Avispa asiática

MUSEOSCIENTÍFICOS

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14monografías de ComuniCaCión CientífiCa

La legislación española (Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio

Natural y de la Biodiversidad) define co-mo especie exótica invasora “aquella que se introduce o establece en un ecosiste-ma o hábitat natural o seminatural y que es un agente de cambio y amenaza pa-ra la diversidad biológica nativa, ya sea por su comportamiento invasor, o por el riesgo de contaminación genética”. Es-tas especies ya se consideran una de las principales amenazas ambientales. Otros ejemplos son el alga sargazo, la hierba de la pampa, el mejillón cebra, la almeja asiática, la carpa o el visón americano.

La avispa asiática es originaria del centro y su-reste del continente asiático (China, norte de la

India, Nepal, Tailandia, Vietnam, Indonesia). Pare-ce que llegaron a Europa en 2004, en un buque mercante que atracó en Burdeos (Francia), y se extendieron rápidamente llegando a Portugal, Bélgica, Italia y Alemania. En 2010 se confirmó la presencia en España, a la que llegaron cruzando los Pirineos; actualmente se encuentra en toda la cornisa cantábrica, desde Galicia a Cataluña, así como en Mallorca. Las primeras capturas en Gali-cia sucedieron en 2011 en la costa lucense, pe-ro se desconoce cómo llegaron; posteriormente aparecieron en las cercanías de A Coruña (Culle-redo) y en las Rías Bajas (Vigo, Baiona).

Hay dos cuestiones que in-tervienen en su dispersión

y velocidad de invasión. La pri-mera depende de la natural re-producción de las avispas y de

la creación de nuevos nidos. Así, se estima que se extiende unos 100 kilómetros cada año. La otra vía de dispersión está ligada a la actividad humana (tráfico de

mercancías y desplazamientos de personas) pues las avispas pueden viajar en todo tipo de ve-hículos (camiones, barcos, avio-nes, etc.) a los que llegan por ca-

sualidad. De esta forma pueden dar grandes saltos de distancia y crear nuevos focos de expan-sión. Así es como llegó a Europa y parece que a Galicia.

n ¿A qué velocidad se extienden?¿Cómo lo hacen?

n ¿Por qué se dice que es una especie invasora?

n ¿Cómo llegaron a España? ¿Y a Galicia?

Ejemplar de avispón europeo y detalle de su abdomen

Ejemplar de avispa asiática y detalle de su abdomen

La avispa asiática, denominada científicamente Vespa velutina, vuelve a ser motivo de preocupación en estas fechas. La

primavera hizo que muchos animales despertaran de su letargo invernal y comenzaran una actividad que en la mayoría de los casos está encaminada a la reproducción. Es el caso de esta avispa, una especie que está invadiendo nuestro país. Además de alarma por las posibles picaduras, su extensión causa perjuicios ambientales y económicos, especialmente a los apicultores. Con la edición de esta monografía los Museos Científicos Coruñeses desean responder a la inquietud y curiosidad de muchos ciudadanos.

La avispa asiática es de color oscuro, destacando la cara de color amari-llo-anaranjado, y una banda también amarilla-anaranjada en la parte

posterior del abdomen; son muy características las patas, oscuras en la parte cercana al cuerpo y amarillas en los extremos. El tamaño ronda los 3 centímetros. En nuestro ambiente existen varios géneros de avispas, como Dolichovespula, Vespula y Polistes que se diferencian fácilmente de la asiá-tica, pues todas son más pequeñas. La única avispa autóctona que podría confundirse con la asiática es el avispón europeo (Vespa crabro). El avispón es algo más grande (entre 3 y 4 centímetros) y su abdomen es fundamen-talmente de color amarillo.

n ¿Cómo se reconocen? ¿En qué se diferencian de las avispas gallegas?

Las avispas asiáticas no son más agresivas que las europeas, y tienen un aguijón si-

milar, así que su picadura es muy dolorosa. El problema es que son mucho más nume-rosas y su aguijón, que puede medir unos 6 milímetros de longitud, es bastante más largo que el de las abejas, razón por la que los trajes de apicultores no son protectores.

Las abejas mueren tras picar, pues pierden el aguijón junto con parte del abdomen, pero las avispas pueden picar repetidas veces, pues no sufren esta pérdida. La picadura produce inflamación y dolor, y en la mayor parte de los casos su tratamiento no exige atención mé-dica de emergencia. Si el aguijón ha quedado clavado es conveniente su extracción cuidan-

do de no apretarlo por si conserva veneno sin inyectar. A continuación se debe limpiar la herida y luego se puede aplicar hielo. Algu-nas personas pueden ser alérgicas al veneno y manifestar inflamación de vías respiratorias y dificultad para respirar; en estos casos es urgente llevarla o ponerse en contacto con servicios de emergencia.

Es fácil construir una trampa para estos insectos. Con-sisten en un recipiente dentro del que se coloca un

cebo que los atraiga. El recipiente se fabrica con una en-trada amplia pero que termina en un orificio de pequeño tamaño. El recurso casero más frecuente es emplear una botella grande de plástico a la que se le corta la parte superior, y luego ésta se encaja girándola 180 grados sobre la parte inferior. Para capturar avispas asiáticas se pueden emplear cebos caseros o comerciales (parece que más efectivos). Los caseros se elaboran con cerveza, vino blanco y sirope de arándano o de fresa; también a base de avispas congeladas en una solución azucarada o con jugo de cera fermentada. En cualquier caso es necesa-rio renovar el cebo cada quince días, pues pierde efecti-vidad. Así se pueden capturar muchas avispas, pero los datos indican que se capturan más moscas y mosquitos.

Las especies invasoras están bien adaptadas a las condicio-

nes ambientales del espacio que colonizan por lo que incrementan rápidamente su población e inva-den el territorio. En este proceso compiten por el espacio y alimento con las especies locales provocan-do una reducción del número de individuos e incluso su desapari-ción. También pueden modificar los hábitos de especies locales; en Francia, por ejemplo, se ha ob-servado que el avispón europeo ha incrementado la captura de abejas. Las especies invasoras también pueden introducir parásitos y

enfermedades a las que las po-blaciones locales no están adap-tadas. El cangrejo americano, por ejemplo, es portador de un hongo que infecta y mata los cangrejos autóctonos. No sabemos con exac-titud lo que pasará en el futuro pe-ro este proceso está provocando la pérdida de biodiversidad. También sucede que al reducir la población de abejas, que son insectos impor-tantes en la reproducción vegetal, la invasión podría repercutir en la productividad de muchos cultivos y frutales así como en el manteni-miento de diferentes poblaciones de especies vegetales.

n ¿Son más peligrosas?¿Qué hay que hacer si te pican? ¿Se mueren después de picar?

n ¿Cómo puedo fabricar una trampa? ¿Son efectivas?

n ¿Qué pasará si no desaparecen?

Lo más eficiente es dirigir los esfuerzos hacia la captura de las reinas, especialmente cuando desarrollan su

actividad fuera del nido, antes o después de la hibernación, pues así se evitará el nacimiento de miles de individuos. Parece que la primavera es la mejor época para combatirlas, y una forma de hacerlo es construir trampas que las atraigan (la Xunta de Galicia y la Asociación Galega de Apicultura han repartido miles). El problema es que los cebos no son selectivos, lo que significa que también se mata una gran diversidad de insectos (avispas, moscas, escarabajos, mosquitos e incluso mariposas). También es conveniente retirar cuanto antes los nidos que se localizan, pero aún no existe un sistema eficaz para detectarlos. Actualmente se está investigando sobre las sustancias químicas que emplean en su comunicación (para evitar el encuentro entre machos y hembras) y reproducción (para inducir el nacimiento de machos estériles).

n ¿De qué forma se pueden combatir?

Un riesgo ambiental que aparece asociado a las especies invaso-

ras tiene relación con las técnicas empleadas para combatirlas, pues pueden tener importantes efec-tos secundarios; en el caso de las avispas asiáticas existe el peligro de que los venenos acaben afec-tando a las aves que se alimentan de estos insectos y al final se ex-tiendan por toda la naturaleza. Es lo que ya ha ocurrido en el pasado con el uso de muchos plaguicidas (el caso más famoso es el DDT). Aves como el arrendajo, el abeja-ruco y el abejero europeo, y mamí-feros como el tejón se alimentan de estas avispas. Los pollos do-mésticos tam-bién las cazan.

n ¿Si un animal la come se envenena?

Trampas caseras

Trampas comerciales

Los nidos de la avispa asiá-tica tienen forma esférica

o de pera, y se van haciendo más grandes conforme pasa el verano. Pueden llegar a te-ner hasta un metro de altura y unos 80 centímetros de ancho. La entrada es un pequeño ori-ficio (de unos 1,5 centímetros) que se encuentra en un late-ral del nido, y situado hacia la mitad de su altura. Los nidos más grandes llegan a man-

tener una población de unos 18.000 individuos. Pueden te-ner hasta 14 panales de cría, cada uno con unas 1.000 cel-dillas. De cada nido pueden salir en otoño hasta unas 150 reinas, de las que una pequeña parte fundarán una nueva colo-nia en la primavera siguiente.

No se sabe, pero cada año incrementan el número. Lo que conocemos es la cantidad de nidos que se han retirado

aunque, seguramente, es un pequeño porcentaje de todos los que habrán construido. En 2013 se retiraron 17 nidos, en 2014 fueron 941, y a lo largo del año pasado 5.640. Algo similar ha sucedido con su presencia en nuestro territorio, pues mientras que en 2014 se registraron avispas asiáticas en 70 ayuntamientos, en 2015 se extendieron hasta 172. Estos datos hacen pensar que este año podrían tener una mayor presencia.En la actualidad esta especie se extiende siguiendo

principalmente los cauces de los ríos, eligiendo las ramas más altas de los árboles frondosos para construir sus nidos (parece que evitan las plantaciones de pinos). Se trata de la avispa que mejor se adapta a los entornos urbanos. Sus nidos se pueden encontrar cerca de la costa, aunque las playas no son sus zonas predilectas. El nido está construido con pasta de madera que las avispas fabrican masticando fibras vegetales que mezclan con agua y saliva (el producto sería parecido al papel). La pared externa del nido está formada por unas 5 ó 6 hojas separadas por estrechas cámaras de aire; en conjunto alcanzan unos 4,5 centímetros de espesor.

Las avispas asiáticas no se alimentan de abe-

jas ni de otros animales como insectos (hormigas, orugas, etc.) y arañas. Los cazan para alimentar a las larvas que mantienen en sus nidos. Por eso también pueden recolectar carroña y residuos animales. Las principales fuentes de ali-mento de las avispas son el néctar de las flores, la sa-via de los árboles y las fru-tas maduras. En Francia se

ha observado que a menudo se encuentran en viñedos, y que las reinas frecuentan en primavera las flores de camelias y de otras plantas de origen asiático. En las zonas de carácter urbano e industrial, donde los api-cultores suelen mantener más colmenas para produ-cir miel, las abejas llegan a significar el 65% de las pre-sas capturadas, mientras que en áreas agrícolas y forestales se reduce al 33%.

n ¿Cuántas avispas viven en un nido?

n ¿Cuántos nidos habrán construido ya?

n ¿Dónde y cómo construyen los nidos? ¿Viven en las ciudades? ¿Y en las playas?

n ¿Sólo se alimentan de abejas?

Avispa asiática reina

Se ha estudiado el comportamiento de las abejas asiáticas que llevan conviviendo durante mucho

tiempo con estas avispas y se ha descubierto que no sufren tanta depredación como las europeas. Algunas abejas asiáticas se defienden creando un enjambre alrededor de las avispas para provocarles un aumento de la temperatura corporal. Así las llegan a matar, pues las abejas aguantan más de 45 grados, mientras que las avispas no soportan esta temperatura. En otros lugares parece que se defienden con sonidos de baja frecuencia y provocándoles asfixia. Las abejas de la miel introducidas en Asia también han aprendido a defenderse pero no con la eficacia de las asiáticas; se espera que las abejas europeas aprendan estos comportamientos.

L os expertos predicen que se extenderá fundamentalmente por centroeuropa, islas británicas y norte de la península

ibérica, y que la invasión no se podrá detener, así que habrá que acostumbrarse a estas avispas. La administración francesa actualmente sólo retira los nidos que se encuentran cerca de espacios especialmente sensibles (colegios, etc). Actualmente está incluida en el catálogo español de especies invasoras, lo que obliga a desarrollar medidas para el seguimiento, control y su posible erradicación. En cualquier caso es aconsejable fomentar e invertir en la investigación de su biología y comportamiento en nuestra naturaleza para descubrir algún método específico e inocuo que permita reducir o revertir esta invasión. Podría ser útil, por ejemplo, el descubrimiento de parásitos y enfermedades específicas.

Hace años que la población mundial de abejas está sufriendo una pér-

dida de individuos. Se han propuesto varias explicaciones pero se sospecha que el uso generalizado de pesticidas es la causa principal. A este problema

se añade ahora la presencia de avispas asiáticas. Las avispas esperan cerca de las colmenas el regreso de las abejas, y cuando las capturan les arrancan la ca-beza y el abdomen, quedándose sólo con el tórax, que es la parte que emplean para alimentar a sus larvas. Por ahora es difícil cuantificar los daños, pero en el suroeste francés han encontrado que la avispa asiática ha debilitado o des-truido hasta el 30% de las colmenas, disminuyendo la producción de miel.

n ¿Las abejas no se pueden defender de alguna forma?

n ¿Ya que han llegado para quedarse, no sería mejor dejar de combatirla y ahorrar gastos?

n ¿Por qué son una amenaza para los apicultores?

El grupo zoológico denominado Vespa incluye en el mundo a 22

especies y todas se pueden encon-trar en el continente asiático. Una de ellas es la avispa asiática, Vespa velutina, que también se le llama avispón asiático o avispa de patas amarillas. Estas avispas son insec-tos sociales y en sus colonias se diferencian tres tipos de individuos. Las reinas son los más grandes (pueden llegar a los 3,5-4 centíme-tros) y se dedican a la reproducción, poniendo miles de huevos en cada

temporada. De los huevos fecunda-dos nacen obreras, que son hem-bras estériles, algo más pequeñas, y responsables de construir, defen-der y mantener el nido, buscar ali-mento y cuidar las larvas. En otoño la reina pone los huevos de los que nacen los machos y las hembras fértiles, en una proporción de tres veces más machos que hembras. Los machos se distinguen en que no tienen aguijón (no pueden picar) y en que sus antenas son más lar-gas y gruesas.

n ¿Son iguales todas las avispas asiáticas?

Diseño y maquetación

CiClo anual de la avispa asiátiCa (vespa velutina) y aCCiones humanas de Campo para evitar su extensión

n ¿Durante qué meses están activas? ¿Mueren en invierno?

En otoño, las hembras fecundadas abandonan el nido y buscan un lugar donde hibernar. Permanecen escondidas (en grietas de edi-

ficaciones, troncos, etc.) a la espera de mejores condiciones ambienta-les. Los demás individuos mueren (reinas madre, obreras y machos). Las reinas se activan en primavera, cuando la temperatura alcanza una media de 13 grados. Es entonces cuando construyen un nido, lla-mado primario porque es pequeño (del tamaño de una pelota de te-nis), e inician la puesta de huevos y la creación de una nueva colonia. Cuando el tamaño del nido alcanza el de un balón de fútbol es frecuente que lo abandonen e inicien la creación en otro de mayor tamaño. Las obreras viven entre 1 y 2 meses dependiendo de la temperatura, mientras que las reinas llegan a cumplir un año de vida.

La primavera es el mejor momento para retirar los

nidos pues las colonias aún es-tán creciendo. Pero en cualquier época del año es preferible re-tirarlos durante la noche, pues todas las obreras se resguardan en él durante esas horas. Así

se incrementa el número de individuos capturados en cada intervención. No es necesario destruir los nidos vacíos que se descubren en invierno, cuando los árboles pierden sus hojas, pues las avispas nunca vuelven a utilizar los de años anteriores.

n ¿Cuándo es mejor retirar los nidos?¿Pueden usar los del año anterior?

Las avispas asiáticas no atacan sin motivo, así que en el caso de encontrar un nido es conveniente mantenerse tranquilo

y alejado, al menos unos 5 metros. Las avispas, en general, pue-den alejarse entre 50 metros y varios kilómetros del nido en busca de alimento, pero se desconoce con exactitud cuál es esa distan-cia en el caso de las asiáticas. El problema es que nos podríamos acercar sin darnos cuenta pues a veces construyen sus nidos en setos y en árboles frutales. Se puede avisar de la localización

en el teléfono 012, que trasladará la información a los servicios encargados de retirarlos, donde se valorará la emergencia, com-prometiéndose en los casos de mayor urgencia a retirarlos en un plazo de 24 horas. Protegidos adecuadamente, se procederá a sellar la entrada del nido, inyectar un insecticida, extraer el nido, meterlo en una bolsa de plástico y, preferentemente, des-truirlo por incineración. Algunos datos indican que una tercera parte de los avisos sobre nidos de avispa asiática son erróneos.

n ¿Qué tengo que hacer si descubro un nido? 012

DICIEMBRE

ENERO

FEBRERO

MARZO

ABRIL

MAYO

JUNIO

JULIO

AGOSTO

SEPTIEMBRE

OCTUBRE

NOVIEMBRE

INICIA LACAZA DE PRESAS

MUERTE DE LAS

REINAS MADRE,

OBRERAS

Y MACHOS

HIBERNACIÓNDE REINASFUNDADORAS

DESPERTAR DE REINAS

FUNDADORAS

CONSTRUCCIÓN DENIDOS PRIMARIOS

PRIMERAS

OBRERAS

REPRODUCCIÓN

CRECIMIENTO DE

NIDOS SECUNDARIOS

D ES TRUCCIÓN DE NIDOS

Las avispas reinas reciben el nombre de fundadoras cuando son fecunda-das; luego hibernan durante el invier-no y en primavera fundan los primeros nidos. A continuación se denominan reinas madre pues hacen crecer el nido y la colonia durante el verano y otoño; mueren cuando llega el invier-no, tras poner huevos de los que na-cerán las futuras reinas fundadoras.

Departamento de Bioloxía Animal,Bioloxía Vexetal e Ecoloxía

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