NoveNa según la espiritualidad

de san José Freina-de-metz

Novenasegún la espiritualidad

de San José Freina-de-metz

Santiago de Chile - 2011

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P r e s e n t a c i ó n

El 5 de octubre del 2003, al comenzar “el mes de las misiones”, el Papa Juan Pablo II

inscribió solemnemente a José Freina-de-metz (1852 – 1908) en el catálogo de los santos de la Iglesia. Esta decisión de la suprema autoridad de la Iglesia revistió un especial significado para un hombre que entregó su vida al servicio del mandato misionero en uno de los países más poblados de la tierra y, al mismo tiempo, uno de los países más necesitados de evangelización, es decir, en China. En esta inmensa nación-continente vive hoy una quinta parte de la población mundial.

San José llegó a China en 1879. Después de un comienzo de dos años en Hong-kong, desde 1881 trabajó como misionero en el Vicariato Apostólico de Schantung. Los pocos cristianos que había en ese comienzo llegaron a ser 40.000 el año de su muerte, 1908. San José, junto a muchos otros, fue el misionero de entrega total a la población china y a la Iglesia.

La presente NOVENA quiere dar a conocer en nuestra patria a este santo y poner al alcance de muchos cristianos su poderosa mediación ante Dios.

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Sin duda la experimentarán todas las personas que se encomienden a él en sus necesidades materiales y espirituales.

Se ruega mantener contacto con el Secretariado Arnoldo Janssen en caso que se crea oportuno comunicar y dar a conocer algún favor recibido.

Secretariado Arnoldo Janssen Av. Chicureo 12 500

Santiago (Colina)

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P a r a c a d a d í a

1. Texto bíblico (veáse el día correspondien-te).

2. Dato biográfico de san José.

3. Oración después de proclamar y meditar la Palabra de Dios.

4. Oración por la intención de la novena (la misma todos los días):

Dios Uno y Trino, Tú adornaste a san José Freina-de-metz con abundantes gracias y quisiste que por medio de él se mantuviera vivo en tu Iglesia el celo misionero y el deseo de que los que no Te conocen lleguen algún día a la fe cristiana.

Te pedimos confiadamente que sea él nuestro intercesor en la situación que nos preocupa………………………….. Concédenos, Señor, ser socorridos por su intercesión. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

5. A una sola voz proclamemos: Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

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6) Oración de la Misa de san José Freina-de-metz: (la misma todos los días):

Oh Dios, movido de tu Espíritu Santo san José Freina-de-metz se dedicó a anunciar el Evangelio a los infieles. Concede, por su interce-sión, que todos los pueblos reconozcan al verda-dero Salvador y se le mantengan fieles. Él vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

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P r i m e r d í a

La vocación misionera de san José. “Maestro, ¿dónde vives?”

1. San Juan señala en su Evangelio cómo Jesús llamó a sus primeros discípulos: “Al día siguiente Juan (el Bautista) se encontraba de nuevo en el mismo lugar con dos de sus discípulos. Mientras Jesús pasaba se fijó en él y dijo: ‘Este es el Cordero de Dios’. Los dos discípulos le oyeron esto y siguieron a Jesús, quien se volvió y, al ver que lo seguían, les preguntó: ‘¿Qué buscan?’. Le contestaron: ‘Rabbí, ¿dónde vives?’ Jesús les dijo: ‘Vengan y lo verán’. Fueron, vieron donde vivía y se quedaron con él aquel día”.

2. Cuando en 1878 José solicitaba ser admitido en la casa misional de Steyl, abierta por san Arnoldo tres años antes, le escribió: “El buen nombre del instituto fundado por Usted, sobre el cual se manifiesta con tanta evidencia la bendición divina, ha llegado hasta los rincones más apartados del Tirol. Y como hace años estoy pensando en ofrecerme a la vocación misionera, me atrevo a pedir ser admitido en su casa misional”. Efectivamente, el joven tirolés fue admitido en la joven Congregación del Verbo Divino y en marzo del año siguiente -1879- fue enviado a China, donde habría de ser misionero durante 29 años, sin retorno a su patria.

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3. Oración después de proclamar y meditar la Palabra de Dios- Padre de los cielos, te agradecemos por haber

elegido a san José Freina-de-metz en el seguimiento de tu Hijo, el Verbo Divino, en la misión de proclamar el Evangelio entre los hombres y mujeres de China y te pedimos que sigas llamando también hoy día a jóvenes que quieran seguir su ejemplo de vida: escúchanos, Señor, te rogamos.

- Dios Padre, que nos has llamado a ser tus hijos, renueva nuestro compromiso apostólico en nuestra vida cristiana y haz que también nosotros seamos tus misioneros en la situación que nos corresponde vivir: escúchanos,...

- Señor Jesucristo, tú que elegiste a tus discípulos, continúa llamando también hoy día a hombres y mujeres que estén dispuestos a consagrarte una vida cristiana realmente comprometida en el apostolado: escúchanos,...

- Espíritu Santo de Dios, que sigues convocando a muchos pueblos para formar la Iglesia, abre nuestros corazones para sentir también nosotros las necesidades de nuestros prójimos: escúchanos,…

4. Oración por la intención de la novena (ver pág. 7).

5. A una sola voz proclamemos: Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

6. Oración conclusiva: (ver pág. 8).

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S e g u n d o d í a

De los Alpes a la China. “El Espíritu del Señor está sobre mí”.

1. En Nazareth Jesús proclama su misión: Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu y su fama corrió por toda aquella región. Enseñaba en las sinagogas de los judíos y todos lo alababan. Llegó a Nazareth donde se había criado, y el sábado fue a la sinagoga como era su costumbre. Se puso de pie para hacer la lectura, y le pasaron el libro del profeta Isaías. Jesús desenrolló el libro y encontró el pasaje donde estaba escrito: ‘El Espíritu del Señor está sobre mí. Él me ha ungido para llevar buenas nuevas a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos y a los ciegos que pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor’.”

2. De la despedida de su familia y de su pueblo natal José escribió: “…el misionero es un ser humano, con un corazón que late con iguales sentimientos y emociones a los de todos los humanos, al ver a su anciano y querido padre, a su queridísima madre, a sus ocho hermanos y hermanas bañadas en lágrimas… Imploré la

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bendición paterna, impartí la bendición sacerdotal a los míos, sellamos otra vez nuestra alianza ante el altar y abandoné mi querida familia y mi tierra para, quizás, no verlas nunca más”.

3. Oración después de proclamar y meditar la Palabra de Dios. A cada petición de la siguiente oración (de Carlos de Foucauld), decimos: Señor, danos el coraje y la alegría de ser enviados.- Padre, me abandono en tus manos. Haz de mí lo

que quieras; Señor, danos, etc.- hagas lo que hagas, te lo agradezco. Estoy

dispuestos a todo. Lo acepto todo; Señor,..- hágase tu voluntad en mí y en todas las criaturas;

Señor,…- esto es todo lo que quiero. En tus manos, Señor,

encomiendo mi espíritu; Señor,…- te lo agradezco con todo el amor de mi corazón,

porque te quiero; Señor,…- no puedo menos de ofrecerme a mí mismo, de

entregarme en tus manos, sin reservas y con ilimitada confianza, porque Tú eres mi Padre; Señor,…

4. Oración por la intención de la novena (ver pág. 7).

5. A una sola voz proclamemos: Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

6. Oración conclusiva: (ver pág. 8).

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Te r c e r d í a

Un misionero itinerante. “Serán mis testigos hasta los confines de la

tierra”.

1. El Señor quiere que sus discípulos sean sus testigos en todas partes. El libro de los Hechos de los Apóstoles dice: “Los que estaban presentes le preguntaron: ‘Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el Reino de Israel?’ Les respondió: ‘No les corresponde a ustedes conocer los plazos y los pasos que solamente el Padre tiene autoridad para decidir. Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los extremos de la tierra’.”

2. El Padre José pisó tierra china en abril de 1879. Primero permaneció dos años en la región de Hong-kong. Cuando la Congregación del Verbo Divino recibió un territorio propio en Schantung, en 1881, se trasladó allá, donde iba a quedar el resto de su vida. Junto a su compañero Juan Bautista Anzer (futuro obispo), fijó su residencia en el pequeño pueblo de Puoli. Desde allí comenzó a evangelizar el vasto territorio encomendado a su

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Congregación. Un testigo cercano a nuestro santo misionero escribe: “Era de verdad sorprendente ver lo que este hombre alto y de ascética figura podía soportar: una montaña de trabajo, desarreglos y fatigas, y todo esto con escasa alimentación…”

3. Oración después de proclamar y meditar la Palabra de Dios:- Dios, Padre de amor, con tu Espíritu Santo has

impulsado a san José Freina-de-metz a proclamar el Evangelio al pueblo chino, te pedimos que su ejemplo siga inspirándonos hoy a nosotros, y que, por su intercesión, los pueblos de la tierra lleguen a creer y reconozcan el inmenso amor que tienes por todos nosotros. Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, nuestro hermano y Señor, quien vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

4. Oración por la intención de la novena (ver pág. 7).

5. A una sola voz proclamemos: Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

6. Oración conclusiva: (ver pág. 8).

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C u a r t o d í a

La pobreza de la misión. “Te alabo, Padre, por revelarte a los pequeños

y sencillos”.

1. La experiencia de siempre demuestra que Dios se identifica muchas veces con los valores opuestos a la experiencia humana: “Pues bien, las locuras de Dios -se lee en la primera carta de san Pablo a los Corintios- tienen más sabiduría que los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres. Fíjense, hermanos, en ustedes, los elegidos de Dios: ¿cuántos de ustedes tienen el saber humano o son de familias nobles e influyentes? Dios ha elegido lo que el mundo considera necio para avergonzar a los sabios, y ha tomado lo que es débil en este mundo para confundir lo que es fuerte. Dios ha elegido lo que es común y despreciado en este mundo, lo que es nada, para reducir a la nada lo que es. Y así ningún mortal podrá alabarse a sí mismo ante Dios.” (I Cor. 1,25-29).

2. El Padre José a poco de arribar a la misión en China escribió: “Mi vivienda actual es la cabaña de un cristiano del lugar, hecha de madera y barro con techo de paja”. Respecto de la capilla del

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pueblo, no impresionaba a nadie. El altar resultó ser muy bajo para los misioneros europeos y hubo que colocar ladrillos debajo de las patas. Resultado: se bamboleaba un poco. A la cruz le faltaba la imagen de Cristo. Los manteles del altar estaban bastante ajados. Los candelabros eran de plomo. Las mujeres se arrodillaban adentro, mientras los hombres, por falta de espacio y la usanza china de separar los sexos, se congregaban a la entrada.

3. Oración después de proclamar y meditar la Palabra de Dios. Pidamos la intercesión de san José Freían-de-metz. A cada petición responderemos: Ayúdanos, Señor.- que aprendamos a ser más disponibles con

nuestros hermanos y hermanas más necesitadas, oremos: Ayúdanos, Señor.

- que sirvamos con alegría y generosidad a los más pobres, oremos:…

- que seamos una comunidad cristiana que se deje evangelizar por el ejemplo de otros, oremos:…

- que sepamos seguir la senda de san José, quien se desvivió en atender con cariño a los necesitados y los pobres, oremos:…

4. Oración por la intención de la novena (ver pág. 7).

5. A una sola voz proclamemos: Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

6. Oración conclusiva: (ver pág. 8).

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Q u i n t o d í a

La predicación y la catequesis en la misión. “También nosotros formamos un solo cuerpo

en Cristo”.

1. Cada uno de nosotros tiene una misión en la vida de la Iglesia. San Pablo ya lo enseñaba así: “Miren cuántas partes tiene nuestro cuerpo, y es uno, aunque las distintas partes no desempeñan la misma función. Así también nosotros formamos un solo cuerpo en Cristo. Dependemos unos de otros y tenemos capacidades diferentes según el don que hemos recibido. Si eres profeta, trasmite las luces que te son entregadas; si eres diácono, cumple tu ministerio; si eres maestro, enseña; si eres predicador, sé capaz de animar a los demás, si te corresponde la asistencia, da con la mano abierta; si eres dirigente, actúa con dedicación; si ayudas a los que sufren, muéstrate sonriente” (Romanos 12, 4-8).

2. En relación al texto bíblico que acabamos de escuchar, san José tiene algunos pensamientos que bien vale la pena recoger: En 1890 escribe: “Dos son las gracias por las cuales nunca cesaré de dar gracias a Dios: la del sacerdocio y la de haberme

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hecho misionero”. Y sobre el método misional piensa: “Los recién convertidos son los mejores precursores de nuevas conversiones. Nuestros cristianos, hombres y mujeres, deben ser apóstoles. A los catecúmenos y a los recién bautizados hay que trasmitir un celo prudente y un santo entusiasmo para comunicar a otros la fe. El bienestar de la misión y el crecimiento de la Iglesia dependen de la formación y del eficiente empleo de estos soldados de Cristo”.

3. Oración después de proclamar y meditar la Palabra de Dios: solicitemos la intercesión de san José Freina-de-metz. A cada petición responderemos: Te damos gracias, Señor.- Por los que anuncian y enseñan con sus vidas la

Buena Nueva de Jesús, te damos…- por las personas que fortalecen y estimulan

nuestra fe, …- por los que proclaman la Buena Nueva de Jesús

con disponibilidad y entusiasmo, …- por el cuidado y la atención particular que

brindaba el Padre José a los catequistas y recién convertidos, …

4. Oración por la intención de la novena (ver pág. 7).

5. A una sola voz proclamemos: Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

6. Oración conclusiva: (ver pág. 8).

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S e x t o d í a

La misericordia con el pueblo chino. “Curen a los enfermos”.

1. “Un día, -escribe san Lucas en el libro de los Hechos de los Apóstoles- cuando Pedro y Juan subían al templo para la oración de las tres de la tarde, acababan de dejar allí a un tullido de nacimiento. Todos los días lo colocaban junto a la Puerta Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban en el recinto. Cuando Pedro y Juan estaban para entrar en el templo, el hombre les pidió una limosna. Pedro con Juan a su lado, fijó en él su mirada, y le dijo: ‘Míranos’. El hombre los miró, esperando recibir algo. Pero Pedro le dijo: ‘No tengo oro ni plata, pero te doy lo que tengo. En nombre del Mesías Jesús el Nazareno, camina’. Y tomándolo de la mano derecha, lo levantó. Inmediatamente tomaron fuerza sus tobillos y sus pies, y de un salto se puso en pie y empezó a caminar. Luego entró caminando con ellos en el recinto del templo, saltando y alabando a Dios”.

2. Un misionero amigo del Padre José recuerda una visita que hicieron juntos a un enfermo muy grave: “Al llegar a la casa, Freina-de-metz se sentó

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junto a la cabecera del enfermo y le preguntó por su estado de salud. Se trataba de un campesino anciano que desde hacía poco tiempo había pedido hacerse catecúmeno y no conocía bien las verdades de la fe. Hablando con simplicidad, el Padre José le explicó que los dioses por él venerados no eran más que invenciones humanas. Luego le habló acerca del inmenso amor del Dios verdadero que ha mandado desde tan lejos a sus sacerdotes junto a él para indicarle, antes que su vida termine, el camino al cielo, que se le abrirá ahora con el santo bautismo. Con gran emoción y con claros signos de asentimiento, el enfermo interrumpía a menudo al sacerdote para manifestar su alegría ante los grandes beneficios de la nueva religión que hasta ahora le eran desconocidos. Pidió con fervor recibir el bautismo”.

3. Oración después de proclamar y meditar la Palabra de Dios: solicitemos la intercesión de san José Freina-de-metz a fin de que nos ayude a tener gestos y actitudes de misericordia hacia los demás. A cada una de las estrofas del salmo 33 rezaremos:

Prueben qué bueno es el Señor. ¡Dichoso aquel que busca en Él su refugio!

Bendeciré al Señor en todo tiempoy mi boca no cesará de alabarlo.Mi alma se enorgullece en el Señor.¡Que lo oigan los humildes y se alegren!

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Engrandezcan conmigo al Señor,ensalcemos todos su nombre.Busqué al Señor y me dio una respuesta,me libró de todos mis temores.

El pobre gritó, y lo oyó el Señor;Lo sacó de todas sus angustias.Amen al Señor todos sus fieles,pues nada le falta a quien lo ama.

4. Oración por la intención de la novena (ver pág. 7).

5. A una sola voz proclamemos: Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

6. Oración conclusiva: (ver pág. 8).

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S é p t i m o d í a

Contratiempos de la vida misionera. “Serán perseguidos”.

1. El libro de los Hechos de los Apóstoles cuenta que los apóstoles Pedro y Juan habían sido arrestados por las autoridades del Templo. Se defendieron y luego fueron dejados libres. La comunidad cristiana se reunió y oró a Dios diciendo: “Señor, tú hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. Tú, por el Espíritu Santo, pusiste en boca de tu siervo David estas palabras: ‘¿Por qué se agitan las naciones y los pueblos traman planes vanos? Se han aliado los reyes de la tierra y los príncipes se han unido contra el Señor y contra su Mesías’. Es verdad que en esta ciudad hubo una conspiración contra tu santo siervo Jesús, a quien Tú ungiste. Pero solamente consiguieron lo que Tú habías decidido y llevabas a efecto. Y ahora, Señor, fíjate en sus amenazas; concede a tus siervos anunciar tu Palabra con toda valentía, mientras Tú manifiestas tu poder…” (Hechos de los Apóstoles 4, 24-29).

2. La misión cristiana en China vivió un tiempo de grave persecución a fines del siglo XIX. En

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esos años José tuvo días de martirio. Fue arrastrado fuera

de una aldea y bárbaramente golpeado en el suelo. En medio de los tormentos, se dirigió a sus torturadores con voz fuerte: “Es la primera vez en mi vida que los veo, y ustedes a mí. Jamás les he hecho daño alguno. Por qué me reciben de esta manera?” Los esbirros del mandarín se juntaron en torno al sorprendente ‘diablo blanco’ que, lejos de gemir y suplicar por su vida, les dirigía la palabra como si estuviera en un púlpito. “Aunque me han tratado en forma tan inhumana -siguió José-, no sabiendo qué más inventar para descargar sobre mí su ira, en mi corazón no hay ni una sombra de rencor contra ustedes. Respecto a la religión que yo predico, no la conocen. Si la conocieran, habrían mostrado por ella un entusiasmo igual o mayor que el que ahora demuestran contra ella”. Siguió predicando durante un buen cuarto de hora y todos le escucharon en riguroso silencio.

3. Oración después de proclamar y meditar la Palabra de Dios: solicitemos la mediación de nuestro misionero e intercesor san José. A cada petición responderemos: Señor, danos fuerza y valor.- Para anunciar el Evangelio con esperanza y

alegría; Señor, danos fuerza y valor.- Para hacerle frente a las adversidades y sinsabores

de nuestra vida diaria;…- Para ser perseverantes y constantes en la fe

cristiana;…

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- Para que el ejemplo de san José Freina-de-metz nos fortalezca y estimule en nuestras dificultades;…4. Oración por la intención de la novena (ver

pág. 7).5. A una sola voz proclamemos: Padre Nuestro,

Avemaría y Gloria.6. Oración conclusiva: (ver pág. 8).

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O c t a v o d í a

La comunidad misionera. “Que todos sean uno”

1. Antes de su Pasión Jesús oró a Dios, su Padre: “No sólo ruego por éstos, sino por todos aquellos que creerán en mí por su palabra. Que todos sean uno, como Tú, Padre, estás en mí y yo en Ti. Que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que Tú me has enviado. Yo les he dado la Gloria que Tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y Tú en mí. Así alcanzarán la perfección en la unidad, y el mundo conocerá que Tú me has enviado y que yo los he amado a ellos como Tú me amas a mí”.

2. Cuando nuestro santo misionero fue nombrado Superior de los Misioneros del Verbo Divino en China, entre otras varias actividades, se ocupó del bienestar físico y espiritual de los misioneros. Dirigiéndose a sus compañeros en un retiro espiritual les decía: “Nuestra vida es muy breve y nuestro tiempo demasiado precioso para que lo despilfarremos sin motivo”. Los misioneros que lo escuchaban sabían que su Superior no hacía más que expresar la coherencia y radicalidad que

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todos admiraban en su vida. Al final del mismo retiro volvió a insistir: “Un buen religioso es por naturaleza un buen misionero, y viceversa. La mutua relación de estas dos vocaciones es como la que se da entre la semilla de trigo y la espiga, o entre el heroísmo y la victoria”.

3. Oración después de proclamar y meditar la Palabra de Dios: solicitemos la intercesión de san José Freina-de-metz. A cada plegaria respondemos: Que todos seamos uno, Señor.- Señor, que tus dones se hagan vida en nuestra

experiencia cristiana: Que todos…- Señor, que aprendamos a escuchar y a atender a

nuestro prójimo; …- Señor, que construyamos la unidad en nuestras

familias;…- Señor, que el ejemplo del Padre José nos convierta

en comunidad misionera;…

4. Oración por la intención de la novena (ver pág. 7).

5. A una sola voz proclamemos: Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

6. Oración conclusiva: (ver pág. 8).

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N o v e n o d í a

Su entrega al pueblo chino. No hay amor más grande que el dar la vida por

los amigos.

1. Jesús se encuentra con una mujer samaritana, junto al pozo de Jacob. A la sorprendida samaritana Jesús le dice: “El que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré nunca volverá a tener sed. … La mujer le dijo: ‘Señor, dame de esa agua, y así ya no sufriré la sed ni tendré que volver aquí a sacar agua’. … La mujer se siente descubierta cuando Jesús le habla de su marido. “Señor, -le dice- veo que eres un profeta. …Créeme, mujer, -le responde Jesús- llega la hora en que ustedes adorarán al Padre, pero ya no será en este cerro o en Jerusalén… Llega la hora, y ya estamos en ella, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad…”

2. A fines de 1907 hubo una severa epidemia de tifus en la misión de Shantung. Todas las escuelas fueron clausuradas. Varias Hermanas misioneras cayeron víctimas de la peste y murieron. El P. José emprendió entonces un largo viaje por la misión alentando a los enfermos hasta que él mismo contrajo la peste. A pesar de la fiebre que lo atormentaba, mantuvo viva su preocupación por los enfermos. Cuando se perdieron las esperanzas

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de su recuperación, los misioneros de los lugares más cercanos acudieron para estar junto al Superior agonizante. El sacerdote más anciano agradeció a José el ejemplo que él había sido para ellos y le pidió su bendición, y agregó: “Padre José, le prometemos continuar trabajando según su espíritu… ¿Según mi espíritu…?, logró repetir José. Y dijo en un susurro: ‘De ninguna manera he hecho bien todas las cosas’. El martes 28 de enero 1908 ocurrió su tránsito a la vida eterna.

3. Oración después de proclamar y meditar la Palabra de Dios. Nuevamente invocamos a nuestro santo con humildad y confianza, solicitándole consuelo, apoyo e inspiración, para que su ejemplo estimule nuestro compromiso apostólico. A cada plegaria contestamos: Te damos gracias, Señor.- Por los pobres y humildes de corazón que nos

evangelizan con sus vidas; te damos…- por los pequeños, los preferidos de Jesús, que nos

enseñan a confiar en Dios;…- por el testimonio de san José Freina-de-metz,

quien haciéndose pobre, humilde, sencillo y pequeño entre el pueblo chino, fortalece nuestro compromiso cristiano y apostólico;…

4. Oración por la intención de la novena (ver pág. 7).

5. A una sola voz proclamemos: Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

6. Oración conclusiva: (ver pág. 8).

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Reseña biográfica de San José Freina-de-metz,

misionero en China

1852, 15 de abril: nace en Oies/Badía, en el Tirol del Sur.

1858 – 1862: cursa la escuela elemental de Badía, en lengua ladina.

1862 – 1872: hace sus estudios primarios y secundarios en Bressanone.

1872 – 1876: estudia teología en el seminario mayor de Bressanone.

1875: es ordenado sacerdote.

1876 – 1878: trabaja como capellán y maestro en las escuelas de San Martín, en Badía.

1878: ingresa en la Casa Misional de San Miguel, en Steyl, Holanda.

1879: despedida en Steyl, parte como misionero enviado a China

1879 – 1881: trabajo misionero en Kwangtung (Honk-kong).

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1881, 15 de julio: llegada a Tsinanfú (Shantung-sur).

1886 – 1890: es nombrado pro-vicario de la misión de Shantung-sur. Otras tres veces, en ausencia del Obispo, el P. José asumió como pro-vicario.

1908, 28 de enero: muere en Taikia, central de la misión verbita en Shantung-sur.

1975: es beatificado por el Papa Pablo VI.

2003: es canonizado por el Papa Juan Pablo II.

Í n d i c e

Presentación 5

Para cada día 7

Primer díaLa vocación misionera de san José. “Maestro, ¿dónde vives?” 9

Segundo díaDe los Alpes a la China. “El Espíritu del Señor está sobre mí”. 11

Tercer díaUn misionero itinerante. “Serán mis testigos hasta los confines de la tierra”. 13

Cuarto díaLa pobreza de la misión. “Te alabo, Padre, por revelarte a los pequeños y sencillos”. 15

Quinto díaLa predicación y la catequesis en la misión. “También nosotros formamos un solo cuerpo en Cristo”. 17

Sexto díaLa misericordia con el pueblo chino. “Curen a los enfermos”. 19

Séptimo díaContratiempos de la vida misionera. “Serán perseguidos”. 22

Octavo díaLa comunidad misionera. “Que todos sean uno” 25

Noveno díaSu entrega al pueblo chino. No hay amor más grande que el dar la vida por los amigos. 27

Reseña biográfica de San José Freina-de-metz, misionero en China 29