I

ADORACIÓN POR LA PAZ Y LA VIDA

II

Los voluntarios que trabajamos por la vida, nos reunimos para rezar ante el Santísimo por las causas de la Paz y la Vida, y os

invitamos a todos los que queráis, a uniros a nuestra

oración, delante del Santísimo, o en vuestras casas, o donde os

pille y mejor os venga.

Ya de antemano os agradecemos vuestras oraciones, y nos unimos

en Cristo para mantenernos todos, los unos a los otros, en la

oración.

MUCHÍSIMAS GRACIAS QUE DIOS OS LO PAGUE

III

ADORACIÓN POR LA PAZ Y LA VIDA

(En comunión con los santos, rezamos los primeros viernes de mes de cinco a seis de la tarde, por la paz y la vida, se puede rezar

cualquier día, todos los días, es algo muy necesario, gracias por vuestras oraciones, los voluntarios que trabajamos por la vida os las

agradecemos muchísimo)

Querido Señor Jesús, nos hemos reunido hoy aquí, delante de tu cuerpo, tan cerquita de ti, para, como

niños pequeños, quererte, adorarte y llenarte de besos. Queremos, Padre, adularte, conmoverte, para al final suplicarte un regalo muy grande. Venimos a rezar por la PAZ y la VIDA, y queremos hacerlo en

adoración, de rodillas, porque aunque es osado nuestro deseo, hoy no podemos callarlo: VENIMOS A PEDIRTE QUE TERMINES CON EL ABORTO EN EL MUNDO ENTERO. Señor, el aborto genera ira, la ira violencia, y la violencia acaba con la PAZ.

Sabemos que Tú puedes, eres sobretodo misericordioso, y capaz de conmover los corazones

de los hombres sin perturbar su libertad, pero quieres que te lo pidamos, y como por nosotros mismos no somos capaces, te lo pedimos a través de tu madre:

IV

Oh María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a Ti confiamos la causa de la vida: mira, Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad. Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor, para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida.

Juan Pablo II

V

DOS PETICIONES SEÑOR: Por todas la mujeres que están embarazadas, por las que se están planteando abortar, por las valientes que siguen adelante con el embarazo, por las que terminan abortando, para que el Señor las acompañe siempre en su camino, no las deje nunca solas y les devuelva la PAZ. Roguemos al Señor. Por todos los niños que están en el cielo, abortados voluntaria o involuntariamente por sus madres, para que cuiden de ellas, sus madres, de sus padres, de sus hermanos y de los voluntarios que luchan por la vida, especialmente por los casos que llevan ahora entre manos. Roguemos al Señor.

ORACIÓN DEL NIÑO QUE VA A MORIR EN EL VIENTRE DE SU

MADRE Señor mío y Dios mío, como miembro vivo de Tu Amor, les quiero prestar hoy mis labios y mi corazón, a todos estos niños que van a morir hoy en el seno de sus madres en contra de Tu Voluntad. Te ruego aceptes ésta, mi humilde oración, que es la suya, y estoy seguro que si pudieran hablar, ellos mismos te la dirían:

VI

ACEPTACIÓN DE LA MUERTE: Oh Dios, Padre mío, Señor de la vida y de la muerte, que con decreto inmutable, en justo castigo de las culpas de los hombres y mujeres a los que se les ha permitido nacer, has establecido que todos los hombres hayan de morir: mírame aquí, en el vientre de mi madre, postrado delante de Ti. Aborrezco de todo corazón las culpas de mis padre pasadas, por las que han merecido mil veces la muerte, muerte que ahora acepto yo para expiarlas, y para que en adelante, los cuides e ilumines para que obedezcan a tu amable voluntad. Gustosamente moriré, Señor, en el tiempo, en el lugar, y del modo, al que a ellos, a mis padres, les han convencido para matarme; y hasta entonces aprovecharé los días, horas o minutos de vida que me queden, para luchar contra sus defectos y crecer en tu amor, para romper los lazos que atan mi corazón a las criaturas, a esos dos seres que me han dado la vida y ahora van a quitádmela, esos lazos irrompibles he de romperlos, para preparar mi alma a comparecer en tu presencia; y desde ahora me abandono sin reservas, en los brazos de tu paternal Providencia, que son los únicos que me aceptan. ORACIÓN PARA OBTENER UNA BUENA MUERTE: Creador mío y Padre mío, te pido la más importante de todas tus gracias para mis padres: la perseverancia final y una muerte santa. Por grande que haya sido el abuso que han hecho de la vida que les has

VII

dado, incluida la mía, concédeme a mí, que no he tenido ocasión para ofenderte, y que a favor suyo voy a ofrecerte todo el sufrimiento de mi muerte, concédeme que a partir de ahora, aprendan a vivir la vida y terminarla en tu santo Amor. Que el que yo muera, Señor, les sirva a ellos para morir como los santos Patriarcas, dejando sin tristezas este valle de lágrimas, para que puedan venir conmigo a gozar del descanso eterno en nuestra verdadera patria. Que yo muera como el glorioso san José, acompañado de Jesús y María, pronunciando estos nombres dulcísimos, que aunque nadie me ha enseñado a pronunciar, espero bendecir y alabar por toda la eternidad. Que ellos mueran como la Virgen Inmaculada, en la caridad más pura y con el único deseo de unirnos al único objeto de nuestros amores. Que ellos mueran como Jesús en la Cruz, plenamente identificados con la voluntad del Padre, hechos holocausto por amor. Jesús, muerto por mí, muerto por ellos, concédenos la gracia de morir en un acto de perfecta caridad hacia a Ti.

VIII

Santa María, Madre de Dios, ruega por mí y por mis padres, ahora, y en la hora de nuestra muerte. San José, nuestro Padre y Señor, alcánzanos que muramos con la muerte de los justos.

ORACIÓN PARA EL MOMENTO DE LA MUERTE: Señor, Dios mío: ya desde ahora acepto de buena voluntad, como venida de tu mano, cualquier género de muerte que quieras enviarme, con todas sus angustias, penas y dolores. Sólo te pido una cosa Señor, que no se lo tengas en cuenta, ni a mis padres, ni a los médicos, ni a las enfermeras, ni a nadie que haya intervenido, directa o indirectamente, en el acto de mi muerte. Acoge Señor estas angustias, penas y dolores como ofrecimiento por su perdón y conversión.

JESÚS, JOSÉ Y MARÍA. OS DOY EL CORAZÓN Y EL ALMA MIA

JESÚS, JOSÉ Y MARÍA.

ASISTIDME EN MI ÚLTIMA AGONÍA

JESÚS, JOSÉ Y MARÍA. EXPIRE EN PAZ CON VOSOTROS

EL ALMA MÍA.

IX

Ahora, para completar la hora santa, se puede elegir entre una de estas tres acciones:

Lectura y meditación de la Encíclica Evangelium Vitae de Juan Pablo II.

Rezar un Rosario por la Vida. Si hay quórum y un voluntario dispuesto, se puede

dar un testimonio de oración y vida.

ORACIÓN PARA ABOLIR EL ABORTO

Dios Padre, te agradezco por el obsequio de mi vida, por las vidas de todos mis hermanos y hermanas. Sé que no hay nada que destruya la vida más que el aborto, y me

regocijo al saber que Tú has conquistado la muerte con la resurrección de Tu Hijo. Estoy listo para poner de mi

parte en la lucha para abolir el aborto. Este día me comprometo a nunca más quedarme en silencio, nunca más quedarme pasivo, y nunca más olvidarme de los no

nacidos. Me comprometo a ser activo en los movimientos pro vida (con mi acción o con mi oración) y nunca dejar

de luchar por la vida hasta que todos mis hermanos y hermanas sean protegidos, y que nuestra nación sea de nuevo una nación con libertad y justicia no solo para

algunos, sino para todos, Por Cristo Nuestro Señor.

¡¡¡AMEN!!! P. Frank Pavone

National Director, Priests for Life

X

I H S

OH, ESPÍRITU SANTO, ALMA DE MI ALMA, TE ADORO; ILUMÍNAME, GUÍAME, FORTIFÍCAME, CONSUÉLAME, DIME QUÉ DEBO HACER, ORDÉNAME. TE PROMETO SOMETERME A TODO LO QUE QUIERAS DE MÍ, Y ACEPTO TODO LO QUE PERMITAS QUE ME SUCEDA. HAZME SOLAMENTE CONOCER TU VOLUNTAD.

SIETE VENTAJAS PRECIOSAS PARA EL QUE HA HECHO LA PROMESA DE PROPAGAR LA DEVOCIÓN AL ESPÍRITU SANTO

1º.- Se crea un lazo de amor entre nuestra alma y la Tercera persona de la Santísima Trinidad. 2º.- Un aumento notable de todas nuestras devociones, especialmente a la Sagrada Eucaristía, al Corazón de Jesús y de la Santísima Virgen. 3º.- Una seguridad de recibir en el alma más inspiraciones del Espíritu Santo y la fuerza para reconocer y amar al Santificador de las almas. 4º.- Procurar de una manera excelente la gloria de Dios trabajando cada día en hacer conocer y amar al Santificador de las almas. 5º.- Trabajar muy especialmente por el advenimiento del Reinado de Dios en el mundo por la acción del Espíritu Santo vivificante. 6º.- Ser verdadera y prácticamente Apóstol del Espíritu Santo. 7º.- Atraer sobre el alma auxilios espirituales del Espíritu Santo, más íntima unión con Dios por medio del Santificador, mayor progreso en la oración mental, más consuelo y hasta alegría en la hora de la muerte después de tan sublime apostolado. El invocar a menudo al Espíritu Santo, es prenda segura de acierto en los negocios que traemos entre manos.

XI

ORACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA PARA PEDIR ALGUNA GRACIA AL ESPÍRITU SANTO

¡Oh María, Hija humildísima del Padre, Madre purísima del Hijo, Esposa amadísima del Espíritu Santo! Yo te amo y te ofrezco todo mi ser para que lo bendigas. Madre admirable, Consuelo del que llora, Abogada dulcísima de los pecadores, ten piedad de todos aquellos a quienes amo; y por tu inmaculado Corazón, Sagrario de la Santísima Trinidad, Asiento de su poder, Trono de la Sabiduría y Piélago de la bondad, alcánzanos que el Espíritu Santo forme en cada uno de nuestros corazones un nido en que repose para siempre. Alcánzame lo que con todo el fervor de mi alma te pido por los merecimientos de Jesús y los tuyos, si es para gloria de la Trinidad Santísima y bien de mi alma. ¡Virgen Santa, Esposa del Espíritu Santo, acuérdate de que eres mi Madre! Amén.

CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Recibid, ¡oh Espíritu Santo! La consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día, para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el Amor de mi Corazón. Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. ¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador, Gloria al Hijo Redentor, Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.

XII

Los voluntarios que trabajamos por la vida te agradecemos de todo corazón tus oraciones y el tiempo que has dedicado a rezar por nosotros. Si conoces de alguna persona que se encuentre ante un embarazo imprevisto y se esté planteando abortar, por favor, no la juzgues, escúchala, necesita de tu ayuda, si no te ves capaz, llámanos, nosotros la podemos ayudar.

Cuando no sepas qué hacer ante un embarazo imprevisto…

Cuando te sientas sola,

presionada y abandonada…

Llámanos: 902 188 988

Si quieres colaborar como voluntario, o con ropita, o con accesorios de niños, o repartiendo folletos, o conoces a algún profesional (médico, psicólogo, psiquiatra, abogado, farmacéutico…) que quiera colaborar con nosotros, o lo que se te ocurra, llámanos, contamos contigo, te necesitamos.

RedMadre Cádiz 636 76 52 78