EL QUÉ, DÓNDE, CUÁNDO, QUIÉN Y POR QUÉ DE LA INFORMACIÓN

AÑO XIII Nº 41septIembre de 2015

PERIODISMO, EL DESAFÍO DE LA INNOVACIÓN

TIEMPO DE CAMBIOS

SEPTIEMBRE 2015 | 2 |

edicion especial

Nunca como en es-tos últimos años se produjo y di-

fundió tanta informa-ción. En este creciente mar de datos es funda-mental detectar qué es lo importante y expli-carlo. En la Universidad Católica Argentina ad-vertimos hace 30 años esta necesidad cuando empezamos a formar periodistas.

También procura-mos que nuestros gra-duados -como en otras carreras- se distinguie -ran por un enfoque hu-manista y éticamente cristiano.

Primero las clases se dictaban en el entonces Instituto de Extensión Universitaria, ubicado en Riobamba y Juncal hasta que nos muda-mos a nuestro campus de Puerto Madero. Los cursos de extensión se

transformaron en una Tecnicatura y f inal-mente nuestra carrera se transformó en Licen-ciatura. Ahora aspira-mos al Doctorado.

Como tal la Licencia-tura reúne cátedras de formación académica encaminadas a desarro -llar el pensamiento crí-tico y técnicas que per -miten dotar a nuestros graduados de herra-mientas para ser exi-tosos en su profesión, conjuntamente con los valores tan necesarios en nuestra época.

Nuestra carrera lle -gó a un punto de trans-formación constante que permitió que en estos 30 años renovar sus contenidos y sus enfoques. Ahora se pre -para para dar otro salto innovando y profundi-zando hacia el mundo digital.

Los contenidos digi-tales, que ya son parte de nuestro plan de es-tudios desde  hace años, ahora están en una etapa de desarrollo. A nuestros medios analó -gicos, como la revista Cinco W, le sumamos este año nuestro por-tal informativo Punto -convergente.uca.edu.ar, que reúne las produc-ciones de los alumnos en todas las platafor -mas y Radiofónicos, la radio por internet de nuestra Facultad.

También nos prepa-ramos para lanzar cur -sos de extensión sobre contenidos digitales para graduados. Toda esta actividad se reali-za en contacto con el mundo de las empresas y los medios, a los que nos unen recientes con-venios con los medios gráf icos y audiovisua-

les más renombrados que nos permiten for -mar alumnos con pie en el mundo real.

El papa Francisco nos enseña que los medios de comunicación deben estar al servicio de una

cultura del encuentro, que nos pueden ayudar a estar más cerca, en el sentido de la fami-lia humana, dando y recibiendo de los otros a través de las nuevas redes de comunicación,

como lo es Internet.Con este sentido cris-

tiano es que hoy feste -jamos nuestro aniversa-rio y orientamos nues-tra formación, como lo hicimos durante los últimos 30 años.

una carrera que

crece y se transforma

florencio HubeñákDecano DelegaDo

Página 2

Una carrera que crecePor Florencio Hubañák, decano delegado

Página 3

Un vértigo de 30 añosPor Tristán Rodríguez Loredo

Página 4

Academia y profesiónPor María Sol López

Página 6 a 9

En primera personaHistorias de nuestros egresados contadas por ellos.

Página 10

Línea de tiempoCambios en tres décadas de enseñanza

Página 11

Innovar para formarPor Hernán Cappiello, director de la carrera de Periodismo

Página 12

Las noticias importantesno vienen solasPor Hernán De Goñi

Página 14

La pérdida del monopolio de la informaciónPor Christian Schwarz

Páginas 16-17

En todos los mediosGráfica, radio, televisión y periodismo web

Página 18

Acreditando calidad Página 20

Símbolo del cambio

sumario

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Edicion EspEcial

En los últimos 30 años muchas cosas han cambiado en el

mundo, en la Argentina y por lo tanto en la for-ma en que el periodismo retrató y volcó su pare-cer sobre este escenario tan cambiante como im-pactante. Y por lo tanto en todos los que de algu-na manera vivimos alre-dedor de este entrañable oficio: periodistas pro-fesionales, estudiantes, profesores, audiencias, anunciantes. Los cam-bios han venido marcan-do las discusiones con tanto fervor que hasta los gurús institucionali-zados por el mass media internacional han decre-tado cada tanto la muer-te de algún formato de información. The Eco-nomist, la revista más inf luyente del mundo, lo hico hace casi 10 años, preguntándose quién mató a los diarios (“Who killed the newspaers”, agosto 2006.

¿Qué paso en todo este tiempo desde 1985? En el mundo, se empezaba a salir de la Guerra Fría, a desplomarse la cortina de hierro, al principio con parsimonia y luego tan rápido que hasta la más famosa de Alema-nia Oriental cayó por de-cisión de la misma ciu-dadanía oriental que un día se fue de excursión al otro lado y ya no hubo guardas armados que tiraran a matar. Así, el primer hito fue la caída del Muro de Berlín como sinónimo de un mundo que desafiaba el status quo de casi medio siglo.

La discusión interna-cional, por muchos años encorsetada en dos po-los de atracción que de-jaba pocas alternativas comenzaba a plantear otras alternativas. La historia ya la conocemos todos, pero sería necio que el periodismo haya

permanecido neutral al vértigo a su alrededor.

En segundo lugar, la innovación tecnológica con énfasis en los siste-mas de información, nú-cleo duro. Comenzaba la era de los innovadores seriales del Silicon Va-lley, de jóvenes imberbes que desafiaban reglas y se constituían en sinó-

nimos de una ilusión de un progreso sin fin: Bill Gates, Steve Jobs.

En tercer lugar, la normalización de Amé-rica latina y en particu-lar de la Ar-gentina en el sistema d e m o c r át i -co: en 1985 teníamos la primer re-novación de D i p u t a d o s y el primer plan de estabilización integral en el marco electoral: el plan Aus-tral, tan decisivo en su éxito inicial como en su debacle con arrastre

electoral. Una costum-bre que aún hoy es dif í-cil de explicar a los que nacieron a su vida cívica

En el medio de ese vértigo, el periodista como un usuario con-sumado de tecnologías de la información que fueron incidiendo cada vez más, en la forma de trabajar y las posibilida-

des de desarrollar la pro-fesión...

Se diluyeron fronte-ras de tiempo y lugar pero también de forma-tos que convivían como

compartimientos estan-cos.

La explosión comer-cial de internet sólo ace-leró el proceso. Recorde-mos que hace 20 años se

publicaba la primer edi-ción on line de un diario en la Argentina (Los An-des, de Mendoza).

El periodista debió aprender a entender el mundo porque el mundo inf luía más que antes. No sólo a tolerar sino a aprovecharse de las po-sibilidades que le da la tecnología

Se diluyeron las fron-teras entre lo impreso y lo audiovisual. La TV pasó a ser el gran foro de debate pero pronto vas cediendo lugar a inter-

net y las redes sociales.En medio de este cam-

bio mayúsculo, la UCA tomó una decisión hace 30 años: no esperar a que las cosas pasaran sino

preparar a los próximos profesionales para que también ayudaran a ha-cer que todo ocurriera. No sólo en lo que se les podía enseñar conteni-dos que suelen ser cada vez más perecederas sino, sobre todo a apren-der a incorporar el cam-bio como un desafío y no como un jaqueo perma-

nente. Pero también, a alimentar la curiosidad, el deseo de conocer el mundo y porqué pasan las cosas, primer motor de todo buen periodista.

Y entonces, sí, desarro-llar las ha-b i l i d a d e s ne c e s a r i a s como para poder con-tar lo que se ve y escucha con preci-

sión y brillo, conjunción tan poco frecuente como valiosa. Todo esto, en un marco de incertidumbre y dificultades que sacan a relucir la otra virtud a

inculcar: la perseveran-cia. Insumo básico para desarrollarse en un con-texto como el que nos toca.

Pero por sobre todo, mostrarles que la pasión es la materia prima de toda utopía necesaria. La que nos movilizan y desatan adhesiones y compromisos increíbles. No en abstracto, sino encarnadas en hombres y mujeres que, lejos de pretender ser modelos, se erigen en portadores de valores y nos mues-tran como se conjuga el ideal con la nota con-creta que hace vibrar de emoción o de indigna-ción. Pongamos nombres y caras a estos adjetivos, porque ellos fueron construyendo lo que hoy podemos ver.

Rerefentes: necesa-rios para alentar a los alumnos que todo lo que se ve y entusiasma puede encarnarse en un profesional serio, afable, comprometido con la formación de los más jó-venes y que contagia su pasión. Porque sin ella, nada queda del buen pe-riodista.

Esto es lo que perdura por sobre cualquier re-volución tecnológica. O como recordaba el maes-tro Ryszard Kapuciski en su ya célebre legado: Los cínicos no sirven para este oficio. “Creo que para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser un buen hombre, o una buena mu-jer: buenos seres humanos. Las malas personas no pue-den ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar compren-der a los demás, sus inten-ciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus trage-dias”. El alfa y el omega. Procurar ser y formar mejores personas para que en nuestro trabajo diario podamos ayudar a hacer lo mismo.

un vértigo De 30 años

por tristán rodriguez loredo

La pasión es la materia prima de toda

utopía necesaria. La que nos moviliza y

desata adhesiones y compromisos increíbles

encarnadas en hombres y mujeres.

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edicion especial

De Curso de Exten-sión a Tecnicatu-ra, de Tecnicatu-

ra a Licenciatura, los es-tudios de Periodismo en la UCA cumplen 30 años. Con una evolución cons-tante, la carrera no solo supo crecer institucio -nalmente, sino también en su reputación en la comunidad. Los prota-gonistas que le dieron empuje e hicieron cre-cer la carrera coinciden en que el desafío fue una formación integral, en la que se tuvieran en cuenta la profesión y práctica periodística, así como también los conocimientos huma-nísticos necesarios para su ejercicio orientados a una visión cristiana.

En el año 1985 se die-

ron los primeros cursos de perfeccionamiento periodístico, que se idearon a partir de un pedido de la Editorial Atlántida. El entonces director del Instituto de Extensión Univer-sitaria, Julio Carrillo, inició las conversacio-nes para crear un curso en el que se profundi-zaran los conocimien-tos de los periodistas de Atlántida. “En mi carácter de miembro del Consejo Superior del Instituto, el rector monseñor Guillermo Blanco me encomendó que hiciera la ref lexión académica.”, recuerda.

“Con la colaboración de instituciones cultura-les y de bien público, la experiencia recogida y

los apoyos empresarios se propuso que sean motivo las relaciones institucionales de la Universidad facilitar el desarrollo de la ense-ñanza de Periodismo y la discusión de sus acti-vidades. Estos objetivos fueron los que guiaron mi gestión frente al ICOS, con el apoyo em-presario de Aníbal Vigil de Editorial Atlántida, la Fundación Roberto Noble, el diario Clarín, la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires con pasantías en ese país”, destaca Carrillo.

Pero el proyecto fue más ambicioso. Y Carri-llo agrega que “el Perio-dismo se desarrollaba con los apoyos institu-cionales y de bien públi-

co y, en base a pedidos con apoyos empresarios se comenzó con la ca-rrera de publicidad, es decir que seguiríamos creciendo, siendo mi mayor logro en cuan-to a ejes de enseñanza y conocimiento de la profesión”. La impronta cristiana quedó plasma-da en las citas que elige ahora para recordar la misión educativa y des-taca que “con el Conci-lio Vaticano Segundo y el D.  Inter mirifica  so-bre los medios de co-municación social, en un texto muy sencillo se limita a elogiar la la-bor de la prensa para el desarrollo de la vida so-cial y Misión de la Igle-sia en el mundo: `El De-recho a la Información

acaDemia, ProfesiÓn y comPromiso

De curso a Licenciatura, 30 años formando periodistas

El doctor Julio Carrillo, estuvo al frente en la década fundacional.

Las licenciadas Teresa Riccitelli y Alicia Pereson y el doctor José Giménez Rébora, quienes estuvieron a cargo de la carrera en diferentes épocas, en un acto en la sede de la UCA.

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Edicion EspEcial

es consecuencia del derecho natural a co-nocer la verdad y comu-nicarla ,̀ Pablo VI, Com-munio et Progressio. Y dijo Juan Pablo II en la instrucción Pastoral Ae-tatis Novae, documento redactado por periodis-tas y no por canonistas:

“Ha llegado el momento para que los comunica-dores cristianos den la cara en el terreno prác-tico con competencia profesional en lugar de quedarse con los brazos cruzados lamentando abusos y malos usos que de los medios de comu-nicación social hacen, tomando en considera-ción la revolución tec-nológica en ese campo.”

  La continuidad lle-gó de la mano del doc-tor José Giménez Rébo-ra, quien fue director del ICOS entre 1996 y 2000. “Hacia 1996 en el Instituto de Extensión Universitaria estaban consolidadas y presti-giadas las tecnicaturas

en Periodismo y Publi-cidad. Pero ambas coe-xistían en la Universi-dad con otras carreras menores, incluso de una duración anual mayor, con un cuerpo de profesores egresa-dos universitarios y con otros reclamos como el de la reanudación de licenciaturas suspendi-das, la transformación de una escuela en fa-cultad, la creación de otras nuevas como la de medicina, entre otras”, recuerda, convocado a propósito de los 30 años de la carrera. Agrega que “tal contexto supu-so una alternativa: po-ner el esfuerzo en trans-formar las tecnicaturas en licenciaturas o en-carar antes ciertas mo-dificaciones institucio-nales. En 1996 se optó por esta última vía y se proyectó circunscribir el Instituto solo a las tecnicaturas proyectán-dose la transferencia de las tareas de extensión

universitaria al enton-ces Instituto de Cultu-ra Universitaria y con-centrar el Instituto en la comunicación social periodística y publici-taria y continuar presti-giando las tecnicaturas concertando acuerdos con la BBC, con la em-bajada de Canadá y se profundizaron los vín-culos especialmente con editorial Atlánti-da”. Y finaliza al seña-lar que “concluida esta etapa debería encararse, como se hizo, el estable-cimiento de las licen-ciaturas a partir de las tecnicaturas y mostrar cómo estaba implicado el compromiso cristia-no en la comunicación social”.

Le tocó entonces encarar el desaf ío a Alicia Pereson, Coordi-nadora Académica de Periodismo. Luego de remarcar que la carre-ra surgió como una de-manda de la empresa periodística Atlántida

para capacitar a su pro-pia gente y que se abrió a posibles estudiantes que quisieran hacer el curso, por el éxito que tuvo el primer curso, en el mismo año 1985, se firmó con el Diario Cla-rín un acuerdo que re-cibió el nombre de Beca UCA-Clarín. “Muchísi-mos estudiantes se sin-tieron atraídos por esta Beca de Posgrado, tanto es así que en sus ulti-mas ediciones, de 200 postulantes habían que seleccionar solo a 20”, recuerda Pereson. La Beca duro 18 años, y por ella pasaron nombres importantes del perio-dismo de hoy, los alum-nos de aquel entonces tenían una dedicación full-time, estudiaban en la universidad y al mismo tiempo hacían sus practicas en la re-dacción del Diario Cla-rín. “Con el éxito que tuvimos, enseguida co-menzamos a pensar en una tecnicatura que tu-

viera dos años de exten-sión”, explica Peresson y fue así como la carrera evoluciono a su siguien-te formato, que fue el de Tecnicatura. Al co-mienzo, estuvieron muy orientados a la escritu-ra. “El principio era que si se sabía escribir bien, se podía hablar bien en radio y escribir también para la televisión”, ex-plica Peresson y agrega que “una impronta des-de el principio fue que, quienes dieran clases de redacción o de carác-ter más bien práctico de la profesión fueran pe-riodistas en actividad”.  También destaca como un punto de inf lexión la creación del Instituto de Comunicación Social, Periodismo y Publicidad (ICOS). Algo en lo que coincide Teresa Riccite-lli, última directora del Instituto, que funcionó bajo esta denominación hasta el año pasado:

“Este proceso le dio ma-yor autonomía a las ca-rreras de Periodismo y Publicidad”. El primer director de la Licencia-tura en Comunicación Periodística fue Tristán Rodríguez Loredo.

acreditación, otro punto de inflexión

Un punto de creci-miento importante, coinciden Peresson y Riccitelli, fue la acre-ditación ante CLAEP que se hizo en el año 2003. “Encontramos en CLAEP un modelo con estándares internacio-nales”, señala Pereson, actual directora del ODSA y añade que gra-cias a formar parte del Consejo, la Carrera fue invitada a participar del Seminario de Comu-nicación Internacional que se lleva a cabo en la ciudad de Salzburgo.

“Estar acreditados ante CLAEP tenia determi-nadas exigencias como la creación de un medio propio de la carrera, fue así que nació la revista CincoW”, recuerda Ric-citelli.

Los objetivos comen-zaron a ser más preci-sos: “Una cabeza que pueda pensar en todas las plataformas”, así es como describe Jorge Liotti, director de la ca-rrera de Periodismo en-

tre los años 2006 y 2014, a los graduados de Pe-riodismo de la UCA. Eso buscó junto con Teresa Riccitelli, directora del ICOS desde 1999 hasta 2014, en la úíltima re-formulación del Plan de Estudios. “A algunas materias con denomina-ciones antiguas, se les puso un objetivo mas concreto. También se crearon los periodismo especializados como Pe-riodismo Político, Inter-nacional”, explica Liotti

y agrega que: “Se busco profundizar el perfil profesional periodístico para lo que se incorpo-raron nuevos docentes de los distintos medios”.

“Nos tocó ir incor-porando la revolución de los medios digitales a la currícula. Lo que hicimos fue una intro-ducción transversal de los contenidos en dis-tintas materias”, descri-be Riccitelli. Después de 30 años de trabajo, los periodistas que apor-

ta la UCA a la sociedad tienen una formación integral. “Sin dejar de valorar la formación teórica, siempre fomen-tamos la vocación por el trabajo periodístico, desde el trabajo del día a día”, concluye Alicia Pereson. Por su parte, Teresa Riccitelli, dice:

“Buscamos formar perso-nas con un compromiso social, sabemos que van a trabajar en un medio hostil. Sueño con un graduado respetuoso de sus valores, que hemos tratado de consolidar y que tengo sobre todo fidelidad a la verdad”. Jorge Liotti, describe a los graduados según se-ñalan los empleadores:

“Son alumnos versátiles capacitados para des-envolverse en una gran cantidad de platafor-mas y además un con-cepto muy vinculado a lo comunicacional y a lo periodístico, tienen una base teórica y formativa interesante; pero ade-más puestos a correr en una redacción, en un canal, en un estudio resuelven rápidamente”. Con esa impronta de crecimiento, academia y profesión, la enseñan-za de Periodismo en la UCA cumple 30 años y está preparada para los nuevos desaf íos.

María Sol López

El acuerdo con Editorial

Atlántida y la Beca Clarín le

dieron impulso al vínculo entre la

enseñanza y la tarea profesional

en medios nacionales.

El licenciado Jorge Liotti, en una de las entregas de diplomas.

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edicion especial

Soy Licenciada en Comunicación Periodística. Empecé a estudiar en la UCA en el 2003. Una de las razones por las cuales elegí la Universi-dad fue por el prestigio a nivel educativo que siempre tuvo, el plan de estudios y el reconocido cuerpo docente.Mi experiencia fue excelente. La Facultad me dio herramientas a nivel académico que pude desarrollar a través de pasantías y prácticas profesionales en medios periodísticos e Instituciones. Además de ex alumna, trabajé como Asistente de los cursos de Pos-grado y Formación Ejecutiva de la Escuela de Negocios de la Univer-sidad. Me llevo el mejor recuerdo de los años en la UCA, tanto a nivel acadé-mico, laboral y humano. Una vez que obtuve el título de la Licenciatura, realicé un Posgrado en Comunicación Corporativa en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) para especializarme en el área que era de mi interés. Actualmente me desempeño como Asistente de Gerencia de Siste-mas de Aluar (Aluminios Argentinos) y colaboro además con tareas de Comunicación Interna.

Florencia Verónica HernándezAsistente de Gerencia de Sistemas de Aluar

Cursar en la UCA ha sido una experiencia muy satisfactoria desde todo punto de vista. Desde lo profesional, resultó muy importante para el desarrollo posterior de mi carrera profesional. Desde lo perso-nal, aprendí a desarrollar mis capacidades personales e intelectuales y, compartí experiencias con un excelente grupo humano de compa-ñeros y profesores. Por su parte los profesores me transmitieron sus conocimientos y sus experiencias lo que hizo muy enriquecedoras cada una de las materias. Esto último es una gran ventaja pues me permitió relacionar la teoría con la práctica.Egrese en el año 2004 y lo valioso de estudiar en la UCA es la forma-ción teórico-práctica que da y las oportunidades que me acercó.

Marcela Noble HerreraGerente de Asuntos Corporativos. Grupo Clarín

Me recibí hace tres años de la Licenciatura de Periodismo de la UCA, a fines del 2012

Ahora estoy trabajando como cronista en el Canal de la Ciudad y, es-cribo en las revistas de música Billboard, Abbey Road y Indie Rocks de México.

Les quería contar que a mí de verdad me sirvió estudiar en la UCA. Que además de darme lo que te dan todas las facultades: experiencia, conocimiento y trabajo; me dio amigos y varias cosas que me sirvieron a nivel personal.

Todavía me acuerdo de las clases con Mariano Besada, Esteban Cher-coles y José del Rio. También me acuerdo de mi primer trabajo en Radio Concepto con Juan Pablo Tramezzani.

Les quería agradecer por todo, ya que me ayudaron a ser quien soy hoy, tanto personalmente como profesionalmente.

Manuel BuscaliaCronista en el Canal de la Ciudad

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Soy egresada de la carrera de periodismo de la UCA. Me recibí el año pasado, pero en realidad comencé la carrera en el 2002 y por motivos personales la abandone, y fue gracias a la UCA que pude

volver y retomar mis estudios. También la UCA me dio la oportu-nidad de viajar a Austria y participar del programa en Salzburgo y gracias a eso pude volver este año y ahora estoy trabajando acá soy parte del equipo del seminario. Estoy muy contenta y le agra-dezco a la Universidad todas las oportunidades que me ha dado.

Lucía MalvarezSalzburg Global Seminar y The Salzburg Academy on

Media and Global Change

Siempre supe que quería ser periodista, pero llegué a la UCA casi de casua-lidad, buscando un programa que combinara tanto la teoría como la parte práctica. Dentro de la universidad encontré lo que esperaba y más, tanto desde el ámbito profesional como el personal. En el curso de ingreso de la carrera conocí a quien hoy es mi marido y a dos de mis mejores amigos. Cursé entre 2003 y 2006, con el “viejo programa”, ese que implicaba hacer hasta 10 materias por cuatrimestre, y fui testigo de la vuelta del Centro de Estudiantes de Periodismo. Gracias a la facultad me llegó un aviso de que en la revista APERTURA estaban buscando pasantes y hacia allí fui. Entré en mayo de 2006, cuando el director era José del Río, también ex estudian-te de la carrera. Hoy, nueve años después, soy la subeditora del suplemen-to de Management & RR.HH. de El Cronista Comercial y la subeditora de One Shots (revistas especiales que edita el grupo). Hoy, mi contacto con la facultad sigue renovado porque soy, por tercer año, Profesora Asistente en la cátedra de Periodismo Económico.

Florencia Radici Subeditora del suplemento de Management & RR.HH

de El Cronista Comercial y subeditora de One Shots

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edicion especial

A 10 años de haber terminado la carrera, vuelvo a la UCA y la sigo sin-tiendo mi casa. No solo porque doy clases hace bastante tiempo (empe-cé al año siguiente de recibirme, cuando era joven), sino porque la UCA es una casa de estudios pero también una casa de encuentros, en la que se cultiva el conocimiento y el afecto. Los cuatro años de la carrera son, sobre todo, una etapa de encuentros con los compañeros, con los maestros de las aulas y los de los libros. En estos diez años cambiaron las tecnologías, y las que entonces eran

“nuevas” ya parecen prehistóricas. Pasó una década y es como si hu-biera transcurrido un siglo: en 2005 nadie tenía Facebook, Twitter no existía, se podía sobrevivir sin smartphone. La formación que recibimos, sin embargo, mantiene su vigencia porque apuntó –como lo hace hoy– a enseñar las habilidades (escritas, orales, audiovisuales) y los saberes (historia, sociología, literatura, política, economía...) que los periodistas usamos y seguiremos usando para comprender y narrar el mundo, más allá de los cambios en las plataformas.

Alfredo DillonPeriodista Diario Clarín

Yo estuve un poco de mis estudios de periodismo en la UCA en la calle Rio Bamba y otra parte, el final, en todo ese enrome complejo de Puerto Made-ro. Pero lo que mejor recuerdo no es solo todo lo que aprendí, sino lo que queda después. Poder admirar a Alfredo Serra, al Dr. Badeni y a otra gran cantidad de do-centes, todos hoy colegas afortunadamente. Poder disfrutar de ellos y reen-contrarnos tiempo después; ha sido una enorme experiencia mi formación desde lo profesional y es grato contarlo y mostrarlo aquí en la televisión. ¡Gran abrazo para todo el equipo actual!

Andrés FerraroPeriodista- presentador noticias internacionales

en el Noticiero del Mediodía de América 24

Manuel BuscaliaCronista en el Canal de la Ciudad

Comencé la carrera en 2003, atraído por una propuesta que, en ese entonces, era de las pocas que combinaba teoría y práctica periodís-tica. Y desde el curso de ingreso supe que no me había equivocado. Pasé largas horas dentro de la facultad, muchas de ellas en los estu-dios, un espacio que todavía valoro como uno de los centros de mayor aprendizaje de mi carrera. Y mi paso por la UCA fue también la puerta entrada al mundo profesional. Mi primer trabajo, una pasantía en Re-vista Imagen y el programa La hora de Maquiavelo, sentó las bases de mis 10 años de carrera profesional que me llevaron por el periodismo (un año en Clarín, cuatro en Editorial Perfil) y hoy me encuentran hace 3 años trabajando como Responsable de Comunicación de Productos de Google en Argentina.

Matías Fuentes Responsable de Comunicación de Productos

de Google en Argentina

Me inicié en la UCA en el año ´95 cuando todavía se cursaba en la calle Riobamba, y el segundo año lo hice en Puerto Madero. La ver-dad que la universidad fue una experiencia espectacular en cuanto a calidad de los docentes y a la formación del conocimiento del mundo periodístico; en un momento, en el cual empezaba a deslumbraras el cambio en los medios de comunicación.Elegí la UCA porque es una universidad prestigiosa con trayectoria en la enseñanza de los mensajes académicos, puntualmente en el periodismo. La mezcla entre la formación académica y algunos presti-gios de prácticas fue lo que realmente me llevo a decidirme. Además, gracias a la UCA obtuve mi primer trabajo: una pasantía en el diario Clarín para lanzar la versión web de clarin.com en el año 1996. Final-mente me terminé quedando en ese trabajo y, por lo tanto, el aporte de la universidad no solamente fue de enseñanza académica, sino que también me insertó en la vida laboral.

Marcos Foglia Director de plataformas digitales en Artear

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Edicion EspEcial

Yo ingrese a la UCA en el año 2003 para estudiar periodismo y una de las cosas más lindas que me acuerdo era llegar a la mañana, y ver el amane-cer en el rio tomando un cafecito, y empezar lentamente una jornada que era bastante intensa. Al día de hoy una de las mejores cosas y de lo que más valoro de la Univer-sidad era esa intensidad, que hoy quizás es lo que me ayuda a seguir día a día trabajando y estudiando. ¡Puedo decir que toda la base que tengo me sirvió y esas jornadas tan intensas en realidad eran parte del proceso!

Betsy SaulCreadora de la revista virtual on demand Seguilamoda.com

Mi experiencia cursando la carrera de periodismo tuvo algunos rasgos peculiares. Antes de comenzar periodismo, yo había completado casi 3 años de la carrera de contador, impulsado un poco por cierta facili-dad con el tema y otro poco por tradición familiar. Pero me di cuenta que, sinceramente, no me veía dedicándome a los números, al libro mayor y al balance por el resto de mi vida, y averigüe para cambiarme a periodismo, que era una profesión que me interesaba desde chico. Fue una experiencia interesante volver a comenzar un primer año de facultad, casi de cero, pero esta vez se sentía correcto. Más allá de ciertos conocimientos puntuales, lo que me dejó la carrera es una cierta forma de pensar y de encarar los problemas. Las herramien-tas con las que trabajamos los periodistas y comunicadores cambian constantemente, con lo cual lo que verdaderamente nos queda es la mentalidad y las formas de análisis que desarrollamos a lo largo de las distintas materias de la carrera. Mi cursada finalizó en 2006, y rendi mi ultimo final en 2007.

Eduardo Blake Periodista - Gestión de Contenido Web

Termine de cursar periodismo en el ´95. En el último año de mi cursada me quede embarazada con 30 años y tuve que hacerme cargo de esa situación sola. Por ahí no es tan divertida la anécdota, pero si muestra como la UCA y la facultad en un punto se portaron como una familia conmigo. Alicia Pereson, Teresita Riccitelli que estaban a cargo del instituto me ayudaron muchísimo; me dieron un préstamo de honor para que pudiera seguir adelante estudiando. Y Alfredo Serra, que es el maestro que adoro, le puso a mi panza el nombre

“Pancho”, y tanto es así que hoy “Pancho” tiene 20 años. Para mí fue una experiencia maravillosa. Volví a la UCA después de 20 años a terminar de rendir un par de materias que debía y me encontré con muchos docentes que recordaba: con Teresita Riccitelli de nuevo, con Teresa Teramo que había sido profesora mía y, la verdad que me hace muy feliz que cumpla la carrera 30 años y, además, me encanta que haya colegas que sigan todos los años terminando sus estudios en la facultad. Para mi es algo que nunca que voy a olvidar y es un lugar al que siempre quiero volver así que en cualquier momento calculo que voy a ir por la licenciatura, ¡Si Hernán Cappiello me deja por supuesto!

Manuel BuscaliaCronista en el Canal de la Ciudad

Sandra VottaResponsable de Comunicación y Prensa en

Cancillería Argentina

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“El tiempo es el gran innovador”, escribió Francis Bacon en el si-

glo XVII. E innovación es lo que nos demanda este momento clave de la pro-fesión periodística, que se debate entre la extin-ción y la resurrección.

Hace 30 años, cuan-do la UCA comenzó en-señando periodismo, se planteaba un horizonte profesional muy diferen-te. Los diarios vivían un boom editorial, Internet no pasaba de ser una pro-mesa reservada al ámbi-to militar y científico y las tablets y smartpho-nes no existían. La radio y le televisión eran con-vocantes de los grandes públicos y la torta del público era menos repar-tida .

El desafío en los co-mienzos de nuestra ca-rrera era profesionali-zar el periodismo que respiraba acurrucado en la bohemia de las re-dacciones, donde los pe-riodistas cerraban sus ediciones orillando la medianoche. Eran épo-cas donde se valoraba la experiencia y la forma-ción venía de la mano del maestro que tipeaba en la Olivetti, en el escri-torio de al lado. Oficio de varones, que cerraban y se iban al billar.

A mediados de los 80 se imponía un cambio in-novador, como ahora. El

periodismo se empezaba a enseñar en las univer-sidades como carrera de grado. Se hizo lugar con esfuerzo, acompañado por desarrollos teóricos que lo fueron enrique-ciendo y por un mercado profesional que empeza-ba a demandar una for-mación sistemática. En-contró su espacio entre las profesiones liberales y las ciencias sociales y humanas, superando el prejuicio que rezaba que el periodismo era poco más que un oficio con pretensiones.

Las ciencias de la co-municación ayudaron desde mediados del si-glo pasado a entender el sentido y el impacto social de nuestra tarea. La semiótica, a analizar-lo. La sociología, a vin-cularlo con fenómenos colectivos más amplios. Las ciencias jurídicas, a

ampliar el concepto de libertad de expresión y convertirlo en derecho a la información y las cien-cias políticas, a resaltar la dimensión que tiene para el sistema democrá-

tico la libre circulación de ideas y el acceso a la información.

Hoy ese crecimiento necesita subir otro esca-lón.

Vivimos en el perio-dismo un momento de transformaciones pro-

fundas que en algunos casos ponen a los medios en la disyuntiva de cam-biar o morir.

Las transformaciones tecnológicas y la irrup-ción del mundo digital nos obliga a sumar otras habilidades para comu-nicar en todas las plata-formas, lo que significa, más profundamente, modificar nuestra pro-pia idea de qué es ser pe-riodistas y qué lugar tie-ne el público en nuestro trabajo.

Hubo un cambio en el negocio, la publicidad busca otros caminos y las empresas periodísti-cas otras formas de ga-nar dinero.

Hubo un cambio en las audiencias que bus-can contenidos en otros lugares. No ya en el kios-co, ni en la radio o la TV. Sino en el smartphone, la tablet, el reloj y en las computadoras. Un públi-co menos leal a los nom-bres de los medios, pero más dispuesto a interac-tuar, compartir conteni-dos e inquietudes.

Hubo un cambio en las prácticas profesiona-les. Por eso formar pe-riodistas hoy es advertir que a las ideas básicas de nuestra profesión, los principios éticos, los valores y las técnicas de cómo mirar y volver para contarlo, hay que sumar habilidades digitales que permitan poner esas historias en otros dispo-sitivos y desarrollar un oído atento a las necesi-dades de las audiencias.

Todos estos cambios se dan al mismo tiempo, y es por eso que necesi-tamos probar, equivocar-nos y volver a probar. Eso es innovar en la forma-ción de periodistas para este siglo, con el rigor profesional, la calidad y los valores que siempre orientaron el periodis-mo que enseñamos en la UCA desde hace 30 años.

innovar Para formar a los nuevos

Profesionalespor Hernán cappiello

Todos estos cambios se dan al

mismo tiempo y es por eso que

necesitamos probar, equivocarnos

y volver a probar. Eso es innovar.

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edicion especial

El día que me enteré que había sido acep-tado para cursar la

todavía flamante beca para periodistas organiza-da por la Universidad Cató-lica Argentina y el diario Clarín, entendí que la pro-fesión que había elegido es-taba a punto de darme una oportunidad única. Con mis años de formación terciaria a cuestas, y una experiencia intensa pero breve en un diario zonal del conurbano sur, estaba listo para darme un ‘baño de realidad’. Las prácticas en el diario fundado por Roberto Noble eran consi-deradas, por todos los as-pirantes a becario, como un pasaporte directo a la Primera División, al fútbol grande, a las noticias de verdad.

Promediaba 1987. Ricar-do Alfonsín, primer presi-dente de la democracia recién recuperada, lidiaba con la economía y con la presión del poder militar, que se resistía a ser lleva-do a juicio por los críme-nes atroces cometidos du-rante su gobierno.

Los 20 seleccionados asistíamos a clases por la mañana en la UCA, com-plementadas por un curso práctico dictado por un pe-riodista de Clarín, que se transformó en una suerte de DT. Su tarea era prepa-rarnos para las demandas que íbamos a tener en la segunda etapa de la beca (el paso por la redacción), salpicada con lecciones de periodismo que, a mi en-tender, siguen tan vigen-tes como en aquellos días de ilusión juvenil.

En el diario, Carlos Marcelo Thiery integraba el selecto grupo de los re-dactores “creativos” (en el que ya sobresalía un joven Jorge Asís). Con el paso de los días, nos dimos cuenta de que su rol final era do-mesticarnos. Así nos hizo tirar borradores hasta que estuviéramos satisfechos con un texto. Y nos grabó a fuego la idea de que tener buena información y escri-birla mal era lo mismo que no tener nada.

Para entonces, Inter-net todavía era Arpanet, una red que había dejado de ser exclusivamente de uso militar pero que evo-lucionaba en laboratorios científicos. Los periodistas debían salir a la calle per-trechados con cospeles de teléfono público (y rezar para encontrar uno que funcionara). Lo más pare-cido a un celular que se co-nocía hasta entonces era el zapatófono de Maxwell Smart, el icónico Agente 86, que se veía en blanco y negro en uno de los cinco canales de TV existentes.

Ni George Orwell había imaginado que un dispo-sitivo móvil permitiría vivir conectado al mundo sin un cable, con la posibi-lidad de recibir una lluvia de datos permanente. Para poder poner contexto a una nota un redactor te-nía solo dos opciones: ac-ceso a un buen archivo o ser un veterano con buena memoria. Y ningún diario que se preciara de tal po-día prescindir de alguno de ellos.

Una mañana, Thiery nos esperó con un pedido que sonaba desafiante:

“Tienen dos horas para sa-lir a buscar una nota, vol-ver a escribirla y entregar-la. No me importa sobre qué. Ustedes tienen que descubrir un tema que sea de interés para los lectores. Para eso son periodistas”.

El barullo que se armó a continuación solo refle-jaba lo poco consciente que éramos de nuestra mi-sión. Y también de nuestro poder. “En la calle pasan miles de situaciones que pueden ser noticia, pero ustedes son los que deci-den qué se va a contar y qué datos necesitan para

hacerlo. Cuando lo escri-ban, van a ser los dueños finales de la palabra”. Las oraciones todavía rebota-ban en nuestras cabezas, mientras tratábamos de darle alguna orden cohe-rente a nuestros pies. Casi todos cumplieron el pedi-do en tiempo y forma. Al final de cuentas, lo que hi-cimos fue entender de qué se trataba este oficio.

Salto en el tiempo. Veinte años más tarde, un consultor experto en rees-tructuraciones me cruza en un pasillo de El Cronis-ta Comercial y en un tono

admonitorio, me hace no-tar que eran casi las tres de la tarde y había muy poca gente en la redacción.

“Qué bueno –le respondí- porque el día que los tí-tulos de tapa lleguen por correo electrónico esto va a dejar de ser un diario”.

Ambas situaciones tie-nen para mi un hilo con-ductor: lo que nos define como periodistas es, antes que nada, ser cronistas. La tecnología hoy nos brin-da un canal de comuni-cación enorme, que nos facilita tanto el acceso a la información como su distribución a los lectores. Pero nuestra tarea no es esperar que la noticia nos llegue, sino ir a buscar-la. Es verificar los hechos que nos cuentan antes de darles nueva circulación. Es sumar fuentes para ga-rantizar la veracidad de los datos volcados en un texto. Es decidir cuántos detalles más necesitamos conocer para que una his-toria esté lista para ser publicada, en el papel, en la web o en Twitter. Es mi-rar a nuestro alrededor y evaluar qué sucesos de la vida cotidiana merecen ser puestos en foco, bus-cando un equilibrio entre lo popular y lo importante. Es saber que calidad y pre-cisión son cualidades que también hacen a un buen comunicador. Es estar atentos a una agenda que trasciende las fronteras y compromete nuestro futu-ro como seres humanos. Es hacernos cargo de lo que decimos con nuestro nom-bre y apellido.

La tecnología ha hecho posible que la cantidad de transmisores de noticias crezca en forma exponen-cial. Ese factor no redu-cirá al periodismo, sino que lo hará más necesario. Por eso creo que en estos tiempos de autorreflexión y balance, los esfuerzos de la profesión deben estar dirigidos a los lectores, para ayudarlos a elegir en-tre el consumo inorgánico de datos o el análisis com-prensivo de la realidad. De ellos depende.  

las noticias imPortantes novienen caminanDo solas

Por Hernán de goñi subdirector Periodístico de el cronista comercial

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Edicion EspEcial

SEPTIEMBRE 2015 | 14 |

edicion especial

La tecnología permitió que los periodistas pasen a ser un actor

dominante en la comu-nicación, pero ahora en situación de competencia.

La redacción del diario comienza a tener vida a eso de las cuatro de la tarde. Ya a las diez de la noche el espacio es un hervidero. El humo de los cigarrillos, los pedidos de préstamo de línea de teléfono y el repiquetear de las máquinas de escri-bir mecánicas aturden el salón. El día del periodis-ta de un diario porteño termina en una cena a las dos de la madrugada en un restaurante de la calle Corrientes donde se cruzan chanzas de mesa a mesa con actores, escrito-res y pintores. Esta esce-na propia de mitad de los ochenta ha desaparecido. Los cambios han sido tan drásticos en estos últimos treinta años que cuesta imaginar que se habla de la misma tarea. Y uti-lizamos esta palabra, ta-rea, porque ser periodista como profesión era por entonces una rareza.

El periodismo ha cam-biado en el mundo. En la Argentina se adicionaron particularidades locales. El periodismo cambió con sus botas puestas: debió adaptarse como si fuera un cierre de un aconte-cimiento en el cual la información parcial y cre-ciente llega en cataratas de modo que no permite terminar de redondear el final de una nota. Si po-demos definir un cambio medular de la actividad periodística es su pérdi-da del monopolio en la difusión de información. El pase de la Olivetti a Twitter implicó que hoy cualquiera con un dato o una foto puede cubrir un acontecimiento antes que un periodista “profesio-nal” y volcarlo a las redes

sociales. Si las señales de noticias del cable impu-sieron la información las veinticuatro horas del día, las “social media” agrega-ron a esto una interactivi-dad entre el que vuelca la información y quien la re-cibe donde el costo mone-tario es extremadamente bajo.

Los cambios apuntaron al corazón de la identidad del periodista. ¿Qué es ser periodista hoy? ¿Qué es una noticia? ¿Cuál es el futuro “profesional”? ¿Qué se debe estudiar o saber hoy para ser perio-dista y que no se vuelva obsoleto de aquí a cinco años?

La bohemia de antaño no existe más. Las nuevas camadas deben acreditar estudios específicos en

comunicación para saber contar historias de modo atractivo. Los centros y es-cuelas de formación aca-démica se multiplicaron de modo exponencial a

partir de los ochenta. Al mismo tiempo, el

cambio de lo analógico hacia lo digital implicó un torpedo bajo la línea de flotación en la clásica distinción entre medios escritos y audiovisuales. Todo pasó a ser un lengua-

je binario de ceros y unos. El periodista ahora no sólo debe saber escribir, sino editar notas escritas, fotos, audios, videos, in-fografías. Es hoy un pro-

ductor de contenidos que debe asomarse al diseño. Debe cuidar más su ima-gen y poder expresar de modo didáctico temáti-cas que en algunos casos conllevan conocimiento técnico desconocido para una porción importante

del público. La globalización en la

cual vivimos implica in-formación en tiempo real. Hoy saber inglés es parte del requisito básico de un periodista; si chapucea otro idioma, aún mejor. Las empresas de medios son crecientemente gru-pos de medios transna-cionales. Internet y los buscadores permiten con-trastar información sin levantarse del escritorio. El riesgo es desconectarse de la vivencia cotidiana de sus públicos para pasar a ser un frío administra-dor de contenidos.

En la Argentina, a es-tos cambios que afecta-ron mundialmente a los periodistas, se sumó el esfuerzo por la recons-trucción de una sociedad

democrática. En los ochenta primó

una actitud colaborativa hacia el régimen que tra-taba de consolidarse, por lo cual la crítica hacia la gestión de Raúl Alfonsín tenía un límite cual era evitar la desestabilización del sistema.

Bajo Carlos Menem la actitud ya fue otra. Co-menzó el tiempo del pe-rro guardián o watchdog y del periodismo de inves-tigación. Los periodistas saltaron de los medios a los estantes de las libre-rías.

La crisis del 2001 y la desconfianza hacia las instituciones afectó también a parte de los periodistas y los medios. El ciclo kirchnerista que comenzó en 2003 pasó de una instancia de construc-ción de un consenso am-plio a resucitar de modo virulento al periodismo militante propio de los se-tenta: la dinámica amigo/enemigo se trasladó a los periodistas, quebrando amistades y relaciones de décadas. Lo periodístico se volvió una extensión de lo político. La ciudada-nía también cayó en esta lógica. La presunción que lo periodístico tiene una intención aviesa hoy está presente en la sociedad, de un lado o del otro.

¿Cuál es el horizonte que tenemos por delan-te? La metáfora es la de un expedicionario en territorio desconocido y sin mapas. Si las estrellas y el movimiento del sol servían como orientación para aventureros, hoy la ética, las ganas de contar historias y un mínimo de rigurosidad en el tra-tamiento y chequeo de la información le brindan terreno firme al periodis-ta y a quien aspira a serlo. No es mucho, pero es lo suficiente. Así de simple, así de complejo.

la PérDiDa Del monoPolio De la informaciÓn

Por christian schwarz

La tecnología permitió que

los periodistas pasen a ser

un actor dominante en la

comunicación, pero ahora en

situación de competencia.

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Edicion EspEcial

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edicion especial

Puntoconvergente.uca.edu.ar nació en 2015 como el portal infor-mativo que nuclea todas las producciones, realizadas en todas las plataformas por estudiantes de la carrera de Periodismo de la UCA. Pero a la vez es un ámbito de experimentación en el desarrollo de contenidos y nuevas formas de alcanzar nuestras audiencias. Pun-toconvergente.uca.edu.ar es también del trabajo de más de 15 cá-tedras de la Carrera de Periodismo con profesores que colaboran en la producción y curaduría de contenidos, en el diseño digital y en la edición de los trabajos. A ellos se suman académicos de todas las carreras que están invitados a colaborar con sus columnas de opinión sobre la actualidad, vista desde la perspectiva de su ciencia. Innovar con todo el equipo.Puntoconvergente.uca.edu.ar es el continuador de 5 Web, el blog de la Carrera de Periodismo, que albergó durante una década las produc-ciones de los futuros periodistas. Ahora, convertido en portal digital, contiene la edición en papel de nuestro periódico 5 W.Pretendemos mostrar la actualidad informativa con una mirada ale-jada del breaking news y más cerca de la profundidad que merece el análisis de los fenómenos sociales. Investigaciones con exclusivas, documentales, videos, coberturas multimedia, programas de radio, todos producidos por nuestros alumnos, se alojan en este portal.

Punto ConvergenteCinco Web

Radiofónicos en vivo es la radio digital de la Facultad de Ciencias Socia-les, formada por estudiantes y profesores. La propuesta es que disfrutar de una programación musical y enterarse de noticias vinculadas con la comunicación, la tecnología y la vida universitaria por medio de variados formatos radiales, como microprogramas y prácticas radiofónicas en vivo.Radiofónicos en vivo alberga los programas Entre medios y Mundo Matun-go que se transmiten por Internet y otros segmentos que animan los alum-nos y profesores. Además cuenta con una programación musical. Está disponible en radiofónicos en radiofonicosenvivo.uca.edu.ar.

Radiofónicos

El periodismo requiere de práctica. Complemen-tar el saber académico

es esencial para formar pro -fesionales que se adapten a los nuevos ritmos y formas de producción informativa. Y la Facultad ha convertido en realidad una amplia oferta de espacios de trabajo/formación

con rigor profesional en los cuales los estudiantes aplican lo que incorporan en las aulas. Un ejemplo de es esta revista que tiene hoy en sus manos, el periódico Cinco W que convi-ve en su formato tradicional impreso y en el formato web al que se accede desde el portal a w w w.puntoconvergente.uca.

edu.ar. En sus primero pasos, a mediados de 2003, la revista funcionó como un taller ex-tracurricular a cargo de Jorge Liotti, a quien luego se suma-ron Federico Águila y Rafael Clariana. Cinco W pasó luego a ser parte de la producción del Taller de Revista y hoy está integrada a Prácticas Profe -

sionales. Temas de actualidad, política, economía educación, seguridad, deportes, tenden-cias, medios de comunicación, todo cabe en las páginas de Cinco W a partir de las inquie -tudes de los periodistas en for -mación. Y en esta muestra de los productos que la Facultad desarrolla con ese f in.

en toDos los meDios

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Edicion EspEcial

El blog es un espacio dedicado a cuestiones relacionadas con la discapacidad. Se trata de una

iniciativa conjunta de la Fundación Noble, Clarín.com y el Depar tamento de Ciencias de la Comunicación

y Periodismo. Con casi seis años de vigencia, el sit io brinda información y propone debates sobre

inclusión laboral y educacional, accesibilidad, nuevas tecnologías y depor te adaptado. Muestra

aspectos de un sector vital de la sociedad, desde una perspectiva múltiple que incluye aspectos

pedagógicos, científ ico -tecnológicos, arquitectónicos, psicológicos, legales, e historias de vida. La producción

del blog es llevada a cabo por los alumnos y se puede visitar en weblogs.clarin.com/el -otro -el -mismo/

Blog “El otro, el mismo”

La Facultad de Ciencias Sociales prepara

el lanzamiento de un nuevo programa

de TV en línea con el histórico Factor

Futuro que nos acompañó desde 2005.

La nueva propuesta tendrá una duración

de 28 minutos divididos en un informe

central, una entrevista y un breve

bloque informativo sobre graduados. El

primer programa estará dedicado a la

educación en la Argentina. Clara Mariño

está cargo de la Producción General

y Mariano Besada de la Producción

Ejecutiva, liderando un equipo de trabajo

integrado por alumnos y docentes.

Nuevo programa de TV

Es un espacio dedicado a la investigación sobre las transformaciones que atraviesa la comunicación a partir de la introducción de las nuevas tecnologías y sobre su influencia en los procesos sociales y políticos de las sociedades contemporáneas. Su área de interés abarca la relación entre los medios de comunicación, el poder político, el sistema democrático y la participación ciudadana; las tendencias en políticas públicas y regulación del sistema de medios y de Internet; el periodismo profesional y sus nuevos paradigmas de producción de contenidos y de relación con sus audiencias; la comunicación audiovisual interactiva; las formas de uso institucional y personal de los medios sociales; la ética para los comunicadores sociales profesionales y para los prosumidores. El enfoque de trabajo es interdisciplinario, nutriéndose de teorías, metodologías y avances académicos del campo de las ciencias de la comunicación, las ciencias políticas, la ingeniería y la filosofía. Se puede visitar en: observatoriodemedios.uca.edu.ar

Observatorio de medios

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edicion especial

Tuvo sus inicios en la Conferencia Hemis-férica sobre la Moder-

nización de la Enseñanza en Periodismo, realizada en la ciudad de Cantigny, Illinois, en 1995. Allí se reunieron decanos de fa-cultades de Periodismo y Comunicación y editores de diarios de los dos con-tinentes para analizar el estado de la formación universitaria en dicha disciplina. El punto cen-tral que se plantearon fue qué era necesario hacer para formar periodistas y comunicadores para el siglo XXI. Y es en ese contexto que la Sociedad Interamericana de Pren-sa (SIP) decide apoyar un programa de acreditación internacional.

Como un mecanismo de autoevaluación volun-tario y de auditoría exter-na que contribuya a mejo-rar la enseñanza del pe-riodismo y la comunica-ción en la región, CLAEP nace como la primera acreditadora de calidad de la enseñanza superior en Periodismo y Comuni-cación de las Américas. El Consejo está compuesto por 12 miembros de los cuales 6 pertenecen al ámbito de la academia y 6 al campo profesional. A 15 años de su creación hoy cuenta con más de 20 programas acreditados en 7 países diferentes de América Latina.

“Se trata de un proceso exigente y riguroso que evidencia el compromiso académico de la unidad, asumido con los estudian-tes, los padres de familia los empleadores y la socie-dad. Es un proceso volun-tario, lo que le otorga, en

mi opinión, mayor impor-tancia y transparencia”, asegura Úrsula Freundt, Decana de la Facultad de Ciencias de la Comunica-ción de la Universidad Pe-ruana de Ciencias Aplica-das y Consejera de CLAEP.

qué es la acreditación?

En la educación su-perior, se llama acredi-tación al proceso por el cual un equipo de colegas evalúa y revisa diferentes aspectos, institucionales, académicos, curriculares y financieros de una ins-titución para establecer un diagnóstico del estado de su calidad académica. Todo comienza con una carta de invitación al Consejo de la unidad aca-démica para revisar su

programa de estudio. Lue-go se organiza una visita de pre acreditación para asegurarse de que la uni-dad cumple con las con-diciones mínimas para ser acreditada. El proceso continúa con la realiza-ción del informe de au-

toestudio o autoevalua-ción de los siete estánda-res que propone el CLAEP. Esta tarea demanda entre 4 y 8 meses de producción.

La siguiente etapa es la visita de los pares eva-luadores. Son 4 y vienen de diferentes países de América Latina. Los pares han revisado el informe de autoestudio y deben verificar lo que allí se escribió a través de reu-

niones y conversaciones con alumnos, profesores, directivos, empleadores y administrativos. La visita finaliza con la entrega de

un informe preliminar de evaluación que será ele-vado al Consejo para su consideración. La Unidad puede acreditar por seis años, por dos (provisio-nal) o puede no acreditar.

“Preparar una visita de acreditación involucra a un equipo de académicos y profesionales. Es una oportunidad de poner en blanco y negro las forta-lezas y detectar las áreas en las cuales es necesario poner el acento, reforzar y trabajar para alcanzar los objetivos der la carre-ra”, destaca Tony Peder-son, presidente de la orga-nización.

El Consejo de CLAEP celebra su sesión ordi-naria, en el marco de las asambleas generales de la SIP, en octubre de cada año. Allí, entre otras

cuestiones, se toman las decisiones en cuanto a las acreditaciones y rea-creditaciones. En marzo de cada años, además se llevan a cabo los encuen-tros académicos de los programas acreditados por CLAEP, donde todas las universidades parti-cipan de exposiciones y ponencias para aportar a la comunidad académica nuevos conocimientos en el área de la comunica-ción y el periodismo.

claeP en la uca

En el año 2008 la UCA fue elegida por el Consejo como sede académica del CLAEP. Desde entonces funciona dentro de la Fa-cultad de Ciencias Socia-les. Se trata de una puerta abierta a la academia y a los profesionales del área en toda América Latina. Desde su creación se han generado múltiples opor-tunidades en diferentes áreas de muchos de los programas que integran la red CLAEP. La SIP quien financia y supervisa to-das las tareas vinculadas a la gestión del programa y la secretaría adminis-trativa se encuentra en Miami.

La Licenciatura en Co-municación Periodística de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCA es el único programa académi-co acreditado en el país. En el año 2016 recibirá por tercera vez la visita de los pares evaluadores para reacreditar su pro-grama de periodismo por un nuevo período 2016-2022 y seguir mantenien-do bien en alto la calidad de la enseñanza.

claeP: 15 años acreDitanDo caliDaD

La Facultad de Comunicación Periodística de la UCA tiene el único programa académico en Argentina incluido en el Consejo Latinoamericano de Acreditación de la Educación en Periodismo y

Comunicación. Exigencias y desafíos para continuar con la enseñanza de calidad.

Alicia Peresson y Teresa Riccitelli encabezan una de las reuniones con el equipo de acreditación.

por susana mitchellsecretaria académica de claeP

El proceso es exigente y

riguroso y supone un

compromiso riguroso desde

la unidad académica, con

autoridades,

docentes y alumnos.

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edicion especial

CincoW es una publicación de distribución gratuita editada por Departamento de Comunicación y Periodismo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica Argentina, y realizada íntegramente por sus alumnos.

Director de la Carrera de Periodismo: Hernán CappielloEdición General: Gabriela Granata Coordinación: Daniel Gutman – Malena DipArte: Susana CrosaDiseño y Diagramación: Ricardo Gabriel Díaz

Impresión: Agencia Periodística CID-Diario del Viajero

redactores: Agustina Minuto, Victoria Fontenla, María Sol López, María Laura Ratto y Florencia Rodríguez Altube.

ilustración de tapa: Joaquín Garín

ilustraciones: Georgina Di Clemente, Micaela Carlino y Anamaría Hategan (logo 30 años)

agradecimientos: Ariel López, Mónica Miednik, Agustina Pueyrredón, Natalia Ramil y Elvira Manigati.

más información en cincow.uca.edu.ar

En “la vieja casona” resonaron los pri-meros tecleos en

máquinas de escribir, unas pegadas a otras, de los jóvenes estu-diantes ansiosos por comenzar a recorrer el camino del Periodismo. En 1985 fue allí donde se dictaron los prime-ros, en ese edif icio de Riobamba 1224 en el barrio porteño de Reco -leta, donde funcionaba el Instituto de Exten-sión Universitaria, la unidad académica que dio nacimiento a los primeros Cursos de

Profesionalización en Periodismo.

Fue poco más de una década. En 1996 fue el año de la mudanza a Puerto Madero. No fue sólo un cambio de ba-rrio. Los alumnos ya no tuvieron que hacerse espacio entre las má-quinas dispersas en las pequeñas aulas y fue el momento de pensar en la ampliación de la for -ma y el contenido. Hoy, tiene modernos labora-torios de redacción con computadoras de últi-ma tecnología, proyec-tores, audio y disposi-

ción para concentrarse y simular una redac-ción. El lugar elegido es además estratégico: a escasas cuadras de la Plaza de Mayo y con fá-cil acceso a las sedes de los principales medios de comunicación escri-tos del país. “Llegar a Puerto Madero fue muy importante, sobre todo por el equipamiento que suponía el área de Radio y Televisión”, re -cuerda Alicia Pereson, ex directora del ICOS. Pero no solo fue un paso importante desde la infraestructura sino

que también permitió a los estudiantes y pro -fesores tener un mayor vínculo con el circuito periodístico. “Estar en Madero signif icó estar muy cerca de los me-dios. Teníamos la po -sibilidad de convocar como docentes a pro -fesionales que se des-empeñaban en diarios como Clarín, La Na-ción, Cronista, porque a todos les quedaba cer -ca y eso le dio mucho prestigio a la carrera”, relata Pereson.

El cambio también impactó en los alum-

nos y en la interrela-ción con otras carreras cuyas sedes quedaron a escasos metros den-tro del mismo campus.

“Fue muy novedoso para los estudiantes poder compartir con sus pa-res de otras carreras”, recuerda Teresa Ricci-telli, quien era enton-ces coordinadora aca-démica.

Junto con la mudan-za, se produjo la crea-ción del ICOS durante la gestión de José Gimé-nez Rébora. “Signif icó darle una mayor identi-dad a las dos carreras,

encontrarle un nicho propio y tener mucha más autonomía”, seña-la Riccitelli y añade que al haber más es-pacio les permitió pro -yectarse y darle mayor jerarquía a la carrera.

Lejos en el tiempo, cerca en la historia de la Facultad, “la v ieja casona” como la cono -cen docentes y alum-nos de entonces sigue hoy perteneciendo a la UCA y es de donde se coordina la actividad de la Pastoral.

María Sol López

una muDanza símbolo Del cambio

El edificio que albergó los primeros pasos en el periodismo, con las antiguas maquinas de escribir, en Riobamba 1244 y el moderno complejo en Puerto Madero con todas las comodidades y avances tecnológicos.