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Vuelvo a Paraguay después de dos años, cuando en agosto de 2006 la Rel-UITA acompañó las gestiones de la vocera y representante de la comunidad de Rincon’í, Ana María Segovia, ante jerarcas de diversos ministerios y despachos judiciales en procura de que se concretara la sentencia penal del caso de “Las semillas de la muerte”, en cuyo esclarecimiento y culminación nuestra Internacional juega un destacado papel. La justicia asoma en el horizonte informe special e e El caso de Las Semillas de la Muerte Paraguay – Delta&Pine

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Vuelvo a Paraguay después de dos años, cuando en agostode 2006 la Rel-UITA acompañó las gestiones de la voceray representante de la comunidad de Rincon’í, Ana María

Segovia, ante jerarcas de diversos ministerios y despachosjudiciales en procura de que se concretara la sentenciapenal del caso de “Las semillas de la muerte”, en cuyoesclarecimiento y culminación nuestra Internacional

juega un destacado papel.

La justicia asomaen el horizonte

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amplia coalición de partidos y personalidades cuya di-versidad es, al mismo tiempo, una fortaleza y una debi-lidad, ya que le permitió alcanzar la primera posición

en los comicios pero su heteroge-neidad puede generarle serias difi-cultades de gobernabilidad.

Coincidimos en que con este nue-vo gobierno tenemos al fin la oportu-nidad de ser escuchados y estable-cemos una pauta de trabajo: en pri-mer lugar entrevistarnos con el doc-tor Augusto González, oriundo dela zona de Ybicuí, a quien en pláti-cas anteriores Ana María le habíasugerido la posibilidad de constituir-se en el abogado oficial de la lu-cha; ahora es el momento de con-cretarlo.

En segundo término, hacer una vi-sita al Juzgado de Ejecución deSentencia N0 1, a cargo de la doc-tora Ana LLanes y del actuarioDiego Escobar, que hace unaño decretó la extinción de lapena para los dos condenados

–Nery Rivas, funcionario de Delta&Pine, y JulioCháves, propietario del terreno contaminado– en vir-tud, dice el texto, de haberse cumplido las condicionesy el plazo de la sentencia. No obstante, aun falta porsaber dónde fueron a parar los 50 mil dólares que entreambos debieron pagar a cambio de la suspensión de lapena de cárcel, así como el propio expediente, que enla última gestión realizada por Ana María en esa sedejudicial el actuario Escobar dio por “desaparecido”.

Hace casi diez años que la transnacional algodoneraestadounidense Delta&Pine, arrojó en un predio de unahectárea y media las 660 toneladas de semillas de al-godón pretratadas con cuatroagrotóxicos y una bacteria mo-dificada en laboratorio, lo queequivale a la aplicación de cua-tro toneladas de químicos agríco-las. Desde entonces, el Ministeriode Salud Pública no llevó siquiera unanalgésico a las víctimas de la conta-minación que está probada desde unpar de meses después de sucedido loshechos.

Ana María me informa que, desgra-ciadamente, las previsiones y adver-tencias que se hicieran desde un prin-cipio acerca de que las consecuen-cias más graves de la contaminaciónse comenzarían a ver a mediano y lar-go plazo están siendo confirmadas porla realidad. “En los últimos años sonnumerosos los casos de cáncer, deenfermedades renales y estomacalesgraves, afecciones en la piel y los hue-sos, en una cantidad que nunca ha-bíamos visto en la zona”, señala.

Otro país, otra esperanza

Invertimos un par de horas en hacer un mapa actualiza-do de la situación y establecer una estrategia que or-dene nuestras gestiones. Un hecho singular tiñe todoel análisis: Fernando Lugo es el nuevo presidente delParaguay, posición a la que llegó encabezando una

Soledad Martínez Stark, de Alter Vida, muestra una de las bolsas que quedaron en el lugar como prueba del crimen.

Una vez más, una grave anomalía en el ámbito judicialinterfiere en la obtención de justicia para la comunidadde Rincon’í. Que el expediente judicial y los 50 mildólares estén “desaparecidos” de forma simultánea nosobliga a admitir fuertes sospechas de que algo o al-guien vinculan ambos hechos.

Paso a paso

Luego de una reunión cordial con el doctor Gonzálezquien aceptó formalmente representar legalmente a losdamnificados por la contaminación, decidimos retomarla pesquisa donde la habíamos dejado la última vez: enel Ministerio de Salud Pública, en cuya cuenta corrien-te, según la sentencia judicial de 2004, debió deposi-tarse el dinero para ser utilizado de forma cogestionadacon la comunidad en la construcción de un dispensariode salud en Rincon’í. En la secretaría personal de laministra de Salud, doctora Esperanza Martínez dePortillo, nos dirigen hacia el director de la AsesoríaJurídica, Jorge Irún, el director general de Desarrollode Servicios de Salud, el doctor Angilberto Paredesy la Dirección de Regiones Sanitarias. También visita-mos la Dirección de Administración y Finanzas y laDirección de Presupuesto. En todas estas dependen-cias encontramos una receptividad inédita ante el caso,y la mayoría de quienes nos recibieron ya había sidoadvertida de nuestra presencia por el despacho de laMinistra.

Surge con total claridad que se abren dos líneas degestiones: una para obtener asistencia inmediata a lacomunidad que se encuentra en situación de emergen-cia desde hace diez años, y otra para ubicar los 50 mil

dólares, piedra angular de la construcción del dispen-sario que asegurará una atención permanente para losdamnificados.

En el Ministerio de Salud nos prometen que en pocassemanas se iniciará una acción directa en Rincon’í,aunque aún no hay precisión acerca de en qué consis-tirá. Asimismo, se inicia la búsqueda en las cuentasdel MSP para ubicar rastros del depósito de los 50 mildólares, si es que tal cosa se concretó. Desgraciada-mente, nos advierten que esa tarea puede llevar un tiem-po ya que se trata probablemente de miles de movi-mientos bancarios en los últimos años. No obstante,se hará el esfuerzo.

Su compromiso social llevó al doctor PabloBalmaceda a realizar un estudio epidemiológico de lazona de Rincon’í en febrero de 1999, cuando el vene-no estaba tan vivo que era difícil respirar aquel aire pes-tilente que parecía estacionado sobre la zona, irritandolos ojos, la garganta, causando mareos y vómitos. Elsacerdote polaco Jorge Palka, el primero en solidari-zarse con las víctimas, le había pedido ayuda para loscontaminados. Ahora continúa participando en las ges-tiones que realizamos en Asunción y nos ayuda a ubi-carnos en la nueva realidad paraguaya.

Los escombrosdel Parque Jurásico

Mientras recorríamos despachos en el MSP estalló unabomba política en el país: un general en actividad, Máxi-mo Díaz, denunció haber sido invitado a participar sinsaberlo en una reunión conspirativa, en la que estaban

8 de mayo de 1999: víctimas y organizaciones solidarias manifiestan en la ciudad de Ybycuí.

presentes el ex general golpista Lino Oviedo, el expresidente Nicanor Duarte Frutos, el Fiscal Generalde la Nación y otras autoridades nacionales civiles. Eltema de la reunión pretendía ser un análisis colectivode la crisis generada en el Congreso por la pretensiónilegal de Duarte Frutos de acceder a un cargo de se-nador, con la clara intención de orquestar el caos des-de esa tribuna. El oficialismo se oponía a ese nombra-miento. La denuncia de la conspiración la realizó elpropio presidente Lugo en un comunicado oficial. Elclima era de tensión y nerviosismo, aunque nadie de-mostraba perder la calma.

Más allá de desmentidos y supuestas contradenunciasde los implicados en la conspiración, la exposiciónpública de sus actos debilitó a los confabulados y eloficialismo derrotó en la votación parlamentaria del díasiguiente a quienes promovían el ingreso de Duarte alSenado, quien finalmente quedó relegado a una posi-ción de senaduría vitalicia y simbólica, como cualquierotro ex presidente del país. El nuevo Paraguay gana-ba una gran batalla y se consolidaba la posiciónoficialista en el Congreso.

La pista judicial

Aunque atentos a las noticias, Ana María y quien es-cribe resolvemos acudir al Juzgado de Sentencia parareclamar con insistencia la “aparición” del expediente.La entrevista con el actuario Escobar es inquietantepor su actitud evasiva, contradictoria y por momentoscompletamente fuera de los carriles judiciales habitua-les. En todo momento asegura no saber nada sobre eldinero de la multa, y hasta sugiere que “alguien delMinisterio de Salud” ha hecho gestiones en el Juzgadopara cobrarlo. Llega a decir, incluso, que el caso estáarchivado, siendo que aún permanece prófugo de la jus-ticia el estadounidense Eric Lorenz, representante deDelta&Pine en Paraguay y principal responsable de

la contaminación. Todos en Rincon’í lo recuerdan diri-giendo la operación de descarga de los camiones car-gados con semillas venenosas. Cuando la cosa se pusofea para él, Lorenz huyó a Estados Unidos con sufamilia. La sentencia penal de 2004 lo declaró formal-mente “en rebeldía”, lo que suspende la prescripción.No es de descartar que nuevas acciones sean empren-didas para lograr su captura internacional. Después depresionar con insistencia, Escobar se compromete a“encontrar” el expediente.

Nos vamos del Juzgado de Sentencia con una profun-da desazón, empezando a sospechar que las huellasdel dinero se pierden allí y no en el MSP. ¿Por qué noestaba ese expediente? Si la multa se había pagado,allí debía constar la documentación que así lo acredita-ra. Empezamos a elaborar la hipótesis de que, justa-mente, ésa es la razón por la que el expediente está“desaparecido”. Quizás alguien “desvió” el depósito yquiere borrar las pruebas. Debíamos encontrar una res-puesta.

Si la multa se había pagado, además del Juzgado deSentencia quien tendría la documentación que lo pro-bara, y también interés en que ello quedara totalmenteclaro, era la contraparte, los condenados, o sea, susabogados. En el estudio de los doctores GustavoGonzález Planás y Luis Bertón Planás nos infor-man que efectivamente disponen de esa documenta-ción, y que gustosamente nos facilitarán una copia en24 horas.

Robo para mí y la corona

Ese mismo día un canal de televisión difunde variassecuencias de “cámaras ocultas” realizadas en el des-pacho del nuevo Director General de Aduanas, quienparticipa en la investigación. En los vídeos exhibidos,varios directores de Aduanas de diversos puertos

8 de mayo de 1999, manifestación en la ciudad de Ybycuí.

paraguayos concurren a “pagar el peaje” habitual, comolo venían haciendo desde siempre. Miles de dólaresson contados delante de las cámaras por los funciona-rios corruptos y entregados al jerarca, quien supuesta-mente debía retirar su parte y continuar la cadena ha-cia “la corona”.

Por primera vez se logra probar la existencia de losfamosos “maletines negros” que llegaban hasta las másaltas jerarquías del país cargados con dólares fruto deevasiones, coimas, defraudaciones y “alquiler” de car-gos públicos “lucrativos”. Casi una veintena de funcio-narios vinculados a esta red de corrupción es deteniday sometida a la justicia como consecuencia de estadenuncia. En la calle, en los taxis, en alguna prensa, lanovedad se saluda con entusiasmo: “¡Ahora sí, se estáhaciendo algo en serio! ¡Al fin se lucha contra la corrup-ción!”, son los comentarios generalizados.

Desde hacía varios días veníamos haciendo gestionespara entrevistarnos con Mirtha Maidana Lugo, sobri-na del Presidente, quien gestiona una Fundación a cuyofrente se encuentra su madre, Mercedes Lugo, queocupa el rol de primera dama del Paraguay. Logramosestablecer contacto telefónico con ella, pero se encuen-tra en Ciudad del Este, la famosa “triple frontera”, y laentrevista sólo será posible en un par de días.

Aprovechando que mi estadía se alarga, al día siguien-te acompaño a Ana María hasta el estudio de losPlanás para recoger la documentación prometida. Ape-nas salimos del elegante local, con el taxi esperandoante nosotros, leemos los documentos con ávidez: enel primero, la jueza Llanes y el actuario Escobar fir-man una solicitud al Banco Nacional de Fomento (BNF)para abrir una cuenta judicial a nombre del expedientede nuestra causa. A continuación, una fotocopiaautenticada del formulario en el cual el BNF acredita laapertura de la cuenta, y el recibo de depósito de los 50mil dólares (200 millones de guaraníes) en esa cuenta,

todo fechado en agosto de 2006. En la última hoja, unaño después del depósito, los abogados Planás solici-tan a la jueza Llanes la extinción de la pena para susdefendidos, medida que obtendrían apenas unos díasdespués.

No hay mejor defensaque un buen ataque

Las conclusiones caen una tras otra como las fichasdel taxi que corre por Asunción: vamos al encuentrode la jueza Llanes. Según los documentos ahora ennuestro poder, el dinero está depositado en esa cuenta¡desde hace dos años! El mismo tiempo que lleva AnaMaría tratando de acceder infructuosamente al expe-diente, siempre detenida y confundida por informacio-nes “erróneas” y misteriosas “desapariciones”. Esto nose compadece con las explicaciones y sugerenciashechas por el actuario Escobar, el MSP nunca recibióel dinero y, por tanto, la sentencia no se habría cabal-mente cumplido. Tal vez la consecuencia de ello debie-ra ser la anulación de la extinción de la pena de losacusados, que sólo puede dictarse si corrieron los pla-zos y se cumplieron todas las condiciones estableci-das

Después de mucha insistencia ante su secretaria, lo-gramos que la jueza Llanes nos reciba. Cuando ubicaexactamente el caso que nos trae pide inmediatamen-te la presencia del actuario Escobar. La tensión au-menta a medida que vamos deshojando la documenta-ción que acabamos de recibir. Llanes no está prepara-da para enfrentarse a esta sorpresiva “resurrección” delcaso y echa mano del autoritarismo para reprimir nues-tros cuestionamientos. Finalmente patea el tablero yme expulsa del Juzgado, mientras amenaza con man-darme a prisión y protesta por “el atrevimiento de esteextranjero”. Cuando quedan a solas con Ana María leadvierten que debe cuidarse des “estas personas que

8 de mayo de 1999, manifestación en la ciudad de Ybycuí.

vienen de afuera y te llevan a la prensa con quién sabequé intereses”. La jueza Llanes sugiere que no quisie-ron depositar el dinero en una cuenta del MSP temien-do que “se esfumara” y le propone a Ana María quecomience las gestiones para la construcción del dis-pensario, y que a medida que se necesite ella le iráaportando los fondos. Un procedimiento muy poco or-todoxo, sin duda, pero ya nada sorprende en este caso.

El corazón abierto

No tenemos mucho tiempo para reconstruir el episo-dio, porque una hora después está marcada la cita conMirtha Maidana Lugo en la residencia presidencial,conocida como Mburuvicha Roga (en guaraní, casadel comandante), adonde acudimos junto al doctorPablo Balmaceda. La señora Mirtha, una joven mu-jer llena de calma energía, nos recibe en su despacho.Escucha con atención el relato de Ana María Segovia,los datos esenciales del caso, de la lucha de la comu-nidad, de la angustiante situación de salud que viveRincon’í. El doctor Balmaceda es más específicosobre las necesidades sanitarias y las posibles accio-nes inmediatas.

Mirtha Maidana explica que conoce el caso, y asegu-ra que se compromete a hacer lo que esté a su alcan-ce para que logremos los objetivos: el proyecto sanita-rio y el programa de acción social para Rincon’í. “Aeste caso le daré un seguimiento personal”, asegura,dándonos la sensación de que, por fin, se nos ha escu-chado también con el corazón.

Al abandonar Mburuvicha Roga los tres nos unimosen un abrazo prolongado y silencioso, sintiendo que esmuy posible que los diez años de soledad y abandonohayan terminado y empiece una nueva etapa. No todoestá ya obtenido, pero el camino está abierto hacia lasrealizaciones por las que tanto se ha luchado.

Esa noche la selección de Paraguay vence a la deVenezuela 2-0 por las eliminatorias hacia el Mundialde Sudáfrica. En Asunción se escuchan petardos hastala madrugada. El pueblo festeja, se distiende, sonríefeliz y satisfecho. Es un partido de fútbol, nada másque eso, pero son muchos los que también saben quese está jugando otro partido, que durante los próximosaños en Paraguay se juega el partido de la dignidad,de la justicia, de la honestidad, de la libertad y la sobe-ranía. Falta mucho, pero ya comenzó.

En Asunción, Carlos AmorínRel-UITA

Setiembre de 2008