nociones básicas de asistencia de ancianos y personas...
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NOCIONES BÁSICAS PARA LA ASISTENCIA DE ANCIANOS
Y PERSONAS DEPENDIENTES 1
CÓMO SE DEBE TOMAR EL PULSO
De los varios puntos del cuerpo en los que es fácil localizar el pulso, el más usual es
el de la muñeca. Este se suele sentir al tacto por una ligera presión sobre la arteria
radial del antebrazo, utilizando los dedos índice y corazón; no empleéis el pulgar ya
que sentiréis vuestro propio pulso localizado en el pulgar.
CAMBIOS DE TEMPERATURA
Un cuerpo sano mantiene una temperatura constante de entre 36º y 37º C,
logrando un equilibrio entre el calor que produce y el que pierde. Si dicho equilibrio
se altera, resultará una temperatura corporal que estará fuera de esos márgenes. A
menudo es un signo de enfermedad por lo que tendrás que solicitar consulta
médica, mientras intentas aliviar cualquier síntoma.
CÓMO RECONOCER UNA TEMPERATURA ANORMAL
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Si la temperatura corporal cae por debajo de 36º C o asciende por encima de 37º
C, podría haber signos claros que lo indicará (ver más abajo). También el ritmo del
pulso y la respiración podrían evidenciar una temperatura anormal.
SIGNOS DE TEMPERATURA MUY BAJA
La persona siente frío y tal vez tendrá temblores, o estará pálida y confusa.
SIGNOS DE TEMPERATURA MUY ALTA
La persona sentirá calor y tal vez tendrá las mejillas arreboladas, sudará y tendrá
temblores.
POR QUÉ SE PRODUCEN LOS CAMBIOS
Los ascensos y descensos extremos de temperatura pueden producirse porque el
mecanismo regulador de la temperatura corporal falla.
Temperatura baja: un descenso de la temperatura por debajo de 35º C
(hipotermia), se produce cuando el cuerpo pierde más calor del que puede producir.
Esto puede suceder en el exterior con un tiempo muy frío, y en interiores si no se
toman medidas preventivas sobre todo en verano.
Temperatura alta: es parte del mecanismo natural de defensa del cuerpo para
luchar contra una infección. El ascenso de la temperatura por encima de 37º C
(pirexia) ayuda a destruir muchas bacterias y virus. Los termómetros de mercurio y
los digitales son los que se emplean con más frecuencia. El primero indica la
temperatura mediante el nivel del mercurio, y el segundo mediante una pantalla
digital.
Temperatura: * 36-37º C =normal * por encima de 37º C = fiebre * por debajo de
35º C = hipotermia
Termómetro de mercurio
Termómetro digital
CÓMO SE TOMA LA TEMPERATURA
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Tomar la temperatura por vía oral es el método más común y eficaz. Si por
cualquier razón no fuera posible, la temperatura debe tomarse en la axila. De todas
formas debes hacerle saber al médico que has empleado este último método, dado
que es menos preciso. Nunca debes tomar la temperatura por vía rectal, dicho
método raras veces resulta necesario, y sólo debe ser empleado por el médico o la
enfermera.
CÓMO SE DEBE TOMAR LA TEMPERATURA POR VÍA ORAL
Lava el termómetro enjuagándolo con agua fría y secándolo con un paño limpio. Sí
usas termómetro de mercurio, sacúdelo hasta que el nivel del mercurio quede en la
parte inferior de la escala. Si usas uno digital, límpialo, enciéndelo, y espera a que
la pantalla quede en blanco.
Coloca el termómetro debajo de la lengua de la persona y pídele que cierre los
labios con fuerza para mantenerlo en su sitio. Deja el termómetro de mercurio en la
boca de la persona durante dos minutos; si el termómetro es digital déjalo hasta
que emita un pitido. Retira el termómetro y anota la temperatura que indica el nivel
del mercurio o la lectura de la pantalla.
Sacude el termómetro para que el mercurio vuelva a bajar o apaga el digital.
Limpia el termómetro y devuélvelo a su estuche.
CUÁNDO NO SE DEBE TOMAR LA TEMPERATURA
Tomar la temperatura por vía oral no es seguro ni eficaz en el caso de alguien que
está inconsciente, sufre confusión o problemas mentales; es un bebé, o un niño de
menos de seis años, y personas que sufren una lesión de mandíbula; quienes son
susceptibles de sufrir convulsiones, los que tienen tos o la nariz tapada, y los que
acaban de tomar una bebida fría o caliente.
EL BOTIQUÍN BÁSICO:
MATERIALES DE PRIMEROS AUXILIOS
Guarda todo el material de primeros auxilios junto en un estuche o contenedor y
coloca el envase en un lugar seco. Compruébalo y repón los elementos con
regularidad, de modo que siempre tengas a mano lo que necesites. Los tipos y
cantidades de vendajes, gasas y tiritas necesarios en un equipo corriente se
detallan a continuación, así como otros objetos útiles.
GASAS Y VENDAJES ÚTILES
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Tiritas surtidas
Úsalas para las heridas
menores. Las impermeables
son las mejores para las
heridas de las manos.
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Vendas triangulares
Pueden estar hechas de papel
resistente o de tela. Pueden
usarse como vendaje externo,
como cabestrillo, si son
estériles y van envueltas
individualmente, se pueden
usar como vendaje interno.
Vendas de gasa estéril
Éstas se encuentran en varios
tamaños. Lo ideal es que
tengas dos grandes, dos extra
grandes y seis de tamaño
mediano.
Parches estériles para ojos
Cualquier herida en los ojos
debe cubrirse con material
estéril. Cualquiera de las dos
que mostramos a continuación
servirá.
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OTROS OBJETOS ÚTILES
Además de las vendas
corrientes estos objetos son de
gran utilidad.
CONTROL DE UNA CAÍDA
Si estás ayudando a alguien a caminar y piensas que está a punto de caerse,
puedes controlar la caída usando el método detallado a continuación, el cual implica
movimientos lentos y controlados que minimizan el riesgo de lesión para ti y para el
enfermo. Nunca intentes evitar una caída atrapando a la persona o arrastrándola
hasta una silla.
Sitúate detrás de la persona. Sujétale las muñecas y ciérrale los brazos sobre el
pecho. Con un pie más adelante que el otro, inclínalo hacia ti y deja que el peso de
su cuerpo caiga contra el tuyo.
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Apóyalo en la pierna más adelantada mientras se desliza hacía abajo.
A medida que cae ponte lentamente de rodillas para acompañarlo. Luego siéntate
sobre los talones y apoya su cabeza contra tu cuerpo.
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TRASLADAR A ALGUIEN DE UNA SILLA A UN COCHE
Abre al máximo la puerta del coche y desliza hacia atrás el asiento del
acompañante. Quita el reposabrazos y el reposapiés de la silla que queden más
cerca del coche. Sitúa la silla de ruedas tan cerca del coche como puedas, formando
un leve ángulo. Pon los frenos de la silla de ruedas. Mediante la misma técnica que
usarías para ayudar a alguien a sentarse en una silla, pon a la persona de pie y
hazla pivotar de modo que la parte trasera de las piernas quede contra el coche.
Protégele la cabeza para que no se golpee con la parte superior del marco de la
puerta mientras lo haces bajar para sentarlo en el coche, luego métele las piernas
con suavidad en el interior y ponlo cómodo.
CÓMO AYUDAR A ALGUIEN A LEVANTARSE DE UNA SILLA
Si el enfermo tiene problemas para levantarse de una silla, es aconsejable adquirir
una con un asiento alto y los reposabrazos firmes. El método detallado a
continuación también puede llevarse a cabo usando un cabestrillo.
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1 Ayuda a la persona a desplazarse hasta el borde del asiento. Sitúate con las
piernas a ambos lados de las suyas y mantén la espalda recta.
2 Cógelo por el cinturón o la cintura de los pantalones. Pídele que te rodee la
cintura con las manos y apoye la cabeza sobre tu hombro.
3 Inicia un movimiento de balanceo y levanta a la persona contigo a la cuenta de
tres.
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4 Asegúrate de que las piernas le aguantan con firmeza y de que los dos estáis en
una postura de equilibrio antes de soltarlo.
COMO AYUDAR A ALGUIEN A SUBIR Y BAJAR ESCALERAS
Usa los procedimientos detallados a continuación para ayudar a tu familiar a subir y
bajar escaleras. Como alternativa considera la posibilidad de instalar otra barandilla
o un elevador para escalera.
ASCENSO DE ESCALERAS Sitúate dos escalones por debajo de la persona. Pídele
que se coja a la barandilla, y mantenla en equilibrio colocándole las manos sobre
las caderas. Ascended con lentitud.
DESCENSO DE ESCALERA
Sitúate dos escalones por debajo de la persona de cara a ella. Ponle las manos en
las caderas y desciende con lentitud. Ponle las manos en las caderas para
estabilizarla. Para tener un mejor equilibrio, mantén ambos pies sobre el mismo
escalón.
CÓMO AYUDAR A ALGUIEN QUE TIENE DEFICIENCIAS VISUALES
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Antes de ofrecerte a guiar a una persona con deficiencias visuales, pregúntale si le
gustaría que la ayudases. Si no os conocéis, preséntate y pregúntale a dónde
quiere ir.
Existen dos maneras de guiar a la persona: o bien rodéale el codo con una mano, o
permitirle que te coja del brazo; si empleas el segundo método, mantén el
antebrazo recto y quieto. Si es posible camina a su lado; si no hazlo un poco por
delante, pero lo bastante cerca como para mantener el contacto. Adviértele de los
peligros que pueda haber a la altura de la cabeza y de cualquier cambio en el suelo.
Avísale cuando lleguéis a destino y cuando vayas a marcharte.
CÓMO AYUDAR A ALGUIEN QUE SE HA CAÍDO
Si el anciano se ha caído, encárgate primero de cualquier lesión o shock y en caso
necesario llama a una ambulancia. Si es capaz de moverse por sí mismo, sigue el
procedimiento descrito a continuación para ayudarle a levantarse. Si no puede
moverse sin ayuda no intentes levantarlo tú sola. Si se encuentra en peligro
inmediato, por ejemplo si ha caído cerca de agua o de una fuente de calor, puede
que tengas que desplazarlo, pero trata de conseguir que alguien te ayude.
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PARA ALGUIEN INCAPAZ DE MOVERSE
Si un anciano o enfermo se cae y se lesiona llama a una ambulancia. Si no está
lesionado pero es incapaz de moverse, no intentes trasladarlo tú sola. Puedes usar
una grúa si la tienes pero sólo si te han enseñado cómo hacerlo. En caso contrario
llama a una ambulancia y ponlo cómodo mientras esperáis ayuda.
PARA ALGUIEN QUE PUEDE MOVERSE
Si el anciano se cae pero es capaz de moverse por sí mismo, puedes emplear el
método descrito a continuación para ayudarlo a incorporarse. Este método requiere
dos muebles resistentes de diferentes alturas, como por ejemplo un taburete bajo o
mesita de noche y un sillón. Colócalos tan cerca de él como te sea posible con el fin
de que pueda apoyarse en ellos y no corra peligro de volver a caer.
1 Arrodíllate junto a la persona. Colócale una mano en el lado de la cadera que
queda hacia arriba y la otra en el omóplato opuesto. Pídele que te rodee el torso
con un brazo.
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2 Mediante un movimiento de balanceo, y a la cuenta de tres apóyate en su cadera
y reclínate sobre los talones. Esto lo ayudará a quedar sentado.
3 Coloca delante de él una mesita baja y resistente y pídele que se incorpore hasta
quedar de rodillas apoyándose en la superficie de la mesita. Anímale a que use la
mesita para recobrar el equilibrio.
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4 Coloca un sillón junto a la mesita. Pídele que suelte la mesita y se aferre a los
posabrazos del sillón. Ahora seguramente será capaz de ponerse de pie.
SILLAS DE RUEDAS
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Hay varios modelos diferentes de sillas de ruedas en el mercado; dependiendo de la
minusvalía de la persona necesitará una u otra. En la mayoría de los casos la
autoridad sanitaria local te asesorará al respecto, e incluso le proporcione una.
COMO ESCOGER UNA SILLA DE RUEDAS
Hay dos tipos básicos de sillas de ruedas en el mercado.
Sillas manuales. El modelo que propulsa el propio usuario tiene grandes ruedas
traseras para que la persona pueda empujarlas y desplazarse; las sillas temporales
tienen ruedas traseras pequeñas, por lo que es necesario que alguien las empuje.
También hay sillas plegables ligeras.
Sillas de ruedas con motor. Son empleadas en exteriores e interiores y para
distancias largas.
SEGURIDAD
Para asegurar tanto tu integridad como la del usuario aplica a las siguientes
normas: nunca intentes levantar la silla tu sola cuando haya alguien sentado.
Si la silla lleva cinturón asegúrate de que está bien ajustado antes de salir.
No empujes la silla hacia delante para bajar un escalón o un bordillo, si la persona
que llevas pesa mucho.
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Comprueba los frenos y la presión de las ruedas con regularidad, y asegúrate de
que el usuario viste de manera cómoda y segura.
COMO MOVER UNA SILLA DE RUEDAS
Cuando muevas una silla de ruedas para subir o bajar escalones o bordillos, tómate
tu tiempo para que la maniobra no sea peligrosa. Cuando inclines la silla usa la
palanca para el pie.
COMO BAJAR UN ESCALÓN O BORDILLO
1 Encárate con el escalón cuando te acerques a él. Inclina la silla hacia atrás
ejerciendo fuerza sobre la palanca con un pie.
2 Con la silla inclinada lleva las ruedas traseras hasta el borde del escalón. 3
Empuja la silla haciendo que las ruedas traseras se deslicen hasta el suelo.
A continuación, baja las ruedas enteras con suavidad.
EN EL CASO DE LAS PERSONAS MÁS PESADAS
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Existe el riesgo de que una persona pesada caiga de la silla si ésta se encuentra de
cara cuando la haces bajar. En dicho caso debes invertir la dirección y bajar la silla
de espaldas. Para realizar esta maniobra no utilices la palanca para el pie.
CÓMO SUBIR UN ESCALÓN O UN BORDILLO
1 Ponte de cara al escalón cuando te acerques a él. Sujeta las asas con fuerza, pon
un pie sobre la palanca y empuja para inclinar la silla hacia atrás.
2 Con la silla equilibrada sobre las ruedas traseras, empújala hasta que las
delanteras descansen sobre la acera o la superficie del siguiente escalón.
3 Usa el peso de tu cuerpo para empujar la silla hacia delante y subir el escalón
hasta que las ruedas traseras queden al mismo nivel que las delanteras. Nunca
intentes levantar una silla de ruedas.
CAMAS Y ROPA DE CAMA
Busca la forma de adaptar la cama de enfermo por su comodidad y para tu
seguridad y conveniencia, dado que comprar una nueva no siempre es posible. Si el
enfermo permanece en cama durante largos períodos, debes cambiar la ropa de la
cama con más frecuencia de lo normal. Asegúrate de tener las sábanas suficientes
para poder hacerlo.
SELECCIÓN DE LA ROPA DE CAMA
Sábanas. Las sábanas que son 100 % algodón o con mezcla de algodón son las
mejores, dado que es menos probable que hagan sudar a la persona. También
pueden lavarse a alta temperatura, lo cual es un factor importante si el enfermo
tiene una enfermedad infecciosa o padece incontinencia. Las sábanas adaptables te
resultarán más fáciles de colocar y mantener sin arrugas. Escoge sábanas que
puedan lavarse en lavadora, que se sequen con facilidad y sean cómodas.
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Edredones. Lo ideal sería que el enfermo tuviese dos edredones con funda
nórdica: uno con bajo índice de aislamiento térmico para el verano, y otro más
abrigado para el invierno.
Ropa de cama para casos de incontinencia. Si estás cuidando a alguien que
padece de incontinencia, es aconsejable comprar un protector para el colchón y uno
para la sábana de abajo.
ADAPTACIÓN Y SITUACIÓN DE LA CAMA
Para poder atender de modo eficaz a una persona, la cama debe tener la altura
correcta, no debe ser demasiado ancha, y ha de estar situada de manera que
puedas llegar con facilidad a ambos lados de la misma.
Altura de la cama. El colchón debe quedar lo bastante alto como para que puedas
atender al enfermo sin tener que inclinarte demasiado. Puede que necesites usar
alzadores para subir la cama, pero pide antes asesoramiento profesional.
Tamaño de la cama. Es más fácil atender a una persona en una cama individual,
de modo que puedas llegar a ella sin estirarte demasiado. Si el enfermo prefiere
dormir en una cama doble, pídele que se acueste a un lado para poder llegar a él
con más facilidad.
Posición y emplazamiento. Sitúa la cama lejos de la pared para poder moverte a
ambos lados con facilidad. También es posible que tengas que instalar el dormitorio
del afectado en otra habitación si tiene dificultades para subir escaleras, o bien para
que le resulte más fácil llegar hasta el lavabo.
CÓMO HEMOS DE HACER LA CAMA
Cuando tengas que cambiar las sábanas, intenta convencer al enfermo de que se
levante. Si no puede hacerlo usa uno de los métodos de la página siguiente para
hacer la cama. Con independencia de la forma en que hagas la cama ten presentes
las siguientes normas:
*Quita todas las sábanas y pon unas nuevas, o cambia la sábana de arriba abajo,
de modo que sólo tengas que poner una sábana limpia arriba.
*Estira la sábana bajera hacia las esquinas de la cama y alisa bien cualquier arruga,
ya que si se las deja podrían rozar contra la piel y provocar úlceras de presión.
*Remete la sábana superior, dejándola holgada para permitir el libre movimiento
de los pies, lo cual puede ayudar a prevenir las úlceras de presión en los talones o
tobillos.
*Procura tener cerca un contenedor para la ropa sucia.
*Enrolla a lo largo una sábana limpia para usarla luego. Vuelve a la persona sobre
un lado y enrolla la sábana sucia hasta su espalda.
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*Haz rodar a la persona hacia ti por encima de los dos rollos de las sábanas hasta
que quede sobre la limpia. Quita la sábana sucia métela en la cesta o bolsa de la
colada.
*Coloca la sábana limpia enrollada sobre el lado de la cama abierta hacia ti, y
desenróllala hasta donde está la sábana sucia.
*Desenrolla el resto de la sábana limpia hasta el otro lado de la cama y remétela,
luego vuelve a girarlo para que quede de espaldas y ayúdale a acomodarse.
EN EL CASO DE ALGUIEN QUE NO PUEDE VOLVERSE
Si la persona no puede ponerse de lado: siéntala; enrolla la sábana sucia desde la
cabecera hasta su espalda y reemplázala por una sábana limpia.
A continuación desplázalo hacia la cabecera de la cama, hasta que quede sobre la
sábana limpia. Quita la sábana sucia, estira la sábana por debajo de sus piernas y
remétela en el colchón.
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CÓMO MOVER A ALGUIEN QUE ESTÁ ENCAMADO
De la técnica para ayudar a un enfermo a levantarse y acostarse en la cama, y para
cambiarlo de posición mientras está acostado, debe hacerte la demostración un
profesional sanitario. Los métodos que debe enseñarte están esbozados aquí.
Ninguna de las técnicas implica levantar a la persona a peso, sino por el contrario
te muestran cómo moverla mediante la transferencia del peso corporal.
NORMAS DE SEGURIDAD
Aunque el enfermo no sea pesado, jamás intentes levantarlo a peso para sacarlo o
meterlo en la cama, dado que esto puede provocarte lesiones en la espalda y los
brazos. Si no te han enseñado las técnicas correctas para moverle, busca a alguien
que te las enseñe. No muevas a alguien tú sola si puedes conseguir ayuda. Antes
de hacer nada explícale siempre al enfermo lo que vas a hacerle.
AYUDAR A ALGUIEN A SENTARSE EN LA CAMA
1 Sitúate de cara a la persona y coloca una rodilla sobre la cama a la altura de su
cintura. Hazle doblar los brazos a la altura del pecho; deslízale un cabestrillo por
debajo de los hombros y si no lo tienes usa las manos.
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2 Valiéndote de un movimiento de balanceo, siéntate sobre el talón que tienes
sobre la cama, y a la cuenta de tres transfiere el peso corporal de la persona hacia
ti y hará que quede sentada.
SENTAR A ALGUIEN CON AYUDA
1 Sitúate en la cama como hemos explicado antes, y dile a quien te ayude que
haga lo mismo al otro lado. Pídele a la persona que cruce los brazos sobre el pecho.
Colócale una mano sobre el antebrazo y la otra sobre el omóplato; dile a quien te
ayude que haga lo mismo por el otro lado. Trabajando en sincronía, iniciad un
movimiento de balanceo y sentaos sobre el talón que tenéis sobre la cama, a la
cuenta de tres para llevar a la persona a la posición deseada.
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DESPLAZAR A ALGUIEN HACIA LA CABECERA DE LA CAMA -UNO SOLO-
Podrías tener que desplazar al enfermo hacia arriba o abajo de la cama, por
ejemplo para poder cambiar las sábanas. La técnica que se muestra abajo te
permite usar tu peso corporal para realizar el movimiento, de modo que no fuerces
los brazos ni la espalda. De todas formas la técnica sólo resulta eficaz si el enfermo
es capaz de ayudarte empujando las piernas sobre la cama.
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1 Ayuda a la persona a sentarse y pídele que flexione las rodillas.
2 Encarado en la misma dirección que ella sitúa la rodilla que quede más cerca
detrás de sus nalgas, a unos cinco centímetros de distancia.
3 Pídele que pliegue los brazos sobre el pecho y pasa las manos por debajo de los
brazos, sujétale de las muñecas con suavidad pero con firmeza.
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4 Pídele que se prepare para empujar con los pies en la cama a la cuenta de tres.
No muevas el pie que tienes sobre el suelo e inclínate hacía atrás, sobre el talón de
la pierna que tienes doblada con el fin de transferir el peso del enfermo y llevarlo
hacia la cabecera.
CÓMO CAMBIAR A ALGUIEN DE POSICIÓN EN LA CAMA
Si el enfermo se encuentra postrado en la cama durante largo tiempo y no puede
moverse por sí mismo, debes cambiarlo de posición aproximadamente cada dos
horas para impedir que aparezcan úlceras de presión. El procedimiento descrito a
continuación te muestra cómo mover al enfermo con ayuda de otra persona, de
modo que pueda volverse de lado. También se puede comprar una sábana
deslizante que te permitirá poder moverlo sin ayuda.
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1 Desliza las manos, con las palmas hacia arriba bajo las depresiones naturales del
tronco de la persona: los hombros y la cintura. Pídele a tu ayudante que deslice las
suyas por debajo de las depresiones de las extremidades: muslos y corvas.
2 Sitúate con una pierna más adelantada que la otra. La pierna adelantada estará
flexionada y en contacto con la base de la cama; la otra permanecerá estirada.
Pídele a tu ayudante que adopte la misma posición.
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3 A la cuenta de tres ambos debéis estirar la pierna delantera y transferir el peso a
la trasera; la persona se desplazará al retiraros vosotros.
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4 Para volverla sobre un lado toma la pierna y el hombro que estén más alejados
de ti. Pídele a tu ayudante que la sujete por detrás al girarla. Deja que se ponga
cómoda una vez que esté tendida de lado y cúbrela con la ropa de cama.
CÓMO AYUDAR A ALGUIEN A SALIR DE LA CAMA
Anima al anciano a salir de la cama con tanta frecuencia como pueda, aunque sólo
sea para sentarse en un sillón puesto que de permanecer en la cama durante
mucho tiempo podría ser perjudicial para su salud. El método descrito a
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continuación también puede usarse si quieres sentarlo en el borde de la cama para
cambiarle la ropa de dormir.
1 Vuelve a la persona de lado y sitúate de pie junto a la cama a la altura de su
cintura. Colócale las manos en las corvas y desplaza con suavidad las piernas fuera
de la cama de modo que cuelguen hacia el suelo.
2 Pídele que te rodee por la cintura con el brazo que tiene hacia arriba; no le dejes
que se agarre a tu cuello. Colócale una mano sobre la cadera y la otra en el
omóplato inferior.
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CÓMO SACAR A UNA PERSONA DE LA CAMA
Una vez que has situado al enfermo en borde de la cama tal vez quieras desplazarlo
a un sillón, a una silla de ruedas, o simplemente ayudarlo a ponerse de pie. Existen
varias formas de hacerlo pero lo ideal es que pidas asesoramiento a un profesional
sanitario dado que puede aconsejarte sobre los aparatos y las técnicas más
adecuadas a las necesidades del enfermo.
1 Ayudarlo a ponerse de pie. Usando la técnica para ayudar a alguien a levantarse
de un sillón, levanta al enfermo hasta que quede de pie. Como alternativa para
hacerte más fácil la tarea, puedes usar un accesorio como el cabestrillo.
2 Ayudarlo a trasladarse a un sillón. Una vez que el enfermo se encuentre de pie,
ayúdalo a volverse y sentarse en el sillón o en la silla de ruedas. Como alternativa
se puede usar un disco giratorio; la persona se pone de pie sobre él y se la hace
girar con suavidad hasta el sitio destinado para sentarse.
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3 Presiona hacia abajo sobre su cadera y apoya el peso en la pierna que tienes más
atrás; este movimiento hará que persona se quede sentada, pero antes asegúrate
de que no pierde el equilibrio antes de soltarla.
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