perfumes para usarse al aire libre la mesa debe mostrar el toque...

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EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. SÁBADO 10 DE DICIEMBRE DE 1938. 13 Perfumes para usarse al aire libre Por Patricia Lindsay La mesa debe mostrar el toque femenino Por Elizabeth M. Boykin Marte Wllsnn. la popular estrella de cine, nos muestra su única * ln- divldiial manera de usar el perfume. Nunca olvida de Impregnar liee- ramente la handa Interior de su sombrero. Y su* ruantes, dejado* al azar, paran tributo a su persona. Les perfumes que se usan al aire caución para lograr el "perfume ubre deben ser distintos a los que se eligen para más gala o en oca- sionan Intimas. La mayoría de los prlncip.ante» perfumistas han con- centrada tus esfuerzos an una fra- ganeia eapeclaJ para la vida al aire libra, exanta de bases artifiriales. En estos preparados predominan los Moras de helécho y de florea en profusión, semejando a un Jardín r-r maveral. Al elegir uno de es- tos preparados, tenga buen cuida- do de escoger uno que vaya de a -lerdo con su persona, y que 3e adapte a lo» vestidos que usa a diario. Los perfumes son realmente más agradables al aire lihr*». Aún en las callea de las grandes metrrtpo- -iTide prevalece el humo de ho- llln. los perfumas ocupan lugar r-cf.rente. No hay nada tan re- frescante y confortable como sen- t r una fraeanria delirada al paso de una linda muchacha. On tan- da por supuesto, que esta concuer- de con el tiempo y la ocasión. Pues ?abido es que los perfumes son el mejor estimulante para la memo- ria. Estos nos recuerdan lugares románticos de ciudades, campos, en fin nos remontan a una vida más agradable. Cómo crear una persona- lidad agradable Entre lo» grandes diseñadores franceses, es Mme. Jeanne Lanvin quien me2cla perfumes persónate» con gran éxito, e Instruye a las da- mas cómo deben usarlo», con pre- personal" adecuado. "Cualquiera que sea el perfume que use —advierte— no lo concen- tre en una sola parte de su perso- na". Es la distribución apropiada de la esencia elegida, la que hace que una luzca como envuelta en una nube de fragancias. Toque ligeramente el dobladillo de la falda ante» de salir, prenda un pedazo de algodón «aturado del perfume en el bolsillo del pecho del abrigo o vestido. Otro sitio muy apropiado la cartera. Y no olvide perfumar la parte inte- rior de loa guantes, algo muy efec- tivo. La airosa pluma de su som- brero también debe ser tocada lige- ramente con el perfume. Tal dis- tribución está llamada a hacer más seductora su persona. No se puede evitar el gasto de un buen perfume, pero si se puede tratar de sacarlas mayores venta- Jas posibles. Sea precavida en la cantidad que usa. no en la manera de usarlo. Si se cuanta usted entre las afor- tunada» que poseen un perfume ex- quisito, y que se adapte a su per- sonalidad, trate de sacarle toda» las ventajas posibles. Nosotras las féminas adoramos los perfume» y cuando hablamos de este gusto refinado no dejamos de penaar en que el sexo fuerte comparte este güito con nosotros. Eitudle cual la fragancia que le sienta, y logrará ser admirada por las personas que la rodean. m CUENTO BREVE 'Caso criminal Por James Freeman I .na frutas y legumbres doradas constituyen un hermoso centro para esta mesa sencilla. El mantel pueda a>r de organdí castaño poro cualquier otro material oscuro es también de gran efecto. Las frutas pueden dorarse con pintura dorada corriente., y para lograr un efecto aún más llamativo, píntense las hojas con laca marrón. Apreciación del trabajo de los niños T^ - Por ANGELO PATRí Cuando se les da la oportunidad y se les estimula, los niños pueden hacer excelente trabajo creador. El estimulo debe ser a manera de cri- tica constructiva o de lo contrario será absolutamente inútil. De mo- do que el padre o el maestro que intenta despertar en el niño su ge- nio creador debe poseer un instin- to critico y una comprensión sen- sata que le permita ver la oración buena, el verso admirable o el mo- vimiento expresivo que realiza la criatura, para luego poderlo entu- slísmar a fin de que continúe des- arrollando esas tendencias en la debida dirección. Los elogios exagerados y sm ra- zón constituyen una pérdida de tiempo. Los niños no saben distin- guir el buen trabajo del malo; les encanta estar siempre haciendo al- go y tienen preferencia por deter- minadas actividades. ^Lo que ha- cen les está bueno, pues ven en ello lo que ideaban y sentían la necesi- dad de rrear. De momento, una cosa perfecta, y es ahí donde con- v ene la intervención del padre o el maestro como critico. Señalar los defectos de la obra es fatal, ya que desde el punto de vista madurado del adulto, lo que hacen los niños tiene por necesi- dad que ser malo. Se necesita dis- cernir bien para escoger la cuali- dad sobresaliente del producto y hacer énfasis sobre ella, omitiendo las demás. Hágase esto y se es- tará contribuyendo a aleccionar al chico y a perfeccionar su labor. A los niños les ayuda mucho en- senarles cómo un maestro haría lo que él está tratando de hacer. Si compone una buena oración, un verso, o se expresa con frase» be- llas, muéstresele» las cosa» pareci- da» de lo» grande» maestros del arte y la literatura, y revélese el entusia»mo que ha provocado «1 acierto. Hágase esto de manera que el niño se sienta igual que el DICE LOLITA maestro que se le cita. El "ya llegarás" es preferible al "nunca llegarás, pero continúa ensayando". Hay que ser optimista siempre pa- ra no matar los aliento» del chi- quillo. En mi estimación es un error | elogiar todo lo que el niño hace. La publicación de cuentos escritos por niños como si se tratara de obras que merecen la atención pú- blica, es otro grave error. El arte es una faena que toma tiempo rea- lizar. En cambio, la apreciación es al- go que alienta mucho al talento en ciernes. Búsquense los indicios de vigor que hay en la obra de los chicos. Si una niña hace un vesti- dito para la muñeca, averigüese «i revela observación agudizada en el diseño, la linea, el estilo, el color. Si compra algún efecto y demues- tra que lo ha escogido con sensa- tez, elogíese su tino como compra- dora. No se preocupe de decir que no quiere que su niña sea una costu- rera o una poetisa. Todo lo que usted desee para ella no ha de alterar »u vocación definitiva. Pero recuerde que usted tiene una gran responsabilidad, y es la de ver que todo lo que los chico» hagan lleve el sello inconfundible de la perso- nalidad, y de que vayan acumulan- do facultades para que éstas re- fuerzen otras desconocidas en 'os afio» futuro». Ningún trabajo bue- no se pierde en el vacio. Siempre hs de influir en el deiarrollo del niño. Es menester que los padres tengan un buen sentido critico y qua aprendan a apreciar las cosas en su Justo valor. Breves muv breves Franqueza —Préítame cinco peao». chico. —¿Para cuando? —Para «iempre. fJudge). Mentiras Se discute li un peleador aficio- nado dice alguna vez la verdad. Yo creo que si. Cuando llama mentiroso a otro aficionado. f8portal. Muchos Un hombre detuvo el otro día en la calle para preguntarme su camino para la Corte de Quie- bra». Seguramente, le dije, podría Indicarle a uited cien, camino». fPicalUU). i, dijo/el mu- A utomovilística —Por ti. mi amada chacho que manejaba el coche, yo pasarla por cualquier cosa. Efectivamente en el momento en que echaba los brazo» al cuello de su amada, pasaba por encima de un policía. (Humoritt.) * * * Ventajas de la miseria —Nuestros vecinos están tan po- no- br«s qua han tañido que llevar al Btfi.ttpttiS *«£ d * e 2-íi rad,a su gra " El famoso economista francés Brillat-Savarln, muy conocido también por su gran afición a la buena mesa y al arte culinario, di- Jo una vez: - El que da una comida a un grupo de amigos, sin dedlcsr »u atención personal al acto, no me- rece tener amigos. Siguiendo este lema, ninguna ama de casa debe jamás quejarse de que éste o cualquier detalle sig- nifique "mucho trabajo", pues de- be siempre tenerse en cuenta que la síntesis del genio consiste pre- cisamente en "tomarse mucho tra- bajo", lo mismo si se refiere a pin- tura, escultura, u otro arte que al dificilísimo de ser "ama de ra- sa", que requiere probablemente más habilidad que nlngQn otro pa- ra lograr distinción. La mayor parte del goce de una buena comida ofrecida a un gruao de Invitados escogidos, la acti- vidad que la precede en la cocina, a veces con ¿lias de anticipación. Después vienen el triunfo de una co- mida perfecta y del efecto inefable que la mesa bien puesta ofrece con su belleza a los invitados. Por lo tanto, una de esta» obras maestras de la vida hogareña bien merece todo el cuidado y solicitud de que pueda ser capaz el talento femeni- no. En este artículo presento algu- nas ideas para la suena mesa que quizá requieren una buena dosis de atención que queda ampliamen- te recompe- -ada po: los resultados halagadores. La mayoría de éstas, sin embargo, puede ejecutarse em- pleando como centro de la decora- ción éste o aquel articulo antiguo. Por ejemplo, si se tiene platos con orla dorada, úsese un mantel de damasco blanco, inmaculada- mente planchado, y como centro de mesa racimos de uvas púrpura so- bre hoja» doradas. Las hojas pue- de dorarlas la misma señora con un barniz de oro. El cristal y el peltre Los platos con dibujos de Juncos azules deben ponerse en un mantel azul pálido, que lo mismo puede ser de linó más. finí que del mate- rial más barato, como papel, con cristalería azul cobalto y centro de mesa formado por limones, bana- nos y peras amarillas amontona- do» en un platón de peltre. Con platos del mismo estilo tam- bién puede ponerse la mesa con un mantel amarillo pálido, de uno u otro material, como en el caso an- terior, con centro de mesa formado por un mazo de pequeños crisan- temos amarillos en una taza azul cobalto. El cristal tallado está de nuevo muy a la moda, y en este ramo puede aprovecharse todo lo que de los abuelos se tenga en la casa, dis- poniéndolo reluciente para aprove- char todos sus hermosos destellos. Este cristal se ve encantador en un mantel verde pálido, con un buen mazo de crisantemos púrpu- ra como centro de la meta. También puede dejar»e que es- te cristal brille en todo au esplen- dor sobre una mesa da madera pu- lida, sin mantel. En este caso los crisantemo» del centro deben ser blanco» y lo» platos, por supuesto, deben ser de centro blanco. Adornos de hojas Lo» platos con diseños de frutas pueden disponerse sobra un man- tel marrón sobra el que se tienda una guirnalda de hojas verdes, con frutas, a los extremos de la mesa solamente, poniendo los asientos de CON PIMIENTA Por Diógenes El esfuerzo para vivir .deslum- hrando a sus vecinas es lo que ago- ta la existencia da la mayoría de las mujeres. La mejor forma de cariflo es guardar consideración a los demás. * * El homtra de éxito es ti qua vt las cosas como son y no como otros la dicen que son. Ns deberla permitirse las mu- jeres qua se cataran a meaos que adquieran una disposición perdona- dera y benigna. los Invitarlos a lo largo de los cos- tado». Para una cpmida especial lo» candelabros de latón lucen muy bien en el centro de la mesa. Los platos con motivos florales deben ponerse en un mantel de en- caje blanco, con una hilera de glo- bos de cristal dispuestos en el cen- mantel crudo. Para centró de me- sa póngase una pina dorada rodea- da de bellotas de pino y hojas de laurel pintadas con laca castaño oscuro. Los pitos con pequeños dibujos verdes hacen gran efecto sobre un mantel verde pálido y en el centro Un centro da crisantemos y de frutas proporciona un tema excelente. Naturalmente, nada puede ser más hermoso que un servicio de plata para el o el café al final de la comida. tro de la mesa con crisantemos ro- sados y púrpura. Los platos de barro de estilo rús- tico, se ven muy bien en un man- tel a cuadro escoceses, con un cen- tro de mesa formado por una her- mosa cabeza de brócoli, rodeada de toronjas y con un borde de pe- rejil fresco. Lo» platos y vasos opalinos, color de leche, lucen muy hermosos on un mantel verde brillante, con un centro de hojas verdes sobre las que se disponen rayas pintadas de blanco. Lo» platos de peltre se ven es- plendorosos en un mantel color na- ranja, con un centro de ciruelas extendidas alrededor de una her- mosa granada. Loa platos de cristal lucen muy bien sobre un mantel de papel do- rado, con un centro también de cristal, lleno de frutas. Hojas enlazadas Los platos con muchos adornos dorado» deben ponerse «obre u n una guirnalda de hojas de parra con racimos de uvas verees, dispuestos a intervalo» sobre las hojas. Cualquiera que sea el arreglo que se a la mesa, ei ama de casa nunca debe escatimar esfuerzo pa- ra lograr que el efecto sea lo más bello posible. La porcelana es el articulo de mayor efecto para la señora exigente, y .a plata fina ej timbre de gracia y de orgullo en cualquier mesa. El lino siempre es evidencia de la mano femeni- na. Todo, naturalmente, es cues- tión de gusto personal y de medios, pero la mesa es siempre el lugar en que lo» detalles pueden revelar la má« alta distinción, aun con me- dios muy escasos, ya que la mesa es un reflejo de los gustos y refi- namiento de la dueña, más que de opulencia y superabundancia. Por lo dicho es lógico suponer que todos lo» demá» detalles rela- cionados con la mesa y con su ser- vicio, deben Ir siempre en perfecto acuerdo, pues de otro modo falta- rla algo y el efecto serla mediocre. FIGURAS PERDIDAS Busque a un marinero. La solución en loa Anuncio» Clasificado». El Inspector Ortufto se. abrió pe- nosamente paso entre la apiñada multitud reunida frente a la hu- milde pensión y subió los escalone» de la entrada. Un agente en unifor- me guardaba la puerta y al verle lo taludó respetuosamente. —Deténgalo» ahí. No deje entrar a nadie, Castillo, ¿entiende? —Bien, Jefe. Campos le espera. El vestíbulo estaba desierto. La escalera estaba a la Izquierda y desde la barandilla del primer pito un buen número de cara» que ex- presaban terror, miraban curiosa» hacia abajo. Ortufto se acercó a una puerta que daba al pie de la escalera y oyendo que alguien »e movía den- tro de la habitación, entró. El agente Campo», de la secreta. examinaba el cadáver y al oír a Ortufto levantó la cabeza. —Hola, Jefe. Me alegro de que haya venido. La cosa me parece un suicidio. Ortuño le saludó con la raheza y miró el cadáver, que se inclina- ba boca abajo sobre la mesa, sen- tado en una silla. Al parecer, el hombre habla muerto sentado. El brazo izquierdo estaba extendido sobre la mesa y el derecho colga- ba inerte, asiendo todavía una pis- tola automática. La sangre salla de la herida que tenia en la cabe- za. Ort-uño dirigió en derredor una escudriñadora mirada que se detu- vo en un individuo que, tentado junto a la ventana, le miraba con atención. Campos pudo notar cierta tor- presa en los ojos de su Jefe. Se llama Cantero —explicó —y fué el que descubrió el cadáver. Me pareció mejor guardarlo aquí. Ortufto asintió con la cabeza y I se acercó al cadáver, mirándolo de arriba abajo. A ver, venga la historia -—dijo con indiferencia. —No es larga —replicó Campos Por lo que puedo ver, este tipo decidió acabar con su humanidad y se despachó él mismo. Llegué aquí diez minutos después del suce- so. La pistoi* estaba en su mano, como usted la ve, y hay vestigios o> pólvora alrededor del agujero por donde penetró la hala, que le atravesó la cabeza y se Incrustó en lg pared, allí. —Ya veo - dijo Ortufto inclinán- dose sobre el cadáver, examinando cuantos detalle» podía. La habitación estaba extrañamen- te tranquila, pero afuera la multi- tud crecía y el rumor que venia de ella podía escucharse débilmente a través de la ventana. Ortufto se irguió. permaneció pensativo durante varios instantes, miró a Campos y señalando con un movimiento de la cabeza al indi- viduo sentado Junto a la ventana preguntó: —¿Ese oyó el disparo? —Asi dice. Su habitación queda di- rectamente encima de ésta; dice que oyó la detonación y bajó a ver qué ocurría. —;,No la oyó nadie más? Campa» movió la cabeza negati- vamente. —Todavía no «é. No he tenido tiempo de interrogar a nadie. Ortufto se volvió súbitamente ha- cia Cantero. Cantero ¿cómo encontró usted la habitación cuando ertfró? ¿Esta- ba él sentado asi? El individuo sentado junto a la ventana, se extremeció y se incli- hacia delante. La luz que le dló de lleno reveló una cara de cutis oscuro, grosera, cruel, de ojillos negros muy pequefta y de espesas cejas. Respondió en una voz baja, gutural: —Tal como está ahora —dijo. —01 el tiro y bajé. Toqué a la puer- ta, pero nadie contestó. Como no estaba cerrada ron llave, la empu- y entré. Aquí se detuvo. Ortufto preguntó: —¿Qué más? —Lo vi ahí sentado, con la san- gre corriéndole por la cara. Me asusté y salí a buscar un policía. —Quiere decir que usted no llegó a entrar al cuarto. —No. Ortufto atravesó la habitación y se detuvo a examinar el agujero que el proyectil habla hecho en la pared. De pronto se volvió y mi- rando a Cantero fijamente excla- mó: —¡Cantero, mientes! El Individuo se levantó romo electrizado, después se sentó pesa demente. Ortufto continuó: —No hay bala que haya podi- do llegar hasta aquí y penetrar con tanta fuerza en la cabeza de un hombre, pues habría perdido gran parte de su fuerza y de su veloci- dad. Mirando mterrogador a Cantero continuó: —El primer proyectil salló por ls ventana, pero el asesino fué lo bastante astuto para disparar otro a la pared. Después cerró la ven- tana. Campo, pon las esposas a ese tipo, que se cree muy inteligente... Cantero se levantó hadando un movimiento hacia el bolsillo de atrás de su pantalón, pero se detu- vo como quien recuerda de pronto sigo. Dirigió una mirada asustada a Ortufto y dio un salto hada la puerta. Pero Campos fué más rápido que él y de un pufletazo le derribó. Or- tufto sacó su pistola y esperó im- perturbable. —Pósiselas ligero. Estoy seguro de que tenemos al asesino —dijo. Cinco minutos mis tarde el ins- pector Ortufto explicaba a su su- balterno: Campos, la cosa no podia ser sui- cidio. La pistola está en la mano deracha del individuo y por lo tan- to la bala habría entrado en * la cabeza por la derecha, pero entró por la izquierda, como se puede ver por las marca» de pólvora al- rededor de la herida. Cantero qul»o hacerlo aparecer como suicidio, pa- ro como todos los crímenes perfec- tos, dejó evidente al indicio qua la enviará al cadalso. CRUCIGRAMA 7^ I - _, ¥ r i 7 / '9 i o 't 'J '# '/ f '/ 'f le 4/ íI m 3' *?V &4**¿S zr !i \ ú v Horizontales 1—Aparato que sirve para detener o modifica- la velocidad de una máquina. 3—Escoger entre varias cosas. 5—Cada un> d" los elementos aV los cuerpo* disociados por la corriente eléctrica. 7—Planta parecida a la angélica. 11—Suavizar, mitigar. 12—Gigante hijo de Neptuno y la Tierra, a quien ahoi:^ Hércules entra sus brazos 14—Parte de la filosofía que estudia la moral. 16—Algunas letras de ¿eres. 17—Adverbio de modo. IR—Acción de cortar o talar los Arboles. 20—Voleen de los Andes ecuatorianos. 22—Metal blanco de densidad ÍS.S, que se encuentra «n rantldsde* , 'iue- ftas en gran número de minerales, en las arcillas y |ij ' »--'•- 24—Se consumirán con el fuego. 25—Cerveza Inglesa ligera. 2fi—Planta de la familia de las ninfaceas. tPI.) 27—Substancia dura, brillante e irisad», que se encu*n'rn *n p| interior > de algunas conchas. Verticales 1—Defecto o privación. Defecto de peso en la moneda 2—Percibirlo con el oído. ."V—Ágata listada con rayas paralelas. 4—Distribución de bebidas entre varias personas. *.—Agua del mar agitada por el viento. 7—Multitud de pillos. 8—Despedir mal olor un» cosa. 9—Nombre femenino. 10—En arquitectura, nervio o arista. 13—Prefijo que significa NUEVO. 15- -Hueso de la cadera. 18—Zoófito cuyo soporte calizo de color blanco, rojo. etc.. se usa para fabricar joyas. 19—Tablero sostenido por dos varas laterales, que sirve para conducir personas o cosas. 20—Está en adrenalina. 21—Voz que dreula entre el público. Ruld" confuso de voces. 23—Entérese de lo esedto. (Inv.l Vea la solución en la Página de Anuncios Clasificados. Conocimientos y Curiosidades EL PODER. ASÉDENTE UNáUBRA DC QA* moRiSGrj*o, tsALONDE 7 PtSS D* OléV- // METRO V TIENE I UNA FUERZA. ASCENDENTE O !Vm LEVANTAMIEN- TO DE 13 LIBRAS. RAROS EL como, DB DEL mmmxMA BAJADO DE' £000.000 A /.too DOLAR!» LA TIERRA DE LO* MUSgO» EN LOS EE.UU. sm_ESTANOON- MUSCOS ABATAN OV DOS CADA SKMeVfctA. A caballo de valles y lomas Por F. Manrique Cabrera A caballo de valles y loma» el viento pasa cantando con su guitarra de ramas. Versa por el mar lejano, por los rioa y quebradas que retozan con las yerbas amifuita» de los campo». ¡Qué dulce se duermen los niños cuando el viento pasa cantando canciones tan fresca»! CANCIÓN También ello» piensan que al el viento calla. dormirán la» ramas, dormirán las yerbas. Todo será sueno cuando el viento abuelo empiece y termrne de tocar su Inmensa guitarra de rama». ¿Que error hay aquí? Por Luis Rechani Agrait y Rafael Rivera Otero Éí arroyo está cantando, cantando contento está. Empezó no sabe cando, ni cuándo terminará. Por el campo se adelanta tarareando su canción, y. tan lindo es lo que canta que canta mi corazón. El cantar siempre me llena de regocijo y de bien, y «si cualquier cantilena me pone a cantar también. Dios te bendiga, arroyuelo. pues después da una oración, nada acerca tanto al cielo como una alegra canción. 81 no encuentra el errar bosque la solución en loa anuncio» clasificada*. '- -- s ¿zjJt^M

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  • EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. SBADO 10 DE DICIEMBRE DE 1938. 13

    Perfumes para usarse al aire libre Por Patricia Lindsay

    La mesa debe mostrar el toque femenino Por Elizabeth M. Boykin

    Marte Wllsnn. la popular estrella de cine, nos muestra su nica * ln- divldiial manera de usar el perfume. Nunca olvida de Impregnar liee-

    ramente la handa Interior de su sombrero. Y su* ruantes, dejado* al azar, paran tributo a su persona.

    Les perfumes que se usan al aire caucin para lograr el "perfume ubre deben ser distintos a los que se eligen para ms gala o en oca- sionan Intimas. La mayora de los prlncip.ante perfumistas han con- centrada tus esfuerzos an una fra- ganeia eapeclaJ para la vida al aire libra, exanta de bases artifiriales.

    En estos preparados predominan los Moras de helcho y de florea en profusin, semejando a un Jardn r-r maveral. Al elegir uno de es- tos preparados, tenga buen cuida- do de escoger uno que vaya de a -lerdo con su persona, y que 3e adapte a lo vestidos que usa a diario.

    Los perfumes son realmente ms agradables al aire lihr*. An en las callea de las grandes metrrtpo-

    -iTide prevalece el humo de ho- llln. los perfumas ocupan lugar r-cf.rente. No hay nada tan re- frescante y confortable como sen- t r una fraeanria delirada al paso de una linda muchacha. On tan- da por supuesto, que esta concuer- de con el tiempo y la ocasin. Pues ?abido es que los perfumes son el mejor estimulante para la memo- ria. Estos nos recuerdan lugares romnticos de ciudades, campos, en fin nos remontan a una vida ms agradable.

    Cmo crear una persona- lidad agradable

    Entre lo grandes diseadores franceses, es Mme. Jeanne Lanvin quien me2cla perfumes persnate con gran xito, e Instruye a las da- mas cmo deben usarlo, con pre-

    personal" adecuado. "Cualquiera que sea el perfume

    que use advierte no lo concen- tre en una sola parte de su perso- na". Es la distribucin apropiada de la esencia elegida, la que hace que una luzca como envuelta en una nube de fragancias.

    Toque ligeramente el dobladillo de la falda ante de salir, prenda un pedazo de algodn aturado del perfume en el bolsillo del pecho del abrigo o vestido. Otro sitio muy apropiado o la cartera. Y no olvide perfumar la parte inte- rior de loa guantes, algo muy efec- tivo. La airosa pluma de su som- brero tambin debe ser tocada lige- ramente con el perfume. Tal dis- tribucin est llamada a hacer ms seductora su persona.

    No se puede evitar el gasto de un buen perfume, pero si se puede tratar de sacarlas mayores venta- Jas posibles. Sea precavida en la cantidad que usa. no en la manera de usarlo.

    Si se cuanta usted entre las afor- tunada que poseen un perfume ex- quisito, y que se adapte a su per- sonalidad, trate de sacarle toda las ventajas posibles.

    Nosotras las fminas adoramos los perfume y cuando hablamos de este gusto refinado no dejamos de penaar en que el sexo fuerte comparte este gito con nosotros. Eitudle cual e la fragancia que le sienta, y lograr ser admirada por las personas que la rodean.

    m CUENTO BREVE

    'Caso criminal Por James Freeman

    I .na frutas y legumbres doradas constituyen un hermoso centro para esta mesa sencilla. El mantel pueda a>r de organd castao poro cualquier otro material oscuro es tambin de gran efecto. Las frutas pueden dorarse con pintura dorada corriente., y para lograr un efecto an ms llamativo, pntense las hojas con laca marrn.

    Apreciacin del trabajo de los nios T^- Por ANGELO PATR

    Cuando se les da la oportunidad y se les estimula, los nios pueden hacer excelente trabajo creador. El estimulo debe ser a manera de cri- tica constructiva o de lo contrario ser absolutamente intil. De mo- do que el padre o el maestro que intenta despertar en el nio su ge- nio creador debe poseer un instin- to critico y una comprensin sen- sata que le permita ver la oracin buena, el verso admirable o el mo- vimiento expresivo que realiza la criatura, para luego poderlo entu- slsmar a fin de que contine des- arrollando esas tendencias en la debida direccin.

    Los elogios exagerados y sm ra- zn constituyen una prdida de tiempo. Los nios no saben distin- guir el buen trabajo del malo; les encanta estar siempre haciendo al- go y tienen preferencia por deter- minadas actividades. ^Lo que ha- cen les est bueno, pues ven en ello lo que ideaban y sentan la necesi- dad de rrear. De momento, e una cosa perfecta, y es ah donde con- v ene la intervencin del padre o el maestro como critico.

    Sealar los defectos de la obra es fatal, ya que desde el punto de vista madurado del adulto, lo que hacen los nios tiene por necesi- dad que ser malo. Se necesita dis- cernir bien para escoger la cuali- dad sobresaliente del producto y hacer nfasis sobre ella, omitiendo las dems. Hgase esto y se es- tar contribuyendo a aleccionar al chico y a perfeccionar su labor.

    A los nios les ayuda mucho en- senarles cmo un maestro hara lo que l est tratando de hacer. Si compone una buena oracin, un verso, o se expresa con frase be- llas, mustresele las cosa pareci- da de lo grande maestros del arte y la literatura, y revlese el entusiamo que ha provocado 1 acierto. Hgase esto de manera que el nio se sienta igual que el

    DICE LOLITA

    maestro que se le cita. El "ya llegars" es preferible al "nunca llegars, pero contina ensayando". Hay que ser optimista siempre pa- ra no matar los aliento del chi- quillo.

    En mi estimacin es un error | elogiar todo lo que el nio hace. La publicacin de cuentos escritos por nios como si se tratara de obras que merecen la atencin p- blica, es otro grave error. El arte es una faena que toma tiempo rea- lizar.

    En cambio, la apreciacin es al- go que alienta mucho al talento en ciernes. Bsquense los indicios de vigor que hay en la obra de los chicos. Si una nia hace un vesti- dito para la mueca, averigese i revela observacin agudizada en el diseo, la linea, el estilo, el color. Si compra algn efecto y demues- tra que lo ha escogido con sensa- tez, elogese su tino como compra- dora.

    No se preocupe de decir que no quiere que su nia sea una costu- rera o una poetisa. Todo lo que usted desee para ella no ha de alterar u vocacin definitiva. Pero recuerde que usted tiene una gran responsabilidad, y es la de ver que todo lo que los chico hagan lleve el sello inconfundible de la perso- nalidad, y de que vayan acumulan- do facultades para que stas re- fuerzen otras desconocidas en 'os afio futuro. Ningn trabajo bue- no se pierde en el vacio. Siempre hs de influir en el deiarrollo del nio. Es menester que los padres tengan un buen sentido critico y qua aprendan a apreciar las cosas en su Justo valor.

    Breves muv breves

    Franqueza Prtame cinco peao. chico. Para cuando? Para iempre. fJudge).

    Mentiras Se discute li un peleador aficio-

    nado dice alguna vez la verdad. Yo creo que si.

    Cuando llama mentiroso a otro aficionado. f8portal.

    Muchos Un hombre m detuvo el otro

    da en la calle para preguntarme su camino para la Corte de Quie- bra. Seguramente, le dije, podra Indicarle a uited cien, camino.

    fPicalUU).

    i, dijo/el mu- A utomovilstica

    Por ti. mi amada chacho que manejaba el coche, yo pasarla por cualquier cosa.

    Efectivamente en el momento en que echaba los brazo al cuello de su amada, pasaba por encima de un polica. (Humoritt.)

    * * * Ventajas de la miseria

    Nuestros vecinos estn tan po- no- brs qua han taido que llevar al

    Btfi.ttpttiS * d*e 2-irad,a su gra"

    El famoso economista francs Brillat-Savarln, muy conocido tambin por su gran aficin a la buena mesa y al arte culinario, di- Jo una vez:

    - El que da una comida a un grupo de amigos, sin dedlcsr u atencin personal al acto, no me- rece tener amigos.

    Siguiendo este lema, ninguna ama de casa debe jams quejarse de que ste o cualquier detalle sig- nifique "mucho trabajo", pues de- be siempre tenerse en cuenta que la sntesis del genio consiste pre- cisamente en "tomarse mucho tra- bajo", lo mismo si se refiere a pin- tura, escultura, u otro arte que al dificilsimo de ser "ama de ra- sa", que requiere probablemente ms habilidad que nlngQn otro pa- ra lograr distincin.

    La mayor parte del goce de una buena comida ofrecida a un gruao de Invitados escogidos, e la acti- vidad que la precede en la cocina, a veces con lias de anticipacin. Despus vienen el triunfo de una co- mida perfecta y del efecto inefable que la mesa bien puesta ofrece con su belleza a los invitados. Por lo tanto, una de esta obras maestras de la vida hogarea bien merece todo el cuidado y solicitud de que pueda ser capaz el talento femeni- no.

    En este artculo presento algu- nas ideas para la suena mesa que quiz requieren una buena dosis de atencin que queda ampliamen- te recompe- -ada po: los resultados halagadores. La mayora de stas, sin embargo, puede ejecutarse em- pleando como centro de la decora- cin ste o aquel articulo antiguo.

    Por ejemplo, si se tiene platos con orla dorada, sese un mantel de damasco blanco, inmaculada- mente planchado, y como centro de mesa racimos de uvas prpura so- bre hoja doradas. Las hojas pue- de dorarlas la misma seora con un barniz de oro.

    El cristal y el peltre Los platos con dibujos de Juncos

    azules deben ponerse en un mantel azul plido, que lo mismo puede ser de lin ms. fin que del mate- rial ms barato, como papel, con cristalera azul cobalto y centro de mesa formado por limones, bana- nos y peras amarillas amontona- do en un platn de peltre.

    Con platos del mismo estilo tam- bin puede ponerse la mesa con un mantel amarillo plido, de uno u otro material, como en el caso an- terior, con centro de mesa formado por un mazo de pequeos crisan- temos amarillos en una taza azul cobalto.

    El cristal tallado est de nuevo muy a la moda, y en este ramo puede aprovecharse todo lo que de los abuelos se tenga en la casa, dis- ponindolo reluciente para aprove- char todos sus hermosos destellos. Este cristal se ve encantador en un mantel verde plido, con un buen mazo de crisantemos prpu- ra como centro de la meta.

    Tambin puede dejare que es- te cristal brille en todo au esplen- dor sobre una mesa da madera pu- lida, sin mantel. En este caso los crisantemo del centro deben ser blanco y lo platos, por supuesto, deben ser de centro blanco. Adornos de hojas

    Lo platos con diseos de frutas pueden disponerse sobra un man- tel marrn sobra el que se tienda una guirnalda de hojas verdes, con frutas, a los extremos de la mesa solamente, poniendo los asientos de

    CON PIMIENTA

    Por Digenes El esfuerzo para vivir .deslum-

    hrando a sus vecinas es lo que ago- ta la existencia da la mayora de las mujeres.

    La mejor forma de cariflo es

    guardar consideracin a los dems. * *

    El homtra de xito es ti qua vt las cosas como son y no como otros la dicen que son.

    Ns deberla permitirse las mu-

    jeres qua se cataran a meaos que adquieran una disposicin perdona- dera y benigna.

    los Invitarlos a lo largo de los cos- tado. Para una cpmida especial lo candelabros de latn lucen muy bien en el centro de la mesa.

    Los platos con motivos florales deben ponerse en un mantel de en- caje blanco, con una hilera de glo- bos de cristal dispuestos en el cen-

    mantel crudo. Para centr de me- sa pngase una pina dorada rodea- da de bellotas de pino y hojas de laurel pintadas con laca castao oscuro.

    Los pitos con pequeos dibujos verdes hacen gran efecto sobre un mantel verde plido y en el centro

    Un centro da crisantemos y de frutas proporciona un tema excelente. Naturalmente, nada puede ser ms hermoso que un servicio de plata

    para el t o el caf al final de la comida.

    tro de la mesa con crisantemos ro- sados y prpura.

    Los platos de barro de estilo rs- tico, se ven muy bien en un man- tel a cuadro escoceses, con un cen- tro de mesa formado por una her- mosa cabeza de brcoli, rodeada de toronjas y con un borde de pe- rejil fresco.

    Lo platos y vasos opalinos, color de leche, lucen muy hermosos on un mantel verde brillante, con un centro de hojas verdes sobre las que se disponen rayas pintadas de blanco.

    Lo platos de peltre se ven es- plendorosos en un mantel color na- ranja, con un centro de ciruelas extendidas alrededor de una her- mosa granada.

    Loa platos de cristal lucen muy bien sobre un mantel de papel do- rado, con un centro tambin de cristal, lleno de frutas.

    Hojas enlazadas Los platos con muchos adornos

    dorado deben ponerse obre u n

    una guirnalda de hojas de parra con racimos de uvas verees, dispuestos a intervalo sobre las hojas.

    Cualquiera que sea el arreglo que se d a la mesa, ei ama de casa nunca debe escatimar esfuerzo pa- ra lograr que el efecto sea lo ms bello posible. La porcelana es el articulo de mayor efecto para la seora exigente, y .a plata fina ej timbre de gracia y de orgullo en cualquier mesa. El lino siempre es evidencia de la mano femeni- na. Todo, naturalmente, es cues- tin de gusto personal y de medios, pero la mesa es siempre el lugar en que lo detalles pueden revelar la m alta distincin, aun con me- dios muy escasos, ya que la mesa es un reflejo de los gustos y refi- namiento de la duea, ms que de opulencia y superabundancia.

    Por lo dicho es lgico suponer que todos lo dem detalles rela- cionados con la mesa y con su ser- vicio, deben Ir siempre en perfecto acuerdo, pues de otro modo falta- rla algo y el efecto serla mediocre.

    FIGURAS PERDIDAS

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    El Inspector Ortufto se. abri pe- nosamente paso entre la apiada multitud reunida frente a la hu- milde pensin y subi los escalone de la entrada. Un agente en unifor- me guardaba la puerta y al verle lo talud respetuosamente.

    Detngalo ah. No deje entrar a nadie, Castillo, entiende?

    Bien, Jefe. Campos le espera. El vestbulo estaba desierto. La

    escalera estaba a la Izquierda y desde la barandilla del primer pito un buen nmero de cara que ex- presaban terror, miraban curiosa hacia abajo.

    Ortufto se acerc a una puerta que daba al pie de la escalera y oyendo que alguien e mova den- tro de la habitacin, entr.

    El agente Campo, de la secreta. examinaba el cadver y al or a Ortufto levant la cabeza.

    Hola, Jefe. Me alegro de que haya venido. La cosa me parece un suicidio.

    Ortuo le salud con la raheza y mir el cadver, que se inclina- ba boca abajo sobre la mesa, sen- tado en una silla. Al parecer, el hombre habla muerto sentado. El brazo izquierdo estaba extendido sobre la mesa y el derecho colga- ba inerte, asiendo todava una pis- tola automtica. La sangre salla de la herida que tenia en la cabe- za.

    Ort-uo dirigi en derredor una escudriadora mirada que se detu- vo en un individuo que, tentado junto a la ventana, le miraba con atencin.

    Campos pudo notar cierta tor- presa en los ojos de su Jefe.

    Se llama Cantero explic y fu el que descubri el cadver. Me pareci mejor guardarlo aqu.

    Ortufto asinti con la cabeza y I se acerc al cadver, mirndolo de arriba abajo.

    A ver, venga la historia -dijo con indiferencia.

    No es larga replic Campos Por lo que puedo ver, este tipo decidi acabar con su humanidad y se despach l mismo. Llegu aqu diez minutos despus del suce- so. La pistoi* estaba en su mano, como usted la ve, y hay vestigios o> plvora alrededor del agujero por donde penetr la hala, que le atraves la cabeza y se Incrust en lg pared, all.

    Ya veo - dijo Ortufto inclinn- dose sobre el cadver, examinando cuantos detalle poda.

    La habitacin estaba extraamen- te tranquila, pero afuera la multi- tud creca y el rumor que venia de ella poda escucharse dbilmente a travs de la ventana.

    Ortufto se irgui. permaneci pensativo durante varios instantes, mir a Campos y sealando con un movimiento de la cabeza al indi- viduo sentado Junto a la ventana pregunt:

    Ese oy el disparo? Asi dice. Su habitacin queda di-

    rectamente encima de sta; dice que oy la detonacin y baj a ver qu ocurra.

    ;,No la oy nadie ms? Campa movi la cabeza negati-

    vamente. Todava no . No he tenido

    tiempo de interrogar a nadie. Ortufto se volvi sbitamente ha-

    cia Cantero. Cantero cmo encontr usted

    la habitacin cuando ertfr? Esta- ba l sentado asi?

    El individuo sentado junto a la ventana, se extremeci y se incli- n hacia delante. La luz que le dl de lleno revel una cara de cutis oscuro, grosera, cruel, de ojillos negros muy pequefta y de espesas cejas. Respondi en una voz baja, gutural:

    Tal como est ahora dijo. 01 el tiro y baj. Toqu a la puer- ta, pero nadie contest. Como no estaba cerrada ron llave, la empu- j y entr.

    Aqu se detuvo. Ortufto pregunt: Qu ms? Lo vi ah sentado, con la san-

    gre corrindole por la cara. Me asust y sal a buscar un polica.

    Quiere decir que usted no lleg a entrar al cuarto.

    No. Ortufto atraves la habitacin y

    se detuvo a examinar el agujero que el proyectil habla hecho en la pared. De pronto se volvi y mi- rando a Cantero fijamente excla- m:

    Cantero, mientes! El Individuo se levant romo

    electrizado, despus se sent pesa demente.

    Ortufto continu: No hay bala que haya podi-

    do llegar hasta aqu y penetrar con tanta fuerza en la cabeza de un hombre, pues habra perdido gran parte de su fuerza y de su veloci- dad.

    Mirando mterrogador a Cantero continu:

    El primer proyectil sall por ls ventana, pero el asesino fu lo bastante astuto para disparar otro a la pared. Despus cerr la ven- tana. Campo, pon las esposas a ese tipo, que se cree muy inteligente...

    Cantero se levant hadando un movimiento hacia el bolsillo de atrs de su pantaln, pero se detu- vo como quien recuerda de pronto sigo. Dirigi una mirada asustada a Ortufto y dio un salto hada la puerta.

    Pero Campos fu ms rpido que l y de un pufletazo le derrib. Or- tufto sac su pistola y esper im- perturbable.

    Psiselas ligero. Estoy seguro de que tenemos al asesino dijo.

    Cinco minutos mis tarde el ins- pector Ortufto explicaba a su su- balterno:

    Campos, la cosa no podia ser sui- cidio. La pistola est en la mano deracha del individuo y por lo tan- to la bala habra entrado en * la cabeza por la derecha, pero entr por la izquierda, como se puede ver por las marca de plvora al- rededor de la herida. Cantero qulo hacerlo aparecer como suicidio, pa- ro como todos los crmenes perfec- tos, dej evidente al indicio qua la enviar al cadalso.

    CRUCIGRAMA

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    1Aparato que sirve para detener o modifica- la velocidad de una mquina.

    3Escoger entre varias cosas. 5Cada un> d" los elementos aV los cuerpo* disociados por la corriente

    elctrica. . 7Planta parecida a la anglica.

    11Suavizar, mitigar. 12Gigante hijo de Neptuno y la Tierra, a quien ahoi:^ Hrcules entra

    sus brazos 14Parte de la filosofa que estudia la moral. 16Algunas letras de eres. 17Adverbio de modo. IRAccin de cortar o talar los Arboles. 20Voleen de los Andes ecuatorianos. 22Metal blanco de densidad S.S, que se encuentra n rantldsde* -,'iue-

    ftas en gran nmero de minerales, en las arcillas y |ij '--'- 24Se consumirn con el fuego. 25Cerveza Inglesa ligera. 2fiPlanta de la familia de las ninfaceas. tPI.) 27Substancia dura, brillante e irisad, que se encu*n'rn *n p| interior

    > de algunas conchas.

    Verticales 1Defecto o privacin. Defecto de peso en la moneda 2Percibirlo con el odo. ."Vgata listada con rayas paralelas. 4Distribucin de bebidas entre varias personas. *.Agua del mar agitada por el viento. 7Multitud de pillos. 8Despedir mal olor un cosa. 9Nombre femenino.

    10En arquitectura, nervio o arista. 13Prefijo que significa NUEVO. 15- -Hueso de la cadera. 18Zofito cuyo soporte calizo de color blanco, rojo. etc.. se usa para

    fabricar joyas. 19Tablero sostenido por dos varas laterales, que sirve para conducir

    personas o cosas. 20Est en adrenalina. 21Voz que dreula entre el pblico. Ruld" confuso de voces. 23Entrese de lo esedto. (Inv.l

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    A caballo de valles y lomas Por F. Manrique Cabrera

    A caballo de valles y loma el viento pasa cantando con su guitarra de ramas. Versa por el mar lejano, por los rioa y quebradas que retozan con las yerbas amifuita de los campo. Qu dulce se duermen los nios cuando el viento pasa cantando canciones tan fresca!

    CANCIN

    Tambin ello piensan que al el viento calla. dormirn la ramas, dormirn las yerbas.

    Todo ser sueno cuando el viento abuelo empiece y termrne de tocar su Inmensa guitarra de rama.

    Que error hay aqu?

    Por Luis Rechani Agrait y Rafael Rivera Otero

    arroyo est cantando, cantando contento est. Empez no sabe cando, ni cundo terminar.

    Por el campo se adelanta tarareando su cancin, y. tan lindo es lo que canta que canta mi corazn.

    El cantar siempre me llena de regocijo y de bien, y si cualquier cantilena me pone a cantar tambin.

    Dios te bendiga, arroyuelo. pues despus da una oracin, nada acerca tanto al cielo como una alegra cancin.

    81 no encuentra el errar bosque la solucin en loa anuncio clasificada*.

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