noviembre 2014

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Cuando el tiempo pasa por noso- tros, descubrimos la huella de su paso en lo que llamamos ―envejecimiento‖ Son arrugas, ca- nas, cambios en general en nues- tro organismo, que asemejan sim- plemente el uso que hemos hecho de nosotros mismos en el curso de la vida. Como un hermoso traje de lino que, con el primer movimien- to, ya empieza a arrugarse. Y aún cuando intentemos evitarlo, se se- guirá arrugando. Y con cada in- tento de plancharlo, se arrugará más y más. Porque el ―mejor lino‖, es aquel que más se arruga. Y así vamos viviendo. Algunos amarga- dos por las arrugas, otros desvi- viéndose en el vano intento de plancharlo, y los elegantes, aque- llos que saben cómo llevar su traje de buen lino. Estos últimos, además, son los que saben cómo pasar por el tiempo dejando su huella. Es decir, no sólo no se amargan con las huellas del tiem- po en sí mismos, sino que, además, aprovechan su andar pa- ra dejar ―su propia‖ huella. Si las huellas del tiempo en nosotros son el envejecimiento, nuestra huella en el tiempo es lo que lla- mamos ―testimonio‖. El valor del testimonio es el de permanecer presentes más allá del aquí y ahora, más allá del tiempo actual. El testimonio es como la huella digital de una vida, que no se define por un acto, sino por una actitud sostenida en el tiem- po. Algunos lo podrían equiparar con ―la obra‖, pero creo que es más humilde y más profundo a la vez, hablar de testimonio. Es más inmediato y conmovedor, porque asume con más definición su carácter de espontáneo e involun- tario. ―Dejar testimonio‖ es algo impensado, no querido o procura- do. No trabajo para dejar testimo- nio de nada, sino, simplemente, soy mi testimonio. Por eso mismo, me seguirá haciendo presente por toda la eternidad. Muchas veces paso por monumen- tos o edificios majestuosos, que conservan en un rincón una placa con el nombre de su constructor. Salvo el caso de arquitectos re- nombrados (y aún así), se trata de anónimos para el gran público, desconocidos, de los que nunca se reconocería autoría de la obra. Por- que la obra hace pasar desaperci- bido a su autor. Sin embargo, mu- chas veces recuerdo a alguien, se- res queridos, y es su testimonio el que los hace vigentes, vivos inme- diatamente. Enfrento una preocu- pación y se me hace presente mi madre, a partir de su humor, y me relajo y la resuelvo; me cruzo con un indigente en la calle, y se me hace presente aquel otro, con su solidario modo de vivir, y vuelvo sobre mis pasos para ayudarlo; y así, los ―testimonios‖, identifican a cada uno y nos ayudan como men- sajes sabios para seguir viviendo. El testimonio de Mónica será su sonrisa. Para mí, será su sonrisa. Ingenua, sencilla, modesta, humil- de, pero suya. Y cuando la vida se ponga seria, cuando los días ven- gan serios, cuando los hechos se pongan serios… la sonrisa de Mónica será para mí, ―el mensaje sabio‖ para poder superarlos. Así será. Gracias Moni. SONRISA (para Mónica) EDITORIAL EDITORIAL Sonrisa Por Claudio García Pintos ¡TENGO MIEDO! Inter- vención quirúrgica y asistencia psicológica. (pp.3-4) Apunte de docente CULPA COLECTIVA (pág. 6-8) LA PAGINA DE LOGOFORO (pág. 9) ACTITUD Y EXPERIEN- CIA Ante la enfermedad y el sufrimiento (pág. 10-11) Reflexiones Existenciales ENCRUCIJADAS 2 (pp. 12-16) SIN RECETARIO RECOMENZAR (Pág.17) LOGOTERAPIA VINCULAR LA PREGUNTA POR EL HOMBRE (pp. 18-21) LA PAGINA DE CAVEF (pág. 22-23) LOS ADOLESCENTES NECESITAN PAPÁS Y UN ESTADO ADULTO (pág.24-26) LAS PUERTAS DE PAPEL (pp. 27-30)

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Edición correspondiente al mes de Noviembre 2014

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Page 1: Noviembre 2014

Cuando el tiempo pasa por noso-tros, descubrimos la huella de su paso en lo que llamamos ―envejecimiento‖ Son arrugas, ca-nas, cambios en general en nues-tro organismo, que asemejan sim-plemente el uso que hemos hecho de nosotros mismos en el curso de la vida. Como un hermoso traje de lino que, con el primer movimien-to, ya empieza a arrugarse. Y aún cuando intentemos evitarlo, se se-guirá arrugando. Y con cada in-tento de plancharlo, se arrugará más y más. Porque el ―mejor lino‖, es aquel que más se arruga. Y así vamos viviendo. Algunos amarga-dos por las arrugas, otros desvi-viéndose en el vano intento de plancharlo, y los elegantes, aque-llos que saben cómo llevar su traje de buen lino. Estos últimos, además, son los que saben cómo pasar por el tiempo dejando su huella. Es decir, no sólo no se amargan con las huellas del tiem-po en sí mismos, sino que, además, aprovechan su andar pa-ra dejar ―su propia‖ huella. Si las huellas del tiempo en nosotros son el envejecimiento, nuestra huella en el tiempo es lo que lla-mamos ―testimonio‖.

El valor del testimonio es el de permanecer presentes más allá del aquí y ahora, más allá del tiempo actual. El testimonio es como la huella digital de una vida, que no se define por un acto, sino por una actitud sostenida en el tiem-po. Algunos lo podrían equiparar con ―la obra‖, pero creo que es más humilde y más profundo a la vez, hablar de testimonio. Es más inmediato y conmovedor, porque

asume con más definición su carácter de espontáneo e involun-tario. ―Dejar testimonio‖ es algo impensado, no querido o procura-

do. No trabajo para dejar testimo-nio de nada, sino, simplemente, soy mi testimonio. Por eso mismo, me seguirá haciendo presente por toda la eternidad.

Muchas veces paso por monumen-tos o edificios majestuosos, que conservan en un rincón una placa con el nombre de su constructor. Salvo el caso de arquitectos re-nombrados (y aún así), se trata de anónimos para el gran público, desconocidos, de los que nunca se reconocería autoría de la obra. Por-que la obra hace pasar desaperci-bido a su autor. Sin embargo, mu-chas veces recuerdo a alguien, se-res queridos, y es su testimonio el que los hace vigentes, vivos inme-diatamente. Enfrento una preocu-pación y se me hace presente mi madre, a partir de su humor, y me relajo y la resuelvo; me cruzo con un indigente en la calle, y se me

hace presente aquel otro, con su solidario modo de vivir, y vuelvo sobre mis pasos para ayudarlo; y así, los ―testimonios‖, identifican a

cada uno y nos ayudan como men-

sajes sabios para seguir viviendo.

El testimonio de Mónica será su sonrisa. Para mí, será su sonrisa. Ingenua, sencilla, modesta, humil-de, pero suya. Y cuando la vida se ponga seria, cuando los días ven-gan serios, cuando los hechos se pongan serios… la sonrisa de Mónica será para mí, ―el mensaje sabio‖ para poder superarlos. Así será. Gracias Moni.

SONRISA (para Mónica) EDITORIAL

EDITORIAL

Sonrisa

Por Claudio García Pintos

¡TENGO MIEDO! Inter-

vención quirúrgica y

asistencia psicológica. (pp.3-4)

Apunte de docente

CULPA COLECTIVA (pág. 6-8)

LA PAGINA DE

LOGOFORO (pág. 9)

ACTITUD Y EXPERIEN-

CIA Ante la enfermedad

y el sufrimiento (pág. 10-11)

Reflexiones Existenciales

ENCRUCIJADAS 2 (pp. 12-16)

SIN RECETARIO

RECOMENZAR (Pág.17)

LOGOTERAPIA VINCULAR

LA PREGUNTA POR EL

HOMBRE (pp. 18-21)

LA PAGINA DE

CAVEF (pág. 22-23)

LOS ADOLESCENTES

NECESITAN PAPÁS

Y UN ESTADO ADULTO

(pág.24-26)

LAS PUERTAS DE

PAPEL (pp. 27-30)

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T odos hemos tenido oportunidad

de escuchar esto en boca de al-guien cercano o lo hemos sentido frente a un diagnóstico con indi-

cación de una intervención quirúrgica.

En muchas oportunidades el miedo pa-rece justificado por la dificultad o difícil

pronóstico de la intervención. Pero suce-de también con intervenciones menores. Familiares y profesionales enfrentan la

situación de muy variadas formas. In-tentan transmitir confianza. Si se trata

de menores, en el mejor de los casos, dialogan buscando la aprobación porque saben que esto mejora las posibilidades

de llegar al éxito mucho más fácilmente.

Muy pocas veces se dá intervención a un Psicólogo o Psicóloga especializado. Es-

tos profesionales están formados con sólidos fundamentos teóricos sobre el tema y disponen de estratégias y técni-

cas específicas en la preparación para estas intervenciones, formación que se

denomina Psicoprofiláxis Quirúrgica.

En muchos hospitales y centros médicos integran equipos asistenciales interdisci-plinarios para comprender la problemáti-

ca tanto del paciente como todo lo referi-do a las intervenciones propiamente di-

chas. Pero, lamentablemente, no es muy común su presencia y asistencia en los momentos previos a una intervención de

las que mencionamos. Su acción es pre-ventiva y redunda en enorme beneficio

para paciente y familiares.

Antes de continuar con los aspectos teó-

ricos de esta especialidad me gustaría ilus-

trar esta comunicación con el recuerdo de algunos casos difíciles que tuve a mi cargo en los años de actuación como Psicólogo en

el ámbito hospitalario y en el privado.

Es sabido que los médicos cirujanos son, muchas veces, reacios a este tipo de inter-

vención psicológica pues opinan que no de-ben dar ―tantas explicaciones‖. Pero existen aspectos éticos y deontológicos que no se

pueden obviar. Especialmente en los países o comunidades en los que existen normas

que garantizan los derechos de los pacien-tes a la información y la decisión sobre sus

tratamientos.

Pero vayamos a un caso concreto. Asistí en

consulta privada a una madre, profesional odontóloga, que manifestaba un montante

importante de angustia frente a la opera-ción (una hernia) de su hija de 3 años. Sab-ía de la relativa seguridad en este tipo de

operaciones pero el problema no resultó se-guir esa dirección sino que la angustia ten-

ía relación con la decisión de su esposo, pa-dre de la niña, médico cirujano, que quería intervenir personalmente a la niña. La ma-

dre se oponía porque el esposo había inter-venido quirúrgicamente a su padre y éste

falleció en la mesa de operaciones.

La intervención psicológica aparecía como difícil y con pocas posibilidades de éxito. Decidimos aplicar no solamente todos los

procedimientos especializados de la Psico-profiláxis Quirúrgica sino enmarcarlos

ntro de un proceso de Análisis Existencial y Logoterapia. La intervención no era urgente y nos tomamos tiempo para planear el pro-

Página 3

¡TENGO MIEDO! Intervención quirúrgica

y asistencia psicológica.

Por José MARTÍNEZ-ROMERO GANDOS

Mail de contacto: [email protected]

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ceso. Se citó a la abuela materna, viuda,

quien manifestaba igual montante de angustia que incrementaba el círculo ne-gativo familiar. Con la niña se iniciaron

sesiones de juego con muñecos prepara-dos al efecto y elementos propios de la

actuación médica en intervenciones.

En las sesiones con la madre se trabajó tratando que ella misma dialogara con su esposo sobre este espinoso asunto y/

o lo convenciera de asistir a una sesión con el Psicólogo. Éste aceptó concurrir y

la sesión fue muy intensa por varias ra-zones: a) descalificación inicial de la opi-nión del Psicólogo frente a la Medicina y

en especial la Cirugía. b) Resistencia a reconocer su parte en la responsabilidad de haber aceptado operar a su suegro,

especialmente por razones éticas del Código Médico. Elaboradas estas cues-

tiones finalmente aceptó no intervenir a su hija pidiendo, a cambio, que se le permitiera seguir la operación desde el

observatorio del quirófano. La operación fue exitosa, como se preveía. La niña,

tranquila todo el tiempo, asombró a su médico cirujano con las explicaciones que dio para quitar los puntos (parte de

su juego con muñecos). La familia com-pleta celebró la oportunidad de haber elegido una psicoprofilaxis quirúrgica

como método de solución del problema.

Desde el punto de vista Logoterapéutico se apeló a la libertad y responsabilidad

de cada uno de los miembros de la fami-lia para que encararan la situación con

éxito. La resistencia a dar consentimien-to para una intervención quirúrgica lle-ga, en algunos casos, hasta el límite de

poner en peligro la propia vida del pa-ciente. El trabajo psicoprofiláctico no se limita en el doliente sino que se extiende

a la familia. A veces esa familia no existe y el profesional debe trabajar, muy cui-

dadosamente, la relación paciente-psicólogo para no caer en un paternalis-mo fácil ni en violaciones de la ética pro-

fesional.

Un caso díficil que debí afrontar como Psicoprofilácta tuvo lugar ante la consul-

ta del Cirujano por un paciente que se

negaba a operarse pese a unas úlceras esto-

macales sangrantes que urgían la interven-

ción.

El paciente, un ciudadano polaco, había si-do intervenido de urgencia por un problema

similar en el ejército. Sostenía que había pa-sado muy malos momentos, con riesgo de

muerte, y no deseaba sufrir nada similar en absoluto. Trabajé con la urgencia que el ca-so requería elaborando esos miedos y resis-

tencias proporcionando información cierta sobre el caso, el tipo de intervención y su

post-operatorio. En cuanto a éste expliqué al paciente que despertaría en una sala espe-cialmente preparada, en un brazo el suero,

en otro una transfusión de sangre, sonda naso-gástrica, sonda rectal, oxígeno a su disposición y aparatos medidores de su esta-

do post-operatorio. Prometí acompañarlo hasta la entrada a quirófano y verlo luego.

Cuando fui a visitarlo, en la sala de recupe-ración, me vio entrar y se largó a llorar. Traté de insistir que todo había salido muy

bien y que se recuperaría pronto. ―NO, me dijo con fuerza, no lloro por eso. Lloro de

agradecimiento porque encontré al desper-tarme todo tal como usted me había explica-

do‖.

El conocimiento de todo el proceso no siem-

pre es un inconveniente o está contraindica-do. Aunque muchos médicos no estén de

acuerdo con el procedimiento estas explica-ciones y elaboraciones permiten ―elegir‖ y ―responsabilizarse‖ de su propia existencia,

valorando a la vida como muy importante y rescatando la voluntad de ―encontrar senti-

do a la vida, a pesar de todo‖.

Comprender las problemáticas de las enfer-medades médicas de resolución quirúrgica es muy importante para el paciente y su fa-

milia. Pero mucho más importante es abor-dar el problema para facilitar la preparación

de la persona en el momento de una deci-sión, ante sus miedos y angustias y ante los cambios esperables luego del proceso. Sin

olvidar las implicancias de la diversidad cul-

tural ante estas situaciones.

Publicado por Martínez-Romero Gandos, José, diciembre 01, 2011

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Página 5

Ya estamos trabajando en la organización del 6º Congreso La-

tinoamericano de Logoterapia y Análisis Existencial, que

tendrá lugar en agosto 2015 en Buenos Aires.

Próximamente publicaremos adelantos en nuestro FaceBook!!

Si querés mantenerte

informado sobre las

actividades del CLAE

(cursos, jornadas,

actividades de extensión,

etc), seguinos por FaceBook.

Están todos invitados a compartir la conferencia y el mini-

concierto de GENERARTE en la Legislatura. Los esperamos!!

Page 6: Noviembre 2014

Página 6

L os dolores que generan las guerras

nunca terminan con el armisticio que decreta en un papel, el final de

las acciones bélicas. No. Se contin-úan y permanecen mucho más allá y, a veces, se perpetúan en rencores y expecta-

tivas de un resarcimiento que nunca es

completo.

La cuestión de la culpabilidad, es una de

las aristas más intensas de resolver. La culpa de los sobrevivientes por haber so-brevivido cuando otros murieron estando a

su lado; la culpa de los indiferentes, por no haber hecho algo para evitar o acabar

la guerra; la culpa de los que la decidie-ron, los que la aceptaron, los que la apoya-

ron; la culpa de los que la lucharon.

Esta cuestión de la culpabilidad, fue sensi-

blemente tomada por el filósofo Karl Jas-pers, con posterioridad a las dos grandes

Guerras Mundiales del siglo veinte. En particular, sobre la responsabilidad políti-ca de Alemania (como Estado) y del pueblo

alemán, en el desarrollo de los conflictos.

Karl Jaspers nació en Oldenburg (Alemania) en 1833. Sufrió los avatares de

las dos guerras, en especial la segunda. En 1937 es despedido de su posición uni-

versitaria, a partir de una disposición del gobierno nazi, por estar casado con una mujer judía. La opción era divorciarse (y

entregarla) o abandonar sus cátedras. Jas-pers estaba casado desde 1910 con Ger-trude Mayer y, decididamente, se retiró de

la universidad. Esto inició una secuencia de circunstancias que lo llevaron, confor-

me avanzaba el conflicto, a ir de un lado

para el otro tratando de eludir la persecu-

ción que sufriría su esposa como judía. Afortunadamente, pudo evitar la deporta-

ción, y permanecieron juntos y libres, todo el tiempo. Lo que no pudo ―eludir‖ es la vivencia que permaneció en él, tatuada co-

mo si fuera el número de prisionero, de

rencor y reproche por Alemania.

Su pensamiento estuvo atravesado por es-

ta vivencia, al punto de expresar pública-mente su reproche. En un texto que reúne conferencias dictadas por él mismo entre

1945 y 1946 en la Universidad de Heidel-berg (universidad en la que recuperó su

posición académica en 1945), aborda este tema y explica en la introducción que se propone invitar a los oyentes

(participantes de sus aulas), incluso al alemán, a romper el silencio impuesto por la propaganda nazi y aceptar a hablar sin

la preocupación de ser escuchados o infor-mados por el propio y libre pensamiento.

Propone escuchar las opiniones diversas para lograr así una nueva identidad del pueblo alemán, recuperada del deshonor y

el horror.

―Queremos aprender cómo hablar entre nosotros, para escuchar aquello que los

otros piensan. Necesitamos restaurar la posibilidad y disponibilidad para la re-flexión, sin sentimientos de orgullo, deses-

peración, rebelión, venganza o desprecio… Durante doce años fue imposible todo de-

bate público, y sin embargo, todos habla-mos el mismo idioma, el alemán. Alema-nia podría reencontrarse consigo mismo, si

nosotros, los alemanes, logramos encon-

Apuntes de Docente

CULPA COLECTIVA

Por Dr. Claudio García Pintos

Mail de contacto: [email protected]

Page 7: Noviembre 2014

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trar una nueva manera de comunicarnos

entre nosotros‖ Estos son algunos de los conceptos que introduce Jaspers en estas conferencias. Aborda el tema de la culpa

colectiva, y propone caminos para acceder

a la paz interior.

Durante el desarrollo de sus presentacio-

nes, distinguió entre diversos tipos de cul-pa y responsabilidad: la culpa penal, la política, la moral y la metafísica. Según

Jaspers todos somos colectivamente res-ponsables; en un sentido político, todo

conciudadano es corresponsable por los actos que comete el Estado al que pertene-ce, aún cuando cada ciudadano no sea di-

rectamente responsable por la ejecución de los crímenes. Agrega que el miedo (argumento por el cual muchos justifican

no haber actuado para detener al estado en esos crímenes), no exime a nadie de la

culpa moral, que significa la inacción ante el sufrimiento y desgracia de los demás, por la insensibilidad ante el desastre, por

el martirio de los inocentes, que aconteció en esos tiempos en Alemania. Para él, la

solidaridad hace a todos los hombres res-ponsables, ante cualquier ofensa, injuria, agravio o injusticia, sea esta que acontezca

ante nuestra presencia o no, y que la ca-rencia de esa solidaridad, da razón a la culpa metafísica. ―La culpa metafísica tie-

ne por consecuencia una transformación

de sí mismo ante Dios‖, afirma.

Para Jaspers, las culpas que pesan sobre

el pueblo alemán, entonces, son la política, la moral y la metafísica. Los ciudadanos

no son penalmente responsables por los crímenes del Reich, pero deben hacerse cargo de las culpas que le corresponden

por la falta de solidaridad, por no haber

hecho nada para impedirlos.

Considera que los crímenes cometidos por

el Reich son una vergüenza de tal enverga-dura que no pueden ser atribuidos exclu-sivamente a un solo hombre, sino también

a todos aquellos que lo obedecían, que se mantenían indiferentes ante las conse-

cuencias, o que, por temor, los aceptaron. Aquellos que continuaron en sus activida-des diarias como si nada estuviera pasan-

do. Esta culpa moral, es colectiva para

Jaspers. Y lo es, porque ni el terror que bloquea al individuo, ni la responsabilidad de terceras potencias que pudieron cam-

biar el curso de los hechos, libera al pue-blo alemán de ser partícipe de las atroci-dades cometidas por el Estado y sus líde-

res. Esto, aclara, no quiere decir que el pueblo alemán, que la gente sea ―mala‖.

Significa que deben vivir sin arrogancia y con calma, el juicio que la humanidad hiciera de estos hechos y trabajar para

redimir esa culpa reencontrándose con su esencia. Para Jaspers, la comunidad es la unión solidaria de todos los hombres con

Dios, y es ante esta comunidad que debe

redimirse la culpa moral.

Por su parte, en estas conferencias, fue

siguiendo los llamados juicios de Nürem-berg (iniciados en noviembre de 1945)

contra los principales responsables de las atrocidades cometidas durante la guerra. Creía en ellos como en una ―ley mundial,

una situación mundial en la que, por la fuerza conjunta de las grandes potencias,

el castigo de los crímenes cometidos‖, transformaría el mundo de los hombres. ―No se repetirá nunca más (entonces) lo

que hemos sufrido‖ Sin embargo, en el curso de los procesos, se sintió decepcio-nado, al punto de declarar que

―Nüremberg en lugar de convertirse en una bendición, se convirtió en un factor

de desgracias, en un proceso que ha sido solo aparente, una coreografía‖, montada por los vencedores contra los vencidos.

Criticó que no se hubieran investigado ex-haustivamente, incluso, las acciones de las potencias vencedoras, la participación

de terceros involucrados, y solo concluyó condenando, a los que todos creían, ya a

priori, culpables. Fueron una forma de injusticia, que quedó en la historia, como

la mayor manifestación de justicia.

La postura frankliana ante la culpa es muy clara: la culpa es personal. Cuando un grupo, asociado, realiza o comete un

acto vandálico, la culpa tanto como el consecuente castigo, es personal. Aún en el caso de que a todos les corresponda la

misma pena. Más aún, cuando un grupo

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comete un acto ofensivo, esto no compro-

mete igualmente a todos los asociados con ese grupo. Por ejemplo, si un grupo de lo-

goterapeutas, en una discusión académi-ca, terminan ofendiendo o faltando el res-peto a colegas de otra corriente, esto no

compromete al universo de los logotera-peutas como irrespetuosos o culpables de esa agresión. En una reconocida entrevis-

ta que le hiciera Matthew Scully (1995) a Frankl, Víktor remata el concepto diciendo

que nadie puede ser visto como culpable, por algo que haya hecho su abuelo, por el solo hecho de pertenecer a la misma fami-

lia.

Decididamente para Frankl, la consciencia individual es el universo en el cual diluci-

dar nuestras culpas personales, tanto co-mo elaborar las consecuencias que de ellas pudieran derivar. Años de sostener la idea

de la culpabilidad colectiva de grupos ra-ciales, naciones, fracciones, ha generado

desgraciadas situaciones de persecuciones inútiles e innecesarias, que solo lograron consolidar cadenas interminables de ven-

ganzas y rencores. La culpa colectiva, la

cacería del grupo culpable del horror, solo

logra hacer sobrevivir la herida como tal.

En una entrevista publicada por el diario La Nación (Buenos Aires, 10/03/1988),

Frankl comenta que participó de un acto de recordación de las víctimas de la Shoa y las diversas acciones que comprometieron

a Viena durante la guerra. Dice ―hablé a cuarenta mil personas en la Plaza de la In-

dependencia de Viena. Repetí estos con-ceptos y hubo una increíble sensación de alivio entre la gente, entre la mejor gente.

Jóvenes socialistas de quince, dieciséis, diecisiete años, lloraban y me agradecían

que los aliviara, porque se sentían colecti-vamente culpables. Aproveché la oportuni-dad. Como psiquiatra, como psicoterapeu-

ta, tenía que aliviar a miles de miles de personas de ese complejo. Una terapia

contra la neurosis colectiva‖

Jaspers y Frankl, dos posturas distintas

sobre la culpa colectiva.

Page 9: Noviembre 2014

Página 9

La Página de LOGOFORO Por Tere Vanek

Mail de contacto: [email protected] //

www.logoforo.com

Logoforo.com te invita a leer nuestros interesantes artículos y a enterarte de los

eventos más importantes de Logoterapia en el mundo de habla hispana; así como

a conocer bibliografía recomendada, frases célebres de Viktor Frankl y de otros

pensadores, noticias y ligas a otros Centros e Institutos en el mundo, que traba-

jan con este enfoque existencial.

Algunas citas de Viktor Frankl, para pensar…

La muerte solo puede causar pavor a quien no sabe llenar el tiempo que le es da-

do para vivir‖.

―No hay nada en el mundo que capacite tanto a una persona para sobreponerse

a las dificultades externas y a las limitaciones internas, como la consciencia de tener una tarea en la vida‖Nota: Este pensamiento lo escribió el Dr. Frankl en

1942 en el campo de concentración de Theresienstadt. El estaba consciente de que tenía una tarea en la vida; ¡él la eligió¡

―El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete con el

cumplimiento del sentido de su vida‖.

«La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si

vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hom-

bro. La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida.»La Logoterapia de Frankl es -además de un enfoque psicoterapéutico- un estilo de vida que orienta al cultivo de lo significativo, al cuidado de esa forma de

caminar que conlleva felicidad.

―El hombre en busca de sentido no es un título ingenioso para un libro. Es una

definición de ser humano. El ser humano es un buscador de sentido

―El dolor hace al hombre lúcido y al mundo transparente. El dolor abre perspec-

tivas hasta el fondo‖.

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E l sufrimiento puede transformarse

en logro, en algo beneficioso. Su sentido está en cambiar la acti-tud ante esta situación…Citando a

un pintor hebreo llevado al campo de con-centración muy pequeño, Frankl escribe: «el dolor realmente tiene sentido cuando tú

mismo te conviertes en otro hombre» (1)

. Sufrir significa esforzarse, crecer, madu-rar, enriquecerse. Hace intuir una verdad

fundamental: que esta vida, pasando por el dolor y la enfermedad, se acaba inexora-blemente en la muerte. La existencia se

hace en cierto modo transparente y en-cuentra su fondo: descubre y reconoce la

vida con entusiasmo. Vida que nos ha sido proporcionada; así descubre la esencia del

hombre como «ser doliente: homo pa-tiens»2. De esta forma, Bea queda sola al

fallecer su esposo, sin ocupación luego de haber cuidado de él durante 50 años. Pa-dece diabetes, hipertensión, posee una

disminución visual, también hipoacusia. Luego de un año de tratamiento, encuen-tra su sentido generando un jardín de tuli-

panes que cuida y le brindan flores todo el año. Esos tulipanes que luego de injertos

va haciendo otros para regalar. La pregunta sobre el sentido del sufrimien-to deja paso a una gran verdad: el hombre

mismo es el interrogado; su papel —más que en hacer la pregunta— reside en con-

testar a ella sufriendo y conseguir salir triunfante de la prueba.

La personal limitación se impone y hemos de ceder ante la trascendencia que nos su-

pera, creer en el sentido aunque no lo

comprendamos. Ésta es la madurez a que se llega con el sufrimiento: una madurez hacia la verdad.

El interés de la persona no es alejar el do-

lor a toda costa y obtener el máximo de placer, sino encontrar el sentido; «el hom-bre está dispuesto a sufrir a condición de

que ese sufrimiento tenga un sentido» (3). Así otra paciente, cuidadora primaria de

quien había sólo recibido crueldad e infi-delidad durante 45 años, manifestaba sen-tirse tranquila ante Dios porque estaba de-

volviendo bien a todo el mal recibido. Quien padece tiene delante la posibilidad

de realizar el valor de una condición más elevada: la actitud de aceptar el destino,

afrontarlo con la capacidad de sufrir. Es necesario alguien por quien sufrir, alguien a quien se pueda ofrecer en sacrificio.

Detrás de este móvil, surge el amor como su fundamento. La plenitud de sentido es-

tará en el sacrificio al Valor más alto, en la aceptación por amor de la voluntad de Dios. Sólo quien ama de verdad, es capaz

de soportar la contrariedad; «sólo puedo sufrir con sentido si sufro por algo, por amor a alguien» (4).

Es esencial buscar el sentido de ese res-paldo, no es suficiente pensar en un senti-

do colectivo, como podría ser la produc-ción para subsistir en algo, para perdurar en un fruto. Si fuese así, se pasaría el pro-

blema de significado. Cuál es en sí el sen-tido o significado de esto que me ocurre?

Sería tan complejo como intentar encender una vela sin fósforos... Cómo hacer surgir

Página 10

ACTITUD Y EXPERIENCIA

Ante la enfermedad y el sufrimiento

Por Dra. Dides Iliana

HERNÁNDEZ SILVERA

Mail de contacto:

[email protected]

Page 11: Noviembre 2014

Página 11

ese fuego sin herramientas? La persona

tiene que lograr encontrar su propia res-puesta.

El pensamiento de Frankl está lleno de optimismo, de esperanza. No se queda sólo en lo humano, en un sentido limitado que no conseguiría dar la felicidad, sino que lleva a descubrir la trascendencia. Es la capacidad de amar, de salir de uno mismo hac ia los demás, lo que permite creer en una dimensión que va más allá de lo humano. El sentido de la vida abre paso al Super-sentido; la persona humana, a la Super-persona, a la búsqueda del autor de todo, de Dios. Entonces podemos recordar, que ―Ser hombre significa precisamente, ser res-

ponsable‖ y se debe, mediante una lenta expansión del dominio de las responsa-

bilidades posibles, convertirse en la pro-

pia versión de ser humano sensible, ser per-sona-prójimo, florecer, dar, brindar, proporcio-nar, servir, facilitar, movilizar, ofrecer, convi-dar a la vida. Hasta nuestro próximo encuentro de sentido

Iliana Referencias

Frankl, VE. “La voluntad de sentido”. Confe-rencias escogidas sobre logoterapia, Her-der, Barcelona p. 231.

Frankl, VE. “Homo Patiens. Intento de una patodicea”, Plantin, Buenos Aires 1955-

pp. 98 Frankl, VE, ―El hombre en busca de sentido”,

Herder, Barcelona 1993., p. 111. Homo Patiens..., op. cit., p. 103

Page 12: Noviembre 2014

P odemos retomar y continuar

nuestro ―viaje primaveral‖ ini-ciado en la edición de Octubre refrescando brevemente el nudo

central de la problemática que motivó la

consulta de María Inés.

María Inés se siente presionada, objeta su propio modo de amar comparado con la entrega de su pareja, se percibe “caprichosa e intolerante”, a la vez de ad-mitir que no está en paz porque “aún sue-ña y fantasea con Juan” (su ex novio) quien viene en febrero y “seguro lo voy a

querer ver…”.

¿Qué hacer? No sólo su novio (Eduardo, que ya parte en 48 horas) le reclama una definición; ella a sí misma también se la reclama. Lo vive como una encrucijada en la que tiene que elegir y ha optado enton-ces por cortar formalmente su vínculo con Eduardo, no obstante lo cual solicita una

entrevista para ahondar en el tema.

Durante la misma cobró particular relieve su condición de persona libre y responsa-ble, a la sazón pilar central de la Logote-rapia, que acaso podrá destacar su espe-cificidad y aplicación práctica si se la contrasta con otros posibles abordajes

psicoterapéuticos.

Desarrollamos entonces los (hipotéticos) caminos psicoanalítico y gestáltico, aho-ra, en la plenitud de la primavera, pode-

mos abocarnos de lleno al camino logo-terapéutico efectivamente recorrido con

María Inés.

EL CAMINO LOGOTERAPÉUTICO

Viktor E. Frankl pone en el centro del obrar humano la voluntad de sentido; es ―el hom-bre en busca de sentido‖, expresión perfecta

que, amén de haberse hecho célebre como título de su libro más difundido, condensa

la orientación fundamental del ser humano.

No es entonces la voluntad de placer ni de poder, ni siquiera, tampoco, esa voluntad

de autorrealización (la ―self actualisation‖ del Humanismo americano) la motivación básica que inspira la conducta; es ese an-

helo de sentido, como una suerte de apetito de sentido que se posee debido a la condi-

ción espiritual.

Aquí está lo distintivo de este tercer camino, lo espiritual como una dimensión consti-

tutiva del ser humano, más aún: es lo esen-cialmente humano, que se integra natural-mente con la dimensión psicofísica hacien-

do del hombre un todo integrado bio-psico-

espiritual.

Hasta aquí, en los caminos anteriores, ten-

íamos un ser biopsicológico, íntimamente signado por la homeostasis; el salto cualita-tivo en la concepción antropológica es deci-

sivo, como serán también decisivas las im-

plicancias psicoterapéuticas.

Un párrafo especial para ponderar la mag-

nitud del aporte de Frankl a la Psicología, por traer del exilio el principio del espíritu,

completamente ignorado por las diversas

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REFLEXIONES EXISTENCIALES

ENCRUCIJADAS 2

Por Lic.Enrique Adúriz

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teorías y prácticas psicológicas y devol-

verlo a la ciencia psicológica con rigor

científico.

Esta espiritualidad recuperada para esa ―humanidad recuperada‖ en la secuencia

de caminos, se presenta como un ele-mento constitutivo de la existencia

humana, a la par de la libertad y de la responsabilidad.

Aquel sujeto del psicoanálisis que ya en

el camino gestáltico había superado aquella primera determinación pulsional y era capaz de elegir y decidir, ahora ya es concebido como una persona espiri-tual y por ende con la aptitud intrínseca

de oponerse facultativamente a las pro-

pias demandas físicas y emocionales (el ―antagonismo psiconoético‖ en termino-

logía de la Logoterapia).

Frankl siempre insistió en que ―ser hom-bre es ante todo ser profunda y finalmen-te responsable‖; aquí está nuevamente el salto cualitativo que emana de la condi-

ción espiritual y completa la mera liber-tad, recuperada por el Existencialismo europeo y el Humanismo americano, es

una libertad para la responsabilidad.

Esta última le da sentido a la libertad humana, el para qué se es libre, es decir:

a favor de qué o contra qué se decide, y que ésta decisión pueda incluso oponerse a las necesidades psicofísicas es de una

trascendencia mayúscula en el proceder

psicoterapéutico.

Nos da una perspectiva completamente

diferente pensar al paciente como alguien a quien no puede sucederle más que lo

que le sucede, y que no puede no hacer lo que hace, en definitiva determinado por su naturaleza, o pensarlo como una

persona libre y responsable. Podemos in-cluso evocar el cuento del escorpión que

no puede no picar a la ranita cruzando el río (―está en mi naturaleza…‖ concluye resignado), aunque en ello se les vaya la

vida a ambos.

Ser verdaderamente humano es ser libre de los dictados de la naturaleza, para lle-

var adelante la consecución de un senti-

do a través de la realización de un valor.

Esta persona espiritual, que es mucho más

entonces que un sujeto de deseo y un sí mismo en natural proceso de autointegra-ción, es nuestra consultante María Inés, a

quien imaginamos hasta aquí transitando un par de caminos alternativos y que aho-

ra la reencontramos donde la habíamos

dejado.

En la consulta, decíamos, cobró particular

relieve su condición de persona libre y res-

ponsable.

Se sentía en una encrucijada en la que

debía optar; sostener fantasías y voluntad de encuentro con Juan le deparaba un gran pesar y le impedía sentirse en paz,

razón por la cual y ante la inminente parti-da de Eduardo decidió cortar formalmente

la relación.

No sabía con certeza si había hecho bien, ponderaba los costos de toda índole que habrían de sucederse y no negaba que

podría perder a su pareja para siempre. El consejo de alguna amiga de ―hacer tiem-

po‖, no cortar la relación y esperar a ver ―qué le pasaba de verdad‖ con Juan, aun-que tentador fue desestimado, consciente

de que sus fantasías de verlo podrían no corresponderse con la voluntad de él, e in-cluso de que no eran signos ciertos de

amor profundo y verdadero.

Le advertían que podría estar perdiendo mucho por muy poco, a la luz de la riguro-

sa ecuación costo-beneficio y ella lo sabía, pero aún así se había decidido y con esta

inquietud llegaba a la consulta.

Esta inquietud, ¿a qué remite? Y aquí se abren los caminos y se suscita la encruci-jada terapéutica; ¿acentuaremos el con-

flicto intrapsíquico, el asunto inconcluso? ¡Cómo no contar con ello! Pero en el cami-

no de la Logoterapia y el Análisis Exis-tencial vamos a acentuar por lo pronto y ante todo la pertinencia de esta inquietud

en relación al existenciario en juego, nada

menos que la libertad.

Diríamos en lenguaje jurídico: ―ha lugar‖

su inquietud, ―ha lugar‖ su falta de paz, cabal testimonio de su experiencia de liber-

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tad que cualifica y realza la importancia

del tema; no está eligiendo zapatos. El acento es decisivo, su malestar no es algo a erradicar y superar como sea; no se

trata de tranquilizarla privándola de pon-derar la magnitud de lo que está inten-

tando resolver.

Al contrario, se hace explícita su condi-ción y ejercicio de persona libre y respon-

sable.

Por eso no sigue de novia con Eduardo, corta la relación y se expone a perderlo, habiendo podido callar, ―patear la pelota‖

para adelante y después ver qué pasaba

y qué le convenía.

Es su encrucijada, es su elección y se

hace responsable de las implicancias y de las consecuencias de su sentir y de su obrar. Da respuesta íntegra y honesta a

lo que le significa que aún fantasee con

Juan y elija querer verlo.

No importa si Eduardo no se entera, ―ojos

que no ven, corazón que no siente‖; ¡ella lo ve! Y ella lo siente y se hace cargo de

su déficit para poder estar plenamente

con su novio.

Su conducta tiene un sentido y estamos de lleno en la impronta frankleana cuan-

do sabemos que es la consciencia, el tan mentado órgano de sentido, la que des-

cubre intuitivamente los valores implica-dos y guía a María Inés en su libertad y

responsabilidad.

Aquella consciencia tan desacreditada en la concepción psicoanalítica y significati-vamente recuperada como darse cuenta

(“awareness”) en la línea gestáltica, ahora cobra una dimensión trascendente y de-cisiva pues es el órgano que ha de perci-

bir las totalidades significativas para lle-

var adelante la búsqueda de sentido.

Esta consciencia le impide entender sus

relaciones amorosas en términos de costo-beneficio y la detiene en la tentación de

esperar y ver ―qué le pasa de verdad‖ con Juan. Ni Juan ni Eduardo son meros ob-jetos de proyecciones ni personajes de

reparto, al contrario, y lo que le pasa ―de verdad‖ con Juan no es tomado tanto en

su aspecto de situación inconclusa cuanto

en su carácter de testimonio íntimo y ac-tual (que ella sí ve y siente) que lesiona sus aspiraciones de relación plena y mutua-

mente leal con su pareja.

De modo tal que no se trata de ―salirse con la suya‖, hacer trampa para evitar las con-

secuencias; jerarquizamos la voz de su consciencia que le señalaba oportunamen-te y no sin malestar el camino de la liber-

tad responsable.

Esta voz de la consciencia encuentra en la experiencia de la culpa un auténtico modo

humano de expresión, y aquí nos volvemos a encontrar con aquellas diferencias mayúsculas que habíamos advertido en

ocasión de los otros caminos.

Es de claro sello frankleano la concepción de la culpa como ¡un privilegio!, una pre-

rrogativa humana, esencialmente constitu-tiva debido a la condición espiritual del

hombre. La libertad y la responsabilidad están implícitas; al modo de una alarma, la culpa señala que no se están realizando las

posibilidades de sentido.

El escorpión del cuento, ¿qué culpa puede sentir? Si está en su naturaleza picar y

está determinado a hacerlo, no pudiendo evitarlo ni oponerse, queda exculpado. En contraposición se realza la cita de Frankl

en ―Psicoterapia y Humanismo‖: ―Como ya señaló Scheler, el hombre tiene derecho a ser considerado culpable y a ser castigado. Suprimir su culpa considerándole como víctima de las circunstancias, significa tam-

bién quitarle su dignidad humana”.

Expresión cabal de la persona humana, la culpa es consecuencia directa de la liber-

tad y la responsabilidad y siendo del cam-po noético (espiritual) se resiste en este ca-

mino logoterapéutico a ser objeto de expli-caciones en términos de mecanismos psi-

cológicos.

La encrucijada ante la culpa

En plena encrucijada los caminos se bifur-can, y tanto la opción psicoanalítica como

la gestáltica ofrecerían un abordaje muy

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diferente de esta situación.

María Inés se veía caprichosa e intoleran-

te con Eduardo, porque no se sentía en paz con él debido a la persistencia de sus fantasías con Juan y a su íntima seguri-

dad de querer verlo cuando regrese al país. Esta falta de paz cabe traducirla co-

mo una vivencia de culpa que está expre-sando algo, pero según cómo se la entien-

da se definirá el tratamiento a seguir.

Procurando no perder foco en la perspec-tiva logoterapéutica, me excuso de repetir aquí y ahora el texto original (con el desa-

rrollo del hipotético tratamiento del senti-miento de culpa de María Inés según los enfoques psicoanalítico y gestáltico), el

cual se encuentra en las páginas 67 a 70 del capítulo 2, ―Encrucijadas‖, del libro “Logoterapia en acción”, aplicaciones prácticas, que coordinó la Lic. Sofía Sáenz Valiente, y editó San Pablo, en Junio 2009, con el N° 28 de su Colección Noe-

sis.

Las diferencias con el enfoque frankleano son notables, pues dicho en una sola línea, para el Psicoanálisis remite a la

crítica Superyoica, y para la Gestalt se trata de resentimiento proyectado, por

ello enfatizaba tras su recorrido ¡qué ca-minos tan distintos frente a una misma realidad!, ahora en particular frente a la

vivencia específica de culpa. La Gestalt y el Psicoanálisis la interpretan decidida-mente como un elemento perturbador,

más bien propio del campo psicopatológi-co, producto de mecanismos psicológicos

y que en lo posible, más temprano que

tarde, se buscará erradicar.

Ciertamente la Logoterapia no ignora el

carácter perturbador y hasta dramático de la culpa; no en vano la incluye en la ―tríada trágica‖ conjuntamente con el su-

frimiento y la muerte, así como tampoco exime al hombre de su responsabilidad de superarla pero se atreve a darle una hon-

dura y un alcance impensables desde las

otras perspectivas.

Siendo una experiencia propia del campo

noético y constitutiva de la persona puede

incluso hasta ser liberadora.

Claudio García Pintos, querido maestro y

amigo, en su artículo sobre la culpa que integra el ―Consultor Temático de Logote-rapia y Análisis Existencial‖, lo puntualiza

claramente.

“La propia experiencia de la culpa es cons-titutiva y –hasta cierto punto- liberadora

para el hombre., en tanto asuma éste la responsabilidad de hacerla propia. Asumir-

la como tal y superarla‖.

Este asumirla como tal distingue la im-pronta frankleana, pues en los otros dos

caminos no se asume como tal; en el Psi-coanálisis alude al Superyo y a motivacio-

nes inconscientes y para la Gestalt al re-sentimiento proyectado, producto de in-confesas exigencias frustradas. Ambos

comparten la concepción habitual de en-

tender la culpa como una carga.

Sin embargo, ahondar desde otra perspec-

tiva esta experiencia nos revela que en el obrar humano, al decidir ―qué hacer‖ se

está decidiendo al unísono ―quién ser‖.

Como tal, la culpa en tanto voz de la cons-ciencia, le presenta a la persona dos repa-ros, uno en el orden del hacer y el otro en

el orden del ser. Señala un hacer inconve-niente, que simultáneamente llevó tam-

bién al ser a una posición inconveniente.

Encarnado en María Inés bien podría de-cirse que su consciencia le hace notar que no está bien su hacer en relación a

Eduardo, soñando y eligiendo encontrarse en un futuro con Juan; a su vez y de modo

ínsito le hace notar también que ha perju-dicado a su ser al elegirle ese ―ser-así‖ en

el compromiso amoroso.

La consciencia le advierte, a través de la culpa asumida como tal, que la libertad para la realización de un valor (el valor lealtad en este caso), no está siendo bien

conducida y empleada.

Y también nos dice nuestro autor que la

culpa puede ser liberadora en ambos re-gistros, pues nos enseña a futuro el posi-

ble buen uso de esa libertad, hoy mal usa-da (―aprender para la próxima‖, podríamos

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decir), y ―…En función de lo segundo (haber lastimado al otro y a “mi ser”), di-go que la culpa es liberadora porque me permite, al asumirla como tal, reparar am-bas ofensas. Cuando me disculpo ante el otro, le pido honesto perdón, estoy repa-rando, por un lado, el daño que le he hecho y, por otro, el que me he hecho a mi mismo. Asumir la culpa, me permite libe-

rarme – y liberarlo al otro- de la herida”.

María Inés, en la encrucijada existencial

que le reclama optar, capitaliza los datos de su malestar y elije, no sin inquietud, reparar su ser y la relación a través de

un hacer libre y responsable; se hace cargo responsablemente de su lastre con el ex (es lo que es, convenga o no), y elije

libremente entonces: no hacer trampa ni

jugar a dos puntas, cortando el vínculo.

El elemento distintivo del proceder logo-

terápico es favorecer que la culpa pueda ser asumida como tal, y desde su misma

condición de expresión de la consciencia, trabajar en superarla sin siquiera sugerir que ―en realidad‖ esta culpa podría ser

expresión de otra cosa oculta (inconsciente)

y distinta (exigencias frustradas y resenti-

miento proyectado).

No seguir estas últimas hipótesis no signifi-ca desconocerlas o siquiera negarlas, rozar-

ía lo necio; significa sencillamente elegir otro camino en pos de otro horizonte que se

sabe o se cree al menos, más conducente en lo psicológico y en lo antropológico. Se trata

de una opción.

Esta opción del psicoterapeuta, “la encru-cijada terapéutica”, abrirá las reflexiones finales de la consulta y la asistencia logote-

rapéutica a María Inés, completando así, en el número de diciembre, la tercera y última

etapa de nuestro ―viaje primaveral‖.

Lic. Enrique Adúriz.

Noviembre 2014

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“Y mis ojos abiertos continuarán mirando la dulzura carnal y enamorada de las no-

ches amarillas donde se engendra y se

repite el tiempo”.

Sonatas para Cuervos Lejanos.

Los Rituales de Vincent van Gogh.

Víctor Paz Otero.

L a armonía de la repetición encien-de silencios en el alma, en dónde se desnuda la fragilidad de la vida.

Atravesamos lecciones una y otra vez, con máscaras distintas, hasta que se hace evidente la necesidad de abrir las

alas de la libertad o abrazar la jaula de la

conformidad.

El límite inteligible entre el dar y el su-mergirse, me ha costado años de histo-rias cortas y largos duelos, en donde es-

cabullo en la escritura de cartas y poe-mas destinatarios imaginarios. Otras ve-

ces, hago del efecto mariposa mi palabra y en la espera de los hilos alados del

tiempo, la esperanza del milagro.

Al asumir el hoy como tarea que se re-nueva, me invito a retomar con disciplina las tareas de limpieza: el té verde a la ma-

drugada, que enfrío en el escritorio mien-tras busco en la meditación consciencia

corporal y silencio al sufrimiento que me

invento para mantener recuerdos que se

dilatan en otras memorias de seres cuyo

vínculo también me esfuerzo en prolongar.

En la danza del peso y la levedad, como di-

ría Kundera, el miedo el amor hace nudos que sólo la entrega deshace, hilando redes que se hacen manta para arropar a la nos-

talgia de los días que se alejan. En el vilo de lo eterno, solo el fluir de la experiencia y

nuestra reconciliación con la ambivalencia y la ambigüedad nos invitan a deambular por los claroscuros de las relaciones huma-

nas.

Afortunadamente la vida es más sabia que nosotros y el universo prepara caricias que

le dan sosiego a la angustia y hacen que la soledad se haga más urgente y responsable

que la evasión.

Al sintonizar la vida con apertura y acepta-ción suficientes, los matices de realidad se

difuminan y en el no saber, el no suponer, se evoca el encuentro. Aún entre espejis-

mos podemos mirarnos y transmutar el

miedo en resonancias de amor.

SIN RECETARIO

RECOMENZAR

Por Olga Lehmann Oliveros

Mail de contacto: [email protected]

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Un ENCUENTRO FEDERAL funciona así, LEAN CON ATENCIÓN, asi se entusiasman con nosotros!:

Año tras año, desde 2011, se realiza en la segunda o tercera semana de noviembre, el Encuentro Federal. Está organizado por aquellas entidades que ya han organizado un Encuentro Federal y que han decidido permanecer ligadas en la Red Federal de Logoterapia. Estas entidades, en su ámbito de trabajo, difunden (entre otras cosas que hacen) la Logoterapia y la idea de preven-ción. El Encuentro de este año (¡EL CUAR-TO!) es CO-ORGANIZADO por el PROYECTO PRESENCIA, el CENTRO DE ENFOQUE FA-MILIAR (Esquel); la FUNDACION ITALOPA-TAGONICA (Viedma) y se agrega LOGOTE-RAPIA NEA, que, a través de su sede Co-rrientes/Resistencia y con el apoyo de sus otras sedes, pondrán todos en marcha este evento el 13 de noviembre en el Instituto Semper de la ciudad de Corrientes. La co-organización no es meramente formal sino práctica y real: todos los años se distri-buyen tareas entre las entidades que for-man la Red y las decisiones se toman de ma-nera colegiada. Entendemos que este meca-nismo no sólo nos ha facilitado la tarea sino que además fortalece cada vez más en la ta-rea autoimpuesta: llevar la Logoterapia allí donde hay que fortalecerla, difundirla, hacerla conocer, y además tener un espacio anual en el que intercambiar experiencias. Los Encuentros no son espacios teóricos (aunque la divulgación de teoría no queda excluida) si no más bien espacio de inter-cambio de experiencias. Llegamos a poder sostener esta premisa después de las tres experiencias anteriores en las que esto se fue depurando y acordamos entre todos que era la mejor forma de concretar el objetivo. Y SALE GENIAL!!!! Por este motivo, el pri-mer día hay una CLASE ABIERTA, una pues-ta en común de lo que es LOGOTERAPIA, más que nada orientada a aquellas personas que se acercan por primera vez al enfoque frankliano. El segundo día, aquellos quienes se animan a hacerlo; presentan un trabajo en sesiones de trabajo. Hay cuatro en el día

y funcionan así: cada expositor presenta un tra-bajo de 20 minutos, en él relata una experiencia profesional, describe una situación que se repite en su ejercicio profesional o un caso, en el que la aplicación de la Logoterapia ha sido provechosa o eficaz.; y luego hay un espacio de intercambio con todos los presentes: todos pueden preguntar y opinar. El último día tiene lugar la ASAMBLEA ABIERTA, toda una mañana dedicada a intercam-biar conocimientos y experiencias; a conocernos y enriquecernos humanamente. Por eso el En-cuentro NO ES UN CONGRESO O UN SIMPOSIO ni pretende serlo. Estamos entusiasmados con esta experiencia diferente a la que queremos invitar-te. Queremos que estés! Viene gente de Chaco, Formosa, Misiones, Santa Fe, Rio Negro, Chubut, Buenos Aires, Ciudad Autónoma, Salta, Tucumán y hasta de Montevideo Uruguay! No hay invita-dos especiales ni figuras rutilantes. ¡EL ENCUEN-TRO ES LA FIGURA y VOS SOS EL ENCUENTRO! ¿No vas a estar? VENI A CORRIENTES QUE ESTA-MOS ENTUSIASMADOS CON QUE VOS ESTES! Escribi a:

<[email protected]> por inscripción, informes y lo que quieras saber. TE ESPERAMOS

ENCUENTRO FEDERAL DE LOGOTERAPIA

Gacetilla de Prensa

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“Quien no conoce nada, no ama nada. Quien no puede hacer nada, no comprende nada. Quien nada comprende, nada vale. Pero quien comprende, también ama, ob-serva, ve... Cuanto mayor es el conoci-

miento inherente a una cosa, más grande es el amor... Quien cree que todas las fru-tas maduran al mismo tiempo que las fru-

tillas nada sabe de las uvas”.

Paracelso.

E l trabajar como logoterapeutas

nos obliga, junto con las deman-das de los pacientes, a cuestiona-mientos profundos que nos descu-

bren en una trama de reflexiones filosófi-cas. Al respecto, los planteos de los pa-

cientes, sumados a las inquietudes y ne-cesidades propias, nos acercan al univer-so inacabable de la búsqueda y el desci-

framiento…

Por otro lado, la naturaleza espiritual de la persona humana nos revela la necesi-

dad metafísica asentada en lo más hon-

do del hombre.

Esta necesidad puede ser comparada con

la voluntad de ser, anterior y más profun-da que cualquier movimiento apetitivo de-liberado. Son justamente las necesidades

y potencialidades psico-espirituales las que permiten el cumplimiento del sentido

y la realización de los valores. Estas po-tencialidades y necesidades permiten la posibilidad de un espacio libre y personal

desde donde ejercer la responsabilidad de

la vida. Esto último, ―la responsabilidad de

la vida‖, suena fuerte en el alma de quienes trabajamos con personas, con la vida, con la expectativa de vivir una vida plena y sa-

na.

Si pensamos que la pregunta existencial clave de todos los tiempos es: “¿qué es el

hombre?”, comprobamos que frente a to-das las inquietudes y apetencias raciona-les, ésta es la de mayor peso. Nos interesa

el hombre concreto, con su dolor, sus plan-teos, sus angustias y su mirada esperanza-

da. Intentaremos hurgar en la historia y llegar a dar con el giro que le impone Sócrates al planteo: de la naturaleza al

hombre. Pasemos primero a evaluar lo que

la sofística propuso con anterioridad.

Tratando de asegurarse o cubrirse contra lo

imprevisible, la pseudosabiduría sofista propuso eludir todo lo que no sea planeado y funcional. De este modo, la necesidad de

impartir un control obsesivo para lograr el éxito en la vida, integraron la ecuación: lo

bueno es el éxito, lo malo es el fracaso. Los referentes de juicio pasaron a ser en este

enfoque la utilidad individual y social.

Encarar el acercamiento a los problemas

humanos desde la mirada sofística implica dejar de lado el gozo, el riesgo, el enriqueci-

miento del gran salto hacia lo que trascien-

da el egocentrismo del sujeto.

Por otro lado, la visión y actitud socrática

para comprender al hombre, se resume en el famoso: ―conócete a ti mismo‖, que im-pulsa el deseo de un genuino reconocimien-

to del ser y su verdad. Comprobamos que el

LOGOTERAPIA VINCULAR

LA PREGUNTA POR EL HOMBRE

Por Lic. Analía Boyadjián

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Integrando estos conceptos con la necesi-

dad humana de trascendencia, recordemos que el Dr. Víktor Frankl destacó el acceso de la Psicología a las inquietudes filosóficas

más profundas. Así, el ocuparse de pensar acerca del sentido de la vida, cuya búsqueda y descubrimiento signan el ver-

dadero valor de la existencia humana es lo

fundamental de la propuesta de frankleana.

La novedad que instala el enfoque de la Lo-

goterapia es, justamente, que el sentido y el valor de la existencia humana se trans-

forman en los pilares de la imagen psicoló-

gica-filosófica del hombre.

Yalom Irving, en su libro ―Psicoterapia Exis-tencial‖ dice que en algún momento de su

vida todo ser humano entra en una etapa de oscura reflexión durante la cual se pone

en contacto con las preocupaciones exis-tenciales básicas: la muerte, la libertad, el aislamiento y el sentido. Aceptamos esta

postulación de una ―oscura reflexión‖ como un recurso literario que alude a esa honda

mezcla de sentimientos que se produce cuando ―el hombre en busca de sentido‖ se

agita.

El objeto de la vida es hallar una respuesta

(responsable) frente a ella y seguir des-arrollándose a pesar de las indignidades. Y

esto implica el ―adquirir‖ la capacidad de responder al sufrimiento: “encontrarle sentido al sufrimiento”.

Frankl apela en varias oportunidades al pensamiento de Nietzsche: ―Quien tiene un Por Qué para vivir, encontrará casi siempre

el Cómo‖. Estas palabras bien podrían ser la motivación que guíe todas nuestras ac-

ciones psicoterapéuticas y psicohigiénicas, ya que el hecho de saber que la vida tiene

sentido es lo que nos ayuda a sobrevivir.

La historia de la humanidad y los mitos nos recuerdan la esencia del género humano. Pero la finitud que nos impone la certeza de

la muerte, marcan constantemente el tra-yecto de asumirnos como siervos de la vida.

Es así como, al ponernos al servicio de otros seres humanos o de una causa, tras-

cendemos nuestra mortalidad‖.

Cuando Viktor Frankl se pregunta: ―¿Qué

compromiso con uno mismo facilita la

creación de un modelo de cualidades es-pirituales significativas que se transmi-

ten en la promesa de fidelidad al mundo.

Desde este planteo, el compromiso de

aprender a vivir en familia implica el tra-bajo entre todos, el cuidado y la solidari-

dad dentro de ese espacio que denomina-mos nostridad. En la matriz familiar se adquiere la responsabilidad para la

apuesta social y el ejercicio de la soberan-ía. Por lo tanto, educar el compromiso es

educar en virtudes.

Uno de los modos sanos de asumir res-ponsablemente nuestra misión es pregun-tamos por el sentido de nuestra existen-

cia. Vieja intención y eterna pregunta que hoy, frente al vaciamiento de significación

de los referentes conocidos, se expande con tal fuerza que provoca un mayor im-

pacto ante tanta incertidumbre.

Si nos asomamos a la ventana de la his-toria, la pregunta sobre el hombre fue re-suelta de modos diferentes, en lugares

opuestos...

En épocas primitivas, el hombre necesita-ba de los mitos para comprender los fenó-

menos que sucedían y le sucedían. Un estudioso del tema, Joseph Campbell se-ñala al respecto: ―el mito es la entrada se-

creta por la cual las inagotables energías del cosmos se vierten en las manifestacio-

nes culturales humanas‖.

Desde el Psicoanálisis, el Dr. Carl Jung (en “El hombre y sus símbolos”) inter-

pretó a la mitología como ―un sueño co-lectivo sintomático de las urgencias ar-quetípicas dentro de las profundidades de

la psique humana‖. Y llamó ―inconsciente colectivo‖ a esa parte de la psique que conserva y transmite la común herencia

psicológica de la humanidad‖. Para esta escuela existe, por lo tanto, un importan-

te vínculo entre mitos primitivos y los símbolos producidos por el inconsciente. El analista jungiano puede, así, identifi-

car e interpretar esos símbolos en un contexto que le ofrece perspectiva históri-

ca y significado psicológico.

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es el hombre? su respuesta apunta a la

relación entre libertad y responsabilidad: ―Es el ser que siempre DECIDE LO QUE ES‖. Es el ser que inventó las cámaras de

gas, pero asimismo es el ser que ha en-trado en ellas con paso firme y musitando una oración‖.(1) La existencia no es algo

que simplemente está- ahí, sino que es un ser- que- decide; ―el estar-ahí (Dasein)

es un ser que decide en cada momento lo que es‖. Entonces Frankl infiere que el estar-ahí propio del hombre es ser res-

ponsable, pues es ser libre. En ningún momento de su vida puede el hombre eludir la coerción de escoger entre diver-

sas posibilidades. ―Solo puede hacer co-mo si no tuviera una elección que hacer

ni tuviera libertad de decisión. Esta acti-tud de simulación es parte del carácter

tragicómico del hombre (2)

El hombre tiene dentro de sí dos poten-cias: comportarse como ―cerdo‖ o como

un ―hombre digno‖. De sus DECISIONES, y no de sus condiciones (psicofísicas) de-pende cuál de ellas se manifieste. La

oportunidad de cada persona reside en la

actitud que adopte al soportar su carga.

Frankl lo cita a Scheler (―El puesto del

hombre en el cosmos‖): ―Lo que hace del hombre un hombre es un principio que se

opone a toda la vida en general, un prin-cipio que, como tal, no puede reducirse a la evolución natural de la vida sino que,

si ha de ser reducido a algo, sólo puede serlo al fundamento del que también la

vida es una manifestación parcial‖.

Este espíritu, el espíritu humano, es re-descubierto por Frankl para el hombre y

para posibilitar la humanización de la no-osfera, paso siguiente al ya dado de la hominización (la noosfera es la capa del

pensamiento reflexivo que se da con la aparición del hombre). Frankl amplía la

noción del gigante y amplía la noción de inconsciente más allá de lo aventurado por Freud. Acepta el inconciente instinti-

vo freudiano (los instintos son condicio-nes innatas), pero insiste en que el hom-

bre no puede reducirse a procesos psíqui-

cos.

Señala al ―espíritu‖ como la dimensión

humana por definición y también se refiere

a él como dimensión noética o Nous.

En su libro ―La presencia ignorada de

Dios‖, Frankl nos dice: ―el verdadero y pro-pio ser hombre es precisamente un no ser impulsado; se trata, más bien, para decirlo

con Jaspers, de un ser que decide o, un poco en el sentido de Heidegger y también

de Binswanger, de un ―ser-ahí‖. En el sen-tido analítico existencial que nosotros le damos es un ―ser responsable‖.(3) La di-

mensión espiritual, lo mismo que la psi-cofísica, se encuentra tanto a nivel cons-ciente como inconsciente. De tal modo, el

inconsciente humano se amplía substan-cialmente: justamente el centro del ser

humano (la persona) es inconsciente en su profundidad ( la persona profunda ).Dicho en otros términos, el espíritu es, precisa-

mente en su origen, espíritu inconsciente. Con la Logoterapia se rescata la difícil no-

ción de espíritu y se aplica a la necesidad que hoy tiene el hombre de darle un senti-do a su vida y comprometerse personal-

mente en superar su vacío existencial.

Tendremos entonces la verdadera totalidad del hombre, de la persona humana cuan-

do, además de la unidad psicofísica, apa-rezca una tercera dimensión: ―la espiritua-

lidad‖. La esencia del hombre se manifiesta sólo cuando se entra en esta dimensión de la espiritualidad (auténtico ―Dasein‖: exis-

tencia del hombre). Existir es estar dirigi-do ―intencionalmente‖ hacia algo trascen-

dente que está más allá del espacio limita-do de cada existencia; el hombre realizará dicho significado y obtendrá como conse-

cuencia la realización de sí y de su poten-cialidad: la felicidad, la alegría, la paz, a pesar del inevitable sufrimiento y del más

incomprensible dolor.

Como vimos, el hombre no es un objeto de

influjos deterministas, sino el sujeto que crea el mundo y que determina lo que él

es.

(1) Frankl, V. (1990). El hombre en busca de sentido. Argentina: Ed.

Herder.

(2) Frankl, V. (1996). Kart Jaspers y Frankl. Journal del Instituto

Víctor Frankl, 1, 107

.(3) ob. cit. (1998). Argentina: Ed. Herder, p. 23.

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GENERARTE

El próximo día 26 de noviembre, en el

marco del DIA INTERNACIONAL PARA LA TOLERANCIA, la Legislatura del Go-bierno de la Ciudad Autónoma de Buenos

Aires, declara "De Interés Cultural" el mu-sical BUSCANDO SENTIDO. EL SUEÑO

DE VIKTOR FRANKL. El acto se llevará a cabo en el SALON DORADO del palacio de la Legislatura a las 14.00 horas, sito en la

calle Perú 130 (CABA)

En la ocasión se presentará la conferencia "El arte puede salvar al hombre", seguido

de un mini-concierto a cargo de los elen-cos de GENERARTE. Participarán del evento la Diputada Victoria Morales Gor-

leri, Juan Manuel Beati (Presidente del Consejo de Promoción Cultural), Enrique Palmeyro (Director mundial de Scholas

Occurrentes), Domingo Romano y Chacho Garabal (Generarte), y Claudio García

Pintos (CAVEF y Generarte)

El proyecto de declaración fue presentado por la Diputada Victoria Morales Gorleri,

en los siguientes términos:

PROYECTO DE DECLARACIÓN

Declárase de interés cultural de la Ciudad

Autónoma de Buenos Aires el musical ―Buscando Sentido, el sueño de Víktor

Frankl‖ del grupo de teatro Generarte.

Señora Presidente:

El musical ―Buscando sentido‖ trata sobre

la vida de Víktor Frankl, en especial su obra ―El hombre en busca de Sentido‖ que,

además de contar su historia en los campos de concentración, introduce la temática del descubrimiento del sentido de la propia vi-

da, como motivador de salud emocional, es-

piritual y bienestar.

El Prof. Dr. Víktor Emil Frankl nació en

Viena el 26 de marzo de 1905. Trabajó en el hospital Steinhof como director del pa-bellón destinado a recibir consultas de per-

sonas con intentos suicidas. También in-gresó al hospital de la comunidad judía de

Viena, ejerciendo la jefatura del servicio de neurología hasta el momento de su depor-tación al gueto de Terezín en 1942. Vivió en

los campos de concentración durante tres años, siendo el prisionero 119.104 de

Auschwitz. Fue liberado por las tropas alia-das el 27 de abril de 1945. Durante esos tres años perdió a sus padres, a su primer

esposa, a su primer hijo (a causa de un aborto obligado) y a su hermano Walter en manos del nazismo. Al ser liberado, Frankl

pudo desarrollar más sistemáticamente los principios de su teoría (Logoterapia), siendo

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facebook.com/claudio.garciapintos.1

La página de CAVEF

Por Dr.Claudio García Pintos

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(basado en la Taxonomía del Buen Carácter

de Seligman y Peterson), el descubrimiento de sentidos plenificantes (basados en la te-oría de Frankl) y el valor de la Persona

Humana.

El musical fue estrenado en 2009 en el Teatro Premier, luego en el 2010 en el Tea-

tro Siranush y en 2011 se presentó en el auditorio San Agustín de Lima, Perú. El mismo es una versión de la obra

―Sincronización en Birkenwald‖, escrita por Frankl pocos meses luego de su liberación

de los campos de concentración. Los dere-chos de la misma fueron cedidos por la fa-milia de Frankl para su representación y

adaptación.

La versión libre, adaptación y las letras ori-ginales son Chacho Garabal, la Música Ori-

ginal de Cesar Prado, la Dirección Pedagó-gica de Claudio García Pintos y la Dirección

General de Domingo Romano.

El musical se realiza con el apoyo de la fa-milia de Viktor Frankl, representados por su hija Gabriele Frankl, Directora del Vik-

tor Frankl Institute (Viena). La obra recibe también el apoyo del Museo del Holocausto, la AMIA y la Facultad de Psicología y Psico-

pedagogía de la Universidad Católica Ar-

gentina

La obra puede resumirse en las palabras de

Frankl: ―Después de todo, el hombre es el ser que ha inventado las cámaras de gas de Auschwitz, pero también es el ser que ha en-trado en ellas con la cabeza erguida y el Pa-dre Nuestro o el ShemaYisrael en sus la-

bios‖.

Por todo lo expuesto, solicito Señora Presi-dente la aprobación del presente Proyecto

de Declaración.

Con entrada libre y gratuita, CAVEF y GE-

NERARTE invitan a todos a acompañarnos en la ocasión y sumarse a la celebración del arte, del sentido, de la obra de Viktor

Frankl, afirmando una vez más, "sí a la vi-

da, a pesar de todo"

Los esperamos!!

considerada la tercer Escuela Vienesa de

Psicoterapia, luego del Psicoanálisis de Sigmund Freud y la Psicología Individual de Alfred Adler. La logoterapia tiene como

fundamento la búsqueda del sentido de la propia vida, como respuesta a los cuestio-namientos que la propia existencia plan-

tea a toda persona.

Este musical es realizado por ―Generarte‖, un Programa de Teatro Educacional que

promueve el arte, en su forma teatral co-mo una experiencia de formación, educa-

ción e integración en poblaciones infanti-les y adolescentes, construyendo un es-pacio de encuentro de alumnos, sus fami-

lias y las instituciones educativas. Traba-jan en pos de la igualdad social y la soli-

daridad a través del desarrollo del arte, la cultura y la educación. El objetivo especí-fico del programa es rescatar los valores

fundamentales, siempre a través del tea-tro musical. Consideran que su tarea es promocionar actitudes positivas frente al

estilo de vida, así las obras buscan gene-rar encuentros que muevan a la auto-

trascendencia, la autonomía y la respon-sabilidad de los niños, niñas, adolescen-cias y jóvenes; destacando la promoción

de un carácter para la convivencia justa,

responsable y respetuosa de todos.

Es importante el hecho de educar a través

del arte, ya que es una de las estrategias pedagógicas más eficientes porque no sólo moviliza el intelecto, sino también la

sensibilidad, la emocionalidad, la motrici-dad, la creatividad, la imaginación, etcé-

tera; utilizando también el fuerte impacto

estético y con contenido ético.

El Programa Educativo consta de una se-

rie de actividades pedagógicas antes y después de la presentación de cada obra, no es únicamente la presentación tea-

tral. E incluso brindan talleres y capaci-taciones para docentes y/o encuentros con padres, con el objetivo de profundizar

el trabajo en las propuestas presentadas.

La propuesta pedagógica de Generarte considera el eje histórico, el registro vi-

vencial de los personajes, la inteligencia emocional, la promoción de virtudes

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Cartas para gente muy ocupada

“Los adolescentes necesitan papás y un

estado adulto”

(entrevista tomada de DIARIODECUYO.COM)

Por Lic.Adrián Dall´Asta

Mail de contacto: [email protected]

"Los adolescentes necesitan papás y un

Estado adultos''

Con ese planteo, Adrián Dall'Asta (director ejecutivo de la Fundación Pro-

yecto Padres), llegó a la provincia para adelantar el debate que tendrá lugar en el mes de junio, en el marco del 60 aniver-

sario de la Universidad Católica de Cuyo. La idea del encuentro será buscar herra-

mientas para proteger a los más jóvenes y que sus entretenimientos dejen de ser un

peligro.

Entrevista por Paulina Rotman.

Adrián Dall'Asta desembarcó esta semana

en la provincia, invitado por los colegios, el Instituto de Desarrollo Sostenible y la

Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica de Cuyo, para hablar de las "Diversiones peligrosas'',

que no es ni más ni menos que el modo desbordado y sin límites, cada vez más

frecuente, con que buena parte de los adolescentes busca "pasarla bien''. Carga-do de conceptos y palabras sencillas que

despliega con todo la autoridad que le da ser el director ejecutivo de la Fundación Proyecto Padres, sacó a la luz una serie

de verdades que preocupan a más de uno: "los jóvenes de hoy no son los únicos

que transitan la adolescencia, sino que viven esta etapa desde los padres que no ponen límites a los dirigentes que no se

hacen cargo de lo que vive la pobla-ción\'\'. Para este profesional, la solución

está en la Paternidad Social Responsable,

que si bien parece un término de moda aso-ciado a la Responsabilidad Social Empresa-

ria, va mucho más allá.

"Hay que comprender que el rol de padre excede las cuatro paredes de mi casa. En la

medida que yo educo, mi hijo es un mensa-je a los demás y los hijos de los demás, de algún modo, son mis hijos. Para eso necesi-

tamos un lugar de encuentro, donde com-partir lo que nos pasa, donde descubrir que

no estamos solos y donde poder hacernos fuertes para dar sentido al don que tene-mos en nuestras manos, un don con una

gran dimensión social\'\', dice a modo de invitación del Congreso para Padres que está armando para junio próximo. Lo que

sigue son algunas de sus visiones.

-¿Qué es lo que más preocupa a los pa-dres?

-Hay un eje que atraviesa y asusta a los habitantes del país sin distinción alguna,

que es la nocturnidad porque es en la no-che donde los chicos terminan mostrando los desbordes, ya sea vinculados al alcohol,

las drogas, la sexualidad desordenada, las peleas que llevan a la muerte. Los padres

en general estamos equivocados porque pensamos que nuestros hijos tienen una enfermedad que se llama adolescencia. Y es

un gravísimo error porque la adolescencia es una etapa maravillosa de la vida pero

hay que ponerla en contexto: Si un chico no tuvo límites cuando fue chiquito, su ac-

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hay que ponerla en contexto: Si un chico

no tuvo límites cuando fue chiquito, su actitud fue compulsiva, hizo lo que qui-so, es muy probable que a los 16 tampo-

co tenga límites ni los vaya a tener y que su naturaleza sea consumista cien por ciento. En la Fundación, tenemos mucho

trabajo respecto de la nocturnidad. Lo-gramos una Ley de Nocturnidad en la

Provincia de Buenos Aires y cada verano hacemos acciones y campañas muy po-tentes para la prevención del alcohol en

menores o en la vinculación entre alco-hol y drogas y conducción de autos, hemos trabajado en ordenanzas en dis-

tintos lugares de la Argentina, también en la regulación del uso de motos en me-

nores de edad, entre otros temas que son un gran dolor de cabeza para mu-chos padres porque en muchos casos

terminan en los mal llamado accidentes, cuando en realidad son siniestros produ-

cidos por una gran irresponsabilidad.

-La problemática adolescente no es nueva, pero da la sensación que no pa-

sa nada o al contrario que se agrava.

-El adolescente siempre en la historia de la humanidad ha sido la manifestación

de la crisis adulta. Por ejemplo, los hip-pies eran adolescentes pero estaban

hablando de un problema de fondo que tenía a los adultos como responsables o el Mayo Francés fue un movimiento hip-

pie más intelectural que también tuvo un eje en una sociedad adulta que no

sabía donde quería ir y que terminó na-da más ni nada menos que en la post modernidad. La adolescencia es siempre

el botón que dispara la crisis adulta por-que en realidad ese adulto, padre de adolescentes, vive una etapa similar. De

hecho, la famosa crisis de los 40 es una crisis bastante adolescente, en muchos

casos sentidos: mientras el joven tiene todo por vivir, el de 40 se está dando cuenta de lo que ha vivido pero a la vez

de todo lo que no hizo, entonces cree que pateando el tablero y volviendo a buscar oportunidades -ir al gimnasio en vez de

comer con sus hijos, ponerse un arito, com-

partir la misma ropa con la nena, subirse a la moto, salir a bailar- va a volver a tener

20 años. Pero no es así.

Y hay otro condimento más: la adolescencia

pone en el tapete la crisis social adulta con padres que no se hacen cargo de su rol pe-

ro tampoco ahí interviene un padre que si no está te deja más huérfano aún, ese pa-dre es el Estado. Lo que le pasa a la socie-

dad actual es la orfandad de quien debe ocuparse por poner el límite supremo. El

Estado a través de sus dirigentes es adoles-cente porque como tal es negador: la culpa es del gobierno anterior, yo no tengo nada

que ver con esto, todo lo que yo hago es buenísimo. Y un Estado que niega sus pro-

blemas es un irresponsable.

-¿Cómo asume el Estado a la problemáti-ca de la nocturnidad adolescente?

-No faltan normas, las hay aunque son per-fectibles, el problema es que no se hacen cumplir. Y las consecuencias de esto son

fatales. La cantidad de chicos entre 13 y 25 años muertos por consumo de alcohol y de drogas, o en siniestros viales, o en moto, o

en riñas en la calle a la salida de un boliche u otras problemáticas asociadas, da cuenta

del fenómeno: estamos frente a una pobla-ción adolescente que se muere a diario co-mo si nada y no hay ninguna otra razón en

la Argentina que se lleve tantos jóvenes a la tumba. Acá no hay que ideologizar proble-

mas hay que resolverlos, tomando concien-cia que tenemos una sociedad con una pro-fundísima crisis en su punto vital para el

sostenimiento, que es la familia. Es un pro-blema estratégico porque no hay posibili-

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dad de que un Estado se desarrolle en

serio sin familia. Entonces los papás te-nemos que dejar de esperar. La solución está en nuestras manos, en nuestros

vínculos.

-Entonces hay solución.

Claro, si no, no estaría acá planifi-

cando un Congreso de Padres. Pero no es fácil, ni mágico. Nunca las so-

luciones humanas son sencillas.

-Con el control de alcoholemia,

¿basta?

-Es una solución a medias. Es como ir a

Vietnam con un paquete de miguelitos. Vas a durar 10 minutos, nada más. Al problema hay que atacarlo de fondo. No

estoy en contra de nada, todo es bienve-nido. Yo sé que hay personas que deja-

ron de consumir alcohol por miedo a que les quiten el auto, pero son las menos. La solución debe llegar antes del consu-

mo. Y para eso hay una ley, la 24788, de lucha contra el alcoholismo que es una

gran ley, y que protege del consumo a los menores. Tiene aciertos y puntos a mejorar. Si por ejemplo se hiciera cum-

plir su artículo 7¦, se podría quebrar una costumbre social tremenda, un ve-neno social como es la previa. Si hubiese

jueces y fiscales que les interese el tema,

se podría meter preso a algún padre en una

previa, porque si a mí me devuelven a un hijo con un coma alcohólico porque se em-borrachó en una casa, no me pueden decir

que los adultos no sabían nada. El día que se le inicie una causa penal a un padre que permita una previa en su casa, garantizo

que se acabaron las previas.

No es una guerra al alcohol, se trata del cuidado de nuestros jóvenes y en este caso

el alcohol es un mediador en una pro-blemática que excede al alcohol, a la droga

o a cualquier sustancia que se utilice en función de querer cambiar la realidad. En este accionar, los padres no debemos gene-

rar acciones que suplan al Estado, nosotros somos ciudadanos, debemos exigir al Esta-do el cumplimiento y hacer juicios a los de-

lincuentes que proveen a nuestros hijos de

las diferentes sustancias.

-¿Qué debe hacer un papá, entonces?

-Savater dice que los jóvenes se alcoholi-zan porque se preparan para salir a un

mundo que le hemos dejado los adultos. Tiene razón porque somos los adultos los que abrimos las puertas de los boliches,

les vendemos alcohol sin límite, les pres-tamos el auto, no les ponemos horarios.

No es un reparto de culpas pero si es una necesidad de hacer algo por lo que más

queremos.

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un verdadero fracaso editorial. Posible-

mente era reciente la historia de la gran guerra y el mundo no estaba dispuesto a internarse en la historia de un sobrevi-

viente más.

Sin embargo, la insistencia de Allport, sos-tenida en la convicción del valor del texto,

permitió que otros editores tomaran la ini-ciativa de intentar une nueva presentación del libro en el mercado, pero pensaron en

la conveniencia de introducir algunos cambios: en principio, buscarían un título

más atractivo para el mercado y decidieron incluir una nueva sección, que presentara algunos del os conceptos centrales del

pensamiento del autor. Así, aparece la versión ―revisada y actualizada‖ de la

obra, conocida ya con el título que habría de inmortalizarla: Man`s Search for Mea-

ning (“El hombre en busca de sentido”)

A partir de ese momento, la historia de es-te libro fue espectacular, impensada te-niendo en cuenta los antecedentes de los

intentos editoriales anteriores. Rápida-mente alcanzó ventas extraordinarias y

aún hoy, después de décadas de escrito,

sigue siendo un material actualizado.

¿Cuál es el secreto del éxito de este long-

seller? Básicamente que habla del hombre y su sufrimiento, universaliza la situación del prisionero de los campos nazi, y la

acerca a la vivencia humana de ―los pro-pios campos de concentración‖, aquellos conformados con las alambradas de nues-

tros miedos, las púas de nuestras incerti-dumbres y las expectativas del reencuen-

tro con nosotros mismos, superando el

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E l trabajo científico de Frankl es ad-

mirable, no solo –y especialmente- por su contenido, sino también por su volumen y por la trascendencia

que ha tenido bibliográficamente. Su prolífica historia bibliográfica, no solo sos-tenida en la cantidad de libros publicados

originalmente, sino por la gran cantidad de traducciones que han tenido, incluso, a,

prácticamente, todos los idiomas imagina-

bles.

Su obra más emblemática, conocida en es-

pañol como ―El hombre en busca de senti-do‖, supo tener una historia muy curiosa. Su primera versión, publicada como Ein Psycholog erlebt das KZ (“Un psicólogo en el campo de concentración‖), fue escrita en

una catarsis emocional profunda, prácti-camente en horas, con la pretensión de que fuera editada como una obra de autor

anónimo. Sin embargo, las leyes vigentes no admitían esa circunstancia, motivo por

el cual, el nombre de Frankl aparece, no en la cubierta sino en la primera página. Una versión en español de este libro, bajo

su título ―Un psicólogo en el campo de concentración‖, fue publicado en Buenos Aires, Argentina, por la Editorial Plantín

en 1955.

Si bien tuvo una repercusión regular, el texto fue conocido por Gordon Allport,

quien interesó a algunos editores america-nos para que lo publicaran. Así, fue tra-

ducido al inglés y publicado como From Death Camp to Existentialism (“Del campo

de la muerte al existencialismo‖), con prólogo del propio Allport, resultando ser

LAS PUERTAS DE PAPEL

Por Dr. Claudio García Pintos

Mail de contacto: [email protected]

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aquí y ahora.

Lo cierto es que en 1990, una encuesta

llevada adelante por la Biblioteca del Con-greso de los EEUU y la empresa Book of the Month, lo declaró como uno de los 10

(diez) libros que más influyeron en la cul-

tura americano del siglo veinte

Al margen de ser el más emblemático,

aquel que lo hace conocido mundialmente por lectores que van desde aquellos vin-

culados con el ámbito de la psicoterapia hasta el lector común, ―el hombre común de la calle‖, considero que su obra más

importante es Ârztiche Seelsorge, publica-do por Franz Deuticke en 1946. Este li-

bro, al contrario del anterior, tuvo un éxi-to inmediato. Fue el primer libro editado después de la guerra y las primeras edi-

ciones se agotaron rápidamente. La tra-ducción al español lo presenta bajo el título ―Psicoanálisis y existencialismo‖, no

respetando exactamente el espíritu del

texto.

Cuando Frankl es deportado, portaba un

manuscrito que le es confiscado con el resto de sus pertenencias personales.

Afortunadamente le había dejado una co-pia del mismo a su amigo Paul Polak. Cuando regresa a Viena, portando unos

papeles en los cuales había podido volcar taquigráficamente unas notas, sobre la

base del material conservado por Paul, pudo rearmar su libro. Personalmente lo considero el libro más importante de

Frankl, aquel que presenta en un panora-ma amplio lo que después desarrollará en

sus siguientes textos.

Entre los meses de marzo y abril de 1946, Frankl dictó una serie de conferencias en la Universidad Popular de Viena-

Ottakring, que unos meses más tarde fueron publicadas como libro bajo el títu-

lo “...und trotzdem Ja sum leben sagen” Este trabajo fue dedicado a Gabriel, su

padre muerto.

A su padre también supo dedicarle la obra de teatro ―Sincronización en Birken-wald‖, pieza autobiográfica que plantea

las emociones de Víktor como único so-

breviviente de su familia.

“...und trotzdem Ja sum leben sagen”, tam-bién fue publicado por Franz Deuticke en

1946.

En los primeros meses de 1947, la direc-ción de la Policlínica de Viena le encargó a

Frankl un libro en el

cual quedaran claros los lineamientos de la psicoterapia que proponía, tanto para los

médicos de la Policlínica como para los de las instituciones de la misma jurisdicción. También editado por Franz Deuticke, en

1947, aparece Die Psychotherapie in der Praxis (“La psicoterapia en la práctica médi-

ca‖)

El libro fue dedicado ―a la fallecida Emma Grosser‖, Tilly. En 1956, esta obra se vería

complementada por otro texto, ―Teoría y te-

rapia de las neurosis‖.

―El Hombre Incondicionado es el hombre que sigue siendo hombre en todas las condicio-nes, aún en las más desfavorables e indig-

Frankl parado delante de una vidriera, en la

cual se exponen libros de su autoría

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nas; el hombre que en ningún momento abdica de su ser, sino que se aferra a él

incondicionalmente”

Con estas palabras comienza el prólogo

de un libro Der Unbedingte Mensch. Meta-klinische Vorlesungen, publicado por Franz Deuticke, Viena, 1949, dedicado a

su hija Gabriela. ―El Hombre Incondicio-nado. Lecciones Metaclínicas‖, fue el títu-

lo con el que fue traducido al español y publicado por Editorial Plantín, Buenos Aires, en 1955. Poco después, presentará

el ―Homo Patiens. Ensayo de una Patodi-cea‖ que dedicará a su esposa Elly. Am-

bos trabajos tienen relación y se comple-mentan o continúan. Posteriormente, reunirá ambos trabajos y los editará co-

mo una sola obra.

Durante el verano de 1966, Frankl fue in-vitado a dictar una serie de conferencias

en la Universidad Metodista de Dallas, Texas, EEUU. Como resultado de esa gi-

ra, surge este libro, en el cual sistemati-za, con el formato de un verdadero ma-nual, los fundamentos y las aplicaciones

de la Logoterapia. Fue editado por Pen-guin Books en 1970, reconociendo una edición expandida en 1988, a cargo de

Meridian Books. Ambas ediciones, son

americanas.

En ocasión de recibir el título de Doctor

Honoris Causa de la Universidad de Vie-na, en 1986, se realizó una selección de

trabajos ―de cinco décadas‖, tal como reza el subtítulo del libro, y se publico Logot-h e r ap i e u n d E x i s t e n z a n a l y s e ―(Logoterapia y Análisis existencial‖) El libro presenta la evolución del pensa-

miento frankliano, presentando una espléndida fundamentación del análisis

existencial.

Sería muy extenso enumerar todas las obras del profesor Frankl y referirse a las circunstancias de su publicación y/o a su

contenido. Por otro lado, supera las ex-

pectativas de este mismo trabajo.

El 1995, en ocasión de cumplirse el 90º

aniversario de su nacimiento, Frankl tra-baja en algunas reflexiones referidas a su

vida que, a pesar de conocerse tantas bio-

grafías hasta entonces, no habían sido rela-tadas con anterioridad. Esta autobiografía, escueta, breve pero intensa en recuerdos

personales, es publicada en febrero de 1995 con el título original Was in nicht in meinen Büchern steht. Liebenserinnerungen. Rápidamente apareció su versión en inglés, conocida como ―Recollections. An Autobio-

graphy‖. A los pocos meses, fue traducida y editada en español por Editorial San Pa-blo, en su colección Noesis, bajo el título

―Lo que no está escrito en mis libros‖

El trabajo, según confiesa la editora, Marti-na Gast-Gampe, fue íntegramente realizado

por Frankl, en trabajo conjunto con la edi-torial, con la colaboración de su esposa Elly

Frankl –quien tipeó íntegramente el texto- y

Harald Mori.

Tal vez pudo pensarse que ese sería el últi-mo libro que conoceríamos con la autoría

directa de Frankl. Sin embargo, tiempo después, se puso a trabajar en una nueva

versión de su libro Der umbewuste Gott. Psychotheraopie und religion(“La presencia

ignorada de Dios‖), originalmente publicado en 1948. Dando cuenta de la evolución de su pensamiento en tanto tiempo, ofrece

una nueva versión ampliada y actualizada, la cual integra textos de conferencias dicta-

das en tantos años de docencia y que da en titular Man`s Search for Ultimete Meaning

(“El hombre en busca del sentido último”)

El impacto de esta obra, al margen de la profundidad de su contenido, es que, efecti-vamente, este fue su último libro. Un

hecho curioso es que prácticamente su pri-mer libro haya sido ―El hombre en busca de sentido‖ y el último, ―El hombre en busca

del sentido último‖.

Víktor Frankl tiene publicados más de una treintena de libros, traducidos en 24 idio-

mas, incluyendo el chino, el japonés y el ruso. De esos libros, 23 tienen alguna dedi-

catoria especial. De esas dedicatorias, 15 fueron hechas en memoria de personas ya fallecidas; 14 tienen por destinatarios a

miembros de su familia (sus padres, her-manos, Tilly, Elly, su hija, sus nietos; den- tro de las primeras 9 dedicatorias, encon-

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tramos la primera no referida a un fami-

liar, y es aquella que tiene por destinata-rio a su querido amigo Hubert Gsur. En la mayoría de los casos, existe relación

entre el libro dedicado y el destinatario de

la dedicatoria.

Cada libro, cada texto, nos conecta con

Frankl en diferentes momentos de su tra-yectoria científica y humana y, en su con-junto, nos permiten ingresar en el rico

universo frankliano. Por eso mismo, la cu-bierta de cada libro, es como una puerta,

una puerta de papel, que nos pone en con-

tacto directo con su vida y su obra.

―Arztliche Seelsorge‖ es su primer libro de texto (Cura médica de almas), publicado en

inglés como ―The Doctor and the Soul‖ , y en español como ―Psicoanálisis y Existencialis-

mo‖. Su última obra publicada: ―El hombre en busca del sentido último‖

Primera edición de ―Un psicólogo en el campo de concentración‖ publicado en Viena. Pri-

mera edición de ―Man´s Search for Meaning‖ y versión ―revisada y actualizada‖ de la mis-

ma obra.