palo negro ayer y hoy cronicas de su vivir sencillo

Palo Negro ayer y hoy Nuevo tamaño 20/10/06 17:40 Página 1

P E D R O R U I Z

Palo Negroayer y hoy

Crónicas de su vivir sencillo

CARACAS, 2006


Referirse a la Historia en singular y con mayúscula implica creer en el carácterabsoluto de un único discurso. La historia no es una sola, es más bien un tejidoprofuso de múltiples historias, diversas miradas acerca del mundo y la cultura queconstituyen el patrimonio más rico de la humanidad: sus memorias, en plural ysin mayúsculas.

La C o l e c c i ó nhistorias invita a leer la diversidad, la compleja polifonía de lugares,tiempos y experiencias que nos conforman, a partir de textos clásicos, contemporáneose inéditos, de autores venezolanos y extranjeros.

Las historias universal, latinoamericana, venezolana, regional y local seenlazan en esta Colección construyendo un panorama dinámico y alternativo quenos presenta las variadas maneras de entendernos en conjunto. Invitamos a todoslos lectores a buscar en estas páginas tanto la rigurosidad crítica de textos especia-lizados como la transparencia de voces vívidas y cálidas


1ª Edición Editorial Miranda, 1993©Fundación Editorial el perro y la rana, 2006© Pedro RuizAv. Panteón. Foro Libertador.Edif. Archivo General de la Nación, planta baja,Caracas –Venezuela, 1010.Telf.: (58-0212) 564 24 69Telefax: (58-0212) 564 14 11

Correos electrónicos:[email protected]@ministeriodelacultura.gob.ve

Depósito legal lf40220069003239ISBN 980-396-279-5

Diseño de la colección:David Herrera

Fotografía de la portada:Archivo Fundación Editorial el perro y la rana


Buscandodónde enraizar


Bajo la tutela del lago de Tacarigua se forjó la vida humana aquí en el valle.Abundan los enigmas sobre los primeros pobladores que habitaron en sus orillas.Por la revelación de las excavaciones es lógico suponer que en torno a esa maravillade la naturaleza se configuró la vida del poblador primigenio. Los antiguos viajerosdejaron testimonios de su asombro y a partir de sus crónicas comenzó todo empeñohumano por develar la larga noche del pasado. El tema ha sido explorado y conti-nuará explorándose, pues tal como afirman juiciosos investigadores, resulta torpearribar a conclusiones definitivas.

Los primeros conuqueros y artesanos

Cuando el 24 de diciembre de 1547 Juan de Villegas divisa el lago de Tacarigua,en la región moraban pueblos de agricultores. La ignorancia del conquistador y elrápido exterminio a que fueron sometidos nuestros pueblos aniquilaron formas devida. Sin embargo, a la luz de las excavaciones, se ha podido comprobar que cadapueblo había llegado al conocimiento de técnicas agrícolas, artes y oficios que hoy,a fines del siglo XX, siguen aprendiéndose, testimoniando las acertadas palabrasdel padre Juan Bartolomé de Las Casas, al señalar que “todo linaje de los hombreses uno” y “ninguno nace enseñado”.

Gaspar Marcano al referirse a los indígenas que poblaron estas tierras, señalaque:

Las tribus que habitaban las orilla del Lago son las más desconocidas. Se han situadolos araguas y los tacariguas, al norte; al oeste, los ajaguas; al sur, los mucarios y mere-gotos. Estos últimos se habían establecido específicamente sobre las orillas del ríoAragua y sobre el llano de Guaracarima. No hay que darle mucha importancia a estasclasificaciones hechas para una misma tribu y de las cuales han abusado mucho los etnó-grafos, particularmente en América(1).

Al mismo autor debemos esta descripción de los descubrimientos arqueológicoshechos en 1886 por su hermano Vicente Marcano en tierras que estuvieron bajolas aguas del lago y que forman hoy parte del municipio Libertador.

Sobre una gran extensión de la zona ribereña, que se puede fijar provisional-mente entre Magdalena y Turmero, existen colinas de dimensiones variables, consi-deradas por los habitantes de la localidad como accidentes naturales del terreno.Se les da el nombre de Cerritos. Algunas han sido destruidas por las exigencias dela agricultura; sobre otras han levantado propiedades (Tocorón, La Quinta).Afortunadamente, en gran número han sido respetadas. Más de cincuenta estánintactas; veinte han sido completamente removidas por el explorador. Es en La

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Mata, entre el pueblo de Santa Cruz y el lago, a cinco mil metros de la orillaactual, donde se encuentra el mayor número.

En la opinión del investigador, dichos cerritos, “ocupan el lugar de los anti-guos indios meregotos”(2).

Miguel Acosta Saignes, eminente antropólogo aragüeño define como áreacultural Caribe desde Paria hasta Borburata. Incluye a Aragua dentro de esa áreay anota: “Es preciso considerar tres sub-áreas: de los cumanagotos, de los palen-ques y de los caracas”(3).

Ampliando sus observaciones señala que los ciparicotos, quienes poblaron losvalles de Aragua: “Aparecen como una inclusión entre los pueblos caquetíos.Pueden haber sido una avanzada de caribes que resultó aislada por factores quedesconocemos”(4).

La doctora Enriqueta Peñalver, quien desarrolla investigaciones en la cuencadel lago desde los años sesenta, por su parte afirma que:

Es una zona que ha tenido influencia antillana por la costa caribeña, del área amazó-nica por su anterior contacto con la cuenca del Orinoco y por la zona arawaca, por lascostas colombianas. Migraciones americanas que se desplazaban hacia las costas delCaribe recorriendo el norte de Venezuela y Colombia, dejando sus rasgos más impor-tantes(5).

Según la misma autora, las más antiguas penetraciones culturales datan decuatro mil quinientos a cinco mil años, y la más reciente de origen Arawak de milseiscientos a mil ochocientos años antes de nuestra era.

Esa confluencia de culturas prehispánicas que habitaron la cuenca del lago dejómuestras de sus conocimientos en alfarería, joyería y la agricultura fundamentalde la Venezuela actual. Eran animistas y la trilogía agua-tierra-fuego común entodas las culturas del mundo está presente en la cerámica y otros objetos.

En las culturas que existieron en el Lago de Tacarigua encontramos gran variedad defiguras elaboradas en cerámica, que fácilmente se identifican con cualquiera de esoselementos. Una de estas representaciones es la diosa de las Aguas y de la Tierra, cono-cida como la “Diosa de Tacarigua”. Esta deidad adquiere características variadísimas:se representa algunas veces en figuras amables con características de infantes donde seobserva fácilmente la deformación craneal tabular oblicua que la cultura practicaba.Otras deidades relacionadas con el fenómeno de las aguas lo encontramos en las repre-sentaciones de la fauna silvestre, que abunda en el área, así como también las avescanoras y acuáticas que aún viven a pesar del deterioro de la cuenca; tales como: elpato azul o Güirirí, la garza blanca, la baba, cocodrilos, el sapo, rana, etc., todos

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ellos eran sagrados y de su existencia dependía la supervivencia de la cultura delgrupo(6).

En torno al tema, la antropóloga Erika Wagner agrega que:

Alrededor de 700 a 800 años después de Cristo aparecen en el récord arqueoló-gico, nuevos elementos en la región, y la invasión de otros pobladores de la zonase evidencia por la presencia de vasijas, efigies con incisiones rectilíneas y adornoszoomorfos en forma de murciélagos, monos y sapos. Las viviendas de esta épocason palafíticas(7).

De modo que podemos afirmar que los primeros conuqueros y artesanosde Aragua fueron los antiguos pobladores. Presencia y resistencia ha tenidosu cultura durante todos estos siglos. Cualquier duda la puede despejar unviejo palonegrense al hablar de su conuco, de su tinaja o de su taparita.

El lago en la mira de los viajeros

Muchos de los viajeros que a través de los siglos avistaron el lago, deci-dieron narrar esa experiencia. Los hubo aventureros, historiadores y tambiéncientíficos como Alejandro de Humboldt, quien le dedica un capítulo de suViaje a las regiones equinocciales del nuevo continente.

En el acta levantada aquel 24 de diciembre de 1547 el escribano Franciscode San Juan refiere la actitud solemne de Juan de Villegas:

Llegó a la rivera del agua de la laguna y cogió agua de ella y con una espada cortóramos y se paseó por la rivera de la dicha laguna e otras partes e mandó poner epuso junto a la dicha laguna una cruz de madera incada en el suelo lo qual todolo dixo que hacia e hisso en señal de poseción(8).

José de Oviedo y Baños, autor del primer texto de Historia de Venezuela,publicado en 1723, narró así su encuentro:

Fórmase el monstruoso cuerpo de este lago de las aguas de catorce ríos, que conti-nuamente le están tributando sus corrientes; críanse en él unas hojas anchas sobreel agua, que con las raíces se van entretejiendo unas con otras, y con las hoja-rascas de los árboles, la tierra y palazón que traen los ríos con sus crecientes yavenidas se van incorporando poco a poco, y crecen de manera que se forma unconjunto de dos o tres varas de grueso y más de treinta y cuarenta de largo, tanfirme y unido uno a otro, que en la superficie se crían árboles pequeños, y a vecesalgo grandes, según la disposición de la materia, y agitadas del viento a todaspartes parecen islas móviles de aquel piélago, o fluctuantes pensiles de aquelmar(9).

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El naturalista Alejandro de Humboldt además de develarnos los misterios cientí-ficos del lago, habla de la celebridad de sus bellezas. Lo compara con los lugares másbellos de la tierra y concluye nostálgico:

Lo que habla a nuestra alma, lo que nos causa emociones tan profundas y tan variadas,evade nuestras mediciones tanto como las formas del lenguaje. Cuando se sienten a lo vivolas bellezas de la naturaleza, se teme embotar esa fruición comparando aspectos de dife-rente carácter(10).

El científico alemán es quien devela las razones del descenso del lago. Señala entreotras causas, la evaporización y concluye con una sentencia hasta ahora no escuchada:“Derribando los árboles que cubren las cimas de los montes, los hombres bajo todoslos climas, preparan a las futuras generaciones dos calamidades a un mismo tiempo:falta de combustible y escasez de agua”(11).

A Humboldt, le precedieron el cronista francés Francisco Depons, quien llegó aVenezuela en 1801 y el naturalista de la misma nacionalidad, Jean BaptisteBoussingault, quien visita el lago en 1823. El primero se hizo eco de la versión de losaragüeños de la época, según la cual el lago tenía un canal subterráneo por el cual susaguas iban a dar a la mar. El segundo se encuentra con una situación alarmante. Ellago no sólo había dejado de bajar, sino que sus aguas cubrían nuevamente las llamadasislas Nuevas Aparecidas que describe Humboldt. Concluye el viajero que el lago habíaaumentado el volumen de sus aguas por el abandono de la agricultura en sus orillas araíz de la Guerra de Independencia. Las observaciones de Boussingault hechas en sulibro Los estudios sobre el lago de Valencia, son poco conocidas porque sus memoriasfueron quemadas por orden del Ministerio de Educación de Venezuela, en 1949.Augusto Mijares consideró ofensas al Libertador algunas de las afirmaciones del inves-tigador, quien además de sus observaciones científicas denigra de Páez, Bolívar yManuelita Sáenz, según afirma el escritor Javier Ayala Buroz.

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BUSCANDO DÓNDE ENRAIZAR

Si concebimos la fundación de un pueblo de acuerdo con las normas de laconquista, según las cuales antes de proceder a edificar “bajo la lumbre de la espadase sembraba un rollo de madera, en lo que iba a ser el corazón de la urbe, y sobreél daba tres golpes el capitán poblador y declaraba solemnemente su compromisode poblar y defender la ciudad naciente en nombre del rey”(12), procediéndoseluego a la fijación del sitio para ayuntamiento, plaza, iglesia y demás instituciones,pudiéramos afirmar que Palo Negro es bastante joven, y que en pocos años se haafirmado en la geografía aragüeña por la laboriosidad de sus pobladores, pues estasformalidades aquí son de reciente data.

Sin embargo, muchas de esas fundaciones fueron cosa de fábula. Fabuladoresfueron los conquistadores que primero soñaban el pueblo que fundaban, y asítenemos pueblos que como San Sebastián de los Reyes en Aragua, hubo de vagardurante casi un siglo ostentando el título de ciudad pero sin que los hijos vieranenvejecer los muros que forjaban. Otros ejemplos son Cumaná, Mérida, Barinas,Santo Tomás de Guayana y Trujillo, al cual le dieron el nombre de “ciudad portátil”porque siete veces fue mudada. Sobra decir, que antes de asentarse en el lugar defi-nitivo dichas localidades sólo eran proyectos en la imaginación febril de losconquistadores.

De manera que, a riesgo de lindar nosotros con la fábula, digamos que PaloNegro es el resultado de distintos poblamientos que hubo en las orillas del lago deTacarigua, de los cuales algunos estuvieron ubicados en el área que hoy conformael municipio Libertador.

En efecto, en las tierras que formaban parte de la posesión de los indígenas deTurmero y de las plantaciones de tabaco del Rey en el siglo XVIII, se formaronvarios centros poblados que llevaron el nombre de los estancos de tabaco.

Precisamente La Quinta, en virtud de su altísima población y muy extensa en cuantoa territorio, fue elevada a la categoría de Parroquia Civil el 29 de noviembre de 1848,por la naciente Legislatura Provincial de Aragua, a la cual se le dio autonomía en febrerode ese año. Los límites de la Parroquia nueva, a la cual se le dio el nombre de Bolívar,tenía como límite, al Este: una línea norte- sur, tirada desde la punta de Bejuco, en lamargen de Caño Aparo, hasta El Charal, lindero norte, por lo cual el sitio de Palo Negroentraba a formar parte en 1848, de la jurisdicción de la Parroquia Bolívar, hasta sudesaparición acabada por las guerras civiles, tal vez en la séptima década de este siglo(13).

Sin duda, las guerras y las enfermedades que diezmaron numerosas poblacionesdel país, condujeron a la desaparición de esas comunidades. Tal fue el caso del LaQuinta, que llegó a tener, según el censo de 1891, noventa y ocho casas y cuatro-cientos ochenta pobladores, juez de paz y síndico parroquial.

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No es arriesgado afirmar que el cólera asiático que se extiende por Aragua apartir de 1854 tuvo que ver con el perecimiento de esos centros poblados: “Enlos campos de Guaruto, Coropo, Camburito, Avispero, La Quinta, y Magdalenohan sido horrorosos los estragos que ha hecho, lo mismo que en el pueblo de SantaCruz”, escribió el 20 de septiembre de 1855 el Dr. Mariano de Briceño.

De manera que a la suma de estas calamidades y otras situaciones que irán aflo-rando en el futuro, se debió el nacimiento de pequeños núcleos como La Culebra,El Atascoso, Las Vegas y Palo Negro.

Pero no se crea —apunta Paúl Rivas— que resultó fácil la preservación de estas tierrasy el posterior establecimiento del vecindario Palo Negro. Las leyes de “resguardo deindígenas” del siglo pasado, otorgaron protección a los nativos de estos sitios; mas otraLey, la de “Libertad de Contratos” (1834), promovió entre muchos hacendados deTurmero, Santa Cruz y Cagua, una serie de litigios cuando éstos pretendieron la auto-ridad de “representar” y “proteger” los parcelamientos que por derechos naturalestenían los campesinos. El conferimiento de pequeños títulos de propiedad en 1838 y39, en el Cantón Turmero, incentivó todavía más la codicia hacendista. A cada ratouna compraventa irregular; un préstamo o un trueque, negocios todos fraudulentos,siempre en detrimento y ruina de los indígenas de por aquí(14).

Del nombre y la afirmación del pueblo

En documentos que datan de 1852 aparece el nombre de Palo Negro, se tratadel juicio que promueve el general José Marcos Escalona, “quien desde 1939intentó protocolizar un conjunto de terrenos constantes de unas doscientasfanegas colombianas (aproximadamente treinta hectáreas). Rivas ubica losterrenos denominados Palo Negro como los que mucho más tarde llamarían LaCroquera”.

Ha sido la tradición oral y los testimonios de viejos pobladores los que hanpermitido afirmar a quienes han escrito sobre el tema, que el nombre de PaloNegro proviene de un árbol quemado que se convirtió en punto de referencia paralos viajeros y quienes habitaban en sus alrededores. El profesor Emiliano Matute,quien lo ubica “en la parte noroeste (donde se encuentra la torre de control de laBase Aérea Libertador)”, afirma que era un árbol de María. Rivas en interpreta-ción más libre señala que: “…muy bien pudo ser un samán, una ceiba o un camo-ruco, robustos árboles propios de la región”.

El censo de 1891 determina que el sitio de Palo Negro cuenta con treinta casasy ciento sesenta y cuatro habitantes. La Atascosa, llamada también Atascoso,ochenta y cinco casas y trescientos doce pobladores. La Culebra veintiuna casas,ciento sesenta y cuatro habitantes. Este último lugar fue escenario de una batallael 22 de febrero de 1847, entre la gente de Ezequiel Zamora y las tropas de Páez.

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Desconocemos los acontecimientos que ocurrieron en la última década del siglopasado, pero si nos atenemos a la descripción que hace el acucioso investigadorCarlos Blanco Galeno, autor del primer libro sobre Palo Negro, del vecindario decomienzo de siglo tenemos que: “…apenas contaba de diez casas así: tres en el sitiode Culebra-Abajo, una en Culebra-Arriba, dos al lado del callejón de La Croquera,(flanco norte del poblado hoy), una en La Atascosa y tres en el centro”(15). Debemosconcluir que el vecindario en la última década del pasado siglo había decaído.

Sin embargo, el mismo autor en párrafo siguiente, afirma que:

Para los años de 1904 a 1905, vencida la revolución del General Matos, los pobladoresde Palo Negro eran ya numerosos, contándose, entre los principales, los siguientes:señores Teniente Elías González, Don Segundo (general de la Federación), Lucas Blanco,Jesús Navas, Pedro López, Sebastián Vital, Nicomedes Gutiérrez, Don Vicente Deus,Ignacio Deus, Tomás Olmedo, Víctor Parisca, Avelino Tarazón, Don Cleto PérezTarazón, Miguel Carrillo y Lorenzo Peña, todos estos de importantes antecedentes en lagloriosa historia del Partido Liberal, portaestandarte de la democracia venezolana yhombres honrados y cultivadores del cielo aragüeño(16).

El pueblo se organiza

Al espíritu de independencia de los palonegrenses se debe la consolidación delpueblo y posterior erección del Municipio. El 5 de julio de 1910 tiene doble signi-ficado histórico en la comarca, pues a partir de esa fecha se inicia la organizaciónurbana. Correspondió al señor José María Salazar, para entonces comisario, instalarla primera casa de policía en la hoy calle Gran Democracia, cruce con Girardot. Asolicitud de los vecinos y exigencias del jefe civil de Santa Cruz, Andrés PachecoMiranda y José María Salazar se aprueba, en la sesión del 2 de mayo, la construc-ción del matadero.

En cuanto al trazado de la primera calle, leamos lo que nos dice Blanco Galeno:

para principios del año 1910, Palo Negro sólo contaba con tres callejones: el de LaCroquera en el flanco norte; el que empalmaba con el camino de La Quinta y el quepartiendo de la casa Irumbera, pasaba por el flanco norte de la plaza y se enrumba aSanta Cruz; mas, el día 5 de julio de este mismo año, los señores José María Salazar yJuan Bautista Maury, como patriótica consagración de esta clásica fecha, hicieron eltrazado de la primera calle, hoy la paralela principal, continuándose después la razga-dura de las otras calles en orientaciones precisas de Norte a Sur y de Este a Oeste(17).

La inauguración de la plaza la narra así el profesor Matute:

El 3 de mayo de 1903, Eduviges Cróquer, Emilio Rivas y Nicomedes Vanesca trazanla plaza, que al recorrer de los años sería la Plaza Bolívar, la cual fue inaugurada el 31

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del mismo mes. La plaza tenía como monumento una capilla en cuyo centro había unagran cruz, hecha con el aro de una carreta, por un herrero a quien apodaban PanchoVilla; su inauguración fue grandiosa, pues por primera vez, tocaba una orquesta deinstrumentos de vientos, que se recuerda como la mejor de su época.

En 1913, ya enrumbado el pueblo hacia su consolidación definitiva, se fundala primera escuela pública. Correspondió a la maestra Juana de Larrazábal tanhonrosa responsabilidad. Más tarde el señor Francisco Viermas crea una escuelaparticular que cumplió una gran función pedagógica en el pueblo naciente. Así sefue configurando el pueblo que el 23 de febrero de 1936 se erigió como municipioforáneo, y cuyos hechos nos narra en este mismo libro el señor Esteban Puerta, unode sus protagonistas.

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Hablacon su sombra, con la tarde y con la tierra

Don Guillermo Díaz


De la tierra viene su mirada, la escucha y habla con ella. Los ramajes de supatio son sombra y medicina para el que llega. Desde hace más de medio sigloinstaló la bondad en su pulpería, y en las tardes cuando se hacen muchachos losrecuerdos, escribe Sentado en la piedra, obra donde evoca la ruralidad degañanes con la elocuencia de narrador nato.

Don Guillermo Antonio Díaz es historia de ayer y de hoy en Palo Negro.Hombre de obrar sencillo, labriego ha sido del bienestar común, por eso cuandohabla de su pueblo se apasiona. “Hora no es la que trabaja, es el hombre quiense mueve”, me dijo, convidándome a sentarme. Me nombró amigo y comenzóa labrar una conversa larga…

—Estas calles que usted ve así, en mi infancia eran guaratarales. Cada vecinolimpiaba media calle porque la escardilla formaba parte de la casa, no ve quetodos éramos conuqueros. Aquí en Santa Elena donde yo vivo había cuatro ocinco vecinos por cada manzana. Entre otros, Lucrecia Díaz, María Coronadoy las familias Veloz, Puerta, Aguiar, Blanco y Bermejo. Como le digo, cada solarestaba sembrado de ñame, maíz, lima, linaza, yuca, cerezo, merey, naranja yotros frutos, menos el aguacate porque no cargaba.

Un nieto de don Guillermo se incorpora y el viejo hermosea la conversa yreflexiona frente al niño:

—A todos nos gusta comer y todo lo que comemos viene de la tierra. Nohay otra fuente de recursos posible como esa madre generosa y buena que es latierra. Necesario es cuidarla, protegerla, si la dejamos enflaquecer, el hombretambién enflaquece.

Cuánta sabiduría en sus reflexiones, cuánta creación se advierte en sus pala-bras. La hondura del poblador le hace maestro y así le llama el pueblo que lotiene como uno de sus mejores ejemplos. Las palabras del abuelo encantan alnieto que olvida su bicicleta por un rato.

—En este vecindario a las siete de la noche ya estábamos durmiendo, demodo que a las cuatro de la madrugada nos íbamos al campo. Yo desde pequeñotenía mi conuquito. De allá traía maíz, verdolaga para los cochinos o leña queera el combustible que usábamos. Cuando no era así cargábamos el agua ovendía cazabe que fue el primer negocio que hice. La torta era a cuartillo, y unalocha en el bolsillo de un muchacho era una gran alegría pues con ese cuartilloalgo se traía a la casa.

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La escuela: remendado pero limpio

Hebras del corazón, las palabras de don Guillermo Díaz tejen recuerdos. Nosasomábamos a la escuela, la tarde se va haciendo cuaderno…

—A los ocho años mi tía que fue madre y padre porque murieron ambos antesde yo meter sus rostros en mis recuerdos, me puso en la escuela, era una casitahumilde como casi todas la del pueblo, donde está ahora el abasto “La Lucha”. Erael año 1926 y yo había cumplido los ocho años. Allí don Julio Santos nos enseñóa leer y a escribir. Claro que ya otro maestro había iniciado la educación en elpueblo, creo que fue don Vicente Alvarado. Conmigo estudiaban, entre otros, Juany Pascualito Nava, Pedro Nolasco, Bertilio Sánchez y Pablo y Ricardo Aguirre. Miprimera maestra fue misia Trina de Martínez, luego hubo otras como la señora delinspector de policía. En cualquier casita podía estar la escuela. Los maestros nosdecían: pueden venir remendados con tal que venga limpios. No había grados,había grupos hasta el número seis. Yo avancé hasta el cinco, ya tenía trece años yera el jefe de esta casa. Eran tres días para la escuela y tres días para el trabajo.Recuerdo que decidí retirarme porque en un examen en el Teatro Palo Negroconfundí ascienda con hacienda. Otros sí llegaron hasta el sexto grupo y los quetuvieron más suerte fueron a El Mácaro donde nos nivelaban. Más tarde cuandoLópez Contreras fomentó las escuelas de adultos, volvimos otra vez y le echamosotro chispazo porque era en la noche. Recuerdo a mis compañeros de ese tiempo:Carlos Nieves, Salomón Vásquez, Antonio José Valera y Roselino Solórzano. LópezContreras le abrió los sentidos al ciudadano y fueron cambiando las costumbres yformas de vestir. Los que podían iban a Maracay y se mandaban a hacer su traje.

De conuqueros, vegueros, peseros y pulperos

Hechura de la tierra es Palo Negro, los antiguos pobladores dejaron hondahuella siglos antes de que la tierra que contamos tuviera nombre de árbol oscuro,cercas y dueños. Quedó el hombre que como don Guillermo “habla con su sombra,con la tarde y con la tierra”.

—Fuimos un pueblo de conuqueros, vegueros, peseros y pulperos. La agricul-tura no fue pan para un rato porque en torno a ella se hizo el pueblo. Hubo genteque tenía grandes vaqueras como la del coronel Sánchez en lo que hoy es el cemen-terio, las vaqueras Gorrineras, hoy Mamón Macho; La Croquera, donde nacióTeófilo Olmedo; La Cobera, de don Gregorio Cobo, frente a lo que es hoy LosHornos, pura vaca araguata era lo que tenía, estaba también La Martinera de donJuan Martínez.

—De conuqueros estaba hecho el pueblo, hombres de campo y plaza como donJosé María Salazar, Juan Machado, los hermanos Tesorero, Blas Guzmán, TrifónBlanco, Felipe Carruido, Julián Solórzano, Rufo Aguiar, quien me enseñó a

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trabajar, y los hermanos José De La Cruz y Salvador Aguirre a quienes gané miprimer sueldo: dos bolívares diarios trabajando como un hombre a los trece años.

Si alguien recuerda con precisión las viejas pulperías palonegrenses ese es donGuillermo. No se había alargado el pantalón y ya andaba entre pesas y pulperosganando el pan de la casa.

—Uno de mis primeros oficios era el que hacía todos los domingos. Fui tal vezel primer repartidor de carne. El señor Juan Bermejo tenía su pesa en lo que es hoycalle Bolívar y Zamora y yo salía de allí a repartir la carne a las pulperías. A cadapulpero se le llevaban dos kilos de carne y dos de hueso y ellos despachaban desdemedio kilo, yo me ganaba la carne para mi sancocho del domingo. Eran clientesfijos: Luis Ovalles, que tenía su pulpería donde queda hoy El Gran Demócrata;Elías Cardozo, en el centro de lo que es hoy calle Campo Elías con Ribas Dávila;Natividad Ramos en la hoy Campo Elías con Bolívar; Francisco González en loque es hoy Páez con Paramaconi.

Hombre joven sobre la tierra joven, don Guillermo vivía un domingo muyparticular:

—Con mi cajoncito iba dejando a cada pulpero su pedido, así de la plaza haciaarriba me tocaban los señores Martín Reyes, hoy calle Bolívar cruce con Miranda;Salvador Aguirre en la Bolívar con Salom. Seguía entonces Víctor Tarazón quetenía una pulpería de puerta-ventana. Subía por lo que es hoy la calle Ricaurte hastadonde el señor Juan González y llegaba luego a la pulpería de puerta-ventana deFélix Flores en la hoy Ricaurte con el pasaje Sánchez García. Media cuadra haciaarriba estaba el señor Castro también con una pulpería puerta-ventana. Detrás dela Ceiba, hoy esquina Bolívar con Arismendi estaba Francisco Reyes quien tambiénera cliente fijo.

Del nombre, posadas y boticas

Por los arbolados caminos que conducían a Palo Negro pocos viajeros transi-taban, y muchos menos eran los que regresaban. El pueblo siempre fue campoabierto para el que buscando dónde enraizar se asomaba a la ancha comarca. Esocuenta don Guillermo para entrar en el nombre que como todo lo humanotambién pertenece al mundo de las fábulas.

—Aquí llegaban vendedores, gente que se ganaba la vida con oficios humildes.Había un panadero de Cagua que pasaba por Santa Cruz, allá le preguntaban: ¿paradónde va paisano?, y el respondía: de aquí voy a Palo Negro. El decía Palo Negroporque, quizás, en lo que hoy es el centro del pueblo estaba un tronco quemado.Más tarde dieron por cambiarle el nombre por Campo Elías, pero no fue posible,el pueblo ya le había puesto nombre vegetal a su morada. De su fundación se dice

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que fue poblado a principios de siglo, pero según contaban los más viejos, añosantes ya tenía sus conucos.

Para el viajero empolvado y sediento un corredor es bálsamo y puerta hacianuevas geografías. Refiere nuestro entrevistado que en aquellos años de infancia yaPalo Negro tenía posada.

—La única posada que recuerdo de aquellos viejos tiempos de mi mocedad erala de Juana Cubiano de Vásquez, esposa de Bernabé Vásquez, allí vi llegar a muchosviajeros que más tarde terminaron asentándose, tal vez aquí estaba su destino espe-rándolos. Esa posada estaba en la hoy calle Campo Elías a media cuadra de la plaza.

Boticarios hubo y de los que al mismo tiempo fueron médicos, paños delágrimas para un pueblo pobre.

—La botica estaba en la casa propiedad del señor musiú José Borett, donde estáactualmente el Banco de Venezuela, se iba uno y venía otro. Recuerdo a los señoresOlivares, Rafael, Manuel y Félix, Domingo y luego Erasmo Tabasca, con quien estepueblo está en deuda eterna por su conocimiento, su bondad y su entrega a aliviarlas penas de quien lo necesitaba

Don Guillermo sigue atando recuerdos y por el camino de los boticariosllegamos a otro personaje que no olvida. Se trata del señor Esteban Martínez, él nopreparaba pócimas ni curaba enfermedades porque su oficio era matar pollos ybautizar los lugares. Pero por si acaso, don Guillermo sí cura y a eso vamos…

De ensalmos, culebrillas y mal de ojo

Por boca de don Guillermo habla la sabiduría de la tierra. Una heredad antiguaes su conocimiento. No olvidemos que en Palo Negro respiran las huellas de lacultura indígena que pobló nuestro lago. Él es el entendido, el que juntando variasyerbas medicinales del patio alivia los males del poblador humilde, sea este niño oviejo. Ya lo sabíamos pues el viejo poblador tiene fama de médico vegetal que sanalas almas, y en Sentado en la piedra abundan las recetas. Cada una de las tardes quelo visitamos, don Guillermo tuvo que suspender la conversa para atender a distintasmujeres, que con sus niños a cuestas, llegaban en busca de alivio. En nuestra presenciarecorrió el patio, seleccionó las plantas, ordenó las tomas y finalmente ensalmó a lacriatura. Desde hace veinticinco años ese es uno de sus oficios. Es un don natural, nosdijo. Allí la conversa cogió ese camino…

—Tal vez es que yo he sido muy observador desde pequeño, o es la naturaleza queal que la escucha lo enseña. Yo a veces le doy el dato a un amigo y no lo hace, será queno tiene fe o ese don natural que a mí mismo me sorprende. La verdad es que aquíviene mucha gente y yo hago lo que puedo, para eso está el patio y Dios. Allí tengo

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Artemiza, Eneldo, Pazote, Palotal, Caña de la India, Rompe zarahuelo, Argalia, TuaTua, Uvero, Brusca, Siempreviva, Rosa de muerto, Cadillo pata e’ perro, Mastranto,Capacho, y muchas otras que también curan.

Indagamos, curiosos, cuál es el origen del “mal de ojo”, y el sanador responde:

—Aunque hay mucha gente que no cree en el mal de ojo, este existe, tal como lopuede comprobar el que observa o mira y lee las cosas del pasado. Se dice que un padresudado, acalorado o como dicen ahora estresado y ese malestar se lo transmite al niño.Hay también la persona que mata con la vista hasta las matas. No siempre es mal deojo, puede ser un malestar estomacal (que está aventado) y yo le indico y se la doy,una rama de Curia con bicarbonato. Cuando el niño tiene mal de ojo se está ensal-mando y llora. Siempre van juntos yerbas y oraciones y para cada mal hay una oraciónque cura. Yo ensalmo también las plantas, la planta se puede ensalmar porque es cria-tura de Dios, al igual que los animales.

Recetas de don Guillermo

En Sentado en la piedra leemos: “San Pablo le va a curar siempre con un Diosprimero. Una vez bien santiguao con toda la fe del creyente, tráguese ahorita esta toma,contiene concha e Samán, una buena raíz de mato con un poco de aguardiente. Ahorapuede acostarse, le veo poniéndose bueno, le está sangrando el tobillo, le está saliendoel veneno”.

Después de ensalmar a un niño a patio abierto, bajo el uvero nos regala algunas delas recetas más comunes que utiliza.

—Para la culebrilla, el ensalme. El mal de ojo se cura con ensalme y se usan cincoyerbas diferentes, que son: palotal, artemiza, algodón morao, curia blanca y cadillopata e’ perro. La diarrea se cura con agua de Fregoza cocida.

Las hemorroides, asegura don Guillermo, que las cura de este modo: se hierventres vainitas de Dividive en un cuarto de litro de agua, se tritura, se le pone untantico de piedra de lumbre y se repite hasta que el enfermo sana.

Para otros males comunes como el resfriado fuerte y los dolores de cabeza reco-mienda: rompe zarahuelo, botones de manzanilla y brusca en pequeñas tomas, unavez cocidas.

Es necesario, entonces, escuchar a don Guillermo Antonio Díaz, un hombrede conocimiento que habla con su sombra, con la tarde y con la tierra.

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Un obrerode la lucha social

Don Esteban


Don Esteban Puerta es protagonista de la historia de su pueblo. En 1936 integróel grupo de hombres que emprendió la lucha por la elevación de Palo Negro amunicipio foráneo. Fue el primer secretario de la prefectura y a partir de esa fechamuchas son las responsabilidades asumidas conduciendo el poblado hacia unmejor destino. Su casa es fuente de información abierta a estudiantes y profesio-nales. Allí gustosamente nos recibe y nos narra la evolución de la comarca.

En busca de una fecha

En el viejo luchador social todos reconocen un hombre estudioso del pasado,de manera que nadie más indicado para hablarnos de la fundación de Palo Negro.

—Palo Negro no cuenta con una fecha exacta de su fundación, tal vez susprimeros pobladores ignoraron la necesidad de dejarla establecida para el conoci-miento de las nuevas generaciones que, como la presente, la está reclamando agritos. Si como se piensa, la comunidad palonegrense comenzó a fundarse durantelos años sesenta del siglo diecinueve, como lo sostienen algunos viejos pobladoresdel anterior caserío, consultados por nosotros, la población contaría al presente conciento treinta y dos años de existencia, por lo que sólo restaría instituirle el día ymes de tan magno acontecimiento que, como es lógico, correspondería al ConcejoMunicipal. De ser así tendremos que admitir como una ingrata realidad, que todanuestra existencia ha estado signada por la infamante huella de la estigmatizantedependencia, ya que la autonomía plena comenzó a funcionar, naturalmente, conla elección del actual Concejo Municipal.

—Ahora bien, todas mis indagaciones me han llevado a la conclusión de quelos testimonios que dicen que Palo Negro comenzó a fundarse en 1860 no sonfirmes.

Don Esteban, quien escribe para periódicos sus reflexiones, se levanta y va enbusca de su archivo. Nos entrega el original de un artículo publicado en el diarioEl Siglo en 1991 y leemos:

—En momentos que elucubramos sobre tan apasionante tema, llegó a nuestrasmanos un libro pequeño de tamaño pero grande en su significado, con el siguientetítulo: Palo Negro de Aragua, publicado por la Asamblea Legislativa en 1981 y cuyoautor es nuestro recordado amigo Carlos Blanco Galeano, y en cuyas páginas se leelo siguiente:

Para los principios del presente siglo, el vecindario de Palo Negro apenas contaba dediez casas, distribuidas así: tres en el sitio de La Culebra Abajo, una en La Culebra

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Arriba, dos al lado del Callejón Croquero (flanco norte del Palo Negro de hoy), una enLa Atascosa y tres en el centro”, añadiendo a renglón seguido que “para los años cuatroy cinco, ya el poblado era numeroso.

—El testimonio que antecede —agrega— a nuestro juicio es determinante parael esclarecimiento de la historia de Palo Negro, que como es lógico, debe comenzarcon su fecha de fundación. Sí nos indica con claridad meridiana cuál era la situa-ción en el vecindario Palo Negro en los años citados, de acuerdo a ese testimoniodebemos escoger la fecha para instituirla como fecha de la fundación de la comu-nidad palonegrense. Por la agudeza intelectual de Blanco Galeno, por su conoci-miento y entrega a la lucha, por la evolución de nuestro pueblo, por la minuciosay detallada descripción de situaciones, lugares, fechas; pienso que tenemos loselementos básicos para instituir nuestra fecha de nacimiento. Al respecto y por miconvencimiento de que estamos apegados a la verdad de un hecho histórico,propongo que esa fecha sea el 23 de octubre de 1895, dejando un espacio de tiempode diez años, para que el poblado sea más numeroso, tal como lo dice BlancoGaleno en su libro.

Labradores del pueblo

Don Esteban Puerta es hombre de discurso claro, teje la historia de la comu-nidad con fluidez. Nació el 3 de agosto de 1914 y a su edad conserva intacta sucapacidad intelectual. Se le recuerda por sus justos procedimientos. En 1960,siendo presidente de la Junta Comunal, rebajó el sueldo a los integrantes, incluidoel suyo. Lo narra orgulloso de su proceder, y retoma el hilo de la historia.

—Puede afirmarse que los primeros pobladores venían de Coropo, Magdaleno,Belén, Santa Cruz, en busca de una parcela para laborarla. Estas eran tierras aptaspara el cultivo de algodón, añil y caña de azúcar. Aquí hicieron casa y echaronraíces. De modo que ese pequeño vecindario para 1936 ya alberga dos mil habi-tantes, de suerte que me atrevería a decir, que no tenía consistencia para muni-cipio. Sin embargo, por las condiciones de dependencia y el espíritu de lucha delos palonegrenses se producen las condiciones para que en 1936 se eleve a muni-cipio foráneo.

El 23 de febrero

En la paz del caserío no se hablaba de política. La férrea mano de Juan VicenteGómez se imponía y los pobladores vivían entregados al trabajo en sus pequeñosconucos. Pero en los líderes se percibía el descontento por la dependencia.

—Todas las contribuciones iban a Santa Cruz. Cada quien pagaba arriendo ylos beneficios eran muy pocos, esa situación dependentista que veníamos arras-trando desde el mismo momento en el cual empezó a fundarse Palo Negro, nos

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obligó a un grupo de ciudadanos encabezados por nuestro buen amigo CarlosBlanco Galeno, a dirigirnos a la Asamblea Legislativa del estado, exigiéndole,previo el cumplimiento de los requisitos legales, la elevación del caserío PaloNegro a municipio foráneo del distrito Mariño, lo que se logró el 23 de febrerode 1936. Bajo esa condición vivimos cincuenta años hasta el ochenta y seis cuandola asamblea decretó la autonomía del municipio.

Don Estaban Puerta, quien, como dijimos anteriormente, fue el primer secre-tario de la prefectura, fue igualmente jefe de policía en 1944; presidente de laJunta Comunal en 1960; principal de la Junta Comunal 68-69 y presidente de laJunta Electoral en 1974. Su mayor orgullo es haber contribuido a conducir elcaserío hasta lo que es hoy. Recuerda que en los primeros años como municipiotenían que pedir prestado para completar el sueldo de los funcionarios que por lodemás es bueno que las nuevas generaciones la conozcan: jefe de policía, noventabolívares; juez, noventa bolívares; jefe civil, doscientos bolívares; secretario, cientoveinte bolívares y policía dos bolívares con cincuenta céntimos diarios.

La educación

Nuestro entrevistado recomienda que en las escuelas y liceos se enseñe lahistoria del pueblo, de ese modo, asegura, los jóvenes aprenderán que no es sóloel dinero lo que genera bienestar y que un servidor público debe sacrificarse porsu pueblo. Recuerda la educación en los primeros años y afirma que esos maes-tros eran verdaderos quijotes.

—La educación en Palo Negro ha evolucionado en los últimos años. En cuantoa su origen, podemos afirmar que la primera escuela fue la de Julio Santos en 1915.Luego hubo una escuela evangélica. El pastor mayor, David Finstron, trajo a laseñorita Gracia Foling, y de aquí estaban Belén Bolívar y Elsa Torrealba. Para elaño veinticuatro tenía dos turnos. Ésa fue la verdadera escuela de nuestra genera-ción, quienes íbamos éramos los evangélicos. En 1936 se creó la EscuelaMunicipal que funcionó en el local de la Sociedad El Carmen. En 1948 se crea elgrupo escolar Amador Briceño, le cambiaron el nombre por Guárico que es el quelleva en la actualidad. Entre los maestros que dejaron honda huella recuerdo aJuana Sánchez, Brígida de Oviedo, Antonia de Puerta, Brígida de Pacheco, bachi-ller Carlos Motamayor (hijo) y Rafael Longoria. Con la expansión del municipiopor el abultado crecimiento poblacional nacen otros colegios, pero ya es historiamás reciente.

La esperada autonomía

La casa del señor Puerta exhibe mapas que dan cuenta de la nueva distribu-ción territorial. Es una forma de ayudar el trabajo de los estudiantes que diaria-mente acuden a su casa.

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—Con el mismo propósito y la misma voluntad de 1936, pero esta vez con mayortrascendencia y significación socio-política, un grupo de ciudadanos integrado porhombres que también tomamos parte en la jornada anterior, observando que elmunicipio reunía las condiciones necesarias para optar a una jerarquía superior a lade municipio foráneo, como lo reza el acta constitutiva, resolvió crear el 15 de marzode 1965, el Comité Coordinador pro elevación del municipio Palo Negro a la cate-goría de distrito; pero debido a la promulgación de la Ley Orgánica de RégimenMunicipal en 1978, que no contempla la figura del distrito, hubo la necesidad deconvertirlo en el movimiento pro autonomía del municipio Palo Negro, que logróque la Asamblea Legislativa del estado decretara, el 23 de octubre de 1986, el actualmunicipio Libertador, con lo cual posesiona a los palonegrenses de su emancipación,legitimándole su identidad ciudadana.

Los integrantes del primer Comité Pro-Distrito, fueron: presidente, EstebanPuerta, vicepresidente, Luís Pellín Chirinos; tesorero, Aquina Rafaela SalazarCampelo; secretario de finanzas, Andrés Gutiérrez Ramos; secretaria de actas, EmmaPuerta; secretario de propaganda, Carlos Justo Ovalles; vocales: Miguel Galindo, JoséMaría Salazar Terán, Gustavo García, Pedro José Martínez y Gonzalo GutiérrezMartínez.

Además de las personas mencionadas se unieron al comité que culminó junto conel pueblo la lucha por la autonomía de Palo Negro, las señoras Isabel de Marrero yElizabeth Puerta de Reyna como secretarias adjuntas y la señorita Eloina SalazarCampelo, adjunta a la secretaría de propaganda.

Don Esteban recuerda que:

—El comité inicial se aprestó a la consecución de los recaudos, elaborando unpresupuesto de rentas y gastos públicos. Cuando la asamblea no tomó en cuentadicho pedimento acordamos recoger firmas de todos los palonegrenses y ocho milfirmas fueron entregadas a la legislatura. De modo que puede afirmarse que la luchapor la independencia de Palo Negro fue una lucha de todo el pueblo, ese mismopueblo que debe cuidar que no se tuerza el destino permitiendo un desarrollo desqui-ciado que es el que ha llevado al caos a muchos pueblos, ayer aldeas pacíficas. Miparticipación, cuando sea solicitada, siempre tendrá el único sentido que le he dadotoda mi vida: el bien común.

Nos acompaña y ya en el patio, nos dice:

—Yo lo que he sido toda mi vida es un obrero de la lucha social en Palo Negro.

Nos despedimos agradecidos y ya en el camino pensamos: ese es un honrosotítulo.

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Encuentrocon el doctor Rafael Díaz Martínez


Admirador del general Juan Vicente Gómez, de quien considera que “si pudieranponerse en una balanza las cosas buenas y las malas que hizo, pesarían mucho más lasbuenas”, Rafael Díaz Martínez es el tercero de 14 hermanos, integrantes de una familiamuy unida, apreciada y respetada en Palo Negro. Egresado de la Facultad de CienciasEconómicas de la Universidad Central de Venezuela en el año 1947, sin embargo sugran pasión por el campo, que comparten casi todos sus hermanos, le llevó en el añocuarenta y nueve, a dejar un sólido trabajo en el Banco Central para venirse a PaloNegro y dedicarse a la actividad agropecuaria.

Propietario, junto con sus hermanos, de las haciendas Mamón Macho yCamburito, siempre han sostenido una relación armónica con sus trabajadores, en sumayoría palonegrense, porque todos han continuado aplicando la enseñanza que lesinculcó su padre, Antonio Díaz González, de que: “la riqueza no puede ir a parar auna sola parte, hay hasta donde sea posible que tratar de distribuirla, para que el quetrabaja con uno se sienta satisfecho y pueda cubrir sus necesidades hasta donde unopueda darle”.

Partir de ese principio, es la razón, que según Díaz Martínez, ha determinado queno hayan tenido nunca problemas con sus trabajadores.

—Nosotros no escatimamos una erogación para un obrero, tóquele o no le toquepor la ley. Si el trabajador tiene que irse por motivos ajenos a su voluntad, no nosacogemos a la ley, sino que consideramos su comportamiento que vale más que la ley.Por eso nosotros siempre hemos tenido una buena relación con ellos, tanto yo comomis hermanos. Además porque uno ha estado en el campo, no es como un empre-sario que viene de Caracas sin conocer la idiosincrasia de la gente, el trabajo en elcampo. Nosotros hemos sido productores de ganadería y agricultura. Camburito erauna hacienda exclusivamente de ganadería de ceba y vaqueras. Hay mucha gente dePalo Negro, hoy viejos, que trabajaban allí, como los hermanos Paúl y Sixto Guanare.Actualmente producimos cambur, caña de azúcar y maíz para semilla, principalmente,la ganadería ha ido desapareciendo. Camburito era una sola propiedad y con las parti-ciones, por las herencias, ahora son cinco propiedades. Y en Mamón Macho, a raíz dela muerte de mi madre formamos una compañía que conformamos todos loshermanos. Las decisiones se toman armónicamente, sin discusiones, porque lo digocon orgullo somos una familia muy unida, como pocas familias hay unidas en el país.

Palo Negro está estancado

Para Rafael Díaz Martínez, la falta de ejidos, de una zona industrial bien planifi-cada y el desarrollo poblacional anárquico, han hecho que Palo Negro se haya estan-cado.

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—Desgraciadamente, Palo Negro está estancado. Palo Negro forma parte de lasgrandes extensiones que ocupa la base militar, los ejidos son escasos y no hay unaplanificación para un desarrollo industrial, que es lo que pudiera darle vida alpueblo. Entonces Palo Negro sigue dependiendo del comercio y la agricultura, yesta última no reporta ganancias al municipio y la demanda de servicio cada vez esmayor por la proliferación de vivienda, porque hay mucha gente del interior quese ha venido para acá.

¿Cuál es a su juicio la solución?

—A mi juicio se debería planificar un desarrollo industrial, porque de urbani-zaciones no vive el municipio. Nada hacen con construir viviendas para cinco odiez mil personas si esas personas no tienen dónde trabajar, porque esa gente sedesplaza hacia otros lugares y esa circulación de dinero se va de Palo Negro. De allíque es importante la zona industrial, no hay otra solución. Fíjese que Santa Cruzse ha desarrollado más que Palo Negro, porque tiene una zona industrial.

¿Pero esa agricultura que se sostiene fundamentalmente sobre la producción decambur y caña de azúcar, debe mantenerse?

—Claro que hay que mantenerla. Mire, aquí habían unos cultivos muy impor-tantes, Aragua era de las principales zonas productoras de papa, y eso se acabó,hemos estado muy atrasados. Aquí no ha habido, por ejemplo, un Departamentode Investigación Agrícola. Nosotros tenemos que traer semillas importadas de elCanadá. Colombia produce sus propias semillas tanto de papa como de arroz.Nosotros nos estancamos hace muchos años en una variedad y ahí nos quedamos.Esta zona de Aragua va quedando sólo con cultivos semipermanentes como la cañade azúcar, pero cultivos como el tomate no, porque cada día se hace más difícil lamano de obra por la competencia de la industria de la construcción y los produc-tores no pueden competir con los salarios con esa gente.

Por otra parte, Díaz Martínez considera que la desafectación de terrenos agrí-colas para la construcción de viviendas, es otro de los factores que ha incidido enel estancamiento de la agricultura.

—Cada vez se van perdiendo más terrenos agrícolas para convertirlos en urba-nizaciones, construcciones, a pesar de que los Valles de Aragua eran reconocidosnacionalmente por la riqueza de sus suelos y sus samanes. Eso ha desaparecido, yni samanes se ven ahora por aquí. Eso ha afectado muchísimo la economía. Y esosterrenos agrícolas que quedan al lado de esas barriadas se ven afectados por el rate-rismo, por quienes roban por no tener trabajo, y los productores viven en un estadode inseguridad grandísimo. Por eso es necesario que se apliquen con rigurosidadlas disposiciones ministeriales donde se prohíbe realizar desarrollos habitacionalesen la zona del lago y en otra zonas.

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Fundador del primer cine

Casado con una hija del señor Miguel Ángel Zafrané, pionero de los cines enPalo Negro, Rafael Díaz Martínez fundó el primer cine que existió en Palo Negro,quizá contagiado por la pasión de su suegro, por el séptimo arte.

—Yo me casé con una hija del Sr. Zafrané, pionero de los cines aquí. Él cons-truyó el cine Roxi en el año 1940, fue el primero que existía con aire acondicio-nado. Ya para ese entonces estaba el cine Girardot, que era del comandante Caprilescon el cual había cierta competencia. Pero después mi suegro construyó los cinesTropical, el Maracay, el Royal y el cine de Aragua. Entonces yo tenía un terreno enPalo Negro y en 1954 hice el cine Lido, que funcionó hasta hace 12 años aproxi-madamente.

Los equipos de proyección del desaparecido cine Lido, fueron donados porDíaz Martínez y su señora al Taller de Cultura del poblado, al igual que unasbutacas que pertenecieron al cine Roxi.

En opinión del Dr. Díaz Martínez, Palo Negro conserva características de rura-lidad y sus pobladores tienen la misma hospitalidad de antaño. Una de las razonespor las que este turmereño de nacimiento está tan arraigado a esta tierra donde “lagente es amable, sencilla y generosa”.

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Crónicade la casa abierta. Pequeño anecdotario

de los Olmedo


El sentido de la casa abierta es la amistad. Esa manera de entender el mundo paralos Olmedo es una tradición. En el corredor el día se labra entre vegetales, oficios yrecuerdos. Fuimos convidados de Teófilo, un caballero poblado de versos que fabulala vida y atesora las cosas más sencillas de su pueblo. Bajo su tutela la conversa anda,reposa y se remoza. El morador baquiano vierte allí sus añoranzas para que el jovenapuntale su amor a la comarca. En cada encuentro hay un pueblo por descubrirse.A veces la narración entra en los territorios del humor y la noche estalla en risas. Loshablantes se despiden para regresar al día siguiente con más ímpetu. La casa abiertaes un buen lugar para seguir hilando las pequeñas historias del terruño.

Teófilo Olmedo entre versos y recuerdos

El día que Teófilo Olmedo se descubrió poeta contemplaba la tarde a campoabierto. Era diciembre y en “las flores volanteaban mariposas” que se fueron haciendoverso en su mirada.

—Yo siempre he sido contemplativo. Es como si conversara con el espacio y conlas plantas. A veces me invaden los recuerdos de infancia, el olor a creyón y a tinta yel piso de la tierra de mi primera escuela, donde Julio Santos nos enseñaba matemá-ticas en la pizarrita de piedra que todavía conservo. Reinaldo Ojeda me decía: “túeres poeta” y me motivaba. Me parecía que iba a hacer el ridículo y tal vez por esoguardé durante muchos años los versos que pensaba, aunque, tal como dicen losamigos, siempre que me alegraba con algunos tragos comenzaba a hablar en poesía.Ahora escribo cada vez que puedo y la gente me nombra poeta. Lo que ocurre es queyo vivo en el presente y en el pasado al mismo tiempo. No olvido el pueblo con aque-llas calles terrosas ni sus viejas casas que tenían jardines y empalizadas de piñón enlos solares donde cabía desde la bella rosa hasta la flor del cadillo pata e’ perro. Talvez esos recuerdos son el alma de los versos sencillos de hombre pueblerino que añorala paz de la aldea.

A esta hora de la conversa ya Teófilo Olmedo ha alimentado a centenares depalomas que a las tres de la tarde invaden el patio, ese es un rito diario. Se incorporansu hijo Argenis y Francisco Tabares, su sobrino, uno de los primeros médicos delpueblo y hombre de hilar fino cuando de historia se habla. Hay un buen auditorioque integramos alrededor de diez personas, todos atentos al relato de Teófilo.

—De mi primera escuela puedo decir que recibí lecciones para siempre. Almediodía, como una obligación, íbamos al rezo de doña Otilia Ovalles de Briceño.Después de don Julio Santos nos dio clases don Pedro Cobos y más tarde TeodoritaCárdenas, una maestra muy especial que nos premiaba y de su mismo sueldo nosdaba un regalito a cada quien.

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Pequeño anecdotario

Cuando Francisco Tabares desciende desde San Sebastián de los Reyes, dondecumple sus labores profesionales, la peña de los Olmedo se enriquece.Consustanciado con su comarca interviene en la conversa y nos devela un pequeñoanecdotario cuyos protagonistas son los personajes pueblerinos, así como otrosaspectos importantes para conocer la evolución de Palo Negro.

—Este es un pueblo cosmopolita. Al morir Gómez era un caserío que comenzóa crecer por el éxodo que se produjo en muchos pueblos de Venezuela. A comienzode los años cincuenta la población había crecido tanto que yo voy a la Escuela CaciqueCharaima y no consigo cupo. Ya habían barrios con sus calles delineadas como elSanta Ana, que se fueron formando en terrenos que llamaban La Golilla. Cuandollegaron los isleños empiezan a trabajar día y noche y uno escuchaba el sonido de lostractores acondicionando el campo de las siembras. Entre los primeros que llegaronrecuerdo a Juan Sánchez, Vicente León y Marcelo Martínez. Al iniciarse el boom dela agricultura va desapareciendo el viejo conuquero, como mi abuelo, quien mellevaba en su carreta de mulas hasta su conuco en la orilla del lago. Por otro lado eranconuqueros muy especiales, preocupados por el crecimiento cultural de sus hijos. Miabuelo, por ejemplo, enseñó a leer a mi padre sentado en una piedra mientras élmanejaba la escardilla. Luego los criollos fueron vendiendo sus pedacitos de tierra yel campo pasó a manos de los isleños en su mayoría.

En la memoria de Tabares están presentes curiosos personajes que ejecutandohumildes oficios pasaron a formar parte de la pequeña historia.

—Aquí hubo y hay personajes ingenuos y fabuladores, humoristas natos del vivirsencillo. Quién no recuerda, por ejemplo, a Julio Cacha nuestro primer policíasecreto. Julio fue un policía que en tiempos de Pérez Jiménez paseaba su “impor-tancia” por todo el pueblo. Era policía secreto pero todo el mundo lo sabía, de modoque cuando los adecos de entonces lo veían venir cambiaban de conversación y Julioseguía su camino tratando de descifrar las pícaras risas que originaban su presencia.Sobra decir que Julio Cacha nunca logró descifrar aquel misterio.

—Otro personaje queridísimo —continúa Tabares— fue Calixto Flores, ese noera un vendedor, era un artista. Vendía naranjas que él mismo pelaba, y para cadapelada tenía un chiste. Yo soy un tenedor de libros, decía y contaba: “vengo de SantaCruz y se me acababa de salir una rueda, sin bajarme la agarré y logré engancharla”.O cuando alguien lo llamaba y él iba apurado, respondía: “no me puedo parar, meacaban de mandar a decir que se murió mi mamá”. Calixto anduvo en bicicleta hastael día de su muerte, ya anciano.

—De Domingo Blanco ni se diga, por allí anda recordando su vida de artistapueblerino. Fue un guarachero por excelencia y con un aparato que simulaba un

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micrófono era el centro de las fiestas en la plaza, hasta que un día alguien le echóla vaina de bañarlo de chicha mientras interpretaba una canción.

—Otros personajes —acota Argenis Olmedo— fueron los bodegueros. Aquíhubo un bodeguero muy cómico que se llamó Manuel Aguirre. Si le decían: “dameun kilo de carne”, él respondía: “vaya a que las Rebolledo” (eran flacas). “Dame unkilo e’ ñame”, “vaya a que Ramón Padrón” (el pie de don Ramón se parecía al tubér-culo). “Quién hizo ese majarete”, “eso lo hicieron las Borett” (damas ricas delpueblo). El otro bodeguero chistoso fue Axisclo Primero Werfer a quien nadiellamaba por su nombre porque a todo respondía: “no ve la vaina”, y así fue bauti-zado por el pueblo. Igualmente a Epifanio Mataguey se le llegó a conocer como“ni na ni na”, porque mientras expendía el producto murmuraba: “a esa vaina nole gano ni na ni na”. En la galería de personajes también entra Félix Rojas, quienno era bodeguero pero sabía leer y ese era su gancho, de modo que cuando llegaronlas primeras películas mudas don Félix se instalaba de primero en el cine y las ibaleyendo en voz alta.

El piano que dobló a Pablo Márquez

Uno de los bailes más famosos en el primer medio siglo fue el baile de pianito.Teófilo Olmedo guardaba uno de los tres que hubo en el pueblo.

—Ese fue el piano que dobló a Pablo Márquez. Pedro Reina, Pedro Reyes yGermancito tenían los tres pianos del pueblo. Pablo lo llevaba de fiesta en fiesta,uno de los propietarios le pagaba para que hiciera ese oficio y como es un aparatomuy pesado, Pablo se fue doblando poco a poco.

—Cuando muchachos siempre nos congregábamos a escuchar los refranes dePablo Luna a quien se conocía como “viejo de treinta”, pues siempre andaba conun liqui liqui y cuando lo saludaban respondía moviendo el cuerpo “viejo contreinta”. La fiesta grande se formaba en Mata de Cambur, casa de Pedro Reina odonde Germancito. Allí bailábamos al compás del pianito por el irrisorio preciode veinticinco céntimos; gorrero le decíamos a todo aquel que quería disfrutar dela música sin pagar. A veces en la calle Bolívar se organizaban también los bailes depianito, mientras un vendedor de aguardiente servía tragos a locha. Esos bailes depianito fueron memorables porque era la oportunidad que teníamos los jóvenes deenamorar a las muchachas. Allí nacieron muchos matrimonios. Era un pueblosano, de jóvenes ingenuos dedicados al trabajo de campo.

En Palo Negro los oficios del campo fueron labrando la leyenda de muchosnombres. Así viejos ordeñadores como Anicacio Tabasca y Félix Granadillollegaron a ser muy apreciados. Lo mismo ocurrió con los hermanos Guanare,los mejores coleadores del pueblo. Eran aquellos tiempos de hombres guaposque tuvieron que enfrentar a grupos de soldados que llegaban al pueblo, se

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emborrachaban y creaban desorden. Se formó entonces un grupo de defensaque bajo la dirección de unos negritos que vinieron de la costa aprendieron amanejar el garrote. Al final regresaban los soldados golpeados y la tropa iba alpueblo a buscar los máuseres que dejaban abandonados en las pulperías. Teófilorecuerda este capítulo y narra anécdotas protagonizadas por Julio Tejada, elprimer policía del pueblo; Julián Guanare el coleador y Bernabé Tesorero,primer comandante de policía.

—Resulta que aquí tuvimos policías muy especiales que hacían a su oficio, demodo que protagonizaron hechos que todavía recuerdan. Una vez Juan Ovalles,Prefecto dio la orden de detener al primer muchacho que se encontrara en la calledespués de las 9 de la noche. Julio Tejada salió a cumplir la orden y, en efecto, elprimero que encontró se lo llevó preso. Cuál no sería la sorpresa del comandanteTesorero cuando en la mañana se encuentra con su hijo preso. Julio Tejada le dijo:“ese fue el primero que encontré y cumplí la orden”.

—En otra oportunidad va Tesorero recorriendo el pueblo y en un mabil seencuentra a Julián Guanare muy borracho, intenta detenerlo y Julián le dice: “ustedse mete conmigo porque es comandante de policía y anda armado”. Tesorero esamisma tarde puso su renuncia, esperó a Julián en un camino y le dijo: “ya no soycomandante y vengo pá que arreglemos cuentas”. Guanare le respondió muy tran-quilo: “qué le pasa Bernabé, no ve que esas son vainas de borracho”.

En 1940, cuentan nuestros interlocutores, en Palo Negro se produjo la revo-lución de la bicicleta. Todo aquel que disponía de 100 bolívares se llegaba hastala agencia Gámez de Maracay y se compraba su Raleigh para andar los caminosterrosos. Fue entonces cuando se produjo el primer choque que se recuerde enel pueblo. Así evoca Teófilo Olmedo el suceso que estuvo a punto de conver-tirse en tragedia.

—Nosotros acostumbrábamos ir a Santa Cruz en bicicleta a bailar pianito,además en busca de aventuras amorosas. De modo que una vez en la curva quellaman “Las dos nalgas” chocaron Arístides Hernández y Juan Fagúndez. Los dosse vieron graves, casi de muerte, pero ni por eso dejaron de ir a los bailes de SantaCruz, claro cuando pasaban por “Las dos nalgas” llevaban sus ojos bien abiertos.

Curanderos y sobadores de antes

Como en todos los pueblos de Venezuela, en Palo Negro los curanderos sonparte de la historia. Francisco Tabares recuerda algunos nombres de hombres ymujeres que ejercían la medicina mágica.

—Aquí hubo sobadores famosos como Wenceslao Flores en El Nidito; PascualMendoza, quien curaba con oraciones; el negro Calvo; Carlos Rodríguez y Trifón

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Blanco, entre otros. Las comadronas cumplieron también una gran función.Recuerdo ahora a Ana Eulogia Oporto, Eugenia Ortega, quien parteó mi naci-miento; María Blanco, a quien el nieto cargaba en una bicicleta de reparto; SaturnaCastillo de Tabares, Cirila Terán.

La tarde de evocaciones nos ha sumergido en el paisaje humano infinito, en susmanifestaciones. Alguien recuerda que el primer vehículo automotor que llegó alpueblo lo llevó Pablo Andrea, quien paradójicamente terminó su vida conduciendoun carrito de mulas.

Francisco Tabares concluye:

—No olvidemos a Erasmo Tabasca, un boticario que se empobreció porqueregaló al pueblo su negocio de medicinas. Ése es un hombre fuera de época.Recetaba y regalaba los remedios. Yo trabajé con él empacando y despachandoesencias desde veinticinco o cincuenta céntimos. Con él todo el pueblo está endeuda.

La conversa debe reposar porque la noche invadió el patio y en la casa de losOlmedo el trabajo comienza mucho antes de que arribe el alba. Vendrán otrosencuentros y seguramente siempre habrá un pueblo por descubrirse. Bien losabemos, la pequeña historia de los pueblos como su poblador e infinito.

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TARDE DECEMBRINA

I

En una tarde decembrinael sol iba ocultando sus reflejosen el espacio se paseaban golondrinasnubes blancas divisamos a los lejos.

Se oía el cantar de preciosos pajarillosinvitaban con sus cantos a las estrellassus plumajes con el sol le daban brilloy cantaban y cantaban melodías de las más bellas.

En las flores volanteaban mariposasy los niños correteaban a la cazaabsorviendo el perfume de las rosasde lo dulce, de la miel, de la esperanza.

Había una brisa suave y con ternura y al pasar me recordaba los cantaresera como el agua mansa, era corduraque pasaba a mitigar la sed de los cañavelares.

Sus valles, sus ríos y sus colinasoh, y tu sonrisa de mujer risueña eres la Venus de una tarde decembrina¡que formas la belleza de mis tierras aragüeñas!

Teófilo A. Olmedo

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El coleo:una pasión del pueblo


Hijo de la llanura es el coleo. Allá nació en las faenas sabaneras cuandohombre y caballo se hicieron compañeros de oficio y aventuras. En la Guerrade Independencia tomó auge y la tropa hubo de detenerse, algunas veces, paraque los peones doblados en soldados le ganaran algunas horas a la guerra enuna improvisada manga. Fue Páez su mayor impulsor y bajo su primeraPresidencia decretó que se celebraran toros coleados en toda fiesta patronal. Altranscurrir del tiempo el vigente “arte” de los hombres de a caballo se convirtióen un espectáculo que congrega multitudes en numerosos pueblos deVenezuela.

En Palo Negro la historia del coleo es apasionante. Hombres-leyendasandan de boca en boca. Se encuentra uno con Carlos Almeida, cronista delcoleo, y teje la historia del deporte-fiesta. Visita a los hermanos Guanare yconoce secretos de hombres legendarios. Escucha hablar a “Chucho” DíazMartínez y el coleo se transforma en anecdotario fabuloso. Froilán Guzmán,por su parte, sigue prendido a la pasión, oficiándola cuando ya arriba a lossesenta y cuatro años.

Instalados en la casa de Carlos Almeida hablamos de caballos, jinetes, deldeporte nacido en el corazón de la tierra venezolana…

Nace el coleo en Palo Negro

El 23 de febrero de 1936 cuando Palo Negro se convierte en municipioforáneo, ya en el pueblo se celebraban coleadas, y existían grandes glorias deldeporte como los hermanos Paúl, Sixto y Julián Guanare, Jacinto “viejo” Rivasy otros palonegrenses que hacían vida aquí porque trabajaban en las haciendas.En su mayoría venían del llano y se metían a trabajar en las fincas porque erangrandes peones de a caballo. Durante el mandato de Gómez el coleo toma granauge, incluso los hijos del general formaban parte de uno de los tres equiposmás reconocidos en Venezuela para la época, tal como lo refiere Almeida.

—Los hijos del general Gómez coleaban en Santa Cruz y aquí también.Ellos eran muy amigos de don Eloy Rivas y la familia de don Andrés Rodríguez,ahí en Santa Cruz, que siempre tenían fiesta y coleaban. Aquí en Palo Negroporque existía La Gorrinera, que era una hacienda que se había formado desdedonde nace el río Aragua, en La Victoria, hasta La Huérfana, eran siete milhectáreas planas sin contar los cerros. Como era una hacienda tan grande elequipo de trabajadores andaba todos los días en esa faena. Allí tenían el equipo“La Gorrinera”, que junto al de “Los Gómez” y “La Martinera”, eran recono-cidos en el país como los mejores, por lo menos hasta 1940.

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¿Qué ocurre con el coleo en Palo Negro y el país al morir Gómez?

—A la muerte del general hay un estancamiento en el coleo. Con el nuevo gobiernocomienzan las persecuciones a los simpatizantes y partidarios de Gómez, y sus hijos ymuchos coleadores de la época salieron al exterior. No obstante, con el tiempo resurgenuevamente, porque los jóvenes que estaban en el exterior cuando venían de vacacionesaprovechaban de colear sus toritos bajo la sabia dirección de los grandes coleadoresmencionados anteriormente que trabajaban como peones en las haciendas de sus fami-liares. Con ellos aprendieron a enlazar, a montar caballo, a hacer todas esas cosas. Fuepor eso que la ausencia de estos grandes ídolos no se notó porque vino una generaciónde relevo, de grandes coleadores como: José Manuel Díaz Martínez, “Chucho” DíazMartínez, Carlucho Díaz Martínez, el Dr. Rafael Díaz Martínez, José Andrés “Cachito”Díaz Martínez, Víctor Figueredo, Froilán Guzmán y coleadores que venían de fueraque también eran ídolos. Eso fue más o menos de los años cincuenta a 1970.

—A partir de 1948 cuando el general Pérez Jiménez llega al poder, también hay ungran auge del coleo. Y es entonces cuando hay un nuevo brillo que hace olvidar un pocoesa nostalgia que se sentía por la época en que habían esos ídolos. En la llamada Semanade la Patria habían diversos actos venezolanistas sobre todo coleo, toda la semana. Esoles dio mucha inspiración a los coleadores del momento y ya fuera aquí o cuando salíana otros pueblos, eran los mismos padrotes, como dice mi compadre Miguel Gil. Ellosse mantuvieron hasta los años sesenta más o menos, después quedaron coleando de vezen cuando, cuando se crearon los campeonatos de veteranos, pero se fueron apartandode las mangas hasta que dejaron de colear. Después de los Díaz Martínez vinimosnosotros, yo empecé a colear en el año sesenta y cuatro, también Víctor Figueredo,David Acosta, creo que éramos tres los más grandecitos. Después de nosotros vinieronlos que están en la actualidad: Pedro Barrios, Orlando González, Alirio Amaro, RenyDíaz, Joseito Gorrín, entre otros.

Mangas construidas en plena calle

La afición por el coleo siempre ha sido grande en Palo Negro. Anteriormente,cuando el carro recorría las calles anunciando “toros coleados sábado y domingo aquíen Palo Negro”, era seguro que ese fin de semana no cabía una persona más en la manga.Era una fiesta bonita, muy lucida, con muchachas. En ese tiempo el coleador quetumbara un toro le faltaba ropa para ponerle los lazos. Ah, y el toro que se le partieranlos cachos o se matara, el ganadero lo regalaba al pueblo. La carne se la repartían entretodos, relata Carlos Almeida emocionado.

—Aquí en Palo Negro el tiempo de coleo era el mes de febrero, el día principal erael 23 de febrero, que fue el de la emancipación de Santa Cruz, pero normalmente entodas partes es durante las fiestas patronales, pero como las fechas en cada poblado erandiferentes, entonces uno coleaba aquí en Palo Negro, después en las fiestas deMagdaleno, las de Güigüe, de La Villa, y así sucesivamente.

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¿Cómo y dónde construían las mangas?

—Las mangas las hacían en las calles porque antiguamente en los pobladoshabía solamente dos o tres calles asfaltadas, las demás eran de tierra. Por lo menosaquí en Palo Negro las Calles Sucre, la Gran Demócrata y la Campo Elías eran losgrandes escenarios donde se ponían los palos, los horcones y amarraban con mecatelos bambú. Eran mangas bien hechas donde colaboraba el pueblo, a los que lesgustaban los toros coleados. Todavía existen muchos ya viejitos que eran los prin-cipales.

—También existieron esos personajes que sin nunca haber montado un caballoni coleado un toro fueron grandes aficionados, y estuvieron presentes en todaspartes presenciando las tardes de toros. El principal de ellos, que existió aquí ymurió recientemente fue “El negro” Juan Guevara. Él era de Santa Cruz, pero desdemuchachito se crió y vivió toda su vida aquí en Palo Negro, incluso lo enterraronaquí, cosa que a mí me extrañó porque todo santacruceño cuando muere, estédonde esté tienen que llevarlo a Santa Cruz. Juan Guevara toda la vida trabajó enPalo Negro con los Díaz Martínez.

¿Cuándo cambian las mangas de bambú y mecate por las de hierro?

—Ya en los años sesenta habían, aunque escasas, algunas mangas de hierro. Porlo menos estaban en Maracay, Villa de Cura, San Juan de los Morros, Barquisimeto,Valencia, Caracas (en el club Los Cortijos y en Coche), pero en la mayoría de lospueblos se seguía conservando la tradición, las mangas de bambú y mecate, queera como lo había decretado el general Páez. Eso siguió aquí hasta el año setenta ycuatro, porque el 14 de febrero de 1975 inauguraron la manga de Palo Negro, quees de hierro.

Destreza y un buen caballo para colear bien

En el año sesenta y cuatro, a los catorce años Almeida comenzó a colear.Prácticamente criado en las vaqueras, donde trabaja desde temprana edad, se hizoconocedor de los secretos del “arte” de colear, deporte que practicó del sesenta ycuatro al sesenta y nueve, durante las fiestas patronales de diversos pueblos.Después de un retiro de varios años reapareció en el setenta y cinco cuando la inau-guración de la manga, y posteriormente en el ochenta y tres queda sub-campeón delprimer campeonato de gordos, organizado por la Liga de Coleo que entonces presidíasu hermano José Rafael “Pelón” Almeida y campeón de los otros restantes torneos,también de gordos. Por eso, con conocimiento de causa, nos explica en qué consisteser un buen coleador.

—El coleo es muy peligroso, muy arriesgado, la gente tiene que saber montarbien a caballo, no tomar aguardiente ni nada de eso para poder llevar a cabo todo

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perfectamente, para que nada lo distraiga porque es cosa de segundo por la velo-cidad. Todo coleador debe tener un buen caballo y tener destreza. Hay quemontar a caballo por lo menos tres días a la semana, si es todos los días mejor,para mantenerse ágil, bien entrenado. En cuanto a las técnicas, al que le gustecolear siempre procura ser el primero en agarrar el toro en la puerta, que escuando más velocidad lleva y las coleadas son más aparatosas. Ya cuando lascoleadas se ejecutan con el toro con poca velocidad hay que tener buenasmuñecas y bastante fuerza porque el peso es mucho y se siente más, en cambiocuando el toro lleva velocidad casi no se siente el peso. Para evitar que los caba-llos se peguen hay que atrasarlo y abrirlo un poquito, porque si se jala el toropegado al caballo es peligroso y comprometido. Eso he tratado de enseñárseloa los nuevos valores, y he tenido grandes alumnos que me han hecho sentirorgulloso, como Héctor Barrios, José Gorrín y muchos otros. Actualmenteestoy enseñando a otro muchacho de aquí de Palo Negro y ya se le están viendolos resultados.

Almeida hace un alto, y continúa explicando, en forma didáctica, cuáles sonlos nombres de las diferentes coleadas:

—Se dice sacar el toro de la puerta, cuando al toro le abren la puerta y salerápido, hay que tener suerte, mucha habilidad y un caballo puertero, que esrápido en la puerta, para coger el toro. Existe el caballo que se llama de“recoleo”. Está la coleada de “filo de lomo”, que es cuando el toro da vuelta.Hay una coleada, quizá la más bonita, que es la de “remolino”. Ese nombre selo dio la señora Beatriz Suárez, quien ha sido la única mujer presidenta de laAsociación de Coleo del estado Aragua. En esa coleada el toro cae sentado y dauna vuelta, como decir una O y cae con las cuatro patas pa’ arriba. Y está lacoleada que el toro cae sin ser la vuelta de “remolino”,“ni filo de lomo”, levantalas cuatro patas, que es una “coleada efectiva”. Antes la coleada efectiva eracuando daba vuelta “filo de lomo” o “remolino”, y cuando caía sin dar vueltani remolino no era efectiva. Ahora sí. De acuerdo a las coleadas efectivas y lasnulas viene la premiación de campeón, sub-campeón, la mejor coleada, el mejorcaballo, y dan trofeos y ahora para estimular a los coleadores están dandopremios en efectivo.

¿Y cuáles eran los premios antes?

—Antes los premios eran los lazos (escarapelas) y besos de las hermosasmuchachas, todo el mundo procuraba colear un toro pensando en los besos deellas y los lazos. Había reinas, siempre en el pueblo escogían varias jóvenes ysacaban la madrina del coleo y la reina de las fiestas patronales. Ellas presen-ciaban las tardes de toros, y una cosa muy interesante, en ese tiempo el gobiernodel estado mandaba una banda de músicos bien sea militar o civil y cada vezque tumbaban un toro empezaban a tocar música netamente venezolana.

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De caballos y jinetes excepcionales

En el coleo tener un buen caballo es tan importante como la destreza deljinete. Hombre del arte, Almeida nos señala las características que debe poseerun buen animal, y los caballos que otrora se hicieron famosos al igual que muchoscoleadores de Palo Negro.

—El buen caballo debe tener, por lo menos, siete u ocho cuartas de alto, tenerun buen pecho, buen cuerpo para poder ir seguro de que no se le vaya a pegar,que tenga suficiente fuerza para colear los toros del tamaño y peso que sea.

—Aquí en Palo Negro hubo extraordinarios caballos, uno los recuerda contristeza porque también esos eran ídolos de uno: El caballo “Babieca” de donRamón Martínez, que fue el caballo héroe del coleo, lo mejor que ha nacido entoda la historia del deporte en este pueblo. “Taigüaigüai”, que fue de mi papá yse lo vendió a José Manuel tenía a “Indiecito”, “Canario” y “Maracay”. “Quemurmuren”, “Secuestro”, “Porvenir” y “Flecha Negra” eran los caballos estrellade Jesús Díaz Martínez. Bueno, “Flecha Negra” era de “Carlucho”, el hermano,pero quien más lo coleaba era él porque siempre corcoveaban y tumbaban a losjinetes. Y una de las grandezas del coleador Jesús “Chucho” Díaz Martínez eraesa, que por mucho que corcoveara el caballo no lo tumbaba. Igualmente FroilánGuzmán, parecía como si los clavaran en las sillas. Froilán tuvo una yegua ruciaextraordinaria. Él se destacaba en esto porque era el encargado de amansar yarrendarles los caballos a los Díaz Martínez. Entonces los caballos que amansabaFroilán y los arrendaba era seguro que eran buenos. Como el señor Tadeo Navasy el señor Manuel Miranda, que eran arrendadores de “La Martinera”, lahacienda de don Ramón Martínez, tío de los Díaz Martínez, y de los Gómeztambién. Caballos que esa gente arrendaba era seguro que salían buenos, porqueellos tenían muy buen ojo en eso de escoger los caballos. Igualmente fue muybueno el caballo “Cordillera” de Víctor Figueredo, y el célebre caballo“Trasnocho” que era de “Chucho” Díaz Martínez.

¿Cuáles fueron los momentos de esplendor del coleo en Palo Negro?

—Los momento de esplendor de la fiesta fueron hasta el año setenta más omenos, después viene un decaimiento porque ya no estaban los ídolos, y uno ibaa colear inspirado en esos ídolos, aprendía de ellos, porque con sólo ponerle aten-ción fijarse cómo hacían ellos con el toro, con esos caballos, uno procurabasiempre hacerlo igual para ir ganando esa categoría también.

¿Y cuándo se organiza en liga el coleo aquí?

—Aquí en Palo Negro existe la Liga de Coleo desde 1982, el primer presi-dente fue mi hermano José Rafael “Pelón” Almeida, yo estaba de asesor porque

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prácticamente en el momento era quien más conocía de esas cosas. En la actua-lidad la liga la dirige la señora Graciela Díaz de Seijas.

“Chucho” Díaz Martínez: anécdotas de un gran coleador

Sentado en la casa de Carlos Almeida, escuchamos a “Chucho” Díaz Martínezevocar los gloriosos tiempos en que era protagonista exitoso del coleo palonegrense.Gran conversador, de hablar fluido y animado, narra diversas anécdotas de su vidaen las mangas, y de las peripecias que debían hacer los hermanos para evadir la vigi-lancia de don Antonio Díaz González, su padre, a quien no le gustaba la aficiónde sus hijos por los toros. Igualmente nos habla de los cambios experimentados enel deporte, que en su opinión es el más peligroso, recio y costoso de todos. Loprimero que expresa es su desacuerdo con lo dicho por Almeida de que “no se debebeber nada antes de colear”.

—Yo no estoy de acuerdo con eso que dice Carlos, porque primero uno seechaba los palos con los amigos y eso lo ayudaba a perder un poco el miedo, porquecuando uno entra a la manga tiene miedo, quien diga que no lo siente es un menti-roso, ya que se trata del deporte más recio, más peligroso y el que menos producea quien lo practica, porque uno es el protagonista, tiene que tener un buen caballo,un buen peón para que se lo mantenga, tiene que pagar para colear y ademásdivertir a la gente. Eso es lo que decía mi papá que “colear no daba cagajón”, élsiempre estaba en contra de que nosotros coleáramos, pero cuando iba el generalPérez Jiménez a Los Cortijos o a Sartenejal y sabía que nosotros íbamos a ir,entonces nos exigía que fuéramos los mejores.

—Recuerdo igualmente que en el año sesenta y uno, en Turmero, después queterminaron los toros, un compadre mío que era el jefe del ganado y estaba conmigoen un botiquín echándonos palos, me dijo que tenía que irse porque iba a despa-char ganado. Eran como las cinco y media. Entonces yo le dije que echara todo elganado para afuera, así lo hizo y salimos todos a colear. A mí me llegó el primeroy lo colié, pero cuando llegó el resto del ganado de tapón saqué el primero paraarriba y saqué el segundo, pero había quedado un toro rezagado y le di con lapierna. Cuando quise tirar la coleada no sentía el estribo, porque tenía la piernaquebrada. Entonces me bajaron del caballo, y tuve que mandarlo para “ElAmparo”, porque si lo mandaba para “Mamón Macho” mi papá me lo mataba olo vendía. Me llevaron al hospital, y me enyesaron la pierna, que salvé por el Dr.“Chingo” Carabaño, que después de enyesármela me abrió el yeso porque se meestaba hinchando. Estaba hospitalizado, eran como las siete de la mañana y oí lavoz de mi papá que decía que los toros coleados no servían. Me hice el dormido ycuando llegó al cuarto me preguntó por el caballo, pero ya yo lo había mandadocasa de López, para que él no me lo vendiera o lo matara. Era el caballo“Trasnocho”. Esa es una de las pocas anécdotas desagradables. Ah, después enSartenejas, antes de casarme, yo estaba coleando un toro y venía un primo

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hermano, José Vicente Díaz Martínez, de frente. Después que yo tiro la coleadaíbamos a chocar y yo metí la mano y me la fracturé. Me faltaban tres días paracasarme con una nieta del general López Contreras y no podía casi ni firmar ellibro y mi papá estaba furioso.

¿Y de los grandes momentos vividos en las mangas?

—Para mí personalmente fue en Barquisimeto, en un campeonato nacional.Antes había gran rivalidad entre Carabobo y Aragua, después Carabobo-Guárico,posteriormente Carabobo, Lara con Aragua y por último Carabobo, Lara yYaracuy, todos contra Aragua porque no podían contra nosotros. Aquí en el estadoteníamos un equipo muy bueno, integrado por José Manuel, Pascual Alfonso,Aquiles Fernández, Cornelio y yo, que éramos los principales. En ese campeonatoyo estaba preocupado porque de primero salió Aquiles Fernández y Aragua con eltoro; después salió Cornelio y Aragua con el toro; le siguió José Manuel y tambiénAragua con el toro y a mí me tocaba de último, estaba nervioso pensando que a lomejor el único de aquí que no iba a sacar el toro era yo, además de que estaba enun grupo muy fuerte: el negro Avendaño, Nardo Figueroa, Gaudi Guevara, otroque no recuerdo y yo. Además el caballo mío era portero, pero el de “el negro”Avendaño lo era más. Entonces yo me paré en la esquina y cuando asomé la cabeza,le tiré un caballazo al otro, para que me quedara el toro a mí, me lo llevara y despuéscogí al toro, fue cuando reposé: nuevamente Aragua con el toro. Fueron cinco torosy cinco aragüeños. En el segundo turno saqué el toro y no quedé campeón porqueGaudy Guevara pasó adelante y cuando vino de regreso me pegó un caballazo yperdí el toro.

Precisamente fue la rivalidad que existía entre varios estados contra Aragua, y lamuerte de un coleador lo que llevó a “Chucho” Díaz Martínez a retirarse del coleo.

—En el año setenta en San Felipe salió un toro y lo cogió otro coleador, le dio lavuelta al tapón y llevó la coleada pero la peló, entonces yo cogí el toro y en eso semetió al lado mío Iván Durán. El coleador que había pelado la coleada se devolvió atirarme un caballazo, pero Durán se metió y lo mató. Y es que para colear en eseentonces, como había mucha rivalidad, había que saber bien dar un caballazo, recibirun caballazo y ese muchacho Durán no sabía, no tenía la experiencia suficiente.Entonces decidí retirarme.

Colear antes era más agradable

Para “Chucho” Díaz Martínez, todo tiempo pasado en el coleo fue mejor, másagradable.

—Porque uno se reunía a las diez de la mañana y se metía en un patio de bolas,había un sancocho, y después a las tres de la tarde todo el mundo desaparecía porque

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había que ensillar los caballos y prepararse para colear. Hoy en día no, hoy en díauno llega a la manga a las cuatro de la tarde en un campeonato nacional y son lastres de la mañana y todavía están coleando. Antes comenzábamos a las cuatro hastalas ocho de la noche. Es que participan muchos estados. Yo soy partidario de quesólo participen los clasificados en eliminatorias zonales. Así se le daría al público unmejor espectáculo. Por otra parte actualmente el coleo es muy caro, para colear hayque pagar hasta mil quinientos y dos mil bolívares, de acuerdo a la calidad de lacompetencia, entonces los programas son para las cuatro, pero comienzan dos horasdespués para vender bastante cerveza y con el producto de la venta poder amorti-guar los gastos. Antiguamente uno coleaba y no le cobraban, sino que uno colabo-raba con veinte o treinta bolívares.

—Otro de los incentivos que ha perdido el coleo para los viejos coleadores—continúa “Chucho” Díaz Martínez— es que antiguamente cuando se iba acolear y éramos un grupo, había que agacharse y coger la mota, el que cogía la motaera el que coleaba el toro. Había que luchar abajo, hoy en día no. Ahora sale un toroy usted le toca la yuca del rabo arriba y es suyo. Había un trecho como de sesenta asetenta metros de pelea, donde lo trancaban a uno, ahí estaba la destreza de uno yel caballo que tuviera para poder salir. Después lo bajaron a treinta metros, luego adiez metros y uno tiene que tener un caballo muy portero.

No sólo entre equipos antes rivalidad, sino que a nivel local también rivalizabanlos ganaderos. Así lo cuenta el viejo coleador:

—Antiguamente había una gran rivalidad entre los ganaderos. Ellos enviabansu ganado para que lo colearan y cada uno quería ser mejor que el otro. Por ejemplo,Ramón Martínez, mi tío, mandaba una tarde de toros y trataba de que fueran losmejores que tenía, entonces al día siguiente Juan Agustín Díaz de “Mamón Macho”mandaba un ganado mejor, siempre había rivalidad pero nadie cobraba.

—Antes también había una cosa muy bonita con los gobernadores que no hayahora. Por ejemplo, cuando Hildegar Pérez Segnini que fue un gran propulsor delos toros en Aragua, nos invitaba a los coleadores al club de Cadafe. “Los espero allá”nos decía cuando terminábamos de colear, y entonces uno guardaba los caballos ycompartía con el gobernador.

“Mamón Macho” y “Camburito”

En las haciendas “Mamón Macho” y “Camburito” aprendieron a colear loshermanos Díaz Martínez. Desde temprana edad comenzaban a montar caballo y yaa los 17 años, en el caso de “Chucho”, coleaba en calle.

—Había dos camadas que eran Rafael y Carlucho, después la otra camada eraJosé Manuel y yo, también “Cachito” pero él coleaba de vez en cuando. El que

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coleaba más bonito era un hermano llamado Ramón Ignacio, pero por su trabajoy como no estaba en el campo no montaba mucho. En Camburito mi tío teníaunos caballos especiales para la camada de abajo y otros para la camada de arriba.En la de abajo estaban los caballos “Fosforito”, “Cimarrón”, “El Tigre”, “Leoncito”.

—Hay una anécdota de cuando yo me quebré la pierna y andaba en muleta,vino mi hermano Ramón de Valencia donde trabajaba con Materiales Mendoza, yme dijo que quería colear. Yo le dije que sí y al sábado siguiente cuando venían lostoros hablé con Manuel Fortique, que era el presidente de la asociación y el quehacía los grupos, y le dije: mira, Ramón va a colear, mételo en un grupo suave.Entonces cuando oigo que nombran el próximo grupo y ponen a Ramón DíazMartínez con Ramón Infante, que era de los mejores de Carabobo, aunque él eraaragüeño, y a otros coleadores muy buenos, salí a formarle un zaperoco a micompadre Fortique, pero cuando oí “Ramón Díaz con el toro”, me quedé callado.

“Traen a Bolívar preso”

Con una simpática anécdota, de sus andanzas por la capital guariqueña, encompañía de su amigo Enrique Irribarren, culminamos la conversación con el viejocoleador palonegrense.

—Recuerdo un día que fuimos a San Juan de los Morros varios de aquí: AlexSarría, Mujiquita, Enrique Irribarren, Chico Tosta y yo, y no nos querían echarganado. Para ese momento el gobernador era el coronel Casanova y el secretario deGobierno un íntimo amigo mío, Julio Rodríguez Tellerías. Como no nos echabanganado Enrique formó un zaperoco y lo hicieron preso. Él venía montado en sucaballo que se llamaba “Negro Primero”, escoltado por cuatro soldados y un tenien-tico, entonces yo vi la cosa mala y fui a casa de Julio a decirle que mi amigo estabapreso y le expliqué qué pasaba. Con el secretario de Gobierno fui hasta donde estabaEnrique y este al vernos exclamó: “Amigo, aquí traen a Bolívar preso”. Total queesa tarde nos fuimos para un club llamado el Club de La Rochelita, y como miprimo Alex cantaba muy bonito y tocaba guitarra y Mujiquita tocaba cuatro, todaslas muchachas estaban con ellos. Yo estaba con Enrique echándome palos cuandollegaron unos pavitos de allá de San Juan a querernos formar zaperoco. Enriquepeló por el revólver y les dijo a los muchachos que pusieran el culo pegado a lapared, y así los tenía cuando entró el coronel Casanova, y preguntó ¿quién es esehombre?, y Enrique Irribarren se metió el revolver en la cintura y le dijo “EnriqueIrribarren a sus órdenes mi coronel”. Bueno, desde ese día fue protegido del gober-nador.

Paúl Guanare: el más grande

De cara al patio Paúl Guanare sueña el llano que regentó a caballo ejerciendosu oficio de vaquero. Ejecuta el viaje imaginario con la serenidad de un hombre que

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ha vivido a plenitud. La ruralidad puebla los espacios de su amplia moradadonde le escuchamos desandar recuerdos.

—Empecé a los trece años. Trabajaba en la hacienda La Martinera y juntoa José Gorrín, de Cagua, y Norberto Romero, de Garabato, me hice jinete,enlazador y coleador. Me encantaba ensillar de noche y salir a cabalgar. De aquísalía a Turmero a bailar pianito, uno ponía un fuerte, que eran veinte piezas,y regresaba a la hacienda a ordeñar en la madrugada.

De sus grandes momentos en las mangas de coleo, evoca…

—Una vez coleando frente al general Gómez tumbé el toro montado sobreel caballo “Mañanita”, en el que antes había coleado su hijo Juan Vicente sinlograr tumbar el toro diciendo que el caballo no servía. El general me regalócien bolívares y puedes imaginarte la respuesta que le dio al hijo. Es quehabemos vaqueros de vaqueros y coleadores de coleadores. Uno se adapta alanimal y él uno. El caballo que yo más quise fue “El Babieca”, nunca me tumbóy con él gané muchos premios.

En las haciendas y pueblos de Aragua se habla de la destreza de PaúlGuanare. Es ejemplo permanente de lo máximo en coleo. El viejo desdemuchacho se hizo figura sobre un caballo.

—En el año treinta y siete fuimos a recoger un ganado en Macapo, alláhabía un toro llamado “Tumba Cují”, porque tumbaba árboles de lo feroz queera. Ese toro lo enlacé en el caballo “Mañanita”. Estuvimos fajados los dos a laorilla de la laguna y finalmente el caballo y yo salimos remolcados por elanimal.

En otra oportunidad Guanare salió para Güigüe hacia la hacienda La Lindadonde era encargado Lino Tesorero. Al verlos llegar Lino dijo: “Aquí en LaLinda, Lamber y yo”, refiriéndose a que nadie igualaba a caballo y jinete en lajornada diaria. Llegó el día de recoger los animales y don Ramón Martínez lesadvirtió a los vaqueros que “el que enlaza no jala”, y agregó “Paúl te ves conLino”. Cuando eran las tres de la tarde Paúl Guanare había enlazado diez torosy Lino ninguno, de modo que el rabo de su caballo estaba chiquitico de tantojalar. Llegó a la casa de hacienda y le dijo al dueño: “a ese muchacho no loquiero más de compañía”.

Quien le ganó un día fue Compay Lara, acudió a la astucia campesina. Salena recoger los animales y Paúl enlaza a un fiero toro. Compay Lara lo soltó yllegó a la hacienda diciendo: “ese toro era el mismo diablo, primero era negroy después pintao, por eso lo solté”.

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No vine a conocer sino a que me conozcan

Así les respondió a los llaneros guariqueños de un lugar llamado CoropoVarguero, Paúl Guanare, después de salir airoso de un duelo con un caballomañoso.

—Cogimos pal’ llano, pa’ Corocito Varguero, entre Carabobo, Guárico yCojedes. Vimos un candelero y la gente nos respondió “esa la prendemos pa’ queel tigre no se acerque”. Al otro día había que salir a la faena. Yo veo un caballo zainoy me doy cuenta que era el único animal gordo que había, y me dije: este animalo es flojo o tiene maña. Lo enlacé, cogí pa’ la montaña y corté una vara que llamanverga de toro. “Aragua debe estar rezando” decían los llaneros. Los recinché y memonté. Todo el mundo estaba esperando que el caballo me tumbara. Le di unapaliza y el animal dejó de corcovear. Allí les dije: “yo no vine a conocer, vine a queme conozcan”. Ese día enlacé veinticuatro toros. Salíamos de madrugada y hací-amos en la noche la única comida del día, ya el cuerpo estaba acostumbrado.Ganaba treinta y cinco bolívares semanales.

Cuarenta y cinco días arreando

Fue en el año treinta y ocho que Paúl Guanare salió de Palo Negro hacia el llanoadentro. “Por allá anduve dos años. Una vez tardé cuarenta y cinco días desde Mantecalhasta Villa de Cura. Traíamos ganado pal’ matadero, yo era el caporal. Traíamos mil resesy cada punta de cien reses la guiaban siete peones. En Mantecal conocí un hombrellamado Santana del que todavía me acuerdo, pues no he conocido otro que lo iguale.Me dijo “dame una colita”. Pero qué hombre tan guapo. En la capotera traía chinchorro,cobija, mosquitero y alpargatas. Cuando llegamos al Paso de Apure, hablamos con unhombre que vivía de un lado del río y pasaba ganado. Nos dijo “yo se los paso”, y vinoa caballo y con dos bueyes madrineros. Santana ayudó y atravesó veinticuatro veces elrío sin mojar la capotera, nadaba como si fuera parado. Yo nunca vi otra cosa igual. Mesy medio después cuando llegamos a La Villa, al matadero, Savery me llamó y me dijoque tenía que ir a cobrar a la “Casa Savery”, un negocio de su propiedad. Yo le respondí“A este hombre hay que pagarle por sus servicios”, y eso hicimos. Eran las diez de la nochey yo eché a cabalgar con la plata en la silla hacia Palo Negro. Nunca volví a ver a eseSantana, el hombre que pasó veinticuatro veces el río Apure sin mojar la capotera.

Homenaje a Paúl Guanare

Paúl Guanare fue homenajeado el mes de marzo de 1980, en Palo Negro en unasfiestas organizadas por los hermanos Almeida y Luis Castro. En ese entonces, el hombreque se retiró del coleo en 1954 volvió a encantar a la afición.

—Para la fecha Paúl tenía sesenta y ocho años —refiere Carlos Almeida— ycoleó como antes. Él no iba a colear pero ese día en la manga había gante de toda

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Venezuela que había ido al homenaje y pidieron que coleara. Echaron el toro y Paúlnos regaló la cola a los dirigentes de la liga, pero antes advirtió que el único raboque él obsequiaba era el rabo del toro tumbado ese día.

Paúl Guanare se emociona cuando nombra los caballos con los que triunfó en lasmangas de Caracas y el centro del país. Como aquella vez que el Coney Island, repletode aficionados, lo vio triunfar representando a Aragua. “Babieca”, “Mañanita” y “PájaroAmarillo”, fueron los caballos con los que llegó a compenetrarse tanto que bastaba unapalabra para que los animales cumplieran las órdenes que les transmitía.

El hombre que nació en Palo Negro el 2 de abril de 1912, fue invitado de honor delgeneral Gómez, admirador de su arte. En la opinión de los coleadores, nadie ha logradoigualar al viejo Paúl Guanare, uno de los mejores hombres de a caballo que ha nacidoen Venezuela, y el más grande del pueblo.

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Memoriasdel béisbol palonegrense


En 1930 la radio difundía la noticia del surgimiento de un pitcher de excep-ción: Vidal López. Era la época en que la emisora Broadcasting de Caracas, en lasvoces de los célebres locutores Ballesteros y Enrique Fortique transmitían lasemociones de los partidos de béisbol en los que rivalizaban los equipos RoyalCriollos de Caracas, divisa a la cual pertenecía López; el Magallanes, también dela capital de la república; Santa Marta de la Guaira y el Concordia del La Victoria.Y en los pueblos nacientes, niños y jóvenes se congregaban para escuchar lashazañas del memorable pelotero. Palo Negro no fue excepción, en el pequeñopoblado no se disponía de recursos ni conocimientos beisbolísticos pero la imagi-nación infantil se abrió camino en los campos abiertos para que el béisbol pren-diera.

Fue en la plaza del poblado donde se improvisaron las primeras “caimaneras”.Febrilmente ilusionados los muchachos fabricaban sus propias pelotas de trapo ygozosos se congregaban para que el juego se asentara en la comarca. Aquella porten-tosa expresión deportiva conmovió a don Guillermo Ovalles, quien fundó elprimer equipo del pueblo, tal como lo refieren nuestros informantes. Se llamó “19de Abril” y tuvo su primera sede en Santa Elena, en el solar de la familia Marrero.De allí en adelante los equipos habrían de multiplicarse. Tal vez como en ningúnotro pueblo en Venezuela, en medio de las siembras y potreros los jóvenes abrieronespacios para que la pelota se elevara.

Don Pablo Aguirre y Jacobo Borett, sempiternos promotores de esta disciplinaen Palo Negro, rememoran el béisbol antañón con la frescura y la fuerza quedemostraron en los campos de juego. Semillero pródigo ha sido Palo Negro beis-bolísticamente. Sus jugadores han nutrido muchos equipos del béisbol aragüeño yotros hacen carrera en el béisbol rentado, de modo que resulta lógico hablar deldeporte de las bolas y los strikes en este recorrido por el pueblo de nombre vegetal.

Béisbol en Los Solares

A falta de campos deportivos, los solares de las casas del apacible poblado, queeran grandísimos, se convirtieron en terrenos de juego. Era un béisbol de campo,de pueblo, que a principios de los años treinta tuvo en acción tres equipos, tal comolo refieren Borett y Aguirre:

—En los años 30-32 había en Palo Negro los equipos: Monte Oscuro enOcumario; el Mandarina en el solar de los Pérez y el Santa Rosa en el solar deCarmelo Sánchez. Después a la muerte de Gómez, en el año treinta y seis, fueroninvadidos los terrenos de La Croquera, que eran propiedad de la familia del General,no para hacer casas sino campos deportivos, unos seis o siete aproximadamente, y

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surgieron cinco equipos: el Demócrata de Roso Muñoz; el Caballito de Pedro JoséMartínez; Ocumarito del Dr. Eusebio Toro; el Alfa de José Jiménez y otro llamadoel Campate. Esos campos deportivos actualmente están completamente poblados,como eran campos que no tenían ningún apoyo del Gobierno, desaparecieron, elúnico que quedó fue el Natividad Patiño.

¿A qué se debió esa gran afición por el béisbol en Palo Negro?

—La afición de Palo Negro se fue incrementando por las competencias que seoían por radio, porque para esa época no había televisión. Los muchachos se entu-siasmaban escuchando las hazañas de Vidal López “chingo cañón” y se agrupabanpor barrios, nueve de uno y nueve de otro formaban los equipos y paraban lospartidos. Como no había recursos hacían las pelotas de trapo, de hilo cocido. Losguantes eran hechos de lona cocida por ellos mismos, y el bate lo fabricaban conpalo de Guásimo o Rabo de Ratón. Los petos eran sacos y los llenaban de paja,como hacía un muchacho llamado Vicente Ibarra que era catcher.

1940: surge el béisbol organizado

Para 1940 ya existe en Palo Negro un béisbol organizado, Pablo Aguirre yJacobo Borett, a pesar de que jugaban se ocupaban más bien de organizar equiposy llevarlos a las competencias.

—Teníamos una mística grande, nosotros no parábamos en Palo Negro, llevá-bamos los equipos a jugar a Caracas, Valencia, Miranda, a todas partes. Teníamosuna gran ayuda de la Base Aérea que nos prestaba un autobús y en él nos trasladá-bamos a muchos sitios. En los torneos internos con cuatro o cinco equipos de aquívenían a competir de otros pueblos, de La Villa, Mariara, Maracay, etc.

En relación a los primeros equipos organizados de béisbol, Borett y Aguirreseñalan que:

—El primero fue la Línea Demócrata y después Buses Demócratas. Nosotrosempezamos en el solar del Sr. Carmelo Sánchez con un equipo que se llamó SantaRosa, después le pusimos el nombre de Magallanes, posteriormente el de ElVictoria y después pasamos, con el Sr. Enrique Tabares, a ser Línea Demócrata yfinalmente para Buses Demócratas.

—Excelentes peloteros había en esos años: el terrible pitcher zurdo NatividadPatiño, él era mocho, le faltaba un dedo, sin embargo cuando se encaramaba a lalomita era seguro que el equipo ganaba. Estaban también José de la Cruz Ovalles,primera base; Francisco Castillo, fielder; Julio Mata, pitcher; Juan Mata, segundabase; Pedro José Martínez, left fielder; Luis Bravo, Francisco Castillo; FlorencioMuñoz, Melio Valdespino, short stop; Luis Felipe Oviedo, que aquí casi nadie lo

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conoce y él fue short stop del Guaicaipuro de Los Teques, él de allá nos traía cono-cimientos para acá. Recuerdo una vez que estábamos jugando en Turmero y está-bamos perdiendo como que eran doce carreras a cero, entonces llegó Luis Felipecomo en el cuarto inning y se puso a pitchar y ganó el juego. Fue una gran emociónpara nosotros y el pueblo lo recibió como héroe. Todos ellos integraron el equipoLínea Demócrata.

Posteriormente a esa camada de jugadores, en los años cincuenta surgen desta-cados peloteros, apuntalados por el excelente pitcher Félix “Cubano” Chávez, elprimera base Rufo Rivas, el left fielder Ángel Flores, Marcos Valdespino, MiguelCastro, Eduardo Castillo, Rafael Antonio Olmedo, Neptalí Parra, Alberto Herrera,Víctor González, Alejandro Olivo, Florencio Muñoz, todos integrantes de BusesDemócratas, uno de los mejores equipos que ha tenido Palo Negro. Duró hasta1958.

Estragos del “marronismo”

A finales de la década de los cincuenta la calidad de los peloteros palonegrensesllamaba poderosamente la atención de los “cazadores” de valores, que con la llegadadel llamado “marronismo” prácticamente desmantelaron el poderoso equipo queexistía en Palo Negro para el momento, al llevarse a los jugadores más destacados.Borett y Aguirre hacen referencia de lo sucedido en ese entonces.

—Cuando comenzó el llamado “marronismo” el equipo que teníamos aquíquedó desmantelado, especialmente por el Sr. Rafael Benito Sosa, eterno jefe delMOP, que conformaba sus equipos con mayoría de peloteros de Palo Negro, lesofrecía dinero para llevárselos, tales fueron los casos de Félix “Cubano” Chávez,Rufo Rivas, primera base; Ángel Flores, left fielder; Luis Ladera, un pitcher queademás fildeaba muy bien; Darío Sánchez, catcher; Marcos Valdespino, short stop;Luis Castro, pitcher, y Miguel Castro, tercera base.

Nace el “Natividad Patiño”

A mediados de los años cuarenta con la efervescencia de la afición beisbolística,y la colaboración de los pobladores y promotores de la disciplina, construyen elestadio de béisbol “Natividad Patiño” en honor al temible pitcher zurdo, nativo delpoblado. Fue una obra de todos los palonegrenses, que después plenaban el estadiopara aupar a sus parciales en cada encuentro.

—Cuando hicimos el estadio, que fue halando escardilla y machete, fuimos aMaracay y el comandante que estaba en La Placera nos regaló la tela metálica, alfajol,para la cerca, y en la gobernación nos dieron los estantillos de hierro, como quedaronpequeños, los hermanos José Manuel y “Chucho” Díaz Martínez los mandaron aempatar en sus haciendas y nos los regalaron también. El Sr. Juan González, que tenía

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un camión lo prestó para hacer el estadio. Nosotros cargábamos arena del río conla carreta de Mamón Macho y la carreta de Juan Bautista Maury y traíamos arenapara rellenar el terreno.

¿Ha habido despojo de los terrenos del estadio?

—Sí, porque el estadio era mucho más grande, desde el callejón Campelo albarrio El Deleite y de la calle El Ganado, la calle Ricaurte a la Sucre. Por la calleSucre le quitaron como veinte metros para hacer unas casas. Incluso para jugarbéisbol doble “A” es un problema porque se pierden muchas pelotas por no tenerlas medidas reglamentarias, habría que hacerle una sobrecerca a la pared. Ahí nose puede jugar ahorita sino béisbol de veteranos, softbol, fútbol, nunca como antes.

Los dos sempiternos promotores del béisbol palonegrense continúan evocandocon cierta nostalgia los años en que la pelota acaparaba todo su tiempo, y hasta sudinero.

—Lo que yo conseguía trabajando era para la pelota —señala Pablo Aguirre.Yo era un tipo que pagaba un carro para que me fuera a buscar a Miquilano Laderade Ocumare de la Costa y a Pinto, y pagaba otro para que me fuera a buscar a unmuchacho en La Villa, porque yo quería ver ganar al equipo.

Por su parte Jacobo Borett nos cuenta que le regaló una cerca al estadio “porqueno había cerca divisoria interna y el público, que en ese tiempo era muy nume-roso, unas tres mil personas presenciaban los juegos, viendo al bateador se ibanmetiendo y cuando venían a ver la gente estaba encima de la raya de primera.Entonces yo me dije, bueno, esta es una necesidad muy grande y fui a CercasAméricas a Maracay y compré la tela metálica y puse una cerca por el right fieldery otra por el left fielder, internas, que duraron hasta hace poco cuando la nuevaadministración remodeló el estadio. Pero esas cercas que hice duraron muchísimoaños.

—Yo tenía un camión volteo —continúa Borett—, me paraba a las seis de lamañana y le ponía una viga atrás para acondicionar el terreno y pasarle lo quellaman la viga al terreno, pintarlo y pendiente para cuando llegaran los equiposrecibirlos. Fueron muchos años que ambos estuvimos en esto, ya uno está muyagotado.

La hospitalidad palonegrense

La dedicación y entusiasmo de los promotores del béisbol palonegrense deotrora, no se limitaba a la preparación del terreno y la organización de torneos ypartidos, sino que la hospitalidad se convertía en un atractivo para los equiposprovenientes de otros poblados y ciudades.

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—A la gente le gustaba venir a jugar aquí porque nosotros al terminar elpartido hacíamos un sancocho y bebidas. Todo el mundo ponía algo, no faltabanada y ese era un gran atractivo para los jugadores de los equipos invitados. Porejemplo a “Yanesito”, que era dueño del Venezuela Profesional y después delequipo Caracas, venía de la capital con sus equipos, nosotros le ganamos sieteveces seguidas y él sólo vino a ganar el último, no obstante venían siempreporque sabía que aquí les atendíamos bien.

Julio Bracho, “El Brujo”, integrante del equipo de Venezuela campeón de laSerie del Caribe del cuarenta y uno en Cuba, entrenador de los seleccionadosestadales por muchos años, y asiduo visitante del Natividad Patiño desde susprimeros años, ratifica las palabras de Borett y Aguirre, en relación a la carac-terística hospitalidad palonegrense.

—Jugar en Palo Negro era realmente grato, al terminar los partidos hacíanun sancocho, con cazabe, picante y en algunas ocasiones hasta mataban una res.Recuerdo al señor Enrique Tabares, “Titiarito”, dueño de autobuses demó-cratas, siempre muy sonriente, muy alegre y sociable. A Pablo Aguirre, a Borett,yo siempre iba a Palo Negro y estaba pendiente de ellos, hasta este año que medieron una placa, en el estadio Natividad Patiño.

“El Brujo” Bracho recuerda igualmente que muchos jugadores de Palo Negrointegraban la selección estadal, cuando comenzaron los campeonatos organi-zados de béisbol amateur en los años 50-60:

—Estaba “El Cubano” Chávez, Miguel Castro, Florencio Muñoz,Valdespino, Manuel Tejada, entre otros, yo entrené al seleccionado regionalhasta 1965 aproximadamente, y esos jugadores de Palo Negro eran realmentebuenos— ratifica.

Mayor mística deportiva

Consultamos la opinión de Borett y Aguirre en relación a la diferencia entreel béisbol que se jugaba en su época y el actual, y de inmediato surge la respuesta:

—La principal diferencia era la cercanía que había entre el pelotero y elequipo. Si al pelotero uno le decía: usted tiene que dar un fuerte para esto, elpelotero se lo daba. Antes cotizaba el pelotero, ahora el que cotiza es el dueñodel equipo. Si el zapato está roto hay que buscarle un par nuevo porque si no,no juega. Antes jugaban con zapato roto como fuera, había más mística, nohabía esa ambición por el dinero. Por otra parte el público asistía masivamenteal estadio, ahora no y eso que aquí nunca se ha cobrado entrada. Y en un prin-cipio había mucha colaboración del pueblo, de los campesinos, que ayudabana hacer los campos cuando no existía el Natividad Patiño.

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Recuerdan nuestros informantes, como ejemplo de esa gran mística deportiva,el día en que Palo Negro le ganó al equipo “Locomotoras de La Guaira”, un equipodoble “A” muy fuerte, que vino con todo el favoritismo para vencer.

—Le ganamos dos carreras a una. Ese fue un día de fiesta en el pueblo porquenosotros nunca pensamos que íbamos a ganar, pero era la mística del pelotero, elpelotero que no quería perder se daba íntegro en el terreno. Los juegos se cele-braban los sábados y domingos en la tarde. Incluso llegamos a ser campeones endoble “A”.

Uniformes hechos en casa

—Los primeros uniformes que nosotros usamos en Palo Negro nos los hizo laseñora Pascualina Girón. Uno le compraba la tela, kaki ese que era barato y losmandábamos a hacer. Después los hacía la señora Eloisa Sánchez y la señora Ibarra.Los uniformes eran bombache con una camisa de unos siete botones adelante y unribetico a los lados. Ahora son puro poliéster y pegaditos.

—Antes los peloteros no estaban tan protegidos como los de ahora que usan lacopa, tobilleras, muñequeras. Antes en el equipo que teníamos se quechaba sinpeto. Incluso una vez a Teófilo Olmedo le dieron un desball por el cuello y noquedamos ninguno en el campo cuando vimos que cayó como un pollito, delmiedo nos fuimos todos en vez de ayudarlo, cosa de muchachos pequeños.

Juan Hernández: veinte años entrenando

—Además de Jacobo Borett y Pablo Aguirre en Palo Negro han existido otrospromotores del béisbol, tales como Jacinto Molina, Roso Muñoz, un señor deapellido Cortez y en el béisbol menor, Juan Hernández, de quien nuestros infor-mantes hablan con mucha deferencia.

—Juan Hernández ha sido un trabajador toda la vida. Ha hecho un grantrabajo. Él jugó la misma pelota que nosotros, la pelota sabanera, pero él se dedicóa entrenar y aún con la edad que tiene practica a los muchachitos, tiene pacienciapara dirigirlos, sabe guiarlos, es muy buen entrenador.

En efecto, Hernández trabajaba como entrenador de béisbol menor con elIND, y es el primero que entrena esta disciplina en Palo Negro. Nacido en el añotreinta y uno comenzó a jugar béisbol organizado en el equipo “Vargas” que sefundó en Palo Negro en 1951-52, con el que jugó en Maracay en categoría doble“A” en el Torneo Estatal “José Pérez Colmenares” en 1953.

En su opinión los mejores peloteros que ha tenido Palo Negro son, entre otros:Félix “Cubano” Chávez, Luis Castro, Marcos Valdespino, Miguel Castro, Víctor

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González, Alejandro Olivo, Eduardo Castillo, Alberto Herrera, Neptalí Parra,Ángel Flores, Florencio Muñoz, Rafael Antonio Olmedo y Rufo Rivas, todos inte-grantes del desaparecido equipo Buses Demócratas del Sr. Enrique Tabares.

Conocedor de la evolución del béisbol palonegrense, nos informa igualmentede los jugadores locales que han llegado al profesional:

—Luis Rojas estuvo en la Serie del Caribe; Carlos Arocha, Asdrúbal Estrada,primera base del Magallanes; Luis Ortega, jugó en Italia; Silverio Navas con LosYanquis y Wilkerman González con Los Piratas de Pittsburg. Un buen prospectoJovanni González.

Muchos años han transcurrido desde que don Guillermo Ovalles divisó en laplaza del poblado las primeras “caimaneras” y fundó el “19 de Abril”. El béisbolhoy día no cuenta con la misma mística que evocan los mayores, no obstante JuanHernández al frente de una legión de niños y jóvenes aspira que el béisbol recobrelos brillos del pasado.

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Una tradicióndulcera centenaria


Un pueblo se descubre en los fogones. En la elocuencia de sus hornos. El arteculinario es tradición, escritura que se lee con goce. Hay pueblos famosos por lacalidad de sus condumios. Palo Negro es uno de ellos y cuando uno entra en suscocinas sabe de dónde provienen las exquisiteces de la dulcería criolla que seexpenden en todo el centro del país.

Entre los vapores de canela y anís van surgiendo los anillos dorados del maízmilenario que llamamos “pan de horno”. Livianos, tiernos, como la sonrisa de unniño, conservan el olor de los naranjos mientras se cuecen bajo la arcilla tibia.

Son varias las casas del pueblo donde el calor de los hornos pone en la madru-gada un aire campesino. Besos, polvorosas, majarete, carato y papitas de leche sonnombres familiares en el pueblo y todos forman parte de una culinaria afanosa-mente elaborada por las entendidas en la dulce alquimia.

Las fuentes de tanta multitud de sabores tienen edad de siglos. Las antiguasdulceras dejaron honda huella. Eso cuentan nuestras entrevistadas mientras bordancon materia vegetal nombres que cuando brotan del discurrir del fuego son panprodigioso.

Cuando iniciamos el recorrido por la población aragüeña no imaginábamoscuánta sabiduría habita en sus fogones. Hagamos juntos el recorrido y verán quecuando se habla de dulces en el valle, se está nombrando un arte que tiene su mejorexpresión en Palo Negro.

Aracelis Alvarado de Vitale: majarete, tortas y besos

En casa de la señora Aracelis el fuego de los hornos se encienden desde muchoantes de que amanezca. Sus dulces son famosos, de modo que debe atender losclientes que mañanean en busca de sus besos, tortas y conservas. Está en el oficiodesde los siete años, lo aprendió de su madre María Alvarado y de su tía Remigia.Después de visitar su casa fuimos hasta el nuevo mercado del pueblo y allí la encon-tramos al frente de su vitrina dulce. Cuenta que aprendió a caminar entreconservas.

—Lo que hago lo aprendí desde chiquitita, toda mi familia fue dulcera. Mamáme enseñó a fabricar los dulces tradicionales y yo he inventado otros. Desde lascuatro de la madrugada empiezo a trabajar y los fines de semana es cuando másvendo. Hago majarete, torta de auyama, de vainilla, conservas de coco, besos, polvo-rosas, torta de plátano y conservitas de toronja y lechosa. Los dulces son parte de la casaporque no hay día que no amanezcamos en el fogón haciéndolos.

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Ya sabíamos por boca de Pedro Juan Alvarado, dueño de la última pulperíaaragüeña, que la señora Aracelis es la hacedora del mejor majarete que él expende.Ella, con la humildad de los artesanos, nos aseguró que sus dulces tienen la mismacalidad que los que fabrican las otras mujeres en el pueblo. La dejamos al frente desu expendio espléndido y nos fuimos a casa de doña Celita de López. Ella es la señoradel carato y lleva más de medio siglo haciéndolo.

Doña Celita de López: el secreto es la paciencia

Palo Negro era un pueblo pequeñito cuando Celita se inició en su oficio. Ella esla sucesora de la señora Dimas de Machado, una de las precursoras de la mejordulcería aragüeña. Son varios los secretos de un buen carato, pero, en su opinión,el más importante es la paciencia.

—Aquí vienen y me piden la receta y después me dicen que no les queda igual.No ve que para hacer un buen carato hay que dedicar muchas horas y la gente ahoraanda apurada y no pasa mucho tiempo en la cocina.

Le preguntamos cuáles son los ingredientes que utiliza y con una dulzura seme-jante a la exquisita bebida que elabora va nombrando maravillas tiernas.

—Yo utilizo maíz pilado, clavitos de olor y canela, un poquito de vainilla, unaraspadura de nuez moscada, el papelón para darle el color y sus hojitas de naranjaagria.

Pero no vayan a creer los interesados que hacer carato es obra de un rato. Sondos días de trabajo y las medidas de doña Celita son sus ojos.

—El primer día se cocina la masa con el cogollo de la naranja agria. Aparte sederrite el papelón con el clavo y la canela. El segundo día, con la masa fría y el melaofrío se deslíe (que quede sueltecita la masa), se amasa todo eso, se pasa por un coladorfino y se le agrega su azúcar para complementar el punto de dulce.

Doña Celita tiene en el patio sus naranjos y demás frutas que usa. Desde su casade la calle Rondón, número diez, salen diariamente centenares de litros de caratoque expenden Pedro Juan, Eduardo Lima y Rafael Sumoza en las tres bodegas másconocidas del pueblo. La gente ya conoce su bebida y ella asegura que ahora es quehay carato para largo tiempo.

Catalina y Josefina: un fogón prestigioso

El fogón de las señoras Catalina y Josefina Sumoza tiene el mismo prestigio delas papitas de leche que fabrican. A mediodía, la gente hace cola cerquita de lastopias, porque si no hay dulces, hay arepas hechas en leña que ellas venden a precio

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de antes. Las encontramos en plena faena frente a un fogón lleno de arepas.Atentísimas ambas, nos explicaron cómo elaborar sus famosas papitas.

—Primero se deslíe la masa de maíz en leche y cuando ya está como alfeñique sebaja y se van haciendo las papitas. Los ingredientes son masa, leche y azúcar. Eseoficio lo heredamos de nuestra madre Ernestina Sumoza. Somos dos de las más viejasdulceras del pueblo, porque aquí antes toda muchacha aprendía el oficio.

Yo no probé las papitas de leche que fabrican las señoras Sumoza porque nohabían, pero almorcé con un par de arepas hechas en budare y juro que por un parde arepas de esas vale la pena un viaje a Palo Negro.

El pan de horno de Las Puerta

El pan de horno de las Puerta es el pan más solicitado en Aragua. Puede decirseque las Puerta haciendo pan de horno tienen más de cien años. Las encontramos“enroscando” sobre una mesa amplia y frente a un horno de barro que fue de sumadre, doña Teresa de Puerta. Diariamente salen miles de pancitos de esa industriacasera que identifica al pueblo. Desde Caracas, Los Teques, Oriente, Valencia y hastadel exterior llegan a Palo Negro los compradores de tan exquisita golosina. Variasgeneraciones de mujeres se sienten diariamente a enhebrar el sabor que las ha hechofamosas.

—Para nosotras hacer pan de horno es como aliñar caraotas en cualquiera otracasa del pueblo— nos dijo la señora Angelina Puerta de Ostos mientras Eunice Puertaintroducía bandejas olorosas en el horno de leña. Loida de Abreu y Ruth de Apontesuspendieron el trabajo porque “no nos gusta que nos retraten”, sin embargo desdeel corredor participaron de la conversación.

Cuenta la señora Angélica que a todas las hermanas “no se les enrosca”, es decir,no tienen buena mano. De manera que son cuatro las fervorosas continuadoras deloficio. Afortunadamente, según Eunice, la nueva generación “enrosca igual que lavieja” y eso quiere decir que hay sucesión en las muchachas quinceañeras.

El pan de horno es el dulce más criollo que existe y su calidad, además de un buenaliño y buenas manos, depende del horno de barro. Así lo asegura la señora Angélicay procede a darnos la receta que las ha convertido en un mito de la cocina tradicionalde Aragua.

—Los ingredientes son: maíz cariaco, papelón, guayabita, canela, anís, sal,bicarbonato y huevos. Se tuesta el maíz en el horno y al día siguiente se muele.Luego se aliña con sus especies nuevamente y se procede a enroscarlo.Posteriormente hay que meterlo nuevamente dos veces al horno. Primero se meteunos minutos y se saca para que no se arrebate, luego cuando el horno va perdiendo

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el calor se mete por segunda vez y última vez otros minutos hasta que esté listo paraser consumido.

Por el pan de horno hay Puertas que no han egresado de la universidad.

“Es que el pan de horno no nos deja estudiar”, asegura una de ellas, mientras vancreciendo los promontorios de golosinas sobre la mesa de enroscar. La consigna enPalo Negro es “si es pan de horno de las Puerta véndeme varios”. Es el prestigio queotorga la constancia a una empresa familiar que tiene más de cien años.

Juana Guzmán: unas marialuisas muy famosas

En La Tejita, doña Juana Guzmán (viuda de González) bate dulces marialuisas.Desde la edad de nueve años teje sabores que enriquecen la dulcería aragüeña.Aprendió el oficio de su madre Crizanta Guzmán y a los setenta años continúabatiendo, a pura mano, su exquisita granjería. Ese, según ella, es el secreto de sus maria-luisas.

—Yo hago marialuisas, suspiros, besitos y tortas. La gente solicita mis dulcesporque son hechos con amor y paciencia. Mamá decía que una buena dulcera debíapasar mucho tiempo en su cocina.

Después de degustar sus invenciones de sabores típicos le pedimos su receta y doñaJuana nos reveló sus fórmulas. Receta: a tres kilos de harina se le pone una cucharadade bicarbonato, tres litros de leche, tres cucharadas de vainilla. Debe batirse de abajohacia arriba con las manos. Se aparta un poquito de la misma mezcla para decorarlas.

Doña Juana igualmente nos da la receta para hacer las ricas paledonias, otro de losdulces que elabora: a un kilo de harina se le agrega una panela de papelón para mediolitro de agua; se le pone especies, una cucharada de anís, una cucharada de canela enpolvo y una de guayabita molida, una panela de mantequilla y dos huevos. Porsupuesto, primero se prepara el melao y finalmente la harina, debe batirse con unacuchara de madera.

Doña Angelina: entre olores y sabores

En el ámbito de doña Angelina Cortez de Fernández los olores del arte culinarioascienden desde una mesa grande donde se tejen las más exquisitas granjerías. Todauna vida dedicada al oficio la ha convertido en dueña de sutiles secretos para encantartodos los sentidos. Conservas, majarete, buñuelos y cachapas salen de la calle NegroPrimero, número sesenta y cinco.

—Con este oficio levanté a todos mis hijos —nos refiere orgullosa—, lo aprendíde mi madre Clara Moreno de Cortez que a los ochenta y ocho años sigue trabajando.

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Su infancia fue un constante trajinar entre papelones y esencias para que elpan de la casa no mermara. No se arrepiente de haber trabajado tanto: “la genteaprecia nuestro humilde oficio”, afirma, mientras la fotografiamos labrandoformas tiernas.

Una cultura antigua

En la misma calle Negro Primero habita doña Clara Moreno de Cortez, sumadre. Bulliciosa entra a la cocina y nos damos cuenta que estamos frente a otropersonaje excepcional. Los ochenta y ocho años vividos no han hecho mella ensu espíritu alegre.

—Este es un oficio antiguo —señala— lo aprendí de mi madre IsidraMoreno, quien hacía ventas, compraba tabaco en bojotes y hacía un tabaco queera muy buscado. Esa era mujer de muchos conocimientos, nosotros seguimoslo que nos enseñó.

Sentimos entonces que estamos en los primeros eslabones de una cadena demujeres legendarias. Mujeres que al hablar expresan la sabiduría de la tierrahabitada. Radiante de alegría doña Clara echa chistes y nombra uno de losdulces tradicionales que hace:

—Yo vendí mucha pelota, ese es un dulce que va envuelto en hojas decambur, se hace con maíz pilado, se remoja y se muele. Luego se le echapimienta, dulce y papelón. Ese es muy antiguo. Mi mamá lo hacía exquisito.

Salimos de la casa de las Cortez endulzados. Llenos de tanta boniturahumana y conservitas de color arcoiris.

El carato de Erpidia

Para la señora Erpidia de Breto el día comienza entre grandes ollas dondecocina su carato. Aprendió el oficio de una tía y desde hace quince años diaria-mente repite la receta que expende Juan Luna en su bodega:

—Cocino la masa de maíz con hojas de naranja agria, guayabitas y clavitos.Después lo cierno y lo embotello, por supuesto después que le he puestopapelón.

En botellas de vidrio salen varios litros de carato en la mañana y luego doñaErpidia se dedica a la elaboración de tortas de auyamas y besos. Allí la dejamos,cuando el día asomaba su esplendor ya ella había cumplido con la mitad de sujornada.

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Pan de hornera de tradición

En el barrio Libertador doña Arminda Hurtado tenía uno de los más viejoshornos de barro. La vibración que producen los aviones se lo derrumbó y doñaArminda, riéndose, dice que enviudó. Ella es la hermana mayor de la familiaPuerta, pandehorneras de mucha tradición. Al fondo de la casa, el rancho abiertoes el último vestigio de un oficio ejecutado durante más de medio siglo.

—Estoy en esto desde cuando no alcanzaba los mostradores. Sola salía con micajoncito a Maracay y recorría San Agustín y los alrededores de la plaza San Juan,cuando estaba naciendo El Milagro. Luego vendíamos en el desaparecido mercadoLa Nispera que estaba cerca del mercado principal y el que quedaba donde estáhoy el Cuerpo de Bomberos.

Interrogamos a la señora Arminda sobre el origen del pan de horno en PaloNegro:

—Yo lo aprendí de mi madre, María Teresa Hurtado, que a su vez lo aprendióde la señora Cornelia y doña Eulalia Puerta. Yo digo que sería la necesidad lo queha hecho posible esta empresa casera que identifica a Palo Negro. Las mujeres desdepequeñitas estaban obligadas a trabajar. Yo, por ejemplo, buscaba leña desdepequeña y me ganaba veinticinco céntimos por haz. Luego con el pan de hornoeduqué a todos mis hijos.

Refiere doña Arminda que después de las fundadoras citadas, ella recuerdaa Eulalia Irumba, Felicia Punce y, por supuesto, las Puerta que son las conti-nuadoras del antiguo oficio.

Así explica el proceso de elaborar el pan de horno:

—Se tuesta el maíz, luego se muele, se aliña con manteca de res y aliños dulces,clavitos, canela, anís, guayabita. Luego se le echa el papelón raspao, agua, se amasay se vuelve a moler. Va al horno por primera vez, se saca por un cuarto de hora yse vuelve a meter para que quede crujiente.

Receta: para diez kilos de maíz cariaco tres papelones de kilo y medio cada uno.Un (1) kilo de manteca de res; doscientos gramos de bicarbonato y una porciónde clavos, canela, anís y guayabita.

Los aliados de Omaira Hernández

Omaira Hernández tiene cara de muchacha, sin embargo ya cumplió veinteaños elaborando aliados, un dulce que se hace con papelón y la gelatina extraídade la pata de res. Es que comenzó en su oficio como casi todas las dulceras, cuandoera una niña. Ella vende su producto en la bodega de Pedro Juan Alvarado. Su casita

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está ubicada en la calle José Félix Ribas del barrio Libertador, número cuarenta.Sus manos y un garabato son los únicos implementos para la elaboración de tanexquisita golosina.

Las conservas de Linares

Las conservas de la señora Esther Linares tienen fama como el pan de horno delas Puerta. Ella cumplió treinta y tres años haciéndolas. Son conservitas de cocoque también expende Pedro Juan en su bodega y las hermanas Salazar en su “Tejita”de sabores.

—Así —afirma— gradué a mis muchachos. Ellos me dicen “no siga”, perocuando uno tiene eso por dentro, aunque sea a escondidas lo hace.

Para quien quiera aprender a elaborar una buena conserva, va aquí la receta dedoña Esther.

—Para tres cocos, papelón y medio. El coco se parte, se ralla. En una taza deagua se hace el melao primero y luego se le agrega el coco hasta que coja el punto.Cuando se empieza a despegar del caldero es que está en su punto. Luego se tiendeen una tabla y se corta.

La casita de sabores de doña Guillermina

Doña Guillermina Ruedas instaló su templo de sabores en la calle Salón,número treinta y tres. Andina, de San Cristóbal, añora el pueblo no mirado desdehace muchos años, tal vez por eso sus dulces tienen el sabor y la calidad de los queella conoció en su infancia. Hasta su casa no ha llegado el tiempo de escasez quevivimos, de modo que eso es lo primero que sorprende cuando atiende a sus clientesy verdaderamente los obsequia con sus exquisiteces.

Frente a la puerta-ventana se hacen colas sábados y domingos. Ella se mueve enla amplia cocina mientras sus ayudantes atienden a los clientes que piden unapiñata, un golfeado, una torta de jojoto, una conserva u otro de sus productosgustosos.

Viéndola ir y venir estuvimos un rato, mientras del horno extraía sus obras deldía. Con el mismo amor que desempeñó como enfermera durante muchos años,elabora entre cazuelas y frutas. Sin duda es una buena noticia para Palo Negrocontar con el arte casero de doña Guillermina, una mujer bondadosa que habitaentre mieles, dispuesta a endulzarnos el mundo.

Así concluimos nuestro recorrido por los elocuentes hornos de Palo Negro. Porentre vapores de canela y anís anduvimos escuchando a las entendidas en la dulce

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alquimia. Lamentablemente, cada día serán menos las dulceras tradicionales, puesjoven que se gradúa “levantado con el oficio”, paradójicamente lo primero queexige a su madre es que cierre el horno. Definitivamente, educación y tradición noandan de la mano.

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Sociedaddel Carmen: cincuenta y seis años de

historia


En julio Palo Negro celebra con fervor sus fiestas patronales. La religiosidad delos palonegrenses se renueva cada año en homenaje que le rinden a la Virgen María,bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen. La expresión jubilosa de lospobladores, el paseo municipal, los cánticos, las damas rezando su plegaria y la asis-tencia fervorosa de los niños, transforman durante una semana la vida cotidianadel poblado.

El culto público se realiza desde hace cincuenta y seis años bajo la conducciónde la Sociedad Benéfica Religiosa Nuestra Señora del Carmen, institución deprofundo arraigo en la comunidad desde su nacimiento aquel histórico año de1936.

Nace la sociedad

En marzo de 1936 los palonegrenses se sentían felices, el trajín diario de suspobladores abría nuevos caminos a su vivir sencillo. Eran nuevo municipio y comotal debían organizar su vida ciudadana, de manera que nacieron instituciones quehan hecho historia pues han dado identidad a la comarca labriega. Como un sueñocolectivo se le dio cuerpo a la Sociedad Nuestra Señora del Carmen el 8 de marzode 1936.

De la mano de don Guillermo Díaz, quien ha escrito minuciosamente encuadernos que guarda, los datos de la sociedad carmelitana, recorremos el caminoandado. En efecto, convocados por el Sr. Fernando Hernández numerososhombres y mujeres se dieron cita el histórico día en un salón propiedad del Sr.Rafael Deúz en la hoy calle Campo Elías con calle Negro Primero y procedieron alegitimar sus aspiraciones.

En aquel pueblo en ciernes, habitado por agricultores era lógico que la fe pren-diera desde sus orígenes, de modo que la solemnidad del acto avizoraba el profundoeraizamiento de la obra que iniciaban.

Bajo el impulso religioso que los congregaba procedieron a nombrar la JuntaDirectiva, eligiendo tres candidatos quienes por votación secreta designarían entreellos al presidente y sus adjuntos, resultando electos Fernando Hernández comopresidente; Asisclo Brito, primer vicepresidente y como segundo vicepresidente elSr. Arnaldo Irumba quienes fueron juramentados por el Sr. José María Salazar. Unavez juramentados los tres directivos procedieron a nombrar los demás miembroseligiendo a: Octavio Espinoza, secretario de actas; Pablo Márquez, secretario decorrespondencia; José María Salazar, recaudador; Rafael Deúz, tesorero; RafaelGranadillo, fiscal y a la Sra. Rosa Pacheco como directora de damas. Así quedó

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constituida la primera Junta Directiva que condujo los destinos de la institución losaños 1936-1937.

En medio de la emoción que los embargaba y poniendo énfasis en las responsabi-lidades a asumir, el presidente ordenó al secretario de actas que diera lectura a losnombres de los asistentes que pasarían a ser miembros activos y dejara constancia en ellibro, siendo los primeros socios las siguientes personas: Fernando Hernández, JoséMaría Salazar, Rafael Deúz, Octavio Espinoza, Encarnación Molina, Arnaldo Irumba,Tomás Nieves, Addon Meza, Juan Borrego, Hermógenes Nieves, Felipe Aponte,Eusebio Beomot, Rafael Martínez, Adolfo Rojas, Miguel Fernández, Miguel García,Silverio Hernández, Rafael Granadillo, Juan Vicente Jiménez, Pedro A. Puerta. EstebanLópez, Miguel Molinares, Blas Guzmán, Pablo Márquez, Pedro Manuel Deúz, JesúsBarrios, Francisco Sánchez, Antonio Cortez, Roso Cabrera, Genara Gil, AntonioTesorero, José García, Manuel Olivares, Ramón Ibarra, José Ylarraza, Ramón Sánchez,Misael Vásquez, Segundo Tesorero, Melquíades Hernández, Carmen de Hernández,Mercedes Plaza, Rosa Sánchez, Catalina Tarazón, Mariana Tarazón, Angelina Sánchez,Bertha Gil, Esther Ramos, Genara de Bolívar, Juana Moreno, Carmen Gil, JuanaGuzmán, Felicia Quintero, Angelina Cortez, Nerea Brito, Rosa Pacheco, Elena Pérez,Nicomedes Solórzano, Remigia Solórzano, Victa Moreno, Carmen Tesorero y LuisaAntonia Tesorero.

Una memorable construcción

Para la fecha se cumplían catorce días de la elevación de Palo Negro a la categoríade Municipio. En demostrativo ejemplo del espíritu solidario y de la absoluta entregaa la empresa que iniciaban, el núcleo irradiante de alegría y fervor religioso, que plenabacasa y patios del señor Deúz, procedió bajo la tutela del presidente recién electo a esta-blecer una contribución para el funcionamiento de la sociedad. Fueron recolectados185 bolívares con 25 céntimos destinados a: un libro de actas Bs. 10; un libro para teso-rería, Bs. 10; un libro para nómina, Bs. 10; cien sobres para cartas, Bs. 4; cien sobrespara oficio, Bs. 4, 50; doce cuadernos, Bs. 2,75; seis sillas de cuero a Bs. 8 cada una, 84bolívares. Los sesenta bolívares restantes fueron empleados en madera destinada a lafabricación de ocho bancos y el mesón para la imagen, bajo la responsabilidad del señorJulián Solórzano. Luego acordaron que a partir de la próxima reunión cada quiencontribuiría con diez bolívares para la adquisición de la venerada imagen.

Con el convencimiento de que la institución contribuiría a la formación moral yespiritual de sus integrantes, quienes pasaban a formar parte de una gran familia,declaran terminada la reunión a las seis de la tarde y, establecen como hora y fecha dereunión, todos los domingos a las 10 a.m.

Tal vez no imaginaron los participantes del memorable acto la trascendencia de sucontribución. Los cincuenta años de historia de la sociedad demuestran la supremacíade una comunidad unida tallando la huella de su fe.

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La primera imagen y la primera fiesta patronal

Imaginemos la emoción de los moradores en vísperas de la primera fiesta patronal.Desviviéndose por consolidar su empresa religiosa y dar al poblado un julio jubilosola Sociedad del Carmen se entregó en pleno al trabajo. Una semana después de sunacimiento, el 15 de mayo de 1936, acuerdan la elaboración de los estatutos. El actanúmero uno reza que: “Tendrá como objeto principal, hacer conocer y propagar elculto al Santísimo Sacramento y a la Virgen. Celebrar su fiesta el 16 de julio díapatronal”. Luego partió una comisión hacia la catedral a participar al sacerdote HilarioCabrera la constitución de la sociedad bajo la advocación de la Virgen del Carmen.

El acta número tres de la sesión del día 29 de marzo da cuenta de la obtención deseiscientos bolívares para la adquisición de la imagen. Expresa su gratitud y nombraa los socios Felipe Aponte y Silverio Hernández para que se dirijan a Maracay con esefin. El 5 de abril de 1936 la alegría de los socios es mayor, tenían es su sede la imagende la Santísima Virgen. Tenía setenta y cinco centímetros de estatura y el costo habíasido de trescientos ochenta y cinco bolívares. De manera que los doscientos quincebolívares restantes, se destinaron a la elaboración de su ornato que fue obra de laseñora Felipa Campelo.

—Para ese momento —evoca don Guillermo Díaz— Palo Negro sólo contabacon la asistencia del párroco de Santa Cruz, Mariano Vegas, de modo que con reco-mendación de la curia, entonces establecida en Villa de Cura, salió una comisión dela sociedad que integraba, entre otros, don Carlos Blanco Galeno, ya miembro hono-rario de esta, para entrevistarse con monseñor Dr. Lucas Guillermo Castillo, arzo-bispo de Caracas, quien ordenó que se trasladara hasta Palo Negro el padre NicanorBobadilla para que realizara los oficios religiosos del 16 de julio.

La imagen actual cruzando el río

El pueblo es hijo del morador que labra venturosos caminos con sus actoshumildes. Aquella fiesta encendió bríos, la esencia terruñera aspiraba a un progresosostenido mientras en medio de sus jornadas alimentaba su fervor religioso. Demanera que la sociedad no se detiene y siguiendo su curso laborioso arriba al año1940 en pleno crecimiento. Muda su sede a la calle Bolívar con calle Campo Elías yse plantea otra meta: “…adquirir una imagen cónsona con el crecimiento de la pobla-ción”.

Nuevamente el siempre recordado Carlos Blanco Galeno interviene y plantea enCaracas a su amigo don Raimundo Fonseca aquella aspiración de los palonegrenses.El caballero, quien se había desempeñado como hacendado en Aragua, responde posi-tivamente y en respuesta a su exigencia, una nutrida comisión, bajo la conduccióndel mismo Galeno, se dirige a la capital transportada por Enrique Tabares, el primerempresario del transporte de la comunidad.

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Aquel encuentro de formal ofrecimiento tuvo respuesta concreta en junio delmismo año 1941, cuando los socios José María Salazar, Fernando Hernández yOctavio Espinoza vuelven en comisión a la capital y son informados por el bene-factor de que la imagen llega al país los primeros días de julio.

El día seis en medio del campo cercano al poblado está la imagen. Las vegas sonel lugar de encuentro de los pobladores con la venerada. Aguas desbordadas deberánpasar, pero la voluntad persiste. Alborozado acude el pueblo todo y el río es gratopuente por donde cruzan almas jubilosas. Así narra don Guillermo el hecho:

—El río no tiene puente, poco antes la fuerza de sus aguas le habían derribado.Lo caudaloso de aquel momento no fue motivo para no pasarlas. Estaba allí laamorosa unión de todos. Aquella importante y pesada caja se hizo liviana alhombro de tantas personas que aún mojaditas rezaban y cantaban, en el trayectode aquella iluminada procesión que cruzaba el pueblo hasta llegar a lo que es hoycalle Bolívar con calle Campo Elías, pasando en vela toda la noche, iluminándosecon la luz de cinco lámparas de carburo, compartiendo con la virgencita milagrosay venerada del año treinta y seis, que luego pasó a ocupar el trono de la hermanaSociedad del Carmen de Santa Rita, estado Aragua.

Entusiasmados con la llegada de la nueva imagen los socios se plantean el logrode otros objetivos. Carecían de muebles acordes con su crecimiento por lo tanto sedirigen al señor Ramón Martínez, bondadoso hacendado de la población, quieninmediatamente les dona escritorio, bancos y sillas.

El padre Lavoren y la iglesia parroquial

Hasta ese año 1941 los oficios religiosos se realizaban en la pequeña capillaconstruida en los años 16-17. En la edificación de la misma había colaborado todoel pueblo, fungiendo como promotor el señor Francisco Vielma, y con la ayudaespecial de don Eduviges Cróquer, don Ramón Martínez y personalidades deSanta Cruz, contándose entre otros el doctor Acosta y el coronel Abel Sánchez. Demanera que observando el crecimiento del pueblo católico y el deterioro de lacapilla, el para entonces párroco de Santa Cruz y auxiliar de Palo Negro, PadreLavoren, convoca a autoridades y pueblo en general a una reunión en un salón dela familia Borett con el objeto de proponer derrumbar la vieja capilla y construiruna nueva. Al respecto leamos el testimonio de don Guillermo Díaz:

—Destruido ya el referido templo la sociedad se asigna la urgente obligaciónde construir su local capilla y toca al referido padre Lavoren fijar la piedra funda-mental. Verificada ya la obra de nuestro esfuerzo, trasladamos allí el ornato, bende-cida ya esta capilla por el oficiante padre Otero por el año 1943, atendían allímodestamente todos los actos religiosos de la población. Conviene señalar que elterreno de ubicación de la capilla fue un cambio con la señora Rosa Navas a quien

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se le edificó su modesta casa de acuerdo al convenimiento. Durante los dos añosde construcción los oficios religiosos se celebraban en un amplio salón propiedadde la familia Borett.

El sueño del padre Lavoren y de todo el pueblo católico culmina a fines del1956. La iglesia parroquial había sido terminada, de manera que los primeros díasde diciembre fue enviado a Caracas a recibir la parroquia el padre Juan Ponte Vidal.Sobre este hecho el señor Díaz anota que:

—La familia Martínez lo recibe con alborozo y luego fue hospedado en unacómoda residencia propiedad de don Enrique Tabares hasta realizarse la casa parro-quial.

En 1962 la Sociedad de Nuestra Señora del Carmen edifica un nuevo local paralo cual recibió ayuda oficial. Ese año es recordado gratamente pues se produjo lavisita pastoral de Monseñor José Alí Lebrún, obispo de la diócesis de Maracay.

Actualmente la sociedad sigue siendo ejemplo de armonía y, cada julio, comolo vivimos este año, se reafirma la fe carmelitana. Sin duda sembraron profundolos hombres y mujeres que fundaron aquel histórico año 1936.

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PRESIDENTES DE LA SOCIEDAD EN SUS CINCUENTA Y SEIS AÑOS

36 al 37: Fernando Hernández37 al 38: Fernando Hernández (reelecto)38 al 39: Genaro Gil39 al 40: José María Salazar40 al 41: José María Salazar (reelecto)41 al 42: José María Salazar (reelecto)42 al 43: José María Salazar (reelecto)43 al 44: Tulio Castro44 al 45: Ramón Ibarra45 al 46: Felipe Carrillo46 al 47: Felipe Carrillo (reelecto)47 al 48: José María Salazar48 al 49: Bonifacio Carrillo49 al 50: Tulio Cardoza50 al 51: Eugenio Escalona51 al 52: Vicente Ascanio52 al 53: Tomás Tabares54 al 55: Guillermo A. Díaz55 al 56: Felipe Carrillo56 al 57: Pablo Peñaloza57 al 58: Pedro Rivero 59 al 60: Guillermo Sánchez Fernández60 al 61: Guillermo Sánchez Fernández (reelecto)61 al 62: Guillermo Sánchez Fernández (reelecto)62 al 63: Pedro Miguel Guanare63 al 64: Pedro Miguel Guanare (reelecto)64 al 65: Ramón Veloz 65 al 66: Inés Rondón66 al 67: Inés Rondón (reelecta)67 al 68: Luis Luna68 al 69: Inés Rondón69 al 70: Ramón Veloz70 al 71: Pedro Miguel Guanare71 al 72: Luis Luna72 al 73: Julio Cardoza 73 al 74: Máximo Sandoval74 al 75: Máximo Sandoval (reelecto)75 al 76: Máximo Sandoval (reelecto)76 al 77: Máximo Sandoval (reelecto)77 al 78: Pedro Cabrera78 al 79: Máximo Sandoval79 al 80: Juan Félix Martínez

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80 al 81: Lucas Márquez81 al 82: Ricardo Sánchez82 al 83: Emilia de García83 al 84: Eva Cecilia Rodríguez84 al 85: Margarita Parra85 al 86: Guillermo A. Díaz86 al 87: Ana de Castillo87 al 88: Lucas Márquez 88 al 89: Lucas Márquez (reelecto)89 al 90: Ana de Castillo90 al 91: Luis Luna 91 al 92: Luis Luna (reelecto)

Sociedad de La Cruz

En el calendario de fiestas tradicionales de Venezuela se destaca esta antigua celebra-ción. Con profunda devoción se le rinde homenaje a la naturaleza, cantándole y rezán-dole porque se inician las rejuvenecedoras lluvias. Mayo es el comienzo del florecimiento,la estación del pan y la flor largamente esperada. La fiesta está emparentada con eldominio mágico de la lluvia y el culto de los árboles en los tiempos antiguos. Por supuestoque la celebración tiene raíces religiosas pues la cruz es el símbolo de la redención cris-tiana. Religión y folclor hermanados tutelan el devenir de nuestros pueblos y Palo Negrono es una excepción, de modo que aquí, entre manifestaciones religiosas del primigeniovecindario debemos reseñar a la Sociedad de La Cruz, que según el testimonio de donGuillermo Díaz, tuvo mayor estabilidad desde 1908 hasta 1913.

En efecto, fueron los moradores de comienzos de siglo quienes fundaron estasociedad que tuvo entre sus socios a los señores: Gregorio Irumba, Marcos Martínez,Gregorio Pino, Lucas Blanco, Pedro Ramos, Emilio Irumba, Matías Campelo, JuanBermejo, Antonio Padrón, Marcelino Contreras, Martín Ramos, Tiburcio Hernándezy Monserrat Deúz.

Su fiesta, como en todos los pueblos de Venezuela donde se sigue celebrando, serealiza cada tres de mayo. De modo que ante los altares, que son verdaderas obras de artecampesinas, flores, palmas, cruces de vivos colores y velas que permanecen encendidasnoches enteras, se convoca la bienaventuranza de la naturaleza y se le pagan promesas ala Santa Cruz.

En Palo Negro —refiere el testimonio de viejos pobladores— llegaron a adquirirmucha prestancia y cada 3 de mayo se prolongaban hasta bien entrada la noche. Allíestaban siempre presentes como distinguidos visitantes los señores don Segundo Blancoy don Eusebio Pérez. Jamás faltó el obsequio de don Eduviges Cróquer: una ternera quese compartían los asistentes cada año. Esta fue la primera sociedad religiosa en PaloNegro.

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Los isleñossomos palonegrenses


Los aportes de la inmigración venida de las islas Canarias ha sido determinanteen la evolución de la agricultura palonegrense. Se produjo a partir de los años 45-46 originada por las devastaciones de la guerra. Aquí echaron raíces y enriquecieroncon sus conocimientos la cultura agrícola. Los primeros llegaron a trabajar como“mozos” en las haciendas de la zona y al transcurrir de los años se transformaronen propietarios. Conocían las técnicas de riego, que allá en tierras similares a la deLos Andes habían desarrollado durante siglos.

Uno de los descendientes de esas familias incorporadas definitivamente al vivirpalonegrense, es Francisco Rodríguez, agricultor y comerciante exitoso que evocacon nostalgia aquellos años de mucho sacrificio.

—Entre los primeros que llegaron aquí están los señores: Daniel Rodríguez,Mauricio Brito, Emeterio González, Aurelio Concepción, Nazario Martín, DavidHernández, Alfredo Pérez, Francisco Rodríguez, Antonio Brito, Juan Sánchez,Francisco Ortega, Higinio Pérez, Cornelio León Flores, Miguel Rodríguez,Eugenio Mechín, Elio Pérez Ortega, Manuel Rodríguez, Honorio Rodríguez yOreste Rodríguez, muchos de ellos fallecidos y otros entregados actualmente a laslabores agrícolas.

En su oficina, desde donde dirige negocios y siembras, Francisco Pérez continúarecordando aquellos años:

—Cuando los primeros que llegaron vieron estos lugares, escribieron a los quetenían interés en venirse. Les narraban las bellezas de la zona, la abundancia deagua y buenos suelos. De manera que unos trajeron a otros y aquí hicimos nuestravida. La mayoría progresó, pero no fue fácil. Yo recuerdo mi infancia y me veo demadrugada picando semilla de papa hasta el amanecer. Eso no se me olvidaránunca. Como tampoco se me olvidará que a veces mi madre compraba una areparellena y con ella rellenaba dos más para compartir entre los hijos. Fue el trabajotesonero lo que dio sus frutos.

En el rostro de Francisco Rodríguez se advierte la emoción por los hechos querelata. Él, sin duda, es expresión de una cultura laboriosa.

—No creo que ellos hayan traído mucha técnica, aquí aprendieron tecnologíasen las casas agrícolas y más tarde tuvieron el apoyo de Bandagro y la banca privadaque confió en sus proyectos. El tesón fue lo que nos impulsó, cada familia era unaempresa y en ella trabajábamos niños y mujeres, porque hay que decir que a la mujercanaria, solidaria y emprendedora corresponde mucha parte del éxito obtenido.Mujeres como mi madre y muchas otras fueron puntales para que pudiéramos salir

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adelante. Hacían la comida, primero para los esposos y más tarde para los peones,y en las noches seleccionando la semilla de las siembras. Yo estudié, pero de aquíéramos muy pocos los que íbamos a Maracay. Me levantaba de madrugada ytodavía recuerdo que iba al abasto donde le fiaban a mi padre, para cubrir mi pasaje.

Es a partir de los años setenta que la imaginación isleña consolida su situacióneconómica. Entre muchos de esos logros está la empresa “Semillas de Aragua” deElio Pérez Ortega. Dicha empresa produce la mejor semilla del país y segúnFrancisco Rodríguez fue el resultado de la unión de los isleños. Lamentablementeno todos los hijos de los isleños se inclinan por la agricultura “es que la tierra de lalaguna pica mucho”. Sin embargo, en Palo Negro es indiscutible el aporte de esainmigración trabajadora. Ellos conservan las costumbres de la tierra de origen, ensu mayoría provienen de La Palma y adoran la Virgen de las Nieves el 5 de agostode cada año. Otros, los de Tenerife celebran La Candelaria. En torno al potaje yotros platos elaborados a partir del cochino y la harina de trigo y la papa se siguenreuniendo.

Francisco Rodríguez concluye señalando:

—Los isleños que vinieron aquí, somos palonegrenses —y se dispone a partirhacia La Cuarta. Allá su padre fue uno de los primeros sembradores y él la siguelaborando, mientras el viejo descansa.

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La últimagran pulpería aragüeña

Si no lo tiene don Pedro, no lo busque


Desde muchacho Pedro Juan Alvarado andaba con una pulpería en la cabeza.Soñaba un lugar en donde conviviera todo lo necesario para la subsistencia.Recorriendo los campos aragüeños iba edificando su futura empresa. Todo tienesu uso, aquí no hay desperdicio, se decía.

Después de mucho andar, y varias fiebres que le supo curar a tiempo su amigoel doctor José Francisco Torrealba, don Pedro instaló su mundo raro. Palo Negroera un caserío cuando abrió las puertas de su bodeguita y hasta el sol de hoy larespuesta de los lugareños es la misma: «si no lo tiene don Pedro, no lo busque»,vaya a la calle Rivas Dávila cruce con Bermúdez, número cuarenta y cinco.

La pasión de un pulpero

El hombre que atesora la tradición de Aragua y expende en su negocio todo loque es capaz de imaginar un humano, es también un convencido conservacionista.A su casa espaciosa la sombrean frutales y en sus corredores uno puede cruzarsecon los pájaros.

—Nada mejor que la sombra de un níspero como salón de lectura —nos dijoy abrió su espacioso encantatorio. Entonces supimos que estábamos frente a unhumorista y mago.

Habíamos entrado por el trasfondo de la casa, cruzando árboles de mango, cere-cita, aguacate. Entre las anécdotas y chistes sobre las propiedades curativas dealgunos productos que expende, don Pedro nos fue conduciendo por su organi-zado desorden. Ante nuestros ojos fueron apareciendo objetos que fueron del usode nuestros abuelos y que gracias a su dedicación de casi medio siglo pueden seradquiridos allí por gente que viene de todas partes del país.

—Aquí viene gente de todas partes a buscar lo que no encuentran en otrospueblos o ciudades. Aquí la gente los guía: “vaya donde don Pedro”, dice, “que siél no lo tiene no lo tiene nadie”.

Y es que en la pulpería de don Pedro se conjugan herrería, botica, librería, ferre-tería, artesanía, juguetería, refresquería, dulcería, venta de víveres y todo cuanto ellector pueda imaginar de tiempos pasados y actuales. Nada ha escapado a la curio-sidad y pasión de quien convirtió el oficio de pulpero en un arte.

—Yo hubiera podido dedicarme a otra cosa, pero desde muchacho esta ha sidomi pasión. Los primeros tiempos no fueron fáciles porque tenía que cargar en elhombro muchas de las cosas que usted ve aquí. Por lo raro es que yo trabajo aquí,

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si no fuera así no tendría goce. Yo voy por los pueblos buscando todo lo que se usa yhay informantes que me dicen dónde encontrar cosas que son difíciles.

De raíces, yerbas y culebras

Una vieja culebra es la guardiana, ella se desplaza por sobre las vigas del depósito.Allí vive desde hace muchos años, y como nadie la molesta ya no mira con ojos deculebra brava. Y están las otras, las embotelladas en cocuy, bebida que según don Pedroadquieren las mujeres para ayudar a los hombres a cumplir con sus labores nocturnales.

De raíces ni hablar. Las hay de varios nombres y usos, y yerbitas para ayudar aalgunos “caballos viejos” que no por eso han perdido sus ganas de montar.

Botellas de originales formas guardan aceites, esencias y semillas. El pulpero nombraalgunas: aceite de palo, ungüento cicatrizante, aceite de coco, de almendras, de quina,de aguacate, almidón de yuca, bejuco de cadeno, fruta de burro, alcornoque, semillasde cacao, tabaco en rama, chimó, etc., etc.

Artesanía de ayer y hoy

La rica y variada expresión artesanal de Aragua y el país se esparce por todos losrincones o cuelga del techo. Al frente de su negocio se estacionan los hombres de acaballo que llegan a apertrecharse, y los vehículos de los citadinos coleccionistas decuriosidades.

—Como pueden ver, aquí tenemos un poco de las cosas que fabrican en todos lospueblos de Venezuela —dice don Pedro y va señalándolas—, …café, sillas de maderas,sillas de montar, alpargatas, correas de cuero, sombreros de cogollo, sudaderos de burro,cinchos, cobijas, pólvora, cápsulas de escopeta, municiones, bolsas de fique, molinosde maíz, piedras de amolar, carburo, y a veces —agrega riéndose— hasta le resolvemosel problema a un automovilista accidentado.

Pruebe el auténtico queso llanero

El hombre que no abre los domingos, porque inmediatamente la pulpería se llenade compradores y no le dejan descansar, es prácticamente asaltado a diario por niños yviejos… “Don Pedro dos bolívares de clavos de olor”, “un carato”.

—Y entonces —nos dice— no ven que si hubieran venido ayer no los hubiera aten-dido.

Y nos invita a probar el que, con toda razón, según los pobladores de Palo Negroes el mejor queso llanero que se expende en Aragua. Y es que junto al chicharrón, lamanteca de cochino, huevos, integra la amplia variedad de productos comestibles.

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Un niño llega preguntando por un caucho de bicicleta, y el hombre se adentra en sumágico aposento y ya, a los pocos minutos, el pequeño era un jinete sobre su caballito dehierro dispuesto a no perder las horas mañaneras el domingo. Y es que los niños ocupanun lugar muy especial en su negocio. Por eso nunca descuida su departamento de juguetes,que por supuesto sólo él sabe dónde están y cuando algo falta. Porque no vaya usted acreer que es posible observar todo lo que don Pedro guarda en su caja de Pandora.Sencillamente encontrarlos en el momento necesario es un juego.

Un dulce olor a dulces

La dulcería criolla se instaló en el mostrador, por obra y gracia de las viejas dulcerasaragüeñas que surten sus vitrinas. Nada falta allí de los viejos condumios y eso ya lo sabenalgunas abuelitas que van en sus carros de lujo o toman un autobús en Maracay para sentirel goce de un pan de horno quebrándose en la boca. Nuestras compañeras de ese domingorecordaron, por ejemplo, sus años de liceo y primeros besos.

Mientras saboreábamos su exquisito carato, el hombre que conserva la tradición“porque ese es un vicio, al igual que el de enamorarse”, nombró algunas de las exquisi-teces que expende:

—Naiboa, pan de horno, alfeñique, conservitas de coco, rosquitas, aliados, la pelota,suspiros, catalinas, etc.

Al carato que vende lo tapa con hojitas de limón, así a cada una de las bebidas queprepara le pone un toque de alquimia aprendida en su casi medio siglo de fabricar yexpender ilusiones.

Pero no concluye allí la botija de don Pedro, aún hay mucho más que ofrecer. Las anti-güedades son otros de los secretos, y allí pueden encontrar los coleccionistas desde balanzasantiguas, máquinas de coser, llaves y ¿por qué no? hasta un repuesto para un viejo carro…

Allá en la calle Rivas Dávila de Palo Negro, don Pedro guarda todo lo que es capaz deconmover a un ser humano, y una amistad para quien desee encontrarse con la sencillezy sapiencia de los hombres del pueblo.

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Un chicharrónde oro


La casa se distingue a lo lejos por el olor que se eleva sobre su chimenea. Aun costado del poblado resplandece la antigua culinaria y ese es el destino demuchos visitantes. A pedir de boca hierve el chicharrón desde la madrugadamientras un hombre va y viene entre los aperos de la abierta cocina. Hace vein-ticuatro años Alberto Acosta inició la jornada que lo ha convertido en hombrede fama bien ganada en todo Aragua.

Hizo de su oficio un arte que comparte con su pasión de folclorista nato. Ensu chicharronera “El Criollo” nació hace cuatro años “El Chicharrón de Oro”,festival que reúne a los cultores de la música central y donde se premia a artistas,personalidades y promotores culturales y deportivos.

Llegamos al lugar ya con la tarde. “El Criollo” a esa hora tiene escasos clientesy los que llegan vienen de lejos en busca del bocado crujiente que elevó humildeplato a exquisitez apreciada por los más exigentes paladares. Igual llega un caba-llero de madura edad como mujeres de belleza voluptuosa. Sacian su apetito yademás piden otra ración para el camino.

Hace algunos años hubo un presidente llanero, conocido por su refranero yapetito insaciable, que cada vez que andaba por Aragua compraba veinte kilosde chicharrón para consumirlo en palacio. A Francia también viajan los torreznosy muchos políticos los envían de regalo, después Acosta los mantiene en silenciopor un rato mientras degustan de la piel del cochino.

¿Quién dijo que el chicharrón hace daño?

Cuando Alberto Acosta abrió el negocio, un kilo de chicharrón valía cuatrobolívares. Sus primeros clientes fueron los palonegrenses que adquirían desde unreal. Ahora el kilo cuesta doscientos cuarenta bolívares, pero su clientela se hamultiplicado tanto como el precio. Es que en su opinión nada es más sabrosoque un chicharrón bien hecho.

—Mire esos muchachos, tengo trece y todos han sido criados con chicharrón,aquí nadie sufre de enfermedades, de modo que yo aseguro que lo que yo vendono hace daño. Y si no pregúntele a Luis Herrera que cuando viene a Aragua selleva hasta veinte kilos. La gente me pregunta por qué mis chicharrones sondistintos y yo les respondo que el único secreto está en el amor con que los hago.Yo procuro que lo que hago me quede bien, y el cliente se vaya satisfecho.Candela y manteca es lo único que utilizo para cocinar mi chicharrón. Es unoficio exigente pero muy grato porque la gente disfruta y habla de mi negociocon afecto.

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“Chicharrón de oro” único en el país

Desde mitad de año comienza a hablarse en Palo Negro de la entrega de “ElChicharrón de Oro”. Numerosos invitados especiales de distintas partes del paísasisten a la fiesta. Se trata de un “chicharrón bien bailao y cantao” que no tieneantecedentes en Venezuela. La convocatoria es para el día 31 de octubre, aunqueeste año se llevaría a cabo el 14 de noviembre en el club “Unión del pueblo”.

—“Mi chicharrón de oro” suena en todos los bailes de música aragüeño durantetodo el año, bailes a los que asisto desde que era muchacho. Yo me juré que cuandoel negocio cumpliera veinte años hacía el festival y así fue. Es un encuentro de todoslos que amamos el joropo aragüeño y mirandino, por eso es que ese día la genteno cabe en el negocio y hay que contratar los espacios de un club.

La fiesta —entrega de “El Chicharrón de Oro”— se inicia después del mediodíay si el cuerpo de los cantadores y bailadores aguanta se arriba al alba siguiente cele-brando. Así lo refieren Acosta y su esposa Celina, y varios clientes presentes loreafirman.

El encuentro, una expresión más de la inventiva de nuestro pueblo, premia alos compositores, intérpretes, bailadores y promotores del folclor nacional. AlbertoAcosta, “el rey” del chicharrón, no sólo es grande en la cocina criolla, su pasión porla cultura aragüeña lo convierte en personaje de excepción, si no pregunten ustedesen cualquier lugar del país dónde es que es de oro el chicharrón.

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La hallacagigante


El día que Leonel Aguiar supo que los margariteños elaboraban una hallacaque pesaba ochenta kilos, decidió romper ese récord. En ese momento se cele-braba una reunión en su casa y el grupo de amigos que compartía la alegría navi-deña se transformó en organizado equipo para producir el pastel más grandeque humano alguno haya imaginado. Tres días después los palonegrenses noentendían qué era lo que paseaban en el capó de un carro convertible. Jamáspensaron que se trataba de una obra en gran formato, capaz de satisfacer los másexigentes paladares.

La primera hallaca elaborada el 27 de diciembre de 1987, pesó ciento sesentakilos y medía dos metros de largo por uno de ancho. Las veinte personas queestaban presentes cuando la hallaca estuvo a pedir de boca, no consumieron ni lacuarta parte. A la mañana siguiente Aguiar decidió invitar a todos los oficiales dela Base Aérea Libertador, quienes ese 28 de diciembre comieron como inocentes ycada quien llevó hallaca para su casa. La idea originada en una conversación decinco amigos como expresión de regionalismo auténtico, se convirtió en un espec-táculo que congrega cada año a centenares de personas, y ya forma parte del folclorpalonegrense.

—Viene gente hasta de Carúpano —apunta el inventor de tamaña exquisitez—porque cuando oyen hablar de la hallaca dicen: “esa vaina tiene que ser embuste”.

Cada año la invención culinaria ha ido creciendo. La última pesó doscientossesenta kilos y midió tres metros de largo por uno de ancho. Más de veinte fami-lias se reúnen para confeccionarla en los aperos especialmente fabricados para vestiry cocinar a la despampanante multisápida. Durante todo el día y parte de la nochese bebe, se canta y se baila, mientras los asistentes se van turnando en los oficioscocineriles. Ahora se exige colaboración y se distribuyen tickets para entrar a lafiesta, pues la idea de los organizadores es que todos los asistentes tengan un verda-dero regalo de Reyes, pues se ha establecido el 6 de enero como día para degustarde la bien proporcionada invención.

La hallaca este año tuvo un costo aproximado de doscientos mil bolívares,incluidos, por supuesto, las bebidas que se consumen ese día. Los ingredientesutilizados en su elaboración fueron: diez kilos de tocino, kilo y medio de ajo,veinticinco kilos de gallina; dos kilos de alcaparra, un paquete de comino,cuarenta litros de aceite, dos kilos de sal, tres kilos de ají dulce; seis paquetes decebollín, un paquete de ajo porro, un papelón, una caja de cubitos, seis kilos depimentón, cuatro kilos de cebolla, tres kilos de tocineta, cuarenta de harina demaíz, cuarenta y cinco kilos de cochino, seis kilos de aceituna, cincuenta kilos decarne de res y cuatro bombonas de gas.

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Los autores, además de ofrecer la receta, retan a todos los demás pueblos delpaís para que se entusiasmen y superen su récord. De no salir competidores, PaloNegro seguirá siendo la sede de la hallaca más grande del mundo.

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Bar restaurant 23 de febrero


Frente a la plaza, la vieja casona impone su prestancia. Ese es uno de los lugaresmás concurridos del pueblo desde mediados del primer medio siglo. Lo fundó LuisLaya, un hombre emprendedor al que le gustaba disfrazarse en los carnavales yatender a sus clientes como amigos. Primero fue pulpería donde se expendía desdela criollísima manteca de cochino hasta las agujas de la casa. Lo llamó “23 defebrero” porque ese fue el día que le llegó la licencia de licores.

Quien nos cuenta la historia es doña Isabel Josefina de Laya, viuda del creadordel negocio:

—Aquí la gente decía todos los 23 de febrero, vamos a casa de Luis Laya. Erangrandes fiestas a las que asistía casi todo aquel pueblo de antes. Allí se montabanjuegos y se reunían los músicos, era como una feria que inventaba Luis todos losaños.

Actualmente, el restorán 23 de febrero es atendido por los hermanos Luis yArturo Laya, mientras que Isabel Laya lo administra. Los hijos del fundador se hanempeñado en que el negocio no pierda su importancia en el devenir de Palo Negro.Continúa siendo un lugar de encuentros donde los exigentes comensales disfrutande la carne en vara y otros platos criollos.

Luis Laya, caballero de las mil historias, atiende, tal vez emulando a su padre,como si todo el que llega fuese amigo de muchísimos años. Prepara los condumios,conversa con los presentes y cuenta anécdotas de los personajes de su pueblo. El23 de febrero, definitivamente es el lugar de encuentro que soñó Luis Laya, cuandoquiso darle alegría a Palo Negro.

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Tallerde formación cultural


Con impaciencia y coraje se colectiviza en Palo Negro la cultura. Un nuevo tiempose vislumbra en la mirada niña que da fuerza y sentido al escenario de los sueños. Labuena hora de las realizaciones del espíritu fecunda en barrios cansados de una largaespera. La convocatoria tiene eco en jóvenes y viejos. Cualquier espacio es suficientepara que la resurrección se asome corporizada en danza o canto con reminiscenciasancestrales. En el más amplio sentido antropológico del término los labriegos delquehacer cultural alientan todas aquellas manifestaciones que conforman el rico legadoque respira en todos los confines del municipio.

El Centro de Formación Cultural es el lugar donde fluye el torrente formidable devoces que armonizan la empresa transformadora. Allí, en comunión, individuos ygrupos organizados tejen los resplandores de la aurora. Siguiendo la huella de la nacienteempresa hilamos esta crónica, más bien testimonio de emociones vividas en numerososencuentros con los creadores del pueblo, sin duda sus protagonistas definitivos.

Isidro Moreno el hacedor

En junio de 1990 arribó a Palo Negro Isidro Moreno. Venía de una larga y quijo-tesca jornada de treinta años haciendo y promoviendo la cultura aragüeña. En efecto,Moreno ha sido puntal fundamental del trabajo artístico en Aragua y otras regiones delpaís. Pionero del movimiento coral nacido los años sesenta; miembro fundador de agru-paciones como Los Madrigalistas de Aragua, el Grupo Vocal Experimental Aragua yPolifónica Aragüeña, que dirige desde su fundación, igualmente ha dirigido suple-mentos culturales y ha estado al frente de varias coordinaciones culturales de distintosmunicipios. Aquí asumió desde su llegada la Coordinación Municipal de Cultura.Desde allí capitanea proyectos que resumen su sueño de que la cultura sea pan paratodos. Y pone en práctica los planes del alcalde Guillermo Morales para quien la culturaha sido un área prioritaria.

—Sabemos que el fin principal del desarrollo —afirma— es el hombre, el serhumano. Quiere decir entonces que todo desarrollo bien entendido será por el hombrey para el hombre; para despertar más su capacidad intelectual, física, moral, creativa ydeseos de participación. Es así como vemos en el trabajo cultural en la comunidad unagente de cambio excelente que puede contribuir enormemente a los fines de progresogeneral y a combatir, con grandes posibilidades de éxito, los grandes y angustiantesproblemas de enfermedad social como la delincuencia, la drogadicción, la prostitución,la apatía, etc. De manera que, entre los lineamientos que apoyan nuestra políticacultural del municipio, desarrollamos las bases de un proceso democratizador de lacultura que hoy día, por los resultados obtenidos, está sirviendo de modelo para laimplementación y desarrollo de la cultura en los sectores populares de Aragua y otrasregiones del país.

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La mirada en los barrios

Las palabras de Isidro Moreno dichas en el Centro de Formación Culturaladquieren un mayor sentido. Es pleno mediodía de mitad de semana y el auditoriopleno asiste a la puesta en escena de una obra infantil. Atrás, en el pequeño taller,un grupo de mujeres teje en fibra vegetal formas litúrgicas, absolutamente sumer-gidas en su oficio. Admitamos, entonces, que estamos frente a una novedosa expe-riencia en cuestiones de cultura.

—Otro aspecto importante —agrega—, sustentador de este proceso democra-tizador de la cultura en el municipio ha sido la fundación de los núcleos de apoyocultural en sectores como La Pica, La Ovallera, Los Hornos, Santa Ana, Primerode Mayo, Ezequiel Zamora. Allí se imparten cursos de formación artística y serealizan actividades artísticas y cine club. Se ha propiciado en esos lugares unespacio para que los vecinos puedan participar del hecho cultural.

El dirigente cultural ha logrado el apoyo de varias instituciones para hacerrealidad los proyectos que en esta área tiene la alcaldía. Así el Centro de FormaciónCultural funciona como organismo de Coordinación Municipal de Cultura yapoyo económico y artístico de la Secretaría de Cultura Regional y el ConsejoNacional de la Cultura a través de la Dirección de Acción Cultural. El centro fueinaugurado el 17 de febrero de 1991 y en menos de dos años ha contribuido aproyectar al municipio como “el municipio cultural de Aragua”.

—El taller de cultura como núcleo fundamental para irradiar la luz de lacultura, ha cumplido desde su fundación con una etapa muy valiosa en este procesoque tendrá continuidad con la fundación de nuevos núcleos en otras barriadas.Contamos con algunos subsidios y nos disponemos a abrir locales en los barrios,apropiados para el desarrollo de nuestros proyectos, tal como ya se inició en LaPica. Por otro lado, y como expresión fundamental de nuestro trabajo, aglutinamoslos grupos de individuos que existen en las comunidades y los proyectamos a nivelregional. Se trata, en definitiva, de enseñar y proyectar los valores de una zona muypoblada, donde la cultura sistemática y organizada es empresa nueva, con escasasexcepciones.

Un galpón: morada de sueños

El galpón de una carpintería fue transformado en morada de sueños. Allí seaprende y se goza la cultura diariamente. En las caras y cuerpos de los que se inicianse percibe la alegría de sentirse útiles naciendo para el arte. Teatro, danza, pintura,cerámica, artesanía y música son lenguajes con los que se ha ido familiarizando lajoven población. Fue en enero del noventa y uno que de acuerdo a la planificacióndel alcalde se dio comienzo a la transformación del local donde funciona el taller yla coordinación de cultura. El laborioso proceso ha permitido afinar las actividades

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e incorporar a la comunidad. Con una concepción moderna del trabajo cultural,Isidro Moreno ha ido consolidando convenios y acuerdos que han hecho de PaloNegro sede de numerosos encuentros.

—Con la Secretaría de Cultura del estado tenemos un convenio para eldesarrollo de un trabajo cultural cooperativo que se ha materializado en numerososcursos de formación artística y diversos espectáculos donde destacan: La I TomaCultural del Municipio Libertador; la I Muestra Regional de Teatro en elMunicipio; el XV Festival Nacional de Títeres y Marionetas; la I Muestra de DanzaPopular del Municipio y la II Muestra Regional de Teatro.

El CONAC, por su parte, nos ha proporcionado equipos para nuestro funcio-namiento y nos dicta talleres de formación de personal en cine club y fotografía.

Fieles a la necesidad de democratizar el hecho cultural, los promotores dieroncomienzo a sus actividades con la realización de las I Jornadas Vecinales para eldesarrollo de la cultura en el municipio Libertador, bajo un temario que incluíalos puntos siguientes: cultura y comunidad; promoción y animación socio-cultural; el Estado y la acción cultural del municipio; patrimonio cultural muni-cipal y gerencia cultural y participación vecinal en las cuales se dieron cita nume-rosas instituciones, artistas, investigadores y líderes vecinales. Muchas de lasconclusiones a que se arribaron en el evento han sido puestas en práctica con resul-tados positivos.

1991 año de realizaciones

Múltiples actividades se cumplieron en 1991 en Palo Negro, un año de reali-zaciones en el que por primera vez se dieron cita artistas de larga trayectoria comoNorma Herrera y Reina Morales, quienes compartieron programas con gruposculturales del poblado.

Armonizar sistemáticamente la presentación de espectáculos con el desarrollode talleres formadores ha sido otro logro de la Coordinación de Cultura. En 1991se dictaron talleres de guitarra básica, joropo básico, fotografía, danza infantil,pintura y dibujo, apreciación cinematográfica, formación teatral, serigrafía,cantoría infantil y cerámica.

En el mes de julio se llevó a cabo el “Primer Encuentro Cultural Libertador deOro” en homenaje al Padre de la patria. Más de diez mil personas se dieron cita enel estadio Natividad Patiño dispuestos a disfrutar del espectáculo nacionalista, quetal como lo afirmó el alcalde testimoniaba “la revolución cultural que se vive en elmunicipio”.

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El primer aniversario

En febrero de 1992, el taller de cultura arribó a su primer aniversario con unaamplia programación. Los logros obtenidos se evidenciaron en la variedad de losespectáculos. Las exposiciones de artesanía y fotografía dieron cuenta de nuevosvalores y grupos de danza, teatro infantil y música aragüeña que compartieron elescenario con la canta criolla, el Desideratum Teatro y el grupo coral PolifoníaAragüeña. Al respecto refiere Isidro Moreno:

—Fue un II Encuentro Cultural en el marco de la fecha conmemorativa delnacimiento de Palo Negro como municipio foráneo. Sirvió para dar proyección alos grupos populares y armonizar más nuestro trabajo. Hemos ido estableciendorelación armónica con todos los cultores del arte a lo largo y ancho de la geografíaaragüeña, de modo que en cada encuentro nuestro están presentes grupos de lacosta y de otras localidades. Se trata de encuentros entre hermanos, entre gente queha hecho de la cultura el sentido de sus vidas. Es una permanente búsqueda porcrear vínculos que hagan de Aragua ejemplo para todo el país.

Para hacer realidad los proyectos culturales la Coordinación de Cultura cuentacon la participación de Isidro Moreno como coordinador general y los promotoresLeinad Valentiner, Isabel Pinto y José Villegas. El taller cuenta con un personal queintegran Isidro Moreno, director; Leinad Valentiner, coordinadora para los proyectosCONAC - Secretaría de Cultura y núcleos de apoyo cultural. Isabel Pinto coordinalas tareas de promoción y difusión, y José Villegas es el responsable de los aspectostécnicos. Mientras que el cine club móvil Palo Negro lo integran Juan Weffer yEduardo Granadillo.

Como instructores laboran Hernán González, Adán Castro, Carolina Ojeda,Henry Cedeño, Maritza de Meléndez, Isidro Moreno, Leinad Valentiner y JoséVillegas.

Un numeroso grupo de colaboradores desarrollan un trabajo de extensióncultural, son ellos: Alí Páez, encargado de cultura popular y eventos especiales;Milagros Ramírez, responsable de núcleo de apoyo del barrio Los Hornos; KattyBrito y Alicia Rojas, núcleo de La Pica; Jenny Homs, barrio La Ovallera; MaritzaMeléndez, residencias Palo Negro; Josefina Cabrices, barrio Primero de Mayo yXiomara Hernández coordina el núcleo del barrio Ezequiel Zamora.

Los espacios del taller resultan insuficientes para los grupos que funcionan allí,cumpliendo una importante labor de formar nuevos valores, son ellos:Desideratum Teatro; Danzas Cumaragua; Grupo Vocal Polifonía Aragüeña;Danzas Carlos Blanco Galeno y Danzas Experimental Ezequiel Zamora.

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Segundo encuentro Libertador de oro 1992

Quienes asistimos admirados al Segundo Encuentro Cultural Libertador deOro 1992, disfrutamos durante todo el mes de julio de una reveladora fiesta artís-tica donde se dieron cita numerosos exponentes de la cultura aragüeña.

El evento se inauguró con un encuentro de coros infantiles al que en días suce-sivos siguió el III Encuentro Coral de Palo Negro; el III Encuentro de Danzas delMunicipio Libertador. El día 5 de julio correspondió al teatro como prólogo deuna jornada en la que hubo poesía y danza, boleros, noche de poetas, noche decanto lírico; inauguración de la cinemateca “Dr. Rafael Díaz Martínez”, cine-foro,concierto del grupo Polifonía Aragüeña, ballet de la Escuela Nina Nikanorova deValencia; bautizo del libro La Memoria de Aragua, Vol. II; inauguración del PrimerFestival de Teatro Juvenil del Municipio; concierto de la Orquesta Juvenil deAragua; el Grupo de Teatro Teorema; la Canta Criolla de Palo Negro; el Taller deDifusión Audiovisual; el Grupo de Teatro Dulcamara: títeres, juegos infantiles,retreta, y finalizó con un gran espectáculo reafirmador de la realidad nacional enel estadio Natividad Patiño.

En Palo Negro, definitivamente, se está desarrollando una experiencia culturaltrascendente. Sin duda el alcalde Guillermo Morales ha sabido interpretar las nece-sidades culturales del pueblo, que ha salido a conquistar su propio destino.

Isidro Moreno, por su parte, continúa en la quijotesca empresa de hacer ypromover la cultura aragüeña. Salud, entonces, por ese sueño cultural hechorealidad en Palo Negro.

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EloínaSalazar Campelo y la escuela Francisco

Linares Alcántara


Entender y contribuir a transformar su pueblo ha sido el sentido de la vida deEloína Salazar Campelo. Bajo su tutela han nacido núcleos culturales y organiza-ciones sociales que contribuyen a mejorar las condiciones de vida de los moradores.Desbordante de entusiasmo siempre “La Negra” Salazar borda los vitales tejidosque conducen a la bienaventuranza del terruño. Egresada de distintas escuelastécnicas, desde muy joven se dio a la tarea de formar nuevas generaciones, demanera que el tallar de su huella está disperso por todos los confines del muni-cipio.

Baquiana generosa ha sido en la realización de este trabajo, cosa que no resultafácil, pues “La Negra”, por su condición de líder natural excepcional, distribuye sutiempo en muchas y distintas actividades: dirige desde su fundación la Escuela deMúsica, Artes y Oficios Francisco Linares Alcántara; es presidenta de la Asociaciónde Vecinos Centro II; es catequista de la parroquia; organiza la Feria de la DulceríaCriolla de Palo Negro; dicta cursos en los barrios a través del INCE-Iglesia; orga-niza a los artesanos y atiende La tejita (tienda de artesanía y dulcería que expendelos productos de los artesanos del poblado).

Nosotros le profesamos respeto y afecto desde varios años, cuando en compañíade su hermana, la desaparecida Rafaela Aquina Salazar, encabezaba la lucha por laautonomía del municipio. De modo que le robamos una tarde para oírla hablar desu obra más querida: la escuela Linares Alcántara, semillero de artistas y mano deobra especializada desde su nacimiento.

Hace veinticinco años nació la escuela

—Hace veinticinco años en Palo Negro no existía ninguna institución dondese impartiera enseñanza técnica y artística y los numerosos jóvenes inquietos debíantrasladarse a Maracay. Yo estudiaba en Valencia en la Escuela Técnica del Ministeriode Agricultura y Cría y viendo la necesidad de crear la escuela, le expuse la idea ala Junta Municipal, presidida para entonces por el señor Carlos García Barrera, ycuyo secretario era Carlos Ovalles. La junta tomó la decisión por mayoría abso-luta, y el 23 de febrero fue inaugurada por el coronel Julio César Márquez Matteu,quien presidía el comité de celebración de la fiesta aniversaria de la creación delmunicipio foráneo. Al aumentar la matrícula la sede se mudó para la casa de laseñora Francisca de Ovalles, en la calle 23 de Febrero; posteriormente funcionó enla casa del señor Carlos Marrero en la calle Bolívar y, en 1982, es trasladada a lacalle Rondón, No. 27, sede actual.

La vieja casa ya resulta insuficiente para los numerosos jóvenes que concurren aformarse en manualidades, peluquería, tarjetería, artesanía, pastelería, zapatería,

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música y artes plásticas. Igualmente funciona como centro informativo sobre lahistoria del municipio para estudiantes del pueblo y de otras localidades. Así lorefiere nuestra entrevistada.

—Esta ha sido una escuela que ha contribuido mucho a la elevación cultural delmunicipio y al mismo tiempo ha mejorado los niveles de vida de muchas amas decasa. Centenares de jóvenes han pasado por aquí y todos aprenden un oficio. Lamúsica y la pintura también se enseñan y muchos de los muchachos que aquí seiniciaron han hecho carrera en estas áreas.

Concebida como centro de apoyo comunitario, la institución fue centro dereuniones del Comité Pro-Autonomía y allí funciona la sede de la Asociación deVecinos del Sector Centro II. Contribuye a la formación de microempresasformando mano de obra. Así en 1991 (la experiencia se repetirá este año), seformaron veinte personas en mueblería industrial utilizando madera y eneas, esteúltimo recurso de gran belleza que abunda en las orillas del lago. Esta actividadcuenta con el apoyo económico de la alcaldía.

En febrero de este año se celebraron los primeros veinticinco años de la institu-ción. Carlos Ovalles al pronunciar el discurso de orden en el acto aniversario, apuntóque “aquí se puede constatar que la vocación, deseos y voluntad inagotable se hanunido para llevar adelante una tarea que al principio se pudo calificar de utopía,pero el tiempo ha sido el mejor juez para ver cristalizado este hermoso proyecto”.

En 1971, por sugerencia de Pedro José Martínez, para ese entonces presidentede la Junta Municipal, y después de estudiar varios nombres “se optó por el deFrancisco Linares Alcántara, por sus dotes de gran venezolano y de manera muyespecial por ser un aragüeño, compenetrado con su pueblo”.

Niños, música y pintura

Los sábados la escuela es invadida de voces infantiles. La algarabía de los mucha-chos y muchachas invade sus humildes salones. Sugestionados por la belleza de lamúsica y la plástica asisten al aprendizaje que les alarga el sueño de ser artistas. Lacátedra de música le fue agregada por iniciativa de Paúl Rivas, pintor, escritor ymúsico arraigado a su pueblo. El profesor Gerardo Hernández, formado en elConservatorio de Música de Maracay, dicta la cátedra de órgano; desde 1982 JesúsGarcía imparte enseñanza en guitarra y cuatro y las clases de pintura son dictadaspor el profesor Miguel Hernández desde el año 1976.

Entre los profesores que han contribuido al desarrollo de la escuela están: Irmade Castillo, Mercedes de Navarro, Noris de Valera, Flor de García, Justina Quintero,Nubilde López, María Salazar, José Muñoz, Jesús García, Gerardo Hernández,Florencia de Castro, Paúl Rivas y Miguel Hernández.

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Sin duda la Escuela Linares Alcántara ha sido una formidable iniciativa. Ojaláantes de que arribe el siglo XXI cuente con una sede propia. Se ha mantenido porla colaboración de profesores y alumnos, y la contribución de la alcaldía (losúltimos años). La huella de la empresa que iniciará “La Negra” Salazar está dispersapor todos los confines del municipio Libertador. Eso lo vivimos nosotros cada vezque un joven artista habla del movimiento plástico de Palo Negro. De modo quela obtención de una sede acorde con sus necesidades no puede calificarse de utopía.

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La comarcatiene quien la pinte


El joven movimiento plástico de Palo Negro se enrumba hacia su consolida-ción definitiva. Así lo percibimos en el II Encuentro Cultural “Libertador 92”,en muestra que copó los espacios del Centro de Formación Artística. En efecto,un numeroso grupo de pintores puso en evidencia la fuerza de su búsqueda. Allíse hicieron sentir los oficiantes animosos del Círculo de Pintores del poblado.Inspirados en el paisaje de la comarca, en su mayoría, bosquejaron ante elpúblico sus impulsos creativos. Se trata de un palpitar constante que tiene susorígenes a mediados de los años sesenta y que ahora comienza a vislumbrar susfrutos.

El ímpetu juvenil inscribe sus anhelos de conocimiento en empresas libresque, como las artísticas, trascienden al correr de los años. Debemos ir a suencuentro porque ellas son las progenitoras venturosas de un nuevo tiempo quesoñamos armónico. Los productos, algunas veces, plenos de sencillez einocencia del creador principiante develan su lucha para alcanzar su propiolenguaje. Pues bien, en el caso de Palo Negro se conjugan estas expresiones conlas de algunos artistas que han hecho de la pintura el sentido de sus vidas.

Fieles al arte

La historia del movimiento plástico arriba a su mayoría de edad. RafaelRodríguez, pintor que explora la figura humana al igual que el paisaje, nos diceal respecto:

—A mediados de la década de los setenta, surge en Palo Negro un movi-miento de jóvenes, entre ellos Miguel Ledezma, Efraín Sánchez, Paúl Rivas,Andrés Muñoz, Antonio Hernández, Humberto Campos, Alfredo Tabares, JoséVásquez, Alí Janssen, Juan Salcedo, José Caldera y otros que también merecenreconocimiento. Este grupo sintió la necesidad de mostrar su talento recla-mando un espacio en las manifestaciones del pueblo. Fue así como en 1975 serealizó una exposición al aire libre en la Plaza Bolívar, sin ayuda oficial, reci-biendo viento y lluvia, era la primera muestra pictórica realizada en Palo Negro.

Pero el ímpetu de los soñadores venció los vientos y la lluvia. Se afirmó enla calidez del pueblo y así:

—En 1976, en el marco de las festividades del 23 de febrero, realizamos elPrimer Concurso de Pintura, como tema “motivos del pueblo”; y la segundaexposición con más de ochenta lienzos exhibidos en los salones del Club Social.Muchos nos contagiamos de alegría ferviente y al año siguiente nos incorpo-ramos al segundo concurso y a la tercera exposición.

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—A partir de allí —agrega Rodríguez— todo se hizo más difícil. Pero un nuevotiempo se ha instalado con el apoyo del Taller de Arte Municipal y la disposiciónde todos de hacer realidad nuestro proyecto: el Círculo de Pintores de Palo Negro.

Las raíces del movimiento plástico palonegrense están en la Escuela “FranciscoLinares Alcántara”, tal como lo evidencia la conversación sostenida con los artistas.

Los sueños se colectivizan

Carmelina D’ Pascuale es la más joven y bonita oficiante de sueños de lospintores palonegrenses. Tiene catorce años y desde hace cinco estudia con elprofesor Miguel Hernández. Ya ha obtenido premios y es una de las más aventa-jadas estudiantes de la Escuela de Artes y Oficios Linares Alcántara. Allí estaba,en la muestra compartiendo con sus profesores y pintores mayores.

—Lo que más me gusta pintar son las marinas, espero convertirme en unabuena pintora y trabajo en ese sentido.

Mary de Beaumont reparte su talento entre la pintura y la cerámica. Inspiradaen las puestas de sol trabaja. Por supuesto que su escuela fue la Linares Alcántara.Tiene diez años en el oficio y su obra evidencia la madurez técnica de la artista.

Patricia Fernández, también ex-alumna de la Linares Alcántara, pinta desdehace tres años.

—Me gusta pintar porque es mi forma de expresarme. Pinto paisajes y rostros,estos me gustan más pero el paisaje es más libre.

Concluye su bachillerato y piensa hacer del arte su carrera. Tiene dieciséis añosy un rostro pleno de sencillez e inocencia como su pintura.

Para la profesora de Castellano y Literatura María Isabel Olmedo, la pinturaha sido compañera de viaje:

—Pinto desde 1986. Me motivó que me sentía sola, quería ocupar mi tiempoen algo que me gustara, que me llenara. Estudié en Maracay en el Taller de ArtesMeneses.

En varios salones del país ha participado la joven pintora. En torno al movi-miento plástico de Palo Negro opina que:

—En Palo Negro hay gente que le gusta la pintura. Me parece maravilloso queel pueblo tenga este tipo de eventos culturales y se debe luchar para tener la Casade la Cultura nuestra.

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Andrés Muñoz tiene diecisiete años pintando. Es profesor en la EscuelaLinares Alcántara y ha participado en salones donde ha obtenido varios premios.En torno al movimiento afirma:

—En Palo Negro el movimiento plástico estaba un poco dormido, perohabía la esperanza de que fuera continuo, se instaló este taller y nos entusias-mamos.

Antonio Hernández es autodidacta, investiga y visita los salones de arte. Seinició en 1976 y ha expuesto en distintos salones y en la Segunda Exposiciónde Pintores Aragüeños.

—Busco el estudio de la textura en el color, buscando hacia lo impresionista.Comencé pintando paisajes y he ido evolucionando, creando cosas nuevas.Nuestro movimiento ha ido evolucionando también. Ahora estamos proyectán-donos y proyectando el círculo al mismo tiempo.

—Mi mayor maestro es la naturaleza —nos dijo Miguel Cardozo, un pintorque impacta al público que adquiere rápidamente sus obras.

—Para mí —agrega— es como ser parte de ese paisaje, aunque he empezadoa incursionar en otra pintura, es otra etapa más vanguardista, lo importante esque me casé con la pintura.

Luis Manzano manifiesta su satisfacción por la existencia del Taller de Arte:

—Nos hacía falta una casa donde uno se reuniera, antes no lo había y está-bamos muy dispersos todos los pintores.

Manzano pinta desde niño, su pintura es un retrato de su pueblo con rasgosdel mejor arte popular.

Eduardo Pacheco también se hizo presente en la muestra “Libertador 92” delos pintores de Palo Negro. Aunque es conocido como “el pintor de Choroní”,es oriundo del poblado. El conocido paisajista fue invitado y mostraba su alegríapor la reafirmación del arte de su terruño.

Uno de los puntales del círculo, es el pintor Miguel Hernández Ledezma,uno de sus fundadores. Ledezma se desempeñaba como profesor de pintura enla Escuela “Linares Alcántara” desde 1978. Tal vez su mejor obra ha sido su laborformadora de numerosos niños. Ha participado en diversos salones donde haobtenido reconocimientos. Es notorio el afecto y respeto de los más jóvenes porel trabajo de este maestro, sin duda un palonegrense que ha contribuido nota-blemente al desarrollo cultural de su pueblo.

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Catorce años pintando cumplió ya Efraín Sánchez, uno de los fundadores delmovimiento plástico. Pinta rostros y flores y es además un pequeño empresario dela publicidad.

—Nuestro movimiento tiene mucho futuro, ha resurgido bajo el apoyo deIsidro Moreno y el alcalde, de modo que tenemos planes concretos para nuestrasuperación artística y la necesaria proyección.

La señora Isabel Pinto de Ortegón pinta desde que era niña. La insistencia delprofesor Miguel Hernández —asegura— la hizo volver a la pintura de la que estabaretirada. Es médico veterinario e integra la coral y la estudiantina de Palo Negrodesde 1982. Trabaja bodegones, naturalezas muertas y paisajes. Exterioriza su incli-nación por la literatura: escribe versos y cuentos, y concluye señalando los cambiospositivos culturales de su pueblo.

Otras de las alumnas del pintor Hernández nos muestra sus obras y unodescubre que en Palo Negro la pintura es oficio colectivo. Se trata de MarilisHernández, estudiante ilusionada con hacerse artista reconocida.

De Alfredo Tabares se habla entre los pintores porque ha ganado varios premios,es uno de los fundadores del movimiento “jóvenes pintores de Palo Negro que eneste año 92 cumplió todos los pasos para convertirse en Círculo de Pintores”. Sinduda el movimiento artístico de Palo Negro tiene en sus pintores una saludableexpresión. En Maracay, desarrollando su carrera como artista habita José VicenteBlanco, un palonegrense que integró el movimiento fundador y es una figura rele-vante de la nueva plástica aragüeña. De modo que ya empieza a percibirse la tras-cendencia de permanecer fieles al sueño de ser artistas.

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El TeatroUna joven historia


Algunas tardes el escenario del Centro de Formación Cultural Palo Negroresulta pequeño para el numeroso grupo de jóvenes actores y actrices que loinvaden. Un buen signo de perseverancia, pues el teatro aquí es una historia queapenas se asoma a los veinte años. Bajo la conducción de Hernán González Díazse pule el material humano con ansias de darle permanencia al oficio. Para el jovenactor, director y dramaturgo palonegrense la labor formadora ha sido centro de suvida, de modo que ha logrado nuclear a numerosos jóvenes del pueblo. Su exclu-siva entrega al arte teatral lo ha convertido en una de las figuras más relevantes enAragua. Después del ensayo pautado González Díaz hilvana la historia del teatropalonegrense de la cual ha sido artífice.

—El teatro en Palo Negro no tiene veinte años. El primer intento de maneraformal lo hizo Pepe Rodríguez en el año setenta y dos, fue la primera vez que yovi teatro. Luego en 1976 se formó Paneade (Palo Negro Adelante), lo integrábamosJosé Vicente Blanco, Manolo Montero, William Espinoza, Francisco Giménez,Tairón Hernández y otros. Paneade montó dos piezas: Dónde está cascama era unasde ellas. Después nació All Stars bajo la influencia de la salsa en 1977. All Stars eradirigido por Simón Alvarado y Brígido Tejada, y lo integraban, entre otros, loshermanos Cabaña, Luz Marina López, Oscar Cabrera y Néstor Hurtado.Montaron Mis Vendezuela, luego se fracciona. Brígido se retira y junto conmigocreamos el Grupo Teatral Palo Negro, luego se incorporaron Néstor Hurtado,Gonzalo Pacheco (hijo), los hermanos Cabaña, Verónica González, LeonardoGonzález, Santiago Caivel, Miguel Cardozo, llegamos a ser setenta o más. Primerolo dirigió Brígido Tejada, hasta el setenta y nueve que yo lo tomo. Con ese grupomontamos: Se puede vender un pueblo y El diálogo, que escribimos Brígido y yo; Elpavoso de Caivel, Leonardo González y yo. La última pieza con fuerza fue el Juicioa los estudiantes que montamos en 1982, basada en un unitario radial escrito porMario César, dramaturgo sureño. En esa pieza intervinimos cuarenta y cuatropersonas en escena y diecisiete como personal técnico.

Que se abra el telón

—Debemos salir adelante con el pueblo a cuestas, enseñar el camino aunqueesté lleno de espinas, porque esas espinas son parte de nuestro escenario.

Así presentaba González Díaz el grupo que logró arraigarse entre los jóvenes delos barrios. El teatro ya era el sentido de su vida y el testimonio era aquel mani-fiesto:

—Los partidos y los clubes nos prestaban sus sedes y hasta llegamos a tener sedepropia. Estábamos unidos Danzas Palo Negro y la gente del teatro. Alí Tarazón nos

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cedió una casa y Carlos García Barrera pagaba la luz. En 1983 le cambié el nombrey lo llamé “Decamerón teatro”, así trabajamos hasta el ochenta y cuatro y con laobra El diálogo ganamos la Primera Muestra Regional de Teatro Popular.

Para doña Verónica Díaz de Pacheco su hijo es actor desde que era un niño:

—Él entraba al cuarto y salía disfrazado de los personajes que veía en las histo-rias.

Hernán la asume como su más grande influencia pues siempre alimentó supasión por el arte. Convencido de la necesidad de crear un lenguaje actoral ydramatúrgico propio, el joven artista afirma que esa es una búsqueda permanente.De modo que de aquel teatro social de los primeros años pasó a trabajar un teatropsicológico que explora sensaciones y se alimenta de los sueños. En ese constanteaprendizaje estudia con Eduardo Zabala, Jorge Jaime, Rómulo Zambrano Duno,Yovar Tovar, Rodolfo Rodríguez, Felicia Canetti, Isabel Hungría, RodolfoCárdenas, Iván Romero, Gilberto Pinto, Carmelo Castro y otras personalidadesdel teatro.

Como dramaturgo Hernán González Díaz se destaca con las obras: El pavoso,Cama para tres, Juicio a los estudiantes, El diálogo, Uva, Presos, Cinesga, Bis,Desandante, Nuestro excelso patrono y El sargento. Su obra El diálogo se presentóciento cincuenta y ocho veces en 1985 y ganó seis premios. Con ella viajó a Bogotáen 1986. Esa constante indagación de los lenguajes teatrales le llevó a fundar en1985 el grupo Desideratum Teatro que integraron en sus inicios: Henry Cedeño,Glenis García, Eduardo Zabala y Juan Martín Ribas.

—Hemos logrado que Desideratum tenga proyección en el estado como ungrupo de Palo Negro y mucha gente cree que los actores son todos de aquí. Esoobedece a que siempre he vinculado mi trabajo al devenir de Palo Negro.

Del taller y los nuevos grupos

La labor teatral de González Díaz le ha llevado por toda Aragua. Primero fuepromotor cultural de Palo Negro, luego jefe de núcleo y coordinador de artes escé-nicas del estado en la década pasada. Desde el año pasado dirige en Palo Negro elTaller Desideratum Teatro. Actualmente junto a los nuevos grupos Teorema,Dulcamara y Proyección Juvenil, trabaja en el montaje del Juicio a los estudiantes,obra que bajo su dirección participará en el Festival Regional de Teatro 1992.

—Recientemente, hemos logrado crear por decreto del alcalde GuillermoMorales la Fundación Compañía de Teatro Municipal Claudio Castillo, una denuestras metas más importantes. Esperamos contar con sede propia a partir delpróximo año para crear la Sala de Creatividad y Desarrollo Teatral donde funcionará

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Teorema, Desideratum, El Skene y participarán artistas de reconocida trayectoriacomo el pintor y escenógrafo Arvillachez, la fotógrafo Leonor Basalo y todo aquelartista que desee incorporarse al proyecto.

En el taller de teatro participan niños y adultos. Todo el esplendor del cuerpoen movimiento se percibe mientras el joven dramaturgo acertadamente los dirige.La historia del teatro en Palo Negro es su propia historia. «Que se abra el telón» esla consigna porque en las cosas del arte cada día es un principio y eso lo sabe HernánGonzález Díaz.

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JosefinaCabrices: entre diablos y danzas


En el barrio Primero de Mayo los niños danzan el lenguaje de la tradición.Una mujer descubrió que, de ese modo, podía colectivizarse la alegría. Se llamaJosefina Cabrices y encontrarse con ella es ir al encuentro de un personaje capazde despertar asombro. Mujer que canta y danza, su expresiva risa redime las tris-tezas del barrio mientras el amor al terruño cobra vida. Su casa, en la calleAltamira, número ochenta y siete, es un taller iluminado de corazones de niñosdonde los objetos tienen usos sagrados, pues son parte del arte naciendo cadavez que un niño representa sus sueños.

Entre el alboroto infantil el arte se hace comunión y el vestuario es follajesonoro. La señora Cabrices inventó la fiesta en 1980. No era bailarina, peroaprendió el oficio. No había dinero, pero las dificultades fueron vencidas por laemoción de los niños. Nacieron entonces las Danzas Primero de Mayo, y hacedos años, como expansión del sueño, los Diablos Danzantes de Palo Negro.

Aprendiendo haciendo

La primera vez que Josefina Cabrices bailó fue en Danzas Venezuela, era unamuchacha. La mamá la descubrió y la sacó. En 1980, cuando se marchó la promo-tora cultural, ella se dio cuenta que el barrio era un semillero de bailarines. No hayotro camino pensó, y se inscribió en talleres de danza en Maracay. Tenía treinta yocho años.

—Lo hice por la emoción de los niños y porque desde que era niña amo ladanza. Nacimos el 26 de julio de 1980 y somos un grupo que representa digna-mente al municipio. El primer subsidio que tuvimos fue de quinientos bolívares,pero ganó la voluntad del barrio. Primero hacía los montajes de acuerdo a lo queveía o imaginaba, luego entré en talleres del CONAC para estudiar las danzas detodas las regiones del país. El sentido de nuestro trabajo es sembrar en los niños elamor por la cultura de su patria, de modo que no hay mejor forma que hacerlo através del arte. De aquí han salido jóvenes que están haciendo carrera en el teatroy la televisión y, tal vez, lo más importante es que logremos alejarlos de los vicios.Hemos recorrido Aragua y otros estados del centro llevando nuestra versión dedanzas tradicionales como San Juan, La Llora y otros. Centenares de muchachosy muchachas han pasado por el grupo en nuestros diez años.

Diablitos de Palo Negro

Cuando el maestro Freddy Reyna visitó el barrio lo que más le impactó fueronlos diablitos danzantes. Se detuvo un rato a admirar el ingenio de Paúl Rivas: cola-dores de cocina convertidos en máscaras. Así lo recuerda Josefina en el lugar

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de ensayo, un pequeño galpón alquilado. Se escuchan sonajas acercándose yJosefina dice: “Ya vienen los muchachos”. En minutos el colorido de losdiablos invade el patio y un niño asustado llora en la cerca del frente. Ellanarra la historia del grupo antes de que los actores tomen la calle.

—Yo llegué jovencita a Palo Negro —nació en Caracas— y en ese tiempose bailaban diablos en Santa Cruz y Cagua, ellos llegaban al pueblo y se metíanen los solares. Siempre quise que esa manifestación no muriera y un día lanegra Eloína me llevó a la casa del señor Tomás Tabares, quien junto con elseñor Raúl Toro formó parte de los diablos de Santa Cruz. Él nos ayudó, nosexplicó cómo se hacían las cintas, las crinejas, y el señor Toro nos enseñó atocar la música de los diablos en el cuatro, el tambor y las maracas. Luego elseñor Mijares, quien dirige los diablos danzantes de Turiamo, nos dictó uncurso. De esos diablos de Turiamo tenemos mucha influencia. Ahora tenemosmontadas las danzas del tejido, de la cruzada, de las parejas, del caracol, de laculebra, la de la muerte, la de la cruz y terminamos con la danza del galerón.

En el Encuentro Nacional de Diablos Danzantes ’91 en Puerto Cabello,los diablitos danzantes de Palo Negro fueron aclamados. Igualmente enGuacara en el encuentro de este año. El grupo lo integran 25 niños: ZulayCardozo, Joana Nadales, Yulimar Pineda, Griskeldy Guerrero, RosanaBotello, Alicia Sánchez, Carolina Cardozo, Geraldine Blanco, Doris Baroni,Wirbelys Sánchez, Adriana Sánchez, Danny Noguera, William Noguera, JuanCarlos Noguera, Andrés Sánchez, José Torres, Hernán Mora, Jorge Morillo,Yosil Hidalgo, Glamaris Guilarte, Jackeline Flores, Jennifer Baroni, MaríaEugenia Soto, Yorie Morales, Isabel Monzón, Fabiola Nadales, y NataliaFlores. Y el equipo de adultos lo conforman Paúl Rivas, diseñador de lasmáscaras; Eduardo Cabrera, tocador de cuatro; la señora Esther Fagúndez,quien elabora los trajes de danzas y diablos; David Cabrices, coreógrafo yDavid Ascanio en la música.

Esta expresión cultural tradicional se celebra el día de Corpus Christi,instituida por Bula Papal de Urbano IV en el siglo XIII, año 1264, fue redac-tada por Santo Tomás de Aquino. Posteriormente pasó a ser una celebraciónpopular. Al llegar a tierras de América, la tradición de origen medieval setransforma por las influencias africanas e indígenas. Los conductores de laceremonia son las cofradías y hermandades.

—En Venezuela —apunta Rafael Salazar— donde se celebraron los diablospor primera vez fue en Caracas en 1595. Fue prohibida por el Obispo DiegoOvaños pero ya había prendido en la población negra, que tal como ocurreen las costas de Aragua continúa celebrándola. En Santa Cruz se bailarondiablos desde el siglo pasado y varios palonegrenses formaron parte de ellos.

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De modo que el trabajo de Josefina Cabrices es parte de nuestra culturatradicional, por supuesto, entendiendo que esa cultura sufre transforma-ciones. Bailar diablo para los niños del barrio Primero de Mayo no tienecarácter sagrado como en Chuao, pero tal como apuntó Zulay Cardozo unade las integrantes:

—Es una forma de que no muera nuestra cultura tradicional.

Sin duda, el sueño de Josefina Cabrices se ha hecho realidad.

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Paúl Rivascronista, pintor y músico


Allá en su taller en el barrio Primero de Mayo, Paúl Rivas pinta, hace música ydesentraña la menuda historia de su pueblo. El caballero, que nació el 20 de agostode 1947, ha editado varios folletos donde la juventud palonegrense ha podido iral encuentro de su origen. Acucioso y solidario con toda manifestación que aporteal desarrollo de la comunidad, su huella está presente en el movimiento plásticoque se inició a mediados de los setenta y la cátedra de música de la Escuela“Francisco Linares Alcántara” es una creación suya.

Cronista natural y escritor de historias que rescatan nuestro pasado indígena,Rivas ha publicado los folletos: Cuarenta criticonas, 1982; Palo Negro, 1987; 23 deFebrero, 1989; y La ceiba robusta, 1990. Sus relatos inéditos muy pronto seránpublicados y en ellos Rivas se revela como autor de obras donde historia y ficciónse dan la mano.

Leyenda y sucesos comprobados coexisten y confunden cuando el pueblo habla de suhistoria. Así, las crónicas que recrean y los escribientes enriquecen el acervo, cuandoestos acomodan hechos y tradiciones para relatar los aconteceres de la tierra que pisansus coterráneos.

Dícele el viejo poblador al cronista:

—Así nació Palo Negro…

Y ya este comienza a imaginar el resto de lo que sucedió.

Las inquietudes del autor lo convirtieron, desde muy joven, en estudiante de laEscuela de Artes Plásticas “Rafael Monasterios” de Maracay. Durante cuatro añoscursó estudios de música en el Conservatorio del estado Aragua, y en 1976 fuealumno de la Escuela de Música “Sebastián Echeverría” de Valencia.

Su motivación para escribir La ceiba robusta, tuvo su origen en los siguienteshechos que evidencian la necesidad que tienen todos los pueblos de ofrecer a losjóvenes las vivencias de la tierra que habitan:

—El 16 de mayo de 1966, en sesión de la Junta Comunal de este municipio,se leyó una correspondencia de la doctora Enriqueta Peñalver G., directora delInstituto de Antropología e Historia del estado Aragua. La doctora Peñalver pedíaa la municipalidad un material documental sobre al comunidad de Palo Negro. Lajunta acordó contestarle que “se lo enviarían en cuanto lo tuvieran”. Tal pedimentono se pudo satisfacer, pues sencillamente no existía a la mano ninguna recopila-ción histórica ni de otra índole en el municipio. Casi treinta años atrás, en 1939,

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Carlos Blanco Galeno había escrito y publicado un interesante libro que recogíaparte de la vivencia de esta población; mas, en aquel momento necesario, no estabaa disposición.

—Mucho después, en 1983, grupos de estudiantes de educación media y supe-rior, recorrieron diferentes entidades del municipio, en busca de material docu-mental para la elaboración de unos informes que debían presentar en sus respec-tivos institutos. Pero después de arduo trabajo, los estudiantes sólo lo consiguierona medias, ya que Palo Negro y toda su circunscripción seguía ausente de publica-ciones que pudieran facilitar o aliviar, en parte, las labores de investigación histó-rica, económica, educativa, etc., de Palo Negro.

Desde 1972, Paúl Rivas viene escribiendo artículos en periódicos locales. Apartir de 1980 las realidades arriba expuestas le incentivaron a recopilar informa-ciones personales de las más antiguas familias palonegrenses. Desde entonces escu-driña textos de la región que tienen alguna relación con Palo Negro, y revisa viejosdocumentos en los archivos del estado y nuestro municipio Libertador.

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Iván Gil: soy poeta por un reto


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A veces, Palo Negro tiene aires de aldea. Si vemos levantar el día desde un solarabierto, el sol, viejo pintor, nos regalará bíblicas formas. Pero si una mañana la palabrade un poeta se eleva junto a la música de un arpa entonces sí conoceremos la liturgiade un patio. Eso fue lo que sentimos cuando el poeta Gil desenfundó sus coplas,después de contarnos cómo fue que un día —hace ya veinte años en Maracay—alguien le llamó poeta y él decidió asumir el reto. Desde entonces es un solo verseary versear mientras la vida canta y anda.

El compositor popular más interpretado por los artistas de la canta criolla instalósu cuartel musical en el pueblo donde nació hace treinta y ocho años. El ClubPrimavera es piedra de amolar vegueros y lugar de encuentro de cantores y poetas.Allí desayunamos mientras el verso sencillo y tempranero rimaba con el día y laamistad.

—Como todo un muchacho inquieto yo anduve recorriendo todo el país buscán-dolo y buscándome. Hice teatro y títeres en el recordado Grupo Malarín que inte-graban, entre otros, Alí Contreras, Carlos Romero, Carlos Miranda, Carlos Jardines,Somar Colmenares y Rafael Oropeza. Pero el titiritero siempre tiene apariencia deestar pasando trabajo. Un día me puse a escribir acerca de lo que yo veía, y por casua-lidad llegué a un lugar que era famoso en Maracay porque se presentaban los mejoresartistas criollos. Me atreví a decir unos versos y a alguien se le ocurrió llamarme poeta.Yo sabía que no lo era pero ya estaba montado en el burro y tenía que arrearlo, demodo que en poco tiempo los cantantes me solicitaron trabajos y yo hice Cómomataron a Quirpa, que resultó un éxito. Entré al mundo del disco con la cantanteDennys del Río y luego me grabó Reina Lucero.

Por la copla llano adentro

Para Iván Gil el llano es un gran cuaderno, con frecuencia lo recorre pues de esepaisaje impregna la música que hace.

—El llano para mí es una gran escuela, nunca dejo de recorrerlo pues amigos ypaisaje en esa geografía son una misma cosa. Quien escribe versos y canta no puedefaltar a las citas con los creadores que abundan en esa tierra de poetas, de modo quelo primero que hice cuando asumí el reto de escribir fue irme a Zaraza, allí en el clubcampestre El Faro nos iniciamos Reynaldo Armas y yo, pues es el centro dondeacuden los buscadores de talento criollo. Hago entonces Cómo mataron a Quirpa conCentro-Llanos, mi primer disco como cantante, que por cierto grabé en un solo día.

Cuando Iván supo que el sentido de su vida era componer canciones se entregóa ello. Los años ’80, ’81 y ’82 ganó el Mara de Oro y canciones como Recorriendo


Aragua y Las fiestas de Palo Negro se convirtieron en grandes éxitos por aquellosaños. Pero más que cantante se descubrió compositor nato y los mejores cantantesle empezaron a buscar para interpretar sus piezas.

—Sin darme cuenta ni esperarlo me metí en la fila de los mejores compositoresde Venezuela haciendo la letra y la música de todas esas canciones que se escuchanen la voz de Luis Silva, Reina Lucero, Dennys del Río, Cristina Maica, MarleneVelásquez, El Cubiro, El Carrao de Palmarito, Víctor Morillo, El Cazador Novato,Las Hermanas Contreras y otros que ahora no recuerdo.

Natural manera de expresar el alma venezolana ese don suyo. Fabulador esporque inmerso en su mundo creador inventa, revela, crea nuevos giros en el decircoplero y remoza la canción con raíz campesina.

—Mi caso es muy curioso, a pesar de que no sé tocar ningún instrumento hagoeste trabajo que me da grandes satisfacciones. Cuando compongo, letra y músicavan saliendo juntas. A veces, dicen amigos como Julio Miranda, tengo problemasmusicalmente, pero esos se resuelven cuando me siento con el intérprete a afinarla obra. Yo creo que entre los compositores de Venezuela que se aferran más a suestilo estoy yo. Tengo que conocer mucho a una persona para escribir. Con ReinaLucero, por ejemplo, he logrado trabajos que ella quiere mucho como Quema esacarta y Mi pequeño Lucero. Lo mismo ocurre con otros intérpretes que han triun-fado.

A estas alturas de la conversación el poeta Gil ya nos ha brindado sus versos ylos copleros y músicos que le acompañan afinan garganta y arpa para que el contra-punteo propicie el juego de seguir inventando la canción de siempre. El caballeromás cantado por los artistas venezolanos expresa sencillez y amistad franca. De unode sus discos que se llama “Cimarrón” recuerda trozos, antes de que Lino Hurtado,Germán Hernández, Pablo Gómez y Moisés Toro decidan que ese día va a conver-tirse en larga fiesta que seguramente terminará cuando la noche comience a levan-tarse.

El hijo de don Armando Gil y María Virginia Echenagucia levanta la cabeza ycanta. En ese instante está naciendo otra canción para agregarla al repertoriomusical de Aragua. Tal vez al otro día y como ocurre con frecuencia llegarán loscantores a buscar sus obras, porque esa es la vida del poeta Gil: escribir e interpretarel alma de su pueblo. Un reto que se planteó en Maracay y cuando todavía era unmuchacho.

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CandelarioColmenares. Alfarero poeta


Contra el viento que viene de los camburales va Candelario Colmenares. En elpueblo está el origen de todos sus versos, él los atrapa desde su caballito de hierroy a la sombra de un árbol anota sus vivencias. De su andar hablan sus cancionesguardadas en un viejo cuaderno. La vida talló rostro y corazón para que un halotriste respire soledades y tristezas. Personaje de un ayer aldeano, quién de losmayores no lo recuerda con la elegancia de sus mejores tiempos. Fue cantanteestrella de distintas orquestas y con ellas “registró” toda la tierra venezolana, antesde que los años le impusieran el pueblo por morada y lo sometieran al territorioque desanda su vieja bicicleta.

A la llamada de don Guillermo Díaz desciende de su compañera inseparable ybajo el uvero de un patio medicinal evoca aquellos tiempos en que vivió del canto.

—Yo me hice cantante solo. Desde muchacho me gustó el arte y de él tengomis mejores recuerdos. Comencé a cantar con orquestas en 1936 y permanecí hastafinales de los años cincuenta. En los primeros años de mi juventud fui alfarero,porque Palo Negro fue tierra de alfareros y artistas. Luego, cuando dejé de regis-trar caminos empecé a escribir versos. Fui cantante de la orquesta Continental yde la Sonora del Caribe. En ese tiempo estaba la música cubana de moda y yo lainterpretaba con mucho gusto al mismo tiempo que cantaba joropos.

En los ojos del viejo trovador se advierte la nostalgia por el andar vivido. PeroCornelio (Candelario) Colmenares no es hombre de guardar silencio, sus compo-siciones han sido grabadas, y canciones como Paraulata aragüeña y Tierra mía seconvirtieron en éxitos en la voz de Marlene Velásquez. Desde hace varios años esel autor de la cartilla navideña.

—Es una manera de homenajear a la gente de mi pueblo y dar a la navidad untoque de antes. La gente compra y canta mi cartilla que es enteramente original deCandelario Colmenares. Allí aparecen mis amigos y la gente que el pueblorecuerda.

El viejo Candelario jamás se desprende de sus papeles arrugados en los que estáimpreso su ingenio y sus dones como poeta del pueblo. Ojalá que continúe muchosaños reinventando su tierra. En sus versos sencillos Palo Negro tiene un retrato desu gente.

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VERSOS DE CANDELARIO COLMENARES

Cuando llegue mi finalcomo yo no tengo nadaTeófilo y César Tejadason con quien puedo contar.

Como yo no tengo real con qué pagar esos gastos tengo amigos para ratoArístides que es bien buenotambién Eligio Morenoy que les pague el Dios Santo.

VERSOS NAVIDEÑOS

Todo el que sea pollo entre la familiatiene el apoyo y la opinión de Otilia.

Los pollos Hernándezson buenos amigos y hallan el cariño por doquier que anden.

Saludos a Eloína Salazar Campeloquien merece un cielopor bella y por fina.

Que disfrute siemprela buena Eloínarosa sin espinasiempre floreciente.

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MiguelÁngel Gil. Entre canciones y caballos


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En casa de los Gil Echenagucia, caballos y gallos se reparten el solar. Unmediodía sombreado sostiene la conversación mientras un hombre sensible revelasus pasiones, es Miguel Ángel Gil, coleador y cantante que habla con los animalesy es capaz de llorar la muerte de ellos. Lo escuchamos cantar en el Taller Municipalde Arte y decidimos entrar en el territorio de sus sueños. Pertenece al mundo delos hombres de a caballo y reverencia al campo cuando habla.

—Aquí hubo hombres que amanecían y oscurecían sobre un caballo, hombresque nos transmitieron el amor por ese noble compañero que es el caballo. Algunosconocí desde muchacho y otros porque cuando nací eran ya leyenda en el pueblo.Pudiera decirse que el arte del coleo en Palo Negro siempre ha sido de ricos y depobres. Muchos peones venían del llano, otros eran de aquí, pero todos echaronraíces en el pueblo. Pedro Granadillo, Tadeo Navas, Compay Lara, ya fallecidos,fueron junto a Paúl y Sixto Guanare, el Negro Tarazona, Mario Acevedo y donVíctor Figueredo magníficos exponentes del arte del coleo. Paralelamente está ladinastía Díaz Martínez, gente que en sus haciendas cultivó la amistad con suspeones y elevó el arte que se ejecuta sobre un caballo.

—Las primeras mangas de coleo eran de bambú y el escenario la calle Real. Lasfiestas se iniciaban el 16 de febrero y terminaban el 28. Propicios días para todomuchacho que intentara emular la hazaña de los mayores. Allí se iniciaron loshermanos Almeida, Gerardo García, Pedro Barrios, Orlando González, EsvayOrtega, Alirio Amaro, Héctor Barrios, Elio Aguirre y los hermanos Torres, entreotros.

Así lo señala nuestro entrevistado y agrega:

—Palo Negro es tierra de coleadores por excelencia, ahora hay otra generacióny muchos niños que están entrando, ojalá y nunca se acabe esa afición porque esparte de nuestra historia.

Entre canciones y caballos

El respeto de Gil por los mayores aflora en la conversación, poco habla de él puessu trayectoria “fue como amansador” a pesar de que a los catorce años ganó su primertrofeo en las mangas y es considerado un coleador destacado de Aragua. Su pasiónmás grande es criar caballos, oficio en el que tiene más de diez años.

—El hombre que ama al animal nace con ese don. A mí me gusta conocerlo,entenderlo y por eso llego a querer tanto a los animales que he llorado la muertede ellos. Yo le digo a mi caballo “abra la boca” y la abre. El animal te siente. Si se


va a embarcar en un trailer y no estás tú, el animal no se monta. Lo que hay quetener es paciencia e idea para lograr compenetrarse con ellos.

La caballeriza al fondo del patio es cuidada con esmero, el caballo responde alllamado de su dueño, Gil lo atiende y regresa al corredor para seguir conversandode otro arte: el de componer canciones.

—Yo empecé como mi hermano, bajo su influencia, interpretaba cancionesrománticas y luego música criolla. Luego empecé a componer canciones folcló-ricas, parte de mi vida en las mangas y escenas y vivencias de mi pueblo. Coleabay cantaba. Ahora me acompaño con la guitarra los versos que escribo. En todo casomi oficio de cantor y mi trabajo con los caballos son dos pasiones que tienen unsolo origen: la belleza de la vida sencilla de mi pueblo.

Salimos con la tarde de su casa, bajo la tutela de su madre compartimos su mesay sus sueños. Al despedirnos pensamos que Miguel Ángel Gil posee sensibilidad ytalento para dignificar las voces de su pueblo, por eso debe ser que habla con losanimales que cría como si hablara con la gente.

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EnmaOrtega: lideresa, agricultora y ceramista


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Hace catorce años llegó a San Luis, Enma Ortega. Había escogido el campopara crear y producir, y así lo hizo. Su parcela, productiva en su totalidad, exhibelos resultados de su entrega. En el taller el barro adquiere artísticas formas y sus“escenas de amor y trabajo”, se exhiben en galerías de las ciudades, las cuales visitapoco. Cuando Enma no está en la finca es porque sus responsabilidades comopresidenta de la Asociación de Campesinos, Productores, Aerotécnicos yAgraristas (Asocampra), exigen de su presencia. Si no es así, uno puede encon-trarla en la Casa de la Cultura de Santa Cruz enseñando el arte ceramístico a niñosy adultos.

Líder natural del sector agrícola, la señora Enma Ortega maneja con fluidez laproblemática que amenaza con aniquilar la agricultura en la zona.

—La tendencia de las tierras agrícolas de Palo Negro y por ende de la agricul-tura es a desaparecer. El ordenamiento territorial, determinado formalmente porel Ministerio del Ambiente, Mindur y la Gobernación en la práctica lo decide laCámara de la Construcción, por lo tanto la mayoría de las tierras van a sercambiadas de uso para desarrollos habitacionales y en la mayoría de los casos soninvadidas, creando la “megarranchópolis” que amenaza a los agricultores. Por otrolado la repartición absurda de la tierra, estranguló a los agricultores originales delos que ya no queda ninguno en la zona. Fue un desconocimiento del recursohumano. La vocación, la cultura fue desconocida, pues no se puede decir que nohubo entrega en esos conuqueros que dieron al campo toda su vida. Se les dio unahectárea, hectárea y media, y de ese modo era imposible que permanecieran. Esofue lo que permitió la acumulación de tierras en manos de unos pocos, sobre todolos isleños, a quienes no se les puede negar sus aportes, pero hay que decir tambiénque fueron los extranjeros quienes contaron con el apoyo de una política credi-ticia, no sé por qué razones.

Nuestra entrevistada está convencida de la necesidad de una vuelta al campoorganizada, que rescate el orgullo de ser agricultor.

—Los venezolanos no somos flojos, somos organizados. Tal vez eso ocurreporque se ha perdido el sentido del valor y el poder que tienen los campesinos.Perdimos esa magia. Cuando se habló de Aragua positivamente se dijo en Europa:«Cacao de Chuao, el mejor del mundo». De modo que de lo que se trata es deponernos de acuerdo todos los conuqueros y campesinos ilustrados. Regresar alsentido de la ruralía sobre el que se edificó Venezuela. No es posible que hastahace dos años unos parceleros de Las Vegas desconocieran que tenían derecho ariego, pasándoles el canal por el frente de su finca. “No, eso es de los musiúes”,decían. De manera que nunca habían utilizado el sistema de riego hecho en 1950.


Las palabras de Enma Ortega ilustran la realidad de muchos productores y sonun alerta ante la destrucción que en su opinión se avecina sobre los mejores suelosproductivos del país, que forman parte del municipio Libertador. Ella continúacreando y sembrando porque ese es el sentido de su vida. Sin duda, un ejemplo aseguir.

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MagdalenaSánchez: una institución palonegrense


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La señora Magdalena Sánchez es una institución en el pueblo. Desde hacetreinta y tres años ha sido secretaria de la prefectura y desde allí ha resuelto nume-rosos problemas de la comunidad. En efecto, al caer Pérez Jiménez, inició su largajornada. En esos primeros años de la democracia los prefectos no duraban ni dosmeses, así lo narra en su humilde casa, allá en la calle Villapol.

—En ese tiempo cambiaban constantemente a los funcionarios. Tal vez misecreto es que no pertenezco a ningún partido y he entendido mi trabajo como unafunción social. En mi vocabulario no existe la palabra no puedo, y todo pobladorque acuda a mí sabe que no le voy a dar la espalda a su problema.

Su formación la obtuvo en academias en Maracay, y el día que se graduó nohabía sacado todavía la cédula. Su primer sueldo fue de doscientos bolívares, queen aquellos años alcanzaba para cubrir sus necesidades.

—Yo era una muchachita. Pero yo desde niña siempre quise superarme, demanera que desde mi humilde trabajo he contribuido a la educación de mis fami-liares, quienes tienen en mí una amiga, dispuesta siempre a escucharlos.

Varias veces, a la señora Sánchez le han propuesto el cargo de prefecta, pero surespuesta ha sido la misma siempre:

—A mí ese cargo no me gusta, déjenme en el rincón donde estoy.

Pues bien, desde ese rincón ha sido guía para todos los que la necesitan.

Nació el 22 de julio de 1940 y a pesar de las tres décadas dedicadas al trabajojamás ha pensado en jubilarse. Percibe en los jóvenes de hoy un gran amor por loshijos:

—Uno ve llegar a las jóvenes parejas y ve a los muchachos cambiándole lospañales a sus criaturitas y siente cómo han cambiado las costumbres.

Durante casi diecisiete años se encargó sola de llevar los registros de muertes,nacimientos y defunciones. Posteriormente hubo dos secretarias y en la actualidadhay siete, y se ocupa sólo de las defunciones, pero por la experiencia acumuladadurante tantos años de trabajo se ha constituido en la guía de todas las compañerasque entran nuevas. En relación a los nacimientos de este año nos dice que PaloNegro rompió el récord, van más de dos mil. Ojalá Magdalena Sánchez no decidajubilarse nunca, pues en ella el pueblo tiene una mano amiga en las horas de lasnecesidad


FranciscaMolina: aquí tallando puramente vivo


Cuando uno entra a la casa de Francisca Molina, allá en Las Ánimas II, sienteque está penetrando en un santuario. Ella es exponente del arte popular plenode religiosidad, que existe en los campos de Venezuela. Su obra, edificada a partirde sus creencias y las enseñanzas de su padre, conmueve a todo aquel que hatenido la suerte de detenerse frente a ella.

Fue en San Antonio del Molino, allá en el lejano sur merideño, donde su padreJosé Natividad le enseñó que la madera se hace arte, esculpiéndola. El viejo fueescultor de bien ganada fama, en el primer medio siglo, en aquellas regiones ymuchas de sus imágenes reposan en los altares de iglesias y casas de familia meri-deñas. Francisca llegó a Aragua hace más de una década y en la humildad de sumorada ha ido develando un mundo de labrada inocencia. Ir a su encuentro nospermite conocer su arte de tallista pura y escuchar el lenguaje poético cordillerano.

—Desde muchachita yo miraba a mi papá tallando y me ponía a ponerlecuidado. Él hacía imágenes y el padre las bendecía. Esa era mi vida, acompañarloy luego irme con mis hermanitos al río, puramente eso era lo que hacía. Luego mehice mujer y me casé, y un día mi madre y mi esposo murieron y yo de prontoempecé a tallar madera. Hice una Virgen de Fátima, entonces vino el padre Varillasa saludarme porque sabía que mi papá y mi esposo habían muerto. Vio la Virgeny me preguntó quién la había hecho, le dije que yo y él me dijo que no la vendiera,que la conservara porque ella me ayudaría y me la bendijo. Un día llegó gente deCaracas y se la llevaron. Yo se las vendí y ahí mismito me vino el castigo, digo yo,porque trabajaba y trabajaba y no tenía nunca nada.

En la familia de Francisca Molina, el arte es heredad que respiran los hijos.Todos se inclinan por el trabajo de la madera y su hija menor María Antonia,pronto comenzará bajo la mirada de su madre, tal como aprendió ella.

—Un día de estos la voy a poner a picar un palo, a ver, porque así es que unosabe lo que uno es.

Las Ánimas II, número novecientos sesenta y siete, es la dirección de la asom-brosa mujer que es Francisca Molina.

—Aquí tallando puramente vivo —nos dijo al despedirnos. José GregorioHernández y la Virgen de Coromoto viéndonos nos decían lo mismo

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Las revelacionesde Delfín Sumoza


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Por las cosas que hace y dice, Delfín Sumoza es un hombre de revelaciones. EnPalo Negro es querido y admirado por su calidad humana y su trabajo. Desde hacedieciséis años talla cocos y con la humilde materia vegetal ha edificado depuradasformas que se le “grabaron en la mente cuando trabajaba en el campo”.

Su casa, ubicada a escasa cuadra y media de la plaza del pueblo, alberga sucontienda para vencer la primigenia rusticidad del cocotero y hacer de él arte.

—Mi trabajo —explica el artesano— lo inicié hace dieciséis años y desdeentonces no he dejado de tallar. Fue como una revelación. Yo tenía mi conuco ycuando llegaba a la casa me gustaba hacer otras cosas, de manera que se volvió unaobsesión. Será que el coco es mi materia, la materia que Dios me dio para que latrabajara. Yo con el coco hago distintas piezas, collares, casas, camándulas, pájarosy escenas campesinas que la gente busca mucho.

Sumamente religioso, el creador del pueblo de la dulcería aragüeña, tiene mues-tras de su arte en muchas casas. Su instrumento es siempre el cocotero y pudieradecirse que el señor Delfín se ha encargado de contar historias a través de susdistintas piezas.

—Yo veo un ave y quisiera tallarla pero uno cuando termina la obra es distinta.Muchas cosas de antes también las tallo, es como una manera de recordar que yoencontré para hacer más agradable la vida.

—Son ochenta y dos años, hijo. Mucha vida vivida y trabajo. Lo que pasa esque si no trabajo me aburro o me enfermo, por eso es que yo quiero tanto al coco,porque el coco ha sido una bendición para mí. La gente me dice “Delfín, por quésiempre usa el coco”. Pues yo no lo sé, a mí me ha resultado un compañero, hastasantos de coco hago.

El artesano, que ha ganado varios premios este año y ha expuesto en el orientedel país, va desempacando sus trabajos y un extraño y diminuto zoológico apareceante nuestros ojos. Se admira de nuestra admiración por su obra y riéndose afirma:

—Lo que pasa es que en Palo Negro habemos (sic) muchos artistas.

Sin duda alguna, en este artesano popular palonegrense la religiosidad es pandiario. En casi todas sus obras los signos de la Iglesia están presentes y el rostro deDelfín expresa beatitud. Muy cerca de la Plaza Bolívar está su casa, pero en PaloNegro es fácil topárselo. En esa comarca el hombre de las revelaciones es él y elcoco su instrumento para hacer arte.


DanzasCarlos Blanco Galeno


La señora Beatriz Arocha celebra la danza desde que era una niña, allá en SantaLucía, su tierra mirandina. Nadie le dijo cómo se estructuraba un baile, pero ensus raíces estaba la música hablándole de cuerpos estremecidos por la pasión dancís-tica. Se percibía habitante del movimiento libre que hace del cuerpo instrumentosonoro. Un día montó sus primeras obras y ya se acerca a los treinta años educandomuchachas y muchachos que simientan la danza nacionalista. Llegó a Palo Negrohace pocos años y desde el 11 de noviembre de 1988 su grupo de danzas CarlosBlanco Galeno integra el movimiento de bailarines nacionalistas.

—Yo bailo desde niña. Allá en Santa Lucía formé un grupo que dejé en manosde quienes fueron mis alumnos. Me gustaba tanto Aragua que una vez que hice unbaile lo llamé Santa Cruz. Apenas llegué organicé mi grupo que integran en sumayoría estudiantes de los colegios Carlos Blanco Galeno, Trino Celis Ríos, AndrésBello y Cacique Charaima. La agrupación está conformada por treinta y cincojóvenes y niños, y nuestro objetivo es fomentar, a través de la danza, la música tradi-cional.

La promotora cultural se formó en los talleres de danza de la UniversidadCentral de Venezuela. Ahora su hija Adriana Beatriz León Arocha se ha convertidoen una experimentada bailarina, además de que organiza y asume las mayoresresponsabilidades del grupo.

—Ella comenzó muy pequeña, tendría cinco años, ha seguido mi camino y sesiente orgullosa de representar nuestro folclor. También se han destacado en elgrupo jóvenes de Palo Negro como Amanda Gil, Yasmely Tabares, Yerlis Pérez yYadeccy Pérez Ylarraza.

Adriana Beatriz escucha atenta las palabras de su madre. No fue necesariopreguntarle nada para saber de su arte. En minutos su cuerpo alado hablaba sobreel escenario del Taller de Cultura.

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BertilioSánchez: barbero de tradición


En la barbería de Bertilio Sánchez sólo el sonido del pueblo interrumpe eldesandar de la tijera. Allí se dan cita los mayores para evocar el viejo caserío, mien-tras el experimentado barbero les remoza el rostro. En la calle Salón, cruce conGran Demócrata fundó su barbería hace cuarenta años y allí permanece de piecomo el primer día. Las estampas de una Venezuela desaparecida decoran su salónsencillo como él mismo. Semiocultos en viejos anaqueles, curiosos libros dancuenta de los gustos bibliográficos del peluquero. No lo escuchamos cantar, peroalgunas mujeres del poblado dicen que don Bertilio cantando tangos es muybueno.

—Yo era agricultor y un día, hace ya más de cuarenta años, decidí dedicarmea este oficio, tal vez influenciado por mi padre quien también fue barbero. Empecécuando el corte de pelo costaba un bolívar, ahora cobro cincuenta bolívares y mibarbería sigue siendo muy visitada por la gente del pueblo. Por aquí han pasadocasi todos los pobladores, sobre todo los más viejos. Y también vienen los cadetesde la Base Aérea Libertador a hacerse el corte militar.

El señor José Antonio Sánchez, cliente a quien atendía en el momento denuestra visita, reafirma las palabras del barbero más viejo de Palo Negro, que nosólo cortaba a los caballeros, sino que fue peluquero de muchísimas damas, hastaque llegaron los salones de belleza.

—Por aquí pasaron muchas jóvenes a quienes le cortaba el cabello, hasta hacealgunos años. Recuerdo entre ellas a Ovidia Gómez, María y Virginia Sánchez.Había un corte que lo llamaban de muñeca que era el que más hacía a las mujeres.

Algunos de los instrumentos del barbero más viejo del poblado son verdaderasreliquias. Él las mantiene impecablemente limpias y otras las guarda como testi-monio de un tiempo que quedó en la memoria. Llega un niño muy serio porqueal otro día va a hacer la primera comunión y el barbero en minutos le alegra elrostro pícaro. Nos convida con frutas que abundan en su alacena y nos despedimosnostálgicos de aquellos años en que los barberos de los pueblos se parecían a BertilioSánchez, el último peluquero de Palo Negro a la manera de antes.

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UniónSanta Elena: parranda de éxito


En Palo Negro el lenguaje de la navidad se escucha desde agosto. En lospatios del barrio Santa Elena se afinan cueros, cuerdas y gargantas. La tradiciónse renueva cada año por obra de los parranderos que cantan su vivir sencillo. Elpueblo siempre fue tierra de cantores y grupos de parrandas como La UniónCaribe, La Gabana del Pueblo y La Rival Caribe se confabularon para hacer dela calle su mejor escenario.

Décadas atrás, Martín Blanco despertaba la navidad junto a sus hijos, conquienes integró la primera parranda “Santa Elena”. Cualquier objeto servía deinstrumento para que el viejo parrandero alegrara al barrio. Así lo refiere JesúsHerrá, director de la “Unión Santa Elena”, y a quien encontramos patio adentrojunto a los demás integrantes del grupo celebrando la grabación de este año.

—Nuestra historia es bien bonita, realmente nació de la unión de los parran-deros del barrio. Fue en 1978 que decidí hablar con Juan Sánchez y le propusela idea de trabajar en función de que la parranda Santa Elena progresara. Nosreunimos todos los parranderos y le pusimos el nombre de “Unión Santa Elena”.Los primeros integrantes fueron Cecilio Martínez “Chilo”, Miguel Solórzano ysu hijo, Juan Sánchez, Félix Espinoza y yo. Así salimos al centro y en los ochentaganamos el concurso del Club Social frente a numerosos grupos de toda Aragua.Eso nos entusiasmó más y Ricardo Barazarte nos impulsó. Decidimos entonceshablar con Jacinto Martínez, dueño del sello “Cachilapo” con quien grabamosnuestros primeros discos.

La celebrada Unión de Santa Elena fue el primer grupo de parrandas de PaloNegro que grabó su trabajo. Jesús Herrá lo refiere orgulloso.

—Con el impulso que nos dio Barazarte nos pusimos a trabajar con másexigencia. Incorporamos a Juan Martínez, Evencio Martínez, León Rodríguez,Arcadio Ochoa, Tomás Henríquez, Carlos Ochoa, Andrés Sánchez y NicolásRodríguez. Grabamos entonces La morena, pieza que nos identifica y con la quetuvimos un gran éxito.

Entre todos los integrantes trabajan letra y música de las piezas que inter-pretan. Herrá lo refiere orgulloso, pues como director de la parranda ha vividotodos sus triunfos.

—Luego de La morena, grabamos A las parrandas, La triunfadora, A las pavas,Ron pa’ to el mundo, Parranda aragüeña, Parrandón ’87, El paquete, y trabajamosen el de este año. Es decir, tenemos ocho longplay hasta ahora.

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La Unión Santa Elena canta todas las vivencias de su pueblo y su gente. Lasletras retratan personajes, recuerdan tradiciones, hablan de dulces, y refieren anéc-dotas. Hasta en conventos de monjas se ha escuchado su música, porque es unaparranda hecha para todos los públicos. Nació en los patios del barrio y allí afinasu trabajo desde el mes de julio para que la navidad aragüeña no pierda su alma.

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Notas bibliográficas

Gaspar Marcano: Etnografía precolombina de Venezuela. Caracas, Venezuela.Universidad Central de Venezuela, Facultad de Humanidades y Educación, 1971,p. 35.

Ibídem, pp. 39-40.

Miguel Antonio Saignes: Estudios de etnología antigua de Venezuela. Caracas,Venezuela. Universidad Central de Venezuela. Ediciones de la Biblioteca, 1961, p.40.

Ibídem, p. 40.

Enriqueta Peñalver: Adornos y atavíos. Maracay, Venezuela. Fundación LisandroAlvarado, 1981, p. 12.

Pedro Ruiz: La memoria de Aragua. (Vol. II). Villa de Cura, Venezuela. Publicacionesde Editorial Miranda. Ediciones Savia. No. 6, 1992, p. 219.

Oldman Botello: Choroní. Maracay, Venezuela. Publicaciones de la Alcaldía delMunicipio Girardot, 1992, p. 17

Godofredo González: Crónicas de Maracay. Maracay, Venezuela. Publicaciones dela Asamblea Legislativa, 1980, p. 19.

Ibídem, p. 26.

Alejandro de Humboldt: Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente, p.98.

Ibídem, p. 106.

Mario Briceño Perozo: Historia del estado Trujillo. Caracas, Venezuela. AcademiaNacional de la Historia, 1984, p. 45.

Oldman Botello: (Agosto 25, 1991). Diario El Siglo.

Paúl Rivas: Palo Negro. (Folleto). Talleres Gráficos Asociados, 1987, p. 4.

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Carlos Blanco Galeno: Palo Negro de Aragua. Maracay, Venezuela. AsambleaLegislativa del estado Aragua, 1981, p. 23.

Ibídem., p. 24.

Ibídem., p. 26.

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Índice

BUSCANDO DÓNDE ENRAIZAR

DON GUILLERMO DÍAZ: HABLA CON SU SOMBRA, CON LA TARDE Y CON LA TIERRA

DON ESTEBAN PUERTA: UN OBRERO DE LA LUCHA SOCIAL

ENCUENTRO CON EL DR. RAFAEL DÍAZ MARTÍNEZ

CRÓNICA DE LA CASA ABIERTA. PEQUEÑO ANECDOTARIODE LOS OLMEDO

EL COLEO: UNA PASIÓN DEL PUEBLO

MEMORIAS DEL BÉISBOL PALONEGRENSE

UNA TRADICIÓN DULCERA CENTENARIA

SOCIEDAD DEL CARMEN: CINCUENTA Y SEIS AÑOS DE HISTORIA

LOS ISLEÑOS SOMOS PALONEGRENSES

SI NO LO TIENE DON PEDRO, NO LO BUSQUE.LA ÚLTIMA GRAN PULPERÍA ARAGÜEÑA

UN CHICHARRÓN DE ORO

LA HALLACA GIGANTE

BAR RESTAURANT 23 DE FEBRERO

TALLER DE FORMACIÓN CULTURAL

ELOÍNA SALAZAR CAMPELO Y LA ESCUELA FRANCISCO LINARES ALCÁNTARA

LA COMARCA TIENE QUIEN LA PINTE

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EL TEATRO: UNA JOVEN HISTORIA

JOSEFINA CABRICES: ENTRE DIABLOS Y DANZAS

PAÚL RIVAS: CRONISTA, PINTOR Y MÚSICO

IVÁN GIL: SOY POETA POR UN RETO

CANDELARIO COLMENARES: ALFARERO POETA

MIGUEL ÁNGEL GIL: ENTRE CANCIONES Y CABALLOS

ENMA ORTEGA: LÍDER, AGRICULTORA Y CERAMISTA

MAGDALENA SÁNCHEZ: UNA INSTITUCIÓN PALONEGRENSE

FRANCISCA MOLINA: AQUÍ TALLANDO PURAMENTE VIVO

LAS REVELACIONES DE DELFÍN SUMOZA

DANZAS CARLOS BLANCO GALENO

BERTILIO SÁNCHEZ: BARBERO DE TRADICIÓN

UNIÓN SANTA ELENA: PARRANDA DE ÉXITO

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Impreso en septiembre de 2006en los talleres de Switt Print, Caracas, Venezuela.

La edición consta de 2.000 ejemplaresimpresos en papel Ensocreamy 55 grs.


palo negro ayer y hoy cronicas de su vivir sencillo

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