peter valera gil

El TONEL DE DIÓGENES

ESCUELA DE FORMACION POLITICA.PRELUDIO Y CONTRIBUCIÓN PARA LA ACTUAL

REVOLUCIÓN SOCIALISTA VENEZOLANA.

EL TOCUYO – 1917.CASTILLO “LIBERTADOR” DE

PUERTO CABELLO 1935.

Peter Valera Gil

El TONEL DE DIÓGENES

ESCUELA DE FORMACION POLITICA.PRELUDIO Y CONTRIBUCIÓN PARA LA ACTUAL

REVOLUCIÓN SOCIALISTA VENEZOLANA.

EL TOCUYO – 1917.CASTILLO “LIBERTADOR” DE

PUERTO CABELLO 1935.

Sistema Nacional de Imprentas, Lara, 2014© Peter Valera Gil

EL TONEL DE DIÓGENES© Fundación Editorial el perro y la rana, 2011

Centro Nacional Simón Bolívar, Torre Norte, Piso 21, El SilencioCaracas-Venezuela 1010

Telfs.: (58-0212) 5642469 - 8084492 / 4986 / 4165Telefax: 5641411

correo electrónico:[email protected]@gmail.com

ISBN : 978-980-01-42526-7

El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto editorial impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Fundación Editorial El Perro y la Rana, con el apoyo y participación de la Fundación Red Nacional de Escritores y Escritoras Socialistas de Venezuela. Tiene como objetivo fundamental brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: el libro. El sistema de imprentas funciona en todo el país y cuenta con tecnología de punta, cada módulo está compuesto por una serie de equipos que facilitan la elaboración rápida y eficaz de textos. Además, cuenta con un Consejo Editorial conformado por un representante de la Fundación Red Nacional de Escritores y Escritoras Socialistas de Venezuela Capítulo Estadal, el Coordinador regional de la Plataforma del Libro y la Lectura, un miembro activo de la Misión Cultura, más un representantes de los Consejos Comunales, atendiendo al principio de que El pueblo es la cultura.

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Sistema Nacional de ImprentaLARA

En realidad es un sensible compromiso completar la labor iniciada por el profesor Peter Valera Gil, no fue fácil dar con la respuesta indicada a una situación como esta, pues en todo el Sistema Nacional de Imprentas nunca había ocurrido que un autor falleciera antes de ver publicada su obra.

Ahora vemos con mayor claridad que lo imposible puede ocurrir en cualquier plano de la existencia, no obstante estamos orgullosos de haber logrado la reivindicación del autor y su obra en los términos más sencillos puestos a nuestro alcance para el logro de este Homenaje Póstumo unidos en un mensaje de cálida esperanza a todos los familiares de Peter Valera Gil, a sus amigos y compañeros de lucha, así como a sus hijas entrañables y la profesora Zamary Soto.

La presente edición es producto del esfuerzo mancomunado de las Instituciones patrocinantes, los responsables actuales del Sistema Nacional de Imprentas Lara, el comité de lectura, La Red Nacional de Escritores y Escritoras Socialistas, capitulo Lara, la Profesora Zamary Soto con la participación del Alcalde del Municipio Morán Licenciado Teódulo Medina e Impresos Amelys & Luisana. C.A por atención del señor César de Jesús Luna Raga quienes hicieron posible las portadas para completar esta edición de El Tonel de Diógenes, Escuela de Formación Política. Preludio y Contribución para la Actual Revolución Socialista Venezolana. Revisada y corregida con el fin de afianzar un producto que habiendo sido impreso en el año 2011 no pudo llegar a las manos del público lector sino hasta ahora.

Nuestro especial reconocimiento a todo el personal de la Alcaldía del Municipio José de la Trinidad Morán y a los poetas Pedro Pablo Linares y Ramón Scorches pues sin su participación no hubiera sido posible llegar hasta aquí.

Sistema de Imprentas Lara julio 2014

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El TONEL DE DIÓGENESPeter Valera Gil

AGRADECIMIENTO.

Mis más sinceros agradecimientos y disculpas, a mi hermana Oneida, por soportar mis neurosis, en medio del apremio que significaba terminar con la transcripción de estos textos, cuando la salud casi me imposibilitaba seguir adelante.

Al personal de los archivos hemerográficos de la Biblioteca “Pío Tamayo” de Barquisimeto y la Biblioteca Nacional.

Al lic. Juan Perdomo Boza de la Fundación “John H. Boulton” por la disposición que tuvo en la biblioteca de esa institución.

A la esplendidez del grupo de profesionales que trabajan en el Archivo Histórico de Miraflores, especialmente en su polvoriento archivo hemerográfico.

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DEDICATORIA.

Dedico esta obra a la gente del Municipio Morán del Estado Lara, a El Tocuyo y sus comunidades campesinas, al pueblo tocuyano obrero, trabajador, a los cortadores de caña, los sembradores de papa y cebolla, los recolectores de café, a los criadores de cabras para los “nuevos amos del Valle”.

A los trabajadores a destajo, a los obreros supernumerarios de la Alcaldía, a los limpiadores de botas, a los buhoneros que pelean con el sol en la Av. Lisandro Alvarado.

Pero especialmente a mi abuela María Araujo y su compañero Nicolás Fonseca, a Bernabé Quintero y a Martina, a la camarada Aura Ramos, José Felipe Alvarado a David Ramos.

A Ocha, a Zamary y a Manu... la primera una hija que ya me había nacido en El Tocuyo, la segunda, Manuela una hija amantísima que me acaba de nacer.

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HISTORIA DEL HISTORIADOR,

A MANERA DE PRESENTACION

Antes de conocer personalmente a Peter Valera Gil conocí su nombre, su referencia como excelente profesor pero mejor aún, su innegable trayectoria revolucionaria.

Cuando Carlos Alvarado me dijo que Peter vendría a trabajar a Guayauta, supe que traía el entusiasmo de compartir con los pobladores de Humocaro Alto las vivencias, los relatos y las huellas que dejo la lucha guerrillera en esas tierras de hombres y mujeres rebeldes.

Por esos días Peter parecía un caracolito trotamundos, con un morral a cuestas como si fuera una pequeña casa rodante, una computadora portátil, su caja fuerte donde atesoraba y atesora sus escritos; traía puesta chaqueta y botas de cuero, cabello largo color azabache que reflejaba su espíritu irreverente, contrastando con unos lentes que le hacían parecer el intelectual que siempre se ha negado a ser. La primera vez que lo vi, observe detenidamente la seriedad en su rostro, y me pregunte si seria para defenderse del mundo o para seducirlo con su aire enigmático; aquella coraza de caballero medieval me empeñe en derribarla desde que, en un descuido suyo, logre descubrir que lo mas hermoso que tenia era precisamente lo que guardaba con mas recelo: su sonrisa.

Eran tiempos difíciles, de constantes conspiraciones, y pocos cuadros revolucionarios para combatirlas; por una parte, algunos de este lado de la revolución carcomidos por el sectarismo y la mezquindad parecian apostar a mi fracaso en la dirección de educación; por otra, la burocracia amenazaba con absorbernos; y finalmente, la oposición buscaba cualquier rendijita para asomar su cabeza malévola y esparcir su veneno.

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Para marzo de 2004 la contrarrevolución había infiltrado la organización del acto con motivo del día de la bandera que se realizaría en Humocaro Bajo, urgía salirles al paso, así que necesitábamos a alguien con valentía y claridad revolucionaria que se atreviera a alzar nuestra bandera con dignidad entre las voces de los opositores que entonces se mantenían organizados conspirando contra el gobierno en esa población (directores de escuelas, el cura e incluso el representante de la junta parroquial quien ese mismo año organizo la recolección de firmas contra el Presidente Chávez y posteriormente, sin ningún tipo de escrúpulos se disfrazo de revolucionario para infiltrarse, ahora es concejal suplente y miembro del partido de gobierno). No dudamos entonces que Peter asumiría esa Batalla, así que decidí ir con mi compadre el Prof. José Hernández, a buscarlo para que diera el discurso de ese acto en la plaza Bolívar. Lo encontré con sus alumnos debajo de un inmenso árbol de mango, ninguno, incluyéndolo a él, interrumpió la interesante discusión que tenían, así que me senté a esperar y a aprender de ellos. Efectivamente Peter aceptó y el 12 de marzo del 2004 con su combatiente discurso y junto a algunos pocos temerarios compañeros de Humocaro Bajo ganaron el espacio que pretendía usurpar la derecha empeñada en sustituir el tricolor por las banderas negras del fascismo.

A partir de allí conocí a Peter más de cerca, su poesía, sus ensayos, sus ponencias, sus obras plásticas, sus sueños de revolucionario, sus afectos...Unos meses mas tardes me di cuenta que Peter estaba dispuesto a “echar raíces” en este pueblo que tantas veces atravesó en su paso de Barquisimeto a Chabasquén y viceversa, como estudiante y luego como profesor universitario.

Pero Peter era menos ajeno a esta ciudad de lo que muchos creíamos, veinte años antes había llegado junto a su maestro Pedro Pablo Linares a desenterrar la historia de nuestros antepasados aborígenes, tan olvidada, mas bien desconocida por quienes nacimos en este lugar donde lo colonial fue lo único que siempre nos enseñaron como si nada existiera antes de la invasión española.

En su experiencia arqueológica en la “Matica de Rosa” Peter aprendió muchas cosas de la camarada Maria Araujo a quien le oía cantar el himno de la juventud comunista mientras hacia las arepas para sus hijos e hijas procreados con Nicolás Fonseca y para los que como Peter terminaban conviviendo con ellos como si fuera uno mas de la familia porque Maria fue una especie de madre para aquellos muchachos que

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se aventuraron a acompañar a Pedro Pablo Linárez en las jornadas de trabajo y hambruna, que se veían gratificadas en la solidaridad y cariño de aquel hogar humilde situado frente a las excavaciones, donde Maria y Nicolas hacian el milagro de multiplicación de los peces y los panes, para asilar a los jóvenes desterrados por sus familias cuando se enteraban que habían decidido enrumbarse en el camino de la revolución porque en esa época asumirse como revolucionario era muy peligroso y casi nadie apostaba por ese sueño.

Desenterrar la historia autentica de El Tocuyo no era lo único que había hecho Peter junto a Pedro Pablo, desde muy pequeño andaba recorriendo mundos junto a él haciendo teatro, actividades ecológicas y culturales, y todo cuanto se le ocurriera a su primo para entusiasmar a los muchachos de Chabasquén en el quehacer revolucionario.

Pedro Pablo se convirtió en una escuela de captación y formación revolucionaria valiéndose de cualquier actividad creativa de interés para las y los muchachos con esas inclinaciones, un día se le ocurrió hacer un concurso de pintura, Peter participó y descubrió que era bueno para la plástica y aunque no obtuvo el primer lugar, se convirtió también en pintor, pero no un pintor para ser contemplado por lo puramente estético, sino mas bien para despertar la reflexión y por eso hoy vemos en sus cuadros temas como el fusilamiento de los Hermanos Vargas, la guerra de Irak, la lucha contra el latifundio que están librando nuestros campesinos, o cualquier otro que le sirva para plasmar el combate de los pueblos a través de formas y colores porque Peter sabe ser profesor de historia también cuando pinta pero además, lo hace desde su filosofía de vida que es el comunismo.

Tobías Fernández, un camarada del Partido Comunista de Venezuela, vecino de los Valera Gil y padrino de Peter es otra de las figuras importantes que contribuyo a encaminarlo por el sendero revolucionario, que viene transitando desde los 9 años de edad en Chabasquén y posteriormente como dirigente estudiantil en el pedagogico, pero definitivamente es cuando ejerce el trabajo de obrero en la siderurgia S.I.D.E.T.UR viendo las grandes calderas fundir la luna, escuchando el ruido ensordecedor que ahoga los gritos de libertad y donde la vigilia secuestra los sueños de los obreros y busca destruirlos entremezclándolos en el acero, y los despachan sin regreso en los camiones que van escoltados por un perro feroz que los lleva hasta las grandes construcciones de las trasnacionales, fue entonces cuando Peter comprendió con mayor propiedad las

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conversaciones con Tobías sobre plusvalía, explotación, conciencia de clase, lucha de clases; comprendió también que todos los textos marxista leídos y releídos tantas veces debían ser mas que un elemento para interpretar el mundo y hacerse junto a la acción una herramienta para transformarlo, para que todos los obreros del mundo vayan tras sus sueños secuestrados y los arranquen del acero que sostiene los pies del imperio hasta hacerlo caer definitivamente

Quienes conocemos a Peter Valera sabemos cuanto ama a Chabasquén, donde nació, y creció junto a sus hermanos. Sus cuentos autobiográficos constituyen la recopilación de la memoria colectiva de aquel pueblo mágico de calles largas rodeado de montañas, donde llueve frecuentemente, como le llueven en la memoria a Peter todas sus vivencias de niño: el amor y el carácter fuerte de su amada madre la Sra. Sixta Gil de Valera, trabajadora incansable junto a sus hijas, encargada por años de la cantina escolar del liceo Ramón Parejo Gómez, recordada por quienes estudiaron allí y quines ya de adultos parecieron haberse juntado en el jardín del recreo para dibujarle un inmenso arco iris la tarde que la Sra. Sixta llegó a despedirse para siempre de este mundo y al otro día, en la marcha fúnebre le acompañaron con solemnidad, sin inmutarse por el aguacero que desdibujo por completo las lagrimas de todos y disciplinadamente acataron la voz de trueno que llegó desde el cielo, cuando Doña Sixta les dio su ultimo regaño para que no la despidieran con tristeza sino con la elegancia sencilla que la caracterizó siempre. Peter recuerda también las andanzas de su padre El Sr. Eliodoro quien tuvo que desempeñar distintos trabajos alejado de la familia y cuyo regreso despertaba la emoción de ver llegar a ese ser bondadoso, querido por todos, que se las ingeniaba para atender las necesidades de sus hijos y complacer los antojos infantiles de Peter, cuando menguaban los recursos pero no la creatividad para entusiasmarlo a que recibiera con alegria el autobús dibujado en un boleto en vez del juguete que tantas veces se le quedaba en el camino de regreso.

Tal vez fue así como Peter aprendió a ser poeta porque su padre era y es poeta clandestino pero lo delata su mirada soñadora y enamorada, ambos, padre e hijo son parecidos tanto físicamente como en la personalidad.

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Para los Valera Gil no fue fácil vivir durante la tiranía adeca- copeyana que prevaleció por muchos años en Chabasquén porque nunca depusieron su dignidad, por el contrario se negaron a arrodillarse a sus practicas hegemónicas, esta convicción la aprendieron sus hijas e hijos. Otro legado importante que heredaron Peter y sus hermanos es la honra étnica de ser Wayuu, y aunque el fenotipo no ayuda a Peter a respaldar los relatos de su abuelo el chaman, su genotipo fue mas generoso al permitir poner en evidencia su origen a través de los rasgos indígenas de su hija Manuela.

A Peter le gusta ser escuchado, narrar historias, le gusta recordar y contar sus vivencias, muy especialmente las compartidas con sus hermanos y hermanas, con dulzura destaca la dedicación y desprendimiento de Beto, las peleas de Zulis por defenderlo y las atenciones aun vigentes de Oneida quien además compartía su mesada para ayudarlo en sus estudios universitarios.

Chabasquén como todo pueblo del interior no tenia en aquellos años de exclusión social la posibilidad de brindar oportunidades de estudios universitarios como ahora, esto obligaba a los jóvenes a emigrar a las ciudades. A mediado de los años 80 Peter y un grupo de Chabasquenenses partieron a Barquisimeto e ingresaron al pedagógico donde la mayoria se destacò como dirigentes estudiantiles y se hicieron un prestigio ademas como peleadores hasta ganarse el respeto de sus contrincantes, otro rasgo que caracterizó a ese grupo de muchachos y aún mantienen tal vez como elemento de resistencia, que en Peter es definitivamente una pasión, es el empeño en exaltar las bondades de su pueblo, es como una especie de cordón umbilical que los mantiene unidos a su tierra natal y hermanados entre si por encima de las diferencias ideológicas que surgieron cuando cada quien se coloco a favor o en contra de la revolución bolivariana.

Desde que partió a estudiar hasta que se vino a trabajar a Guayauta vivió Peter en Barquisimeto, donde recorrió muchas residencias, hizo amigos, tuvo muchos amores, incluyendo tres intentos formales de establecer un hogar, de allí le quedo el afecto de los hijos de sus ex compañeras a quienes Peter aprendió a querer como propios pero fue finalmente en El Tocuyo donde por fin procreo una niña, su gran amor: Manuela.

Al llegar a El Tocuyo Peter enfrentaría retos que jamás imaginó. El es un hombre estudioso, muy bueno para escribir, para

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enseñar, pero jamás pensó que serviría para gerenciar, sin embargo lo asumió como una acción revolucionaria cuando le propusimos la Coordinación de Cultura de la estructura educativa del municipio, sus colegas, especialmente nuestra amiga Amelia Perdomo no dudaron en brindarle su apoyo solidario y desinteresado. Al principio Peter se mostraba torpe y conflictuado con aquel rol que muy poco o nada se parecía a él, pero cuando pasó a la Coordinación de Escuelas Bolivarianas lo vimos mas identificado y convencido de su labor, dedicándose con mayor propiedad y entusiasmo a intentar que aquel proyecto trascendiera de un horario y un bono para convertirse en lo que realmente estaba planteado y ahora es urgente: Una educación con el ideario bolivariano que logre la formación de hombres y mujeres capaces de transformar la realidad para alcanzar una sociedad justa e igualitaria.

Peter como coordinador de escuelas bolivarianas, exigía cumplimiento, cosa que no agradaba a los que habían hecho de las inasistencias y las salidas temprano una cultura permanente en esas instituciones, pero ni ellos, ni los adversarios internos e incluso los directores de oposición, pueden negar su labor desde este frente donde se dedicó especialmente a brindar formación a los docentes para procurar calidad educativa y claridad sobre las ideas que sirven de esencia a ese proyecto …sin embargo no pudo concretar sus metas porque la traición nos sorprendió con el alba, lo que no pudieron impedir fue que Peter le diera a este pueblo el más bonito de los aportes, su hija Manuela Valentina que recién había nacido y se convirtió en la alegría e inspiración para hacerle frente a los tiempos difíciles que llegaron sin anunciarse. Peter logro librar victorioso dos peleas cara a cara contra la muerte cuando en su cabeza hubo dos impactos como kamikases contra las torres gemelas pero a diferencia de aquel suceso, este no fue un montaje del pentágono para justificar la invasión a Irak, la implosión se generó a causa del stres como cuando una estrella agota su combustible y estalla formando un agujero negro, pero Peter demostró que su campo gravitatorio es lo suficientemente grande para superar la explosión y sigue brillando en nuestro universo para conjugar las palabras de Argimiro: “Somos la alegría y la vida en tremenda lucha contra la tristeza y la muerte”.

Aquel accidente cambio su vida de bohemio, pero el caracolito trotamundos que llego a estas tierras con un morral a cuestas como si fuera una pequeña casa rodante, dentro una computadora portátil,

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su caja fuerte donde atesoraba y atesora sus escritos; con chaqueta y botas de cuero, cabello largo color azabache que reflejaba su espíritu irreverente, contrastando con unos lentes que le hacían parecer el intelectual que siempre se ha negado a ser, sigue dedicado a lo que siempre le tocó, solo que ahora desde una dimensión distinta y mas literal: sobrevivir, resistir, luchar con valentía, para seguir siendo útil a la redención de la humanidad.

Peter sobrevivió a su propia catástrofe, por eso lo comparo con una estrella supernova que pudo mantener su núcleo central para seguir brillando, a veces se contrae y genera una fuerte emisión de energía que lo sacude, pero en definitiva ahora su destello es mas fuerte porque se ha dedicado a lo que considero es su misión en el cosmo: escribir.

Esta nueva etapa le ha permitido a Peter saldar la deuda literaria e investigativa que tantas veces pospuso por andar dedicado a tantas otras cosas no menos importantes. Es ahora cuando logra concluir su novela que lo hizo ganador del primer premio en un concurso nacional de literatura, es ahora cuando entrega sus poemarios para que sean disfrutados, es ahora cuando después de diez años de investigación nos regala este libro sobre el movimiento político de mayor trascendencia histórica que hayamos tenido las y los tocuyanos: El Tonel de Diógenes, escuela de formación política que debe convertirse en ícono de estas tierras libertarias para borrar por siempre el yugo colonial que persiste en nuestra identidad local negando lo que realmente somos.

Este libro además de ilustrarnos sobre un tema tantas veces tergiversado por los historiadores de la clase dominante, quienes insistieron e insisten en reducir a El Tonel de Diógenes como un grupo de poetas que se reunían a tertuliar, es una incitación a retomar el ejemplo de esa escuela productora de ideas y acciones revolucionarias liderada por Pío Tamayo, maestro comunista que convidó a la lucha a Bernabé Quintero, nuestro gran vivo ejemplo de esos seres humanos imprescindibles que jamás se rindieron y están allí dispuestos a enseñarnos para que profundicemos la revolución y a partir de sus aportes construyamos el socialismo del siglo 21 como fase intermedia hacia una superior… EL COMUNISMO.

Zamary Soto Mendoza

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PRÓLOGO.

Entre los acontecimientos históricos del siglo XX tocuyano, resalta el surgimiento y accionar del Grupo Tonél, a partir del cual nacen las primeras organizaciones del movimiento popular bajo la dirección de Pío Tamayo el fundador de las ideas marxistas aquí en El Tocuyo y en el territorio venezolano, pues, como se sabe, Pío se hizo comunista en Centroamérica y el Caribe en los años 20 por lo que ingreso al país dispuesto a vencer o morir.

Lamentablemente de la existencia de “El Tonél de Diógenes”, poco o nada había sido tratado, hasta que el investigador Peter Valera Gil asumió indagar sobre este particular cuyos resultados aparecen hoy publicados aún con la deficiencia propia de quien no pudo terminar su obra que ha quedado ciertamente truncada.

Este libro es el inicio de una labor que merece continuar y el profesor Peter Valera Gil esta dispuesto a hacerlo por conocer la trascendencia política revolucionaria de dicho grupo cuyo accionar tiene su impronta en el momento actual de la revolución bolivariana.Y es que Bolívar es referencia obligada para todos los revolucionarios de este país, tal como lo entendió el propio José Pío Tamayo cuando en 1928 invocó la espada de Bolívar para continuar esta contienda a lado de los desheredados de la tierra.

Aunque El Tonél de Diógenes desapareció por la persecución política a la que fueron sometidos sus miembros, estos no abandonaron su compromiso político junto al pueblo en los diferentes escenarios sociales donde les correspondió actuar.

Así lo hizo el propio Pío en su peregrinar por las Antillas y Centro América participando de sus principales luchas junto a

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Julio Antonio Mella y el pueblo cubano, a favor de los inquilinos en Panamá o junto al ejército anti-imperialista de César Augusto Sandino en Nicaragua.

Alcides Losada continua junto a su hermano Hedilio haciendo periodismo de vanguardia y consecuentemente con su ideario se une a la insurrección armada del año 29, la que fracasa y Alcides es llevado preso a la cárcel de Puerto Cabello donde se encuentra con Pío, preso allí por la rebelión juvenil del Carnaval de 1928 en Caracas.

Alcides se quedó con la canción azul del mar, dice Antonio Crespo Meléndez, él es nuestro primer desaparecido político.

Roberto Montesinos se quedó arraigado a esta vieja ciudad Tristona y se hizo maestro de generaciones en su ideario anti-imperialista y socialista, por ello una tarde le dijo al camarada Bernabé Quintero que su militancia debía estar al lado del Partido de los Trabajadores, es decir del Partido Comunista de Venezuela, la invencible organización que a superado todos los abatares y resurge ahora en los herederos de Pío y los revolucionarios que por allá en 1917 fundaron El Tonél de Diógenes para luchar por la causa de la emancipación de la humanidad. Esperamos que en lo adelante otros tantos trabajos de este investigador y de sus compañeros camaradas que a partir de la década de los 80 encontraron en nuestro Museo J.M. Cruxent otra vez El Tonél de Diogénes, un espacio para militancia revolucionaria.

Pedro Pablo Linárez.El Tocuyo 14 de febrero de 2006

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CAPITULO I.

CORRIENTES DEL PENSAMIENTO SOCIOPOLÍTICO EN EL TOCUYO A FINALES

DEL SIGLO XIX Y PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

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EDUCACIÓN Y DOMINACIÓN.

Desde el siglo XVI la corona española comienza la campaña en la enseñanza del castellano a la población aborigen en nuestro caso a la población tocuyana. Obviamente, esto nos hace analizar con visión crítica el planteamiento de los historiadores colonialistas, cuando pretenden decir que aquello tuvo un fin altruista, tesis que ha logrado convencer a más de un incauto.

Pero el desarrollo de la historia a puesto de manifiesto que el propósito no era otro que el adoctrinamiento del aborigen a la religión cristiana. De manera que sería iluso no pensar, que la imposición del idioma a la población nativa, era para utilizar la lengua castellana como vehículo para la enseñanza religiosa.

Esta disposición, la devela sin proponerselo la historiadora Tróconis de Veracoechea, según ella, esto quedó asentado en una Real Cédula de 1.596.

Desde el siglo XVI hay una cierta preocupación por la corona española a favor de la enseñanza de los indios.

Si es cierto que el fin primordial de hacerles conocer el castellano era el de que aprendieran la doctrina, también es cierto que las reales disposiciones al respecto redundaron en beneficio de la población indígena, tal como una Real Cédula de 1595, en que se obliga a los sacerdotes a enseñarles el castellano. 1

Esto responde sin lugar a dudas, a quienes aún pretenden señalar que

1 Tróconis de V Ermila .1984. “Historia De El Tocuyo colonial” Pag. 315.

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las intenciones del gobierno español era enriquecer culturalmente a una población que hasta el presente se diferencia de cualquier otra localidad, por una sui géneris forma comunicacional manifiesta en la forma de ser del tocuyano. A partir del siglo XVIII, la juventud “criolla” de El Tocuyo, comienza a requerir de un mayor grado de instrucción y formación académica, para concretar sus aspiraciones políticas y sociales, cosa que no satisfizo del todo la educación eclesiástica que se daba en los conventos tocuyanos, y que debían completar en la Universidad de Caracas, o en el extranjero. De manera que antes del año 1721 la sociedad mantuana de El Tocuyo debió trasladarse hasta México, Santa Fe de Bogotá, o Santo Domingo lugares donde se ubicaban las más prestigiosas universidades de la colonia. Esto ameritaba obviamente, grandes inversiones económicas para lograr los niveles educativos, para estar a la altura de las exigencias desde el punto de vista del estatus que requería la sociedad colonial.

Así que lograr un nivel académico, compatible a las exigencias de la época representaba enormes esfuerzos, desde el punto de vista de movilización y traslado hacia otras latitudes coloniales como las ya mencionada. Imposible resultaba para los sectores explotados que representaba a las mayorías poblacionales.

A este respecto, Francisco Tamayo, citado en la compilación que hace Pedro Pablo Linárez (2000) expone las impresiones sobre los obstáculos que presentaba la educación en El Tocuyo mucho tiempo después de la colonia, luego de consolidada la independencia de Venezuela...“En el siglo XIX se produce la libertad de los esclavos. Pero este hecho, así como la independencia, no proporcionó todo el beneficio que requerían aquellas castas humildes (...) No es fácil educar a un niño y a un joven cuando no se tienen ni los medios económicos para ello, ni las relaciones de amistad o parentesco.” (p.48)

La sociedad tocuyana, estuvo estigmatizada por una secular educación conventual, aunque en algunos casos laica, instrucción que marcó profundas huellas en quienes recibieron la carga ideológica de aquel modelo de formación.

En este contexto descrito por Francisco Tamayo, podemos tener una idea del carácter elitesco de la educación de El Tocuyo. Tamayo deja ver en su exposición, la obligatoriedad al estudio, como presión social que se les imponía a algunos jóvenes de las familias adineradas,

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resultando de esto un saldo significativo de profesionales mediocres, de manera que no todos los doctores de El Tocuyo según Tamayo, fueron tan “doctos”.

Un hijo de peón es necesariamente hijo de peón, así sea un genio (...) los talentos emanados de los obreros y campesinos se pierden irremisiblemente. En cambio se gradúan de doctores no solamente los talentos de las otras clases sociales, sino también una gran cantidad de mediocres y vagabundos que después emplean su instrucción para vivir como parásitos de la sociedad y del erario público en donde cometen todo orden de delitos sin dejar señales comprometedoras. 2

En su primer gobierno, José Antonio Páez creó por decreto ley el “Colegio Nacional de El Tocuyo”, el 21 de Agosto de 1834, para lo cual le adjudica una renta anual de 5.000 pesos. Tomando en consideración el carácter sectario que identificó a este proceso histórico durante la hegemonía conservadora, inferimos las improbables posibilidades de los sectores históricamente excluidos de la sociedad tocuyana, de tener acceso a la formación académica., ni hablar de la segregación a los aborígenes y afrodescendientes.

La creación de este colegio seguiría fortaleciendo el proyecto ideológico dominante, que en nada se diferenciaba al que se tenía instaurado antes de la guerra de independencia, durante la dominación española. José Antonio Páez, escudado jurídicamente en la Constitución de 1830, la cual prescribía “cosas jurídicas” como la llamada “Libertad de enseñanza”, esta no era más que un pretexto para que los entes privados, especialmente las organizaciones religiosas católicas asumieran y fundaran centros de enseñanza sin ningún tipo de control, ni revisión curricular por parte del estado. De manera que en aquellas instituciones regentadas por clérigos, obviamente se le cerraba cada vez más el paso a los sectores oprimidos de la sociedad colonial venezolana.

Hasta el año 1852, el “Colegio Nacional de El Tocuyo” mantuvo una población escolar de 52 alumnos, a los cuales para 1856, se les sumó a su currículo según, Tróconis de V.(1995) las cátedras de “Urbanidad y Buenas Maneras”, (p.59), creada por Don Egidio Montesinos cuyo aporte pedagógico se resume en la educación de los aspectos morales, científicos y espirituales que signarían de

2 Linárez P.P (compilador) “El Tocuyo de 1918”. Pág., .48.

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alguna manera, el modo de pensar de los tocuyanos que tuvieron acceso al radio de acción de su actividad educativa, y que más tarde se fortalecería desde el claustro del “Colegio La Concordia” fundado el 11 de enero de 1864.

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¡ UN FANTASMA RECORRE EL MUNDO !

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el mundo experimenta una avalancha de aperturas en todos los ámbitos, especialmente hacia nuevas discusiones de carácter ideológico-filosófico en relación con la naturaleza humana y su devenir en la vida social.

Al cadáver del absolutismo monárquico la imberbe burguesía aún no terminaba de quitarle la toga de gobierno, para definitivamente darse a conocer como los nuevos dueños del orden en el mundo.

Augusto Comte sistematiza las experiencias sociológicas de los ilustrados con la “Ciencia Positiva”, mientras Marx y Engel le dan cuerpo científico a la antiquísima sabiduría de los pueblos, en sus planteamientos dialécticos de lucha por la libertad. Por lo tanto, el Materialismo histórico recorre el mundo, tal como el propio Marx lo acusara, como respuesta a la concepción idealista que tomaba fuerza en la corriente del positivismo, y que sería el alegato filosófico y sociológico del capitalismo, para justificar sus atrocidades en el seno de la sociedad burguesa europea, engolosinada y victoriosa por haber depuesto al anciano régimen feudal.

Entran en contradicción, la corriente materialista de la historia, científicamente concebida por Marx y Engels, y la concepción positivista, avalada por los postulados de Augusto Comte, y fortalecida con las teorías evolucionistas de Charles Darwin, Herber Spencer y H. Lewis Morgan.

La literatura marxista como tal – (no así las experiencias)- llegó tardíamente a Venezuela al igual que en gran parte del continente, como lo señala Fulgencio Orellana (1983)...”Los textos pedagógicos

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de enseñanza científica del mundo, no llegaban a las universidades de América, porque sus autores profesaban otra creencia distinta a la católica” (p.61). Independientemente de la corriente filosófica en la que se sustentaran los movimientos de liberación de la época, también es cierto que ya soplaban aires de “libertad” y socialismo en el mundo desde finales del siglo XIX y principios del S.XX de hecho la burguesía difunde los postulados liberales y “libertarios” que necesita imbricar en la conciencia del ciudadano post/revolución francesa, para hacer efectiva la consolidación del capitalismo naciente.

En febrero de 1848, pudo llegar hasta los expendios de textos de El Tocuyo “El Manifiesto Comunista” debido al intenso comercio librero con Europa, dice en la obra “El Ideario Socialista en la Venezuela del siglo XIX” de Jesús Ramón Zambrano quien recoge las siguientes palabras de Ramòn Dìaz Sánchez “ … “ después de 1848 (…) es ya perfectamente explicable el conocimiento del comunismo y de sus lineamientos marxistas en Venezuela, en razòn del abundante comercio de libros y de periòdicos que habìa con Europa”( p.47)

El 13 de noviembre de 1891 aparece en Gaceta Oficial un anuncio del gobierno donde señala haber comprado la biblioteca del Dr. Fernando Arvelo: “Entre las obras adquiridas està la fundamental de Marx: “El Capital”

Ramón J, Velásquez (1982) presenta una carta escrita a principios del siglo XX enviada por un hombre de apellido González, remitida desde Curazao a Cipriano Castro, con fecha 1° de Enero de 1901, en la cual advierte en un párrafo que el siglo XX...“Verá triunfante en ambos continentes la revolución social (y) para Venezuela será el siglo de las grandes reparaciones democráticas” (p.457.) En la misma carta, se hace señalamientos de la revolución de los Boers en el continente africano, como símbolo de lucha revolucionaria en el mundo de entonces.

Por supuesto, que esto no necesariamente indica una postura socialmente comprometida de Cipriano Castro con los movimientos revolucionarios de la época orientados por la corriente materialista de la historia, pero si es un indicativo que el mundo era sacudido por una profunda lucha de clases, que engendraba el capitalismo que agarraba cada día impulso en su perverso desarrollo.

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Por otra parte a finales del siglo XIX, con la llegada a nuestro país de la industria ferroviaria impulsada fundamentalmente durante el gobierno de Guzmán Blanco, también arriba a nuestro país un nutrido grupo de obreros europeos vinculados a la Primera Internacional Socialista, tal es el caso de los trabajadores alemanes que iniciaron la construcción del ferrocarril alemán, desde Aroa hasta Puerto Cabello.

En estas construcciones, un significativo grupo de obreros germánicos que sin lugar a dudas, habían tenido vinculación política en su país con Carlos Marx y sus planteamientos de transformación revolucionaria, operaron en estas tierras manteniendo sus actividades. De hecho, Rodolfo Quintero dice que fueron unos veinte trabajadores quienes realizaron un acto en Caracas, en donde por primera vez en Venezuela se escuchó el himno de los trabajadores en esa lengua; es decir, el himno de La Primera Internacional. Afortunadamente el desconocimiento del idioma alemán por parte de las autoridades, y la ignorancia del contenido ideológico de aquellas estrofas, les permitió sobrevivir a la feroz represión de la dictadura de entonces.

No solo fueron obreros alemanes los que llegaron a nuestro país a finales del siglo XIX y principios del XX, también obreros de la construcción catalanes, seguidores de la corriente anarco-sindicalista que se establecieron en Maracay, para la construcción del Hotel “Las Delicias” entre otros edificios de gran envergadura. Ya para los primeros años del gomecismo (1909) José Rafael Pocaterra en “Memorias de un Venezolano de la Decadencia” (1985) decía … “Venezuela es la mejor preparada para el socialismo, para las reivindicaciones del proletariado, porque el pueblo allí no come, ni vive, ni medra, ni espera de “la política” (Pág.261)

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... ¿Y EN EL TOCUYO...?

En la ciudad de El Tocuyo, nuevas discusiones rompen con los aspectos tradicionales de carácter religioso, literario y político, con tendencias hacia la masonería y el pensamiento liberal, aprovechando la coyuntura del clima de conflictividad propiciado por los enfrentamientos entre el gobierno de Guzmán Blanco y la iglesia católica, con obvias posturas que hacen ver a Guzmán como un personaje adversario al alto clero católico.

Uno de los puntos más críticos de esta situación quedó graficado en el conflicto que se suscitó con el Arzobispo de Caracas, donde se llegó a los extremos de plantearse la separación de Venezuela de la iglesia romana, y crear una iglesia venezolana independiente de aquella.

Para contrariar aún más los eternos postulados de la iglesia de Roma, Guzmán promulgó un decreto-ley, imponiendo el actual matrimonio civil, una nueva forma de unión en pareja. Por supuesto que este desafío, casi herético a la milenaria tradición impositiva de la iglesia católica, exacerbó aún más la diatriba entre el gobierno guzmancista y el clero diocesano teniendo como resultado final la expulsión de nuestro país, del Arzobispo Silvestre Guerra y Lira. Estas hostilidades de Guzmán Blanco con la iglesia, permitieron de alguna forma una relativa libertad para las nuevas reflexiones que movían al mundo. Recordemos que geográficamente El Tocuyo es el paso obligado a los andes y a los llanos occidentales, de Allí la gran afluencia de caminantes, personajes y aventureros que debieron transitar sus predios.

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En el caso particular de El Tocuyo, las discusiones van mucho más allá del simple debate con la iglesia que se suscitaba en Caracas, incluso hay cierta apertura hasta para el esoterismo, como lo destaca la cita a continuación, en donde se publicita las propiedades mágicas/curativas de un personaje conocido como ¡EL ANTECRISTO! Resaltando los beneficios maravillosos del susodicho personaje.

Esto pudo ser una forma más de embaucar a los ingenuos pobladores, desasistidos en el ámbito de la salud pública por las autoridades competentes, a la vez que se ponía de manifiesto la resistencia cultural a la iglesia católica impuesta por casi 400 años, quedando en evidencia la falta de liderazgo y la perdida de credibilidad de esa institución religiosa, por la trayectoria reprochable y la poca credibilidad que se tenía en las autoridades eclesiásticas desde la misma colonia. Para ejemplificarlo se recurre al quincenario “El Tocuyano” con fecha de Diciembre 8 de 1882.

“ANUNCIOS”.¡Albricias!.

“El antecristo ante nosotros” ¡Ciegos, cojos, paralíticos, tuertos, mancos, chingos, calvos y todos los que adolezcan de enfermedades incurables! ¡Acudid a la casa de Don Pancho el mágico, el cual os devolverá la salud por medio del santo cristo que tiene pintado en la boca de la N y demás adminículos de una mirada asnina al (sic) través de sus rutilantes espejuelos!

¡No habrá más muertos en esta población! ¡El antecristo se encuentra entre nosotros!...Aprovechadlo! 3

La cita anterior da una idea del nivel de tolerancia y disertación en la sociedad tocuyana, en donde pugnaban dos grandes corrientes que se venían contraponiendo desde la misma época de la independencia. Una corriente eminentemente conservadora, frente a la corriente positivista que impulsa significativamente el gobierno de Antonio Guzmán Blanco. Igualmente, esto pone en evidencia la capacidad de disidencia y la disposición a enfrentar distintas situaciones por parte del pueblo tocuyano, específicamente su compromiso para la

3 En “El tocuyano”. Año I. Mes 3. N° 10. Fecha 13/12/1882. Microfilm biblioteca “Pío Tamayo” Barquisimeto Edo Lara.

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lucha, actitud que se puede comprobar desde el propio siglo XVI con la rebeldía del pueblo indígena gayón al dominio español, combatiendo no sólo en el ámbito de la lucha armada, sino también a través del perfecto uso de los mecanismos superestructurales, manifestaciones etno-culturales que persisten hasta la actualidad. Otras evidencia en este mismo orden de ideas, la encontramos nuevamente en el quincenario “El Tocuyano” para el año 1882, situación que puede considerarse para esta ciudad, como el preludio de fuertes divergencias en el plano del debate filosófico/ideológico por la supervivencia de otras formas de pensamiento, ante la secular supremacía teológica católica heredera de la dominación colonial.

De la camicón de escribir al público aunque no se sepa trazar ni palotes, nos ha venido una plaga de langostas literarias que ya acaban con las ideas buenas y con la paciencia del prójimo (...) hemos leído en “EL Occidental” N° 177, un articulo de colaboración, titulado “Un ateo” (...) pero lo peregrino de la idea de ateos en tiempo de luz de convivencia y de razón (...) “aferrarse que aquello que dios hizo al hombre a su imagen y semejanza no pasa de ser una pretensión de nuestra especie”, es un disparate histórico y teológico (...) para tratar de religión se necesita conocerla y estudiarla”Un viejo creyente. 4

Este articulo, escrito en la edición número 6 del quincenario “El Tocuyano” como respuesta a un ateo de la región, pone de manifiesto las posiciones encontradas ideológicamente dentro de la sociedad tocuyana. “Un viejo creyente” contra “¿un ateo?”. Es decir, lo vetusto contra lo “novedoso” en el plano de las ideas, enfrentados en el seno de la sociedad larense, en este caso en El Tocuyo de 1882. “Un viejo creyente” defensor de la “razón” –(positivista)- como él mismo lo señala, pero al mismo tiempo temeroso y vigilante de las “Buenas Maneras”, las mismas que se prescribían en el antiguo Colegio Nacional de El Tocuyo, normas sociales y morales que en ningún momento contravenían el predominio de la “ciencia y la razón” que se dictaban en el Colegio “La Concordia” en un intento por deslastrase del antiguo velo religioso y conservador de la educación germinada en los conventos de El Tocuyo colonial.

4 En “El Tocuyano”. Mes 2. N° 6. Noviembre 11 de 1882. Microfilm Biblioteca“Pío Tamayo” Barquisimeto. Edo Lara.

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POESÍA REBELDE EN

“LA CIUDAD DE LOS LAGOS VERDES”

Por otra parte, el articulista auto calificado como “un ateo”, bien pudo ser uno de los tantos personajes que junto a Don Bartolomé Losada, significara el punto de referencia de quienes para ese contexto político, se iniciaran en la discusión de la literatura conocida para la época como la corriente parnasiana y simbolista, por ser lo más novedoso y contestatario que exportaba Europa, específicamente Francia.

Esta corriente literaria, sin lugar a dudas sacudió los cimientos socioculturales de Europa Occidental, y causó escozor político en la Francia de finales del siglo XIX. Federico Engels y Carlos Marx en El Manifiesto del Partido Comunista (1973) señalan al respecto…”Por su posición histórica, la aristocracia francesa estaban llamadas a escribir libelos contra la moderna sociedad burguesa (…) en adelante no podía hablarse siquiera de una lucha política seria. No les quedaba más que la lucha literaria”(pág.61)

De esa forma, los integrantes de este movimiento Parnasiano o (Poetas Malditos) representaban el rencor acumulado hacia aquella sociedad burguesa que los había desplazado del poder económico-político, esa clase burguesa de pésimos gustos y modales toscos, que no congeniaba con el “dandismo” o forma de vida propia de aquellos jóvenes acostumbrados al lujo y los placeres bacanales de la nobleza. Por lo tanto, el poeta Rimbaud tenía que ser ese genial granuja, aventurero, rebelde, inestable, y desordenado, como lo describe Pablo Verlaine. No obstante las nuevas formas de cometer atrocidades del capitalismo que tocaron directamente sus intereses de clase, los hacían aparentemente sensibles en el medio social y literario de 1870, de manera que la literatura y la rebeldía política, sumado al alcohol, el sexo, y otras lujurias consideradas execrables por la sociedad del momento, se convirtieron en una forma de manifestar sus inquietudes.

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Nuevamente Marx y Engels en la obra anteriormente citada señalan: …Para crearse simpatías era menester para la aristocracia no tener en cuenta sus propios intereses y que formulara su propia acta de acusación contra la burguesía sólo en interés de la clase obrera explotada” (pag.62) De esta forma surge lo que Marx y Engels denomina socialismo reaccionario, incubado por los desheredados del viejo feudalismo.

Esta corriente literaria, cuyos máximos representantes son Charles Baudeleire, Mallarmé, Baín, Verlaine, Gautier, Rimbaud, entre otros, van a enfrentar al individualismo del romanticismo, propio de la burguesía francesa, que había echado a rodar la cabeza del régimen feudal, pero en el fondo como lo señala el Manifiesto Comunista, la crítica estaba en reclamar no la explotación del proletariado que pululaba en las fábricas, sino de haber engendrado un proletariado revolucionario que al asumir conciencia de clase, se convertiría en un peligroso enemigo para ambas clases sociales.

De manera que debido a las condiciones sociales del medio, en donde el capitalismo se atornilla férreamente en la Europa de finales del siglo XIX, estos representantes de la poesía “Maldita”, no logran, ni pretendían la trascendencia en el plano ideológico y político que ameritaba la sociedad de su época, sino que se quedan en la mera crítica a la razón positivista de la burguesía.

Como señaláramos anteriormente, la corriente literaria de estos escritores, conocidos como los poetas malditos, antepone lo diabólico a lo sacrosanto, como mera simbología de invertir “El Orden”, ley motiv de la corriente positivista de la época. Sin embargo, esta idea no termina de corresponder finalmente el irreverente proyecto estético con el proyecto ideológico, más bien termina incorporándose a la clase burguesa que inicialmente repudiaba.

En esta dirección apuntaban las discusiones que se suscitaban en la ciudad de El Tocuyo en los tiempos de esplendor de Bartolomé Losada, por lo cual esta ciudad fue considerada por un elitesco sector de intelectuales “...La Atenas de occidente”. En honor a la verdad y atendiendo al espíritu combativo de este pueblo, de su participación en los acontecimientos de nuestra historia, El Tocuyo debió llevar en lugar de la “Atenas”, el nombre de la “Troya” de occidente.

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LAS SEMILLAS DE BARTOLOMÉ LOSADA.

En las postrimerías del siglo XIX en El Tocuyo, Don Bartolomé Losada iniciaba las discusiones sobre los problemas del alma, reflexiones existenciales de los humanos, tarea pedagógica que siguió hasta muy entrado el siglo XX, cuando su biblioteca se convierte en la cita consecuente de los futuros integrantes de “El Tonel de Diógenes, en donde resalta la personalidad de Pío Tamayo, que desde muy pequeño comienza a manifestar su interés por la literatura, escapándose de la escuela con los hermanos Losada hasta la biblioteca de Don Bartolomé, quien sin lugar a dudas, influirá desde sus primeros años en su formación intelectual y política.

De manera que si esto sucedió con Pío Tamayo, no debe quedar dudas de la formación temprana de los hermanos Losada, hijos de Don Bartolomé. El propio Pío Tamayo dice en unas de sus cartas, que recoge Blanco Muños (1984)... “Robándole horas a la escuela o al salir de la clase, íbame allí y echado en la hamaca dábame a leer revistas o a procurar la interpretación de un verso, un ‘Poema Maldito’ que resultara tremendamente esotérico e indescifrable” (P.48).

Cuando se hace referencia a Pío Tamayo, al tiempo que se estudia a Don Bartolomé Losada, debe quedar claro que no se pretende hacer ningún tipo de apologías, esto obedece a que dada la ausencia de textos que refieran directamente a Bartolomé Losada en donde se redima su labor pedagógica y su influencia ideológica en los integrantes del Tonel de Diógenes, irremediablemente se hacen alusiones a la existencia de Pío Tamayo, y estas vienen unidas al resto de los integrantes de esa escuela llamada “Tonel de Diógenes”, de manera que nos proponemos extraer a don Bartolomé del segundo plano, o “la colateralidad” a la que lo han confinado los historiadores. Con este estudio se pretende sacarlo de la oscuridad del olvido y darle el sitial que merece en la Historia Pedagógica de El Tocuyo, el Estado Lara, y por supuesto de Venezuela.

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Raúl Agudo freitez (1969) recoge el siguiente testimonio, de alguien que según se autoproclama “...Quizás el único sobreviviente del Tonel de Diógenes” (p.138). Alguien obviamente muy cercano a Pió Tamayo, en donde aparece el nombre de Bartolomé Losada como figura comprometida con la formación inicial de el ideario político de Pío y los integrantes del grupo Tonel de Diógenes “...Pasión de la infancia y de la juventud de Pío fue la lectura. Leía cuanto caía en sus manos (...) desquitaba la precariedad de los medios en la biblioteca de Gustavo Montesinos, nutrida y selecta, y en la del mismo don Bartolomé Losada, más amplia, llena de libros de ciencia y sabiduría” (p.111)

Como señaláramos con anterioridad, acerca de Bartolomé Losada, poco se ha dicho, escrito e investigado, no obstante, es urgente honrar su aporte ideológico-pedagógico en la formación de los futuros integrantes del grupo “Tonel” y en general, la significación que tuvo este sabio para las letras y el periodismo tocuyano. Quizás sea su modesta condición económica la que ha privado para no recibir los méritos suficientes que merece, el propio Bartolomé Losada es quien en una nota de prensa para el quincenario “La Torcaz” pone de manifiesto, además de su sencillez, su propia condición económica y la contundencia literaria de su pluma…

¡1879! - Contaba yo para entonces 18 años i era un pobre escribiente de oficinas, cuando el 19 de Abril aniversario famoso de nuestros anales patrios, el señor Don Miguel Tamayo, también pobre, pero incansable batallador por esfuerzo propio i de innata vocación para el comercio a pesar de las mil i más vicisitudes de nuestro medio, fundó con perseverante honradez en esta ciudad la casa mercantil, que justamente acreditada se llama LA TORCAZ, cuyas bodas de oro celebra hoy.

Mucho me complace felicitar a mi viejo i buen amigo Don Miguel por su meritoria obra de edificante estímulo para sus apreciables hijos Arturo i (sic) Miguel José, hoy jefes de la respetable casa LA TORCAZ, a quien también felicito afectuosamente, con mis deseos de que Hermes siempre les sea propicio.

Bmé. Losada. 19 de Abril de 1929. 5

5 En “La Torcaz”. N°381. Año. XVI. Mes VI. Fecha. 19/04/1929. Microfilm. Biblioteca “Pío Tamayo” Barquisimeto. Edo Lara.

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Respecto a este personaje, Janeth García Yépez y Pedro Rodríguez Rojas, aportan las características económicas sociales de Don Bartolomé...“ Fue, un hombre humilde de riquezas materiales pero rico en lo intelectual, refinado escritor y brillante polemista, conocedor de la historia patria, contemporáneo de Lisandro Alvarado y de Gil Fortoul, heredero de la imprenta que fuera de este último y que le permitió participar en los debates políticos de finales del siglo XIX. (P.65.)

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EL TOCUYO, PUEBLO DE ENCRUCIJADA CULTURAL.

Sin lugar a dudas que esa riqueza intelectual de Bartolomé Losada influiría de forma determinante en la praxis de los hombres que bajo su influencia política/intelectual crecieron en El Tocuyo de finales del siglo XIX y por consiguiente, influirían de igual manera en las acciones sociales más puntuales de las primeras décadas de la historia del siglo XX venezolano.

A esta situación, podemos agregar sin lugar a dudas que El Tocuyo a finales del siglo XIX se convierte en receptor de distintas formas de concebir el mundo, contrario a lo que asegura Blas Bruni-Celli, en obra citada anteriormente por Tróconis de Veracoechea (1996)...”El Tocuyo era un pueblo encerrado dentro de su marco geográfico, sitio propicio para la estabilización de un núcleo humano celoso de sus privilegios” (p.17).

Ante esta afirmación es necesario fijar una posición absolutamente distinta a la de la Dra. Tróconis de Veracoechea, cuando generaliza la conducta de los conservadores tocuyanos, en donde pretende hacer ver que durante el siglo XIX, El Tocuyo se comportó como un pueblo absoluta y definitivamente realista. Por otra parte no podemos perder de vista a quiénes se refieren los citados autores cuando se refieren a “El Tocuyo” y al “Pueblo Tocuyano”

En términos generales El Tocuyo durante las vicisitudes bélicas del siglo XIX se mantuvo al margen de las contiendas, así como lo había hecho durante el periodo independentista (...) De allí que los próceres tocuyanos hayan sido muy pocos (...) para los tocuyanos lo importante no era colaborar con los alzados, sino ir contra ellos, como castigo por perturbar sus vidas y sus costumbres. 6

6 Tróconis de V. El Tocuyo en el siglo XIX y comienzos del XX” Pag. 38.

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De manera que cuando Tróconis y Bruní-Celli hacen las alusiones respecto a “los Tocuyanos” se refieren específicamente a los sectores pudientes de El Tocuyo de la época. Francisco Tamayo (1968) en “El Signo de la Piedra” contradice esta posición señalando que...“ En El Tocuyo se implantó tardíamente la paz andina(...) por la permanencia de Montilla en las montañas de Guaitó. Seguido por las arbitrariedades de los jefes civiles de los municipios provocando “alzamientos menores”. (p.57)

Este contacto que anteriormente señalamos con el resto del país, se puede corroborar dada la pluralidad geográfica de El Tocuyo, de su acceso a los llanos centrales y a los andes.

Un dato curioso sobre las relaciones de El Tocuyo con elementos foráneos a la zona, lo recoge Francisco Tamayo en la compilación que le hiciera Pedro Pablo Linárez (2000) “...Solía hablar francés doña Hortensia, esposa del abogado Yepes (sic) Borges, era con los prófugos de Cayena, quienes a veces arribaban a El Tocuyo vendiendo repisas y apliques (...) estos prófugos de la tremebunda prisión de la Isla del Diablo, en La Guayana Francesa, se comportaban como la gente más culta y aparentemente inofensiva. No se establecían sino que andaban de tránsito. Quizás buscaban salida para Colombia.” (p.71).

Ochenta y dos años después, otro testimonio relativo al de Tamayo, pero refiriéndose a Colombia, termina de corroborar lo anteriormente dicho. Es el testimonio de Gabriel García Márquez (2002) en sus memorias: “VIVIR PARA CONTARLA”, quien respalda el argumento anterior refiriendo que “...Con la avalancha de revueltas siguieron llegando (...) infiltrados por las fronteras de la provincia en busca de libertad (...) algunos eran prófugos de la Isla del Diablo – la colonia penal de Francia en las Guayanas – mas perseguidos por sus ideas que por sus crímenes comunes. Uno de ellos René Bellenoit, fue un periodista francés condenado por motivos políticos que paso fugitivo” (p.56-57)

El anterior testimonio de García Márquez referido a su pueblo natal Aracataca, también lo refleja Tamayo para efectos de El Tocuyo de 1918. De manera que estas similitudes, en la que el autor colombiano no duda en señalar el carácter político de aquellos presos fugados de Cayena, de igual forma pudieron estos fugitivos traer aquellos planteamientos socialistas o progresistas, en la que sin lugar a dudas estaba presente la discusión y la militancia en el novísimo y alternativo pensamiento marxista, recién instaurado en el poder con los bolcheviques en la Rusia de 1917.

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Negarnos a esta posibilidad, y seguir insistiendo en el encierro sociocultural de El Tocuyo, sería subestimar la capacidad creadora de los pueblos y condenarnos a una sempiterna epidemia de ignorancia, atribuidas a las localidades ajenas a la región central o capitalina, como algo “propio”, justificado en el refrán que sentencia “Caracas es Caracas, lo demás es monte y culebra”

Bajo las circunstancias antes descritas, el siglo XX para nuestro continente llegó con una ola de propuestas de cambios sociales, específicamente en los procesos experimentados por el pueblo mexicano con la revolución de 1910, dirigida por los legendarios guerrilleros Doroteo Arango, mejor conocido como Pancho Villa, y Emiliano Zapata. Más adelante en 1918, en Argentina se desarrollaría la Reforma de Córdoba, que permite al pensamiento universitario latinoamericano introducir para el análisis de la sociedad, la discusión dicotómica entre marxismo y positivismo.

Igualmente aparece en la escena mundial uno de los sucesos más significativos del pasado siglo XX, como fue la revolución socialista Bolchevique, y que luego su líder, Vladimir Lenin le daría carácter internacional siguiendo los postulados filosóficos del comunismo y del propio Carlos Marx. Se abriría aún más el abanico de opciones ideológicas para la juventud de la época.

Pero no todo queda hasta allí, La I Guerra Mundial entra en escena como síntoma inequívoco del poder emergente del capitalismo mundial, frente a otro gran coloso, como lo es el comunismo recién instaurado por los revolucionarios soviéticos al mando de Lenin, vencedores del sanguinario régimen zarista.

Por otra parte, en el propio seno del nacionalismo burgués alemán e italiano, saltarían al ruedo político mundial con su presencia en la guerra y en la política del momento, el nazi-fascismo, encabezados por Adolfo Hitler y Benito Mussolini respectivamente. Por supuestos que todos estos acontecimientos a escala mundial no escapaban a las jóvenes mentes latinoamericanas y especialmente a los impetuosos venezolanos, ya fuese enterándose por la prensa mundial o fundamentalmente por la radio, que era el único medio de comunicación de masas accesible de la época.

En Venezuela, particularmente el positivismo fue la corriente oficial de nuestras universidades, propiciadas en los trabajos de Alfredo

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Jahn, Lisandro Alvarado, Gil Fortoul, Zumeta, Pedro Manuel Arcaya y Vallenilla Lanz. Según Francisco Tamayo, las discusiones oficiales giraban entorno a El evolucionismo Darwiniano, el vanguardismo Keiberliano y su concepción estética, los clásicos tratados de Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y Waldo Frank, y por supuestos los credos económicos y sociales de la época, que aunque poco difundidos, sin lugar a dudas no eran otros sino los postulados económicos que Carlos Marx expusiera desde “El Capital.

La llegada clandestina de la literatura rusa a nuestro país, ya fuesen textos marxistas o anarquistas como el clásico “Sacha Yegulév” de Leónidas Andreiev, contribuyó indudablemente a despertar las inquietudes que el régimen gomecista adormecía con la consigna “Paz, Unión y Trabajo”, más el “postulado filosófico” del gomecismo que hacia creer en la urgencia de una GENDARME NECESARIO como lo propuso Vallenilla Lanz en su “Cesarismo Democrático”

Apunta Francisco Tamayo, que en los primeros años del siglo XX se lee todo cuanto caía en las manos juveniles de los muchachos ávidos de información de lo que pasaba en el mundo, fundamentalmente los novelistas y filósofos de la época, especialmente la novelística de la Rusia pre-revolucionaria de Máximo Gorki, Fedor Dostoiewski, el “Sacha Yegulev de Leonidas Andreiev, Gogol entre otros, quienes exponían en sus obras las atrocidades del zarismo que, de no ser por las diferencias geográficas latitudinales, en nada se diferenciaba de las barbaridades del gomecismo.

A la discusión y lectura de estos autores posteriormente prohibidos, señala Francisco Tamayo se le suma la exaltación de las pasiones que causó la proyección de una película conocida como... “Los Boteros del Volga, donde la exacerbada imaginación juvenil ve retratado el problema venezolano” (p.67)

El doctor Rodolfo Quintero, desde los testimonios recogidos en el periódico “Compañero” (1976) es enfático en señalar, respecto a las influencias socialistas que se venían colando con las migraciones obreras europeas, desde finales del siglo XIX, lo siguiente:

Cuando Juan Vicente Gómez se fue a Maracay y empezó a hacer construcciones empezó a venirse una gran cantidad de obreros italianos y españoles, en una época que abunda en el anarquismo. Con esta gente que contrató Gómez se vino una gran cantidad de anarquistas,

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quienes sembraron aquí la idea de la lucha obrera, pero con una tendencia marcadamente anarquista. Esos obreros españoles e italianos eran casi todos anarcosindicalistas Yo recuerdo, ya para los años ‘27 y ‘28, época de las luchas estudiantiles, que todavía existían muchos anarcosindicalistas. 7

Recordemos también, que desde los tempranos momentos del siglo XX, un venezolano, revolucionario internacionalista, de nombre Carlos Aponte Hernández, peleaba junto a las tropas patriotas de Augusto Cesar Sandino y estuvo en ese país Nicaragua, combatiendo a los soldados invasores yanquis en las Segovias, y según los testimonios del internacionalista guatemalteco Carlos Manuel Flores, Aponte Hernández le cuenta que luego de combatir a los yanquis en Nicaragua, estaba dispuesto a iniciar la lucha contra el tirano de su patria, es decir Juan Vicente Gómez. Esa expedición saldría de México, en donde contaría con el apoyo de un nutrido grupo de voluntarios combatientes en la Revolución Mexicana.

Así se ilustran las corrientes del pensamiento, presentes en El Tocuyo a finales del siglo XIX, y en Venezuela a principios del siglo XX, discusiones que influirían especialmente a la juventud tocuyana, de igual forma sucedió con los integrantes del futuro “Tonel de Diógenes” quienes tuvieron la alternativa de una educación informal en la biblioteca del sabio Don Bartolomé Losada, y la formación académica desde el Colegio “La Concordia” donde prevalecían las ideas de Baín, Rousseau, Spencer, Pestalozi, todos estos preceptos científicos, prescritos por el Colegio “La Concordia”.

Todos estos postulados enfrentados a la erudición del sabio Don Bartolomé Losada, con sus frecuentes reflexiones sobre los problemas del alma, y la lectura y discusión sobre los poetas del Parnaso, más tarde considerados según el propio Pablo Verlaine “Los Poetas Malditos”.

Finalmente, también influirían en estos jóvenes futuros integrantes del grupo “Tonel” de manera decisiva, el marxismo incipiente de Pío Tamayo, y la experiencia revolucionaria que sin lugar a dudas trae Ernesto Noordofht desde Curazao.

7 Periódico “Compañero” Año 3. Numero 2-3. U.C.V.Mayo-Junio 1976.

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Así lo señala el mismo Pío Tamayo (1920) en su poema “Amanecer del Estudiante “... Lee a Marx y a Lenin/ Y en versos de Nazariantz, a Esenin y a Hidalgo/ Duda un poco de Spengler y de todo filosofo/ Ama al indio, al ilota; enlístate en los fieros sindicatos en donde los obreros construyen el futuro” (P. 388)

En este verso, Pío pone de manifiesto su condición política a favor de la clase obrera, no es de extrañar que entre las lecturas y discusiones de estos jóvenes revolucionarios se encontraran los clásicos de la literatura rusa comprometida con la revolución, como lo señalo antes en su invitación a leer a Marx y Lenin.

Como ejemplo de los escritores comprometidos con la revolución obrera, encontramos a uno de los más férreos exponentes de la literatura revolucionaria de la Rusia bolchevique, nos referimos a Máximo Gorki en su obra maestra, “La Madre”, por la relación texto-contexto de su proyecto ideológico y estético identificado con la lucha obrera mundial, y que independientemente de la vanguardia literaria de Pío, presenta enorme similitud ideológica para ese contexto histórico.

Lo que yo creo es que es necesario renovar al hombre. Cuando atrapamos la sarna, nos bañamos, nos lavamos y, poniéndonos vestidos limpios, nos curamos (...) Pero ¿Cómo purificar al hombre por dentro? (...) Es muy cierto que hay hombres de todas clase... unos nos engañan, otros nos impiden avanzar... pero los mejores de entre ellos nos acompañaran hasta la victoria. 8

8 Gorki M, “La Madre”. Pag. 55.

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CAPITULO II.

ESCUELAS DE FORMACIÓN POLÍTICA EN EL TOCUYO

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EL TOCUYO.¿UNA CIUDAD REALISTA?¿UNA CIUDAD REBELDE?

A pesar de ser considerada la ciudad de El Tocuyo por algunos historiadores como una ciudad realista, esta aseveración no determina que esa haya sido la conducta generalizada del pueblo tocuyano, y cuando se dice pueblo se hace alusión tambien a los distintos espacios rurales que hoy conforman a la región del El Tocuyo.

De hecho, la actitud que asumió un número significativo de tocuyanos frente a los distintos procesos políticos del siglo XIX y principios del XX, nos lleva a ser muy cuidadosos a la hora de hacer este tipo de generalizaciones, que más allá de una pretensión de “objetividad histórica”, más bien pudiera contribuir al derrumbe de la estima colectiva de un pueblo con una tristemente célebre historia de carencias y padecimientos, que la presencia en la memoria de las antiguas glorias de sus ancestros aborígenes y sus héroes de independencia, le ha permitido un profundo arraigo y querencia por esa tierra, de la que espera el tocuyano sencillo como en algún momento lo sentenciara el sabio Lisandro Alvarado...“tiempos mejores”.

Tendríamos que revisar las distintas acepciones de la categoría “pueblo”, y puntualizar a qué “pueblo” se le estigmatiza como “realista”. En el caso del pueblo tocuyano, independientemente de la actitud retrógrada que hayan asumido minoritariamente los grupos económicos y sociales más pudientes, se debe ser cuidadosos a la hora de involucrar al “pueblo”, considerado éste desde el punto de vista sociológico como las mayorías poblacionales oprimidas, y no meramente de índole demográfico; espacial-urbano, de manera que visto desde la óptica humanista, nos referimos al pueblo que el proceso de guerra de independencia, más que afectar sus intereses económicos, les garantizó la opción de la “Libertad”, ya fuese de lado

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de las fuerzas realistas o de las fuerzas patriotas, porque ¿qué podían perder, que ya no hubiesen perdido?, como bien lo dijeron Marx y Engels el Manifiestos del Partido Comunista (1973) “… que las clases dominantes tiemblen (…) los proletarios no tienen nada que perder (…) más que sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo por ganar”(p.77)

Un dato curioso en donde se refleja la capacidad de disidencia del pueblo tocuyano, y no precisamente contra las fuerzas patrióticas que posteriormente comandaría Bolívar contra el imperio español, lo encontramos en la investigación de la historiadora Yulianny Quiroz Mireles (2001) en su trabajo “La sublevación de la ciudad de El Tocuyo en el año de 1744”

Este movimiento armado según la historiadora, tuvo una costosa duración política y de representatividad para la corona española, como una reacción ante el atropello de la Compañía Guipuzcoana, expresión de las políticas o leyes borbónicas del siglo XVIII.

En esta sublevación participaron inicialmente 150 flecheros aborígenes tocuyanos y 200 españoles, como parte del requerimiento del Gobernador Zuloaga para la defensa de los puertos que eran atacados por piratas ingleses en el marco del conflicto bélico que sostenían España e Inglaterra por el dominio comercial ultramarino.

De estos hombres sale una voz disonante contra el mando real, que amotina a aborígenes y españoles contraviniendo la orden de ir a Puerto Cabello, a marchar en defensa de los intereses de España. Es necesario resaltar que el mando de la insurrección fue tomado por los mulatos tocuyanos que fijaron su cuartel general en el emblemático sitio de la insurrección tocuyana llamado Guajirita.

Entre estos destacan según Quiroz Mireles (2001)

“...Desde allí los sublevados encabezados por los mulatos Pedro de la Cruz, Onofre, Gregorio Rodríguez, el mestizo José Ignacio Silva y el Teniente de Caballería e Infantería José de Nicolás Lucena, dirigiéndose todas las operaciones para sitiar la ciudad, para que nadie saliera o entrara de ella, extendieron una amplia red de espionaje para así poder mantener el control sobre la misma” (p.42) Estos datos presentados, aportan nuevos elementos que nos hace dudar seria y profundamente, sobre esa categorización de “pueblo” que ha visto pasar impasiblemente la historia cruzado de brazos.

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De manera que buscando las raíces históricas de la conducta sociológica de los tocuyanos, debemos detenernos también en su formación etnohistoria y encontraremos que una población mayoritariamente conformada por la rebeldía de los pueblos africanos y Gayón sumado el componente europeo, difícilmente pudo haberse quedado adormitado durante los conflictos bélicos que de una u otra manera afectara su modo de vida.

Posterior a la guerra de independencia, los tocuyanos participaron a la vanguardia en los distintos conflictos armados que se presentaron en su escenario regional, incluso nacional, Incorporados inicialmente a los ejércitos rebeldes de los generales liberales, José Rafael Montilla “El Tigre de Guaitó”, Sandalio Lináres, y finalmente en el movimiento armado de 1929 con el general José Rafael Gabaldón.

Para comprobar esta aseveración citamos al periodista y revolucionario internacionalista salvadoreño, Carlos M Flores quien recoge en su obra: “GÓMEZ. PATRIARCA DEL CRIMEN” las vicisitudes de su participación en la lucha contra el dictador Juan Vicente Gómez. En esos testimonios Flores detalla la compañía forzada de su encierro, nombrando presos y fallecidos por la tortura, entre los que aparece innumerable cantidad de tocuyanos comunes, que ni los historiadores “comprometidos”, mucho menos los historiadores “oficiales”, ni los protagonistas de aquellos acontecimientos históricos, se han dado a la honorable tarea de reivindicar.

Los muertos ascendían a veinticuatro, a saber: Manuel Felipe González, de Boconó, perteneciente a la gente de Gabaldón; Benito Muñoz Hernández, de Guanare, también del mismo grupo; José Antonio Villegas de San Rafael de Guánda, gabaldonero; Ricardo Fuentes, de Margarita, asunto Delgado Chalbaud; Anselmo Parra, de Humocaro Alto, gabaldonero; Rafael Morón, de Boconó de Trujillo, gabaldonero; Miguel Sereno, de La Raya de Ospino, gabaldonero; Manuel Jiménez, de Humocaro Alto: gabaldonero; Esteban Alvarado, de El Tocuyo, de Humocaro Alto; Gonzalo Pérez, de Córdoba, gabaldonero; Paulino Guédez, de Córdoba, gabaldonero; Juan Mejía, de Boconó, gabaldonero; Domingo Antonio Yépez Torres, del viejo Guarico, gabaldonero; Eduviges Moreno, de Guaitó gabaldonero; Bonifacio Landaeta, de El Tocuyo, gabaldonero; Dióscoro Aguirreche,

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de La Vela de Coro, compañero nuestro en la expedición a Curazao; Pedro Mejía, de San Rafael, Palo Alzado, gabaldonero; Aniceto Gil, de Humocaro Alto, gabaldonero; Augusto Briceño, de Trujillo, gabaldonero y Francisco León, de Boconó, gabaldonero. 9

Entre los fallecidos citados , prevalecen los soldados del movimiento de Gabaldón que aunque tuvo su epicentro en El Tocuyo, y en su mayoría los soldados citados, si bien no pertenecen directamente a El Tocuyo, pertenecían a su jurisdicción tal es el caso del predominio de, Humocareños, guaitoqueños, tocuyanos y un guariqueño, eso sin nombrar al resto de soldados de origen periférico a El Tocuyo, como es el caso de los Cordobeños, y el resto de revolucionarios del Estado Trujillo.

Vale preguntarse entonces, ¿Por qué uno de los movimientos más significativos, por la connotación regional y nacional contra el gomecismo explota en El Tocuyo y no en otro lugar del territorio venezolano?. Para tratar de hallar respuesta a la interrogante, viene al caso describir, cómo era El Tocuyo a principios de siglo, protagonista del debate tanto ideológico como militar.

El propio Pío Tamayo, en su novela “El Dolor de los Granujas” describe la arquitectura conservadora y predominantemente conventual de la ciudad.

Destacase rejuvenecida la vieja villa de nuestra señora, solar de conquistadores en predios de los tocuyos. Paseabase la mirada por las rectas calles trazada con una armonía de cordel, sorprendiendo; diversos aspectos tradicionales; humilde confundido con el azul de la lejanía (...) el agudo campanario se San Francisco de Asís, vanidosa, como monumento de su historia actual, la roja torre de la concepción, y en un barrio extremo, desmantelada y roja la silueta del templo de Belén. 10

Pero ese era El Tocuyo donde vivía la oligarquía heredera de la colonia, el de las fuerzas productivas que vivía en la periferia de esa ciudad orgullosa de su tristemente célebre pasado de dominación, El Tocuyo de principios de siglo XX, signado por la secular arquitectura

9 Flores M Carlos. “Gómez patriarca del crimen” Pág. 69.

10 Tamayo R. Pío: “El Dolor de los Granujas”. Pág... Editorial Gayón

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conservadora de sus templos religiosos, en donde el genial periodista, poeta y revolucionario, Alcides Losada en su poema “El Toque de Animas”, ilustra la idiosincrasia conservadora, que más tarde ellos, desde “El Tonel de Diógenes”, romperían de manera irreverente.

Es muy antiguo el alma de esta ciudad tristona/ Es una flor de piedra del siglo dieciséis/ Oíd “El Toque de Animas” que la torre pregona/ Aún subsiste el espíritu español, ya lo veis. (...)/ Son las doce... es la hora de las bravas visiones/ Que guarda el plano astral con el oculto lienzo/ Es la hora sombría de las apariciones/ Que anuncia el can noctívago en alarido intenso... / 11

11 Losada Alcides y Hedilio. “Las pequeñas canciones”. Pág.47.

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DEFINITIVAMENTE... UNA CIUDAD PATRIOTA.

El Tocuyo para principios del siglo XX tiene apariencia de una “ciudad tristona” como lo dice Alcides Losada, con una larga historia de luchas, que a veces de manera poco sutil se pretende ocultar esta sempiterna historia de debate político y militar, con la etiqueta generalizante de “pueblo realista”, condición política e histórica que se traduce en complicidad, o estoicismo en el mejor de los casos, frente a las vicisitudes de conmoción social que vive un pueblo, ante una situación bélica determinada.

Esto hace recordar el emplazamiento que hace el libertador Simón Bolívar, con el Decreto de Guerra a muerte en 1813, cuando exhorta a los canarios a la incorporación a la lucha a favor de la causa patriota, porque independientemente de su “neutralidad” frente a la guerra, esta actitud reportaba saldos a favor de la corona conociendo la trayectoria aguerrida de El Tocuyo, un pueblo que nació bajo el signo de las luchas desde el alzamiento de los indígenas gayón, pasando por el alzamiento de Juan de Carvajal contra la propia corona española.

A estos acontecimientos sumamos también el levantamiento de Miguel de Buría que tocó predios tocuyanos y la guerra de independencia, que pese a las aseveraciones de Tróconis de Veracoechea (1995), al señalar que... ”El único tocuyano que actuó en las guerras bolivarianas, fue el general José Trinidad Morán”(p.389) Janeth García y Pedro Rodríguez Rojas (1999) en, “PERSONALIDADES TOCUYANAS” desmienten señalando que ... “Fueron unos cien jóvenes de la región tocuyana los que participaron en la independencia” (P.11).Cien jóvenes, en relación con una diezmada y escuálida población a causa del conflicto independentista y otros males, ¿no es un aporte significativo a la guerra de independencia?

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Difícilmente El Tocuyo pudo estar al margen de los acontecimientos políticos-sociales del siglo XIX. Así lo aprecia el maestro Francisco Tamayo (1968) “...En el curso de los años se mide allí por largos e imprecisos periodos: El tiempo de los españoles, del zapato de orejita; la época de María Castaña; cuando la independencia; cuando los chuios y chuaos; cuando Montilla (1902); cuando la langosta (1912 – 1925); cuando el cometa(1914); cuando la revolución de Gabaldón. (P.14)

Sin duda alguna, vale la pena redimir el espíritu revolucionario del pueblo tocuyano, quien en los momentos más difíciles y bajo los acontecimientos políticos más asfixiantes, ha encontrado en su histórico pasado de luchas contra cualquier forma de subyugamiento, una válvula de escape para disipar la rabia reprimida por la opresión, sentimientos que de alguna manera era perentorio manifestar.

Francisco Tamayo (2000) respalda este planteamiento “... Recuerdo a los guerrilleros de aquellos tiempos, en que los hombres se alzaban acosados por las injusticias de los gobernantes locales, como es el caso de los Vargas y de los Angulo; o ante la imposibilidad de conseguir trabajo donde usar su capacidad como es el caso de Dionisio Borges y Juan de Jesús Colmenares Moran” (p.109)

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¡AHÍ VIENE MONTILLA!

Para que en El Tocuyo surgieran ciertos aires de tranquilidad política y económica, tuvo que esperarse hasta que se concretara la llamada “Paz Andina”. Esta “Paz” llegó con varias guerras y muertos de retraso. La muerte del general Montilla en 1907, causó gran conmoción entre el pueblo tocuyano que lo acompaño en sus audaces sueños de justicia por aquellas montañas. Por otro lado significó un gran alivio entre sus opositores, quienes no podían ocultar el respeto y el miedo que imprimía la figura legendaria del indio guerrillero.

En todo el territorio venezolano, el lugarteniente de Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez posteriormente llamado por Pío Tamayo como la “Pantera Andina”, había reducido por la fuerza del plomo y el filo de machete a cuanta montonera o rebelión se le alzara a Castro, sin embargo esto no se logró en El Tocuyo con el general Montilla al frente de los indígenas rebeldes de las montañas de Guaitó, Los Humocaros y Chabasquén.

Según Francisco Tamayo (1968) “... En El Tocuyo se implantó tardíamente la paz andina (...) primero por la sostenida permanencia de Montilla en las montañas de Guaitó; segundo porque las arbitrariedades de los jefes civiles de los municipios provocaron alzamientos menores; tercero porque la pandilla denominada La Voladora dio mucho que hacer antes de dejar El Tocuyo libre de depredaciones (p.61-67).

Luego del asesinato de Montilla, sus soldados conocidos como “Los Montilleros”, quienes habían logrado sobrevivir a la cárcel y a la guerra, se dispersaron por las montañas de la Sierra de Portuguesa, y se hacían sentir contra las injusticias y los atropellos que las autoridades gomecistas aplicaban a las masas campesinas.

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Esta geografía conocida como la Sierra de Portuguesa va a ser escenario de una serie de guerrillas, liderizadas por los antiguos soldados del General Montilla. Específicamente se recuerda en la región de El tocuyo el desasosiego que provocó el alzamiento conocido como “La guerra de los Angulos”, movimiento de campesinos armados contra las injusticias de los funcionarios de Gómez. “El alzamiento de Dionisio Borges y Jesús Colmenares Morón” en El Hatillo, y la de mayor relevancia y significación política por las bajas humanas y la humillación moral que le propinó al ejército gomero, como se recuerda a la célebre “Guerra de los Vargas” rebelión que logró incorporar a un gran sector descontento de campesinos buscando el sueño de justicia que había iniciado Montilla.

Esta hazaña heroica contra Gómez, que partió de las montañas de Chabasquén, en el sitio conocido como “El Regalo”, se extendió a Córdoba, jurisdicción del Estado Portuguesa e involucró los predios del actual Estado Lara, específicamente a El Tocuyo durante los años 1913-1914... “Por una vaquita flaca que Morillo les mató” como cuenta el corrido alegórico a esta rebelión encabezada por campesinos descendientes de indígenas, llegando a sacudir el cimiento político-militar del general Leonidas Morillo, quien inicialmente enfrentara a los Vargas, siendo finalmente auxiliado por el ejercito regular gomecista al mando de Pérez Soto. Así lo recoge Heredia Angulo (1974) del canto popular de la región:

…“ Ya viene pegando el plomo/ Por el pecho y por los lomos/De los lados de Chabasquén” Pág.112.

Finalmente el General tocuyano Pérez Soto detuvo y ordenó el fusilamiento de los líderes guerreros allá en Coro y los Guanare

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GABALDÓN EN EL TOCUYO

Con el sometimiento temporal de estas rebeliones, la sociedad tocuyana, especialmente los comerciantes, comienzan a respirar cierta tranquilidad, por cierto poco duradera porque más adelante el General José Rafael Gabaldón se alzaría con aquellos antiguos soldados montilleros. Recuérdese que para 1929, el mundo capitalista había entrado en una crisis económica depresiva y nuestro país, por su característica monoproductora, primaria exportadora de neocolonia norteamericana, no escapó de aquella situación del escaso poder adquisitivo internacional producto de la I Guerra Mundial para comprar nuestros productos que se vieron forzados a venderse, casi a precios de regalo en el mercado mundial.

El café, uno de los principales rubros agrícolas de los andes venezolanos, de donde eran originarios Montilla y Gabaldón cayó estrepitosamente de precios en el mercado mundial. Cipriano Heredia Angulo (1974) dice lo siguiente al respecto…” Ninguno de los productos industriales que se importan acusó tan marcado descenso – (que el café)-. El resultado fue un saldo de pobreza en las zonas cafeteras del mundo como jamás lo había registrado la historia”(Pág. 52).

Gabaldón fue un caudillo que, en tanto no fueron tocados sus privilegios económicos, resultó incondicional a Gómez como se aprecio en los distintos cargos políticos que el dictador le asignara: la presidencia del Estado Portuguesa en enero de 1909, destacando en batallas como en la de la Victoria en 1912, al lado del gobierno gomecista.

La crisis económica mundial, tuvo particularidades en cada país, que sin duda alguna, afectó en gran profundidad a aquellos sectores que no recibían los favores directos tanto de las Casas

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Comerciales, como de las Petroleras transnacionales, este es el caso de productores como Gabaldón entre otros, cuya producción de café tenía que competir con los brasileros ante la mirada indolente de Gómez, la producción nacional de café se encontraba bajo el control de las Casas Comerciales alemanas con sede en Maracaibo.

Esto hacía que por razones del bajo poder adquisitivo de las naciones en conflicto, el café se acumulara sin tener salida de compra, y se depreciara en el mercado mundial, siendo recibido por las Casas Comerciales al precio que ellos impusieran, traducido en la ruina de los productores y en consecuencia levantamientos armados. Así lo explican historiadores que más bien parecieran los redentores de Gómez como, William M. Sullivan. (1992), lo expone y justifica en “Política y Economía en Venezuela 1819-1991 …“El General Gómez no debe, por lo tanto, ser criticado por haber negado ayuda a los productores de café (…) cualquiera que sea el caso, los desalentados productores de café se convirtieron en uno de los elementos más desafectos al régimen de Gómez” (pág.254)

Además Gabaldón era un próspero ganadero en el estado Portuguesa, pero su comercio con las reses llega hasta su enemistad con Gómez. La industria ganadera estaba controlada totalmente por “Los Gómez”, con el monopolio de la carne y sus derivados, de cuya evidencia aun queda en “LACTUARIOS MARACAY”:

De hecho, el General y sus amigos habían adquirido las tierras de cultivos y los pastos mejores, valiéndose ya de medios legales o de la fuerza, y había declarado ilegal la competencia en la industria láctea y productos derivados, así como el comercio de la carne, ellos se adjudicaban contratos exclusivos para la exportación de productos ganaderos. 12

Todos estos elementos de carácter económicos condujeron al deterioro, de una clase terrateniente en el interior de la República, que no veía por ningún lado los beneficios de la Venezuela Petrolera, y en su lugar, el prestigio heredado desde la colonia, o mas especifico desde 1830, basado en la tenencia de tierra-hombres se vio menguada ante el poder casi absoluto de Juan Vicente Gómez. De manera que seria inocente ver en cada uno de estos movimientos caudillescos,

12 Sullivan M. William (1992). “Política y Economía en Venezuela 1819-1991. Pág. 255.

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las aspiraciones del pueblo venezolano que solicitaba la ruptura del yugo gomecista, de hecho los soldados que engrosaban estas filas, por lo general eran peones del caudillo en los breves tiempos de paz, y valientes soldados en tiempos de montoneras.

El 7 de julio de 1926 se presenta un problema con el monopolio que controlaba la carne en el Estado Zulia, recuérdese que la cofradía “gomera” era dueña de la mayoría de los hatos del país y querían el control absoluto de la carne. Pérez Soto le comunica a Gómez quien luego les advirtió “Que debían dejar pasara todo el que quisiera y sin estrecharlo, porque si ellos tienen la fuerza del capital, yo tengo la fuerza de los grillos” “Epígrafes para un perfil de la Venezuela Contemporánea” Tomo II: Pag. 190.

Esto es en relación a la fuerza económica-política que venían desarrollando las Casas Comerciales, como se apreciará más adelante, entre los “Gomeros” una clase de nuevos ricos que recibían las migajas de las Compañías Petroleras y que veían amenazada su estabilidad con los futuros dueños de los bancos del país, cuyo germen estaba en las casas comerciales importadoras-exportadoras.

En el Archivo Histórico de Miraflores, segunda quincena del mes de marzo de 1931, corroboramos con una evidencia más de las pretensiones de Gómez de monopolizar absolutamente bajo su mano las riquezas del país, así queda plasmado en una carta que el representante de de la Compañía Destiladora “San Juan” . S.A, de Matanzas, Cuba “…Tengo entendido que esta interesado en el desarrollo de la industria azucarera de ese país y pudiendo servirle en la adquisición de algunos centrales de 100 a 150 mil sacos de 13 @ c/u”.

Las relaciones económicas de José Rafael Gabaldón con El Tocuyo, permitió convencer a hacendados en su misma situación económica, para la incorporación a la lucha contra Gómez, en donde descolló el grandioso poeta-revolucionario Alcides Losada, en medio de una sociedad de intelectuales timoratos, actitud que les permitiría incluso, sobrevivir al proceso histórico de la mitad del siglo XX, conocido como “Pacto de Punto Fijo”.

De allí que una manera de pasar holgadamente al disfrute personal o de sus descendencias familiares a partir de los años 40 del siglo XX, conocido como continuismo gomecista, fue a través de una de las formas más rastreras que puedan tener los seres humanos:

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la delación y el entreguismo, el pitiyanquismo palabra que algunos atribuyen a Mario Briceño Iragorry. Tal es el caso de apellidos de abolengo cuarto republicano que hicieron fortuna de la forma más vil junto a las dictaduras, y cual excelentes petardistas se erigen como eminentes demócratas a partir del 23 de enero de 1958 hasta hoy.

Un ejemplo lo tenemos en la familia Delgado Losano quien en sentido figurado, erige una efigie al dictador, hablando a nombre de la ciudad de Guanare por un motor para el alumbrado público, según correspondencia encontrada en el Archivo Histórico de Miraflores el 19 de mayo de 1931. Otro caso que encontramos, además del nombre de Abdón Vivas, en esta investigación es que el sujeto encargado desde Valencia de avisar a Gómez de entrada y salida de personas al país es HUGO FONSECA RIVAS, el nombre y apellido de uno quienes tuvo durante la IV Republica el poder económico; Hugo Fonseca Viso presidente de FEDECAMARAS.

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EL TOCUYO. ¿LA “ATENAS” O LA “TROYA” DE OCCIDENTE?

El Tocuyo es un pueblo que el paso de su historia lo ha hecho prepararse para las contingencias que se le ha presentado, producto de esto existe un calificativo que llena el ego de algunos tocuyanos, aquel que lo adjetiviza como “La Atenas de Occidente” en los tiempos de esplendor de la educación privatizada del maestro Egidio Montesinos y del libre pensador Don Bartolomé Losada. Por eso, no se puede seguir negando con sutiles posturas “científicas” que insisten en una pasividad del tocuyano, frente a su rol de pueblo valiente que en más de una oportunidad le ha tocado empuñar las armas para resguardar el más elemental principio… la vida y su propia dignidad. Es una vana pretensión negar las raíces de la resistencia a la opresión y la capacidad de beligerancia, que lleva en su sangre el pueblo tocuyano.

Un año después de la “Guerra de los Vargas”, El Tocuyo experimenta una nueva situación de agitación social en plena efervescencia del gomecismo. En 1915, un paro “espontáneo” de peones de haciendas que llegó a El tocuyo, a reclamar los salarios que los hacendados se negaban a cancelarles. Francisco Tamayo (1968) señala “... Por 1915 a 1916 hubo un “paro” espontáneo de los peones de las haciendas de El Tocuyo abajo, quienes se vinieron a la ciudad machete en mano, a reclamar salarios que los hacendados se resistían a pagarles; fueron a poner sus quejas ante la primera autoridad del distrito y se estacionaron frente a la casa de gobierno hasta que se les oyó” (p.62-63)

De manera que insistir en un ambiente de sosiego y paz para El Tocuyo, cuando nunca lo tuvo, no permite encontrar el camino que aclare por qué estos jóvenes agrupados en el Tonel de Diógenes se atreven a irrumpir de distintas maneras y en distintos escenarios

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contra el régimen de Gómez. Francisco Tamayo (1968) corrobora la preparación de los distintos sectores tocuyanos ante las vicisitudes de guerra del momento…

En cada hacienda hay un “parque” escondido. Máuseres y revólveres se ocultan en algún falso de la casa patronal o en el solar, en una fosa de mampostería (...) pero cuando llega la hora del alzamiento, las oxidadas armas se descaman (...) y entran a servir como armamento de algún alzado. Después los soldados de la montonera(...) y los demás peones convertidos en soldados, portaran un más liviano y manuable machete, amolado por ambos bordes con el cual dan los temibles asaltos nocturnos, tal como es del agrado de Montilla y otros guerrilleros. 13

También se habre insistente de a una época conocida en el área urbana de El Tocuyo como “La Edad de Oro”. El contexto histórico al que se alude refiere a los tiempos en que se ponen de manifiesto las relaciones de producción de carácter netamente capitalistas, las mismas implicaron grandes transacciones comerciales en el marco de la usura de los poderosos capitales, fundamentalmente de origen alemán como la Blhom de Barquisimeto y la Van Diessel que concentraron grandes fortunas en detrimento de los pequeños productores del café o hacendados sumidos en la ruina a los que los condenaban las altas tasas de interés de estos capitalista, como es el caso de los representantes de firmas alemanas.

Por otra parte, la usurpación de los llamados “resguardos indígenas” y el acaparamiento latifundista de las mejores tierras del valle de El Tocuyo, se concentraban en las manos de los terròfagos consentidos del gomecismo, teniendo por testaferros a altos funcionarios del gobierno, tal es el caso de Crispiliano Colmenares, cuyo mentor fue su tío el general Vicencio Pérez Soto.

De manera que insistir en las alusiones de un Tocuyo paradisíaco, digno del legendario rey Midas, puede hacernos perder la dirección y olvidarnos en manos de quién descansaba la fuerza laboral que permitía toda esa “Bonanza y esplendor”, cuyos protagonistas no gozaban de las ganancias de bondades a la que aluden insistentemente los historiadores oficiales de El Tocuyo del siglo XX, como para llamarla “EPOCA DE ORO”.

13 Tamayo F. “El Signo de la Piedra” Pag. 54.

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Ciertamente, en este contexto de los últimos años de la primera década del siglo XX, y los primeros años del siglo veinte, El Tocuyo parecía un pueblo de feria permanente, a donde se daban citas las compañías de teatro y de zarzuela y cada Casa Comercial editaba su propio periódico, así lo ve Pedro Linárez (1999) ...“El esplendor de entonces no venía por una mera casualidad, era producto del auge comercial que tuvo entonces el café, y era precisamente El tocuyo su centro inmediato de comercialización para luego llevarlo a Tucacas, Puerto Cabello y La Guaira para su exportación, obteniendo jugosas ganancias” (p.13) Pocos años después, será El Tocuyo el escenario de uno de los más grandes conflictos que hubo de enfrentar Juan Vicente Gómez en el año 1929, con la chispa que encendió “La Gabaldonera”.

Aún se escucha decir en el léxico de la gente sencilla de El Tocuyo, Guarico y Chabasquén, ante situaciones de alta dificultad y beligerancia...”Aquí va a arder Troya”

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REFUGIARSE EN LOS HÉROES

1922 es la fecha que se maneja como punto final de la agrupación conocida como “El Tonel de Diógenes”, sin embargo insistimos en indagar hasta qué punto es verdad, que fue desarticulado el grupo “Tonel”. Porque, no obstante disgregados sus miembros y estando Pío Tamayo en el exilio, las disertaciones a cerca de cualquier tema de índole colectiva eran canalizadas aunque fuese por correspondencia, por los integrantes del grupo.

Nuestro pueblo, históricamente ha burlado los cercos represivos, que ha impuesto el estado dominante, pretendiendo suprimir su pensamiento colectivo. Una actitud semejante a la que en adelante plantearemos; es la diatriba entre tocuyanos y caroreños, también se puso de manifiesto en plena colonia, cuando a los africanos y a sus descendientes se les prohibió guardar culto a sus antiguos dioses. De manera que estos tuvieron que apelar a ocultar su religión usando como pretexto los nombres cristianos; específicamente a San Antonio, para adorar bajo el manto de una celebración “cristiana” a través del culto conocido hoy como “Sones de Negros” a sus antiguas deidades africanas, sin despertar la menor sospecha entre las autoridades eclesiásticas y civiles de la colonia.

Bajo estas circunstancias, entre caroreños y tocuyanos se planteó desde el quincenario “El Tocuyo”, dirigido por los hermanos Alcides y Hedilio Losada, un debate en torno a la participación protagónica de su epónimo, José trinidad Moran, y el caroreño, General Juan Jacinto Lara, para el año 1922, en que participa el sabio Don Bartolomé Losada.

Sin embargo, debe aclararse que la concepción historiográfica que exalta la personalidad de los “héroes”, individualizando su acción, minimiza la participación de los colectivos y mayorías poblacionales.

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En este caso, se puede justificar para ese momento histórico, la posición de estos pensadores, tocuyanos y caroreños respecto a la historia, ante la situación de cerco y mordaza a las ideas que propició la dictadura de Gómez.

El Verdadero Héroe de Corpahuaico Con atención he venido siguiendo el curso dela (sic) polémica suscitada entre Cecilio Zubillaga Perera y Luis Castillo Amengual, de una parte, y Bartolomé Losada, José Arauna y Pío Tamayo de la otra, a cerca de (...)el héroe de (…) Corpahuaico (...)Zubillaga Perera habla de una “propaganda” que existe aquí en El tocuyo, y que “ atenta contra la gloria de Lara, que son muy de su pertenencia únicas las de aquella brillante acción”. Después muy seriamente dice que “la ignorancia de las cosas históricas es quien tiene el principal papel en este asunto”. Muchas gracias. Pero advierto al sereno pensador Zubillaga que en el mismo estado de ignorancia estarían muchos notables historiadores, periodistas, funcionarios públicos y hombres de letras- peruanos en su mayoría y desde luego mejor informados que nosotros a cerca de la historia de su país – quienes, de modo inexplicable para las personas que conocen a fondo LAS COSAS HISTÓRICAS , dan a Morán el titulo de “El héroe de Corpahuaico”. ( Véase el número 33 de “El Tocuyo”, el 5.130 de “El Impulso” y el 3° de “Ayacucho”, correspondiente a los días 3, 5, y 9 del corriente mes ). Por lo visto, no es en El Tocuyo solamente como dice Zubillaga, donde se le dan tan honroso calificativo al bravo comandante del batallón “Vargas”.Yo creo que Zubillaga Perera y Castillo Amengual* tienen la firme creencia de que un subalterno como lo era Morán de Lara en Corpahuaico, no puede ser nunca el héroe de una acción determinada. Bolívar confiando el parque del ejército a Ricauter, sería, según ellos, el héroe de San Mateo, y a la vez, quien voló, hecho trizas, entre las llamas de la explosión provocada por su mano, para salvar con su sacrificio la suerte de las tropas independentistas (...) No creo, pues, que por el solo hecho de ser el general Lara el general de división al cual perteneció el batallón “Vargas”, comandado por Morán, que hizo la defensa de la retaguardia en Corpahuaico, atacada por superiores fuerzas realistas, después de haber sido arrollado “El Rifles”, - no creo, digo, que por esta circunstancia deba tenerse a Lara como el héroe de la jornada (...) Alcides Losada. El Tocuyo: 11 de Febrero de 1922. 14

14 En “El Tocuyo” N° 35. Año I. 12/02/1922. Microfilm de la biblioteca “Pío Tamayo” Barquisimeto Edo Lara.

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Esta larga cita, para mayor exactitud, fue tomada casi en su totalidad, aquí demuestra además el nivel de debate de los tocuyanos, también asoma la posición crítica de dos de los integrantes de “El tonel de Diógenes, Pío Tamayo y Alcides Losada, que precisamente para 1922, es desmantelado por las fuerzas del gomecismo.

Más adelante, como para que no quede duda alguna del protagonismo de Morán en Corpahuaico y del espíritu revolucionario de los tocuyanos, también en el quincenario “El Tocuyo”, pero con fecha 22 de Junio de 1922, Alcides Losada da por clausurado el debate con un contundente poema de un escritor peruano, al cual involuntariamente hubo que hacer algunas omisiones, por lo tanto se transcribe textualmente algunos versos y pasajes alegóricos directamente, a la participación de Morán en la batalla de Corpahuaico

Morán para ellos con el lampo* más puro/ siempre la espada en alto y sus pies en el vivero/ de pasiones que reptan y sus furias ensañan /ay ¡ay! En un día aciago como el destino oscuro/ aquel sol de Ayacucho vio inmolar al guerrero/ ... como si bronce fueran, los corazones plañan./ Francisco Montajo.( Peruano). De “El Pueblo”- Arequipa. 15

Por su parte, Pío Tamayo desde el exilio, asume una postura de evidente totalidad marxista, cuando en correspondencia con sus hermanos, en la compilación epistolar que realiza Mery Sananes (1986) recibe las siguientes noticias. “...El 3 de diciembre fue la inauguración del busto de Morán (...) se ha vuelto a suscitar la cuestión Lara-Morán. Los caroreños empeñados en hacer creer que las glorias del “héroe de Corpahuaico” son de Lara y no de Morán(...) Ayer circuló enérgica protesta de todos los tocuyanos contra “El Impulso” de Barquisimeto por un articulo publicado últimamente donde se trata de amenguar los méritos de Morán” (p.152)

Igualmente recibe reportes al respecto de su hermana Ana Tamayo:

“... La noticia palpitante en estos días es la ansiada glorificación como héroe de Corpahuaico del general Morán, pues como usted sabe, los caroreños quieren otorgarle esta gloria a Lara, y de ahí han venido a resultar grandes discusiones periodísticas que han despertado aquí gran entusiasmo patriótico” (p.157)

15 En “El Tocuyo”. N° 72. Año I. 22/06/1922. serie 9. Microfilm de la

biblioteca “Pío Tamayo” Barquisimeto Edo Lara.

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Al respecto, Pío Tamayo responde de manera ponderada desde el exilio: “... Los caroreños sin saberlo están haciendo un gran bien al Tocuyo. El de despertar un sentimiento fuertemente adormido en nuestro pueblo (...)El sentimiento de defensa de un ideal ultrajado va a crear en el tocuyano el sentimiento de amor colectivo hacia su pueblo: hacia su pueblo que tiene[...] que defender y al que deben de supeditarse (sic) sobre los pueblos o ciudades que lo atacan (p.158). Nuevamente se hace mención “al tocuyano”, esta vez por el propio Pío Tamayo, en este caso se refiere a ese sector de la población conocido como “los amos del valle”, porque no cabe la menor duda que una población mayoritariamente analfabeta, dedica el poco tiempo libre que le ganaba a la explotación en pensar que comería el día de mañana, en lugar de la diatriba intelectual poco atractiva de quienes fueron los verdaderos héroes de un proceso de independencia que hasta los momentos no les había tocado tales bondades.

Todo esto sucede, en el seno de la “conservadora” ciudad de El Tocuyo, residencia de dos grandes pensadores de la época, Egidio Montesinos y Bartolomé Losada.

Obviamente es necesario ubicar a cada uno de ellos en su justa dimensión, de acuerdo a su condición económica, y por ende de su diferencia como clase social, así mismo sus diferentes posturas ideológicas obvias igualmente, entre el dueño y fundador del célebre Colegio “La Concordia” conocido en sus tiempos como “El Maestro de Occidente” y Don Bartolomé losada, quien vivía a extramuros de la ciudad, en El Cuartel o Barrio Santa Ana, conocido para la época como el barrio de los artesanos.

“Un pobre escribiente de oficinas”, él mismo se califica en una de las primeras citas que hiciéramos tomada de el quincenario “La torcaz”, en sus cincuenta aniversario, sin embargo, propietario de una de las bibliotecas más completa de la época, además heredero de la imprenta de Gil Fortoul. Allí habitaba Don Bartolomé Losada, padre de los hermanos Hedilio y Alcides Losada.

Por otra parte la biblioteca de Don Bartolomé Losada, se convirtió en receptora de este tipo de literatura revolucionaria, formación que nutrió, sin lugar a dudas los juveniles espíritus de los

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futuros integrantes de “El Tonel”. Esta situación fue aprovechada los integrantes del grupo “Tonel de Diógenes” para su futura formación política revolucionaria.

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VICENCIO PEREZ SOTO Y JOSE GIL FORTOUL. INTELECTUALES DE LA OPRESIÓN Y EL DOLOR.

LA OTRA ESCUELA DISTINTA AL TONEL

A juzgar por lo que en el plano social significó egresar de El Colegio “La Concordia” de El Tocuyo, llegando a ser considerada esta ciudad por la brillantez de sus pensadores -“La Atenas de Occidente”- sin lugar a dudas pertenecientes a los sectores oligárquicos.

No en vano, notamos la presencia en el escenario político nacional de personalidades que precisamente egresaron del mencionado colegio, y cuya actitud no se corresponde en nada con los principios humanísticos del otro grupo que encabezan; Tamayo, Montesinos y los hermanos Losada. Citamos algunos como: Ezequiel Bujanda, José Gil Fortoul, Vicencio Pérez Soto, Federico Carmona, entre otros, quienes estuvieron al margen de la influencia opcional de “la otra escuela” que informalmente regía Don Bartolomé Losada, contrariamente a la oportunidad que tuvieron de participar los fundadores de “el Tonel de Diógenes.

Indiscutiblemente, existió una gran diferencia entre los que tuvieron a su alcance ambas influencias políticas-pedagógicas, y dicho sea de paso, asumieron una actitud de beligerancia revolucionaria frente a la dictadura, y aquellos quienes sólo conocieron la formación de El Colegio “La Concordia”, en este caso, intelectuales de la talla de Vicencio Pérez Soto y José Gil Fortoul, como incondicionales del régimen gomecista.

En un acercamiento a la conducta sociológica de estos personajes, quienes se debe enfatizar no tuvieron la influencia de la escuela de don Bartolomé Losada, y que fueron pilares intelectuales de la opresión gomecista, encontramos los testimonios de un internacionalista combatiente del gomecismo, quien de forma explícita, dibuja una actitud nada humana de uno de estos personajes, en completo desentono a las ideas humanistas de formación inicial que tuvieron en el Colegio “La Concordia” de Egidio Montesinos.

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Carlos M. Flores (1980) cuenta las experiencias que durante su cautiverio, hizo de Vicencio Pérez Soto uno de los más temido personaje del gomecismo, cuando los trabajos de construcción de las carreteras que posteriormente unirían a los hatos y haciendas del clan gomecista con las principales ciudades del país se convirtieron en perfectos campos de concentración, que a la vez permitiría al gomecismo aplicar las políticas malthusianas de exterminio, para salir de los contingentes de presos que agonizaban, productos de las enfermedades y torturas, y que no rendían en el “trabajo productivo y eficiente” que requerían aquellas labores.

Estos prisioneros fueron sacados de la cárcel, envió a 270 detenidos esposados y engrillados en una balandra, quienes estuvieron a punto de ahogarse, cuando la embarcación comenzó a zozobrar haciendo aguas por el mal estado de la nave. “... Se dijo que Pérez Soto había previsto el desastre y esperaba salir así, de una vez, de sus victimas. Nada tiene de raro que el presidente del Zulia haya intentado sepultar en el mar a los 270 hombres. En otras ocasiones había cometido barbaridades por el estilo (P.54.) Más adelante el mismo Flores (1980) señala a Vicencio Pérez Soto, como el tristemente célebre autor de aquellos adminículos del dolor y la tortura que caracterizaron la horrorosa dictadura de Gómez “... LA “CUERDA ANUDADA” en el estomago (...) parece que el inventor fue Eustoquio Gómez (...) aunque también se señala a Vicencio Pérez Soto como propietario de la “patente”.(p.104). Más adelante el mismo Flores (1980), le atribuye a Pérez Soto otros tristes privilegios como:

El “CASCO DE ACERO” es una verdadera creación del general Vicencio Pérez Soto. Nadie le ha regateado el derecho de semejante invención. En (sic) una de las glorias que tiene ese diabólico personaje, azote de seres indefensos. Refinado criminal que ha hecho verdadera escuela de asesinos, pues eran muchos los que imitaban sus crueldades.(...) el casco de hierro no era otro coso (sic) que una ESPECIE DE SOMBRERO, como los que usaba el ejército alemán (...) únicamente que el empleado por Pérez Soto es construido especialmente. Pesado y con ciertos adornos en la copa EN DONDE VAN VARIOS TORNILLOS, LOS CUALES SON APRETADOS SIMULTÁNEAMENTE, UNA VEZ COLOCADA LA PIEZA SOBRE LA CABEZA DEL QUE HA SIDO SENTENCIADO A MORIR EN EL. 16

16 Flores Carlos M (1980) “Gómez Patriarca del crimen” Pág.73

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Ese era Pérez Soto, el personaje que hoy día, la complicidad de algunos historiadores “oficiales” y hasta algunos “comprometidos” se han dedicado a emborronar esos testimonios de crueldad, para exaltar a semejante verdugo del gomecismo. Incluso, podemos encontrar a este siniestro personaje ocupando un cómodo y solariego lugar en la compilación que hace Ramón Querales en la “Antología de poetas Larenses”, obviando en esa misma antología el aporte a las letras larenses de José Pío Tamayo excluyéndolo como poeta. Mientras que en el propio año de 1933, Flores (1980) testigo de excepción se refiere a este personaje de la siguiente manera.

“...Se preciaban de civilizadas, como Pérez Soto, que se las pasaba emborronando cuartillas, haciendo versos mediocres y discursos rimbombantes” (p.107)

Quizás insistir en la descripción que hace Carlos M. Flores de Pérez Soto, pudiera ser interpretada por sus defensores, como una “malintencionada forma de dañar su imagen”, pero si se lee la obra de Flores, de donde se extraen la citas, se podrá corroborar que no es una obra dedicada a este personaje, sino que las alusiones que se le hacen son precisamente en capítulos donde se tratan los temas de “PRIMEROS TRABAJOS FORZADOS” y “OTRAS TORTURAS” en las páginas 53, 54 y las 104, 105 Y 107 respectivamente. Igualmente Cipriano Heredia Angulo hace referencia al fusilamiento de los hermanos Vargas en Guanare, en la obra; “El año 29, recuento de la lucha armada”

Pérez soto no pierde oportunidad de afianzar allí la malhadada aureola de su nombre. Crímenes como el del funcionario Calixto Peraza(…)ejecuciones masivas contra enemigos políticos y delincuentes comunes, enmarcan su acción de gobernante implacable. El 7 de agosto de ese año 1914 es fusilado en Guanare un grupo de prisioneros, quienes sufren una discriminación pos-mortem, ya que se les sepulta (…) fuera del cementerio de la ciudad. 17

Pero no sólo destacó el “poeta” Pérez Soto en los umbrales de las muerte de inocentes, está comprobados según testimonios de registros civiles y mercantiles, cómo personajes como este y Eustoquio Gómez se hicieron dueños de las mejores tierras tocuyanas y fuera del Estado Lara a través de testaferros o a veces de manera directa mediante el despojo y la rapiña, justificando expropiaciones a quienes

17 Heredia A. “El año 29.Recuento de la lucha armada” pag.53

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consideraban enemigos del gomecismo. Por ejemplo en Portuguesa los esbirros de Gómez robaron ganado a todo aquel que considerara desafecto al gobierno, tal es el caso de Suruguapo en plena persecución a los gabaldoneros. Heredia A. (1974)…“Señor General Eustoquio Gómez. Recibidos sus telegramas de ayer. Quedo en cuenta de que puedo disponer de las mercancías de Joel Suárez, y he dado orden al comandante Blanco de quemar las casas de los enemigos y la de los elementos que lo apoyan. Su amigo y subalterno, Juan Fernández” (Pág. 121,122)

Todas estas son, una serie de retaliaciones acumuladas en contra del patrimonio personal de antiguos amigos de Gómez, que van a ver afectados sus riquezas, tanto en el negocio del ganado, el monopolio del café y la exabrupta manera de acumular latifundios en Venezuela.

De manera que no es un principio netamente político lo que mueve a Gómez a acabar con el caudillismo regional, sino que estos se van convirtiendo en una gran estorbo para el desarrollo del capitalismo, que hace su entrada magistral con el descubrimiento y explotación de los pozos petroleros, en el oriente y el occidente del país del que él recibía migajas, en comparación con los saqueos hasta ahora incuantificables del petróleo venezolano que hicieron las transnacionales, obviamente como ya esta demostrado en la región llanera, desde donde el imperialismo tiene como proyecto imperialista la aplicación separatista de la República del Casanare.

Solo el conocimiento de nuestra historia, nos permite hablar con propiedad de nuestro acerbo, identidad y herencia cultural y material, nosotros heredamos las deudas de los abuelos, por eso estamos seguros que nuestros acreedores son nuestros históricos expropiadores, y algún día iremos por lo que es nuestro.

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JOSÈ GIL FORTOUL Y SU CONTRIBUCIÓN AL SOSTENIMIENTO DEL

GOMECISMO.

José Gil Fortoul es sin lugar a dudas, junto a Pedro Manuel Arcaya, y Laureano Vallenilla Lanz, los mentores ideológicos del régimen atroz y dictatorial de Juan Vicente Gómez. Aunque muchas veces “la ausencia de memoria”, aunada a una historiografía oficialista tendiente al olvido de “males pasados”, ha pretendido afanosamente referirse a estos personajes como pioneros de las letras y las ciencias venezolanas, cosa que no contradecimos del todo, siempre y cuando no se obvie toda responsabilidad política, material e intelectual sobre los males que causo el incipiente holocausto del gomecismo en Venezuela, y en donde estos personajes, tienen su cuota de participación significativa. De hecho, Gil Fortoul fue funcionario de Cipriano Castro en Alemania, y seis meses después del derrocamiento de Castro, es ratificado por Gómez por exigencias que hiciera el propio Gil Fortoul al dictador. Más adelante se desempeñaría como Ministro de Instrucción Pública y como Presidente Provisional de Venezuela, entre otros cargos de menor o mayor jerarquía. Así lo describe José Rafael Pocaterra (1984) Memoria de un venezolano de la decadencia Tomo II…” Un rábula que ha demostrado cierta habilidad para (…) abominables componendas; todo bajo la experta dirección de quien, pudiendo ser ilustre, se quedó en ilustrado, para morir en cortesano: Gil Fortoul” (pág. 283)

No obstante, asumiendo las responsabilidades históricas y políticas que supone la investigación social, a razón de desmentir el cliché en que se ha convertido la “neutralidad” y la ”objetividad histórica”, se ha recurrido a los propios archivos históricos de Miraflores, en el trabajo que hace Francisco Salazar Martínez (1978) “Tiempos de Compadres”, para presentar según la descripción de los propios funcionarios de Gómez, cual era el perfil psicológico de Gil Fortoul, personaje del gomecismo de una arrogancia atropelladora y sicopática, que gozaba de todas las indulgencias del “Benemérito”.

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Hacemos referencia a un incidente que se da entre dos altos funcionarios del gobierno gomecista; José Gil Fortoul, por un lado, y por otra parte Carlos Aristimuño Coll, pocos tiempo de ser Gil Fortoul despojado de la presidencia de la República como encargado de Gómez. Felipe Guevara Rojas, señala los detalles del incidente en una carta enviada a Gómez.

“Respetado General:Anoche, en pleno teatro, ocurrió un hecho escandaloso (...) presencié una agresión personal(...) del señor doctor Gil Fortoul contra el doctor A. Aristimuño Coll (...) El doctor Gil Fortoul, después de insultarle, lo hizo agarrar por unos policías para que lo llevaran a la cárcel, y el hijo del doctor Gil Fortoul (...) le ha ofrecido cuatro tiros y cuatro patadas públicamente y (...) en plena Función, el doctor Gil Fortoul fue a plantársele enfrente al doctor Aristimuño, provocándolo como cualquier guapo de arrabal.(...) a decir que si alguno quería tomar la defensa del doctor Aristimuño que lo avisara, pues él quería arreglar sus asuntos personalmente. General (...)le suplico vea con atención la situación creada por este hombre desatentado, exasperado por su separación de la presidencia (...)La acertada organización que bajo la inspiración de usted le dio a la República el 19 de Abril fue acogida por el general beneplácito de todos los hombres de orden y de trabajo; pero especialmente por la sociedad caraqueña, que se veía libre de aquella pesadilla de la presidencia del doctor Gil Fortoul. 18

Para 1908, cuando Gómez usurpa el poder a Castro, Gil Fortoul, le escribe una carta a éste poniéndosele a sus órdenes e inmediatamente es nombrado Ministro Plenipotenciario ante Berlín. De manera que la lealtad en este personaje que la historia oficial y no oficial se ha dado a la tarea de exaltar como uno de los hombres más lúcidos y claros de la historia Constitucional de Venezuela, brilla absolutamente por su ausencia, en donde su proceder social esta marcado por intereses personales y mezquinos que solo lo favorecen a él y a su entorno.

Los testimonios de la cita anterior, no lo escribe ningún enemigo de Gómez, para quienes pudieran pensar que es un documento rebuscado en el intento de “mancillar” la personalidad de este individuo que en lo particular no es “nada honorable”. Está

18 Salazar M. Francisco. “Tiempos de Compadres” Pág.252 - 253.

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escrito por un personaje del entorno gomecista, quien interpreta en la actitud hostil y disociada de Gil Fortoul, una conducta celosa y malcriada al perder el control del gobierno que tuvo bajo su presidencia provisional, en donde este personaje es suplantado por Victorino Márquez Bustillo en 1914.

La gestión de Gil Fortoul, ha juzgar por la apreciación de la carta, era muy mal vista por la alta sociedad caraqueña quienes vieron su gestión de gobierno como “...aquella pesadilla de la presidencia del doctor Gil Fortoul” por la conducta fanfarrona y el temperamento iracundo de este personaje clave del gomecismo, aparte que la tradición “mantuana” y centralista de los caraqueños veían con malos ojos que un provinciano asumiera el poder total del país.

Pero así como Salazar Martínez expone con la seriedad que amerita la ciencia de la historia. El investigador Alberto Ramírez R, en su trabajo “Juan Vicente Gómez. Esbozo psiquiátrico social” tomo II, habla exaltando la lucidez – (innegable)- de Gil Fortoul, junto a Zumeta y Vallenilla lanz, en el campo de las letras, esto por supuesto opaca la responsabilidad política de Gil Fortuol como operador político de los crímenes de Gómez. “El doctor necesario” para aquella huestes de generales, así llamaba Pocaterra a Gil Fortoul en mofa al “gendarme” que incubaba Vallenilla Lanz con su “Cesarismo Democrático”. Es perfectamente entendible, que un sujeto presto a servir a uno de los más sanguinarios dictadores de la historia de Venezuela, amigo incondicional de las transnacionales petroleras y por ende del imperialismo norteamericano, tuviera este tipo de conducta sicopática.

Lo que nos hace pensar e insistir, en lo valiosa de la escuela alternativa de Don Bartolomé Losada en El Tocuyo, que sirvió de soporte ético y de sólidos principios a los jóvenes que furtiva y algunas veces clandestinamente, abandonaban sus labores de la escuela cotidiana para ir a escuchar las clases de Don Bartolomé y sumirse en las lecturas de los textos que esperaban por los futuros integrantes del “Tonel de Diógenes” que más adelante, desde el Castillo “Libertador” de Puerto Cabello se convertiría en una nueva escuela de idealidad avanzada, iniciándose con la “Carpa Roja “ y tomando forma con la Primera Universidad Popular “Cipriano Martínez”.

Por supuesto que cronológicamente, no coinciden la formación intelectual y académica de Pérez Soto y Gil Fortoul con la de Pío Tamayo, Alcides y Hedilio Losada entre otros compañeros del Tonel. No obstante, estos personajes tocuyanos del gomecismo, pese a

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que tuvieron la brillante educación del Colegio “La Concordia” del maestro Egidio Montesinos, desconocieron la escuela alternativa de formación política y humanística de Don Bartolomé Losada, la cual sin lugar a dudas va a sentar las bases para que entre 1917 y 1918 se funde en El Tocuyo, una nueva escuela “El Tonel de Diógenes.

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CAPITULO III

EL TONEL DE DIÓGENES, ESCUELA PARA LA FORMACIÓN DE LA MILITANCIA

REVOLUCIONARIA E INTELECTUAL. -(1917 – 1935.)-

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¿QUÉ SE DISCUTÍA EN EL TOCUYO DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX.?

Eduardo Carreño (1941) en “Vida anecdótica de Venezolanos”, expone algunas situaciones jocosas de la conducta de los funcionarios gomecistas, desde el punto de vista de la cultura general, como reflejo de la educación de nuestro país para principios del siglo XX.

Redactaba Manuel Flores Cabrera en esta ciudad (…) el periódico SANCHO PANZA, en cuyas columnas editoriales hubo algo que molestó al gobernador del Distrito Federal (…) quien hecho un energúmeno preguntó a uno de sus corchetes:• ¿QuiéneselautordeSanchoPanza?• DonMigueldeCervantes.-Pues redúzcalo a prisión en el acto. 19

Esto sucedía en el centro del poder de Venezuela, Maracay o Caracas, según las consideraciones táctico-político-militares de Gómez, por otra parte El Tocuyo superaba cualquier tipo de discusiones que estaban a la altura de los grandes centros capitalinos del país, bajo la sabiduría de Bartolomé Losada, quien sería superado por sus alumnos con la fundación futura y operatividad política antigomecista y antiimperialista de “El Tonel de Diógenes”.

Para 1925, el Dr. Luís Razzetti realizó en Caracas, una especie de censo entre librerías y botiquines, y resultó que por cada librería, había cuarenta expendios de licores. Acota Prieto Figueroa (1990) En “1928. Hablan sus protagonistas”… “Era poca la información política de los jóvenes venezolanos, los periódicos tenían una especie de cortina negra –(salvo El Universal y El Eco Venezolano)- a través de la cual no se podía ver la realidad nacional. Los libros estaban censurados y no ingresaban al país sino aquellos que consideraban los censores que podían ser vendidos sin peligro” (pág.143-144). Un desproporcionado desbalance en nuestra educación.

19 Carreño Eduardo. “Vida anecdótica de Venezolanos” Pag. 180

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Para la segunda mitad del siglo XX, se importó por un poco más de cuatrocientos mil bolívares en ediciones literarias, en contraste con once millones de bolívares importados en licores, entre otras largas listas de productos suntuarios.

No obstante a estas trabas, la literatura rusa debió llegar a las manos de la juventud tocuyana ávida de conocimiento e información. No es de extrañar que las obras de Marx y Engels se vendieran y fuesen promocionadas por los periódicos de las distintas Casa Comerciales de El Tocuyo y del Estado Lara. En primer lugar porque la cacería de brujas iba destinada a los textos que sonaran a ruso, que según las autoridades gomecistas, eran insidiosos al comunismo, esto se ve reflejado en la tarea de vetar toda literatura rusa, ya fuese de antes o posterior a la revolución bolchevique, por ser consideraciones anteriormente expuestas.

Por lo tanto los nombres de Carlos Marx y Federico Engels, que no eran rusos sino alemanes, pasaban esta prueba en relación a lo que buscaban las autoridades gomecistas prejuiciados por las terminaciones fonéticas de “Ich y Ov”. Esto nos hace deducir que inicialmente, el marxismo bien pudo ser leído sin mayores complicaciones, siendo aprovechada la ignorancia del régimen gomecista respecto a cuales eran los textos de verdadera peligrosidad ideológica.

De tal manera que todo aquello que sonara a ruso era sacado de las librerías y bibliotecas. Esto lo respaldamos con el testimonio del doctor Inocente Palacios, fundador de La Gaceta de América, refiriéndose a la situación por la cual pudo circular inicialmente sin contratiempos su publicación.

En las esferas policiales se pensó que era una publicación literaria y nada más. Hecho éste muy comprensible si se recuerda que cuando la policía gomecista comenzó la inspección en las librerías para decomisar las obras de pensamiento marxista cargó con todos los libros cuyos autores o títulos terminasen en “OV” o en “ICH”. Así se sacó de circulación a “Los hermanos Karamazov” de Dostoievski, y a tantas obras de terminación similar, continuándose la venta pública de las obras de Marx y Engels. 20

20 Segnini Y.”Gaceta de América”.Entrevista al doctor Inocente Palacios. En “Cuadernos de Historia”. Pág.47.

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Aquí se evidencia las complicaciones para la juventud de entonces, la dificultad para la discusión y disidencia, sumida bajo la represión y vigilancia del gomecismo. Augusto Mijares (1967), así lo hace notar ...“Desde luego, ni sombra de libertad alguna; y en la prensa, ni para discutir cuestiones científicas o administrativas (...) En 1918 se comenzó a discutir en la prensa de caracas si el aceite de ricino era o no conveniente en el tratamiento de la llamada “gripe española”, que entonces nos azotaba, y la gobernación del Distrito Federal prohibió que continuara el debate; algunos años después un eminente médico publicó un estudio sobre la mortalidad en caracas, y fue expulsado del país y tratado como sospechoso político.(P.188)

Esto nos hace imaginar la hazaña que significaba en la Venezuela gomecista, la capacidad de disidencia, sin embargo, en El Tocuyo, su gente busca las mil y una formas de manifestar su descontento.

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EXPRESIONES DE CARÁCTER DELICTIVOPOR PARTE DE LA JUVENTUD OCIOSA

El Tocuyo a principios del siglo XX, Francisco Tamayo (1968) magníficamente dado describe esta situación...“ Hay muchachos que se debaten entre el ser y no ser, fuerzas anímicas que pugnan por salir a la superficie de la existencia, pero la estructura social de ahora no los deja aflorar.(...) ellos pretenden mantener al hombre sumiso, aferrado a los viejos moldes, entregados para que los explote y para que se les castren sus más puros y naturales derechos.” (P.24)

En esta época apareció una “patota” de jóvenes pertenecientes a la alta sociedad tocuyana, que con sus aptitudes de “Guapos y apoyaos”, mantuvieron a la ciudad en jaque por largos periodos. Jóvenes que buscaban expresar su rebeldía, y que producto de la vida gris a la que los condenaba las herencias familiares manifestaban aquella fuerza en direcciones equivocadas, en lo que ahora pudiéramos llamar delincuencia juvenil.

De esa forma canalizaban la adrenalina esos sectores económicamente poderosos añorantes del cacicazgo de sus abuelos durante la colonia tocuyana, como es el caso de la pandilla ya mencionada por Francisco Tamayo. Esta situación se presentó fundamentalmente en los jóvenes herederos de los amos del valle, los hijos de los hacendados de la caña de azúcar, quienes llevaban una vida lúgubre, a la sombra de las fortunas logradas con la explotación del aborigen y el esclavo africano, ahora conocidos como campesinos. Esto los hacía actuar como parásitos en aquella sociedad donde los padres tenían hasta el último momento de su vida la voz de mando, por ser los dueños de las fortunas de la familia. Estos jóvenes por su parte, encontraban en la sedición, los juegos de azar y el licor, las satisfacciones que no pudieron encontrar en las tertulias intelectuales a las que fueron segregados o a la carrera universitaria en la capital.

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Es importante no perder de vista el comportamiento social de esta famosa pandilla, que independientemente de no asumir posturas realmente de política revolucionaria contra el gomecismo, no obstante son el reflejo de la inoperatividad y la impunidad de los cuerpos policiales para actuar en contra los sectores de la pequeña burguesía que canalizaban sus represiones a través de aquellas actitudes.

Obviamente no actuaban porque no representaban un peligro significativo para la estabilidad política del régimen. Como lo aprecia Tamayo (2000) ..“La Voladora” fue en El Tocuyo, una renombrada y técnica banda de jóvenes de “familias decentes” (...) la voladora no era la solución deseada, pero era un lenitivo, porque en cierta forma constituía una manera de protestar y de imprecar, de revelarse contra la modorra social. (P.87-89)

Sin embargo, la actitud de este grupo de jóvenes tocuyanos, no puede aislarse de un contexto político, dada su ascendencia mantuana, enemigos de los liberales desde la tercera década del siglo XIX, cuando se profundizan las contradicciones entre liberales y conservadores. No obstante, algunos estaban emparentados afectiva o consanguíneamente con funcionarios afectos al gobierno de Gómez.

Los integrantes de “la Voladora” tenían por supuesto una razón política en su forma de actuar, a parte de ser hijos de godos acérrimos enemigos de los liberales durante el siglo XIX, tenían una particular forma de hacer oposición al gomecismo a través de las situaciones caóticas que provocaban, poniendo en evidencia la inoperatividad –(cuando les convenía)- de los aparatos policiales del gomecismo.

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LA LAMPARA DE DIÓGENES ILUMINA A EL TOCUYO

Paralelo a estas conductas delictivas de la “Voladora” la cual no significó peligro para el régimen gomecista, en el mismo contexto histórico, toma forma en el seno de la sociedad tocuyana el grupo conocido como “El Tonel de Diógenes”.

La presentación pública de “El Tonel de Diógenes” la encontramos reseñada en el periódico tocuyano “El Ideal” redactado por Bartolomé Losada y Jesús María López, el 7 de Febrero de 1918.

Con el nombre de Tonel de Diógenes, se ha instalado en esta ciudad, un centro de índole netamente literaria, integrado por jóvenes intelectuales residentes de esta ciudad: agrupación simpática es esta, llamando a mantener encendido el fuego sagrado del amor a las letras Auguramos al tonel un rico producto, aunque escaso el mosto, pero selecto, debe dar buen vino. 21

Cuando se habla respecto al Tonel de Diógenes, por lo general nos encontramos con afirmaciones como las anteriores, en donde se señala que este grupo tuvo un propósito netamente literario y cultural. Obviamente que esa debió ser su carta de presentación en la sociedad tocuyana oprimida por el gomecismo que asfixiaba a Venezuela para ese momento.

Sin embargo, este trabajo nos lleva a conclusiones que permiten rechazar tales afirmaciones, y plantear el verdadero propósito de este grupo, que fue el elemento político conspirativo contra Gómez, de lo contrario valdría preguntarse ¿por qué un intelectual como Alcides Losada va a la guerra contra Gómez? Igualmente viene la pregunta ¿por qué Pío Tamayo asume tal responsabilidad política antes y después de 1928?

21 En “El Ideal”.Año VII. Nº 27. El Tocuyo: 07 de febrero de 1918.

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El propio Pío Tamayo, en el poema “Cantos de evocación” dedicado a Roberto Montesinos desde la ciudad de Panamá en 1924, describe cada una de las actividades que desempeñaban los integrantes del Tonel, evidenciando el contenido político que prevalecía en la organización en la que insisten algunos sin haber estudiado a profundidad, que tenía carácter eminentemente literario.

Roberto: En la tarde dorada divagaremos juntos Alcides, tú Noordhof.... Los mismos cuatro puntos de antaño...seré el último yo; que entre frivolidades y filosofías os confiare el secreto de mis melancolías. Hablaremos un poco de amor y de política (...) -(subrayado del autor)- después tertuliaremos de Alcides en el cuarto. Puntuales a la cita sin excepción seremos; yo tomare la silla del asiento de esparto, Alcides como siempre piloteará la hamaca, junto a él Agustín se habrá hecho un ovillo. Rafael Elías al hueco de la puerta se enmarca, y derrumbando libros, sacudiendo el polvillo, una punta de mesa conquistará Noordhof: (...) Luego Hedilio el satírico, que se ha partido en dos, _Benjamín Academus cabalgará en sus piernas. 22

Como se observa, el poema de Pío describe a grandes rasgos las labores que se desempeñaban en las tertulias del Tonel, en donde prevalecen las discusiones políticas y filosóficas. De manera que existía un descontento silente pero que avanzaba peligrosamente en la sociedad tocuyana. Ya la experiencia de caudillescas montoneras, en donde un patriarca aspiraba a suplantar a otro en la opresión, había dejado amargos sinsabores, nuevas formas superiores de organización y luchas comenzaban a gestarse desde el seno mismo de aquella sociedad considerada insistentemente por muchos como “conservadora”.

Este descontento generalizado de sectores de la sociedad tocuyana, lo encontramos manifiestos en los propios periódicos, voceros de las casas comerciales de El Tocuyo, como “La Torcaz”. Una muestra de este descontento, dada la importancia que le imprime el mencionado quincenario, se ubica en el año 1923, en una serie de letreros que comienzan a circular por las principales calles y casas gubernamentales de El tocuyo.

22 Blanco M. A “Pío Tamayo. Un combate por la vida”. Pag.331-332

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No nos cabe la menor duda que contenía matices de índole político, como parte de la obra de algún grupo o sector descontentos con el régimen, y que denota por lo menos un mínimo grado de organización política para realizar semejante labor clandestina en medio de los rigurosos esquemas de inteligencia y espionaje con el que contaba la dictadura gomecista.

Para este caso dejaremos que al respecto la cita hable por sí sola.

Aplaudimos el decreto dictado por la jefatura civil ordenando la pintada de los frentes de las casas i espero que el diligente cuerpo policial, vigilará más activamente a los muchachos vagos que se dan a la tarea de escribir en las paredes letreros obscenos que muy mal hablan de la cultura de nuestro pueblo. El coronel Valenzuela sabe cumplir su deber. 23

Esto sucedía en El Tocuyo, cuando el mundo aún no daba crédito de lo que se decía de la Primera Guerra Mundial, acontecimientos que sin duda alguna llenaron de inquietudes y atizaron las pasiones por enterarse de los hechos de eminente significación política que sucedían en el planeta a principios del siglo XX. No era fácil enterarse en esos momentos de los acontecimientos mundiales, los pocos aparatos de radio que se tenían al alcance, satisfacían de alguna manera la curiosidad de los más preocupados.

Por su parte, cada 8 días se tenía acceso a la prensa, que traía las informaciones de la I Guerra Mundial, el periódico conocido como “El Eco Alemán” traía las noticias de la innovadora guerra bajo el agua que empleaban los submarinos partidarios del Káiser. Mientras que los diarios que llegaban de Caracas, traían las noticias del desarrollo de la contienda por parte de los aliados, junto con los el avance de las luchas de la causa bolchevique.

23 En “La Torcaz” Año.XVI. N°. 393. El Tocuyo: 04/11/1923.

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BAJO LA LUZ DE LA LAMPARA.

Retomando el estudio de la conducta sociológica de los tocuyanos a principios del siglo XX, descrita literalmente en las citas anteriores que señalan las forma de organización juvenil de un sector escasamente ilustrado de la burguesía, como es el caso de la ya mencionada pandilla “La Voladora” , contrariamente a esta forma de reflejar su descontento, un eminente grupo de jóvenes tocuyanos, comenzaba a dar cuerpo a las ideas de debate diario a través de la iniciativa literaria y política que toma consistencia cuando en 1917 fundan, “El Tonel de Diógenes”.

Sin embargo, antes habían vivido la aventura de fundar publicaciones periódicas como: “Saltos y Brincos”, “Ayacucho”,”Renacimiento”, y “El Juvenil”. Este grupo de jóvenes tocuyanos pretendían emular, la eterna búsqueda de la verdad en la corrupta y opresora sociedad de la Venezuela de su tiempo, tal cual lo hiciera en la Grecia del imperio Alejandrino, el personaje epónimo de su organización, Diógenes de Sínope, apodado “El Cínico”, por sus agrias críticas a la sociedad griega bajo el puño de hierro de Alejandro Magno.

El Tonel estuvo conformado por: Roberto Montesinos, Pío Tamayo, Alcides Losada, Agustín Gil Gil, Rafael Elías Rodríguez, Hedilio Losada y Ernesto Noordofht. Este último integrante del grupo, quien según testimonio de Rafael “El vate“Guédez, vivió por más de diez años en El tocuyo, y aunque no pertenecía a las familias pudientes de la ciudad, va a ser el alma política de la organización, en virtud de la experiencia revolucionaria, que sin lugar a dudas traía de las luchas en las Antillas, obedeciendo a su origen curazoleño.

Además, Ernesto Noordofht es el único de los integrantes que a parte de la labor político-intelectual, tiene un oficio manual definido, que contrasta con el status quo de la burguesía tocuyana, lo cual hace

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evidente su desarraigo de este sector económico-social. De tal manera que un anuncio publicitario en el quincenario “El Tocuyo” (1922), pone de manifiesto su digno oficio de excelente sastre...” Las tijeras de Noordofht están siempre abiertas como las fauces de un cocodrilo, esperando cortes para convertirlo en espléndidos fluxes” (P.4).

Nuevamente el mismo quincenario, que dirigían sus compañeros de “El Tonel de Diógenes”, Hedilio y Alcides Losada, con fecha de 07 de Mayo de 1922, igualmente exalta sus maravillosas habilidades con las tijeras:

...“La elegancia y el buen gusto son el secreto del buen vestir. Noordofht tiene este secreto. Y no hay nada que decir” (P.4).

erramos esta descripción de Noordofht, con una última cita del quincenario “El Tocuyano” que sin duda alguna ayudará a comprender con mayor claridad la personalidad de este integrante de “El Tonel de Diógenes” ...“Vean pues, a Noordofht con su flux de casimir, color aceituna, que carga. Es cortado por el mismo, y constituye el mejor reclamo del arte que profesa. Fíjense bien,...fíjense.” (P.4).

Estos jóvenes, organizados en torno a “El Tonel de Diógenes, no podían obviar los enfrentamientos bélicos que se suscitaron durante y después de la I Guerra Mundial, y la dicotomía que surgía entre el nazi-fascismo germano-italiano versus el comunismo de la revolución rusa en ascendencia, esto hacía a los integrantes de “El Tonel”, jóvenes atentos a los acontecimientos mundiales que transmitía la radio, y al tiempo que los hacían devoradores de las lecturas de la época.

Indudablemente, que una de las mentes más audaces del grupo fue la de José Pío Tamayo, de tal manera lo deja señalado dicho periódico tocuyano “El Tonel de Pío”(1985)... “ Pío demuestra su espíritu literario en más de una oportunidad, junto a los hermanos Losada se escapa de la escuela para irse a la biblioteca de Don Bartolomé Losada, con quién más tarde fundarían (...) El tonel de Diógenes”. (P.1) .

Uno de sus integrantes, Rafael “El Vate “Guédez ilustra las actividades de “El Tonel” en la entrevista de Blanco Muñoz (1984) ...“El Tonel de Diógenes se formó en El Tocuyo, en la época de Gómez, nos dedicábamos a actividades literarias (...) pero el jefe civil se le metió que nosotros éramos revolucionarios enemigos de la causa y nos puso un policía para vigilarnos” (p.113-1114)

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No nos queda la menor duda que los temas políticos eran el centro de la discusión del tonel de Diógenes, de lo contrario, si este funcionaba solo como un circulo de discusiones literarias, ¿por qué el empeño del gomecismo en clausúralo?

No era para menos, la experiencia de los obreros soviéticos en 1917, el desarrollo de la revolución por la tierra, mejor conocida como la revolución mexicana, en pleno contexto del gomecismo, no pudieron ser diferidas por los jóvenes que integraban “El Tonel de Diógenes”.

Pese a pretender desligar a Pío Tamayo de cualquier acción revolucionaria que suene a comunismo, su hermana, Clementina Tamayo, dice lo siguiente respecto a Pío, en una entrevista que le hiciera el periodista Iván claudio.

Sus ideas no podían pasar desapercibidas y menos en una época en que su creatividad y el Tonel de Diógenes(...) se transforman en una seria amenaza para el régimen de Juan Vicente Gómez, quien ya para entonces lo pone en la lista negra ordenando que policialmente sea vigilado. 24

Cada una de estas citas textuales, echan por tierra las erráticas consideraciones que han hecho ver al “Tonel” como un simple grupo de discusiones meramente literarias, como pasatiempo de los jóvenes intelectuales de aquel momento histórico, negando el enorme contenido político y el potencial conspirativo que llegó a trasnochar el sueño del gomecismo en El Tocuyo, sobre todo su trascendencia en el plano antiimperialista.

“El Tonel de Diógenes” ante la presión policial, deja de operar en sus reuniones consuetudinarias en la casa de Pío, luego de la amenaza policial y el temor su madre. Esto no quiere decir que deje de operar “El Tonel de Diógenes” de manera definitiva, como axiomáticamente suele señalarse, que el grupo se disolvió en 1918.

No obstante, Alcides Losada, Rafael Elías Rodríguez, Pío Tamayo y Ernesto Noordofht, entre otros integrantes del “Tonel”, haciendo uso de su espíritu comprometido con la humanidad, se

24 Claudio I. En “El Informador”. Fecha. 16/06/1996. Cuerpo C.

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organizan en 1919, para formar una suerte de hospital itinerante, en una cruzada a favor de las victimas de la llamada “Peste Española.”

Fue cuando el gran flagelo azotó a nuestro país en el año 19: “La Peste Española”. En unión de tres de sus mejores amigos; Alcides Losada, Ernesto Noordhof y Rafael Elías Rodríguez, Pío preocupado y conmovido por el azote de este mal, que ya invadía los caseríos pertenecientes a “El callao y a otras haciendas vecinas, causando ya varias muertes, formó un equipo sanitario, y con insignias de la Cruz Roja y maletines provistos de los medicamentos necesarios, recorrían diariamente casa por casa de empleados y trabajadores, prestándoles todo el auxilio que eran capaces de dar. 25

Esta era una de las formas de operatividad política del aparentemente desarticulado “Tonel de Diógenes” ante la desatención del gomecismo a la población venezolana en el área social-sanitaria, el tonel de Diógenes operaba no sólo como fin altruista, sino que también fortalecía las bases campesinas para los levantamientos de los años 1928-1929.

Mientras esto sucedía en El Tocuyo Alberto Ramírez en “Juan Vicente Gómez, Esbozo psiquiátrico social” (Tomo II) justifica al dictador de la siguiente manera …”No nos extrañemos pues, de que en su mente estuviese solidamente identificada la salud del ganado(…) ¿No dispensaba Gómez alimenticias ternuras a su hipopótamo y en el orden político, en su informe (…)V. Márquez Bustillos(…)comunicaba a Gómez entre los hechos delictuosos, y el acontecer administrativo, religioso, político…¡La salud del Caimán del calvario!” (Pág. 234)

Nótese entonces, la actitud amorosa del dictador hacia las fieras, mientras un 90% aproximado de la población venezolana sucumbía ante el hambre y las endemias.

El poeta Rafael Guédez, en la entrevista que le hiciera Blanco Muñoz (1984). Aclara la situación respecto, hasta donde es cierto que deja de funcionar obedientemente el grupo “Tonel”... “Al jefe civil se le metió que nosotros éramos revolucionarios (...) Entonces la mamá de Pío, Doña Sofía, que había oído, dijo: se acabó “El Tonel de Diógenes” aquí en mi casa. Después Pío se fue para Cuba.” (p.114).

25 Tamayo R. Clementina. “.Recuerdos de mi infancia en la Hacienda “El Callao” Pag.111.

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Se puede inferir que si la madre de Pío dice “...Se acabó “El Tonel de Diógenes” “...en mi casa”, pudo seguir operando solapadamente en otro u otros sitios , bajo otras modalidades aún más operativas y con medidas de seguridad extremas pertinentes al sobre aviso que los cuerpos de seguridad del gomecismo habían hecho a la familia Tamayo. En su autobiográfica obra Clementina Tamayo (1996), admite...“En el año 22, precisamente el 22 de Julio, por motivos y circunstancias de carácter político ya conocidos Pío (...) se vio precisado a salir del país” (P.129).

De tal manera el propio Rafael Guédez señala que luego de estos acontecimientos... “Después Pío se fue para Cuba”, y la salida de Pío hacia Cuba, no sucede sino hasta 1922. Quiere decir que en el transcurso de los años que van desde 1917 hasta 1922, de una manera u otra hubo actividad en “El Tonel”, y no desaparece del todo como comúnmente se cree sucedió en 1918.

De esta forma, y bajo el pretexto de estudiar y mejorar técnicas agrarias de la caña, Pío Tamayo se ve en la urgencia de salir al exilio en 1922.

No sólo son los testimonios de estudios actuales, sino que son los propios integrantes de “El Tonel de Diógenes”, quienes hacen la reseña social de la partida de Pío Tamayo, desde el quincenario “El Tocuyo”, dirigido por los hermanos Losada;. En cuya nota de despedida que hace la redacción, nombra a todos los integrantes del “Tonel”, en lo que significaría la última sesión del grupo en predios de la sociedad tocuyana. Ahora vendría la praxis revolucionaria que les valdría en el caso de Alcides y Pío, la cárcel y la muerte.

El pasado viernes se congregaron varios amigos del joven Pío Tamayo para obsequiarle un almuerzo de despedida con motivo de su viaje a los Estados Unidos. Sentaronse en torno del obsequiado los señores: Doctor Manuel Yépez peraza, Br. Agustín Gil Gil, Br. Rafael Elías Rodríguez, Jesús María López, Ernesto S. Noordofht. J.L Zárate Bracamonte, Alcides y Hedilio Losada (...) El Tocuyo lamentó la separación de este querido compañero y desea que el triunfo corone sus ideas. 26

26 En “El Tocuyo”. N° 10. Año I. Fecha. 23/07/1922.

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Así deja de operar “El Tonel de Diógenes” en El Tocuyo, finalmente desmantelado por las fuerzas de Gómez, esto demuestra que no fue definitiva la clausura del grupo “Tonel” en 1918, porque ¿cómo se justifica que sea 1922, cuando Pío Tamayo se vea obligado a salir del país, y sean los miembros del grupo en pleno quienes lo despiden?

No obstante, desarticulado el grupo, sus integrantes ya habían asimilado las lecturas y discusiones prohibidas para la época, las cuales fortalecerían los espíritus revolucionarios de los jóvenes del grupo, que según Francisco Tamayo (1968). La libre lectura de autores estaba restringida:

...“Algunas personas privilegiadas leen a Max Nordu, Baudeleire, Rousseau, Darío, Macterlink, El Conde Volney, Tolstoy, Renan; pero muchos de los libros de esos autores se tienen a escondidas, porque figuran entre las obras prohibidas” (p.45).

Pero qué sucede en El Tocuyo con el desmantelamiento de “El Tonel de Diógenes”, ¿a donde va cada uno de sus integrantes?

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CAPITULO IV

“EL TONEL DE DIÓGENES” DE LA TEORIA A LA PRACTICA REVOLUCIONARIA

ANTIMPERIALISTA.

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¿FUE UNA “GENERACIÓN” LA DEL 28?

Cuando José Rafael Pocaterra escribe “Memorias de un Venezolano de la Decadencia” tiene sobradas razones para hacerlo, porque independientemente de haber sufrido cárcel, tortura y exilio durante el gomecismo, fue testigo de excepción de cómo nuestro país era desangrado por las transnacionales petroleras, ante las miradas complacientes de las “mentes más lucidas” del momento que comían de la mano de Gómez, personajes como Zumeta, Arcaya, Vallenilla Lanz y Gil Fortoul … “quien, pudiendo ser ilustre, se quedó en ilustrado, para morir en cortesano” según las propias palabras de Pocaterra en referencia específica a Gil Fortoul.

Según Alberto Ramírez en “Juan Vicente Gómez esbozo psiquiátrico social”, Tomo II, contribuye en su trabajo, a parte de justificar la barbarie gomera por el hecho de existir en su gabinete “ilustrados” como Gil Fortoul, Zumeta, Díaz Rodríguez, Pedro Emilio Coll , Urbaneja Hpohl quienes vivieron en el contexto gomecista.

Si Venezuela en las últimas décadas del siglo pasado fue como una gran montonera (…) aparece nuestro país en toda la literatura, es verdaderamente contradictorio que nuestras generaciones contemporáneas, genéticamente vinculas (por lo escasos o nulos de inmigraciones extranjeras en Venezuela, al revés de Chile o la Argentina) a esas montoneras decadentes y degeneradas hayan dado lugar al progreso o la civilización de la población Venezolana de hoy. 27

Es decir, para el autor a falta de genes alemanes o italianos casi somos tarados, y está altamente sorprendido además no encuentra una explicación de por qué si no tenemos esa carga genética hemos logrado los niveles de desarrollo de las fuerzas productivas, que bien o mal nos han permitido vencer las dificultades que en el cono Sur

27 En “El Tocuyo”. N° 10. Año I. Fecha. 23/07/1922.

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y a ultramar del Atlántico se les ha imposibilitado superar, situaciones como el nazi-facismo y en el norte de nuestro continente aberraciones como el ku klux klan, además que habla de un” progreso” pese a las “montoneras” ¿cuál progreso? ¿Será que se refiere al “Orden y Progreso” del positivismos? Porque si al caso vamos, el positivismo ya se venía implantando desde el presidente Guzmán Blanco, El subrayado es nuestro, este parrafo presenta incoherencias por transcripción.

PETROLEO VERSUS LATIFUNDIO

Gómez y su gabinete lograron, lo que Rodolfo Quintero (1972) Llama…” La alianza económica y política de los colonialistas petroleros con los ricos terratenientes en el poder – (gomecistas)- binomio sui géneris. (pág.63) que darían al traste con las aspiraciones caudillescas regionalistas, que obviamente retrasaban el desarrollo de las relaciones de producción netamente capitalistas que ameritaban Europa – USA para Venezuela en pleno conflicto bélico mundial. Por otra parte, una lucha entre la burguesía petrolera emergente, que reflejaba su poder adquisitivo, jugando al tenis y al golf, paseando en los recientes automóviles Ford importados de USA, en el novísimo parque “Los Caobos”, versus una anacrónica oligarquía terrateniente heredera de la traición antibolivariana de Páez, quienes veían en los latifundios infértiles una tarjeta de presentación de pasado abolengo.

Un grupo latifundista arruinado desde 1830, pero que no dejaba de tener ascendencia en sus zonas de origen, y que no podía quedar de brazos cruzados, al ver como una naciente burguesía petrolera-urbana, disfrutaba del monopolio del café y el ganado, negocio del cual venían lucrándose desde 1830. Este arruinado grupo latifundista, optó por declarar una inútil guerra a un gobierno, que ya para la segunda mitad del siglo XX poseía artillería aérea, entre otras parafernalias militares, específicamente un ejército regular, dotados por las potencias capitalistas. Gómez no daba cuartel a sus enemigos, aplicó una política terrorista empobreciendo a la mayoría de la población,

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incluyendo a sectores de la naciente burguesía, especialmente a medianos y pequeños propietarios de la tierra.

Razones más que suficientes tenía Pocaterra para hablar de la decadencia de Venezuela de principios de siglo XX. Para ello además, el “gomecismo” creyó necesario construir el molde en donde se cocinaría el ciudadano modelo, apto para llevar las riendas de un país ahogado en petróleo y miseria.

Valía la pena entonces, recurrir a los aparatos ideológicos del estado, con mayor peso y carga de enajenación en la conciencia de los venezolanos, para que por casi cien años, creyésemos en nuestras ineptitudes para gobernarnos, administrarnos, y en la necesidad de delegar nuestro futuro en ”Predestinados” y “Meritócratas” que nos llevarían por el camino del “desarrollo”.

Una clase meritócrata que condujera los destinos económicos, culturales y políticos, los herederos-nietos de los primeros norteamericanos que empezaron a manejar el negocio del petróleo como lo dijo el propio Gómez:

Yo favorezco la presencia de los norteamericanos en nuestro país porque donde ellos están circula el dinero. Porque ellos son muy trabajadores y emprendedores (…) Tomaremos las medidas necesarias para asegurar nuestros derechos y de esta manera explotaremos el petróleo, una gran fuente de riqueza que en nuestra propias manos nunca hubiera sido explotada” 28

Petróleo significaba sin dudas, carreteras y asfalto, pero no como símbolo de progreso y modernidad para el país, sino porque ya la industria Ford, había puesto en el mercado venezolano con excelentes resultados, los “Lincoln” de 8 cilindros que progresivamente sustituían a la tracción de las mulas de carga.

Obviamente que esto dependía del poder adquisitivo de una antigua clase terrateniente entregada a Gómez, y que conformaban las 20.000 familias “gomeras” que saqueaban al país, ya con complejos de predestinados por los apellidos, que hasta el día de hoy sienten que Venezuela es una herencia que les dejó sus abuelos.

28 Sullivan M. William. “Política y economía en Venezuela 1810. 1991” pág.259

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Hijos de Gómez y personas vinculadas con la oligarquía petrolera constituyen para “fomentar el automovilismo en el territorio de la república” una organización denominada “Automóvil Club”. (…) Florencio Gómez, Juan Vicente Ladera, Juan Simón Mendoza, Antonio Jurado Blanco, José Gil Fortoul, William H. Phelps (…) y otros. 29

Estas eran parte de esas familias de la burguesía pro imperialista-comercial, que abruptamente causó un quiebre económico a la moribunda oligarquía terrateniente, que al querer incursionar en el” club” de la burguesía nacional, ésta junto a sus aliados yanquis ya habían inundando el mercado venezolano con manufacturas extranjeras, causando dependencia, ruina y pobreza, la competencia era abiertamente desleal desde aquel punto de vista la nueva cultura capitalista, les arrancó los campesinos de la tierra para secuestrarlo en los campos petroleros y otras compañías manufactureras, dejando a los terratenientes –(excepto Gómez )- sin las fuerzas productivas capaz de dos cosas fundamentalmente: quitar la mano de obra para desarrollar los rubros agrícolas bajo un régimen de tradición colonial y, por otra parte eliminar el número de soldados de haciendas para las montoneras.

Bajo esas circunstancias, para el año 1928, las transnacionales del petróleo tenían en sus nóminas más de 20.000 obreros y otros miles de empleados venezolanos. Esto imposibilitaba a los terratenientes competir con los cinco Bolívares que pagaban las petroleras.

Con la caída de la producción en el campo venezolano, las Casas Comerciales aprovecharon para importar de Europa y algunos países de Asia para su posterior especulación en el mercado nacional.

29 Quintero Rodolfo. “Antropología del Petróleo”. Pág.64

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LA SEMANA DEL ESTUDIANTE DE 1928.

Los venezolanos conocemos procesos históricos desencadenantes en los cuales más de una individualidad quiere asumir su rol protagónico, pero cuando las fuerzas de la historia que es el pueblo; los rebasa, tienden a banalizar esos procesos convirtiéndolos en simples eventos cronológicos.

Desde la muerte de Gómez hasta los actuales momentos, los sobrevivientes de la Semana del estudiante de 1928, han dado disímiles opiniones a cerca de estos sucesos, obviamente dos posiciones encontradas, en donde se reúne la derecha socialdemócrata y socialcristiana, contra la posición de la izquierda, representada en los militantes del Partido comunista de Venezuela.

La derecha venezolana minimiza y simplifica aquellos sucesos como ebullición de la adrenalina juvenil, y da créditos y/o protagonismo a los que en el futuro serían los dirigentes de Acción Democrática, como lo señala el testimonio de José Tomás Giménez Arraíz en “1928. Responden los protagonistas” (1990), obra de Eduardo Arcila Farías.

…”Esa Semana del Estudiante se organizó; era Raúl Leoni presidente de la Federación de Estudiantes de Venezuela, Isaac Pardo su Secretario y el vicepresidente era Elías Benarroch (…) Rómulo, causó impresión” (Pág. 93)

En el mismo libro de Arcila Farias (1990), Manuel Acosta Silva otro de los llamados “protagonistas” se refiere a la Semana del Estudiante de la siguiente manera ”En esa Semana del Estudiante los actos más resaltantes fueron: un discurso de Jóvito Villalba, un discurso de Rómulo Betancourt y unos versos de Pío Tamayo” (Pag. 125).

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En la cita anterior observamos como se supedita la participación de Pío Tamayo a unos simples versos, cuando bien sabemos que es Pío quien asume toda la direccionalidad política de la llamada Semana del Estudiante de 1928, prácticamente muriendo en la cárcel del Castillo “Libertador” de Puerto Cabello. Con estas apologías comienzan a dibujarse el perfil de los futuros gobernantes de le Venezuela postgomecista hasta finales del siglo XX.

Se han hecho numerosos estudios, respecto a la “Semana del estudiante de 1928”, en muchos de ellos algunos autores comprometidos con el desarrollo político de lo que significó el post gomecismo y el post perezjimenismo, han exaltado como ya lo hemos visto, el papel que jugaron algunas individualidades que a partir de 1958, asumieron las riendas políticas y económicas del país.

Específicamente a Rómulo Betancourt, Rómulo Gallegos, Raúl León y Jóvito Villalba, fundamentalmente los “Protagonistas” del llamado “Pacto de Punto Fijo” de hecho, una vez instaurado el proceso posterior a la dictadura de Pérez Jiménez, en el caso del primer gobierno adeco va a tener un gabinete compuesto por algunos de estos “generacionales” de 1928; citamos el caso de José Antonio Mayobre, Fidel Rotondaro; Director de Educación del Estado Táchira en 1943, Presidente del Consejo Supremo Electoral, y Ministro de Betancourt, Enrique París Ambard; fundador del Cuerpo de Bomberos, por Resolución de López Contreras en 1936 entre otros. Curiosamente encontramos a un cercano amigo de los hijos de Gómez como Uslar Pietri al servicio del Ministerio del Interior de Medina Angarita, y Briceño Iragorri que ejerció cargos diplomáticos, una vez de haber prestado sus “buenos oficios” a la dictadura de Gómez, responsable con su silencio de la emboscada que le hicieran en la Universidad Central a los estudiantes comprometidos con los sucesos de 1929, ejerciendo para ese momento la secretaría de la universidad, en tiempos del rector Plácido Daniel Domínguez y Caracciolo Parra León, como vicerrector.Sin embargo, a estos mismos autores, a los que referíamos inicialmente, les resulta imposible ocultar el protagonismo de los sectores revolucionarios del momento que posteriormente fundarían al P.C.V, Partido Comunista de Venezuela; como el caso de Pío Tamayo, Gustavo Machado, Rodolfo Quintero entre otros, que suelen ser mencionados en un segundo plano protagónico de los sucesos conocidos como “La Semana del Estudiante”.

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¿FUERON EXPONTÁNEOS?

Insistir que estos sucesos fueron espontáneos, es negar todo un acumulado de lucha políticas estudiantiles que se venían suscitando desde finales del siglo XX. Recordemos que en 1885-1886 estudiantes caraqueños derriban estatuas apologéticas a Guzmán Blanco, en 1912 hay protestas estudiantiles en contra del protocolo Francés-Venezolano.

En Barquisimeto, alumnos del Colegio La Salle fueron encerrados en calidad de prisioneros en el Teatro Juárez, por protestar contra las políticas inquisidoras de los examinadores en años inmediamente precedentes a 1928, es decir las bases estaban echadas.Pero señalar que estos sucesos no perseguían ningún fin político es una soberana ingenuidad, sumada a la ignorancia histórica de lo que han significado las luchas de los pueblos en el mundo.

El carácter poli clasista de este movimiento, no permite homogeneizar filosóficamente estos sucesos, como netamente de izquierda, pero negar el carácter antiimperialista y conspirativo es nuevamente una necedad histórica, esta manifestación antiimperialista la podemos encontrar fácilmente en los numerosos versos y manifiestos que le hacen los estudiantes al aviador norteamericano Charles Limbergh.

Para esa gran masa que salió a manifestar contra la dictadura en 1928, no era necesario conocer los textos marxistas leninistas que condenaban el imperialismo; ni era condición sine qua nom conocer los postulados teóricos, cuando se vivía en carne propia las brechas sociales que venían abriendo las petroleras norteamericanas, que incluso, en su afán de monopolizar la producción y comercialización llegaron a chocar con otras transnacionales no yanquis.

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La actitud complaciente de Gómez ante las exigencias de los magnates petroleros de EE.UU. molesta a capitalistas ingleses y holandeses que aspiran a ser explotadores absolutos (…) en cambio los representantes y vinculados al consorcio angloholandés tratan de impulsar esas acciones con el fin de sustituir a Gómez por un incondicional a sus intereses, que limite la voracidad de sus rivales de la Standard Oil. Mucho tiene que ver la Shell con el cuartelazo del 7 de abril de 1928, donde participan estudiantes universitarios con miembros del ejercito nacional y caudillos terratenientes, inactivos durante largos años. 30

Para quienes duden que esto fue un movimiento antiimperialista por la ausencia de textos y la suficiente madurez de conciencia de los estudiantes, no lo serían para quienes en tanto lo asumieron desde la perspectiva romántica aventurera pero, hay más de una declaración y/o proclama marxista leninista en donde quienes las hacen, apelan al internacionalismo revolucionario siguiendo el ejemplo que ya traía Carlos Aponte Hernández y José Pió Tamayo entre otros.

Si de algo estaba clara la pequeña burguesía era que sabía que su ruina era producto de la invasión de manufacturas extranjeras que desplazaban a los productos nacionales. El escozor antiimperialista no comienza por el “conjunto de ideas” para después trascender, al plano concreto, sino al revés, lo económico determina el resto de las cosas. Por supuesto habrá quienes les den el adjetivo a estos sucesos como un “Movimiento Romántico”, claro está que la burguesía se sustenta en el romanticismo como corriente literaria/ideológica

30 Ídem

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ACERCA DEL SIGNIFICADO DE LA CATEGORIA “GENERACION”

Al hacer mención a los sucesos de Febrero de ese año, como La “GENERACIÓN DEL 28”, esto es una trampa semántica y por lo tanto ideológica, que hasta hoy se ha convertido en axioma. Si tomamos en cuenta según el Pequeño Larousse Ilustrado, el concepto de generación es entre otros: “Filiación o descendencia de padres a hijos: de generación en generación”, entonces notaremos que quienes comienzan a detentar el poder político y económico de Venezuela, una vez muerto el tirano, van a ser precisamente las individualidades que la historia tradicional ha calificado como los protagonistas de la “Generación del 28”.

De tal manera que aceptar este concepto de “generación” como algo “generacional”, pareciera entonces que los individuos señalados como protagonistas de aquellos sucesos, tenían una especie de misión divina, o en todo caso genética, que los hacia biológica y socialmente designados, ungidos y consagrados para llevar las riendas del país de “generación en generación”. Avalar la “teoría generacional” es darle crédito al desarrollo histórico como un simple enfrentamiento entre los hombres de una época contra aquellos de otra, y no tener presente que los hombres actúan según sus intereses de clase, sus pasiones y sentimientos.

En el medio venezolano la teoría generacional surgió como contrapeso a las explicaciones filosóficas del positivismo, el cual le daba a un solo individuo la mayor importancia del desarrollo histórico y, por lo tanto, justificación a los gobiernos dictatoriales; pero al quitarle importancia a aquel, se cometió otra aberración del mismo tono, al atribuírsele a un “grupo predestinado” pasándose a justificar un nuevo caudillismo. 31

31 Barrios A y Méndez E “El Inicio de un nuevo tiempo político en Venezuela (1928 – 1935) Pag. 47

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Aceptar esto, no es otra cosa que aceptar el postulado darwiniano, inteligentemente oculto bajo un concepto que aparentemente no hace ningún daño, pero que sin embargo a través de las dosis diarias de esa historia que enaltece la gloria de aquellos héroes, se fue sembrando en nuestro subconsciente. Esto ha hecho ver como inevitable lo que “aparentemente” designó la naturaleza a través de los genes, por lo tanto, nadie lo podrá evitar, “estaba escrito” que la oligarquía venezolana, escondida bajo el sórdido militarismo de los primeros años del post gomecismo, y el bipartidismo del post perejimenismo, estaba designada por la “justicia divina” a dominarnos durante todas esta décadas de saqueo y depredación de la patria.

De manera que esto ha sido una justificación ideológica más, para perpetuar la dominación de esos grupos poderosos sobre las mayorías poblacionales. Por tales motivos y razones de orden semánticas, biológicas y sociales antes expuestas, la tesis que venimos manejando, respecto a por qué se relega a los verdaderos dirigentes de aquellos eventos, comienza a despejarse.

En consideración al carácter poli clasista de estos sucesos, en donde participó la pequeña burguesía y los sectores revolucionarios (incluso tuvieron el apoyo de los gremios obreros), podemos encontrar en los distintos trabajos de investigación que se hacen en relación a los sucesos de la semana del estudiantes de 1928, la insistencia en negar el papel fundamental que tuvo Pío Tamayo.

Por ejemplo en el libro de Eduardo Arcila Farías “1928. “Responden los Protagonistas” (1990) sólo el testimonio de Kotepa Delgado, hace honor a la labor organizativa de Pío Tamayo con la contundencia de la demanda que hace su poema...“ Las personas que intervinieron en la semana del estudiante, tengo que decir que los discursos que se pronunciaron, el de Joaquín Gabaldón Márquez, tuvo poco impacto político, el de Jóvito tuvo mayor (...) no era una cosa completamente clara contra el régimen, lo mismo la charla pronunciada por Rómulo Betancourt (...) quien verdaderamente habló claro de lo que se podía decir fue Pío Tamayo Porque pidió claramente la libertad que todos anhelábamos” (p.111).

Más adelante, Kotepa termina por dar los meritos que le niegan a Pío Tamayo los que hasta ahora se han dado a la tarea de escribir sobre los sucesos de 1928:

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...“ Políticamente Pío tiene un inmenso mérito, no solamente que por él, el movimiento de La Semana del Estudiante adquirió contornos políticos de lucha contra Gómez, sino porque completó su obra desde El Castillo a todos los miembros de la Federación de Estudiantes”(p.118).

Rodolfo Quintero señala que:

La comentada “Generación del 28” (…) suele analizarse sin objetividad (…) por eso hay libros (…) que presentan a sus componentes como “gentes predestinadas”, “excepcionales”. Otros de la “generación” se orientan a servir en su condición de profesionales a las clases dominantes y a las fuerzas imperialistas. Deciden transformarse en la “generación del petróleo” e integrar un surtidor de cuadros científicos y técnicos de la oligarquía. 32

Sin embargo, la figura de Pío Tamayo, es vista por la mayoría de estos autores como un protagonismo colateral, a sabiendas de su amplia responsabilidad política en los eventos que le costaría la vida a muchos, breves y largas estancias en los patéticos calabozos de La Rotunda y el Castillo Libertador de Puerto Cabello a otros tantos, incluido el propio poeta.

Por otra parte, quienes no participaron directamente en los acontecimientos políticos de 1928 vieron en estos sucesos la oportunidad de aparecer ante la opinión pública nacional como una nueva génesis, que junto a los tecnócratas petroleros y héroes políticos efímeros de la “Rotunda” y el “Castillo Libertador” vendrían a ser la triada generacional que necesitaría la patria bajo la concepción de la indispensabilidad meritocrática funcionalista, para el resto del siglo XX.

No debemos tener la menor duda de la gran trampa ideológica de lo que nuestros históricos enemigos de clase nos han imbricado como “Generación”. Para corroborar esta afirmación vale la pena revisar el único número de la Revista “Válvula” que sale en el contexto de la efervescencia estudiantil de 1928, en donde podemos apreciar, como tarjeta de presentación una especie de predestinación generacional de sus integrantes:

32 Arcila Farías Eduardo. “1928” Hablan sus Protagonistas. Pág. 86

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SOMOS.

Un puñado de hombres jóvenes con fe, con esperanza y sin caridad. Nos juzgamos llamados del cumplimiento a un tremendo deber, insinuado e impuesto por nosotros mismos, (…) la razón de nuestra obra la dará el tiempo. Trabajaremos compréndase o no! Bien sabido tenemos que se pare con dolor y para ello ofrecemos nuestra carne nueva (…) solo creemos en la eficacia del silencio o del grito. “Válvula” es la espita de la máquina por donde escapará el gas de las explosiones del arte futuro. Para comenzar: creemos, ya es una fuerza; esperemos, ya es una virtud, y estamos dispuestos a torturar las semillas (…) porque la cosecha es nuestra y tenemos el derecho de exigirla cuando queramos.. 33

Sin lugar a dudas que lo cumplieron, estos, sus hijos y nietos fueron los responsables de las tropelías políticas y administrativas, que se cometieron en los periodos post gomecistas y post Perejimenistas, bajo la mirada complaciente de esa intelectualidad subsidiada por los llamados “protagonistas” de la “generación del 28”

33 Quintero Rodolfo. “Antropología del Petróleo”. Pág.84

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PÍO TAMAYO.

No es del todo ampliamente conocida, la actividad política y literaria que generó José Pío Tamayo a raíz de su exilio por Centroamérica. Se ha subestimado a Pío Tamayo como el operador político de grandes organizaciones y movimientos en Latinoamérica.

En la ciudad colombiana de Barranquilla, funda La Unión Obrera Venezolana, con el propósito de participar junto a Arévalo Cedeño en la entrada clandestina a Venezuela desde Colombia. Más tarde en 1925, participa en la huelga de los inquilinos de Panamá, situación que le costará que el gobierno de esa nación, lo declare extranjero no grato a los intereses de ese país. En su recorrido por Centroamérica, participa en las ligas antiimperialistas, estableciendo estrechas relaciones con la III Internacional Socialista, creando fuertes vínculos de amistad con Julio Antonio Mella el fundador del Partido Comunista Cubano.

Las actividades literarias, la continua desde su exilio en Cuba, funda con el revolucionario venezolano, Laguado Jaime, el periódico ”Venezuela Libre”. En Puerto Rico, es director de la revista “Gráficas” y editor de otra semejante de nombre “Bohemia”, igualmente dirige la revista “Puerto Rico”, que finalmente debe abandonar por sus diferencias de orden político-ideológico con los dueños del medio.

En El Tocuyo, antes de su exilio, es redactor de varios periódicos, instala la primera línea de autobuses hasta Barquisimeto, propone nuevas tecnologías para el desarrollo del cultivo de la caña, e importa tractores que quedaron en la aduana por razones fiscales, funda el Bar JÚPITER, que servía como sitio de esparcimiento y discusiones de la sociedad tocuyana.

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Todas estas empresas de orden mercantil no dieron el fruto que esperaban, sin embargo la única empresa sin fines de lucro que logró cristalizar, fue la de sus ideales revolucionarios...“ Tonel de Diógenes”.

Pío Tamayo se encuentra en el exilio, hasta 1927, según se recoge de una nota de bienvenida que le da la revista “Élite”, tomada de “PIO TAMAYO Y LA VANGUARDIA” de Agudo Fréitez (1960)

“...Después de varios años de ausencia por tierras de México, Centroamérica y las Antillas, ha regresado nuestro querido camarada PÍO TAMAYO, quien supo conquistar decoroso renombre por su intensa labor intelectual” (p.195).

Por esos territorios de nuestra América, Pío Tamayo hizo itinerante la labor política que inició en el grupo “Tonel de Diógenes” participando en las distintas manifestaciones de índole revolucionaria; la huelga de inquilinos en Panamá, su labor junto a Laguado Jaime en Cuba, y Julio Antonio Mella, otras actividades que le cuestan más de una expulsión de esos países, el proyecto para entrar a Venezuela junto a otro grupo de revolucionarios, conocido este intento como “El Plan de Barranquilla” entre tantas peripecias subversivas, que en lo absoluto tenía que ver con el estudio de nuevas técnicas para el desarrollo del cultivo de la caña de azúcar, como suele señalarse ser la justificación de su partida del país.

En 1926, los mentores ideológicos del gomecismo idearon la forma perfecta de neutralizar la actividad conspirativa que amenazaba desde el exterior derrocar al tirano. Pío Tamayo y el resto de los revolucionarios que andaban por el mundo dispersando el mensaje revolucionario fueron objeto de terribles persecuciones políticas.Para neutralizar esta actividad de conspiración internacional, el Estado gomecista, ideó una falsa política de amnistía, que no fue otra cosa que una terrible celada, que le permitió a los aparatos de seguridad del Gomecismo estar más cerca y al tanto de los acontecimientos que se preparaban contra la tiranía.

1928 será el clímax del desenlace de la más brutal represión de la dictadura contra sus opositores. La celebración de la semana del estudiante en Febrero de 1928, contó sin lugar a dudas, con la participación activa de Pío Tamayo en la dirigencia de aquel grupo

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de estudiantes, que traía una vasta experiencia revolucionaria, sería la justificación del Estado para llevarlo a la cárcel, de donde el poeta Tamayo saldría sólo para morir.

Tal es la magnitud de la dirigencia revolucionaria y el internacionalismo de Tamayo que un periódico de masiva circulación en Costa Rica recoge la siguiente crónica que le costaría a Pío un folio más a su expediente revolucionario, la experiencia la recoge Agudo Freitez (1969) tomado de “La Nueva Prensa”. San José de Costa Rica. 11/12/25

...“ Entre la concurrencia que esperaba en la estación del Pacífico los restos del malogrado licenciado don Alfredo Volio Jiménez, estaba el joven estudiante Pío Tamayo. Ya el cortejo fúnebre se dirigía de la estación al Centro de la ciudad (...) el señor Tamayo pidió que se detuviera el desfile(...) sintió impulsos de decir su conmovida oración ante la urna cineraria, en nombre de las juventudes perseguidas de América.”

Esta participación de Pío Tamayo registrada por la prensa de Costa Rica en momentos del exilio puede graficarnos el nivel de liderazgo revolucionario que asumía en esos momentos el poeta tocuyano.

De un amplio pensamiento antiimperialista, pone de manifiesto en los espacios periodísticos que tenía a la mano, su agudo humor filosófico con una evidente carga de sátira-política, propia de un hombre iniciado en las nuevas corrientes del pensamiento, en este caso el marxismo, así lo recoge una crónica del quincenario “El Tocuyo” (1922) titulada “Chispazo Criollo” ...“ Elogiàbase en la Tipografía Cosmopolita la excelencia de un frasco de agua de colonia española, que tenía Rafael Elías en un escaparate. Cuando todos los circundantes se hubieron perfumados convenientemente, dijo Pío Tamayo filosóficamente: - Si... Es la única colonia buena que le queda a España” (p.04)

El riesgo político que significaban hombres como Pío Tamayo contra el gomecismo, lleva a los organismos de seguridad de la tiranía a seguir de cerca sus pasos en el exterior, con distintos agentes de inteligencia del régimen en el extranjero, como lo atestigua Raúl Agudo Frèitez (1984)...“No olvides que además estuvo la delación de Rafael Ángel Arràiz quien le escribió a Gómez acusando a Pío de agente comunista “(p.140).

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Habana: Abril de 1928.

Señor GeneralJuan Vicente Gómez.Caracas.Mi querido jefe y respetado general:El 19 del mes pasado le puse una cartica al general Willlet felicitándolo por su nombramiento de prefecto y le recomendaba que no perdiera de vista a un individuo llamado Pío Tamayo, hombre de ideas anarquistas que tuve siempre vigilado aquí por el Servicio Secreto.Ahora he sabido que uno de los culpables del movimiento estudiantil del carnaval de Caracas fue el Pío Tamayo; y eso no me ha sorprendido (...) me apresuré a ponerle a usted un telegrama en clave avisándole la presencia en Caracas de este anarquista o comunista, que es lo mismo(....) nunca se me quitó de mi pensamiento (...) de que semejante individuo rondaba allá en torno de usted, sembrando entre la juventud sus ideas disolventes. Dicen que una mala res pierde una sana(...) estimo los sucesos ocurridos en Caracas como inspirado por los enemigos de dentro y de fuera, en combinación con la propaganda soviética que allá se ha hecho subterráneamente creyendo que uno de los responsables es el Pío Tamayo(...)Lo saludo con mi grande afecto de siempre y soy su adicto amigo y subalterno. X.X. 34

Esta delación y persecución política a Tamayo va a explicar por qué es Pío el único de los manifestantes de la Semana del Estudiante que queda preso en El castillo Libertador de Puerto Cabello, hasta pocos meses antes de su muerte. En “Epígrafes para un perfil de la Venezuela Contemporánea” Tomo II, pag.165, encontramos una delación previa a la “gabaldonera” según Ramón J. Velásquez: “Un señor Balza de la población larense de Guaríco (sic) le avisa que el General José Rafael Gabaldón en unión de los hermanos García Yépez, Don Enrique Entraña y de Don Jesús María Colmenares están preparando una revolución”

Blanco Muñoz (1984) recoge parte del expediente subversivo de Pío...“Estados Unidos de Venezuela. Ciudadano: José Pío Tamayo Rodríguez. Iniciador del comunismo en Venezuela. Elemento enemigo. Preso el 14 de Febrero de 1928 y remido al castillo el 23 de Febrero del mismo año. Cárcel “La Rotunda” (p 141).

34 Agudo Frèitez Raúl (1984)...“ La Memoria perdida” Pág.140.

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Es probable que el gomecismo pagara muy bien por los servicios que le ofrecían sus incondicionales y delatores, estudiando el contexto en cuestión, encontramos a las más lucidas figuras de la intelectualidad venezolana al servicio del tirano. Mario Briceño Iragorri por ejemplo, era el secretario de la Universidad Central de Venezuela cuando en 1929 se le tiende una emboscada a los estudiantes comprometidos con el alzamiento del capitán Alvarado, según el testimonio de uno de los protagonistas de la época; el doctor Isaac J. Pardo

En el salón rectoral estaban: él – (Plácido Daniel Domínguez)- Caracciolo Parra León, que era el vicerrector, y Mario Briceño Iragorri que era el secretario (...) estábamos en eso cuando vino un grupo de estudiantes corriendo desde la calle, y gritando: “ ¡Corran! ¡La policía! ¡Sálganse!” (...) Le dice Gustavo Manrique: “ ¡Plácido, te has manchado de mierda!”. El rector siguió su camino y nos entregó. 35

Una vez muerto Gómez su sucesor, un gomecista con disfraz de demócrata, busca la forma legal de justificar con el reciente gobierno, las nuevas maneras de brutalidad para la perpetuación de la dictadura - ahora sin Gómez - con la aplicación y continuidad de la Constitución gomecista, a través del funesto Inciso Sexto de aquella constitución sancionada en 1930.

Para ello Eleazar López Contreras, hace una recopilación de las actividades comunistas en el país, en las aparece parte del expediente de Pío Tamayo. Más adelante, el tristemente famoso Libro Rojo de López Contreras, detalla la trayectoria que le venían haciendo a Pío Tamayo los organismos de inteligencia de Gómez. Para 1926, Pío Tamayo se encuentra encabezando en orden jerárquico y cronológico las actividades comunistas en el país.

-1926 – partido Revolucionario Venezolano P.R.V. Para esta fecha se habían constituido en Nueva York, la primera célula comunista venezolana (...)- 1928 –Pío Tamayo de la célula comunista venezolana en nueva York, escapando a la persecución de las autoridades panameñas por haber sido organizador principal de la sangrienta huelga de inquilinos

35 En “cuadernos de Historia”. Entrevista a Isaac J. Pardo por Elías Pino I. Pág. 16 – 17...

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(...) llegó a Venezuela y aprovechó el entusiasmo de la celebración en la semana del Estudiante para iniciar y fomentar el primer brote comunista en el país (...)- 1930 – Un grupo de seis estudiantes como ya se dijo influenciados por Pío Tamayo, Rabelito y Montes, junto con Josefina Juliac y dos mujeres más, fundaron un centro de estudiantes comunistas en Caracas. 36

Se puede notar entonces que para 1930, aunque Pío se encuentra condenado a muerte en El Castillo Libertador de Puerto cabello, las actividades políticas que se sucedieron a raíz de los sucesos de 1928, corren según el gomecismo por la responsabilidad intelectual de Pío debido a la influencia que definitivamente ejerció en el futuro revolucionario del país.

De manera que el propio gomecismo le endosa a Pío Tamayo las responsabilidades políticas organizativas de los sucesos de la Semana del Estudiante de 1928, cosa que los historiadores apologéticos de la llamada “generación del 28” se han encargado en negarle al revolucionario tocuyano, uno de los fundadores del Tonel de Diógenes.

Comunista o de “idealidad avanzada” Pío fue un revolucionario semilla de “El Tonel de Diógenes” que se expandió en las luchas por Centroamérica. No es de extrañar que una personalidad, como la de Pío Tamayo sea insistentemente descalificada y desaprobada por los distintos estudiosos de la historia contemporánea de Venezuela.

Guillermo Morón, en una misma entrevista donde descalificaba la labor educativa del maestro Roberto Montesinos, ataca igualmente al poeta y revolucionario tocuyano José Pío Tamayo...

“Pío Tamayo es un símbolo de la resistencia, no tiene ningún valor intelectual”. (p.3 )

Esto lo dice Guillermo Morón, en uno de sus ataques más ponzoñosos a dos de los más ejemplares tocuyanos del siglo veinte, integrantes del “Tonel de Diógenes”.

36 Servicio Secreto d e Investigación “Las Verdaderas Actividades comu-nistas en Venezuela” Pág. 27

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Sabemos que fue el iniciador del comunismo en Venezuela por su praxis revolucionaria, aparte de los expedientes que manejaba el gomecismo en torno a la actividad política desde el exterior. Pero insistir en la diatriba que plantea que si Pío fue comunista o de idealidad avanzada, pensamos que es una discusión superada para estos tiempos, lo que no nos queda la menor duda, y lo que nadie podrá negar, es el papel determinante de un revolucionario llamado José Pío Tamayo frente a la dictadura gomecista, que pagó prisión por obedecer a su conciencia revolucionaria y a sus nobles ideales por la redención de la causa de la humanidad.

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ROBERTO MONTESINOS.

Luego de desarticulado el Tonel de Diógenes Roberto Montesinos enciende su lámpara enigmática, iniciándose en el campo de la educación, cultivando la literatura más irreverente del momento como fue la poesía simbolista de Mallarmè, Verlaine, Baudelier, Gautier entre otros, siguiendo de cerca de los llamados “Poetas malditos”.

Encontramos en la obra de este poeta indicios de compromiso social, cuando comparamos la estética literaria de Roberto Montesinos con la de cualquier celebridad en el contexto nacional de la época, fácilmente podemos observar el nivel de compromiso que asume Montesinos a través de su proyecto estético, en un claro desafío al sistema establecido con una poética nada complaciente a los sectores oligárquicos dominantes de ese momento.

Yo venía de Monay/ Con el rumbo de Trentino/ La linterna de la luna me alumbraba el camino / alambradas y estantillos alargàbanse en hileras/ cerrando el latifundio de los Rieras (...)/ Dahesas de caballares dentro de sus alambradas/ Suelta al viento las crines y las ancas redondeadas/ Se levantan de repente alzan una tolvanera/ De quién, luna, esos caballos?/ Y la luna: de los Rieras (...)/ Madruga la gente triste con rostro de privaciones/ Desde la colonia pasan así estas generaciones/ Mujeres y niños pálidos a quienes nadie consuela/ De quién luna estas criaturas?/ Y la luna: de Venezuela.. 37

En este poema se evidencia la preocupación de Roberto Montesinos por la distribución injusta y desproporcionada de la propiedad, especialmente la tierra, situación que se viene dando en El Tocuyo desde los tiempos en que le fueron arrebatadas con la usurpación europea a los aborígenes de El Tocuyo y el resto del país. El siguiente párrafo, son las impresiones de Roberto Montesinos en

37 Linárez P.P. “Antología de Poetas Tocuyanos” Pág. 16

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la compilación de Pedro Pablo Linárez titulada “Oposición Histórica en Defensa de los Ejidos de la ciudad de El Tocuyo, Estado Lara. Venezuela:

...“No es justo que una mínima fracción de la colectividad se haya adueñado de las tierras del municipio, con la complicidad de los anteriores concejales acomodaticios y complacientes, mientras que no existe un sólo pedazo de tierra para instalar las escuelas de los hijos de los humildes peones descendientes de antiguos esclavos”.

No faltará dentro del sector de los “intelectuales” de larga racha al servicio de los intereses de la burguesía venezolana, quien se le ocurra denigrar de la calidad artística y humana de estos insignes integrantes del grupo tonel, quienes una vez desarticulados orgánicamente, seguirán operando en función de los principios ideológicos políticos para lo que fue creada la organización.

Uno de estos detractores, para el caso del maestro Roberto Montesinos, es nada menos que el conocido historiador de origen caroreño Guillermo Morón, quien en una entrevista que le hiciera el periódico “Crónicas Tocuyanas” nº 4 (1997) de forma nada sutil enfila su caballería contra el maestro Montesinos señalando que Roberto Montesinos...“ Era muy mal maestro y mal pedagogo”.(pag.07.)

Esto nos hace recordar, por supuesto guardando las distancias cronológicas y de calidad intelectual, que implicó la diatriba entre tocuyanos y caroreños en 1922, por los derechos sobre quién fue el verdadero héroe de La Batalla de Corpahuaico; entre José Trinidad Morán y Jacinto Lara, discusión planteada en esa época entre insignes pensadores caroreños como Cecilio Zubillaga Perera y Luis Castillo Amengual, de ese lado, mientras; Bartolomé Losada, José Arauna, Hedilio, Alcides Losada y Pío Tamayo por parte de los tocuyano. Sólo que en ese momento ni a los tocuyanos se les ocurrió ofender la memoria de Jacinto Lara, ni los caroreños lo hicieron con José Trinidad Morán.

Roberto Montesinos, al igual que Alcides Losada estuvo comprometido con el movimiento armado conocido como “La Gabaldonera” no obstante aunque el poeta Montesinos no hizo efectivo su compromiso de embarcarse en el carro de la guerra,

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gracias a eso logramos obtener a través de los propios testimonios de Montesinos, una parte interesantísima de la historia de El Tocuyo de esos tiempos.

Su labor literaria y pedagógica, en medio de una Venezuela desangrada por el gomecismo, le hace acreedor de todos los honores de un revolucionario, digno alumno de la escuela de formación política conocida como El Tonel de Diógenes. De hecho la actitud crítica y su compromiso con la sociedad le llevaron a utilizar el espacio del que disponía en algunos medios de prensa de la región, para oponerse al sistema imperante en el país, con ácidas y agudas posturas que le costarían su prisión durante algún tiempo en la cárcel “Las Tres Torres” de Barquisimeto.

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HEDILIO LOSADA

Para hablar del periodismo tocuyano y en general del estado Lara, a principios del siglo XX, es inevitable hacer mención a los hermanos –(Hedilio y Alcides)- Losada, estos jóvenes integrantes del tonel de Diógenes destacaron en el ámbito literario y periodístico. Hedilio lamentablemente muere demasiado joven a la edad de 31 años en 1926, quizás este inoportuno deceso le impidió asumir activamente, como lo hizo su amigo Pío Tamayo y su hermano Alcides las responsabilidades políticas de los años 1928 y 1929, respectivamente.En su poema “Mármol Negro”, puede apreciarse una subliminal manifestación de inconformidad contra la opresión del momento, que bien pudo tener influencia de los simbolistas y del propio Roberto Montesinos.

En la penumbra de un calabozo/ Pálido bardo, loco de amor/ Así cantaba con un sollozo de su dolor:/ “Qué fue de aquellos hermosos días/ en que la dicha me acarició/ ¡Por qué están muertas mis alegrías/ Y muerto yo? (...) / ¿Qué en este mundo lleno de engaños/ Llenos de olvidos no existe amor?/ y son eternos los desengaños como el dolor?/ 38

38 Losada Alcides y Hedilio “Las pequeñas Canciones” Pág. 57 –58.

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EL AÑO 1929

Se hace insistente referencia a una época conocida en el área urbana de El Tocuyo como “La Edad de oro”.

Esta llamada “Edad de Oro” no significó otra cosa que uno de los periodo de usura, expropiación y enriquecimiento ilícito de los representantes de las casa comerciales, en detrimento de los pequeños productores de la región, es decir “Época de Oro” para un pequeño grupo y “Miseria” para las mayorías pobre, cuya condición social la habían involuntariamente heredado desde la colonia.

El contexto histórico al que se alude, refiere a los tiempos en que se ponen de manifiesto las relaciones de producción de carácter netamente capitalistas, las mismas implicaron grandes transacciones comerciales, en el marco de la usura de los poderosos capitales, fundamentalmente de origen alemán como la Blhom de Barquisimeto y la Van Diessel, que concentraron grandes fortunas en detrimento de los pequeños productores o hacendados sumidos en la ruina a los que los condenaban con las altas tasas de interés de estos capitalista.

Pedro Pablo Linárez en “La Sombra del amo” (1999) señala que...” Para esa época venían a El Tocuyo viajeros representantes de firmas alemanas” (p.13).

Por otra parte, la usurpación de los llamados “resguardos indígenas” y el acaparamiento latifundista de las mejores tierras del valle de El Tocuyo, se concentraban en las manos de los terròfagos consentidos del gomecismo, teniendo por testaferros a altos funcionarios del gobierno. Tal es el caso de Crispiniano Colmenares, cuyo mentor era el general Vicencio Pérez Soto.

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De manera que insistir en las alusiones de un Tocuyo paradisíaco, digno del legendario rey Midas, puede hacernos perder las perspectivas y olvidarnos en manos de quién descansaba la fuerza laboral que permitía toda esta “Bonanza y esplendor” y obviar las fuerzas productivas, protagonistas de aquella bonanza, que jamás gozaron de las mismas bondades a la que aluden insistentemente los historiadores oficiales de El Tocuyo del siglo XX, como para llamarla “EPOCA DE ORO”.

Ciertamente, en este contexto de los últimos años de la primera década del siglo XX, y los primeros años de los Veinte, El Tocuyo parecía un pueblo de feria permanente, a donde se daban citas las compañías de teatro y de zarzuela y cada Casa Comercial editaba su propio periódico, así lo ve Pedro Linárez (1999) ...“El esplendor de entonces no venía por una mera casualidad, era producto del auge comercial que tuvo entonces el café, y era precisamente El Tocuyo su centro inmediato de comercialización para luego llevarlo a Tucacas, Puerto Cabello y La Guaira para su exportación, obteniendo jugosas ganancias” (p.13)

El año 1929 es asociado históricamente con la crisis mundial del capitalismo, cuyas repercusiones se hicieron sentir indudablemente en nuestro país. A partir de 1917 la producción petrolera desplaza al principal rubro agrícola como el café, que a su vez había desplazado al cultivo colonial de cacao. Todas las riquezas, producto de la explotación petrolera no van a beneficiar al pueblo venezolano como es hartamente conocido, sino que esto continuará enriqueciendo desproporcionadamente el tesoro personal del clan Gómez.

Por otra parte, el gomecismo inicia una política de carreteras, utilizando la mano de obra de los presos políticos y los presos comunes, convirtiendo estos tramos en tétricos campos de concentración.

Esta política de vialidad cumplió el objetivo de comunicar los hatos y haciendas de Gómez con los centros de comercialización de las principales ciudades del país. Por supuesto que el enriquecimiento de este tirano de estirpe liberal, iba en detrimento de una clase burguesa afectada por las prácticas de corte colonial, tal como fue la acumulación de grandes extensiones de tierra por parte de Gómez y sus secuaces, el monopolio de la producción, y la comercialización de rubros de estricta factura gomecista; como es el caso los productos lácteos, el beneficio de ganado vacuno, la industria textil cuyo monopolio y centro de producción se encontraba en la ciudad de

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Maracay, sitio que al mismo tiempo servía de ciudadela inexpugnable para el anciano dictador.

Estas prácticas de obvios rasgos coloniales, chocaban frontalmente con los intereses de una burguesía que veía estancada sus posibilidades de desarrollo económico, debido a que era Gómez; retrógrada hombre de prácticas terratenientes al tiempo que era amigo entrañable de las compañías capitalistas transnacionales del petróleo, el único que podía desarrollar y acrecentar su insaciable hambre de riqueza.

Por supuesto, esto hizo que la incipiente burguesía criolla desatendida económicamente por Gómez apoyara y se embarcará en la aventura de los alzamientos y montoneras obviamente, sin ningún sentimiento revolucionario de transformación social de la realidad existente en el país, sino por el deseo de transformar sus realidades particulares que estancaban las posibilidades de crecer.

Recuérdese, que las haciendas de cacao y café son adquiridas bajo distintos métodos legales o no, y son convertidas en hatos para el lucrativo negocio de la carne, de la economía agrícola se pasa a la ganadera, empieza a formarse una burguesía mercantil – (intermediaria)- que venía siendo esa clase terrateniente acomodada a los designios de Gómez, que se enfrentaría a una poderosa burguesía industrial como “LACTUARIOS MARACAY”

En el periodo que va de 1916 hasta 1930, son confiscadas y usurpadas más de 600.000 hectáreas de tierras baldías, para el beneficio de Gómez y sus seguidores, llegando a tener una tercera parte de las tierras cultivables de la nación. Esto da una idea de la miseria general que azotaba a los campos venezolanos y a la población en general. Por otro lado este es el periodo en que las compañías petroleras transnacionales, asumen con mayor fuerza el poder de decisión en las políticas económicas que el gomecismo implantara, según los designios imperialistas.

A todo este grotesco cuadro de desequilibrio, o mejor dicho, de saqueo de los bienes del país, se junta la crisis mundial del capitalismo, redundando en nuestra escueta economía al caer el poder adquisitivo de los consumidores de los países periféricos, principales beneficiados de la poca producción agrícola que aún lograba exportar el país.

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ALCIDES LOSADAY EL INTENTO DE ASALTAR EL CIELO

El año 1929, significó para el gomecismo uno de los momentos más inquietantes en lo que respecta a su estabilidad política. Luego de los sucesos estudiantiles en 1928, a estos acontecimientos los acompañan, como contagiados por los hechos estudiantiles de Febrero del veintiocho, otros hechos de gran significación, por la envergadura política que implicó en el ámbito militar-institucional, los asaltos al Cuartel San Carlos y Miraflores, por parte de los capitanes Alvarado y Barrios, acontecimientos atípicos para el gomecismo acostumbrado a los levantamientos de los caudillos locales-rurales de la Venezuela de principios de siglo XX.

Los alzamientos de gran envergadura comienzan con la llamada “Gabaldonera” en Abril de ese año 1929, el de Norberto Borges el 5 de Mayo; Alzamiento que al parecer estaba inicialmente sincronizado con el de “Santo Cristo” en Biscucuy, continuando en Junio con la expedición de Gustavo Machado y Rafael Simón Urbina desde Curazao hasta “La Vela” de Coro, la última incursión de Emilio Arévalo Cedeño en Julio, derrotado en el sitio de “La Panchita” en el Estado Anzoátegui. Y finalmente los sucesos en donde cae abatido Ramón Delgado Chalbaud, situación que aprovecha Gómez para probar la eficacia de su flota aérea recién adquirida, bombardeando al barco conocido como “El Falke” que transporta a los revolucionarios.

Respecto a la ciudad de El Tocuyo, La Gabaldonera, como suele llamarse al movimiento que encabezó el general José Rafael Gabaldón, incorporó a tocuyanos como; Alcides Losada, Julio Alvarado Silva, Goyo Gil, Sandalio Linárez, José María Suárez, Enrique Arapè Garmendia, Ángel María Yépez, y una innumerable lista de nombres de peones de haciendas que no aparecerán en los libros de historia, salvados por la memoria oral de los descendientes de sus localidades

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originarias. Desde Humocaro Alto, Froilán Torrealba y Bernardo López, entre otros, son quienes descollan por la conducción de las tropas campesinas a su cargo.

David Ramos fue testigo excepcional de la época, cuando era práctica común de estos hacendados enrolar a quienes servían de peones en “tiempos de paz” para convertirlos en soldados en tiempos de guerra, dice David Ramos en “La sombra del Amo” del Dr. Pedro Pablo. Linárez (1999)

“... Esos eran inocentes –( dice refiriéndose a los peones)- fueron llevados por los hacendados como carne de cañón, esos fueron llevados amarrados” (p.19).

En este alzamiento armado, resalta la participación del poeta Alcides Losada, de quien conocemos su plena formación en el campo de las ideas del socialismo, desde su incorporación al Tonel de Diógenes. Su participación en la lucha armada de 1929, demuestra el compromiso de hacer efectiva el compromiso político que generó el grupo Tonel en sus integrantes en la composición dialéctica teoría-praxis revolucionaria. Por otra parte, se conoce del poeta Losada su amplia riqueza intelectual, manifiesta en las publicaciones periodísticas que inicialmente llevara a cabo con Pío Tamayo, y que posterior al exilio de Pío, continuaría con su hermano Hedilio Losada. Sin embargo Alcides trasciende al plano político cuando se incorpora al movimiento armado dirigido por el general José Rafael Gabaldón desde la hacienda “Santo Cristo” en Biscucuy, Estado Portuguesa en el año 1929.

En la obra “Guazábara” Pedro Pablo Linárez (1998) describe parte de las actividades de Alcides Losada en pleno fragor del combate, quien independientemente de su labor guerrillera, no abandona su oficio de poeta – periodista “... Desde las montañas de Córdoba la comandancia de la revolución edita, con los tipos que una máquina de escribir los partes de guerra y una sección de humor” (P.35) A la cabeza de este periódico clandestino estaba Alcides Losada, otrora director junto a su hermano Hedilio, del prestigioso quincenario “El Tocuyo”. “La Libertad en Marcha”, se llamó el vocero revolucionario de los alzados de la Gabaldonera en 1929, esa marcha hacia la libertad se había fomentado junto a sus compañeros desde el seno del Tonel de Diógenes.

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El 23 de julio de 1929, Gabaldón se entrega derrotado, es llevado al Castillo Libertador de Puerto Cabello, junto al joven poeta Alcides Losada, confinado a la celda llamada “El Olvido”. Días antes de su muerte, según el testimonio de R. Agudo Frèitez, Alcides escribe a su amigo V.M. Gil Gil, una correspondencia en donde relata la situación de sufrimiento por la que atraviesa en su condición de prisionero político... “Mi pésame por la muerte de tu querido viejo, yo enfermo, si no estás mal gírame unos cincuenta o cien bolívares, según tu situación (...) no tengo ropa ni medicinas, ni siquiera jabón para lavar los pocos trapos que me quedan. Te abraza tu amigo Alcides”. (p. 35)

Alcides corrió con la misma suerte que Pío Tamayo, al parecer el ensañamiento contra el enemigo no es más que una respuesta al miedo que este inspiraba, quizás no representaba Alcides un peligro mayúsculo e inmediato desde el punto de vista militar, sin embargo el ensañamiento contra Pío y Alcides, nos hace pensar que existía la predisposición por parte de la tiranía a exterminar a quienes representaban un verdadero peligro por la significación y el peso del socialismo científico que para los años 30 del siglo XX ya había cuajado en gran parte de la juventud venezolana, y que sería mantenida hasta la muerte por los revolucionario como se habían propuesto los integrantes del tonel, llevar como misión apostólica.

Mientras que sería traicionada por otros, una vez muerto Gómez e instalado López Contreras pasarían a convertirse en los conductores políticos/económicos de los destinos de Venezuela durante el resto del siglo XX, bajo las franquicias ideolólogicas de la socialdemocracia y el social cristianismo.

Rafael Guédez entrevistado por Blanco M. (1984) cuenta el trágico fin del poeta revolucionario:

Murió dolorosamente con el par de grillos pegados (...) imagínate que murió de tifus (...) el doctor Julio Alvarado Silva y Carlos Sequera (...) fueron a ver el prontuario que llevan en Puerto Cabello de los presos (...) y no encontraron nada y el carcelero les dijo (...) Aquí el que no venía con las urnas, a ésos los tiraban al mar (...) Así fue el final de Alcides, se lo comieron los tiburones. 39

39 Blanco Muñoz A. “Pío Tamayo. Un combate por la vida” Pág. 118-119.

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Buena pregunta seria hacerse; ¿Por qué sale en libertad Julio Alvarado Silva, si es el responsable político de la Gabaldonera en El Tocuyo? ¿Por qué entonces el poeta Alcides Losada permanece prisionero?

El revolucionario internacionalista Carlos Manuel Flores (1980), en su libro “Gómez Patriarca del Crimen. El Terror y el Trabajo Forzado en Venezuela” dedicada un largo párrafo donde enaltece la labor revolucionaria del poeta Alcides Losada, haciendo énfasis en el contexto de los grandes y connotados caudillos en que se desarrolló la prisión de Alcides en la tétrica celda “El Rastrillo” del Castillo Libertador de Puerto Cabello:

... “uno de los miembros está enfermo, grave. El poeta Alcides Losada. Magnífico compañero y profesor de lectura en la escuela. Los médicos han diagnosticado tifus (...) nuestro buen camarada empeora. Se piden algunas medicinas y no llegan a tiempo. MUERE EN LA MADRUGADA DEL 12 DE AGOSTO. Su muerte es sentida por todos nosotros. Se requería profundamente. Todavía estaba joven. Muy inteligente y honrado. Era periodista de profesión. (p.87-88).

No es extraño que los secuaces del gomecismo lo dejaran morir en el castillo, en medio de las torturas y las enfermedades. Aunque Alcides no representaba el liderazgo propio de los caudillos que se alzaron, no obstante su personalidad y sus principios humanitarios, sus clases acerca del “HOMBRE NUEVO” del que nos hablara el Che muchos años después, le llevaron a ganarse el cariño de sus compañeros de prisión, en donde no llegó a morir de nostalgia, sino que se incorporó a la labor docente, de enseñar a los prisioneros que llegaban sin ningún grado de formación académica, aparte de las enseñanzas de las teorías libertarias que había aprendido con el Tonel de Diógenes.

El propio Jóvito Villalba (1974) quien compartiera momentos de presidio con Alcides, tiene las siguientes impresiones respecto al poeta...“ El del poeta –(se refiere al caso)- Alcides Losada, uno de los hombres más puro y amplios de nuestras filas revolucionarias, que murió engrillado porque Camero, que estaba guasón el día de aquella perdida inmensa, se burló de nosotros, que pedíamos se le quitara la barra, diciéndonos que “ la fiebre se cura con jarabe de hierro” (p.142- 143).

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Aunque es muy escasa la existencia de una obra escrita sobre las cárceles del gomecismo, y/o referente a los sucesos del año 1929, por más que se pretenda omitir la labor de este revolucionario influidos desde El Tonel de Diógenes por las ideas del marxismo, no hay una obra escrita que no trate o al menos mencione tanto a Pío Tamayo como al poeta Losada. Pablo Mendoza Reyes (1961) también hace referencia al deceso de Alcides en las cárceles de Gómez...“A mediados de 1930 el exquisito poeta revolucionario ALCIDES LOSADA, que cayó preso junto al general GABALDÓN, agonizaba en un calabozo de El Rastrillo (...) se avisó de viva voz al sempiterno centinela de la terraza del castillo (...)y bien por desidia manifiesta de éste, o indiferencia cruel de Camero, no se accedió a la suplica de que se quitaran los grillos al agonizante para que muriera sin ellos (p.106-107). Al mar fue a parar el cuerpo de Alcides, el poeta que quiso asaltar al cielo, quizás los tiburones que devoraron su cuerpo, por relación osmótica se hicieron también férreos opositores a cualquier tipo de opresión y tiranía.

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LA CRISIS DEL PAPELÓN O ¿DE CÓMO LOS ACTUALES TERRATENIENTES

SE HICIERON “DUEÑOS” DE EL TOCUYO?

Hay quienes a estas alturas de la historia, aún se empeñan en hacer ver la figura de José Pío Tamayo como el joven bohemio, intelectual preocupado por el mero discurso poético, conducta propia de la juventud burguesa de la época. De hecho, cuántas obras no se han escrito, con pretensiones de “Piotamayismo” o especialistas en la vida de Pío que apuntan en esta misma dirección.

Insistir en un Tamayo descontextualizado de la realidad social de El Tocuyo que le tocó vivir, es incurrir en el mero discurso apologético de las biografías, a veces tendencioso hacia el peligroso culto a la personalidad. De manera que sería un flaco favor en la reivindicación de este tocuyano y por extensión al pueblo mismo, estudiarlo desde la mera dimensión literaria, extrayéndolo de la dialéctica que le tocó vivir como revolucionario integral.

Es así como conseguimos a Pío, como una de las figuras más lúcidas del “Tonel de Diógenes”, el hombre integral, como debe ser un revolucionario. Nada más elocuente que su extenso epistolario, del que nos hemos servido, para estudiar el contexto de su época e intentar entrar en la psiquis de cada uno de los integrantes del tonel. Ya se conoce las razones de la partida de Pío de su suelo natal El Tocuyo, no obstante la situación de la crisis papelonera, no escapa a su preocupación revolucionaria en la búsqueda de las soluciones para la transformación de la realidad.

Es importante tomar en cuenta, la fecha 23 de Julio de 1922, como el momento en que el grupo de amigos de El Tonel de Diógenes le despide, y así comparar la situación de clandestinidad previa que tiene que asumir Pió, quien a juzgar por una nota de prensa del Quincenario “El Tocuyo” (1922) poco menos de un mes antes de

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su partida para el exterior, hiciera anuncio de su arribo de la ciudad de Barquisimeto. “...Vino de Barquisimeto nuestro ilustrado colaborador Pío Tamayo” (p.02)

Un hecho curioso lo encontramos en el mismo número del citado quincenario, en donde aparte de anunciar la llegada desde Barquisimeto de Pío Tamayo, también se hace saber de la colaboración para esa edición del articulista “SILVINO SERRANO”, articulista que ve la necesidad de guardar su nombre bajo la clandestinidad, obviamente por razones de seguridad política.

Silvino Serrano.. El inteligente escritor tocuyano que vela su nombre con este seudónimo trata hoy en nuestra primera pagina uno de los problemas de más palpitante actualidad para el Estado, o sea la crisis que viene sufriendo la industria papelonera. Considero de gran interés el estudio de esta carta, y aceptamos gustosamente los comentarios que por este escrito quisieran hacerle. Sabemos también que SERRANO y otros escritores regionales continuaran tratando, en carta publica, diversos temas de índole moral, material y literaria que seguramente serán del agrado de nuestros lectores. 40

Recordemos entonces, que la sobreproducción es una razón esgrimida por el capitalismo cuando tiene grandes o pequeños competidores que de alguna manera frenan las aspiraciones expansionistas de sus productos. De manera que los grandes monopolios apelan a la política de sobreproducción; en el entendido que sólo ellos, por poseer suficiente capital, insumos e infraestructura, pueden jugar con la ley de oferta y demanda, ahogando a los pequeños productores que no pueden sostenerse en el mercado con los bajos precios de sus productos debido al exceso de oferta.

No queda la menor duda que este Serrano no sea otro que el mismo Pío Tamayo, ocultando su identidad bajo este seudónimo por las razones ya conocidas del sobre aviso que se le hiciera a la gente del Tonel, de ser sospechosos de conspiración política contra Gómez.La carta que a continuación se transcribe, pone de manifiesto la labor política de Pío Tamayo, aprovechando la coyuntura de la crisis papelonera, para fomentar los niveles mínimos de organización, en aras de transformar la realidad existente.

40 En “El Tocuyo”. N° 72. Año I. Pág.1. Fecha. 22/06/1922.

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Srs. Directores de “El Tocuyo”.Muevense estas letras hacia Uds. Con el objetivo de encausarles el problema económico que preocupa la atención de los agricultores cañeros (...) ya que se trata de la salvación o la ruina de una industria principal.El papelón esta despreciado hasta dar pérdidas su elaboración, por la cesación de exportaciones y por la superación en mucho de la producción sobre el consumo regional.Ahí el problema a resolver: salvar la industria dicha de la ruina que por exceso de vitalidad, o sea de producción, ella misma se esta proporcionando.Es caso de congestión.No hay posibilidad practica de exportación o al menos así lo cree la mayoría de personas que se han ocupado del asunto (...) se ha querido valorizar el papelón mediante la centralización de las ventas por sociedades formadas entre los agricultores, pretendiendo asignar precios fijos, según clases; mas sin haber obtenido el resultado apetecido, porque a ello se oponen: el haber quedado fuera de asociación muchos hacendados; el poco tiempo que puede estar almacenado el dulce sin deteriorarse, y los enemigos de los comerciantes que desean y buscan las maneras de conservar la dirección del negocio (...) ¿qué hacer? Aguardar la ruina de los hacendados menos favorecidos, como lo aconsejan de consumo, aunque con diversas finalidades, los pasivos y los ambiciosos de las tierras baratas que anhelan comprar haciendas a precios de remate. (...) Duérmanse en la rutina los flojos y los lerdos; los activos y los inteligentes han de buscar en uno a otro sentido, en todo sentido el remedio del malestar que padece el gremio. Si no lo consiguen, porque la inercia de unos y la maldad encubierta de otros son obstáculos insuperables a sus nobles fines, quedándoles la satisfacción conciencial de haber intentado obra de progreso material y moral, utilísimo a la patria; además, de allí en adelante, llevaran consigo una nueva fuerza despertada por la nueva actitud, presta a entrar en juego donde y cuando sea menester.¿Qué hacer? Luchar! Agremiarse!. La situación de la industria cañera es obra humana, por lo tanto remediable; es cosa de producción sometida a la ley de la cantidad, aumentable y disminuible por consiguiente; ayer fue aumentada, disminúyase ahora .He aquí mi criterio, el desideratum de la crisis papelonera: Disminuir la producción.Su amigo y compañero de ustedesSilvino Serrano. 41

41 Ídem

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Pío Tamayo es claro desde su visión sociológica y su análisis económico de la crisis planteada, la situación del papelón obedece nada más y nada menos que a una crisis provocada por la sobre producción para quebrar los precios y así obligar a los productores, una vez arruinados a vender sus tierras a precio de regalo.

A partir de 1922, la producción del papelón, principal producto comercial de El Tocuyo, comienza a experimentar esta severa crisis tal como lo reconoce la propia familia Tamayo a través de las cartas que recopila Sananes (1986) “.. Pues el atraso en que ésta se halla en la mayor parte de nuestro país, y el incremento que tomó últimamente el cultivo de caña por el alto precio a que se cotiza su producto, ha motivado al excedente que hoy nos abruma”. (p.47) En esta carta que envía a Puerto Rico su hermano Toño Tamayo, Pío consciente de que la crisis es de carácter mundial, claro que con características particulares para la Venezuela de generales caudillos y terratenientes, da una serie de instrucciones organizativas de cómo salir de la crisis, obviamente provocada por la sobreproducción deliberada, de oscuros intereses que promovían los bajos precios del papelón con la saturación de los mercados, de esta manera los productores que por razones de tipo político no recibían la bendición de Gómez, traducida esta en créditos y prebendas económicas para la exportación directa del papelón, no tenían otro camino que la quiebra irremisible de sus ingenios, a la vez que se veían obligados a rematar sus haciendas de cañas al mejor postor.

Así lo continúan señalando sus hermanos en los sucesivos reportes, en las cartas que recopila Sananes (1986) “... Situación Mercantil e Industrial: La mala situación (..) En vez de mejorar, se acentúa cada vez más; (...) el precio del papelón ha continuado bajando y sin compradores, hoy el mayor precio que pagan es a Bs.11”. (p.47-48) En este fragmento de la carta donde su hermano describe a Pío la situación de la producción en El Tocuyo, Pío con su visión de totalidad marxista, le hace ver a su hermano que la crisis es mundial y que el primer paso para buscar soluciones son las de forma asociaciones y cooperativas

Cada día me convenzo mayoritariamente que tenemos que mejorar nuestros sistemas productivos, especialmente a lo relacionado en el cultivo de la caña. Producimos mal, y a pesar del mísero salario que pagamos al jornalero, el producto nos cuesta a muy altos precios. Necesitamos tener en cuenta que debido a las largas distancias y a

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los altos tipos de fletes que pesan sobre nosotros como productores para la exportación, debemos poner toda nuestra atención en abaratar el producto en fábrica y granja, para compensar de esta suerte nuestro desnivel. Además, producir “como para exportar” (...) Ahora, nuestro asunto económico puede resolverse de una sola manera. (Me refiero al del momento actual). Asociándose los agricultores de Lara y Yaracuy y trabajando en base a un cálculo de exportación. 42

Un anuncio del quincenario hartamente citado en párrafos anteriores, firmado por un tal M. Guédez Cordero, no deja lugar a la duda de cuál era el nivel crítico de la economía papelonera en el caso tocuyano, nacional y mundial como preámbulo al desastre económico de 1929, que tendría connotación hemisférica. “...La mala situación por la que atraviesa el comercio, me obliga a pedir a mis relacionados la cancelación de sus cuentas, pues me preocupa no dar cumplimiento a mis acreedores al vencimiento de su plazo” (p.02).

Aún después de muerto el dictador, en la Venezuela de1936, el clan Gómez, seguía ostentando el primer lugar como latifundistas del país. El poeta Roberto Montesinos ya lo había acusado con su poesía social, y en sus impresiones a cerca de la tenencia de la tierra en El Tocuyo.

Crispiniano Colmenares, a través de los lazos afectivos establecidos en los contratos matrimoniales de la época, a la vez también estrechaba los vínculos de las fortunas familiares para fortalecerlas en la misma tradición mantuana que se venía aplicando en el Tocuyo desde la propia colonia europea.

De esa manera “Don Crispi” se convierte en testaferro del General Vicencio Pérez Soto, hipotecando las mejores tierras de El tocuyo a los productores arruinados durante la llamada crisis del papelón; situación que obedeció a la sobreproducción provocada por los grandes terratenientes para derrumbar los precios del papelón y así obligar a los productores a endeudarse y no tener otra alternativa que vender en remate sus tierras, dando paso a “los Nuevos Amos del Valle”, de la misma forma en que los conservadores de 1830 se hicieron de las tierras y propiedades de los arruinados liberales por las perversas leyes paecistas de “Libertad de Contratos” y “Espera y Quita”.

42 Sananes Mery. “Diario del floricultor”.Pág.60

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CAPITULO V

EL TONEL DE DIOGENES SE VA A EL CASTILLO LIBERTADOR DE PUERTO CABELLO

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DEL TONEL DE DIOGENES A LA CARPA ROJA , Y DE LA CARPA, A LA UNIVERSIDAD POPULAR

“CIPRIANO MARTINEZ”.

La experiencia que significó el Tonel de Diógenes desde el punto de vista organizativo, llevó a Pío Tamayo a tomar esta experiencia como modelo para continuar desde la prisión en su labor como educador de masas. La primera experiencia de Pío Tamayo en el Castillo Libertador de Puerto Cabello, es la conformación de LA CARPA ROJA, organización que tuvo como propósitos iniciales la formación política de la juventud condenada por el gomecismo a morir en la prisión. Por otra parte y de esta manera se hizo frente, a las pretensiones de difundir la propaganda liberal, por ende cargada del romanticismo pequeño burgués que propugnaba el caudillo antigomecista Rafael Arévalo Gonzáles. En medio de aquel contingente de jóvenes prisioneros, Arévalo González es el de mayor jerarquía desde el punto de vista cronológico y en cuanto a la experiencia en la lucha contra Gómez.

Sin embargo, una nueva forma de liderazgo, basada en los socialistas principios del colectivismo, va a chocar contra aquellas ideas individualistas y caudillescas. Para ello Pío Tamayo organiza y nuclèa en su entorno, a los jóvenes preocupados por las nuevas ideas que sacudían al mundo.

Pese a que los antiguos compañeros de prisión de Pío, han tratado de restarle importancia y meritos en la autoría intelectual de la organización de aquel grupo que contribuyó en la formación política de los jóvenes prisioneros, no pueden explicar cual fue la forma pedagógica-metodológica que utilizaron para dar forma a aquella amalgama de jóvenes que en su mayoría tenían eclécticas confusiones entre anarquismo y marxismo. En el desarrollo de la investigación se ha venido comparando los testimonios de cada uno de los sobrevivientes a las cárceles gomecista, allí se evidencian serias contradicciones, que terminan de hacer justicia otorgándole a este tocuyano los méritos hartamente negados.

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Frente a la CARPA ROJA de Pío Tamayo, Arévalo González organiza un grupo semejante al que denominaran LA CARPA BLANCA, este grupo de González lo van integrar personajes que serán el embrión de los partidos de la derecha. Estas formas organizativas impulsadas por Pío Tamayo, es una de las tantas que se crean para hacer frente a los abusos de los autócratas caudillos antigomecistas, quienes actuaban contra los demás prisioneros de una forma autoritaria como solían hacerlo con sus peones en las haciendas.

Durante el tiempo que los participantes de los sucesos estudiantiles de 1928 estuvieron en prisión, era prácticamente inaccesible los suministros de los más elementales servicios para los jóvenes prisioneros que no gozaban de privilegios económicos y algún vínculo con el dictador. A todas estas arbitrariedades tuvo que salirle al paso, el ingenio y la organización social de estos revolucionarios.

De esa manera comienzan a fundarse las “Peñas” especies de cooperativas que organizaban los prisioneros para superar la dieta venenosa impuesta por el “rancho”; así denominada la ración de algo a lo que llamaban “comida” los responsables de la administración de las cárceles gomecistas.

Una de las mas recordadas es la famosa “Peña Beatriz” en honor a la novia de los estudiantes en los sucesos aciagos de Febrero de 1928. No obstante la organización cooperativa de estas “peñas” chocó frontalmente contra las mezquindades de algunos de los prisioneros beneficiados por Gómez, por cuanto tenían acceso a grandes sumas de dinero y toda suerte de artículos de uso personal y víveres que se negaban a compartir con la mayoría de presos de escasos recursos económicos.

Estos estudiantes a los que hacemos referencias son los que se organizaban en torno a la “Carpa de Arévalo” González y José Rafael Gasuldon y sus ideas liberales de derecha, aquellos “jefes” que habían conducido a sus peones a las distintas montoneras contra Gómez gozaban de privilegios que los comunes jamás llegaron a disfrutar, había un malestar generalizado. Los estudiantes llegaron a endilgarles el remoquete de “pipatenientes” porque tenían los privilegios de poseer una pipa o tonel individual, en donde disfrutaban del agua fresca.

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Coinciden Rodolfo Quintero e Isaac J. Pardo, que esta conducta individual tuvo su fin, hasta que los estudiantes quienes los superaban en número decidieron en masa, darle una golpiza a uno de ellos por el abuso al que tenían sometido a los estudiantes.

Reinaba la tortura los grillos del hambre y la falta de libertad, pero curiosamente para el historiador Isaac J. Pardo, según Arcila F. (1990)…”Pero eso era mentira. No teníamos tristeza onda ni de ningún género, ni nadie estaba llorando (…) en esa época comíamos bien, una comida aceptable. No nos pusieron grillo, no hubo maltrato físico” pág. 80.

Personajes como este historiador tendrían una efímera pasantía por el Castillo y pertenecería a ese grupo mínimo de privilegiados de intelectuales que recibió honores, durante el período postgomecista es decir durante el resto del siglo XX y que hoy por hoy exhiben una posición de clase contrariamente a la del pueblo.

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CIPRIANO MARTINEZ HOMBRE Y UNIVERSIDAD

Durante el siglo XVIII europeo, conocido como el “Siglo de las Luces”, una vez instaurada la burguesía francesa en el poder, el dilema estaba en ¿Como evitar los fatales errores del feudalismo, en sus expresiones grotescas de los Habsburgos o el refinamiento ilustrado en que incurrieron los Borbones, que condujo a la perdida del poder?

Obviamente que las incipientes expresiones sociológicas de los ilustrados consiguieron en la educación, el aparato ideológico perfecto para mantener bajo control a los desafectos al régimen capitalista. Para ello la concepción parcelada, cuadriculada de la universidad occidental, en sustitución de lo que algunos llaman el “humanismo” de la Universidad medieval, venía perfectamente a cumplir su cometido histórico.

El Estado Napoleónico fungió como forjador de esta nueva organización universitaria, adaptada a los requerimientos de la sociedad imperial-capitalista, entonces en expansión por toda Europa, y por consiguiente exportando su modelo a las colonias americanas.El modelo de claustro universitario, inspirada en la universidad napoleónica de la Francia del siglo XIX, se ha venido desarrollando hasta la actualidad como factoría de recursos humanos profesionales, para el mercado capitalista, para la construcción de bienes y servicios que los hijos de la gran burguesía no realizan por considerarlos como en la colonia, “oficios Viles”, sosteniendo el mito piadoso para estos desclasados que emergen de las universidades, de una supuesta “clase Media en ascenso”

De esta forma se suprime la concepción medieval de la universidad y se encierra en el profesar de la universidad napoleónica actual, cuyos curriculas han venido inutilizando en un alto porcentaje la capacidad creadora del egresado, y más terrible aún, lo ha insensibilizado alejándolos de su condición de clase.

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Hasta para Rómulo Betancourt, un reaccionario socialdemócrata exiliado en Costa Rica en 1932, la puesta en desarrollo de las UNIVERSIDADES POPULARES le pareció un…”eficaz vehiculo de propaganda doctrinal y reclutamiento de nuevos militantes”. (Servicio Secreto de Investigación. 1936) Pág.58 obviamente para los propósitos de lo que muy pronto sería Acción Democrática.

La idea de las UNIVERSIDADES POPULARES sin lugar a dudas la trajo Pío Tamayo, en su periplo político por Cuba inspirado en la UNIVERSIDAD POPULAR “JOSÉ MARTÍ” de La Habana, que a su vez compartió experiencias en la creación de estas, con el revolucionario Julio Antonio Mella.

Mientras tanto, los únicos sobrevivientes del Tonel de Diógenes: Alcides Losada, Roberto Montesinos y Pío Tamayo alargaron su condición de maestros de masas para la construcción del hombre del futuro, a través de las enseñanzas humanistas del socialismo científico de forma integral, acompañadas de todo lo que un revolucionario debe saber para enfrentar un siglo más de dictadura que comenzó con la llegada de Castro y Gómez al poder, y que se perpetuó en los nuevos protagonistas de la opresión, herederos del Gomecismo, luego transmutados en socialdemócratas y socialcristianos, durante el llamado PACTO DE PUNTO FIJO.

Estos sobrevivientes del grupo Tonel de Diógenes asumieron su compromiso histórico con la revolución socialista venezolana, desde los espacios abiertos a la clandestinidad en El Tocuyo, para finalmente fortalecer su apostolado de escuela revolucionaria de formación de la conciencia política, en medio de la agonía física de Alcides y Pío, producto de las torturas y el hambre infligidas en el Castillo Libertador. Esta labor es continuada, en primera instancia BAJO LA CARPA ROJA, que finalmente daría paso a la concepción curricular y a la ejecución cotidiana de las enseñanzas-aprendizajes de la PRIMERA UNIVERSIDAD POPULAR “CIPRIANO MARTINEZ”.

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LA UNIVERSIDAD “QUE NECESITAMOS” CONTRA LA UNIVERSIDAD “QUE QUEREMOS”

En los últimos días se ha planteado en el país la dicotomía de entre “lo que se quiere” y “lo que se necesita”, discusión que desde los años ochenta cuando los sectores estudiantiles planteamos, pero esta misma discusión fue opacada por las autoridades de gobierno y cogobierno universitario. Una pequeña Reforma de Córdoba, donde nuestro pueblo tuviera participación activa.

Sin embargo, los sueños de los pobres durante la llamada Cuarta República se vieron frustrados en sus anhelos de ingresar al sistema de Educación Superior es decir, las universidades Venezolanas. La ocurrencia de pésimo y ácido humor pequeñoburgues solía justificar la exclusión social diciendo…”fulano fue a la universidad… pero a vender empanadas”.

Durante el periodo de gobierno “democrático representativo” conocido como “Pacto de Punto Fijo” los revolucionarios soñamos y trabajamos en función de una universidad para los pobres, que rompiera con los parámetros napoleónicos de la universidad occidental, como un currículo pertinente a lo que necesita el obrero, el campesino: Elevar su nivel de conciencia y alcanzar su libertad.

Esta idea parece cristalizarse hoy día con el proceso revolucionario Bolivariano, aunque sería iluso decir que hemos alcanzado el sueño cuando aún dentro del sistema de educación superior existen tantos “predestinados” “generacionales” que entorpecen burocrática y administrativamente el desarrollo de la universidad soñada por aquellos hombres que como Pió Tamayo y sus compañeros, fundaron la Primera Universidad Popular de Venezuela “Cipriano Martínez” en agosto de 1929, en el Castillo Libertador de Puerto Cabello.

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Pablo Mendoza Reyes, en un escrito para el diario “El Carabobeño”, el 11 de junio de 1949, titulado “Virutas al aire. Recuerdos sombríos de una dictadura”. Dice.

Llegó un llanero de los del Gral. AREVALO CEDEÑO desde “la rotunda”, y con un libro primario debajo del brazo… ¿desde cuando aquel libro acompañaría al llanero? (…) quien sabe?... pero, aquel hombre y libro primario, a la vista de Alberto Ravel, y Pio Tamayo, Jóvito Villalba y Andrés Eloy Blanco, y Manolo García Maldonado, etc. Le solidarizó en un solo propósito: Enseñar a aquel llanero¡.

Eran los días finales de noviembre de 1929¡ la tarea empezó: nada hubiera sido óvice para que aquel hombre aprendiera (…) le atacó una invensible oclusión intestinal (…) aquellos que se constituyeron con sus maestros, al guardarseles en suspenso tales actividades docentes por la muerte de sus discípulos (…) se pasaría al plano de fundar lo que se llamó: PRIMERA UNIVERSIDAD POPULAR DE VENEZUELA “CIPRIANO MARTINEZ”, y se le llamó PRIMERA porque sus fundadores, quienes pensaban en futuro, afirmaron que se llevarían del presidio hacia fuera , hacia la libertad, el propósito de que se fundara cuantas fuera necesaria UNIVERSIDADES POPULARES EN TODA VENEZUELA. 43

El concepto de universidad popular fue tomado seriamente por sus fundadores, quienes incluso siendo en su mayoría estudiantes sin experiencia pedagógica, idearon el siguiente currículo.

Gramática…….....…...............……………..Doctor Francisco Manuel MÁRMOL.(sic).Enfermedades Respiratorias…….......................….Doctor Carlos Irazabal Pérez.Anatomía.....................................Manolo García Maldonado.Instrucción Cívica.......................................Jóvito Villalba, Alberto Ravel y Nicandro Acosta Delgado.Conferencias sindicales.........................Pío Tamayo, y en fin, otros muchos otros que ejerciendo aquellas actividades se acomodaban orgullosamente a una vida útil dentro del presidio.44

43 Mendoza R. Diario “El Carabobeño”, 11 de junio de 1949. Pág. 10044 Ídem. Pág.103.104,105 y 106

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Aquí, en este proyecto de Universidad, de liberación y construcción del hombre nuevo – como decía el Che Guevara- existe un toque al mejor estilo del Tonel de Diógenes tocuyano, y por supuesto, el corazón de un hombre universal… PIO TAMAYO.

Por ello concebir una universidad nueva, transformadora, revolucionaria, ha sido el sueño de quienes desde hace tiempo le tenemos preparado un asalto al cielo, no obstante la discriminación, según el grupo étnico-social con el que están diseñadas las carreras o “profesiones”, ha sido la piedra de tranca para el ingreso, aparte de la “sobrevivencia” por falta de garantías en cuanto a la seguridad social de los pobres, que provocan la inmediata deserción estudiantil, por lo que “doctos” y “expertos” en sus análisis de corte funcional-estructuralista, apelan a la burda justificación sociológica del “bajo rendimiento producto de la flojera como cultura histórica del venezolano”.

Por lo tanto sería mezquino seguir repitiendo el discurso pitiyanqui donde se nota un arraigo de profundo sentimiento individualista de “La Universidad Que Queremos” escuchado hasta la saciedad en boca de los dirigentes de las universidades privadas, movidos por los hilos mediáticos de la televisión y el imperialismo, acompañados por otro mezquino discurso de “Con MI UNIVERSIDAD no te metas”

Ejemplo como los que nos dieron a principios del siglo XX los presos del Castillo Libertador de Puerto cabello, son una lección de futuro y compromiso con la humanidad. Tomaron en consideración grosso modo cuales eran los principales males que atacaban al país, y concluyeron que fundamentalmente eran tres cosas: La esclavitud a la que la sometía el régimen, esto conducía al país a morir de mengua, entonces de qué manera una Universidad del futuro podía en su curricula subsanar tales males? Para ello idearon la formación política para hacer la revolución socialista que es el remedio a todos los males de la sociedad explotadora

Así que encargarían al:

• ProfesorPíoTamayoenConferenciassindicales.• JóvitoVillalba,AlbertoRavel yNicandroAcostaDelgado.Profesores Instrucción Cívica.

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Era fundamental conocer que el país vivía una plaga de tuberculosis, por los tanto se dedicaron a enseñar sobre enfermedades respiratorias y anatomía humana, sin dejar de un lado el otro flagelo que azotaba el país como era el analfabetismo, donde el celebre poeta Alcides losada se desempeñó como profesor. Hoy podemos decir que “basta ya” de curricula que no tengan nada que ver con nuestra realidad, los hombres de la Universidad Cipriano Martines dieron el primer paso, en tiempos de socialismo nos toca a nosotros casi un siglo después, dar los pasos que faltan y echarnos a andar.

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CAPITULO VI

APORTES DEL TONEL DE DIÓGENES PARA LA CONSOLIDACION DEL PARTIDO COMUNISTA DE

VENEZUELA

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LOS BETANCOURT DE AYER Y HOY.

Destacar que la consolidación de la Educación Política iniciada en la cárcel del Castillo “Libertador”, para afianzar el socialismo que hoy estamos construyendo fue tarea exclusiva de dos tocuyanos: Alcides Losada y Pío Tamayo, sería incurrir en un grave error antidialéctico conocido como chauvinismo, sin embargo abordándolo desde la visión de totalidad, los historiadores oficiales que hasta el momento se han dado a la tarea de estudiar la historia del siglo XX, deben buscar rigurosamente en qué parte de la geografía patria surge la iniciativa organizativa que daría paso a la conformación del Partido Comunista de Venezuela. Sería ilógico no mencionar a Salvador de la plaza y Gustavo Machado, quienes a principios de los años 20 ya militaban en Partidos Comunistas Internacionales, como el francés.

Después de 1928, ya absueltos por el régimen gomero, los representantes de la F.E.V, entre ellos Rómulo Betancourt dio continuidad a su estancia en Curazao para la formación de un partido poli clasista en contradicción con los planteamientos marxistas de una organización o partido para la clase trabajadora, inicialmente fundado en 1927 por los comunistas venezolanos exiliados en México; Eduardo, Gustavo Machado y Salvador de la Plaza.

El trabajo adelantado permitió fundar en esa isla una seccional local del PRV, al caer en cuenta Rómulo que el propósito era la consolidación del comunismo, no tardaría en agudizarse las contradicciones ideológicas que pondrían al descubierto los intereses de clases.

Por lo tanto Román Delgado Chalbaud y José Rafael Pocaterra fundan en la ciudad de Paris, la “Junta Suprema de Liberación

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de Venezuela”, Rómulo Betancourt y sus compañeros se distanciaran definitivamente del PRV para hacer equipo ideológico con la gente de Delgado y Pocaterra.

Esta decisión fue considerada como una traición a los principios marxistas ya discutidos en el VI Congreso de la III Internacional, por lo que Salvador de la Plaza escribe un ácido editorial en el periódico “La Libertad” en donde los emplaza de la siguiente manera “...¿A que se debe esta actitud? La primera razón (y la más importante) es la procedencia social de ellos. Hijos de Mantuanos‘, de políticos, o simplemente de gente acomodada...” (Pàg 3) Esto lleva a la renuncia definitiva de Betancourt y sus futuros compañeros adecos, asumiendo un visceral anticomunismo refiriéndose a estos como… “Perros Rabiosos de Venezolanos”.

Después de tantos esfuerzos de unidad por derrocar a Gómez, había un extremo celo entre los tres sectores que constituían la lucha contra el tirano: En primera instancia los jóvenes “predestinados” de la generación del 28, quienes ya venían esbozando lo que sería la Venezuela postgomecista, según el escenario que les dibujaban las compañías petroleras. Por otra parte los caudillos rurales, basado en la fuerza de las armas y la fuerza significativa en número de hombres, pero que carecían según Betancourt, de un programa de gobierno. Como lo dice Bruni Celli en “Introducción al Archivo de Rómulo Betancourt” tomo II.

“…y el naciente pensamiento comunista, que con base a sus prejuicios dogmáticos actuaba con estrategias inadecuadas para nuestra realidad social y descartaba para la lucha y para el frente antidictatorial a sectores fundamentales del país” (Pág. 35)

En esta breve cita el autor descarta a los caudillos y a los comunistas, y proyecta a los jóvenes intelectuales de lo que él llama la “generación del 28”

Betancourt en respuesta a Mariano Picòn Salas, para diferenciarse de los comunistas y en defensa de ARDI dice que son:

Incapaces de discutirle ni una coma a los ukases de la internacional. Ya ve como soy, felizmente, a mucha a distancia de ese sectarismo que no analiza sino obedece”… los radicales criticándonos, dicen

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que pretendemos constituir una izquierda autóctona”; a lo cual (…) nosotros no tenemos sino que responder que somos demasiado realistas para importar el socialismo marxista. 45

Esta posición niega el carácter universal del comunismo, y lamentablemente la historia ha demostrado el fin divisionista y revisionista de esas “izquierdas” que terminan acomodándose a los privilegios burgueses de la derecha, así lo demostró el proyecto ARDI que como bien sabemos, término siendo el tristemente célebre “partido del pueblo” Acción Democrática.

45 Carrillo Batalla Tomás E. “Cuentas Nacionales de Venezuela 1915-1935” Edición: Banco Central de Venezuela, Caracas, 2003.

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NO PODRÁ HABER SOCIALISMO SIN LA PARTICIPACIÓN PROTAGÓNICA DE LA CLASE

OBRERA

Hoy un siglo después, la misma discusión esta presente, tal como lo expusieron los socialdemocratas en los años treinta, sobre cuál sería la orientación futura del partido u organización que reemplazaría al anciano Gómez planteada para ese entonces, en la dicotomía policlasista de los socialdemócratas, quienes se habían deslindado de la III Internacional frente a los comunistas, con su línea programática del partido de la clase trabajadora.

Para salir al paso a los nacientes comunistas, Betancourt dice lo siguiente:

“Dada la exiguedad de nuestro proletariado industrial, es de pensar que ese partido netamente clasista que piden los radicales no contaría sino que somos pocos centenares de militantes incapaces de impedir, por su debilidad numérica y clasista, que la reacción destruya al partido y destierre o encarcele a sus dirigentes y se salgan de estos de nuevo al exterior, a pendejear por las avenidas del exilio escribiendo artículos hipotéticos sobre un hipotético partido comunista venezolano”.46

La historia no se debe repetir, el siglo XX demostró explícitamente cuál fue el proyecto de dominación capitalista al que nos sometieron. Hoy nuevamente se reproduce esta diatriba, es conveniente advertir, ahora que se discute el carácter de la revolución del futuro, no caer en los espejismos de los argumentos que hábilmente se han manejado para negar el marxismo, tales como: la extemporaneidad del mismo, el descontexto; entre otras banalidades del mundo unipolar postmoderno, tratando de obviar los grandes aportes del materialismo histórico en

46 1dem. Pàg. 194

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el campo de la ciencia y la vida social y que finalmente es la única opción, hasta ahora no superada por ningun otro metodo que se ponga de lado de los desposeídos, es decir de las mayorías.

Como lo advierte Jerónimo Carrera, Secretario General del PCV, ante los intentos de disolución de ese partido en la presente coyuntura política, en respuesta a los Betancourt de hoy, que han sabido astutamente infiltrarse en el seno del proceso bolivariano:

En otras palabras, no se atreven a denigrar abiertamente de Marx, y hasta le llegan a reconocer cierto mérito en el plano de la teoría de la revolución proletaria, pero de seguida pasan a recalcar el hecho –más que evidente- de estar nosotros viviendo en un mundo que ha cambiado enormemente. Y concluyen diciendo, por ejemplo, que la clase obrera ha perdido peso con la revolución científico-técnica y por lo tanto ya no tienen los proletarios el papel de vanguardia que Marx y Engels les atribuyeron. 47

Se nos quiere hacer ver que la lucha de clases ya no tiene sentido, y que los pobres del mundo están ahora conformes en sus fábricas y en sus casas, con aire acondicionado y televisores de plasma, cuando en realidad gran numero de ellos ha sido desplazado en el campo laboral por las maquinas computarizadas, para pasar a una mayor pobreza, por lo tanto mientras exista la lucha de clases planteada por el marxismo, este tendrá vigencia. Se quiere hacer ver a los trabajadores del mundo globalizado, que “superan a los demás”, con sus virtuales prerrogativas contractuales por pertenecer a las plantas de las fábricas con tecnologías de punta, donde se les enajena a diario con la propaganda consumista, convenciéndoles que son distintos a los otros obreros del campo, endosándoles una ilusa categoría sociológica de “CLASE MEDIA” cuando la experiencia de la crisis asiática demostró que el desempleo aumentó rápidamente en Corea con este conflicto económico, el número de cesantes se incremento, de 451.000 (2,3 por ciento) en octubre de 1997, al nivel astronómico de 1.240.000 (4,7 por ciento) en febrero de 1998.

47 Carrera Jerónimo. “Marx hoy” Tomado de “Tribuna Popular”Año LX/ IX Època/ NM 136/ del 08 al 21 de mayo de 2007. pàg. 11. Opinión.

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Según el informe de la OIT, La juventud recién graduada con sus esperanzas puestas en entrar al mercado laboral, encontró en el último trimestre de 1997, un índice de desempleo juvenil que estaba por encima de 7,4 por ciento para el grupo de edad de 20 a 24 años y en el 11,8 por ciento para el grupo de 15 a 19 años. El Ministerio de Trabajo estimó que las cifras desocupados rebasó el millón y medio entre marzo y mayo de ese año.

Esta experiencia demostró que con la quiebra y la reducción masiva de personal de la DAEWOO, entre otras empresas, muchos se vieron obligados a mendigar y otros a volver a sus campos a sembrar arroz, bajo la modalidad de jornaleros para los terratenientes. Para el caso venezolano, la llamada “IV república” nos dejó como herencia funesta un parque industrial en absoluto abandono, pero en plenitud de sus potencialidades para echarla a andar, así como las empresas básicas privatizadas.

Todo este cuadro dantesco de nuestra economía se ha venido progresivamente recuperando en los últimos 8 años, donde la clase obrera rural e industrial ha venido interactuando en el proceso revolucionario saliendo paulatinamente de la enajenación histórica a la que ha sido sometida.

Por tanto, decir que la clase obrera no juega un papel significativo para la conducción de la revolución es un absurdo histórico al que siempre apelan nuestros enemigos de clase y nosotros tenemos como deber apostólico aclarar, difundir como una necedad del imperialismo para mantenernos condenados a la opresión.

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EL PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA.

Otro grupo de jóvenes recién salido de la cárcel bajo la influencia de la pedagogía política de Pío Tamayo, se dedica a formar en 1929 el Partido Comunista que habían concebido teóricamente desde el Castillo Libertador de Puerto Cabello. Entre ellos: Juan Bautista Fuenmayor, Rodolfo Quintero, Kotepa Delgado y Josefina Juliac, logrando la organización de pequeñas unidades de base, panaderos y zapateros y hacen circular el primer manifiesto comunista del país, “LA LUCHA POR EL PAN Y POR LA TIERRA” editado en mayo de 1931. A estos jóvenes inexpertos es a los que se refiere Bruni Celli como: “el naciente pensamiento comunista, que con base a sus prejuicios dogmáticos actuaban con estrategias inadecuadas”

Por otro lado ese mismo año 1931, Aurelio y Mariano Fortoul, quienes venían de los EEUU y Europa, fundan en Caracas otras células que ellos llaman comunista. Sostienen reuniones con Juan Bautista Fuenmayor, Rodolfo Quintero, Kotepa Delgado, pero comienzan los distanciamientos por los torpes procedimientos y las fallas de seguridad de este grupo, que se hace llamar “El verdadero Partido Comunista Venezolano” autocalificados como “EL POMPOSO”. Para 1930 llega un misterioso personaje de nacionalidad eslovaca-norteamericana llamado Joseph Kornfeder, quien reúne a un grupo de jóvenes entusiasmados con las ideas de Pío Tamayo estudiadas en el Castillo Libertador, quienes ahora bajo la influencia del norteamericano se autocalifican como EL VERDADERO PARTIDO COMUNISTA VENEZOLANO, pero la teoría y la práctica y la no implementacion de los metodos conspirativos debió distanciar a Kotepa, Fuenmayor y a Quintero de “El Pomposo”, partido de los hermanos Fortoul, que había perdido la concepción original marxista leninista que Pío Tamayo, había orientado.

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Rodolfo Quintero, Juan Bautista Fuenmayor y Francisco José Kotepa Delgado más adelante se escindirían definitivamente del grupo pomposo y se adhirieron a las originales ideas, del socialismo científico de Pio Tamayo.

Kornfeder, quien es egresado de la escuela Leninista de formación de cuadros de Moscú, es atrapado y reseñado por la policía en un allanamiento en 1931, poniendo fin al llamado “POMPOSO”, como evidencia tenemos las reseñas fotográficas y las declaraciones ante el prefecto Elías Sayago, incluso en el parte policial aparece que fueron agarrados in fraganti.

En conocimiento las autoridades de policía de una propaganda comunista en el país, el 29 de mayo de 1931 localizaron en la oficina donde funcionaba el Comité Comunista y fueron sorprendidos in fraganti:Aurelio Fortoul, Manuel Simosa, Mariano Fortoul, Víctor García Maldonado, Raúl Osorio, Juan Bta. Fuenmayor Rivera. Felipe Peña. Francisco José Delgado. Ramón Abad G. Joseph Kornfeder. 48

Pero lo curioso del caso, es que el servicio de inteligencia del gomecismo, oculta toda evidencia de la presencia de Kornfeder en el libro denominado por algunos el “Libro Rojo del Comunismo venezolano.

Preguntado:Quien contrató o por que órgano fue que vino el norteamericano Joseph Kornfeder a formar parte del partido Comunista de Venezuela? Contestó Yo le pregunté a los compañeros que de donde era ese musiú y me contestaron que era una pregunta imprudente. 49

En estas declaraciones de los presos ante el prefecto Elías Sayago, ninguno supo explicar la presencia del norteamericano, quien en realidad era un inmigrante eslovaco, ni su posterior paradero, pero crea suspicacia cuando el propio Kornfeder, señala en posteriores investigaciones realizadas, que fue ayudado por autoridades de la Universidad Central, quienes lo hicieron ver como un docente

48 “La verdad de las actividades comunistas en Venezuela” Servicio Secreto de Investigación. Estados Unidos de Venezuela. Pag.28

49 Idem Pag.78

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invitado y salió del país después de haberse desarticulado y dividido el primer intento sistemático de consolidar el PCV.

William. M. Sullivan (1992) corrobora las redes de espionajes gomecistas:

“ Las compañías norteamericanas ordenaron a los capitanes de sus tanqueros mantener una atenta vigilancia (…) en tanto que la Oficina Central de Información (F.B.I) mantenía a Gómez informado a cerca de las actividades de los exiliados en Estados Unidos” Pág. 257.

Esta investigación nos lleva diecinueve años mas tarde, hasta la pista de Kornfeder y Ben Gitlow, expresidente del Partido Comunista Americano, colaborando con la política anticomunista del Maccartismo, en 1950, cuyo desarrollo de esta tesis será objeto de la próxima investigación.

Con esto queremos dejar claro, que la mano del imperialismo a traves de las agencias contrarrevolucionarias del momento, lo que hoy sería la C.I.A y el F.B.I, intervino tempranamente en la división del movimiento revolucionario venezolano, en este caso del Partido Comunista “Pomposo” de Venezuela.

Superados los escollos divisionistas, la consolidación del PCV como órgano de la clase trabajadora, resultó para el gomecismo-imperialismo, el dolor de cabeza más grande que ninguno de los caudillos montoneros del siglo XIX, principios del siglo XX, pudo haber causado en el ego de un tirano como Gómez, quien llegó a guarecerse en fortalezas como su servicio de inteligencia, para mantenerse al tanto de un enemigo poderosamente invisible, que como reguero de polvora comenzó a encenderse desde la Rusia Bolchevique de 1917, hasta llegar a estas tierras de Bolívar, esperando la oportunidad del pueblo, que evidentemente esta en su hora y no debemos dejarla pasar.

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“EL TOCUYO NO SOLO SON RUINAS”BREVE EPILOGO PARA LOS TOCUYANOS

El Tocuyo de ayer y hoy no es solo sus ruinas, como pretenden reducir en un símbolo de edificaciones destruidas, la esencia de un pueblo constructor de futuro.

Las ruinas de siete templos de arquitectura construida en la colonia, pero no por la colonia que tanto enaltecen la historia de la dominación, es un símbolo precisamente de subyugación a una población constructora de casas y templos, donde luego se les prohibía entrar.

La arquitectura colonial, expresada en sus arcos moriscos, patios centrales, bóvedas y cúpulas, entre otros elementos arquitectónicos, que dominó a España por mas de setecientos años, es un legado de los árabes que luego la historiografía oficial nos señala como uno de los beneficios de la invasión española, cuando realmente deben valorarse, por ser producto del sacrificio de quienes allí sudaron, fueron azotados y murieron en su edificación.

En todo caso, no es al imperio árabe, ni mucho menos al español a quienes debamos la construcción de esos edificios públicos si no al pueblo que levanto grandes bloques y columnas, amaso el barro y dio forma a lo que hoy son solo ruinas y magnifican el pasado colonial que se empeña en continuar dominándonos.

Pero además, El Tocuyo y los tocuyanos no son solamente los que viven y vivieron en el casco central de la ciudad, lo constituyen también los distintos caseríos y aldeas a donde arrinconaron y arrinconan a los aborígenes y afrodescendientes para quitarles el agua y las tierras fértiles. Estos tocuyanos siguen en su eterna lucha por recuperarlas de los terrófagos. Así ocurre en el sector la “Otra banda”, o el “Otro Lao” como lo llaman sus habitantes, cuyo latifundista

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además de explotarlos en el monocultivo de sus cañamelares carteliza la venta del azúcar de una empresa del Estado, donde la impunidad administrativa a la que ha sido sometida, la hace indigna de llevar el nombre de Pío Tamayo.

El tocuyo y todos sus tocuyanos, tienen una gran herencia histórica y no precisamente la de ese montón de ruinas, en las que se apoyan sus historiadores colonialistas (que son bastante) cuando insisten que “El Tocuyo fue un pueblo realista” como lo afirman Tróconis y Bruni Celli.¡NO!

Su herencia esta en la estirpe guerrera, revolucionaria y combativa de los antiguos aborígenes y esclavos africanos, de sus descendientes actuales, de lo que está a escasos metros bajo la tierra en cualquier solar, patio, calle o avenida, en su legado arqueológico, antropológico y etnohistórico.

Precisamente ahí, bajo los pies de los tocuyanos esta su herencia, no una herencia tradicional de vasijas de oro, más bien histórica y genética, que bien lo supo asumir y resumir un hombre con todos los bienes terrenales del momento, en un solo verso:

Sangre en sangre dispersa (…)Baile de piaches, rezo de quenas

Soy un indio TocuyoYo

¡TOCUYANOS¡ desde estas tierras surgieron las primeras ideas, teorías, las primeras prácticas del socialismo del siglo pasado que indudablemente cristalizarían casi cien años más tarde en el socialismo que hoy construimos, en este siglo XXI.

El Tocuyo ciertamente es la CIUDAD MADRE, no porque de aquí hayan salido a “fundar” otros pueblos, sino porque aquí nació El TONEL DE DIÓGENES. ESCUELA DE FORMACION POLITICA, PRELUDIO Y CONTRIBUCIÓN PARA LA ACTUAL REVOLUCIÓN SOCIALISTA VENEZOLANA.

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BIBLIOGRAFÍA.

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Corrección : Pedro Pablo Linárez - Antonio DunoDiagramación Armando Aguilar

Diseño de portada :Antonio Duno - Armando AguilarImpresión Armando Aguilar

Comité Editorial: Noris SaavedraYajaira Álvarez

Pedro EcheverriaOmar Villegas

Hugo RodríguezJorge Albahaca

Antonio Urdaneta

“EDICIÓN ESPECIAL” Los 300 ejemplares de este título

se imprimieron durante el mes de Enero de 2014en Sistema Nacional de Imprentas - Lara - Fundación Editorial El Perro y la Rana

Barquisimeto, Venezuela.

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peter valera gil

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