ofensiva antiautoritaria en chile: balance, perspectivas. · golpes del enemigo cuando se ha...

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Ofensiva antiautoritaria en Chile:Balance, perspectivas.

Difícil situación es hacerle frente a losgolpes del enemigo cuando se ha perdidoa un compañero en el combate. Sólo paraquienes tienen una perspectiva militar lapérdida de un hermano puede resultar unaconsecuencia que debe asumirse tan sólocon la resignación. Pero para nosotros no.Complicado ya es escribir estas líneas,precisamente porque para dedicarnos a tra-tar lo que pretendemos analizar, la muertedel Mauri es sólo uno entre tantos capítu-los de la guerra social. Esto último nospesa. Nos negamos a aceptar que el espí-ritu insurrecto del guerrero desapareció esanoche, abandonándonos. Nos negamos acreer que su funeral era un último adiós,pues su infinita energía abraza a cada unode los que se deciden a pasar a la ofensi-va… toda la fuerza de nuestro compañeroacompaña a quien se rebela contra el Es-tado-Capital, sobretodo en aquellos mo-mentos donde la respiración se hace casiinmanejable, cuando falta el aire y el co-razón late más intensamente que nunca.

La tarea que nos proponemos (hacer unanálisis a raíz de los últimos acontecimien-tos) no es tarea fácil, precisamente porquecreemos que estas líneas son sólo un aportepara tal objetivo. No pretendemos apare-cer como los dueños de la verdad, porqueello sería faltarle el respeto a nuestros máscercanos compañeros. Estas son nuestrasapreciaciones, nuestras reflexiones, nues-tras posiciones, que aspiran a ser rebati-das, tensionadas y cuestionadas, pues en-tendemos que solo la reflexión colectiva,fruto del debate compañero, es la que irámarcando el camino que seguirá la ofen-siva antiautoritaria.

Algunas pinceladas sobre la estrategiarepresiva del Estado Chileno.

Bastante se ha hablado sobre que la es-trategia represiva del Estado Chileno tie-ne un nexo innegable con el caso italiano,evidencias hay por montón. La visita de laR.O.S. y el fiscal Marini a Chile dejó en-trever algo que de novedoso no tiene nada:la solidaridad entre los explotadores esefectiva y real. La asesoría tanto en asun-tos jurídicos como de inteligencia que losorganismos italianos le prestaron a los chi-lenos estaba apuntada a esclarecer los másde 90 atentados explosivos que han teni-do lugar desde el año 2004 en la ciudad deSantiago. Si han obtenido asesoría de po-licías extranjeras lo más probable es quenos estemos enfrentando a toda laparafernalia tecnológica que el estado ita-liano utilizó contra nuestros hermanos ensu territorio. Pero hay algo que considera-mos necesario recalcar: si bien los apara-tos represivos han estado invirtiendo re-cursos en hostigar a algunos compañeros(seguimientos y escuchas telefónicas)creemos que no han obtenido frutos quedevengan de aquel despliegue de medios.Hasta el momento, no se ha hecho públiconingún caso confirmado en Santiago demicrófonos ambientales o cámaras ocul-tas, aunque claro está que no podemosdescartar de plano su utilización. Errorgarrafal es creer que como aparentementeno han ocupado todo lo que está a su al-cance se puede bajar la guardia (pues siem-pre existe la posibilidad de que estén ex-perimentando con nosotros).

¿Pero entonces cómo se explica que elMauri haya estado en una lista de 20 sos-pechosos de los últimos atentados conbomba? Aquí es donde aparece en escenaotro recurso que nos hace recordar al pro-ceso Marini: la figura del testigo. Claroestá que con la particularidad que tiene queGustavo Fuentes Aliaga, alias “El Grillo”,se haya reivindicado algunos de los ata-ques explosivos. Este funesto personaje(que algunos se empeñan en defender yotros hacen como si nunca lo hubiesen vis-to luego de haber confiado en él) seríaquien habría indicado al Mauri como unode los sospechosos.

La prensa casi al final del 2008 ya ha-bía empezado a hablar de que ex lautaristasy okupas estaban detrás de los atentadoscon bomba. Antes de esto también habíanestablecido una ficticia relación entre elatentado con bomba a un cajero automáti-co en Pudahuel con Marcelo Dotte y Este-ban Huiniguir, ambos ex miembros delMJL que están en prisión desde el 29 demarzo del 2008. Pareciese ser que toda lainformación que los aparatos del Estadohan recopilado no ha sido fruto de sus tra-bajos de inteligencia, sino que más bienles ha “caído del cielo”. Lo que hizo laaparición en escena del soplón “Grillo” fuedarle dirección a las investigacionespoliciales, fichando ciertos lugares y nom-bres de compañeros que luego serían con-sultados en los últimos allanamientos. Enbase a la calumnia que emana de una re-vancha personal, las investigacionespoliciales habrían situado al Mauri comouno de los “cabecillas” (¿?!!!) de ciertatendencia que los medios masivos han lla-mado “anarquismo anticarcelario”.

De esta forma es que los diversos ser-vicios de inteligencia han construido unperfil de los responsables de los atentadoscon bomba, para ello han contado con elapoyo de los periodistas que han estadoconstantemente hostigando con el fin deconseguir alguna declaración. Diversos ar-tículos sobre espacios okupados o con pre-sencia anárquica fueron producidos duran-te los meses posteriores a los allanamientosde fin de año 2008, algunos con la autori-zación de algunas voluntades ingenuas quesupuestamente se identificarían con lasideas anarquistas.

Con la muerte del Mauri el 22 de Mayo,la caza de brujas se desplegó tanto a nivelrepresivo como a nivel mediático (despuésde los últimos hechos, ¿alguien vacila alafirmar que trabajan en conjunto?). Ya nohabía duda, porque aparentemente elMauri habría alojado esporádicamente enalgunas okupas, donde también habría par-ticipado activamente en las actividades queen ellas se desarrollaban. La nueva ima-gen donde dirigir los dardos del poder yaestaba creada y un error fatal e inesperadola había confirmado. Diversosallanamientos a espacios liberados del ba-rrio Yungay, además de los domicilios delos padres del Mauri habían sido las dili-gencias que se habían dictado luego deconfirmar la identidad del compañero. Enuno de ellos la Policía de Investigacioneshabría introducido 471 gramos de pólvoranegra en la okupa “La Idea” debajo delcolchón de uno de sus moradores, CristianCancino alias “Margarito” (primero dije-ron que la habían encontrado en la sala deensayo, luego en la cocina… que eran es-pacios comunes, para luegoindividualizarla).

El poder necesita construirmediáticamente un perfil sobre quien leenfrenta encarnizadamente. De esta formaes que en Chile pasamos del lumpen alanarquista, para luego empezar a hablar deanar”q”uistas y anar”k”istas, donde final-mente se termina señalando a ex lautaristasy okupas. Así opera el poder, aquí y endonde alguien se le enfrente. Podemos en-contrarnos en Francia con los “anarco-autónomos”, en Italia con los “anarco-insurreccionalistas” o en España con los“terroristas”. La estrategia del poder esrecurrente: asediar mediante razzia poli-cial, judicial y periodística.

Teniendo esto presente no nos deberíasorprender que en la proximidad haya al-guna acusación contra algún compañeroque haga relación a la pertenencia a algu-na organización armada, donde esta acu-sación sea sustentada con la teoría de losdos niveles: uno público y el otro clandes-tino. De esta forma es que el Estado Ita-liano secuestró a un montón de compañe-ros en el llamado “Proceso Cervantes” enel año 2004 (recordemos que el mismo ar-gumento tuvo su origen en el “ProcesoMarini”, el año 1994).

Un capítulo nuevo al expediente del“Caso Bombas” es también lo ocurrido lamañana del 24 de Junio. Ese día la madrede Diego Ríos Gonzáles habría dado avi-so a Carabineros sobre la presencia de unbolso sospechoso en su propia casa, bolsoque contenía materiales para fabricar ar-tefactos explosivos.

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Al enterarse de lo acontecido Diego de-cide darse a la fuga, manteniéndose pró-fugo de la justicia hasta el día de hoy (ha-bría sido emanada una orden de detenciónsobre él y estaría arriesgando por lo me-nos 10 años de cárcel). Al atardecer es alla-nado por miembros del GOPE,LABOCAR y SIP de Carabineros el Cen-tro Social Autónomo y BibliotecaLibertaria Jonny Cariqueo, lugar en queDiego habría morado, extrayendo del lu-gar lo que se ha transformado en una cons-tante: bicicletas, herramientas de construc-ción, un balón de gas, una CPU, una cá-mara fotográfica y propaganda. Nueva-mente fiscales y policías no habían movi-do un dedo y se les había golpeado la puer-ta para que tan sólo realizaran las diligen-cias y así archivaran la información a lacarpeta de su investigación.

Pero entonces ¿qué busca la estrategiarepresiva del Estado?

Es bastante complicado hablar de unaestrategia eficiente del Estado contra losantiautoritarios debido fundamentalmen-te a que todos sus recursos invertidos encontrol e investigación no han producidoningún fruto. Han sido más bien los pro-pios errores, cruciales y fatales, los que hanayudado al enemigo a apuntar contra al-gunos compañeros. Teniendo esto presen-te, creemos firmemente que echando manoal argumento que sea y utilizando todos oalgunos de los medios de control social quetiene a su alcance, el Estado busca por unlado dar una sanción ejemplar (con la apli-cación de altas condenas mediante la LeyAntiterrorista por ejemplo) y por el otroinfundir el miedo. La inclinación que pue-da tener la balanza de este binomio tieneque ver con la previsión de los posiblesescenarios que cada una de las opcionespuede presentar…

La ofensiva antiautoritaria, fortalezasy debilidades.

Creemos relevante subrayar el hecho deque se haya desarrollado una crítica revo-lucionaria al Estado-Capital que rompecon los viejos lastres izquierdistas (unatradición que en este territorio aún pesamucho). Es todo un experimento la proli-feración de las ideas antiautoritarias deacción en una historia y en un contextoactual donde el marxismo hahegemonizado las experiencias de lucha,y cuando hablamos de marxismo tambiénincluimos las primeras experiencias delmovimiento obrero en Chile de corte anar-quista (que hoy reaparece con elplataformismo), ya que hay un hilo con-ductor entre ambas tradiciones ideológi-cas donde se comparten tácticas. En estesentido a pesar de que existió presenciade compañeros antiautoritarios que se en-frentaron mediante la acción directa alEstado-Capital su influencia fue más bienmarginal. Fue la alternativa sindicalista ensus diversos ribetes por un lado y las dis-tintas orgánicas que tenían una visiónmilitantista de la lucha (desdeelectoralismo a lucha armada) las que en-causaron las fuerzas de ruptura.

Nos enfrentamos ante un terreno fértilpara la recepción de las ideasantiautoritarias, donde la decisión queempuja a la acción avanza a ritmo propio.Esto es producto de años de actividad,donde se ha apostado a la multiplicidadde formas que adquiere el ataque, recu-rriendo a la propaganda por el hecho des-de las más diversas ópticas que esta elec-ción engloba. Una de las cuales se ha he-cho especialmente polémica ha sido elatentado a las diversas instituciones delEstado-Capital. Polémica debido a que havuelto a aparecer en la llamada “opiniónpública” generando reacciones de todo tipo(incluso en lo que algunos ingenuos lla-man “movimiento libertario chileno”), in-vocando al viejo fantasma de las diversasexperiencias de lucha armada que han exis-tido en Chile, algunas bastante recientes.Esto ha llevado incluso a que quienes es-tán en el poder teman encontrarse ante unnuevo “foco subversivo” como le llaman.

Como decíamos antes, el poder necesi-ta construir un icono para poder atacarlosistemáticamente, debe saber cómo viveese enemigo, como piensa y actúa, debe

saber todo sobre él. De esta forma lecategoriza, encuadrándolo. Así en-

tonces, la reiteración de ciertasformas (como se hace, como sedice), materiales (de fabricacióncasera) y objetivos materiales(instituciones del capital) les hallevado a la conclusión que sialguna de ellas se hace recurren-te entonces se puede hacer rela-ción con otras acciones. Un ex-tintor relleno con pólvora negra,un sistema de relojería adosado aél, depositado en un blanco queresponde a algún interés del Es-

tado-Capital y un comuni-cado enviado por

internet es la figuraque han construido,hilo conductor quehace que hoy sepueda hablar del“Caso Bombas”.

Claro está, que tarde o temprano esehilo conductor se iba a generar igual. Sedemoraron más de 3 años en poder esta-blecer esa ligazón, y tuvieron que recibirapoyo exterior para poder entender el fe-nómeno. Sus esquemas investigativos y sulegalidad están acostumbrados a las orga-nizaciones de lucha armada de corte mar-xista, las que cuentan con jerarquías den-tro de su modelo organizativo. Nada leshacía relación hasta la visita de sus paresitalianos que pudieron entregar algunosdatos sobre la naturaleza de los grupos queestaban detrás de los ataques.

Se encuentra en las manos de los revo-lucionarios poder retrasar aquella respues-ta del poder. Como escribió un compañe-ro del FLA alguna vez «Importante es parala lucha el hecho de generar acciones querespondan a una lógica continua y difusa.Esto quiere decir que los materiales utili-zados y los objetivos tienen que ser lo másdiversos posibles, teniendo en cuenta esosí, que cuando se identifica a un enemigonada de esto puede impedir que se le sigala pista. Es sólo desarrollar una concien-cia de seguridad, mantener una discipli-na y un compromiso cotidiano los que pue-den verdaderamente brindarnos ciertasconfianzas que no les estamos haciendoel camino fácil para que lleguen a noso-tros.»

Necesidades inmediatas para hacerlefrente al ataque del poder: solidari-

dad, propaganda.

El escenario al cual nos vemos enfren-tados nos golpea a todos quienes nos sen-timos en guerra, que vivimos nuestra vidaacorde a nuestros principios revoluciona-rios, que estamos pensando constantemen-te en cómo atacar directamente al Estado-Capital, tengamos algún tipo de relacióncon los espacios okupados o no. Es ahoracuando la informalidad debe ser una ideaque se expanda y se haga efectiva en elcombate, porque más allá de que la ofen-siva del poder se haya concentrado allídonde existen compañeros que liberan unespacio y le dan vida, lo que está en juegono sólo es que secuestren a algunos denuestros hermanos… con ello también seve afectado el curso que puede tomar lalucha insurreccional en este territorio.

Nos parece que si bien no es imposi-ble, resulta bastante difícil encarcelar acada individuo o grupo que atente contrael poder cuando la rebelión se contagiacomo la gripe porcina; por ello la estrate-gia del miedo resulta también efectiva, yaque en términos concretos se produce unaislamiento de quienes han sufrido losembates. Así nos atrevemos a afirmar queinnegablemente la respuesta altiva y soli-daria que podemos dar en cualquier esce-nario es la única forma que tenemos parahacerle frente a los ataques que nos propi-na el Estado-Capital.

Como bien ya se ha planteado en di-versas oportunidades, la solidaridad es unapráctica que adquiere los más diversoscaminos, dependiendo de las posibilida-des, de las motivaciones, del compromisoque cada uno de los compañeros que laasumen con urgencia estime conveniente.No existe tan sólo una visión de la solida-ridad cuando ésta se perfila como un arma.

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Para nosotros no es solidaridad el he-cho de emitir una declaración que asumaformalmente que se “solidariza” con tal ycual compañero, cuando ésta se hace des-de la comodidad que brinda la posición delespectador. Solidaridad es involucrarse enla ofensiva aportando todas las capacida-des con las que se cuente para hacer sentira nuestros compañeros que no están so-los.

Nosotros hablamos de solidaridad re-volucionaria, internacionalista. La idea quedebemos tener internalizada es que si to-can a algunos de nuestros compañeros nostocan a todos, aquí en Chile o donde este-mos, no necesitamos conocer a nuestroshermanos de otras latitudes para solidari-zar (gran ejemplo el que han brindado loscompañeros en México, Argentina, Uru-guay, España, Grecia). Mediante la accióndirecta en su más amplio espectro, hacien-do sentir el apoyo moral a nuestros com-pañeros que han sido secuestrados por elEstado, difundiendo análisis, agitando, in-formando de lo acontecido, no quedándo-se callado ante los ataques del poder. Estaha de ser la posición de aquellos que seencuentren en una ubicación de relativadistancia con el epicentro de los aconteci-mientos (en términos geográficos perotambién investigativos).

Ahora bien, por otro lado, la posiciónde los compañeros del CSO Sacco yVanzetti ante los hechos ocurridos el 22

todos los compañeros. Cada quien verá dequé forma aporta a ella, pero lo que debeimpregnar nuestra práctica cotidiana es queno debemos conformarnos jamás conaquello que hemos hecho, el inconformis-mo se transforma en arma cuando adquie-re este sentido pues nos lleva a asumir quetodo lo realizado en pos de difundir unaidea no es suficiente. Siempre es necesa-rio exigirse un poco más.

Si callamos hoy, si no vemos con prisael hecho de gritar lo que está ocurriendo ycomo lo estamos enfrentando, si nos es-condemos como cobardes en nuestras gua-ridas, entonces nos habrán vencido. Enaquel instante, quienes no dudan en ma-tarnos como quienes hipócritamente sedesmarcan acusando una “divergencia tác-tica”, estarán gustosos de saber que hanfrenado nuestro avance. Ante sus ataquesdebemos protegernos entre compañeros,esparciendo nuestras ideas y nuestras prác-ticas, con la palabra y el acto, venciendoel temor que nos pretenden infundir.

¡Que cada vez seamos más quienesdesenterremos el hacha de guerra, quela perspectiva insurreccional se conta-

gie como la peste negra!

de mayo también ha abierto un camino quesin duda ha ayudado a clarificar la respues-ta ante cualquier embate del poder: ellossolamente hicieron lo que debían hacer yno fue otra cosa que ser consecuentes consu idea de insurrección. Fue esta posiciónde guerra que aparecía en cada comunica-do que difundieron y que luego los llevó aatrincherarse en su casa mostrando losdientes, la que de cierta forma tambiéncondicionó la respuesta de los compañe-ros en el exterior, que se concentraron enla calle haciendo sentir el lado amable dela solidaridad, la compañía y el apoyomoral. Y cuando aparecieron los gruposde choque de la burguesía ahí estuvierontambién quienes acompañaban, mediantela fuerza, montando barricadas, cruzandoautos, atacando distintos símbolos del po-der en todo el barrio hasta largas horas dela noche. Esta posición de guerra es la quecada compañero que se viera golpeado de-bería hacer propia, ya que el enfrentamien-to no acaba ahí. Claramente ni la cárcelpuede detener la lucha cuando ya se ha per-dido el miedo y se ha asumido el combatea muerte contra todo tipo de autoridad; eseso lo que nos hace gigantes, tanto a quiense encuentra secuestrado como a quienesasumen la solidaridad con el/loscompañero(s).

La propagación de la idea mediante to-dos los medios posibles debe ser tambiénasumida como una tarea urgente que debeser llevada a cabo de manera constante por

Algunos apuntes sobre la Informalidad.Abordando el tema.

Para abordar el tema de la informali-dad es necesario tocar el asunto de la or-ganización. Aunque el debate sobre la or-ganización es un debate viejo, creemos quela informalidad lo que hace no es dar unarespuesta al ¿cómo debemos organizarnospara luchar? sino que es en esencia uncambio de perspectiva, la pregunta ya hasuperado sus propios límites, cambiandopor completo al ¿cómo establecemos re-laciones verdaderas entre compañeros?Desde este terreno es que la separación dela vida ya no es posible, pues cada cues-tión concerniente a ella es también unacuestión “política”, de esta forma la res-puesta que se busca es en esencia una ne-gación en términos prácticos de la exis-tencia alienada.

Sabido es que las respuestas que se pue-den dar a un determinado problema sonmúltiples, existe un abanico de posibili-dades sobre cómo dar solución a una tareacualquiera. Por supuesto que el estableci-miento de una sociedad en términos demasas da una respuesta alienada a cadanecesidad, lo que termina creando un feti-chismo en torno a ella, produciendo el sur-gimiento de la institución. Así es como ladivisión del trabajo se ve proyectada encada aspecto de la vida, estableciendo unasociedad donde los roles están ya fijadosdesde antes que alguien pueda siquieraobservar por vez primera la luz del sol. Ladivisión del trabajo entonces da paso a laespecialización, donde se engendra el ger-men de la división del mundo en dos: ex-plotados y explotadores.

Desde el terreno de la informalidad seasume que la organización no es otra cosaque la organización de las tareas, por ellotodo tipo de esfuerzos apuntados a mante-ner en el tiempo estructuras de diversa ín-dole no harán otra cosa que reproducir ló-gicas viciadas que ya han fracasado en elpasado.

La organización entendida en términosformales es una institución, que tiende aautoreproducirse elaborando una metodo-logía, una forma de hacer las cosas. Lo quese busca con ello no es fijar el objetivo enla tarea que debe ser hecha, sino en el pro-cedimiento que puede o no cumplir conlas expectativas. Se crea con ello una ideo-logía de la organización, donde se pierdede vista la cuestión fundamental que no esotra cosa que dar respuesta concreta a unanecesidad concreta. Así el militante de laorganización formal debe esperar la apro-bación de su orgánica para hacer efectivala solidaridad con alguna lucha. Todas lasiniciativas individuales son absorbidas poruna estructura que busca constantementela autoafirmación, y no la confrontación.Esto trasciende a si la organización es decorte jerárquico u horizontal, si funcionabajo democracia directa o representativapues en el fondo lo que hace es considerarque la revolución es un problema de for-mas de organización y no de contenidosque marquen una ruptura con el orden exis-tente.

Así para unos lo que hoy hace falta esformar un sindicalismo clasista y comba-tivo (como si pudiese existir), formar par-tidos que agrupen a militantes destinadosa ser los cuadros políticos que dirijan la

ofensiva o bien, formar los consejos obre-ros que constituyan la nueva “república delos soviets”. Todos traen al mercado de lasideologías la última novedad, el gran se-creto del por qué de la derrota. Pero nin-guno se detiene en hacer una crítica totalde la vida cotidiana.

La experiencia histórica de la infor-malidad

Organización concreta para tareas con-cretas es el camino que elige la informali-dad. De este modo entonces es que lo im-portante es el objetivo concreto, para elcual pueden darse tantas formas comomentes pensantes existan.

Eso es lo que en los años 70 el MILhabía concluido en su congreso deautodisolución. La Post Data a tal docu-mento termina en lo siguiente:

“El terrorismo y el sabotaje son armasactualmente utilizables por todo revolu-cionario. Terrorismo mediante la palabray el acto. Atacar al Capital y a sus fielesguardianes –sean de derechas o de izquier-das- tal es el sentido actual de los GRU-POS AUTÓNOMOS DE COMBATE quehan roto con todo el viejo movimientoobrero y promueven unos criterios de ac-ción precisos. La organización es la orga-nización de tareas, es por ello que los gru-pos de base se coordinan para la acción.A partir de tales constataciones, la orga-nización, la política, el militantismo, elmoralismo, los mártires, las siglas,

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nuestra propia etiqueta, han pasado al vie-jo mundo.

Así pues, cada individuo tomará –comoqueda dicho- sus responsabilidades per-sonales en la lucha revolucionaria. No hayindividuos que se auto-disuelven, es laorganización político-militar MIL que seauto-disuelve: es el paso a la historia loque nos hace dejar definitivamente la pre-historia de la lucha de clases.”

En este comentario al documento que-da plasmado un quiebre, donde la concep-ción sobre la lucha misma ha sufrido uncambio. Este podría ser uno de los antece-dentes históricos que tenemos sobre la in-formalidad, pero la verdad es que lo pos-terior y más reciente es sólo su teorización,pues como práctica existía ya desde el si-glo diecinueve con los círculos denihilistas rusos. Así es que se han venidodando en el siglo veinte una serie de expe-riencias de combate en términos informa-les. No es nuestra pretensión hacer una listaexhaustiva de ejemplos sino sólo nombraralgunos acudiendo a sus particularidades.

Podemos claramente distinguir dos ti-pos de objetivos que dicen relación con elescenario al cual los compañeros se hanvisto enfrentados. Han surgido por un ladocoordinaciones para lograr un objetivo in-mediato, como los GARI (Grupos de Ac-ción Revolucionaria Internacionalista) queactuaban en España y Francia y que teníancomo fin la liberación de los presos delMIL, coordinación que adquiere los tintesde una campaña de solidaridad internacio-nalista.

Otro ejemplo un poco distinto es el FLA(Frente de Liberación Animal) que surgea partir de la radicalización y elcuestionamiento a la parcialidad de la lu-cha animalista. Se actúa teniendo comoobjetivo la liberación animal pero los gru-pos no se conocen entre sí, se hacen afi-nes en una idea y también en una práctica,la de la acción directa.

Ambos ejemplos tienen una limitante anuestro parecer, que es tener aún la ideade querer aparecer tras unas siglas, comosi de una “organización” informal se estu-viese hablando. Para nosotros la prácticainformal es la dinámica misma de la lu-cha, no necesita de siglas para hacerse la-tente ni evidente.

En este sentido la solidaridad que seviene efectuando entre compañeros de dis-tintas latitudes es el mejor ejemplo de ello,no necesitamos formar una federación in-ternacional de grupos para hacer efectivala lucha revolucionaria, pues lo importan-te es el mensaje que quede plasmado en laacción.

En la medida que la solidaridad entrelos revolucionarios no sea tan sólo pala-bra escrita se estará avanzando, sin estruc-turas horizontales de carácter inamovibleque luego del golpe del poder quedan des-articuladas por completo. En este sentidola experiencia de quienes combatieron ycombaten valorando la afinidad es rica enlecciones para quienes se plantean en gue-rra. En ello también radica la importanciade recuperar nuestra propia historia de lu-cha, socializándola, para que también lasfuturas generaciones de compañeros pue-dan pararse sobre un piso firme y no sobrela nada.

La práctica informal en este territorio.

La aparición práctica de la informali-dad en lo que los reformistas llaman “mo-vimiento libertario chileno” es muy ante-rior a la aparición del debate sobre la or-ganización. Por lo menos desde la emer-gencia de los “colectivos” en reemplazo alos viejos partidos viene ya engendrada lasemilla para que hoy podamos llegar a teo-rizar sobre la informalidad. Con la llega-da de la democracia y la posterior desarti-culación de las organizaciones político-militares que lucharon contra la dictadurapinochetista, se empieza ya a expandir unaperspectiva anticapitalista, antiautoritariay autónoma, que recogiendo las leccionesde las experiencias de lucha anterioresabraza la horizontalidad frente a la jerar-quía y la acción directa frente a la delega-ción. Es en este terreno que se empieza atener conciencia de lo que la propia prác-tica iba dictando como curso, donde la ideade afinidad y por supuesto de organizacióninformal empapaba significativamente ladinámica misma de la lucha. Claro está quepor otro lado también hubo gente que secontagió con las ideas militantistas de latradición izquierdista, y que son quienesen el hoy intentan enfangar la ofensivainsurrecta, muchos de los cuales

seguramente desconocerán está práctica ola atribuirán a una especie de prehistoriade sus organizaciones políticas.

Desde su posición de militantes de unaorganización política critican lateorización de la acción insurrecta, atribu-yéndole el carácter de supuesta novedad,de adhesión a una “moda” intelectual o detradición pequeñoburguesa. Sabemos queesos siempre han sido los argumentos delreformismo. Aquí o en donde algún com-pañero tenga la decisión de levantarse yque no reconozca sobre él autoridad algu-na, lloverán las críticas pasivas de quie-nes desean ser seguidos, pues les encole-riza la existencia de iniciativas que reba-sen sus orgánicas.

De lo que se trata es de romper todaslas falsas apariencias, romper de una vezcon todas las ilusiones para poder enfren-tarse cara a cara con el enemigo. Por elloya no necesitamos siglas que nos hagansentir protegidos, porque con nuestroscompañeros somos una sola fuerza en lalucha.

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Continuará...

Crónica y comentario de una fuga.En estos tiempos pareciese que llego el

momento de demostrar con los hechosquienes somos mucho mas allá del discur-so. Es un tanto esquizofrénico tener quecomenzar a acostumbrarnos a circunstan-cias que nos golpean por ser de aquellosque luchan, por ser de quienes no dan pasoatrás. Pero aquí estamos, somos un puña-do de guerreros que intenta sacar leccio-nes del sufrimiento, ese dolor que nuncadesaparecerá, la pena de la perdida, la queya sabemos se manifiesta de muy diferen-tes formas, algunas incluso hasta inimagi-nables.

Querámoslo o no, y sin ningún afán dejuzgar a nuestro hermano, la muerte delcompañero Mauricio Morales abrió unapuerta que hasta el momento de su muertela policía no había podido descubrir, elloslos fascistas de siempre solo poseían unpuñado de nombres y acciones, pero nohabían dado con la llave maestra que lespermitiera comenzar a tejer de una vez esatan ansiada mentira de aquella organiza-ción de grupos coordinados y lideres in-formales.

Cuando poco a poco nos fuimos dandocuenta de la magnitud de aquello que sepodía venir en cualquier momento y mien-tras los centros sociales ocupados “Saccoy Vanzetti” y “La Idea”, esta ultima conuno de sus hermanos (Cristian Cancino)tras las mazmorras y siendo procesado porla ley anti-terrorista, permanecían en el ojodel huracán con el maldito tedio de vivirteniendo a la represión fuera de sus casasse vino un acontecimiento que se sumariaa las piezas de domino que están cayendouna por una, y ojo, las que no pararan decaer.

El pasado 24 de Junio y tan solo a dosdías que se cumpliese un mes de la muertedel Mauri es allanado un departamentoubicado en la comuna de Santiago, a pa-sos de la Biblioteca Nacional, en el opera-tivo policial participaron diferentes ramasde las instituciones de seguridad que po-seen nuestros enemigos incluyendo a unode los fiscales especiales a cargo de la in-vestigación del ya denominado “CasoBombas”. Las primeras horas luego de esteacontecimiento fueron de gran confusión,pero con el pasar de los días podemos acla-rar ciertos aspectos de ese fatídico hecho.

El departamento en cuestión se encon-traba en desuso y pertenecía a la madredel compañero Diego Ríos, éste vivía hastaentonces en el Centro Social Autónomo yBiblioteca Libertaria Jonny Cariqueo em-plazado en la comuna de Pudahuel. Al in-terior del domicilio céntrico que alrede-dor de las once de la mañana de aquelMiércoles ya hacia repleto de policías seencontró un bolso con diverso materialexplosivo que hasta el día de hoy no sabe-mos con exactitud que es. Esta última ju-gada fortuita fue un regalo para la policíay les permitió a estos asquerosos continuarcon su movida de tablero llegando a esta-blecer un jaque. Es contra esta situacióndesfavorable que todo antiautoritario debemanifestar sus esfuerzos, contra el cualdebemos ser inteligentes y solidarios, sa-lir del letargo y mover las piezas de mane-ra que no dejemos la ofensiva cotidiana.

Así la primera gran pregunta que co-menzó a rondar las cabezas de quienes noshabíamos podido enterar de lo ocurrido eracomo la policía había podido llegar a esedepartamento. La respuesta no tardo en lle-gar y era mucho mas terrible de lo que nospodíamos imaginar, quien llamo a carabi-neros tras descubrir el bolso en cuestiónfue la propia «madre» de nuestro compa-ñero. Ella sin ningún tapujo moral comen-zó a colaborar con la autoridad intentandosalvar su culo y pensando salvar el de suhijo.

Ya entrado el día los hermanos mas cer-canos a Diego se preparaban para un in-minente allanamiento en su hogar (la bi-blioteca Jhonny Cariqueo). Éste llego maso menos a las siete de la tarde durando treshoras, en las que mantuvieron secuestra-das a unas compañeras las que se rehusa-ron en todo momento a colaborar con lapolicía guardando silencio y no contestan-do ninguna pregunta que se les hacia, ade-más requisaron entre otras cosas un balónde gas, instrumentos serigráficos y bici-cletas, este tipo de material ha sido roba-do por la policía en todas las casas allana-das en los últimos tiempos. Pero lo quenos hace permanecer orgullosos es que nolograron llevarse lo que buscaban con masansias de encontrar, para lo cual habíanmontado todo un show mediático a lasafueras del centro social, por ningún lu-gar, en ninguna pieza de la casa estaba

Diego y esperamos que nunca sepan suparadero.

La situación que hoy viven Diego y suscercanos vuelve a abrir una discusión quea ratos se torna muy lejana. Muchos sonlos que hablan de guerra, pero cuando secomienzan a vivir sus consecuencias en uncontexto mucho mas cercano que el decomunicados a la distancia, que situacio-nes que se viven en otras latitudes delmundo, no saben actuar como verdaderosguerreros, pues la discusión acerca de laclandestinidad hoy esta mucho mas cercade lo que pareciese y nos empuja a estar alas alturas de las circunstancias, Diego aligual que el Mauri no están muertos, masbien elevaron su vida al exquisito estadode negación contra lo existente y es nues-tra misión no olvidarles.

Si echamos pie a hablar de la clandes-tinidad lo primero que debemos aclarar esque para nosotros existe una negación dela óptica que concurre sobre este tema enboca de las estructuras formales, desde lospartidos cuando uno de sus compañerosnecesita pasar a la oscuridad junto a él seesfuma su idea, esto quiere decir que sevive un profundo y exclusivo estado deilegalismo lo que genera que dicha ideasea cual sea se reduzca también a un esta-do de clandestinidad, por lo tanto la insti-tución político militar tiene total dominiosobre su militante el que desaparecerá jun-to a sus fervientes ideales. Así lo único quese logra conseguir es construir una barre-ra en la difusión de la praxis en cuestiónprovocando un estancamiento en la gene-ralización de las acciones contra el Esta-do-Capital. Como anti-autoritarios debe-mos luchar para que esto no ocurra, si bienllegaran momentos en que la ofensiva re-presiva sea tan grande que a muchos denosotros nos toque la mala dicha de ver-nos las caras tras las rejas, tal como ocu-rrió con los casos Marini y Cervantes enItalia, jamás debemos caer en el juego delilegalismo, no podemos permitir que laidea se vea relegada a la clandestinidad.

Cuando un compañero ha muerto en laacción, cuando un hermano ha sucumbidoen las frías celdas del capital, cuando unguerrero a decidido emprender la huidapara no pudrirse en las mazmorras y poramar demasiado su libertad, quienes

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continuamos con la minima movilidad quenos permite esta asquerosa sociedad de-bemos elevar sus ideas a lo mas alto de larevuelta, solo así no permitiremos que ellosmueran definitivamente y que junto a ellosfallezcan sus convicciones.

La huida de Diego es en si misma unapropaganda. Una propaganda por la ac-ción, ya que el escogió el camino de la in-surrección cotidiana, el mas complicadode los senderos, él, con su propia existen-cia esta demostrando que es posible aca-bar con el enemigo y a la par burlarse ensu propia cara, por consiguiente seria unerror el que ahora nosotros ocultásemossu fuga. Debemos, por el contrario, pro-pagar su acción, hacerla visible, continuarcon la propaganda que él inicio y llevarlahasta el final y, porque no, además tam-bién exigirle al compañero que se mani-fieste, que nos cuente como se siente, quepiensa, cuales son sus lecciones y emocio-nes, que no se deje morir, que siga adelan-te pues esta aún lleno de vida y por lo tan-to debe continuar en pie de guerra.

En fin, nosotros consideramos comocuestión esencial y prioritaria la difusiónde la idea desde todos los medios que pue-de brindar la lucha revolucionaria. En esesentido es que creemos que en este mo-mento seria dañino más que provechosoque más y más compañeros empezaran aasumir exclusivamente la clandestinidadcomo método de lucha, esto es, como for-ma de vida. Aunque si creemos que haysalvedades. Hay momentos difíciles en lavida de un guerrero donde se debe elegirentre ese camino, la cárcel o la muerte ydonde claramente la elección obedece auna reflexión individual. En ese contextoes que la clandestinidad se asume comouna táctica de lucha individual (tambiénpuede llegar a ser grupal, por qué no) quedebe contar necesariamente con el apoyode compañeros afines que tengan cerca-nía con el individuo o el grupo. Lo que nodebe significar que ese compañero deja deluchar, al contrario, hace de su vida enclandestinidad una existencia de comba-te, participando en la lucha mediante losmedios que le parezcan pertinentes.

Ejemplo de ello es el que están dandoalgunos compañeros en Grecia, donde apesar de estar en condiciones de clandes-tinidad, siguen emitiendo comunicados ex-presándole al resto de los compañeros quesiguen en lucha sus ideas, de esta formaesa opción puede seguir aportando activa-mente a encender los fuegos de la revuel-ta.

Para finalizar reivindicamos con todoel fuego de nuestros corazones la fuga delcompañero, le deseamos a la distancia quese sienta acompañado. A la vez hacemosun llamado a quienes se consideran gue-rreros a manifestarse con respecto a nues-tro hermano, que no le dejen morir en elolvido, que la discusión está abierta y laposibilidad de accionar también, ademásgritamos al cielo que tenemos que estarpreparados pues el poder no permitirá quealguien se burle así como así de él, debe-mos tener claro lo que ello implica, esta-mos en guerra y esta se pelea hasta des-truir el ultimo bastión de la sociedadcarcelaria.

Huye, corre, pero siempre enfrentando a tu enemigo…Tú ya eres un ataque, por favor no te apagues…

Caminando por Santiago de Chile.Amargo es el gusto que queda cuando

vemos que los días pasan uno tras otro ypareciesen ser todos iguales. Cuando el va-cío invade la vida, despojándola de todoatisbo de belleza, entonces el proyecto delcapital se ha impuesto temporalmente. Ylas circunstancias exigen de la sensibili-dad que mantiene viva la llama de la insu-rrección dentro de cada uno, que no es otracosa que la moral revolucionaria. Y a ra-tos también la moral decae.

Pareciese ser que a gran parte de quie-nes dicen estar en guerra se les olvida ha-cer del dolor y la frustración una fuerzaprovechosa para la acción insurrecta. Vancasi dos meses y ese sabor desagradableque deja que el Mauri haya sido relegadoa un plano individual se me viene a la gar-ganta cada vez que camino por las callesde esta podrida ciudad. Y todos parecie-sen estar conformes, y todos se miran elombligo desde una posiciónautocomplaciente. No hablo de la gente

que camina por la calle que “vive” y “res-pira”, sino de quienes, de una u otra for-ma, compartieron con él ideas y vivencias,quienes lo conocieron y también quienesno.

Y la tan manoseada guerra está en eldiscurso de todos. Está entre quienes pier-den sus ratos sometidos voluntariamentea las drogas, entre quienes recuerdan alcompañero caído tan sólo en su intimidady nunca más allá, entre los que creen quecompañía es tan sólo hacer una absurdapresencia vacía de calor humano, entre losque creen que todo está perdido y tambiénentre los que todo va muy bien. Y así seapaga la llama de Mauri.

Quienes se consideran “compañeros” sepreocupan de tirar una frazada sobre aquelfuego. Porque desde estas posiciones yano es necesaria la comunicación, porqueya nadie quiere escucharse. Cada quiencon su dolor, cada quien recuérdelo como

mejor crea, pero eso sí, no hablemos de élpúblicamente.

Cuando nos encontramos con este tipode actitudes, que abarcan desde la pasivi-dad crítica hasta el activismo derrotista yano necesitamos que la clase dominante sepreocupe de borrar de la memoria históri-ca a nuestro compañero. Porque claro, nohace falta para el poder re-escribir una his-toria cuando sus mismos compañeros sonincapaces de luchar contra el olvido.

Y quien se sientainsultado, que se lo

cuestione.

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EditorialPasa el tiempo y la temporalidad nos

atrapa en una frustrante existencia que esmuy difícil de sobrellevar. Muchas fueronlas dudas que surgieron a la hora de queeste nuevo numero de “Informalidad” co-menzara a ser desarrollado, dudas que notenían otro gravitante mas que los aconte-cimientos que nos tienen hoy caminandoen la cuerda floja y donde nadie sabe quienserá el/la primerx en perder el equilibrio.Ya no tenemos idea de cual es la lógicarepresiva y mucho menos sabemos cualserá la respuesta de nuestros compañerxsde idea a la hora que estos pensamientostoquen la materialidad de un papel, peroaquí vamos y nos lanzamos al fuego ar-diente pues comprendemos que es solo elriesgo el que nos ayuda a advertir que laacción antiautoritaria en su diversas for-mas es valida en si misma logre o no suobjetivo.

Nos cuesta hacer nuestra la idea de se-guir adelante ya que la pena es tan profun-da que cala los huesos, pero la necesidadde continuar y las fuerzas que nos dan lasexperiencias de aquellos que en su momen-to así lo hicieron, además de la necesidadde no continuar engrandeciendo el senti-miento de traición con quienes ya no es-tán a nuestro lado (vivos o disfrutando dela muerte) nos empujan a alzar la voz unavez mas queriendo no perder la cabeza e

intentando continuar siendo un aporte des-de la propaganda escrita y en este caso conel objetivo especifico de darle la pelea alolvido y prolongar el llamamiento a agu-dizar nuestras cotidianeidades.

Ya que pretendemos renacer y transfor-mar nuestro dolor en mil formas de acciónes muy importante para nosotros dejar enclaro un cambio trascendental que estapublicación sufrirá de aquí en adelante.Hemos decidido pasar de ser una simple,pero importante, divulgación escrita atransformarnos en un grupo que poseecomo intención desarrollarse en diferen-tes aspectos que se vinculen con la circu-lación de las ideas anti-autoritarias, así escomo además de la permanente circulaciónde este periódico también es nuestra in-tención construir un espacio donde veanla luz escritos de todas partes del mundotransformados en libros, boletines, cuader-nillos, etc. Es por esto que hemos tomadola decisión de autodenominarnos “GrupoInformalidad”, jamás con el afán de con-vertirnos en una organización permanentesino con el claro designio de demostrar quelos objetivos superaron la construcción deun periódico. Si en algún momento nues-tra conexión se vea afectada irremediable-mente, o si por otro lado nuestros objeti-vos e ideas se distingan en contradiccióncon aquello que hoy pretendemos

construir no dudaremos en desaparecer yen que los individuos que aquí participande manera libre asociada tomen el rumboque a cada uno de ellos les plazca.

Para que este nuevo desafío puedaconcretizarse necesitamos de la disposi-ción de nuestros hermanos, les pedimosque sean capaces de hacernos llegar de unay mil formas sus comentarios, criticas ytambién sus escritos, ya que nosotros nodudaremos en publicar en el medio que nosparezca adecuado y según los recursos conlos que contemos las ideas de aquellos quepor uno u otro motivo no las pueden di-vulgar mas allá de la plataforma virtual.Claro que esto será así mientras estas ideasse abrasen de la acción insurrecta y porsupuesto antiautoritaria, jamás ha sidonuestra intención enarbolar la democraciade ningún tipo, por lo tanto no nos con-vertiremos en un diario mural democráti-co. Con ello también queremos decir queno publicaremos todo lo que nos llegue,sino lo que consideremos interesante,aquello que creamos que es un aporte ne-cesario y contingente.

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Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad,Tu fuiste de aquellos que se arriesgan y de eso no hay duda,Y ya que las cosas visibles tienen su tiempo y los riesgos sus costos,Pasaste a un nuevo estado, el de las cosas invisibles donde todo es eterno,Y para muchos tú no eres olvido sino que eternidad.

Este humilde esfuerzo va dedicado con todo nuestro amor para unoque no tendremos la oportunidad de identificar más, pero cuya presen-cia e ideas nos acompañaran hasta destruir el último bastión de la so-ciedad carcelaria…

Para ti hermano, para el Mauri y su recuerdo.

[email protected]

Fé de erratas.En el número anterior de Informalidad existieron varios errores de redacción (esto

en lo que concierne a la edición impresa). Nos detenemos en uno que consideramosmás importante porque se puede prestar a malos entendidos. En el artículo «Críticadestructiva a la CAL y su respuesta contra el anarquismo antisocial» en un párrafode la segunda columna dice «Reniegan de llamarse ‘vanguardia’ pero entre sus ob-jetivos está el llevar la conciencia a las masas, practican el centrismo en sindicatosy la política de frentes.», donde debiera decir entrismo. De lo contrario se desprendeque lo que se reprocha es que jueguen dentro de los sindicatos una posición decentro y no de izquierdas. De esta forma lo que se tensiona no es el sindicalismomismo, sino una posición política con respecto a él. Esto para nosotros significa uncuestionamiento parcial y por ende reformista, ya que no considera el papel que ésteha jugado en la lucha de clases: canalizador de la ruptura, bombero de la revuelta.

«La muerte está enraizada a nuestroproyecto, es parte del corolario de las

andanzas venideras, y aunque amemosla vida, esta opción nos inclina hacia

ella. Lamentablemente, cárcel y muerteson las certidumbres de la idea y la

acción. Lo obsceno seria que tras vivirestas muertes herman@s mi@s, nossumergirá mas en la pasividad de la

masa, en la decencia ciudadana y en lanormalidad de lo permitido, condicio-nado, adaptado y asimilable, y vernos

un día paseando con el carrito delsupermercado viendo a otr@s luchandouna guerra que nos aterró continuar.»

Axel Osorio