nutrición en las diferentes etapas de la vida
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Información requerida para la nutrición según etapas en el desarrollo del ser humanoTRANSCRIPT
Equipo 2
Nutrición en las diferentes
etapas de la vida
Mujer gestante
Las necesidades de energía de macro nutrientes como
proteínas, grasas y carbohidratos, y micro nutrientes como
las vitaminas y minerales, se Incrementan durante la
gestación y en el período de lactancia.
Se duplica las necesidades de folato (ácido fólico) ya que es
esencial para la síntesis de proteína, formación de nuevas células,
y producción de sangre.
Alimentos ricos en folato:
Huevos, verduras de intenso color verde, naranjas, legumbres y
germen del trigo.
El porcentaje de energía proveniente de las grasas debe ser
mayor al 20% de la energía total consumida para facilitar la
ingesta de ácidos grasos esenciales y la absorción de las
vitaminas liposolubles (Vitaminas A, D, E, K).
No consumir alcohol ni productos con cafeína
Madre lactante
Una madre que da de lactar debe producir un promedio de
800 ml de leche al día, la energía para producir esta leche
proviene de la grasa acumulada durante el embarazo y de una
cantidad extra de 500 kcal al día que la madre debe consumir
a fin de no afectar su estado nutricional.
Una alimentación apropiada es importante para una madre lactante. Su nutrición debe cumplir tres finalidades:
1) restaurar reservas alimenticias después del embarazo y del parto,
2) proveer suficiente energía para la lactancia al pecho y para el desarrollo del nuevo niño o niña y
3) proporcionar energía adicional a la madre para realizar sus actividades físicas.
La madre debe comer una dieta variada y balanceada,
asegurando el consumo adecuado de energía, de macro y
micronutrientes.
Post Parto, las primeras seis semanas
después de dar a luz
En este período la madre no debe limitar la ingesta de calorías con objeto de conseguir el peso previo al embarazo.
Debe consumir alimentos densos nutricionalmente, ya que de esa manera favorecerá su propia salud.
Conviene que siga las indicaciones de su propio apetito y que realice una ingesta abundante de líquidos con objeto de compensar los que se encuentran en la leche materna.
Recién nacido (0-6 meses)
Durante el primer año de vida, el lactante tiene una rápida
velocidad de crecimiento, llegando a triplicar su peso y
aumentar en un 50% su talla de nacimiento.
Leche materna
La leche materna constituye por sí sola el mejor alimento que
puede darse a un niño durante los primeros 6 meses de vida.
Dar de lactar es mucho más que dar alimento, es dar amor,
seguridad, placer y compañía.
Es rica en todos los nutrientes que necesitan los bebés para un
crecimiento, y desarrollo adecuado protegiéndolo contra las
enfermedades. Además el agua contenida en la ella es suficiente
para satisfacer las necesidades de líquidos de la niña o niño,
incluso en los climas secos y calurosos.
Infante 6 Meses-2 años
A partir de los 6 meses de edad de la niña o niño además de
continuar con lactancia materna necesita iniciar alimentación
complementaria.
Alimentación Preescolar (3-5 años)
La dieta de un niño, que contenga menos del 30% de la energía procedente de los lípidos, puede no proporcionar suficientes calorías para el crecimiento. La ingesta adecuada, pero no excesiva en grasa, no incrementa los riesgos de enfermedad cardiovascular en años posteriores.
Etapa escolar
Cualquiera que sea la edad, el niño necesita los mismos nutrientes
que el adulto, tan solo cambian las cantidades y las proporciones.
Como todo ser humano, tiene que ingresar energía, pero siempre
relativa a su tamaño corporal. Le agradan muchos alimentos de los
adultos, pero, sin duda alguna, son diferentes la forma, el tamaño
y las combinaciones a la hora de prepararlos
Adolescente (10-19 años)
Las necesidades nutricionales de las y los adolescentes están
estrechamente relacionadas con la maduración biológica y los
cambios propios de la pubertad.
En la niñez, las necesidades nutricionales del varón y la mujer de la misma edad son muy similares, mientras que a partir de la pubertad hay una marcada diferenciación, que se hace más evidente al final de la adolescencia como es el caso de una mayor necesidad de hierro y ácido fólico en las mujeres que menstrúan o que están embarazadas; y un mayor requerimiento de alimentos que forman masa muscular en los varones.
Adulto (20-59 años)
En esta etapa ya no existen las elevadas demandas energéticas y
nutritivas de las anteriores, siendo estas necesidades
sensiblemente menores en relación con el peso corporal, y
dependen, entre otros factores, de la edad, el sexo, actividad que
realiza el adulto, complexión (fuerte, mediana, delgada),
metabolismo y el grado de actividad física.
El aporte adecuado de calcio a través de la alimentación, va a
suponer un factor importante como prevención de la
osteoporosis (descalcificación del hueso) a lo largo de la vida.
La promoción de la actividad física practicando algún
ejercicio, deporte o simplemente haciendo una caminata de
30 minutos diariamente, son elementos complementarios
para una nutrición saludable en cualquier etapa de la vida
adulta. Igualmente hay que tomar en cuenta la higiene en la
preparación de los alimentos.
Adulto mayor (más de 60 años)
El envejecimiento es un fenómeno complejo que abarca
cambios moleculares, celulares, fisiológicos y psicológicos.
Los alimentos deben de ser de textura suave facilitando la masticación.
Las comidas no deben ser copiosas ni abundantes. Es preferible menos cantidad más veces al día.
Variedad de alimentos para lograr una alimentación equilibrada.
Dar mucha importancia a los derivados lácteos (leche, quesos, yogures, etc...).
Bajar la administración de azúcar.
Moderar la ingesta de sal (máximo 2 gramos al día).
Mantener los alimentos de origen animal (carnes, pescados,
huevo).
Priorizar los alimentos con grasas polinsaturadas como los
aceites vegetales (oliva, girasol) y los pescados azules.
Aumentar la ingesta de fibra en forma de cereales integrales,
legumbres, fruta y vegetales.
Asegurar un adecuado aporte de líquidos por mayor riesgo a
deshidratación, debido a una disminución en la sensación de
sed.
Todas las dietas, en las distintas etapas de vida, deben basarse
en moderación, variedad y balance. Cualquier alimento sano,
cuando se come en gran cantidad, puede originar problemas.
Siempre son malos los excesos. Las cantidades moderadas de
alimentos ayudan a controlar la ingesta calórica. Si en un
momento dado se realiza una gran comida, debe aceptarse
que la siguiente sea más moderada.
Fin.
Bibliografía
Ministro de Salud de Perú (2007) Nutrición
Mapfre (canal de salud)