vírgenes y putos
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Ensayo acerca de nuestro comportamiento político en épocas electoralesTRANSCRIPT
V í r g e n e s y P u t o s
Por Tatiana Juscamayta Acosta
Una ojeada a la pugna del poder
universitario
Ya me parecía que la política electorera es un juego y el que no
lo sabe jugar se atiene a las consecuencias de su fatal inocencia.
Y es que este juego se va aprendiendo no solo en cada titular de
noticia sino en cada atropello que queremos esquivar pero que
tarde o temprano se llega a consumar.
En una macro ojeada de las elecciones pasadas nos hemos dado
cuenta de triquiñuelas, rompidas de mano, franelasos, tarjetasos
y favores. Sin dejar de lado, los descaros cometidos ante
nuestros ojos. Esos que hemos visto en cada rincón del país:
obras de última hora, enormes y numerosas propagandas
publicitarias – algunas con nuestra plata -, sin olvidar, trenes
eléctricos, metropolitanos y otros.
Y como si nadie se diera cuenta, agregaremos robos de ideas,
boicots, amenazas, transfuguismos y todo cuanto Ud. recuerde.
Pues, cuando tendremos candidatos a presidentes, alcaldes,
regidores o congresistas que conociendo el juego de la política
jueguen distinto, l impio sin artilugios ni contubernios, es decir,
que no sea un puto en política.
Al parecer, mi presidente, congresista o mi alcalde ya elegido,
luego de darle mi confianza (mi voto) lejos de abrazarme fuera
de cámaras y recordar los petitorios y promesas a mi población,
se convierta un ser de nariz levantada que me mire de reojo – o
quizá ni me mire – y que soslaye el contacto con su pueblo, eso
sin olvidar que sea capaz de darme “una patadita”.
Tan lejanos nos sentimos del tablero de juego y no nos damos
cuenta que nos encontramos inmersos en él, día a día.
Demos pues, una micro ojeada, a hechos más cercanos y
analicemos la política a nivel universitario.
Y es que, es irrisorio, ya que sin conocer de lleno el objetivo de
mi voto, lo que debo hacer o por quien votar, me influyen a que
vote. Pareciera que el desconocimiento fuese un requisito.
La elección del voto en mi caso, fue una reñida discusión en mi
conciencia. Si en macro, tuve que deliberar entre discursos de
honradez, tecnología, trabajo, shock y demás, también tuve que
elegir al personaje que llene las expectativas de mi confianza, es
decir, elegir entre el escritor, la china, el cholo, un comandante,
una tia pituca y hasta el poto de Susy Díaz. Sin olvidar, que
algunos eligieron el “mal menor”.
Si así fue en macro, en micro no será distinto. Los personajes
util izados en las propagandas de las listas estudiantiles tenemos
a Gokú, Avatar, gato, perro o pericote, si hubiese estado en mis
manos la proposición de un personaje hubiese sido mas
contundente: algo como Messi, el maestro Yoda, personas
desnudas o hasta la imagen que tenemos de Jesucristo. Y si en
vez de un personaje, me hubiesen pedido que aconseje un
símbolo ese seria, sin dudar, “un par de chelas”.
Las propagandas, las encuentro en rededor son pequeñas,
medianas y exuberantemente – a mi parecer – enormes, la
pregunta de rigor es ¿Quién las subvenciona? Desde las mas
pequeñas hasta las enormes; “ tirando pluma” creo que con el
ingreso de un estudiante universitario no se podría sustentar
fastuosas propagandas.
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Y ni hablar de las propuestas, que al parecer nadie quiere
llamar: promesas.
Los putos de la política tildan a sus opositores de izquierdistas,
derechistas, nacionalistas, feministas, machistas, turistas, gays
delincuentes y todo cuanto se les ha ocurrido, afil iándolos a
partidos, organizaciones, sectas, mafias y demás. Sea cierto o
no, es parte del juego.
Pero si hay algo de lo que no los han tildado es de “vírgenes” . Y
es que parece ser así, que el famoso discurso de: “ no caeremos
en el mismo juego que ellos” no es otra cosa que la expresión de
una virginidad, tan pura y cándida que provoca ternura.
Serán siempre así los inicios en política: virgen e inocente y
luego de ser violada y manoseada se convertirá en una putería a
mas no dar.
Si hay algo que ni vírgenes ni putos quieren mencionar, es que
ambos pugnan por el poder, el poder universitario. Sr. lector
atrévase Ud. a preguntarles si ellos quieren el poder, a lo que
probablemente reaccionaran como se reacciona ante una
mentada de madre y con voz firme discursarán: “quiero el
cambio”, “propongo ideas nuevas”, “somos independientes”, “tu
nos conoces”, “somos alumnos como tú”, “transparencia” y todo
cuanto a mi me suena a “metida de mano”, todo que para mi no
es otra cosa que la pugna por el PODER.
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