(neus campillo & serafin vegas) sócrates y los sofistas

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  • 5/11/2018 (Neus Campillo & Serafin Vegas) S crates y los sofistas

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    NEUS CAMPILLO IBORRAS ER AF iN V EGAS GQN zA LE Z

    SOCRATESY LO S SO FIST A S

    Publieaciones delDEPAR'TAMEN~O DE IlIS' l'ORIA, DE LA FILOSOFIA

    Director: FERNANDO MONTEROUNIVERSlDA9 DE VALENCIA

    1 9 7 6

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    SOCRATES Y LOS SOFISTAS

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    NEUS C AM PIL LO IBO RRASE RA FIN V EG A S G O NZ AL EZ

    SOCRATESY LO S SO ,FIST A S

    Publicaciones delDEPARTAMENTO DE HISTORIA DE LA FILOSOFIA

    Director. FERNANDO MONTEllOUNIVERSIDAD DE VALI':NCIA

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    ~~RESO EN ES~ANA

    PRINTED IN SPAIN

    I. S.13.N.: 84-600-0630-1])EP6srro LEGAL: V. 3.160 - 1976ARTES GRAFICAS SOLE;R, S. A. - JAVEI I , 28 - VALENCIA (8) -1976

    INDI'CEP o g o

    Introduocion, pOl' Fernando Montero ...SOCRATES , po r S er af in Vegas ... . ..Los SOFISTAS,por Neus Campillo ...

    91365

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    Introducci6n

    Socrates y Sofistas han sido a 1 0 largo de muchos siglos ydesde los momentos inmediatos a su existencia historica elsfmbolo de la veracidad y de la falsia filcsoficas, respectiva-mente. Es una imagen que subsiste en gran medida en Iaactualidad, a pesar de que hace ya decenios que Teodoro Com-perz puso de manifiesto el valor positivo de las doctrinassofistas y que Heinrich Maier contribuyo con eficacia a Iadesrnitificacion de la igura de SOCrates. 'No se trata de invertir esa imagen, Serla ingenuo 0 des-atinado intentar establecer una escala de magnitudes filoso-ficas y colocar a Socrates algunos palmos por eneima 0 pordebajo de los Sofistas. Lo que importa es comprender su sen-

    tido dentro del curso de la historia del pensamiento. Y desdeesta perspectiva es absurdo mostrar preferencias por uno 0 porotros. Como tambien es ingenuo intentar establecer lineas di-visorias entre sus respectivas doctrines, colocandolos en posi-ciones antagonicas. Mas bien todos eIlos, Sofistas y SOCrates,apareoen estrechamente vinculados entre S 1 en una tarea co-mun, dentro de Ia cual domina la homcgeneidad de un estilode pensamiento que, s,imuestra alguna diferencia entre Socra-tes y Protagoras, por ejemplo, no es mayor que Ia existenteentre este ultimo y Cratilo 0Antifon.EI pensamiento socratico y sofista es caracterfstico de .ungiro en la marcha de la Filosofia que es dificil explicar desde

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    un pun to de vista centrado exclusivamente en e1 curso de lasdoctrinas presocraticas, como S 1 estas huhieran agotado susposibilidades, haciendoque los Sofistas, junto can Socrates,inaugurasen una nueva via que reemplazase el callej6n sinsalida en que se hubiera encerrado Ia filosofia eleata, la pi-tag6rica 0 la atomista, Esa imagen es falsa, pues ignoraquehubo no pocos representantes de la mal Hamada filosofia pre-socrdtica. que fueron contemporaneos 0 posteriores a los auto-res que ahora nos ocupan. Y desconoceriael hecho de quelos problemas de la unidad del ser, lo s de la const itucionmaterial de Ia ip 6 (1'.';, los de su indole numeric a, lejos dehaber sido eliminadospara siernpre por los Sofistas 0 porSocrates, fueron recogidos por autores que, como Plat6n, Aris-t6teles, Estoicos y Epiotireos, pueden ser considerados comosus herederos.No se trata de negar que algunos de los pensadores in-

    cluidos en este, estudio realizaran una critica de determinadasdoctrinas presocraticas. Tal ocurri6 ciertamente con las teoriasde Gorgias sobre el ser 0 1 0 ente. Pero no seria justo consideraresto como un indicia de que toda la actividad de los restantesSofistas 0 de Socrates estuvo dirigida contra las doctrinaspresocraticas y que hay que eifrar en esta impugnaeion elcaracter general de su pensamiento. Si es que se lorna losDidlogos platonicos iniciales como ' un buen testimonio de ladoctrina. socratica, se. pued; afirrnar que en conjunto discurrecon independencia de las teorias presocrat icas, rehuyendo tantosu critica como SlJ aceptacion. Corbo, por otra parte, muestrauna linea doctrinal que,si en ocasiones seenfrenta con Ia dealgun Sofista, tampoco puede ser caracterizada por ese en-frentamiento. En Ia mayor parte de esos Dialogos primerizos,Socrates aparece como el inieiador, junto con los Sofistas, deuna nueva ternatica que podria encasillarse en el Campo deuna Antropologia moral y sociologica y que parece emergerpar si misrna a 10 largo de conversaciones mantenidas con Iagente que frecuentaba las plazas atenienses,10

    Por consiguiente, los Sofistasy Socrates constituyen latrrupeion en el curso hist6rico del pensarniento griego de unanueva Filosofia que venia a sumarse a Ia que seguia discu-rriendo par los cauces presocraticos. En rigor, superando unavision tremendista que se complaceen situar a los pensadores'Em campos antag6nicos, Socrates ~y los Sofistas coinciden eni~ieiar la reflexion sobre 10 humane, sobre las estructuras po-liticas y juridicas de la sociedad helenica 0 sobre la indolemoral de su couducta. Era este un campo que no habia sidoPormalmente negado por los Presocraticos, pero que solohabiaaparecido marginalmente en suselucubraciones (contando conlas excepcionss nada desdefiables de Heraclito y Dem6crito)..Pero si cobra ahora un especial relieve y parece acaparar Inatenci6n de los que protagonizan esta nueva etapa, no s610coexiste con Ia tematioa de la Filosofia precedente, sino queabre paso al ulterior pensamiento que, desde Plat6n y Aris-t6teles, Epieureos y Estoicos, reunira en vastos sistemas uni-tarips la vieja especulacion sobre la 1fI00. ';0 elser y la nuevateflexi6n antropologica, etica y sociologies que hahfan ini-Cio1do tanto Socrates como los Sofistas, En todo caso, 51 huboentre estos ultimos algun pensador de talante antimetafisicoo receloso ante [a Ontologia eleata, como pudo ser Corgias;habra que adrnitir que constituyo e1 precedents de los movi-mientos filos6ficos que, como los Cinicos, Cirenalcos y Escep-ticos, rechazaron las doctrinas ffsicas 0 metafisicas que pudie-ran corresponder a la Filosofia presooratica 0que desarrolla-ron Plat6n, Aristoteles, Epicureos y Estoicos.Con todo ello los Softstas y Socrates representan un perio-

    do ilustrado que centro su atencion en las cuestiones antro-pologicas, llevando hasta eIlas una oritlca racional que hastaentonces habia quedado restringida a los problemas cosmolo-gicos y teologicos, Superadas sus limitaciones tematicas porlos pensadores que les sucedieron; qued6 incorporada a lasglandes sintesis doctrinales de los siglos IV y lIT. Corresponds

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    a un memento de crisis de las estructuras sociales helenicasque, por vez primera, miran hacia sf mismas, haciendose cons-cientes de los problemas que entrafia la actividad humanaque instituye las leyes sociales y politic as, los preceptos mo-rales 0 que depara el saber oientifico.

    FERNANDO MONTERO

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    S6crates

    Abordar la igura de Socrates en el contexto de una historia dela filosoffa constituye un problema singular. Dos elementoscontradictorios, en efecto, son el marco en que se mueve la valo-racion del pensamiento socratico y, en base a esta contradic-ci6n, dan origen a 1 0 que tradicionalmente ha sido presentadocomo el "problema socratico" 0 "caso socratico", Por un lado,es universalmente aceptada la influencia axtraordinaria guela igura de S6crates ha ejercido a 1 0 largo Q_eoda Itl.historiadel pensamiento. Mas. aim, puede decirse a este respecto que,en todas lasepocas de asta historia, S6crates ha sido elevadoa Ull nivel de sfntbolo y ejem 1 0 cuasi-mitico pal1a las, enera-cion~ suce;r~ fil6sofos. Por otro lado, sin embargo, nadieodrfa decir men fue realmente S6crates ni cual fue ex:acta-menta su doctrina,. ues el no escribi6 nada, limitandose a una~p.sici6n oral de su ensamiento, or 1 0 ue falta un elementoobjetivo de' contraste que garantice la autenticidad hist6rica

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    catalogado con precision hist6rica: acerca de Socrates, no hay"documentos" sino "interpretacione? .1EI Socrates "rea"fue 2 y seguira siendo una permanente cuesti6n abierta.

    No debe pOTello asombrarnos demasiado el que no faltenquienes, apoyandose en estas dificultades para una delirnita-cion historica, hayan Ilegado a la conclusion de que la Ilamada"cuesti6n socratica" no es, en el Iondo, mas que un pseudo-problema origin ado por haberse atribuido a la figura de S6-s.ra:t~una valoraci6n sustantivl:!_yhaber erdido de vista suaut~~ltic_a funci6n de ID_erQ___simbolol servicio de lIDOSintere-~~s filos6fcos 0 oHticps. Tal es la tesis de Olof Gigon 3 y,sobre' todo, E. Dupreel. 4 De acuerdo con ella, S6crates nohabria sido mas ue lilla creaci6n mitico-literaria de Plat6nqye, al intentar resumir en sus Didlogos la pluralidad de doc-trinas itn~erantes en su tiempo, buse6 hacer "iltractivo su 1'0-n6sito a base de ersonificarlas en boca de S6crates del gyetl:Lmgien se hahria servido Plat6n para ex oner su propio pen-samiento, De un modo paralelo, Chroust 5 ha suhrax_ado elaspecto funcional de la ereacion mitico-Iiteraria de Socrates

    - - - > "~e considera un ersona"e ficticio del ue sesirvi6 el ar-tiCloari~~Ttko ateniense para presentar en publico una jus-tificaci6n solapada de sus 12.ro ios intereses y defender su~~!:laci6n glitica.

    Las tesis citadas constituyen la radicalizacion mas agudadentro de una valoracion hist6rica de Socrates y, en virtud deesta radicalizaci6n, no han conseguido apenas seguidores, Su

    I Robin, Fins de la culture grecque, 211.2 Incluso en vida, Socrates no dej6 traslucir su verdadera personali-

    dad, 10 cual le hacia aparecer como una figura desconcertante para susdiseipulos, de 10 cual estos se quejaban: Hip. Men01'. 375 B; 376 B-C(tambien Gorgias, 489 E; Prot., 361 A-B; Banqu;, 203 D; 215 DE;216 CD).3 Gigon, 0. , Sokrates (Bern, 1947).4 Dupreel , E., Socratisme et pla10nisme (Paris, 1921); La legende 80-

    cratique et les sources de Platon (Bruxelles, 1922). 'S Chroust, Sokrates. Man and Myth (London, 1957).

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    pretension desmitificadora de la doctrina socratica puede ins-cribirse, sin embargo, en el conjunto de las interJ2.retacionesanti-socraticas que se han sucedido a 10 largo de los tiempos.As] tenemos el Socrates que Arist6fanes nos ha transmitido(Nubes, 423):sofista petulante, por iun lado, .y maestro, perotro, de una secta de orientati6n .onico-cientifica, ero, encualquier caso, siem re ridicnlizado por el dramaturgo y denos-tado por ateo. . ----

    Dentro de esta orientaci6n anti-socratic a hay que situartambien al neripatetico Aristol(eno de Tarento que, a pesar deno haber conocido personalmente a Socrates, fue hijo de uneontemporaneo de este, por 1 0 que Arist6xeno pretende atri-buir fiabilidad hist6rica a su retrato de un S6crates ue vieneaser la ejemr>larizacion de- t"iilamora(d~a. 6Igualmente,[l:OcodeslJUes de su muerte, Socrates fueatacado por el sofistaPoHcrates en una requisitoria que se ha hecho famosa por lasreacciones que suscit6. Ii) ,Hemos de advertir, sin embargo, que ya desde un princi-pio estes ata ues a S6crates las c;onsiguientes reacciones desi no contrario que motivaronse mueven en un circulo deintel'eses polftico-cientificos que sit6.an 1 a cuesti6p. socratic amas aHa de la valoraci6n ersonal traen como consecuenciael que, en adelarrte, Socrates fuese admirado 0 denostado noen funci6n de su act~ci6n ropia sino en virtnd de un modode pensar y actuar que se quiere pro oner 0 bien como ideala. reaHzar 0, por el contrario, como ia negacion radical de Iaverdadera ciencia.J!: de la recta conducta. Ello dio origen a que

    6 Taylor, E." Socrates (London, 1935), p. 92.7 La requisitoria de Policrates dio origen a un mov"rniento literariofavorable a Socrates: las Apologias de S .ocrates de Lisias , Is6crates yLibanio son un intento de refutaci6n directa de las acusaciones de Poli-~. Lo mismo hicieron Teode~])emetrio de Falero. La Apologia

    X, sohre todo, las dos primeras secciones cle.. l!_parte I de las Memorabtesde Jenofonte quieren serTg~-;;;-te una res" t ieSt! la Policrates: Maier,Sokrates (Tiibingen, 1913), pp. 15; 22-23. No parece probable que Platenhaya participado en este movimiento cont ra Policrates.15

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    Socr:lt~ Ra~l,!!aa s~r con~ide!ado comq_un simbolo y, como talsimbolo, ~Jl90'pQ! Po~firio y_por ciertos Padres de la_!_gle'sia:Teofilo de Antioquia, Tertuliano y Lactancio ven, enefecto, en Socrates eLpa_el .destructivo de 10 racional frenteal dogma )' a Ia conce ci6n religiosa de Ia vida, Tambien elSocrates-simbolo suscitara las iras de Nietzsche." Para este,SOCrates representa Ia culminaci6n del intelectl.lalismo raciona-!ista de Ia orientaciou !!poHnea y racional ue anulara Ia vi-geneia de 10 dionisiaco-irracioual_y' con ello destruira Ia armo-nia tragic a del mundo gril:lgo anti up,En un sentido contrario, es decir, t!_uscando su exaltacion,tam bien ue Socrates considerado ro uesto como simboloa imitar, con Ia misma fuerza y analoga convicci6n con quelos deensores de Ia imagen negativa del socratismo buscabanIa desaparicion de este,La idealizacion tradicional del Socrates-simbolo de Ia e-cundidad de 10 racional arranca acaso de Ia tau repetida opi-ni6n de "Ciceron 9 para el que "S6crates baj6 Ia filosofia del

    cJelo a la tierra, Ie dio carta de naturaleza en las ciudades, laobljgQ_jlmed'ta!, aeerea de Ia vida y las costumbres, del bieny del mal". Esta opini6n de Cicer6n que recoge e1 sentirnientofav:orable que hacia Socrates experimento el estoicismo, fuecasi unanimamente taceptada en el mundo romano a causa,principalmente, de Ia autoridad moral de Cicer6n. Cuandoposteriormente fue oficialmente sancionada en Ia carta delemperador Juliano a Temistio, dio origen a que se crease Iaimagen "oficial" del socratismo como Ia mas perfecta expresiondel espiritu filos6fieo.EI advenirniento del.Cristianismo _jpJento d~II!.atiz I~i-

    gioso a Ia actitud sOCr

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    Gonsiderado Socrates como el paradigma ideal del quehacerfilosofico, nada tiene de extrafio el que, en funcion de los masdiversos interpretes, las mas divergentes teorlas filos6ficashayan intentado acogerse al padrinazgo soeratico." Surge asiuna imagen plural y contradictoria de S6crates, imagen _queno. ha sido posible mas que a traves del hecho de que losmaierioies historic as -los :Emxpo:t! ) (o l A .0 iO l - de que dispo-ne el investigador presentan, ya en su origen, una imagentarnbien plural y contradictoria de nuestro filosofo, Los "testi-monies" socraticos (Iavorables 0 no a Socrates) no pretendieronser un modelo de imparcialidad hist6rica sino la defensa 0 elataque interesado a un determinado modo de cultura y depensamiento: " .. .la unidad de la literatura socratica, mas que elnombre del personaje principal, pues Socrates no es necesa-riamente el principal interlocutor ni siquiera un dramatis pe1'-sana indispensable, es sobre todo la defensa 0 el ataque (cuan-do se trata de escritos antisocratlcos) de un eierto estilo de vida.de un daterminado ideal de cultura">5 Si S6crates, en defini-tiva, ha lIegado a ser en nuestros dias un simbolo contradic-torio, es porque ya fue tratado como un simbolo desde un prin-cipia y, por ello, del S6crates "real" no nos quedan mas quelas visiones necesariamente partidistas e interesadas de losLWXPequeiio-burgues~ que estaba a Ia sazon en EleflO augerente a la progresiva decadencia de Iaaristocracia ateniense.Este hecho va ligado al creoieTIte empuje economico que Ate-~ comienza a experhnentar al convertirse en cabeza rectoradl:,)a Li a de Delo~ l1acient;lior~cimiento atenie-fise des-cansaba sobre dos iIares: su liberalismo econ6mico, que intro-dujo el I.ibre cambio Y el ideal democr!_l:jco del Estado, queencamara el gobierno. de__Pericl~s (462-429} ;1nte la hostilidadrnanifiesta de la veeina aristooraoia terra teDlf_!!i_e_esp_artljla,

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    Fue, por otra parte, este sentimiento democratico la baza p'rin-cipal que jug6 Pericles para conseguir una s6iida alia~a entretodas las ciudades de la Liga y elio repercuti6 favorabremente~ la heg_emon1a econornica y-espiritual de Atenas. S6crates,por consiguiente, va a vivir parte de los afios que constituyen1ft "acme de Ia democracia" griega y va a ser testigo irecto9._eI(l__olitica im:g~!alis1~_que -P-ericles-im:gondra al naciona-fume dem6crata ateniense,Segun los mas diversos testimonies, 6cratel' 2ersonalmente2articip6 de este ideal nacionalista. Aun no estancio de acuerdoc~ mientacion politico-social de Atenas, S6crates nunc aabandonara _esta_ciuda''' '; ' '_.,21

    mailto:[email protected]:[email protected]
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    que en una ocasi6n, hacia e1 4{}6/405, en q!:!e_-siendo pri tano~1 Consejo d~_lQ~ uinientos- se opuso al clamor popularq!!~, en desacuerqQ C9 P las illy:es,_Redia Ia muerte de los oc 0g~n~!_ales que habian conducido Ia ex edici6n 'a las islas Argi-~~. Sl.__S6qa,!es ~~ OJ?I.!~Q aqul_UQS dE?seos de Ia mayoda"fue R9r n9 "aRartarse_Q,~19_jJl$.tQ" (Apol., 32 C), la misma raz6nque alegara,_a 2 . 9 . vez,i!L~eg~~umplir el mandato de losTreinta TiLano._de ~n_t~gaLa L~Qn el sala!Ui!!.0 (ibid.).Si eLcgntexto general so_ciopoHtico de oposici6n activaentre las igeolQgias demoJ:.Ltitis_a_y_aristocratica es eI condicio-nante primero de la evoluci6n del periodo de Ia historia deAtenas que estamos considerando, sen! tam bien ~~ave p:rincipal de toda interpretacjo.n_.Q..!!_S_6crjl.j:i'!sues este" tan pl'of_un-damente vinculado a ~ polis, habria de desarroHar Ia "mision"a la que se:.,se~tia li~~ado_._en f.llJ.!Cj6nde las. situacio~;~es4~_La_yiQ_~_ateniense. Segun las tesis de ' " T o " h l y Magalhaes, 18 Ia

    . i . literatura socratica no puede ser comprendida mas que enj\' 4~(,-{\~~1I'uncion de la p61emica ateniense entre xlemocracia yaristo-

    cracia, En este aspecto, Ia parte mas numerosa de los testimo-nios posteriores a las Nubes de Arist6fanes, han simbolizadoeriS6crates el ideal de 1 0 aristocratico, sobre todo a rafz deque la AcusaCion de Policrates resuliase un escriro antisocra-tico, siendo su principal intenei6n el haeer un tratado politicoen defensa de la demoeraeia. Por otro lado, la Hamada "lite-!EE~a oligarquica" ateniense, que engloba casi la totalidadd~la proaucci6n poI1tica escrita desde el ultimo cuarto delsiglo v y 9.urant~ el siglo Iv,~ncontr6 mejor exponente prac-tico de s~s t_eo.rif\s ar~stoeniticas que Ia figura de ~6erates, alq!1e _I;.9PviryeIQ!1 en ,srmb.olp_Jle._,.._Qr2_Pia ideologia. De estel~odo, ha revalecido casi exclusivamente a image'll deunSQcqtls ari~tQQra_t '! .y, de hecho, entre ~!lSseguidores_y amigQ~no se mllicionan =-con Ia excepci6n, acaso, de Keref6n- mas

    16 Joel, K. , Der . \QT'i~L"JXpaTly6~, in Archiv G. Phil., VIII (Berlin,1895); Magalhaes, Socraue et la leg. plat on., 62 58.22

    que a defensores del p.a_rtido atistoenl~ico: Critias Ale ib lades,Carmides, PIat6n, Jenofonte, Fed6n, Glauco, etc.- No pareee compaginable, sin embargo, con la imagen delS6crates aristocrata las amenazas que el tirauo-aristocrata Cri-tias Ie dirige en el caso de que siguiera actuando y hablandoen publico ni el celo que Socrates pone en avisar a algunos.enemigos de Critias cuando este s e dispone a ejecutar su poli-tica de venganza. En Apol., 23 D S8., _SOcrates reconocera queliL.mg_YQria_ g ~ sus _Qyentes j6vel!fDon 2roducto de Ia aristo-!aeia, pero ella u~icamen!.e ~a debido -segu.ll se cuida elm.isfig S6crates de avisar- a que, al ser aql{ellos ricos, dis-ponian de mas tiempo libre y,- po; consiguiente de mas ~ or-t;_Bitlades para poder~ dedica~ a -Ia p~ictica oclosa de la con-vetsacf6n Iilosofica. ~ -- - -- Pot todo ello y anticipando 1 0 que luego se din't sobre el.ideario politico de S6crates, interesa ahora subrayar que esteno puede ser considerado como un profesional de la politicasino que, ajeno a toda ambicion poHtica, se mantuvo indepen-diente frente a cualquier faccion politica partidista."

    Los 'TESTIMONIOS SOCRATICOSTodas estas notas son dignas de tenerse en cuenta para

    poder enfrentarnos y analizar con un cierto rigor critico los.testimonios mas importantes de Ia literatura socratica de laantigiiedad, que nos ofrecen las distintas imagenes del pen-sarniento de Socrates,Cronol6gicamente, el primer S6crates corresponds a las ~

    Nubes {)_eAri!)t6fanes, 20 _QQfl1~

    19 Guthrie, W. K. C., Socrates (Cambridge, 1971), p. 93.ze H. Rock (Der unverfiilschte Sokrates, Innsbniek, 1903), cree enel valor historico del retrato aristofanesco de S6cra tes.

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    ~parece hacieJld~gala de~ hab!Jidad..JLarl! _90nfe_ccionardis~~_ursoscon:tradictorios,j@alme.!H1~""yalido~,....&:ercae un mismo-obigto,_QODuD_demrecio absoluto de toda norma moral y dela religiQ_n,siguiendo a Protagoras, Como Maier ha hecho notara este respecto, 21 no puede responder a una valoracion obje-tiva el que, para Arist6fanes, .s.6_c~.s__a,pat_~z_como reRre~_n-tante de dos orientaciones tan dispares e incluso opuestas entre~f como son las de Anaxagoras y_Di6gen:esaeA~i51onia, por unaparte, y, par otra, la de Protagoras. La ima en del S6cratesaristofanesco, sofisia y te6rico es eculativo de la naturaleza ala vez, .p)!Iece dar raz6n a la t~sis de Schanz de que 1 0 queArist6fanes pretendia no era dar a conocer el Socrates real,siilOti ~ a este como simbolo de la orientaci6n raciona-Jista e ilu_str~da que le t Q],!!guesia prog~sista iba iIll oniendocada vez con mas_fnerza. (tal como volvera a hacer, en sutiempo, Nietzsche). Tanto Protagoras como Anaxagoras, enefecto, co~ciden en P r Q P o n e - r - ~ -! o ~~teng;~;"-y- ~_12esar_desus p+q_ei!!~iferencias doctrinales, un mod,ode pensar libre delQs prej_yicios tradiciqn~lista~l!.~ ~o t6pico c:91PUn,entre lafigl.POl,' todo ello, es opinion casi unanimeho y dia el que Arist6fanes, en las Nubes,_pretendi6 otrecer un.a~ue polemiqo de la !~acci6n conservadora y tradicionalistacontra la filosQfia e~l1erflLQue, habiendo penetrado por vezprimera en Atenas, amenazaba soqavar a fonda las viejas tra-diciones morale!; olitioas, ~rist6fanes, c6mico y polemista,geforma los hechos conel unic_pol:!jeto de ridiculizarlas tesisQIlliestas a su conservad}1rismo tradicional " por 1 0 que lasNubes no meIecen gran fiabilidad como visi6n-hist6rica delSocrates real. _

    r _ be signo contrario al de Arist6fanes, es el retrato que Jeno-W ' fonte nos ha dejado de Socrates, En sus Memo1'ables, no pre-21 Maier, 1.59-163.22 Cohen, R. , La Crece et l'hellenisation du monde antique (Paris,1939), p. 279.

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    tendejuzgar alB6crates-fil6sofo sino al hombre. S6crates, segunJ enofon te, l . ! _ a J J f i a , sido el pro!0!1P9~del ciudadan 0 virtuoso yrespetuoso con la tradici6n. Ap6stol de la no-yiolencia, aquelunicamente habria pietendido inculcar 'a sus discipulos 1a prac-!i_cade la virtud, compendio de todos los bienes y bellezas.~ara Jenofonte (Mem., IV, 6-8), rates era e1 me'or de loshombres y tambien e1 mas sabio y, en cuanto tal, medianterJ.efil!!cion_~~p!_:~i.._as~ o_~p6 fundamentalmente de, mostrara sus discipulos la orientacion racional que, conduce al ejer-c i dode1a viitud que' es no solamente ovueno por exce enciasino tambien 0 maS util para el hombre.Pareceria, a primera vista, que Jenofonte habria de ser e1mas indicado para darnos a conocer el S6crates real. enofonte,

    en efecto, ~ ~~iderado_ c_Qmohistoriador X no como fUQso~ois. en cuanto historiador, PQ9.ria suponerse gue se lirnitar:ia aser un mero cronista 9.ue refleiaria unos hechos reales, ajenoa_todo iriteres ideol6gico que pJldiera desvirtuar su retrato deSocrates; Prescindiendo de que esta concepci6n de una liEtoria-cr6nica absolutamente objetiva sea insostenible, hemos de ad-vertir, por otra parte, que el calificar a enofonte como histo-dador no resiste un analisi2!gurol_q_, < 1 1 menos si tomamos elaj?elativo de "historiador" en su sentido tecnico actual. LaGjropedia, en efecto, no puede ser considerada como obrahist6ric,a (ni ha sido considerada como tal, salvo, acaso, parBbssuet) sino como descripci6n del modele te6rico jenof6nticodel imperio ideal. Ll':~Hellenica, mas que un documento his-torico es vigualznente la apologia .de un ideal de un tipo dehumanidad a base de una historia novelada. EI valor hist6ricode la And,basis queda tambien casi totalmente anulado por suevidents call1cter a 010 etico didactico que hace que Jeno-fonte goce de una entera libertad a la hora de narrar los suce-sos ocurridos.En cuanto alhecho de que enofonte no fuera fil6safo, ellomas que apoyarlite-SJ:;; de que -desligado de todo prejuiciodoctrinaI- olre

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    suponer mas bien 10 cgntrario porque Jenofonte no habrra sido:Ca~z de c:a~ar_ja profundidad del pensamiento socratico, por1 0 que, en definitiva, y como ha sefialado Robin,Jenofonte~cabati~_p_or ~S!svirtllar la ersonalidad mos6fica de Socrates,c_pya pensami_@,_tg__qued_ade ~cho re1ucido. en la obra jeno-f6ntj~a ~ un

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    algidQ_y sujeta, por consiguiente, a todo tipo de parcialismosInteresados, odemos concl1!~L ue todos estos datos hacen mu~~p~chp~o 'e! te~imonio "historico" que Jenofonte pretendeofrecer de Socrates.Si enofonte no pudo conocer a fondo a S6crates _:__sobretodo al "ultimo" S6crates-, debi6 a _Q arse arn la redacci6n

    de s~ ; Memorables e~ ab~dante literatura ue los circuloss~cratic;;~ ;'-oduj;;on_a la m,uert_e.delmaestrQ.Y~gresE1Dt~b~~ig~nes interesadas y :?ntradicto~i~s de e s : B , - - : 1 0 cual oblig~a Jenofonte a una seleccion de not1cla~ que ,e1mtent6 com aginar para ()frece[_no!?.uNQPja im~gen de ?~crates" ~n re.tratogue estuviera de acu~rdo c_Q!!JQsIdeales, etico- O~tlcos. eno-J6nticos. Que Jenofonte, en efecto, conocia los testlmomos so-oraticos de Aristi 0 es claro, dado el enfasis que pone en~fut~ la imagen ofrecida per este. Por otra parte, tambien-coleccion6 datos tornados de Antistenes yDiimmler, Joel, H.GomperY,-,-.Jaeger creen incluso. ue ~~ ue considerar aa UI~l como la fuente rinei al de n tlclas de uese SlrVlOenofonte aunqueno fuesen noticias de primera mana ya quelas investigaciones .de Taylor (1935) parecen convencernos dela imposibilidad material de que jenofonte pudiera, habertenido ocasi6n de comunicarse directamente can Antrstenes.-Hay que' considerar,a pesar de todo; a Platen como elprincipal suministrador de noticias socratic as a Jenofonte. Con

    ello, seguimos la tesis de Robin, Burnet, Taylor y Maier, te.sisbasada en los numerosos pasajes de las Memorables que COlD-ciden can las informaeiones suministradas en los Didlogos pla-tonicos, Ello no obsta a 1 0 que mas arriba hemos mencionado,es decir, el que existan concordancias importantes entre lasopiniones que acerca de Socrates sostuvieron Jenofonte y l~scinicos, Las Memorables, en definitiva, constituyen un testi-~onio socratico tardio que fundarnentalmente se ap~xa en unadllalidadde Fuentes lat6nico-cfnica_,pero ~~'.l~iendo .especialhincapie en a9.uell~s i1at~ ~los plat6nicos- que rnejor cua-28

    d.r:aban al ideal aristoeni tieo de Jenofonte.~6 Estaselecci6n denoticias explica el hecho de que Jenofonte, aun no estando deacuerdo con Ia imagen de un S6crates plat6nico racionalista,evita el atacarlo por no contribuir ni siquiera indirectamente areforzar la posicion de Antistenes, cuyadoctrina no concordabacon la politica aristoeratica que Jenofonte defendia, 10 cual hacontribuido a reforzar la idea de un Socrates-aristoorata yha debilitado los lazos que pudieran unir a aquel con las tesissocio-politicas de los cinicos.Si no podemos distinguir con suficiente garantia que ele-meritos pertenecen a la interpretaci6n personal de Jenoforite,cua:les a sus fuentes de inspiraci6n y cuales al Socrates real,ello resta credibilidad hist6rica al testimonio sooratico de Je-nofonte. Durante mucho tiempo se pens6 que esa credibilidadhabia que otorgarsela al testimonio socratico de Arist6teles y_g_~ parte de los mas ilustres historiadores de la filosofta hans0stenido estaopiDI6n.Ta1 es e1caso, pOI ejeinplo,-aex. loerfh~omperz, Ross, K Praechter y, sobre todo, Zeller. _-El testimonioaristotelloo acerca de Socrates tiene, en prin-cipio, una clara ventaja sobre los demas: no uede achacarsele

    u n : aMn apolqgetieo que de_svirtuaria sus informaciones, puesAdst6teles nQ_~ivi6 l~~!rcl:lDl!_ancias par las que atravesaronJos Cfrcu19~Qc.!:aticos ~que ~ti1saban a estos a una vision~l'tidista de la figura del maestro. A pesar de ello, babiendollElg!tti2-~ Atenas cua~do s(Jlo te~ia 17 alios, Arist6teles pudoau'll recoger informaciones de testigos ocu1ares y,al disponeradem as de una copiosa literatura socratica, e l Rodia exami-l!!dU conttastarla can garan aas suficien tes de ob' etividad,Trazar una imagen de- S6cratesde un modo ob' etivo e im-pareia es precisamente: 10 que el mismo Arist6te1es afirmaretender. Todas estas circunstanclas hacen que, en principio,Arist6teles fuese e1 mas adecuado para presentarnos una Ima-gen ohjetiva del Socrates real.26 Maier, 44 88.

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    Este panorama general no tiene, sin embargo, en cuentaque Atist_6teles_,__ll'se_1l. no QaQ~.r_?~@_U_!l soc~atico ni haberpertenecido a!_gru)2o de los discipulos de S6crat~s -10 cualle- exime de todaacusaci6n posible de apasionamiento apolo-getico->, tuvo ue relacionarse con los circulos socraticos des-de el momento de su. ingreso en Ia Academia 'J:!lat6niba en laque paso apa~~ ira~lcanzando su pro pia independen.cia cien-tifica, Preocll ado or garantizar refotzar .!!_PI.QPl;f!._Volu-cion doctrinal, Arjst6teles nQ___e)reocu 6 de Ia ersonalidadhi.st6rica cleSocrates sino unicamente de Ia doctrina socraticat o n Ia _pretensi~n _d;~trar C@_es~propia doctri~a 16gico-metaHsica ar~.totelic.~ lao gue mejor se adecua con las~n.s~-iill11ZaS sQ,ritticas. Ella obligara al Estagirita a una nue~ainterpretacion de Ia doctrina socratica y, con ello, se desvirtuael cU!acter hist6rl.0_ y_Eesinte.!!!2:yoque se pretendia otorgaral testimonio socratic a de Arist6teles y a s_!!J~retendida osieion_de imparcialidad objetiva.f"Li! interI,!retaci6n del Esta irita conduce,.asi, a un Socratesmanifiestamente aristott';lico. En su Met A, 6 y M, 4, 9 y enDe pa;t. animo I, 1, Arist6teles sub~ ue Ia novedad de @filosofia socratiea consisti6 en el de5cubrimiento de ue ell2!._o~ceso inducti~o yJa definicion universal son los Qrincipios ba-sic os de Ia autel;!tica Mcbidu.dl' !; ,habiendo sido tambien S6cratesel mimero en establecer 9!!e .10 !!!1iversal.5ls_l~sencia lllsitaen las cosas mismas: "S6c!J!tesLque 5e dedic6 al estudio .de lasyjrtudes eticas, fue ta1llll~~nAE.!!m!9 Slue bUSCD acerca deellas definiciQnes_gene~Ak~ .... ~us~a!)( ..l, con raz6n, Ia esencia(hr;l~o

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    361 B) hacen su oner fundadamente a Maier 29 que ~ris~telesse acogio a la imagen de S6crates tal como a _areCla en esteQi[tlogo~~n concreto, 81 cual segun la traditi6n academica-era considerado como fuente digna de fe ara conocer alS crates real. Aristoteles, en definitiva, presenta la teoria etico-socratic a fundandose no en las tradiciones orales de -primeramano ni en el estudio critico de la literatura socratica, sinosobre la base de, una imageu'plat6nka de S6crates! expuestaliteraImente en e l _ P r o t a g o 1 , G s . Si esta teoria correspondia a ~oal Socrates hist6rico, constituia un problema muy secundanopara Arist6teles y las aisladas referencias acriticas que hace aeste proposito mas que nada muestran su indiferen:cia anteesta cue'sti6n, al tiempo que refuerzan la opinion de la faltade tndependencia tambien de los testimonios aristotelicos acer-ca de la etica socratica.

    Hemos de admitir, en dsfinitiva, que el valor hist6rico delSocrates aristotelico resulta harto 'sospechoso y discutible y ellopor el afan que el Estagixita muestra, a veces de un modoexplicito, de fundamental' sus propias opiniones en la autoridadde los fil6sofos anteriores a el, aun 'a riesgo de disto'rsionar ladoctrina de estos a base de interpreta:ciones no acordes con larealidad hist6rica. A ella se une, en el caso concreto de S6~crates, la falta de independencia del testimonio aristotelico res-pecto a otras fuentes, de tal manera que aquel no proporcionanada esencialmente nuevo raspecto al Socrates que presenta-ron anteriormente Jenofonte y Plat6n, par 1 0 que parece legi-timo conduit que Aristoteles no tuvo en consideraci6n al S6-crates reai sino las inte1'pretaciones que acerca de este habiansido ya ofrecidas. Por ello cabria temer que aquel pun to dela doctrina socratica mas sxplicitamente sefialado por Aris-t6teles (Ia atribucion a Socrates del descubrimiento de las for-mas 16gicas de la induccion y de la definici6n) no responda alpensamiento del S6crates real. Los restantes testimonios socra-

    29 Maier, 88 88.

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    ticos, en efecto, no coinciden con esta tesis aristotelica, almenos si se entienden ambas form as 16gicas en el sentido rigu-roso que les dio e1 Estagirita.

    EL TESTIMONIO PLAT6NICO~Hasta ahora hemos venido ~siderando el hecho de ~e

    10s testimonies socraticos de Jenofonte y Arist6teles se mues-tran como dependient;;-cre l~Didl ;gos de Plat6n. No que-r~mos, sin embargo, que esta tesis sea entendida de un modoexclusivista en el sentido de que los testimonies platonicoshayan sido las unicas fnentes util izadas por los autores citados.Tanto Jenofonte como Aristoteles, en efecto, estaban en ose-si6n de una ricaliteratura socratica y conta~ ademas, canlos testimonies orales de los que ha:bian conocido personal-mente a S6crates. A pesar de ello, podemos decir que el S6-crl:\te~ que nos -ha legado la tr~dici6n estDUllilamentalmentebasado en IdS testimonies plat6nicos y__gy~ son estQs e1 untode partida de laal);ill"dante literatura socrati~roducida (tantoa favor como en contra de la imagen platonica de S6crates).P0r eso, la inmensa mayoria de los criticos coinciden hoy diaen destacar la independencia, en cuanto fuente primitiva, deltestimonio plat6nico acerca de S6crates.

    La presencia de S6crates se mantiene viva y constante, aun-que a veces s610de un modo implicito, a 1 0 largo de casi todala obra .plat6nica. Dada Ia falta de unidad doctrinal de esta,no ha de extrafiar e,I que el S6crates plat6nico sea una imagenambigna, contradictoria incluso a veces, en funci6n de las dis-tintas etapas del pensarniento plat6nico. Ello nos lleva, enprincipio, a 'una dificil situaci6n: si admitimos, por un lado,que Plat6n es la mas autorizada Fuente que conser vamos parala interpretacion hist6rica de Socrates, hemos de reconocer,por otro Iado, que el testimonio plat6nico carece de una lineadefinida y precisa.

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    La validez, real 0 aparente, de esta aporia es frnto inme-diato del modo en que esta construida la obra misma plat6nieayestara sujeta a las mismas revisiones que puedan hacerse res-pecto a la evolucion de los Dialogos plat6nieos. Cuando, en1804, Schleiermaeber hizo ver la necesidad de examinar la obraplat6niea a traves de la evoluci6n temporal de los Didlogoe,introducfa de este modo la "cuesti6n soeratica" como impli-caci6n necesaria de Ia "cuestion plat6niea". Las sueesivas re-visiones de esta han ido configurando las diversas interpreta-ciones del testimonio plat6nico acerca del S6crates real. Lastesis de K. F. Hermann y de Lewis Campbell acerca de laevolucion de Ia doetrina plat6nica, sirviendose preferentementede un estudio filol6gico interno, abrieron el camino a sucesi-vas exploraciones filol6gieas y estilometricas de Ia obra plat6-nica y, por consiguiente, a nuevas interpretaciones de Ia ima-gen alli ofrecida de Socrates. As), por poner un ejemplo, si losanalisis de Jackson 0 W. Lutosla wski, por un Iado, y los deCohen, -Natorp y Hartmann, por otro, atribuyen a Ia doetrinaplat6nica una evolucion de signo contrario (concretamentebacia un idealismo de corte kantiano, respectivamente), nocabe duda de que, en estas interpretaciones platonicas, estatambien implicada una valoracion nomlnalista 0 idealista deS6crates. En el tema, pues, de las relaciones entre el "socra-tismo" yel "platonismo't.P? aparecen como intimamente conec-tadas entre S 1 las cuestiones de la cronologia y evolucion doc-trinal de los Didlogos plat6nieos y la del rigor historico quelos citados Di o l o g o ofrecen respecto a la figura de Socratespresentado en los Didlogos platonicos 0 cuales de estes seanlos que pueden aspirar a una imagen mas fiel del Socrateshistorico.

    En relaci6n con la cronologia de la obra plat6nica, el puroanalisis doctrinal-Hlosofico 0 la mera consideracion filol6gico-

    3{} Magalhaes, Le probleme de Soc" 303 5S " Jaeger, 467 S8.; Maier,102 SS.34

    estilometrica se han revelado como metodos insuficientes, sise los utiliza aisladamente y por si solos. Jaeger y Stefanini hanmostrado c6mo los resultados mas positives sobre esta cuestionse han basado en un analisis eonjunto, doctrinal y filologico ala vez, del tema. De este modo, se ha logrado una cierta uni-fOl'midad amplia decriterios mediante la cual puede estable-oerse una apreciable correspondencia entre las divers as clasi-mca-ciones propuestas en relaci6n "al orden cronologico de losDidlogos platonicos. Ciertamente, las clasificaciones de Raeder,Ritter, Lutoslawski, Wilamowitz, Friedlander, Ueberweg-Praechte, Zurcher (por oitar s610 las mas representativas en elccnjunto de Ia cuesti6n plat6nicas) no son totalmente coinci-dentes entre 5 1 , pero ya es significative el heeho de que,partiendo desde posiciones metodol6gicas dispares, las tablasde correspondencia establecidas por H. von Arnim y Luto-slawski-Stefanini hayan hecho concebir a los interpretes dePlaten serias iesperanzas de llegar a eonvergenoias cada vezmas ftrmes entre las divers as propuestas relativas a la orono-lagia de laobra platonica, y asi 5eha hecho igualmente posiblee l que pueda establecerse con relativa seguridad el procesoevclutivo de la doctrina plat6nica.

    De este modo> se 1a eomenzado por distinguir un primerestadio en e1 que Ia J:lreocupaci6n fundamental de Plat6n fueIa defensa de la figura de Socrates mediante la presentaci6n delpensamiento de este.Si para aproximarnQs al S6crates hist6ricohemos de conocer su retrato plat6nico, no cabe duda de queentoncss, y de un modo neeesario, .se ha de tener en cuenta aestes Di(Jlogos prinlerizos en los que S6crates ocupa el planoc~tIaI y_au.n..1l2...apllr~.~co~ur~da con~~io _eso es e-d:flCo la doetrina pr9pia de Platen. No podemos negar, sinembargo, el que se hace dificil eoncebir a estos "dialogossoer.aticos lllenore__como documentos hist6ric05 en sentidoestIleto, Incluso la Apologia -Ia primera obra plat6nica y que,ademas, nos es presentada como un conjunto de recuerdos delos hechos de S6crates-- mas que los dichos reales de S6cratesg_freeera el estilo socratico de actua! -ant~.Jos j.,!;1eces.Como

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    precisa Maiel31 se____!!_at~en manifiesto ue Plat6n dirie alos atenienses en nombre de la comunidad socn'itica emigradaa M~glga y- q1!_u_r~tindia ofrecer la imagen del S6crates realfrente a las inter retaciones Q.J,,le_c'rcu!a.bruLJ.20rtenas, debi-das princi almente a Antfst JleS, Esta conjunci6n de tendencias--una, la polemics yotra, la de un deseo de objetividad res-pecto a la igura de S6crates- caracterizara, par 1 0 demas, Iaobra plat6nica, al menos en sus primeros escritos, y dara origena 1aprimera interpretacion platonica de la imagen de Socrates.En Ia Apologia y el Griton (escritos entre 399 ...W 1 ? a raizde la muerte de Socrates), Platen intenta, de acuerdo can 1 0dicho, un retrato 1 0 mas fiel posible de Socrates, pero, al mismotiempo, tambien concibe estos dialQgos como una mision uela veneracion debida al maestro le exige convertir en un me-diO"aeJ?fopagarIOsTdeaIes-1!_~, enIinterpretaei6n de Plat6n,Socrates habfa intentado inculcar a sus conciudadanos. Dentrodel grupo de. los "dialogos socraticos" de Platen, el Laques,Hippias Menor, Gdrmides ~..l!funo pretenden ser Una defensa~ lieita del m:!'l:~str9UamQ9.co estan J2ensados'como alocu-cion directa a los conciudadanos atenienses de Socrates. Res-o~den, si~mbargo:~ los rrrlSmosintereses gy flaw_))nablaapJolntadoen aquellos dos J~rim~os diaIogos citados Y_9Q!!l-letan la r.e_~eIaci6npJalQnic_a_d_.e_jfl._p_ersonade la op_rueS6crates ofreciendo los discursos de este en torno a la vidamoral ysiel1_dos6:~rates~mismQ___el_gues l'epresenta_d_fr__QQrno_9iggiendoel diaJogo en busg_nedade los valores que configutanesta vida moral. Paralelamente a estos dialogos, el Lisis, Euii-fran y Hippias M a Y . Q ! _ (aunque la autenticidad de este ultimono esta plenamente confirmada) son tambien obras tempranasde Plat6n y contribuyen a fijar Ia imagen de Ia preocupaci6n

    31 Maier, 106. Hay que tener, ademas, en cuenta que parece muyverosimil la tesis de que el Criton sea una especie de apendice de laApologk En cualquier caso, es manifiesta la similitud tematica de am-bos Dia!ogos (cfr., por ejemplo, CrH6n, 45 B, 52 C, con Apologia, 37 0,36 CD, respectivamente.36

    moral socratica por Ia indagaci6n acerca de las diversas vir-tudes,

    En estos Didlogos primeros de Plat6n 5enos suele presen-tar a un S6crates carente de un sistema doctrinal metafisieoinido, por contraste a 10 ofrecido en les res~antes Dialog~slatonicos. Precisamente el hecho de que Platon, en una pn-

    mera etapa, no atribuya a Socrates-ninguna. doctrina concretacreemos que haee Hable el testimonio plat6nieo acerca de S6-crates, pues aquel hecho hubiera resultado incomprensible siteaImente Socrates hubiera desarrollado un sistema determi-nado, El ue Platon mantenga_~~ osiciones metafisicas biendeflnidas en ,sus restantes Did-logos, parece que s610puede sig-nifiear ue el.mismo las concibio des,Eues dena er escrito asC

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    pA M Iiy~'ll(02

    [ O P ( I ' > ( " " II, )

    " . 1 , 1 - I, ~Oj. Il~ -> 'O( \C I"""nas" que posteriormente el mismo Plat6n retomara haciendolasconverger hacia sus propios planteamientos metafis icos . J. f ug - -

    t:~ net y A. E. Taylor han dado cuer 0 a esta serie de objecionesmediante su celebre tesis de._gue el S6crates hist6rico ha deverSe t

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    EL SENTIDO DE LA OBR.\ SOCRATICA

    EI analisis critico de los testimonies socraticos tenia comoobjetivo el hacernos posible intentar una valoraci6n cumplidadel pensamiento de S6crates, tarea que hemos de emprenderpartiendo del propio concepto socratico acerca del quehacerfilosoflco.Segun el testimonio de Jas Nube8, como ya dijimos, Arist6-fanes invoca Ia opinion popular para l2!'_esentara S6crates,"@arte de spfista embaucador de ingenuos, como fil6sofo de@_naturaleza. Resultaba evidente que Arist6fanes pretendfa conello condenar a S6crates en virtud de sus aWiracione.s___fil_os.6-fi?its\::l;J.Ul9s-laurguesia ateniense, a causa de su rigido tradi-eionalismo hacia de la es eculaci6n filos6fica un simbolo del. ~ . . .ateismo y de la destrucci6n d~. la~_qre~ncias tradicionales

    (Apol., 24 A). De ello fue consciente S6crates y asi 10 mani-fiesta ante los jueces . La A12oZogHLJ21lll;Qnica.n efeoto, co-mienza dando cuenta del ambiente enrarecido y contralio aS6cr_fttesen que este se movia precisamente J?orq~ta con-siderado por sus conciudadanos como "fiI6sofo" (Apol., 18 A 8S.)te6rico de la naturaleza, cosa queS6crates se apresura a negar:"AJ.hablar asi, no tengo intencion de menospteciar tal cien-ci~... laue ocurre es ,'sencilIamente _jJ.!.I~ na.tengc.nada.queyer con eso, atenii:.nses~ (Apol., 19 D). S6crates volvera luegoa insistir en que ser aeusado fil de "te6rico de la naturaleza"no is mas,J:j,ue....unac_aluInuja_frJJ,t9del oruo de sus concinda-g ! I D Q ~ . .( Ibid., 22 C S8.). Jenofonte abunda tambien en esta opi-nion e incluso va mas alla pues (Mem., I, 1, 11 ss.) nos ,pre-senta un Socrates autodidacta y ajeno por completo a todapreocupacion filoso'fica. Pero, como. ha sefialado Male-r,32-estailnagen_ ma~ bi~:tL!!!!La:RolQgtU!I}g~stiada de Ia figura delmaestro al que, ara librar de toda sos echa de ateismo,_pro-

    32 Maier, 170.40

    cura Jenofonte ahorrarle todo nexo con los fil6soros, mal vistossospechosos a -los ojbsOelafraccionae a urguesia omi-nante a partir de la restauraci6n de Trasibulo.Contrasta, en efecto, la insistencia del pasaje jenofonticocitado en ~negar e1 caracter "filos6fico"de Ia actuacion des.oorates con e1testimonio de 16n de Quios y con otms textosde Platen -aparte--de "10 ;mas arriba citados (Feddn, 96 A 8S.)iellnismo Jenofonte (Mem r, 6, 14) en que se nos presentaa S6crates como perfecto conocedor de la filosona anterior a ~\;"~l de_k>s "anti@os sabios"._!-a Apologia plat6nJca (26 D-E),por otra parte, ~a a en tender claramente ue Socrates conocfala -ohm de Anaxagoras. Del mismo modo, en Lisis 214 A, So-crates da por supuesto ue tanto el como sus~ os conbcen~ a .. qyg! lQ!. saQio~~que hau discurrido y escrito l!_cercadel ori-g..!tI!__deas cosasJ acerca del universe" y ello Ie ermite suinter retaoi6n personal de la obra de Empedoeles (Ibid.,2 1 4 B 8S.) Y Heraclito ( Ib id . , 2 1 5 8S.) .Parece, por todo ello, que debe eonsiderarse como dato

    rustcfiricoel que S6crates tuviera una formaci6n filosofica, altiem,..EQ_quene aba el ue udiera ser considerado como con-~il!y~d0r de la_Qrient;gci61!.espeQl,llativa de la filosofia tradi-oionaL Tanto la A:polo~ia plat6nica (19 CD) como las Memo-rab le$ de Jenofonte (IV, 7, 9) hacen h~ncapie ~n e1 hecho de~~6crates pretendi6 sobrepasar la Illera contemplaci6n te6-Qca de la naturaleza para buscar una esfera de saberes tenden-tes aencauzar el recto comportamiento del hombre, buscando~erfeeci6n del alma. Advertimos ya desde ahora que lapreocupac;i6n socratica por esta perfecci6n y cuidado del almano esta referida a un "alma" como sustancia independiente ensi misma sino Icomo expresion que design a 10 peculiar de Ia~duc~~e1ica'1iwniila.). ,En este ira doctrinal hace consistir Plat6u Ia n6vedad de~ fifosofia s~cratica frente a la filosofia tradicional, sin queello implique que se haya de renunciar a considerar a S6crates f~ ,~Comoun autentico fil6sofo: "...mientras tenga aliento y pueda, U

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    no cesare de jilosofar, de exhortaros y de hacer demostraciones~ todo aquel de vosotros con qUien me tope, con mi modo deliabI~~racl:J:rrstlco" tApor,2BD-EY:-~Taii1blen Hip. M(morseabre poniendo de, manifiesto que las conversaciones de So-crates eran "conversaciones filosoficas" yen Cq.rmide8, 154B 88.\ se denomina "filosofia" a la exploracion soeratica quepone a] descubierto el alma de suo i nterlocutor, Socrates endefinitiva, es cDllSciente de gue la autenticidad deTahl~ofiareside en su eadeter de terapeutica de Ia raz6n; aEart flmo bUsqueda del sentidode; l!! t loeucienes del lenguaje.ordi!!M.i() __ue sirven de. veruculoa las l l i l a , S : divers as conee ciQnE;s de 1 0 elico. Asi, en el Laques,la irn.l'estigaci6n de que sea Ill. virtud (190 B-C) se reveJa irn-pQible si.g: h n de cornE[lzar pQr :l analisis de Ia virtud en. S 1 .Es. nec~~tio liplitars_e ~ ~alisis de; los comppn;entes indivi-duale del'conjunto "virtud" (en este. caso concreto; aI analisisdel valor: 190 CS8) y ello solnes posible elucidando 6 1 sentidode~l i ; lS di:stintas expreS1OneS' m O r a r e s ~ Volviendo al ejemplo cita-do , la delimitacion de I n . "esencia" del valor se circunscribe, aIa. exploj:aci6n de 1 0 que todos entiendei1 cuando hablan delvalor; de tal manera que, para Ia primitiva dialectica socratica,{:ll'serttido y Ia referencia vienen a confundirse en el plano dellen.guaje, Por eso (191 E 88.) , no podremos "llamar bella a unaeesa que BS nociva y mala" ni llamaremos "valor" a Ia fu~rzadel alma que -sea fea ..ni Ilamaremos "valeroso" al hombre quees un mew y frio calculador, Al exigir de sus interlocutoresque p.Qaganstls palabras al servicio y como vehioulo de sup"ensamieato (194 D) para poder asf enfrentarse Con la preble-~~tiefl. moral , S6cratf,:\s eneuadra su dialect ica como explora-e.lOn~ePJ*nlis:a del ~nJklo de Ia virtud y esteccintexto seman~~~~O .:es_el cau?e de Ia _i11teUJ!et:aci~n s.o~tatica dOeIa esenda de-':-- " ,utuosQ: Por eso, el Euttfron nranifiesta clara mente que Ial~a" loeuniversal, de la virtud no goza de ninguna preeminen-esa .' tOn lea respecto a 1 0 singular sino que es el resultado de una

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    tecnica operativa de comparacion del sentido atribuido a lasdiversas virtudes concretas y reales (vid., por ejemplo, 5 D, l E, 11 A).Los "dialogos socraticos" de Plat6n pueden, pOl' ello, ser

    QOrisiderados cOIllQ. una muestia de busqueda dialectica rasuna adecuada definicion de_lo_ri::t :tubso, es decir, un+analisissemantico de las ex resiones eticas, loq'ue conduce al enfren-t!_lniento de losdiversos criteFios ofrecidos por los interlocu-tareS de S6cratesk con 1 0 ]1e este no llega a ofrecer una.solu,ci6n_absohlta y definida al fip-al de !os distintos dialog os perocOJ:?sigue, por regla general, una cierta clarificaci6n del sentidoQ!:,2rgap,oa las .I.opos~ciones eticas em leadas pOl' sus interlo-cutores, En los dialogos citados, Socrates areca contentarseC _ Q P _ esta exploracioI! clarificadora del lenguajeetico, al tiempoque. proclama Ia necesidad de que este tipo de indagacionesse nealice de un modo ininterrumpido. En este sentido la dia-Mctka socratica ha podido incluso Ilegar a ser consideradacomo un lejano 'precursor de las tesis..actuales delanalisis de llenguaje ordinaria. 34 Prescindiendo, sin embargo, de la validezde esta postura, Ia , rimitiva interpretacion pIat6nica de S ? _ : . _crates explicaria el. hechade.nne. e:ste hubiese stdo iuzgadocomo compatible con las tesi_!_empiristas y nomirialistas deemicos y_Jjr.eJ1ajc_os, los cuales se c o n s I d e r a o a n a 1 miSmoscomo discipulos fieles de S6crates y algunos, c,9mo Antfstenes,haMan ertenecido al oirculo ~qgido de las amistades pre-Ieridas PQr Socrates;_Lo qu~ en cualquier caso, nos interesa destacar es que

    cuandn S6cratesut.ilizael tetmino "esencia", 10 hace en el sen-t 1 ! 1 - , o que, eJ! el Jengnaje Qrdinario tenia~l Ela o~ 0 el ,[ EO,"'),34 Feigl, H., Logical Empiricism (New York; 1943), p, 376. Del mismomodo, para Schlick, Socrates habria sido el precursor primero del Circulode Vienar LlEcole de'V'ienne et la philosophie traditiouelle (Paris, 1937),p. 105; Die Zukunf t der Philosophie (en Muguerza, La concepcion ana-lItica de la filoso/!a [Madrid, 1974], pp. 285-286). Tambien Galli, G.,Socrate (Torino, 1950), pp. 11 SS.

    es decir, terrninos sin alcance metafisico que. linicamente sig-nifieaban u n conjunto de rasgos que oaracterizan el "aspecto"de. al~ En esta orientacion, -1 0 que S6crates inquiria era,. e1ver si es posibleencontrar un nexo de rasgos comunes a vanascosas, gracias al cual una pluralidad de eiemplos pudieran ser~lopad~ en ~2!:leet__o linie;?:. y univo~o que :~gnif ica~i~ la"e~enGi,a" 0 La "forma" de aquelTos. La indagacion socratica,pues, obedecia a un presupuesto operative que, conducia, aSOcrates a intentar determinar ullivocamente la significacionde 1 0 ~ terminos mora es buscan 0 fijar un conjunto cle rasg9s~asp~ctos bi-en def~ que responeliesen al uso d.e un voca-blo etico. En los "dialogos socraticos" de, Platen, sin embargo,queda bien claramente de manifiesto la carencia de resultadospesitivos y, por consiguiente, el fracasq a este respecto, de lain:Nestigacion socratica en su intento d~_ determinar umvoca-mente la significaci6n &los terminos eticos. ,m caractet rovisional ue ado tan las sucesivas y cons-tal lies "definiciories" gue la diaIectica socratic a va pr, ,' oniendoen los dialogos protoplat6nicos, creemos q_ue deja de ser unamera detenninaci6n accidental desde el momenta en gue dela lectura de los oitados Didlogos se revela Ia conviccion ~-ti9~ de_9.~e inient>G.run~ sol\J.cl6i..do..Q_t_r:in~de.finitiya Le~pectoa_l~prob~~atica .!!tQralll_c~1:lasiendo para S6crates una ilusi6n,irrealizable, un ideal de la raz6n --en sentido kantiano- frentea1 u~LS6c~s_"i~-ve Pf~ a reconocer (como, par ejem-p10, en el caso de su intento par definir la esencia de laamistad) gue "no tiene mas remeelio ' ue callarse" (Lisis, 223A-g). Por regla general, los "Qialogos socratic os" abund~.....!L~tas conc1usiones. Asi, en el Hip. Menor, 376 C, en relaci6ncon el tema de 1 0 falso y del obrar justo, Socrates reconoeeque "no hace mas que cambiar de opinion" y ello "resultshorrible pues entonces, por mucho que recurramos a vosotros(i. e., los sabios), no se nos sacara de nuestras incertidumbres".Del mismo modo, en el Hip. Mayor; solo se puede llegar ala conclusion de que intentar definir 1 0 bello es alga suma-~eRte difici l (304 E),- confesando S6crates su impotencia para

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    resolver una cuestion de este tipo. En elidfrmides, igua1mente,Socrates observa "cuan justificado estaba mi temor cuandome acusaba a mi mismo de no haber sabido conducir estainvestigaci6n sobre Ia sabiduria a ningun resultado" (175 B).Tambien, en el Laquel>, se Uega a Ia conclusion de no haberpodido descubrir la verdadera naturaleza del valor (199 E),cosa que igualmente sucede en el ~utifr6n cuando Socrateshace qu-e su "sabio" interlocutor se yea ptecisado a reoonocerla imposibilidad de "conocer -firmemente" que sea 10 piadoso(15 C - 16 A).Toda este proceso de la dialectica socratica 5 6 1 0 una cosa

    deja bien de manifiesto: el decidido roposito de S6crates desometer Lrevisilm_eI c g 9 i g q _ _ _ g e las ideas morales de sus con-eiudadanos, haciendo caer a estos en Ia cuenta acerca de Iainviabilidad de la esfera axiol6gica en. que se movian, Cierta-mente siempre sera i!!!,p'osible asegurar, con todas las garantiasde fiabilidad, e1 - ue Socrates mismo se resignara a la im osi-bilidad de hallar una signification precisa para el lengua' e_!! l~!. Nos Rarece, sin embargo, que corresponde no al Socra-tes-b#t6ticQ_Q__Sinoa S6cra_tes-12lat6nico (el de los Didlogos demadurez de Platen) la imagen de una ruaIectica socratica en-g~ndr~11Qr_a-4!Lsd_ucNi:ies:'__p~o__s_itiy_~uelevJ!!!, en ulti_ma_i_lls-tancia, ~ e__t!lblecimi!?nto de un orden ideal absoluto dotadP.Q!. slmj!>J;node~a!ideLlJJ)j,,-e_r~aL ASl, en M en6n 79 E ss.,despues de mostrarse el aspecto "negativo" de la primitivadialeetica socratica ("si yo enredo a los demas", dice S6crates,"es porque yo rnisnro me encuentro en el mas absolute em-brolIo"), esta viene a quedat sobrepasada mediante el estable-cimiento de Ia tesis platonica de la reminiscencia que haceposible el "alumbramiento" de tesis racionales en cuanto ex-plicitacion de un contenido aprioristico innato existente en losdivers os sujetos, 35 los cuales, por consiguiente, "nada han

    '35 Ello es 10 que constituye la celebre mayeutwa socratica, que apa-rece por vez prirnera en Teeteto, 150 B ss. y que , como hemos dicho,46

    a:prendido de mi (S6crates) sino que, por el contrario, encuen-trim y alum bran en S 1 mismos esos numerosos y hermosospensamientos" (Teeteto, 150 D). 36

    LA "WNORANCIA" SOCRATlCA. . .Pese a no existir en ella una configuraci6n doctrinal posi-tiva, la djaIectica socratica no flropugnaba la simple erradica-cion del saber ni pretendi6 ser, en su origen, una exaltaci6n dek. !;norancia como estado 0 situacion estable. La mayoriade los ~(O)(pa,[)(Oi A . 0 J O l henden, or el contrario a hacer hin-oa'pi~_en que Ia "~gnoranci~" socratica cumplia lilla f~~positiva: h~er eVidentes los Hmites con ue toda indazacion }'~oda teorfa habian de enfrentarse(Hip. Menor 373 B, 369 B-C;Camn i de s , 166 C; rot., 360 E), al tiempo que hace posible Iarecta investigaci6n racional, El "saber gue nEl se sabe" imglicaEOf ello una "sabiduria" mayor que el no reconocer nuestra!gQprancia pues, en e.s!~ ~S-O_l_ _faIt; el agui]_n q!le espolea aprocurarse un conocimiento verdadero: "Yo so mas sabiol l ! : _ l -e este hombre. Es osible gue n~l!guno de los, d o s se_p.amoscosa que valga la pena, pero el cree que sabe algo 'p-ese~ogg(; lr fO,. mientras que y o , .asi cOOW--i;o~~t;~p~ creo~abet1o" (Apol., 21 D).~ar~ llegar a hacernos conscientesde este pun to de partida,

    Ia -cha1eetica sbcratica S6 sirve de continuas llamadas ir6nicasq~~duerdan constantemente al interlocutor de S6crates las~iciencias de fundamentes racionales ue sustentaban sus~encias anteriores. La celebrada ironia socr~tica (ejemplo-;acabad0s de Ia cual encontramos en el Hip. Mayor y Euuiron},t~n~ent~cono"Qer y haeer reconecer a los demas la pro-

    DO puede catalogarse como metodo perteneciente al Socrates hist6rico.Vid. Maier, 360.d s a 1:ambUm el testimonio de Eucl ides, segun Diogenes Laercio, abun-a en Sta opinion como caracte risti ca de la dialectioa socra ti ca,

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    ~ ignorancia, era en realidad un estimulo y una exhortacuma Ia feflexi6n critica centrada , en el estudio de..Ias _::cosashumanas". El aspecto protreptico-exhortativo de la dialecticasocratica es por ello inseparable de una indagacion elenctico-indagatoria que se consuma en el interrogatorio al que Socratessomete a su interlocutor. Del mismo modo, la "ignorancia"soerMic

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    ex )onian su do'Ctrina buscando ser cualificados corno maestrosexcelentes. Socrates, par el contrario (Apo l . , 33 AB; Men. I,1, 10; 1, 1, 17) no intenta format escuela)_ Sl1 ensefianza e s t a -abierta a toda el mundo(Mem, I, 2, '37) y hace de la "formacQloquial y _ del ~g_}!~e llano que surge 31 contacto- can lasnecesidades ordinarias ~momento imnediato, e1 instrumento.:eTOpiode- su dial&ctica n o , buscando, por otr~ _arte, ningE-nbenefici~ial c,2E sus ensefianzas (Apo l " 19 D ss,),No podemos"sin embargo, reducir el movimiento sofista aestos caracJeres que detel'minan el aspecto formal de su paideitl.La spfistica fue, ,tambien y sobre todo, un intento de confer-mar racionalmente el ordenestatal y social, la economia ~lderecho mediante l ; J _ raoionalizacion de la cultUTli.,39 1 0 cualIe l!~cia_'s~ lU_Qvimiento innovador de las tiadiciones ate-!!ie1_)_,_s~~_ b~s~ de una orientacion criti a e ilustrada y de la:i:nSta:url!__ci6I!_~5l_.!!la sgpremacia de los "rrtas sabios" en lagire_c_Qi6_Q_t!eos asuntos PQ]itiqos, T.Qdos ellQ_s S _ 9 _ ! ! _ _ oQjetivosue muegranui1a~_12Eesa aualogia, con 81 ide:;tl de 13 actividad

    ~ocratica_4tl9_:9_m9 ~J~ aparece en 10:_jtim.~s"._dE-1mmS_ _n~t:-t6ni~y___en_Ie:n.QiQ&~~.mientrras qne Ia imagen de un SOCratesep~~migQ_acerrirno de los ;ofist

    ) 0 bien excluyen 8 1 ue 8 1 "daimon" socratico pueda~

    40 Adrados, 502 SS.3ll Maier, 231.

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    aran onarse a un ser el'sonal magico 0 divino que 58 eomu-nieafa de un modo euasi mitieo con Socrates. Mas bien pareceuecum Ie una funci6n de presentacion de la intima C O O v i c -cion' socratica de la necesidad existentede aportar una nuevaescala d1)_yaloxesa,_J;Jl~ Q.Q-neh,daaanos,a1 Hem 0 ue Ie sirvea S6crates de justificacion personal y suprarraeional para Iarealizaci6n de"su programa moral. Por -eso , ta como apareceen 1a Apologia (40 A-C, 41 D), etaviso "demoniaco" uedetraduCirse cmno :ilil innato.sentimien de IlJ.oralidad en 56c1:a-~ (Zeller) q_u_e__ s l lim ,~_ la n .mf cieneia_g_U~.!az6n humanaf l . . lLhora...ile....d_e_cidir_lo.~que~s,e--,.d.ehe_h_ace.(.ocrates fue cons-ciente de que sus ideas morales significaban una nueva moda-Iidad de conducta, pero no busca un fundamento teorico-ra-donal a su doctrina". EI obrar moral 8S para el, en ulrimainstancia, una_c,uesti6JL_d~ intuici6n, un acogerse cada uno_alos mandatos .qua en.lo.mas.prof do de suser siente el hom-bye bueno..Burnet y Jaeger 41 _han insistido en q~e, para Soc'rates, laovida moral y 1a felicidad s610 son posibles me. iante r a nuevav a l c ; r a ; ; : 6 n que aguel introduce del alma como expresi6n su-_p'rema de los valores morales. La eonjuncion de 10 animico-racional y 1 0 humano en la dialectica socratica haee oponersea esta tanto a las tesis mistico-demonlacas como a las natura-listas de las filosofias preeedentes. En el nuevo cdnce to 50-cra.tico_qe "aJrna", l origel! a el destine ultimo de esta soncom:glementos irre1eUtlltes_Bue;'- segW; Socrates, la perfeccionmoral es_ta_mas~alla_de_estas_c.uestion~ eJ que obm rectamente

    JlO considera la muerte COID.Q_JlUmal. De ahi el que a1S6crateshkt6ricQ__o le preocupe el pronunciarse definitivamente ace;rcade1a_cu_m;li6nde la illl10rtalidad ~l alma pues el esta intima-m~e convenciclo de~niBgun mal puede acontecer a1 ueohm rectamente, tanto ~n Ja hip6tesis de que exista un 1 1 1 1 sUBurnet, The Socratic Doctrine of the Saul (Proceedings of the

    British Academy, 1916), pp. 235-260; Jaeger, 417 ss .52

    alIa como si se acepta la tesis contraria (Apol., 40 A 88.). En el~ob:rarmora], encuentra e1 hombre su feliddad y, en defi __nitiva, aguello glle realmente Ie interesa y Ie. es de mas uti-lidad.~a correspondencta entre "utilidad" y "felicidad" esta enl~ base de Ia moral socratica, segun las Memorable's de jeno-fente (cfr., por ejemplo, II, 1, 17; ' II, 1, 33; III, 2, 1; III, 2, 2-4;III, s , 3, 5, 7; IV, 2, 34; IV, 5, 8-11; IV, 6, 8-9), Esta moralcendicicnal socratica tal como aparece en J enofonte parece que-d,ar sobrepasada, sin embargo, en el S6crates protoplatonicoque hace. del "obrar justamente" la ex resion cumplida de laa_ci6nmoral" 1 0 cual implica una acusaaagraaaci6n intern atie _valores absolutos: no es Ia vida ni la muerte, ni e1 honor.~ fama 0 el_dinero 1 0 _9.ue iIripmta sino eI obrar mora1mente,.Justamente (Apol., 29 DE, 30 AB, 30 E 88., 28 B; Criton; 48 BC).Hernos de preguntarnos, ernpero, s' este c6di~ socdbeo demoral absoluta que aparece e.n1a Apologia platonica fue unadoetriila constante del maestro 0, meramente, una serie decQnsideraciones surgidas al hilo de- su especialfsima cond,ici6nde condenado a muerte?,Si asi fuera, la moral socraticaacasopu~era s~r enteudi~a como una moral de situacion cuyo con-tenido sena compaginable can las tesis, establecidas por Jen-o-fonte a este respecto. E1 "obrar justa):Ilente" socratico, .en efec-to,_Qatece Serun concepto vacio y Ja delimitacion de su .con-lfi:niclocarece de todo !igor racional_L m;Jiversa par 1 0 quen~da tiene de extraiioel que, en los restantes dialogos plato-nlCOS, ~obse~ve una acusada tendenci~~ocdtica a ensay.'!!':CQncepelonesslempre cambiantes acerca del contenido real de;~aIlstic~aen el obrar, Noblta tampooo, por otra parte, en:1atonla 1illa~en de una moral socratica de corte eudaimonista(Cdrmide8, 175 D 88.) que confirma la interpretacion de Jeno-~~:t~ . e1 rum~~ que Antistenes y los cirenaicos darian a la"-"_~tioa socrabca, creyen a interpretar aa.ecuaoamente e1p,e~$arniento del maestro. Todo ella nos lIeva a a conclusi6n.e q.ue a linea eudaimonista y un transfondo utilitarista cons-~~n el sustrato de Ia concepci6n moral deJ Socrates hist6rico

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    (el cual siguio en r es t e punto la c,oncepd6~ tradici~nal delpensamiento griego), sustrato que e1 no ve inconveniente enhacerlo compatible con su procjarnacion del valor absoluto yaut6nomo del obrar moral. 425i Ia felicidad es para S6crates el objetivo ultimo perse-

    guido en nuestras acciones (A.pol., 36 D), Ia fe ici .aa .~ayory e1 'gozo mas profunda se consiguen en Y-E0r el ejerCIClO dela-~rtud y su conocimientc; pues conncer a esta es esta~ enl22~esion ~ ~_ciencia Uelbien y del mal" d~ ~onde pro~reuetoda felicidad (Cormules, 174 A S8.) . Al Identificarse la virtudcan Ia felieidacl, el ejercicio del bien resulta ser, por ella, larealizacion practica de los intereses humanos. La vida moral-mente bue:na 5e convierte, en definitiva, en el compendio ~-neral de las aspiraciones del hombre y, consiguientemente, ~el objetivo incondicionado que se la deseguir aunque ellosupongaponer en juego incluso Ia propia vida: no es vivirsimplemente 10 ue mas impoITta 0 in teresa, sino vivir "bien",teniendo presente gue "el vivir bien,e1 vivir honestamente yel vi vir justamente son una Ia misma cosa" (Criton, 48 B), yaque "cometer Ia injusticia es bacer e1 mal y practicar 1&justiciaes conducirse honestamente" (Hip. Menor, 376 A-B). Par esOnunca sera licito hacer el mal ni corileter in'ustici4 (Criton,49 B ss.) ni ~quiera contra a _uellos que antes nos 1 0 hubieranhecho a nosotros. La tesis .socratica de ue "no se debe devol-vel' injustj__scia or htjustici; ni hacer dano a hombre aIguno,ni aun.ien.el. caso de que recib_amos d_El_,llos un mal, sea elue fuere" uu, 49 D) es una de las mas claras expresionesde: la,__noveda

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    noso t ros mismo~, por ello, ~se del c,omportamientoU5tO.43 -La moral socratica busca el acabamiento completo de laperfecci6n human a c~~n problema de praxis que todohombre ha de resolver or simismo, prescindiendo de cual-uier norma 0 coacci6n extg,riQ1' dSl til?o social 0 religioso. EI110mlmL~kClD~encuentr.a_eLo1:igen,""primel'o de su a~tuaci6nmoral en la intuici6n de los lim_i,tg;;_mpnl_~de su TO 10 obrJlrpo;-~ncima -de toda consecuencia que se oponga a la exigeneiaincondicionada del ideal moral. ~6crat~s~s_ or ello, ha sub-ray ado Maier, el primer r_ill)resentante de la aular Ima..moral,se un la cual el hombre virtuoso encuentra en 51 mlsmo launica regIa vtUi~a de su eonducta, eonvirtit~ndose en el pro-toti 0 de la libertad la inde endencia frente a los reee tose"rteriores y los o..p.taculoL ue sus iilstilllos irracionales u-dieran goner al _9.~LQll.Q_d._eJuvida etica. Con ellq~1 hQJ!lbre virtuoso e ta continuamente ejerciendo el dominio de S 'Imismo (e-=;'&atia), venQi~ndp 1

    43 Esta interpretaCi6n de la moral socratica nos excusa de Iln,star masatencicn. a la concepcion tradicibnal .segun la cual Socrates identifica"virtud" y "saber" (te6rico.especulativo). No encontramos en el S6crate.sprotoplat6nIco tal identificaci6n {salvo en Laoues, 194 D: en la c5ntl-nuacion del Dialogo, sin embargo, Socrates no parece hallarse muy deaeuerdo can esta tesis). No obstante, tenemos que reconocer que tantoJenofonte como Plat6n (y Aristoteles) y tambien Antistenes, Aristtpo :Ios estoicos insistirau en atribuir esta doetrina a SOcrates. Esta Maruml-dad de te_stimonios haee problematico todo intento de decidir cual IueIa postura del SOcrates real a este respecto, al no haber coincidenciaentre aquellos en la determinacion e~pecifica del "saber".

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    mediante normas asceticas, S6crates inaugura aSl un nuevoconce to de libertad, dotando a esta de unas resonancias eticasYrtransfiriE~ndolaala esfera morardefhombl:e, frente a las con-~epciolles tradicionales !lara las cuales la "libertad" es un con-eepto po!ftico-p,0sitivo en cuanto expresi6n de una realidadsocial de olase, la 0 uesta a la cIase de los esclavos. El idealmoral- soer-atieo -implica a~1 iU l inUividtul~i~i~o - ue erapl'"klicamente desconocido entre los griegos.El individualismo moral socratico signiRca la exaltaci6n delv~lor autarquico de la personalidad humana cu a erfeccionreside en laobedie~ aTos dicta~ su propia "alma" yno a los imperativos de la legalidad externa y social'. Estaautarguia moral de la persona, como ha sefialado Maier, lleva,em.el cuadro de la praxis socratica, a una seoularizacion ilus-

    t rada de la ley moral que la tradiCI6nhabia incuestionable-mente ligado a las creencias y dtos religiosos. Para S6crates,por el contrario, la determinaci6n de 1 0 _~doSo y 1 0 justo no~~de dejarse al cuidado de los dimes y debeS~arificadasm .!._eneren cuenta para nada si es algo amado por los dioses~lquie~ olra,circu'il ,stancia por el estilo' (Euti r n, 10 D ss.rLa determmaeion de Ia moralidad esta fundamentalmente de-endiendo delindividuo que, prescindiendo de una normaobjetiva, insUtu e el ideal de la aceion moral en el "saberadeGtuldo", el saber hacer cada uno 1 0 que tiene que hacer ene!_marco de su propia situaci6n no s6lo individual sino tam-b>~~~i~====!.2~~~~~~7T~~~~~~~~~~~~en social-comunit~ria. El individualismo socratico no puede,por. tanto, ser entendido al modo que el proceso de la culturaOCCIdentalha impuesto en nuestros dlas. " p ,Las resonancias politico-sociales de Ia -moral socratica son~e~ntos tan relevantes como sus con uistas de Ia libertadmdividual moral y no pO

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    'acion de 10sasuntos de la polis; ,,Que castigo debe sufrir .. '-~e~; no haber idoa -aqU"ellos lugares en. los ~ue .no habia d~reportar utilidad alguna ni a vosotros III a D1l mismo y ~a?eldid a donde os podia ocasionar los mayores bsneficios,~cu, ~ ~s dije de manera privada; por haberme esforzado porsegu. , d b' .darse de,Convencer a cada uno de vosotros que no e ia cu~ ,ninguna de sus cosas antes que de procu~ar ser 10 mejor ~ masprudente posible, ni de las casas de,fa C1ud~d antes que de la

    'a ciudad y asi sucesivamente? . La vlrtud es fuente depropi . , lIt" .d dHenes no 5610 individuJles sino tamblen para a, 7 0 ee IV1 a ,

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    valor absoluto del "obrar justamente" ue exige, por consi-guiente, la sumisi6n del individuo a Ia 1egalidad. establecida.

    .As1 , Jenofonte, partiendo de los datos citados, pudo hacerresaltar (Mem., II, 1) frente al anarquista Aristipo la convic-cion socratic a de que el Estado. es el paTtador de los s;upremosintereses y de que el hombre ba de adquirirsu propia perfec-ci6n moral en el ambito de una organizaci6n social. Del mismomodo que el estatismo platonicc pudo invocar S 1 1 : 5 raices socra-ticas y hacer destacar la oposicion del maestro al regimen de-mocratico como signo de una evoIuci6n politica en un sentidorestringido a las condiciones concretas de su epoca y del Estadoateniense de su tiempo, tambien Jenofonte (Mem. III, 7, 5-6)esta firmemente convencido de que la defensa que pone enlabios de Socrates en beneficio del regimen aristocratico res-ponde al sentido bistorico de 10 que Socrates pudiera baberdicho a este respecto.l" Ello, sin embargo, es muy discutible que se correspoI_ldiera

    ~ coo la realidad, Las diatribas contra Ia democracia imperante,en efecto, gue P1,rt6; -B"one en boca de Socrates (Prot . , 319 B ss.}no corres -onden a los dialogos roto lat6nicos contrastan,par otra parte, fuertement~ con la obediencia al regimen es-tablecido

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    delante de vosotros que si yo salia absuelto, vuestros hijos sededicarian en adelante a cultivar 1 0 que S6crates ensefia ytodos par entero serian victimas de la corrupci6n" (Apol., I. c.).Socrates, sin embargo, sabia (Apol., 36 A) que su can dena erairremediable y que 10 fue desde till primer momento, dadogue la situaci6n de _Atenas ~ aquellos momentos no era amas apropiada para aceptar el "iJ!lperio del bien moral" sino_ue s-usconciudaJanos estibmiOcu ados buscando solucionespo!fticas nipid;;-que----couaujesen al restablecimiento deranti-guo_podeno poHticu_ economioo atenieDS~., S60r:te5 podia,Eor ello, ser acusado de "corromper a los Jovenes -desde ell~...o!!LentQ.n _gue los encauzaba a buscar un~ autenticidadmoral, apartandoles de los moldes extern os e la ormacionJtic;:'-politica tradicional.En esta situacion a Socrates no Ie uedaban mas - lle dosmaneras de escapar _31a {llt iroa pena: 0 declararseculpable aexilarse de Atenas. Su declaraci6n de culpabilidad hubiera~if.icado, sin embargo, la renuncia a sus afirmaciones acercadei valor supremoJi~ Ia libertad moral y de la autonomia del

    bien que establ'ece ~j~~icilo d~I~ virtud or encima deJosbienes fiSicQ~YJlJJn_9&k.P.ro ia vida. No estando esta doctrinafundadaen un proceso de demostraci6n .logico-racional, per-deria su validez si en el ejemplo de su profeta primero hubierasido ineficaz. Acogerse al exilio voluntario hubiera significado,de un modo analogo, PQstergar el b~ moral en beneficio deun bien Hsko,.._QQuJQq_y_e-iggalmenteetgensamiento socraticos;- h;biera revelado como inoperante,_Qcrates =-segiin Critony ApoZ. , 37G=E- ~c_Q_mDrend16_g_e,n~p1bos casos habriarenunciado al cumIilimie~to de su deber, habria dejad_Q_9-ehacei10 qY._ee correspondia y en_QonseCU~!l9_i~,staria desp!_in-tiendo c_Q_n_~usechos su prop ia doctrlflll. Por todo ello, hayque resaltar que Socrates, muriendo en aras de Ia e&g~n_ciadel ideal moral a] que se sentia impelido, reFre:>e~taba la~

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    .BIBLIOGRAFtAHORNET, J. : Greek Philosophy. Tliales to Plato, 5.a ed., Londres, 1932.CHROUST, A. H.: Socrates. Mal l a1ld Myth. The two Socratic Apologies

    of Xenophon. Londres , 1957.DUPREEL, E.: La zegende socratique et les sources de Platon. Bruselas,1922.

    GALLI, G.: Socrate ed alcuni Di.aloghiplatonici. Turin , 1958.GUTHRIE, W. K. C.: Socrates. Cambridge, 1971.MAGALBAES-VlLHENA, V.: Le probleme de Socraie. Paris, 1952.---: SOC1'atee t la Uge1ldeplatonicienne. Paris" 1952..MAlER . H.: Sokrates. Tiibinga, 1913.TAYLOR, A.: Socrates. Londres, 1935.TOVAR, A.: Vida de Socrates. Madrid, 1947.

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    Lo s So fistas

    INTRoDtlccr6NHablar de los Sofistas ofrece dificultades de varios tipos. Detipo tecnico Y metodol6gico unas, ideo16gicas otras, Las difi-cultades de bpo tecnic~son las mismas con las que se encuen-tra e1 aeereamiento a cual uier Presocratico. S610 disponerilQsde fragmentos de sus obras, Y h~y~que reconstruir todo su pen-samiento mediante unas cuantas proposiciones 0 textos, quemuchas veces se encuentran en testimonios gue no merecendemasiada confianza. Las "'dificultades de tipo metodologisovan. unidas a estas Y nos ponen en el dilema de, 0 bien renun-ciar y no decir nada sobre los autores encuesti6n, .0 bien limi-tarn os a haeer una exposioion de los fragmentos, ya que esto.ieria 1 0 {inico 0 Jetivo. El que-despues de esta pagina e ector58 encuentre con otras dedicadas a hablar de los Sofistas, noquiere decir que 58 hayan superado las dificultades que apun-tamos, sino que nuestro objetivo es otro. Es decir, no nosproponemos hacer un estudio exhaustive sobre el tema, en elque estas dificultades queden eliminadas, sino hacer una ex-posicion en la que S8 eumplan fundamentaimente dos objetivos:. por una parte dar una informacion suficiente sobre los Sofistasy reflejar nuestra "Iectura" particular sobre el tema.Si en Ia cuestion de la informacion es clonde tienen cabida

    las dificultades tecnicas apuntadas, en la de la "Iectura" se nospresenta otra. Nos encontrarnos can "problemas de. interpreta:

    65s

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    ~ en cuanto se comprueba que Ia primera que disponemosde los Sofistas es Ia de Plat6n, quien al hacerla, tenia masinteres en 'ustificar su _l2ropio sistema y el que atri6U5aasT-crates, que en dar una visi6n ohietiva de las enseiianzas deaquellos, Lo cual significa que posiblemente el mejor testirno-m o q u e tenemosde elIos no es excesivamente fiable, aun ueechem.2_s mano una y otra vez de el. Y ademas ha dado lugara toda una tradicion filos6fica en Ia que al mismo tiempo quese exaltaba las doctrinas platonicas se denostaba a sus opo-nentes. Si nos liberamos de ese prejuicio, bay que reconocerque en los sonstas 5e da el inicio de 10 que hoy llamariamos"ciencias sociales". Aungue ha ~ altisiones en los Presocraticosa temas de Filosofia social, no 1 35 recisamente 10 gue los ca-I!lcteiiza_YJil ~on[aer%9i6nci:cieI!!f..fica 0 al--meDOs "sistema-ticLd~ las mismas, corres onde a los Sofistas, EI tratamientosocio16gico por medio_Qel e:>tudio de lasleyeS,'los estudios deCramatica y Ret6tiQfb el comienzo de Ia Pedagogia, son inves-tigflciones practicamente a" l1sentes en la, Filosofia de la-Ni" tu-raleza rec,edente. La Teoria del conocimiento 1 3 los S'bnstas~~g_~omo una critic a delasinvestigaciones de Ia Naturalezay de Ia Ontologia montada sobre ena, perc no se quooa enmera critica. Por el contrario, sus inveStIgac:ionesconcretasen{'!lsampo social Ie, proporcionan una manera istinta de enfo-car el problema del conocimierito, 10 mismo ue una nuevaconc~r:>ci6n del hombre y del mundo, Su alternativa es nuevaporque el tipo de saber sobre e1 que reflexionan tambien 10 es,Y , adem as, porque Ia funoion de ese saber tiene una vertientepractica fundamental. Su valoracion depende de su repercu-si6n social y politica y no s610 de su valor te6rico contem-plativo.Vamos a presentar los temas tratados por los Sofistas de

    una manera sistematica, aunque S8 had mas hincapie en Pro-lqg ras y en Gorgias. Preferimos Ia exposicion sistem-aticaPorconsiderar que IS S Ia unica manera d.e tener una vision de con-junto que posibilite Ia apreciacion de las aportaciones hechaspor cada uno de enos, y que, al misrno tiernpo, no deje def)6

    lado su significacion global. Al hacerlo asi, ponemos en primerlugar, y despues de una introducci6n general sobre su revalo-rizaci6n y condicionamientosocial, el problema de Ia. antitesisNomos-Physis ( v o p - o c ; - t p 6c nc ; ) ya que, como iremos justificando,este debate entre 10 que es por Jey y 10 que es por naturalezaestuvo condicionando sus diferentes posturas en otros campos.Pasaremos luego aver la crltica ractonalista de la Religi6n ya continuaci6n analizaremos la postura relativista de Prota-goras en el campo de los val ores y las interpretaciones del"homo-men sura " en el campo epistemologioo, asi como la pos-tura de Gorgias sobre el conocimiento. La Ret6rica, la Cra-matica y la Filosofia dellenguaje seran tratadas a continuaci6npara acahar con el problema de la edncaci6n y Ia ensefianzade Ia "arete" que, como veremos, es donde mejor se manifiestaesa funci6n practica del saber a Ia que aludlamos.

    REvALOIUZACr6N DE LOS SOFISTAS

    Las alabras "son8ta" "sofistica" tienen una historia quees conveniente conocer. "~opia't~c;" (Soflsta) es una palabraderivada del adj~~vo "ad ~ sabio _y .9irectamente del verbaeS2:f.'i&o'io;( . i dearj~~~ar), y que originalmente designaba_atoda ersona ue l.La llegado a destacarse en alguna clase de~ctividad. Escurioso observar que el cambio de los terminosoor.p(o;"y "ao'foc;" desde su significado primitivo en Homero-mas traducible por "destreza" y "diestro" en una ocupaciondeterminada- basta un significado mas generalizado y rela-cionado con el conocimiento, hizo que pasara a denotar algoproximo a la veracidad de quien mereciera ese calificativo. As],por ejemplo, Pindaro podia escribir que el sabio es el queoonooe mas por naturaIeza. Esquilo, que el que tiene un cono-cimiento util es sabio, no e1 que tiene muchos conocimientos,Por su parte, I~ palabra "o"0f'n~c;", sofista, es un nombrederivado del verbo "autplO"'tEo"[Qlpracticar a'J'f1Q". Di6ge-

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    nes Laertio..,_puso de manifiesto que en principio " G 0 < f ! ( j < : ; _ : _ Y"crocp(n~

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    mento, como en la nueva Sofistica en la epoca del ImperioRomano, con el sentido primitivo neutral y mas honroso, eltermino "Sofista" ha sido utilizado mas frecuentemente paracali ficar a fil6sofos rivales ."

    1_QS_ J2rofesionales llamados Sofista~ a los que nos vamosa referir, recibieron esa calificaci6n gracias~ habilididparamanejar la palabra entendida -cori}9_- un _?.rma:Sin ~embargo,por los motivos aducidos, ~S< l : habilidad pronto adgu:i!i un,!aI9.!:_R~Y2rativo Y_3e ide~tifiQ_6 cpn lQs_g9ptempQffineo_ue _S6-crates _gg l , _glmo ProtagQr.a~, pro_baplemel}te discutieron conel. lD Indudablemente .!_ambien contribuy6 al desprecio de que~ablamos e1 que no fueran ciudadanos atenienses, como indi-=-cabamos antes-:-Corgias, or eem-l~fue a Atenas ara tra-tar la causa de Leontinicontra Siracusa en el 427 (~C.).jfippias realiz6 tambien varias misiones di lomaticas en Ate-jias. 11 Pero, ~l hecho de que los Sofistas Erovinier~de dis-tintas ciudades y ademas viajaran constantementa en misionesdiplom:aticas , tuvouna consecuencia ventlljp..s..:.:uesu visi6nde la sociedad y de las Ieyes de las ciudades fuera mucho masjmiplia que In. de quienes raz:a vez s~1ieroild~ su "poJjs';; elloinfluy6 en su concepcion de los valorea mOIlol.lesY polijicos _yel!_~l!___cr!tica._~_}a r~ligi6~. En contrapartida, ~arencia de1.! !laresi(jenia f ija les impJ~iQ cre~ :._escuelasdoctrinales biendefinidas. NQ_juvierouontinuadores que cuidase~us ense-.l?llDzas ni sus escritos, Esto, induda blemente, Coittribuy6 tam-! > i e ! l a su d~precio ulterior. Pasados unos siglOSIde sus pro-ducciones Iiterarias no se conservaron mas que escasos restos. 12Pero, &'J?ieI!..I19_fp.f.l].lar_onscuela, ni incluso ellos misrnos cons-

    9 Comperz, o. c., p. 472. "10 Platen, Pr o tagoras , 349 a. Insiste en sucrltica a causa de la remu-neraci6n que recibian,11 Guthrie, o. c., p. 40.12 Los fragmentos y testimonios de los sofis tas fueron reunidos y edi-tados par Untersteiner. Dumont ha publicado recientemente (1969 enP. U. F.) una seleccion de los mismos (Les Sophistes).

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    tituyeron una, ~ denominacion que les abarca por iguaI noobedece s610 a Ia rpractica de una docencia retribuida Asfpor . ejemplo, l!l Rj_t6rica (:) el artede Ia palabra fuepracticad~p'or~ to~os ellos. En general fueron maestros de "il-rete ( d p s - r " i ] ){>olitica". Su e~pirismo respecto del conocimierrto, S 1 . 1 escep-ticismo metafisico, sus posturas respecto de 1a antitesis entrenaturaleza y convencion, aunqu;-d.iferentes en sus apreciacio-nes especi ficas, fueron 'temas __gon'lun~~ que jg ,2Qfical! eLguehablemos en un sentido amplio de la mentalidad sofistica 0del movimiento soHstico. 13 De todas maneras, habra que teneten7U"enta que muchos de elIos tenian su propia especializaci6ny que sus irrtereses particulares podian diferir bastante entresi, 14Los Sof'islas c_Qgstituyeron la elite intelectua] q!le el des-

    arrollo de la burguesia habia forjado y fueron el exponente dela;-~aracteristicas culturales dominantes en la epoea. La luehade la b1..1rgue s . i ; : contra la n;bleza se manifesto en el planofntelectual, en la medida en que este podia ser un instrumentopolitico de la mayor importancia, El que los Sofistas s~re_::s~ntal~n c0lll.0~~~qe~rete olitica" siggificaba~ losOj0S de la aristooraciague _un2._E~v~

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    Ia "polis" en la Atenas del siglo v ~ de esas consecuencias los&JistasIuerog_ los maximos exponentes.

    CONDICIONAMIENTOoclO-poLiTICO DE LOS SOFISTASLa vida social y politica de los griegos experiment6 durante

    el siglo v, a. C.,grandes transformaciones, En Atenas especial-mente "la lucha de clases habia terminado con el triunfo de Iaq!as burg~", como dice -Comperz. 15 Varios fueron los)a9-tores que contribuxe!on a ell~ Se produjo, por un lado, elcambia desde una socjedad agricola, asentada sobre bienesinmuebles a otra basada fundamentalmente en las actividadesindUiliial~s y SQ_rn-~rc!aJ~~~q~et;;J-;- consigo una parcialabolic. i6n dl3.J9urivilegiQLde la nobleza. Este ca._rrt]Jiose_I?Io-dujo despues de. una serle de luchas entre dos grupos 0 parti-s l o s : ~1agrario cons_~ador y el~partido democnitico-mariti ino.El primero

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    :tgy_ala:l>ra algo necesarip""para J g _ _ instr.Q_cSi6n :Qublica del ciuda-dano, A esta tarea, L ensefiar'-:areJ:.!L.2Qlitica", se dedicaron~specialmente los Sofistas. Ew,_illE.!Q CO!! otros intel~tualescomo eran los m~dieosy' !()_shtera_!_q__s,~sieom9~@nos fil6so-fQ_s,"que -llamarl~mos "presocraticos", contribuyeron a formar~n Atenas una conce cion del l;lOmbre.c_ydel c iudadano,_

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    ~j_ l l_~g~~_i l :~, en la_!p_!dida en__gue 1 0 exigian las necesidadesbeIieas. Esto produciria un desequilibrio politico permanenteque se tradujo en la crisis. con que termin6 para Atenas laHamada Guerra del Peloponeso, agravada par los movimientosde rebeldia de las ciudades que habian constituido inicialmentela Liga de Delos.

    La caracteristica mas importante del cambio intelectual deque hemos hablado es la antitesis entre "p_~~is" )' "nomos"que ~ta subyaceI!i~~ la mayor1a de los tem~ggoL129rlos sofistas , Asi, por ejemplo, en la cuesti6n relig ios~la~is

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    {Protagorasf fue un sostenedor de la teoria del ~resodel hombre y de Ia sociedad, yes en la exposici6n de la mismadon.de podemos encontrar s~s ideas sobre: el fundamento de lasEes. 2l La cuesti6n se plantea a partir del ~i:ilQgo entre S6-crates y Protagoras sobre si se uede 0 no enseiiar "aretl~" .22La posici6n- de Piotagora" es diffcil en la medida en que, _ & _ _sostiene que la "arete" es algo inheren!_e_a la naturaleza huma-na no Euede. adquirirse por aprendizaje, va contra su propioofieio "q-ue-c~nsiste preeisam8?t~ ~~~iia.! "arete", Pero,por otta parte, gene que justificarel pr~~ipio subyacente a [ademocracia teniense, s~gUn el Cual l

    RQ! encargo _ Q 8 Z~us los dos hermanos distribuyeron distintas

    20 Nace en Abdera en e1 486. En Atenas tuvo amistad con Pericles.Hacia el 44.0 tuv:o su esplendor, En el 448 redact6 las leyes de. Ja ciudadde Turio.n La teoria sobre un progreso de la humanidad desde un estado pri-mitivo no es privativa de los sofistas. Estaba bastante extendida en elsliIo v en Grecia~H;w una co-ndensaci6rt"ae-1a filosofia de Dem6critob;Cha por Hecateo de Abdera y preservada per Diodoro (~,9) , que mues-tra una filosof ia de la civilizacion de int ima semejanza con el mito deProtagoras (E. Zeller, o. c., p. 75). Por otra parte 'tamblen se encuentranell ]:utiRides, Qrlt~as, fu9_uilo_y en el mismo Corpus H_ipocraticum (VerGuthrie, o. c., 6J).

    22 Platen, Prot., 820 c. .23 La idea de progreso supone una filosoHa de la historia, De todasmallei-as Chatelet (Histoire de l 'antiquite) ccnsidera que los softstassuponen la disoluci6n de la historicidad, Se conoce el titulo de una obra

    de Protagoras Sobre el estado ori .ginal del' hombre ci tada por Di6genesLaertio (9,55), en 13 que posiblemente diera Ia misma teoria que Plat.6npone en su boca en el dialogo que lleva su nombre, EI apelar a un mitocomo exposici6n y no a una argumentacion era una teeniea habitual;iitre los sofistas. La introduccion de dioses en la historia puede consi-derarse como un recurso litera rio de Platen sin mas signifieaei6n, pueseste conooia el agnosticlsmo de Protagoras, De todas maneras DO todos78

    ~pacidades en Jos s~~s vivo~~de ma!!era_qw~ hubiera un equi-librio entre ellos para que todas las especiss llegaran a vivir.. : , . 1 \ 1 llegar el hombre, Viendo que se Ie habian acabado los bie-nes, Prometeo Ie dio el fuego, simbolodela sabiduria tecnicaque xlistinguiria 8:1 hombre de los deiruis animalesy c o n - ; l ~ejercicio le procuratj.~ su propio m~nteniiniento. Pero, por suparte,. Zeus Ie confirio "e1 respeto mutuo" y "un sentimientodi: justicia" qiele proporcionaria el orden en .las ciudades yla conyivencia padfica.-En Ia explicaci6n que sigue al mito,I,!otagoras consi9-era que las virtudes politicas eran necesarias_para el desarrollo de una "polis" y gue pueden ser osef

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    la justieia y de las virtudes p;;]iticas.- Can ella ~ pone ~ 1 _ e;;;anrliesto la importancia de la convenci6n respecto a la natu-rale-;a, al mismo tiempo que S8 eleva a un primer ~lano el temad e la, educacion. Dentro de una' concepei6nqu8, como .la defro!~g.9ras, _ll !antenga. g_!N_puede ser ensefiada la "arete poli-liea" y ue todos los hombres tienen acceso a ella mediantela educaei6--n ,To