“oliverio, una mirada de la modernidad” de beatriz sarlo

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Oliverio, una mirada de la modernidad “La costumbre nos teje diariamente una telaraña en las pupilas. Poco a poco nos aprisionan las  sintaxis, el diccionario, y aunque los mosquitos vuelen toca ndo la corneta, carecemos d el coraje de llamarlos arcángeles. Cuando una tía nos lleva de vis ita, saludamos a todo el mundo, pero tenemos vergen!a de estrec"arle la mano al señor gato, y más tarde, al sentir deseos de viajar, tomamos un boleto de una agencia de vapores, en ve! de metamor#osear una silla de transatlántico.$ Oliverio Girondo, Espantapájaros La costumbre es odio sa porque no permi te ver: esta máxima moral y estética gobier na la literatu ra deGirondo. Los poetas de los que quiere separarse sienten, imaginan o expresan! cuando escriben, "acen pasar el mundo por la grilla de un yo l#rico que Girondo pre$iere evit ar: % o no tengo una  personalidad! yo soy un coc&tail, un co nglomerado, una mani$estaci'n de personalidades(.)*+ i no "ay yo, la literatura puede liberarse de varias servidumbres: del sentimentalismo, del recuerdo, de la nosta lgia, de l pasad o, de la tra di ci 'n, de la "i sto ria . El valor se $unda en la novedad! los  procedimientos trabajan, básicamente, con la percepci'n. - los mundos interiores Girondo opone super$icies, tableaux, $otogramas captados por un poetaojo. /uando escribe yo como en el primer texto de Espantapájaros, lasl#neas siguientes comien0an con los demás pronombres, "asta llegar a ellos. El verbo que estos pronombres conjugan es no saber. En ve0 de saber, se palpa, se oye, se "uele, se percibe. )*+Las cosas están all#, a$uera, en la escena urbana! la relaci'n simb'lica que se establece con ellas no de  propiedad, tampoco de apropiaci'n! nadie las incorpora a su patrimonio porque sobre ellas se ejerce,  básicamente, el com1n derec"o de la percepci'n. )*+ u cr#tica es irrevente porque no se coloca ni en la polémica intelectual no en la $iccionali0aci'n gra ve de los n1cleos problemáti cos! elige en cambio, la comicidad y la iron#a . )*+ Esta ope raci 'n desacrali0adora, Girondo también la reali0a con el arte. 2ecorre los museos de Europa arrojando sobre los restos que guardan la misma mirada con la que observa la ciudad moderna: de la Olimpia de 3anet o de las 3eni na s puede "a bl ar se como de las c"icas de 4l ores. 5sa la memoria est éti ca )so br e todo en los membretes+ no para agregar la belle0a o un prestigio suplementario sino para poner lo que el poema nombra en relaci'n desnaturali0ante con algo ajeno y di$erente! con ese gesto, asegura que el arte está en el mismo nivel que la vida. e trata de una de las estrategias inventadas por Girondo para su denuncia de La superstici'n de las may1sculas. 6osotros: 7ace tiempo que escribimos: cultura, arte, ciencia, moral y, sobre todo y ante todo,  poes#a. 8espla0a los objetos consagrados del museo o la iglesia a la calle: en este movimiento, todos  pierden, dejan de ser obras que exigen distancia, son comparadas con lo que no corresponde, se las trata de manera inadecuada. )*+ %arlo, &eatri!. 'na modernidad peri#(rica. &uenos )ires *+-*+/-.  &uenos )ires, 0u eva 1 isi2n, - -/

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7/17/2019 “Oliverio, una mirada de la modernidad” de Beatriz Sarlo

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Oliverio, una mirada de la modernidad

“La costumbre nos teje diariamente una telaraña en las pupilas. Poco a poco nos aprisionan las

 sintaxis, el diccionario, y aunque los mosquitos vuelen tocando la corneta, carecemos del coraje de

llamarlos arcángeles. Cuando una tía nos lleva de visita, saludamos a todo el mundo, pero tenemos

vergen!a de estrec"arle la mano al señor gato, y más tarde, al sentir deseos de viajar, tomamos un boleto

de una agencia de vapores, en ve! de metamor#osear una silla de transatlántico.$ 

Oliverio Girondo, EspantapájarosLa costumbre es odiosa porque no permite ver: esta máxima moral y estética gobierna la literatura

deGirondo. Los poetas de los que quiere separarse sienten, imaginan o expresan! cuando escriben,

"acen pasar el mundo por la grilla de un yo l#rico que Girondo pre$iere evitar: %o no tengo una

 personalidad! yo soy un coc&tail, un conglomerado, una mani$estaci'n de personalidades(.)*+

i no "ay yo, la literatura puede liberarse de varias servidumbres: del sentimentalismo, del recuerdo,

de la nostalgia, del pasado, de la tradici'n, de la "istoria. El valor se $unda en la novedad! los

 procedimientos trabajan, básicamente, con la percepci'n. - los mundos interiores Girondo opone

super$icies, tableaux, $otogramas captados por un poetaojo. /uando escribe yo como en el primer texto

de Espantapájaros, lasl#neas siguientes comien0an con los demás pronombres, "asta llegar a ellos. El

verbo que estos pronombres conjugan es no saber. En ve0 de saber, se palpa, se oye, se "uele, se percibe.

)*+Las cosas

están all#, a$uera, en la escena urbana! la relaci'n simb'lica que se establece con ellas no de

 propiedad, tampoco de apropiaci'n! nadie las incorpora a su patrimonio porque sobre ellas se ejerce,

 básicamente, el com1n derec"o de la percepci'n. )*+

u cr#tica es irrevente porque no se coloca ni en la polémica intelectual no en la $iccionali0aci'n

grave de los n1cleos problemáticos! elige en cambio, la comicidad y la iron#a. )*+ Esta operaci'n

desacrali0adora, Girondo también la reali0a con el arte. 2ecorre los museos de Europa arrojando sobre los

restos que guardan la misma mirada con la que observa la ciudad moderna: de la Olimpia de 3anet o de las

3eninas puede "ablarse como de las c"icas de 4lores. 5sa la memoria estética )sobre todo en los

membretes+ no para agregar la belle0a o un prestigio suplementario sino para poner lo que el poema nombra

en relaci'n desnaturali0ante con algo ajeno y di$erente! con ese gesto, asegura que el arte está en el

mismo nivel que la vida. e trata de una de las estrategias inventadas por Girondo para su denuncia de

La superstici'n de las may1sculas.6osotros: 7ace tiempo que escribimos: cultura, arte, ciencia, moral y, sobre todo y ante todo,

 poes#a.

8espla0a los objetos consagrados del museo o la iglesia a la calle: en este movimiento, todos

 pierden, dejan de ser obras que exigen distancia, son comparadas con lo que no corresponde, se las trata de

manera inadecuada. )*+%arlo, &eatri!. 'na modernidad peri#(rica. &uenos )ires *+-*+/-.

 &uenos )ires, 0ueva 1isi2n, --/