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RLrnt\L TER Ng 6 CICDA. Lima. primer semestre 1990 Pierre de Zutter ,. Muchos afios de apoyo a proyectos de desarrollo rural, en el Peru, Bolivia y el Ecuador, nos hacen creer que el seguimiento y evaluaci6n es a la vez un reto y una maldici6n permanentes que pesan sobre los hombros de los equipos de terreno. Solemos encontrar tres actitudes basicas a1respecto: -la pasividad funcionaria de quienes viven dentro de una institu- ciona1idad rigida, cump1iendo metas, 11enando cuadros y elabo- rando informes, con la autosatisfacci6n de haber hecho "10 suyo.. o con el escepticismo anc1ado en el sue1do; -la rabia impotente de quienes aspiran a transformaciones de fon- doy sienten su tiempo malgastado en 11enarformularios de segui- miento 0 atender misiones de eva1uaci6n que no responden a sus preocupaciones, sin saber bien que 0 c6mo proponer pautas dife- rentes; -la frustraci6n cr6nica de quienes toman la iniciativa de buscar a1- gUn sistema de seguimiento y evaluaci6n a fin de mejorar la pro- fundidad de su trabajo y s610 encuentran como interlocutores a es- pecialistas en paquetes de instrumentos inadecuados o a te6ricos carentes de instrumentos fiab1es y comprobados para el terreno. Existe pues una insatisfacci6n notoria en cuanto alas posibilida- des y modalidades de seguimiento y eva1uaci6n en proyectos de desa- rro110rural. Creemos que, mientras se continue des1igando la refle- xi6n en este campo de la necesaria revisi6n de nuestros enfoques SO- bre desarro11o, conocimiento y acci6n, la situaci6n seguira igual. - .AICSOI' de (X"Oyectos de desam>llo rural

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RLrnt\L TER Ng 6CICDA. Lima. primer semestre 1990

Pierre de Zutter ,.

Muchos afios de apoyo a proyectos de desarrollo rural, en el Peru,Bolivia y el Ecuador, nos hacen creer que el seguimiento y evaluaci6nes a la vez un reto y una maldici6n permanentes que pesan sobre loshombros de los equipos de terreno.

Solemos encontrar tres actitudes basicas a1 respecto:-la pasividad funcionaria de quienes viven dentro de una institu-

ciona1idad rigida, cump1iendo metas, 11enando cuadros y elabo-rando informes, con la autosatisfacci6n de haber hecho "10 suyo..o con el escepticismo anc1ado en el sue1do;

-la rabia impotente de quienes aspiran a transformaciones de fon-doy sienten su tiempo malgastado en 11enarformularios de segui-miento 0 atender misiones de eva1uaci6n que no responden a suspreocupaciones, sin saber bien que 0 c6mo proponer pautas dife-rentes;

-la frustraci6n cr6nica de quienes toman la iniciativa de buscar a1-gUn sistema de seguimiento y evaluaci6n a fin de mejorar la pro-fundidad de su trabajo y s610 encuentran como interlocutores a es-pecialistas en paquetes de instrumentos inadecuados o a te6ricoscarentes de instrumentos fiab1es y comprobados para el terreno.

Existe pues una insatisfacci6n notoria en cuanto alas posibilida-des y modalidades de seguimiento y eva1uaci6n en proyectos de desa-rro110 rural. Creemos que, mientras se continue des1igando la refle-xi6n en este campo de la necesaria revisi6n de nuestros enfoques SO-bre desarro11o, conocimiento y acci6n, la situaci6n seguira igual.

-.AICSOI' de (X"Oyectos de desam>llo rural

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Nuestra incapacidad de encontrar formas de seguimiento y eva-luaci6n adecuadas a nuestros proyectos de desarrolloproviene efecti-vamente de nuestras concepciones de desarrollo y de proyecto. Quizasel seguimiento y evaluaci6n sea actualmente una maldici6n de la cualno logramos librarnos, pero lse trata de una maldici6n merecida?

CINCO "ISMOS" MALDITOS

No podemos retomar aqui la reflexi6n sobre todas las dimen sionesdel asunto. Intentaremos simplemente cuestionar cinco puntos entrelos muchos que condicionan nuestro acercamiento al seguimiento y e-valuaci6n:

-el metodologismo;-ellinealismo;-el objetivismo;-el proyectocentrismo;-el intervencionismo.

Aspiramos a que estos puntos no sean vistos como problemas a re-solver sino como indicadores de algo mayor, de la estructura mentalque nos guia. Por ello los hemos transformado en "ismos". El sufijo is-mo suele emplearse para indicar la pertenencia, a una profesi6n, a u-na escuela, a un partido, es decir fundamentalmente a un sistema depensamiento, con la consiguiente obsesi6n por determinada idea, ca-tegoria o tecnica. Creemos que cada uno de los aspectos mencionadosdebe ser tornado como estimulo a revisar el sistema de pensamiento,la cultura del desarrollo desde la cual implementamos nuestros

proyectos.Porque nuestra mayor traba esta a menudo en la contradic-

ci6n entre nuestras concepciones y la realidad, nuestro discurso ynuestra practica. Quizas la ventaja del seguimiento y evaluaci6n es-te en que tales antagonismos sean ahi mas aparentes que en otros as-pectos de nuestra labor.

El metodologismoSolemos actuar como si existiese una "ferreteria del desarrollo"

donde ir a escoger las herramientas que necesitamos en el terreno.Muchas veces buscamos asesores en el entendido que son duefios dealguna de estas ferreterias y eSperai!\OS que sepan proponemos losinstrumentos que necesitamos, asi como las pautas para su uso.

La metodologia, termino que goza de cada vez mayor prestigio enellenguaje del desarrollo rural, desemboca as! en un "paquete" de

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Seguirniento y evaluaci6n: i.rnaldici6n rnerecida? 107

procedimientos y tecnicas para realizartal o cuallabor , para cum-plir tal o cual meta cuantitativa de la programacion de un proyecto.

Sin embargo, concepci6n y objetivo son 10 determinante de la me-todologia, entendida como el arte de combinary usar los procedi-mientos O metodos, las tecnicas O herramientas, para logrardeterminado objetivo, dentro de determinada concepcion.Hablar de metodologia no es hablar de metodos y tecnicas como tales,sino de para que, para quienes, c6mo, cusndo, d6nde emplear uno u 0-tro procedimiento, una u otra herramienta, segUn el enfoque, segUnel tema, segUn la realidad. .

Es cierto que cada concepci6n entrafia una preferencia par ciertosmetodos y ciertas tecnicas y una reticencia ante otras. Pero ningtinprocedimiento es, como tal, garantia de una concepci6n, de una orien-taci6n. La misma herramienta puede traer resultados opuestos segUnel contexto, segUn su combinaci6n I.'an otras, segUn la forma en que seconduce el proceso dentro del cual ha sido empleada dicha herramien-ta.

Definir una metodologia requiere claridad en cuanto a cuatro com-ponentes: la concepci6n y los objetivos; el proceso que puede con-ducir allogro del objetivo; el conocimiento del tema a tratar; el po-tencial y los peligros de los procedimientos y las tecnicas a emple-ar.

Pero, dado que en nuestra practica solemos partir de concepciones,objetivos y ConoCimientos predefinidoS, terminamos cayendo en unasuerte de metod010gismo, en una obsesi6n por loS metodos en si. Cuan-do noS juntamos para intercambiar experiencias, nuestra expectati-va se centra en descubrir algUn nuevo metodo, 0 alguna nueva orien-taci6n Con SU correspondiente paquete de tecnicas, mientras renega-moS de quienes intentan revisar las concepciones implicitas en laspracticas reales.

i.De que derivan principalmente nuestras dificultades en segui-miento y evaluaci6n? i.De la simple inadecuaci6n de metodos 0 de lacontradicci6n entre nuestras concepciones y objetivos proclamadoSpor un lado y nuestros esquemas mentales y ConoCimientos por el 0-tro?

Ellinealismo

Uno de los mejores ejemplos de la contradicci6n entre nuestra es-~ructura mental y la realidad esta en el pensamiento lineal que noSinspira.

Revisemos nuestra concepci6n de 10 que es proyecto. Observemosluestra manera de proceder. Un proyecto consiste en cumplir una se-

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108 Pierre de Zutter

rie de etapas que, se supone, son garantia de un trabajo eficaz y efi-ciente. Normalmente tenemos 10S siguientes elementos: diagnosti-CO, diseiio, planificacion, investigacion, implementacion (0-bras, extension, capacitacion), seguimiento y evaluacion.

EStoS elementos podrian diferenciarse en doS tipoS de componen-tes, 10S primeroS tendientes a producir acciones y 10S segundos, aproducir conocimientos. Entre 10S primeros tenemos el disefio, laplanificaci6n y la implementacion (obras, extensi6n y capacitaci6n).Entre 10S segundos, el diagn6stico, la investigaci6n, el seguimiento yla evaluaci6n. SegUn el modelo de 10 que habria de ser un proyecto cla-SiCO, estos elementos se ordenan en etapas que deberian sucederse demanera bastante lineal.

Te6ricamente habria de comenzarse por un diagn6stico (destina-do a determinar el estado actual de la realidad sobre la cual se quie-re intervenir). Luego se habria de disefiar el proyecto y planificar susactividades. A fin de precisar 10S contenidoS de dicha planificaci6n, serealizarian algunas investigaciones susceptibles de producir conoci-mientos mas precisoS sobre determinados elementos de la realidad ysobre posibles soluciones a loS problemas detectadoS. Con ello se pa-saria a la implementaci6n, partiendo de las obras, haciendo extensi6npara que dichas obras sirvan y realizando capacitaci6n a fin de que laextensi6n tenga exito. Paralelamente deberia hacerse un seguimien-to (control) de dicha implementaci6n. Cada cierto tiempo (general-mente cuando quienes financian 10 exigen), se evaluaria el trabajo.

Podemos visualizar esta secuencia en la figura 1.

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,..

Seguimiento y evaluaci6n: i.maldici6n merecida? 109

De hecho, casi nunca nuestros proyectos respetan estricta.mente la secuencia de etapas previstas; cuando 10 hacen es paracumplir con las formas exigidas, y el resultado suele ser muy pobre.

Casi nunca efectuamos un verdadero diagn6stico de la realidad. Loque se practica es mas bien una verificacion delas posibilidadesde aplicacion de un determinado modelo de proyecto. El diag-n6stico es encargado por una instituci6n especializada en cierto tipode actividades y se emplean entonces metodos y tecnicas de recolec-ci6n y tabulaci6n de datos para chequear si estas actividades prede-terminadas son aplicables (tambien, a veces, si son verdaderamenteutiles). Lo que llamamos diagn6stico es fundamentalmente una en-cuesta de viabilidad de un esquema previo de proyecto y de acci6n.

Ello significa que el punto de partida de la secuencia es un predi.seiio y no un diagn6stico. Lo que se hace luego es la adecuaci6n delpredisefio en funci6n de 10 detectado, aunque en los hechos las adecua-ciones se deciden seglin las condiciones financieras y administrativasde los auspiciadores del proyecto mas que seglin 10 detectado en la re-alidad estudiada.

Tampoco es cierta la secuencia seglin la cual comenzamos por me-jorar nuestros conocimientos (diagn6stico e investigaci6n) antes depasar a la implementaci6n. iCuantos diagn6sticos recien se terminanmeses 0 afios despues del inicio de las actividades! jSi se terminan!

Sucede mas bien muy a menu do que s610 nos preocupamos por re-tomar (completar) el diagn6stico 0 por reaJ.izar investigaciones basi-cas una vez que los primeros fracasos nos ban demostrado la inuti-lidad 0 inviabilidad de las propuestas y disefios que decidieron nues-tra intervenci6n en una zona.

En la vida real de los proyectos se dan todo tipo de alteraciones ala secuencia ideal de las etapas mencionadas.lQue significa eso? i.De-bemos elaborar una nueva secuencia mas acorde con la practica? Pe-ro, lcon cual de las multiples practicas? Quizas tendriamos mas bienque revisar aquel enfoque lineal que nos viene inspirando. Veamos lafigura 2.

Lo fundamental de los proyectos es la finalidad que J.os inspiray lozobjetivos que persiguen. Los diversos elementos que venimos tocan-do aqui giran alrededor yen funci6n de ellas, sin que exista una se.cuencia ideal ni rigida.

lNecesitan comenzar por un diagn6stica quienes ya tienen un CO-nocimiento y visf6~global de la realidad de una zona? lPuede un di-sefio establecerse d&una vez para siempre? lTiene la acci6n que su-ceder siempre al conocimiento? lEs un diagn6stica alga definitivo e in-mutable?

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Revisemos el asunto. Ya no como etapas de una secuencia de pro-yecto sino como necesidades para la acci6n. Para actuar acertada-mente requerimos una visi6n-interpretaci6n global de la realidad, CO-nocimientos mas profundos de determinados aspectos que aparecenprioritarios, elementos de juicio sobre el imp acto y la eficiencia denuestro trabajo en esa realidad. Y los precisamos en todo momento.

Eso es 10 que sucede en la practica. Pero nos obstinamos en elabo-rar disefios lineales yen alinear la realidad sobre nuestro esquemamental. Si los metodos e instrumentos adoptados en funci6n de esteesquema no resultan, deducimos que es por falta de capacidad de losencargados de aplicarlos... y nos dedicamos entonces a capacitarlos.

El objetivismo

Mucho noS quejarnos de las dificultades que nos CTea el subjetivis-rno, tanto de nuestro personal corno de 10S carnpesinos. Quizas deba-rnos ver la cosa al reves y revisar mas bien nuestra pretensi6n deobjetividad, nuestro objetivisrno.

El saber rnodemo prioriza abso1utarnente aquello que llama 10 ob-jetivo, es decir 10 cuantitativamente medible y verificable. Mu-ChoS de 10S datos rec01ectados (cuanta producci6n, cuantos anirna-

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les, cuanta tierra...) suelen seT proporcionadoS pOT 105 propioS campe-sinos. Como un sinnumero de factores culturales orientan y tergiver-san la informaci6n que dan estos (temor a impuestos, a exp01iaciones;deseo de complacer al encuestador, al 'ingeniero'...), no5 ohsesionamospOT la confiahilidad y consideramos la subjetividad campesinacomo limitante principal para nuestro trahajo.

Gran parte de nuestros esfuerzos se orientan asi a suplirla para 10-grar datos y resultados 'ohjetivoS'. N uestros proyectos se ilusionan Conla posihilidad de medir ellos mismoS, 0 contr01ar la c01ecta 'participa-tiva' por 105 propioS pohladores.

A eso se dehe quiz as que nuestros diagn6sticoS, investigacionesyevaluaciones a menudo terminan siendo de muy dificil aprovecha-miento en la acci6n Concreta de terreno 0 se convierten en fuente deengafio sohre 10 que deheriamos hacer. ;'Por que?

No5 01vidamoS que nuestros propios sistemas de medicioniOn tambien culturales, que la cultura de la sociedad occidental vaieterminando que datos huscar, c6mo encontrarloS, etc. Es decir queo que llamamos cientifico es culturalmente subjetivo y que lanedici6n cientifica no es mas util en terminos de desarrollo que la me-iici6n hecha por el propio grUpO cultural actor del proCeso.

;,Actor del proCeso? Hahlamos tanto de la pohlacion Como sujeto deu desarrollo y no Como simple ohjeto. Pero inmediatamente la v01ve-!lOS a desplazar imponiendo, hajo el pretexto de una ohjetividad cien-ifica, nuestra propia suhjetividad por encima de la suya. Es decir queueremoS instalarnos en el r01 de sujeto 0 actor principal del proCesoe desarrollo.

En realidad el prohlema esta mal planteado. No se tra:ta de esco-er entre 10 que nuestra cultura moderna llama 10 ohjetivo y 10 suhje-Vo 0, quizas, entre 10 cuantitativo y 10 cualitativo, sino de contar ConmhoS. De hecho, hasta nuestros patrocinadores modemos 10 reCOno-m. Cualquier misi6n de evaluaci6n otorga Comunmente una gran im-)rtancia a las opiniones escuchadas, es decir a 10 que podria conside-lrse, dentro de las categorias modernas, 10 "suhjetivo", cuando noene ya condicionada por una decisi6n previa y suhjetiva de susandantes.Si realmente defendemoS el r01 de la pohlaci6n Como actor principal

,I proceso de desarrollo, ;,por que no priorizar el tipo de conoci-ientos e interpretaciones que tiene sobre su reaJ.idad? ;,Por.e no huscar mas hien completarI0 Con nuestro propio sistema de10cimientos e interpretaciones? Con esto se cuestionarian medicio-8 e interpretaciones hechas exc1usivamente (aunque participatj-5) por y para 105 tecnicos y especialistas de 105 proyectos, s01amen-

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te aprovechables por ellos, tinicamente sustentadas en el sistema deconocimientos de la sociedad "moderna".

El proyectocentrismo

Llegamos asi al cuarto "ismo maldito", el "proyectocentrismo", ob-sesi6n sumamente difundida que resulta de nuestras estructurasmentales, de nuestros sistemas de pensamiento y conocimiento.Veamos como es nuestro acercamiento concreto a la realidad.

El saber occidental privilegia el analisis, es decir que se dedica adesmenuzar la realidad, a dividirla en partes cada vez mas reducidaspara poder reordenarla en categorias y, recien sobre esta base, inten-tar una visi6n de conjunto, una sintesis como construcci6n abstractadel intelecto.

Con ello, nuestro acercamiento a la realidad casi siempre comien-za porencontrary estudiar aisladamente las partes. En proyec-tos de desarroIIo estas partes suelen IIamarse recursos, o sea los ele-mentos detenninantes de aqueIIo que nos interesa: la producci6n, lajusticia sociaL.

Miremos la figura 3.

Allf se indica uno de los tipos de categorias que van a detel-minaT,pOT ejemplo, muchos diagn6sticos. Hasta llegan a constituiT los tftu-los (con estos u OtTOS nombTes) de sus capftulos: el suelo (incluyendosubcategorias como oTografia, podologfa...}, el agua (con hidTografia,pluviometria...), el clima (con higrometrfa, tempeTatuTa...), la flora(cultivos, foTestaci6n, plantas silvestTes...), la fauna (ganaderfa, sil-vestTe...), el hombre (demografia; niveles de salud, de educaci6n, de

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organizaci6n; sistemas y presencia de autoridades...).Esta manera de aprebender la realidad diyidiendola no es un sim-

ple procedimiento neutro porque cientifico. Condiciona nuestras posi-bilidades de interpretar, entender y actuar de acuerdo a una serie decri terios preestablecidos de ordenamien to que ban de servir pa-ra ubicar, ya sea los promedios, los niyeles y su escala de medici6n,como las tipologias y sus pautas de calificaci6n.

E$te enfoque de partes, de recursos, nos condiciona todo el proce-so de planificacion yaccion. Porque al analizar aspecto por aspec-to, tendemos a referirnos a modelos de c6mo babrian de ser idealmen-te estos elementos y caemos en la peor fonna de planificaci6n, la massimplista, la formula problema/solucion.

Veamos la figura 4.

Para cada componente, recurso (porque el hombre termina siendoun recurso) o categoria, buscamos los problemas correspondientes deacuerdo a nuestro modelo ideal, a lo que nosotros sabemos. Asi es comoproblemas, restricciones y cuellos de botella se ban convertidoen palabras magi cas que repletan ellenguaje de nuestros proyectos dedesarrollo rural, tanto en los debates orales como en los documentosescritos.

Al obsesionarnos con los problemas perdemos de vista los aspectosde rondo y dejamos entonces de ser agentes de desarrollo. Ya no inten-tamos en tender la realidad como es, como ha sido y como puede o pre-

~ende llegar a ser. Nos limitamos a consultar una gran lista deposibles problemas y a tratar de ubicarlos y solucionarlos ennuestras zonas de trabajo. -

Traumatizados por la acci6n o mas bien por el activismo, por la per-

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manen te exigencia que se noS hace de resultadoS, de eficiencia, hemoSllegado a 01vidamoS de cosas sencillas y fundamentales. HemoS llega-do por ejemp10 a 01vidamoS que los problemas no existen en si si-no en funcion de una propuesta a alcanzar, de un objetivo, deuna estrategia. Hemos dejado de ser CriticoS y reflexivos, aceptamosciegamente Como problemas 10 que no5 dice determinado modelo dedesarrollo adoptado por 10S inspiradores y financiadores de la mayo-ria de la cooperaci6n.

Entonces, si el problema del desarrollo Son 10S problemas de la re-alidad, ique facil resulta decidir 10 que tenemos que hacer!

Refleja nuestra practica. A cada recurso sus problemas. A ca-da problem a su solucion.

i.PodemoS continuar circulando Con aquel listado de problemas,concientizando comunidades en funci6n de nuestras solucioneS, indu-ciendolas a reinterpretar su realidad de acuerdo al modelo, obligan-dolas, para tener derecbo al caramelo de nuestra ayuda, a considerarque cualquier cosa que ofrecemoS y que ellag no tienen eg un proble-ma?

El desarr0110 no congigte en g01ucionar problemag sino en congtruirla gociedad deseada Y posible de acuerdo a lag realidadeg Concretag Ya log potencialeg existenteg. Para ello 10 fundamental es determinarlag orientaciones que ban de ingpirarlo todo, log ejes que posibilita-rian la movilizaci6n y acci6n de todoS loS interesados, las estrategiasmas acordes para alcanzar 10 anbelado. La visi6n "prob!~ma/soluci6n"tiende a bacerno~ olvidar todo ello.

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Seguimiento y evaluaciOn: i.maldidon meredda? 115

Es cierto que mucho se ha avanzado enlos ultimos veinte afios enrenovar enfoques de producci6n de conocimientos sobre la realidad.Los autodiagn6sticos, el enfoque de sistemas, la investigaci6n-desa-rrollo, los trabajos sobre economia campesina, las nuevas con!-,epcio-nes y metodologias de comunicaci6n y otras tendencias ofrecen un vas-to bagaje que puede seT muy util para conocer los ecosistemas y me.jorar la capacidad de trabajar ~n ellos.

Uno de 105 mayores esfuerz5 se ha dado en superar nuestra usual

incapacidad de detectar, pres tar e interpretar, es decir compren-

der, las interrelaciones concr y conceptuales entre los elemen-tos de la realidad. Nuestros recien s instrumentos y recursos cienti-ficos son de gran ayuda para las interrelaciones tecnicas, o sea fisicas,quimicas, bio16gicas...

Pero quizas sean aun insuficientes dejandonos bastante inermespara las interrelaciones entre 10 tecnico y 10 social, entre 10 econ6mi-co y 10 cultural, entre 10 ecol6gico y 10 politico, entre 10 tecnol6gico y 10ideol6gico, etc. i.Por que? Probablemente porque hemos seguido con elmismo punto de partida, con la misma inspiraci6n filosofica. Hemosretomado 105 diversos elementos con 105 cuales soliamos mirar la re-alidad (suelo, agua, clima, flora, fauna, hombre...) y hemos dado unpaso, pero siempre en la misma direccion; hemos tratado de verc6mo son las relaciones entre ellos, pero siempre considerandolos CO-mo partes en si.

Intentemos visualizar eso. La figura 3 nos presentaba la realidaden una percepci6n circular. Pero nosotros hemos seguido rigiendonoscon el enfoque lineal de la cultura moderna. Y el enfoque lineal tien-de a la linea recta, por tanto al cuadrado 0 rectangulo.

La figura 6 intenta precisamente ensefiar eso: los mismos e-lementos estan presentes pero el marco es cuadrado, con apenas 105angulos un poco redondeados.

Page 12: Pierre de Zutter ,

116 Pierre de ZutterlA que nos lleva eso? La clave de un circulo de alguna manera es

su centra, su dinsmica, su fuerza vital. Cuando estamos ante uncuadrado o un rectangulo, solemos mas bien obsesionarnos por orde-nar nosotros los elementos que estan adentro.

Asi es como llegamos a la figura 7. La realidad ha desembocado enun cuadro de doble entrada, en una matriz como las que solemos bus-car para presentar nuestros conocimientos pero tambien para elabo-rarlos.

Es cierto que ahora, con el enfoque llamado de sistema, hemos da-do un gran salto frente al acercamiento clasico de hace veinte arios.Muchos nos hemos ilusionado con el avance asi logrado. Hemos llena-do nuestras conversaciones y nuestros escritos con la palabra "inte-rrelaci6n". Pero l.es ello suficien...~ para en tender las fuerzas dominan-tes, la dinamica, los ritmos, la raci onalidad, para lograr una visi6n glo-bal, para interpretar de una manera que nos resulte operativa en lapractica, en la acci6n, es decir para ir mas alla de las simples relacio-nes de causa a efecto?

Veamos las consecuencias de toda esta cuesti6n. Nuestros anali-sis de sistemas suelen estar en funcion del "centro" que noso-tros le ponemos a la realidad, es decir de 10 que a nosotros nos in-teresa. Eso queda expresado en los calificativos 0 prefijos que agrega-mos al termino sistema.

Lo mas comun: hablamos de sistemas de produccion. Ello sig-nifica que nuestra preocupaci6n basica, el "centro" que guia nuestroacercamiento, es el potencial y el rol productivo de la zona, comunidad0 familia estudiadas. jComo si la producci6n fuese un fin en si para lasfamilias y comunidades campesinas!

Asi es. Ponemos adelante nuestras categorias de ordenamiento.Nos consideramos los llamados a entender "ordenadamente" la reali-dad. Es pues normal que nos atribuyamos tambien el derecho y la res-ponsabilidad de ser los agentes transform adores de la misma. Termi-namos asiproyect:indonos al centro de la realidad. Nos '."nver-timos en su centro.

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Seguimiento y evaluaci6n: ;.maIdid6n meredda? 11..

Veamos la figura 8.

INSTITUCION I ~

I '\:::::~ --

clima

problema

/soluci61}~ :~

Nosotros (Estado, instituciones de desarrollo o de investigacion)somos elementos exteriores a la realidad rural (por mas que estaeste dentro de lajurisdiccion del Estado nacional). Globalmente podri-amos decir que somos integrantes del mismo conjunto "nacional", pe-ro, de hecho, somos externos alas realidades concretas donde desea-mos trabajar. Sin embargo nos metemos al centro de ell as con nues-tros proyectos porque nuestros esquemas mentales nos llevan a otro"ismo", el intervencionismo.

Elintervencionismo

La expresion que s01emos usar, intervenir , expresa que SomoSconscientes de ser extemoS. Uno no interviene su casa, actua en ella.En derecho, la intervencion se refiere a un tercero, que no era parteen el juicio y que decide actuar en el. Mas aun, s01emoS ComportamosComo cirujanos que, despues de diagnosticar, intervienen para extra-er, suprimir y/o reemplazar .

Cada vez mas hablamos de apoyar o acompafiar los procesos loca-les. Pero, Como mentalmente seguimos considerando nuestro saber ynuestras acciones como 10 central, como 10 mas valido (010 Unico va-lido), el acompafiamiento sigue siendo una intervenci6n. Somos el ac-

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118 Pierre de ZutteT

tor principal y, alrededor nue5tro, 105 beneficiario5 5e articulan, par-ticipan y reciben capacitaci6n.

E5te enfoque influye luego todo 10 que hacemo5. Por ejemplo la pla-nificaci6n de nue5tro5 proyecto5. Como 50mo5 el "centron, no nos limi-tamo5 a detenninar (directamente o induciendo) 105 problema5 y 50-lucione5; tambien vamo5 di5eiiando y e5tructurando 105 contenido5 dee5ta5 5olucione5 de acuerdo a 10 que no5otro5 pen5amO5, de acuerdo a10 que creemO5 saber y poder hacer .

Peor a1.in. Generalmente ni 5iquiera decidimO5 implementar 10 quenosotro5 somos concretamente capace5 de hacer sino 10 que recomien-dan los modelos que nos enseiiaron... Con 10 cual tenninamos multi-plicando fracasos, elefantes blancos y la "arqueologia del desarrollo"porque dicho5 modelos suelen estar ausentes, no 5olamente de la5 ra-cionalidades y capacidades locales sino tambien de la5 nacionales.

ALGUNAS PISTAS

Un sistema de seguimiento y evaluaci6n es efectivamente muchomas que una simple herramienta que uno podria escoger en la "ferre-teria del desarrollo" y aplicar mecanicamente en cualquier circuns-tan cia. De alguna manera es la expresi6n, el reflejo de las opciones yde la coherencia global de un programa, de un trabajo.

Las reflexiones precedentes, simples muestras de cuestionamien-tos mucho mas amplios y necesarios, son vitales para el debate. De na-da nos serviria enfocar el c6mo si no aceptamos cuestionar a fondo elpara que y el para quien, el que y el quien.

i.Que y para que? El sistema tiene un rol importante que cumpliren cuanto a permitir el control y verificaci6n de la marcha de una pro-gramaci6n (seguimiento) yen cuanto a facilitar la readecuaci6n de lasprogramaciones (evaluaci6n). Pero, para ser realmente util allogro delos objetivos de desarrollo, tambien deberia incluir un seguimientoamplio de la realidad y no solamente de los proyectos y sus activida-des. Podria asi detectar las evoluciones, modificaciones, tergiversa-ciones que se producen en la realidad (tanto bajo el impacto propio co-mo de cualquier actor presente), facilitar revisiones inmediatas y pun-tuales de 18. acci6n programada y propiciar revisiones fundamentalesy peri6dicas de las programaciones, su orientaci6n, las estrategias, lasmetas, las metodologias...

Una altemativa ambiciosa en la cual podrian inspirarse los esfuer-zos institucionales consistiria en preparar las bases para la construc-ci6n de un sistema que, mas alIa del proyecto mismo y su permanen-

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Seguimiento y evaluaci6n: lmaldici6n merecida? 119cia, posibilite un seguimiento/evaluacion del proceso de desa-rrollo en conjunto.

No se trata de pensar que una instituci6n pueda establecer dichosi sterna por su cuenta o elaborar un rnode10 que sera luego "transfe-rido" a 105 dernas actores. Pero, si, se puede Cornenzar a abrii senda,ubicando 105 esfuerzos propios en esa perspectiva de largo plazo, en-sayando rnetod010gias y tecnicas, ayudando a desarr01lar concienciay capacidades entre las instituciones de desarr0110 publicas y priva-das, propiciando un encuentro entre las preocupaciones de 10S agen-tes extemos y las de las propias organizaciones carnpesinas.

loQuien y para quien? Si 10 esencial han de ser 10S objetivoS y nosimplernente las metas 0 la rnarcha del prograrna, este no deberia serel unico actor y usuario del sistema de seguirniento y evaluacion. LoSdemas actores del proCeso habrian de intervenir en su implernenta-ci6n, su funcionamiento y su aprovechamiento.

loExisten otras instituciones (publicas 0 privadas) que estan 0 sehacen presentes en la Zona? Un sisterna de seguimiento y evaluacionpodria ser precisarnente un instrumento util para avanzar en la tananhelada coordinaci6n interinstitucional. Pero es dificil que sirva pa-ra tal fin si es concebido, implementado y trabajado por un solo pro-grama, de acuerdo a sus intereses especificos.

loSe acepta que 10S actores principales del proCeso de desarrollo alcual pretende contribuir el proyecto son las propias organizacionescampesinas, que ellas han de ser las garantes de continuidad para105 aportes utiles que puedan hacer 105 agentes extemos? Sus opinio-nes, criterios y metodoS de seguimiento y evaluaci6n ya deben ser to-rnados preferenternente en cuenta y el sistema debe servirles para suproCeso de apropiacion, redisefio y aprovecharniento de dichoS aportesextemos.

loComo, cu8ndo, donde? El replanteo de 10S objetivos, temas y ac-tores de un sistema de seguimiento y evaluacion lleva necesariamen-te a modificaciones en sus metodoS. N 0 es 10 mismo recogery tabulardatos cuantitativos sobre metas, produccion, acciones 0 tecnicas y rne-dir 10 cualitativo de un proCeso, el desarr0110 de capacidades, el cum-plimiento de objetivoS. .

Una cuestion clave Son 10S indicadores. Es mas facil determinarin-dicadores sobre v01urnen de producci6n 0 nurnero de asistentes a unareuni6n que encontrar datos clasificables y comparables, es decir me-dibles e ilustrativos, sobre conduccion y planificacion, sobre depen-dencia y autonomia en la toma de decisiones, sobre cohesion organi-zativa...

Pero la COSa no se lirnita a 105 indicadores. loQue tipo de proCesa-miento de esos datos para que sean aprovechables donde y cuando lo

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120 Pierre de Zutter

requieran los actores de terreno, especialmente las organizaciones CO-munales? Todo 10 referente a metodos requiere un esfuerzo arduo yprolongado para, a traves de aproximaciones sucesivas y con mu-cha creatividad, ir construyendo o reconstruyendo un sistema deseguimiento y evaluaci6n ambicioso y verdaderamente util.

Las pistas.aqui propuestas tienen entonces por finalidad desper-tar esa ambici6n, abrir horizontes y servir de referencia para unaconstrucci6n progresiva que habria inevitablemente que consistir enun proceso de ensayo, error y rectificaci6n sucesivos, durante el cualcontribuiriamos a forjar una cultura del desaITollo acorde a nues-tra realidad.

Para que

La finalidadUna de las razones de ser de la evaluaci6n es verificar y mejorar la

pertinencia o idoneidad de las estrategias y actividades, es decirsu adecuaci6n a la finalidad que inspira el trabajo. La finalidad ex-presa la in terpretaci6n que se hace de la realidad y de su devenir y, co-mo tal, inspira los objetivos, las estrategias, las metas, etc.

Pero ninguna interpretaci6n puede ser definitiva. Ya hemos vistoque los agentes externos suelen carecer de un conocimiento adecuadode la realidad local, regional y nacional. Los propios campesinos y susorganizaciones tienen un sistema de saber actualmente sesgado porsu acceso limit ado al conocimiento de la realidad exterior a su propioambito territorial o por una necesidad hist6rica de resistencia al ava-sallamiento de esa sociedad exterior "nacional".

En ambos casos se requieren reinterpretaciones progresivasde la realidad y un sistema de seguimiento y evaluaci6n deberia po-der contribuir a ello.

Los objetivosLos objetivos explicitan 10 que se desea alcanzar con el trabajo, ex-

presandolo en forma de imagen-objetivo {bajo la modalidad: Que se detalo cual cosa) 0 a traves de un verbo activo que califique el tipo de ac-ci6n a realizar (desarro11ar, aumentar, optimizar, etc.).

Uno de los mayores problemas del trabajo de campo es que en lapractica diana se suele perder de vista los objetivos para limitarse alsimple cumplimiento de las metas y acciones, con 10 cual se logran amenudo buenos resultados inmediatos pero efecto8 contradicto-ri08 con 108 objetiv08.

Asf, por ejemplo, una actividad de capacitaci6n puede aparente-mente tener exito en la supuesta transferencia de una deterrninadA

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Segujmiento y eva1uaci6n: imaldici6n merecida? 121

tecnologia pero tener un irnpacto fuerte de cuestionarniento o deses-tructuraci6n de la organizaci6n communal que, en los objetivos, se pre-tende consolidar .

Un buen sisterna de seguirniento y evaluaci6n deberia permitir ve-rificar rapida y permanenternente el irnpacto de las acciones y rneto-dologias ernpleadas sobre el1ogro de los objetivos a fin de posibilitarrectificaciones a tiernpo.

Las metasEl sistema de metas es un instrumento util para organizar el tra-

bajo, mejorando su eficiencia, especial mente Con la cuantificaci6n de10 buscado. De acuerdo a las estrategias definidas, se distribuyen 10Srecursos humanog, financierog y materialeg para, en un tiempo deter-minado, alcanzar ciertog regultadog.

Un sistema de seguimiento y evaluaci6n debe poder contr01ar el a-vance en el cumplirniento de lag rnetag a fin de poder aportar rapida-mente loS correctivoS necesariog, tratege de la modificaci6n de las rne-tag porque se revel an inalcanzableg 0 contraproducenteg, de la adap-taci6n de 10S recursog humanog (forrnazi6n 0 reemplazo) 0 de la ade-cuaci6n de 10S recursog financieroS y/o rnateriales.

Las metodolo2ias v las tecnicasLas actividades y acciones destinadas a alcanzar las metas para 10-

grar los objetivos y cumplir con la finalidad requieren el empleo de u-na serie de metodologias y la utilizaci6n de tecnicas e instrumentos.

Contrariamente a 10 que se suele creer, no contamos actualmenteen los Andes con metodologias y tecnicas absolutamente confiables.Las que usan los agentes externos estan sesgadas por modelos fo-raneos, modas parciales y entonces inconsistentes y, sobre todo, por lacostumbre de aplicarlas mecanicamente en cualquier medio y circuns-tancia.

Las que tienen los campesinos y sus organizaciones pueden te-ner una mayor adecuaci6n a su realidad actual pero, precisamente porello, son tambien limitadas: el saber y la cultura ancestrales que lasprodujeron ban sufrido un fuerte y constante proceso de desestructu-raci6n; el nuevo contexto en el cual se insertan las realidades campe-sinas andinas obligan a multiples adaptaciones, mas aUn si se preten-de alcanzar un desarrollo rural andino dentro de un verdadero desa-rrollo nacional.

Un sistema de seguimiento yevaluaci6n deberiapermitirel controly mejoramiento de las metodologias, tecnicas e instrumentosque se emplean en el trabajo.

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122 Pierre de Zutter

Para quien

El 12ro~ecto mismoEs evidente que si una institucion elabora e implementa un siste-

ma de seguimiento y evaluaci6n, 10 hace pensando en sus propias ne-cesidades. Sin embargo, por mas que se esten impulsando pequefiosproyectos de desarrollo rural, la instituci6n como tal suele ser masgrande y abarcar diferentes zonas. A su vez, la realidad de las comu-nidades afectadas es diferenciaday las actividades se llevan a cabo (0deberian hacerlo) en funci6n de las particularidades de cada una deestas comunidades.

A menudo la instituci6n pertenece (directa 0 indirectamente) a ins-tancias mayores: ya sea el marco sectorial de una entidad publica, yasea el marco financiero, politico u otro de un centro privado.

Hasta ahora, el seguimiento/evaluaci6n tiende a ser disefiado fun-damentalmente en funci6n de las necesidades y posibilidades de su-pervision por parte de la oficina central. Es decir que su aprovecha-miento puede llegar a ser mas o menos apropiado para las necesida-des de esta, pero dificilmente es opOrtuno y apropiado para los reque-rimientos del trabajo de campo, para la coherencia global del progra-ma, para las politicas de trabajo.

Es fundamental que el sistema sea enfocado en funcion de todaslas partes integrantes del Programa, para poder contribuir a unmejor trabajo de todas sus instancias.

Otras institucionesPoco servirian a otras instituciones (publicas y privadas) los datos

de un sistema de seguimiento y evaluaci6n encerrado en las accionese intereses especificos de una entidad que s610 se preocupase por elfuncionamiento de sus obras y servicios.

Pero si les podrian ser de gran utili dad las inforrnaciones sobre larealidad, su evoluci6n, el proceso de desarrollo de la zona, etc. Sin em-bargo, se deberia poder ir mucho mas alIa todavia. El desarro110 delpais necesitaria contar con un agil y al mismo tiempo completo Siste-ma Nacional de Seguimiento y Evaluaci6n. Lo mismo el desarrollode regiones, asi como cada zona 0, mejor dicho, "territorio de desarro-110".

La 16gica cen tralista y tecnocratica conduciria a disefiar un mode-10 nacional 0 regional y obligar a su aplicaci6n en el terreno, es decirforzar la realidad a amoldarse a los conceptos macro que inspiran aplanificadores y administradores del aparato nacional.

Una opci6n mas coherente con las necesidades del desarrollo con-sistiria en ir elaborando este sistema nacional Dartiendo desdA In In-

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Seguimiento y evaluacion: imaldidon meredda? 123

cal para avanzar progresivamente hacia 10 regional y 10 nacional: a-brir, desde 10 local, nuevas posibilidades al deSarro110 naCional en Iu-gar de limitarse a realizaciones puntuales y superintensivas practica-mente impoSibles de reproducir 0 replicar en escalas mayores por lascarencias de la economla del pals.

E110 implicarla Comenzar considerando a las otras institu-ciones presentes en los ambitos de trabajo como posibles u-suarios del sistema. Por tanto a perfeccionar el seguimiento de la re-alidad y del proceso de desarro110 en 10S "territorioS de desarro110" don-de se ubican 105 proyectos propioS y a bus car modalidades de devolu-ci6n de las informaciones a todas las instituciones interesadas.

Las o~anizaciones camDesinasVarias clases de organizaciones campesinas e5tan pre5ente5 en

nue5tro5 ambitos de trabajo. Las hay de tipo andino, como la5 organi-zaciones comunales y 105 ra5g0s tipo ayllu que vayan con5ervando.Las hay de tipo modemo a5ociativo, Como la5 Cooperativa5, SAIS 1 y 0-troS. Las hay de tipo modemo gremial como federacione5 y liga5... El5i5tema de 5eguimiento y evaluaci6n debe 5er pen5ado de tal forma depoder 5erle5 util.

Cada cla5e de organizaci6n campe5ina 5uele tener 5U propia racio-nalidad y capacidad de 5eguimient0/evaluaci6n, e5pecialmente la5andina5. Nose trata por tanto de bu5car una suplantacion por el5is-tema. Pero e5te debe, si, poder contribuir, por un lado, a un enrique-cimiento (contenidos y tecnica5) del propio 5i5tema campe5ino y, porotra parte, a un reconocimiento por e5tas organizacione5 de 10 que esun 5i5tema modemo a fin de e5tar en condicione5 de dialogar entreambos sistemas y de aprovechar aportes del otro.

QuienEn el disenoLos aportes de los diversos usuarios del sistema de seguimiento y

evaluaci6n deberian darse desde el disefio del mismo. AlII donde ya secuents con algtin sistema, seria muy engorroso entrar a un proceso deconsultss con todos ellos como paso previo a su restructuraci6n. La di-namica podria ser muy lents y no por ello muy positiva. Para que losaportes de cada wio sean a la vez rapidos, reales y concretos, se nece-sits contsr con una suerte de marco, una referencia desde la cual pue-dan darse las contribuciones.

Por ello, seria preferible comenzar des de la instituci6n ydentro de ella. Sobre la base del disefio ya esbozado, una reuni6n de

I. Sociedad AgrM:ola de Jmaa soa.1.

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124 Pierre de Zutter

todas las instancias del proyecto podria debatir y proponer cambios ymejoras a la luz de las orientaciones de la nueva rase y del conocimien-to del terreno. Un taller con estas caracteristicas cumpliria al mismotiempo con multiples objetivos porque permitiria ir armonizando con-cepciones y metod010gias.

En cuanto a 10S aportes de las organizaciones campesinas, un pri-mer paso seria debatir en el taller mencionado cuales habrian de ser10S intereses y preocupaciones de dichas organizaciones de acuerdo alconocimiento que de ell as se tenga.

Paralelamente, habria que realizar una labor basica de rescate yrevaloraci6n de 10S propioS sistemas campesinos de control y evalua-ci6n, a fin de contar con elementos para preparar una devoluci6n ade-cuada de 10S primeros resultados del sistema institucional.

Las primeras devoluciones servirian asi para suscitar Comenta-rioS y aportes de las organizaciones sobre el sistema como tal y las for-mas de mejorarlo para que les sea util y aprovechable.

En cuanto a las demas instituciones presentes en las areas de tra-bajo, podria realizarse una doble tarea. Por un lado invitar a las masafines a ConoCer y debatir el sistema propio. Por otra parte, hacer u-na revisi6n de docUmentos de todas ellas para detectar su finalidad,objetivos, estrategias, metas y metod010gias propuestas 0 supuestas,a fm de incluir en el sistema elementos susceptibles de servir a unseguimient0/evaluaci6n global de las acciones en la zona.

Gracias a ello, al devolverse 10S resultados obtenidoS, tales institu-ciones podrian mas facilmente verse motivadas (0 cuestionadas) pa-ra intervenir en el mejoramiento del sistema.

La continuaci6n del proCeso de rediseiio/reestructuraci6n del sis-tema dependeria de 105 resultadoS alcanzados en esta primera etapa.

En la colecta de datosMientras los datos se limiten alllenado de cuestionarios o formu-

larios, sera dificillograr que la colecta de los mismos sea compartidapor el conjunto de acto res que aqui nos interesan. Las fuentes de in-formaci6n son, sin embargo, multiples. Mas aun si el sistema deseguimiento y evaluaci6n no se reduce a datos cuantitativos sobre pro-ducci6n, asistentes, beneficiarios y otros rubros por el estilo.

La incorporaci6n de nuevos actores en el proceso pasa necesaria-mente por una renovaci6n y/o ampliaci6n de los metodos empleadospara ello.

El primer esfuerzo habria de darse en cuanto a desarrollar la ca-pacidad de fuentes ya existentes, como informes de todo tipo (ad.ministrativos, de construcci6n, de estudios) que cualquier instanciasuele producir. Se trataria entonces de preparar un esquema practi-

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Seguimiento y evaluacion: imaldicion merecida? 125

CO para el vaciado de datos presentes en 10S mismos. Al mismo tiem-po, este esquema (y 10S debates y coordinaciones que se puedan dar enun taller como el sefialado) podria inducir ciertas adecuaciones de 105rormatos de inrormes para racilitar su vaciado de datos.

El aporte campesino de datos es a su vez multirorme, adoptando lu-gares, momentos y c6digoS rrecuentemente inaccesibles a una practi-ca y mentalidad "runcionarias". Si se adoptase una actitud de "escu-cha" del campesinado, podrian elaborar progresivamente guias derecoleccion de informacion que se dan en la comunicacion inter-campesina.

Al terminar su "cosecha" (en una reuni6n, una reria; al cabo de u-na semana 0 un mes; etc.), el tecnico podria someter sus apuntes a 105propios participantes, a una asamblea comunal 0, cuando menos, a lasautoridades comunales, 10grando asi lma correcci6n de las mal as in-terpretaciones, un enriquecimiento de las inrormaciones y, sobre to-do, una motivaci6n campesina sobre el sistema de seguimiento y eva-luaci6n como tal. De esta man era se prepararia el ambiente para a-vanzar a un trabajo mas compartido en esta labor de recoleccion.

Con las demas instituciones presentes en la zona, el proceso podri-a ser parecido, cosechando inrbrmaciones y opiniones de las mismas,cotejando con ellas 10 recolectado de sus diversas expresiones y de loscampesinos, sobre 10 que a ellas les interesa, y motivandolas a relacio-narse activamente con el sistema.

Como las opiniones de los direrentes actores han de ser tambien uningrediente importante del sistema, se podria ir ensayando la compo-sici6n y funcionamiento de un equipo de encuestadores (que nopertenezcan a ninguna de las instituciones) para realizar, peri6dica-mente, entrevistas susceptibles de detectar inrormaciones diriciles deobtener por otros medios.

En la inteI12retaci6nDe cumpljrse con los procesos anteriores, seria mas facjllograr que

todos los actores contribuyan a la interpretaci6n de los datos recolec-tados, ya sea en encuentros de conjunto. ya sea en una dinamica es-calonada de reuniones por tipo de actor (cada instancia, todo elproyecto, las organizaciones campesinas por su cuenta, las otras ins-tituciones por su cuenta...) que desemboquen en eventos comunes ados o tres de estos actores o en un encuentro de conjunto.

Pero tambien se podria partir de la interpretaci6n como generadorinicial para un redisefio del sistema y una colecta compartida de losdatos. Una reunj6n en la cual se sometan a consideraci6n de los inter-locutores aquellas in terpretaciones que ya se tengan elaboradas, a ba-se de los datos existentes, no solamentE: podria servir para rectificar

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o mejorar dichas interpretaciones sino que podria motivar propuestassobre el disefio y el funcionamiento del sistema.

Lo que si es importante, cualquiera sea la estrategia, es que serealice un esfuerzo especial para la preparacion y conduccion detales reuniones.

Un esquema basico podria consistir en la presentaci6n (preparaday/o debatida de antemano en el marco organizacional o institucionalpropio) de las interpretaciones de cada interlocutor. A continuacion,los responsables del sistema de seguimiento y evaluacion explicarianlas conclusiones a las cuales han llegado, las dudas y vacios existen-tes, el por que y como llegaron a eno. Finalmente, el cotejo entre todoslos aportes anteriores permitiria refinar o restablecer una interpreta-cion mas acertada, revisar el disefio y funcionamiento del sistema co-mo tal, ver el rol en el mismo de cada uno de los interlocutores y plan-tear las medidas correctivas que interesan para el proceso de desarro-no.

En las decisiones correctivasTodo el proceso anteriormente descrito desernboca naturalrnente

en cornpartir entre todoS los actores la torna de decisiones correctivassobre objetivoS, estrategias, rnetas, rnetod010gias y otros (en el enten-dido por supuesto que cada interlocutor es finalrnente el unico respon-sable de asurnir sus propias decisiones pero que el no-respeto a opcio-nes cornunes habrli de repercutir sobre las posibilidades de trabajo ycoordinaci6n).

Corno el proceso rnencionado no es necesariarnente lineal, tarnbiense podria cornenzarlo a partir de la rnisrna problernlitica de las correc-ciones a adoptar. De acuerdo a su reflexi6n, la instituci6n podria con-vocar a uno o varios o todos los actores de sus zonas de trabajo y so-meterles sus intenciones de correccion para la nueva rase.

Las correcciones se sustentan obligadarnente en interpretaciones,las cuales habrian de entrar por tanto tarnbien al debate. Las inter-pretaciones son a su vez producto de un conocirniento (0 desconoci-rniento) de la realidad, y la reflexi6n podria profundizar esa realidady la rnanerade conocerlarnejor. Conlo cual entrariafinalrnenteenjue-go el tipo de estudios o diagn6sticos que hace el proyecto y el disefio desu si sterna de seguimiento y evaluaci6n.

QueLas acciones ~ sus TesultadosEl proyecto necesita evidentemente que su sistema de seguimiento

y evaluaci6n vaya siguiendo sus propias acciones y los resultados de

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Seguimiento y evaluaci6n: imaldici6n merecida? 127

estas. Convendria profundizar deterrninados aspectos. A rnanera deejernplos, sefialernos a]gunos:

-adernas de los elernentos cuantitativos clasicos (producci6n, nti-rnero de asistentes, frecuencia de aplicaci6n...), cornpletar con re-ferencias mas cualitativas (opiniones forrnales e inforrnales, ca-racteristicas de los asistentes, adaptaciones realizadas por lospropios carnpesinos, etc.);

-adernas de las verificaciones clasicas sobre el irnpacto inrnediatode una acci6n (parcela testigo), ampliar las comparaciones alas practicas de adaptaci6n o innovaci6n por parte de otros acto-res (creditos o sernillas de otras instituciones, resultados e irra-diaci6n de ensayos propios de los campesinos...);

-ademas de los datos sobre insurnos y tecnicas emp]eados, incluirinforrnaciones sobre el tipo de fuerza de trabajo utilizada(rnecanica, animal, humana; var6n, mujer, nifios) y sus otras 0-portunidades de ocupaci6n (migraci6n, artesania, pastoreo..), afin de poder hacer comparaciones y rnedir el rendimiento de unaparcela en funci6n del rendimiento global de todos los recursos deuna economia familiar;

-etc.

Las metodologiasEl seguimiento y evaluaci6n de las metodologias suele ser una de

las principales deficiencias en los proyectos de desarrol1o. E1lo no sig-nifica que estas sean estaticas y nunca se modifiquen. Pero tales evo-luciones son casi siempre producto de una iniciativa personal, que e-ventualmente llega a irradiarse a todo el equipo, o resultado de unasuerte de crisis provocada por los fracasos cuando estos ban 1legado aser demasiado evidentes.

Se reniega entonces del rnodelo basta abora aplicado en forma me-canica para adoptar algUn otro rnodelo de rnoda o crear alguno quesera implementado otra vez mecanicamente.

Para una labor adecuada y eficiente, un prograrna requiere un se-guimiento estricto de las metodologias, procedimlentos, tec-nicas e instrumentos que ernplea en su trabajo, a fin de aportar ra-pidarnente las rnodificaciones o correcciones que los objetivos y la pro-grarnaci6n exigen. -

El sisterna de seguirniento y evaluaci6n deberia por tanto recogerinforrnaci6n sobre los recursos rnetodol6gicos e instrumentales exis-tentes en la cornunidad donde se esta trabajando, los procedimientos,tecnicas y berramientas que se preve utilizar cuando se bace la pro-gramaci6n de una acci6n, los que efectivamente se emplearon y los re-sultados que obtuvieron.

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128 Pierre de Zutter

Las condicione~ naTa el de~aTTol1oLa base de un sistema de seguimiento y evaluaci6n suele ser el

diagn6stico O estudio socioecon6mico que se realiza antes de la inicia-ci6n de las acciones del proyecto. Sirve de referencia para establecercomparaciones y deterrninar el impacto, positivo o negativo, mayor omenor, del trabajo realizado.

El diagn6stico es la base del sistema y por tanto del "problema".Porque sus contenidos y 105 metodos empleados sufren de una ampliagama de limitaciones que, en terminos de desarrol1o, deben ser consi-deradas como graves.

Un programa requiere de su sistema de seguimiento y evaluaci6nque le perrnita ver la evolucion de las condiciones necesarias pa-ra el desarrollo y no que se limite a medir recursos y problemas enforma mecanica.

Es decir que, adem8s de datos cuantitativos sobre la realidad an-terior a la l1egada del proyecto y modificaciones de ella durante la pre-sencia del mismo, un seguimiento acorde con la finalidad del trabajo(un desarrollo rural integral con perspectivas de continuidad) exigeinformaci6n cualitativa sobre aquellas condiciones (los actores y suscapacidades, el territorio de desarrollo y su coherencia, el plan de de-sarrol1o campesino, los recursos y su potencial, las tecnologias y el en-tomo cultural tecnol6gico, etc.) consideradas como localmen te necesa-rias para el proceso global.

Las caDacidades 12ara el desaTTolloDentro de las condiciones para el desaTTollo, el sistema de segui-

miento y evaluaci6n no puede abarcarlo todo adecuadamente y debe-ria dar prioridad alas capacidades (saber, saber-hacer, poder) de losactores campesinos, es decir de sus organizaciones. Se trata, probable-mente, de uno de los puntos mas dificiles en cuanto a medici6n porqueno existen actualmente indicadores practicos y confiables al respecto.

Esta falta de indicadores sobre capacidades impide responder alpedido de propuestas operativas en este campo y hace coTTer el ries-go de que se v ay an a adoptar los sistemas de medici6n/evaluaci6n dela tecnologia educativa, con todo su bagage conductivista y mecanicis-ta, en total contradicci6n con la filosofia de autodesarrollo.

Se tiene que asumir el reto procediendo con el metodo-de en-sayol error basta lograr instrumentos mas adecuados. Proba-blemente se podria aprovechar mucho del propio sistema educativoandino, particularmente en el8mbito familiar.

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Seguimiento y evaluaci6n: imaldici6n meredd4Z? 129

Como

D6ndeU n buen sistema de seguimiento y evaluaci6n deberia ser ubicuo,

es decir que la recoleccion, procesamiento e interpretacion de la infor-macion deberian darse alii donde estan 105 diversos actores involucra-dos: en las comunidades, en las oficinas de proyecto, en la oficina cen-tral del programa, en las demas instituciones interesadas.

Nose trata de establecer una distribuci6n rigida de las actividadesentre todos estos ambitos. Mas bien se deberian bus car las responsa-bilidades minimas en cada uno, dejando margenes para que estas seamplien segUn los momentos, las personas, los intereses, las urgen-cias.

Si la organizacion campesina interviene en esa colecta, realiza-ra automaticamente un cierto procesamiento e interpretaci6n de la in-formaci6n, aunque no lo haga dentro del sistema. Pero debcra tam-bien recibir las primeras interpretaciones de este que la lievaran a en-riquecer su propio procesamientolinterpretaci6n 0 a cuestionar lasconclusiones y metodos del sistema.

La oficina local del proyecto es un lugar de colecta de informa-cion y tambien de un primer procesamiento, antes de derivar hacia laoficina central del sistema. Las urgencias del trabajo pueden lievar arealizar ahi mismo alglin esfuerzo de interpretaci6n a fin de contar ra-pidamente con log elementos necesariog.

No vamos a retomar cada ambito uno por uno. Digamog simple-mente que el sistema puede liegar a tener una doble dinamica:

-por un lado, de descentralizacion, es decir que 10 que haya si-do iniciativa de la oficina central se redistribuya en todog los ni-veleg, a fin de evitar el acaparamiento por esta de la capacidad deseguimient0/evaluaci6n, y por tanto del poder correspondiente;

-por otro lado, de construccion/reconstruccion desde la base,es decir el apoyo al desarrolio de capacidades y/o sistemas propiosen las comunidades y eventualmente en las oficinas de proyecto,a fin de redisefiar progresivamente un gistema general mas acor-de con la realidad y con lag necesidadeg del proceso de desarroliorural integral.

Cu3ndoNo es preciso extendemos demasiado sobre la necesidad de contar

con dos ritmos ba:sicos del sistema de seguimiento y evaluaci6n: susactividades permanentes y las periodicas. Lo que sf debe preocu-par al proyecto es ir determinando mejor que ha de ser seguido en for-ma permanente y que ha de ser peri6dicamente profundizado.

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Hemos visto que las metodo10gias requieren un seguimiento per-manente, mientras se suele mas bien dejarlas para evaluaciones pe-ri6dicas. Sabemos tambien que finalidad y objetivos Son ejes funda-mentales de una autoevaluaci6n enfoCada como practica de autofor-maci6n. Ello puede darse dentro del sistema 0 fuera de el. i.Que es masconvenient~?

En realidad, podriamos decir que todos los elementos necesi-tan un seguimiento minimo y que la diferencia entre 10 perma-nente y 10 peri6dico es b8sicamente de intensidad. A]gunos as-pectos seran apenas seguidos a 10 largo del afio para detectar si apa-recen contradicciones que obliguen a revisiones imprevistas. Otros se-ran seguidos Con mayor cuidado. LoS prirneroS seran el eje central delas evaluaciones peri6dicas para posibilitar readecuaciones de 105 se-gundoS.

Con aueUn sistema ambici050 de seguirniento y evaluaci6n ha de saber me-

dir 10 cualitativo al igual que 10 cuantitativo. Ello es un reto que s610podra ser enfrentado progresivamente, con el aporte de todos los ac-tores del proceso de desarrollo.

La determinaci6n de indicadores para 10 cualitativo, por ejern-plo, 5610 podra mejorarse a medida que 5e vaya avanzando en una ca-pacidad de trabajo interdisciplinario.

Asi el desarrollo de la capacidad de planificacion no pasa ne-cesariamente por las caracteristicas formales de un documento 0 plan(como 10 entienden las evaluacione5 cla5icas en este aspecto). Un in-dicador util podria ser la cantidad, pertinencia y coherencia de los cri-terios tornados en cuenta para la5 deci5ione5. Pero es dificil que unprograma sectorial este en condiciones de calibrar adecuadamente es-ta pertinencia o coherencia. Otro indicador podrian ser las dimensio-Des espaciales y temporales abarcada5 en las planificaciones comuna-les. Pero deberia cruzarse con la5 planificaciones hechas por otros ac-tores para estos espacios y tiemp05, y ello sale de las posibilidade5 deun simple programa sectorial.

Es por tanto importante que los in5trumentos a utilizar para la co-lecta de informaci6n no se encierren en el simple Ilenado de formula-rios e5tablecidos a base de aquellos indicadores con 10s cuales se pue-da contar por ahota. El prOCe50 habria de llevar al descubrimiento pro-gresivo de mas y mejores indicadores, y seria importante retrabajarlas informaciones anteriore5 de acuerdo a estos, a fin de poder estable-cer las evoluciones en el tiempo.

-

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Seguimientc y evaluaci6n: i.maldid6n mereCl'da? 131

Por ejemplo, los estudios y diagn6sticos suelen informar sobre lastecnologias campesinas de acuerdo a un indicador clasico que consis-te en medir estas por niveles: bajo, medio, alto. En la medida en queel conocimiento de la realidad v ay a mejorando y que se descubran nue-vos indicadores sobre capacidad tecnol6gica, las clasificaciones em-pleadas no serviran de nada para establecer comparaciones y evolu-clones. Pero si podrian servir de algo los datos basicos que llevaron adlcha primera categorizaci6n.

No podemos ofrecer aqui un panorama mas 0 menos completo delos instnlmentos a ser usados en un sistema de seguimiento y eva-luaci6n que pretenda servir al proceso de desarro1lo y no a un solo pro-yecto y su marcha. Nos limitaremos a algunos elementos.

Una primera fuente ha de ser una bibliografia 10 mas completa po-slble de todo 10 relativo al territorio enfocado y a sus interrelacionescon otros territorios. Como el conocimiento de la realidad es basico pa-ra detectar y medir evoluclones y como los diagn6sticos iniciales sue-len ser de una pobreza ejemplar, el sistema debe preocuparse por u-bicar todos los documentos posibles, tanto los mas antiguos como losmas recientes. Impresiona constatar, demasiado a menudo, que losproyectos ni siquiera conocen la existencia de documentos fundamen-tales que tratan de su zona de trabajc.

Por blbliografiay documentos no entendemos solamente las publi-caciones escritas sino todo tipo de fuente de informaci6n. Mapas. Gra-baclones de sonidos ode imagenes. Tradici6n oral campesina. Etc.

Los informes del personal del proyecto, de otras instituciones, delas propias organizaciones campesinas, son otra fuente importante.No solamente se trata de tomar en cuenta informes prepa:rados espe-cificamente para el sistema slno'todo tipo de comunicaciones en lascuales se informa sobre hechos, actividades, opiniones y otros.

Al mismo tiempo, el sistema ha de requerir colectas (i.encuestas?)peri6dicas que ayuden a detectar aquello que no aparece en las comu-nicaciones de los actores estables del proceso de desarro1lo, ya sea por-que no se han hecho a si mismos la pregunta, ya sea porque les pare-ce evidente 0 poco relevante. Seria fundamental que tales colectas nosean realizadas por alguno de los actor~s estables del proceso (perso-nal del proyecto ode alguna otra instituci6n presente en la zona). Eldesarrollo del si sterna habria mas bien de contemplar colaboracionesextern as.

La masa de informaci6n recopilada a traves de estas fuentes y 0-tras posibles necesita serordena4ay procesada .Los aparatos de com-putaci6n facilitan esa tarea y pueden aprovecharse adecuadamente,con la perspectiva de que sirvan de base para un futuro sistema mas

amplio.

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Tales aparatos, sin embargo, no hacen mas que 10 que se les sabedar y pedir. Procesan de acuerdo a las categorfas, tabuJaciones y cru-ces propuestos por sus usuarios. En su manejo se debe por tanto evi-tar dos peligros:

-anular las fuentes iniciales de datos para quedarse soJamente conlos resultados alcanzados. Las informaciones originaJes deberiansiempre estar en reserva para poder reaprovecharJas de acuerdoa Jas nuevas necesidades de procesamiento a medida que elsistema se vueJva mas coherente, mas interdisciplinario, mas a-corde con el desarrollo;

-tomar Jos aparatos, y los datos que proveen, como Unica modali-dad de procesamiento. Ninguna maquina podra reemplazar la ca-pacidad humana y cultural de procesar interrelaciones, especial-men te en 10 cualitativo. Las computadoras brindan datos y se tra-ta de tomarlos como tales, es decir como datos sujetos a la 'subje-tividad cultural' de sus usuarios.

El sistema de seguimiento y evaluaci6n necesita por tanto instan-cias de procesamiento I interpretaci6n .Los datos deben ser cotejadosy compl~tados en encuentros de debate e interpretaci6n.

Para que tales datos (y las primeras interpretaciones del equipocentral) sean aprovechables en dichas reuniones conjuntas yen la di-namica interna propia de cada tipo de actor, se necesita desarrollar u-na nueva capacidad de codi{icaci6n de Jos resultados del primer pro-cesamiento a fin de devolverlos en lenguajes adecuados: sin negar lautili dad que un cuadro de datos pueda tener en una comunidad cam-pesina, una metafora puede ser mucho mas generadora de debates, in-terpretaciones y nuevos conocimientos y capacidades.

EPILOGO

Las reflexiones que acabamos de presentar ban sido tomadas dediversos escritos, producidos de acuerdo a necesidades concretas deproyectos de terreno: Mitos del desarrollo rural andino y Re-cursos na turales y desarrollo para la primera parte ("Cinco 'Ismos'Malditos"), Estudio sobre extension rural en el Plan Meris IIpara la segunda (" Algunas Pistas"). N o constituyen por tanto un plan-teamiento estricto sobre seguimiento y evaluaci6n en si. Probable-mente resultaria facil caer en discusiones puntuales y eternas sobrecada una de ellas aisladamente.

Con ellas no pretendemos bacer un planteamiento cerrado,mas bien ayudar a abrir una b1isqueda aUn demasiado marcada por

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Seguimiento y evaluaci6n: imaIdidon merecida? 133

el proyecto-centrismo. La maldici6n que parece perseguir nuestrosintentos de seguimiento y evaluaci6n podria ser una bendici6n para eldesarrollo si nos estimula a revisar nuestros enfoques de proyectos.Mas aun en una realidad como la del PerU de boy, donde el modelointervencionista de 105 proyectos tiene cada vez menos espacios dondeexplayarse en el campo.

i,Seguiremos corriendo para cualquier parte en busca de un ambitodonde podamos bacer tranquilamente 10 unico que sabemos bacer? .

i,Es el proyecto intervencionista la (mica modalidad de contribuira 105 procesos de desarrollo rural?

i.C6mo bacer el seguimiento y la evaluaci6n en contextos donde yano podamos instalarnos como centro de la realidad local?

i.Que nos pueden ensefiar estas nuevas condiciones para mejorarnuestro trabajo, aun alIi donde no am.enazan con ecbarnos?