nuevas carreras

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LIMA, JUEVES 6 DE AGOSTO DEL 2015 PORTAFOLIO NEGOCIOS&MERCADOS El trabajador arque- típico en una econo- mía avanzada solía ser un hombre en una línea de produc- ción, o un asalariado en una oficina citadina: una pieza segura, pero reprimida, del en- granaje de una gran máquina. Aún existen millones de traba- jadores bajo este modelo –inclu- yendo numerosas mujeres– pero el nuevo mundo laboral es, a la misma vez, más emocionante y menos seguro. Hay una mayor va- riedad tanto en salarios como en condiciones. Es más probable que un empleo sea de medio tiempo, temporal, independiente, o por cuenta propia. Puede que ni si- quiera se considere un trabajo en la forma en que solía definirse. En un reciente discurso de campaña, la candidata presiden- cial demócrata Hillary Clinton de- ploró el debilitamiento del acuer- do laboral estadounidense que “construyó la mayor economía y la clase media más fuerte que el mundo haya conocido”, trato que aseguraba que “si tú trabajas arduamente y haces lo que te co- rresponde, deberías ser capaz de salir adelante”. Como ella comen- tó, la economía ‘gig’ o ‘colabora- tiva’ –el crecimiento de platafor- mas en línea como Airbnb y Uber en las que las personas compran y venden servicios y puestos de trabajo– “está creando economías vibrantes y desatando innovacio- nes, pero también está plantean- do preguntas difíciles acerca de las protecciones laborales y acer- ca de qué representará tener un buen empleo en el futuro”. La ‘economía gig’ es solo una parte del cambio laboral –que ha ocurrido durante los últimos tres decenios– ocasionado por la tec- nología y el comercio mundial. Ha creado muchos ganadores y Nueva ‘economía gig’ acaba con las carreras vitalicias ILUSTRACIÓN: VÍCTOR AGUILAR John Gapper Comentarista de Negocios y Tecnología Las recompensas de las nuevas formas de contrato laboral son para una minoría, otros no reciben ningún beneficio”. © e Financial Times Limited [2015]. All Rights Reserved. FT and Financial Times are trademarks of the Financial Times Ltd. Not to be redistributed, copied or modified in anyway. El Comercio is solely responsible for providing this translation and the Financial Times Limited does not accept any liability for the accuracy or quality of the translation. perdedores, tanto debido a la sub- contratación de occidente hacia Asia y África, como al cambio de las condiciones bajo las cuales tra- bajan la mayoría de las personas. El riesgo financiero y contractual que solía ser responsabilidad de las empresas se ha transferido a los empleados. “La era de la carrera de por vi- da ha terminado, y ni hablar del trabajo vitalicio y la seguridad económica que conllevaba, ha- biendo sido reemplazados por un nuevo intento económico de convertir a empleados de tiempo completo en contratistas, pro- veedores y trabajadores tempo- rales”, escribieron recientemen- te Nick Hanauer y David Rolf en “Democracy Journal”, aunque las estadísticas laborales estadouni- denses aún no reflejen tal trans- formación. Sin embargo, este mundo de inseguridad y riesgo también cuenta con muchas personas que parecen valorarlo. Un mayor nú- mero de trabajadores autóno- mos en Europa y EE.UU. repor- tan que disfrutan de sus empleos en comparación con quienes es- tán empleados. Numerosos em- presarios –incluso aquellos que tienen un negocio pequeño que puede considerarse un trabajo por cuenta propia– disfrutan de su libertad, de la autonomía y de la posibilidad de que pueden lle- gar a ser ricos. Existe un gran potencial en el nuevo mundo laboral. El Mc- Kinsey Global Institute, la rama de investigación de la consultora gerencial, estima que lo que lla- ma “las plataformas de talento en línea” –sitios de empleo como Monster.com y plataformas como Uber– pudieran añadir un 2 por ciento al producto interno bruto mundial en el 2025, aumentando el empleo en un equivalente a 72 millones de empleados de tiempo completo. El Reino Unido ha agregado a su economía 1,4 millones de “microempresas”, aquellas que cuentan con no más de nueve empleados, desde el año 2000. El Freelancers Union (sindicato de trabajadores independientes), un grupo de empleados de EE.UU., estima que 53 millones de esta- dounidenses ahora trabajan inde- pendientemente de alguna ma- nera, incluyendo 21 millones de contratistas independientes. Un 82 por ciento de la generación de los ‘millennials’ cree que lo mejor en relación con los trabajadores independientes está por venir. La vida laboral ideal para mu- chos ‘millennials’ no se trata de encontrar un trabajo seguro que les dure toda la vida, sino crear una compañía de tecnología start- up, una forma glamorosa de pe- queñas empresas, que esté respal- dada por inversionistas ángeles. Ellos sueñan con ser Mark Zucker- berg de Facebook, o Larry Page y Sergey Brin de Google, y no con ser un ejecutivo de una firma de servicios profesionales o de una compañía pública. El sueño puede que solo sea eso; el ingreso promedio pro- veniente del trabajo por cuen- ta propia cayó 22% en el Reino Unido entre el 2009 y el 2014, aunque este tipo de empleo apor- tó 732.000 al aumento de 1,1 millones en el número total de empleos. Las recompensas de las nuevas formas de contrato la- boral se aplican a una minoría, mientras que otros no reciben nin- gún beneficio de ellas. El desafío para los legislado- res es encontrar una nueva forma de contrato laboral que se adapte a la cambiante fuerza laboral. Los beneficios tales como pensiones y licencia por enfermedad a menu- do están conectados con empleos permanentes, y aumentan con la longevidad. A medida que conti- núa el cambio en los empleos, las personas que cambian de empleo, trabajan como consultores o ges- tionan “microempresas” con uno o dos empleados, necesitan un apoyo similar. Ya están circulando rumores le- gales. La Oficina del Comisionado de Trabajo de California dictami- nó en junio que los conductores de Uber de hecho eran empleados, y no contratistas independientes, como los considera la empresa. El Gobierno del Reino Unido está au- mentando el salario mínimo de los adultos, y la New York Wage Board (junta salarial) ha recomendado la introducción progresiva de un salario mínimo de US$15 para los trabajadores en la industria de co- mida rápida del estado. La tarea consiste en limitar las desventajas de la nueva econo- mía sin restringir el crecimiento laboral o impedir que las personas trabajen en la manera que prefie- ran. Existe el peligro de idealizar los beneficios pasados del empleo permanente a tiempo completo y de los contratos de trabajo fijos cuando muchas personas en la actualidad quieren contar con al- ternativas. Pocos quieren ser una pieza en el engranaje de una gran má- quina, incluso si se les presenta la oportunidad. El nuevo mundo la- boral debe trazar un camino entre los peligros gemelos del confor- mismo corporativo y de la explo- tación de los trabajadores.

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  • LIMA, jueves 6 de Agosto deL 2015portafolio negocios&mercados

    El trabajador arque-tpico en una econo-ma avanzada sola ser un hombre en una lnea de produc-cin, o un asalariado

    en una oficina citadina: una pieza segura, pero reprimida, del en-granaje de una gran mquina.

    An existen millones de traba-jadores bajo este modelo inclu-yendo numerosas mujeres pero el nuevo mundo laboral es, a la misma vez, ms emocionante y menos seguro. Hay una mayor va-riedad tanto en salarios como en condiciones. Es ms probable que un empleo sea de medio tiempo, temporal, independiente, o por cuenta propia. Puede que ni si-quiera se considere un trabajo en la forma en que sola definirse.

    En un reciente discurso de campaa, la candidata presiden-cial demcrata Hillary Clinton de-plor el debilitamiento del acuer-do laboral estadounidense que construy la mayor economa y la clase media ms fuerte que el mundo haya conocido, trato que aseguraba que si t trabajas arduamente y haces lo que te co-rresponde, deberas ser capaz de salir adelante. Como ella comen-t, la economa gig o colabora-tiva el crecimiento de platafor-mas en lnea como Airbnb y Uber en las que las personas compran y venden servicios y puestos de trabajo est creando economas vibrantes y desatando innovacio-nes, pero tambin est plantean-do preguntas difciles acerca de las protecciones laborales y acer-ca de qu representar tener un buen empleo en el futuro.

    La economa gig es solo una parte del cambio laboral que ha ocurrido durante los ltimos tres decenios ocasionado por la tec-nologa y el comercio mundial. Ha creado muchos ganadores y

    Nueva economa gig acaba con las carreras vitalicias

    ilustracin: vctor aguilar

    John GapperComentarista de Negocios y Tecnologa

    Las recompensas de las nuevas formas de contrato laboral son para una minora, otros no reciben ningn beneficio.

    The Financial Times Limited [2015]. All Rights Reserved. FT and Financial Times are trademarks of the Financial Times Ltd. Not to be redistributed, copied or modified in anyway. el comercio is solely responsible for providing this translation and the Financial Times Limited does not accept any liability for the accuracy or quality of the translation.

    perdedores, tanto debido a la sub-contratacin de occidente hacia Asia y frica, como al cambio de las condiciones bajo las cuales tra-bajan la mayora de las personas. El riesgo financiero y contractual que sola ser responsabilidad de las empresas se ha transferido a los empleados.

    La era de la carrera de por vi-da ha terminado, y ni hablar del trabajo vitalicio y la seguridad econmica que conllevaba, ha-biendo sido reemplazados por un nuevo intento econmico de convertir a empleados de tiempo completo en contratistas, pro-veedores y trabajadores tempo-rales, escribieron recientemen-te Nick Hanauer y David Rolf en Democracy Journal, aunque las estadsticas laborales estadouni-denses an no reflejen tal trans-formacin.

    Sin embargo, este mundo de inseguridad y riesgo tambin cuenta con muchas personas que parecen valorarlo. Un mayor n-mero de trabajadores autno-mos en Europa y EE.UU. repor-tan que disfrutan de sus empleos en comparacin con quienes es-tn empleados. Numerosos em-presarios incluso aquellos que tienen un negocio pequeo que puede considerarse un trabajo por cuenta propia disfrutan de su libertad, de la autonoma y de la posibilidad de que pueden lle-gar a ser ricos.

    Existe un gran potencial en el nuevo mundo laboral. El Mc-Kinsey Global Institute, la rama de investigacin de la consultora gerencial, estima que lo que lla-ma las plataformas de talento en lnea sitios de empleo como Monster.com y plataformas como Uber pudieran aadir un 2 por ciento al producto interno bruto mundial en el 2025, aumentando el empleo en un equivalente a 72

    millones de empleados de tiempo completo.

    El Reino Unido ha agregado a su economa 1,4 millones de microempresas, aquellas que cuentan con no ms de nueve empleados, desde el ao 2000. El Freelancers Union (sindicato de trabajadores independientes), un grupo de empleados de EE.UU., estima que 53 millones de esta-dounidenses ahora trabajan inde-pendientemente de alguna ma-

    nera, incluyendo 21 millones de contratistas independientes. Un 82 por ciento de la generacin de los millennials cree que lo mejor en relacin con los trabajadores independientes est por venir.

    La vida laboral ideal para mu-chos millennials no se trata de encontrar un trabajo seguro que les dure toda la vida, sino crear una compaa de tecnologa start-up, una forma glamorosa de pe-queas empresas, que est respal-dada por inversionistas ngeles. Ellos suean con ser Mark Zucker-berg de Facebook, o Larry Page y Sergey Brin de Google, y no con ser un ejecutivo de una firma de servicios profesionales o de una compaa pblica.

    El sueo puede que solo sea eso; el ingreso promedio pro-veniente del trabajo por cuen-

    ta propia cay 22% en el Reino Unido entre el 2009 y el 2014, aunque este tipo de empleo apor-t 732.000 al aumento de 1,1 millones en el nmero total de empleos. Las recompensas de las nuevas formas de contrato la-boral se aplican a una minora, mientras que otros no reciben nin-gn beneficio de ellas.

    El desafo para los legislado-res es encontrar una nueva forma de contrato laboral que se adapte a la cambiante fuerza laboral. Los beneficios tales como pensiones y licencia por enfermedad a menu-do estn conectados con empleos permanentes, y aumentan con la longevidad. A medida que conti-na el cambio en los empleos, las personas que cambian de empleo, trabajan como consultores o ges-tionan microempresas con uno o dos empleados, necesitan un apoyo similar.

    Ya estn circulando rumores le-gales. La Oficina del Comisionado de Trabajo de California dictami-n en junio que los conductores de Uber de hecho eran empleados, y no contratistas independientes, como los considera la empresa. El Gobierno del Reino Unido est au-mentando el salario mnimo de los adultos, y la New York Wage Board (junta salarial) ha recomendado la introduccin progresiva de un salario mnimo de US$15 para los trabajadores en la industria de co-mida rpida del estado.

    La tarea consiste en limitar las desventajas de la nueva econo-ma sin restringir el crecimiento laboral o impedir que las personas trabajen en la manera que prefie-ran. Existe el peligro de idealizar los beneficios pasados del empleo permanente a tiempo completo y de los contratos de trabajo fijos cuando muchas personas en la actualidad quieren contar con al-ternativas.

    Pocos quieren ser una pieza en el engranaje de una gran m-quina, incluso si se les presenta la oportunidad. El nuevo mundo la-boral debe trazar un camino entre los peligros gemelos del confor-mismo corporativo y de la explo-tacin de los trabajadores.