padre sena y la navidad

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APÓSTOL Y CIVILIZADOR BOLETÍN DE DIVULGACIÓN DE LA FIGURA Y OBRA DE r >./..--.Ç=%í FRAY JUNÍPERO SERRA "EL APÓSTOL DE CALIFORNIA". Cintam MAIM UH Public«: Fraternidad da Franciscanos O.F.M. PETRA (Mallorca) ESPAÑA, Tal. 561267 Director: P. Salustiano Viçado o.f.m Diciembre - 1974 NUMERO 9 DEPOSITO LEGAL P. M. 178 - 1974 El Padre Sena y la Navidad Al llegar estos días y hablar de la Navidad es como situarnos en un marco propio y peculiar. De inmediato nuestra mente se conmueve y traslada a tiempos pasados dando un recorrido gozoso por los recuerdos de nuestra vida, deteniéndose en aquellos lugares en los que hemos transcurrido estas fechas. Esta fiesta es una de las más antiguas y universa- les, tanto como desde los orígenes del cristianismo. Empezó a celebrarse en el Antiguo Occidente, pasó poco después al Oriente y se trasladó más tarde al Nuevo Mundo. La Navidad es sin duda la fiesta de mayor reper cusión en las exterioridades y modos de celebrarla. Tiene una fuerza de atracción tan aguda en el espíritu del hombre que hasta el más desdichado, profano o ajeno a su significado se siente invadido por su con torno ambiental. Las distintas costumbres populares de celebrar esta fiesta las encontramos en esa expre- sión plástica de los belenes, árboles de Noel, villan- cicos, felicitaciones, adornos callejeros, cenas de navidad, etc. Sólo un espíritu mezquino podría afir- mar que todas estas expresiones están huecas de sentido y carecen de significado. Uno de los que más han contribuido a dar expre- sividad al misterio de Belén, no cabe duda que ha sido San Francisco de Asís. De corazón sensible, ca- paz de captar cualquier manifestación de la Divini dad, sea de la forma que se exprese y aprovecharse de la misma, fue él el primero en poner en práctica esta piadosa y simpática estampa de la represen- tación de los pesebres o belenes, cuando en una noche de Navidad quiso celebrar la fiesta del na- cimiento del Redentor en compañía de sus religiosos y algunos seglares en una gruta natural del pueblo de Grecio en Italia. Desde entonces esta expresiva y conmovedora- escena se ha ido extendiendo por todos los hogares, templos y pueblos del mundo cristiano, Fray Junípero Serrar, como buen seguidor de San Franoisco, también se dejó influenciar por la luz que irrumpió aquella trascendental noche en la cueva de Belén. Su corazón palpitaba en estas fechas al unísono de los destellos que irradió aquel Niño tan encantador. Cuando llegaban estas fechas, afanosamente y con un entusiasmo que contagiaba a los que le rodea- ban, preparaba a pequeños y grandes en los ensayos de cantos, autos sacramentales y poesías que en llegando su día cada uno tenía que expresar y re- presentar ante la gruta navideña, preparada con es- mero y elocuentes detalles por él y sus indios. Su historiador y compañero de misión en Sierra Gorda de Méjico nos narra cómo el P. Serra celebra- ba en este lugar la Navidad. "Para radicaries en la Fe que habían recibido e instruirlos en fa Religión Católica, les impuso en to- das las festividades del Señor y de la Santísima Virgen Nuestra Señora, como asimismo de las de otros San- tos, para lo cual les ponía cuantos medios e inven- tivas le hacía idear su apostólico celo, siendo su ejer- cicio casi continuo en las virtudes de caridad y re- ligión. En todas las fiestas de Jesucristo y de María Santísima se celebraba Misa cantada y en ella pre- dicaba el V. Padre, explicando el Misteriro y la (¡est (Cortinùti en la pág. 'J)

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Page 1: Padre Sena y la Navidad

APÓSTOL YCIVILIZADOR

BOLETÍN DE DIVULGACIÓN DE LA FIGURA Y OBRA DE r >./..--.Ç=%íFRAY JUNÍPERO SERRA "EL APÓSTOL DE CALIFORNIA".

Cintam M AIM UH

Public«: Fraternidad da Franciscanos O.F.M. PETRA (Mallorca) ESPAÑA, Tal. 561267 Director: P. Salustiano Viçado o.f.m

Diciembre - 1974 NUMERO 9 DEPOSITO LEGAL P. M. 178 - 1974

ElPadreSenay la Navidad

Al llegar estos días y hablar de la Navidad escomo situarnos en un marco propio y peculiar. Deinmediato nuestra mente se conmueve y traslada atiempos pasados dando un recorrido gozoso por losrecuerdos de nuestra vida, deteniéndose en aquelloslugares en los que hemos transcurrido estas fechas.

Esta fiesta es una de las más antiguas y universa-les, tanto como desde los orígenes del cristianismo.Empezó a celebrarse en el Antiguo Occidente, pasópoco después al Oriente y se trasladó más tarde alNuevo Mundo.

La Navidad es sin duda la fiesta de mayor repercusión en las exterioridades y modos de celebrarla.Tiene una fuerza de atracción tan aguda en el espíritudel hombre que hasta el más desdichado, profano oajeno a su significado se siente invadido por su contorno ambiental. Las distintas costumbres popularesde celebrar esta fiesta las encontramos en esa expre-sión plástica de los belenes, árboles de Noel, villan-cicos, felicitaciones, adornos callejeros, cenas de

navidad, etc. Sólo un espíritu mezquino podría afir-mar que todas estas expresiones están huecas desentido y carecen de significado.

Uno de los que más han contribuido a dar expre-sividad al misterio de Belén, no cabe duda que hasido San Francisco de Asís. De corazón sensible, ca-paz de captar cualquier manifestación de la Divinidad, sea de la forma que se exprese y aprovecharsede la misma, fue él el primero en poner en prácticaesta piadosa y simpática estampa de la represen-tación de los pesebres o belenes, cuando en unanoche de Navidad quiso celebrar la fiesta del na-cimiento del Redentor en compañía de sus religiososy algunos seglares en una gruta natural del pueblo deGrecio en Italia.

Desde entonces esta expresiva y conmovedora-escena se ha ido extendiendo por todos los hogares,templos y pueblos del mundo cristiano,

Fray Junípero Serrar, como buen seguidor deSan Franoisco, también se dejó influenciar por la luzque irrumpió aquella trascendental noche en la cuevade Belén. Su corazón palpitaba en estas fechas alunísono de los destellos que irradió aquel Niño tanencantador.

Cuando llegaban estas fechas, afanosamente ycon un entusiasmo que contagiaba a los que le rodea-ban, preparaba a pequeños y grandes en los ensayosde cantos, autos sacramentales y poesías que enllegando su día cada uno tenía que expresar y re-presentar ante la gruta navideña, preparada con es-mero y elocuentes detalles por él y sus indios.

Su historiador y compañero de misión en SierraGorda de Méjico nos narra cómo el P. Serra celebra-ba en este lugar la Navidad.

"Para radicaries en la Fe que habían recibido einstruirlos en fa Religión Católica, les impuso en to-das las festividades del Señor y de la Santísima VirgenNuestra Señora, como asimismo de las de otros San-tos, para lo cual les ponía cuantos medios e inven-tivas le hacía idear su apostólico celo, siendo su ejer-cicio casi continuo en las virtudes de caridad y re-ligión. En todas las fiestas de Jesucristo y de MaríaSantísima se celebraba Misa cantada y en ella pre-dicaba el V. Padre, explicando el Misteriro y la (¡est

(Cortinùti en la pág. 'J)

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Historia y comentario de la vida del venerable P. Junípero SerraPor el P. David Cervera, o. f. m.

I V

Estancia en Cádiz.

La travesía con escala en Puerto Rico.

Veracruz. Final de la travesía.

Se dijo en el anterior capítulo, que después uèsalir con vida los PP. Serra y Palóu del viaje de quincedías entre Mallorca y Málaga, llegaron a esta ciudaddel 28 de Abril de 1749. Pasaron con los frailes delconvento de S. Francisco cinco días y luego con unapequeña embarcación se dirigieron a Caaíz, el 7 deMayo. Cádiz era nudo de comunicaciones marítimasy punito de concentración de colonizadores, aventu-reros y misioneros, bra la ciudad que dirigía el mo-nopolio de las mayores empresas de su tiempo. Losfrailes se veían coligados a concentrarse tambiénallí, en el convento de S. Francisco y a seguir las dis-posiciones que determinaban los oficiales de la Casade Concentración, que a su vez seguían las ordenan-zas de la Corona. Allí les esperaban a nuestros misio-neros, el grupo de los seleccionados de las provin-cias de España y el Comisario P. Pérez de Mezquía,del Colegio de S. Fernando. En la entrevista que tuvie-ron con éste último, conocieron que además de lasdos patentes que les había enviado, podía disponer deotras tres, pues eran cinco los que se habían retira-do. El P. ¿erra le comunicó que por pretendientes noquedaría, pero que era escaso el tiempo para cursarlas patentes. El Comisario facilitó el trámite al infor-marles que se disponía de tiempo, porque se habíaprevisto formar dos expediciones de misioneros parala travesta. Entonces el P. Serra envió las tres patsn-tes con gran alborozo para que se les unieran com-pañeros que habían manifestado deseos de partir alas Indias. (El prestigio y el fervor del P. Serra comoprofesor y hombre de virtudes habla logrado la admi-ración entre los frailes que le rodeaban y pudo tam-bién ser levadura del espíritu apostólico del grupo defrailes.)

Mientras esperaban los misioneros que se lesllamara para partir, el P. Serra escribió el 20 de Agos-to Ja carta de despedida a sus padres y familiares através del P. Francisco Serra, franciscano residenteen Petra. Esta valiosa carta se la considera la CartaMagna del sentimiento sincero del P. Serra. Los lecto-res la conocen porque se publicó Integra y bilingüeen el número 4 y 5 de este Boletín.

Según el criterio más certero, avalado esta vezpor él mismo P. Serra en su segunda carta, se embar-caron los misioneros del primer grupo el 29 de Agostoy se hicieron a la mar el 30. Entre el grupo de losveinte formaban parte nuestros dos misioneros, a losque hay que agregar el presidente de la expediciónfranciscana, el P. Manuel Cardona, del Colegio deSanto Espíritu, de Valencia. Los siete dominicos queiban en el barco formaban otro grupo de misionarospara sus demarcaciones. La travesía duró noventa y

nueve días hasta Veracruz, con escala en Puerto Ricopara limpiar fondos y aguar. El viaje fue relativamentebueno, pero con todo tuvieron que vivir momentosangustiosos, porqua les vino una tempestad hacia eltinal de la singladura. (Cualquiera que tenga experien-cia de los iracundos trastornos tempestuosos del mar,comprenderá lo que impondría a los inexpertos na-vegantes, apiñados, compuestos de religiosos y "gen-tes de carácter", que sólo disponía del espacio parael jergón, zarandeados en un cuenco de madera pornombre Villasota o Nuestra Señora de Guadalupesegún referencia de la Casa de Contratación, comoreos que se doblan ante el colosal instrumento ajus-ticiador.) El P. Palóu refleja que el P. Serra superócon paciencia las dificultades e incomodidades delviaje y lo que es más, ejemplarizó con su actitudaustera a los acompañantes, a quienes confortabacon el sacramento de la penitencia. Lo verdaderamen-te trágico fue la escasez de agua de la que sólo re-cibían un cuarto de litro por día durante los quinceúltimos, antes de alcanzar Puerto Rico. La inaltera-ble austeridad del P. Serra ¡naitó a los compañeros apreguntarle si no tenía sed y aquel contestó: "No escosa de cuidado". Y con humor respondía a quienesse extrañaban de su autodominio'. "Yo he halladoalgún medio para no tener sed y es el comer poco yhablar menos para no gastar la saliva". (Fue éste eltoque maestro en el difícil arte del espíritu.)

El 18 de Octubre llegó la nave a Puerto Rico.Mientras se llevaban a cabo las lentas tareas del de-sembarco, el P. Cardona encargó al P. Serra que dije-ra "Cuatro palabras" para consuelo de la gente quese reuniera en la ermita de la Concepción, junto a lasmurallas de la ciudad, donde se hospedarían los mi-sioneros. Después de las plegarias marianas, el P. Se-rra dijo (sí, ciertamente, pocas palabras que alboro-zaron a las gentes y sorprendieron a los misioneros):"mañana, para consuelo de los moradores de estaciudad, se dará principio a la misión-jomadas de pre-dicación, oración y penitencia- que durará el tiempode la detenoión del navio". (La misericordia del Señorse derramó sobre aquellos cristianos que no habíanasistido a otra misión desde el anterior viaje de misio-

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neros. El P. Serra comprometió a los compañeros auna intensa labor cuando se sentían desfallecer delos agobios de la travesía). ¿Qué palabras de mayorconsuelo, que predicarles a estas gentes la doctrinade Nuestro Señor, le contestaba al presidente. Laermita fue insuficiente y los actos se dieron en la ca-tedral. El P. Serra declara —en su segunda carta—que la prédica del P. Carmona arrebataba sollozos enlos fieles y conversión, mientras que la suya —cosade santos— a pesar de emplear los registros de suvoz y su ciencia no logra conmover a los oyentes. Lanotiiicaoión del P. Palóu es contraria y en este casoes la que se ha de seguir. La del P. Serra fue muyeficaz.

Salen de Puerto Rico el 1 de Noviemure haciaVeracruz. Los días pnimeros a través del Caribe fua-ron buenos, pero arreció el viento y tuvieron que des-viarse hacia Campeche y allí les aguardaba la últimaprueba en forma de tempestad destacada de° la quecreyeron que nadie podría contarla. El P. Serra per-maneció tan tranquilo de ánimo que pensaron queestaba inmunizado contra el miedo. Los misioneroscoadyuvaron en aquellos momentos aciagos a tran-quilizar los ánimos echando suerte para elegir colec-tivamente al santo que les iprotegiera. Recayó laelección en Santa Bárbara y aclamándola todos a una,al instante desapareció la tempestad y sobrevino \acalma. Al llegar a Veracruz el 7 de Diciembre se ce-lebró una solemne acción dé gracias con la colaboración de los dominicos. El presidente de éstos cele-bró la Misa y al P. Serra se le confió que dirigiera lapalabra. Lo hizo con tal acierto, relatando minuciosamente la travesía, y con tal unción, que aumentó haciaél, la admiración, que desde el comienzo de la trave-sía le dispensaron.

(Vien¿ de la 1." página)

del día, y en las más principales precedía la Novena, aque asistía todo el pueblo. En la de la Navidad delSeñor, era ésta con Misa cantada al amanecer y elúltimo día, acababa la Misa cantada la Calenda y hacíauna plática, convidando a todos para que asistiesena los Maitines cantados y a la Misa del gallo. Con-cluida ésta, representaban en un devoto coloquio elNacimiento del Niño Jesús unos Indios de corta edad,a quienes el devoto Padre instruyó una parte en len-gua Castellana y otra en la Parné, en aquel gran Mis-terio que representaban con mucha viveza. Con locual logró, a más de'imponerles, aficionarlos a él.

Con tan devotos ejercicios, no pudo menos queimprimirse una tierna y grave devoción en aquellosneófitos. Con ella se disponían a celebrar anual-mente estas solemnidades, y corriendo la voz por lospueblos de las cercanías, que habitaban Españoles,venían éstos a practicar lo mismo atraídos de lo queoían decir de la devoción de aquellos Indios, y, lue-go que lo experimentaron, se acostumbraron a con-currir todos los años".

P.V.

Lo que significafray Juníperopara mí

(continuación)

En el número anterior de este Boletín ya exponía,desde mi punto de vista, el papel que desempeñaronlos misioneros en la gesta de la acción colonizadora,pivilizadora y evangélica de España en el Nuevo Mun-do. En esta empresa también he de hacer constar,porque es verdad, que los milrtares igualmente desempeñaron un ipapel importante colaborando en estahistórica conquista. No hay que ocultarlo ni desfi-gurarlo, pero mientras éstos dominaban las tierrasanexionándolas a la Corona de España y convertíana los indios en subditos del Rey; aquellos misionerosconquistaban los corazones maleables y nobles de losindios, introduciéndoles en la nueva civilización y haciéndoles hijos redimidos de Dios.

Como descendiente de los primeros pobladoresdel Nuevo Mundo, Junípero Serra significa para mi:la consagración de la Hispanidad que desde el Des-cubrimiento, la Madie Patria había prometido a suscolonias. Artífices a lo divirx) los misioneros tallaronen la conciencia agreste de América los principioscristianos y cívicos que elevaron a las razas aborígenes a una dignidad de seres respetables, educán-dolas para que en su día pudieran ocupar el honrosositio que les correspondía en el consorcio de los hom-bres libres y civilizados.

Miles de años de distintos niveles culturales entrelos dos paises no crearon simas insalvables y aunqueobligaban a titánicas soluciones plagadas de peno-sos sacrificios, nunca desalentaron el fervor pio e in-dustrioso del fraile.

Desde 1.822 el pabellón español no ondea orgu-lloso bajo el cielo azul de California, pero las huellasevangelizadoras de sus misioneros en los viejos tem-plos aún evocan visiones de ideales fraternales, queesparciendo la luz de la verdad disiparon lo que eraentonces un imperio en sombras, y al fin, tras años deJuchas, dos países geográficamente tan remotos ydistantes, moralmente disímiles en todas sus facetas,juntando sus almas como una sola se unieron en unacomún plegaria de adoración al mismo Dios.

Clara Pichardo Hyer.

NOTA.— La Sra. Clara Pichardo Hyer, como muy bien puedeafirmar y enorgullecerce, es descendiente de los primeros ame-ricanos, ya que por una parte es oriunda directa de los primeroshabitantes de aquellas tierras: los Indios y por otra también lo esde los primeros pobladores de la nueva civilización: los españoles.

Hoy día no sólamente quiere rendir agradecida su veneracióny homenaje con sus escritos a cuantos colaboraron a iniciar la gran-deza de su país y a la gesta española, sino que sabe además dedi-car su vida entera con entusiasmo, conjuntamente con su esposo,al cuidado y atención de la Casa Solariega del Padre Serra y suMuseo, atendiendo como celadores a cuantos visitantes llegan ca-da día a estos lugares ¡uniperianos; pero sobre todo a través deeste trabajo y de la trayectoria de la obra del P. Sterra desean fo-mentar y mantener, ¡unto con otras personas californianas, unoslazos de fraternidad entre ambos paises tan relacionados en la fey la cultura durante la trayectoria de una época de sus historias,que los misioneros con su impronts «unieron iniciar-

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[ROÑICA DE UN NUEVO ANIVERSARIO

Petra honra a su paisanoFray Junípero Serra

Una ve¿ más el pueoio ci<¿ Petra ha caieu, auoouo aniversario am naci<iiiietuo ael r1, berra, uociontoo sesenta y.un anos rían ticunscurriao cwout¡ ¿»queleiiz aiuiiiiiorarni&nuo y ei tiempo no na siao capaz u¿Dorrai su memoria oe cuantos por un mo>uvo u ouoestamos vinculados a su persona y oora.

ti día 24 a las 11 de la mañana, en na Iglesia Pa-rroquial, se celeoro una solemne misa ae acción degracias pidiendo a la vez por la pronta beatificaciónael P. Serra.

Terminada la Santa Misa los asistentes se trasla-daron a la plaza Fray Junípero Serra en donde se de-positaron cuatro hermosas coronas de laurel y rosasante su monumento. La ofrenda de ramos de floiespor parte de los niños de Petra fue de lo más encan-tador.

Finalizado este emotivo acto se visitó el Conven-to San Bernardino de Sena, hoy monumento nacional,en donde en otros tiempos estaban las escuelas enlas que el P. Serra aprendió sus primeras letras y sele prendió la chispa de su vocación misionera.

Por último, después de visitar igualmente la casasolariega Serra - Abram, en el salón de actos del Mu-seo Serra el Presidente de la Asociación Amigos deFray Junípero Serra, Dn. Antonio Bauza, dio la bien-venida a cuantos vinieron de fuera para unirse a estaconmemoración. Finalizó la jornada de la mañana comun acto de fraternidad en el Museo, previa elocuenteconferencia sobre "los datos característicos de la per-sonalidad del P. Serra" por el M. I. Sr. Dn. Miguel Go-rnila, canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Palma.

Donde la gente de Petra vibró homenajeando a supaisano fue por la noche, a las nueve, en el TeaitroPrincipal. Abarrotado de público, como sólo en estasocasiones se suele ver este salón, tuvo lugar un po-pular acto folklórico - literario - musical en el quejunto con las acertadas y aplaudidas actuaciones dielos mejores artistas del pueblo se entrelazaron poe-sias y cantos al P. Serra. Completó el programa dela velada una charla a cargo del P. Salustiano Vice-do, Superior de los Padres Franciscanos de Petra, so-bre el tema "Hechos que concurrieron en ©I P. Serray que lo condujeran a la Alta California". Como actúación destacada y digna de reseñar de este acto fue laextraordinaria intervención del Coro Polifónico FrayJunípero Serra de Petra, bajo la dirección del P. PedroEscriche, o. f. en., porque además de ser muy aplau-dido por la fina interpretación de las piezas presen-tadas, cabe resaltar la gratísima impresión que pro-dujo en todos los asistentes el traje de concierto queestrenaron los componentes de esta Coral.

Desde estas páginas felicitamos cordialmente anuestros lectores en las próximas fiestas de Navidad,deseándoles un feliz y próspero Año Nuevo.

NoticiarioEn el Convento San Bernardino de Petra, en donde el P. Serra

aprendió las primeras letras y brotó en él la semilla de su vo-cación misionera, todos los primeros sábados de mes se ofrecela Santa Misa vespertina para pedir al Señor por la beatificaciónde nuestros misioneros. Donde quiera que te encuentres únete aesta plegaria para que pronto le veamos elevado al honor de losaltares.

Desde Curitiba, Paraná (Brasil) nos escribe el Sr. GeraldoSaporiti Campeio haciéndonos saber su agradecimiento por haberalcanzado un favor extraordinario por mediación del P. Serra, a

quien previamente había invocado, encontrando con ello resuel-to favoraolemente un gran problema que a su parecer era dedifícil solución humana.

Igualmente C.F. de Petra nos entrega un donativo de 500pesetas para la causa de beatificación del P. Serra en agrade-cimiento de otra gracia extraordinaria alcanzada y que la atribuyea la intervención del P. Serra.

Nuevamente desde Méjico capital el Arq. Luis Aguilar Mar-tinez del Campo nos envía unas interesantes fotos y diapositivasdel Colegio de Misioneros de San Fernando, al que pertenecía elP. Serra, y unos planos de la Puerta Serra del mismo, con lo queviene a aumentarse el material gráfico de nuestros archivos.

El Dr. Salvador Ibarra Padilla nos corresponde también des-de Méjico capital al envió de nuestro Boletín mandándonos loslibros FRAY JUNÍPERO SERRA, CIVILIZADOR DE LAS CALIFOR-NIAS y DE MÉXICO A LA ALTA CALIFORNIA. Otro tanto hace elSerra Club de Mérida, Juc. Méjico, enviándonos un ejemplar dela HISTORIA DE LA ANTIGUA O BAJA CALIFORNIA.

A todos les damos las más expresivas gracias por esa aten-ción y por lo que supone para nosotros la adquisición de estasobras.

Mrs. Charles M. (Grace) Bilger de Olathe, Kansas, U. S. A.

envía al Museo Serra de Petra una hermosa acuarela, pintada porella misma, de la Basílica de San Francisco de Palma, en donde elP. Serra residía cuando partió para las misiones. Con esta artís-tica aportación al museo quiere mostrar su agradecimiento alpueblo de Petra por su reciente visita a esta villa.

El dfa 14 del pasado mes tuvimos la visita de los cursos7.' y 8.0 de Enseñanza General Básica del Colegio San Alfonso,PP. Tealinos, de Felanitx (Mallorca.) Un total de sesenta y tresalumnos con sus profesores fueron los que llegaron en visita deestudios para conocer los lugares de Petra relacionados con lavida del P. Serra.

Igualmente de Palma y con el mismo fin vinieron el dfa 17cuarenta y seis alumnas del Colegio Santa Magdalena Sofía, regidopor las Religiosas del Sagrado Corazón. Las acompañaban algu-nas Religiosas y profesoras.

La figura del P. Serra despierta interés en los centros docen-tes de Mallorca.

Aprovechando sus vacaciones se encuentra en Mallorca elSr James McCIendon con su familia. Es organista y profesor demúsica en la escuela Kamehameha de Honolulú, Islas Hawaii. Alllegar a Petra y encontrarse con el valioso órgano de la Parroquiale despertó çjran interés por lo que va a escribir sobre el mismo.Su señora, Isabel, también está muy interesada por la obra deFray Junípero Serra. Igualmente piensa escribir unos artículossobre el P. Serra y la celebración de su nacimiento en Petra eldomingo día 24 de Noviembre. Ambos piensan publicar sus

escritos en los Estados Unidos.

Con licencia eclesiástica Imp. Morro - 31 Diciembre, 70