parís en el siglo xx

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París, 13 de agosto de 1960. La sociedad Nacional de Crédito Instruccionalcelebra su ceremonia anual en la cual se premian los logros académicosalcanzados por los jóvenes graduados franceses. En ediciones anteriores, lamayoría de los estudiantes premiados procedían de disciplinas tales comoMatemáticas, Economía, Ingeniería, y Ciencias Naturales. La excepción de laregla, en el certamen de 1960, resulta serMichel JérômeDufrénoy, un jovenestudiantedeLiteratura,quetratadeincursionarambiciosamenteenlosterrenosdelapoesíayladramaturgia.CuandoMichelsubealpodioarecibirsupremio,es abucheado con numerosos insultos y sarcasmos. Es obvio que Michel esjuzgado comoun extraño en estemundode los años sesenta dominadopor eldineroy la ciencia.Apesar de ello, el joven tratará dehallar un lugar para sídentrodelaindustrializadaeinsensiblesociedadparisiensedelaépoca.

El azaroso descubrimiento en 1989 del manuscrito de esta novela, al quedurantemuchotiemposedioporperdido,revelacientotreintaañosdespuésunaobra extraña que renueva nuestra comprensión del escritor. Julio Vernemanifiestaplenamentesudimensióndenovelistaenestecuentosombríollenodevaliosasinformacionessobrelasociedadylaculturadesuépoca,asícomodevisiones fulgurantes sobre las sociedades urbanas de la nuestra. Son páginasllenasdeprofecíasyprediccionesqueensudíaeleditorP.J.Hetzelrechazóyqueporellojamásllegaronaserpublicadasenvidadelautor.

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JULIOVERNE

ParísenelsigloXX

TraduccióndeJuliaEscobar

TextooriginalestablecidoporPieroGondolodellaRiva

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Títulooriginal:ParisauXXesiècleTraducción:JuliaEscobarIlustracióninterior:FrançoisSchuitenyColecciónGondolodellaRiva(Turín)©1994HachetteLivre,départamentHachetteLittératures/LeCherche-Midiéditeur©2008RBAColeccionables,S.A.Ilustracióndeportada:FrançoisSchuitenTraduccióncedidaporEditorialPlanetaS.A.NotasdeVéroniqueBedinISBN:978-84-473-5674-4Depósitolegal:M-53996-2007Digitalización:vampy815

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PRÓLOGOLa obra de Julio Verne nunca ha sido fácil de clasificar. ¿Iba dirigida a unpúblico de gente joven o de adultos? ¿Era Verne sinceramente optimista yconfiaba realmente en el progreso hasta que los sinsabores de la edadensombrecieron sus últimas obras? ¿Inventó de algunamanera las tecnologíasdelfuturo?¿Eraunescritordeverdad,habidacuentaquesueditorlecorregíayleregañabasinpiedad?LEERAJULIOVERNEHOYJulioVerne es objeto hoy en día de una ambigua rehabilitación. Para algunoscríticos,elpoetadeVeintemilleguasdeviajesubmarino,elnarradorrománticodelCastillode losCárpatos,ocultanavecesal testigodelprogresocientífico.¿Por qué habría que escoger? París en el siglo XX debería permitir que sesuperaraestedebate.

A través de los defectos narrativos menores de un joven autor todavíamarcadoporeldiálogo teatralasomaunavigorosapersonalidaddeanticipadorenelsentidomásexacto,másoperativoymáscontemporáneodel término.Sufuerzaprovieneprecisamentedequenoinventanunca,sinoqueprestaalorealunaatenciónaguda,casihipnótica,hastahacerledesvelarsusecretoymanifestarsus posibilidades. Quien recuerde con placer la anatomía del aparato deRuhmkorffquellevanlosviajerosalcentrodelaTierra,nopodrámeterseenelmetro sin oír secretamente el silbido de los tubos electroneumáticos quepropulsansuavementeelferrocarrildeParísenelsigloXX.

La informacióncientíficadeJulioVerneen1863esprecisa,actualyestáperfectamente documentada. El motor de los gaseomóviles no es una vaga ymisteriosaenergía.EselmotordeexplosióndeLenoir,inventadoen1859yquenoseaplicaráalautomóvilhastaDaimleren1889.El«facsímil»nosetransmitepormagia, sinomediante elPantelégrafoCaselli, inventado en1859.Y, comoocurre todavíaciento treintaañosdespuésenalgunaspapeleras industriales, loque convierte en pocas horas un tronco de árbol en una resma de papel es elprocedimientodeWattyBurgesselaboradoen1859.

Ahora,esosí,lasmáquinaspuedenponerseasoñar,elsolladodelLeviatánIV puede cubrirse de árboles y de flores, y los jinetes pisotear sus avenidas

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cubiertasdecésped...Pero,enParísenelsigloXX,JulioVernenosólocuestionalasmáquinas,lo

hacetambiénconlasociedad,eldinero,lapolíticaylaculturadesutiempo,alos que proyecta en el futuro. En este sentido, Julio Verne nunca será másmoderno nimás ambicioso: elmercantilismo deEstado del Segundo Imperio,escrutadosinconcesiones,devoraaMichelyasusamigosen1960tantocomoel demonio de la electricidad, y no vemos que el tiempo haya desmentidodemasiadoalautor.

HayqueleerParísenelsigloXX,yreleeraJulioVerne,pararecordarquesonauntiempolarazónylapoesíalasqueabrenlaspuertasdelfuturo.UNINVENTARIORAZONADODESUÉPOCAParísenelsigloXXesunanoveladeanticipaciónentodoelsentidodeltérmino,pero también es un inventario razonado de su época, lleno de sabrosasinformaciones sobre el siglo XIX. Dichas informaciones, anotaciones y juiciosmerecenserexplicitados.Paranosobrecargareltextodenotashemospreferidopresentaralfinaldelaobraunconjuntodeexplicacionesagrupadasbajoeltítulo«JulioVerney su época».Permitirán al lector curioso ahondar en el texto.Encuantoaesteúltimo,aunqueseamanifiestamenteun«primeresbozo»,contodoslosdefectosque ello implica, se tratadeun texto acabado cuyapuntuación (aJulioVernelegustabaelpuntoycomaqueenélsoncomocesurasorespiros)hemosrespetadolomejorposible.

VÉRONIQUEBEDIN

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PREFACIOLAHISTORIADELMANUSCRITOParís en el sigloXX: un título, por así decirlo,mítico para los investigadoresvernianos.Unanovelade juventuddeJulioVernequepermaneció inédita,conun tema muy seductor. Al no haber manuscrito ni detalle alguno sobre sucontenido, se habría podido dudar de su existencia y habría sido arriesgadoincluirloenunabibliografíavernianasielhijodeJulioVernenohubieratomadolaprecaucióndepublicarlalistadelasobrasinéditasdelescritor.

Enefecto,alamuertedeJulioVerne,acaecidael24demarzode1905,unade las primeras cosas de las que se encargó Michel Verne, seguramente porconsejodeHetzelhijo,fueladepublicarlomásrápidamenteposiblelalistadelasobrasinéditasdesupadreparaquenoleacusarandespuésdehaberescritopersonalmente,ydecaboarabo,lostextosqueibanaaparecerbajoelnombredelcélebreescritor.Conestafinalidaddirigióunacarta,fechadaa30deabrilde1905, al periodista Émile Berr, quien, además, había conocido a Julio Verne.Estacarta,quecontiene la listadetalladade lasobras inéditasdelescritor, fuepublicadaporLeFigarodel2demayo,LeTempsdel3demayo,LeMémoriald’Amiensdel4demayo,LeMondeélégant (deNiza)del7demayo,Le PetitRépublicainduMidi(deNimes)del8demayo,LeBienpublic(deGante)del10demayo,LeCourrierRépublicain(deTours)del12demayo,LePopulaire (deNantes)del14demayo,¡yquizáfaltenalgunosperiódicosenestalargalista!

ElpasajedelacartadeMichelVernequeaquínosinteresaeselsiguiente:«[...]Lasobraspostumasdemipadresedividenentrespartes[...]Lasegundaparte se compone de dos obras también anteriores, según todas lasprobabilidades,alosViajesextraordinarios,peromuyinteresantesenelsentidodequeparecenpresagiarlos.UnadeellassetitulaViajemalditoporInglaterrayEscocia1;laotra,ParísenelsigloXX[...]»

LosbiógrafosdeJulioVernehancitadoamenudoestesegundo títulosinconocerlo directamente. Por ejemplo, en la lista deŒuvres laissées par JulesVerne, confeccionadaporCharlesLemire, amigoamienensedel escritor, en suimportantebiografía2,seencuentraParísenelsigloXXentrelasobrasinéditasanteriores aCinco semanasenglobo.Asimismo, un gran especialista en JulioVerne,CornelisHelling,enelprimernúmerodelBulletindelaSociétédeJules

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Verne(noviembrede1935)citaParísenelsigloXXentrelosinéditosdeJulioVerne.

Las cosas habrían quedado así si nome hubiera sido dado descubrir, en1986,enlosarchivosprivadosdelosherederosdeleditorHetzel,elborradordelacartaconlaqueesteúltimomanifestabaaJulioVernesunegativaapublicarParísenelsigloXX.Dichacartaconfirmabadeunavezportodasquelanovelahabía existido realmente, aunque hubiera desaparecido y no figurara entre losmanuscritoscedidosporlafamiliaVernealaciudaddeNantesen1980.

Encontradoen la caja fuertedeMichelVerne,que se creíavacíay cuyasllavessehabíanperdido,reaparecehoyyarrojaunanuevaluzsobrelatotalidaddelaobraliterariadesuautor.ELRECHAZODEHETZELPierre-Jules Hetzel, cuya capacidad para percibir una obra maestra esindiscutible (él fueelúnicoentre todos loseditoresparisinosa losqueacudióJulioVerne,queaceptópublicarCincosemanasenglobo), rechazóParísenelsigloXX. Susobservaciones, sus críticas, sus argumentos se encuentran en lasanotacionesa lápizque figuranen losmárgenesdelmanuscritoyenunacarta(cuya importancia es capital para la comprensión de su punto de vista) quedirigió probablemente a Verne a finales de 1863 o muy al principio del añosiguiente. Aunque la carta contiene un rechazo formal de publicación, enalgunos casos las anotaciones que figuran en los márgenes del manuscritoparecenquerercorregiromejorareltextoconvistasaunaedición,mientrasqueenotroscasosatestiguanunavoluntadfirmedenopublicarlo.SincitardeunamaneraexhaustivaesasobservacionesdeHetzel,me limitaréa indicar lasmássignificativas.

Desde la primera línea, Hetzel corrige: no aprecia los neologismos deVerne. El título del primer capítulo («Sociedad General de CréditoInstruccional») suscita la observación siguiente (relativa a la palabraInstruccional): «palabra desagradable —mal hecha—, sobre todo para unprincipio. Está ahí como una barrera. Parece una palabra de Fourier. Evitar alprincipiolosneologismos».

Muchasveces lasobservacionesdeleditor se refierena la faltade interésque el manuscrito de Julio Verne presenta a sus ojos: «primer capítulo nadaestimulante»;«nomeva»;«paramíestonotienegracia»;«estostrucosnosonafortunados»;«encuentrotodaestarevistapueril»;«todoestohueleacaricatura.Nohaymedida,nitampocobuengusto».EnalgúncasolareaccióndeHetzeles

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más fuerte.El títuloQue te abroches el pantalón, dado por JulioVerne a unaobra de teatro que tienen que desarrollar los empleados del Gran DepósitoDramático, hace exclamar al editor, anonadado: «está usted chiflado». HetzelobservatambiénqueVerneutilizademasiadoamenudolafórmula«profirió»enlugar de «dijo» y observa (refiriéndose al protagonista, Michel): «¡siempreprofiere!».

Hasta aquí, nada más que observaciones que permitirían suponer laintencióndeleditordemejorarelmanuscritodeljovenescritor.Perootrasnotassugierenmásbienunrechazo:«Queridoamigo,esosgrandesdiálogosnosonloque usted cree. Parecen hechos a propósito, no están inducidos por lascircunstancias.EsteprocedimientoestábienenlamanodeDumas,enunlibrollenodeaventuras.Aquí,cansa»;«Todoestoesperiodismobarato.Estámuypordebajode su idea».También:«suMichel secomportacomoungansoconsusversos.¿Esquenopuedellevarpaquetesyseguirsiendopoeta?»;«Pormuchoque lo intente, todas esas críticas, todas esas hipótesis no me pareceninteresantes»; «no, no, esto no está conseguido.Espere veinte años para hacereste libro. Usted y suMichel queriéndose casar a los diecinueve años». Estaúltima frase resultó profética, porque el hijo de Julio Verne, que se llamabaprecisamenteMichel, como el protagonista de París en el siglo XX, pidió laemancipación a los diecinueve años para casarse con una actriz. Otraobservación deHetzel aúnmás tajante: «nadie creerá hoy en su profecía:» y,cosaaúnpeortratándosedeuneditor:«novaainteresaranadie».

LosmárgenesdelmanuscritoincluyentambiénanotacionesdeJulioVernetales como «por desarrollar» o «por detallar», lo que permite suponer que alprincipiosetratabademodificarelmanuscritoconvistasasupublicación.

Sin embargoel rechazo fue tandefinitivoque JulioVerneyanovolvió aintentarproponeraHetzelestanovela.EserechazofuemanifestadoporHetzelenunacartasinfecharquedebederemontarseafinesde1863oaprincipiosde1864.Heaquíalgunosextractos3:

Querido Verne, daría lo que fuese por no tener que escribirle hoy. Haemprendido usted una tarea imposible y —como sus predecesores en cosasanálogas— tampoco ha conseguido llevarla a buen fin. Está a cien pies pordebajodeCincosemanasenglobo.Silavuelvealeerdentrodeunañoestarádeacuerdoconmigo.Esperiodismobaratoysobreuntemanadaafortunado.

No esperaba una cosa perfecta; le vuelvo a decir que sabia que estabaintentando algo imposible, pero esperaba algo mejor. Aquí no hay resueltaningunacuestióndefuturoserio,ningunacríticaquenoparezcaunacaricaturayahechayrehecha,ysialgomeasombraesquehayapodidoustedhacer,como

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enunarrebatoyempujadoporalgúndios,algotanpenoso,tanpocovivo...[...]Estoydesolado,desoladoporloquetengoqueescribirle;mirarécomo

undesastreparasubuennombrelapublicacióndesutrabajo.Creeríanqueelglobofueunaafortunadacasualidad.Yo,quetengoElcapitánHatteras, séporelcontrarioquelacasualidadesestacosafallida,peroelpúbliconolosabrá[...]

En las cosas en que me creo competente —los asuntos literarios, nadanuevo—hablaustedcomounhombredemundoquehatenidoalgunarelacióncon ellas, que ha estado en los estrenos, que descubre los tópicos consatisfacción.Nopareceniunelogioniunacrítica.Conestoestátododicho.

Noestáustedmaduroparaunlibroasí,vuelvaaintentarlodentrodeveinteaños[...]Nadaenestelibroofendenimissentimientosnimisideas.Sóloofendealaliteratura,queesmuyinferioraustedmismoencasitodassuslíneas.

SuMichelesunpasmarote—losotrostampocovalenmucho,yamenudoresultandesagradables[...].

¿No tengo razón, querido muchacho, en tratarle como a un hijo,cruelmente,sóloporqueledeseolomejor?

¿Volveráestosucorazóncontraquienosaprevenirlecontantadureza?Esperoqueno,ysinembargomeheequivocadomásdeunavezsobre la

capacidaddelaspersonaspararecibirunaadvertenciasincera[...]

ComoelmanuscritodeestacartaesunborradorconservadoenlosarchivosprivadosdeleditorHetzel,nadiepuedesabersisutextofuemodificadoantesdeserenviadoaJulioVerne.Además,larespuestadeVerne,siesquelahubo,estáperdida y es imposible conocer sus reacciones. La manera general en la queaceptó, durante el periodo 1863-1870, las observaciones de Hetzel4 me hacepensar que tuvo que tragar de mejor o peor grado este rechazo sin quejarsedemasiado.

¿Cómo podemos interpretar hoy el rechazo del editor? Parece difícilresponderdeformacategórica,porquedisponemosdedoselementosqueactúanafavorde lanovelayqueeleditordesconocía.Porunaparte,sabemosloqueocurrióconJulioVernedespuésdelapublicacióndeCincosemanasenglobo(yporlotantotodosloselementosdelmundoverniano,yapresentesenParísenelsiglo XX, nos interesan y nos fascinan en el más alto grado); por otra parte,conocemos el París del siglo XX y la comparación entre la realidad y lasextraordinarias intuiciones del joven Verne no pueden dejar de asombrarnos.Aunque es verdad queHetzel conocíamuy bien a su público y que estaba alcorriente de intentos análogos que otros escritores habían realizado antes queJulioVerne(eleditordiceensucartaaVerne:«Haemprendidoustedunatarea

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imposible y —como sus predecesores en cosas análogas— tampoco haconseguidollevarlaabuenfin.»).NohayqueolvidarqueParísenelsigloXXibadirigidoaunpúblicoadultoynosepresentabacomounaobracómicadeltipodelasqueAlbertRobidaproduciríaañosmástarde(Elsigloveinte,Lavidaeléctrica, etc.). En este relato los personajes de Verne carecen a veces deverosimilitud(defectoqueserepetiráa lo largodelacarrera literariadeVerneconalgunosdesuspersonajes).ProbablementeHetzelsevioanteun libroquepretendíaserauténtico, serio, incluso trágico,perocuyoautorparecía,porunavez,carecerdegenioyque,seacomofuere,nocorrespondíaalproyectoliterarioqueeleditorteníaparasujovenautor.LAFECHADECOMPOSICIÓNComo se ha podido ver más arriba, Michel Verne situaba la composición deParísenelsigloXXantesdequesupadreconocieraaHetzel.Segúnesto,JulioVerne, después de la publicación deCinco semanas en globo (17de enerode1863), propuso un manuscrito elaborado con anterioridad. Sin embargo, lalecturaatentadeunpasajede lacartade rechazodeHetzel,cartaquesesitúaforzosamenteentrelaaparicióndeCincosemanas(«Estáacienpiespordebajode Cinco semanas en globo [...] Creerían que el globo fue una afortunadacasualidad[...]»),yladelosViajesyaventurasdelcapitánHatteras(«Yo,quetengoElcapitánHatteras[...]»),quesepublicóporprimeravezel20demarzode 1864 en el primer número delMagasin d’Éducation et de Récréation deleditor Hetzel, permite pensar que París en el siglo XX no debe de ser unmanuscrito anterior a queHetzel yVerne se conocieran.El pasaje es éste: «sialgo me asombra es que haya podido usted hacer, como en un arrebato yempujado por algún dios, algo tan penoso, tan poco vivo». Para que Hetzelpudieradecir«comoenunarrebatoyempujadoporalgúndios»eraprecisoqueestuviera al corriente del tiempo que Julio Verne había dedicado a lacomposicióndeestaobra.Probablementeesteúltimolepropuso,algunosmesesantes, su proyecto (después de la aparición deCinco semanas en globo), y alhaber sido, en principio, aceptado, muy poco después sometió al editor sumanuscrito,redactado,segúnlaopinióndeHetzel,demasiadodeprisa.

De todos modos, el manuscrito contiene elementos históricos (fechas,situación política) que no permiten situar su composición antes de 1863. Lafecha de 1863 figura además en el manuscrito, a propósito de la guerra deSecesión.

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ELPRELUDIODELMUNDOVERNIANODe todos los textos de JulioVerne aparecidos después de 1863, el que parecepresentarmásanalogíasconParísenelsigloXXessindudalahumoradaUnaciudad ideal5, a pesar de la profunda diferencia que separa ambos relatos. Elprimeroesunanovelaquesucedeen1960yquecontieneunadescripcióndelfuturo;elsegundosóloesuncuentooníricodondeelpaseoqueelautorrealizapor su querida ciudaddeAmiens en el año2000 es el pretexto para poner derelievelosdefectosdelaciudaden1875.Elfuturoconcejalsedivierteydiviertea sus oyentes. Además, Julio Verne parece haber sacado algunas ideas delmanuscrito rechazado de París en el siglo XX, convencido de que no va autilizarlodeotromodo.

Éstossonalgunosejemplosdedichasanalogías:

PARÍSENELSIGLOXX

Corre el rumor de que [...] van a suprimir las cátedras deletras para el ejercicio de 1962 [...] ¡A quién le importan losgriegos y los latinos, que como mucho sólo sirven paraproporcionar algunas raíces a las palabras de la cienciamoderna![...]

¡Y ayer!, ¡ayermismo!: horresco referens, adivinen si seatrevencómohatraducidootroesteversodelcantocuartodelasGeórgicas:

immanispecoriscustos

[...]Guardiándeunaespantosapécora.

UNACIUDADIDEAL

—¡Hacealmenoscienañosquenosedanilatínnigriegoenlosliceos!¡Lainstrucciónespuramentecientífica,comercialeindustrial![...]

—¿Sabeustedcómotradujoelmejordeloscandidatosalareválidadebachillerato

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immanispecoriscustos?

—No.—De la siguiente manera: Guardián de una inmensa

pécora.

También un cuento de juventud de Julio Verne, que permaneció durantemuchotiempoinédito,tituladoLabodadelseñorAnselmedesTilleuls6contienegrannúmerodecitasdeversosdeVirgilioenlasconversacionesentreeljovenmarquésysumentorNasoParaclet.

Por otra parte, el verso immanis pecoris custos immanior ipse debió degustarlemuchoaJulioVerneporquelovolvióaintroducirenelcapítuloXXXIXdelViajealcentrode la tierra (ensuversiónaumentadade1867),cuando losexploradores del centro de la tierra creen haber visto un inmenso ser vivo enmediodeunrebañodecuadrúpedosgigantes.

VolvamosahoraaUnaciudadideal.AhíencontramosnuevamenteeltemadelconciertoeléctricoquefiguraenelcapítuloXVIdeParísenelsigloXX,conlaúnicadiferenciadequeenelprimerodeestosdosrelatoscuandounpianistadaba un concierto en París «a través de unos hilos eléctricos, su instrumentoestabaencontactoconpianosdeLondres,deViena,deRoma,dePetersburgo,dePequín»y,porsupuesto,deAmiens,mientrasqueenelsegundo,«¡doscientospianoscomunicadosentresíatravésdeunacorrienteeléctricatocabanjuntosdelamanodeunsoloartista!».Yestoantediezmilpersonasyconun«estruendoespantoso».Enelprimercasosetratadetransmitirlamúsicaadistancia;enelsegundo,deaumentarlapotenciadelinstrumento.

Otrosdos temasmusicalesvinculanParísenél sigloXXconUnaciudadideal:eldelamúsicacacofónicaquesustituyealamúsicatradicional,yeldelaspiezas de inspiración científica (La Thiloriana, gran fantasía sobre lalicuefaccióndelácidocarbónico,enParís en el sigloXX, y laFantasía en lamenorsobreelcuadradodelahipotenusa,enUnaciudadideal).

LasotrasdosciudadesvernianasdelfuturoquesepodríancompararalasdescripcionesdeParíssonMilliard-CityenlanovelaLaisladehélice(1895)yCentrópolis (o Universal City, según las ediciones) en el cuento In the year28897, que fue escrito por Michel Verne con la aprobación de su padre yrevisadomástardeporesteúltimo.

LaaccióndeLaisladehélicesedesarrollaenunaépocanoprecisada(«En

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eltranscursodeeseaño,nosabríamosprecisarcuáldentrounperiododetreintaaños»,capítulo I).Milliard-City,capitaldeStandard-Island, la islaartificialdelos millonarios, comporta algunas analogías con el París del siglo XX (porejemplo las «lunas eléctricas» que inundan de luz las avenidas, capítuloVII).Pero, detalle importante, esta novela fue escrita unos treinta años después deParísenelsigloXX.

Lametrópolisamericanadelaño2889 (o2890),Centrópolis (oUniversalCity),tambiénrecuerdaenalgunosdetallesalParísdelsigloXX,perosufechaestan alejada que el autor se atreve a imaginar inventos y situaciones (el cielosurcado por millares de aerocoches y aerobuses, Gran Bretaña colonia deEstadosUnidos)que lehabríanparecidopococreíbles en1960.El cuadrodelsigloXXIXqueJulio(yMichel)Vernenosdannoespesimista,alcontrariodelParísdelaño1960.

JulioVernenodebiódeolvidarelmanuscritodeParísenelsigloXX.Porejemplo, lo recordó cuando compuso en 1899 la novelaBolsas de viaje, queapareció en 1903.En el primer capítulo reaparece unametáfora científica quetambiénseencuentraenelprimercapítulodeParísenelsigloXX:«Y,unavezdado el impulso, los bravos se prolongaron, gracias a la velocidad adquirida»(Bolsas de viaje); «El atropellado caudal del orador recordaba a un volantelanzado a toda velocidad; habría sido imposible frenar esa elocuencia a altapresión»(ParísenelsigloXX).Enamboscasossetratadeunadistribucióndepremios.

París en el siglo XX no es tanto el preludio de la obra verniana ulteriorporque tal o cual pasaje se parezca al pasaje de alguna otra novela. Lo quevemoseslaaparicióndelestilodeJulioVerne,consusdefectosysustorpezas,cierto, pero también con sus méritos. Encontramos ya ese amor por lasenumeraciones(deinstitucionespúblicas,deescritores,depoetas,desabios,demúsicos) que anuncia claramente las futuras listas de peces, de insectos, deplantas, que los jóvenes lectores de losViajes extraordinarios estaránmuchasveces tentados de saltarse, pero que otros, por el contrario, apreciarán por suscualidades poéticas. El humor está presente en todas partes. Y encontramossobre todoesacapacidaddeabrir las realidadesdesu tiempoparaquepuedanentreverselossueños.

Ami entender, el aspecto más interesante deParís en el siglo XX es elhecho de que esta obra se presente, por así decirlo, como una enciclopediatempranade lasabiduríaverniana,quepermiterebatiralgunasafirmacionesdelos críticos. Por ejemplo, se ha sostenido que Julio Verne, optimista por

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naturalezaenloquerespectaaldestinodelhombreyelprogresodelasciencias,habíadejadode serlodebidoadiferentescircunstancias: laguerrade1870, susituaciónfamiliar(unmatrimonionodemasiadofelizyunhijoextremadamentedifícil, sobre todo durante el periodo 1877-1887). Y, después, el atentado de1886,lamuertedeHetzelyladeunaamantemisteriosallevaronaJulioVerne,alfinaldesuvida,aunpesimismoquesereflejaensusúltimasobras.

La lecturadeParísenel sigloXX, obrade juventudyautobiográficaporexcelencia, demuestra lo contrario. El jovenVerne que, bajo la apariencia delprotagonistaMichel,escribeversosybuscauneditortieneunavisióntrágicadelasrelacioneshumanas,deunasociedaddonde,siexceptuamoslaexistenciadealgunos amigos, estamos solos (y en este sentido el episodio del vendedor defloresenelcapítuloXVIesesclarecedor).Elpesimismoestápresentedesdeelprincipio de su obra. En realidad es una constante del pensamiento de JulioVernequeapareceaquíyalláalolargodesucarreraliteraria.Noobstante,enParísenel sigloXX estepesimismoestápenetradodeunhumordevastadoryconstantemente tonificante. Invita al lector a lanzar por sí mismo unamiradacorrosivasobreelmundoquelerodea.

PIEROGONDOLODELLARIVA

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¡Ohterribleinfluenciadeestarazaquenosirveni a Dios ni al rey, entregada a las cienciasmundanas, a las viles profesiones mecánicas!¡Perniciosa ralea! Qué no haría si se lopermitieran, abandonada sin freno a ese fatalespíritu de conocer, de inventar y deperfeccionar.

PAUL-LOUISCOURIER

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CAPÍTULOPRIMEROLaSociedadGeneraldeCréditoInstruccionalEl 13 de agosto de 1960, una parte de la población parisina se dirigía a lasnumerosas estaciones del ferrocarril metropolitano y se encaminaba por losempalmeshaciaelantiguoemplazamientodelCampodeMarte.

EraeldíadeladistribucióndepremiosenlaSociedadGeneraldeCréditoInstruccional, vasto establecimiento de educación pública. Su excelencia elministroparaelEmbellecimientodeParísdebíapresidiraquelactosolemne.

LaSociedadGeneraldeCréditoInstruccionalrespondíaperfectamentealastendencias industriales del siglo: lo que hace cien años se denominaba elProgreso había adquirido un desarrollo inmenso. El monopolio, ese nec plusultra de la perfección, tenía en sus garras a todo el país. Se multiplicaban,fundabanyorganizabansociedadescuyosresultadosimprevistoshabríandejadoatónitosanuestrospadres.

Eldineronofaltaba,perohubouninstanteenquecasiquedóinmovilizado,cuandolosferrocarrilespasarondelasmanosdelosparticularesalasdelEstado.Asípues,abundabaelcapital,ysobretodoabundabanloscapitalistasenbuscadeoperacionesfinancierasodenegociosindustriales.

En consecuencia, no ha de sorprendernos lo que hubiera asombrado a unparisino del siglo XIX, entre otras maravillas, la creación del CréditoInstruccional.Estasociedadfuncionabaconéxitodesdehacíaunostreintaaños,bajoladirecciónfinancieradelbaróndeVercampin.

A fuerza de multiplicar sucursales de la universidad, institutos, colegios,escuelas primarias, cursos preparatorios, seminarios, conferencias, asilos,orfanatos...,lainstrucción,bajocualquieradesusformas,sehabíafiltradohastalas capasmás bajas del orden social. Aunque ya nadie leía, almenos todo elmundo sabía leer, incluso escribir; no había hijo de artesano ambicioso, decampesino desplazado, que no pretendiera un puesto en laAdministración. Elfuncionarismo se desarrollaba bajo todas las formas posibles. Más adelanteveremos la legión de empleados que el gobierno gestionaba férrea ymilitarmente.

Ahora sólo se trata de explicar de quémanera losmedios de instruccióntuvieronqueincrementarsealaparquelaspersonasporinstruir.¿Noocurriólo

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mismocuandoen el sigloXIX sequiso rehacerunanuevaFranciayunnuevoParísyseinventaronlassociedadesinmobiliarias,losdespachosdecontratistasyelcréditoinmobiliario?

Y construir o instruir es una misma cosa para los hombres de negocios,pues la instrucción no es, en realidad, más que un tipo de construcción algomenossólida.

Estoesloquepensóen1937elbaróndeVercampin,muyconocidoporsusvastas empresas financieras; tuvo la idea de fundar un inmenso colegio dondepudierancrecer todas las ramasdelárbolde laenseñanzadejandoalEstadoelcuidadodetalarlas,podarlasydescocarlasasuantojo.

El barón fusionó en un solo establecimiento los institutos de enseñanzamedia de París y de provincias, Sainte-Barge y Rollin, y las diferentesinstitucionesparticulares;centralizóenéllaeducacióndetodaFrancia;elcapitalrespondió a su convocatoria, pues presentó el asunto bajo la forma de unaoperación industrial. La habilidad del barón era una garantía en materia definanzas.Eldineroafluyó.Lasociedadquedófundada.

Fueen1937,bajoelreinadodeNapoleónV,cuandolanzóelnegocio.Latirada de su prospecto fue de cuarenta millones de ejemplares. Elencabezamientoeraelsiguiente:

SOCIEDADGENERALDE

CRÉDITOINSTRUCCIONAL,SociedadanónimaconstituidaporactocelebradoanteelseñorMocquartysucolega,notariosdeParís,el6deabrilde1937,yaprobadopordecretoimperial

de19demayode1937.Capitalsocial:cienmillonesdefrancos,divididoen100.000accionesde1.000

francoscadauna.

CONSEJODEADMINISTRACIÓN:

baróndeVercampin,C.*,presidente,DeMontaut,O*directordelosFerrocarrilesdeOrleans

Vicepresidentes

Garassu,banquero,elmarquésdeAmphisbon,GO*,senador,Roquamon,coroneldegendarmería,G.C.*.Dermangent,diputado,Frappeloup,*,director

generaldelCréditoInstruccional.

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Seguíanlosestatutosdelasociedadcuidadosamenteredactadosenlenguaje

financiero.Podemosverquenohayunsolonombredeeruditonideprofesorenelconsejodeadministración.Eramásseguroparalaempresacomercial.

Un inspector del gobierno vigilaba las operaciones de la compañía einformabaalministroparaelEmbellecimientodeParís.

La ideadelbarónerabuenaysingularmentepráctica;porello triunfóporencima de toda esperanza. En 1960 el Crédito Instruccional contaba con algomás de 157.342 alumnos, a quienes se infundía la ciencia por procedimientosmecánicos.

Confesaremos que el estudio de las bellas letras, de las lenguas antiguas(incluidoelfrancés)sesacrificócasiporcompleto.Ellatínyelgriegonosóloeran lenguas muertas, sino enterradas; todavía existían, para guardar lasapariencias, algunas clases de letras, mal seguidas, poco considerables, y aúnmenosconsideradas.Losdiccionarios,losgradus8,lasgramáticas,lasantologíasde temasydeversiones, losautoresclásicos, toda laprofusiónde libroscomolos De Viris, los Quinto Curcios, los Salustios, los Tito Livios se pudríantranquilamenteenlosestantesdelaantiguacasaeditorialHachette;sinembargo,loscompendiosdematemáticas,tratadosdedescriptiva,demecánica,defísica,de química, de astronomía, los cursos de industria práctica, de comercio, definanzas, de artes industriales, todo lo que se relacionaba con las tendenciasespeculativasdeldía,seadquiríanpormillaresdeejemplares.

Pararesumir,lasaccionesdelacompañía,centuplicadasenveintidósaños,valíanahora10.000francoscadauna.

NoinsistiremosmásenelestadoflorecientedelCréditoInstruccional; losnúmeroslodicentodo,segúnunproverbiobancario.

HaciafinesdelsiglopasadolaEscuelaNormaldeclinabavisiblemente.Sepresentabanmuypocosjóvenesconvocaciónporlasletras;sevioamuchosdeellos,ydelosmejores,colgarsusropasdeprofesorparaprecipitarseenlamasadeperiodistasyautores;peroestelamentableespectáculonovolvióarepetirseporque desde hacía diez años sólo los estudios científicos conseguían hacinarcandidatosalosexámenesdelaescuela.

Mientraslosúltimosprofesoresdegriegoydelatínacababandeextinguirseensusclasesabandonadas,¡quéposición,encambio,ladelosseñorestitularesdeciencias,ycuándistinguidoseransusemolumentos!

Lascienciassedividíanenseisramas:eljefedeladivisióndematemáticas—con sus subjefes de aritmética, de geometría y de álgebra—, el jefe de ladivisión de astronomía, el de mecánica, el de química y, por último, el másimportante,el jefede ladivisiónde lascienciasaplicadas,consussubjefesde

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metalurgia,deconstruccióndefábrica,demecánicaydequímicaaplicadaalasartes.

Laslenguasvivas,exceptoelfrancés,estabanmuyenboga.Selesconcedíauna consideración especial; un filólogo apasionado habría podido aprender lasdosmillenguasyloscuatromilidiomashabladosenelmundoentero.Desdelacolonización de la Cochinchina, el subjefe de chino reunía gran número dealumnos.

La Sociedad de Crédito Instruccional poseía inmensos edificios, que sealzabansobreelemplazamientodelantiguoCampodeMarte,ahorainútildesdeque Marte no figuraba en el presupuesto. Era una ciudad completa, unaverdaderaurbe,consusbarrios,susplazas,suscalles,suspalacios,susiglesias,sus cuarteles, algo así como Nantes o Burdeos, que podía contener cientoochentamilalmas,incluidaslasdelosmaestrosdeestudios.

Unarcomonumentaldabaaccesoalvastopatiodehonor,llamadoEstaciónde la Instrucción, rodeado de los muelles de la ciencia. Los refectorios, losdormitorios,lasaladelConcursoGeneral9,dondecabíancómodamentetresmilalumnos, merecían ser visitados, pero ya no asombraban a aquellas personasacostumbradasdesdehacíacincuentaañosatantasmaravillas.

Como decíamos, la multitud se precipitaba ávidamente hacia esadistribución de premios, solemnidad siempre curiosa y que, entre parientes,amigosoaliados,concerníaaunasquinientasmilpersonas.Lagentedelpuebloacudía por la estación del ferrocarril de Grenelle, situada entonces en laextremidaddelacalledel’Université.

Sinembargo, apesarde la afluenciadepúblico, todo sedesarrollabaconorden;losempleadosdelgobierno,menosaplicadosy,porconsiguiente,menosinsoportablesque losagentesde lasantiguascompañías,dejabangustosamentelaspuertasabiertasdeparenpar;habíantenidoquetranscurrircientocincuentaaños para admitir esta verdad: que ante las grandes multitudes es mejormultiplicarlosaccesosquereducirlos.

La Estación de la Instrucción estaba suntuosamente dispuesta para laceremonia;peronohayplaza tangrandequeno sepueda llenar,yelpatiodehonornotardóenestarlo.

A las tres, el ministro para el Embellecimiento de París hizo su entradasolemne,acompañadodelbaróndeVercampinydelosmiembrosdelconsejodeadministración. El barón estaba a la derecha de su excelencia; a la izquierda,campabaelseñorFrappeloup.Desdeloaltodelestradolamiradaseperdíaenunocéano de cabezas. Entonces, las diferentes músicas del establecimientoestallaron con estruendo en los tonos y ritmos más irreconciliables. Estacacofonía reglamentaria no pareció sorprender en absoluto a los doscientos

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cincuentamilparesdeorejasenlosquecaía.La ceremonia empezó. Se hizo un silencioso rumor. Había llegado el

momentodelosdiscursos.Durante el siglo pasado cierto humorista llamado Karr trató como se

merecían los discursos más oficiales que los latines proferidos durante lasentregas de premios; en la época en que vivimos no habría tenido ocasión deaplicar esta broma, pues la elocuencia latinahabía caído endesuso. ¿Quién lahubieracomprendido?¡Nisiquieraelsubjefederetórica!

Un discurso en chino sustituía provechosamente al latín. Varios pasajeslevantaron murmullos de admiración; una pesada disertación sobre lascivilizacionescomparadasdelasislasdelaSondarecibióinclusoloshonoresdelbis.Todavíacomprendíanestaúltimapalabra.

Porúltimo,eldirectordecienciasaplicadasselevantó.Momentosolemne.Eraelnúmerofuerte.

Estefuribundodiscursoseparecíadeformasorprendentealossilbidos,losrozamientos, losgemidos, losmilyunruidosdesagradablesqueseescapandeunamáquinadevaporenacción.Elatropelladocaudaldeloradorrecordabaaunvolantelanzadoatodavelocidad;habríasidoimposiblefrenaresaelocuenciaaalta presión, y las frases chirriantes se engranaban como ruedas dentadas, lasunasenlasotras.

Paracompletarlailusión,eldirectorsudabaachorrosyunanubedevaporleenvolvíadelacabezaalospies.

—¡Diantre!—dijoriendoasuvecinounviejocuyafinaestampaexpresabaelmáximo desprecio hacia esas tonterías oratorias—. ¿Qué le parece a usted,Richelot?

ElseñorRichelot,portodarespuesta,selimitóaalzarloshombros.—Secalientademasiado—continuóelviejoprosiguiendo sumetáfora—;

me dirá usted que tiene válvulas de seguridad, pero si un director de cienciasaplicadasestallaraseríaunpenosoprecedente.

—Muybiendicho,Huguenin—respondióelseñorRichelot.Unos vigorosos chistidos interrumpieron a los dos conversadores, que se

miraronsonriendo.Sinembargoeloradorproseguíaconmásardor.Selanzóaladesesperada

en el elogio del presente en detrimento del pasado; entonó la letanía de losdescubrimientos modernos; incluso dio a entender que, en este sentido, elporvenir tendríamuypocoquehacer; habló conundesprecio benevolente delpequeño París de 1860 y de la pequeña Francia del siglo XIX; enumeró conprofusión de epítetos los beneficios de su tiempo, las comunicaciones rápidasentrelosdiferentespuntosdelacapital,laslocomotorasatravesandoelalquitrán

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de los bulevares, la fuerza motriz enviada a domicilio, el ácido carbónicodestronandoalvapordeaguay,porúltimo,elocéano,elpropioocéanobañandoconsusolaslasorillasdeGrenelle;estuvosublime,lírico,ditirámbico,ensuma,perfectamente insoportablee injusto,olvidandoque lasmaravillasdelsigloXXyaestabanengermenenlosproyectosdelsigloXIX.

Una salva de frenéticos aplausos estalló en lamisma plaza donde, cientosetentaañosantes,losbravosacogíanlafiestadelafederación.

Sinembargo,comotodotienequetenerunfinaquíenlatierra,inclusolosdiscursos, lamáquina se detuvo. Los ejercicios oratorios habían concluido sinaccidente,yseprocedióaladistribucióndepremios.

La cuestión de altas matemáticas planteada en el gran concurso era lasiguiente:

«Tenemos dos circunferencias OO’: desde un punto A tomado en O, sellevanunastangentesaO’;seunenlospuntosdecontactodedichastangentes:sellevalatangenteenAhastalacircunferenciaO.¿CuálesellugardelpuntodeinterseccióndedichatangenteconlacuerdadeloscontactosenlacircunferenciaO’?»

Todos comprendían la importancia de tal teorema. Sabían que había sidoresueltosegúnunmétodonuevoporelalumnoGigoujeu(FrançoisNémorin)deBriançon (Altos Alpes). Los bravos redoblaron cuando se pronunció estenombre; fue pronunciado setenta y cuatro veces durante aquella memorablejornada: se rompían los asientos en honor del premiado, cosa que, incluso en1960,seguíasiendounametáforadestinadaapintarlavirulenciadelentusiasmo.

Gigoujeu (FrançoisNémorin) ganó en esta ocasión una biblioteca de tresmilvolúmenes.LaSociedaddeCréditoInstruccionalhacíamuybienlascosas.

Nopodemoscitarlainfinitanomenclaturadelascienciasqueseenseñabanenaquelcuarteldelainstrucción:unpalmarésdelaépocahubierasorprendidoenormementealostatarabuelosdeesosjóvenessabios.Ladistribuciónseguíasuritmo,ylasrisassarcásticasestallabancuandoalgúnpobrediablodeladivisióndeletras,avergonzadoaloírsunombre,recibíaunpremiodetemalatinoounaccésitdeversióngriega.

Perohubounaocasiónenquelasburlassubierondetono,enquelaironíaadoptó las formas más desconcertantes. Fue cuando el señor Frappelouppronunciólaspalabrassiguientes:

—Primerpremiodeversos latinos:Dufrénoy (Michel Jérôme),deVannes(Morbihan).

Lahilaridadfuegeneral,enmediodefrasescomoésta:¡Premiodeversoslatinos!¡Eraelúnicoqueloshacía!¡VayaconestenumerariodelPindo!¡EstecontertuliodelHelicón!¡EstepilardelParnaso!¡Irá!¡Noirá!Etcétera.

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Sinembargo,MichelJérômeDufrénoyfue,inclusoconaplomo,desafiandolasrisas;eraunjovenrubiodeaspectoencantador,conunahermosamirada,nitorpe,niesquiva.Suslargoscabellosledabanunaaparienciaalgofemenina.Sufrenteresplandecía.

Llegójuntoalestradoyarrancó,másquerecibió,supremiodemanosdeldirector. Dicho premio consistía en un solo volumen:El manual del perfectofabricante.

Michel miró el libro con desprecio y, tirándolo al suelo, volviótranquilamenteasusitio,conlacoronaenlafrente,sintansiquierahaberbesadolasoficialesmejillasdesuexcelencia.

—Muybien—dijoelseñorRichelot.—Buenchico—dijoelseñorHuguenin.Los murmullos se oyeron en todas partes. Michel los acogió con una

sonrisadesdeñosayvolvióasusitioenmediodelasburlasdesuscondiscípulos.Estagranceremoniaterminósinengorroshacialassietedelatarde;fueron

consumidosquincemilpremiosyveintisietemilaccésit.Los principales laureados de ciencias cenaron aquellamisma noche en la

mesadelbaróndeVercampin,conlosmiembrosdelconsejodeadministraciónylosgrandesaccionistas.

¡Laalegríadeestosúltimosseexplicarámediantenúmeros!Eldividendoparaelejerciciode1960acababadeserfijadoen1.169francoscon33céntimosporacción.Elinterésactualsuperabayaelpreciodeemisión.

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CAPÍTULOIIRepasogeneralalascallesdeParísMichel Dufrénoy siguió a la multitud, simple gota de agua de ese río que larupturadesusdiquescambiabaentorrente.Suanimacióncedió.Elcampeóndela poesía latina se convertía en un joven tímido en medio de aquella alegrealgazara; se sentía solo, extraño, y como aislado en el vacío. Mientras suscondiscípulos avanzaban con paso rápido, él caminaba lentamente, vacilante,aúnmáshuérfanoenestareunióndepadressatisfechos;parecíaechardemenossutrabajo,sucolegio,suprofesor.

Sin padre ni madre, tenía que volver con una familia que no podíacomprenderlo, seguro de que iba a sermal recibido con su premio de versoslatinos.

«Enfin—sedijo—,¡ánimo!¡Soportaréestoicamentesumalhumor!Mitíoes un hombre positivo; mi tía, una mujer práctica; mi primo, un muchachoespeculativo;yoymisideasnoestaremosbienvistosencasa;pero¿quélevoyahacer?¡Adelante!»

Sinembargo,noseapresuraba,puesMichelnoeraunodeesoscolegialesqueseprecipitanasusvacacionescomolospueblosalalibertad.Sutíoytutorni tan siquiera había considerado correcto asistir a la distribución de premios;sabía de lo que su sobrino era «incapaz», decía, y se hubiera muerto devergüenzaalverlocoronadocomocriaturadelasMusas.

Lamultitudarrastrabaalinfelizgalardonado;Michelsesentíaatrapadoporlacorrientecomounhombreapuntodeahogarse.

«La comparación es justa—pensó—; heme aquí arrastrado a plenamar;dondeseprecisaríanlasaptitudesdeunpez,yoaportolosinstintosdeunpájaro;¡megustavivirenelespacio,enlasregionesidealesadondeyanoseva,alpaísdelossueños,dedondenuncasevuelve!»

Mientras reflexionaba,empujadoybaqueteado,Michel llegóa laestacióndeGrenelledelferrocarrilmetropolitano.

Esta vía comunicaba la orilla izquierda del río por el bulevar Saint-Germain, que se extendía desde la estación deOrleans hasta los edificios delCréditoInstruccional;ahí,desviándosehaciaelSena,locruzabaporelpuentedeIéna,recubiertoconunaplataformasuperiorparaelserviciodelavíaférrea,yse

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unía entonces a la vía de la orilla izquierda; esta vía, a través del túnel delTrocadero, desembocaba en los Campos Elíseos, avanzaba por la línea de losbulevares, subíahasta laplazade laBastillayenlazabacon laorilla izquierdaporelpuentedeAusterlitz.

EsteprimercinturóndevíasférreasuníapocomásomenoselantiguoParísdeLuisXVjustoenelemplazamientodelmuroenelquesobrevivíaesteversoeufónico:

ElmuroqueamurallaParíshaceaParísmurmurante.

UnasegundalíneaenlazabalosantiguosarrabalesdeParís,prolongandoentreinta y dos kilómetros los barrios situados antañomás allá de los bulevaresexteriores.

Siguiendo la línea de la antigua circunvalación, una tercera vía sedesplegabaalolargodecincuentayseiskilómetros.

Porúltimo,unacuartaredenlazabalalíneadelosfuertesyalcanzabaunaextensióndemásdecienkilómetros.

Como puede verse, París había roto su cerco de 1843 y se había abiertocamino por el bosque de Boulogne, las llanuras de Issy, Vanves, Billancourt,Montrouge, Ivry, Saint-Mandé, Bagnolet, Pantin, Saint-Denis, Clichy y Saint-Ouen. Los altos deMeudon, Sèvres, Saint-Cloud, habían dejado de invadir eloeste.Ladelimitacióndelacapitalactualseencontrabamarcadaporlosfuertesdel Mont-Valérien, Saint-Denis, Aubervilliers, Romainville, Vincennes,Charenton, Vitry, Bicêtre, Montrouge, Vanves e Issy; una ciudad con unacircunferenciadeveintisieteleguasquehabíadevoradotodoeldepartamentodelSena.

Cuatrocírculosconcéntricosdevíasférreasformabanlaredmetropolitana;seenlazabanentre símedianteempalmesque,en laorilladerecha, seguían lasprolongaciones de los bulevares de Magenta y Malesherbes y, en la orillaizquierda,lascallesdeRennesydelosFossés-Saint-Victor.SepodíacirculardeunextremoaotrodeParísconlamayorrapidez.

Estosferrocarrilesexistíandesde1913;habíansidoconstruidosporcuentadel Estado, según un sistema ideado durante el siglo anterior por el ingenieroJoanne.

Enaquellaépocasepresentaronalgobiernonumerososproyectos.Ésteloshizo examinar por un comité de ingenieros civiles, pues los ingenieros depuentesycaminosnoexistíandesde1889,fechade lasupresiónde laEscuelaPolitécnica; pero aquellos señores estuvierondurantemucho tiempodivididos;algunosqueríanestablecerunavíaaniveldelasprincipalescallesdeParís;otros

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preconizaban redes subterráneas como en el ferrocarril de Londres; pero elprimerodeestosproyectoshubieranecesitadobarreras cerradas alpasode lostrenes; de ahí una aglomeración de peatones, coches, carretas fácilmenteconcebible;elsegundoacarreabaenormesdificultadesdeejecución;además,laperspectiva demeterse en un túnel interminable no habría sido nada atractivapara los viajeros. Todas las vías establecidas con anterioridad en estasdeplorablescondicionestuvieronquerehacerse,entreotraslavíadelbosquedeBoulogne,que tantopor suspuentescomopor sus subterráneosobligabaa losviajerosainterrumpirveintisieteveceslalecturadelperiódicoenuntrayectodeveintitrésminutos.

ElsistemaJoanneparecíareunirtodaslascualidadesderapidez,facilidadybienestar, y, en efecto, desde hacía cincuenta años los ferrocarrilesmetropolitanosfuncionabanenmediodelasatisfaccióngeneral.

Dichosistemaconsistíaendosvíasseparadas,unadeidayotradevuelta;ellohacíaimposiblecualquierencuentroensentidocontrario.

Cadavíaestabaestablecidasegúnelejedelosbulevares,acincometrosdelas casas, por encima del borde exterior de las aceras; elegantes columnas debroncegalvanizadolassujetabanyseuníanentresíporarmadurascaladas;detramo en tramo, estas columnas se apoyaban, sobre las casas colindantesmediantearcostransversales.

Ellargoviaductoquesujetabalavíaférreaformabaasíunagaleríacubierta,bajolacuallospaseantesencontrabanabrigocontralalluviaoelsol;lacalzadaalquitranadaquedabareservadaaloscoches;elviaductopasabaporencimadelas principales calles, que cortaban su ruta formando un elegante puente, y elferrocarril,suspendidoalaalturadelosentresuelos,noobstaculizabaenmodoalgunolacirculación.

Algunascasascolindantes,transformadasensalasdeespera,formabanlasestaciones; comunicaban con la víamediante amplias pasarelas; por debajo sedesplegabalaescaleradedobledirecciónquedabaaccesoalasaladeviajeros.

Las estaciones del ferrocarril de los bulevares estaban situadas en elTrocadero,enlaMadeleine,enelbazarBonneNouvelle,enlarueduTempleyenlaplazadelaBastilla.

Esteviaducto,apoyadoensimplescolumnas,nohubierapodidoresistirlosantiguos métodos de tracción que exigían locomotoras de mucho peso; pero,merced a la aplicación de propulsores nuevos, los trenes eranmuy ligeros; sesucedíanaintervalosdediezminutosycadaunopodíatransportarunmillardeviajerosensuscochesrápidosyconfortablementedispuestos.

Lascasascolindantesnopadecíanlosefectosdelvapornidelhumoporlasencillarazóndequenohabíalocomotora.Lostrenesfuncionabanpormediode

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aire comprimido, según el sistema William, preconizado por Jobard, célebreingenierobelgademediadosdelsigloXIX.

Un tubovectordeveintecentímetrosdediámetroydedosmilímetrosdeespesorseextendíaa lo largode lavíaentre losdos raíles;undiscodehierroforjado se deslizaba en su interior, accionado por el aire comprimido a variasatmósferas que le suministraba la Sociedad de las Catacumbas de París. Esedisco,expelidoagranvelocidadenel tubo,comoelproyectil en lacerbatana,arrastrabaconsigoalprimercochedeltren.¿Ycómoseuníaestecochealdiscoencerrado dentro del tubo si éste no debía tener ninguna comunicación con elexterior?Mediantelafuerzaelectromagnética.

Enefecto,elprimercochellevabaentresusruedasunosimanesdistribuidosa derecha e izquierda del tubo, lomás cerca posible, aunque sin tocarlo. Losimanes operaban a través de las paredes del tubo sobre el disco de hierroforjado10.Esteúltimo,aldeslizarse,arrastrabaeltrendetrásdeél,sinqueelairecomprimidopudieraescaparporningúnsitio.

Cuandountrendebíadetenerse,unempleadodelaestaciónmanipulabaungrifo; se escapaba el aire y el disco permanecía inmóvil. Una vez cerrado elgrifo,elairepresionabayeltrenrecuperabainmediatamentelamarcha.

Asípues,conesesistematansimple,demantenimientotanfácil,nohabíahumo,nivapor,nichoques,sepodíansubirtodaslaspendientes,yparecíaqueestasvíasteníanquehaberexistidodesdetiempoinmemorial.

EljovenDufrénoysacósubilleteenlaestacióndeGrenelleydiezminutosdespuéssedeteníaenladelaMadeleine;bajóporelbulevarysedirigióhacialacalle Impértale, diseñada siguiendo el eje de la Ópera hasta el jardín de lasTullerías.

La multitud se apretujaba en las calles; la noche empezaba a caer; lassuntuosas tiendas proyectaban a lo lejos los reflejos de la luz eléctrica; loscandelabros,establecidossegúnelsistemaWaymediantelaelectrificacióndeunhilodemercurio,resplandecíanconunaincomparableclaridad;estabanunidosatravésdehilossubterráneos;depronto,lascienmilfarolasdeParísseencendíanalavez.

No obstante, algunas tiendas anticuadas permanecían fíeles al viejo gashidrocarburado;laexplotacióndelasnuevasminasdehullapermitíasuentrega,es verdad, a diez céntimos elmetro cúbico; pero la compañía conseguía unasgananciasconsiderables,sobretodoalpropagarlocomoagentemecánico.

Lamayorpartedelosinnumerablescochesquesurcabanlacalzadadelosbulevareslohacíansincaballos;semovíanporunafuerzainvisible,medianteunmotordeairedilatadoporlacombustióndelgas.EralamáquinaLenoiraplicadaalalocomoción.

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La principal ventaja de estamáquina, inventada en 1859, consistía en lasupresióndelacaldera,elfogónyelcombustible;unpocodegasdealumbrado,mezclado con el aire introducido bajo el pistón y encendido por la chispaeléctrica, producía el movimiento; unas arquetas para gas, instaladas en lasdiferentes estaciones de coches, proporcionaban el hidrógeno necesario; unaseriedenuevosperfeccionamientoshabíapermitidosuprimirelaguadestinadaenotraépocaaenfriarelcilindrodelamáquina.

Esta última era fácil, simple y manejable; el mecánico, sentado en suasiento, guiaba una rueda rectora; un pedal situado bajo su pie le permitíamodificarinstantáneamentelamarchadelvehículo.

Loscoches,cuyafuerzaeraladeuncaballo-vapor,nocostabanaldíanilaoctavapartequeuncaballo;elgastodelgas,controladodeunamaneraprecisa,permitía calcular el trabajo útil de cada coche y la compañía no podía serengañadaporsuscocheroscomoantaño.

Estosgaseomóvilesconsumíanmuchísimohidrógeno,paranohablardelosenormes carromatos, cargados de piedras y de materiales, que desplegabanfuerzasdeveinteatreintacaballos.ElsistemaLenoirtambiénteníalaventajadequenocostabanadadurantelashorasdedescanso,ahorroimposibleenelcasodelasmáquinasdevapor,quedevoranelcombustibleinclusoparadas.

Los medios de transporte eran, por tanto, rápidos en unas calles menosatestadas que en otros tiempos, porque una disposición del Ministerio de laPolicía prohibía que los carros, carretas y camiones circularan después de lasdiezdelamañanaexceptopordeterminadasvíasreservadas.

Estasdiferentesmejoraseranmuyadecuadasparaaquelsiglofebril,dondela multiplicidad de asuntos no dejaba reposo alguno y no permitía ningúnretraso.

¿Quédiríannuestrosantepasadossipudieranveresosbulevaresiluminadoscon un resplandor comparable al del sol, esosmiles de coches circulando sinruido sobre el sordo alquitrán de las calles, esas tiendas ricas como palaciosdonde la luz se expandía en blancas irradiaciones, esas vías de comunicaciónamplias comoplazas, esas plazas vastas como llanuras, esos hoteles inmensosdonde se alojaban suntuosamente veinte mil viajeros, esos viaductos tanlivianos; esas largasy elegantesgalerías, esospuentes lanzadosdeuna calle aotray,porúltimo,esostrenesresplandecientesqueparecíansurcarlosairesconunafantásticarapidez?

Habríanquedadomuysorprendidos,sinduda;peroloshombresde1960yano se admiraban de talesmaravillas; las aprovechaban tranquilamente, sin sermás felices, porque, en su caminar apresurado, en su paso acelerado, en sufogosidadamericana, seveíaqueeldemoniode la fortuna losempujabahacia

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adelantesinpiedadnidescanso.

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CAPÍTULOIIIUnafamiliaeminentementeprácticaFinalmenteeljovenllegóacasadesutío,elseñorStanislasBoutardin,banqueroydirectordelaSociedaddelasCatacumbasdeParís.

EsteimportantepersonajeresidíaenunmagníficohoteldelacalleImperial,enorme construcción de un mal gusto maravilloso, perforada por multitud deventanas, un verdadero cuartel transformado en vivienda particular, noimponente,peromaciza.Lasoficinasocupabanlosbajosylosanejosdelhotel.

«¡Aquíesdondevaatranscurrirmivida!—pensóMichelmientrasentraba—.¿Tendréqueabandonartodaesperanzaenlapuerta?»

Entonces se apoderó de él un invencible deseo de huir lejos; pero secontuvoyapretóeltimbreeléctricodelportalón.Ésteseabriósinruido,movidoporun resorteoculto,y sevolvióacerrarpor sí solo trashaber franqueadoelpasoalvisitante.

Unampliopatiodabaaccesoalasoficinasdispuestascircularmentebajountechadodecristalesmerilado;alfondoseabríaunampliocobertizobajoelcualvariosgaseomóvilesesperabanlasórdenesdelamo.

Michel se dirigió al ascensorio, especie de cámara rodeada por un divánacolchado;uncriadodelibreadecolordenaranjaestabaahípermanentemente.

—ElseñorBoutardin—preguntóMichel.—ElseñorBoutardinacabadesentarsealamesa—respondióellacayo.—Hagaelfavordeanunciarasusobrino,elseñorDufrénoy.Elcriadoaccionóunconmutadordemetalsituadoenelpaneldemaderay

el ascensorio seelevóconunmovimiento insensiblehasta laalturadelprimerpiso,dondeseencontrabaelcomedor.

ElcriadoanuncióaMichelDufrénoy.El señor Boutardin, la señora Boutardin y su hijo estaban sentados a la

mesa; al entrar el joven se hizo un profundo silencio; su cubierto le estabaesperando; la cena acababa de empezar; a una señal de su tío, Michel seincorporó al festín. No le dirigieron la palabra. Era evidente que conocían sudesastre.Michelnopudocomernada.

Lacenateníaunairefúnebre;loscriados,servíansinruidolosplatosquesubían en silenciopor lospozospracticados en lasgruesasparedes; eranunos

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manjaresopulentos,peroconciertoaspectodeavariciayqueparecíanalimentara los comensales a disgusto. En aquella triste sala, ridiculamente dorada, secomíadeprisay sin convicción.Lo importante, en efecto, no era alimentarse,sinoganarconquéalimentarse.Michelsentíaestematiz;estabaasfixiándose.

Alospostres,sutíotomólapalabraporprimeravezydijo:—Señor,mañanaaprimerahoratenemosquehablar.Michel se inclinó sin contestar; un criado vestido de color naranja le

condujoasuhabitación;eljovenseacostó;eltechohexagonaltraíaasumenteunamultituddeteoremasgeométricos;Michel,apesarsuyo,soñócontriángulosyrectasinclinadasdesdeelvérticesobreunodesuslados.

«¡Quéfamilia!»,pensóenmediodesuagitadosueño.ElseñorStanislasBoutardineraelproductonaturaldeestesigloindustrial.

Habíacrecidoenuninvernaderoynoenplenanaturaleza;hombreprácticoantetodo,nadadeloquehacíaerainútil,dirigíatodassusideashacialopráctico,conun deseo inmoderado de ser útil que derivaba en un egoísmo verdaderamenteideal;uniendoloútilalodesagradable,comohubieradichoHoracio;suvanidadsetraslucíaensuspalabrasaúnmásqueensusgestos,ynohabríapermitidoasusombraque leprecediera; se expresaba engramosy en centímetrosy siemprellevaba encimauna cintamétrica, lo que le daba un gran conocimiento de lascosasdeestemundo;despreciabasoberanamente lasartesyenparticulara losartistas, para hacer creer que los conocía; para él, la pintura se detenía en laaguada,eldibujoeneldiseño,laesculturaenelmolde,lamúsicaenelsilbidodelaslocomotoras,laliteraturaenlosboletinesdelaBolsa.

Estehombre,educadoenlamecánica,explicabalavidaporlosengranajesolastransmisiones;semovíaregularmenteconlamenorfricciónposible,comoun pistón en un cilindro perfectamente calibrado; transmitía su movimientouniforme a su mujer, a su hijo, a sus empleados, a sus criados, verdaderasmáquinas-instrumentos,de lasqueél,elgranmotor, sacabaelmejorprovechodelmundo.

Feanaturaleza, en suma, incapazdeunmovimientobueno,pero tampocomalo; no era ni bueno ni malo, sino insignificante, mal engrasado, chillón,horriblementecomún.

Habíahechounaenormefortuna,siesquesepuedellamaraesohacer;elimpulsoindustrialdelsiglolearrastró;ysemostróagradecidohacialaindustria,alaqueadorabacomoaunadiosa;fueelprimeroqueadoptó,tantoensuhogarcomoparasuusopersonal,lateladehilodehierroqueaparecióen1934.Estetipoderopaerasuavealtactocomolacachemira,pococálida,escierto;peroeninvierno, con un buen forro, podía pasar. Cuando estas ropas inutilizables seoxidaban, las retocaban con la lima y las volvían a pintar con los colores de

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moda.Laposiciónsocialdelbanqueroeralasiguiente:directordelaSociedadde

lasCatacumbasdeParísydelafuerzamotrizadomicilio.Los trabajos de esta sociedad consistían en almacenar el aire en aquellos

inmensossubterráneosdurante tanto tiempo inutilizados;era introducidoaunapresión de cuarenta y cincuenta atmósferas, fuerza constante transportada porunastuberíasalostalleres,fábricas,factorías,hilaturas,almacenesdeharina,ahídonde fuera necesaria alguna acción mecánica. Este aire servía, como se havisto,paramoverlostrenessobreloscarrilesdelosbulevares.Milochocientoscincuenta y tresmolinos de viento, instalados en la llanura deMontrouge, locomprimíanenaquellasvastasreservasmediantebombas.

Estaidea,muyprácticasindudaalgunayqueeraunretornoalempleodelas fuerzas naturales, fue vivamente preconizada por el banquero Boutardin,quien se convirtió en el directorde esta importante compañía, sindejarde sermiembro de quince o veinte consejos de vigilancia, vicepresidente de laSociedadde lasLocomotorasRemolcadoras, administradorde laSubsecretaríadeAlquitranesFusionados,etc.,etc.

Sehabíacasado,cuarentaañosantes,conlaseñoritaAthenaisDufrénoy,tíadeMichel; era la digna y rancia compañera de un banquero, fea, pesada, contodo el aspecto de la tenedora de libros y de la cajera y nada de la mujer;entendíadecontabilidad,eraunamaestradelapartidadobleyhabríainventadolapartidatriplesihubierahechofalta;unaverdaderaadministradora,lahembradeunadministrador.

¿AmóalseñorBoutardinyfueamadaporél?Sí,tantocomopuedenamarseesoscorazonesindustriales;unacomparaciónacabarádepintarlosaambos.Ellaeralalocomotorayélelfogonero-maquinista;éllamanteníaenbuenestado,lafrotaba, la engrasaba, y ella llevaba funcionando así desde hacíamedio siglo,contantaimaginacióncomounaCrampton.

Esinútilañadirquenodescarrilójamás.En cuanto al hijo,multipliquese a lamadrepor el padrey se obtendrá el

coeficienteAthanaseBoutardin,socioprincipaldelabancaCasmodageyCía.;un gallardomozo que se parecía a su padre en lo alegre y a sumadre en loelegante.No había que decir ninguna frase ingeniosa en su presencia; parecíaqueselefaltabaalrespetoyfruncíalascejassobresusojosalelados.Enelgranconcursohabíaganadoelprimerpremiodebanca.Sepuededecirquenosólohacíatrabajareldinero:loagotaba;olíaausurero;pretendíacasarseconalgunahorriblemuchachacuyadotecompensarasobradamentesufealdad.Alosveinteañosyallevabagafasdealuminio.Suinteligenciaestrechayrutinarialellevabaa marear a sus empleados con pejigueras de chinche. Una de sus manías

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consistíaencreerquesucajaestabadesguarnecida,cuandoenrealidadrebosabadeoroydebilletes.Eraunmalhombre,sinjuventud,sincorazón,sinamigos.Supadreleadmirabamucho.

Éstaera lafamilia, la trinidaddomésticaa laqueel jovenDufrénoyibaapedir ayudayprotección.El señorDufrénoy,hermanode la señoraBoutardin,poseía toda la dulzura de sentimientos y la delicadeza exquisita que en suhermanasehabíantraducidoenasperezas.Aquelpobreartista,músicodegrantalento, nacido para un siglomejor, sucumbió joven a las contrariedades y nolegóasuhijomásquesustendenciasdepoeta,susaptitudesysusaspiraciones.

Michel tenía por alguna parte un tío, un tal Huguenin del que nunca sehablaba,unodeesoshombrescultos,modestos,pobres,resignados,dequienesseavergüenzanlasfamiliasopulentas.PeroMichelteníaprohibidovisitarle,ynisiquieraleconocía;asípues,noteníaniquepensarenél.

La situación del huérfano en el mundo estaba bien establecida: por unaparte,un tío incapazdeayudarle,porotra,una familia ricaenesascualidadesqueseacuñanconmoneda,conelcorazónestrictamentenecesarioparabombearlasangrealasarterias.

Nohabíanadaqueagradeceralaprovidencia.AldíasiguienteMichelbajóaldespachodesu tío,undespachoseverosi

loshay,y forradoconuna tela severa: ahí estabanel banquero, sumujery suhijo.Aquelloamenazabaconsersolemne.

ElseñorBoutardin,depiejuntoalachimenea,conlamanoenelbolsillodelchalecoysacandopecho,seexpresóenestostérminos:

—Señor, va usted a escuchar unas palabras que le pido que grabe en sumemoria.Supadreeraunartista.Estolodicetodo.Megustapensarqueustednohaheredadosusmalhadadosinstintos.Noobstante,hedescubiertoenustedgérmenesqueesimportantedestruir.Buceaustedgustosamenteenlasarenasdeloideal,yhastaaquíelresultadomásclarodesusesfuerzoshasidoesepremiode versos latinos que le han concedido vergonzosamente. Calibremos lasituación.Carece usted de fortuna, lo cual es una torpeza; un pocomás, y notendríaparientes.Ahorabien,noquieropoetasenmifamilia,¿meentiende?Noquiero a ese tipo de individuos que escupen rimas a la cara de la gente; sufamiliaesrica,nolacomprometa.Porqueelartistanoestálejosdeladuladoraquien lanzo cien soles de mi talego para que distraiga mis digestiones. ¿Meentiendeusted?Noquiero talento,quierocapacidades.Comonoheobservadoenustedningunaaptitudespecial,hedecididoqueentrea trabajaren labancaCasmodage y Cía., bajo la alta dirección de su primo; tómelo como ejemplo;¡trabajeparaconvertirseenunhombrepráctico!RecuerdequepartedelasangredelosBoutardincorreporsusvenas,ypararecordarmejormispalabras,cuide

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usteddenoolvidarlasjamás.Como puede verse, en 1960 la raza de los Prud’homme aún no había

desaparecido;habíanconservado lasbuenas tradiciones. ¿Quépodía responderMichel ante semejantediscurso?Nada;por eso calló,mientrasque su tíay suprimoaprobabanconlacabeza.

—Susvacaciones—prosiguióelbanquero—hanempezadoestamañanayterminaránestanoche.MañanasepresentaráanteeljefedelafirmaCasmodageyCía.Váyase.

Eljovensaliódeldespachodesutío;laslágrimasinundabansusojos,peroresistióaladesesperación.

«Sólotengoundíadelibertad—pensó—;almenosloemplearéamigusto;tengoalgunossoles;empezaréporfundarmibibliotecaconlosgrandespoetasylosautoresilustresdelsiglopasado.Porlanochemeconsolarándelasseviciasdeldía.»

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CAPÍTULOIVQuetratadealgunosautoresdelsigloXIXydeladificultaddeconseguirlosMichelsaliórápidamentealacalleysedirigióalalibreríadelasCincoPartesdelMundo,inmensohangarsituadoenlacalledelaPaixydirigidoporunaltofuncionariodelEstado.

«Todaslasproduccionesdelespírituhumanodebendeestarahímetidas»,pensóeljoven.

Entró en un amplio vestíbulo, en cuyo centro un despacho telegráficocorrespondía con los puntos más apartados de las tiendas; una legión deempleados circulaba incesantemente; unas escalas colgadas en las paredesllevabanalosempleadoshastalosestantessuperioresdelassalas;unamultitudconsiderable acosaba el despacho y losmozos se doblaban bajo las cargas delibros.

Michel, estupefacto, intentaba en vano contar las innumerables obras quetapizaban las paredes, y su mirada se perdía en las galerías infinitas de esteestablecimientoimperial.

«Nunca conseguiré leer todo esto», pensó poniéndose a la cola ante eldespacho.Alfinllegóalaventanilla.

—¿Quédeseausted,señor?—lepreguntóelempleado,jefedelaSeccióndePedidos.

—Megustaríaconseguir lasobrascompletasdeVictorHugo—respondióMichel.

Elempleadoabrióunosojosdesmesurados.—¿VictorHugo?—dijo—.¿Quéhahechoése?—Esunodelosgrandespoetasdelsiglodiecinueve,elmásgrandeincluso

—respondióeljovensonrojándose.—¿Loconoceusted?—preguntóelempleadoaunsegundoempleado,jefe

delaSeccióndeBúsquedas.—Jamásheoídohablardeél—respondióesteúltimo—.¿Estáustedseguro

delnombre?—preguntóaljoven.—Perfectamenteseguro.—Es que es raro —prosiguió el empleado— que vendamos aquí obras

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literarias. Pero, en fin, puesto que está usted seguro... Ugo, Ugo... —dijotelegrafiando.

—Hugo, con hache—repitióMichel—. Y pregunte también por Balzac,Musset,Lamartine.

—¿Sonsabios?—¡No!Sonautores.—¿Estánvivos?—Murieronhaceunsiglo.—Señor,vamosahacer loquepodamosporatenderle;perometemoque

nuestraspesquisasvanaserlargas,sinovanas.—Esperaré—respondióMichel.¡Yseretiróaunrincón,anonadado!¡Asíquetodaaquellafamasóloduraba

un siglo!Las orientales, Lasmeditaciones, Las primeras poesías, La comediahumana,¡olvidadas,perdidas,inencontrables,desconocidas,ignoradas!

Sinembargo,unasinmensasgrúasdevaporbajabanenmediodelospatioscargasdelibrosyloscompradoresseprecipitabanalaoficinadepedidos.Perouno quería ver la Teoría de los frotamientos en veinte volúmenes, otro laCompilacióndelosproblemaseléctricos,ésteelTratadoprácticodelengrasadodelasruedasmotrices,aquél,laMonografíadelnuevocáncer.

«¡Cómo! —se dijo Michel—, ¡ciencia, industria! Aquí es como en elcolegio, ¡y las artes, nada! ¡Y yo que parezco un demente pidiendo obrasliterarias!¿Estaréloco?»

Michel se hundió en estas reflexiones durante una hora larga; y laspesquisas continuaban, y el telégrafo funcionaba sin cesar, y pedíanconfirmación del nombre de los autores; rebuscaron en los sótanos y en losgraneros;perofueenvano.Huboquerenunciar.

—Señor —dijo por fin al joven un empleado, jefe de la Sección deRespuestas—,notenemoseso.Esosautoressindudaeranpococonocidosensuépoca;susobrasnohabránsidoreeditadas...

—Notre-Dame de Paris —respondió Michel— tuvo una tirada dequinientosmilejemplares.

—Le creo, señor, pero en cuanto a autores antiguos reeditados en laactualidadsólo tenemosaPauldeKock,unmoralistadel siglopasado;parecebienescrito,ysiustedquiere...

—Buscaréenotraparte—respondióMichel.—Irá por todo París sin encontrar nada. Lo que no está aquí no está en

ningunaparte.—Yaveremos—dijoMichelalejándose.—Señor—prosiguióelempleado,dignoporsucelodeserdependientede

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ultramarinos—,¿deseaustedobrasliterariascontemporáneas?Tenemosalgunostítulosquehansonadoestosúltimosaños;nosehanvendidomalparaserlibrosdepoesía...

—¡Ah!—dijoMichelesperanzado—,¿tienenpoesíamoderna?—Sinduda.EntreotraslasArmoníasEléctricasdeMartillac,obralaureada

porlaAcademiadeCiencias,lasMeditacionessobreeloxígeno,dePulfasse,elParalelogramopoético,lasOdasdescarbonatadas...

Michel noquisooírmásy salió a la calle aterrado, estupefacto. ¡Aquellapequeñaporcióndelartenohabíapodidoescapara la influenciaperniciosadelostiempos!¡Laciencia, laquímica,lamecánica,irrumpíanenelámbitodelapoesía!

«¡Y se leen estas cosas!—repetía corriendopor las calles—; ¡incluso lascompran!¡Ylasfirman!¡Ylascolocanenlasestanteríasdeliteratura!¡Esinútilbuscar un libro de Balzac, de Victor Hugo! Por cierto, ¿dónde podríaencontrarlos?¡Claro!EnlaBiblioteca.»

Michel se dirigió con paso rápido a la Biblioteca Imperial; los edificios,singularmente ampliados, se extendían sobre una gran parte de la calleRichelieu, luego por la calle Neuve-des-Petits-Champs, hasta la calle de laBourse. La incesante aglomeración de libros había hecho que reventaran lasviejas paredes del Hotel de Nevers. Todos los años se imprimían cantidadesingentes de obras científicas; los editores no daban abasto, y el propioEstadoeditaba:losnovecientosvolúmenesdejadosporCarlosV,multiplicadospormilnohabríandado la cifra actual de losvolúmenes apilados en laBiblioteca; deochocientosmilquehabíaen1860,sesuperabanahoralosdosmillones.

Michel preguntó por los edificios reservados a las letras y subió por laescalera de los jeroglíficos que unos albañiles estaban restaurando a golpe depiqueta.

Unavezllegadoalasaladelasletras, laencontródesierta,ymáscuriosahoyendíaensuabandonoqueantañollenadeunamultitudestudiosa.Algunosextranjeroslaseguíanvisitando,comoquienvaaverelSahara,ylesmostrabanel lugardondemurióunárabe,en1875,en lamismamesaqueocupódurantetodasuvida.

Las formalidades necesarias para obtener una obra no dejaban de sercomplicadas; el formulario, firmado por el solicitante, debía contener el títulodellibro,elformato,lafechadepublicación,elnúmerodeediciónyelnombredel autor; es decir, que a no ser que se fuera ya un sabio, nunca se llegaba asaber;además,elsolicitanteindicabasuedad,domicilio,profesiónylafinalidaddesuinvestigación.

Michel se atuvo al reglamento y remitió su formulario perfectamente en

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regla al bibliotecario, que dormitaba; emulándole, los empleados roncabanaparatosamente sobreunas sillas apoyadas a las paredes; sus funcioneshabíanllegadoaserunasinecuratancompletacomoladeacomodadorenelOdeón.

Elbibliotecario,quesedespertósobresaltado,miróalosadojoven;leyóelformulario y pareció atónito por el pedido; después de haber reflexionadolargamente, ante el terror deMichel, se dirigió a un empleado subalterno, quetrabajabajuntoalaventana,sentadoaunamesasolitaria.

Michel seencontróanteunhombredeunossetentaañosdeedad,miradadespierta, cara sonrienteyconaspectode sabioquecreyera ignorarlo todo.Elmodestoempleadotomóelboletínyloleyóatentamente.

—Pideustedautoresdelsiglodiecinueve—dijo—,esunhonorparaellos;esto va a permitirnos quitarles el polvo. Hemos dicho señor... ¿MichelDufrénoy?

Anteestenombre,elviejolevantórápidamentelacabeza.—¡Es usted Michel Dufrénoy! —exclamó—. ¡Claro, aún no le había

mirado!—¿Meconoceusted?—¡Quesileconozco!...El viejo no pudo continuar; sobre su bondadoso rostro se dibujaba una

verdadera emoción; tendió la mano a Michel y éste se la estrechóafectuosamente,conenteraconfianza.

—Soy tu tío—dijo por fin el buen hombre—, tu viejo tío Huguenin, elhermanodetupobremadre.

—¡Esustedmitío!—exclamóMichel,emocionado.—¡Túnomeconoces,peroyosí teconozco,muchacho!¡Heasistidoa la

entregadetumagníficopremiodeversificaciónlatina!¡Micorazónlatíamuydeprisa,ytúnosospechabasnada!

—¡Mitío...!—No es culpa tuya, querido muchacho, ya lo sé. Me he mantenido

apartado, alejado de ti, para no perjudicarte ante la familia de tu tía; ¡pero heseguidotusestudiospasoapaso,díaadía!Yomedecía:esimposiblequeelhijode mi hermana, el hijo de un gran artista, no haya conservado nada de losinstintospoéticosdesupadre,¡ynomeengañabaporquevienesaquíapedirmenuestros grandes poetas de Francia! ¡Sí, muchacho! ¡Te los voy a dar! ¡Losvamosaleerjuntos!¡Nadienosmira!¡Dejaqueteabraceporprimeravez!

Elancianoestrechabaensusbrazosal joven,yéstesesintiórenacerbajolosabrazos.Era,hastaesemomento,lamásdulceemocióndesuvida.

—Pero,tío—preguntóMichel—,¿cómohapodidoustedestaralcorrientedemiinfancia?

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—Querido muchacho, mi mejor amigo es una excelente persona que tequieremuchísimo: tuprofesorRichelot, ¡yélmehadichoqueeresunode losnuestros!Tehevistoactuar;heleídotusversosenlatín;untemaunpocodifícildetratar,porcierto,porculpadelosnombrespropios:ElmariscalPelissierenlatorreMalakoff.Perobueno,lamodasiguefijadaenlosviejostemashistóricos¡yafemíaquenotelashasarregladomal!

—¡Ah!—profirióMichel.—Aunque—prosiguióelviejosabio—hashechodoslargasydosbreves

conPelissierus,unabreveydoslargasconMalakoff,¡yhashechobien!Mira,recuerdo dos versos preciosos: Jam Pellisiero pendenti ex turre Malakoff /Sebastopolitam concedit Jupiter urbem11 ¡Ay, hijomío, cuántas veces, sin esafamilia que me desprecia y que en suma pagaba tu educación, cuántas veceshubieraapoyadotushermosasinspiraciones!Peroahoraserástúquienvengaavermeamenudo.

—Todaslastardes,tío,enmishoraslibres.—Perotusvacaciones...—¿Vacaciones,tío?¡Mañanaentroatrabajarenelbancodemiprimo!—¡Tú en un banco! —exclamó el viejo—. ¡Tú en los negocios! ¡Es

verdad!,¿quévaaserdeti?¡Unpobredesgraciadocomoyonopuedeayudarte!¡Ay,hijomío,contusideas,contusaptitudes,hasnacidotarde,nomeatrevoadecirtemuy temprano, porque al ritmoque van las cosas ni siquiera se puedeesperarelfuturo!

—¿Peronomepuedonegar?¿Acasonosoylibre?—¡No!Noereslibre;desgraciadamenteelseñorBoutardinesalgomásque

tutío:estututor;noquiero,nodeboanimarteaseguirunavíafunesta;no,aúneresjoven;trabajaparaganartuindependenciayentonces,situsgustosnohancambiado,sitodavíaestoyenestemundo,venaverme.

—Peroeloficiodebanqueromehorroriza—respondióMichelvivamente.—No lo dudo,muchacho, y si hubiera sitio para dos enmi casa te diría:

ven,seremosfelices;peroesaexistenciano te llevaríaaningunaparte,porqueinevitablemente hay que ir a algún sitio; ¡no!, ¡trabaja!, olvídame durantealgunosaños;yotedaríamalosconsejos;nodigasquehasvistoatutío;podríaresultartefatal;nopiensesmásenelviejoqueyahabríamuertohacetiemposinofueseporquetodoslosdíastieneladeliciosacostumbredereunirseconsusviejosamigosenlosestantesdeestasala.

—Cuandosealibre—dijoMichel.—¡Sí!¡Dentrodedosaños!Ahoratienesdieciséis;serásmayordeedada

losdieciocho;esperaremos;peronoolvides,Michel,quesiempreguardaréparati un buen apretón demanos, un buen consejo y un buen corazón.Vendrás a

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verme—añadióelancianocontradiciendosuspropiaspalabras.—¡Sí,tío,sí!¿Dóndeviveusted?—¡Lejos,muylejos!EnSaint-Denis;perolalíneadelbulevarMalesherbes

medejaadospasosdemicasa;allí tengounahabitaciónmuypequeñaymuyfría,perocuando túvengas serágrandeycuandoestreche tusmanosentre lasmíassecalentará.

Laconversaciónentre tíoysobrinoprosiguiódeestaguisa;elviejosabioquería ahogar en el joven las hermosas tendencias que él admiraba, y suspalabrastraicionabanacadapasosuvoluntad;sabíacuánfalsa,cuánimposible,cuándesplazadaseríalasituacióndeunartista.

Hablaronde todo;elbuenhombresepresentócomounviejo libroqueeljoven acudiría a hojear algunas veces, y que como mucho sólo serviría paracontarlecosasdeltiempopasado.

MichelhablódelafinalidaddesuvisitaalaBibliotecaeinterrogóasutíosobreladecadenciadelaliteratura.

—Laliteraturaestámuerta,hijomío—respondióel tío—;miraesassalasdesiertasyesoslibrossepultadosenelpolvo;yanoselee;soyelguardiándelcementerio,ylaexhumaciónestáprohibida.

Durantelaconversacióneltiempotranscurriórápidamente.—Sonlascuatro—exclamóeltío—,tenemosquesepararnos.—Levolveréaver—dijoMichel.—Sí... ¡No, hijo mío! ¡No hablemos nunca de literatura! ¡Ni de arte!

¡Aceptalasituacióntalcomoes!¡EreselpupilodelseñorBoutardinantesqueelsobrinodetutíoHuguenin!

—Déjemeacompañarle—dijoeljovenDufrénoy.—¡No!Podríanvernos.Irésolo.—Entonceshastaeldomingo,tío.—Hastaeldomingo,queridohijo.Michelfueelprimeroensalir,peroesperóenlacalle;viocómoelanciano

se dirigía hacia el bulevar con paso todavía firme; le siguió de lejos hasta laestacióndelaMadeleine.

«¡Alfinnoestoysoloenelmundo!»,pensó.Yvolvióalhotel.PorfortunalafamiliaBoutardincenabafueradecasay

Michelpasótranquilamenteensuhabitaciónlaprimerayúltimaveladadesusvacaciones.

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CAPÍTULOVQuetratadelasmáquinasdecalcularydecajasquesedefiendensolasAldíasiguiente,alasocho,MichelDufrénoysedirigióalasoficinasdelabancaCasmodageyCía.;estabansituadasenlacalleNeuve-DrouotyocupabanunadeaquellascasasconstruidasenelemplazamientodelaantiguaÓpera.Eljovenfueintroducido en un vasto paralelogramo, provisto de aparatos de una singularestructuracuyapresencia,alprincipio,noadvirtió.Parecíanpianosdeuntamañoimpresionante.

Michelmiróhaciaeldespachoadyacenteydivisóunascajasgigantescas:parecíanfortalezas;unpocomásyeranalmenadas,ycadaunadeellashubierapodidoalojarfácilmenteunaguarnicióndeveintehombres.

Michel no pudo dejar de estremecerse ante la vista de aquellos cofresacorazadosyblindados.

«Parecenserapruebadebomba»,pensó.Unhombredeunoscincuentaaños, consuplumadegansomatinalen la

oreja, sepaseaba solemnemente entre aquellosmonumentos.Michel reconocióalpuntoquepertenecíaalafamiliadelagentedenúmero,ordendeloscajeros;eseindividuoexacto,metódico,gruñónycascarrabiascobrabaconentusiasmoypagabacondolor;sediríaqueconsiderabalospagoscomorobosasucajayloscobros como devoluciones. Unos sesenta empleados, escribientes, copistas,garabateabanycalculabanbajosuelevadadirección.

Michel teníaquesentarseentreellos;unmozodeoficinale llevóhastaelimportantepersonajequeleesperaba.

—Señor—ledijoelcajero—,alentraraquí,loprimeroquetieneustedqueolvidaresquepertenecealafamiliaBoutardin.Eslaorden.

—Nopidootracosa—respondióMichel.—Paraempezarsuaprendizaje,leasignaremosalamáquinanúmero4.Michel se volvió y divisó la máquina número 4. Era un aparato para

calcular.HabíapasadomuchotiempodesdequePascalconstruyerauninstrumento

de esta suerte, cuya concepción pareció tan maravillosa en su momento.Después, el arquitecto Perrault, el conde de Stanhope, Thomas de Colmar,

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MaurealyJayet,aportaronafortunadasmodificacionesaestetipodeaparato.La casa Casmodage poseía verdaderas obras maestras; sus instrumentos

parecíanenormespianos;apretandolasteclasdeuntecladoseobteníaalinstantetotales, remanentes, productos, cocientes, reglas de proporción, cálculos deamortizaciónydeinteresescompuestosparaperiodosinfinitosatodoslostiposposibles.¡Habíanotasaltasquedabanhastaelcientocincuentaporciento!Nadamás maravilloso que esas máquinas, que hubieran derrotado fácilmente a losMondeuxyalos...12

Pero había que saber manejarlas, y Michel tuvo que tomar lecciones dedigitación.

Comopodemosver,Michelentrabaenunacasadebancaquelerequeríayadoptabatodoslosrecursosdelamecánica.

Por otra parte, en aquella época la abundancia de negocios y laproliferacióndelacorrespondenciadioalossimplesartículosdeescritoriounaimportanciaextraordinaria.

Porejemplo,elcorreodelacasaCasmodageincluíamásdetresmilcartasaldía,remitidasatodoslosrinconesdelmundo.UnamáquinaLenoir,conunafuerzadequincecaballos,copiabasincesarlascartasquequinientosempleadosleenviabansindescanso.

Sin embargo, la telegrafía eléctrica hubiera tenido que reducirsingularmente el número de cartas porque existían nuevos perfeccionamientosquepermitíanalremitentetratardirectamenteconeldestinatario;elsecretodelacorrespondencia quedaba a salvo y se podían hacer a distancia negocios demuchaconsideración.Cada firma tenía sushilosparticulares, segúnel sistemaWheatstone en uso desde hacía tiempo en toda Inglaterra. Los precios de losinnumerablesvalorescotizadosenelmercado librese inscribíansolosenunasesferas situadas en los centros de las Bolsas de París, Londres, Frankfurt,Amsterdam,Turín,Berlín,Viena,SanPetersburgo,Constantinopla,NuevaYork,Valparaíso,Calcuta,Sidney,Pekín,Nuku-Hiva.

Además,latelegrafíafotográfica,inventadaduranteelsigloanteriorporelprofesorGiovanniCaselli,deFlorencia,permitíaenviarmuylejoselfacsímildecualquier tipo de escritura, autógrafo o dibujo, y firmar letras de cambio ocontratosacincomilleguasdedistancia.

Laredtelegráficacubríatodalasuperficiedeloscontinentesyelfondodelosmares;AméricanoestabaniaunsegundodeEuropa,yenlasolemnepruebaque se hizo en 1903, en Londres, dos experimentadores contactaron entre sídespuésdehaberhechodarasumensajelavueltaalaTierra.

Se comprende que en esta época de negocios el consumo de papelaumentaraenproporcionesinesperadas;Francia,quefabricabasesentamillones

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de kilogramos de papel hacía cien años, gastaba ahora más de trescientosmillones; ya no se temía que pudieran faltar los trapos porque estabanprovechosamentesustituidosporelesparto,eláloe,eltopinambur,elaltramuzyotrasveinteplantaspococostosas;endocehoras,losprocedimientosdeWattyBurgessconvertíanunpedazodemaderaenpapeldecalidad;losbosquesyanoservíanparalacalefacción,sinoparalaimpresión.

LacasaCasmodagefueunadelasprimerasenadoptarelpapeldemadera;cuandodebíaemplearseen letrasdecambio,billetesoacciones, lopreparabancon el ácido gálico de Lemfelder, que lo hacía invulnerable a los agentesquímicosdelosfalsificadores;elnúmerodeladronesaumentabaaltiempoquelosnegociosyhabíaqueserdesconfiado.

Así era aquella casa en la que se cocían negocios enormes. El jovenDufrénoyibaadesempeñarenellaelpapelmásmodesto;ibaaserelprincipalsirvientedelamáquinadecalcular,yesemismodíaentróenfunciones.

Aquel trabajo mecánico le presentaba grandes dificultades; no teníavocación para ello y el aparato funcionaba bastante mal en sus manos; pormuchoquelointentara,unmesdespuésdesuingresocometíamáserroresqueelprimerdía,yestuvoapuntodevolverseloco.

Encima le trataban con dureza para quebrantar en él las veleidades deindependencia y los instintos de artista; no tuvo un solo domingo ni una solaveladaparadedicarlosasutío,ysuúnicoconsuelofueescribirleensecreto.

Prontofuepresadeldesánimoyeldesagrado;sesintióincapazdecontinuaraqueltrabajodeobrero.

A fines de noviembre, el señor Casmodage, Boutardin hijo y el cajerotuvieronlasiguienteconversaciónsobreél:

—Estechicoestásoberanamentefaltodeinteligencia—dijoelbanquero.—Laverdadmeobligaareconocerlo—respondióelcajero.—Es lo que antes se llamaba un artista—apostilló Athanase— y lo que

nosotrosllamamosuninsensato.—Lamáquinaseconvierteenuninstrumentopeligrosoentresusmanos—

respondió el banquero—; ¡nos trae sumas en lugar de restas y nunca nos hapodidocalcularuninterésnialquinceporciento!

—Espenoso—dijoelprimo.—¿Enquévamosaemplearlo?—prosiguióelcajero.—¿Sabeleer?—preguntóelseñorCasmodage.—Esdesuponer—respondióAthanaseconairededuda.—Se le podría utilizar en el Libro Mayor; dictaría a Quinsonnas, que

reclamaunayudante.—Tieneustedrazón—replicóelprimo—;dictar,esoesloúnicodequees

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capaz,porquetieneunaletraespantosa.—Yestoenunaépocaen laque todoelmundoescribebien—replicóel

cajero.—Si no hace bien este nuevo trabajo, sólo podrá servir para barrer los

despachos.—Yesohabríaqueverlo—afirmóelprimo.—Quevenga—dijoelbanquero.Michelcomparecióanteeltemibletriunvirato.—SeñorDufrénoy—dijoeljefedelacasa,haciendoaflorarensuslabiosla

másdespreciabledesussonrisas—,sunotoriaincapacidadnosobligaaretirarlede la dirección de lamáquina número 4; los resultados que usted obtiene soncausaincesantedeerroresennuestrasescrituras;estonopuedeseguirasí.

—Losiento,señor...—respondiófríamenteMichel.—Susdisculpassoninútiles—repusoseveramenteelbanquero—;deahora

enadelanteseleasignaráalLibroMayor.Medicenquesabeleer.Seocuparádedictar.

Michelnorespondiónada.¡LeimportabatanpocoelLibroMayorcomolamáquina! ¡Era prácticamente lo mismo! Así pues, se retiró después de haberpreguntadocuándoseríaelcambio.

—Mañana—lerespondióAthanase—;elseñorQuinsonnasestaráavisado.Eljovensemarchódelasoficinaspensandonoensunuevotrabajo,sinoen

eltalQuinsonnas,cuyonombreleespantaba.¿Quiénpodríaseraquelhombre?¡Algún individuo que habría envejecido en la tarea de copiar los artículos delLibro Mayor, trajinando durante sesenta años cuentas corrientes, presa de lafiebre del saldoy del frenesí de la contrapartida!AMichel sólo le asombrabauna cosa: que el tenedor de libros no hubiera sido todavía sustituido por unamáquina.

Sinembargo,experimentóunaverdaderaalegríaalabandonarsuaparatodecalcular;estabaorgullosodehaberlousadomal;aquellamáquinateníaunfalsoaspectodepianoquelerepugnaba.

Michel, encerrado en su habitación, vio llegar rápidamente la noche enmedio de sus reflexiones; se acostó, pero no podía dormir; una suerte depesadilla se apoderó de su cerebro. El Libro Mayor se le aparecía con unasproporcionesfantásticas;tanprontosesentíapresionadoentrelashojasblancascomo entre las plantas secas de un herbario, o apresado en el dorso de lacubierta,queleaplastababajosuarmazóndecobre.

Se despertó muy agitado y presa del irresistible deseo de contemplaraquellamáquinaprodigiosa.

«Esunachiquillada—pensó—,peromequedarétranquilo.»

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Deunsaltoabandonólacama,abriólapuertadelahabitación,ytanteando,tropezando, con los brazos extendidos y los ojos entornados, entró en lasoficinas.

Las enormes salas estabanoscurasy silenciosas, cuandohabitualmente elestruendodeldinero,eltintineodeloro,elrocedelosbilletes,elchirridodelasplumas sobre el papel, llenaban sus salas durante el día con el fragorcaracterístico de las casas de banca.Michel avanzaba al azar, perdiéndose enmedio de aquel laberinto; no estaba muy al tanto de la situación del LibroMayor;peroavanzaba; tuvoqueatravesar lasaladelasmáquinas,y lasdivisóentrelassombras.

«Estándurmiendo—pensó—,ahoranocalculan.»Y prosiguió su viaje de reconocimiento, atravesando el despacho de las

cajasgigantescasytropezandoacadapaso.Depronto,sintióquelefaltabalatierrabajosuspies,yseprodujounruido

espantoso; las puertas de las salas se cerraron con estrépito; los cerrojos y lospestillosseprecipitaronensuscerraduras;unossilbidosensordecedoressalieronde las comisas; una luz repentina iluminó las oficinas,mientrasMichel—queseguíabajando—parecíasepultarseenunabismosinfondo.

Desesperado,espantado,cuandoel suelopareció tenerconsistencia,quisoemprenderlahuida.Perofueimposible.Estabaprisioneroenunajauladehierro.

Enaquelinstante,unaspersonasamediovestirseprecipitaronsobreél.—Esunladrón—dijouno.—¡Lohemosatrapado!—dijoelotro—¡Llamenalapolicía!Michel no tardó en reconocer entre los testigos de su desastre al señor

CasmodageyasuprimoAthanase.—¡Usted!—exclamóeluno.—¡Él!—exclamóelotro.—¡Ibaustedaforzarmicaja!—¡Loquefaltaba!—Esunsonámbulo—dijoalguien.ParaelbuennombredeljovenDufrénoy,estaopiniónunióalamayoríade

aquellos hombres en camisón.Liberaron al prisionero, víctima inocente de lascajasperfeccionadasquesedefiendensolas.

Al extender los brazos en la oscuridad, Michel había rozado la caja devalores,sensibleypudorosacomounadoncella;eldispositivodeseguridadsepusoenmarcha inmediatamente.El sueloseabriómedianteuna tarimamóvil,mientrasquelaluzeléctricadelosdespachosseencendióalruidodelaspuertasviolentamente cerradas. Los empleados, despertados por los fortísimos

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timbrazos,seprecipitaronhacialajaulaquehabíadescendidohastaelsótano.—¡Estoleenseñaráanopasearpordondenodebe!—dijoelbanqueroal

joven.Michel,avergonzado,norespondió.—¡Vayaaparatomásingenioso!—exclamóAthanase.—Sin embargo —le replicó el señor Casmodage—, no estará completo

hastaqueelladrón,depositadoenunvagóndeseguridad,seatrasladadoporunresortehastalaprefecturadepolicía.

«¡Ysobretodo—pensóMichel—,hastaquelamáquinaapliqueporsísolaelartículodelcódigorelativoalosrobosconfractura!»

Pero se guardó la reflexión para sus adentros y se marchó en medio degrandescarcajadas.

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CAPÍTULOVIDondeQuinsonnasapareceenlacúspidedelLibroMayorAldíasiguienteMichelsedirigióalasoficinasdecontabilidad,enmediodelosmurmullos irónicos de los empleados; su aventura nocturna corría de boca enbocaynadiedisimulabalarisa.

Michel llegó a una sala inmensa rematada por una cúpula de cristalesmerilado; en medio, y apoyado sobre un único pie, obra maestra de lamecánica,seerguíaelLibroMayordelacasadebanca.MerecíaelapelativodeMayorconmásjusticiaqueLuisXIVeldeGrande;teníaveintepiesdealto;unmecanismo inteligente permitía dirigirlo como un telescopio hacia todos lospuntos del horizonte; un sistema de pasarelas ligeras, ingeniosamentecombinado,bajabaosubíasegúnlasnecesidadesdelescribiente.

Sobrelashojasblancas,detresmetrosdeancho,sedesplegabanenletrasde tres pulgadas las operaciones diarias de la casa. Los epígrafes Cajas deDiversos,DiversosaCaja,CajasdeNegociaciones,destacadosentintadeoro,causaban placer a las personas a quienes les gustan estas cosas. Otras tintasmulticoloresrealzabanvivamentelastransferenciasylapaginación;encuantoalascifras,soberbiamentesuperpuestasenlascolumnasdesumas,losfrancossedestacabanenrojoescarlatayloscéntimos,llevadoshastaeltercerdecimal,enverdeoscuro.

Michel quedó estupefacto ante aquel espectáculo. Preguntó por el señorQuinsonnas.

Le señalaron a un joven inclinado sobre la pasarelamás elevada;Micheltomó la escalera de caracol y en pocos instantes llegó a la cumbre del LibroMayor.

El señor Quinsonnas estabamodelando una Fmayúscula de tres pies dealtura,conunaincomparablesoltura.

—SeñorQuinsonnas—dijoMichel.—Tómese lamolestia de entrar—respondió el tenedor de libros—; ¿con

quiéntengoelhonordehablar?—ConelseñorDufrénoy.—¿Esustedelhéroedeunaaventuraque...?

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—Soyesehéroe—respondióatrevidamenteMichel.—Es un elogio para usted—replicó Quinsonnas—, es usted un hombre

honrado;unladrónnosehabríadejadoatrapar.Ésaesmiopinión.Michel miró fijamente a su interlocutor; ¿se estaba burlando de él? La

figuraespantosamenteseriadeltenedordelibrosnopermitíatalsuposición.—Estoyasusórdenes—dijoMichel.—Yyoalassuyas—respondióelcopista.—¿Quétendréquehacer?—Losiguiente:dictarmeconvozclaraylenta losartículosdeldiarioque

yopasoalLibroMayor. ¡Noseequivoque!Acentúe. ¡Vozprofunda! ¡Nadadeerrores!Unatachaduraymeponenenlacalle.

Nohubomásprolegómenos,yeltrabajócomenzó.Quinsonnaseraunmuchachodeunostreintaañosqueporsuaspectoserio

podía aparentar cuarenta. Sin embargo, no había que mirarle con demasiadaatención, porque bajo esa pavorosa seriedad acababa uno por desvelarmuchajovialidadcontenidayun aire endiabladamente inteligente.Michel, al cabodetresdías,creyónotaralgodeestetipo.

Noobstante,lareputacióndesimplezadeltenedordelibros,pornodecirdeestupidez, estabamuy consolidada en las oficinas; se contaban de él historiasqueharíanpalidecera losCalinosde laépoca.Perosuprecisiónysuhermosacaligrafíaerandoscualidadesindiscutibles;nadieleigualabaenlaescrituradelagranbastardaynoteníarivalenlainglesaretorcida.

En cuanto a su exactitud, no se le podía exigir más completa porque,graciasa suproverbial faltade inteligencia,habíaescapadoadosprestacionestanmolestasparaunempleadocomosonlasdeformarpartedelosjuradosydelaGuardiaNacional.Estasdosgrandesinstitucionesseguíanfuncionandoenelañodegraciade1960.

ÉstassonlascircunstanciasporlasqueQuinsonnasfueborradodelaslistasdelaprimeraydeloscensosdelasegunda.

Hacíaunaño,másomenos,lasuertelecondujoalbancodelosjurados;setratabadeunasuntocriminalmuygrave,perosobretodomuylargo;durabayaocho días y se esperaba que por fin concluyera; se estaba interrogando a losúltimostestigos,peronadiehabíacontadoconQuinsonnas.Enmediodelavista,ésteselevantóyrogóalpresidentequeplantearaciertapreguntaalacusado.Asísehizoyelacusadorespondióalapreguntadeljurado.

—Puesbien—dijoQuinsonnasenvozalta—,esevidentequeelacusadonoesculpable.

¡Júzgueseelefecto!¡Estáprohibidoqueeljuradoemitasuopinióndurantelosdebates,bajopenadenulidad!LatorpezadeQuinsonnashizoquesetuviera

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queremitirelasuntoaotrasesión.Ytodoteníaquevolveraempezar;¡ycomoel incorregible miembro del jurado, involuntaria o más bien ingenuamente,volvióacaerenlamismafalta,nosepudojuzgarlacausa!

¿QuéselepodíadeciralmalhadadoQuinsonnas?Hablaba,evidentemente,apesarsuyo,bajolaemocióndelosdebates;¡seleescapabaloquepensaba!Eraunaenfermedad;pero, en fin, como la justicia teníaque seguir sucurso,huboqueborrarledefinitivamentedelalistadelosjurados.

LodelaGuardiaNacionalfueotracosa.Laprimeravezquelopusieroncomocentinelaalapuertadelaalcaldíase

tomósuguardiamuyenserio;seplantómilitarmenteantesugarita,consufusilmontado,eldedoenelgatilloydispuestoadisparar,comosielenemigofueraaaparecer a la vuelta de la esquina.Comoes natural la gente, al ver el celodeaquel centinela, se aglomeró; algunos transeúntes inofensivos sonrieron. Esodisgustóalenérgicoguardianacional;detuvoauno,luegoados,luegoatres;alcabo de sus dos horas de guardia, el puesto estaba repleto.Casi se origina untumulto.

¿Qué se le podía decir? Estaba en su derecho; ¡aducía que había sidoinsultadoestandodeservicio!Paraéllabanderaeraunareligión.Estoserepitióenlaguardiasiguiente,ycomonohuboformademitigarnisudiligencianisususceptibilidad,tanhonorablesapesardetodo,leborrarondeloscuadros.

Quinsonnaspasóporunimbécil,enelfondo,peroasífuecomonovolvióaformarpartenidelosjuradosnidelaGuardiaNacional.

Liberadodeestasdosgrandescargassociales,Quinsonnasseconvirtióenuntenedordelibrosmodelo.

Duranteunmes,Micheldictóregularmente;sutrabajoerafácil,peronoledejaba ni un instante de libertad; Quinsonnas escribía, lanzando a veces unamiradasorprendentementeinteligentealjovenDufrénoycuandoésteseponíaadeclamarconacentoinspiradolosartículosdelLibroMayor.

«¡Curiosomuchacho!—pensabaparasusadentrosel tenedorde libros—;sinembargo,parecesuperiorasuoficio.¿Porquélehabránpuestoaquí,siendoel sobrino de Boutardin? ¿Será para que me sustituya? ¡Imposible! ¡Escribecomo el gato de la portera! ¿Será verdaderamente un imbécil? Tengo quesaberlo.»

Porsuparte,Michelseentregabaareflexionesidénticas.«EsteQuinsonnasescondealgo—sedecía—.¡Evidentementenohanacido

paramodelarefesoemeseternamente!¡Hayocasionesenqueleoigoreírparasusadentros!¿Enquépensará?»

Los dos camaradas del Libro Mayor se observaban mutuamente; habíamomentos enque semiraban conojos clarosy francos, de losque surgíauna

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chispacomunicativa.Aquellonopodíadurar,QuinsonnassemoríadeganasdepreguntaryMicheldecontestar;unbuendía,sinsaberporqué,pornecesidaddedesahogo,Michelsevio impelidoacontarsuvida; lohizoconardor, llenodesentimientos largamente reprimidos. Quinsonnas probablemente se emocionó,porqueestrechócalurosamentelamanodesujovencompañero.

—Perosupadre...—lepreguntó.—Eramúsico.—¡Cómo! ¿ElDufrénoy que ha dejado las últimas páginas de las que la

músicapuedeenorgullecerse?—Elmismo.—Ungenio—respondióQuinsonnas con pasión—, pobre y desconocido,

queridomuchacho,yquefuemimaestro.—¡Sumaestro!—profirióestupefactoMichel.—¡Pues sí!—exclamóQuinsonnas blandiendo su pluma—. ¡Al diablo el

disimulo!Iosonpictor!Soymúsico.—¡Unartista!—replicóMichel.—¡Sí! ¡Pero no lo diga tan alto! Me la ganaría —dijo Quinsonnas

reprimiendolasorpresadeljoven.—Pero...—Aquí soy tenedor de libros; el copista alimenta al músico, por el

momento...Sedetuvo,mirandofijamenteaMichel.—¿Ybien?—profirióesteúltimo.—¡Hastaquehayaencontradoalgunaideapráctica!—¡Enlaindustria!—replicóMichel,decepcionado.—No,hijomío—respondiópaternalmenteQuinsonnas—.Enlamúsica.—¿Enlamúsica?—¡Silencio!¡Nomepregunte!¡Esunsecreto!,¡peroyoquieroasombrara

nuestrosiglo!¡Nonosriamos!¡Larisaestácastigadaconlamuerteennuestraépoca,queesunaépocaseria!

—Asombraranuestrosiglo...—repetíamecánicamenteeljoven.—Ésaesmidivisa—respondióQuinsonnas—;¡asombrarlo,yaquenoes

posible fascinarlo! Como usted, he nacido cien años tarde; imíteme, ¡trabaje!Ganesupanyaquehayqueconseguiresacosainnoble:¡comer!Leenseñaréasercínico,siustedquiere;hacequinceañosquealimentomiserdeunamanerainsuficienteyhenecesitadounabuenadentaduraparatriturarloqueeldestinome metía en la boca; ¡pero con una buena mandíbula se sale adelante!Felizmente he encontrado una especie de oficio; ¡tengo buenamano, como sedice!¡Santocielo,simequedaramanco!¿Quéharía?¡Nipiano,niLibroMayor!

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¡Bah, con el tiempo se tocará con los pies!Mira,mira por dónde, eso sí quepodríaasombraranuestrosiglo.

Michelnopudoreprimirlarisa.—¡Nosería,desgraciado!—prosiguióQuinsonnas—.¡Estáprohibidoenla

casaCasmodage!Míreme,¡tengounacaraquepartelaspiedrasyunaspectoquecongela el estanque de las Tullerías en pleno julio! Como usted sabe, losfilántropos americanos imaginaron antaño encerrar a sus prisioneros en celdasredondasparanisiquieradejarlesladistraccióndelosángulos.¡Puesbien,hijomío, la sociedad actual es tan redonda como esas prisiones! Y también tanaburrida.

—Peroyocreoqueenustedhayunfondoalegre...—respondióMichel.—¡Aquíno! ¡Pero enmi casa esdiferente! ¡Tienequevisitarme! ¡Tocaré

buenamúsica!¡Ladelosviejostiempos!—Cuandoustedquiera—respondióMichelconalegría—;perotendríaque

estarlibre...—Bueno, les diré que necesita tomar lecciones de dictado. Pero, aquí,

¡basta de conversaciones subversivas! ¡Yo soy un engranaje, usted es unengranaje!¡FuncionemosyvolvamosalaletaníadelaSantaContabilidad!

—CajadeDiversos—prosiguióMichel.—CajadeDiversos—repitióQuinsonnas.Y el trabajo continuó.Desde aquel día, la existencia del jovenDufrénoy

cambiósignificativamente;teníaunamigo;hablaba;podíahacersecomprender,feliz como un mudo que hubiera recuperado la voz. Las cumbres del LibroMayor ya no se le antojaban desiertas y respiraba tranquilo. Pronto, los doscamaradassehonraronconeltuteorecíproco.

QuinsonnastransmitíaaMichellasadquisicionesdesuexperienciayéste,durante sus insomnios,meditaba sobre las decepciones de estemundo; por lamañana regresaba al despacho, enardecido por sus pensamientos nocturnos, yatosigabaalmúsico,quenoconseguíaimponerlesilencio.

ElLibroMayornotardóennoestaraldía.—Vas a conseguir que cometamos algún error gordo—repetía sin cesar

Quinsonnas—,ynospondránenlacalle.—Peroesquetengoquehablar—respondíaMichel.—Puesbien—ledijoundíaQuinsonnas—,vendrásacenaramicasahoy

mismo,conmiamigoJacquesAubanet.—¡Atucasa!¿Yelpermiso?—Aquílotengo.¿Pordóndeíbamos?—CajadeLiquidación—prosiguióMichel.—CajadeLiquidación—repitióQuinsonnas.

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CAPÍTULOVIITresbocasinútilesalasociedadUna vez cerradas las oficinas, los dos amigos se dirigieron a la casa deQuinsonnas, situada en la calleGrange-aux-Belles; semarcharon colgados delbrazo;Michel,felizporsulibertad,caminabatriunfalmente.

HaymuchadistanciadesdelacasadebancaalacalleGrange-aux-Belles;peronoera fácilencontraralojamientoenunacapitaldemasiadopequeñaparasuscincomillonesdehabitantes;afuerzadeensancharlasplazas,abriravenidasymultiplicar losbulevares,el terrenopara lasviviendasempezabaa faltar.Loquejustificabaundichodelaépoca:enParísyanohaycasas,sólocalles.

Habíainclusobarriosquenoofrecíanunsoloalojamientoaloshabitantesdelacapital;entreotros, laCité,dondeseerguíanelTribunaldeComercio,elPalaciodeJusticia,laJefaturadePolicía,lacatedral,eldepósitodecadáveres,esdecir,lonecesarioparaserjuzgado,condenado,encarcelado,enterradoeinclusosalvado.Losedificioshabíanexpulsadoalascasas.

Estoexplicabalaexcesivacarestíadelosalquileres;laCompañíaImperialGeneral Inmobiliaria poseíamás omenos todoParís, amedias con elCréditoInmobiliario,ygenerabamagníficosdividendos.Esta sociedad,creadapordoshábiles financierosdelsigloXIX, loshermanosPéreire,era tambiénpropietariade las principales ciudades de Francia: Lyon, Marsella, Burdeos, Nantes,Estrasburgo,Lille,despuésdehaberlasreconstruidopocoapoco.Susacciones,quintuplicadas, todavía se cotizaban a 4.450 francos en elmercado libre de laBolsa.

Lagentepocoacomodadaquenoqueríaalejarsedelcentrodelosnegociosteníaquealojarseenlospisosaltos;loqueganabanenproximidad,loperdíanenaltura;cuestióndefatiga,porlotanto,ynodetiempo.

Quinsonnasvivíaenelduodécimopiso,enunaviejacasaconescalerasquepedíaagritosunascensorio.Perounavezensucasa,elmúsicoseencontrabaagusto.

Cuando llegaron a la calle Grange-aux-Belles, Quinsonnas voló hacia laescaleradecaracol.

—No temas seguir subiendo —le dijo a Michel, quien le siguió en suascensión—. ¡Llegaremos! Nada es eterno en este mundo, ni siquiera las

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escaleras.Yaestamos—dijomientrasabríaélmismolapuertatraslaagotadorasubida.

Empujó al joven a «sus aposentos», una habitación de dieciséis metroscuadrados.

—No tengo vestíbulo—le dijo—. Eso es para quienes hacen esperar, ycomolamultituddesolicitantesnuncaseprecipitaráhastamiduodécimopiso,por la razón estrictamente física de que nadie se precipita de abajo arriba,prescindo de esa pieza superflua; también he suprimido el salón, que habríapuestoenevidencialaausenciadecomedor.

—Peromeparecequeestásmuybienaquí—dijoMichel.—ConelmejorairequepermiteelamoniacodeloslodosdeParís.—Aprimeravistaparecepequeño—aventuróMichel.—Yalasegundatambién,peroessuficiente.—Además,estábiendistribuido—concluyóMichelriendo.—Bien, abuela —dijo Quinsonnas a una anciana que entraba en aquel

momento—,¿lacenaestápreparada?Somostrescomensaleshambrientos.—Estáencamino,señorQuinsonnas—dijolamujerdelalimpieza—;pero

comonohaymesanohepodidoponerloscubiertos.—¡Prescindiremosdeella!—exclamóMichel,queencontrabaencantadora

laperspectivadecenarconelplatoenlasrodillas.—¡Cómoqueprescindiremos!—replicóQuinsonnas—.¿Piensasquevoya

invitaramisamigosacenarsinunamesaqueofrecerles?—No veo ninguna —respondió Michel, echando una inútil ojeada a su

alrededor...Lahabitaciónnoconteníanimesa,nicama,niarmario,nicómoda,nisilla;

niunsolomueble,sólounpianodeconsiderablesdimensiones.—¿No la ves?—respondió Quinsonnas—. Pues bien, ¿para qué sirve la

industria, nuestra buena madre, para qué sirve la mecánica, esa excelentemuchacha?¿Teolvidasdeellas?Miralamesaporlaquepreguntas.

Mientras decía esto, se acercó al piano, apretó un botón y surgió—es lapalabra—unamesaprovistadebancosalaquesepodíansentartrescomensalesmuycómodamente.

—Quéingenioso—dijoMichel.—Ha sido preciso —respondió el pianista—, lo angosto de los

apartamentos ya no permite tener muebles específicos. ¡Mira este complejoinstrumento, producto de las casas Erard y Jeanselme fusionadas! Sirve paratodoyapenasabulta,yteruegoquecreasquelacalidaddelpianonoseresienteenabsoluto.

Enaquelmomentosonóeltimbredelapuerta.Quinsonnasabrióyanunció

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a su amigo Jacques Aubanet, empleado en la Compañía General de MinasMarítimas.MichelyJacquesfueronpresentadoselunoalotrosinningunaclasedeceremonia.

JacquesAubanet era un guapomozo de veinticinco años,muy amigo deQuinsonnasytanpocoinconformistacomoél.Michelnosabíaenquédebíandetrabajar los empleados de la Compañía de lasMinasMarítimas; pero Jacquestraíaunapetitoformidable.

Felizmente la comida estaba preparada; los tres jóvenes la devoraron ydespuésdeestaprimeraluchaconloscomestibles,algunaspalabrassefiltraronatravésdelosmordiscos,yamenosávidos.

—QueridoJacques—dijoQuinsonnas—,alpresentarteaMichelDufrénoyhequeridoqueconocierasaunjovenamigoqueesdelosnuestros,unodeesospobresdiablosaquienes lasociedadniegaelusodesusaptitudes,unadeesasbocasinútilesalasqueamordazanparanoalimentarlas.

—¡Entiendo!ElseñorDufrénoyesunsoñador—respondióJacques.—¡Un poeta, amigo mío! Y te pregunto qué ha venido a hacer a este

mundo,dondeelprimerdeberdelhombreeseldeganardinero.—Evidentemente—dijoJacques—,sehaequivocadodeplaneta.—Amigos míos—dijo Michel—, no son ustedes muy alentadores; pero

comprendosusexageraciones.—Este querido muchacho —replicó Quinsonnas— espera, trabaja, se

entusiasma por los buenos libros, ¡y cuando ya nadie lee a Hugo, Lamartine,Musset,esperaqueleleanaél!Pero,¡desgraciado!¿Hasinventadoacasoalgunapoesía utilitaria, alguna literatura que sustituya el vapor de agua o el frenoinstantáneo? ¿No? ¡Pues tasca el tuyo, querido mío! Si no cuentas nadaasombroso,¿quiéntevaaescuchar?¡Elarteyasóloesposiblesiseconvierteenproeza!¡AhoraHugorecitaríasusOrientalesmontadoenuncaballodecircoyLamartinesusArmoníassubidoauntrapecioconlacabezahaciaabajo!

—¡Quécosas!—exclamóMicheldandounrespingo.—Tranquilo, muchacho—respondió el pianista—, pregunta a Jacques si

tengorazón.—Cienveces—dijoJacques—;estemundoyanoesmásqueunmercado,

unainmensaferia,yhayqueentretenerloconnumeritosdetitiritero.—¡PobreMichel!—suspiróQuinsonnas—,¡supremiodeversoslatinosle

volverátarumba!—¿Quéquieresdemostrar?—preguntóeljoven.—¡Nada, hijo mío! ¡Después de todo, sigues tu destino! ¡Eres un gran

poeta!Hevistotusobras;mepermitirástansóloquetedigaquenosintonizanconelgustodelsiglo.

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—¿Porquéno?—¡Puesclaroqueno!¡Tustemassonpoéticosyestoahoraesundefectoen

poesía! ¡Cantas las praderas, los valles, las nubes, las estrellas, el amor, todocosasgastadasydelasqueyanadiequieresabernada!

—¿Dequéhablarsino?—preguntóMichel.—¡Tienesquecelebrarentusversoslasmaravillasdelaindustria!—¡Esojamás!—profirióMichel.—Puessetratadeeso—replicóJacques.—Veamos—repusoQuinsonnas—,¿conoceslaodalaureadahaceunmes

porloscuarentadeBrogliequeatestanlaAcademia?—No.—Puesbien.¡Escuchayaprende!Éstassonlasdosúltimasestrofas:

¡Elcarbónllevaentoncessullamaincendiariaalaardientecalderadelagranmaquinaria!¡Elmonstruoasícargadonotemelosescollos!Lapavorosamáquinasacudesucortezay,lanzandovapor,lograunafortaleza

deochentacaballos.Peroconsupalancaobligaelfogonerodelespesocilindroabrirsealmanillero,rápidoygemebundo,¡correeldoblepistón!¡Laruedahapatinado!¡Quévelozesahora!¡Seoyeelsilbato!...¡Saludoalalocomotora

delsistemaCrampton!

—¡Quéhorror!—exclamóMichel.—Bienrimado—apostillóJacques.—Así es, hijo mío —replicó implacablemente Quinsonnas—. Quiera el

cieloquenoteveasobligadoamantenertecontutalentoyaprendedenosotros,quenosrendimosalaevidenciaalaesperadedíasmejores.

—¿El señor Jacques también se ve obligado a ejercer algún oficiorepugnante?—preguntóMichel.

—Jacques es expedicionario13 en una compañía industrial —respondióQuinsonnas—, ¡lo que no quiere decir, para su desgracia, que forme parte deningunaexpedición!

—¿Quéquieredecirentonces?—preguntóMichel.—Quieredecir—respondióJacques—quemehubieragustadosersoldado.

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—¡Soldado!—profirióasombradoeljoven.—¡Sí!¡Soldado!Oficioencantador,enelquehaceapenascincuentaañosse

ganabaunohonorablementelaexistencia.—Anoserqueperdieraaúnmáshonorablemente—replicóQuinsonnas—.

En fin, es una carrera acabada porque ya no hay ejército, salvo que se hagagendarme.EnotraépocaJacqueshabríaentradoenalgunaacademiamilitarosehabríaenrolado,y,unasvecesvencedoryotrasvencido,habríallegadoageneralcomo Turenne o a emperador como Bonaparte. Pero, mi querido y valienteoficial,ahorahayquerenunciaraello.

—¡Bah! ¡Quién sabe!—respondió Jacques—. Francia, Inglaterra, Rusia,Italia, han despedido a sus soldados, es verdad; durante el siglo pasado seperfeccionaronhastatalpuntolasmáquinasdeguerra,yaquellollegóasertanridículo,queFrancianopudodejardereír...

—Ydespuésdereír—dijoQuinsonnas—,fuedesarmada.—¡Sí! ¡Bromistademalgusto! ¡Admitoque,excepto laviejaAustria, las

naciones europeas han suprimido el Estado militar! Pero ¿se ha conseguidosuprimir con ello el espíritu bélico inherente al hombre, y el espíritu deconquista,inherentealosgobiernos?

—Sinduda—respondióelmúsico.—¿Yporqué?—¡Porquelamejorrazónqueteníanaquellosinstintosparasubsistirerala

posibilidaddesatisfacerlos! ¡Porquenadaempujaa laguerramejorque lapazarmada,segúnelviejoproverbio!¡Porquesisuprimesalospintores,yanohaypintura, si es a los escultores, no hay escultura, si es a los músicos, no haymúsica,ysisuprimesa losguerreros,dejadehaberguerras!Lossoldadossonunosartistas.

—¡Estoy de acuerdo! —exclamó Michel—, y antes que ejercer miespantosooficioestaríadispuestoaenrolarme.

—¡Vaya,temetesenlaconversación,mocoso!—respondióQuinsonnas—,¿tegustaríacombatir?

—Según Stendhal—respondióMichel—, uno de los grandes pensadoresdelsiglopasado,elcombateelevaelalma.

—¡Claro!—dijo el pianista, y luego añadió—: ¿qué inteligencia hay quetenerparadarunaestocada?

—Hayquetenermuchaparahacerlobien—respondióJacques.—¡Yaúnmáspararecibirla!—replicóQuinsonnas—.Nosé,amigosmíos,

esposiblequetengáisrazóndesdeciertopuntodevista,yosanimaríaaqueoshicieseis soldados si todavía hubiera ejército; con un poco de filosofía ¡es unhermosooficio!Pero,enfin,puestoqueelCampodeMartehasidoconvertido

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enuncolegio,hayquerenunciaraluchar.—Se volverá —dijo Jacques—; un buen día surgirá una complicación

inesperada...—Nolocreo,amigomío,lasideasbélicasestándesapareciendo,inclusolas

ideashonorables.EnFrancia, antaño se teníamiedoal ridículo ¡yya sabesenquéhaquedadoelsentidodelhonor!Nadiesebateenduelo,hapasadodemoda;hayquetransigiropleitear;ysiyanadiesebateporhonor¿sevaabatiralguienporpolítica?Silosindividuosyanoechanmanoalaespada,¿porquéibanlosgobiernosadesenvainarla?Lasbatallasnuncafuerontannumerosascomoenlaépocadelosduelos,ysiyanohayduelistas,tampocohaysoldados.

—¡Renacerán!—respondióJacques.—¿Paraqué, si losvínculoscomercialesestrechana lospueblosentre sí?

Los ingleses, los rusos, los americanos invierten sus billetes de banco, susrublos,susdólaresennuestrasempresascomerciales.¡Eldineroesenemigodelplomoylabaladealgodónhasustituidoalabalacónica!¡Peropiensaunpoco,Jacques!¿Novesquelosingleses,haciendousodeunderechoquenosniegan,seestánconvirtiendopocoapocoen losgrandespropietarios inmobiliariosdeFrancia?¡Poseentierrasinmensas,casiprovinciasenteras,noporquelashayanconquistado sino porque las han comprado, lo que resultamuchomás seguro!Nosehaprestadoatención,sehapermitidoqueestoocurra,¡hastaelpuntoqueesa gente llegará a poseer todo nuestro suelo y tomará su revancha sobreGuillermoelConquistador!

—Queridoamigo—respondióJacques—,escuchaesto,yusted,jovencito,escuche tambiénporque es la profesiónde fedenuestro siglo: en la épocadeMontaigne,quizádeRabelais, sedecía: ¿qué sé?; enel siglodiecinueve:¿quémeimporta?;ahorasedice:¿quégano?Puesbien,eldíaenqueunaguerradébeneficios,comounnegocioindustrial,seharálaguerra.

—¡Bueno!Laguerranuncahahechoganarnada,enFranciasobretodo.—Porqueseluchabaporelhonorynoporeldinero—respondióJacques.—¿Entoncescreesenunejércitodenegociantesintrépidos?—Sinduda.Miralosamericanosysuterribleguerrade1863.—¡Puesbien,queridoamigo,unejércitoquevayaalcombatemovidopor

eldineroyanoestaráintegradoporsoldadossinoporhorriblesladrones!—Noobstante,seharánprodigiosdevalor—replicóJacques.—Serobaránobjetosdevalor—respondióQuinsonnas.Ylostresjóvenesseecharonareír.—Para concluir—dijo el pianista—, aquí tenemos aMichel, un poeta, a

Jacques, un soldado, y a Quinsonnas, un músico, ¡y esto cuando no hay nimúsica, ni poesía ni ejército! Somos, sencillamente, unos estúpidos. Pero ya

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terminó la cena; ha sido muy sustanciosa, al menos por la conversación.Pasemosaotrosejercicios.

Unavezvacía,lamesavolvióasuranura,yelpianorecuperóellugardehonor.

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CAPÍTULOVIIIQuetratadelamúsicaantiguaymodernaydelaaplicaciónprácticadealgunosinstrumentos—Alfin—exclamóMichel—,vamosahacerunpocodemúsica.

—Sobre todo nada de música moderna —dijo Jacques—, es demasiadodifícil...

—Deentender,sí—respondióQuinsonnas—;porquedehacer,no.—¿Cómopuedesereso?—preguntóMichel.—Me explico—dijoQuinsonnas—, y voy a apoyarmis palabras con un

ejemploasombroso.Michel,tómatelamolestiadeabrirelpiano.Eljovenobedeció.—Bien.Ahora,siéntatesobreelteclado.—¿Cómo?¿Quieresque...?—Siéntate,tedigo.Michel se dejó caer sobre las teclas del instrumento y éste produjo una

armoníadesgarradora.—¿Sabesquéestáshaciendo?—lepreguntóelpianista.—¡Notengolamenorduda!—Inocente,estáshaciendoarmoníamoderna.—¿Deverdad?—dijoJacques.—¡Estoeslisayllanamenteunacordedenuestrosdías!y,cosaespantosa,

¡los sabios actuales se encargan de explicarlo científicamente! Antaño, sólociertasnotaspodíanaliarseentresí;peromástardelasreconciliaronyyanosedandepatadas;¡estándemasiadobieneducadascomoparahacerlo!

—Peronoporesoesmenosdesagradable—respondióJacques.—Quéquieres,amigomío,hemosllegadoaestoporlafuerzadelascosas;

duranteelsiglopasadociertoRichardWagner,unaespeciedemesíasalquenoseha crucificado lo suficiente, fundó lamúsicadel futuro, y ahora la estamospadeciendo; en su época ya se había suprimido la melodía, por eso Wagnerconsideróoportunoexpulsartambiénalaarmoníayahoralacasaestávacía.

—Pero—dijoMichel—,escomosisehicierapinturasindibujonicolor.

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—Exactamente —respondió Quinsonnas—. Hablas de pintura, pero lapinturanoesunartefrancés;nosvienedeItaliaydeAlemaniaymeimportaríamenosverlaprofanada.Mientrasquelamúsica,lahijadenuestrasentrañas...

—¡YocreíaquelamúsicaeraoriginariadeItalia!—dijoJacques.—¡Error, querido mío! Hasta mediados del siglo dieciséis, la música

francesa ha dominado Europa; el hugonote Goudimel fue el maestro dePalestrina,ytantolasmelodíasmásviejascomolasmásingenuassongalas.

—¡Yhemosllegadoaestepunto!—dijoMichel.—Sí, hijo mío; so pretexto de fórmulas nuevas, una partitura ya sólo se

componedeunafraseúnica,larga,huidiza,infinita.Laóperaempiezaalasochodelanocheyacabadiezminutosantesdemedianoche;¡cincominutosmásylecostaríaaladirecciónunamultaydoblegastodeguardia!

—¿Ynadieprotesta?—Hijomío,lagenteyanoaprecialamúsica,¡selatraga!Algunosartistas

han luchado; tu padre fue uno de ellos; pero después de su muerte no se haescrito una sola nota digna de ese nombre. O padecemos la nauseabunda«melodía de la selva virgen», fofa, pesada, imprecisa, o se producen esosarmoniososestruendosdelosquehasdadounconmovedorejemploalsentarteencimadelpiano.

—¡Quétriste!—profirióMichel.—¡Eshorrible!—apostillóJacques.—Tambiénoshabréisdadocuentadelograndesquesonnuestrasorejas.—No—respondióJacques.—¡Claroquesí!Compáralasconlasorejasdeantesyconlasorejasdela

EdadMedia,analizaloscuadrosylasestatuas,¡mideytequedarásaterrado!Lasorejasaumentanconformelatallahumanadecrece:¡serábonitoverloalgúndía!Losnaturalistashanidoabuscarmuylejoslascausasdeestadecadencia,peroeslamúsicalaquenoshaproporcionadoestosapéndices;vivimosenunsiglodetímpanos endurecidos y de oídos desafinados. Comprenderéis que no seintroduce impunemente durante un siglomúsica deVerdi o deWagner en lasorejassinquedichoórganoauditivonoseresienta.

—EstedemoniodeQuinsonnasesaterrador—dijoJacques.—Sinembargo—repusoMichel—,enlaÓperasesiguenrepresentandolas

obrasmaestrasantiguas.—Ya lo sé—replicóQuinsonnas—; inclusoaveces representanOrfeoen

los Infiernos deOffenbachcon los recitativos introducidosporGounodenesaobramaestra,¡yhastaesposiblequeproduzcaalgúndinerodebidoalballet!Loqueesepúblico ilustradonecesita,amigosmíos,esdanza. ¡Cuandounopiensaque se ha construido unmonumento de veintemillones de francos sobre todo

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para que se puedan desplazar unas criaturas saltarinas, dan ganas de habernacidounadeellas!SehareducidoLoshugonotesaunsoloacto,yeseescasolevantarseeltelónacompañaalosballetsdemoda;losmaillotssehanhechotanperfectamentediáfanosquerivalizanconlanaturalezayestoregocijaanuestrosfinancieros;laÓpera,además,sehaconvertidoenunasucursaldelaBolsa;segritatantocomoenestaúltima;¡sehabladenegociosenvozaltaynadiehacecaso de la música! Dicho sea entre nosotros, hay que admitir que lainterpretacióndejamuchoquedesear.

—Mucho que desear —respondió Jacques—; los cantantes relinchan,graznan,aúllan,rebuznan,yhacendetodomenoscantar.¡Pareceunagranja!

—Encuanto a la orquesta—prosiguióQuinsonnas—, cayó totalmente encuantoelinstrumentodejódealimentaralinstrumentista.¡Éstesíquenoesunoficiopráctico!¡Aysisepudierautilizarlafuerzaperdidadelospedalesdeunpiano para sacar agua en lasminas de hulla! ¡Si el aire que se escapa de losfigles sirviera también para mover los molinos de la Sociedad de lasCatacumbas!¡Sielmovimientoalternodeltrombónpudieraseraplicadoaunaserreríamecánica!¡Entonceslosejecutantesseríanricosynumerosos!

—Metomaselpelo—exclamóMichel.—¡Diantre!—respondiómuy seriamenteQuinsonnas—,nomeextrañaría

quealgúnpoderoso inventor loconsiguiera; ¡elespíritude invenciónestámuydesarrolladoenFrancia!¡Inclusoeselúnicoespírituquenosqueda!¡Yosruegoquecreáisquenoporesolasconversacionessonmásapasionantes!Pero¿quiénpiensaendivertirse?¡Aburrámonoslosunosalosotros!Ésaeslanorma.

—¿Nohayningúnremedio?—preguntóMichel.—Ninguno, mientras reinen las finanzas y la máquina. ¡Y a quien más

culpoesalamáquina!—¿Yesoporqué?—Porque las finanzas tienen de bueno que al menos pueden servir para

pagarobrasmaestras,¡yhayquecomeraunquesetengatalento!Losgenoveses,los venecianos, los florentinos, en la época de Lorenzo el Magnífico, eranbanqueros y negociantes, y fomentaban las artes.Dehaber sidomecánicos, ¡abuena hora iban a haber existido los Rafael, los Tiziano, los Veronese y losLeonardo!¡Leshabríanhecholacompetenciaconprocedimientosmecánicosyhubieranmuertodehambre! ¡Ay, lamáquina! ¡Esparasalircorriendoante losinventoresylosinventos!

—Pero,Quinsonnas,alfinyalcabotúeresmúsico,¡tútrabajas!¡Pasaslasnochessentadofrenteatupiano!¡Niégateainterpretarlamúsicamoderna!

—¿Yo?¡Quédices!¡Latococomocualquiera!¡Mirad!,acabodecomponerunapiezaalamoda,ycreoensuéxitosiencuentrouneditor.

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—¿Ycómolatitulas?—LaThiloriana,granfantasíasobrelalicuefaccióndelácidocarbónico.—¡Cómoesposible!—ExclamóMichel.—Escuchayjuzga—respondióQuinsonnas.Sesentóalpiano,omásbienselanzósobreelpiano.Bajosusdedos,bajo

susmanos,bajosuscodos,eldesgraciadoinstrumentodevolviólossonidosmásinverosímiles;lasnotasseatropellabanycrepitabancomolaescarcha.¡Ningunamelodía! ¡Ningún ritmo! El artista pretendía pintar el último experimento quecostólavidaaThilorier.

—¿Qué os parece? —exclamó—. ¿Os dais cuenta? ¿Lo comprendéis?¡Estáis asistiendo al experimento de un gran químico! ¿Os sentís dentro dellaboratorio? ¿Sentís cómo se desprende el ácido carbónico? ¡Tenemos unapresión de cuatrocientas noventa y cinco atmósferas! ¡El cilindro se agita!¡Cuidado!¡Cuidado!¡Elaparatovaaexplotar!¡Sálvesequienpueda!

Y con un puñetazo capaz de triturar el marfil, Quinsonnas reprodujo laexplosión.

—¡Uf!—dijo—.¿Aqueesimitativo?¿Aqueeshermoso?Michelpermanecióestupefacto.Jacquesnopodíacontenerlarisa.—Ycuentasconestapieza—dijoMichel.—¡Que si cuento!—respondió Quinsonnas—. ¡Es demi época! Todo el

mundoesquímico.Mecomprenderán.Sóloquenobasta con la idea,hayqueinterpretarla.

—¿Quéquieresdecir?—preguntóJacques.—Pueseso,queconsuinterpretaciónpretendoasombraranuestrosiglo.—Meparece—repusoMichel—quetocasmaravillosamenteestapieza.—¡Venga,venga!—dijoelartistaalzandoloshombros—.¡Noconozconi

laprimeranotaysinembargollevoyatresañosestudiándola!—¿Quémásquiereshacer?—Ésteesmisecreto,hijosmíos;nomelopreguntéis;pensaríaisqueestoy

locoyesomedesalentaría.PeroospuedoasegurarqueeltalentodelosLisztydelosThalberg,delosPrudentylosSchulhoffseránotablementesuperado.

—¿Quiereshacertresnotasmásqueellosalsegundo?—preguntóJacques.—¡No! ¡Pero pretendo tocar el piano de una manera nueva que dejará

maravillado al público! ¿Cómo? No os lo puedo decir. Una alusión, unaindiscreciónyme robarían la idea.Elvil rebañode imitadores se lanzaría trasmis huellas, y quiero ser el único. ¡Pero esto exige un trabajo sobrehumano!Cuando esté seguro de mí, habré hecho mi fortuna y diré adiós al oficio detenedordelibros.

—Estásloco—observóJacques.

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—¡En absoluto! Sólo soy un insensato, ¡justo lo necesario para triunfar!Experimentemos emociones más dulces e intentemos revivir un poco aquelpasado encantador para el que habíamos nacido. Amigos míos, ¡he aquí laverdaderamúsica!

Quinsonnas era un gran artista; tocaba con un sentimiento profundo,conocía todo lo que los siglos anteriores habían legado a este siglo que noaceptabalaherencia.Recorrióelartedesdesunacimiento,pasandorápidamentedeunmaestroaotro,ycompletabaconunavozbastanterudaperosimpáticaloque faltaba a su interpretación. Desplegó ante sus maravillados amigos lahistoria de la música, desde Rameau a Lully, Mozart, Beethoven,Weber, losfundadores del arte, llorando con todas las dulces inspiraciones de Grétry ytriunfandoenlassoberbiaspáginasdeRossiniydeMeyerbeer.

—Escuchad—decía—,éstossonloscantosolvidadosdeGuillermoTell,deRoberto,deLoshugonotes.¡ÉstaeslaépocaamabledeHéroldydeAubert,dossabios que se preciaban de no saber nada! ¿Qué hace aquí la ciencia de lamúsica?¿Tieneaccesoalapintura?¡No!Pinturaymúsicaesunamismacosa.¡Así es como entendían este gran arte durante la primera mitad del siglodiecinueve!Nobuscabanfórmulasnuevas;nohaynadanuevoqueencontrarenmúsica,comotampocolohayenelamor,¡prerrogativaencantadoradelasartessensualesladesereternamentejóvenes!

—¡Muybiendicho!—exclamóJacques.—Entonces—repuso el pianista— algunos ambiciosos sintieron la

necesidadde lanzarseporcaminosdesconocidosy,alseguirlos,precipitaron lamúsicaalabismo.

—Es decir —concluyó Michel—, que para ti no cuenta ningún músicodespuésdeMeyerbeerydeRossini.

—¡Claroque sí!—respondióQuinsonnasmodulandoatrevidamentede renatural en mi bemol—; no te hablo de Berlioz, el jefe de la escuela de losimpotentes, cuyas ideas musicales transcurrieron entre envidiosos folletines;pero he aquí algunos herederos de los grandes maestros; escucha a FélicienDavid, un especialista que los sabios de nuestros días confunden con el reyDavid, primer arpista de los hebreos. Disfruta con recogimiento de lasinspiracionessencillasyauténticasdeMassé,elúltimomúsicoconsentimientoycorazón,queconsuIndianahaproducidolaobramaestradesuépoca.Heaquía Gounod, el espléndido compositor de Fausto, que murió poco después dehabersehechoordenarsacerdoteenlaiglesiawagneriana.Heaquíelhombredelruido armónico, el héroe del estruendo musical, que compuso melodía zafiacomozafiaeralaliteraturaquesehacíaentonces,Verdi,elautordelinagotableTrovatore, que contribuyó singularmente por su parte a pervertir el gusto del

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siglo.EnfinWagnerbevint...14En aquelmomentoQuinsonnas dejó que sus dedos—que el ritmo ya no

reprimían— erraran en las incomprensibles ensoñaciones de la músicacontemplativa,procediendopor intervalosabruptosyperdiéndoseenmediodesufraseinfinita.

El artista había hecho valer con incomparable talento las sucesivasgradaciones del arte; doscientos años demúsica acababan de desfilar bajo susdedos,ysusamigosleescuchaban,mudos,maravillados.

Depronto, enmediodeuna fuerte lucubraciónde la escuelawagneriana,cuandoelpensamientodesviadoseperdíasinretorno,cuandolossonidosdabanpasopocoapocoalosruidoscuyovalormusicalyanoesapreciable,unacosasencilla,melódica,deuncarácter suave,deun sentimientoperfecto, sepusoacantar bajo lasmanosdel pianista.Era la calma sucediendo a la tempestad, lanotadelcorazóntraslosrugidosylosvagidos.

—¡Ah!—profirióJacques.—Amigos míos —explicó Quinsonnas—, ha existido todavía un gran

artistadesconocidoenquienestabacontenidotodoelgeniodelamúsica.Estoesde1947yeselúltimosuspirodelarteexpirando.

—¿Quées?—preguntóMichel.—Esdetupadre,¡elquefuemimaestroadorado!—¡Mipadre!—exclamóeljovencasillorando.—Sí.Escucha.Y Quinsonnas, reproduciendo unas melodías que Beethoven o Weber

habríanfirmado,seelevóhastalosublimedelainterpretación.—¡Mipadre!—repetíaMichel.—¡Sí!—respondió al punto Quinsonnas cerrando su piano con rabia—.

Después de él, ¡nada! ¿Quién le comprendería ahora? ¡Ya es suficiente, hijosmíos,yaessuficienteestavueltaalpasado!¡Pensemosenelpresente,yqueelindustrialismorecuperesuimperio!

Diciendo esto, puso la mano en el instrumento y el teclado desapareciódejando ver una cama completamente pertrechada con sus diferentesadminículos.

—¡Estoesloquenuestraépocaeradignadeinventar!—dijo—:¡unpiano-cama-cómoda-aseo!

—Ymesilladenoche—añadióJacques.—Túlohasdicho,querido.¡Muycompleto!

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CAPÍTULOIXUnavisitaaltíoHugueninDespuésdeaquellamemorablevelada,lostresjóvenessehicieronmuyamigos;componíanunmundoaparteenlavastacapitaldeFrancia.

MichelpasabasusdíasenelLibroMayor;parecíaresignado,aunqueparaserfeliz lefaltabaverasutíoHuguenin;conélsehabríaencontradocomoenuna verdadera familia, teniéndolo como padre y a sus dos amigos comohermanosmayores.Escribíaamenudoalviejobibliotecario,quienlerespondíacomomejorpodía.

Cuatro meses transcurrieron así; en la oficina parecían contentos conMichel;suprimo ledespreciabaalgomenos;Quinsonnas leelogiaba.El jovenhabíaencontradosucamino.Habíanacidoparadictar.

Elinviernotranscurriómásomenosbien,loscaloríferosylaschimeneasdegasseencargabandecombatirloconéxito.

Llegó la primavera. Michel consiguió un día entero libre, un domingo;decidiódedicarloasutíoHuguenin.

Porlamañana,alasocho,Michelsaliódelacasadebanca,felizdepoderrespirarunpocodeoxígeno lejosdelcentrode losnegocios.Hacíaun tiempoprecioso.Abril resurgíaypreparaba sus floresnuevascon lasque los floristasluchabanventajosamente;Michelsesentíavivir.

Su tío residía lejos;había tenidoque trasladarsuspenatesdondenofuerademasiadocaroalbergarlos.

EljovenDufrénoysedirigióalaestacióndelaMadeleine,tomóunbilleteyseencaramóalimperial;sediolaseñaldepartida;eltrensubióporelbulevarMalesherbes,dejóenseguidaasuderechalamacizaiglesiadeSaintAugustiny,a su izquierda, el parque Monceaux, rodeado de construcciones magníficas;cruzólaprimeraydespuéslasegundaredmetropolitanaysedetuvocercadelasantiguasfortificaciones.

Laprimera parte del viaje estaba cumplida:Michel se apeó conpresteza,siguióporlacalledeAsnièreshastalacalledelaRévolte, torcióa laderecha,pasóbajoelferrocarrildeVersallesyllegóporfinalángulodelarueduCaillou.

Michel se encontró frente a una casa de modesta apariencia, alta ypopulosa;preguntóalporteroporelseñorHuguenin.

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—En el noveno, la puerta de la derecha —respondió aquel personaje,importanteempleadodelgobierno,quien lenombrabadirectamenteparaaquelpuestodeconfianza.

Michelsaludó,tomóasientoenelascensorioyenpocossegundosllegóalrellanodelnovenopiso.

Llamóaltimbre.ElseñorHugueninleabriópersonalmente.—¡Tío!—exclamóMichel.—¡Hijo mío!—respondió el viejo abriendo los brazos—. ¡Al fin tú por

aquí!—¡Sí,queridotío!¡Miprimerdíadelibertadesparausted!—Gracias, hijo mío —respondió el señor Huguenin haciendo entrar al

jovenensuapartamento—.¡Cuántomealegrodeverte!Perosiéntate;¡quítateelsombrero!,¡pontecómodo!¿Tequedas,verdad?

—Todoeldía,queridotío,sinolemolesto.—¡Cómomevasamolestar,hijomío,siteestabaesperando!—¿Me estaba esperando? ¡Si no he tenido tiempo de avisarle! ¡Habría

llegadoantesquelacarta!—Teheesperado todos losdomingos,Michel, tu cubiertoestaba siempre

preparado,comoloestáahora.—¿Cómoesposible?—Sabíaquevendríasaveratutíotardeotemprano.¡Laverdadesqueha

sidomásbientarde!—Noestabalibre—seapresuróaresponderMichel.—Yalosé,queridohijo,ynoteloreprocho.—¡Ah! ¡Qué feliz debe de ser usted aquí! —dijo Michel lanzando una

miradaenvidiosaasualrededor.—Estás examinando a mis viejos amigos, mis libros —respondió el tío

Huguenin—;¡estábien!,¡estábien!,peroempecemosconelalmuerzo;despuéshablaremosdetodoeso,aunquemehayajuradonohablartedeliteratura.

—¡Pero,tío!—profirióMichelconuntonosuplicante.—¡Veamos! ¡Nose tratadeeso! ¡Dimequéhaces,cuáles tusituaciónen

esacasadebanca!¿Tusideassiguensiendo...?—Lasmismas,queridotío.—¡Diantre!¡Puesentoncesacomer!¡Peroahoracaigoquetodavíanotehe

dadounbeso!—¡Claroquesí,tío,claroquesí!—¡Pues dame otro, sobrino! No puede hacerme daño, todavía no he

comido;además,esomeabriráelapetito.Michelbesóasutíoconmuchoafectoyambossesentaronalamesapara

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comer.Sinembargo,el jovenmirabasincesarasualrededor,pueshabíamateria

paradespertarsucuriosidaddepoeta.El pequeño salón, que con el dormitorio formaba todo el apartamento,

estaba tapizado de libros; los muros desaparecían detrás de los estantes; lasviejasencuadernacionesofrecíana lamiradasubonitocoloroscurecidoporeltiempo. Los libros, demasiado apretujados, invadían la habitación vecina,deslizándoseporencimadelaspuertasyenlosalféizaresdelasventanas;habíalibros encima de los muebles, en la chimenea e incluso en el fondo de losarmarios entreabiertos; esos preciosos volúmenes no se parecían en nada aaquellos libros de los ricos, alojados en unas bibliotecas tan opulentas comoinútiles; parecían estar en su casa, ser los dueños de lamorada y encontrarsemuy a gusto, aunque apilados; por otra parte, ni una mota de polvo, ni unaarruga,niunamanchaenlascubiertas;seveíaqueunamanoamigaseocupabatodoslosdíasdesuaseo.

Dos viejas butacas y una antiguamesa de la época del Imperio, con susesfingesdoradasysusfascesromanas,componíanelmobiliariodelsalón.

Lacasadabaamediodía,aunqueloselevadosmurosdeunpatioimpedíanqueel solpenetrara en ella; sólounavez al año,durante el solsticio, el 21dejunio,sihacíabuentiempo,elrayomásaltodelradianteastrorozabaeltejadovecino,sedeslizabarápidamenteporlaventana,seposabacomounpájaroenelángulodeunestanteoeneldorsodeunlibro,temblabaduranteunosinstantesycoloreabaconsuproyecciónluminosalospequeñosátomosdepolvo;luego,alcabodeunminuto,emprendíanuevamenteelvueloydesaparecíahastaelañosiguiente.

El tíoHuguenin conocía ese rayo, siempre elmismo; lo acechaba con elcorazón palpitante, con la atención de un astrónomo; se bañaba en subienhechoraluz,asupasoponíaapuntosuviejorelojyagradecíaalsolquenolehubieraolvidado.

ErasucañóndelPalaisRoyalparticular,perosólosedisparabaunavezalaño,ynosiempre.

EltíoHugueninnoolvidóinvitaraMichelaaquellavisitasolemnedel21dejunioyMichelprometiónofaltaralafiesta.

Elalmuerzoeramodestoperollenodebuenavoluntad.—Hoyesmi día de gala—dijo el tío—;hoy recibo.Apropósito, ¿sabes

conquiénvasacenarestanoche?—No,tío.—ContuprofesorRichelotysunieta,laseñoritaLucy.—Afemía,tío,queveréaesedignocaballeroconverdaderoplacer.

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—¿YalaseñoritaLucy?—Nolaconozco.—Puesbien,sobrino,lavasaconocer,¡yteadviertoqueesencantadora,y

nolosabe!Asíquenovayasadecírselo—añadióeltíoHugueninriendo.—Meguardarémucho—respondióMichel.—Después de la cena, si te parece bien, iremos los cuatro a dar un buen

paseo.—¡Esoes,tío!¡Asínuestrajornadaserácompleta!—Pero,Michel,¿nocomesnibebesmás?—Claroquesí,tío—respondióMichel,quereventaba—;asusalud.—Brindoporquevuelvas,queridohijo;porquecuando tevas siempreme

parecequeesparaemprenderun largoviaje. ¡Anda,cuéntamealgo!¿Cómoteplanteaslavida?Venga,eslahoradelasconfidencias.

—Conmuchogusto,tío.Michelcontóextensamentelospormenoresdesuexistencia,susproblemas,

su desesperación, la máquina de calcular, sin omitir la aventura de la cajaperfeccionada,y,porúltimo,losdíasfelicespasadosenloaltodelLibroMayor.

—Esahídondeheencontradoamimejoramigo—dijo.—¡Así que tienes amigos! —respondió el tío Huguenin frunciendo las

cejas.—Tengodos—replicóMichel.—Sonmuchossiteengañan—respondiósentenciosamenteelbuenhombre

—,ysuficientessitequieren.—¡Ah,tío!—exclamóMichelconanimación—,¡sonartistas!—¡Claro! —respondió el tío Huguenin bajando la cabeza—, es una

garantía,yalosé;laestadísticadelascárcelesylasprisionesarrojasacerdotes,abogados,hombresdenegocios,agentesdecambio,banqueros,notariosyniunsoloartista,pero...

—¡Losconocerá,tío,yverácomosonunasexcelentespersonas!—Conmuchogusto—respondióeltíoHuguenin—;¡megustalajuventud,

siempreque sea joven! ¡Los viejos prematurosmehanparecido siempre unoshipócritas!

—¡Puedoresponderledeestosdos!—Entonces,Michel,porlagenteconlaquealternas,veoquetusideasno

hancambiado.—Alcontrario—dijoelmuchacho.—Teempecinasenelpecado.—Sí,tío.—Entonces,desgraciado,¡confiesatusúltimasfaltas!

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—¡Consumoplacer,tío!Y elmuchacho, con verdadera inspiración, recitó unos versos bellísimos,

bienorganizados,biendichos,yllenosdeverdaderapoesía.—¡Bravo!—exclamó el tío Huguenin, maravillado—. ¡Bravo, hijo mío!

¡Todavía sehacencosasasí! ¡Tu lenguajees elde loshermososdíaspasados!¡Ah,hijomío!¡Cuántaalegríaycuántapenamecausasalmismotiempo!

Elviejoyeljovenpermanecieronsilenciososdurantealgunosinstantes.—¡Basta, basta!—dijo el tío Huguenin—. ¡Quitemos estamesa que nos

estámolestando!Michel ayudó a su tío y el comedor volvió a ser inmediatamente la

biblioteca.—¿Yahora,tío?—preguntóMichel.

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CAPÍTULOXGranrevistaqueeltíoHugueninpasóalosautoresfranceseseldomingo15deabrilde1961—Ahoranuestropostre—dijoeltíoHuguenin,mostrandolosestantesrepletosdelibros.

—Esto me despierta nuevamente el apetito —respondió Michel—;devoremos.

Tío y sobrino, tan joven el uno como el otro, se pusieron a fisgonear enveinte sitios distintos; pero el señor Huguenin no tardó en poner un poco deordenenaquelpillaje.

—Venporestelado—dijoaMichel—yempecemosporelprincipio;hoynosetratadeleer,sinodemirarydehablar.Másqueunabatallaesunarevista;imagínateaNapoleónenelpatiodelasTulleríasynoenelcampodeAusterlitz.Pontusmanosdetrásdelaespalda.Vamosapasarentrelasfilas.

—Lesigo,tío.—Hijo,recuerdaqueantetusojosvaadesfilarelmejorejércitodelmundo;

no hay nación que pueda ofrecerte uno igual, ni que haya obtenido másesplendorosasvictoriascontralabarbarie.

—ElGranEjércitodelasLetras.—Mira, sobre el primer estante, acorazados en sus excelentes

encuadernaciones,nuestrosviejosgruñonesdelsiglodieciséis,Amyot,Ronsard,Rabelais,Montaigne,Mathurin,Régnier;estánfirmesensupuestoytodavíaseencuentrasuinfluenciaoriginalenestahermosalenguafrancesaquefundaron.Pero,todohayquedecirlo,sepelearonmásporlaideaqueporlaforma.Aquí,cercadeellos,hayungeneralquehademostradosubravura;sobretodo,ensuépocaperfeccionólasarmas.

—Malherbe—dijoMichel.—Elmismo.Comodiceenalgúnsitio,losmozosdecargadelPort-au-foin

fueron sus maestros; fue allí a recoger sus metáforas, sus expresioneseminentementegalas; las rascó, lasbruñóy lasconvirtióen lahermosa lenguaquetanbienhablaronduranteelsiglodiecisiete,dieciochoydiecinueve.

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—¡Ah! —dijo Michel señalando un volumen único de aspecto rudo yorgulloso—,¡ésteesungrancapitán!

—Sí,hijo,comoAlejandro,CésaroNapoleón;esteúltimolohubierahechopríncipe. El viejo Corneille, un hombre de guerra que se ha multiplicadosingularmente, porque sus ediciones clásicas son innumerables; ésta es laquincuagésima primera y última de sus obras completas; es de 1873, y desdeentoncesnuncamássehavueltoareeditaraCorneille.

—¡Debedehaberlecostadotrabajoconseguirestasobras!—¡Alcontrario!¡Todoelmundoquieredeshacersedeellas!Mira,éstaesla

cuadragésimo novena edición de las obras completas de Racine, la centésimaquinta de Molière, la cuadragésima de Pascal, la ducentésima tercera de LaFontaine; en una palabra, ¡las últimas tienen más de cien años y hacen lasdeliciasdelosbibliófilos!Estosgrandesgeniosestánfueradejuegoyhansidorelegadosalrangodeantiguallasarqueológicas.

—En realidad—respondió el joven—, hablan un lenguaje que ya no secomprenderíaennuestrosdías.

—¡Es verdad, muchacho! La hermosa lengua francesa está perdida; estalengua que ilustres extranjeros, como Leibniz, Federico el Grande, Ancillon,Humboldt, Heine, escogieron para que fuera intérprete de sus ideas, estemaravilloso lenguajeenelqueGoethe lamentabanohaberescrito,este idiomaelegantequeestuvoapuntodeconvertirseengriegoolatínenelsigloquince,enitaliano con Catalina de Médicis y en gascón bajo Enrique IV, es ahora unaespantosa jerga.Cada cual, olvidandoque esmejor que la lengua seaholgadaquerica,hacreadosupalabraparanombrarsucosa.Lossabiosenbotánica,enhistoria natural, en física, en química, en matemáticas, han compuestoespantosasmezclasdepalabras,losinventoreshansacadodelvocabularioingléssusmás desagradables apelativos; los chalanes para sus cabedlos, los jockeysparasuscarreras,losvendedoresdeautomóvilesparasusvehículos,losfilósofospara su filosofía,hanencontrado la lengua francesademasiadopobrey sehanlanzadosobreelextranjero.Puesbien,¡tantomejor!¡Quelaolviden!¡Estodavíamásbellaensupobrezaynohaqueridohacersericaprostituyéndose!Nuestralengua,hijomío,ladeMalherbe,ladeMolière,Bossuet,Voltaire,Nodier,VictorHugo, es una jovencita bien educada y puedes enamorarte de ella sin temorporque los bárbaros del siglo veinte no han conseguido convertirla en unacortesana.

—¡Esoeshablarbien,tío,ycomprendolaencantadoramaníadelprofesorRichelot,quienpordespreciohacialajerigonzaactualyanohablamásquelatínafrancesado!Seríendeél,perotienerazón.Mas,dígame,tío,¿elfrancésnoseconvirtióenlalenguadiplomática?

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—¡Sí! ¡Para su castigo! ¡En el congreso de Nimega, en 1678! Suscualidades de franqueza y claridad hicieron que fuera escogida por ladiplomacia,queeslacienciadeladuplicidad,delequívocoydelamentira,demaneraquenuestralenguapocoapocosehaalteradoyperdido.Yaveráscómoestaremosobligadosacambiarlaalgúndía.

—¡Pobre francés!—dijoMichel—. ¡Veo aquí a Bossuet, Fénélon, Saint-Simon,queapenasloreconocerían!

—Sí, ¡su criatura se ha malogrado! Eso pasa por frecuentar a sabios,industriales,diplomáticosygentedemalvivir.¡Sedisipauno,sepervierte!¡Siundiccionariode1960quierecontenertodoslostérminosenuso,abultaeldobleque un diccionario de 1800! ¡Imagínate lo que puede uno encontrarse! Perovolvamosanuestra revista,nohayquemantenerdemasiado tiempoanuestrossoldadosbajoelpesodelasarmas.

—Ahíveounafiladehermososvolúmenes.—Hermososybuenosalgunasveces—respondióeltíoHuguenin—.Esla

cuadricentésimavigésimaoctavaedicióndelasobrassueltasdeVoltaire:espírituuniversal,elsegundoen todos losgéneros,segúnelseñorJosephPrudhomme.En 1978, dijo Stendhal, Voltaire será Voiture y los semitontos acabarán porconvertirleensuDios.¡AfortunadamenteStendhalhabíacontadodemasiadoconen las generaciones futuras! ¿Semitontos? ¡Ya sólo hay tontos del todo, yVoltairenoesmásadoradoquecualquierotro!Paraseguirconnuestrametáfora,paramíVoltairenoeramásqueungeneraldegabinete.Sólosepeleabaensuhabitación y estaba demasiado satisfecho de sí mismo. Su ironía, arma pocopeligrosaensuma,fallabaalgunasvecesylagentealaquematóhavividomásqueél.

—Pero,tío,¿noeraungranescritor?—Por supuesto, sobrino, era la encarnación de la lengua francesa, la

manejabaconelegancia,coningenio,comoantañolosmaestrosdearmasdelosregimientosqueapuntabanalaparedenlasaladearmas.Sobreelterreno,veníaun recluta torpe y mataba al maestro al primer golpe, en el despliegue. Paradecirlotodo,yestoesasombrosoreferidoaunhombrequeescribíatanbienenfrancés,Voltairenoeraverdaderamentevaliente.

—Locreo—dijoMichel.—Pasemosaotros—respondióel tíodirigiéndoseconaspecto sombríoy

severohaciaunanuevalíneadesoldados.—Éstossonlosautoresdefinesdelsiglodieciocho—dijoeljoven.—¡Sí,Jean-JacquesRousseau,quehadicholascosasmásbonitassobreel

Evangelio,comoRobespierrehaescritolospensamientosmásnotablessobrelainmortalidaddelalma! ¡Unverdaderogeneralde la república,enchanclos, sin

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galonesy sin ropajesbordados! ¡Nopor ellohadejadode conseguirgloriosasvictorias!Mira, junto a él estáBeaumarchais, un tirador de vanguardia; iniciómuy oportunamente la gran batalla del 89 que la civilización ganó sobre labarbarie.Desgraciadamente,despuésseabusóunpocoyesediablodeprogresonoshallevadoatodosadondeestamos.

—Talvezseacabehaciendounarevolucióncontraél—dijoMichel.—Esposible—respondióel tíoHuguenin—,ynodejarádeserdivertido.

Perononosentreguemosadivagacionesfilosóficasysigamospasandoentrelasfilas. Mira, un fastuoso jefe del ejército que empleó cuarenta años de suexistencia en hablar de sumodestia:Chateaubriand, a quien susMemorias deultratumbanohanpodidosalvardelolvido.

—Veo junto a él a Bernardin de Saint-Pierre —dijo Michel—; suentemecedoranovelaPabloyVirginiayanoconmoveríaanadie.

—¡Pordesgracia!—repusoeltíoHuguenin—.Pabloseríahoybanqueroytraficaría con esclavos y Virginia se casaría con el hijo de un fabricante demuellesparalocomotoras.¡Mira!ÉstassonlasfamosasmemoriasdelseñordeTalleyrand, publicadas según sus órdenes treinta años después de su muerte.Estoysegurodequeesehombresiguepracticandoladiplomaciaahídondeesté,peroeldiablonosedejaráengañar.Veoaquíaunoficialquemanejabaporigualla pluma y el sable, un gran helenista que escribía en francés como uncontemporáneodeTácito,Paul-LouisCourier;Michel,cuandonuestralenguasehaya perdido estará contenida por entero en las obras de este garrido escritor.ÉsteesNodier,llamadoelamable,yésteBéranger,ungranestadistaquehacíacanciones en sus ratos perdidos. Por fin llegamos a esa brillante generación,escapadadelaRestauracióncomoquienescapadelseminario,quearmómuchoalborotoenlascalles.

—Lamartine—dijoeljoven—,¡quégranpoeta!—Unode los jefesde la literaturade imágenes, ¡estatuadeMemnónque

sonaba tan bien ante los rayos de sol! ¡Pobre Lamartine, después de haberprodigadosufortunaenlascausasmásnoblesytocadoelarpadelpobreenlascallesdeunaciudadingrata,prodigósutalentoasusacreedores,liberóaSaint-Pointdelacorrosivallagadelashipotecas,ymuriódedoloralverlatierradesufamilia, en la que reposaban los suyos, expropiada por una compañía deferrocarriles!

—Pobrepoeta—respondióelmuchacho.—Junto a su lira—continuó el tíoHuguenin— observarás la guitarra de

AlfreddeMusset;yanadielatoca,yhayqueserunviejoaficionadocomoyopara solazarse con las vibraciones de sus flexibles cuerdas. Estamos con lamúsicadenuestroejército.

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—¡Ah, Victor Hugo! —exclamó Michel—. ¡Tío, espero que lo incluyaentrenuestrosgrandescapitanes!

—¡Lopongoenprimerafila,queridohijo,agitandoenelpuentedeArcólelabanderadelromanticismo,él,elvencedordelasbatallasdeHernani,deRuyBlas,delosBurgraves,deMarión!ComoBonaparte,yaerageneralenjefealosveinticincoañosyvencíaalosclásicosaustríacosentodoslosencuentros.Hijomío, nunca el pensamiento humano se ha combinado demanera tan vigorosacomoenelcerebrodeestehombre,uncrisolcapazdeaguantarlasmáselevadastemperaturas.Noconozconadaqueestéporencimadeél,nienlaantigüedadnienlostiemposmodernos,porlavirulenciaylariquezadelaimaginación;VictorHugoeslamásaltapersonificacióndelaprimeramitaddelsiglodiecinueve,yeljefedeunaescuelaquenuncatendráigual.Susobrascompletashanconocidosetentaycincoediciones,yéstaeslaúltima;¡hasidoolvidadocomolosdemás,puestoquenomatólasuficientegentecomoparaquelorecuerden!

—¡Tío, si tiene usted los veinte volúmenes de Balzac! —dijo Michelsubiéndoseaunescabel.

—¡En efecto!Balzac es el primer novelista delmundo, y algunos de sustipos han sobrevivido incluso a los deMolière. ¡En nuestra época no hubierasidocapazdeescribirLacomediahumana!

—No obstante —replicó Michel—, pintaba unas costumbres bastantemalas,ymuchosdesushéroessontanauténticosquenoharíanmalpapelentrenosotros.

—Nocabeduda—respondióelseñorHuguenin—,pero¿dedóndesacaríaa los de Marsay, Granville, Chesnel, Mirouet, Du Guénic, Montriveau, loscaballeros de Valois, La Chanterie,Maufrigneuse, Eugénie Grandet, Pierrette,encantadores modelos de nobleza, de inteligencia, de valentía, de caridad, decandor?, ¡porque no los inventaba sino que los copiaba! Posaríamucha genterapaz, es cierto, muchos financieros, protegidos por la ley, muchos ladronesamnistiados,ynolefaltaríanlosCrevel,losNucingen,losVautrin,losCorentin,losHulot,losGobseck.

—Me parece—dijoMichel pasando a otros estantes— que aquí hay unautormuyconsiderable.

—¡Yalocreo!¡EsAlejandroDumas,elMuratdelaliteratura,interrumpidopor la muerte en su volumen número mil novecientos noventa y tres! Fue elcontadordecuentosmásdivertido,aquienlapródiganaturalezapermitióabusarde todo sin dañarle: de su talento, de su inteligencia, de su inspiración, de suentusiasmo, de su fuerza física cuando tomó el polvorín de Soissons, de sunacimiento,desucolor,deFrancia,deEspaña,deItalia,delasorillasdelRin,deSuiza,deArgelia,delCáucaso,delmonteSinaí,ysobretododeNápolescuya

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entradaforzósobresuSpéronare.¡Quéasombrosapersonalidad!Sepiensaquehabríallegadoaescribircuatromilvolúmenessinosehubieraenvenenadoenlaflordelaedad,conunplatoqueacababadeinventar.

—Quéfastidio—dijoMichel—,¿yesehorribleaccidentenoprodujomásvíctimas?

—Desgraciadamente,sí,entreotrosJulesJanin,uncríticodelaépocaquecomponíaversos latinosen losdiarios.FueduranteunacenadereconciliaciónqueledabaAlejandroDumas.Conellos tambiénmurióunescritormásjoven,Monselet,dequiennosquedaunaobramaestra,desgraciadamenteinacabada,elDiccionario de los Gourmets, en cuarenta y cinco volúmenes, en el que sólollegóalaF,farce15.

—¡Diantre!—dijoMichel—,lacosaprometía.—ÉstossonFrédéricSoulié,unvalientesoldado,excelenteparaungolpe

demanoycapazdeconquistarunaposicióndesesperada;Gozlan,uncapitándeloshúsares;Mérimée,ungeneraldeantecámara;Sainte-Beuve,unsubintendentemilitar,directordelaManutención;Arago,unsabiooficialdeingenierosquehasabidohacerseperdonarsuciencia.Mira,Michel,lasobrasdeGeorgeSand,unmaravilloso genio, uno de losmayores escritores de Francia, condecorado porfinen1859yquehizoquesuhijollevarasucruz.

—¿Yestoslibrostanenfurruñados?—preguntóMichelseñalandounalargasucesióndevolúmenesescondidosenlacornisa.

—Pasadeprisa,muchacho;eselpelotóndelosfilósofos,losCousin,PierreLeroux, Dumoulin y tantos otros; pero como la filosofía es una cuestión demodas,noesasombrosoqueyanoseloslea.

—¿Yéstequiénes?—Renan, un arqueólogo que causó mucho alboroto; intentó aplastar la

divinidaddeCristoymuriófulminadoen1873.—¿Yesteotro?—preguntóMichel.—Ésteesunperiodista,unpublicista,uneconomista,unubicuo,ungeneral

deartilleríamásruidosoquerutilantellamadoGirardin.—¿Noeraateo?—En absoluto; creía en él. ¡Mira aquí al lado! Se trata de un atrevido

personaje,unhombrequehabría inventadola lenguasihubierasidopreciso,yseríahoyunclásicositodavíasedieranclases,LouisVeuillot,elmásvigorosocampeónde la Iglesia romana,quemurióexcomulgadopara sugranasombro.EsteotroesGuizot,unhistoriadorausteroqueensushorasdeocioseentreteníaen comprometer el trono de losOrleans. ¿Ves esa enorme compilación?Es laúnica auténtica y muy verídica historia de la Revolución y del Imperio,publicadaen1895,porordendelgobierno,paraponerfina las incertidumbres

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quereinabansobreestapartedenuestrahistoria.ParaestaobraseutilizaronlascrónicasdeThiers.

—¡Ah!—dijoMichel—,estosmuchachosmeparecenjóvenesyardientes.—Tienes razón; ¡es la caballería ligera de 1860, brillantes, intrépidos,

bullangueros, se saltaban los prejuicios como si fueran barreras, vencían lasconvencionescomosi fueranobstáculos,caían, sevolvíana levantarycorríanaúnmásdeprisa,rompiéndoselacabezayencontrándosemejorquenunca!Heaquílaobramaestradelaépoca,MadameBovary,labêtisehumaine,deuntalNoriac, tema inmenso que no pudo tratar por completo; aquí están Assolant,Aurevilly, Baudelaire, Paradol, Scholl, bravosmuchachos a los que había quehacercaso,sequisieraono,porquedisparabanalaspiernas...

—Conpólvorasolamente—dijoMichel.—Con pólvora y con sal, y escocía. Mira, éste es un muchacho que no

carecíadetalento,unverdaderoguerrero.—¿About?—¡Sí!Sejactabao,mejordicho,lejactabandeserunnuevoVoltaire,ycon

el tiempo le hubiera llegado al tobillo; desgraciadamente, en 1869, cuandoterminaba sus visitas de Academia, fue muerto en duelo por un críticoenfurecido,elfamosoSarcey.

—Denohaberseproducidotaldesgracia,¿habríallegadolejos?—preguntóMichel.

—Nodemasiado—respondióeltío—.Éstosson,hijomío,losprincipalesjefesdenuestroejército literario:allá, lasúltimasfilasde lossoldadososcuroscuyos nombres asombran a los lectores de los viejos catálogos; prosigue tuinspección,diviértete;hayahícincooseissiglosquenopidennadamejorquedejarsehojear.

Así transcurrió aquella jornada en la que Michel desdeñó a losdesconocidos para volver a los nombres ilustres, aunque pasandopor curiososcontrastes, cayendo sobreGautier cuyo tornasolado estilo había envejecido unpoco,oFeydeau,el licenciosocontinuadordeLouvetyLacios,pasandodeunChampfleuryaunJeanMacé,elmásingeniosovulgarizadordelaciencia.SusojosibandeunMéryqueproducíafrasesingeniosascomounzapaterobotas—porencargo—,aunBanville,aquieneltíoHuguenintratabairrespetuosamentede malabarista de las palabras; Michel encontraba a veces un Stahl,cuidadosamenteeditadoporlacasaHetzel,unKarr,delicadomoralista,quesinembargonotenía ladelicadezadepermitirsevolar, [caía]16 sobreunHoussayeque,habiendoservidoantañoenelhoteldeRambouillet,conservabasuridículoestilo y su amaneramiento, sobre un Saint-Victor todavía flamante después decienañosdeexistencia.

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Luegovolvióalpuntodepartida;tomóalgunosdeesoslibrostanqueridos,los abrió, leyó una frase de uno, una página de otro, de éste sólo retuvo lostítulosdeloscapítulosydeaquélsólolostítulos;respiróesearomaliterarioquele subía al cerebro como una cálida emanación de los siglos transcurridos,estrechólasmanosatodosaquellosamigosdelpasadoqueélhabríaconocidoyamadosihubieratenidolafelizocurrenciadehabernacidoantes.

EltíoHugueninlemirabayviéndolesesentíarejuvenecer.—Y bien, ¿en qué piensas? —le preguntó cuando le notó inmóvil y

soñador.—¡Pienso que esta pequeña habitación encierra lo suficiente para hacer

felizaunhombredurantetodasuvida!—¡Sisabeleer!—Porsupuesto—dijoMichel.—Sí—repusoeltío—,peroconunacondición.—¿Cuál?—¡Quenosepaescribir!—¿Yesoporqué,tío?—¡Porque entonces, hijomío, tal vez estaría tentado de caminar tras las

huellasdeesosgrandesescritores!—¿Quétendríademalo?—preguntóeljovenconentusiasmo.—Estaríaperdido.—¡Perotío!—exclamóMichel—,¿mevaadarunaleccióndemoral?—¡No!Sialguienmereceunalecciónaquí,soyyo.—¡Usted!¿Porqué?—¡Por haber alimentado tus locas ideas! Te he hecho entrever la Tierra

prometida,mipobreniño,y...—¡Ymedejaráentrarenella,tío!—Sí,simejurasunacosa.—¿Cuál?—Que sólo te pasearás por ella. ¡No quiero que desbroces ese suelo

ingrato!Recuerdaloqueeres,adóndetienesquellegar,loqueyomismosoy,ylaépocaenlaqueambosvivimos.

Michelnorespondió,estrechólamanodesutío;ésteibasindudaainiciarsuretahiladegrandesargumentoscuandosonóeltimbredelapuerta.ElseñorHugueninfueaabrir.

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CAPÍTULOXIUnpaseoporelpuertodeGrenelleEra el señor Richelot en persona. Michel se echó en los brazos de su viejoprofesor;unpocomásytambiénlohaceenlosquelaseñoritaLucytendíaaltíoHuguenin;afortunadamenteesteúltimoseencontrabaenel lugardeacogidayprevinoesedeliciosoencuentro.

—¡Michel!—exclamóelseñorRichelot.—Enpersona—respondióelseñorHuguenin.—¡Ah!—dijoelprofesor—,vayaunajocundasorpresayunaveladaquese

anunciajubilosa.—Diesalbonotandalapillo17—replicóelseñorHuguenin.—SegúnnuestroqueridoFlaco—respondióelseñorRichelot.—Señorita—balbucióeljovensaludandoalajoven.—Señor—respondióLucy,conunareverencianodemasiadotorpe.—Candore notabilis albo18 —murmuró Michel, con gran alegría de su

profesor,queperdonóestecumplidoenunalenguaextranjera.Por otra parte, el joven no se había equivocado; todo el encanto de la

muchacha se encontraba pintado en aquel delicioso hemistiquio de Ovidio.¡Notable por su cándida blancura! La señorita Lucy tenía quince años, y eraencantadoraconsuslargoscabellosrubioscayéndolesobreloshombros,segúnlamodadelaépoca,frescayreciénhecha,siestaexpresiónpuedetransmitirloque había en ella de nuevo, de puro, de apenas abierto; sus ojos llenos deingenuasmiradasyprofundamenteazules,sucoquetanarizdepequeñasaletastransparentes,subocahúmedaderocío,lagraciaunpocoindolentedesucuello,susmanosfrescasyágiles,elegantecontornodesutalle,encantabanaljovenyle dejaban mudo de admiración. Aquella muchacha era la poesía viviente;Michellasentíamásquelaveía;habíallegadoasucorazónantesqueasusojos.

Taléxtasisamenazabaconprolongarseindefinidamente;eltíoHugueninsedio cuenta, hizo sentarse a sus visitantes, resguardóunpoco a la jovende losdardosdelpoetayhablónuevamente:

—Amigosmíos—dijo—,lacenanotardaráenllegar;charlemosmientrastanto. Richelot, hace ya un mes largo que no nos vemos. ¿Cómo van lashumanidades?

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—Las humanidades se van —respondió el viejo profesor—. ¡Ya sóloquedantresalumnosenmiclasederetórica!¡Esunatorpedecadencia!Asíquenosvanaechar,yharánbien.

—¡Echarleausted!—exclamóMichel.—¿Esesocierto?—dijoeltíoHuguenin.—Muycierto—respondióel señorRichelot—;correel rumordeque, en

virtud de una decisión adoptada en la asamblea general de accionistas, van asuprimirlascátedrasdeletrasparaelejerciciode1962.

«¿Cómoselasvanaarreglar?»,pensóMichelmirandoalamuchacha.—Nopuedocreerunacosaasí—dijoel tío frunciendo lascejas—;nose

atreverán.—Se atreverán —respondió el señor Richelot—, ¡y será lo mejor que

puedan hacer! ¡A quién le importa el griego y el latín, que comomucho sólosirvenparaproporcionaralgunasraícesalaspalabrasdelacienciamoderna!Losalumnos ya no comprenden esas maravillosas lenguas y cuando veo a esosjóvenestanestúpidossientounamezcladedesesperaciónydeasco.

—¡Cómoesposible!—dijoeljovenDufrénoy—.¡Suclasereducidaatresalumnos!

—Tresqueaúnsobran—respondióelviejoprofesorconrabia.—Yporsifuerapoco—dijoeltíoHuguenin—,sonmalosalumnos.—Unos desastres de primera categoría —replicó el señor Richelot—.

¿Creerán ustedes que uno de ellosme ha traducido recientemente jusdivinumpor«jugodivino»?

—¡Jugodivino!—exclamóeltío—.¡Esunborrachoengermen!—¡Yayer!¡Ayermismo!Horrescoreferens19,adivinensiseatrevencómo

hatraducidootroesteversodelcantocuartodelasGeórgicas:immanispecoriscusios20...

—Creosaberlo—respondióMichel.—Mesonrojohastalasorejas—dijoelseñorRichelot.—Veamos,dígame—replicóeltíoHuguenin—,¿cómohantraducidoeste

pasajeenelañodegraciade1961?—«Guardián de una espantosa pécora» —respondió el viejo profesor

tapándoseelrostro.El tío Huguenin no pudo reprimir una enorme carcajada; Lucy volvió la

cabeza sonriendo; Michel la miraba con tristeza; el señor Richelot no sabíadóndeesconderse.

—¡Ay,Virgilio!—exclamóeltíoHuguenin—,¿telohubierasimaginado?—Yaveis,amigosmíos—repusoelprofesor—.¡Esmejornotraducirnada

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quetraducirasí!¡Ynodigamosenretórica!¡Quenoseliminen,haránbien!—¿Queharíaustedentonces?—Esto, hijo mío, es otro asunto; no ha llegado aún el momento de

resolverlo;estamosaquíparadivertirnos...—Puesbien,cenemos—repusoeltío.Durante los preparativos de la cena, Michel mantuvo una conversación

deliciosamentetrivialconlaseñoritaLucy,llenadeesosencantadoresabsurdosbajoloscualesavecessetrasluceelpensamientoverdadero;alosdieciséisaños,laseñoritaLucyteníaderechoasermuchomayorqueMichelalosdiecinueve;pero no abusaba de ello. Sin embargo, las preocupaciones del porveniroscurecíansufrentetanpuraylaponíanseria.Lucymirabaconinquietudasuabuelo,enquienseresumíatodasuvida.Michelsorprendióunadeesasmiradas.

—QuiereustedmuchoalseñorRichelot—dijoMichel.—Mucho,sí,señor—respondióLucy.—Yotambién,señorita—añadióeljoven.LucysesonrojóunpocoalverquesuafectoyeldeMichelcoincidíanen

unamigocomún;eracasiunamezcladesusmásíntimossentimientosconlossentimientosdeotro.Michellonotabayyanoseatrevíaamirarla.

PeroeltíoHuguenininterrumpióestaconversaciónprivadaconunsonoro«¡A la mesa!». El restaurador vecino les había servido una excelente cenaencargadaparalaocasión.Sesentaronanteelfestín.

Para empezar, los convidados dieron cuenta de un caldo y un excelenteguisodecaballo,carnemuyestimadahastaelsigloXVIIIyrehabilitadaduranteelsigloXX;luegovinounagranpiernadecordero,preparadaconazúcarysalitresegún un método nuevo para conservar la carne que le aportaba exquisitascalidades de gusto; algunas verduras originarias de Ecuador y aclimatadas enFrancia,elbuenhumoryelentusiasmodeltíoHuguenin,lagraciadeLucy,queservía a todo el mundo, las disposiciones sentimentales de Michel, todocontribuyó a que esa comida familiar resultara encantadora. Por mucho queinsistieranenprolongarla,acabódemasiadoprontoyelcorazóndebiócederalassatisfaccionesdelestómago.

Selevantarondelamesa.—Ahora se trata de terminar dignamente este hermoso día—dijo el tío

Huguenin.—Vamosadarunpaseo—exclamóMichel.—Eso—respondióLucy.—¿Peroadónde?—preguntóeltío.—AlpuertodeGrenelle—dijoelmuchacho.—Perfecto. ¡Precisamente acaba de llegar elLeviatán IV y así podremos

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admiraresamaravilla!Elpequeñogrupobajóa lacalle,Michelofreciósubrazoa la jovenyse

dirigieronalferrocarrildecircunvalación.El famoso proyecto de París puerto de mar se había realizado por fin;

durantemucho tiempo nadie quiso creerlo; eranmuchos los que visitaban lostrabajos del canal, se mofaban en voz alta y presuponían su inutilidad. Pero,desdehacíaunosdiezaños,losincrédulostuvieronquerendirsealaevidencia.

LacapitalamenazabaconconvertirseenalgoasícomounLiverpoolenelcorazóndeFrancia;habíauna largasucesióndediques flotantesexcavadosenlasvastasllanurasdeGrenelleydeIssyquepodíancontenerunmillardebuquesdel más alto tonelaje. En este trabajo hercúleo la industria parecía haberalcanzadoloslímitesdeloposible.

Ya durante los siglos anteriores, conLuisXIV, conLuis-Felipe, se habíapensadoenabriruncanaldesdeParíshastaelmar.En1863seautorizóaunacompañía para que, a sus expensas, hiciera estudios en las zonas de Creil,Beauvais y Dieppe; pero se necesitaban numerosas esclusas para salvar laspendientesynumerososcursosdeaguaparaalimentarlas;además,no tardóenconsiderarse que el Oise y el Béthune, los únicos ríos disponibles en estetrazado,eraninsuficientes,ylacompañíaabandonólostrabajos.

Sesenta y cinco años después, el Estado recuperó esta idea, según unsistemayapropuestoduranteelsiglopasadoyquehabíasidorechazadoporsusimplicidadysulógica;setratabadeutilizarelSena,arterianaturalentreParísyelocéano.

Enmenosdequinceaños,uningenierocivilllamadoMontanetexcavóuncanalquesalíadelallanuradeGrenelleydesembocabaligeramentepordebajodeRuán;medía 140 kilómetros de largo, 70metros de ancho y 20metros deprofundidad;estosuponíaunlechoconunacapacidaddeunos190millonesdemetros cúbicos; no existía el peligro de que este canal se secara porque loscincuenta mil litros de agua que el Sena suministra por segundo bastabanampliamente para alimentarlo.Los trabajos realizados en el lecho bajo del ríohabíanpreparadoalcanalparalosbarcosdemayorcalado,ydesdeLeHavreaParíslanavegaciónnoofrecíaningunadificultad.

ExistíaentoncesenFrancia,deacuerdoconelproyectoDupeyrat,unaredde ferrocarriles en los caminos de arrastre de todos los canales. Potenteslocomotoras, que circulaban sobre unos carriles dispuestos a cada ladoremolcabanholgadamentelaschalanasylosbarcosdetransporte.

EstesistemafueaplicadosobreelcanaldeRuányesfácilcomprender larapidez con la que los buquesmercantes y los barcos del Estado llegaron ríoarribahastaParís.

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Elnuevopuertohabíasidoconstruidomagníficamente,yeltíoHugueninysus huéspedes pronto paseaban por los muelles de granito rodeados de unamultitud.

Había dieciochodársenas, de las cuales sólo dos estaban reservadas a lasembarcaciones del gobierno destinadas a proteger los caladeros y las coloniasfrancesas.Todavía se veían algunosmodelos de las viejas fragatas acorazadasdelsigloXIXquelosarqueólogosadmirabansinacabardecomprenderlas.

Estas máquinas de guerra habían llegado a adquirir unas dimensionesincreíbles, aunque fácilmente explicables; porque durante cincuenta años hubouna lucha ridiculaentre lacorazay lasbalasdecañónparaverquiéncaeríayquién resistiría. Los muros de chapa forjada se hicieron tan gruesos y loscañones tan pesados que los barcos acabaron por hundirse bajo su peso; esteresultado acabó con aquella noble rivalidad precisamente cuando la bala decañónsedisponíaaderrotaralacoraza.

—Así combatían entonces —dijo el tío Huguenin mostrando uno deaquellosmonstruosdehierropacíficamente relegadoal fondode ladársena—;seencerrabanenestascajasyse tratabadehundira losdemásoserhundidosporellos.

—Peroelvalorindividualnoteníamuchaimportancia—dijoMichel.—Elvalorestabarayado,comoloscañones—dijoeltíoriendo—,eranlas

máquinaslasquepeleaban,noloshombres;deahíquesetendieraasuprimirlasguerraspor ridiculas.Puedo concebir la batalla en la época enque se luchabacuerpoacuerpo,cuandosematabaaladversarioconlaspropiasmanos...

—Esustedsanguinario,señorHuguenin—dijolamuchacha.—No,queridaniña,soyrazonable,siesquelarazóntienealgoquevercon

todo esto; la guerra tenía entonces su razón de ser; pero cuando los cañonesllegaronalosochomilmetrosyunabaladeltreintayseispudoatravesar,acienmetros, treinta y cuatro caballos por el costado y sesenta y ocho hombres,convendránustedesconmigoqueelvalorindividualpasóaserunacosadelujo.

—Enefecto—respondióMichel—,lasmáquinashanmatadoelvalorylossoldadossehanconvertidoenmecánicos.

Duranteestadiscusiónarqueológicasobre lasguerrasdeotros tiempos,elpaseo de los cuatro visitantes proseguía en medio de las maravillas de lasdársenas destinadas al comercio. Alrededor se erguía una ciudad entera decabarets, donde los marinos recién desembarcados presumían de nababs y secorrían opulentas juergas. Se oían sus roncos cánticos y vociferaban de formamuymarinera.Estosgallardosmozarronessesentíanensucasaenaquelpuertomercante,enplenallanuradeGrenelle,yestabanensuderechodegritarasusanchas.Formaban,además,unapoblaciónaparte,bastantepocosociable,queno

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se mezclaba a la de los demás barrios. Se hubiera dicho que era Le HavreseparadodeParíssóloporlaanchuradelSena.

Las dársenas del comercio estaban unidas entre sí por unos puentesgiratoriosmovidosahorasfijaspormáquinasdeairecomprimidodelaSociedaddelasCatacumbas.Elaguadesaparecíabajoelcascodelosbarcos;lamayoríafuncionabagraciasalvapordeácidocarbónico;nohabíaunsolobuquedetrespalos, un bergantín, una goleta, un lugre, un cachemarín que no estuvieseprovistodesuhélice;elvientopertenecíaalpasado;yanoestabademoda;nadieloquería,yelviejoEolo,desdeñadoyavergonzadoseescondía,ensuodre.

Como es natural, los canales de Suez y del Panamá multiplicaron losnegocios de navegación de altura; las operaciones marítimas, liberadas decualquiermonopolioydelastrabasdelosagentesministeriales,conocieronunagranexpansión;lasembarcacionessemultiplicarónentodassusformas.Vaporesde todos los tamañosyde todas lasnacionalidadesdesplegabanalaire losmilcoloresdesusbanderasofreciendounmagníficoespectáculo;muellesinmensos,vastosdepósitosalbergabanlasmercancíascuyadescargasehacíamercedalasmáquinas más ingeniosas: unas confeccionaban los fardos, otras los pesaban,éstas los etiquetaban, aquéllas los transportaban a bordo; las embarcaciones,remolcadasporlaslocomotoras,sedeslizabanalolargodelosmurosdegranito;fardosdelanaydealgodón,sacosdeazúcarydecafé,cajasdeté,productosdelas cincopartes delmundo se apilaban formandomontañas; en el aire reinabaese característico olor que se puede llamar el perfume del comercio; unoscartelesmulticoloresanunciabanlosbarcosquepartíanhacia loscuatropuntoscardinales,ytodoslosidiomasdelatierrapodíanoírseenelpuertodeGrenelle,elmásfrecuentadodeluniverso.

La vista de esta dársena desde los altos de Arcueil o de Meudon erarealmente admirable; la mirada se perdía en aquella selva de mástiles,engalanadoslosdíasdefiesta;latorredeseñalesdemareaseerguíaenlabocanadelpuerto,mientrasque,alfondo,unfaroeléctrico,singranutilidad,sehundíaen el cielo a una altura de quinientos pies. Era el monumento más alto delmundo,ysuslucesteníanunalcancedecuarentaleguas;podíanversedesdelastorresdelacatedraldeRuán.

Todoaquelconjuntomerecíaseradmirado.—Estoesrealmentehermoso—dijoeltíoHuguenin.—Unpulcroespectáculo—respondióelprofesor.—Aunquenotengamosnielaguanielvientodelmar—prosiguióelseñor

Huguenin—, almenos tenemos los barcos a los que el agua lleva y el vientoempuja.

Pero donde la multitud se apretujaba, donde el atasco era más difícil de

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atravesar, era en losmuelles delmás extenso de los diques, que apenas podíaconteneralgigantescoLeviatánIV,reciénllegado;elGreatEasterndelpasadosiglo no hubiera sido digno de ser su chalupa; procedía deNuevaYork, y losamericanospodíanvanagloriarsedehabervencidoalosingleses;poseíatreintamástiles y quince chimeneas; su máquina tenía una fuerza de treinta milcaballos,deloscualesveintemileranparalasruedasydiezmilparalahélice;unosvagonesdetrenpermitíandesplazarserápidamentedeunapuntaaotradesus puentes, y entre los mástiles se podían admirar unas plazoletas llenas degrandes árboles cuya sombra se extendía sobre los macizos, el césped y lasmatas de flores; los elegantes podían pasearse a caballo por sus sinuosasavenidas;diezpiesdetierravegetal,extendidaporelsollado,habíanproducidoaquellosparquesflotantes.Aquelbarcoeraunmundo,ysuvelocidadalcanzabaunosresultadosprodigiosos;llegabaentresdíasdeNuevaYorkaSouthampton;medíadoscientospiesdeancho;encuantoasulongitud,esfáciljuzgarlaporlasiguiente circunstancia: cuando laproadelLeviatánIV estaba en elmuelle dedesembarco,lospasajerosdepopatodavíateníanquerecorreruncuartodeleguaparallegaratierrafirme.

—¡Dentro de poco construirán aquel fantástico navio holandés cuyobauprés estaba en la isla Mauricio mientras que el timón permanecía en laensenadadeBrest!—dijoeltíoHugueninpaseandobajolosrobles,losserbalesylasacaciasdelpuente.

¿AdmirabanMichelyLucyaquellagigantescamáquinacomotodaaquellamultitudboquiabierta?Loignoro;peropaseabanhablandoenvozbaja,omejordicho,ensilencioymirándosehastaelinfinito,yregresaronalamoradadeltíoHugueninsinhaberpercibidoningunadelasmaravillasdelpuertodeGrenelle.

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CAPÍTULOXIIQuetratadelaopinióndeQuinsonnassobrelasmujeresParaMichellanochesiguientetranscurrióenundeliciosoinsomnio;¿paraquédormir?Eramejorsoñardespierto,yaellosededicóeljovenconcienzudamentehasta el alba; sus pensamientos alcanzaron los últimos confines de la poesíaetérea.

Alamañanasiguientebajóalasoficinasysubióasumontaña.Quinsonnasestabaesperándole.Michelestrechóo,mejordicho,apretólamanodesuamigo;perofueparcoenpalabras;prosiguiósudictadoylohizoconvozardiente.

Quinsonnaslemiró,peroMichelevitósumirada.«Le pasa algo—pensó el pianista—; ¡qué aspecto tan singular! ¡Parece

alguienqueregresaradelospaísescálidos!»Eldíatranscurriódeestaguisa,unodictandoyelotroescribiendo,yambos

observándose a hurtadillas. El segundo día pasó sin que se produjera ningúnintercambiodepensamientosentreambosamigos.

«Aquíhayamor—pensóelpianista—.Dejémosleincubarsusentimiento,acabaráhablando.»

Al tercer día,Michel detuvo aQuinsonnas súbitamente, enmitad de unasoberbiamayúscula.

—Amigomío,¿quépiensasdelasmujeres?—lepreguntóruborizándose.«Luegoeseso»,sedijoelpianista,quenorespondió.Michelrepitiólapregunta,ruborizándoseaúnmás.—Hijo mío —respondió solemnemente Quinsonnas interrumpiendo su

trabajo—, la opinión que los hombres podemos tener de las mujeres es muyvariable.Por lamañananopienso lomismoquepor la tarde; laprimaverametraesobreesteasuntootrasideasqueelotoño;lalluviaoelbuentiempopuedenmodificarsingularmentemidoctrina;porúltimo,inclusomisdigestionestienenunainfluenciaincuestionablesobremissentimientoshaciaellas.

—Estonoesunarespuesta—dijoMichel.—Hijo mío, permíteme que conteste a tu pregunta con otra pregunta.

¿Creesquesiguehabiendomujeresenlatierra?—¡Claroquesí!—exclamóelmuchacho.

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—¿Tehastropezadoconalguna?—Todoslosdías.—Entendámonos—replicóelpianista—;nomerefieroaesosseresmáso

menosfemeninoscuyoobjetivoeseldecontribuiralapropagacióndelaespeciehumanayqueacabaránsiendosustituidospormáquinasdeairecomprimido.

—Estásbromeando.—Amigomío,sehabladeellomuyenserio,peronosinsuscitaralgunas

protestas.—Mira,Quinsonnas—replicóMichel—,¡seamosserios!—¡En absoluto! ¡Seamos alegres! Bien, repito mi afirmación: ya no hay

mujeres;¡esunarazaperdida,comoladelosdoguillosyladelosmegaterios!—Porfavor—dijoMichel.—Déjameseguir,muchacho;creoquehubomujeresantaño,enunaépoca

muy remota; los autores antiguos nos hablan de ellas en términos formales;inclusocitancomolamásperfectadetodasalaparisina.Segúnlosviejostextosy lasestampasde laépocaeraunacriaturaencantadora, sin rivalenelmundoentero; reuníaenella losviciosmásperfectosy lasmásviciosasperfecciones,era mujer en toda la acepción del término. Sin embargo, la sangre se fueempobreciendo poco a poco, la raza decayó, y los fisiólogos relataron en susescritos estadeplorabledecadencia. ¿Hasvisto algunavez cómo se conviertenlasorugasenmariposas?

—Sí—respondióMichel.—Puesbien—dijoelpianista—,aquíocurriótodolocontrario;lamariposa

volvió a ser oruga.Los sinuosos andares de la parisina, su donaire, sumiradaexquisita y tierna, su sonrisa amable, sus redondeces plenas y tersas a la vez,fueron sustituidas por esas formas alargadas, delgadas, áridas, descarnadas,demacradas,desgarbadas,porunadesenvolturamecánica,metódicaypuritana.Lacinturaseaplanó,lamiradasehizoaustera,lasjunturasseanquilosaron,unanarizdurayrígidadescendiósobreunoslabiosmenguadosyretraídos;elpasose alargó; el ángel de la geometría, que en otra época le prodigaba sus másatractivas curvas, entregó a lamujer a todo el rigor de la línea recta y de losángulos agudos. La francesa se ha hecho americana; habla gravemente deasuntosgraves,setomalavidaconrigidez,cabalgasobreladelgadaespinadelascostumbres,sevistemal,singusto,yllevaunoscorsésdechapagalvanizadaque pueden resistir las más altas presiones. Hijo mío, Francia ha perdido suverdaderasuperioridad;asícomosusmujeresdelencantadorsiglodeLuisXIVafeminaronaloshombres;ellas,después,sehanpasadoalgéneromasculinoyyanomerecennilamiradadeunartistanilaatencióndeunamante.

—¡Sigosincreerte!—respondióMichel.

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—Claro—replicóQuinsonnas—, ¡sonríes!, ¡crees que guardas algo en lamanga que va a sorprenderme!, ¡tienes preparada tu pequeña excepción a lareglageneral!¡Sea!,laconfirmarás,esoestodo.¡Mantengolodicho!¡Yaúnvoymás lejos! ¡Ningunamujer,cualquieraquesea laclasea laquepertenezca,haescapado a la degradación de la raza! La modistilla ha desaparecido; lacortesana,casitangriscomoentretenida,hacegalahoydíadeunainmoralidadsubida.Estorpeytonta,perohaceunafortunaconmétodoyeconomíasinquenadie se arruine por ella. ¡Arruinarse! ¡Vamos! ¡Es una palabra vieja!Todo elmundoseenriquece,hijomío,exceptoelcuerpoyelespírituhumanos.

—¿Asíquepretendesqueesimposibleencontrarunamujerenlaépocaenquevivimos?—preguntóMichel.

—Asíes,nolashaymenoresdenoventaycincoaños;lasúltimasmurieronconnuestrasabuelas.Noobstante...

—¡Vaya!¿Noobstantequé?—Aúnpuedenencontrarseenel faubourgSaint-Germain;enesepequeño

rincóndelinmensoParíscrecetodavíaalgunaplantarara, lapuelladesiderata,comodiríatuprofesor,perosóloahí.

—Asíque—respondióMichelsonriendoconciertaironía—persistesenlaopinióndequelamujeresunarazaperdida.

—Sí, hijomío, los grandesmoralistas del siglo diecinueve ya presentíanestacatástrofe.Balzac,queconocíamuybienel tema, lodioaentenderen sufamosacartaaStendhal;lamujer,decía,eslaPasiónyelhombreeslaAcción,yéstaeslarazóndequeelhombreadorealamujer.Puesbien,ahora,ambossonlaacción,ydesdeesemomentoyanohaymujeresenFrancia.

—Bueno—dijoMichel—,¿yquéopinasdelmatrimonio?—Nadabueno.—¿Nadamás?—Quemeinclinomásporelmatrimoniodelosdemásqueporelmío.—Asíquenopiensascasarte.—No, mientras no se haya constituido el famoso tribunal exigido por

Voltaireparajuzgarloscasosdeinfidelidad:seishombresyseismujeres,conunhermafroditaquetendríaelvotodecalidadencasodeempate.

—¡Venga,sinbromear!—Nobromeo;¡ésaseríalaúnicagarantía!¿Recuerdasloquesucedióhace

dosmesesdurante el procesode adulterio quepresentó el señor deCoutancescontrasumujer?

—¡Puesno!—Cuando el presidente preguntó a la señora deCoutances por quéhabía

olvidadosusdeberes,éstalecontestóqueteníapocamemoria.Ylaabsolvieron.

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Francamente,estarespuestamerecíaunaabsolución.—DejemosalaseñoradeCoutances—respondióMichel—yvolvamosal

matrimonio.—Hijomío,heaquílaverdadabsolutaaesterespecto:estandosoltero,uno

siemprepuedecasarse.Estandocasado,nosepuedevolverasersoltero.Deahíqueentreelestadodemaridoyeldesolteroexistaunmatizqueasusta.

—Quinsonnas,¿quétienesenrealidadcontraelmatrimonio?—Cuantotengoquedeciresesto:enunaépocaenquelafamiliatiendeasu

destrucción,enqueel interésprivadoempujaacadaunodesusmiembrospordiferentes caminos, en que la necesidad de enriquecerse a toda costamata lossentimientos del corazón, el matrimonio me parece una heroica inutilidad;antaño, según los autores antiguos, era muy diferente; si hojearas los viejosdiccionarios, quedarías asombrado al encontrar en ellos palabras como«penates», «lares», «hogar doméstico», «un interior», «la compañera de mivida»,etc.;peroestasexpresioneshandesaparecidohacetiempo, juntoconlascosas que representaban.Ya nadie las utiliza; parece que en otros tiempos losesposos(éstaesotrapalabraendesuso)mezclabaníntimamentesuexistencia;seatendíaaloquedecíaSancho:unconsejodemujernovalemucho,perohayqueestar loco para no escucharlo. Y escuchaban. Mira ahora qué diferencia; elmaridodehoyvive lejosde lamujer;sequedaenelCírculo,dondealmuerza,trabaja y cena, juega y se acuesta. La señora, por su lado, se dedica a losnegocios.Elseñorlasaludacomoaunextrañosiporcasualidadselaencuentraporlacalle;decuandoencuandolehacealgunavisita,irrumpeensusreunionesde los lunes,ode losmiércoles;algunasveces la señora le invitaacenar,conmenosfrecuenciaapasarlavelada;porúltimo,seventanpoco,estántanpocotiempojuntos,sehablantanpoco,setuteantanpoco,queunosepreguntaconfundamentocómosiguehabiendoherederosenestemundo.

—Estoescasicierto—dijoMichel.—Completamente cierto, hijo mío —respondió Quinsonnas—; se ha

seguidolatendenciadelpasadosigloenelqueseintentabatenerlosmenoshijosposibles,lasmadressesentíancontrariadassisushijassequedabanembarazadasdemasiadopronto,ylosjóvenesmaridos,desesperadosporhabersidotantorpes.Ennuestrosdías,elnúmerodehijos legítimoshadisminuidosingularmenteenrelación al de los hijos naturales; estos últimos forman ya una mayoríaimponente; dentro de poco acabarán siendo los dueños de Francia y haránrevocarlaleyqueprohíbeinvestigarlapaternidad.

—Estomepareceevidente—respondióMichel.—Aunque, el mal, si lo hay—repuso Quinsonnas—, existe en todas las

clases de la sociedad; observa que un viejo egoísta como yo no censura este

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estadodecosas,seaprovechadeél;peroinsistoenexplicartequeelmatrimonioya no es la pareja, y que la antorcha del himen ya no sirve, como en otrostiempos,paraencenderelfuegodelacocina.

—¿Quiere decir eso —repuso Michel— que si por alguna razónimprobable,imposible,loadmito,acabarasqueriendotomarunamujer...?

—Amigomío, primero intentaríahacermemillonario como losdemás; senecesitadineropara llevaresadoblevida; laschicasqueno tienensupesoenoro en las arcas de su padre no se casan, y unaMarie-Louise con sus pobresdoscientoscincuentamilfrancosdedotenoencontraríaningúnhijodebanqueroquelaquisiera.

—¿YunNapoleón?—LosNapoleonessonraros,hijomío.—Yaveoquenoteentusiasmacasarte.—Noprecisamente.—¿Yteentusiasmaríaqueyolohiciera?«Yahemosllegado»,pensóelpianistasinresponder.—¿Yqué?¿Nodicesnada?—profirióeljoven.—Teestoymirando—replicógravementeQuinsonnas.—¿Y...?—Ymepreguntopordóndevoyaempezaraatarte.—¿Amí?—¡Sí!¡Loco!¡Insensato!¿Quéseríadeti?—¡Seríafeliz!—respondióMichel.—Razonemos. O tienes genio o no lo tienes. Esta palabra te ofende;

digamos talento.Sino tienes talento,morirásdemiseriaadúo.Si lo tienes,esotracosa.

—Explícate.—Hijo mío, ¿acaso no sabes que el genio, incluso el talento, es una

enfermedad, y que la mujer de un artista debe conformarse con el papel deenfermera?

—¡Tediré!Heencontrado...—Unahermanadelacaridad—replicóQuinsonnas—,noexisten.Lomás

quesepuedeencontrarsonprimasdelacaridad,¡y...!—Tedigoquelaheencontrado—respondióMichelconfuerza.—¿Unamujer?—¡Sí!—¿Unajoven?—¡Sí!—¡Unángel!

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—¡Sí!—Puesbien,hijomío,arráncalelasplumasyponloenunajaulaporquesi

nosaldrávolando.—Escucha,Quinsonnas,setratadeunajovendulce,buena,amable...—¿Yrica?—¡Pobre!Envísperas de sermiserable.No la he vistomás queuna sola

vez...—¡Esmucho!Seríamejorhaberlavistoamenudo...—Nobromees, amigomío;es lanietademiviejoprofesor; laamohasta

perderel sentido;hemoshabladocomosinosconociéramosdesdehaceveinteaños;¡meamará!¡Esunángel!

—¡Terepites!Hijomío,Pascaldijoqueelhombrenoesniángelnibruto.Puesbien,entreambos,tulindanoviaytú,leestáisdesmintiendo.

—¡Quinsonnas!—¡Tranquilízate!¡Túnoereselángel!¡Cómoesposible!¡Enamorado!¡A

los diecinueve años soñar con hacer lo que incluso a los cuarenta es unaestupidez!

—¡Loquetodavíaesunaalegríasiunoesamado!—respondióeljoven.—¡Mira,cállate!—exclamóelpianista—,¡cállate!¡Mesacasdequicio!No

añadasunapalabrao...YQuinsonnas,verdaderamenteirritado,golpeabaviolentamentelaspáginas

inmaculadasdelLibroMayor.Una conversación sobre las mujeres y el amor puede evidentemente no

tenerfin,yaquéllasehabríaprolongadohastalatardedenohaberseproducidounaccidentecuyasconsecuenciasibanaserincalculables.

Al gesticular con pasión, Quinsonnas tropezó malhadadamente con elenorme aparato sifoideo que le servía sus tintasmulticolores, y unamarea derojos,amarillos,verdesyazulesseextendiócomountorrentedelavasobrelaspáginasdelLibroMayor.

Quinsonnasnopudocontenerungritoqueresonóporlosdespachos.CreyóqueelLibroMayoribaaderrumbarse.

—¡Estamosperdidos!—dijoMichelconunavozalterada.—Túlohasdicho,hijomío—respondióQuinsonnas—.Lainundaciónse

nosvieneencima.¡Sálvesequienpueda!EnaquelmomentoelseñorCasmodageyelprimoAthanaseaparecieronen

lassalasdecontabilidad.Elbanquerosedirigióallugardelsiniestro;sequedóaterrado;abriólabocaperonopudohablar;lairaleahogaba...

¡Ynosinmotivo!¡Aquelmaravillosolibroenelqueseinscribíanlasvastasoperacionesdelacasadebancahabíasidomanchado!¡Aquelpreciosovolumen

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delosasuntosfinancieroshabíasidomaculado!¡Aquelgigantescomonumentoque los días festivos el conserje del hotelmostraba a los extraños, había sidomancillado, infamado,hollado,estropeado,perdido! ¡Suguardián,elhombreaquiensehabíaconfiadoaquellatarea,habíatraicionadosumisión!¡Elsacerdoteprofanabaelaltarconsuspropiasmanos!

ElseñorCasmodagepensabaesashorriblescosas,peronopodíahablar.Unespantososilencioreinabaentodalaoficina.

Depronto, el señorCasmodagehizoungesto aldesgraciadocopista, queconsistía en extender el brazo hacia la puerta con una fuerza, una convicción,una voluntad tales que no cabía error alguno. Puesto que ese elocuente gestosignificaba«¡Salga!»,entodosloslenguajeshumanos,Quinsonnasdescendiódelashospitalariascumbresdondepasarasujuventud.Michellesiguió,ysedirigióalbanquero.

—Señor—dijo—,yosoyelculpable...Unsegundogestohechoconelmismobrazo,másextendidoaúnsicabe,

envióalquedictabatraslospasosdelcopista.Entonces Quinsonnas se quitó con cuidado sus manguitos, tomó su

sombrero, lo sacudió con el codo, se lo puso sobre la cabeza y se dirigiódirectamentealbanquero.

Losojosdeesteúltimolanzabanrayos;peronoconseguíatronar.—SeñorCasmodageyCía.—dijoQuinsonnasconsuvozmásamable—,

usted creerá que yo soy el autor de este crimen, porque crimen es haberdeshonradosuLibroMayor.Notengoquedejarleeneseerror.Comoocurrecontodos losmalesde estemundo,han sido lasmujeres lasquehancausadoestairreparable desgracia; así que enfádese con nuestra madre Eva y su estúpidomarido; todo malestar o sufrimiento nos viene de ellos, y si nos duele elestómagoesporqueAdáncomiómanzanascrudas.Asíque,buenasnoches.

Yel artista salió, seguidodeMichel,mientrasAthanase sostenía el brazodelbanquerocomoAaróneldeMoisésdurantelabatalladelosamalecitas.

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CAPÍTULOXIIIQuetratadelafacilidadconlaqueunartistapuedemorirdehambreenelsigloXXLaposturadeljovenhabíacambiadosingularmente.Otrosensulugarsehabríandesesperado, de no haberse planteado la cuestión desde su punto de vista:aunqueyanopodíacontarconlafamiliadesutío,alfineralibre;leechaban,leponíanenlacalle,yélcreíasalirdelacárcel;ledespedían,yeraélquiencreíadespedirles a ellos. No le preocupaba lo que pudiera ocurrir. Al aire libre sesentíacapazdetodo.

AQuinsonnas le costó trabajo calmarle, pero hizo lo posible por atenuaraquellaefervescencia.

—Venamicasa—ledijo—;hayquedormir.—¡Dormir cuando se levanta el día! —replicó Michel con grandes

aspavientos.—Metafóricamentese levanta, loadmito—respondióQuinsonnas—,pero

físicamente es de noche; y no hay que dormir bajo las estrellas; ya no hayestrellas;alosastrónomossólolesinteresalasquenoseven.Anda,hablaremosdelasituación.

—Hoy no —respondió Michel—, me dirías cosas desagradables; ¡lasconozco!¿Quépensarásqueyonosepa?¿Se teocurriríadecirleaunesclavo,ebriodelibertad:«Amigo,sabeustedqueahorasevaamorirdehambre.»?

—Tienesrazón—respondióQuinsonnas—;hoycallaré;¡peromañana...!—¡Mañanaesdomingo!¿Vasaestropearmeeldíadefiesta?—¡Asíquenovamosapoderhablarnunca!—¡Claro!Undíadeéstos.—Mira, tengo una idea—dijo el pianista—, como mañana es domingo,

¿porquénovamosaveratutíoHuguenin?¡Megustaríaconoceraesaexcelentepersona!

—Deacuerdo—exclamóMichel.—Sí, pero permitirás que entre los tres busquemos una solución a la

presentesituación.—¡De acuerdo, lo permito —respondió Michel—, será difícil que no

encontremosalguna!

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—Bueno,bueno—dijoQuinsonnas,queseconformóconbajar lacabezasinresponder.

Al día siguiente,muy demañana, tomó un gaseomóvil y fue a recoger aMichel,queleestabaesperando;éstebajó,subióalvehículoyelmecánicopusosumáquinaenmovimiento;eramaravillosoveraquelcochedesplazándosetandeprisasinmotoraparente.AQuinsonnaslegustabamuchomásestemododelocomociónquelosferrocarriles.

Hacía buen tiempo; el gaseomóvil circulaba por las calles reciéndespertadas, torciendo diestramente en las esquinas, subiendo las cuestas sinesfuerzo, y a veces deslizándose con sorprendente rapidez por las calzadasalquitranadas.

AlcabodeveinteminutossedetuvoenlarueduCaillou.QuinsonnaspagólacarreraylosdosamigosnotardaronenalcanzarlasalturasdeltíoHuguenin.Ésteabriólapuerta.MichelabrazóasutíoylepresentóaQuinsonnas.

El señor Huguenin recibió cordialmente al pianista; hizo sentar a susvisitantesylesinvitóinformalmenteaalmorzar.

—Queridotío—dijoMichel—,teníaotrosproyectos.—¿Cuáles,hijomío?—Llevarleapasareldíaenelcampo.—¡Elcampo!—exclamóeltío—;¡siyanohaycampo,Michel!—Esverdad—respondióQuinsonnas—,¿pordóndevasalcampo?—VeoqueelseñorQuinsonnasesdemiopinión—replicóeltío.—Completamente,señorHuguenin.—Mira,Michel—repusoeltío—,paramí,elcampo,antesquelosárboles,

antesquelasllanuras,antesquelosríos,antesquelaspraderas,essobretodolaatmósfera;yresultaqueadiez leguasalrededordeParís,yanohayatmósfera.Nos tenía envidia la de Londres, y gracias a las diez mil chimeneas de lasfábricas,alosproductosquímicos,alguanoartificial,alhumodecarbón,alosgases deletéreos y las miasmas industriales, hemos conseguido un aire querivaliza con el del ReinoUnido; demanera que, a no ser que vayamos lejos,demasiado lejos paramis viejas piernas, ¡no hay que pensar en respirar nadapuro! Créeme, nos quedaremos tranquilamente en casa con las ventanas biencerradasyalmorzaremoslomejorquepodamos.

SehizosegúnlosdeseosdeltíoHuguenin;sesentaronalamesa;comieron;hablaron de unas cosas y otras; el señor Huguenin observaba a Quinsonnas,quiennopudoimpedirdecirlealospostres:

—Afemía, señorHuguenin, que tieneusteduna fisonomíaquedagustoverlaenestostiemposderostrossiniestros;permítamequeestrechesumano.

—SeñorQuinsonnas,leconozcodesdehacemucho;estemuchachomeha

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hablado de usted a menudo; yo sabía que era de los nuestros, y agradezco aMichelsugratavisita;hahechomuybientrayéndoleaquí.

—¡Ay,señorHuguenin!Digamásbienquesoyyoquienlehatraídoaélyacertará.

—¿Quéocurre,Michel,paraquetehayantraídoaquí?—Señor Huguenin —repuso Quinsonnas—, «traído» no es la palabra,

habríaquedecir«arrastrado».—¡Quinsonnaseslaexageraciónpersonificada!—dijoMichel.—Pero...—dijoeltío.—SeñorHuguenin—repusoelpianista—,mírenosdetenidamente.—Losmiro,señores.—Veamos,Michel,datelavueltaparaquetutíopuedaexaminamosdesde

todoslosángulos.—¿Vanadecirmecuáleselmotivodeestaexhibición?—SeñorHuguenin,¿noencuentraquehayennosotrosalgodelaspersonas

reciénechadasalacalle?—Echadosalacalle...—Sí,peroechadoscomoyanoseecha...—¡Cómo!¿Leshasucedidoalgunadesgracia?—¡Unaalegría!—dijoMichel.—Quéniño—dijoQuinsonnas, alzando loshombros—.SeñorHuguenin,

estamoslisayllanamenteenlacalle,mejordicho:¡enelasfaltodeParís!—¿Esposible?—¡Sí,queridotío!—respondióMichel.—Pero¿quéhaocurrido?—Losiguiente,señorHuguenin.Quinsonnasempezóarelatarsucatástrofe;suformadecontarydeenfocar

losacontecimientosy,endefinitiva,suexuberantefilosofíaarrancaronsonrisasinvoluntariasaltíoHuguenin.

—Sinembargo,noescosaderisa—dijo.—Nitampocodellanto—profirióMichel.—¿Quévanahacerahora?—Nopensemosenmí—respondióQuinsonnas—,sinoenelchico.—Y sobre todo —replicó el muchacho—, hablemos como si yo no

estuvieseaquí.—Éstaes lasituación—repusoQuinsonnas—.Dadoqueesunmuchacho

que no puede ser financiero ni comerciante ni industrial, ¿cómo se las va aarreglarenestemundo?

—Es una buena pregunta —respondió el tío—, y singularmente

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embarazosa;acabausteddeenumerarlastresúnicasprofesionesactuales;ynoveootras,anoserqueunosea...

—¡Propietario!—dijoelpianista.—¡Exacto!—¡Propietario!—dijoMichelechándoseareír.—¡Esverdad! ¡Yse lo tomaa risa!—exclamóQuinsonnas—.Estechico

trataconunaimperdonableligerezaestaprofesióntanlucrativacomohonorable.Infeliz,¿haspensadoalgunavezloquesignificaserpropietario?¡Hijomío,esespantoso lo que contiene esta palabra! ¡Cuando se piensaqueunhombre, unsemejantetuyo,hechodecarneyhueso,nacidodemujer,deunsimplemortal,posee cierta porción del globo! ¡Que dicha porción del globo le pertenece enexclusiva,comosucabeza,yavecesmuchomás!¡Quenadie,nisiquieraDios,puedequitarleesaporción,quetransmiteasusherederos!¡Quetienederechoacavarla,removerla,edificarenellaasuantojo!¡Queelairequelarodea,elaguaque la riega, todoes suyo! ¡Quepuedequemar susárboles,beberse sus ríosycomersuhierba,sileplace!¡Quecadadíasedice:deestatierra,queelCreadorcreóelprimerdíadelmundo,yotengounaparte;estasuperficiedelhemisferioesmía, totalmentemía,con lasseismil toesasdeairerespirablequeseelevanporencimadeellaylasquinientasleguasdecortezaterrestrequesehundenpordebajo!Porque, en fin,dichohombreespropietariohasta el centromismodelglobo y sólo limita con el correspondiente propietario de las antípodas. Pero,¡desdichado!,¿alreírtedeestamaneranohaspensado,nohascalculadoqueunhombre que posee una simple hectárea, posee real y verdaderamente un conoquecontieneveintemilmillonesdemetroscúbicos,quesonsuyos,mássuyosquenadaenelmundo?

¡Quinsonnasestabamagnífico!¡Quégestos,quéentonación,quéaspecto!;era impresionante. Nadie podía llamarse a engaño; era un hombre que teníaalgúnbienbajoelsol:¡eraunpropietario!

—¡Ay, señor Quinsonnas! —exclamó el tío Huguenin—, ¡es ustedsoberbio!¡Danganasdeserpropietarioparaelrestodelosdías!

—¿Verdadquesí,señorHuguenin?¡Yesteniñoriéndose!—¡Claroquemerío!—respondióMichel—,¡porquenovoyatenernunca

niunmetrocúbicodetierra!Anoserqueelazar...—¿Cómoqueelazar?—exclamóelpianista—.Ésaesunapalabraqueno

entiendesyquesinembargoutilizas.—¿Quequieresdecir?—Quierodecirqueazarvienedeunapalabraárabe,yesapalabrasignifica

difícilynootracosa;asípues,enestemundosólohaydificultadesporvencer,yconperseveranciaeinteligenciasepuedesaliradelante.

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—¡Asíes!—respondióeltíoHuguenin—.Vamos,Michel,¿quéopinas?—Tío,yonosoy tanambicioso,y losveintemilmillonesdeQuinsonnas

meafectanmuypoco.—Perounahectáreadetierraproduceentreveinteyveinticincohectolitros

detrigo—respondióQuinsonnas—,yunhectolitrodetrigopuededarsetentaycincokilogramosdepan;¡medioañodealimentosaunalibradiaria!

—¡Alimentarse, alimentarse! —exclamó Michel—, siempre la mismacanción.

—Sí,hijo,lacancióndelpan,queamenudosecantaconuntristecompás.—Bien,Michel,¿quépretendeshacer?—preguntóeltíoHuguenin.—Siyofueracompletamentelibre,tío—respondióeljoven—,megustaría

ponerenprácticaunadefinicióndelafelicidadqueheleídonosédónde,yqueincluyecuatrocondiciones.

—¿Ycuálesson,sinserdemasiadocurioso?—preguntóQuinsonnas.—La vida al aire libre—respondióMichel—, el amor de una mujer, la

ausenciadetodaambiciónylacreacióndeunabellezanueva.—Pues bien —exclamó el pianista riendo—, Michel ya ha realizado la

mitaddelprograma.—¿Ycómoeseso?—preguntóeltíoHuguenin.—¿Lavidaalairelibre?¡Yaestáenlacalle!—Exacto—dijoeltío.—¿Elamordeunamujer...?—Pasemos—dijoMichelsonrojándose.—Bien—dijoelseñorHugueninconaireguasón.—En cuanto a las otras dos condiciones—repusoQuinsonnas—, es algo

másdifícil.Le creo lo bastante ambicioso comopara no estar suficientementealejadodetodaambición...

—¡Y queda la creación de una belleza nueva! —exclamó Michellevantándoseconentusiasmo.

—Elmuchachoesmuycapaz—replicóQuinsonnas.—¡Pobrechico!—dijoeltíoentonobastantetriste.—Tío...—No sabes nada de la vida, y toda la vida hay que estar aprendiendo a

vivir,comodijoSéneca;¡telosuplico,noteentreguesaesperanzasinsensatasyreparaenlosobstáculos!

—Enefecto—repusoelpianista—,enestemundonadasehacesolo;comoenmecánica,hayquetenerencuentaelmedioyelfrotamiento;¡frotamientodelosamigos,delosenemigos,delosinoportunos,delosrivales!;elmedio:delasmujeres,de lafamilia,de lasociedad;¡unbueningeniero tienequecontarcon

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todo!—El señor Quinsonnas tiene razón—replicó el tío—, pero seamos más

precisos,Michel;hastaahoranohastriunfadoenlasfinanzas.—Poresopidoseguirunpocomisgustos,misaptitudes.—¡Tus aptitudes! —exclamó el pianista—. ¡Mira, en este momento me

ofreces el triste espectáculo de un poeta que se muere de hambre y que sinembargoalimentasusesperanzas!

—¡EstedemoniodeQuinsonnastieneunamaneraencantadoradeplantearlascosas!—respondióMichel.

—¡Nobromeo,argumento!Quieresserartistaenunaépocaenlaqueelartehamuerto.

—¡Muerto...!—¡Muerto!Enterrado,conepitafioyurnafuneraria.Ejemplo:¿erespintor?

Puesbien,lapinturayanoexiste;yanohaycuadros,nisiquieraenelLouvre;los restauraron tan sabiamente durante el siglo pasado que se estándesmoronando;delasSagradasfamiliasdeRafaelyasóloquedaunbrazodelaVirgenyunojodesanJuan;espoco;deLasbodasdeCanásóloseveunarcoaéreotocandounaviolavoladora;¡esinsuficiente!LosTizianos,losCorreggios,losGiorgiones,losLeonardos,losMurillos,losRubenstienenunaenfermedaddelapielquelescontagiaronsusmédicosydelaqueseestánmuriendo;¡sólotenemos sombras inasibles, líneas imprecisas, colores roídos, ennegrecidos,entremezclados, en unos marcos espléndidos! Han dejado que se pudran loslienzos y también los pintores; no ha habido una exposición desde hacecincuentaaños,yesunasuerte.

—¿Unasuerte?—seextrañóelseñorHuguenin.—Sinduda,porqueduranteelsiglopasadoelrealismologrótalesprogresos

quenoselepodíaseguirtolerando.¡InclusosecuentaqueuntalCourbet,enunade las últimas exposiciones se mostró, frente al muro, realizando uno de losactosmás higiénicos peromenos elegantes de la vida!Era comopara que lospájarosdeZeuxissalieranhuyendo.

—¡Quéhorror!—dijoeltío.—Esqueeraauvernés—respondióQuinsonnas—.Tenemosqueenelsiglo

veinte,nipintura,nipintores.¿Perohayalmenosescultores?Tampoco,desdeque plantaron en medio del patio del Louvre a la musa de la Industria: ¡unatarascamacizaencaramadaauncilindrodemáquina,conunviaductosobresusrodillas, bombeando con una mano, soplando con la otra, con un collar depequeñaslocomotorassobreloshombrosyunpararrayosenelmoño!

—¡Afemíaqueiréaveresaobramaestra!—dijoelseñorHuguenin.—Vale la pena —respondió Quinsonnas—. Así que tampoco hay

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escultores. ¿Acaso hay músicos? Ya conoces mi opinión al respecto, Michel.¿Quieres hacer literatura? Pero ¿quién lee novelas? ¡Ni siquiera quienes lasescriben,ajuzgarporelestilo!¡Todoesohaterminado,hapasado,hamuerto!

—No obstante —repuso Michel—, muy cerca de las artes hay algunasprofesionesqueseasemejanaellas.

—¡Ah, sí!Antañopodíaunohacerseperiodista, de acuerdo;pero aquellofue durante la buena época, cuando existía una burguesía que creía en losperiódicos y que hacía política. Pero ¿a quién le importa la política? ¿En elexterior? ¡No!Laguerrayanoesposibley ladiplomaciahapasadodemoda.¿En el interior? ¡Tranquilidad absoluta! Ya no hay partidos en Francia: losorleanistassededicanalcomercioy los republicanosa la industria; ¡apenassecuentaconalgunoslegitimistasaliadosalosBorbonesdeNápolesquepublicanunapequeñagaceta para suspirar en ella!El gobiernohacenegocios comounbuen financiero y paga regularmente; ¡incluso se cree que este año distribuirádividendos!Laseleccionesyanoapasionananadie;loshijosdiputadossucedenalospadresdiputados,ejercentranquilamentesuoficiodelegisladoressinhacerruido,comoniñosobedientesqueestudianensuhabitación;¡escomoparacreerrealmentequelapalabra«candidato»provienedelapalabra«cándido»!Antetalestadodecosas,¿paraquésirveelperiodismo?¡Paranada!

—Todoestoesverdad,desgraciadamente—respondióeltíoHuguenin—,elperiodismohacumplidoconlasociedad.

—¡Exacto! Como un preso liberado de Fontevrault o deMelun; y ya novolverá.Hacecienañosabusaronyahorapagamoslasconsecuencias;casinoseleía,perotodoelmundoescribía;en1900elnúmerodeperiódicosenFrancia,políticosono,ilustradososinilustrar,llegabaasesentamil;estabanescritosentodoslosdialectos;enpicardo,envasco,enbretón,enárabe...sí,señores,habíaun periódico árabe, El Centinela del Sahara, que los bromistas de la épocallamaban «periódico hebdromedario». ¡Pues bien, aquella proliferación deperiódicosnotardóenacabarconelperiodismoporlaindiscutiblerazóndequelosescritoreseranmásnumerososqueloslectores!

—En aquella época—replicó el tíoHuguenin— también había pequeñosperiódicosendondesepodíairtirando.

—Nocabeduda—respondióQuinsonnas—,peroapesardesushermosascualidades, les pasó lomismo que a la yegua deRolando; losmozos que losredactabanabusarontantodelingenioquelaminaacabóagotándose;losescasoslectoresyanoentendíannada;además,aquellosamablesescritoresacabaroncasipor matarse entre sí, pues nunca se prodigaron tantas bofetadas ni tantosbastonazos;habíaquetenerbuenasespaldasybuenosmofletesparasobrevivir.Ladesmesurallevóalacatástrofeyelpequeñoperiodismofueareunirseconel

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grandeenelolvido.—¿Pero no alimentaba la crítica bastante bien a su personal?—preguntó

Michel.—¡Ya locreo!—respondióQuinsonnas—.¡Teníasuspríncipes! ¡Algunos

contalentoparadarytomar!Sehacíacolaenlaantesaladelosgrandesseñoresy algunosnodudaban enponer precio a sus elogios y les pagaban; y se pagóhasta que un hecho imprevisto acabó radicalmente con los grandes sacerdotesdelvapuleo.

—¿Cuálfueesehecho?—dijoMichel.—Laaplicación agran escalade cierto artículodel código.Todapersona

mencionadaenunartículoteníaderechoaresponderenelmismolugarconunnúmero igual de líneas, y los autoresde teatro, novelas, librosde filosofía, dehistoria...sepusieronareplicarenmasaasuscríticos;cadacualteníaderechoadeterminado número de palabras y ejercía ese derecho; los periódicospretendieron resistir al principio, lo que originó algunos procesos; fueroncondenados;entonces,paraatenderalasreclamaciones,agrandaronelformato;pero los inventores de cualquier aparato empezaron a intervenir; no se podíahablardenadasinquehubieraunaréplicaporinsertar;aquellodegeneróenunabuso tal que endefinitiva la críticamurió en el acto.Conelladesapareció elúltimorecursodelperiodismo.

—¿Quéhacer,entonces?—dijoeltíoHuguenin.—¿Quéhacer?¡Éstaessiemprelapreguntacuandonosequieresabernada

delaindustrianidelcomercionidelasfinanzas,anoserqueunoseamédico!Yaunasí,¡queeldiablomelleve!Creoquelasenfermedadestambiénsegastan,ysilafacultadnoempiezaainocularalgunasnuevas,dentrodepocolosmédicossequedaránsintrabajo.Nohablarédelosabogados;yanoselitiga,setransige;seprefiereunamala transacciónaunbuenproceso, ¡resultamás rápidoymáscomercial!

—Pero, ahora que pienso —dijo el tío—, todavía hay periódicosfinancieros.

—Sí—respondióQuinsonnas—;pero¿querrátrabajarahíMichel,redactarboletines,llevarlalibreadealgúnCasmodageodealgúnBoutardin,redondearfrasesdesafortunadassobrelossebos,lascolzasolostresporciento,caertodoslos días en flagrante delito de errores, profetizar los acontecimientos conaplomo, partiendo del principio de que si la profecía no se cumple nadierecordaráalprofeta,perosisecumple,élmismosejactaráavozengritodesuperspicacia;y,porúltimo,aplastarcondinerocontanteunassociedadesrivalespara elmayor provecho de un banquero, cosas todas ellasmuy por debajo defregaroficinas?,¿Michelaceptaríahacereso?

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—¡Claroqueno!—Noveootracosaquelosempleosdelgobierno,hacersefuncionario;hay

diezmillonesenFrancia;¡calculalasposibilidadesdeascensoypontealacola!—Afemía—dijoeltío—,quepodríaserlaopciónmásinteligente.—Inteligente,perodesesperada—respondióeljoven.—Enfin,Michel...—Enel repasode lasprofesionesalimentarias—respondióesteúltimo—,

Quinsonnashaolvidadouna.—¿Cuál?—preguntóelpianista.—Ladeautordramático.—¡Ah!,¿quiereshacerteatro?—¿Por qué no? ¿Acaso el teatro no alimenta, para emplear tu horrible

lenguaje?—Afemía,Michel—respondióQuinsonnas—,enlugardedecirteloque

piensodeellovoyahacerquelopruebes.TedaréunacartaderecomendaciónparaeldirectorgeneraldelDepósitoDramático;¡ylointentarás!

—¿Cuándo?—¡Mañanamismo!—¡Dicho!—Dicho.—Quinsonnas,¿estovaenserio?—preguntoeltíoHuguenin.—Muy en serio—respondióQuinsonnas—; pudiera ser que triunfara; en

cualquiercaso,bienseaahoraodentrodeseismeses,siempreestáatiempodehacersefuncionario.

—Pues bien, Michel, te veremos manos a la obra. Pero usted, señorQuinsonnas,ustedtambiéncomparteelinfortuniodeestemuchacho.¿Lepodríapreguntarquépiensahacer?

—Señor Huguenin —respondió el pianista—, no se preocupe por mí,Michelsabequetengoungranproyecto.

—Sí—respondióeljoven—,quiereasombrarasugeneración.—Asombrarasugeneración...—Éseeselnobleobjetivodemivida;creoquevoyporelbuencaminoy

previamente pienso ir al extranjero a probarlo. Ya sabe que es allí donde seconsolidanlasreputaciones.

—Asíquetevas...—dijoMichel.—Dentrodeunosmeses—respondióQuinsonnas—,perovolverépronto.—Buena suerte—dijo el tíoHuguenin tendiendo lamano aQuinsonnas,

queselevantaba—,ygraciasporlaamistadquebrindaaMichel.—Sielmuchachoquiereacompañarme—respondióelpianista—, ledaré

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ahoramismolacartaderecomendación.—Conmuchogusto—dijoeljoven—.Adiós,queridotío.—Adiós,hijomío.—Hastalavista,señorHuguenin—dijoelpianista.—Hastalavista,señorQuinsonnas—respondióelbuenhombre—,yquela

fortunalesonría.—¡Sonreír!—replicóQuinsonnas—;algomás,señorHuguenin:quieroque

ríaacarcajadas.

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CAPÍTULOXIVElGranDepósitoDramáticoEnaquellaépocaenquetodoestabacentralizado,tantoelpensamientocomolafuerzamecánica,lacreacióndeunDepósitoDramáticoresultabamuyadecuada;hubounaseriedehombres,prácticoseindustriosos,queobtuvieronelprivilegiodeestaimportantesociedaden1903.

Pero veinte años después pasó amanos del gobierno y funcionó bajo lasórdenesdeundirectorgeneral,consejerodeEstado.

Los cincuenta teatros de la capital se surtían allí de todo tipo de obras;algunas estaban ya escritas; otras se hacían por encargo, adaptadas a lascaracterísticasdeunactordadoobienenconsonanciacondeterminadotipodeidea.

Lacensuradesaparecióanteestenuevoestadodecosas,ysusemblemáticastijeras se oxidaron en los cajones; estaban algo melladas por el uso, pero elgobiernoseahorróeltenerqueafilarlas.

Los directores de los teatros, tanto de París como de provincias, eranfuncionarios del Estado, a sueldo, con pensión, jubilación y condecoraciones,segúnsuedadyservicios.

Los comediantes cobraban del presupuesto, aun sin ser empleados delgobierno;losprejuiciosdelpasadorespectoaellossedebilitabandedíaendía;su oficio figuraba entre las profesiones honorables; se les introducía cada vezmásenlascomediasdesalón;compartíanpapelesconlosinvitadosyacabaronperteneciendo a la sociedad; las grandes damas daban la réplica a las grandesactrices y les decían en algunos papeles: «Vos valéis más que yo, señora, lavirtud brilla en vuestra frente; ¡yo no soymás que una cortesana...!» Y otrascosasporelestilo.

InclusounopulentomiembrodelaComédieFrançaisellegóahacerqueseinterpretaran en su casa piezas íntimas en las que actuaban hijos de familiasacomodadas.

Todoestorealzabasingularmentelaprofesióndeactor.La creación del Gran Depósito Dramático hizo desaparecer la ruidosa

sociedad de autores; los empleados del mismo cobraban su sueldo mensual,bastanteelevadoporcierto,yelEstadoseembolsabalosingresos.

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El Estado tenía la alta dirección de la literatura dramática. Si el GranDepósitonoproducíaobrasmaestras,almenosdivertíaalpueblodócilmedianteobrasapacibles;yanose representabaa losautoresantiguos;algunasveces,ypor excepción, daban algo de Molière en el Palais Royal, con cuplés ychascarrillosdelosactores;peroHugo,Dumas,Ponsard,Augier,Scribe,Sardou,Barrière,Meurice,Vacquerie,habíansidoeliminadosenmasa;antañoabusarondemasiadodesutalentoparaarrastraralsiglo;ahorabien,enunasociedadbienorganizada,elsiglodebecomomuchocaminar,nocorrer;yesetiroteníapiernasypulmonesdeciervo;aquellonocarecíadepeligro.

Ahora todo sucedía dentro de un orden, como conviene a personascivilizadas; losautores funcionariosvivíanbienynosecansaban; seacabaronlos poetas bohemios, aquellos genios miserables que parecían protestareternamente contra el orden establecido; ¿quién podía quejarse de unaorganizaciónquematabalapersonalidaddelagenteyproporcionabaalpúblicolacantidaddeliteraturaalamedidadesusnecesidades?

Aveces,algúnpobrediablo,creyéndoseposeedordelfuegosagradodelainspiración, intentaba destacar; pero los teatros le estaban vedados por losconvenios con elGranDepósitoDramático; entonces, el poeta incomprendidopublicaba alguna hermosa comedia por cuenta propia, nadie la leía, y seconvertíaenpresadeesospequeñosseresdelaclasedelosentomozoarios,quedebíandeserlosmásinstruidosdesuépocasileíantodoloqueselesdabapararoer.

YhaciaelGranDepósito—reconocidopordecretocomoestablecimientodeutilidadpública—sedirigióMichelDufrénoyconsucartaderecomendaciónenlamano.

Lasoficinasde la sociedadestaban situadas en la calleNeuve-Palestro,yocupabanunantiguocuartelendesuso.

Michelfuellevadoapresenciadeldirector.Eraunhombre extremadamente serio,muy imbuidode la importancia de

sus funciones; no reía jamás, ni siquiera pestañeaba ante las frases másconseguidasdesusvodeviles;decíandeélqueestabahechoapruebadebomba;susempleadoslereprochabanquelostratabadeformacasimilitar;¡peroteníaque tratar con tanta gente!: autores cómicos, dramaturgos, vodevilistas,libretistas,sincontarconlosdoscientosfuncionariosdelaoficinadecopiasylalegióndeclaquistas,quelaadministraciónproporcionabaalosteatrossegúnlaíndole de las obras representadas; estos últimos eran unos señores muydisciplinados que estudiaban con sabios profesores el delicado arte de losaplausosysugamadematices.

Michel entregó la carta deQuinsonnas. El director la leyó en voz alta y

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dijo:—Señor,conozcomuchoasuprotector,yestaréencantadodecomplacerle;

mehabladesusaptitudesliterarias.—Señor—respondiómodestamente el joven—, todavía no he producido

nada.—Muchomejor;anuestrosojos,esoesunmérito—respondióeldirector.—Perotengoalgunasideasnuevas.—Es inútil, señor, no necesitamos novedades; toda personalidad debe

desaparecer aquí; tendrá usted que fundirse en un vasto conjunto que produceobras medianas. Sin embargo, no puedo prescindir con usted de las normasestablecidas;tendráquepasarunexamenparaseradmitido.

—Unexamen...—dijoMichel,asombrado.—Sí,unacomposiciónescrita.—Deacuerdo,señor,asusórdenes.—¿Creeestarpreparado?—Cuandoustedquiera,señordirector.—Entoncesahoramismo.EldirectordiounaseriedeórdenesyMichelnotardóenser instaladoen

unahabitación,conpluma,papel, tintayuntemadecomposición.¡Ledejaronsolo!

¡Cuál no fue su asombro! Esperaba tener que desarrollar un tema dehistoria, resumir algún producto del arte dramático, o analizar alguna obramaestradelviejorepertorio.¡Criatura!

¡Tenía que imaginar un lance imprevisto en una situación dada, un cupléconagudezasyunretruécanoporaproximación!

Searmódevalorytrabajócomomejorpudo.En suma, su composición resultó floja e incompleta; le faltaba habilidad,

mano,comoseseguíadiciendo;ellanceimprevistodejabamuchoquedesear,elcupléerademasiadopoéticoparaunvodevilyelretruécanoeraunfracaso.

Sin embargo, gracias a su protector, fue admitido con ciento ochentafrancosdesueldo;comosulanceimprevistofuelomenosflojodesuexamen,lecolocaronenladivisióndelacomedia.

ElGranDepósitoDramáticoteníaunaorganizaciónmaravillosa.Comprendíacincograndesdivisiones:1.ªAltacomediaycomediadegénero.2.ªVodevilpropiamentedicho.3.ªDramahistóricoydramamoderno.4.ªÓperayóperacómica.5.ªRevistas,fantasíasytemasoficiales.

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Latragediaestabasuprimida.Cada división incluía empleados especialistas; su nomenclatura permitirá

quepuedaconocersepocoapocoelmecanismodeestagraninstitución,dondetodoestabaprevisto,ordenado,reglamentado.

En treinta y seis horas se podía entregar una comedia de género o unarevistadefindeaño.

Michelfueinstaladoensudespacho,enlaprimeradivisión.Habíaempleadosdetalento,unoencargadodelasExposiciones,otrodelos

Desenlaces,éstedelasSalidas,aquéldelasEntradasdelospersonajes;fulanollevaba la oficina de rimas ricas, cuando se necesitaban versos a toda costa,menganolapartedelasrimascorrientesparalossimplesdiálogosdeacción.

También había una especialidad de funcionarios a la queMichel se iba aincorporar; la misión de dichos empleados, por cierto muy hábiles, era la derehacer lasobrasde lossiglosprecedentes,biencopiándolas lisay llanamente,biendandolavueltaalospersonajes.

Porejemplo, laadministraciónacababadeobtenerunéxito inmensoenelteatrodelGimnasioconelDemimonde ingeniosamentemanipulado; la pérfidabaronesadeAngesehabíaconvertidoenunajoveningenuaeinexpertaapuntodecaerenlasredesdeNanjac;loquehabríasucedidodenoserporsuamiga,laseñoradeJalin,examantedelcitadoNanjac;elepisodio«delosalbaricoques»ylapinturadeesemundodepersonascasadasdondelasesposasnuncaaparecíanponíaenpiealasala.

TambiénsehabíarehechoGabrielle,porqueelgobiernoestaba interesadopornoséquécircunstanciaendarcobaalasmujeresdelosprocuradores.Julieniba a desertar del hogar doméstico con su amante, cuando aparece su mujer,Gabrielle. Ésta le pinta de tal manera la infidelidad—dando tumbos por loscaminos,bebiendovinoazuladoydurmiendoentresábanashúmedas—,queélrenunciaasucrimen,convencidoporlaselevadasrazonesmoralesdesuesposa,yconcluyediciendo:«¡Ohmadredefamilia!¡Ohpoeta!¡Teamo!»

Estaobra,tituladaJulien,llegóinclusoaserpremiadaporlaAcademia.Al penetrar en los secretos de esta gran institución, Michel se sentía

desfallecer; pero tenía queganarse el sueldoy no tardaron en cargarle conuntrabajoconsiderable.

LedieronNuestrosíntimos,deSardou,paraquelorehiciera.Elinfelizsudóachorros;veíamuybienlaobraentrelaseñoraCaussadey

susamigasenvidiosas,egoístasydepravadas;esciertoqueenúltimoextremosepodía sustituir al doctor Tholozan por una comadrona, y en la escena de laviolación, la señora Maurice rompería la campanilla de la señora Caussade.¡Peroeldesenlace!¡Aquelimposibledesenlace!¡Pormuchoqueserompierala

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cabeza, Michel nunca conseguiría que el famoso zorro matara a la señoraCaussade!

¡Sevioobligadoarenunciaryaconfesarsuimpotencia!Cuandoeldirectorseenterósequedóbastantedecepcionado,ydecidieron

iniciaraljoveneneldrama;¡alomejoraportabaalgo!QuincedíasdespuésdesuentradaenelGranDepósitoDramático,Michel

Dufrénoypasabadeladivisióndelacomediaaladivisióndeldrama.Estaúltimaincluíaelgrandramahistóricoyeldramamoderno.El primero contenía dos secciones de historia enteramente diferenciadas;

una en donde la historia real, seria, era saqueada palabra por palabra de losbuenos autores; otra, donde la historia se veía vergonzosamente adulterada yfalseada,segúnelsiguienteaxiomadeungrandramaturgodelsigloXIX:hayqueviolaralahistoriaparahacerleunhijo.

¡Ylehacíanunoshermososhijosquenoseparecíanennadaasumadre!Los principales especialistas del drama histórico eran los funcionarios

encargadosdeloslancesimprevistos,enparticularlosdelcuartoacto;lesdabanlaobraapenasdesbrozada,ylasocavabanencarnizadamente;elempleadodelagrantiradallamada«delasgrandesdamas»tambiénocupabaunpuestoelevadoenlaadministración.

El drama moderno comprendía el drama de traje negro y el drama deblusón; a veces ambos géneros se fusionaban, pero a la administración no legustabaesematrimoniodesigual;seperturbabanloshábitosdesusempleadosy,porunapendientefácil,podíanllegaraponerenbocadeunniñobienlajergadeunmacarra.Yesoerainmiscuirseenlaespecialidaddelconservatoriodelargot.

Había cierto número de especialistas en crímenes, asesinatos,envenenamientosyviolaciones;unodeestosúltimosnoteníarivalenhacerquecayeraeltelónenelmomentojusto;unsegundomástardeyelactor,cuandonolaactriz,podíaquedarseriamentecomprometido.

Este funcionario, por otra parte bellísima persona, de cincuenta años deedad, padre de familia, honorable y honorado, ganabaunos veintemil francosrehaciendoescenasdeviolacióndesdehacía treintaaños,conun incomparableaplomo.

Michel, para su entrada en esta división, fue empleado en la refundicióncompletadeldramadeAmazampooeldescubrimientodelaquina, importanteobraquehizosuapariciónen1827.

No era poca cosa; se trataba de convertirla en una obra esencialmentemoderna;ahorabien,eldescubrimientodelaquinaerasingularmenteantiguo.

Los funcionarios encargados de este trabajo de apropiación sudaron tintaporquelaobraestabaenmuymalestado.¡Losefectosestabantangastados,los

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hilosdelatramatanpodridos,elesqueletotanroídoporlalargaestanciaenlosalmacenes! Hubiera sido mejor hacer una obra nueva; pero las órdenes de laadministración eran formales: el gobierno quería recordar este importantedescubrimiento al público, en un momento en que en París había fiebresintermitentes.Setratabadeadecuarlaobraalgustodeldía.

El talentode los funcionarios loconsiguió.Fueunaproeza,peroelpobreMichelnoparticipóenabsolutoenestaobramaestra;noaportólamenoridea;nosupoexplotarenmodoalgunolasituación;sunulidadfuecompletaenestamateria.Lejuzgaronincapaz.

Sepresentóuninformealdirector,nadafavorableparaél,ydespuésdeunmesdedrama,huboquebajarlealaterceradivisión.

«Nosirvoparanada—pensóeljoven—;¡notengoimaginaciónniingenio!¡Perovayamaneratanraradehacerteatro!»

Y se desesperaba maldiciendo aquella organización; olvidaba que lacolaboración en el siglo XIX contenía en germen esta institución del GranDepósitoDramático.

Eralacolaboraciónelevadaalacentésimapotencia.Y Michel cayó del drama al vodevil. Ahí se encontraban reunidos los

hombresmásalegresdeFrancia;elempleadodeloscuplésrivalizabaconeldelasagudezas;laseccióndesituacioneschuscasypalabrasprocaceslallevabaunmuchachomuysimpático.Eldepartamentoderetruécanosfuncionabaalasmilmaravillas.

Había, además, un despacho central de chascarrillos, réplicas picantes ydespropósitos; atendía a todas las necesidades del servicio en las cincodivisiones; la administración sólo toleraba el uso de una palabra divertida sihabía sido utilizada al menos durante dieciocho meses; de acuerdo con susórdenes,setrabajabaincesantementeenpeinareldiccionario,delqueseextraíantodas las frases, galicismos y palabras que, desviadas de su sentido habitual,daban pábulo a lo imprevisto; en el último inventario de la sociedad, éstapresentó en su informe un activo de setenta y cinco mil retruécanos, de loscuales la cuartaparte eran enteramentenuevosy el resto todavíapresentables.Losprimeroscostabanmáscaros.

Gracias a esta hucha, a esta reserva, a esta alianza, los productos de laterceradivisióneranexcelentes.

Cuando se supo el poco éxito de Michel en las divisiones superiores,tuvieroneldetalledereservarleunatareafácilenlaconfeccióndelvodevil;nole pidieron que aportara ninguna idea ni que inventara ningún chiste; leproporcionabanlasituaciónysóloteníaquedesarrollarla.

Se trataba de un acto para el teatro del Palais Royal; se basaba en una

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situacióntodavíanuevaenelteatroyllenadelosefectosmásseguros.Sterneyalahabíaesbozadoenelcapítulo73dellibrosegundodeTristramShandy,enelepisodiodePhutatorius.

Yaeltítulodelaobraindicabasusentido;setitulaba:¡Queteabrocheselpantalón!...

Se imagina uno en seguida el partido que se puede sacar de la picantesituación de un hombre que se ha olvidado de cumplir con la más imperiosaexigencia del vestidomasculino. El terror de su amigo, que le presenta en unsalóndelnoblefaubourg,elembarazodeladueñadelacasa...;únaseaelloelhábiljuegodelactorquepodríaacadainstantehacertemeralpúblicoque...yeldivertido terrorde lasmujeres aque... ¡Aquello eramateria suficienteparaunéxitomemorable!21

Pues bien, Michel, enfrentado a esta idea tan original, fue presa de unmovimientodehorroryrompióelguiónquelehabíanentregado.

«¡Ay! —pensó—. ¡No me quedaré ni un minuto más en esta cueva!¡Prefieromorirmedehambre!»

¡Teníarazón!¿Quéhubierahecho?¡Sólolequedabacaerenladivisióndelas óperas y de las óperas cómicas! Pero nunca habría aceptado escribir losversosinsensatosqueexigíanlosmúsicosdelaépoca.

¡Tendría que descender hasta la revista, la fantasía, el tema oficial! ¡Perohabía que ser maquinista o pintor, y no autor dramático, y arreglárselas paraencontrarundecoradonuevo,ynootracosa!¡Sehabíallegadomuylejosconlafísicaylamecánica!¡Sellevabanaescenaárbolesdeverdad,enraizadosensuscajas invisibles, arriates completos, selvas naturales, y se construían edificiosconsillares!¡Serepresentabaelocéanoconauténticaaguademar,quevaciabantodoslosdíasdelantedelosespectadoresyrenovabanalamañanasiguiente!

¿Se sentíaMichel capaz de imaginar aquellas cosas? ¿Tenía dentro de élmateria suficiente para actuar sobre las masas, para obligarlas a pagar en lataquilladelosteatroselsobrantedesusbolsillos?

¡No!¡Cienvecesno!¡Sólopodíahacerunacosa!Marcharse.Esloquehizo.

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CAPÍTULOXVMiseriaDurantesuestanciaenelGranDepósitoDramático,deabrilasetiembre,cincolargosmesesdedecepcionesysobresaltos,MichelnohabíadejadodeverasutíoHugueninniasuprofesorRichelot.

Pasómuchasymaravillosasveladasencasadeunouotro;conelprofesorhablabadelbibliotecario;conelbibliotecarionohablabadelprofesorsinodesunietaLucy,¡yenquétérminos,yconquésentimientos!

—Notengomuybuenavista—ledijoundíasutío—,peromepareceverquelaamas.

—Sí,tío,¡comounloco!—Ámalacomounlocoperodespósalacomounsabio,cuando...—¿Cuándo?—preguntóMichel,tembloroso.—Cuandotehayaslabradounaposición;triunfaporellayaquenoporti.Michelnorespondiónadaaestaspalabras;experimentabaunairasorda.—Pero¿Lucyteama?—lepreguntóeltíoHugueninotratarde.—Nolosé—dijoMichel—,¿dequéleserviría?Realmentenohayrazón

paraquemequiera.Y la tarde en que le fue planteada esta pregunta,Michel parecía el más

desgraciadodeloshombres.Noobstante, la jovenno sepreguntabaenabsoluto si elpobremuchacho

tenía o no una posición en el mundo. La verdad es que a ella eso no leimportaba; se iba acostumbrando poco a poco a ver aMichel, a oírle cuandoestabanjuntos,aesperarlecuandonollegaba;losdosjóveneshablabandetodoydenada.Losdosviejoslosdejabanhacer.¿Paraquéimpedirlesqueseamaran?No se lo decían. Hablaban del porvenir. Michel no se atrevía a abordar lacuestióncandentedelpresente.

—¡Cuántolaamaréaustedalgúndía!—decíaMichelalajoven.HabíaahíunmatizqueLucyapreciabamuybien,unacuestióndetiempo

quenohabíaqueresolver.Luego el joven se dejaba llevar por toda su poesía; se sabía escuchado,

comprendido, y se entregaba por entero a aquel corazón demuchacha.EstabarealmentemuycercadeLucy; sinembargo,nocomponíaversosparaella;era

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incapaz,porquelaamabarealmente;nocomprendíalaalianzaentreelamorylarima,niquesussentimientossepudieransometeralasexigenciasdeunacesura.

Sin embargo, sin que él lo supiera, su poesía se impregnaba con susqueridos pensamientos y cuando le decía algunos versos a Lucy, ella leescuchabacomosiloshubierahechoellamisma;parecíansiempreresponderaalgunapreguntasecretaqueellanoseatrevíaaplantearanadie.

Unanoche,Michelledijomirándolafijamente:—Estállegandoeldía.—¿Quédía?—preguntólamuchacha.—Eldíaenquelaamaré.—¡Ah!—suspiróLucy.Porúltimo,unahermosanochedelmesdeagosto:—Yahallegado—ledijotomándolelamano.—Eldíaenqueustedmeamará—musitólajoven.—Eldíaenquelaamo—respondióMichel.Cuando el tío Huguenin y el señor Richelot se dieron cuenta de que los

jóvenesestabanyaenesapáginadellibro,lesdijeron:—Yahabéis leídobastante,hijos,cerradelvolumen;y tú,Michel, trabaja

parados.Nohubootrosesponsales.Como podrá comprenderse, en esta situación Michel no habló de sus

vicisitudes.CuandolepreguntabancómoleibaenelGranDepósitoDramáticorespondía con evasivas. No era lo ideal; tenía que acostumbrarse; pero loconseguiría.

Losviejosnosedabancuentadenada;LucyadivinabalospadecimientosdeMichel y le animaba comomejor podía. Pero se contenía porque se sabíaimplicadaenelasunto.

¡Cuál no sería, pues, el profundo desánimo, la desesperación del joven,cuandoseencontrónuevamenteamerceddelazar!Hubounmomentoterribleenque laexistenciase leaparecióbajosuverdaderoaspecto,consus fatigas, susdecepciones, su ironía. Se sintió más pobre, más inútil, más desplazado quenunca.

«¿Peroquéhevenidoahaceraestemundo?—sepreguntó—.Sinembargo,¡nomehaninvitado!¡Tengoqueirme!»

ElpensamientodeLucyleretuvo.AcudióacasadeQuinsonnas;leencontróhaciendolamaleta,unmaletínal

queunsimplebolsohabríamiradoporencimadelhombro.Michellecontósudesventura.—Nome asombra nada—respondió Quinsonnas—; no estás hecho para

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colaboraralogrande.¿Quévasahacer?—Trabajarsolo.—¡Ah!—respondióelpianista—,¿asíqueeresunvaliente?—Yaveremos.Pero¿adondevastú,Quinsonnas?—Memarcho.—¿TevasdeParís?—Sí, y aún más. No es en Francia donde se labran las reputaciones

francesas;losproductosextranjerossonlosqueseimportanmemarchoparaquemeimportenamí.

—Pero¿adóndevas?—AAlemania;apasmaraesosbebedoresdecervezayesosfumadoresde

pipa.¡Oiráshablardemí!—¿Asíquehasconseguidotusgrandespropósitos?—¡Claro!Perohablemosdeti;vasaluchar,estábien:¿tienesdinero?—Algunoscientosdefrancos.—Espoco;toma;tedejomialojamiento;estápagadoportresmeses.—Pero...—Yo perdería si no te quedaras con él. Tengo mil francos ahorrados;

repartamos.—Jamás—respondióMichel.—¡Quétontoeres,hijo,tendríaquedártelotodoysinembargoloreparto!

Tedebotodavíaquinientosfrancos.—Quinsonnas...—dijoMichelconlaslágrimasenlosojos.—¡Estásllorando!¡Vaya,tienesrazón!¡Eslaescenificaciónobligatoriade

unapartida!¡Tranquilo!¡Volveré!¡Venga,démonosunabrazo!MichelselanzóenlosbrazosdeQuinsonnasquien,comohabíajuradono

emocionarse,huyóparanotraicionarsujuramento.Michelsequedósolo.Alprincipiodecidiónocomunicaranadiesucambio

de situación, ni a su tío, ni al abuelo de Lucy. Era inútil darles un disgustosuplementario.

«Trabajaré,escribiré—serepetíaparaendurecerse—;otros,rechazadosporunsigloingrato,lohanhecho.¡Yaveremos!»

Aldíasiguientehizoqueletrajeransumagroequipajealahabitacióndesuamigoysepusomanosalaobra.

Queríapublicarun librodepoemas, inútiles,perohermosos,y trabajósindescanso,casiayunando,pensandoysoñandoydurmiendosóloparasoñarotravez.

YanooíahablardelafamiliaBoutardin;evitabapasarporlascallesquelespertenecían, ¡creía que querían recuperarlo! Su tutor ya no pensaba en él; se

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sentíaliberadodeunimbécil,ysefelicitabaporello.Cuandosalíadesuhabitación,suúnicaalegríaconsistíaenvisitaralseñor

Richelot.Yanosalíaparanadamás;ibaafortalecerseconlacontemplacióndelajovenybeberenaquellainagotablefuentedepoesía.¡Cómolaamaba!Y,hayque confesarlo, ¡cómo le amaba ella! Este amor llenaba su existencia; nocomprendíaquesenecesitaraotracosaparavivir.

Siembargo,susrecursosseiríanpocoapoco,peroélnopensabaenello.Una visita que hizo a mediados de octubre al viejo profesor le afligió

mucho;encontróaLucytriste,yquisoconocerlacausadesutristeza.HabíaempezadoelcursoenlaSociedaddeCréditoInstruccional;laclase

de retórica no había sido suprimida, es cierto; pero poco faltaba; el señorRichelotsóloteníaunalumno,¡unosolo!Silefaltara,¿quépasaríaconelviejoprofesor sin recursos?Y ello podía ocurrir en cualquiermomento, y entoncesdespediríanalprofesorderetórica.

—Nohablopormí—dijoLucy—,¡peromepreocupamipobreabuelo!—¿Acasonoestaréyoaquí?—respondióMichel.Pero pronunció estas palabras con tan poca convicción que Lucy no se

atrevióamirarle.Michelsentíaquesurostroenrojecíadeimpotencia.Cuandoestuvosolo,sedijo:«He prometido estar ahí. ¡Si pudiera mantener mi promesa! ¡Venga! ¡A

trabajar!»Yregresóasuhabitación.Transcurrieronmuchosdías;muchasyhermosasideasseabrieronpasoen

elcerebrodeljovenyrevistieronbajosuplumaunaformaencantadora.Porfinterminó su libro, si es que un libro de este tipo puede terminarse. Tituló supoemarioLasEsperanzas, y había que tener un poderoso temple para esperartodavía.

EntoncesMichelempezólacarreradeloseditores;esinútilreferiraquílaprevisibleescenaquesiguióacadaunadesus insensatas tentativas;niunsololibreroquisoleerellibro;sequedóconsupapel,sutintaysusEsperanzas.

Volviódesesperado.Susahorrosseagotaban;pensóensuprofesor;buscóun trabajo manual; en todas partes las máquinas sustituían ventajosamente alhombre;sequedósinrecursos;enotraépocahabríavendidosupielacualquierhijodefamiliallamadoafilas;estetipodetráficoyanoexistía.

Llegó elmesdediciembre, elmesde todos los vencimientos, frío, triste,sombrío, elmes que termina el año sin acabar con el dolor, esemes que casisiempre sobra en todas las existencias.Lapalabramás espantosade la lenguafrancesa, lapalabra«miseria», se inscribióen la frentedeMichel.Sus ropajes

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amarillearonycayeronpocoapococomoelfollajedelosárbolesalcomienzodelinvierno,yyanohabíaprimaveraqueloshicierarenacer.

Empezóaavergonzarsedesímismo;susvisitasalprofesorsehicieronmásesporádicas,ytambiénasutío;olíaamiseria;pretextabatrabajosimportantes,inclusoausencias;habríacausadopiedad,silapiedadnohubierasidoexpulsadadelatierraenaquellaépocadeegoísmo.

El invierno de 1961 a 1962 fue particularmente crudo; superó a losinviernosde1789,1813y1829porsurigorysuduración.

En París el frío empieza el 15 de noviembre y la helada continúa sininterrupción hasta el 28 de febrero; la nieve alcanzó los setenta y cincocentímetrosdeespesoryelhielo,enlosestanquesyenalgunosríos,setenta;eltermómetrocayódurantequincedíasaveintitrésgradospordebajodecero.ElSenaquedóatrapadodurantecuarentaydosdíasylanavegaciónseinterrumpióporentero.

Aquel frío terrible fue general en Francia y en gran parte de Europa; elRódano,elGarona,elLoira,elRinsehelaronporcompleto;elTámesissehelóhasta Gravesend, a unas seis leguas abajo de Londres; el puerto de OstendepresentabaunasuperficiesólidaquelascarretaspodíanatravesaryhubocochesquecruzaronelGranBeltsobreelhielo.

ElinviernoprolongósusrigoreshastaItalia,dondelanievefueabundante,hastaLisboa, donde la helada duró cuatro semanas, hastaConstantinopla, quequedócompletamentebloqueada.

La persistencia de esta temperatura acarreó funestos desastres; un grannúmero de personas murieron a causa del frío; tuvieron que suspender lasguardias; por la noche, la gente caía muerta en las calles. Los coches ya nopodían circular, los ferrocarriles tuvieron que detenerse: no sólo la nieveobstaculizabasumarcha,sinoquelosmaquinistasnopodíanpermanecerensuslocomotorassincaermuertos.

La agricultura resultó especialmente afectada por aquella inmensacalamidad; las viñas, los castaños, las higueras, las moreras, los olivares deProvenza perecieron en gran número; el tronco de los árboles se hendíainstantáneamente por la mitad; incluso los espinos y los brezos sucumbieronbajolasnieves.

Lascosechasdetrigoydehenoquedarontotalmentedañadasparaelrestodelaño.

Nosepueden juzgar losespantosossufrimientosde lapoblaciónpobre,apesardelosmediosadoptadosporelEstadoparaaliviarla;todoslosrecursosdela ciencia eran impotentes ante tamaña invasión; habían domado el rayo,suprimido las distancias, sometido el tiempo y el espacio a su voluntad, se

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habían puesto las fuerzas más secretas de la naturaleza al alcance de todos,contenidolasinundaciones,dominadolaatmósfera,peronopodíahacersenadacontraeseterrible,eseinvencibleenemigo:elfrío.

La caridad pública hizo algo más, pero todavía fue poco, y la miseriaalcanzósusúltimoslímites.

Michelsufriócruelmente;noteníaunfuegoparacalentarseyelpreciodelcombustibleestabafueradesualcance.Nosecalentó.

Pronto llegó a reducir su alimento a lo más estrictamente necesario, yrecurrióalosproductosdealimentaciónmásmiserables.

Durante algunas semanas vivió conuna suerte de preparadoque se hacíaentoncesbajoelnombredequesodepatata,pastahomogéneacocidaypicada;perocostabaunosochosoleslalibra.

Elpobrediablollegóacomerpandebellotaderoble,hechoconlaféculadeestasustanciasecadaalaire;lellamabanelpandelashambrunas.

Pero el rigor del tiempo hizo subir la libra a cuatro soles. Seguía siendodemasiadocaro.

Enelmesdeenero,enlomáscrudodelinvierno,Michelsevioobligadoaalimentarseconpandehulla.

Lacienciahabíaanalizadosingularyminuciosamenteelcarbónde tierra,que parecía ser la verdadera piedra filosofal; contiene el diamante, la luz, elcalor, el aceite y mil elementos más, porque sus diversas combinaciones handadosetecientassustanciasorgánicas.Peroencierra tambiénunagrancantidadhidrógeno y carbono, dos elementos nutritivos del trigo, sin hablar de lasesenciasquedanaromaysaboralosfrutosmásapetitosos.

Conestehidrógenoyestecarbono,untaldoctorFranklandhizounpanquesevendíaadoscéntimoslalibra.

Hay que confesarlo. Había que estar realmente asqueado para morir dehambre;laciencianolopermitía.

¡AsíqueMichelnomurió!Pero¿cómopudovivir?Porque, por muy poco que sea, el pan de hulla siempre cuesta algo y,

cuandonosepuedeliteralmentetrabajar,enunfrancosólohaydoscéntimosunnúmerolimitadodeveces.

Michel llegómuy pronto a la últimamoneda. La examinó durante algúntiempoysepusoareírconunarisasiniestra.Sentíacomosisucabezatuvierauncercodehierro,influenciadelfrío,ysucerebroempezabaadesvariar.

«Ados céntimos la libra—pensó—, y a una libra por día, todavía tengocasidosmesesdepandehullaantemí.PerocomonuncaheregaladonadaamipequeñaLucy,voyacomprarleelprimerramodefloresconmiúltimamonedadeveintesoles.»

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Y,comounloco,eldesgraciadobajóalacalle.Eltermómetromarcabaveintegradosbajocero.

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CAPÍTULOXVIEldemoniodelaelectricidadMichelcaminabaporlascallessilenciosas;lanieveamortiguabaelpasodelosescasostranseúntes;loscochesyanocirculaban;eradenoche.

«¿Quéhoraes?»,sepreguntóeljoven.«Lasseis»,lerespondióelrelojdelhospitalSaint-Louis.«Unrelojquesólosirveparamedirelsufrimiento»,pensó.Prosiguióelcaminoconsuideafija:pensabaenLucy;peroaveces,apesar

suyo, la joven escapaba a su pensamiento; su imaginación no conseguíaretenerla;teníahambresincasidarsecuenta.Eralacostumbre.

Elcielobrillabaconunaincomparablepurezaenmediodeunfríointenso;lamiradaseperdíaenlasespléndidasconstelaciones;Michel,sindarsecuenta,contemplabalostresReyesqueselevantabanenelhorizontedesdeelestehastaenmediodelmagníficoOrión.

Haymuchadistanciaentre lascallesGrange-aux-BellesydesFourneaux;casihayqueatravesarelantiguoParís.Michel tomóporelcaminomáscorto,llegó a la calle del Faubourg-du-Temple, luego se dirigió en línea recta desdeChâteaud’EaualosMercadosCentralesporlacalledeTurbigo.

Desdeallí,enpocosminutos,llegóalPalaisRoyalybajóalasgaleríasporlamagníficaentradaqueseabríaalfinaldelacalleVivienne.

El jardín estaba oscuro y desierto; un inmenso tapiz blanco lo cubría porentero,sinunamancha,sinunasombra.

«Seríaunapenapisarlo»,sedijoMichel.Niporuninstantepensóquesobretodoseríaglacial.En el extremo de la galería de Valois vio una floristería brillantemente

iluminada;entrórápidamenteyseencontróenunverdaderoinvernadero.Plantasraras,arbustosverdes,ramosdefloresreciénabiertas...nofaltabanada.

El aspecto del pobre diablo no era muy alentador; el director delestablecimientono entendía lapresenciade aquelmuchachomalvestido entresusarriates.Desentonabaporcompleto.Michelcomprendiólasituación.

—¿Quéquiereusted?—ledijounavozbrusca.—Lasfloresquepuedausteddarmeporveintesoles.—¡Veintesoles!—exclamóelcomercianteconsupremodesdén—.¡Yenel

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mesdediciembre!—Sólounaflor—respondióMichel.«¡Bueno!¡Démosleunalimosna!»,pensóelcomerciante.Yleentregóaljovenunramitodevioletasamediomarchitar.Peroletomó

losveintesoles.Michel salió.Experimentóunsingularmovimientodesatisfacción irónica

despuésdehabergastadosuúltimodinero.—Ahora estoy sin un sol—exclamó riendo con los labios, mientras sus

ojos permanecían extraviados—. ¡Bueno! ¡Qué contenta se va a poner mipequeñaLucy!¡Quéramotanbonito!

Y llevó hasta su rostro aquellas pocas flores marchitas; respiraba conebriedadsuperfumeausente.

—¡Legustarámuchorecibirvioletasenestecrudoinvierno!Ysedirigióalmuelle,tomóelpuenteRoyal,seinternóenelbarriodelos

Inválidos y de la EscuelaMilitar (que había conservado este nombre), y doshorasdespuésdehaberdejadosuhabitacióndeGrange-aux-BellesllegóalaruedesFourneaux.

Sucorazónlatíaconfuerza;nosentíanielfríonilafatiga.—¡Estoy segurodequemeestáesperando! ¡Hace tanto tiempoqueno la

veo!Luegolevinounpensamientoalacabeza.«Nopuedollegarmientrascenan—pensó—;¡noseríacorrecto!¡Tendrían

queinvitarme!¿Quéhoraserá?»«Lasocho», respondió la iglesiadeSaint-Nicolas,cuya flechaclaramente

recortadasedibujabaenelaire.«¡Oh!—prosiguióeljoven—,¡aestahoratodoelmundohacenado!»Sedirigióalnúmero49delacalle;llamósuavementealapuertadelacasa;

queríadarlesunasorpresa.La puerta se abrió. En el momento en que se lanzaba a la escalera, el

porteroledetuvo.—¿Adondevausted?—ledijomirándoledepiesacabeza.—AcasadelseñorRichelot.—Noestá.—¡Cómoquenoestá!—Yanoestá,siloprefiere.—¿ElseñorRichelotyanoviveaquí?—¡No!¡Sefue!—¿Quesefue?—¡Depatitasalacalle!

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—¡Alacalle!—exclamóMichel.—Eraunode esos inquilinosquenunca tienen el dineropreparadoel día

delvencimiento.Lehandesahuciado.—Desahuciado...—dijoMichel,temblandocontodossusmiembros.—Desahuciadoyexpulsado.—¿Adónde?—dijoeljoven.—Loignoro—replicóelempleadodelgobierno,queenestebarriosóloera

denovenaclase.Sinsabercómo,Michelseencontrónuevamenteenlacalle;teníaelcabello

erizado;sentíaquesucabezavacilaba;dabamiedoverle.—¡Desahuciado!—repetíamientras corría—. ¡Expulsado! Es decir, tiene

frío,tienehambre.Y el infeliz, pensando en que todo lo que amaba tal vez sufría, volvió a

experimentarlosdoloresdelhambreydelfríoquehabíaolvidado.«¿Dóndeestán?¿Dequéviven?Elabuelonoteníanada,¡lohabránechado

delcolegio!¡Sualumnosehabráido,elmuycobarde,elmuymiserable!¡Siloconociera...! ¿Dónde están? —repetía a cada momento—. ¿Dónde están? —preguntabaalosapresuradostranseúntes,queletomabanporloco—.Alomejorellahacreídoqueyolosabandonabaensumiseria.»

Anteestepensamientosintióqueleflaqueabanlasrodillas;estuvoapuntodecaersobrelanieveendurecida;semantuvoporunesfuerzodesesperado;nopodíacaminar:echóacorrer;elexcesodedolorproduceesasanomalías.

Corriósinunobjetivoysinideas;prontoreconociólosedificiosdelCréditoInstruccional.Huyóhorrorizado.

—¡Oh!—exclamó—.¡Lasciencias!Laindustria.Volvió sobre sus pasos. Durante una hora se perdió en medio de los

hospiciosacumuladosenaquelrincóndeParís:losNiñosEnfermos,losJóvenesCiegos, el hospital Marie-Thérèse, los Niños Encontrados, la Maternidad, elhospitaldelMidi,elde laRochefoucauld,Cochin,Lourcine;nopodía salirdeaquelbarriodelsufrimiento.

—Sin embargo, no quiero entrar ahí —se decía, como si una fuerza leempujarahaciadelante.

EntoncesencontrólosmurosdelcementeriodeMontparnasse.«Prefieroaquí»,pensó.Merodeócomounborrachoentornoalcamposanto.Al fin, sin darse cuenta, llegó al bulevar de Sebastopol en la orilla

izquierda,pasódelantedelaSorbona,dondeelseñorFlourenstodavíadabasucursoconelmayordeloséxitos,siempreardoroso,siemprejoven.

El pobre loco se encontró por fin en el puente Saint-Michel; la horrible

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fuente, completamente oculta bajo la capa de hielo, totalmente invisible,mostrabaasísuaspectomásfavorable.

Michel,arrastrándose,siguióporelmuellede losAugustinshastaelPontNeuf,yallí,conlamiradaperdida,sepusoaexaminarelSena.

—Malostiemposparaladesesperación—exclamó—.Nisiquierasepuedeunoahogar.

Enefecto,elríoestabacompletamenteatrapado;loscochespodíancruzarlosinpeligro;habíanumerososcomercios instaladosduranteeldía,yaquíyalláardíangrandesfogatas.

Los magníficos trabajos de la presa del Sena desaparecían bajo losmontones de nieve; era la realización de la gran idea de Arago en el siglodiecinueve; una vez embalsado, el río pondría a disposición de la ciudad deParís, en tiempo de estiaje, una fuerza de cuatromil caballos que no costabanadayquesiempreestaríatrabajando.

Lasturbinaslevantabandiezmilpulgadasdeaguaaunaalturadecincuentametros;yunapulgadadeaguasignificaveintemetroscúbicoscadaveinticuatrohoras.Asípues,loshabitantespagabanelaguacientosetentavecesmásbaratoqueantaño;millitroscostabantrescéntimosycadahabitantepodíadisponerdecincuentalitrosaldía.

Además, como las tuberías siempre tenían agua, el riego de las calles sehacía mediante lanzas, y en caso de incendio cada casa se encontrabasuficientementeprovistadeaguaamuyfuertepresión.

Michel,alescalarlapresa,oyóelruidosordodelasturbinasdeFourneyronyKoechlin que seguían funcionando bajo la costra helada. Pero ahí, indeciso,porqueevidentementeteníaunaideaqueseleescapaba,volviósobresuspasos;seencontrófrentealInstituto.

EntoncesrecordóquelaAcademiaFrancesayanoteníaunsolohombredeletras; que siguiendo el ejemplo de Laprade, que calificó a Sainte-Beuve dechinche a mediados del siglo diecinueve, más tarde otros dos académicos sedieron el nombre de aquel pequeño hombre de genio del que habla Sterne enTristramShandy, vol. I, cap.21,p. 156, ediciónde1818,deLedouxyTeuré;como los hombres de letras se habían vuelto excesivamente maleducados,acabaronpormetersóloagrandesseñores.

LavistadeaquellahorriblecúpulaconbandasamarillentaslastimóalpobreMichelysubiónuevamenteporelSena;porencimadesucabeza,elcieloestabaatravesadoporcableseléctricosquepasabandeunaorillaaotrayseextendíancomounainmensateladearañahastalaJefaturadePolicía.

Michelhuyó,solosobreelríohelado;lalunaproyectabaantesuspasossuintensasombra,querepetíasusmovimientoscongestosdesmesurados.

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Atravesóelmuelledel’Horloge,elPalaciodeJusticia;atravesóelPontauChange,cuyosarcossellenabandeenormesbloquesdehielo;rebasóelTribunaldeComercio,elpuentedeNotre-Dame,elpuentedelaReforma,queempezabaaplegarsebajosulargahechura,yvolvióalmuelle.

Michel se encontró frente al depósito de cadáveres, abierto día y nochetantoalosvivoscomoalosmuertos;entróautomáticamentecomosibuscaraaalgúnserquerido;examinóloscadáveresrígidos,verdosos,hinchados,tendidossobre lasmesas demármol; vio en un rincón el aparato eléctrico destinado adevolveralavidaalosahogadosqueaúnteníanunhálitodeexistencia.

—Denuevolaelectricidad—exclamó.Yhuyó.Notre-Dameestabaahí;susvidrierasresplandecíandeluz;seoíancánticos

solemnes.Michelentróenlaviejacatedral.Terminabalaconsagración.Aldejarlasombradelacalle,Michelquedódeslumbrado.

Elaltarresplandecíadeluceseléctricasyunosrayosdelamismanaturalezaseescapabandelacustodiaquelevantabaensusmanoselsacerdote.

—Otravezlaelectricidad—repitióelinfeliz—,¡inclusoaquí!Yhuyó.Peronotandeprisaquenopudieraoírelórganorugirbajoelaire

comprimidosuministradoporlaSociedaddelasCatacumbas.Michelsevolvíaloco;creíaqueeldemoniodelaelectricidadleperseguía;

sedirigióalmuelledeGrèves;seinternóporundédalodecallesdesiertas;salióalaplazaRoyale,dondelaestatuadeVictorHugohabíaexpulsadoaladeLuisXIV;seencontrófrentealnuevobulevardeNapoleónIVqueseextendíahastala plaza en medio de la cual Luis XIV avanza galopando hacia el Banco deFrancia;y,porunrecodo,salióalacalledeNotre-DamedesVictoires.

EnlafachadadelacallequehaceesquinaconlaplazadelaBolsaentrevioelmármoldondesemostrabanestaspalabrasenletrasdeoro:

Recuerdohistórico.VictorienSardou

residióenel

cuartopisodeestacasade1859a1862.

Michel se encontró al fin frente a la Bolsa, la catedral del momento, el

templode los templos; laesferaeléctricamarcaba lasdocemenoscuartode lanoche.

«Lanochenoavanza»,pensó.

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Volvióasubirhastalosbulevares.Loscandelabrossedevolvíansushacesde una blancura intensa, y los rótulos transparentes, en los que la electricidadescribíaanunciosconletrasdefuego,centelleabansobrelascolumnasrostradas.

Michel cerró losojos; sedeslizóentreunamultitudbastanteconsiderablevomitadaporlosteatros;llegóalaplazadelaÓperayviolacohorteeleganteydoradadelosricosquedesafiabanelfríoconsuscachemirasysuspieles;rodeólalargacoladeloscochesdegasyseescapóporlacalledeLafayette.

Anteélhabíaunaleguaymediaenlínearecta.«Huyamosdeestemundo»,sedijo.Y avanzó, arrastrándose, a veces cayéndose y volviéndose a levantar,

magulladoperoinsensible;lesosteníaunafuerzaexternaaél.Amedidaqueavanzaba,elsilencioyelabandonorenacíanasualrededor.

Sinembargotodavíaseguíaviendoalolejoscomounainmensaluz;oíaunruidoformidablequenopodíacompararseanada.

Noobstante,continuó;porfinllegó,enmediodeunestruendoespantoso,aunainmensasaladondecabíancómodamentediezmilpersonas,yenelfrontónpodíanleerseestasllameantesletras:

Conciertoeléctrico

¡Sí! ¡Concierto eléctrico! ¡Y qué instrumentos! ¡Según un procedimientohúngaro, doscientos pianos comunicados entre sí a través de una corrienteeléctricatocabanjuntosdelamanodeunsoloartista!Unpianoconlafuerzadedoscientospianos.

—¡Huyamos, huyamos!—exclamó el desgraciado, perseguido por aqueldemoniotenaz—.¡LejosdeParís!¡LejosdeParísencontrarétalvezreposo!

¡Ysearrastrabaderodillas!Despuésdedoshorasdeluchacontrasupropiadebilidad,llegóalestanquedelaVillette;allíseperdió,ycreyendodirigirsealapuertadeAubervilliers,seadentróen la interminablecalledeSaint-Maur;unahora después, rodeaba la prisión para jóvenes, en la esquina de la calle de laRoquette.

¡Allíseofrecíaunsiniestroespectáculo!¡Estabanlevantandounpatíbulo!Preparabanunaejecuciónparalamadrugada.

Losobreros,cantando,levantabanlaplataforma.Michelquisohuirdeaquellavisión;perotropezóconunacajaabierta.Al

enderezarse,viounabateríaeléctrica.¡Entonceslocomprendió!Yanocortabanlacabezaanadie.Lefulminaban

conunadescarga.Esoremedabamejorlavenganzaceleste.Michellanzóunúltimogritoydesapareció.

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DabanlascuatroenlaiglesiadeSainte-Marguerite.

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CAPÍTULOXVII«Etinpulveremreverteris»¿Quélesucedióalinfelizduranteelrestodeaquellaterriblenoche?¿Adóndelellevaron sus pasos? ¿Se perdió sin poder marcharse de la funesta capital, deaquelParísmaldito?¡Preguntasinsolubles!

HayquesuponerqueestuvodandovueltasconstantementeenmediodelasinnumerablescallesquerodeanelcementeriodelPère-Lachaise,porqueelviejocamposanto se encontraba enplenapoblación.La ciudad seprolongabapor elestehastalosfuertesdeAubervilliersydeRomainville.

Seacomofuere,cuandoelsoldelinviernoselevantósobreaquellaciudadblanca,Michelestabaenelcementerio.

YanoteníafuerzasparapensarenLucy;susideassecongelaban;eracomounespectroerranteentrelastumbasynocomounextraño,porquesesentíaensucasa.

Subióporlagranavenidaytorcióaladerechaporloshúmedospaseosdelcementerio bajo; los árboles, cargados de nieve, lloraban sobre las tumbasresplandecientes; únicamente las piedras verticales, respetadas por la nieve,mostrabanelnombredelosmuertos.

Pronto apareció elmonumento funerariodeEloísayAbelardo, en ruinas;trescolumnas,soportandounarquitraberoído,semanteníantodavíaenpiecomolagrecostasisdelFororomano.

Michelmirabasinver;unpocomás lejos leyó losnombresdeCherubini,Habeneck,Chopin,Massé,Gounod,Reyer,enaquelrincónreservadoalosquevivierondelamúsicayquetalvezmurieronporella,ypasósindetenerse.

Pasóanteunnombre incrustadoen lapiedra,sin fecha,sin lamentacionesgrabadasalcincel,sinemblemas,sinfasto,unnombrerespetadoporeltiempo:LaRochefoucauld.

Luegoentróenunaciudadde tumbas limpísimascomocasasholandesas,con su pulida verja delantera y sus escalones frotados con piedra pómez. Ledieronganasdeentrar.

«Ysobretododequedarme—pensó—,yreposarparasiempre.»Aquellas tumbas que rememoraban todos los estilos arquitectónicos,

tumbasgriegas,romanas,etruscas,bizantinas,lombardas,góticas,renacentistas,

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delsigloveinte,seuníanenunpensamientodeigualdad;launidadestabaenlosmuertos,convertidosnuevamenteenpolvo,bajoelmármol,elgranito,lacruzdemaderanegra.

Eljovenseguíadesfilando;subiópocoapocolafúnebrecolinay,rotodecansancio, se apoyó en elmausoleo deBéranger y deManuel; aquel cono depiedra,sinadornoniescultura,estabatodavíaenpiecomolapirámidedeGizehycubríaalosdosamigosunidosenlamuerte.

Aveintepasos,elgeneralFoyvelabasobreellosy,envueltoensutogademármol,parecíaseguirdefendiéndolos.

Deprontoseleocurrióalinfelizrebuscarentreaquellosnombres;ningunodelosqueeltiempohabíarespetadolesugeríanada;muchos,ydeentrelosmásfastuosos,eranilegiblesenmediodelosemblemasdesaparecidos,delasmanosunidasyahoraseparadas,delosblasonesroídos,sobreesastumbasmuertasasuvez.

Sinembargo,iba,seperdía,volvía,seapoyabaenlasverjasdehierro;vioaPradier,cuyaMelancolíademármolsedeshacíaenpolvo,aDesaugier,mutiladoen unmedallón de bronce, y el recuerdo sepulcral de sus alumnos aGaspardMonge,ylaveladaplañideradeEtextodavíaagarradaalatumbadeRaspail.

Siguiósubiendoyrodeóunmonumentosoberbio,deunestilopuro,deunmármolbravio,rodeadodemuchachasligerasderopaquecorríanysaltabanentomoalfriso,yleyó:

AClairvillesusconciudadanosagradecidos.

Continuó.Nolejos,seveíalatumbainacabadadeAlejandroDumas,quese

habíapasadolavidapidiendoparalatumbadelosdemás.Volvióaencontrarelbarriodelosricos,quetodavíasepermitíanellujode

opulentas apoteosis; allí, los nombres de las mujeres honradas se mezclabandespreocupadamenteconlosdelascortesanascélebresquesupieronahorrarparaunmausoleo;algunosdeesosmonumentospodíanparecercasasdemalanota.Máslejos,seveíanalgunastumbasdeactricesenlasquelospoetasdelaépocaarrojaronvanidosamentesusversosdesesperados.

Porúltimo,Michelsearrastróhaciaelotroextremodelcementerio,dondeunDennerymagníficodormíaelsueñoeternoenunsepulcroteatral,juntoalasencilla cruz negra de Barrière, donde los poetas se daban cita como en laesquinadeWestminster,dondeBalzac,saliendodesumortajadepiedra,seguíaesperando su estatua, donde faltaban Delavigne, Souvestre, Bérat, Plouvier,Banville,Gautier,Saint-Victor,reposabanjuntoaotrosmuchosdequienesyani

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figurabaelnombre.Másabajo,AlfreddeMusset,mutiladosobresuestelafuneraria,veíamorir

junto a él el sauce que había pedido en sus versos más suaves y mejorsuspirados.

Enaquelmomento,elinfelizrecuperóelhilodesupensamiento;suramodevioletascayódesupecho;lorecogióylocolocóllorandosobrelatumbadelpoetaabandonado.

Luegosubiómásarriba,aúnmásarriba,recordandoysufriendo,yatravésdeunclarodecipresesydesaucesdivisóParís.

AlfondoseerguíaelMontValérien,aladerechaMont-martre,esperandotodavíaelPartenónquelosatenienseshubierancolocadoenaquellaacrópolis,ala izquierda,elPantéon,Notre-Dame, laSainte-Chapelle, los Inválidos,y,máslejos,elfarodelpuertodeGrenelle,elevandosuagudapuntaaquinientospiessobrelosaires.

Por debajo, París y sus cien mil casas hacinadas, de las que surgían lashumeanteschimeneasdediezmilfábricas.

Aúnmás lejos, el cementerio bajo; desde allí, algunos grupos de tumbasparecíanpequeñasciudades,consuscalles,susplazas,suscasasysusenseñas,susiglesias,sucatedral,representadaporunatumbamásostentosa.

Porúltimo,haciaarriba,losglobosprovistosdepararrayosquequitabanalrayo cualquier pretexto para caer sobre las casas desguarnecidas y alejaban atodoParísdesusdesastrosasiras.

¡Michelhubieraqueridocortarlascuerdasquereteníancautivosaaquellosglobosyquelaciudaddesaparecierabajoundiluviodefuego!

—¡OhParís!—exclamóconundesesperadogestodecólera—.¡OhLucy!—murmuró,ycayódesvanecidosobrelanieve.

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JULIOVERNEYSUÉPOCANOTASDELEDITOR

EstasnotassólopretendenfacilitarlalecturadeParísenelsigloXX,aclarandocapítulo por capítulo el contexto literario, social y científico en el que fueescrito.Porunafándesimplificaciónnoshemosabstenido,exceptocuandoeranecesario,demencionarlasfechasdenacimientoydefuncióndelospersonajescitados.CapítuloIPaul Louis COURIER: texto extraído de las Lettres au rédacteur du Censeur(1819-1820), carta IX. Panfletista brillante y erudito, Courier es una de lasfiguras sobresalientes de la oposición intelectual a la reacción legitimista yclericalsurgidadespuésde1815.

El Crédito Instruccional, caricatura de los establecimientos de créditoindustrialque,sobreelmodelodelCréditoMobiliariodeloshermanosIsaacyÉmilePereire,fundadoen1852,contribuyerondeformadecisivaalaexpansióneconómicadeFranciabajoelSegundoImperio,alpreciodeunagestiónavecesarriesgada.LosgigantescostrabajosdirigidosporHaussmann,queapareceaquíbajo la transparente denominación de «ministro para el Embellecimiento deParís», reposaban en una estrecha y fructífera asociación entre dichosestablecimientos de crédito y el Estado, cuya extensión a la cultura y a laeducaciónJulioVerneenfocaconverboinspirado.

MaîtreMOCQUART:estenombrequizásevoqueeldeMocquart,unodelosprincipales íntimos de LuisNapoleónBonaparte, abogado y periodista que seconvirtióenjefedegabinetedelPríncipePresidente,unodesuscómplicesenlapreparación del golpe de Estado del 2 de diciembre de 1851. Conservó estafunciónbajoelimperio,hastasufallecimientoen1864.

FRAPPELOUP: relacionarlo con Justin-Prosper de Chasseloup-Laubat,miembrodelConsejodeEstadoyministrodeMarinabajoelSegundoImperio.

AlphonseKARR: literato francés, amigo deHetzel, conocido por su venasatírica.

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CapítuloIIA partir de este capítulo JulioVernemuestra su capacidad para extrapolar lastécnicas de su época. Su descripción de un ferrocarril metropolitanoautomatizado,silenciosoypropulsadoporunsistemaelectroneumáticonotienenadadeabsurdoniutópicosiselecomparaconalgunoslogrosrecientescomoelVal22,comotampocolaatenciónqueprestaalasposibilidadesdelrecientísimomotorLenoir.

Adolphe JOANNE: geógrafo francés, fundador de las guías Joanne,precursorasde lasGuíasAzules,apartirdeunadescripciónsistemáticade lostrayectosporferrocarril.

Jean-Baptiste JOBARD: ingeniero belga de origen francés, inspirador denumerosasinnovaciones.

ÉtienneLENOIR: inventor de unmotor de gas del que proceden todos losmotoresdelosautomóvilesactuales.CapítuloIIIThomasRussell CRAMPTON: ingeniero inglés, inventor de una de las primeraslocomotorasdealtavelocidadquesiguesiendolegendaria.CapítuloIVPaul de KOCK: prolífico autor de novelas anecdóticas y humorísticas muyapreciadasporelpúblicopopular,peroquesufrieronlasburlasconstantesdelosmedioscultivadosdelaépocaromántica.

Aimable Jean-Jacques PELISSIER: mariscal de Francia, se distinguióespecialmente durante la guerra deCrimea con la toma deSebastopol el 9 deseptiembrede1855,despuésdeunasediodeoncemeses,ylaconquista,el8deseptiembre,delafortalezadeMalakoff,quedefendíalaciudad.CapítuloVClaude PERRAULT: sabio y arquitecto francés, hermano del fabulista CharlesPerrault.

Charles,condedeSTANHOPE:eruditoyescritoringlés.Thomas de COLMAR: inventor en 1819 de una máquina de calcular

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bautizadacomo«Aritmómetro».MAUREAL y JAYET: inventores de una máquina de calcular con cuatro

esferas,presentadaen1849enlaAcademiadeCiencias.HenriMONDEUX: calculador prodigio, era un simplepastor deTouranges;

cayóenelolvidotrasunaefímeracelebridad.CharlesWHEATSTONE: inventor inglés, constructordeunode losprimeros

aparatostelegráficoseléctricos,inventortambiéndelreóstato.GiovanniCASELLI:sabioitaliano,inventoren1859del«Pantelégrafo»,que

permitíalareproduccióntelegráficadelaescrituraydeldibujo.El5defebrerode1865fueinaugurada,enlaoficinacentraldetelégrafos

en la calle deGrenelle, una sala reservada a cuatro pantelégrafos Caselli queuníanParísconLeHavreyconLyon.Estenotableprocedimientosebasaenlalectura en líneas paralelas del documento original, escrito sobre una hojametálicamedianteunatintanoconductoradeelectricidad,porunestileteque,alcontacto con la tinta, transmite un impulso a un estilete receptor que a suvezrecorresimultáneamenteunahojadepapelsensiblealaquemarcaconeltrazocorrespondiente. A pesar del gran éxito, fruto de la curiosidad inicial, esteprocedimientocayóenelolvidohastalaaparicióndelbelinógrafo,quepermitíalalecturadeldocumentoporunacélulafotoeléctrica.

WATT y BURGESS: este procedimiento del tratamiento de la madera consosa,procedentedelasinvestigacionesdelcélebreingenieroescocésyelaboradoporelpapeleroBurgessen1851,sigueenusoypermitepasarenpocashorasdeltroncodeárbolalabobinadepapel.CapítuloVIQUINSONNAS: Este nombre puede relacionarse con el del pueblo de Quinson,cerca de Digne, en el Verdon. Hay que señalar la existencia de un caballeroFrançoisdeQuinsonnas(1719-1768),oficialypoeta,autordeepigramascontraVoltaire,entreloscualesfiguraLacapirotada,poemao todo loquesequiera,aparecidoen1745,queesunaparodiadeLabatalladeFontenoy deVoltaire.Además,unnombreque«suenaaquinta»esmuyadecuadoparaunmúsico...

CALINO: es elpersonajeprincipaldeunvodevildegranéxitodeBarrière(autorcitadomásabajoporJ.Verne),en1856,cuyopapeldeingenuoydebobosehahechoproverbial.CapítuloVII

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JEANSELME: conocida familia de ebanistas del siglo XIV. La asociación queimagina J.Verneconel célebre fabricantedepianosErard reflejamuybien la«pianomanía»delsigloXIX.Elextraño instrumentodescritoporJulioVerneseparecemuchoalquepatentaráuntalMillwarden1866,quienconsiguióintegrarunacama,unarmario,unburóconcajones,unaseoconjarroyjofaina,unacajadeherramientas,unespejo,unescritorioyunapequeñacómoda...CapítuloVIIIClaudeGOUDIMEL:compositorfrancés,protestante,asesinadoenLyondurantelaNochedeSanBartolomé.

Loshugonotes:famosaóperadeMeyerbeer,compuestaen1836.THILORIER: físico famoso por sus experimentos públicos sobre la

licuefaccióndelgascarbónicomedianteunaparatoinventadoen1835.El29dediciembre de 1840, la explosión de este aparato costó la vida a Hervy, supreparadorenlaEscueladeFarmaciadeParís.Apropósitodela«Thiloriana»seobservará que Charles-Valentin Alkan, figura excéntrica del romanticismomusicalfrancés,compusoen1844unestudioopus27llamado«Elferrocarril»,queevocademaneraprecisaelarranque,laaceleracióndeltrenylallegadadelconvoyalaestación.

SigismondTHALBERG:famosopianistavirtuosoycompositor,quefuerivaldeFranzLisztporalgúntiempo.

ÉmilePRUDENT,JulesSCHULHOFF:pianistasycompositoresestimadosenlaépocaenqueescribeJulioVerne.

GuillermoTell:óperadeRossinicompuestaen1829.RobertoelDiablo:óperadeMeyerbeer,compuestaen1831.LouisJosephHEROLD:compositorlírico.DanielFrançoisEspritAUBERT:compositorlírico.Félicien DAVID: compositor francés, miembro de la orden sansimoniana

hastasudisoluciónen1833,viajaseguidamenteaOrienteMedio.AdmiradoporBerlioz,fueobjetodeunverdaderocultoapartirdelaejecucióndesuDesierto,seguidodeunolvidobastanterápido.

Victor MASSÉ: compositor de óperas (Pablo y Virginia, en particular) yoperetas(LasbodasdeJeanette).Sóloestaúltimaobrahasobrevividounpocoalolvido.

Enfin Wagnerbe vint (Por fin llegó Wagnerbe), juego de palabrasdescabelladoyjugososobreelcélebreversodeBoileauenelArtepoética:En

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finMalherbevint(PorfinllegóMalherbe).CapítuloXEstecapítuloilustrademaneramuycuriosalosgustosyafinidadesliterariasdeJulioVerney revela su relacióncon sueditor,P. J.Hetzel. JulioVerne intentaaquí crear una complicidad con él y aparecer comounbuen conocedor de losmedios literarios de la época. Hetzel, editor de Hugo, Balzac, George Sand,Musset,Baudelaire,eraunhombrerespetadoquemanteníaconlamayoríadeloseditoresdesuépocarelacionesdeamistadavecesselladasporlasolidaridaddelexilioodelaoposiciónalSegundoImperio.Visiblementepocoenteradodelosmaticesylascomplejidadesdeestaredintelectualyamistosa,JulioVerneperoracon aplomo, multiplica los elogios hiperbólicos de aquellos a quienes creecercanosaleditorysecargaatropelladamentealosdemás.Alcabo,terminaporirritaraquelcuyoreconocimientobuscacontantoahínco,comoloatestiguanlasanotacionesdeleditoralmargendesumanuscritoasícomosucartaderechazo.

JacquesAMYOT: escritor francés delRenacimiento, autor en particular detraduccionesdePlutarcoydeLongo.

Mathurin RÉGNIER: escritor francés del siglo XVI, autor de Sátiras y deEpístolas.

ANCILLON:familiadeprotestantesfrancesesemigradosaAlemaniadespuésdelarevocacióndelEdictodeNantes,yquehaproducidovariasgeneracionesdeescritores,historiadoresypolíticos.

Joseph PRUDHOMME: personaje creado por el escritor Henri BonaventureMonnierenGrandezaydecadenciadelseñorJosephPrudhomme(1853).Tipodeburguéssentenciosoysatisfechodesímismo.

VincentVOITURE:poetayescritorfrancés,unadelasfigurasdelacorrientepreciosista del siglo XVII, considerado en la época de Julio Verne como elarquetipodeautordefrasesingeniosasyalambicadas.

Charles NODIER: uno de los primeros escritores románticos franceses,próximoalespíritudelromanticismoalemán.

Pierre-Jean de BÉRANGER: autor de canciones patrióticas de inspiraciónliberalynapoleónicacuyapopularidadfueinmensadurantelaRestauración.

Saint-Point: pueblo del Maconnais donde se encontraba el castillo deLamartine.

JulesJANIN:novelistaycrítico,amigodeHetzel.Charles MONSELET: periodista, literato y gastrónomo. Autor de un

Almanaquedelosgolosos,amigodeHetzel.

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FrédéricSOULIÉ:novelistayautordramático,amigodeHetzel.LéonGOZLAN:periodistayliteratofrancés,exsecretariodeBalzac,autorde

novelas (Las Emociones de Polydore Marasquin) y de comedias. Amigo deHetzel.

Prosper MÉRIMÉE: el ácido comentario de Julio Verne (un general deantecámara)serefieretalvezasuvinculaciónconelSegundoImperio.Mériméefueunodelosprincipalesíntimosdelacorteimperial.

SAINTE-BEUVE: citado aquí por Julio Verne con una ironía bastantedesdeñosa,estabasinembargoentérminosmuycordialesconP.J.Hetzel.

ÉtienneARAGO: químico, y posteriormente literato y autor de vodeviles,republicanoinveterado,alcaldedeParísalacaídadelSegundoImperio.

Victor COUSIN: filósofo francés, profesor de historia de la filosofía en laSorbona desde 1828, posteriormente académico, par de Francia yministro deInstrucción Pública en lamonarquía de Julio, obligado a retirarse después delgolpedeEstadodel2dediciembrede1851.

PierreLEROUX:unodelosprincipalespensadoresdelsocialismofrancésdelsigloXIX,muyadmiradoporHugoyporGeorgeSand.FundadordeldiarioLeGlobe, convertido transitoriamente al sansimonismo en 1830, muy activo en1848,formapartedelosproscritosdel2dediciembrede1851.

Ernest RENAN: filólogo y escritor, profesor de hebreo en el Collège deFrance en1862.LapublicacióndeLa vida de Jesús, que sitúa aCristo en sucontextohistóricoyensusdimensioneshumanas,desencadenóencontradeélunacampañade losmedioscatólicos tanviolentaquecausósu revocacióndelCollègedeFranceen1864.

Émile deGIRARDIN: periodista, fundador deLaPresse en 1836, brillantepolemista.UnadelasfigurasmássobresalientesdelahistoriadelperiodismoenFrancia.

LouisVEUILLOT:periodistacatólicoyfogosopolemistaperorespetadoporsuintegridad.

FrançoisGUIZOT: historiador de primera fila, hombre político.De 1840 a1848, fue primer ministro de Luis Felipe. Su austeridad y su intransigenciarespectoalpartidoliberalcontribuyeronsindudaalacrisisde1848yalacaídadelamonarquíadeJulio.

AdolpheTHIERS:PrimerministrodeLuisFelipede1836a1840.En1871se convirtió en el jefe del ejecutivo y luego en el presidente de la Repúblicaprovisional.SuHistoriadelaRevoluciónfrancesa(1824-1827),quetreintaañosdespuésfueseguidaporunaHistoriadelPrimerImperio,levalióunaduraderacelebridaddehistoriadorduranteelsigloXIX.

ClaudeAntoineNoriac:literatoyautordramático,unodelosdirectoresdel

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teatrodeVariedades,luegodirectordelosBouffesParisiensen1867.EsautordeunaobratituladaLaestupidezhumana,de1860,cuandoFlaubertaúnmadurabael proyecto de suEnciclopedia de la estupidez humana, que se convertiría enBouvardyPécuchet.

Alfred ASSOLANT: autor en particular de las Aventuras del capitánCorcoran,quesiguesiendounclásicodelaliteraturajuvenil.

PARADOL:Se trata sindudadeLucienAnatolePrévost-Paradol, escritorypublicistapolítico,periodistadeoposiciónalSegundoImperio,alqueseadhiriótardíamente;siendoministrodeFranciaenWashington,sediomuerteen1870cuandoseanuncióladeclaracióndeguerraaPrusia.

AurélienSCHOLL:cronistaynovelista.AmigodeHetzel.Edmond ABOUT: escritor brillante y cáustico, de quien hoy todavía se

recuerdaElReydelasmontañasyElhombrequeteníalaorejarota.AmigodeHetzel.

FrancisqueSARCEY: crítico teatral del periódicoLeTemps, fue una figurafamiliarde lavida intelectualparisinadurantemásdecuarentaaños.ApoyadodesdesusprincipiosporP.J.Hetzel.

Ernest FEYDEAU: autor dramático, poeta, novelista, padre del autor devodevilesGeorgesFeydeau.

Jean-Baptiste LOUVET DE COUVRAI: novelista y político del siglo XVIII.Autorenparticulardeunafamosanovelalicenciosa,LasaventurasdelcaballerodeFaublas.

CHAMPFLEURY (Jules HUSSON, llamado): crítico y novelista. Figuraimportante y curiosa que durante los años 1850 inició una batalla a favor delrealismo en la literatura, pero también en las artes plásticas, donde apoyó aCourbet y publicó un ensayo sobre los hermanos Le Nain. Mantenía unasrelacionesmuycordialesconP.J.Hetzel.

JeanMACÉ:defamiliapobre,JeanMacésededicóalaenseñanzaprimaria,despuésde1848sehizoperiodistaydesarrollósusconceptosdelaenseñanza.EstablecidoenAlsaciadespuésdel2dediciembrede1851,conoceaHetzel,conquienfundó,en1864,elMagasind’éducationetderécréation.FundadordelaLigue Française de l’Enseignement en 1866. Autor en 1861 de la novelapedagógicaHistoriadeunpedazodepan.ElelogioencendidoqueJulioVernehacedeél,comodetodoslosamigosdeHetzel,noparecealcanzarsuobjetivo,yaqueesteúltimoanotaprecisamenteeneste lugar,almargendelmanuscrito,«encuentrotodaestarevistapueril»...

Joseph MÉRY: poeta, novelista, autor dramático fecundo y a menudoparadójico.

P. J. STAHL: fue el nombre de pluma del propioHetzel, quien lo publicó

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evidentementemuy«cuidadosamente».ArsèneHOUSSAYE:periodista,crítico,novelista.Autorfértilyamable,que

siempre busca la frase ingeniosa, de ahí el comentario ácido deVerne que lerelacionaconlospreciosistasdelsigloXVII.

Paul BINS, conde de SAINT-VICTOR: escritor y crítico literario. Reputado,efectivamente,porsuestiloavecesexcesivamentefastuoso...CapítuloXIElGreatEastern:CaprichosamenteortografiadoGreatEsthernporJulioVerne,estebuquelegendariomedía110metrosdelargoyfuedurantemuchotiempoelmásgrandedelmundo;en1865-1866sirviótodavíaparalainmersióndelcabletelegráficoqueuneEuropaaAmérica.FueduranteesaépocacuandoJulioVernellevóacabounatravesíadelAtlánticoqueleinspiróUnaciudadflotante.CapítuloXIILa batalla de los amalecitas: episodio sacado del antiguo Testamento,Éxodo,17,12.CapítuloXIIILospájarosdeZeuxis:historiaproverbialsobreelpintorgriegoZeuxis(464-398a.deC.).Sedecíaquesuhabilidaderatalquecuandopintabaunracimodeuvaslospájarosintentabanpicotearlo.

«Esqueeraauvernés...»,hayquerecordarqueenelteatrodebulevar,yenparticular enelvodevil, lospersonajesauverneses, aguaderosovendedoresdecarbón, eran los encargados de regocijar al público por su acento, su zafiarusticidadysuingenuarapacidad.

«LayeguadeRolando»:adornadaproverbialmentecontodas lasvirtudes,alparecersólolefaltaba...existir.CapítuloXIVFrançoisPONSARD:autordramático,amigodeJulesHetzel.

Émile AUGIER: autor dramático de moda. Fue autor en particular de

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Gabrielle,citadomásabajo.Victorien SARDOU: autor dramático (Madame Sans Gêne, La Tosca, así

comoNuestrosíntimos,citadomásabajo).Théodore BARRIÈRE: vodevilista prolífico, autor en particular de Calino,

citadomásarriba.PaulMEURICE:literatoydramaturgo,amigodeVictorHugo.AugusteVACQUERIE: literato y autor dramático, hermano de un yerno de

VictorHugo.Le demi-monde, de Dumas hijo, Gabrielle, de Émile Augier, Nuestros

íntimos, de Victorien Sardou, están aquí curiosamente «invertidos» parasatisfacerlosgustosdelpúblicoen1960:JulioVerneconviertealospersonajesfemeninos en personajes masculinos, y viceversa, según los criterios de unfeminismocuyavisiónlehaceestremecersevisiblemente.

Estemecanismode«inversión»merecealgunasaclaraciones.Éstossonloselementos de la intriga correspondientes a las adaptaciones realizadas por elGranDepósitoDramático,enParísenelsigloXX:

—Ledemi-monde,deDumashijo,fueungranéxitodeescena.LapérfidaseñoradeAngeatraeensusredesalcándidoNanjacysólolaintervencióndesufielamigoJalin,antiguoamantedelaseñoradeAnge,salvaaesteúltimodeunaunión deplorable. Hay que observar que los comentarios de la época seasombraban de «ese mundo de mujeres casadas cuyos maridos no aparecennunca»,fórmulaqueJulioVerneinviertejocosamente.

—Gabrielle esunacomediaenalejandrinosdeÉmileAUGIER.Gabrielle,casadaconelausteroytrabajadorJulienChabrière,deprofesiónprocurador,seaburreybovarizapeligrosamente,hastapensarenabandonarmaridoehijosenlosbrazosdeljovenStéphane.Elprocurador,adivinandosuproyecto,revelaalavezlagrandezadesualmaysumadurezcomojefedefamiliaaldaralosdosculpablesunsermónveladoperoelocuentesobreladecadenciaqueesperaalamujeradúltera.Gabrielle,conmovida,renunciaasuproyecto,echaasuseductorycaeenlosbrazosdesuesposoexclamando:«¡Ohpadredefamilia!¡Ohpoeta!¡Teamo!»

—Nuestrosíntimos,deVictorienSORDOU,esunacomediaconstruidaconbastanteingeniosobreeltemadelaverdaderaydelafalsaamistad.Apesardelas amargas advertencias de su amigo Tholozan, médico escéptico yaparentementemisántropo,elingenuoycordialCaussadeinvitaensupropiedaddeVilled’Avrayaunaspersonasqueacabadeconoceryaquienesconsiderasusamigos. Pronto, todos rivalizarán en ingratitud y bellaquería respecto a él, enparticular el joven Maurice, que desea a su mujer, Cécile, hasta llegar unasabrosísimaescenaenlaquelaintentaforzar,despuésdehaberrotoelcordónde

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lacampanillaparaimpedirlequepidaauxilio.Laobraterminaconunapirueta:CaussademanifiestasuintencióndesuicidarseporquesospechaunainfidelidaddeCécile.Seoyeundisparoentrebastidores...yCaussadevuelve,encantadodehaberpodidomatarporfinaunzorroquedevastabasucorral.

Amazampo o el descubrimiento de la quina: obra de Adolphe LEMOINE-MONTIGNY,impresaen1836.

VidayopinionesdeTristramShandy:VernecitaenvariasocasioneslaobradeLaurenceSTERNE(1713-1768).

LaalusióndeVerneconcierneaquí,enlasedicionesactuales,alcapítulo27del volumen IV, particularmente truculento, en la vena más rabelesiana deSterne, y empieza así23: «Cristos!... C...!, exclamó Phutatorius...» Al señorPhutatorius, cuyo nombre significa más o menos «que se dedica a lacopulación»,seleacabadecaerunacastañaaúncalienteenlabraguetaquehadejadoabiertasindarsecuenta...SecomprendequeelcastoMichelsenegaraaconstruir una obra a partir de esto, como también se comprende la anotaciónestupefacta de Hetzel al margen del manuscrito en ese lugar: «¡está ustedchiflado!».CapítuloXVIAunquetraslaproduccióndelprimerarcoeléctricoporDavy(1778-1829)yasepresentíalaposibilidaddelalumbradoeléctrico,éstenosegeneralizórealmentehastafinalesdesigloconlaaplicacióndelasampollasdeincandescenciadetipoEdison, que suplieron a los candelabros de arco, potentes pero defuncionamientodelicado.Sepuedeobservarqueen1861,atítuloexperimental,se instalóen lapuertadelPalaisRoyaldeParísuna lámparaeléctricadearco,alimentadaporunmotorde trescaballos,y su luz, alparecer, suplía todas lasfarolas de gas de la plaza. También a título experimental, se utilizaronproyectoresdearcoparailuminarporlanochelostrabajosdeconstruccióndelHotel du Louvre, y después los de la exposición de 1867. Las primerasaplicacionesregularesdelalumbradoeléctricosehacenapartirde1885.

Gustave FLOURENS: brillantísimo universitario que con veinticinco añossustituyóa supadreenelCollègedeFranceapartirde1863en la cátedradehistoria natural: participó en laComuna de 1871 ymurió durante un combatecontralastropasdeVersalles.

BenoîtFOURNEYRON: ingeniero y político, inventor en 1834 de la turbinahidráulicaquellevasunombre.

KOECHLIN:familiadeindustrialesfranceses.

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«... un procedimiento húngaro»: broma sobre Franz Liszt, por supuesto,cuyolegendariovirtuosismodesafiabaelentendimiento...CapítuloXVIILa «grecostasis» era en el Foro romano el lugar donde se hacía esperar a lasdelegacionesextranjerasanteelSenadodeRoma.

Luigi CHERUBINI: compositor nacido en Florencia, director delConservatoriodeParísen1821,autorenparticulardeMedea.

François Antoine HABENECK: compositor, ilustre director de orquesta,fundadorde laSociedaddeConciertosdelConservatorio,principal introductordelaobrasinfónicadeBeethovenenFrancia.

ErnestREYER:compositorlíricofrancés,autordeSigurd.JacquesAntoineMANUEL:políticofrancés,diputadoenlaRestauración,se

convirtió en el símbolo de la oposición liberal en la primera Restauracióndespués de su expulsión de la Cámara de los diputados durante un procelosodebatesobrelaguerradeEspañaen1823.

Maximilien FOY: general francés, diputado en 1819 y en 1824. ComoManuel, se convirtió en una figura emblemática de la oposición liberal en laprimeraRestauración.

JamesPRADIER:escultorfrancés,autorenparticulardelasdosmusasdelafuenteMolièreenParís,asícomodeobrasdetemamitológico.

MarcAntoineDESAUGIER:autordevodevilesfrancés.GaspardMONGE:geómetra,principalfundadordelaEscuelaPolitécnica.AntoineETEX: escultor y arquitecto francés.Autor deunode los relieves

del Arco de Triunfo de la plaza de l’Étoile, y de numerosos monumentosfunerarios,géneroenelqueeraparticularmenteapreciado.Autordeunproyectoparaun«monumentoalvapor»para laplazade l’Europe,cercade laestaciónSaint-Lazare.

François Vincent RASPAIL: biólogo y político republicano, exiliado hasta1863.

LouisFrançoisCLAIRVILLE:autordevodeviles,fértilyapreciado.AutorenparticulardeLascampanasdeCorneville.

Adolphe DENNERY: autor fértil de melodramas (Las dos huerfanitas) yadaptadoren1875deLavueltaalmundoenochentadíasdeJulioVerne.

CasimirDELAVIGNE:dramaturgo,autordeLasvísperassicilianas(1819),deMarinoFaliero(1829).

EustacheBÉRAT:autordecancionesfrancés.

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ÉmileSOUVESTRE:literato,novelistayautordramático.ÉdouardPLOUVIER:autordramático.

notes

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Notasapiedepágina:

1.Publicadoen1989enParísporLeCherche-midiÉditeur,conel título:Voyageà reculons enAngleterre et enÉcosse. [Viajemaldito por Inglaterra yEscocia, traduccióndeMaríaJoséGarcíaRipoll,Debate,Madrid,1989.(N.delat.)]

2. Charles Lemire, Jules Verne. 1828-1905. L’Homme. L’Écrivain. LeVoyageur.LeCitoyen.SonŒuvre.SaMémoire.Sesmonuments,París,Berger-Levrault&Cie,1908.

3. Col. Gondolo della Riva, Turín. Carta publicada enUn éditeur et sonsiècle. Pierre-Jules Hetzel (1814-1886), obra colectiva, Saint-Sébastien, ACLÉdition,1988,pp.118-119.

4. Cf. a este respecto la carta de Julio Verne a Hetzel fechada «Sábadonoche» (principios de 1864): «¡Caramba, queridomaestro, necesitaba su cartaparafustigarme![...]Admitidoquesoyunabestiaqueme(sic)tiroelogiosamímismo(sic)porbocademis(sic)personajes.Ahoramismovoyacallarlosdelamejormanera»(BibliothèqueNationale,CorrespondanceVerne-Hetzel, tomoI,ff.7-8).

5.SetratadeundiscursopronunciadoporJulioVerneenlaAcademiadeAmiens el 12 de diciembre de 1875 y publicado en lasMémoires de dichaAcademia(segundotomodelaño1875).Apareciócomoopúsculo,enT.Jeunet,enAmiens,duranteesemismoaño.EstetextosuelecitarsebajoeltítuloAmiensenl’an2000,títuloquesólofiguraenunaediciónde1973.

6. Le mariage de M. Anselme des Tilleuls, publicado en el volumen«Manuscrits Nantais», tomo 3, Le Cherche-midi Éditeur/BibliothèqueMunicipaledeNantes,1991(ediciónprovisional).Vueltoapublicar,tambiénen1991,enPorrentruy,enlasÉditionsdel’Olifant.

7.«Intheyear2889»,cuentoescritoporMichelVerneperofirmadoporsupadre, apareció primero en la revista The Forum de Nueva York (febrero de1889). Este texto, muy probablemente revisado por Julio Verne, se volvió apublicar bajo el título «La journée d’un journaliste américain en 2890», enMémoiresdel’Académied’Amiens (año1890)yenel«Suplémentillustré»delPetitJournal (29 de agosto de 1891).MichelVerne lo recogió en el volumenpóstumodecuentosdeJulioVernetituladoHieretDemain.ContesetNouvelles(París,Hetzel,1910),bajoeltítulo:«AuXXIXsiècle:lajournéed’unjournalisteaméricain en 2889». [Ayer y mañana, Ediciones Orbis, Barcelona, 1987, sinmencióndeltraductor,yLajornadadeunperiodistaamericanoenelaño2889,

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traduccióndeMauroArmiño,EdicionesAltea,Madrid,1988.(N.delat.)]8.Verne se refiereaun tipodediccionariospoéticos, llamadosasípor el

GradusadPamassum,diccionariodeprosodialatina,delsigloXVIII.(N.delat.)9. Competición entre losmejores alumnos de los institutos de enseñanza

media(liceos).(N.delat.)10.Aunqueunelectroimánpuedasoportarunpesode1.000kilogramosal

contacto,sufuerzadeatracciónsiguesiendode100kilogramosaunadistanciade5milímetros.(N.dela.)

11. «Entonces, Pelissier, cuyo destino estaba suspendido en la torre deMalakoff,/esabandonadoporJúpiterenlaciudaddeSebastopol.»

12.Faltaelnombreenelmanuscrito.(N.deleditor.)13.Mantengoestapalabraparamantenertambiéneljuegodepalabrasque

hace Verne en francés. Expedicionario, aquí, significa escribiente, másexactamente «empleado encargado de hacer copias», de acuerdo con ladefinición dada en el Dictionnaire classique universel (Librairie classiqued’EugèneBelin,París,1876),acepciónrecogidatambiénenlaactualidadenlalengua francesa y que en español correspondería a «expedicionero»: «El quetrata de la solicitud y despacho de las expediciones solicitadas en la curiaromana»(DiccionariodelaRealAcademiaEspañola.)(N.delat.)

14.Literalmente:«Por finWagnerbevino.»Comoindicaeleditordeestelibro en el apéndice, se trata de una referenciamaliciosa al verso de BoileauEnfinMalherbevint(finyvint«suenan»igualenfrancés).(N.delat.)

15.Farceaquísignifica«relleno».Dehaberlotraducidohabríadilatadolaobra de ese autor hasta la R, desbaratando las intenciones de Verne. Porsupuesto,todoesteepisodiodelamuertedeDumasporenvenenamientoesunajocosa invención deVerne, como también lo sonmuchas de las otrasmuertesquerelataenestecapítulo.(N.delat.)

16. A vuela pluma, Julio Verne ha olvidado un verbo. Utilizamos apropósitoelverbocaerqueyahautilizadomásarriba.(N.deleditor.)

17.«Undíaparaseñalarconunapiedrablanca.»18.«Notableporelresplandordesublancura.»19.«Meestremezcoalpensarlo.»20.«Guardiándeunmonstruosorebaño.»21. Esta obra fue representada algunos meses más tarde y dio mucho

dinero.(N.dela.)22.Metrodeairecomprimidosinconductor.(N.delat.)23. Véase La vida y las opiniones del caballero Tristram Shandy. Los

sermones de Mr. Yorick. Traducción y notas de Javier Marías, EdicionesAlfaguara,Madrid,1978,pp.279-285.(N.delat.)