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www.elsoldecuernavaca.com.mx / www.elsoldecuautla.com.mx Viernes 10 de enero de 2020 29 No. 916 p p r r o o f f u u n n d d i i d d a a d d e e s s La tortuga emergiendo d d e e l l a a s s JESÚS SEVERO MOLINA LÓPEZ Los animales en tiempos mesoamericanos, aparte de fuente de ali- mento y/o materia prima, fueron relacionados con deidades y fuerzas sobrenaturales. ¿Cómo lo sabemos? Pues se les representó en escultu- ra, tanto en piedra como en cerámica, llegando a ser parte de las insig- nias de poder y linaje; también aparecen pintados en los códices y en los paredones de altos cerros, y sobre todo los tenemos en las narracio- nes de carácter mítico, en las cuales aparecen acompañando a los dio- ses en sus andanzas o, bien, ellos mismos convertidos en protagonis- tas.

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Viernes10 de enero

de 2020

29No. 916

pprrooffuunnddiiddaaddeessLa tortuga emergiendoddeellaass

JESÚS SEVERO MOLINA LÓPEZ

Los animales en tiempos mesoamericanos, aparte de fuente de ali-mento y/o materia prima, fueron relacionados con deidades y fuerzassobrenaturales. ¿Cómo lo sabemos? Pues se les representó en escultu-ra, tanto en piedra como en cerámica, llegando a ser parte de las insig-nias de poder y linaje; también aparecen pintados en los códices y enlos paredones de altos cerros, y sobre todo los tenemos en las narracio-nes de carácter mítico, en las cuales aparecen acompañando a los dio-ses en sus andanzas o, bien, ellos mismos convertidos en protagonis-tas.

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30 Tlacuache Viernes 10 de enero de 2020 www.elsoldecuernavaca.com.mx / www.elsoldecuautla.com.mx Viernes 10 de enero de 2020 Tlacuache 31www.elsoldecuernavaca.com.mx / www.elsoldecuautla.com.mx

La complejidad y riqueza simbó-lica que se atribuyó a los ani-males en la cosmovisión me-soamericana parte de la obser-vación de algunos de sus com-

portamientos más sobresalientes o biensimilares a los humanos, así como de al-gunas características físicas que los dis-tinguen. Este es el caso de la tortuga cuyacapacidad de vivir tanto en la tierra comoen el agua la relacionan con estos ele-mentos y la convierten en un ser dual, esdecir, que se mueve entre dos planos: elinframundo y el terrestre. Otros seres concaracterísticas semejantes son el sapo y elcocodrilo, pues los tres tienen la capaci-dad de emerger de las profundidades, co-mo lo menciona Carrillo en 2018.

Es esta analogía de la tortuga con el ni-vel terrestre y las aguas subterráneas, porlo que es común encontrar representacio-nes de ella asociada a entierros. Un ejem-plo de esto lo constituye un botellónzoomorfo, descubierta recientemente du-rante las excavaciones en el valle deChautla, en la región centro – sur del esta-do de Morelos (figura 1). Esta vasija cerá-mica presenta elementos y característicasque lo asociación con la tradición olmecatemprana (1200 – 1000 a.C.), que traslapacon la tradición cerámica Tlatilco (1500-1000 a.C.). La convivencia de ambas tradi-ciones cerámicas se encuentra en tanto enla Cuenca de México como en Morelos, enesta última región en sitios como Zazaca-tla (fase Caliza) y Chalcatzingo (fase Ama-te).

Ahora bien, este botellón fue en-contrado asociado a una acumulación derestos óseos de varios individuos; se tratade un entierro secundario, pero el cualconlleva una intensión que es la de pre-servar los huesos de los antepasados enun solo punto, es decir, concentrar la fuer-za mántica, telúrica de los difuntos y conello sacralizar un espacio. De tal manera,se propone que los antiguos pobladoresdel asentamiento exhumaron los restos devarios individuos de un estatus especial,chamanes que fueron enterrados en unprimer momento en diferentes partes delasentamiento y los volvieron a enterrar enesa área. En el área se encontraron otrosentierros, tanto primarios como de bulto,la acumulación de huesos, por lo que se le

consideró un “Área de Enterramiento”. Sedebe aclarar que los entierros no son deun mismo momento, sino que se dieron alo largo de cuando menos 200 años.

Ejemplos de enterramientos de estamisma época los tenemos en Tlatilco, En-tierro 154, pero en este caso se trata de unindividuo masculino, probablemente unchamán, acompañado de una numerosaofrenda y otros individuos a su alrededor.Para Romano (2002) este entierro está re-lacionado con algún tipo de ceremonia

para propiciar los ciclos de renovación ve-getal y agrícola, en donde los muertosacompañados de ofrendas funerarias de-sempeñaban el papel de potencias fecun-dadoras.

Por su parte, Grove reporta un montí-culo de aproximadamente 30m de diáme-tro y 1.6m de alto al norte de San PabloHidalgo, en el municipio de Tlaltizapán, elcual excavó en 1967, en el que detectó unagran cantidad de osamentas humanasacompañadas de vasijas y figurillas debarro, lo que le indicó que el montículomortuorio podría fecharse como una edi-ficación del Preclásico Medio temprano ofinales del Preclásico Temprano.

Esta “Área de enterramiento” del vallede Chautla es contemporáneo al montícu-lo de San Pablo, por lo que es probable quesobre los entierros se encontrara un mon-tículo funerario similar, desgraciadamen-te el área fue arrasada en los años 80’s delsiglo pasado por la maquinaria agrícola,quedando solamente unos cuantos entie-

rros y sus ofrendas, como es el caso delbotellón en forma de tortuga.

Este botellón en forma de tortuga nopresenta ningún símbolo en su superficie,lo cual limita su interpretación; sin em-bargo, en este mismo estado de Morelos setiene una escultura del mismo periodocon una serie de símbolos que permitanllegar a interpretar el por qué aparece unatortuga en un entierro y cuál es su impor-tancia.

En el zócalo de Coatlán del Río, More-los, se encuentra una escultura de granformato y en ella podemos ver el cuerpode una tortuga y en el costado del capara-zón fue tallado el motivo de bandas cru-zadas, llamado Cruz de San Andrés, unode los símbolos más representativos de latradición olmeca temprana, razón por laque se puede fechar para finales del Pre-clásico Temprano (1200 – 1000 a.C.).

El motivo de bandas cruzadas se ha re-lacionado, de acuerdo a Piña Chan y Co-varrubias, con las manchas del jaguar, elsol, el calor y la luz solar; por otro lado,Magni en su trabajo de 2014, registra elsímbolo sobre el tocado de los gobernan-tes olmecas, constituyendo un emblemade poder y legitimación como descen-dientes del jaguar y, a su vez, al relacio-narse con el jaguar y el inframundo mues-tra un vínculo con el mundo subterráneo yla morada de los antepasados.

Siguiendo el trabajo de Magni, el moti-vo bandas cruzadas también se enlazacon la concepción espacial en donde losdistintos niveles del universo se dividenen cuatro rumbos y un centro que los une,como una especie de cosmograma. De ahíque, en la tortuga de Coatlán el símboloacompañado por gotas de lluvia que caensobre el caparazón, puede ser interpreta-do como la unión de contrarios opuestos ycomplementarios, es decir, la unión entreun mundo de arriba, caliente y masculinoy un mundo de abajo, ámbito de lo frío yde lo femenino.

De tal manera, el plano celeste es re-presentado por las gotas de lluvia, las cua-les son similares a otras plasmadas enmonumentos de estilo olmeca como el Al-tar 5 de La Venta, Tabasco, y el Monu-mento 1 de Chalcatzingo, Morelos. Asimis-mo, Taube en diversos trabajos ha pro-puesto que el caparazón de la tortuga sim-

boliza la tierra flotando en el mar, de laque brotan los frutos del ciclo vegetal, obien, equipara el caparazón de la tortugacon la Montaña del Maíz o la montaña pri-mordial que se levanta de las aguas delcaos de la creación. También para Panico,en su tesis de 2006, estas gotas están vin-culadas al agua celeste e indican los do-minios “calientes” del cielo y una vez quelas gotas han pasado por este espacio ad-quieren la capacidad de fecundar el planoterrenal, personificada por la tortuga (fi-gura 3 y 4).

En el trabajo de 1986, Taube analizala representación del joven dios delmaíz que emerge de un caparazón detortuga que es abierto violentamentepor los rayos de las deidades pluviales,que aparece en los murales del Preclási-co Tardío (100 a. C.) de San Bartolo,Guatemala. Para el mismo autor, estemito tiene su origen en el área nuclearolmeca, basándose en un pectoral en-contrado en el sitio de Encrucijada, Ta-basco, con forma de caparazón de tortu-ga que representa la tierra y sus poderesgenerativos, así como la montaña y lacueva, pues de este caparazón emerge lafigura del dios olmeca del maíz, con sucabeza hendida (figura 5 y 6).

Así que el motivo de las bandas cruza-das que es visible en la escultura de Coa-

tlán determina un punto de convergenciade las cuatro esquinas del mundo y launión que se genera por el encuentro delas sustancias opuestas y complementa-ria, de lo caliente y lo frío, necesaria parael crecimiento de las plantas, en especialel maíz. Como menciona Panico, los seresseñalados por este motivo iconográfico,son los sujetos que participaron directa-mente de los sucesos de la creación delmundo, de los animales, de las plantas, delhombre y de los grupos sociales.

LA TORTUGA DE CHAUTLASi bien el botellón en forma de tortuga notiene símbolos que nos permitan su inter-pretación, podemos proponer que se in-cluyó en la ofrenda que acompaña la acu-mulación de huesos del “Área de entie-rros” para acrecentar y formar parte de lafuerza mántica que éstos emanan, y entreesta fuerza esta la capacidad de viajar en-tre dos planos, del inframundo para emer-ger en el terrestre, de ahí que sean seresimportantes para llevar al mundo de loshombres las fuerzas generativas que seguardan al interior de la tierra y queacompañan al ciclo agrícola. Esta relaciónla podemos observar en la tortuga de Coa-tlán, un ser que liga a la lluvia y a la fertili-dad de la tierra con las fuerzas sobrenatu-rales del inframundo.

Botellón de tortuga al momento de su descubrimiento

Cruz de San Andrés y gotas de lluvia representadas en la escultura de tortugaDios del maíz dentro de la tortuga en el mural de San Bartolo, Guatemala. Braakhuis,2014.

Dios olmeca del maíz emergiendo de un caparazón de tortuga. Taube, 2004

Escultura de tortuga de Coatlán del Río

El plano celeste es repre-sentado por las gotas de lluvia,las cuales son similares a otrasplasmadas en monumentos deestilo olmeca como el Altar 5 deLa Venta, Tabasco, y el Monu-mento 1 de Chalcatzingo, Morelos

En las excavaciones llevadas a cabo enel valle de Chautla se encontró una vasi-ja que muestra cuatro figuras de mari-posas aplicadas con sello en la pared. Lavasija puede ser fechada para el Epiclá-sico, período que inicia entre los años650/700 d.C. y termina en el 900 d.C. Laimagen de esta mariposa es representa-da desde una vista de frente con las alasextendidas, además se pueden apreciarlas patas delanteras y las antenas. Lamariposa lleva un círculo en su abdo-men que probablemente representa unacuenta de jade redondeada (chalchihui-tl), usada como un equivalente del colorverde, la fertilidad y la preciosidad,aunque también podría simbolizar lasangre preciosa vertida durante el sa-crificio.

Al parecer no hay registros del moti-vo mariposa hasta antes del periodoClásico y su lugar de origen probable-mente fue Teotihuacán, de menos desdela fase Tlamimilolpa entre 200 – 400 d.C., aunque siguió siendo utilizada hastafinales del periodo Posclásico Tardío. Eldiseño del sello con el que se decoró lavasija encontrada en el valle de Chautlaparece ser un punto medio entre lasimágenes de la mariposa que se tienenen el Clásico y las figuras del Posclásico,el cuerpo es semejante a las representa-ciones teotihuacanas y la cuenta en elabdomen es característico del Posclási-co. Dos ejemplos de éstas últimas se tie-nen en un sello mexica que se encuentraen The Metropolitan Museum of Art deNueva York y en la lámina 8 del CódiceBecker, de origen mixteco.

En cuanto a la disposición del selladoen las cuatro esquinas de la vasija, pro-bablemente se relacione con la idea dela flor de cuatro pétalos como una re-presentación de los cuatro rumbos ocuadrantes en los que está dividido eluniverso.

LA MARIPOSA DURANTE ELPERÍODO CLÁSICO Este motivo de mariposa que podemosobservar en Teotihuacán aparece en lasdecoraciones de los incensarios tipoteatro, en sellos, así como vasijas y pin-tura mural. Von Winnig en su publica-ción de 1987, examina la presencia demariposas en murales y cerámica deTeotihuacán, apuntando que solamenteen la pintura mural aparece representa-da de cuerpo completo, mientras que enla cerámica solo aparecen las alas, el tó-rax, la cabeza y antenas de manera es-quematizada. Las mariposas que semuestran en este mural de Tepantitlason de una apariencia naturalista, mos-

trando las alas laterales y posterioresdiferenciadas por su forma y diseño, losojos son de tamaño exagerado y entrelos ojos aparecen las antenas y la pro-bóscide con el que liba el néctar de lasflores.

Este mural de Tepantitla también esllamado Tlalocan y en él se muestra unmonte que encierra agua y alimentos,así como una divinidad de carácteracuático que deja caer gotas de sus ma-nos, mientras pequeños hombres nadan,bailan, capturan mariposas, cortan flo-res o juegan a la pelota. La presencia delas mariposas describe el ambiente deregocijo de los personajes que están enel Tlalocan, una especie de paraíso. Ku-bler (1967) propone que las montañas yflores podrán ser la residencia de las al-mas en el más allá y que la mariposa po-dría ser una representación del alma delmuerto, idea compartida por Von Win-nig, quien además agrega que la trans-formación del alma de los muertos esinterpretada por la particularidad de lamariposa de poder convertirse de un serterrestre a uno de naturaleza aérea.

Por otro lado, para Beatriz de laFuente (1996) esta escena del Tlalocanse relaciona con el juego de pelota, ladecapitación y el sacrificio. Para estaautora en la esquina sureste se puedeapreciar a un individuo inerte sostenidode las extremidades por cuatro persona-jes, una forma conocida para represen-tar a las futuras víctimas del sacrificio,además de una planta que nace de unsacrificado, mostrando mariposas en sutronco y ramas, por lo que estas maripo-sas son interpretadas como la esenciadel sacrificado que al momento de sumuerte se transforma en este ser, el cuala su vez alimenta o propicia el naci-miento de las plantas.

La mariposa:representacionesde transformaciónJESÚS SEVERO MOLINA LÓPEZ

Cubierta de incensario que muestraun personaje con nariguera de mari-posa y alas de mariposa. Von Winning,1987

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32 Tlacuache Viernes 10 de enero de 2020 www.elsoldecuernavaca.com.mx / www.elsoldecuautla.com.mx

A la representación de la mariposa se leagregó también un carácter bélico hacialas últimas fases de Teotihuacán, comolo evidencia el Mural 1 del Palacio delSol, en el que podemos observar unaspuntas de lanza asomando entre las alasde la mariposa, lo que la relaciona conlos guerreros.

Hay una gran diferencia entre la repre-sentación de la mariposa en la pinturamural con las imágenes plasmadas en lacerámica, pues en objetos encontramosmariposas más estilizadas, en las se utili-zan preferentemente las alas, la probósci-de y los ojos. Es posible que esta diferen-cia se debe a que tienen connotacionessimbólicas distintas, como lo señala VonWinnig, relacionadas a una distinción en-tre la religión institucional y las costum-bres funerarias practicadas por un impor-tante sector secular, probablemente laclase administrativa, entre ellos los em-bajadores y los mercaderes quienes adop-taron la imagen de la mariposa como suemblema.

La imagen de la mariposa en los incen-sarios tipo teatro se asocia específica-mente con la nariguera y el pectoral queporta el personaje parado sobre la tapa,del cual parecen descender las aplicacio-nes que adornan la tapa del incensario yque representan plantas importantes parala agricultura, como maíz, algodón y cala-baza. Estos incensarios se localizan encontextos doméstico – funerario, por loque para Manzanilla (2015), además de re-lacionarse con la muerte, el motivo mari-posa está vinculado con el tema de la fer-tilidad.

Fue durante la fase final de Teotihua-can, conocida como Metepec (600 – 650d.C.) que surgió la decoración por sellado,en algunos casos muy compleja como lailustrada por Von Winnig, compuesta poruna cabeza de jaguar, alas de mariposa, unescudo y un par de lanzas entre las alas,una vez más relaciona a la mariposa conla guerra.

REPRESENTACIONESPOSTERIORES Parece haber una continuidad con respectoal significado de la mariposa que se transmi-tió desde el Clásico hasta el Posclásico. En lazona arqueológica de Tula se observa su re-presentación en esculturas, lápidas y relie-ves que decoran pilastras, apareciendo enforma de pectoral que portan los atlantes;también en las esculturas conocidas comoChac – mol, que fueron posiblemente usa-das como altar y quizá representen guerre-ros sacrificados, así como en la representa-ción de gobernantes, antepasados, o divini-dades.

Posteriormente, para los mexicas losguerreros muertos en la batalla o en sacrifi-cio después de guiar durante 4 años al sol através del firmamento, se convertían enaves o mariposas como lo indica Heyden en1992, por lo que la mariposa se utilizaba co-mo emblema en los tocados, escudos y pec-torales de los guerreros. También las mari-posas tenían relación con el fuego, como lohace notar Aguilera (1988), la mariposa

amarilla parece una flama mientras vuela ypor eso se asocia con el "Dios del Fuego".

Para Ramírez, en su trabajo sobre simbo-lismo de la mariposa del 2000, también du-rante el Posclásico fueron relacionadas conlas flores y la fertilidad, por la que aparecenjunto a elementos de vegetación y a algunasdeidades como Xochipilli, Macuilxóchitl yXochiquetzal, como se ejemplifica en la es-cultura de Xochipilli, mostrando distintos re-lieves de flores psicotrópicas y de hongosteonanácatl, además de la presencia de ma-riposas.

Al parecer la asociación entre mariposascon la muerte y la fertilidad ha perduradoentre los grupos indígenas contemporáneoscomo los Mazatecos, para quienes las almasde los muertos vienen el día de Todos losSantos y el Dos de Noviembre en forma demariposa (Cowan, 1953: 93). Mientras que enVeracruz se cree que anuncian el tiempo desembrar, porque cuando hay pocas se pro-nostica un retraso en la época de lluvia,mientras que cuando hay grandes anuncianuna buena temporada de lluvias (Ramírez,2000:165).

CONCLUSIÓNLa vasija decorada con los sellos de maripo-sa fue localizada en el relleno que corres-ponde a la última etapa constructiva de lallamada Terraza 1, este relleno se usó paracubrir dos templos de una etapa anterior yconstruir sobre ellos un gran basamento. Laofrenda consistió en esta vasija colocada so-bre el cráneo de un individuo infantil.

La práctica de enterrar cráneos acompa-ñados de vasijas fue un fenómeno generali-zado en Mesoamérica, teniendo sus ejem-plos más tempranos al menos desde la faseXolalpan de Teotihuacán, como lo reporta

Vaillant. Esto aunado a todo el simbolismoasociado a la mariposa como la muerte, elsacrificio, la decapitación y el renacimiento,nos permiten suponer que probablemente elcráneo y la vasija forman parte de la ofrendade inicio y sacralización del nuevo edificio.

COORDINADOR EDITORIAL:GISELLE CANTO AGUILAR

Lámina 8 del códice Becker en la que se observan varias mariposas

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Mariposa en la vasija encontrada en elvalle de Chautla

Mariposa en un vaso teotihuacano.Tomado de Von Winning, 1987

Mariposas representadas en el muralde Tepantitla.

Vaso teotihuacano con el motivoesquematizado de la mariposa. Se-journé, 1994