos deanimales pleistocnicos no contenan polen fsil preservado (Bryant 2003: 17-18) por lo que concluyque el contenido de polen fsil de muchos sitios de edad pleistocnica se destruye cuando es sometido arepetidos ciclos de humedad y sequedad. Adems, el anlisis del grado de acidez del suelo (pH y Eh) esnecesario para poder determinar si el polen fsil se conserva y/o destruye de forma natural (Bryant 2003:18). MacNeish, en efecto, elabor una serie de registros generales del grado de acidez de los suelos con losque propuso la existencia de pocas de humedad y sequedad en la regin de Ayacucho (MacNeish 1979:5-7; Len 2007: 218-219).

    Finalmente, conforme se avanz con la segregacin y ordenamiento de la coleccin ltica procedente delos complejos Pacaicasa y Ayacucho en el MAA-UNMSM, se public una serie de nuevos anlisis lticospreliminares en los que se presentaba la revaluacin de los materiales arqueolgicos de estos complejos

  • 7/25/2019 PikimacHay

    7/28

    REVISIN DE LAS EVIDENCIAS DE PIKIMACHAY, AYACUCHO...

    ISSN 1029-2004

    253

    (Len 2007: 218-219; Len y Yataco 2008: 34-37; Yataco 2008: 15-18; 2009: 75-89; Len y Yataco2009: 2-4). Una vez culminada la revisin ltica de esta coleccin se obtuvieron ideas ms claras sobre loshallazgos realizados por MacNeish, las que se presentan a continuacin.

    5. Los materiales arqueolgicos de la cueva de Pikimachay

    Los trabajos de conservacin preventiva e inventario de la coleccin ltica que se realizan en el MAA-UNMSM permitieron determinar la cantidad de material ltico modificado que conforma, en su integri-

    dad, la coleccin arqueolgica que proviene de la cueva de Pikimachay. En el presente trabajo solo se hacereferencia al material arqueolgico que se ha contextualizado de los complejos Pacaicasa y Ayacucho de laHabitacin Sur (abla 1). Esta tabla expone las piezas arqueolgicas que presentan una ficha o nmero decatlogo que indica, de manera segura, que estas proceden de los estratos ms tempranos. Incluye un temcon la cantidad de los restos seos de fauna, un dato que procede de los manuscritos dejados por MacNeishen el MAA-UNMSM. Sin embargo, es necesario precisar que gran parte de los restos de fauna recuperadosde Pikimachay fue llevada por MacNeish al Florida Museum of Natural History con el objeto de realizarmayores estudios, pero nunca se public un reporte acerca de ellos.1

    Por otro lado, se crey til elaborar una base de datos de las piezas que no presentaban modificacinhumana, lo que se hizo debido a que se necesitaba identificar y realizar una bsqueda rpida de las piezaspublicadas en el volumen III de la obra Prehistory of the Ayacucho Basin(Nonceramic Artifacts; MacNeish et

    al. 1980). Es conveniente aclarar que 16 piezas lticas relacionadas con los complejos Pacaicasa y Ayacuchode Pikimachay fueron recientemente halladas en el Museo de Arqueologa, Antropologa e Historia delPer y que, en la actualidad, se realiza una evaluacin de estos materiales (Vernica Ortz orres, comuni-cacin personal, noviembre de 2011),2por lo que el presente informe con respecto a los materiales lticosde Pikimachay resulta todava preliminar. Asimismo, se est coordinando un estudio ms exhaustivo sobrelos restos de fauna en custodia en el MAA-UNMSM para su publicacin. Durante el proceso de discri-minacin ltica, se descartaron las piezas que presentaban retoques no intencionales. Asimismo, debidoal mal estado de conservacin al que estuvo sometida la coleccin se descart toda pieza sospechosa demodificaciones modernas.

    6. La estratigrafa de los complejos Pacaicasa y Ayacucho

    En vista de que se contextualiz un conjunto de artefactos y restos seos que provienen de los comple-jos Pacaicasa y Ayacucho, es necesario hacer algunos comentarios sobre la estratigrafa de sus reas de

    Zonas ComplejosMateriales

    lticos

    modificados

    Restos seos (ArchivoMAA-UNMSM

    1970a, 1970b)

    Restos seos encustodia en el

    MAA-UNMSM

    Muestras decarbn Total

    hAyacucho

    34 8 16 - 58

    h1 17 4 4 - 25

    i

    Pacaicasa

    - 22 - - 22

    i1 1 19 - - 20

    j - 3 - - 5

    k - 2 - - 4

    otal objetos 134

    abla 1. Cantidad total de material arqueolgico de los complejos Pacaicasa y Ayacucho, cueva de Pikimachay, depositados enel MAA-UNMSM (elaboracin de la tabla: Juan Yataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    8/28

    JUAN JOS YAACO

    ISSN 1029-2004

    254

    procedencia debido a que hay una serie de crticas respecto a ella. En efecto, Lynch (1983: 93; 1990: 25)y Dillehay (1985: 193-203) trataron y realizaron una revisin acerca de la serie de incongruencias entrelos reportes realizados por MacNeish, mencionadas lneas antes (cf.MacNeish 1979: 11-21; MacNeish,Vierra, Nelken-erner y Phagan 1980; MacNeish, Garca, Lumbreras, Vierra y Nelken-erner 1981;MacNeish, Vierra, Nelken-erner, Lurie y Garca1983). Pese a que Lynch respald las opiniones de un

    grupo de especialistas que examinaron los supuestos artefactos de estos complejos (Pacaicasa, Ayacucho e,incluso, Huanta) y concluy que la mayor parte de estas industrias no constituan artefactos (cf.Lynch1990: 25), esta propuesta no se basaba en un estudio integral de las evidencias ni su presentacin cient-fica, tal como lo seal Dillehay (1985: 196, 197, 200). En efecto, respaldo los planteamientos de Lynchy Dillehay cuando sealaron que MacNeish no ha demostrado convincentemente que los huesos deperezosos fechados estn modificados por el hombre o que estuviesen acompaados por restos culturales(Lynch 1990: 25; vase Dillehay 1985: 196; la traduccin es ma). De esta manera, la falta de una claraasociacin y descripcin detallada de los hallazgos lticos, seos modificados y fechados radiocarbnicostomados a partir de huesos de animales pleistocnicos que pusieron en duda su asociacin estratigrficatuvieron como resultado el cuestionamiento de la validez de las ocupaciones tempranas de Pikimachay.Sin embargo, ms adelante se expondr un conjunto de evidencias, entre materiales lticos y seos, que se

    han contextualizado y guardado en los depsitos del MAA-UNMSM, y que presentan, de forma clara, lasfichas de excavacin, nmeros de catlogo, definiciones lticas tipolgicas y hasta de gnero respecto de lascolecciones seas.

    A pesar de las crticas, MacNeish fue categrico al mencionar que las evidencias halladas en los estratosms tempranos de la Habitacin Sur procedan de contextos seguros (MacNeish 1979: 1) y hasta unarespuesta amplia ante las observaciones de Lynch puede ser consultada en detalle (MacNeish 1992: 241-247). Si bien admiti que tuvo problemas en relacin con la estratigrafa en la Habitacin Norte, en laHabitacin Sur se realiz un cateo que evidenci la presencia de restos deMegatheridaecuya identificacinfue confirmada por Hoffstetter (cf.MacNeish 1979: 14). Es a partir de estos hallazgos que se concentren la limpieza de la Habitacin Sur, para lo cual retir grandes rocas producto de la cada del techo de lacueva, un conjunto denominado zona g en la estratigrafa. Esto le sirvi para proponer que los estratosms tempranos de la Habitacin Sur fueron sellados sin sufrir alteracin alguna (MacNeish 1979: 8-9;MacNeish et al. 1981: 49). Se ha redibujado el perfil estratigrfico Norte-Sur con el objeto de poder ex-plicar, segn el registro de MacNeish, los complejos Pacaicasa y Ayacucho (ver Fig. 4; cf.MacNeish 1979:16, fig. 9; MacNeish et al. 1981: 46-47, fig. 2-33). Al menos dos de sus publicaciones presentan datos delos siete estratos tempranos y de sus 13 ocupaciones (MacNeish 1979; MacNeish et al. 1983). La zona kera la ms profunda y estaba compuesta por un suelo de color pardusco (ver Fig. 4). ena un grosor de 30centmetros, se localizaba en la base de la Habitacin Sur y cubra un rea de 10 metros de longitud por 4metros de ancho. MacNeish admiti que no exista elemento o rasgo certero que determinase, de maneraclara, un rea de actividad especfica o un piso de ocupacin y, a pesar de ello, present tres reas de acti-vidad que fueron definidas debido a la presencia de concentraciones de artefactos de piedra asociadas con,

    al menos, cuatro fragmentos seos, dos de estos correspondientes a vrtebras de perezoso gigante. Adems,los hallazgos de artefactos lticos le sugirieron posibles actividades de descarnado y modificaciones sobremadera (cf.MacNeish 1979: 21-23; MacNeish et al. 1983: 136-138).

    La zona j estaba por sobre la zona k y tena un grosor de 40 centmetros. Cubra un rea estimada de,aproximadamente, 50 a 65 metros cuadrados (ver Fig. 4). En ella se definieron tres reas de actividad, conpresencia de burdos artefactos lticos, como lascas, raspadores y denticulados sobre tufo volcnico. Aadique, en el rea de Actividad 2, se documentaron restos seos de Scelidotherium(perezoso gigante) conevidencias de corte y pulido. Adems, se registr madera modificada, as como ecofactos e instrumentos l-ticos que le sugeran trabajo sobre huesos y descarnado. Hasta la disposicin de estas tres reas de actividadle hizo inferir que se habra tratado de un sitio donde se efectu el procesamiento del animal (cf.MacNeish1979: 23-24; MacNeish et al. 1983: 138).

    Con un grosor de 30 centmetros se defina la zona i1, la que yaca por sobre la zona j y consista de unsuelo arcilloso de color marrn rojizo que cubra un rea que oscilaba entre 25 a 30 metros cuadrados (verFig. 4). Fueron reportadas dos reas de actividad poco definidas (cf.MacNeish 1979: 25-27). Nuevamente

  • 7/25/2019 PikimacHay

    9/28

    REVISIN DE LAS EVIDENCIAS DE PIKIMACHAY, AYACUCHO...

    ISSN 1029-2004

    255

    Fig.4.R

    edibujadodelperfilestratigrficoSur-NortedelaHabitacinSurdelacuevadePikimachay.ObsrveseelcomplejoPacaicasa,conformadoporlaszonasi,i

    1,jyk,yel

    complejo

    Ayacucho,queconsistedelaszonash

    yh1(tomadodeMacNeish1979:16;modificadoporJuanYataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    10/28

    JUAN JOS YAACO

    ISSN 1029-2004

    256

    se registraron huesos de caballo y perezoso con huellas de raspado y pulido asociados a una serie de uten-silios de piedra que procedan de estas dos reas de actividad. El hallazgo de un ncleo sobre cuarcita,definido por MacNeish como un core pebble chopper(cf.MacNeish 1979: 26, fig. 13) hace interesanteeste estrato (vase ms adelante).

    La zona i era la capa superior y final del complejo Pacaicasa y cubra un rea estimada entre 50 a 60 me-

    tros cuadrados. Se trataba de un estrato de color marrn oscuro (vase Fig. 4) con tres reas de actividad hu-mana. Segn MacNeish, en las reas de actividad 2 y 3 se registr una alta presencia de huesos de perezosoy caballo con evidencias de pulido y raspado (cf.MacNeish 1979: 27-28). Asimismo, una serie de posiblesartefactos lticos entre ellos raspadores, lascas, denticulados e, incluso, hendidores sobre tufo volcnicole indic, de nuevo, el descarnado o procesamiento del animal in situ (cf.MacNeish 1979: 27).

    La zona h1 constitua la capa inferior del complejo Ayacucho, compuesta de un suelo marrn ama-rillento (vase Fig. 4), con un espesor entre 25 a 50 centmetros que cubra un rea de unos 114 metroscuadrados. Seis reas de actividad caracterizaban este estrato. Sus evidencias arqueolgicas resultaron serms relevantes para MacNeish y, en efecto, pudo observarse una serie de artefactos dispuestos de maneraorganizada (cf.MacNeish 1979: 29-33). ras el anlisis de las reas de actividad 4 y 5, refiri que la materiaprima no era originaria de la cueva y se habra tratado de rocas exgenas. Adems, en estas dos reas haba

    restos de megafauna distribuidos tambin de forma ordenada (cf.MacNeish 1979: 33). Restos seos conhuellas de corte y pulido y una punta de hueso fsil modificado a partir de un metapodio de caballo3(cf.MacNeish 1979: 45, fig. 3, n.o4; MacNeish et al. 1980: 309; Len y Yataco 2008: 36) asociados a unaserie de utensilios de piedra le sirvieron a MacNeish para justificar la presencia de actividad humana. Porltimo, no expuso evidencias de posibles intrusiones y alteraciones estratigrficas en esta zona.

    La zona h era la capa superior y final del complejo Ayacucho (ver Fig. 4). Este estrato se superponasobre la zona h1 y cubra un rea de 119,13 metros cuadrados (MacNeish Garca et al. 1981: 49). Se tra-taba de un estrato de color rojizo-anaranjado que tena un espesor que oscilaba entre 5 a 30 centmetros.Siete reas de actividad conformaban esta zona. Una gran cantidad de fragmentos de huesos de animalescomo perezoso, caballo, zorro, ciervo, camlido e, inclusive, roedores provienen de este estrato, algu-nos con modificaciones (MacNeish 1979: 33-40). Segn MacNeish, las reas de actividad 3, 4 y 5 fueron

    los espacios donde se presentaba la mayor concentracin de restos de animales y artefactos confeccionadosen hueso y piedra, lo que le permiti sugerir actividades de descarnado, as como modificacin de objetosde hueso y de madera (MacNeish 1979: 38).

    7. La Habitacin Sur y las evidencias arqueolgicas de los complejos Pacaicasa y Ayacucho

    eniendo en cuenta que los volmenes finales de los artefactos lticos y seos ms antiguos de la cueva dePikimachay carecen de los registros apropiados y se suma a ello la calidad deficiente de las ilustraciones(Dillehay 1985: 199; Lynch 1990: 25), proced a realizar una revaluacin de las supuestas herramientaslticas y seas que databan del Pleistoceno Final depositadas en el MAA-UNMSM. Las ocupaciones delHoloceno emprano es decir, los complejos Huanta y Puente no sern tratados en este texto.

    Los fechados radiocarbnicos no se tratarn en detalle, pues acerca de este tema ya se han realizadotanto una revisin como una calibracin de dichas dataciones (cf.Len 2007: 218-223). Al momento desometer a calibracin estas muestras radiocarbnicas se obtiene una rara secuencia correlativa por una seriede incongruencias debidas a posibles alteraciones y/o contaminacin (por ejemplo, muy posiblementecomo producto del colgeno). Sin embargo, un fechado radiocarbnico procedente de la zona h (com-plejo Ayacucho), obtenido a partir de un fragmento de hueso de Scelidotherium sin modificacin, arrojel resultado de 14.150 180 AP (I-1464), mientras que calibrado a 2 sigmas con la curva del hemisferionorte se obtuvo el resultado de 15.781-14.886 cal AC.4Este fechado corresponde a una concentracin deartefactos lticos y restos modificados registrados para el complejo Ayacucho (cf.MacNeish 1979: 33-40).

    7.1. El complejo Pacaicasa

    Como se ha visto, este complejo era el ms temprano, conformado por cuatro ocupaciones, denominadaszonas i, i1, j y k. Una serie de piezas lticas que se reportaron en la publicacin de MacNeish et al. (1980)

  • 7/25/2019 PikimacHay

    11/28

    REVISIN DE LAS EVIDENCIAS DE PIKIMACHAY, AYACUCHO...

    ISSN 1029-2004

    257

    fueron ubicadas y revisadas en detalle para determinar su naturaleza antrpica. Asimismo, aqu se propor-cionan datos respecto de los restos seos tomados de manuscritos dejados en el MAA-UNMSM y que, eneste caso, se han vertido en tablas (vase Archivo del MAA-UNMSM 1970a, 1970b). El estudio presen-tado de los materiales de estas zonas (i, i1, j y k) guarda concordancia con las opiniones vertidas por Lynch,Rick y Dillehay (Lynch 1974: 365; 1983: 93; 1990: 25; Dillehay 1985: 198-200; Rick 1988: 13).

    7.1.1. La zona kCuatro de los supuestos artefactos lticos que pertenecen a esta zona fueron hallados en el MAA-UNMSMy estn catalogados con los cdigos Ac100 154-f6, Ac100 267-VIII-d1-k (SS50), Ac100 267-VIII-K(SS50) y Ac100 223-VIII-d4-k. Esta ltima fue contextualizada y est ilustrada en el reporte final referidoa los artefactos lticos (cf.MacNeish et al. 1980: 193, fig. 5-3). En este artculo se presenta una imagen deesta pieza (ver Fig. 5), la cual no tiene alteracin alguna. Los anlisis se ampliaron a otras piezas y permitie-ron confirmar que las rocas no presentan modificaciones, por lo que seran objetos naturales. Los puntosde impacto no son claros y el tipo de roca no permite definir, con certeza, golpes intencionales.

    En dos de los manuscritos hallados en el Archivo del MAA-UNMSM (1970a, 1970b) se encontraronlos cdigos de dos fragmentos seos de animales: la primera pieza est catalogada como Ac100 347-X-K

    y fue tomada de la cuadrcula S20E10 y la segunda, con el cdigo Ac100 338-9-k, fue recogida de lacuadrcula S21E10 (abla 2). En este caso se tratara de las piezas Z1-5 (sloth edentes vertebrae) y Z(unidentified bone fragments) (cf.MacNeish 1979: 22, fig. 11; MacNeish et al. 1983: 137, fig. 5-3).Lamentablemente, estos restos no fueron hallados en los depsitos del MAA-UNMSM, por lo que no sepudo efectuar mayores exmenes acerca de ellos.

    Si bien se ha mencionado que no se ha reconocido elemento alguno que defina un fogn en la zona k(Rick 1988: 16; Len 2007: 220), se debe tener en cuenta que, al menos en el rea de Actividad 3, se regis-tr carbn en la cuadrcula S19E9 (vase MacNeish 1979: 22, fig. 11; MacNeish et al. 1983: 137, fig. 5-3).En los inventarios se pudo verificar la presencia de dos muestras de tierra y una de carbn que procedan deesta zona. Las dos primeras proceden de la cuadrcula S19E7 y estn catalogadas con los cdigos 257-V-Ky 19-IV-K, mientras que la muestra de carbn 257-V-K fue tomada de la cuadrcula S19E9. Es probable

    que en estas cuadrculas existiese carbn en pequeas proporciones, pero no se sabe si su origen fue naturalo antrpico. Debido a las condiciones a las que han estado sometidas en su prolongado depsito, estasmuestras pueden estar contaminadas y no serviran para realizar fechados.

    Fig. 5. Pieza natural de tufo volc-nico procedente de la zona k. Fuedefinida por MacNeish como largedenticulate (foto: Juan Yataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    12/28

    JUAN JOS YAACO

    ISSN 1029-2004

    258

    7.1.2. La zona j

    En la zona j se definieron tres reas de actividad. En este trabajo se expone el hallazgo de materiales lti-cos guardados como, por ejemplo, el espcimen con cdigo Ac100 226-VII-f1, tomado de la cuadrculaS22E9 y localizado en el rea de Actividad 2, definido como un hammer core chopper (MacNeish 1979:42, fig. 21, n.o1; MacNeish, Vierra, Nelken-erner y Phagan 1980: 105, fig. 3-3; MacNeish, Vierra,Nelken-erner, Lurie y Garca 1983: 139, fig. 5-4). Del rea de Actividad 1 se pudo recuperar el artefacto

    identificado con cdigo Ac100 152-VII S1 (B21), el cual provena de la cuadrcula S21E6 (ver Fig. 6),anteriormente referida por MacNeish como un tufa flake chopper (cf.MacNeish et al. 1980: 102, fig. 3-1)y la pieza con el cdigo Ac100 258-14 d1, procedente de la cuadrcula S19E8. Sin embargo, durante elanlisis efectuado se pudo comprobar que los bordes y superficies de estas piezas no presentaban pigmentoni modificaciones por golpes con percutor duro o blando, ni modificaciones por pulido.

    Los restos seos asociados a las reas de actividad 2 y 3 en la coleccin (MacNeish 1979: 24, fig. 12;MacNeish et al.1983: 139, fig. 5-4) no pudieron ser hallados. Sin embargo, en los manuscritos apareceel cdigo Ac100 269-IV-16, como un hueso largo de caballo, mientras que los cdigos Ac100 269-IV-3 y

    Ac100 269-IV-13 se referan a dos mandbulas de perezoso halladas en la cuadrcula S20E9 (MacNeish etal.1970; cf. abla 3). No est claro si MacNeish realiz posteriores estudios de las tres piezas antes men-cionadas, por lo que resulta raro que el reporte final brinde informacin de tres vrtebras y una costilla de

    perezoso, un fmur de crvido y ocho fragmentos no identificados que procedan de la misma cuadrcula(MacNeish et al. 1983: 139, fig. 5-4). Por ello, no se puede corroborar la supuesta evidencia de presenciahumana en esta capa. Por otro lado, confirm la presencia de dos muestras de carbn tomadas de esteestrato, guardadas en el MAA-UNMSM. La primera procede de la cuadrcula S21E9 y tiene el cdigo

    Ac100 223-VII, y la otra fue tomada de la cuadrcula S19E7 y su cdigo es Ac100 257-IV.

    7.1.3. La zona i1

    Inmediatamente sobre la zona j estaba la zona i1. Se extenda, aproximadamente, en un rea de 30 me-tros cuadrados y se destacaba por la presencia de, por lo menos, dos reas de actividad (MacNeish 1979:25-26). Al evaluar los materiales no se hallaron evidencias concretas acerca de los restos lticos de esta zona,y solo se hallaron dos supuestos artefactos. El primero, catalogado con el cdigo SS52, definido comoun denticulado y ubicado en el rea de Actividad 1, cuadrcula S22E9, no presenta modificaciones quepermitan definirlo como un artefacto ltico (MacNeish 1979: 26, fig. 13). La pieza Ac100 218-7-f3 (B7),en cambio, ubicada en la cuadrcula S21E8, nivel 7,5y procedente del rea de Actividad 1, fue catalogadaen los inventarios del MAA-UNMSM como un ncleo modificado sobre cuarcita (ver Fig. 7, a). Estapuede ser la primera evidencia de indiscutibles golpes de desbastado para la obtencin de lascas durante elPleistoceno Final. Llama la atencin no haber podido hallar otras piezas lticas identificadas en los registrosde MacNeish (1979: 26, fig. 13; MacNeish et al. 1983: 140 fig. 5-5). Es muy probable que estas piezas ha-yan perdido sus cdigos o fichas de campo debido a las malas condiciones de conservacin a las que estuvosometida la coleccin; sin ellas, resulta imposible poder contextualizarlas en la base de datos.

    Con respecto a los restos de fauna, no se pudieron encontrar en el MAA-UNMSM los huesos de ca-ballo y perezoso que mencion MacNeish, pero s se pudieron recuperar indicios de la existencia de estosrestos a partir de un manuscrito (ver abla 4), en el que se detalla la presencia de las piezas catalogadas

    Cuadrcula Zona N.ode catlogo Muestra Hueso Gnero

    S20E10 k 347-X 300 Jaw Sloth

    S21E10 k 338-9k - - -

    abla 2. Zona k. Se refieren huesos por determinar, con sus respectivos nmeros de catlogo y gnero (datos tomados del Archivodel MAA-UNMSM 1970a, 1970b; elaboracin de la tabla: Juan Yataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    13/28

    REVISIN DE LAS EVIDENCIAS DE PIKIMACHAY, AYACUCHO...

    ISSN 1029-2004

    259

    con los cdigos Ac100 222-V-I, identificadas como de roedor; la muestra Ac100 269-III-9, definida comouna tibia de mastodonte, tomada de la cuadrcula S20E9, as como huesos de caballo, catalogados con loscdigos Ac100 222-VI-9; Ac100 222-VI-2-3, Ac100 269-III-9b, Ac100 269-III-12, Ac100 269-III-18 y

    Ac100 338-VII-2; por ltimo, el documento seala los cdigos de 10 huesos de perezoso, los que guardanrelacin con las piezas tomadas de las reas de actividad 1 y 2.

    No se puede definir con certeza si esta concentracin de restos seos estuvo relacionada con actividadeshumanas realizadas in situ. Sin embargo, MacNeish mencion que algunos restos seos de animales mues-tran evidencias de pulido (MacNeish 1979: 25). Nuevamente, un estudio de estos restos podra confirmarlo sealado por dicho investigador; no obstante, como se ha referido antes, estos restos no han sido halla-

    dos en los depsitos del MAA-UNMSM. Por ltimo, concluyo que la presencia de tan solo un ncleo so-bre cuarcita tampoco es evidencia concreta para argumentar una actividad organizada en esta zona a pesarde que su alto grado de desbastado podra demostrar obtencin de lascas. odava no es posible emitir unaopinin definitiva si no hasta que se puedan revaluar, en su integridad, los restos de fauna de este estrato.

    7.1.4. La zona i

    Como se ha mencionado, se determin la presencia de tres reas de actividad conformadas por una seriede posibles instrumentos lticos y restos seos (MacNeish 1979: 27-29; MacNeish et al. 1983: 141-143).Se propuso, nuevamente, actividades de descarnado, trabajo sobre madera y hueso, y hasta la posible tallain situ. Con respecto a los lticos, se ha logrado ubicar y evaluar los materiales procedentes de la cuadrcula

    S19E7, catalogados con los cdigos Ac100 257-IV-ss3 y Ac100 257-II-f1, del mismo modo que los espec-menes con los cdigos Ac100 156-VIII-?-d (S22E5), Ac100 267-V-f1 (S20E7), Ac100 259-II-n (S19E9)y Ac100 359-IV-n1 (S19E9). Hasta una pieza con el cdigo SS58, definida como Ayacucho burin (verFig. 8), proveniente del rea de Actividad 3, cuadrcula S21E11, fue publicada por MacNeish (cf.1979:42, fig. 21, n.o5). La materia prima de estas supuestas piezas fue el tufo volcnico y no es posible reconocerrastros de talla y puntos de impacto claros que permitan aseverar que sean de naturaleza antrpica. Adems,se registraron, por lo menos, tres piezas naturales que proceden de las cuadrculas S19E7 (Ac100 257-II-f1,

    Ac100 257-IV-SS3) y S20E7 (Ac100 267-V-f1), de las que no hay referencias en las publicaciones.En este componente, que conforma el complejo Pacaicasa, se document, adems, la presencia de

    una serie de huesos de fauna, coprolitos y carbn procedentes de las reas de actividad 1 y 2, los que nohan sido hallados en el MAA-UNMSM; sin embargo, se pudo encontrar nuevas evidencias de los cdigos

    que refieren a los restos de fauna documentados por el Ayacucho Archaeological-Botanical Project en unode los manuscritos. En efecto, al menos las referencias vertidas en este documento confirman la presen-cia de 22 restos seos que fueron enviados al Florida Museum of Natural History (ver abla 5). En los

    Fig. 6. Pieza natural de tufo volc-nico procedente de la zona j. Fue de-finida por MacNeish como un tufa

    flake chopper (foto: Juan Yataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    14/28

    JUAN JOS YAACO

    ISSN 1029-2004

    260

    reportes finales (por ejemplo, MacNeish 1979: 24-29; MacNeish et al. 1983: 141-143) se observa ciertacoherencia con las referencias del manuscrito respecto de los restos de fauna tomados de las cuadrculasS20E9-10, S21E10, S21E8, S22E10-9-8. Adems, se confirm lo mencionado por MacNeish cuandoseal que wo pavementlike areas of rock, bones, and artifacts [...] occurred in squares S19E9 and S22E8(MacNeish et al. 1983: 141), pues los restos seos referidos existen y estn catalogados y definidos preli-minarmente en el manuscrito y en las cuadrculas que menciona el autor.

    La determinacin de posibles actividades humanas como, por ejemplo, pulidos y huellas de corte,entre otros sobre los restos seos que refiri MacNeish (1979: 27-29; MacNeish et al. 1983: 141-143)no se define hasta que se lleve a cabo una revaluacin de esos objetos que deben existir. Con respecto alos supuestos artefactos lticos, estos fueron revisados de manera minuciosa y no han podido ser definidoscomo de naturaleza antrpica. Sus bordes y superficies no presentan huellas intencionales de talla ni pu-lido o pigmento, por lo que se infiere que, al menos en este estrato, no hubo intento de modificacionesintencionales.

    7.2. El complejo Ayacucho

    El complejo Ayacucho est definido por la presencia de las zonas nombradas h1 y h. MacNeish (1979: 46)postul que contenan las evidencias ms claras de una ocupacin temprana. En efecto, estas parecen ser lasfases ms consistentes en relacin con las primeras pruebas de grupos humanos en la cueva y, ciertamente,se han podido detectar restos de fauna con evidencias de corte. A pesar de que estos datos no fueron biendocumentados y presentados por MacNeish (1979: 29-41), este complejo tiene un fechado radiocarb-nico que, junto los restos arqueolgicos contextualizados, podra constituir la prueba de los pobladoresms antiguos del Per (Len 2007: 221). No pasa desapercibida la opinin de Lynch, al dar cierta credi-bilidad pero tambin plantear dudas acerca de los artefactos hallados en este complejo (Lynch 1974:365; 1990: 25). Se suman a ello las revisiones de Rick, quien anot que la materia prima de este es distintaal tufo volcnico y confirm la presencia de un significativo nmero de artefactos modificados, pero noproporcion detalles y registros de ellos (Rick 1988: 16). Por ltimo, Dillehay acept como componentecultural a este complejo pero llam la atencin sobre algunos materiales an cuestionables que necesitabanser revisados (Dillehay 1985: 200-201).

    7.2.1. La zona h1

    Un total de 17 piezas han sido reconocidas como de naturaleza antrpica. ipolgicamente se trata decinco desechos de talla (cdigos Ac100 231-VII, Ac100 152-? dd, Ac100 161-VII-h1, Ac100 152-?-1y Ac100 276-III-dd). ambin hay nueve tiles, conformados por dos raspadores (Ac100 228-II-dd1 y

    Ac100 276-IIIs-17), un cuchillo atpico (Ac100 231-7d4), un fragmento de lasca modificada (Ac100 257-III-d2), una lasca secundaria de percusin dura (Ac100 217-6-d3), una pieza sospechosa, determinadapreliminarmente como una posible azada (Ac100 337-?dd1) y tres denticulados (Ac100 303-IIIs1; Ac100

    221-?-d-SS53 y Ac100 276-III-ss). Con respecto a los denticulados, al menos dos de estos (ver Fig. 7, b, c)fueron reportados y publicados por MacNeish; es el caso de las piezas Ac100 221--d-SS53 y Ac100 303-III-S1 (cf.MacNeish 1979: 44: fig. 22, n.os5, 6; MacNeish et al. 1980: 193).

    Cuadrcula Zona N.ode catlogo Muestra Hueso Gnero

    S20E9 j 269-IV-16 301 Long bone Horse

    S20E9 j 269-IV-3 302 Jaw Sloth

    S20E9 j 269-IV-13 303 Jaw Sloth

    abla 3. Zona j. Notas sin referencia (datos tomados del Archivo del MAA-UNMSM 1970b; elaboracin de la tabla: JuanYataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    15/28

    REVISIN DE LAS EVIDENCIAS DE PIKIMACHAY, AYACUCHO...

    ISSN 1029-2004

    261

    Fig. 7. a. Ncleo sobre cuarcita de la zona i1; b. Denticulado proveniente de la zona h1, hecho sobre cuarcita; c. Denticuladoabrupto de la zona h1. La materia prima es el slex achocolatado (elaboracin de los dibujos: Juan Yataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    16/28

    JUAN JOS YAACO

    ISSN 1029-2004

    262

    Un ncleo desbastado (Ac100 210-I-1nn) forma parte de los hallazgos en este estrato. Asimismo, dosdesechos de talla con posible holln (Ac100 231-VIII-L; Ac100 217-7-III) hacen suponer que proceden dereas de fogn. ambin se registr al menos una pieza no antrpica sobre tufo volcnico (Ac100 210-?-nn5) con posible modificacin por exposicin al fuego. Las materias primas elegidas para su modificacinfueron determinadas como basalto, cuarzo lechoso, slex y tufo volcnico. A juzgar por sus ngulos de

    expulsin, que oscilan entre 35 a 60, al menos los desechos y lascas evidencian posible talla para la con-feccin de piezas bifaciales y el ncleo desbastado indica un mximo empleo en la obtencin de soportes.Los tiles, como raspadores, cuchillo y denticulado, fueron confeccionados a partir de posibles soportes deformas ortogonales y, debido a la presencia de ngulos de borde activo, que oscilan entre 45 a 90, puedenvincularse, muy posiblemente, a actividades para modificar hueso o madera. Estas piezas proceden de lascuadrculas S21E6, S21E4, S21-22E5, S18E5, S23E2, S20E11, S17E4-6, S19E9, S18E4, S16E4, S24E6y S21E4, las que concuerdan con las procedencias de las reas de actividad propuestas por MacNeish.

    En un manuscrito pude consultar las referencias de cuatro restos seos catalogados con los cdigosAc100 327-V, Ac100 338-V-8, Ac100 338-V-15 y Ac100 347-VI (cf.abla 6). El primero proviene delrea de Actividad 6 y los tres restantes del rea de Actividad 4, cuadrcula S21E10, los que guardan ciertacoherencia con las referencias vertidas por MacNeish (cf.MacNeish 1979: 32, fig. 17). Otras cuatro piezas

    se hallaron en los depsitos del MAA-UNMSM: Ac100 276-III-H4 (cuadrcula S24E6, posible cam-lido), Ac100 161-VIII-H4 (S21-22E5), Ac100 161-VIII-H2 (S21-22E5) y Ac100 153-III-H1 (S23E7,Z8-3, designado, segn su etiqueta de campo, como extremo distal de radio de camlido). Si bien pueden

    Cuadrcula Zona N.ode catlogo Muestra Hueso Gnero

    S21E9 i1 223-VI 304 Scapula Sloth

    S21E1 i1 222-VI-1 305 Long bone Rodent

    S21E1 i1 222-VI-9 306 Long bone Horse/camel

    S21E1 i1 222-VI-2,3 307 eeth Horse

    S14E9 i1 259-III-1 308 Metapodial Sloth

    S20E9 i1 269-III-9a 309 ibia Mastodont

    S20E9 i1 269-III-9b 310 Long bone Horse/camel

    S20E9 i1 269-III-11a 311 Phalange Sloth

    S20E9 i1 269-III-11b 312 Vertebrae Sloth

    S20E9 i1 269-III-11c 313 Vertebrae Sloth

    S20E9 i1 269-III-12 314 Long bone Horse/camel

    S20E9 i1 269-III-18 315 Jaw Horse

    S21E10 i1 338-VII-1 316 Jaw Sloth

    S21E10 i1 338-VII-2 317 - Horse

    S22E10 i1 340-VII-1 318 Phalange Sloth

    S22E10 i1 347-VIII-2 319 Scapula SlothS22E10 i1 347-VIII-3 320 Scapula Sloth

    S22E10 i1 347-VIII-6 321 Scapula Sloth

    abla 4. Zona i1. Notas sin referencia (datos tomados del Archivo del MAA-UNMSM 1970b; elaboracin de la tabla: JuanYataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    17/28

    REVISIN DE LAS EVIDENCIAS DE PIKIMACHAY, AYACUCHO...

    ISSN 1029-2004

    263

    faltar ms pruebas de huellas de corte, es probable que no solo la pieza Ac100 161-VIII-H4 presente estasmodificaciones, lo que sugiere el posible descarnado del animal (ver Fig. 9).6En conclusin, este estratocontiene, al menos, uno de las ms tempranos artefactos seos obtenidos por actividad humana, si bien notodos los restos seos han podido ser contrastados.

    7.2.2. La zona h

    Se trata de un estrato representativo debido a la distribucin y cantidad de posibles piezas arqueolgicasreportadas y en donde MacNeish defini siete reas de actividad (MacNeish 1979: 33-40). Durante lostrabajos de contextualizacin se pudieron hallar 34 piezas lticas con evidencias de golpes. Se reconocieron12 desechos de talla, 17 tiles unifaciales, dos bifaces y tres ncleos. El tallador seleccion diferentes tiposde rocas con buen contenido de silicificacin para poder confeccionar piezas bifaciales y una serie de tilesunifaciales.

    La seleccin de tufo volcnico, con tonalidades de color que oscilan desde el crema al gris, fue detectadaen un desecho de ncleo desbastado (Ac100 257-h) recogido de la cuadrcula S17E9, y en una preformade punta bifacial con el nmero de catlogo Ac100 231-VII-dd, procedente de la cuadrcula S18E5.

    Adems, una lasca secundaria, obtenida, muy posiblemente, mediante percusin dura (Ac100 165-VIII-L-H), localizada en la cuadrcula S19E4, fue hecha sobre este tipo de roca. Cinco desechos de talla tambinson de tufo volcnico, con tonalidades de color que contienen al granate, marrn y gris. Se trata de laspiezas Ac100 231-7d3 (S18E5), Ac100 224-1LL1 (S22E3), Ac100 266-IIgg9 (S20E6), Ac100 266-IIdd8

    (S20E6) y Ac100 153-2e4 (S23E7). A estos se suman seis tiles, definidos como un raspador (Ac100 217-6d2, S17E6-4), una azada (Ac100 315-IVee1, S15E10), un cuchillo (Ac100 280-III-ee, S25-26E6), unfragmento longitudinal de lasca, tambin modificada (Ac100 161-VIII-d, S21-22E5), dos denticulados(Ac100 251-VIIss, S18E8 y Ac100 272-Ie1, S22-E1) y un fragmento de esbozo de bifaz (Ac100 216-2,S24E5) definido, por el proyecto etnobotnico, como parte de un grupo de unifacial projectile points (cf.MacNeish et al.1980: 49, fig. 2-1).

    ambin forma parte de esta zona un artefacto ltico hecho sobre arenisca cuarzosa, definido como uncuchillo a dorso rebajado (Ac100 274-Ia-pp1, S22-21E3-1). Asimismo, se cuentan entre estos materialesdos desechos de talla en basalto de color negro (Ac100 221-?-d, S18E4, y Ac100 163-VIII-L1-H, S19E5;ver esta ltima en la Fig. 10, a) y un hendidor unifacial (Ac100 159-I-e, S21-22E7), ambos modificadossobre basalto.

    Un denticulado, recuperado de la cuadrcula S22E8 (cdigo Ac100 219-4dd), est hecho sobre grano-diorita. Cuarzo lechoso, con inclusiones de jaspe y hasta en contacto con basalto y tufo volcnico fue regis-trado en fragmentos de lascas (Ac100 226-4dd, S22E9 y Ac100 257-III-L2, S20E7), una lasca modificada

    Fig. 8. Pieza natural sobre tufo vol-cnico de la zona i. Fue definida porMacNeish como Ayacucho burin(foto: Juan Yataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    18/28

    JUAN JOS YAACO

    ISSN 1029-2004

    264

    (Ac100 220-2dd1, S21E2), un denticulado abrupto (Ac100 293-Vnn4, S17E6) y tres desechos de ncleo(Ac100 281-IIId1, SS25-26E7; Ac100 281-III, SS25-26E7 y Ac100 264-II-nn, S20E1). La presencia deslex con tonalidades de color que fluctan entre el acaramelado al achocolatado se advierten en un desechode talla (Ac100 231-VIInn, S18E5), un desecho de ncleo (Ac100 264-IInn, S20E1; cf.MacNeish et al.1980: 193, fig. 5-3; verFig. 10, b), una lasca modificada (Ac100 259-IVdd, S19E9; ver Fig. 10, c;cdigoSS10 enMacNeish et al. 1980: 190), un fragmento longitudinal de lasca modificada (Ac100 264-II,S20E1), un denticulado (Ac100 207-1n, S23E6), un cuchillo (Ac100 214-2nn, S15E8-9) y un perforadoratpico (Ac100 206-2-1, S23E3).

    Con respecto a los restos de fauna que proceden de este estrato, se tiene noticia de siete por los datosproporcionados por MacNeish y no estn en custodia del MAA-UNMSM (ver abla 7). Se puede tomar

    nota de las cuadrculas de procedencia y las definiciones preliminares de los gneros realizadas por elequipo de este investigador, entre los que destacan dientes de perezoso, varios huesos de llama y un huesolargo de roedor.

    Cuadrcula Zona N.ode catlogo Muestra Hueso Gnero

    S21E8 i 218-V 322 Long bone Rodent

    S22E8 i 219-V 323 Long bone Rodent

    S22E9 i 226-V 324 Long bone Rodent

    S20E9 i 269-III-18 325 Radius Sloth

    S19E9 i 259-II-1 326 Femur Cat

    S19E9 i 259-II-2 327 Various Horse

    S19E9 i 259-II-3 328 Humerous Sloth

    S19E9 i 259-II-4 329 Rib Sloth

    S19E9 i 259-II-5 330 Vertebrae Horse/cat

    S19E9 i 259-II-10 331 Ulna Sloth

    S19E9 i 259-II-11 - - -

    S19E9 i 259-II-13 332 Scapula Sloth

    S21E10 i 338-VI-2a 333 Scapula Sloth

    S21E10 i 338-VI-2b - - -

    S21E10 i 338-VI-2c - - -

    S22E10 i 340-VII 334 Long bone Horse S20E10 i 347-I-1 335 Scapula Sloth

    S20E10 i 347-1 336 Long bone Horse

    S19E9 i 359-II-1 337 Long bone Sloth

    S19E9 i 359-II-2 338 Metapodial Sloth

    S19E9 i 359-II-9 339 Long bone Horse

    S19E9 i 359-III 340 Phalange Sloth

    abla 5. Zona i. Notas sin referencia (datos tomados del Archivo del MAA-UNMSM 1970b; elaboracin de la tabla: JuanYataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    19/28

    REVISIN DE LAS EVIDENCIAS DE PIKIMACHAY, AYACUCHO...

    ISSN 1029-2004

    265

    Los materiales que s se han podido hallar y contextualizar suman un total de 16 fragmentos seos,los que sern revaluados con el objeto de obtener mayores alcances. Sin embargo, se puede adelantar que,en efecto, algunas piezas presentan posibles modificaciones de corte. res piezas publicadas anteriormentepor MacNeish, definidas como una cut horse phalange (Ac100 157-?-H3), un fragmento de costilla

    de perezoso (Ac100 257-III-H3, S19E7) y una punta de hueso pulida (H1) (ver

    Fig. 11),7

    esta ltimacon evidentes huellas de modificacin y que, segn MacNeish, se tratara de un metapodio fosilizado decaballo (cf.MacNeish 1979: 45, fig. 23, n.o4, n.o6 y n.o7; MacNeish et al. 1980: 309). Otras 13 piezas,con sus nmeros de catlogo respectivos, ya han sido contextualizadas y al menos unas 10 presentanhuellas de corte y posibles modificaciones por pulido. Un claro ejemplo de lo mencionado tambin hasido registrado acerca de la pieza Ac100 159-II-H11 (H28), definida por MacNeish como un polishedscratched slothy que tiene obvias evidencias de corte. ambin debi haber fogones en esta zona, pues unfragmento de hueso no determinado est carbonizado (Ac100 216-2-H3) y tienen claras huellas de corte(ver Fig. 12).8

    A juzgar por las evidencias de corte de los restos de fauna, es probable que dicho estrato est asociado auna gama de materia prima que incluy tufo volcnico, basalto, slex y diversos tipos de cuarzo, materiales

    que fueron seleccionados para la fabricacin de diferentes clases de tiles entre piezas bifaciales y unifacia-les, los que formaron parte, indiscutiblemente, de posibles trabajos sobre materiales blandos y/o piel. Esbastante probable que se hayan dado actividades de descarnado in situ. Con respecto a las lascas y desechos,los negativos y ngulos de expulsin sugieren que fueron obtenidos a partir de la reduccin de ncleosprocedentes del adelgazamiento de piezas bifaciales.

    8. Discusin y conclusiones

    La revaluacin realizada sobre el material arqueolgico del complejo Pacaicasa de la cueva de Pikimachayha permitido obtener una idea ms clara acerca de los hallazgos reportados por MacNeish. Cdigos o n-meros de catlogo registrados en restos lticos y seos en asociacin a una serie de manuscritos facilitaron suidentificacin y contextualizacin. Este tipo de datos fue crucial al momento de realizar el trabajo y no fueproporcionado de forma clara por parte de MacNeish en los reportes finales. Con el objeto de obtener unregistro apropiado, se decidi trabajar solo con las piezas lticas que presentaban sus respectivos nmerosde catlogo y, en algunos casos, se contextualizaron piezas con la ayuda de las ilustraciones que aparecen endos de los reportes de dicho investigador (1979: 42, 44, 45; MacNeish et al.1980).

    Las evidencias arqueolgicas de los complejos Pacaicasa y Ayacucho merecen algunos comentariosfinales. A partir de las referencias geolgicas de las que se dispone, al menos cuatro formaciones consti-tuyen el entorno de la cueva de Pikimachay. Las tobas y una serie de rocas con contenido de slice estndispuestas sobre la formacin Huari, localizada al frente de la cueva y, muy posiblemente, en los alrede-dores de Pikimachay, que se conforma en la formacin Molinoyoc. Las rocas gneas tambin parecen ser

    de naturaleza local y pueden ser ubicadas en la formacin Ayacucho. Asimismo, es probable que las rocascon alto contenido de slice, desde cuarzo y basalto hasta las piezas jaspeadas, sean de origen local. Por elmomento, la informacin tecnolgica permite sugerir que los materiales lticos que provienen de la zona k

    Cuadrcula Zona N.ode catlogo Muestra Hueso Gnero

    S14E7 h1 327-V 341 Scapula Rodent

    S21E10 h1 338-V-8 342 Phalange Sloth

    S21E10 h1 338-V-15 343 ooth Horse

    S20E10 h1 347-VI 344 Jaw Rodent

    abla 6. Zona h1. Notas sin referencia (datos tomados del Archivo del MAA-UNMSM 1970b; elaboracin de la tabla: JuanYataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    20/28

    JUAN JOS YAACO

    ISSN 1029-2004

    266

    Fig. 9. Fragmento seo animal procedente de la zona h1. Segn la etiqueta de campo, se trata de un fragmento de costilla deperezoso. Se observan, en la parte superior y de izquierda a derecha, las vistas superior e inferior. a, b, c, d. omas ampliadas a30x con un estereomicroscopio Stemi 2000-C. Se observan, claramente, huellas de corte (foto: Juan Yataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    21/28

    REVISIN DE LAS EVIDENCIAS DE PIKIMACHAY, AYACUCHO...

    ISSN 1029-2004

    267

    Fig. 10. a. Desecho de talla sobre basalto procedente de la zona h; b. Ncleo desbastado con cornisa alterna sobre cuarzo jas-peado, proveniente de la zona h; c. Lasca modificada sobre slex con inclusiones de cuarzo. Muestra huellas de uso (elaboracinde los dibujos: Juan Yataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    22/28

    JUAN JOS YAACO

    ISSN 1029-2004

    268

    no presentan modificaciones que argumenten su validez antropognica. No obstante, se hace necesaria unarevaluacin de los restos de fauna animal de esta zona que fueron llevados al Florida Museum of NaturalHistory (Estados Unidos).

    De la zona j se pudo comprobar que las rocas de tufo volcnico definitivamente no presentan modi-ficaciones. Resultan todava controvertidos los restos de fauna que carecen de revisin, pues los manus-critos consultados en el Archivo del MAA-UNMSM indican, entre otros, los nmeros de catlogo de unfragmento seo de caballo y de dos restos de perezoso gigante (cf.abla 3). Debe tenerse en cuenta quede este estrato procede una muestra de carbn que ha sido errneamente citada. El reporte de la primera(UCLA-1653A), tomada de una vrtebra de perezoso, indica un resultado, segn MacNeish, de 17.650

    AC 3000 (cf. MacNeish, Nelken-erner y Garcia 1970: 13) y, posteriormente, este mismo fechado fuemencionado en otro artculo de este investigador del modo siguiente: (UCLA-1653A) 17,650 1200BC (cf. MacNeish 1979: 18; MacNeish, Garca, Lumbreras, Vierra y Nelken-erner 1981: 208). Por suparte, Zilkowski et al. (1994: 457) lo citaron de la siguiente manera: (UCLA-1653A) 19,600 3000

    AP, el cual es preferible. Para el caso de la segunda (I-5851), el resultado fue de 18.250 1050 AC(MacNeish et al. 1981: 208).

    En la zona i1 se pudo ubicar un ncleo sobre cuarcita. A juzgar por los negativos, se emple para laobtencin de lascas. En esta pieza se pudo apreciar al menos un plano de percusin liso, con ligera prepara-cin para la obtencin de lascas. Sin embargo, la presencia de tan solo una pieza con claras modificacionesen esta zona no constituye una evidencia concluyente para juzgar una ocupacin humana y es sumamenteraro que se hubiera hallado tan solo un espcimen de estas caractersticas, lo cual no guarda relacin algunacon los materiales procedentes del siguiente estrato en la zona i. Con respecto a los datos vertidos acerca

    de los 18 restos seos de fauna, postulo que, de confirmarse su existencia en el Florida Museum of NaturalHistory y las posibles evidencias de corte a las que se refiere MacNeish (1979: 25), se podra definir a estacomo una de las primeras reas con posibles pruebas de actividad humana. Finalmente, de esta zona setiene una muestra de carbn tomada de un fragmento seo de omplato de perezoso; segn MacNeish,esta muestra (UCLA-1653B) tuvo una incisin de corte y proporcion el fechado de 16.050 1200 AP(vase Zilkowskiet al.1994: 457). Por mi parte, postulo que este fechado al momento de la calibracinresulta con una serie de alteraciones y no es consistente su empleo.

    La revaluacin de las evidencias arqueolgicas de la zona i no ha determinado la presencia de materialltico y, ms bien, tufo volcnico de naturaleza no antrpica est presente de manera uniforme en este es-trato. De acuerdo con los manuscritos del Archivo del MAA-UNMSM, se puede corroborar la recolecciny registro de restos de fauna por parte de MacNeish (Archivo del MAA-UNMSM 1970b). Se trata de 22

    restos seos definidos preliminarmente como de roedor, caballo, perezoso gigante y, al parecer, restos deun felino (cf.abla 5). Estos no se encuentran en custodia del MAA-UNMSM y se hacen necesarios unestudio que revale el gnero de las especies y un registro sobre posibles huellas de corte o modificaciones

    Cuadrcula Zona N.ode catlogo Muestra Hueso Gnero

    S15E11 H 318-1 345 Various Llama

    S14E8 H 323-1 346 ooth Sloth

    S21E10 H 338-4-1 347 - Rodent

    S21E10 H - 348 ooth Sloth

    S21E10 H - 349 Long bone Rodent

    S21E10 H 348-3 350 - Deer

    S21E10 H 344-1 351 - Deer

    abla 7. Zona h. Notas sin referencia (datos tomados del Archivo del MAA-UNMSM 1970b; elaboracin de la tabla: JuanYataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    23/28

    REVISIN DE LAS EVIDENCIAS DE PIKIMACHAY, AYACUCHO...

    ISSN 1029-2004

    269

    por pulido. Por lo tanto, resulta difcil, por el momento, aseverar actividad humana alguna en esta zona.De ella se tom un fragmento de hueso de perezoso para un fechado radiocarbnico. Se trata de la muestraUCLA-1653C, fechada en 12,750 BC 1400 (MacNeish, Nelken-erner y Garca 1970: 14; MacNeish1979: 19; MacNeish, Garca, Lumbreras, Vierra y Nelken-erner 1981: 51, 208).

    Los trabajos realizados respecto de los materiales del complejo Ayacucho, conformado por las zonash1 y h, corroboran el hallazgo de los restos arqueolgicos ms consistentes que comprueban la ocupacinhumana en la cueva. Varios comentarios realizados por investigadores reconocidos evaluaron con mejor

    juicio y proporcionaron cierta credibilidad a las evidencias que provienen de estos estratos (Rick 1988: 16;Bonavia 1991: 89-91; Lavalle 1995: 67, 74; 2000: 49; Dillehay 2000: 176).

    En la zona h1 se contextualiz una concentracin coherente de artefactos. Estos utensilios lticos estnconfeccionados sobre materias primas de buena silicificacin. El basalto, el slex y el cuarzo fueron los tipospredilectos al momento de su seleccin. Un ncleo desbastado y lascas secundarias ponen de manifiestoel mximo aprovechamiento de la materia prima y tambin, muy posiblemente, la reutilizacin de losdesechos de talla para la fabricacin de nuevos artefactos. Los tiles presentan bordes activos semiabrup-tos, los cuales pueden ser asociados a actividades sobre materiales blandos como, por ejemplo, hueso omadera. Adems, la disposicin de los negativos y ngulos de expulsin de las lascas y desechos sugiereque estos pueden haber resultado de actividades relativas a la reduccin bifacial. res tiles definidos como

    denticulados (Ac100 221-?-d-SS53, Ac100 303-III-S1 y Ac100 276-III-ss) fueron identificados entre lasilustraciones de los materiales publicados por MacNeish (1979: 44, fig. 22, n.os5, 6; MacNeish et al.1980:193). Asimismo, se ha iniciado una revaluacin de los restos seos asociados a estas piezas, ubicados en los

    Fig. 11. Se observa en la parte superior y de izquierda a derecha las vistas superior e inferior del fragmento de metapodiofosilizado de caballo procedente de la zona h, complejo Ayacucho. Segn el anlisis, se trata de una punta de hueso pulida conevidentes huellas de trabajo. a, b, c. omas ampliadas a 30x con un estereomicroscopio Stemi 2000-C (fotos: Juan Yataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    24/28

    JUAN JOS YAACO

    ISSN 1029-2004

    270

    depsitos del MAA-UNMSM y que, en este caso, sumaron cuatro piezas contextualizadas. Al momentodel registro no pas desapercibida la documentacin de evidentes huellas de corte sobre la superficie deestos restos (ver Fig. 9). La propuesta de MacNeish (1979: 32-33) con respecto a trabajo de descarnadoresulta sospechosa, al menos acerca de estas piezas. Adems, la serie de artefactos tomados de este estratoy custodiados en el Florida Museum of Natural History deben ser revaluados. Por ltimo, se proponeaqu, de manera preliminar, que estas modificaciones, en efecto, pueden evidenciar el posible descarnadoo procesamiento del animal in situ.

    El conjunto de 35 artefactos lticos que provienen de la zona h muestra tambin merece unos co-mentarios. Una gama de distintas clases de materia prima, preliminarmente determinadas como areniscacuarzosa, cuarzo con inclusiones de jaspe, tufo volcnico de distintas tonalidades de color, basalto y slex,todas con buen grado de silicificacin, fueron las elegidas por los grupos humanos que habitaron la cueva.La presencia de una azada (hoe) en esta zona llama la atencin pues estas son asociadas a perodos con pre-sencia de cermica y a trabajos de agricultura u horticultura. Otro til hallado en el estrato inferior h1 fuecatalogado como una posible azada, lo que hace sospechosa la no fortuita presencia de este til. MacNeishrefiri, a partir de etnografa comparada, que las azadas que registra para la fase Cachi estn asociadas con

    la recoleccin de papas (MacNeish et al.1980: 283). En resumen, a partir de los datos expuestos, la pre-sencia de estos tiles en el complejo Ayacucho lleva a inferir que sean ms tempranos de lo que se pensabao sean intrusivos.

    Fig. 12. Se observa en la parte superior, y de izquierda a derecha, las vistas superior e inferior de un fragmento de huesocarbonizado. Segn la etiqueta de campo, presenta las anotaciones deer, burin scratched sloth rib y ungulate rib, yest catalogado con el cdigo Ac100 216-2-H3. Se prefiri no revaluarla hasta realizar una revisin integral de los materialesseos. Presenta huellas de corte y proviene de la zona h, complejo Ayacucho. a, b. omas ampliadas a 30x y 50x con un este-reomicroscopio Stemi 2000-C (fotos: Juan Yataco).

  • 7/25/2019 PikimacHay

    25/28

    REVISIN DE LAS EVIDENCIAS DE PIKIMACHAY, AYACUCHO...

    ISSN 1029-2004

    271

    Las formas y disposicin de los negativos, as como los ngulos de expulsin de lascas y de algunosdesechos de talla, insinan la reduccin de piezas bifaciales. Asimismo, una serie de denticulados, raspa-dores, un cuchillo a dorso, un hendido unifacial, desechos de ncleos, un perforador atpico, entre otros,evidencian artefactos de talla especializada que pueden ser utilizados para el procesamiento de materialesduros y blandos desde el descarnado hasta la peletera. Estos datos pueden ser contrastados con los 16

    restos seos de fauna que fueron localizados en el MAA-UNMSM. Como se seal anteriormente, estaspiezas presentan modificaciones o notorias huellas de corte. Un claro ejemplo de modificacin se advirtisobre un fragmento de costilla de perezoso (MacNeish 1979: 45, fig. 23 n.o4), catalogado como unapunta de hueso, y que fue reducido por pulido con algn material abrasivo. Por otro lado, la evidenciade reas de quema o fogones es sospechosa debido a que se detect un fragmento seo carbonizado y conhuellas de corte. Finalmente, no se debe dejar de mencionar que un fechado radiocarbnico a partir deuna muestra de un hmero de perezoso gigante (Scelidoterium) sin modificacin puede ser tomado conmayor consideracin debido al reporte que explica acerca del tratamiento de limpieza que se efectu en ellaboratorio. Dicha muestra (UCLA-1464) fue datada en 14.150 180 AP (MacNeish et al.1970: 977),9y, calibrada con la curva del hemisferio norte (IntCal09 al 95,4%), proporcion un resultado que oscilabaentre 15.781 y 14.886 cal AC. Si se acepta como valedero este fechado, que puede resultar muy coherente

    debido a la concentracin de restos de fauna y artefactos lticos reportados ( cf.MacNeish 1979: 33-40),y por las evidencias que se presentan aqu, el complejo Ayacucho constituira la ocupacin ms tempranade los Andes Centrales.

    Agradecimientos

    En primer lugar, expreso mi agradecimiento a Duccio Bonavia, recientemente desaparecido, y a ElmoLen, por sus correcciones y comentarios. Expreso, tambin, mi reconocimiento a Peter Kaulicke, por susobservaciones y revisiones al presente trabajo. Mi gratitud tambin va dirigida a la direccin del Museode Arqueologa y Antropologa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, a cargo del licenciadoPieter Van Dalen Luna. Muy valiosas fueron las colaboraciones de Juan Roel, quien me apoy en la edicinde las imgenes, y de Rafael Valdez, por la correccin de estilo del texto.

  • 7/25/2019 PikimacHay

    26/28

    JUAN JOS YAACO

    ISSN 1029-2004

    272

    Notas

    1Una parte de la coleccin sea de la cueva de Pikimachay est depositada en el laboratorio zoolgico delFlorida Museum of Natural History, Gainesville, Florida (Estados Unidos). Un documento encontradoen el Archivo del MAA-UNMSM (1972) menciona el envo de las muestras seas de mamferos, roedores

    y aves.2 Encargada de la coleccin de lticos del Museo de Arqueologa, Antropologa e Historia del Per(MNAAHP). Una presentacin del hallazgo de estos materiales fue realizada en dicha institucin el da 24de noviembre de 2011. Actualmente lleva a cabo un proceso de registro y publicacin de estas piezas.

    3En una publicacin anterior (Len y Yataco 2008: 36), se seal que este fragmento seo de punta pulidacorresponda a un perezoso gigante. Segn MacNeish et al.(1980: 309), se trataba, ms bien, de un huesofsil de un metapodio de caballo modificado por pulido. Enmiendo el error en el presente artculo.

    4Esta muestra ha sido referida en varias publicaciones con el cdigo de laboratorio UCLA-1464, lo cual es

    errneo. En el presente trabajo utilizo el dato brindado por Zilkowski et al. (1994: 323), al que considerocomo correcto. Se calibr a 2 sigmas con el fin de obtener un margen de tiempo ms amplio.

    5Esta pieza presenta el nmero L-2081 en la base de datos del MAA-UNMSM.

    6Esta pieza est catalogada con el nmero de muestra 144 en los inventarios del MAA-UNMSM.

    7Este artefacto presenta el nmero 478 en los inventarios del MAA-UNMSM.

    8En los inventarios del MAA-UNMSM esta pieza est catalogada con el nmero de muestra 12.

    9

    Segn Zilkowsky et al. (1994: 323), el cdigo de laboratorio referido es incorrecto y realmente esI-1464.

    FUENTES MANUSCRITAS

    Archivo del Museo de Arqueologa y Antropologa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Archivo del MAA-UNMSM). Lima

    1970a Huesos no identificados. 28. VIII. 70.

    1970b PABAH. Huesos por determinar. Ayacucho 29. VIII. 70.1972 Material osteolgico que se manda al Laboratorio Zoolgico del State Museum of Florida, Gainesville-Florida

    (USA). Lima, 7 de setiembre de 1972.

    REFERENCIAS

    Bonavia, D.1991 Per: hombre e historia. Vol. 1, De los orgenes al siglo XV, Ediciones EDUBANCO, Lima.

    Bryant, V.2003 Te Elusive Pollen Grain,Mammoth rumpet18 (3), 14-19. .

    Dillehay, T. D.1985 Regional Perspective of Preceramic imes in the Central Andes, Reviews in Anthropology12 (3), 193-205.

  • 7/25/2019 PikimacHay

    27/28

    REVISIN DE LAS EVIDENCIAS DE PIKIMACHAY, AYACUCHO...

    ISSN 1029-2004

    273

    2000 Te Settlement of the Americas:A New Prehistory, Basic Books, New York.

    Inizan, M.-L., M. Reduron-Ballinger, H. Roche y J. Tixier1995 echnologie de la pierre taille, tomo 4, Centre national de la recherche scientifique et Universit de Paris X,

    Nanterre, Paris.

    Lavalle, D.1995 Promesse dAmrique. La prhistoire de lAmrique du Sud, La Mmoire du emps, Hachette, Paris.

    2000 Te First South Americans: Te Peopling of a Continent from the Earliest Evidence to High Culture [traduccin de P.G. Bahn], Te University of Utah Press, Salt Lake City.

    Len, E.2007 Orgenes humanos en los Andes del Per, Escuela Profesional de urismo y Hotelera, Universidad de San Martn

    de Porres, Lima.

    Len, E. y J. Yataco2008 New Analysis of Lithic Artifacts from the Ayacucho Complex, Per, Current Research in the Pleistocene 25, 34-37.

    .

    2009 Nuevos anlisis de los artefactos lticos del Complejo Ayacucho, Per, Boletn del Museo de Arqueologa yAntropologa de la UNMSM11, 2-4.

    Leroi-Gourhan, A. y M. Brzillon1972 Fouilles de Pincevent: Essai danalyse etnographique dun habitat magdalnien (La Section 36), VIIosupplment

    Gallia Prhistoire, ditions du Centre national de la recherche scientifique, Paris.

    Lynch, T. F.1974 Te Antiquity of Man in South America, Quaternary Research4 (3), 356-377.

    1983 Te Paleo-Indians, en: J. D. Jennings (ed.),Ancient South Americans, 87-137, W. H. Freeman, San Francisco.

    1990 Glacial-Age Man in South America? A Critical Review,American Antiquity55 (1), 12-36.

    1992 La realidad del concepto paleoindio en contra de las protestas de MacNeish, Bryan y Gruhn, Revista de ArqueologaAmericana5, 249-261.

    MacNeish, R. S.1969 First Annual Report of the Ayacucho Archaeological-Botanical Project, Robert S. Peabody Foundation for Archaeology,

    Phillips Academy, Andover.

    1971 Early Man in the Andes, Scientific American224 (4), 36-46.

    1979 Te Early Man Remains from Pikimachay Cave, Ayacucho Basin, Highland Per, en: R. L. Humphrey y D.Stanford (eds.), Pre-Llano Cultures of the Americas: Paradoxes and Possibilities, 1-47, Te Anthropological Societyof Washington, Washington, D.C.

    1992 Pikimachay, Per: algunas correcciones al anlisis de Lynch,Revista de Arqueologa Americana 5, 241-247.

    MacNeish, R. S., . Garca, L. G. Lumbreras, R. K. Vierra y A. Nelken-Terner1981 Prehistory of the Ayacucho Basin, Per. Vol. II, Excavations and Chronology, Robert S. Peabody Foundation for

    Archaeology, Te University of Michigan Press, Ann Arbor.

    MacNeish, R. S., A. Nelken-Terner y . Garca1970 Second Annual Report of the Ayacucho Archaeological-Botanical Project, Phillips Academy/Robert S. Peabody

    Foundation for Archaeology, Andover.

    MacNeish, R. S., R. Berger y R. Protsch1970 Megafauna and Man from Ayacucho, Highland, Per, Science,New Series 168 (3934), 975-977.

    MacNeish, R. S., R. K. Vierra, A. Nelken-Terner, R. Lurie y . Garca1983 Prehistory of the Ayacucho Basin, Per. Vol. IV, Te Preceramic Way of Life, Robert S. Peabody Foundation for

    Archaeology, Te University of Michigan Press, Ann Arbor.

  • 7/25/2019 PikimacHay

    28/28