obra de:a. del rosal. en: parque de el retiro. año: 19??...gutiérrez solana-, a la popular taberna...

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l 9 de noviembre de 1874 venía al mun- do uno de los pin- tores más popula- res del pasado siglo XX, aquel que incluso retrata- ban las más célebres coplas de la época: “… pintó a la mujer morena, con los ojos de misterio y el alma llena de pena”. Julio Romero de Torres fue uno de los socios más queridos del Ca- sino de principios de siglo, y su impronta queda patente no sólo en su día a día casinista, sino en el maravilloso Salón Real, esce- nario de una bella obra del pin- to cordobés: “Conjuro” R ealmente la vida de Ro- mero de Torres estuvo abocada al arte desde sus inicios: de hecho, nació en el Museo Provincial de Bellas Artes de Córdoba, en el que vi- vían sus padres al ser su proge- nitor Director del Museo (ade- más de un destacado pintor). Tal y como recogen las nume- rosísimas biografías dedicadas al pintor andaluz, vivió inten- samente la vida cultural cordo- besa de finales del siglo XIX, conociendo desde muy joven todos los movimientos artísti- cos dominantes de la época. C asi sin llegar a la mayo- ría de edad, pinta su primer cuadro, “La huerta de Morales”, al que le siguen infinidad de obras, mu- chas de ellas destacadas en Ex- posiciones Nacionales. Parale- lamente, colabora en la recupe- ración de parte del patrimonio artístico cordobés. E n 1906 decide irse a Madrid y, desde allí, re- alizar viajes a Italia, Francia, Inglaterra y los Países Bajos. E n Madrid, Romero de Torres disfruta de una intensa vida cultural, que le llevaba desde una sala de exposiciones en Fuencarral 20 -para vivir las polémicas que suscitaba la rara coexisten- cia de obras de Fortuny con las de Ricardo Baroja o de José Gutiérrez Solana-, a la popular Taberna del Barbas, instalada en la misma calle Fuencarral, punto de cita de la tumultuosa bohemia literaria. T ambién frecuentaba el Ateneo de Madrid (en el que hacía tertulia con los Quintero, Ortega y Gasset o Pérez de Ayala), el Teatro Ro- mea, y el Café Nuevo Levante (en el que se celebraba la tertu- lia nocturna de Ramón del Va- lle Inclán, con el que llegó a en- tablar una grandísima amis- tad). No debemos olvidarnos de su faceta de mecenas: Julio Romero de Torres dio “espal- darazo intelectual” a un enton- ces joven novillero apodado Juanito Terremoto, y que en unos años sería por todos cono- cido como don Juan Belmonte. P or supuesto, vamos a re- cordar las estrechísima relación del pintor cor- dobés con nuestro Casino de Madrid, en el que ingresa co- mo socio el 15 de octubre de 1917. Prácticamente a diario, Romero de Torres visita al Ca- sino, cosa del todo normal te- niendo en cuenta que trabaja- ba en el edificio vecino, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, como Profesor de Dibujo Antiguo y Ropaje. Allí, en ese prácticamente re- cién estrenado edificio del Ca- sino, el pintor participa en ter- tulias, e, incluso, boceta en pa- pel timbrado de la Institución algunas de sus obras. En un ar- tículo publicado en el número 35 de nuestra Revista, firmado por Mercedes Valverde Can- dil, directora del Museo Julio Romero de Torres, se recoge una interesante investigación sobre unos dibujos localizados en un antiguo bargueño sito en el estudio madrileño de Rome- 70 Julio Romero de Torres Obra de: A. del Rosal. En: Parque de El Retiro. Año: 19?? Casino de Madrid

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Page 1: Obra de:A. del Rosal. En: Parque de El Retiro. Año: 19??...Gutiérrez Solana-, a la popular Taberna del Barbas, instalada en la misma calle Fuencarral, punto de cita de la tumultuosa

l 9 de noviembre de1874 venía al mun-do uno de los pin-tores más popula-res del pasado siglo

XX, aquel que incluso retrata-ban las más célebres coplas dela época: “… pintó a la mujermorena, con los ojos de misterioy el alma llena de pena”. JulioRomero de Torres fue uno delos socios más queridos del Ca-sino de principios de siglo, y suimpronta queda patente no sóloen su día a día casinista, sino enel maravilloso Salón Real, esce-nario de una bella obra del pin-to cordobés: “Conjuro”

Realmente la vida de Ro-mero de Torres estuvoabocada al arte desde

sus inicios: de hecho, nació enel Museo Provincial de BellasArtes de Córdoba, en el que vi-vían sus padres al ser su proge-

nitor Director del Museo (ade-más de un destacado pintor).Tal y como recogen las nume-rosísimas biografías dedicadasal pintor andaluz, vivió inten-samente la vida cultural cordo-besa de finales del siglo XIX,conociendo desde muy joventodos los movimientos artísti-cos dominantes de la época.

Casi sin llegar a la mayo-ría de edad, pinta suprimer cuadro, “La

huerta de Morales”, al que lesiguen infinidad de obras, mu-chas de ellas destacadas en Ex-posiciones Nacionales. Parale-lamente, colabora en la recupe-ración de parte del patrimonioartístico cordobés.

En 1906 decide irse aMadrid y, desde allí, re-alizar viajes a Italia,

Francia, Inglaterra y los PaísesBajos.

En Madrid, Romero deTorres disfruta de unaintensa vida cultural,

que le llevaba desde una salade exposiciones en Fuencarral20 -para vivir las polémicasque suscitaba la rara coexisten-cia de obras de Fortuny con lasde Ricardo Baroja o de JoséGutiérrez Solana-, a la popularTaberna del Barbas, instaladaen la misma calle Fuencarral,punto de cita de la tumultuosabohemia literaria.

También frecuentaba elAteneo de Madrid (en elque hacía tertulia con los

Quintero, Ortega y Gasset o

Pérez de Ayala), el Teatro Ro-mea, y el Café Nuevo Levante(en el que se celebraba la tertu-lia nocturna de Ramón del Va-lle Inclán, con el que llegó a en-tablar una grandísima amis-tad). No debemos olvidarnosde su faceta de mecenas: JulioRomero de Torres dio “espal-darazo intelectual” a un enton-ces joven novillero apodadoJuanito Terremoto, y que enunos años sería por todos cono-cido como don Juan Belmonte.

Por supuesto, vamos a re-cordar las estrechísimarelación del pintor cor-

dobés con nuestro Casino deMadrid, en el que ingresa co-mo socio el 15 de octubre de1917. Prácticamente a diario,Romero de Torres visita al Ca-sino, cosa del todo normal te-niendo en cuenta que trabaja-ba en el edificio vecino, en laAcademia de Bellas Artes deSan Fernando, como Profesorde Dibujo Antiguo y Ropaje.Allí, en ese prácticamente re-cién estrenado edificio del Ca-sino, el pintor participa en ter-tulias, e, incluso, boceta en pa-pel timbrado de la Instituciónalgunas de sus obras. En un ar-tículo publicado en el número35 de nuestra Revista, firmadopor Mercedes Valverde Can-dil, directora del Museo JulioRomero de Torres, se recogeuna interesante investigaciónsobre unos dibujos localizadosen un antiguo bargueño sito enel estudio madrileño de Rome-

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Julio Romero de TorresObra de: A. del Rosal. En: Parque de El Retiro. Año: 19??

Casino de Madrid

Page 2: Obra de:A. del Rosal. En: Parque de El Retiro. Año: 19??...Gutiérrez Solana-, a la popular Taberna del Barbas, instalada en la misma calle Fuencarral, punto de cita de la tumultuosa

71Casino de Madrid

ro de Torres (en la calle Pela-yo, en el edificio modernistaque hoy día ocupa la SociedadGeneral de Autores). Dichosdibujos, en papel con escudodel Casino, han sido reconoci-dos como bocetos preparato-rios del lienzo “La Virgen delos Faroles”.

Yno acaba ahí la rela-ción del pintor con elCasino. En 1918 la

Junta Directiva de la Socie-dad madrileña decide proyec-tar un programa decorativopara el Salón Real; el tema im-puesto fue “Las horas del día”y el encargo fue hecho a ungrupo de destacados pintores,entre los que se encontrabaJulio Romero de Torres. Elpintor cordobés, tal y comoexplica Mercedes Valverde,“desarrolla una composición

de equilibrada diagonal ygran belleza, cuyo motivo cen-tral se cierne en las edades dela mujer. El maestro de la ale-goría asocia los últimos rayosdel sol con la mujer maduraque aparece en segundo planodel cuadro, como contrapuntoa la juventud de la modelo des-nuda”. “Conjuro”, que así titu-ló el maestro la obra, formahoy parte del más destacadopatrimonio artístico del Casi-no.

El exceso de trabajo, yuna complicada enfer-medad hepática, llevó al

pintor de vuelta a su ciudadnatal. Allí falleció el 10 de ma-yo de 1930, entre grandesmuestras de dolor por la pérdi-da del más renombrado autorcordobés.

En el Parque del Retirode Madrid, Romero deTorres es recordado con

una bella placa, en mármoly bronce, al inicio del pa-seo que lleva su nombre.Lamentablemente, sólopodemos facilitarles elnombre de su autor:A. del Rosal. Delos datos de sucoste, fecha deinaugura-ción, etc,no hemospodidoencontrarprueba do-cumental.