Oración por las

VocacionesJesuitas

Conferencia de Provinciales en América Latina y El Caribe - CPAL

2017 - Vocaciones Jesuitas ColombiaCompañía de Jesús - ColombiaCarrera 25 No 39 - 79 Bogotá, Colombiawww.serjesuita.co

Diseño: Comunicaciones Jesuitas Colombia

Presentación

Día 1: Callejear la Fe junto a los jóvenes

Día 2: Hoy Dios sigue llamando

Día 3: Dios limpia la vid

Día 4: Dios nos invita a permanecer en Jesús

Día 5: Permanecer en Cristo para vivir en la alegría

Contenido

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“�o hay nada más hermoso que contemplar las ganas, la entrega, la pasión y la energía

con que muchos jóvenes viven la vida”

Papa Francisco

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Amigos en el

Señor

Queridos compañeros en la misión,

La visita del Papa Francisco a Colombia ha llenado a nuestro cuerpo apostólico de gozo y esperanza y nos ha animado y fortalecido para seguir colaborando incansablemente con la Misión de Dios en cada una de las regiones y territorios donde estamos presentes.

En Medellín, durante el encuentro con los religiosos, religiosas, sacerdotes, seminaristas y demás consagrados; Francisco nos recordó que Jesús, que es la vid verdadera, nos ha elegido, llamado y convocado a nosotros para que demos frutos y así mismo hoy, en medio de las diversas realidades en las que vivimos, Dios sigue llamando a muchos jóvenes. Abandonarnos en la idea de que no hay vocaciones de especial consagración es, según nuestro hermano Francisco, “cuento chino” porque Dios sigue llamando.

Es verdad que los números, el cambio de época y la cultura en la que vivimos han hecho mayor la preocupación por la cantidad y calidad de las vocaciones a la Compañía de Jesús. Sin embargo, el mismo Papa nos ha recordado en muchos momentos que Dios, que no se deja ganar en generosidad y supera nuestras expectativas, hace germinar los frutos de nuestro

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¡En todo amar y servir!

trabajo más allá de lo que se puede esperar de la eficiencia humana. Ésta es la confianza con la que abrimos nuestro corazón a la acción del Espíritu y pedimos con nuestra oración asidua al buen Dios que envíe a nuestra Compañía jóvenes generosos, apasionados y entregados al proyecto del Reino.

Todos nosotros, jesuitas y compañeros apostólicos de las distintas provincias de la CPAL, estamos invitados a fomentar e inspirar la fecundidad vocacional del cuerpo apostólico de la Compañía en América Latina y El Caribe, por esta razón queremos invitarlos para que a lo largo de estos días previos a la celebración de la fiesta de todos los Santos y Beatos de la Compañía oremos por las vocaciones, las nuestras y las que han de venir, dejándonos interpelar por las palabras del Papa Francisco y reflictiendo sobre nosotros para sacar provecho.

Que el Señor nos conceda la gracia de hacernos callejeros de la fe, para estar más cerca a los jóvenes y ser testigos de la acción de Dios en sus vidas, y de permanecer en Él para vivir en la alegría de la vocación a la que nos sigue invitando.

Santiago Tobón Grajales, S.J.Vocaciones Jesuitas Colombia

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Francisco nos dice ¹ …

La alegoría de la vid verdadera se da en el contexto de la última cena de Jesús. En ese ambiente de intimidad, de cierta tensión pero cargada de amor, el Señor lavó los pies de los suyos, quiso perpetuar su memoria en el pan y el vino, y también les habló a los que más quería desde lo hondo de su corazón.

En esa primera noche «eucarística», en esa primera caída del sol después del gesto de servicio, Jesús abre su corazón; les entrega su

Día 1: Callejear la Fejunto a los jóvenes testamento. Y así como en aquel

cenáculo se siguieron reuniendo posteriormente los Apóstoles, algunas mujeres y María, la Madre de Jesús (cf. Hch 1,13-14). También cada uno de nosotros podríamos narrar la propia historia vocacional. Todos coincidiríamos en la experiencia de Jesús que sale a nuestro encuentro, que nos primerea y que de ese modo nos ha captado el corazón.Muchos de nosotros hemos descubierto este Jesús vivo en nuestras comunidades; comunidades de un fervor

¹ Adaptación y apartes de las palabras del Papa Francisco en el encuentro con sacerdotes, religiosos, consagrados, seminaristas y sus familias en Medellín el 9 de septiembre de 2017.

apostólico contagioso, que entusiasman y suscitan atracción. Donde hay vida, fervor, ganas de llevar a Cristo a los demás, surgen vocaciones genuinas; la vida fraterna y fervorosa de la comunidad es la que despierta el deseo de consagrarse enteramente a Dios y a la evangelización (cf. Evangelii Gaudium, 107). Los jóvenes son naturalmente inquietos, o ¿me equivoco?

Los jóvenes son naturalmente inquietos y, si bien asistimos a una crisis del compromiso y de los lazos comunitarios, son muchos los jóvenes que se solidarizan ante los males del mundo y se embarcan en diversas formas de militancia y de voluntariado. Y algunos, sí, son

católicos practicantes, otros son católicos al agua de rosas, como decía mi abuela; otros no saben si creen o no creen, pero esa inquietud los lleva a hacer algo por los demás; hace llenar los voluntariados de todo el mundo de rostros jóvenes. Y cuántos sin saber que lo están llevando, lo llevan. Esa riqueza de callejear sirviendo, de ser callejeros de una fe que quizás ellos mismos no terminan de entender, ser testimonio, testimonio que nos abre a la acción del Espíritu Santo que entra y nos va trabajando el corazón. Hay que encauzar la inquietud.

Dejarme interpelar…

1. ¿Cómo he conocido a Jesús?2. ¿A través de qué personas, encuentros, actividades… he descubierto a ese Jesús vivo que me entusiasma y me atrae?3. ¿Me experimento como un callejero de la fe?4. ¿Estoy cerca a los jóvenes callejeando la fe y acompañándoles en sus búsquedas y necesidades? 5. ¿Cómo puedo estar más cerca de los jóvenes para ayudarles a descubrir a Jesús?

Preces…

Elevemos a Dios nuestra súplica y respondamos a cada intención diciendo:R/. Dios de amor, escucha nuestra oración.

1. Oremos por los jóvenes de nuestro país para que mantengan encendido el fuego del amor por el Señor que hace desbordante el gozo y es suficiente para incendiar el mundo. Roguemos al Señor. R/.

2. Oremos para que los jóvenes no se dejen robar la alegría y la esperanza, vuelen alto y sueñen grande para

Dejarme interpelar…

1. ¿Cómo he conocido a Jesús?2. ¿A través de qué personas, encuentros, actividades… he descubierto a ese Jesús vivo que me entusiasma y me atrae?3. ¿Me experimento como un callejero de la fe?4. ¿Estoy cerca a los jóvenes callejeando la fe y acompañándoles en sus búsquedas y necesidades? 5. ¿Cómo puedo estar más cerca de los jóvenes para ayudarles a descubrir a Jesús?

Preces…

Elevemos a Dios nuestra súplica y respondamos a cada intención diciendo:R/. Dios de amor, escucha nuestra oración.

1. Oremos por los jóvenes de nuestro país para que mantengan encendido el fuego del amor por el Señor que hace desbordante el gozo y es suficiente para incendiar el mundo. Roguemos al Señor. R/.

2. Oremos para que los jóvenes no se dejen robar la alegría y la esperanza, vuelen alto y sueñen grande para

En uno de los viajes, en la Jornada de la Juventud de Polonia, en el almuerzo que tuve con los jóvenes, con 15 jóvenes y el Arzobispo, uno me preguntó: ¿qué le puedo decir yo a un

compañero mío joven que es ateo, que no cree; qué argumento le puedo dar? Y a mí se me

ocurrió contestarle: mirá, lo último que tenés que hacer es decirle algo. Se quedó mirándome. Empieza a hacer; empieza a comportarte de tal manera que la inquietud que él tiene adentro lo

haga curioso y te pregunte, y cuando te pregunte por tu testimonio, ahí podrás

empezar a decir algo. Es tan importante ese callejear la fe, callejear la vida.

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construir una sociedad distinta. Roguemos al Señor, R/.

3. Oremos por los jóvenes que viven en ambientes complejos para que no cedan ante la tentación de caer en una atmósfera de relativismo, dejando de lado esa potencialidad de entender el dolor de los que han sufrido. Roguemos al Señor. R/.

4. Oremos por todos nosotros para que aprendamos de los jóvenes a reconocer el sufrimiento de los otros, a dejarnos conmover por las necesidades de los más frágiles y dedicarnos a ellos. Roguemos al Señor, R/.

5. Oremos al buen Dios para que nos ayude a perdonar a quienes nos han herido; a no dejarnos enredar por historias viejas y a mirar adelante sin el lastre del odio. Roguemos al Señor, R/.

Atiende Señor aquello que te hemos presentado con fe y devoción y concédenos ser fieles compañeros tuyos en la construcción del Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración final…

Amadísimo y generoso Dios, eres Tú quien nos llama por nuestro nombre y nos pides que te sigamos. Ayúdanos a crecer en el amor y en el servicio a los jóvenes. Danos el entusiasmo y la energía de tu Espíritu para acompañarlos en sus caminos y búsquedas, inspíranos para ayudarles a conocerte mejor y abre nuestros corazones para oír tu llamada.

Concédeles a los jóvenes tu ayuda para que puedan ser libres y no esclavos, de modo que tengan el corazón sólo para Ti y de este modo tu llamada pueda llegar y pueda dar fruto.

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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Día 2: Hoy Dios sigue llamando

Francisco nos dice² …

¿En qué contextos se generan los frutos de las vocaciones de especial consagración? Seguramente en ambientes llenos de contradicciones, de claroscuros, de situaciones vinculares complejas. Nos gustaría contar con un mundo, con familias y vínculos más llanos, pero somos parte de este cambio de época, de esta crisis cultural, y en medio de ella, contando con ella, Dios sigue llamando.

A mí no me vengan con el cuento de que: no, claro, no hay tantas vocaciones de especial consagración

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² Adaptación y apartes de las palabras del Papa Francisco en el encuentro con sacerdotes, religiosos, consagrados, seminaristas y sus familias en Medellín el 9 de septiembre de 2017.

“A mí no me vengan con el

cuento de que: no, claro, no hay

tantas vocaciones de especial

consagración porque, claro, con

esta crisis que vivimos… Eso

saben ¿qué es? Es cuento chino

¿clarito? Aún en medio de esta

crisis, Dios sigue llamando”.

porque, claro, con esta crisis que vivimos… Eso saben ¿qué es? Es cuento chino ¿clarito? Aún en medio de esta crisis, Dios sigue llamando.

Sería casi evasivo pensar que todos ustedes han escuchado el llamado de Dios en medio de familias sostenidas por un amor fuerte y lleno de valores como la generosidad, el compromiso, la fidelidad o la paciencia (cf. Amoris Laetitia, 5). Algunas, quiera Dios que muchas, serán así. Pero tener los pies sobre la tierra es reconocer que nuestros procesos vocacionales, el despertar del llamado de Dios, nos encuentra más cerca de aquello que ya relata la Palabra de Dios y del que tanto sabe Colombia: «Un sendero de sufrimiento y de sangre [...] la violencia fratricida de Caín sobre Abel y los distintos litigios entre los

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hijos y entre las esposas de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob, llegando luego a las tragedias que llenan de sangre a la familia de David, hasta las múltiples dificultades familiares que surcan la narración de Tobías o la amarga confesión de Job abandonado» (ibíd., 20). Desde el comienzo ha sido así: No piensen en la situación ideal, esta es la situación real. Dios manifiesta su cercanía y su elección donde quiere, en la tierra que quiere y como esté en ese momento, con las contradicciones concretas, como Él quiere. Él cambia el curso de los acontecimientos al llamar a hombres y mujeres en la fragilidad de la historia personal y comunitaria. No le tengamos miedo a esa tierra compleja.

Antenoche una chica con capacidades especiales, en el grupo que me dio la bienvenida en la Nunciatura, habló que el núcleo de lo humano está en la vulnerabilidad y explicaba porqué. Y a mí se me ocurrió preguntarle: todos somos vulnerables, sí, todos, pero ¿hay alguien que no es vulnerable? Me contestó: Dios. Pero Dios quiso hacerse vulnerable y quiso salir a callejear con nosotros, quiso salir a vivir nuestra historia tal como era; quiso hacerse hombre en medio de una contradicción, en medio de algo incomprensible, con la aceptación de una chica que no comprendía y de un hombre justo que siguió lo que le fue mandado, pero todo eso en medio de contradicción.

Todos tenemos que estar atentos para que cada sarmiento sirva para lo que fue pensado: dar frutos. Desde los comienzos, a quienes les toca acompañar los procesos vocacionales, tendrán que motivar la recta intención, un deseo auténtico de configurarse con Jesús, el pastor, el

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amigo, el esposo. Cuando los procesos no son alimentados por esta savia verdadera que es el Espíritu de Jesús, entonces hacemos experiencia de la sequedad y Dios descubre con tristeza aquellos tallos ya muertos.

Las vocaciones de especial consagración mueren cuando se quieren nutrir de honores, cuando están impulsadas por la búsqueda de una tranquilidad personal y de promoción social, cuando la motivación es «subir de categoría», apegarse a intereses materiales, que llega incluso a la torpeza del afán de lucro. Como he dicho ya en otras ocasiones y lo quiero repetir como algo que es verdad y es cierto: el diablo entra por el bolsillo. Esto no es privativo de los comienzos, todos nosotros tenemos que estar atentos porque la corrupción en los hombres y mujeres que están en la Iglesia empieza así, poco a poco, luego —nos lo dice Jesús mismo— se enraíza en el corazón y acaba desalojando a Dios de la propia vida.

Dejarme interpelar…

1.¿En qué contexto me sentí llamado e invitado por Dios a seguirle con especial consagración como Jesuita?2. ¿A través de qué personas, encuentros, actividades… experimenté la llamada de Dios a seguirle en su Compañía?3. ¿Experimento mi vulnerabilidad? ¿La acojo y acepto con realismo y misericordia?4. ¿Me expongo a la realidad del mundo de hoy? ¿Salgo a la calle a acompañar a los jóvenes en su historia?5. ¿Cómo puedo motivar en los jóvenes la recta intención y el deseo auténtico de configurarse con Jesús?

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Preces…

Con esta oración nos unimos a tantas familias, comunidades juveniles ignacianas, jesuitas y religiosas que hoy piden por las vocaciones a la Compañía de Jesús. Unámonos a cada petición diciendo:R/. Envía, Señor, vocaciones a tu Compañía.

1. Pidamos al Señor por todos los jóvenes para que puedan profundizar en la experiencia del Dios de Jesucristo y puedan ofrecer sus vidas generosamente a aquella misión que Jesús les quiera confiar. Roguemos al Señor. R/.

2. Pidamos al Señor por los candidatos a la Compañía de Jesús para que el Señor les confirme a lo largo de su proceso de discernimiento el camino donde Él quiere que le sirvan. Roguemos al Señor. R/.

3. Pidamos al Señor por los Novicios Jesuitas en América Latina y el Caribe que realizan su primer año de Noviciado para que experimenten existencialmente la vocación como fruto de una Elección Fundamental en su vida. Roguemos al Señor. R/.

4. Pidamos al Señor por los Novicios Jesuitas de Segundo año para que el Señor les confirme en sus elecciones y puedan ofrecer sus vidas a Dios a través de los

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votos religiosos de pobreza, castidad y obediencia. Roguemos al Señor. R/.

5. Pidamos al Señor por todos nosotros para que el deseo de abrazar perpetuamente la pobreza, la castidad y la obediencia como testimonio y anuncio profético del Reino de Dios presente en el mundo se haga explícita a través de la vivencia servicial y alegre de nuestra identidad religiosa. Roguemos al Señor. R/.

Acoge, Señor, estas súplicas que te hemos presentado con fe y devoción y concédenos ser fieles compañeros tuyos en la construcción del Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración final…

Dios de la vida, inspira en los corazones de los jóvenes el deseo de seguirte, para enriquecer a tu Iglesia con su energía y su alegría. Infunde en ellos tu Espíritu para que puedan ofrecer sus vidas generosamente al servicio de tu Reino y te pedimos que, aquellos que deseen seguirte desde la vida religiosa en la Compañía, puedan encontrar en tu mínima Compañía el hogar donde sus talentos puedan ponerse al servicio del mundo.

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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Día 3: Dios limpia la vid

Francisco nos dice³ …

Hay situaciones, estilos y opciones que muestran los signos de sequedad y de muerte: ¿Cuándo es eso? ¡No pueden seguir entorpeciendo el fluir de la savia que alimenta y da vida! El veneno de la mentira, el ocultamiento, la manipulación y el abuso al Pueblo de Dios, a los frágiles y especialmente a los ancianos y niños no pueden tener cabida en nuestra comunidad. Cuando un consagrado, una consagrada, una comunidad, una institución, llámese parroquia o lo que sea, opta por ese estilo, es una rama seca, sólo hay que sentarse a esperar que el Señor la venga a

³Adaptación y apartes de las palabras del Papa Francisco en el encuentro con sacerdotes, religiosos, consagrados, seminaristas y sus familias en Medellín el 9 de septiembre de 2017.

En nuestros santos y beatos

jesuitas tenemos ejemplos

contundentes de que es posible dar fruto, y en

abundancia, como el grano

de trigo, si somos capaces

de entregarnos, de donar la vida

generosa y libremente.

cortar. Son ramas que decidieron secarse y que Dios nos manda cortar.

Pero Dios no sólo corta; la alegoría continúa diciendo que Dios limpia la vid de imperfecciones. Tan linda es la poda; duele pero es linda. La promesa es que daremos fruto, y en abundancia, como el grano de trigo, si somos capaces de entregarnos, de donar la vida libremente.

La buena noticia es que Él está dispuesto a limpiarnos, la buena noticia es que no estamos terminados, estamos en proceso de fabricación; que como buenos discípulos estamos en camino. ¿Cómo va cortando Jesús los factores de muerte que anidan en nuestra vida y distorsionan el llamado? Invitándonos a permanecer en Él.

Dejarme interpelar…

1. ¿Cómo a lo largo de mi historia Dios me ha venido limpiando de mis imperfecciones?2. ¿Qué situaciones, estilos y opciones muestran hoy signos de sequedad y de muerte en mi vida religiosa?3. ¿Cómo me está llamando hoy Dios a permanecer en Él?

Preces…

Elevemos a Dios nuestra súplica y respondamos a cada intención diciendo:R/. Limpia, Señor, nuestras imperfecciones para que demos fruto en abundancia.

1. Para proclamar el evangelio con amor, pobreza y humildad, dispuestos a toda clase de trabajos y capaces de aceptar la muerte y la muerte de cruz...R/. Limpia, Señor, nuestras imperfecciones para que demos fruto en abundancia.

2. Para que los ídolos de este mundo -dinero, placer, prestigio y poderío- sean denunciados proféticamente por hombres que viven consagrados en pobreza, castidad y obediencia, purificados de todo egoísmo y entregados a la persona y obra de Jesús... R/. Limpia, Señor, nuestras imperfecciones para que demos fruto en abundancia.

3. Para destruir la obra del egoísmo del hombre y proclamar la posibilidad evangélica de la

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fraternidad universal, basada en la participación, la unión y el servicio al prójimo... R/. Limpia, Señor, nuestras imperfecciones para que demos fruto en abundancia.

4. Para que, como compañeros que se han congregado bajo la misma bandera de la cruz en fidelidad al Vicario de Cristo, construyamos un mundo más humano y más divino, entregándonos totalmente al servicio de la fe y la promoción de la justicia... R/. Limpia, Señor, nuestras imperfecciones para que demos fruto en abundancia.

Tú, Señor, que has encaminado a tantos hijos tuyos por el seguimiento de Jesús pobre y humilde; ayúdanos a permanecer fieles a nuestra vocación y a recorrer el camino que nos conduce a ti. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración final…

Padre Eterno, nosotros, sucesores de aquel puñado de hombres que fueron los primeros compañeros de Jesús, repetimos a nuestra vez la misma súplica de ser puestos con tu Hijo y de servir bajo la insignia de la cruz y nos ofrecemos a ti, desde lo más hondo de nuestro ser, diciendo: Tomad, Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento, y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer. Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno, todo es vuestro; disponed a toda vuestra voluntad; dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta. Amén.

Francisco nos dice⁴ …

…Permanecer no significa solamen-te estar, sino que indica mantener una relación vital, existencial, de absoluta necesidad; es vivir y crecer en unión íntima y fecunda con Jesús, fuente de vida eterna. Permanecer en Jesús no puede ser una actitud meramente pasiva o un simple abandono sin consecuencias en la vida cotidiana y concreta:

Permanecemos en Jesús tocando la humanidad de Cristo.

Día 4: Dios nosinvita apermanecer en Jesús

⁴Adaptación y apartes de las palabras del Papa Francisco en el encuentro con sacerdotes, religiosos, consagrados, seminaristas y sus familias en Medellín el 9 de septiembre de 2017.

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Con la mirada y los sentimientos de Jesús, que contempla la realidad no como juez, sino como buen samarita-no; que reconoce los valores del pueblo con el que camina, así como sus heridas y sus pecados; que descubre el sufrimiento callado y se conmueve ante las necesidades de las personas, sobre todo cuando estas se ven avasalladas por la injusticia, la pobreza indigna, la indiferencia, o por la perversa acción de la corrupción y la violencia.

Con los gestos y palabras de Jesús, que expresan amor a los cercanos y búsqueda de los alejados; ternura y firmeza en la denuncia del pecado y el anuncio del Evangelio; alegría y generosidad en la entrega y el servicio, sobre todo a los más

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pequeños, rechazando con fuerza la tentación de dar todo por perdido, de acomodarnos o de volvernos sólo administradores de desgracias. Cuántas veces escuchamos a hom-bres y mujeres consagrados que parece que en vez de administrar gozo, alegría, crecimiento, vida, administran desgracias y se la pasan lamentándose y lamentándose de las desgracias de este mundo; es la esterilidad de quien es incapaz de tocar la carne sufriente de Jesús.

Permanecemos contemplandosu divinidad.

Despertando y sosteniendo la admiración por el estudio que acrecienta el conocimiento de Cristo porque, como recuerda san Agustín, no se puede amar a quien no se conoce (cf. La Trinidad, Libro X, cap. I, 3). Privilegiando para ese conoci-miento el encuentro con la Sagrada Escritura, especialmente el Evange-lio, donde Cristo nos habla, nos revela su amor incondicional al Padre, nos contagia la alegría que brota de la obediencia a su voluntad y del servicio a los hermanos. Yo les quiero hacer una pregunta pero no me la respondan, se la responde cada uno a sí mismo: ¿cuántos minutos, cuántas horas leo el Evan-gelio o la Escritura por día? Se la contestan. Quien no conoce las Escrituras, no conoce a Jesús. Quien no ama las Escrituras, no ama a Jesús (cf. San Jerónimo, Prólogo al comen-tario del profeta Isaías: PL 24,17). ¡Gastemos tiempo en una lectura orante de la Palabra! En auscultar en ella qué quiere Dios para nosotros y nuestro pueblo.

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Que todo nuestro estudio nos ayude a ser capaces de interpretar la realidad con los ojos de Dios, que no sea un estudio evasivo de los aconte-ceres de nuestro pueblo, que tampo-co vaya al vaivén de modas o ideolo-gías. Que no viva de añoranzas ni quiera encorsetar el misterio, que no quiera responder a preguntas que ya nadie se hace y dejar en el vacío existencial a aquellos que nos cuestionan desde las coordenadas de sus mundos y sus culturas.

Permanecer y contemplar su divini-dad haciendo de la oración parte fundamental de nuestra vida y de nuestro servicio apostólico. La oración nos libera del lastre de la mundanidad, nos enseña a vivir de manera gozosa, a elegir alejándonos de lo superficial, en un ejercicio de auténtica libertad. En la oración crecemos en libertad; en la oración aprendemos a ser libres; la oración nos saca de estar centrados en nosotros mismos, escondidos en una experiencia religiosa vacía y nos lleva a ponernos con docilidad en las manos de Dios para realizar su voluntad y hacer eficaz su proyecto de salvación. Yo les quiero aconsejar una cosa también: en la oración pidan, agradezcan, intercedan, pero también acostúmbrense a adorar. No está muy de moda adorar. Acostúmbrense a adorar. Aprender a adorar en silencio; aprender a orar así.

Dejarme interpelar…

1. A lo largo de mi historia, ¿cómo he vivido en unión íntima y fecunda con Jesús?

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2. ¿Cómo es mi relación con Jesús en el momento actual de mi vida? ¿Es cercana, vital, existencial, de absolu-ta necesidad?3. ¿Mi estilo de vida actual expresa amor a los cercanos y búsqueda de los alejados; ternura y firmeza en la denuncia del pecado y el anuncio del Evangelio; alegría y generosidad en la entrega y el servicio?4. ¿Estoy dedicando suficiente tiempo para la lectura orante de la Palabra y para auscultar en ella lo que quiere Dios para mi vida y para mi misión?5. ¿Qué llamadas me está haciendo Dios para crecer en familiaridad con Él y cercanía con los que más sufren?

Preces…

Elevemos a Dios nuestra súplica para que, por intercesión de la Santísima Virgen María, seamos puestos con su hijo. Respondamos a cada intención diciendo:R/. Señor, que conociéndote te ame, que amándote te siga y que siguién-dote te sirva.

1. Te pedimos, Padre bueno, que sepamos vivir nuestra misión, en medio de las dificultades y adversi-dades cotidianas, desde la alegría y esperanza de Cristo resucitado. R/.

2. Dios nuestro, ayúdanos a crecer en cercanía y familiaridad con tu Hijo para que interpelados y animados por su Palabra seamos hombres y mujeres reconciliados para reconciliar. R/.

3. Padre Eterno, protege y bendice nuestra misión y haznos alegres y generosos para el servicio, espe-cialmente a favor de los más necesitados, excluidos y alejados en nuestra sociedad. R/.

4. Te rogamos por nuestros compañeros jesuitas que están en las enfermerías para que, anima-dos por tu Palabra, vivan con serenidad y gozo su servicio de orar por la misión de la reconcilia-ción y de justicia que le ha sido encomendada a la Compañía. R/.

Oración final…

Señor, nos has dicho que “la mies es abundante, pero los obreros pocos. Pidan al dueño de la mies que envíe obreros a su mies”. Animados por estas enseñanzas, te pedimos, por intercesión de la Virgen María, que envíes a tu Iglesia numerosas y santas voca-ciones para el sacerdocio, la vida religiosa y el apostolado laical. Así mismo, te rogamos que nos conserves fieles en nuestra voca-ción y que nos concedas un gran amor a Ti, a tu Palabra y a nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Jóvenes...¡Cuánto los necesita el

mundo para ponerse en los

zapatos de aquellos que

muchas generaciones anteriores no han podido o

no han sabido hacerlo, o no

atinaron con el modo

adecuado para lograr

comprender!

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Día 5: Permanecer en Cristo para vivir en la alegría.

Francisco nos dice⁵ …

Si permanecemos en Él, su alegría estará en nosotros. No seremos discípulos tristes y apóstoles amargados. Lean el final de la Evangelii Nuntiandi [Exhortación apostólica de Pablo VI]. Al contrario, reflejaremos y portaremos la alegría verdadera, el gozo pleno que nadie nos podrá quitar, difundiremos la esperanza de vida nueva que Cristo nos ha traído.

El llamado de Dios no es una carga pesada que nos roba la alegría. Dios no nos quiere sumidos en la tristeza.

⁵Adaptación y apartes de las palabras del Papa Francisco en el encuentro con sacerdotes, religiosos, consagrados, seminaristas y sus familias en Medellín el 9 de septiembre de 2017.

Uno de los malos espíritus que se apoderaban del alma y que denunciaban los monjes del desierto, y el cansancio que vienen de las actividades mal vividas, sin una espiritualidad que haga feliz nuestra vida y aun nuestras fatigas. Nuestra alegría contagiosa tiene que ser el primer testimonio de la cercanía y del amor de Dios. Somos verdaderos dispensadores de la gracia de Dios cuando trasparentamos la alegría del encuentro con Él.

Dejarme interpelar…

1. ¿En qué momentos de mi historia he experimentado el llamado de Dios como una carga pesada? ¿Qué me ha ayudado a recuperar la alegría de mi vocación?2. ¿En qué formas concretas estoy dando testimonio de la alegría de mi vocación?

Jóvenes...“¡No le tengan

miedo al futuro!

¡Atrévanse a soñar a lo

grande!

“Jóvenes, sueñen muévanse, arriesguense, miren la vida con una sonrisa nueva, vayan adelante, no tengan miedo!”

Preces por la Compañía de Jesús⁶ …

Elevemos a Dios nuestra súplica por la Compañía de Jesús. A cada intención respondemos:R/. En tus manos, Señor, encomendamos nuestra mínima Compañía.

1. Te recomendamos, Señor Jesús, el cuerpo de la Compañía universal en su cabeza y sus miembros, en los sanos y en los enfermos, en los que aprovechan y en los que están tentados, para que todo sea gobernado y dirigido a la mayor gloria de tu Nombre y para bien de toda la Iglesia. R/.

2. Haz, Señor, que crezcamos en número y en mérito, que conozcamos rectamente las exigencias de nuestra vocación, y que, conociéndolas, las amemos y las cumplamos con perfección. Así en nuestra Compañía, tu divina majestad será servida de manera digna y fiel. R/.

3. Haz, Señor, que sigamos los preceptos y consejos del Evangelio, y que permaneciendo unidos por los lazos del amor fraterno, sintamos tu bendición sobre nuestras provincias, colegios, residencias, misiones y todos los ministerios que por tu amor emprendamos. R/.

4. Haz, Señor, que seamos sobrios, simples, prudentes, quietos, que busquemos las virtudes sólidas y perfectas, y que nuestra vida coincida con nuestra profesión de compañeros de Jesús. R/.

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⁶Oración atribuída a San Pedro Canísio.

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5. Confirma, Señor, lo que comenzaste en tu Compañía con respecto a la obediencia religiosa, a la pobreza y a la castidad, para que lo que prometimos un día con tu ayuda, con la misma lo cumplamos hasta la muerte. R/.

6. Te pedimos no sólo por los vivos, sino también por los difuntos de la Compañía, y por los fundadores, bienhechores y amigos. A todos los recomendamos para siempre a tu Divina Misericordia. R/.

Oración final…

Señor Jesús,te pedimos que llames a los que has de llamar,que envíes a los que has de enviarpara trabajar por la Iglesia en tu Compañía.

Nosotros somos inútiles,más de lo que podemos imaginarnos.Por eso, cumple, Señor Jesús, lo que tienes dispuesto,a pesar de que nosotros podemos impedirlo y corromperlo,con nuestra debilidad y nuestra ignorancia,con nuestra negligencia y nuestro pecado. Amén.

(P. Jerónimo Nadal S.J., 1556).

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Quédate en tu casasi esta idea te pone inquieto y nervioso.No vengas a nosotros si es que amas a la Iglesia como a una madrastra y no como a una madre.

No vengas si piensas que, con ello, vas a hacer un favor a la Compañía de Jesús.Ven si para ti el servicio a Cristoes el centro de tu vida.

Ven si tienes unas espaldas anchas, suficientemente fuertes, un espíritu abierto, una mente razonablemente abierta y un corazón más grandeque el mundo.

Ven si sabes ser bromistay reírte con otros y... en ocasiones, reírte de ti mismo.

Padre Arrupe, S.J.

A un joven que quisiera ser jesuita, yo le diría

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