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Revista de Neuro-Psiquiatría, 2004; 67: 3-19 ABSTRACT Lima, Perú Marzo-Junio, 2004 Volumen 67 Nº 1-2 DISCUSIÓN DEL CONCEPTO DE ATELESIS A LA LUZ DE LAS IDEAS ACTUALES SOBRE LA ESQUIZOFRENIA Por OVIDIO A. DE LEÓN* RESUMEN * Profesor Asociado de Psiquiatría de la Universidad de Illinois en Chicago y Director de Psiquiatría del Hospital de la Universidad de Illinois en Chicago. 912 South Wood St, Chicago, Illinois 60612 [email protected] Numerosos investigadores se esforzaron por deslindar el trastorno fundamental de la esquizofrenia durante el siglo pasado. Este artículo revisa brevemente los conceptos más significativos que han sido presentados en la literatura con el fin de contrastarlos con el concepto de atelesis que Honorio Delgado propuso en 1958. Revisamos además las influencias que otros teóricos ejercieron en las ideas de Delgado, prestando especial atención al concepto de “función” y al método fenomenológico. Finalmente, exploramos la tendencia neurofenomenológica actual y proponemos la necesidad de revitalizar el concepto de atelesis, dada su irreductible realidad ontológica, mediante el estudio empírico de sus correlatos neurofisiológicos y neurocognitivos. The fundamental disorder of schizophrenia has been sought by many investigators during the last century. We review in this paper the most significant concepts that have been put forward in the literature with the aim to contrast them with the concept of atelesis proposed by Honorio Delgado in 1958. We also review the theoretical influences present in Delgado’s thought, especially the concept of “function”, and the phenomenological method. Finally, we explore contemporary neurophenomenological ideas and propose the need to revitalize the concept of atelesis, in the light of its irreducible ontological reality, by the empirical study of its neurophysiologic and neurocognitive correlates. PALABRAS-CLAVE : Esquizofrenia, fenomenología, memoria de trabajo, teoría de la mente, dismetría cognitiva, atelesis. KEY WORDS : Schizophrenia, phenomenology, working memory, theory of mind, cognitive dysmetria, atelesis. REVISTA DE NEURO - PSIQUIATRÍA DISCUSSION OF THE CONCEPT OF ATELESIS BY THE LIGHT OF THE CURRENT IDEAS ON THE SCHIZOPHRENIA

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3CONCEPTO DE ATELESIS A LA LUZ DE LAS IDEAS ACTUALES

Rev. de Neuro-Psiquiat. 2004; 67(1-2):3-19

Revista de Neuro-Psiquiatría, 2004; 67: 3-19

ABSTRACT

Lima, Perú Marzo-Junio, 2004 Volumen 67 Nº 1-2

DISCUSIÓN DEL CONCEPTO DE ATELESIS A LA LUZ DE LAS IDEASACTUALES SOBRE LA ESQUIZOFRENIA

Por OVIDIO A. DE LEÓN*

RESUMEN

* Profesor Asociado de Psiquiatría de la Universidad de Illinois en Chicago y Director de Psiquiatría del Hospital de la Universidadde Illinois en Chicago.912 South Wood St, Chicago, Illinois [email protected]

Numerosos investigadores se esforzaron por deslindar el trastorno fundamental de laesquizofrenia durante el siglo pasado. Este artículo revisa brevemente los conceptos mássignificativos que han sido presentados en la literatura con el fin de contrastarlos con elconcepto de atelesis que Honorio Delgado propuso en 1958. Revisamos además lasinfluencias que otros teóricos ejercieron en las ideas de Delgado, prestando especialatención al concepto de “función” y al método fenomenológico. Finalmente, exploramos latendencia neurofenomenológica actual y proponemos la necesidad de revitalizar elconcepto de atelesis, dada su irreductible realidad ontológica, mediante el estudio empíricode sus correlatos neurofisiológicos y neurocognitivos.

The fundamental disorder of schizophrenia has been sought by many investigatorsduring the last century. We review in this paper the most significant concepts that have beenput forward in the literature with the aim to contrast them with the concept of atelesisproposed by Honorio Delgado in 1958. We also review the theoretical influences present inDelgado’s thought, especially the concept of “function”, and the phenomenological method.Finally, we explore contemporary neurophenomenological ideas and propose the need torevitalize the concept of atelesis, in the light of its irreducible ontological reality, by theempirical study of its neurophysiologic and neurocognitive correlates.

PALABRAS-CLAVE : Esquizofrenia, fenomenología, memoria de trabajo, teoría de la mente,dismetría cognitiva, atelesis.

KEY WORDS : Schizophrenia, phenomenology, working memory, theory of mind,cognitive dysmetria, atelesis.

REVISTA DE NEURO - PSIQUIATRÍA

DISCUSSION OF THE CONCEPT OF ATELESIS BY THE LIGHT OF THECURRENT IDEAS ON THE SCHIZOPHRENIA

4 OVIDIO A. DE LEÓN

Rev. de Neuro-Psiquiat. 2004; 67(1-2):3-19

INTRODUCCIÓN

El concepto de atelesis fue presentadopor Honorio Delgado en su artículo “DiePsychopathologie der Schizophrenie, vomfunktionellen Standpunkt aus betrachtet”(La Psicopatología fundamental de la esqui-zofrenia desde el punto de vista funcional),publicado en 1958.1 La traducción al españolde este artículo fue publicada, posteriormente,en 1962.2 Este importante concepto constituyóuna aportación fundamental al entendimientofenomenológico de la esquizofrenia. Su pre-sentación se produjo en los inicios del de-sarrollo tumultuoso de la investigación bio-lógica de la esquizofrenia cuando la atenciónde los estudiosos se apartó progresivamentede los conceptos fenomenológicos, psicoge-néticos y socioculturales para volcarse hacialos resultados de las investigaciones genéti-cas, bioquímicas y psicofarmacológicas. Mu-chos investigadores proclamaron desmesura-das esperanzas concernientes a la solución deeste problema. A pesar de los innegablesavances en la materia, sobre todo en el terrenodel tratamiento farmacológico, las esperanzasde una comprensión adecuada del trastornotodavía permanecen insatisfechas.

En la historia de las ideas acerca de estaenfermedad distinguimos claramente la ten-dencia de algunos a encontrar la perturbaciónprimaria del desorden. Otros, con una menta-lidad más pragmática, se han conformadocon emplear un enfoque criteriológico que hasido utilizado extensamente en la investiga-ción. Entre aquellos que buscan la pertur-bación primaria del desorden encontramos aquienes lo hacen para determinar el fenotipo,o como algunos lo llaman el marcador bioló-gico. Otros, entre ellos Delgado, han tratadode alejarse no sólo de los prejuicios “tipoló-gicos”que tratan de unimismar el listado desíntomas a la enfermedad, sino también deaquellos que, perseguidos por el fantasma de

Descartes, intentan reducir la dolencia a sussustratos biológicos.

Al cabo de casi medio siglo de haber sidocaracterizado, el concepto de atelesis mereceser discutido nuevamente. Este esfuerzo sejustifica en gran medida por el renovadovigor que el método fenomenológico haalcanzado actualmente en la investigación delas alteraciones de la conducta.

1. LA PERTURBACIÓN FUNCIONAL ES-PECÍFICA DE LA ESQUIZOFRENIA

El diagnóstico no es otra cosa que laasignación de un caso individual a una ca-tegoría o clase particular. La presencia deciertos atributos comunes define la clase yel establecimiento de diversas clases se de-nomina clasificación. Idealmente todos losmiembros de una clase deben compartir unaspecto o grupo de aspectos que son ne-cesarios y suficientes para pertenecer a laclase. Este afronte (monothetic) se esfuerzapor descubrir el o los aspectos esenciales quede modo exhaustivo y único definen la clase.El afronte opuesto (polythetic) asume queningún aspecto es esencial para pertenecera la clase. Se asume que los aspectos de-finitorios no son necesariamente únicos oque la separación nítida de las clases no esobligatoria. El aspecto esencial de la clase sedeja sin especificar. La utilidad de estesistema depende de cuán bien funcione en lapráctica. En el caso de las clasificacionespsiquiátricas actuales se busca el aumento dela confiabilidad, pero no se afirma concerteza la validez.

Numerosos autores se han esforzadodurante el siglo XX por encontrar el trastornoesencial de la esquizofrenia. A pesar de ser undesorden aparentemente heterogéneo, lamayoría de los autores suscribe el conceptounitario de esta psicosis. Como consecuencia,

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el problema más importante es el de definir laesquizofrenia desde un punto de vista clínico,lo que para muchos es la especificación delfenotipo. No olvidemos, sin embargo, que lasconsecuencias fenotípicas de la variacióngenética pueden evidenciarse a distintosniveles (conducta, metabolismo, molecular,daño tisular, etc.), pero la expresión real deestos fenotipos a cada nivel depende delcontexto y no es simplemente la consecuen-cia directa de la variación genética.3 Lacaracterización de la esencia del trastorno hasido emprendida desde distintas orientacio-nes teóricas, principalmente desde el puntode vista fenomenológico, psicoanalítico yneurocognitivo. Tanto los fenomenólogoscomo los psicoanalistas utilizan la observa-ción y el análisis de fenómenos privados,subjetivos, o como también se les llama, ma-nifestaciones de la “primera persona”. Losteóricos del enfoque neurocognitivo estu-dian las propiedades cerebrales que noguardan una relación directa, sino indirecta,con las manifestaciones de la esfera mental.Estos métodos han sido llamados de “tercerapersona”. Revisaremos muy brevementeaquellas concepciones que se nos antojancomo puntos cardinales en el desarrollo delas ideas sobre la esquizofrenia durante lasegunda mitad del siglo XX.

1.1 El enfoque psicoanalítico: La distorsióndel proceso simbólico

Lawrence Kubie,4 consideraba im-prescindible el deslinde del desordenespecífico de la psicosis antes de tratar deinformarse cómo esa deformación se pro-duce. Este autor partió del concepto deque la capacidad de formular abstraccionesy representarlas mediante símbolos es lamás alta capacidad psicológica y espiri-tual del ser humano. El proceso simbólicocumple una función de enlace entre laexperiencia interna y la externa, o sea,entre el yo y el no-yo. Gracias a este

proceso el individuo adquiere los cono-cimientos que le permiten orientarserespecto a sí mismo y al mundo externo.Cada símbolo, por tanto, se refiere simul-táneamente a los conceptos derivados delas sensaciones e imágenes corporales yde las percepciones provenientes delmundo externo. Cada vez que pensamos ohablamos de la realidad externa, involun-taria o deliberadamente, lo hacemos tam-bién del mundo interno. Esta conexiónbipolar de la capacidad simbólica, esvulnerable a los insultos causados tantopor las alteraciones de las funcionescerebrales cuanto por las perturbacionespsicológicas. El psicoanálisis asume enforma axiomática que los síntomasconstituyen un lenguaje simbólico querepresenta la expresión de conflictosintrapsíquicos reprimidos. La enfermedadse inicia cuando estos conflictos engen-dran procesos represivodisociativos queocultan los nexos entre los complejossimbólicos y las percepciones y conceptosque representan el yo. Esta ruptura es elpunto de partida de la neurosis; el procesopsicótico requiere además la dislocaciónde las relaciones entre las construccionessimbólicas y su polo de referencia con elno-yo.

1.2 Los enfoques neurocognitivos

Otros autores han dirigido su atencióna las anormalidades que se observan enlos procesos de información que se aso-cian a los síntomas de la esquizofrenia.Este enfoque, el de la neuropsicologíacognitiva, se apoya en conceptos hipo-téticos que, no obstante, pueden sometersea un examen experimental.

1.2.1 La teoría de la mente

Frith5 describió tres anormali-dades principales en la esquizo-

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frenia. La primera es la incapacidadde iniciar o inhibir a voluntad laconducta. Los actos son rutinarios,determinados más por los estímu-los ambientales que por las decisio-nes monárquicas del yo. El controlde las acciones carece de la mo-dulación necesaria para engendrarconductas finamente adaptadoras oinhibir actos perseverantes cuyoobjetivo no es congruente con lasexigencias de la realidad. La se-gunda revela un desmedro de lacapacidad para reconocer la inten-ción que acompaña la ejecución deun acto deliberado. Es así como elyo, carente de monición o adverten-cia, percibe sus propias accionescomo pertenecientes a un designioextraño sobre el cual no ejerceningún dominio. La tercera es laincapacidad para juzgar certera-mente las intenciones y creenciasde otros. Las inferencias incorrec-tas que se hacen cuando esta aptitudno se ejerce cabalmente conducen ala aparición de las delusiones para-noides. Esta incapacidad fue des-crita inicialmente en niños quehabían recibido el diagnóstico deautismo,6 y actualmente recibe elnombre de “teoría de la mente”.Estos procesos cognitivos son casosespeciales del mecanismo que ge-nera las “metarepresentaciones”, osea la habilidad para reflexionaracerca de cómo se representan elmundo y los pensamientos propios.

Recientemente se han desarro-llado métodos para investigar estosconceptos teóricos en seres huma-nos. Sujetos con esquizofrenia y su-jetos normales fueron sometidos apruebas no verbales que evaluabanla atribución de intenciones con y

sin figuras humanas al tiempo quese obtenían imágenes cerebralesmediante la tomografía de emisiónde positrones. Durante la atribuciónde intenciones se observó actividaden la corteza prefrontal derecha delos sujetos normales, pero no en lossujetos con esquizofrenia.7 Los re-sultados de algunos estudios queutilizan estos métodos neuropsico-lógicos también han revelado anor-malidades en familiares consanguí-neos normales de sujetos con esqui-zofrenia.8

1.2.2 EL defecto de la memoria detrabajo en la esquizofrenia

La memoria de trabajo es lacapacidad para mantener en lamente eventos u objetos que no sonparte de la experiencia actual conel fin de mantener la continuidadtemporal y espacial entre las expe-riencias pasadas y las accionespresentes. Goldman-Rakic9 ha su-gerido que la memoria de trabajo esuna operación cognitiva singularcuya alteración explica los aspectoscardinales de los desórdenes delpensamiento que se observan en laesquizofrenia. Se piensa que eldesmedro de la capacidad paramantener instrucciones, conceptosy objetivos en la mente, produceconfusión, alteraciones de la aten-ción e interpretaciones equivoca-das de la causalidad. Se piensaademás que este desmedro puedeestar causado por alteraciones delas redes neurales que aseguran elacceso de las representacionessimbólicas a la corteza prefrontal yel mantenimiento de dicha infor-mación en ese centro nervioso. Lasvías de retroalimentación corticales,

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particularmente las proyeccionesprefrontales a las áreas de asocia-ción parietotemporales, integran lasrepresentaciones simbólicas a lainformación sensorial que estasáreas reciben del tálamo y de otrasáreas sensoriales secundarias. Lasalteraciones de estos mecanismospueden producir anormalidades dela experiencia sensorial, así comocarencia de iniciativas, pobreza dellenguaje y falta de dirección de laconducta. Goldman-Rakic y sus co-laboradores10 han sugerido recien-temente que la estimulación de losreceptores D1 aumenta los nivelesde excitación de las células pirami-dales y las interneuronas, siendoeste aumento más efectivo en lascélulas piramidales. El incrementode la actividad de las células pira-midales facilita el desempeño de lamemoria de trabajo, pero lo hacesólo hasta cierto punto. Si persisteel incremento de la actividad dopa-minérgica sólo las interneuronasaumentan su excitación, lo cualpone en marcha un mecanismoinhibitorio de las células piramidalesy el consiguiente desmedro de lamemoria de trabajo.

En la esquizofrenia se observandeficiencias de la capacidad paraprocesar la información, sobre todocuando se enfrentan tareas múlti-ples, distracciones, estimulaciónexcesiva u otros estreses que exigenel procesamiento rápido y eficientede la información. La operaciónnormal de la memoria de trabajoexige la preservación de los me-canismos de la atención y de laintegración temporal. El trastornode estos mecanismos podría es-tar relacionado a ciertas funciones

sensorio-motoras que no parecenser claramente cognitivas, tales co-mo los movimientos oculares. Se havisto que los movimientos ocularesde seguimiento fino que permitendirigir la vista hacia un punto que semueve y mantener la visión de él,así como los movimientos ocularesdiscontinuos y esporádicos, se rela-cionan a funciones cognitivas, enparticular a la memoria de trabajo.El estudio de los movimientos ocu-lares ha permitido establecer quelos sujetos con esquizofrenia, adiferencia de los sujetos normales,no pueden seguir un punto con lavista de manera ininterrumpida yuniforme. Los ojos de estos enfer-mos se mueven más lentamente queel punto, y de cuando en cuandorealizan movimientos bruscos paracompensar la falta de precisión delmovimiento. Holzman11 demostróque la concordancia, en lo que serefiere a esta anormalidad ocular,era significativamente más fre-cuente entre los gemelos monozigo-tos que entre los dizigotos afligidospor la esquizofrenia. Se especula,sobre la base de estos hallazgos,que esta disfunción ocular es unindicador genético ligado a la es-quizofrenia.

1.2.3 La dismetría cognitiva

Nancy Andreasen12 no encuen-tra en los signos y síntomas de laesquizofrenia su desorden esencial,sino que busca lo característico dela afección en los procesos cogni-tivos subyacentes que, regidos porcircuitos nerviosos, son los respon-sables de los fenómenos revelado-res de la enfermedad. La atenciónde esta autora se aparta de la feno-

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menología y se dirige a la “lato-menología”, palabra derivada de lavoz griega λαθειν , que significaoculto o que no se muestra a lavista. Andreasen sostiene el carác-ter unitario de la esquizofrenia yafirma que su fenotipo es unaanormalidad cognitiva fundamen-tal y no la diversidad de síntomasque los enfermos presentan. Presu-me además esta autora que lasalteraciones de ciertos circuitosnerviosos constituyen la vía finalcomún por la que convergen múlti-ples insultos etiológicos desde elmomento de la concepción hasta laadultez temprana.13

La dismetría se define como lamedición anormal del tiempo y delespacio. En tanto que anormalidadcognitiva, la dismetría se manifies-ta como una dificultad para coordi-nar, procesar, recuperar y dar prio-ridad a la información. Los proce-sos normales del pensamiento re-quieren la coordinación precisa dela actividad mental, la que pierde suconcierto y ajuste en virtud del flujoincoherente de la información. Estafalta de correspondencia se reflejaen funciones tales como la aten-ción, la memoria, la codificación, lainhibición y la facilitación. La dis-metría cognitiva, sin embargo, esun proceso mucho más básico yfundamental que estas funciones yse le considera por tanto un meta-proceso. El metaproceso normalopuesto sería la sincronía cognitiva.Se sabe que en la esquizofreniaexisten ciertas alteraciones motorassutiles, tales como la disminucióndel tiempo de reacción y la disfun-ción de los movimientos oculares

de seguimiento fino. Esto podríasugerir que existe un mecanismosubyacente básico que regula la sin-cronización de la acción motora y elpensamiento. El papel de los cir-cuitos córtico-cerebeloso-talámico-corticales sería el de facilitar laplanificación y ejecución de lasactividades motoras y cognitivas.Cuando se produce una transferen-cia asincrónica de la informaciónen el cerebro el sujeto interpretaequivocadamente tanto sus proce-sos internos como los externos.Ciertas percepciones de carácterneutro pueden asociarse a afectosaterradores y ciertos pensamientosinternos atribuirse a otras personas.Las asociaciones antojadizas entrediversas representaciones mentalesdistorsionan la capacidad para dis-tinguir el yo del no-yo, así comodiferenciar lo importante de lo tri-vial. Las representaciones internasse atribuyen al mundo externo, paraconvertirse en alucinaciones, y lasinformaciones se deforman y vin-culan caprichosamente, dando lu-gar a delusiones. El flujo asincróni-co de la información puede ademássufrir interrupciones y originar sín-tomas negativos, tales como elaplanamiento afectivo. El sujetopierde el control de su conducta, seexalta, se torna agresivo o se inmo-viliza.

La evidencia experimental queapoya el concepto de la dismetríacognitiva, se originó en los estudiosde imágenes cerebrales, tanto es-tructurales como funcionales, quedemostraron la existencia de lahipofrontalidad.14-16 Las densas in-terconexiones del tálamo con otras

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regiones corticales y su probablepapel como filtro de la informaciónsugieren su participación en losprocesos de dismetría cognitiva.Los resultados de los estudios neuro-patológicos y los de imágenes cere-brales apoyan estos conceptos.17-18

Finalmente, los estudios realizadosmediante la tomografía de emisiónde positrones han encontrado unadisminución del flujo sanguíneo enlas áreas frontales, talámicas y ce-rebelosas durante la ejecución depruebas neurocognitivas, lo cual nose observa en los sujetos normales.19

1.3 El concepto de Atelesis

Honorio Delgado consideraba que eraesencial descubrir la perturbación fun-cional específica de la esquizofrenia. Apesar de no referirse a una perturbaciónfuncional de la actividad cerebral sino a lade la anímica, Delgado pensaba que laenfermedad tenía un origen cerebral y quelas alteraciones psíquicas y las cerebraleseran interdependientes. Igualmente funda-mentaba Delgado su comprensión de laesquizofrenia en el concepto de su unidadnosológica, y rechazaba la pura des-cripción semiológica por infecunda y lainterpretación psicogenética por doctri-naria. No le faltaba razón al maestroDelgado. La primera asume incorrec-tamente que los síntomas de una enfer-medad, o como se dice actualmente, ellistado de “criterios diagnósticos”, cons-tituyen su esencia. La segunda se veinvestida insidiosamente de una cau-salidad mágica. La superación de ambasposturas, señalaba Delgado, se encuentraen la profundización del conocimientopsicopatológico de la enfermedad y en eldescubrimiento de su “específica pertur-bación funcional”.

Es posible discernir los orígenes delconcepto de atelesis en “La Psicología dela Locura”, trabajo publicado por Delgadoen 1919.20 En dicho trabajo Delgadopropone que la causa interna y efectiva dela alienación es, en la mayoría de loscasos, “una dificultad impuesta a laadaptación del sujeto, por la imposiciónde un esfuerzo demasiado grande a lafunción de la conciencia, que supere ellímite de síntesis y dominio actual,….”Más adelante agrega: “No negamos, pues,que la actividad psicológica es funcióndel cerebro, y que todo proceso psíquicotiene su concomitante molecular: hacerloimplicaría carencia absoluta del sentidocientífico. Lo que sostenemos es laprioridad de la función: concepto que almomento presente renueva la medicinaen todos sus ámbitos, y sirve de base a esalozana fisiopatología que considera ca-duco y sin valor práctico en la clínica elconcepto de lesión anatómica, y sí muyfructuoso y constructivo el conceptodinámico de las enfermedades” (énfasisnuestro). El interés de Delgado en laprioridad de la función de la conciencia,que aparece aquí de manera embrionarioy con clara influencia psicoanalítica,alcanza su madurez conceptual, des-provista ya de matices psicoanalíticos,cuando propone el concepto de atelesis.

Delgado partió del concepto de laego-anajoresi, propuesto por Winkler.21

Se trata de un “proceso intrapsíquico porel cual las vivencias pierden sus normalescualidades activas y directas respecto alyo”. Este proceso malogra la integridadde las relaciones entre el yo y su mundocircundante, no debido a que el yoencuentre incompatibles sus vivencias, niporque se le dificulte reprimir los con-tenidos que se le antojen extraños, sinodebido a la desintegración funcional de la

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conciencia. La conciencia se ve impotentepara encaminar la experiencia subjetiva,trastocándose la consonancia que debeexistir entre el mundo interior y el ex-terior. A esta disyunción se le denominaautismo. Esta desintegración funcionalde la conciencia impide que las formasprimarias del entendimiento (categorías)ejerzan su misión ordenadora de losdatos de la realidad. En otras palabras, laanormalidad de la conciencia que se ob-serva en la esquizofrenia consiste en “unfino desorden de su función configuradorade la vivencia”, y se caracteriza fundamen-talmente por la quiebra de las categorías yla alteración subsiguiente del ajuste delsujeto al mundo exterior y al mundo sub-jetivo. Delgado utilizó el término de ate-lesis, que significa ausencia de fin, logro,poder pleno, para referirse al “desordenen su conjunto”, o sea al autismo, la ego-anajoresi y la quiebra de las categorías.Estas tres disyunciones de la conciencia“son la consecuencia de la desintegraciónfuncional de la conciencia, a la que carac-terizamos con el nombre de atelesis”. Laatelesis es el mecanismo funcional res-ponsable por el “fino desorden de lafunción configuradora de la vivencia”, yque principalmente ocasiona la quiebrade las categorías. Delgado pareció darprimacía a esta disyunción cuando se-ñaló: “No se puede dar ninguna pérdidamás elemental de la congruencia delespíritu con los datos representativos dela realidad, pues aquí se pierden las re-laciones forzosas y las diferencias esen-ciales de la experiencia normal”. Delgado,fiel a su orientación fenomenológica, nopropuso una explicación de la atelesis. Suúnico interés, como fenomenólogo, fue laestructura esencial, las conexiones intrín-secas y la revelación del significado den-tro del contexto total del campo fenome-nológico.

2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS Y VI-GENCIA DEL PENSAMIENTO DEDELGADO

Para poder apreciar de modo cabal losfundamentos teóricos y la vigencia del con-cepto de atelesis debemos profundizar pri-mero el estudio de aquellas ideas que tu-vieron influencia sobre la mente de Delgado yle dieron forma a su pensamiento teórico.Debemos pasar luego a revisar los conceptosfenomenológicos actuales que están revi-talizando la discusión de importantes temasde incuestionable valor psiquiátrico y filosó-fico. Nietzsche nos hablaba de la necesidaddel “médico-filósofo”, y Delgado constituyeel prototipo de esta descripción. La profun-didad de su análisis conceptual nunca obs-cureció la compasión por sus pacientes; elmédico no se dejó absorber por el filósofosino que mantuvo su devoción asistencial.Por su parte el filósofo permaneció enraiza-do en la observación clínica del “alma hu-mana”.

2.1 El concepto de función

No es de escaso interés para apreciarel discernimiento de un hombre de genioanalizar las influencias que otras mentestuvieron en la formación de su pensa-miento. En este sentido queremos enca-minar esta discusión, primero, hacia elexamen del concepto de función. Esteconcepto fue una preocupación central deDelgado, prueba de ello es su tesisdoctoral, Naturaleza elemental del pro-ceso de la función.22 En esta tesis Delgadoexamina, y se distancia, de las ideas deClaude Bernard23 y de las de Félix LeDantec.24 Aunque Delgado no volvió atratar el tema de modo formal, la lecturaatenta de sus obras muestra la presenciade conceptos originales y bien definidosacerca de esta materia.

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La Fisiología, en tanto ciencia quedescribe y explica los fenómenos carac-terísticos de los seres vivos nació en Fran-cia gracias a los trabajos de Lavoisier,Bichat y Magendie, y fue oficialmentereconocida en 1854 cuando el Depar-tamento de Fisiología fue creado en laSorbona y su dirección fue confiada aClaude Bernard. Este alumbramiento, nopor feliz menos doloroso, ocurrió cuandola Fisiología se separó de la Anatomía ysus cultivadores rechazaron los conceptosanimistas que hasta entonces habíanprevalecido. Previamente la función eradeducida de la topografía de los órganos yla visección localizaba las funciones, masno las explicaba. Para Bernard la funciónes el resultado de la actividad de unamultitud de elementos anatómicos queactúan en concierto hacia un objetivocomún. La mente humana aprehende lasrelaciones funcionales de las actividadeselementales, les encuentra un propósito ylas explica mediante una idea. La funciónes, por tanto, un concepto metafísico,divorciado de la realidad objetiva, sobreel cual no puede existir un acuerdouniversal.23

Le Dantec rechazó el significado quele dieron los fisiólogos al concepto defunción y se propuso darle a este conceptoun “lenguaje verdaderamente biológico”.En lugar de descomponer las actividadescorporales en un número de funcionesmás simples que la actividad total delindividuo, definió la función de modosingular. Le Dantec consideró que cadaactividad del individuo, o cada una de susfunciones, era el resultado de dos fac-tores: el estado del sujeto en un momentodado (A) y la suma total de las circuns-tancias externas en el mismo momento(B), representada dicha actividad por lafórmula A x B. La vida sería una sucesiónde funciones: A1 x B1; A2 x B2; A3 x B3 y

así sucesivamente (pág. 73). Estos con-ceptos parecen derivarse de los deFrançois Viète (aunque Le Dantec no locita en su obra), quien en 1591 en su libroIn Artem Analyticem Isagoge (Intro-ducción a las Artes Analíticas) introdujopor primera vez el uso de letras en lugarde números, relegando la idea del númerocomo magnitud discreta a un planosecundario y dando origen al concepto de“variable”. Como sabemos, las variablesno tienen significado propio sino sólo enrelación a otra variable. Esa relaciónmatemática recibe el nombre de ‘función’.Teniendo como base estos conceptos LeDantec formuló la Ley de la AsimilaciónFuncional, opuesta a la Ley de la Des-trucción Funcional presentada por ClaudeBernard (págs.115-116). Como sabemos,Delgado se distancia de ambas doctrinas;de la primera por discrepar del conceptode que la actividad funcional y la asimi-lación son idénticas, y de la segunda porunilateral.

En los inicios de su carrera académica,Delgado se interesó por el concepto defunción desde un punto de vista bioló-gico. Posteriormente usó este concepto,que trata de aprender lo esencial delfenómeno de la vida, para extrapolarlo alde la actividad anímica y conocer loesencial del fenómeno de la conciencia.En este campo, a diferencia del biológico,Delgado25 sostiene que “lo psíquico care-ce de elementos reales y autónomos y decombinaciones de los mismos a la manerade los del mundo material” (pág. 7). ParaDelgado26 la función es una unidadanterior a los datos, es la “clave de lapeculiaridad arquitectónica del ser per-sonal” (pág. 6). En La Personalidad y elCarácter,27 nos dice: “Todo estado o actopsíquico se manifiesta como revelaciónde algo que preexiste, de una condiciónnativa o potencia latente: el fenómeno no

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surge sino gracias a la actualidad de unresorte virtual del ser” (pág. 4). Más ade-lante, en la misma obra (págs. 62-70), nosexplica la tipología de Gerhard Pfahler,quien describió “tres funciones funda-mentales del carácter, independientesunas de otras, que se mantiene a lo largode toda la vida; dependen del patrimoniobiológico y no se modifican sensiblementepor la influencia del medio. Tales son: laenergía o actividad vital, la excitabilidaddel sentimiento y la atención a la per-severancia”.

El pensamiento de Delgado se aproxi-ma al de Heidegger,28 quien dice: “Cuan-do hablamos de los síntomas de unaenfermedad tenemos en mente ciertasocurrencias en el cuerpo que se muestrana sí mismas, y que al hacerlo indican algoque no se muestra a sí mismo”. Másadelante agrega: “Así, la apariencia dealgo no significa algo que se muestra a símismo; significa en cambio el anunciarsea sí mismo mediante algo que no se re-vela, pero que se evidencia gracias aaquello que sí lo hace” (pág. 52, tra-ducción del autor). Como vemos, la dis-tancia entre el concepto delgadiano de lafunción y los fisiológico-biológicos esinsalvable. La función para Delgado no esun concepto metafísico, es un fenómenoanímico. No es el resultado de la activi-dad de una multitud de elementos anató-micos, ya que es inmaterial y precede a laaparición de los datos de la experiencia.No es una sucesión de estados que sonproducto de la interacción entre el pro-toplasma y el ambiente, es “condiciónnativa y potencia latente”. No debemospensar, al leer las ideas anteriores, queDelgado cortejaba una ideología vitalista.Nada más alejado de su espíritu.

No creemos equivocarnos cuando ve-mos en estos conceptos la influencia de

Kurt Goldstein, el famoso discípulo deWernicke a quien Delgado conociera per-sonalmente en una memorable ocasión ala mesa de von Jauregg. Goldstein tam-bién se interesó por el concepto de fun-ción a partir de sus trabajos con soldadosde la primera guerra mundial que habíansufrido traumatismos cerebrales. Susideas quedaron plasmadas, primero en suartículo seminal sobre la función delsistema nervioso29 y posteriormente en sumagistral obra “The Organism”. SegúnGoldstein,30 los actos de un animal, entanto que expresión de sí mismo conreferencia al ambiente, no dependensolamente del estímulo, sino también deprocesos biológicos que tienen el propó-sito de regular la excitación en forma talque no se produzca una desviación signi-ficativa de la normalidad. Este proceso,llamado “el principio de igualación”, esesencial para el mantenimiento de la vida.Este proceso es el reflejo de una leybiológica fundamental y constituye una“función básica” del organismo (págs.104-105). Para Delgado, similarmente, laactividad anímica preserva la “capacidadde orientación, la lucidez y la claridad” dela conciencia dentro de la “cerrada yunitaria conexión del conjunto de sudesempeño”. Se trata de la función “con-figuradora de la vivencia”, que permite alsujeto el logro pleno de su humanidad.Goldstein sostuvo además que: “La sim-ple descripción del defecto no caracterizaadecuadamente la condición patológicadel organismo. Para entenderla comple-tamente, debemos prestar atención cuida-dosa a sus desempeños normales (pág.48, traducción del autor)”. Similarmente,Delgado2 nos dice: “El hombre nunca esreducible a un fragmento: frente a lasfunciones alteradas siempre actúan o sonlatentes las no alteradas, sujeta la tota-lidad fisiopsicológica de unas y otras algobierno de la vis directrix” (pág. 343).

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Para Goldstein la vis directrix (términoque este autor no emplea) sería la ten-dencia a alcanzar, en su momento debidoy a pesar de la persistencia del defecto, unestado de ordenamiento de la conducta,sin la experiencia de perturbaciones,mediante la filtración de las influenciasambientales de modo proporcional aldefecto causado por la lesión, con el finde permitir el óptimo desempeño de laactividad del organismo.

Goldstein30 introdujo el punto de vistafuncional en sus estudios de sujetos conlesiones cerebrales primero y luego en losde enfermos que padecían de esqui-zofrenia. Consideraba este autor que todaexcitación en una parte del sistema ner-vioso conducía a cambios en todo elsistema nervioso en su conjunto y aun entodo el organismo. Se trata de una con-figuración funcional definida por la rela-ción entre la reacción que se ofreceprimeramente a la vista y la respuestabasal del conjunto del organismo (pág.100). Este patrón funcional origina una“tendencia”, que puede considerarse in-dependiente de ningún contenido fisio-lógico o psicológico, cuyo objetivo esconstruir una “figura” que se diferenciadel contexto basal del organismo y ordenala conducta. El defecto de la formación deesta “figura” se manifiesta en la ineptitudpara ejecutar un movimiento aislado, lainhabilidad para evocar imágenes a vo-luntad y la incapacidad para utilizar lascategorías del pensamiento para organizarla conducta.

Zucker y Hubert31 estudiaron el desor-den del pensamiento que se observa en laesquizofrenia utilizando los métodos pre-conizados por Goldstein. No escapó aDelgado la extraordinaria importancia deeste estudio. Se trata de una investigaciónen la que a 26 sujetos diagnosticados de

esquizofrenia se les solicitó que se ima-ginaran objetos, sonidos, figuras geomé-tricas, voces familiares y secuencias deeventos dramáticos de la vida cotidiana.Los enfermos fueron incapaces de imagi-narse o definir correctamente objetos,escenas, personas y sus conexiones. Confrecuencia su imaginación se interrumpíay surgían nuevos pensamientos de sig-nificado especial que no dependían direc-tamente del contenido de la imaginación.Mientras más florido era el cuadro clínicomás se apartaba el sujeto de lo quecomenzaba a decir (desconexión entre suintención primaria y su desviación secun-daria) y menos cuenta se daba de sualteración. Uno de los sujetos expresó nosaber si sus respuestas eran correctas o noy ni siquiera sabía si tenían alguna re-levancia. También se pudo observar quelos enfermos habían perdido la habilidadde formarse una clara visión de símismos.

Los autores del estudio que co-mentamos discutieron sus hallazgos a laluz de los conceptos presentados porGoldstein, resumidos anteriormente. Des-de el punto de vista funcional, los en-fermos mostraron cambios mórbidos dela estructura de la “tendencia” y for-mación de “figuras” inexactas y aberran-tes. Los autores hacen énfasis en que dosesferas de acción deben distinguirse encualquier “tendencia”. La primera sedirige al material ordinario y la segundase dirige al proceso mismo que ha sidoiniciado. En otras palabras, el sujeto estambién el observador de su propiaactividad anímica.

Delgado cita extensamente a estosautores y refiere haber obtenido resulta-dos similares en su trabajo clínico conenfermos de esquizofrenia. Cabe aquíseñalar que Delgado no discute otros

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hallazgos de Zucker y Hubert, que son departicular importancia. Se trata de laobservación de que un grupo de enfermoseran incapaces de imaginarse o reproducirun estado de ánimo o afecto particularcuando se les solicitaba hacerlo. Carac-terísticamente uno de esos enfermosdecía: “No puedo imaginarme ningúnestado de ánimo diferente del que sientoahora”. Similarmente otro enfermo decía,cuando se le solicitó imaginarse a dospersonas refiriéndole un buen chiste: “Melo puedo imaginar. Lo veo. No puedosaber qué fue, podría ser cualquier cosaque ellos me estaban diciendo”. Estosautores confirmaron lo que Kleist32 yahabía sugerido y que se conoce actual-mente como la “teoría de la mente”, quese refiere, como ya lo discutimos, a laincapacidad que se observa en los en-fermos de esquizofrenia de representarselas intenciones, emociones y creencias deotras personas y de sí mismos. Zucker yHubert consideraron, no obstante, que elmétodo de análisis funcional no era apli-cable a estos enfermos.

Delgado se apoyó en los conceptosteóricos de Goldstein, Zucker y Hubert, yen su propia experiencia clínica, parareconocer la atelesis como la perturba-ción psicopatológica fundamental de laesquizofrenia desde el punto de vistafuncional. Este reconocimiento no sóloutiliza un enfoque integral, sin recurrir ala reducción como lo hacen los in-vestigadores de la “teoría de la mente”,sino que además descubre lo que a sujuicio es lo esencial del trastorno, en suspropias palabras: “un fino desorden de lafunción configuradora de la vivencia”,que le impide al enfermo el logro pleno desu humanidad. Observamos aquí tambiénla importancia que otorga Delgado a lahistoricidad del ser humano.

Vemos además que Delgado se apartade Zucker y Hubert, quienes ven en laalteración de la “tendencia” lo primariodel trastorno esquizofrénico. También lohace de Bolles y Goldstein33 quienes seconforman con pensar que, “el defectocaracterístico del paciente esquizofrénicoes el compromiso de su capacidad paraejecutar el tipo de conductas que po-demos llamar “conductas abstractas”. Elconcepto de atelesis es a un tiempoabarcador, profundo, sintético; en pocaspalabras, ontológicamente irreductible.

2.2 El método fenomenológico

La utilización del método fenome-nológico fue una de las cosas que losadversarios de Delgado le criticaron tanacerba como infundadamente. Desde elpunto de vista de las ciencias empíricas lafenomenología es vista como un métodoespeculativo y anticientífico, y es errónea-mente identificada con un introspeccio-nismo irrazonable. La verdad es que losmás importantes proponentes de la feno-menología se interesaron seriamente porlos resultados de las investigaciones em-píricas con el fin de renovar, refinar yvalidar sus análisis fenomenológicos.34

Numerosos experimentos en áreas talescomo psicofísica, memoria, atención yconciencia se basan en informacionesconfiables que los sujetos ofrecen de susexperiencias subjetivas. No escapaba aDelgado las dificultades que este métodopresenta y comprendió que cuando “tan-teamos alma adentro” la introspección serevela como un estado en busca de ex-plicación y no simplemente como unmétodo de investigación psicológica. Laaprehensión del propio ser presupone lapresencia de representaciones internas.Existe un problema profundo en la na-turaleza de la introspección que va más

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allá de la dificultad para verificar losestados mentales y de la posibilidad dedisimular, exagerar u ocultar que puedaejercer el sujeto.35 La esencia del actointrospectivo entraña una cualidad quelimita el conocimiento propio y a su vezestorba la comprensión que intenta al-canzar el observador del “alma ajena”.

Existe una sana tendencia en laPsiquiatría actual que reconoce la im-portancia de las manifestaciones de la“primera persona”. La experiencia sub-jetiva no es un epifenómeno de losprocesos biológicos, sino es en sí mismaparte esencial e irreductible de la inte-racción del individuo con su ambiente.Mediante la experiencia conciente elindividuo se relaciona con su entornoutilizando un alto grado de integracióncognitiva que a su vez influye en laestructura, funcionamiento y plasticidadcerebrales. Cuando se produce un rom-pimiento significativo del ser humanocon su ambiente, ¿qué nos puede guiarmejor -se pregunta Fuchs36- en la bús-queda de la disfunción neurofisiológicacorrespondiente que aquella esfera en lacual la relación con el mundo se esta-bleció originalmente?

Francisco Varela37 es uno de los re-presentantes más conspicuos de un grupode científicos y filósofos que defienden lanecesidad de establecer nexos entre lasciencias cognitivas y la fenomenología.Este autor propugna la exploración sis-temática del único vínculo entre la mentey la conciencia que parece obvio y na-tural: la propia estructura de la experienciahumana, mediante un método al quellamó “neurofenomenología”. La hipótesisde trabajo de este método sostiene que larevelación fenomenológica de la estruc-tura de la experiencia y sus correlatos delas ciencias cognitivas se constriñen mu-

tuamente. Con ello Varela da igual pri-macía a ambas esferas del conocimiento yrespeta su respectiva especificidad. Am-bas revelaciones del fenómeno mental secodeterminan y lo importante es explorarpuentes conceptuales, contradicciones mu-tuas, y desafíos metodológicos. Este autorlamenta el estado de cosas que permiteignorar la importancia que las manifes-taciones de la primera persona puedentener para iluminar los resultados de lasinvestigaciones empíricas. Para resolvereste problema Varela preconiza el apren-dizaje de la descripción fenomenológicay el correcto entendimiento de su postula-do básico: la reducción fenomenológica.Se trata de un cambio de actitud quepermite al sujeto suspender transitoria-mente sus creencias acerca de aquello queexamina y cambiar la dirección del mo-vimiento del pensar hacia el origen inter-no y la sucesión de sus propios pensa-mientos, lejos de permanecer absorto ensu habitual orientación hacia el contexto.Otorga importancia además a la capacidadhumana de intimar que corresponde a loque tradicionalmente se ha llamado intui-ción. A esto sigue un componente crucialque evita que la introspección se convier-ta en un método de evaluación privado.Se trata de inscribir las evidencias alcan-zadas en un lenguaje que comunique, me-diante símbolos y analogías, la materiali-dad que encarna y conforma la experiencia.Varela se refiere a estas descripcionespúblicas como “invariables” ya que sonmúltiples las variaciones que se nos ofre-cen a la observación antes de calar aquellasingularidad que resume su significación.Finalmente, es importante cultivar esteconocimiento, transmitirlo, iluminarlo has-ta que una comunidad disciplinada de in-vestigadores lo haga suyo.

Delgado distinguía la fenomenologíapropia del hecho psicológico corriente de

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la correspondiente al estudio de la perso-na. Mientras la primera trata de deslindarla manifestación anímica, la segunda seempeña por descubrir el sentido y fun-damento de la persona utilizando la mani-festación psicopatológica como “indicioy producto”. En el caso de la esquizofreniaDelgado reconoce que lo fundamental deldesorden alcanza a todos los aspectos devida psíquica; en otras palabras, “la fun-ción de la conciencia falla en lo esencial”.A nuestro entender, se borra por tantoaquí la distinción entre la fenomenologíapropia del hecho psicológico de la tocantea la persona. Delgado insistió en la impor-tancia de la “descripción de la experienciavivida en el momento sin cuidarse de lascondiciones de su origen ….prendiendosólo su realidad palpitante, su cualidadoriginal y su estructura distintiva”. No eraajena a Delgado la importancia de laactitud del examinador: “El investigadorde almas reflexivo se cuida de no violen-tar con sus métodos o con ideas preconce-bidas la filigrana de la vida cuyas mani-festaciones concretas aquilata”. “Sólogracias a la claridad, al orden, y a la críticaque el investigador introduce con tacto enel curso del examen” se evita que la in-trospección se convierta en “mera auto-observación espontánea”. Varela se re-fiere en forma similar al papel del exami-nador, como lo hemos visto. Delgado, aligual que Varela, reconoce la importanciade la intuición, a la que “El saber y latécnica ayudan en mucho, pero nunca lareemplazan”. La reducción fenomeno-lógica en manos de Varela alcanza los“invariables”, mientras que en las deDelgado acierta con “lo singular y dis-tinto” del alma ajena.

Varela propone la conducción deinvestigaciones que tomen en cuenta laexperiencia mental y la fisiología cerebral.Este enfoque ya ha comenzado a dar

frutos como lo sugieren publicacionesrecientes,38, 39, 40 cuya revisión escapa delos límites de este trabajo. Para Delgadolo importante es la tarea del psicopatólogoen relación al enfermo. En este terreno,sostenía la necesidad de agotar lasposibilidades de todos los métodos alalcance del clínico, lo que nos indica queen su mente los hallazgos del métodofenomenológico debían complementarsea los de otros procedimientos, que esbásicamente lo que Varela propone.

DISCUSIÓN

Hemos reseñado brevemente, junto alconcepto de atelesis, otras importantes con-cepciones teóricas que tienen en común labúsqueda de la perturbación esencial de laesquizofrenia. La confrontación de talesconceptos permite iluminar los senderos porlos que ha transitado el cambio científicopara convertir las ideas anteriores en lasactuales, ya sea como transformación directao como evolución divergente de concepcionescuyo origen posee importantes elementoscomunes. A primera vista parece existir unhilo conductor por el cual discurre el pro-greso científico que, apoyado siempre en eldesarrollo tecnológico, permite ahondar en elentendimiento de los procesos básicos de laenfermedad. Este discurrir, suponen algunos,va dejando atrás conceptos superados y abra-za con esperanza ideas novedosas que prome-ten, aunadas a una comprensión más certera,un tratamiento más eficaz y definitivo. Elexamen cuidadoso de estos enfoques revela,por el contrario, incompatibilidades profundasy contrastes irreconciliables.

El método neurofenomenológico preconi-zado por Varela ofrece la esperanza de esta-blecer puentes de contacto entre dos tradicio-nes que hasta ahora ni siquiera se dispensanmiradas de soslayo. Creemos que en el campode la esquizofrenia, la atelesis constituye el

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mejor punto de partida para el examen empí-rico de los correlatos que existen entre el do-minio neurocognitivo y la vivencia subjetivadel enfermo de esquizofrenia. Ésta es la agen-

da de investigación que la psiquiatría latino-americana se debe proponer para afirmar suidentidad dentro del concierto de la psiquia-tría universal.

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