pensamiento divergente para el maestro presente

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PENSAMIENTO DIVERGENTE PARA EL MAESTRO PRESENTE. El profesor que realmente enseña, es decir, que trabaja los contenidos en el marco del rigor del pensar acertado, niega, por falsa, la fórmula farisaica, del "haga lo que mando y no lo que hago". Quien piensa acertadamente está cansado de saber que las palabras a las que les falta la corporeidad del ejemplo poco o casi nada valen”. Paulo Freire ¿Qué me exige mi configuración de maestro? Podríamos partir de esta pregunta para trasegar por la historia y entender la diversidad que hoy tiene el sujeto. Luego de una época oscura mediada por la opresión del pensamiento teocéntrico, el hombre se cataloga como ser capaz de razonar y en esa medida él, como parte de la sociedad, adquiere la capacidad de reflexionar sobre su entorno. Este proceso le confiere al ser humano una dimensión meramente racional y a su vez lo despoja de toda relación de sentido con el mundo. La modernidad recrea por completo al individuo y pone el conocimiento como la entidad de vínculo entre las personas, en consecuencia, la escuela se posiciona como la institución encargada de reproducir masivamente el diseño de sujeto que los grandes pensadores de la época plantearon. En efecto, el sujeto se enfrenta a dos decisiones: la primera es la enajenación que hace de sí mismo convirtiéndose en individuo, la segunda se centra en reconstruir la estructura instituida que le proporciona el imaginario social.

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Construcción de la Identidad y Procesos de Subjetivación II, UPB

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PENSAMIENTO DIVERGENTE PARA EL MAESTRO PRESENTE.El profesor que realmente ensea, es decir, que trabaja los contenidos en el marco del rigor del pensar acertado, niega, por falsa, la frmula farisaica, del "haga lo que mando y no lo que hago". Quien piensa acertadamente est cansado de saber que las palabras a las que les falta la corporeidad del ejemplo poco o casi nada valen. Paulo FreireQu me exige mi configuracin de maestro? Podramos partir de esta pregunta para trasegar por la historia y entender la diversidad que hoy tiene el sujeto.Luego de una poca oscura mediada por la opresin del pensamiento teocntrico, el hombre se cataloga como ser capaz de razonar y en esa medida l, como parte de la sociedad, adquiere la capacidad de reflexionar sobre su entorno. Este proceso le confiere al ser humano una dimensin meramente racional y a su vez lo despoja de toda relacin de sentido con el mundo.La modernidad recrea por completo al individuo y pone el conocimiento como la entidad de vnculo entre las personas, en consecuencia, la escuela se posiciona como la institucin encargada de reproducir masivamente el diseo de sujeto que los grandes pensadores de la poca plantearon.En efecto, el sujeto se enfrenta a dos decisiones: la primera es la enajenacin que hace de s mismo convirtindose en individuo, la segunda se centra en reconstruir la estructura instituida que le proporciona el imaginario social.El individuo es reconocible debido a que se limita a reproducir los esquemas de lo instituido y a asentir frente a ciertas formas de soberana absoluta; esta decisin est condicionada por el confort que ste asume en tanto no confronta su contexto y a su vez su libertad se ve coartada por el marco de concesiones y seguridad que le promete el Estado. Martnez, refirindose a la teora de la soberana, afirma que sta supone la unidad del Estado como poder a fundar y la legitimidad en la ley, pero especialmente, en un sujeto a someter (2008, p. 75).Reconstruir el imaginario social exige una actuacin consciente y sensible por parte del sujeto poltico que se diferencia del sujeto moderno porque no se queda instalado meramente en su razonamiento. La capacidad que ejerce es la de proceder, confrontar, proponer y reformar las condiciones que le agobian y le impiden constituir un proyecto poltico cuyo horizonte se centre en el bien pblico. Como lo indica nuevamente la autora: el sujeto emerge constituyndose en tensin y disputa permanente entre lo determinado y lo indeterminado (Martnez 2008. p.76).El maestro necesita alcanzar una dimensin sent-pensante, ya que esto es importante para reconocer la condicin de sujeto poltico en el maestro; la preocupacin por las problemticas que circundan la sociedad obligan al sujeto poltico a ser actor de su medio y a construir un proyecto poltico y pblico cuya preocupacin se centre en restituirle a la ciudadana su asociacin con la cultura y el medio natural en el que el sujeto se desenvuelve. Este proyecto le propone al maestro ir ms all de la enseanza, abarcando as puntos ms crticos y diversos que surgen en el aula y en el entorno, que en consecuencia son tiles para entender la dinmica de la sociedad y las alternativas que emergen para conducir a los alumnos a una prctica de ciudadana instituyente por medio de la construccin de un pensamiento divergente congruente a su vez con un horizonte de pensamiento que contribuye a potenciar las rupturas que brotan con el tiempo. Un maestro concebido como actor de cambio social es aquel que externaliza en su praxis su capacidad de actuar como lector de la realidad social, su compromiso con el mejoramiento de dicha realidad en la comunidad que interacta, que potencia y forma personas crticas y coprotagonistas de dicho cambio (Martnez 2008, p. 119)..Por medio de su praxis, el maestro ejerce una actuacin influyente pues se anima a repensar una sociedad instaurada con mecanismos complejos de sometimiento y opresin, y al mismo tiempo crea un espacio subjetivo que le hace posible edificar una ciudadana deliberativa. Segn Freire, praxis es un concepto procesual y progresivo, una dimensin esencial del hombre en cuanto ser histrica y social; es una actividad humana que es simultanea e indisociable, es real, objetiva, y a la vez subjetiva y consciente (1994, p. 86). Un maestro como sujeto poltico se construye, se deconstruye y se reconstituye. Este proceso hace del l un sujeto diverso y multiforme, esta capacidad de reconocerse en cada uno de sus plexos lo sumerge en la subjetividad que lo nutre de nuevas perspectivas y lo convierte en un lder social, articulando as el saber a la realidad. El maestro sin memoria no es ms que un individuo que se mueve al antojo de los propsitos del Estado, la estructura socio-histrico cultural predisea al individuo y le arranca todo el poder instituyente que puede desarrollar. Nosotros, que nos educamos para ser maestros, debemos producir un postura crtica que nos traslade hacia un punto evaluativo de todo lo que sucede, pues un maestro que crea ciudadana es aquel que repiensa la institucin, que la enfrenta y, sobre todo, que la reconstruye.Sera interesante pensar en un maestro que elija ensear ms all de las aulas, que se centre en su posicin ciudadana y le reste sentido a su mbito laboral. Esto claramente supone una distincin entre lo que es educar y lo que es escolarizar, y tal vez en este sentido podamos desvincular el pensamiento moderno al cual an nos adherimos. La ciudad merece un recorrido y no es posible construir ciudadanos si sta no se conoce. No es posible construir sujetos polticos si no se conoce el origen del sujeto y no es posible instaurar un pensamiento crtico del mundo si no se cimienta una amplia comprensin sobre las nociones que han generado desavenencias a lo largo de la historia y que, por consiguiente, han flagelado al ser humano, escamotendole as su complejidad. La invitacin reside en aprender a ser un maestro con propuesta y con contenido, con diferentes ejes de articulacin y con iniciativa de inclusin, un maestro senti-pensante y transformador, un maestro que cada da se aleje ms del individuo exiguo que tantos eligen ser. Realmente necesitamos un maestro con mayora de edad cuya propuesta instituyente le permita desenvolverse en una sociedad con grandes rasgos de ciudadana; entendemos que este proceso es lento y demanda un gran esfuerzo y es en esta parte donde vislumbramos no solo a un maestro lder y visionario, sino tambin a un alumno que se de la oportunidad de definirse como un sujeto poltico, que contenga unas bases para poder formar su postura frente a todo lo que se le presenta.A este respecto, cabe remitirnos a Giroux para hacer una alusin sobre el papel de los educadores y el lugar de lo pedaggico:[...] reconocemos a los educadores como profesionales y creadores de cultura que adems de poseer un saber disciplinar -bien sean las ciencias sociales, humanas o naturales-, el ejercicio de su profesin les exige dar primaca a lo poltico y a lo pedaggico. Lo pedaggico como proceso que supera la transmisin y busca crear representaciones simblicas desde las prcticas dentro de las cuales son asumidas. (1997).

Finalmente los invitamos a reconstruirse, a formar una postura y a revaluarla cuanto sea posible, a no pretender que su pensamiento y accin merecen premios o reconocimientos. Recuerden! Para un maestro, el alumno es siempre el ms grande regalo.