perfil de la microempresa de san cristÓbal zapotitlÁn

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A N U A R I O D E I N V E S T I G A C I Ó N U N I V A 2 0 1 3 U N I V E R S I D A D D E L V A L L E D E A T E M A J A C

El “Programa de desarrollo turístico de Tonalá, Tlajomulco de Zuñiga, región del Lago de Chapala y la Manzanilla de la Paz, Jalisco” de la Secretaría de Turismo del Estado de Jalisco (SETUJAL) tiene como objetivo:

Impulsar el desarrollo ordenado y sostenible de la actividad turística de la región, a través de actividades y servicios turísticos acordes a los requerimientos del mercado y a las expectativas de la población, estableciendo las estrategias, acciones e inversiones en el corto, mediano y largo plazos, que contribuyan a la implementación de proyectos turísticos integrales y al desarrollo regional sustentable. (CEURA, 2009). Este proyecto propone habilitar la Ribera de Chapala, como un destino turístico pretendiendo que las pequeñas poblaciones a lo largo de cada uno de los municipios de la zona se integren a este propósito con sus propios atractivos naturales y culturales.

Los aspectos que SECTUR considera importantes para trabajar en las poblaciones de la zona son el aprovechamiento de los recursos turísticos naturales, como el lago de Chapala, y de los recursos culturales. También la capacitación, la oferta de alojamiento con calidad turística, actividades complementarias, la infraestructura, calidad en la prestación de servicios, formalizar el comercio, la imagen urbana, el cuidado del ambiente y la naturaleza, así como los servicios básicos urbanos en las comunidades (CEURA, 2009) con el objetivo de complementar una oferta turística de calidad. Uno de los municipios incluidos en el proyecto es Jocotepec, al cual pertenece la delegación de San Cristóbal Zapotitlán. Este poblado no es un sitio atractivo para el turismo, no cuenta con las características propias de un destino turístico como son lugares, actividades de entretenimiento y servicios dirigidos a la

PERFIL DE LA MICROEMPRESA DE SAN CRISTÓBAL ZAPOTITLÁN, PARA FACILITAR SU PROCESO DE INCLUSIÓN

EN EL DESARROLLO TURÍSTICO DE LA RIBERA DE CHAPALA.

M t r a . R o s a n a M o r a V e l a s c oM t r a . I r m a L i v i e r D e R e g i l S á n c h e z

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A N U A R I O D E I N V E S T I G A C I Ó N U N I V A 2 0 1 3

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U N I V E R S I D A D D E L V A L L E D E A T E M A J A C

atención del turista. Sin embargo, de acuerdo al estudio del CEURA (2009), esta zona si cuenta con los atractivos turísticos naturales y culturales, los cuales representan un potencial para desarrollar a las comunidades y generarles beneficios.

Sin embargo para que estos atractivos se aprovechen, se debe considerar la afluencia turística a la zona, que de acuerdo a los datos correspondientes de la Dirección de informática y estadísticas de SETUJAL con la colaboración de la Delegación de turismo en Chapala y Mazamitla, estos indican que ”la afluencia turística a la zona de la Ribera de Chapala en el 2008 fue de 851,787 nacionales y 175,860 extranjeros, haciendo un total de 1’027,647 personas de las cuales, 666,549 son de tránsito” y la afluencia turística a Mazamitla fue de 125,341 nacionales y 1,773 extranjeros, haciendo un total de 127,114 personas de las cuales 32,255 fueron de tránsito. Estos por lo general, tienen que pasar por algunas delegaciones de los municipios de Jocotepec y Tuxcueca para llegar a dicho destino.

Respecto a los turistas o visitantes que pernoctan (OMT, s.f.); ya que permanecen más de 24 Hrs en el lugar y generan derrama económica al consumir diversos servicios; el “Programa de Desarrollo Turístico de Tonalá, Tlajomulco de Zúñiga, Región del Lago de Chapala y La Manzanilla de la Paz, Estado de Jalisco” (SETUJAL, 2010) señala que en la Ribera de Chapala, en el 2009, la ocupación hotelera fue de 184 mil personas, siendo 165 mil nacionales y 19 mil extranjeros hospedados en el lugar.

Por lo tanto el programa turístico lo que busca es generar un incremento en la cantidad de turistas (visitantes que pernocten) en la zona, prospectando para el 2030 una cantidad de 1’140 mil personas, es decir, una diferencia de 956 mil turistas más (SETUJAL, 2010).

Este programa es parte del Plan Nacional de Desarrollo para el periodo 2007- 2012 para mejorar la calidad de vida de los mexicanos que contempla el crecimiento económico sostenido y la sustentabilidad ambiental mediante la participación responsable de la población para aprovechar, cuidar, proteger y preservar la riqueza natural del país. Se considera al turismo como una actividad estratégica para generar inversiones, empleos y combatir la pobreza en las zonas con atractivos turísticos competitivos. (CEURA, 2009).

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Este programa también se integra al Plan Estatal de Desarrollo 2007-2030 el cual considera a las regiones como los pilares para la planeación y la gestión del desarrollo permitiendo la interacción de los municipios buscando intereses comunes mediante articulaciones económicas, socioculturales y político administrativas. (CEURA, 2009).

De este modo, SETUJAL presentó sus proyectos para detonar el turismo en esta zona, de los cuales se presentan los siguientes:

- Atender los problemas sociales en beneficio de las comunidades y del turismo.- Implementar un sistema de información estadística integral de la actividad turística a nivel regional.- Promover la generación de empresas de operación turística que brinden servicios de recorridos entre las principales ciudades y los atractivos culturales y naturales de la zona.- Cursos y talleres de capacitación a los prestadores de servicios de la zona de estudio… y promover la creación de mayores centros de diversión y entretenimiento (Proyectos Detonadores)” (CEURA, 2009, p. X-2 y X-3).

Mediante su diagnóstico, SETUJAL demuestra las carencias en las comunidades y la falta de empresas prestadoras de servicios con personal capacitado para atender los requerimientos y necesidades del turismo que se espera para el 2030. El municipio de Jocotepec es uno de los municipios sensibles al programa y que se encuentra en esta situación.Jocotepec se encuentra ubicado en la región de la Ciénega, al noreste del lago de Chapala, cuenta con 51 localidades, siendo 10 de ellas las principales, y entre las cuales encontramos San Cristóbal Zapotitlán que es la comunidad objeto de este estudio. (SEIJAL, 2011).

En abril del 2009, el equipo misionero de la Universidad del Valle de Atemajac visitó el pueblo de San Luis Soyatlán, municipio de Tuxcueca, donde se detectó la necesidad de la comunidad para ser apoyada en cuanto al desarrollo de producto de algunas microempresas.

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Seis emprendedores fueron canalizados a un grupo de más de 20 estudiantes de las carreras de Mercadotecnia y Comercio Internacional, que dirigidos por sus docentes, trabajaron 6 proyectos específicos (salsas caseras, ropa de manta, mermeladas, medicina alternativa, artesanía de hoja de maíz y un parque). Estos fueron presentados a los interesados y en el mismo espacio se ofreció un taller de capacitación sobre algunos aspectos de mercadotecnia como lo son la planeación estratégica, la segmentación de mercados y la mezcla de marketing. Estos fueron impartidos por los alumnos de la carrera de mercadotecnia aproximadamente a 20 personas de la comunidad. También se organizó un evento en el cerro de García para promoverlo como parque eco-turístico en el que hubo venta de comida, bebidas y renta de cuatrimotos. En este proyecto participaron 12 alumnos de la carrera de Mercadotecnia y un docente junto con los líderes del proyecto. Esto detonó el interés de la Secretaría de Turismo de Jalisco, a quien le atrajo el esfuerzo por apoyar el desarrollo turístico de estas comunidades indígenas (de origen náhuatl de acuerdo a lo que comentan los pobladores) y se acercó a la Universidad del Valle de Atemajac solicitando de manera formal la ayuda para continuar el proyecto de fortalecer a la comunidad de San Cristóbal como parte de este programa de desarrollo turístico de la región.

Sin embargo, para que se pueda insertar a la población de San Cristóbal Zapotitlán en el programa de SETUJAL, se debe analizar la situación de la microempresa en la comunidad para determinar la forma en que esta se involucrará en el proyecto, ya que es claro que el esfuerzo principal debe hacerse con los microempresarios del pueblo, ya que son quienes dirigen las empresas que brindarían servicios básicos al turista que visite el lugar, como son: alimentos, hospedaje, entretenimiento, comunicación, transporte, entre otros. Por lo tanto el cuestionamiento fue: ¿Cuál es el perfil de la microempresa de San Cristóbal Zapotitlán?

Objetivos.El objetivo general de este estudio fue analizar el perfil de la microempresa de San Cristóbal Zapotitlán, municipio de Jocotepec, Jal., en el 2011, para facilitar su proceso de inclusión en el desarrollo turístico de la Ribera de Chapala.

Los objetivos específicos de investigación fueron:

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- Identificar a los microempresarios de la comunidad interesados en sumarse al proyecto turístico de la Ribera de Chapala.- Describir la situación en la que se encuentran los microempresarios de la comunidad.- Determinar las necesidades que tienen los microempresarios de la comunidad.- Identificar las microempresas que pueden apoyarse para incluirlas en el desarrollo del turismo en la región.

Contando con esta información será posible determinar la forma de insertar a la comunidad y a sus empresas en el proyecto turístico de la Ribera de Chapala, incluso se les puede asesorar para que se dirijan a las instituciones adecuadas que pueden brindarles la capacitación y ayuda necesaria para su caso particular.

Marco teórico.Mendoza, Turrent, Hernández, Lerma, Aceves Ruiz, y Cortés (s.f., p. 2) definen la microempresa como “un pequeño negocio que se establece en una comunidad, operado con la mano de obra familiar, que ofrece un insumo o servicio requerido por una tecnología” y la señalan como generadora de beneficios directos para los microempresarios, aunque su principal objetivo es proporcionar bienes o servicio a otros productores de su misma comunidad o región para que de este modo obtengan mejores insumos.

Sobre las micro, pequeñas y medianas empresas, el Diario Oficial de la Federación (Ruiz Mateos, 2009) señala que estas son fundamentales para el desarrollo económico de los países pues contribuyen generando empleo, aportan al producto interno bruto (PIB) y son, en el caso concreto de México, casi el 100% de las unidades económicas del país, aportando el 52% del PIB y 70% de empleos formales.

Ruiz Mateos (2009) presenta la estratificación que la Secretaría de Economía tiene para el tratamiento de las empresas la cual se basa en la ponderación del número de empleados y las ventas anuales, de manera que estas se clasifican como se muestra en la siguiente tabla:

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Contexto de la comunidad de San Cristóbal Zapotitlán.La población general de esta investigación es la comunidad de San Cristóbal Zapotitlán, delegación del municipio de Jocotepec, en el estado de Jalisco. Se encuentra a menos de una hora de la ciudad de Guadalajara, por la carretera libre GDL-Morelia KM 85 camino a Mazamitla, antes de llegar a San Luis Soyatlán, 12km después de entronque a Jocotepec. A 1530 metros de altitud (“San Cristóbal Zapotitlán”, s.f.), esta población cuenta con un clima semiseco y semicálido, con mucha vegetación al pie del Lago de Chapala que se compone de mezquite, guamúchil, encinos y cítricos. (SEIJAL, 2011).

San Cristóbal Zapotitlán cuenta aproximadamente con 1,843 habitantes, 868 hombres y 975 mujeres (SEIJAL, 2011), 754 son niños y 1089 son adultos, de los cuales 228 son adultos mayores. Son 426 hogares. (“San Cristóbal Zapotitlán-Jalisco, s.f.). El fenómeno de la migración entre los varones es común en esta región. Es una comunidad de antecedentes indígenas, de raíz náhuatl, aunque actualmente no utilizan el dialecto y han perdido dicha identidad cultural; solo 6 personas viven en hogares indígenas de las cuales solo 4 hablan el dialecto (“San Cristóbal Zapotitlán-Jalisco, s.f.). Cuentan con bajos recursos en su mayoría, por lo que buscan autoemplearse pero no cuentan con los recursos económicos para invertir en proyectos de desarrollo turístico. (Reynoso Gallardo, 2010). Existen algunas casas de campo cercanas y en los alrededores cuyos propietarios por lo general son extranjeros.

Junto a San Cristóbal se encuentra ubicado el cerro de García, zona propia para una reserva ecológica de 422 hectáreas de propiedad indígena (cedidas por el gobierno federal ya que fueron habitadas por sus antepasados), cuenta con hermosas vistas y ofrece un enorme potencial natural para invitar al turista a la realización de actividades deportivas y recreativas en armonía con la naturaleza como senderismo y ciclismo de montaña. El clima en el cerro es frío en invierno, y templado el resto del año. Su vegetación predominante es el encino rojo, el roble, el soyate (pata de elefante) y algunas plantas exóticas como la orquídea. La fauna común es el venado cola blanca, puma mexicano, jabalí, tejón solitario y de manada, conejo, armadillos, linces, zorro, coyote, tlacuache y una diversidad de aves. Sobre minerales existe abundante “piedra laja”. (Reynoso Gallardo, 2010). Su actividad económica basada en la agricultura es el cultivo de fresa, zarzamora, mora silvestre y frambuesa. Estas se venden a empresas extranjeras y a aquellos frutos que no pasan el control

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de calidad buscan darle un buen uso. Los varones también se dedican a la pesca, aunque es muy mal pagado el producto, y el 90% de las mujeres de la comunidad se dedican a la elaboración de artesanías que consisten en diversas figuras hechas a mano utilizando hoja de maíz. Otro de los oficios básicos es la albañilería, pero finalmente los varones deciden emigrar a los Estados Unidos Americanos porque no hay fuentes de empleo dentro del estado. (Reynoso Gallardo, 2010). Sus festividades son del 21 al 30 de Julio al Santo Patrono “San Cristóbal” y el 30 de Diciembre. La comida típica es la birria, el ceviche de pescado y el ponche de granada. La música popular es norteña interpretada por las tradicionales bandas de música. (Reynoso Gallardo, 2010).

En cuanto a la educación, hay 143 analfabetos de 15 años o más y 21 entre 6 y 14 años no asisten a la escuela. De los 15 años en adelante, 122 no tienen ninguna escolaridad, 691 cuentan con escolaridad incompleta y 217 tienen escolaridad básica. Solo 164 cuentan con una educación post-básica. (“San Cristóbal Zapotitlán-Jalisco”, s.f.). Estos datos indican la razón por la cual la comunidad requiere apoyo para su desarrollo económico y cultural sustentable, demostrando la pertinencia de este estudio.

La población específica objeto de este estudio fueron los microempresarios, es decir, personas con empresas establecidas formal o informalmente de la comunidad de San Cristóbal Zapotitlán y personas con inquietud de iniciar un negocio.

El perfil de la unidad de análisis es el siguiente:- Microempresarios, que de acuerdo a la clasificación de la Secretaría de Economía, son empresas con hasta 10 trabajadores y hasta 4 millones de pesos en ventas anuales. (“Clasificación PyMES”, s.f., parr. 1).- Emprendedores, personas que emprenden “con resolución acciones dificultosas o azarosas” (Real Academia Española, s.f., párr. 1).- Comercializadores, productores o generadores de servicios.- Dispuestos a integrarse en el proyecto turístico de SETUJAL.- Que requieren apoyo financiero.- Que requieren capacitación de algún tipo.

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Metodología.Para el logro de los objetivos, la obtención de información sobre los microempresarios de la comunidad de San Cristóbal Zapotitlán se realizó en tres etapas: Primeramente se convocó a aquellos interesados en desarrollar su producto y exponerles el proyecto de SETUJAL. En una segunda visita se convocó a la comunidad para recibir una capacitación sobre “Mercadotecnia” y presentar los apoyos que la Secretaría del Trabajo del Estado de Jalisco ofrece. Finalmente se les convocó a los interesados nuevamente, para recabar información mediante entrevistas personales y solicitarles documentos como su plan tentativo de negocio, cotizaciones de equipo requerido, acta de nacimiento e identificación oficial y comprobante de domicilio, con el objetivo de dar formalidad al proceso.

Este estudio fue de tipo descriptivo, mediante una investigación cuantitativa utilizando el método deductivo, de análisis y síntesis. Como técnica se aplicó la entrevista personal, usando como instrumento de recolección de datos, un cuestionario semiestructurado. Inicialmente se hizo una investigación exploratoria para detectar el posible interés de la población en participar en el proyecto.

El muestreo fue de tipo no probabilístico, por bola de nieve, ya que en cada intervención se acercaban nuevos emprendedores que, por otros asistentes, se enteraron del estudio que se estaba haciendo y decidieron participar. En la última visita se autoexcluyeron muchos de ellos, al ver la formalidad del proceso y por no contar con los documentos requeridos.

A continuación se presentan los resultados de las visitas realizadas a la población de San Cristóbal Zapotitlán:

a) Primer visitaLa primera visita se efectuó el día 9 de septiembre del 2010 en el jardín de la plaza principal del pueblo de San Cristóbal Zapotitlán, Jocotepec, Jalisco. Ya que no había espacio en la oficina de gobierno. En esta ocasión se le convocó a cooperativas y personas emprendedoras independientes que quisieran conocer sobre el proyecto de SETUJAL, el cual se les platicó. Se comenzó con 10 personas y al cabo de la plática eran aproximadamente

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50 asistentes. Se hizo un levantamiento de información básica (nombre, teléfono y giro de la empresa a la que pertenece o pretende iniciar) sobre 44 interesados para hacer una base de datos. También se les hizo la invitación a una próxima reunión que se realizó en el mes de noviembre 2010. Se estableció contacto con representantes de gobierno del lugar y con líderes sociales.

b) Segunda visita Esta visita se llevó a cabo el día 30 de noviembre del 2010. En esta ocasión los líderes del pueblo consiguieron prestado un salón de fiestas ubicado en el pueblo de San Cristóbal Zapotitlán en Jocotepec, Jalisco. Esta vez se les convocó a los interesados que se habían registrado, así como a los líderes de la comunidad. También se les invitó a representantes de la Secretaría del Trabajo del Estado y de la Secretaría de Reforma Agraria, este último no asistió.El objetivo de la reunión era hacer una presentación para capacitarlos de manera muy sencilla sobre cómo hacer una planeación de mercadotecnia para integrarlo a su plan de negocio y presentarlo a las instituciones que brindan el apoyo financiero.

La representante de la Secretaría del Trabajo, hizo una presentación sobre los diferentes apoyos que su institución brinda a los emprendedores y microempresarios, así como de los requisitos y documentación necesaria para hacer el trámite.

A esta reunión asistieron más interesados, registrándose en la base de datos original 71 emprendedores más, llegando a un total de 115. Algunos de los microempresarios presentaron, a manera de exposición, sus productos.

c) Tercer visitaLa última visita se efectuó el día 20 de enero del 2011, en otro salón de fiestas ubicado en San Cristóbal Zapotitlán. Se hizo la convocatoria a través de los líderes comunitarios. El objetivo esta vez era la recolección de datos de los microempresarios y emprendedores de la comunidad, de manera formal, a través de un cuestionario semiestructurado, con la finalidad de realizar un diagnóstico de la situación actual de la microempresa en la comunidad y determinar la forma de integrarlos al proyecto turístico de la Ribera de Chapala. Se contó con el apoyo de 15 estudiantes de la licenciatura de mercadotecnia de UNIVA y tres docentes para el levantamiento de la información.

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En esta ocasión se atendieron a 35 microempresarios y emprendedores que se acercaron con su documentación y a los cuales se les hizo la entrevista personal para la recopilación de datos.

Resultados.A continuación se presentan los resultados de las entrevistas personales aplicadas a los 35 microempresarios y emprendedores de la comunidad de San Cristóbal Zapotitlán interesados que acudieron ante la convocatoria a la tercera intervención en la que, mediante mesas de trabajo, fueron pasando uno a uno a entregar sus documentos y a responder las preguntas que el asesor correspondiente (alumno o docente) les hacía. Los resultados se presentan de acuerdo a los aspectos abordados en la entrevista.

Aspectos Generales.La mayoría de las personas emprendedoras son mujeres, quienes representan casi el 83% de los entrevistados. Respecto a la edad, el 36% tiene de 20 a 40 años, el 46% tiene de 41 a 60 años, y el 18% son adultos mayores. El 100 % de los entrevistados son habitantes del poblado de San Cristóbal, Zopotitlán, municipio de Jocotepec, Jalisco. El 70% está casado, el resto vive en unión libre, viudez o soltería con hijos.

De los entrevistados, 22% no tiene estudios básicos o tienen primaria trunca, el 75% tiene primaria o secundaria terminada y el 3% cuenta con preparatoria. Sin embargo tienen conocimiento sobre aspectos básicos de su negocio. En cuanto a sus actividades, el 26% se dedica actualmente al hogar, el 34% a la artesanía, 14% se dedica a las ventas, el 9% al trabajo en el campo y el 17% se dedica a otras actividades.

El 89% tienen dependientes económicos, en su mayoría, hijos, papás, hermanos o pareja. El 11% de los entrevistados no tiene quién dependa de ellos. Respecto a los ingresos familiares con los que cuenta actualmente, el 54% respondió que son de $4,000 pesos o menos al mes, el 14% respondió que son de $5,000 o más, y el 32% no quiso decirlo.

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Empresa.Respecto a los datos de las empresas se detectó que de acuerdo a su tamaño, estas son microempresas obteniendo de ellas la siguiente información: El 38% de los entrevistados se dedica al comercio, el 41% son productores. De estos 26% se dedican a la producción de artesanía y el 21% a producir alimentos. Ninguno forma parte de algún núcleo agrario, solo dos de los entrevistados pertenecen a cooperativas, una de artesanas que trabaja la hoja de maíz y la otra es una cooperativa de pescadores.

En cuanto al motivo por el cual quieren iniciar un proyecto empresarial, el 57% lo hace para incrementar sus ingresos, el 29% para vender más y crecer su negocio, el 9% lo hace para auto emplearse, y el 6% restante para tener liquidez.

Al cuestionarles sobre cuáles beneficios esperan recibir, el 51% espera incrementar sus ingresos, el 37% espera la mejora de su calidad de vida y 12% que su negocio crezca.

Proyectando su negocio a 10 años, el 77% lo visualiza como un negocio en progreso, el 11% se ve con mejor calidad de vida, y el 9% no contestó. Solo el 3% se ve exportando su producto.

Respecto a los objetivos que tienen con su negocio y de acuerdo al orden de mención, se presentan los siguientes:

- De primera mención: Evitar la migración, mejorar la calidad de vida, incrementar ingresos y generar empleo.- De segunda mención: El desarrollo de las mujeres del pueblo, incrementar las ventas, la productividad y abrir su negocio.- De tercera mención: Recibir capacitación, mejorar sus servicios y exportar.

Producto.Se les cuestionó sobre las características del producto que trabajan obteniendo lo siguiente:

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Respecto al tipo de producto, el 26% produce artesanía, el 29% alimentos, 14% ropa y costura, 11% abarrote, 9% bisutería, 9% trabaja en ganado y pesca, y el 2% muebles. El 57% de los entrevistados cuentan con un nombre de negocio, sin embargo no está registrado como nombre comercial o marca ante el IMPI (Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial), el resto de los entrevistados no tiene nombre. Solo el 34% tiene una etiqueta con la información del producto, 26% no tienen y el resto considera que no la requieren.

Respecto al envase o empaque de su producto el 37% cuenta con él, el 31% no tiene y el resto considera que no lo requiere.

En cuanto a los servicios anexos al producto para incrementarle valor frente al cliente, es decir, que este perciba que recibe más beneficios por el mismo precio, el 37% considera que los tiene y el 63% que no tiene.

Al cuestionarles sobre los beneficios que considera que brinda a sus clientes el 49% mencionó la calidad en el producto, el 14% se refirió al precio, el 6% a la facilidad, y un 20% mencionó diferentes beneficios. El resto de los entrevistados no mencionó nada.

El 77% dice saber el valor que su producto tiene para el cliente mencionando principalmente la calidad, la atención, la flexibilidad.

Preguntando sobre la diferencia que tiene su producto en comparación con la competencia, el 40% considera tener una, pero no especifican cuál; el 26% mencionó la calidad de su producto y el 14% dijo que ninguna. El resto mencionó otros aspectos.

Al cuestionarles sobre si cuentan con productos derivados de su producto, el 63% no supo de qué se le hablaba.

Precio.El 83% de los entrevistados dice haber establecido una cuota de venta, es decir, aseguran que saben cuánto pueden o pretenden vender y determinan un objetivo;

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el 89% dice que conoce cuánta debe ser la utilidad, lo cual indicaría que tienen conocimiento sobre la cantidad de producto que venden o pueden vender, y de sus costos de producción y venta.

Sin embargo el 31% no sabe cómo establecerlo, el 23% lo establece a partir de los costos, un 14% se basa en la competencia, y otro 14% lo establece al tanteo, el resto suele preguntar a otros, o bien, lo establece a partir de las características del producto. Esto indica que los precios no se establecen utilizando un método adecuado y que las cifras que dicen conocer sobre la utilidad, son establecidas por supuestos de ellos mismos.

Plaza.Sobre los cuestionamientos acerca del punto de venta y distribución, se obtuvieron los siguientes resultados:

Respecto al mercado al que van dirigidos, el 54% tiene como segmento la población de San Cristóbal, el 22% se dirigirá al turismo, el 14% proveerá a otras empresas y 10% atenderá mercado foráneo. Aunque el 60% dijo vender en la comunidad de San Cristóbal, el 26% en otros pueblos y el 14% en grandes ciudades como Guadalajara y México.

En cuanto al tipo de canal de distribución, el 77% lo tiene directo al cliente, el 17% utiliza intermediarios y 6% utiliza ambos canales.

Sobre el punto de venta, el 71% cuenta con local propio o local en su casa, el 17% cuenta con local rentado y el 12% es ambulante.

Respecto a la forma de entregar la mercancía a su cliente, el 74% lo hace personalmente utilizando bolsa de plástico, envase de cristal o desechables. El 20% realiza entregas a domicilio y 6% por paquetería.

Promoción.En el rubro de la promoción los resultados obtenidos son los siguientes:

De acuerdo al número de menciones, los productos son anunciados mediante la

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recomendación, perifoneo y con impresos, como carteles y volantes. El 23% de los entrevistados dijo que no se anuncia.

En cuanto a las promociones especiales de venta, el 57% dice no utilizarlas, de los que si hacen uso de esta herramienta promocional, dicen utilizar el descuento, el precio por volumen, el producto gratis y el outlet para rematar la mercancía que le queda.

Sobre las fechas en las que más se vende, el 49% dijo que en diciembre, para Navidad (sobre todo las artesanas); el 22% en verano, 11% en cuaresma, el 7% dice que durante todo el año y el 11% no lo tiene definido.

Competencia.Respecto al tema de la competencia, el 83% reconoce tenerla y que esta se ubica en el mismo pueblo de San Cristóbal. El resto dijo que no tiene. La mayoría de los entrevistados identifica lo que su competencia vende, sus precios y dónde venden, así como los beneficios que dan a sus clientes.

Apoyo.Acerca del tipo de apoyo que los entrevistados requieren se obtuvieron las siguientes respuestas:

En cuanto a su capacidad de producción y capacidad instalada el 74% dice que si las conoce.

Respecto a la idea qué tienen de cómo vender mejor su producto el 25% opina que a través de un local o una exhibición, el 19% sugiere que mediante promoción y abrir nuevos mercados, el 17% comentó que con flexibilidad en el horario, calidad, atención y surtido. Solo el 6% mencionó que a través de un proyecto planeado y el 33% no tiene ninguna idea.

Sobre el monto solicitado como apoyo para su negocio el 49% solicitan de 5 a 25 mil pesos, el 26% solicita de 30 a 60 mil pesos, el 11% requiere de 70 a 120 mil pesos y el 11% de los entrevistados solicitan de 200 a 400 mil pesos. El 3% no tiene idea del monto.

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A pesar de que aún no contaban con cotizaciones de lo que comprarían, el 34% piensa invertir en producto para vender, el 28% en materia prima, el 26% en maquinaria y equipo de trabajo, y el resto dice que en la infraestructura (remodelación o adaptación del local) y en promoción.

El 49% de los entrevistados reconoce contar con capital en especie para el negocio, 51% solicita apoyo para iniciar un nuevo negocio y no cuenta con nada.

En cuanto al local con el que actualmente cuentan para establecer el negocio, el 60 % afirma que el negocio se ubicará en su domicilio particular, solo el 17% dice que en un local rentado, el 11% de forma ambulante y el otro 11% no tiene definido dónde, aunque pretende sea en su casa.

Respecto a la proveeduría para su negocio, el 74% tiene identificados a sus proveedores o posibles proveedores, algunos se ubican en pueblos cercanos, otros en Guadalajara. El 26% restante no tiene definido dónde o con quién comprarán.

Sobre la generación de empleo, 71% pretende tener hasta 10 empleados, 11% pretende contar con más de 10 empleados y el 17% restante no los requiere.

El 80% de los entrevistados no cuentan con un plan de trabajo definido para iniciar su proyecto, el 20% ya cuenta con uno que los alumnos de la Univa les desarrollaron respecto a su producto en intervenciones pasadas. De acuerdo a las etapas del ciclo de vida de los productos en estas empresas, el 26% se ubica en la etapa de inicio, es decir, comenzaron hace poco a promover y ofertar su producto; el 6% dice ubicarse en la etapa de crecimiento, es decir, ya se dieron a conocer pero pretenden captar más mercado; y el 68% dice que está en la etapa de desarrollo de su producto, son emprendedores que pretenden iniciar un negocio y requieren de asesoría y apoyo para hacerlo, pues solo tienen la idea pero no saben cómo llevarla a cabo.

Respecto al tiempo que estima que tomaría echar a andar el proyecto, el 51% espera que en menos de dos meses, el 20% de los entrevistados estima que le tomará de seis meses a un año y el 29% no tiene idea.

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El 51% de los entrevistados reconoce que requiere capacitación y están dispuestos a pagar una cuota de $200.00 a $300.00 pesos por recibirla. La solicitan principalmente en administración, además en ventas y mercadotecnia. En menor proporción solicitan capacitación en producción y diseño. De los entrevistados, el 11% ha recibido o recibe apoyo de alguna institución, siendo estas el IJAS, que da apoyo para el pago de renta; y PROMOSAC de la Secretaría de Reforma Agraria.

Análisis de resultados.Después de la primer visita surgió el interés de los pobladores sobre el proyecto de negocio para lo cual muchos asistieron a la capacitación ofrecida en la segunda visita. Para el término de la sesión se contaba con una base de datos de 115 microempresarios y emprendedores. Sin embargo cuando se les solicitó para la siguiente reunión llevaran su plan tentativo de negocio, cotizaciones de aquello en lo que invertirían, así como documentos oficiales, solo asistieron 35; esto indica que muchos iban solo por el interés de obtener dinero, se percibió que algunos tenían la idea de utilizarlo con fines personales, así que estas solicitudes sirvieron como filtro para depurar y registrar a los verdaderamente interesados.

Los proyectos presentados por los microempresarios y emprendedores de San Cristóbal Zapotitlán, fueron los siguientes:

- 13 de venta de abarrote o alimentos- 9 de artesanías de hoja de maíz- 8 de venta de blancos, ropa, bisutería y costura- 4 granjas, una acuícola, dos de ganado y una de apicultura- 1 carpintería

Se observó que las solicitantes son mujeres y muchas de ellas de edad avanzada; esto relacionado con los principales objetivos, de que la mujer se desarrolle y, el mayormente mencionado, de disminuir la migración de los jóvenes habla de madres con esposos e hijos trabajando en los Estados Unidos y que se quedan solas al frente del resto de la familia, por lo cual buscan otras formas de generarse ingreso ya que estos no superan los $4000.00 (muchos no se atrevieron a mencionarlos lo que hace suponer que es un tema incómodo para ellos). Ante tal situación buscan salir adelante mejorando sus ingresos, esto a partir del inicio de un negocio o creciendo el que ya

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tienen, ya que actualmente se dedican al hogar o a producir artesanía. Son muy pocos los que se dedican al comercio o al campo.

Los entrevistados cuentan con educación básica, por lo que no se sienten seguros de emprender un negocio, por ello más de la mitad de los entrevistados solicita capacitación, sobretodo en administración y ventas.

Respecto a la actividad empresarial se encontró que San Cristóbal es una comunidad de artesanas, comerciantes y pescadores. Las artesanías que se producen en el lugar son figuras hechas de hoja de maíz seca y tratada. Prácticamente la mayoría de las mujeres de la comunidad se dedican a la producción de dichas artesanías las cuales suelen vender en zonas turísticas como Chapala, Jocotepec y Tonalá.

Los comerciantes en su mayoría atienden necesidades del consumidor local con tiendas de ropa, abarrotes y comida. Los pescadores no tienen mucho campo de acción, ya que en la Ribera de Chapala está muy competido y pagan mal el trabajo.

En esfuerzos anteriores lograron concretar dos cooperativas que reciben apoyo de instituciones que ya intervienen en el lugar. Estas son el IJAS y la Secretaría de Reforma Agraria, que les brindan el recurso para el pago de la renta de sus locales. La cooperativa de aproximadamente 33 artesanas, todavía está en proceso, ya que consideran las líderes, que muchas mujeres no van a continuar con el paso del tiempo; pero tienen la convicción que aplicando un proyecto de desarrollo de producto, pueden crecer y mantener a las actuales socias.

La segunda cooperativa está compuesta por 7 pescadores que no han podido salir adelante ya que otra cooperativa de San Luis Soyatlán les ha truncado su progreso en la venta del pescado fileteado en la zona. Los pescadores están conscientes de sus capacidades y pretenden instalar una granja acuícola y una pescadería.

Estos son dos de los proyectos más ambiciosos e interesantes que se encontraron y que requieren de mayor inversión. Cabe mencionar que prácticamente la mitad de los entrevistados pretende iniciar un negocio y la otra mitad ya cuenta con uno.

Es importante destacar que las iniciativas de negocio surgen por la falta de empleos

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y, por lo tanto, de ingresos; es por ello que tienen la esperanza puesta en que tendrán éxito con sus negocios y de que generarán hasta 10 plazas de empleo en sus empresas. Solo una minoría visualiza la exportación como opción a futuro para su negocio, la mayor parte solo quiere “ganar más” (dinero) y mejorar su calidad de vida, que de acuerdo ellos, es tener acceso a productos y servicios que ahorita no tienen, como capacitación, internet, aparatos electrónicos y electrodomésticos, mejorar su vivienda y medio de transporte.

A pesar de que se les mencionó en las dos primeras visitas sobre el proyecto de SETUJAL de hacer de la Ribera de Chapala un destino turístico, es claro, por el tipo de proyecto que tienen en mente, que los microempresarios y emprendedores no dimensionan la oportunidad que esto les ofrece; ya que, aparte de los productores de artesanas, ninguno planea un negocio con enfoque al mercado turístico. Estos siguen pensando en negocios dirigidos a los habitantes del pueblo, sobre todo los emprendedores, pues son temerosos y sienten mayor confianza si inician trabajando para su gente, pues ya la conocen. Otros tienen inquietud de vender fuera de la zona, incluso del estado, pues ya tienen desarrollado su producto, conocen el negocio y ya atienden el mercado local, por lo tanto buscan incrementar su producción y por lo tanto sus ventas en nuevos mercados.

Los negocios en general están carentes de imagen, etiqueta, envase, incluso hay quienes mencionan que no lo necesitan. También reconocen que no cuentan con servicios que agreguen valor a su oferta, aunque consideran la calidad, la atención y la flexibilidad como beneficios para sus clientes. En cuanto a la diferencia que puede tener su empresa o producto en relación a la competencia y por la cual un cliente puede preferirlos, dicen que si la tienen, sin embargo no es así, no tienen idea de qué es y cómo aplicarla, para ellos diferencia es cualquier atributo que su producto tiene y la competencia no, pero ese atributo resulta fácilmente copiable ya que suelen ser productos o servicios complementarios. Algo que reconocen en común es la importancia de la calidad en el producto y el precio.

Mencionando el rubro del precio, aunque la mayoría dice haber establecido una cuota de venta y que consideran un margen de utilidad al establecer sus precios, la mayoría no sigue ningún método, saben que deben considerar el costo de los materiales, el costo de la mano de obra y agregar un margen de utilidad, pero no

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contemplan un costo justo por su trabajo (mano de obra). Tienen miedo de cobrar bien su producto; si perciben que no habrá venta, rebajan los productos al costo malbaratando la mercancía con el objetivo de venderla y no volver con ella a su lugar de origen. Esto indica que prácticamente trabajan para mantenerse ocupados y decir que cuentan con trabajo, Trabajan mucho y por lo general no ganan por ello.

En algunos casos se basan en los precios de la competencia, pues dicen conocerla bien; pero la información que obtienen de ella es la que cualquier persona puede obtener por ser información pública, o bien, es la que un consumidor obtiene por el simple hecho de hacerles una compra. El establecer un precio basado en esta información de la competencia los conduce a una situación de riesgo, porque realmente no conocen a profundidad a esas empresas, ni sus volúmenes de producción o comercialización, pueden tomar una decisión equivocada, ya que si el competidor gana por el manejo de una economía de escala o cuenta con alguna tecnología (como ejemplo una granja), que le permite ser más productivo, los microempresarios se ponen en riesgo de perder sus utilidades al vender un volumen menor de producto al mismo precio bajo de la competencia.

Otros establecen el precio de manera subjetiva, es decir, de acuerdo a las características que identifican en el producto, por ejemplo, entre más material se utilice y más compleja sea su manufactura, deciden un precio alto. Pero sigue siendo un método nada eficaz, porque no valoran su trabajo, ni su producto y acaban malbaratándolo, en comparación a los precios de otros productos en el mercado (ejemplo las artesanías) con tal de venderlos rápido, el mismo día, y no regresar con la mercancía.

Por lo tanto, los entrevistados que dicen saber cuánto les queda de utilidad, no tienen idea de ello, pues tras cuestionarles sobre el tema, queda claro que no es así. Su proceso se hace de forma muy empírica. La mayoría de los entrevistados con negocio establecido, saben cuánto producen porque cuentan, en cierto periodo de tiempo (un día, un mes), el número de unidades producidas, conocen sus costos en cuanto a lo que les cuestan los materiales, pero desconocen cómo cobrar la mano de obra. En el momento de vender, no manejan precios fijos, venden de acuerdo al cliente, si les regatea, bajan el precio, malbaratan su producto, pues su meta es al menos cubrir los costos del material, por lo tanto no tienen control de sus ventas, estas siempre varían, lo que realmente les interesa es lograr algún sustento para el hogar.

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La mayoría de los microempresarios y emprendedores pretenden atender un mercado local directo, solo una minoría se dirigirá a otras empresas incluso fuera de la región. Los locales para el negocio se encuentran ubicados en los domicilios particulares, son muy pocos los que pagan una renta o, por la naturaleza del negocio, son ambulantes.

El medio más común para promoverse dentro del pueblo es el perifoneo y las recomendaciones de boca en boca. Algunos utilizan letreros hechizos, es decir, ellos mismos escriben en cartulinas y las pegan fuera de sus tiendas; y un gran número definitivamente no considera anunciarse. Muy pocos microempresarios saben de las promociones especiales de venta, lo más común son los descuentos por volumen y venta de saldos a menor precio. La época decembrina es la mejor fecha para las ventas, esto se debe a que muchos familiares que viven fuera, incluidos los migrantes, regresan de visita a sus pueblos y por lo general traen dinero consigo, el cuál gastan en lo que ofrece su pueblo. También es la temporada alta de vacacionistas y visitantes a la Ribera de Chapala.

Uno de los objetivos de esta investigación, es reconocer el tipo de requerimiento que tienen los microempresarios y emprendedores de San Cristóbal Zapotitlán, obteniendo que, aunque dicen conocer su capacidad instalada y su capacidad productiva, al revisar la información se concluye que no es así, requieren de mucha capacitación sobre lo más básico, en específico de finanzas, que les permita controlar su negocio, es decir, para que generen ganancias y no pérdidas económicas.

De acuerdo a la información recabada, los microempresarios tienen una vaga idea de cómo iniciar o mejorar su negocio, sus conocimientos radican en la experiencia que han tenido, sin embargo no cuentan con una metodología o proceso claro que les permita formalizar su proyecto o hacer un plan de negocio.

El apoyo financiero solicitado difiere entre los interesados, es decir, la mayoría solicita un monto de 5 a 25 mil pesos, y algunos otros hasta 120 mil pesos para la compra de mercancía o insumos, utensilios y mobiliario. Los proyectos son sencillos, ya que solo requieren acondicionar su espacio de trabajo con mobiliario adecuado y comprar material para trabajar.

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La mayoría de estos dice tener identificados a sus proveedores o posibles proveedores, sin embargo ninguno contaba con las cotizaciones solicitadas de aquello en lo que invertirá el dinero, por lo tanto se concluye que el monto lo determinaron en función de lo que creen que les pueden prestar y les puede servir.

Los proyectos más ambiciosos solicitan desde 50 mil hasta 400 mil pesos, apoyo para la adquisición de maquinaria (nueva o seminueva), equipo, mobiliario, mercancía (ganado) y hasta vehículos.

Los microempresarios o emprendedores que presentan mayor potencial para ser integrados al proyecto detonador de turismo en San Cristóbal Zapotitlán debido al avance y experiencia con la que cuentan son:

- 2 de ganadería- 1 granja acuícola- 1 de apicultura- 1 cooperativa de mujeres artesanas- 1 carpintería- 1 taquería

En estos siete casos, aunque no presentaron cotizaciones, la experiencia y su conocimiento sobre el negocio quizás les permitió hacer un estimado, pues ya algunos han investigado sobre el equipo que requieren, aunque no han solicitado la información de manera formal (cotización).

La mayoría de los entrevistados planean invertir en mercancía o en equipo, pero no cuentan con un plan de trabajo, mucho menos con un plan de negocio, que es el documento que solicitan por lo general las instituciones que brindan los apoyos financieros. Los microempresarios y emprendedores requieren asistencia para llevar a cabo su planeación y generar los documentos correspondientes para presentarlos a instancias como FOJAL, Secretaría del trabajo, SAGARPA, Fundación Garibi, entre otros. En cuanto a su proyecto pretenden implementarlo en menos de dos meses, sin embargo no tienen idea clara del negocio, lo que habla de la urgencia que tiene esta comunidad de ser atendida sobre los procesos de emprendurismo, y así resolver su condición de vida, es decir, contar con el sustento del hogar.

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Como tienen la creencia de que con $20,000.00 pueden echar a andar un negocio y así disminuir sus problemas económicos a corto plazo, es importante iniciar con acciones concretas, como charlas para ubicarlos en la realidad y concientizarlos de que un proyecto de este tipo, requiere, más que dinero, compromiso, esfuerzo y tiempo; así como capacitación para que desarrollen sus proyectos dirigidos al mercado turístico, sumándose al proyecto de SETUJAL para que su progreso sea a largo plazo y logrando un desarrollo sostenible en la comunidad. Para llevar a cabo estas acciones, los interesados deben estar convencidos de ello y, por lo que se percibió durante las entrevistas, están dispuestos a ser guiados.

El objetivo general de este estudio fue analizar el perfil de la microempresa en la comunidad de San Cristóbal Zapotitlán, municipio de Jocotepec, Jal., en el 2011, para determinar la manera de insertarlos en el desarrollo turístico de la Ribera de Chapala, encontrando que los entrevistados planean trabajar en tiendas de abarrote, comida y ropa que van dirigidos al mercado local, porque es el mercado que conocen y son los tipos de empresa que se sienten seguros de atender, estas les darán lo que por ahora necesitan que es garantizar el sustento de sus hogares de forma continua. El principal objetivo de los microempresarios de la comunidad, es resolver su situación económica precaria, muchos se rehúsan a trabajar de manera colaborativa con otros negocios del mismo o diferente giro por el celo que existe entre ellos, principalmente entre las artesanas, lo que complica lograr una integración entre ellas.

Esto demuestra que los microempresarios del lugar no tienen claro en qué consiste el proyecto de desarrollo turístico en la zona, que ha hecho falta mucha comunicación por parte de las autoridades y líderes del proyecto, y dado esto, se deberá iniciar con un proyecto ancla dirigido por los líderes comuneros con apoyo de gobierno e institución académica, el cual vaya generando en el resto de la población el interés por desarrollar productos y servicios turísticos necesarios como alojamiento, entretenimiento, restaurantes, suvenires y artesanías, entre otros.

También se sugiere iniciar la labor con los proyectos más viables por la experiencia y conocimiento de sus líderes canalizándolos con instancias gubernamentales que pueden apoyarles con montos de dinero altos y que les darán un seguimiento. A los emprendedores más pequeños se les puede ir incorporando al proyecto ofreciéndoles alternativas de negocio en el ámbito turístico por si se interesan en alguno y, en

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dicho caso o si continúan con su idea de negocio original, canalizarlos a FOJAL o a la Fundación Garibi, esta última tiene un sentido más comunitario y les presta hasta 20 mil pesos. Una sugerencia es que se trabaje con los microempresarios más experimentados en su integración al proyecto de SETUJAL, y cuando el resto vea los resultados, se animen algunos a sumar esfuerzos para fortalecer la oferta turística de la zona.

El programa de SETUJAL pretende desarrollar el turismo de la Ribera de Chapala; dicho programa es ambicioso, pero requiere de trabajo paralelo con cada una de las poblaciones alrededor, en específico con la microempresa de la región para desarrollar la oferta de productos y servicios necesarios para el turista.

A partir del estudio anterior, se puede determinar que la situación de la microempresa de las pequeñas comunidades alrededor del lago, como San Cristóbla Zapotitlán, es económicamente precaria, no cuentan con los suficientes ingresos para vivir, menos para invertir, además de estar mal informados sobre el proyecto, por lo que para ellos este no significa mucho, además de que no se sienten preparados o con conocimiento suficiente para participar. Sin embargo tienen voluntad de capacitarse y de unirse al programa si este beneficia económicamente a su comunidad.

Es por ello que esta propuesta va dirigida a los comuneros, liderados por el emprendedor Samuel Reynoso, para hacer un parque natural en el Cerro de García, del cual son propietarios, ya que el gobierno les cedió esas tierras. El objetivo es que dicho parque sirva como “proyecto ancla” para atraer al turismo de Guadalajara, brindando servicio de hospedaje mediante campismo, y diversas actividades ecológicas y deportivas que no requieren mucha inversión como senderismo, cabalgata, bicicleta de montaña, yoga, temazcal, entre otros. Esto con la finalidad de más adelante armar paquetes ya con diversas actividades que sean en el pueblo como recorridos, paseos en lancha, talleres de artesanías, actividades cotidianas con las personas del pueblo como cultivo de fresa y zarzamora, hacer mermeladas, entre otros; esto para de manera paulatina involucrar a los microempresarios y emprendedores de San Cristóbal y que vayan observando la dinámica de incorporación al proyecto y así se preocupen por prepararse, generar y ofertar diversos servicios necesarios como restaurantes, cafeterías, tiendas de artesanías y suvenires, abarroteras, cremerías, por mencionar algunas. Todas estas opciones van de acuerdo a los negocios que

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tienen o quieren emprender, de este modo, al generar la demanda, ellos trabajan y conseguirían mejorar su situación económica, que es en específico lo que ellos quieren.

Sin embargo a la par se requiere de un intenso trabajo en cuanto a capacitación con los microempresarios y emprendedores de la zona, hay que educarlos en cuanto a la cultura del servicio y el turismo con el objetivo de hacer de San Cristóbal un producto turístico.

Conclusión y recomendaciones.La comunidad de San Cristóbal Zapotitlán es un ejemplo de las diferentes comunidades alrededor de la Ribera de Chapala que requieren de una intervención inmediata para lograr su inserción al proyecto de la Secretaría de Turismo del Estado de Jalisco.

Son comunidades con muchas carencias, principalmente económicas, por lo que los varones tienden a buscar oportunidades de trabajo en el extranjero dejando a las mujeres a cargo del hogar y la familia. Es por ello que la mayor parte de las microempresas son lideradas por mujeres. Este puede ser un factor importante ya que puede impulsarse un modelo de empresa familiar en el que se involucre la madre y los hijos.

Estas comunidades cuentan con un nivel educativo bajo, lo que se refleja en su forma de hacer negocios. Su interés radica en mejorar sus ingresos más que en ser empresarios, lo ven más como un medio para resolver sus problemas económicos que como un fin, que como una razón de progreso.

Es por ello que los emprendedores y microempresarios de la comunidad no se preocupan, por ignorancia, en realizar un plan de negocio que sustente su proyecto ante las instituciones que pueden brindar su apoyo financiero. Estas instituciones, por lo general de gobierno, buscan proyectos bien estructurados que brinden seguridad a la inversión y sean sostenibles.

Este es el motivo por el que las instituciones de apoyo a MiPymes son desconfiadas de estos proyectos productivos, ya que los emprendedores y microempresarios no

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cuentan con la capacitación para planear un negocio, menos para implementarlo y controlarlo.

Se observa que los pobladores muestran interés en recibir capacitación e incluso pagarían por ella. Se sugiere la intervención de una institución educativa, como en este caso lo está haciendo la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA) o de capacitación profesional técnica como la que ofrece el Instituto de Formación para el Trabajo del Estado de Jalisco (IDEFT), principalmente en materia administrativa y de producción. También actividades de vinculación con la institución académica UNIVA para que mediante asesorías se concrete la realización de los planes de negocio.

Por lo tanto el tipo de apoyo que requieren los emprendedores o dueños de microempresa de la comunidad de San Cristóbal Zapotitlán para insertarse al proyecto turístico en la Ribera de Chapala es principalmente de capacitación empresarial y ayuda financiera.

Se recomienda la implementación del proyecto ancla por parte de los comuneros más preparados para que detone la visita turística y así el resto de la población decida involucrarse al proyecto con la oferta de productos y servicios turísticos. La propuesta del parque eco-turista se presenta como un proyecto rentable que debe ser incluido en un plan de negocio para ser presentado a las autoridades correspondientes y lograr que reciba el apoyo requerido en cuanto a financiamiento y capacitación.

La finalidad de este proyecto es que los emprendedores se motiven con el ejemplo de los comuneros a desarrollar productos y servicios dirigidos al mercado turístico y se sumen al proyecto de manera independiente pero integrada, es decir, negocios administrados por sus respectivos propietarios, pero trabajando en un proyecto común de la comunidad de San Cristóbal Zapotitlán que les brinde oportunidades de mejora y progreso.

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