número 2 - octubre 2005 - fertilizar

36
La soja y la fertilidad residual Modelos de respuesta para la aplicación variable de nitrógeno en maíz Accesorios para la fertilización a la siembra, en siembra directa Entrevista: Ing. Fernando Martínez Número 2 - Octubre 2005

Upload: others

Post on 02-Jun-2022

3 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

La soja y la fertilidad residual

Modelos de respuesta para laaplicación variable denitrógeno en maíz

Accesorios para la fertilización a lasiembra, en siembra directa

Entrevista: Ing. Fernando Martínez

NNúúmmeerroo 22 -- OOccttuubbrree 22000055

Page 2: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

04

Ing. Fernando MartínezEl gran anhelo: investigary difundir para capacitar

El 4º simposio de nutriciónvegetal en el XIII Congreso

de AAPRESID

Modelos de respuestapara la aplicación variable

de nitrógeno en maíz

La soja y lafertilidad residual

Convenio:FERTILIZAR - INTA 2005

06

09

14

17

Accesorios para lafertilización a la siembra,

en siembra directa24

Investigaciones recientes 28

Info

rmac

ión

Técn

ica

ÍndiceREVISTA FERTILIZAR - AÑO I - Nº 2 - OCTUBRE 2005

Novedades&Eventos 34

Page 3: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR
Page 4: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR
Page 5: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR
Page 6: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR
Page 7: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR
Page 8: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR
Page 9: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR
Page 10: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR
Page 11: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR
Page 12: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR
Page 13: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR
Page 14: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

Figura 1. Variabilidadespacial de la respues-ta del maíz en rendi-miento (A) y conteni-do de N a cosecha (B)a la fertilización nitro-

genada en seis regiones en un lote de 65 ha enIllinois. El mapa (C) indica la ubicación de las re-giones en el lote.

Como se evidencia en la Fig. 1A, la respuestadel maíz al N varió entre regiones. En las regio-nes 2 y 3 no hubo respuesta al N, mientras queen las regiones 4, 5 y 6 la respuesta fue lineal,y en la región 1 el rendimiento se incrementóhasta los 210 kg N/ha y a mayores dosis de Nse mantuvo constante. La dosis uniforme reco-

Modelos de respuesta para laaplicación variable de nitrógeno en maízIng. Agr. Matías L. Ruffo, Ph.D. ([email protected]) Universidad de Illinois

Información Técnica

Durante muchos años, los técnicos y productoreshemos sabido que el rendimiento de los cultivosvaría espacialmente dentro de los lotes de produc-ción. Esta variabilidad generó interés en el manejositio-específico de los cultivos y en la aplicaciónvariable de insumos. La aplicación variable de fer-tilizantes en general y de nitrógeno (N) en particu-lar ha despertado un gran interés entre los produc-tores y asesores. La aplicación variable de N (AVN)permitiría optimizar la dosis de N aplicado en cadasector del campo de acuerdo a los requerimientosdel cultivo y las características del suelo. La DEONes la dosis de fertilizante nitrogenado (kg N/ha) quemaximiza el beneficio económico de la fertiliza-ción (diferencia entre ingreso debido a la fertiliza-ción y el costo de la misma). El objetivo de la AVNes aplicar la dosis de N que maximiza el beneficioeconómico en cada fracción del lote.

Para que la AVN sea técnicamente factible y eco-nómicamente viable es necesario que exista varia-bilidad espacial de la DEON; y para que esto ocurrala respuesta del maíz al N debe variar dentro del lo-te. Para evaluar la variabilidad espacial de la res-puesta del maíz al N en lotes de producción comer-cial, se condujeron ensayos en 17 localidades enIllinois (EE.UU.). A modo de ejemplo, en la Fig. 1Ase presenta la curva de respuesta del maíz al N endiferentes regiones en un lote de 65 ha.

Ing. Agr. Matías L. Ruffo, Ph.D.

Illinois, EE.UU.

14

Page 15: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

15

a para lae nitrógeno en maíz

mendada para este lote era de 190 kg N/ha. LaDEON varió entre regiones, siendo 0 kg N/ha enlas regiones 2 y 3, 280 kg N/ha en las regiones4, 5 y 6, y 195 kg N/ha en la región 1. Con unmanejo uniforme (190 kg N/ha en todo el lote)se hubieran sobreaplicado 190 kg N/ha en lasregiones 2 y 3 (donde no hubo respuesta) re-sultando en un menor beneficio económico pa-ra el productor. Por otro lado, en las regionesde repuesta lineal (particularmente en las re-giones 4 y 6), la aplicación de 190 Kg N/ha hu-biera sido sub-óptima, y se hubiera perdido ren-dimiento. En la región 1, la DEON fue similar ala dosis recomendada y por lo tanto en esta zo-na el rendimiento esperado con AVN y unifor-me es prácticamente el mismo. El grado de va-riabilidad espacial de la DEON demuestra el po-tencial de la AVN para incrementar la eficien-cia de utilización del N y la rentabilidad de laproducción.

En este ensayo, se determinó además la con-centración de N en grano y se calculó el conte-nido de N a cosecha en la biomasa aérea (Fig.1B) asumiendo un índice de cosecha de N (N engrano/N en la biomasa) del 70%. El contenidode N a cosecha de la biomasa aérea del maíz sinfertilizar permite estimar el aporte de N del sue-lo, que varió entre 116 kg N/ha en la región 4 y280 kg N/ha en la región 2; una diferencia del140%. Estos resultados demuestran el grado devariabilidad espacial en el aporte de N por par-te del suelo e indican que la disponibilidad deN es uno de los factores más importantes quedeterminan la variabilidad espacial de la res-puesta al N, y por ende la DEON.

La variabilidad espacial de la respuesta del maízal N ejemplificada en el lote de la Fig. 1, tambiénobservada en todos los otros lotes estudiados su-giere que ciertas características sitio-específicas(por ej. disponibilidad de N, profundidad del sue-lo, textura, etc.) afectan la respuesta del cultivoy que estas características varían dentro de loslotes. El desafío agronómico es determinar cuá-les son las características sitio-específicas quemás afectan el rendimiento del maíz y su res-puesta al N en cada región, poder medirlas y cuan-tificar la relación entre estas características y larespuesta del cultivo a la aplicación de N.

Una de las características más importantes quedeterminan el rendimiento de los cultivos y la res-puesta al N son la posición en el relieve y las ca-racterísticas topográficas de cada región o áreadel lote porque la topografía afecta la distribu-ción espacial del agua y los nutrientes, y las ca-racterísticas de los suelos. Otra variable muy im-portante en el caso de la AVN es el aporte de Ndel suelo. Investigadores de la Universidad de Illi-nois (Khan y col., 2001) desarrollaron reciente-mente un nuevo análisis de suelo, denominadoISNT (Test de Nitrógeno en Suelo de Illinois), queha mostrado resultados promisorios como herra-mienta de diagnóstico de la fertilización nitroge-nada en maíz. El ISNT es considerado una estima-ción del N orgánico potencialmente mineraliza-ble, es decir que a mayor ISNT, mayor es la capa-cidad del suelo de aportar N por mineralización.Daverede (Simposio de Fertilidad, INPOFOS-Ferti-lizar 2005) ha resumido las características másimportantes de este análisis y algunos resultadospreliminares de ensayos en Argentina.

Page 16: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

Con el fin de desarrollar modelos de respuestasitio-específicos basados en características to-pográficas y el ISNT, se condujeron ensayos derespuesta en 4 lotes ubicados en la zona Cen-tro y en otros 4 lotes en la zona Centro-este deIllinois. El ISNT fue la característica sitio-espe-cífica que explicó la variabilidad del rendimien-to y de la respuesta del maíz al N de la formamás consistente. Las características topográfi-cas que explicaron la variabilidad espacial delrendimiento y de la respuesta del maíz al N nofueron las mismas en las dos regiones, pero elArea de Cuenca Específica (ACE) fue la carac-terística topográfica que más contribuyó a ex-plicar esta variabilidad. A modo de ejemplo, enla Fig. 2 se presentan 4 curvas de respuesta pa-ra regiones dentro de un lote con valores dife-rentes de ISNT y ACE, estimados a partir de losmodelos de respuesta sitio-específicos desarro-llados para la zona Centro de Illinois.

Figura 2. Curvas de respuesta para 4 regiones dediferente Area de Cuenca Específica (ACE) e ISNTestimadas a partir de los modelos de respuestasitio-específicos

El ACE es una medida de la superficie de la cuen-ca para cada región del lote y está fuertementerelacionado con el contenido hídrico del suelo.Las regiones de bajo ACE (ACE=5) están ubica-das en zonas altas del paisaje y presentan suelosbien drenados, mientras que las regiones de altoACE (ACE=6000) se encuentran en zonas bajas y

los suelos son pobremente drenados. Los mode-los de respuesta indican que el rendimiento delmaíz a bajas dosis de N es menor en regionesdonde el ACE es alto (suelos pobremente drena-dos) pero en estas zonas la respuesta al N es ma-yor que en regiones donde el ACE es bajo (suelosbien drenados). Asimismo, a un mismo ACE y abajas dosis de N, el rendimiento es mayor dondeel ISNT es alto (ISNT=250), porque el aporte deN por mineralización es mayor que en zonas debajo ISNT (ISNT=150). En regiones donde el ACEes bajo (zonas altas, de suelos bien drenados), elrendimiento del maíz no aumenta con la aplica-ción de N cuando el nivel de ISNT es alto (en es-te ejemplo, 250 ppm), y en este caso la DEON es0 kg N/ha, es decir que no es necesario fertilizar.Por otro lado, si el nivel de ISNT es bajo (150 ppm)el rendimiento del maíz se incrementa desde 87qq/ha sin N, alcanzando 116 qq/ha con 200 kgN/ha. En este último caso la DEON es 185 kg N/ha.Por otro lado, en regiones de alto ACE (zonas ba-jas y con suelos pobremente drenados) la res-puesta al N es muy marcada tanto a altos comoa bajos niveles de ISNT y en ambos casos la DE-ON es de 250 kg N/ha.

¿Cómo podemos usar esta información para ha-cer AVN en forma práctica? Si contamos con ma-pas de ISNT y ACE, podemos calcular la respues-ta del maíz al N y la DEON en cada fracción dellote utilizando los modelos de respuesta. El ma-pa de DEON es la recomendación para la AVNque es transferido a un aplicador de dosis varia-ble de N. Estas recomendaciones están basadasen un criterio económico y en modelos de res-puesta generados a partir de ensayos a campoque consideran los factores que afectan la varia-bilidad espacial del rendimiento y la respuesta delos cultivos al N. Cambios en el precio del fertili-zante y del maíz, pueden ser rápidamente incor-porados en la recomendación. La AVN basada enestos modelos de respuesta está siendo evalua-da agronómicamente y económicamente en cam-pos de productores líderes de Illinois.

16

Page 17: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

Pocas actividades agrícolas pueden llevarse a ca-bo que tengan la seguridad, y confiabilidad, rus-ticidad de un cultivo de soja. El maíz, por caso,depende fuertemente de la profundidad del sue-lo y habilidad para captar y almacenar agua y porsupuesto, de las precipitaciones. No es que la so-ja no sufra los efectos de una sequía pero todosconcuerdan en que es mucho más rústica y suarquitectura de floración la hacen zafar de situa-ciones comprometidas, con rindes aceptables.

Lamentablemente ha cundido el concepto deque es un cultivo barato. No es que exactamen-te siempre se pueda argumentar que en campopropio, usando la propia semilla, sin fertilizar ycon un campo estabilizado en directa con unpar de litros de glifosato es posible obtener rin-des aceptables en superficies relativamente re-ducidas. Sin embargo, veremos que esto no essustentable porque se atenta contra la “base”del sistema, literalmente.

La degradación del sueloEl esquema antedicho conduce a la perdida dela capacidad productiva del suelo, no sólo porla ausencia de fertilización sino por el mono-cultivo, que conduce a una disminución progre-siva del carbono del suelo, y la capacidad de re-tener mejor el agua y los nutrientes.

Para ilustrar la variación de los niveles de P enun suelo con el tiempo, hemos elegido un tra-bajo realizado con dos Molisoles franco arci-llosos de Minessotta1. Durante los 20 años queduró la experiencia se cultivó maíz contínuodurante 8 años y luego alternadamente soja ymaíz; éstos fueron fertilizados durante los pri-meros doce años con 0, 50 y 100 kg/ha de P2O5como SFT anualmente al voleo, y luego deja-dos sin fertilizar por otros ocho años más sinagregar fertilizantes.

Como es de esperar, los niveles aumentaron du-rante los 12 primeros años desde un nivel inicialde 22 ppm (Bray 1) a razón de 0.4 y 1.9 ppm/ añoen uno, y 0.7 y 2.5 ppm/año en el otro suelo, és-te último más arenoso, hasta alcanzar 40 ppm.Luego, con el avance del tiempo y la extracciónpor las sucesivas soja y maíz en el periodo de 8años sin fertilizar, comenzaron a decrecer los ni-veles de P. La rapidez de la disminución varió des-de 3,3 ppm /año hasta 0,4 ppm/año, según fueel valor inicial de P-Bray. (Figura 1).

Concomitantemente, los rendimientos de soja yde maíz aumentaron con la fertilización en mag-nitudes variables según el año, el tipo de suelo yla dosis de P. Lo mismo ocurrió con las concen-traciones de P en las hojas en la medida que ycorrelacionadas con los niveles en el suelo.

Figura 1. Variación de los niveles de P disponible(Bray 1) según 3 niveles de P aplicado anualmen-te durante 20 años en dos suelos Molisoles culti-vados con maíz y soja. Promedio de dos sitios.(Adaptado de Randall et al, 1997).

17

Información Técnica

La soja y la fertilidad residualDr. Ricardo Melgar

1 Randall, G.W:, T.K Iragavarapu y S.D. Evans. 1997. Long Term P and K applications: I. Effect on Soil test incline and decline rates andcritical soil test levels. II. Effect on corn and soybean yields and P and K concentrations. J. Prod. Agric. 10 (4):565-571 y 572-580.

Page 18: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

En el estudio, las respuestas comenzaron alquinto año del experimento en los dos sitios;y en 6º y 8º de 12 años respectivamente, huborespuestas significativas a los 50 kg/ha perono mucho más con los 100 kg/ha, (Fig. 2). Lasrespuestas a una aplicación cada 3 años fue-ron equivalentes a una aplicación anual de 50,demostrando que no hay necesidad de aplicartodos los años cuando los niveles de P en elsuelo son adecuados.

Durante el periodo residual de 8 años los rindesde soja y maíz fueron superiores al testigo queno había recibido fertilizantes. Las respuestas ala fertilización fosfatada residual, estuvieron aso-ciadas a los niveles de P en el suelo. Por encimade un valor conocido y coincidente con otros es-tudios locales (13 ppm), las respuestas era bajas.En cambio, a medida que éste descendía con losaños, las diferencias eran mayores. El retorno eco-nómico a la fertilización fue así altamente de-pendiente del nivel de P en el suelo, que afectólas respuestas a obtenerse. Este alcanzó un valoracumulado de 1410 en un sitio y de 1,457 $/ enel otro, en los 20 años que duró la experiencia.

El retorno económico de la fertilizaciónComo el anterior, innumerables ensayos han de-terminado una y otra vez que la soja respondea la fertilización, desmitificando el concepto deque este cultivo sólo rinde mejor sobre suelosmas fértiles pero no reacciona al agregado defertilizantes.

En el reciente congreso de AAPRESID (comen-tado en este número) Ferrari mostró resultadosque confirman que en suelos por debajo de cier-to valor de análisis, se obtiene incrementos ren-tables al fósforo. La conclusión no es nueva, pe-ro enfatiza y corrobora una vez más que la sojaresponde a los fertilizantes, y convierte al fós-foro agregado en un insumo cuantificable y convalor que puede cotejarse inmediatamente con-tra el resultado económico obtenido.

Figura 2. Respuesta a la fertilización directa(1974-1981) con 50 kg/ha anuales de P2O5 yresidual (1982-1993) de maíz (1974-1993) ysoja (1982-1992) en dos sitios.

Así, en suelos menores a un valor crítico entre10 y 15 ppm -el valor exacto dependerá del con-tenido de arcilla y rendimiento esperable en lazona- la fertilización con una dosis de P resul-tará en incrementos promedio de 4 q/Ha. En elcaso del azufre, la respuesta promedio observa-da en varios ensayos es de la misma magnitudo incluso mayor. Por lo tanto, a los precios es-perados para mayo 2006, este incremento tie-ne un valor de US$ 55, descontados los costosde comercialización. Al valor de una fertiliza-ción promedio de US$ 35, resta un beneficio ne-to de $20 /ha, un 57% del valor invertido.

Existen, razonablemente, dudas en las llamadaszonas grises de interpretación, es decir cuandoel suelo tiene entre 10 y 15 ppm (por asignar unrango), en las que otros cultivos muestran incre-mentos seguros pero la frecuencia de respuestasen soja es menor. Otros insumos agrícolas tienen

18

Page 19: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

para el productor ese mismo significado. Muchasveces se duda en aplicar un funguicida preventi-vo cuyos efectos son desestimados sin muchajustificación técnica. En estos casos, prima la ac-titud del productor ante el riesgo. Hay quienesgustan correrlo y otros que prefieren asegurar lapartida. También juega la expectativa de rindes,si éstos son bajos y no pagarán el gasto, se pre-tende hacer el cultivo lo más barato posible. Encambio, un suelo productivo, aún cuando tengavalores de P relativamente buenos, sus otros atri-butos de calidad que garantizan una mejor eco-nomía del agua, o mejor ambiente para la fija-ción de N aumentan la probabilidad de respon-der a dosis moderadas de fertilización.

Lo que no debe dejarse de lado, es que a largoplazo, este no es un planteo sustentable. Suelosen el rango regular o de mediana probabilidad derespuesta, si no se fertilizan suficientemente, pa-sarán al rango de suelos pobres en P en un tiem-po más o menos corto. Lo mismo vale para el azu-fre. Al menos, en esos rangos, la presencia de tri-go o maíz en la rotación asegura que sí respon-derán ante esos niveles regulares.

El valor de la mejor fertilidad¿Cómo puede valorarse la fertilidad de unsuelo, en particular aquel que está sujeto almercado de arrendamientos, y cómo relacio-nar su productividad y el valor de los fertili-zantes? Esta es una pregunta que aún me-rece un debate entre los varios actores delsistema. Todos sabemos que en función delvalor de mercado de los fertilizantes, un kgde P2O5 de un fertilizante soluble cuesta en-tre US $ 0,7 y 0.8, ó entre 1,6 y 1,8 por kgde P . El fosfato aplicado al suelo, o dejadode aplicar por extracción por el cultivo mo-difica el P disponible por Bray 1, según el ti-po de suelo, en una relación cercana a los10 kg de P por ppm de P disponible.

Asumamos que las respuestas al fósforo noson las de “aquel” fósforo que no es aplicadodirectamente como fertilizante en ese culti-vo, sino aquel P que está disponible en el sue-lo y medido como P-Bray 1, siguiendo así elargumento de que la soja responde a la “fer-tilidad” reconstruida o acumulada en el sue-lo y no a la del fertilizante.

19

Page 20: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

En la figura 3, el Dr. Fernando García (2005) ela-boró una síntesis con información de más decien ensayos publicados de distintas fuentes(INTA, Proyecto INTA Fertilizar, FA-UBA, FCA-UNER y CREA Sur de Santa Fe). El grafico indi-ca que a niveles de P disponible inferiores a 13ppm de P Bray, se obtienen respuestas superio-res a 11 kg de soja por kg de P en el suelo. Porel carácter exponencial de la función, cuantomenor es el nivel, mayor es la respuesta. En elajuste que se realizó en la red de ensayos delproyecto Fertilizar (2002), discriminando los si-tios con respuesta, la respuesta fue de 50 kg desoja por kg de P disponible, cuando había me-nos de 16 ppm en el suelo. García especula quepara costos de P de 1.6 U$/kg y precios de sojade 0.16 U$/kg, serían rentables respuestas su-periores a 10 kg soja/kg P, lo que corresponde asuelos con niveles de P Bray menores de 14 ppm,según la relación de la Fig. 1.

Este puede constituirse en un punto de partida enla negociación de un precio de alquiler. La dispu-ta básica es que normalmente el propietario evi-ta contratos largos para no atarse a una posicióndeterminada, deseando disponer de la libertad de“salir” del negocio cuando el precio pactado no leresulte favorable. En esas condiciones, el arren-datario no desea “invertir” en una fertilización que

no va a aprovechar totalmente en una única cam-paña, aún cuando en muchísimos casos los con-tratos se perpetúan año tras año, ajustando el pre-cio del alquiler en cada campaña si fuera el caso.Tampoco el propietario está dispuesto a recono-cer el valor de esa fertilización residual como par-te del acuerdo de precio. Si bien comienza a sercreciente la inclusión de cláusulas que protejanlos derechos del propietario, obligando a “man-tener” el valor productivo del bien, reconocemosque no es fácil asignar un valor porque no se dis-pone de una base técnica consistente para con-siderar todos los tipos de suelos, además de la va-riabilidad espacial y temporal que implica la dis-ponibilidad de nutrientes.

Figura 3. Eficiencia de uso de fósforo (P) en so-ja en función del contenido de P Bray en el sue-lo para 101 ensayos en la Región Pampeana Ar-gentina (1996-2004) (García, 2005).

Como base, y si los valores de arrendamiento sepactan en quintales fijos, el valor de una ferti-lización estándar de un cultivo de soja, es deaproximadamente dos quintales.

100 kg/ha SPT = 46 kg/ha P2O5 = 20 kg/ha deP = $ 33/ha, = 2 q/ha a $17/q Mayo 2006

Mas allá de que los 20 kg/ha aportados equi-libren ajustadamente el P extraído por un rin-de de 3 t, dicha fertilización resultará en unvalor residual inmediato por la dinámica del

20

Page 21: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

P en el suelo, que también recicla y movilizanutrientes desde el subsuelo para el cultivo.Una dosis mayor a esa fertilización de repo-sición sin duda aumentará ese valor residualpudiendo, según los casos, manejarse; de mo-do de poder realizarse aplicaciones cada 2 o3 años con resultados equivalentes.

Si el cultivo en cuestión está sobre un suelo conP disponible mayor al valor crítico, el productorarrendatario no se sentirá motivado a fertilizarla soja, ya que no percibirá un beneficio direc-to. En cambio, el suelo se empobrecerá en unacantidad equivalente al valor de 2 quintales,perdiendo potencial productivo, aún cuando nose note en el periodo de tiempo que ocupa laparcela. Esa pérdida es aproximadamente equi-valente, según el tipo de suelo y nivel inicial deP Bray, a 2 ppm de P, pero por la variabilidad es-pacial en área y en profundidad es difícil poderevaluarla en un corto plazo.

Difícilmente el arrendatario estará dispuesto apagar dos quintales de arrendamiento de mássi no fertilizar, pero el propietario tampoco con-seguirá fácilmente otro productor que pagueesa diferencia ya que el mercado de tierras noes tan perfecto ni tan elástico. Tampoco el pro-pietario reconocerá el valor económico residualde la fertilización, si piensa que, en caso de que-rer arrendar a otro productor, no puede demos-trarle al nuevo, las ventajas de un suelo fértil.Por el contrario, muchas tierras en áreas nue-vas pero marginales son ofrecidas con la con-signa de que no necesitan fertilizarse.

Los contratos de alquilerDescontando el hecho de que niveles de P en elsuelo inferiores al crítico implican un beneficioinmediato para el productor que fertiliza, con-centrémonos en las llamadas zonas grises de in-terpretación, es decir valores regulares y altos dedisponibilidad de P. Y el hecho de que el produc-tor que arrienda, también trabaja su propio lote

y lo trata de modo diferente, no sólo en cuantoal manejo de nutrientes sino también en sus ro-taciones.

La metodología de la corriente neoclásica de laeconomía utiliza el modelo teórico del mercadode libre competencia, pero la nueva economíainstitucional amplía este modelo, incluyendo lasinstituciones que enmarcan los costos de trans-acción, y pone limites a la racionalidad maximi-zadora de los individuos. En la llamada nuevaeconomía institucional, el comportamiento opor-tunista es el origen de los costos de transacciónnegativos, ya que por la asimetría de la informa-ción (uno sabe menos que otro. Ej, del vendedorde autos usados), una de las partes intenta apro-piarse de la renta de la otra.

Nuestro ejemplo considera una relación ver-tical entre el proveedor de un insumo (la tie-rra) y un arrendatario que la utiliza en su pro-pio proceso de producción. Si bien no existeun contrato que contemple todas las situa-ciones que pueden surgir, cubrir los interesesde la capacidad productiva de la tierra, en es-pecial a mediano o largo plazo, es de interésa las dos partes. La integración de beneficiospara la dos partes implica no sólo el precioen disputa sino también los resguardos con-tractuales y lo que pone cada parte en bene-ficio de la otra. La integración es decisiva ensituaciones donde las inversiones específicasde la relación sean grandes, es decir, dondelas inversiones hechas por las partes tenganun uso mucho mayor dentro de la relaciónque fuera de ella. El contrato que implique laposible reducción del margen existente parael comportamiento oportunista será un be-neficio de la integración.

Un contrato de arrendamiento habitual impli-ca entonces considerar en una negociación al-gunos hechos científicos objetivos como losque enunciamos a continuación. Sin que ello

21

Page 22: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

22

necesariamente implique plazos, sin dudacuanto mas largos mejor para ambos, pero conlas salvaguardas necesarias para salir del ne-gocio si no es conveniente para las dos partes:

En los suelos con buena disponibilidad de P,puede cultivarse soja sin necesidad de ferti-lizantes, sin que ésta responda a la fertiliza-ción y sin que se vean consecuencias negati-vas en el corto plazo.

El cultivo de soja ( o cualquier otro) sin fertili-zación conduce a una disminución de la fertili-dad y de la capacidad productiva del suelo, yconsecuentemente de su valor de renta.

El valor de una fertilización promedio es equi-valente a 2 quintales de soja, pudiendo variarsegún los precios.

Esta fertilización es la que repone los nutrientesde una producción promedio, y también es la queconserva el potencial productivo del suelo.El valor residual de una fertilización no utiliza-

da puede ser estimable y determinarse su equi-valente en moneda o en el bien de referencia:quintales de soja en este caso.

Esta es una aproximación inicial, ya que una granmayoría de los arrendamientos se pactan en quin-tales fijos de soja, y la mayor parte de las tierrasalquiladas se destinan a soja o a trigo-soja. Enestos casos, el manejo de la fertilización en el tri-go complica el esquema. Está casi asegurado enzonas no marginales, es decir, el arrendatario fer-tiliza el trigo, aún cuando no muy generosamen-te, y la fertilidad residual del P y del S resulta enbeneficios para la soja en el corto plazo. En cam-bio, en regiones marginales el trigo se siembrasólo para lograr una cobertura y no se fertiliza;en este caso el balance es doblemente negativo.

Como se comentó, existe una corriente crecien-te de propietarios que exigen el manejo de lafertilidad de una manera más racional, cuandono la inclusión directa de la fertilización en lasoja. Lamentablemente no es fácil “obligar”contractualmente a hacer maíz, el cultivo más

Page 23: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

23

apto para mejorar el balance de carbono, perocon relaciones más desfavorables de precios.En algunos casos, se han publicitado contratossatisfactorios para las partes que implican unplazo más largo, y rentas pactadas en porcen-taje de la producción basada en una canastade cultivos optativos (Caso Los pingüinos-LaRedención - Sofro). Pensamos que si bien sonmás conveniente plazos largos - implican me-nores costos de transacción, es también posi-ble un contrato anual que implique el manejoracional de la fertilidad asignando el valor apro-piado al atributo del bien que se alquila.

ConclusionesIndudablemente el interés de lograr contratoslargos, en definitiva de costo de transacción po-sitivos, interesa no sólo a las partes sino a todala sociedad. Implica además en una gran partede la región la implementación de sistemas desiembra directa permanente, la inclusión de ma-íz en rotación para mejorar el balance de car-bono y otras “externalidades”. Una vez realiza-das tales inversiones específicas de la relación,las partes están “atadas” (por lo menos parcial-mente), o sea que están a merced de su contra-

parte y es menor la posibilidad de que puedansurgir comportamientos oportunistas. Tal com-portamiento podría causar una división del ex-cedente ex post que no refleje apropiadamentelas decisiones de inversión ex ante, de modo quetales decisiones se verían distorsionadas.

Al considerarse contractualmente el “valor”de la fertilidad residual, el productor disponepor esta vía de argumentos para prolongar suposesión, y elementos para recuperar su “in-versión” en fertilizantes si se extinguiera surelación unilateralmente. Dos quintales enconcepto de reposición de la fertilidad en elproceso de negociación no es más que un por-centaje menor del total cuando se conside-ran tierras en la zona núcleo.

Mas allá de la responsabilidad social, el pro-pietario de la tierra mantiene o aumenta lacapacidad productiva de su suelo cuando seasegura que la fertilización es parte del ma-nejo habitual que su arrendatario realiza. Laconsecuencia de no tomar en cuenta el des-censo seguro de la fertilidad con el tiempo,es que el valor productivo disminuirá y el pre-cio de alquiler también.

Page 24: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

Información Técnica

24

La fertilización a la siembra es una prácticaque tuvo moderada aplicación en agriculturaconvencional, y que con la siembra directa al-canzó un gran desarrollo.

La mayor necesidad de nutrientes, aspectosoperativos, como el aumento de la superficiesembrada, y la necesidad de obtener la ma-yor eficiencia de los fertilizantes aplicados,fueron algunas causas de ese desarrollo.

En Argentina particularmente es donde se re-fleja, con más fuerza, la diversidad de alter-nativas para la fertilización a la siembra.

Las diferentes particularidades de la fertili-zación en granos finos y gruesos, requiere untratamiento por separado.

FERTILIZACIÓN EN GRANOS FINOSLas sembradoras de granos finos de la actua-lidad, salvo raras excepciones, presentan dosvariantes para la fertilización: 1) fertilizaciónsimple y 2) fertilización doble. Una terceraopción es la fertilización lateral, muy pocoutilizada.

Fertilización simpleLa fertilización simple es utilizada por lamayoría de los fabricantes de sembrado-ras, y consiste simplemente en la aplica-ción del fertilizante dentro del abresurcode siembra, mayoritariamente doble discoo monodisco.

Dado que se fertiliza junto a la semilla, en to-dos los casos debe prestarse atención a las do-sis y tipos de fertilizante utilizados, íntimamen-te relacionados con la especie a sembrar, tipode suelo y condiciones ambientales.

En este caso en las sembradoras solo se debeagregar depósito (tolva) y órganos dosificado-res de diferente tipo, y tubos de conducción defertilizantes.

Fundamentalmente se aplican fertilizantes fos-forados, con baja proporción de nitrógeno, yotros nutrientes como azufre, magnesio, etc.

Ing. Carlos R. Baumer

Accesoriospara la fertilización a lasiembra, en siembra directa

Page 25: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

25

Fertilización dobleLa fertilización doble consiste en la aplicaciónsimultánea de dos fertilizantes, ubicados endiferente lugar, en el suelo. Para ello se debecontar con depósitos separados para los dis-tintos fertilizantes, y abresurcos adicionalespara uno de los fertilizantes, que es fundamen-talmente nitrógeno. Generalmente se utilizaurea, por su menor costo por unidad de N.

Queda claro, que al ser el nitrógeno (en formade urea) altamente fitotóxico, requiere ser apli-cado separado de la semilla, y por ello la ne-cesidad de abresurcos separados. El segundofertilizante, fosforado, se aplica igualmente enla línea de siembra, es decir dentro de los abre-surcos o unidades sembradoras.

La ventaja de la doble fertilización es satisfa-cer la demanda de nutrientes desde la siem-bra, alternativa que ha demostrado altísimaeficiencia.

Como desventaja, reduce la transitabilidad enrastrojos muy voluminosos, por lo que se re-curre a la fabricación de sembradoras muy lar-gas, con escasa capacidad para el transporte.

Para minimizar el problema, y bajar ademáscostos de fabricación, se recurre a la utiliza-ción de un abresurco fertilizador, por cada dosabresurcos sembradores. Así, una sembrado-ra de 24 líneas de siembra, posee 36 líneasen total.

Fertilización lateralEste sistema resulta óptimo desde el punto devista agronómico. Pueden utilizarse dosis al-tas de fertilizantes al costado de la semilla, sinriesgos de fitotoxicidad.

Requiere abresurcos fertilizadores en igual nú-mero que los sembradores. Por este motivo esuna alternativa de mayor costo, que sólo se

ofrece en sembradoras de alta tecnología y pre-cio. Se justifica en la siembra de soja, ya quesus granos son muy sensibles al fertilizante(efecto salino).

Organos abresurcosLos órganos abresurcos utilizados están gene-ralmente en relación con los órganos sembra-dores. Así, las sembradoras monodisco, utilizanun sistema monodisco para fertilizante. Lasequipadas con doble disco, generalmente utili-zan un sistema de doble disco.

Los doble-discos fertilizadores tienen general-mente, un disco liso, y uno dentado (muescado,escotado), de mayor diámetro, que es el que cor-ta el rastrojo.

FERTILIZACION EN GRANOS GRUESOSLa fertilización con las sembradoras de granosgruesos tuvo un gran desarrollo, tanto desde elpunto de vista mecánico, como agronómico.

En sus comienzos, se aplicaban fertilizantesdentro de la unidad sembradora solamente.Este esquema de alta eficiencia en muy ba-jas dosis, no permitía la aplicación de todoslos nutrientes necesarios en maíz, y muchomenos en otras especies sensibles como sor-go, girasol y soja.

Así, se fue orientando hacia la fertilización alcostado y debajo de la semilla, sistema quehabía demostrado seguridad y eficiencia enlas siembras por métodos convencionales (conlabranzas).

La aplicación de dosis cada vez mayores, y lanecesidad de poder alterar la proporción en-tre los nutrientes, en diferentes lotes, lleva-ron a aumentar primero la capacidad de lastolvas, y luego a la utilización de tolvas se-paradas, para los fertilizantes. Así nació la do-ble fertilización en granos gruesos.

Page 26: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

26

Desde el punto de vista de la nutrición, no exis-ten diferencias de eficiencia en la fertilizaciónsimple, al costado y debajo de la semilla, y lafertilización doble.

Las ventajas de la fertilización doble son, la ma-yor capacidad operativa, por mayor volumen decarga, y poder manejar los fertilizantes en formaindividual, adaptando las dosis a las diferentesnecesidades de cada lote.

Las diferencias de eficiencia y seguridad frente ala toxicidad de los fertilizantes se observa en ellugar de aplicación, y los órganos surcadores uti-lizados. Así, dos sembradoras de doble fertiliza-ción pueden tener muy diferente comportamien-to en este sentido.

Para aclarar este aspecto, debemos describir las di-ferentes formas que tienen las sembradoras en lo-calizar los fertilizantes, y los accesorios utilizados.

1- Aplicación en la línea de siembra.2- Aplicación al costado de la línea de siembra.3- Aplicación debajo de la línea de siembra.4- Aplicación profunda.

Aplicación en la línea de siembraLa aplicación en la línea de siembra solamente,es hoy muy poco utilizada. Tiene dos variantes,dentro de la unidad sembradora o alineado conla misma, con un accesorio estático (bota, aza-dón, zapata), adicionado a la cuchilla de corte.

Supone la utilización de dosis bajas a modera-das, según especie, de fertilizantes fosforados,comúnmente como arrancador (starter).

Aplicación al costado de la línea de siembraLa aplicación al costado de la línea de siembraes hoy una de las alternativas más utilizadas. Pa-ra ello se utilizan diferentes tipos de órganos abre-surcos, mayoritariamente doble-discos, de con-figuración similar a los de grano fino. También seutilizan mono-discos de diferente diseño.

En ambos abresurcos, se logra la aplicación alcostado de la línea de siembra, entre 5 y 7 cen-tímetros. Para lograr una aplicación uniformeen profundidad, se utilizan ruedas de control deprofundidad, en ambos sistemas. Estos meca-nismos son muy variables de acuerdo a cada fa-bricante. Esta configuración permite aplicar do-sis altas de fertilizantes.

En máquinas de origen brasilero es común verotro sistema, que consiste en una bota prece-dida de un disco de corte.

Aplicación debajo de la línea de siembraLa aplicación debajo de la línea de siembra, esbastante utilizada. Fundamentalmente existendos variables. Una estática, con una bota fertili-zadora, delante de la unidad de siembra, prece-dida de una cuchilla de corte, y una móvil, conun disco colocado muy cerca y al costado de lacuchilla labradora. La primera variante generamuchas veces condiciones más favorables parala germinación e implantación del cultivo.

Aplicación profundaLa aplicación profunda de fertilizantes, se hacepor debajo de la profundidad de siembra, con unaseparación que puede superar los 15 centímetros.Permite aplicar grandes dosis de fertilizantes, aúna cultivos sensibles. Se utiliza una reja especial,que genera muy poco disturbio, seguida de unconjunto de ruedas selladoras, que cierran el sur-

Doble disco: discos de muy diferente diámetro.

Page 27: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

27

co, impidiendo que la semilla pueda ser profun-dizada por lluvias posteriores. El efecto adicional,pero de gran importancia, es la remoción de sue-lo que se hace, que permite un mejor desarrolloradicular, especialmente a cultivos sensibles a lacompactación superficial como el girasol.

Doble fertilizaciónDecíamos que dos sembradoras de doble fertiliza-ción pueden tener diferente comportamiento. Exis-ten dos tendencias en la ubicación (localización)de los distintos fertilizantes con la sembradora.

En ambas, el nitrógeno se aplica al costado dela línea de siembra. Se diferencian en la aplica-ción del fertilizante fosforado. Algunos fabri-cantes lo colocan dentro de la unidad sembra-dora, y otros en el abresurco al costado, juntoal nitrógeno. Cuando se ubica fertilizante den-tro de la unidad de siembra, se deben tener lasprecauciones de tipo y dosis de fertilizante, se-gún especie a sembrar.

La aplicación de dosis pequeñas, junto a la semi-lla, son muy eficientes, sobre todo en suelos fríos.

De todos modos, el usuario puede decidir de que ma-nera localizar los fertilizantes, independientementede la configuración de fábrica de la sembradora.

Cuando se utiliza la fertilización profunda, to-do el fertilizante se aplica en el mismo lugar, esdecir profundo.

Nueva tendencia en abresurcosEs cada vez más frecuente el uso de la sembra-dora de granos gruesos para siembra de trigo.Para ello se utilizan los abresurcos fertilizado-res para la siembra. Eso ha dado paso a una se-rie de accesorios aplicados a los abresurcos defertilización, como ruedas tapadoras y/o de con-trol de profundidad. Surgieron también abre-surcos montados en paralelogramos que hacenmás eficiente la siembra y la fertilización.

Algunos muy avanzados mejoran el comporta-miento con la disposición de los discos, ubicaciónde los paralelogramos, control de carga y regula-ciones de profundidad y afirmado de las semillas.

DOSIS VARIABLE DE FERTILIZANTESEn la actualidad se ofrecen diferentes alterna-tivas de dosis variable de fertilizantes en la sem-bradora. Se utilizan monitoreado de rendimien-tos, mapas de suelo y software para agriculturade precisión, con accesorios en la sembradoraque permiten variar la dosis de acuerdo a las ór-denes de la computadora.

También se desarrollaron sistemas más simples,que permiten variar las dosis de acuerdo a dosispredeterminadas, generalmente 20/30 % en máso menos la dosis media determinada. El cambiode dosis se realiza manualmente, desde el trac-tor, electrónicamente. Sobre la sembradora se co-locan cajas variadoras con comando eléctrico.

De izquierda a derecha:

- Monodisco fertilizador.

- Cuchilla con zapata,

para aplicación bajo la línea.

- Doble disco aplicado a sistema

de fertilización profunda, en reem.

- Doble disco fertilizador en

paralelogramo.

- Doble cuchilla fertilizadora.

- Doble disco en paralelogramo

con control de profundidad.

Sistema de doble disco muy avanzado, montado en paralelogramo.

Page 28: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

28

Argentina, Brasil y EEUU son los principa-les países productores y exportadores desoja del mundo. Además cuentan con só-lidas instituciones de ciencia y tecnologíaagrícolas. Presentamos en esta sección unresumen de algunos resultados relevantesde investigación en fertilidad y fertilizan-tes en soja publicados en los principalesmedios de comunicación técnica.

AARRGGEENNTTIINNAA

El análisis foliar como herramientapara la determinación de losrequerimientos de fertilizantesfosfóricos en soja

Carlos F. Hernández, Miguel Morandini,

L. Robedo Figueroa, Hugo Rojas Quinteros y

M. Fernanda Figueroa.

[email protected]

Est.Exp. Agr. Obispo Colombres Tucumán.

El objetivo de este trabajo fue determinar la con-centración crítica del P foliar y el rango de su-ficiencia para el área productora de soja de laprovincia de Tucumán, Argentina. Esto consti-tuye una herramienta adicional y complemen-taria al análisis de suelo en la determinación denecesidades de fertilizante.

El procedimiento se basó en la asociación de losvalores de P foliar, obtenidos en 176 muestras pro-venientes de ensayos de fertilización con este nu-triente, realizados durante la campaña 2001-2002,con los rendimientos relativos (RR) de esta espe-cie. Mediante el diagrama de Cate y Nelson se ob-tuvo un valor critico de P foliar de 0,25%, debajo

del cual las probabilidades de éxito de la fertiliza-ción son altas. Dicho valor se adoptó como limiteinferior del rango de suficiencia, mientras que elvalor de 0,5% fue determinado como limite supe-rior en virtud de que los rendimientos más altosse correspondían con los valores de P foliar entre0,4 y 0,5%, coincidentes a los encontrados en so-jas cultivadas en los mejores ambientes.

Altas correlaciones entre P foliar y de suelo (R2=0,81) y, en menor medida, entre el P y nitrógenofoliar (N) (P 0,43) permiten explicar el compor-tamiento de la soja ante el empleo de los fertili-zantes fosfatados y complementar las referen-cias foliares, obtenidas para la elaboración de undiagnóstico más aproximado de la fertilización.

Palabras clave: fósforo foliar, soja, valor crítico,rango de suficiencia.

Publicado en Revista Industrial y Agrícola de Tucumán.

Tomo 80 (t-2): 45-50. 2003

Evaluación de molibdeno y cobalto apli-cado sobre las semillas ypulverización foliar en soja

Gustavo N. Ferraris y Lucrecia Couretot.

[email protected]

Est. Exp. Pergamino INTA.

El agregado de Molibdeno (Mo) y Cobalto (Co)junto al inoculante como tratamiento de semi-lla es la forma más frecuente de incorporar es-tos nutrientes, esenciales para la fijación bioló-gica de nitrógeno por las leguminosas y de lasoja en particular. También las aplicaciones fo-liares han demostrado buena eficacia. Con elobjetivo de evaluar sus resultados sobre el ren-dimiento de soja, se condujo un ensayo para 1)Evaluar el efecto de diferentes dosis de Mo y Co,y 2) Comparar la eficiencia de la aplicación fo-liar de estos micronutrientes con el tratamien-to sobre las semillas.

Investigacionesrecientes

Información Técnica

Page 29: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

29

El ensayo se condujo en Pergamino y tuvo sietetratamientos: Tres dosis de aplicación sobre lasemilla (60, 180 y 240 cm3/100 kg de semilla) deun producto que contenía 0.16 y 0,01 g/ cm3 deCo y Mo respectivamente, dos dosis del mismoproducto pero pulverizado sobre el follaje a la do-sis de 30 y 40 g/ha de Co y 3 y 4 g/ha de Mo res-pectivamente, en post-emergencia temprana, es-tos cinco tratamientos fueron inoculados conBradyrhizobium, y se incluyó como control untratamiento solo con inoculación y otro sin ella.

Los tratamientos de semilla incrementaron la emer-gencia sin afectar el vigor de las plántulas, cualquie-ra sea la dosis utilizada y se observó una tendenciade aumento del numero de nódulos evaluados enla raíz principal en algunos tratamientos. Los rendi-mientos promedio de los tratamientos sobre semi-lla fueron superiores a los de la aplicación foliar (255vs 60 kg/ha). Si bien estas diferencias no son esta-dísticamente significativas, cuantitativamente re-sultan de una magnitud destacable, y ameritan serestudiadas con mayor profundidad.

Publicado en Revista Agromercado.

Resultados Parcialesde Investigación de laRed de Ensayosde Fertilizar

Ensayos de Larga Duración

Iniciado en 2001. Primer ciclo de cultivos: ma-íz, soja, trigo/soja 2º Segundo ciclo: trigo/soja2º, maíz, soja.

• No se determinaron diferencias en rendimien-to de maíz, soja y trigo/soja para las estrategiasde aplicación de P evaluadas.

• El agregado de S no produjo incremento derendimiento en maíz y soja, pero se determinórespuesta significativa en trigo.

• Se determinó una clara disminución en loscontenidos de P Bray a lo largo del primer ciclode la rotación.

• No se determinaron diferencias en la concen-tración de P Bray en el suelo entre el contenidoinicial y el de la fertilización anual, lo que su-giere que dicho tratamiento apenas repone el Pexportado del sistema.

• La fertilización de la rotación produjo un au-mento significativo de P Bray .

• Se determinaron incrementos en el rendimien-to del trigo por la aplicación de P y no se deter-minaron diferencias entre estrategias de apli-cación del mismo.

• El contenido de P Bray del suelo en el trata-miento testigo disminuyó a una tasa de 4,9ppm/año.

• El agregado de N y S produjo incrementos sig-nificativos del rendimiento en el cultivo de trigo.

Fertilización Azufrada en Maíz

• Cuatro de siete ensayos respondieron a la fer-tilización en una magnitud que varió desde el6,1 al 24,2 %. La región abarcada por estos en-sayos tiene un considerable potencial de res-puesta a la fertilización azufrada en maíz.

Page 30: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

• La determinación de S-sulfatos a la siembrano permitió predecir la disponibilidad de S queva a tener el cultivo durante su crecimiento nisu respuesta a la fertilización.

• La determinación en V5 no reflejó las diferen-cias en la disponibilidad de S en el suelo origi-nadas por el agregado de dosis crecientes defertilizante.

• Se identificó una relación entre la respuesta ala fertilización y el nivel de nitratos a la siembra.

Se determinará la concentración de N y S en losgranos, tanto en los experimentos a realizar enla campaña pasada como en la 2004-5. La in-formación obtenida podría resultar un primerpaso hacia un método de identificación a pos-teriori de los sitios con deficiencia de azufre.

Fertilización nitrogenada en girasol

• Los rendimientos se incrementaron con lasdosis de N.

• Los porcentajes de aceite disminuyeron conel agregado de N, sin embargo, por el aumentoen los rendimientos se obtuvo un incrementopromedio de 300 kg/ha de aceite.

• La mayor EUN se logró con la dosis de 40 Kg.N/ha aplicada en V6.

• La fertilización no modificó el número decapítulos/ha.

• Se logró explicar el rendimiento en grano porvariables relacionadas con N, la textura y la hu-medad en el suelo.

• La inclusión de MO joven, la relación de MOtotal con la textura, el Nt en planta y JBP me-joran modelos similares propuestos para la re-gión semiárida pampeana.

Efecto de la fertilización sobre la calidad delgrano de trigo

• Dosis crecientes de N en macollaje aseguranincrementos en rendimiento pero respuesta po-co consistente y variable entre sitios en la con-centración de proteína.

• Con dosis moderadas de base, el N aplicadoen antesis no incrementó los rendimientos, pe-ro mejoró la concentración de proteína.

• Los aumentos de proteína, por N basal o fo-liar, se expresaron en valores de gluten y W.

Red fertilización nitrogenada en maíz

• Se determinó respuesta a N en todos losensayos.

• El rendimiento se asoció al N del suelo más elaplicado por fertilización.

EESSTTAADDOOSS UUNNIIDDOOSS DDEE AAMMÉÉRRIICCAA

Respuesta de la concentración deaceite y proteína en el grano de sojaa la fertilización foliar y de suelo

Mazhar U. Haq y Antonio P. Mallarino.

[email protected]

Dep. of Agron., Iowa State Univ., Ames, IA 50011.

30

Page 31: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

Numerosos estudios han investigado los efectosde la fertilización en el rendimiento de grano desoja [Glycine max (L.) Merr.], pero pocos se hanenfocado en las concentraciones de aceite y pro-teína. Este estudio determina los efectos de lafertilización sobre la concentración de aceite yde proteína en el grano de soja, en 112 experi-mentos de campo conducidos en Iowa desde 1994al 2001. Cuarenta y dos experimentos evaluaronla fertilización foliar de mezclas N–P–K con o sinS, B, Fe, y Zn aplicados entre los estadios V5 a V8de crecimiento vegetativo. Setenta ensayos eva-luaron fertilizaciones en banda o al voleo de fós-foro y potasio (35 ensayos con P y 35 con K). Entodos los casos se usaron diseños de bloques com-pletos con repeticiones. Las fertilizaciones folia-res y en el suelo de P o K aumentaron (P < 0.05)el rendimiento en 20 ensayos. La fertilización fo-liar aumentó la concentración de aceite en unexperimento (0,1 %) y de proteína en un sitio (0,5%) pero disminuyó la concentración de ésta enotros dos (0,6 %). La fertilización con fósforo alsuelo aumentó la concentración de aceite en dospruebas (0,6 %), y la de proteína en cinco (0,5 %)pero disminuyó la concentración de aceite en cin-co pruebas (0,4 %) y la de proteína en dos (0,6%). La fertilización con potasio aumentó la con-centración de aceite en cuatro pruebas (0,3 %) yde proteína en dos ensayos (0,9 %) pero dismi-nuyó la de aceite en otros dos (0,4 %), así comode proteína en dos ensayos (1,1 %). Con respec-to a la producción total de aceite y proteína, lasrespuestas a la fertilización tendieron a seguir latendencia de las respuestas de rendimiento. Lafertilización aumentó la producción de aceite en20 pruebas y la de proteína en 13. En general, lasfertilizaciones que resultan en aumentos de ren-

dimiento de grano de soja, resultan en respues-tas poco frecuentes, de pequeña magnitud o in-consistentes en la concentración de aceite y pro-teína en el grano, pero con frecuencia aumentanla producción total de aceite y de proteínas.

Publicado en Agronomy Journal 97:910-918 (2005)

Aplicaciones de nitrógeno en sojadurante su desarrollo reproductivo inicial

Daniel W. Barker y John E. Sawyer.

[email protected]

Dep. of Agron., Iowa State Univ., Ames, IA 50011-1010

Las aplicaciones de nitrógeno durante los estadiosreproductivos de la soja [Glycine max (L.) Merrill]tiene el potencial de incrementar la productividadde la soja. El objetivo de este estudio fue determi-nar el impacto de la fertilización nitrogenada apli-cada al suelo al comienzo del estadio de vainas(chauchas) sobre el rendimiento y calidad de gra-no de soja. Objetivos adicionales fueron estudiarlas alternativas de fertilización nitrogenada y deaplicación que podrían mejorar el uso del N apli-cado. Se llevaron a cabo experimentos de campoen cinco localidades de Iowa durante 1999 y 2000.Los tratamientos de nitrógeno fueron: urea y urearecubierta con polímero, aplicados al voleo y enbandas subsuperficiales colocadas entre las líneas,a las dosis de 45 y 90 kg/ha más un control sin N.

El estudio mostró escasos, de baja magnitud e in-consistentes efectos de la fuente de N, de la ubi-cación y de las dosis aplicadas, tanto sobre el ren-dimiento, como sobre sus componentes y la cali-

31

Page 32: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

32

dad, en los sitios individuales o cuando se combi-naron los sitios. No hubo efectos significativos enel rendimiento de grano, con sólo 39 kg/ha de au-mento al N aplicado. Las concentraciones de pro-teína, aceite y fibra en el grano fueron las mismascon y sin aplicación de N. La biomasa aérea en elestadio de R6 de crecimiento fue mayor con la do-sis más alta de N, pero en general, el rendimientode biomasa de las plantas fertilizadas con N fuemenor que el control sin N. La concentración deN en la biomasa fue significativamente mayor conN aplicado. En conclusión, la aplicación de N au-mentó la concentración de N en las plantas de so-ja en R6, pero la dosis de N y las prácticas alter-nativas de manejo no tuvieron efecto positivo so-bre la biomasa, la concentración de N en el gra-no, y la remoción, rendimiento de grano o com-ponentes de calidad del grano. Se concluye quelos productores no deberían considerar aplicar fer-tilizante nitrogenado al suelo durante los estadiosreproductivos iniciales como método para aumen-tar los rendimientos de soja o de calidad.

Publicado en Agronomy Journal 97:615-619 (2005).

Manejo y potencial de producción decultivares de soja de valor agregado enCentro Sur de EE.UU.

Saratha Kumudini*, Larry J. Grabau, Todd W. Pfeiffer y Colle-

en C. Steele.

[email protected]

Department of Plant and Soil Sciences,

Univ. of Kentucky, 1405 Veterans Drive,

Lexington, KY 40546-0312

El cultivo de granos con valor agregado, en espe-cial la soja [Glycine max (L.) Merr.], de alto conte-nido de proteínas y del tipo tofu, puede ofreceruna opción rentable para productores que enfren-tan una disminución en los cultivos tradicionalesde la región centro sur de EE.UU. Existe, además,limitada información sobre el potencial de pro-ducción y opciones de manejo necesarios para un

óptimo rendimiento de granos de alto valor en es-ta región. Los objetivos de este estudio fueron: 1)determinar el potencial de producción de los cul-tivares de valor agregado en la región centro sur y2) evaluar varias opciones de manejo para un óp-timo rendimiento en esta área. Tres cultivares tipotofu y tres del tipo alta proteína fueron compara-dos con uno genérico (testigo) bajo varios trata-mientos de aplicación de N y densidad de planta-ción en cuatro localidades/año. Los rendimientosde grano y sus componentes fueron evaluados, asítambién como las concentraciones de aceite y pro-teína en las semillas. Tanto los cultivares de altaproteína como los de tipo tofu tuvieron rendimien-tos comparables y en general mayores concentra-ciones de proteína y granos más grandes (soja ti-po tofu) que los del tipo genérico. Las excepcio-nes fueron cultivares que tenían en promedio, másde 10 % superior concentración de proteína queel genérico. Estos cultivares de alto contenido deproteína normalmente rindieron menos que losotros cultivares de soja de alto valor o el estándar.Los cultivares de soja de alto valor respondieronbien a las prácticas de manejo corrientemente usa-das para el cultivo de variedades genéricas comu-nes. Ni el cambio de la densidad de plantación olas aplicaciones tardías de fertilizantes fueron ne-cesarios para mantener el rendimiento total o loscomponentes del rendimiento a un nivel equiva-lente al testigo genérico. Hubo un buen potencialde producción de los cultivares de soja de alto va-lor en la región centro sur, aún cuando se cultiva-ron con el equipo y las prácticas de manejo co-rrientes usados para la producción de cultivaresgenéricos de soja.

Publicado en Agronomy Journal 2005; 97: 904-909.

Page 33: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR

BBRRAASSIILL

Diagnóstico de la deficiencia deazufre en soja usando semillas

Kiyoko Hitsuda, Gedi J. Sfredo y Dirceu Klepker

[email protected]

Crop Production & Environment Division, Japan International

Research Center for Agricultural Sciences (JIRCAS),

1-1 Ohwashi, Tsukuba, Ibaraki 305-8686, Japan y Soybean

Research Center of the Brazilian Agricultural Research Corp.

(EMBRAPA-CNPSo), Caixa Postal 231, CEP 86001-970,

Londrina, PR, Brazil.

Los objetivos de este estudio fueron obtenerun índice confiable para la evaluación del nu-tricional estado en soja [Glycine Max (L.) Merr.]y para identificar el nivel crítico de S con re-lación al rinde y calidad de grano. Se usarondos Oxisoles: El suelo del horizonte A de Serrados Gerais, y los suelos de horizontes A y B deSambaiba en el estado de Maranhão, Brasil.Plantas de soja en macetas fueron cultivadasen invernáculo con aportes entre 0 y 80 mg deS/ kg de suelo.

La concentración de S en el grano fue un índi-ce confiable debido a la alta correlación entrela concentración de S y el rendimiento. En lasplantas con síntomas visibles de deficiencia deS, los granos contenían 1.5 g de S/kg y el rindede granos fue 60% del testigo. Análisis por elec-troforesis indicaron que la concentración criti-ca de S en el grano asociada a la deficiencia delos componentes de las proteínas fue de 2.0 g/kgy el rendimiento era 80% del testigo. La con-centración de S fue 2.3 g/kg o mayor cuandolos rendimientos eran 90% del testigo ó más al-tos, y cuando la composición de los componen-tes de las proteínas eran idénticos a aquella engranos obtenidos bajo suficiente fertilizaciónazufrada. Así, clasificamos a la concentraciónde S en los granos como: Deficiente (S < 1.5 g/ kg), muy baja (1.5 S < 2.0 g/kg), baja (2.0 S <

2.3 g/kg), y normal (2.3 g/kg S). Debido a la con-centración de S estable en los granos, con unmuestreo sencillo y tiempo suficiente para laplanificación de las aplicaciones de fertilizan-tes para los cultivos siguientes, el análisis de se-millas es preferible al análisis foliar.

Publicado en Soil Science Society of America Journal

68:1445-1451 (2004).

Métodos de aplicación de fosfato ensoja en siembra directa

Wagner R. Motomiya, Amoacy C. Fabrício, Marlene E. Marchet-

ti, Manoel C. Gonçalves, Antonio D. Robaina y José O. Novelito.

[email protected]

Universidade Federal do Mato Grosso do Sul, Dep. de Ciên-

cias Agrárias.

El objetivo de este trabajo fue evaluar el efectode métodos de aplicación y fuentes de fertilizan-tes fosfatados en sistemas de siembra directa enla produción de grano de soja, en un Latosol Ro-jo distroférrico arcillo-arenoso. El diseño experi-mental fue de bloques al azar con parcelas sub-divididas y cuatro repeticiones. Las parcelas prin-cipales se constituyeron de modos de aplicaciónal voleo y en la linea de siembra; las subparcelasfueron un testigo sin fósforo, y por fertilzaciónde 120 kg/ha y 80 kg/ha de P2O5, en el primer ysegundo cultivo de soja, respectivamente, consuperfosfato triple (ST), roca fosfórica de Gafsa(FG) y la combinación de estas dos fuentes (67%ST + 33% FG y 33% ST + 67% FG). Las mezclasde superfosfato triple y de roca fosfórica presen-taron menor eficiencia agronómica, cuando secomparan con el superfosfato triple. La roca fos-fórica de Gafsa, cuando se aplicó al voleo fueequivalente al superfosfato triple, pero ineficien-te cuando se aplicó en la línea de siembra.

Publicado en Pesq. agropec. bras., Brasília,

v.39, n.4, p.307-312, abr. 2004

http://atlas.sct.embrapa.br/pdf/pab2004/abril/39n04a02.pdf

33

Page 34: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR
Page 35: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR
Page 36: Número 2 - Octubre 2005 - FERTILIZAR