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La nueva cara de México

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El punto dE vista dE EndEavor

En México estamos acostumbrados a maquilar un producto, exportarlo para que le agreguen valor e importarlo a un precio mucho más elevado.

Nos pasa con el petróleo, la ropa, los electrónicos y las películas. Hace años que los productores de Hollywood graban en México, pero sólo utilizan los estudios de grabación, todo lo demás lo hacen en otras partes del mundo. Eso ha cambiado con la llegada de Ollin Studio.

Cuando vemos una película como El señor de los anillos o La guerra de las galaxias, o bien un anuncio de televisión o un video musical, asociamos los efec-tos especiales a grandes estudios en Hollywood, tecnología de punta y grandes cantidades de dinero. Ollin Studio, en México, hace exactamente lo mismo: es el mayor productor de efectos visuales en Latinoamérica, y ya tiene un pie me-tido en Hollywood. Ollin Studio produjo el anuncio de cerveza Corona en el cual miles de mariachis hacen su aparición triunfal en la Muralla China; en realidad sólo participaron en el comercial siete actores y no están en China. Ésa es parte de la magia que realiza esta empresa.

Los efectos visuales no dependen únicamente de la tecnología, ésta es accesible para muchos, cualquiera que tenga una computadora más o me-nos nueva y el software adecuado puede crear efectos. La verdadera ventaja competitiva de Ollin, y de México con ellos, es el talento de los que manejan las computadoras y los programas, así como la capacidad creativa de los dise-ñadores y coloristas. Hay miles de jóvenes que quieren estudiar carreras pro-fesionales relacionadas con el diseño digital y miles de mexicanos creativos, capaces y dispuestos a trabajar mucho en lo que les apasiona. Ollin Studio ya contrató a cien de esos mexicanos, que aunque cobran buenos salarios, repre-sentan la mitad del gasto que costarían en Hollywood.

Alejandro Diego fundó Ollin Studio —junto con sus socios Carlos Itu-rriaga y Jorge Lizárraga— con una idea clara en la mente: México puede agregar valor más allá de la simple maquila, hay talento, ganas y mercado. Tam-bién, desafortunadamente, hay incredulidad, malinchismo y pesimismo, pero estos factores no lo frenaron. Poco a poco, Alejandro y su talentoso equipo han demostrado ser de los mejores creadores de efectos, y ya se encuentran compitiendo con los más grandes. La fórmula es la siguiente: misma o mejor calidad, menos precio y dos mercados: México y Estados Unidos.

Los clientes ya se dieron cuenta de que Ollin Studio hace lo mismo pero más barato. Hoy vemos películas mexicanas taquilleras con los efectos de Ollin, muy pronto veremos películas estadounidenses de éxito con los cré-ditos de México, no sólo por los estudios de grabación sino también por los efectos especiales. Alejandro y Carlos representan un ejemplo del emprende-dor que no se cree la frase “en México no se puede”. Sí se puede, y se puede hacer mejor.

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Cuando me clavo en algo

me concentro totalmente en eso.

pErfil dEl EmprEndEdor

Nombre: Alejandro Diego.Edad: 39 años. Estudios: Ingeniería Eléctrica en Houston, Estados Unidos.Lugar de nacimiento: Ciudad de México.Familia: Esposa y tres hijos.Tres hobbies: Volar aviones (tengo licencia de piloto privado) y jugar tenis.Tres libros favoritos: Sidharta, Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, Los pilares de la Tierra.Tres películas favoritas: La guerra de las galaxias, Matrix, Seven.Equipo de futbol: Ninguno.Comida favorita: Francesa.Bebida favorita: Coctel Margarita.Música favorita: De todo, lo que no me gusta es escuchar siempre la misma música.Deporte favorito para ver: Tenis.Deporte que practica: Tenis.Tres personajes, vivos o muertos, que admira: Mis papás, porque también son emprendedores y siempre fueron mi inspiración; Gandhi, por su compromiso con un ideal y su manera de lograr algo con consistencia.Lugar favorito para vacacionar: Riviera Maya.¿Cómo se relaja?: Leyendo un libro o haciendo deporte.¿Qué quería ser de grande cuando era pequeño?: Piloto.

¿Qué planea hacer cuándo se retire?: Ser maestro para emprendedores.Vicios: Cuando me clavo en algo me concentro en eso totalmente.¿Qué suele ver en la televisión?: Películas y deportes.¿Qué lo hace reír?: La gente alegre.Mayor defecto: Obsesivo con ciertas cosas.

Empresa: Ollin Studio.Industria: Efectos visuales.Inicio de operaciones: 1996.Presencia: Internacional.Empleados: 100.Número de clientes: Entre 60 y 80.Cuentas clave: Casas productoras y agencias de publicidad. Por ejemplo: McCann-Ericsson, SCV, JW Thompson, BBDO, Altavista

Films y Argos Comunicaciones.Sitio web: www.ollin.com.mx


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¿Qué tienen en común La guerra de las galaxias, Jurassic Park, El señor de los anillos, un comercial de cerveza Corona y uno de osos polares? La respuesta puede no resultar muy obvia: los efectos especiales. Un grupo de empren-dedores encontraron en esta actividad una oportunidad de negocio valuada en millones de dólares, y todo gracias a otra sencilla pregunta: ¿por qué no hacerlo aquí?

¿Qué tal el guión de esta película?: los años noventa, tres jóvenes montan en una cochera una oficina con tres escritorios, un par de computadoras, al-gunos archiveros y un calendario de chicas con poca ropa; la acción transcurre entre buenos y malos ratos y, poco tiempo después, los tres personajes se convierten en exitosos empresarios. Todos hemos visto este tipo de película: argumentos de espíritus aventureros y luchadores, que sufren vicisitudes y logran un final feliz. Pero difícilmente lo vemos en la realidad mexicana. La historia de la que aquí hablamos no se trata de un guión más, sino de un caso de la vida real.

Aunque parezca ficción, así fue como surgió Ollin Studio, en respuesta a una demanda del mercado nacional de la industria del cine y la publicidad, que carecía completamente de casas productoras de efectos visuales. Quienes reque-rían efectos para producciones de cine o video, tenían que buscar en el extran-jero. Entonces Alejandro Diego, presidente de Ollin Studio; Carlos Iturriaga, director general, y Jorge Lizárraga, socio capitalista, se preguntaron ¿por qué no hacer ese trabajo en México?, ¿por qué no traer a México parte de ese capital de millones de dólares que se gasta al contratar empresas estadounidenses?, ¿por qué no atender esa demanda y generar empleos y recursos para el país?

Soy un emprendedor SerialComo en la famosa película de Volver al futuro, Alejandro Diego retrocede en el tiempo y recuerda que desde que estudiaba la carrera de Ingeniería Electrónica en Houston, sabía que quería ser emprendedor en su país. Por eso, al graduarse regresó a México para iniciar su propia empresa, McWare, distribuidora de productos periféricos para computadoras Apple, la cual tuvo un buen crecimiento entre 1992 y 1994, año en que decidió venderla a Grupo Dataflux, de los hermanos Ricardo y Guillermo Salinas Pliego, que le hicie-ron una generosa oferta; entonces la compañía se encontraba en un punto donde ya no tenían la capacidad para seguir creciendo al ritmo que lo de-mandaba el mercado.

Alejandro se define a sí mismo como “emprendedor serial” y, como tal, fundó otras compañías: una de preprensa digital llamada El Buró; Air Ware, compañía hermana de McWare dedicada a la capacitación; Digital Media Studio, enfocada a la creación multimedia. Aunque no estuvo directamente

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alejandro diego y Carlos iturriaga unen talento y capacidad creativa.

involucrado en la operación de esas empresas, fue parte de los socios funda-dores y de los consejos administrativos de cada una de ellas, pues dedicaba la mayor parte de su tiempo a su emprendimiento principal: Ollin Studio.

Con McWare, Alejandro tuvo el primer contacto con la animación en ter-cera dimensión (3D), desarrolló dentro de la empresa un área de distribución de Sylicon Graphics y un software para generar imágenes por computadora llamado Maya.

“Éramos los distribuidores en México de Maya, el mejor software del mundo para hacer animación 3D. Entonces nos dimos cuenta de que real-mente no había mucha gente a quien vender este software, porque todos los estudios de animación y efectos visuales estaban en Estados Unidos y Canadá. Y cuando vendimos la empresa McWare y terminó mi contrato con las personas que la compraron, decidimos arrancar otra empresa y así nació la idea de Ollin Studio, al darnos cuenta de que había una oportunidad en el mercado, ya que todo se hacía en el extranjero”, recuerda.

Así, desde el garage de Jorge Lizárraga, Ollin Studio comenzó haciendo animaciones tridimensionales para comerciales con un plan de negocios poco pensado y un ligero conocimiento del mercado, casi por pura intuición.

Alejandro confiesa: “No fue algo que meditáramos mucho, nuestro plan de negocios era bastante elemental, el arranque de Ollin fue más bien intui-tivo, experimental; conocíamos poco el funcionamiento de la industria; uno de los socios, Carlos Iturriaga, trabajaba en una casa productora, por lo que se encontraba inmerso en el medio y sabía que todo lo relacionado con efectos especiales se mandaba a hacer a Estados Unidos; por otro lado, yo estaba del lado de la venta de software, donde también era muy evidente que en México nadie hacía efectos visuales bien hechos. Teníamos muy claro que había una oportunidad, y así fue muy fácil formar la empresa, basada en una idea que nos encantaba, porque podíamos mezclar la tecnología con la parte creativa, lo cual, como distribuidores de equipo de cómputo, no teníamos”.

Gracias a la experiencia y contactos de Carlos, Ollin Studio se estrenó con un buen proyecto, el gigante de la industria del entretenimiento en México, Televisa, decidió darle la oportunidad a esta pequeña empresa de demostrar lo que eran capaces.

la meta eS Ser uno de loS diez mejoreS del mundoAlejandro Diego contaba con el apoyo de familiares y amigos, que, cono-ciendo su “adicción” por los emprendimientos, no dudaron en animarlo a dar ese paso lógico después de la venta de McWare; por otro lado, el mer-cado al que pensaban dedicarse era prácticamente inexplorado en México y tenía una gran cantidad de necesidades, así que sólo requerían un esfuerzo sostenido para ir construyendo una buena reputación mediante trabajos de calidad y buenas relaciones.


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La fortuna les sonrió, Alejandro comenta que desde un inicio tuvieron buenos proyectos, así que conforme iban avanzando de trabajo en trabajo, los emprendedores fueron necesitando aumentar su infraestructura tecnológica y humana, dos aspectos clave para mantener el nivel de calidad y eficiencia requerido por el mercado. En esa temprana etapa determinaron que el talento humano creativo y una base tecnológica robusta, que les permitiera desa-rrollar proyectos como los mejores del mundo, era indispensable para Ollin Studio. Alejandro recuerda que esto fue algo que tuvieron en la mente desde que se reunían frente a un café a planear su emprendimiento, y sigue siendo su principal meta: convertirse en uno de los diez mejores estudios de efectos visuales del mundo. Este objetivo claro y fijo ha definido el rumbo de todas sus estrategias y decisiones de negocio.

eS difíCil Cambiar paradigmaSEl camino hacia un objetivo tan ambicioso no estuvo totalmente libre de obs-táculos, ya que a pesar de haber contado con buenos clientes en un principio, después tuvieron que enfrentarse al complejo del malinchismo, esa tendencia a considerar mejor todo lo que venga del extranjero. Les tomó diez años de trabajo superar ese reto.

Durante ese tiempo, en Ollin Studio se esforzaron por llevar a buen tér-mino proyectos muy impresionantes y a demostrar con hechos que también en México se podían hacer efectos especiales de calidad internacional; aunque fue complicado y frustrante derribar barreras ideológicas. La discriminación era tan fuerte que opacaba la calidad de los trabajos realizados; muchos de sus clientes, aún reconociendo el nivel de excelencia de los proyectos, por la simple razón de estar hechos en México, querían pagar una tercera parte de lo que les cobraban compañías extranjeras por hacer lo mismo.

Alejandro afirma que esa etapa fue difícil, apenas ahora, a diez años de distancia y con una buena cantidad de impresionantes proyectos en su por-tafolio de trabajo, pueden decir que es prueba superada. Recuerda el coraje que generaba la absurda idea de que las cosas se hacían mejor en Estados Unidos: “Nos preguntábamos: ‘¡¿cómo es posible?!, ¡¿cuál es la lógica?!’, y mu-chas veces los grandes proyectos ni siquiera los cotizaban con nosotros, sólo nos daban los chiquitos; fue muy frustrante durante muchos años”, agrega Alejandro aún con decepción.

Pero a un emprendedor nato no es tan sencillo sacarlo de la jugada, así que Alejandro dejó de lado toda respuesta visceral y optó por buscar caminos más razonados, era innegable que la mentalidad de los empresarios del medio no cambiaría de la noche a la mañana, así que continuaron aceptando pequeños proyectos y entregando grandes resultados, flexibilizaron sus métodos de tra-bajo de modo que el cliente tuviera más libertad para hacer cambios de último momento, y esto se convirtió en una ventaja sobre los estudios extranjeros.

para ollinStudio era

indispensable el talento humano

creativo y una base tecnológica

robusta, que les permitiera

desarrollar proyectos como

los mejores del mundo.

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Con esta atención personalizada y una gran disciplina alcanzaron un alto nivel de eficiencia; al generar más trabajo, pudieron reducir sus precios con-siderablemente. Estaban conscientes, además de que no era posible cobrar lo mismo que los estudios estadounidenses, pero lograron llegar a acuerdos más justos con sus clientes.

“Negociábamos y acabábamos haciéndolo normalmente más barato, pero la diferencia no era tan drástica. Entonces, en los últimos años, la gente en el medio se ha dado cuenta de que no vale la pena hacerlo afuera porque noso-tros seguimos cobrando menos, damos una calidad igual de buena y es mucho más fácil, porque aquí está el director creativo con quien pueden ir, revisar y hacer cambios, somos mucho más flexibles; un estudio en Canadá o Estados Unidos cobra diez por ciento adicional por hacer cambios, allá son mucho más estrictos con los presupuestos”, asegura Alejandro.

Los esfuerzos de Ollin Studio han dado importantes resultados: en 2005 ganaron el concurso de efectos visuales para una campaña mundial por uno de los comerciales más impresionantes de Corona: el de la multitud de ma-riachis que toca frente a la Gran Muralla china. Para ese spot publicitario se utilizó el mismo software empleado en la producción de El señor de los anillos, con el que sólo cuentan cinco estudios en el mundo, entre ellos Ollin. Fueron los únicos mexicanos que compitieron contra un estudio de Londres y uno de Estados Unidos y ganaron. Fue la primera vez que un comercial de esas dimensiones se hacía en México, con lo cual se comprueba que se pueden romper paradigmas y abrir puertas.

Otros proyectos en los que Ollin Studio ha desarrollado efectos espe-ciales han sido: el video Puntos cardinales de Café Tacuba y películas como Zodiac, de David Fincher y Kilómetro 31, de Rigoberto Castañeda. Tam-bién participaron en la serie de televisión mexicana 13 miedos; en anuncios de las marcas Converse, Coca–Cola, puntos Banamex y para la Cervecería Modelo crearon otro anuncio espectacular: los voladores de Papantla en NuevaYork.

todoS loS negoCioS del mundo Son CompetidoSUna vez superada la aversión a lo mexicano, Ollin Studio ha tenido que lidiar con otro problema que afecta el mercado a nivel mundial, el hecho de que los presupuestos para publicidad son cada vez más reducidos; las casas pro-ductoras enfrentan una presión muy grande, deben hacer el mismo trabajo por menos dinero, y al invertirlo buscan a quienes les ofrezcan las mejores condiciones. En ese sentido la competitividad se ha vuelto un factor de suma importancia.

“La baja de presupuestos en el mercado se ha convertido en un gran reto, tenemos que ser cada vez más eficientes para hacer mejor nuestro trabajo y así mantener los precios, los cuales no hemos incrementado en cuatro años.


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De ahí también nuestra urgencia de ingresar en otros mercados, porque allá las cosas son diferentes; aunque también los presupuestos han bajado siguen siendo altos en comparación con los presupuestos que se otorgan en México para publicidad. Podemos entrar al mercado de Estados Unidos y ofrecer un precio menor al que ofrecen otros y con la misma calidad. Así, lo que nos está afectando en México se está volviendo una ventaja competitiva en ese país”, explica Alejandro.

En 2006 Ollin Studio inició formalmente operaciones en Estados Unidos con una oficina en Los Ángeles a cargo de una persona conocedora del medio en esa región, enfocada cien por ciento a la comercialización de sus servicios. Para mantener los costos, el proceso de producción se queda en México, el objetivo es lograr que en tres años la mitad de los ingresos de Ollin Studio provengan de Estados Unidos, el mercado más grande y más competido en ese sector. No es una meta sencilla de alcanzar, pero el emprendedor confía en que, mediante la misma estrategia con la que se abrieron paso en México, lograrán los mismos resultados en el extranjero, los lineamientos son claros: calidad, precios competitivos y flexibilidad.

“Le digo a mis amigos: si conocen un negocio fácil avísenme, porque yo creo que todos los negocios del mundo son competidos, vivimos en un mundo global. Aquí competimos no sólo con empresas mexicanas, también con las de Brasil, Canadá, Estados Unidos y demás. En cambio creemos que tenemos una calidad como de los diez mejores del mundo, y somos competitivos porque nuestros precios sí son mucho más accesibles que los de estudios equiparables a los nuestros en Estados Unidos. Tenemos esta ventaja pero la competencia sigue siendo dura, y los proyectos son increíbles”, comenta Alejandro Diego.

Un ejemplo de la gran oportunidad que representa entrar al mercado esta-dounidense: para una película mexicana promedio el presupuesto total, inclu-yendo efectos visuales, locaciones, rodaje y otros rubros, es de 1.5 millones de dólares aproximadamente, mientras que en Estados Unidos una produc-ción pequeña requiere de seis millones de dólares mínimo y en una producción grande pero moderada, lo que llaman A movies, el promedio de costos llega hasta los 70 millones de dólares. La diferencia de un lado y otro de la frontera es abismal, ahora resulta obvia la confianza del emprendedor en el éxito de Ollin Studio en el extranjero.

no noS hemoS repartido un peSo en diez añoSA Alejandro sus amigos le dicen loco, calificativo común para describir a un emprendedor, porque desde que Ollin Studio comenzó a generar recur-sos económicos hace diez años, los socios no se han repartido ni un peso, todo ha sido reinvertido, principalmente en tecnología y talento, con miras a alcanzar su meta de colocarse entre los diez mejores estudios de efectos visuales del mundo.

Si conocen un negocio fácil

avísenme, porque yo creo que todos

los negocios del mundo

son competidos, vivimos en un

mundo global.

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Antes de generar los recursos suficientes para reinvertir, Ollin Studio se financió con las utilidades que habían generado negocios anteriores y con aportaciones de amigos y familiares; sin embargo, como saben bien los em-prendedores, éstos no son recursos ilimitados, así que Alejandro y sus socios idearon el mejor sistema de financiamiento para una empresa como la suya: a través de sus proveedores.

En su época de comercializador, Alejandro era el único en México que distribuía Maya, un software de animación en tres dimensiones cuyas licen-cias tenían un valor de 20 mil dólares cada una, y que era una herramienta in-dispensable para su nueva compañía; gracias a la buena relación que tenía con sus antiguos distribuidores en Estados Unidos, logró negociar la compra de las licencias a un precio menor y a un plazo de dos años sin intereses. En ese tiempo la deuda se pagó con los recursos generados con la misma operación del negocio. Alejandro comenta que es muy difícil ganarse la confianza de los proveedores, pero Ollin lo ha logrado respondiendo a todos los compromisos adquiridos. Junto con la reputación de buenos pagadores en la industria han obtenido su mayor fuente de financiamiento de los proveedores y así han ad-quirido prácticamente todos los equipos de audio.

Este tipo de financiamiento fue la mejor opción para los estudios, ya que los bancos mexicanos no ofrecen condiciones de préstamos adecuadas para la realidad de las empresas que están iniciando operaciones.

“Los bancos en México casi te dicen: ‘tienes que tener un millón de pe-sos en mi banco y entonces te presto 800 mil; pero si tuvieras ese dinero no le estarías pidiendo prestado. Los bancos han sido una opción muy mala, porque te prestan dinero cuando ya no lo necesitas. Por otra parte, tampoco había fondos de inversión en esa época, y ni consideramos un socio capitalista pues queríamos mantener el control total de la empresa. Ollin Studio no fue creada para repartir utilidades en dos años y no todos los socios entienden eso”, asegura Alejandro.

en méxiCo hay talento pero no eS SufiCienteLa desconfianza hacia la producción nacional, la disminución de los presu-puestos destinados a publicidad a nivel mundial y la obtención de recursos económicos fueron retos que Ollin Studio fue sorteando conforme iba cre-ciendo; pero esta película aún no llegaba a su fin, aún tenían enfrente un obstáculo mayor: la escasez de talento en el área de efectos especiales.

Dado que la industria de efectos visuales es aún incipiente en este país, hay muy pocos profesionistas especializados. Alejandro sabía que el factor humano era clave para alcanzar sus objetivos, pues podrían tener la mejor tecnología pero si no contaban con el personal adecuado para sacarle el mayor provecho, sería una inversión desperdiciada, así que se dieron a la tarea de desarrollar ellos mismos el talento que necesitaban.

la reputaciónde buenos pagadores en la industria les ha generado buenas fuentes de financiamiento con los proveedores y así han adquirido, por ejemplo, prácticamente todos los equipos de audio.


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Crearon un sistema de reclutamiento cuidadoso, que filtrara sólo a los mejores candidatos para ocupar las vacantes y con ello asegurar la calidad de sus producciones. Incorporaban a la empresa a cuatro o cinco estudian-tes, principalmente de diseño gráfico o gente con experiencia en televisión; eran jóvenes que habían presentado un buen portafolio de trabajo previo. Laboraban en la compañía por un periodo de tres meses y sus directores evaluaban su trabajo con estrictos parámetros de calidad; al final, el mejor obtenía el puesto y entonces lo moldeaban de acuerdo con sus necesidades.

“Nos costó mucho trabajo encontrar personal calificado, como no había realmente una industria de efectos visuales en México, tampoco había gente que supiera hacerlo. Durante los primeros años, sobre todo, tuvimos que hacer a la gente, enseñarles aquí; juntar a la gente buena ha sido un proceso largo, poco a poco formamos el equipo que tenemos hoy. Eso también ha sido uno de los grandes retos para nosotros”, explica el empresario.

El emprendedor reconoce que el éxito de Ollin Studio se basa, en primer lugar, en el talento humano, “tenemos a la mejor gente de México”, asegura. El equipo está formado por uno que otro extranjero, pero 99 por ciento son mexicanos. Los directivos de los estudios buscan que la gente que entrenan se quede, por ello ofrecen a los empleados todas la herramientas tecnoló-gicas para el desempeño de sus funciones, sueldos justos por el trabajo que realizan y, sobre todo, retos importantes que los motiven a crecer profesio-nalmente. “Necesitamos gente que invierta años, somos muy rigurosos en ese aspecto. En México hay gente muy talentosa y capaz, el problema es la cantidad, no se encuentran fácilmente”.

Ahora que Ollin Studio es reconocida en el medio, es más fácil encon-trar al talento necesario para el crecimiento de la organización; la gente se acerca a la empresa en busca de una oportunidad y sólo se quedan los mejo-res. Cuando alguien es seleccionado para cubrir un puesto, debe demostrar un alto desempeño, el cual es medido por los directores de cada área con base en la calidad de sus entregas, su actitud hacia el trabajo (éste es un factor muy importante para Alejandro Diego) y con el propio desarrollo profesional.

Al respecto, Diego agrega con gran satisfacción: “Cuando creas una em-presa todo es difícil. En nuestro caso, el problema número uno es el talento humano, crear un equipo bueno con la gente adecuada en el puesto adecua-do, eso es algo en lo que hasta el día de hoy seguimos trabajando. Cuando creces tan rápido como nosotros, son muchas bolas las que tienes en el aire al mismo tiempo, por lo que necesitas un equipo muy bueno. Afortunada-mente, tuve la gran suerte de contar con socios excelentes; no nos peleamos, cada quien jugó su papel, las responsabilidades estaban muy bien definidas, ese complemento ha funcionado muy bien y ha sido parte importante del éxito de Ollin”.

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¡Claro que Se puede!Carlos Iturriaga es el director general, encargado de todo lo referente a la tecnología y el proceso de creación, Jorge Lizárraga se ocupa de la parte co-mercial, ventas y marketing, y Alejandro Diego es desde 2007 el presidente del consejo (antes actuaba como director general mientras que Carlos estaba encargado de procesos creativos). En ese papel, el liderazgo del emprendedor, caracterizado por una gran apertura y respeto por las decisiones de sus co-laboradores, ha sido clave para crear el ambiente apropiado para la creatividad y el desarrollo en todos los niveles de la organización.

Cuando era el director general, a Diego le gustaba platicar “con todos y sobre todo”; su filosofía, dice, siempre ha sido que la persona en un determi-nado puesto debe saber más que él en su campo de acción, por eso está ahí y por eso sus decisiones son respetadas; el trabajo de Alejandro es negociar esas decisiones, delegar, coordinar el trabajo de todos, y por último exigir resulta-dos a su equipo.

Para manejar a su gente, el empresario tuvo que aprender en qué circuns-tancias y qué tanto presionar a un empleado, o cuándo se deben tomar medidas drásticas como despedir a un colaborador u otorgarle una segunda oportu-nidad. Hay que saber ver si una persona que ha tenido un desempeño ade-cuado, incluso sobresaliente, de pronto baja su rendimiento por una situación difícil en el ámbito personal o cuándo requiere mayor motivación; ésa es una habilidad que se desarrolla con el tiempo y la experiencia y que resulta muy importante para el líder de una empresa.

En Ollin se motiva al personal para superarse constantemente y aceptar re-tos cada vez mayores; una de las mejores herramientas para lograrlo es transmi-tir a la gente la convicción de que trabajan en una empresa que está a la altura de las mejores en el mundo gracias a la labor de un equipo que cree en sí mismo.

“Espero que estemos creando una percepción en nuestro medio de que sí puedes convertirte en una de las diez mejores empresas del mundo, creo que es algo que le hace falta a México, porque veo en otros países latinoamerica-nos que hacen muchas cosas porque creen un poco más en ellos mismos; lo único que nos hace falta es más confianza en nosotros para decir ¡claro que se puede!, necesitamos convencernos de que podemos hacer las cosas igual que cualquiera en el mundo”, afirma Alejandro optimista y entusiasmado.

o todoS llegamoS o nadie llegaCon una visión clara y estrategias apropiadas y encaminadas a un objetivo definido, como la incursión en la industria del cine de Estados Unidos, Ollin Studio ha logrado desde su inicio mantener, año con año, un crecimiento constante en las ventas. Aunque también se han incrementado los gastos y siempre tienen que buscar el balance entre lo que ingresa y lo que se invierte. Esto se ha logrado al mantenerse abiertos a nuevas opciones de negocios, no


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se conforman con una sola línea. Antes de 2003 todos sus proyectos eran de publicidad, entonces decidieron entrar al mundo del cine; para 2006, 30 por ciento de sus proyectos estaban relacionados con esa industria. Esto ejem-plifica cómo gran parte del crecimiento alcanzado se ha debido al desplaza-miento a otros mercados.

Para mantener este rumbo, Ollin Studio cuenta con una fuerza de ventas conformada por diez agentes que buscan nuevas oportunidades, tanto en el mercado local como en el internacional. Los vendedores, como en la mayoría de las empresas, tiene un salario base y un bono por resultados. A diferencia de otros casos, el sueldo de los vendedores y el resto del personal depende de su grado de responsabilidad y del puesto, pero el bono por productividad es igual para todos; es decir, si la organización llega al objetivo de ventas trimestral, entonces todos reciben la bonificación extra.

“Implementamos este sistema de compensación desde hace muchos años, y nos gusta porque no es individual, entonces fomenta el trabajo en equipo que es muy importante, ya que en Ollin si no trabajas en equipo estás perdi-do. Lo último que queríamos era que, por ejemplo, los de ventas estuvieran peleándose por un cliente, o que si el mismo proyecto se cotizaba con dos clientes se pelearan entre ellos; así, con este sistema, o todos llegamos o nadie llega y nos ha funcionado bastante bien”, comenta Alejandro.

publiCitar Con el ejemploComo se ve, Alejandro y sus socios no emplean métodos tradicionales para la administración del negocio, tampoco lo hacen en lo que se refiere al mar-keting. Su plan de mercadotecnia se basa primordialmente en una relación directa con los clientes, mantienen una comunicación constante con ellos vía correo electrónico, les envían boletines periódicamente, organizan fies-tas y presentaciones de lanzamiento. No realizan campañas masivas con anuncios en medios porque el tamaño de la industria no lo amerita.

“No tenemos una campaña o un presupuesto oficial de marketing, no ha-cemos comerciales, ni publicamos anuncios en revistas o periódicos porque nuestra industria es pequeña y ya tenemos identificados a nuestros clientes; más bien, es una estrategia de uno a uno”, explica el emprendedor.

Eso no quiere decir que no sepan la importancia de la imagen en la industria, por eso dos personas se dedican exclusivamente al área de mer-cadotecnia con una orientación particular adecuada a las características de sector.

Su objetivo en esta materia es, básicamente, tener una excelente comu-nicación con los clientes y hacerle saber a todo el mercado lo que están ha-ciendo. Definieron esa meta a partir de que se dieron cuenta de que la gente no identificaba su trabajo. En el caso del comercial de Corona, las personas relacionadas con el medio pensaban que se había hecho en una agencia de

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métodos tradicionales

para administrar el negocio ni

siquiera en el marketing, pues

su mercado marca el tipo

de estrategia a seguir: “de uno a uno”; esto es,

una relación directa con

el cliente.

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Estados Unidos; y Ollin notó la relevancia de hacer saber a todo México de lo que son capaces.

La estrategia de marketing se resume en “publicitar con el ejemplo”. Una vez más ponemos el caso del comercial de Corona, para cuyo lanzamiento realizaron una gran rueda de prensa que logró una buena cantidad de men-ciones en medios de comunicación. Con ello, los clientes potenciales identi-ficaron ese comercial con los estudios, ligaron la palabra “calidad” con Ollin Studio, y empezaron a tocar a sus puertas, incluso desde países tan lejanos como Líbano, donde una compañía solicitó una cotización para producir un anuncio que involucraba masas de gente.

haSta loS CreativoS requieren un marCo de referenCiaEl hecho de que gran parte de la actividad de Ollin Studio dependa de pro-cesos creativos, no implica que no requiera de procedimientos preestablecidos para funcionar eficientemente.

Uno de los problemas que enfrentan las pequeñas empresas cuando em-piezan a crecer, es la confusión que se genera respecto a las responsabilidades de cada quien. Esto se resuelve, según el presidente de Ollin, con un buen manual de procedimientos que todos entiendan y en el que se defina claramen-te qué le corresponde hacer a cada persona, en qué momento y cómo. De acuerdo con el emprendedor, cuando la empresa es chica todo el manejo es muy informal, no se necesitan manuales y procedimientos definidos; pero ya que se llega a cien empleados, se vuelve algo mucho más complejo y se debe formalizar, de lo contrario la gente que se va incorporando a la empresa tiene un proceso de arranque más lento.

Alejandro Diego opina que se deben hacer manuales diferentes para cada proceso, que funcionen como marco referencial; aunque un proceso creativo no se puede enmarcar dentro de límites, sí se pueden marcar reglas generales. Por ejemplo, “puedes establecer que el creativo debe recibir el arte de cierta forma, y en determinado formato, y que cuando él termine lo tiene que dejar en cierto lugar para que la persona encargada lo revise. Los manuales son importantes sobre todo en lo que es interacción entre áreas”.

En 2005, una vez que se dieron cuenta de la importancia de los manua-les de procedimientos para el funcionamiento de la empresa, Ollin Studio contrató a una persona específicamente para desarrollarlos; la señal de alerta fue que en las reuniones de personal la queja número uno eran los problemas originados por la mala organización interna, como trabajos que tenían que repetirse, que no se hacían o que se realizaban de forma apresurada.

“Definitivamente, cuando empiezas a crecer empiezan a brotar problemas y te das cuenta de que el común denominador es que no todos tienen claro cuáles son sus responsabilidades y en qué momento las deben llevar a cabo. Es difícil, porque cuando estás evolucionando de una cultura informal, la gente


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que trabajó contigo todo ese tiempo está acostumbrada a hacer su trabajo de manera informal, sobre todo los creativos, hay una resistencia muy grande a la burocracia y a lo ‘cuadrado’”, agrega Diego.

en una palabra, la reComendaCión eS: balanCe“La mejor recomendación que le podría dar a cualquiera, en una palabra, se llama balance; es decir, por un lado debes tener la pasión, la visión y el sueño de crear algo, y aunque otras personas te digan que estás loco, esas tres pala-bras te deben empujar a hacerlo porque realmente crees en ello; por otro lado, debes ser un poco realista y entender las limitaciones que tienes cuando em-piezas, que si tienes poco dinero no puedes gastarlo todo, porque la presión del emprendimiento y la del dinero te ‘truenan’. Es difícil encontrar el equi-librio, no todos pueden, por eso creo que debes tener la personalidad para ser un empresario que sabe trabajar bajo presión, de lo contrario estás perdido; asimismo, debes aprender a rodearte de gente talentosa”, son las palabras que Alejandro dedica a otros emprendedores que decidan arrancar su negocio.

El emprendedor también sugiere ser paciente, pues nadie nace siendo ex-perto en emprendimientos, y si es el primer intento con toda seguridad se cometerán equivocaciones; dice que el porcentaje de éxito de una empresa es muy bajo, las probabilidades se inclinan hacia el fracaso, pero eso no debe ser motivo de desánimo o abandono del proyecto, siempre hay otras opciones y caminos para llegar a donde se encuentran los propios objetivos.

La pasión total por el proyecto es factor clave para el éxito porque “ese entusiasmo se transmite a toda tu gente, a tus clientes, a todos; y habrá mo-mentos donde no todo se ve bien, pero ésas son las pruebas de carácter, por-que aunque las cosas no salen bien, no puedes tener la cara desmotivada ante todos tus empleados, porque eres un líder energético”.

heCho en méxiCoHacia el futuro el empresario identifica algunos retos importantes, como la consolidación del negocio en México y mantener la eficiencia de los estudios, así como enfrentar con estrategias creativas el problema de los flujos de efec-tivo, ya que “antes se pagaba 50 por ciento de anticipo por un proyecto y el resto contra entrega, pero ahora, nadie da anticipos y eso complica la cartera de la empresa”.

Para resolver esa desventaja, los emprendedores han puesto manos a la obra y han establecido ciertas políticas como el cobro de intereses moratorios o descuentos por pronto pago.

Tal vez los mayores retos se encuentren en Estados Unidos, ya que ese país representa el mercado más grande y competido del mundo y ni siquiera imaginan que en México se hagan efectos visuales con la más alta tecnología y con la orgullosa etiqueta “Hecho en Mexico”.

el porcentaje de éxito de una

empresa es muy bajo, las

probabilidades se inclinan hacia el

fracaso, pero eso no debe

ser motivo de desánimo,

siempre hay otras opciones

y caminos para llegar a donde se encuentran

los propios objetivos.

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“Tenemos que lograr la confianza de los estudios estadounidenses hacia nosotros, justo como sucedió en México pero a otra escala, y la diferencia es que esta vez estamos mucho mejor preparados. Cuando empezamos aquí fue en el garage de una persona con cuatro computadoras y cuatro chavos, ahora somos cien personas con muchos millones de dólares en tecnología y diez años de experiencia, quiero pensar que será más fácil convencer a los clientes de Estados Unidos de que somos una empresa seria, pero el reto sigue siendo grande”, confiesa el emprendedor.

finanCiamientoEl esquema de financiamiento de Ollin Studio es muy sencillo tratándose de la historia de una empresa con más de diez años que ya se encuentra consoli-dada. Ollin Studio inició sus operaciones en 2005 con una inversión de cien mil dólares a partir de los recursos personales de los socios, unidos a présta-mos de amigos y familiares. Desde ese entonces, lo que se hizo fue comprar equipo y ponerlo a trabajar inmediatamente, para lo cual se negoció con los proveedores un plazo amplio de pago. Al cumplirse dicho plazo, el equipo ya había estado trabajando y generando ingresos para la compañía, por lo que prácticamente se pagó sólo. En principio eso suena sencillo, pero fue una operación crucial pues el valor de esa tecnología fue de cuatro millones de dólares.

Las negociaciones de ese tipo con proveedores, han sido la fuente más importante de financiamiento para la empresa. Por otro lado, desde el ini-cio de operaciones, las utilidades han sido reinvertidas, nunca se han pagado dividendos, con el objetivo de hacer crecer a la empresa y posicionarla en el mercado en un tiempo breve y con miras a la expansión a otros mercados.


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El punto dE vista dE intEgration

En México, se pueden tener y hacer proyectos dignos de competencia en cualquier parte del mundo, lo importante es eliminar ese “malinchismo” y entrar a los mercados correctos. Las oportunidades se pueden presentar con productos que no se elaboran en el país, Ollin Studio identificó y exploró una de estas oportunidades. No lo logró de la noche a la mañana, pero algunos de los factores que le sirvieron de apoyo en el camino son:

• Pensar que aunque ya exista un servicio o producto para la demanda actual, una opción local y más cercana (racionalmente) siempre tiene sus ventajas, pero con el reto de superar la ideología de que lo extranjero es mejor• Dejar de ser local y pasar a ser “global” es un camino a explorar, cuando se tienen muy bien identificadas las ventajas de lo que será ofrecido a cada mercado• Aprovechar los contactos para generar los primeros clientes (resulta más fácil la entrada con la relación anterior)• Ofrecer la flexibilidad que no existía en el mercado para los clientes (por ser una empresa local)• Utilizar a los proveedores como fuente de financiamiento a partir de la gestión del flujo de caja (a partir de que se establezca una buena relación)• Si hay carencia de recursos humanos para el tipo de actividad que se reali-za, hay que invertir en formar a las personas (no se vale apoyarse sólo en el “extranjero”) y aprovechar esta carencia como ventaja competitiva• Reinvertir inicialmente el capital en el negocio para que éste crezca, en lugar de repartirse el negocio entre los socios• Es necesario implementar procesos cuando la empresa crece y es más grande y compleja, en cuanto a personas y áreas funcionales• Tener empuje y motivación sin dejar a un lado la situación real • Crear un sentimiento de equipo dentro de la empresa

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