fin de semana

nurembergel legado medieval de bavieralos reyes germánicos viajaban a menudo a esta ciudad encrucijada, que también fue un imán para los mejores artistas del medievo

Dividido por el río Pegnitz en los ba-rrios de San Sebal-do y San Lorenzo,

el centro histórico de Nurem-berg –con 500.000 habitan-tes, es la segunda ciudad más grande de Baviera después de Munich– aún está cercado por cuatro kilómetros de la gruesa

muralla que en la Edad Media protegía la fortaleza imperial. La visita a este castillo muestra la cámara Real, la sala de los Caballeros, una capilla romá-nica y la torre Sinwell, a la que se sube por 113 escalones. El recorrido por la ciudad co-mienza en esta última, con la vista del núcleo medieval.

Descendiendo desde la for-taleza por la calle Am Ölberg enseguida se llega a la plaza Tiergärtner, donde se erige la torre del mismo nombre (siglo xvi) y diversos edificios medievales con vigas de ma-dera como la casa Pilatus, una herrería de 1489. En la esqui-na con la calle Dürerstrasse

alemaniaCómo llegar. nuremberg cuenta con aeropuerto internacional, a 7 km del centro. en tren, munich se localiza a hora y media; frankfurt, a dos horas.

datos útiles. Turismo ale-mán: Tel. 914 293 551.

Web. www.nuernberg.de

centro histórico el Pegnitz discurre bajo el puente del Verdugo y junto al Weinstadel, antiguo depósito de Vinos.

enfrente del antiguo ayuntamiento se erige la iglesia de san sebaldo, del siglo xiii, que es la más antigua de la ciudad. en su interior destaca el conjunto funerario en bronce del santo

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fortaleza imperial Flanqueada por torres y casas medievales, la plaza Tiergärtner es la antesala para visitar el kaiserburg o fortaleza imperial, que domina la ciudad desde el siglo xii.

plaza del mercado es el corazón de la ciudad desde la edad media. la iglesia de la virgen (Frauenkirche) tiene un reloj con figuras que entran en movimiento al mediodía.

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se encuentra la casa –hoy museo–donde, entre 1509 y 1528, vivió el pintor nurembergués Alberto Durero, el artista más importan-te del Renacimiento alemán.

El paseo por la calle Durero per-mite admirar la arquitectura de los siglos xv a xvii en edificios que lucen voladizos y entramados de madera. Los más pintorescos se ven en los callejones transversa-les Weissgerber y Füll. Girando a la izquierda por este último se llega a dos plazas vecinas, siem-pre animadas por paseantes. En la que está dedicada a Durero se puede visitar una bodega subte-rránea del siglo xiv; la otra es la del Ayuntamiento donde, además de este edificio renacentista, destaca la iglesia de San Sebaldo, la más antigua de la ciudad (1273).

a orillas del pegnitzEl trazado medieval de calles empedradas conduce a la orilla norte del Pegnitz y al Weinsta-del, uno de los edificios con más historia de Nuremberg. Del si-glo xv, primero fue leprosería; en 1571 pasó a ser depósito de vinos y después asilo; hoy es una residencia para universitarios. Ahí mismo se halla el puente del Verdugo. Entre los siglos xvi y xix, este oficio era considerado des-honesto y sus ejecutores debían vivir aislados en esta pasarela, entonces de madera. Desde el puente de Max se tiene la mejor vista del Weinstadel y el puente.

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plaza de san lorenzo las calles peatonales envuelven este animado lugar lleno de tiendas y restaurantes. al fondo se levantan las dos torres góticas de la iglesia consagrada a san lorenzo.

interior de san lorenzo en el altar mayor de este templo del siglo xv hay colgada una talla de madera con figuras a tamaño natural, que representan la escena de la Anunciación.

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A pocas calles se llega a la Hauptmarkt, la plaza del mer-cado y el corazón de la ciudad medieval. Escenario antigua-mente de ferias y torneos, hoy acoge el mercado semanal y, en diciembre, la feria navideña más antigua de Alemania (siglo xvii). La plaza es un popular punto de encuentro, donde los nurem-burgueses se mezclan con los visitantes en las tabernas que ofrecen las típicas salchichas nür-emberger y la cerveza local, negra como el café, o la rubia weizenbier, que se bebe en un vaso largo.

la fuente de los deseosEl edificio más impresionante de la Hauptmarkt es la iglesia de la Virgen, construida en el siglo xiv para guardar las joyas de la Coro-na imperial. A un lado de la plaza, la Fuente Hermosa apunta a lo al-to su aguja dorada de 17 metros. Decorada por una cuarentena de figuras, tiene una verja alre-dedor con un anillo que, según la tradición, hay que girar para que se cumplan los deseos.

El día se despide desde el rin-cón donde el hospital medieval del Espíritu Santo se eleva sobre el Pegnitz y las luces del atardecer hacen que se refleje en el agua.

dulCes naVideñosa finales de noviembre se abre la histórica feria navide-ña de nuremberg. sus ten-deretes venden adornos y dulces autóctonos: los zwet-schgamännla, hombrecitos hechos con higos y ciruelas; el utzelbro, un bizcocho de frutas; y el lebkuchen, condi-mentado con especias.

La orilla sur del Pegnitz cen-tra la segunda jornada del viaje. Allí se extiende el barrio de San Lorenzo, alrededor de la plaza homónima que acoge la iglesia construida entre los siglos xii y xvi. Con la fuente de las Siete Vir-tudes en un lateral, la plaza está rodeada de restaurantes, idóneos para darse un respiro, y de tien-das de artesanía como juguetes. El Museo Germánico es otra visi-ta imprescindible en este barrio por sus colecciones arqueológi-ca, de armas, de instrumentos musicales y científicos, de jugue-tes y una sección de arte en la que sobresale la obra de Durero.

memoria históricaEs imposible hablar de Nurem-berg sin mencionar la relación que tuvo con Adolf Hitler, quien decidió en 1933 crear un área pa-ra celebrar los eventos de su par-tido. Se halla a cuatro kilómetros del centro y está conectada por tranvía. Aquí es básico visitar el Pabellón de los Congresos, con un Centro de Documentación que recopila imágenes y textos de los desfiles nazis en el Campo Zeppelin –hoy una explanada para actos deportivos y concier-tos– y los juicios de Nuremberg, que se celebraron tras la segun-da guerra mundial. El aledaño parque de Wöhrder Wiese es un buen lugar para despedirse de la ciudad, disfrutando de su natu-raleza. Carlos dávalos

1 fortaleza imperial. erigi-da en el siglo ix, sirvió para

proteger y alojar a la corte del emperador Carlos iV, que es-tuvo 52 veces en la ciudad.

2 Plaza Tiergärtner. este espacio peatonal se abre

al pie del castillo. Tiene artesa-nales casas de piedra y facha-das con madera entramada.

3 Pasarela del Verdugo. en este puente de madera

de 1457 vivía el verdugo de la ciudad. se halla junto al de-pósito del Vino medieval.

4 iglesia de la Virgen. es el principal edificio de la

plaza del mercado o Haupt-markt, considerado núcleo del centro medieval.

5 iglesia de san lorenzo. alrededor de este templo

del siglo xv creció el barrio de san lorenzo, que ocupa la ori-lla sur del río Pegnitz.

6 Hospital del espíritu santo. este antiguo refu-

gio de peregrinos y viajeros, fue rehabilitado tras la se-gunda guerra mundial.

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el Pabellón de los Congresos, uno de los edificios del área que creó adolf Hitler, acoge el CenTro de doCumenTaCión, que recopila la historia de los desfiles y mítines nazis en la ciudad

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hospital del espíritu santo este edificio fundado en 1332 se erige a orillas del río Pegnitz. el ala que atraviesa las aguas del río fue agregada un siglo más tarde, entre los años 1488 y 1527. el complejo tiene en su interior un bonito patio rodeado por galerías de madera.

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