parroquia de san eugenio y santa inés valencia rico en misericordia: en este tiempo de adviento...
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Parroquia de san Eugenio y santa Inés Valencia
Tel. 963795306 / [email protected]
www.parroquiasaneugenioysantaines.es
3 de desembre de 2017
Cantos para la celebración:
• Entrada y Corona de Adviento:
Ven, ven, Señor, no tardes… 222
• Ofertorio: Vamos a preparar el camino del
Señor… 213
• Comunión: La Virgen sueña caminos… 116
• Final: Vamos a preparar el camino del
Señor… 213
Oración colecta: Oremos (pausa). Dios, Padre nuestro,
rico en misericordia: en este tiempo de Adviento
ayúdanos a estar atentos y disponibles para escuchar
las voces que nacen de la tierra y de todos quienes
ponen la esperanza en ti, para allanar los caminos que
hagan posible tu venida a nuestro mundo. Te lo pedimos
por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos. Amén.
PROCLAMACIÓ DE LA PARAULA
Lectura del libro de Isaías (Is 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7)
Salmo 79:
Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve
Primera carta del apóstol san Pablo
a los Corintios (1, 3-9)
Evangelio según san Marcos (13, 33-37)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.
Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!».
Oración poscomunión: Oremos (pausa). Te damos
gracias, Padre nuestro, por este tiempo de Adviento
que una vez más nos regalas. Que nos mantengamos
vigilantes y atentos a lo que pasa en nuestro mundo,
para encontrar en él la voz de tu llamada. Te lo
pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
El término Adviento viene del latín “adventus”, que
significa venida. En el año litúrgico el tiempo de Adviento
tiene una duración de cuatro semanas. Este año 2017,
comienza el domingo 3 de diciembre, y se prolonga hasta el
24 de diciembre. Podemos distinguir dos periodos. En el
primero de ellos, aparece con mayor relieve el aspecto
escatológico y se nos orienta hacia la espera de la venida
gloriosa de Cristo. Las lecturas de la misa invitan a vivir la
esperanza en la venida del Señor en todos sus aspectos: su
venida al final de los tiempos, su venida ahora, cada día, y
su venida hace dos mil años.
En el segundo periodo se orienta más directamente
a la preparación de la Navidad. Se nos invita a vivir con más
alegría, porque estamos cerca del cumplimiento de lo que
Dios había prometido. Los evangelios de estos días nos
preparan ya directamente para el nacimiento de Jesús.
Tenemos cuatro semanas en las que cada Evangelio
nos va preparando para la venida del Señor. La primera de
las semanas de Adviento está centrada en la venida del
Señor al final de los tiempos. La liturgia nos invita a estar
en vela, manteniendo una especial actitud de conversión. La
segunda semana nos invita, por medio del Bautista a
«preparar los caminos del Señor»; esto es, a mantener una
actitud de permanente conversión. Jesús sigue
llamándonos, pues la conversión es un camino que se
recorre durante toda la vida. La tercera semana preanuncia
ya la alegría mesiánica, pues ya está cada vez más cerca el
día de la venida del Señor. Finalmente, la cuarta semana ya
nos habla del advenimiento del Hijo de Dios al mundo.
María es figura, central, y su espera es modelo estímulo de
nuestra espera.
En cuanto al resto de las lecturas de las misas
dominicales, las primeras lecturas son tomadas de Isaías y
de los demás profetas que anuncian la Reconciliación de
Dios y, la venida del Mesías. En los tres primeros domingos
se recogen las grandes esperanzas de Israel y en el cuarto,
las promesas más directas del nacimiento de Dios. Los
salmos responsoriales cantan la salvación de Dios que viene;
son plegarias pidiendo su venida y su gracia. Las segundas
lecturas son textos de San Pablo o las demás cartas
apostólicas, que exhortan a vivir en espera de la venida del
Señor.
Una Iglesia despierta / José Antonio Pagola
Jesús está en Jerusalén, sentado en el monte de los Olivos, mirando hacia el Templo y conversando confidencialmente con cuatro discípulos: Pedro, Santiago, Juan y Andrés. Los ve preocupados por saber cuándo llegará el final de los tiempos. A él, por el contrario, le preocupa cómo vivirán sus seguidores cuando ya no lo tengan entre ellos.
Por eso, una vez más, les descubre su inquietud: «Mirad, vivid despiertos». Después, dejando de lado el lenguaje terrorífico de los visionarios apocalípticos, les cuenta una pequeña parábola que ha pasado casi inadvertida entre los cristianos.
«Un señor se fue de viaje y dejó su casa». Pero, antes de ausentarse, «confió a cada uno de sus criados su tarea». Al despedirse solo les insistió en una cosa: «Vigilad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa». Que, cuando venga, no os encuentre dormidos.
El relato sugiere que los seguidores de Jesús formarán una familia. La Iglesia será «la casa de Jesús» que sustituirá a «la casa de Israel». En ella, todos son servidores. No hay señores. Todos vivirán esperando al único Señor de la casa: Jesús, el Cristo. No lo han de olvidar jamás.
En la casa de Jesús nadie ha de permanecer pasivo. Nadie se ha de sentir excluido, sin responsabilidad alguna. Todos somos necesarios. Todos tenemos alguna misión confiada por él. Todos estamos llamados a contribuir a la gran tarea de vivir como Jesús. Él vivió siempre dedicado a servir al reino de Dios.
Los años irán pasando. ¿Se mantendrá vivo el espíritu de Jesús entre los suyos? ¿Seguirán recordando su estilo servicial a los más necesitados y desvalidos? ¿Le seguirán por el camino abierto por él? Su gran preocupación es que su Iglesia se duerma.
Por eso les insiste hasta tres veces: «Vivid despiertos». No es una recomendación a los cuatro discípulos que le están escuchando, sino un mandato a los creyentes de todos los tiempos: «Lo que os digo a vosotros os lo digo a todos: velad».
El rasgo más generalizado de los cristianos que no han abandonado la Iglesia es seguramente la pasividad. Durante siglos hemos educado a los fieles para la sumisión y la obediencia. En la casa de Jesús, solo una minoría se siente hoy con alguna responsabilidad eclesial.
Ha llegado el momento de reaccionar. No podemos seguir aumentando aún más la distancia entre «los que mandan» y «los que obedecen». Es pecado promover el desafecto, la mutua exclusión o la pasividad. Jesús nos quería ver a todos despiertos, activos,
colaborando con lucidez y responsabilidad en su proyecto del reino de Dios.
Recientemente
nuestro párroco
José Vicente y
Jamhsed, sobrino
del Padre Moris,
han viajado a
Lahore (Pakistán).
Desde la iglesia de
Santa María de
esta ciudad, su párroco, el Padre Moris, os saluda a
todos y os envía un fuerte abrazo.
Como colofón de este feliz viaje, el próximo
domingo, la comunidad pakistaní de nuestra
Parroquia participará en la Eucaristía de las 12 horas.
Intenciones de las Eucaristías semanales
Jueves día 7. En sufragio de Encarnación Coira (1r
aniversario)
Viernes día 8. En sufragio de Amado Fuertes (1r
aniversario)
Sábado día 9. En sufragio de Maruja Bayo (2º
aniversario)
Recordamos que la recogida
de alimentos para la Campaña
de Navidad estará en vigor
hasta el domingo día 10 de
diciembre.
El horario de misas del día de la Inmaculada
será como el de los domingos: 10 y 12 horas.