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Interdisciplinaria ISSN: 0325-8203 [email protected] Centro Interamericano de Investigaciones Psicológicas y Ciencias Afines Argentina Vuanello, Roxana Un nuevo instrumento de evaluación psicológica: el cuestionario de inseguridad urbana (CIU) Interdisciplinaria, vol. 23, núm. 1, julio, 2006, pp. 17-45 Centro Interamericano de Investigaciones Psicológicas y Ciencias Afines Buenos Aires, Argentina Disponível em: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=18023103 Como citar este artigo Número completo Mais artigos Home da revista no Redalyc Sistema de Informação Científica Rede de Revistas Científicas da América Latina, Caribe , Espanha e Portugal Projeto acadêmico sem fins lucrativos desenvolvido no âmbito da iniciativa Acesso Aberto

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Interdisciplinaria

ISSN: 0325-8203

[email protected]

Centro Interamericano de Investigaciones

Psicológicas y Ciencias Afines

Argentina

Vuanello, Roxana

Un nuevo instrumento de evaluación psicológica: el cuestionario de inseguridad urbana (CIU)

Interdisciplinaria, vol. 23, núm. 1, julio, 2006, pp. 17-45

Centro Interamericano de Investigaciones Psicológicas y Ciencias Afines

Buenos Aires, Argentina

Disponível em: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=18023103

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Rede de Revistas Científicas da América Latina, Caribe , Espanha e Portugal

Projeto acadêmico sem fins lucrativos desenvolvido no âmbito da iniciativa Acesso Aberto

UN NUEVO INSTRUMENTO DE EVALUACION PSICOLOGICA: EL CUESTIONARIO DE INSEGURIDAD URBANA (CIU) *

Roxana Vuanello **

Resumen

Los cambios estructurales profundos de las últimas déca-das que han caracterizado la realidad argentina y la de variospaíses latinoamericanos, se observan en la actualidad a travésde la profundización de desigualdades sociales, económicas ypolíticas.

En este espacio social se introduce la violencia como fe-nómeno que impresiona por sus diferentes manifestaciones yámbitos de desarrollo. Esta creciente vulnerabilidad social creael ambiente oportuno para el aumento de la delincuencia y lacrisis de seguridad como su principal efecto.

La relevancia, hoy ampliamente reconocida que tiene eltema de la seguridad en el campo de los fenómenos sociales yjurídicos, exige una respuesta desde los organismos guberna-mentales y las organizaciones civiles, por atentar contra tododesarrollo democrático. Los efectos producidos en la reduccióndel bienestar social y su alcance masivo, fundamentan la perti-nencia de su integración en las agendas científicas donde se lo-gre articular la investigación y las estrategias de intervención.

Hablar de inseguridad urbana refiere un problema que tie-ne altos costos en el orden humano, político y económico, y

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* El presente trabajo forma parte de la Tesis Doctoral en Psicología de la autora, dirigi-da por la Lic. Juana M. Loizo y la Dra. Claribel M. de Barbenza.

** Magister en Psicología Clínica con Orientación Cognitivo-Integrativa. Doctoranda enPsicología. Profesora Adjunta de la cátedra Psicología Jurídica en la Facultad de Cien-cias Humanas de la Universidad Nacional de San Luis, República Argentina. E-Mail: [email protected]

que cuestiona la capacidad del gobierno y de los organismos decontrol en cuanto a su eficacia en la preservación de los dere-chos humanos. De tal manera, este fenómeno tiene una doble in-cidencia: en lo individual por el grado en que afecta la calidadde vida y en lo colectivo en cuanto influye en los procesos dedesarrollo comunitario por el impacto político y económico queproduce.

A fin de crear un instrumento de evaluación psicológicapara la medición específica de la inseguridad, como fenómenoactual que compromete la salud de los habitantes de la ciudadde San Luis (Argentina), se presenta el Cuestionario de Insegu-ridad Urbana (CIU).

Se explicitan los fundamentos teóricos y las característi-cas psicométricas del inventario, con la construcción de bare-mos obtenidos a través de su administración a una muestra im-portante de jóvenes discriminados por haber sido víctimas dedelitos o no.

Desde el punto de vista estadístico se ha estudiado y de-mostrado la fiabilidad del cuestionario desde la perspectiva desu consistencia interna, utilizando para ello el coeficientealpha. Además se ha llevado a cabo el análisis factorial de lasrespuestas para estudiar su estabilidad y validez estructural,como así también el poder de discriminación entre grupos, através del análisis de diferencias de medias, presentando eneste trabajo, la influencia de la variable sexo.

El CIU representa una herramienta adecuada para poderconocer y/o prevenir las consecuencias del estrés que puedesuscitar la violencia, al posibilitar la intervención psicológicasobre el impacto producido por la experiencia directa o la ame-naza de la criminalidad.

Como es de notable relevancia los resultados han sidosatisfactorios, mostrando al CIU como un instrumento fiable,válido y preciso que será de importante ayuda en la práctica clí-nica y en la investigación psicosocial, aspirando resultar de im-portancia al momento de establecer políticas específicas desti-nadas a generar mayor protección en los jóvenes.

Palabras clave: Estrés - sentimiento de inseguridad - evalua-ción psicológica - jóvenes.

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Abstract

The profound structural changes in society over recentyears are reflected in the deepening of social, economic andpolitical inequalities, which have characterized our reality andthat of several Latin American countries.

In this social setting, violence appears as a disturbingphenomenon due to its varied expressions and environments ofdevelopment. This growing social vulnerability fosters delin-quency resulting in a safety crisis as its major effect.

The widely accepted relevance of current insecurity in thefield of social and legal phenomena requires a response fromgovernment as well as social organizations. Its effects on therestriction of social well being and its massive implicationsdeserve to be included in research agendas with the objectiveof integrating research and intervention strategies.

Unsafe city life is a problem with great incidence in hu-man beings, politics and economics, and it questions the capac-ity of government and control entities to preserve humanrights. Therefore, the incidence of this phenomenon is twofold:it affects the quality of life at an individual level and the proc-esses of community development at a collective level due totheir political and economic impact.

In this paper, the final version of the Unsafe City LifeQuestionnaire (Cuestionario de Inseguridad Urbana - CIU) isdescribed. It attempts to be a specific psychological instru-ment which measures insecurity, considering insecurity as thecurrent phenomenon that affects the health of urban inhabi-tants in the city of San Luis (Argentina).

This paper deals with theoretical foundations and psy-chometric characteristics of the inventory, and it provides thescales resulting from the administration of the CIU to a largesample of young people divided into two groups: crime vic-tims and non-crime victims.

From the statistics viewpoint, the reliability of the ques-tionnaire, i.e. its internal consistency, has been studied anddemonstrated using the alpha coefficient. To examine its sta-bility and structure validity, we factor analyzed the answers.Also, the degree of discrimination between the groups was

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studied by the analysis of mean differences taking into account,in this research, the influence of gender.

The CIU is a tool meant to discover and/or prevent theconsequences of stress caused by violence. Thus, it will be pos-sible to make psychological interventions on the impact pro-duced by the direct experience or by the threat of crime.

The results have been highly satisfactory showing thatCIU is a reliable, valid and precise instrument for clinical prac-tice and psychosocial research. We hope the CIU is taken intoaccount when specific policies for protecting the young are laiddown.

Key words: Stress - feeling of insecurity - psychologicalassessment - young people.

Fundamentos teóricos

El advenimiento del nuevo siglo ha provocado una serie de cambiosestructurales profundos en las sociedades latinoamericanas, entre ellas, laargentina. El proceso de globalización, el cambio del modelo de acumula-ción, las transformaciones en la función del Estado y la descentralización,entre otros factores, son aspectos de alto impacto social y personal que hanproducido cambios en el acontecer de las comunidades. Entre ellos se des-taca el aumento de la criminalidad violenta y sus consecuencias de victimi-zación, conocidas a través de estadísticas que brindan información al res-pecto. No obstante y superando la frialdad de los números (que, además, noexpresan la dimensión exacta del crecimiento del crimen y la violencia encada país) las consecuencias de esta situación se reflejan en la percepciónde la gente a través del malestar que suelen producir.

La actualidad, marcada por la profundización de desigualdades socia-les, económicas y políticas, ha ido despojando a la seguridad de sus anti-guas aliadas, la libertad, la vida digna, la solidaridad, que versan como untodo en múltiples escritos sobre derechos humanos (Pierini, 1997), que-dando hoy reducida a la protección de la ciudadanía frente a la criminali-dad.

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La Criminología establece diferencias entre los delitos producidos(volumen real de la criminalidad y sus consecuencias) y el temor al delito(percepción de la criminalidad y el riesgo de ser victimizado). Del mismomodo es preciso distinguir dos tipos de inseguridad: la inseguridad objeti-va, es decir, la probabilidad de ser víctima de un delito que depende devariables tales como edad, género, rutinas personales, vivienda, trabajo,pertenencia a una clase o sector social y la inseguridad subjetiva, productode la construcción social del miedo asociada a diversos factores y, en espe-cial, la alarma y pánico social que producen las noticias escritas o visualesque recogen los medios de comunicación (Pegoraro, 2002).

De esta manera se conforman dos espacios de análisis que emergen delas investigaciones criminológicas, distinguiendo una dimensión subjeti-va: sentimiento de inseguridad, diferenciable de la criminalidad real uobjetiva que se denomina inseguridad personal (Dominguez Lostaló,1999).

La sensación de desprotección que genera esta perspectiva subjetiva,se traduce en un estado físico y mental particular en el orden individual.Este es el sentimiento de inseguridad, que afecta a los habitantes de mododistinto a cualquier otro hecho traumático. El factor diferencial está dadopor la repetición de los eventos y la difusión en la sociedad del mensajetraumatizante, donde se advierte el papel privilegiado de los medios en elmantenimiento de un estado de revictimización constante, que actúa comorefuerzo de los síntomas negativos al naturalizar las situaciones y definír-selas como normales por sus manifestaciones frecuentes.

Los síntomas más recurrentes de este estado son en general, alteracióndel sueño, falta de energía, cansancio generalizado, relaciones sociales difi-cultosas, ideas negativas especialmente sobre el futuro, ansiedad, proble-mas de concentración y memoria. La reacción concomitante es la de evitarhacer cosas, provocando retraimiento y encierro individual, caracterizadopor el predominio del miedo y el recuerdo de imágenes de situaciones quese presenciaron, fueron relatadas por otros o se trasmitieron por algún me-dio de comunicación. Estos síntomas son consecuencia de una respuesta dealteración generalizada que da cuenta de la instalación de un trauma psíqui-co, provocado por aquellos acontecimientos y/o situaciones en que los indi-viduos sienten su integridad amenazada.

Desde esta perspectiva interesa estudiar si el miedo es mayor que laprobabilidad real de ser víctima. Debido a que las personas transmiten susexperiencias de victimización delictual a otras, se generaliza el miedo conun alcance amplio por la elaboración vicaria de este sentimiento que leslleva a reconocerse como víctimas potenciales.

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Un amplio conjunto de conductas que las personas muestran sonaprendidas por observación, sea deliberada o inadvertidamente, a través dela influencia del ejemplo:

“…observando la conducta de los demás, puede uno aprender es-trategias generales que proporcionan guías para acciones quetrasciendan los ejemplos concretos modelados” (Bandura, 1982,p. 38).

El miedo y la desprotección también se transmiten por este mecanis-mo. La tensión entre la realidad criminal y la percepción de la gente devie-ne del hecho de que la población se forma una opinión de la criminalidad apartir de las experiencias que van aconteciendo, donde los medios de comu-nicación juegan un importante papel aumentando la sensación de malestargeneral.

El horror de la violencia urbana, descripta y mostrada en detalles másescabrosos, produce indignación moral, alimenta el sentimiento de insegu-ridad de los habitantes y provoca la demanda de castigos más crueles paralos victimarios.

Para la mayoría de las personas vivir una experiencia delictiva (direc-ta o indirectamente) tiene diversas consecuencias que provocan daño físicoy psicológico. No es necesario padecer personalmente eventos tales comorobos, accidentes, violaciones; solo ser testigos de estos hechos puede re-sultar tan traumático como protagonizarlos. Los estados psicológicos quese presentan son los propios del estrés, definido como el resultado de unarelación particular entre el sujeto y el entorno, que se produce cuando éstees evaluado por la persona como amenazante o desbordante de sus recursosy que por ello pone en peligro su bienestar (Lazarus, 1966; Lazarus &Folkman, 1984, 1986).

Si bien es una problemática que afecta a todos los individuos, impac-ta diferencialmente. En este sentido, se observa que el imaginario socialidentifica a la población juvenil con la condición de autores potenciales delos hechos delictivos constituyendo, por su condición etaria, un segmentode población percibido como peligroso. Esta lectura generalizada deja delado su condición de víctimas vulnerables desde esta misma variable.

Especial interés suscita la realidad de los jóvenes porque van transi-tando un camino que significa salir de un espacio endogámico como es lafamilia, sin haber logrado el dominio del espacio urbano, al menos en lasedades adolescentes. La adaptación al contexto social urbano les significaun esfuerzo extra con relación a las habilidades que exige poner en juego,

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resultando contradictorias sus ansias de libertad con la necesidad de apoyosocial, en un marco de violencia urbana como el actual.

Inseguridad y estrés

El tema del estrés cobró interés a partir de los primeros estudios deSelye, quien desde que publicó su artículo sobre el Síndrome General deAdaptación en la revista británica Nature en 1936 plantea que incluso en laprehistoria se podrían encontrar elementos del esfuerzo y el agotamientopropios de las condiciones duras de vida, presentando sus investigacionesposteriores en su obra Stress of life (1956).

Pero sólo en el último siglo se conceptualiza y sistematiza el estrés enlas disciplinas sociales y médicas, investigando su papel como factor etio-lógico en el desarrollo de conductas somáticas y psicológicas.

Si el estrés se conceptualiza en términos de percepción de amenaza yse expresa biológicamente a través de un estado general de activación, esevidente que se plantea el problema de su definición como factor de riesgode enfermedad.

En líneas generales puede plantearse que los modelos psicológicosmás actuales conceptualizan el estrés destacando que:

a.- es un modelo de interacción persona-ambiente,b.- tiene un carácter dinámico,c.- existen variables mediadoras entre estímulo y respuesta en las cua-les se ubican las estrategias de afrontamiento, evaluaciones cogniti-vas, problemas de comunicación interpersonal, controlabilidad, etc.,d.- las emociones intervienen en el proceso de estrés, especialmente ladepresión y ansiedad ye.- se buscan procedimientos de intervención para su reducción.

Está comprobado que las condiciones ambientales representan estréspara todos y depende, en parte de cómo se interprete la situación (Kessler,Price & Wortman, 1985).

Al analizar las influencias del entorno en cuanto evocadoras de la res-puesta estresante, la variabilidad se presenta ante las situaciones cotidianasy es cuando surgen los estresantes vitales más regulares que podrán elicitartales reacciones en las personas.

En esta investigación se parte desde la contextualización del escenarioque nos preocupa, definiendo como ciudad a la capital de la Provincia de

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San Luis (Argentina), donde la implementación de determinados modelossociopolíticos ha ido profundizando los desequilibrios sociales y ganan te-rreno fenómenos tales como la delincuencia, la droga y la violencia. De talmanera se hace visible el fenómeno de la inseguridad como correlato de lascondiciones sociales que explican la vida cotidiana, en la cual la violenciaaparece como un recurso generalizado que legitima la fuerza como mediopara la resolución de frustraciones y conflictos, tanto en el mundo de lo pri-vado como de lo público, generando sus propios mecanismos de reproduc-ción que promueven símbolos y pautas de comportamiento por experien-cias directas o a través de la información brindada por los medios.

Descripción del Cuestionario de Inseguridad Urbana (CIU)

El CIU es un cuestionario con formato S-R, es decir que incluye tantosituaciones como respuestas. La tarea de la persona que responde consisteen evaluar la frecuencia con que en ella se manifiesta una serie de respues-tas o conductas asociadas a la inseguridad ante diferentes situaciones. Re-coge respuestas o reacciones pertenecientes a los sistemas: afectivo, cogni-tivo, fisiológico y conductual, por lo que se puede obtener una puntuaciónpara cada uno de ellos. La obtención de estas puntuaciones por sistemasdiferenciados permite la evaluación parcial de aquellos espacios de mayordebilidad que pueden presentar las personas en su afrontamiento a los estre-sores cotidianos a los que están expuestos, facilitando la planificación tera-péutica hacia los constituyentes de cada sistema o bien de su totalidad, siresulta necesario.

Este instrumento ha sido diseñado en base a una versión del Inventariode Situaciones y Respuestas de Ansiedad (ISRA) de Miguel Tobal y CanoVindel (1997).

Para su construcción se han creado situaciones y respuestas relativasal tema de la inseguridad urbana. Se redactó un elevado número de las mis-mas, sometiendo esta primera versión a la evaluación de jueces, elegidospor su formación específica en áreas sociales y jurídicas.

Como consecuencia de las observaciones y aportes de los especialis-tas se consideró que:

1.- Los efectos de las diferencias culturales no debían ser obstáculospara la administración, prestando especial atención a las diferenciaslingüísticas que debían ser correctamente interpretadas en el sentido

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que se persigue, por todos aquellos individuos a quienes se les aplica-ra el instrumento.2.- El formato de los ítem debía resultar familiar a la población a laque iba dirigida la prueba.3.- Aportara evidencia de que las técnicas de evaluación elegidas, laconstrucción de las variables, las reglas de aplicación y los procedi-mientos fueran entendidos por todos a quienes se dirigía.4.- Se redujera el tamaño del cuestionario (que en principio resultabademasiado extenso y dificultoso para su administración).

Con respecto a la construcción de las situaciones, se seleccionaron lasque:

1.- Fueran susceptibles de generar el sentimiento de inseguridad te-niendo en cuenta que estuvieran representadas aquellas más directa-mente relacionadas con la realidad de los jóvenes como población se-leccionada.2.- Estuvieran presentadas de forma tal que describieran conductasconcretas que no dieran lugar a interpretaciones erróneas.

Con relación a las reacciones o respuestas se procuró que la represen-tación de las variables a consignar reseñara las diferentes estrategias deafrontamiento del estrés que produce la inseguridad, sobre la base de lossistemas afectivo, cognitivo, fisiológico y conductual.

La versión final del cuestionario (ver Anexo 1) quedó conformada por15 situaciones y 15 reacciones discriminadas de acuerdo a los sistemas dereferencia, resultando tres de ellas pertenecientes al afectivo (inseguro,miedo, preocupo), cuatro al cognitivo (ignoro, pienso, negativo, capacidad)tres al fisiológico (estómago, corazón, tensión) y cinco al conductual (evi-tar, rezo, seguridad, ayuda, policía).

Descripción de las escalas según su pertenencia a los diferentessistemas a evaluar

El CIU consta de cuatro escalas que no están definidas directamenteen su presentación, sino a través de la conformación de los ítem que refie-ren estrategias de afrontamiento que evalúan las reacciones estresantes enlos diferentes sistemas: afectivo, cognitivo, fisiológico y conductual.

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Las respuestas de la escala afectiva se refieren a sentimientos y emo-ciones de inseguridad, miedo y preocupación, que promueven un estado detensión y alerta que alimenta la amenaza constante de caer bajo los efectosde la delincuencia.

En la escala cognitiva se presentan las posibilidades de evitación deesta amenaza, así como la opción de posicionarse a nivel de pensamientoen una mirada negativa del problema o bien sintiendo que se poseen los re-cursos necesarios para afrontar las situaciones estresantes del acontecer co-tidiano, como otra de las alternativas a nivel de los contenidos del pensa-miento.

Se definen en la escala fisiológica algunas manifestaciones propias dela activación orgánica que acompañan al estrés, producido como consecuen-cia de haber sufrido el delito o el miedo y la probabilidad de que ocurra.

Para la escala conductual se pensó en algunas opciones que estén alalcance de la población a la que va dirigido el cuestionario, seleccionándo-se la huida real de la situación estresora y las posibilidades de búsqueda deapoyos humanos, espirituales e institucionales.

Aplicación y evaluación

El tiempo de aplicación del cuestionario oscila entre los 20 y 30 minu-tos, sin que se exija alguna limitación temporal.

La administración puede ser individual o grupal, lo que permite laaplicación de un diagnóstico individual o bien el relevamiento del estadode un conjunto de personas.

La valoración de la prueba se realiza sumando las puntuaciones dadaspor la persona a cada ítem de cada escala.

Así se obtienen cuatro puntuaciones: Afectivo, Cognitivo, Fisiológicoy Conductual, que representan las puntuaciones de cada uno de los sistemasde respuesta. La puntuación total (PT) se obtiene sumando las cuatro ante-riores, o sea:

PT = A + Cog + F + Ctual

Estas puntuaciones directas se convierten en percentiles para conocerla posición que ocupa un individuo concreto comparado con el grupo nor-mativo correspondiente.

Si se desea un análisis más detallado, se deberá centrar el estudio enlas puntuaciones de cada reacción y de cada situación en cada escala o sis-

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tema en evaluación. De tal modo, se obtendrá información sobre las res-puestas más desajustadas y las situaciones más estresantes para este indivi-duo, que puede ser de utilidad para la elaboración de un programa de inter-vención terapéutica, cuando, por ejemplo: el individuo atraviesa un estréspostraumático a consecuencia de los hechos delictivos sufridos, o para laevaluación detallada de los efectos de la terapia cuando se utilice el CIUcomo prueba de control y seguimiento terapéutico. Así como también resul-ta una herramienta adecuada para conocer el impacto del sentimiento de in-seguridad urbana en las personas y las limitaciones que provoca.

Elaboración e interpretación del perfil

Una vez finalizada la aplicación y valoración del CIU a fin de alcan-zar una visión gráfica y específica de las características del individuo, sepuede realizar un perfil de sus resultados en base a los baremos obtenidosa través de su administración a una muestra importante de jóvenes caracte-rizados por haber sido víctima de delitos contra la propiedad o no. A talefecto, se deberá proceder de la siguiente forma:

1.- La puntuación directa se convertirá en centil utilizando el baremodel grupo víctima o no víctima de acuerdo a su pertenencia.2.- Las cinco puntuaciones centiles obtenidas (Afectivo, Cognitivo,Fisiológico, Conductual y Total) se ubican en el gráfico a su altura co-rrespondiente realizando una marca en ese punto.3.- Se obtiene el perfil al unir los puntos ubicados en las distintas esca-las sin la puntuación total.

Para la interpretación del perfil se han delimitado cuatro niveles de es-trés (o ansiedad):

1.- Ausencia de estrés o estrés normal para la activación: si los re-sultados caen en los centiles 5 y 25.2.- Estrés moderado: en este nivel están incluidas las personas que al-canzan el centil 50.3.- Estrés severo: si se superan los resultados llegando a valores den-tro del centil 75.4.- Estrés extremo o postraumático: los resultados ocupan los centiles80 al 99.

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Es aconsejable que cuando las puntuaciones de un sujeto se sitúen enel nivel de estrés severo y extremo, se lleve a cabo una intervención tera-péutica, a modo de salvar los efectos producidos por la situación delictiva.

Objetivos

El objetivo de este estudio era conocer cómo afectan los hechos delic-tivos a la población de jóvenes, por su alta probabilidad de ser víctimas. Anadie escapa la dura realidad que deben afrontar y la desprotección que pornaturaleza poseen. Estas fueron algunas de las razones que promovieronuna nueva administración del CIU en la búsqueda de su validación, tantocomo un elemento definitorio de los efectos de la victimización, como porsu condición referencial de la presencia del sentimiento de inseguridad enjóvenes que no han sufrido delitos de manera directa.

En una segunda etapa se estableció como objetivo validar este instru-mento, por lo que se efectuó una segunda administración a una muestra to-tal de 922 jóvenes de la ciudad de San Luis (Argentina) agrupados en dossubmuestras, de acuerdo a su condición de víctima o no víctima de delitos,previo a la administración de la prueba.

El período analizado abarca los hechos delictivos acontecidos durantelos años 2000-2003, seleccionados en virtud de que representan una etapade aumento en la tasa de criminalidad en Argentina (al menos como delitosdenunciados) con relación a las situaciones de crisis sociopolítica desarro-lladas a partir de esa época.

MétodoMuestra y procedimiento

Conformado el instrumento bajo estas condiciones, fue administradoen calidad de estudio piloto a un conjunto de 110 jóvenes (67 mujeres y 43varones), residentes de la ciudad de San Luis, cuyas edades estaban com-prendidas entre 16 y 24 años, que hubiesen sido víctimas de delitos duranteel año 1999 y principios del 2000. El grupo control estaba conformado por125 jóvenes que no habían padecido delito alguno en el período en estudio.

En esta ocasión, el objetivo era conocer el funcionamiento del cuestio-nario que estaba en su etapa de creación y definición y por lo tanto se con-sideró que debía aplicarse a personas que hubieran sido víctimas de delitoscontra la propiedad, para conocer el alcance del instrumento.

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Las conclusiones obtenidas en esa oportunidad permitieron definir loselementos constituyentes del sentimiento de inseguridad urbana, cuyos in-dicadores resultaron ser: (1) el carácter limitante y (2) la potencialidad desaberse afectado en necesidades fundamentales: por características externas(medio peligroso, ambiguo, amenazante) y por la interpretación individual(vulnerabilidad). Sus elementos constitutivos se definen así:

a.- Caracterización clínica: predominio de inquietud motora o blo-queo de conducta y estado de alerta sostenido por síntomas orgánicostales como dolores generalizados en el cuerpo, trastornos en la alimen-tación y sueño, trastornos gastrointestinales, aumento de la frecuenciacardíaca.

b.- Estructura vivencial: miedo como predominio, acompañado de des-confianza, inquietud, desconcierto, incertidumbre, disforia, desespe-ranza y sentimientos de soledad, opresión, de pérdida de la libertad.

c.- Repercusión en los procesos psíquicos: influencia selectiva de lapercepción, memoria y pensamientos repetitivos con contenidos direc-tamente vinculados a las situaciones vividas o con posibilidad de ser-lo, pensamientos intrusivos, problemas en la concentración y atención,pérdida de la confianza en sí mismo, culpa.

d.- Repercusión en la personalidad: alteración en el autocontrol, sen-sación de vulnerabilidad que facilita las reacciones de ansiedad y/o de-presión, preocupación por nuevos ataques que exige cambios de hábi-tos conductuales, alteraciones en las actividades cotidianas: trabajo,educación, recreación.

El impacto de las consecuencias individuales y sociales de la delin-cuencia y la violencia en sus distintas manifestaciones ha promovido la rea-lización de numerosas estadísticas que versan sobre la ubicación del cri-men, las características de los autores y de las víctimas (aunque en menorgrado para las últimas), etc., a fin de elaborar explicaciones plausibles quepermitan comprender las dimensiones que involucra la criminalidad.

La distribución muestral según la condición de víctima y no víctima ypor sexo quedó conformada así: 370 víctimas (169 mujeres y 201 varones)y 552 no víctimas (345 mujeres y 207 varones).

Las edades comprendidas entre 14 y 21 años se agruparon según cri-terios de la OMS (Organización Mundial de la Salud & Organización Pana-

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mericana de la Salud, 1995), que define a la adolescencia como el períodode la vida en el cual el individuo adquiere la capacidad reproductiva, transi-ta los patrones psicológicos de la niñez a la adultez y consolida la indepen-dencia socioeconómica, fijando sus límites entre los 10 y 19 años (límitesoscilantes según los individuos y sus circunstancias).

La adolescencia se divide en etapas, y se trabajó en esta oportunidadcon sujetos que pertenecen a la adolescencia media (14 a 16 años), adoles-cencia tardía (17 a 19 años) y jóvenes adultos (20 a 21 años). De acuerdo alas etapas establecidas la muestra queda conformada por 201 mujeres y 179varones pertenecientes a la adolescencia media, 207 mujeres y 159 varonesde la adolescencia final y 106 mujeres y 70 varones jóvenes adultos.

A los fines de conformar una muestra que fuera representativa con re-lación a la población existente en la ciudad de San Luis, se adoptó comocriterio que cada unidad muestral definida por su ubicación etaria, repre-sentara más del 5% de la población total de jóvenes comprendidos entre lasedades estudiadas.

Es necesario consignar que se consideró la variable educativa porquela administración de la prueba fue realizada en los diferentes ámbitos edu-cativos públicos en que se encontraban los jóvenes.

A fin de cubrir el mayor espacio geográfico en que se encuentran yviven los sujetos de la muestra total, además de poder investigar la situaciónde victimización con relación a la procedencia social de acuerdo al lugar deresidencia de cada escuela o establecimiento educacional, la administracióndel CIU se llevó a cabo en ámbitos escolares ubicados en diferentes secto-res de la ciudad, para asegurar la mayor heterogeneidad de la muestra.

Resultados parciales1

A modo de síntesis y a los efectos de informar con respecto al perfil quedemuestran los individuos a quienes se administró el CIU, se concluye que:

- Los grupos de jóvenes víctimas de ambos sexos alcanzaron en mayornúmero, los niveles de estrés severo y postraumático. Mientras que es-to se invierte, si se evalúa la categoría Ausencia de Estrés en la que los

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1 Estos resultados representan un análisis reducido de la totalidad alcanzada por razo-nes de espacio. La información que resta puede ser solicitada a la autora.

puntajes mayores corresponden a quienes no han sufrido delitos. Estedato explicaría las reacciones exacerbadas en todos los sistemas eva-luados como consecuencia del acontecimiento traumático vivido.

- No obstante, el grupo no víctima alcanzó en una alta proporción (en-tre un 18 y 20%) valores propios de estrés severo y extremo. Debidoa que las variables que conforman el CIU están referidas a situacionesy reacciones frente a la criminalidad (no sólo vivenciadas sino tam-bién temidas), esta información representa la incidencia del sentimien-to de inseguridad que esta generación presenta en muchos de sus inte-grantes, y que alcanza niveles de estrés cercanos a quienes han sidovíctimas directas.

- Tanto los varones como las mujeres víctimas o no, demostraron ma-yor impacto en los sistemas cognitivo y conductual cuando alcanzanlos valores propios del estrés moderado y severo. Sin embargo, cuan-do sus puntajes corresponden al estrés extremo o postraumático sus re-acciones mayores son de carácter afectivo y fisiológico. Ello podríaestar marcando una diferencia de cómo los sistemas, que si bien actú-an integradamente, a niveles extremos presentan consecuencias dife-renciales con relación a que las mayores afecciones se presentan en elorden de lo orgánico y lo emocional.

- Resulta difícil marcar un límite entre los dos grupos muestrales poresta razón. De modo tal que se explica cómo el temor al delito provo-ca reacciones en todas las escalas estudiadas por la observación y elaprendizaje vicario de otras situaciones que afectan a los individuos,aún cuando ello no resulte propio de los contextos en que se habita.

Análisis de diferencias de medias

Se informan los resultados de la aplicación del análisis de diferenciasde medias para los grupos víctima y no víctima (ver Tabla 1) realizadosobre las reacciones que presentan los individuos en virtud de las cuatroescalas en estudio para los dos grupos.

Presentan diferencias significativas las variables anticipo las cosasnegativas que pueden ocurrirme y pienso en mis capacidades de resolu-ción para el grupo víctima. En la primera variable se observa que la pre-sencia de contenidos cognitivos en el orden de una presunción de algún

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daño, alimentan el sentimiento de inseguridad. Mientras que la segunda esun elemento que define una acción de defensa.

El grupo no víctima presenta una diferencia significativa con suspares con respecto a la variable confío en la policía. En tal sentido, es sig-nificativo que presenten mayor confianza quienes no han tenido que recu-rrir a su función por haber sufrido delitos. Este aspecto puede interpretar-se, por las observaciones que han transmitido las personas victimizadas alanalizar el papel de la policía, como ausente o negativo, lo que no promue-ve las denuncias de los hechos por el descrédito que este organismo de con-trol social presenta para la comunidad.

Se han obtenido resultados que explican la influencia de la variableedad que no se desarrollan en esta oportunidad por razones de espacio. Sólose adelanta el dato más relevante que delimita el grupo de jóvenes de 17 a19 años con mayor vulnerabilidad que el resto de las categorías estudiadas.

Se analizó a posteriori la influencia de la variable sexo (ver Tabla 2)en la cual es notable cómo la condición de víctima exacerba las reaccionesde estrés manifestadas frente al delito.

En la evaluación de la pertenencia de género es significativo observarque las mujeres, tanto en su condición de víctimas como no, presentan ma-yores valores en la mayoría de las reacciones al estrés en estudio. Estoquiere decir que se concluye la existencia de un aprendizaje directo comovicario en la conformación del sentimiento de inferioridad.

Sólo superan estas puntuaciones los grupos de varones víctimas y novíctimas, cuando se indagan estrategias de afrontamiento relacionadas conignorar el problema, lo que puede referir una estrategia de preservación pa-ra que la experiencia vivida o el miedo al delito no se instale en sus siste-mas cognitivos. Así como también, pensar en las propias capacidades deresolución para el grupo masculino no victimizado, resulta un medio deprotección ante la posible repetición de la experiencia traumática vivida ypor eso denuncian utilizar en mayor medida esta estrategia.

Restan las manifestaciones afectivas, cognitivas, fisiológicas y conduc-tuales para las mujeres, que se definen como grupo más vulnerable de acuer-do a estos resultados.

En la escala conductual las mujeres victimizadas tratan de evitar nue-vas situaciones más frecuentemente que los varones, diferencia que no seencuentra en el grupo no victimizado, observando cómo afecta el hechoacontecido al promover un afrontamiento evitativo.

Con respecto a la espera de ayuda apoyada en creencias religiosas,ambos grupos presentan diferencias significativas, siendo una práctica másutilizada por las mujeres.

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Es interesante que las mujeres del grupo victimizado entiendan que au-mentando las medidas de seguridad pueden enfrentar otras experienciasdelictivas, lo cual define alguno de los recursos a los cuales apelan para fa-vorecer su seguridad.

Los dos grupos buscan ayuda en otros, como medios defensivos condiferencias favorables en las mujeres, quienes en su condición de víctimasy no víctimas confían más en la policía.

Es importante consignar que las diferencias significativas a favor delgrupo de mujeres victimizadas, se tornan especialmente válidas al conside-rar que la cantidad de ellas es mucho menor que la de los varones que res-pondieron al CIU, debido a que la muestra se conformó al azar sobre la to-talidad de jóvenes asistentes a cada contexto educativo.

De allí que si se observa el número de mujeres (que es mayor en elgrupo total que el de varones), es inversamente proporcional cuando se ex-plica su condición de víctima. Por lo que es importante rescatar que aunsiendo menos victimizadas que ellos, se encuentran y se sienten más in-fluenciadas por estímulos que perciben como peligrosos y por lo tanto pre-sentan mayor sentimiento de inseguridad, como también afecciones en suintegridad por los efectos del delito.

Análisis de fiabilidad

El análisis de fiabilidad permite estudiar las propiedades de las escalasde medición y de los elementos que las constituyen.

Para hallar la fiabilidad del cuestionario y de cada una de sus partes seutilizó el método alpha de Cronbach, que es un modelo de consistencia in-terna, siendo los valores para cada escala los que se citan a continuación: Es-cala Afectiva .94, Escala Cognitiva .77, Escala Fisiológica .89, Escala Con-ductual .70, con un alpha total que resulta satisfactorio por alcanzar un valorde .82.

Análisis factorial de las reacciones

Validez estructural

A partir de las puntuaciones de todos los sujetos de la muestra (N= 922)para cada una de las 15 reacciones de afrontamiento al estrés por la insegu-ridad que incluye el CIU, se realizó un análisis factorial por el Método PCA

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(Análisis de Componentes Principales) con el Método de Rotación: Nor-malización Quartimax con Kaiser. Los resultados se presentan en la Tabla3.

Se han obtenido cuatro factores con un Valor propio (Vp) superior a 1que explican el 68.18% de la variancia total. El primero explica el 34.17%,el segundo el 13.73, el tercero el 11.26 y el cuarto el 9.025% de la varian-cia total. El resultado obtenido con KMO es .871. Se definen los factoresde la siguiente forma:

Factor 1 - Componentes afectivos y activación fisiológica: Este factorestá caracterizado por las reacciones que señalan elementos afectivos talescomo preocupación, miedo, sentimientos de inseguridad, acompañados porlas repercusiones orgánicas, propias de una respuesta estresante como mo-lestias digestivas, tensión corporal, aumento de frecuencia cardíaca, todasellas relacionadas con una alta actividad autonómica.

Por la vulnerabilidad que acompaña a los sujetos en estudio, algunospor su condición etaria y otros por su género, se promueve la alternativa deencontrar soluciones de orden superior a través de manifestar creencias yconductas de fe, posiblemente por sentir que las alternativas terrenales seven limitadas en lo que significa el escape absoluto a no ser victimizadobajo las condiciones sociales e institucionales actuales.

Factor 2 - Procesamiento cognitivo de afrontamiento: Agrupa dos delas variables cognitivas relacionadas con opciones de respuestas referidas apensar en las capacidades personales o aumentar las medidas de seguridad,debido a la preocupación que resta como experiencia por haber pasado porsituaciones anteriores de victimización u observar que esto acontece en elcontexto, lo que refuerza la anticipación de las consecuencias negativas quese pueden producir ante el delito, o bien la evitación cognitiva o conduc-tual de aquella agresión.

Factor 3 - Procesamiento cognitivo de negación: Este factor reúne lasrestantes variables cognitivas, que se refieren a pensar en otra cosa o igno-rar las dificultades propias de una situación peligrosa como lo representauna experiencia delictiva.

Factor 4 - Promoción conductual: Este factor está definido por las res-puestas de tipo motor, donde obtienen más altas saturaciones la búsquedade ayuda como apoyo social y la confianza en la policía como proteccióninstitucional.

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Estos resultados apoyan la teoría de los cuatro sistemas de respuestasque responden al modelo teórico integrativo de los paradigmas biológico,ambiental, cognitivo y afectivo, en el cual el sistema psicológico opera entorno al self como principio organizador e integrador de los subsistemas yde la experiencia (Opazo, 1992) confirmando este análisis factorial dicha ta-xonomía.

Ventajas y limitaciones del CIU

Entre las características que exigen especial mención están las de tipoestructural, ya que el CIU en su totalidad, así como en cada una de sus esca-las constituyentes, ha demostrado ser un cuestionario con capacidad de dis-criminación factorial que apoya los presupuestos teóricos de base en suconstrucción.

La ventaja principal radica en que es un instrumento original y actuali-zado a las necesidades que presentan las personas frente a las nuevas pro-blemáticas sociales propias del nuevo siglo que comienza. Ello significapoder conocer y/o prevenir las consecuencias del estrés postraumático, ofre-ciendo la posibilidad de intervenir rápidamente y evitar un deterioro mayoren la salud mental de las personas que sufren alguna victimización. Permiteconocer el impacto que causa el sentimiento de inseguridad en las personas,de modo tal que resulta una herramienta útil para trabajar sobre sus efectos.

No obstante, se debe consignar que para la selección de respuestas deesta versión del CIU se siguió un criterio racional. Sería aconsejable quedespués de su validación, se promoviera un criterio más empírico en base ala discriminación entre los ítem, producto de los procedimientos estadísti-cos aplicados.

Así como también se podría pensar que, en la presentación de situa-ciones, no sólo se tienda a situaciones de peligro con respecto a la posibi-lidad de ser víctima de delito, sino a otras situaciones de riesgo por las queatraviesan los jóvenes para poseer elementos comparativos que aportennueva información.

Areas de aplicación del CIU

En el ámbito de la investigación facilita la elaboración y puesta a prue-ba de nuevas hipótesis en la búsqueda de conocimientos más amplios sobreeste tema.

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En el campo de la Psicología Social permitirá conocer los cambios dehábitos que la inseguridad exige a las personas con sus consecuencias en lapérdida de vinculaciones interpersonales, así como también en el autocon-trol impuesto con relación a las limitaciones de prácticas cotidianas que seven totalmente atravesadas por la posibilidad de ser víctima.

En el ámbito clínico mostrará su funcionalidad tanto para la evalua-ción o diagnóstico como en el tratamiento a través de la discriminación delos diferentes sistemas que se ven afectados por el estrés.

Dentro del campo de la Psicología Jurídica alcanzará vital importan-cia al aportar informes certeros sobre el impacto individual y grupal de lacriminalidad y sus efectos.

El aporte que puede brindar este instrumento en el ámbito de la Victi-mología es interesante por constituirse en un nuevo medio de análisis quepermite tener un alcance eficaz sobre el sufrimiento de las personas de mo-do tal que signifique el eje conductor de toda ayuda y asistencia factibletanto individual como colectiva.

Finalmente, en el ámbito educativo podrá desempeñar un rol preventi-vo en cuanto la necesidad de incorporar estas temáticas en los planes edu-cacionales de las poblaciones en riesgo.

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Tabla 1Diferencias de medias entre los grupos víctima y no víctima según las

variables de cada sistema

Nota: 1: víctima 2: no víctima* p < .05 ** p < .01

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Tabla 3Análisis factorial de las reacciones incluidas en el CIU

Matriz de componentes rotados

40

Vuanello

Componentes1 2 3 4

Inseguro .823 .150 -.209Miedo .875 -.173Preocupo .835 .141 -.145Estómago .822Corazón .838Tensión .867Rezo .478 .136 .473Negativo .371 .602 -.236Capacidad .835Evitar .322 .519 .190 .329Seguridad .280 .706 -.156 .286Ayuda .474 .348 .501Policía .775Ignoro -.248 .854Pienso -.109 .887

Vp 5,126 2,059 1,689 1,354

INTERDISCIPLINARIA, 23, 1, 9-37

Anexo 1 Protocolo del Cuestionario de Inseguridad Urbana (CIU)

Fecha:

Esta investigación está destinada a conocer cómo influyen en la vida de losjóvenes las situaciones de victimización por delitos contra la propiedad como el ro-bo o el hurto, tanto por la experiencia directa de haberlo sufrido, como por la posibi-lidad de que acontezca.

A continuación encontrarás una lista de situaciones ubicadas en la parte iz-quierda de la hoja y arriba hallarás las posibles reacciones y/o respuestas que po-drías presentar ante un delito.

Solicitamos que contestes a cada una de las situaciones en base a cómosería tu conducta, pensamiento o emoción, de acuerdo a su ocurrencia y a la si-guiente escala:

0: Nunca1: Pocas veces2: Algunas veces3: Muchas veces4: Siempre

Si deseas precisar o hacer alguna observación, utiliza la columna destinadaa Observaciones.

Por favor, necesitamos que completes estos datos:

Sexo: Edad: Barrio o zona en que vivís:

Escuela o carrera:Año que cursás:

¿Has sido víctima de algún robo o hurto? SI NOFecha en que ocurrió: Lugar:Se realizó la denuncia: Dónde y con qué resultado:

El Cuestionario de Inseguridad Urbana (CIU)

INTERDISCIPLINARIA, 2006, 23, 1, 17-45 41

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Vuanello

INTERDISCIPLINARIA, 2006, 23, 1, 17-45

(Continúa)

Vuanello

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1.- Ante la posibili-dad de que robenen mi casa.2.- Cuando me en-cuentro en un sitiopeligroso (caminopor una calle os-cura, por un lugarpoco habitado).3.- Cuando piensoque me puedenasaltar otra vez.4.- Cuando espe-ro a alguien en lacalle y estoy solo.5.- Al dejar mi mo-to, auto o bici fue-ra de mi vista.6.- Si alguien des-conocido se meacerca en la calle.

7.- Cuando sientoque me miran mu-cho y no encuen-tro razón.

(Continuación)

El Cuestionario de Inseguridad Urbana (CIU)

INTERDISCIPLINARIA, 2006, 23, 1, 17-45 43

Me

sien

to in

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8.- Cando salgo deuna fiesta o del bo-liche de madrugada.

9.- Si tengo que ha-cer ‘dedo’ y viajo so-lo/a.

10.- En lugares muyconcurridos (boli-ches, espectáculospúblicos, etc.).11.- Al viajar en unmedio de transportepúblico.

12.- Cuando llevo di-nero u objetos devalor, o voy con al-guien que los porta.13.- Cuando tengoque ir a un lugar nue-vo o conocer gentepor primera vez.14.- Si tengo que ir aun banco o a un co-mercio y pienso quelo pueden asaltar.15.- Al conocer losdelitos que se produ-cen.

Referencias bibliográficas

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Fecha de recepción: 3 de agosto de 2004Fecha de aceptación: 21 de noviembre de 2005

El Cuestionario de Inseguridad Urbana (CIU)

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