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TELENOVELA DE 104 CAPITULOS.

ORIGINAL DE: SILVIA PÉREZ LLERA

LAS HUERFANAS DE LA OBRA PIA

Página 2 de 51 Libretos de Telenovelas

SINOPSIS CORTA

La historia de cuatro jovencitas que se presentan al tradicional sorteode la Obra Pía que se efectuaba en La Habana durante el siglo XVII,por medio del cual cinco huérfanas podían ganar Mil Pesos como dotepara casarse o ir al convento.

A partir de efectuado el sorteo, estás jóvenes se ven envueltas enmultiples historias de amor, pasión e intrigas que transformantotalmente sus vidas.

Intrigas, dinero y traiciones serán clave en un mundo donde lacortesía esconde las mas obscuras intenciones.

DESCRIPCION ARGUMENTAL

La historia parte de un hecho real: en la Habana de 1669, el Capitán Martín Calvo de laPuerta, muere dejando un curioso testamento con un legado para que todos los años,cinco huérfanas pobres reciban mil pesos cada una como dote al convento o almatrimonio. A través del sorteo de estas dotes se nos va a revelar un verdadero mercadoalrededor de la mujer.

En 1840 y tantos, cuatro huérfanas de distinta procedencia social y con diferentesmotivaciones, se presentan al sorteo: Irene, Teresa, Laura y Ondina…

Todo comienza precisamente el día que se anuncia en el mercado público, la próximafiesta de San José, durante la cual se efectuaba cada año el tradicional sorteo de la ObraPía.

La Plaza del Mercado era un lugar muy concurrido entonces, y alrededor de los distintospuestos y tarimas donde se vendía pescado, frutas, aves, verduras y hasta esclavos; sereunían personas de todas clases y colores. Sin embargo, entre la muchedumbre, elpequeño grupo formado por Irene, una linda muchacha de piel blanca, su novio Julián,mulato muy atractivo y Mercedes, tía de la jovencita, mulata clara de mediana edad;parece llamar en extremo la atención de tres hombres evidentemente ricos, que semantienen algo apartados: don Mariano, Marques de Asunción; don Guillermo,opulento hacendado criollo, y el licenciado Iraeta, abogado de ambos. En seguida que lamirada de Mercedes descubre a estos hombres observándoles con tanto interés, lamujer se sobresalta, intenta disimular su inquietud y presurosamente, aunque sin prevenira la pareja acerca del asunto, trata de sacar a Irene y a su novio de la plaza.

Casi de inmediato, se pregona el remate de un ”lote” de esclavos perteneciente a laantigua dotación de un hacendado fallecido recientemente. Y a la multitud de curiosos



que se reúne al pie de la gran tarima donde se exponen los esclavos en venta, se sumantambién los tres hombres. En primer lugar, se presenta a remate una familia completa:

Isidro, negro criollo joven, con oficios de calesero, enérgico, vigoroso; Rosario, su mujer,una negra bellísima de veintitantos años y Tomasito, su hijo, de diez. El grupo despiertaun vivo interés general, muy en particular entre los hombres, fundamentalmente a causade la belleza de la mujer. De ahí que a cada: “¿quién da más?”, pregonado por elescribano público, aumenta considerablemente el precio de los esclavos. Hasta que donMariano, Marques de Asunción, interviene en la puja ofreciendo una cantidad tanelevada, que la compra queda cerrada definitivamente.

Entre tanto, un hombre comienza a importunar a Irene, llegando hasta provocar una riñacon Julián, que es llevado a la cárcel, ante la desesperación de la muchacha y su tía.

Minutos después, los tres hombres conversan de negocios en “El León de Oro”, café muyfamoso entonces entre la aristocracia criolla por su sala de juego donde, hacia pocotiempo, se había instalado incluso una ruleta. Y precisamente ante esa ruleta, está elCapitán Pedro Camargo, Marqués de Casa Camargo; un joven de la aristocraciahabanera, muy famoso por sus aventuras amorosas. Apuesto, elegante, varonil, irónico,derrochador, jugador empedernido, diestro en las armas, violento, exaltado en suspasiones…. Un personaje clave: “el rival de todos”, “el seductor de todas”, que giraconstantemente en la novela entre Irene, Teresa, Laura, Ondina y hasta doña Ángela,la esposa del mismo don Mariano. En el fondo, todas las acciones de este hombreinsaciable estarán siempre dominadas por su afán de buscar en el peligro, la sensaciónde vivir intensamente. Por eso no es raro que ese día, a pesar de que ha perdido ya unasuma considerable, el Capitán Pedro Camargo continúe jugando, enardecido,exaltándose más y mas, para desesperación de su criado Teodoro que lo asediaconstantemente, amenazándolo con la ruina.

Mientras tanto, don Guillermo, don Mariano y el licenciado Iraeta, comentanmaliciosamente las cualidades de los esclavos recién comprados por el Marqués y “eluso” que, sin duda, piensa darle en su futuro a cada miembro de la familia, en particular,a la hermosa Rosario. Aunque la conversación deriva por fin hacia un tema mucho masserio, al que todos conceden una enorme importancia: Irene, la linda muchacha quehabían visto en el mercado publico, a quien quieren separar para siempre de su novio. Ysin que se vean claras sus motivaciones, los tres hombres trazan un complejo plan parapresentar a la jovencita al sorteo de la obra pía. De manera que con la dote, resultaríafácil colocarla en una buena posición social, “a salvo de lamentables influencias”;separando a Irene de una vez y para siempre, tanto de Julián como de su tíaMercedes...

Los detalles de esta intriga se interrumpen con la llegada del doctor Romero, medico dedon Mariano y de su familia, que pretende el apoyo de sus amigos para que intercedanen el resultado del sorteo, con sus notables influencias, a favor de Laura. La hija de unviejo colega suyo, que al fallecer la había dejado huérfana y sola, en la mas absolutapobreza. Según el doctor, la infeliz muchacha cifraba todas sus esperanzas en el próximosorteo de la Obrapía. Y, naturalmente, los tres hombres se comprometen a hacer todocuanto esté en sus manos por ayudar a la joven.



Un segundo mas tarde, se acerca a ellos don Francisco Estrada, con su hijo Ignacio,comentando escandalizado el desenfreno del joven Marqués de Casa Camargo, quienprácticamente ha perdido toda su fortuna en la ruleta, y sigue jugando como poseído porel demonio. Don Mariano y don Guillermo se interesan en el juego. En tanto que Iraeta,el abogado, aprovecha un aparte para hablar con don Francisco, comunicándole que la

Abadesa del Convento de Santa Clara, donde está Teresa, su sobrina, internada comopupila, desea conversar con él privadamente, acerca del futuro de la muchacha.

De pronto, el Marqués de Casa Camargo le da la espalda a la ruleta bruscamente, enun violento acceso de cólera, y barre de un tirón con todos los vasos y las copas queestán sobre el mostrador del café; saltando luego como una verdadera fiera sobre el“crupier”, en un arranque que sólo don Mariano consigue detener. Enérgicamentearrastra consigo al joven, auxiliado por su criado, y después de una corta conversacióncon ellos; don Mariano habla con el dueño del “León de Oro”, paga las deudas de juegode don Pedro, se despide de sus amigos, y los dos hombres salen juntos del café.

Al día siguiente, Mercedes recibe en su humilde casita de extramuros, la visita dellicenciado Sisenando Iraeta. El abogado le habla sin mucho preámbulo acerca de lanecesidad de convencer a Irene para que se presente al sorteo de dotes de la obra pía sies que quieren volver a ver a Julián fuera de la prisión. En esta forma, Mercedes se vecolocada súbitamente ante un dilema. La pobre mujer ama entrañablemente a Irene ydesea su felicidad. De su decisión depende un cambio total en el futuro de la muchacha;su ascenso en la escala social y quizás, la riqueza; una vida tranquila, feliz y sinprivaciones; un porvenir seguro para sus hijos… Lo piensa mucho y, finalmente, decideintentar convencer a Irene. Entonces, le cuenta la historia de una supuesta mujer de laaristocracia criolla, victima de las incesantes crueldades de su marido, al que terminó porser infiel, manteniendo relaciones amorosas con un hombre de su clase, que la amabaprofundamente. Según Mercedes, producto de aquellos amores, la mujer había dado aluz una niña, asistiéndola ella misma, secretamente como comadrona durante el parto.Hasta entonces, se había mantenido fiel a su promesa ocultando aquella triste historia;pero ahora debe confesárselo todo, puesto que los verdaderos padres de la niña piensancolocarla en una buena posición gracias al sorteo de la obra pía, y la reclaman a su lado:ella no es su tía. La quiere como si fuera de su sangre; pero Irene es, en realidad, la hijade aquella mujer blanca de la aristocracia criolla.

Irene se queda consternada y a partir de este momento se desatan todos los conflictosque giran alrededor de ella. Ama a Mercedes como a una madre, pero ésta le dice quees decisión de sus padres que se presente al sorteo y la persuade de que es la únicaforma de que podría valerse para sacar a su novio de la cárcel. Irene acepta bajo esacondición, pues ya han intentado matar a Julián en la prisión y comprende que es laúnica manera de protegerlo. Julián será liberado el mismo día en que Irene se presenteal sorteo.

Paralelamente, se desenvuelven las historias de Teresa, Laura y Ondina…

Teresa es una muchacha huérfana, bella, altanera, inteligente, atrevida, perteneciente auna vieja familia de la aristocracia criolla venida a menos. Su padre había sido asesinadoaños atrás misteriosamente y desde entonces había entrado al convento gracias a laayuda de su tío don Francisco Estrada, quien sostiene a su familia a duras penas en



medio de la ruina. Teresa le pide a su tío que la saque del convento para participar en elsorteo y obtener la dote que le permitiría casarse mas adelante, pues está convencida deque no tiene vocación para la vida religiosa. Don Francisco accede con la condición deque si pasado un tiempo, después de ganado el sorteo, Teresa no encuentrapretendiente, tendrá que regresar al convento; pues el tío cree que ningún joven debuena familia aceptaría por esposa a una muchacha de la aristocracia sin dote o con unatan insuficiente como la que obtendría en el sorteo. Y considera que de encontrar maridono podrá ser un hombre sin clase que, con el dinero pretenda comprar el prestigio yañejamiento de su apellido; pues en ese caso él, como tutor, no aceptaría semejantematrimonio. No obstante, Teresa sale del convento decidida a participar en el sorteo. Sesabe hermosa y conoce sus armas…

Laura “es completamente diferente”, con esas palabras la había definido el Dr. Romero,al interceder por ella ante don Mariano. Es hija de un gran amigo suyo, medico y, alfallecer su padre, había sido acogida por el Dr. Romero, su esposa Emilia y su hijaMaría Luisa. Dulce, tímida, sencilla, delicada y bella: el mayor encanto de esta muchachaestá precisamente en su ingenuidad, en el desconocimiento que tiene de su propiabelleza. Por eso, cuando se presenta al sorteo pensando en la dote como una posibilidadpara entrar al convento dejando de ser una carga para la familia del doctor, Laura llamala atención de todos, sin darse cuenta: del apuesto Marqués de Casa Camargo, deErnesto, el hijo menor de don Mariano, y de don Guillermo…

Ondina se había mudado hacia dos años para el barrio donde vive Irene, con su madreviuda y enferma, que no tardó en fallecer. Es pobre, pero blanca y hermosa, se gana lavida trabajando de costurera, vive en un barrio de extramuros habitadofundamentalmente por negros y mulatos libres de los que reniega. Quiere para ella undestino a la altura del color de su piel y su belleza. Por lo tanto, ve en el sorteo laposibilidad de ascender socialmente y lograr el matrimonio que merece. Es amiga deAmparo, su vecina, y de su hermano Matías, que está enamorado de ella. Matías tieneun taller de carpintería y es simpático, pero para Ondina tiene un grave defecto: esmulato. De manera que decide presentarse al sorteo para lo cual le entrega todos susahorros al Comisario de Barrio, pensando que él se encargará de que ella resulteganadora. Pues la joven está convencida de con la dote del sorteo podrá hacer un buenmatrimonio que la saque de la pobreza…

El día en que se celebra el sorteo de la Obra Pía, todas las jóvenes participantes suben auna gran tarima levantada en medio de la Plaza de la Catedral para esa ocasión,viéndose literalmente “expuestas” a la curiosidad de la multitud, lo mismo que siestuvieran en el mercado. Tal y como don Mariano había previsto, Ondina pierde y sóloIrene, Teresa y Laura, resultan ganadoras.

Irene ha ido allí prácticamente contra su voluntad. Y, de pronto, casi sin darse cuenta, seve separada de todo lo que fue su mundo. El licenciado Iraeta, que representa a suspadres, está encargado de trasladarla inmediatamente para casa de la familia de donMariano, el Marqués de Asunción.

Don Mariano…, un hombre difícil de definir: duro, audaz, influyente, con una agudacapacidad para los negocios y mucho dinero. Dueño de ingenios, manadas de esclavos,docenas de sitios, haciendas; principalmente dedicado a la industria azucarera; aunqueno desperdicia ninguna oportunidad para explotar su dinero: trata negrera ilegal,



asombrosas inversiones en préstamos e hipotecas etc. Atractivo a pesar de sus años,mujeriego, arrogante, altanero, caprichoso; este hombre de carácter diabólico representaen realidad, el poder del dinero. Todo se puede comprar: hombres, mujeres, placeres,influencias, títulos…¿Qué hace en su casa Irene? Según le dice el Marqués a doñaÁngela, su esposa, la muchacha es la protegida de un gran amigo suyo, a quien debegrandes favores. Sin embargo, es muy evidente el interés de don Mariano en la joven.Un interés “extraño” que se presta a múltiples interpretaciones: la acosa con sus miradas,la vigila, la persigue… Para todos, incluso para sus hijos José Mariano y Ernesto, donMariano aspira a convertir a Irene en su amante. Aparentemente busca un marido paraella; pero tampoco muestra mucha prisa en encontrarlo. En las tertulias de su esposa,pronto aparecen los pretendientes; entre ellos, don Pedro Camargo y hasta JoséMariano, su hijo mayor.

En ese mundo, Irene está completamente sola, desamparada, triste… No ha dejado deamar a Julián; rechaza al Marqués de Casa Camargo; siente odio y desprecio por donMariano, y simpatía por su esposa. En su fantasía, supone que don Mariano es elmarido terrible de la historia que le contara Mercedes, y en doña Ángela ve a la pobrevictima de sus crueldades: posiblemente, su madre.

A través de Iraeta, Irene le escribe a Mercedes y a Julián, pero las cartas, en realidad,nunca son entregadas.

Después del sorteo, Mercedes había regresado sola a su casa; triste, llena dedudas…Cuando Julián aparece buscando a su novia, ella le dice únicamente que Ireneha desaparecido. La angustia, las insistentes preguntas del joven hacen caer a Mercedesen una depresión aguda. Julián cree que Mercedes está trastornada por la desapariciónde Irene y decide buscarla sin su ayuda. Pero el Comisario, que ya ha sido alertado porel Lic. Iraeta no intenta siquiera ayudarlo. Julián y Matías comienzan a buscar a Irene ya Ondina, que después del sorteo también ha desaparecido.

Sin embargo, ante la insistencia de Julián, Mariano manda a Iraeta a que se comuniquecon el joven para evitar que encuentre a Irene. El Licenciado le muestra distintosdocumentos confirmando que Irene es hija de blancos ricos y le obliga a razonar: Irenepertenece a otro mundo fuera del alcance de un maestro mulato como él, es una ricaheredera que pronto va a encontrar a sus verdaderos padres; blanca, joven y bonita,codiciada por muchos jóvenes, es posible que pronto se convierta en la esposa delMarques de Casa Camargo. Si Julián la ama verdaderamente no debe entorpecer sufelicidad y por encargo de sus padres, como prueba de la confianza que le tienen, Iraetale dice donde encontrar a Irene, para que compruebe cuanto le ha dicho, además, lamisma Mercedes puede confirmárselo todo.

Cuando Julián habla con Mercedes, ella le confirma las palabras de Iraeta. El jovendecide entonces verificarlo por si mismo y ve a Irene de lejos, vestida como una reina,saliendo de la mansión del don Mariano junto a doña Ángela, sus hijos, don Guillermo yel Marques de Casa Camargo. Decepcionado, decide renunciar… Y esta es laoportunidad que aprovecha Amparo, la hermana de su amigo Matías, para tratar deconquistarlo.

Mientras tanto, Teresa, aquella hermosa muchacha que había salido del conventoúnicamente para participar en el sorteo y con la dote, encontrar un pretendiente, le pide a



su tío un plazo para encontrar un marido adecuado a su condición. De no hallarlo en eltiempo establecido, la jovencita se compromete formalmente con él a tomar los hábitos.

Don Francisco apesadumbrado le confiesa que su hijo Ignacio, está perdidamenteenamorado de ella. De encontrarse la familia en mejor posición económica, él mismohabría propiciado con gusto esa alianza conservando unidos dos apellidos ilustres. Pero,lamentablemente, su hijo también está obligado a hacer un matrimonio ventajoso. demanera que le concede el plazo a condición de que en su búsqueda, Teresa tenga elcuidado de no manchar el buen nombre de su familia.

A partir de entonces, la muchacha se lanza cautelosamente a la caza de un buen marido,presentándose en sociedad acompañada de su primo, y despertando la admiración detodos con su belleza. Sin embargo, Teresa asegura que solo harán una boda por amor.

En las tertulias de doña Ángela conoce al Marques de Casa Camargo al que la va a uniruna amistad que va a dar mucho que hablar, pero Teresa se va a fijar en el único hombreque no se atreve a decirle ni una sola palabra: Miguel Antonio Herrera, el Conde de SanFernando. Un joven delgado, elegante, sereno, que no es extremadamente apuesto peroque, sin embargo, le llama la atención…

Miguel Antonio había heredado el titulo con una cuantiosa fortuna a la muerte de suhermano, entrando joven en la posesión de seis ingenios y miles de esclavos,aumentando considerablemente la fortuna con un espíritu emprendedor y progresista almodernizar las maquinarias de sus ingenios. Es considerado un gran señor de pura ley,lo que se evidencia en la seguridad en si mismo y en la grandeza de sus sentimientos.Bajo su apariencia discreta, esconde un mundo interior que lo embellece, un románticoapasionado y sublime, que saca a la luz el amor que le inspira Teresa.

Así que cuando Teresa emprende la conquista del Conde, poniendo a prueba su amorcontinuamente sin darle esperanzas, el hombre ya ha sido conquistado. La únicaoposición que enfrenta la muchacha viene por parte de la madre doña Leonor.

Doña Leonor, es una mujer fuerte, muy enérgica, que dice ser más anciana de lo que es,y desde el inicio rechaza la pasión que siente su hijo por Teresa, acusándola sin reservasde calculadora, coqueta, interesada y ambiciosa. Pero Teresa desde el primer momentole confiesa su difícil situación a Miguel Antonio, asegurándole que entre un matrimoniosin amor y el convento, prefiere el convento; ella quiere ser amada por si misma y sincondiciones. Miguel Antonio llega a impacientar a Teresa con la obediencia a la madre ysu amor a distancia, hasta que casi al cumplirse el plazo en que debe regresar alconvento, pide la mano de Teresa y para desesperación de su madre, se celebra la bodapor todo lo alto.

A partir de entonces cambia la vida del Conde de San Fernando, dedicado a complacerlos mínimos caprichos de su mujer, quien recién estrenada como Condesa, debido a supasado de carencias y sin reparar en las consecuencias, derrocha dinero a manos llenasy celebra tertulias que van a competir con las de doña Ángela. Para doña Leonor,Miguel Antonio arrastrado por Teresa marcha hacia su propia ruina y ella trata deevitarlo…



Al mismo tiempo, la dulce Laura recibe en casa del doctor Romero, la misma noche enque resulta ganadora del sorteo, la visita inesperada de un pretendiente: nada más ynada menos que don Guillermo, que ha quedado impresionado con su belleza yempieza colmándola de atenciones hasta que termina pidiéndole que sea su esposa.

Laura había jurado ante Dios que tomaría los hábitos si ganaba el sorteo; pero el Dr.Romero no ha querido revelarle que todo fue producto de un fraude, hasta quefinalmente don Mariano, intercede a favor de su mejor amigo, contrariando los deseos desu propio hijo Ernesto, que también se ha enamorado de la muchacha. Así pues, elpropio patrono de la Obra Pía se encarga de abrirle los ojos a la ingenua jovencita,confesándole cínicamente que él fue su verdadero y único benefactor en el sorteo. Demanera que una vez libre de “su compromiso divino” – según le dice – ella no debedesperdiciar el amor de Guillermo para dejar de ser una carga para la familia del doctor.Entonces, Laura, desilusionada, acepta casarse con el rico hacendado, poniendo porcondición que don Guillermo, entregará para obras de caridad hasta el último peso de ladote que obtuviera en el sorteo. Ella no está enamorada, pero no es romántica; nunca hasentido el amor y tampoco piensa en él. Don Guillermo es complaciente como unpadre…Así que, una vez casada, comienza a frecuentar con su marido las fiestas ysaraos de la aristocracia habanera. En especial, las tertulias de doña Ángela, la esposade don Mariano. Allí se ve halagada por todos para orgullo de su marido. Sólo lapresencia del Marques de Casa Camargo comienza a inquietarla.

El Marqués es todo un seductor. Se acerca a ella atraído por su belleza, en busca de unanueva conquista. Pero el placer aumenta con la dificultad y la resistencia que Laura leopone. Además, el marido es celoso… Así que hace gala de todas sus artes, su ingenio,su sangre fría, su intrepidez, su pasión…Hasta que Laura se rinde, y se entregaingenuamente feliz, enamorada… sin saber que don Pedro Camargo es también amantede Hortensia, la esposa de don Francisco Estrada y, además, había seducido aOndina.

¿Qué había sucedido con Ondina? Pues después de concluido el sorteo, la muchachahabía salido deprimida, desilusionada por haber perdido. Entonces es interceptada pordon Pedro Camargo, quien trata de consolarla y la convence para que monte a suquitrín, ofreciéndose para llevarla hasta su casa. Pero, en realidad, la lleva a su mansión,donde la hace entrar, la emborracha y la deshonra.

Así es como el mismo día del sorteo habían desaparecido del barrio Irene y Ondina.Mercedes conoce el paradero de Irene, pero no lo puede revelar. Sin embargo, ladesaparición de Ondina sigue siendo para Matías un verdadero misterio, que no seresigna a aceptar.

Entre tanto, la desesperación de Irene aumenta cada día, es una prisionera en casa dedon Mariano, y se siente acosada por él. Además, José Mariano, su hijo menor tambiénla asedia pretendiéndose celoso de Pedro Camargo que, por su parte, también persiguea la muchacha con sus extrañas insinuaciones. Pedro ve en Irene a una dulce y lindamuchacha a quien don Mariano le ha pedido que enamore y lleve al matrimonio, acambio de devolverle los bienes que ha perdido en el. juego. Irene quiere huir, pero nopuede. En su imaginación, ha llegado a creer que Angela es su verdadera madre y donGuillermo, su padre y tampoco quiere abandonarlos. Sin embargo, sufre la ausencia deJulián y de Mercedes, no puede explicarse que las cartas que ha enviado con Iraeta



sigan sin respuestas y buscando la forma de comunicarse con ellos, se acerca aRosario, la esclava.

Rosario es la esclava joven, demasiado bonita, que don Mariano había comprado consu marido y su hijo, en el mercado. Sin embargo, apenas recién llegados a la casona,don Mariano había hecho azotar brutalmente a Isidro, su marido, a causa de supuestasrebeldías y, por último, lo había mandado para las canteras, con tal de separarlo de sufamilia. Desde entonces, don Mariano no hacía más que acosar a Rosarioconstantemente con su lujuria, incluso en presencia de Tomasito, su hijo. Irene conocelos excesos de don Mariano con Rosario y la ayuda a escapar con su hijo.

Con Rosario le manda una carta a Mercedes, contándole sus tristezas, sus dudas, ledice que la extraña, que necesita verla, que ama a Julián y le pide que ayude a Rosarioy al niño para que encuentren a Isidro, su esposo, que ha huido de las canteras. Pero encuanto Mariano descubre la huida de Rosario, la hace perseguir. La cuadrilla da con ellaen extramuros y viéndose cercada le pide a su hijo que huya en otra dirección, mientrasella es capturada. Tomasito consigue escapar refugiándose en la escuelita de Julián,quien lo encubre y lo ayuda. El niño va a matizar la novela con incidentes graciosos quesacan a Julián de su amargura.

Pero es Amparo quien encuentra la carta de Irene, cosida en el pantalón de Tomasito,si le entrega la carta a Mercedes con las amargas confesiones de Irene, corre el riesgode perder para siempre a Julian. Y decide esconderla.

Rosario es castigada con rudeza y, con el pretexto de enmendarla para que no vuelva ahuir, Mariano la manda a trabajar en el campo. En una de sus visitas al ingenio, donMariano viola a Rosario, y el desprecio que ella le muestra hace que se encapriche más.Para Rosario esta situación desemboca en una tragedia cuando descubre que estaembarazada del amo. Desde ese momento, la infeliz no piensa más que en malograr lacriatura, llegando a atentar contra su vida.

Al día siguiente del sorteo, Ondina había despertado en la cama de Pedro Camargo yllora su deshonra, aunque este le asegura que nunca la abandonará. Pero pasado untiempo Pedro decide llevar a Ondina a un lugar más tranquilo, escondiéndola en su casade Guanabacoa. Poco a poco, sus visitas se hacen mas distantes y la joven queda alAmparo del criado del Marques de Casa Camargo. Ondina sabe que nunca podrá ser“la señora”que soñó y empieza a buscar cómo sobrevivir en su nuevo destino. Así quetiempo después, Ondina cae en manos de un nuevo “protector”, el Licenciado Iraeta, yjuntos ponen un negocio de prostitución, bajo la fachada de una casa de bailes.

A pesar de que Julián ya conocía el paradero de Irene, no abandona a su amigo Matíasy continúa ayudándolo en la búsqueda de Ondina. Precisamente es él quien la encuentraviviendo en un prostíbulo elegante y, para su sorpresa, descubre que el lugar es visitadocon frecuencia por el Lic. Iraeta… A partir de entonces, Julián no tiene sosiego. Necesitahablar con Ondina y saber cómo ella fue a parar allí, por qué había desaparecido elmismo día que Irene. Para todos, en extramuros, las dos eran huérfanas y aunque Irenese consideraba mestiza perfectamente podía pasar por blanca como Ondina. ¿Qué teníaque ver Iraeta, el abogado que supuestamente representaba a los padres de Irene, entodo aquel asunto? Julián comienza a temer por Irene. Sin embargo, le oculta a Matíasel paradero de Ondina, para no hacerle daño. Además, antes debe hablar con la joven y



aclararlo todo. Cuando al fin lo consigue, para Julián nace una duda terrible. ¿Es posibleque el dueño de semejante negocio, sea el representante de los padres de Irene?¿Existen esos padres? ¿No será todo un engaño para hacer de Irene, lo mismo que hanhecho con Ondina? Pero si fuera así. ¿Por qué le mintió Mercedes? ¿Es que ellatambién fue engañada?

Julián comprende que tiene que descubrir la verdad y Ondina es la única que puedeayudarlo. Sin embargo, en ella nacen también dudas, ¿por qué tendría que ayudar aIrene y a Julián? ¿Por qué poner en riesgo su posición, sus relaciones y probablementehasta su vida? No obstante, Ondina siente que hay algo verdaderamente sucio en todoeso y si es así, ella pudo ser también una de las principales victimas de aquella trampa.¿Es posible que el sorteo de la Obra Pía fuese solo una farsa? ¿Existía una ocultarelación entre su protector el Lic. Iraeta y su seductor, el Marques de Casa Camargo?¿Todo obedecía a un plan trazado anticipadamente?

Ondina se compromete a ayudar a Julián poniendo en peligro su propia vida si espreciso; pero no solo por Julián e Irene, sino por ella misma.

Desde ese instante, el destino de Julián y Ondina se mezcla peligrosamente con losturbios negocios, intereses y motivaciones de personajes como Guillermo, PedroCamargo, Iraeta y don Mariano. ¿Tienen alguna secreta relación entre ellos? ¿SeráIrene verdaderamente huérfana? ¿Blanca o mestiza? ¿Es doña Ángela la madre deIrene? ¿O don Guillermo, su padre, o el mismo don Mariano? ¿En realidad Irene se vaa casar con Pedro Camargo? ¿Es una conspiración para convertir a Irene en la amantede alguno de ellos? ¿Cuál es la verdad? ¿La conoce Mercedes?

Paralelamente, Irene asalta a Iraeta con sus quejas en casa de don Mariano. Así que elLicenciado termina por contarle la historia de los amores de Julián con Amparo, le diceque debe olvidar definitivamente el pasado y que su felicidad está al lado de sus padres yde su futuro esposo. Con ayuda de doña Ángela, Irene comprueba por si misma queJulián lleva relaciones con Amparo y, decepcionada, decide olvidarlo.

Sin embargo, poco a poco, Ondina y Julián van descubriendo secretos y nexos quevinculan a don Mariano, con don Guillermo, Iraeta y don Pedro Camargo. Así, Ondina,llega a conocer la existencia de cierto pagaré que compromete seriamente la fortuna y lavida del Marques de Casa Camargo, poniendo su destino en manos de don Mariano.Solo entonces le confiesa a Julián, que el futuro marido de Irene es el mismo que lasedujo la noche del sorteo.

Desde ese momento, Julián decide que tiene que hablar con Irene. Y comienza a buscaruna oportunidad para hacerlo sin perjudicarla, pero una noche es golpeado brutalmentepor un grupo de desconocidos. Poco después, encuentran a Ondina muerta en suhabitación. Todo parece indicar que se trata de un crimen.

Entre tanto, los asuntos en casa de don Mariano no marchan bien. José Mariano, suhijo mayor, tiene grandes deudas de juego que su padre se niega a pagar y, por otraparte, su continuo asedio a Irene motiva un violentísimo altercado entre padre e hijo.Doña Ángela, que conoce la morbosa dedicación de su marido a seducir las más bonitasesclavas de su abundante dotación, no va a permitir que Mariano seduzca a Irene en su



casa y ante sus propios ojos, ni va a dejar que su hijo se deshonre por unas cuantasdeudas, cuando a su marido le sobra el dinero.

Una noche, cuando don Mariano está en su hacienda, es atacado y gravemente herido.Para su sorpresa resulta ser uno de sus propios esclavos, quien lo ha atacado. El esclavose niega a hablar, pero don Mariano lo amenaza con su pistola y le promete la libertad siconfiesa… Doña Ángela y su hijo José Mariano ordenaron y planearon su muerte.

Entre tanto, tal y como lo había anunciado doña Leonor, Miguel Antonio, el Conde deSan Fernando se ve prácticamente arruinado. Con el derroche de Teresa, la vidafastuosa a la que se dejara arrastrar por complacerla y el descuido en que había dejadosus negocios, se había hecho polvo su legendaria fortuna. Su madre le asegura quetambién perderá a su mujer, pues Ignacio, el primo de Teresa, que nunca ha ocultado suamor por ella, ahora es viudo y muy rico…

Miguel Antonio aguarda firme la quiebra. Se sabe arruinado pero no esta vencido.Seguro de su situación hace un balance de sus escasos bienes y llama a su mujer.Teresa tiene nuevamente solo dos opciones: o se queda en la Habana prácticamentelibre, con el dinero de las ventas en una casa que él arreglaría para ella…o se va con élpara el campo, a enterrarse en el ingenio, intentando salvar quizás inútilmente, lo únicoque le queda. Teresa supone que Miguel Antonio conoce de antemano cual es surespuesta: ella se irá con él al fin del mundo si es preciso.

Laura, entre tanto, enamorada de Pedro Camargo, ya no sabe quien es, porque no esdueña de si misma, y tampoco puede disimularlo. Esa sinceridad sorprende y encanta aljoven Marques de Casa Camargo, a tal punto, que se deja arrastrar presintiendo elpeligro de enamorarse. Sin embargo, Ernesto, el hijo menor de don Mariano, movido porlos celos, despierta las sospechas de don Guillermo, sugiriéndole la infidelidad de sumujer Don Guillermo se indigna primero; luego, vigila cuidadosamente a los amantes,pero no puede comprobar nada y, por ultimo, les tiende una trampa…En una tertulia, enpresencia de todos habla del próximo matrimonio del Marques de Casa Camargo conIrene. La reacción de Laura es la mayor evidencia de su pasión.

Guillermo no necesita nada más. Busca un pretexto para no comprometer a su mujer yreta a duelo al Marques de Casa Camargo, quien trata de evitar el duelo por primera vezen su vida; pero don Guillermo está fuera de sí y lo acusa de cobardía. Laura trata deimpedir que se batan. Se siente culpable y teme…por los dos. Primero le escribe alMarques: no debe cruzar armas con su marido, pues si mata a don Guillermo, ellanunca podrá perdonárselo y se separarán para siempre Y él mismo no puede arriesgarsea morir, porque ella lo ama. Pero el honor de Pedro Camargo ya está comprometido.Laura recurre entonces al mismo don Guillermo, le suplica, le pide perdón, le confiesasu culpa y le promete entrar a un convento, pero su marido no la escucha. Al díasiguiente se baten…Pedro Camargo resulta herido; don Guillermo, muere en el duelo.

Días después, el Marques de Casa Camargo se entera que Laura ha entrado en unconvento dispuesta a tomar los hábitos. La noticia lo deja desconcertado y descubre queestá enamorado. Así se lo dice a Teresa, su mejor amiga, cuando va a pedirle ayuda,para que intente impedir que Laura haga un disparate profesando. Es cierto que donMariano pretende casarlo con Irene, lo amenaza con la cárcel y lo chantajea, por eso le



ha seguido el juego hasta ahora. Pero en lo adelante todo le da igual: Laura es libre y élla ama.

Teresa habla con Laura pero no consigue convencerla. Entonces prepara una entrevistasecreta de Casa Camargo con la joven. Pedro entra en el convento disfrazado y hablacon Laura. Le jura que la ama, que la hará su esposa. Pero ella considera que ya esdemasiado tarde.

Entre tanto, don Mariano mantiene prisioneros en la casa a su mujer y a su hijo mayor.No les permite salir de sus habitaciones. Encerrada doña Ángela golpea incesantementela puerta del cuarto, pide ayuda, jura que es inocente, provoca al marido, lo insulta yluego le pide perdón, llora, don Mariano la escucha impávido. Pero como sus gritos“pueden molestar al vecindario y no dejan dormir a Irene”, la amenaza con encerrarladefinitivamente en una de sus haciendas. A José Mariano, el padre lo visita confrecuencia ofreciéndole el perdón, si confiesa que él y su madre planearon el asesinato.Pero el joven teme una trampa.

En medio de este infierno, Irene no sabe qué hacer. ¿Don Mariano habrá descubiertoque doña Ángela es su madre y ha planeado todo para deshacerse de ella? Ángela le hapedido que no la abandone, la necesita ahora más que nunca, no puede confiar en nadiey su marido es capaz de asesinarla. Irene, que la cree su madre, intercede por doñaÁngela ante don Mariano pero este se indigna. Recurre entonces a sus amigos el doctorRomero; pero no lo logra nada. Don Mariano ha decidido que estarán encerrados hastaque confiesen su crimen. Deja de recibir visitas. Cada día permanece más tiempo solo.Iraeta le aconseja a Irene no intervenir más en el asunto por su propio bien.

En la hacienda, entre tanto, débil y enferma, Rosario da a luz una niña, hija de Mariano.Ella no ha deseado a esa criatura, hizo todo lo posible para que no naciera. Pero ahoraque la siente llorar, desea verla. Antes de morir, quiere besar a su hija.

Para Julián la búsqueda del padre de Tomasito ha sido difícil. Isidro se escapó de lascanteras y vive escondiéndose en cualquier parte pero también las autoridades buscan al

esclavo prófugo y encontrarlo puede resultar mas peligroso para el y para el niño.Además, las pesquisas alrededor del asesinato de Ondina pueden conducir a la policíahasta Julián. Cuando por fin da con Isidro, decide ocultarlo en su propia casa y escondera su hijo en la de Mercedes.

Desde que Amparo ha encontrado la carta de Irene, ha dudado mucho. Sabe que deentregarla perdería para siempre a Julián, pero al mismo tiempo, guardándola haceinfeliz a Mercedes y al hombre que ama. Decide, por fin, entregar la carta…

Finalmente, Isidro se entera gracias al calesero de don Mariano de la muerte deRosario y de toda la agonía que sufrió. Ciego de dolor, no puede pensar más que en lavenganza. Julián intenta hacerlo razonar. Pero Isidro no escucha y sale a buscar a donMariano para matarlo. Mercedes se entera y va a ver a Julián. Isidro no puede matar adon Mariano, porque es el padre de Irene. Julián tiene que impedirlo.

Llega justo para ver a don Mariano bajando del quitrín con Irene, y cuando Isidro se leencima con el cuchillo, Julián se interpone entre ellos, empuja a don Mariano y recibe la



puñalada. Don Mariano cae encima del quitrín, hiriéndose en una pierna; Irene correhacia Julián pero Isidro se lleva al muchacho; Iraeta, que ha salido de la casa alescuchar el escándalo, le impide a Irene ir tras ellos.

Isidro consigue llegar a casa de Mercedes con Julián mal herido. Le cuenta lo ocurrido yse despide de Tomasito prometiéndole regresar. Amparo sale a buscar un medico y, porsi vienen a detener a Isidro, esconde al niño en casa del gallego Hermenegildo, que lapretende.

Irene ahora está desesperada, tiene que ver a Julián, no se explica por qué se expusopara salvar a don Mariano, y decide huir. Cuando va a salir de la casona, se encuentracon Iraeta. El abogado le cierra el paso, pero esta vez interviene don Mariano, a ungesto suyo, Iraeta la deja ir.

Julián ha perdido mucha sangre pero el doctor Romero asegura que se repondrá.Mercedes lo atiende en el momento en que Irene llega a la casa…

A causa de la herida de la pierna se le declara una gangrena a don Mariano. El doctorRomero le asegura que es necesario amputarle la pierna. Mariano se niegarotundamente. El doctor insiste, haciéndole ver la gravedad del caso y las consecuenciasfatales, pero don Mariano está resuelto a morir. Al día siguiente, hace un nuevotestamento y quema los archivos de la familia.

Días después, Iraeta se presenta en casa de Mercedes. Irene no quiere verlo, lo insulta.Iraeta solo alcanza a decirle que su padre esta a punto de morir. Entonces, Irene va a vera don Mariano, que esta completamente transformado. Pero reconoce a su hija, le pideperdón. Solo una cosa no pudo comprar con todo su dinero: el amor. Le pide que aceptela tutela de su hermana menor, la hija de Rosario y le dice quien es su verdadera madre.Irene siempre la tuvo a su lado: Mercedes.

Irene, emocionada, cree en el sincero arrepentimiento de don Mariano, su enfermedad,su desamparo, le inspiran una honda compasión y a petición de este le da un beso dedespedida.

En cuanto Irene abandona la habitación, don Mariano llama al doctor Romero, sabe quees un hombre honesto y honrado y que solo en el puede confiar. Le entrega una cartasellada con instrucciones de abrirla únicamente en caso de que Julián sea culpado por elasesinato de Ondina. Nunca le gustó dejar las cosas a medias, para bien o para mal.Ahora ya puede morir en paz.

Con la muerte de don Mariano, doña Ángela y su hijo salen de su encierro. Al díasiguiente es leído el testamento. El Marques de Asunción hace constar en el susbienes; acusa a su mujer y a su hijo José Mariano, de atentar contra su vida y losdeshereda. Reparte algunos legados entre Ernesto, Irene, la hija de Rosario y algunosamigos. El resto de su inmensa fortuna ha desaparecido como por encanto.

El patronato de la Obra Pía pasa ahora a manos de un hombre honesto: Diego, sobrinode don Mariano, con el que nunca estuvo de acuerdo. Diego es además, el mejor amigode Miguel Antonio y va a casarse con la prima del Conde de San Fernando.



Julián es detenido, acusado por el asesinato de Ondina. Antes de marcharse le jura aIrene que es inocente, pero ella queda confundida. Matías no puede explicarse por quéJulián le había ocultado su encuentro con Ondina. En su desesperación, Irene recurre alLicenciado Iraeta.

Iraeta la recibe con amabilidad, le habla del testamento de don Mariano, de su fortunadesaparecida, interrogándola muy discretamente acerca de la última conversación quetuvo con don Mariano. Pero cuando Irene le explica lo sucedido con Julián, Iraeta setransforma, se torna extrañamente evasivo y le dice que Julián mantenía relacionesamorosas con Ondina desde hacia algún tiempo. Irene esta llena de dudas, va a lapolicía, necesita hablar con Julián, pero no puede verlo. Entonces va a buscar ayuda endoña Ángela. La mujer la recibe áspera, hiriente, mordaz, despectiva. Por primera vez lemuestra su verdadera cara, ahora no tiene necesidad de fingir: su apellido estádeshonrado, su familia la rechaza, ha perdido toda su fortuna, va a recluirse en unconvento y ella, Irene, es la única causa de su ruina.

Irene busca a un abogado y consigue, al fin, entrevistarse con Julián. Ella cree en suamor, sabe que es inocente y nunca lo abandonará. Entonces aparece el doctorRomero y cumple el encargo que le pidiera don Mariano, le entrega el sobre sellado, enel que Irene encuentra una carta de su padre para ella, y la única prueba que puedesalvar a Julián: la carta que Ondina le había escrito a Matías antes de suicidarse.

En su carta, don Mariano le explica como al encontrar a Ondina muerta en suhabitación, había decidido ocultar aquel documento comprometedor para él y paraalgunos de sus amigos. Sin embargo, a última hora previendo que Julián pudiera verseimplicado en el crimen, se lo había entregado al doctor Romero para que se lo hicierallegar en caso de necesidad.

Finalmente….

Teresa, que esta embarazada, parte con Miguel Antonio para el ingenio, demostrandoque ella también lo ama.

Laura toma los hábitos. El Marques de Casa Camargo, desde un rincón del templo,observa la ceremonia completamente destrozado.

Irene, naturalmente, se casa con Julián…

El sorteo de dotes para las huérfanas de la Obra Pía se estuvo celebrándose hasta el año1945.



PRESENTACION Y CREDITOSCORTE A:

PLAZA DEL MERCADO. EXTERIOR. DIA. ESCENA 1PLANO GENERAL DE LA PLAZA QUEES UN HERVIDERO DE GENTE DETODAS CLASES Y COLORES:NEGROS Y NEGRAS ESCLAVASCON CESTAS, CAMPESINOS,BLANCAS POBRES, MULATOS YNEGROS LIBRES ETC. VIENDOSEALREDEDOR DE LOS DISTINTOSPUESTOS DE VENTA COLOCADOSSIN ORDEN; UNOS, A RAS DELSUELO; OTROS, EN MESITAS OPEQUEÑAS TARIMAS. HAYVENDEDORES DE FRUTAS,VIANDAS Y VERDURAS, AVES DECORRAL VIVAS, PAJAROS ENJAULAS, FLORES Y PESCADO ENCESTOS.

EN UN ANGULO DE LA PLAZAPUEDE HABER TAMBIEN UNAFUENTE DE PIEDRA DONDENEGROS AGUADORES RECOGENEL AGUA EN BARRILES

EN EL CENTRO DE LA PLAZA SELEVANTA UNA GRAN TARIMA Y MUYCERCA SE VE UNA CARRETACARGADA DE ESCLAVOSENCADENADOS QUE SE BAJANOBEDECIENDO LAS ORDENES DEUN MAYORAL. ALGUNOS ESTANMAS O MENOS VESTIDOS; OTROS,SEMIDESNUDOS.

SOBRE EL ENTARIMADO SE VE LAMESA DEL ESCRIBANO QUE REVISAUNOS LEGAJOS Y LOS ENTREGA ALPREGONERO. EL HOMBRE,DESPUES DE ECHARLES UNAOJEADA VA AL FRENTE DE LATARIMA Y SACUDE UNA



CAMPANILLA LLAMANDO LAATENCION DEL PUBLICO.

EFECTOS=CAMPANILLA

1. PREGONERO: ¡Atención a todos losvecinos de San Cristóbal de la Habana!El 19 de marzo se celebrará en laParroquial Mayor, la fiesta de San Joséinstituida por el Capitán don MartínCalvo de la Puerta en el año 1669.Durante la fiesta se efectuará el sorteoentre las pretendientes a las dotes de laObra pía.

CORTE A DISTINTOS ANGULOS DELA PLAZA LA MAYOR PARTE DELPUBLICO PRESTA ATENCION;OTROS COMENTAN Y REANUDANSUS ACTIVIDADES.

2. PREGONERO: (EN OFF) Se recuerda alos vecinos que las cinco huérfanaspobres ganadoras en este sorteorecibirán mil pesos cada una como dotepara entrar al convento o ir almatrimonio.

ANGULO DE MARIANO, IRAETA YGUILLERMO DE PIE JUNTO ALQUITRIN. COMENTAN Y MIRANALREDEDOR.

CORTE A OTRO ANGULO JUNTO AUN PUESTO DE PAJAROS. IRENE YJULIAN SE MIRAN SONRIENTES,ENAMORADOS. A FONDOMERCEDES ESCUCHA ALPREGONERO.

EL PREGONERO SACUDE DENUEVO LA CAMPANILLA.

EFECTOS=CAMPANILLA

3. PREGONERO: ¡Se da inicio a la ventade esclavos!

CORTE A MERCEDES QUE SEVUELVE Y MIRA A LOS JOVENES.IRENE Y JULIAN CONVERSANANIMADAMENTE MIRANDO LOSPAJAROS.MERCEDES SONRIE, CAMBIA LAVISTA Y SE PONE SERIA, SOMBRIA.



CORTE A MARIANO, IRAETA YGUILLERMO QUE MIRAN A LAPAREJA.

ALTERNAN PLANOS CERRADOS DEMIRADAS DE ELLOS Y DE LOSJOVENES COMPLETAMENTEAJENOS Y FELICES.

MERCEDES LOS OBSERVANERVIOSA, SE ACERCA A LAPAREJA Y SONRIE DISIMULANDOSU INQUIETUD. TOMA A IRENE DELA MANO Y LA LLEVA CONSIGOCOMO PARA ENSEÑARLE ALGO ENOTRO LUGAR. LOS TRES SEPIERDEN ENTRE LA GENTE.

CORTE A MARIANO, IRAETA YGUILLERMO QUE REACCIONAIRRITADO.

4. GUILLERMO: Se van.DON MARIANO SONRIE TRANQUILODANDOLE UNOS GOLPECITOS ENEL HOMBRO CON EL PUÑO DE ORODE SU BASTON.

5. MARIANO: No te preocupes. Ellicenciado se ha encargado de todo.(TR) ¿No es así?

6. IRAETA: Naturalmente, don Mariano.

7. MARIANO: ¿Lo ves? Podemosquedarnos tranquilos. (TR) Cada díaestá más linda, ¿verdad?

8. GUILLERMO: Es un sol. Por eso resultatan indignante ver a ese mulatodándose tono con ella. Me hierve lasangre… ¡Es que no me lo explico!

9. MARIANO: Claro, claro… (TR) Y bueno¿qué dice, mi querido Iraeta? ¿Hay o nohay acción?



10. IRAETA: La habrá, don Mariano. Y muypronto, despreocúpese.

IRAETA SE SEPARA DEL GRUPO YSE ALEJA EN LA MISMA DIRECCIONQUE MERCEDES.

MARIANO Y GUILLERMO VUELVENLA VISTA HACIA LA TARIMA DONDEALGO LLAMA LA ATENCION DETODOS.

CORTE A:

TARIMA DE ESCLAVOS EN LA PLAZA. EXT. DIA. ESCENA 2

SOBRE LA TARIMA HAY UN GRUPODE ESCLAVOS. A ROSARIO, UNAESCLAVA, SE LE HA ENGANCHADOLA SAYA SUBIENDO LAESCALERILLA. LA HALA VARIASVECES FURIOSA HASTA QUE LAZAFA DE UN TIRONDESGARRANDOSELE EL VESTIDO.UNA BUENA PARTE DE SU CUERPOQUEDA A LA VISTA DE TODOSLEVANTANDO UN MURMULLO DEADMIRACION.

EL PUBLICO SE AGITAIMPRESIONADO CON LA BELLEZADE LA MUJER. ENTRE ELLOSMARIANO Y GUILLERMO QUE SEACERCAN A LA TARIMA MUYINTERESADOS.

ROSARIO AVERGONZADA SECOLOCA JUNTO A ISIDRO, SUMARIDO, QUE LA MIRA FURIOSO.TOMASITO SE PARA DELANTE DEELLA PRETENDIENDO CUBRIR CONSU CUERPO LA DESNUDEZ DE SUMADRE, PERO EL MAYORAL LOAPARTA VIOLENTAMENTE. ISIDROSE REVUELVE RABIOSO, LO MIRACON ODIO. ROSARIO LE COGE UNAMANO APRETANDOSELA PARARETENERLO.

11. PREGONERO: ¡Comienza la venta conuna familia de esclavos!



EL PREGONERO LOS SEÑALA AMEDIDA QUE ANUNCIA SUSCUALIDADES.

12. PREGONERO: Isidro, negro criollo de27 años, calesero, listo y entendido enel servicio doméstico. Sano, robusto ysin tacha.

VAN ALTERNANDO PLANOS DE LOSTRES ESCLAVOS Y DE MARIANO,GUILLERMO Y EL RESTO DELPUBLICO.

13. PREGONERO: Rosario, negra criolla de24 años con muy buenas propiedades.De bonita presencia, excelentelavandera y cocinera. Acostumbrada abuenas maneras con sus amos. YTomasito, su hijo de 9 años, sano, listoy muy dócil. (P) ¡Esta familia se venderáreunida a un mismo dueño!

SONIDO=DESTACAN MURMULLOSDEL PUBLICO.

DISTINTOS PLANOS CON LAREACCION DEL PUBLICO QUEPROTESTA.

14. PREGONERO: (EN OFF) ¡Así loestablecen las disposiciones del nuevoreglamento de esclavos del Bando delBuen Gobierno!

GUILLERMO MIRA A MARIANODESCONCERTADO. MARIANOSONRIE BURLON.

15. MARIANO: ¿Qué te parece? Hay quecargar con los tres. El que quiera a esasmujer, tendrá que pagarla cara.

16. GUILLERMO: Ya lo creo.CORTE A PREGONERO EN LATARIMA. ISIDRO SE REVUELVEINQUIETO.

17. PREGONERO: ¡Sale a remate por unvalor de dos mil pesos fuertes!

18. JOVEN: ¡Dos mil cincuenta pesos!

19. HOMBRE: ¡Dos mil cien!

20. GUILLERMO: ¡Dos mil doscientos!



21. PREGONERO: ¡¡Dos mil doscientospesos!! (TR) ¿Quién da más?

CORTE A:

ANGULO DE LA PLAZA JUNTO A UN PUESTO DE FLORES. EXT. DIA ESCENA 3IRENE Y JULIAN MIRANDO LASFLORES. MERCEDES, AL FONDO,MUY PREOCUPADA. JULIAN HABLACON EL VENDEDOR Y COMPRA UNRAMITO DE ROSAS ROJAS. SE LODA A IRENE. ELLA COGE LASFLORES, SONRIE Y VA A OLERLASPERO SE PINCHA UN DEDO.

22. IRENE: ¡Ay!

23. JULIAN: ¿Qué pasó? ¿Te pinchaste?Déjame ver…

JULIAN LE COGE LA MANO Y LAEXAMINA ATENTO. MIRA A IRENECON TERNURA.

24. JULIAN: (AMOROSO) ¡Pobrecita!SE LLEVA LA MANO DE ELLA A LOSLABIOS Y BESA UNO DE SUSDEDOS SUAVEMENTE.

CORTE A:TARIMA DE ESCLAVOS EN LA PLAZA. EXT. DIA. ESCENA 4

EL PREGONERO ANUNCIASEÑALANDO AL SUPUESTOINDIVIDUO.

25. PREGONERO: ¡Dos mil doscientostreinta pesos ofreció aquel caballero!(TR) ¿Quién da mas?

26. HOMBRE: ¡Dos mil doscientoscincuenta!

27. PREGONERO: ¡Dos mil doscientoscincuenta! ¿Quién da más?

28. GUILLERMO: ¡Dos mil trescientos!

29. PREGONERO: ¡Dos mil trescientospesos fuertes!

PLANO DE GUILLERMO QUE MIRA AMARIANO MUY SATISFECHO.



30. PREGONERO: (EN OFF) ¡Dos miltrescientos! ¡Acaban de ofrecer dos miltrescientos! ¿No hay quién de más?

ALTERNAN PLANOS DEL PUBLICO,PREGONERO, MARIANO,GUILLERMO ETC.

31. PREGONERO: ¡Dos mil trescientospesos, a la una…! ¡Dos mil trescientospesos, a las dos!

32. JOVEN: ¡Dos mil trescientos veinte!

33. GUILLERMO: ¡Dos mil cuatrocientos!

34. PREGONERO: ¿Quién da más?

CORTE A:

ANGULO DE LA PLAZA CON PUESTO DE FLORES. EXT. DIA. ESCENA 5MERCEDES MIRA A SU ALREDEDORY DESCUBRE A IRAETA ENTRE LAGENTE, SE SOBRESALTA.

IRAETA SONRIE A MEDIASOBSERVANDO A IRENE Y A JULIAN.

MERCEDES LOS MIRA TAMBIENANGUSTIADA.

IRENE Y JULIAN NO SE DANCUENTA DE NADA. ESTANABSORTOS EL UNO EN EL OTRO, ÉLCOGE UNA DE LAS ROSAS Y SE LAPONE A IRENE EN EL PELO. SEMIRAN ENAMORADOS.

CORTE A:TARIMA DE ESCLAVOS EN LA PLAZA. EXTERIOR. DIA. ESCENA 6

EL PUBLICO SE AGITAENTUSIASMADO CON LA PUJA

35. HOMBRE: ¡Dos mil cuatrocientoscincuenta pesos!

36. JOVEN: ¡Dos mil cuatrocientos setenta!

37. GUILLERMO: ¡Dos mil quinientos!

38. PREGONERO: ¿Quién da más?



ALGUNOS PLANOS DEL PUBLICO.ENTRE ELLOS EL JOVEN ELEGANTEQUE COMENTA

CON SUS AMIGOS Y DICE QUE NOCON LA CABEZA. NO PUEDECONTINUAR LA PUJA.

39. PREGONERO: (EN OFF) ¡Dos milquinientos pesos fuertes!

40. HOMBRE: ¡Dos mil quinientoscincuenta!

GUILLERMO REPLICA RAPIDOEXALTADO.

41. GUILLERMO: ¡Dos mil setecientospesos!

42. PREGONERO: ¡Acaban de frecer dosmil setecientos pesos! ¡Dos milsetecientos pesos, señores! (SIGUE ENOFF) ¿Quién da mas?

GUILLERMO MIRA TENSO A SUALREDEDOR.. MARIANO SE ACERCAMAS A LA TARIMA DE ESCLAVOSMIRANDOLOS INTERESADO.

43. PREGONERO: ¿Quién da más?ALTERNAN PLANOS CERRADOS DEMARIANO MIRANDO A ROSARIO YDE ELLA SENSUAL, SEMIDESNUDAQUE ADVIERTE SU MIRADA Y SEYERGUE DIGNA, MAJESTUOSA.

44. PREGONERO: (EN OFF) ¡Se han derematar! ¡Dos mil setecientos pesosfuertes! ¡Ultimo pregón! ¿No hay quiénde más?

EL PREGONERO RECORRE ELPUBLICO CON LA MIRADA.

45. PREGONERO: ¡Dos mil setecientospesos, a la una…! ¡Dos mil setecientospesos, a las dos…! ¡Dos mil setecientospesos, a las…

CORTE A MARIANO QUE ALZA ELPUÑO DE ORO DE SU BASTONTRANQUILO, SEGURO DE SI MISMO.

46. MARIANO: (INTERRUMPIENDOLO)¡Cinco mil pesos fuertes!



CORTE A:ANGULO DE LA PLAZA JUNTO AL PUESTO DE FLORES. EXT. DIA. ESCENA 7

IRAETA LE HACE UNA SEÑAL ADISTANCIA A UN HOMBRE JOVEN,BLANCO, EN MANGAS DE CAMISA,QUE ESTA CERCA DEL PUESTO DEFLORES.

EL HOMBRE ASIENTE CON UNGESTO Y VA HACIA ALLICOLOCANDOSE JUNTO A IRENE.

MERCEDES SE ACERCA A LOSJOVENES CON INQUIETUD Y LEDICE ALGO A JULIAN QUE SEVUELVE A ELLA SONRIENTE.

EL HOMBRE COMPRA UN RAMO DEFLORES Y SE LO ENCIMA A IRENEOFRECIENDOSELO CON FINGIDAGALANTERIA COMIENDOSELA CONLOS OJOS.

IRENE LO MIRA SORPRENDIDA YVUELVE LA VISTA HACIA JULIAN,TEMEROSA.

CORTE A:

TARIMA DE ESCLAVOS EN LA PLAZA. EXT. DIA. ESCENA 8TARIMA DE ESCLAVOS (CONT)

47. PREGONERO: ¿Nadie da más? (TR)¡Cinco mil pesos fuertes! ¡Ultimopregón! ¡Se han de rematar en cinco milpesos fuertes al caballero!

EL ESCRIBANO DA UN MAZAZO ENSU MESA DANDO POR CERRADA LAVENTA.

EFECTOS=GOLPE EN MESAGUILLERMO MIRA A MARIANO,DISGUSTADO.

48. GUILLERMO: ¡Buena me la hiciste aúltima hora!



49. MARIANO: ¡Vaya, hombre! ¿Quéquieres? Yo no pensaba meterme en tucamino, pero… (SONRIE)

MARIANO MIRA A ROSARIODESCARADAMENTE.

50. MARIANO: Ya sabes que siempre meha gustado mucho la canela.

51. GUILLERMO: Sí…, demasiado.

52. MARIANO: No, Guillermo. Nunca esdemasiado, amigo mío… Nunca esdemasiado, créemelo.

CORTE A:ANGULO DE LA PLAZA JUNTO AL PUESTO DE FLORES. EXT. DIA. ESCENA 9

PUESTO DE FLORES. (CONT)EL HOMBRE MIRA A IRENEAGRESIVO, CON DESPECHO. LEHABLA BAJO.

53. HOMBRE DE IRAETA: ¿Qué? ¿Noquiere las flores? ¿Me va a hacer esedesaire?

54. IRENE: No es desaire…

55. HOMBRE: (INTERRUMPE) A mí no seme desprecia así, niña.

JULIAN INTERVIENE56. JULIAN: ¿Qué pasa, Irene?

57. IRENE: Nada…

58. JULIAN: ¿El señor te está molestando?(TR) Sírvase decirme qué se le ofrece,señor mío.

59. HOMBRE: Lo que me da la gana. Yo noestoy hablando contigo. No hablo congente que no se me iguala.(DESPECTIVO) No soy como laseñorita, que no sabe darse su lugar.

60. JULIAN: ¿Qué dice?

61. HOMBRE: Lo que ha oído.



JULIAN LE VA ARRIBA PERO IRENEY MERCEDES LO SUJETAN.

62. IRENE: ¡Julián!

63. MERCEDES: ¡Déjalo, Julián! ¡Te estáprovocando!

64. HOMBRE: (MONTADO) ¡Yo digo quemucho orgullo se gasta esa niñaconmigo que soy blanco, para andar delbrazo de un pardo sucio como tú!

65. JULIAN: ¡Te voy a romper el alma,sinvergüenza!

66. HOMBRE: ¡Atrévete, perro! ¡Atrévete aponerme un dedo encima!

67. IRENE: ¡No, Julián!

68. JULIAN: ¡Suéltame, Irene!

69. HOMBRE: ¡Ven, ven si eres guapo!

70. MERCEDES: ¡Julián, por Dios!JULIAN CONSIGUE SOLTARSE Y LEVA ARRIBA AL HOMBRE DANDOLEUN PIÑAZO. LOS DOS SE ENREDANA GOLPES.

SONIDO=MUSICA DRAMATICA AFONDO

71. IRENE: ¡Julián!SE FORMA UN TUMULTOALREDEDOR DE LA BRONCA DEJULIAN CON EL HOMBRE.

COMERCIALES

72. CELADOR: (EN OFF) ¡Paso a laautoridad!

TRES O CUATRO GUARDIAS SEACERCAN CON EL CELADORABRIENDOSE PASO E INTERVIENENEN LA RIÑA SEPARANDO A JULIAN YAL HOMBRE.



73. CELADOR: ¡Basta ya! ¿Qué sucedeaquí?

JULIAN FORCEJEA CON LOSGUARDIAS OFRECIENDOLESRESISTENCIA. EL HOMBRE SEREFRENA ENSEGUIDA Y LOSGUARDIAS LO SUELTAN.

74. HOMBRE: ¡Señor, ese pardo me insultóy se me echó encima sin razón!

75. IRENE: (ACALORADA) ¡No es verdad!¡Eso no es verdad, señor!

76. HOMBRE: ¡Tengo testigos de sobra!

77. JULIAN: (CON DESPRECIO) ¡Cobarde!JULIAN SE LE ENCIMAARRASTRANDO CONSIGO A LOSGUARDIAS QUE LO SUJETAN HASTAQUE CONSIGUEN RETENERLO.

78. CELADOR: ¡Basta ya! (A JULIAN)¡Estás bien emperrado, ¿eh? ¡Ahoramismo vas para la cárcel!

79. IRENE: ¿Pero por qué, si él no tiene laculpa…?

80. MERCEDES: ¡Es verdad, mi señor!Julián no le faltó en nada a esecaballero.

81. CELADOR: (CORTANTE) Puede ser.Pero eso lo veremos en la comisaría.(TR) ¡Vamos! ¡Llévenselo!

82. IRENE: ¡Es una injusticia!

83. CELADOR: ¡Atrás, atrás!JULIAN FORCEJEA HACIENDOLERESISTENCIA A LOS GUARDIASQUE INTENTAN LLEVARSELO. MIRAAL HOMBRE RECONCENTRADO.

84. JULIAN: ¡Ya nos veremos las caras!

85. CELADOR: ¡Con que amenazas y todo!¡Deja la boconería o no respondo,



cachorro! (TR) ¡Vamos, a la comisaría!¡Despejen el paso!

LOS GUARDIAS ARRASTRAN AJULIAN QUE TODAVIA OFRECEALGUNA RESISTENCIA.

86. CELADOR: (AL HOMBRE) ¡Ustedvenga luego a testificar!

87. HOMBRE: Sí, señor.EL CELADOR ECHA A ANDAR CONEL GRUPO. IRENE SE LEATRAVIESA.

88. IRENE: ¡Es que ese hombre no dice laverdad, señor! ¡Él fue quien lo provocó!

89. CELADOR: (CORTANTE) ¡Mas levaldría a la señorita no meterse enasuntos de gente inferior a su condición!¡Se hace muy poco favor! (TR) ¡Vamos,apártense! ¡Arrea! ¡Abran paso!

EL CELADOR APARTA A IRENE SINMIRAMIENTOS.

90. MERCEDES: (ASUSTADA) ¡Irene…!IRENE SE VUELVE A ELLADESCONCERTADA SIN SABER QUEHACER.

91. IRENE: ¡Tía Mercedes, se lo llevanpreso…! ¡Se llevan a Julián!

SONIDO=MUSICA DRAMATICA

IRENE CORRE TRAS LOS HOMBRESQUE SE LLEVAN A SU NOVIO.

92. MERCEDES: ¡Irene, hijita…!LA MUCHACHA SE METE EN ELTUMULTO Y SE LE CAEN LASFLORES DESPARRAMADAS EN ELSUELO. LA GENTE LAS PISOTEA.

MERCEDES BUSCA CON LA MIRADAA IRAETA.

IRAETA ALGO APARTADO LOOBSERVA TODO COMO FRIOESPECTADOR HASTA QUE EL



HOMBRE DE LA BRONCA CONJULIAN SE LE ACERCA. IRAETA LEENTREGA UNA BOLSITA DEMONEDAS Y IRA A MERCEDESSONRIENDO DESCARADAMENTE.

MERCEDES DUDA UN INSTANTEPENSANDO IR HACIA ÉL Y POR FINSALE DETRÁS DE IRENE.

CORTE A:

CAFÉ EL LEON DE ORO. INTERIOR. DIA. ESCENA 10UN INMENSO SALON ELEGANTECON SUS MESITAS, UNA LARGABARRA CUBIERTA EN UN EXTREMOPOR CRISTALERIA FINA Y MESASCON TODAS CLASES DE JUEGOSDE AZAR: CARTAS, BILLAR ETC. SEDESTACA UNA LLAMATIVA RULETA.EL LUGAR ESTA BASTANTECONCURRIDO POR GENTEELEGANTE FUNDAMENTALMENTELA ARISTOCRACIA CRIOLLA.

SONIDO= AMBIENTEPLANO CERRADO DE PEDROCAMARGO DE PIE ANTE LA RULETAQUE DA UN PUÑETAZO SOBRE LAMESA MUY IRRITADO. EL CRUPIERRECOGE CON LA RAQUETA ELMONTO DE MONEDAS DE LASAPUESTAS ESPARCIDAS SOBRE LAMESA.TEODORO, EL CRIADO MULATO DEPEDRO ESTA A SU LADO.

93. TEODORO: Hoy no tenemos muy buendía que digamos. Ya ha perdido muchoel caballero. No debía seguir jugando…

94. PEDRO: ¡Eso no es cuenta tuya,Teodoro Maranges!

95. TEODORO: (AVENTURA) ¿Seguro queno?

96. PEDRO: ¡Déjame en paz! ¡No te metasdonde no te llaman!

97. TEODORO: Pero, Su Señoría…



98. PEDRO: (INTERRUMPE) ¡Ajila!¡Piérdete! ¡Busca algo mejor que hacerpor ahí, que más te conviene! (TR) Mira,vete a jugar billar. ¡Anda, corre!

DON PEDRO LE PONE EN LA MANOA TEODORO DOS O TRES MONEDASY SE QUEDA CON UN PUÑADO.

99. PEDRO: ¡Desaparece de mi vista!

100. CRUPIER: ¡Hagan juego, señores!

101. TEODORO: ¿Eso es todo lo que nosqueda?

102. PEDRO: Poco más o menos.

103. TEODORO: Me figuro que menos…¡muchísimo menos! (TR) ¡Ay, señor,señor! Dispénseme… ¡entre usted enrazón!

PEDRO EXTIENDE LA MANO CONLAS MONEDAS PARA APOSTAR YTEODORO SE LA AGUANTA.

104. TEODORO: ¡Nooo!

105. PEDRO: (INDIGNADO) Pero ¿quépasa? ¡Dí! ¿Es que te has vuelto loco,demonio?

TEODORO RETIRA LA MANORÁPIDAMENTE.PEDRO HACE SU APUESTA Y MIRALA RUEDA DE LA RULETA QUECOMIENZA A GIRAR.

ALTERNAN PLANOS DE LA RULETAY PEDRO MIRANDOLA ANSIOSO,FEBRIL.

106. CRUPIER: ¡Cero! ¡Gana la banca!

107. PEDRO: (FURIOSO) ¡Maldito número!

108. TEODORO: (LASTIMERO) ¡Cero! Lodije, lo sabía… Estaba usted a tiempo yahora…

109. PEDRO: (INTERRUMPE) ¡Fuera!¡Fuera de aquí! ¡Quítate de mi



presencia porque si no me parece quete destripo! Me estás haciendo malasombra. ¡Vamos! ¡Lárgate de una vez!

110. TEODORO: ¡Sí, sí, sí… enseguidita!(TR) ¡Ay. Teodoro Maranges, échate,échate al agua y ponte a enseñar a lostiburones a que no muerdan y verás loque sacas de la enseñanza!

111. PEDRO: (AMENAZADOR)¡Acabáramos!

TEODORO REACCIONAALEJANDOSE RAPIDO DE PEDROUNOS PASOS. SE DETIENE ENSECO EN CUANTO LO LLAMA.

112. PEDRO: ¡Teodoro!

113. TEODORO: ¿Sí, señor?

PEDRO EXTIENDE LA MANOPIDIENDOLE LAS MONEDAS QUE LEDIERA ANTES.

114. PEDRO: Venga… ¡Dame acá eso!TEODORO SE LAS DEVUELVE CONRESIGNACION.

115. TEODORO: Hoy salimos de aquí sinpan ni camisa…si es que salimos.

116. PEDRO: Ve y busca más dinero.

117. TEODORO: ¿Más dinero? ¿Dónde?

118. PEDRO: ¡En el mismísimo infierno! ¡Nome importa dónde! (TR) Pide unpréstamo sobre la cosecha de esteaño… ¡lo que sea!

119. TEODORO: ¿Un préstamo sobrenuestra cosecha de café?

120. PEDRO: ¡Sí, eso mismo, sí! ¿Es que nooyes? ¡Anda! ¡Haz lo que te digo!

121. TEODORO: Nos vamos a arruinar,señor…



122. PEDRO: (INTERRUMPEAMENAZADOR) ¡Ni una palabra más,Teodoro Maranges! ¡No quiero verte nioírte! ¡Ajila!

123. TEODORO: Este es el fin. Lo sé, loadivino, lo presiento…

124. CRUPIER: ¡Hagan juego, señores!PLANO CERRADO DE PEDRO QUEAPUESTA TODAS LAS MONEDASQUE LE QUEDAN.

CORTE A:ANGULO DEL CAFÉ EL LEON DE ORO. INT. DIA. ESCENA 11

ANGULO DEL CAFÉ CON MESASDONDE BEBEN MARIANO, IRAETA YGUILLERMO.

125. IRAETA: Por lo que veo, no desperdicióusted el tiempo, don Mariano. Hizo unacompra excelente. Lo felicito.

126. MARIANO: Muchas gracias.

127. GUILLERMO: Excelente, sí. Aunque meparece que a la larga, la morena resultódemasiado cara.

128. MARIANO: Estás sangrando por laherida, hombre. Sabes muy bien queesa vale lo que pesa en oro.

129. GUILLERMO: Bueno, soy mal perdedor.Pero reconoce que de no ser por elmaldito bando, te la hubieras llevado aella sola.

130. MARIANO: Cierto. Pero si el CapitánGeneral se ha encaprichado en protegera los esclavos manteniendo alasfamilias unidas ¿qué le vamos a hacer?Habrá que sacarle a ese bando elmayor provecho posible?



131. GUILLERMO: ¿Cómo?

132. MARIANO: Está claro, amigo mío. ¿Nodice el reglamento que los amos estánobligados a instruir a los esclavos en losprincipios de la religión? Pues bien, yomismo me encargaré de enseñarle elcatecismo a esa morena. ¡Conmigotendrá que rezar todas las noches!

LOS TRES RIEN MALICIOSOS.133. IRAETA: ¡Todavía dicen que yo soy un

experto en leyes!

134. MARIANO: Usted es un maestro,licenciado. ¡Mi maestro!

135. GUILLERMO: ¿Y qué vas a hacer conel marido mientras tanto?

136. MARIANO: Bueno, tú sabes que losnegros muchas veces se empeñan enque los azoten y hay que darles gusto.Si se emperra, es probable que lomande a las canteras o al ingenio. Nosé, no lo he decidido todavía. (TR) Perohablemos de cosas serias, señores.¿Qué hacemos con el maestrico?

137. GUILLERMO: ¡Hay que darle un buenescarmiento!

138. IRAETA: Por lo pronto, ya está en lacárcel.

139. MARIANO: Y allí se va a quedar eltiempo que nos convenga. Tenemosque separarlo de Irene definitivamente.

CORTE A:

SALA EN CASA DE MERCEDES. INTERIOR. DIA. ESCENA 12IRENE SE MUEVE POR LAHABITACIÓN ANSIOSA.

140. IRENE: ¡Hay que hacer algo, tíaMercedes! De la comisaría se llevaron aJulián para la cárcel pública ¡y no medejaron ni verlo!

MERCEDES LA SIGUE CON LAMIRADA DESDE SU ASIENTO,PREOCUPADA.



141. MERCEDES: Tranquilízate, hijita. Así noadelantas nada. Anda, hazme el favorde sentarte…

142. IRENE: Es que no puedo… ¡noentiendo!

IRENE SE SIENTA HACIENDO UNESFUERZO

143. IRENE: ¿Por qué prendieron a Julián siél no tuvo la culpa? ¡Es injusto!

144. MERCEDES: Sí, yo lo sé; pero… (TR)Puede que le levanten un falsotestimonio, Irene. Las cosas son comoson y no vale la pena engañarse. Esehombre es blanco y… (TR) Más valebuscar un abogado hijita. El muchachoese que es amigo de Julián seguritopuede ayudarnos.

145. IRENE: ¿Matías?

146. MERCEDES: Ese mismo. Lemandamos un recado y esperamos…

147. IRENE: (INTERRUMPE) ¿Esperar? No,no, tía… Ahora mismo voy a hablar conél.

IRENE SE LEVANTA Y SE ECHA LAMANTA ENCIMA PARA SALIR.

148. MERCEDES: Pero, Irene, no está bienque vayas sola.

149. IRENE: Venga conmigo.

150. MERCEDES: No, no… Puede llegarcualquiera con un aviso…del mismoJulián.

151. IRENE: Entonces voy sola.IRENE VA HACIA LA PUERTA.MERCEDES SE LEVANTA

152. MERCEDES: ¡Irene, por el amor deDios…!

153. IRENE:154. Lo siento, tía. Yo no puedo cruzarme de

brazos. No puedo estar tranquila



sabiendo que Julián está en la cárcel.¡Lo quiero mucho, tía! (DECIDIDA) ¡Yvoy a sacarlo de allí como sea!

IRENE ABRE LA PUERTA Y SE VA.MERCEDES SE QUEDA NERVIOSA,PREOCUPADA.

CORTE A;

ANGULO DEL LEON DE ORO.- INTERIOR. DIA. ESCENA 13ANGULO CON MESA DE MARIANO,GUILLERMO E IRAETA.

SONIDO= AMBIENTE

155. GUILLERMO: (DURO) ¡Que se pudraen la cárcel! No se puede consentir queesa niña ponga sus ojos en ese hombre!

156. IRAETA: Son las malas influencias, donGuillermo. Criada por una mulata en unbarrio de extramuros ¿qué se podíaesperar? (TR) Además, hija de gato…

157. GUILLERMO: (MOLESTO) Señorlicenciado, este es un asunto serio.

158. MARIANO: (INTERVIENECONCILIADOR) Sí. No es momentopara bromas, amigo mío. Sin embargo,tiene usted razón. Es preciso sacarla deallí y desaparecer su nombre del librode pardos de la iglesia donde Irene estáinscripta como hija natural de AnaMaría…

IRAETA Y GUILLERMO SE MIRAN159. IRAETA: Si no entiendo mal, usted

piensa blanquear a la muchachalegalmente.

160. MARIANO: ¡Con certificado de purezade sangre, partida de nacimiento y todocuanto se necesite para presentar aIrene en el sorteo de las huérfanas de laObra pía. (SE VUELVE A GUILLERMO)¿Qué te parece?

GUILLERMO SONRIE CASIPERPLEJO

161. GUILLERMO: Estupendo. Es…una ideaexcelente.



162. IRAETA: Le presento mis respetos, donMariano. ¡Es usted insuperable!

IRAETA COGE SU COPA Y LALEVANTA LIGERAMENTE

163. IRAETA: ¡A su salud, señor Marqués!

CORTE A:

RULETA DEL LEON DE ORO. INTERIOR. DIA. ESCENA 14PLANO DE LA RULETA GIRANDO YLA BOLA QUE SE DETIENE ENCUALQUIER NUMERO.

PLANO DE PEDRO CAMARGO QUEREACCIONA FURIOSO, VIOLENTO,VOLVIENDOSE BRUSCO.

TEODORO LO APREMIA.164. TEODORO: ¡No siga, señor! ¡Ya hemos

perdido…

165. PEDRO: (INTERRUMPE) ¡Cállate! ¡Séperfectamente el dinero que he perdido!Tráeme algo de beber.

166. TEODORO: Bueno. Pero esto hoy va aterminar mal, muy mal. Luego no mediga que no se lo dije.

PEDRO CAMARGO SE VUELVERETADOR Y CASI TIRA LASMONEDAS AL APOSTAR.

167. PEDRO: ¡Eso lo veremos!

DE FONDO FRANCISCO E IGNACIO,SU HIJO, ENTRE LOS JUGADORESCOMENTAN LA

ESCENA. DESPUES, DONFRANCISCO SE ALEJA DEL GRUPO.

CORTE A:

ANGULO DEL LEON DE ORO. INTERIOR. DIA. ESCENA 15ANGULO DEL CAFÉ CON MESA DEMARIANO, GUILLERMO E IRAETA.CONVERSAN ANIMADAMENTE. D.FRANCISCO SE LES ACERCA.

SONIDO=AMBIENTE



168. FRANCISCO: Con permiso de losseñores…

169. MARIANO: ¡Ah, buenas, don Francisco!¿Cómo le va?

MARIANO LE BRINDA ASIENTO.FRANCISCO SE SIENTA.

170. FRANCISCO: Ni bien ni mal, donMariano. Aunque mucho mejor que alMarqués de Casa Camargo. Está hoyfuera de sí. No hace más que perder ysigue al pie de la ruleta como poseídopor el demonio.

171. GUILLERMO: La pasión por el juego esun verdadero demonio.

172. MARIANO: Y don Pedro Camargo es unferviente aficionado a las grandespasiones. Siempre va “casi” hasta el fin.(TR) Discúlpenme; pero comocomprenderán, eso no puedoperdérmelo.

173. GUILLERMO: ¡Ni yo!MARIANO SE LEVANTA SEGUIDOPOR GUILLERMO. VAN HACIA LARULETA.

174. IRAETA: Don Francisco, estabaesperando una oportunidad parahablarle. Tengo un recado para ustedde la Abadesa del Convento donde estásu sobrina.

175. FRANCISCO: ¿Le sucedió algo aTeresa?

176. IRAETA: No. Según tengo entendido, laabadesa quiere entrevistarse con ustedpara conversar acerca del futuro de lajovencita.

177. FRANCISCO: ¡Pero si eso está másque hablado! No entiendo. Se suponíaque Teresa tomaría los hábitos el mesentrante.



178. IRAETA: Ya lo ha dicho usted, sesuponía. Me temo que ha surgidoalguna dificultad.

179. FRANCISCO: ¿Cómo que unadificultad? ¡No es posible! En fin, estamisma tarde pasaré por el convento.¡Ya veremos qué se trae ahora misobrina!

CORTE A:

RULETA DEL LEON DE ORO. INTERIOR. DIA. ESCENA 16PEDRO CAMARGO ESTA YAFRENETICO, RESPIRA AGITADO.EL CRUPIER RECOGE LASMONEDAS.

180. PEDRO: ¡Maldición!

181. TEODORO: ¡Adiós, dinero!CAMARGO SE EMPINA LA JARRA DEUN TIRON Y SE LA PONE ATEODORO CASI EN EL PECHO.ENSEGUIDA SE VUELVE A LARULETA DE NUEVO.

182. TEODORO: ¿Todavía no nos vamos?¡Ya lo hemos perdido todo, señor!

183. PEDRO: No, Teodoro. Me queda elcafetal.

184. TEODORO: ¿¡El cafetal!? ¿Va a jugarseel cafetal con su hacienda, sus jardinesy aquellas guardarrayas…

D.PEDRO DA UN MANOTAZOBRUSCO EN LA MESA DE JUEGOAPOSTANDO.

185. PEDRO: ¡Doscientos mil pesos acrédito! ¡Pongo en prenda mi cafetal!

CORTE A MARIANO, GUILLERMO YEL DR. ROMERO EN LA RULETAENTRE LOS CURIOSOS QUE MIRANA D. PEDRO CAMARGO.

186. MARIANO: El Marqués de CasaCamargo es un caso perdido. Mejorveamos ese asunto de la muchacha,doctor. Laura ¿no?



LOS DOS ECHAN A ANDARAPARTANDOSE UN POCO.

187. MARIANO: Dice usted que es huérfana,hija de un antiguo colega suyo y que alfallecer su padre, la infeliz quedó en lamiseria…

188. DOCTOR: Sí, don Mariano. Desdeentonces nos hemos hecho cargo deella. Mi mujer la quiere como a una hija.Porque es un ángel… ¡tan dulce, tandelicada!

189. MARIANO: Bien, amigo mío. Con tantoselogios y recomendándola usted ¡no haymas que hablar! Dele a Iraeta lasgenerales de la muchacha. Lapresentaremos entre las candidatas alas dotes de la Obra pía.

190. DOCTOR: Gracias, don Mariano. Lapopb5re niña tiene puestas susesperanzas en ese sorteo. Cree que esuna carga para nosotros y con esa dotepiensa entrar a un convento.

191. MARIANO: Pero ¿cómo es eso, doctor?¿No es bonita?

192. DOCTOR: Muy bonita.

193. MARIANO: Entonces haremos cuantoesté en nuestras manos para nodefraudar sus esperanzas. Tiene“demasiadas virtudes” esa joven. Diosno va a dejarla de la mano. ComoPatrón de la Obra pía, yo le aseguroque ella ganará el sorteo. Después, yaveremos si entra o no al convento.

194. DOCTOR: (AGRADECIDO) ¡DonMariano…

195. MARIANO: (LO INTERRUMPE SUAVE)No me lo agradezca, doctor. Todos losdías no tiene uno la oportunidad dehacer una buena acción.



CORTE AL:RULETA DEL LEON DE ORO. INTERIOR. DIA. ESCENA 17

196. CRUPIER: ¡Cero! ¡Gana la banca!PEDRO CAMARGO SE VUELVEBRUSCAMENTE COLERICO YBARRE DE UN TIRON CON TODA LACRISTALERIA QUE ESTABA SOBRELA BARRA.

EFECTOS=CRISTALES ROTOS

197. PEDRO: ¡Cero! ¡¿Cero otra vez?!PEDRO SE VUELVE Y SALTA COMOUNA FIERA SOBRE EL CRUPIER.

198. PEDRO: ¡Ladrones! ¡Sinvergüenzas!

COMERCIALES

MARIANO VA RAPIDO HACIA ELLOS.

PEDRO AGARRA POR EL CUELLO ALCRUPIER, LO TIRA SOBRE LA MESAAPRETANDOLE EL CUELLO CONLAS MANOS. MARIANO SE LESACERCA.

199. MARIANO: ¡Don Pedro! Pero ¿quéhace? ¿Se ha vuelto loco?

200. PEDRO: ¡Lo voy a matar!MARIANO FORCEJEA CON PEDROHASTA QUE CONSIGUEDOMINARLO.

201. MARIANO: ¡Vamos, hombre! ¡Ya estábueno! ¡No faltaba más!

LO ARRASTRA CONSIGO AYUDADOPOR TEODORO A OTRO ANGULODEL CAFÉ. DON PEDRO CASI BUFARETENIDO POR LA FUERZA.

202. TEODORO: ¡Santo Cristo de lostemblores! ¡Qué locura!

203. PEDRO: ¡Desgraciados!

204. MARIANO: ¡Basta ya, don Pedro!¡Tranquilo, hombre!



205. TEODORO: ¡Cálmese, señor!

206. MARIANO: Ya pasó, ¿eh? ¡Se acabó!(TR) Anda, tráele algo de beber.

PEDRO VA APACIGUANDOSE.207. TEODORO: enseguida.

TEODORO SALE.208. MARIANO: ¿Ya está bien?

PEDRO ASIENTE TODAVÍAAGITADO.

209. MARIANO: Perfecto. Ahora vamos aconversar usted y yo. A ver siarreglamos este endiablado asuntoentre los dos.

CU DE PEDRO CAMARGO.210. PEDRO: De acuerdo.

CORTE A DISTINTOS ÁNGULOS DELLEON DE ORO. EL DR. ROMEROATIENDE AL CRUPIER CONANASTASIO, EL DUEÑO DEL CAFÉ.LO LEVANTAN, LO SIENTAN, LORECONOCEN ETC.

GUILLERMO, IRAETA, DONFRANCISCO, ETC. COMENTANENTRE SI.

IGNACIO CON UN GRUPO DEJÓVENES TAMBIEN COMENTAN ELASUNTO.

ALGUNOS EMPLEADOS RECOGENVIDRIOS Y OTROS DESTROZOS.

MARIANO SE ACERCA AL DR.ROMERO.

211. MARIANO: ¿Cómo está el hombre,doctor?

212. DOCTOR: Mucho mejor a Dios gracias.

213. MARIANO: Muy bien. (TR) DonAnastasio, por favor, ¿me permite unaspalabras?

214. ANASTASIO: ¿Cómo no, Excelencia?Estoy a su entera disposición.



LOS DOS SE APARTAN,CONVERSAN.

CORTE A CAMARGO QUE SEARREGLA LA ROPA ETC. TEODOROLO AYUDA.

215. TEODORO: Lo dije y lo redije, señor. Losabía…

216. PEDRO: (LO INTERRUMPE) Que estoiba a acabar mal. Ya está bien,Teodoro. Cállate y déjate demurmuraciones y avemarías. Hablas porhablar y la cabeza me da vueltas.Necesito aire. Ayúdame a salir de aquí.

217. TEODORO: ¡Qué más quisiera yo! Pero¿cómo nos largamos y a donde? Loperdimos todo ¿no? Hasta el cafetal.

218. PEDRO: No. El cafetal, no.

219. TEODORO: ¿Ah, no?

220. PEDRO: Todavía no.TEODORO SIGUE LA MIRADA DE D.PEDRO QUE TIENE LOS OJOS FIJOSEN MARIANO.

PLANO DE MARIANO QUE HABLACON ANASTASIO Y LE ENTREGAUNA RESPETABLE CANTIDAD DEDINERO.

CU DE TEODORO MIRANDOLO221. TEODORO: Uhmmmm….

MARIANO SE DESPIDE CON UNGESTO CORDIAL DE ANASTASIO YSE LES ACERCA.

222. MARIANO: ¡Vámonos de aquí!

223. PEDRO: Ya era hora.

224. MARIANO: Yo lo llevaré a su casa, donPedro.

225. PEDRO: Será un placer.LOS TRES ECHAN A ANDAR HACIALA SALIDA DEL CAFÉ. AL PASARJUNTO A SUS AMIGOS, MARIANO



LES HACE UNA SEÑAL DEDESPEDIDA. ENTRE MARIANO EIRAETA SE CRUZA UNA MIRADA DEINTELIGENCIA. SALEN.

IRAETA SE VUELVE AL RESTO DELGRUPO.

226. IRAETA: Bien, señores… Todo pasó.

IRAETA Y GUILLERMO VAN ASENTARSE A UNA MESA.

227. IRAETA: Ha sido una mañana muyagitada.

228. GUILLERMO: No cabe duda.

CORTE A ANGULO DEL CAFÉ CONIGNACIO Y SUS AMIGOS.FRANCISCO SE ACERCA Y LE HACEUN GESTO A SU HIJO. IGNACIO VAHACIA ÉL.

229. IGNACIO: ¿Ya nos vamos?

230. FRANCISCO: Sí… Tengo que pasar porel convento de Santa Clara y todavíame quedan cosas que hacer.

231. IGNACIO: Pero usted no me dijo nadade esa visita al convento.

232. FRANCISCO: Surgió de improviso. LaAbadesa me mandó un recado.

233. IGNACIO: ¿Algún problema con laprima Teresa?

234. FRANCISCO: No sé, Ignacio. ¡No tengola menor idea! Según Iraeta, la Abadesaquiere hablar acerca del futuro de lamuchacha.

235. IGNACIO: ¿Futuro? Pero ¿qué futuro sino tiene una peseta? ¿No estabadecidido que iba a ser monja?

236. FRANCISCO: Sí, pero…



237. IGNACIO: (INTERRUMPE) Usted medijo que pagaría la dote para que sequedara en el convento.

238. FRANCISCO: Sí, sí… Pero con tu primaes casi imposible dejar algo decidido,hijo. Tú no la conoces. Con Teresa¡nunca se sabe!

CORTE A;CELDA DE TERESA EN EL CONVENTO.- INTERIOR. DIA. ESCENA 18

TERESA TRISTE, SENTADA JUNTO ALA REJA DE SU CELDA. VISTE ELHABITO DE PUPILA (BLANCO COMODE NOVICIA). EN CUANTO LAABADESA ENTRA, SE PONE DE PIEY VA HACIA ELLA ANSIOSA.

239. ABADESA: Puedes estar tranquila, hijamía. Tu tío vendrá pronto. Mandédecirle con nuestro apoderado quenecesito verlo con urgencia.

240. TERESA: ¿Y yo podré hablar con él?

241. ABADESA: Espero que sí.

242. TERESA: Gracias, madre.

243. ABADESA: No tienes queagradecérmelo. Era un deber deconciencia. (TR) Pero dime, hija, ¿cómoes posible que quieras abandonarnos?¿Dónde vas a encontrar esta paz?

244. TERESA: No lo sé. A lo mejor no laencuentro nunca, madre. Pero aquítampoco tengo paz dentro de mí. Noduermo, no como y no vivo… soñando.

245. ABADESA: (REPROCHA) Con placeresmundanos.

246. TERESA: Perdóneme. Pero yo o tengovocación religiosa… ¡o no sé si la tengo!Cuando murió papá y me internaron enel convento era casi una niña. No



conozco la vida. Por eso quiero hablarcon mi tío para que saque un tiempo.Compréndame, madre. Antes deabrazar la vida religiosa, necesito sabera qué renuncio.

247. ABADESA: Bien. Yo no quiero forzar tudecisión. Pero piensa que es unafelicidad servir a Dios sin tener quecombatir las tentaciones del mundo.

248. TERESA: También es posible servirlo,combatiéndolas.

249. ABADESA: No es lo mismo, hija. Peroharé lo posible por ayudarte. Si tu tíodecide pedir permiso para sacarte delconvento, se lo concederé. Eres muyfantasiosa, Teresa. Por eso sueñas conel mundo. Cuando saltas y lo conozcas,sufrirás una gran desilusión. Entoncesregresarás con nosotras.

250. TERESA: Es posible.

251. ABADESA: Hasta ese día rezaré por ti,hija mía. Te dejo para que medites.Piensa bien el paso que vas a dar antesde hablar con tu tío.

252. TERESA: Así lo haré, madre.

LA ABADESA SALE Y LA EXPRESIÓNDE TERESA CAMBIA PORCOMPLETO. HAY EN ELLARESOLUCIÓN, DESAFIO.

253. TERESA: Bien. Ahora solo faltaconvencer a mi tío.

CORTE A;

SALA DE CASA DEL DR. ROMERO. INTERIOR. DIA. ESCENA 19ROMERO, EMILIA SU ESPOSA, SUHIJA MARIA LUISA Y LAURACONVERSAN.

254. LAURA: Entonces ¿lo convenció?

255. DOCTOR: Claro. El Marqués te inscribióen el sorteo. Y además me aseguró quetú serás una de las ganadoras.



256. LAURA: Bueno… eso creo que nadiepuede decirlo con seguridad. Queda enmanos de Dios. ¿No es así?

EL DOCTOR ROMERO CAMBIA UNAMIRADA DE INTELIGENCIA CON SUMUJER.

257. DOCTOR: Sí, claro…

258. LAURA: De todas maneras, leagradezco al señor Marqués su interésy sus buenos deseos. ¡Ojalá Dios leoiga!

LAURA SE ACERCA AL DOCTORSONRIENTE, AGRADECIDA.

259. LAURA: Y a usted, doctor, nunca tendrécon qué pagarle. Ha sido como unpadre.

260. EMILIA: Tú no tienes que pagarle nadaa nadie, corazón. Al contrario, tenerteaquí ha sido una alegría para nosotros.Ojalá te quedaras para siempre.

261. MA. LUISA: Claro que sí, Laura. ¡Nisiquiera tienes necesidad de apuntarteen ese sorteo! A ver ¿para qué? Talparece que prefieres el convento con talde salir de nosotros.

262. LAURA: ¡Ay, no seas mala, MaríaLuisa! Tú sabes que no es por eso. Yotengo necesidad de darle un sentido ami vida. Dedicarme a algo útil, comopapá.

263. DOCTOR: Además, esa dote también lesirve para el matrimonio.

264. MA. LUISA: ¡Ah, bueno! ¡Ya eso es otracosa, tú ves!

265. LAURA: ¿El matrimonio?LAURA SE QUEDA PENSATIVA.



266. LAURA: (P) No…, no sé. Prefiero elconvento.

CORTE A:SALA DE CASA DE MERCEDES. INTERIOR. TARDE. ESCENA 20

MERCEDES Y MATIAS SENTADOS.IRENE DE PIE IMPACIENTE.SOBRE LA MESA HAY UNA CESTACUBIERTA CON UN PAÑO.

267. IRENE: Aquel hombre tal parece quequería provocarlo. Pero el celador noquiso oír razones y cargó con Julián parla Comisaría. Y de allí se lo llevaron a lacárcel.

268. MERCEDES: Todo por mi culpa.

269. IRENE: ¿Cómo por su culpa, tía? ¿Quétiene usted que ver con eso?

MERCEDES SE VE MUY NERVIOSA

270. MERCEDES: Nada, hija. Pero yo debíimaginarme que algo así podía suceder.Y nos hubiéramos ido de la plazaenseguida…antes de que llegara tantagente.

271. IRENE: Pero ¿por qué?

272. MERCEDES: ¡Ay, porque sí, Irene! ¡AveMaría Purísima, mira que preguntas! Esque tú no te das cuenta de nada. Perono se puede tapar el sol con un dedo,mi vida. La gente es muy entrometida.Tú pareces una señorita blanca y aJulián se le ve…

273. IRENE: (INTERRUMPE) Lo parezco,pero no lo soy. Soy como usted, comoJulián…como Matías. (TR) Además,que eso a nadie le va ni le viene.

274. MERCEDES: Pero hay que evitar.

275. MATIAS: Perdone que yo meentrometa, Señá Mercedes. Pero comoquiera que sea ese hombre le faltó a la



niña, y eso es lo único que importa.Julián está preso injustamente ¿no?

276. MERCEDES; SÍ, claro.MATIAS SE LEVANTA.

277. MATIAS: Entonces, lo primerito esllegarse a la cárcel para averiguar loscargos y tratar de verlo.

278. IRENE: Iré contigo. Ya había preparadoalgunas cosas para llevárselas…

279. MERCEDES: Tú sola no puedes, Irene.

280. IRENE: (PROTESTA MOLESTA) ¡Pero,tía…!

281. MATIAS: (INTERVIENE) Si usted loconsiente, yo hablo con mi hermana yvamos los tres.

282. MERCEDES: Ah, bueno…Así es mejor,hijo. Porque yo no puedo salir.(ARREGLA) Estoy muy nerviosa.

283. IRENE: (CARIÑOSA) Volvemosenseguida. (LA BESA) Hágase una tila,¿eh?

284. MERCEDES: Sí.IRENE COGE LA CESTA DE LAMESA. SALE CON MATIAS.MERCEDES SE QUEDAPREOCUPADA.

CORTE A;

FACHADA DE CASA DE MERCEDES.- EXTERIOR.- TARDE. ESCENA 21

IRENE Y MATIAS SALEN DE LA CASAY SE ALEJAN CALLE ARRIBA.

IRAETA QUE LOS OBSERVA DESDELA ESQUINA OPUESTA SE OCULTAAL VERLOS.



CUANDO IRENE Y MATIAS SEPIERDEN ALEJANDOSE, IRAETA SEENCAMINA HACIA LA CASA DEMERCEDES.

CORTE A;SALA DE MERCEDES. INTERIOR. TARDE. ESCENA 22

MERCEDES SE VE INQUIETA,PREOCUPADA

EFECTOS=TOCAN EN PUERTA

MERCEDES SE LEVANTARAPIDAMENTE Y VA A ABRIR.

IRAETA APARECE JUNTO ALUMBRAL. LA MIRA CINICO.

285. IRAETA: ¿Estabas pensando en mí?

CORTE A:

ZAGUAN-COCHERA EN CASA DE MARIANO.- INTERIOR. TARDE. ESCENA 23ES UNA COCHERA ESPACIOSA QUEDA A LA GALERIA DE LA MANSIÓN.

DE UN LADO ESTAN MARIANO YDOÑA ANGELA, SU ESPOSA; DELOTRO, ISIDRO, ROSARIO,TOMASITO Y MEDINA, ELMAYORDOMO.

286. ANGELA: (IRONICA) ¿Los tres sonpara mí? Te lo agradezco mucho,querido. Tú como siempre, tanobsequioso. Seguro te costaron unafortuna.

287. MARIANO: Bueno, tú sabes lo carosque están los negros. Y estos soncriollos y con oficio. (TR) El muchachoparece listo y aprenderá lo que sea.Puede abanicarte, llevarte el farolcuando salgas… ¡qué sé yo! La madrees buena cocinera, sirve a la mesa ycomo ves, tiene buena presencia.

ANGELA MIRA A ROSARIO CONSUSPICACIA.

288. ANGELA: SÍ, ya veo. (TR) ¿Y ese?



289. MARIANO: El marido. Es calesero.

290. ANGELA: (IRONICA) Ah…, porque¿nos hacía falta otro calesero?

291. MARIANO: Más vale que sobren. Perosi te estorba, no importa. Es fuerte ypuedo mandarlo para el ingenio.

292. ISIDRO: Para donde yo vaya, van losmíos.

293. MARIANO: ¿Cómo? ¿Qué tú dijiste,perro?

294. ROSARIO: (RAPIDA) ¡Ay, dispense, sumercé…

295. MARIANO: ¡Cállate! ¡No es contigo! ¿Oes que quieren coger cuero “los tres”?

296. ROSARIO: ¡No!ROSARIO ABRAZA A TOMASITOTEMEROSA.

297. ISIDRO: No, mi amo…Naiden quierecuero, pero bando…

298. MARIANO: (LO INTERRUMPEVIOLENTO) ¡No me bembetees, negro!¡Yo sí que no me dejo soquetear deningun perro cachorro como tú! ¿Qué tehas creído? ¡Tienes muchas leyes!¡Eres muy rebenque, ¿eh? ¡Y decíanque sin tacha! ¡Yo te voy a enderezar ati! (TR) ¡Medina!

EL MAYORDOMO SE YERGUE YSACA EL LATIGO QUE LLEVA ALCINTO.

299. ANGELA: No es para tanto, Mariano.

300. MARIANO: ¿Ah, no? ¿No ves que esun bocón? ¿Voy a dejar que haga ydeshaga para que me eche a perder alos demás? ¡Nada de eso! Este negroestá pidiendo cuero y hay que darlegusto enseguida. ¡Él va a aprender a



fuete limpio que aquí no hay mas bandoque yo!

EL MAYORDOMO RESTELLEA ELLATIGO EN EL SUELO.

CORTE A:

SALA DE CASA DE MERCEDES. INTERIOR. TARDE. ESCENA 24MERCEDES CON IRAETA.

301. MERCEDES: Pero Irene no puede ir alsorteo. Como quiera que sea, suorigen…

IRAETA LA INTERRUMPE FRIO,TAJANTE.

302. IRAETA: No tiene importancia. Ellapuede pararse al lado de muchas quevisten sedas y encajes sin que se delatesu verdadera condición,despreocupate….”Manos amigas” seencargarán de resolver el certificado depureza de sangre que exige comorequisito el sorteo y la muchacha seráuna de las ganadoras. Tú sólo tienesque convencerla.

303. MERCEDES: Ella no va a querer.

304. IRAETA: ¡Convencela! Irene puedeaspirar a lo mejor. De ti depende verlapor las calles rodando quitrín, muy biencasada con un blanco rico. ¿O es queprefieres que sea la mujer de eseandrajoso?

305. MERCEDES: (CON CALOR) Es ellaquien lo prefiere. Irene está enamoradade Julián y no siente reparo nivergüenza por eso. Se aman y sonfelices.

306. IRAETA: Eso es cosa del pasado. ¿Note das cuenta, Mercedes? Julián está enla cárcel y se puede quedar allí parasiempre. Irene tiene…una nueva vidapor delante.

CORTE A:



ZAGUAN COCHERA EN CASA DE MARIANO.INTERIOR, TARDE. ESCENA 25MEDINA AZOTA A ISIDRO QUE ESTAAMARRADO CONTRA LA PARED.MARIANO Y ANGELA LO MIRAN.ROSARIO Y TOMASITO TAMBIEN LOMIRAN LLORANDO.

307. ANGELA: ¿Lo vas a matar? Tal pareceque es a ti a quien le estorba.

308. MARIANO: ¿Estás loca? Me costó muycaro y tú sabes que no me gusta tirar eldinero. Pero a ese negro le hacía faltaun buen cuero. Míralo, es pura soberbia.(TR) ¡Yo lo voy a enseñar a respetar y adoblar el lomo!

MEDINA SIGUE AZOTANDO A ISIDROQUE AGUANTA SIN QUEJARSE.

CORTE A

SALA DE MERCEDES.- INTERIOR.- TARDE. ESCENA 26IRAETA SE SIENTA. MERCEDESESTA DE PIE FRENTE A ÉL.

309. IRAETA: Piénsalo, no hay apuro. Elmuchacho es joven y puede estar en lacárcel el tiempo que tú quieras. Claroque si se demora mucho es probableque pierda la licencia de maestro. Peroya buscará otra forma de ganarse elpan. Si es que sale de allí algún día.(TR) Depende de ti, Mercedes. Piensaque es por el bien de Irene. ¿Quédices? ¿Vas a convencer a la muchachapara que se presente al sorteo de laObra pía? Tú decides.

SONIDO=MUSICA DRAMATICA.

CORTE A:SALIDA Y CREDITOSCORRESPONDIENTES.

SILVIA PÉREZ LLERAFIN DEL CAPITULO 1.

original de: silvia pÉrez llera - liselot · puerta, muere dejando un curioso testamento con un...

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