observaciones del ritual de la consagración de vírgenes
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Observaciones del Ritual de la consagración de
vírgenes
I. Naturaleza y fuerza de la consagración de vírgenes
1. La costumbre de consagrar vírgenes, que estuvo ya en vigor en la primitiva Iglesia
cristiana, hizo que se publicase un rito solemne, por el que virgen quedase constituida
persona sagrada, signo trascendente del amor la Iglesia hacia Cristo, imagen
escatológica de la Esposa celeste y de la vida futura. Por el rito de la consagración, la
Iglesia manifiesta su amor a la virginidad, implora la gracia sobrenatural de Dios sobre
las vírgenes y pide insistentemente la efusión del Espíritu Santo.
II. Principales funciones de las vírgenes
2. Las vírgenes sagradas, impulsadas por el Espíritu Santo, consagran u castidad para
amar mas ardientemente a Cristo y servir mas libremente a los hermanos.
Las vírgenes cristianas, por medio de obras de penitencia y misericordia, deben
dedicarse al dinamismo apostólico y a la oración santa, según su situación y carismas.
Para cumplir su ministerio de oración, se aconseja vehementemente a las vírgenes
sagradas que reciten diariamente el Oficio Divino, principalmente Laudes y Vísperas;
así, uniendo su voz con Cristo, Sumo Sacerdote, y con la santa Iglesia, alabaran sin
cesar al Padre del cielo e intercederán por la salvación de todo el mundo.
III. Que mujeres pueden recibir la consagración virginal
3. A la consagración virginal pueden ser admitidas tanto las religiosas como las mujeres
seglares.
4. Para las religiosas se requiere:
a) Que nunca hayan celebrado nupcias y no hayan vivido pública o manifiestamente en
un estado opuesto a la castidad.
b) Que hayan hecho la profesión perpetua con anterioridad o la hagan en el mismo rito.
c) Que ya hayan hecho la profesión perpetua con anterioridad o la hagan en el mismo
rito.
5. Para las vírgenes que viven una vida seglar se requiere:
a) Que nunca hayan celebrado nupcias y no hayan vivido pública o manifiestamente en
un estado opuesto a la castidad.
b) Que por su edad, prudencia, costumbres probadas a la vista de todos, sean fieles en la
vida casta y puedan perseverar dedicadas al servicio de la Iglesia y del prójimo.
c) Que sean admitidas a la consagración por el Obispo, Ordinario del lugar.
Al obispo le corresponde establecer de que modo y con que condiciones las vírgenes
seglares se obligan a abrazar perpetuamente la vida virginal.
IV. Ministro del rito
6. El ministro del rito de la consagración de vírgenes es el Obispo Ordinario del lugar.
V. Forma del rito
7. Para la consagración de vírgenes seglares se ha de emplear el rito que se describe en
el capitulo I.
Para las religiosas se ha de seguir el rito que se propone en el capitulo II, en el cual
están unidas convenientemente la profesión religiosa y la consagración virginal. Por una
causa justa, el rito se puede separar, por ejemplo, cuando esto se hace según una antigua
costumbre. Se ha de evitar el duplicar algunas partes del rito; las dos acciones litúrgicas
se han de disponer de tal modo que, en el rito de la profesión, omitida toda plegaria de
consagración, solamente se haga lo que pertenece a la profesión; por tanto, la plegaria
«Oh Dios, que moras complacido en los cuerpos castos» y demás cosas que tienen
índole esponsal, por ejemplo, la entrega del anillo, resérvese para el rito de la
consagración.
Las partes del rito son:
a) Llamada de las vírgenes.
b) Homilía o alocución, en la que el pueblo y las vírgenes son exhortados sobre el don
de la virginidad.
c) Escrutinio, en el que el obispo pregunta a las vírgenes sobre su propósito de
perseverar en la virginidad y su deseo de recibir la consagración.
d) Suplica litánica, en la que la oración se dirige a Dios Padre y se pide intercesión de la
Virgen María y de todos los santos.
Renovación del voto de castidad (o emisión de la profesión religiosa).
f) Solemne consagración de las vírgenes, en la que la Madre Iglesia pide al Padre del
cielo que derrame abundantemente sobre las vírgenes los dones del Espíritu Santo.
g) Entrega de las insignias, de la consagración, por las que se manifiesta externamente
la consagración interna.
VI. Misa que se debe utilizar en el rito de la consagración de vírgenes
8. Convenientemente se dice la Misa ritual “en el día de la consagración e vírgenes”.
Cuando coincide con una solemnidad o domingo del tiempo de Adviento, Cuaresma o
Pascua, se dice la Misa del día, conservando, oportunamente, las formulas propias en la
plegaria eucarística y en la bendición final.
9. Ya que la liturgia de la Palabra, adaptada a la celebración de la consagración de
vírgenes, tiene una gran fuerza para esclarecer el bien de la virginidad su ministerio en
la Iglesia, cuando esta prohibida la Misa “en el día de la consagración de vírgenes”, se
puede tomar una lectura de las propuestas en el leccionario particular, excepto en el
Triduo sacro, en las solemnidades de Navidad, Epifanía, Ascensión, Pentecostés y
Corpus, o en otras solemnidades e precepto.
10. Para celebrar la Misa ritual “en el día de la consagración de vírgenes” emplean
vestiduras blancas.