no se permite la reproducción total o parcial de esta …pirna.com.ar/files/pirna/tes-caruso-riesgo...

245

Upload: others

Post on 12-May-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

2

No se permite la reproducción total o parcial de esta tesis, en cualquier forma o por cualquier

medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, grabación magnetofónica, digitaliza-

ción u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del autor.

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723 – Expediente N° 5111943

Foto de tapa: S. Caruso 18/02/11

3

Índice

Índice

4

Índice

Agradecimientos 11

Acrónimos 14

Introducción 16

1 Objetivos Generales 20

2 Objetivos Específicos 20

Capítulo I: Marco teórico-conceptual 22

I.1 Marco conceptual 23

I.1.1 Enfoques teóricos de la conservación de la naturaleza 23

I.1.2 Enfoque teórico sobre la actividad turística 27

I.1.3 Aspectos teóricos sobre el riesgo ambiental 30

I.2 Aspectos metodológicos 36

I.2.1 Área de estudio: El Parque Nacional El Palmar 36

I.2.2 Trabajo de campo 41

I.2.2.1 Encuestas a visitantes 42

I.2.2.1.1 Descripción de la encuesta 45

I.2.3 Entrevistas a informantes claves 48

I.2.4 Observación participante 49

I.2.5 Fuentes secundarias 50

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar 51

II.1 El Parque Nacional El Palmar en el contexto del Sistema Federal de Áreas 52

Protegidas

II.2 Breve reseña histórica de los Parques Nacionales en Argentina 57

II.3 Ecorregión del Espinal 63

II.4 El Parque Nacional El Palmar 66

II.4.1 Presentación del Parque Nacional El Palmar 67

II.4.2 Antecedentes del Parque Nacional El Palmar 67

II.4.3 Objetivos del Parque Nacional El Palmar 70

II.4.4 Características ecológicas del Parque Nacional El Palmar 71

II.4.4.1 Clima 71

II.4.4.2 Geomorfología y suelos 74

II.4.4.3 Cuencas hidrográficas 75

Índice

5

II.4.4.4 Vegetación 76

II.4.4.4.1 Los palmares de Butia yatay 79

II.4.4.5 Fauna 80

II.4.4.6 Principales problemáticas ambientales 80

II.4.4.6.1 Invasiones biológicas 81

II.4.4.6.2 Otras problemáticas ambientales 84

II.4.5 Uso histórico 84

II.4.6 Zonificación del Parque Nacional El Palmar 86

II.4.7 Caracterización de la infraestructura y servicios destinados al uso 87

público

II.4.7.1 Senderos 88

II.4.7.2 Caminos vehiculares 90

II.4.7.3 Observatorios de aves 91

II.4.7.4 Sitio Histórico “Calera del Palmar” 91

II.4.7.5 La playa 92

II.4.7.6 Área de servicios 93

II.4.8 Cobro de ingreso 97

II.5 Recapitulación y síntesis 98

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar 102

III.1 La actividad turística a nivel nacional 103

III.1.1 Breve aproximación a la evolución de la actividad turística en la 103

Argentina

III.1.2 Turismo interior argentino 105

III.1.3 Las políticas turísticas desarrolladas por el Estado nacional 110

III.2 La actividad turística en la provincia de Entre Ríos 114

III.2.1 La planificación de la actividad turística en la provincia de Entre Ríos 114

III.2.2 Antecedentes del turismo en el departamento de Colón 116

III.3 La actividad turística en la Microrregión Tierra de Palmares 117

III.3.1 La Microrregión Tierra de Palmares 117

III.3.2 Algunos datos de la actividad turística 122

III.3.3 Las características del turismo en el Parque Nacional El Palmar 126

III.3.4 La promoción turística en la Microrregión Tierra de Palmares 130

III.3.4.1 La página web de la Microrregión Tierra de Palmares 131

III.3.4.2 La folletería de la Microrregión Tierra de Palmares 132

III.3.4.2.1 Descripción de la folletería 132

III.3.4.2.2 Análisis de la información de la folletería 135

Índice

6

III.3.4.3 Los Centros de Informes de la Microrregión Tierra de 138

Palmares

III.3.5 La gestión turística del Parque Nacional El Palmar 140

III.4 Recapitulación y síntesis 143

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El 145

Palmar

IV.1 Relevamiento de las encuestas realizadas a los visitantes 146

IV.1.1 Caracterización de los visitantes 146

IV.1.2 Caracterización de la visita 152

IV.1.3 Motivaciones de la visita y conocimiento previo del Parque 156

IV.1.4 Actividades y comportamiento de los turistas en el Parque 161

IV.1.5 Valorización de los sitios de interés del Parque 171

IV.2 Síntesis de las características del visitante tipo del Parque Nacional El 178

Palmar

IV.3 Recapitulación y síntesis 180

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones 184

V.1 Conclusiones 185

V.2 Recomendaciones y aportes 190

V.3 Reflexiones Finales 195

Capítulo VI: Bibliografía 196

VI.1 Fuentes bibliográficas 197

VI.2 Páginas web consultadas 204

VI.3 Legislación 205

Anexo 1 206

Anexo 2 209

Anexo 3 214

Índice de Figuras

Figura II.1 : Perfil topográfico del PNEP 76

Figura 1A: Folleto turístico N° 1 215

Índice

7

Figura 1B: Folleto turístico N° 1 216

Figura 2A: Folleto turístico N° 2 217

Figura 2B: Folleto turístico N° 2 218

Figura 3A: Folleto turístico N° 3 219

Figura 3B: Folleto turístico N° 3 220

Figura 4A: Folleto turístico N° 4 221

Figura 4B: Folleto turístico N° 4 222

Figura 4C: Folleto turístico N° 4 223

Figura 4D: Folleto turístico N° 4 224

Figura 4E: Folleto turístico N° 4 225

Figura 5A: Folleto turístico N° 5 226

Figura 5B: Folleto turístico N° 5 227

Figura 5C: Folleto turístico N° 5 228

Figura 5D: Folleto turístico N° 5 229

Figura 5E: Folleto turístico N° 5 230

Figura 5F: Folleto turístico N° 5 231

Figura 5G: Folleto turístico N° 5 232

Figura 5H: Folleto turístico N° 5 233

Figura 6A: Folleto turístico N° 6 234

Figura 6B: Folleto turístico N° 6 235

Figura 6C: Folleto turístico N° 6 236

Figura 6D: Folleto turístico N° 6 237

Figura 6E: Folleto turístico N° 6 238

Figura 7A: Folleto turístico N° 7 239

Figura 7B: Folleto turístico N° 7 240

Figura 7C: Folleto turístico N° 7 241

Figura 7D: Folleto turístico N° 7 242

Figura 7E: Folleto turístico N° 7 243

Índice de Gráficos

Gráfico I.1: Número de visitantes del PNEP. Período 2000 – 2011 40

Gráfico II.2: Relación entre Superficie de ANP y Superficie total por ecorregión en ha 56

Gráfico II.3: Proporción de ANP por Ecorregión 57

Gráfico II.4: Promedios mensuales de temperatura (línea) y precipitación (barra) 73

para el período 1981 – 2000. Estación meteorológica Concordia

Gráfico III.5: Evolución de las llegadas a la Argentina de turistas no residentes. 106

Período 1990-2010

Índice

8

Gráfico III.6: Turismo interior argentino según temporada. Período 2001 - 2010 107

Gráfico III.7: Visitación a las ANP argentinas. Período 1994 - 2010 108

Gráfico III.8: Número de visitantes del PNEP. Período 1990 – 2011 109

Gráfico III.9: Arribo de turistas según Microrregión Turística. Temporada 124

veraniega (15 de diciembre a 15 de marzo). Período 1999/2000 – 2006/2007

Gráfico III.10: Total de visitantes a los complejos termales de la Provincia de Entre 126

Ríos, por Microrregión Turística. Año 2010

Gráfico III.11: Comparación del número de visitantes a lo largo de los años 2002, 127

2004 y 2011

Gráfico III.12: Valor porcentual de visitantes en el mes de la Semana Santa, 128

diferenciado entre ésta y Resto del Mes para los años 2002, 2004 y 2011

Gráfico III.13: Valor porcentual de visitantes en el mes de las Vacaciones de 129

Invierno, diferenciado entre éstas y Resto del Mes para los años 2002, 2004 y 2011

Gráfico III.14: Composición del perfil de los turistas para los años 2002, 2004 y 2011 130

Gráfico IV.15: Cantidad de encuestas realizadas según rango etario 146

Gráfico IV.16: Lugar de origen de los visitantes encuestados 147

Gráfico IV.17: Porcentaje de los visitantes según lugar de origen 149

Gráfico IV:18: Proporción de modalidades de ingreso de los visitantes al PNEP 149

Gráfico IV.19: Proporción del grupo de personas que acompañó a los turistas 150

encuestados en su vista al PNEP

Gráfico IV.20: Cantidad de personas que acompañaron al turista encuestado en su 151

visita al PNEP

Gráfico IV.21: Reincidencia de la visitación del PNEP por los turistas 153

Gráfico IV.22: Porcentaje de los destinos turísticos de la MTP visitados además 154

del PNEP

Gráfico IV.23: Proporción de los turistas que visitaron o visitarían otros destinos en 154

la MTP además del PNEP, según modalidad

Gráfico IV.24: Duración de la visita en PNEP de los turistas que no permanecieron 156

al menos una noche

Gráfico IV.25: Proporción de los motivos llevaron a los turistas visitar el PNEP 158

Gráfico IV.26: Proporción de las respuestas dadas por los turistas sobre los 158

objetivos del PNEP

Gráfico IV.27: Proporción de las tareas que realiza el personal del PNEP en 160

base a las respuestas dadas por los turistas que informaron que tenían conocimientos

de ellas

Gráfico IV.28: Proporción de las actividades que los turistas realizaron en el PNEP 162

Gráfico IV.29: Proporción del tipo de precauciones que tomaron los turistas al 163

Índice

9

realizar actividades en el PNEP

Gráfico IV.30: Proporción del tipo de respuesta que dieron los turistas que tomaron 164

precauciones al desarrollar actividades en el PNEP

Gráfico IV.31: Sitios del PNEP según cantidad de veces visitados por los turistas 169

Gráfico IV.32: Distribución de respuestas dadas por los turistas según zona del 171

PNEP

Gráfico IV.33: Valor Promedio de mantenimiento y limpieza en base a las respuestas 173

dadas por los turistas a los sitios del PNEP

Gráfico IV.34: Proporción de formas que los turistas obtuvieron la información 175

del PNEP

Índice de Imágenes

Imagen III.1: Moneda del Bicentenario. El Palmar 113

Imagen III.2: Logotipo MTP 121

Imagen IV.3: Pegatina en cartelería del Sendero Sitio Histórico “Calera del Palmar” 166

Imagen IV.4: Grafittis en las Ruinas Históricas 166

Imagen IV.5: Graffitis en palmera yatay de la portada del PN 166

Imagen IV.6: Residuos inorgánicos en cesto para residuos orgánicos 166

Imagen IV.7: Cesto en el Sendero Histórico “Calera del Palmar” colmado de basura 166

Imagen IV.8: Cárcavas en un sector del Sendero Histórico “Calera del Palmar” 166

Imagen IV.9: Restos de fogón espontáneo en la playa 167

Imagen IV.10: Carpas en sección del camping en rehabilitación 167

Imagen IV.11: Rotura del material didáctico-interpretativo del Sendero El Mollar 167

Imagen IV.12: Rotura del material didáctico-interpretativo del Sendero El Mollar 167

Índice de Mapas

Mapa I.1: Parque Nacional El Palmar 36

Mapa I.2: Acceso a los PN desde Rosario 39

Mapa I.3: Acceso a los PN desde GBA 39

Mapa I.4: Zonificación del PNEP 42

Mapa II.5: Sistema Federal de Áreas Protegidas y Ecorregiones de la Argentina 53

Mapa II.6: Ecorregión del Espinal 64

Mapa II.7: PNEP – Imagen LANDSAT 7 ETM +, Bandas 543 (RGB) 67

Mapa II.8: Clasificación de Koeppen para Argentina 74

Mapa II.9: Cuencas del PNEP 77

Mapa II.10: Servicios del PNEP 88

Mapa II.11: Parcelas Camping organizado Parque Nacional El Palmar 94

Índice

10

Mapa III.12: Región Litoral 112

Mapa III.13: Microrregiones turísticas entrerrianas 116

Mapa III.14: Microrregión Tierras de Palmares 120

Índice de Tablas

Tabla I.1: Distancia en km entre PN, GBA y Rosario 37

Tabla II.2: Superficie y por ciento de ANP por Ecorregión. Representatividad 54

Tabla II.3: Año de creación de los PN y ecosistema que conserva 58

Tabla II.4: Capacidad máxima de carpas y/o casas rodantes por zona 94

Tabla II.5: Tarifario del PNEP 97

Tabla III.6: Arribo de turistas por destino turísticos más importantes. Temporada 122

veraniega (15 de diciembre a 15 de marzo). Período 1999/2000 – 2006/2007

Tabla III.7: Total anual de visitantes a los complejos termales de Entre Ríos, por 125

localidad. Año 2010

Tabla III.8: Información del PNEP disponible en la folletería turística 136

Tabla IV.9: Proporción de los sitios del PNEP en base a las respuestas dadas por 169

los turistas

Agradecimientos

Agradecimientos

12

Agradecimientos

Con la concreción de esta tesis para mí se concluye una etapa y a la vez se inicia

otra nueva llena de desafíos. Por eso quería aprovechar la oportunidad para agradecer a tan-

tas personas que me acompañaron durante todo este tiempo.

• A la Universidad de Buenos Aires en general y a la Facultad de Filosofía y Letras en

particular por ser pública y gratuita.

• A mi Directora de Tesis, Dra. Silvia G. González por su supervisión y correcciones, por

confiar en mí y alentarme en todo momento a finalizar este trabajo. Finalmente por ser

un ejemplo de dedicación y profesionalismo.

• A todos los profesores y docentes de la carrera de Geografía que intervinieron en mi

formación profesional a lo largo de todos estos años.

• A todos mis compañeros, colegas y amigos de carrera con quienes recorrí este camino

geográfico. En especial a la muchachada de Pangea: Leandro Landucci, Gabriela

Migale, Natalia Neri y Malena Reyes que siempre me aconsejaron, dieron una mano

cuando la necesité y creyeron en mí.

• A mi familia por acompañarme y apoyarme en todas mis elecciones y decisiones. A mi

vieja Olinda, a mis hermanos Diego y Valeria, a mi sobrinita Ailén, a mi cuñada Tama-

ra y en particular, a mi abuelo Jorge, por tantos partidos de chinchón que quedaron pen-

dientes en este último tiempo. Por último, a mi viejo Luciano y a mi nona Yolanda, que

aunque ya no estén presentes, también fueron partícipes de esto. Esta tesis va dedicada a

mi familia porque este logro no hubiera sido posible sin ella.

• A mis amigos de toda la vida que hace más de 18 años que están incondicionalmente a

mi lado y que en estos últimos tiempos estuvieron pendientes de lo que sucedía con este

trabajo. Específicamente a Martín Ameghino, Diego Espinosa, Romina Feiman, Sergio

Lamamy, Jesica Leone y Gabriel Zampini.

• A los amigos que hice realizando la otra actividad que me apasiona, la capoeira. En es-

pecial a Ana Alessandrini, Iván Alfaro, Jessica Garbarini, Nadia Girone, Pablo Girone,

Daniela Mattano y Natalia Ramírez por su amistad de todos estos años y su interés por

lo que pasaba con esta tesis.

Agradecimientos

13

• A la Lic. Claudia Manzur del Departamento de Uso Público de la APN (sede Buenos

Aires) por sus aportes en el inicio de este trabajo de investigación.

• Al todo el personal de el Parque Nacional El Palmar por su predisposición y colabora-

ción en mis actividades de campo y por hacerme pasar una grata estadía, en particular a

los Guardaparques Eliana Alsogaray, Carmen Corvalán, Aristóbulo Maranta, Marina

Panziera y Élida Turco.

• Al Lic. Humberto Orcellet y a Joel Ballay de la Dirección de Turismo de la Municipali-

dad de Villa Elisa por su colaboración cuando la requerí.

• Al Mag. Diego Kuper por la facilitación de material bibliográfico.

• A la Lic. Gabriela Migale por su ayuda desinteresada y constante a lo largo de todo este

tiempo.

• Al colega y amigo Javier Roldán por las sugerencias y recomendaciones con la digitali-

zación de los mapas.

• Al Dg. Sergio Lamamy y a Mariana Polesel por los aportes brindados en materia de di-

seño y edición de carátulas y tapa.

• A todos los lectores que se tomaron un tiempo para leer esta tesis.

• De corazón, gracias a TODOS!!

Acrónimos

Acrónimos

15

Acrónimos

• Antes de Cristo AC

• Área Metropolitana del Gran Buenos Aires AMBA

• Área Natural Protegida ANP

• Área Protegida AP

• Administración de Parques Nacionales APN

• Banco Central de La República Argentina BCRA

• Cátedra de Climatología Agrícola CCA

• Ciudad Autónoma de Buenos Aires CABA

• Comisión Administradora del Río Uruguay CARU

• Consejo Federal de Medio Ambiente COFEMA

• División Incendios, Comunicaciones y Emergencias ICE

• Fundación Vida Silvestre Argentina FVSA

• Gran Buenos Aires GBA

• Microrregión Tierra de Palmares MTP

• Ministerio de Turismo MINTUR

• Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios MINPLAN

• Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de las UNESCO

Naciones Unidas

• Organización Mundial del Turismo OMT

• Organización No Gubernamental ONG

• Parque Nacional PN

• Parque Nacional El Palmar PNEP

• Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable PFETS

• Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA

• Ruta Nacional RN

• Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable SAyDS

• Secretaría de Turismo SECTUR

• Sistema Federal de Áreas Protegidas SIFAP

• Sistema de Información de Biodiversidad SIB

• Unión Mundial para la Naturaleza UICN

Introducción

Introducción

17

Introducción

En las últimas décadas la actividad turística a nivel mundial ha registrado un incremento

en la cantidad de personas que buscan destinos para satisfacer sus necesidades de esparcimiento

y recreación. Hacia finales de siglo XX afirmaba Reboratti (2000) que 300 millones de personas

aproximadamente se movilizaban como turistas en el mundo. Para el año 2010, la tendencia al

crecimiento del turismo se mantuvo, ya que en el Anuario Estadístico de la República Argentina

2010, se asegura que “En el año 2010, el turismo mundial presentó una importante recuperación

(…) hasta alcanzar los 940 millones” (MINTUR, 2011: 14). La Argentina no es ajena a este

fenómeno, que se constata al analizar algunos números del Ministerio de Turismo (MINTUR)

que indican que las llegadas de turistas internacionales para el año 1992 rondaban el 1.700.000,

valor superado ampliamente en el año 2010 al alcanzar aproximadamente los 5.000.000 de arri-

bos. Por otro lado, el aumento también se visualiza en el turismo realizado por los ciudadanos

argentinos, dado que en el año 2002, los visitantes superaban los 20.000.000, escalando en el

2010 por encima de los 37.500.000 (MINTUR, 2011)

A otra escala, la de los Parques Nacionales (PN), se manifiesta el incremento de turistas

a lo largo de los años, triplicándose en número en el período 1994 – 2010 y superando las

3.000.000 visitas anuales (MINTUR, 2011). De esta situación también da cuenta Reboratti

(2000) al indicar que muchas de las personas que se movilizan con fines turísticos, eligen áreas

naturales protegidas (ANP) como lugar de destino.

Por su parte, el Parque Nacional El Palmar (PNEP), no escapa a esta realidad demos-

trando la misma tendencia señalada anteriormente. Es así como la cantidad de visitantes pasa de

32.000 en 1990 a 168.114 para el 2011 (PNEP, 2010 y MINTUR, 2011). Este es uno de los

motivos que llevó a tomar a este PN como objeto de estudio de este trabajo de investigación.

En suma, se observa un proceso de expansión a nivel mundial de la actividad turística,

tomando como base el aumento exponencial de la cantidad de visitantes a lo largo de los años1.

Al ajustar la escala análisis, se visualizan las mismas tendencias tanto a nivel nacional, así como

en el plano de los PN y del PNEP en particular.

En la última década la Argentina ha considerado a la actividad turística como una de las

áreas prioritarias donde el Estado interviene activamente. Por esta razón, ha comenzado a im-

1 Vale decir que el turismo puede ser analizado considerando otras variables como por ejemplo el aumento del ingre-so económico por turismo, por el gasto total per cápita de los turistas, el aumento de puestos de trabajos vinculados a la actividad turística, entre otras.

Introducción

18

plementar una serie de políticas de promoción y fortalecimiento de los diversos destinos turísti-

cos a lo largo y ancho del país con el fin de incentivar el desarrollo de esta actividad económica

y acrecentar los réditos que de ella se desprenden. Una de las medidas adoptadas fue la realiza-

ción del Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable (PFETS), cuya primera versión data

del año 2005 y plantea objetivos a concretarse en el año 2016; habiéndose producido en el año

2010 su segunda edición con metas para el año 2020. Otra, es la creación del Ministerio de Tu-

rismo en el año 2010, que “…reafirma con total claridad el férreo compromiso del Gobierno

Nacional con el desarrollo de la actividad. Reforzando su carácter de política de Estado”

(MINTUR, 2011: 32). Asimismo, a partir del año 2005, la Administración de Parques Naciona-

les (APN) deja de conformar parte de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable

(SAyDS), pasando a la esfera de acción de la Secretaría de Turismo (actualmente MINTUR).

En sintonía con las políticas turísticas nacionales, durante las últimas décadas la provin-

cia de Entre Ríos ha dividido su territorio en microrregiones turísticas con el fin de bridar una

oferta variada de opciones dentro de un espacio geográfico acotado, generando así una visita

integral de los puntos turísticos dentro de la misma. Cada una de ellas posee un elemento central

característico en el cual se estructura y articula la actividad turística. En este contexto provin-

cial, el PNEP se ubica dentro de la Microrregión Tierras de Palmares (MTP), que como su

nombre lo indica, las palmeras de Butia yatay que este ANP conserva son los atractivos estruc-

turantes que incentivan la visitación en dicha Microrregión. Además, este PN se ubica muy

próximo a dos de las tres ciudades más pobladas del país, el Gran Bueno Aires2 (GBA) y Rosa-

rio. Es decir que para las poblaciones de dichos centros urbanos, El Palmar se perfila como el

principal destino turístico para estar en contacto con la naturaleza.

Por su parte, en el Plan de Manejo Preliminar de este PN señala como uno de sus objeti-

vos:

Desarrollar programas de extensión ambiental que sirvan para difundir los objetivos y

la misión de la Administración de Parques Nacionales, utilizando al parque como órga-

no multiplicador dada su alta afluencia turística y fácil acceso (APN, 1994: 82).

Aquí se percibe la importancia que toma el turismo como elemento amplificador de las

metas y los quehaceres en materia de conservación que se lleva a cabo en el Parque. Sin embar-

2 Aquí seguiremos la definición del INDEC que define al GBA como “el área comprendida por la Ciudad de Buenos Aires más los Partidos del Gran Buen Aires en el sentido administrativo, es decir, 24 partidos completos” (INDEC, 2005: 3) a saber: Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, General San Martín, Hurlingam, Ituzaingó, José C. Paz, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Malvinas Argentina, Merlo, Moreno, Morón, Quilmes, San Fernando, San Isidro, San Miguel, Tigre, Tres de Febrero y Vicente López.

Introducción

19

go, múltiples autores y organismos plantean las problemáticas que puede acarrear la falta de

regulación y de manejo de los visitantes en las ANP. Por ello en el trabajo realizado en conjun-

ción entre el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organiza-

ción Mundial del Turismo (OMT) vinculado al ordenamiento de los PN indican que “Uno de los

problemas más urgentes de muchos Parques Nacionales (…) es el planteado por el creciente

número de visitantes que desean expansionarse en un entorno natural” (OMT y PNUMA, 1992:

12). En este mismo sentido APN y Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA) (2007) advier-

ten sobre lo perjudicial que puede ser la actividad turística si no es llevada a cabo de forma mo-

nitoreada y planificada.

En síntesis, todo lo hasta aquí planteado nos hace surgir una serie de interrogantes. Por

una parte qué repercusión trae aparejada para el PNEP el incremento de turistas que se ha regis-

trado en la última década. Por otra, cómo incide en este ANP ser tomada como el elemento cen-

tral que motiva la visita hacia la MTP. Y cómo es la promoción turística que hace dicha Micro-

rregión del PNEP. Una cuarta cuestión que surge es cómo son los comportamientos y las con-

ductas de los turistas durante su estadía en El Palmar. Todos estos interrogantes se enmarcan en

el contexto de un ANP que conserva una de las últimas poblaciones a nivel mundial de la espe-

cie de palmera Butia yatay y que a la vez se inserta dentro de una matriz productiva orientada a

las actividades agrícolas y forestales (y a las presiones que de ellas se desprenden). A ello se

suman los problemas intrínsecos a la conservación dentro del PNEP, como el control de espe-

cies exóticas y la caza ilegal, entre los más relevantes. En función de todo lo hasta aquí expuesto

es que podemos afirmar que este PN parte de una situación en donde el riesgo ambiental es un

elemento intrínseco a él, producto de las vulnerabilidades y amenazas que se desprenden de

todos los elementos indicados con anterioridad.

Ahora bien, al tomar en consideración la afluencia turística que recibe el PNEP surgen

las siguientes preguntas: ¿incide el turismo sobre el riesgo ambiental de este ANP? En el caso

de que sí lo haga, ¿qué vulnerabilidades se desprenden de esta actividad económica? Y ¿dichas

vulnerabilidades llegan a influir en las amenazas –en tanto procesos de degradación- concretas

para este PN? A lo largo de este trabajo de investigación se buscará aproximar algunas ideas que

puedan dar respuesta a las cuestiones que aquí se han planteado.

A raíz de todo lo expuesto anteriormente, se plantean una serie de objetivos que guiarán

el trabajo de investigación y se exponen a continuación:

Introducción

20

1 Objetivo General

• Identificar las relaciones entre la actividad turística y la tarea de conservación en el

PNEP desde el punto de vista del riesgo ambiental.

2 Objetivos Específicos

• Caracterizar los factores del riesgo ambiental (vulnerabilidades y amenazas) relaciona-

dos con la actividad (turística) de los visitantes del PNEP.

• Indicar la/s forma/s de interrelación que se establecen entre los visitantes y las compo-

nentes del riesgo ambiental en el PNEP

• Detectar vínculos entre las políticas implementadas por las instituciones encargadas de

planificar el turismo (MINTUR, MTP, PNEP) y los factores del riesgo ambiental.

• Señalar mecanismos mancomunados entre el PNEP y la MTP para regular y orientar las

conductas de los turistas en las ANP.

Por último, este trabajo se compone en su totalidad de 6 capítulos y 3 anexos que rese-

ñaremos a continuación:

El Capítulo I Marco teórico-metodológico, se presentan los principales enfoques en

materia de conservación que se sucedieron en nuestro país, a la vez que se introduce a la temáti-

ca de las ANP de Argentina y sus principales categorías. Se expone el enfoque teórico utilizado

para analizar el fenómeno del turismo, así como sus principales conceptos. También se incorpo-

ran elementos conceptuales relativos al análisis del riesgo ambiental, como el de amenaza, vul-

nerabilidad, incertidumbre y gestión ambiental. En cuanto a los aspectos metodológicos, se pre-

senta el tema y el área de estudio de este trabajo y se describe las tareas que compusieron las

actividades de campo.

El Capítulo II El Parque Nacional El Palmar, se aboca al análisis de las características

y particularidades de dicho Parque. Se lo considera tanto en el contexto nacional de las ANP de

Argentina como a nivel ecorregional y se reseña la historia de los PN en nuestro país instrumen-

talizando los enfoques teóricos de conservación. En cuanto al PNEP, se explicitan sus carac-

terísticas físico-ambientales y sus principales problemáticas ambientales, introduciendo el con-

cepto de vulnerabilidad ecológica. También se describen, los objetivos de trabajo, la historia, los

servicios y actividades destinadas a la actividad turística.

El Capítulo III Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar, se

centra en el análisis de la actividad turística en este ANP. Para ello, se expone el comportamien-

to del turismo interior nacional, de los PN en general y del PNEP en particular, en las últimas

Introducción

21

décadas. También se señalan las políticas turísticas implementadas por el Estado nacional a

inicios de siglo XXI, la planificación, desarrollo y antecedentes del turismo en la provincia de

Entre Ríos y el origen, las características de la promoción y la evolución de la afluencia turística

en la MTP y en el PNEP. Además, se analiza el proceso de valorización del cual fue objeto El

Palmar, como de la producción de vulnerabilidades institucionales que lo afectan.

El Capítulo IV Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Pal-

mar, se confeccionan los perfiles tipo de los visitantes que visitan este ANP a partir de las en-

cuestas relevadas en campo y se detectan aquellas acciones que incentivan los procesos de de-

gradación ambiental. Se interpretan dichas acciones como manifestación de la vulnerabilidad

cultural que afecta al riesgo de este Parque. Además se da cuenta de la incertidumbre vinculada

a muchos de los procesos que se observan en El Palmar.

En el Capítulo V Conclusiones y recomendaciones, se presentan las conclusiones a las

que se han arribado en este trabajo de investigación respecto la incidencia de la actividad turísti-

ca en la construcción del riesgo ambiental. También se señalan un conjunto de recomendaciones

en función a la temática del estudio

En el Capítulo VI Bibliografía, se indica el listado bibliográfico utilizado en este traba-

jo.

Finalmente, en el Anexo I, se presenta la encuesta realizada en campo; en el Anexo II,

se expone material periodístico respecto el incendio que afectó a este ANP en el año 2010; y en

el Anexo III, se exhibe la folletería turística distribuida en la MTP.

Capítulo 1: Marco Teórico-Metodológico

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

23

Capítulo I: Marco Teórico – Metodológico

I.1 Marco Conceptual

A lo largo de este capítulo haremos alusión a un conjunto de elementos conceptuales

provenientes de diferentes núcleos teóricos que son congruentes con los tres ejes temáticos que

atraviesan este trabajo de investigación y que permiten su análisis e interpretación. El primero

de ellos, se vincula con las tareas de preservación que se llevan a cabo en esta ANP. Por tanto,

se recurrirá a los enfoques teóricos de la conservación de la naturaleza, con el fin de interpretar

dichas acciones. El segundo, remite al fenómeno del turismo en el PNEP. Para poder abordarlo,

se presentarán un conjunto de conceptos propios de la teoría de la valorización turística. El ter-

cero se refiere a la forma particular en que se conjugan los dos ejes mencionados en el PNEP.

Por esta razón, se abordará el análisis mediante los conceptos relacionados al riesgo ambiental,

que permitirán dar cuenta de la imbricación señalada con anterioridad.

I.1.1 Enfoques teóricos de la conservación de la naturaleza

Un primer núcleo teórico que se enmarca dentro de este trabajo de investigación, se cen-

tra en la preservación de ANP, abordando las corrientes de pensamiento predominantes en la

materia que guiaron esta tarea en nuestro país, así como las principales herramientas implemen-

tadas en cuanto a conservación se refiere por parte de la autoridad de aplicación, es decir la

APN.

A raíz de ello, queremos señalar que en este trabajo de investigación se entenderá por

conservación “…una gestión del patrimonio natural y/o cultural a través de un conjunto de dis-

posiciones y acciones necesarias para alcanzar un determinado objetivo” (Daniele, 2010) lo que

implica un manejo del medio natural a través de herramientas que tiendan a sostener su funcio-

namiento más o menos de manera inalterable. Esta concepción remite a procesos vigentes e

implica preservar potencialidades evolutivas de los elementos considerados a nivel ecológico,

social, cultural, histórico y económico (Acerbi y Bachmann, 1999).

En cuanto al caso específico de la conservación en ANP, se debe evitar que se las con-

sidere de manera aislada respecto el ámbito al cual pertenecen, sino que tienen que sobrepasar

sus límites efectivos y articularse con su medio circundante, con el fin de promover una política

general de desarrollo. Desde esta vertiente se asume que dentro de las reservas naturales,

además de los procesos estrictamente ecológicos, suceden procesos sociales y económicos (Da-

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

24

niele y Acerbi, 1997 en Acerbi y Bachmann, 1999)3. En este sentido, la siguiente cita sintetiza el

actual campo de acción sobre el cual tiene injerencia el concepto de conservación, que

apunta a mantener situaciones en las que tengan lugar procesos naturales de tipo ecoló-

gico, sin que la interferencia humana los impida o modifique. Asumiendo que la áreas

naturales protegidas incluyen procesos sociales y económicos. (Acerbi y Bachmann,

1999: 16).

Por otra parte, respecto a la definición de ANP implementaremos la esbozada en Acerbi

y Bachmann (1999), que proviene de la SAyDS y que las caracterizan como un territorio com-

prendido dentro de límites definidos, que poseen características naturales o seminaturales, y sus

recursos son manejados para objetivos establecidos. Su territorio puede pertenecer a un orga-

nismo del sector público nacional, provincial o ser parte de una propiedad privada bajo normati-

va de las autoridades nacionales.

En nuestro país, la APN es el organismo encargado de la conservación del patrimonio

natural y cultural de las ANP en la República Argentina y depende del gobierno nacional. El

conjunto de ellas conforma el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, creado en 1934 mediante

la Ley 12.103, modificada en 1972 por la Ley 18.595 y en 1980 por la Ley 22.351. En esta

última se establecieron las actuales categorías de manejo (PN, Monumento Natural y Reserva

Natural) que cuentan las ANP para alcanzar los objetivos de la conservación. Desde el 2010 a la

actualidad, la APN se halla bajo la dependencia del Ministerio de Turismo de la Nación Argen-

tina.

Además la APN toma la clasificación de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN),

para las ANP, definiéndolas como “…una superficie de tierra y/o mar especialmente consagrada

a la protección y el mantenimiento de la diversidad biológica, recursos naturales y culturales

asociados y manejada a través de medios jurídicos y otros medios eficaces” (APN y FVSA,

2007: 19). De las siete categorías de manejo propuestas por la UICN, nos centraremos en la

categoría II que define a los PN, por ser la que se ajusta a nuestro recorte territorial. Ella se im-

plementa con el objetivo de “…conservación de ecosistemas y turismo. Se preocupa que no

haya asentamiento permanente de personas (…) La presencia de gente está sujeta a objetivos

recreativos-turísticos, educativos y científicos compatibles con la conservación de la biodiversi-

3 DANIELE, Claudio y ACERBI, Marcelo (1997). “Las formas territoriales que asume la conservación en el contexto de la globalización: el caso de las Reservas de Biosfera (Programa MAB/UNESCO)” en Actas del VI Encuentro de Geografía de América Latina. Simposio V: Territorio y Ambiente en Redefinición. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

25

dad” (APN y FVSA, 2007: 20). En este mismo sentido, el Artículo 4° de la Ley 22.351 de PN se

determina que

Serán Parques Nacionales las áreas a conservar en su estado natural, que sean represen-

tativas de una región fitozoogeográfica y tengan gran atractivo en bellezas escénicas o

interés científico, las que serán mantenidas sin otras alteraciones que las necesarias pa-

ra asegurar su control, la atención del visitante y aquellas que correspondan a medidas

de Defensa Nacional adoptadas para satisfacer necesidades de Seguridad Nacional. En

ellos está prohibida toda explotación económica con excepción de la vinculada al tu-

rismo, que se ejercerá con sujeción a las reglamentaciones que dicte la AUTORIDAD

DE APLICACIÓN (Ley 22.351).

Respecto a los campos de conocimiento teórico que se abocaron a la conservación, po-

demos señalar una serie de posturas que se sucedieron a lo largo del tiempo. Ellas establecieron

las bases teóricas para abordar temáticas vinculadas con la conservación de la naturaleza y atra-

vesaron directamente la historia de creación de ANP a nivel mundial; también influyeron de

forma directa en nuestro país (Migale, 2011).

La primera perspectiva es el Enfoque Preservacionista, el cual tuvo por objetivo preser-

var paisajes de gran belleza escénica en donde la intervención humana fuera mínima. El criterio

“museístico” fue el aplicado por esta corriente, siendo las zonas montañosas o los “paisajes

monumentales” los ejemplos característicos de ella (Acerbi y Bachmann, 1999). La contraparte

de este enfoque fue que las regiones costeras y de humedales no fueron consideradas por no

poseer espacios de belleza espectacular. Para el caso de nuestro país podemos mencionar la

creación de nuestros primeros PN, en el marco de esta vertiente, como el Nahuel Huapi (1934) o

Iguazú (1934), entre los más representativos.

La segunda postura, es el Enfoque del Equilibrio, surgido entre años 20 y 30 del siglo

XX y predominante hasta la década del 70 de dicha centuria. Este provino del auge de las cien-

cias ecológicas y convivió con el Enfoque Preservacionista. El objetivo principal de esta co-

rriente fue mantener los valores de diversidad biológica, partiendo de la premisa de que los sis-

temas ecológicos poseen un punto de equilibrio estable y que además se autoregulan funcional y

estructuralmente. Por tanto, se contemplaba que una unidad específica de la naturaleza podía ser

conservada en una reserva por sí sola, pues dichas unidades mantenían una configuración esta-

ble y balanceada naturalmente. Asimismo, si la estabilidad se veía afectada por un disturbio4, el

4 Se trata de “(…) cualquier evento relativamente discreto en el tiempo que perturbe un ecosistema, comunidad o estructura de población y cambie los recursos, la disponibilidad del sustrato o del ambiente físico” (White y Pikett, 1985 en Meffe y Ronald Carrol, 1997: 309).

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

26

sistema regresaba a su estado estable y equilibrado anterior por sí mismo. En suma, este enfoque

consideraba que las reservas podrían cumplir su función con éxito si eran aisladas y protegidas

de la acción del hombre (Meffe y Ronald Carrol, 1997). Bajo la influencia de esta corriente, los

humedales y los ambientes costeros comenzaron a considerarse como áreas a ser protegidas.

Además, se comenzaron a implementar políticas de índole ambiental y de ordenamiento territo-

rial, que integraran temas asociados con los usos del suelo, pues el tema de las ANP comenzó a

realizarse en zonas que estaban pobladas (Acerbi y Bachmann, 1999).

Una tercera corriente en conservación que surge a partir del los años 70 es el Enfoque

Desarrollista, el cual se basa en el concepto de desarrollo sustentable. Aquí la idea que prima es

la de imponer limitaciones al uso de los recursos ambientales, tecnológicos y a la organización

social, teniendo en cuenta la capacidad de la biosfera para absorber los efectos de las actividades

humanas. Es decir que el “‘equilibrio’ entre desarrollo y el ambiente puede y debe constituir una

meta universal” (Acerbi y Bachmann, 1999: 12). El objetivo que plantea esta corriente es el

abordaje de la conservación de los recursos naturales permitiendo tanto la satisfacción de nece-

sidades y de bienestar de las sociedades actuales, como de las futuras. En este contexto

surge la necesidad de reservar determinados territorios de las transformaciones antrópi-

cas e implica una voluntad de la sociedad de conservar el paisaje. Esta concepción in-

tenta evitar los conflictos sociales que se dan entre los habitantes de las ANP, que

hacen uso de sus recursos aquellos que utilizan estos espacios como sitios de recrea-

ción, que también intervienen en el paisaje (Acerbi y Bachmann, 1999:12).

De manera paralela al Paradigma del Desarrollo Sustentable, desde las ciencias ecológi-

cas, a partir de los años 70, comienza a gestarse lo que más tarde se conoció como el Enfoque

del Desequilibrio o No Equilibrio. Aquí se plantea que los sistemas ecológicos sólo en situacio-

nes excepcionales se encuentran en equilibrio, ya que por lo general intercambian con su entor-

no materia y energía, es decir, son abiertos. Asimismo, se indica que periódicamente se ven

afectados por disturbios que repercuten en su funcionamiento y estructura, por tanto, la auto-

regulación no es una propiedad intrínseca. Esta corriente plantea como eje central la idea de que

las ANP no serán unidades efectivas de conservación si exclusivamente se empeñan en cerrarse

a la intervención antrópica (Meffe y Ronald Carrol, 1997). Así pues, este enfoque considera las

siguientes premisas: que una reserva no podrá ser conservada sin considerar sus alrededores, por

lo cual ellos deberán ser contemplados cuando se planifique la conservación; que a través de

largos lapsos de tiempo, la conservación de estas unidades no se mantendrán por sí sola; y que

las ANP tendrán que afrontar disturbios naturales y sociales mediante los que cambiará su esta-

do inicial (Meffe y Ronald Carrol, 1997).

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

27

I.1.2 Enfoque teórico sobre la actividad turística

Uno de los ejes conceptuales sobre los cuales rondará esta investigación es la actividad

turística, tomando como punto de partida la vertiente que busca superar una óptica tradicional

vinculada a la Geografía del Turismo, la cual establece una clara diferenciación entre un área

emisora o de origen y otra receptora o de destino que se vinculan por un flujo, es decir por el

viaje de los turistas. Aquí, la dimensión espacial posee un papel central, aunque no se la explici-

te. El énfasis se ubica en la localización y caracterización de los focos emisores, receptores y de

los flujos que los vinculan basado en el análisis de datos provenientes de anuarios estadísticos y

por la enumeración y descripción de los atractivos en los destinos turísticos, determinando la

capacidad de generar la atracción de los turistas a partir de características intrínsecas de cada

uno de ellos. Por ello, autores como Almirón (2004), Bertoncello (2002) y Kuper (2009) subra-

yan que el tratamiento del turismo y su relación con el espacio posee una impronta fuertemente

descriptiva, empírica y con escasa labor conceptual.

Asimismo, los rasgos y las características de los atractivos turísticos de los lugares de

destino (como por ejemplo paisajes, hechos históricos, elementos culturales, yacimientos arque-

ológicos, entre otros) son per se los elementos que despiertan el interés de los turistas; descon-

siderándose procesos sociales más generales que dotan de sentido tanto a las practicas turísticas

como a los atractivos que la sustentan. Aquí se considera al turismo como una práctica social en

la cual las acciones que realizan los turistas son las únicas tomadas para el análisis, dejando de

lado otros actores intervinientes, como por ejemplo las diversas empresas privadas que prestan

servicios turísticos, las poblaciones de origen y de destino, las distintas instituciones estatales

intervinientes, así como los roles específicos, los intereses e injerencias, la capacidad decisoria,

de intervención y de acción, entre otros, de cada uno de ellos. Por ello, varios autores de esta

corriente teórica indican lo siguiente:

Podría decirse que esta forma de plantear el turismo, al no reconocer la acción de otros

sujetos, y al independizarlo del contexto social concreto en el que el viaje con fines no

laborales –el turismo– se lleva a cabo, constituye un bloqueo a su conceptualización

(Bertoncello, 2002: 32).

En consonancia con lo anteriormente expuesto, cuando nos refiramos al concepto de tu-

rismo, entenderemos por tal una

práctica social que conlleva el desplazamiento espacial de individuos para “consumir in

situ” un producto que satisface sus necesidades de ocio y recreación, conlleva la valori-

zación económica de un espacio receptor en un doble sentido: como recurso turístico

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

28

propiamente dicho, y como lugar de permanencia el turista (Lombardi, 1982 en Berton-

cello, 2000: 12: el subrayado es nuestro)5.

Otro concepto de suma importancia para esta tesis y que se halla muy ligado a la idea de

turismo, es el de territorio turístico, interpretando que “es aquel que participa en forma constitu-

tiva de la práctica turística; al mismo tiempo que la concreta, es transformado por ella” (Berton-

cello, 2002: 40). Siguiendo a este autor, cada territorio turístico se constituye por la forma es-

pecífica de articulación entre los lugares de origen, de destino, los flujos entre ellos y las lógicas

que lo estructuran como tal. Dichas lógicas responden a los intereses de los diversos actores

sociales específicos intervinientes, que se concretan mediante una serie de acciones sociales que

implican al territorio, como por ejemplo las valorizaciones que de él se hagan, la apropiación

material y/o simbólica del mismo, el ejercicio del poder a través de él, etc. Estas lógicas, a su

vez, producen hechos sociales específicos, a la vez que concretizan modificaciones territoriales

también específicas. Una característica adicional que posee el territorio turístico es que permite

la integración social de las sociedades de los lugares de origen y de destino que intervienen en

la actividad turística en dos aspectos: por un lado, la sociedad de origen es la que define las

condiciones bajo las cuales la actividad turística se va a realizar, mediante las ideas y represen-

taciones de dichas actividades, las cuales a la vez son inducidas por los agentes económicos. Por

el otro lado, las sociedades de destino van a interactuar, facilitando u obstaculizado, integrándo-

se al turismo. Por tanto, se establecen dinámicas específicas entre ambas sociedades, lo que

permite hablar de un territorio turístico que las incluye a las dos. Por ello adherimos a la si-

guiente idea según la cual

el territorio turístico es el resultado de una dinámica social que tiene su núcleo en la va-

lorización de la diferenciación de lugares en el marco de una definición y construc-

ción territorial, el territorio turístico. En este territorio turístico se articulan distintos

lugares, y esta articulación social, implica (…) las dimensiones materiales y subjetivas

de cada uno de ellos (Bertoncello, 2002: 42, las negritas son del autor).

Un tercer concepto que atraviesa transversalmente a las definiciones de turismo y de te-

rritorio turístico, explicitadas más arribas, es el de valorización turística del espacio que parte

de

la valorización (social, subjetiva y cambiante) de determinados atributos del espacio,

que se transforman así en recursos turísticos; y estos tienen la particularidad de que son

5LOMBARDI, Mario (1982) “Urbanización y medio ambiente: el desarrollo turístico en la costa balnearia uruguaya”, CLACSO (Ed.) en: Medio ambiente y urbanización, Buenos Aires, 207p.

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

29

fijados al espacio, y como tales deben ser consumidos por el turista en el lugar donde se

encuentran (Sánchez, 1985 en Bertoncello, 2002: 12).6

El elemento resultante del proceso de valorización turística es la creación de atractivos

turísticos, es decir, recursos que permitirán la satisfacción de las necesidades de ocio y esparci-

miento de los turistas. Desde esta perspectiva, los atractivos que permiten el desarrollo de la

actividad turística no dependen exclusivamente de los atributos o rasgos inherentes de un/os

determinado/s sitio/s, preexistentes a ella, en los cuales se encontrarían los motivos causales del

desarrollo turístico en las zonas donde estos atractivos se localizarían. Por el contrario, aquí se

focaliza en los procesos sociales que conducen a que determinados rasgos se conformen en

atractivos turísticos mediante el proceso de valorización, recurriendo en parte a las característi-

cas intrínsecas de los lugares, pero también a otros elementos, como a los intereses de los acto-

res sociales involucrados, a las necesidades de ocio de las sociedades donde se origina el flujo

turístico, a modas, entre otros factores. Por ello, siguiendo a Almirón et al. (2006), adherimos a

la idea de que la valorización de ciertos rasgos o atributos de los lugares como atractivos turísti-

cos se realiza en función de las necesidades y expectativas de las sociedades de origen, las cua-

les pueden diferir de las sociedades de destino: en esos sitios la actividad turística se desarro-

llará y articulará atendiendo a la demanda de esas necesidades. Además los actores encargados

de la creación de atractivos turísticos por la vía de la valorización serán los agentes económicos

específicos que buscan maximizar sus beneficios, y que pueden insertarse tanto en las socieda-

des de origen como en las sociedades de destino, estableciendo relaciones económicas de todo

tipo entre sí. Por tanto aquí interesa:

el análisis de los procesos específicos que conducen a la valorización turística de de-

terminados lugares merced a la transformación de sus rasgos específicos en atractivos

turísticos, llevado a cabo por actores sociales concretos e intencionados que intervienen

en estos procesos, ya sea desde su lugar de origen o desde otros lugares (Bertoncello

2006: 318).

Vale aclarar que cuando los atributos valorizados correspondan a espacios públicos

(como por ejemplo los PN), se debe tener en cuenta que estos elementos de dominio público se

insertan en la lógica económica mediante concesiones a empresas o particulares privados que

controlan el equipamiento, la infraestructura y los servicios existentes y crean otros nuevos res-

pondiendo a los gustos y modas de los visitantes. Todo ello está focalizado en permitir la per-

6 SANCHEZ, Joan-Eugeni (1985) “Por una geografía del turismo de litoral. Una aproximación metodológica”, en: Estudios Territoriales, N° 17, Madrid, 103-122pp.

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

30

manencia y el consumo de los atractivos turísticos en estos sitios por los turistas. Más aún, en

palabras de los autores,

En definitiva, no importaría cuán destacados, únicos o excepcionales sean los rasgos de

un determinado lugar de destino, dado qué sólo se valorizarán como atractivos turísti-

cos si logran coincidir con -y responder- a las demandas presentes en las sociedades de

origen de los turistas. En consecuencia, la valorización de un lugar como destino turís-

tico no se produciría sólo por los rasgos que le son propios ni exclusivamente por la

lógica de la sociedad que habita ese lugar. (Almirón et al., 2006: 107)

Para finalizar, podemos citar a modo de ejemplo, el proceso de valorización de la Que-

brada de Humahuaca estudiado por Almirón et al. (2006), para comprender cómo se modifican

los aspectos valorizados. En efecto, hasta mitad de siglo XX se promocionaban los paisajes de

montaña de la Quebrada. Se pasó luego a destacar los vínculos de las raíces del lugar con los

Pueblos Originarios y el pasado prehispánico en la actualidad. En otro caso de estudio, Kuper

(2009), al estudiar el desarrollo turístico de la Península de Valdés, indica que la actividad sur-

gió como una necesidad económica de las poblaciones locales, las cuales en un primer momento

valorizaron las actividades náuticas y acuáticas como atractivos turísticos y en un segundo, la

valorización turística se condensó en la patrimonialización y conservación de la naturaleza cris-

talizado en las ballenas. Un tercer ejemplo es el de Almirón (2007), en donde estudia el proceso

de valorización turística del PN Los Glaciares y las localidades de El Chaltén y El Calafate.

Aquí, en un primer momento se valorizaron algunos rasgos naturales como los lagos y montañas

para desarrollar el turismo. Más adelante, cuando la actividad turística fue considerada de im-

portancia provincial, se puso en valor la imagen de un espacio prístino y no contaminado, que se

reforzó mediante la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Na-

ciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). En cada uno de los ejem-

plos indicados, los procesos de valorización fueron realizados por diversos actores sociales in-

tervinientes dentro de esta actividad económica, tanto privados como estatales, de manera indi-

vidual o de manera conjunta y en diversas escalas de acción.

I.1.3 Aspectos teóricos sobre el riesgo ambiental

El último de los núcleos conceptuales que abordará este trabajo de investigación se vin-

cula con la aproximación al riesgo ambiental desde las ciencia sociales, que permitirá analizar la

interacción, en un mismo espacio físico -el PNEP-, entre dos lógicas que aparentemente persi-

guen intereses diferentes: la conservacionista, a través de la creación y gestión de una ANP, y la

económica, mediante la valorización turística. Por ello, partimos de la premisa de que el PN en

la cual hace foco este trabajo de investigación posee una situación intrínseca de riesgo ambien-

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

31

tal, considerando que la perduración a lo largo del tiempo de los ecosistemas que allí se conser-

van depende de la implementación de mecanismos de control. Dichos mecanismos, por un lado,

regulan las actividades y los usos del suelo del PNEP, limitando las actividades económicas,

impidiendo el establecimiento de poblaciones estables dentro del área del Parque, entre otros.

Por el otro lado, se requieren medidas para revertir el avance de factores de riesgo que ya exis-

ten dentro del parque, como lo explica Micou (2003) en su trabajo sobre el avance de especies

de flora exótica en El Palmar.

Según González (2011), existe un consenso generalizado al considerar al riesgo como

un contexto no deseado caracterizado por una probabilidad de daño. En este sentido, “…El ries-

go es (…) una condición latente o potencial” (Lavell, 1996a: 10), que plantea la ocurrencia de

pérdidas mirando hacia el futuro, y que se produce en un proceso de construcción social que se

desarrolla en la cotidianeidad y bajo una aparente ‘normalidad’ (González 2011).

Los abordajes del riesgo desde las ciencias sociales proponen una división analítica en

dos grandes categorías, la peligrosidad y la vulnerabilidad. La primera hace referencia a la po-

tencialidad de peligro, tanto de fenómenos naturales (huracanes, terremotos, etc.) así como de

las actividades humanas (manipulación de sustancias tóxicas, procesos industriales, guerra,

etc.), que pueden desencadenar eventos catastróficos. Vale aclarar que algunos autores usan el

concepto de amenaza como sinónimo de peligrosidad7, como es el caso de Lavell (1996a) que la

clasifica según su origen. De dicha clasificación8 sólo vamos a destacar la Antrópica-

contaminante, que refiere a aquellas atribuibles al accionar humano sobre elementos de la natu-

raleza (aire, agua y tierra) o sobre la población, que ponen en peligro la integridad física o la

calidad de vida de las personas; algunos ejemplos son el vertido de sustancias sólidas, líquidas o

gaseosas al ambiente (aguas servidas, residuos orgánicos, plaguicidas, etc.)

No obstante, debemos indicar que para el caso del PNEP existe otro tipo de amena-

za de origen socio-natural, que se caracteriza por presentarse como amenazas naturales, pero

que sin embargo son inducidas por algún tipo de intervención humana (Lavell, 1996a). Como

desarrollaremos más adelante, en el trabajo de investigación de Micou (2003) se identificó el

avance de las especies exóticas sobre los ecosistemas naturales de este ANP como una amenaza

de esta índole.

Vale aclarar que consideraremos dentro de los dos tipos de amenazas explicados, la de-

gradación ambiental, entendiendo por tal “…el proceso mediante el cual un sistema pasa de un

7 En este trabajo de investigación también se usarán como sinónimos los conceptos de amenaza y peligrosidad. 8 Ver el trabajo de Lavell (1996a).

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

32

determinado grado de organización y composición a otro más simple y de menor número de

componentes” (Natenzon, 2005: 5). En este sentido, Lavell (1996a) indica que, al comparar las

condiciones ambientales de un mismo territorio en dos períodos de tiempo, se vislumbra un

pasaje de valores de mayor grado de calidad ambiental a otros de menor rango. Ello se produce

en función del resultado de una compleja vinculación entre los elementos soporte de la naturale-

za (como la tierra, el aire, el agua, la flora, la fauna, etc.) y el ambiente construido socialmente

(por ejemplo estructuras físicas, patrones sociales y culturales, etc.). Por tanto, siguiendo a este

autor, la degradación se observa en el ambiente bajo tres esferas interrelacionadas, la natural, la

física y la social. Por lo tanto, “…tal forma concebir la degradación y el ambiente (…) sirve

para ubicar al ser humano y sus acciones como componentes intrínsecos del ambiente y no dis-

ociarlo o divorciarlo” (Lavell, 1996a: 8).

Ahora bien, vale hacer una aclaración. Para nuestro caso de estudio la mirada se cen-

trará entre las interacciones de la actividad turística (en sentido amplio) y un ANP como es el

PNEP, tratando de detectar qué procesos pueden considerarse como amenazas (y vulnerabilida-

des) y si la degradación ambiental (de existir) posee una ponderación mayor o diferente frente a

otros factores. En este sentido diversos estudiosos sostienen que el resultado de la actividad

turística sin repercusiones negativas en el espacio físico circundante que se intenta conservar no

siempre resulta de esta manera. Por ello Reboratti sostiene que

una de la contradicciones (…) de los Parques Nacionales, es que si bien uno de sus fi-

nes es preservar el ambiente natural, esa propia preservación se ve en peligro si lo que-

remos hacerlo conocer masivamente (Reboratti, 1999: 100).

Este autor menciona como consecuencias generadas por el turismo en PN, el impacto en

la atmósfera mediante la emisión de ruidos, gases contaminantes y polvo en los “campings”, la

contaminación de cursos de agua y el suelo por los desechos sólidos y líquidos producidos por

los visitantes, la construcción de infraestructura que modifica la dinámica geomorfológica y

ecosistémica de un lugar, la actitud no conservacionista ante la flora y fauna (por ejemplo el

corte de ramas, manejo descuidado del fuego, introducción de especies exóticas, entre otras.).

Esta idea también es mencionada por otros autores como Manzur, que al tratar la temática del

turismo en PN afirma lo siguiente:

Algunos problemas relacionados con este boom turístico se pueden observar (…) en las

áreas de camping y en los senderos habilitados al uso público, que son muy sensibles a

los cambios surgidos por el aumento en la cantidad de visitas. (…) Otros problemas de-

tectados son las dificultades de control ante el aumento del número y la gran dispersión

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

33

de los visitantes; los diversos impactos ambientales, tales como la acumulación de resi-

duos, la erosión, la apertura de sendas espontáneas, el aumento del riesgo de incendios,

la contaminación por efluentes cloacales, la extracción de leña y madera (…) etc.,

amenazan con agravarse si no se toman medidas necesarias (Manzur, 2006: 297).

Por lo tanto, es esperable que haya consecuencias no deseadas para la conservación,

provenientes desde la actividad turística en el PNEP, ligadas con las amenazas antrópico-

contaminantes y, en particular, con los procesos de degradación ambiental.

Para poder acercarnos a la segunda dimensión que conforma el riesgo ambiental, es de-

cir la vulnerabilidad, seguiremos la idea de Wilches-Chaux (1993), que entiende a la vulnerabi-

lidad como la incapacidad de adaptación de una comunidad a un cambio en su medio ambiente.

Por tanto, cuanto menor sea la adaptación de una sociedad al cambio, aquella aumentará y por

consiguiente estará expuesta a un mayor riesgo. Además, este autor indica que la vulnerabilidad

es un sistema dinámico, consecuencia de la interacción de factores y características que conver-

gen en un grupo social en particular. La conjunción de todos ellos determina la mayor o menor

capacidad de adaptación a los cambios en el medio ambiente. A dicha combinación, Wilches-

Chaux la denomina vulnerabilidad global, que puede ser dividida, con fines analíticos en diver-

sas “vulnerabilidades”, íntimamente vinculadas entre sí, que conforman una arista del fenómeno

global. En este sentido, el autor realiza una clasificación exhaustiva de las “vulnerabilidades”9.

Aquí destacamos únicamente las que haremos uso en este trabajo de investigación:

• Vulnerabilidad institucional: en relación al riesgo, remite a aquellas trabas u

obstáculos formales y/o burocráticos provenientes de las instituciones que difi-

cultan o impiden tanto un correcto proceso de adecuación de los grupos sociales

que interactúan directamente sobre la realidad de un ambiente. (dinámico y

cambiante), como una rápida respuesta de las instituciones de aplicación.

• Vulnerabilidad cultural: hace referencia al imaginario de las personas respecto

la interacción entre los fenómenos naturales y la sociedad, así como los riesgos

que existen en el escenario donde un grupo social habita y su significado. Todo

ello determinará la mayor o menor capacidad parar prevenirlos.

• Vulnerabilidad ecológica: refiere a la incapacidad de los ecosistemas de auto-

ajustarse ante los efectos directos e indirectos de la acción humana.

Por lo expuesto hasta aquí,

9 Ver el trabajo de Wilches-Chaux, 1993.

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

34

La vulnerabilidad es (…) un concepto complejo y multidimensional que comprende:

(…) a) las condiciones materiales de vida de una sociedad analizada (dimensión so-

cial); b) los aspectos económicos generales que influyen en las condiciones de vida

(dimensión económica); c) las percepciones de la población respecto a las amenazas, lo

cual a su vez define los grados de aceptabilidad del riesgo (dimensión cultural); y d) las

carencias y limitaciones en el plano de la toma de decisión política.(dimensión institu-

cional) (González, 2006 en González, 2011: 157)10.

A las categorías analizadas que conforman el riesgo, adicionamos una más siguiendo la

propuesta de Natenzon11 (1995), la incertidumbre, que remite a todo aquello que se desconoce y

no puede cuantificarse, plasmando los límites al desarrollo del conocimiento científico-técnico.

Sin embargo debe comunicarse a los actores sociales interesados, tanto aquellos afectados dire-

cta como indirectamente por el riesgo, con el fin de que puedan decidir de manera informada

sobre el riesgo que corren y evaluar hasta donde lo tolerarán o no. Asimismo, la incertidumbre

está compuesta por dos dimensiones la primera se vincula con la falta de conocimiento preciso y

acabado sobre la vulnerabilidad y peligrosidad y las relaciones entre ellas, es decir se trata del

carácter técnico de la incertidumbre. La segunda, se relaciona con la complejidad propia de la

problemática del riesgo, que necesita una toma de decisión participativa y consensuada para

enfrentarlo; se trata del carácter político de la incertidumbre (González, 2011).

Para el caso de estudio propuesto en este trabajo de investigación, no podemos afirmar

que el PNEP se encuentre en condiciones que indiquen la proximidad al desastre, entendido

como materialización de los procesos de construcción del riesgo ambiental (y posiblemente en

el corto y mediano plazo tampoco suceda). Sostenemos, en cambio, que la actividad turística

desde la gestión de los agentes económicos, principalmente de la MTP por una parte, como las

acciones propias de los turistas durante su estadía en este ANP y ciertas políticas institucionales

del MINTUR y el PNEP, por el otro, conducen al incremento de la vulnerabilidad global y las

amenazas del mismo. Asimismo, dichos procesos repercuten directamente en otro tipo de ame-

nazas, como el caso del avance de las especies exóticas en este ANP que oportunamente estudió

Micou (2003), aplicando este marco teórico. Si bien es cierto que su origen no responde estric-

tamente al objeto de estudio de este trabajo de investigación, no por ello debemos desatenderlas

ya que se conjugan con las vulnerabilidades y peligrosidades propias del turismo y se exponen

en un mismo territorio, el PNEP.

10 GONZÁLEZ, Silvia (2006) “O planejamento urbano e a construção do risco por inundações na cidade de Buenos Aires” en A. F. Alessandrini Carlos y A. U. De Oliveira(Org.), Geografias das Metrópoles, San Pablo, Editora Contexto, 467-484pp. 11 Dicha autora también menciona a la exposición como componente de análisis el riesgo pero debido a las caracterís-ticas de nuestro caso de estudio no será tenida en consideración.

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

35

Por otra parte, trataremos de realizar algunos aportes que permitan dar respuesta a aque-

llos hechos o procesos relativos a la actividad turística que incidan sobre el riesgo ambiental en

el PNEP y que incrementen las vulnerabilidades y amenazas que debe afrontar este ANP. En ese

sentido, el concepto y la práctica de la gestión ambiental posee un carácter preventivo en vincu-

lación con problemáticas ambientales de toda índole, sin remitir exclusivamente a los procesos

de desastres ambientales. Por tal se entiende que es

un proceso que está orientado a resolver , mitigar y/o prevenir los problemas de carác-

ter ambiental, con el propósito de lograr un desarrollo sostenible, entendido éste como

aquel que le permite al hombre el desenvolvimiento de sus potencialidades y su patri-

monio biofísico y cultural y garantizando su permanencia en el tiempo y en el espacio

(RDS, s/f: 1).

Como mencionamos con anterioridad, el riesgo ambiental actualmente es una compo-

nente constitutiva del PNEP, por tanto las medidas que esbozaremos más adelante para revertir-

lo se incluyen dentro de la esfera de la mitigación dado que refiere a ciertas formas de interven-

ción destinadas a disminuir el riesgo. Su resultado proviene de un nivel de riesgo aceptable que

se obtiene a partir de un análisis minucioso del mismo, partiendo de la siguiente premisa: el

riesgo es imposible de erradicar totalmente (Cardona, 1996). En este sentido varios autores se-

ñalan que toda actividad antrópica que se realice de forma más o menos masiva (en este caso el

turismo) dentro de los límites de los PN, siempre conllevará a procesos de degradación ambien-

tal en sus ecosistemas. (OMT y PNUMA, 1992, Reboratti, 1999, Bertoncello, 2000 y APN,

2001, entre otros). Por este motivo creemos que el riesgo ambiental originado por la actividad

turística no es plausible de ser erradicado totalmente pero si llevado a niveles aceptables, por

medio de acciones de prevención y mitigación.

Finalmente, siguiendo a Muriel (2006), se indica que dentro la gestión ambiental existe

un muy amplio abanico de posibilidades para mitigar el riesgo. Por ello, debido a las caracterís-

ticas de nuestro caso de estudio, se instrumentalizarán, por una parte, aquellas acciones tendien-

tes a construir valores individuales, sociales y colectivos que permitan encarrilar conductas y

comportamientos en acciones sustentables. Por otra parte, se esgrimirán medidas y propuestas

dirigidas a las instituciones intervinientes con el fin de compatibilizar la aplicación de sus polí-

ticas con la sustentabilidad ambiental.

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

36

I.2 Aspectos metodológicos

En el siguiente apartado se explicitarán las componentes metodológicas que permitieron

cumplir con los objetivos de la investigación. Asimismo, se detallarán aspectos del recorte terri-

torial seleccionado.

I.2.1 Área de estudio: el Parque Nacional El Palmar.

En este trabajo de tesis el recorte territorial se corresponde con el PNEP como se indica

en el Mapa I.1.

Mapa I.1: Parque Nacional El Palmar.

Fuente: APN, 2012 y Sistema de Información de Biodiversidad (SIB), 2012.

Por una parte, esta ANP es la más próxima a dos de los principales centros urbanos del

país, GBA y Rosario. El primero posee una población de 12.806.866 habitantes y se localiza a

365 km de distancia, mientras que en el segundo habitan 1.193.605 personas y se ubica a 320

km. Al sumar ambos valores de población se obtiene que representan el 32,24% del total del

país. Asimismo, si adicionamos la influencia sobre las ciudades capitales de las provincias de

Santa Fe y Entre Ríos (Santa Fe - 525.093 habitantes y Paraná 339.930 - habitantes) ambas si-

tuadas a 320 km del PNEP, suman el 37,07% del total nacional. Vale aclarar que los datos con-

sultados se encuentran disponibles en las páginas webs de INDEC (2012) y APN (2012) 12.

12 Ver http://www.parquesnacionales.gov.ar/parques/ y http://www.sig.indec.gov.ar/censo2010/

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

37

En la Tabla I.1se muestran la distancia en kilómetros entre el GBA y Rosario de los PN

seleccionados bajo dos premisas: los más cercanos a estas ciudades y los que cuentan con mayor

número de visitas en el año 201013.

Tabla I.1: Distancia en km entre PN, GBA y Rosario.

Parque Nacional

Delegación Regional Provincia

Distancia desde GBA en

km

Distancia desde Rosario

en km

Cantidad de visitantes 2010

El Palmar

NEA Entre Ríos 365 320 127.125

Predelta NEA Entre Ríos 440 146 25.000

Quebrada del Condorito

Centro Córdoba 799 487 16.403

Sierra de las Quijadas

Centro San Luis 905 709 33.180

Mburucuyá

NEA Corrientes 947 773 1.624

Iguazú

NEA Misiones 1310 1196 1.214.763

Nahuel Huapi

Patagonia Río Negro 1563 1581 332.043

Los Glaciares

Patagonia Santa Cruz 2910 2971 514.805

Fuente: Elaboración propia, a partir de APN, 201214, PN Quebrada del Condorito15, Secretaría de Turismo de Co-rrientes, 201216, Ruta 0, 201217 y MINTUR 2011.

Del análisis de la Tabla I.1, se vislumbra que los PN con valores más altos de visitantes

en el año 2010 se ubican a más de 1000 km de distancia de ambas ciudades, mientras que entre

los más próximos, el PNEP triplica ampliamente en cantidad al PN Sierras de las Quijadas, el

segundo en número de visitas18. Para poder graficar esta situación se han confeccionado los

Mapas I.2 y I.3, que señalan la combinación de rutas nacionales (RN) y provinciales más cortas,

es decir de menor cantidad de km, para acceder a los diversos PN señalados en la Tabla I.1 des-

de GBA y Rosario19. Se ha seleccionado esta modalidad debido a las siguientes particularidades:

a) que todos los PN poseen accesos vehiculares; b) el transporte automotor (automóviles, ca-

mionetas, jeeps, camiones, casas rodantes, ómnibus particulares o de empresas privadas, etc.) es

13 Último año del cual se poseen datos oficiales. 14 Ver www.parquesnacionles.gob.ar 15 Ver www.parquesnacionles.gob.ar 16 Ver www.corrientes.gov.ar/portal/node/442 17 Ver www.ruta0.com.ar 18 Vale aclarar, que no se incluye en la Tabla I.1 al PN Campos del Tuyú debido a la falta de datos de visitantes. Posiblemente pueda deberse a que su creación data del año 2009 y por tanto aún no posean medios y/o personal para recolectar eficazmente esta información. 19 Ver www.ruta0.com.ar

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

38

uno de los medios más difundido en nuestro país; y c) la mayor parte de los turistas que arriban

el PNEP lo hacen utilizando este tipo de transporte (APN, 1994).

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

39

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

40

Del análisis de los Mapas I.2 y I.3 puede observarse que los PN que poseen mayor can-

tidad de visitas anuales se corresponden con los que están más alejados de estos centros urba-

nos. Para este caso, posiblemente el medio de transporte más utilizado para acceder a ellos sea

el aeronáutico debido al poco tiempo que insume para recorrer grandes distancias si se lo com-

para con el automotor. Además, una parte importante de sus visitantes son extranjeros que, pre-

sumiblemente, accedan a estas ANP mediante transporte aéreo. Por su parte, el resto de los PN

se encuentran a una distancia relativamente próxima a estas ciudades. Uno de sus rasgos carac-

terísticos, en cuanto a visitación se refiere, es que la procedencia de sus turistas es principalmen-

te nacional. En este sentido, se observa que el PNEP es el que presenta el mayor número de

arribos de personas a la vez que es una de las ANP que se localiza en las cercanías de ambos

centros urbanos. No debemos perder de vista que el PN Predelta se ubica más cerca de Rosario

respecto El Palmar y a poca distancia del GBA, no obstante la cantidad de visitantes registrados

en la Tabla I.1 es muy inferior a la del PNEP. En suma, puede concluirse que la relativamente

exigua distancia del PNEP respecto a estas dos ciudades, lo posiciona como la principal opción

en cuanto contacto con la naturaleza en estado de conservación se refiere. En este sentido debe-

mos tener presente las vías de accesibilidad con las que cuenta el PNEP, tema que desarrollare-

mos en el Capítulo III, Acápite III.2.1.

Una situación que refuerza nuestra premisa es que en la última década, este ANP ha

presentado un incremento exponencial en la cantidad de visitantes por año, ubicándola en sexto

lugar nacional, por delante de algunos PN patagónicos que cuentan con una gran belleza escéni-

ca, como por ejemplo el Lanín o el Lago Puelo. El crecimiento en la cantidad de visitantes se

presenta en el Gráfico I.1.

Gráfico I.1: Número de visitantes del PNEP. Período 2000 – 2011.

73.505

120.360

136.861

168.114

72.28866.810

90.417

116.070122.677

130.909134.718

127.125

0

20.000

40.000

60.000

80.000

100.000

120.000

140.000

160.000

180.000

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

Fuente: Elaboración propia a partir de MINTUR (2011) y PNEP (2012).

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

41

Del análisis del Gráfico I.1, se observa que desde el 2000 al 2002 la cantidad de visitan-

tes se mantiene estable y cerca de las 70.000 visitas anuales, siendo el valor del 2002 (66.810) el

más bajo de toda la década. De allí en adelante se ha mantenido un marcado incremento hasta el

año 2006, donde se produce un pico importante de la serie, con 136.861 visitas. A partir de aquí,

este valor comienza a fluctuar pero siempre por encima de las 120.000 personas. En rigor, en

tan sólo cuatro años, del 2002 al 2006, el número de visitantes aumentó en un 204%, duplicán-

dose ampliamente el valor inicial de visitantes en este período. Vale decir que si bien la cantidad

de personas que visita el PNEP oscila año a año, nunca vuelve a ser tan baja como en el 2002,

ubicándose su nuevo valor de base alrededor de las 120.000 visitas anuales. Para finalizar, en el

2011 se da el pico máximo histórico de visitantes en El Palmar, con un valor de 168.114, super-

ando por más de 33.000 personas al valor del 2006, el segundo en importancia en el período

analizado.

En síntesis, el PNEP se presenta como la principal atracción natural en estado de con-

servación bajo la categoría de PN para dos de los centros urbanos más importantes del país,

debido a la relativamente corta distancia que separa a estos de aquel y también por la accesibili-

dad vial al Parque. Asimismo, en la última década este ANP ha presentado una tendencia al

incremento exponencial en la cantidad de personas que lo visitan anualmente, alcanzando en el

año 2011 su valor máximo histórico. En los últimos años de la década, el número de visitantes

pareciera haberse estabilizado en torno a un valor que duplica a los que se observaban a co-

mienzo del período analizado. Los procesos y fenómenos aquí señalados no han sido analizados

anteriormente bajo la propuesta que sostiene este trabajo de investigación, motivo que lleva a

seleccionarla como recorte territorial de esta tesis.

I.2.2 Trabajo de campo

Para dar respuesta a las preguntas que guían esta investigación, se ha desarrollado un

trabajo de campo dividido en dos etapas y constituido por una serie de herramientas metodoló-

gicas que permiten recoger datos pertinentes y afines a los objetivos de esta tesis. Una primera

etapa del trabajo se realizó del 17 al 20 de febrero, mientras que la segunda se llevo a cabo del

22 al 24 de abril, ambas en el año 2011. La selección de estas fechas se fundamentó en concurrir

al PNEP en temporada alta, es decir, cuando se presenta la mayor afluencia de turistas. Según el

Plan de Manejo Preliminar del Parque Nacional El Palmar “La afluencia turística al parque tiene

marcadas variaciones estacionales. Los picos de mayor intensidad se registran en verano (espe-

cialmente en el mes de febrero), Semana Santa y vacaciones de invierno” (APN: 1994: 56)20.

20 No se pudo realizar una tercera incursión en vacaciones de inviernos.

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

42

Como se mencionaba anteriormente, el trabajo de campo constó de una serie de herra-

mientas metodológicas que se describen a continuación.

I.2.2.1 Encuestas a visitantes

Por una parte, se intentó conformar un perfil de visitantes que concurren al PNEP. Para

ello se desarrolló una encuesta de tipo cerrada, la cual fue respondida por los turistas en el Par-

que. Para llevarlas a cabo, se seleccionó el Área de Servicios ubicada dentro de la Zona de Uso

Público Intensivo y la Histórico-Cultural como se visualiza en el Mapa I.4.

Mapa I.4: Zonificación del PNEP

Fuente: Fabri y Raymundi, Delegación Regional NEA, APN, 2004.

La selección se fundamenta en que tal área alberga la totalidad de servicios y activida-

des disponibles para los visitantes. Particularmente el Área de Servicios, incluye el Centro de

Informes, el camping organizado El Palmar, la proveeduría (dentro del camping), estaciona-

miento, el restaurante El Palmar, el área de picnic, los Jardines de la Intendencia y los Mirado-

res del río Uruguay, bancos de arenas del río Uruguay, Paseo de los Artesanos y los locales

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

43

donde se contratan los servicios de excursiones en bicicleta, canoa y caballo. Asimismo, desde

ella se accede a los senderos El Mollar y Sitio Histórico “Calera del Palmar”. Justo a éste, se

encuentra la playa de Las Ruinas y el observatorio de aves Observatorio del Bosque.

El total de cuestionarios contestados por los visitantes fueron 204 en las fechas com-

prendidas entre el 17 y el 20 de febrero y entre el 22 y el 24 de abril del 2011, según el siguiente

detalle:

• 17 de febrero: 19 encuestas

• 18 de febrero: 40 encuestas

• 19 de febrero: 20 encuestas

• 20 de febrero: 35 encuestas

• 22 de abril: 19 encuestas

• 23 de abril: 49 encuestas

• 24 de abril: 22 encuestas

• Total: 204 encuestas

En cuanto a la selección de la encuesta, se optó por realizar una de tipo estructurada y

estandarizada debido a que “…poseen una gran capacidad para estandarizar los datos, lo que

facilita su posterior análisis estadístico” (Galtung, 1967 en García Ferrando, 1994: 153)21. Por

su parte la estandarización, indica García Ferrando (1994), permite la comparación y la cuantifi-

cación de las respuestas por los encuestados y por tanto es un método de probada fiabilidad para

analizarlas.

Respecto al cuestionario propiamente dicho, se ha optado por la realización en su ma-

yoría de preguntas cerradas, es decir, aquellas en las cuales la persona debe seleccionar dentro

de una serie de opciones preestablecidas por el encuestador. Con ellas se busca evitar la disper-

sión de respuestas posibles que se puedan dar, así como la extensión de las mismas, ya que pue-

den surgir opiniones o valores propios de la persona encuestada que desvíen el objetivo de las

preguntas. Sin embargo, el cuestionario cuenta con unas pocas preguntas abiertas en donde se

deja responder con sus propias palabras a la persona. Según García Ferrando (1994), éstas se

utilizan para indagar sobre cuestiones muy puntuales. Por ello en la encuesta aquí propuesta

(veáse Anexo I), sólo se presentan subordinadas a cuestiones más amplias (preguntas 5.1, 6.1 y

7.1.1). Vale aclarar que si bien la pregunta 2.1 pareciera ser también abierta, las respuestas que

admite están restringidas a tan sólo los centros turísticos dentro del departamento de Colón, por

tanto posee las características de una pregunta cerrada. Algo similar sucede con la interrogación

21GALTUNG, Jhon (1967) Theory and Methods of social Research, Columbia University Press, Nueva York.

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

44

1.1, ya que sólo acepta como respuesta posible, el/los año/s de revisita al Parque por parte de los

turistas.

Además, las preguntas cerradas se han implementado en dos modalidades: las de res-

puestas alternativas dicotómicas y las de elección múltiple. Según García Ferrando (1994), las

primeras sólo admiten alternativas negativas o positivas y excluyentes entre sí, reconociendo

que puede existir una tercera opción que matice esta situación mediante la respuesta “no sabe” o

“no contesta”. Por su parte, las segundas, siguiendo a este autor, presentan una cantidad de op-

ciones posibles superior a dos, pudiendo seleccionar como válida una o más de una respuesta en

forma simultánea. De nuestra encuesta las preguntas 1, 2, 3, 3.2, 5, 6 y 7.1 son alternativas di-

cotómicas, mientras que las preguntas 4, 7, 9, 10 y 11, son de elección múltiple (veáse Anexo I).

En relación a la organización de la encuesta se ha seguido la siguiente estrategia:

Es conveniente que el cuestionario comience con una serie de preguntas que no presen-

ten problemas subsiguientes. A continuación, conviene que se realice una aproximación

gradual al problema central (…) Después vienen las preguntas más complejas o con

mayor carga emocional (…) Finalmente conviene dedicar la última parte del cuestiona-

rio a preguntas que representen estímulos más fáciles y que permitan (…) terminar la

entrevista con una sensación más relajada (García Ferrando, 1994: 168).

En este caso, se ha comenzado con preguntas de poco nivel de complejidad que remiten

a los motivos de la visita y estadía en el PNEP, como es el caso de las preguntas 1 a la 4 inclu-

sive. A parir de allí se plantearon cuestiones que suponen un mayor conocimiento por parte del

encuestado, ya que se direccionan al conocimiento sobre los objetivos y tareas que se realizan

en este ANP. Las preguntas número 5 y 6 comparten estas características. A continuación, se

implementaron consignas que suponen mayor involucramiento por parte de los turistas, ya que

se pretende que brinden información sobre las actividades que van realizar/han realizado en El

Palmar así como la valoración de ciertos sitios del mismo. Se enmarcan dentro de este tipo las

consignas 7 y 8 del cuestionario. Por último, se esbozaron consignas que suponen menor nivel

de compromiso por parte del encuestado, de manera que pueda finalizar la encuesta de forma

relajada. Por ello, las preguntas numeradas entre el 9 y el 11, indagan sobre la modalidad de

acceso y los medios por los cuales tuvo conocimiento sobre PNEP.

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

45

I.2.2.1.1 Descripción de la encuesta

Como indicábamos al comienzo de este acápite, el objetivo de esta encuesta es poder

conformar el/los perfil/es de los turistas que acceden al Parque, así como indagar los motivos

que llevan a realizar la visita y las conductas o comportamiento que tienen en él.

Como puede observarse en el Anexo I, la encuesta se inicia con tres ítems ubicados so-

bre el margen izquierdo, que tienen por objetivo caracterizar al visitante: Edad, Sexo y Lugar de

Procedencia. En el margen derecho se completa con la Fecha de realización de la encuesta.

A continuación comienza el cuestionario propiamente dicho, con la pregunta N° 1 que

trata de detectar si es la primera vez que el visitante visita el parque o es reincidente. En caso de

que sea la segunda opción, con la consigna 1.1 se busca identificar los años en que había visita-

do este ANP. Aquí se busca diferenciar a los turistas que arriban por primera vez a El Palmar de

aquellos que lo habían conocido con anterioridad.

El punto N° 2 trata de detectar si este PN es la causa exclusiva del viaje o por el contra-

rio, es uno entre varios centros de atracción dentro del Departamento de Colón, en el cual se

localizan el PNEP y la MTP. Cuando la respuesta dada posea más de un destino además de este

ANP, en el ítem 2.1 se pide que indique a cual/es ha ido o tiene la intención de ir. El objetivo de

este ítem es diferenciar a las personas que llegaron a El Palmar porque conformaba parte de un

itinerario más amplio de la MTP, de aquellos individuos que sólo visitan el Parque.

La pregunta N° 3 indaga sobre la modalidad de la visita, es decir, si el turista va a per-

noctar en el Parque. Cuando la respuesta sea negativa, en la consigna 3.1 se consulta sobre la

cantidad de horas que durará la estadía y en la 3.2 sobre si volverá al PNEP en este viaje. Aquí

se persigue identificar la estadía promedio del visitante en el Parque, a partir del tiempo que los

turistas están dispuestos a insumir para recorrerlo.

En el ítem N° 4, se consulta sobre el/los motivo/s que llevan a visitar el parque, con el

fin de detectar la/s causa/s del viaje.

Los puntos N° 5 y N° 6, se dirigen a detectar el conocimiento que poseen los visitantes

del PNEP. El primero apunta a los objetivos que posee el Parque. En caso de que los conozcan,

en la consigna 5.1 se invita a que los esbocen brevemente. Para esta pegunta se obtuvo un aba-

nico muy amplio en el estilo de respuestas dadas por los encuestados. Por ello se han unificado

en 6 (seis) categorías en función de la naturaleza de las mismas. En la opción “Conservación de

flora y fauna” se remite a todas aquellas que mencionaron exclusivamente a la preservación de

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

46

especies; en “Generalidades” se agruparon tanto a las que no indicaban un objetivo concreto

sino categorías generales como por ejemplo ‘reserva ecológica’, ‘cuidar la naturaleza’, como a

respuestas imprecisas muy dispares entre sí que no remitieron a los objetivos de trabajo de este

ANP como por ejemplo ‘que haya mucho verde’, ‘igual que en todos los parques’, etc.; en “Ta-

reas que se realizan en el parque” se englobaron a los objetivos que lleva adelante el PNEP,

exceptuando aquellos vinculados con la preservación de las especies animales y vegetales; la

categoría “Información folletería/cartelería” reúne a aquellas que informaban que los objetivos

de este Parque son los que leyeron en los folletos o carteles informativos dentro de El Palmar;

en la opción “Conservación del patrimonio cultural”, se unificaron las respuestas relativas al

pasado histórico y arqueológico del PNEP; por último en “No contesta” se reunieron a quienes

no respondieron este ítem.

Por su parte, la consigna 6 focaliza en las tareas que realiza el personal. De conocerlas,

en el ítem 6.1 se pide indicarlas. Como esta pregunta es abierta y admite más de una respuesta,

se confeccionó una serie de 9 (nueve) categorías para unificar el espectro de las mismas, tal

como se detalla a continuación. Primeramente, en la opción “Cuidar el parque” se engloban

todas las respuestas que remiten al cuidado, mantenimiento y limpieza que realiza el personal de

El Palmar; “Preservar flora y fauna” abarca a las que mencionaron tareas relativas a la conser-

vación, preservación, cuidado, etc. de la vegetación y los animales autóctonos; “Controlar fue-

go/incendios” comprende a las relativas al ejercicio de fuegos prescriptos por el Cuerpo de

Guardaparques, así como a los incendios de origen natural y/o antrópico; “Controlar especies

exóticas” se considera tanto la caza de fauna y el control de la flora no nativa; “Controlar y vigi-

lar a los turistas” se toman a las acciones vinculadas con cumplimiento de las normas y pautas

del PNEP; “Generalidades” se incluyen tanto a aquellas que no se refieren a una tarea concreta

sino a una generalidad, como por ejemplo ‘cuidar el espacio’ o ‘proteger’ como a las respuestas

que no se enlazan con las tareas que realiza el personal del PNEP, como por ejemplo ‘Provee-

duría’ o ‘Mantenimiento de los baños’; “Guías/información” se unifican las acciones destinadas

a brindar información al turista; “Otros” se incluyen otras tareas que realiza el Cuerpo de Guar-

daparques y que no fueron incluidas en las categorías anteriores; y finalmente “No contesta” se

toman las respuestas en blanco.

La pregunta N° 7 consulta al encuestado sobre las actividades que planea realizar o que

realizó en el PNEP, desplegando la lista completa de actividades que puede realizar un turista

dentro del Parque22. En el ítem 7.1 se indaga si el visitante tomó recaudos al realizar las activi-

dades seleccionadas, respecto al cuidado del PN. Si la respuesta fue afirmativa, el punto 7.1.1

22 Vale aclarar que tiempo después de la realización de las encuestas se habilitó el servicio de excursiones en lanchas, motivo por el cual no figura como opción.

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

47

invita a que exprese en forma breve en que consistieron. Aquí se persigue distinguir si las ac-

ciones y conductas que llevan a cabo los turistas son compatibles con los ambientes conserva-

dos de este PN. Como este ítem era abierto y admitía múltiples opciones, se implementó una

serie de 7 (siete) categorías para poder volcar los resultados, graficarlos y analizarlos. En rela-

ción a la opción “Respetar indicaciones” se consideraron todas las contestaciones relativas a no

infligir las normativas informadas por el personal del Parque así como de la cartelería y/o folle-

tería, incluyéndose el exceso de velocidad y el evitar molestar a la fauna. En “Cuidados perso-

nales” se conjugaron todas aquellas indicaciones relativas a las medidas de seguridad tomadas

por los visitantes. En “No generar basura” se tomaron en cuenta todas las respuestas que remit-

ían a la producción de residuos. En “No hacer fuegos” se incluyeron a todas aquellas que seña-

laban el evitar producir fuego, fogatas, etc. En “Imprecisiones” se aunaron a las que no hacían

referencia a precauciones o recaudos que los visitantes hubieran tomado, sino a conceptos o

ideas generales que no se las pudo incluir en ninguna de las categorías anteriores. Finalmente en

“Cuidado con los animales” se consideraron aquellas indicaciones relativas a prestar atención a

la fauna para evitar ser atacados por ésta.

La consigna N° 8 es la que posee mayor grado de complejidad. En ella se consulta al

encuestado sobre el grado de limpieza y/o mantenimiento de algunas zonas del parque, mediante

el uso de una escala graduada de 1 a 10, siendo el 1 el valor mínimo y el 10 el valor máximo de

limpieza y/o mantenimiento. La tabla a completar por el visitante, con la asistencia del encues-

tador de ser necesaria, se compone de la siguiente manera (véase Anexo I).

• La primera columna remite a las diversas zonas del Parque.

• Cada una de las tres columnas que le sigue indica un intervalo de la escala gra-

duada, abarcando la totalidad de la misma. La división en intervalos responde a

la necesidad de facilitar el posterior procesamiento de los datos.

• La quinta columna se completa con una cruz (X) cuando no se haya visitado el

lugar mencionado en dicha fila.

• La última columna, se completa con una cruz (X) cuando el visitante “no sabe”

o “no contesta” (NS/NC) para el sector del Parque indicado en una determinada

fila.

La pregunta N° 9 indaga sobre los medios o lugares donde obtuvo la información del

Parque y de las actividades que aquí se realizan. Aquí se busca averiguar si el turista proviene

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

48

con conocimiento del Parque desde su lugar de origen o bien se informa durante su estadía en la

MTP.

El ítem N° 10 consulta al encuestado sobre el medio de acceso a este ANP.

Por último, el punto N° 11, interpela al turista sobre la cantidad de acompañantes con

los que ha visitado el Parque y la relación de parentesco. Para ello se confeccionaron una serie

de categorías a saber: en “Familiares” se consideró al grupo familiar constituido por padres,

hijos, tíos, abuelos, y/o primos; en “Acompañante” se tuvo en cuenta a aquellos visitantes que

ingresaron al Parque acompañados por una persona sea esta esposa/o, novia/o, pareja, cónyuge,

etc.; en “Amigos” incluyó a aquellos turistas que llegaron a El Palmar con uno o más amigos/as;

en “Solo” abarcó a quienes ingresaron de manera individual a este ANP; y en “Establecimientos

educativos” refirió a los que arribaron al PNEP junto a representantes de instituciones educati-

vas.

Si bien todas las preguntas tienden a configurar el perfil de los visitantes del Parque, es-

ta pregunta (y las consignas en los márgenes de la encuesta, así como los ítems N° 1, 2, 3, 10 y

11) buscan obtener información contextual de los turistas para poder conformar una imagen más

acabada de ellos.

I.2.3 Entrevistas a informantes claves

Dentro del trabajo de campo se ha procedido a efectuar entrevistas en profundidad a in-

formantes claves, con el fin de recaudar información respecto a varios objetivos que guían este

trabajo a saber: identificar las medidas que se llevaron a cabo desde el PNEP para compatibili-

zar el turismo y la conservación; indicar mecanismos mancomunados entre el PNEP y la MTP

para regular y orientar las conductas de los turistas en las AP; y evaluar cómo se promociona la

visita al PNEP desde la MTP.

En esta dirección, Taylor y Bogdan (1987) indican que los informantes claves son per-

sonas respetadas y conocedoras de las temáticas de la investigación, de los que se espera que

proporcionen una comprensión profunda del escenario y de lo que ocurre en él. Siguiendo esta

idea las personas elegidas fueron seleccionadas por la importancia del rol que ejercen en el mar-

co de este trabajo. Ellos son la Guardaparque y Licenciada en Turismo Marina Panziera, encar-

gada de los temas de Uso Público en el PNEP; el ex-Intendente del PNEP y Licenciado en Bio-

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

49

logía Aristóbulo Maranta23; y finalmente Humberto Orcellet, quien es Licenciado en Turismo,

Coordinador del Área de Planificación y Estadística de la Dirección de Turismo de Villa Elisa y

conformó parte del equipo técnico del Consejo Microrregional de Turismo “Tierra de Palma-

res”.

Por otra parte, debemos destacar al Cuerpo de Guardaparques y Voluntarios que brindan

servicios en el PNEP, con cuyos miembros se han mantenido mediante conversaciones y se ha

obtenido información pertinente respecto a los visitantes y sus comportamientos, así como

dinámicas y programas propios del parque. En este sentido sostienen Hammersley y Atkinson

(1994: 121) que el

conocimiento participante de la gente que actúa en el campo, es una fuente de informa-

ción muy importante. (…) habrá información a la que (…) no podrán acceder mediante

la observación. Para paliar esa deficiencia, en el campo muchas personas están cultiva-

das (Bigus, 1972) o incluso están ‘entrenadas´ (Paul, 1993) como informantes.

I.2.4 Observación participante

Otras de las herramientas metodológicas llevadas adelante en este trabajo de campo fue

la observación participante en el PNEP. Con ella se intentó registrar las conductas y los acciona-

res de los visitantes en este AP, apuntándolas en un cuaderno de bitácora e implementando fo-

tografías. Todas estas actividades se llevaron a cabo sin la necesidad de interceptar o interpelar a

los turistas de manera directa. En este sentido indican Taylor y Bogdan (1987) que los observa-

dores participantes se comportan de tal manera que llegan a transformarse en un elemento no

intrusivo de la escena, manteniéndose relativamente pasivos a lo largo del trabajo de campo. Por

ello, se optó por emular en apariencia y en actitud a los visitantes con el fin de no ser percibido

en el rol de observador, evitando el condicionamiento de las conductas de los turistas.

Asimismo señalan los mismos autores, que es el investigador quien selecciona y decide

el momento y los lugares en los cuales observar y también aconsejan que la duración de cada

observación no supere la hora, debido a la cantidad de información que se debe procesar y apun-

tar. Al respecto se optó por implementar este método en aquellos puntos que concentran mayor

cantidad de personas, como ser los Miradores Glorieta, Loros y Palmar, la playa de las Ruinas,

el Área de Servicios y el sendero Sitio Histórico “Calera del Palmar”.

23 Aristóbulo Maranta ejerció el cargo de Intendente del PNEP durante el 2011, año en el que se llevó a adelante el trabajo de campo de esta investigación, dejando de ejercerlo en el 2012.

Capítulo I: Marco Teórico-Metodológico

50

Vale mencionar respecto la observación participante, que también se la implementó en

las Oficinas de Turismo de Colón, San José y la ubicada sobre la portada del PNEP, asumiendo

el investigador el rol de turista para consultar sobre el tipo de información que se brinda del

parque.

I.2.5 Fuentes secundarias

Por último, en este punto se engloba toda la bibliografía relativa al PNEP que fue con-

sultada para poder contextualizar y abordar los objetivos específicos de este trabajo especial-

mente los siguientes: identificar medidas que se llevaron a cabo desde el Parque para compatibi-

lizar el turismo y la conservación; indicar mecanismos mancomunados entre este PN y la Mi-

crorregión para regular y orientar las conductas de los turistas en las ANP; y evaluar cómo se

promociona la visita al El Palmar desde la MTP. Aquí podemos diferenciar por una parte las

fuentes, es decir el material en formato papel o digital producido propiamente por APN, la De-

legación Regional NEA, el PNEP o la MTP, particularmente el Plan de Manejo, los Pliegos de

Concesión de los servicios del Parque, la folletería de este ANP y de la Microrregión y el Ma-

nual de Funciones y Competencias de la MTP, entre los más significativos.

Por la otra parte, se consultaron fuentes secundarias, es decir artículos y otros textos de

autores individuales o institucionales, que tratan alguna de las temáticas que se abordan en esta

investigación.

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

52

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

En el presente capítulo se focaliza el centro de atención en el PNEP, tratando de ahon-

dar en diversas características y particularidades que posee, así como el contexto en el cual se

enmarca, es decir la situación de las ANP en Argentina

II.1 El Parque Nacional el Palmar en el contexto del Sistema Federal de Áreas Pro-

tegidas

La Argentina cuenta con un Sistema Federal de Áreas Protegidas (SIFAP) a partir del

año 2003, tras un convenio firmado y consensuado por la APN, SAyDS y Consejo Federal de

Medio Ambiente (COFEMA). En su estatuto se definen las ANP como “…zonas de ecosistemas

continentales (terrestres o acuáticos) o costeros/marinos, o una combinación de los mismos, con

límites definidos y con algún tipo de protección legal” (APN y FVSA, 2007: 13). Al año 2006,

dicho sistema superaba las 435 ANP, comprendiendo 21.515.00 ha, esto es, el 7,71 % del terri-

torio nacional (Burkart, 2006). Estas áreas tienen por objetivo la preservación de “… sitios

silvestres que son muestras donde se conservan la diversidad de vida y los recursos naturales,

así como también los recursos culturales asociados” (Burkart, 2006: 399).

El SIFAP posee una gran heterogeneidad en su conformación, pues las unidades que lo

constituyen están a cargo de órganos de los gobiernos provinciales, municipales, organizaciones

no gubernamentales (ONG), particulares, APN y otros órganos del gobierno nacional. Actual-

mente, según APN y FVSA (2007) de todas las ANP que constituyen el SIFAP, tan sólo 35

unidades pertenecen a la jurisdicción nacional, a cargo de la APN, sumando 3.656.300ha., el

1,31 % la superficie de Argentina. En el Mapa II.5, se observa su distribución por todas las pro-

vincias y ecorregiones del país.

Indica el trabajo de APN y FVSA (2007) que en los últimos quince años, la superficie

de las ANP se ha incrementado significativamente pasando del 5,26 % al 7,71 % del total del

territorio nacional. Empero, dicho promedio se encuentra por debajo del promedio mundial, que

según la World Commission on Protected Areas perteneciente a la UICN es de 11,5 % de la

superficie terrestre. En este sentido Burkart al tratar el crecimiento de la superficie de las ANP

señala que “… la citada proporción territorial actual es aún insuficiente, pues en ámbitos inter-

nacionales se recomienda un 10 % de superficie protegida de cada país o región” (Burkart,

2006: 399).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

53

Mapa II.5: Sistema Federal de Áreas Protegidas y Ecorregiones de la Argentina.

Fuente: SIB, APN y FVSA, 2007.

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

54

Otro punto importante es el grado control de las ANP. Al respecto, Burkart indica que

del total de superficie del SIFAP, el 44 % no posee control alguno, un 37 % posee control insu-

ficiente y tan sólo el 19 % tiene un control mínimo aceptable. En este último porcentaje se ubi-

can la mayor parte de los PN, que son las AP mejor cuidadas. Sin embargo ello no significa para

los ecosistemas que se resguardan autosuficiencia en el largo plazo ni vialidad ecológica (Bur-

kart, 2006).

En este contexto se inserta el PNEP, como una de las 35 áreas que conforma el SIFAP,

bajo jurisdicción de APN. Como se observa en el Mapa II.5, esta ANP se localiza en la provin-

cia de Entre Ríos y en la ecorregión24 del Espinal, la cual es una de las menos representadas a

nivel nacional (véase Tabla II.2) en materia de protección de la naturaleza.

Tabla II.2: Superficie y por ciento de ANP por Ecorregión. Representatividad.

Ecorregión % ANP Sup de ANP (ha) Superficie total (ha) Representatividad

Esteros del Iberá 39,02 1.480.000 3.793.000 XXX

Bosques Patagónico

35,79 2.505.000 7.000.000 XXX

Selvas de la Yungas

32,05 1.494.000 4.661.000 XXX

Deltas e Islas del Paraná

27,44 1.324.000 4.825.000 XXX

Puna 25,28 2.184.000 8.640.000 XXX

Selva Paranaense 18,43 495.000 2.686.000 XXX

Altos Andes 18,40 2.631.000 14.300.000 XXX

Monte Serrano 11,46 1.342.000 11.710.000 XX

Chaco Seco 6,41 3.160.000 49.298.000 XX

Estepa Patagónica 4,62 2.468.000 53.446.000 XX

Monte Llano 4,17 1.474.000 35.331.000 XX

Chaco Húmedo 3,26 386.000 11.850.000 XX

24 Una ecorregión es un área geográfica que se caracteriza por contar con similares condiciones climáticas, geomor-fológicas, edáficas, hidrológicas, florísticas y faunísticas en estrecha interdependencia, perfectamente delimitable y distinguible de otra región (Sistema de Información Ambiental Nacional, SAyDS, 1997).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

55

Ecorregión % ANP Sup de ANP (ha) Superficie total (ha) Representatividad

Pampa 1,02 400.000 39.133.000 X

Espinal 0,57 169.000 29.740.000 X

Campos y Malezales

0,11 3.000 2.768.000 X

Territorio Nacional

Continental 7,71 21.515.000 279.181.000 XX

Referencias de Representatividad

X Pobre < 3%

XX Insuficiente 3 – 15%

XXX Satisfactoria > 15%

Fuente: Adaptado de APN y FVSA, 2007

Como se desprende del análisis de la Tabla II.2, la ecorregión del Espinal dentro de la

que se localiza el PNEP, posee un grado de representatividad pobre dentro del SIFAP, ubicán-

dose únicamente por sobre Campos y Malezales. Esta situación es compartida con otras ecorre-

giones de llanura (como la Pampa), las que debido a sus características físico-ambientales (sobre

todo edáfico-climáticas), poseen una gran aptitud productiva para la agricultura. Este motivo

condujo a que históricamente las producciones de granos y cereales más importantes del país se

estableciesen y aún hoy se establezcan aquí, ejerciendo presión sobre los ambientes autóctonos

(Arturi, 2005). El resultado de estos procesos pueden observarse en el Gráfico II.2 al analizar las

relaciones entre superficies totales de las ecorregiones y las de las ANP dentro de cada una de

ellas. Por una parte, las ecorregiones de menor extensión territorial poseen una representatividad

satisfactoria, como es el caso de Altos Andes, Bosques Patagónicos, Puna, Esteros de Iberá,

Delta e Islas del Paraná y Selva Paranaense. Por otra parte, las ecorregiones de mayor cantidad

de superficie son las que tienen representatividad insuficiente y pobre: Campos y Malezales,

Espinal, Chaco Húmedo, Pampa, Monte Serrano, Monte Llano, Estepa Patagónica y Chaco

Seco.

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

56

Gráfico II.2: Relación entre Superficie de ANP y Superficie total por ecorregión en ha.

0

10.000.000

20.000.000

30.000.000

40.000.000

50.000.000

60.000.000

Ester

os de

l Iber

á

Bosque

s Pata

gónico

Selvas

de l

a Yun

gas

Deltas e

Islas

del P

aran

áPun

a

Selva P

arana

ense

Altos A

ndes

Monte

Ser

rano

Chaco

Sec

o

Estepa

Pata

gónica

Monte

Llan

o

Chaco

Húm

edo

Pampa

Espin

al

Campo

s y M

aleza

l es

Sup de ANP (ha) Superficie total (ha)

Fuente: Elaboración propia a partir de APN y FVSA, 2007

Ahora bien, si comparamos la superficie protegida en las ecorregiones de Chaco Seco,

Estepa Patagónica, Monte Serrano y Monte Llano se observa que igualan o incluso superan en

cantidad a aquellas que poseen una representatividad satisfactoria empero, al ser tan extensas no

logran alcanzar tal categoría. En cambio, las ANP ubicadas en Espinal y Pampa poseen unos de

los valores más bajos en superficie de todo el país, a pesar de ser unas de las ecorregiones más

extensas. Esto último también se vislumbra al analizar el Gráfico II.3, en donde se observa que

Pampa (1,02 %) y Espinal (0,57 %) tiene los valores más bajos de representatividad nacional,

posicionándose únicamente por sobre Campos y Malezales (0,11 %). Estos datos, sostienen lo

ya afirmado respecto al desarrollo de las actividades agropecuarias, que ejercieron y ejercen una

fuerte presión sobre ellas, producto del perfil agroexportador argentino a lo largo de toda su

historia. Por ello indican APN y FVSA (2007) que la creación de AP en estas ecorregiones des-

de el año 1997 en adelante se debe exclusivamente a convenios acordados entre propietarios

privados y ONG o gobiernos provinciales, debido a la falta de tierras fiscales en ellas25.

25 Vale aclarar que excluimos de este análisis a las ecorregiones Chaco Húmedo y Campos y Malezales debido a la singularidad que cada caso posee no permiten analizarlos dentro de la generalidad del país.

Ha

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

57

Gráfico II.3: Proporción de ANP por ecorregión.

39,0235,79

32,05

27,4425,28

18,43 18,4

11,46

6,414,62 4,17 3,26

1,02 0,57 0,110

5

10

15

20

25

30

35

40

45

Estero

s del Iberá

Bosques

Pata

gónico

Selvas d

e la Y

ungas

Deltas

e Is

las de

l Paran

áPun

a

Selva P

aran

aense

Altos A

ndes

Monte S

errano

Chaco

Sec

o

Estep a P

atagó

n ica

Monte Llan

o

Chaco

Hú med

o

Pampa

Espi n

al

Campos y

Male

zales

Fuente: APN y FVSA, 2007.

Por lo expuesto hasta aquí, podemos afirmar que la pobre representatividad de la eco-

rregión del Espinal dentro del SIFAP, la presión ejercida por la producción agropecuaria sobre

ella, manteniéndose hasta nuestros días y el hecho de que el PNEP es una de las pocas unidades

de conservación significativa de jurisdicción federal; se conjugan de manera tal que la vulnera-

bilidad ecológica se perfila como una condición intrínseca para toda la ecorregión del Espinal

en general y para el PNEP en particular.

II.2. Breve reseña histórica de los Parques Nacionales en Argentina.

En este acápite haremos un sintético recorrido histórico de los PN en nuestro país,

aproximándonos a las causas políticas de su creación así como a los enfoques conservacionistas

bajo los cuales se rigieron a lo largo del tiempo.

A partir del análisis de las fechas de creación de los PN, las ecorregiones donde se esta-

blecieron, la posición geográfica y el análisis de fuentes secundarias, podemos sintetizar que la

historia de las ANP de Argentina puede dividirse en tres períodos. El primero se inicia en 1934,

con la creación de los primeros PN y de la APN y finaliza en 1944, cuando también termina la

dirección de Exequiel Bustillos. Un segundo momento de la conservación en nuestro país es

comprendido entre los años 1945 y 1980. El tercer período, es comprendido desde 1992 hasta

nuestros días (véase Tabla II.3).

%

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

58

Tabla II.3: Año de creación de los PN y ecosistema que conserva.

Año de Creación Parque Nacional Provincia Ecorregión en la que se ubica

1934 Nahuel Huapi Neuquén – Río Negro Bosques Patagónicos

1934 Iguazú Misiones Selva Paranaense

1937 Los Glaciares Santa Cruz Altos Andes y Bosques y Estepa Patagónicos

1937 Los Alerces Chubut Altos Andes y Bosques

Patagónicos

1937 Lago Puelo Chubut Bosques y Estepa

Patagónicos

1937 Lanín Neuquén Altos Andes y Estepa

Patagónico

1937 Perito Moreno Santa Cruz Bosques y Estepa

Patagónicos

1940 Laguna Blanca Neuquén Estepa Patagónica

1948 El Rey Salta Selva de las Yungas y

Chaco Seco

1951 Río Pilcomayo Formosa Chaco Húmedo

1954 Chaco Chaco Chaco Húmedo

1960 Tierra del Fuego Tierra del Fuego Altos Andes y Boques

Patagónicos

1965 El Palmar Entre Ríos Espinal

1971 Los Arrayanes Neuquén Bosque Patagónico

1974 Baritú Salta Selva de Las Yungas

1975 Talampaya La Rioja Puna y Montes de Sierras y Bolsones

1977 Lihue Calel La Pampa Espinal

1979 Calilegua Jujuy Selva de La Yungas y

Puna

1991 Sierra de Las Quijadas San Luis Chaco Seco y Montes de

Sierras y Bolsones

1992 Pre-Delta Entre Ríos Delta e Islas del Paraná

1993 Copo Chaco Chaco Seco

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

59

Año de Creación Parque Nacional Provincia Ecorregión en la que se ubica

1994 El Leoncito San Juan Altos Andes y Montes de Sierras y Bolsones

1995 Mburucuyá Corrientes Esteros del Iberá

1995 Campo de Alisos Tucumán Selva de Las Yungas y

Altos Andes

1996 Los Cardones Salta Montes de Sierras y

Bolsones y Chaco Seco

1996 Quebrada de Condorito Córdoba Chaco Seco y Espinal

1998 San Guillermo San Juan Puna y Montes de Sierras y Bolsones

2002 Monte León Santa Cruz Estepa Patagónica y Mar

Argentino

2009 Campos del Tuyú Buenos Aires Pampa

Primer período

Segundo período

Tercer período

Fuente: Elaboración propia a partir de APN, 2012.

Podemos indicar como el hito fundacional de los PN la donación de tierras al Estado

nacional por parte del Perito Francisco Pascasio Moreno, las cuales le habían sido otorgadas en

compensación por su trabajo para terminar de determinar los límites con Chile. Autores como

Bertoncello (2000) y Fortunato (2005) entre otros, indican que en dicha acción se encuentra los

cimientos de nuestras ANP, lo cual aparece expresamente mencionado en una carta que Moreno

le escribiera a Wenceslao Escalante en 1903,

al hacer esta donación emito el deseo de que la fisonomía actual del perímetro que

abarca no sea alterada y que no se hagan más obras que aquellas que faciliten comodi-

dades para la vida del visitante culto, cuya presencia en estos lugares será siempre be-

neficiosa a las regiones incorporadas definitivamente a nuestra soberanía. (…) durante

las excursiones que en aquellos años hice al sur, admiré lugares excepcionalmente be-

llos y más de una vez enuncié la conveniencia de que la Nación conservara la propie-

dad para el mejor provecho de las generaciones presentes y venideras (Bertoncello,

2000: 4).

En esta cita se hallan los principales núcleos que conducirán la gestión y la creación de

los PN: la inalteración (o modificaciones mínimas) de la zona, la conservación para el disfrute

de las poblaciones actuales y futuras, la visita para el regocijo de las personas y la afirmación de

la soberanía nacional.

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

60

Por su parte, en 1912, en el otro extremo del país, Misiones, el arquitecto y naturalista

Charles Thays concluye un conjunto de estudios en las Cataratas del Iguazú con el fin de crear

un “parque-reserva” junto al límite con el Brasil, cuyos objetivos son principalmente turísticos,

conservacionistas y militares.

Tiempo más adelante, en 1934, se promulga la Ley N° 12.103 de Parques Nacionales, la

cual otorga al gobierno federal la capacidad de creación, organización y administración de los

PN. A su vez, en dicho año se crean los dos primeros PN del país: Nahuel Huapi e Iguazú, lo

cual también significa que Argentina es el primer país latinoamericano en crear ANP (Bukart y

del Valle Ruiz, 1994).

El primer director de Parques Nacionales fue Exequiel Bustillos quien desempeñó sus

funciones entre 1934 y 1944. Además de los ya mencionados, bajo su dirección se crearon los

Parques Los Alerces (1937), Perito Moreno (1937), Los Glaciares (1937), Lanín (1937) y Lagu-

na Blanca (1940) (véase Tabla II.3). En suma, las primeras ANP de país se establecían sobre

zonas limítrofes, persiguiendo un doble objetivo: el ejercicio de la soberanía mediante la pre-

sencia del Estado en zonas escasamente pobladas donde hacía relativamente poco se habían

establecido los límites de las fronteras y la conservación de lugares de gran belleza escénica.

Según lo indicado en el marco conceptual, esta etapa de los PN se enmarca dentro del llamado

Enfoque Preservacionista, que priorizó para la conservación zonas de montañas y “paisajes

monumentales”, siendo los PN Nahuel Huapi ejemplo del primer caso y el Iguazú del segundo.

Estos dos objetivos quedan explicitados en la siguiente afirmación de Bustillo:

los parques nacionales son definidos (…) como zonas paisajísticamente bellas, geográ-

ficamente fronterizas (…) la región patagónica es míticamente asumida como un espa-

cio “geopolíticamente estratégico y fuente de inmensas riquezas”, pero “poblacional-

mente vacío, políticamente postergado y militarmente vulnerable (Bustillos, 1972 en

Fortunato, 2005: 339)26.

Vale indicar que la Dirección de Parques Nacionales (actualmente APN) tuvo un impor-

tante papel como organismo colonizador al fundar escuelas, iglesias, hospitales y villas turísti-

cas como Llao-Lao, Catedral, La Angostura y Traful. Estas políticas fueron acompañadas por un

fuerte despliegue de la infraestructura vial y hotelera en las regiones donde se ubicaban los PN

(Burkart y del Valle Ruiz, 1994). Más aún:

26 BUSTILLO, Exequiel (1972) Huellas de un largo quehacer, Ediciones Depalma, Buenos Aires.

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

61

La política inicial del organismo se orienta a la afirmación de la soberanía territorial y

al desarrollo regional de áreas de fronteras y periféricas (…) por medio del impulso a la

actividad turística como principal motor de desarrollo y poblamiento en armonía con la

conservación de las áreas naturales (Bustillo, 1968 en Burkart y del Valle Ruiz, 1994:

46)27.

Haciendo hincapié en esta cita podemos decir que desde sus comienzos las ANP fueron

producto de una valorización turística que buscaba, mediante el desarrollo de esta actividad,

asegurar la soberanía nacional en aquellas zonas fronterizas poco exploradas hasta ese entonces.

Desde este puno de vista:

interesa el análisis de los procesos específicos que conducen a la valorización turística

de determinados lugares merced a la transformación de sus rasgos específicos en atrac-

tivos turísticos, llevado a cabo por actores sociales concretos e intencionados que inter-

vienen en estos procesos, ya sea desde su lugar de origen o desde otros lugares (Ber-

toncello 2006: 318).

Para este caso, podemos decir que el actor social que avanzó con el proceso de valoriza-

ción fue el Estado nacional mediante sus instituciones, como lo fue la Dirección de Parques

Nacionales que si bien cumplía un rol de mantenimiento de ambientes prístinos, tuvo otra tarea

más importante y decisiva a la hora de acondicionar el territorio con la creación de diversos

servicios útiles para la población, con el fin de poblar estas áreas. Esta medida fue acompañada

con el desarrollo de la infraestructura del transporte hasta estas zonas y la promoción turística de

las mismas.

Al avanzar en el tiempo, entre 1945 y 1980 (véase Tabla II.3) el vínculo entre las fechas

de creación de los PN y su ubicación geográfica, es indicativo de la incorporación de nuevas

líneas teóricas en materia de conservación que guiaron este proceso. Si bien es cierto que se

siguieron inaugurando nuevos parques en la Patagonia (por ejemplo el PN Tierra del Fuego

(1960) o el PN Los Arrayanes (1977)), también se inició un proceso de conservación en regio-

nes del país que hasta ese momento nunca habían sido consideradas. Así, en esta etapa comien-

za a ser conservada la ecorregión de las Yungas con la creación de los PN El Rey (1948), Baritú

(1974) y Calilegua (1979); el Chaco Húmedo con los PN Pilcomayo (1951) y Chaco (1954); y

la del Espinal, con el PN El Palmar (1965) y el PN Lihue Calel (1977). Puede observarse que si

bien algunas de estas ANP siguen estableciéndose en zonas de frontera (como los PN Tierra del

Fuego o Pilcomayo), muchos se fundan en el interior del territorio y en ambientes que no pose-

27 BUSTILLO, Exequiel (1968) El despertar de Bariloche, Casa Pardo, Buenos Aires.

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

62

en esa gran belleza escénica que caracterizó a los PN de comienzo de siglo. Este cambio se debe

a dos razones principales: la primera es que el desarrollo de la infraestructura vial en las zonas

periféricas del país permitió transitar zonas que antaño eran inaccesibles, facilitando el acceso

tanto a la población como a la promoción turística en ellas (Burkart y del Valle Ruiz, 1994). La

segunda proviene de una modificación en el enfoque en la conservación en nuestro país, pues se

comienza a considerar el valor científico de la conservación de la flora y fauna argentina. En

estos años se llevaron a cabo los principales trabajos biogeográficos nacionales por autores co-

mo Ángel Cabrera, Ángel Gallardo, Lorenzo Parodi, Lucas Tortorelli, L. Haumann, entre los

más representativos (Burkart y del Valle Ruiz, 1994). La resignificación de la preservación en

ANP conduce a la necesidad de conservar una porción significativa de todos los ambientes pre-

sentes en el territorio nacional, como se observa en la Tabla II.3. Los motivos expuestos son

congruentes con el Enfoque del Equilibrio en conservación, el cual según Acerbi y Bachman

(1999), proviene de las ciencias ecológicas y se vincula fuertemente con los procesos ecológicos

como elementos claves para la conservación dado su rol en el funcionamiento y la estructura de

la biosfera28. El PNEP es fundando en este segundo momento de la conservación de Argentina,

en 1965, siendo la primer ANP del país que preserva la ecorregión del Espinal y la más próxima

a dos de las principales zonas urbanas del país, situación que prevalece hasta nuestros días29.

En el período 1980-1990 no se crearon nuevas ANP en el territorio nacional sin embar-

go como hechos destacados hay que mencionar la sanción de la actual Ley N° 22.351 de Par-

ques Nacionales, vigentes hasta la actualidad y en 1986 la creación de la Red Nacional de Co-

operación Técnica en Áreas Protegidas, ente federal que trabajaba en la planificación y coordi-

nación para la creación de un Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

Por último, del análisis de la Tabla II.3 se vislumbra que luego de más de una década

sin nuevas ANP, se da inicio a un vigoroso proceso de creación de nuevos PN que decae luego

del año 2002. Aquí, los parques se ubicaron en ecorregiones que hasta el momento estaban es-

casamente representadas. La mayor parte de ellas se localizaron en ambientes donde predomina

el factor limitante de la sequía, como ser la ecorregión de Sierras de Montes y Bolsones, Chaco

Seco o Altos Andes y, en menor medida, en zonas de humedales, como las ecorregiones del Pre-

Delta e Islas del Paraná, Pampa y Esteros del Iberá. Esta tercera etapa estuvo signada por un

nuevo enfoque, el Desarrollista, basado en el concepto de desarrollo sustentable. Desde esta

perspectiva la conservación es entendida como la necesidad de resguardar ciertas porciones del

28 Vale indicar es que esta corriente de pensamiento toma cuerpo entre las décadas del 20 y del 30 del siglo XX, sin embargo en nuestro país llega a implementarse décadas más tarde. 29 Recientemente, en 1992 y luego de 27 años de la creación de este PN, se crea una nueva reserva próxima a estas ciudades, el PN Pre-Delta en la provincia de Entre Ríos.

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

63

territorio de las modificaciones que la sociedad pudiera ejercer sobre él, teniendo en cuenta “…

el estado actual de las tecnologías y de la organización social, así como la capacidad de la bios-

fera de absorber los efectos de las actividades humanas” (Acerbi, Bachmann, 1999:12).

En este sentido, en la actualidad la conservación de las ANP conlleva al manejo del me-

dio natural para alcanzar objetivos de diversa índole (ecológicos, científicos, culturales, socia-

les, entre otros). Como la propia autoridad nacional de conservación argumenta:

se priorizan la formulación de una política que oriente la relación entre la Administra-

ción de Parques Nacionales, pobladores, comunidades y pueblos originarios, que con-

tribuya a promover la conservación de la diversidad natural y cultural y permita a los

actores involucrados ser beneficiarios y responsables de la misma mejorando su calidad

de vida. (…) en la conservación del ambiente, resulta tan importante la biodiversidad

como la diversidad cultural en tanto ambos son componentes indisociables (APN,

2012).

Esta idea se enmarca dentro de los lineamientos generales del Enfoque del Desequilibrio

de Meffe y Ronald Carrol (1997), como se ha señalado en el marco conceptual.

II.3. Ecorregión del Espinal

La ecorregión del Espinal, según APN (2000), se localiza en la llanura chaco-

pampeana, rodeando por el norte, oeste y sur a la ecorregión Pampa. Abarca el sur de la provin-

cia de Corrientes, centro y norte de Entre Ríos, una franja central de Córdoba y Santa Fe, centro

y sur de San Luis, mitad este de La Pampa y sur de Buenos Aires (véase Mapa II.6).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

64

Mapa II.6: Ecorregión del Espinal.

Fuente: Reserva Provincial Parque Luro, 2012.30

En cuanto al clima debemos indicar que es variable en extremo, a raíz de la extensión

geográfica del Espinal. Por ello en el norte es cálido y húmedo, mientras que en el oeste y sur es

templado y seco con marcados déficit hídricos. Asimismo, siguiendo a la APN (2000), el Espi-

nal se subdivide en tres subregiones climáticas: Espinal del Ñandubay, en el sector mesopotá-

mico de clima húmedo, zona en la que se localiza el PNEP; Espinal de los Algarrobos, en el

sector central subhúmedo de transición entre la Pampa y el Chaco; y el Espinal del Caldén, en

el sector semiárido, de transición entre las ecorregiones Pampa y Monte (véase Mapa II.6).

Respecto a los suelos, hacia el noreste están formados sobre sedimentos loésicos31; son

arcillosos e imperfectamente drenados. En el centro-oeste y sur, son mediana a pobremente

desarrollados, de gruesa textura, con escasa provisión de materia orgánica. En el sur se presen-

tan capas petrocálcicas y áreas medanosas (Arturi, 2006).

30 Disponible en www.parqueluro.gov.ar 31 Se entiende por loes a los “Depósitos de limo transportados por el viento, que carecen de capas visibles, general-mente de color amarillento” (Lutgens y Tarbuck, 2005: 668).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

65

En materia florística, el Espinal se caracteriza por bosques bajos de especies xerófilas32

(que pueden ser densos o abiertos) y las sabanas. Esta ecorregión suele ser considerada como la

continuación austral de la provincia fitogeográfica del Chaco, ya que en ella se localizan las

mismas especies, pero de manera empobrecida. Según Arturi (2006), en el Espinal pueden dife-

renciarse cuatro zonas en función de la composición florística: la región mesopotámica que se

caracteriza por la presencia de ñandubay (Prosopis affinis), molle (Schinus molle), palmares de

yatay, entre otras; el oeste y el sudoeste de la región pampeana, donde se destacan principal-

mente el caldén (Prosopis caldenia) y en menor medida el chañar (Geoffroea decorticans); San-

ta Fe y Córdoba donde predominan los bosques de algarrobos blancos (Prosopis alba) y negros

(Prosopis nigra) acompañados por espinillos (Acacia caven); y por último los bosques de tala

(Celtis tala) en el sudeste de la provincia de Buenos Aires. Asimismo, este autor indica que las

fisonomías boscosas de esta ecorregión favorecen al tránsito de muchas especies animales aso-

ciadas a ellas.

En cuanto a la fauna, se caracteriza por la presencia en toda su extensión de carnívoros

como el puma (Puma concolor), gato montés (Oncifelis geoffroyi), zorro gris pampeano (Pseu-

dalopex gymnocercus), zorrino (Conepatus chinga) y hurón (Galictis cuja); aves, como el

ñandú (Rhea americana), cardenal amarillo (Gubernatrix cristata), el caserote común (Lepido-

colaptes angustirostris), entre otros; herbívoros, como la vizcacha (Lagostomus maximus), el

carpincho (Hydrochaeris hydrochaeris), cuís (Cavia aperea) y ciervo de las pampas (Ozotoce-

ros bezoarticus). Este último se halla casi extinto, sobreviviendo dos poblaciones: una en San

Luis y la otra en la provincia de Buenos Aires; más aún, esta especie nativa del PNEP, aún no

ha podido ser reintroducida en él.

Una situación característica en esta ecorregión es la dispersión de herbívoros exóticos,

como la liebre europea (Lepus europaeus), el ciervo axis (Axis axis), el ciervo colorado (Cervus

elaphus) y el jabalí europeo (Sus scrofa), ocupando los nichos ecológicos que le corresponden a

las especies autóctonas. Vale remarcar que toda la fauna exótica mencionada se halla presente

en El Palmar, siendo el jabalí un problema considerable para la conservación de dicho parque

(véase Acápite II.4.4.6.1).

Respecto al uso de la tierra en el Espinal, Arturi (2006) indica que la gran aptitud agrí-

cola intrínseca a esta ecorregión fue y es la causante de la fuerte transformación que la afecta.

Los mayores márgenes de rentabilidad de la agricultura respecto el mantenimiento de tierras

forestales con ganadería extensiva, condujo a los propietarios de la tierra a elegir la primera de

32 Se entiende por xerófilas a aquellos “Vegetales que soportan la sequía y están adaptados a la escasez de agua” (Lewis, 1995: 141).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

66

estas opciones. En esta misma dirección APN y FVSA (2007), al tratar las amenazas para la

biodiversidad del Espinal indica:

Los cambios tecnológicos como en agroquímicos, maquinaria de precisión y computa-

rizada, siembra directa, etc., ligados al enorme aumento del precio de la tierra facilitan

e inducen la implantación de la agricultura continua (sin rotación con ganadería) y su

expansión intrarregional. Se extiende suprimiendo los escasos remanentes de campos,

sabanas y bosques naturales (…) La fumigación aérea de herbicidas y agrotóxicos están

completando la liquidación (APN y FVSA, 2007: 37).

En el caso específico de la provincia de Entre Ríos, el desmonte de los bosques nativos

se intensificó a partir de 1990 con la rápida extensión de los cultivos de soja en todo el área,

afectando a las tierras del Espinal entrerriano donde hasta ese momento se practicaba la gana-

dería extensiva en los bosques autóctonos. Paralelamente, en las últimas décadas dicha provin-

cia ha sido testigo de la expansión de las plantaciones de eucaliptus en todo su territorio, situa-

ción que trajo aparejada la sustitución de los relictos de bosques nativos. De esta manera apare-

cen nuevos ecosistemas junto a los nativos, complejizando el paisaje:

Los agrosistemas que componen el paisaje actual son: pastizales naturales y en menor

medida artificiales bajo aprovechamientos ganaderos extensivos, forestaciones de pino

y eucaliptus, citricultura, agricultura de secano (trigo, avena, maíz, soja y sorgo) y agri-

cultura de regadío (arroceras) (Maranta, 2000: 329).

En suma, la situación expuesta en el último párrafo refuerza la premisa de que la vulne-

rabilidad ecológica es una situación intrínseca a la ecorregión del Espinal, ya que además de su

pobre representatividad dentro del SIFAP, se suma por una parte, la intensificación del avance

de las actividades agropecuarias en detrimento de los ambientes autóctonos, y por la otra, la

proliferación de fauna y flora exótica en toda la zona, perjudicando la existencia de las especies

nativas (en vinculación de este último proceso en el PNEP véase Acápites II.4.4.6.1 y

II.4.4.6.2).

II.4. El Parque Nacional El Palmar

En los acápites precedentes se hizo una aproximación a los aspectos contextuales que se

vinculan directamente con nuestra zona de estudio. En el presente abordaremos los objetivos de

creación, la historia, las características físico-ambientales, la zonificación, los servicios turísti-

cos y las principales problemáticas que afronta el PNEP.

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

67

II.4.1 Presentación del Parque Nacional El Palmar

Este ANP se ubica en el sudeste de la provincia de Entre Ríos, en el departamento de

Colón, a los 58° 17´ Longitud O y 31° 50´ Latitud S, aproximadamente. Posee una superficie de

7000ha. Limita al este con la RN 14; al oeste con el río Uruguay; al sur, con el arroyo Sumaca-

Espino; y al norte, con un alambrado de forma irregular que lo separa de propiedades privadas

(véase Mapa II.7). La localidad de Ubajay se ubica 6 km al norte del PNEP, mientras que al sur

se sitúan las ciudades de Colón (51 km), San José (43 km), Pueblo Liebig (39 km) y Villa Elisa

(21 km) (APN, 1994).

Mapa II.7: PNEP – Imagen LANDSAT 7 ETM +, Bandas 543 (RGB).

Fuente: Fabri y Raymundi, Delegación Regional NEA, APN 2004. II.4.2 Antecedentes del Parque Nacional El Palmar

La preocupación por la conservación de la especie de palmera Butia yatay se remonta al

siglo XIX, pero recién en la mitad de la década de 1960 recibe protección mediante la creación

del PNEP. En este acápite haremos un breve repaso sobre los antecedentes más significativos y

al origen de este ANP, con el fin de comprender las características que presenta hoy en día.

La primera referencia data del año 1827, cuando el naturalista francés Alcide

D’Orbigny, en su visita a las provincias de Entre Ríos y Corrientes, indica que las poblaciones

de las palmeras yatay se encuentran amenazadas en su continuidad debido al avance de las acti-

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

68

vidades agropecuarias que suplantaban los palmares con el fin de acondicionar las tierras para la

explotación agrícola-ganadera (Lunazzi, 2009).

Más adelante, en el año 1919 el botánico belga Lucien Hauman expresó su preocupa-

ción por las palmeras yatay, pues el accionar destructivo del ganado las conducía al camino de

la extinción (Cansanello, 2002). Asimismo, en 1923 Hauman planteó la necesidad de que el

gobierno nacional, provincial o municipal crease una reserva para proteger a las palmeras y

también a la sabana entrerriana.

Este planteo logra una primera respuesta en 1933, cuando Juan Kroger, el mayor propie-

tario del Palmar Grande, expresa la posibilidad de ceder sus terrenos para crear una reserva

botánica tras su muerte.

En la esfera gubernamental, el diputado por la provincia de Entre Ríos, Bernadino

Horne, presentó en 1945 un proyecto para crear un PN en las proximidades de Salto Grande

ante el Congreso Nacional, que tomó consistencia en 1948, cuando Milan Demitri confeccionó

el anteproyecto para la creación del PN “Los Palmares de Yatay” (Cansanello, 2002).

No obstante, la primera acción concreta aparece en el año 1960 cuando la Dirección de

Agricultura, Forestación y Bosques, Tierras y Colonias (DAFBTyC) de la provincia de Entre

Ríos sancionó la Resolución N° 166 que declara a la palmera Butia yatay como especie protegi-

da (Artículo 1°), prohibiéndose su remoción, desmonte, transporte y/o comercialización dentro

del territorio entrerriano (Artículo 2°). Asimismo, dicha Resolución esgrime como justificación

para tomar esta medida:

Que siendo la especie fundamental de un Parque Nacional, protegida por su exclusivi-

dad y rareza, que es necesario contribuir a su conservación (…) Que la Provincia de

Entre Ríos es una de las pocas beneficiadas con su presencia, preservando a generacio-

nes futuras su magnificiencia y aporte de material genético para su estudio (DAFBTyC

1960, Resolución N° 166).

Finalmente, en el año 1965, se creó el PNEP con la promulgación de la Ley Nacional

16.802 que expropiaba fracciones de campo pertenecientes a veinte propietarios33. El objetivo

de la misma fue “…conservar un sector representativo de los extensos palmares de Syagrus

33 “A saber: Estela Antonia Saubidet, Emmy Clara Stein de Kroger, Estancias Kroger, Liebig’s Extract of Meat Com-pany, Laufú S.A., Salvia Hermanos, Constante Bouvet, Modesto Bouvet, Victor Hechinger, Domingo Benini, Juan Ramón Larocca, Norberto Arralde, Isaac Samuel Mandel, Ernesto Cutro, Cirilo Hichard, Salustrino Brossard, Aguila Ortíz de Bouvet, Hector María Benini, Edmundo Pellence e Isidro Noir” (Cansanello, 2002: 1)

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

69

yatay” [Butia yatay34, la aclaración es nuesta] (APN, 1994: 1). En ella se autorizó el traspaso de

la superficie del Parque de la jurisdicción de la esfera provincial a la nacional y también se tra-

zaron sus límites. Esta necesidad surgió como respuesta al desmonte del cual era objeto esta

especie, como queda plasmado en la siguiente cita del Plan de Manejo Preliminar del PNEP:

La intensa explotación agrícola, ganadera y forestal de toda la región ha impedido el

crecimiento de palmares de reposición, por lo cual se considera a este parque como el

último núcleo puro de esta comunidad florística (APN, 1994: 1).

Como se observa, con la creación de esta ANP, se trató de prevenir el proceso de reduc-

ción de la última población pura de palmares autóctonos como consecuencia del avance de las

actividades agropecuarias. Si bien la Resolución N° 166 de la DAFBTyC no indica al avance de

este tipo de actividad como elemento motivacional para declarar especie protegida a las palme-

ras yatay, podemos inferir que fue uno de los elementos centrales -especialmente en base a su

Artículo nº 2.

En 1971, comienza a funcionar efectivamente el PNEP, ya que entre 1965 y 1971 se

sucedieron una serie de inconvenientes legales entre el gobierno de la provincia de Entre Ríos y

el gobierno nacional, respecto la transferencia y expropiación de las tierras. Tales trabas finali-

zan, según APN (1994), en 1970 cuando se promulgan la Ley Nacional 18.844 y la Ley Provin-

cial 4.882. La primera refuerza la declaración de interés público sujeta a expropiación de los

límites indicados en el Artículo 2° de la Ley 16.802, mientras que la segunda cede el dominio y

la jurisdicción de las tierras que corresponden al PNEP al gobierno nacional.

Paralelamente, se genera un cambio sustancial en la superficie a ser protegida. En efec-

to, en la Ley 16.802 este ANP abarcaba una totalidad de 14.000ha., área que se reduce en 1972

tras la promulgación de la Ley Nacional 19.689, que establece los límites actuales de este par-

que, modificando los establecidos en la Ley 16.802. Respecto a este asunto indica Cansanello

(2002) que se desconocen los mecanismos por los cuales se consumó dicha reducción de hectá-

reas. No obstante este autor señala que algunos juicios de expropiación fueron apelados y tam-

bién que los propietarios de las tierras derrumbaron las palmeras para que sus campos carezcan

de valor para la conservación.

Por último, en 1994, veintinueve años después de la creación del PNEP, se redacta su

Plan de Manejo Preliminar. Para ello se realizó un estudio profundo de las características físico-

34 Luego de la realización del Plan de Manejo Preliminar del PNEP en 1994, se llevaron a cabo nuevos estudios genéticos a sus palmares, determinando que se trataba de la especie Butia yatay (Comunicación personal).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

70

ambientales, del uso público y un inventario con las especies presentes. Además, se detectaron

sus principales problemáticas, se estableció la actual zonificación preliminar y se definieron los

objetivos de trabajo, entre los ítems más importantes.

En síntesis, se observa que el proceso de avance de la frontera agropecuaria sobre los

ambientes nativos que se indicó de forma general para la ecorregión del Espinal, también se

presenta a escala provincial. En lo relativo a las palmeras yatay, la preocupación por la conser-

vación de esta especie no es nueva, sino que se remonta a comienzos de siglo XX. Con el correr

del tiempo, la situación se agudizó, desencadenando la creación del PNEP, que conserva el

último relicto nativo significativo de la especie. Por tanto, la vulnerabilidad ecológica es la

condición de base sobre la cual se crea el PNEP. Vulnerabilidad que se replica a escala de la

ecorregión del Espinal, así como a nivel del SIFAP.

II.4.3 Objetivos del Parque Nacional El Palmar

Como mencionamos anteriormente, el objetivo principal que motivó la creación del

PNEP fue la protección de la especie de palmeras Butia yatay. Sin embargo este no es el único.

Entre sus metas también se encuentran la protección de los pastizales entrerrianos, la aplicación

de medidas de manejo en materia de conservación, el desarrollo de modelos para afrontar pro-

blemáticas de manejo particulares de este parque y de programas de extensión ambiental para

difundir el trabajo y los objetivos de la APN. A continuación se exponen sus objetivos:

1. Conservar una muestra representativa de los palmares de Syagrus yatay [Butia ya-

yay].

2. Asegurar la protección y mantenimiento de la población de:

a) Poblaciones puras de Syagrus yatay [Butia yatay] de distribución restringi-

da en nuestro país y no representada en otras áreas protegidas.

b) Los pastizales típicos entrerrianos adoptando las medidas de manejo nece-

sarias para su mantenimiento con carácter de banco genético.

3. Conservar la mayor diversidad de ambientes de la sabana mesopotámica con su flora

y fauna asociadas, aplicando las medidas de manejo más adecuadas.

4. Desarrollar modelos en relación a problemas de manejo particulares (control de es-

pecies exóticas, uso de fuego, reintroducción de especies, etc.), aplicables a otras uni-

dades de conservación.

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

71

5. Desarrollar programas de extensión ambiental que sirvan para difundir los objetivos

y la misión de la Administración de Parques Nacionales, utilizando al parque como

órgano multiplicador dada su alta afluencia turística y fácil acceso (APN 1994: 82).

Se observa que, por un lado, los objetivos de creación del PNEP se enmarcan en el En-

foque Desarrollista, ya que se manifiesta la intención de preservar esta porción de territorio de

las modificaciones que el hombre pueda ejercer sobre ella. Esto implica la voluntad de la socie-

dad de conservar este paisaje con el fin de que las sociedades presentes y futuras puedan disfru-

tar de los recursos que aquí se encuentran. Asimismo, se busca evitar los conflictos que pudie-

ran surgir por parte de las personas que intervienen en este sitio, utilizándolo como lugares de

recreación (Acerbi y Bachmann, 1999).

Por su parte, el quinto objetivo de esta ANP es sobre el cual centraremos la atención,

debido a que expresamente se indica la importancia del turismo como factor multiplicador tanto

del trabajo de la APN en general como de las tareas concernientes a la conservación en el

PNEP, en particular. Ello es concomitante con la idea del Enfoque del Desequilibrio o No Equi-

librio, debido que se recurre al elemento multiplicador inherente a la actividad turística, con el

fin de difundir las metas de trabajo de este Parque. Ello remite a la idea de que las ANP no

tendrán éxito únicamente por cerrarse a la influencia antrópica. Además, una reserva no será

plausible de ser conservada aislada de sus alrededores, por tanto, el contexto debe ser tenido en

cuenta en el planeamiento de la conservación (Meffe y Ronald Carrol, 1997).

II.4.4 Características ecológicas del Parque Nacional El Palmar

En este acápite se esbozará una caracterización de las principales condiciones fisico-

ambientales que posee el PNEP con el fin de poder establecer un panorama más acabado del

medio natural en el cual está inserto este ANP.

II.4.4.1 Clima

Para realizar este punto hemos considerado como fuente los datos climáticos, presentes

en el Plan de Manejo Preliminar del PNEP (1994), que se obtuvieron tomando como referencia

la estación meteorológica de Concordia, que es la más próxima al Parque.

En primer término indicaremos que las precipitaciones correspondientes a esta zona de

estudio son abundantes y uniformemente distribuidas a lo largo del año, es decir que hay ausen-

cia de estación seca. El promedio anual es de 1298 mm. Se observa un período superhúmedo en

primavera y verano, cuando se producen los mayores niveles de precipitación, mientras que en

los meses de invierno se registran los menores valores, siendo agosto el mes donde este paráme-

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

72

tro es el más bajo de la serie (véase Gráfico II.4) (APN, 1994). Al estudiar las precipitaciones

para un período más largo (1949-2003), Goveto señala para toda la serie considerada que “La

época de mayor precipitación es el otoño (30 %), luego el verano (27 %) y la primavera (27 %)

y la época de menor precipitación es el invierno (16 %)” (Goveto, 2005: 30). Por su parte, de-

ntro del período mayo – octubre se registra el fenómeno de las heladas (APN, 1994).

La temperatura media anual es de 18,9° C, presentando una escasa variación térmica

durante todo el año. Los veranos no son excesivamente cálidos y los inviernos no son muy rigu-

rosos (véase Gráfico II.4) (APN, 1994). La temperatura promedio del mes más cálido ronda los

26° C., mientras que en el invierno la temperatura promedio se ubica en los 12° C. (Goveto,

2005).

Por su parte, los vientos predominantes provienen del nordeste, sudeste y este a una ve-

locidad promedio de 8 km/h (APN, 1994).

La humedad relativa es alta a lo largo de todo el año, con una media anual del 75 %. El

invierno es más húmedo que el verano, debido que la insolación es menor en la época invernal

que en la estival (APN, 1994).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

73

Gráfico II.4: Promedios mensuales de temperatura (línea) y precipitación (barra) para el perío-do 1981 – 2000. Estación meteorológica Concordia.

Fuente: Goveto, 2005.

Al considerar estas características generales, podemos encuadrar el clima del PNEP en

la clasificación climática de Koeppen (1936), que “…constituye el principal ejemplo de clasifi-

caciones climáticas basadas en la vegetación” (Ereño y Nuñez, 2007: 5). Ella toma los elemen-

tos meteorológicos temperatura y precipitación para cuantificar los factores ecológicos calor y

agua, que son fundamentales para el desarrollo de la vegetación.

De las cinco categorías que representan todos los climas del mundo en la clasificación

de Koeppen35, nos centraremos en la categoría C. Ella representa al clima Templado lluvioso

donde la temperatura media del mes más frío oscila entre -3° C y 18° C. y la temperatura media

del mes más caliente es superior a 10° C. A su vez esta categoría, se subdivide según la manera

en que se produzcan las precipitaciones a lo largo del año (Ereño y Nuñez, 2007)36. La ya seña-

lada ausencia de estación seca a lo largo del año se representa con la letra minúscula f en la

clasificación de Koeppen. A su vez, ésta se subdivide en subtipos, que indican el comportamien-

to de las temperaturas en verano. Nuestra zona de estudio se caracteriza por veranos calurosos

(26° - 27° C. en enero), que en la clasificación propuesta se lo indica con la letra a37. En síntesis,

35 Ver clasificación completa en Ereño y Nuñez (2007) 36 Ver clasificación completa en Ereño y Nuñez (2007) 37 Ver clasificación completa en CCA (2010)

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

74

el clima del PNEP, como se indica en el Mapa II.8, se corresponde al tipo Cfa en la clasifica-

ción de Koeppen, es decir un clima templado húmedo sin estación seca y de verano caluroso

(Goveto, 1994).

Mapa II.8: Clasificación de Koeppen para Argentina

Fuente: Elaboración propia a partir de Cátedra de Climatología Agrícola (CCA), Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad Nacional de Entre Ríos, 2010.

II.4.4.2 Geomorfología y suelos

Respecto a los rasgos geomorfológicos, el PNEP puede dividirse en tres grandes unida-

des de paisaje. La primera es la denominada Terrazas del Río Uruguay, que posee un origen

fluvial, ya que está conformada por materiales depositados por un río de caudal superior al ac-

tual, en etapas geológicas previas al Cuaternario. Posteriormente el paisaje fue afectado por los

agentes erosivos naturales, transformado las pendientes planas y/o pendientes largas y suaves en

otras más onduladas, de pendientes cortas y empinadas (Memvielle, 1994).

La segunda unidad se localiza en el sector noroeste y se caracteriza por la presencia de

materiales arenosos depositados sobre antiguos sedimentos arcillosos de origen fluvial. También

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

75

funciona como zona de transición entre las Terrazas del Río Uruguay y el área donde predomi-

nan las lomadas entrerrianas (Memvielle, 1994).

La última, corresponde a la caracterizada por las Lomadas Entrerrianas; compuestas

por suelos vertisoles38; cuyo origen “…está en la disección avanzada por un sistema fluvial den-

so sobre un relieve formado por sedimentos modernos, a partir de un levantamiento en bloque

del territorio” (Memvielle, 1994:5). Aquí los valles afluentes del río Uruguay generalmente

presentan una orientación de oeste a este y de extensión variable (Memvielle, 1994).

Respecto los suelos del PNEP, podemos indicar que los materiales sobre los cuales se

desarrollan son de origen fluvial. Los depósitos en bancos generan una distribución espacial

azarosa, sumado a la alternancia de capas de diferente granulometría (como ser arcillosas y are-

nosas con o sin canto rodado), dificultan la génesis y desarrollo de los suelos. El resultado de

esta situación es la presencia predominante de entisoles39 e inceptisoles40 los cuales tienen una

escasa secuencia de horizontes y una acotada presencia de los procesos pedogenéticos (Movia y

Rienzi, 1994).

II.4.4.3 Cuencas hidrográficas

El PNEP se encuentra atravesado por un sistema de cuatro cuencas cuyos cursos de

agua no se vinculan superficialmente entre sí. Todos ellos desembocan en el río Uruguay y per-

tenecen al sistema de la Cuenca del Plata, como se observa en el Mapa II.9.

Al ordenarlas en dirección norte sur quedan dispuestas de la siguiente manera: cuenca

del arroyo Ubajay (curso principal de 8,2 km de longitud), cuenca del arroyo de Los Loros (8

km de longitud), cuenca del arroyo El Palmar (43,6 km de longitud) y cuenca del arroyo Suma-

ca-Espino (10,6 km de longitud). Todas presentan una pendiente muy suave orientada de oeste a

este y en su totalidad abarcan 67.594ha (Micou, 2003).

De ellas, la cuenca del arroyo El Palmar posee el curso de agua de mayor longitud y

caudal; este arroyo es de tipo permanente y sus aguas provienen de cursos estacionales y per-

manentes. Vale indicar que las aguas de los arroyos Los Loros y Sumaca-Espino tienen sus na-

38 Los vertisoles se caracterizan por ser “Suelos que contienen grandes cantidades de arcilla, que se encogen al secar-se y se hinchan con la adición de agua” (Lutgens y Tarbuck, 2005:192). 39 Los entisoles se caracterizan por ser “Suelos jóvenes con un desarrollo limitado que exhiben propiedades de la roca madre” (Lutgens y Tarbuck, 2005:192). 40 Los inceptisoles se caracterizan por ser “Suelos jóvenes poco desarrollados en los que el comienzo o principio del desarrollo del perfil es evidente” (Lutgens y Tarbuck, 2005:192).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

76

cientes dentro del PN, mientras que El Palmar y el Ubajay se originan en campos privados por

fuera de este ANP (Micou, 2003).

II.4.4.4 Vegetación

En cuanto a la vegetación, varios estudiosos del tema que toman la clasificación de Ca-

brera (1976) indican que este ANP se ubica en la unidad fitogeográfica del Espinal distrito del

Ñandubay (Marconi y Kravetz, 1986; Movia y Memvielle, 1994; APN, 1994; Maranta, 2000;

Muzzachiodi y Sabattini, 2002 y Goveto, 2005).

En el PNEP se distinguen cuatro tipos fisonómicos principales los pastizales típicos, los

pajonales, la selva en galería y los palmares (Movia y Memvielle, 1994), como se observa en la

Figura II.1.

Figura II.1: Perfil topográfico del PNEP.

Fuente: Adaptado a partir de Marconi y Kravetz (1986). Los pastizales típicos están conformados por sabanas herbáceas con una proporción

variable de leñosas arbustivas, arbóreas y palmeras. Pueden presentarse dominados por gramí-

neas y hierbas de altura en densidad variable o junto a arbustos, palmeras aisladas o árboles en

diferentes proporciones. La cobertura es alta (hasta un 80 % del ambiente) y presenta una gran

cantidad de especies, como la chilca (Bacharis dracundifolia) y el espinillo (Acacia caven)

entre los arbustos; y la petunia (Petunia interifolia) y la margarita punzo (Gandularia peruvia-

na) entre las gramíneas. La unidad abarca una superficie de 6560 ha, es decir cubre el 60 % del

Parque.

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

77

Mapa II.9: Cuencas del PNEP.

Fuente: Micou, 2003.

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

78

Los pajonales están compuestos por pastizales hidrófilos41 de altura y densidad variable,

dominado por gramíneas y ciperáceas42 en diferentes proporciones. Pueden hablarse de dos sub-

tipos de pajonales, en los que la napa de agua aflora en la superficie o está próxima a ella, y en

los que se localiza a más profundidad. Los pajonales presentan una muy baja proporción de

arbustos y ausencia de palmeras. Aquí podemos mencionar especies como la paja colorada

(Paspalum quadrifarium) y la cola de caballo (Equisetum giganteum), entre otras. Poseen una

superficie de 770 ha (Movia y Memvielle, 1994) y se localizan en las cañadas (depresiones

hacia las cuales drenan las aguas de los arroyos y ríos en terrenos más altos); u hondonadas en

las que se acumula el agua porque poseen suelos arcillosos e impermeables (APN, 2012).

La selva en galería se desarrolla junto a los márgenes de los ríos y arroyos como conse-

cuencia de la elevada humedad y temperatura durante todo el año. Recibe este nombre dado que

las copas de los árboles en ambas orillas tienen contacto entre sí, impidiendo el traspaso de la

luz del sol a los estratos inferiores, lo cual conforma un microclima. Vale indicar que la vegeta-

ción compite por la luz solar, caracterizándose entonces por una composición estratificada. Su

origen se liga a la depositación de semillas y sedimentos en los márgenes que transporta el río

Uruguay y sus afluentes. Se la considera una continuación de la Selva Paranaense empobrecida,

pudiéndose encontrar especies como el tala (Celtis tala), el molle (Schinus molle), el ñandubay

(Prosopis affinis), guayabo colorado (Myrcianthes cisplatensis), palo amarillo (Terminalia aus-

tralis), curupí (Sopium haematospermu), entre otros (APN, 2012).

Los palmares se caracterizan por ser sabanas de palmeras (Butia yatay) presentando una

densidad que varía entre el 30 % al 70 %. Se distribuyen de manera agrupada conformando

manchones con patrones irregulares. Actualmente predominan ejemplares maduros y seniles

que poseen una altura que varía entre los 9 y 18 metros y un diámetro de copa que oscila entre

los 4 y 5 metros. No obstante, existen ejemplares de renuevo que pueden llegar a una altura

máxima de 50 cm. En cuanto a la matriz, se caracteriza por ser un pastizal denso a semidenso

alternado por fracciones de suelo menos cubiertas, pudiendo presentar pequeños árboles y ar-

bustos en proporciones variables, agrupados o aislados. Los palmares se ubican principalmente

en las laderas del valle del arroyo El Palmar, donde los suelos son bien drenados, con gravas en

el perfil. Además, se los divide en tres unidades según la cantidad promedio de palmeras por

hectáreas, pudiendo ser: abierto cuando el promedio varia entre 100 y 200 individuos/ha; semi-

41 Se entiende por hidrófilos a los “Vegetales acuáticos cuyas yemas de renuevo están bajo el agua o bajo un suelo empapado de agua” (Cabrera y Willink, 1980: 21). 42 Se entiende por Ciperáceas a “una familia de plantas monocotiledóneas semejante a las hiervas” (Lewis, 1995: 141).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

79

denso entre 201 y 399 individuos/ha; y denso, entre 400 y 500 individuos/ha. La superficie total

comprendida por los palmares es de 2635 ha.

II.4.4.4.1. Los palmares de Butia yatay

La conservación de las palmeras Butia yatay fue el principal motivo que impulsó la

creación del PNEP, plasmándose explícitamente en los objetivos que este AP (véase Acápite

II.4.3). Asimismo, los palmares son el principal atractivo con el que cuenta no sólo el Parque

para incentivar la afluencia turística, sino también por la MTP (véase Capítulo III, Acápite

III.3.1.).

La distribución de la especie a la que estamos haciendo referencia, abarcaba antigua-

mente una amplia superficie, localizándose en los actuales territorios de Argentina, Brasil, Para-

guay y Uruguay (Movia y Renzi, 1994). En nuestro país, las palmeras yatay conformaban bos-

ques en las zonas litorales de las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe, mientras que

en Misiones los ejemplares se distribuían en forma aislada. Una mención especial merece el

núcleo de palmares ubicados en los márgenes del río Uruguay entre las localidades de Berduc y

Ubajay (departamento de Colón, provincia de Entre Ríos), debido a que constituye el límite de

dispersión más austral de estos palmares.

A grandes rasgos podemos indicar que en las poblaciones de Butia yatay del PNEP, se

observa una fuerte presencia de especímenes viejos y sobremaduros, que superan los 100 años y

en menor medida de renovables de pocos años. Entre los primeros, la altura promedio varía

entre 3 y 4 metros, presenciándose ejemplares que pueden alcanzar los 6 metros; los renovales

pueden llegar a medir entre 1 y 2 metros.

En cuanto a los lugares de crecimiento de esta especie, se caracterizan por ser suelos

arenosos y/o arcillosos en los cuales la napa freática se halla a una profundidad variable, pero no

muy próxima a la superficie.

Por último, es en la zona sur del Parque en donde los palmares presentan mejores condi-

ciones de conservación, debido que se hallan agrupamientos de renovables de palmeras en va-

rios sectores, pudiendo formar un estrato discontinuo respecto el palmar maduro. Además, en el

área no se visualiza el avance de flora exótica, como sí sucede en el sector norte del PNEP

(Menvielle, 1994).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

80

II.4.4.5 Fauna

En este punto se hará una descripción somera sobre las principales características de la

fauna presente en el PNEP, tomando como referencia principal el trabajo de Cichero (1994).

La autora indica que la fauna de este ANP corresponde a la Región Neotropical, Subre-

gión Guayano-brasileña, Dominio Subtropical, Distrito Mesopotámico, según la clasificación

propuesta por Ringuelet (1960). Ello se traduce en adaptaciones de especies animales a la vege-

tación arbórea de clima húmedo y cálido o templado cálido. La fauna está también adaptada a

condiciones rigurosas de los climas secos, es decir a la flora xerófila típica del Espinal.

Respecto a los mamíferos, en el Parque se registran 34 especies nativas, siendo los roe-

dores los mejores representados con 14 especies, seguido por los carnívoros con 9 y los quiróp-

tedos con 6 (Cichero, 1994). Se destacan la vizcacha (Lagostomus maximus), el carpincho (Hy-

drochaeris hydrochaeris) entre los primeros y el zorro gris (Pseudalopex gymnocercus), el lobi-

to de río (Lontra longicaudis), el gato montés (Oncifelis geoffroyi) y el hurón (Galictis cuja)

entre los segundos (APN, 2012).

En cuanto a las aves, en el PNEP se reconocen 202 especies, de las cuales el 78 % es

residente, el 15 % ocasional y el resto corresponde a accidentales e indeterminadas (Biolé y

Baliño, 1985a, en Cichero, 1994)43. Entre las más representativas se hallan el halcón colorado

(Falco sparverius), ñandú (Rhea americana), inambú (Nothura maculosa), urraca común (Cya-

nocorax chrysop), tero (Vanellus chilensis), garza (Egretta alba), cotorra (Myiopsitta mona-

chus) y cacholote castaño (Pseudoseisura lophotes) (APN, 2012).

Entre los anfibios y los reptiles, se distinguen 19 especies de los primeros y 32 de los

segundos, sobresaliendo el largarto overo (Tupinambis teguixin), la tortuga pintada (Trachemys

derbigyi) y el sapo buey (Bufo fermandezae) (Chebez, 2005). Por último, la comunidad de peces

está constituida por 32 especies de agua dulce.

II.4.4.6 Principales problemáticas ambientales

El PNEP actualmente se ve afectado por una serie de problemas de índole ambiental que

iremos desarrollando a lo largo de este acápite. Si bien todos ellos merecen atención y resolu-

ción, el de mayor envergadura y complejidad es el de las invasiones biológicas.

43 Biolé, F. J. y Baliño, J. J. (1985a) “Análisis preliminar del Estado de la Avifauna del Parque Nacional El Palmar”, en: Informe Biológico Interno, N° 1, APN.

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

81

II.4.4.6.1 Invasiones biológicas44

La invasión de especies exóticas es el principal problema que afronta este PN en materia

de conservación. Así lo expresa un informe interno del PNEP que, al puntear las principales

problemáticas que lo afectan, ubica en primer lugar el control de las leñosas exóticas ya que

“Como se sabe es la principal amenaza de esta área protegida” (Maranta, 2010b: 1). En el mis-

mo sentido se expresó la Guardaparque M. Panziera, quien indicó que es uno de los principales

problemas ambientales que posee el Parque y que se trabaja sobre él hace más de 10 años. Asi-

mismo, varios autores remarcan esta idea como Acerbi, et al. (1999), Micou (2003), Ruiz Selmo

et al. (2007) y Gil (2008).

En el PNEP, las invasiones biológicas se asocian principalmente a la especie vegetal

paraíso (Melia azedarach) y al jabalí (Sus scrofa), debido tanto al aumento poblacional como a

su rápida expansión (Goveto, 1994). No obstante, otras especies exóticas aquí presentes son el

ciervo axis (Axis axis) y el antílope negro (Antílope cervicapra) entre la fauna (Gil, 2008) y,

entre la flora, el crataegus (Pyracantha atalantoides), la acacia negra (Gleditsia triacanthos), el

ligustro (Ligustrum lucidum), la ligustrina (Ligustrum sinense), la lantana (Lantana camara), el

sorgo de alepo (Sorghum halapensis), el duraznero (Prunus spp.), el pino (Pinus elliotti) y el

roble sedoso (Grevillea robusta) (Rodríguez Groves, 2002, Ruiz Selmo et al., 2007 y Maranta,

2010a).

En cuanto a los animales, podemos decir que fueron introducidos para que cierto sector

de la sociedad pudiera practicar la caza deportiva. El jabalí (Sus scrofa) fue introducido en Entre

Ríos en la década de 1950, datando el primer registro en el PNEP del año 1976. El antílope ne-

gro (Antilope cervicapra) es traído a esta provincia en 1950, registrándoselo a partir de 1983 en

el Parque. Por su parte, el ciervo axis (Axis axis) aparece en la zona en 1930 cuando se lo liberó

en la Estancia La Barra de San Juan, en Uruguay. Se cree que la especie cruzo el río Uruguay

nadando alrededor del año 1988, cuando comienza a ser visto en el Parque (Gill, 2008). Todos

ellos fueron introducidos, en principio, para la práctica de la caza deportiva.

Por su parte, el avance de la flora sobre este ANP tiene sus inicios en el siglo XXVIII

cuando aún era una estancia y algunas de las especies mencionadas eran utilizadas con fines

ornamentales en los jardines, a partir de donde comenzaron a propagarse (Maranta, 2010a). Otra

fuente de invasión se dio por fuera del Parque, cuando los campos aledaños comenzaron a fores-

44 Se entiende por invasiones biológicas la introducción de plantas, animales y microorganismos en áreas fuera de su rango de distribución natural, (Macdonald, 1990, en APN, 1994) degradando los ecosistemas autóctonos (APN y FVSA, 2007).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

82

tarse con pinos, que con el correr del tiempo se fueron propagando hacia su interior (Goveto,

2005). En este sentido Micou (2003) confeccionó una clasificación para las invasiones de este

tipo según su origen. Aparecen así, las Leñosas invasoras exóticas ornamentales, que incluyen

las especies que cumplen una función decorativa o de sombra en estancias, construcciones o

sobre las márgenes de ríos o arroyos, como el paraíso (Melia azedarach), el crataegus (Pyra-

cantha atalantoides), la acacia negra (Gleditsia triacanthos), el ligustro (Ligustrum lucidum), la

ligustrina (Ligustrum sinense), etc. En segundo lugar, se distinguen las Leñosas invasoras exóti-

cas productivas, que abarcan a las especies empleadas en las forestaciones comerciales, como el

pino o el eucalipto, ambas muy difundidas en todo el territorio provincial. Por último, las Leño-

sas nativas son especies autóctonas que poseen una estrategia agresiva de colonización del es-

pacio, como las chilcas (Bacharis dracundifolia).

El avance de estos invasores atenta contra la diversidad biológica del PNEP, debido que

las consecuencias asociadas son múltiples. Para el caso de la fauna se observó: a) la degradación

de los ecosistemas y los hábitats; b) la disminución de la posibilidad de supervivencia de espe-

cies emblemáticas, como lo es la palmera yatay; y c) la incidencia sobre la dispersión de otras

especies exóticas asociadas, como por ejemplo el paraíso (Melia azedarach), crataegus (Pyra-

cantha atalantoides), acacia negra (Gleditsia triacanthos), etc. (Maranta 2010a). Particularmen-

te los jabalíes (Sus scrofa), producen la remoción de bulbos y raíces de especies nativas al hozar

grandes superficies buscando comida; estos animales son uno de los principales dispersores de

semillas de flora exótica; depredan los nidos y crías de especies nativas como los ñandúes e

imbúes entre otros (Maranta, 2010a).

Respecto la flora exótica, podemos indicar que el principal perjuicio para la conserva-

ción que genera es el reemplazo y erradicación de las especies nativas, pues poseen un rápido

afloramiento, propagación y avance sobre los hábitats de la vegetación autóctona (Micou,

2003).

Sin intención de hacer un listado exhaustivo de todos los planes de control de exóticas,

simplemente indicamos algunos de ellos, con el fin de destacar y valorar el trabajo que día a día

realiza el personal del PNEP, para que, en palabras de la Guardaparque Marina Panziera “No se

lo traguen las exóticas” (Comunicación personal).

El Parque cuenta con la División Exóticas, compuesto por personal técnico jefes de

cuadrilla y operarios, que realizan actividades de control de árboles exóticos mediante el uso de

fuegos prescriptos y productos químicos como los arbusticidas y diluyentes, entre otras técnicas

(APN, 2012).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

83

En el año 2005, se elabora el Plan de Control de Mamíferos Invasores del PNEP, según

la Resolución de la APN HD N° 154/05, implementándose a partir del 2006. El Plan impulsa la

cacería de control con diversas variantes, entre las que se incluyen caza con perros (tanto con

cazadores externos así como personal de la APN), caza desde vehículos con armas de fuego y

reflector, caza con apostaderos y cebaderos. Tras los dos primeros años de aplicación (2006 y

2007) indica Gil que:

En estos dos años se (…) cazaron 776 jabalíes y 275 axis. (…) Los objetivos se cum-

plieron parcialmente. La superficie hozada se redujo a la mitad y la predación de yatay

muestra también una caída. La población de jabalíes del Parque se redujo drásticamen-

te, mientras que los axis estarían en pleno crecimiento y el antílope está casi ausente

(Gil, 2008: 1).

Sin embargo en el 2011 el Plan de Control de Mamíferos Invasores fue dejado sin efec-

to, situación que fue modificada un año después, con la Resolución HD N°114/12 en la cual se

autorizó la continuidad del plan mencionado (MINTUR, 2012).

Para finalizar este punto, traemos a colación una idea de Micou:

Si se piensa en el origen de una invasión (…) se va a desembocar siempre en una res-

puesta que involucra al hombre. El arribo de una determinada especie en todos los ca-

sos tiene causas sociales, que responden a un contexto histórico, económico y político

determinado (Micou, 2003: 9).

Para el caso del PNEP, estas causas están ligadas con la introducción de flora exótica

con fines ornamentales, de sombra y para la producción forestal; mientras que para la fauna fue

la caza deportiva. Retomando la cita de Micou, lo que queremos destacar son los orígenes

antrópicos de esta amenaza que incide sobre la vulnerabilidad ecológica del PNEP. Por ello,

compartimos la postura de Micou (2003), cuando considera las invasiones biológicas como una

amenaza a la conservación para este ANP. En este sentido, siguiendo a Lavell (1996a) agrega-

mos que el origen de esta amenaza es de índole socio-natural, ya que el avance de las especies

exóticas se presenta como una amenaza en apariencia natural, no obstante fueron introducidas

por el hombre.

Este no es el único problema de índole ambiental que afecta a este ANP, empero sí uno

de los más importantes; y que bien constituye un peligro en sí mismo para este PN, también se

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

84

conjugará con la amenaza propia que la actividad turística genera, en términos de degradación

ambiental.

II.4.4.6.2. Otros problemas ambientales

A. Insularización y pérdida de conectividad con otras áreas silvestres de la región

Para caracterizar este panorama debemos indicar en primer término, la pobre represen-

tación de estos ambientes dentro del SIFAP, como indicábamos en los Gráficos II.2 y II.3. En

segundo lugar, el proceso de aislamiento se agudizó a partir de un crecimiento económico rápi-

do y un desarrollo desordenado en Entre Ríos. El proyecto de la Autovía Mesopotámica – RN

14- incrementa la dificultad para establecer corredores biológicos entre el PNEP y otras reservas

naturales de la zona. En este sentido, las propuestas de expropiación de los últimos relictos de

áreas silvestres, no fue escuchado por las autoridades (Maranta, 2010b). Esta problemática,

también fue indicada como una de las principales, junto al avance de las especies exóticas, por

la Guardaparque M. Panziera.

B. Caza Furtiva

Las poblaciones de mamíferos se ven afectadas seriamente por esta actividad. Desde el

PNEP se indica la necesidad de desarrollar un efectivo plan de control y vigilancia, consensuado

a nivel nacional y local (Maranta, 2010b). Vale recalcar que a partir de la implementación del

Plan de Control de Mamíferos Exóticos, Resolución HD N° 154/05 -que permite la caza a acto-

res externos dentro de los límites del Parque- ha menguado la magnitud de la modalidad furtiva,

no obstante no fue erradicada, como señalaron varios Guardaparques durante el desarrollo de las

actividades en campo (Comunicación personal).

C. Declinación en el estado poblacional de especies animales de porte medio

A raíz de las transformaciones y los problemas hallados en la dinámica sucesional del

pastizal, ha comenzado a disminuir el número de poblaciones de algunas especies animales,

como por ejemplo la vizcacha (Lagostomus maximus) y el ñandú (Rhea americana) (Maranta,

2010b).

II.4.5 Uso histórico

El territorio sobre el cual se localiza el PNEP posee una larga historia sobre el uso que

se le ha dado a lo largo del tiempo. En este punto haremos un breve repaso sobre los hechos más

destacados.

Las primeras reseñas históricas datan del año 11000 antes de Cristo (AC), cuando la

zona era poblada por grupos cazadores (Molinari, 1994). Alrededor de 8000 AC se registra el

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

85

primer poblamiento estable en el área por parte de los cazadores-recolectores, principalmente

abocados a la caza de carpinchos y ciervos. Hacia el 3000 AC, estos grupos incorporan el desa-

rrollo de la alfarería. Para el 2400 AC, hay registros que indican que en ambas márgenes del río

Uruguay se localizaban grupos de cazadores-recolectores-pescadores que implementaban bolas

de boleadoras, arpones y molinos entre las herramientas más destacadas. Más adelante en el

tiempo, cerca del año 1000 de nuestra era, se reconoce la última población que caracteriza la

zona, los aborígenes tupí-guaraní, que además de la caza y la recolección, también practicaban

la agricultura. Estos grupos tuvieron un papel importante como intérpretes en la época de la

conquista con los conquistadores y las autoridades españolas. Evidencias arqueológicas de su

paso en el PNEP se hallaron en las proximidades de los arroyos El Palmar y Ubajay (APN,

2002).

A comienzos del siglo XVI, con la llegada de los españoles, en la región comienza a

desarrollarse la caza, cría y comercio (cuero, sebo y carne) de ganado cimarrón, que comienza a

reproducirse sin control. En la época, estos campos eran propiedad del Rey de España y la

Compañía de Jesús tenía el permiso para vaquear toda el área (Molinari, 1994 y Corvalán y

Velázquez, 2002).

La primera forma de propiedad privada en la zona del El Palmar corresponde a la repar-

tición de tierras efectuadas por Juan de Garay luego de la fundación de la ciudad de Santa Fe en

1573. Más adelante, a mediados del siglo XVII, comienza a desarrollarse un mayor interés en el

área debido a la fertilidad de sus suelos y a la proliferación del ganado cimarrón (Molinari,

1994).

Entrada la mitad de siglo XVIII, con la creación del Virreinato del Río de La Plata, se

reducen las comunidades indígenas y se expulsa a los jesuitas de la zona de El Palmar. El Virrey

Ceballos designa a Manuel Antonio Barquín como veedor del área, cuya función era vigilar las

tierras del avance de la Corona Portuguesa. En los actuales límites del PNEP, Barquín funda un

poblado, una capilla, un cementerio, una fábrica, un embarcadero y una calera (Molinari, 1994 y

Molinari y Cansanello, 1994). En esta centuria también comienza a desarrollarse la actividad

minera, vinculada a la quema de piedra caliza mediante hornos (Corvalán y Velázquez, 2002).

En el siglo XIX, en la zona se instala un grupo de 50 colonos de la River Plate Agricul-

tural Asociation que intentan desarrollar la molienda y el cultivo de trigo. Para ello construyen

sus viviendas en el área de la actual Intendencia y los cultivos próximos al Mirador La Glorieta.

Dicho emprendimiento careció de éxito y fue abandonado (Molinari y Cansanello, 1994). En

estos años (1857), se establece en la zona la Sociedad Arcos, Bilbao y Bragge, la que realizara

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

86

una explotación integral de la palmera yatay; se cree que La Destilería que procesaba aguardien-

te y cuyas las ruinas se observan hoy en día, fue creada por esa sociedad. En 1860 estos campos

pasan a manos de Justo José de Urquiza, quien arrendaba los hornos para la producción de cal

viva. Es en esta etapa cuando la cría de ganado y la minería pasan a ser la principal actividad

económica (Molinari y Cansanello, 1994). Vale destacar que en el casco de estancia de Urquiza

hoy en día se alojan algunas oficinas del Parque; la Intendencia, en la casa principal; el Centro

de Informes en el galpón de la caballeriza; y el restaurante en la casa de peones (Corvalán y

Velázquez, 2002).

Por último, en el siglo XX, la Empresa Salvia Hermanos, comienza a explotar, a partir

del año 1954, las canteras de canto rodado de calcedonia hasta 1970, fecha en la cual cesa la

actividad (Molinari y Cansanello, 1994). Ésta destruyó gran parte de las ruinas coloniales, can-

teras y pozos por todos lados (Corvalán y Velázquez, 2002).

II.4.6 Zonificación del Parque Nacional El Palmar

A partir de 1994, la superficie del PNEP cuenta con un zonificación vinculada a la divi-

sión en áreas de acuerdo a diversos parámetros como la aptitud de uso, estado de conservación,

valor histórico, etc., como se observa en el Mapa I.4 y que listamos a continuación (APN,

1994).

1. Zona de Uso Extensivo: está conformada por áreas naturales que pueden presentar

algún grado de alteración humana. Su objetivo de manejo es la mantención de un ambiente natu-

ral con el menor grado posible de modificación antrópica. Además tiene una finalidad educativa

y recreativa, pues cuenta con facilidades de acceso al público con un bajo nivel de intensidad

(APN, 1994).

2. Zona de Uso Intensivo: conformada por áreas que poseen cierto grado de alteración y

además contiene la infraestructura de atención al visitante. Su objetivo de manejo es favorecer

la educación ambiental y la recreación. Al concentrar y recibir a la mayor parte de los turistas es

la zona que presenta importantes signos de impacto ambiental (APN, 1994).

3. Zona Histórico-Cultural: compuesta por el área donde se ubican las manifestaciones

históricas, culturales o arqueológicas que son motivo de preservación, estudio, restauración y/o

interpretación para el público, persiguiendo metas educativas e investigativas (APN, 1994).

4. Zona Intangible: es una porción del PNEP en la cual la naturaleza permanece “intac-

ta” y no se puede llevar a cabo ninguna clase de modificación antrópica, presentando el grado

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

87

más alto de preservación. Aquí es donde se desarrolla la protección integral tanto de los recursos

genéticos, como de los ecosistemas y el monitoreo ambiental. Su objetivo primordial de manejo

es conservar los ambientes nativos y garantizar su evolución natural (APN, 1994).

Como se observa en el Mapa I.1, esta zona se encuentra en el sector norte y sur del Par-

que. En el primero, se presentan problemas de manejo, dado que posee un elevado efecto de

borde y además se da la invasión de exóticas por el río Uruguay y los arroyos que la atraviesan.

En el este de esta zona se localizan las áreas de monte xerófilo de mayor superficie, ambiente

poco representado en el PNEP. El sector sur es el de mejor estado de conservación, dado que la

invasión de exóticas es casi nula. En su definición se tuvieron en cuenta la presencia de varios

factores: el ecotono45 entre la selva en galería y el monte xerófilo y una porción representativa

de éste; importantes palmares de renovables de yatay; un meandro que posee un gran valor

ecológico pues representa un tipo de ambiente natural que no está presente en este AP; y una

unidad de paisaje que secuencia palmares, afloramientos de canto rodados y lomadas arenosas

(APN, 1994).

5. Zona de Recuperación: se caracteriza por presentar impactos y alteraciones de origen

antrópico de diversa índole. El objetivo de manejo que aquí se persigue es frenar la degradación

y restaurar este sector. Posee un carácter transitorio, ya que una vez restaurada será redefinida

bajo otra categoría (APN, 1994).

II.4.7 Caracterización de la infraestructura y servicios destinados al uso público

En este punto se hará una caracterización de los servicios y la infraestructura que brinda

el PNEP a los visitantes, con el fin de poder confeccionar una visión panorámica de todas las

actividades que los turistas pueden hacer dentro de este ANP. En el Mapa II.10 se indican los

servicios, senderos y miradores con los que cuenta el Parque.

45 Se entiende por ecotono a “Esta zona de transición entre las dos comunidades florísticas, que no tiene identidad propia, sino que presenta similitudes con las comunidades vecinas” (Lewis, 1995: 153).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

88

Mapa II.10: Servicios del PNEP.

Fuente: APN, 2012.46

II.4.7.1 Senderos

Entre las principales opciones en calidad de actividades turísticas se encuentran los re-

corridos de senderos. Algunos son temáticos, otros están adjuntos a miradores y todos se transi-

tan a pie. La mayor parte de ellos comparten un elemento en común, debido que se ubican en

zonas inundables. En épocas de crecidas del río Uruguay y sus tributarios se tornan intransita-

bles, a excepción de los senderos Arroyo del Palmar y Yatay (Rodríguez Groves, 2002). A con-

tinuación se caracteriza cada uno ellos.

46 Disponible en http://www.elpalmarapn.com.ar/mapa/

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

89

A. Sendero La Glorieta

Este es uno de los lugares más visitados por las personas debido que su recorrido co-

mienza desde el Mirador La Glorieta, (véase Mapa II.10) que se ubica en una elevación y brin-

da condiciones que favorecen la observación de la puesta del sol tras los palmares de Butia ya-

tay Aquí es donde se obtienen las típicas imágenes de postal que caracterizan al Parque. Según

el trabajo de Rodríguez Groves (2002) -quien releva el porcentaje de visitantes que utilizaron

los senderos- La Glorieta fue el sendero más visitado con un valor del 89 % del total en el año

1998.

La senda comienza desde el mirador hasta el arroyo El Palmar, se introduce por la selva

ribereña, arribando a una pequeña cascada denominada “La Cascadita”. Luego bordea dicho

curso de agua, atravesando ambientes de palmares y pastizales hasta volver al mirador, es decir

que posee un trayecto circular. Cuenta con carteles interpretativos a lo largo de su recorrido y

posee una longitud de 1.000 metros (PNEP, 2012 y Corvalán y Velázquez, 2002).

B. Sendero Yatay

Se caracteriza por atravesar un bosque denso de palmares, observándose ejemplares

típicos del monte y la selva. Se localiza camino al Sendero La Glorieta (véase Mapa II.10), tiene

una extensión de 500 m y su trayecto es circular. Además del uso peatonal admite el tránsito

con sillas de ruedas (APN, 2012 y PNEP, 2012).

C. Sendero Arroyo El Palmar

Este sendero al igual que La Glorieta, comienza desde el Mirador de nombre homóni-

mo, desde el cual se puede vislumbrar el curso del arroyo El Palmar (véase Mapa II.10). Atra-

viesa un pastizal de arena hasta llegar al curso de agua. A lo largo de su recorrido, que es en

línea recta, puede observarse cartelería interpretativa, contando con una longitud de 400 metros

(APN, 2012, PNEP, 2012 y Corvalán y Velázquez, 2002).

D. Sendero El Mollar

Se trata de un sendero de modalidad autoguiada, a partir de la cartelería interpretativa

que explica la problemática de las invasiones biológicas, así como las tareas de manejo que

lleva adelante el personal del PNEP para revertir dicha situación, conservando los ambientes

nativos. Su trayecto es circular, con un largo de 1400 metros. Existe un pequeño camino que

vincula este sendero con el arroyo Los Loros (véase Mapa II.10).Vale indicar que actualmente

el Cuerpo de Guardaparques trabaja para acondicionarlo, para que su accesibilidad también sea

para personas con motricidad reducida (APN, 2012 y PNEP, 2012).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

90

E. Sendero Sitio Histórico “Calera del Palmar”

Este sendero, al igual que El Mollar, es autoguiado a partir de la cartelería interpretati-

va, la cual relata, a medida que se va recorriendo, la historia de la ocupación de estas tierras por

parte de los distintos grupos humanos que habitaron la región. Comienza desde el sector de la

Intendencia y conduce al Sitio Histórico “Calera del Palmar” y a la playa, bordeando el río Uru-

guay (véase Mapa II.10). A lo largo de su trayecto se puede contemplar una muestra de la selva

en galería, también los afloramientos de piedra de caliza utilizados antiguamente en las canteras

y el avance de la flora exótica. Este sendero posee una longitud de 1000 metros y su trayecto es

irregular (APN, 2012 y PNEP, 2012).

II.4.7.2 Caminos vehiculares

A continuación listaremos los caminos que admiten el tránsito de automotores en el

PNEP, teniendo en cuenta la consideración de que en el Mapa II.10 el único que está identifica-

do por su nombre es el Camino Principal mientras que el resto de ellos aparecen bajo la referen-

cia genérica “Camino Vehicular”. Todas estas sendas son de tierra, mejoradas y con ripio y en

conjunto tienen una longitud total de aproximadamente de 27 km (APN, 1994).

A. Camino Principal

Es el principal camino de acceso al Parque, que une la RN 14 con el Área de Servicios.

Antes de llegar a dicho lugar, se halla una rotonda con un desvío que permite acceder hasta la

playa y al Sitio Histórico “Calera del Palmar”. Posee una extensión total de 12 km. Suele uti-

lizárselo para la observación de fauna durante los atardeceres y anocheceres. Contiene cartelería

interpretativa referida a las zonas más frecuentes de avistamiento, tipo de fauna y de límites de

velocidad (Corvalán y Velázquez, 2002).

B. Camino La Glorieta

Une el Camino Principal con el Mirador La Glorieta, atravesando en su recorrido los

palmares densos. Posee una extensión de 6 km y en él comienza y finaliza el Sendero Yatay

(véase Mapa II.10) (APN, 2012 y Corvalán y Velázquez, 2002).

C. Camino Arroyo El Palmar

Comunica el Camino Principal con el Mirador Arroyo El Palmar, pasando por ambien-

tes de pajonales y palmares. Su longitud es de 6 km. Adjunto a este camino se localiza el Ob-

servatorio de Aves, como se observa en el Mapa II. (APN, 2012 y Corvalán y Velázquez, 2002).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

91

D. Camino Arroyo de Los Loros

Enlaza el Camino Principal con el Mirador Arroyo de Los Loros, recorriendo ambientes

de monte, selva en galería y un palmar pequeño. Tiene un largo de 3 km y llega hasta el límite

norte del Parque. Desde aquí se puede observar el fuerte contraste entre paisaje dentro y fuera

de este ANP, permitiendo reflexionar sobre las modificaciones a las que están sujetos los ecosis-

temas. Si bien es un camino pensado para el transporte de automóviles también se permite su

recorrido a pie y en bicicleta (APN, 2012 y Corvalán y Velázquez, 2002).

E. Camino a Prefectura

Comunica el Camino Principal con el Destacamento de la Prefectura Naval Argentina,

cuya infraestructura pertenece al PNEP. Posee una extensión de 3 km y los turistas únicamente

pueden recorrerlo al contratar las excursiones en bicicletas (Corvalán y Velázquez, 2002).

II.4.7.3 Observatorio de Aves

A partir de septiembre del 2008 el PNEP cuenta con dos Observatorios de aves (véase

Mapa II.10). Uno de ellos está ubicado junto al Camino Arroyo El Palmar en una zona de bajos

inundables, denominado Observatorio del Pastizal. El otro se localiza próximo al río Uruguay y

se accede desde el Sitio Histórico “Calera del Palmar”, siguiendo una senda de 300 metros de

largo que se interna en el bosque, motivo por el cual se llama Observatorio del Bosque. En am-

bos casos se dispone de cartelería informativa sobre las especies más frecuentes en la zona y

sobre la metodología para la observación de aves. Están construidos en madera y tienen venta-

nas en sus laterales que permiten el avistaje sin alterar a los animales. Se los ubicó en lugares

estratégicos donde los pájaros acuden a alimentarse y/o anidar (APN, 2012).

La creación de estos espacios para el disfrute de aves en libertad se enmarca dentro de

una serie de políticas más amplias de la APN, ya que se considera que esta actividad permite

mejorar la oferta de servicios para los turistas y facilitar la investigación científica. Por ello se

diseñaron 6 observatorios en total a localizarse en los PN, El Rey, Pilcomayo, Perito Moreno,

Tierra del Fuego y El Palmar. En este último hay registro de más de 250 especies de aves, lo

cual justificó su construcción (PNEP, 2012).

II.4.7.4 Sitio Histórico “Calera del Palmar”

Se ubica en la antigua cantera Salvia Hermanos y está constituida por diversas edifica-

ciones que datan de distintos momentos históricos (véase Mapa II.10). Cuenta con cartelería

explicativa sobre los diferentes grupos humanos que habitaron el área. Se puede acceder me-

diante el sendero de nombre homónimo y por el camino vehicular que finaliza en un estaciona-

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

92

miento. Desde este lugar se puede acceder a la playa y al Observatorio del Bosque desde este

lugar (PNEP, 2012).

El Sitio Histórico “Calera del Palmar” esta conformado por las siguientes construccio-

nes (Corvalán y Velázquez, 2002):

a. Destilería: construcción rectangular con paredes de 0,50 metros de acho y una dimensión de

la planta de 9,50 metros por 5,50 metros y 1,70 metros de alto.

b. Casa de Piedra: puesto de estancia que cuenta con una planta rectangular de 10 metros por

10 metros de paredes de areniscas unidas por argamasa y con techo a dos aguas.

c. El Mirador: paredes de piedras areniscas que forman un rectángulo de 6 metros en orienta-

ción norte-sur y de 5 metros en dirección este-oeste.

d. El Zócalo: estructura histórica en la cual se visualizan diferentes líneas de estructuras.

e. Puesto Blanco: antiguo puesto de estancia que conserva mampostería de ladrillos con abertu-

ra de arco de medio punto con dintel de ladrillos.

f. La Capilla y el Cementerio: son dos estructuras mencionadas en las fuentes consultadas pero

no descriptas.

g. Casco de Estancia de Justo José de Urquiza: tal como se comentara más arriba, actualmente

la Intendencia funciona en la Casa principal; el Centro de Informes en el Galpón de caballerizas;

y el restaurante en la Casa de peones (Corvalán y Velázquez, 2002). Vale aclarar que estas cons-

trucciones se ubican por fuera de los límites del Sitio Histórico “Calera del Palmar”, si bien

tienen importancia en la historia del lugar y de Entre Ríos en general.

II.4.7.5 La playa

Se localiza a sobre la costa del río Uruguay junto al Sitio Histórico “Calera del Palmar”.

A ella se puede acceder desde el mencionado sitio o mediante un tramo del sendero de nombre

homónimo (véase Mapa II.10). Es de origen antrópico, posiblemente como resultado de acumu-

lación de sedimentos por el trabajo de las canteras que antiguamente se ubicaban en el área.

Cuenta con más de 300 metros de extensión y está compuesta de arena amarilla. Sus orillas dan

lugar a aguas profundas en pocos metros y suelen formarse remolinos y correntadas de intensi-

dad variable (Corvalán y Velázquez, 2002 y PNEP, 2012). Si bien esta playa no está habilitada

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

93

como balneario, El Palmar contrata guardavidas en los períodos de alta afluencia turística, quie-

nes desarrollan funciones de socorro y prevención de accidentes en este lugar. También cuenta

con un sistema de boyas ubicado en el río que indica el límite hasta donde pueden llegar los

bañistas, así como con un sistema de banderas que indican el estado de las aguas (PNEP, 2012).

En verano se implementa el programa Playas Seguras a cargo de la División Incendios,

Comunicaciones y Emergencias (ICE), que persigue la prevención de accidentes en la playa,

difundiendo las particularidades del río y de los bancos de arena, mediante volantes, carteles y

la comunicación personal (PNEP, 2012).

En épocas de bajante del río Uruguay (especialmente de diciembre a marzo) se forman

bancos de arena al descubierto frente al camping durante varias semanas. Pese a au inhabilita-

ción como balnearios también son utilizados como tales, por tanto allí se aplica el programa

“Playas Seguras” y se apostan guardavidas (PNEP, 2012).

Para finalizar, en la zona del río Uruguay se permite la pesca con devolución, como se

observa en el Mapa II.10, prohibiéndose esta actividad en los arroyos interiores.

II.4.7.6 Área de servicios

Este espacio se caracteriza por concentrar en poca superficie la mayor cantidad de ser-

vicios y actividades que posee el PNEP, como lo demuestra el Mapa II.10.

A. Camping El Palmar

Este ANP cuenta con el servicio de camping, el cual está abierto todo el año, con capa-

cidad para albergar 200 carpas. Entre las comodidades con las que dispone se encuentran la luz

eléctrica, tomacorrientes junto a las carpas, parrillas y mesas. Posee dos cuerpos de sanitarios

que incluyen duchas de agua caliente. También cuenta con un quincho y un refugio. Además el

camping cuenta con una proveeduría en la cual venden alimentos, elementos básicos para los

acampantes en particular y los visitantes en general. Este es el único sitio del Parque que se

permite realizar fogatas o fuegos (PNEP, 2012 y Corvalán y Velázquez, 2002).

El tarifario se compone al año 2012 según el siguiente detalle:

• Parcela por carpa: $20 (por día)

• Parcela por casa rodante: $22 (por día)

• Estadía personas mayores de edad: $25 (por día)

• Estadía personas menores de 12 años $10 (por día)

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

94

Vale indicar que el camping esta subdivido en 21 parcelas que admiten diferente canti-

dad de carpas o casas rodantes, no pudiendo superar el número de 200 unidades en todo el cam-

pamento, (como se observa en la Tabla II.4 y Mapa II.11) y no más de 600 acampantes.

Este servicio está concesionado a un particular privado, quien se ve obligado a realizar

mejoras al campamento, destacándose el incremento de las parcelas de acampe; mayor cantidad

de fogones, mesas y bancos y basureros; construcción de leñeras y quinchos; y el mejoramiento

de caminos vehiculares puentes (SECTUR, 2006).

Tabla II.4: Capacidad máxima de carpas y/o casas rodantes por zona.

Zona Unidades de carpas y/o casas rodantes Zona Unidades de carpas

y/o casas rodantes 1 16 12 4 2 9 13 9 3 3 14 22 4 8 15 12 5 12 16 4 6 15 17 15 7 10 18 16 8 7 19 4 9 7 20 20 10 3 21 11 11 - Total 200

Fuente: Pliego de Cláusulas Particulares Campamento El Palmar, SECTUR (2006).

Mapa II.11: Parcelas Camping organizado Parque Nacional El Palmar.

Fuente: Pliego de Cláusulas Particulares Campamento El Palmar, SECTUR (2006).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

95

B. Restaurante El Palmar

El restaurante se ubica frente al Centro de Informes y se encarga de la provisión, prepa-

ración y comercialización de productos alimenticios y de bebidas que se ajusten al Código Ali-

menticio Nacional (SECTUR, 2008). Posee una capacidad para albergar 150 comensales y

cuenta con una cabina telefónica y teléfono público con tarjeta (PNEP, 2012).

C. Rincón de Artesanos

Se ubica sobre el borde izquierdo de la playa de estacionamiento y está constituido por

un conjunto de puestos en los cuales se exponen y venden artesanías locales. Este servicio fun-

ciona durante las vacaciones y los fines de semana largo (APN, 2012).

D. Excursiones a caballo o volanta

En el área de servicios se localiza el puesto para contratar el servicio de cabalgatas, que

consiste en una serie de excursiones por senderos habilitados con guías, recorriendo cursos de

agua, palmares y la selva en galería. Se pueden realizar dos recorridos. El Circuito 1“Laguna de

las Tortugas”, es de corta duración (2.30 horas) y puede hacerse a caballo o en volanta, obser-

vando el paisaje característico del parque de palmares de Butia yatay. Se recorren aproximada-

mente 5 km entre ida y vuelta, visitando la Laguna de las Tortugas. El Circuito 2 “El Palmar”,

es de media duración (4 horas) e insume alrededor de medio día. Puede hacerse la excursión a

caballo o en volanta, visitando distintos ambientes del parque entre los que se destacan los pal-

mares de Butia yatay y la selva en galería del arroyo El Palmar, donde se realiza una parada de

descanso. Este circuito posee una extensión total de 9 km. (DRNEA y PNEP, 2005). Ambos

recorridos también pueden hacerse durante la noche cuando hay luna llena (PNEP, 2012). Vale

remarcar que este servicio actualmente se halla concesionado a operadores privados.

E. Excursiones en canoa

El stand de este servicio se ubica en el Área de Servicios en el puesto Capibara aventu-

ra y se encuentra concesionado. Los paseos en canoa pueden contratarse durante todo el año y

constan de diversos circuitos por el río Uruguay y sus arroyos tributarios a saber:

El Circuito Arroyo de Los Loros: inicia en la bajada de las embarcaciones, se ingresa a

dicho curso de agua por la zona navegable detrás del camping, se recorren aproximadamente

2000 metros en total y se estima su duración en 1 hora 30 minutos.

El Circuito Arroyo Ubajay: comienza en la bajada de las embarcaciones y se extiende

hasta el límite del PNEP sobre este arroyo y su retorno, siendo aproximadamente su extensión

total de 4000 metros y su duración de 2 horas 30 minutos.

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

96

El Circuito Destacamento de Prefectura Naval “La Calera”: Arranca en el mismo lu-

gar que en los anteriores, se dirige hasta el Destacamento de la Prefectura Naval Argentina “La

Calera” y su retorno, siendo la distancia total de 1.200 metros y su extensión temporal de 2

horas 30 minutos.

El Circuito Isla San José: Inicia en la bajada de las embarcaciones hasta la Isla de San

José y su regreso. El recorrido tiene una extensión aproximada de 8.000 metros. Existen dos

modalidades para realizarlo: ir y volver en el día cuya duración es de 3 horas; o pernoctar en la

isla: en este caso la excursión inicia por la tarde y se vuelve al día siguiente por la mañana.

F. Excursiones en bicicleta

Este servicio se contrata en el puesto Capibara aventura durante todo el año y también

está bajo concesión de operadores privados. Consiste en paseos grupales en bicicletas todo te-

rreno bajo la tutela de un guía profesional de turismo. Al igual que para los servicios menciona-

dos anteriormente, posee diversos circuitos a saber: Los Loros, Destacamento Prefectura, Mira-

dor la Glorieta y Sitio Histórico Calera de Barquín; que varían en duración y costo (PNEP,

2012).

G. Excursiones en barco

Este servicio que se halla concesionado es de reciente creación y consiste en paseos en

una embarcación de 9 metros de largo que permite transportar a 16 personas, además del guía

turístico y del capitán. El itinerario comienza desde el apostadero de la Prefectura Naval Argen-

tina, pasa por el Sitio Histórico “Calera del Palmar”, recorre los arroyos Capilla, Loros y Pal-

mar, la isla San José y bordea un sector del Parque bajo la zonificación Reserva Natural Estricta.

Los paseos en barco tienen dos recorridos. El primero tiene una duración de 1 hora y el segundo

de 3:30 horas.

H. Servicio de visitas guiadas

El PNEP cuenta con servicios de visitas guiadas que pueden contratarse fuera del Par-

que, en las localidades que conforman la MTP. Éstas deben, obligatoriamente, ser realizadas

por guías de turismo que hayan cursado y aprobado el Curso de Guías del Palmar. El itinerario

propuesto por esta modalidad, recorre los principales ambientes del Parque, es decir los mirado-

res, el Sitio Histórico “Calera del Palmar” y el Área de Servicios (PNEP, 2012).

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

97

Al año 2012, existían 17 empresas de turismo habilitadas a brindar este servicio47.

I. Centro de Visitantes

Se ubica dentro del Área de Servicios y cumple una función informativa y educativa.

Por una parte, cuenta con una exposición didáctica sobre la historia natural y cultura del PNEP,

que ayuda a entender la importancia de los ambientes y especies que aquí se conservan. Dicha

exposición cuenta con paneles de fotografías y esquemas para que los visitantes puedan inter-

pretar los ecosistemas del El Palmar. También cuenta con un auditorio con capacidad para 35

personas, en el cual se proyecta un video educativo sobre el PNEP. El Centro de Visitantes es

atendido por personal administrativo que brinda información sobre lugares, servicios y horarios

del Parque. También aquí se podrá localizar fácilmente a los Guardaparques en caso de informar

alguna situación de urgencia en los ambientes de este ANP o socorrer a los visitantes (PNEP,

2012 y APN, 2012).

J. Área de Picnic y Jardines de la Intendencia

En la Intendencia se realizan todas las tareas administrativas de El Palmar. Rodea a este

edificio una extensa área en donde están señalizadas diferentes especies nativas y exóticas, ele-

mentos que le dan el nombre a este espacio, denominado los Jardines de la Intendencia. Aquí se

ubica un mirador que localizado en una barranca permite observar la costa de Uruguay y el río

de nombre homónimo en dirección este-oeste (APN, 2012).

Por su parte, el Área de Picnic se ubica detrás del Centro de Informes y es un espacio

acondicionado especialmente con mesas y sillones para poder desayunar, almorzar y/o meren-

dar.

II.4.8 Cobro de ingreso

Todos los turistas que ingresan al PNEP deben abonar una tarifa en concepto de dere-

cho de acceso que varía como se indica en la Tabla II.5.

Tabla II.5: Tarifario del PNEP. Tarifario

Turistas extranjeros $ 40,00

Turistas nacionales $20,00

47 A continuación se enumeran todas las empresas de turismo habilitadas a brindar este servicio: A) Grupal; B) LHL Servicios Turísticos; C) Pretti Tours; D) Puerto Colón Entre Ríos; E) Turismo Balori; F) S.E.TI.L; G) Cuna de La Bandera; H) Marcelo Gimenez Turismo; I) Fase 2; J) Record Tur; K) Roxtur; L) Cordi Tour Viajes; M) Olivares Viajes; N) Grupo Rol Sol; Ñ) Rostrip Compañía de Turismo; O) De Punta a Punta Viajes; P) Cuyen Turismo (PNEP, 2012)

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

98

Tarifario

Estudiantes universitarios $10,00

Residentes de Entre Ríos $10,00

Jubilados, retirados y pensionados Eximidos de pago

Discapacitados Eximidos de pago

Menores de 16 años Eximidos de pago

Residentes locales Eximidos de Pago

Fuente: Elaboración propia en base a PNEP, 2012. Al pagar el permiso de acceso al PNEP, el visitante contribuye con los siguientes aspec-

tos (PNEP, 2012 y Migale, 2011):

• Fomentar la conservación y administración de las 8.500 ha que conforman El

Palmar.

• Brindar servicios para facilitar la visita a los PN.

• Coordinar actividades conjuntas de conservación y desarrollo sustentable con

las poblaciones cercanas.

• Realizar controles para evitar la caza y pesca furtiva, la tala ilegal y daños a

ecosistemas, ambientes culturales y paisajes.

• Financiar proyectos de investigación para conocer mejor los recursos naturales

y culturales.

• Desarrollar relevamientos de especies amenazadas de flora y fauna, y tomar

medidas para su protección.

• Sostener el sistema de prevención y combate de incendios y de auxilio ante

emergencias.

• Capacitar al personal técnico.

• Acondicionar y mantener los senderos, la infraestructura, la cartelería, etc.

• Financiar otras ANP de reciente creación por carecer de ingresos propios y a

crear nuevos PN.

II.5 Recapitulación y síntesis

A lo largo de este capítulo, se ha podido detectar que las tierras sobre las que se estable-

ce el PNEP han experimentado una extensa explotación humana debido a su gran aptitud agríco-

la-ganadera. Desde inicios del siglo XIX se observó la preocupación por la situación descripta,

dado que en 1827 apareció por primera vez la necesidad de proteger a los palmares de yatay del

avance de las actividades agropecuarias. Dicha explotación fue intensificándose con el correr

del tiempo y condujo a que las autoridades provinciales y nacionales desarrollaran una serie de

medidas tendientes a la preservación ambiental. Por ello, en 1960, se declara la protección sobre

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

99

la especie Butia yatay y más adelante, en 1965, se crea el PNEP que conserva la última pobla-

ción de importancia de las palmeras yatay y que comienza a funcionar efectivamente a partir de

1971.

A escala nacional, hasta el momento de la creación de El Palmar, no existían en el país

reservas naturales que conservasen una porción representativa de los ecosistemas de la ecorre-

gión del Espinal. Esta acción se enmarca dentro del segundo período de creación de ANP de

Argentina (1945 – 1980) que estuvo guiado por el llamado Enfoque del Equilibrio, que, al con-

siderar a los procesos ecológicos como elementos centrales para la conservación, procuró crear

reservas naturales en todos los ambientes de nuestro país. Por ello, durante este período además

de seguir creándose PN siguiendo las premisas la etapa anterior (1934-1944), dominada por el

Enfoque Preservacionista (conservación de sitios de belleza escénica y refuerzo de la presencia

del Estado en las áreas de frontera), se crearon Parques en regiones que hasta ese momento no

habían sido tomadas en cuenta como las ecorregiones de la Puna, las Yungas o el Chaco Húme-

do, entre otros.

Los esfuerzos realizado por la APN para conservar los ecosistemas nativos no bastaron,

en el caso específico del Espinal, para asegurar la protección de áreas suficientemente grandes

que garanticen el mantenimiento de todos los ecosistemas (y sus funciones y servicios) presen-

tes en esta ecorregión. En este sentido, basta señalar que el porcentaje de protección en la eco-

rregión es tan sólo de 0,57% (valor muy por debajo de la recomendación internacional del 10%)

debido a que la mayor parte de su superficie se halla ocupada por emprendimientos agropecua-

rios y escasean tierras fiscales. A raíz de estas características, sólo pueden plantearse futuras

reservas mediante convenios consensuados entre propietarios privados y organismos guberna-

mentales. Esta situación pone de relieve dos cuestiones: por una parte, una vulnerabilidad

ecológica intrínseca a todos los ecosistemas de esta ecorregión; por la otra, la actual política de

la APN, que persigue un tipo de preservación natural y cultural en la que intervengan los actores

sociales involucrados, ya que son considerados responsables y beneficiarios de la mejora de la

calidad del ambiente (APN, 2012). Tal política es congruente con el Enfoque del Desequilibrio,

pues las ANP además de desarrollar tareas conservacionistas, también deben considerar los

procesos socioeconómicos que suceden en su contexto geográfico.

Los procesos que actúan a nivel de la ecorregión, también se dan en el PNEP. En efecto,

al centrar el foco de atención sobre El Palmar, se visualizó -para toda la provincia de Entre

Ríos- un importante avance de la agricultura en detrimento de los ambientes autóctonos, fenó-

meno que se ha intensificado en las últimas décadas. A la expansión agrícola ligada a la prolife-

ración de plantaciones de soja –y, en menor medida, trigo, maíz, avena, sorgo y arroz- se debe

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

100

sumar, además, la actividad forestal, ya que se han multiplicado las plantaciones de eucaliptos y

pinos, destinadas a la actividad maderera y papelera. Por ello, la sustitución de los ecosistemas

nativos ha conducido a la insularidad de este ANP, que quedó inserto en una matriz agroproduc-

tiva, dificultando la conexión y el intercambio de la flora y la fauna con otros ambientes nativos.

Otro factor que incide sobre el aislamiento de este PN es la expansión de la RN 14, cuyo ensan-

chamiento implica la imposibilidad de establecer corredores biológicos con otras reservas del

área.

Otro de los principales problemas ambientales que aquejan a este Parque es la invasión

de especies exóticas, destacándose entre los animales el jabalí (Sus scrofa) y entre las plantas el

paraíso (Melia azedarach). Para ambos casos, fue el hombre quien dio el puntapié inicial para

que se propaguen dichas especies. En cuanto a la fauna, el vínculo se estableció mediante la

liberación de especímenes para practicar de la caza deportiva, mientras que para el caso de la

flora se asoció la introducción de plantas con fines ornamentales (cuando El Palmar era una

estancia) y de especies de plantaciones forestales aledañas dentro del Parque. Entre las principa-

les consecuencias que acarreó dicha situación se destacan la degradación de los ecosistemas

nativos y el retroceso de la capacidad de proliferación de especies emblemáticas como las pal-

meras Butia yatay.

Una última problemática de importancia que afecta al PNEP es la caza furtiva, que se

traduce en una importante amenaza a la supervivencia de las poblaciones de la fauna protegida.

El problema se atenuó en parte con la implementación del Plan de Control de Mamíferos Exóti-

cos, a la vez que se ha reducido el número de las poblaciones de animales exóticos.

En síntesis, la conjunción del fuerte avance de las actividades agropecuarias y forestales

en detrimento de los ecosistemas autóctonos en toda la provincia de Entre Ríos; la proliferación

de fauna y flora exótica que pone en peligro a las especies nativas; el aislamiento e insulariza-

ción del Parque respecto otras reservas naturales; y la presencia de cazadores furtivos que ame-

nazan a la fauna local; son factores que remarcan la fragilidad de los ecosistemas que preserva

de este ANP y evidencian la vulnerabilidad ecológica propia del PNEP –característica que tam-

bién se replica a escala ecorregional.

Frente a estas características, El Palmar actúa como elemento atrayente para los visitan-

tes bajo la premisa de dar a conocer los ambientes que aquí se conservan, así como las tareas y

trabajos que se llevan a cabo. Asimismo, cuenta con una variada cantidad de servicios y activi-

dades –camping, senderos peatonales, playas, excursiones de diversa índole, observatorios de

aves, etc.- que, además de expandir el conocimiento que los turistas poseen sobre el Parque,

Capítulo II: El Parque Nacional El Palmar

101

generan las condiciones necesarias para que los visitantes puedan desarrollar una estadía recrea-

tiva próxima a destinos turísticos más tradicionales. En este punto resulta de interés establecer

qué interconexiones existen entre la afluencia turística que recepciona El Palmar y su vulnerabi-

lidad ecológica, así como las repercusiones que se desprendan de dicho vínculo. Estas son cues-

tiones que abordaremos en los próximos capítulos.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque

Nacional El Palmar

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

103

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

Este capítulo tiene por objetivo abordar las características y particularidades que presen-

ta el turismo en El Palmar y en ámbitos más amplios en los cuales se inserta como atractivo

turístico, es decir, la MTP en particular y el contexto entrerriano y nacional en general.

III.1 La actividad turística a nivel nacional

A continuación se abordará a escala nacional la evolución histórica del turismo en nues-

tro país como su comportamiento en las últimas décadas para toda la Argentina en general y

para las ANP en particular. Finalmente se reseñarán las principales políticas en materia turística

que ha implementado el Estado nacional en los últimos años.

III.1.1 Breve aproximación a la evolución de la actividad turística en la Argentina

En este acápite se propone realizar de manera sintética un análisis de las características

de la actividad turística a lo largo del tiempo en nuestro país, teniendo en cuenta a grandes ras-

gos las etapas indicadas en Bertoncello (2006).

Las primeras referencias del turismo en Argentina se rastrean hacia finales de siglo XIX

y poseen una fuerte impronta clasista. En efecto, esta actividad sólo podía ser practicada por los

grupos sociales de mayores ingresos económicos quienes simulaban los comportamientos de las

sociedades europeas. El turismo posee una función social para estos sectores, pues reafirma los

hábitos y costumbres que se definen como “civilizados”, los que paralelamente los distancia de

aquellos grupos sociales que no los practican. Bertoncello (2006) denomina turismo de elite al

desarrollado durante esta etapa. Este autor indica que unos pocos destinos turísticos se consoli-

daron como tales durante este período debido a que respondieron a ciertos parámetros en boga

en esos años. En primer término, se valorizaron espacios con características naturales como por

ejemplo, playas, montañas, bosques y lagos. En segundo lugar, se bregó porque esos sitios fue-

ran accesibles para los turistas en materia de infraestructura vial, principalmente mediante el

ferrocarril. En tercera instancia, se buscó que permitiesen el alojamiento de las personas, siendo

el “grand hotel” el tipo de hospedaje emblemático de esta etapa. Respecto a los sitios que cum-

plieron con dichas pautas -y por tanto fueron valorizados como destinos turísticos por la elite

argentina- podemos mencionar a Mar del Plata, las localidades serranas de Córdoba (como La

Falda o Alta Gracia) y los PN Nahuel Huapi e Iguazú, entre los más destacados.

Una segunda etapa del turismo en nuestro país, siguiendo a Bertoncello (2006) es el

turismo masivo. Su principal rasgo fue la vinculación de esta actividad con la esfera del trabajo,

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

104

ya que mediante el derecho a vacaciones pagas los trabajadores pudieron participar activamente

en el desarrollo de ella. Varios autores como Bertoncello (2006) y Almirón et al (2008), coinci-

den en marcar a las décadas de 1950-60 como aquellas en las cuales el turismo comenzó a prac-

ticarse masivamente. Un elemento central de todo este período fue la vigorosa incorporación de

la población en la esfera del trabajo asalariado. Aquí el gobierno y los sindicatos tuvieron un

papel fundamental como difusores del turismo, puesto que ambos comenzaron a brindar servi-

cios turísticos a los trabajadores. Por ello “…el turismo se fue convirtiendo en un componente

cada vez más importante de una sociedad que estaba consolidándose como una sociedad de

consumo” (Bertoncello, 2006: 322). Estos cambios sociales, junto a la masificación del acceso

al automóvil, permitieron sumar nuevos destinos turísticos y revalorizar algunos antiguos. Los

destinos de “sol y playa” fueron de los más valorizados, como Santa Teresita, Mar de Ajó o San

Clemente del Tuyú que se sumaron al tradicional Mar del Plata. Este último se resignificó, ya

no como destino para la elite nacional sino como destino masivo y popular. Algo similar suce-

dió en Córdoba, pues a mediados de 1970, Villa Caros Paz se perfiló como uno de los principa-

les destinos turísticos del país en esta etapa. Otro tanto sucede con los PN Iguazú y Nahuel

Huapi, que comenzaron a ser visitados masivamente mutando su perfil de sitio selecto para elite

argentina hacia otro más masivo y popular.

Un tercer momento del turismo en la Argentina comienza a mediados de 1970 y se pro-

fundiza en la década de 1990, con la implementación del modelo socio-económico neoliberal.

Aquí vale remarcar dos grandes cambios: el primero de ellos se liga a la precarización de las

condiciones laborales y la pérdida de las vacaciones de los trabajadores, lo que condujo a que el

turismo masivo iniciase su fase de declinación. La segunda modificación es que comienza a

producirse una diversificación de destinos turísticos a lo largo y ancho de todo el territorio na-

cional, que está relacionado a los requerimientos de los grupos sociales beneficiados por las

políticas neoliberales. En este contexto, un cambio significativo es que el Estado y los sindica-

tos se retiran como agentes de promoción de la actividad turística, lugar que será ocupado por

grupos inversores y económicos internacionales, que crearán nuevos destinos turísticos a partir

de la valorización de una oferta turística en función de los gustos de los grupos de mayores in-

gresos monetarios de la sociedad argentina, así como a las preferencias de los turistas interna-

cionales. Bertoncello indica el caso paradigmático de Las Leñas en la provincia de Mendoza

que fue “…creada de la nada por este tipo de agentes económicos para satisfacer a turistas inte-

resados en la práctica de deportes invernales y de alto poder adquisitivo” (Bertoncello, 2006:

330). Los PN no fueron ajenos a este proceso y así fue como una sección del PN Nahuel Huapi

fue desafectado y transferido a la provincia de Río Negro para crear la pista de esquí del Cerro

Catedral.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

105

En paralelo al proceso expuesto anteriormente, los grupos locales vislumbran en el tu-

rismo una opción para enfrentar a la crisis, por tanto valorizarán ciertos aspectos o cualidades de

los territorios circundantes creando atractivos con características atrayentes para los grupos

solventes de la sociedad argentina. De esta manera comienzan a expandirse a lo largo y ancho

del territorio nacional, las modalidades del “turismo rural”, termal, científico, entre otras.

Un factor común tanto para los grandes inversores internacionales como para los agen-

tes turísticos locales, es la valorización de la naturaleza en función del consumo estético:

En algunos casos, sus cualidades excepcionales activan procesos de insitucionalización

de su condición de patrimonio, otorgando al turismo que se basa en ella mayor presti-

gio, como sucede en Península Valdés, con la presencia de las ballenas declaradas pa-

trimonio de la humanidad por UNESCO (Kuper, 2005). Otro tanto acontece con la va-

lorización creciente de la naturaleza sujeta a mecanismos institucionales de preserva-

ción (parques nacionales, provinciales, etc.) u objeto de designación patrimonial como

en el caso del Parque Nacional Los Glaciares (Bertoncello, 2006: 332)

En suma, durante este último período se presencia un intenso proceso de búsqueda y

creación de atractivos turísticos a lo largo y ancho de todo el país, donde la naturaleza se con-

vierte en un reservorio inagotable de opciones a ser valorizadas por el turismo, en función de las

modas y los gustos en boga, permitiendo la satisfacción de las demandas y de las necesidades a

la mayor cantidad de turistas posibles.

III.1.2. Turismo interior argentino

Debido a las características que presenta el turismo en el PNEP y en MTP en particular

y en la provincia de Entre Ríos en general, centraremos la atención en el turismo interno, en-

tiendo por éste los viajes turísticos que las personas residentes en la Argentina realizan dentro

del territorio nacional (MINTUR, 2011). Esto se debe a que, como demostraremos más adelante

(véase Acápite III.3.4), la presencia de turistas de origen extranjero en el área de estudio pro-

puesta es sumamente baja y por tanto no representativa.

En la última década, el turismo en la República Argentina se caracterizó por tener valo-

res que tendieron a batirse año tras año, tanto en la cantidad de turistas como en la de destinos

turísticos. Esta tendencia se mantiene desde la última década del siglo XX, momento en el que

ya la actividad demostraba valores que se superaban constantemente, pues

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

106

entre 1990 y 1998 el turismo receptivo48 creció en la Argentina un 54 %. En 1990, se

registraron 2.160.832 individuos en calidad de turistas, en cuanto a 1998 el total en ci-

fras se incrementó a 4.686.603 que representa un aumento del 116,8 % (Sammarchi,

2001:133).

Esta tendencia se sostuvo hasta la actualidad, como se visualiza en el Gráfico III.5. Por

una parte, tan sólo entre los años 1999 y 2001 el flujo muestra un retroceso, vinculado a la crisis

económica-social que nuestro país atravesó en dicho período, lo que además se liga a la dismi-

nución del impulso inicial de crecimiento “…debido a la pérdida de competitividad asociada

con la política de convertibilidad” (SECTUR, 2005: 87). La otra caída registrada se da en el

2009 y está posiblemente asociada a la crisis internacional que afectó y aún afecta a los países

de la Comunidad Europea y a EE.UU. principalmente.

Gráfico III.5: Evolución de las llegadas a la Argentina de turistas no residentes. Período 1990-2010.

Fuente: MINTUR, 2011. En cuanto a la modalidad del turismo interior49, presenta un comportamiento similar al

observado por el turismo receptivo. En tal sentido, Sammarchi (2001), señala que en la tempo-

rada estival 1998/99 se registraron 18.346.418 de turistas nacionales a lo largo del todo el país.

Al cotejar el mismo indicador para el último año del cual poseemos datos, el 2010, se observa

que en el período estival se registraron 24.517.071 turistas (MINTUR 2011), es decir 6.150.000

personas más que en el período 1998/1999.

48 Se entiende por turismo receptivo, los viajes turísticos realizados en territorio nacional por personas de nacionali-dad extranjera (MINTUR, 2011). 49 Se entiende por turismo interior a los viajes turísticos dentro del territorio nacional tanto del turismo interno (el de los residentes argentinos que viajan dentro del país) y el turismo receptivo (SECTUR, 2005).

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

107

Al analizar la evolución en la última década de los valores totales50 del turismo interior,

(como se visualiza en el Gráfico III.6), se tiene que a partir del 2002 el valor total de llegadas de

turistas crece constantemente hasta el 2008. Para el primero de los años, el indicador apenas

sobrepasa los 22.000.000, mientras que para el último supera los 37.500.000, si bien en el 2009

el valor cae hasta los 35.000.000, posiblemente como consecuencia a la crisis internacional del

2008, ya señalada. Al año siguiente (2010) la llegada de turistas se recupera alcanzando el valor

de 37.787.051, el más alto de toda la serie analizada.

Gráfico III.6: Turismo interior argentino según temporada. Período 2001-2010.

37.787.05135.099.895

37.693.38536.142.930

34.317.39632.232.621

30.482.299

27.049.558

20.485.847

22.163.295

0

5.000.000

10.000.000

15.000.000

20.000.000

25.000.000

30.000.000

35.000.000

40.000.000

2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

Lleg

adas

de

turis

tas

Fuente: Elaboración propia a partir de MINTUR (2011) y SECTUR (2009).

Ahora bien, dentro del turismo interior nos focalizamos en el que atañe a la afluencia a

los PN, con la evolución del número de visitas que se muestra en el Gráfico III.7. Como se ob-

serva, el valor total de la visitación a las ANP argentinas desde 1994 hasta el 2002 se mantuvo

relativamente constante en torno a los 1.100.000. A partir del 2003 esta tendencia se modifica,

ya que el valor se fue incrementando año tras año hasta el 2007, en el cual se observa un pico

histórico, aproximándose a los 3.000.000 de visitas anuales. Esta situación vuelve a variar en los

años 2008 y 2009, pues se observa una leve disminución en la llegada de los turistas, aunque

nunca vuelve a ubicarse por debajo de los 2.500.000. Sin embargo en el 2010, la tendencia se

revierte, mostrando el mayor pico de visitación que se haya registrado en toda la historia de las

ANP de Argentina, ubicándose por encima de los 3.000.000 visitas anuales por primera vez.

Asimismo, del análisis del Gráfico III.7 se vislumbra un marcado aumento en el total de visitas

a partir del 2003, que se desacelera con gran notoriedad en el año 2009, recuperándose en el

2010.

50 Los valores totales de las llegadas de turistas están constituidas por las temporadas estival, invernal y Semana Santa (MINTUR, 2011).

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

108

Gráfico III.7: Visitación a las ANP51 argentinas. Período 1994 - 2010.

2.737.374 2.657.487

3.096.0112.921.785

2.955.473

2.583.543

2.251.967

1.844.384

1.287.8471.158.231

1.212.0721.159.893

1.192.8631.038.001

1.091.4301.071.214

1.067.923

0

500.000

1.000.000

1.500.000

2.000.000

2.500.000

3.000.000

3.500.000

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

Fuente: Elaboración propia a partir de MINTUR (2011).

Resulta de interés remarcar que las ANP no escapan a la dinámica general que presenta

la actividad turística en nuestro país, ya que los rasgos que demuestra su comportamiento en el

período analizado, se corresponden con los presentados en los Gráficos III.5 (turismo receptivo)

y III.6 (turismo interno). Empero, parece menester hacer hincapié en algunos elementos a consi-

derar en el incremento de afluencia turística. En primer término, se destaca la creación de nue-

vas ANP en sus múltiples categorías a partir de 1994 (como se observa en la Tabla II.3, Capítu-

lo II, Acápite II.2). En segundo lugar, se observa una búsqueda de espacios naturales con fines

recreativos por parte de la sociedad, impulsada desde varios sectores, como los medios de co-

municación, ONG, instituciones y sectores económicos, en particular aquellos vinculados al

turismo; en tal sentido. “…la búsqueda (…) de naturaleza virgen, y todos los atributos con los

que se venden las nuevas ofertas van en consonancia con los valores e imágenes instalados en la

sociedad, reforzando su consumo” (Bertoncello, 2002:45). El tercer elemento a considerar es el

período de auge turístico que atraviesa Argentina, como queda demostrado en los Gráficos III.5,

III.6 y III.7.

Por su parte, en el Gráfico III.8 se presentan los datos relativos a la afluencia turística

del PNEP, en un período más amplio que en el indicado en el Gráfico I.1. Este cambio en la

escala de análisis tiene por fin cotejar el comportamiento de esta actividad en el mismo período

de tiempo utilizado en los Gráficos III.5 y III.7

51 Los valores indicados abarcan a Parques Nacionales, Monumentos y Reservas naturales.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

109

Gráfico III.8: Número de visitantes del PNEP. Período 1990 – 2011.

65.508

86.443

120.360

136.861

168.114

86.518

62.10060.400

73.50572.288

66.810

116.070

132.888122.677

134.718

127.125

40.579

57.69053.12548.380

43.55532.815

0

20.000

40.000

60.000

80.000

100.000

120.000

140.000

160.000

180.000

19901991

19921993

19941995

19961997

19981999

20002001

20022003

20042005

20062007

20082009

20102011

Fuente: Elaboración propia a partir de MINTUR (2011), PNEP (2010) y PNEP (2012).

Del Gráfico III.8 se desprende que desde el año 1990 hasta el 1999, en general las visi-

tas al PNEP tendieron a ir incrementarse levemente año a año, siendo la excepción 1993, cuan-

do se registró la única disminución de visitantes. Por su parte, en 1999 se da el aumento más

marcado de toda la última década del siglo XX. De dicha fecha hasta el 2002 inclusive la visita-

ción atraviesa un franco descenso, pues se registra un saldo negativo de 19.738 visitas entre el

2002 y 1999, situación que también se registró en el Gráfico III.5 para dichos años. A partir del

2003 y hasta el 2006 se observa una tendencia a la recuperación en la visitación del PNEP. En el

2003, el valor de las visitas se posiciona apenas por debajo del valor registrado en 1999. Sin

embargo a partir del 2004 y hasta el 2006 en número de turistas creció ininterrumpidamente,

superando por primera vez las 100.000 visitas anuales. Específicamente en el 2006 se registró el

segundo pico más alto en la historia del PNEP alcanzando 136.861 visitantes. Entre el 2007 y el

2010, se visualiza una fluctuación en la cantidad de visitantes, diminuyendo en el 2007 y 2010 e

incrementándose en el 2008 y 2009, situación inversa a lo registrado para estos años en las ANP

(Gráfico III.7). Por último, en el 2011 se observa un salto exponencial en la afluencia turística,

pues se registró el mayor número en toda la historia del PNEP con un valor de 168.114 perso-

nas, es decir 40.989 individuos más que en 2010 y 31.253 turistas adicionales que en el 2006.

Ahora bien, si comparamos los valores de inicio de década, (1990 y 2000) con el 2011,

se observa para el primer caso una diferencia positiva de 135.299 visitantes, que equivale a un

aumento de 412 %. Para el segundo caso, el saldo también es positivo, con 94.609 de visitas, lo

que representa un incremento del 128 %. Por tanto, se vislumbra que el PNEP está atravesando

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

110

un período de auge en materia de afluencia turística, pues se registraron valores inéditos en su

historia. Aquí se corrobora la idea sostenida por Bertoncello (2000, 2002 y 2006), al indicar que

existe un proceso de creación de atractivos turísticos mediante la valorización de los ambientes

naturales, aparentemente desprovistos de la acción humana. Como trataremos de desarrollar más

adelante en el presente capítulo, tal proceso es llevado a cabo desde diferentes niveles de deci-

sión y por diversas instituciones que ejercen su influencia en diferentes escalas, implementando

medidas y políticas de distinta índole con el fin de incentivar la visitación. Particularmente, el

hincapié estará focalizado en las políticas turísticas desplegadas por el Estado argentino en sus

diferentes niveles -mediante el PFETS a nivel nacional y la MTP y el PNEP a escala local.

Por otro lado, y a raíz de este incremento exponencial de las visitas en el período anali-

zado, surge el interrogante sobre la forma de amalgamiento de la actividad turística en el territo-

rio de un PN dedicado principalmente a la conservación, como sucede en El Palmar. Si bien es

cierto que el PNEP está abierto al público desde la década del 1970, nunca antes en su historia

había registrado los valores de afluencia como los del 2004 en adelante. En este marco se debe

tener en cuenta que anteriormente este ANP no había conformado parte de una microrregión

turística que tome a los palmares como elemento icónico para incentivar la visitación, como

sucede con la MTP. Por tanto, interesa analizar estas situaciones inéditas en vinculación con el

riesgo ambiental en el PNEP, focalizando la atención en la actividad turística, desde el plano

institucional hasta la acción propia del turista, como potencial generadora de vulnerabilidades y

de amenazas y que además se sumen a la vulnerabilidad de índole ecológica de El Palmar, como

indicáramos en el Capítulo II.

III.1.3. Las políticas turísticas desarrolladas por el Estado nacional

A comienzos del siglo XXI, se ha considerado al turismo como un elemento estratégico

y central de las políticas llevadas adelante por el Estado en la Argentina. Este es el motivo por el

cual se tendió a propulsar e incentivar esta actividad económica, entendiéndolo como pieza cla-

ve para. “…la construcción de un nuevo modelo de país” (SECTUR, 2005: 14).

En este sentido, el primer paso llevado adelante fue la promulgación de la Ley Nacional

de Turismo N° 25.997, en el año 2004, por parte del Congreso Nacional. En su primer artículo

se indica que “Declárase de interés nacional al turismo como actividad socioeconómica, estraté-

gica y esencial para el desarrollo del país. La actividad turística resulta prioritaria dentro de las

políticas de Estado” (SECTUR, 2004, Ley 25.997). Un año más tarde, se concreta el PFETS, un

instrumento que tiene por objetivo general

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

111

constituirse en el proceso orientador y articulador de actuaciones que en forma sinérgi-

ca, reafirme voluntades, optimice recursos y encamine estos esfuerzos hacia un modelo

concertado de desarrollo turístico sustentable para la República Argentina (SECTUR

2005, 15).

En este sentido, el Estado argentino se coloca como un promotor activo del turismo que

mediante sus políticas dirige a todos los actores sociales intervinientes en la actividad a escala

regional, provincial y municipal con el fin de alcanzar las metas del PFETS propuestas para el

año 2016 (SECTUR, 2005)52.

Por otra parte, en el PFETS se lleva a cabo una regionalización turística del territorio

nacional. Para cada región se realizó un estudio pormenorizado de las componentes turísticas

que contiene, con el fin de efectuar la selección de los espacios turísticos considerados priorita-

rios para el desarrollo turístico de cada región en vistas al 2016/2020. Ello supone favorecer a

las inversiones en infraestructura y servicios en los sitios elegidos para ser potenciados como

tales (SECTUR, 2005). Al considerar el recorte territorial propuesto en este trabajo de investi-

gación, resulta de interés destacar las priorizaciones llevadas a cabo para la Región Litoral.

En el Mapa III.12 se indican los elementos componentes existentes y proyectados en la

Región Litoral, que son 59 en total. De todos ellos, el Corredor53 del Uruguay fue uno de los 5

componentes existentes54 priorizados. Éste se localiza en el sector este de las provincias de En-

tre Ríos y Corrientes y abarca desde Villa Paranacito en la primera, hasta Paso de Los Libres en

la segunda, incluyendo la MTP y el PNEP (indicado con la referencia número 45 en el Mapa

III.12). La priorización se traduce en inversiones destinadas a la infraestructura vial -

específicamente para mejorar y ensanchar la RN 14 (SECTUR, 2005)-, con el fin de mejorar la

fluidez del tránsito automotor así como aumentar los volúmenes del mismo en todo el corredor.

En este sentido informa el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios

(MINPLAN) que esta obra tiene una extensión de 450 km entre Gualeguaychú en Entre Ríos y

Paso de Los Libres en Corrientes. El plan de obra contempla la duplicación de la calzada, la

reformulación de los accesos, el mejoramiento de la iluminación y la señalización y la construc-

ción de más de sesenta puentes (MINPLAN, 2012). Por su parte, Vialidad Nacional indica que

52 Dado que el PFETS se actualiza trianualmente, el plazo se extendió a 2020 en su última versión del año 2011. 53 El PFETS define a los corredores como “…espacios geográficos y/o culturalmente homogéneos, vertebrados por rutas troncales de circulación, con atractores de jerarquía suficiente como para motivar flujos de demanda turística nacional y/o internacional. La dinámica y corta distancia entre atractivos y servicios resulta en una natural comple-mentariedad que normalmente trasciende las barreras jurisdiccionales, municipales, provinciales y regionales” (SECTUR, 2005: 88). 54 Los 5 componentes existentes de la Región Litoral priorizados por el PFETS fueron: Corredor del Uruguay, Área de los Esteros del Iberá, Puerta Corrientes – Resistencia, Puerta Clorinda – Asunción y Circuito Transfronterizo Tripartito (SECTUR, 2005).

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

112

actualmente está en construcción y que se han invertido 2.460 millones de pesos (Vialidad Na-

cional, 2012).

Mapa III.12: Región Litoral.

Fuente: SECTUR, 2005.

En estos procesos es importante destacar dos cambios institucionales del Estado nacio-

nal. Por un lado, en el año 2010, por medio de los Decretos Presidenciales 919 y 921, la

SECTUR -que hasta entonces dependía del Ministerio de Industria- pasa a convertirse en el

Ministerio de Turismo de la Nación Argentina. El otro cambio significativo es el paso de la

APN de la esfera de acción de la SAyDS a la de la SECTUR, ocurrido en el año 2005. Por últi-

mo, con la creación del MINTUR en el 2010, la APN continúa integrando esta área.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

113

Para finalizar, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) acuñó y puso en

circulación un juego de cinco monedas del valor nominal de $1 (un peso) con el fin de conme-

morar el Bicentenario de la Revolución de Mayo en 2010. Para ello se eligieron 5 sitios icónicos

representativos de cada una de las regiones geográficas de nuestro país55 (BCRA, 2012 y Argen-

tina, 2012). Específicamente para la Región del NEA se seleccionó El Palmar, como se muestra

en la Imagen III.1.

Imagen III.1: Moneda del Bicentenario. El Palmar.

Fuente: BCRA, 2012.56

Con este dato anecdótico queremos señalar el fuerte accionar del Estado nacional para

incentivar y dinamizar la afluencia turística en el Corredor del Río Uruguay – y en otras áreas.

Ello queda manifestado tanto por su priorización en el PFETS en el 2005, así como por la difu-

sión masiva del PNEP mediante las Monedas del Bicentenario en el 2010. Este hecho es con-

gruente, además, con el traspaso de la APN de la SAyDS al dominio de la SECTUR, actualmen-

te MINTUR. Por tanto, entendemos que el incremento de la visitación tanto de las ANP (Gráfi-

cos III.7) en general así como en el PNEP en particular (Gráficos I.1 y III.8), está vinculado con

la implementación y aplicación de las políticas turísticas llevadas por el Estado argentino a par-

tir del año 2004 que comienzan con la sanción de la Ley Nacional de Turismo. Aquí se observa

como el Estado nacional lleva a cabo un proceso de valorización del PNEP activamente por dos

vías: la primera al plantearlo como un elemento icónico de toda la región NEA en las Monedas

del Bicentenario; la segunda, al priorizar las inversiones en infraestructura y servicios en el Co-

rredor del Uruguay dentro del marco del PFETS. Estos hechos son consistentes con el análisis

de Bertoncello (2002) cuando indica que

Los agentes económicos [el Estado nacional] pueden tener una gran influencia en la de-

finición o «construcción» de un atractivo. (…) Cada lugar de la superficie terrestre se

caracteriza por un conjunto de rasgos que le son propios. Rasgos sociales, culturales y

también naturales; la valorización de algunos de ellos como atractivo se procesa no por

su valor intrínseco ni por la lógica de la sociedad en ese lugar. Pero una vez transfor-

55 Se seleccionaron, el Pucará de Tílcara en la región: NOA; el Aconcagua en Cuyo; Mar del Plata en la región Cen-tro; y el Glaciar Perito Moreno en Patagonia (Argentina, 2012). 56 Disponible en http://www.bcra.gov.ar/index.asp

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

114

mado en atractivo, ese rasgo o atributo seleccionado como tal toma ese carácter, y en

torno a él se va a procesar la valorización turística (Bertoncello 2002: 43).

III.2 La actividad turística en la provincia de Entre Ríos

En los próximos acápites se hará hincapié en la actividad turística a escala provincial y

la atención estará centrada en los antecedentes del turismo en Entre Ríos en su planificación y

en las principales políticas desarrolladas en esta materia.

III.2.1 La planificación de la actividad turística en la provincia de Entre Ríos

En los últimos años Entre Ríos se caracterizó por atravesar un período relativamente

exitoso en materia de turismo, tanto por el incremento de los números de la visitación así como

por la proliferación de nuevos destinos turísticos.

La actividad turística comienza a revestir cierta importancia a partir de la década de

1970, cuando se supera el aislamiento que caracterizaba a esta provincia mediante la construc-

ción de infraestructura vial que permitió la comunicación tanto con otras regiones y provincias

argentinas como con Uruguay. El aislamiento ligado, entre otras cuestiones, a la obsolescencia

de la infraestructura de transporte (Kuper, 2012), fue revertido con obras concretas como el

túnel subfluvial Raúl Uranga- Carlos Sylvestre Begnis57 (1970); los puentes internacionales

General José Gervasio Artigas58 (1975) y Libertador General San Martín59 (1976); y al complejo

ferrovial Unidad Nacional (Zárate – Brazo Largo)60 (1977). Más adelante, en el 2003, con la

construcción del puente Nuestra Señora del Rosario (Rosario – Victoria)61 se prosiguió con la

interconexión de Entre Ríos con el resto del país62.

Entrada la década de 1980, la actividad turística comienza a afianzarse pues por primera

vez la provincia era incluida en un estudio que intentó diagnosticar la situación del turismo a

nivel nacional. En efecto, en 1984 el Ministerio de Economía de la Nación publicó el trabajo

Bases para un Plan Federal de Turismo. En él se propuso un Sistema Federal de Corredores

Turísticos (Wallingre, 2008), que en Entre Ríos se estructuraron a partir de la localización de

determinados atractivos y actividades turísticas a la vera de los ríos Paraná y Uruguay o sobre

rutas nacionales o provinciales de importancia (Medina, 2010). Aquí resulta de interés destacar

57 Este túnel une las ciudades de Paraná (Entre Ríos) con Santa Fe (Santa Fe) (Túnel Subfluvial, 2012). 58 Este puente une las ciudades de Colón (Entre Ríos, Argentina) con Paysandú (Paysandú, Uruguay) (CARU, 2012). 59 Este puente une las ciudades de Puerto Unzué (Entre Ríos, Argentina) con Fray Bentos (Río Negro, Uruguay) (CARU, 2012). 60 Este complejo ferrovial une las ciudades de Zárate (Buenos Aires) con Brazo Largo (Entre Ríos). (Vialidad Nacio-nal, 2012). 61 Este puente une las ciudades de Rosario (Santa Fe) con Victoria (Entre Ríos) (Vialidad Nacional, 2012). 62 Esta idea también es sostenida por Biasizo, et. al. (2007b), Wallingre (2008) y Medina (2010).

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

115

en particular el Corredor del Río Uruguay, en el cual se ubica el departamento de Colón y que

corresponde a la ribera “…del río Uruguay, sobre el eje vial de las rutas nacionales 12 y 14 en-

tre los segmentos comprendidos desde Brazo Largo a Ceibas para el primero y desde ésta hasta

Mocoretá, para el segundo tramo” (Medina, 2010: 121). Vale aclarar que en el PFETS la delimi-

tación geográfica de este Corredor difiere con los límites esbozados por Medina (2010), por lo

que es probable que desde 1980 al 2005 -año en que se lanza el PFETS- los límites fueran modi-

ficados con el fin de explotar con mayor eficiencia al Corredor del Río Uruguay.

Sin embargo, como los corredores abarcaban una extensión territorial muy amplia que

impedía plasmar la esencia de las diversas localidades que lo conformaban, el gobierno provin-

cial, a través de su Subsecretaría de Turismo, instrumentó el Plan de Conformación de Micro-

rregiones entre los años 2003 y 2007, cuya regionalización se observa en el Mapa III.13 (Wa-

llingre 2008 y Medina, 2010). Las microrregiones incluyen espacios rurales y urbanos que se

complementan entre sí pues comparten rasgos comunes como la historia, la cultura, el paisaje, la

naturaleza, entre otros. Estas características son sumamente importantes, pues se transformarán

en los pilares que darán identidad a las microrregiones, cuyo objetivo será despertar el interés y

la atracción en los turistas. En este sentido se indica que

Las ‘microrregiones’ (…) son consecuencia de una realidad geográfica y cultural que

se proyecta (…) sobre el turismo receptivo (…) Deben ser el resultado de realidades

profundamente enraizadas en los pueblos y en sus clases dirigentes (Medina,

2010:124).

Un elemento central de las microrregiones es la imagen en torno a la cual se identifi-

cará, pues ella debe incentivar la visita. Por tanto, la denominación de cada una de ellas debe ser

sintética, ya que con unas pocas palabras debe informar con qué atractivos cuenta y de qué acti-

vidades dispone, de modo tal de “…traslucir con claridad lo que el visitante encontrará durante

su permanencia en ella” (Medina, 2010: 125). Esta última cita, sumado a lo expuesto en este

párrafo manifiestan el proceso de creación de atractivos turísticos a partir de la valorización de

ciertos elementos o rasgos que doten de identidad a cada microrregión, a la vez que satisfagan

las necesidades de los turistas de manera tal que los incentive a visitarlas y a permanecer en

ellas. En esta dirección, hay que tener en cuenta que en el proceso de construcción y creación de

los atractivos turísticos posee un lugar fundamental la mirada del turista, pues en base a las ne-

cesidades de las sociedades de origen se determinan los aspectos del lugar de destino que serán

valorizados por los agentes turísticos y trasformados en atractivos (Almirón, 2004).

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

116

En este contexto, la Microrregión que tiene al PNEP como elemento central identitario

es la de Tierras de Palmares, localizada sobre el Corredor del río Uruguay. En el acápite III.3 de

este capítulo se profundiza sobre este punto.

Mapa III.13: Microrregiones turísticas entrerrianas.

Fuente: elaboración propia a partir de Medina 2010.

III.2.2. Antecedentes del turismo en el departamento de Colón.

En este acápite volveremos a calibrar la escala de análisis, haciendo foco en el departa-

mento de Colón para observar el desarrollo y las tendencias de la actividad turística.

La primera referencia se remonta a 1950, cuando la ciudad de Colón, junto a otros cen-

tros urbanos en las riberas de los ríos Paraná y Uruguay, fueron habilitados como balnearios

(Wallingre, 2008). Sin embargo, su peso como destino turístico fue sumamente escaso hasta

finales de 1970, cuando Entre Ríos logró salir del aislamiento que hasta ese entonces lo caracte-

rizaba (véase Acápite III.2.1). Por ello, en la década de 1980, con la adhesión de la provincia a

las políticas nacionales en materia turística -mediante la creación del Corredor del Río Uruguay-

este departamento y su ciudad cabecera comienzan a tener cierto peso a nivel regional.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

117

De todas formas, y si bien el turismo comenzó a afianzarse en Entre Ríos a partir de

1987 (Wallingre, 2008), la consolidación de la actividad en Colón ocurre cuando comienza la

utilización de las aguas termales, hacia finales del siglo XX. La explotación de este recurso fue

un objetivo de la provincia desde la década de 1970 debido al éxito de los complejos turísticos

en la ribera oriental uruguaya -en los departamentos de Salto y Paysandú (Biasizo et al. 2007a y

Biasizo et al. 2007b). Después de más de una década, en 1994 se realizan las primeras perfora-

ciones. La primer surgencia de aguas termales sucede en 1995 en Federación, ciudad que inau-

guró el primer complejo termal de Entre Ríos. Con este descubrimiento, el gobierno provincial

inició la emisión de permisos de perforación en todo el territorio entrerriano63. Para el departa-

mento de Colón, el descubrimiento de las aguas termales se dio primero en Colón en 1998, lue-

go en Villa Elisa en el 2000 y por último en San José en 2005 (Biasizo et al. 2007b).

El descubrimiento, acceso y explotación de las aguas termales permitió a Entre Ríos en

general y al departamento de Colón en particular, la diversificación de las opciones en materia

de servicios turísticos. Además de las tradicionales opciones de “sol y playa”, pesca deportiva e

historia y cultura, se adicionaron el “turismo termal”, “turismo deportivo” (golf y deportes náu-

ticos), “turismo cultural” (fiestas típicas de la región como la Fiesta Nacional de la Artesanía,

Fiesta Nacional de la Colonización, Fiesta del Yatay y el Festival Provincial de Danzas Nativas

e Inmigrantes, entre otras) y “turismo en la naturaleza”, que se estructura a partir de las playas

y el espacio rural del departamento y principalmente en torno al PNEP (Wallingre, 2008 y Bia-

sizo et al. 2007b).

III.3 La actividad turística en la Microrregión Tierras de Palmares

En las siguientes páginas se centrará la atención en la actividad turística a escala local,

es decir, a nivel de la MTP. Por tanto, de dicha Microrregión se abordarán sus principales fun-

ciones, composición, orígenes, el comportamiento del flujo de visitantes en los últimos años y

los mecanismos de promoción turística de los que dispone. Respecto al PNEP –considerándolo

como destino turístico de la MTP- se particularizará el comportamiento de la afluencia turística

en la última década como la gestión del turismo que realiza el Parque.

III.3.1. La Microrregión Tierra de Palmares

Como mencionamos anteriormente, el gobierno entrerriano, entre el 2003 y el 2007,

desarrolló una serie de políticas que tendieron a la construcción de microrregiones turísticas.

Para el caso del departamento de Colón, en el año 2007 se formalizan las intenciones de trabajo

conjunto entre funcionarios públicos de turismo de la provincia de Entre Ríos y los presidentes 63 Otras ciudades entrerrianas que actualmente explotan el recurso termal son: Chajarí, Concepción del Uruguay, Concordia, Federación, Gualeguaychú, La Paz, María Grande y Victoria (Secretaría de Turismo de Entre Ríos, 2012).

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

118

municipales de Colón, San José, Villa Elisa y Ubajay, al firmarse la ’Carta de intención Man-

comunidad de Municipios del Departamento Colón, Provincia de Entre Ríos’, creando formal-

mente a la MTP. Dicha Microrregión se caracteriza por ser un organismo intermunicipal autár-

quico y autónomo, es decir, que no depende de ningún otro organismo provincial, pero que tra-

baja y se articula con otras instituciones turísticas de la provincia de Entre Ríos. (Orcellet64,

Comunicación Personal).

Todas las tareas relativas al turismo que se desarrollan en el marco de la MTP se regu-

lan mediante el Consejo Microrregional de Turismo “Tierras de Palmares”, que se caracteriza

por ser un ente mixto conformado por componentes públicas y privadas de cada municipio que

lo constituye, dado que además de los representantes municipales, el sector privado posee un rol

indispensable en los procesos de planificación y gestión de la actividad turística en esta Micro-

rregión (MTP, s/f). Respecto a sus objetivos podemos indicar como el principal:

lograr una visión común del desarrollo turístico micro regional, teniendo como bases el

desarrollo sostenido, sustentable y armónico de la actividad turística y como principios

rectores, el respeto de las aspiraciones comunes de los residentes y la satisfacción de

los visitantes (MTP, s/f: 2).

El Consejo Microrregional de Turismo de la MTP estructura su labor en base a una serie

de siete ítems que conforman sus “valores”, como se indica el artículo 5° de su Manual de Fun-

ciones y Competencias. De todos ellos queremos destacar los siguientes pues presuponen una

vinculación directa con el tipo de prácticas turísticas a desarrollarse dentro de un ANP65.

• DESARROLLO SUSTENTABLE: (entendiendo que el desarrollo turístico debe ser

respetuoso del medio natural y cultural de las comunidades de destino y debe garantizar

la satisfacción equitativa de las necesidades y expectativas de las generaciones presen-

tes y futuras) (…)

• COMPROMISOS Y RESPONSABILIDAD: (entendiendo que la gestión turística

asociada implica que los agentes del desarrollo turístico deben involucrarse y ser acto-

res-autores comprometidos con el desarrollo micro regional) (MTP, s/f: 3)

64 Humberto Orcellet es Licenciado en Turismo, Coordinador del Área de Planificación y Estadística de la Dirección de Turismo de Villa Elisa y conformó parte del equipo técnico del Consejo Microrregional de Turismo “Tierra de Palmares”. 65 Los siete ítems que conforman los valores de la MTP son: calidad de vida, cooperación y solidaridad, participación, desarrollo sustentable, pluralismo, respeto y tolerancia, compromisos y responsabilidad y ética (MTP, s/f).

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

119

La MTP está constituida por las localidades que se visualizan en el Mapa III.14. Como

se observa, la composición de la MTP es heterogénea. Por una parte contiene a la cabecera de-

partamental, Colón y por otra, a ciudades de significativa magnitud como Villa Elisa o Ubajay.

En tercer lugar, se ubican pequeños pueblos como Hugues, Hocker, San Anselmo, Arroyo Barú,

etc. Por último, incluye atractivos in situ, es decir, que no están asociados a un centro urbano,

entre los que se incluye al PNEP66. Debido a esta heterogeneidad, la MTP lleva adelante una

serie de políticas turísticas que favorecen un tipo de visitación integral, es decir, que el turista

recorra la mayor parte de los atractivos que ella ofrece. Así lo indica el Manual de Funciones y

Competencias de este organismo, pues uno de sus objetivos específicos es “Incentivar los des-

plazamientos turísticos en el conjunto de las comunidades” (MTP, s/f: 4). Por ello, la MTP ha

desarrollado una serie de nueve itinerarios, cada uno de los cuales, propone la visita integral de

al menos tres de sus destinos turísticos67. El PNEP está incluido en el Itinerario N° 1: Palmar –

Mariposas – Ubajay, que además incluye Butterflies (Pueblo Liebig), Ciudad Ubajay, Paseos en

Zorra por el Palmar (Ubajay) y el Museo histórico regional ‘La Región’ (MTP, 2012). La de-

terminación del circuito se basa en la mirada del turista, ya que aquél que visita Colón general-

mente se siente atraído por conocer lugares como San José, Liebig o las Colonias –y viceversa

(Biasizo et al., 2007a).

66 Vale aclarar que si bien en el Mapa III.13 figura como nodo constituyente de la MTP la “Represa Hidroeléctrica”, Entre Ríos cuenta únicamente con la Central Hidroeléctrica de Salto Grande entre las ciudades argentina de Concor-dia y uruguaya de Salto. Debido a su ubicación ella forma parte de la Microrregión Caminos de Los Azahares. 67 Para conocer los nueve itinerarios visitar http://www.tierradepalmares.com/itinerarios-turisticos-micro-regionales-tierra-de-palmares.php

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

120

Mapa III.14: Microrregión Tierras de Palmares

Fuente: MTP, 201268

En relación a la construcción de la imagen en torno a la cual se estructuró la MTP (des-

arrollado en su generalidad en el acápite III.2.1) vale decir que se recurrió a los palmares, uno

de los objetos de conservación del PNEP. La figura de las palmeras yatay como elemento icóni-

co-estructurante reviste una importancia superlativa, pues la referencia directa a dicha especie

arbórea se plasma tanto en el nombre de la microrregión como en su logo (véase Imagen III.2).

La selección llevada a cabo persigue el objetivo de ampliar las opciones de actividades que pue-

de realizar el visitante: es decir que se trata de consolidar el “turismo en la naturaleza” dentro de

Colón. Como habíamos mencionado anteriormente, una vez que la explotación de las aguas

termales afianzó a la MTP como destino de “turismo salud”, esta atracción se sumó a la tradi-

68 Disponible en http://tierradepalmares.com/planos/PLANO%20MICRO%20COREL.pdf

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

121

cional opción de “sol y playa”. Con el fin de seguir abriendo el abanico de posibilidades en ma-

teria de servicios turísticos, se instrumentó la valorización del PNEP y específicamente la apro-

piación de la imagen de sus palmares para dotar a esta microrregión de un tinte de naturaleza del

que hasta ese momento carecía. Asimismo, por esta vía se la perfiló y consolidó como la única

opción que permite a los turistas desarrollar actividades en la naturaleza, tanto en el Corredor

del Río Uruguay como en Entre Ríos. Esta idea es sostenida por diversos investigadores que

realizaron estudios sobre esta actividad económica en la provincia (Biasizo et al., 2007a, Biasi-

zo et. al., 2007b, Wallingre, 2008 y Medina, 2010).

Imagen III.2: Logotipo MTP

Fuente: MTP, 201269

Por su parte, a medida que se iba valorizando y perfilando al PNEP como el atractivo

principal de la MTP, simultáneamente se fue configurando el territorio turístico sobre el cual se

iba a llevar a cabo el turismo. En su construcción intervinieron diversos actores que actuaron en

diferentes escalas a saber: el Estado nacional –mediante el MINTUR- a través del conjunto de

políticas turísticas descriptas anteriormente, el gobierno entrerriano mediante la conformación

de las microrregiones turísticas, la MTP al instrumentalizar los palmares como figura emblemá-

tica y, finalmente, las empresas y pobladores locales al ofrecer un amplio abanico de servicios y

productos a los turistas. En cuanto al PNEP, si bien se mantuvieron muchos de sus rasgos más

tradicionales, también se lo dotó de nuevos atributos y características propias de la lógica de

aquellas instituciones, se lo incorporó en un circuito turístico que ejerció una fuerte influencia

en los ciudadanos del GBA y de Rosario como en otras localidades del país y a la vez siguió

siendo una opción tradicional para los residentes de Entre Ríos. De esta manera, el territorio

turístico se fue configurando a partir del PNEP y el departamento de Colón, extendiéndose con

nitidez por toda la provincia entrerriana hasta Rosario y el GBA inclusive y de forma más difusa

en otras localidades de la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe (véase Capítulo IV,

Acápite IV.1.1). Además, a través del afianzamiento de esta modalidad, el territorio turístico se

69 Disponible en http://www.tierradepalmares.com/

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

122

ha ido amoldando y acondicionando para dar respuesta a la demanda de los turistas ya sea de

servicios, productos y/o atractivos turísticos. Es decir, que a la vez que interviene en la confor-

mación de las prácticas turísticas y las concreta, es modificado por ellas.

Por lo expuesto, queda de manifiesto el proceso por el cual un atractivo turístico que ya

existía en la provincia fue valorizado por parte de la MTP con el fin de posicionarse a nivel

provincial como un destino natural, que se suma a las opciones del “turismo salud”, mediante

las aguas termales y al turismo de “sol y playa”. Es importante señalar que si bien aquí se hizo

hincapié en las acciones que tendieron a destacar la imagen de los palmares y del PNEP como

elemento central que incentiva la afluencia turística, desde la MTP también se valorizó el origen

de las localidades que la constituyen esto significa que hay una fuerte impronta en el proceso de

colonización del área de las comunidades que la llevaron a cabo y de los vestigios arquitectóni-

cos que aún perduran en la zona.

III.3.2 Algunos datos de la actividad turística

La MTP posee una relativa importancia a nivel provincial respecto a la afluencia turísti-

ca. Para apoyar esta afirmación, expondremos algunos indicadores referentes a esta actividad,

sin presunción de hacer un análisis exhaustivo, sino simplemente para indicar la relación de la

actividad turística en la MTP con lo que sucede en la provincia, como se expone en la Tabla

III.6.

Tabla III.6: Arribo de turistas por destino turísticos más importantes. Temporada veraniega (15

de diciembre a 15 de marzo). Período 1999/2000 – 2006/2007.

Temporada ►

Localidad ▼

1999/2000 2000/2001 2001/2002 2002/2003 2003/2004 2004/2005 2005/2006 2006/2007

Colón 66.241 70.792 58.375 82.693 69.420 146.758 148.080 161.114

Gualeguaychú 346.500 330.770 350.746 480.619 437.530 459.513 449.481 487.429

Paraná 8.430 8.877 7.199 10.926 19.373 20.882 60.446 70.640

Villa Elisa 49.280 51.197 54.952 75.168 75.608 87.466 80.639 87.228

Concordia 52.128 63.825 33.558 48.334 68.229 116.359 134.817 142.799

Federación 32.674 34.597 30.558 42.045 59.261 62.908 67.325 71.304

Concepción del Uruguay

99.856 115.407 109.949 161.746 173.413 187.704 198.888 210.450

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

123

Temporada ►

Localidad ▼

1999/2000 2000/2001 2001/2002 2002/2003 2003/2004 2004/2005 2005/2006 2006/2007

Total Entre Ríos

655.110 675.465 645.337 901.531 902.834 1.081.590 1.139.676 1.230.964

Fuente: Kuper, 2012. En primer término, del análisis de la Tabla III.6 se observa en rasgos generales que to-

dos los destinos incrementan la recepción de turistas año tras año, siendo la excepción la tempo-

rada 2001/2002, presumiblemente asociada a la crisis socioeconómica que atravesó el país a

finales del 2001. En este sentido se afirma que

Desde inicios del siglo XXI, Entre Ríos alcanzó su máximo y sostenido nivel de creci-

miento, tendiente a la consolidación del sector. (…) Concretamente en 2007 el gobier-

no de Entre Ríos, reconoció que la provincia está ‘motorizada por el crecimiento turís-

tico’. Informa que en los últimos tres años la actividad creció un 36% en cuanto a la

llegada de turistas (Wallingre, 2008: 29).

Las localidades ubicadas en la MTP, Colón y Villa Elisa, no son ajenas a esta situación.

La primera inicia la serie con 66.241 arribos y la finaliza con 161.114, es decir con 94.873 más

de visitas, lo que representa un incremento del 143,2 % en la visitación. Por su parte, la segunda

comienza con 49.280 arribos y concluye con 87.228, es decir 37.948 más de visitantes, que se

traduce en un aumento del 77 % en la llegada de los turistas.

Al sumar y agrupar los valores de las ciudades de la Tabla III.6 según la microrregión

turística70 a la cual pertenecen, se obtiene un conjunto de resultados que se plasman en el Gráfi-

co III.9.

70 Las ciudades señaladas se ubican en las Microrregiones según el siguiente detalle: Colon y Villa Elisa en Tierra de Palmares; Concepción del Uruguay en Caminos del Palacio; Concordia en Rural; Federación en Caminos de los Azahares; Gualeguaychú en Pueblos del Sur; y Paraná en Capital.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

124

Gráfico III.9: Arribo de turistas según Microrregión Turística. Temporada veraniega (15 de diciembre a 15 de marzo). Período 1999/2000 – 2006/2007.

0

100.000

200.000

300.000

400.000

500.000

600.000

1999/2000 2000/2001 2001/2002 2002/2003 2003/2004 2004/2005 2005/2006 2006/2007

Pueblos del Sur Capital Rural Camino de Los Azahares Caminos del Palacio MTP

Fuente: Elaboración propia a partir de Kuper, 2012.

Al analizar el Gráfico III.9, se visualiza a rasgos generales que para todas las microrre-

giones la visitación muestra una tendencia al incremento año a año. Asimismo, en toda la serie

analizada la afluencia turística se dirige principalmente a la Microrregión Pueblos del Sur, cuya

principal atracción es la celebración de los carnavales. En cuanto a la MTP, podemos mencionar

que desde el período 1999/2000 hasta el 2003/2004, posee valores muy similares a los de Cami-

nos del Palacio. Esta situación cambia a partir del 2004/2005 en adelante, cuando el incremento

en las visitas lleva a la MTP a posicionarse segunda a nivel provincial y a Caminos del Palacio

en tercer lugar. Con valores más bajos se ubicaron las Microrregiones Rural, Camino de los

Azahares y Capital respectivamente. En suma, puede vislumbrarse como a lo largo de todo el

período analizado la MTP duplicó sus valores de arribo de visitantes a la vez que logró obtener

un lugar destacado como destino turístico en la provincia.

Por su parte, la Secretaría de Turismo de la Provincia de Entre Ríos, en relación al área

de estudio propuesta en está tesis, expone de manera pública los datos relativos a la afluencia de

visitantes a los destinos turísticos que hacen uso del recurso termal y que se indican en la Tabla

III.771.

71 Hay que aclarar que de San José es una localidad ubicada en la MTP que dispone del servicio de aguas termales, sin embargo informa la Secretaría de Turismo de la Provincia de Entre Ríos que no se disponen datos relevados de dicha ciudad.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

125

Tabla III.7: Total anual de visitantes a los complejos termales de Entre Ríos, por localidad. Año 2010.

Localidad Microrregión Turística Visitantes anuales (2010)

Colón Tierra de Palmares 138.661

Concepción del Uruguay Caminos del Palacio 51.122

Concordia Rural 80.505

Chajarí Caminos de los Azahares 135.447

Federación Caminos de los Azahares 384.750

Gualeguaychú Pueblos del Sur 74.292

La Paz Ruta del Dorado 41.795

María Grande Aldeas Alemanas 53.868

Victoria Lomadas Entrerrianas 32.087

Villa Elisa Tierra de Palmares 233.652

Fuente: Dirección de Estadística y Censo de la provincia de Entre Ríos, 2012.

Ahora bien, en el Gráfico III.10 se suman y agrupan los valores de las ciudades de la

Tabla III.7 según la Microrregión Turística a la cual pertenecen. De su análisis, se observa que

la MTP es un destino turístico termal destacado a nivel provincial debido que es la segunda

Microrregión más visitada por los turistas y que presenta importantes valores de afluencia, que

únicamente fueron superados por los que obtuvo Caminos de los Azahares. Recordemos que

dentro de dicha Microrregión se encuentra Federación, ciudad pionera en la explotación turística

de este recurso, esto quiere decir que la diferencia puede explicarse a partir de su tradición y

arraigo en explotar las aguas termales. Por otra parte, si comparamos la cantidad de visitantes

que arribaron a la MTP con los que llegaron al resto de las Microrregiones, se visualiza que los

que visitaron a la primera superaron por un amplio margen al resto.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

126

Gráfico III.10: Total de visitantes a los complejos termales de la Provincia de Entre Ríos, por Microrregión Turística. Año 2010.

32.087

80.505

520.197

372.313

74.292

41.795 53.86851.122

0

100.000

200.000

300.000

400.000

500.000

600.000

LomadasEntrerrianas

Ruta delDorado

Caminos delPalacio

AldeasAlemanas

Pueblos delSur

Rural Camino deLos Azahares

MTP

Fuente: Elaboración propia a partir de Dirección de Estadística y Censo de la provincia de Entre Ríos, 2012. Para finalizar, mediante el análisis de los datos expuestos a lo largo de este acápite,

permiten afirmar que la MTP constituye un destino turístico de cierta importancia y envergadura

para la provincia de Entre Ríos, tanto en función de sus recursos termales como a otros atracti-

vos que fomentan la visita en la estación veraniega. Este hecho es confirmado por el Lic. Hum-

berto Orcellet, quien al ser entrevistado afirmó que las comunidades que conforman a esta mi-

crorregión recepcionan a uno de los mayores caudales de turistas de toda la provincia (dado que,

además, su oferta turística es de las más importantes de Entre Ríos).

III.3.3 Las características del turismo en el PNEP

La evolución de la afluencia turística en el PNEP se ha caracterizado por ser un proceso

que tendió al incremento desde la última década del siglo XX, registrándose un marcado aumen-

to en el primer decenio del siglo XXI, como se indicó en los Gráficos I.1 y III.8. A lo largo de

este acápite se caracterizará el comportamiento del flujo de visitantes a lo largo del año en El

Palmar.

Para alcanzar dicho objetivo, se ha subdividido el período de tiempo comprendido entre

los años 2000 y 2011 en tres momentos de cuatro años cada uno (2000-2003, 2004-2007, 2008-

2011); se busca así caracterizar la afluencia turística al inicio, promedio y final de la década del

2000. De cada una de ellos, se tomó un año representativo (2002, 2004 y 2011) en base a la

disponibilidad de datos suficientemente desagregados y oficiales, brindados por la Oficina de

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

127

Uso Público del PNEP, con el fin de caracterizar el flujo de visitantes por mes y a lo largo de

cada año (véase Gráfico III.11).

Gráfico III.11: Comparación del número de visitantes a lo largo de los años 2002, 2004 y 2011.

0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

E F M A M J J A S O N D

2002 2004 2011

Fuente: Elaboración propia a partir de PNEP, 2006 y PNEP, 2012.

Del análisis del Gráfico III.11 se observan los siguientes comportamientos. Por una

parte, para los tres casos analizados son los meses de vacaciones de verano (enero y febrero) los

que poseen los valores más altos de todo el período analizado, con excepción del mes de julio,

donde se observa un pico en la visitación vinculado con las vacaciones de invierno, como se

demuestra en el Gráfico III.13. Por otra parte, a partir de marzo se visualiza una tendencia al

decrecimiento de la afluencia hasta el mes de junio inclusive para los tres casos. Asimismo,

entre mayo y junio se dan los valores más bajos en el número de turistas para todos los años

analizados. Sin embargo, el mes de abril del 2004 escapa a esta dinámica, pues se observan

valores excepcionalmente altos en la llegada de visitantes en Semana Santa de dicho año. Por

otro lugar, en el mes de julio se vislumbra un pico significativo en la visitación que para los

años 2002 y 2004 representa el valor mensual más alto de toda la serie. En cambio para el 2011,

la mayor acumulación de visitas se concentra en el mes de enero. A partir de agosto la afluencia

turística tiende a disminuir hasta el mes de septiembre en el 2002 y el 2004, mientras que en el

2011 el arribo de visitantes comienza a aumentar a partir del noveno mes del año. En octubre,

para todos los casos se da otro pico en la visitación, por causas poco claras. Por último, de no-

viembre a diciembre inclusive la afluencia tiende a decrecer.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

128

En vinculación con lo anteriormente expuesto, en el PNEP la Semana Santa se caracte-

riza por recibir una importante afluencia turística, si bien en el Gráfico III.11, únicamente mues-

tra un pico en el arribo de turistas para el año 2004, destacado además, porque valor total del

mes de abril se caracteriza por contener valores relativamente bajos de visitación. De todas for-

mas, si se analizan los valores mensuales, se tiene que las visitas en los días de Semana Santa

representan, para los tres casos, más del 60 % del total mensual de arribos, como se observa en

el Gráfico III.12. Vale aclarar que en el año 2002, la festividad se extendió desde el 28 al 31 de

marzo; en el 2004 se celebró entre el 8 y el 11 de abril; mientras que en el 2011, se dio a partir

del 21 y hasta el 24 de abril.

Gráfico III.12: Valor porcentual de visitantes en el mes de la Semana Santa, diferenciado entre ésta y Resto del Mes para los años 2002, 2004 y 2011.

2002

26,6%

73,4%

2004

67,5%

32,5%

2011

36,9%

63,1%

� Semana Santa � Resto del Mes

Nota: Valores absolutos de visitantes: 2002 (Semana Santa – 5.583, Resto del mes – 2.024); 2004 (Semana Santa – 9.475, Resto del mes – 4.551); 2011 (Semana Santa – 6.559, Resto del mes – 3.835). Fuente: Elaboración propia a partir de PNEP, 2006 y PNEP, 2012.

En relación al Gráfico III.11, anteriormente indicábamos que el pico en la afluencia que

se daba en el mes de julio se vinculaba con las vacaciones de invierno. En este sentido, en el

Gráfico III.13 se compara la cantidad de turistas recibidos en los días de vacaciones (sumado a

los fines de semana que las precedieron y sucedieron) con los registrados a lo largo de dicho

mes para los años considerados72. En 2002, las vacaciones se desarrollaron entre el 22 de julio y

72 Vale aclarar que las vacaciones de invierno no inician en la misma fecha para todo el país, motivo por el cual hemos seleccionado como referencia el inicio en la provincia de Buenos Aires, dado que gran parte de los visitantes provinieron de dicho lugar y por la cercanía con el PNEP.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

129

el 2 de agosto; se consideró también el fin de semana del 20 y 21 de julio73. En 2004, el receso

se extendió del 19 al 31 de julio, a lo que se sumaron los días 17 y 18, que corresponden al fin

de semana que precedió al inicio de las vacaciones y el día 31 que fue un sábado. Para el 2011,

las vacaciones se llevaron a cabo entre el 18 y el 29 de julio, considerándose además los días 16,

17, 30 y 31 correspondientes a los fines de semana previo y posterior a éstas.

Gráfico III.13: Valor porcentual de visitantes en el mes de las Vacaciones de Invierno, diferen-ciado entre éstas y Resto del Mes para los años 2002, 2004 y 2011.

2002

76,3%

23,6%

2004

58,4%

41,6%

2011

23,5%

76,5%

� Vacaciones de Invierno � Resto del Mes

Nota: Valores absolutos de visitantes: 2002 (Vacaciones invierno – 8.017, Resto del mes – 2.487); 2004 (Vacaciones invierno – 10.136, Resto del mes – 7.192); 2011 (Vacaciones inviernos – 14.054, Resto del mes – 4.303). Fuente: Elaboración propia a partir de PNEP, 2006 y PNEP, 2012.

Como se observa en el Gráfico III.13, en los tres casos la visitación en las vacaciones de

invierno siempre sobrepasa el 55 % del total de las visitas mensuales, siendo el 2011 el que

presenta los mayores valores porcentuales y absolutos de los tres años analizados. Esta situación

explica el pico que registra el mes de julio en los comportamientos del 2002, 2004 y 2011 en el

Gráfico III.11.

Por último, en el Gráfico III.14 se intenta caracterizar el perfil de los turistas que visitan

el PNEP tomando como referencia los datos anuales para los años seleccionados y conservando

las categorías implementadas por la Oficina de Uso Público del PNEP a saber: mayores y meno-

res de edad, estudiantes, jubilados y extranjeros.

73 Para este caso hemos considerado únicamente los días del mes de julio, con el fin de poder compararlos con el resto de los años. Los valores obtenidos para las vacaciones de invierno según el criterio seleccionado arroja una total de 10.020 visitantes, de los cuales 8.017 visitaron el PNEP en julio y 2.003 lo hicieron en agosto.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

130

Gráfico III.14: Composición del perfil de los turistas para los años 2002, 2004 y 2011.

2002

76,9%

17,5%

4,6%0,7%0,3%

2004

27,6%

7,7%

6,4%

0,6%

57,7%

2011

58,8%28,7%

4,9%

7,0%

0,6%

���� Mayores ���� Menores ���� Estudiantes ���� Jubilados ���� Extranjeros

Fuente: Elaboración propia a partir de PNEP, 2006 y PNEP, 2012.

Como se observa en el Gráfico III.14, la mayor parte de las personas que visitaron el

PNEP en los tres años analizados fueron mayores de edad, cuyo porcentaje se reduce fuertemen-

te entre el 2002 y el 2004, pasando del 76,9 al 57,7 %. Del 2004 al 2011 este valor se mantiene

estable. El segundo grupo de individuos en importancia que ingresaron al Parque son los meno-

res de edad, que en la sucesión de años analizados incrementa la participación. Por otra parte, la

evolución de la visitación de los estudiantes es significativa pues pasó de ser casi inexistente en

el 2002 con tan sólo 0,3 %, a representar el 7,7 % en el 2004 y el 4,9 % en el 2011. Respecto los

jubilados, su valor evidenció un leve incremento a lo largo de la década, iniciando con un 4,6 %

y finalizando con un 7 %. Por último, la proporción de turistas extranjeros se mantuvo estable y

por debajo del 1 % a lo largo del período de tiempo analizado, con lo que se confirma que los

residentes de otros países no suelen visitar el PNEP.

III.3.4. La Promoción Turística en la Microrregión Tierra de Palmares

A continuación se analizará en profundidad los principales mecanismos de promoción

turística con los cuales cuenta la MTP para dar a conocer los atractivos y servicios a los cuales

pueden acceder los visitantes durante su estadía. Para poder realizar dicha tarea, se tomará en

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

131

cuenta la información disponible en su la página de Internet, la folletería y lo Centros de Infor-

mes de dicha Microrregión.

III.3.4.1. La página web de la Microrregión Tierra de Palmares

Una de las herramientas de las cual dispone la MTP para hacer conocer los destinos

turísticos que la constituyen así como las actividades y servicios que dispone, es su página web.

Se decidió considerarla como una fuente de información pertinente del PNEP, por un lado a

partir del contenido que en ella se expone, lo que alcanzan niveles de detalle cercanos al del los

sitios de Internet oficiales, como el del PNEP y la APN. Por otra parte, porque una buena parte

de los turistas encuestados consultaron este medio para obtener información sobre este Parque

(véase Capítulo IV, Acápite IV.1.5, Gráfico IV.34).

En dicha página la información se halla disponible, accediendo a la opción ‘Playa y Na-

turaleza’ en su página principal74. Ésta remite a una serie de sitios de la Microrregión dentro de

los cuales, en primer lugar, se ubica El Palmar y luego es sucedido por las playas de Colón, San

José, Villa Elisa, Liebig y Ubajay75. Al ingresar al enlace de este ANP se accede finalmente a la

información propiamente dicha76, la cual está compuesta por los siguientes ítems:

• Las causas y motivos de la creación del PNEP, la institución que lo administra y el

número de Ley que lo crea.

• Los objetivos de conservación.

• Caracterización del los principales ambientes naturales que se conservan.

• Reseña breve de la especie Butia yatay.

• Límites y superficie.

• Distancias de El Palmar respecto las localidades que conforman la MTP

• Descripción de los servicios y actividades que los turistas pueden realizar en este

PN.

• Indicación de las normativas del PNEP, detallando las acciones prohibidas estable-

cidas por ellas.

• Imágenes de diversos sitios de este AP.

• Medios de comunicación para contactarse con el Parque.

74 Dicha opción se encuentra en la siguiente página web http://www.tierradepalmares.com 75 El redireccionamiento al que nos referimos es al enlace http://www.tierradepalmares.com/playas-del-rio-uruguay-colon-san-jose-entre-rios.php 76 Se accede a estos datos mediante a través de la dirección de internet http://www.tierradepalmares.com/parque-nacional-el-palmar-tierra-de-palmares.php

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

132

Como se puede visualizar, la información disponible en la página de Internet es suma-

mente completa, puesto que en una sola pantalla se toma conocimiento sobre los principales

temas que atañen a El Palmar. Todos estos elementos tienen por función informar a los turistas

sobre cuestiones que podríamos llamar generales sobre el PNEP. Sin embargo, también en ella

se dispone de datos que remiten directamente a los turistas pues se mencionan los servicios dis-

ponibles para el uso público y además se detallan cuáles comportamientos están penados y por

tanto, no son deseados dentro de este ANP. En este sentido se observa congruencia en las políti-

cas desarrolladas por la MTP en base a la importancia que tiene el PNEP como atractivo turísti-

co que estimule la visita y toda la información de este ANP disponible y accesible al público.

III.3.4.2. La Folletería de la Microrregión Tierra de Palmares.

Uno de los mecanismos más efectivos de difusión con los cuales cuenta la MTP son los

folletos turísticos, que son entregados a los turistas que pasan por los Centros de Informes loca-

lizados en cada localidad77 de la Microrregión.

A continuación posicionaremos el foco de atención sobre la folletería y se analizará en

general qué tipo de información se brinda y, en el caso particular de El Palmar, qué rasgos y

actividades se destacan. Principalmente observaremos si se plasma el lugar destacado que este

PN posee a nivel microregional y si se lo diferencia del resto de los destinos turísticos a partir

de su origen ligado a la conservación. En el Anexo III se encuentran referenciados cada uno de

los folletos a los que haremos referencia.

III.3.4.2.1. Descripción de la folletería

El primero de los folletos es el expuesto las Figuras 1A y 1B del Anexo III, que corres-

ponden a un díptico. En una de las solapas del mismo se distinguen los datos telefónicos, corre-

os electrónicos y direcciones de los Centros de Informes de cada de las localidades que consti-

tuyen la MTP. En el cuerpo principal se presenta un mapa de la Microrregión con todos los des-

tinos turísticos y las rutas nacionales y provinciales que la atraviesan. El folleto presenta además

cuatro imágenes que sintetizan los principales atractivos turísticos a saber: las aguas termales y

los complejos hoteleros que brindan estos servicios; las comidas típicas de la región, y final-

mente un camino que se adentra entre unos palmares de Butia yatay. En suma, en este folleto se

perfila al PNEP como el elemento central para la visitación en cuanto a naturaleza y también

como uno de los atractivos principales dentro la MTP

77 Las localidades de la MTP que cuentan con Centros de Informes son: Colón, Liebig, Primero de Mayo San José, Villa Elisa y Ubajay.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

133

El folleto indicado en las Figuras 2A y 2B (véase Anexo III) es un tarjetón cuyo frente

posee el mismo diseño que el descripto en el párrafo anterior. La única diferencia es que en la

parte posterior se encuentra un espacio en blanco para que el turista pueda hacer anotaciones

que considere necesarias para cada localidad; cada una de ellas se representa con una imagen de

su logotipo.

El folleto correspondiente a las Figuras 3A y 3B (véase Anexo III) tiene la particulari-

dad de que se dobla en cuatro partes. Presenta en su tapa el nombre de la MTP junto con su

logotipo, su dirección de Internet, el nombre de las localidades que la componen y una imagen

de los palmares en la parte inferior. En la contratapa se indican la información de cada Centro

de Informes (teléfono, dirección y página web). En una de sus caras se indican una serie de fo-

tografías de las atracciones principales de la MTP a saber: los sabores y a las comidas típicas de

la zona; el “turismo rural” (dos mujeres pasean a caballo en una estancia); las aguas termales

mediante (una familia jugando en una pileta); la naturaleza a través de una imagen que muestra

un atardecer en el PNEP; y por último a las playas (balneario en temporada alta). Cada fotograf-

ía está acompañada por una breve descripción que para el caso de El Palmar destaca que en la

MTP la naturaleza se “expresa” en este PN mediante el avistaje de aves y los balnearios que

posee; además se menciona que el PNEP tiene una gran variedad de servicios.

La otra parte de este folleto está compuesta por dos mapas, uno de mayor dimensión que

representa la Microrregión y otro más pequeño de la provincia de Entre Ríos. Estos van acom-

pañados de imágenes que representan lo que el turista puede encontrar en la región: historia

(habitación de un museo y un tren antiguo); naturaleza (turistas recorriendo los palmares de

yatay en bicicleta); diversión (carnavales y casino); playa (balneario); “relax” (sesión de masa-

jes).

El folleto indicado en las Figuras 4A, 4B, 4C, 4D y 4E (véase Anexo III) se titula ‘Pla-

nos e Itinerarios Turísticos’ y tiene por función dar a conocer los circuitos turísticos propuestos

por la MTP, junto a los planos de las localidades que la constituyen. En la tapa y la contratapa

se indican el logotipo de la microrregión, un mapa y la información de los Centros de Informes

de cada una de las ciudades que la conforman. En las hojas interiores del folleto se indican los

siete “itinerarios turísticos” que posee la MTP por orden de numeración junto a los planos de los

centros urbanos incluidos en ella. En el folleto se indica que “Los siguientes itinerarios turísti-

cos se desarrollan en el espacio turístico de la Microrregión “Tierra de Palmares”. Constitu-

yen propuestas de recorrido de día completo” (MTP, 2011). La información de los itinerarios se

presenta mediante una tabla de cuatro columnas a saber: a) Itinerario propiamente dicho; b)

Tiempo sugerido (duración de la visita, todas de día completo de recorrido); c) Apertura por

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

134

temperada (épocas del año en que están abiertos); d) Medio de acceso (modalidades de ingreso a

los sitios indicados).

El Itinerario 1: Palmar – Mariposas – Ubajay es el que incluye al PNEP como desti-

no turístico. De él se indica que es una reserva natural que protege la flora y fauna de la zona;

que posee senderos interpretativos que se pueden transitar en auto, a caballo, en bicicleta y ca-

minando; se detallan los servicios que posee (camping, proveeduría, restaurante, centro de in-

terpretación, guías habilitados, alquiler de bicicletas, paseos en canoas y cabalgatas); que el

tiempo sugerido de la visita es de 4 horas y la posibilidad de acceso por agencias de viaje o en

automóvil. También se indica que sólo algunos circuitos están habilitados cuando llueve y que

permanece abierto todo el año.

El folleto señalado en las Figuras 5A, 5B, 5C, 5D, 5E, 5F, 5G y 5H (véase Anexo III)

fue entregado en la Oficina de Turismo de Colón y se exponen una serie de circuitos turísticos,

principalmente centrados en esta ciudad. En la tapa (véase Figura 5A) se presenta el logotipo de

Colón junto a la leyenda “Los lugares que no te podés perdes si visitás…” (Municipalidad de

Colón, 2011). Al igual que en los casos anteriores, aquí se presentan imágenes síntesis de lo que

el visitante va a encontrar en esta ciudad: diversión (local bailable); aventura (personas cami-

nando por una playa desierta); naturaleza (vegetación tupida); e historia (construcciones anti-

guas). Además, en la parte inferior se muestran tres figuras, de las cuales una de ellas corres-

ponde a un atardecer en los palmares de yatay del PNEP.

En la contratapa (véase Figura 5H) se observa un mapa, en el cual se destacan los prin-

cipales destinos turísticos de la Microrregión. Particularmente El Palmar es destacado con una

fotografía que contiene un conjunto de palmeras de la especie Butia yatay.

Respecto de los circuitos turísticos que se indican en este folleto, se visualiza que difie-

ren en composición respecto a los itinerarios planteados por la MTP (véase Anexo III, Figuras

4A, 4B, 4C, 4D y 4E), si bien el PN figura en uno de ellos, más precisamente en el Circuito C:

“Orígenes”, que ofrece la oportunidad de recorrer los rasgos geológicos, étnicos y naturales que

dotan de identidad a esta zona. En este sentido, de El Palmar se informa que es un PN próximo

al río Uruguay, que se ubica a menos de una hora de Colón y que sus ecosistemas se destacan

porque “Las palmeras [están] en terrenos altos, la selva en galerías en la zona baja, próxima al

río y surcada de arroyos. Se pueden avistar zorros, lagartos, vizcachas, carpinchos, ñandúes,

ciervos y toda clase de aves” (Municipalidad de Colón, 2011). Aquí se posiciona a este ANP

como el principal atractor del turismo en ambientes naturales de la MTP, hecho que es reforzado

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

135

por la imagen de los palmares de yatay que acompañan a la cita anterior junto a la leyenda “Na-

turaleza”.

Finalmente, en una de las caras de este folleto (véase Figura 5G) se reserva un espacio

para las “Anotaciones de viaje”, en donde se invita al visitante a marcar los destinos turísticos

visitados, pues se despliega un listado de los sitios que constituyen los diferentes circuitos pro-

puestos. Aquí El Palmar figura como un elemento más dentro de una larga lista de lugares des-

tinados al turismo.

El folleto indicado en las Figuras 6A, 6B, 6C y 6D (Anexo III) fue entregado en el Cen-

tro de Informes de Colón y, como puede observarse, principalmente remite a una casa de arte-

sanías ubicada en dicha ciudad. Sin embargo, pueden rastrearse referencias al PNEP. Por una

parte en la tapa (véase Figura 6A) y entre las fotografías icónicas de la zona se incluye un atar-

decer en los palmares de yatay. Por otra, en la cara en la que se destacan los “Lugares para visi-

tar” se reseña a El Palmar junto con los Complejos termales de Colón, San José y Villa Elisa.

Finalmente, es llamativo que en todas sus hojas haya dibujos de palmeras, una clara referencia a

este ANP

En las Figuras 7A, 7B, 7C, 7D y 7E (Anexo III) se muestra un folleto entregado en la

Oficina de Turismo de San José, en el cual se visualiza un listado exhaustivo de todos los desti-

nos y servicios turísticos dentro de la MTP. También contiene en su última página el mapa de la

Microrregión. En el folleto, el PNEP está referenciado con el número 14 (Figura 7C). Se brinda

información general del Parque como: A) ubicación en el kilómetro 199 de la RN 14; B) sus

números de teléfono; C) la dirección de su página de Internet; D) el costo de ingreso; E) costos,

números de teléfonos y dirección web del camping El Palmar; F) número telefónico para contra-

tar las excursiones guiadas “Capibara Aventura”; y G) número de teléfono para contratar las

excusiones a caballo.

III.3.4.2.2. Análisis de la información de la folletería.

Como hemos visto, en todos los folletos se brinda cierto tipo de información respecto a

El Palmar. El próximo paso es analizar el tipo de información incluida y cómo se presenta este

PN a los visitantes.

En primer lugar, se observa que los folletos perfilan al PNEP como una de las principa-

les atracciones con la cual cuenta la MTP. Por eso figura una imagen de los palmares en la tapa

de casi todos ellos (véase Figuras 1A, 2B, 3A, 4A, 5A y 6A del Anexo III). Lo anteriormente

expuesto es congruente con la siguiente afirmación del representante de dicha Microrregión

entrevistado para esta investigación, que identifica a El Palmar como “…el recurso turístico

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

136

mejor posicionado (…) hoy los municipios utilizan en sus estrategias comunicacionales a este

recurso como uno de los principales motivadores de la demanda” (Orcellet, Comunicación Per-

sonal).

En segundo término, se posiciona a este ANP como opción casi exclusiva de la modali-

dad “turismo en la naturaleza” de la MTP. Esta es la razón por la cual en las tapas de los folle-

tos señalados en las Figuras 3A y 5A (Anexo III) se asocia literalmente la palabra ‘Naturaleza’ y

una imagen de los palmares de yatay, idea que es reforzada en la descripción que en estos se

hace del PNEP. Es importante recordar en este punto, que esta Microrregión también presenta

como “turismo en la naturaleza” la Reserva Privada Aurora del Palmar, pero sin el énfasis y la

dimensión con la que se lo hace para este PN.

Un tercer elemento común a toda la folletería analizada es lo escasa, fragmentada y

heterogénea información de este PN que brindan en relación a sus particulares en tanto AP.

Entre esta información, se consideró la relacionada con la identificación del Palmar como ANP,

su fecha de creación, sus objetivos de conservación, las especies conservadas y referencias a

normas de comportamiento vinculadas a un PN (véase Tabla III.8).

Tabla III.8: Información del PNEP disponible en la folletería turística.

Folletos Información del PNEP

1 2 3 4 5 6 7

Ubicación en mapa Sí Sí Sí Sí Sí Sí No

Imágenes Sí Sí Sí No Sí No Sí

Contacto (teléfonos, correos electrónicos, etc.) No No No No Sí Sí No

Costo entrada No No No No No No Sí

Servicios No No No Sí No No Sí

Referencias de que es un ANP No No No Sí No No Sí

Creación No No No No No No No

Objetivos de conservación No No No No No No No

Pautas/normas de comportamiento No No No No No No No

Especies conservadas No No No No Sí No No

Fuente: Elaboración Propia.

Como se observa en la Tabla III.8 en la mayor parte de la folletería analizada la infor-

mación que se brinda del Parque es mediante fotografías, principalmente de atardeceres en los

palmares y a través de su ubicación en el mapa de la MTP. Únicamente el folleto N° 7 contuvo

datos respecto medios de contactos, servicios y cobro de entrada.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

137

De todos los elementos mencionados hasta aquí podemos decir que no se denota una

clara diferenciación entre El Palmar, que es un ANP, y el resto de los destinos turísticos de la

Microrregión, pues las características que se mencionan de él (servicios, el precio de la entrada,

los medios de contacto y la ubicación geográfica y, en menor medida las imágenes) son elemen-

tos comunes a cualquier sitio destinado al turismo en la MTP. Por otro lugar, casi no se aborda

la temática de la conservación de este PN ni cómo deben desarrollase las actividades durante la

estadía en él. En este sentido, tan sólo el folleto N° 5 menciona algunas especies animales nati-

vas que se pueden encontrar en El Palmar y el folleto N° 4 indica que es un reserva natural que

protege la flora y la fauna de la zona. Aquí vale aclarar que si bien el propio nombre del PNEP

remite a que se trata de un PN, en la folletería analizada este hecho queda en la mera enuncia-

ción de su nombre. Algo similar sucede con las fotografías de los palmares, en el sentido de que

la imagen habla por sí sola y ello basta para que el visitante perciba que se trata de un ambiente

en el cual hay “naturaleza prístina”.

Por tanto, de lo expuesto hasta aquí se observa una tendencia a homogeneizar todos los

destinos turísticos que componen la MTP, según la cual todos presentan similares características

e igual importancia. En este punto se pone de relieve una contradicción en cuanto a la gestión de

políticas turísticas llevadas adelante por la Microrregión debido a que, por una parte, instrumen-

ta la figura de los palmares de yatay como el elemento central para atraer a los visitantes -y por

ello se invita a “Vivir el Palmar”-, mientras que por el otro lado, al analizar cómo se publicita al

PNEP en la folletería, se observa que se lo coloca al mismo nivel de jerarquía que cualquier otro

destino turístico dentro de la MTP. Además, poco se informa respecto este ANP, cuando se

esperaría encontrar más referencias sobre él, debido que es la figura que estructurara a toda la

Microrregión como tal. En este contrasentido de la folletería que a su vez puede considerarse

una expresión de la política turística esgrimida por el ente turístico provincial, es donde se des-

taque la incidencia de la vulnerabilidad institucional (Wilches-Chaux, 1993) sobre el riesgo

ambiental en el PNEP, a raíz de varios factores. El primero de ellos es que al tomar como figura

identitaria a este PN, se está estructurando toda una entidad, la MTP, que busca lucros económi-

cos a partir de una institución, el PNEP, que persigue metas conservacionistas, es decir, que

persiguen objetivos diferentes y contrapuestos.

Una segunda causa, es que uno de los “valores” esenciales en los cuales se funda la

MTP es el del desarrollo sustentable (véase Acápite III.3.1). El Palmar es un PN que se halla

bajo estado de conservación puesto que necesita una serie de pautas, tareas y políticas específi-

cas para que siga perdurándose en el tiempo como tal. Además, como hemos visto en el Capítu-

lo II, los procesos de degradación que atraviesan a los ecosistemas de este ANP condujeron a

que en la actualidad posea una situación intrínseca de vulnerabilidad ecológica. Al considerar

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

138

todos estos elementos, cuando se quiere dar a conocer y se estimula la visita masiva al PNEP sin

señalar que es un destino diferenciado por las características que posee dentro de la MTP, en

realidad se están desarrollando acciones que se soslayan con las premisas del desarrollo susten-

table, ya que la afluencia turística dentro de PN necesariamente remite a procesos de degrada-

ción ambiental indeseados. (OMT y PNUMA, 1992, Reboratti, 1999, Manzur, 2006, APN y

FVSA 2007, entre otros). Además, al no informar estas características distintivas del PNEP a los

turistas se incentiva, a partir del desconocimiento que ellos poseen, que sus conductas y com-

portamientos durante su visita puedan potenciar los procesos de degradación ambiental, en tanto

amenaza antrópico-contaminante. De esta manera se pone en riesgo al PNEP en un doble senti-

do, como espacio destinado a la conservación de los ambientes nativos y como recurso turístico

explotado por la MTP.

El último factor se vincula con la manera en que se publicita al El Palmar en la folletería

de la MTP, que tiende a incidir directamente sobre la percepción que los visitantes puedan tener

sobre este ANP en base a la ya referida homogeneización de los destinos turísticos. En esta di-

rección, al otorgar el mismo valor e implicancias a la visita a un PN con sus singularidades que

a otros atractivos (una playa, un hotel destinado a las aguas termales o un local bailable), se

pierde la característica distintiva y diferenciadora del Parque, lo que soslaya la necesidad de

sostener conductas diferenciadas durante la visita. Esta forma de presentar a El Palmar conlleva

a que los turistas no puedan establecer claras asociaciones entre los actos y la repercusión que

pueden generar en los frágiles ecosistemas de este Parque, favoreciendo la proliferación de los

procesos de degradación existentes de manera incipiente. En suma, estas políticas de promoción

turística llevadas a cabo por la MTP fomentan en los visitantes ciertas condiciones necesarias

que refuerzan posibles desconocimientos que pueden enmarcarse dentro de la vulnerabilidad

cultural.

III.3.4.3 Los Centros de Informes de la Microrregión Tierra de Palmares

Un importante mecanismo de difusión que posee la MTP es el Centro de Informes pre-

sente en cada localidad y en el PNEP. Dichos Centros se caracterizan por ser sitios a los que

recurren los turistas con el fin de obtener información respecto los atractivos, servicios, activi-

dades y destinos dedicados a la actividad turística y donde se distribuyen la folletería que fue

previamente analizada.

Cada uno de los municipios que componen esta Microrregión y El Palmar tiene su pro-

pia Oficina de turismo. Aquí la particularidad radica en que a pesar de no ser una ciudad, este

ANP posee un Centro de Informes en su portada que fue inaugurado a partir del consenso lo-

grado entre las autoridades de la MTP, del PNEP y de la provincia. Concretamente el hecho se

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

139

consumó en noviembre del 2011, al cual asistieron autoridades como el ex Intendente de este

PN Aristóbulo Maranta y los secretarios entrerrianos de Ambiente Sustentable Fernando Raffo;

de Turismo Adrián Stur; y de Energía Raúl Arroyo (Entre Ríos, 2012) 78.

Los Centros son atendidos por personal especializado en turismo y contratados por el

organismo de turismo de la provincia de Entre Ríos. Todos los municipios que conforman la

MTP llevan a cabo actividades de capacitación entre las que se incluyen recorridos por todos los

atractivos de la zona, de manera tal que los empleados se familiaricen con ellos. En cuanto al

personal específico del Centro de Informes ubicado en la portada del PNEP “… fue previamente

capacitado y realizaron reconocimientos de atractivos y pasantías en las oficinas de turismo de

la Microrregión” (Orcellet, Comunicación personal).

Durante el trabajo de campo se visitaron las Oficinas de Turismo de Colón, San José y

la ubicada en la entrada del PNEP, obteniendo resultados semejantes en todas ellas en cuanto a

las características y calidad de la información relativa a este ANP.

Al consultar sobre El Palmar se brindó información que se clasificó en cuatro grandes

categorías. En todos los casos, se trata de información importante dada a modo de mención, es

decir, sin profundización sobre cada uno de los ítems.

• Conservación:

o Se indica que se preservan los palmares de yatay.

• Lugares de interés dentro de este PN

o Miradores

o Playa

o Ruinas

• Servicios:

o Paseos a caballo

o Paseos en bicicleta

o Paseos en canoa

o Restaurante

o Camping

o Proveeduría

• Acceso

o Recorrido por ruta para llegar desde las localidades consultadas. 78 En dicho evento, además de la Oficina de turismo, se proveyó de energía eléctrica al puesto de la Prefectura Naval Argentina dentro del Parque. Para más información visitar http://www.entrerios.gov.ar/noticias/nota.php?id=29020

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

140

Al igual que sucedió en el análisis de la folletería de la MTP, para los Centros de Infor-

mes también se detectó una contraposición en las políticas de promoción turística desarrolladas

que tienden a configurar la denominada vulnerabilidad institucional. En este caso, si bien se

pudo obtener mayor cantidad de información respecto el PNEP, las referencias que se hicieron

fueron equivalentes a las hechas para cualquiera de los otros sitios turísticos en la MTP, a la vez

que no se comunicó que es un destino diferenciado dentro de la Microrregión. Es decir que en

las Oficinas de Turismo también se detectaron formas de informar que diluye las diferencias

entre PNEP y el resto de los atractivos turísticos de la MTP, lo cual va a contrasentido de la idea

de desarrollo sustentable; en otras palabras, entra en colisión la necesidad de incentivar la

afluencia masiva contra la premisa de preservarlo para las generaciones futuras con las menores

modificaciones posibles. Además, la homogeneización llevada a cabo favorece a que los turistas

intervengan en los procesos de degradación ambiental que afectan al Parque, ya que sus com-

portamientos pueden convertirse en amenazas a raíz de su desconocimiento (y por tanto dentro

de la dimensión cultural de la vulnerabilidad).

III.3.4 La gestión turística del Parque Nacional El Palmar

Para abordar el tema planteado en este acápite resultó dificultoso encontrar material

bibliográfico para enmarcar esta cuestión, por ello nos basamos principalmente en la informa-

ción brindada por los informantes clave.

Una cuestión asociada con la actividad turística en El Palmar es la falta de personal

asignado, a la luz del aumento exponencial en la visitación que ha evidenciado en los últimos

años. En este sentido si bien se pudieron hacer significativos avances en mejorar la calidad de la

atención al visitante79 con el transcurrir del tiempo la disponibilidad de recursos humanos ha

tendido a disminuir, tanto para el Cuerpo de Guardaparques, así como del ICE y el personal

administrativo. Para dar cuenta de la gravedad de esta cuestión el informante clave entrevistado

argumentó que

Y entonces este es un problema, la falta de personal de algunos sectores. (…) cuando

lo pensas, uso público tiene una sola persona, el Centro [de informes] estamos con el

personal justo, equipo de educación ambiental no hay. (…) el grupo de auxiliares tie-

ne muy poca gente, el grupo de exóticas tiene poca gente. El grupo de Guardapar-

ques tiene casi nada de gente. Mesa de entrada y Administración que no da abasto

(Panziera, Comunicación personal).

79 Entre los más destacados podemos mencionar: capacitar al equipo de educación ambiental que se encarga de la atención del Centro de Informes, preparar materiales didácticos, visitar escuelas de la zona e instruirlos como guías de turismo.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

141

Sobre este punto se informó que son varios factores los que inciden. Por una parte, se

indicó que antiguamente la APN asignaba el personal en función de las problemáticas inheren-

tes a cada PN, pero a partir de la implementación del decreto nacional 1455/87, este principio se

modificó y actualmente cada Guardaparque puede seleccionar en que PN quiere prestar servi-

cios. Por otro lado, el proceso de creación de nuevas ANP que se registró en las últimas décadas

(véase Tabla II.3) conllevó a una redistribución de los recursos humanos. Un tercer factor es la

baja cantidad de Guardaparques que se gradúan en la Escuela Nacional de Guardaparques.

Vale aclarar que no es materia de investigación de esta tesis indagar y profundizar sobre

los mecanismos de gestión, de asignación y de distribución de los recursos humanos en los PN

por parte de la APN. Sin embargo, revisten de importancia aquellas cuestiones relativas al tu-

rismo, particularmente respecto a la pauperización de las tareas que deben ser realizadas por el

Cuerpo de Guardaparques y el resto del personal del PNEP, como por ejemplo, control, vigilan-

cia, socorro, información turística y de servicios entre otras. En este sentido “…la falta de per-

sonal es otro problema. Este tema del incremento del uso público no viene acompañado ni del

personal que hace falta, ni con los elementos que serían absolutamente necesarios (Panziera,

Comunicación personal). Por tanto creemos que esta problemática entre el PNEP y la APN res-

pecto la asignación de recursos humanos, intensifica las dificultades propias del Parque para

hacer frente a la creciente afluencia turística. Esto puede traducirse en vulnerabilidad institucio-

nal, a partir de cierta incapacidad que evidencia el PNEP para gestionar y disponer de sus pro-

pios recursos humanos, tarea que recae sobre la APN, quien prioriza la distribución de personal

siguiendo un orden de prioridades que difiere a las de El Palmar.

Otro punto a tener en consideración son las políticas propias de promoción turística que

lleva adelante el PNEP. Sobre esta cuestión los informantes entrevistados señalaron que actual-

mente este ANP no posee la necesidad de promocionarse debido a los altos niveles de visitantes

que recepciona. Recordemos que en la última década registró dos picos históricos de visitas,

específicamente en el 2006 (136.861 visitantes) y en el 2011 (168.114 visitantes). En este senti-

do se argumentó que indirectamente la MTP se encarga de la difusión del Parque puesto que

“…la Microrregión sale a promocionar el Parque directamente porque es lo que vende, entonces

no necesitamos salir a hacer promoción” (Panziera, Transmisión personal). Se registra aquí cier-

ta incongruencia respecto las políticas de promoción del uso público en función de las premisas

de preservación que regulan al Parque, debido que al delegar implícitamente esta tarea en un

organismo que responde a una lógica opuesta a la conservación de la naturaleza –inclusive en su

versión más cercana al desarrollo sustentable- se incide sobre los procesos de degradación del

PNEP, puesto que el fin buscado es aumentar la cantidad de visitas.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

142

Asimismo, al delegar en el MTP la promoción turística, El Palmar pierde capacidad de

decisión y de control sobre su imagen, tanto en la manera de presentar a este ANP al público

como en las características que se van a mencionar efectivamente del mismo. Al respecto recor-

demos que del análisis de la folletería y de los Centros de Informes de dicha Microrregión, se

detectó que el PNEP fue igualado y promocionado como un destino turístico convencional, de-

jando a un lado sus rasgos conservacionistas. Además, al traspasar sus competencias sobre la

promoción del uso público a la MTP, el PNEP pierde autonomía a nivel institucional, dado que

no puede desarrollar estrategias que permitan anticipar a los turistas prácticas compatibles con

la preservación, dificultando así la planificación de esta actividad dentro de sus límites.

En vinculación con lo anteriormente indicado, existe escaso trabajo mancomunado entre

el PNEP y la MTP en cuanto a planificación, gestión y promoción de la actividad turística se

refiere. Desde ambas partes se han llevado a cabo labores de forma conjunta para el estableci-

miento del Centro de Informes de la Microrregión en la entrada de este PN y, salvo consultas

técnicas puntuales, no existen actualmente líneas de trabajo en común entre ambas instituciones.

Al interrogar a informantes claves sobre este punto, el Lic. H. Orcellet indicó que “Se han des-

arrollado algunas acciones colaborativas y aisladas, pero no forma parte de un proceso de traba-

jo planificado” (Comunicación personal). Por su parte, la Guardaparque M. Panziera señaló que

el Parque tiene participación en la Microrregión (…) pero digamos la silla no está

puesta a la misma altura salvo por algunos temas como el Centro de Informes (…) en

la portada o para algunas cosas (…) pero digamos que el Parque no es uno más de la

Microrregión con el peso que tiene un municipio (Panziera, Transmisión personal).

Aquí se visualiza que la delegación de la promoción turística a la MTP, no está siendo

acompañada por acciones concretas que permitan articular los intereses propios del PNEP con

los metas de la Microrregión y aparentemente tampoco se observa la intención de trabajar de

manera conjunta sobre estas temáticas. Además pareciese existir una relación asimétrica entre

ellas, ya que por un lado la MTP puede tomar sin restricciones al Parque como atractivo turísti-

co, mientras que por el otro, El Palmar no podría participar en la construcción de la imagen y de

los atributos que la Microrregión promocionará de él. A pesar de ello, el PNEP traspasa esta

capacidad a dicha entidad turística. En suma, la falta de trabajo consensuado entre estas dos

instituciones respecto al turismo, junto a la falta de líneas de trabajo congruentes sobre esta acti-

vidad por parte del PNEP, se enmarcan dentro de aquellas acciones que tienden a generar situa-

ciones de vulnerabilidad institucional en la gestión de este ANP, que eventualmente, incidirá

sobre su riesgo ambiental.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

143

III.4 Recapitulación y síntesis

En este capítulo hemos realizado un recorrido por las diferentes escalas de análisis en lo

relativo a la actividad turística vinculada con el PNEP. A nivel nacional, hemos analizado las

políticas desarrolladas por el Estado nacional mediante la instrumentalización del PFETS, que

prioriza e incentiva las inversiones para mejorar la RN 14 dentro del Corredor Uruguay, así

como las particularidades de la actividad turísticas en los últimos tiempos.

En el plano provincial, hemos esbozado la valorización llevada a cabo por la MTP de

los palmares que se conservan en El Palmar, transformándolos en el ícono identitario de esta

Microrregión y a la vez, como elemento central que incentiva la visita a la misma. También

describimos el proceso por el cual los diversos actores sociales intervinientes llevaron a cabo la

construcción del territorio turístico que tiene como centro a este ANP. Además hemos demos-

trado que la afluencia turística que recibe la MTP posee una significativa importancia al compa-

rarla con los números de la provincia en materia de turismo.

Por su parte, a escala del PNEP, hemos caracterizado el comportamiento del flujo de vi-

sitantes a lo largo del año, desagregando los casos particulares de la Semana Santa y las vaca-

ciones de invierno, a la vez que trazamos un perfil de visitantes que visita este PN.

Para finalizar este capítulo, queremos indicar que del análisis multiescalar realizado se

pudo detectar diversos factores que influyen sobre la configuración de una vulnerabilidad insti-

tucional que incide, a su vez, en la configuración del riesgo ambiental en el PNEP. Entre ellos

se destacan ciertas dificultades para gestionar correctamente el recurso turístico o como resul-

tante de la aplicación de políticas contradictorias en torno al turismo. En este sentido hemos

señalado las vulnerabilidades producidas por el PNEP mediante la delegación de la promoción

turística a la MTP, lo que conlleva a un escaso poder de control y decisión sobre su imagen y

una pérdida de autonomía ante la imposibilidad de gestionar y planificar el flujo de visitantes

para compatibilizar sus prácticas con los ecosistemas conservados. En vinculación con ello;

hemos detectado que el tipo de promoción que hace la MTP de El Palmar tiende a igualarlo con

el resto de los atractivos turísticos, ya que se lo referencia y considera como un destino que

comparte las mismas características que los otros, sin especificar sus particularidades, más allá

de ciertas menciones a los elementos conservados, por ejemplo. Esta manera de presentar y de

promocionar al Parque, en donde se omiten todas las referencias a la conservación (su carac-

terística más destacada) va en contrasentido de la idea de desarrollo sustentable -uno de los va-

lores de la MTP y del PNEP- lo que incrementa la vulnerabilidad institucional señalada.

Capítulo III: Situación de la actividad turística en el Parque Nacional El Palmar

144

Por otra parte, a escala nacional también se observó el desarrollo de una serie de políti-

cas con un fuerte énfasis en remarcar los aspectos turísticos del PNEP, en contraposición de sus

metas conservacionistas. En este sentido, el traspaso de la APN de la esfera de acción de la

SAyDS a la SECTUR (actual MINTUR) en el 2005, puede señalarse como el inicio de dichos

cambios, dado que hay una clara intención de retirar a las ANP nacionales de una Secretaría

abocada a temáticas ambientales y reubicarlas en otra, orientada al desarrollo de la actividad

económica como el turismo. En este punto se presenta una tensión entre dos objetivos claramen-

te diferenciados: la preservación de ciertos ecosistemas del territorio nacional, poniéndolos al

resguardo de los impactos ambientales generados por la sociedad; y la promoción e incentiva-

ción de la visita masiva a estos sitios. En este nuevo perfil que se imprimió a las ANP, el Estado

nacional participó activamente y en esta dirección fue que se priorizó la inversión pública en el

Corredor del Río Uruguay y dio a conocer masivamente al PNEP mediante las Monedas del

Bicentenario. En suma, el conjunto de políticas aquí descriptas tienden a generar situaciones de

vulnerabilidad institucional para El Palmar, debido que la Institución que la administra, el

MINTUR, desarrolla políticas que persiguen el desarrollo de una actividad económica (el turis-

mo) e incentivan niveles de afluencia masiva a este Parque, hecho que entra en tensión con los

objetivos propios de este PN.

Por último, al analizar transversalmente todas las escalas de análisis, se observa que

existe una correspondencia entre aquellas políticas turísticas desarrolladas a nivel nacional, y las

emprendidas por la provincia de Entre Ríos y la MTP, en poner en marcha un proceso de valori-

zación sobre el PNEP y sus palmares, creando así un atractivo turístico de índole “natural” de

importancia provincial y nacional. Este conjunto de políticas públicas y privadas crearon y crean

situaciones de vulnerabilidad institucional para este PN cuyos efectos, independientemente de la

esfera de acción en donde tengan origen (Estado nacional, MINTUR, MTP o el mismo PNEP),

tienden a incrementar el riesgo ambiental de este ANP. A la vez, inciden sobre el desconoci-

miento generado en los turistas, al omitir las características que lo diferencian de un destino

turístico convencional. Ello conlleva a que las acciones que las personas pudieran desarrollar

durante su estadía en este Parque, agudicen los procesos de degradación ambiental que ya lo

afectan, poniendo en peligro la perduración de los frágiles ecosistemas que aquí se conservan y

que se promocionan de manera turística.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque

Nacional El Palmar

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

146

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Na-

cional El Palmar

En este capítulo se llevará a cabo el procesamiento y el análisis de los datos obtenidos

en el trabajo de campo con el fin de detectar vulnerabilidades y amenazas que se desprendan de

las acciones de los actores sociales intervinientes en el PNEP y que repercutan sobre la cons-

trucción del riesgo ambiental de este ANP80.

IV.1 Relevamiento de las encuestas realizadas a los visitantes

A continuación se explicitan los resultados del procesamiento de los datos obtenidos a

partir de las 204 encuestas confeccionadas por los turistas en el PNEP. El análisis se realiza

agrupando las preguntas en función de sus objetivos para el análisis del caso.

IV. 1.1 Caracterización de los visitantes

En primer término esbozaremos los datos que permiten caracterizar el perfil de los visi-

tantes que realizaron la encuesta.

Para comenzar, nos centraremos en la distribución del rango etario de los visitantes

encuestados como se señala en el Gráfico IV.15.

Gráfico IV.15: Cantidad de encuestas realizadas según rango etario.

8

18

27

35 36

29

20

9 117

4

05

1015

2025

3035

40

[16 -

20]

[21 -

25]

[26 -

30]

[31 -

35]

[36 -

40]

[41 -

45]

[46 -

50]

[51 -

55]

[56 -

60]

[61 -

65]

[66 -

70]

Rango etario

Ca

ntid

ad

de e

ncue

sta

s

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

80 Vale recordar que en el Capítulo 1, Acápite I.2.2 se especifica y detalla en que consistieron las tareas realizadas en el PNEP y la MTP en el marco del trabajo de campo.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

147

A partir del análisis del Gráfico IV.15, se observa que la mayor parte de los visitantes

encuestados superan los 20 años, concentrándose los valores máximos en los rangos [31- 35] y

[36 - 40]. Éstos últimos representan al 35 % de toda la muestra: empero si tomamos la cantidad

de encuestados entre 26 y 45 años hallamos que nos estamos refiriendo al 62 % del total.

Además, a partir de los 46 años en adelante la cantidad de personas que la realizaron disminuye

considerablemente. Por su parte, la cantidad de hombres y mujeres que contestaron la encuesta

fue equilibrada, pues el 49 % del total fue confeccionada por varones mientras que el 51 % res-

tante fue respondida por las mujeres.

Por otro lado, en el Gráfico IV.16 se indican las localidades de origen de las personas

que confeccionar la encuesta.

Gráfico IV.16: Lugar de origen de los visitantes encuestados.

73

39

2316 15 13 10 9 6

0

10

20

30

40

50

60

70

80

PartidosGran Bs.

As.

CABA Resto Bs.As.

RestoEntreRíos

Dpto.Colón

Rosario RestoSanta Fe

Córdoba Otros

Ca

ntid

ad

de

encu

esta

dos

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

Respecto a la procedencia de los turistas encuestados en el PNEP, se visualiza que los

mayores valores corresponden al GBA, ubicándose en primer lugar los partidos Gran Buenos

Aires y en segundo la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). El tercer valor corresponde

al resto de la provincia de Buenos Aires, constituido por personas oriundas de 9 de Julio, 25 de

Mayo, Junín, La Plata, Lincoln, Luján, Mercedes, Pergamino, San Antonio de Areco, San Ni-

colás, Viamonte y Zárate. El cuarto y el quinto lugar corresponden a Entre Ríos. Para este caso

se optó por diferenciar entre el departamento de Colón y el resto de la provincia, ya que las lo-

calidades dentro del primero representan casi la mitad del total provincial. Respecto a la segun-

da, vale decir que en ella se registraron habitantes de las ciudades de Concepción del Uruguay,

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

148

Concordia, Crespo, Gualeguaychú, Paraná y Villaguay. Algo similar sucedió con Santa Fe, cu-

yos valores se ubican en la sexta y séptima posición. Aquí, al igual que en el caso entrerriano, se

optó por diferenciar entre Rosario y el resto de la provincia, dado que más de la mitad de los

santafecinos provenían de dicha ciudad. Otras localidades de Santa Fe de donde eran oriundos

los turistas fueron: Arequito, Rafaela, San Lorenzo, Santa Fe y Venado Tuerto. Por su parte, en

octavo lugar de importancia se ubican los residentes de la provincia de Córdoba, cuyo valor es

mucho más bajo que el de las provincias que la preceden. Se han registrado personas oriundas

de las ciudades cordobesas de Córdoba, Río Cuarto, San Francisco y Villa María. Finalmente,

en la categoría “Otros” se registraron individuos provenientes de Chaco, Corrientes, La Pampa,

Río Negro y Tucumán.

Estos datos tienden a corroborar que el PNEP se caracteriza por ser una de las principa-

les opciones para visitar un ambiente natural para importantes núcleos urbanos del país, en fun-

ción de la distancia81. De hecho, el Gráfico IV.17 muestra que el 54,9 % de los encuestados eran

oriundos del GBA y en menores proporciones de otras áreas. Tal característica también se ha

mostrado a partir de los registros de visitantes del PNEP, que son los más altos en comparación

con las visitas registradas en otros PN próximos a estas ciudades como se indicó en la Tabla I.1

y en los Mapas I.2 y I.3. Entendemos que los datos de esta muestra son significativos y repre-

sentativos para generalizarlos a toda la afluencia turística que recibe el PNEP, puesto que la

predominancia de los visitantes provenientes del GBA que hemos relevado, también fue refe-

renciada en algunos trabajos de la APN (véase Balabusic, 1994, Corvalán y Velázquez, 2002 y

Rodríguez Groves, 2002, entre otros).

81 Recordemos que la distancia entre el GBA y El Palmar es de 365km, mientras que separan a Rosario y al PNEP 320km.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

149

Gráfico IV.17: Porcentaje de los visitantes según lugar de origen.

54,9%

11,3%

7,8%

7,4%

6,4%

4,9%4,4% 2,9%

GBA

Resto de Bs. As.

Resto de Entre Ríos

Dpto. Colón

Rosario

Resto de Santa Fe

Córdoba

Otros

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

En cuanto la modalidad de acceso al Parque, los datos relevados muestran la dominan-

cia del automóvil particular por sobre otras formas consideradas, como se observa en el Gráfico

IV.18.

Gráfico IV.18: Proporción de modalidades de ingreso de los visitantes al PNEP.

87,3%

9,3%

1,5%0,5%

Automóvil

Omnibus

Motocicleta

A pie

No contesta

1,4%

Nota: La categoría Automóvil también incluye camionetas y jeeps. Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

150

En efecto, del análisis del Gráfico IV.18 se desprende que la gran mayoría de las perso-

nas que llegaron al Parque lo hicieron en automóvil (87,3 %), seguido con valores mucho más

bajos por quienes lo hicieron mediante ómnibus -ya sean particulares o de empresas contrata-

das- (9,3 %), motocicleta (1,5 %) y a pie (0,5 %). Al comparar estos resultados con los datos

indicados en el Plan de Manejo Preliminar del PNEP se sigue manteniendo el mismo patrón de

ingreso que se registró hace dos décadas, cuando el ingreso estaba compuesto en un 85% por

automóviles, un 10% por ómnibus y un 5 % a pie o en bicicleta (Balabusic, 1994).

Por otra parte, al vincular el origen de los turistas con el modo de acceso al Parque se

obtiene que de los provenientes de GBA y Rosario, el 88 % ingresó en automóvil, el 11,2 % en

ómnibus y 0,8 % a pie. Los oriundos del departamento de Colón llegaron en un 86,7 % auto-

móvil y en moto el 13,3 %, mientras que los que partieron del resto de la provincia de Entre

Ríos llegaron a El Palmar en ómnibus el 18,7 % y en automóvil el 81,3 %. Finalmente todos

aquellos que residentes de las provincias de Córdoba, resto de Santa Fe, resto de Buenos Aires y

“Otros” arribaron al PNEP en automóvil.

La composición del grupo de personas que acompañó al turista encuestado en su visita

al PNEP se indica en el Gráfico IV.19. Hay que mencionar que se obtuvieron un total de 211

repuestas debido que algunos encuestados seleccionó más de una opción.

Gráfico IV.19: Proporción del grupo de personas que acompañó a los turistas encuestados en su vista al PNEP.

39,8%

33,2%

25,6%

0,9%0,5%

Familiares

Acompañante

Amigos

Solo

Establecimentos educativos

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

En el Gráfico IV.19 se observa que, de las opciones indicadas, tres de ellas representan

a casi la totalidad de la muestra. Los turistas encuestados arribaron principalmente con su fami-

lia (39,8 %). En segundo término llegaron con un acompañante (33,2 %). Finalmente, la tercera

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

151

opción más indicada fue con grupo de amigos (25,6 %). Con una proporción inferior al 1 % se

registraron personas que visitaron el Parque de manera individual o formando parte de visitas

organizadas por establecimientos educativos.

Al comparar estos resultados con los indicados en el Plan de manejo preliminar del

PNEP, se vislumbra que han variado dichos porcentajes, puesto que allí se indicaba que

“…aproximadamente el 60 % [de los visitantes] corresponde a grupos familiares, el 30 % a

grupos de amigos y el resto se reparte con porcentajes cercanos al 1 % entre agencias de turis-

mo, escuelas secundarias, clubes asociaciones y sindicatos” (Balabusic, 1994: 60). No sabemos

con certeza si en el estudio de 1994 se incluyó la opción “Acompañante” dentro de la categoría

familiares y quizás por ello radique la diferencia porcentual. También suponemos que la cate-

goría “Establecimientos educativos” hubiera mostrado una proporción mayor si hubiéramos

realizado una incursión en campo durante los meses propios del ciclo lectivo.

En relación al número de personas que acompañaron al turista en su visita a El Palmar,

los resultados de la encuesta se indican en el Gráfico IV.20.

Gráfico IV.20: Cantidad de personas que acompañaron al turista encuestado en su visita al PNEP.

2

68

29

39

26

137 4 4 4 1

7

0

10

20

30

40

50

60

70

80

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Másde 10

Cantidad de personas

Ca

ntid

ad

de r

espu

est

as

Nota: Se incluye en la respuesta al visitante que respondió la encuesta. Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo

Como se visualiza en el Gráfico IV.20, de manera general la mayoría de las respuestas

se concentraron entre las opciones 1 y 3, siendo el de mayor número el valor 1. Esto se debe a

que una gran parte de los visitantes respondieron que fueron acompañados exclusivamente por

su pareja. En cambio quienes indicaron que arribaron al PNEP con familiares y/o amigos, la

cantidad se fue dispersando a partir del número 2 en adelante, concentrándose principalmente

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

152

entre 2 y 4 personas. De allí en adelante, el valor de las respuestas comienza a disminuir hasta

valores que rondan entre 7 y 1 respuestas por cantidad de individuos. Por su parte, se indica con

el número 0 a aquellos que fueron solos.

IV.1.2 Caracterización de la visita

Para caracterizar a la visita que recibe el PNEP, en primer término abordaremos la

temática de la revisita. En este sentido, la mayor parte de los turistas, es decir el 75 % del total,

visitaron El Palmar por primera vez, mientras que tan sólo el 25 % restante lo había conocido

anteriormente. Esto último se desagrega en el Gráfico IV.2182, observándose en rasgos generales

que la reincidencia de la visita posee mayores valores en los años más recientes y va disminu-

yendo a medida que nos alejamos en el tiempo. En esta dirección, se visualiza que la revisita fue

más marcada en los años 2010, 2009 y 2008, menguando a la mitad del valor aproximadamente

en el período 2007-2006. A partir de allí y hasta 1983, se vislumbran valores bajos que oscilan

entre 1 y 2 dos veces la repetición de la visita, siendo la excepción el año 2000, en donde se

registraron 3 revisitas. Por lo tanto, se puede concluir que es a partir del año 2008 cuando la

revisitación del PNEP da un marcado salto, lo cual podría vincularse con la implementación de

la MTP, ya que a partir del 2007 comienza a funcionar como tal y a instrumentalizar a El Pal-

mar como elemento central a partir del cual incentivar la visita de los turistas (véase Capítulo

III).

Por otro lugar, una proporción de los visitantes indicaron que visitaban este ANP todos

los años. No obstante, la mayoría de estas respuestas las dieron los residentes del departamento

de Colón y una minoría constituida por personas oriundas de Concepción del Uruguay y de

Zárate (provincia de Buenos Aires). También todos los residentes de la provincia de Entre Ríos

que reincidieron en la visita mencionaron que no irían a otro destino en la MTP además de El

Palmar, mientras que la gran mayoría de los provenientes del GBA y Santa Fe señalaron que

visitarían otros destinos dentro de la Microrregión. Una proporción minoritaria de estos últimos,

afirmaron que su visita era exclusiva al PNEP y todos ellos eran acampantes en el Parque.

82 Vale aclarar que algunos turistas indicaron más de un año de revisita a El Palmar, por cuanto la cantidad total de respuestas supera en cantidad al número total de personas que respondieron que no visitaron el PNEP por primera vez.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

153

Gráfico IV.21: Reincidencia de la visitación del PNEP por los turistas.

910

7

34

21

2 21

32

1 1 1 1

0

2

4

6

8

10

12

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

2002

2001

2000

1999

1995

1991

1985

1983

Rei

ncid

enci

a

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

En cuanto a la visita de otros sitios de interés de la MTP, de los 204 turistas encuesta-

dos, el 71,1 % visitó otros sitios turísticos dentro de la MTP y tan sólo el 28,9 % se dirigió ex-

clusivamente al PNEP. En este último porcentaje se incluyen a la mayor parte de las personas

que acamparon en El Palmar y a los oriundos de la provincia de Entre Ríos. Respecto a los indi-

viduos que se dirigieron a otros destinos turísticos, más de la mitad visitaron la ciudad de Colón

(51,1 %); el segundo lugar más visto fue San José (23,3 %); seguido en tercer puesto por Villa

Elisa (15,9 %). Con porcentajes más bajos se ubicaron Liebig (6,6 %), Ubajay (2,6 %) y por

último San Salvador (0,5 %) (véase Gráfico IV.22). Al comparar estos datos con otros informes

sobre está temática, en el Plan de Manejo del PNEP se informaba que del total de los visitantes

para el período 1988/1992, el 44 % visitó exclusivamente el PNEP mientras que el 55 % reco-

rrió otros sitios además de éste (Balabusich, 1994); y los obtenidos en el estudio de Rodríguez

Groves (2000), en el que se indicó que el 60 % del público visitó el Parque como parte de un

circuito más extenso dentro de Entre Ríos. En suma, se observa que a partir de la implementa-

ción de la MTP (2007), la proporción de los turistas que consideran a este ANP como un destino

turístico dentro de un ámbito más amplio obtuvo el valor más alto registrado (71,1 %) de todos

los estudios reseñados.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

154

Gráfico IV.22: Porcentaje de los destinos turísticos de la MTP visitados además del PNEP.

51,1%

23,3%

15,9%

6,6%

2,6%

Cólon

San José

Villa Elisa

Liebig

Ubajay

San Salvador

0,5%

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

Por otra parte, del total de los turistas que visitaron (o visitarían) otros destinos de la

MTP además del PNEP, el 81 % correspondió a aquellos que visitaron por primera vez este

Parque. Dicho porcentaje se subdividió en un 54,5 % correspondiente a aquellos que indicaron

tan sólo un destino (principalmente la ciudad de Colón) y el 26,2 % restante a quienes mencio-

naron más de un sitio turístico. Por su parte, los visitantes que reincidieron en la visitación de El

Palmar y que respondieron que fueron o que tenían la intención de ir a otros sitios de la Micro-

rregión representaron al 19 % del total. A diferencia del caso anterior, el porcentaje más grande

lo forman aquellos que señalaron más de un destino, con el 11 %, y con el 8,3 % quienes indica-

ron solo un sitio turístico en la MTP (véase Gráfico IV.23).

Gráfico IV.23: Proporción de los turistas que visitaron o visitarían otros destinos en la MTP además del PNEP, según modalidad.

54,5%

26,2%

8,3%

11,0%Primera vez en el PNEP eindica un sólo destino de laMTP

Primera vez en el PNEP eindica más de un destino dela MTP

Revisita el PNEP e indicaun sólo destino de la MTP

Revisita el PNEP e indicamás de un destino de laMTP

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

155

Por todo lo expuesto hasta el momento, se observa una tendencia en la cual cada vez

más la visitación del PNEP se caracteriza por considerarlo como una opción más dentro de un

ámbito turístico más amplio. Actualmente dicho ámbito remite a la MTP. Por ello, aquellos

turistas que visitaron El Palmar bajo esta modalidad pasaron de ser el 55 % del total de los visi-

tantes del período 1988/1992 al 71,1 % en el 2011. Además, este último porcentaje estuvo cons-

tituido en un 81 % por quienes arribaron al Parque por primera vez y el 19 % por aquellos que

estaban reincidiendo. Por tanto, se percibe que los turistas que visitan el PNEP lo consideran

como un destino turístico dentro de la MTP como itinerario más amplio (tanto por los que lo

visitaron por primera vez como por quienes reincidieron en la visita). Este hecho se corrobora

con el incremento de esta modalidad a lo largo de las últimas décadas, el cual se intensifica a

partir de la implementación de la MTP en el 2007, registrando el valor más alto hasta el mo-

mento (71,1 %).

En relación a la permanencia en el PNEP, la amplia mayoría de los encuestados (75 %)

contestó que no iba a pernoctar allí, mientras que el 25 % restante pensaba pasar una noche en el

Parque. Al comparar estos resultados con los obtenidos en trabajos antecesores hallamos que en

el Plan de Manejo del PNEP se indica que “Mientras que en 1982, sólo pernoctó el 10 %, en

1992 y 1993 lo hizo el 60 % y 80 % respectivamente” (Balabusic, 1994: 59). De los datos rele-

vados, se desprende que estos porcentajes han disminuido considerablemente pues tan sólo el 25

% de los turistas iban a permanecer al menos una noche en El Palmar.

Respecto los turistas que acamparon en el PNEP, se registró que el 76,4 % eran oriun-

dos del GBA y de Rosario, el 13,7 % residían en la provincia de Entre Ríos y en proporciones

más pequeñas se contabilizaron personas provenientes del resto de las provincias de Buenos

Aires y Santa Fe. Del total de acampantes se tiene que el 66,7 % visitaba por primera vez el

Parque mientras que el 33,3 % lo conocía con anterioridad. Por último, el 54,9 % de los acam-

pantes se dirigió exclusivamente a este PN mientras que el 45,1 % visitó otros destinos turísti-

cos dentro de la MTP; de estos últimos un 17,3 % señaló únicamente la visita a la localidad de

Ubajay con el fin de comprar insumos alimenticios e higiénicos debido a que los precios en

dicha ciudad eran más económicos que en la proveeduría del camping El Palmar. Al sumar éste

último porcentaje al de aquellos que fueron de forma exclusiva al Parque, arroja que para el 72,2

% del total de los acampantes el PNEP fue el motivo central de su visita.

Por su parte, de los visitantes que no pernoctaron, el 85,4 % no pensaba regresar al Par-

que en su estadía, mientras que tan sólo el 11,3 % volvería a visitarlo83. Asimismo, respecto a la

83 También se registró un 3,3 % de indecisos que no contestaron.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

156

duración de la estadía en este ANP, en el Gráfico IV.24 se observa que la mayor parte de las

respuestas se concentran alrededor de las 4, 5 y 6 horas, disminuyendo marcadamente para el

resto de las respuestas dadas. En suma, una gran parte de los turistas encuestados respondieron

que la visita al PNEP no se extendería más de un día – e incluso no superaría el medio día.

Gráfico IV.24: Duración de la visita en PNEP de los turistas que no permanecieron al menos una noche.

1

11

18

29

35

26

1215

03

0

5

10

15

20

25

30

35

40

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Horas

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

En síntesis, a partir de los datos recolectados podemos esbozar dos perfiles de visitantes

en el PNEP. Uno de ellos, mayoritario, se caracteriza por realizar una visita puntual y esporádi-

ca, que se extiende algunas horas, se lleva a cabo en un solo día y no considera retornar al Par-

que mientras permanezca en el departamento de Colón; una variante minoritaria de este grupo

se compone por aquellos que piensan en volver a visitar a El Palmar durante su estadía en

Colón. El otro tipo de perfil, minoritario, se caracteriza por aquellos turistas que pasan todo un

día y duermen por lo menos una noche en este Parque; la mayor parte de ellos lo conocían con

anterioridad y para gran parte de los acampantes, este ANP es el elemento central de la visita.

IV.1.3 Motivaciones de la visita y conocimiento previo del Parque

Respecto a la motivación de la visita al PNEP se han obtenido resultados muy varia-

dos84. Se tomaron como las más representativas de la muestra a aquellas que registraron un por-

centaje superior a los dos dígitos, es decir, que superaron al 10 % del total.

Como se observa en el Gráfico IV.25, la opción elegida con más frecuencia fue “Cono-

cer”, con el 22,6 %, siendo además la única que sobrepasó el 20 % de las respuestas dadas. Vale

84 Vale decir que para esta consigna se han obtenido 495 respuestas ya que ésta era de opción múltiple.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

157

remarcar que este resultado se condice con la mayor proporción de individuos que visitan este

Parque por primera vez. En segundo término se ubicó la opción “Contacto con la naturaleza”

con el 16,4 % del total. En un tercer lugar, se ubicaron las opciones de “Descansar” y “Vacacio-

nes” con 12,9 % y el 12,3 % respectivamente. Luego, con el 10,5 % y el 10,3 % se posicionaron

“Realizar actividades al aire libre” e “Interés cultural”. Con proporciones mucho más bajas si-

guieron las respuestas “Observar flora y fauna” (8,3 %); “Preservación de sitios naturales” (5,7

%); “Otros” (0,8 %); y por último “Estudiar/trabajar” (0,2 %). Hay que aclarar que para la op-

ción “Otros”, se trató principalmente de familiares del personal del PNP que estaban de visita.

En relación con los datos relevados, sería esperable que la mayor parte de las respuestas

rondase sobre motivaciones próximas a la naturaleza, como ser la “Preservación de los sitios

naturales” o la “Observación de flora y fauna”, debido a que la visitación se lleva a cabo dentro

de un AP como es el PNEP. No obstante, estas opciones fueron unas de las que obtuvieron los

menores valores. En contraposición, la alternativa “Contacto con la naturaleza” fue la segunda

opción más seleccionada. Sin embargo, si tomamos en cuenta que la mayor parte de los indivi-

duos encuestados visitaron El Palmar como un destino turístico más dentro de la MTP y que una

gran parte de ellos obtuvieron la información de este ANP en ella, de alguna forma el slogan

“vivir el Palmar” se plasma en el alto valor de respuesta de los turistas al seleccionar como ele-

mento que motivó la visita una opción genérica como “Contacto con la naturaleza” que aquellas

más específicas y vinculadas a un PN, como las que indicamos anteriormente. Es decir, que la

visita a este Parque es contemplada como una actividad más, entre otras, para realizar en la

MTP. Esta conclusión se apoya por la particularidad de que las respuestas que obtuvieron los

porcentajes más elevados se vinculan con cuestiones más genéricas como por ejemplo “Vaca-

ciones” o “Descansar”, que serían motivos esperables de visitación en cualquiera de los otros

destinos de la zona. Es interesante resaltar, además, que la mayor parte de las personas que se-

leccionaron las opciones “Preservar sitios naturales” y “Observar flora y fauna”, se alojaban en

el camping del parque, es decir, tenían decidido prolongar la estadía por encima de la media de

la visita típica.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

158

Gráfico IV.25: Proporción de los motivos llevaron a los turistas visitar el PNEP.

22,6%

16,4%

12,9%12,3%

10,5%

10,3%

8,3%

5,7%

0,2% 0,8%Conocer

Contacto con la naturaleza

Descansar

Vacaciones

Realizar actividades al airelibre

Interés cultural

Observar Flora y Fauna

Preservación de sitiosnaturales

Estudiar/trabajar

Otros

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

En cuanto a los objetivos de creación del parque, el 54,9 % de las personas encuestadas

respondió que no los conocían mientras que el 45,1 % restante afirmó que poseían conocimiento

al respecto. A quienes eligieron la segunda opción, se les pidió que indicaran brevemente de qué

trataban algunos de ellos, obteniéndose un total de 126 respuestas indicadas en el Gráfico IV.26.

Gráfico IV.26: Proporción de las respuestas dadas por los turistas sobre los objetivos del PNEP.

39,7%

30,2%

14,3%

4,0%

4,0% Conservación de la flora yfauna

Generalidades

Tareas que se realizan en elParque

Informaciónfolletería/cartelería

Conservación delpatrimonio cultural

No contesta

7,8%

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

159

Al analizar el Gráfico IV.26 se observa que al sumar los porcentajes de las opciones

“Conservación de la flora y fauna”, “Tareas que se realizan en el Parque”, “Información folle-

tería/cartelería” y “Conservación del patrimonio cultural” se obtiene un 65,8 % del total de las

respuestas. Es decir que del 45 % de los turistas que respondieron que conocían los objetivos de

trabajo del PNEP, más de la mitad corroboró dicha respuesta al especificar algunos de los mis-

mos. Es importante destacar que del total de visitantes que respondieron este ítem (45 % de

todos los encuestados) y que lo hicieron con precisión, un 20 % correspondió a quienes acampa-

ron, un 8 % a los residentes del departamento de Colón y un 7 % a los oriundos del resto de

Entre Ríos. En rigor, de las personas que respondieron con cierto grado de certeza sobre los

objetivos de trabajo del PNEP, el 30 % correspondió a residentes locales y acampantes (entre-

rrianos y de otras provincias). De estas cifras podría concluirse que el mayor grado de conoci-

miento de los quehaceres del PNEP se vincularía a dos motivos: por una parte, al permanecer

más de 24 hs en él, el contacto con los Guardaparques y el personal en general, la información

brindada por la cartelería y los folletos puede conducir a una mayor interiorización sobre las

temáticas y objetivos en los cuales se trabaja; por otro lado, la cercanía geográfica entre El Pal-

mar y los residentes entrerrianos supondría un mayor grado de familiaridad respecto a visitantes

proveniente de otras provincias.

Prosiguiendo con este análisis, en la categoría “Conservación de la flora y fauna”, el 22

% se refirió a la conservación de las palmeras yatay, el 4 % identificó la preservación de las

vizcachas y el 2 % a los lagartos overos. El 72 % restante corresponde a respuestas que remiten

a la conservación o preservación de especies de flora y fauna autóctona en general. En cuanto a

“Tareas que se realizan en el Parque”, el 72 % de las respuestas corresponden al control de es-

pecies exóticas, el 16 % al fomento del trabajo realizado por el PNEP y la APN, el 6 % a los

estudios e investigaciones en materia de conservación y un 6 % a las quemas controladas que

realiza el personal de El Palmar.

En relación a las respuestas incluídas en la categoría “Generalidades” se pueden identi-

ficar dos matices diferenciados entre sí. Para el primero de ellos, si bien no podemos afirmar

que las respuestas dadas no se ajusten a los objetivos del PNEP, debido a su generalidad bien

podría amoldarse para cualquier ANP del país. Aquí la gama de respuesta fue sumamente am-

plia. Simplemente mencionamos las más frecuentes a modo ilustrativo como por ejemplo: ‘Cui-

dan la naturaleza’, ‘Reserva Natural’, ‘Cuidar el medio ambiente’, ‘Proteger a los animales’

‘Preservar lo natural’, ‘Conservar el medio natural’, entre otras. En el segundo grupo, las res-

puestas dadas no se condicen con los objetivos o tareas que se realizan en El Palmar -ni, por

extensión, en cualquier otro parque-; al igual que en el caso anterior solamente indicamos algu-

nas con el fin de ejemplificar: ‘Que haya mucho verde’, ‘Igual que en todos los parques’. ‘Que

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

160

haya comida’, ‘Palmeras’, etc. Esta categoría remite a la desinformación de los turistas respecto

los objetivos generales sobre los cuales se irgue el PNEP y que deber ser contempladas junto al

55 % de los visitantes que respondieron que no conocían los objetivos de trabajo de este Parque.

En relación a las tareas que realiza el personal del PNEP, el 63,7 % de los turistas en-

cuestados respondió que no tenía conocimiento, mientras que el 36,3 % restante informó que sí

lo poseía. A quienes respondieron afirmativamente, se les pidió que indicaran brevemente en

que consistían dichas tareas, obteniéndose un espectro muy amplio de respuestas (un total de

123) como se indica en el Gráfico IV.27.

Gráfico IV.27: Proporción de las tareas que realiza el personal del PNEP en base a las respues-tas dadas por los turistas que informaron que tenían conocimientos de ellas.

21,1%

19,5%

15,4%

12,2%

11,4%

11,4%

4,9%

1,6%

Cuidar el parque

Preservar flora y fauna

Generalidades

Controlar fuego/incendios

Controlar especies exóticas

Controlar y vigilar a losturistas

Guias/información

Otras

No contesta

2,3%

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

En cuanto el Gráfico IV.27, si se lo compara con el Gráfico IV.26, se observa tanto una

gama más amplia de respuestas, como una menor proporción de respuestas genéricas. Esto pue-

de deberse a que la consigna de este ítem remitió a acciones concretas que lleva adelante el per-

sonal del PNEP y por tanto más fácil de suponer e indicar en comparación con los objetivos de

este ANP.

Respecto al análisis de las respuestas, se vislumbra que la mayor parte de los encuesta-

dos (21,1 % del total de respuestas afirmativas) respondió que el personal se aboca a “Cuidar el

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

161

parque”. De ese porcentaje, el 58,8 % de las respuestas dadas se referían al cuidado del parque

de manera genérica en cambio, tan sólo el 8,8 % mencionó el mantenimiento de los senderos y

el 32,3 % indicó la limpieza del Parque. La segunda tarea más mencionada -con el 19,5 % del

total de respuestas afirmativas- fue “Preservar flora y fauna”: aquí todas las respuestas giraron

en torno a la preservación, conservación y cuidado de las especies animales y vegetales autócto-

nas. En tercer lugar, se ubicó la opción “Generalidades”, con el 15,4 % del total, presentando

dos variantes de respuestas: aquellas que eran genéricas como ‘cuidar el espacio’, ‘cuidar la

naturaleza’, ‘mantener’, ‘protegen’, etc, y las que fueron imprecisas como por ejemplo ‘provee-

duría’, ‘limpieza de los baños’, ‘ordenar’, etc. La cuarta acción más sugerida fue “Controlar

fuegos/incendios” con el 12,2 %, de las cuales un 60 % de las respuestas se referían a los ejerci-

cios de fuegos prescriptos que desarrolla el Cuerpo de Guardaparques, mientras que el 40 %

restante se vinculaban con los fuegos no preestablecidos. En quinto término se ubicaron dos

categorías con el 11,4 % de respuestas afirmativas cada una, a saber: “Controlar especies exóti-

cas” y “Controlar y vigilar a los turistas”. Respecto la primera, la mitad se referían a la caza de

animales exóticos, mientras que el otro 50 % corresponde a la respuesta genérica de ‘control de

exóticas’. En relación a la segunda, se vertieron una gran variedad de acciones indicadas por los

encuestados como por ejemplo ‘mantención del orden’, ‘controlar la pesca ilegal’, ‘control de

personas’, ‘control del tránsito’, entre otras. En sexto lugar se ubicaron las tareas informativas

hacia los turistas, con el 4,9 %. En séptima ubicación, se halló la categoría “Otros” con el 1,6 %,

en la cual se incluyeron las respuestas que remitieron al trabajo de investigación que desarrolla

el personal del PNEP. Finalmente un 2,3 % no respondió la consigna.

IV.1.4 Actividades y comportamiento de los turistas en el Parque

A continuación se analizará lo relativo a las actividades que desarrollaron los turistas en

El Palmar como sus comportamientos durante su estadía.

Respecto las actividades que los visitantes realizaron o pensaban realizar en el PNEP se

obtuvieron los resultados volcados en el Gráfico IV.28, a partir de un total de 810 respuestas, ya

que este ítem era de opción múltiple. Al analizarlo se desprende que la gran mayoría de los en-

cuestados indicó que iban a visitar los miradores (22,1 %), y/o transitar por los senderos (22 %),

y/o recorrer el Sitio Histórico Calera del Palmar (21,6 %) y/o realizar actividades de sol y playa

(20,1 %); opciones que, sumadas, representan el 85,8 % del total de las respuestas dadas. Este

tipo de actividades, que pueden realizarse en una cuantas horas, se condice con el perfil de los

visitantes que toman al PNEP como un destino turístico más dentro de un circuito más amplio.

A la inversa, actividades que insumen mayor cantidad de tiempo, que se cumplen en un horario

y que son pagas, poseen bajos porcentajes, como es el caso de los tres tipos excursiones señala-

das en el Gráfico IV.28. Finalmente, se observa una coincidencia entre el bajo valor porcentual

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

162

de la opción “Acampar” congruente con la baja proporción de visitantes que permanecieron al

menos una noche en El Palmar.

Gráfico IV.28: Proporción de las actividades que los turistas realizaron en el PNEP.

22,1%

22,0%

21,6%

20,1%

5,9%

3,1%

1,4%3,1%

0,6%0,1%

Miradores

Senderismo

Ruinas

Sol y Playa

Acampar

Pescar

Excursiones a caballo

Excursiones en canoa

Excursiones en biciclieta

Ninguna de las anteriores

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

En vinculación con el punto anterior, al preguntarles a los turistas sobre las precaucio-

nes que tomaron en cuenta para realizar las actividades indicadas en el Gráfico IV.28, los valo-

res obtenidos son bastantes similares, puesto que el 45,6 % indicó que no tomo ningún recaudo

en particular, el 52,5 % indicó que sí lo tuvo y un 2 % de encuestados no respondió la consigna.

A los visitantes que respondieron afirmativamente, se les pidió que indicasen en qué

consistían dichos recaudos. Al igual que en casos anteriores, esta pregunta era abierta y admitía

múltiples opciones, razón por la cual se obtuvieron un total de 170 respuestas, que se volcaron

en el Gráfico IV.29.

Al analizar el Gráfico IV.29 en profundidad, se observa que las respuestas más repre-

sentativas fueron “Respetar las indicaciones” (29,4 %), “Cuidados personales” (24,7 %) y “No

generar basura” (22,9 %), que al sumarlas alcanzan el 77 % del total. Respecto a la primera se

incluyeron opciones como las siguientes: ‘Usar senderos habilitados’, ‘No romper ramas’. ‘Res-

petar el boyado’, ‘Respetar el límite de velocidad’, etc.; y en cuanto a la segunda se considera-

ron respuestas como: ‘Llevar agua’, ‘Llevar toalla y calzado cómodo’, ‘Tener protector contra

insectos’, ‘Cuidar a los niños’, ‘Dejar siempre la carpa cerrada’, etc. En relación con las cate-

gorías restantes, se tienen valores muy inferiores a los ya señalados, todos por debajo del 10 %

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

163

(véase Gráfico IV.29). Es importante aclarar que en la opción “Imprecisiones” (7,1 %) se inclu-

yeron respuestas como ‘Ser consciente’, ‘Naturaleza’ o ‘Conservación’; mientras que en la ca-

tegoría “Cuidado con los animales” se compuso por respuestas como ‘Estar atento a las víbo-

ras’, ‘Cuidado con las yararás’, ‘Precaución a los animales’ etc.

Gráfico IV.29: Proporción del tipo de precauciones que tomaron los turistas al realizar activi-dades en el PNEP.

29,4%

24,7%

22,9%

8,2%

7,1%

5,3%

2,4%

Respetar indicaciones

Cuidados personales

No generar basura

No hacer fuego

Impresiciones

Cuidado con los animales

No contesta

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

Por otra parte, si consideramos aquellas respuestas que se condicen con las conductas

esperables en un ANP (“Respetar indicaciones”, “No generar basura” y “No hacer fuego”) se

obtiene un total del 60,5 %. Sin embargo, no debemos perder de vista que la segunda respuesta

más frecuente fue la de “Cuidados personales”, incluida dentro de una pregunta que estaba

orientada a detectar qué interpretación y asociación hacían los turistas entre la noción de pre-

caución y el hecho de estar en un PN. Como veremos más adelante (véase Acápite IV.3), este

tipo de percepción y de asociaciones puede relacionarse con elementos que hacen a la vulnera-

bilidad cultural que incide sobre el riesgo ambiental en el Parque.

En otro sentido, para poder detectar cuáles de todas las respuestas dadas por los turistas

contemplaban y se enmarcaban dentro del contexto del PNEP, se confeccionó el Gráfico IV.30

que tomó como referencia el Gráfico IV.29 para armar sus categorías. En el caso de “Contem-

plan el contexto del PNEP”, se consideró para cada encuestado que la/s repuesta/s dada/s sólo se

incluyera/n en las categorías “Respetar indicaciones”, “No generar basura” y “No hacer fuego”.

En la opción “No contemplan el contexto del PNEP” se tomó para cada turista que la/s respues-

ta/s brindada/s sólo se alojase/n en las opciones “Cuidados personales”, “Cuidado de los anima-

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

164

les" e “Imprecisiones”. Para la categoría “Mixtas” se tomaron las respuestas dadas por los visi-

tantes que abarcaban a la vez las categorías Contemplan y No contemplan el contexto del PNEP.

Gráfico IV.30: Proporción del tipo de respuesta que dieron los turistas que tomaron precaucio-nes al desarrollar actividades en el PNEP.

59,8%

30,8%

5,6%

Contemplan el contexto delPNEP

No contemplan el contextodel PNEP

Mixtas

No contesta

3,8%

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

Del análisis del Gráfico IV.30, se desprende que 59,8 % de las respuestas efectivamente

contemplaban el ámbito del Parque; en general, estas personas dieron más de una respuesta. Por

su parte, el 30,8 %, de las respuestas dadas correspondían a opciones que no contemplaban el

contexto de este ANP, lo que representó al 16,2 % del total de los turistas encuestados. Por

último el 5,6 % fueron respuestas mixtas, es decir que algunas consideraban sus acciones dentro

del marco del PNEP y otras no lo hacían; y el 3,8 % no respondió la pregunta.

De lo expuesto hasta el momento se puede afirmar que la mayor parte de los turistas no

tuvieron en cuenta el contexto al realizar sus diversas actividades en este PN, ya que, por un

lado, el 45,6 % de los visitantes no tuvo ningún recaudo a la hora de desarrollarlas y el 16,2 %

tomó precauciones que no contemplaban el contexto específico del PNEP. Al sumar estos por-

centajes se concluye que representan al 61,8 % de todos los individuos. A su vez, estos porcen-

tajes que se registraron en las encuestas tuvieron correspondencia con dos hechos detectados en

el Parque: los reclamos de los encuestados en cuanto a disponibilidad de servicios y las conduc-

tas registradas de los turistas durante su estadía en diversos sectores del mismo.

Respecto al primer caso, las personas encuestadas solicitaron en reiteradas oportunida-

des la necesidad de que el PNEP disponga de mejores servicios de telefonía celular y de provee-

duría, y de mayores oportunidades para observar a los animales silvestres. En cuanto al primero,

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

165

los reclamos más frecuentes estuvieron relacionados con la incomunicación, y se indicaron es-

pecíficamente la falta de cobertura de señal analógica y de transmisión de datos en los teléfonos

celulares. Para el segundo, se señaló la falta de proveedurías o kioscos en la zona de la playa.

Los turistas indicaron que el único lugar dentro del Parque que vendía bebidas, alimentos y

otros artículos se localizaba lejos de esta zona -específicamente en el camping El Palmar (véase

Mapa II.10). Para ellos, el tiempo que lleva trasladarse para comprar insumos suponía una inte-

rrupción en sus actividades de ocio y recreación. Por último, los visitantes marcaron que el avis-

taje de la fauna fue una tarea sumamente dificultosa. Por ello, indicaron que está situación se

revertiría si hubiera un sector que funcionara a manera de zoológico donde se exhibieran a los

animales de este PN.

En cuanto a las conductas de los visitantes observadas en los diferentes sectores de El

Palmar, se registraron:

a) Sendero Sitio Histórico “Calera del Palmar”:

• Salir de los senderos indicados y treparse a los árboles para tomarse fotografías.

• Escuchar música a volúmenes muy altos y por ende contaminar sonoramente el am-

biente.

• No arrojar la basura en los cestos siguiendo la pauta residuos orgánicos-

inorgánicos. (también observado en la playa) (véase Imagen IV.6).

• Presencia de senderos espontáneos en la zona de acceso a la ribera del río Uruguay

que no está habilitada como balneario.

• Presencia de pegatina en todos los carteles interpretativos (véase Imagen IV.3).

• Presencia de cárcavas en varios sectores de los senderos (véase Imagen IV.9).

• Cestos de basura colmados de residuos (véase Imagen IV.7).

b) Ruinas Históricas

• Trepar a algunas de las construcciones en la zona de las ruinas con el fin de recolec-

tar rocas.

• Hacer “graffitis” en las ruinas arqueológicas (véase Imagen IV.4).

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

166

Imagen IV.3: Pegatina en cartelería del

Sendero Sitio Histórico “Calera del Palmar”

Imagen IV.4: Grafittis en las Ruinas

Históricas

Fuente: S.Caruso, 22/04/2011 Fuente: S.Caruso, 18/02/2011

Imagen IV.5: Graffitis en palmera yatay de la

portada del PN.

Imagen IV.6: Residuos inorgánicos en cesto

para residuos orgánicos.

Fuente: S. Caruso, 18/02/2011. Fuente: S.Caruso, 23/04/2011

Imagen IV.7: Cesto en el Sendero Histórico

“Calera del Palmar” colmado de basura

Imagen IV.8: Cárcavas en un sector del

Sendero Histórico “Calera del Palmar”

Fuente: S.Caruso, 19/02/2011 Fuente: S. Caruso, 23/04/2011

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

167

c) La Playa

• Arrojar basura y contaminarla.

• Generar fogones espontáneos, en áreas no habilitadas para ello (véase Imagen IV.9).

d) Camping El Palmar

• Acampar en secciones del camping que se hallaban bajo rehabilitación (véase Ima-

gen IV.10).

• Presencia de cárcavas a lo largo de los caminos vehiculares del camping.

Imagen IV.9: Restos de fogón espontáneo en

la playa

Imagen IV.10: Carpas en sección del

camping en rehabilitación

Fuente: S. Caruso, 18/02/11 Fuente: S. Caruso, 23/04/11

e) Mirador Arroyo El Palmar

• Presencia de bañistas en dicho curso de agua (zona no habilitada para ello).

f) Sendero El Mollar

• Rotura de los materiales didácticos, que permitían la interpretación del sendero

(véase Imágenes IV.12 y IV.13).

Imagen IV.11: Rotura del material

didáctico-interpretativo del Sendero El Mollar

Imagen IV.12: Rotura del material didáctico-

interpretativo del Sendero El Mollar.

Fuente: S. Caruso, 23/04/11 Fuente: S. Caruso, 23/04/11

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

168

Por tanto, este tipo de conducta descuidada respecto a los ambientes naturales de El

Palmar conduce a una disminución en la calidad así como de la composición, propiciándose

entonces procesos de degradación ambiental (Natenzon, 2005), que pueden entenderse como

una forma particular de amenaza antrópico-contaminante (Lavell, 1996a). Simultáneamente,

estos patrones de comportamiento van en sentido opuesto a las conductas esperables dentro de

una matriz conservacionista. Por tanto, se tiende a favorecer un aumento del riesgo ambiental en

el PNEP, amenazando su continuidad en el tiempo y su accesibilidad a las generaciones futuras.

Esta situación se produce en un contexto de incremento exponencial del arribo de visitantes en

la última década y de promoción turística de este Parque en todas las escalas (nacional, provin-

cial y departamental), como se indicó en el Capítulo III.

En relación a los sitios del PNEP que fueron más visitados por los turistas, se muestran

en el Gráfico IV.31 los resultados obtenidos. En este sentido, vale aclarar dos cuestiones: la

primera, que las opciones áreas de carpas y de sanitario se localizan dentro del camping El Pal-

mar. La segunda, que en la categoría “Senderos” se tomaron en cuenta todas las sendas peatona-

les accesibles a los visitantes en función de los siguientes aspectos: 1) a raíz del tiempo que

insumiría realizar la encuesta al preguntar particularizadamente por cada sendero del PNEP a

los encuestados (véase Capítulo II, Acápite II.4.7.1); 2) la mayor parte de los encuestados des-

conocían la existencia y/o los nombres de los senderos con excepción del Sendero Sitio Históri-

co “Calera del Palmar” (el principal del Parque) y el Sendero La Glorieta.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

169

Gráfico IV.31: Sitios del PNEP según cantidad de veces visitados por los turistas.

120

88

68

114

150

52

27

93

70

76

108

127

81

46

144

169

103

99

124

8

8

9

9

8

8

8

8

10

10

95

0 20 40 60 80 100 120 140 160 180

Playa

Centro visitantes

Intendencia

Sitios arqueológicos

Senderos

Mirador Arroyo El Palmar

Mirador Arroyo de Los Loros

Mirador La Glorieta

Área de sanitarios

Área de carpas

Cantidad de respuestas

Visitó No visitó No Contesta

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

A partir los valores de las opciones “Visitó” y “No Visitó” del Gráfico IV.31 se obtuvie-

ron los porcentajes para cada categoría sobre la base de las 204 personas encuestadas como se

indica en la Tabla IV.9.

Tabla IV.9: Proporción de los sitios del PNEP en base a las respuestas dadas por los turistas.

Categoría Proporción de los turistas que

visitaron

Proporción de los turistas que

no visitaron

Senderos 73,5 % 22,5 %

Playa 58,8 % 37,2 %

Sitios arqueológicos 55,8 % 39,7 %

Áreas de sanitarios 46,5 % 48,5 %

Mirador La Glorieta 45,5 % 50;4 %

Centro de visitantes 43,1 % 52,9 %

Áreas de carpas 34,3 % 60,7 %

Intendencia 33,3 % 62,2 %

Mirador Arroyo El Palmar 25,4 % 70,5 %

Mirador Arroyo de Los Loros 13,2 % 82,8 %

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

170

A partir del análisis de la Tabla IV.9 se observa que la opción más indicada por los tu-

ristas fue “Senderos” con el 73,5 %. Entre todos ellos, la mayor parte de las personas visitó

principalmente el Sendero Sitio Histórico “Calera del Palmar” y en segundo término al Sendero

La Glorieta. El segundo lugar más visitado fue la “Playa” y el tercero las Ruinas de la Calera de

El Palmar con el 58,8 % y 55,8 % de las elecciones respectivamente. El escaso margen entre

ambas se debe a que se localizan de forma contigua una respecto de la otra. Vale decir que las

tres opciones indicadas fueron las únicas que superaron ampliamente el valor del 50 % del total.

Además, en estas zonas se detectaron las mayor recurrencia de conductas incompatibles con los

objetivos del PNEP.

Por otra parte, con porcentajes más bajos se ubican las dos áreas localizadas dentro del

camping El Palmar, esto es, la zona de los sanitarios (46,5 % de las respuestas) y el área de car-

pas (34, 3%). Enfrentado a este sector se ubica el “Centro de visitantes” donde se brinda infor-

mación a los turistas, el cual obtuvo un porcentaje de visitación del 43,1 %. Detrás de éste se

localiza la “Intendencia”, que fue visitada por el 33,3 % de las personas encuestadas.

Por último, La Glorieta fue el mirador más frecuentado por los turistas, pues obtuvo un

valor del 45,5 %; le siguieron el del Arroyo El Palmar con el 25,4 % y finalmente el del Arroyo

de Los Loros con el 13,2 % del total. Los bajos niveles de visitación de los miradores pueden

explicarse a partir de lo expresado por la Guardaparque Élida Turco, en relación a problemas

existentes con los miradores. Específicamente refirió a la necesidad de reinterpretación del Mi-

rador Arroyo de Los Loros, debido a que, por un lado, dicho curso de agua suele estar tapado

por la vegetación ribereña y, por el otro, los visitantes creen que recibe su nombre por la presen-

cia de poblaciones de loros (hecho que no sucede), por lo tanto, muy poca gente lo visita. Asi-

mismo, según informó personal del PNEP, el primer sitio de interés que visitan las personas que

ingresan en automóvil es el Mirador La Glorieta, pues es el más próximo a la entrada al Parque

(véase Mapa II.10); esta circunstancia puede explicar la diferencia de proporciones entre éste y

el resto de los miradores.

Ahora bien, si analizamos con detenimiento la Tabla IV.9, el Gráfico IV.31 y el Mapa

II.10, se detecta que la distribución de los valores porcentuales y absolutos de los sitios indica-

dos en la encuesta están relacionados con la proximidad de unos con los otros. Por un lado, las

Ruinas Históricas, la playa y el Sendero Sitio Histórico “Calera del Palmar” -los lugares que

superaron holgadamente el 50 % del total y que además sumaron la mayor cantidad de conduc-

tas incompatibles con la conservación- son contiguos unos de los otros, están concentrados en

una pequeña zona del parque y cuentan con estacionamiento para automóviles, como se observa

en el Mapa II.10. Por otra parte, los lugares del Parque que obtuvieron entre el 45 y el 30 % de

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

171

las visitas, también se encuentran cercanos entre sí. Aquí también se concentran los servicios de

excursiones, teléfono, restaurante, informes, etc. Por último, los miradores demuestran los más

bajos porcentajes, al estar alejados de estos puntos donde se conglomeran los servicios.

La dinámica que se desprende de este análisis es congruente con el perfil de turista que

toma al PNEP como un destino turístico más en el marco de la MTP; esto es, que sólo está dis-

puesto a dedicar unas pocas horas para recorrerlo y que no toma recaudos a la hora de desarro-

llar sus actividades en El Palmar; en suma, el perfil de visitante más detectado en las encuestas.

Por ello, una vez visitado el Mirador La Glorieta, en el cual se pueden observar y tomar la clási-

ca foto de los palmares de yatay, parece no revestir interés visitar el resto de ellos, aunque sí

pasar un día de playa. Algo similar sucede con el Centro de Informes, en el sentido de que los

visitantes con este perfil recurren a él para orientarse respecto los servicios y áreas del Parque,

pero no para ver los servicios audiovisuales u oír las charlas informativas sobre las temáticas

que se trabajan en el PNEP. Durante el trabajo de campo, se identificó que la mayor parte de las

personas que recorrían este edificio y que leían los carteles informativos, estaban acampando en

El Palmar.

IV.1.5 Valoración de los sitios de interés del Parque

Respecto la valoración de los sitos de interés de Parque, se les consultó a los turistas pa-

ra que califiquen en función del mantenimiento y limpieza las zonas del parque consignadas en

el Gráfico IV.31. Para ello se implementó una escala graduada entre 1 y 10 inclusive, conside-

rando el número 10 como el valor máximo y el número 1 como el mínimo, como se indica en el

Gráfico IV.32.

Gráfico IV.32: Distribución de respuestas dadas por los turistas según zona del PNEP.

Playa

0 1 2 3

127

16

29

20

35

05

10152025303540

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Valor dado por los turistas

Ca

ntid

ad

de r

espu

esta

s

Centro de visitantes

1 0 03

14

11

22

15

31

0

5

10

15

20

25

30

35

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Valor dado por los turistas

Ca

ntid

ad

de r

espu

esta

s

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

172

Intendencia

0 0 0 0 02 3

1316

33

0

5

10

15

20

25

30

35

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Valor dado por los turistas

Ca

ntid

ad

de r

espu

esta

s

Sitios arqueológicos

0 0 1 0 16

1317

31

43

0

10

20

30

40

50

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Valor dado por los turistas

Ca

ntid

ad d

e re

spue

stas

Senderos

0 0 1 0 2 514

2634

67

01020304050607080

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Valor dado por los turistas

Ca

ntid

ad d

e re

spue

sta

Mirador Arroyo El Palmar

0 0 0 0 0 1 1

14 13

23

0

5

10

15

20

25

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Valor dado por los turista

Ca

ntid

ad d

e re

spue

sta

Mirador Arroyo de Los Loros

0 0 0 0 0

21

6 6

12

0

2

4

6

8

10

12

14

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Valor dado por los turistas

Can

tidad

de

resp

uest

as

Mirador La Glorieta

0 0 0 0 0 28

1320

50

0

10

20

30

40

50

60

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Valor dado por los turistas

Can

tidad

de

resp

uest

as

Áreas de sanitarios

41 2

57

11 10

17

10

30

0

5

10

15

20

25

30

35

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Valor dado por los turistas

Ca

ntid

ad

de r

espu

esta

s

Áreas de carpas

0 0 02

03 4

9

15

30

0

5

10

15

20

25

30

35

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Valor dado por los turistas

Ca

ntid

ad

de r

espu

esta

s

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

Como se observa en el Gráfico IV.32, para todas las zonas del parque consideradas en la

encuesta, la mayor cantidad de respuestas se concentran en los valores más altos de la escala

numérica implementada. En particular, el valor 10 fue el más frecuente en todos los lugares de

El Palmar considerados. Otro rasgo predominante fue que las bajas calificaciones dadas por los

visitantes, fueron en general escasas en todos los sitios propuestos en la encuesta. Particular-

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

173

mente para la Intendencia y los Miradores Arroyo de Los Loros, Arroyo del Palmar y La Glorie-

ta, las respuestas comienzan a partir del valor numérico 6.

Por su parte, el promedio85 de todas las respuestas obtenidas para cada sitio del Parque

se indica en el Gráfico IV.33.

Gráfico IV.33: Valor Promedio de mantenimiento y limpieza en base a las respuestas dadas por los turistas a los sitios del PNEP.

8,3 8,4

8,9

8,58,8

9 8,99,1

7,6

8

6,5

7

7,5

8

8,5

9

9,5

Play

a

Centro

visit

antes

Intend

encia

Sitio

s arqu

eológico

s

Senderos

Mira

dor A

rroyo

El P

almar

Mira

dor

Arr o

yo de Lo

s Loros

Mira

dor L

a Glor

ieta

Área

de s

anita

rios

Área

de ca

rpas

PR

OM

ED

IO

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo. Como se puede observar en el Gráfico IV.33, los valores promedios obtenidos son muy

altos, puesto que todos se distribuyen entre 7,6 y 9,1 puntos. Los miradores y la Intendencia

fueron los sitios del Parque que tuvieron los promedios más altos. En contrapartida, el área de

sanitarios del camping (los únicos de todo El Palmar) fue la opción con el menor promedio de

toda la muestra. En este sentido, puede considerarse que los baños son un punto crítico en cuan-

to a limpieza y mantenimiento; sin embargo obtuvieron un valor de 7,6, es decir, que teniendo

en cuenta la escala numérica utilizada, es un promedio satisfactorio. Finalmente, el resto de las

zonas del Parque consignadas demuestran promedios superiores o iguales a 8, es decir que los

visitantes consideraron que poseen un nivel de mantenimiento y limpieza suficientemente alto.

Estos resultados pueden considerarse representativos del gran trabajo llevado adelante

por el Cuerpo de Guardaparques y el personal del Parque para mantener en muy buenas condi-

ciones las bases materiales como los senderos, la cartelería, los cestos, las edificaciones, etc.,

que permiten el desarrollo de las actividades de los visitantes; y también el acondicionamiento

85 El promedio se obtuvo a partir de la sumatoria de todas las respuestas dadas por los turistas para cada zona del Parque propuesta en la encuesta; que a su vez fue dividida por la cantidad total de visitantes que respondieron la encuesta para cada zona del parque.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

174

de los sitios donde los turistas pasan la mayor parte del tiempo durante su estadía. Por otra parte,

los resultados también pueden reflejar que aparentemente el accionar de los visitantes no estaría

impactando sobre el PNEP y en particular en la Zona de Uso Intensivo (véase Capítulo II, Acá-

pite II.4.6), en la cual se ubican todos los sitios considerados y, como su nombre lo indica, es

donde los turistas realizan la gran mayoría de sus actividades. Sin embargo no debemos perder

de vista el crecimiento exponencial de la visitación que ha experimentado el PNEP los últimos

años y que, según palabras de la Guardaparques M. Panziera conlleva un costo ambiental y de

recursos de todo tipo. La visita de esta gran cantidad de personas se sigue manteniendo sobre la

misma cantidad de atractivos (miradores, senderos, etc.), si bien se han ido creando servicios a

lo largo del tiempo, como los paseos a caballo o en canoa. A la inversa, ha ido disminuyendo la

cantidad de personal con la cual cuenta este Parque. Para la Guardaparque esta situación está

ligada directamente con el aumento en la cantidad de turistas en el sentido de que se cuenta con

menor cantidad de personal para responder eficazmente a las demandas y necesidades y contro-

lar al creciente flujo de personas que ingresan al PNEP. A pesar de ello, los servicios se siguen

prestando correctamente, los ambientes y sitios a los cuales los turistas tienen acceso y los cons-

tructos materiales asociados no muestran aún fuertes signos de deterioro.

La situación descripta no obsta para que, sin embargo, comiencen a manifestarse inci-

pientemente algunas consecuencias negativas por ejemplo, las equinosendas que comienzan a

erosionarse o el camping que muestra cárcavas importantes en varias de sus secciones. Los res-

ponsables del PNEP aún no pueden dimensionar ni comprender correctamente los efectos pro-

ducidos por el incremento exponencial de la visitación y es su preocupación que en algún mo-

mento estas consecuencias aflorarán y se percibirán todas juntas. Por ello, este desconocimiento

generalizado existente respecto la repercusión en los ambientes de este ANP producto del ac-

cionar de los turistas en particular y a la actividad turística en general, remite a un marco de

incertidumbre en la gestión actual del PNEP, lo que tiende a aumentar el riesgo ambiental al

que se encuentra expuesto. Esta situación se agudiza debido que El Palmar nunca contó ni cuen-

ta con un estudio de capacidad de carga86 que establezca límites a la circulación de los visitantes

por los senderos y caminos de este PN, como informaron M. Panziera y el ex Intendente del

PNEP Aristóbulo Maranta.

En vinculación con la obtención de la información sobre El Palmar por parte de los

turistas, vale decir que se obtuvieron un total de 237 respuestas, pues algunas personas seleccio-

naron más de una opción. Los resultados se indican en el Gráfico IV.34.

86 Aquí se entiende que la capacidad de carga “es el nivel de explotación turística que una zona puede soportar asegu-rando una máxima satisfacción a los visitantes y una mínima repercusión sobre los recursos. Esta noción supone la existencia de límites al uso de los visitantes.” (OMT y PNUMA, 1992: 18).

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

175

Gráfico IV.34: Proporción de formas que los turistas obtuvieron la información del PNEP.

32,5%

17,3%16,9%

13,5%

13,1%

2,5%

2,1%

1,3%

0,8%

Familiares/amigos

Of. Turismo Dpto. Colón

Visita previa

Internet

Reside en Entre Ríos

Medios de comunicación

Por personas en el Dpto.Colón

Agencias de turismo fueraDpto. Colón

Otros

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos en el trabajo de campo.

Como se observa en el Gráfico IV.34, fue mediante la transmisión personal de familia-

res y/o amigos la manera en que la mayor parte de los visitantes obtuvieron la información y el

conocimiento sobre el PNEP. La segunda fuente de información más seleccionada fueron las

Oficinas de Turismo de la MTP, con el 17,3 %, seguida por la opción de revisita (conocimiento

personal previo) con un porcentaje del 16,9 %. A continuación, con porcentajes muy próximos

entre sí, se ubicaron aquellos que utilizaron Internet para tomar conocimiento sobre El Palmar

(13,5 % de las respuestas), seguido por aquellas personas que contestaron que residían en Entre

Ríos. Aquí vale aclarar que todos los entrerrianos ante esta pregunta acotaron al encuestador que

conocen el Parque porque viven en esa provincia. Para la opción “Medios de comunicación” se

consideraron como tales a la televisión, radio, diarios y revistas: esta categoría consiguió una

proporción de tan sólo un 2,5 % de las respuestas. Un porcentaje cercano (2,1 % de los indivi-

duos encuestados) informó que se enteraron sobre la existencia de El Palmar porque algún resi-

dente local o comerciante les informó al respecto mientras visitaba otras de las localidades del

departamento de Colón. Finalmente, los porcentajes más bajos correspondieron a las personas

que indicaron que consiguieron información a través de agencias u oficinas de turismo por fuera

de Colón (1,3 %) y por las respuestas incluidas en la opción “Otros” (0,8 % de las respuestas).

Al avanzar y considerar en el análisis las primeras cinco opciones indicadas (las que

sumadas representan el 93,3 % de todos los encuestados), se puede afirmar que aquellos que

obtuvieron la información por parte de familiares y/o amigos, fue en relación a sus característi-

cas como atractivo turístico, como tantos otros en el departamento de Colón. Para sostener esta

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

176

afirmación nos basamos por un lado, en los datos recolectados a partir de los turistas encuesta-

dos, en el sentido del alto grado de desconocimiento sobre los objetivos del PN y de las tareas

de su personal y Cuerpo de Guardaparques, tal como sugiere el análisis de las respuestas a las

preguntas 5 y 6, hecho precedentemente (véase Gráficos IV.26 y IV.27), lo cual distancia al

turista de los objetivos de la conservación de la naturaleza. Por el otro, generalmente cuando

alguien pide referencias de un sitio para visitar en un contexto vacacional a un familiar o amigo,

en general se tiende a enfatizar tal o cual lugar en función de los servicios y actividades que se

pueden llevar a cabo. Difícilmente alguna de estas sugerencias se remitan a los comportamien-

tos y al contexto natural en el que se enmarca un ANP, a no ser que se trate de personas que

estén interiorizadas en temáticas conservacionistas o sean amantes de la naturaleza, como por

ejemplo aquellos que gustan de observar aves en sus ambientes nativos.

Otra de las fuentes de información del PNEP más referidas fue Internet (13,5 % del

total). Con el fin de detectar cómo se promociona y qué tipo de información se destaca de este

ANP, se realizó una búsqueda utilizando las palabras clave “Parque Nacional El Palmar”, obte-

niéndose un total de 415.000 resultados. Aquí se pueden encontrar enlaces que redireccionan a

fotografías, videos, agencias de turismo, artículos de diarios, publicidades, portales con datos

sumamente fragmentados y escuetos, información sobre determinada/s especie/s de flora y/o

fauna asociada al Parque, sus ecosistemas o a la ecorregión del Espinal, sitios no vinculados con

este AP, etc. De todos ellos tan sólo 887 brindaron información integral del PNEP, esto es, aque-

lla que abarcase los objetivos del Parque, sus normativas, servicios, ecosistemas, la flora, la

fauna protegida. De ese total, tres fueron páginas oficiales (APN, PNEP y SIB), una correspon-

dió a la MTP, otras dos al turismo (uno en la ciudad de Colón y otro a nivel provincial) y las dos

restantes fueron sitios webs de particulares con copyright destinadas a brindar servicios de di-

versa índole (véase nota al pie N° 87).

En un segundo momento se refinó la búsqueda, utilizándose la combinación “Parque

Nacional El Palmar + Turismo” y “Parque Nacional El Palmar + actividades turísticas”. Para la

primera opción se obtuvieron un total de 174.000 enlaces, de los cuales sólo 4 remiten al tipo de

información que se indicó anteriormente (sitios webs del PNEP, MTP y las páginas sobre la

actividad turística indicadas en el caso anterior). En el caso de la segunda, se obtuvieron 31.500

87 Los sitios web indicados son: página oficial del PNEP www.elpalmarapn.com.ar; página oficial de la APN www.parquesnacionales.gov.ar/parques/ver_noticia.php?id=37; página oficial del SIB www.sib.gov.ar/area/APN*PA*EL%20PALMAR ,; página de la MTP http://www.tierradepalmares.com/parque-nacional-el-palmar-tierra-de-palmares.php; sitio web de turismo de la ciudad de Colón www.colonentrerios.com.ar/palmar.htm; sitio web Venite a Entre Ríos http://www.veniteaentrerios.com/turismo/parque-nacional-el-palmar/colon/; sitio web Patrimonio Natural http://www.patrimonionatural.com/html/provincias/entrerios/elpalmar/elpalmar.asp; y sitio web La Hueya www.lahueya.com.ar/index/parques/elpalmar.htm.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

177

resultados, ajustándose tan sólo los sitios webs del PNEP, la MTP y “Venite a Entre Ríos”. En

suma, si bien no se puede saber con exactitud de cuál/es página/s tomaron la información los

visitantes sobre El Palmar, se halló que la mayor parte de ellas poseían material fragmentado o

incorrecto, mientras que una muy pequeña proporción de sitios webs disponían de datos con

cierto grado de confiabilidad. A modo de ejemplo, el orden de aparición de los sitios webs del

PNEP y la MTP que se repitieron en las tres búsquedas fue de la siguiente manera: en cuanto a

El Palmar apareció en la primer página de enlaces en la primer búsqueda, en la tercer página de

“links” en la segunda búsqueda y en la quinta página de direcciones webs para la tercer búsque-

da: en cuanto a la MTP aparece en la tercer página de enlaces en la primer búsqueda, en la sexta

página de “links” para la segunda búsqueda y en la tercer página de direcciones webs en la ter-

cer búsqueda.

Por otro lugar, una parte representativa de las respuestas dadas por los encuestados se-

ñalaban el conocimiento del PNEP por ser residentes de Entre Ríos. Recordemos que en esta

muestra se registraron un total de 31 entrerrianos, de los cuales 15 vivían en el departamento de

Colón (Gráfico IV.16). Ahora bien, el hecho de que estos turistas y El Palmar se localicen en la

misma provincia no necesariamente implica que aquellos posean un conocimiento acabado y

tengan comportamientos acordes a los esperados en un ANP. En relación a esto, la caza furtiva

fue y es uno de los problemas más serios que amenazan a la fauna autóctona: La gran mayoría

de esos cazadores furtivos son residentes locales que encuentran en la venta de la carne y piel de

los animales una fuente de ingreso, como informaron varios Guardaparques. La implementación

del Plan de Control de Mamíferos Exóticos (Resolución HD N° 154/05), que permite la caza

regulada a actores sociales externos a El Palmar, ha menguado la modalidad furtiva, con lo que

se logró un cambio “revolucionario" en las relaciones positivas con la comunidad (Maranta,

Comunicación personal). Sin embargo, el problema aún persiste, como lo pudo comprobar el

autor de esta investigación en su trabajo de campo88.

Por otra parte, el vínculo y el sentido se pertenencia de los pobladores de Ubajay respec-

to a El Palmar (ubicado a 6km de esa localidad) no es sólido: se cree que no hay un “gran com-

promiso” por parte de aquellos (Panziera, Comunicación Personal). Si bien intervienen y cola-

boran en festividades puntuales como la Fiesta del Yatay, mayormente el compromiso con el

cuidado del lugar no se plasma en sus conductas cotidianas. De esa manera es como se puede

88 Durante el trabajo de campo, al visitar una tienda de recuerdos en Colón, se topó con que allí vendían carpincho en escabeche (una de las especies nativas del PNEP). Al preguntarle al propietario del local sobre como obtenían ese producto, nos informó que lo hacían mediante personas de los alrededores que ingresaban a El Palmar a cazar.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

178

hallar a los pobladores pescando en zonas no habilitadas o extrayendo especímenes que no

cumplen con los parámetros de extracción o arrojando basura en la playa89.

Finalmente, podemos afirmar que esta falta de conocimiento generalizado respecto a los

objetivos del Parque y por sobre todo a las normativas, reglas, conductas a desarrollar en un

espacio destinado a la conservación, conduce a los turistas a desarrollar prácticas que son in-

compatibles con la preservación y que impactan negativamente degradando los ambientes nati-

vos. Por ello afirmamos que este desconocimiento sobre El Palmar que poseen los turistas es

otra de las aristas que perfilan a los visitantes causantes de los procesos de degradación obser-

vados en para este ANP.

IV.2 Síntesis de las características del visitante tipo del PNEP

A lo largo de este capítulo se han plasmado los rasgos que representan y caracterizan a

la mayor parte de los turistas que visitan el PNEP a partir de los datos provenientes de las en-

cuestas realizadas durante el trabajo de campo de esta investigación.

A partir de los datos relevados en campo y detallados en el acápite anterior, se procede a

sintetizar y a establecer los rasgos preponderantes de los visitantes de El Palmar:

- Caracterización de los visitantes

• Se trata de personas mayores de edad que presentan proporciones similares entre hom-

bres y mujeres, que provienen principalmente del GBA, que en su mayoría llegan al

Parque en automóvil y la mayor parte es acompañada por familiares, amigos o pareja.

- Caracterización de la visita

• La visita de los turistas se caracteriza principalmente por ser la primera vez que visitan

el Parque y una proporción menor por reincidir en la visitación, la cual fue más frecuen-

te entre el período 2008 – 2010. También, una amplia mayoría visitó, además del PNEP,

otros destinos turísticos de la MTP, mientras que una minoría (los acampantes) se diri-

gió exclusivamente a este ANP.

89 A modo de ejemplo, en la incursión en campo de febrero en la playa del PNEP se llevó un concurso de pesca orga-nizado por una agrupación juvenil de Ubajay. Hacia el final de la tarde la playa se encontraba repleta de basura pro-veniente de dicha actividad.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

179

• En cuanto a la estadía, una gran parte de los encuestados indicó que sólo permanecería

unas horas y que no pensaba volver a visitar el Parque mientras estuviera en Colón,

mientras que una porción más pequeña (quienes acampaban) señaló que permanecería

al menos una noche.

- Motivaciones de la visita y conocimiento previo del Parque.

• Las principales causas que motivaron la visita a este ANP se destacaron: para conocer;

para tener contacto con la naturaleza; para descansar; para pasar las vacaciones; para

realizar actividades al aire libre; y por interés cultural. Por otra parte, más de la mitad de

los encuestados afirmaron desconocer los objetivos de creación y/o trabajo del PNEP,

mientras que de quienes los conocían, un tercio del total resultaron ser acampantes u

oriundos de Entre Ríos. Asimismo, una proporción importante de personas alegaron no

saber qué tareas realiza el personal y el Cuerpo de Guardaparques.

- Actividades y comportamiento de los turistas en el Parque

• Entre las actividades que pensaban realizar los encuestados predominaron las siguien-

tes: visitar los miradores, recorrer los senderos, visitar las ruinas arqueológicas y hacer

actividades de sol y playa. Además, muchas de estas personas esperaban contar con ser-

vicios de telefonía celular (señal analógica, transmisión de datos), más kioscos y pro-

veedurías y sitios destinados a la observación de la fauna silvestre. Asimismo, la mayor-

ía de los visitantes tuvieron comportamientos descuidados, desmedidos y que no con-

templaron ni repararon en su accionar a los ambientes naturales circundantes de El Pal-

mar. Aquí se incluyen tanto a los individuos que no tomaron precauciones a la hora de

desarrollar sus actividades, como a aquellos que afirmaron haber tomado recaudos pero

que dieron respuestas que no contemplaban ni se enmarcaban dentro del contexto de un

ANP.

- Valoración de los sitios de interés del Parque

• Los lugares del PNEP más visitados fueron aquellos en los cuales se conglomeran sitios

destinados al uso público en un pequeño sector geográfico como el Sendero Sitio Histó-

rico “Calera del Palmar”, el sector de la playa y las Ruinas Históricas, mientras que

aquellos sitios del Parque que estaban aislados y separados del resto fueron los menos

visitados como los miradores Arroyo El Palmar y Arroyo de Los Loros. Para los visi-

tantes todos los sitios de El Palmar consignados en la encuesta poseen en general un al-

to nivel de mantenimiento y limpieza.

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

180

• Entre las principales fuentes de información mediante las cuales los turistas tuvieron

conocimiento de este ANP fue a través de: familiares y/o amigos, las oficinas de turis-

mo de la MTP dispersas en el Departamento de Colón, por reincidir en la visita, por in-

ternet y por ser residentes de Entre Ríos.

IV. 3 Recapitulación y síntesis

El análisis realizado hasta aquí permite caracterizar la actividad turística como un factor

de degradación ambiental en tanto amenaza antrópico-contaminante del PNEP, aumentando el

riesgo ambiental y sumándose al generado por otra amenaza de índole socio-natural reconoci-

das, como es el avance de la flora exótica en los ambientes autóctonos (véase Micou, 2003). A

ello contribuyen cuestiones cualitativas y cuantitativas relacionadas directamente con el accio-

nar de los turistas y que se asocia con la denominada vulnerabilidad cultural, puesto que se

vinculan con la percepción de los visitantes respecto a la repercusión de sus actos y conductas

en los frágiles ecosistemas de este Parque, como con cierta noción de condiciones ambientales

estables que permiten su perpetuidad a lo largo del tiempo. Es decir que los turistas no perciben

ni el riesgo ambiental en que se halla este ANP, ni a ellos mismos como un grupo social que

interviene activamente en la construcción del mismo.

Respecto a la dimensión cualitativa, hemos podido afirmar que el comportamiento de

los visitantes que arriban a El Palmar genera o puede generar procesos de degradación ambien-

tal a través de dos factores: el escaso o nulo conocimiento respecto a los objetivos, metas y tare-

as que se desarrollan en el PNEP; y, como consecuencia de esto último, el accionar descuidado

e incompatible con la preservación de los ecosistemas autóctonos; elementos característicos de

la vulnerabilidad cultural. En este sentido, a partir de las encuestas se ha logrado identificar el

precario conocimiento en vinculación con los objetivos del PNEP y con los quehaceres y fun-

ciones del personal y Cuerpo de Guardaparques. Respecto al cuidado de El Palmar, los resulta-

dos también mostraron que las conductas poco responsables con el ambiente a conservar fueron

generalizadas, ya que más de la mitad de los turistas no tomaron ningún tipo de recaudo respec-

to el medio circundante a la hora de hacer sus actividades o bien, si lo tomaron, lo hicieron en

relación a cuestiones de índole personal (como ponerse protector solar o contra insectos).

Además, las conductas no sólo se pudieron detectar en las encuestas, sino que también se corro-

boraron en campo una amplia gama de comportamientos incompatibles con este ANP como se

señaló en el Acápite IV. 1.4.

Paralelamente, existe una arista vinculada con el crecimiento cuantitativo del turismo,

que se traduce en mayores presiones sobre los ambientes y especies nativas y la infraestructura

destinada al uso público. Esto genera incertidumbre producto de la imposibilidad para dimen-

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

181

sionar y aprehender las consecuencias que acarrea el incremento exponencial en la visitación en

la última década, como informaron Panziera y Maranta. En este sentido se vuelve a señalar la

carencia de estudios de capacidad de carga o similares que permitan establecer parámetros en

torno a niveles aceptables de la cantidad de visitantes para los diferentes sectores del PNEP, con

el fin de regular y controlar la actividad turística y mitigar las presiones indeseadas sobre las

especies y los ambientes autóctonos. Pues que en los últimos 10 años se hayan duplicado los

valores de la visitación y que se alcance el valor máximo histórico de turistas que ingresaron al

Parque (168.114 visitantes), conlleva evidentemente un costo ambiental y esta situación intensi-

fica el riesgo ambiental al que se halla expuesto este AP.

Las dimensiones cuali y cuantitativa se conjugan, entonces, de diferentes formas para

incidir sobre la construcción del riesgo ambiental en El Palmar. Es claro que la degradación del

ambiente no está asociada exclusivamente a la intensidad del uso o la cantidad de personas que

ejercen presión, sino además a las conductas de las personas, que, incluso en escaso número,

pueden generar un impacto similar o mayor al producido por una gran cantidad de individuos.

En este sentido se puede mencionar como ejemplo paradigmático el caso de los incen-

dios forestales en reservas naturales como consecuencias de colillas de cigarrillo o fogones mal

apagados; por ejemplo, entre 1996 y el 2000 dentro del PN Nahuel Huapi se quemaron aproxi-

madamente 4.000 ha de bosques y estepa (Temporetti, 2006). Para el caso del PNEP es cierto

que “los fuegos frecuentes han integrado el régimen natural de los disturbios de esta sabana”

(Goveto, 2005: 1) de palmares Butia yatay y que normalmente se llevan adelante tareas de fue-

gos prescriptos con el fin de mantener esta dinámica y evitar la acumulación excesiva de mate-

riales píricos que produzcan incendios inmanejables. Igualmente cierto es que los turistas parti-

cipan activamente en este proceso ya sea por descuido o intencionalmente (Goveto, 2005). A

modo de ejemplo, uno de los últimos incendios no naturales más importantes sucedió el día 9 de

noviembre de 2010 y afectó a más de 1000 ha., teniendo repercusión en varios medios gráficos

debido a su magnitud (véase Anexo II). Afortunadamente pudo ser controlado por el eficiente

trabajo del personal del ICE del PNEP y los cuerpos de bomberos de las zonas aledañas. Si bien

se presume que fueron cazadores furtivos quienes iniciaron dichos eventos (y no los turistas,

como indicó Maranta a los periódicos), sirve para ejemplificar la dimensión cualitativa que

mencionábamos anteriormente. Pues a partir de una sola acción antrópica, asociada a la intru-

sión, la condición de latencia del riesgo ambiental del PNEP rápidamente puede activarse y

tornarse en una “catástrofe” en términos ecológicos y socioculturales.

En vinculación con el párrafo anterior, una parte significativa de los visitantes encuesta-

dos afirmaron que no tomaron ningún tipo de recaudo o de precaución a la hora de realizar sus

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

182

actividades y ello se pudo registrar y observar constantemente durante el trabajo de campo en

una amplia gama de acciones. Algunas de ellas lindaron con el vandalismo, como la rotura y/o

escritura de la cartelería o de las palmeras (véase Imágenes IV.3, IV.4, IV.5, IV.11 y IV.12),

otras con el incumplimiento de las indicaciones y las pautas establecidas por el personal del

PNEP, como acampar en zonas no permitidas o hacer fogatas en lugares no habilitados como

tales, entre otras (véase Imágenes IV.6, IV.9 y IV.10). También se pudieron visualizar algunas

consecuencias vinculadas con la cantidad de visitantes, como por ejemplo, la aparición de

cárcavas en los senderos, producto del caminar de los turistas, el desborde de residuos en los

cestos de basura, etc. (véase Imágenes IV.7 y IV.8) En suma, este tipo de accionar descuidado

es concomitante con el desconocimiento generalizado que tenían sobre este ANP, tanto en sus

objetivos de trabajo y conservación así como por las tareas a las que se aboca el personal y por

tanto expresión de la vulnerabilidad cultural propia de los visitantes del Parque.

Finalmente, entendemos que estas ideas o representaciones que tienen los turistas res-

pecto el PNEP y que guían sus conductas durante su estadía, son las que originan y conforman

la vulnerabilidad cultural que incide sobre la construcción del riesgo ambiental en el PNEP

(tanto ideas como conductas). Esto se manifiesta a raíz de la incompatibilidad de las acciones de

los visitantes respecto los lineamientos generales de comportamientos esperables dentro de un

PN, que, en cambio, se asemejan más a acciones propias para un espacio verde urbano (parque,

plaza, jardín botánico, zoológico, etc.). Consideramos que esta situación puede deberse a varios

factores que confluyen en los turistas a saber: a) que la mayor parte de los visitantes que arriban

a El Palmar provienen principalmente de importantes centros urbanos del país; b) que este ANP

se perfila para los pobladores de ambas urbes, como la única opción viable para visitar un espa-

cio natural de importancia, debido a la poca distancia existente entre ellos; c) que el PNEP está

inserto en un ámbito que responde a dinámicas urbanas, dado que a menos de 100km a la re-

donda se localizan importantes ciudades entrerrianas (cuya principal actividad es el turismo)

como Colón, Concordia, Federación, Gualeguaychú y Villa Elisa, entre las más destacadas; y d)

que la promoción turística que hace la MTP del Parque tiende a igualarlo respecto el resto de los

destinos que componen dicha Microrregión y a promover una visita puntual, de unas pocas

horas, incluida en un itinerario más amplio. Este conjunto de factores reforzaría en los visitantes

la percepción de que El Palmar posee las características de un espacio verde urbano en vez de

un PN dedicado a la conservación. En este sentido, mediante los datos relevados en las encues-

tas, hemos podido detectar que el perfil preponderante de los individuos que arriban a El Palmar

se caracteriza por realizar una visita puntual y esporádica, que se extiende algunas horas, se

lleva a cabo en un solo día y no considera retornar al Parque mientras permanezca en el depar-

tamento de Colón. Por ello, es esperable que al llegar al PNEP los turistas no tengan consciencia

Capítulo IV: Caracterización de los turistas que visitan el Parque Nacional El Palmar

183

del impacto ambiental que puede acarrear un accionar irresponsable en un sitio destinado a la

conservación.

Por tanto, la vulnerabilidad cultural tiende a repercutir sobre el riesgo ambiental del

PNEP, aumentándolo e intensificando los procesos de degradación ambiental que actualmente

lo afectan. A ello debe sumarse la intervención de la incertidumbre producto del desconoci-

miento de las consecuencias que implica el crecimiento exponencial de la afluencia turística en

la última década en este ANP, en tanto potenciadores de procesos de degradación ambiental ya

detectados.

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones

185

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones

El presente trabajo de investigación se estructuró a raíz una serie de interrogantes que

surgieron a partir del período de auge que atraviesa la Argentina en cuanto a turismo se refiere.

Dicho fenómeno no fue ajeno a las ANP de nuestro país y condujo que en los últimos años los

Parques y Reservas Naturales pertenecientes a la APN obtuvieran valores de visitas inéditos

hasta ese entonces.

El PNEP no estuvo exento a esta realidad y así fue como en la primera década del siglo

XXI se observaron valores excepcionalmente altos en la afluencia turística e incluso se sucedie-

ron dos picos históricos en la cantidad de visitantes recibidos (uno en el 2006 que fue batido en

el 2011). Además, El Palmar posee una característica distintiva, que es su cercanía con impor-

tantes centros urbanos de nuestro país.

Este Parque, en cuanto a conservación se refiere, posee características únicas puesto que

es el último relicto de importancia donde se conservan los palmares de Butia yatay, a la vez que

es uno de los escasos PN que conservaba ecosistemas propios de la variada ecorregión del Espi-

nal.

Al considerar este contexto, surgieron los interrogantes y los objetivos que guiaron el

desarrollo de este trabajo y a continuación se exponen las conclusiones a las que se ha arribado,

así como las recomendaciones y reflexiones que surgen de la investigación.

V.1 Conclusiones

A lo largo de esta tesis se han podido detectar que actualmente coexisten procesos de

diversa índole a diferentes escalas que en conjunción tienden a configurar y construir el riesgo

ambiental que afecta al PNEP, a partir de condiciones de vulnerabilidad y peligrosidad. Entre

las primeras se observan cuestiones vinculadas a las propias características del PNEP (dimen-

sión ecológica), a procesos de gestión del área y su vinculación con la valorización turística y la

creación de atractivos (dimensión institucional) y, finalmente, al comportamiento de los visitan-

tes (dimensión cultural). Entre las amenazas, se destacan algunas ya existentes en el Parque y

otras que devienen (o pueden devenir) de la acción de los propios turistas.

Un primer elemento a considerar, que posee un rol más bien estructural es la vulnerabi-

lidad ecológica que interviene en dos escalas. La primera de ellas es a nivel ecorregional, pues

el Espinal fue una de las primeras zonas del país donde avanzó y se arraigó con fuerza la fronte-

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones

186

ra agropecuaria sustituyendo a los ecosistemas nativos. Esta situación se agudizó en las últimas

décadas de tal manera que actualmente existen escasas tierras fiscales en toda la ecorregión

plausibles de ser puestas en la esfera de las ANP. Ante esta situación la APN desde la década de

1960, ha implementado políticas con el fin de conservar los ambientes autóctonos mediante la

creación de PN como El Palmar y Lihue Calel. No obstante estas acciones fueron -y son- insufi-

cientes para preservar una proporción significativa de los ambientes del Espinal, pues tan sólo el

0,57% del total de esta ecorregión se halla bajo esta modalidad de uso. Esta situación pone en

duda la aseguración efectiva de los procesos ecológicos y las estructuras de los ecosistemas, así

como la supervivencia de la flora y fauna silvestre, pues instituciones internacionales en la ma-

teria recomiendan la preservación de alrededor del 10% de cada ambiente.

La segunda escala a la que hacíamos mención es la del PNEP. En efecto, el Parque po-

see problemáticas ambientales propias que amenazan la conservación y que al sumarse a las que

posee la ecorregión del Espinal, complejizan la situación. En este sentido, el avance de las inva-

siones biológicas de animales y plantas exóticas (principalmente el jabalí (Sus scrofa) y el pa-

raíso (Melia azedarach)) es uno de los problemas de mayor impacto ambiental, aunque también

revisten de importancia la caza furtiva, la insularización y el asilamiento respecto a otras ANP

de la zona por el avance de las plantaciones agrícolas y forestales en toda la provincia de Entre

Ríos y el ensanchamiento de la RN 14. En suma, la vulnerabilidad ecológica que posee El Pal-

mar pone de relieve que los ambientes naturales de este PN tienen una condición intrínseca de

fragilidad producto de todos los procesos que degradaron y que aún degradan al Parque

Sobre esta situación de base, se debe incluir el accionar de las instituciones intervinien-

tes sobre la conservación y el turismo. Al respecto hemos observado a nivel nacional, la clara

intención del Estado de posicionar a las ANP de Argentina como una alternativa turística natu-

ral, relegando a un segundo plano sus funciones de conservación de la naturaleza. En efecto, en

los últimos años ha existido una explicita intención del Estado argentino de resignificar la ima-

gen y las funciones de las ANP del país, diluyendo sus aspectos conservacionistas y resaltando

sus potencialidades turísticas. Todo ello es congruente con la implementación de una enérgica

política turística nacional, que considera al turismo como una actividad estratégica para nuestro

país. Este hecho se condice con una serie de políticas que se llevaron adelante, como la promul-

gación de la Ley 25.997 (Ley Nacional de Turismo) en el año 2004, el traspaso efectivo de la

APN de la SAyDS a la SECTUR (actual MINTUR) en el 2005; la selección del Corredor del río

Uruguay, como destinatario prioritario de la inversión pública en la Región Litoral en el marco

de PFETS; y la elección del PNEP como sitio emblemático de la región NEA para ser utilizada

en las Monedas del Bicentenario.

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones

187

En sintonía con estas políticas, la provincia de Entre Ríos desarrolló un conjunto de Mi-

crorregiones Turísticas, de las cuales la correspondiente al departamento de Colón, utilizó a los

palmares de Butia yatay como estrategia para incentivar la visita y a la vez diversificar la de-

manda. En efecto, el PNEP y sus palmares fueron sujetos de un proceso de valorización que al

destacar sus rasgos naturales y al posicionar a esta especie arbórea como un atractivo central en

todo el área, buscó implementar la modalidad del “turismo en la naturaleza” y a la vez diversifi-

car la oferta. El resultado de dicho proceso fue que este PN sea la principal atracción turística de

la MTP y de la Región Litoral del PFETS de la Nación. Con estas medidas se persiguió el obje-

tivo de incrementar los valores de la afluencia turística en toda la zona de influencia; sin embar-

go ninguna de estas instituciones (y tampoco el propio PNEP, ni la APN) han llevado a cabo

estudios que indiquen cómo repercute el incremento de los visitantes en El Palmar.

Por último, para el caso específico del departamento de Colón, la MTP ha llevado ade-

lante una diversificación de la oferta turística que incorpora con fuerza, a las clásicas opciones

de “sol y playa” y de “turismo termal”, la modalidad “turismo en la naturaleza” cuya principal

atracción es el PNEP. Además, dicha Microrregión se perfila como la principal promotora turís-

tica del Parque, en una propuesta de visitación donde El Palmar forma parte de un itinerario

turístico más amplio igualado a la misma categoría que otros destinos de la zona.

Los elementos institucionales hasta aquí mencionados forman parte de la dimensión ins-

titucional de la vulnerabilidad, a las que debe sumarse, además, las dificultades propias del

PNEP para gestionar adecuadamente el recurso turístico, al delegar implícitamente la promoción

en la MTP, lo que conlleva a un escaso poder de control y decisión sobre su imagen y una

pérdida de autonomía ante la imposibilidad de gestionar y planificar el flujo de visitantes para

compatibilizar sus prácticas con los ecosistemas conservados. En este sentido, la falta de un

trabajo interinstitucional consensuado respecto el contenido informativo de la promoción turís-

tica, agudiza esta situación. A ello deben sumarse las implicancias que supone el traspaso de las

capacidades de una institución dedicada a la conservación, como el PNEP, a otra que persigue

metas económicas, como la MTP. En efecto, se relevó en campo que la promoción turística deja

de lado la mayor parte de los aspectos ecológicos y ambientales y hace hincapié en los atracti-

vos y servicios del Parque, caracterizando a este ANP como un destino más dentro de la Micro-

rregión.

Ahora bien, el conjunto de acciones políticas llevadas adelante en el plano nacional co-

mo en el provincial y departamental tienden a arraigar en la población y en las instituciones que

el PNEP es un ente abocado principalmente al turismo en donde la conservación aparece subor-

dinada a la lógica económica. Esto influye, además, sobre los visitantes del Parque, tal como se

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones

188

refleja a partir de las encuestas y de la observación en campo. Por lo tanto, estas contradicciones

a nivel de gestión pueden considerarse además como factores que potencian la vulnerabilidad

cultural que portan los turistas que llegan al Parque.

¿Cómo queda en evidencia esta dimensión de la vulnerabilidad? A partir de los compor-

tamientos y conductas de los visitantes, apoyadas en un alto grado de desconocimiento generali-

zado del PNEP, tanto en sus objetivos de conservación y metas de trabajos como en los que-

haceres de Cuerpo de Guardaparques y el personal del parque. El producto de la conjunción de

todos estos elementos se tradujeron en acciones que tendieron a intensificar los procesos de

degradación ambiental presentes en este ANP a la vez que podrían haber activado nuevos focos

de degradación.

Dicha falta de conocimiento, a la que hicimos referencia, está asociada a cierta idea de

los turistas, que al caracterizar al PNEP le asignan atributos propios de los espacios verdes ur-

banos (plazas, parques, jardines botánicos, zoológicos, etc.) que distan significativamente de los

de un PN, detectándose elementos que favorecieron a dicha caracterización. Por un lado, una

parte importante de los visitantes indicaron la necesidad de servicios que generalmente no están

presentes en un PN, como señal de telefonía celular analógica y de transmisión de datos, secto-

res del Parque destinados a la exhibición de los animales silvestres, más cantidad de proveedur-

ías y kioscos, entre los principales. Por el otro lado, la mayor parte de los turistas que arribaron

a El Palmar provinieron de importantes centros urbanos de Argentina (principalmente GBA) y

para quienes fue la opción más viable -y quizás la única- para visitar y estar en contacto con una

reserva natural de envergadura, como lo es este ANP. Por último, influye la cercanía del Parque

respecto a otros importantes centros urbanos (Colón, Federación, Gualeguaychú, etc.) cuya

principal actividad es el turismo masivo.

Por su parte, la forma de promoción del PNEP, como un atractivo más dentro de una lis-

ta de atractivos, puede vincularse a las características del principal perfil de visitante que se

detectó en este ANP. En efecto, la visita se caracteriza por ser puntual y esporádica, de unas

pocas horas de duración y sin intención de regresar mientras dure su estadía en Colón.

En suma, creemos que la convergencia de todos estos elementos en las personas que

arriban al PNEP, son los cimientos que dan lugar a comportamientos y conductas incompatibles

con la conservación que son representativas de esa dimensión cultural de la vulnerabilidad y

que incide en la intensificación de los procesos de degradación ambiental existentes en el PNEP

y en la creación de otros nuevos.

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones

189

En vinculación con el párrafo anterior, hay que tener presente que en la última década se

registró un salto exponencial en la cantidad de visitantes que arribaron a El Palmar, siendo el

máximo valor histórico el correspondiente al año 2011. Es decir que esta situación necesaria-

mente implica mayores presiones sobre los ambientes y en el incremento de la vulnerabilidad

que se halla asociada al Parque producto tanto de la creciente cantidad de personas que recep-

ciona como de los comportamientos impropios de los visitantes. A esto debe incorporarse la

intervención de la incertidumbre, producto del desconocimiento técnico generalizado para di-

mensionar la repercusión del flujo de turistas registrado en los ecosistemas, como la falta de

parámetros que establezcan cupos a la cantidad de personas que pueden admitir los distintos

sectores de este ANP, disminuyendo al mínimo posible las presiones producidas por los turistas.

A decir verdad, el turismo no es una actividad ni buena ni mala sino que es una activi-

dad económica, que creemos que se presenta como una opción viable y compatible con el desa-

rrollo de reservas naturales en comparación con las tradicionales actividades agropecuarias que

suponen el desmonte total de los bosques nativos para ponerlos a producir, entre otros cambios

significativos. No obstante, si la actividad turística no es planificada ni ajustada a parámetros

que garanticen la sustentabilidad de esta práctica en un ANP, puede acarrear consecuencias

indeseables al intensificar los procesos de degradación ambiental, poniendo en peligro la propia

existencia del AP y del desarrollo turístico a lo largo del tiempo.

Aún cuando la MTP tenga como uno de sus valores fundantes el desarrollo sustentable y

el MINTUR desarrolle políticas que impulsan al turismo como una práctica consistente con el

cuidado del ambiente, cabría preguntarse que entiende cada institución por “sustentable”. En

suma, estas maneras de concebir y planificar a la actividad turística conllevan a que se perfile

como una práctica peligrosa para la conservación a partir de los posibles impactos ambientales

que pudieran generar, incrementando condiciones de vulnerabilidad a las que se halla sujeto el

Parque y aumentando también el riesgo ambiental al que está expuesto.

Por su parte, el PNEP cuenta con una batería de herramientas para reducir los impactos

ambientales producidos por el creciente número de visitantes, muchas de las cuales están basa-

das en que el turista se informe e interiorice sobre las temáticas del Parque. Entre ellas hallamos

la folletería informativa, que además de presentar los ambientes y especies conservadas y expli-

car para que se utiliza el dinero que se cobra en concepto de entrada, brindan información res-

pecto los comportamientos y precauciones que deben tener el turista durante su estadía; el Cen-

tro de Informes que además de contar el personal que lo administra posee pósters temáticos

sobre diversas especies y ambientes del Parque a la vez que cuenta con una sala donde se pro-

yectan videos y se dan charlas informativas; el Cuerpo de Guardaparques que entre sus múlti-

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones

190

ples tareas también se abocan a socorrer, informar, controlar y vigilar a los visitantes (de hecho

poseen poder de policía dentro de los límites de las ANP). No obstante, con la cantidad de re-

cursos humanos que este PN cuenta no puede responder con eficacia y atenuar los impactos

generados por los grandes volúmenes de personas que recepciona.

Finalmente, y a modo de síntesis de lo expuesto hasta el momento, quedó de manifiesto

que la construcción del riesgo ambiental del PNEP es claramente de raíz social, puesto que in-

tervinieron múltiples actores sociales a saber: los turistas (residentes locales y de otras zonas) e

instituciones que intervinieron en diversas escalas como la MTP, el PNEP, el gobierno provin-

cial y el Estado nacional mediante el MINTUR y la APN. Respecto a la generación de la vulne-

rabilidad que afecta a este PN, las instituciones poseen un papel importante debido a la imple-

mentación de políticas turísticas a nivel nacional, provincial y departamental que lo toman por

objeto y que subsumen los principios de conservación bajo la lógica económica. Otro de los

actores sociales intervinientes son los turistas, que a partir de ideas que no se ajustan a lo que

realmente es el PNEP, desarrollarán, en gran medida, prácticas no sustentables y contrarias a los

principios de la conservación. Finalmente, la condición de relicto de los ecosistemas de la eco-

rregión del Espinal supone una menor recuperación ante un disturbio de índole natural y/o

antrópico. Todos estos factores que caracterizan a la vulnerabilidad que posee el PNEP, condu-

cen a posicionar a los turistas como un factor que, mediante sus acciones, encarna la potenciali-

dad de acentuar procesos de degradación existentes y, eventualmente, desencadenar eventos

catastróficos (González, 2011). Un último elemento a considerar, es un alto nivel de incerti-

dumbre producto del desconocimiento generalizado sobre las repercusiones e impactos que

supone el desarrollo de las actuales modalidades del uso público para este ANP.

V.2 Recomendaciones y aportes

La tensión existente entre el turismo y la conservación en el PNEP es un factor explica-

tivo en la configuración del riesgo ambiental de este ANP. Esto nos lleva a pensar que, de seguir

las tendencias actuales, la condición de latencia del riesgo puede dejar de ser potencial para

concretarse en un futuro próximo, convirtiéndose en una pérdida real, lo que supondrá una si-

tuación de desastre en términos ecológicos y sociales.

Con el fin de generar aportes que puedan plantear formas de vincular al turismo con la

conservación desde una óptica más sustentable, se recurre a la idea de gestión ambiental con el

fin de implementar diversos mecanismos que permitan intervenir sobre esta problemática y que

sean efectivos para mitigar el riesgo ambiental que actualmente presenta el PNEP. En este sen-

tido creemos que hay medidas que deberían llevarse a cabo en diferentes niveles de acción: uno

de ellos remite a una escala amplia donde se necesita el trabajo mancomunado entre el Estado

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones

191

nacional, mediante sus instituciones (APN y MINTUR), la MTP y el PNEP. El otro, señala un

espacio de acción acotado a los límites del Parque, donde intervienen sus recursos humanos y

técnicos con apoyo de la APN.

En cuanto al primer grupo de medidas, (esfuerzo mancomunado del Estado en sus nive-

les nacional y provincial) se propone que la MTP actúe como un ámbito anticipatorio y prepara-

torio para los turistas, como instancia previa a la visita efectiva a El Palmar. Podríamos denomi-

nar a esta estrategia como “sacar el Parque de sus límites” y acercarlo a los turistas. En este

sentido, una pieza clave es el trabajo conjunto entre el PNEP y la Microrregión para aunar es-

fuerzos y criterios cuyos resultados acarreen ventajas y beneficios para la conservación y el

turismo. Aquí tomamos como precedente que en el pasado estas instituciones han trabajado de

forma conjunta, aunque de manera esporádica sobre objetivos comunes como por ejemplo la

apertura del Centro de Informes de la MTP en la portada de este PN en el año 2011, y que su

vínculo no es conflictivo. Por tanto, esta medida tiende a potenciar dicha característica.

Para acercar El Palmar a los turistas, creemos que los esfuerzos tienen que estar dirigi-

dos hacia la calidad de la información que el visitante recibe al visitar los Centros de informes

de todos los municipios que componen la MTP, puesto que estos sitios actúan como primera

instancia donde los turistas pueden tomar conocimiento de este ANP. Esto debe traducirse en

acciones relativamente económicas y de rápida de implementación. Por ello se sugieren las si-

guientes medidas:

• Confeccionar al menos un folleto turístico que permita dar cuenta de las diferencias

existentes entre PNEP del resto de los atractivos del Microrregión a partir de su

condición de ANP.

• Capacitar a los recursos humanos de los Centros de informes de la MTP para que

brinden una información más amplia que la estrictamente turística de tal manera que

dote de herramientas a los visitantes a la hora de visitar El Palmar.

Para el primero de los casos se trataría de una folletería en la cual, además de indicar los

principales destinos y atractivos turísticos de la región, la referencia al PNEP destaque su condi-

ción de espacio diferencial dentro de la MTP, que si bien se puede desarrollar el turismo, tiene

metas conservacionistas. Además tendría que incluirse una breve lista de recomendaciones o

precauciones que el visitante debería tener presente durante su estadía (como los que se señalan

en los folletos informativos de este ANP). En cuanto al diseño y confección del mismo, estas

tareas se llevarían a cabo de manera conjunta y consensuada entre los especialistas del PNEP y

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones

192

de la MTP con el fin de transmitir con eficacia los principales atractivos turísticos de toda la

Microrregión como las particularidades de El Palmar. Respecto los recursos monetarios para

implementar la medida, podría tratarse de un fondo común entre las partes donde intervendrían

la APN y/o el MINTUR en representación del PNEP y el Misterio de Turismo de la provincia

de Entre Ríos y/o la MTP para representar a la contraparte. La determinación de la cuota que

cada una debiera aportar, la institución y/o representante que administraría y ejecutaría los fon-

dos, etc. debieran ser temas que se resuelvan a partir de un trabajo interinstitucional. Este último

ítem también cabría para la capacitación de los recursos humanos.

Respecto al segundo punto, se refiere a un tipo de capacitación que tienda a que el per-

sonal de las Centros de informes además de que conozcan los atractivos y servicios de los que

dispone el Parque, puedan brindar un tipo de información sobre el trabajo de conservación que

se lleva a cabo y sobre los recaudos que debe tener el turista durante su visita. Para este caso, la

información debería brindarse especialmente cuando las personas pregunten o muestren interés

sobre este ANP, puesto que serán potenciales visitantes. Como se indicó para el caso de la folle-

tería, aquí también debería trabajar de manera conjunta el PNEP y la MTP para establecer las

estrategias más adecuadas y eficaces para informar en base a los objetivos perseguidos y tam-

bién para dirimir todas las cuestiones asociadas a los recursos monetarios necesarios para llevar

adelante dicha tarea.

Creemos que estas dos medidas de simple y relativamente rápida implementación, en

cuanto a mitigación del riesgo se refiere, es doblemente beneficiosa ya que, por una parte, estas

acciones están directamente dirigidas a paliar las prenociones que poseen los turistas y que los

llevan a caracterizar a El Palmar como un espacio verde urbano, es decir a menguar su vulnera-

bilidad cultural. Por la otra, conlleva a que el PNEP intervenga activamente en la planificación

de la promoción turística a la vez que admita la adopción de políticas turísticas viables con las

actividades económica y conservacionista fruto del trabajo conjunto entre la MTP y este ANP.

Ello supone en principio una reducción de las vulnerabilidades institucionales observadas.

Además, la iniciativa que aquí estamos proponiendo es congruente con el actual enfoque teórico

en conservación ya que está dirigida a que este PN rebase sus límites, establezca líneas de traba-

jo y cooperación con otros actores sociales intervinientes en la zona y que brinde una fuente de

recursos que puedan ser explotados sustentablemente. En este sentido, la Lic. C. Manzur, perte-

neciente al Departamento de Uso Público (sede Buenos Aires) de la APN, llama a desarrollar

una modalidad de turismo responsable, donde el turismo y las ANP interactúen de tal forma que

permitan establecer beneficios mutuos, protegiéndose así los recursos naturales y culturales que

atraen a los turistas (Manzur, 2006). Creemos que nuestra propuesta apunta a la idea de turismo

responsable de Manzur.

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones

193

Otra herramienta de suma utilidad para modificar esas ideas que poseen los visitantes

respecto este ANP en particular y sobre temáticas de degradación ambiental en general, es la

profundización de la educación ambiental90 tanto en los sistemas de educación formal (sistema

educativo en sus múltiples niveles) y no formal (programas desarrollados pedagógicamente por

especialistas (instituciones o individuos) por fuera del sistema educativo como programas o

documentales en medios de comunicación, ecoclubs, talleres de ciencia, museos, etc. (Fernán-

dez Balboa, 2006). Aquí la intención no es profundizar en el abordaje de esta temática, sino

simplemente indicar que las propuestas ya expuestas debieran tener su correlato en un marco

más amplio que asegurase por un lado, la difusión de la idea de que las ANP son un bien públi-

co de toda la sociedad argentina y que la responsabilidad de su perduración en el tiempo recae

sobre todos los habitantes del país. Por el otro lado, se busca que permita el acceso al conoci-

miento de la conservación e importancia de los ambientes autóctonos de Argentina, los servicios

ambientales y económicos que brindan, las presiones socioeconómicas a las que están sujetas, la

interacción con las comunidades vecinas, etc. De esta manera, creemos que a raíz de una mayor

disponibilidad de información a la que la población pueda acceder, se puede dar cuenta de la

importancia y el rol que revisten las ANP nacionales y desarrollar un sentimiento de pertenencia

a partir de la idea de bien público. Todo ello, debería ayudar a concientizar a las personas a la

hora de visitar estos sitios. Bajo esta modalidad, se podrían modificar las prenociones que tienen

los turistas respecto las ANP y a la vez mitigar su vulnerabilidad cultural, pues aquellas actua-

ron como una de las condiciones de base que condujeron a que sus comportamientos y conduc-

tas sean entendidos como amenaza.

El segundo grupo de medidas mencionadas (esfuerzo del personal del PNEP y apoyo de

APN), se posicionan propiamente sobre las instituciones abocadas a la conservación, es decir el

PNEP y la APN. En es este sentido, se propone la realización de estudios, como por ejemplo de

capacidad de carga, en todos los espacios de acceso para los visitantes, de manera que permitan

la regulación del uso público a partir de parámetros que garanticen la sustentabilidad de esta

actividad. Por su parte la APN, como órgano ejecutor de las partidas presupuestarias, debería

brindar los recursos monetarios y humanos necesarios para que esta tarea se pudiera llevar a

cabo sin comprometer al personal ni el presupuesto que actualmente se destinan a otras activi-

dades del Parque. Esto permitiría al PNEP mejorar sus capacidades de planificación turística y

simultáneamente detectar qué zonas están siendo degradadas por el excesivo número de indivi-

90 Se entiende que “La educación ambiental constituye el instrumento básico para generar en los ciudadanos, valores, comportamientos y actitudes que sean acordes con un ambiente equilibrado, propendan a la preservación de los recur-sos naturales y su utilización sostenible, y mejoren la calidad de vida de la población” (Ley General de Ambiente N° 25.675, Art. 14, 2002).

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones

194

duos que las visitan. Esto sería un primer paso importante para mitigar la incertidumbre, que

como hemos visto es generalizada en cuanto al turismo se refiere, y comenzar a comprender las

implicancias y el real alcance de los efectos del crecimiento exponencial de los valores de la

afluencia turística en la última década.

Otra consideración a tener en cuenta respecto al incremento de turistas que recepciona

el PNEP observado en los últimos años, es que se lo afronta con una cantidad de personal que se

ve sobrepasado a la hora de responder eficientemente a todas las tareas asociadas a esta activi-

dad. Por ello, sería recomendable incrementar la dotación del Cuerpo de Guardaparques y del

personal técnico-administrativo que permita afrontar en mejores condiciones al creciente flujo

de turistas y que también puedan desarrollar otras tareas que estén por fuera de la esfera del uso

público, como control de exóticas, estudios de las poblaciones de especies nativas, campañas de

educación ambiental, entre otras.

Por último, una acción tendiente a mitigar la vulnerabilidad ecológica no sólo del PNEP

sino de toda la ecorregión del Espinal, es la creación de nuevas AP que aseguren la conserva-

ción de los ecosistemas autóctonos. No obstante, no debemos perder de vista que esta región se

encuentra entre las que poseen menos superficie conservada de Argentina y donde escasean

tierras fiscales con ambientes nativos debido al avance de la frontera agropecuaria en la zona,

producto de su alto valor productivo. Ante esta situación una de las posibles soluciones es el

trabajo conjunto de la APN, organismos provinciales y propietarios privados con el fin de au-

mentar la superficie de ecorregión conservada a través de la creación de reservas privadas. Si-

multáneamente podría ser un primer paso para romper con la insularización del PNEP si además

se pudieran establecer lazos de conexión entre ellas, El Palmar y otras ANP de la ecorregión,

mediante corredores biológicos o como zonas de amortiguamiento del Parque. Asimismo, este

proceso debiera ser acompañado por un tipo de legislación tanto nacional como provincial e

incluso municipal que favoreciera este tipo de estrategia. En el campo del establecimiento de

áreas privadas de conservación, la provincia de Entre Ríos ya posee experiencia, puesto que a

4km del PNEP se localiza el Refugio de Vida Silvestre Aurora del Palmar, que conforma parte

de la Red de Refugios de Vida Silvestre91, y donde además de desarrollarse la práctica de la

citricultura, la activad forestal, el turismo y la ganadería, se destina una sección a la conserva-

ción de los mismos ambientes que el Parque –incluyendo palmares de yatay-. Por tanto, si bien

en principio esta parece una medida difícil de implementar debido a la intervención de múltiples

91 La Red de Refugios de Vida Silvestre es una iniciativa propuesta por la FVSA e implementada a partir de 1987, que consiste en una red de reservas privadas donde dicha institución trabaja para asesorar a los propietarios de cam-pos sobre cómo manejar los recursos naturales en forma sustentable, persiguiendo los objetivos de valorizar econó-micamente los ambientes naturales, compatibilizando el uso productivo con su conservación. Actualmente esta Red cuenta con 16 Refugios de Vida Silvestre en todo el país (FVSA, 2013).

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones

195

actores sociales que no siempre comparten los mismos intereses junto a la generación de la le-

gislación necesaria que acompañe este proceso, quizás sea una de las pocas posibilidades para

preservar los ambientes naturales remanentes del Espinal.

V.3 Reflexiones finales

A lo largo de este trabajo de tesis hemos podido detectar que de la forma que actual-

mente se plantea la relación conservación-turismo en el PNEP genera tensiones que impactan

negativamente sobre sus ecosistemas. Asimismo, podemos afirmar que dicho vínculo tiene una

fuerte impronta sobre el riesgo ambiental que caracteriza a este Parque, lo que pone sobre el

tapete hasta cuándo podrá sostenerse en el tiempo este tipo de relación sin que ello suponga un

peligro real para la conservación y para la propia actividad turística. Por esta razón, creemos que

es necesaria la implementación nuevas estrategias para poder compatibilizar estas actividades de

manera tal que ambas puedan beneficiarse mutuamente o al menos que una, el turismo, no ob-

tenga réditos a costas de la otra, la conservación. Por ello se deben profundizar aquellas políti-

cas relativas al uso público que sean plausibles de aplicarse más allá de los límites jurisdicciona-

les del PNEP y trabajar en conjunto con los actores sociales intervinientes, en este caso la MTP.

De esta forma, además de acercar el trabajo de este ANP a la sociedad civil en general, se esta-

blecen líneas de trabajo consensuadas que podrían generar una retroalimentación positiva a las

partes interesadas. Puesto que al establecer una promoción turística en sintonía con la preserva-

ción de los ambientes y especies del PNEP, a la vez se asegura la manutención del atractivo

turístico que es estratégico para la MTP y de suma importancia para la Región Litoral del

PFEDS y el MINTUR, como la amplia gama de puestos de trabajo derivados del turismo que

emplea mayormente a los pobladores locales.

Finalmente, en esta misma línea planteamos algo similar para la APN en el sentido de

que posee un campo de acción más o menos restringido a la esfera de la preservación y grupos

afines. Creemos que como institución responsable de la conservación de la naturaleza en nuestro

país debería esforzarse para desarrollar una mayor capacidad de penetración y llegada a la so-

ciedad en general para que la población pueda hacer eco de la importancia de las tareas que ella

realiza. Entonces, sacar la APN del estricto plano conservacionista y acercarla a la gente,

además de informar sobre los ambientes, la flora y la fauna autóctona y sobre las problemáticas

vinculadas a la preservación, fundamentalmente ayudaría a que la población argentina valorice

un patrimonio natural y público que le pertenece y a la vez se concientice de que es responsabi-

lidad de todos asegurar su perduración en el tiempo. De esa forma, se daría un paso significativo

para comenzar a pensar en el bienestar presente y futuro de todos los argentinos e iniciar a re-

plantear este conjunto de cuestiones como comunidad, dejando atrás intereses individuales o

sectoriales.

Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones

196

Capítulo VI: Bibliografía

Capítulo VI: Bibliografía

197

Capítulo VI: Bibliografía

VI.1 Fuentes bibliográficas

• ACERBI, Marcelo y BACHMANN, Lía (1999) “Conservación de la Naturaleza y Áreas

Naturales Protegidas”, en: Ficha de Cátedra Ecología y Biogeografía, Área de Producción

Editorial, Secretaria de Publicaciones, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Bue-

nos Aires, Buenos Aires 43p. • ACERBI, Marcelo, BOSKOVIC, Marisa, CUMINETTI, Simón, GROSFELD, Javier,

MANZUR, Claudia, NÚÑEZ, Graciela y RIMARO, Luis (1999) “Parque Nacional El Pal-

mar (Provincia de Entre Ríos) ‘Propuestas Integrales de Manejo’”, en: Ordenamiento del

Territorio y Conservación del Medio Natural, Universidad de Valencia PROPUR-FADU,

Universidad de Buenos Aires, Agencia Española de Cooperación Internacional, Buenos Ai-

res, 12p. • ALMIRÓN, Analía (2004) “Turismo y espacio. Aportes para otra geografía del turismo”,

en: GEUSP – Espacio y Tiempo, San Pablo, 166-180pp. • ALMIRÓN, Analía, BERTONCELLO, Rodolfo y TRONCOSO, Claudia (2006) “Turismo,

patrimonio y territorio. Una discusión de sus relaciones a partir de casos de Argentina”, en:

Estudios y perspectivas en turismo, N° 15(2), CIET, Buenos Aires, 101.124pp. Disponible

en:http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1851-17322006000200001&script=sci_arttext. • ALMIRÓN, Analía (2007) “Valorización turística de un Área Protegida. El caso del destino

Los Glaciares en el extremo sur patagónico”, en: Párrafos geográficos, vol 6 N° 1, Buenos

Aires, 36p. Disponible en: http://igeopat.org/revista/images/RevistasPG/2007_V6_1/7-1.pdf • ALMIRÓN, Analía, BERTONCELLO, Rodolfo, KUPER, Diego y RAMÍREZ, Lucas

(2008) “El ‘Turismo como impulsor del desarrollo’ en Argentina. Una revisión de los estu-

dios sobre la temática”, en: Aportes y transferencias, N°12 (1), Centro de Investigaciones

Turísticas-Universidad Nacional de Mar del Plata, Mar del Plata, 57-86pp. • APN (1994) Plan de Manejo Preliminar del Parque Nacional El Palmar, APN, Buenos

Aires, 104p. • APN (2000) Las Eco-regiones de la Argentina. Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sus-

tentable, Buenos Aires, 43p. • APN (2001) Plan de Gestión Institucional para los Parques Nacionales, APN, Buenos Ai-

res, 74p. • APN y FVSA (2007) Las Áreas Naturales de la Argentina. Herramienta Superior para la

conservación de nuestro patrimonio natural y cultural – versión preliminar-, APN y FVSA,

Buenos Aires, 94p.

Capítulo VI: Bibliografía

198

• ARTURI, Marcelo (2006) “Situación Ambiental en la Ecorregión Espinal”, en: Brown, A.;

Martínez Ortiz, U; Acerbi, M. y Corcuera, J. (Ed.) La Situación Ambiental Argentina 2005,

FVSA, Buenos Aires, 240-246pp • BERTONCELLO, Rodolfo (2000) “Turismo en los Andes Patagónicos. Valorización turís-

tica de áreas de preservación ambiental”, en: Actas Latinoamericanas en Varsovia N°23,

Universidad de Varosvia, Varsovia, 43-58pp. • BERTONCELLO, Rodolfo (2002) “Turismo y Territorio: Otras Prácticas, Otras Miradas”

en: Aportes y Transferencias, N°6 (2), Centro de Investigaciones Turísticas-Universidad

Nacional de Mar del Plata, Mar del Plata 29-50pp. • BERTONCELLO, Rodolfo (2006) “Turismo, territorio y sociedad. El mapa turístico de la

Argentina”, en: América Latina: cidade, campo e turismo. Amalia Inés Geraiges de Lemos,

Mónica Arroyo, María Laura Silveira. CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias So-

ciales, San Pablo, 317-335pp. Disponible

en::http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/ediciones/lemos/18berton.pdf • BIASIZO, Rogelio, BESSON, Neris, MOUGHTY CUETO, Alejandro (2007a) Agroindus-

tria y Turismo en Entre Ríos: ¿Tienden a conformar clusters y potenciar el desarrollo local

y regional?, Universidad Nacional de Entre Ríos, Paraná, 18p. • BIASIZO, Rogelio, BESSON, Neris, MOUGHTY CUETO, Alejandro (2007b) "Turismo en

Entre Ríos: Un proceso de desarrollo basado en clusters? Análisis de algunos destinos turís-

ticos de la provincia", en: Redes, Encadenamientos Productivos y Clúster de Empresas N°1,

Universidad Nacional de Entre Ríos, Paraná, 1-22pp.

• BURKART, Rodolfo y DEL VALLE RUIZ, Lucía (1994) “Capítulo 2: Las Áreas Naturales

Protegidas del País, Datos, Historia y Evaluación”, en: El Sistema Nacional de Áreas Natu-

rales Protegidas de la Argentina. Diagnóstico de su patrimonio natural y su desarrollo insi-

tucional, APN, Buenos Aires, 34-67pp. • BURKART, Rodolfo (2006) “Las Áreas Protegidas de la Argentina”, en: Brown, A.; Martí-

nez Ortiz, U; Acerbi, M. y Corcuera, J. (Ed.) La Situación Ambiental Argentina 2005,

FVSA, Buenos Aires, 399-404pp • CABRERA, Ángel y WILLINK Abraham (1980) Biogeografía de América Latina, OEA,

Washington, 111p. • CANSANELLO, Pablo (2002) “Antecedentes del Parque Nacional El Palmar”, mimeo. 6p. • CARDONA, OMAR (1996) “Manejo ambiental y prevención de desastres: dos temas aso-

ciados”, en: Fernández M. (Ed.) Ciudades en riesgo. Degradación ambiental, riesgos urba-

nos y desastres, La Red/ITDG, Bogotá, 2-19pp. • CCA (2010) Clasificaciones climáticas. Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad

Nacional de Entre Ríos, Paraná. 59p.

Capítulo VI: Bibliografía

199

• CICHERO, Paula (1994) “Fauna”, en: Plan de Manejo Preliminar del Parque Nacional El

Palmar, APN, Buenos Aires, 24-38p. • CHEBEZ, Juan Carlos (2005) “Nordeste”, en: Guía de las Reservas Naturales de la Argen-

tina, Tomo 3, Ed. Albatros, Buenos Aires, 175-181pp. • MUNICIPALIDAD DE COLÓN (2011) Folleto turístico, Imprenta Rolypel, Colón. • CONDESIDO, Mariano, MORENO, Diego y CARMINATI, Alejandra “Conservación en

tierras privadas en la Argentina. La visión del programa Refugios de Vida Silvestre”, en:

Brown, A.; Martínez Ortiz, U; Acerbi, M. y Corcuera, J. (Ed.) La Situación Ambiental Ar-

gentina 2005, FVSA, Buenos Aires, 409-412pp. • CORVALÁN, Carmen y VELÁZQUEZ, Alejandra (2002) Plan de uso público Parque

Nacional El Palmar 2002. Mimeo.52p. • DANIELE, Claudio y NATENZON, Claudia (1994) “Capítulo 1: Las Regiones Naturales

de la Argentina: Caracterización y Diagnóstico”, en: El Sistema Nacional de Áreas Natura-

les Protegidas de la Argentina. Diagnóstico de su patrimonio natural y su desarrollo insitu-

cional, APN, Buenos Aires, 1-34pp. • DANIELE, Claudio (2010) “Conservación de la Naturaleza”, en: Ficha de Cátedra Ecolog-

ía y Biogeografía, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Buenos Ai-

res. • DRNEA y PNEP (2005) “Excursiones guiadas a caballo y en volantas en el Parque Nacio-

nal el Palmar”, Informe Interno, 15p. • ECO, Humberto (1977) Cómo se hace una tesis, 23° edición. Gedisa, Barcelona, 267p. • EREÑO, Carlos y NUÑEZ, Silvia (2007) “Clasificaciones climáticas”, en: Ficha de cátedra

de Climatología, Unidad 6, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires,

Buenos Aires, 15p. • FABRI, Silvina y RAYMUNDI, Dalma (2004) Zonificación Parque Nacional El Palmar.

Delegación Regional Nordeste, APN, Secretaría de Turismo, Buenos Aires, 12p • FERNÁNDEZ BALBOA, Carlos “Educación ambiental en el ámbito no formal”, en:

Brown, A.; Martínez Ortiz, U; Acerbi, M. y Corcuera, J. (Ed.) La Situación Ambiental Ar-

gentina 2005, FVSA, Buenos Aires, 521-525pp. • FORTUNATO, Norberto (2005) “El territorio y sus representaciones como recurso turísti-

co. Valores fundacionales del concepto de “parque nacional”, en: Estudios y Perspectivas

en Turismo, Vol 14, 314-348pp. Disponible en:

http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-17322005000400002 • GARCÍA FERRANDO, Manuel (1994) “La encuesta”, en: García Ferrando, M; Ibáñez, J y

Alvira F (Comp.) El análisis de la realidad social. Métodos y técnicas de investigación, 2°

ed., Editorial Alianza, Madrid, 147-176pp.

Capítulo VI: Bibliografía

200

• GIL, Guillermo (2008) “Monitoreo del plan de control de mamíferos exóticos invasores en

el PN El Palmar. Informe Final período 2006-2007”. APN, Entre Ríos, 21p. • GONZÁLEZ, Silvia (2011) “Hacia una gestión integral de los riesgos de desastre”, en: Gu-

revich, Raquel (Comp.) Educación y Ambiente: Una apuesta al futuro, Paidós, Buenos Ai-

res, 151-181pp. • GOVETO, Liliana (1994) “Clima”, en: Plan de Manejo Preliminar del Parque Nacional El

Palmar, APN, Buenos Aires, 3-4pp. • GOVETO, Liliana (2005) Ocurrencia histórica de fuegos en la sabana del Parque Nacio-

nal El Palmar: evidencias climáticas y florísticas. Facultad de Agronomía – Instituto Na-

cional de Tecnología Agropecuaria, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 115p. • HAMMERSLEY, Martyn y ATKINSON, Paul (1994) “Capítulo 5: Los relatos nativos:

escuchar y preguntar”, en: Etnografía. Métodos de investigación, Paidós, Buenos Aires,

121-142pp. • INDEC (2005) “¿Qué es el Gran Buenos Aires?” INDEC, Buenos Aires, 12p. Disponible

en: http://www.geocapacitacion.com.ar/geoweb/biblio/amba.pdf • KUPER, Diego (2005) “Áreas protegidas y turismo. El caso de Península Valdés”, en: Ta-

ller Desplazamientos, contactos y lugares, Buenos Aires, 16p. • KUPER, Diego (2009) “Turismo y preservación ambiental: el desarrollo turístico de Penín-

sula Valdés, Provincia de Chubut”, en: Pasos Revista de Turismo y Patrimonio Cultural,

vol 7, N°1, 85-97pp. • KUPER, Diego (2012) De la ciudad agropecuaria a la capital del carnaval. La Transfor-

mación de Gualeguaychú (Entre Ríos – Argentina) en un destino turístico, Editorial

Académica Española, Saarbrücken, 224p. • LAVELL, Allan (1996a) “Degradación ambiental, riesgo y desastre urbano. Problemas y

conceptos: hacia la definición de una agenda de investigación”, en: Fernández, M. (Ed.)

Ciudades en riesgo. Degradación ambiental, riesgos urbanos y desastres, La Red/ITDG,

Bogotá, 12-42pp. • LEWIS, Juan Pablo (1995): “Ecosistemas terrestres”, en: La biosfera y sus ecosistemas.

Una introducción a la ecología. ECOSUR, Serie de publicaciones técnicas N°2, Rosario,

111-168pp. • LUNAZZI, María Marcela (2009) Estructura y dinámica poblacional de la palmera Butia

yatay en la sabana del Parque Nacional El Palmar: análisis en la escala de stand. Facultad

de Agronomía, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 129p. • MANZUR, Claudia (2006) “Evolución de las visitas y estudio de la demanda turística en las

Áreas Protegidas de la jurisdicción de la Administración de Parques Nacionales en la región

Capítulo VI: Bibliografía

201

patagónica”, en: Brown, A.; Martínez Ortiz, U; Acerbi, M. y Corcuera, J. (Ed.) La Situación

Ambiental Argentina 2005, FVSA, Buenos Aires, 293-297pp. • MARANTA, Aristóbulo (2000) “La sustentabilidad de la biodiversidad en el paisaje del

nordeste de Entre Ríos, Argentina”, en: Revista de la Facultad de Agronomía, N° 20, Uni-

versidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 327-340pp. • MARANTA, Aristóbulo (2010a) “Manejo de las invasiones de árboles exóticos y jabalíes

en el Parque Nacional El Palmar (Entre Ríos, Argentina): una perspectiva y algunas pregun-

tas”. Informe interno del PNEP, Entre Ríos. • MARANTA, Aristóbulo (2010b) “Problemas y Necesidades de El Parque Nacional El Pal-

mar”, mimeo, 3p. • MARCONI, Patricia y KRAVETZ, Fernando (1986) “Comunidades de roedores del Parque

Nacional El Palmar (Entre Ríos, Argentina) según la historia del fuego”, en: Revista Chile-

na de Historia Natural, N°59, Santiago de Chile, 47-57pp. Disponible en:

http://rchn.biologiachile.cl/pdfs/1986/1/Marconi_%26_Kravetz_1986.pdf • MEDINA, Jorge (2010) “Etapas en la planificación espacial del Turismo en Entre Ríos”, en:

Tiempo de gestión N°10, Universidad de La Rioja, La Rioja, 117-130pp. • MEFFE, Gary. y RONALD CARROL, Carl. (1997) “Principies of Conservetion Biology”

2° Edición. Sinauer. Selección: Parte III, Cáp 10: “Conservation Reserves in Heterogeneous

Landscapes” 305-343pp. Traducción: Ortúzar, P. y Paracca, J. I. Cátedra de Ecología y Bio-

gegrafía, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. • MEMVIELLE, Fernanda (1994) “Rasgos Fisiográficos”, en: Plan de Manejo Preliminar del

Parque Nacional El Palmar, APN, Buenos Aires, 4-5pp. • MICOU, Ana Paula (2003) Riesgo ambiental por las invasiones biológicas en una zona con

alto valor de conservación: las cuencas de El Palmar, Entre Ríos. Facultad de Filosofía y

Letras, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 157p. • MIGALE, Gabriela Marisa (2011) Tensiones entre el Turismo y la Conservación en Áreas

Naturales Protegidas. Diagnóstico del estado de situación actual del Área Huechulafquen-

Paimún, Parque Nacional Lanín. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Ai-

res, Buenos Aires, 457p. • MINTUR (2011) Anuario Estadístico de Turismo 2010, MINTUR, Buenos Aires, 202p. • MOLINARI, Roberto (1994) “Contexto cultural regional”, en: Plan de Manejo Preliminar

del Parque Nacional El Palmar, APN, Buenos Aires, 50-54pp. • MOLINARI, Roberto y CANSANELLO, Pablo (1994) “Uso histórico”, en: Plan de Manejo

Preliminar del Parque Nacional El Palmar, APN, Buenos Aires, 54-56pp. • MOVIA, Chiara y MEMVIELLE, Fernanda (1994) “Vegetación”, en: Plan de Manejo Pre-

liminar del Parque Nacional El Palmar, APN, Buenos Aires, 9-16pp.

Capítulo VI: Bibliografía

202

• MOVIA, Chiara y RIENZI, Eduardo (1994) “Suelos”, en: Plan de Manejo Preliminar del

Parque Nacional El Palmar, APN, Buenos Aires, 5-9pp. • MTP (s/f) Manual de Funciones y Competencias del Consejo Micro Regional de Turismo

“Tierras de Palmares”, 7p. • MTP (2011) Folletos turísticos [varios], Imprenta Rolypel, Colón. • MURIEL, Rafael Darío (2006) “Gestión Ambiental”, en: Ideas Sostenibles, N° 3, Bogotá,

1-8pp. • MUZZACHIODI, Norberto y SABATTINI, Rafael (2002) “La mastofauna como indicador

de conservación del bosque nativo en un área protegida de Entre Ríos”, en: Revista Científi-

ca Agropecuaria, N°6, Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad Nacional de Entre

Ríos, Paraná, 5-15pp. Disponible en:

http://www.fca.uner.edu.ar/investigacion/publicaciones/rca/Volumenes_Anteriores/Vol_Ant

e 6/vol_6_5_15.htm • NATENZON, Claudia (1995) Catástrofes naturales, riesgo e incertidumbre. FLACSO,

Serie de Documentos e Informes de Investigación, N°197. • NATENZON, Claudia (2002) “Vulnerabilidad, incertidumbre y planificación participativa

de desastres: el caso de las inundaciones catastróficas en Argentina” en Marcelo Firpo de

Souza Porto y Carlos Machado de Freitas (Org.), Problemas ambientais e vulnerabilidade:

abordagems integradoras para o campo da Saúde Pública, CESTEH, Río de Janeiro, 57-

78pp. • NATENZON, Claudia (2005) “Relaciones relieve-clima-vida: los suelos. Capacidad de uso.

Limitaciones. Pérdidas por erosión (eólica, hídrica). Aridez, seguías y desertificación: estu-

dio de caso”, en: Ficha de Cátedra Geografía Física de la Argentina Unidad V, Facultad de

Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 14p. • OMT y PNUMA (1992) “Directrices: Ordenación de los Parques Nacionales y de otras

zonas protegidas para el turismo”, en: Turismo y Medio Ambiente, Madrid, 52p. • PNEP (2006) Estadísticas del ingreso de visitantes de los 1998 -2005. Informe interno,

Oficina de Uso Público. • PNEP (2010) Comparación de números de visitantes. Período: 21 años. Informe interno. • PNEP (2012) Estadísticas del ingreso de visitantes 2011. Informe interno, Oficina de Uso

Público. • REBORATTI, Carlos (1999) Ambiente y Sociedad: conceptos y relaciones, Ariel, Buenos

Aires, 230p. • RDS (s/f) “Gestión Ambiental”, mimeo 3p. • RUIZ SELMO, Fernando, MINOTTI, Priscilla, SCOPEL, Ana, PARIMBELL, Matías

(2007) “Análisis de la heterogeneidad fisonómico-funcional de la vegetación del Parque

Capítulo VI: Bibliografía

203

Nacional El Palmar y su relación con la invasión por leñosas exóticas”, en: Teledetección-

Hacia un mejor entendimiento de la dinámica global y regional, Editora Martin, Buenos

Aires, 257-263pp. • RODRÍGUEZ GROVES, Valeria (2002) Uso público del Parque Nacional El Palmar:

Diagnóstico de la situación y recomendaciones de manejo. Facultad de Ciencias Exactas,

Físicas y Naturales, Universidad de Córdoba, Córdoba, 71p. • SAMMARCHI, Marta (2001) “Situación actual del turismo en la Argentina”, en: Cuader-

nos de Turismo N°8, Universidad del Salvador, Buenos Aires, 129-144pp. Disponible en:

http://revistas.um.es/turismo/article/view/22011/21301 • SECTUR (2005) Turismo 2016. Argentina. Plan Federal Estratégico de Turismo Sustenta-

ble, SECTUR, Buenos Aires, 110p. • SECTUR (2006) Pliego de cláusulas particulares. Campamento Organizado “El Palmar”,

Buenos Aires, 84p. • SECTUR (2008) Pliego de cláusulas particulares. Restaurante “El Palmar”, Buenos Aires,

48p. • SECTUR (2009) Anuario Estadístico de Turismo 2008, SECTUR, Buenos Aires, 193p. • TARBUCK, Edward y LUTGENS, Frederick (2005) “Capítulo 6: Meteorización y suelo”,

en: Ciencias de la Tierra. Una introducción a la geología física, 8° edición. Person Prentice

Hall, Madrid, 175-200pp. • TAYLOR, Steven y BODGAN, Robert (1987) “Capitulo 3: La observación participante en

el campo” y “Capítulo 4: entrevista en profundidad”, en: Introducción a los métodos cuanti-

tativos de investigación. La búsqueda de significados. Paidós, Buenos Aires, 50-132pp. • TEMPORETTI, Pedro (2006) “Efecto a largo plazo de los incendios forestales en la calidad

del agua de dos arroyos en la sub-región Andino-Patagónica, Argentina”, en: Ecología Aus-

tral, Volumen 16, N°2, Córdoba, 157-166pp. Disponible en:

http://www.scielo.org.ar/pdf/ecoaus/v16n2/v16n2a07.pdf • WALLINGRE, Noemí (2008) “Evolución del desarrollo del turismo en la provincia de En-

tre Ríos, Argentina”, en: Tiempo de Gestión, N°5, Facultad de Ciencias de la Gestión, Entre

Ríos. • WILCHES-CHAUX, Gustvo (1993) “La vulnerabilidad global”, en: Maskrey, Andrew

(Ed.) Los Desastres no son naturales, La Red/ITDG, Bogotá 9-50pp. • WILCHES-CHAUX, Gustavo (1998) “Conceptos básicos para entender qué hay detrás de

los riesgos y los desastres” en: Auge, caída y levantada de Felipe Pinillo, mecánico y sol-

dador o yo voy a correr el riesgo. Guía de La Red para la gestión local del riesgo, La Re-

d/ITDG, Quito, 14-40pp.

Capítulo VI: Bibliografía

204

IV.2 Páginas web consultadas

• AEROTERRA. Sitio oficial www.aeroterra.com/d-argentinagral.html (última visita

03/02/2012)

• APN (2012). Sitio oficial: www.parquesnacionales.gov.ar (última visita 26-08-12).

• Argenina (2012). Sitio oficial: http://www.argentina.ar/_es/economia-y-negocios/C3790-

monedas-del-bicentenario.php (última visita 26-08-12)

• BCRA (2012). Sitio oficial: http://www.bcra.gov.ar/index.asp (última visita 26-08-12)

• CARU (2012). Sitio oficial:

http://www.caru.org.uy/subcomisionesexternaspuente/index.html (última visita 02-09-12).

• CLARÍN “Un incendio quemó más de mil hectáreas en El Palmar de Colón” (9/11/2010).

Disponible en: http://www.clarin.com/sociedad/incendio-quemo-hectareas-Palmar-

Colon_0_368963169.html (última visita 17/11/12).

• Dirección de Estadística y Censo de la provincia de Entre Ríos (2012). Sitio oficial:

http://www.entrerios.gov.ar/dec/paginas/turismo.html (última visita 31/08/12).

• Entre Ríos (2012): Sitio oficial: http://www.entrerios.gov.ar/noticias/nota.php?id=29020

(última vista 20/11/12).

• FVSA (2013). Sitio oficial:

http://www.vidasilvestre.org.ar/que_hacemos/nuestra_solucion/cuidar_nuestro_mundo_natu

ral/areas_protegidas/_que_podemos_hacer_/refugios_vida_silvestre/ (última visista

18/03/2013).

• INDEC (2012). Sitio oficial: http://www.sig.indec.gov.ar/censo2010/ (última visita 26-08

12).

• INFOBAE: “Un incendio devastó el Parque Nacional El Palmar” (9/11/10). Disponible en:

http://www.infobae.com/notas/546115-Un-incendio-devasto-el-parque-nacional-El-Palmar-

en-Entre-Rios.html (última visita 17/11/12).

• LA RAZÓN: “Un incendio afectó más de mil hectáreas del parque nacional El Palmar”

(09/11/10). Disponible en: http://www.larazon.com.ar/actualidad/incendio-afecto-hectareas-

nacional-Palmar_0_184500086.html (última visita 17/11/12).

• MINPLAN (2012). Sitio oficial: http://www.minplan.gob.ar/notas/1287-transformacin-

autova-ruta-nacional-n-14 (última visita 26-08-12).

• MTP (2012). Sitio oficial: http://www.tierradepalmares.com (última visita 26-08-12).

• PNEP (2011). Sitio oficial http://www.elpalmarapn.gov.ar/proyetos_y_programas/ (última

visita 22/03/11) • PNEP (2012). Sitio oficial: www.elpalmarapn.gov.ar (última visita 26-08-12).

• Secretaría de Turismo de Corrientes (2012). Sitio oficial:

www.corrientes.gov.ar/portal/node/442 (última visita 26-08-12).

Capítulo VI: Bibliografía

205

• Reserva Provincial Parque Luro (2012). Sitio oficial: www.parqueluro.gov.ar (última visita

11-05-12)

• Ruta 0 (2012). Sitio oficial: www.ruta0.com.ar (última visita 26-08-12).

• SIB (2012). Sitio oficial: http://www.sib.gov.ar/area/APN*PA*EL%20PALMAR (última

vista 10-06-12).

• Túnel Subfluvial (2012). Sitio oficial: http://www.tunelsubfluvial.gov.ar/ (última visita

02/09/12).

• Vialidad Nacional (2012). Sitio oficial:

http://www.vialidad.gov.ar/obras_ejecucion/obras_ejecucion.php (última visita 02-09-12).

VI.3 Legislación

• DECRETO 1455/1987. Reglamento del Cuerpo de Guardaparques Nacionales. APN. Dis-

ponible en:

https://docs.google.com/folder/d/0B00qnTwgmT3iYjJiZGQ2NDgtYzQ4Ny00ZDY4LWI0

OWUtYjRjMDIwZWIzOTVk/edit?pli=1 (última visita 15-09-2012) • LEY 22.351/1980. Ley de Parques y Reservas Nacionales y Monumentos Naturales. Dispo-

nible en: http://www.ambiente.gov.ar/?aplicacion=normativa&IdNorma=106&IdSeccion=0

(última visita 15-09-2012). • LEY 25.675/2002. Ley General de Ambiente. Disponible en

http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/75000-79999/79980/norma.htm (última

visita 29-09-12).

• LEY 25.997/2004. Ley Nacional de Turismo. Disponible en:

http://infoleg.mecon.gov.ar/infolegInternet/anexos/100000-104999/102724/norma.htm

(última visita 17-06-2012).

• RESOLUCIÓN 166/1960. Declaración de especie protegida a la Palmera Yatay (Butia Ya-

tay). DAFBTyC, provincia de Entre Ríos. • RESOLUCIÓN HD 154/05. Plan de Control de Mamíferos Exóticos Invasores en el Parque

Nacional El Palmar. APN. • RESOLUCIÓN HD 114/12. Reanudación del Plan de Control de Mamíferos Exóticos Inva-

sores en el Parque Nacional El Palmar. APN.

Anexo I

Anexo I

207

Edad: Sexo: Fecha: Lugar de Procedencia:

ENCUESTA PARA VISITANTES

1. ¿Es la primera vez qué visita el Parque? Sí □ (pase a preg N°2) No □

1.1 Aproximadamente en qué años visitó el Parque. _______________________________________

2. ¿Ha visitado o visitará otros sitios que le interesaba conocer además del Parque dentro

del Departamento (Dpto) de Colón? Sí □ (Pase a preg. N° 2.1) No □

2. 1 Indique cuáles. _______________________________________________

3. ¿Va a permanecer al menos una noche en el Parque?

Sí □ (Pase a preg. N°4) No □ 3.1 ¿Cuántas horas durará su visita? _______ 3.2 ¿Volverá a visitar el Parque durante su estadía en el Dpto de Colón? Sí □ No □ Ns/Nc □

4. ¿Cuál/es es/son los motivos de su visita al parque - Interés cultural □ - Vacaciones □ - Descansar □ - Conocer □ - Realizar actividades al aire libre □ - Contacto con la naturaleza □ - Fomentar la preservación de sitios naturales □ - Observar flora y fauna □ - Estudiar y/o trabajar □ - Otros □ (Pase a ítem *) *Indique cuales: ____________________________

5. ¿Usted tiene conocimiento sobre los objetivos que tiene el Parque? Sí □ No □ (Pase a preg. N° 6)

5.1 Indique algunos de ellos brevemente ____________________________________________________________ ____________________________________________________________

6. ¿Conoce las tareas que realiza el personal del Parque?

Sí □ No □ (Pase a preg. N° 7) 6.1 Indique algunas de ellas brevemente ____________________________________________________________ ____________________________________________________________

7 ¿Cuáles de las siguiente Actividades planea realizar (o realizó) en el Parque?

- Visitar Miradores. □ - Visitar las Ruinas. □ - Acampar. □ - Pescar. □ - Hacer día de sol y playa. □ - Realizar excursiones a caballo. □

- Realizar excursiones en bicicleta. □ - Realizar excursiones en canoa. □

- Realizar Senderismo. □

Anexo I

208

- Ninguna de las anteriores. □ (Pase ítem *) * Indique cuáles. ______________________________________________________

7.1 ¿Tomó alguna precaución de seguridad en particular al realizar esta/s actividad/es? Sí □ No □ (Pase a preg N° 7) 7.1.1 Comente brevemente en qué consistieron las precauciones.

______________________________________________________ _______________________________________________________

8. Indique con un número entre 1 y 10 inclusive a cada Zona del Parque en función del

grado de limpieza y/o mantenimiento, considerando 10 como el valor máximo y 1 el mínimo. Si escoge la opción No visitó o NS/NC (no sabe/no contesta) marque con una cruz (X). Graduación ► Zona del Parque ▼

De 10 a 7 De 6 a 4 De 3 a 1 No visitó NS/NC

Playa Centro de Visitantes Intendencia Sitios Arqueológicos Senderos Miradores ▼ Mirador Palmar Mirador Loro Mirador Glorieta Camping ▼ Área de Sanitarios Área de Carpas

9. Obtuvo información del Parque y sus actividades por:

- Familiares y/o amigos □ - Oficinas de turismo en el Dpto de Colón □ - Sugerencia de personas mientras estuvo en Colón □ - Internet □ - Medios de comunicación (tv, radio, diarios, etc.) □ - Visita previa de El Palmar □ - Agencias de viaje/turismo en lugar de origen □ - Reside en el Dpto de Colón/Prov. De Entre Ríos □ - Otros □

10. ¿Cuál fue el medio de acceso al Parque?

- Automóvil □ - Motocicleta □ - Ómnibus □ - A pie □ - Otros □

11. Ha visitado el Parque - Sólo □ - Con acompañante □ - Con amigos □ - Con familiares □ - Con personal de establecimientos educativos □ - Número de acompañantes: ___________

Anexo II

Anexo II

210

Un incendio quemó más de mil hectáreas en El Palmar de Colón

Hasta anoche el fuego seguía fuera de control y se expandía a campos privados.

Por: VERÓNICA TOLLER - Gualeguaychú.

Pérdidas. La imagen del incendio, ayer, en el Parque Nacional. Estiman que ya quemó unas 100 mil pal-

meras.

Más de mil hectáreas cubiertas de palmeras se incendiaba anoche en el Parque Nacional

El Palmar, cerca de Colón, Entre Ríos. El fuego avanzó a su vez hacia un área forestada privada,

de eucaliptus, afectando a unas 400 hectáreas más. “Llevamos dos días de trabajo y tenemos

para cuatro más”, dijo a Clarín el intendente del Parque, Aristóbulo Maranta.

El fuego se inició el domingo por la tarde y, según explicó Maranta, podría haber sido

intencional. “Comenzó en una zona que está cerrada al público, por lo que estimamos que puede

tratarse de una fogata hecha por un cazador furtivo o, más bien, de un incendio intencional”,

apuntó Maranta. La situación se agravó ayer por las condiciones climáticas, con ráfagas de 40

km/h que avivaron las llamas y las expandieron hacia propiedades vecinas. Están trabajando

dotaciones de bomberos de cinco ciudades cercanas, personal del Plan Nacional de Manejo del

Fuego, Gendarmería, Policía Forestal o rural y brigadas especiales dependientes de los foresta-

dores contiguos.

“El fuego en el Parque está circunscripto y rodeado de bomberos y brigadistas, aunque

adentro del foco arde intensamente. En la forestación vecina, se sigue expandiendo”, explicó

telefónicamente a Clarín el director del Parque, mientras –según dijo– se trasladaba dentro del

Palmar en un vehículo junto al Secretario de Medio Ambiente de la provincia, Fernando Raffo.

Anexo II

211

Consultado sobre cuánto afecta este incendio al Parque, respondió que “la situación es grave,

aunque no irreversible. Estamos frente a una crisis importante, pero por suerte, los palmares

son pirogénicos, esto es, saben evolucionar con presencia de fuego y renovarse”. Por ello, dijo

Maranta, los ejemplares dañados (serían unas cien mil palmeras, aunque es muy difícil estimar-

lo) se irán suplantando luego en forma natural.

“Hoy se usó por primera vez el avión hidrante con que cuenta la provincia, gracias a un

convenio con el Plan Nacional de Manejo del Fuego –agregó Raffo–. Volveremos a usarlo ma-

ñana (por hoy). Y si hace falta, están comprometidos ya dos hidrantes más, de La Pampa y de

Paso de los Libres”. Según informó, ya se radicó la denuncia ante la Gendarmería y la Policía y

se inició un sumario investigativo.

Fuente: El Clarín 9/11/2010. Disponible en: http://www.clarin.com/sociedad/incendio-quemo-hectareas-

Palmar-Colon_0_368963169.html (última visita 17/11/12)

Un incendio afectó más de mil hectáreas del parque nacional El Palmar

El fuego se inicio el domingo y fue controlado en la madrugada, gracias a la lluvia y al tra-

bajo de 200 personas. El secretario de Medio Ambiente sostuvo que las llamas afectaron a un

“alto porcentaje de la vegetación”. Gendarmería investigará el hecho.

Más de mil hectáreas del parque Nacional El Palmar de Colón se vieron afectadas por un

incendio que comenzó el domingo por la tarde y fue controlado esta madrugada, en gran parte

gracias a la ayuda de la lluvia.

Anexo II

212

Fuentes oficiales estiman que el fuego afectó entre un 15 y 20 por ciento de la superficie del

área protegida, de 8.500 hectáreas.

Héctor Percunte, jefe de Bomberos de Colón, dijo que además se incendiaron unas 150

hectáreas de plantaciones de eucaliptos ubicadas al lado del parque nacional. Además, sostuvo

que entre la noche y la madrugada trabajaron unas 200 personas para sofocar las llamas.

Por su parte, el secretario de Medio Ambiente, Fernando Raffo, afirmó que "hay que evaluar las

pérdidas de la flora autóctona, pero fue un incendio muy grande" que afectó "un alto porcentaje

de vegetación".Gendarmería Nacional profundizará las investigaciones para determinar cómo se

originó el incendio.

Fuente: Diario La Razón 09/11/10. Disponible en: http://www.larazon.com.ar/actualidad/incendio-afecto-

hectareas-nacional-Palmar_0_184500086.html (última visita 17/11/12)

Un incendio devastó el Parque Nacional El Palmar

Se trata de una reserva de 8000 hectáreas, ubicada en la ciudad de Colón. El siniestro,

que se inició el domingo, se reavivó en el día de ayer debido a los fuertes vientos, pero logró ser

sofocado. No hubo víctimas humanas.

Un incendio de proporciones que se desató el pasado domingo en el parque nacional

El Palmar, en la localidad entrerriana de Colón, causó serios daños naturales aunque no

hubo que lamentar víctimas humanas, según informó la policía del lugar.

Según calculan, las llamas habrían afectado cerca de 1000 de las 8000 hectáreas que

posee esa reserva natural, avivadas por los fuertes vientos que azotaron la zona en el día de ayer.

Por la magnitud del siniestro, trabajaron en el lugar dotaciones de bomberos de las

localidades de San José, Villa Elisa, Ubajay y San Salvador, además de la Policía Rural e

integrantes del Plan Nacional de Manejo del Fuego, que brindaron apoyo aéreo. Recién en horas

del mediodía de ayer consiguieron extinguir las llamas.

Según informa el sitio EL Diario Online, el intendente de Colón, Hugo Marsó, aseguró que

“es lamentable y bastante complicada la situación por el incendio. Con la levantada de vien-

to con ráfagas de hasta 40 kilómetros por hora se nos fue todo y se comenzó a propagar"

Hasta el momento, la policía no había conseguido determinar el origen del fuego, ni las

Anexo II

213

causas que provocaron el incendio, el más importante de los últimos 25 años, según informaron.

El parque fue creado en 1966 con el objetivo de resguardar uno de los últimos palmares de

Yatay, representativo de los que hasta fines del siglo pasado prosperaban sobre todo en el orien-

te de Entre Ríos, aunque también extiende su amparo sobre otros ambientes de significativo

patrimonio natural, como la selva en galería y el monte xerófilo.

Fuente: Diario electrónico Infobae. Disponible en: http://www.infobae.com/notas/546115-Un-incendio-

devasto-el-parque-nacional-El-Palmar-en-Entre-Rios.html (última visita 17/11/12).

Anexo III

Anexo III

215

Figura 1A: Folleto turístico N° 1

Fuente: MTP, 2011.

Anexo III

216

Figura 1B: Folleto turístico N° 1

Fuente: MTP, 2011.

Anexo III

217

Figura 2A: Folleto turístico N° 2

Fuente: MTP, 2011.

Anexo III

218

Figura 2B: Folleto turístico N° 2

Fuente: MTP, 2011.

Anexo III

219

Figura 3A: Folleto turístico N° 3

Fuente: MTP, 2011.

Anexo III

220

Figura 3B: Folleto turístico N° 3

Fuente: MTP, 2011.

Anexo III

221

Figura 4A: Folleto turístico N° 4

Fuente: MTP, 2011.

Anexo III

222

Figura 4B: Folleto turístico N° 4

Fuente: MTP, 2011.

Anexo III

223

Figura 4C: Folleto turístico N° 4

Fuente: MTP, 2011.

Anexo III

224

Figura 4D: Folleto turístico N° 4

Fuente: MTP; 2011.

Anexo III

225

Figura 4E: Folleto turístico N° 4

Fuente: MTP, 2011.

Anexo III

226

Figura 5A: Folleto turístico N° 5

Fuente: Colón, 2011.

Anexo III

227

Figura 5B: Folleto turístico N° 5

Fuente: Colón, 2011.

Anexo III

228

Figura 5C: Folleto turístico N° 5

Fuente: Colón, 2011.

Anexo III

229

Figura 5D: Folleto turístico N° 5

Fuente: Colón, 2011.

Anexo III

230

Figura 5E: Folleto turístico N° 5

Fuente: Colón, 2011.

Anexo III

231

Figura 5F: Folleto turístico N° 5

Fuente: Colón, 2011.

Anexo III

232

Figura 5G: Folleto turístico N° 5

Fuente: Colón, 2011.

Anexo III

233

Figura 5H: Folleto turístico N° 5.

Fuente: Colón, 2011.

Anexo III

234

Figura 6A: Folleto turístico N° 6

Fuente: Colón, 2011.

Anexo III

235

Figura 6B: Folleto turístico N° 6

Fuente: Colón, 2011.

Anexo III

236

Figura 6C: Folleto turístico N° 6

Fuente: Colón, 2011.

Anexo III

237

Figura 6D: Folleto turístico N° 6

Fuente: Colón, 2011.

Anexo III

238

Figura 6E: Folleto turístico N° 6

Fuente: Colón, 2011.

Anexo III

239

Figura 7A: Folleto turístico N° 7

Fuente: MTP, 2011.

Anexo III

240

Figura 7B: Folleto turístico N° 7

Fuente: MTP, 2011.

Anexo III

241

Figura 7C: Folleto turístico N° 7

Fuente: MTP, 2011.

Anexo III

242

Figura 7D: Folleto turístico N° 7

Funte: MTP, 2011.

Anexo III

243

Figura 7E: Folleto turístico N° 7

Fuente: MTP, 2011.