normalismo, cultura letrada- de miguel y otros

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Ciencia, Docencia y Tecnología Nº 34, Año XVIII, mayo de 2007 97 Investigación Humanidades y Ciencias Sociales (97-127) Normalismo, cultura letrada y resistencia de la oralidad en la historia de la lectura y la escritura en Argentina* Adriana de Miguel**, María L. de Biaggi, Juliana Enrico, Mario S. Román El artículo expone resultados acerca de la conflictiva permanencia de la oralidad en la cultura de los sectores populares criollos en Entre Ríos, en el contexto de avance de la cultura escrita, a partir de la implementación del sistema educativo liderado por el Normalismo. Se estudia principalmente la Encuesta Láinez, importante fuente documental, que posibilita la reconstrucción histórica de la cultura popular criolla rural, durante las dos primeras décadas del siglo XX. En este sentido, la investigación puede considerarse como un primer e importante aporte. A través de la obtención de información inédita ha sido posible la reconstrucción de procesos fundamentales en la historia de la lectura y la escritura, la educación y la cultura en Entre Ríos, con posible impacto para los estudios a nivel nacional y ofreciendo una profundización en líneas de investigación ya abiertas en nuestras anteriores publicaciones. Palabras clave: historia de la educación - lectura - escritura - normalismo - Encuesta Láinez *) Este artículo es resultado del PID Historia de la lectura en Entre Ríos: hegemonía normalista y protocolos de lectura residuales, desarrollado en la Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de Entre Ríos, financiado por la SICTFRH, UNER; presentado para publicación en marzo 2006 y admitido en diciembre 2006. **) Directora del citado PID, Profesora Asociada a cargo de la cátedra Análisis del Discurso y Profesora Adjunta a cargo de la cátedra Periodismo Científico, Licenciatura en Comunicación Social, Facultad de Cs. Educ., UNER; e-mail: [email protected]; [email protected];

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  • Ciencia, Docencia y Tecnologa N 34, Ao XVIII, mayo de 2007 97

    InvestigacinHumanidades y Ciencias Sociales

    (97-127)

    Normalismo, cultura letrada y resistencia de laoralidad en la historia de la lectura y la escrituraen Argentina*

    Adriana de Miguel**, Mara L. de Biaggi, Juliana Enrico, Mario S. Romn

    El artculo expone resultados acerca de la conflictiva permanencia de laoralidad en la cultura de los sectores populares criollos en Entre Ros, enel contexto de avance de la cultura escrita, a partir de la implementacindel sistema educativo liderado por el Normalismo. Se estudiaprincipalmente la Encuesta Linez, importante fuente documental, queposibilita la reconstruccin histrica de la cultura popular criolla rural,durante las dos primeras dcadas del siglo XX. En este sentido, lainvestigacin puede considerarse como un primer e importante aporte. Atravs de la obtencin de informacin indita ha sido posible lareconstruccin de procesos fundamentales en la historia de la lectura yla escritura, la educacin y la cultura en Entre Ros, con posible impactopara los estudios a nivel nacional y ofreciendo una profundizacin en lneasde investigacin ya abiertas en nuestras anteriores publicaciones.

    Palabras clave: historia de la educacin - lectura - escritura - normalismo -Encuesta Linez

    *) Este artculo es resultado del PID Historia de la lectura en Entre Ros: hegemonanormalista y protocolos de lectura residuales, desarrollado en la Facultad de Cienciasde la Educacin, Universidad Nacional de Entre Ros, financiado por la SICTFRH, UNER;presentado para publicacin en marzo 2006 y admitido en diciembre 2006.**) Directora del citado PID, Profesora Asociada a cargo de la ctedra Anlisis delDiscurso y Profesora Adjunta a cargo de la ctedra Periodismo Cientfico, Licenciatura enComunicacin Social, Facultad de Cs. Educ., UNER; e-mail: [email protected];[email protected];

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    ResearchHumanities - Social Sciences

    (97-127)

    Normalismo, Written Culture and Resistence ofOral Culture in the History of Reading and Writingin Argentina

    Adriana de Miguel**, Mara L. de Biaggi, Juliana Enrico, Mario S. Romn

    This paper focuses on the conflictive permanence of oral culture of creolepopulation in Entre Ros, in the context of the spreading of written culture,in connection with the development of the educational system led by the"Normalismo". The main documentary source studied is the Linez survey,which enables the historical reconstruction of popular country creoleculture during the first two decades of the twentieth century. Thus, theresearch is to be considered a first relevant contribution. Through theanalysis of that documentary source, the reconstruction of an importantprocess in the history of reading and writing, the education and culturein Entre Ros was possible, with a potential impact on further nationalresearch and offering a deeper look on research lines already stated informer publications.

    Key words: history of education - reading - writing - normalismo - Linez survey

    *) Paper derived from the results of the research: History of Reading in Entre Ros:Educational Hegemony of Normalismo and Oral Culture, developed at the Faculty ofEducational Sciences, National University of Entre Ros (UNER), funded by UNER,submitted in March 2006 and accepted in December 2006.**) Head of the research team, Associate Professor of Discourse Analysis and AdjunctProfessor of Scientific Journalism, Communicational Sciences, Faculty of EducationalSciences, UNER. e-mail: [email protected];;[email protected]

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    I. Introduccin

    A comienzos del siglo XX, la intervencin educativa normalista en elproceso de construccin de la cultura letrada moderna en Argentina habalogrado consolidar el proceso educativo iniciado treinta aos atrs conla fundacin de la primera escuela normal en Paran. Y para la poca decelebracin del Centenario de la Revolucin de Mayo, la dirigencianormalista evaluaba positivamente la empresa realizada en trminos deprogreso civilizatorio.

    Desde la perspectiva de la historia de la lectura y la escritura enArgentina, el aporte del Normalismo en la difusin de la cultura escritafue decisivo. Y desde un punto de vista regional, la historia de la lecturay la escritura en Entre Ros ha sido investigada poniendo el nfasis en lareconstruccin del proceso de enseanza-aprendizaje de la lectura y laescritura que se desenvolva en las aulas, la circulacin del libro, laimportancia de la didctica, en el rol decisivo del maestro y la centralidadde la escuela como foco de transformacin cultural.

    Sin embargo, no todas las escenas de lectura fueron escolares (deMiguel, 2002). Antes bien, el mapa de lectura entrerriano registra lapresencia de otras comunidades de lectores que; ya sea como residuosde un pasado colonial o como impensada aparicin de modalidades delectura premodernas, resistieron de distintas maneras la integracin forzadaa la cultura escrita que impona la hegemona educativa normalista.

    Estamos haciendo referencia, por un lado, a la inmensa mayora depoblacin criolla analfabeta que habitaba la campaa y cuyaincorporacin al orden letrado fue tan traumtica como inexorable. Ensegundo trmino, el mapa de lectura se reestructura con el arribo a EntreRos de inmigrantes ruso-alemanes provenientes del Volga. Se trata decomunidades que traan modalidades de lectura y escritura religiosas,ajenas a la escolaridad, muy poco receptivas a la integracin cultural yque hacen de la resistencia lingstica la clave de su supervivenciaidentitaria.

    En este artculo, el desarrollo expositivo se centrar en el estudio dela poblacin criolla, dejando para una futura publicacin los avancesobtenidos sobre el proceso de resistencia e integracin educativa de losinmigrantes ruso-alemanes. A tal fin pondremos nfasis en la exposicinde los resultados del estudio de la Encuesta Linez, archivo documental

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    clave para investigar la supervivencia de la oralidad de los sectores criollos.Realizaremos una descripcin detallada de esta fuente documental, suorigen, antecedentes, objetivos, metodologa y resultados e intentaremosavanzar con algunas hiptesis explicativas derivadas del estudio de lamisma.

    En suma, nos interesa reconstruir el proceso de resistencia cultural yla paulatina y conflictiva integracin subordinada al avance de la culturaletrada liderada por la educacin normalista.

    II. Cultura escrita y educacin normalista

    A partir de la fundacin de la Escuela Normal de Paran, ocurrida en1869, se organiza un escenario educativo que posibilita el despliegue dela intervencin normalista en el proceso de construccin de la culturaletrada moderna en Argentina. Como se sabe, pese a las enormesdificultades, esta primera etapa da efectivamente comienzo en 1871, conla gestin del americano George Stearns quien, orientado tras el programaeducativo sarmientino, dirigi a la institucin secundado por un grupo depioneras maestras y profesores extranjeros, mayoritariamentenorteamericanos.

    Un segundo momento -que podemos caracterizar como construccinde hegemona educativa- se extiende aproximadamente desde 1876 hasta1905, estando la direccin de la histrica escuela bajo el mando delpedagogo espaol Jos Mara Torres y sus colaboradores, entre los quees necesario remarcar la figura del positivista Pedro Scalabrini. Tambinsecundado y continuado por sus discpulos -entre los que se puedenmencionar a Gustavo Ferrari, Alejandro Carb, Ernesto Bavio, LeopoldoHerrera, por recordar solo algunos nombres. Torres lider al Normalismodesde una etapa de organizacin institucional hacia una de hegemonacultural y educativa que se articul con el liderazgo poltico de lageneracin del 80. Durante este perodo se consolida el Normalismo tantoen sus aspectos educativos como institucionales y culturales. As fue comoel discurso normalista estructur y orient durante dcadas las prcticaseducativas y culturales en la Provincia de Entre Ros.

    Simultneamente el Normalismo irradiaba su influencia desde el litoralhacia todo el pas, a travs de las sucesivas generaciones de maestrosnormales egresados de la Escuela Normal de Paran. Estos normalistas

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    fundaban escuelas y pasaban a ocupar importantes funciones burocrticasy polticas, dentro del sistema educativo en construccin.

    La hegemona normalista impregn la cotidianeidad traspasando loslmites de las escuelas o ms bien escolarizando a la sociedad, hasta elpunto de modelar tanto el espacio pblico como la sociabilidad privaday consolidar la cultura poltica conjuntamente con el diseo de la culturaescolar. Con su fuerte modalidad de interpelacin ideolgica, elNormalismo fue capaz de instituir nuevas identidades culturales como astambin de subordinar a las preexistentes, cooptar o reprimir -segn elcaso- toda voz disidente e integrar lo emergente.

    A travs de la construccin del sistema de instruccin pblica conbase en la escuela, la educacin normalista fue la encargada de incluir ala poblacin dentro de una estructura de jerarquas sociales y distincionesculturales rgidamente establecidas. Se trataba de ensear a cada uno aocupar el lugar que el orden poltico conservador le asignaba y para ellofue necesario el disciplinamiento de las masas nativas e inmigrantes enlos nuevos patrones polticos, ideolgicos, lingsticos y culturales queel nuevo modelo social demandaba. La expansin educativa realizada porla vanguardia de maestros y maestras normalistas construy la culturaletrada, a travs de las masivas campaas de alfabetizacin, la fundacinde escuelas a lo largo del pas, la formacin profesional del magisterio,la instalacin de bibliotecas, la unificacin lingstica de la poblacin, entreotros tantos aspectos del dispositivo educativo y cultural normalista.

    Los sectores populares criollos, que haban sido instituidos comosujetos polticos por el discurso de Mayo, hicieron de la revolucin y dela guerra un modo de vida, un principio de sociabilidad y una forma departicipacin poltica. Esta sociedad campesina y guerrera posea cdigosy prcticas culturales regidas por las modalidades propias de la culturapopular, rural y oral.

    La transformacin cultural provocada por la difusin de la escriturasignific un viraje cultural sin precedentes. Para la poblacin nativa setrataba de insertarse en una nueva cultura ordenada alrededor de loimpreso, centrada en el libro, regulada por la ley escrita, educada desdela escuela, liderada por el maestro. Una nueva cultura que le asignaba alos sectores populares nativos una nueva posicin y una nueva funcin,ya que los gauchos, de haber sido peones y soldados, pasaran a seralumnos.

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    Luego, con el avance de la inmigracin, el desafo para el Normalismono slo consistir en liderar el trnsito de la cultura oral a la letrada, sinoque, y agravando an ms el conflicto educativo, la poblacin extranjerapara poder integrarse a la nueva nacionalidad deba olvidar su lengua deorigen porque al ritmo de la enseanza de la lectura y la escritura se jugabala suerte del idioma nacional. Si bien para los inmigrantes el conflicto erafundamentalmente lingstico, tambin para la poblacin criolla launificacin del idioma a partir de la escritura signific un obstculo muydifcil de superar y que en gran medida determin su definitiva marginacincultural.

    En sntesis, podemos sostener que la insercin de los sectorespopulares grafos, tanto nativos como inmigrantes, en el mundo simblicopropio de la cultura letrada -y recordemos que el surgimiento mismo dela repblica moderna se halla ligada al registro de la escritura- pudohacerse respetando y preservando la especificidad de la cultura popular,la identidad de los sujetos populares tanto nativos como inmigrantes, opor el contrario, subordinando, reprimiendo, eliminando toda diferenciay homogeneizando, en la nueva cultura letrada que el Normalismohegemnico iba construyendo (de Miguel, 1999).

    Para el caso entrerriano, dos fueron los grupos sociales que de distintomodo ofrecieron resistencia o tuvieron serios problemas de integracindentro del proceso de construccin de la cultura letrada. Por un lado, lainmensa mayora de la poblacin criolla instalada en los campos,poblados y zonas marginales de las ciudades. En segundo trmino, loscontingentes de inmigrantes ruso-alemanes provenientes de la zona delVolga, que comienzan a instalarse en suelo entrerriano durante los ltimosveinte aos del siglo XIX.

    Como ya hemos aclarado, en este artculo centraremos el estudio enla poblacin criolla, a partir del anlisis de la Encuesta Linez, que hasido el objeto prioritario de investigacin. La encuesta nos permitiacceder al mundo cultural de los sectores populares grafos. Universosimblico criollo ligado a la sociabilidad agraria, marginal respecto de lacentralidad urbana. Para la poblacin nativa que estaba inmersa en eldominio de la oralidad, la escritura resultaba distante y ajena.Acostumbrados a experimentar la cultura de un modo grupal ycomunitario, desconfiaron de la escuela y temieron al maestro, ya querpidamente comprendieron -que en no pocos casos- el nuevo orden

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    educativo los discriminaba. Para ellos, aprender a leer y a escribir fue undesafo educativo muy difcil de sortear. Y de esta forma, su cultura pasa ocupar una funcin residual dentro del nuevo discurso culturaldominante.

    III. Resistencia de la oralidad y hegemona letrada

    Desde esta perspectiva, el tratamiento de una fuente documental claveen esta investigacin, nos referimos a la Encuesta Linez, se ha orientadosegn la hiptesis de que es posible describir las caractersticasespecficas de la cultura oral de la poblacin criolla en las zonassuburbanas y rurales de Entr Ros, durante las dos primeras dcadas delsiglo XX. Luego, el objetivo es desentraar el complejo y conflictivoproceso de transformacin y pasaje de una cultura oral a otra letrada.

    En relacin con lo anterior, debemos tener presente que el objetivogeneral que ha orientado nuestras anteriores investigaciones ha sido lareconstruccin del proceso histrico de construccin de la cultura letradamoderna en la Argentina a partir de la intervencin pedaggica delNormalismo. Pero si entendemos la construccin de una nueva culturaletrada y sostenemos la importancia del liderazgo educativo en dichoproceso, no podemos dejar de subrayar que la hegemona educativa sedio a partir de las constantes luchas, conflictos, resistencias y alternativasentre la cultura oral en retirada y el avance de la cultura escrita

    En esta direccin, el desarrollo terico llevado a cabo por elhistoriador de la cultura Raymond Williams (1980) nos resultaparticularmente revelador y nos permite explicar la complejidad de losprocesos de construccin hegemnica. Si entendemos, siguiendo a dichoautor, que: "La hegemona constituye siempre un proceso activo; sinembargo, esto no significa que se trate simplemente de un complejo derasgos y elementos dominantes. Por el contrario, es siempre unainterconexin y una organizacin ms o menos adecuada de lo que deotro modo seran significados, valores y prcticas separadas o inclusivedispares, que este proceso activo incorpora a una cultura significativa ya un orden social efectivo" y que: "este proceso de incorporacin asumeuna importancia social capital"(1), estamos pensando en un complejoproceso que no se reduce solamente a los rasgos culturales dominantes.

    De tal forma, es necesario distinguir dos aspectos en los procesos

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    histrico-culturales: lo residual y lo emergente, aspectos que seencuentran fuertemente interrelacionados con lo dominante en tantoconsiderados a partir de relaciones dinmicas internas. Lo dominanteremite a una abstraccin generalizadora de ciertos rasgos caractersticosllevada a cabo en el marco de un anlisis trascendental (interrelacionesdinmicas entre elementos variables e histricamente variados) por mediode comparaciones fundamentales con otros rasgos caractersticos de otraabstraccin de una cultura ajena a la que nos centramos. Esa abstraccina la que llegamos por comparacin y/u oposicin es la que nos permitepalpar lo dominante. Este concepto est estrechamente ligado al dehegemona: "... debemos hablar de lo dominante y lo efectivo, y en estesentido, de lo hegemnico" (Williams, 1980)(2). Lo residual, en primerlugar, debe diferenciarse de lo arcaico, que: "se reconoce plenamentecomo un elemento del pasado para ser observado, para ser examinadoo incluso para ser ocasionalmente 'revivido' de un modo deliberadamenteespecializado" (Williams, 1980)(3).

    Respecto de lo residual, que es muy diferente, expresa Williams,siempre en la misma obra: "... ha sido formado efectivamente en el pasado,pero todava se halla en actividad dentro del proceso cultural; no slo -y a menudo ni eso- como un elemento del pasado, sino como un efectivoelemento del presente. Por lo tanto, ciertas experiencias, significados yvalores que no pueden ser expresados o sustancialmente verificados entrminos de la cultura dominante, son, no obstante, vividos y practicadossobre la base de un remanente -cultural tanto como social- de algunaformacin o institucin social y cultural anterior. Es fundamental distinguireste aspecto de lo residual, que puede presentar una relacin alternativae incluso de oposicin con respecto a la cultura dominante"(4). Y: "Unelemento cultural residual se halla normalmente a cierta distancia de lacultura dominante efectiva, pero una parte de l, alguna versin de l yespecialmente si el residuo proviene de un rea fundamental del pasado-en la mayora de los casos habr de ser incorporada si la culturadominante efectiva ha de manifestar algn sentido en estas reas () lacultura dominante no puede permitir una prctica residual fuera de suesfera de accin, al menos sin que ello implique algn riesgo. Es en laincorporacin de lo activamente residual -a travs de la reinterpretacin,la disolucin, la proyeccin, la inclusin y la exclusin discriminada- comoel trabajo de la tradicin selectiva se torna especialmente evidente"(5).

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    Por emergente, el mismo autor entiende a "...los nuevos significadosy valores, nuevas prcticas, nuevas relaciones y tipos de relaciones quese crean continuamente"(6), y pone nfasis en la diferenciacin entre loselementos alternativos o de oposicin (emergentes) y las nuevas fases delo dominante (lo simplemente nuevo): "Una nueva clase es siempre unafuente de una prctica cultural emergente (...) en la medida en que esopuesta antes que alternativa, comienza significativamente el proceso deuna incorporacin intencionada"(7). Al respecto, seala que: "Dentro deeste complejo proceso existe verdaderamente una confusin regular entrelo que es localmente residual (como una forma de resistencia a laincorporacin) y lo que es generalmente emergente"(8). Si bien laemergencia posee caracteres alternativos u opositores, existen elementosde emergencia que pueden ser realmente incorporados, por lo que esdifcil que cualquier emergencia importante vaya ms all de lodominante(9).

    Williams cierra su desarrollo en torno a lo dominante, residual yemergente sealando que: "Por ltimo, lo que realmente importa enrelacin con la cultura emergente, como algo distinto de lo dominanteas como de lo residual, es que nunca es solamente una cuestin deprctica inmediata; en realidad, depende del descubrimiento de nuevasformas o adaptaciones de forma. Una y otra vez, lo que debemos observares en efecto una preemergencia activa e influyente aunque todava no estplenamente articulada, antes que la emergencia manifiesta que podra serdesignada con una confianza mayor"(10).

    Para Williams, lo social "es un espacio de hegemonasconstantemente jaqueadas por impulsos (ms o menos sistemticos)contrahegemnicos (...). Para Sarlo (2001), esta perspectiva coloca ensu centro al conflicto cultural vivido como malestar, inadecuacin, rechazoque todava no ha adquirido sus formas semnticas, rescate de elementosarcaicos o imaginacin de alternativas antes que stas puedan presentarsecomo sistemas oposicionales completos"(11). Teniendo en cuenta loanterior, creemos que el juego entre los protocolos de lectura y escriturade la lite letrada y los gneros discursivos propios de la oralidad, conlos que estaban familiarizadas las culturas populares, mostraran elenfrentamiento que se manifiesta en el espacio textual en el cual se generala polmica acerca de cul sera la cultura hegemnica en Argentina enlas dcadas siguientes.

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    La propuesta es, ms que intentar regular el orden y la coherenciaall donde no existen, analizar el dilogo polmico entre estos dosespacios y detectar operaciones de contaminacin y prstamo o dediferenciacin entre una zona y la otra. A partir de la construccin de unared textual (Prieto, 1988) se intenta describir esos procesos dentro delcampo de lectura regional, atendiendo a la especificidad y diferenciacinde elementos residuales y emergentes en este profundo proceso decambio cultural.

    IV. La Encuesta Linez: hacia la reconstruccin de la cultura popularcriolla

    Tenemos, entonces, que para el caso de la poblacin criolla,perteneciente a los sectores populares entrerrianos, habitantes de laszonas rurales cuya cultura centrada en la oralidad registraba un fuerterechazo hacia lo escrito, el estudio de una fuente documental clave -nosreferimos a la Encuesta Linez (Romn, 2003)- ha sido fundamental. Y estoes as porque nunca antes se haba relevado y estudiado esadocumentacin, que como luego se podr apreciar, ofrece una canterade informacin excepcional y que esperamos nos permita en futurasinvestigaciones profundizar en su estudio.

    Por lo pronto, el relevamiento que hemos podido iniciar y que seexpone y muestra en este artculo, nos permite sostener como hiptesisque la supervivencia de la cultura oral de la poblacin nativa, en tantoaspectos residuales del proceso de transformacin cultural, sobrevividurante varias dcadas ya bien avanzado el siglo XX, ofreciendoresistencia y desarticulando continuamente las estrategias de construccinde la hegemona educativa normalista.

    Ya sea que se interprete esta resistencia de un modo activo o pasivo,todo parece indicar que en los campos y en las islas, como tambin enla periferia de las ciudades entrerrianas, los esfuerzos continuos de losmaestros chocaban frente a las graves dificultades pedaggicasplanteadas por los nios criollos, el temor a lo impreso en los padres, eldesinters por la lectura que en general mostraba la familia, lasrepresentaciones culturales ajenas o distantes al mundo escrito, y tal vez,ms profundamente la desconfianza y el temor frente a la escritura, al libroy la escuela, ante la sospecha de que la educacin ms que integrarlos

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    a la sociedad letrada, los relegara a la marginalidad o ms decididamentea la extincin cultural.

    IV.1. Sobre los antecedentes y objetivos

    Las tareas de relevamiento de fuentes documentales si bien secentraron en el anlisis de la Encuesta Linez, incluyeron, adems, labsqueda y estudios de otras fuentes complementarias a la anteriormentemencionada.

    Esas fuentes complementarias nos permitieron reconstruir no slo lascondiciones de produccin de la Encuesta (la historiografa entrerriana yargentina, tras un extenso rastreo, se mostraban lacnicas al respecto),sino tambin los lineamientos poltico-culturales en los que se enmarcabay su inclusin como pieza clave en un verdadero "plan educacional"(Rojas, 1925)(12). Asimismo, ofrecen valiosa informacin no solamentesobre cmo se proyect sino tambin sobre el modo en que fueimplementada la Encuesta, los sujetos intervinientes, los criterios para suformulacin, la delimitacin en cuanto a contenidos del alcance de laEncuesta, entre otros aspectos de capital relevancia para nuestrainvestigacin.

    Los resultados positivos a los que aludimos se materializaron en lalocalizacin, en la Biblioteca del Instituto Nacional de Antropologa yPensamiento Latinoamericano (INALP) en la ciudad de Buenos Aires, deun texto introductorio en el Catlogo de la Encuesta (1925), que incluyeuna Advertencia de Ricardo Rojas y una segunda parte titulada:Antecedentes relativos al origen de esta coleccin, por Manuel de UgarrizaAroz, paratextos ausentes en la copia del Catlogo de la Encuesta Linezque obra en la Biblioteca Provincial de Entre Ros.

    Una atenta lectura de esta primera fuente (Introduccin al Catlogode la Encuesta) nos puso en conocimiento de la existencia de la segundafuente complementaria, en realidad cronolgicamente previa a la anterior,que aqu presentamos: el folleto editado por el Consejo Nacional deEducacin (CNE) denominado Folklore argentino (1921), que contiene elProyecto del vocal del Consejo Nacional de Educacin Dr. Juan P. Ramos.Recopilacin de literatura popular (Folklore argentino) y la Resolucin delHonorable Consejo para llevar adelante esta Encuesta, as como lasInstrucciones a los maestros para realizarla, a cargo de Juan P. Ramos y

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    Pablo A. Crdoba.A continuacin explicitamos varias consideraciones que surgen del

    anlisis de estas fuentes.En 1921 el Consejo Nacional de Educacin se encontraba bajo la

    presidencia del Dr. Angel Gallardo. Fue en ese mismo ao que, poriniciativa del vocal Dr. Juan P. Ramos, se proyect la realizacin de unaencuesta que tuviera por finalidad relevar y compilar piezas propias delfolklore argentino:

    "El 1 de marzo de 1921 el vocal del Consejo Nacional deEducacin, doctor Juan P. Ramos, present al cuerpo de queformaba parte, un proyecto de resolucin llamando a concursoa los maestros de las escuelas primarias nacionales instaladasen las provincias, para recoger el material disperso de prosa,verso y msica que constituye el acervo del folklore argentino"(de Ugarriza Aroz, 1925)(13).

    El propio Juan P. Ramos expresaba la finalidad de este proyecto ysu fundamentacin:

    "Ciertas disciplinas cientficas contemporneas han profundizado,especialmente en las naciones europeas, el estudio del folklorey de la poesa popular, con un xito tal que se han constituidoasociaciones de sabios, se han editado revistas especiales y sehan formado museos que sirven de centro donde se resume eltrabajo de todos los que participan en la tarea comn dedesentraar y esclarecer, a la luz de la ciencia, las tradicionespopulares y poticas de una colectividad determinada. Entrenosotros, desgraciadamente, muy poco se ha hecho en estesentido, no obstante ser nuestro pas, por modalidadesancestrales, uno de los que pueden presentar, tal vez, mayoracopio hereditario. En efecto, nuestra tradicin de raza, pues essabido que Espaa es la nacin de Europa que tiene la msfecunda fuente de poesa popular, el Romancero, hace suponerque en ciertas regiones de la Repblica, un investigador puederecoger los ecos del pasado que an perduran en forma detradiciones, cuentos, poesas, msica popular, etc. Creo que el

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    Consejo podra recoger, por intermedio de sus escuelas de laley Linez, todo el material disperso del folklore, de poesa y demsica, que est en vas de desaparecer de nuestro pas por elavance del cosmopolitismo" (Ramos, 1921)(14) . "Creo innecesario insistir en la importancia de esta compilacinque aspira -hecha por primera vez en una forma tan vasta- adesentraar en el presente algunos de los recuerdos o tradicionesque nos ha dejado el pasado de nuestra nacionalidad" (Ramos,1921)(15).

    Ms adelante, Ramos contina fundamentando el proyecto:

    "Esta obra debe interesar al patriotismo nacional y local de cadauno. En efecto, porque todos somos argentinos debemos aspirara realizar una obra nacional, como es sta que proyecto; pero,porque cada uno de nosotros vive en un pedazo de territorio dela patria, debe aspirar, tambin, a que la obra resalte con mayorrealce su provincia natal, el centro de sus afecciones y cariosntimos, el hogar de donde aprendi los cantos infantiles ypopulares..."(16).

    En relacin con su futura implementacin, la Encuesta se realizarapor medio de un minucioso trabajo de recopilacin por parte de maestrosnacionales, distribuidos en las catorce provincias. Concretamente, sedecidi que las encuestas se llevaran a cabo a travs de los maestros ydirectores de las escuelas Linez, creadas por la Ley 4874, ya que estaspresentaban la infraestructura necesaria para cubrir todo el territorionacional. As, se solicita "... el concurso decidido e inteligente de losmaestros de sus escuelas nacionales"(17). Juan P. Ramos enfatiza y orientael rol de los maestros en esta tarea, a la vez que los convoca, del siguientemodo:

    "El maestro que presta servicios en las regiones del interior queconservan todava intacta la noble tradicin del pasado, elmaestro que es el lazo de unin entre la cultura que se difundepor el constante esfuerzo de la civilizacin actual y el alma delpueblo que l est encargado de moldear para el porvenir, el

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    maestro que sabe que en la mayor parte de las poblacionesdonde funcionan nuestras escuelas, l es uno de los elementosms prestigiosos y representativos (si no el ms prestigioso yrepresentativo de todos), el maestro de escuela, en una palabra,que teniendo en cuenta esos antecedentes quiera contribuir a laobra comn que el H. Consejo solicita, llevar a cabo un trabajorealmente interesante y contribuir a formar, en la medida de suesfuerzo, la futura antologa de nuestra literatura popular, hastahoy desconocida y olvidada"(18).

    El Consejo Nacional de Educacin organizara en forma de concursoel relevamiento, por lo que Ramos enuncia:

    "Sobre la base antedicha, pues, el Consejo Nacional deEducacin llama a concurso a sus escuelas de la ley 4874. Cadauna de ellas que quiera colaborar con esta obra nacional deberrecoger en la forma ms ordenada y fiel el material que se indicams arriba y remitir sus trabajos al inspector nacional de quedependa, antes del 1 de agosto de 1921. Una vez reunidos yestudiados todos por el Consejo Nacional se discernirn lospremios que se acuerden y se publicar una seleccin adecuadade los trabajos presentados que resulten realmente meritorios yencuadrados dentro del espritu del presente concurso"(19) Y (20).

    Lo anterior es ratificado por una Resolucin del Consejo Nacionalde Educacin(21).

    En relacin con quines llevaran adelante el relevamiento, cabesealar que tambin se previ la participacin en este trabajo derecopilacin de otros interesados. De hecho, el Consejo Nacional deEducacin dispuso:

    "Autorizar la participacin en el concurso de todas aquellaspersonas que, aunque extraas a las escuelas, deseen cooperaren la obra ajustndose a los trminos enunciados, y al esprituque anima el dictamen de la Comisin de Hacienda y AsuntosLegales que se considerar parte integrante de estaResolucin"(22).

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    El concurso contemplaba premios que se entregaran segnconsideracin de un jurado. El mismo qued conformado de la siguientemanera: Dr. Juan P. Ramos (vocal del CNE), Sr. Pablo A. Crdoba (pro-secretario del CNE), Sr. Leopoldo Lugones (director de la BibliotecaNacional de Maestros), Sr. Luis M. Jordn (director del Museo Escolar"Sarmiento") y Sr. Enrique Bachs (administrador de "El Monitor")(23). Elpremio consistira en cinco medallas de oro, especialmente acuadas paratal fin, para las cinco mejores recopilaciones de todas las provincias(24).

    Adems del aliciente de los premios, la realizacin de la Encuestase propona como un antecedente que servira para la promocinprofesional de cada uno de los maestros que participaran en ella:

    "Independientemente de los premios, en la publicacinproyectada y en la foja de servicios de cada maestro se harconstar el nombre de todos cuantos hayan contribuido eficaz einteligentemente en la preparacin de esta antologa de literaturapopular, de manera que cada uno recibir el justo premio a sulabor"(25).

    La tarea encomendada fue realizar un relevamiento de las costumbres,creencias, supersticiones y cultura popular de los pobladores de la reginen que se hallaban trabajando, a fin de lograr, en el conjunto, unarecopilacin del acervo de la cultura nacional. Ahora bien, es interesantever cmo el propio Ramos delimitaba el alcance de los contenidos a serrelevados, a la vez que demarcaba las fronteras de lo popular y lonacional:

    "La obra, como he dicho, para estar encuadrada en los deseosdel Consejo Nacional de Educacin, debe ser eminentementepopular, pero eminentemente nacional, tambin; esto es, no debecomprender ningn elemento que resulte extico en nuestrosuelo, como seran, por ejemplo, poesas y cancionescontemporneas nacidas en pueblos extranjeros y transplantadasrecientemente a la Repblica por el influjo de la inmigracin. Esnecesario que el material que se recoja sea ante todo antiguo,de nuestra misma lengua, o tambin de lenguas indgenas. Poreso, cabe en esta antologa el romance espaol que haya sido

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    introducido en el pas durante la conquista y coloniaje, porquedespus de tres siglos de existencia en la memoria popular, haadquirido entre nosotros derecho a ser considerado comonacional, por antecedentes de raza y por la razn de que puedehaber sido modificado en nuestro medio, modificaciones quecasualmente, constituiran una de las ms ventajosas resultantesde esta investigacin, porque seran provechossimas en el estudiode la poesa popular evolutiva comparada"(26).

    Es interesante aportar aqu que, cuatro aos ms tarde y al publicarseel primer tomo del Catlogo de la Coleccin de Folklore (1925), Manuelde Ugarriza Aroz, secretario del jurado del concurso, hiciera en suintroduccin (bajo el ttulo de "Antecedentes relativos al origen de estacoleccin") la siguiente apreciacin crtica a los criterios de inclusin/exclusin que operaron en el relevamiento, si bien luego reconocer elxito de esta empresa, como ms adelante veremos:

    "Volviendo a la recopilacin hecha por el Consejo, conviene notardos observaciones. Las bases del concurso, al establecer que elmaterial a recogerse deba ser vernculo, antiguo, oral, annimoe indito, eliminaron tres fuentes folklricas, a saber: lastradiciones conservadas en los archivos, cuya bsqueda hubieraocasionado interesantes revelaciones, la produccin ruralcontempornea y toda la produccin cosmopolita. El criteriounilateral seguido, que hizo desdear por hbrida la produccinde las ciudades -reflejo de los afanes de hombres de diversoorigen y fruto de tantos factores que obran en una pocaconturbada por la transformacin casi brusca de los conceptosy valores sociales-, ha de privar a los folkloristas del futuro queinvestiguen estos legajos de un elemento precioso para el estudiode la formacin del carcter argentino"(27).

    Continuando con los contenidos a ser relevados, es ineludible analizarqu se entenda, pues, por "folklore argentino", esto es, detenernos enqu es lo que se inclua bajo esta categora (y consecuentemente ququedaba excluido). En este sentido, Ramos y Crdoba delimitaban elcampo del "folklore argentino", expresndose de la siguiente manera:

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    "Es necesario, pues, ante todo, ensayar una clasificacin del'folklore argentino', para lo cual se ha convenido en adaptaralgunas de las clasificaciones ya vulgarizadas, fruto del estudioy experiencia adquiridos en otros pases, pues sera tarea vana,por no decir intil, introducir procedimientos novedosos enasunto que, aunque relativamente moderno, ha sido estudiadoprofundamente por esclarecidos ingenios. "(28) Y (29).

    Seguidamente a la clasificacin, los autores de ese instructivoincorporan veinte pginas de ejemplos de cada uno de los rubros de esaclasificacin. Tal profusin de ejemplos responde a fines pragmticos ydidcticos:

    "... en el deseo de evitar interpretaciones dudosas y an de caeren posibles errores, se ha preferido tomarlos [a los ejemplos] deautores ya consagrados en esta especialidad ... y, en otros casos,se ha recurrido a las investigaciones realizadas por hombresilustres que se distinguieron en el estudio de nuestra historia sinhaberse dedicado exclusivamente al folklore. De este modo losejemplos de referencia vendrn ya depurados por el estudio y lacrtica, permitiendo ofrecerlos si no como la palabra definitiva,por lo menos como lo ms aproximado a la verdad"(30).

    Luego, en un apartado destinado a Instrucciones Generales(31), sedetallan sintticamente los procedimientos burocrticos y administrativosque deben seguir los maestros y otros integrantes del sistema educativoinvolucrados (inspectores, etc.) a fines de elevar las encuestas realizadas.Asimismo, se pautan los datos que obligatoriamente deben acompaarcada pieza relevada.

    El folleto, denominado Folklore argentino, que incluye estasinstrucciones para los maestros, finaliza con una copia de la Resolucindel CNE del 18 de abril de 1921(32), donde se autoriza la impresin, en elnmero que se crea necesario, de dichas instrucciones. Esto hace suponerque su circulacin fue masiva.

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    IV.2. Acerca de la implementacin

    En relacin con la implementacin efectiva de la Encuesta, deUgarriza Aroz (1925) seala que, en efecto, tal como sugeramos lneasarriba, los maestros tuvieron acceso generalizado y siguieron el instructivoelaborado por Ramos y Crdoba: "Con estos elementos como gua losmaestros comenzaron la recopilacin"(33).

    No obstante, Ricardo Rojas (1925) seala que las instrucciones nosiempre fueron entendidas como era de desear:

    "... la premura con que se realiz el trabajo y la interpretacin nosiempre fiel que los maestros dieron a las instrucciones recibidas, as comola diversa riqueza de los aservos comarcanos y la varia capacidad de loscorresponsales, contribuyeron a hacer que el material recogido, aunquevaliossimo por su cantidad, carezca, sin embargo, de una armonasistemtica entre las diversas partes que lo constituyen"(34).

    A su vez, de Ugarriza Aroz (1925) alude a un entusiasmogeneralizado por parte de los maestros encuestadores, que se traducaen numerosas consultas al jurado, a la vez que mostraba la insuficienciadel plazo de entrega (1 de agosto de 1921). El secretario del juradodestaca el descuido por los conocimientos populares y la falta derelevamiento del rubro msica, que haba sido omitido del cuadro declasificacin: "Para salvar estas diferencias, la secretara del jurado, queestuvo a mi cargo, redact una circular dirigida a los inspectoresseccionales comunicndoles la prrroga del plazo para la remisin delmaterial y dndoles nuevas instrucciones que deban transmitir a losmaestros"(35).

    Como consecuencia, el plazo de entrega se prorrog hasta el 15 denoviembre de 1921. Finalmente, y a pesar de sus comentarios crticos,ese autor refiere a los positivos resultados concretos de la recopilacin:

    "El resultado obtenido constituye un verdadero xito de lainiciativa. En los libros de entradas se registraron alrededor detres mil setecientos legajos, correspondiendo uno o varios deellos a cada recopilador, segn haya sido la capacidad de trabajoy el entusiasmo puesto en la tarea. Los docentes de las escuelas

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    rurales han acrecentado el mrito de su noble ministerio con estalabor que al proporcionar el ms rico caudal de tradicionesatesorado hasta hoy, los une de singular manera a la historia dela literatura popular"(36).

    IV.4. Sobre la publicacin de los resultados

    Como se ha sealado anteriormente, la Encuesta Linez o Coleccinde Folklore fue origen de la publicacin de un Catlogo (en varios tomos)por provincias, resumiendo sus contenidos.

    Una de las fuentes complementarias que aqu analizamos, esto es, laIntroduccin al primer tomo del Catlogo, nos permite reconstruir cmo,dnde cundo y por qu se edita el catlogo.

    Los siguientes hechos originan su edicin y publicacin. El Institutode Literatura Argentina se crea en 1923, dependiente de la Facultad deFilosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Por ese entonces,quien fuera decano de la mencionada facultad, Ricardo Rojas, ocup sudireccin. Es entonces cuando el propio Ricardo Rojas obtiene delConsejo Nacional de Educacin, bajo la presidencia del profesor donJorge A. Boero, y secretara del Sr. Vctor T. Guillot, la donacin(37) delos materiales recogidos, que conformaban la Encuesta Linez.

    En el artculo 2 de las Bases del Instituto de Literatura Argentinapuede leerse: "Sern bases del fondo documental: a) la coleccin defolklore argentino donada por el Consejo Nacional de Educacin ..."(38).

    Junto a la donacin, el CNE solicita a la facultad que indicase culeseran las contribuciones ms valiosas a fin de otorgar los premios a losmaestros correspondientes.

    Esta solicitud llev a que Ricardo Rojas decidiera dar algn tipo deordenacin al aluvin de material recibido, lo que origin la publicacindel catlogo. Fundamenta el ordenamiento para la posterior publicacindel siguiente modo:

    "El conjunto del material recibido es tan copioso que no podrareducirse a otra ordenacin (la de temas, por ejemplo), sinomediante un trabajo de desglose, que prescindiese de loscontribuyentes, y esto requerira, adems, un tiempo largo quehabra de mantener inactiva la coleccin para las investigaciones

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    cientficas. Las razones apuntadas permiten afirmar que con estaserie de folletos podremos dar ms rpidamente al ConsejoNacional de Educacin el dictamen que nos solicit para suspremios, y que, a la vez, los investigadores podrn disponer,cuando este catlogo se termine, de un instrumento provisionalpara sus propios trabajos, aprovechando la coleccin folklricatal como hoy se encuentra en nuestro poder"(39).

    A continuacin, expone los criterios seguidos:

    "El criterio seguido por el Instituto de Literatura Argentina alplanear esta publicacin es el siguiente: 1 un folleto para cadaprovincia, empezando por las regiones del norte; 2 un captuloaparte para cada legajo, bajo el nombre de su remitente,siguiendo el orden alfabtico; y, 3 el enunciado de las diferentespiezas contenidas en cada legajo, conservndose las indicacionesde procedencia y nomenclatura tal como aparecen en el original(...) por una parte, se mantiene la coleccin en su formaoriginaria, con la unidad de sus legajos por cada corresponsal,respetando el punto de vista administrativo del Consejo, y conla unidad de las series por provincia, respetando el punto de vistade la conciencia federal; y, por otra parte, permitir atender alos temas en s mismos..."(40).

    De hecho, al enfrentarnos con este corpus, se diferencian claramentelos volmenes del Catlogo publicado segn describe Rojas y el conjuntode Encuestas originales.

    Es claro el punto de vista poltico desde el cual parta Juan P. Ramosal elaborar este proyecto: la bsqueda de la esencia de la nacionalidaden el marco de una poltica cultural de corte hispanista. Cabe recordarque esta obra es tomada por Ricardo Rojas y el crculo de fillogoshispanistas que lo rodeaban: Amado Alonso, Leopoldo Lugones, entreotros.

    La Encuesta Linez tuvo objetivos claros: conocer, clasificar y difundirla cultura popular nativa, en el marco de una poltica cultural deapropiacin y transformacin de la cultura popular en cultura nacional.En este sentido, se puede conjeturar que tanto la gestin de la Encuesta

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    como la posterior publicacin de sus resultados fue una expresin de lapoltica cultural y de la concepcin literaria y lingstica de Ricardo Rojas.

    IV.5. Descripcin de la fuente documental

    En el marco de la investigacin hemos realizado un relevamiento delcontenido de las encuestas Linez -o tambin denominada ColeccinFolklore- correspondientes a la Provincia de Entre Ros. El materialrelevado est compuesto por 218 encuestas, reunidas en treinta y trestomos, que constituyen fotocopias del material original. Se encuentrandisponibles en la Biblioteca de Entre Ros, en la ciudad de Paran.

    Los datos referidos a la identidad de los encuestadores lossiguientes: nmero de encuesta, lugar del que proviene, maestro que laremite, nmero de la escuela, cantidad de fojas que presenta. Lasencuestas corresponden a diversos departamentos de la Provincia de EntreRos, tanto de la zona rural como la urbana, y presentan el material que,por indicacin del Consejo Nacional de Educacin, recogieron docentes(en algunos casos se consigna si fueron realizadas por auxiliares y/odirectoras) de los establecimientos educativos conocidos como "EscuelasLinez.

    Estn reunidas bajo el ttulo Folklore y se presentan como unacoleccin. Dicha coleccin fue editada -como ya adelantamos- en el ao1925, por el Instituto de Literatura Argentina de la Facultad de Filosofa yLetras de la Universidad de Buenos Aires, que recibi dicho material endonacin por parte del Consejo General de Educacin de la Nacin.

    Como sealamos anteriormente, fue el Consejo Nacional deEducacin, bajo la presidencia del Dr. Angel Gallardo y por iniciativa delvocal Dr. Juan P. Ramos, quien proyect en 1921 una encuesta del folkloreargentino, que se realizara por medio de maestros rurales nacionales,distribuidos en las catorce provincias. Tena por objetivo levar a cabo unrelevamiento que permitiera recoger el material disperso de prosa, versoy msica que constitua el folklore argentino, antes de que desaparecierapor influjo del avance cosmopolita.

    Se pens que las encuestas se llevaran a cabo a travs de las escuelasLinez, debido a que presentaban la infraestructura necesaria para cubrirel pas. Aunque tambin -como dijimos- se prevea la posibilidad de queotras personas, interesadas en la tarea y que fuesen consideradas capaces

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    para la misma, pudiesen tambin participar. Sin embargo, en el caso delas encuestas de Entre Ros no se consignan que haya habido este tipode caso. El objetivo era relevar toda produccin cultural que seconsiderase netamente popular y nacional(41).

    El mencionado organismo pblico organiz en forma de concurso elrelevamiento. Es decir, se invit a los docentes a realizar las encuestas.Como incentivo se publicaran las encuestas con los nombres de losmaestros participantes. Por eso aparece delante de cada encuesta, unacartula descriptiva, aunque cabe aclarar que en las fuentes analizadasesta informacin no est registrada.

    La tarea encomendada fue realizar un relevamiento de las costumbres,creencias, supersticiones y cultura popular de los pobladores de la regindonde os docentes se hallaban trabajando. Este dato surge, no slo delcatlogo que acompaa a la coleccin, sino tambin del materialanalizado y de los comentarios que aparecen en algunas de ellas o encartas que van adjuntadas.

    Respecto de la ubicacin temporal de la realizacin de las encuestaspodemos determinar que, en primer lugar, se estableci como fecha deentrega del material por parte de los docentes el mes de agosto de 1921,pero luego, debido a la gran cantidad de material que los mismos estabanrelevando, se extendi ese plazo hasta el mes de noviembre del mismoao. Sin embargo, las encuestas que se encuentran fechadas o que llevanconsigo alguna carta nos permiten deducir que muchas fueron remitidasen septiembre de 1921. Tambin en una de estas cartas se menciona elpedido de un docente, quien solicita la extensin del plazo de entregahasta el mes de diciembre o enero siguiente. Las cartas estn dirigidas alInspector de Escuelas de la regin, Sr. Uzn. En algunos casos semenciona que se envi una copia al Inspector de la Provincia y otra a laNacin. Por ltimo, se da el caso de que algunos docentes realizaron msde un envo, por lo que se deduce que han ido completando las diversasreas solicitadas a lo largo de un perodo de tiempo.

    IV.6. Descripcin y clasificacin de contenidos

    En la mayor parte de las encuestas, los docentes relatan lasnarraciones de vecinos de la zona, alumnos o sus padres. Se consignade ellos: nombre y edad y si el relato es conocido por otras personas o

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    slo por el narrador.En el anlisis de la mayor parte de las encuestas se evidencia la

    presencia del docente implicado en la recoleccin de los discursos delos pobladores rurales. Porque al mismo tiempo que recopila lainformacin relativa a las prcticas y creencias populares, las comenta,evala y opina sobre ellas.

    Si bien la solicitud implicaba que el docente deba recogerinformacin y narraciones orales de la zona, en varias encuestas se puedeobservar que el docente en realidad transcriba canciones, poesas, relatos,fbulas que l mismo recoga de publicaciones tales como, por ejemplo,la revista "El hogar". Es decir, no recopilaba insumos orales sinotranscripciones de ellas que ya estaban presentes en registros escritos.Dado que las directivas eran muy claras respecto de los insumos oralesque deba registrar, puede tal vez en principio inferirse que los maestrosconsideraban la recuperacin de textos escritos como de mayor valordescriptivo que los textos productos de los relatos orales de losencuestados. En ciertas encuestas, tal vez habra que preguntarse si -porerrnea comprensin del docente o por falta de una explicacin clara opor expresa conviccin del docente respecto del valor de los textosescritos frente a los posibles relatos de campesinos- consisten slo enrelatos personales de ste o, en el peor de los casos, en transcripcionesde prrafos completos de poesas, cuentos y relatos aparecidos enrevistas o libros de la poca. Aqu se puede sealar claramente la presenciadel "malentendido" en relacin a lo que se solicitaba al docente y la fuerterecuperacin, en algunos casos, de textos escritos en vez de orales.

    A partir de la lectura del material y del catlogo que acompaa a laColeccin podemos establecer que se les solicitaba un listado de temasrelacionado con la cultura popular.

    Aparecen consignados informacin, relatos o descripciones en tornoa los siguientes ejes temticos:

    Creencias: supersticiones relativas: a plantas y rboles, animales,las faenas rurales, el juego, las cosas finales (muerte, juicio final, entreotras); creencias sobre duendes, espritus y fantasmas, brujeras,curanderismo; ancdotas; adivinanzas.

    Arte: Canciones - Poesas, cuentos, fbulas, relaciones Costumbres: Juegos populares, infantiles, de sociedad, militares;

    fiestas populares y religiosas

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    IV.7. Perfil de los encuestados

    Resulta difcil establecer un perfil del encuestado a partir solamentede los datos consignados en las encuestas. Sin embargo, podemosconcluir que la mayora de los narradores son hombres o mujeres adultoso de avanza edad, de origen criollo y habitantes de la zona de influenciade la escuela, aunque en algunos casos se encuentran encuestas a niosde 12 o ms aos, probablemente alumnos. Respecto de la lengua y nivelsocio-cultural de los mismos, resulta muy difcil establecerlos ya que losdocentes, al dejar por escrito aquello que era expresado oralmente, esposible que realizaran por su parte correcciones lingsticas.

    No hay en las encuestas datos que permitan pensar en el origeninmigrante de los encuestados, pero s de que provenan o haban estadoen otras provincias del pas, por ejemplo San Luis o la Patagonia, ya quehacan referencia a ancdotas o relatos de esos lugares.

    En algunos pocos casos, a partir de relacionar los apellidos resultael dato de que el encuestado es familiar directo del docente.

    Tambin es interesante tener en cuenta que en la informacin para elencuestador se requera consignar si aquello que el narrador presentabacomo relato o informacin era conocido por otras personas o slo porl.

    IV.8. Ejecucin y resultados

    A partir de la informacin relevada, se puede pensar que el maestrose diriga a los domicilios particulares de los posibles encuestados y lessolicitaba que le narrasen aquello que recordaban o saban, y que sevinculara a la cultura popular y autctona. Debido a lo extenso de algunasnarraciones, se puede pensar tambin que se le daba algn tiempo alnarrador para que pudiera hacer memoria de aquello que conoca ylograba recordar.

    En varios casos, los docentes consignan que en la zona quedabanmuy pocas tradiciones o costumbres, debido al ingreso de la culturaletrada, el avance de la escolarizacin, la vida urbana o la llegada depersonas de otra regin y el avance inmigratorio. Pero bsicamente sehace hincapi en que estas prdidas significaban algo de gran valor. Estoes, se vea a la cultura letrada como una imposicin que vena acabando

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    con la cultura oral, especialmente en los mbitos rurales.Respecto de las caractersticas de los relatos: el mbito rural es el

    tema que prima en ellos. Es decir, la temtica est generalmente vinculadaa objetos, actividades, creencias, prcticas vinculadas a la vida en elcampo. Se describen escenas y mbitos propios de la vida campesina(por ejemplo la yerra, la segada, la pulpera) y personajes tpicos (gauchostales como el arriero, el domador, etc.), as como las comidas msfrecuentes (el puchero, los pasteles, el asado con cuero), entre otrascostumbres criollas.

    En el caso de las adivinanzas, la solucin de las mismas suele ser: elcaballo, el mate, la sanda, el ajo, la vaca, el trigo, etc. Tambin seencuentran adivinanzas en relacin con las letras "o", "m" y otras .

    Las canciones, especialmente las "relaciones", hacen referencia a esembito y se entonan en ocasin de un baile o reunin en un clima defestejo y camaradera, ya que predomina el tono jocoso. Las cancionesse ejecutan con acompaamiento musical o baile. Como decamos, las"relaciones" son muy comunes y numerosas. Se trata de versos cortos,que responden a temas vinculados, generalmente, al amor correspondidoo no.

    Los bailes mencionados con ms frecuencia son: el pericn, el gato,la huella, y eran bailados en cualquier ocasin.

    En algunas encuestas se menciona que la cercana de Entre Ros conotras regiones del pas (especialmente con la Provincia de Corrientes) hahecho que las canciones ms conocidas sean las mismas que en otroslugares.

    Con relacin al contacto con otras regiones del pas, se debemencionar tambin que se presentan algunos casos en que, como eldocente tiene conocimiento de canciones, costumbres, creencias, etc. deotros lugares, ya sea por comentarios o porque ha habitado all, lasincluye en su narracin, a pesar de que la encuesta se refiera a Entre Ros.

    Un aspecto que debe rescatarse es la cantidad de vocablos enguaran que aparecen tanto en los cantos como en las narraciones, fbulaso dichos populares. En muchos casos, el docente coloca, junto a la versinen guaran, la traduccin al castellano. Esta es la influencia que sepresenta como ms llamativa y probablemente est relacionada con laproximidad geogrfica de las zonas de realizacin de la encuesta con laregin del litoral, donde se registra la presencia de esa lengua.

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    Acerca del material que se refiere a supersticiones y creencias,muchas de las expresiones hacen referencias a lo que en la zona se creeen torno a fenmenos naturales. As, por ejemplo: cmo cortar unatormenta, qu ocurre cuando una persona muere, cmo evitar el granizo,como curar determinadas enfermedades tanto en animales como en sereshumanos. Tambin se refieren a "aparecidos", la solapa, el lobisonte, etc.

    Muchos docentes consignan que consideran a la ignorancia como lacausa de estas creencias y supersticiones y que se trata deinterpretaciones que hace el campesino de aquello que constantementepercibe a travs de los sentidos. Asimismo, se puede observar que estassupersticiones se vinculan estrechamente con la religiosidad popular. Hayque sumar a la creencia en fenmenos sobrenaturales, el prestigio de loscuranderos en detrimento de los mdicos y el crdito otorgando a lamagia en contra de la medicina. Pero al mismo tiempo, hay queconsiderar que los creyentes en la supersticin tambin eran catlicos.Por lo tanto, lo que se observa es una peculiar combinacin y convivenciaentre distintos tipos de creencias. A las brujas se las define, en general,como mujeres de "baja estofa", que tratan de engaar y obtener dinero,sin embargo se le otorga crdito a sus hechizos. En el caso, por ejemplo,de "los fuegos fatuos", que es un tema muy recurrente, se menciona enalgunas encuestas que se quiso explicar en forma cientfica, a lospobladores, acerca de los mismos, no habiendo stos dado crdito a laexplicacin. Tambin se solicitaba consignar creencias respecto decosmogonas y astros y stas son las menos frecuentes.

    En cuanto a las festividades que se presentan como ms comunes,se mencionan casamientos, en que tanto los novios como losacompaantes se desplazaban a caballo. Luego de la ceremonia religiosase llevaba a cabo una fiesta importante con baile y comida que solaextenderse por ms de un da. Tambin se refieren a la fiesta de losmuertos (1 y 2 de noviembre), donde se visitaba el cementerio e inclusose realizaba una especie de picnic en el lugar, mientras se rezaba a losdifuntos. En vinculacin a la muerte hay dos "festividades" que se reiteranen muchos relatos, son: la muerte de un "angelito" y "velar la cruz" o unsanto. Respecto de la muerte del angelito, se refieren a la muerte denios, que requeran de un velatorio diferente, sin tristezas, ya que lacreencia deca que al morir un nio se converta en angelito. Por ello,luego de acostar al nio sobre una mesa, rodear el lugar de flores y velas

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    y rezar las debidas oraciones, se organizaba un baile que duraba toda lanoche. A veces se colgaba al nio de un rbol "para ayudarlo a subir alcielo". En cuanto a velar la cruz, hace referencia a que un ao despusde muerta una persona, se preparaba una cruz de hierro o madera, a laque se le realizaba un velatorio, como al difunto, y al otro da, la familiay amigos la llevaban al cementerio en procesin. El caso de velar a unsanto constitua un acto de gratitud. Una persona peda a un santo o virgenuna gracia y, luego de concedida sta, realizaba un pequeo altar con laimagen del mismo, propia o prestada, e invitaba a vecinos y conocidosa rezarle, y luego de la reunin religiosa se "armaba" un baile.

    Los relatos tambin consignaban narraciones acerca de acciones dehombres vinculados a la poltica. Se pueden encontrar un importantenmero de ancdotas, especialmente de militares y de prceres. Entrelos protagonistas ms populares aparecen Urquiza, Sarmiento, LpezJordn, Mansilla y Mitre, entre otros. Las que se relacionan con el GeneralUrquiza generalmente describen algn rasgo de su carcter que tiene quever con su personalidad y sus principios, tales como: la justicia, la palabrade honor, etc. Cabe mencionar que hay narraciones a favor y en contra,tanto de Urquiza como de Lpez Jordn; sin embargo, son siemprenegativas las que se refieren a Rosas. Tambin las canciones y los versosse encuentran inspirados en batallas, situaciones polticas de la regin ydel pas.

    Vinculado a esto, puede agregarse que algunos docentes adjuntancomentarios respecto del relevamiento y se menciona que, en algunoscasos, las personas consultadas se niegan a responder o desacreditan laactividad, ya que la consideran producto de la iniciativa de algn polticoy presentan gran desconfianza ante esto. A partir de los comentarios quese incluyen en algunas encuestas, tanto de parte de algunos docentescomo de algunos narradores, queda de manifiesto -como antessealamos- que consideraban a la cultura letrada como imposicin culturalfrente a la cultura oral rural.

    Tambin lo ldico se encuentra presente en las narraciones. Losjuegos mencionados son muy homogneos. Se los divide en juegosinfantiles, populares y de sociedad, entendindose como populares a losque se realizaban en fiestas pblicas como las festividades patrias yreligiosas, especialmente con convocatoria a los sectores rurales, en tantoque los de sociedad se limitaban a los realizado en reuniones privadas y

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    del mbito urbano. En muchos casos encontramos, adems de ladescripcin, un esquema que grafica la realizacin del mismo. Los juegoscomnmente eran grupales y para el caso de los populares encontramos:el palo enjabonado, la sortija, la taba, las cdulas de San Juan, etc. Laspocas referencias a la escuela estn vinculadas justamente con los juegos,y se menciona que algunos de ellos se juegan en la escuela o hacenalguna mencin al rol de la maestra en ellos.

    Es importante mencionar que, aunque se encuentra algn que otrorelato que trata de presentar la bondad de la escuela, sta se justificaprincipalmente en el sentido de los beneficios prcticos que traeaparejado saber leer y escribir. En esta lnea, algunas pocas cancionesque tambin hacen referencia a la escritura y a la lectura.

    V. Conclusin

    En sntesis, segn la informacin descripta y analizada podemosconcluir lo siguiente:

    En primer trmino, se registra la persistencia de la oralidad en lossectores populares de la Provincia de Entre Ros de la poca y lapresencia escasa de indicios de una cultura letrada en las prcticasculturales y artsticas las narraciones, los testimonios y recuerdosrelevados.

    Segundo, la existencia en los sectores populares rurales de unaconcepcin negativa respecto de la cultura escrita, ya que en muchoscasos era vista y experimentada como una imposicin poltica y cultural.

    Tercero, la presencia de la cultura letrada emerge no de losencuestados sino casi exclusivamente en el relato de algunos docentesque desconocen o desestiman la indicacin de recoger narraciones oralesy terminan relevando informacin y consumos culturales escritos.

    Cuarto, los sectores populares entrerrianos posean una culturafuertemente centrada en la oralidad, relacionada con estilos de vida ruralesy arraigada en la cultura poltica caudillista de la regin.

    Como puede verse a partir de lo expuesto, a casi 50 aos de iniciadala intervencin educativa normalista en la provincia, las escasas mencionesa la cultura letrada y a sus agentes, ya sea el libro, la escuela o el maestro,que se observan en la Encuesta Linez, ponen de manifiesto la distanciacultural y lingstica de los sectores populares criollos, frente a la cultura

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    escrita. Al mismo tiempo que en las contadas ocasiones en que se registrasu presencia es bajo una representacin imaginaria negativamenteconnotada como imposicin cultural y resistida desde el rechazoideolgico, la dificultad de integracin educativa o la indiferencia cultural.

    En principio, los resultados del anlisis de las fuentes documentalesnos llevan a pensar que la supervivencia de la cultura oral en su formaresidual fue mucho ms fuerte de lo que se supona. Y que la resistenciacultural a lo escrito es un captulo importante en la historia de la lecturay la escritura en Entre Ros.

    Mas tambin es interesante evaluar en qu medida estos fragmentosresiduales de la oralidad se articularon con el discurso hegemniconormalista, al mismo tiempo que le ofrecan resistencia y dificultaban lasubordinacin al nuevo orden letrado.

    Por ltimo, dejamos abierta la posibilidad de indagar en futurostrabajos de investigacin en qu medida la implementacin de la EncuestaLinez fue parte fundamental de una estrategia de recreacin hegemnica,que desde la lite letrada, liderada por Ricardo Rojas, retomaba ladireccin de la poltica educativa y cultural, al recuperar los restos de lacultura nativa para cambiar su signo ideolgico y, al folclorizarla, sealarsu definitiva subordinacin a la educacin normalista, a la literaturanacional y al orden letrado oligrquico.

    Notas:

    (1) R. Williams, 1980, pg. 137.(2) Idem, pg. 144.(3) Ibidem.(4) Ibidem.(5) R. Williams, 1980, pg. 145.(6) Ibidem.(7) Idem, pg. 146-7.(8) Idem, pg. 147.(9) Idem, pg. 148-9.(10) Idem, pg. 149.(11) B. Sarlo, 2001, pg. 14(12) A. Prieto, 1988, pg. VI.(13) Pg. XI.(14) Ramos, 1921, pg. 3.(15) Idem, pg. 4.(16) Idem, pg. 5.

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    (17) Idem, pg. 4.(18) Idem, pg. 4 y 5.(19) Idem, pg. 5.(20) Sabemos que el plazo estipulado para la remisin de las encuestas fue modificado,

    y que nunca se logr publicar la seleccin a la que se alude en la cita anterior, dadola enorme cantidad de materiales relevados.

    (21) Ver: Resolucin del Consejo Nacional de Educacin (CNE) del 16 de marzo de 1921.En: Folkore argentino. Folleto editado por el Consejo Nacional de Educacin. BuenosAires. pp. 6 y 7.

    (22) Resolucin del CNE, del 16/03/1921, art. 6.(23) Idem, Art. 7.(24) Idem, Art. 3.(25) Idem, Art. 4.(26) Juan P. Ramos, 1921, pg. 5.(27) M. de Ugarriza Aroz,1925, pg. XVIII y XIX.(28) "Instrucciones a los maestros. Para el mejor cumplimiento de la resolucin adoptada

    por el H. Consejo sobre folklore argentino". En: Folklore argentino. op. cit. p. 9.(29) op. cit. p. 10.(30) op. cit. p. 11.(31) op. cit. p. 31.(32) op. cit. p. 32.(33) p. XVI.(34) p. VI.(35) p. XVI.(36) p. XIX.(37) Obra testimonio oficial de esta donacin en el libro: Facultad de Filosofa y Letras.

    Documentos del decanato (1921-1924). pp. 112 a 115.(38) "Bases del Instituto de Literatura Argentina". En: Catlogo de la Coleccin de Fo-

    lklore. Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Tomo I. 1925.(39) R. Rojas, 1925, pg VII.(40) Idem, pg. VIII y IX.(41) Catlogo de la Coleccin de Folklore. op. cit. p. XII.

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