periÓdico de seÑoras y seÑoritas....gue do hombro de 1 '/j ceÉitinictros de profundidad. la...

9
ANO XXXII. PERIÓDICO DE SEÑORAS Y SEÑORITAS. NUM. ag. QDE CONTIEN'E LOS ÚLTIMOS PIOÜRINES ILUMINADOS DE LAS MODAS DE PARÍS, PATRONES Ü2 TAyASO NATURAL, MODELOS DE TRABAJOS Á LA AGUJA, r.ROCHET, TAPICERÍAS EN COLORES, ^ÜVELA6. tBüMCAS. —LELLAS ARTES. — MÚSICA, ETC., ETC. S E P U B L 1 C A E N L 0 S D I A S 6 , 1 - 4 , 2 2 Y 3 0 D K C A D A M E S . PARA ESPAÑA, CANARIAS Y PORTUGAL SE HACEN DOg EÜICIOXES Dlí LUJO Y DOS ECONÓMICAS, cuyoB precios varían dcado pesetas ],6'0 al nit;3 hasta iO pesetas al año. OBTIÜNEN UNA ELEGANTE PRIMA las Beítciraa que liugau au abono aiilicipailo por un año A la primera edición án hijo. Madrid, 6 de Agosto de 1873. DIRIGIRSE PARA LOS ABONOS á IR Administración, Carretas, 12, Madrid. Lfi AArainistracioii remite prospectos y niimeroR de muestra gratis i't quien lo .solicita. A todo pedido debo acompañar 3u importo, sin cuyo requisito se considerará como no recibido. Números sueltos, una peseta, OI'IETAÍÜO. f). ABELARDO DE CARLOS, PARA AMERICA Y EXTRANJERO SIS HACE UNA EDICIÓN ESPECÍALA LOS Pít.liCtOS SIGUIENTES: EN LA ISLA DE PUKKTO-BIOO. Un año, 12 posos fuertes; seis meses, 7 pesos fuertes, EK FILIPINAS. Uu año, 16 pesos fucrte.í; seis mcse^, 8 pesos íutírtos, EN CUBA Y DEMArí AMÉ RICAS. fijan el precio los Hüííorus AgcntCíj. EXTRANJERO, Un afiu, 1)0 francos; tieis meses, 2(i francos, SUMARIO. 1. Uiintelóla.—2. MttiittleU cou fiípticliii.—;i i 0. Culclia iiurn cusía.—B. CeuofB ijurii labores ile tinlauíozo.—7. Titplceriii ItubureU' ú almoimdon), —ti y 3. Dos caiiefiLS cou iliigaloí.—10. Pico do forbatn. (ciicaie iiigliís so- lu'o tiil .— ti. Ceiioíu lie taplcerin,—12. Ccucfn borflaia.—13. Ctuefa para cuiiiimí.—l-I. Tr.ijc ]mni iililu; ilo 7 ú 11 afíoj.— !•). Ciieri)i> ña debajo.— lu y 17. Sombrilla;',—1 tí. Ci'aW ilu labor.— Ji> y L'li, Truje de fayii ,v ])O¡IQ- llua.—'11. Ca¿acíi úo jieicalcou dibujos.—TJ. Casacn lieoi^aiidi,—2y á L'3. Trajes ilc jiEiáco para tcfíoraa. E.\pIÍi;ac'Íou de liis (frabadoi.— El ^Jbi^p1l, por I". EscatuiUa.— Pojsia^ ; Du; abijiuus, por L. Slpus; Auiiií ilo Abvil, por H. Muivnio Caitclló—Cartui de viaje, por cl llaninifS do ViiIle-AIfKri'. —La holellii B/.nl, por D.* Va,- tni;:liiio de Eledma.—Itevists il(! mudas, por V. do O.—Explicación del figuriu iliidiinado.—Salto de caballo,-Auuncioí. -=isrt^imxst=~ X.—Man lele tn. ?i—Manteleta con capuclm. Al presente número acompaña la hojn de patrones número 14.

Upload: others

Post on 18-Jul-2021

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: PERIÓDICO DE SEÑORAS Y SEÑORITAS....gue do hombro de 1 '/j ceÉitinictros de profundidad. La parte plegada va guarnecida como la manteleta. Se la dobla al re-ves sobrólas lineníi

ANO XXXII. PERIÓDICO DE SEÑORAS Y SEÑORITAS. NUM. ag.

QDE CONTIEN'E LOS ÚLTIMOS PIOÜRINES ILUMINADOS DE LAS MODAS DE PARÍS, PATRONES Ü2 TAyASO NATURAL, MODELOS DE TRABAJOS Á LA AGUJA, r.ROCHET, TAPICERÍAS EN COLORES, ^ÜVELA6. — tBüMCAS. —LELLAS ARTES. — MÚSICA, ETC., ETC.

S E P U B L 1 C A E N L 0 S D I A S 6 , 1 - 4 , 2 2 Y 3 0 D K C A D A M E S .

PARA ESPAÑA, CANARIAS Y PORTUGAL SE HACEN DOg EÜICIOXES Dlí LUJO Y DOS ECONÓMICAS,

cuyoB precios va r ían dcado pesetas ],6'0 al nit;3 has ta iO pesetas al año.

O B T I Ü N E N UNA E L E G A N T E PRIMA

las Beítciraa que l iugau au abono aiilicipailo por un año A la p r i m e r a edición án hijo.

Madrid, 6 de Agosto de 1873.

DIRIGIRSE PARA LOS ABONOS á IR A d m i n i s t r a c i ó n , C a r r e t a s , 12 , M a d r i d .

Lfi AArainistracioii remite prospectos y niimeroR de mues t ra gra t i s i't quien lo .solicita.

A t o d o p e d i d o d e b o a c o m p a ñ a r 3u i m p o r t o , s in c u y o r e q u i s i t o se c o n s i d e r a r á c o m o no r ec ib ido .

Números suel tos, u n a peseta,

OI'IETAÍÜO. f). ABELARDO DE CARLOS,

PARA AMERICA Y EXTRANJERO SIS HACE UNA EDICIÓN ESPECÍALA LOS Pít.liCtOS SIGUIENTES:

E N LA ISLA DE PUKKTO-BIOO. Un año , 12 posos fuertes; seis meses, 7 pesos fuertes,

E K F I L I P I N A S . Uu año, 16 pesos fucrte.í; seis mcse^, 8 pesos íutírtos,

EN CUBA Y DEMArí AMÉ RICAS. f i j a n el precio los Hüííorus AgcntCíj.

E X T R A N J E R O , Un afiu, 1)0 f rancos ; tieis meses, 2(i francos,

S U M A R I O . 1. Uiintelóla.—2. MttiittleU cou fiípticliii.—;i i 0. Culclia iiurn cusía.—B.

CeuofB ijurii labores ile tinlauíozo.—7. Titplceriii ItubureU' ú almoimdon), —ti y 3. Dos caiiefiLS cou iliigaloí.—10. Pico do forbatn. (ciicaie iiigliís so-lu'o tiil .— t i . Ceiioíu lie taplcerin,—12. Ccucfn borflaia.—13. Ctuefa para

cuiiiimí.—l-I. Tr.ijc ]mni iililu; ilo 7 ú 11 afíoj.— !•). Ciieri)i> ña debajo.— lu y 17. Sombrilla;',—1 tí. Ci'aW ilu labor.— Ji> y L'li, Truje de fayii ,v ])O¡IQ-llua.—'11. Ca¿acíi úo jieicalcou dibujos.—TJ. Casacn lieoi^aiidi,—2y á L'3. Trajes ilc jiEiáco para tcfíoraa.

E.\pIÍi;ac'Íou de liis (frabadoi.— El ^Jbi p1l, por I". EscatuiUa.— Pojsia^ ; Du;

abijiuus, por L. Slpus; Auiiií ilo Abvil, por H. Muivnio Caitclló—Cartui de viaje, por cl llaninifS do ViiIle-AIfKri'. —La holellii B/.nl, por D.* Va,-tni;:liiio de Eledma.—Itevists il(! mudas, por V. do O.—Explicación del figuriu iliidiinado.—Salto de caballo,-Auuncioí.

-=isrt^imxst=~

X.—Man lele tn. ? i—Mante le t a con capuclm.

Al presente número acompaña la hojn de patrones número 14.

Page 2: PERIÓDICO DE SEÑORAS Y SEÑORITAS....gue do hombro de 1 '/j ceÉitinictros de profundidad. La parte plegada va guarnecida como la manteleta. Se la dobla al re-ves sobrólas lineníi

230 LA MUDA ELfcGANTli ÍLÜÍiTKADA, rKUlULUCU UE LAÜ FAMILIAS.

Manteleta.—Núm. 1.

(Loa figi. lü y 17 {reao) do la hoja do ¡•atrciiieó corrosroníl'íu á esto objeto,)

Puede hacerne esta lUüiileletii do uiiiBelina blíiiicu, faya negra ó euclie-inir, BCgiiu la ebtaciüii. Nuestro mode­lo, <|uc es do uiiiK(,'l¡n;(, va guaníeoido de volantes festoneados j 'encajo l)laii-

üiiifi hechas aisladamente, adornadas con bordado y luego reunidas y ro­deadas de fleco de 10 centinietros do alto. ÍSiiestio modelo tiene, sin eonhir el fleco, un metro S eenlímetrus do largo, por 84 ccntímc-tros d(i ancho. Na liay (]uc decir que pueden au-niciitarKe ó diaminuirsc estas piopor-ci'incs.

El modelo que vamos á describir se ctinipone de 11 tiras, cinco de ellas anchas, hechas al través con lana cc-

4._Dtítallede la colcha. Tamaño - , : , ' i ^ ; ^ - ; natural. (^Véaseel dibujo 3.)

co. Si BG le hiciese de faya loa volantes irian picados y el en. taje sería negro.

Después do completar las partes dobladaíi do la W>¿. 16, se cór ta la manteleta entera por cata figiua, que sólo represe:ita la mitad, y dos pedazos por la fig. 17. üespoes de haber do­blado hacia fuera, sobre la línea do puntop, la parte superior de la manteleta, ee e;jeoutan los adornos y se forman en me­dio, por detras, dos pliegues hacia arriba, do tres centímetros de profundidad cada uno. Otro tanto se hace por delante, á la altura del cinturon. Ademan, se hace en cada lado del bor­de superior, á 16 ccnti aetros de distancia del medio, un plie­gue do hombro de 1 '/j ceÉitinictros de profundidad. La parte plegada va guarnecida como la manteleta. Se la dobla al re-ves sobrólas lineníi de puntos indicadas parcialmente, y se forman pliegues fijando cada cruz sobre un punto. He cose esta parte plegj'ada sobre la manteleta, y se ponen los'lazos décír i- ' ta . Por el revés de la manteleta, á la altura del tal le, ee fiji un cinturon que Re abrocha por delante sobro ó bajo IOÍÍ picos.

Manteleta oon oapuoha.—Núm

iLas ílEf. -la d 4ii (versj) do la hojii pertenecen á esto ob­

jeto:)

• Se la hace do cachemir blan­co con guipur blanco, solapas defayacolorde lihi, rizado, y la­zos de cinta del mis­mo color. Oórtanso dos pedazos por cada una de las figs. 43 á 4o, se lee cose acercando los números igua­les, y RC pone la guarnición. La capucha va cortada al sesgo por la

íig. 46,.quo só­lo loprcBenta mitad. Se la 1ic por el revés t i \ i color de li U frunce dosiie ¡ )i delante has il i Sü pone e olí irnicion, se inferior desdo el medio 11 U> hasta el punto m Hato y se le pega acercando los mime' esta costura se sonticiiñ ta Cinta do color de lila para atar la capucha.

3.—Colcha para cuna. ( Véanse los dibujos i y o.)

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • n M M i a M M a M i B i i B

• • • • • • • • ^ • • • • ^ • • • D a a a B D D a i B D a & H B U D H B B Q a B l l l S • n u B H n a a i i n g a a M H n n v c ^ H S E R c í ñ S u H S S a ^ ••••DnaBHuguRBaotiBBDcinBBDDDBiDDuavoaQaHaacis •UnBBBDBaBD^'nBBBDBBBQ.-UBBBnaBBa"aBBBDaBBn..D BBUUBBaQMBQ^ClBB0aOBÍ[]""SBa'üBflQ°SSBQn"BBD° BBauoBBMaBaBa.[C]BBKDBÍBD 'aB«BtJBBBa''^DaBBQBB • B5BanHSga5aD;.QJIBDC]5BltD"SSSn'5SBDl!DSSo"S

s:3

DaBaBBB0^aBBBaBBBQLnBBBaaBBI3^[::BBBaBBBn:.nBB •••••BBBa;nBBDDoaBD::íiS«a5aBaDiÍD5BDa5SBa"aB

Í"SS^S!!!Ü^SSSííS!°5!°>^"°i^""DninD<iQoaBaQaauBa

•BnüBBBnaaBaacnaBnDÍBBanBBBn[:]BBBi:inBaacDBBS _aanaaacaBaaBaacacnB8SBBo"""3BBaSBG"S"aBBBB •aaBanuoBBaBaaBoaQaaBBaBaanuaaBiiBBBDaDBBBBa BIBaiaDBBBBBBBfiBnRBBBBSaiBflaflBBBaSBSBOBBBBaB

5.—Dibujo á la cruz ordinaria para la colcha. (Vilasü eldihit}o 15.)

Explicación da los BÍgnos: ^ n^til, •'' b'.anco.

• % • •

mí> m

'^:%^í.^ W^&-A^Si-<,.

6.—Ccnel'a para labores de cañamazo de Java.

liro blanca a! ci'ochct tunecino ordinario. Las seis t i rases -trechas se hacen con lana cijliro azul en el sentido de su largo, yendo y viniendo al crochet, con conchas de relieve. Esta labor debe hacerse un poco aj)retada, y por consecuencia se em­picará un crochet no muy grueso.

Tiras anchas. Se las ejecuta sobre 28 mallas. Cuando una t i r a s e halla fcrniimidií,'se r ibaca cada uno de sus lados lar­gos con una vuelta de mallas simph*s hecha con lana azu!. Después de esta vuelta se continúa para ejecutar una de las tiriis estrechas. Se vuelve la labor.

I.'' á 3." viiella. Una malla simple en cada una de las ma­llas do la vuelta anterior, ppro picando siempre el crochet bajo los dos lados superiores de la malla á un tiempo.

4.^ vuelta.' Sobre cada una de las tres mallas más próxi-ii)¿s so Iiace una maHü siniplti, una .opit li-'"-.--.'*' '''* * ' .•, ''" ° P.* !'' pchdicular de la malla correspondiente, que forma parte de la I;' viiclfa (véane el (Uhnjo). Para esta concha se echa la he­

bra cinco veces seguidas sobre el crochet, y des­pués de cada una de catas veces se pasa la hebra

•es d é l a malla, y luego se hace alia simple cobre la malla más

j.xima de la 3." vuelta. Al hacer esta malla simple se aprietan t o d o s los bucles y los c c h a d o s . So vuelve á empe­zar desde ^.

Ó.'^vuelia.Umx malla en cada mal l ade lavuc l -ta antojior. La

4." y la .'i.'' vnel-•\-an r e p e t i d a s

otras tres veces, con­sultando el dibujo,

lintanse las tiras cosiendo-s por el revés en el orden si­

te: una blanca, una azul, et-El bordado á la cruz que

ti-

't^ latí

s™ig;;a,orAn:;.. ^mmm^ * * ^ I ^ P E ^ laie. un poco lámantele- "í' ^jy-míy /^^^y, +

I 'y # Se la ejecuta al punto do zurcido y punto rusc So sacan cierto nú-

Oolcha para cuna ., ' Wúma, 3 á 5. <t>i

(CiwliL't y bonliulo ¡i lii rxnf. oriliiiiuiu.)

So compone esta colcha do

Cenefa para labore.'j do caFiamflzo de __ Java. — Núm. 6.

^ ^ ^ . ^<f:;s' ' /^ ^Sc /'^ mero de hilos pcrpen-^ í á ' ' ''/'•'''•'• diculares y so bordan al í'^S^'Xí-V punto de zurcido los hilos ^ ^ ^ ' horizontales, como el dibujo

^^i"^ lo indica. En cada lado se eje-'•' cuta el bordado al punto ruso.-

.8—ceuQ(.i con ángulo.

7.—Tapicería (taburete (i almohadón). Kxpliciidon do lúa ."íigQoa ; B maiTun oSturo, « marrón iiiüdiimo, X ver­de usciau, & verdo'i IHJ'O, D mimuzii oriun o;^ tfiíuiiiK^i mBlluno, ' . «A-

iiiii;íii(.'liiro (Jesedii!. 9,—Cenefa con áníinlo.

Page 3: PERIÓDICO DE SEÑORAS Y SEÑORITAS....gue do hombro de 1 '/j ceÉitinictros de profundidad. La parte plegada va guarnecida como la manteleta. Se la dobla al re-ves sobrólas lineníi

LA MODA ELEGANTE ILUSTnADA, PKnTODICO DK LAS FAMILIAS. 231

' ' Tapicíeria {taburete ó almohadón). —Kúm. 7.

Se ejecuta estu tlibujo solire cafiíimazo de mediano grueso, con lana céfiro y seda de Aijjel.

Dos cenefaa con ángulos — Núma. 3 y 9.

Se la em]>learíi ]iara vestidos de ii i fioB sobre lienzo ó lann, y para carlerafí, ¡llbiuny, etc., sobre tafilete ópario, Jja labor se hace al punto riiHO con hilo sobre el l¡enzo,y con seda torzal sobre el tafilete ú paño.

=S-ÍC«C5-

j [ ,. . . , Pico do corbata.—Wúm. 10. . i;f .i| T ;; f '' [ CEüriijC ínglÉa sobre tul.) :

Se 'borda este dibnjo sobre'tul blanco con galoncillo, de

I : i I B3Zn^--.- ••"'¡~-r .•- --:-•- . ••• - - • ' . - . - •'•-.-.•••-"inrr.c -~-U^^

^n•''X u O'-a a . • H s u ii » u a a.a a an u.x.Btt ••••OBBiOBaKvnBBVBBaDeíaHBnaBQKBaHaDBHBHbPiciBiiBa I I I I I . I I M I I I I I I I - I I M t I I

nnu" iO xxy.xxxíí/t IB I::;:;,L;:;;;•,:'.; a-xxx>tx¡<x>i m i:::;;;r/-3 ^ftuBBBaBr:x:: I I iBBBH i::x ".UBBIIB xr. i i IUBHBB I:':N'! KUBBBBBBB'^X:^ IBBBBBBB N:X->3BBBdMB X" IBBBIBIB \3X t:x BBBB«aB x:: IBBBMDBO !:;x-BaDDBiiB X:; IMRBBBBB IS i:3x. HBBDOBB x:: (naaBBBB I Í ; X - D B B B B B I ] ixr: I K B B B B B I I

'B l'JK BBDHBBB- -A:: I S B B B H B B I^XPBBBHBIBfX:': I B B B B B B B I I i:';;fl-'BBBBB x:: I B B B B B . I I irsx-'BBBBB.iT .ÍÍ:'. iBBBBfl-'

RIX-'MX-BBB-xxxxxr- ; IBBB in::;;;:i:;XTBBB!3Xxx;i:f:: IXBB " ¿xkxxxy. m- :;•.•.;::;•;•:::!: ÍA ixxxxl^xxx n'-:;::;;:::;:;::;: la 13 ^'..- • I I I I 1 I 1 I I I I" " ' . I I I I I I I I I I I : BBBBBNiíBBtiBBBDflBBaBnBeeBiiBBBsnBiaBnBiiBBBnHBBBB 4m¿'M'-'a B ' f l ' a B.-tii'ia'.a S..B-H-'n-.ia-uú,[)'.R :B B , n'.'Bd

• '. • 11.—Cenefa de tttíjicería, : Explicación (le l03 si^iini; .''1 ciieiita'i ilnialAS,

• urgías, X cristal, H leche, ' j-cw.

la manera qne en varias ocasiones henui.'; iii-dicnrloparn el encaje ¡uglés.

Ceneíii do tapicería —Núm. 11. 1

lÍRta cenefa, rjiie GÍITC pnra adornar costnreros y otros objetos análogos, .so borda sobre cañamazo di> medianil grucpo, con cnenías de lo.s colores qne se indican eii la cx-plii.-acion du los signos.

t^>Q<^

Cenefa bordada.—Núm. 12,

Se borda e.sta cenefa sobro una cinta de gro de 2 centí­metros de ancho, con tiras de terciopelo aplicadas de 5/i eentinietro de anclio. y una guirnalda al punto de espina

con seda verde, punto ruso de seda azu! y punto anudado con seda color de roBa. E.sta cenefa' suele emplearse para el misino uso que la anterior. • '. •

Cenefa partí oortínaa. —Núm. 13,

Ejecútase Cite dibujo sobre un fondo de tul. Se borda a! punto de zurchh con algodón del mismo grueso del tul. El borde infei'ior va festoneado como !o indica el dibnjo.

Traje para.niñas do 7 á ü años. —Núm, 14.

I';ii:a la explicación y patrones véase n .MX, iig. 47 ú 53 ]L! la hoja (ic patroiicí= 4110 acompaFia al presiente número.

• • • ¿ 3 < a g ~ B -

12.—Ceneía bowiuda.

Cuerpo de debajo.—Núm. 15.

Para explicación y natrones véase n." l\i, figñ. 18 ¡123 de ia hoja.

10.—Pico de corbnta. Encaje inglés sobro tul,

Sombrillas,—Kitms 10 y 17.

Xúm. 10. Sombrilla de/aya cubierta de encaje. Esta som­brilla es de faya color gris arena, y va forrada de seda blanca y cubierta de encaje de Chantilly. Pufio de marfil.

Núm. 17. Sombrilla iJa iafctan bordado. KI revestimien­to de esta sombrilla es de tafetán a?.ul muy claro, y va bordado, según las indicaciones del dibnjo, con seda floja azul oscuro, al pasado, punto de cordoncillo y punto anu­dado. Forro de seda blanco, pufio de marfi].

;•.: :'.', Costo do labor. —Núm, 18, (Ln Cg, 27 de l i hoja de pnUonca pertenece á éste objeto.)

Esto cesto ea de mimbfe blanca con asa de junco barni-

13,—Couc-fa para cortina;-

Page 4: PERIÓDICO DE SEÑORAS Y SEÑORITAS....gue do hombro de 1 '/j ceÉitinictros de profundidad. La parte plegada va guarnecida como la manteleta. Se la dobla al re-ves sobrólas lineníi

-m

Xftdo lie iifigri.1. Kl i i i teri iü-vii i 'nr rado ili? laíif-t a n g r a n a t e . E l ox í c r i o r va o n i a d u de p a ñ o g r a ­n a t e con nplicac;ÍoiieH y cordón ^crfinate, d i s p u e s ­t o e u l a z o s s ó b r e l a tap í idera . L a fig. 27 r e p r e s e n ­t a d t r o z o de p a ñ o y el di lui jo de l a s a p l i c a c i o ­n e s . L a a p l i c a c i ó n del cen t ro es de r a so gran.a-t e , y v a r o d e a d a de l i i l i l lo de o ro , q u e se íija d e t r e c h o en t r e c h o p o r m e d i o d e p u n t o s hec l ios con seda n e g r a . L o s a rabescos se e j e c u t a n eon t r e n c i l l a g r a n a t e . El res to del b o r d a d o se hace al p u n t o ruso y ¡ jun to de e s p i n a con seda g r a ­n a t e .

TvHje d e faya y p o p e l i n a . —NúmB. 19 y 20 .

P a r a l a e x p l i c a c i ó n y p a t r o n e s v é a s e n." V I . í igs . 28 í'tSÍI d e la h o j a q u e a c o m p a ñ a al p r e sen • te n ú m e r o .

-•^s>~«B»~eto

Canaca de p=rcal con d ibu jos .— N ú m . 2 1 .

Lí\.' iig". á<i i: 12 ili- lii iiivja <i»c nconipailii al jire^'iito iii'niicro corrospantlen á esta ensaca.)

S e r v i r á ig t i a ln ien tc es te p a t r ó n jiara vestido.'^ de in t i se lh ia b l a n c a , c l i a c o n á s , ú o r g a n d í e s t a m ­p a d o . L o s a d o r n o s se (.tomponen de v o l a n t i t o s ta ­b l e a d o s hecho:-! d e la m i a n i a t e l a .

Có r t anse do.s pedazo.s po r la fig. 4(1. La li'nea Usa m a r c a el l imi te del d e l a n t e r o quo c ruza po r d e b a j o . Cúr t a se la es[ )a lda e n t e r a p o r la fig. 4 1 , q u e sólo r e p r e s e n t a l a m i t a d , y la m a n g a , t a r a -b ien e n t e r a , p o r la ñg. 4"2. Se cosen las dos m i ­t a d e s d e s d e 2!l l ias ta 30, y se f o r m a n p l i e g u e s en el c i i i tn ron lijitmlo las c ruces sobre el pnrjto ; se j u n t a n las íig;^. 4i.l y 4 1 aceroancio los n ú m e r o s i g u a l e s . Bajo el c o n t o r n o (ex t^epluando el esco­t e ) se p o n e n n a (Íi'a d e la m i s m a t e l a de .'! cen-t ime t roa de a n c h o . En e! e sco te se p o n e un c u e -l lee i to recto de '2 c e n t í m e t r o s d e ancho , y l u e g o se fijan los a d o r n o s . C a d a m a n g a va cos ida d e s d e HS h a s t a ;i4. Ba jo su bordi.' inlVriiu' t íc p o n e u n a t i r a de H c e n t í m e t r o s de ancln) . se p e g a el vo lan­t e , y se f o r m a n p l i e g u e s cos i endo c a d a cvw/. so ­b r e un p u n t o . La m a n g a v a cos ida á la s isa 34

1 4 —Ira iL p i r a mnn'í de 7 •! 9 aíloíi (ExiflíP. >/ /«'fí'íf., 'i." IX", tig.i. 4-7 í! 63 dr hi hoja.)

aobi'c ;i4 por medí i do un v i v o .

Casaca de o r g a n d í . K ú m . '¿'¿.

ara lii ' e x p l i c a -c ion y p a t r o n e s véa­se n." X, íi;.^s, Í4 y ü'i d e la h o j a .

Tra jea de p a s c o pava Beíioran

Múma. 2a i 2 3 . Véase n , " I, í igs . I

á 15 y d e m á s e s p l i -Ciicioncs del irrlo de a h o j a .

j u in ta de l velo q u e ocu l t a u n o de los de ta l l e s m á s s i n g u l a r e s de su v ida .

E n u n a e d a d m u y a . r anznda , y á causa d e s u s a c h a q n e s , hi-;o r e n u n c i a del o b i s p a d o , y se re­t i ro ;i la a ldea i londe-sus ojos v i e ron la p r i m e r a l u z , en c u y a ig l e s i a so l ía c e l eb ra r el s a n t o s a ­crificio d e la m i s a en bis g r a n d e s f e s t i v i d a d e s .

H a b í a r e c o r r i d o con g l o r í a los p r i n c i p a l e s g r a d o s d e la j e r a r q u í a ec les i á s t i ca , d i s t i n g u i é n ­dose sobre t o d o c o m o p r e d i c a d o r po r la e l e g a n ­c i a , senci l lez y p r o f u n d i d a d de sus s e r m o n e s .

La m u e r t e lo so rp r end ió en la t a r e a d e c o r r e ­g i r l o s y co lecc iona r los : i g n o r o si su f a m i l i a h a -Iná t e r m i n a d o e s t e t r a b a j o p a r a d a r l e s á l a es ­t a m p a , a u n q u e creo q u e n o , p u e s n o r e c u e r d o h a b e r l o s v i s t o a n u n c i a d o s en p a r t e a l g u n a .

L o q u e sí cons t a á m u e h i s í i n a s p e r s o n a s e r a PI ap rec io en q u e le t e n í a n t o d o s los h o m b r e s dé c i enc i a s d e E u r o p a , s o b r o t o d o l a n a c i ó n f r a n c e ­s a , t a n a m a n t e d e BUS sab ios y d e s u s g l o r i a s .

I L

D e s c o s a s l l a m a b a n j i r i n c i p a l m e n t e la a t e n ­c ión en la e s t a n c i a del p a l a c i o ep i scopa l q u e d e o r d i n a r i o o c u p a b a inonsef ior : un r e t r a t o y una r u l e t a do marf i l .

El r e t r a t o r e p r e s e n t a b a u n j o v e n c o m o d e u n o s t r e i n t a a ñ o s , e l e g a n t e m e n t e ves t ido , y cn-y o t r a j e d a t a b a do los Viltimos d í a s del r e i n a d o de L u í s X V . A q u e l l a h e r m o s a c a b e z a r e p r e s e n ­t a b a el e x t r a ñ o c o n t r a s t e de un t i po v a r o n i l l u ­c h a n d o con la g r a c i a y la m o r b i d e z f e m e n i n a s ; e ra un con jun to e x t r a ñ o q u e l l a m a b a la a t e n c i ó n !a d u l z u r a d e a q u e l l o s ojosi con las l i ncas s e v e ­r a s y cas i d u r a s de l a b o c a , l a l í n e a de la n a r i z d e u n a co r r ecc ión g r i e g a , y el óva lo i n f a n t i l del r o s t r o .

M o n s e ñ o r t e n í a g r a n v e n e r a c i ó n h a c i a es te r e t r a t o , p o r m á s q u e n o p e r t e n e c i e r a á n i n g ú n i n d i v i d u o de su f ami l i a , s e g ú n c o n f e s i ó n p rop i a .

E n cuaTito ;i la ru le t a Aque l l o era \y,:\n o.\ti 'año l o d a v i a . El ob i spo la v e n e r a b a cas i t a n t o c o m o a! re­

t r a t o , y áuM sol ía e n v o l v e r a q u e l l o s dos ob je tos en u n a m i r a d a .

¡ P a r d i e z ! ¡ U n a r u l e t a en la

!] a b i t a c ¡o n de un o b i s p o !

M o t i v o l ial i ía p a r a que sus pajes , f a m i ­l iares , y aun sus a m i ­g o s , d e m o s t r a s e n la m á s p r o f u n d a e x t r a -ñeza .

Y no ei-a q u e m o n ­señor f u e s e p a r t i d a -río de n i n g ú n j u e g o , m u c h o m e n o s do los [ j ro idbidos po r 1 a ley , como los de e n v i t e y azar .

X a d i e r e c o r d a b a

^ í i -

^ i f • • - c

15 —Cuerpo de debajo. {/•'•••¿'l-'i-.i/jMi/}-.'{., n." 11/, _%.*, IS (i ¿n tíí- ht

lioia.)

••-• ? . ;

m U^'^

1 7 . - Hnn.'iirill.i df I.IÍ'L-IÍIU lo r ih ida .

EL OBISPO.

I.

En p r i m e r l u g a r . (U^bo dec i ros q u o m o n s e ñ o r el o b i s p o d e era un bre tón de pu ra razn , n a c i d o en u n a p e q u e ñ a a ldea quí- l e v a n t a sus tccluís d e pi . :arra y sus ( ap í a s do ticrj 'a b l a n q u e a d a con cjil en u n o d'i los l i nde ros de la Se lva d e Ri 'unes ,

Al deci i ' ci-a , y di ' i n t en to lie s u b r a y a d o la j i a l a l i r a , debois bu-¡loner q u e y a no e x i s t e , p u e s de o t ro m o d o , ni ánn ca l la in lo su nombi ' c me at r eve r í a á l e v a n t a r la

h a b e r l e vii^lo ju.gíir n u n c a por d!-;-t rae i 'Rc; en c a m b i o no consenf ia q u e n a d i e lóense aque l l a r u l e t a in-morrd , a n l e la q u e se p.Tsaba lioi'as e n t e r a s c u n l e m p l á n d u l a con una a t enc ión p r o f u n d a .

Muclia ' í v e c e s , c u a n d o a l g u n o le so rpren t l i a en a q u e l m u d o é x t a s i s , s e ñ a l a b a la m i e l a , e x c l a m a n d o con incal i f icable son r i s a :

— E s t o es lo q u e m e iia d a d o e! t í t u lo de m o n s e ñ o r .

A h o r a no será del t i ' do inopor -t u n o que o,-; c u e n t e u n a b i s fo r í a .

I t L

E i j e m o a la época . E r a mueho'3 años a n t e s de la r e ­

vo luc ión de l íllí.

19 — T n i d Faia V píJiJjíHnn. !ís¡)iU!¡¡. 2 0 , ~ T r a i ^ ' di; fav;i V , occlii ia. Deianicro. {Ea-jiUv. y ¡h'iii-s.. n.° ("/,.«>.*. 28 (í Sí) di- In huja.)

Page 5: PERIÓDICO DE SEÑORAS Y SEÑORITAS....gue do hombro de 1 '/j ceÉitinictros de profundidad. La parte plegada va guarnecida como la manteleta. Se la dobla al re-ves sobrólas lineníi

LA MODA ELRGAKTE ILUSTRADA, PEUIODICO DE LAS FAMILIAS. 23S

• . ! ; : . ' : irl."

i*

21,—Casacii de pc-rcnl con ilibnjoK, • | {I'atrs., n." XII, fign. 40 á 42 de la hoja.) S

Gran parto de Ids ha­bitantes de Paria cu di­cha época veian, 6 re­cordaban haber visto, diariamente, recostado en una de las barandi­llas del puente de Nues­tra Señora, á uuinucha-chuelo , casi un niño, puesapénascontaria do­ce años, sucio y hara­piento, i*iuc habia he--cho su morada de aquel sitio.

Los primeros rayos' del sol iluminaban su macilento semblante y BU rizada cabellera en el lugar indicado , don­de permanecia con la' iniHüvilidad de la esta­tua del Conioniiador to­do el dia y gran parte' de la noche, inclinado pobre la mano izqnier--da, extendiendo la de­recha Inicia adelante, ñnico hiodoquctenía de impetrar la caridad pú­blica, pues éste era su ^ olicio.

Cu a n do la o i ud ad quedaba envuelta entre la sombra, liuscalia el sitio más :í propósito pa­ra dormir bajo uno d e ' lo3 estribos del puente.

Esta era la espantosa

29.—Casaca do organdí. {Ea-plU: y patrx., n." X, fiffS. 54 y 55 de la hojn.)

f

S J.—Tinjc tic tiissor V fular. í4.—lHijciie lav.T. [^clHUoro. Es|)alila. ' (Véase dibujüÜS.i

(Véase diliiijn 20.) (E.x¡ilic. y ¡inlrs., n." ¡, fifjs. 1 n ,E.rplie. P'i el rcm il:- (n li"jíi.)- i.-i ,!e i<i hoja.\

5 5 . -TiMjo (iu lienzo azul. s a . -Tr.! c lU' liisim- v falar. Uelanlcro, uclaiitero.

•Véase ilibiijo -ÍT.) • [Véase dibujo 2"..i [Esiilw. en i-l reclij üe ¡n/wj't.i {ExpUc. en el recio de la liojd.\ 23 Á 28.-TRA..IE DE PASEO PARA SEÑORAS.

«3.-Traje ilcUcii^u aíiil. k;sp»l(la.

fVéasc ilibuju SJ.) \K.tplic. en el recio ile In hojn.)

» 8 . - T r a j e ilc taya. I;Í¡;;,I,1U ívéase dibujo 21.i

{E.I-!IIH: U p'iln ,i¡."}, /¡ys. .¡ „ 15 lie la hoja.)

?m.

Page 6: PERIÓDICO DE SEÑORAS Y SEÑORITAS....gue do hombro de 1 '/j ceÉitinictros de profundidad. La parte plegada va guarnecida como la manteleta. Se la dobla al re-ves sobrólas lineníi

934 LA MODA ELEGANTE ILUSTRADA, PERIÓDICO DE LAS FAMILIAS.

existencia i't que se liabia condenado aquel mendigo , casi idiota.

El rigor riela intemperie, desafiado por tantos meses, le hnbia dado esa apnriencia peculiar de lotj boliemíos ó gitanos ; el ruido y el color sombrío do lew aguas del Se­n a , que luiirmurnban al pasar bajo sus píes, habían im­preso en toda f;u pei'soiia algo de iiurafio, liosco y amena­zador, que bacía esquivar su presencia A loB demás pille-tea del contorno.

Aquel mendigo parecía una de las gorgonas de la fa­chada de Nuestra Sefiora, arrojada sobro el puente en al­gún día de huracán.

Las alma.') caritativas le arrojaban, más bien qne te da­ban, el óbolo de la caridad.

Nadie le liabia oído hablar, ni mucho menos reir, ni por entonces hubo arquero ni ronda que ae creyese con bastan­te derecho para espantar de su nido á aquel buho del puen­te , como le llamaban.

Ni el sol de Julio le hacia ocultar su cabeza entre la sombra, ni las espantosas heladas de Enero causoban máa mella en él que en el tronco grieteado, seco y carcomido de una encina.

Y sin embargo , aquel ser tendiía alguna historia , y pro­bablemente ocultaba alguna desventura.

IV.

Entonces, como hoy y como en todo tiempo, se jugaba mucho en Parí^i, y RC jugaba ¡i todo ; e¡ípeciahnent3 los jue­gos de azar estaban muy en bog¡i, lo cnnl quiere decir que en la capital abuiulaban las nici'rronn.t y los tugurios.

Uno había en la calle de la Calandre, mny respetado por la policía , A cansa ile sor el ]-ciu!f~-voun de la juventud do­rada de la época.

El hombre acostumbrado lí vagar entre la« sombras de la ciudad por aquella parte hubiera visto que todas las no­ches indefecíihiemente, entre tres y cuatro do la inafiana, salia un j'iven del tugurio do la callo de la Calandre, to­mando la dirección dt l puente de Nuestra Refiora.

Al pasar junto al muchacho de que acabo de hacer men­ción, ponía sobre su mano dereclia una reluciente libi'a tornesa, que alguna vez brilhiha herida por los rayos de la luna, exclamando alegremente ;

— Toma, pequeño, por la ruleta. Y proseguía su camino. Esto se repitió todas las noches de un año y de otro

y de otro ¡ Ah , Díoa mió ! ¡ cuántas libras tortiosas tendría ya ol

pequeño el buho de Nuestra Señora! Hasta que una noche faltó i l caballero, y ya no volvió

máfl. Y de tres á cuatro de la mañana el mendigo sijlo oyó

murmurar las aguas del Sena, .sin qne ningnn acento hu­mano turbase su monótono claqueo.

, Y al poco tiempo el pequerio desapareció ¡i su vez Y las gentes so preguntaban en vano : - . — ¿Adonde ha ido á parar el niolaucólico buho de las

torres do Nuestra Sonora?

V.

Un día no recuerdo bien si era en una de las princi­pales ciudades de Bretaña 6 de Normandín,

Ello es que era un hermoso día de Mayo : habia aol en el cielo, cuyos rayos alumbraban el póríieo do la catedral, iiiuchas llores, las primeras de la estación, que por esta circunstancia parece que tienen niiis aronni y coloi'es miis puros y delicados ; mnclio pueblo cu la callo, y dentro del templo dain:is elegantes, atildados cahalleros, ineieuso, salmos y un'isica, porque en aquel momento se ungía y con­sagraba el obispo noiiilirado para aquella diúeesís.

Terminada la eereuiouia hubo un magnifico y suculen­to i-liocnlalv fu la sala cajiilulai', y lerniiuado el chocolate ti obispo iitravcsó la iglesia para dír¡gíi-so al ¡lalacio epis­copal, seguido del clero y (h; sus familiares,

ICsIaalegre, al par que reí:]ietuosa procesión , ati^avesaba ya el pórtico del suntuoso templo, cuando el obispo se detuvo de i'opento, eonm .si una fuerza superioi' lo iuipí-dieeo marchar: todos lo vieron palidecer, mirando Inicia un objeto desconocido, mientras en su rostro .se [liulaba una emoción dit'ícíl de describir, emoción qne le hacía es­tremecerse como un pai'iilítíco, como .se estremece un cuer­po ÍL quien se aplica hi p¡l:i de Volta.

Así trascurrieron tres segundos, que parecieron tros si­glos j)or su duración,

D J pronto el nuevo obispo pidió una monedado plata ú aquel á quien halló más ;i nnino, y dirigiéndo.so á un su-lío y asqueroso mendigo, recostado en el iiUinio escalón dil at i iu, le dijo con Vüx conniovíila, depositando eti su mano la monoihi :

—Por hi ruleta. Entonces: el mendigo abrió los entornados o jos , fijó BU

estúpida mirada en ol semblante del ohisijo, tiróse íiáein atrns con adeuuin COIIVUIHÍVO una especie de casquete (pío cubría su cabeza, y después de vacilar un momento, cayó ;i loa píes del sacerdote e.xclamantlo :

— ¡ Ah monseñor...! El obispo se atirió paso por entre la admirada multi tud,

y subió i su elegante caiToza, que le condujo ai palacio episcopal.

Una vez instalado en su habitación, dijo á uno de sus pajes:

—Traedrae á aquel mendigo á quien he socorrido en el atrio de la catedral.

-VI.

En verdad os digo que el pequorio, el buho del puente de Nuestra Sefiora, no era ningún imbécil.

Aquellas bnenas libras tornesas qr.crecogia del caballe­

ro que jugaba á la ruleta, convenientemente guardadas, formalian un pequeño capital, qno en pianos hábiles y se­guras so triplicó al poco tiempo.

Y aquel níño, aquel infeliz bretón sin familia ni ami­gos , que mendigando llegó á Pai'ís y mendíganilo vivia, aquel pobre bohemo del Sena, sin instrucción, se dedicó á adquirirla.

Cuando la voluntad e.s Itucna se alcanza casi todo lo quo uno se propone.

Los primeros destellos de hi luz de la ciencia empezaron ú disipar las nieblas de la ignorancia en la ínteligeticía del mendigo, como despeja el viento las nubes qno empa­ñan el azn l del cielo, haciendo que brille luego más límpi­do y esplendente, iluminado por los rayos del sol.

Mientras duró su primera educación, el muchacho, que no era ingrato , no se olvidó de ir alguna que otra nociie entre tres y cuatro al puente de Nuestra Señora, con la esperanza de ver al joven á quíen tanto debía, no para impetrar nuevamente su caridad, sino para manifestarle el buen uso que estaba haciendo de sus limosnas.

Pero ¡ ay! Todo fu>: en vano : el joven, ó habia muerto , ó ya no

tenia nada que dar. El mendigo, que ya era un hombre , entró á poco en un

seminario, donde hizo sus estudios con extraordinaria bri­llantez y nprovcchamíonto.

Después... Ya os he dicho más arriba lo qne pasó. Aquel pobre buho del puente de Nuestra Señora recorrió

con gloi'ía todos los grados de la jerarquía eclesiástica , y mientras el estudio y la aplicación le hacían íiombre, aca­baba de arrijinar.«e eii el juego su joven protector, hasta el extremo de que el obispo tuvo que socorrerle el día de su consagración , en el pi'irtíco de la catedral,

V I L • • . .

Desde aquel día aquel pobre mendigo pasSá ocuparuna habitación en el palacio A(^ monseñor, qníeu le retuvo á su lado hasta qne sus padecitníentos le ocasionaron la muerte.

Ahí tenoís explicada la predilección del buen obispo por el retrato de .su protector y la ruleta, áijiiícn efectivamen­te debía el puesto envidiable que ocupaba en la sociedad.

Sin embargo, si no tenéis á vuestro alcance otros me­dios de dar limosna, os aconsejo que no ejerzáis nunca la caridad por medio de la ruleta, porqm; no siempre encon­trareis un mendigo que se haga obispo y no quiera ser ingrato. !,

"' ' ' P . KsrAMH.l-A.

• ^: DOS ABISMOS. • •''• ' *

Un día sobre un hondo precipicio Suspendido me halle,

Y en sus negras entrañas un momento La muerte contemplé.

Y el vértigo venciendo quo hacia el fondo Jle impelía á rodar, "• - • '

Pudo por lili de la fatal orilla Mí planta retirar. .-.. ^ •,¡_-,

Hoy, de otro abismo al borde, en vano lucho Y quiero resistir;

Quo en la ])rofnndídad de tu Tuiroda Me siento snmcrgii'.

L, Sii'ú3.

AURAS DE ABRIL.

líatiendo entre flores Sus trémulas alas. Preciados aromas líecogen las auras. Do Abril son alíenlo, Que ol valle emlmlsarua , Que inspira á las aves, Que riza las aguas , QiHí lleva murmullos. Que míente esperanzas, Que llega hasta el monte, Que torna y que pasa. Tui'hando el silencio De noche ral lada. Imita ol suspiro I)_oI [ipcho que ama. Fingiendo rumores, Agita las ramas; Dormida entre rosas Contenta descansa.

Y BÍenfo en su lecho Los besos del alba, Y al ver quo en las hojas Amante resbala Del fi'caco rocío La perla envidiada, Su vuelo desplegan Celosas las auras, Y roban del cáliz La dulce fragancia.

Venid, auras leveg, Mí fronte abrasada Anhela la esencia

Que va cu vuestras alas ; Os pido rumores. Fingidle esperanzas, Y en cambio os concedo Suspiros del alma.

S. MORENO CARTEI,I.Ó.

CARTAS DE VIAJE.

SUMARIO.

I'avfa, 24 tic .Tulío.

Por ontní los carlistas. — De Madrid á Bayona — Aventuras.— Llegada A Eiarrit?,. — La colonia matlrilcña. — Ni lujo ni fausto.— Espectáculos y placeres. — La coriiialidad españo­la.— lío Biurritz á París.—^El Sliah de Persia. — Cljistnn-grafía.

Ha sucedido lo que esparaba, cara y bella sobrina mía; cansado de sufrir los calores tropicales de Madrid, harto de aguantar las diabluras federalistas de Pi Margall y co\xi-pañia, íífí/jfifeií íjiaím hice mí maleta , y salí de la ex-co-ronada villa con dirección ú Francia.

— ¿ Por dónde? me preguntarás. Los locos ó los afortunados como tú, se marchan por Vi­

toria y San Sebastian, sin temor al ya prófugo y perseguí-do cura Santa Cruz; los que no se marean tienen la facul­tad de venir por Santander; ;L los prudentes no nos queda otro recurso que tomar o! eamino de Zaragoza y Pam­plona.

— Pero — me dirás tú - e s i ; camino está infestado de partidas carlistas, que <letíenen á cada paso li los viaje­ros , que lea piden los pasaportes, que los reclaman algún din?ro como contribución por sua equipajes.

E.i verdad ; mas esos pobres facciosos, según les liama-bnu antes, osos buenos soldados do Carlos V I I , como se dice ahora, son amables , finos , bien educados ; piden mil perdones por las molestias quo ocasionan, se informan do la salud de los viajeros, y se contentan con dos reales pur cada mundo ó cada saco de noche.

Bien ves que no hay motivo para asustarse ni para la-meutarse mucho do las exigencias ni de las tropelías de los carlistas.

El viajóos largo, pero no cansado ni peligroso. Sí en la venta de [Jlzatna ó en la posada de Elbetea se

encontrara uu Lhardy cuahpüera que suministrara una co­mida rmniblc; si no hubiera quo dormir entre toda clase de biclios en Elízondo ; si en AÍuhoa, primor puel)lo fran­cés por aquella parte , hubiese un rc^taurant regular en vez de su aubcrge iummido , no llegaría uno descontento á I3a3'ona, donde los malos cn:irto3 y la mediana mesa del Hiitel da Commnrre se le antojan á uno el suntmiim del com­fort y del bienestar.

Una vez en la ciudad del Adour, respira cada cual, con­siderándose feliz por haber salido incólume do los. psligros deniofráticos y gucri'cros.

Aili se encuentra uuo—rodeado do amigos y compa­triotas— como en su propio país.

A cada paso se ven caras conocidas ; ¡i cada momento se le tienden al r.;cíeii Itcgado cariñosas manos, y no se oye sino repetir :

— Vivo en Biarritz en la Villa Sti'issc. — Estoy en la Villa ílft fín^cn. —Vaya Vd. á verme al llt'>lel da Li¡/laferm. — Almorzamos á las oueo, y comonios á las seis.

¡ Ay! Pu;' desgracia , toiia'i las hospitalarias familias es­pañolas qu:; bi'indau de manera tan delicada su niesa, que ponen á nuestra dispodíciou sus respectivas casas, no to­das, d igo , han adoptado esas hovan jwur sea rcpaa.

La colonia madrileña , en si[ gran maj'oría, come á l.i una y cena á las,ocho; sistema absurdo c incompri.:usilih' en la's necesidades de la vida soeíai, y qin no tardai/i cu ser abandonado.

Pero ¡qué cordialidad, (pié franqueza en nuestro carác­ter nacional!

En cuanto aparece en Biai'ritz un -conocido, cada cual so apresura á visitarle ; cada CUÍII le invita á sus oxjiedi-ciones y á sus placeres; cada cual so esfuerza para hacerle la vidí agradable.

Los Condes do Herrdla Spínola reciben todas las nadies on BU preciosa vílhi, y los domingos permiten á la olcgrc juventud que baile, obsequiándola con un espléndido cho­colate.

Su casa es el punto de reunión de toda la alta sociedad, haciendi) los honores do ella con exquisita cortesanía y amabilidad, no sólo los Condes de Heredia, sino sus líu<bis y angelicales hijas.

También los Condes de Viiches tienen tertulia, poro de absoluta confianza, á causa del luto quo llevan por su ma­dre la Marquesa de Ahnonacid. —Juégase allí al hczl'jtti'-, qno es el juego de moda actuahnonto; tómiise té, y se charla hasta las doce de hi noche.

En fin, el 15 se abrió oí Casino, completamente restau­rado y ñmhollecído, así coinoel_ teatro anejo ol mismo es­tablecimiento, y en ambos sitios encontrarán solaz y re­creo cuantos estén ganosos de diversiones, que no serán muchos entre nuesti'os compatriotas.

Llevan éstos el luto do la pat r ia , afligidos de los males presentes, temerosos de los males futuros; recelando no poder volver, en ¡a época de costumbre, al suelo querido donde nacieron.

Tan triste disposición de los espíritus so revela en todo;

Page 7: PERIÓDICO DE SEÑORAS Y SEÑORITAS....gue do hombro de 1 '/j ceÉitinictros de profundidad. La parte plegada va guarnecida como la manteleta. Se la dobla al re-ves sobrólas lineníi

LA MODA ELEGANTE ILUSTRADA, PEIUÓDICO DE LAS FAMILIAS. 235

—on los trajfis, cu las fisonomías, en la iiianora do vivir. Las señoras han proscrito el lujo en HUS toilettes, y vis­

ten con extraordinaria tícncillez:—de percal, de niuseli-nn, todo lo más de foidard;— en BUS gastu3 se advierte también la más rigorosa economía; en sus planes Impera siempre la fria ra/^oii.

Scniejiínto conduetii honra niiiulio el patciotismo y la cordura de las cspañohis ; pero roba naturalmente la ani­mación y la a!eg;ría á ¡OH circuios donde se juntan diaria-mpiite. Ño hay cxpcídicioncs, no hay tiestas, no Lay paraos.

.•\demas, unas tienen sus esposos, sus liijos, sus parien­tes , sus siuípatias cu las filas carlistas ; otras las tienen cu las alfonsinas, y esto ha dividido on dos íracL-iones —lo mcnoB — á las que áiitcs formaban nu todo compacto y homogéneo.

¡Triste resultado de esa horrible calamidad qiio so llama la guerra civil!

« * * No te diré quiénes son las familias alojadas cu Biairitz,

porque tú lo sabus tan bien como yo, y porque la excepción sois lasque estáis en .San Sebastian, ú las que so han que­dado en Modi'id,

Así iinieamente se oye hablar español, lu misuio cu las callos y en its aliáis marina do Bayona, que en el port v'ieux y en la jilagc des foiia de Biarritz : en los iiotc-les de la ciudad y en las villas del puebiceillo tampoco se escucha otra lengua que la de Cervantes.

LoB franceses vienen más tardo, en los meses de Agos­to y Setiembre, cuando empiezan á abandonarles el cam­po los españoles, mientras aquéllos son reemplazados lué-

" go por los ingleses y los rusos, á quienes el clima desigual y duro de la costa les parece suave y delicioso en iuvier-10. ¿Qué tal será el de sus respectivos países V

Después do pasar una semana en Biarri tz; de ver y sa­ludar á todos los amigos; de comer con éstos á las doce ; Con aquéllos á las cinco; con los de más allá á las ocho; de asistir á una representación en el teatro del Casino ; de haiiar un rigodón on los salones ebloiiissants; el tourtata tiene que marcharse con ó eín la música á otra pa r t e ; y eso es lo que ha hecho tu t io , que abandonó el suelo Vasco en una de las más Bofocadas tardes de verano.

Sea la situación especial de nii ánimo, 6 qno realmente CBasí, me parece ahora más triste, menos bullicioso que otras veces cuanto veo.

En el i'.spréss de París , tan favorecido generalmente por los españoles, veníamos un corto número de ellos : verdad es que no eran tampoco muchos los demás viajeros.

x\sí cada cual pudo elegir sitio á su placer, y wagón Iiu-ho en que venia un solo individuo, muellciúente tendido so­bre los almohadones colocados en forma de cama.

París nos recibió con un calor digno del Senegal, con Un sol deslumbrador que iluminaba los restos de los fes­tejos tributados al Shali de Persia.

A nuestro arribo, el que se apellida modestamente iíe?/ fh loR Rpyen, habitaba todavía la ciudad del Sena; toda­vía era objeto de la admiración de los badaufh parisienses; todavía, enf in ,susjoyus turbaban el sueño do las mujeres "alegantes.

Nazzer-ed-Din ha sido durante su permanencia aquí el ^ion de la temporada.—Su fausto, su (esplendidez, su gc-Oerosidad, le han conquistado el aprecio de este pueblo po-ftilivo y uictalizado.

El Shah ha hecho intinitascompras en las fábrícasy al-'uaceucs; ha dado propinas y limosnas en abnndanoia; 'la favorecido las artes en la persona de una cortesana célebre y actriz adocenada—Blanca de Antiquy—y eso le •ía bastado para adquirir una inmensa popularidad.

Llegué á tiempo de asistir á la liesta celebrada en su Obsequio en el ^línistcrio de Estado, ú sea de Negocios Kxtranjeros, y vi á mi sabor al héroe del día.

Es un hombre do facha común y vulgar, que segura­mente no llamaría la atención do nadie si no fuese el so­berano de un imperio poderoso y vasto.

Su famosa atijrcitc, ó sea pluma de pedrería, de la que tanto han hablado los periódicos, es en realidad una cosa "ingnífiua, y á ella ha debido en mucha parte el Shah el efecto que ha producido.

La luz de los brillantes reflejaba en su rostro dándole ^i aspecto de un sor sobrenatural. De aquí la fascinación y el entusiasmo do los fervientes adoradores del becerro do oro.

Nazzor-ed-Din representa á SUB OJOB G1 prestigio y el Poder de la riqucua.

Los hechos y gestos del Shah, sus palabras más iñsigni-'icantes, so han referido y comentado atiui con extraordl-'^aria minuciosidad.

Sin embargo, el monarca persa ha tocado algunas veces • l violón. Como decimos los españoles.

La víspera de su partida fué á visitar el/IfííYo de la ^i'ovidcncia, convento de religiosas, dondo éstas educan doKeientos cincuenta ó trescientos expósitos.

S. M. recorrió y visitó elediücio con sumo detenimiento, y al retirarse preguntó, señalando d los chicos reunidos f-'n pelotón :

— ¿Son los hijos do esas señoras':* Como la interrogación fué hecha on francés, aunque

'"ido, todo el mundo la oyó, y puedes imaginarte el efec-• o que produciría.

Las madres bajaron los ojos; algunos chicoB se echaron

á reir, y otros de los presentes sacaron el pañuelo para ahogar sus carcajadas.

—No, señor,—repuso el abato Borol, que a'jonq)ariaba al Shah. — VA catolicismo impone á las órdenes religiosas el deber de la castidad.

Nazzcr-ed-DIn conoció la torpeza (pie había cometido y so mordió los labios.

Y la visita acabó de uiui manera cómica y regocijada.

El 19 ha abandonado S. M. esta capital en medio de una verdadera ovación.

Los pjtrlsienses, situados á todo lo largo de los buleva­res, saludaban al Shah, quitándose el sombrero y hastacon ruidosas aclamaciones.

Algunos gritaban :^1I Í Í'CÜOÍV.'expresándole deseo de que vuelva ú dejarles unos cuantos millones do francos.

El deseo es na tura l ; pero ignoro sí será ateiulido. Un periódico ha publicado que en las habitaciones del

Shaii en el palacio legislativo so ha encontrado la foto-gnifia de lílanca de Aníiquy con estas palabras escritas y liruiadas por ella misma : / Viva Persia y su generoso mo­narca !

¿Será verdad?—Es lícito dudarlo. Mi carta es ya muy larga, y se despide de tí hasta otro

día, tu cariñoso tío,

' • Ei.íLvRQUÉs DE VAI.LEC-ALKGKI:.

^=XSr*Saa^*B^:

LA. BOTELLA AZUL,

POB DOÑA PATROCINIO DE BIEDMA.

(cONTlNt'ACIOri.)

—¿Qué? dijo Bruno. —Amalia alirma, dijo Federico, ijue el amor existe. —¡ Bali, qué sabe ella! —Se le niega á V. la competencia, dijo tomando una

expresión entre burlona y risueña Federico; sin duda Bru­no ignora....

—Debe saberle, dijo Amalia interrumpiéndole con fir­meza y dignidad, pues de no haberle amado no estaría ca­sada.

—¡Ja ! ¡ ja ! ¡ ja ! contestó con grosera insolencia Bruno, nadie se casa ya por amor.

Amalia palideció, é instantáneamente se puso roja como una amapola.

El Vizconde la miró con una expresión de pena y de simpatía imposible de expresar y so puso de pié, así como Federico.

Ambos se despidieron de Amalia, que apenas pudo balbu­cear algunas palabras, y salieron con Bruno, que ICB acom­pañó hasta la escalera. í

—¡ Dios mío! murmuró Amalia al verse sola, esto es in­soportable, me pone en ridiculo á cada instante.

Y ocultando el rostro entre las manos ronqiió á. llorar. —¡Calle! dijo Bruno al volver, ahora lloras ¡ Tú estás

loca! ¿Y por qué lloras, vamos á ver? Sin duda porque se van esos caballeros ,

—¡Bruno! nmrmuró Amalla indignada. '• " —Vamos, vamos, dame de comer; que ya tendrás tiempo

de llorar.

UN AMIGO DE BRUNO.

En la noche de este mismo dia, y en tanto quo Amalia recitaba en escena, Bruno, que fumaba tranquilamente sentado entro bastidores, sintió quo una mano se apoyaba en su hombro.

Se volvió y conoció á Luis de Veloz, el que nuestros lec­tores vieron en el palco de Bautista.

—Adiós, querido, le di jofamiüarmonte, ¿qué te haces? ¿ Dónde andas, que por ningún lado te veo ?

—Salgo poco. —¿ Y por (pié? ,• I -—¡Qué sé yo! No estoy bueno —¡Bali! dijo Luis sonriendo maliciosamente, sí yo te

llevara á cierta casa donde se canta ftn flcmicnco, so te qui­taban todos los males.

—¿Adonde? preguntó con afán Bruno. —No lelo quiero decir ; luego lo cuentas todo á tu mu­

jer y harás que no me quiera bien. — ¡Qué, hombre! ¿Cómo he do hacer yo eso? Vamos,

dime, ¿ dónde ea? —Haré algo mejor, ¿quieres venir conmigo? —Vamos allá. —Pero y si Amalia —¡Bah! ¿Qué importa Amalia? Estaremos aquí antes

que acabe, pues la comedia empieza ahora. Luis y Bruno salieron del teatro por la pnertecllla re­

servada de los artistas, y rodearon el edificio para buscar el carruaje que Luis había dejado.

Cuando subieron á él, Luís, (¡uo había dicho en voz baja las señas al cochero, advirtió á Bruno con una voz, qiic á fuerza de querer ser grave ora burlona ;

—Guillado, qtierido Bruno, qtic so trata de personas de­centes.

— ¡Vaya! ¿Pues por quién me tomas? ¡No faltaba más! El cociiese detuvo en breve. Luis saltó al suelo y esperó á Bruno, i[ue se uniíi á él. A través de una puerta , cuyos cristales raspados impe­

dían ver lo que en el interior pasaba, se oía el eco caden­cioso de una guitarra.

Luis entró con Bruno , y al abrir la piieiía dijo :

— Buenas noches, señores. — Buenas noches, don Luis, le contcslarun, mirando

con risitas do burla á nu gordo conqiaQero. En aquel momento una nmchacha morena y descarada,

con una mirada insolente, salió, llevando en la mano unas botellas.

-—Mira, buena moza, dijo Luis en tanto que la miraba haciéndola una señal de inteligeiii.-¡a , vén aquí.

— ¡ Ah , señor Luis! ¿Es usted? Voy al momento. Y dejando las botellas se apro.ximó a! joven, — Este señor, la dijo Luís seDalaTido á Bruno, es el ami­

go quo yo te decia. Esta chica so llama Consuelo, añadió á guisa de pnísentacion, y es la mejor funtaara del barrio.

Bruno la miraba con cuidado. Parecía que no le era desconoc'ída. — Diga usted, dijo al fin con su habitual torpeza , ¿ no

la he visto yo á usted ayer en la callo de la Montera?..'... — Puede ser; yo ando por todo Marlrid. — Si, s i ; la vi H usted y la seguí, porque, vanio.-;, mo

gustó mucho. Consuelo íijó en Bruno una mirada provocativa, y sin

contostar so encogió de hombros. — Mira, Bruno, liazla cantar, y verás una cosa buena;

ó inclinándose hacia ella como si fuera á rogarla, la dijo á media voz :

— No olvides que es preciso marearle, chiquita. ., ' — No lo olvido, contestó ella. Luís pidió unas copas, y Bruno bebió. Aquella mirada estúpida fué animándose gradualmente,

y cuando Consuelo, cantando una malagueña, le miró con todo el malicioso descaro de una muchacha perdida, Bru­no, creyendo haber hecho una conquista, pavoneándose con importancia, se acercó á ella y le dijo con misterio :

— Tenemos que hablar — Mañana á las diez estaré sola, dijo ella en tanto que

miraba á Luis. . , — No faltaré, contestó Bruno. . •• . — ¡ Ya es mío! murmuró Luis con satisfacción. Y despidiéndose, salió con Bruno para volver al teatro. — Te agradezco muchísimo quo rae hayas traído á esta

casa, le dijo Brrino. — Parece que te gusta la Consuelo, — ¡Pchs! Un poco, hombre. — ¡Ten cuidado! — ¿ P o r q u é ? - ; • • - ' ; ; ' — Porque si se enamora de tí — ¿ Y b i e n ? _ _ . .,.'.:.•; — ¡Cómo! ¿Harías traición á Amalia? — ¡ Bah ! ¡ Amalia no se ocupa do mi! — ¿ De veras ? — Y tan de veras; no rae quiere ; ¿cómo ha do qucror

una actriz, una artista, como ella dice, á un hombre tan gordo ?

Luis disimuló con una carcajada la repugnancia que le inspiraba Bruno; pero resuelto á ganársele á toda coüta, celebraba como una gracia aquella grosera clianza.

— Y dime, dijo dudando, poríjue, aun tratándose de un ser como Bruno, era una pregunta inconveniente, dime : ¿no ama Amalia á alguno?

—• ¿ E h ? i Qué sé yo ! Es más mala que un dolor. — ¡Parece una santa! — Parece, eso es, parece; pero luego, vaya usted á ver

es una mujer capaz de hacer que se muera uno •— ¡ Pues cómo ! — Cuando no llora reza, cuando no reza suspira , cuan­

do no suspira calla ; hay para morirse. — Tienes razón , dijo Luis aparentando sorpresa y yo

en tu lugar — ¿Qué harías? — ¡Diablo! Buscar una muchacha divert ida, KÍ(juiera

para algunas horas Pobre Bruno, vives como en la Trapa

— Es verdad, y eso haré. — Cuenta conmigo — ¡Oh! Por supuesto — Entonces, adiós, que ya hemos llegado ; y Luis dejó

á Bruno para ir á buscar á sus amigos. Bautista estaba solo en su palco. A! ver entrar á Luis se levantó y le sahnló amable­

mente. - • ¿Cómo es eso? dijo. El futuro amante de la bella

Amalia no liu querido admirarla cu su triunfo... (ííc cojilinvard.)

ir^ Tin lEi

REVISTA DE MODAS-

París, 3 de Agosto de 1373.

Nunca tal vez la Icnci'ria ha sido tan elegante ni tan in­dispensable como aliora. Tenemos en primer lugar, para traje sencillo, la lencería de hüo, muy distinguida cuando os lina y está bien acabada.

Los cuellos vueltos, almidonados, son mny abiertos por dolante : forman punta más ó menos aguda , y siguen en el escote la abertura del corpino. Suc lcnsor lisos, con nn simple pespunte, ó bordados con una guirnalda muy fina, ij, si se quiere, ornados por una valcncienno muy e¡;trecha. Se lleva también el cuello on pié por detras y vuelto por delante con doble escote. Un lazo do seda ó de encaje, ó un broche cierra el cuello. Como so llevan muchas corba­tas flojas, el lazo quo con ellas se hace es ancho, de caídas flexibles y tiene mucha gracia,

La manga que acompaña al cuello debe ser bastante aTi-cha para que pueda pasar la m a n o ; se compone de ima

Page 8: PERIÓDICO DE SEÑORAS Y SEÑORITAS....gue do hombro de 1 '/j ceÉitinictros de profundidad. La parte plegada va guarnecida como la manteleta. Se la dobla al re-ves sobrólas lineníi

236 L A M O D A E L E G A N T E I L Ü ü T R A U A , P E R í O D l C O D E L A S F A R U L I A S .

c a r t e r a dfí 10 c e u t í m c t r o s de a l to , c e r r a d a po r tren b o t o n e s d e n á c a r ó de l ienzo y a d o r n a d a con u n a v a l e n c i e n n e ig i i a ! á la del cuoUo,

L a l e n c e r í a d e b a t i s t a b l a n c a , f o r r a d a d e b a ­t i s t a do color, HÍguu s i e n d o la m á s de m o d a co­m o n o v e d a d . Se h a c e á c u a d r o s , l u n a r e s y d i b u ­j o s d e t o d o s gcnoroa , con p e s p u n t e a ca l ados , bor­d a d o al p l u m c t i s , b o r d a d o de color sobro ba ­t i s t a b l a n c a , con t r a s p a r e n t e de l m i s m o color del b o r d a d o , ó b o r d a d o b l a n c o , d ibu jos m u y de ­l i c a d o s , con t r a s p a r e n t e co lor de ro sa , l i abanu ó a z u l , o m u c h o » b o r d a d o s r e c o r t a d o s Hobre el enca jo .

Los fichús ab i e r to s se guar r icce i i con un cn-cafioniido de m n s c ü n a d o b l o , d e n t r o del c u a l so p o n e un r i zado de enca je ó g u i p u r . L a m a n g a q u e a c o m p a Q a á e s t e l iclni v a a d o r u a d a con u n v o l a n t e de m u s e l i n a ab i e r to en c! coütado , g u a r ­n e c i d o con u n enca jo q u e subo ¡ las ta la ninQcea.

C o m o ticluí e l e g a n t e , es el de u m s e l i u a ta ­b i c a d a con a d o r n o s de enca je y b i e se s do n iuse -

J i n a c o s i d o s en m e d i o . L a z o d e enca je p a r a cer­r a r el ficlni. Ks to g é n e r o c o n v i e n e t a m b i é n á l a s s c ü o r i t a s , en c u y o caso ao p o n e , en l u g a r d e en ­caje , v a l e i i c i e n n e i n g l e s a .

E l l a s o d e b a t i s t a c o n p u n t a s d o b l a d i l l a d a s á v a i n i c a , l l eva l a s doa p u n t a s b o r d a d a s ó e s t a m ­p a d a s d e co lor de rosa , r esedá , e tc . Se p o n e el ca­có te de l cuel lo ó de l can i i so l in d e lo m i s m o . E s ­t e IdZQ, e n t e r a m e n t e n u e v o , es á p r o p ó s i t o p a r a lo s t r a jea sc-ncilloa.

U m i de las n o v e d a d e s m á s e l o g a n t e s de la e s t a c i ó n es el t iehú F l o r a , q u e se p o n e a l r e d e ­dor del c o r p i n o m u y a b i e r t o ; ficliú c u n i p u e s l o d e un e n t r e d ó s r o d e a d o d e v a l e u c i c n n e s ij m a l i ­n a s . Un c o r d o n c i t o do m i o s o t i s ó d e v e r b e n a co­lor d e r o s a , p a s a á lo l a r g o del e n t r e d ó s , el cua l v a r e u n i d o , en la t e r m i n a c i ó n de l e sco te del cor-pifio, p o r m e d i o d e u n r a m i t o d e Hores ar t i f i ­c ia les .

El c u e l l o r e g e n t e q u e d a r e e m p l a z a d o , los d i a s de m u c h o calor , po r el r i z a d o d e c respón liso b o r d a d o con seda f loja , color de r o s a , l i la , m a í z , etc. , ó p o r el r i zado de c respón m o s q n e a d o con p n n t o a do s e d a b l a n c a y d e coloree.

Con lo s -pe inados J e t r e n z a s , ru los , r i zos , q u e

SALTO DE CABALLO -- - - '• ;

PUESBNTAUO POR LA SE5Í0RITA T. JI . ( Y E R A C n U Z ) ,

'

e s a

t;l

Bien

r o

v i o u

3« Sí;

v a n

e u t u

d i e n t e

Si

t a n

llU

d o

t e

l i i t iv

i V<!S

i-iii

t n u

D'Cl Ü t

t e

^ Sí i t i u r

t e ,

to

11

t i i m

r a

¿a.

cu cu-

nl i ia i i

t o .

fe í ' V t r i a -

1-^ M

l io

Hi!n<i,

i ir

Idii ¡i- aUi.

1^ §?

It

iU 11-

a u n

r l e r

t e .

t u s

f r e n

h\ s e

c o n s -

•.im

: . 1 •¿ijll

-' , ' ^ '

CStCi

uoii 11- s u

1 ^ M

[ l i í

Im

u i u r

r e

t a n .

Vit t 1

JO

s i n a-

el

l í o

^ 3^ y Gu

r o

, - ,"' ' "'

,. ,., ,.

n a 1 rn ,

e x i s

i jnr

p j u-

l io

t e

d o

n i

y d e s l i ó 1 . ^

b r i

t u r

alU e l

sU

t e .

l 'lIBa

d o r o

])crü

snlu iin

t e n t e ,

n i o u

UflLU

3^'gí

t o

I r e .

mo

d i

b r e

^ Sí]

t e

t i c m

q u e ol-

t r o í

g o

Sí! ^ t r u c

c n e r

r e

t i u o c u

t u ' ;

p o n

til M mí l ie n n I

f r i ó

1)0 -

II U

1,110 imi

p o m u

c u t i

^ Sí d e

t r . i : i7

c o n

3g i^

In:^

m e n

b i e n , 1 n o

y a n t e ,

g r i V i i i c r T

• t an b i en s i e n t a n y t a n t o f a v o r h a c e n , h a c a l d o cas i po r c o m p l e t o la m o d a d e a q u e l l a s co t i a s , q u e o-stcntaban con t a n t a co tp ie te r ia l a s s e ñ o r a s j i jvenes. H o y súlo l a s s e ñ o r a s d e c i e r t a e d a d s e p e r m i t e n es tas p r e n d a s .

El b o r d a d o ing l é s h a r e c o b r a d o c o m p l e t a m e i i -te sil pues to en t o d o s los a d o r n o s de e n a g u a s , l ence r í a : camisa. ' ! , c o r p i n o s , se a d o r n a n con e s t e g é n e r o de b o r d a d o .

V. DE C. . ••

EXPLICACIÓN DEL FIGURÍN ILUMINADO,

K ú m . l ' 4 2 o . ' j « - .

E m p i e z a en el n ú m e r o 1 y c o n c l u y e en el 1 3 7 .

Sombrero de ¿laja blanca, con d i a d e m a r ibe­t e a d a de un v'ivo b l a n c o y mi v ivo m á s g r u e s o iiegi^o. P i n i n a b l anca , e i i ro lhula en t o r n o de l cas -(JO, con pié l i jado ba jo u n a i'osa y un lazo d e fa-y a n e g r a . L a z o g r a n d e de i 'aya n e g r a con v i v o b l a n c o .

Sombrero do cerda grh con d i a d e m a . F o r r o azu l . C o r o n a d s m i o s o t i s co lor de rosa y r i z a d o d e e n c a j e n e g r o . L o s m i s m o s a d o r n o s en e l co.'i-t a d o i z q u i e r d o del c a s c o . P o r d e t r a s un g r a n l a ­zo azul .

Adorno de cíiíiaso, c o m p u e s t o de u n a g u i r n a l ­da d e l lores y d e u n a m a n t i l l a do enca j e n e g r o .

Sombrero de paja cruda, con p l m n a a y lazos de color de b i g n o t i i a . Los l azos v a n m e z c l a d o s de enca je n e g r o .

Sombrero de paja amarilla, con a l a almenada, g u a r n e c i d a de te rc iope lo n e g r o y encaje n e g r o . E n el l ado i zqu ie rdo , a d o r m i d e r a e n c a r n a d a , es ­p i g a s y p á j a r o del p a r a í s o . P o r d e t r a s l azo g ra ru lo d e t e rc iope lo n e g r o . . , ., , ,.

Kl ñgurin que acompíifia iil pre-sotite m'imcru, corresponde también á liití Si'iis. Sutíci'itoras de la 2.' y o.' edición.

ANUNCIOS.

a H

w • í i Q n ^ <

-a tí

)i •J:

C

ce w

I H

& o

S u u

c c B.

< .,-

0K1CO PREMIO eii la Uxpos." ilavio IHC8.

ÚNICA ADMITIDA enbExpos.-Taiis 1861.

EAU .., FEES (Agua de las liadas).

Esta afiua fs la ]irimrra y ln mas ellcaí para leñir pro-gresivampiile d tabplln y la baib,i.—> inclín peÜKro of fi­ce el emplto lio ('Sia apua mllaí;ios».

POMADA DE LAS H A D A S , DecGüaria paia cuticifiici la cüratia de la iiniura i vol­ver ul cabello loiia tu ¡suavidad.

HÁDAME SARÁH FÉLIX,

DEPOSITO CINERAL, fine ¡tiihcr, 13, l-^IUS.

I'or mayor cti Mailrid, AiíCPCia (raiifO-i?.>;p.Triol.i, Sordo, SI.

Depfsilv ¡wrtifulnr en toilas l;isiierfi;nirriiisy |ic'iJ'|Ui'il.is (Je (irüvinria y rti-1 eslraiijoro.

P r e c i o : pe se t a s "í -SO,

LA SILENCIOSA PERFECCIONADA,

M Á Q U I N A D E COSER,

I.A MüJOn QUlí Slí CONOCE HASTA El, D]A.

P a r a q u e se j u z g u e d e lo u t i l i s ima q u e es e s t a m á i [ u i n a e » e s t a b l e c i m i e n t o s y cu t o d a c a s a de f a m i l i a , b a s t a r á d a r á c o n o c e r las m e j o r a s en e l la i n t r o d u c i d a s ú l t i m a n i e n t p .

L a S i l e n c i o s a p o r i c c c i o i i n i J a t i e n e n n a p a r a t o n u m é ­r i co q u e i n d i c a a l a p e r s o n a q u e o p e r a J a touaion q u e d e b e darHo al liÜo ¡lara coser b a t i s t a s , c l a r i n e s , sedas , l ienzos , paños d e l g a d o s y pat ios f u e r t e s . Con es te senc i l lo a p a r a t o , i n v e n t a d o n u e v a m e n t e , se o b t i e n e CTI el i n s t a n t e el m á s pe r fec to p e s p u n t e en t o d a s l a s c l a se s d e t e l a s i n d i c a d a s , tíin q u e el h i lo so e n r e d e n i se r o m p a , c o m o s u c e d e en t o ­d a s l a s d o m a s h a s t a q u e no se t i e n e u n a g i ' an p r á c t i c a .

E x p é n d e s e es ta n o t a b l e m á q u i n a en S a n t a n d e r , en la a c r e d i t a d a c a s a de ü . A n t o n i o P a z .

D i c h o Sr. Píiz r e m i t i r á ú l a s s e ñ o r a s q u e lo deseen m u e s ­t r a s d o l a b o r e s y c u a n t o s d e t a l l e s p u e d a n necris i tar .

n Ü M P L Í D A P O K L A M A D R E D E L M A L O G R A D O

L n t ñ o ]>. -lesiis R o d r í g u e z Cao la p r ime i ' a p a r t e de l p e n ­

s a m i e n t o q u e p re s id ió á la p u b l i c a c i ó n d e sus o b r a s , con

la injprctjicn d e é s t a s y c r eac ión d e l m o n u m e n t o con el

p r o d u c t o í n t e g r o de su m i t a d , res ta , p a r a l l e v a r á c a b o el

e s t a b l e c i m i e n t o do los p r e m i o s l i tera t ioB, á q u e se d e d i c a

el p r o d u c t o d e l a o t r a m i t a d , la v e n t a d e q u i n i e n t o s e j e m ­

p l a r e s .

L a s c i r c u n s t a u c i a s d e t s t a p u b l i c a c i ó n , el m é r i t o d e e s -

t a s ob ras , j u s t a m e n t e a p r e c i a d o p o r la A c a d e m i a E s p a ñ o ­

la en l uminoso y e x t e n s o i n f o r m e , y el o b j e t o á q u e el p r o ­

d u c t o i n t e g r o se de s t i na , h a c e n e s p e r a r q u e c u a n t o s t i e n e n

a m o r al e n g r a n d e c i m i e n t o y p r o p a g a c i ó n do n u e s t r a l i t e ­

r a t u r a , se in te resa rán cu su adqu i s i c ión .

Se h a l l a n de v e n t a en l a s l i b r e r í a s d e L e o c a d i o López ,

caHc del Cái 'men. en las d e Cues t a y L i b r o d e Oro , ca l le

de C a r r a t a s , y en la de D u r a n , C a r r e r a de San J e r ó n i m o .

Los coHSÉs-FAJAs q u c f a b r i c a la Sra . D."* J u l i a Z u g a s t i o b t i e n e n tal a c e p t a c i ó n e n t r e las se í loras , q u e h a cous -

t i n i d o y a , en lo q u e va d e ' año , m á s de .MIL, p o r e n c a r ­g o s espec ía les , en su c o n o c i d a f á b r i c a Lae líos Fala-í íms , I l o r t u l e z a , 1, M a d r i d . ,' ' . . !.,••'.,

HO HAS TWTÍlHAS PBOSBESlVAs ^>,nA LOS O.BELL05 nI..^-^í^=^

^Í2Í: DEL DOCTOR

James SMITHSON Para volver inmedioU-

mentci á l'>9 caballos y á la ' barba su color niilural en todos [iiaticeB.

^ ; ,o -z

L207

, Con es ta T in tu ra n o U^y ^^es liidad de lavar la cabera ni g^Q. n i despuea, su aplicaciüQ c ^ ^ cilla y pronto el r esü l taüo . ^_ mancha la piel ni d a ñ a la B»

La caja compief" fi /'"• ,^ pn ' Csul. LEGRAND P-^-^^f";'aina-

Pariii, y en las ¡iriucipali!! rer i" . rinB tie América.

11

P r e c i o ; peselab 7 ,50 ,

GALíiNClLLOS de diferentes anchos, pura ejecutar la labor llamada,

E^XAJE l.^ULÉy.

So h a l l a n de v e n t a en p i ezas de á 30 m e t r o s , en la A d ­m i n i s t r a c i ó n d e LA M O D A E L E G A N T E I L U S T R A D A ,

C 'ur rc t i i í i , t a .

INVENTO ADMIRABLE. SE R V I L L E T A MÁGICA, p a r a volver nueva i n s t an t ánea ­

mente la p l a t a , el p l a q u é , los me ta l e s ing leses , los cobres p u l i m e n t a d o s , el o r o , las a l h a j a s , e t c .

Modo de usar hi servi l leta mág ica : Láve.=fe y quítesele p r imeramen te al objeto q u e se qu ie re pu­

l imenta r todo cuerpo g r a s i c n t o , después se frota s implemente con la aervil leta mágica bien seca ( q u e n u n c a esté húmeda ) , y se obtendrá a l ins tan te , sin g r an esfuerzo, un br i l le como si e s ­tuviese nuevo el obje to .

El fabr ican te , en v is ta del gran consumo que se hace en Es-paita de su invento , rcbaia los precios desde 1." de Agosto, se­gún se puede observar en la t a r i f a s igu ien te :

P r e c i o s en H^paña ,

1 Servil leta Pesetas 1,25 3 id » S C i'.) B 6,30

P a r í s , Pranciaco A m p e n n t , 02, rué rLÍclicIicu. Se expenden también en Madr id , por cuen ta del í n b r i c a u t e , en la cal le de Ca r re t a s , 12, p r inc ipa ! , Admin is t rac ión de L A M O D A E L E -GANXC.

A provincias se remi ten s iempre que el pedido no baje de t tes ,

N o h a b i e n d o s ido r e c o g i d o s p o r qu i en e n c a r g ó se le a p a r t a s e n a l g u n o s b i l l e tes de la lo te r ía p r ó x i m a á j t i -

í. a r s c en la H a b a n a , y c u y o p r e m i o m a y o r e s d e 100.000 pesos fue r t e s , q u e d a n á d i spos i c ión d e q u i e n los q u i e r a c o m p r a r , a u n q u e s ea f r a c c i o n a d o s en v i g é s i m o s , a l p rec io de 5 ]jesctaH.

D i r i g i r s e á hi Admin í s t r ac iO i i d e L A M O I Í A E L E G A N ' I I ; Il,UhTltAIIA y d(j L A iLUSTilAClON EsrAÍÍOl.A y AMKltlCAKA, Cai;ret;is, l'J, p r i n c i p a l .

A p r o v i n c i a s se r e m i t e n a b o n a n d o a d e m a s el cos to de l c c r t i i i c a d o .

B L A N C O D E P A R O S á lO Ira neos.

R O S A D £ C H I P R E á 2 0 francos.

E n la O l i c ina H i g i é n i c a , 17, cal le d e la 1V¿, p r i m e r p i s o : P A R I t í .

E N J L V D R I D : CAIUIETAS, l o , rniNcirAi. .

MAJOBID.—Imiircutii, Eatereotiiiiu y GalvnuopliiHIa de AniBAU y C , (srCK>Ü!'tS IIK lUVAHl.MiUU).

Page 9: PERIÓDICO DE SEÑORAS Y SEÑORITAS....gue do hombro de 1 '/j ceÉitinictros de profundidad. La parte plegada va guarnecida como la manteleta. Se la dobla al re-ves sobrólas lineníi

¿[oinrellahontr.imp.r C'j.f.mvint -'?• '""''w

970

n ^h L' I Administración Carretas,12.pral,

MADRID

Í A